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Principios

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Principios del Partido Comunista de Chile. Lo militar en la política del partido. 1981.

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Eo millitar en la

politica del Partido

u Camilo Gonzalez

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1 Analisis

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para sacar l a s necesarias conclusiones que l e permitan enriquecer mucho mds s u l inea poli t ica . Importantes conclusiones en es te sentido se encuentran en e l Pleno de nuestro Cornit6 Central de agosto de 1977, y s u s diversos documentos previos y posteriores; asimismo en e l reciente Manifiesto de nuestro Parti-

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consolidacich; a1 derrocamiento del fascis- m.0- y a l a c.onqui.stq de l a democracia.

LOS NUEVOS ELE-mNTOS- POL1 TICOS :

E s estos afios de fascism0 ha habido impor - tantes transformaciones en l a formaci6n so- c i a l de l pais. Los objetivos estrat6gicos relat ivos a1 carzcter de l a revoluci6n chi- lena, a s i como l a s apreciaciones estratggi- cas sobre l a amplia pol i t i ca de alianzas,ez puestos en nuestra l inea pol i t ica , s e han v is to ampliamente rat i f icados y profundiza- dos con nuevos contenidos, que expresan a aquellas transformaciones de l a realidad chilena.

La forma fasc is ta de l estado chileno ha i m - plicado un cambio violento y radical de l rg gimen juridico-polit ico de Chile. Por medio de e s t e cambio se expresa e l gobierno te r rg r i s t a del gran capi ta l financiero, que cie- r r a a1 movimiento popular todos 10s caminos inst i tucionales para e l derrocamiento de l r6gimen f a sc i s t a y l a conquista de l a demo- cr acia . L o s resultados del fraudulent0 plesbicito de 1980, l a elecci6n de Ronald R.eagan en 10s EEUU, y e l propio ascenso de l movlmien- to popular, ha hecho evidente, de modo cua- l i t a t i v o , en e l sen0 de l a s fuerzas democrg t i ca s de l a naci6n, l a imposibilidad de que e l l a s puedan avanzar s i n e l empleo de for- 18

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mas agudas'de violencia hacia l a democracia en Chile. De aqui que l a Direcci6n de nues- t ro Par tido ha planteado e l supremo derecho a l a rebeli6n popular, l a necesidad, por lo mismo, de incorporar todas l a s formas nece- sa r ias de lucha de l a s masas para e l derro- camiergto de Pinochet.

A 1 seRalar estos nuevos elementos nuestro Partido prevee un curso de rebeli6n popular y de una u l te r ior probable insurrecci6n ge- neral; eauca a1 propio Partido y a l a s ma- sas en e l sentido de E i lusionarse con ca- minos pacifica:, y en l a necesidad de l en- frentamiento en toda l a l inea a1 f a s c i s m ; a s i como seAala l a necesidad de prepararse e n ese sentido. Para eilo toma todo l o pre- cedentemente avanzado por l a s luchas del proletariado y de l conjunto d e l a s fuerzas democrs t icas .

E s t 0 ha significado un enriquecimiento de l a l inea de l Partido.

En l o referido a 10s caminos mds probaules de l pueblo para e l derrocamiento del r6gi- men fasc is ta , nuestro Partido t iene una v i - s i 6 n m6s enriquecida: e l l a no se reduce a l pur0 hecho "armado" o "no armado" de t a l o cual rumb estrat6gico hacia e l nuevo poder democrdtico, sino que contempla 10s princi- pios generales v6lidos para cualguier cur so revolucionario, a s i como, en base a e l lo s

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y a l a realidad del pais, 10s modos h i s t 6 r i cos mss probables de art iculaci6n de l a s d i versas formas de l a lucha de l a s masas. Den t ro de e l l o ubica e l lugar y e l contenido especifico de l problem mili tar de i a revo- l u c i 6 n .

LO COMUN A TODOS LOS CAMINOS DE LA REVOLU- CION :

1.- Todos son siempre violentos: l a revolu- c i 6 n en esencia es el’reemplazo en e l poder de l a s viejas clases dominantes desplazadas por l a s nuevas clases revolucionarias. Cla- ses que tienen entre si intereses opuestos y excluyentes. Todos 10s caminos, o rumbs, son pues violentos. S i n embargo, no toda l a violencia d e clases se expresa cow violen- c i a armada y bajo l a s formas de l a lucha a r mada. P u e s estos son contenidos y formaspar t iculares de l a v i o l p c i a esencial de l a lg cha de clases , l a que se trasunta incluso en l a s formas mss “pacificas“ d e lucha.

2.- Todos 10s caminos exitosos son siempre de masas: es s610 con e l concurso activo y directo de l a inmensa mayoria de l a s clases explotadas y oprimidas que se puede despla- zar del poder a l a s viejas clases dominan - tes. Lo d i s t in t ivo de cada camino exitoso de l a revoluci6n no reside, entonces, e n l a presencia o n6 de l a s masas o en un grado de participaci6n de e l l a s , s i n 0 que en e l 20

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modo hist6rico-concreto mds probable avance hacia e l poder.

3 .- Todos se asientan en 1.a. .cons.tru.c.ci-6.n> de una corr elaci6n politico.-milj.tar de f.uer zas a favor de l a revoluci6n: e l factor m i - l i t a r operando 3 favor de l pueblo debe es- tar presente en todos e l los , incluidos 10s caminos pacificos (10s que serdn tanto m& probables en l a misma medida que l a correla ci6n mili tar l e s sea tan abrumadoramente fa vorable que l a reacci6n no est6 en condicig nes de generalizar l a lucha armada contra l a revoluci6n, e t c . ) . Por l o mismo, se puede confundir l o armado de todos 10s cami nos o rumbos revolucionarios, con l a lucha armada como m6todo particular de l a s masas para l a soluci6n del poder a su favor.

4.- Todos 10s caminos revolucionarios deben culminar en l a generaci6n de una c r i s i s na- cional revolucionaria; y continuarse con e l reemplazo del viejo r6gimer: y l a toma de l poder por l a s fuerzas democr2ticas:Es decir, con aquel momento hist6rico concreto de rup tura de l a vieja sociedad, en donde se con- densan 10s necesarios cambios objetivos con 10s necesarios cambios subjetivos a favor de l a revoluci6n. Cambios que permiten que l a s masas se tornen en e l factor creativo I principal de l a s c r i s i s generalizadas del viejo r6gimen que se derrumba y de l a s -c l a - ses que l o detentan. Clases que ya no pue -

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den gohermr con0 has ta entonces porqiit? l a s masas no qui-eren que se l e s gobierne como se ha hecho hasta ese instante, y reclama para si e l poder, e l que se ha transformado en un objetivo hist6ricamente viable e inmg diato.

