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primeros textos son del siglo I. Pero t s últimas generaciones cuentan con un tradic10n de casi un siglo. En cuanto a la elecc10n de len- gua cada uno tiene sus razones, incluso entre nosotros cinco. Jon Kortazar.-En mi caso es más cil respon- der por qué no escribo en castellano : por fidel�- dad a una tradición por razones políticas, el um- verso inexplorado que descubre, definir tu pro- pia esencia. La lengua es el alma del pueblo. X. Seoane.-Eso es algo que desde era no se comprende. Cuando nosotros reflexionamos acerca de nuestros signos de identidad, nos colocamos en una postura densiva. Tal vez gastemos todos los cartuchos en la reflexión y no en la práctica. Esas claves no se pu�den defi- nir. Yo encontré hermosos vuestros mitos, pero sí están envarados y vareados. El signo de la le�- gua es decisivo y complej ? · Tanto que necesi- taría un congreso de escritores. Tenemos una lengua que puede ser destruida, por la dinámica histórica. A. Sánchez-Vicente.-En nuestro caso se dio algo parecido. Tenemos una li!er tura ural y lklorista. Nos planteamos la perdida de identi- dad como pérdida de uso. Beardo Atxaga.-No nos liemos con pregun- tas de esta clase. lPor qué se elige? No se puede responder, y además, no i porta. Es una pre- gunta inútil. lPor qué escr ! bo en eu�kera? Me impresiona Aresti. Lo entiendo. Qmero pare- cerme a él. Esta es una razón. Hay muchas. A. López Casanova.-Lo idílico, etc., es recu- rrente en todas las poesías. Como ejemplo los poetas andaluces. Jon Koar.-En mi ponencia yo tenía dos opciones: limitarme a inrmar, o explicar algo que preocupa. Guillermo Camero.-Repito mi pregunta de hace un instante: lcómo es, desde el punto de vista de la artesanía de la palabra, esa literatura? Jon Koar.-Hay libertad léxica y sintáctica. Entonces esta poesía vasca está pasando de unos planteamientos románticos, hacia el amor por la palabra. J. Juaristi.-La obra de Aresti es una recapitu- lación de las posibilidades literarias del Euskera. Nueva poesía vasca 139 POETICAS Y POEMAS Juan Ma Lekuona TEMAS Y ESTRUCTURAS Para caracterizar mi hacer y talante poéticos, he escogido, así por enci a,_ estos rasgos pe�so- nales. Mi trayectoria artistica puede conside- rarse relativamente larga y cambiante: publiqué mis primeros poemas el año sq, y sigo c ea do todavía, después de 35 años, circunstancia esta poco ecuente entre los oetas " seos- , Esta constancia en el tiempo, umda a mi mteres por temas vivos y por cultivar la expresión poética, ha hecho que mi producción tenga, al menos, un valor curricular por los distintos momentos y movimientos que refleja. Por otra parte, he sido poeta no enrolado . en grupo alguno de escritores vascos, _ y he segmdo mi itinerario sin platarmas. Dedicado por ofi- cio a la enseñanza de la literatura y a las traduc- ciones al euskera he realizado incursiones periódicas en el �am o de la poesía _ �ulta, siempre que me he sentido estar , en con�ic10nes de aportar unos textos que en m1 supusieran un cambio de poética. De ahí que, a veces, dé la sensación de que escribo como a la erza («ezinbestean» diría con nuest r o gr n vat Xal- bador), apremiado , por esa exigencia s_util que uno intuye a traves de lectores y amigos. En mi poética personal no puedo men s de consignar también mis . conexiones c m 1 htera- tura oral. Si hoy exphco en la Umversidad la oralidad y su mundo, quiere decir que es éste el campo de mis indagacion s literarias, y qu_e el estudio de los textos y nomenos de la oralidad no puede menos de tener un influj ? consi e- rable en los criterios y gustos de mis trabaJos poéticos. HACIA UN ARTE CONTEMPORANEO El empeño creativo no puedo menos d con- siderarlo como una búsqueda, como una mduc- ción paciente y esperanzada de lo estético en el mundo que me rodea. Pienso que �n el ndo debo esta actitud a los escultores y pmtores vas- cos, cuya visión estética, interpretada sobre t�do por Jorge de Oteiza, la comparto substancial- mente, y cuya actividad invest gadora la teng ? para mí como una pauta a segmr. Me da segun-

primeros textos son del siglo XVI. Pero t s POETICAS Y ...nan muchísimo mejor los resortes de la estrofa, y de que es inútil, y hasta contraproducente, empeñarnos los poetas académicos

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primeros textos son del siglo XVI. Pero ��t�s últimas generaciones cuentan con un.3; tradic10n de casi un siglo. En cuanto a la elecc10n de len­gua cada uno tiene sus razones, incluso entre nosotros cinco.

Jon Kortazar.-En mi caso es más fácil respon­der por qué no escribo en castellano: por fidel�­dad a una tradición por razones políticas, el um­verso inexplorado que descubre, definir tu pro­pia esencia. La lengua es el alma del pueblo.

X. Seoane.-Eso es algo que desde fuera no secomprende. Cuando nosotros reflexionamos acerca de nuestros signos de identidad, nos colocamos en una postura defensiva. Tal vez gastemos todos los cartuchos en la reflexión y no en la práctica. Esas claves no se pu�den defi­nir. Yo encontré hermosos vuestros mitos, pero sí están envarados y vareados. El signo de la le�­gua es decisivo y complej?· Tanto que necesi­taría un congreso de escritores. Tenemos una lengua que puede ser destruida, por la dinámica histórica.

A. Sánchez-Vicente.-En nuestro caso se dioalgo parecido. Tenemos una li!er�tura r:ural y folklorista. Nos planteamos la perdida de identi­dad como pérdida de uso.

Bernardo Atxaga.-No nos liemos con pregun­tas de esta clase. lPor qué se elige? No se puede responder, y además, no i.t?porta. Es una pre­gunta inútil. lPor qué escr!bo en eu�kera? Me impresiona Aresti. Lo entiendo. Qmero pare­cerme a él. Esta es una razón. Hay muchas.

A. López Casanova.-Lo idílico, etc., es recu­rrente en todas las poesías. Como ejemplo los poetas andaluces.

Jon Kortazar.-En mi ponencia yo tenía dos opciones: limitarme a informar, o explicar algo que preocupa.

Guillermo Camero.-Repito mi pregunta de hace un instante: lcómo es, desde el punto de vista de la artesanía de la palabra, esa literatura?

Jon Kortazar.-Hay libertad léxica y sintáctica. Entonces esta poesía vasca está pasando de unos planteamientos románticos, hacia el amor por la palabra.

J. Juaristi.-La obra de Aresti es una recapitu­lación de las posibilidades literarias del Euskera.

Nueva poesía vasca

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POETICAS Y POEMAS

Juan Mari Lekuona

TEMAS Y ESTRUCTURAS

Para caracterizar mi hacer y talante poéticos, he escogido, así por enci�a,_ estos rasgos pe�so­nales. Mi trayectoria artistica puede conside­rarse relativamente larga y cambiante: publiqué mis primeros poemas el año sq, y sigo cr:ea1;1do todavía, después de 35 años, circunstancia esta poco frecuente entre los l?oetas ".'�seos-, Esta constancia en el tiempo, umda a mi mteres por temas vivos y por cultivar la expresión poética, ha hecho que mi producción tenga, al menos, un valor curricular por los distintos momentos y movimientos que refleja.

Por otra parte, he sido poeta no enrolado. engrupo alguno de escritores vascos, _ y he segmdo mi itinerario sin plataformas. Dedicado por ofi­cio a la enseñanza de la literatura y a las traduc­ciones al euskera he realizado incursiones periódicas en el �am�o de la poesía _ �ulta, siempre que me he sentido estar ,en con�ic10nesde aportar unos textos que en m1 supusieran un cambio de poética. De ahí que, a veces, dé la sensación de que escribo como a la fuerza («ezinbestean» diría con nuestro gr�n vat� Xal­bador), apremiado, por esa exigencia s_util que uno intuye a traves de lectores y amigos.

En mi poética personal no puedo men<?s de consignar también mis. conexiones c�m 1� htera­tura oral. Si hoy exphco en la Umversidad la oralidad y su mundo, quiere decir que es éste el campo de mis indagacion�s literarias, y qu_e el estudio de los textos y fenomenos de la oralidad no puede menos de tener un influj? consi�e­rable en los criterios y gustos de mis trabaJos poéticos.

