Click here to load reader

Proyecto Arqueológico San Lorenzo 2003 - 2004

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Los resultados de las excavaciones y exploraciones arqueológicas llevadas a cabo entre los años 2003 y 2004 han permitido aclarar y ampliar el conocimiento arqueológico e histórico de la Isla San Lorenzo. La investigación abarca la historia de la isla desde las épocas prehispánicas, coloniales y republicanas.

Citation preview

  • REVISTA DE MARINAAo 97, N 2 - 2004

  • 55Revista de Marina Agosto 2004

    PROYECTO ARQUEOLGICOSAN LORENZO 2003 - 2004

    Por acuerdo del Comit de Trabajo del Proyectode Recuperacin del Patrimonio Natural y Culturalde la Isla San Lorenzo, organismo dependiente de laDireccin de Intereses Martimos e informacin dela Marina de Guerra del Per (DIMINMAR), se hanvenido realizando, desde el 2003, exploraciones yexcavaciones arqueolgicas en la Isla San Lorenzo.Estas ltimas se han centrado bsicamente en la Ca-leta Sanitaria, Caleta Panten y Caleta de La Cruz.

    Los trabajos, que cuentan con el apoyo de la Ma-rina de Guerra, estn siendo financiados por particu-lares, cuyos fondos son eficientemente canalizadospor la Fundacin Miguel Grau.

    Antecedentes

    El primero en realizar excavaciones arqueolgi-cas en la Isla, en los primeros aos del siglo XX, fueel arquelogo alemn Max Uhle. Sus trabajos seconcentraron en el cementerio prehispnico de Cale-ta de La Cruz. Poco es lo que se conoce de la colec-cin recuperada por el investigador alemn, los ma-teriales estn en los depsitos del Museo Nacional

    de Antropologa, Arqueologa e Historia del Per(MNAAHP) en Pueblo Libre. Slo se han estudiadolos vasos de plata y parcialmente la coleccin cer-mica; adicionalmente se conoce una gran tela pinta-da con complejas escenas de ms de ocho metros delongitud.

    En 1974, por encargo del Instituto Nacional deCultura, el arquitecto Carlos Milla, con el apoyo delSeminario de Arqueologa del Instituto Riva Agerode la Pontificia Universidad Catlica del Per, reali-za el Catastro Arqueolgico de la Isla. Los recorridosde reconocimiento arqueolgico fueron de corta du-racin y se limit a identificar sitios con valor ar-queolgico sin recoleccin de material cultural. Estostrabajos se enmarcaron en el Catastro Arqueolgicodel Valle del Rmac, encargado a dicho estudioso.

    En 1999, a pedido de DIMINMAR y en Conve-nio con el Instituto Riva Agero, se realizan explora-ciones arqueolgicas a cargo de la Dra. MercedesCrdenas M. En esa oportunidad tampoco se efec-tuaron excavaciones ni recoleccin de material cul-tural. Estos trabajos tuvieron mayor duracin que losde 1974, permitiendo ampliar el nmero de sitios re-

    Jos A. HudtwalckerJos Pinilla B.

    Vista desde el norte de Caleta Panten

  • 56

    gistrados en la isla. Se ubicaron y registraron 22 si-tios arqueolgicos e histricos: de stos 4 eran ce-menterios y 17 conchales. Tambin se identific es-tructuras de piedra (muros y plataformas) construi-das durante la explotacin del guano, as como de ar-tefactos aislados en la superficie (cermica, loza yporcelana, restos seos, material ltico y malacolgi-co y municiones del siglo XIX y XX.

    Con las ltimas investigaciones que venimosrealizando desde el 2003, manteniendo una mayorpermanencia en la isla, se ha podido ampliar el n-mero de sitios registrados en las prospecciones an-teriores. Adicionalmente, se estn incluyendo luga-res con valor histrico como las bocaminas y las fa-mosas canteras de piedra arenisca ubicadas en loscerros de La Mina y del Faro, la Estacin Sanitariadel siglo XIX, la fundicin del ingls, conocido co-mo mister Harris, algunos ranchos de estacin oasentamientos temporales del siglo XVIII y XIX,atajaderos y plataformas asociadas a la explotacindel Guano, identificacin de antiguos polgonos detiro de embarcaciones del siglo XIX, as como con-chales asociados a las canteras.

    En las excavaciones practicadas durante la segun-da temporada de investigacin en la isla, al efectuaruna limpieza en el perfil expuesto de caleta de LaCruz, pudimos obtener evidencia para fechar esaocupacin como perteneciente a la cultura Ichma,

    La foto corresponde a una caja pequea de tabaco de Virginiaque fu eventualmente utilizada como cajn para un nonato enCaleta Panten.