LA ESENCIA DE NUESTRA CONCEPCION DE REBE - LION POPU-UR :

A par t i r de 10s principios antes enunciados, tenemos presentes que todos 10s caminos son esencialmente violentos. Per0 a s i como no toda violencia de clase se expresa como v i 0 lencia armada y bajo l a s formas de l a lucha armada, tampoco toda violencia esencial se expresa cow violencia'revolucionaria. En r igor , s610 l o es cuando l a s clases revolu- cionarias y democr5ticas ubican e l centro de gravedad de s u violencia general de cla- ses fuera, en contra, y a pesar, de l a i n s - titucionalidad del estado burguCs, con e l objetivo de derrocar a l a s antiguas clases dominantes y tomar el poder para si .

Nuestra concepci6n de rebeli6n popular a p l i ca a l a s condiciones concretas de Chile, e l principio de l a violencia revolucionaria.

La esencia de esta concepci6n reside, pues, en l a capacidad de l a c lase obrera y de to- das l a s fuerzas democriticas, de i r ubican- do e l centro de gravedad de s u s luchas €be- ra y en. contra del sistema i n s t i tucional

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fascists, respondiendo con todas l a s formas necesarias de lucha a l a violencia del r6gi men d ic t a to r i a l , para derrocar a . pinochet y conquistar l a democracia para Chile.

La etapa superior de l a rebeli6n popular,lo se rs probablemente l a insurrecci6n general de todo e l pueblo. Probabilidad que no es t&

. s i n embargo, dejada a1 simple azar del des5 r ro l lo sociopolitico de l pais, sino .que es una, prqbabilidad que .entra a ."preRar." a l a rebelib-n. popular desde ahora, antes de que l a insurrecci6n se produzca, e independien- temente d e s i en def ini t iva se producirs o n6. La esencia t e r ro r i s t a d e l fascismo y l a articulaci6n de l a s diversas manifestacio - nes de l a rebeli6n popular en contra de 61, van vertebrando objetiva y subjetivamente l a s condiciones para l a probable insurrec - c i 6 n del pueblo.

La menos probable "culminaci6n pacifica" de l a rebeli6n pop ular , pudiera darse porque , entre o t r a s cosas, e l pueblo se ha preparE do tan bien para l a insurrecci6n, que. "ese s610 hecho" l leve a l a reacci6n a renunciar momentiineame81te a l a querra c i v i l .

EL CONT-ENID0 PRINCIPAL -DE .REBELION .PO-PU- LAR:

Nuestra concepci6n de rebeli6n pupular selia l a e l carscter y e l contenido principal que asume e l rumbo estrat6gico de l a lucha a n t i fascis ta .

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‘De aqui que el bablar de rebeli6n popular - no nos estamos refiriendo a una sola forma especifica d e l a lucha de masas - ( l a s actio- nes audaces, l a desobediencia c i v i l , t a l o cual forma de lucha armada, e tc . ) , s i n 0 que sefialando e l m&odo_general que l a s amplias masas deben i r asumiendo para avanzar, paso a paso, contra e l fascismo, derrocarlo, 41 conquistar 1,a democracia.

En es te sentido, podemos def inir e l conteni do principal de ese mdtodo general que es e l campo especifico en donde se expresa l a creaci6n principal de l a s masas. Yendo de l o mAs simple a l o mAs complejo, y s i n pre- tender agotar e l tema, puede sefialarse l o que sigue:

1.- Las acciones audaces: E s necesario comprender que l a s acciones a2 daces y todas l a s formas mds agudas de l a violencia revolucionaria, tienen un car& - ter de masas no s610 por e l n6mero de s u s participantes (pues es te n6mero podria ser inicialmente muy pequefio), sino que funda - mentalmente por s u armonia con e l estado de dnimo favorable de l pueblo. Per0 se t r a t a adem&, que l a s acciones Sean de masa tanto por su cardcter como por s u contenido, es decir porque comprometen e l concurso c re c iente y directo de l a s inmenzas mayorias sociales afectadas por l a dictaduga.

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Las acciones audaces y todas l a s formas nds agudas de l a violencia revolucionaria tienen e l propchito, entre otros , de in- f l u i r sobre 10s estados de Bnimo de J0d.o~ 10s actores de l a contienda social . Inten- tan elevar l a disposici6n combativa del pueblo, educarlo en l a s formad. nuevas y mds audaces de lucha; demostrar fortaleza y decisi6n ante e l pueblo; a s i como demos- t r a r l a vulnerabilidad de l r6gimen f a sc i s t a y l a decisi6n de enfrentarlo en toda l a l inea; y, en suma, impregnar de un e s t i l o y sentido de rebeli6n a todas l a s formas de lucha, incluidas l a s d s pacificas.

En l a medida que se desarrollan l a s contra dicciones sociales y s e profundiza l a c r i - sis social , tanto mds influyen 10s estados de dnimo en 10s comportamientos pol i t i cos de l a s clases y capas de l a sociedad. Esta es una l ey d e l desarrollo social , sobre l a que debemos in f lu i r en l a direcci6n que SS' Aala l a po l i t i ca de l Partido.

Se t r a t a d e desarrollar a1 mdximo e l odio del pueblo contra e l fascismo, vinculado intirnamente a l a esperanza en una salida democrdtica viable e histckicamente inme - diata . Correspondientemente, lograr que l a s fuerzas que apoyan a1 fascismo sientan terror ante e l avance de l movimiento popu- l a r , y desesperanza respecto de Pinochet y del r6gimen fasc is ta .

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E l desarrollo de l a rebeli6n popular impli- ca una agudizaci6n general de l a lucha so- c i a l en Chile: y e l lo debe manifestarse, de parte del pueblo, en s.i.ste.mas m 6 s complejos d.e luch-a, (dentro de 10s cuales se integran todas l a s formas m6s agudas de l a violencia revolucionaria). Tales sistemas mss comple- jos se refieren a l a desobediencia y res is- tencia c i v i l y paramilitar de l a s masas, a formas m6s desarrolladas de autodefensa y 2 fensiva del pueblo contra e l r6gimen y s u s aparatos represivos, hasta culminar en l a rebeli6.n general del pueblo.

