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Principios

de poder

y de fe

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Contenido Introducción ……………………………………………………………………………………………………..………. 3 Objetivos del curso …………………………………………………………………………………………..………. 4 La vida después de la religión …………………………………………………………………………..………. 5 La fuente del poder …………………………………………………………………………………………….….. 14 El desafiante engañoso …………………………………………………………………………………………… 23 “¡Nunca nadie ha hablado como ese hombre!” ……………………………………………………... 33 La autoridad delegada ………………………………………………………………………………………….... 38 Los propósitos del poder ………………………………………………………………………………………… 44 Principio de poder 1 El poder del Evangelio ………………………………………………………….... 54 Principio de poder 2 El poder del Espíritu Santo ………………………………………………….…. 60 Principio de poder 3 El poder del Amor ……………………………………………………………..…….67 Principio de poder 4 La unción de poder ………………………………………………………………… 73 Conclusión ………………………………………………………………………………………………………….….. 83 Respuestas de las tareas ………………………………………………………………………………………… 84

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INTRODUCCIÓN La verdad del evangelio es doble. Primero, es la Palabra de Dios como revelada en las Sagradas Escrituras. Sin embargo, la verdad del evangelio es más que las Escrituras. También es el poder de Dios. Para conocer el poder de Dios Debes entender y aplicar los principios de poder. El poder de Dios debe convertirse en una realidad en tu vida a través de la experiencia. Jesús les dijo a los líderes religiosos de los tiempos del nuevo testamento: “Ustedes andan equivocados porque desconocen las Escrituras y el poder de Dios” (Mateo 22.29). La Iglesia Primitiva nació en una demostración de poder de Dios, no a través de grandes oradores o de un debate teológico. Pablo escribió: “No les hablé ni les prediqué con palabras sabias y elocuentes, sino con demostración del poder del Espíritu, para que la fe de ustedes no dependiera de la sabiduría humana, sino del poder de Dios” (1 Corintios 2.4 – 5). Jesús les dejo a los creyentes de la gran misión de alcanzar al mundo con el Evangelio del Reino. Esa tarea no será alcanzada exclusivamente por Palabras. Como la Iglesia primitiva debe haber también una demostración del poder de Dios. Muchas personas conocen la palabra de Dios, sin embargo, no han experimentado el poder de Dios. Realmente no entienden el poder del Evangelio. El poder ha sido sustituido por el debate teológico sobre si lo milagroso es para hoy o solamente para la Iglesia Primitiva. Planeamos nuestro ministerio y pedimos a Dios que lo bendiga. Sin embargo, el método bíblico de ministerio eficaz es el señor trabajando con nosotros confirmando su Palabra con señales milagrosas. Los principios de poder enseñados en este curso permiten que experimentes el poder espiritual enseñado en la Biblia. Este curso responde al lamento del corazón de aquellos que tienen hambre por la realidad en lugar de la religión. Serás transformado de espectador a un demostrador del poder de Dios.

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OBJETIVOS DEL CURSO Al concluir este curso serás capaz de:

Identificar la Fuente del verdadero poder espiritual.

Reconocer el falso poder del enemigo.

Enumerar los poderes delegados por Dios a Jesucristo.

Reconocer la autoridad delegada por Jesús a los creyentes.

Identificar los propósitos bíblicos para el poder espiritual.

Explicar y aplicar los siguientes principios de poder: - El poder del Evangelio. - El poder del Espíritu Santo. - El poder del amor. - La unción de poder.

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Capítulo 1

La vida después de la religión Objetivos: Al concluir este capítulo, serás capaz de:

Escribir los versículos claves de memoria.

Explica la diferencia entre la religión y la verdadera demostración de poder de Dios.

Identificar las estructuras mundanas de poder.

dar una referencia bíblica que explica la diferencia entre el poder mundano y el bíblico.

Definir el poder bíblico.

Identificar las fuerzas sobrenaturales que son las fuentes del poder espiritual.

Identificar las dos partes de cada promesa bíblica.

Enumerar los pasos para poseer las promesas de Dios. INTRODUCCIÓN Así como y el sudor engañoso y el calor que viene sobre el hombre que está muriendo de frío por estar a la vera de la muerte, así también sucede en el mundo del espíritu. Hay una actitud indiferente cuando las personas se están muriendo espiritualmente. La religión es el esfuerzo del hombre para conocer a Dios. Consiste sólo en rituales y reglamentos, trabajos y palabras sin poder. La religión trae la muerte espiritual.

VERSÍCULO CLAVE

¡Dios, Dios mío eres tú! ¡De madrugada te buscaré!

Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela

en tierra seca y árida donde no hay aguas,

para ver tu poder y tu gloria, así como te he mirado en el santuario.

Salmos 63.1 – 2

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El poder de Dios es la demostración visible de su deseo de revelarse al hombre. El poder espiritual es el reino de Dios en acción. Trae vida espiritual. Muchos han experimentado la religión. Pero no han experimentado el poder del Evangelio que puede cambiar sus vidas. Están derrotados y desalentados, enfermos y heridos. Están muriendo espiritualmente. El lamento del corazón es como aquel del salmista David escribió: “¡Dios, Dios mío eres tú! ¡De madrugada te buscaré! Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela en tierra seca y árida donde no hay aguas, para ver tu poder y tu gloria, así como te he mirado en el santuario” (Salmos 63.1 – 2). Estas personas necesitan experimentar la vida después de la religión. TIPOS DE PODER Hay muchos tipos de poder en el mundo de hoy:

Poder político es llevado a cabo por aquellos al mando de organizaciones, tribus, pueblos, ciudades, estados, provincias y Naciones enteras.

Poder intelectual resulta en nuevas invenciones, creaciones literarias y musicales y el establecimiento de instituciones educacionales.

Poder físico es poseído por los hombres fuertes, muchos de los cuales se convierten en atletas profesionales.

Poder financiero es el que involucra a banqueros y hombres de negocios que lideran las corporaciones y los grandes imperios financieros.

Poder militar es usado por los grandes ejércitos para defender y ganar nuevos territorios.

Poder de la energía sirve el hombre de muchas maneras que va desde un simple fuego al calor, sirviendo una ciudad entera con electricidad.

Poder religioso resulta en las grandes concentraciones y culturas religiosas.

Todos estos son grandes poderes trabajando en nuestro mundo. Sin

embargo, el llamado de Jesús no es el poder

mundano. Es el poder espiritual. Este es un poder que no

pregunta “¿Cómo puedo ser servido?”, si no, “¿Cómo puedo servir?”. DIFERENCIA EN LA ESTRUCTURA Jesús explica la diferencia entre la estructura de poder del mundo y la del Reino de Dios. Él dijo: “Como ustedes saben, los gobernantes de las naciones oprimen a los súbditos, y los altos oficiales abusan de su autoridad. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor, y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de los demás; así como el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos” (Mateo 20.25 – 28). El llamado de Jesús es para dejar el poder mundano por el poder espiritual que es dado con el propósito de servir un mundo que sufre y que está perdido y agonizante.

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PODER ESPIRITUAL

Cuando hablamos de poder, no estamos hablando sobre organizaciones religiosas que son hechas por el hombre. No hablamos de la autoridad delegada a través de un voto por la mayoría. No es la autoridad dada por un título o puesto. No es el poder basado en educación o habilidad. Cuando hablamos de poder, nos referimos al concepto bíblico de poder espiritual. El significado bíblico de la palabra “poder” es energía espiritual, habilidad, fuerza y vigor. Es una fuerza sobrenatural que produce obras y milagros poderosos. Hay una palabra similar: “autoridad”. Como en la biblia, se relaciona estrechamente con el significado similar de la palabra “poder”. La autoridad se refiere al poder legal y

justo para actuar en nombre de otro. Ejercer autoridad es la

acción de demostrar el poder. Es poseer el derecho de

ejercer el poder delegado dentro de límites definidos. FUERZAS DE PODER ESPIRITUAL

Hay diversas fuerzas sobrenaturales operando en el poder espiritual. La

fuente bíblica de poder espiritual es el Dios

vivo y verdadero, que es revelado en la Biblia. Dios es una trinidad, una persona compuesta de Dios Padre, Dios Hijo, y Dios Espíritu Santo. Dios Padre es la fuente del poder: “Todos deben someterse a las autoridades públicas, pues no hay autoridad que Dios no haya dispuesto, así que las que existen fueron establecidas por él” (Romanos 13.1). Dios ha delegado el poder a Su Hijo, Jesucristo: “Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra” (Mateo 28.18). Jesús ha delegado el poder espiritual a los creyentes. Este poder es experimentado a través del Espíritu Santo: “Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra” (Hechos 1.8). Hay otra fuerza de poder espiritual, sin embargo, es una fuerza negativa. Es la fuente de poder espiritual maligna y responsable por la brujería, fetichería y todas las otras prácticas malignas. Esta fuerza es Satanás, que es un poder espiritual, sin embargo, su poder es maligno, no es bueno: “Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales”

(Efesios 6.12).

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DEMOSTRACIÓN DE PODER Cuando Jesús comenzó su ministerio público, era un ministerio de milagros. Su ministerio no tuvo éxito a causa de una gran organización. Ya que comenzó con doce discípulos y acabó con once. No tuvo éxito debido a la popularidad. Al final, todos se

volvieron contra Él, incluyendo sus propios seguidores. Su ministerio

alcanzó las multitudes debido a la

demostración de poder: “Estaban asombrados de su enseñanza,

porque les hablaba con autoridad” (Lucas 4.32). “Todos se asustaron y se decían unos a otros: «¿Qué clase de palabra es esta? ¡Con autoridad y poder les da órdenes a los espíritus malignos, y salen!” (Lucas 4.36). “Me refiero a Jesús de Nazaret: cómo lo ungió Dios con el Espíritu Santo y con poder, y cómo anduvo haciendo el bien y sanando a todos los que estaban oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hechos 10.38). La Iglesia Primitiva nació en una demostración de poder. Ellos dijeron: “Estos que han trastornado el mundo entero han venido también acá” (Hechos 17.6). Afectó ciudades y naciones enteras, sin embargo, no hizo esto exclusivamente a través de predicadores. Las personas escucharon y sus vidas fueron cambiadas porque testificaban de la demostración del poder de Dios: “Al oír a Felipe y ver las señales milagrosas que realizaba, mucha gente se reunía y todos prestaban atención a su mensaje. De muchos endemoniados los espíritus malignos salían dando alaridos, y un gran número de paralíticos y cojos quedaban sanos. Y aquella ciudad se llenó de alegría” (Hechos 8.6-8). Cuando Pedro llegó a Lidia, se encontró con un hombre llamado Eneas que había estado postrado en la cama durante 8 años. “Eneas —le dijo Pedro—, Jesucristo te sana. Levántate y tiende tu cama». Y al instante se levantó. Todos los que vivían en Lida y en Sarón lo vieron, y se convirtieron al Señor” (Hechos 9.34-35). En Jope, Pedro levantó de los muertos a una mujer llamada Dorcas. Cuando sucedió este milagro. “La noticia se difundió por todo Jope, y muchos creyeron en el Señor” (Hechos 9.42).

Cada demostración milagrosa del poder de

Dios enfocó la atención en el Señor Jesucristo. Cada encuentro de poder producía la multiplicación de la iglesia. Influencia política no es lo que necesitamos para alcanzar al mundo con el Evangelio. Es verdad que el dinero es importante para la obra del ministerio, no es lo esencial, pero es necesario.

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Cuando Pedro y Juan pasaron por la puerta del Templo en Jerusalén, un mendigo cojo les pidió monedas. Pedro y Juan no tenían siquiera una pequeña cantidad de dinero. Pero le dieron lo que tenían: “No tengo plata ni oro —declaró Pedro—, pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y anda! Y tomándolo por la mano derecha, lo levantó. Al instante los pies y los tobillos del hombre cobraron fuerza. De un salto se puso en pie y comenzó a caminar. Luego entró con ellos en el templo con sus propios pies, saltando y alabando a Dios” (Hechos 3.6-8). Lo que ellos tenían era poder y autoridad en el nombre de Jesús. No habían hecho publicidad para llegar a la ciudad de Jerusalén. No tenían ningún folleto impreso, o Biblia, no había redes sociales o televisión. Pero ellos tenían el poder. A través de la demostración del poder de Dios, la ciudad entera fue afectada por el mensaje del evangelio (Hechos 3 y 4). La Iglesia Primitiva comprendió que el Evangelio del Reino no solamente era de palabra, sino de poder: “Porque el reino de Dios no es cuestión de palabras, sino de poder” (1 Corintios 4.20).

PODER DE ELECCIÓN Cuando Dios creó al mundo, hizo muchos tipos diferentes de criaturas. Hizo animales, peces y pájaros (Genesis 1). Pero la mayor creación de Dios fue el hombre, que fue creado a su propia imagen. El hombre es único en todas las criaturas porque tiene un cuerpo, alma y espíritu. Fue creado para rendir culto a Dios y tener comunión con el Dios vivo y verdadero (Genesis 2 y 3). El hombre, por la creación, es el compañero de un milagro operado por el Padre, el Dios vivo y verdadero. El hombre, dotado con un soplo de vida y hecho a su imagen, tiene una capacidad para el poder diferente a cualquier otro ser creado. La esfera de los milagros debe ser la esfera natural del hombre. El hombre tiene la mente más poderosa e inteligente de todas las criaturas de Dios. El

hombre tiene el poder de la opción. El hombre puede escoger

hacer el bien o el mal. Puede escoger a Dios o

Satanás. La primera tentación del hombre por Satanás en el jardín del Edén se enfocó en este poder de elección (Genesis 3). Al pecar, una naturaleza básica de pecado ha pasado Adán y Eva a toda la humanidad debido a una mala elección.

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LA BASE DEL PODER ESPIRITUAL Si el hombre desea experimentar el verdadero poder espiritual, debe escoger servir a Dios. Desde que todos son pecadores, todos tienen necesidad de perdón: “Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios” (Romanos 3.23). El perdón pasa por el arrepentimiento y la creencia en Jesucristo: “Si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no tenemos la verdad. 9 Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad” (1 Juan 1.8-9).

El arrepentimiento es la base para el poder

espiritual. No puedes experimentar el poder de Dios si permaneces en la

muerte espiritual del pecado. Cuando los discípulos estaban predicando en una ciudad, un hombre llamado Simón testificó del poder de Dios en acción. Le ofreció dinero a Pedro y dijo: “¡Que tu dinero perezca contigo —le contestó Pedro—, porque intentaste comprar el don de Dios con dinero! No tienes arte ni parte en este asunto, porque no eres íntegro delante de Dios. Por eso, arrepiéntete de tu maldad y ruega al Señor. Tal vez te perdone el haber tenido esa mala intención. Veo que vas camino a la amargura y a la esclavitud del pecado” (Hechos 8.20-23). El arrepentimiento es la base de todo poder espiritual verdadero. Nunca experimentarás el poder de Dios a menos que hayas experimentado primero el arrepentimiento. La salvación del pecado es la mayor demostración del poder de Dios. Dios no derrama su poder a través de vasos pecadores. No trabaja a través de personas que intentan mejorar sus vidas a través del esfuerzo propio (Mateo 9.16-17). Dios demuestra su poder a través de vasos santos que se arrepintieron y están sirviéndole. TOMANDO POSESIÓN DE LAS PROMESAS A los creyentes les es prometido el poder espiritual. Sin embargo, hay dos partes en cada promesa de Dios: La promesa: el contenido, las palabras exactas y el significado de las promesas. La posesión de la promesa: no puedes usar lo que no posees. Debes reivindicar las promesas de Dios para que se vuelvan realidad en tu vida. ¿Cómo reivindicar las promesas de Dios? Estos son los pasos a seguir:

1. DECIDIR HACERLO. Tienes el poder de la promesa de Dios, o la rechazas, o la ignoras. Muchas personas han rechazado la promesa del poder espiritual, porque consideran que eran solamente para la Iglesia Primitiva. Otros la han ignorado. Leyeron las promesas en la Biblia, pero no actúan de acuerdo con ellas. Estas personas no tienen una demostración del poder de Dios en sus vidas, porque han ejercitado su poder de elección y no lo han reivindicado con la promesa.

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Siempre que haya una promesa en la Palabra de Dios que no se cumpla en tu vida no

significa que no es verdadera o que no es para ti. No interpretes la

Biblia basándote en tu propia experiencia. Simplemente porque no has experimentado una promesa de Dios no significa que no es una promesa verdadera y válida. La promesa de poder de Dios es un don de Dios. Pero debes escoger aceptar este don o no hacerlo.

2. DEBES ENTENDER LOS PRINCIPIOS Para poseer cualquier promesa bíblica debes entender los principios en los cuales está basada. Las promesas de Dios siempre están basadas en ciertos principios que desarrollan una respuesta al hombre. Por ejemplo, muchas promesas de Dios están basadas en el principio "si" y "entonces". Dios dijo: "Si haces esto, entonces recibirás la promesa". Un ejemplo de este principio es Deuteronomio 28.

Para experimentar la promesa de poder

espiritual debes entender los principios

bíblicos de poder. En el mundo natural es semejante a leer las

instrucciones que vienen con un producto para aprender a usarlo apropiadamente o cómo usar una receta para aprender a preparar cierta comida.

3. DEBES APLICAR LOS PRINCIPIOS Alguien puede darte un regalo encantador en el mundo natural. Puedes escoger aceptarlo o no. Viene con las instrucciones. Puedes leer las instrucciones y entenderlas completamente. Sin embargo, a menos que uses las instrucciones para usar el objeto, el producto aún es inútil para ti. La mera comprensión de los principios bíblicos de poder enseñados en este material no es suficiente, debes aplicar estos principios a tu propia vida y ministerio.

DE LA BENDICIÓN HACIA EL PODER Muchos creyentes no experimentan el poder porque nunca logran ir más allá del punto de bendición espiritual. El Espíritu Santo comienza a moverse en ellos y ellos sienten una gran alegría. Pueden experimentarlo cantando, gritando, danzando, llorando. Son bendecidos por Dios y responden emocionalmente. No hay nada de malo con esto. La Biblia está llena de estas experiencias espirituales.

Sin embargo, Dios quiere mover a su pueblo más

allá del punto de bendición, a esta esfera del poder espiritual,

de la emoción hacia la demostración.

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Hay una historia en el Antiguo Testamento que ilustra esta verdad. También ilustra el vínculo entre una promesa y la posesión de esta promesa. La nación de Israel viajó durante muchos meses, desde Egipto a través del desierto, hasta la tierra que Dios les prometió. Cuando llegaron cerca de esta tierra prometida Moisés envió espías para explorar la tierra. Diez de los espías volvieron con un relato negativo. Dijeron que había gigantes en la tierra y no había ninguna manera de que Israel entrara para poseerla. Solamente dos espías insistieron con que podían entrar y poseer la tierra y de hecho la poseyeron como Dios había prometido. Israel escogió escuchar el relato negativo. Debido a esto, aunque había una distancia de 11 días desde donde estaban acampando hasta la Tierra Prometida, Israel demoró 40 años para cumplir este período. “Por la ruta del monte Seír hay once días de camino entre Horeb y Cades Barnea” (Deuteronomio 1.2). Dios llevó a Israel hasta el punto de la bendición. Ellos estaban a la vera de la Tierra Prometida. El poder de Dios estaba disponible para conquistar al enemigo. Sin embargo, Israel se negó a avanzar en el poder de Dios. No había nada de malo con la promesa. El problema fue el rechazo de Israel en poseerla. No debes detenerte cuando consigues llegar a un punto de bendición en tu vida. Debes irrumpir hacia la esfera del poder espiritual. Si no haces esto continuarás vagando en un desierto espiritual, de existencia seca e impotente. Debes moverte más allá del punto de bendición, hacia la esfera de poder. Debes convertirte en un demostrador en lugar de un espectador, un hacedor en lugar de solamente un oyente. Cuando hagas esto, experimentarás el verdadero fluir del espíritu de Dios. Apreciarás una fuerza de vida y unción que nunca antes conociste experimentarás la vida después de la religión. PERSONAS COMUNES Puedes pensar que no experimentas este poder porque te falta la debida educación. Tal vez no poseas credenciales ministeriales con ninguna denominación. Puedes vivir en un pueblo alejado de una universidad cristiana y no poder obtener una educación bíblica.

Ningunas de estas cosas son necesarias para que recibas el poder espiritual. La

Palabra de Dios está llena de ejemplos de

hombres y mujeres comunes que fueron

usados por Dios de maneras poderosas: Abraham mintió sobre Sara, que era su esposa, debido al miedo aún así fue

usado por Dios para fundar la gran nación de Israel.

Moisés no era un buen portavoz, y mató a un egipcio con odio y aún así Dios lo usó para llevar una nación entera de dos millones de personas a la Tierra Prometida.

Pedro se hundió mientras caminaba sobre las aguas, siempre decía las cosas en el momento equivocado y de mala manera, y al final negó que conocía a Jesús.