HACIA UN ARTE CONTEMPORANEO El empeño creativo no puedo menos d� con­

siderarlo como una búsqueda, como una mduc­ción paciente y esperanzada de lo estético en el mundo que me rodea. Pienso que �n el fondo debo esta actitud a los escultores y pmtores vas­cos, cuya visión estética, interpretada sobre t�do por Jorge de Oteiza, la comparto substancial­mente, y cuya actividad invest�gadora la teng? para mí como una pauta a segmr. Me da segun-

dad el pensar que artistas vascos que conviven conmigo, han conseguido plasmar un arte que nada tiene que ver con los defectos atribuidos, tópicamente y casi a coro, a la poesía vasca: loca­lismos exagerados, retrasos históricos endémi­cos y «la honradez de la poesía vascongada», expresión ésta de indudable tinte peyorativo.

Siempre he creído que, siguiendo el camino emprendido por nuestros escultores y pintores, a nivel de investigación y de estructuración quiero decir, también le era posible a nuestra poesía moverse con dignidad, al nivel propio de nuestro potencial cultural, a través de los postu­lados o principios fundamentales del arte con­temporáneo.

CONTENIDOS

A la hora de decidirme por el contenido con­creto de mis poemas, he vivido bajo distintas presiones sociales y políticas altamente condi­cionantes, como no podía menos de serlo en el País Vasco: la situación agónica y tal vez agoni­zante de la lengua vasca; el problema nacional tan obvio y tan maltratado por propios y extra­ños; la lucha social con sus prioridades ineludi­bles que no cabe postergar ni manipular; y tam­bién, en mi caso, el compromiso para con una Iglesia «aggiornata», y otras urgencias que uno ha ido acusando muy dentro.

Siempre he creído que el mensaje del poeta debe ser paradójico. Por tanto, nunca me ha gustado expresar directamente que intento sal­var el euskera, que me duele mi pueblo, que apuesto por la modernidad, que me desmarco del XIX, ni que voy a hacer Iglesia. Pero tendré en cuenta no decir tampoco lo contrario, para no contradecirme con aquellas connotaciones que mi historia personal entraña y sugiere. De ahí que mi poesía, lejos de situarse por encima de las contin­gencias, quiere responder al sentir colectivo desde la ausencia presentida, desde la nada estrictamente calculada, desde el vacío de elementos controverti­dos directamente expresados.

Y no escojo entre mis símbolos la cruz, el martillo, el libro o la alambrada, sino que pre­fiero aquellos otros de tierra, agua, fuego, aire; o mano, cabellera, estatua de carne, rostro ... He apostado por una visión elemental de lo humano, no exenta de metafísica, como protec­ción espiritual de la sensibilidad, tan explotada y tan maltratada a veces en el mundo exterior e interior de cuantos en mi tierra convivimos.

NIVELES DE EXPRESION

Partiendo de que el arte es un tema con una estructura, presto una atención especial, y ello por principio, al desarrollo y al uso culto del len­guaje escrito. Dado el esfuerzo que los escrito­res vascos están realizando en general para

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modernizar su lengua, nadie puede sustraerse a las exigencias de este empeño, y todos debemos optar por lo más consecuente. En mi caso, y como poeta, me he propuesto hacer lo posible en orden a ofrecer un lenguaje atento a las cla­ves poéticas tradicionales pero en la vanguardia de un lenguaje actualizado, por lo universal y por lo moderno. Para mí, la creación poética lleva consigo este compromiso.

Respecto a las estructuras métricas, si no es por exigencias del género, huyo del verso isosi­lábico y monorrímico, y busco otra clase de espacios y de ritmos a las palabras. Además del trasunto de los clichés del cancionero antiguo, ensayo en general con procedimientos lúdico­corales de la poesía oral, tales como las piezas de tipo decorativo, la técnica de las canciones enu­merativas, las formas responsariales, las estruc­turas paralelísticas, etc., que consiguen efectos nuevos de indudable belleza artística. Estoy convencido de que los poetas populares domi­nan muchísimo mejor los resortes de la estrofa, y de que es inútil, y hasta contraproducente, empeñarnos los poetas académicos en competir con los repentizadores de la poesía improvisada, que han ensayado miles de veces los moldes de la estrofa y han agotado todas sus posibilidades.

Creo, por otra parte, que en lo que a mí res­pecta, he procurado dar un tratamiento más moderno a la imagen poética, apurando mucho los niveles semánticos que uno va creando. He ensayado una presentación y una interpretación menos clásicas de la imagen, intentando renovar la imaginería a base de acumulaciones, intensifi­caciones, de crear núcleos estéticos que proyec­ten un mundo más subjetivo y más rico. Y me gusta experimentar los efectos sonoros y los procedimientos que los oralistas llamamos mágicos, presentes, sobre todo, en las rimas y aliteraciones, así como ensayo los procedimien­tos de estilización y de abstracción presentes en las coplas.

Para terminar, subrayaría mi empeño en crear poemas que tengan una arquitectura y un tra­bajo continuado de construcción paciente, como las obras plásticas de considerable tamaño y de larga elaboración. Pienso que en mi caso, y sobre todo en esta etapa de mi vida, lo que he podido perder en frescura y emotividad, he de ganar en visión, sensibilidad y técnica. Y no puedo menos de proponerme proyectos estéti­camente ambiciosos. Lo contrario sería una infi­delidad a la tarea poética que me había pro­puesto hace ya años.

El estado de las poesías

POEMAS

HARAGIZKO ESTATUA 2

Zerekin eginak ote «sasi-larrosa» horiek, gauaren eta oilar-kantaren mugan, sakonarri lehortuen zoko epel itzaltsuetan? Ez dakarte itolarririk, ez oldarrik, ez urruma

harrorik. Estatuok hala-beharraren pobretasunean daude eraikirik: lurraren dir-dir txuria torniatuz, harpe sainduko itogin saltaria gorpuzkeratuz.

Buztinaren biguna eta uztarraren kromatismoa erabili dira modelakuntzan: eta gariak badu parte, eta marfilak eta larrosak. Larrukizko, ehunkizko, sintetiko jantziek -dolmenak, harlanduak, zementoak-,oroitarazten digutegiza ulerkuntzaren ibilpide luze-nahasia.

Eta barman, kitarrez emaniko aire xahar bat dakarte, arina, eztia, melismaduna, neurtua, maitezko izpiritua, arnasezko intzentsua. Alegi bat kokatu da horien hezurduran, eta itsasoa barreiatu horien sorbaldetan.

Irudion argia -doi-doia luze, doi-doia dardarti­iturburutan sortzen da, jaiotzen,hibaiz-hibai luzatzen delarikguraso zaharren dardara dodekafonikoan.

Eta Avignon-go andereñoek, zubi gaineko dantza elkartuan, beren buruko mototsak askatzean, ez dago itzalik ez dago izenik, ez lurrunik, ez ezpainik, ez oihurik harkaitz eginiko buztin zuriaren plegutan.

Hor daude -hor daude egon-amore emaniko baga urdinen joan-etorriak. Hor daude galerazitako ihauterien maskaradak; hor materia misteriotsua, sustraiz eta iluntasunez oretua; orbelez eta errainu mikatzez erkitua; baina herioaren ahoak ez du hozkatu nahi aurpegirik, gerririk, oldar pindarturik.

ltsas aldeko mamu xuriak bait litzan, bisutsaren mugan, haizearen hegaletan, zakarturiko itzal zemaietan, marine! onek abesten dituzte, itsas ontzitik irrikaz, dama ebatsien erromantzeak.

Eta gauak, ihintzez brodaturiko trozaletan, aldarrikatzen ditu

Nueva poesía vasca

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zakurrek xerkaturiko oreina, zutabe landuen marmola gorrantza, hibaiek harri-kontran zulatu duten pausalekua, lamiek ehunduriko grisaje lainotsua ...

Eta pozez dakust hezurrak bizten direla, sugarrak zaunkatuz, biziaren ehizi-arrastoa helburu fierra kausitzen denean.