2.- E l desarrollo y l a organizaci6n d e l a s mayorias activas: E l surgimiento de sistemas m& complejos de lucha, deben i r abriendo paso a nuevas prga nizaciones de masas, especificas de l a rebg l i 6 n : organizaciones para l a lucha urbana y rura l , organismos de autodefensa de 10s cen t ros de trabajo y en l a s poblaciones y cen- t ros de ensefianza, etc. etc. etc. Toda esta nueva organizaci6n para l a rebeli6n, i rd articulando y redefiniendo l a s organizacio- nes tradicionales del pueblo. Tender6 a suy gir a s i un te j ido social especifico de l a rebeli6n. Hoy en dia s610 estamos en 10s g6rmenes de ese proceso, e l que debe desa - r ro l la rse con particular fuerza en aquellos lugares del t e r r i t o r io nacional en donde tender617 a darse 10s golpes principales cog t r a e.1 fascismo.

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Ser6 e l desarrollo d e estos procesos l o que permitir6 que las amplias masas se ma_ n i f ies ten como mayorias activas. Mayorias en relaci6n a1 'I eslab6n principal" de ca- da etapa d e l a lucha, que permita a l a clg se obrera in f lu i r e n l a direcci6n de 10s acontecimi.entos m6s im$or tantes d e l momen- tb, haciendo posible e l paso a l a s etapas superiores de l a rebeli6n popular.

3 . - La toma d e l a iniciativ,a. his.t6r,i.ca: Cuando l a s masas entren a expresarse como mayorias activas, es dec i r , a ser un compo_ nen te determinante d e l a vida social y po- l i t i c a de l pais , podremos decir que esta - mos avanzando hacia l a toma d e . l a i n i c i a t i va his t6r ica contra e l fascismo. Tomar_.la l a iniciat iva his t6r ica quiere decir que se posee una capacidad 116s _ . dqtermin.ante gue l a de l enemigo para in f lu i r significa- tivamente sobre 10s princiales acontecimi- I

entos de l pa,is. Torque l a c lase obrera es capaz de agudizar l a s contradicciones so - I

c ia l e s e n l a perspectiva de s u po l i t i ca : ahondar l a c r i s i s de l modelo fasc is ta y l as contsadicciones d e l a s c lases dQminan- tes; y t raducir las politicamente e n contra de 10s grupos gobernantes, transformando l a s c r i s i sen " l a s a l t rxas" , ( d e l rkgimen) , en c r i s i s primero parciales y despu6.s ge- neralizadas. Y desembocar e n l a generaci6n d e una c r i s i s nacional revolucionaria. E s decir , que "10s de arriba"no puedan seguir

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gobernando cofio hasta entonces p r q u e "10s de abajo" no quieren que se l e s siga gober- nando como hasta ese momento.

Ciertamente'que todo est0 es un proceso en esp i ra l , es decir no l i nea l , sujeto a avan- ces y retrocesos e incluso a derrotas par - ciales .

Hoy en Chile, existiendo un gran avance en l a s luchas obreras y populares y habi6ndose logrado avances importantes en l a unidad de l a s fuerzas democrsticas, en particular en torno a1 Pliego National, no se ha logrado s i n embargo levantar un movimiento nacional de cues tionamiento pol i t ico a1 r 6gimen f as- c i s t a . Las c r i s i s , incluida l a actual, si- guen siendo todavia en " l a s a l turas" , a pe- sar de l tremendo descalabro econ6mico, de lagintervenci6n de bancos y f inancieras, y de l a evidente p&dida c?e credibilidad que importantes sectores de l a burguesia i n d u s - t r i a l , comercial, agraria y del mediano ca- p i t a l financiero, a s i como de importantes sectores de l a s FFAA y de Orden, sienten a" t e e l modelo econ6mico y po l i t i co fascis ta . Un aspect0 esencial de l a actual situaci6n pol i t ica es que l a s masas no han logrado const i tuirse en parte influyente y determi- nante de l a s c r i s i s de l fascismo. De ahi sue -a.G.n n.0.s- .ma-n-t-qne.mo.s. en 1.a fase de desl in d-e- _en t-z-e- 1-a- p-a-s-a,d a l a def.e.n-siva an- t.9 .e>- f-a-s-cismo y 1.a. futu.ra .€.asp de. - fensiva

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(de in ic ia t iva his t6r ica) a favor de l movi miento. popular.

E l desarrollo de l a actual c r i s i s d e l pais y l a s venideras luchas de l a s fuerzas pop2 l a res , democr6ticas y no fasc is tas en tor- no a un gran acuerdo nacional para sacar a1 pais del descalabro, podrian poner a1 fascismo a l a defensiva. E s t 0 depende, a s u vez; de l a claridad pol i t ica y de l a fuerza de l a c lase obrera para expresarse como un centro hegem6nico naciona1,que per mita a i a s masas populares y demcrdticas estar "dentro de l a s cr is is ," , agudizando s u s consecuencias y traduci6ndolas poli ti- camente en contra de Pinochet y e l rggimen fasc is ta ; y, a l a vez, lograr que e l cen- t r o de gravedad de l a lucha an t id ic ta to - r i a l se ubique "fuera y_ en c0n.tr.a" de l a institucionalidad fascis ta .

EL PROBLEMA MILITAR:

E s dentro d e l cuadro general de 10s proce- sos poli t icos sefialados, donde debe ubica5 se e l lugar y e l papel especifico de l pro- blema mili tar en l a rebeli6n popular y en

, l a probable insutrecci6n. Develar precisa- mente aquella concatenaci6n ha sido el 'ob- je t ivo de l a primera parte de e s t e art icu- lo.

Esta es una exigencia de principio que hay que cumplir a1 exponer e l problema militar,

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admitiendo a l a vez, que l o mil i tar es en si mismo un problema de l a po l i t i ca en e l amplio sentido del tgrmino. E s t 0 nos lleva, a l a vez, a dos conclusiones a nuestro j u i c io de l a .mayor importancia:

a ) que l a s iniuf ic iencias y vacios en e l campo de l a po l i t i ca mili tar implica por fuerza vacios e insuficiencias tambih en e l campo de l a politica, en genera1,y de l a l inea pol i t ica de l Partido en particular . b) que,asimi.smo, e l cara'cter del llamado vacio his t6r ico en e l terreno mili tar es primeramente de orden te6rico-politico y secundariamente t6cnico-orga'nico. Pues l a s insuficiencias y vacios en est0 dltimo no son sino l a consecuencia ldgica de una i n 2 decuada comprensi6n te6rica y po l i t i ca so- bre l o mil i tar en l a lucha revolucionaria.

