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Primer tema de la unidad 1

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Distancia

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Page 1: Primer tema de la unidad 1

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Con los pies en la tierra.

-"Ubicarnos" viene de la palabra latina"ubi" que quiere decir "dónde".

-Implica mirar "dónde estamos parados" ya dónde queremos ir. Es preguntarse,

bien en el fondo, cómo crecer, madurar, yser felices de verdad. Cómo ser personaen un mundo acostumbrado a la falta de

compromiso y la mediocridad.

-En este lugar y tiempo, en esta realidadse engancha la propuesta de Jesús:

"Vine para que tengan vida, y la tenganen abundancia". Creemos que esta invita-ción está vigente hoy. Por eso, el camino

de este año es avanzar en una nuevamanera de ver la realidad (la fe), y cono-cer, de a poco, el proyecto de Jesús, su

propuesta para una vida distinta, transformada, nueva.

Aquípegás tuhuella

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amigoscolegio

Diosestudio

curso

familia+¿Qué pensaste o dijiste sobrecada una de estas realidades?

+¿Qué aportaste al grupo en esteprimer compartir?

+¿Qué te llamó la atención sobre loque dijeron los demás? Transcribítextualmente algunas de las cosasque dijeron, y también tus propiasimpresiones.

+Graficá cómo quedaron las hue-llas del grupo en cada una de lasinstancias.

+Leé el cuento “Huellas Doradas” ydescubrí cuál es el aporte que hacea esta reflexión.

+Desarrollá en un texto aparte la“realidad-Dios”. Explicá bien a quédistancia te ponés de él y por qué.

Page 3: Primer tema de la unidad 1

Martín había vivido gran parte de suvida con intensidad y gozo.Casi todo el tiempo se sentía en pazy feliz, pero ensombrecía su ánimo,algunas veces, esa sensación deestar demasiado en función de símismo.¿Alcanzaba para darle signifi-cado a su vida la búsqueda de supropio placer?¿Qué sentido teníauna vida que sólo se significaba a símisma?Ese día, más que otros, esos pensa-mientos lo abrumaron.Quizás debía irse. Partir. Dejar lo quetenía en manos de los otros. Repartirlo cosechado y dejarlo de legadopara ser en los demás, aunque seaen ausencia, un buen recuerdo.En otro país, en otro pueblo, en otrolugar, con otra gente, podría empezarde nuevo. Una vida diferente, unavida de servicio a los demás, unavida solidaria.Debía tomarse el tiempo de reflexio-nar sobre su presente y sobre sufuturo

Martín puso unas pocas cosas en sumochila y partió en dirección almonte. Le habían contado del silencio de lacima y de cómo la vista del valle fértilayudaba a poner en orden los pensa-mientos de quien hasta allí llegaba.En el punto mas alto del monte girópara mirar su ciudad quizás por últi-ma vez.

Atardecía y el poblado se veía her-

moso desde allí.

-Por un peso te lo alquilo.

Un anciano le mostraba un pequeñocatalejo, tan antiguo que parecíaincreíble que todavía no se hubieradesarmado. Ahora lo ofrecía con unamano, mientras con la otra tendidahacia arriba reclamaba su moneda.

Martín encontró en su bolsillo lamoneda buscada y se la alcanzó alviejo que desplegó y se lo ofreció conla misma indiferencia.

Miró su pueblo desde arriba, y desdelejos, y desde afuera, y desde el futu-ro. Después de un rato de mirar con-siguió ubicar su barrio, la plaza yhasta la escuela frente a ella.

Algo le llamó la atención. Un puntodorado brillaba intensamente en elpatio del antiguo edificio. Martínseparo sus ojos del lente, parpadeóalgunas veces y volvió a mirar. Elpunto dorado seguía allí.

-Qué raro - exclamó Martín sin darsecuenta de que hablaba en voz alta.-¿Qué es lo raro?, preguntó el viejo-El punto brillante, dijo Martín, ahí enel patio de la escuela, siguió, alcan-zándole al viejo el telescopio paraque viera lo que él veía.-Son huellas, dijo el anciano.-¿Qué huellas?, preguntó Martín.-Te acordás de aquel día... debíastener siete años; tu amigo de la

infancia, Javier, lloraba desconsoladoen ese patio de la escuela. Su madrele había dado unas monedas paracomprar un lápiz para el primer díade clases. Él había perdido el dineroy lloraba a mares, contestó el viejo. Ydespués de una pausa siguió, ¿Teacordás lo que hiciste?. Tenías unlápiz nuevito que estrenarías ese día.Te arrimaste al portón de entrada ycortaste el lápiz en dos partes igua-les, sacaste punta a la mitad cortaday le diste el nuevo lápiz a Javier.-No me acordaba, dijo Martín, Peroeso ¿qué tiene que ver con el puntobrillante?.