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Pero este pescador común se levantó y dio un testimonio poderoso en el día de Pentecostés, que produjo la salvación de 3000 almas.

Gedeón, un joven escondido con temor de trillar el grano de la cosecha, fue llamado para liberar una nación entera de los opresores.

El rey David practicó adulterio, tomó la esposa de otro hombre y lo asesinó, aún así fue el mayor Rey de Israel, y fue llamado conforme al corazón de Dios.

Pedro y Juan, los dos eran pescadores pobres y no tenían ni dinero ni educación, sin embargo, el poder de sanidad de Dios fluyó a través de ellos para revolucionar ciudades enteras.

El apóstol Pablo dijo que sus cartas eran poderosas, sin embargo, su presencia corporal débil y su discurso pobre: “Pues algunos dicen: «Sus cartas son duras y fuertes, pero él en persona no impresiona a nadie, y como orador es un fracaso»” (2 Corintios 10.10).

Jacob era un engañador mentiroso y conspirador. Sin embargo, cuando Dios lo tocó se convirtió en un príncipe con poder.

Si el poder espiritual para con Dios y con los hombres puede ser confiado a los hombres como éstos, a ti también se te podrá confiar a pesar de tus fracasos humanos. Dios llama a hombres y mujeres ordinarios y los convierte en extraordinarios. Dios no te ve cómo te ves a ti mismo. No te ve como los otros te ven.

Dios te ve en lo que puedes convertirte

cuando Él te dote con el poder espiritual. Dios usa

personas ordinarias lo que la Biblia llama de vasos de barro. La razón por la que él hace esto es “para que se vea que tan sublime poder viene de Dios y no de nosotros” (2 Corintios 4.7).

TAREA

Completa el versículo clave de memoria:

“¡Dios, Dios mío eres tú! ¡De ____________ te _____________! Mi alma tiene _______ de ti, mi carne te ___________ en _________ seca y __________ donde no hay aguas, para _______ tu ___________ y tu __________, así como te he ______________ en el _________________” (Salmos 63.1 – 2).

¿Cuál es el propósito del llamado a dejar el poder mundano por el poder espiritual según lo leído en el texto?

__________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

¿Cuál es la base del poder? _______________________________________________________________________

Explica los siguientes términos que se refieren a las partes de las promesas de Dios: La promesa: ______________________________________________________

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La posesión de la promesa:__________________________________________ __________________________________________________________________________________________________________________________________

Explica y relaciona con tus palabras la siguiente frase con la historia bíblica mencionada: “No debes detenerte cuando consigues llegar a un punto de bendición en tu vida. Debes irrumpir hacia la esfera del poder espiritual. Si no haces esto continuarás vagando en un desierto espiritual, de existencia seca e impotente. Debes moverte más allá del punto de bendición, hacia la esfera de poder.” _____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

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Capítulo 2

La fuente de poder Objetivos: Al concluir este capítulo, serás capaz de:

Escribir el versículo clave de memoria.

Identificar la fuente de poder.

Enumerar 8 maneras en las cuales Dios revela su poder en la tierra.

Dar una referencia bíblica que explica porque Dios revela su poder en la tierra.

INTRODUCCIÓN Para entender los principios de poder adecuadamente, debemos comenzar exactamente por el inicio. Debemos descubrir la fuente de poder. La fuente de algo es su Principio o lugar de origen. Este capítulo presenta al Dios vivo y verdadero, que es revelado en la Biblia como la fuente de todo poder. David escribió: “Una cosa ha dicho Dios, y dos veces lo he escuchado: Que tú, oh Dios, eres poderoso” (Salmos 62.11). Cuando Dios repite algo es porque esto es muy importante.

LA FUENTE DE PODER Antes de existir cualquier cosa estaba Dios. Génesis 1 y 2 registra el principio del mundo y de los seres vivos. Dios hizo la tierra por su poder: “Dios hizo la tierra con su poder, afirmó el mundo con su sabiduría, ¡extendió los cielos con su inteligencia!” (Jeremías 10.12). “Yo, con mi gran poder y mi brazo poderoso, hice la tierra, y los hombres y los animales que están sobre ella, y puedo dárselos a quien me plazca”

(Jeremías 27.5). “porque por medio de él fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, poderes, principados o autoridades: todo ha sido creado por medio de él y para él” (Colosenses 1.16).

VERSÍCULO CLAVE

Una cosa ha dicho Dios, y dos veces lo he escuchado: Que tú, oh Dios, eres poderoso

Salmos 62.11

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Desde que Dios creó todas las cosas, no hay nada fuera del alcance de su poder. “¡Ah, Señor mi Dios! Tú, con tu gran fuerza y tu brazo poderoso, has hecho los cielos y tierra. Para ti no hay nada imposible” (Jeremías 32.17). Dios es la fuente de poder detrás de todas las cosas en su estado presente. “Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas; por tu voluntad existen y fueron creadas” (Apocalipsis 4.11). “Porque todas las cosas proceden de él, y existen por él y para él. ¡A él sea la gloria por siempre! Amén” (Romanos 11.36) “El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios, la fiel imagen de lo que él es, y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la derecha de la Majestad en las alturas” (Hebreos 1.3) Dios tiene los tiempos y las épocas en su poder. “No les toca a ustedes conocer la hora ni el momento determinados por la autoridad misma del Padre —les contestó Jesús” (Hechos 1.7). La tierra y todo lo que contiene pertenecen al Señor. “Del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella, el mundo y cuantos lo habitan” (Salmos 24.1). En Génesis 14.22, en el original, Dios es llamado el poseedor de los cielos y de la Tierra. Poseer algo es tener poder sobre eso.

Hay muchos reinos y gobiernos en este

mundo. Pero el reino de Dios es soberano. Eso

significa que el gobierno sobre todos. “El Señor ha establecido su trono en el cielo; su reinado domina sobre todos” (Salmos 103.19). “Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder, la gloria, la victoria y la majestad. Tuyo es todo cuanto hay en el cielo y en la tierra. Tuyo también es el reino, y tú estás por encima de todo. De ti proceden la riqueza y el honor; tú lo gobiernas todo. En tus manos están la fuerza y el poder, y eres tú quien engrandece y fortalece a todos” (1 crónicas 29.11 – 12). Desde que Dios creó al hombre Solamente él tiene poder sobre el espíritu del hombre. “No hay quien tenga poder sobre el aliento de vida, como para retenerlo, ni hay quien tenga poder sobre el día de su muerte. No hay licencias durante la batalla, ni la maldad deja libre al malvado” (Eclesiastés 8.8). Dios tiene el poder para conservar aquellos designados para morir.

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“Que lleguen a tu presencia los gemidos de los cautivos, y por la fuerza de tu brazo salva a los condenados a muerte” (Salmos 79.11). Dios es quien da poder al débil. “Él fortalece al cansado y acrecienta las fuerzas del débil” (Isaías 40.29). “En tu santuario, oh Dios, eres imponente; ¡el Dios de Israel da poder y fuerza a su pueblo! ¡Bendito sea Dios!” (Salmos 68.35). El poder de Dios no es afectado por el poder o falta de poder de parte del hombre. “Allí Asá invocó al Señor su Dios y le dijo: «Señor, solo tú puedes ayudar al débil y al poderoso. ¡Ayúdanos, Señor y Dios nuestro, porque en ti confiamos, y en tu nombre hemos venido contra esta multitud! ¡Tú, Señor, eres nuestro Dios! ¡No permitas que ningún mortal se alce contra ti!»” (2 Crónicas 14.11). Dios tiene el poder para liberar. La vida está llena de registros de cómo Dios liberó sobrenaturalmente a las personas en tiempos de necesidad. Se encuentran dos buenos ejemplos en el libro de Daniel, de cómo Dios liberó sus siervos del horno de fuego en capítulo el 3, y de los leones, en Daniel 6. Su poder es ilimitado. “El Señor es lento para la ira, imponente en su fuerza. El Señor no deja a nadie sin castigo. Camina en el huracán y en la tormenta; las nubes son el polvo de sus pies” (Nahúm 1.3). Su poder es Sublime. “El Todopoderoso no está a nuestro alcance; excelso es su poder. Grandes son su justicia y rectitud; ¡a nadie oprime!” (Job 37.23). El poder de Dios es eterno. Pablo escribió que Dios. “Al único inmortal, que vive en luz inaccesible, a quien nadie ha visto ni puede ver, a él sea el honor y el poder eternamente. Amén.” (1 Timoteo 6.16). En el libro final de la Biblia leemos sobre un evento futuro en el cielo cuando. “El templo se llenó del humo que procedía de la gloria y del poder de Dios, y nadie podía entrar allí hasta que se terminaran las siete plagas de los siete ángeles” (Apocalipsis 15.8). “Después de esto oí en el cielo un tremendo bullicio, como el de una inmensa multitud que exclamaba: «¡Aleluya! La salvación, la gloria y el poder son de nuestro Dios” (Apocalipsis 19.1). Repetidamente desde el inicio hasta el fin le Biblia enfatiza que Dios es la fuente de poder.

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CÓMO DIOS REVELA SU PODER La Biblia es un registro de cómo Dios revela su poder en la tierra. Aquí están varias maneras las cuales Dios revela su poder: La naturaleza: Dios se ha revelado en la naturaleza. Las plantas y animales, valles y montañas, aguas y desiertos, e incluso los cielos, todos son señales visibles de su poder creativo. “¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! Alaben a Dios en su santuario, alábenlo en su poderoso firmamento” (Salmos 150.1). “Tú, con tu poder, formaste las montañas, desplegando tu potencia. Tú calmaste el rugido de los mares, el estruendo de sus olas, y el tumulto de los pueblos”. (Salmo 65.6 – 7) Dios está en el viento mar y montaña. “Desató desde el cielo el viento solano, y con su poder levantó el viento del sur” (Salmos 78.26). “El Señor es lento para la ira, imponente en su fuerza. El Señor no deja a nadie sin castigo. Camina en el huracán y en la tormenta; las nubes son el polvo de sus pies. Increpa al mar y lo seca; hace que todos los ríos se evaporen. Los montes Basán y Carmelo pierden su lozanía; el verdor del Líbano se marchita. Ante él tiemblan las montañas y se desmoronan las colinas. Ante él se agita la tierra, el mundo y cuanto en él habita. ¿Quién podrá enfrentarse a su indignación? ¿Quién resistirá el ardor de su ira? Su furor se derrama como fuego; ante él se resquebrajan las rocas” (Nahúm 1.3 – 6) Controla todos los elementos de la naturaleza. “Cuando él deja oír su voz, rugen las aguas en los cielos; hace que vengan las nubes desde los confines de la tierra. Entre relámpagos hace llover, y saca de sus depósitos al viento” (Jeremías 10.13) Job, capítulos 38 al 40 nos proporciona un registro detallado de cómo Dios se revela en el mundo de la naturaleza. Dios ha revelado su poder tan claramente en la naturaleza que los hombres no tienen ninguna excusa por no creer en Él. “Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó, de modo que nadie tiene excusa” (Romanos 1.20).

Su palabra escrita: Desde el inicio hasta el fin, la Palabra escrita de Dios revela su poder. Comienza con su poder para crear y cierra con su poder para destruir juzgar y recrear. Entre Génesis y Apocalipsis la palabra de Dios registra constantemente su poder operando en el mundo y en las vidas de los hombres y mujeres.

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El juicio: Los hechos de juicio de Dios revelan su poder. Su primer poder fue demostrado en juicio en los días de Noé. (Génesis 6 al 9). La Biblia es un registro incesante del poder de Dios revelado a través del juicio del pecado. Envió juicio sobre su pueblo cuando pecó. También envío juicio sobre las naciones malignas. Puedes leer sobre esto en el libro de jueces y en los libros escritos por los profetas. Cada vez que Dios envío el juicio indicó claramente que su propósito era que las personas conocieran su poder. “El Señor dice: ‘¡Ahora vas a saber que yo soy el Señor!’ Con esta vara que llevo en la mano voy a golpear las aguas del Nilo, y el río se convertirá en sangre” (Éxodo 7.17). La redención: A lo largo de la historia Dios reveló su poder en hechos milagrosos de redención. Aunque Dios juzgó Adán y Eva, les proveyó un camino de salvación: “Pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre tu simiente y la de ella; su simiente te aplastará la cabeza, pero tú le morderás el talón” (Génesis 3.15). Aunque destruye la tierra con un diluvio proporciona un arca de salvación (Génesis del 6 al 9). Dios liberó a Israel de la esclavitud en Egipto a través de su poder. “El Señor amó a tus antepasados y escogió a la descendencia de ellos; por eso él mismo personalmente te sacó de Egipto con gran poder” (Deuteronomio 4.37). Dios levantó jueces reyes y profetas a quienes usó para liberar su pueblo de la mano del enemigo. Nehemías dijo sobre Israel. “Ellos son tus siervos y tu pueblo al cual redimiste con gran despliegue de fuerza y poder” (Nehemías 1.10). Cada vez que Dios liberó a su pueblo tenía un propósito. Este propósito era revelar su poder: “Pero Dios los salvó, haciendo honor a su nombre, para mostrar su gran poder” (Salmo 106.8). Jesucristo: El mayor plan de redención de Dios se revela en Jesucristo a través de quién todos los hombres podrían liberarse de una vez y por todas del pecado. El poder de Dios se revela a través de las profecías sobre el nacimiento de Jesús y en su nacimiento Milagroso. Fue evidente en la vida enseñanza y Ministerio del Señor Jesús, así como en su muerte y resurrección. La mayor revelación del poder de Dios Estaba en Jesucristo. “Luego oí en el cielo un gran clamor: Han llegado ya la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios; ha llegado ya la autoridad de su Cristo. Porque ha sido expulsado el acusador de

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nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios” (Apocalipsis 12.10).

El Espíritu Santo: Jesús les prometió a sus seguidores: “Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, hasta los confines de la tierra” (Hechos 1.8). Hechos 2 es el registro de la venida del Espíritu Santo enviado por Dios como lo había prometido Jesús. A través del Espíritu Santo, Dios continúa revelando su poder.

Las señales sobrenaturales: Hemos aprendido que Dios reveló su poder a través del juicio y de la redención de su pueblo. Pero Dios también revela su poder de otras maneras sobrenaturales. “Sobrenatural” significa “más allá del poder del mundo natural”. Es algo que no puede ser hecho por el poder del hombre. El poder de Dios ha sido revelado a través de las sanidades milagrosas, liberaciones de poder de los demonios la resurrección y muerte incluso a través del fuego que descendió del cielo. La vida entera es un registro de señales sobrenaturales de Dios que revelan su poder. El poder de Dios aún hoy se revela a través de este tipo de cosas. Los creyentes: Jesús dijo que tales señales poderosas serían hechas por Dios a través de los creyentes. “Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás —le dijo Jesús—, porque eso no te lo reveló ningún mortal, sino mi Padre que está en el cielo. Yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del reino de la muerte[c] no prevalecerán contra ella” (Mateo 16.17 – 18). Desde el principio de su Palabra escrita, Dios trabajó en esta tierra a través de

hombres y mujeres. El hombre tiene una capacidad

para el poder diferente de cualquier otro ser

creado. El juicio de Dios vino a través de los hombres y mujeres malos. La

redención vino a través de los jueces profetas y reyes piadosos y finalmente a través de Jesucristo. Cuando Jesús vino a la tierra para manifestar el poder de Dios en forma humana, nació de una mujer. La mayor redención de todas es la redención del pecado vino través de un hecho en forma de hombre. Después de que Jesús volvió al cielo, continuó demostrando su poder en la tierra a través de los hombres y mujeres. El libro de hechos registra el poder de Dios en su operación a través de los creyentes. “Los discípulos salieron y predicaron por todas partes, y el Señor los ayudaba en la obra y confirmaba su palabra con las señales que la acompañaban” (Marcos 16.20).

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El poder de Dios se mostró a través del Poder del Evangelio que cambia vidas de hombres y mujeres. Se mostró los milagros de sanidad y Liberación su poder se mostró a pesar de sufrimiento y persecución. Siempre que Dios levanta un hombre o ministerio es con el propósito de mostrar su poder. Dios le dijo a Moisés: “Pero te he dejado con vida precisamente para mostrarte mi poder, y para que mi nombre sea proclamado por toda la tierra” (Éxodo 9.16). Dios continúa revelando su poder hoy a través de creyentes que son parte de la verdadera Iglesia. Demuestra su poder a través de los líderes especiales que establecen las iglesias y a través de los dones espirituales dados a los creyentes. ¿Por qué Dios revela su poder en la tierra? ¿Por qué muestra las señales milagrosas a la humanidad? Hay muchos propósitos para el poder de Dios en operación en el mundo. Pero muchos propósitos del poder de Dios pueden resumirse en un propósito mayor.

Este propósito desde el principio de los

tiempos era redimir a la humanidad pecadora

a través de Jesucristo. El propósito de la revelación de su poder es atraer a todos los hombres hacia él a través de Jesús. “Él nos hizo conocer el misterio de su voluntad conforme al buen propósito que de antemano estableció en Cristo, 10 para llevarlo a cabo cuando se cumpliera el tiempo, esto es, reunir en él todas las cosas, tanto las del cielo como las de la tierra” (Efesios 1.9 – 10). “Conforme a su eterno propósito realizado en Cristo Jesús nuestro Señor” (Efesios 3.11). Otros niveles de autoridad: Dios es la fuente de todo poder. Él es la autoridad Suprema y la más alta en el universo. Dios ha establecido otros niveles de autoridad en el mundo. En le dio autoridad a su hijo Jesucristo y le da autoridad de los creyentes a través del Espíritu Santo. Dios ha establecido niveles de autoridad en la sociedad, gobierno, negocios, hogares y en la Iglesia. Todos estos niveles de autoridad son importantes. Para entender los principios del poder espiritual adecuadamente debe reconocer la estructura de autoridad establecida por Dios. Sin embargo, primero, la atención debe estar puesta en una verdad importante que se revela en la Biblia. Aunque Dios es la fuente de poder, Su autoridad será desafiada por autoridades malignas. Estas autoridades no son una amenaza para la autoridad de

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Dios, no obstante, constantemente emprenden una guerra contra Él. Si incorporas en tu vida los principios de poder bíblicos, serás desafiado por estas mismas fuerzas. Abordaremos este tema en el siguiente capítulo.

TAREA

Completa el versículo clave de memoria: Una ______ ha __________ Dios, y dos _________ lo he _______________: Que tú, oh ___________, eres _________________” (Salmos 62.11).

¿Quién es la fuente de poder? Cita por lo menos 5 versículos bíblicos para fundamentar.

_________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

¿Cuáles son los medios por los cuáles Dios revela su poder? __________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

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Capítulo 3

El gran engañador Objetivos: Al concluir este capítulo, serás capaz de:

Escribir el versículo clave de memoria.

Identificar a Satanás con el engañador que desafía el verdadero poder de Dios.

Explicar lo que significa “espíritus de maldad en los lugares celestiales”.

Resumir cómo Satanás imita el poder de Dios a través de los espíritus de maldad en los lugares celestiales.

Introducción En el capítulo anterior, aprendimos que Dios es la fuente de poder y maneras en las cuales revela su poder en la tierra. Sin embargo, el gran poder de Dios no será siempre irrebatible. Hay una lucha de poder que se presenta en el mundo actual. No es una guerra de sangre y carne. Es un poderoso engañador que se rebela contra Dios.

EL GRAN ENGAÑADOR

Satanás está desafiando constantemente el poder de Dios en el universo. Es un

gran engañador porque no supone ninguna

amenaza real a Dios. Pero esto no fue siempre así. Originalmente,

Satanás fue creado por Dios como un hermoso ángel llamado Lucifer. Satanás se rebeló contra el poder y autoridad de Dios. Puedes leer sobre su estado original en Ezequiel 28.12-17.

VERSÍCULO CLAVE

Y no es de extrañar, ya que Satanás mismo se disfraza de ángel de luz.

Por eso no es de sorprenderse que sus servidores se disfracen de servidores de la justicia. Su fin corresponderá con lo

que merecen sus acciones.

2 Corintios 11.14-15

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Dios expulsó a Satanás del cielo y le permitió que sus pretensiones de poder tuvieran un juicio completo en la tierra. También expulsó a los otros ángeles que habían participado en la rebelión de Satanás. Ahora, estos ángeles malos son conocidos como “demonios” que operan con su poder en el mundo. Poco después de que Dios creó al primer hombre y mujer, comenzó la batalla en la tierra. Puedes leer sobre el primer desafío en Génesis capítulo 3. La caída de Adán y Eva en el pecado estaba arraigada en la rebelión contra la autoridad y poder de Dios. Ellos buscaban tener el mismo conocimiento de Dios. Con este conocimiento vendría el poder. Desde este tiempo, Satanás ha desafiado la autoridad de Dios en la tierra. A través del pecado, Satanás busca atraer a los hombres y mujeres a la obediencia a él, en lugar de la obediencia a Dios. Uno de los métodos principales de Satanás en desafiar el poder de Dios es falsificarlo. Una falsificación es una imitación de algo y su propósito es engañar. Por ejemplo, un billete falso que se pasa como uno real, que son usados por delincuentes para engañar a otros.