ESTATUA DE CARNE 2

De qué están hechas esas beldades, justo en el punto que separa la noche del canto

del gallo, esculpiendo oquedades de sol y de sombra en

piedras resecas? No comportan ahogos, sobresaltos ni susurros

estridentes. Estas estatuas están alzadas en la pobreza de lo inevitable: torneando el reflejo blando de la tierra, configurando a modo de cuerpo el goteo de la

cueva sagrada.

La blanda arcilla y el arco iris se han utilizado en el modelado: y tienen su parte el trigo, el marfil y la rosa. Las prendas de cuero, de lino y materiales sinté-

ticos -dólmenes, sillerías, cemento-,nos traen a la memoriael recorido largo-complejo de la comprensión de

lo humano.

Y en el interior, resuena una melodía antigua al rasgar de la gui­

tarra; melodía alegre, dulce, melismática y de ritmo

fijo, inspirada en el amor, envolvente como el incienso. Una leyenda se ha empalado en su esqueleto, y el mar se ha derramado en sus espaldas.

La estela de estas imágenes -apenas alargada, apenas temblorosa­nace y brota en los manantiales,alargándose de río en río,en el temblor dodecafónico de los antepasados.

Y las señoritas de A vignon, en la danza conjuntada sobre el puente, cuando sueltan las trenzas de su cabellera, desaparecen sombras, nombres, y no hay exhalaciones, ni labios ni gritos en los pliegues de la arcilla blanca convertida en

roca.

Ahí confluye y está presente el vaivén de olas azules que ya se encalman.

Residen ahí las mascaradas de carnavales prohi-bidos;

ahí se encuentra la materia llena de misterio, amasada de raíces y negruras; extenuada de hojarasca y de reflejos amargos; pero las fauces de la muerte se resisten a morder rostros, talles o ímpetus centelleantes.

Y como si fueran fantasmas blancos del mar, en el límite de la espuma, en las alas del viento, y en las sombras desafiantes, embravecidas, cantan los buenos marineros llenos de pasión desde sus barcas, los romances de las damas raptadas. Y la noche, bajo doseles bordados de rocío, va pregonando la cierva perseguida por la jauría, el mármol rojizo de las columnas labradas, los pequeños refugios que los ríos horadan en

las peñas, y el gris nebuloso tejido por las ninfas ...

Y veo con alegría que reviven los huesos cuando, rastreando a ladridos las llamas, la caza de la vida se convierte en objetivo poderoso.

(Ilargiaren Eskolau, 1979)

HARAGIZKO ESTATUA 3

-1-Eder basoan haritza; gaztain besangek zumitza ... Gerri ederrak ordu zuritan gaua luzatzen dabiltza.

-2-

Eder hibaian ahate; kanpai-dorreak lau ate ... Lepoa tornuz biribilduek musika sutan daukate.

-3-

Eder pilota soroa; kanonigoen koroa ... Sorbaldak daki errepikatzen metal bustien orroa.

-4-

Eder osinak ur-putzu; itsas xokoa amultsu ... Magalak uda sargoria du, negu gaitzetsa elurtsu.

-5-

Eder soineko jantziak; olatuaren antsiak ... Bularrak ziren hondar zuritan baraturiko untziak

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-6-

Eder dilindan gurina; usoek hegada arina ... Beso-zangoek eho digute afaritako irina.

-7-

Eder zibota lur-zolan; maite-minduek hauzó-lan ... Txorkatil finak tximista dira ilargiaren eskolan.

ESTATUA DE CARNE 3

-1-Enhiesto el roble en el bosque; las ramas del castaño nos proporcionan mim-

bres ... Los tallos esbeltos al alba intentan alargar la noche.

-2-

Coqueto el ánade en el río; y la torre con sus cuatro puertas ... Las de cuello torneado crepitan en llamas su música.

-3-

Espléndida la explanada del juego de pelota; y el coro de los canónigos ... La espalda sabe repetir el eco de los rugidos de los metales húmedos.

-4-

Profunda el agua en el remolino; entrañables los refugios costeros ... El regazo luce cálido el verano y nevado su invierno rebelde.

-5-

Primorosos los vestidos; ensoñadoras las ansias de las olas ... Los senos eran barcas encalladas en el arenal blanco.

-6-

Apetitosa la manteca que cuelga del techo; y raudo el vuelo de las palomas ... Los brazos y las piernas nos han molido la harina para la cena.

-7-

Vibrante la peonza en la tarima; los enamorados trabajan en prestación solida­

ria ... Los tobillos lindos eran rayos en el balet de la luna.

(Ilargiaren Eskolau, 1979)

El estado de las poesías

Jon Juaristi

POETICA

POETIKA BATERAKO GAIAK

(Versión del propio autor)

Zulo beltz bat oroimenean. Vinogrado maite eta zekenaren kaleak. Haragiaren tristura eta liburu (beharrezko) guz-

tiak letu izatea. Eta nire buruaz beste gorputzekin ahantzi egiten naizen oren arraroetan erotismo apur bat.

ELEMENTOS PARA UNA POETICA

Un agujero negro en la memoria. Las calles del querido y sucio Vinogrado. Tristeza de la carne y haber leído todos los

libros (necesarios), y en las contadas horas en que con otros cuer­

pos desisto de mí mismo, un poco de erotismo.

VINOGRADONO TRENOAK

«Desolapenezko garaietan, es aldatu»

Inazio, Gure Patroi Haun-dioik

I

Unreal City, Treberis, Klitoris, Sífilis, A vila, Zamarramala, Alexandria, A vignon,

Sur le pont du Ibaizabal, Vinogrado.

TRENES DE VINOGRADO

«En tiempos de desolación, no hacer mudanza»

Ignacio de Loyola

Nueva poesía vasca

143

I

Unreal Gity, Tréveris, Clítoris, Sífilis, A vila, Zamarramala, Alejandría, A vignon,

Sur le pont du Nervión, Vino grado.

II

Ecce tacen! voces hominum strepitumque viarum ...

Vinogradon eta gau sakratuan burdinezko mamuak ene inguruan.

Gortinai zaharrezko edertasun baldar, hausterra bezalako lanbroa dar-dar

Zubiko begiak begiratzen nindun, ibaiaren sabela untziz sabeldun.

hegi izoztatutik astiro etorriak ziren argia ekarriz idi-uztarriak.

II

Ecce tacen! voces hominum strepitumque viarum ...

En la noche sagrada de Vinogrado, me asediaron fantasmas de hierro antiguo.

Devastada belleza de cortinajes, descendía la niebla como ceniza.

Sólo el ojo del puente me contemplaba: largo vientre del río lleno de barcos.

Por los glacis helados, morosamente, arrastraban el día yuntas de sangre.

eta III

Pistolari argalak ilargiz eta likenez janikako harmoreetatik arrastaka. Neskatil eztia, noizbaiteko maitea,

ausentziazko doinu bat entzuten den artean, esaidan hire haragia nitaz oroitzen den. Trinitari iharrezko lurrin garratz bat dago urriaren airean. Hiria hamiltzen da. lsilik nabil parke lokartuetan zehar. Duela hamasei urte, eta udazkenean, euriak larrosadiak beratzen zituen, · farolek hire ezpainak zituzten soslaitzen. Oren haientzako pietaterik ez daga? Gudarien goiza: abar hilen azpian Herioak zaindutako gorpu urdinak dautza.

y 111

Pistoleros escuálidos se arrastran por los muros corroídos, minados por la luna y los líquenes. Dulce muchacha rubia, mi amor de un tiempo,

dime, ahora que suena un triste clarinete de ausencia: lqué recuerda tu carne de mis ritos atroces? Hay un ácido aroma de trinitarias mustias en el aire de octubre. La ciudad se desploma. En silencio paseo por jardines dormidos. Año sesenta y nueve, y también era otoño; maceraba la lluvia los rosales desnudos. Luz de faroles lívidos perfilaba tus labios. lNo hay para aquellas horas encantadas clemen-

cia? Alba de los guerreros: bajo las ramas yertas yacen cuerpos azules que apacienta la muerte.

