14
1 CONFERENCIA DE PRENSA VALOR DE LA PERSONA HUMANA MONSEÑORFABlO COLINDRES 1 - " La Iglesia es experta en humanidad" ( PP. Pablo VI ). La misión de la lglesia es clara: " Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda creatura" ( Mt 28). La buena Nueva es esta: que el poder de la muerte ha sido vencido por la Vida y que Dios tiene un proyecto de amor que me lleva a perder el miedo y a creer que las c.osas que más nos hacen sufrir tienen solución. v Es con este mensaje fresco que la Iglesia cuida con particular atención de los más golpeados y abandonados, de los que han perdido el sentido de la vida, de los que más sufren en el cuerpo y en el espíritu. Los pastores conocemos el sentido profundo de las palabras de Jesús: " No es la gente sana la que necesita médico, sino

Pronunciamiento de monseñor Colindres

Embed Size (px)

Citation preview

1

CONFERENCIA DE PRENSA

VALOR DE LA PERSONA HUMANA

MONSEÑOR FABlO COLINDRES

1 - " La Iglesia es experta en humanidad" ( PP. Pablo VI ).

La misión de la lglesia es clara: " Vayan por todo el mundo

y anuncien la Buena Nueva a toda creatura" ( M t 28).

La buena Nueva es esta: que el poder de la muerte ha sido

vencido por la Vida y que Dios tiene un proyecto de amor

que me lleva a perder el miedo y a creer que las c.osas que

más nos hacen sufrir tienen solución. v

Es con este mensaje fresco que la Iglesia cuida con

particular atención de los más golpeados y abandonados, de

los que han perdido el sentido de la vida, de los que más

sufren en el cuerpo y en el espíritu.

Los pastores conocemos el sentido profundo de las palabras

de Jesús: " No es la gente sana la que necesita médico, sino

los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a

pecadores" (Marcos 2,17).

Lo propio del mensaje, siempre nuevo, de Jesús, que es el

mensaje de su Iglesia, de nosotros los pastores, es

promover con esperanza y con fe la conversión del corazón,

buscar la unidad y trabajar por la paz; por ser " Artesanos

de la paz" ( Beato Juan Pablo II ).

1 1 - Antecedentes:

A- El dolor nacional

Hace tiempo he recibido las súplicas de familiares que

han vivido en carne propia, en su familias, la muerte de

uno o varios de sus seres queridos (desmembrados,

encontrados en bolsas negras, desaparecidos ...).

También de familiares de policías y soldados

encontrados muertos o amenazados.

El clamor ha sido este: " Monseñor diga una palabra de

aliento, denos un mensaje de ánimo, queremos sentir

la voz de la Iglesia que nos defiende del mal y nos

consuela en nuestras penas y dolor.

Una orientación de nuestros pastores que velan por

nosotros en medio de las angustia y de la muerte

cotidianas. Se nos acaban las fuerzas y no podemos 11 más ... .

Además, gran porcentaje de estas peticiones es a favor

de los hombres y mujeres privados de libertad en todo

el País; son dos las peticiones más recurrentes: 1)

sobre los que están muy enfermos o con

enfermedades terminales. Y 2) a favor de aquello< que

están urgidos de que su situación jurídica sea evaluada

o revisada. El clamor es más sentido por las personas

recluidas en el centro penal de máxima seguridad en la

Ciudad de Zacatecoluca.

B- Decisión de hablar al respecto con el Señor Ministro

de Justicia.

Desde el año pasado, cuando el Señor General de

División David Munguía Payés se desempeña como

Ministro de la Defensa Nacional, comienzo a

expresarle, en mi calidad de Obispo Castrense y

Policial de El Salvador, mi preocupación pastoral por

la crisis social y situación dolorosa de la Nación.

La respuesta es esperanzadora, se compromete a

estudiar, analizar los elementos necesarios para esta

petición humanitaria, que varios hermanos en la fe

también están pidiendo, tenga eco.

III - UNA SEMILLA DE ESPERANZA

Con el nombramiento del General Munguía Payés

como Ministro de Justicia y Seguridad, y conociendo

su alta sensibilidad por los problemas sociales y su

respeto de la dignidad humana, retomo con más

insistencia la necesidad de encontrarJ.no paliativos

sociales a la crisis sino tocar con mano, los posibles

fundamentos del laberinto de sufrimiento en que

vivimos.

En esto coincidíamos, él por la parte de seguridad y

profesionalismo en su Ramo, yo por mi labor propia

de pastor que veía perecer a mi rebaño, y dolor de la

Nación.