Satanás falsifica el poder de Dios. Imita el poder de Dios para

engañar a las personas. Usa sus ángeles (los demonios) para

ayudarle a alcanzar esta meta. Satanás y sus demonios a veces aparecen como buenos en lugar de malignos. Se nos advierte: “Y no es de extrañar, ya que Satanás mismo se disfraza de ángel de luz. Por eso no es de sorprenderse que sus servidores se disfracen de servidores de la justicia. Su fin corresponderá con lo que merecen sus acciones” (2 Corintios 11.14-15). Esta escritura revela cómo trabaja Satanás. Falsifica el poder de Dios con “todo poder, señales y prodigios de la mentira”. La única manera en la que puedes descubrir su falsificación es por la verdad de la Palabra de Dios.

PRINCIPADOS Y PODERES “Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales” (Efesios 6.12). Estamos comprometidos en una lucha de poder con los poderes invisibles de Satanás. Pero el poder de Dios es mayor que los “tronos, soberanías, principados, potestades” (Colosenses 1.16) y mayor que todos los “principados y potestades en las regiones celestes” (Efesios 6.12). Debes estar alerta al poder engañoso de Satanás que falsifica el poder de Dios. Para ello debes ser consciente de:

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Las fuerzas espirituales del mal en las regiones celestes: Cuando Pablo habla de las “fuerzas espirituales en las regiones celestes”, se refiere a los espíritus malignos que se han infiltrado en los sistemas religiosos del mundo.

Satanás ha organizado sus tropas para imitar

la verdadera Iglesia de Dios. En algunos casos tiene

congregaciones que son conocidas realmente como “La Iglesia de Satanás”, o “Espiritistas”. Tiene preparada una forma de culto en los “lugares altos” de religión organizada. Satanás tiene imitadores dentro de nuestras iglesias que demuestran el poder, sin embargo, no es el poder de Dios. La estructura que Satanás ha establecido en los lugares “celestes” de la religión está basada en la imitación y engaño.

Satanás tiene su propia trinidad: Dios tiene una trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo. La trinidad de Satanás incluye a Satanás, la bestia y un falso profeta.

Satanás tiene su propia iglesia: Dios estableció la verdadera iglesia conocida como el “cuerpo de Cristo” del cual Jesús es la cabeza: “Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno es miembro de ese cuerpo” (1 Corintios 12.27).

Satanás tiene su propia iglesia, que se llama “sinagoga de Satanás”: “Conozco tus sufrimientos y tu pobreza. ¡Sin embargo, eres rico! Sé cómo te calumnian los que dicen ser judíos, pero que, en realidad, no son más que una sinagoga de Satanás” (Apocalipsis 2.9). El nombre “sinagoga de Satanás” no siempre se usa abiertamente, pero se establece en cualquier lugar en el cual el verdadero evangelio del Señor Jesucristo no se predica.

Satanás tiene una doctrina: Dios tiene una doctrina que se revela en su Palabra, la Biblia: “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia” (2 Timoteo 3.16). La doctrina de Satanás se llama “la doctrina diabólica”: “El Espíritu dice claramente que, en los últimos tiempos, algunos abandonarán la fe para seguir a inspiraciones engañosas y doctrinas diabólicas” (1 Timoteo 4.1). La doctrina diabólica es cualquier enseñanza presentada como verdad y que no está de acuerdo con la Palabra escrita de Dios.

Satanás tiene un sistema de sacrificio: El texto de Romanos 12.1 nos dice que nos presentamos a Dios como un sacrificio vivo. Esto significa que debemos rendirnos en obediencia total a Dios. Satanás también

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exige sacrificios: “No, sino que cuando ellos ofrecen sacrificios, lo hacen para los demonios, no para Dios, y no quiero que ustedes entren en comunión con los demonios” (1 Corintios 10.20).

Satanás exige la obediencia total del cuerpo,

el alma y el espíritu. Hay cultos de sacrificios dirigidos exactamente

donde los hombres y mujeres se dedican al servicio de Satanás. También se practica el sacrificio de sangre de humanos y animales.

Satanás tiene su propia comunión: El compartir del pan de la comunión y del vino fue comenzado por Jesús como una manera de recordar su sacrificio por los pecados de toda la humanidad en la cruz (1 Corintios 11.23-24). Satanás falsifica esto con su propio servicio de comunión: “No pueden beber de la copa del Señor y también de la copa de los demonios; no pueden participar de la mesa del Señor y también de la mesa de los demonios” (1 Corintios 10.21).

Satanás tiene ministros: Dios llama a algunos creyentes para servir como pastores y ministrar a su iglesia proclamando el evangelio (1 Corintios 12.28). Satanás también tiene ministros: “Y no

es de extrañar, ya que Satanás mismo se disfraza de ángel de luz. Por eso no es de sorprenderse que sus servidores se disfracen de servidores de la justicia. Su fin corresponderá con lo que merecen sus acciones” (2 Corintios 11.14-15). Los ministros de Satanás proclaman su “evangelio” que es contrario al evangelio del Señor Jesucristo: “No es que haya otro evangelio, sino que ciertos individuos están sembrando confusión entre ustedes y quieren tergiversar el evangelio de Cristo. Pero, aun si alguno de nosotros o un ángel del cielo les predicara un evangelio distinto del que les hemos predicado, ¡que caiga bajo maldición!” (Gálatas 1.7-8).

Que un mensaje sea entregado con un estilo

poderoso no significa que es un mensaje del

verdadero evangelio.

Satanás tiene un trono: Dios tiene un trono en el cielo. Satanás también tiene un trono, aunque no se nos dijo sobre su exacta localización: “La bestia parecía un leopardo, pero tenía patas como de oso y fauces como de león. El dragón le confirió a la bestia su poder, su trono y gran autoridad” (Apocalipsis 13.2).

Satanás tiene adoradores: Hay muchos que rinden culto al verdadero Dios. Satanás también tiene adoradores: “Y adoraba al dragón porque había dado su autoridad a la bestia. También adoraban a

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la bestia y decían: «¿Quién como la bestia? ¿Quién puede combatirla?»” (Apocalipsis 13.4). Algunos adoradores de Satanás pretenden ser seguidores de Jesús: “El campo es el mundo, y la buena semilla representa a los hijos del reino. La mala hierba son los hijos del maligno, 39 y el enemigo que la siembra es el diablo. La cosecha es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles” (Mateo 13.38-39). Satanás mezcla la “buena semilla” (los verdaderos creyentes), con la “mala semilla”.

Satanás tiene profetas: Dos ha colocado a los profetas en la iglesia, hombres que son ungidos para llevar un mensaje directo de Dios a la Iglesia (1 Corintios 12.28). satanás también tiene los falsos profetas: “Y surgirá un gran número de falsos profetas que engañarán a muchos” (Mateo 24.11).

Satanás tiene sus maestros Dios ha ungido a algunas personas como maestros para explicar la Palabra a los otros (1 Corintios 12.28). Pero no todos los maestros son de Dios. Satanás tiene falsos maestros que

esparcen su doctrina maligna: “En el pueblo judío hubo falsos profetas, y también entre ustedes habrá falsos maestros que encubiertamente introducirán herejías destructivas, al extremo de negar al mismo Señor que los rescató. Esto les traerá una pronta destrucción. Muchos los seguirán en sus prácticas vergonzosas, y por causa de ellos se difamará el camino de la verdad. Llevados por la avaricia, estos maestros los explotarán a ustedes con palabras engañosas. Desde hace mucho tiempo su condenación está preparada y su destrucción los acecha” (2 Pedro 2.1-3). Los maestros de Satanás traen “herejías destructoras”, enseñanzas que son falsas y causan división. Ellos hablan mentiras y son especialistas en mezclar la verdad y el error de modo que la mentira se vuelve aceptable.

Satanás tiene sus apóstoles: Un apóstol es una persona que extiende el evangelio y establece iglesias (1 Corintios 12.28). Satanás también tiene apóstoles que hacen su trabajo por todo el mundo. Engañan a las personas imitando a los verdaderos apóstoles: “Tales individuos son falsos apóstoles, obreros estafadores, que se disfrazan de apóstoles de Cristo” (2 Corintios 11.13). Los apóstoles de Satanás se vuelven líderes de falsos cultos y se infiltran en las iglesias e incluso, se convierten en líderes de iglesias.

Satanás levanta falsos cristos: Satanás ha imitado al Señor Jesucristo levantando falsos cristos. Jesús advirtió: “Tengan cuidado de que nadie los engañe —les advirtió Jesús—. Vendrán muchos que, usando mi nombre, dirán: “Yo soy el Cristo”, y engañarán a muchos” (Mateo 24.4-5).

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Estos falsos cristos pueden usar el nombre de Jesús. Pueden hacer muchas señales y maravillas. Sin embargo, son imitadores del poder de Dios.

Satanás tiene un sistema de comunicación: La Biblia es un registro de como Dios habló al hombre en los tiempos pasados. Dios continúa hablando hoy a los hombres. Satanás también le habla al hombre. Sus primeras palabras a los humanos resultaron en la caída en el pecado (Genesis capítulo 3). Los creyentes oran a Dios con respecto a sus necesidades. Dios responde la oración del justo (Santiago 5.16). Los seguidores de Satanás le oran a él y se comunican con los

espíritus malignos. A veces Satanás responde con

eventos sobrenaturales como voces, objetos en

movimientos, ruidos, etc. Satanás tiene el poder para demostrar

esto visiblemente en nuestro mundo. Dios se ha comunicado con el hombre a través de su palabra escrita, la Biblia. El mensaje de Satanás también ha sido comunicado a través de la palabra escrita en revistas, libros, películas y música. La comunicación de Dios a través de su Palabra escrita y hablada nos proporciona dirección en los asuntos de la vida. Satanás tiene un sistema de falsa dirección alcanzado a través de métodos similares a los siguientes: Astrología y horóscopo: que usan las estrellas para predecir los eventos y dar direcciones. Lectura de manos, cuadros, bola de cristal y cuadros que son invocados para dar dirección. Brujería: encantamientos, rituales, sesiones de espiritismo, adivinaciones, métodos de suerte, visiones, y todo tipo de metodología no bíblica para recibir dirección.

Satanás tiene poder sobrenatural engañoso: Jesús prometió lo sobrenatural a sus seguidores después que ellos recibieran la llenura del Espíritu Santo (Hechos 1.8). Satanás también da poder y autoridad sobrenatural (Apocalipsis 13.2). Sus demonios crean fuerza y energía sobrenatural. Satanás puede realizar muchas señales y milagros sobrenaturales: “Son espíritus de demonios que hacen señales milagrosas y que salen a reunir a los reyes del mundo entero para la batalla del gran día del Dios Todopoderoso” (Apocalipsis 16.14). Jesús dijo: “Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos milagros?” Entonces les diré claramente: “Jamás los conocí. ¡Aléjense de mí, hacedores de maldad!”” (Mateo 7.22-23). Note que Jesús dijo: “NUNCA LOS CONOCÍ”. Estas personas con sus demostraciones impresionantes de poder nunca fueron de Dios. Eran falsificaciones llenas de engaño.

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EL PODER MÁS GRANDE Satanás es un desafiante engañoso. Tiene una organización poderosa. Sus seguidores pueden hacer actos poderosos. Jesús advirtió su poder: “Les voy a enseñar más bien a quién deben temer: teman al que, después de dar muerte, tiene poder para echarlos al infierno. Sí, les aseguro que a él deben temerle” (Lucas 12.5). En los próximos capítulos aprenderás cómo Jesús vino con gran poder y autoridad para destruir las obras malignas de Satanás, y que nos delegó a los creyentes poder sobre todo el poder del enemigo.

ENFRENTANDO AL DESAFIANTE ENGAÑOSO Veremos algunas direcciones para enfrentar el poder de Satanás:

Reconoce que Satanás es un imitador: El primer paso para vencer el poder de Satanás es reconocer que Satanás imita el poder de Dios.

Usa el discernimiento: Hay un don especial del Espíritu Santo llamado “discernimiento de espíritus”. Es una habilidad dada por Dios para discernir el espíritu de otra persona inmediatamente y saber si ellos son buenos o malos. Si tienes este poder espiritual, úsalo para determinar si los espíritus de las personas son de Dios o de Satanás. Si no tienes este don, Dios ha proporcionado otros medios de detección. 2 Pedro 2 y Judas detallan las características de las personas con espíritus seductores para

ayudarte a identificarlos. No importa que tan espiritual o

poderosa pueda presentarse la persona,

examínala a la luz de la Palabra de Dios.

Evalúa lo sobrenatural por los frutos: Porque Satanás imita el poder de Dios a través de las manifestaciones sobrenaturales de milagros, señales y maravillas, Dios ha brindado una manera de examinar los ministerios. Jesús comparó a los hombres con árboles fructíferos: “Un árbol bueno no puede dar fruto malo, y un árbol malo no puede dar fruto bueno. Todo árbol que no da buen fruto se corta y se arroja al fuego. Así que por sus frutos los conocerán” (Mateo 7.18-20). Satanás puede imitar los dones espirituales y el poder de Dios, pero no tiene ninguna imitación para la vida santa que exige el fruto del Espíritu Santo, que incluye: “En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas” (Gálatas 5.22-23). Valora los ministerios por el fruto espiritual en lugar de las manifestaciones sobrenaturales de poder.

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Estudia la Palabra de Dios: Para reconocer las doctrinas falsas de los maestros, apóstoles, profetas y ministros de Satanás, debes reconocer lo que es enseñado en la Palabra de Dios. Pablo le dijo a Timoteo: “Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad” (2 Timoteo 2.15). Aunque Pablo era un gran líder espiritual en la Iglesia Primitiva, los creyentes en la ciudad de Bereia examinaron todo lo que él decía, a través de la Palabra escrita de Dios: “Estos eran de sentimientos más nobles que los de Tesalónica, de modo que recibieron el mensaje con toda avidez y todos los días examinaban las Escrituras para ver si era verdad lo que se les anunciaba” (Hechos 17.11). Para evitar ser engañado por el poder de Satanás, examina todo lo que se enseña a la luz de la Palabra de Dios. Examina las vidas de aquellos que están enseñando doctrinas poderosas o realizando señales y maravillas.

No aceptes cualquier enseñanza, doctrina,

revelación o milagro que no están en armonía

con la Palabra de Dios. El poder de Satanás atrae frecuentemente

a los creyentes a través de la llamada “nueva revelación especial de la verdad”. Las personas reivindican sueños especiales, apariciones de ángeles, visiones, voces, u otros eventos sobrenaturales. Pablo indica: “No es que haya otro evangelio, sino que ciertos individuos están sembrando confusión entre ustedes y quieren tergiversar el evangelio de Cristo. Pero, aun si alguno de nosotros o un ángel del cielo les predicara un evangelio distinto del que les hemos predicado, ¡que caiga bajo maldición!” (Gálatas 1.7-8). No aceptes cualquier “profecía” que no tiene una correcta relación con la fe (Romanos 12.6). no aceptes cualquier revelación que te distancia de Dios y de la verdad de su Palabra (Deuteronomio 13.1-5). “Te librará de la mujer ajena, de la extraña de palabras seductoras” (Proverbios 2.16).

Evita toda influencia satánica: Destruye lo que poseas que esté relacionado a la brujería o con la obra del diablo. Esto incluye ídolos, amuletos, pociones, bolas de cristal, juegos, dispositivos de adivinación, y otros objetos similares. Destruye cualquier literatura y música que no glorifiquen a Dios. Esto fue lo que se las personas del Nuevo Testamento hacían cuando se convertían al evangelio: “Un buen número de los que practicaban la hechicería juntaron sus libros en un montón y los quemaron delante de todos. Cuando calcularon el precio de aquellos libros, resultó un total de cincuenta mil monedas de plata” (Hechos 19.19). No pierdas el tiempo en lugares donde hay influencia maligna. La Biblia registra que Dios se manifestó en lugares especiales como el templo del Antiguo Testamento y el aposento alto de una casa en el Día de Pentecostés. Es verdad que el poder satánico se

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puede manifestar en lugares especiales dedicados al mal. Esto incluye lugares donde se muestran escenas malignas, y se da un comportamiento rebelde, se practican sesiones de espiritismo, en cualquier parte donde se den prácticas pecadoras, se está levantando un culto a Satanás. Evita estos ambientes, porque el poder de Satanás allí es especialmente fuerte. No puedes orar “Y no nos dejes caer en tentación” y después estar en un lugar de estos: “No, sino que cuando ellos ofrecen sacrificios, lo hacen para los demonios, no para Dios, y no quiero que ustedes entren en comunión con los demonios” (1 Corintios 10.20). No te asocies con estos falsos líderes, maestros, profetas, ministros o apóstoles: “Eviten toda clase de mal” (1 Tesalonicenses 5.22).

Reconoce que el poder de Dios es mayor que el de Satanás: La organización de Dios, la verdadera iglesia, es más poderosa que la de Satanás: “Dios sometió todas las cosas al dominio de Cristo, y lo dio como cabeza de todo a la iglesia. Esta, que es su cuerpo, es la plenitud de aquel que lo llena todo por completo” (Efesios 1.22-23). “El fin de todo esto es que la sabiduría de Dios, en toda su diversidad, se dé a conocer ahora, por medio de la iglesia, a los poderes y autoridades en las regiones celestiales” (Efesios 3.10). Jesús es la cabeza de la iglesia. Los creyentes son su cuerpo. Si todas las cosas, (incluyendo a Satanás y su estructura religiosa) están bajo los pies de Jesús, entonces también están debajo de nuestros pies porque somos el cuerpo. “Debajo de los pies” significa que están bajo el poder y autoridad que Dios no ha delegado. Jesús dijo que tenemos autoridad sobre “Todo el poder del enemigo” (Lucas 10.19). esto incluye la maldad espiritual en los lugares celestes. Satanás y su organización desafían el poder de Dios, pero en realidad no representan una amenaza Él y a su

pueblo. La iglesia está demostrando actualmente

el poder de Dios a estos principados y poderes

malignos.

Aprende los principios de poder bíblicos: Si entiendes los principios bíblicos del poder de Dios, no te engañarás por las falsas operaciones de Satanás.

TAREA

Completa el versículo clave de memoria: “Y no es de _____________, ya que ______________ mismo se ______________ de ______________ de _________. Por eso no es de ________________ que sus _________________ se _______________ de _________________ de la

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_______________. Su fin ____________ con lo que merecen sus _______________” (2 Corintios 11.14-15).

Menciona, describe y compara 3 ejemplos en los cuales Satanás imita al poder de Dios.

_________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

¿De qué manera podemos enfrentar al desafiante engañoso? Usa versículos bíblicos para respaldar.

_________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

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Capítulo 4

“¡Nunca nadie ha hablado

como ese hombre!” Objetivos: Al concluir este capítulo, serás capaz de:

Escribir el versículo clave de memoria.

Identificar la fuente de poder de Jesús.

Resumir lo que la Biblia enseña con respecto al poder y autoridad de Jesús.

INTRODUCCIÓN Dios es una trinidad compuesta por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. La fuente de poder es Dios Padre. Dios delegó el poder a su Hijo, Jesucristo. El Espíritu Santo capacitó a los creyentes después con poder delegado por el Hijo.

En este capítulo aprenderás sobre el poder y la autoridad de Jesús. Era tan

grande que los líderes religiosos de su tiempo

comentaron: “¡Nunca nadie ha hablado como

ese hombre!” (Juan 7.46).

NACIDO DEL PODER Jesús nació en el poder del Espíritu Santo: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Así que al santo niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios” (Lucas 1.35).

VERSÍCULO CLAVE

Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo:

—Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra

Mateo 28.18

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Jesús era la manifestación visible del poder de Dios: “Pero para los que Dios ha llamado, lo mismo judíos que gentiles, Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de Dios” (1 Corintios 1.24).

BAUTIZADO EN EL PODER Juan reconoció el poder de Jesús. Él dijo: “Predicaba de esta manera: «Después de mí viene uno más poderoso que yo; ni siquiera merezco agacharme para desatar la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con[a] agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo»” (Marcos 1.7-8). Cuando Jesús fue bautizado por Juan en el Río Jordán, el Espíritu Santo descendió sobre Él en forma de una paloma: “Juan declaró: «Vi al Espíritu descender del cielo como una paloma y permanecer sobre él” (Juan 1.32). Dios le había dicho a Juan: “Yo mismo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: “Aquel sobre quien veas que el Espíritu desciende y permanece es el que bautiza con el Espíritu Santo”” (Juan 1.33). Esto fue confirmado cuando el Espíritu Santo descansó sobre Jesús en forma de una

paloma. Jesús no estaba lleno del Espíritu santo

solamente, sino que estaba bautizado con

poder.