En esta segunda parte e l objetivo es: sefia l a r algunos elementos centrales de l o poli tico. expresado directamente en e l campo de 10s problemas m i l i tares. Partiremos para e l l o por l a consideraci6n m6s general so- bre l a necesidad de contar con una correla - c i 6 n mil i tar de fuerzas favorable a l a l u - cha an t i fasc is ta , en e l entendido que e l l a es par te componente de l a correlaci6n p o l i ca m A s general necesaria' para derrocar a Pinochet y conquistar l a democracia.

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LOS E L m N T O S COMPONENTES DE LA CORRELA- CION MILXTAR DE FUERZAS:

E l contenido de l a correlaci6n mil i tar , a s i como e l liugar y papel de cada uno de s u s elementos y l a interdependencia entre e l los , no se expresa del mismo modo e n un curso predominantemente pacific0 como en uno donde a lpueb lo se l e plantea objet i - vamente l a necesidad de ejercer e l supremo derecho a l a rebeli6n.

En un curso pacific0 l a tendencia general puede ser que e l e j e d e l a correlaci6n m i - l i t a r favorable a l o s cambios revoluciona- r i o s l sea aquella par te de l viejo e jgrc i to que se pase abrumadoramente a1 lado del pueblo, o en base a l a s antiguas fuerzas armadas depuradas de elementos reacciona - r ios , y democratizada. Esta es una probabi lidad a h te6r ica e

En procesos corn0 e l de l a revoluci6n rusa y portuguesa de 1 9 7 4 , e l viejo e jgrc i to se descompuso internamente y pas6 abrumadora- mente a l a rebeli6n contra l a s clases domi nantes y e l viejo rggirnen, siendo en,ambos casos e l componente principal de l a corre- laci6n mili tar revolucionaria. Pe-r.0 en la- i-nmensa mayor i a de 10s prpcesos r.evol-uci-oo- nar,io,s contempr&eos .el e j e de l a correla c.i.6n mili tar a. favc,, d e l pueblo hd estado en 10s .elemgnto.s que l a s propias ma-s-as han

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construido de f endiente en e l te- rreno armado. Dado e l lugar y papel que hoy juegan l a s FFAA y de Orden chilenas dentro del sistema pol i t ico fasc is ta , l a tendencia rrds probable es esa; allegsndose a l a fuer- za mili tar del pueblo aquella parte que s e desgaje de l a s actuales fuerzas armadas.

L o s elementos oomponentes de l a correlaci6n mili tar son:

1.- La fuerza mili tar propia: l a s etapas de s u desarrollo y mayor complejidad operativa est6 en directa relaci6n con l a s etapas de desarrollo y profundizaci6n de l a r e b e l i b popular, y de l a probable insurrecci6n.

E s t 0 s ignif ica que mientras no exista un e s tablecido sistema m i l i tar de lucha antifas- c i s t a , esa fuerza mili tar ex is te s610 .en un estado b6s-i.co1simpl.emente operativo, cuyas acciones se inscriben durante un tiempo l a r go s610 dentro del sistema especificamente pol i t ico de l a lucha ant i fascis ta . E l contg nido de s u s acciones,son por l o mism, pro.- pagandisticas y de a g i t a c i h , a s i como de autodef ensa elemental, etc. E s decir , no tienen a h n i contenidos n i proyecciones rnL l i t a r e s . E s l a etapa actual en Chile.

S610 en una etapa superior de l a r e b e l i 6 n F pular del pueblo, l a fuerza mili tar s e t r a n s fosma: de simple f-rente operativo en una es truc-tura. milita-r de l Par tido. Porque l a s

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consecuencias de s u accihn, y por ende de s u s objetivos centrales, van mds a116 de l a s necesidades especificamente po l i t i ca s de l a agitaci6nI l a propaganda y la ,e leva-

apuntan ahora a l a s necesidades de parali- zar, debi l i ta r y aniquilar parcialmente a1 enemigo tambih en e l campo de l a s accro - nes mil i tares , es decir armadas. Se entra a operar sobre l a s regularidades de l a l u - cha armada, que surge como una probabili - dad natural , aunque todavia de cardcter tdg t ico.

Cuando ya l a rebeli6n ha llegado a s u s e t a pas de mayor maduraci6n o ya estallado un estado insurreccional en e l pueblo, la fuerza mil i tar propia, de s u estado i-nter- medio de desarrollo pasa a u-n estado- supe- - r ior : e l de l a fuerza m-ilitar. propi-a d e l a revoluci6n. Porque se ha hecho evidente l a necesidad de poseer un sistema de lucha ay mada an t i fasc is ta estrat6gicamente ar t icu- lado, es decir destinado a1 aniquilamiento mili tar t o t a l de l enemigg. En es tas c i r - cunstancias, l a fuerza mili tar propia no opera ya como una fuerza desde de-n-tro del Partido, sino que desd-e fuer-a de -61, como una organizaci6n mili tar orgiinicamente i n - dependiente, a l a que se integra par te del Par'tido y ~e s u s fuerzas aliadas a s i como combatientes s i n partido; aunqu,e sic-mpre

c i 6 n de l estado de dnimo del pueblo: Y

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,

bajo l a direcci6n politico-militar del par- t.ido- d-e. vanguardia.

En Chile depende del grado de agudizaci6n de l a lucha de clases y de l a profundidad que alcance l a rebeli6n popular en general, que se llegue a t a l o cual etapa de desarro 110 de l a fuerza mili tar propia. En cual - guier caso, e l l a tender6 a ser e l e j e cen - t r a l m6s probable de l a correlaci6n militar, mds que por s u capacidad operativa, por s u capacidad de conduCci6n politico-militar r e s pecto de 10s elementos restantes de la 'co - rrelaci6n.

2.- La Orqanizaci6n Paramilitar de l a s ma - - sas: tambign s u grado de desarrollo y pro - fundidad depende de 10s avances de l a rebe- l idn popular del pueblo y, dentro de e l l a , de l a organizaci6n y desarrollo de l a s mayo r i a s activas a traves de un tejido social especifico para- la r e b e l i b y para l a proba ble insur r ecci6n.