Por ello, suplico al Señor Ministro dos cosas: 1) El

gesto humanitario de movilizar, en el nombre de

Dios, un mecanismo que vaya constatando en la

medida de lo posible la situación de salud de los

ciudadanos privados de libertad en nuestro sistema

penitenciario. A fin de que si la ley lo permite

puedan ser trasladados.

Recuerdo haberle mencionado como ejemplo el

caso de salud del señor Carlos Perla a quien pude

visitar en dos ocasiones en el centro penal de

Metapán, Santa Ana, y más tarde en Zacatecoiuca,

donde llegué para animar a todos los privados de

libertad de ese lugar con la celebración de la santa

Misa, precisamente porque sabía de sus múltiples

enfermedades y deterioro creciente de salud,

últimamente más crítico por su asma crónica. Lo

mismo el caso delicado en la salud del señor ,

Buenaventura, afectado por una parálisis compleja.

2) - M i segunda súplica se refería a lo que ya he

mencionado, la situación legal de los reos. Sus

familiares me hablaron del cumplimiento de la ley y

del cumplimiento de porcentajes de sus penas.

Recuerdo que no le supe explicar eso al señor

Ministro porque no entiendo de por menores en ley

penitenciaria. Sólo le pedí clemencia por ellos en

este sentido.

- Respeto al marco de la legalidad.

Deseo expresar, y dejar muy claro, que una de las

cosas que manifesté al Señor Ministro era que la

Iglesia jamás pedía vulnerar el sistema legal de una

Nación y que, por tanto, todo que yo le suplicaba,

como un gesto humanitario, era: llevar a cabo

aquello que fuese posible dentro del marco de la

legalidad.

IV - MEDIACIÓN PASTORAL ENTRE DOS BANDOS

Esta es la iniciativa humanitaria que como pastor he

realizado, en colaboración de la sociedad civil, con el

acompañamiento del señor Raúl Mijango:

Al tener la ocasión de un encuentro inicial con un

grupo de reos, primero del grupo pandilleril MS 13 y

posteriormente del grupo M18, recluidos en

Zacatecoluca, advertimos en primer lugar su situación de enfermedad, que no es alentadora, y

luego un cansancio profundo, causado por el

desgaste de los años en esa prisión y por la lucha

creciente entre pandillas.

Inmediatamente les exponemos el

encuentro:

sentido del

1) la Nación está devastada por la cantidad dolorosa

de innumerables muertos, algunos de ellos

brutalmente asesinados, el clima sofocante de la práctica de extorciones y la renta, el asesinato de

P

tantos inocentes entre ellos muchos niños y

estudiantes, masacres de familias enteras. El

panorama es dantesco e infernal. Gran cantidad

de estas víctimas es el resultado de la lucha entre

los mismos grupos pandilleros con la consecuente

desaparición de sus propios familiares.

4 2) - el objetivo primordial es lograr, con la

mediación pastoral de la Iglesia y de la sociedad

civil, un entendimiento entre pandillas para

frenar el índice delincuencial que involucra a sus

propias familias y a la entera sociedad.

3) -Se trataba de un accionar social sustancial, que

nos llevaba a proponerles no el cese temporal de

agresiones mortales sino la definitiva

humanizacion de un conflicto, con dimensiones ya

descontroladas y alarmantes para todos.

4) - dejamos muy claro lo siguiente: no estábamos

hablando de una negociación entre Gobierno y

pandillas, tampoco de una negociación ente la

Iglesia y las pandillas; sino de un entendimiento

entre las padillas mismas para que, llegando a la comprensión y al dialogo entre ellas, pudiéramos

lograr la paz anhelada por todos.

5) El fundamento motivador de esta petición se

apoyaba en una serie de reflexiones espirituales a

la luz de la Palabra de Dios y aprovechando el

tiempo de la Cuaresma, espacio propicio para el

arrepentimiento, la conversión, el cambio del

corazón. Les canté la canción "se puede", para

recordarles que donde hay fe y amor todo es

posible.

6) Además era rnotivador saber que la Iglesia había abogado con particular esmero, junto a la

sociedad civil, para que en un gesto humanitario

las autoridades correspondientes atendieran los

casos de salud más delicados y se tuviera la

pronta evaluación de los casos de posibles

traslados a aquellos que por motivos de salud o

porque la ley así lo estipulaba calificaran para ello.