LEKEITIOKO TALAREN SERMOIA

Kamingaina, irla eta ondartzaren artean etzanik, eta ilgora Harzabaltik haruntzago, eukaliptoen

artetik. Kamingain feerdeska, ezpata iberiko bat edo bale baten gailurra bezalakoa. Korrokoia da arrai arrunt baten izen are arrunta-

goa, Kloaken ondoan urak zizelkatzen dituen gau leinu honena. lrauntzoko denpora. Iraganako samintasun guztiak garaituriko Historia. Ez. Historiak ez du garrantzi batere. Parke moztuen artetik jarraitzen dugun odol-arrastoa. Paper hezesk. Xifer ulertezinak. Etzalitako suen zentsoak. Arto ota izkandaren hamarrenak. Haize eta sarraskiaren izenak. Belaunaldi zorigabea, esan, nola iragan diren hamar urte hauk, zer erantsi

dioten zuen oroimen ahulari. Poliki zahartzen gara, gogaitasunak neurriturik, gargolen marmorezko begick behaturik, kanpai murgilduek zetiaturik. Terra

144

marique potens. Herri neurea, hire harrizko elean betidanik hondartua. Nire bihotza, berunezko aingura bat bezain

astuna, zure amodioari atxekitzen zaio.

SERMON DE LA ATALAYA DE LEQUEITIO

El malecón, tendido entre la isla y la playa, y la luna creciente entre los eucaliptos, más allá

de Harzábal. El malecón verdoso, como una falcata ibérica o como el espinazo de un leviatán.Muble es el nombre vulgar de un pez aún más

vulgar, de este linaje nocturno que cincela las aguas junto a las cloacas. Tiempo sin duración. Historia debelada por toda la amargura transcurrida. No. La historia no tiene importancia: rastro de sangre que seguimos entre parques talados. Legajos húmedos. Cifras inextricables. Censos de fuegos extinguidos. Diezmos del mijo y de la escanda. Nombres del viento y la carroña. Generación infortunada, cómo han pasado estos diez años. Qué añadie­

ron a vuestra frágil memoria. Premiosamente envejecemos, medidos por la

acedia, contemplados por los ojos de mármol de las gárgolas, cercados por campanas sumergidas. Terra marique potens. Pueblo mío, encallado por siempre en tu lengua de piedra. Mi corazón, tan grave como un ancla de plomo, se aferra a la cadena de tu amor zozobrante.

LA CASADA ABERTZALE

El día de Aberri Eguna me puso en un compromiso.

Después vivimos una noche de amor, maría y luna llena frente a la playa de Zarauz que habría matado de envidia a cualquier arábigo-andaluz.

La noche de Aberri Eguna bendecía mi fortuna, pero tenía marido y era de Herri Batasuna.

Me porté como quien soy,

El estado de las poesías

como un euscaldún legítimo, y para olvidarla pronto le regalé un prendedor con un verso, una icurriña, una pluma y una

flor, y un libro de Patri Urkizu forrado en raso pajizo.

Patri Urkizu

POETICA

Jon Kortazar, compañero en este oficio de enseñar y analizar las letras vascas me ha pedido que hable de mi poética en este encuentro de poetas y críticos titulado «Nueva Poesía de las Lenguas de España», cuyo objetivo es «estudiar en común la evolución de la poesía de las diver­sas lenguas de España en los últimos veinte años», según reza el programa que me han enviado.

Aunque cabrían puntualizaciones sobre el rótulo de estos encuentros, muy gustosamente participo en él, en este ruedo de voces diferen­tes, con la mía que se halla inhabituada al tema y al registro, por lo que supone de intento de convivencia y entendimiento mutuo.

He de confesar, en primer lugar, que no me considero facedor de la Nueva Poesía Vasca y que mi representatividad aquí se debe exclusiva­mente, creo, a la opinión que dos libros de poe­mas míos «Dorrejilko Kanta>> (La· Canción de Dorrejil) publicada en 1977 y «Zeren azken finean» («Al fin y al cabo» en 1984) hayan podido crear inmerecidamente en este crítico.

Es imprescindible, de todos modos, para com­prender en su justo contexto e interpretar ade­cuadamente tanto mis poemas como los de otros todavía vivos, como Bitoriano Gandiaga, Juan Mari Lekuona, Xabier Lete, Mikel Arregi, Joseauxtin Arrieta, Patxi Zabaleta, Bernardo Atxaga y un largo etcétera, enmarcarlos en el esfuerzo de un pueblo que intenta descubrir, recuperar y elevar su voz que va desgarrándose y ahogándose lentamente.

En mi memoria se hallan siempre presentes entre los recuerdos de infancia, la imagen de los bertsolaris, vates que cantan improvisando sobre temas diversos tras un trago de buen vino, en la plaza de mi pueblo ante el aplauso del público, acción que se continuaba popularmente en la taberna, en casa, entre los amigos, en fami-

Nueva poesía vasca

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lia; así como la imagen de mi padre, sencillo artesano de pueblo, escribiendo poemas en el reverso de las estampas dibujadas por él mismo en ocasión de algún acontecimiento. Imágenes que se entremezclan con las de las canciones que cantaban mis hermanos en el hogar, o las que aprendíamos los niños que íbamos a la doc­trina y a vísperas todas las tardes de los domin­gos del año.

Estos contactos con la canción y la poesía se engarzan con los años en que estudiante en Madrid y Salamanca participaba en los improvi­sados coros vascos que mientras callejeábamos cantábamos un repertorio en que lo tradicional popular se juntaba a la canción comprometida del momento, a la canción política basada en letras de los poetas Gabriel Aresti y Xabier Lete, fundamentalmente.

Eran momentos en que la poesía social y exis­tencialista, por denominarla de algún modo, se iba adhiriendo al magma de lecturas líricas (Pedro Salinas, Juan Ramón, Unamuno, Rubén, San Juan de la Cruz, Celaya, Otero, Rimbaud, Baudelaire, Aragon, Prevert...) y vivencias juve­niles.

El deseo de plasmar todas aquellas vivencias en algo poética y políticamente válido exigía sin embargo el dominio de la vieja herramienta, la lengua vasca, en proceso de normalización, lo cual suponía al haber estudiado siempre en una lengua diferente a la materna un esfuerzo com­plementario para pasar del habla familiar al idioma unificado, además de la labor lenta e ímproba que supone dominar una lengua cuyos límites son siempre desconocidos. Nos sumergi­mos, pues, en la común tarea que en palabras de Lizardi, poeta de la preguerra, se definía como: «Baña nik, izkuntza larrekoa / nai aunat ere noranaikoa», de que una lengua campesina no desluciera en ningún salón.

Así surge Dorrejilco Kanta (La canción de Dorrejil) como un híbrido de militancia lingüís­tico-literaria. Poema épico formado por el tríp­tico: Garrasi Itoa (Grito ahogado), Ametsa (El sueño) y Kate herstu hauetatik (Desde estas ásperas cadenas). En él se pueden evidenciar la influencia del romancero vasco donde el verso tiene un ritmo muy marcado, presto para ser cantado en cualquier momento por el bertsolari. En el primer tiempo, el labrador anuncia el tema de su canción. En el segundo cuenta la historia de cómo se rebeló a las exigencias del conde y la batalla desigual que mantuvieron. En la tercera y última parte, tras los barrotes de la cárcel, arpa que espera con ansia su limador canta con nos­talgia sus recuerdos de cuando era libre.

Mi segundo libro, Zeren Azken finean, parti­cipa de algún modo de una poética diferente. Es un poemario variado, donde el verso libre alterna con las sílabas cunctadas. En él he vol-

cado desasosiegos, desilusiones y desesperan­zas, pero a la vez los gozos que emergen tras las angustias. El contacto con la naturaleza, ya pre­sente en el primer libro se ha agudizado con la influencia del poeta panteísta Jon Mirande, la asimilación de la mitología vasca y céltica y de ciertas lecturas bíblicas, indias, egipcias y medievales latinas. El lenguaje ha ido depurán­dose, estilizándose y adquiriendo nuevas conno­taciones y resonancias. La búsqueda de las pala­bras de la tribu ha sido intensa y el despojo de elementos accesorios ha ido creando una piedra bruta, desnuda, pero que todavía necesita pulirse como los cantos de los ríos.

Estoy seguro que mis poemas no harán más feliz a la inmensa mayoría de mi pueblo que una bella jugada de un pelotari, pero si sirven para que aigún «vasco viejo» al leerlos pase un rato agradable, o algún jovencito se interese por la lectura estaría satisfecho, y sería constatar una vez más como dice Pessoa que el arte es una forma de crítica, pues hacer arte es confesar que la vida no sirve o no es suficiente.