    Caleta Sanitaria y los restos de la antigua estacin.

  • 57Revista de Marina Agosto 2004

    propia del Intermedio y Horizonte Tardo local (900-1532 dC).

    Si poco era lo que se conoca de la ocupacin pre-hispnica, mayor era el desconocimiento de las evi-dencias arqueolgicas para los perodos histricos(desde Colonia hasta Repblica). La investigacinhistrica es limitada y poco es lo que se conoce dedocumentacin escrita para la Isla, por lo que el da-to arqueolgico constituye la primera y principalfuente de informacin para elaborar un diagnsticode las diferentes ocupaciones humanas en la Isla.

    Caleta Panten y Caleta Sanitaria

    La primera temporada de excavacin se centr enCaleta Panten. Esta hermosa playa se encuentraubicada en el lado oriental de la isla, frente al Puer-to del Callao.

    Los trabajos se efectuaron entre abril y agosto del2003, y fue financiada por la productora de multime-dia Engels Bros y por la Marina de Guerra del Per(excavaciones autorizadas mediante Resolucin Di-rectoral N 00071-INC del 02 de abril de 2003).

    Esta primera intervencin tuvo como objetivocentral realizar exploraciones arqueolgicas en elantiguo Panten de la Isla para identificar temporal-mente el asentamiento. En este cementerio algunos

    entierros humanos, debido a la poca profundidad desu deposicin, afloraban en la superficie. Diferentesmedios escritos mencionaron repetidamente que es-tos restos correspondan a los de la malograda expe-dicin corsaria de 1624 que al mando del almiranteholands Jacques Clerk, conocido como El Ermita-o, asolara nuestras costas.

    Los trabajos arqueolgicos rpidamente desvirtua-ron esta creencia. En esta primera intervencin se do-cumentaron 15 contextos funerarios con 17 cadveres,todos pertenecientes a la segunda mitad del siglo XIX.Las excavaciones se concentraron en la parte baja ymedia del cementerio sin documentar contextos fune-rarios ms antiguos. Con esto no negamos la presen-cia de entierros del Siglo XVII en las inmediaciones.Tenemos que tener en cuenta el gran tamao de laquebrada y lo limitada de nuestra intervencin.

    Se documentaron restos humanos correspondien-tes a adultos masculinos e infantes. Dentro de losadultos contamos con cinco uniformados: tres even-tualmente del reino de Italia, uno del reino de Espa-a y el quinto corresponde a un miembro del cuerpode granaderos del ejrcito peruano.

    Aparentemente, este ltimo soldado peruano fuecombatiente en la Guerra del Pacfico. Existe la po-sibilidad de que estos restos correspondan a uno delos 1.500 prisioneros provenientes de la toma de Ari-ca (ltimo hecho de armas donde combati el cuer-po de granaderos) que fueron trados a Lima. Susevidentes heridas de combate debieron haberle cau-sado la muerte a poco de su llegada, pues an con-serva parte de su uniforme (la chaqueta). Recorde-mos que San Lorenzo fue utilizado como campo deconcentracin de prisioneros a partir de la toma delCallao por las tropas chilenas.Entierro XX. Una criatura de meses de edad en Caleta Panten.

    Presenta una guirnalda de flores artificiales.

    Detalle del extraordinario estado de conservacin de algunos de loscuerpos. En este caso Entierro XVI de Caleta Panten.

  • 58

    Entre los entierros de infantes se encontr unomltiple que contiene tres cuerpos. El primero co-rresponde aparentemente a una nia de 8 -10 mesesde edad enterrada en un pequeo atad de corte tra-pezoidal y los otros dos a nonatos depositados en ca-jas reutilizando pequeos empaques de tabaco ame-ricano de Virginia.

    La segunda temporada, desarrollada entre los me-ses de octubre del 2003 y marzo del 2004, cont confinanciamiento particular, el mismo que fue canali-zado a travs de la Fundacin Miguel Grau. Igual-mente se cont con el apoyo de la Marina de Guerradel Per. Las excavaciones se realizaron con autori-zacin mediante Acuerdo N 672 de la Comisin Na-cional Tcnica de Arqueologa (Credencial C/ 150-2003/DREPH/INC del 9 de diciembre 2003).

    En esta ocasin se intervino en Caleta Panten,Caleta Sanitaria y Caleta de La Cruz.

    Dado que las primeras investigaciones establecenuna intima relacin de complemento entre el antiguopanten de la Isla y la Estacin Sanitaria, se decidirealizar algunos cortes en esta ltima para confirmarla temporalidad de ambos sitios. Por otro lado, se haprocedido a realizar el levantamiento de las antiguasterrazas de la Estacin Sanitaria, cuyos habitculos,envejecidos por el paso de los aos, fueron demoli-dos para construir la Base-prisin de la FAP.

