22
Provincia Mercedaria de Chile Día primero: María, mujer creyente María es la mujer creyente y fiel. Ella encarna en su vida la fe en Dios, esa adhesión completa de su toda su persona a lo que Dios le comunica en su Palabra. Ella ha dicho al ángel: "Aquí está la esclava del Señor, que me suceda como tú dices". También su prima Isabel le ha dicho: "Dichosa tú, María, porque has creído". "La fe, dice la carta a los Hebreos, es el fundamento de lo que se espera y la prueba de lo que no se ve. La fe es la que nos hace comprender que el mundo ha sido formado por la palabra de Dios, de modo que lo visible proviene de lo invisible". Sin la fe no podemos tener acceso al misterio de Dios ni podemos comprender el sentido último de nuestra vida. Sólo la fe nos permite abrir los ojos para ver las maravillas de Dios. Sin la fe seguiríamos a oscuras en este mundo. El que ha recibido el don de la fe es también como María " dichoso porque no ha visto", sino que acepta que Dios sea la Verdad Absoluta. María de la Merced es uno de los miles de títulos que damos a la única madre de Cristo y madre nuestra. Ella inspiró a Pedro Nolasco la fundación de esta Orden Religiosa para "promover y defender la fe amenazada" por causa de los sufrimientos del cautiverio musulmán. Pidamos al Señor por medio de María que nos aumente la fe, que ponga fe en el corazón de los hombres de hoy, que nos haga mejores creyentes, más comprometidos con el evangelio, más atentos a las llamadas de Dios en nuestras vidas. Día segundo: María, mujer confiada María manifiesta la actitud de la confianza en Dios característica de la verdadera fe. Jesús dice: "Les aseguro que si no cambian y se hacen como los niños no entrarán en el reino de los cielos. El que se haga pequeño como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos". ¿En qué sentido hay que hacerse como los niños? En la actitud de la confianza absoluta en las manos del Padre Dios. Confiar es fiarse completamente en el otro. La falta de fe se traduce en una falta de confianza en Dios. Nos advierte Jesús sobre la excesiva preocupación por las cosas y nos dice: " Ya sabe el Padre celestial lo que necesitan. Busquen primero el reino de Dios y la voluntad de Dios, y todo lo demás les vendrá por añadidura". Cuando falta la confianza en Dios surgen las preocupaciones exageradas por las cosas inmediatas, como la comida, el vestido, el dinero, etc. Pidamos a María que nos ayude a cultivar la confianza de hijos en Dios nuestro Padre; que las cosas de este mundo no ahoguen nuestra fe, que las preocupaciones diarias no nos roben la serenidad que necesitamos para vivir. Día tercero: María, mujer disponible María vive la disponibilidad total a Dios. La fe de María se expresa en la entrega de su persona para que Dios realice su obra salvadora. Ella nada se reserva para sí, todo lo deja en manos de Dios. El Señor la llama a ser madre del Mesías por un camino que no es el común de los hombres. Cuando el ángel Gabriel le comunica lo que Dios quiere de ella, María pregunta: "¿Cómo será esto, pues no tengo relaciones con ningún hombre?. De inmediato se le da una respuesta que exige todo de su persona: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, el que va a nacer

Provincia Mercedaria de Chile Día primero: María, mujer creyente … · 2019-09-09 · Provincia Mercedaria de Chile Día sexto: María, mujer espiritual María se deja llenar del

  • Upload
    others

  • View
    6

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Provincia Mercedaria de Chile Día primero: María, mujer creyente … · 2019-09-09 · Provincia Mercedaria de Chile Día sexto: María, mujer espiritual María se deja llenar del

Provincia Mercedaria de Chile

Día primero: María, mujer creyente María es la mujer creyente y fiel. Ella encarna en su vida la fe en Dios, esa adhesión completa de su toda su persona a lo que Dios le comunica en su Palabra. Ella ha dicho al ángel: "Aquí está la esclava del Señor, que me suceda como tú dices". También su prima Isabel le ha dicho: "Dichosa tú, María, porque has creído". "La fe, dice la carta a los Hebreos, es el fundamento de lo que se espera y la prueba de lo que no se ve. La fe es la que nos hace comprender que el mundo ha sido formado por la palabra de Dios, de modo que lo visible proviene de lo invisible". Sin la fe no podemos tener acceso al misterio de Dios ni podemos comprender el sentido último de nuestra vida. Sólo la fe nos permite abrir los ojos para ver las maravillas de Dios. Sin la fe seguiríamos a oscuras en este mundo. El que ha recibido el don de la fe es también como María "dichoso porque no ha visto", sino que acepta que Dios sea la Verdad Absoluta. María de la Merced es uno de los miles de títulos que damos a la única madre de Cristo y madre nuestra. Ella inspiró a Pedro Nolasco la fundación de esta Orden Religiosa para "promover y defender la fe amenazada" por causa de los sufrimientos del cautiverio musulmán. Pidamos al Señor por medio de María que nos aumente la fe, que ponga fe en el corazón de los hombres de hoy, que nos haga mejores creyentes, más comprometidos con el evangelio, más atentos a las llamadas de Dios en nuestras vidas. Día segundo: María, mujer confiada María manifiesta la actitud de la confianza en Dios característica de la verdadera fe. Jesús dice: "Les aseguro que si no cambian y se hacen como los niños no entrarán en el reino de los cielos. El que se haga pequeño como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos". ¿En qué sentido hay que hacerse como los niños? En la actitud de la confianza absoluta en las manos del Padre Dios. Confiar es fiarse completamente en el otro. La falta de fe se traduce en una falta de confianza en Dios. Nos advierte Jesús sobre la excesiva preocupación por las cosas y nos dice: "Ya sabe el Padre celestial lo que necesitan. Busquen primero el reino de Dios y la voluntad de Dios, y todo lo demás les vendrá por añadidura". Cuando falta la confianza en Dios surgen las preocupaciones exageradas por las cosas inmediatas, como la comida, el vestido, el dinero, etc. Pidamos a María que nos ayude a cultivar la confianza de hijos en Dios nuestro Padre; que las cosas de este mundo no ahoguen nuestra fe, que las preocupaciones diarias no nos roben la serenidad que necesitamos para vivir. Día tercero: María, mujer disponible María vive la disponibilidad total a Dios. La fe de María se expresa en la entrega de su persona para que Dios realice su obra salvadora. Ella nada se reserva para sí, todo lo deja en manos de Dios. El Señor la llama a ser madre del Mesías por un camino que no es el común de los hombres. Cuando el ángel Gabriel le comunica lo que Dios quiere de ella, María pregunta: "¿Cómo será esto, pues no tengo relaciones con ningún hombre?. De inmediato se le da una respuesta que exige todo de su persona: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, el que va a nacer

Page 2: Provincia Mercedaria de Chile Día primero: María, mujer creyente … · 2019-09-09 · Provincia Mercedaria de Chile Día sexto: María, mujer espiritual María se deja llenar del

Provincia Mercedaria de Chile

será santo y se llamará Hijo de Dios". María no pregunta más, sólo acoge con una inmensa humildad: "Hágase en mi según tu palabra". Pidamos a María que también nosotros seamos generosos con los mandamientos de Dios. No podemos vivirlos si no estamos dispuestos a aceptar como Ella al Señor. Hay que estar disponibles para poner en práctica lo que Cristo nos enseña, especialmente el mandato del amor. La fe auténtica es la que se expresa en un compromiso generoso del creyente. Día cuarto: María, mujer de silencio interior María, modelo de persona creyente, nos enseña otro aspecto importante de la fe. Ella ha vivido en silencio interior y por eso puede conectarse con el misterio absoluto y permanente de Dios. María tiene su alma y su corazón en paz, está su ser en armonía. Su sintonía con Dios pasa por la profunda sintonía con su ser más profundo. Ella es una persona capaz de escuchar y de escucharse. Dice el evangelio: "Su madre conservaba cuidadosamente todos estos recuerdos en su corazón y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en aprecio ante Dios y ante los hombres". Desde esa actitud de silencio interior María podía comprender lo que Dios había realizado con su persona y lo que iba aconteciendo con su hijo Jesús. María no era una persona atormentada, ni impaciente ni superficial. Ella vivía a fondo cada día la gracia de ser amada y elegida por Dios. No podemos captar las cosas más hondas del alma si vivimos en ruido incesante, llenos de cosas externas. Necesitamos aprender de María el arte de saber acallar nuestros pensamientos, nuestras preocupaciones. Pidamos a María que nos ayude a descubrir el misterio más hondo de nuestras personas que no está en lo externo y superficial. Que sepamos darnos tiempos de silencio personal para reflexionar, orar, descansar, ordenar nuestro mundo personal. Día quinto: María, mujer obediente María escucha, comprende, obedece y vive la voluntad de Dios, a pesar de todo lo eso significa para su vida. La fe nos ayuda a escuchar a Dios que habla desde las cosas más sencillas. La voz de Dios se escucha en la medida que hagamos silencio y queramos prestarle atención. Nuestro interior está lleno de voces que nos estimulan a distintas cosas. En medio de ese griterío interior es posible también escuchar una voz muy particular, es la palabra de Dios. María se muestra atenta a esa voz y por eso puede descubrirla, sentirla y responder. Ella ha recibido el saludo del ángel que le dijo: "Dios te salve, llena de gracia, el Señor está contigo". María es una persona que reacciona como cualquier persona lo haría ante lo inesperado. "Al oír estas palabras, María quedó desconcertada y se preguntaba qué significaba tal saludo". La fe no es un acto mental o de puro conocimiento. La fe es un acto de escucha que provoca nuestras reacciones humanas más profundas como es la capacidad de escucha, el acto de comprender con nuestra inteligencia, la voluntad de obedecer y vivir lo que hemos escuchado y comprendido. La fe nunca puede ser un acto ciego, instantáneo, superficial. Pidamos a María que nos ayude a escuchar el evangelio, que nos enseñe a comprender la palabra de Dios, que nos haga obedientes a los mandatos divinos y que nos anime a vivir el compromiso de nuestra fe.

