Proyecto en clase de computación última revisión

“Programa de Intervención para modificar la conducta agresiva de los niños de Primer Grado de Primaria”

Computación I – Escuela de Educación Primaria. Página 1

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UNIVERSIDAD CÉSAR VALLEJO

FACULTAD DE EDUCACIÓN E IDIOMAS

ESCUELA DE EDUCACIÓN PRIMARIA

COMPUTACIÓN I

TEMA:

PROYECTO DE APLICACIÓN

ALUMNA:

ROSALES GARCÉS, Sheyla Patricia

DOCENTE:

RUBEN LORENZO TORRES CABRERA

TRUJILLO – PERÚ

2013 – I



ÍNDICE

PROYECTO DE APLICACIÓN ............................................................................................. 3

1. TÍTULO DEL PROYECTO: ..............................................................................................3

2. FUNDAMENTACIÓN: .......................................................................................................3

3. DEFINICIÓN DEL PROBLEMA: ....................................................................................4

4. JUSTIFICACIÓN PROFESIONAL: .................................................................................4

5. OBJETIVO DEL PROYECTO: .........................................................................................4

6. DESARROLLO:.......................................................................................................... 5

MARCO TEÓRICO: .................................................................................................. 5

7. PROGRAMA DE INTERVENCIÓN PARA MODIFICAR LA CONDUCTA AGRESIVA DE LOS

NIÑOS DE PRIMER GRADO DE PRIMARIA …………………………………………………………………………………14

8. CONCUSIONES: ...................................................................................................... 20

9. RECOMENDACIONES: ........................................................................................... 20

10. BIBLIOGRAFÍA Y REFERENCIAS ELECTRÓNICAS .......................................... 21



PROYECTO DE APLICACIÓN

1. TÍTULO DEL PROYECTO:

“PROGRAMA DE INTERVENCIÓN PARA MODIFICAR LA CONDUCTA

AGRESIVA DE LOS NIÑOS DE PRIMER GRADO DE PRIMARIA”

2. FUNDAMENTACIÓN:

Una situación familiar estable bien estructurada es la primera fuente de

conocimiento de la cual se nutren los niños, para conformar los patrones de cultura

primaria que rigen la actividad de éstos.

Los padres van inculcando en sus hijos todo un conjunto de valoraciones y

concepciones no solo a través de lo que expresan, sino también de sus actitudes y

manifestaciones conductuales que de una forma u otra éstos asimilan y contribuyen

de forma decisiva con su estabilidad y salud afectiva.

La agresión es una expresión del deseo del niño de llevar a la práctica su plan de

acción. La finalidad que persigue el niño con conductas agresivas es dominar una

situación, vencer un obstáculo o destruir un objeto. Se puede expresar mediante

actos, por medio de palabras o pensamientos.

Si bien es cierto que el hogar en donde se forman estos patrones de buen

comportamiento, la escuela no está excluida de esta labor, al contrario, sirve como

un complemento a la labor de los padres, es por tal motivo que hemos creído

conveniente realizar un estudio sobre la agresividad, sus tipos y los factores que

influyen para que esta se manifieste en las aulas de clase.

La importancia de este trabajo radica en el planteamiento de un programa de

intervención que otorgue las condiciones necesarias para tener un ambiente

agradable dentro del aula de clase.



3. DEFINICIÓN DEL PROBLEMA:

¿En qué medida un Programa de Intervención modificará la conducta agresiva de

los niños de primer grado de Primaria?

4. JUSTIFICACIÓN PROFESIONAL:

Los niños que presentan problemas de comportamiento, son todo un desafío para

nosotros los docentes, que tenemos que comprender y aproximarnos a las posibles

causas de dichos problemas, para poder así iniciar un tratamiento que permita a

nuestros alumnos desarrollarse en forma adecuada dentro de su contexto familiar,

escolar y social.

Estos problemas, muchas veces tienen su origen en factores ambientales como por

ejemplo aspectos y elementos vinculados al contexto familiar y comunal que

desencadenan necesidades educativas especiales de carácter temporal

manifestándose en baja autoestima, agresividad, escasa tolerancia a la frustración,

excesiva timidez, adicción, etc. . Teniendo en cuenta la posibilidad de atender a

esta necesidad, los docentes en coordinación con un grupo interdisciplinario,

debemos implementar en nuestras aulas un programa de intervención que cuente

con diversas estrategias para superar estas necesidades educativas.