UN PODER PROBADO Inmediatamente después de su bautismo, Jesús entró en el desierto para ser tentado por Satanás: “Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto” (Lucas 4.1). puedes leer sobre esta experiencia en Lucas 4.1-13. El poder es probado por la prueba. En cada tentación, Satanás, desafió el poder y la autoridad de Jesús. Jesús lo venció con éxito y “regresó a Galilea en el poder del Espíritu, y se extendió su fama por toda aquella región” (Lucas 4.14).

SU FUENTE DE PODER Dios Padre era la fuente de poder y autoridad de Jesús. Él dijo: “«El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, a pregonar el año del favor del Señor»” (Lucas 4.18-19). Jesús no ejerció el poder independientemente de Dios, el Padre. Continuamente, por todo su ministerio terrenal, Jesús confió en Dios como la fuente de su poder: “Pero Jesús les dijo: Yo les he mostrado muchas obras irreprochables que proceden del Padre. ¿Por cuál de ellas me quieren apedrear?” (Juan 10.32).

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PODER ILIMITADO No había ningún límite al poder de Cristo. Él recibió todo el poder en el cielo y en la tierra: “Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra” (Mateo 28.18). Jesús tenía el poder “muy por encima de todo gobierno y autoridad, poder y dominio, y de cualquier otro nombre que se invoque, no solo en este mundo, sino también en el venidero. Dios sometió todas las cosas al dominio de Cristo, y lo dio como cabeza de todo a la iglesia. (Efesios 1.21-22). Jesús es la cabeza de todos los otros poderes: “Y en él, que es la cabeza de todo poder y autoridad, ustedes han recibido esa plenitud” (Colosenses 2.10). Jesús tenía el poder ilimitado. Él recibió:

Poder para enseñar con autoridad: Los escribas basaron su autoridad en las Escrituras del Antiguo Testamento. Jesús basó su autoridad en el mismo Dios: “La gente se asombraba de su enseñanza, porque la impartía como quien tiene autoridad y no como los maestros de la ley” (Marcos 1.22). “Estaban asombrados de su enseñanza, porque les hablaba con autoridad” (Lucas 4.32).

Poder sobre sus enemigos: Jesús tenía poder para perdonar el pecado: “Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados —se dirigió entonces al paralítico—: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa” (Mateo 9.6).

Poder sobre la enfermedad: “Al atardecer, le llevaron muchos endemoniados, y con una sola palabra expulsó a los espíritus, y sanó a todos los enfermos” (Mateo 8.16).

Poder sobre la naturaleza: “Él se levantó, reprendió al viento y ordenó al mar: ¡Silencio! ¡Cálmate! El viento se calmó y todo quedó completamente tranquilo” (Marcos 4.39).

Poder sobre todo hombre: “Ya que le has conferido autoridad sobre todo mortal para que él les conceda vida eterna a todos los que le has dado” (Juan 17.2).

Poder sobre sus enemigos: “—¿Te niegas a hablarme? —le dijo Pilato—. ¿No te das cuenta de que tengo poder para ponerte en libertad o para mandar que te crucifiquen? —No tendrías ningún poder sobre mí si no se te hubiera dado de arriba—le contestó Jesús—. Por eso el que me puso en tus manos es culpable de un pecado más grande” (Juan 19.10-11).

Poder sobre la muerte: Jesús dijo: “Entonces Jesús le dijo: —Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera” (Juan 11.25).

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A través de su propia muerte y resurrección, Jesús “Desarmó a los poderes y a las potestades, y por medio de Cristo los humilló en público al exhibirlos en su desfile triunfal” (Colosenses 2.15).

Poder sobre su propia vida: Jesús explicó al respecto de su propia vida: “Nadie me la arrebata, sino que yo la entrego por mi propia voluntad. Tengo autoridad para entregarla, y tengo también autoridad para volver a recibirla. Este es el mandamiento que recibí de mi Padre” (Juan 10.18).

Poder para ejecutar el juicio: Dios le había dado poder a Jesús para ejecutar el juicio: “Y le ha dado autoridad para juzgar, puesto que es el Hijo del hombre” (Juan 5.27).

Poder sobre los demonios: Jesús tenía poder y autoridad sobre las fuerzas demoníacas: “Todos se asustaron y se decían unos a otros: «¿Qué clase de palabra es esta? ¡Con autoridad y poder les da órdenes a los espíritus malignos, y salen!»” (Lucas 4.36). “Todos se quedaron tan asustados que se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una enseñanza nueva, pues lo hace con autoridad! Les da órdenes incluso a los espíritus malignos, y le obedecen»” (Marcos 1.27). “Me refiero a Jesús de Nazaret: cómo lo ungió Dios con el Espíritu Santo y con poder, y cómo anduvo haciendo el bien y sanando a todos los que estaban oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hechos 10.38).

Poder sobre todas las obras del enemigo: El propósito por el cual Jesús entró en el mundo fue para destruir las obras del Diablo: “El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha estado pecando desde el principio. El Hijo de Dios fue enviado precisamente para destruir las obras del diablo” (1 Juan 3.8).

EL PODER PRESENTE Después de su muerte y resurrección, Jesús volvió al cielo. Allí continúa ministrando en poder y autoridad a la diestra de Dios: “Pero de ahora en adelante el Hijo del hombre estará sentado a la derecha del Dios Todopoderoso” (Lucas 22.69). “—¡Veo el cielo abierto —exclamó—, y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios!” (Hechos 7.56).

Jesús también continúa operando a través del

poder delegado a los creyentes. Antes de que Jesús volviera

al cielo, delegó poder y autoridad a sus seguidores. Ellos deberían hacer las obras que

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Él había hecho, y obras todavía mayores (Juan 14.12). Estudiaremos sobre este poder delegado en el próximo capítulo.

EL PODER FUTURO Algún día, Jesús volverá a la tierra en gran poder y gloria: “La señal del Hijo del hombre aparecerá en el cielo, y se angustiarán todas las razas de la tierra. Verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria” (Mateo 24.30). En ese momento, todos los poderes del cielo y de la tierra serán entregados a Jesús: “Entonces vendrá el fin, cuando él entregue el reino a Dios el Padre, luego de destruir todo dominio, autoridad y poder” (1 Corintios 15.24). Todo el universo reconocerá el poder de Dios, el Padre, y de su Hijo, Jesucristo: “Cantaban con todas sus fuerzas: «¡Digno es el Cordero, que ha sido sacrificado, de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría, la fortaleza y la honra, la gloria y la alabanza!» Y oí a cuanta criatura hay en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra y en el mar, a todos en la creación, que cantaban: «¡Al que está sentado en el trono y al Cordero, sean la alabanza y la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos!»” (Apocalipsis 5.12-13).

TAREA

Completa el versículo clave de memoria: "Jesús se ________________ entonces a ____________ y les dijo: —Se me ha _______________ toda _________________ en el _____________ y en la _____________” (Mateo 28.18).

¿Por qué razones podemos afirmar que Cristo tiene poder ilimitado? Da ejemplos.

________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

Explica la diferencia entre PODER PRESENTE y PODER FUTURO. __________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

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Capítulo 5

La autoridad delegada Objetivos: Al concluir este capítulo, serás capaz de:

Escribir el versículo clave de memoria.

Identificar la fuente de quién recibimos el poder espiritual.

Explicar la relación entre responsabilidad y autoridad.

Explicar responsabilidad y autoridad.

Explicar la responsabilidad que Jesús le delegó a sus seguidores. Definir las dos palabras griegas para “poder”.

INTRODUCCIÓN Dios es la fuente del poder. Él delegó “todo el poder” a su Hijo, Jesucristo. Entonces Jesús les delegó el poder espiritual a sus seguidores. Este poder les permitió que cumplieran la gran responsabilidad delegada para ellos.

RESPONSABILIDAD Y AUTORIDAD “Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo” (Mateo 28.19-20). La responsabilidad que Jesús les dio a sus seguidores era alcanzar el mundo entero con el evangelio del Reino de Dios. Hay una relación definida entre la responsabilidad y la autoridad.

Cuando alguien recibe la responsabilidad de

hacer algo, también debe recibir la autoridad

VERSÍCULO CLAVE

Sí, les he dado autoridad a ustedes para pisotear serpientes y escorpiones y

vencer todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer daño.

Lucas 10.19

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para hacerlo. Esta autoridad debe ser delegada por alguien mayor que él.

Por ejemplo, un policía recibe la responsabilidad de mantener el orden en un pueblo o ciudad. También recibe la autoridad de gobierno para cumplir esa responsabilidad. Recibe la autoridad para llevar un arma que le da poder para poder cumplir su tarea. El policía no tiene autoridad sobre sí mismo. Su autoridad le fue delegada (dada) a él por sus superiores. Él es un hombre que trabaja con el poder delegado a él por sus superiores. Es un hombre que trabaja con el poder delegado a él por una autoridad más alta. Él representa gobierno. Jesús les dio a sus seguidores la responsabilidad de alcanzar al mundo con el Evangelio. También les dio la autoridad para realizar la tarea. No puedes darle la responsabilidad a alguien, sin darle autoridad para llevar a cabo esa responsabilidad ¿Cuál fue esta autoridad? Fue el poder espiritual, gran poder espiritual. Jesús dijo: “Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: —Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra” (Mateo 28.18). Después dijo: “Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo” (Mateo 28.19-20).

AUTORIDAD PARA DELEGAR Cuando Jesús vino a esta tierra, vino con poder y autoridad. Jesús tenía “todo el poder” delegado de Dios. Debido a eso, tenía autoridad para delegar los dos. El poder y la responsabilidad a sus seguidores: “Reunió a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar a los espíritus malignos y sanar toda enfermedad y toda dolencia” (Mateo 10.1). No fueron bendiciones materiales o emocionalismo lo que Jesús delegó a sus discípulos. No estableció una base organizada de operación en Jerusalén. Él sabía que solo con esto no se realizaría la tarea. Él delegó PODER. El poder que Jesús le delegó a sus seguidores: “Sí, les he dado autoridad a ustedes para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer daño” (Lucas 10.19).

Satanás no tiene miedo de ti. Él no te

respetará, sin embargo, le teme a la

autoridad que Dios te ha delegado. La autoridad está basada en relacionamientos. Por ejemplo: el policía tiene la autoridad debido a su relación con el gobierno. Su autoridad está basada en relación

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con el Señor Jesucristo. Detrás de ti está posicionado Jesús con “todo el poder”. Cuando comprendas esta verdad, tu vida cambiará. Jesús les dijo a los discípulos: “Ahora voy a enviarles lo que ha prometido mi Padre; pero ustedes quédense en la ciudad hasta que sean revestidos del poder de lo alto” (Lucas 24.49). Cuando los discípulos fueron dotados con este poder, pasan de ser hombres temerosos, incrédulos e inseguros a ser hombres de autoridad. El libro de Hechos registra cómo la promesa de poder espiritual se cumplió en la vida de los creyentes. Los milagros, señales y maravillas descriptas en este libro son impresionantes. Cada manifestación de poder de Dios contribuyó al cumplimiento de la gran responsabilidad de alcanzar al mundo con el Evangelio.

DOS PALABRAS PARA EL PODER En el Nuevo Testamento hay dos palabras diferentes en las cuales se traduce una sola palabra: poder. Los dos significados se ilustran en este versículo: “Sí, les he dado autoridad a ustedes para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer daño” (Lucas 10.19). La palabra griega “exousia” significa “poder o autoridad delegada”. La palabra “dunamis” se refiere al “poder inherente”. “Poder inherente deriva de la mente y del yo, y se usa en este versículo para describir el poder de Satanás. El poder delegado es usado para describir el poder de Jesús que fue delegado por Dios. Es este poder, delegado por Dios, que es mayor que el poder del enemigo. Es este poder delegado el que fue transmitido a los creyentes. No naces con este poder. No lo heredas de tus padres. Es delegado en tu vida por medio de Jesucristo:

La responsabilidad para con el poder: El poder que Jesús le dio a sus seguidores lleva consigo una responsabilidad específica. Debería ser usado para extender el Evangelio a las naciones del mundo: “Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra” (Hechos 1.8). Jesús contó una parábola que ilustra esta verdad en Marcos 13. Él dijo: “Es como cuando un hombre sale de viaje y deja su casa al cuidado de sus siervos, cada uno con su tarea, y le manda al portero que vigile” (Marcos 13.34).

La autoridad fue dada para alcanzar una

obra. Esa obra es la extensión del Evangelio a las naciones del mundo.

Pertenece al pasado: Algunas personas aseguran que esta gran unción de poder espiritual solo era para la Iglesia Primitiva. Ellos dicen que solo era para los discípulos. Afirman que el día de milagros forma parte del pasado.

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Sin embargo, considera esta pregunta: ¿El mundo entero ha sido alcanzado con el Evangelio? La tarea que Jesús dejó a sus seguidores no se ha terminado aún. Todavía tenemos la responsabilidad de alcanzar al mundo con el Evangelio del Reino. Jesús no le quitaría la autoridad de la muerte y resurrección de Lázaro en Juan 11. Cuando Jesús llegó después que Lázaro ya estaba muerto, María lo encontró y le dijo: “Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto” (Juan 11.21). Jesús le dijo: “Tu hermano resucitará” (Juan 11.23). Marta respondió: “Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día final” (Juan 11.25). Entonces Jesús le dijo: “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera” (Juan 11.25). Marta creía que Jesús podía haber levantado a Lázaro en el pasado (“Si hubieras estado aquí…”). También creía que podría hacerlo en el futuro (“Yo sé que resucitará en la resurrección…”. Sin embargo, Jesús compartió una verdad muy grande con ella. Él dijo: “Yo soy” la resurrección y la vida. “Yo soy” está hablando del tiempo presente. Entonces, Él levantó a Lázaro de entre los muertos. No existe eso de el “último día de los milagros”. Tampoco un día de milagros a futuro. En cada época hay un poder para operar milagros para satisfacer las necesidades de las

personas. Por todos los días y épocas, Dios está manifestando su poder. Él dijo:

“YO SOY”, en tiempo presente.

La vida de la vid “Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada” (Juan 15.5). En el mundo, la vida procede de la vid. La vid envía un flujo de vida las ramas de una planta para producir el fruto. Una rama no da frutos por sí misma. Si está separada de la vid principal, deja de dar fruto y eventualmente, morirá. Este es el ejemplo que Jesús usó para ilustrar el fruto del poder de Dios en el mundo espiritual. Somos las ramas que dan frutos. Jesús es la vida. Tú no produces frutos, sólo los das (ver Juan 15). Los milagros poderosos de los tiempos del Nuevo Testamento no eran los milagros de Pedro. No eran la operación de las manos de Pablo. Eran en resultado de la vida de Dios que fluía a través de ellos como ramas espirituales que dan el fruto espiritual. Estos hombres hicieron lo que Dios les había ordenado. Predicaban la Palabra. Ellos pusieron las manos sobre el enfermo. Les ordenaban a los demonios que soltaran las vidas de los hombres y mujeres. Ellos obedecieron y le dejaron los resultados a Dios.

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Obedece a Dios y deja los resultados en sus manos. No eres un generador de milagros, Dios es la fuente de poder. Cuando eres obediente a Dios y actúas conforme a Su Palabra, dependes de Él, y Él produce poder a través tuyo. Cuando los discípulos preguntaron “¿Qué haremos para realizar las obras de Dios?”, Jesús respondió: “Esta es la obra de Dios: que crean en aquel a quien él envió” (Juan 6.29). Jesús el que trabaja a través de ti. Él es quién ha delegado su autoridad. No tienes que trabajar ese poder a través del emocionalismo. No tienes que “implorar hasta quedarte sin aliento”. El poder de Dios es el que opera a través de ti: “Los discípulos salieron y predicaron por todas partes, y el Señor los ayudaba en la obra y confirmaba su palabra con las señales que la acompañaban” (Marcos 16.20). Con frecuencia, este modelo cambia en el ministerio. Muchos intentan trabajar para Dios. Sin embargo, el método que trae los resultados poderosos es el “Señor actuando con ellos”. Jesús les dijo a los discípulos: “Ahora voy a enviarles lo que ha prometido mi Padre; pero ustedes quédense en la ciudad hasta que sean revestidos del poder de lo alto” (Lucas 24.49). Muchos ministerios fallan porque actúan antes de recibir la unción de poder espiritual.

Si debemos enfrentar los desafíos de la gran

responsabilidad que Jesús nos dio debemos

hacer esto en la autoridad y poder de Dios.

LOS PROPÓSITOS Las personas no delegan su poder a otros a menos que tengan una razón para hacer eso. Hay siempre un propósito cuando la autoridad es delegada. Aprendiste en este capítulo que el propósito principal para el poder espiritual es la extensión del Evangelio. Pero hay muchos otros propósitos importantes para esta autoridad delegada. Aprenderás sobre estos propósitos respecto al poder en el siguiente capítulo.

TAREA

Completa el versículo clave de memoria: “___, les he dado _____________ a _________________ para ____________ serpientes y escorpiones y _____________ todo el _______________ del __________________; ______________ les podrá ______________ daño” (Lucas 10.19).

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Explica la siguiente frase según lo estudiado. Usa un ejemplo cotidiano diferente.

“Cuando alguien recibe la responsabilidad de hacer algo, también debe recibir la autoridad para hacerlo” __________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

La palabra griega “exousia” significa “_________________________________”. La palabra “dunamis” se refiere al “__________________________________”.

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Capítulo 6

Los propósitos del poder Objetivos: Al concluir este capítulo, serás capaz de:

Escribir el versículo clave de memoria.

Explicar cómo difiere el poder mundano del poder espiritual.

Dar una referencia bíblica que confirma que los principios del mundo son opuestos a los del Reino de Dios.

Identificar los propósitos para el poder espiritual.

INTRODUCCIÓN Poder sin dirección puede ser peligroso. El poder de un río poderoso puede ser dirigido para buenos propósitos. El agua puede ser llevada a los agricultores. Los grandes navíos pueden navegar en sus aguas. En algunas sociedades se usa el agua para producir una poderosa energía llamada “electricidad”. Sin embargo, si ese mismo río no tiene dirección puede inundar y causar un gran daño. Puede acabar con las cosechas y destruir casas. Puede tomar algunas vidas. Es el mismo Río. Es el mismo poder. El río es una fuerza positiva cuando se dirige a los propósitos apropiados, pero es destructivo cuando no lo está.

El poder espiritual usado para los propósitos

equivocados es tan peligroso como un

poderoso río que inunda todo, fuera de

control. Por esta razón es importante entender los propósitos bíblicos para el

poder espiritual.

VERSÍCULO CLAVE

Los discípulos salieron y predicaron por todas partes, y el Señor

los ayudaba en la obra y confirmaba su palabra con las señales que la

acompañaban.

Marcos 16.20

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LOS PROPÓSITOS MUNDANOS Cómo aprendimos en la introducción este curso, hay muchos tipos de operaciones del poder en el mundo de hoy. Las personas usan este poder por varios motivos. El poder político puede ser usado para liderar organizaciones, tribus, pueblos, ciudades, estados, provincias y naciones enteras. El poder intelectual es usado para hacer grandes inventos, creaciones literarias y musicales, y para establecer las instituciones educativas. El poder físico es el utilizado en el mundo de la competición atlética. El poder financiero crea negocios, corporaciones y grandes imperios financieros. El poder militar es usado tanto para defender como para ganar territorios. El poder de la energía sirve al hombre de muchas maneras que van desde un simple fuego hasta el calor y a llevar energía a una ciudad entera. El poder religioso crea las grandes denominaciones y los cultos religiosos. Sin embargo, ninguno de estos son los propósitos bíblicos para el poder.

NO COMO GENTILES En una ocasión, cuando Jesús estaba enseñando a sus discípulos sobre el liderazgo, les dijo: “Como ustedes saben, los gobernantes de las naciones oprimen a los súbditos, y los altos oficiales abusan de su autoridad. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor, 27 y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de los demás” (Mateo 20.25 – 27). Jesús estaba enseñando a sus seguidores un principio importante que puede aplicarse a muchas otras áreas de la vida aparte del liderazgo. El vocablo “gentiles” es usado

para identificar a las personas y naciones separadas de Dios. Jesús explicó

que el reino de Dios opera sobre principios

completamente diferentes a los del mundo. Este mismo principio es verdadero con respecto al asunto de poder. Los propósitos mundanos para el poder no son los propósitos para el poder del Reino de Dios. El poder es usado para los propósitos mundanos en el mundo. En el reino de Dios será usado para propósitos altruista para el avance del reino. Algunas personas abusan del poder espiritual y lo usan para crear grandes religiones y los diferentes movimientos. Lo usan para crear reinos financieros y ganar popularidad personal. Sin embargo, estos no son los propósitos bíblicos para el poder espiritual.