Page 3: Provincia Mercedaria de Chile Día primero: María, mujer creyente … · 2019-09-09 · Provincia Mercedaria de Chile Día sexto: María, mujer espiritual María se deja llenar del

Provincia Mercedaria de Chile

Día sexto: María, mujer espiritual María se deja llenar del Espíritu Santo para habite en ella el Altísimo. Dios nunca obliga, más bien llama con palabras de amor, invita al hombre a entrar en su amistad, quiere compartir con el hombre sus proyectos. María es invitada por Dios a entrar de una manera especial en los planes de la salvación. Se llenó de temor al escuchar la propuesta: "No temas, María, pues Dios te ha concedido su favor. Concebirás y darás a luz un hijo, al que pondrás por nombre Jesús". "Mira, tu pariente Isabel también ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que todos tenían por estéril". Dios hará en María el milagro de ser la madre del Mesías, llenándola del Espíritu Santo y concibiendo sin intervención humana. Ella deja que Dios haga lo que se le propone. Así María se convierte en una morada de lo divino, un templo especial de Dios. Si en Israel la presencia de Dios se expresaba en el Arca de la Alianza y en la Tienda Santa, ahora es María el Arca y la nueva tienda de Dios en medio de los hombres. Pidamos a María que nos haga generosos y disponibles para recibir el Espíritu Santo y sus siete dones. Que cada uno se abra al misterio de Dios y lo acoja desde el corazón. Día séptimo: María, discípula de Cristo María se hizo seguidora de Jesús, fue su primera discípula. Jesús ha dicho: "No todo el que me dice: ¡Señor, Señor! entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos". Y en otro lugar vuelve Jesús a decir: "El que cumple la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre". Y cuando una mujer lo elogiaba por tener una madre que lo había llevado en su vientre y lo había alimentado con sus pechos, Jesús proclamó la verdadera grandeza de su madre diciendo: "Dichosos más bien los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica". La grandeza de un creyente está precisamente en su esfuerzo por ser auténtico, coherente con lo que cree. Una fe que no se traduce en la vida está muerta. Dice Santiago en su carta: "¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Podrá acaso salvarlo la fe? Así también la fe: si no tiene obras, está completamente muerta". María ha llevado a su vida la fe en Dios. Vivió como creyente en cada momento de su vida. Conocemos la fe verdadera por las obras de los creyentes. El compromiso con la fe se traduce en una vida cristiana acorde con los valores del evangelio. Pidamos a María de la Merced que nos ayude a vivir cada día nuestra fe cristiana, que no nos quedemos en las puras ideas o sentimientos; que todos seamos capaces de realizar una vida mejor en virtudes y obras positivas. Día octavo: María, mujer de fidelidad María experimenta la Pascua, la Muerte y Resurrección de Cristo. No estuvo ausente el sufrimiento ni el dolor en la vida de la Virgen. Desde luego el mismo nacimiento de Jesús acontece en especiales circunstancias. Dice San Lucas: Mientras estaban en Belén le llegó a María el tiempo del parto, y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada". No es menos doloroso el momento cuando presentan a Jesús en el templo y las palabras del anciano Simeón resuenan con toda su fuerza: "Mira, este niño hará que muchos caigan o se

Page 4: Provincia Mercedaria de Chile Día primero: María, mujer creyente … · 2019-09-09 · Provincia Mercedaria de Chile Día sexto: María, mujer espiritual María se deja llenar del

Provincia Mercedaria de Chile

levanten en Israel. Será signo de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el corazón". María y José "estaban admirados de las cosas que se decían de Jesús". Sólo la fe podrá iluminar los sufrimientos que acompañan la vida de Jesús, de María y de todo creyente. María permanece al lado de su Hijo hasta la misma cruz como nos lo cuenta San Juan: "Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María la mujer de Cleofás, y María Magdalena". El creyente no dejará de experimentar el dolor si quiere alcanzar la vida. Hasta para amar hay que ser capaz de sacrificarse o renunciar. Miremos a María en nuestros momentos de sufrimiento y con ella aprendamos a asumirlos con fortaleza y mucho amor a Dios. Día noveno: María, mujer de búsqueda activa María permanece fiel en todos los momentos y en toda su vida. Nada la separa del misterio que ha recibido en la fe. Ella cree firmemente en lo que Dios le ha comunicado. La fidelidad de María se manifiesta en las siguientes dimensiones: la primera es la búsqueda ya que Ella permanece fiel cuando, con amor, se puso a buscar el sentido profundo del designio de Dios en Ella y para el mundo. Así se ha preguntado: "¿Cómo sucederá esto?" cuando el Angel le ha comunicado lo que Dios quiere de Ella. La fidelidad es una permanente, paciente y generosa búsqueda de lo que Dios quiere de cada uno. Para nosotros el ser fiel implica siempre una actitud de pregunta: ¿Qué quiere Dios que yo haga? ¿Cuál es su voluntad en esta ocasión en que me encuentro? ¿Qué debo hacer para ser fiel a la fe que he recibido? Es necesario buscar todos los días la voluntad de Dios sobre nuestras vidas. Y en esta búsqueda se juega nuestra fidelidad a Dios, fidelidad a la recta conciencia, fidelidad al proyecto de vida que hemos elegido. La fidelidad es la actitud activa de un amor que nunca se duerme ni se apaga. Dice Jesús: Busquen primero el reino de Dios y cumplan la voluntad de Dios, y todo lo demás les vendrá por añadidura. No se inquieten por el día de mañana, que el mañana traerá su propia preocupación. A cada día le basta con su propio afán". Pidamos a María de la Merced que nos ayude a ser fieles al evangelio, a nuestra fe cristiana, a nuestra conciencia, a nuestra dignidad de hijos de Dios, a nuestros compromisos de cristianos. Día décimo: María, mujer de acogida María vive una segunda actitud fundamental propia de la fidelidad y es la acogida. La acogida es la aceptación de Dios tal como es en su misterio eterno e infinito. María deja que Dios sea Dios y Ella se acepta a sí misma como su criatura, su esclava. Y porque acoge con amor, María puede responder con un SÍ mayúsculo, un Sí de toda su persona y para toda la vida. Ella dice al Señor: sí, acepto, estoy dispuesta, estoy de acuerdo. Así respondió María al ángel: "Aquí está la esclava del Señor, que me suceda como tú dices. Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador, porque ha mirada la humildad de su sierva, porque ha hecho en mí cosas grandes el Poderoso". Este es el punto central de la fidelidad: cómo una criatura de esta tierra recibe el misterio de Dios y lo acoge haciéndolo suyo. María deja que Dios more en ella; ella se abandona totalmente en las manos de Dios y Dios la convierte en su morada divina entre los hombres.

Page 5: Provincia Mercedaria de Chile Día primero: María, mujer creyente … · 2019-09-09 · Provincia Mercedaria de Chile Día sexto: María, mujer espiritual María se deja llenar del