Por tal motivo presentamos un programa de intervención destinado a disminuir y

modificar la conducta agresiva presentada en uno de los alumnos de un aula de

Primer Grado de Primaria.

5. OBJETIVO DEL PROYECTO:

Promover el desarrollo de actividades que permitan eliminar las conductas agresivas

dentro y fuera del aula.



6. DESARROLLO:

MARCO TEÓRICO:

6.1 Definiciones

Según Musen (1990) considera a la agresión como tendencia a dañar o

lesionar a otros, surge como una reacción común ante la frustración.

Según Wittaker (1990): audacia a dañar o lesiona a otros que surge como

una reacción común ante la frustración y que la finalidad de esta conducta es

la de causar daño físico y patológico.

Existen otras definiciones:

Definición genérica: Aplican la palabra agresividad a todas las tendencias

activas dirigidas hacia el exterior, ya sean estas destructivas o que afirman el

yo y son por lo tanto positivas y constructivas (Dorsch, Frederick)

Definiciones conductuales

Perlman y Cozby: conductas que intentan dañar a otras personas

Dorsch: “formas de conducta que adoptan con la intención de perjudicar

directa o indirectamente a un individuo.

Mischel: conductas dirigidas a dañar a otra persona.

Podemos concluir definiendo la agresividad como la conducta que tenga la

intensión o que cause daño y o malestar a otro individuo, sin que esta

conducta sea casual.

6. .2 Teorías de agresividad

Existen tres grandes teorías de la agresión:

1. Teoría del instinto

Asociada de manera más común con Sigmund Freíd y honrad Lorenz.



Según Freud la agresión es producto de causas innatas o instintos. Sería el

intento de desplazar hacia los demás el instinto de muerte de la propia

destrucción.

Lorenz vio la agresividad como adaptativa más que destructiva.

Es considerada como una respuesta sana ya que permite catarsis o liberación

de los impulsos destructivos.

Ambos coincidieron en que la energía agresiva es instintiva. Si no se

descarga, supuestamente se acumula hasta explotar o hasta que un estimulo

apropiado la libera.

2. Teoría de la frustración-agresión

Considera que la agresión está basada en un motivo o impulso agresivo, un

estado de excitación elevada que puede ser reducido por medio de actos

manifestados de agresión.

Dollard y Millar fueron los primeros en plantear que la agresividad era el

resultado de la frustración. Los acontecimientos frustradores son aquellos que

bloquean la conducta dirigida a una meta del individuo, amenazan el espacio

que tiene de si mismo o lo privan de la oportunidad de satisfacer algún

motivo importante.

Consideran fuentes de frustración:

Barreras impuestas externamente, que impiden o demoran la

realización de una meta importante.

Conflictos intensos entre respuestas incompatibles, sentimientos de

insuficiencia y ansiedad que inhiben o impiden la persecución de fines

importantes.



El temor al castigo o la desaprobación por agredir a la fuente de frustración

puede causar que el impulso agresivo sea desplazado entre algún otro

blanco o incluso redirigido contra uno mismo.

3. Teoría del aprendizaje social

La perspectiva del aprendizaje social presenta a la agresión como una

conducta aprendida. Por la experiencia y la observación del éxito de los

demás, aprendemos que la agresión en ocasiones reditúa. Por tanto, cuando

somos activados por una experiencia aversiva y cuando parece seguro y

recompensante agredir, es probable que lo hagamos.

6. .3 Tipos de agresividad

Basados en una concepción energética, podemos diferenciar dos tipos de

agresividad.

Una instintiva, natural, equilibrada y necesaria para la supervivencia del

ser humano en su entorno; la otra englobaría a todas aquellas actitudes

patológicas asociadas a sentimientos de odio, violencia y destrucción

(deseados conciente o inconscientemente).

Agresividad positiva, tiene una acción enérgica positiva pues nos ayuda a

no flaquear en nuestros fines primarios instintivos, y si es proyectada hacia

objetivos específicos como el deporte se torna productiva e indispensable.

