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Una de las primeras estrategias para combatir los mosquitos consistió en repelentes botánicos. Algunas veces Las hojas y las plantas frescas se colgaban en las áreas de descanso, otras, se quemaban para producir humo que ahuyentaba a los adultos y evitaba así la succión de sangre y transmisión de enfermedades. Después se observó que las hojas estrujadas y aceites de semillas se frotaban en la piel para reducir las picaduras. Más recientemente, los aceites se integran a los combustibles, como la cera y el petróleo, para liberar las substancias repelentes al medio. Posteriormente estas técnicas autóctonas fueron reemplazadas por los repelentes sintéticos. Sin embargo, en lugares como China, India y Latinoamérica, continuaron usándose y prevalecen aún como verdaderas tradiciones. El aceite de citronela (hierva de limón) es un repelente popular que se aplica directamente sobre la piel para ahuyentar a los mosquitos en la India, Europa y Estados Unidos. También se mezcla con la cera de las velas para liberar sus ingredientes al medio y repeler zancudos. En comparación a los repelentes sintéticos, el aceite de citronela es similar en efectividad al DMP, pero menos persistente que éste. Un sintético de citronelol (un componente del aceite de citronela) se usa como ingrediente activo de un repelente comercial, mostrando ser tan efectivo como el DEET. El aceite esencial extraído de los crisantemos contiene un químico llamado piretro que puede matar a los insectos que vuelan, como las avispas. Ambos, el aceite de crisantemos y las flores de los crisantemos secos han sido usados para repeler y matar los insectos desde la antigüedad, pero la ciencia ha determinado que el aceite esencial tiene las propiedades necesarias para matar a las avispas. Ahora el extracto de aceite de los crisantemos es usado como químico orgánico y comercial para los rociadores para avispas. Con echar en el difusor o en un simple vaso unas quince gotas de aceite esencial de eucalipto , preferentemente alimonado, las picaduras de mosquito dejarán de ser un problema. Sus propiedades repelentes y antiinflamatorias han sido recogidas en el libroAdoptez la slow cosmétique del biólogo Julien Kaibeck. El aceite de eucalipto también es un buen compañero de viaje, sobre todo cuando se hacen actividades de montaña, porque si se mezcla con el champú o la crema hidratante mantendrá alejados a los mosquitos de nuestro cuerpo. Para conseguir este aceite se pueden cocer unas cuantas hojas de eucalipto y poner el líquido que se obtenga en recipientes pequeños. El limón por sí mismo también tiene propiedades repelentes, untarse con una bolsita de té los ahuyentará.

Proyecto de Negocio

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Una de las primeras estrategias para combatir los mosquitos consistió en repelentes botánicos. Algunas veces Las hojas y las plantas frescas se colgaban en las áreas de descanso, otras, se quemaban para producir humo que ahuyentaba a los adultos y evitaba así la succión de sangre y transmisión de enfermedades. Después se observó que las hojas estrujadas y aceites de semillas se frotaban en la piel para reducir las picaduras. Más recientemente, los aceites se integran a los combustibles, como la cera y el petróleo, para liberar las substancias repelentes al medio. Posteriormente estas técnicas autóctonas fueron reemplazadas por los repelentes sintéticos. Sin embargo, en lugares como China, India y Latinoamérica, continuaron usándose y prevalecen aún como verdaderas tradiciones.

El aceite de citronela (hierva de limón) es un repelente popular que se aplica directamente sobre la piel para ahuyentar a los mosquitos en la India, Europa y Estados Unidos. También se mezcla con la cera de las velas para liberar sus ingredientes al medio y repeler zancudos. En comparación a los repelentes sintéticos, el aceite de citronela es similar en efectividad al DMP, pero menos persistente que éste. Un sintético de citronelol (un componente del aceite de citronela) se usa como ingrediente activo de un repelente comercial, mostrando ser tan efectivo como el DEET.

El aceite esencial extraído de los crisantemos contiene un químico llamado piretro que puede matar a los insectos que vuelan, como las avispas. Ambos, el aceite de crisantemos y las flores de los crisantemos secos han sido usados para repeler y matar los insectos desde la antigüedad, pero la ciencia ha determinado que el aceite esencial tiene las propiedades necesarias para matar a las avispas. Ahora el extracto de aceite de los crisantemos es usado como químico orgánico y comercial para los rociadores para avispas.

Con echar en el difusor o en un simple vaso unas quince gotas de aceite esencial de

eucalipto, preferentemente alimonado, las picaduras de mosquito dejarán de ser un

problema. Sus propiedades repelentes y antiinflamatorias han sido recogidas en el

libroAdoptez la slow cosmétique del biólogo Julien Kaibeck. El aceite de eucalipto

también es un buen compañero de viaje, sobre todo cuando se hacen actividades de

montaña, porque si se mezcla con el champú o la crema hidratante mantendrá

alejados a los mosquitos de nuestro cuerpo. Para conseguir este aceite se pueden

cocer unas cuantas hojas de eucalipto y poner el líquido que se obtenga en recipientes

pequeños. El limón por sí mismo también tiene propiedades repelentes, untarse con

una bolsita de té los ahuyentará. 

Algunos tipos de incienso como los elaborados a base de plantas o de aceites esenciales, como los de almarosa, citronella, o limón, actúan como inhibidores de los mosquitos. Este remedio se recomienda especialmente en el exterior, cuando se quiere disfrutar de una cena o comida al aire libre sin ser objeto de indeseables picaduras. Son muchas las empresas que comercializan estos productos, por lo general a bajo precio y exentos de sustancias tóxicas. Para que este remedio sea eficaz hay que

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evitar las prendas de ropa con colores brillantes o fluorescentes, que atraen a los mosquitos. Las velas con olor a lavanda o a limón son igualmente eficaces.

CITROEUCALIPTO