Provincia Mercedaria de Chile

Pidamos a María de la Merced que nos ayude a dar acogida, a ser hospitalarios con el Señor Jesús; que Él nos enseñe a ser también acogedores y hospitalarios con los demás hombres y mujeres, empezando con las personas con quienes compartimos día a día: nuestra familia, nuestros compañeros de curso, las persona del colegio Día undécimo: María, modelo de coherencia María, modelo de fe auténtica, permanece fiel practicando otra dimensión de la fidelidad; la coherencia. Todos pedimos que los demás sean "coherentes", ¿qué queremos decir con esto? Simplemente se trata de vivir de acuerdo con lo que se cree. Se trata de ajustar la propia vida al objetivo de nuestra fe, que es la vida eterna. La coherencia es siempre una tarea para todos los creyentes. Deseamos ser más coherentes pero nos damos cuenta que eso cuesta mucho más sacrificios. Una persona es realmente coherente cuando tiene que aceptar incomprensiones, persecuciones, sacrificios antes que permitir una ruptura entre lo que se vive y lo que se cree. Un cristiano es coherente si lucha contra las formas concretas de pecado, de maldad, porque sólo así permanece fiel a los mandamientos del Señor. La coherencia es el núcleo más íntimo de la fidelidad. Escuchemos a Jesús que nos advierte: "En la cátedra de Moisés se han sentado los maestros de la ley y los fariseos. Obedézcanles y hagan lo que les digan, pero no imiten su ejemplo, porque no hacen lo que dicen. Todo lo hacen para que los vea la gente. Les gusta el primer asiento en los banquetes. El mayor de ustedes será el que sirva a los demás". Pidamos a María de la Merced que ayude a ser más coherentes en nuestra vida diaria; que nuestras palabras, obras y pensamientos sean acordes con el mandato del amor a Dios y al prójimo. Que María nos enseñe con su ejemplo a ser más auténticos, más veraces, más justos y fraternos. Que María nos ayude a vencer la esclavitud de la mentira y la hipocresía. Día duodécimo: María, ejemplo de constancia María, virgen creyente y fiel, vive otra dimensión esencial de una vida de fe: la constancia. Esta es la prueba de la verdadera fidelidad, la de la duración, la permanencia en el tiempo y a lo largo de la vida. La cuarta dimensión de la fidelidad es la constancia. Es fácil ser coherente por un día o algunos días. Difícil e importante es ser coherente toda la vida. Un compromiso de por vida es el que asume María. Ella no era "temporera", no vivía su ser creyente según los gustos, deseos o circunstancias. Ella permanece "al pié del cañón" cueste lo que cueste. María está con Dios en la alegría de la anunciación del ángel y también lo está al pié de la cruz. María "no arruga", su fidelidad es silenciosa y firme. Nuestra fe no puede quedar sujeta a las circunstancias de la vida. Cree el que permanece hasta el fin. Y para todos los proyectos de la vida, proyectos que valgan la pena como formar una familia, casarse, comprometerse en causas nobles, todo eso pasará por la prueba de fuego de la perseverancia, de la fortaleza y de la coherencia. Jesús nos dice: "Estén pues atentos,

Page 6: Provincia Mercedaria de Chile Día primero: María, mujer creyente … · 2019-09-09 · Provincia Mercedaria de Chile Día sexto: María, mujer espiritual María se deja llenar del

Provincia Mercedaria de Chile

porque no saben qué día llegará el Señor. Entiendan bien que si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a venir el ladrón, estaría en vela y no dejaría asaltar su casa. Lo mismo ustedes, estén preparados; porque a la hora que menos piensen, vendrá el Hijo del Hombre. Estén preparados, porque no saben el día ni la hora". Pidamos a María de la Merced, que nos enseñe a ser perseverantes en nuestra vida de fe y en nuestros compromisos y deberes; que podamos vencer la tentación de no cumplir nuestras obligaciones. Que María no ayude a vivir nuestra vida de fe como un compromiso fiel, coherente y perseverante. Día décimo tercero: María, mujer de esperanza Escuchemos la Palabra de Dios “María dijo entonces: Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador, porque ha hecho en mí cosas grandes el Poderoso. Su nombre es santo, y su misericordia es eterna con aquellos que le honran. Él hace proezas con su brazo y dispersó a los soberbios de corazón, derribó de sus tronos a los poderosos y levantó a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y a los ricos los despidió vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia como lo había prometido a nuestros padres, a favor de Abrahán y su descendencia por siempre” (Lucas 1, 46 – 47. 49 – 55). María reconoce en este su canto de acción de gracias, un salmo que se lo conoce con la primera palabra latina con que comienza Magnificat, que Dios se ha mostrado fiel, poderoso y lleno de misericordia cumpliendo las promesas que había hecho a su pueblo escogido Israel. María como su pueblo Israel ha permanecido en actitud de vigilia y espera de la salvación definitiva que Dios les había prometido desde antiguo. Dios se ha mostrado a favor de los humildes confundiendo a los de corazón soberbio; ha levantado a los pequeños sacándolos de su postración humillante y derribó a los poderosos de esta tierra bajándolos de sus tronos de prepotencia y orgullo; Dios ha concedido los bienes necesarios para que los hambrientos de la tierra tengan lo necesario para llevar una vida digna y declara que los ricos de este mundo, los propietarios de l mundo y del dinero, se quedarán sin nada porque nada se llevarán de este mundo y ante la muerte no le servirán sus riquezas para nada. Israel, ese pequeño pueblo, tan oprimido por los fuertes y poderosos de tantos imperios, ha sido liberado por la mano paternal de Dios que lo considera como un hijo necesitado, pobre y abandonado. A pesar de que Israel ha sido también un pueblo infiel y pecador, Dios lo trata con misericordia precisamente recordando las promesas que les había hecho a los padres desde Abrahán. Dios se seguirá recordando con amor compasivo de los descendientes del llamado “Patriarca de la fe”, es decir, de los creyentes del mundo y para siempre. La virtud de la esperanza corresponde al anhelo de felicidad puesto por Dios en el corazón de todo hombre; asume las esperanzas que inspiran las actividades de los hombres; las purifica para ordenarlas al Reino de los cielos; protege del desaliento, sostiene en todo

Page 7: Provincia Mercedaria de Chile Día primero: María, mujer creyente … · 2019-09-09 · Provincia Mercedaria de Chile Día sexto: María, mujer espiritual María se deja llenar del

Provincia Mercedaria de Chile

desfallecimiento; dilata el corazón en la espera de la bienaventuranza eterna. El impulso de la esperanza preserva del egoísmo y conduce a la dicha de la caridad, nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica(Nº 1818). Pidamos a María, mujer de esperanza, que nos libre de la falta de esperanza, del pesimismo y de todo aburrimiento, ya que nuestra vida terrena tiene una vocación y una misión que debemos cumplir cada uno con entera certeza que de ellas deberemos dar cuenta ante el Señor. Todos los días debemos vivir nuestro nuevo día con una renovada esperanza en las promesas del Señor que dijo: “Yo estaré con ustedes hasta el fin de los tiempos. No teman”. Día décimo cuarto: María, mujer que vive en serio Escuchemos la Palabra de Dios “Quien desee amar la vida y ver días felices, aparte su lengua del mal y sus labios de la falsedad. Huya del mal y haga el bien; busque la paz y corra tras ella. Porque los ojos del Señor se fijan en los buenos y sus oídos escuchan su oración. Pero el Señor rechaza a los que practican el mal. ¿Quién les hará mal si buscan el bien? Dichosos si tienen que padecer por hacer lo que Dios quiere. No teman las amenazas ni se asusten. Por el contrario, den gloria a Cristo, el Señor, y estén siempre dispuestos a dar razón de su esperanza a todo el que les pida explicaciones. Háganlo, sin embargo, con sencillez y respeto, como quien tiene limpia la conciencia” (1Pedro, 3,10 – 16). María ha vivido esta Palabra de Dios a cabalidad. Ella ha agradado a Dios en todo momento llevando una vida de profunda fe y esperanza. En su camino encontró también momentos de oscuridad, de sufrimiento pero nada de eso logró apartarla de su Señor. En sus padecimientos encontró también la razón de su esperanza, pues sabía que la vida hay que asumirla en serio siempre, aunque con alegría del corazón. María miraba la vida con ojos creyentes y sabía que la promesa del cielo es cierta y firme porque es Dios su garantía y Dios no nos puede engañar. Nosotros decimos que creemos en Dios pero en algunas ocasiones actuamos como si eso no fuera verdad. Nos dejamos arrastrar por opiniones o conductas que en la práctica no dan razón de nuestra esperanza. Creemos que el Reino de Dios está en medio de nosotros, ya presente aunque no en plenitud, pero de repente parece que buscamos afanosamente sólo lo material e inmediato, lo que nos gusta y nos produce placer; somos impacientes y parece que no esperamos nada más allá de este mundo terreno. Decimos que creemos en la vida eterna, en la vida resucitada después de la muerte, pero con mucha frecuencia sólo nos interesa pasarlo bien aquí y ahora; estamos siempre buscando nuevas experiencias que nos hagan sentir bien en el momento. Decimos que esperamos un mundo nuevo, más justo y fraterno, más humano y solidario pero con que facilidad buscamos sólo el propio bien sin importarnos los demás seres humanos; somos egoístas y violentos, siempre estamos codiciando más y más cosas. ¿Dónde está la esperanza cristiana? ¿Seríamos capaces de dar razón de nuestra esperanza cristiana si alguien nos pidiera explicaciones de la misma? ¿Qué diríamos si alguien nos pregunta por la esperanza cristiana?