    En este lugar, registramos loza y porcelana ingle-sa de fines del siglo XIX as como porcelana china ocopia inglesa de sta. Los recipientes de vidrio halla-dos corresponden mayormente a botellas de vino decolor verde oscuro, casi negro de mediados del sigloXIX y comienzos del siglo XX y a envases que apa-rentemente son de medicina. Todo este material seencontr junto con conchillas de moluscos y restosde pescado propios de la dieta local.

    Esta complementariedad de funcin que plantea-mos solo se da entre los entierros humanos del ce-menterio y la Estacin Sanitaria, pues las evidenciasde ocupacin en esta quebrada vienen desde pocaprehispnica. Entre el material de relleno de diferen-tes entierros correspondientes a fines del siglo XIX(Entierros I, XIa y XXXI), hemos documentado treshermosas cuentas trabajadas en conchillas de mullu(Spondylus princeps) de indudable filiacin prehis-pnica. Del mismo modo el Corte 10, que se practi-c en la parte media superior del sitio, arroj restosde un rancho temporal del siglo XVIII. La basuraasociada a esta ocupacin se encuentra muy bienconservada debido a las condiciones de sequedad yviento reinantes en la quebrada. Entre los objetos re-cuperados de este contexto destaca una clavija deinstrumento de cuerda, un mueco de madera conuniforme de tela, semillas de diferentes frutos, algu-nos fragmentos de papel con impresiones en latn,alemn, castellano, as como un fragmento de docu-mento en papel oficial colonial.

    En el panten, se documentaron 16 contextos fu-nerarios incluyendo una matriz vaca. Estos hallaz-gos se realizaron en ampliaciones practicadas a par-tir de las excavaciones de la primera temporada y enun nuevo sector en la parte media baja del sitio.

    Los entierros confirman el carcter cosmopolitadel cementerio que planteamos en la primera fase delos trabajos. Algunos de los entierros (XVIII y XXX)corresponden a extranjeros de pelo y barba rubia quese destacan del conjunto por el extraordinario estadode momificacin que han alcanzado los cuerpos.Otro extranjero localizado corresponde a los restosmuy bien preservados de un emigrante oriental, pro-bablemente chino, que debi haber fallecido en fe-cha cercana a su llegada a nuestro puerto, pues suvestimenta no muestra seales de deterioro. Estaprenda debe corresponder a una de las que se les en-tregaba a los inmigrantes como parte de su contratoa la llegada a puerto en el Per.

    Caleta de La Cruz

    Esta tranquila caleta se ubica en el extremo surdel flanco oriental de la Isla, frente a La Punta. Se

    Mueco de trapo y madera tallada proveniente de los restos de unrancho del siglo XVIII en Caleta Panten (Corte 10).

  • 59Revista de Marina Agosto 2004

    encuentra a una distancia de 4 a 5 Km. al sur de laactual Estacin Naval.

    Como parte de esta temporada se contemplaronrealizar unos cortes exploratorios en esta caleta, ni-co sitio donde se han encontrado hasta el momentoevidencias de entierros humanos correspondientes apocas pre-hispnicas. Este complejo arqueolgicose compone de dos sectores de entierros y un exten-so asentamiento en la parte baja de la misma hondo-nada donde actualmente se encuentra el embarcade-ro de la antigua planta de ENZOMAR. En estos tres

    sectores distribuimos nuestras exploraciones de la si-guiente manera: dos cortes en el cementerio grande,uno en el cementerio pequeo y una limpieza de per-fil en la zona domstica.

    Fue Max Uhle, investigador alemn que buscan-do demostrar sus teoras sobre migraciones mesoa-mericanas a nuestro territorio, realiz varias explora-ciones arqueolgicas a lo largo de nuestras costas.Justamente, en los primeros aos del siglo pasado tu-vo una estada por la isla donde realiz valiosos ha-llazgos arqueolgicos, hoy depositados en elMNAAHP.

    Aparentemente, las excavaciones practicadas porUhle corresponden con una gran depresin cuadran-gular existente en la parte baja media del cementeriogrande, inmediatamente por encima de la pista afir-mada de acceso a ENZOMAR.

    Los dos cementerios vecinos en general se en-cuentran fuertemente afectados por excavacionesclandestinas. stas parecen haberse iniciado en lamisma poca en que se inici la extraccin del gua-no, alrededor de 1850. Aparentemente, los fardos fu-nerarios se encontraron enterrados a muy poca pro-fundidad, razn por la cual fueron fcilmente locali-zados durante las remociones del suelo propias de laactividad guanera. Numerosos restos de esta poca,como costalillos, cuerda de camo y restos de losnidos de plumas los hemos localizado revueltos en-tre los vestigios culturales saqueados.