Aquí destacamos entonces que la agresividad es una energía y

potencialmente una fuerza que podemos emplear de forma natural y creativa

o de una manera destructiva y violenta respecto a nosotros mismos como

hacia los demás. Toda inhibición y frustración (sexual o de otro tipo) implica

la no realización de una acción deseada, en la cual el organismo había

reservado una determinada dosis energética para poner en práctica. La que

se puede liberar de dos maneras: en forma natural (sexo, arte, deporte); o se

acumula provocando desasosiego y agresividad de energía negativa, nociva

para el equilibrio del metabolismo.



Agresividad negativa, esto es una hostilidad que se expresa de forma

socialmente incompatible con la normativa social y cultural; este tipo de

agresividad puede desencadenar fácilmente comportamientos antisociales y

conducir posteriormente al sujeto a la criminalidad, al homicidio, al

parricidio y a distintas formas de auto agresividad como el suicidio.

Agresividad abierta, la falta de inhibición en este tipo de niños, contribuye

a todo tipo de agresión, cuando el grado de inhibición es extremo, entonces

los controles son ignorados, el sentido común es inexistente y el niño se

expresa sin tener en cuenta en modo alguno los diversos controles sociales.

Existen otras definiciones sobre la clasificación de la agresión:

Zillman (1979) propone la clasificación provocación motivada (causada

por algo) o instrumental (para obtener algo).

Por ejemplo un niño que pega a otro para apoderarse de un juguete querido,

no persigue primordialmente la meta de causar dolor al otro, los golpes no

son más que el medio para alcanzar la verdadera meta del juguete.

En el manual de la prueba “AGA”, los autores proponen la siguiente

tipología:

1. Agresión Física: se caracteriza principalmente porque la vía de agresión

es el contacto físico directo o a través de algún instrumento o medio que

cause lesiones físicas o dolor a otro individuo.

Por ejemplo: golpear con el puño o con un palo a otro persona.

2. Agresión Verbal: se caracteriza porque la agresión se expresa a través

de palabras.

Por ejemplo: insulto, amenazas o gritos.

3. Agresión Psicológica: por exclusión de las dos anteriores incluye a toda

conducta que no este incluida en las categorías anteriores. Además se



caracteriza porque la agresión es eminentemente emocional y que se

manifiesta por conductas y actitudes complejas. Por ejemplo: gestos

insultantes, el no dirigirle la palabra a alguien, el ignorar a una persona,

el saludar a todas menos a una del grupo.

6. 4 Factores que influyen en aparición de conductas agresivas

Se han encontrado cuatro factores particularmente importantes:

1º La actitud emotiva básica de los padres hacia el niño, en especial

de la persona que más cuida de él (la madre) durante los primeros

años.

Una actitud básicamente negativa que se caracteriza por carencia de

dedicación y de afecto, sin duda incrementa en riesgo de que el

chico se convierta más tarde en una persona agresiva y hostil con los

demás.

2º Grado de permisividad del primer cuidador ante conductas

agresivas de este.

Si el cuidador suele ser permisivo y “tolerante” y no fija claramente

los limites de aquello que se considera comportamiento agresivo con

los compañeros, hermanos y adultos, es probable que el grado de

agresividad del niño aumente.

3º Métodos de “afirmación de autoridad” como el castigo físico y los

exabruptos emocionales violentos. Por parte de los padres, aumenta

el grado de agresividad del niño. Violencia engendra violencia.

4º El temperamento del niño también desempeña su función en el

desarrollo de un modelo de reacción agresiva. Un niño de

temperamento activo y exaltado es más propenso a volverse un joven

agresivo que un niño de temperamento normal o más tranquilo. El



efecto de este factor es menor que el de los dos primeros

mencionados.

En casos individuales otros factores pueden haber sido cruciales.

Diversas investigaciones sobre las condiciones de la infancia nos permiten

llegar a la siguiente importante conclusión: el cariño y la dedicación de la

persona o personas que crían al niño, unos límites bien definidos sobre las

conductas que se permiten y las que no, y el uso de métodos educativos

correctivos no físicos crean niños independientes y armoniosos.

6.5 Características de la persona agresiva

Su belicosidad con los compañeros, pero también con los adultos, tanto con

los profesores como con los padres.

Tendencia hacia la violencia y el uso de medios violentos

Impulsividad y una necesidad imperiosa de dominar a los otros.

Tienen poca empatía con las víctimas de agresiones.