Page 8: Provincia Mercedaria de Chile Día primero: María, mujer creyente … · 2019-09-09 · Provincia Mercedaria de Chile Día sexto: María, mujer espiritual María se deja llenar del

Provincia Mercedaria de Chile

Pidamos a María Santísima que nos ayude a vivir en una actitud de esperanza en medio de este mundo. Que el Espíritu Santo nos ilumine la inteligencia para dar las explicaciones que se nos piden hoy a los creyentes. Día décimo quinto: María, esperanza de los afligidos Escuchemos la Palabra de Dios “Por tanto, también nosotros, ya que estamos rodeados de tal nube de testigos, liberémonos de todo impedimento y del pecado que continuamente nos asalta, y corramos con perseverancia en la carrera que se abre ante nosotros, fijos los ojos en Jesús, autor y perfeccionador de la fe, el cual, animado por la alegría que le esperaba, soportó sin acobardarse la cruz y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Fíjense, pues, en aquel que soportó en su persona tal contradicción de parte de los pecadores, a fin de que no se dejen vencer por el desaliento” (Carta a los Hebreos 12, 1 – 3). María, la madre de Jesús, pertenece a esa nube o legión de testigos que ya gozan de Dios en el cielo, los santos y santas, hombres y mujeres que nos han precedido en la vida de fe y de esperanza. Sin embargo, ella que ha sido elevada en cuerpo y alma al cielo, “no abandonó su misión salvadora, sino que continúa procurándonos con su múltiple intercesión los dones de la salvación eterna. Con su amor de Madre cuida de los hermanos de su Hijo que todavía peregrinan y viven entre angustias y peligros hasta que lleguen a la patria feliz. Por eso la Santísima Virgen es invocada en la Iglesia con los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora. Lo cual, sin embargo, se entiende de tal manera que no quite ni añada nada a la dignidad y a la eficacia de Cristo, único Mediador”, nos dice el Concilio Vaticano Segundo (Lumen Gentium 62). La Virgen María siempre está atenta a las necesidades de los discípulos de su Hijo y en las más diversas circunstancias se ha manifestado su protección especial. Una de estas manifestaciones de la maternidad espiritual de María ha sido la fundación de la Orden de la Merced con el fin de redimir a los cristianos cautivos en manos de los musulmanes en el comienzo del siglo XIII. En la noche del 1 al 2 de agosto de 1218 la Santísima Virgen se apareció al devoto cristiano laico Pedro Nolasco y le señaló que era voluntad divina el que fundara esta Orden religiosa para la redención de los cautivos. Este hecho fue fundamental para que Nolasco que ya había efectuado una redención en el año 1203, no tuviera más dudas interiores y diera curso a la fundación el 10 de agosto de 1218 en la ciudad de Barcelona, España. María había manifestado su continua preocupación por las angustias y peligros de los cristianos especialmente cautivos en peligro de perder el tesoro precioso de la fe. Ella se ha mostrado como Merced de Dios, es decir, amor misericordioso y tierna compasión por los más sufridos de esta tierra. Bajo este hermoso título de Virgen de la Merced María ha seguido derramando su amor maternal para cuantos la invocan en sus variadas necesidades. Ella como madre sigue intercediendo ante su Hijo por los que todavía peregrinamos en esta vida hacia la patria feliz del cielo. María de la Merced quiere que nos liberemos de todo impedimento y del pecado que nos asalta, para que como Jesús, sigamos animados por la esperanza y alegría de la vida resucitada que nos ofrece Cristo con su propio ejemplo.

Page 9: Provincia Mercedaria de Chile Día primero: María, mujer creyente … · 2019-09-09 · Provincia Mercedaria de Chile Día sexto: María, mujer espiritual María se deja llenar del

Provincia Mercedaria de Chile

Pidamos a María de la Merced que nunca nos deje caer en el desaliento, aún en medio de nuestras dificultades y pecados, sino que corramos con perseverancia la carrera que Cristo nos abre con su propio ejemplo. Que se acreciente nuestra confianza que María siempre está atenta a nuestros sufrimientos presentes para que no nos sintamos nunca solos y abandonados en este mundo. Día décimo sexto: María, modelo de esperanza activa Escuchemos la Palabra de Dios “Fomenten la paz con todos y la santidad, sin la cual ninguno verá al Señor. Preocúpense de que nadie quede privado de la gracia de Dios. Perseveren en el amor fraterno. No olviden la hospitalidad, pues gracias a ella algunos hospedaron, sin saberlo, a ángeles. Preocúpense de los presos, como si ustedes estuvieran prisioneros con ellos; preocúpense de los que sufren, porque ustedes también tienen un cuerpo. Valoren mucho el matrimonio, y que su vida conyugal sea limpia, porque Dios juzgará a los libertinos y a los adúlteros. No se apeguen al dinero; conténtense con lo que tienen, porque Dios mismo ha dicho: No te desampararé ni te abandonaré” (Carta a los Hebreos 12, 14 – 15; 13, 1 – 5). María, nos enseña que vivir la esperanza no exime de practicar las grandes actitudes del Reino de los cielos como el trabajo por la justicia, piedra angular de la paz. Ella buscaba todo lo bueno y positivo que Dios ha puesto en los seres humanos, y así construyó la felicidad propia y de los demás. La Virgen anhelaba la vida eterna pero sin dejar de amar la vida presente como don de Dios. Ella compartía la vida diaria propia de una persona que sentía profundamente el amor de Dios y de los demás. María mostraba la esperanza en su estilo de vida sencillo, abierto, amable, acogedor, comprometido. Su esperanza de la vida eterna nunca fue obstáculo para gozar y compartir de las alegrías y penurias que tiene la vida humana, tanto la propia como la de los demás. María no se cruzó de brazos esperando que Dios todo lo arreglara. Nunca se convirtió en una persona pasiva y cómoda; ella nos invita también a esperar, gozosamente, lo que ha de venir, pero nunca de brazos cruzados. No hay que confundir la esperanza con una actitud de falta de compromiso con la justicia, con la paz y la solidaridad. Esperar el cielo nunca puede ser razón para no hacer nada por cambiar en nuestra vida y en el mundo concreto donde vivimos. El cristiano siempre intentará cambiar lo que es inhumano y pecaminoso, precisamente porque cree en la felicidad en plenitud en el cielo. Anunciar el Reino de Dios no exime de trabajar sin pausa por la transformación de la realidad humana, porque creemos que la justicia, la paz, la verdad, la libertad, el amor son signos presentes del Reino. No podemos esperar que Dios cambie las cosas que nosotros podemos, con su ayuda, cambiar. La esperanza de Nolasco de rescatar a los cautivos se traduce en un inteligente modo de organizar la Orden de la Merced en torno a la recolección de la limosna, la elección de los religiosos redentores cada año, la ejecución del rescate y la atención humana y espiritual que se le daba a quien era liberado de tan triste situación como era el cautiverio. La esperanza se

Page 10: Provincia Mercedaria de Chile Día primero: María, mujer creyente … · 2019-09-09 · Provincia Mercedaria de Chile Día sexto: María, mujer espiritual María se deja llenar del

Provincia Mercedaria de Chile

expresa en un modo de trabajar por la causa del Reino de Dios en medio de las realidades humanas. Nosotros también esperamos el Reino de Dios pero tenemos que mostrar los signos, agenciando “pequeños milagros” que alienten la esperanza de la felicidad y de la justicia a la que aspiramos, como lo hizo María y Pedro Nolasco. Pidamos a María que nos ayude a comprender que una esperanza verdadera se traduce en el compromiso constante por aliviar el dolor de los más pobres de la tierra, por la construcción de un mundo mejor y por el afán de ofrecer liberación a los oprimidos de nuestro tiempo. Día décimo séptimo: María, nos ayuda a ver Escuchemos la Palabra de Dios “Debes saber que en los últimos días habrá momentos difíciles. Los hombres se volverán egoístas, codiciosos, orgullosos, soberbios, difamadores, rebeldes a sus padres, ingratos, irrespetuosos con la religión, insensibles, implacables, calumniadores, desenfrenados, inhumanos, enemigos de todo lo bueno, amantes de los placeres más que de Dios; tendrán apariencia religiosa, pero su religiosidad será inconsistente” (2 Timoteo 3, 1 – 5). Puede ser que un signo de nuestro tiempo es la ceguera, esa incapacidad para ver, para darse cuenta de lo que está pasando en el mundo en que nos movemos. La propaganda nos evade de la realidad penosa y dura ofreciéndonos un mundo irreal, lleno de fantasía, de vivos colores, de juveniles cuerpos, de gente que sólo ríe comiendo, vistiéndose, recreándose sin parar. Muchos de los jóvenes de nuestro tiempo no saben de las penurias de sus propios padres y abuelos. Desde que abrieron sus ojos y sus oídos sólo han visto y escuchado el canto triunfal del consumo de bienes sin pausa ni límite. Y, sin embargo, estamos ante una sociedad necesitada de esperanza. Para ello hay que ver la otra cara del progreso económico y material; la otra cara sombría de las grandes guerras del pasado siglo y los estremecedores acontecimientos de Auschwitz, Hiroshima, Vietnam, Bosnia, Burundi, las torres gemelas de Nueva York, Irak, Palestina.. y para qué seguir. Hay que ver los atropellos a la vida de tantos seres humanos como los niños, las mujeres, los emigrantes, los marginados y tantos otros. Hay que tener ojos para ver que no todos tienen el pan necesario, hay una porción inmensa de hambrientos. Hay que abrir los ojos para darse cuenta del inmenso daño que el hombre produce a la naturaleza mediante la contaminación, la falta de cuidado al medio ambiente. Hay que ver cómo se ha propagado el Sida y tantas otras adversidades que han desmoronado los grandes sueños o utopías de la humanidad, nos han sumido en la desesperanza, el desaliento y el pesimismo. La humanidad parece llegar a su vejez. Suceden muchísimos acontecimientos pero tenemos la sensación que no nos dirigen a ninguna meta. Existe un cansancio generalizado, no surgen ideas o esperanzas nuevas.