En Chile entran a advertirse g6rmenes de e2 to. Y .el lo l leva a asumir l a idea de que e l plano paramilitar debe entrar a desarrollar - se como uno de 10s campos naturales princi- pales de l a s luchas de l pueblo y, por ende, como uno de 10s f r e n t e s n i s importantes de l a lucha de masas del Partido y de l a s de - m6s fuerzas democrAticas. Pue-s l o que l e da r6 moto-r-y conti-nuidad a . la rebeli6n popu - l a r e s e l hecho de que prenda directamente

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ias gr;.,:t.lgs c o n ~ l m ~ ~ o r a d c s sociales urba nos y rurales: en 10s centros de trabajd y estudio, a s i como en l a s grandes poblacio- nes populares. Todo est0 conduce no s610 a1 surgimiento de organizaciones de masas de nuevo tip, s i n 0 tambi6n a1 surgimiento de l ideres de masas en e l terreno de l a 12 cha paramilitar.

E l desarrollo de l a fuerza mili tar propia est6 en intima~vinculaci6n con e l desarro- 110 de l a organizaci6n paramilitar de l a s masas. El las tienen m6ltiples y variadas actividades cuyos contenidos se ar t iculan tanto a l a s necesidads especificas de l sistema de l a lucha pol i t icd como a1 siste ma d e l a lucha armada, a1 surgir 6sta como una pecesidad natural en l a rebeli6n. De hecho son 10s organismos privilegiados pa- ra l a desobediencia y res is tencia c i v i l y paramilitar a 1 fascismo, para l a agitaci6n y propaganda, para l a autodefensa de s u s movimientos reivindicativos y po l i t i cos , as i como para l a s ofensivas m6s masivas , multitudinarias de l pueblo. Son, en sinte- sis, el modo de organizaci6n especifico

'gue l a s masas se dan para ejercer e l supre mo derecho a l a rebeli6n en s u s niveles mds agudos y resueltos.

3 . - E l paso de una parte de l a s FFAA y de - Orden a1 lado de l a lucha an t i fasc is ta : en par te , e l contenido que vaya asumiendo l a

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rebeli6n popular y l a futura probable i n s g rreccidn, va a depender de l o que suceda dentro de l a s FFAA, y de l o que l a s fuerzas democrdticas hagan para a t raer las a s u l ada S i n duda que un gran papel en ese sentidp , jugarQ l a propia c r i s i s moral y pali tgca de l r6gimen fasc is ta y , por sobre todo, l a existencia d e una pujante a l ternat iva demo- c r s t i ca de poder.

Se t r a t a de que 10s elementos democr6ticos de l a s FFAA y de Orden conquisten ideolbgi- ca y po liticamente a1 mayor nfimero d e hom- bres a favor de l an t i f a sc i sm; pero q u e a l a ve-z Sean capaces de conquistar l a direc- cidn f i s i c a de e l los , de modo de p o s i b i l i - tar tanto s u art iculacidn a1 sistema d e l a lucha pol i t ica an t i fasc is ta como a1 sistema de l a correlacidn mili tar de fuerzas demo - crQt icas y, eventualmente, a l a lucha arma- da en contra del r6gimen.

AI construir l a correlacidn politico-mili - tar an t i fasc is ta en aquellos lugares d e l pais destinados a ser 10s centros principa- l e s de l a rebeli6n y de l a probable insu - rrecci6n, hay que tener muy presente e l t r g bajo intel igente y multifiicetico hacia l a s fuerzas armadas acantonadas en aquellos l u - gar es.

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LAS C R I S I S DEL REGIMEN Y DE LAS FUERZAS ARMADAS :

La c r i s i s y e l desplome del viejo ej6rci to burguCs es l a sefial mds evidente de que l a c r i s i s nacional revolucionaria ha llegado a s u punto culminante; ha caido e l 6ltim y mds seguro basti6n de l a s c lases dominantes S i n embargo, es t0 se expresa de manera baz tante compleja, pues l a c r i s i s def in i t iva del viejo rCgimen y l h c r i s i s def ini t iva del viejc e j6rc i to no siempre coinciden en e l tienipo, como tampoco en profundidad y ritmos de desarrollo. Podemos decir que, en general, tienden a darse t r e s situaciones t ipicas :

1.- La c r i s i s y e l desplome mds bien s i m u l - tdneo del viejo r6gimen y de l viejo ej6rai- to. En es te caso, l a c r i s i s def ini t iva d e l viejo e j6rc i to ha estado ligada simultihea- mente a l a c r i s i s del viejo rCgimen pcliti- co y do l a s c lases dominantes ( l a s que ven- cidaa per0 no derr4tadas totalmente) . Fue e l cas0 de Rusia de 1917, donde l a vieja fuerza armada se quebr6 mayoritariamente a favor de l a revoluci6n.

2.- La c r i s i s adelantada del viejo e j6rc i to respecto del desplome mds tardio de l an t i - - - guo rCgimen pol i t ico. E s t 0 ayuda de hecho a1 desarrollo de l a situaci6n revoluciona - r i a en e l pais. Fue e l cas0 de Portugal en

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I .!

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a b r i l de 1974 ; aunque aqui l a c r i s i s revo- lucionaria de l viejo e j6rc i to no l leg6 a culminar, y est0 permiti6 que si bien se desplom6 e l r6gimen fasc is ta , l a s clases dominantes hayan recuperado una influencia importante en l a s fuerzas armadas y se mag tengan en e l poder a trav6s de un nuevo rg gimen pol i t ico. ES una revoluci6n aiin n6 resuelta.

3 . - La c r i s i s y e l &esplome t a r d h del v i e jo e j6rc i to respecto de l a c r i s i s y des - plome de l viejo r6gimen y de l a s clases do minantes. Ha sido, entre otros , e l cas0 de Cuba y particularmente de Nicaragua, donde se manifest6 una c r i s i s nacional revolucig naria muy avanzada, e l viejo r6gimen se desplomaba definitivamente; per0 s i n embag go e l viejo e j6rc i to se mantenia unido , y en combate contra e l pueblo, desplomSncTose defknitivamente s610 cuando e l pueblo re- solvia e l problema de l poder a s u favor.

En es ta liltima situacicin t ip ica , e l e j6 rc i to burgu6s no ha jugado n i n g h papel revo- lucionario, sino a1 contrario; en l a s dos primeras si l o ha jugado, entre o t r a s co- sas por l a gran influencia de l a ideologia revolucionaria en s u s f i l a s , por e l avance en l a s luchas revolucionarias de l pueblo , y en v is ta de guerras imperialistas en ex- tremo impopulares, aunque diferentes por su naturaleza, etc.