Es frecuente que tengan una opinión relativamente positiva de sí

mismos.

En varios estudios internacionales se comprobó que los agresores mostraban

una ansiedad y una inseguridad inusitadamente bajas, o se encontraban en lo

que suele ser la media en estas características (1981 y 1984), no padecían de

poca autoestima.

Identificación de víctimas

Les gastan repetidamente bromas desagradables, apodos, les

insultan, menosprecian, ridiculizan.

Les molestan, acobardan, empujan, pinchan, golpean dan patadas.

Se ven envueltos en “discusiones” y “peleas” en las que se

encuentran indefensos y de los que tratan de huir.



Les quitan libros, dinero, otras pertenencias o se las rompen y tiran.

Están solos y apartados del resto de los compañeros.

Suelen ser débiles físicamente, pueden tener “ansiedad corporal”

miedo a que les hagan daño.

Ansiosos, inseguros, infelices, depresivos.

Identificación de agresores

Gastan bromas desagradables, insultan, amenazan, ponen apodos, se

burlan, golpean, dan patadas a otros alumnos, dañan las pertenencias,

etc.

Pueden ser físicamente más fuertes.

Sienten necesidad de dominar y subyugar a otros alumnos, de

imponerse mediante el poder y la amenaza, y de conseguir lo que se

proponen.

Tiene mal carácter, se enfadan fácilmente, son impulsivos y toleran

mal las frustraciones; les cuesta adaptarse a las normas y aceptar las

contrariedades o los retrasos.

Se les considera duros, curtidos y muestran poca simpatía con los

alumnos que sufren agresiones. No son ansiosos ni inseguros y

acostumbran a tener una opinión relativamente positiva de sí mismos

(una autoestima normal o por encima de la media).

6.6. Medidas para disminuir la agresividad en el aula

A) Normas sobre agresiones y amenazas:

Una ayuda importante para contrarrestar los problemas de agresores y de

víctimas, y para crear un “clima” social mejor en el aula es el acuerdo del

profesor y de los alumnos sobre unas cuantas normas sencillas acerca del

acoso y la intimidación.



Es importante conseguir que los alumnos participen en el análisis de

estas normas. De este modo se sentirán más responsables de que se

cumplan, tanto por su parte, como por parte de los demás.

B) Elogio.

El elogio y la atención cariñosa del docente constituyen dos formas

importantes de influir en la conducta del alumno.

Es importante elogiar a los agresores o alumnos de trato difícil cuando

hacen cosas dignas de aprecio, ya que solemos sólo llamar la atención

por su conducta inadecuada.

Debemos elogiar a uno de los alumnos o a un grupo por el cumplimiento

de normas. Los agresivos deben recibir el aprecio por no reaccionar de

forma agresiva en condiciones que normalmente las provocan.

C) Sanciones.

La actitud benevolente y comprensiva del profesor ( o de otros adultos )

y la generosidad en los elogios no suelen ser suficientes para conseguir

que los alumnos agresivos cambien su conducta.

Tanto las investigaciones como la experiencia demuestran que se deben

emplear también las sanciones – algún tipo de consecuencias negativas-

por comportamientos indeseables.

Hay que diferenciar entre la persona y la conducta: la consecuencia

negativa Hay que diferenciar entre la persona y la conducta: la

consecuencia negativa no se debe dirigir a la persona, sino que debe ser

indicador claro de que la conducta indeseable, como la agresión a un

compañero, no se acepta.



D) Reuniones de aula.

Es importante favorecer un clima de familiaridad en el aula realizando

reuniones en círculo o semi circulo en que se puede dialogar sobre temas

que interesan a los niños en particular y al grupo en general.

Para estas reuniones debe buscarse un lugar apropiado, en el que los

niños se sientan libres. Las reuniones pueden realizarse al final de la

semana, así se revisan y analizan las actividades de la semana que

termina y se hacen planes para la próxima.

E) Aprendizaje cooperativo.

Los alumnos trabajan en una tarea común en pequeños grupos

insistiendo en que cada miembro debe ser capaz de dar cuenta de los

resultados de grupo, se puede evaluar sumando las calificaciones

individuales y hallando la media.