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Abusan de los verdaderos propósitos para los cuales Jesús delegó la autoridad a los creyentes. Los escribas y fariseos de los tiempos del nuevo testamento son ejemplos del abuso del poder espiritual. Jesús dijo: “¡Ay de ustedes, fariseos!, que se mueren por los primeros puestos en las sinagogas y los saludos en las plazas. ¡Ay de ustedes!, que son como tumbas sin lápida, sobre las que anda la gente sin darse cuenta” (Lucas 11.43 – 44). Los escribas y fariseos eran líderes religiosos poderosos. Usaron este poder para lucro personal. Tomaron los mejores asientos en las sinagogas. Ordenaban raciones especiales en el mercado y usan su poder para controlar a las personas: “¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas! Les cierran a los demás el reino de los cielos, y ni entran ustedes ni dejan entrar a los que intentan hacerlo” (Mateo 23.13). “¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas! Recorren tierra y mar para ganar un solo adepto, y cuando lo han logrado lo hacen dos veces más merecedor del infierno que ustedes” (Mateo 23.15). Los fariseos hicieron una gran demostración de poder espiritual exterior, sin embargo, lo usaron para el lucro personal: “¡Qué terrible va a ser para ustedes, maestros de la ley y fariseos! ¡Hipócritas! Ustedes les quitan las casas a las viudas mientras que dicen largas oraciones para guardar las apariencias. Por esto, recibirán un castigo más grande” (Mateo 23.14) Tenían el poder religioso, sin embargo, no tenían el verdadero poder espiritual.

LOS PROPÓSITOS BIBLICOS PARA EL PODER Estos son los propósitos bíblicos para el poder espiritual:

Salvación Un propósito primario del poder espiritual es la salvación “Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios” (Juan 1.12)

(1 Corintios 1.18). La demostración del poder de Dios

produce la salvación. Los pueblos de Lida y Jope se convirtieron

cuando eneas un paralítico que había estado postrado durante 8 años fue sanado (Hechos 9).

Dar testimonio Uno de los propósitos principales del poder espiritual delegado a los creyentes fue dado cuando Jesús prometió este poder: “Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra” (Hechos 1.8).

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El poder que Jesús delegó a sus seguidores debería venir sobre ellos después de la venida del Espíritu Santo. El propósito del poder era extender el poderoso testimonio del Evangelio comenzando en Jerusalén y extendiéndose hasta los confines de la Tierra. La primera demostración de este poder espiritual se vio en el apóstol Pedro. Después de recibir el Espíritu Santo en un poderoso testimonio del Evangelio, que produjo la salvación de 3000 personas. Este era el mismo Pedro que huyó en el momento de la captura de Jesús. Este fue el mismo Pedro que incluso negó conocer al Señor ¿Qué sucedió? Pedro había sido dotado con poder espiritual. Recordó el propósito de este poder declarado por Jesús: "serán mis testigos". Cuando recibió el poder comenzó a usar para un propósito apropiado extender el evangelio a los hombres y mujeres no salvos. En el tribunal de justicia el “testimonio” consiste en dos factores: el testimonio verbal y la evidencia. Sucede lo mismo en el reino espiritual. Nuestro testimonio del Evangelio debe incluir el testimonio verbal y la evidencia. La evidencia es la demostración de poder de Dios: “Los apóstoles, a su vez, con gran poder seguían dando testimonio de la resurrección del Señor Jesús. La gracia de Dios se derramaba abundantemente sobre todos ellos” (Hechos 4.33). Pablo escribió: “Porque nuestro evangelio les llegó no solo con palabras, sino también con poder, es decir, con el Espíritu Santo y con profunda convicción. Como bien saben, estuvimos entre ustedes buscando su bien” (1 Tesalonicenses 1.5). Jesús prometió cooperar con aquellos que cumplan la orden de entrar en el mundo como testigos a toda criatura. Aquellas personas buscan las señales poderosas en su ministerio sin embargo no están cumpliendo la orden de ir. El poder que Jesús prometió es para aquellos que cumplen esta orden.

Intrepidez “Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1.7). En la Iglesia Primitiva, el evangelio avanzó con intrepidez debido a la unción de poder espiritual: “Después de haber orado, tembló el lugar en que estaban reunidos; todos fueron llenos del Espíritu Santo, y proclamaban la palabra de Dios sin temor alguno” (Hechos 4.31). “Entonces Bernabé lo tomó a su cargo y lo llevó a los apóstoles. Saulo les describió en detalle cómo en el camino había visto al Señor, el cual le había hablado, y cómo en Damasco había predicado con libertad en el nombre de Jesús” (Hechos 9.27). “Pablo entró en la sinagoga y habló allí con toda valentía durante tres meses. Discutía acerca del reino de Dios, tratando de convencerlos” (Hechos 19.8).

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“Y saben también que, a pesar de las aflicciones e insultos que antes sufrimos en Filipos, cobramos confianza en nuestro Dios y nos atrevimos a comunicarles el evangelio en medio de una gran lucha” (1 Tesalonicenses 2.2).

Hacer las obras de Dios Los discípulos estaban maravillados con las obras poderosas de Jesús: “Salió Jesús de allí y fue a su tierra, en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga. —¿De dónde sacó este tales cosas? —decían maravillados muchos de los que le oían—. ¿Qué sabiduría es esta que se le ha dado? ¿Cómo se explican estos milagros que vienen de sus manos?” (Marcos 6.1 – 2). Jesús dijo: “Mientras sea de día, tenemos que llevar a cabo la obra del que me envió. Viene

la noche cuando nadie puede trabajar” (Juan 9.4). Jesús tenía un propósito definido hacer las obras de Dios. Esta era su motivación. Después de testificar de estas obras durante un tiempo, los discípulos fueron a Jesús con esta pregunta: “¿Qué tenemos que hacer para realizar las obras que Dios exige?” (Juan 6.28). Después Jesús les dijo a sus seguidores: “Ciertamente les aseguro que el que cree en mí las obras que yo hago también él las hará, y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre” (Juan 14.12). Sus seguidores deberían hacer las mismas obras que Él había hecho. El pasado no acabado con las posibilidades del poder. Harían obras mayores. Estas obras serían mayores en cantidad no en calidad porque Jesús volvería al cielo. Su promesa se hizo realidad. Por todo el libro de Hechos hay testimonios de creyentes haciendo de las obras de Dios. El enfermo fue sanado, los demonios fueron expulsados, se abrían las puertas de la prisión y el muerto fue levantado otra vez a la vida.

Revelar a Dios Aprendimos que una razón por la que Dios demuestra su poder en la tierra es revelarse al hombre. El poder espiritual delegado de los creyentes también es para este propósito: “Al ver esto, la multitud se llenó de temor y glorificó a Dios por haber dado tal autoridad a los mortales” (Mateo 9.8). A través de la iglesia poderosa Dios desea revelarse el universo entero: “El fin de todo esto es que la sabiduría de Dios, en toda su diversidad, se dé a conocer ahora, por medio de la iglesia, a los poderes y autoridades en las regiones celestiales” (Efesios 3.10). El propósito de esta revelación a través del poder es: “Para que les abras los ojos y se conviertan de las tinieblas a la luz, y del poder de Satanás a Dios, a fin de que, por la fe en mí, reciban el perdón de los pecados y la herencia entre los santificados” (Hechos 26.18).

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Revelar el reino de Dios Jesús combinó la proclamación del Reino de Dios con su demostración. Cuando Jesús fue cuestionado (Lucas 7.19) no respondió con argumentos o lógica. Él dijo: “Vayan y cuéntenle a Juan lo que han visto y oído: Los ciegos ven, los cojos andan, los que tienen lepra son sanados, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncian las buenas nuevas” (Lucas 7.22).

El poder demuestra el Reino de Dios en

acción. Los milagros de Jesús demostraron que el reino de Dios Estaba al alcance

de la mano. Ellos eran las instrucciones de cómo el reino será en su forma visible cuando fueran creados el Cielo Nuevo y la Tierra Nueva:

- Expulsar a los demonios indica la invasión de Dios en el reino de Satanás y su destrucción final. (Mateo 12.29, Marcos 3.27, Lucas 11.20, Juan 12.31, Apocalipsis 20.1).

- Curar a los enfermos apunta al día futuro cuando todo el sufrimiento se acabará. (Apocalipsis 21.4).

- La provisión milagrosa de comida nos da cuenta de un día cuando toda la necesidad humana acabará. (Apocalipsis 7.1).

- Calmar las tormentas hace referencia a la victoria sobre los poderes que usan a la naturaleza para amenazar la tierra. (Apocalipsis 21.1).

- Levantar un muerto anuncia que la muerte será terminada para siempre. (1 Corintios 15.26).

Confirmar la palabra: Las señales y maravillas poderosas confirman la palabra de Dios: “En todo caso, Pablo y Bernabé pasaron allí bastante tiempo, hablando valientemente en el nombre del Señor, quien confirmaba el mensaje de su gracia haciendo señales y prodigios por medio de ellos” (Hechos 14.3). “Ahora, Señor, toma en cuenta sus amenazas y concede a tus siervos el proclamar tu palabra sin temor alguno. Por eso, extiende tu mano para sanar y hacer señales y prodigios mediante el nombre de tu santo siervo Jesús” (Hechos 4.29 – 30). “Luego les ordenó a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Cristo” (Mateo 16.20).

Ministerio a los otros: El poder de Dios descansó sobre Jesús para equiparlo para el Ministerio: “El Espíritu del Señor reposará sobre él: espíritu de sabiduría y de entendimiento, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor del Señor” (Isaías 11.2). “El Espíritu del Señor omnipotente está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a sanar los corazones heridos, a proclamar liberación a los cautivos y libertad a los prisioneros” (Isaías 61.1).

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“Me refiero a Jesús de Nazaret: cómo lo ungió Dios con el Espíritu Santo y con poder, y cómo anduvo haciendo el bien y sanando a todos los que estaban oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hechos 10.38). “La gente se asombraba de su enseñanza, porque la impartía como quien tiene autoridad y no como los maestros de la ley” (Marcos 1.22). Este mismo poder era evidente en los ministerios de los creyentes en la iglesia primitiva. Pablo dijo: “De este evangelio llegué a ser servidor. Este fue el regalo que Dios me dio por su gracia, conforme a su poder eficaz” (Efesios 3.7). El funcionamiento eficaz del poder de Dios dentro de ti resulta en el Ministerio. Tu ministerio pasa a ser y desarrollarse en madurez a través del poder de Dios operando en ti. Pablo dijo: “No les hablé ni les prediqué con palabras sabias y elocuentes, sino con demostración del poder del Espíritu, para que la fe de ustedes no dependiera de la sabiduría humana, sino del poder de Dios” (1 Corintios 2.4 – 5). La Iglesia Primitiva nació en una demostración de poder de Dios no a través de grandes oradores o de un debate teológico. Esto permitió que su fe esté en Dios en lugar de estar en las habilidades especializadas de oratoria de los hombres. El poder de Dios habilita todas las áreas del ministerio espiritual para extender el evangelio, ministrar al enfermo y oprimido, y aquellos esclavizados por los poderes demoníacos: “Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: —Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mateo 28.8 – 19). “Estas señales acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios; hablarán en nuevas lenguas; tomarán en sus manos serpientes; y, cuando beban algo venenoso, no les hará daño alguno; pondrán las manos sobre los enfermos, y estos recobrarán la salud” (Marcos 16.17-18). “Reunió a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar a los espíritus malignos y sanar toda enfermedad y toda dolencia” (Mateo 10.1). Eres probado como ministro de Dios por el poder que el delega (2 Corintios 6.4 coma 7).

Para guerra espiritual: Mientras cumples el propósito de poder para extender el evangelio encontrarás la oposición de Satanás. Jesús ha delegado poder para la guerra espiritual. Él ha dado poder sobre todo poder del enemigo: “Sí, les he dado autoridad a ustedes para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer daño” (Lucas 10.19). “Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor. Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo. Porque nuestra

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lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales” (Efesios 6.10 – 12).

Prevenir el error espiritual: Las personas entran en error espiritual por dos razones: “Ustedes andan equivocados porque desconocen las Escrituras y el poder de Dios” (Mateo 22.29). El error espiritual es el resultado de no conocer la palabra de Dios porque estás abierto a las doctrinas engañosas y falsas enseñanzas. El error espiritual también resulta cuando no conoces el poder de Dios. Estás abierto al poder engañoso del enemigo. Te conviertes en una víctima de los poderes que operan contra ti y no tienes el poder espiritual con el cual resistir a sus fuerzas.

Victoria sobre el pecado: El poder espiritual conquista al pecado: “Así el pecado no tendrá dominio sobre ustedes, porque ya no están bajo la ley, sino bajo la gracia” (Romanos 6.14).

Edificación: Pablo escribió a los Corintios: “No me avergonzaré de jactarme de nuestra autoridad más de la cuenta, autoridad que el Señor nos ha dado para la edificación y no para la destrucción de ustedes” (2 Corintios 10.8). “Por eso les escribo todo esto en mi ausencia, para que cuando vaya no tenga que ser severo en el uso de mi autoridad, la cual el Señor me ha dado para edificación y no para destrucción” (2 Corintios 13.10). Pablo sabía que su autoridad no era para ser usada para controlar a las personas o destruirlas según le pareciera. Él, aparentemente tenía una tendencia para hablar con aspereza, entonces escribió a los Corintios sobre situaciones difíciles. No quiso abusar

del poder espiritual que Dios le había dado. El poder de Dios le fue

dado a Pablo para edificar a otros no para

destruirlos. Edificar significa construir y promover el crecimiento espiritual.

Esto no significa que no tenemos el poder para disciplinar apropiadamente dentro de la iglesia. Sino que tenemos esa autoridad espiritual dada a los pastores para contribuir a través de la disciplina, según las instrucciones dadas en la palabra de Dios, buscando cuidar siempre los corazones. Una iglesia sin poder resultará en la ausencia de tal disciplina.

Crear una buena disposición: Cada persona tiene voluntad propia. Esta voluntad es el poder de elección. La demostración de poder crea una buena disposición o franqueza para con Dios: “Tus

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tropas estarán dispuestas el día de la batalla, ordenadas en santa majestad. De las entrañas de la aurora recibirás el rocío de tu juventud” (Salmos 110.3).

Permitir que Dios opere: Dios actúa en la medida que permitas que su poder trabaje en ti: “Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros” (Efesios 3.20). Todo lo que le pides a Dios, todo lo que piensas acerca de las verdades espirituales, es afectado por el poder de Dios que opera en ti.

Fuerza espiritual: El pueblo de Dios no es solamente una fuerza que trabaja a través de ti, sin embargo, es la fuerza que lo sustenta. Pablo dice: “y ser fortalecidos en todo sentido con su glorioso poder. Así perseverarán con paciencia en toda situación” (Colosenses 1.11). El poder de Dios te fortalece en los tiempos difíciles cuando necesitas de paciencia en el sufrimiento. Puedes enfrentar situaciones difíciles con alegría debido a su glorioso poder operando dentro tuyo. No es solamente una medida limitada de fuerza. Te fortaleces con todo el poder y fuerza que fluyen de Dios. Son los recursos internos disponibles para ti en tiempos de necesidad. Es un propósito importante de su poder en operación en ti: “Pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad». Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo” (2 Corintios 12.9).

Preservación: Eres guardado preservado a través del poder de Dios hasta los últimos tiempos: “A quienes el poder de Dios protege mediante la fe hasta que llegue la salvación que se ha de revelar en los últimos tiempos” (1 Pedro 1.5).

Resurrección: Vives en un cuerpo mortal que morirá a menos que Jesús regrese primero a la Tierra. Es el poder espiritual que levantar a tu cuerpo mortal en la resurrección: “Lo que se siembra en oprobio resucita en gloria; lo que se siembra en debilidad resucita en poder” (1 Corintios 15.43). “Con su poder Dios resucitó al Señor, y nos resucitará también a nosotros” (1 Corintios 6.14).

Vida eterna: El poder de Dios habilita la vida eterna: “Que ha llegado a serlo no conforme a un requisito legal respecto a linaje humano, sino conforme al poder de una vida indestructible” (Hebreos 7.16).

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Para todas las cosas: “Su divino poder, al darnos el conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y excelencia, nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda” (2 Pedro 1.3). Piensa en todas las cosas implicadas en la vida. Piensa en las muchas virtudes que tiene la vida en la piedad el propósito de su poder divino es darte estas cosas todas las cosas.

TAREA

Completa el versículo clave de memoria: Los __________________ salieron y ______________ por ______________ partes, y el ______________ los ___________ en la obra y _________________ su ______________ con las ____________ que la _________________ (Marcos 16.20).

¿Cuáles son los propósitos bíblicos para el poder? Enuméralos y da algunos ejemplos de historias bíblicas donde han sido activados.

________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________ __________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

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Capítulo 7

Principio de poder 1:

El poder del Evangelio Objetivos: Al concluir este capítulo, serás capaz de:

Escribir el versículo clave de memoria.

Definir el “Evangelio”

Identificar una referencia bíblica que resume los elementos básicos del Evangelio.

Explicar por qué el Evangelio es poderoso.

Identificar los beneficios de poder en la sangre de Jesús.

Identificar la fe como el requisito por reivindicar el poder del evangelio.

Experimentar el poder del evangelio.

INTRODUCCIÓN Aprendimos la importancia del poder en nuestras vidas. Descubrimos la fuente de poder en Dios y estudiamos el poder delegado a Jesucristo. En el último capítulo vimos cómo les fue delegado el poder a los creyentes. Sin embargo, ¿cómo recibimos ese poder? ¿cómo podemos activarlo en nuestra propia vida y ministerio? ¿cuáles son los principios espirituales por medio de los cuales opera? Este capítulo comienza una serie de estudios titulados “Principios de poder”. Cada lección examina un principio diferente necesario para que recibas y mantengas el poder espiritual. El primer principio es “El poder del Evangelio”.

VERSÍCULO CLAVE

A la verdad, no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios

para la salvación de todos los que creen: de los judíos

primeramente, pero también de los gentiles

Romanos 1.16

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EL EVANGELIO La palabra “Evangelio” significa “Buenas noticias”. Cuando hablamos del evangelio en un sentido bíblico, se refiere a las buenas noticias del reino de Dios y de la salvación a través de Jesucristo. Los elementos básicos del evangelio son resumidos por el Apóstol Pablo: “Porque ante todo les transmití a ustedes lo que yo mismo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras, que fue sepultado, que resucitó al tercer día según las Escrituras” (1 Corintios 15.3-4). Los elementos básicos del evangelio enfocan la vida y ministerio de Jesús. Incluye su muerte por los pecados de toda la humanidad, su sepultura, y su resurrección de entre

los muertos según el registro escrito de la Palabra de Dios. Hay un gran

poder en el mensaje del evangelio. Pablo dijo: “A la

verdad, no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos los que creen: de los judíos primeramente, pero también de los gentiles. De hecho, en el evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, la cual es por fe de principio a fin, tal como está escrito: «El justo vivirá por la fe». Ciertamente, la ira de Dios viene revelándose desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los seres humanos, que con su maldad obstruyen la verdad. Me explico: lo que se puede conocer acerca de Dios es evidente para ellos, pues él mismo se lo ha revelado” (Romanos 1.16-19). Estos versículos revelan por qué el evangelio es poderoso. Es poderoso porque:

Es la revelación del poder de Dios al hombre.

Trae la salvación a todos los hombres, sin tener en cuenta la raza, color o creo.

Revela lo que puede ser conocido por los hombres sobre Dios.

Revela el juicio e ira de Dios contra el pecado.

Revela la justicia de Dios.

Muestra cómo ser justificados por la fe.

Es la base de la fe por la cual vivimos.

PODER EN LA SANGRE La cruz es el instrumento de muerte, la estructura de madera en la cual Jesús murió. El poder del evangelio es inseparable del poder de la cruz y de la sangre vertida en ella. El poder de la cruz no está en la propia estructura de madera. El poder no está en cualquier símbolo de la cruz que llevamos colgada como collar o que colocamos en

nuestros templos. El poder de la cruz está en lo que

sucedió en esa cruz. En la sangre de Jesús que fue derramada en la

cruz por los pecados de toda la humanidad. La Biblia enseña que la vida de los hombres y animales está en la sangre (Levítico 17.11, 14). Porque la paga del pecado es la muerte (Romanos 6.23), y desde que la vida está en la sangre, Dios estableció el principio de que el perdón de pecados solo viene

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por el derramamiento de sangre: “De hecho, la ley exige que casi todo sea purificado con sangre, pues sin derramamiento de sangre no hay perdón” (Hebreos 9.22). En el Antiguo Testamento, la sangre de los animales fue ofrecida como sacrificio por el pecado. Los sacrificios de sangre eran hechos una y otra vez, siempre que el hombre pecaba. Sin embargo, en el Nuevo Testamento, Dios envió a Jesús para derramar su sangre por el pecado, una vez y para siempre. Ya no es un requisito que la sangre de animales se ofrezca como sacrificio por el pecado: “Entró una sola vez y para siempre en el Lugar Santísimo. No lo hizo con sangre de machos cabríos y becerros, sino con su propia sangre, logrando así un rescate eterno” (Hebreos 9.12). El poder de la cruz está en la sangre de Jesús. ¿Cuál es ese poder? La sangre:

Fue derramada para la remisión (el perdón) de los pecados de muchos: Mateo 26.28.