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1 LAS FFAA CHILENAS, S U LUGAR Y PAPEL DENTRO DEL SISTEMIi POLITICO FASCISTA:

Durante cuarenta aiios, y .mientras l a c lase obrera y e l movimiento pop.ul.ar no se cpnsti tuyeron en una a-1-ternativa rea l de p d e r , l a s Fuerzas Armadas tendieron,en general, a quedar fuera de l o mss contingente de l a pori t ica . Durante ese tiempo l a s diversas fracciones de l a bruguesia pudieron resol - ver s u s confl ic tos internos y dominar a1 1 pueblo y a l a naci6n mds que por medios re- I

presivos, por medio de l a po l i t i ca y de- l a ideologia. Esta tendencia general, con l a s excepciones his t6r icas conocidad, determin6 e l comportamiento pol i t ico principal de l a s FFAA durante cuarenta aAos.

E s t 0 permiti6 que e l l a s s e volcaran predomL nantemente a s u desarrollo profesianal y se subordinaran a1 poder c i v i l constituido; y que no pocos mil i tares tuvieran una consg cuente prdctica democrAtica. S i n embargo,es ta tendencia tenia como contrapartida a a- quella que ubicaba a l a s FFAA y de Orden dentro del sistema interamericano de defen- sa imperialista; y que l a educaba y equipa- ba en contra del "enemigo interno", es de - c i r , contra l a revoluci6n democrdtico-popu- l a r . S i bien perd 1 , a en algunos hombres de

' armas aquella tradici6n democrdtica, es l a o t r a tendencia anotada l a que se ha impues- '

4, to con e l golpe fqscis ta .

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Hoy l a s FFAA juegan u n papel dentro del sistema pol i t ico del fascismo, q u e s i n t e t i za un ro l represivo, per0 tambign impor - tantisimos roles ideol6gicos y pol i t icos . Por l o que s u papel d i s t a l con mucho, de ser un simple guardia pretoriano del gran capi ta l financiero y del imperialismo. Su lugar dentro del rggimen l e lleva a gober- nar directamente en .el aparato del estado; y l o hace tanto en f u n c i 6 n de 10s intere - '

ses del gran capi ta l financiero nacional y transnacional, como en funci6n de s u s pro- pios intereses corporativos (instituciona- l e s ) , y de l a seguridad hemisfgrica del i_m perialismo norteamericano. En es te iiltimo sentido, juega junto a l a s demiis dictadu - ras mil i tares del con0 sur de l continente, un s ignif icat ivo papel.

Todo esto se pos ib i l i t a por l a alianza en- t r e 10s grandes grupos del capi ta l finan - ciero y 10s a l to s mandos fasc is tas , los que comprometen a1 resto de l a s FFAA con e l m o - delo econ6mico y e l r6gimen pol i t ico. De ahi que e l desfase o n6 entre l a c r i s i s de l a s FFAA y de Orden, y l a c r i s i s del pro - pi0 rggimen fasc is ta tienda a ser m6s com- plejo. S i n embargo, e l lugar que ocupan y e l papel que juegan en e l actual sistema pol i t ico , l a s ubica a1 centro de agudas y explosivas contradicciones de clases y l a s expone a1 embate direct0 de l a s grandes

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fuerzac sociales beligerantes. E s t h en una situaci6rl objetiva que l e s permite ver des- de dentro del aparato de2 estado l a comple- ja trama de 10s intereses de clase en juego, percibir l a suerte po l i t i ca que espera a1 r 6gimen.

E l modelo econ6mico y pol i t ico f a sc i s t a s e opor)e a 10s intereses de l a inmensa mayoria de l a naci6n. Con l a actual c r i s i s econbmi- ca, esto tambign l o es t& sintiendo, en s u s propios bols i l los , importantes sectores bur gueses. Sectores importantes de l a s FFAA y de Orden tienden a percibir esto; y a no permanecer insensibles ante e l tremendo des calabro econ6mico que vive e l pais y ante e l repudio creciente que e l pais s ien te con t r a el-rggimen. E l peligro de una guerra con Argentina y l a desmedrada situaci6n eco n6mico-social de l pais, agudiza s u s contra- clicciones internas, y l a s de e l l a s con 10s grupos econ6micos. Aunque estas contradic - ciones recien entran a manifestarse, e l l a s debe rh desarrollarse dado que l a crisis e- con6mica y e l desprestigio de l rggimen t i e c den a i r en aumento.

Por todo l o anter ior , 2s posible que se pro duzcan l a s c r i s i s internas de l a s FFAA y de Orden en directa ligaz6n con una grave c r i - sis del modelo econ6mico y del rggimen p o l i t i co fascis ta . Adquiriendo probablemente l a c r i s i s de l a s FFAA y de Orden una profundi-

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dad y velocidad mayor, cuyo curso en par te importante estard determinado por l a exis- tencia de m a r ea l a l ternat iva democrdtica a1 fascismo. De aqui l a importancia del t r a ba j o po 1 i ti co d emocr a' ti co hac i a l a s FFAA; de l o que pase en e l l a s dependers que e l desenlace de l a lucha an t i fasc is ta sea m6s o menos cruento.

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W-LUCHA ARMADA Y.ALGUNAS TESIS ALRESPECTO: -- La Direcci6n de nuestro Partido ha sefiala- do l a necesidad de estar preparados para todas l a s formas de lucha. En primer lugar, e l l o s ignif ica es ta r lo ideol6gicamente,= tes de q u e e l l a s surjan, e independiente - mente de l camino por e l que avance l a rev2 luci6n.

En relaci6n a l a lucha armada y s u s formas, es necesario comprender su car6cter de ma- sas , su complejidad politico-t&cnica, su interdependencia con l a s formas de l a l u - cha pol i t ica y con 10s procesos sociales en general. La c r i t i c a de l a s ariaas, decia Carlos' Marx, siempre va precedida por l a c r i t i c a de l a s ideas. E s t 0 quiere decir ta" to que l a lucha ideol6gica y po l i t i c a es previa y fundamenta a l a lucha armada y l e enriguece su contenido una vez iniciada ; como que., a l a vez, antes q u e l a s masas s e armen y desarro1l.e-n l a lucha armada es ne- cesario que l a i.dea d.e Jas. armas pase PO r

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s u s .cabezas y compr-endan s u necesidad p0l.i- ca obiqt-iva. Estar preparados para l a lucha armada apunta precisamenfe en esa perspecti va. E l Partido de vanguardia debe tomar, a s u vez, todas l a s medidas pol i t icas , orgsne cas y t6cnicas previas. En suma, es tar pre- parado y no contentarse con un llamado en abstracto a l l evar las adelante.