    Pensamos que estos primeros hallazgos realiza-dos a fines del siglo XIX son los que llamaron laatencin del investigador alemn y lo que lo motiva explorar este lugar.

    El primer entierro que se document correspondea los restos completamente removidos de un grancontexto funerario depositado en una matriz de msde tres metros de profundidad por metro y medio dedimetro, ubicada en el extremo norte del cemente-rio, a la vera del camino afirmado que une la Esta-cin Naval con la planta abandonada de ENZO-MAR. Si bien el contexto se encontr alterado, sepudo recuperar algunos fragmentos de una camisa deplumas decorada con motivos geomtricos, un falde-lln, un taparrabo, fragmentos de tapices y brocadosdecorados con aves y peces, as como algunos arte-

    Entierro mltiple prehispnico, aparentemente se trata de unamadre con sus dos menores hijos. Cementerio grande de CaletaLa Cruz en el Cabezo Sur de la Isla.

    Jos Antonio Hudtwalcker MornArquelogo de la Pontificia Universidad Catlica del Per. Es miembro ordinario del Instituto Riva Agero - PUCP.Ha trabajado en el Instituto Nacional de Cultura en la Direccin de Investigaciones. Con experiencia en investiga-cin arqueolgica en el Per, especialmente en sitios del litoral como Puerto Supe y el Valle de Chancay, entre otros.Actualmente, trabaja con la Direccin de Intereses Martimos e Informacin de la Marina. Es miembro de Comit deTrabajo de Recuperacin del Patrimonio Natural y Cultural de la Isla San Lorenzo y del Comit de Arqueologa Su-bacutica.

  • factos textiles. El entierro present evidencias de ha-berse encontrado sealizado con piedras.

    Dado la importancia de los hallazgos realizadosen la primera excavacin (16 metros cuadrados) seprocedi a realizar otra, de mayor rea, ubicadaigualmente en uno de los extremos del cementerio(NO). Este corte de setenta y cinco metros cuadradosnos permiti recuperar los restos alterados de por lomenos tres entierros (Entierros II, III y IV y un con-texto parcialmente disturbado (Entierro VIII).

    Los fardos, al igual que sus contemporneos delcontinente, son confeccionados en base a gruesos re-llenos de hojas de pacae o de grama dulce que for-man una especie de nido donde encaja el cadver en-vuelto en sus propias prendas personales. Este granpaquete presenta por ltimo una red de fibra vegetalque permite transportarlo con comodidad. Dos vari-llas de caa o palo colocadas verticalmente a amboslados de la espalda del cuerpo ayudan a dar rigidezal conjunto. Por lo que hemos podido observar, exis-te igualmente la costumbre de colocar una valva deSpondylus princeps o de Argopecten purpuratus so-bre el crneo del cadver pues hemos hallado variasde estas valvas perforadas en las inmediaciones detumbas saqueadas hace muchos aos.

    El contexto funerario prehispnico que denomi-namos como VIII, excavado en la caleta de La Cruz,corresponde a un entierro mltiple, probablementefemenino a juzgar por la gran cantidad de artefactospara hilar y tejer que forman parte de su ajuar fune-

    rario, as como por la presencia de dos nios de cor-ta edad (individuos 1 y 2), colocados entre las ofren-das funerarias. El personaje principal (individuo 3)corresponde a un fardo vertical con cabeza postizadonde el cadver debe hallarse sentado con las rodi-llas fuertemente flexionadas sobre el cuerpo. Estepaquete funerario fue depositado en una fosa cavadaen arena de dos metros y medio de profundidadorientando el cadver hacia el noreste al igual quelos de sus pequeos acompaantes.

    Un cntaro, tres ollas y tres mates tipo plato conrestos de maz conforman las ofrendas relacionadasa la alimentacin. Dos costureros confeccionadoscon caas y tejido grueso llano repletos de artefactospara hilar y tejer completan el ajuar funerario.

    En el cementerio pequeo ubicado al NE delgrande, detrs de una lomada, se practic un corte de28 metros cuadrados donde se localizaron tres con-textos funerarios (Entierros V, VI y VII). Los trescorresponden a mujeres adultas enterradas extendi-das: dos depositadas de cbito dorsal y una de cbi-to ventral. El cuerpo correspondiente al entierro VIIpresenta una plaquita de plata en la cavidad bucal ydos plaquitas de cobre, una en cada mano.