POEMAS

DORREJILKO KANTA (Fragmento)

v. 197Mila urte igarota,ura bere bidean,gorriak eta xuriakbatu ziren pelean.

Zeruko burdin ateak gris zeuden egun hartan, geure asturu txarrek galdu gintuen bertan.

Lohiz jantzita zegoen malerusko eztrata, ez dut inoiz ahaztuko belardien zarata.

Hamahiru mila zaldi ziren alde batetik, ehun gizon ausarta aldiz, beste partetik.

Non nahi bildur usain somatzen baikenuen, bel aunak dardarka zeuden, bihotza kolpeka zen.

Erromako zubiaren koloretasun hitsak itzaltzen hasiak ziren, ene, zer bihotz hotsak!

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Zuhaitz adarretako xoriak isildu ziren, trumoiek eta ximistek lurra zuten dardartzen.

Kanpandorrea oihuka gelditu gabe zegoen, eta haizearen txistuak belarriak gorratzen.

Xokorrak ikuilutan xit urduri zebiltzen, eta ardiak kortetan eten gabe negartzen.

Itsasoko bateltxoak uhinez kolonkatzen, zurezko paba meheak mendebalez zigortzen.

Eleizako aterpean atsoak errezatzen, sakristaua pulpitotik letaniak kantatzen.

Zazpi agus erreginak zerurantza bidaltzen, eta ama birjinari promes anitz egiten.

Hamaika aitagureak goiko saindu orori, hamaika agur mariak izar beltxaranari.

Aurpegi konkorduneko serora sorginenak ur bedeinkatuz zituen uxatzen satan denak.

Balehodei batzu pean hasi zen pelea, bada, hainbat odol isurtze kontatzea ezina da!

LA CANCION DE DORREJIL

Aún pasados los mil años va la agua su camino, los blancos y los rojos uniéronse en la pelea.

Las puertas férreas del cielo se hallaban grises aquel día en que nuestros hados enemigos nos perdieron.

El sendero de la desgracia se vistió de barro, no olvidaré jamás el crujir de los herbales.

Trece mil caballos se eran por un lado, cien hombres audaces, en cambio, por el otro.

En cualquier parte palpábamos el

El estado de las poesías

hedor del miedo, traqueteaban las rodillas, amartillaba el corazón

Las pálidas coloreidades del puente de Roma (arco-iris) diluíanse. Ay de mi icalla corazón!

Calláronse los pájaros de las ramas de los árboles, tremulaba la tierra entre truenos y relámpagos.

El campanario gritaba sin cesar, y el silbo del viento ensordecía.

Los terneros en las cuadras removían y las ovejas en los cortijos lloraban incesablemente.

Las lanchas de la mar columpiábanse, y el vendaval azotaba los finos mástiles.

Rezaban las ancianas en el refugio de la iglesia, y el sacristán cantaba las letanías desde el púlpito

Siete salves enviaban hacia el cielo y mil promesas a la madre virgen.

Once padrenuestros a todos los santos, once ave marías a la estrella morena.

Ahuyentaba todos los satanes con el agua bendita la bruja serora de rostro encorvado.

Se trabó, pues, la pelea bajo las nubes-ballena, y es imposible de narrar tanto fluir de sangre.

ISPILU HAUTSI

Hondartzaren

(Dorrejilko Kauta, 1977) (La Canción de Dorrejil)

ispilu hautsi, aldakorraren izlan, aroen siesta etengabeak isurtze patxarosoan, uhinen zilar afarra orrumarruka hausten dik, bertan desitxaropenezko zeru pitzatu bat, eremu kristalezkoa ñabartzen delarik, eta hiri, bakardadeak josirikako armiarma sarean

Nueva poesía vasca

147

sentimenduen bonbila transparentean zigilu busti bat eransten dik.

ESPEJO ROTO

En la imagen variable del espejo roto de la playa la siesta incesable de los tiempos en un calmo fluir la plata de espuma de las olas mugiente rompe, y en la misma un cielo ajado de desespe­ranza refulgente en un espacio de cristal, y a ti en la red de araña que soledad te ha tejido en la cámara transparente de los sentimientos un sello húmedo te inyecta.

EURI HEZE

Euri heze, sirimiri samurrak,

(Zeren azken finean, 1984) (Al fin y al cabo)

xaroleztaturiko karreteran barrena, gauerdian, neonezko argipean, gabardinaren solapa gora, hiria lo datzanean, amerikar filme ikusiberriaren azkea heroea antzo, suspenseak hatzamanik, urduri nihoakizu, ene bizitzaren heroína ukitzeko, dastatzeko, lortzeko, muga, hesi, gauza guztien gainetik pasatzeko prest.

LLOVIZNA

Medianoche, bajo las luces de neón, por la carretera encharo lada por el dulce sirimiri, al zada la solapa de la gabardina cuando la ciudad duerme, cual si del film americano recién visto el héroe fuera, preso por el suspense, azorado, vagabundeo presto a transgredir

todas las leyes, barreras y fronteras con tal de tocar, gozar y conseguir la heroína de mi vida.

Bernardo Atxaga

POETICA

(Zeren Azken Finean, 1984) (Al fin y al cabo)

(Tras la lectura de poemas)

Da miedo, a estas alturas, después de tantos siglos y tantos errores, ponerse a hablar -enhiesto el mentón, arrugada la frente- de esemontón de palabras devastadas que tuvieron lamala suerte de pillar una terminación tan tontacomo tea y quedarse con ella para siempre;hablar de estética, política, ética, poética, lírica,épica ... al cabo, es difícil sustraerse a la sensa­ción de que se va a gastar la saliva en balde, deque se va a hablar de una cosa que no es ni prác­tica, ni necesárica, ni interesántica.

Intentaré, no obstante, hablar de ello, aún cuando no lo haga directamente, sino mediante el viejo truco de contaros mi vida, llamémosle, poé­tica. Es, supongo, una forma tan buena como otra cualquiera de responder a la pregunta que Víctor García de la Concha nos hacía a todos.

Escribí mi primer poema a los trece años, con motivo del furibundo amor que entonces sentía por una chica de diecisiete, y me pareció tan bien conseguido -el poema, no el amor- que no dudé en enviárselo. Y no sólo se lo envié, sino que lo copié -pues temía la pérdida de aquella joya- en un cuaderno personal que, con esa actitud humilde y despegada de uno mismo que se suele adoptar durante la adolescencia, había titulado, en latín de tercero de bachiller, Ego sum. El poema comenzaba con estos dos versos:

Eres como una morena de Guadix tu pelo recuerda los colores del Onix

El poema -que insistía en su criminal rima en ix- provocó lo que cualquiera puede adivinar: lapérdida de todas mis esperanzas. La destinatariade mis amores y de mi carta, lo calificó demamarrachada; y de manera fulminante, avuelta de correo. En realidad, no hace falta quelo diga, ella no me quería.

148

El caso fue que me piqué, y que, con el natu­ral afán de superación que solemos tener los hijos de las maestras rurales -pues ése es justa­mente mi caso- me dispuse a trabajar duro y así enmendar aquel primer yerro, de tan fatales consecuencias.

Sería prolijo el enumerar todos los pasos que, poema a poema, me hizo dar el citado afán de superación; pasos y poemas que, supongo, han conformado la idea que ahora tengo acerca de lo que deba ser la poesía.

Citaré, no obstante, tres momentos. El primero, inmediatamente posterior a la

mamarrachada en ix, estuvo marcado por el encuentro que tuve con un grupo de muy ale­gres poetas suecos, grupo al que, entre otros, pertenecían Par Lagerkvist y Maria Wine. Eran, como digo, muy alegres, y la más alegre de todos era Edith Sodergran ... había, por ejemplo, un poema suyo que rezaba así: «Todo lo muerto es maravilloso / e inexpresivo / Una hoja muerta, un hombre muerto / y el disco de la luna / y todas las flores saben un secreto / que los bosques guardan / El círculo de la luna alre­dedor de nuestra tierra / es la vía de la muerte / y la luna hila su tela maravillosa / que las flores aman / Y la luna hila su red fabulosa / cerca de lo que vive / y la luz de la luna siega flores / en noches de otoño / y todas las flores esperan el beso de la luna / en un anhelo sin fin».