Una vez expuesto, en es te a r t icu lo , 10s pro blemas pol i t icos mil i tares previos ( l a co - rrelaci6n mi l i ta r , l a vinculaci6n entre l a s c r i s i s del r6gimen pol i t ico y l a de l a s fuerzas armadas, lo que podria suceder en C h i l e en ese sentido, e tc . ) es que podemos reci6n exponer'lo re la t ivo a l a lucha arms da. Pues en l a lucha armada lo pol i t ico Y lo militar llegan a s u s i n t e s i s mSs a l t a y compleja.

Durante mucho tiempo han existido en e l mo- vimiento popular chileno y de o t ros paises, diversas t 6 s i s f a l sa s sotre l a lucha armada que d i f icu l tan l a comprensibn de l problema y de l o mil i tar en general. E l prop6sito de esta parte de l a r t icu lo es discut i r esas t i sis que constrifien l o mili tar a c i e r to s doq mas durante un tiempo en boga, y a c ie r tos simplismos que impiden ver s u variedad y y complejidad; e i r I correspondientemente planteando. nuestros c r i te r ios .

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1.- La idea err6nea de que l a lucha armada

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iI exitosa de l pueblo s6lo puede surgir sobre l a base de un grado ya desarrollado de l a c r i s i s nacional. Es decir , que e l armamento de l pueblo s.6.l.q se puede producir "a1 dia siguiente" de una rebeli6n generalizada del pueblo, de cardcter revolucionario. E s t 0 puede suceder, per0 eso no l o constituye en una ley universal vdlida para todos 10s pro cesos revolucionarios. La inmensa mayoria de 10s procesos revolucionarios, t a les como Nicaragua y Cuba por ejemplo, demuestranque l a lucha armada puede surgir y desarrollar- se con &xito antes del surgimiento de l a c r i s i s nacional revolucionaria, y se r , ade- mds, un poderosos factor de acumulaci6n de fuerzas y un factor determinante en l a cons trucci6n de l a s mayorias act ivas y en l a toma de l a in ic ia t iva his t6r ica por {parte del pueblo. A s i como un poderoso factor del desarrollo de l a c r i s i s nacional revolucio- naria, que es e l marco hist6rico po l i t i coeg pecifico para l a expresi6n superior de l a lucha armada: l a insurrecci6n armada de to- do e l pueblo.

2.- Una segunda t 6 s i s fa lsa l a const i tuyela idea de que l a lucha armada exitosa de l pug blo puede darse s610 de mediar previamente una d i v i s i 6 n del viejo ejbrcito. Tal cosa puede acontecer, como en l a Revoluci6.n de Octubre de 1917 en Rusia, per0 eso n o l a tog na en una ley universal. Otras revoluciones

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I exitosas nan aemostraao que la lUCha arma- da puede darse y desarrollarse con Qxito s i n que previamente se d& t a l d i v i s i 6 n , o que de darse esta d i v i s i 6 n e l l a se produz- cayaen niveles desarrollados de l a lucha armada independiente del pueblo. Se ha de- mostrado ademgs, que l a lucha armada del pueblo puede tornarse en un importante fag tor de l a d i v i s i 6 n del viejo ej&rci to .

3 . - Una tercera t6sis falsa dice relaci6n con l a idea de que l a lucha armada . s610 puede desarrollarse de mediar una topogra- f i a del terreno de operaciones poco menos que selvztico; h i c o capaz de permitir l a dislocaci6nI e l movimiento y e l repliegue de l a s guer r i l l as y de l a s fuerzas arma- das regulares del pueblo. Las experiencias de l a s guer r i l l as argentinas y saharauies (que se 'desarrollaron sobre topograf i a s de s & r t i c a s ) , y l a s propias experiencias cub2 nas y nicaraguense demuestran l a falsedad de esta t&sis. Sobre todo que en Nicaragua j u g 6 un v i t a l papel l a lucha gue r r i l l e r au r bana. En l a ciudad, l a topografia selvdti- ca debe ser suplida por l a "topografia po- l i t i c a " de l a s grandes concentraciones PO- pulares a favor de l a lucha revoluciona - r i a ; est0 tambi6n es vslido para l a guerra rural , pues s u &xito, m i s que depender de l a s condiciones f i s i cas del terreno de opg raciones, depende en primer lugar de l a cs pacidad de l a vanguardia para ganar p o l i t i

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camente a l a s masas campesinas, t a l cual l o han demostrado brillantemente l a s expe- riencias vietnamita, cubana y nicaraguense, entre otras .

4.-0tra t&is fa l sa es aquella qae, una vez cerrado a1 pueblo 10s caminos i n s t i t u - cionales y pacificos, l imita l a multifac6- t i ca lucha de l a s masas s6lo a l a lucha ay mada. Y que, a l a vez, reduce a l a propia lucha armada popular a 10s simples hechos b6licos.

En primer t&mino, l a lucha armada siempre debe comhinarse con l a s formas especifica-

vo . Nguyen Giap en s u l ibro: "Vietnam. Guerra

de Liberacihn", seiiala: Una-s- veces - l a s f u.e.r.za.s p.ool.i-t_icas d.e.sempeAan e l papel pr i n cip-al c0.n l a s f-uerzas armadas como puntos de .apoyso, .c.ombinando la. lucha pol i t ica con l a arrn-ad-a- para a-vanzar hacia l a insurrec - ci6n e n ,todo el pais; o t ras , l a s fuerzas armadas, secundadas por l a s po l i t i cas , s i r ven de andamiaje para l a lucha de todo e l pueblo, combinando l a lucha armada con l a po l i t i ca , l a s operaciones mili tares con l a s insurrecciones, de l a s cuales l a lucha armada es l a principal, para l levar adelan t e una larga guerra revo1ucionaria;a veces se vinculan paralelamente l a s fuerzas arma das y l a s poli t icas. , l a insurreccidn arm- da y , la guerra revolucionaria" (subrayado, p6gs. 71-72) .

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mente pol i t icas de l a lucha popular.

