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PROBLEMA DEL HOMBRE EN NIETZSCHE Nietzsche es, junto con Marx y Freud, uno de los filósofos de la sospecha, que llevan a cabo una crítica en profundidad de la cultura occidental. Este filósofo, conocido como “filósofo a martillazos”, se propone desenmascarar las fuerzas vitales ocultas tras los valores de dicha cultura. En relación con su concepción el hombre, Nietzsche rechaza al hombre de su época, considerando su cultura y sus valores decadentes y enemigos de la vida, pues niegan la individualidad, la voluntad de poder (afán de superación y de creación) y la jerarquía natural de la vida, al exaltar la moral de los esclavos, del rebaño y someter la moral de los señores, la verdadera moral de autoafirmación que dice <<sí>> a la vida. Así propone, tras el anuncio de la muerte de Dios, que acaba con los valores tradicionales y deja al hombre débil desorientado, la creación de una nueva moral a partir de la inocencia primitiva, situándose <<más allá del bien y el mal>>. Esta nueva moral exige un nuevo tipo de hombre, el <<superhombre>> capaz de asumir la muerte de Dios y contribuir a la destrucción de los valores tradicionales, creando unos valores propios. No obstante, para llegar a la figura del superhombre, son necesarias tres transformaciones del espíritu: Camello: representa al hombre que se inclina ante Dios y la ley moral de los esclavos. Esta es el resultado del resentimiento, de la reacción de los débiles frente a unos valores que no pueden alcanzar, los valores nobles, siendo lo propio de los espíritus débiles la voluntad de igualdad: formar parte del rebaño. Esta voluntad de igualdad ha triunfado a lo largo de la historia, debido a la pretensión de imponer un orden racional al mundo, exaltando, como señala Nietzsche en su obra El nacimiento de la tragedia, el elemento apolíneo frente al dionisiaco, que representa la vida, los instintos. León: es el animal que se niega a aceptar la carga de la moral tradicional, conquistando así su libertad. Es el <<último hombre>>, que contempla, con el anuncio de la muerte de Dios, la caída de todos sus valores y el sentido de su vida. Este “Dios” no representa únicamente al Dios cristiano, sino todo lo que ha ocupado su lugar, sometiendo la vida y reprimiendo los instintos. Este último hombre es el más despreciable de todos porque, como consecuencia del nihilismo pasivo, no cree en nada y niega los valores, cayendo en la angustia y la desorientación. Niño, que simboliza el superhombre. Es aquel que acepta la muerte de Dios y crea valores propios (transvaloración de los valores), dando un nuevo sentido a su vida. Además acepta, desde la voluntad de poder, la idea del eterno retorno, que supone la máxima aceptación de la vida, amar el presente de forma inmensa, queriendo que se repita eternamente. En definitiva, Nietzsche afirma que el hombre de su época es solo un puente hacia el superhombre, que llevará a cabo la transvaloración de los valores, acabando con la cultura occidental decadente y dogmática y priorizando la vida antes que la racionalidad.

Problema Del Hombre en Nietzsche

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Desarrollo del problema del hombre en el filósofo Nietzsche orientado para el examen de filosofía de Selectividad

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Page 1: Problema Del Hombre en Nietzsche

PROBLEMA DEL HOMBRE EN NIETZSCHE

Nietzsche es, junto con Marx y Freud, uno de los filósofos de la sospecha, que llevan a cabo una

crítica en profundidad de la cultura occidental. Este filósofo, conocido como “filósofo a

martillazos”, se propone desenmascarar las fuerzas vitales ocultas tras los valores de dicha

cultura.

En relación con su concepción el hombre, Nietzsche rechaza al hombre de su época,

considerando su cultura y sus valores decadentes y enemigos de la vida, pues niegan la

individualidad, la voluntad de poder (afán de superación y de creación) y la jerarquía natural de la

vida, al exaltar la moral de los esclavos, del rebaño y someter la moral de los señores, la

verdadera moral de autoafirmación que dice <<sí>> a la vida.

Así propone, tras el anuncio de la muerte de Dios, que acaba con los valores tradicionales y deja

al hombre débil desorientado, la creación de una nueva moral a partir de la inocencia primitiva,

situándose <<más allá del bien y el mal>>.

Esta nueva moral exige un nuevo tipo de hombre, el <<superhombre>> capaz de asumir la

muerte de Dios y contribuir a la destrucción de los valores tradicionales, creando unos valores

propios. No obstante, para llegar a la figura del superhombre, son necesarias tres

transformaciones del espíritu:

Camello: representa al hombre que se inclina ante Dios y la ley moral de los esclavos.

Esta es el resultado del resentimiento, de la reacción de los débiles frente a unos valores

que no pueden alcanzar, los valores nobles, siendo lo propio de los espíritus débiles la

voluntad de igualdad: formar parte del rebaño.

Esta voluntad de igualdad ha triunfado a lo largo de la historia, debido a la pretensión de

imponer un orden racional al mundo, exaltando, como señala Nietzsche en su obra El

nacimiento de la tragedia, el elemento apolíneo frente al dionisiaco, que representa la

vida, los instintos.

León: es el animal que se niega a aceptar la carga de la moral tradicional, conquistando

así su libertad. Es el <<último hombre>>, que contempla, con el anuncio de la muerte de

Dios, la caída de todos sus valores y el sentido de su vida. Este “Dios” no representa

únicamente al Dios cristiano, sino todo lo que ha ocupado su lugar, sometiendo la vida y

reprimiendo los instintos. Este último hombre es el más despreciable de todos porque,

como consecuencia del nihilismo pasivo, no cree en nada y niega los valores, cayendo

en la angustia y la desorientación.

Niño, que simboliza el superhombre. Es aquel que acepta la muerte de Dios y crea

valores propios (transvaloración de los valores), dando un nuevo sentido a su vida.

Además acepta, desde la voluntad de poder, la idea del eterno retorno, que supone la

máxima aceptación de la vida, amar el presente de forma inmensa, queriendo que se

repita eternamente.

En definitiva, Nietzsche afirma que el hombre de su época es solo un puente hacia el

superhombre, que llevará a cabo la transvaloración de los valores, acabando con la cultura

occidental decadente y dogmática y priorizando la vida antes que la racionalidad.