-Javier nunca olvidó ese gesto y eserecuerdo se volvió importante en suvida.-¿Y?-Hay acciones en la vida de uno quedejan huellas en la vida de otros,explicó el viejo, acciones que quedanmarcadas como huellas doradas...

Volvió a mirar por el telescopio y viootro punto brillante en la vereda a lasalida del colegio.

-Ese es el día que saliste a defendera Pancho, ¿te acordás?. Era injustolo que le habían hecho, y vos tejugaste por él.

Martín miraba la ciudad.

-Ese que está ahí en el centro, siguióel viejo, es el trabajo que le conse-guiste a Don Pedro cuando lo despi-dieron de la fábrica... y el otro, el dela derecha, es la huella de aquella vez que juntaste el dinero que hacíafalta para la operación del hijo deRamírez... las huellas esas que salena la izquierda son de cuando volvistedel viaje porque la madre de tuamigo Juan había muerto y quisisteestar con él.

Martín apartó la vista del telescopio ysin necesidad de él empezó a vercómo, miles de puntos dorados apa-recían desparramados por toda laciudad.

Al terminar de ocultarse el sol, elpueblo parecía iluminado por sushuellas doradas.

Después de levantarse, sin dejar demirar el pueblo, Martín, esta vez sí,supo qué hacer. En realidad, siemprelo había sabido.

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Huellas Doradas

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Muy triste y muy trágico es el epitafioque un filósofo francés dejó escrito paraque grabaran sobre su tumba: "No sé dedónde vengo; no sé adónde voy".

Si se ignoran las dos cosas, ¿cómo seva a caminar con seguridad en la vida?Tener una meta en el camino de la vidanos posibilita descubrir que el camino quedebemos recorrer todos los días se perci-ba como un camino que tiene sentido, quevale la pena.

Adelantamos paso a paso en este cami-no cuando “pisamos fuerte”.

¿Qué es pisar fuerte y quién pisa fuer-te en la vida?

Pisa fuerte el que sabe lo que quiere, loque busca, lo que pretende, lo que espera.

Pisa fuerte el que divisa una luz que loorienta y lo acompaña; una luz, que si nole ilumina todo el panorama, al menos leda la claridad suficiente para ver dóndedebe poner sus pisadas al caminar.

Pisa fuerte el que sabe que todo pasoque da, lo acerca a la meta definitiva; elque no desperdicia sus horas, el que des-

cubre oportunidades: el que sabe quenada se pierde de lo que se ama y entre-ga.

Pisa fuerte el que encontró un sentido asu vida, una razón de vivir, un porqué, unaexplicación, un ideal por el cual jugarse.

Pisa fuerte y muy fuerte, el que en losmomentos de dolor o de angustia no sedeja aplastar, ni desorientar, sino queasume los tiempos de crisis como oportu-nidad para crecer.

Pisa fuerte el que sabe lo que hace y elque sabe por qué lo hace y para qué.

Pisa fuerte aquel que se descubre comoparte de una red de hermanos que com-parten y se animan a madurar juntos.

Pisa fuerte el que es libre frente a lasmodas y las propuestas mediocres, el queno se deja arrastrar por el "todos lohacen", o por ambientes torcidos y pro-puestas egoístas.

Si querés asegurarte si pisás fuerte o no,no tienes más que mirar hacia atrás; por-que el que pisa fuerte, deja huellas y lashuellas se ven. Si vas dejando marcas deamor en tu vida, podés quedarte tranquilo;tus huellas son visibles y profundas, difícil-mente se borrarán, porque vas pisandomuy fuerte en tu vida.

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síntesis / recordar

palabras / clave

ENCUENTROHUELLAREALIDADGRUPOCERCANÍA

Diagnosticar es mirardónde estamos parados.Hoy vemos en qué lugarde la vida nos encuentraeste comienzo de año.

El espacio de laCatequesis es una posibili-dad de mirar nuestra reali-dad, revisar nuestro cami-no, y descubrir a Dios quese hace presente en nues-tra vida, para darnos vidaen abundancia .