    Aparte de los cementerios de filiacin Ichma ( fi-nes del Intermedio Tardo / Horizonte Tardo 1200 1532 dC.) hemos documentado una intensa ocupa-cin de la misma poca en la parte baja del sitio dis-tribuido a todo lo ancho de la pequea ensenada co-nocida como Caleta de La Cruz. Una gruesa capa de

    60

    Playa Grande e islas Cabinzas en la parte posterior de la isla.

  • ocupacin, que en algunos casos pasa del metro deespesor, es el resultado de la acumulacin de pisostabiquera de caa y capas de basura domstica. Enuna simple limpieza de los perfiles expuestos en es-tos basurales por la construccin de la planta ENZO-MAR, pudimos comprobar que desde las capas msantiguas hasta las ms recientes son de la mismapoca, es decir, Ichma. Entre el material cermico re-cuperado de esta poca destacan algunos fragmentosestilo Chancay Tardo, Chim-Inca y algunos del de-nominado Lauri Impreso.

    Discusin y Alcances de la investigacin

    Los resultados de las excavaciones y exploracio-nes arqueolgicas llevadas a cabo desde el 2003 hanpermitido aclarar y ampliar el conocimiento arqueo-lgico e histrico de la Isla. La investigacin abarcala historia de la Isla desde las pocas prehispnicas,coloniales y republicanas.

    En el estado actual de la investigacin, podemosafirmar que las evidencias prehispnicas documenta-das en la Isla pueden ser fechadas con seguridad apartir del Intermedio Tardo con filiacin culturalIchma. No negamos la existencia de evidencias mstempranas, pero stas probablemente fueron pocosignificativas con muy bajo impacto, lo que ha limi-tado indicios que nos sugieran ocupaciones anterio-res a la poca mencionada.

    Un tema por investigar es todo lo relacionado conlos conchales distribuidos a lo largo y ancho de laIsla. Es necesario precisar que la presencia de arte-factos lticos y ausencia de cermica en dichos con-chales no indican necesariamente poblaciones prece-rmicas. Una probable respuesta a la ausencia de ce-rmica es la naturaleza de dichos conchales.

    En la Isla tenemos dos tipos de conchales diferen-ciados principalmente por los tipos de conchas quese componen. En la mayora de los casos, estas dosvariedades tienen una distribucin diferenciada.

    El primer tipo de conchal se compone principal-mente de machas (Mesodesma donacium) a parte deotras especies de comunes en playas de arena. Sudistribucin es por el flanco occidental de la Isla, esdecir en su lado expuesto. No se trata de conchales

    con ocupacin domstica, ms bien parecen estarvinculados con el procesamiento de los moluscos pa-ra facilitar su transporte al continente.

    Como hiptesis, planteamos que se trata de evi-dencias relacionadas con la extraccin estacional derecursos marinos como la macha. Dicha actividadeventualmente tendra como centro de acopio y em-barque el asentamiento sobre la playa en Caleta deLa Cruz, el cual presenta viviendas con arquitecturamixta de piedra con tabiques de caa brava. Segn elmodelo que planteamos, las viviendas sirvieron decampamentos temporales para la explotacin de de-terminado recurso hidrobiolgico que aparece deforma explosiva cada cierto tiempo en las playas are-nosas del lado expuesto de la isla. Estas playas sonnicas con dichas caractersticas en el litoral del va-lle central y sur del Rmac, que en su mayora sonpedregosas o no presentan el hbitat adecuado paraciertas especies. Por otro lado, debido a su orienta-cin, la parte expuesta o posterior de la Isla recibeviento constante suroeste y tiene un suave relievearenoso orientado al atardecer, por lo que es ideal pa-ra secar la carne de los moluscos. El asentamientoseguramente recibi casi a diario abastecimiento de

    61Revista de Marina Agosto 2004

    Jos Flix Pinilla BlenkeArquelogo de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha ocupado cargos directivos en el Museo de laNacin, Museo Nacional de Antropologa, Arqueologa e Historia del Per, as como miembro de la Comisin Na-cional Tcnica de Arqueologa del Instituto Nacional de Cultura. Con amplia experiencia en la investigacin ar-queolgica en el Per. Es codirector de investigacin arqueolgica del Proyecto Arqueolgico Isla San Lorenzo yes colaborador de la Direccin de Intereses Martimos e Informacin de la Marina.

    Nio de pocos meses de edad (Entierro XX) hallado en la partebaja del panten.

  • la base, que pudo ser cualquier embarcadero en lasinmediaciones del Callao, Magdalena, Miraflores oChorrillos.