Jamás dejamos de mencionar que todo ello debía

llevarse a cabo en el marco de lo legal y que

nosotros tan solo intercedíamos y no nos

correspondía tomar ninguna decisión. v

V - SORPRENDENTE RESPUESTA

1) Quedamos sorprendidos al escuchar de parte de

ambas pandillas que:

- Elloseran los primeros en experimentar la necesidad

de un entendimiento entre ellos que frenara la

situación caótica de la Nación, que involucraba a sus

propias familias.

10

Que estaban esperando el momento oportuno para

poder dar este " paso" y necesitaban una presencia

humanitaria de cierta dimensión con la cual poder

llegar a un entendimiento entre pandillas y a ser

escuchados en sus necesidades mas urgentes en los

distintos centros penitenciarios de la Nación.

Que el terreno estaba "maduro" para este

acontecimiento; porque, ellos estaban muy

conscientes de que, si bien se les ha visto como un

problema o el problema más grande del País, ellos

también eran gran parte de la solución.

- Que no pedían la condonación de sus penas o que

los dejaran en libertad, que estaban bien

conscientes de sus delitos y que probablemente

muchas personas nunca los perdonarían, solo Dios,

que lo único que pedían era un trato digno en las

cárceles para ellos y para sus familiares que les

visitan; las aplicaciones justas de las leyes y el

esfuerzo de la sociedad para no perseguir, agredir o

condenar a una persona solo por el hecho de llevar

marcado su cuerpo con tatuajes. Que la sociedad

considerara la posibilidad futura de no destruirlos

sino ayudarles para volverse útiles a la Nación y

poder así un día ganar dignamente un sustento para

sus propias familias y no tener así necesidad de imponer rentas para sobrevivir.

Ahora estaban dispuestos a poner de su parte para

cesar las agresiones en nombre Dios, y con el

soporte espiritual y humanitario de la Iglesia Católica

y la sociedad civil, empeñando todos sus esfuerzos

por demostrar su deseo de ser vistos como parte de

la soluci6n.

Fue particularmente significativo el momento en

que nos vimos rodeados y apoyados en nu~st ra

propuesta humanitaria por ambas pandillas; querían

demostrar su buena voluntad de cambio y de

entendimiento con la mediación de la Iglesia.

VI - BREVE REFLEXIÓN DE LOS HECHOS

1) He procedido a esta iniciativa pastoral y humana

en mi calidad de Obispo Castrense y Policial de El

Salvador. Es precisamente a mí a quien compete

hablar o callar en este ámbito, observar

silenciosamente o intervenir pastoralmente ante

el clamor de esta Diócesis que comparte la

realidad de toda sociedad salvadoreña. He

preferido hablar, pero con la pedagogía de Jesús,

buen pastor, sin destruir a nadie y buscando el

bien de todos. Buscando las soluciones a los

problemas con el trato y el entendimiento

humanitario que ya logró una vez la paz en El

Salvador.

2) La división y enfrentamiento sangriento de las

pandillas es reflejo del estilo de sociedad que

tenemos, vivimos enfrentados destruyéndonos

entre nosotros mismos, no somos capaces de

respetar a los demás en sus distintas formas de

pensar o de ser.

3) El descenso en el índice cotidiano de muertes no

debe ser motivo de sospechas infundadas y falsas,

sino motivo de alegría y esperanza en un nuevo

amanecer, en un nuevo El Salvador con la

bendición de Dios y nuestra madre la Reina de la

Paz,

4) Esto es por lo que tanto el País ha orado.

5) Esto lo que la entera sociedad ha exigido con

angustiante perseverancia, la paz social.

6) La paz es el más grande sueño de todos, no

tengamos temor de ya no tener noticias malas,

nosotros somos capaces de cosas buenas y esa es

la mejor noticia que hay.

7) Cuantos hombres y mujeres han ofrendado sus

vidas por este ideal. No se trata de obtener la paz

a cualquier costo, se t rata de costear todps el

precio de la paz, que no es barato, por ello invito a

la Nación, con mucha humildad, a unirnos y no a

dividirnos cada día más, a pensar en nuevas

soluciones para los nuevos problemas sociales, a

pensar en soluciones extraordinarias (como la

que nos ocupa) porque extraordinarios son los

problemas que vivimos, a tener el coraje de

liberarse del miedo para no hacernos parte del

mal sino hacedores de bien.

Vamos a servir a l País, vamos a promover los valores que

nos han hechos libres, sería hermoso reunirnos un día

todos, en la Plaza del Divino Salvador del Mundo, bajo

las únicas banderas de la Paz y de nuestro Pabellón

Nacional.