Trajo la redención del pecado: Efesios 1.7, 2.13; 1 Pedro 1.2, 18-19; Apocalipsis 6.6-9.

Es preciosa, porque nos redime: 1 Pedro 1.18-19.

Nos limpia del pecado: 1 Juan 1.7.

Purifica nuestra consciencia del pecado: Hebreos 9.14.

Nos habla: Jesús es nuestro intercesor y Su sangre clama o nos habla: Hebreos 12.24.

Nos da acceso a la presencia de Dios, así nos podemos acercarnos a Él: Hebreos 9.12, 10.19-22; Efesios 2.13.

Jesús se convirtió en mediador entre Dios y los hombres: Hebreos 12.24.}

Nos santifica: Hebreos 13.12-13.

Significa justificación: Romanos 3.24-25.

Es la copa de bendiciones espirituales: 1 Corintios 10.16.

Nos redime del pecado y las enfermedades: Isaías 53.4.

Consolida las promesas de Cristo: cuando Jesús tomó la copa de vino y dijo: “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por ustedes” (Lucas 22.20).

Es el poder detrás de la resurrección de Jesús: Hebreos 13.20.

Trae vida: Juan 6.53-57.

Nos permite hacer la voluntad de Dios: Hebreos 13.20-21.

Nos permite superar todo el poder del enemigo: Apocalipsis 12.11.

Proporciona protección: cuando la sangre del cordero de pascua era puesta a las puertas de los israelitas en Egipto, el mal no podía entrar: Éxodo 12.21-23.

Por estas razones, Pablo dijo: “Me explico: El mensaje de la cruz es una locura para los que se pierden; en cambio, para los que se salvan, es decir, para nosotros, este mensaje es el poder de Dios” (1 Corintios 1.18).

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UNA CUESTIÓN DE ELECCIÓN Si Jesús fue crucificado, esto no significa que sus enemigos tenían más poder que Él porque le han causado gran sufrimiento y al final lo llevaron a la muerte. Leamos lo que dice la biblia sobre eso: “Nadie me la arrebata, sino que yo la entrego por mi propia voluntad. Tengo autoridad para entregarla, y tengo también autoridad para volver a recibirla. Este es el mandamiento que recibí de mi Padre” (Juan 10.18).

Los enemigos no tenían mayor poder que Él. Jesús escogió dar su

vida por los pecados de toda la humanidad

según el plan de Dios. Jesús no tenía que hacerlo. Tenía el poder

para salir de la cruz. Sin embargo, Él rendió su vida de buena voluntad.

LA RESURRECCIÓN La muerte de Jesús en la cruz no fue el fin de la historia. El poder del Evangelio no se termina aquí. Tres días después de su muerte, Jesús resucitó de los muertos. Puedes leer sobre esto en Lucas 24.1-12. “Sin embargo, Dios lo resucitó, librándolo de las angustias de la muerte, porque era imposible que la muerte lo mantuviera bajo su dominio” (Hechos 2.24). La mayor ilustración del poder de Dios estaba en la resurrección de Jesucristo: “Es cierto que fue crucificado en debilidad, pero ahora vive por el poder de Dios. De igual manera, nosotros participamos de su debilidad, pero por el poder de Dios viviremos con Cristo para ustedes” (2 Corintios 13.4). La resurrección de Jesús es una parte vital del poder del Evangelio a través Él: “Y en él, que es la cabeza de todo poder y autoridad, ustedes han recibido esa plenitud”. “Desarmó a los poderes y a las potestades, y por medio de Cristo los humilló en público al exhibirlos en su desfile triunfal” (Colosenses 2.10, 15). A través de Su resurrección, Jesús triunfó sobre el poder del enemigo. Debido a eso, tenemos poder sobre todo el poder del enemigo. Nosotros, incluso, tenemos poder sobre la muerte, porque nuestros cuerpos mortales también experimentarán la resurrección. Pablo habló sobre conocer a Jesús en el poder de la resurrección (Filipenses 3.10). Más adelante abordaremos este tema en profundidad.

EL FACTOR FE Hay un factor necesario para experimentar los beneficios poderosos de la sangre de

Jesucristo. Debes tener fe en la sangre: “pero por su gracia

son justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó. Dios lo ofreció como un sacrificio de expiación que se recibe por la fe en su sangre, para así demostrar su justicia. Anteriormente, en su paciencia, Dios había pasado por alto los pecados; pero en el tiempo presente ha ofrecido a Jesucristo para manifestar su

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justicia. De este modo Dios es justo y, a la vez, el que justifica a los que tienen fe en Jesús” “Porque sostenemos que todos somos justificados por la fe, y no por las obras que la ley exige” (Romanos 3.24-26, 28). No es suficiente que haya poder en el Evangelio. Debes aplicar este poder en tu vida personal. Y haces esto a través de la fe. Básicamente, fe es creer. Debes creer en el poder del Evangelio para poder experimentarlo.

EXPERIMENTANDO EL PODER DEL EVANGELIO Si no has recibido a Jesucristo como tu Señor y salvador personal, entonces no has recibido el perdón de tus pecados, y por ende no puedes experimentar el poder del Evangelio. Para hacerlo, debes:

1. ADMITIR QUE HAS PECADO “Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios” (Romanos 3.23).

2. CREER QUE JESÚS MURIÓ POR TUS PECADOS “Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. 17 Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él” (Juan 3.16-17).

3. CONFIÉSALE TUS PECADOS Y PÍDELE QUE TE PERDONE “Si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no tenemos la verdad. Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad” (1 Juan 1.8-9).

4. EXPERIMENTA UNA VIDA TRANSFORMADA Permite que el poder del Evangelio opere en ti para cambiar tu viejo estilo de vida, tus acciones, actitudes y pensamientos: “Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!” (2 Corintios 5.17).

TAREA Completa el versículo clave de memoria:

A la ____________, no me _______________ del ____________, pues es ____________ de ___________ para la _______________ de ___________ los que _________: de los judíos primeramente, pero _______________ de los gentiles (Romanos 1.16).

¿Qué significa la palabra “evangelio”? ¿Por qué es poderoso? _______________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

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¿Cómo es posible experimentar el poder de la fe? ___________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

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Capítulo 8

Principio de poder 2:

El poder del Espíritu Santo Objetivos: Al concluir este capítulo, serás capaz de:

Escribir el versículo clave de memoria.

Dar una referencia bíblica respecto a la relación del Espíritu Santo y el poder.

Identificar el propósito principal del poder del Espíritu Santo.

Identificar los dones del Espíritu Santo.

Dar una referencia bíblica que enumera el fruto del Espíritu Santo.

Enumerar las bases bíblicas para recibir el bautismo del Espíritu Santo.

INTRODUCCIÓN Jesús les hizo una promesa muy importante a sus seguidores con respecto al poder espiritual: “Ahora voy a enviarles lo que ha prometido mi Padre; pero ustedes quédense en la ciudad hasta que sean revestidos del poder de lo alto” (Lucas 24.49). El poder del Evangelio y el poder del Espíritu Santo son dos principios importantes para entender el concepto bíblico de poder. Experimentar a ambos es necesario para recibir el poder espiritual. Ya has aprendido la importancia del poder del Evangelio. Sin embargo, hay otra experiencia espiritual vital que debes recibir. Es el poder del Espíritu Santo prometido por Jesús.

LA PROMESA DE PODER Jesús les dijo a sus seguidores: “Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Consolador para que los acompañe siempre: el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede

VERSÍCULO CLAVE

Ahora voy a enviarles lo que ha prometido mi Padre; pero ustedes

quédense en la ciudad hasta que sean revestidos del poder de lo alto.

Lucas 24.49

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aceptar porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes sí lo conocen, porque vive con ustedes y estará en ustedes” (Juan 14.16-17). El Espíritu del que Jesús habla, es la tercera persona de la trinidad de Dios, el Espíritu Santo. El Espíritu Santo había “dotado” o, literalmente, “revestido” a los discípulos en el poder espiritual: (Lucas 24.49).

LA RELACIÓN DEL ESPÍRITU SANTO CON EL PODER Nota que este gran poder espiritual sería experimentado después de recibir el Espíritu Santo: “Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra” (Hechos 1.8). El poder es un espíritu: “Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1.7). “Jesús regresó a Galilea en el poder del Espíritu, y se extendió su fama por toda aquella región” (Lucas 4.14). Este “espíritu de poder” es el Espíritu Santo: “Me refiero a Jesús de Nazaret: cómo lo ungió Dios con el Espíritu Santo y con poder, y cómo anduvo haciendo el bien y sanando a todos los que estaban oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hechos 10.38).

LOS PROPÓSITOS DE ESTE PODER El Espíritu Santo ministra de muchas maneras poderosas en la vida del creyente. El Espíritu Santo:

Vive en él. (1 Corintios 6.19). Nosotros somos realmente el templo o lugar de habitación del Espíritu Santo.

Une al creyente en el espíritu con Dios y con otros creyentes. (1 Corintios 6.17). hay un gran poder en la unidad como se ha demostrado en la historia de la Torre de Babel (Genesis 11; sobre todo el versículo 6).

Intercede por él. (Romanos 8.26). Este intercesor poderoso ora por nosotros según la voluntad de Dios.

Guía al creyente. (Juan 16.13). el Espíritu Santo nos permite que caminemos en el poder y no en la confusión. Nos guía al lugar de poder, la perfecta voluntad de Dios.

Reparte el amor de Cristo a través de él. (Romanos 5.5).

Le revela la verdad bíblica. (1 Corintios 2.10). la revelación espiritual poderosa viene a través del Espíritu Santo.

Lo conforta. (Hechos 9.31; Juan 14.17, 26). Nos conforta en tiempos de pesar.

Lo vuelve a la imagen de Cristo. (2 Corintios 3.18). No tenemos la capacidad de convertirnos en la imagen de Cristo por nuestros propios medios. Sin embargo, a través del poder del Espíritu Santo, podemos conformarnos a la imagen de Jesús.

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Le enseña. (Juan 14.26). El mayor maestro reside dentro nuestro cuando somos

dotados con el poder del Espíritu Santo. El conocimiento es

poderoso, y el Espíritu Santo libera

conocimiento espiritual.

Lo inspira a adorar. (Juan 4.24). La alabanza y la adoración son estrategias espirituales piadosas. En algunas batallas del Antiguo Testamento eran los métodos principales usados contra los enemigos de Dios.

Lo vivifica. (Romanos 8.11). El mismo poder que levantó a Jesús de los muertos es el mismo que opera en nosotros para vivificarnos. Esto significa que somos dotados con el poder de la resurrección mientras estemos en estos cuerpos mortales.

Lo santifica. (2 Tesalonicenses 2.13-14). No tenemos que intentar vivir una vida santa a través del esfuerzo personal. El Espíritu Santo santifica nuestros pensamientos y acciones.

Lo transforma. (Tito 3.5). El poder es necesario para efectuar el cambio y el Espíritu Santo nos da este poder para hacerlo.

Convence del error. (Juan 16.8-11). El Espíritu Santo convence del error y nos lleva al arrepentimiento. Esto habilita el continuo fluir del poder de Dios.

Da convicción de salvación. (Romanos 8.16). Conocer tu posición te da poder. El Espíritu Santo asegura su posición en Dios.

Da libertad. (Romanos 8.2). La libertad provee la mayor oportunidad para el poder. El Espíritu Santo da libertad a través de Jesucristo.

Habla a través de él. (Marcos 13.11). No estamos limitados por nuestra habilidad de hablar. El Espíritu Santo habla la Palabra de Dios con poder y autoridad a través de nosotros.

Demuestra el poder de Dios. (1 Corintios 2.4). El Espíritu santo habilita la demostración del poder de Dios en cada área de la vida.

Lo fortalece. (Efesios 3.16). Cuando estás débil, la fuerza de Dios se manifiesta.

EL PROPÓSITO PRINCIPAL Todos estos propósitos son importantes, pero hay un propósito principal para el poder del Espíritu Santo. Todos los propósitos del Espíritu Santo son para alcanzar este

propósito que es mayor. El principal propósito del

Espíritu Santo se revela en la promesa hecha

por Jesús: “Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días ustedes serán

bautizados con el Espíritu Santo” (Hechos 1.5). Pedro habló de este bautismo: “Entonces recordé lo que había dicho el Señor: “Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo”” (Hechos 11.16).

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LA SEÑAL FÍSICA La verdadera evidencia del bautismo del Espíritu Santo es el poder espiritual, y está acompañado por una señal física. Hay tres lugares en el Nuevo Testamento donde nos dicen lo que sucedió cuando las personas fueron bautizadas por el espíritu Santo. Estos incluyen la primera venida del Espíritu Santo registrada en Hechos; en la casa de Cornelio en Hechos 10.44-45; y cuando los convertidos en Éfeso recibieron el Espíritu Santo como se registra en Hechos 19.6. Comparando estos pasajes, hay una señal física es común a los tres: aquellos que recibieron el Espíritu Santo hablaron otros idiomas, diferentes de su lengua nativa. No eran idiomas que habían aprendido. Eran idiomas dados a través del poder del Espíritu Santo. Las “lenguas” del Espíritu Santo pueden ser idiomas reales usados en la tierra: “Desconcertados y maravillados, decían: «¿No son galileos todos estos que están hablando? ¿Cómo es que cada uno de nosotros los oye hablar en su lengua materna?” (Hechos 2.7-8). Las lenguas pueden ser también un idioma no conocido. Esto se llama una “lengua desconocida”: “Porque el que habla en lenguas no habla a los demás, sino a Dios. En realidad, nadie le entiende lo que dice, pues habla misterios por el Espíritu” (1 Corintios 14.2).

LOS PROPÓSITOS DE LAS LENGUAS Las lenguas dadas por el Espíritu Santo son para propósitos poderosos en las vidas de los creyentes. Algunos de los propósitos para las lenguas encontrados en 1 Corintios 14 son:

Oración a Dios: Versículo 2.

Edificación propia: edificación no es exaltar el ego, sino que es estimular, mejorar, desarrollar. Versículo 4.

Cuando son interpretadas, edifican la iglesia: versículo 12.

Intercesión: Versículo 14. Puedes ver también Romanos 8.26-27.

Alabanza: Versículo 15, 17.

El cumplimiento de la profecía: Versículo 21. Puedes ver también Isaías 28.11-12.

Señal para los incrédulos: Versículo 22. Hechos 2.

LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO Jesús dejó a sus seguidores con una responsabilidad para extender el Evangelio hasta los confines de la tierra: “Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 20 enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo” (Mateo 28.19-20). El poder del Espíritu Santo para ayudar a los discípulos a cumplir esta tarea (Hechos 1.8).

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Parte de este poder del Espíritu Santo son los dones espirituales que el Espíritu Santo

les da a los creyentes para equiparlos para ministrar eficazmente. La tarea

es demasiado grande para ser alcanzada con

las habilidades naturales. Estos dones espirituales no son iguales a los talentos naturales. Los talentos y habilidades son transmitidos en el momento del nacimiento físico y/o desarrollados por los esfuerzos naturales. También pueden ser usados en el ministerio, sin embargo, nos son iguales a los dones espirituales. Los dones espirituales son habilidades poderosas dadas por el Espíritu Santo para habilitar la tarea del ministerio. Los dones del Espíritu Santo son habilidades dadas por Dios: “A fin de capacitar al pueblo de Dios para la obra de servicio, para edificar el cuerpo de Cristo. De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a una humanidad perfecta que se conforme a la plena estatura de Cristo. Así ya no seremos niños, zarandeados por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza y por la astucia y los artificios de quienes emplean artimañas engañosas. Más bien, al vivir la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo” (Efesios 4.12-15).

Los pasajes principales que enumeran los dones espirituales disponibles a los creyentes a través del Espíritu Santo son: Romanos 12.1-8; 1 Corintios 12.1-31; Efesios 4.1-16; 1 Pedro 4.7-11. Esta es una lista de los dones espirituales (la Biblia no los enumera por categorías. Nosotros hacemos esta agrupación solamente a los fines de este estudio). Dones especiales Apóstoles Evangelistas Pastores Evangelistas Maestros Dones de servicio Contribución Liderazgo Ayuda Administración Servicio Hospitalidad Fe Misericordia

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Dones de palabras Profecía Exhortación Palabra de sabiduría Palabra de conocimiento Dones y señales Discernimiento de espíritus Milagros Sanidades Lenguas Interpretación de lenguas

EL FRUTO ESPÍRITU SANTO La unción de poder del Espíritu Santo también te permite vivir una vida como la de Cristo. Esto se cumple a través de las cualidades que el Espíritu Santo desarrolla en tu vida. Estas cualidades se llaman “el fruto del Espíritu”. Esto se refiere a la naturaleza del Espíritu Santo que es evidente en la vida de un creyente. Dios desea que todo el fruto sea evidente en la vida de cada creyente. Aquí tenemos una lista del fruto del Espíritu Santo: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley” (Gálatas 5.22-23).

Estas cualidades te dan el poder espiritual para ser como Jesús.

RECIBIENDO LA UNCIÓN DE PODER Como Jesús prometió, el Espíritu Santo fue dado por el Padre mientras los discípulos esperaban el Jerusalén (Hechos 2). El Espíritu Santo ya fue dado, pero cada creyente necesita recibir este poder de la experiencia personal del bautismo en el Espíritu Santo. Aquí están las directivas bíblicas para recibir el bautismo del Espíritu Santo:

ARREPIÉNTETE Y BAUTÍZATE: Debes experimentar el pode del Evangelio arrepintiéndote del pecado y recibiendo a Jesús como tu salvador personal. También sugerimos que seas bautizado en las aguas: “Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados —les contestó Pedro—, y recibirán el don del Espíritu Santo” (Hechos 2.38).

CREE QUE ES PARA TI: “En efecto, la promesa es para ustedes, para sus hijos y para todos los extranjeros, es decir, para todos aquellos a quienes el Señor nuestro Dios quiera llamar” (Hechos 2.39).

DESÉALO: “En el último día, el más solemne de la fiesta, Jesús se puso de pie y exclamó: —¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba! De aquel que cree en mí, como dice la

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Escritura, brotarán ríos de agua viva. Con esto se refería al Espíritu que habrían de recibir más tarde los que creyeran en él. Hasta ese momento el Espíritu no había sido dado, porque Jesús no había sido glorificado todavía” (Juan 7.37-39).

COMPRENDE LO QUE ES UN DON: El Espíritu Santo ya nos fue dado. Le fue dado a la Iglesia en el día de Pentecostés como está registrado en Hechos 2. Porque es un don, no puedes hacer nada para ganarlo. Comienza a darle gracias a Dios por el don del Espíritu Santo.

RÍNDETE A DIOS: Mientras alabas a Dios por el don del Espíritu Santo, habla con él en voz alta, como lo han hecho en el día de Pentecostés en Hechos 2. Podrás experimentar un tartamudeo en tus labios. Rinde tu lengua al Espíritu Santo y él hablará a través de ti, quizás sean palabras extrañas para tu entendimiento. Pero se convertirán en un idioma mientras continúas alabando a Dios: “Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse” (Hechos 2.4).

PÍDELE ORACIÓN A OTROS CREYENTES: EL Espíritu Santo también puedes ser recibido a través de la imposición de manos por los creyentes. Hechos 8, 9 y 19 muestran cómo los creyentes llenos del Espíritu pueden ayudarte a experimentar el bautismo en el Espíritu Santo.

TAREA Completa el versículo clave de memoria:

“Ahora voy a ___________ lo que ha __________ mi Padre; pero ___________ ___________ en la ciudad ________ que ________ _____________ del ___________ de lo alto” (Lucas 24.49).

¿Cuál fue la promesa tan importante que Jesús les hizo a sus seguidores con respecto al poder espiritual?

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¿Cuáles son las directivas bíblicas para recibir la unción de poder? Cita los versículos.

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Capítulo 9

Principio de poder 3:

El poder del Amor Objetivos: Al concluir este capítulo, serás capaz de:

Escribir el versículo clave de memoria.

Definir “amor”.

Definir la palabra “caridad”.

Identificar el amor como el mayor principio de poder espiritual.

Identificar los mayores mandamientos.

Explicar cómo sabrá el mundo que somos seguidores de Jesús.