    El segundo tipo de conchal se compone principal-mente de piques (Crepipatella dilatata y Caliptraeatrochiformis), acompaados en mucho menor nme-ro por choros (Aulacomya ater y semimytilus algo-sus), caracoles (Thais chocolata Tegula atra y Tegulaeuryomphalus) y restos de peces pequeos. Este tipode conchal formado por especies mucho menos atrac-tivas para nuestra alimentacin se distribuyen en elflanco oriental o protegido de la Isla, en la parte altade las playas pedregosas, caractersticas de este flan-co de la isla. Postulamos que se tratan de conchalesvinculados con la poblacin que trabaj en las cante-ras permitiendo complementar en forma precaria sumagra alimentacin. La asociacin con las canterasse basa en el hecho de que dichos conchales estn alpie de las mismas por lo que cronolgicamente co-rresponderan a tiempos coloniales y republicanos.

    En el Catastro de 1974, se afirma que la ocupa-cin humana en la isla viene desde el precermico.Dicha afirmacin se sustenta principalmente en basea las siguientes evidencias: la primera se refiere aque en la mayora de conchales reconocidos no seencontr cermica, la segunda corresponde con lapresencia de algunos artefactos lticos en los concha-les y, por ltimo, se argumenta que en uno de losconchales se encontr un palo para encender fuegopor abrasin. Respecto a esta afirmacin, en nuestrosrecorridos hasta el momento no hemos encontradoninguna evidencia, ni indicios que sugieran ocupa-cin humana en la Isla con anterioridad al Horizon-te Tardo. Con respecto a ocupaciones anteriores aesta poca, si bien no negamos su existencia, slopodemos afirmar que hasta el momento no hemoshallado ninguna evidencia de ella ni nos parecen v-lidas las razones para suponer que estos conchalesson tan tempranos. Nos parece, mas bien, que estosconchales son evidencia de determinada actividadeconmica de tipo extractivo correspondientes a lapoca en que s tenemos amplia y documentada evi-dencia de ocupacin humana en la caleta de La Cruz,es decir El Horizonte Tardo. Por este motivo consi-deramos necesario excavar en estos conchales paratratar de obtener un fechado absoluto que nos permi-ta corroborar o descartar nuestra hiptesis.

    Los artefactos lticos que se pueden observar has-ta hoy sobre los conchales son realmente atempora-les siendo muy difcil poder asignar, basndonos enla tipologa, una cronologa realista. Lo mismo seaplica a la madera para encender fuego. Hoy tenien-do que enfrentar situaciones similares a las vividaspor nuestros antepasados en la isla, responderamos

    con artefactos similares para lograr nuestra supervi-vencia o nuestros objetivos econmicos.

    La Caleta del Panten ubicada en el flanco orien-tal de la isla se conecta en forma natural con el flan-co occidental por una quebrada arenosa, la cual he-mos denominado como Quebrada del Panten. Di-cha quebrada permite acceder por una larga cuesta allado expuesto de la isla, donde existen conchales si-milares a los mencionados lneas arriba. Evidenciadel trnsito efectuado por esta quebrada desde po-cas antiguas seran las cuentas de mullu (Spondylusprinceps) recuperadas en las matrices de los contex-tos funerarios republicanos. Ya durante los trabajosde prospeccin arqueolgica realizados por el Insti-tuto Riva Agero en 1974 y 1999, se registraron al-gunos conchales en la parte alta de dicha quebrada,presumiendo que se trata de asentamientos precer-micos. Respecto a la naturaleza de esta ocupacinprehispnica, como dijimos, an falta informacinpara poder fechar su erigen.

    Sobre el perodo colonial y republicano tempranoes muy poco lo que se conoce a nivel de cultura ma-terial en la isla. Los recientes hallazgos permitirndarnos alguna informacin sobre esta poca (SiglosXVIII al XIX). Aparentemente, hemos localizadounos pequeos ranchos de temporada levantados enla playa y quebrada del Panten. stos, una vez estu-diados, nos darn una aproximacin a las costumbresde los pobladores durante dicho perodo. Dentro dela basura recuperada tenemos restos de vajilla cer-mica decorada con motivos florales de color verdesobre crema. Esta cermica se encontr acompaadapor desperdicios de alimentos entre los que resaltanrestos de fauna marina y domstica, adems de vege-tales como cebolla, yuca, aj, ctricos (probablemen-te naranja agria), etc. Como podemos observar estosltimos restos corresponden a los ingredientes bsi-cos en la elaboracin del actual cebiche. Aunque nose puede afirmar de manera categrica, posiblemen-te hayamos registrado la primera evidencia arqueo-lgica de un contexto con todos estos ingredientespresentes, ya que por fuentes escritas sabemos que laprimera receta registrada data de documentos deprincipios del siglo XIX.