Page 11: Provincia Mercedaria de Chile Día primero: María, mujer creyente … · 2019-09-09 · Provincia Mercedaria de Chile Día sexto: María, mujer espiritual María se deja llenar del

Provincia Mercedaria de Chile

Pero en esta sociedad necesitada de esperanza brilla la Estrella de la Esperanza, María, la madre de Jesús y de la humanidad. Y con Ella podemos seguir cantando las maravillas de Dios también en nuestro tiempo. Porque los densos nubarrones de la injusticia, del error y del vicio, no pueden apagar el Sol de Justicia, Jesucristo y su amor redentor. Él es la piedra angular de nuestra fe, la garantía de nuestra esperanza y la certeza de nuestra fe. María intervino cuando todo parecía derrumbarse bajo el poder de los musulmanes. Ella escuchó los gemidos de los cautivos cristianos y como respuesta inspiró a San Pedro Nolasco la fundación de la Merced como orden religiosa redentora. María ayudó a Nolasco y a los suyos a ver que no todo estaba perdido: había tiempo para la esperanza y la entrega generosa. Había tiempo para seguir rompiendo las porfiadas cadenas que los hombres fabrican para oprimir y esclavizar a tantos hermanos nuestros. Día décimo octavo María, mujer abierta al futuro Escuchemos la palabra de Dios: 1Pe 3, 13 – 16 “Hermanos: ¿Quién les hará mal si buscan con entusiasmo el bien? Dichosos si tienen que padecer por hacer lo que Dios quiere. No teman las amenazas ni se asusten. Por el contrario, den gloria a Cristo, el Señor, y estén siempre dispuestos a dar razón de su esperanza a todo el que les pida explicaciones. Háganlo, sin embargo, con sencillez y respeto, como quien tiene limpia la conciencia”. Generalmente encontramos muchas razones para pensar que todo está perdido, que no tiene sentido luchar por cambiar las cosas, que es demasiado el mal en nuestra tierra. Con facilidad nos comunicamos unos a otros una desesperanza, un desaliento contagioso, una visión tenebrosa de la vida y de la sociedad. Pero fijémonos en la invitación de la Palabra de Dios: “no teman las amenazas ni se asusten”. ¡Cuántas veces nos sentimos amenazados y llenos de miedo! Se nos olvida que Cristo, el Señor, ha vencido el mal con su propio sacrificio en la cruz y con su gloriosa resurrección. ¿Qué razones hay para continuar esperando un mundo mejor? María, nuestra Madre, nos enseña a descubrir la presencia alentadora de Dios en la historia humana. Si miramos con sus ojos de fe, nos damos cuenta que nuestra humanidad actual hace progresos portentosos en el campo de la medicina, permitiendo que viejas enfermedades ya no liquiden la vida de tanta gente como en otras épocas. No es menos valiosa la conquista de las libertades y el espacio de la dignidad humana junto a los derechos fundamentales del hombre. No cabe duda que el progreso y el desarrollo de las comunicaciones es otro signo maravilloso de la inteligencia humana, lo que nos permite estar en directa relación con los hombres de cualquier punto de nuestro mundo. Y cómo no admirar la multitud de voluntarios y voluntarias que ofrecen su desinteresado servicio en miles de acciones a favor de los más abandonados de nuestra sociedad. Y cómo no agradecer la presencia y el dinamismo de nuestra Iglesia que ofrece incesantemente el evangelio de la vida a todos los hombres de hoy. María es modelo de esta actitud contemplativa. Ella siempre creyó en el futuro que Dios había prometido a su pueblo. Ella canta entusiasmada las maravillas que vislumbra en

Page 12: Provincia Mercedaria de Chile Día primero: María, mujer creyente … · 2019-09-09 · Provincia Mercedaria de Chile Día sexto: María, mujer espiritual María se deja llenar del

Provincia Mercedaria de Chile

ese pequeño infante que ya se anida en su vientre virginal. María está siempre abierta al futuro, no se queda aprisionada en el pasado ni el presente. El ángel le ha comunicado la más grande de las noticias pero en futuro cuando le ha dicho: “Tendrás un hijo y será grande y salvará a su pueblo”. Y María cree firmemente en ese futuro que Dios hará posible pero que necesita del concurso de una joven doncella. Ella está dispuesta y su Sí es la respuesta que todas las generaciones agradecen y proclaman, una y otra vez. En este tiempo tan especial para la humanidad y para la Iglesia revisemos, junto a María, nuestra actitud concreta. A lo mejor nos hemos vuelto hacia el pasado en una actitud de refugio y seguridad; o quizás nos volcamos en el presente inmediato dejándonos conducir por el solo criterio de “pasarlo bien, aquí y ahora”; pero también nos puede pasar que sólo miramos el futuro evadiéndonos en el ensueño irreal y abandonando nuestra responsabilidad presente como personas y cristianos. María nos enseña a vivir conectados con nuestro pasado, comprometidos con el presente y mirando el futuro donde queremos llegar, es decir, la plena felicidad de la comunión amorosa con Dios y los hermanos. María, bajo el hermoso título de la Merced, nos recuerda que la redención es la gran acción de Dios a favor de los oprimidos que sigue siendo desafío, aventura y compromiso. Nunca estaremos completa y totalmente liberados del pecado. Siempre podríamos caminar mejor como hombres y mujeres redimidos por la sangre preciosa de Cristo. Y sólo así podremos dar razón de nuestra esperanza. Día décimo noveno: María, testigo del resucitado Escuchemos la Palabra de Dios: Col 3, 1 – 4 . Han muerto, y su vida está escondida con Cristo en Dios; cuando

aparezca“Hermanos: ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios. Piensen en las cosas de arriba, no en las de la tierra Cristo, que es vida para ustedes, entonces también aparecerán gloriosos con él”.

Nuestra esperanza tiene un nombre: Jesucristo. Se funda en un hecho fundamental: su gloriosa resurrección. Si Cristo no hubiera resucitado, dice san Pablo, vana sería nuestra fe. Todo lo que se encierra en la esperanza del cristiano, hombre “capaz de esperar contra toda esperanza”, nace del crucificado que ha sido resucitado por Dios. La esperanza del cristiano tiene su fundamento en este acontecimiento del Resucitado y en la historia de la esperanza que Jesús ha abierto ante nosotros. Sólo desde Cristo resucitado se nos manifiesta el futuro último que podemos esperar para la humanidad, el camino que puede llevar al hombre a su verdadera plenitud y la garantía última ante el fracaso, la injusticia y la muerte. La resurrección de Cristo abre para toda la humanidad un futuro de vida plena. Cristo es el primero que ha resucitado entre los muertos, es la primicia de la nueva humanidad; Él se nos ha anticipado a todos para recibir del Padre una vida definitiva que nos está también reservada a nosotros. Su resurrección es fundamento y garantía de nuestra propia

Page 13: Provincia Mercedaria de Chile Día primero: María, mujer creyente … · 2019-09-09 · Provincia Mercedaria de Chile Día sexto: María, mujer espiritual María se deja llenar del

Provincia Mercedaria de Chile

resurrección. Así, la muerte no tiene la última palabra sino la vida, tal como lo anunciara el Señor cuando dijo que vino a este mundo para darnos vida y vida en abundancia. Las calamidades que ocupan la primera página o son el portal de los noticieros de cada día, no son el horizonte último de la historia. El Sida, el cáncer, la metralleta, el hambre, los genocidios… no terminan con el hombre, aunque pareciera lo contrario. El ser humano puede esperar algo más que lo que brota de las posibilidades mismas del hombre y del mundo. A una vida “crucificada” , sufriente y dolorosa, pero vivida en el Espíritu de Cristo, le espera la resurrección, la plenitud de una vida eterna. María interviene de tantas formas en la historia de los sufrimientos humanos, en la historia de la Iglesia peregrina. Sus apariciones, sus mensajes, sus manifestaciones apuntan siempre a lo mismo: consolar al que sufre y alentar la esperanza de una vida nueva. Una de esas manifestaciones de María es la fundación y sostenimiento de la Orden de la Merced. Como María, también esta orden religiosa ha prestado atención y sigue haciéndolo a las situaciones que afectan a los hombres como es la realidad de la opresión y del cautiverio. Con su acción apostólica abre espacios de liberación allí donde sólo caben tiniebla y penuria. El mensaje de la Virgen de la Merced es siempre la vida nueva de su Hijo, su victoria sobre el pecado y el mal. Con María vivamos como hombres nuevos, partícipes desde ahora en la resurrección de Cristo. Pidamos a Ella que siga junto a nosotros abriendo espacios para el hombre nuevo, el hombre liberado de toda cadena por la sangre preciosa de Cristo. María es testigo del resucitado y quiere que nosotros “hagamos todo lo que Él nos diga”. Por eso, María inspiró la obra de redimir cautivos. Un esclavo o cautivo es como una persona muerta. No hay condición más penosa que no ser dueño de sí mismo. Recuperar la libertad mediante el rescate que ofrecían los mercedarios, es la suma de todas las obras de misericordia. Era un verdadero renacer, un recuperar la vida en libertad como Dios lo quiso al crearnos y luego al redimirnos por medio de su amadísimo Hijo. Quienes invocamos a María de la Merced debemos buscar con ahínco ser y vivir como hombres y mujeres resucitados, liberados, rescatados del mal. Día vigésimo: María, ejemplo de caridad Escuchemos la palabra de Dios: “Por aquellos días, María se puso en camino y fue de prisa a la montaña, a una ciudad de Judá. Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y cuando Isabel oyó el saludo de María, el niño saltó en su seno. Entonces Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó a grandes voces: Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. Pero ¿cómo es posible que la madre de mi Señor venga a visitarme? Porque en cuanto oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno.