F) Medidas individuales. Entre las medidas podemos considerar:

Hablar seriamente con el agresor. el mensaje debe ser claro: “en

nuestra aula no se aceptan agresiones y nos vamos a encargar de

que se acaben”

Hablar con la víctima y garantizarle una protección efectiva ante el

hostigamiento.

Hablar con los padres del agresor para que se deje bien claro que

se toman en serio las agresiones. Que acuerden normas sencillas

para la vida familiar y dejarlas escritas es un lugar destacado de la

casa. Que exageren el elogio y el aprecio cuando siga las normas

acordadas. Si las contraviene que se derive algún tipo de sanción

que comporte un grado de incomodidad o desagrado.



7. PROGRAMA DE INTERVENCIÓN PARA MODIFICAR LA CONDUCTA

DE LOS NIÑOS DE PRIMER GRADO DE PRIMARIA

I. APLICACIÓN DEL PROGRAMA DE INTERVENCIÓN

Este programa se aplicará siguiendo los siguientes pasos:

1. Observación y registro de la conducta antecedente (línea – base)

2. Aplicación del programa propiamente dicho.

3. Comparación de las modificaciones ocurridas con los registros de la línea –

base.

1. Registro de la conducta antecedente

Para registrar la conducta antecedente se utilizará la técnica de la observación

por un periodo de 10 días.

La observación estará a cargo de una persona ajena al aula (la psicóloga

del colegio).

El tiempo de observación diaria será durante su permanencia en el aula

registrándose cada 15 minutos.

El observador permanece en el aula en forma pasiva.

En este proceso sólo intervendrá la docente en interacción con el niño

con el fin de evitar alteraciones en la conducta que está siendo

observada.

La psicóloga registrará la conducta en una guía de observación

Mantener un contacto permanente con los padres de familia.

La psicóloga emitirá un informe basado en la observación realizada.

2. Aplicación del programa propiamente dicho

Se realizará una reunión con los padres de familia para presentar los

resultados de la observación y darles a conocer el programa que se

aplicará para modificar la conducta agresiva.



Se establecerá con los padres de familia las pautas a seguir dentro del

hogar y el régimen de sesiones con la psicóloga.

Para la modificación de la conducta se aplicará la técnica de economía de

fichas.

Siendo inadecuado atender todas las manifestaciones de la conducta

agresiva al mismo tiempo, se priorizará la atención en una específica.

Una vez atendida y controlada esta conducta, se continuará con las

siguientes en forma progresiva.

Se establecerá con el niño una lista de sus reforzadores positivos, dentro

de los cuales el niño escogerá el de su mayor preferencia.

Elaborar un contrato con el niño en el que se establecerá la conducta

esperada y los premios a recibir ante el cumplimiento de esta.

Desde el inicio de las actividades se concientizará al niño de que este

proceso es un divertido juego.

La conducta se registrará diariamente en un cuadro, el cual estará en un

lugar visible para el niño dentro del aula.

La técnica de la economía de fichas se aplicará en forma paralela en

hogar, en donde también se establecerá el contrato y el registro a través

de un cuadro idéntico a del aula.

La presentación del cuadro debe ser lo suficientemente llamativa para el

niño; para decorarlo se utilizará el dibujo animado de su preferencia y los

colores que le son agradables.

Inicialmente el registro se evaluará diariamente; se colocará el reforzador

positivo por hora y final de la jornada escolar se entregará el premio

acordado. El periodo de validez del cuadro aumentará progresivamente a

3 días, una semana, quince días, según los progresos observados.

Cuando se haya observado el logro del indicador inicial se incrementará

gradualmente los demás indicadores.



EJEMPLO DE REGISTRO FUNCIONAL DE LA CONDUCTA

ANTECEDENTES CONDUCTA CONSECUENCIAS

¿Dónde está?

¿Con quién está?

¿Qué ocurre antes?

¿Qué hace?

Frecuencia Intensidad ¿Qué hace el profesor?

¿Qué hacen los compañeros?

¿Qué hace el niño?



II. BASES TEÓRICAS QUE FUNDAMENTAN LA APLICACIÓN DEL

PROGRAMA

A. Reforzadores

Los reforzadores son todas aquellas cosas, conductas, situaciones, etc., que

hacen que el niño o la niña se comporte de determinada manera para conseguir

un resultado concreto. Un reforzador es, en cierto modo, una recompensa, una

gratificación y si se aplica o administra al niño, fortalece o aumenta la conducta

antecedente.