El mismo Par Lagerkvist escribía: «Una vez serás uno de estos que vivió / hace mucho tiempo / La tierra te recordará como recuerda / la hierba y los bosques / las hojas caídas / Como recuerda el suelo / y como las montañas recuer­dan los vientos / Tu paz no tendrá fin, como el mar».

Añádanse a estas alegrías las películas de Arte y Ensayo que por aquella época solían ofrecer­nos (recuerdo, por ejemplo, una de J. M." Nunes titulada «Noches de vino tinto», cuyo prospecto publicitario comenzaba diciendo que «trata de dos personajes casi vivos en una civilización casi muerta»); añádanse, digo, estas otras alegrías, y cualquiera comprenderá que no me quedaba otro remedio que recurrir a palabras como cre­púsculo... todos los poemas que escribí por aquella época, aún adolescente, están llenos de crepúsculos ... he de confesar aquí que, venga­tivo como soy, no ha mucho que taché todos esos crepúsculos para, en su lugar, poner algo que me resulta mucho más poético... lo que puse fue «se encrespa el culo». Naturalmente, los poemas quedan ahora mucho mejor («Paseaba contigo por donde se encrespa el culo, y aquella cenicienta luz, etc., etc.» ... ).

El segundo momento de mi vida poética coin­cide con mi llegada a la Facultad de Ciencias Económicas de Bilbao. He de decir, antes de nada, que nunca hubo escuela más proclive a la

El estado de las poesías

poesía. No sólo porque allí se publicara una revista tan seria como «Sarriko», o porque circu­laran poemas de Gil de Biedma o Martínez Sarrión; tampoco a causa de sus paredes llenas de proclamas poético-combativas (recuerdo un cártel con unos versos que decían: «Juventud que no se atreve, ni es sangre ni es juventud, ni florece ni reluce» ... creo que era un poema de Miguel Hernández, pero no estoy seguro); sino porque tenía, con todo ello, la cualidad, hoy tan rara, de estar siempre cerrada. Esa cualidad nos empujaba al póker y a la poesía y, todo hay que decirlo, la mayoría éramos dadaístas; vivíamos, por decirlo así, una segunda adolescencia.

Personalmente, nunca fui un dadaísta puro. La verdad es que me faltaba alegría ... y no sólo por aquel pasado mío con los poetas suecos, sino también por un trabajo que me había visto obligado a tomar y que consistía en ir casa por casa y conseguir incrementos en la cuota del seguro de defunción y entierro que los asocia­dos ya pagaban (por ejemplo: diez pesetas más al mes y el asociado tenía derecho a una cinta de terciopelo morado sobre la caja) ... realicé dicho trabajo durante casi un curso, y cuando las amas de casa del proletario barrio de San Ignacio me veían llegar, gritaban: «iSal María, que viene el de los muertos!» ... así que, además de a Tzara, Picabia, Cravan y compañía, leía a Poe, Adamov, Lovecraft y otra gente igualmente siniestra; para ponerme a tono con mi medio de vida, se entiende. Fue en aquella época cuando conocí a Gabriel Aresti y caí en la cuenta de que podía escribir en vascuence, detalle que, con el des­piste que llevaba, ni se me había pasado por la cabeza. También conocí a José Luis Merino, a quien nunca agradeceré lo suficiente el que me pusiera en las manos el libro de Lautreamont -«Cantos de Maldoror», claro- al tiempo queme decía, muy serio: «Leételo, chaval, es uno delos grandes». Después del segundo momento, eltercero. Desgraciadamente, no me queda otroremedio que situarlo en el Regimiento Mixto deIngenieros, n.º 1, Sección de Radio y Telegrafía,Campamento, Madrid. Era un lugar donde ellenguaje tomaba dimensiones insospechadas ...nada más llegar, el sargento de semana nos reu­nió a todos los reclutas y nos ordenó limpiar lacompañía ... con una admonición final que decía:«Y cuando acaben, idejen las ventanas herméti­camente abiertas!»

Había, en ese cuartel, una sala donde nos reu­níamos a estudiar los códigos de telegrafía (recuerdo, por cierto, que la señal DA-DA signi­fica cero, ausencia de señal); leí, en esa sala, poetas para mí fundamentales, como Trakl (pocos adjetivos, muy pocos adjetivos) o Celan (sintaxis descoyuntada como expresión de vivencias terribles, dramáticas) ... pero, de todas maneras, no fue eso lo más importante. Lo

Nueva poesía vasca

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importante fue que, estando yo leyendo un pequeño ensayo de Octavio Paz sobre el «Soneto en icx» de Mallarmé (una vieja obse­sión, como sabéis), y habiendo cogido un impreso de telegrama de un armario desvenci­jado, pues, hete aquí que doy la vuelta al papel -dispuesto a apuntar una de esas frases de Pazque, en mi opinión, serían igual de verdaderas sidijeran lo contrario de lo que dicen- y meencuentro con que algún otro recluta, hacíamucho tiempo, había copiado allí -palabra porpalabra, en francés- el antedicho «Soneto enicx». Francamente, aquello me pareció una faltade educación. Era como si el destino me exi­giera creer en la magia y en el misterio de lostemplarios. Voy por el mal camino -pensé-. Aeste paso acabaré editando una revista literaria-horrorosa como todas las revistas literarias- yejerciendo de poeta al modo de todos los horri­bles poetas que conozco.

Recordé, entonces, un documental acerca de la explosión nuclear que -como prueba-habían rea­lizado los franceses en una isla del Pacífico. El documental mostraba unas tortugas gigantes cuyo sentido de la orientación había resultado dañado por la explosión, de tal manera que corrían enlo­quecidas hacia donde su instinto - perturbado, como digo- les indicaba que estaba el mar. Corrían, en realidad, hacia el desierto. Cuanto más corrían, más cerca se hallaban de su asfixia.

Recordé ese documental y me identifiqué con las tortugas. Pensé que perseguía una idea equi­vocada -apriorística- de la poesía y de lo poé­tico; que estaba empachado de leer la poesía que todo el mundo decía que era mu güena y mu poética.

Así que, date la vuelta Mariá, giré hacia el otro lado y me puse a buscar poemas en lugares que, normalmente, no se consideran apropiados para tal inefable labor; los busqué, y aún los busco, en los diccionarios, en los periódicos, en los bares ( en un bar escuché, de boca de un borracho, una de las mejores frases que haya oído nunca: «He bibido tanto que he agotado todas las existencias»); y también en los tratados de cualquier materia, en los cancioneros («33 mariposas llevas en el mandil, 33 mariposas, y ninguna es para mí»), en la calle (tan rica en anécdotas significativas ... como aquella que me contaron de un preso político que permanece mudo en tanto sus compañeros de juicio se des­gañitan contra el magistrado ... éste expulsa de la sala a todos salvo al que calla, y le pregunta: lUsted también cree que el juicio es una farsa? ... y el interpelado: «Si no es una farsa, lpor qué va usted vestido de monja?») ... última­mente me abastezco de la radio, es mi máximo proveedor actual (por la radio supe del «funcio­nario alemán, espía por alimentar a su familia, que se hacía llamar por el siniestro nombre de

Cenizas», personaje que luego incluí en el poema de las 37 preguntas, ése que he leído en segundo lugar).

Trabajo, pues, de oído, ordenando el material acumulado según una versión del mundo ... irre­gular, no exactamente propia pero tampoco, ni de lejos general... versión que, con repugnante buena conciencia, y dirigida a ese «nosotros» fantasmal que la poesía, una vez leída, crea, tengo por radical aún cuando mi radicalidad sea -como escribiera Cirlot refiriéndose al amor­una radicalidad de nada, para la nada y dondenunca.

No es, con todo, mi único método de trabajo. También utilizo, a veces, el material mu güeno y mu poético ... me gustaría decir, por aquello de hacer una frasecita, que me acerco a él como un incendiario a un buzón de correos, pero sería una bobada, no soy tan fuerte. El otro día, por ejemplo, releí un poema de hace no mucho tiempo y me encontré con un crepúsculo como una casa, y lo deje tal cual. Lamento no ser ejemplar.

La idea que más me ha hecho pensar sobre la poesía es una que dijo Roland Barthes por tele­visión: «El símbolo se libera por el disparate (gag) de su manía poética. El porvenir de la metáfora está en el gag, que no es sino una rela­ción especial de imagen y lenguaje».