    La presencia sobre el piso de la vivienda de res-tos de papeles impresos en idiomas como alemn, la-tn y castellano, as como de restos de un artefactomusical (clavija de instrumento de cuerda) nos per-mite inferir que se tratara de poblaciones con ciertonivel intelectual. Talvez se trate de ranchos para pa-sar la temporada de verano construidos por vecinosdel Callao o de Lima.

    En cuanto a los contextos funerarios republica-nos, se cuenta con un corpus de 31 contextos regis-

    62

  • trados en el cementerio republicano de Caleta Pan-ten, adicionalmente se registr un contexto mltiplede emigrantes orientales en una zona cercana a la ba-se. Los entierros estaban siendo inhumados de cua-tro maneras bsicas. Directamente, sin ningn tratamiento Envueltos slo con su mortaja En atad trapezoidal con tapa a dos aguas En atad hexagonal con tapa plana.

    Hasta antes de la primera temporada de excava-ciones se tena un conocimiento vago respecto a lanaturaleza de los entierros humanos depositados enel cementerio de Caleta Panten. Las excavacionespermitieron definir de manera precisa que se trata deun cementerio organizado, que cronolgicamentepertenece a la segunda mitad del siglo XIX y que es-t vinculado con la Estacin Sanitaria vecina. Por talmotivo, postulamos que tanto las caletas Sanitaria yEl Panten conforman un rea integrada que veni-mos denominando como Complejo Histrico de laEstacin Sanitaria.

    Respecto a la fecha de la deposicin de los prime-ros entierros en esta caleta podemos hacer algunasinferencias. Sabemos que recin durante la primeradcada del siglo XIX, por motivos de salud pblica,se establecen en el Per los primeros cementerioscristianos fuera de los templos, tal es el caso del ce-menterio conocido como el Presbtero Maestro.

    La nueva disposicin prohibiendo el entierro enlos templos como era tradicional demor en calar ennuestros antepasados. Se tuvo incluso que trasladaralgunos cuerpos de autoridades eclesisticas de lascatacumbas de los templos a los nuevos cementeriospara que la gente considere tambin como tierra san-ta un terreno profano. Los nicos que eran enterra-dos en terrenos fuera del templo fueron lgicamentelos practicantes de cultos diferentes al catlico, co-mo los anglicanos, protestantes, judos y algunos ex-tranjeros que por cuestin de fe no se les permitaocupar nicho en el templo.

    En 1833, se establece, mediante Decreto Supre-mo (documento que tuvimos la oportunidad de ob-servar gracias a la gentileza del Dr. Uriel Garca), unlazareto o cuarentenario en la isla. Esto se hizo comomedida sanitaria para prevenir la propagacin de unaepidemia de clera proveniente del Asia, a la que sesuman la de la fiebre amarilla y otras pestes recu-rrentes en la poca de oro de la navegacin a vela.Probablemente, la inauguracin oficial del uso de lacaleta como rea destinada a cementerio correspon-da a dicha fecha. Es lgico suponer que toda estacin

    sanitaria de cuarentena tenga asociado un cemente-rio colindante, tomando en cuenta el riesgo de trasla-dar al continente personas fallecidas por consecuen-cia de enfermedades de tipo infectocontagioso. Yapara 1854, en una bitcora de la marina rusa, se ha-ce referencia directa al cementerio en la caleta, cuan-do se describe las circunstancias de un entierro dedos marinos de la histrica embarcacin del Imperioruso Aurora.

    Con respecto a lo que mencionamos en el prrafoanterior, no queremos decir que no existan entierrosms antiguos en la quebrada; incluso entre otroseventuales huspedes de ella pueden encontrarse losrestos de la malograda expedicin del siglo XVII dela casa de Orange, por tanto es necesario ampliar laintervencin en otros sectores de la quebrada paratratar de localizar restos ms antiguos que los quevenimos describiendo.

    En el cementerio, encontramos dos tipos decomponentes: civil y militar. El componente civilestara dado principalmente por los cadveres pro-venientes de la estacin sanitaria y de los diversosincidentes propios de las actividades del puerto.Los militares corresponden a los fallecidos en ac-cin de armas en alguno de los numerosos episo-dios blicos en que se ha visto envuelto el puerto.Combatientes tanto de la guerra por la independen-cia, guerra contra Espaa (1866) y de la guerra delPacfico (1879-1883), entre otros, fueron enterra-dos en sus cementerios. El carcter cosmopolita delcementerio y las condiciones del terreno, que faci-litan la excelente preservacin de los cadveres,constituye una ventaja diferencial frente a otras zo-nas de entierros contemporneos en el continentepara investigaciones sobre poblacin y salubridadpblica en el siglo XIX.