INTRODUCCIÓN En el último capítulo hemos estudiado sobre el poder del Espíritu Santo. Aprendimos que el fruto espiritual era una manifestación de poder producida por el Espíritu Santo en la vida del creyente. Uno de estos frutos espirituales es la calidad de amor como el de Cristo. Es el primer fruto en el registro de Gálatas 5.22-23: “En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas”.

EL PODER MAYOR Lee 1 Corintios 13 antes de continuar con esta lección. Este capítulo hace

foco en uno d los mayores principios de poder espiritual, el poder del amor. El

poder del amor es mayor que:

Las lenguas dadas por el Espíritu Santo: algún día estas lenguas cesarán. Si hablas en lenguas conocidas o desconocidas a los hombres, es un mensaje sin poder si no tiene amor (Versículos 1 y 8).

VERSÍCULO CLAVE

Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente

de ellas es el amor

1 Corintios 13.13

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El conocimiento y entendimiento: el conocimiento es poderoso, sin embargo, algún día el conocimiento humano desaparecerá. El amor permanecerá (Versículos 2 y 8).

El don de profecía: cuán poderoso es el don de profecía, poder hablar un mensaje directo de Dios y predecir eventos futuros. Sin embargo, las profecías cesarán algún día (Versículos 2, 8-12).

La fe: aun cuando tengas la suficiente fe para mover las montañas, esto no es nada si no tienes amor (Versículo 2).

Compartir: no importa cuánto le das a otros, esto no es de ningún beneficio a menos que sea dado con amor (Versículo 3).

Esperanza: la esperanza es importante porque sin ella la vida está llena de desesperación. Sin embargo, el amor es más importante que la esperanza (Versículo 13).

LA DEFINICIÓN Y LAS CARACTERÍSTICAS DEL AMOR El amor es una emoción de profundo afecto, cuidado y preocupación desarrollada en

su vida a través del Espíritu Santo. Es un tipo de amor que solo

puede desarrollarse por el poder del Espíritu

Santo: “Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor

en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado” (Romanos 5.5). Nota las características de este amor piadoso que son dadas en 1 Corintios 13: VERSÍCULO 4 El amor es paciente Es bondadoso No es envidioso Ni jactancioso Ni orgulloso. VERSÍCULO 5 No se comporta con rudeza No es egoísta No se enoja fácilmente No guarda rencor VERSÍCULO 6 El amor no se deleita en la maldad Se regocija con la verdad VERSÍCULO 7 Todo lo disculpa Todo lo cree Todo lo espera

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Todo lo soporta VERSÍCULO 8 El amor jamás se extingue

LO QUE ENSEÑA LA BIBLIA SOBRE EL AMOR Para entender el poder del amor, debes conocer lo que la Biblia enseña sobre este asunto. El fruto espiritual del amor, esta fuerza poderosa, no es el tipo de amor sexual o carnal ofrecido por el mundo. Es el verdadero amor, que significa que es un amor

santo. El verdadero amor es el tipo de amor que

debes mostrar a los otros: “Ahora que se han purificado

obedeciendo a la verdad y tienen un amor sincero por sus hermanos, ámense de todo corazón los unos a los otros” (1 Pedro 1.22). El primer mandamiento es que debes amar a Dios: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas” (Marcos 12.30). Tu amor por Dios es probado por tu obediencia a Él: “Le contestó Jesús: —El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra morada en él” (Juan 14.23). “Pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él” (1 Juan 2.5). El segundo mayor mandamiento es el amor a los otros: “El segundo es: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. No hay otro mandamiento más importante que estos” (Marcos 12.31). Jesús quiere que ames a los otros tanto como Él los ama: “Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros! (Juan 13.34). “Así como el Padre me ha amado a mí, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor” (Juan 15.9, 12). “Yo les he dado a conocer quién eres, y seguiré haciéndolo, para que el amor con que me has amado esté en ellos, y yo mismo esté en ellos” (Juan 17.26). Es por el amor que somos conocidos como creyentes: “De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros” (Juan 13.35). “Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a nuestros hermanos. El que no ama permanece en la muerte” (1 Juan 3.14).

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Si no amas a otros creyentes, el amor de Dios no está en ti: “El que afirma que está en la luz, pero odia a su hermano, todavía está en la oscuridad. El que ama a su hermano permanece en la luz, y no hay nada en su vida que lo haga tropezar” (1 Juan 2.9-10). Esta es una verdad muy importante. Estudia un poco más en Juan 13.34; 14.15, 21, 23, 31; 15.9-17; 17.26; 21.15-17.

El amor de otros creyentes resulta en la

unidad espiritual, que es una fuerza poderosa. Cuando ellos estaban

unidos en la oración, se dio el Pentecostés (Hechos 2). Ellos tenían una misma mente y corazón (Hechos 4.32) y con poder continuaron testificando (Hechos 4.33). Ellos se consagraron a la unidad de comunión (Hechos 2.42) y sucedieron muchos milagros y señales (Hechos 2.43). Debes amar a tus enemigos: “Pero a ustedes que me escuchan les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian, bendigan a quienes los maldicen, oren por quienes los maltratan. Si alguien te pega en una mejilla, vuélvele también la otra. Si alguien te quita la camisa, no le impidas que se lleve también la capa. Dale a todo el que te pida y, si alguien se lleva lo que es tuyo, no se lo reclames. Traten a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes. ¿Qué mérito tienen ustedes al amar a quienes los aman? Aun los pecadores lo hacen así. ¿Y qué mérito tienen ustedes al hacer bien a quienes les hacen bien? Aun los pecadores actúan así. ¿Y qué mérito tienen ustedes al dar prestado a quienes pueden corresponderles? Aun los pecadores se prestan entre sí, esperando recibir el mismo trato. Ustedes, por el contrario, amen a sus enemigos, háganles bien y denles prestado sin esperar nada a cambio. Así tendrán una gran recompensa y serán hijos del Altísimo, porque él es bondadoso con los ingratos y malvados” (Lucas 6.27-35). Su amor es para que abunde, lo cual significa que debe aumentar continuamente: “Esto es lo que pido en oración: que el amor de ustedes abunde cada vez más en conocimiento y en buen juicio” (Filipenses 1.9). “Ustedes han oído que se dijo: “Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo”. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen” (Mateo 5.43-44). Serás arraigado en amor: “Para que por fe Cristo habite en sus corazones. Y pido que, arraigados y cimentados en amor, puedan comprender, junto con todos los santos, cuán ancho y largo, alto y profundo es el amor de Cristo; en fin, que conozcan ese amor que sobrepasa nuestro conocimiento, para que sean llenos de la plenitud de Dios” (Efesios 3.17-19). Si deseas ser lleno de la plenitud de Dios y de su poder, debes tener amor. Es importante, porque elimina al miedo: “Sino que el amor perfecto echa fuera el temor. El que teme espera el castigo, así que no ha sido perfeccionado en el amor” (1 Juan 4.18).

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Debes caminar en amor: “Y lleven una vida de amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios” (Efesios 5.2). Debes tolerar (“soportar”) o relacionarte con los otros en amor: “Siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con otros en amor” (Efesios 4.2). Debes guardarte en amor: “Manténganse en el amor de Dios, mientras esperan la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna” (Judas 21). “Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de todo eso, y esmérate en seguir la justicia, la piedad, la fe, el amor, la constancia y la humildad” (1 Timoteo 6.11). La fe, que es tan importante para el poder, opera por el amor: “En Cristo Jesús de nada vale estar o no estar circuncidados; lo que vale es la fe que actúa mediante el amor” (Gálatas 5.6). Tu obra para nuestro Señor debe ser una obra de amor: “Los recordamos constantemente delante de nuestro Dios y Padre a causa de la obra realizada por su fe, el trabajo motivado por su amor, y la constancia sostenida por su esperanza en nuestro Señor Jesucristo” (1 Tesalonicenses 1.3). “Porque Dios no es injusto como para olvidarse de las obras y del amor que, para su gloria, ustedes han mostrado sirviendo a los santos, como lo siguen haciendo” (Hebreos 6.10).

Mientras nos acercamos al fin de los tiempos

aquí en la tierra, el amor de muchos se

enfriará. “Se enfriará” significa que las personas se volverán menos

afectuosas, apáticas, calculadoras: “Habrá tanta maldad que el amor de muchos se enfriará” (Mateo 24.12). Sin embargo, tenemos la convicción de que nada puede separarnos del amor de Dios: “¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, la persecución, el hambre, la indigencia, el peligro, o la violencia?” “Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor” (Romanos 8.35, 38-39).

EL MAYOR AMOR El mayor amor es el amor que Dios tiene por el mundo pecador. Mostró ese amor enviando a Jesús para morir: “Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo

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unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna” (Juan 3.16). Jesús demostró este amor cuando dio su vida de buena voluntad en la cruz: “Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos” (Juan 15.13). “Difícilmente habrá quien muera por un justo, aunque tal vez haya quien se atreva a morir por una persona buena. Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5.7-8). Esta es la fuerza poderosa del amor, del amor de Dios, que el Espíritu Santo desea desarrollar en su vida: “Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado” (Romanos 5.5). Recuerda, todos los otros principios de poder espiritual dependen de este: el poder del amor.

TAREA Completa el versículo clave de memoria:

“Ahora, pues, ______________ estas tres ____________: la ____, la _____________ y el _________. Pero la más _____________ de ellas es el _________” (1 Corintios 13.13).

Enumera las características del amor mencionadas en 1 Corintios 13 y marca cuáles aún deben perfeccionarse en tu vida. Luego ora, pidiéndole al Señor que te ayude a crecer en esas áreas.

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¿Cuáles son los dos mandamientos mayores? ¿Por qué? __________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

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Capítulo 10

Principio de poder 4:

La unción de poder Objetivos: Al concluir este capítulo, serás capaz de:

Escribir el versículo clave de memoria.

Explicar el propósito de la sagrada unción en el Antiguo Testamento.

Dar ejemplo de como la sagrada unción fue usada en el Antiguo Testamento.

Dar el significado del nombre “Cristo”.

Resumir los propósitos de unción de poder.

Explicar la importancia de descubrir su unción específica en el ministerio.

Identificar la fuente de la unción espiritual.

INTRODUCCIÓN Este capítulo incluye la unción de Dios que introduce a los hombres y mujeres en un ministerio eficaz. Y proporciona directivas para recibir la unción de poder.

LA PRÁCTICA DE UNGIR “Ungir” literalmente significa “aplicar aceite sobre una persona o cosa”. Fue una práctica instituida en los tiempos antiguos, en el Antiguo Testamento. La unción era originalmente de tres tipos: ordinaria, médica y sagrada. La unción ordinaria estaba asociada a la limpieza personal para oler bien. Puedes leer sobre esto en Rut 3.3, Salmos 104.15 y proverbios 27.9. los invitados eran ungidos

VERSÍCULO CLAVE

En cuanto a ustedes, la unción que de él recibieron permanece en

ustedes, y no necesitan que nadie les enseñe. Esa unción es auténtica —no es falsa— y les enseña todas las cosas.

Permanezcan en él, tal y como él les enseñó

1 Juan 2.27

74

como una señal de respeto (Lucas 7.46) y se preparaba a los muertos para el entierro ungiéndolo con aceites y perfumes (Marcos 14.8, 16.1). La unción médica fue usada para ayudar a l enfermo o herido. Mira el ejemplo en Lucas 10.34. “Se acercó, le curó las heridas con vino y aceite, y se las vendó. Luego lo montó sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó”. El tercer tipo de unción es el tema de este capítulo: la unción sagrada. La cuál fue destinada para propósitos sagrados o espirituales. Fue dada para dedicar a cosas o personas a Dios.

EJEMPLOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO La primera ocasión de unción para propósitos espirituales registrada en el Antiguo Testamento se encuentra en Genesis 28.18-19. Después que Jacob tuvo una gran visión de Dios: “A la mañana siguiente Jacob se levantó temprano, tomó la piedra que había usado como almohada, la erigió como una estela y derramó aceite sobre ella. En aquel lugar había una ciudad que se llamaba Luz, pero Jacob le cambió el nombre y le puso Betel”. Dios habló luego de este evento y dijo: “Yo soy el Dios de Betel, donde ungiste una estela y me hiciste una promesa. Vete ahora de esta tierra, y vuelve a la tierra de tu origen” (Génesis 31.13). Después, Dios dio instrucciones concernientes a la unción de sacerdotes, reyes y profetas para consagrarlos a los propósitos espirituales. El contenido del Tabernáculo también sería ungido.

El propósito de ungir personas y cosas era

separarlas en una especial dedicación al

servicio de Dios. El aceite santo fue usado por estos propósitos

espirituales: “Con estos ingredientes harás un aceite, es decir, una mezcla aromática como las de los fabricantes de perfumes. Este será el aceite de la unción sagrada. A los israelitas les darás las siguientes instrucciones: “De aquí en adelante, este será mi aceite de la unción sagrada” (Éxodo 30.25,31).

LA UNCIÓN DE JESÚS Siguiendo el modelo instituido por Dios, Jesús fue ungido para el servicio. Jesús dijo: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, poner en libertad a los oprimidos, a pregonar el año del favor del Señor” (Lucas 4.18-19).

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Este fue un cumplimiento de la profecía cedida en Isaías 61.1. los discípulos reconocerían que: “…cómo lo ungió Dios con el Espíritu Santo y con poder, y cómo anduvo haciendo el bien y sanando a todos los que estaban oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hechos 10.38).

LA FUENTE DE LA UNCIÓN El poder espiritual de la unción no está en el aceite. El poder está en la persona

espiritual que hace la unción o en las habilidades del destinatario. El poder

de la unción fluye de la fuente, Dios Padre. Note

lo que Jesús dijo: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para…”. Pablo dijo: “Dios es el que nos mantiene firmes en Cristo, tanto a nosotros como a ustedes. Él nos ungió” (2 Corintios 1.21). Dios era la fuente de la unción de Cristo. Él todavía es la fuente de la unción. El aceite es solo un símbolo natural que representaba esta unción. Jesús usó la práctica de ungir, pero no siempre lo hizo por medio del aceite. Un hombre ciego que fue sanado por Jesús relató: “Ese hombre que se llama Jesús hizo un poco de barro, me lo untó en los ojos y me dijo: “Ve y lávate en Siloé”. Así que fui, me lavé, y entonces pude ver” (Juan 9.11). Este versículo confirma que no es la sustancia usada, sino el poder detrás de la práctica de unción eficaz. Aunque los hombres y mujeres fueron ungidos simbólicamente con aceite por un hombre, la verdadera unción de poder era de Dios. Dios dijo del Rey David: “He encontrado a David, mi siervo, y lo he ungido con mi aceite santo” (Salmos 89.20). Antes de haber sido ungido en esta vida por el hombre, David fue ungido por Dios: “Entonces Natán le dijo a David: —¡Tú eres ese hombre! Así dice el Señor, Dios de Israel: “Yo te ungí como rey sobre Israel, y te libré del poder de Saúl” (2 Samuel 12.7).

LOS PROPÓSITOS DE LA UNCIÓN La unción del Espíritu de Dios es muy importante en la vida y ministerio del creyente. Aquí están algunos propósitos de la unción:

El servicio Cuando la unción de Dios vino sobre Saúl, se convirtió en un nuevo hombre para servir a Israel como rey: “Entonces Samuel tomó un frasco de aceite y lo derramó sobre la cabeza de Saúl. Luego lo besó y le dijo: —¡Es el Señor quien te ha ungido para que gobiernes a su pueblo! Entonces el Espíritu del Señor vendrá sobre ti con poder, y tú profetizarás con ellos y serás una nueva persona” (1 Samuel 10.1, 6).

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Jesús fue el ungido por Dios para el servicio: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, poner en libertad a los oprimidos, a pregonar el año del favor del Señor” (Lucas 4.18-19). “Me refiero a Jesús de Nazaret: cómo lo ungió Dios con el Espíritu Santo y con poder, y cómo anduvo haciendo el bien y sanando a todos los que estaban oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hechos 10.38). Estos versículos proporcionan una lista de propósitos de la unción para el servicio. La unción nos habilita para:

- Predicar el evangelio - Ministrar a los pobres - Sanar el corazón destrozado - Sanar físicamente al enfermo - Predicar la liberación a aquellos en esclavitud espiritual - Abrir los ojos de aquellos que se encuentran en ceguera espiritual - Liberar a aquellos que están lastimados, golpeados por el enemigo - Predicar el año aceptable del Señor (2 Corintios 6.2) - Hacer el bien - Sanar a todos los oprimidos por el diablo

La responsabilidad Dios unge a los creyentes con responsabilidades espirituales. Cualquier cosa que Él le confíe, sea grande o pequeña, no es a causa de tus propias habilidades. No es debido a

tu educación, personalidad, o posición social. Recibes la

responsabilidad espiritual por la unción.

La instrucción La instrucción enseña: “En cuanto a ustedes, la unción que de él recibieron permanece en ustedes, y no necesitan que nadie les enseñe. Esa unción es auténtica —no es falsa— y les enseña todas las cosas. Permanezcan en él, tal y como él les enseñó” (1 Juan 2.27). Esto no significa que no debes recibir la enseñanza bíblica de otros. Dios ha puesto maestros en la iglesia para estos propósitos (Efesios 4.11). El Espíritu Santo los unge para enseñar la Palabra de Dios. Sin embargo, si no temes a las oportunidades de recibir el ministerio de tales hombres escogidos por Dios, la unción del Espíritu Santo aún te enseñará. Esta unción te ayuda a examinar la verdad de las enseñanzas que has recibido de otros. También revela las verdades que no entiendes y claramente abre la revelación de la

Palabra escrita de Dios hacia ti. Nota que la unción nos enseña “todas las cosas”. Es

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tal el poder que hay en la unción que nos

instruye en cada área de la vida y ministerio. Permanecer

La unción de Dios te permite permanecer en Jesús. Nota esta porción del versículo que hemos estudiado: “En cuanto a ustedes, la unción que de él recibieron permanece en ustedes, y no necesitan que nadie les enseñe. Esa unción es auténtica —no es falsa— y les enseña todas las cosas. Permanezcan en él, tal y como él les enseñó” (1 Juan 2.27). Una cosa es aceptar a Jesús como Salvador. Otra es aprender cómo permanecer en Él y caminar en obediencia a su palabra y voluntad. La unción te enseña cómo hacer esto.

Libertad El yugo de la esclavitud es destruido por la unción. Los yugos eran usados en el mundo antiguo para unir los animales para trabajar en los campos. Ellos aún son usados para el mismo propósito en muchas naciones hoy en día. Jesús habló del yugo cuando dijo: “Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma.30 Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana” (Mateo 11.28-30).

Todos estamos bajo un yugo de algún tipo. Estás

bajo el yugo de Satanás o de Dios. El yugo de la esclavitud de Satanás es triple: 1. El yugo del pecado

“Yo soy el Señor su Dios, que los sacó de la tierra de Egipto, para que ya no fueran sus esclavos. Yo rompí las correas de su yugo, para que ustedes pudieran caminar con el rostro en alto” (Levítico 26.13). Este yugo debe ser roto si deseas vivir bajo el yugo de Jesús.

2. El yugo del ego Pablo se esforzó con el yugo del “yo”: “No entiendo lo que me pasa, pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco” (Romanos 7.15).

3. El yugo del hombre El yugo del hombre es la esclavitud puesta sobre ti por otros: “Atan cargas tan pesadas que es imposible soportarlas, y las echan sobre los hombros de los demás, mientras que ellos mismos no quieren tocarlas ni siquiera con un dedo. Todo lo hacen para que la gente los vea. Les gusta llevar en la frente y en los brazos porciones de las Escrituras escritas en anchas tiras, y ponerse ropas con grandes borlas” (Mateo 23.4-5). No puedes romper el yugo de Satanás en tu propio poder. No puedes hacerlo por tus propias palabras de sabiduría. Cada yugo, cada esclavitud de hombre, es roto por la unción.

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La alegría Jesús fue ungido con el aceite de alegría: “Tu trono, oh Dios, permanece por los siglos de los siglos, y el cetro de tu reino es un cetro de justicia. Has amado la justicia y odiado la maldad; por eso Dios, tu Dios, te ha ungido con aceite de alegría, exaltándote por encima de tus compañeros” (Hebreos 1.8-9). Aquellos que aman la justicia y odian la maldad serán ungidos con esta misma alegría.

La unción de Dios trae gran alegría en su

vida. La alegría del Señor es la fuerza que autoriza tu servicio para Dios.