Page 14: Provincia Mercedaria de Chile Día primero: María, mujer creyente … · 2019-09-09 · Provincia Mercedaria de Chile Día sexto: María, mujer espiritual María se deja llenar del

Provincia Mercedaria de Chile

¡Dichosa tú que has creído! Porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá” (San Lucas 1, 39 – 45). En este Mes de Mercedes la palabra de Dios nos recuerda una de las hermosas páginas del evangelio de San Lucas. Se trata de visita de María a su prime Isabel. No olvidemos que Isabel llevaba seis meses de embarazo como nos lo indica el mismo evangelista cuando relata el anuncio del ángel Gabriel a María. La noticia del embarazo de Isabel es parte del anuncio angélico. María se entera completamente cuando de labios del ángel se le dice: “Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez y este es ya el sexto mes de la que se decía que era estéril”. Que Isabel en su vejez y en su esterilidad pueda estar esperando un hijo es prueba manifiesta del don de Dios “porque no hay nada imposible para Dios”. Es un auténtico milagro de Dios que se manifiesta como el dador de la vida. María se marcha hacia la región montañosa a una ciudad de Judá que hoy se identifica con Ain Karim, a seis kilómetros al oeste de Jerusalén. Va a prisa, con prontitud para encontrarse con su prima. María ni duda de las palabras de Gabriel, ni pide señal alguna para comprobar lo que se le comunica. El ángel le ha dado la noticia sin pedirla. Contra toda esperanza humana, Isabel, estéril y anciana, va a tener un hijo. Para Dios es todo posible como es hacer fecundo el vientre de una estéril anciana como el de una virgen sin intervención de varón. María lleva en su corazón una noticia, una buena nueva que le llena de alegría; va con prisa a comunicarla a una persona de su confianza. Dios no le quita el sentido humano de la mujer que será madre, aún siendo elegida como madre del Mesías, María es por sobre todo una mujer dotada de su especial psicología femenina. San Ambrosio comenta que María ardía en amor de servicio: “Alegre en el deseo, religiosa en el deber, presurosa en el gozo, partió hacia la montaña”. María se pone en camino porque la palabra de Dios le ha comunicado una buena noticia. Se pone en el lugar de Isabel, su pariente, y acude con prontitud a su casa. Va a servir a su prima. María muestra su amor en la visita y servicio. Inmediatamente después de haber recibido la noticia del ángel, María siente la imperiosa e irresistible necesidad de comunicarla, de irradiarla, de compartirla. Por eso se pone en camino con prontitud, prontitud que significa disponibilidad total para servir a los demás. María no se guarda la felicidad sólo para sí misma; le urge comunicarla a los demás. Ella que acoge la Palabra en silencio, y que se hace carne en su vientre virginal, siente la necesidad de llevarla hasta la montaña donde está su pariente con un niño en sus entrañas. En esto consiste el amor hecho servicio. Es ponerse en camino para comunicar la alegría de la salvación de Dios. María manifiesta su amor desde una verdadera pobreza, es decir, desde esa serena y alegre disponibilidad para ir al encuentro de los demás. María saludó a Isabel. Es un detalle importantísimo del verdadero amor. Con toda certeza le dijo palabras y abrazó a su prima.

Page 15: Provincia Mercedaria de Chile Día primero: María, mujer creyente … · 2019-09-09 · Provincia Mercedaria de Chile Día sexto: María, mujer espiritual María se deja llenar del

Provincia Mercedaria de Chile

Todo verdadero amor y servicio al otro siempre debe comenzar por el saludo inicial que acoge y comunica alegría, confianza, autenticidad. María continúa visitando a los hermanos de su Hijo que todavía sufren tantas formas de opresión y esclavitud. Una de esas manifestaciones es la visita de María a San Pedro Nolasco en el siglo trece. Fue la Virgen Santísima que confirmó al joven mercader que fundara una orden religiosa que se dedicara a visitar y redimir a los cautivos cristianos que sufrían bajo la dura opresión de los musulmanes. Una vez, María ha sido visita de Dios para los afligidos y cautivos. Su visita nos trae buena noticia de liberación y consuelo. María de la Merced o de las Mercedes nos envía también a visitar y redimir a quienes están bajo el peso de diversas formas de esclavitud en nuestros tiempos. Ella quiere que manifestemos el amor y el servicio especialmente a los necesitados. Día vigésimo primero: María, ejemplo de servicio gratuito Escuchemos la Palabra de Dios: 1Cor 13, 4 - 8 “La caridad es paciente, es amable; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta. La caridad no acaba nunca”. María es la imagen perfecta del servicio gratuito a los demás, un ejemplo maravilloso de la caridad práctica. Porque la caridad es la manifestación concreta de la auténtica fe en Dios. Esta es la razón fundamental para fijarnos en la vida de María. Todo en ella resplandece y se traduce en generoso servicio a los demás. No cabe duda que María ha vivido lo que San Pablo nos comunica en este hermoso pasaje sobre el amor cristiano. En efecto, la caridad de María se expresa en esta actitud tan necesaria para la vida cristiana de cada día, como es la paciencia. El amor verdadero hacia el otro es paciente, es decir, “tener el aliento largo”, saber esperar, tener aguante, tener ánimo para largo. Se afirma que Dios es paciente en el sentido que no olvida a los elegidos que sufren y sabe esperar para permitir la conversión del pecador. María sabe esperar que Dios cumpla las promesas de salvación que había hecho a su pueblo escogido desde antiguo. Su amor paciente se convierte en actitud de espera de largo aliento. Mirándonos en su ejemplo descubrimos nuestra impaciencia, ese deseo de apresurar las cosas y no saber esperar el tiempo necesario para su plena madurez. Somos inquietos e impacientes, queremos que todo funcione rápidamente. Sobre todo, somos impacientes en las pruebas y tribulaciones. Queremos que Dios intervenga cuanto antes con tal de vernos libres de toda dificultad. El cristiano sabe que está siempre en las manos de Dios, su Padre pero en ciertos momentos esa certeza se oscurece y provoca mucho dolor. Nos parece que Dios no está presente ni interviene como quisiéramos. En medio de la prueba y tribulación debemos saber esperar el momento que Dios tiene previsto en su sabiduría eterna y convertirá esa cruz en victoria y alegría.

Page 16: Provincia Mercedaria de Chile Día primero: María, mujer creyente … · 2019-09-09 · Provincia Mercedaria de Chile Día sexto: María, mujer espiritual María se deja llenar del

Provincia Mercedaria de Chile

Pero, sobre todo, nuestra caridad es paciente cuando se refiere a la convivencia con los demás. En la convivencia diaria hay tantos momentos de felicidad y también de dificultad. Entonces necesitamos armarnos de paciencia, de esa actitud de aguante para sobrellevar las fallas y defectos de la otra persona. A falta de paciencia, nuestra convivencia diaria se puede convertir en una realidad cada vez más problemática. Sin la paciencia, que brota de la caridad verdadera, perdemos la tolerancia hacia el otro y los pequeños errores o defectos se agrandan hasta hacerse insoportables. María nos muestra con su ejemplo cómo debemos amar cada día. Ella salió de si misma y se puso a servir. Ella nos enseña que a los demás hay que aceptarlos como son. Esa la gratuidad del amor plenamente cristiano de María. Un amor que está por sobre las dificultades e imperfecciones de las personas es un amor compasivo y paciente. Se abre a la realidad del otro, aceptándolo tal como es. Sabe contar con las limitaciones del otro y así manifiesta el amor divino, lleno de paciencia. ¡Cuán importante es esta característica del amor de María! Ella ha inspirado una obra de liberación a favor de los cautivos y quiere comunicarnos el amor compasivo y paciente que es indispensable para acercarnos al otro, especialmente, al hombre cautivo con todos los signos de su sufrimiento inhumano. El cautivo nos revela el rostro sufriente y desfigurado del mismo Cristo; se trata de un herido del camino al que ofrecemos el gesto gratuito de nuestro amor, sin esperar nada a cambio. Es un amor desinteresado y lleno de amabilidad. Que María, Madre de la Merced, nos ayude a vivir nuestro compromiso cristiano con la generosa disposición de entregar el mismo amor con que Dios nos ha amado primero. Que en todo resplandezca la caridad desinteresada, compasiva y paciente. Que nuestra caridad se parezca cada vez más a la de María y se manifieste en un servicio gratuito hacia los hermanos más necesitados de nuestro tiempo. Día vigésimo segundo: María, maestra de caridad práctica Escuchemos la Palabra de Dios: “Hermanos: Que vuestra caridad no sea una farsa; aborreced lo malo y apegaos a lo bueno. Como buenos hermanos, sed cariñosos unos con otros, estimando a los demás más que a uno mismo. En la actividad, no seáis descuidados; en el espíritu, manteneos ardientes. Servid constantemente al Señor. Que la esperanza os tenga alegres: estad firmes en la tribulación, sed asiduos en la oración. Contribuir a las necesidades del Pueblo de Dios; practicad la hospitalidad. Bendecir a los que os persiguen; bendecid, sí, no maldigáis. Con los que ríen, estad alegres; con los que lloran, llorad. Tened igualdad de trato unos con otros: no tengáis grandes pretensiones, sino poneos al nivel de la gente humilde”. (Rom 12, 9 – 16ª) No cabe duda que la santísima Virgen María vivió muy intensamente las características de la caridad en su vida diaria en aquella experiencia de la familia de Nazaret. Porque el amor verdadero no se queda en hermosas ideas y deseos. El que tiene en su corazón el amor a Dios busca constantemente expresarlo en el amor hacia el prójimo. María