El libro que más tengo en cuenta es de Her­mann Broch, el titulado «Poesía e investigación».

Podría hablar, ahora, de una forma más gene­ral; hablar de los situacionistas y su reflexión sobre el lenguaje («vivimos en el lenguaje como en un aire enrarecido»); o hablar del joven Tor­less y su interés acerca del número i (raíz de -1), número imaginario que permite la existen­cia de todo un lenguaje, el matemático, y luego decir que la poesía viene a ser algo parecido, un imposible que nos permite hablar de todo aquello que, como el Ebro al pasar por el Pilar, guarda silencio. Pero ya me he alargado mucho y más vale que lo deje para otra ocasión.

POEMAS

bere maitasunak errepasatzeko hiriko kalatxoriak arratsero biltzen dira estazio aurrean

bere memoria liburuan sandalo lore batek seina latzen du zubien eta lapur

zahartuen orrialdea eta on derizkiete teilatu pitzatuei ere merkatu alboko hondakinei

baina bere ekilibrista bihotzek

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zer maite dezakete gehien egunen mudapen amaiezina ezpada egunen mudapen infinitoa baino gehiago

* * *

Todas las tardes, todas las tardes se reúnen las gaviotas en la ciudad frente a la estación del tren; Allí es donde repasan sus amores

En su libro de memorias dos flores de sándalo: Una señala la página de los puentes Otra la de los suicidas.

Y también conservan una fotografía de aquel mendigo que transportaba los despojos del mercado

Pero su pequeño corazón -que es el de los equilibristas­por nada suspira tantoComo por esa lluvia tontaQue casi siempre trae vientoQue casi siempre trae sol

Por nada suspira tanto como por el inacabable ( cabablé, cabablá) continuo mudar del cielo y de los días.

(Etiopía, 1978)

37 GALDERA MUGAZ BESTALDE

DUDAN KONTAKTO BAKARRARI

esaidan, zoriontsuak al zarete mugaz bestal­deko biztanleak?

kausitzen al duzue maitasunik sikiera zuek mai­tamen arteko

ehundiko hogeitabost edo hogeiaren baitan, ala hemen bezala

mutu al diraute telefonoak, bihotz mortuak bai-liren gauez gau

bihotz mortuak bailiren etxcko laberintoaren azkeneko salan?

Zuen erresumako lurraideen artean ba al dago Greenland edota

Groenlandia deitutako parajerik? Ospelak al dira hango haranak?

Ba al <laude Shell konpainiako gasolinategiak, eta ez al dira

biltzen tximeletak kolore horiko karrankaletan? Neguan ere ez? Ez al du esistitu han Cenizas bezala firmatzen

zuen espia batek?

El estado de las poesías

esaidan, zoriontsuak al zarete mugaz bestaldel o biztanleak?

ez al duzue karramarrockin ametsik egiten? eta ume itzuekin?

Tom Simpson ziklistarekin akordatzen al zarete inoiz? nola

asfisiatu zen Aubisque mendian gora, nola bere elastikoak

axedrez taula apurtu bat zirudier karreteraren harri txinixarretan?

Mugaz bestaldean, hostoek ema en al diete babesa fruituei? Ba al daga marrubirik? Arrain a isalek ba al dute

aurresentipenik eguzkiaz, ba al dakite argia eta i una hitzak

reizten? Trena hartu eta egunaren trasparentzian izku-

tatu zen jendeak azken unerarte gorde al zuen geldi zitekeeneko ilusioa?

Hala esan zaidan, haize boladetan datzala txo­rien halabeharra

ba direla portua sekulako arkitzen ez duten unt­ziak itxasoan;

Zuek patua aipatzen duzuenean zertaz ari zarete, zehazki?

lan seguru baten abantailaz? edo laranjarekin jaten denaz, sinpleki?

Otoi egiterakoan, gogoan izaten al dituzue desertuko karabanak?

Asko al dira, asko al zarete mugaz bestaldeko erresuma artan?

Egunero kaletik ikusten dudan jende hau, han bizi al da?

37 PREGUNTAS A MI UNICO

CONTACTO AL OTRO LADO DE

LA FRONTERA

Dime, lSois felices los habitantes del otro lado de la frontera?

lObtiene allí el amor respuesta al menos en un veinte o veinticinco por ciento de los casos, o como en esta parte los teléfonos callan una noche y otra noche, y parecen corazones negros, desiertos corazones negros y desiertos en la última habitación del laberinto?

lHay en vuestro reino entre vuestros territo­rios un lugar llamado Greenland o Groenlandia? lSon sombríos sus valles?

lHay gasolineras de la compañía Shell? Y no buscan las mariposas el remanso de las conchas amarillas? lNi aún en invierno?

lNunca existió allá un espía que se hiciera lla­mar Cenizas?

Nueva poesía vasca

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Dime, lsois felices los habitantes del otro lado de la frontera?

lNunca soñáis con cangrejos? ¿y con niños ciegos? lOs acordáis alguna vez del ciclista Tom Simpson? De cómo se asfixió subiendo el monte Aubisque, y de aquella imagen de su maillot sobre la como un tablero de sobre la ajedrez tirado sobre la gravilla de

Al otro lado de la frontera, lProtege la hoja al fruto?

lHay fresas? ¿ Tienen los peces abisales pre­sentimientos acerca del sol? lDistinguen la palabra luz de la palabra sombra?

Aquellos que tomaron el tren y desaparecie­ron en la transparencia del día, lMantuvieron la esperanza de quedarse hasta el final?

He oído decir que el destino de los pájaros depende del viento y también que hubo barcos que jamás alcanzaron ningún puerto,

Cuando habláis del destino*, la qué os referís exactamente? lA las ventajas de un trabajo seguro? lA lo que una vez comísteis con salsa de naranja? quizá lNunca rezáis por las carava­nas del desierto?

lSon muchos, sois muchos los habitantes del otro lado de la frontera?

Esta gente que todos los días veo por la calle, ¿ vive allí?*

(Publicado en la carpeta del LP de Ruper Ordorika, «Ni Eznaiz Norvegako Errege», 1983)

POEMA POLAROID SOBRE LA

MUERTE DE JOHN LENNON

Long Island hasta Providence, apareció muerto en su domicilio en extrañas circunstan­cias: el cadáver, hallado en estado de semides­composición, estaba en la bañera desnudo y tan sólo permanecía con los calcetines y los zapatos puestos. Y los padres de Carolina nos crearon muchos problemas con sus continuas interfe­rencias en nuestra vida. Los padres de la prin­cesa, que son unas grandes personas, creyeron que su hija no era lo feliz que ellos hubieran

* Juego de palabras intraducible que se basa en la dobleacepción que la palabra patua tiene en euskara. Patua =destino, y la castellanizada patua (en realidad, ahate) =pato (bonito animal)

* En este poema, como en algún otro de «Etiopía», hay un«error», un dato erróneo. Quien se dé cuenta, que sepaque tampoco yo he olvidado lo que parece que hayaolvidado.

deseado, y se metieron en nuestra vida tratando de ayudarla. Eso fue lo peor, página tres, Long Island, repito, hasta Providence. Y sobre las tres de la tarde alguien pudo ver la silueta de un hombre completamente desnudo que se tamba­leaba y desaparecía, y de la vivienda salía una música tenue y un olor insoportable delataba lo sucedido. Y a pesar de que la moda es no llevar sujetador, depende del desarrollo de sus pechos, y muchas veces un pecho sobresale más que el otro. A la hora de elegir un sujetador para ellas, hay que tener en cuenta que los pechos a esa edad están muy separados hacia las axilas y a aquella separación deben corresponder las copas. Y hay tres caminos desde Long Island hasta Providence, y hay tres caminos para ganarse la vida. lCuál elige usted? lEstética? lPeluquería? lPuericultura? (iCuidar niños! lHay algo más bonito? Y si además puede ser su profesión ... ). Y el uno se arrodilla dulcemente, un beatle asesinado por un fan.