Unciones específicas Los propósitos de la unción estudiados son para los creyentes. Sin embargo, Dios también unge a las personas para ministerios específicos y tareas especiales. Algunos son ungidos como evangelistas, otros como maestros. Algunos son pastores mientras que otros son profetas. Hay muchas unciones diferentes que Dios les da a los creyentes. Jesús tenía una unción específica de Dios para morir por los pecados de las personas. El nombre de “Cristo” significa “El ungido”. El nombre de “Jesús” quiere decir “Salvador”. Cuando el nombre de “Jesucristo” es usado, decimos que Él es el ungido de Dios para ser el Salvador del mundo. Antes de su muerte una mujer ungió a Jesús con aceite. Jesús dijo: “Al derramar ella este perfume sobre mi cuerpo, lo hizo a fin de prepararme para la sepultura” (Mateo 26.12). Jesús sabía que Él fue el ungido para morir por los pecados de las personas. Nadie más tenía esta unción específica. En todo el registro bíblico nos encontramos con que Dios ungió a las personas para ministerios específicos (2 Corintios 22.7). Cuando las personas intentaron asumir un ministerio específico sin la unción de Dios para hacerlo, resultó en problemas. Lee la historia de Miriam y Aarón en Números 12 como un ejemplo de esto. Miriam y Aarón pensaron que tenían la misma unción que Moisés y que podrían liderar también a Israel. Sin embargo, descubrieron algo diferente. Otro ejemplo se encuentra en Números 16 en la historia de Coré que intentó exigir la misma unción que Moisés. Mucho de la falta de armonía en el cuerpo de Cristo viene de personas que intentan servir en las áreas de ministerio en las cuáles no han recibido la unción. Una persona es ungida por Dios. De una manera especial y seguramente muchos van a intentar imitar su ministerio. Sin embargo, los imitadores no tienen los mismos resultados poderosos. Se preguntan qué está mal. Ellos están trabajando como otras personas, pero sin obtener los mismos resultados. La respuesta se encuentra en la unción de poder. La unción de Dios está sobre un hombre para una tarea específica, y eso no

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funciona para todos en la misma tarea. A causa de esto, algunos tienen éxito mientras que otros fallan. Uno de los pecados de la carne enumerados en Gálatas 5.20 se llama “celos”. Son una forma de envidia demostrada en imitar a otros. Dios no puede bendecir a los envidiosos. Dios busca a aquellos que se moverán fuera del pecado de los celos hacia la revelación a través de la unción de poder.

CÓMO RECIBIR LA UNCIÓN Reconoce la fuente:

Como has aprendido en esta lección, la fuente del poder espiritual es Dios. No puedes confiar en tu educación, personalidad o posición social. No recibes la unción de alguien más.

No hay nada que puedas hacer para ganar la unción. No puedes

trabajar la unción por el emocionalismo. Dios es la

única fuente de la unción espiritual. Para recibir esta unción, primero, debes reconocer la fuente de la cual fluye.

Experimenta el nuevo nacimiento Porque este es un poder espiritual que fluye de la fuente que es Dios, debes nacer de nuevo espiritualmente para recibirlo. La razón de esto es: “El que no tiene el Espíritu no acepta lo que procede del Espíritu de Dios, pues para él es locura. No puede entenderlo, porque hay que discernirlo espiritualmente” (1 Corintios 2.14). Esta unción de poder fluye del Espíritu de Dios. El hombre carnal (pecador) no puede recibirlo. No puedes recibirlo a menos que seas un hombre espiritual.

Lee la Palabra de Dios y ora Ya que Dios es la fuente de la unción, debes estar en contacto con Él a través de la oración (en la cual le hablas) y de la Palabra de Dios (a través de la cual te habla). Cuanto más permaneces en su Palabra, y Él permanece en ti, más unción fluirá en tu vida.

Rompe el yugo Aprendiste en este capítulo que uno de los propósitos de la unción es romper los yugos de la esclavitud. Pídele a Dios que rompa el yugo del pecado, del ego o de aquellos impuestos por el hombre. Debes experimentar la unción que rompe el yugo en tu propia vida, antes de que pueda fluir a través de ti hacia otros.

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Recibe el Espíritu Santo “Me refiero a Jesús de Nazaret: cómo lo ungió Dios con el Espíritu Santo y con poder, y cómo anduvo haciendo el bien y sanando a todos los que estaban oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hechos 10.38). Este versículo ilustra cómo la unción de Dios se relaciona con la poderosa operación

del Espíritu Santo en tu vida. Para experimentar la unción

de poder, debes recibir al Espíritu Santo. Como lo

hemos estudiado en el capítulo 8.

No te enfoques en tus incapacidades Muchas personas se enfocan en sus incapacidades en lugar de enfocarse en las habilidades disponibles a ella a través de la unción de poder. El rey David dijo una vez: “En cuanto a mí, aunque me han ungido rey, soy todavía débil; no puedo hacerles frente a estos hijos de Sarvia. ¡Que el Señor le pague al malhechor según sus malas obras!” (2 Samuel 3.39). David reconoció que en sí mismo, Él era débil, y todavía era rey. El poder que experimentó fue a través de la unción. Lo que convirtió su debilidad fortaleza. No se enfocó en sus incapacidades, sino en sus habilidades a través de la unción de poder. Es por esto que puede decir: “Con tu apoyo me lanzaré contra un ejército; contigo, Dios mío, podré asaltar murallas” (Salmos 18.29). Los discípulos eran hombres que originalmente eran temerosos e incrédulos. Ellos abandonaron a Jesús en su tiempo de necesidad. Uno de ellos, incluso, llegó a negarlo. Fue a este mismo grupo que Jesús confió la misión de alcanzar al mundo con el

Evangelio. Jesús no se enfocó en sus incapacidades.

Ni en su falta de educación o posición social.

No miraba el registro de sus fracasos

pasados. Vio en lo que ellos se convertirían

cuando permitieran que la unción de poder

cambie sus vidas. Los vio como serían después de recibir al Espíritu

Santo. Deja de enfocarte en ti mismo. Reconoce que el Espíritu de Dios está dentro tuyo. Es su trabajo, su ministerio, sus milagros, su unción. Pídele que permita el fluir de la unción a través de ti. Comienza a extender la mano a otros en ministerio, y comenzarás a sentir el flujo de poder a través de ti. Dios no te unge para que te quedes sentado inactivo en el banco de atrás de la iglesia. La unción de poder es dada para los propósitos específicos que estudiamos en el

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capítulo 6. Cuanto más diriges tus energías a estos propósitos, más fluirá la unción de poder a través de ti.

Descubre la unción específica Para descubrir tu rol específico en el ministerio, debes descubrir los dones espirituales que Dios te ha dado.

La posición de los ungidos Ser ungido por Dios te coloca en las líneas delanteras de la guerra espiritual. La Biblia revela que aquellos que son ungidos con el poder de Dios experimentarán la oposición del enemigo: “Los reyes de la tierra se rebelan; los gobernantes se confabulan contra el Señor y contra su ungido. Y dicen: «¡Hagamos pedazos sus cadenas! ¡Librémonos de su yugo!” (Salmos 2.2-3). David dijo: “Tus enemigos, Señor, nos ultrajan; a cada paso ofenden a tu ungido” (Salmos 89.51). Sin embargo, Dios ha dicho de aquellos que se oponen a sus ungidos: “El rey de los cielos se ríe; el Señor se burla de ellos. En su enojo los reprende, en su furor los intimida…” (Salmos 2.4-5). Dios es su fuerza cuando estás enfrentando tal oposición: “Ahora sé que el Señor salvará a su ungido, que le responderá desde su santo cielo y con su poder le dará grandes victorias” (Salmos 20.6). Ten cuidado con lo que le dices a otros creyentes ungidos. Trata con respeto a aquellos que están ungidos y son tu autoridad. Dios lleva muy en serio a los ungidos con poder. Él advierte: “¡No toquen a mis ungidos! ¡No maltraten a mis profetas!” (1 Crónicas 16.22).

TAREA Completa el versículo clave de memoria:

“En cuanto a ___________, la __________ que de él ___________ permanece en ____________, y no _____________ que nadie les _____________. Esa ____________ es ___________ —no es ___________— y les enseña ________ las cosas. ________________ en él, tal y como él les ______________” (1 Juan 2.27).

¿Qué significa la palabra unción? ¿Cuáles son los tres tipos de unción que se practicaban en la antigüedad?

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¿Cuál es la fuente de la unción? Desarrolla. ______________________________________________________________________________________________________________________________________________

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Escoge 3 propósitos de la unción y explica. __________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

¿Cómo recibir la unción? ¿Cuál de estos pasos crees que ya has dado en tu vida espiritual? Pídele al Espíritu Santo que se te revele en este tiempo de crecimiento.

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CONCLUSIÓN

Nos alegra que hayas concluido esta maravillosa etapa del estudio de los “Principios de poder y fe”. En este primer módulo hemos aprendido sobre el origen del verdadero poder espiritual, así como también a reconocer el falso poder del enemigo. Vimos sobre “El poder del Evangelio”, “El poder del Espíritu Santo”, “El poder del Amor”, “La unción de poder”. Es nuestro deseo que experimentes el poder espiritual enseñado en la Biblia, es por eso que en el segundo módulo veremos temas como “El poder de la oración”, “El poder de Su resurrección”, “El poder de su sufrimiento”. Mantén la expectativa por todo lo que Dios quiere darte a conocer en la siguiente etapa.

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RESPUESTAS DE LAS TAREAS

1

Completa el versículo clave de memoria: ¡Dios, Dios mío eres tú! ¡De madrugada te buscaré! Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela en tierra seca y árida donde no hay aguas, para ver tu poder y tu gloria, así como te he mirado en el santuario (Salmos 63.1 – 2).

El llamado de Jesús es para dejar el poder mundano por el poder espiritual que es dado con el propósito de servir un mundo que sufre y que está perdido y agonizante.

El arrepentimiento.

La promesa: el contenido, las palabras exactas y el significado de las promesas. La posesión de la promesa: no puedes usar lo que no posees. Debes reivindicar las promesas de Dios para que se vuelvan realidad en tu vida.

Explica y relaciona con tus palabras la siguiente frase con la historia bíblica mencionada: “No debes detenerte cuando consigues llegar a un punto de bendición en tu vida. Debes irrumpir hacia la esfera del poder espiritual. Si no haces esto continuarás vagando en un desierto espiritual, de existencia seca e impotente. Debes moverte más allá del punto de bendición, hacia la esfera de poder.” La historia del pueblo de Israel en el desierto.

2

Completa el versículo clave de memoria: Una cosa ha dicho Dios, y dos veces lo he escuchado: Que tú, oh Dios, eres poderoso (Salmos 62.11). ¿Quién es la fuente de poder? Cita por lo menos 5 versículos bíblicos para fundamentar. Ejemplos: “El Señor ha establecido su trono en el cielo; su reinado domina sobre todos” (Salmos 103.19). “Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder, la gloria, la victoria y la majestad. Tuyo es todo cuanto hay en el cielo y en la tierra. Tuyo también es el reino, y tú estás por encima de todo. De ti proceden la riqueza y el honor; tú lo gobiernas todo. En tus manos están la fuerza y el poder, y eres tú quien engrandece y fortalece a todos” (1 crónicas 29.11 – 12). “No hay quien tenga poder sobre el aliento de vida, como para retenerlo, ni hay quien tenga poder sobre el día de su muerte. No hay licencias durante la batalla, ni la maldad deja libre al malvado” (Eclesiastés 8.8). “Que lleguen a tu presencia los gemidos de los cautivos, y por la fuerza de tu brazo salva a los condenados a muerte” (Salmos 79.11). “Él fortalece al cansado y acrecienta las fuerzas del débil” (Isaías 40.29).

3

Completa el versículo clave de memoria: Y no es de extrañar, ya que Satanás mismo se disfraza de ángel de luz. Por eso no es de sorprenderse que sus servidores se disfracen de servidores de la justicia. Su fin corresponderá con lo que merecen sus acciones (2 Corintios 11.14-15).

¿De qué manera podemos enfrentar al desafiante engañoso? Usa versículos bíblicos para respaldar. Reconoce que Satanás es un imitador. Usa el discernimiento. (2 Pedro 2). Evalúa lo sobrenatural por los frutos. (Mateo 7.18-20). Estudia la Palabra de Dios. (Hechos 17.11). Evita toda influencia satánica. (Hechos 19.19). Reconoce que el poder de Dios es mayor que el de Satanás.

4

Completa el versículo clave de memoria: Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: —Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra (Mateo 28.18).

¿Por qué razones podemos afirmar que Cristo tiene poder ilimitado? Da ejemplos. Poder para enseñar con autoridad Poder sobre sus enemigos Poder sobre la enfermedad Poder sobre la naturaleza Poder sobre todo hombre Poder sobre sus enemigos Poder sobre la muerte

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Poder sobre su propia vida Poder para ejecutar el juicio Poder sobre los demonios Poder sobre todas las obras del enemigo

Explica la diferencia entre PODER PRESENTE y PODER FUTURO. Jesús también continúa operando a través del poder delegado a los creyentes. Antes de que Jesús volviera al cielo, delegó poder y autoridad a sus seguidores. (PODER PRESENTE). Algún día, Jesús volverá a la tierra en gran poder y gloria. En ese momento, todos los poderes del cielo y de la tierra serán entregados a Jesús. Todo el universo reconocerá el poder de Dios, el Padre, y de su Hijo, Jesucristo. (PODER FUTURO).

5

Completa el versículo clave de memoria: Sí, les he dado autoridad a ustedes para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer daño (Lucas 10.19).

Explica la siguiente frase según lo estudiado. Usa un ejemplo cotidiano diferente. “Cuando alguien recibe la responsabilidad de hacer algo, también debe recibir la autoridad para hacerlo” Jesús les dio a sus seguidores la responsabilidad de alcanzar al mundo con el Evangelio. También les dio la autoridad para realizar la tarea. No puedes darle la responsabilidad a alguien, sin darle autoridad para llevar a cabo esa responsabilidad.

La palabra griega “exousia” significa “poder o autoridad delegada”. La palabra “dunamis” se refiere al “poder inherente”.

6

Completa el versículo clave de memoria:

Los discípulos salieron y predicaron por todas partes, y el Señor los ayudaba en la obra y confirmaba su palabra con las señales que la acompañaban (Marcos 16.20).

¿Cuáles son los propósitos bíblicos para el poder? Enuméralos y da algunos ejemplos de historias bíblicas donde han sido activados. Salvación Dar testimonio Intrepidez

En la Iglesia Primitiva, el evangelio avanzó con intrepidez debido a la unción de poder espiritual: “Después de haber orado, tembló el lugar en que estaban reunidos; todos fueron llenos del Espíritu Santo, y proclamaban la palabra de Dios sin temor alguno” (Hechos 4.31).

Hacer las obras de Dios Por todo el libro de Hechos hay testimonios de creyentes haciendo de las obras de Dios. El enfermo fue sanado, los demonios fueron expulsados, se abrían las puertas de la prisión y el muerto fue levantado otra vez a la vida.

Revelar a Dios Revelar el reino de Dios

El poder demuestra el Reino de Dios en acción. Los milagros de Jesús demostraron que el reino de Dios Estaba al alcance de la mano. Ellos eran las instrucciones de cómo el reino será en su forma visible cuando fueran creados el Cielo Nuevo y la Tierra Nueva.

Confirmar la palabra La Iglesia Primitiva nació en una demostración de poder de Dios no a través de grandes oradores o de un debate teológico. Est o permitió que su fe esté en Dios en lugar de estar en las habilidades especializadas de oratoria de los hombres.

Para guerra espiritual Prevenir el error espiritual Victoria sobre el pecado

El poder espiritual conquista al pecado: “Así el pecado no tendrá dominio sobre ustedes, porque ya no están bajo la ley, sino bajo la gracia” (Romanos 6.14).

Crear una buena disposición Permitir que Dios opere Preservación Resurrección

Vives en un cuerpo mortal que morirá a menos que Jesús regrese primero a la Tierra. Es el poder espiritual que levantar a tu cuerpo mortal en la resurrección: “Lo que se siembra en oprobio resucita en gloria; lo que se siembra en debilidad resucita en poder” (1 Corintios 15.43).

Vida eterna Para todas las cosas

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7

Completa el versículo clave de memoria: A la verdad, no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos los que creen: de los judíos primeramente, pero también de los gentiles (Romanos 1.16).

¿Qué significa la palabra “evangelio”? ¿Por qué es poderoso? La palabra “Evangelio” significa “Buenas noticias”. Cuando hablamos del evangelio en un sentido bíblico, se refiere a las buenas noticias del reino de Dios y de la salvación a través de Jesucristo. Es poderoso porque:

Es la revelación del poder de Dios al hombre. Trae la salvación a todos los hombres, sin tener en cuenta la raza, color o creo. Revela lo que puede ser conocido por los hombres sobre Dios. Revela el juicio e ira de Dios contra el pecado. Revela la justicia de Dios. Muestra cómo ser justificados por la fe. Es la base de la fe por la cual vivimos.

¿Cómo es posible experimentar el poder de la fe? Admitir que has pecado Creer que Jesús murió por tus pecados Confiésale tus pecados y pídele que te perdone Experimenta una vida transformada

8

Completa el versículo clave de memoria: “Ahora voy a enviarles lo que ha prometido mi Padre; pero ustedes quédense en la ciudad hasta que sean revestidos del poder de lo alto” (Lucas 24.49).

¿Cuál fue la promesa tan importante que Jesús les hizo a sus seguidores con respecto al poder espiritual?

“Ahora voy a enviarles lo que ha prometido mi Padre; pero ustedes quédense en la ciudad hasta que sean revestidos del poder de lo alto” (Lucas 24.49).

¿Cuáles son las directivas bíblicas para recibir la unción de poder? Cita los versículos. ARREPIÉNTETE Y BAUTÍZATE: “Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados —les contestó Pedro—, y recibirán el don del Espíritu Santo” (Hechos 2.38). CREE QUE ES PARA TI: “En efecto, la promesa es para ustedes, para sus hijos y para todos los extranjeros, es decir, para todos aquellos a quienes el Señor nuestro Dios quiera llamar” (Hechos 2.39). DESÉALO: “En el último día, el más solemne de la fiesta, Jesús se puso de pie y exclamó: —¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba! De aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva. Con esto se refería al Espíritu que habrían de recibir más tarde los que creyeran en él. Hasta ese momento el Espíritu no había sido dado, porque Jesús no había sido glorificado todavía” (Juan 7.37-39). COMPRENDE LO QUE ES UN DON: Hechos 2. RÍNDETE A DIOS: “Pues bien, Dios hablará a este pueblo con labios burlones y lenguas extrañas” (Isaías 28.11).“Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse” (Hechos 2.4). PÍDELE ORACIÓN A OTROS CREYENTES: Hechos 8, 9 y 19.

9

Completa el versículo clave de memoria: “Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor” (1 Corintios 13.13).

Enumera las características del amor mencionadas en 1 Corintios 13 y marca cuáles aún deben perfeccionarse en tu vida. Luego ora, pidiéndole al Señor que te ayude a crecer en esas áreas. (Personal).

El amor es paciente Es bondadoso No es envidioso Ni jactancioso Ni orgulloso. No se comporta con rudeza No es egoísta

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No se enoja fácilmente No guarda rencor El amor no se deleita en la maldad Se regocija con la verdad Todo lo disculpa Todo lo cree Todo lo espera Todo lo soporta El amor jamás se extingue

¿Cuáles son los dos mandamientos mayores? ¿Por qué? El primer mandamiento es que debes amar a Dios: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas” (Marcos 12.30). El segundo mayor mandamiento es el amor a los otros: “El segundo es: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. No hay otro mandamiento más importante que estos” (Marcos 12.31).

10

Completa el versículo clave de memoria: “En cuanto a ustedes, la unción que de él recibieron permanece en ustedes, y no necesitan que nadie les enseñe. Esa unción es auténtica —no es falsa— y les enseña todas las cosas. Permanezcan en él, tal y como él les enseñó” (1 Juan 2.27).

¿Qué significa la palabra unción? ¿Cuáles son los tres tipos de unción que se practicaban en la antigüedad? “Ungir” literalmente significa “aplicar aceite sobre una persona o cosa”. La unción era originalmente de tres tipos: ordinari a, médica y sagrada.

¿Cuál es la fuente de la unción? Desarrolla. Dios es la fuente de la unción. Pablo dijo: “Dios es el que nos mantiene firmes en Cristo, tanto a nosotros como a ustedes. Él nos ungió” (2 Corintios 1.21). Dios era la fuente de la unción de Cristo. Él todavía es la fuente de la unción. El aceite es solo un símbolo natural que representaba esta unción. Jesús usó la práctica de ungir, pero no siempre lo hizo por medio del aceite.

Escoge 3 propósitos de la unción y explica. El servicio La responsabilidad La instrucción Permanecer Libertad La alegría Unciones específicas

¿Cómo recibir la unción? ¿Cuál de estos pasos crees que ya has dado en tu vida espiritual? Pídele al Espíritu Santo que se te revele en este tiempo de crecimiento.

Reconoce la fuente Experimenta el nuevo nacimiento Lee la Palabra de Dios y ora Rompe el yugo Recibe el Espíritu Santo No te enfoques en tus incapacidades Descubre la unción específica La posición de los ungidos