Page 17: Provincia Mercedaria de Chile Día primero: María, mujer creyente … · 2019-09-09 · Provincia Mercedaria de Chile Día sexto: María, mujer espiritual María se deja llenar del

Provincia Mercedaria de Chile

ha practicado lo que llamó el Papa Pablo Sexto “las virtudes domésticas”, tan necesarias para el desarrollo de una vida humana en plenitud y coherencia con el evangelio. La primera llamada que nos hace San Pablo en el texto que hemos escuchado, se refiere a llevar una vida que responda a la verdad. El fingimiento, la farsa, la apariencia, el cinismo son actitudes negativas que destruyen la belleza de la caridad fraterna. Sólo en la verdad se puede vivir la vida cristiana y de ello nos ha dejado un estupendo ejemplo la Virgen María. “Que vuestra caridad no sea una farsa”, nos advierte el Apóstol, es decir, que nuestro amor fraterno no sea mentiroso. Y para que no lo sea deberá nacer siempre del verdadero amor de Dios que se nos ha dado en Cristo. “La caridad, nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica, es la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas por El mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor a Dios”. La caridad es superior a todas las virtudes. Es la primera de las virtudes teologales:” Ahora subsisten la fe, la esperanza y la caridad, estas tres. Pero la mayor de todas es la caridad”, dice San Pablo en el famoso himno del amor (1Cor 13,13). El amor cotidiano puede expresarse, cuando se funda en la verdad, como una expresión de cariño entre las personas que amamos; se trata de ese compromiso afectivo en el cual se muestra la acogida y satisfacción por vivir o compartir con los demás. Se trata de expresar de muchas formas la verdadera estima que sentimos por quienes amamos en la fraternidad. María, sin lugar a dudas, era cariñosa con las personas que constituían su familia y con los demás. Una caricia dice más que un buen discurso sobre el amor. María como madre de todos nosotros nos brinda su amor cariñoso, afectuoso y atento. El amor, fundado en el amor primero que nos ha manifestado Dios al llamarnos a la vida, se expresa también en la hospitalidad, es decir, la capacidad de acoger a los demás y tender la mano para ayudarles en sus necesidades. Podemos imaginar a María en su casa de Nazaret como una mujer hospitalaria, acogedora y servicial. Preocupada de los demás, atenta a sus necesidades, saludando a todos, visitando los enfermos, prestando o dando lo que el otro necesita. María no cierra su vida y su casa, no se encierra en sus cosas; más bien, ella está atenta a los demás. Nadie puede ser hospitalario si vive encerrado en sus propias cosas, sin interés alguno por los demás. El amor práctico es también capacidad para sentir con los demás, lo que llaman empatía, es decir, capacidad de sentir como siente el otro. El cristiano se capacita para estar alegre con los que ríen y de llorar con los que lloran. De esta manera imita a Jesús que tenía esta capacidad tan hermosa de captar la situación que afectaba al otro. María nos enseña que el amor verdadero sale de sí mismo y se orienta siempre hacia la otra persona. Es como el buen samaritano del evangelio, quien se pone en el lugar del herido del camino haciendo como suya su triste situación y ofrece la respuesta del amor verdadero. María bajo el hermoso título De la Merced nos recuerda que la Madre de Dios no olvida la situación penosa de tantos hijos de la Iglesia a lo largo de su historia. María escuchó las súplicas por los cautivos que estaban en peligro de perder la fe. Su intervención hizo

Page 18: Provincia Mercedaria de Chile Día primero: María, mujer creyente … · 2019-09-09 · Provincia Mercedaria de Chile Día sexto: María, mujer espiritual María se deja llenar del

Provincia Mercedaria de Chile

posible el nacimiento de una nueva familia religiosa cuya misión fuese la redención de los cautivos. Pidamos a María de la Merced que nos inspire la caridad práctica en la vida diaria, sobre todo, que nos libre de la esclavitud del egoísmo tan frecuente en nuestra actual situación social. Con María vivamos la caridad fraterna. Día vigésimo tercero: María, modelo de libertad interior Escuchemos la Palabra de Dios: “Hermanos: Para ser libres nos ha liberado Cristo. Por eso, manténganse firmes y no permitan de nuevo el yugo de la esclavitud. Los que tratan de obtener la salvación mediante la ley, se separan de Cristo, pierden la gracia. Por nuestra parte, esperamos ardientemente recibir la salvación por medio de la fe, mediante la acción del Espíritu”. (Gal 5, 1.4 – 5). Estamos acostumbrados a pensar en María como madre de Jesús, quizá nos cuesta pensar que ella estuvo con Jesús desde el principio de la existencia terrena del Hijo de Dios y a lo largo de su predicación y que escuchó todas sus palabras y por tanto fue una discípula privilegiada de Jesús. También ella escuchó la Palabra de Dios pero encarnada en su propio vientre virginal, tan cercano e íntimo que ella debió aprender, como todos los discípulos, de la boca de su propio Hijo cuál era la voluntad de Dios para todos los hombres. En María se da esa paradoja: ella debió pasar de maestra educadora de Jesús a discípula educada por Él. La unidad profunda entre María y Jesús es más que los vestigios que nos aportan los evangelios. Jesús aprendió de su madre y de José, su padre adoptivo, desde su más tierna infancia a ser hombre “en todo semejante a nosotros, menos en el pecado” como dirá San Pablo, sin dejar de ser Dios hecho hombre. Es el misterio que la Iglesia ha expresado en la fórmula tradicional: “Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre”. Resplandece en María el gesto de la más límpida libertad interior para cumplir su oficio de madre educadora de Jesús. ¿Estaba obligada a cumplir su papel de Madre de Dios? María en todo momento es profundamente persona libre para acoger el querer de Dios. Nada la obliga, nada la somete, nadie la determina. Todo en ella nace y se comprende desde el SI con mayúscula que pronunció en la anunciación. Este “SÍ” de María explica su historia, su lugar activo en la salvación de los hombres. Esta libertad interior se manifiesta en la capacidad inteligente para preguntar y expresar lo que produce en su alma el anuncio del ángel Gabriel. María expresa sus reparos: “¿Cómo será esto que tú me anuncias si no tengo relaciones con ningún hombre?” Ella se involucra intensamente en la propuesta de Dios a través del ángel, se interesa vivamente y muestra una mente abierta y despierta. Su respuesta no será una palabra por compromiso o de buena educación o para salir del paso. Su respuesta brota de la profundidad de su persona: toda ella, su cuerpo, su corazón, su mente, su espíritu quedan comprometidos en ese SÍ que ha cambiado nuestra historia.

Page 19: Provincia Mercedaria de Chile Día primero: María, mujer creyente … · 2019-09-09 · Provincia Mercedaria de Chile Día sexto: María, mujer espiritual María se deja llenar del

Provincia Mercedaria de Chile

Cuando el Señor llama, la respuesta no puede ser a madias, debe ser tan íntegra como la de María que Aparecida describe así: “La máxima realización de la existencia cristiana como un vivir trinitario de “hijos en el Hijo” nos es dada en la Virgen María quien, por su fe y obediencia a la voluntad de Dios, así como por su constante meditación de la Palabra y de las acciones de Jesús, es la discípula más perfecta del Señor” (A 266). Preguntémonos: ¿es mi vida cristiana una respuesta y un compromiso siempre actualizada como la de María, la fiel discípula de Jesús? ¿Qué cosas debilitan mi respuesta diaria al Señor? ¿Me siento profundamente libre para ser discípulo y misionero de Jesucristo? Día vigésimo cuarto (24): María, virgen prudente Escuchemos la Palabra de Dios: “Por eso os digo: No andéis preocupados pensando qué vais a comer o a beber para sustentaros, o con qué vestido vais a cubrir vuestro cuerpo. ¿No vale más la vida que el alimento y el cuerpo que el vestido? Fijaos en las aves del cielo; ni siembran ni siegan ni recogen en graneros, y sin embargo vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Quién de vosotros, por más que se preocupe, puede añadir una sola hora a su vida? Y del vestido, ¿por qué es preocupáis? Fijaos cómo crecen los lirios del campo; no se afanan ni hilan; y sin embargo, os digo que ni Salomón en todo su esplendor se vistió como uno de ellos. Así que no os inquietéis diciendo: ¿Qué comeremos? ¿Qué beberemos? ¿Con qué nos vestiremos? Buscad ante todo el reino de Dios y lo que es propio de él, y Dios os dará lo demás” (Mt 6, 25 – 33). Es un hecho que estamos permanentemente bombardeados por la propaganda y publicidad que nos invita al consumo de cosas materiales. No es fácil mantener la justa medida y equilibrio. ¿Qué necesitamos para satisfacer nuestras necesidades? Nuestra cultura nos trata de convencer que la única necesidad existente es la material, la del cuerpo. Y por eso nos ofrece cosas y más cosas. E incluso nos crea necesidades que acumulan la frustración, ya que normalmente nuestro poder adquisitivo no permite el acceso a tanta cosa. Nos hemos convertido en una sociedad consumista y materialista, carentes de control, faltos de la virtud de la prudencia. María se nos muestra como modelo del discípulo misionero de Jesucristo, porque en ella descubrimos las virtudes cristianas y humanas tan necesarias para lograr la felicidad. Una de las virtudes cardinales es la prudencia. Es una virtud humana que debemos cultivar para llegar a ser mejores personas y cristianos maduros. María, nuestra Madre, ha vivido esta hermosa virtud y por eso la llamamos “Virgen prudente”. La virtud de la prudencia es la ciencia que sabe distinguir las cosas que hay que apetecer, de las que hay que huir. La prudencia te ayuda a descubrir el bien y el mal que tienen las cosas antes de tomar una decisión. La prudencia es la capacidad de saber conducirse sabiamente buscando en todo momento el querer de Dios y el bien propio y de