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En segundo t&mino, l a lucha armada en si un profundo contenido pol i t ico e i- deol6gico: par te inicialmente con propchi- tos m6s que mil i tares , de orden polit ico- propagandistico; prop6sitos ,que no pierde jam6s y que, a1 contrariQ, tienden a aumen tar y a tornarse m 6 s complejos. Adem& s u s prop6sitos directamente mil i tares tienen por Lbjetivo tanto aniquilar fisicamente a1 enemigo como a proteger l a lucha del pue -

, b lo . Y por Gltimo, porque tiende a t rans - formarse en un poderoso polo de atracci6n pol i t ico, ideol6gico y moral para l a s gran des masas. E s es t0 l o que sucedi6 con e l Ejgrcito Rebelde en Cuba y con e l Ej6rcito Sandinista en Nicaragua, por ejemplo; por que ambos distaron por completo de ser sim ples "brazos armados" de l a revoluci6n dg mocr d tico-popular . 5 . - Una quinta t&is fa l sa es aquella que englobalbajo l a categoria de lucha armada a cualquier acci6n armada o escaramuza opg rat iva. Pueden darse es tas acciones como parte de l a rebeli6n popular y no consti - tu i r se s i n embargo en lucha armada. Pues adquieren, en r igor , un carscter mili tar y s e encuadran corn lucha armada, s610 cuan- do son parte componente de un s,istema m i l i - tar de lucha de l pueblo contra e l r6gimen 'y l a s c lases gobernantes.

Ecte sistema mili tar puede adquirir e l ti-

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I PO de una guerra revolucionaria, y s u s dos I formas: l a guerra regular y l a guerta d e

guer r i l l as . 0 e l t ipo de insurrecciones a r madas, y s u s dos formas: l a s insurrecdio - nes parciales y l a s insurrecciones genera- les. 0 l a combinaci6n d e e l lo s y s u s diver - sas formas. Y, desde un punto de v is ta m6s general, l a lucha armada puede ser urbana y puede ser rura l , y combinarse.

Cuando a s i no sucede, aquellas acciones corte de energia el&trics., s a b t a j e s , to- ma de radioemisoras, e , incluso, asa l to a un cuar te l de l a s fuerzas represivas, ex- propiaciones, e tc . e tc . ) s610 constituyen formas de lucha aguda, audaces, a r t icu la - das no a un sistema mil i tar de lucha ( que en ese cas0 no exis te ls in0 que a1 sistema de l a lucha politics. En v i s ta de .eso ad - quieren s610 contenidos de propaganda arms da, de guerra sicol6gica, d e desestabi l iza ci6n del r4gimen (como sucede en Chile con muchas he l a s acciones audaces llevadas a c a b ) . E l encuadre de es tas acciones den- t ro de un plan general, o sistema de accio nes mil i tares , se in ic ia s6lo duando l a s necesidades objetivas y subjetivas de l de- sa r ro l lo de l a rebeli6n popular pudieranhg cer evidente l a obligaci6n de pasar a l a lucha armada d e l pueblo, aunque s610 fuera par medio de un sistema mil i tar de alcance t sc t ico y que, por ende, s ignif icara que l a lucha armada sur ja subrdinada a l a s

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i formas de l a lucha pol i t ica .

LA RELACION DE LO POLITICO Y LO MILITAR~

. La principal conclusi6n de todo l o expues- to es que l o mil i tar es parte componente e sencial de l a po l i t i ca , y no un mer0 aAa- dido o componente "t6cnico" de l a s cuest io nes'politicas. E s decir , l o mil i tar est6 a1 centro de l a po l i t i ca misma, en general, y de l a po l i t i ca revolucionaria en partic! l a r ; y se vincula directamente con todos 10s procesos y problemas del t r6nsi to del pueblo hacia l a conquista de l a democracia y e l derrocamiento de l fascismo y de l a s clases dominantes.

En segundo t&mino, s e concluye que l a co- rrelaci6n mil i tar a favor del pueblo es antes que l a resultante de determinados esfuerzos orgdnicos y t6cni:os, primcramen t e una resul tante de y po l i t i ca en ese terreno de l a lucha de clases. En e s t e sentido, l a correlaci6n E l i t i c a general de fuerzas s e completa cuan do t iene como parte componente de e l l a a una adecuada correlaci6n mili tar de fuer - zas.

, ~ n tercer tgrmino se concluye que a s i como l o mili tar se expresa como un componente substancial de l a po l i t i ca y es, a l a vez, I:n resultado de e l l a , l a po l i t i ca misma se continda travbs de l o mil i tar . LO que

l a lucha ideol6gica

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l leva a l a conclusi6n particular, de que l a lucha armada de l pueblo no es otra cosa que 13. continuaci6n de s u pol i t ica por otros It12 dios, a saber, por media de l a violencia a r mada.

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EL PAF3'IDO Y LO MILITAR:

En primer lugar debemos concluir que l o m i - l i t a r es pnrte componente esencial de nues- t ra po l i t i ca general, y que, por ende, debe estar tambi6n en e l centro de l a elabora - ci6n y prdctica revolucionaria del Partido. Ello se expresa a trav6r; de l a po l i t i ca m i - l i t a r d e l Partido, -unida orgdnicamente a SU l inea pol i t ica general.

La segunda conclusi6n es que nuehtra p o l i t i ca mili tar debe ser conocida por e l conjun- to del Partido, por l a s fuerzas aliadas Y por l a s masas. Y ser aplicada no s610 por S U S f rentes especializados sino por l a t o t2 lidad de l Partido. ES decir , que bajo ningg na consideracidn pu&e cons t i tu i r se en un "secreto par t icar io"; pues &stos, a s i como todos 10s vinculados a1 trabajo clandestino de nuestra organizacihn, s e ref ieren direc- tamente a l a s cuestiones orgdnicas, de cua- dros y operativas propias de cualquier par- tido ser iamen t e r evolucionar io .

La tercera conclusi6n e s que e l desarrollo de cualquier curso, rumh o perspectiva r e volucionaria, exige l a necesidad de corn-

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prender no s610 e l contenido de nuestradoc tr’ina y pol i t ica mi l i ta r , sino adem& con2 cer 10s elementos de l a ciencia y e l a r t e mil i tar . E s tarea de todos nuestros m i l i - tantes capacitarse. en ese terreno y poner- se frente a l a s necesidades de l a s masas en ese sentido. E s decir , ser capaces,cuan do l a s circunstancias h is t6r icas concretas l o demanden, de ser tanto jefes pol i t icos como jefes mil i tares de l a revoluc ih . R

Santiago, Diciembre de 1981.