    Probablemente, el cementerio estuvo en uso has-ta los primeros aos del siglo XX, donde aparente-mente las estructuras sanitarias pasaron a uso de laArmada y empezaron a ser utilizadas como depsitode municiones, oficinas y vivienda para personal dela Marina de Guerra.

    En la actualidad, se vienen efectuando los traba-jos de antropologa fsica, el procesamiento del ma-terial cultural recuperado y elaborando la propuestade delimitacin fsica de los sitios investigados paraque la Marina de Guerra cuente con una herramien-ta para defender la integridad de los mismos. Este l-timo trabajo lo venimos realizando con el valiosoapoyo del Servicio de Hidrografa de la Marina deGuerra del Per.

    63Revista de Marina Agosto 2004

  • Bibliografa

    lamo V., Vctor y Valdivieso M., Violeta. Lista sistemtica de moluscos marinos del Per. Boletn Extraordinario del Instituto del Mar delPer IMARPE. Callao 1987Bazn Del Campo, Francisco. Arqueologa de Lima: Evaluacin del Trmino Huancho. Crearte Lima 1992Crdenas Martin, Mercedes. Proyecto Histrico Arqueolgico Isla San Lorenzo / Informe de la Prospeccin. P.U.C. / Instituto Riva Agero.Lima, 2000Coloma Porcari, Csar. El seviche del Per, con s y v. Artculo en Opinin de El Comercio, mircoles 21 de abril de 2004 Pgina a5Compaa Administradora del Guano. El Guano. Ca. Administradora del Guano. Departamento Tcnico. Lima 1954Crdova y Urrutia, Jos Mara. Estadstica histrica, geogrfica, industrial y comercial de los pueblos que componen las provincias deldepartamento de Lima - Lima 1839. Edicin facsimilar realizada en conmemoracin del 80 aniversario de la Fundacin de la SociedadEntre Nous. Edicin, prlogo e ndices por Csar Coloma Porcari. Lima 1992Cushman Murphy, Robert. El Guano y la Pesca de Anchoveta. Informe Oficial al Supremo Gobierno - Compaa Administradora delGuano. Lima, 1954Direccin General de Informaciones del Per. Guano, Riqueza Nacional. Direccin General de Informaciones del Per N 2. Lima, 1954Eisenberg, Jerome M. Seashells of the World. Crescent Books. New York 1981Fletcher, Edward. Antique Bottles. Blandford Press Ltd. UK. 1978Hudtwalcker Morn, Jos A. y Pinilla Blenke, Jos F. Caleta Panten: Un caso de arqueologa Histrica en la Isla San Lorenzo. Informe dela primera temporada de excavaciones 2003Hudtwalcker Morn, J. A. y Pinilla Blenke, J. F. Cementerios en la Isla San Lorenzo. Informe de la segunda temporada de excavaciones.2004Isla, Johnny. Materiales Recuperados por Max Uhle (1906-1907) en San Lorenzo. Gaceta Arqueolgica Andina N 24. Lima 1995Kapsoli, Alfredo. Ensayos de Nueva Historia. Francisco Gonzles A. Editores. Lima, 1983Kaulicke, Peter. Contextos funerarios de Ancn. Esbozo de una sntesis analtica. Pontificia Universidad Catlica. Lima,1997.Kaulicke, Peter. Entierros de Ancn. Kovel Ralph M. y Kovel Ferry H. Dictinary of Marks - Pottery and Porcelain Crown. Publishers, Inc. New York 1953.Kovel Ralph M. y Kovel Ferry H. Kovels` New Dictionary of Marks - Pottery & Porcelain 1850 to the present. Crown Publishers, Inc. NewYork 1986.Rostworowski de Diez Canseco, Mara. Seoros Indgenas de Lima y Canta. Instituto de Estudios Peruanos IEP. Lima, 1978Rostworowski de Diez Canseco, Mara. Recursos Naturales Renovables y Pesca, Siglos XVI y XVII. Instituto de Estudios Peruanos IEP.Lima, 1981Savage, George y Newman, Harold. Ceramics: An Illustrated Dictionary of. Thames & Hudson U.K., 2000Shimada, Izumi. Pachacamac A reprint of the 1903 edition by Max Uhle. U. of Pennsylvania, Philadelphia 1991.Stewart, Watt. La Servidumbre China en el Per - Una historia de los cules chinos en el Per 1849 - 1874. Mosca Azul Editores, Lima,1976Stiglich, Germn. Diccionario Geogrfico del Per. Segunda y ltima parte. Imprenta Torres Aguirre. Lima 1922.Villar Crdova, Pedro E. Arqueologa del Departamento de Lima. Ediciones Atusparia. Lima 1982.

    64

    Papel sellado colonial,encontrado entre losrestos del rancho delsiglo XVIII en CaletaPanten.