Page 20: Provincia Mercedaria de Chile Día primero: María, mujer creyente … · 2019-09-09 · Provincia Mercedaria de Chile Día sexto: María, mujer espiritual María se deja llenar del

Provincia Mercedaria de Chile

los demás. Una persona prudente siempre se da tiempo para pensar lo que conviene hacer o no hacer. Una persona prudente es capaz de dar un buen consejo, cumpliendo así una obra de misericordia. María se distinguió por la sencillez de vida, por la sabiduría para vivir y por la prudencia. Ella encarna la pobreza de espíritu y la pobreza real, conscientemente elegida; hace visible la austeridad, el saber vivir contenta con lo necesario, renunciando a tener y tener más cosas; asume la sencillez para pasar desapercibida, sin hacer alarde de ninguna especie. María rechaza llenarse de cosas materiales para centrarse en lo esencial: la vida de fe, la alabanza, el servicio, el encuentro y el gozo de ser toda entera para su Señor. Mientras más cosas tienen las personas más se apegan a ellas y corren el peligro de dejar de lado las cosas esenciales. Es frecuente el reclamo de los niños, de los jóvenes y ancianos: se los deja solos. La gran dificultad de hoy radica en que no se está atendiendo las otras necesidades del ser humano: los afectos, los sentimientos, las emociones. Muchos padres se conforman con dar a sus hijos cosas materiales, pero no tienen tiempo para jugar con ellos, conversar, compartir, mostrarles cariño, acogerlos, etc. Hay una gran soledad humana en la sociedad actual, porque se consideran esenciales los bienes materiales y no la vida y las personas. Acojamos la llamada que nos hace Jesús desde el evangelio y aprendamos de María a vivir prudentemente en esta cultura del tener, del poder y del placer. María nos ayude a humanizar nuestra vida personal y comunitaria. Escuchemos a Aparecida que nos dice: “Como madre de tantos, fortalece los vínculos fraternos entre todos, alienta a la reconciliación y el perdón, y ayuda a que los discípulos de Jesucristo se experimenten como una familia, la familia de Dios. En María, nos encontramos con Cristo, con el Padre y el Espíritu Santo, como asimismo con los hermanos” (A 267). ¿Qué importancia tienen para mí los bienes materiales? ¿Me manejo con prudencia y sencillez en las decisiones sobre todo económicas? ¿Qué tiempo dedico a mi familia, qué espacio tiene el Señor en mi vida? ¿Estoy ansioso, angustiado, frustrado por no tener más cosas materiales? ¿Soy feliz con las personas que el Señor puso a mi lado? Día vigésimo quinto (25): María, nos enseña a elegir bien Escuchemos la Palabra de Dios: “La gente estaba sentada alrededor de Jesús, y le dijeron: - ¡Oye! Tu madre, tus hermanos y tus hermanas están afuera y te buscan. Jesús les respondió: ¿Quiénes son mi madre y mis hermanos? Y mirando entonces a los que estaban sentados a su alrededor, añadió: Estos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre” (Mc 3, 32 – 35).

Page 21: Provincia Mercedaria de Chile Día primero: María, mujer creyente … · 2019-09-09 · Provincia Mercedaria de Chile Día sexto: María, mujer espiritual María se deja llenar del

Provincia Mercedaria de Chile

La Santísima Virgen como cualquiera de nosotros es una persona profundamente libre y necesita elegir lo mejor para su vida y para los demás. Jesús reconoce en las palabras que hemos escuchado la calidad creyente de María y de quienes quieran ser discípulos suyos. Como Ella los verdaderos seguidores de Jesús tienen que saber elegir siempre la voluntad de Dios como criterio de su conducta. María escuchando la Palabra del Señor y acogiéndola en su mente y en su corazón puede optar por el querer amoroso de Dios y de ese modo realizarlo en su vida diaria. Hoy nos encontramos con muchas dificultades a la hora de escuchar y poner en práctica la Palabra de Dios. Quien puede dudar que el trabajo es necesario para la realización del ser humano pero es tan frecuente vivir tan metidos en las tareas que nos convertimos en adictos al trabajo y a la búsqueda de los bienes materiales.. Y cuando esto acontece ni siquiera tenemos tiempo para los que comparten nuestra vida en la propia casa. Menos aún para dedicarnos a la oración personal y familiar. La excusa más frecuente es que no tenemos tiempo o no nos alcanza el día. Y así, sin tiempo ni espacio, no es posible escuchar nuestra propia voz interior ni a los demás ni menos al Señor. De esta manera nos empobrecemos tanto que nuestra vida familiar desaparece. No se presta atención a la esposa ni a los hijos; se abandona poco a poco los valores esenciales del encuentro, del diálogo, del compartir, de la ayuda mutua. Así no podemos saber nunca cuál sea la voluntad de Dios en nuestra vida diaria. María nos enseña cómo tenemos que vivir: en la atenta escucha del Señor y eligiendo siempre su santa voluntad. Con ella nos podemos preguntar si el trabajo que estoy realizando me deja tiempo y espacio para estar con mi familia; debo evaluar si el único criterio de mi trabajo es tener más dinero y más cosas materiales; si me doy tiempo para descansar y compartir el encuentro dominical con la comunidad cristiana en la parroquia o capilla. María nos enseña a favorecer los momentos de cada día para encontrarnos con el Señor y con los hermanos. Y la voluntad de Dios nos libera de las opresiones que nos generamos por nuestra cuenta. Es tan fácil caer en las redes que nos alejan de nosotros mismos, de los demás y del Señor. Son tantas las tentaciones que encontramos en el camino y cuántas veces simplemente las seguimos. Por eso podemos pedir con mucha confianza a María de la Merced que nos ayude a liberarnos de nuestros ídolos que nos someten como la falta de tiempo, el exceso de trabajo y de otras cosas. Ella que inspiró a San Pedro Nolasco una obra redentora que rompiera cadenas de muerte y de pecado, puede nuevamente ayudarnos a ser profundamente libres como Cristo quiere que seamos. Que María de la Merced nos ayude a tomar las decisiones prudentes y sabias para que nuestra vida se oriente siempre a realizar la voluntad de Dios, nuestro Padre. En eso consiste propiamente el acto de fe: en la obediencia diaria al plan de Dios con nosotros y nuestra salvación. Querer agradar a Dios con una vida mejor, más liberada, es un gran desafío para nosotros en este tiempo. Día vigésimo sexto (26): María, pedagoga de los discípulos

Page 22: Provincia Mercedaria de Chile Día primero: María, mujer creyente … · 2019-09-09 · Provincia Mercedaria de Chile Día sexto: María, mujer espiritual María se deja llenar del

Provincia Mercedaria de Chile

Escuchemos la Palabra de Dios: “Tres días después, hubo una boda en Caná de Galilea. La madre de Jesús estaba invitada. También lo estaban Jesús y sus discípulos. Se les acabó el vino, y entonces la madre de Jesús le dijo: - No les queda vino. Jesús le respondió: - Mujer, no intervengas en mi vida; mi hora aún no ha llegado. La madre de Jesús dijo entonces a los que estaban sirviendo: - Hagan lo que él les diga” (Jn 2, 1 – 5). María era tan sencilla y normal que a los organizadores de la boda que celebra en Caná de Galilea no les pareció nada extraño invitarla a la fiesta. Podemos imaginarla llegando a casa de los novios con el ánimo de ayudar en los quehaceres que tiene la familia para atender bien a sus invitados. María lleva una vida tan común y corriente que es una lección estupenda para nosotros. Ser discípulos de Jesús es descubrir el valor de la vida común, la vida diaria que lleva la gente. Los otros invitados especiales son Jesús y sus discípulos. Y justamente está con ellos también la madre de Jesús. La imagen no puede ser más sugerente y bella: Jesús está con María, su madre y sus discípulos. La comunidad cristiana, la Iglesia, la familia que acoge a Jesús son lugares privilegiados de su presencia y su acción. Y donde está Jesús y su madre nace una nueva forma de vida: se crean lazos de fraternidad y de encuentro tan maravillosos que es la gran promesa de Jesús: “donde dos o más se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”.