Liverpool hasta Man, un bebé de catorce meses martirizado hasta la muerte y arrojado a una letrina. Y es posible que usted sea un buen observador: lea con atención el párrafo que sigue y conteste a la pregunta que le formulo al final del mismo. Ciertamente, la prensa en general parece estar acorde al opinar sobre la programación de este gigantesco ogro devora­dor. lPodría el lector precisar, sin releer el texto anterior, cuál de las cinco vocales no consta en el mismo? Y además, era el nieto que más quería, más, incluso, que a mis hijos, y en más de una ocasión les dije que me lo dejaran, que no le faltaría nada de nada. Y era una criatura hermosa, que necesitaba, Liverpool hasta Man, un poco de cariño. Estaba un poco abandonada, sí, así es. Y Angela Molina, la gran actriz, aprobó el examen de conducir: me puse más nerviosa que cuando estoy ante las cámaras de cine, menos mal que ya tengo el carnet. Y estu­diante de veintidos años recibió diez puñaladas, siete de ellas mortales, cuando después de asis­tir a una fiesta se dirigía, Liverpool, repito, hasta Man, por las solitarias calles de la capital (Ian Ball, el hombre que intentó asesinar a la prin­cesa, pide clemencia). Y el dos tiene trenzas de papel, muere John Lennon por un autógrafo.

Providence hasta Portland, las mujeres de senos opulentos se están organizando en Amé­rica para combatir juntas los complejos de infe­rioridad e intentar invertir los cánones de belleza imperantes actualmente en materia de encantos superiores. Estiman que la perdurable moda de los senos pequeños las perjudica y con­vierte en vergüenza la posesión abundante de unos atributos naturales. Y había sido amena­zada por un desconocido y pudiera tratarse, Pro­vidence hasta Portland, de un crimen pasional.

152

Y un encuentro inesperado le producirá gratas satisfacciones que le ayudarán a revivir tiempos pasados. Y existen diez maneras de conocer a una inglesa: vestida - desnuda - en combina­ción - a solas - de noche - de perfil - en plan patriótico - de fiesta - con unas copas de más -por su nombre: Ginebra Pitman. Noche de perros (fueron cercados, desde Providence hasta Portland, cuando se disponían a salir con el dinero). Y el tres llena de plata los triángulos, un loco asesinó a John Lennon.

Man hasta Londonderry, detrás del terrible crimen subyacen las pasiones podridas y nau­seabundas de un cerebro mezquino lleno de complejos, frustraciones y manías. Y apenas se tienen datos del destripador de Y orkshire, es un verdadero gato. Y a sus once años, Marta ha dado a luz a un precioso niño, a quien se le puso el nombre de Leonardo, designación compuesta de origen germánico, Man hasta Londonderry, fuerte como un león. Y al útil que usted use para cortar, exíjale que esté fabricado con acero de la más alta calidad, que su diseño sea de lo más avanzado, y si se trata de cuchillos, que sus mangos sean cómodos y resistentes, pero sobre todo exíjale que corte, que-cor-te (se asegura que tiene unos veinticinco años y le falta, Man hasta Londonderry, un diente en el maxilar superior). Y el cuatro no solloza, se dirige a su piso, sito en el edificio Dakota.

Portland hasta Halifax, su cuerpo lo encontra­ron unos basureros poco después de que fuera despedida por una amiga. Oh bella, cuando yo te he visto en el circo, escoltada por una pareja de elefantes, he comprendido la enorme diferencia existente entre tu pantorrilla y la del paqui­dermo. Lo que no entiendo es cómo teniéndote a ti al lado, Portland hasta Halifax, los elefantes pueden fijarse en el muslo de las elefantas.

-Y de tu separación de Elías Querejeta lQuénos puedes decir?

-Pues eso, que hemos roto definitivamentepero seguimos siendo buenos amigos.

Y desde que se produjo la separación matri­monial, Carolina se muestra muy afectada (ha adelgazado bastante y su rostro refleja, Portland hasta Halifax). Y el cinco no devora el firma­mento, cae víctima de siete disparos cuando entraba, acompañado de su mujer, Y oko Ono, en el portal de su casa, hacia las cinco de la madrugada del pasado martes.

Londonderry hasta Islas Hébridas, me gusta acariciar los pies de las mujeres y los prefiero pequeños y bien formados. Y también me gusta oler la piel de los zapatos femeninos lA qué se debe esto? lCómo puedo superar esta debilidad mía? Y se ha abierto la primera agencia bancaria

El estado de las poesías

dedicada a los sordomudos. Dicha agencia pre­tende, Londonderry hasta Islas Hébridas, cubrir en cierta manera el abandono que sufre el sor­domudo cara a la sociedad trepidante actual (es la primera de Europa). Y el seis no dice nada a las serpientes, la policía detiene a Mark David Cahpman, de veinticinco años, de Honolulú, Hawai.

Halifax hasta Battle Harbour, tu inicial en porcelana y oro te define sin palabras, refleja tus sentimientos, es como tú misma. Y el amor es bizco, las penas de amor atacan a la vista. El estrabismo, concretamente, esa dolencia que hace que parezca que un ojo se marcha de excursión por un sitio distinto al otro, es síntoma de conflictos sentimentales. Y Carolina no fue a ver a Julio Iglesias. Tengo fama de seductor, pero no es verdad, hago una vida casi monacal, Halifax bata Battle Harbour. Y no puede ser de otra manera porque hoy canto en París y mañana en México (así no hay manera). Y el siete se recoge en las miradas y tengo la esperanza de morir antes que Yoko, porque si ella muriera no sabría cómo sobrevivir.

Islas Hébridas hasta Reikjavik, poco antes de las once de la mañana del lunes pasado, una mujer cogió a su pequeña hija, de diecisiete meses, y se arrojó a la calle desde el piso número once de un bloque, Islas Hébridas hasta Reikjavik, de la barriada sur. Y ponga fuera de combate al dolor, fantástica crema. Y estoy real­mente impresionado y he hecho un nuevo pedido (se lo recomiendo a todos los que pade­cen, Islas Hébridas hasta Reikjavik, de esta dolencia). Y el ocho tiene casas o ciudades. Chapman arroja la pistola al suelo y se queda inmóvil.

Battle Harbour hasta Resolution Island, el cadáver de una de las veintitrés víctimas de un naufragio ocurrido en el mar de Java el pasado mes de setiembre ha sido hallado en el estó­mago de un Battle Harbour hasta Resolution Island tiburón. Y los organizadores del concurso de miss Alaska 1980 han obligado a renunciar a su título a Sandra, elegida como tal el pasado mayo debido a que desde aquella fecha hasta ahora ha engordado tres kilos (y claro, su figura Resolution Island no es la misma). Y el nueve canta con voz triste y encogida por el dolor. Y oko abandona el hospital Roosevelt después de que fuera confirmada la muerte de su marido.

Reikjavik hasta la tierra del rey Christian, la piel comienza a marchitarse: el medio ambiente la ataca continuamente y la reseca, haciendo su aparición las primeras arrugas. Y te prometí una entrevista con Miguel y aquí te traigo. Es una entrevista diferente, de las que a ti te gustan,

Nueva poesía vasca

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porque las preguntas son personales. Vas a saber más de Miguelito que su propia mére (lo que no haga yo ... ). Y el diez abre sus ojos en el mar y John seguía con sus idealismos vanos.

Resolution Island hasta cape Desolation, y tras el suicidio de Michael Craig, que se disparó un tiro en la boca al no poder soportar la desapa­rición del beatle, hecho ocurrido en Salt Lake City, el joven Collen Costello se tomó una fuerte dosis de barbitúricos cape Desolation que le produjeron la muerte en su apartamento de Brocksvile (Florida). Y el once sabe música y voy con ella a todas partes porque sin ella la vida carece de sentido, manifestaba John Lennon en su última entrevista.

Tierra del rey Christian hasta cape Farewell, a la hora de escribir este reportaje, el ya histórico Lennon es ceniza, humo (su cuerpo se incineró en un cementerio al norte de Nueva York). Y el doce alienta lámparas, y los dos teníamos el mismo tipo de sueños y yo soñaba que ella venía hacía mí. Después yo me marché a la India y Y oko empezó a mandarme cartas en las que me decía: soy una nube, búscame en el cielo.

Entre Cape Desolation y Cape Farewell hay un helado mar. Thule no queda lejos. Y el trece vive sólo en los desvanes.

BERNARDO ATXAGA. Diciembre 80

NOTA: Entre todos los materiales empleados, hay uno que quisiera resaltar: el poema de Juan Eduardo Cirlot, «67 versos en recuerdo de Dada» (El uno se arrodilla dulce­mente, el dos tiene trenzas de papel...)