Por ejemplo, cuando un niño llora porque quiere un chicle y sus padres se lo dan

y el niño cesa su llanto, el chicle está actuando como reforzador, se está

consolidando o fortaleciendo la conducta de llorar. La próxima vez que el niño

quiera un chicle llorará.

Para que un reforzador material sea efectivo es necesario que el niño lo valore,

no esté saciado de él; de lo contrario no tendrá ninguna consecuencia sobre su

comportamiento. Si a un niño que habitualmente tiene stickers sin necesidad de

pedirlos se le refuerza con un stickers no lo valorará porque ya está saciado de

estos reforzadores. Si se quiere utilizar un reforzador material conviene que el

niño tenga carencia del mismo para que pueda ser eficaz.

No solamente los reforzadores materiales ayudan a consolidar la conducta sino

también los reforzadores sociales: la atención, la alabanza, las sonrisas, los

comentarios positivos, etc. y los reforzadores de actividad: ver un programa de

televisión, salir a jugar, ir de excursión, etc. Estos reforzadores si se asocian con

la conducta infantil elevan la probabilidad de que aumente la frecuencia de la

misma. Por ejemplo, si sonreímos a nuestro hijo por estar tranquilo durante unos

instantes tenderá a permanecer más sosegado.



Algo muy importante a tener en cuenta es que es que el reforzamiento sea por

pequeños pasos. No deberíamos esperar a que el niño logre todo un

comportamiento general adecuado para reforzarle.

Para conocer qué cosas o situaciones pueden ser reforzadores para ellos

podemos formularnos las siguientes preguntas:

1. ¿Qué tipo de lectura le gusta?

2. Qué actividad de juego prefiere?

3. ¿Qué stickers prefiere?

4. ¿Cuáles son sus objetos favoritos?

5. ¿Qué elogios les gusta oír?

6. ¿En qué prefiere emplear el tiempo libre?

7. ¿Cuál es su mejor habilidad?

8. ¿Cuáles son sus fantasías favoritas?

9. ¿Qué pequeña meta diaria le gustaría conseguir?

10. ¿Qué comportamiento de sus padres le pone muy contento?

Una vez contestadas las preguntas nos encontraremos en mejores condiciones

de conocer cuáles son los reforzadores sociales, materiales y de actividad que

podrán utilizarse para intentar modificar la conducta problemática de nuestros

alumnos.

B. La técnica de la Sobrecorrección

La Sobrecorrección es una técnica educativa muy útil que combina

procedimientos negativos y positivos, es decir, contiene elementos

desagradables, pero a la vez enseña el comportamiento correcto.

Utiliza consecuencias naturales para romper con los malos hábitos y para

enseñar comportamientos apropiados al mismo tiempo. Es una alternativa

extremadamente eficaz en lugar de gritar, regañar, pegar o cualquier otro castigo



que se utilice para tratar de hacer que los comportamientos desagradables o

difíciles se conviertan en aceptables

Además los efectos de esta técnica son muy rápidos y se mantienen con el paso

del tiempo. Cuando se utiliza la sobrecorrección, se obliga al niño a «deshacer»

el perjuicio que ha causado y después se le hace practicar (practicar y practicar)

la manera correcta de realizar la tarea o lo que se le pida. El niño repite el

«antídoto» hasta el punto que no quiere repetir más el comportamiento

indeseable. Mientras tanto se debe ignorar la resistencia, los llantos, las rabietas

y seguir firme hasta el final.

Hay dos clases de Sobrecorrección:

Restitución: Corregir los efectos negativos de la conducta indeseada,

dejando la situación incluso mejor que antes.

Práctica positiva: Practicar de manera repetida una conducta alternativa

que sea adecuada.

La Restitución y la Práctica Positiva se pueden combinar o aplicar por separado

dependiendo de las conductas que se quieran eliminar.

Para explicar el procedimiento de aplicación vamos a imaginar dos conductas a

las que se puede aplicar esta técnica, y veremos qué habría que hacer en cada

caso:

a) El niño ha empujado a un compañero de clase.

b) El niño baja las escaleras hacia el recreo corriendo.

La aplicación combinada de los dos tipos de Sobrecorrección supone por lo

tanto:



1- Obligar al niño a reparar el daño.

a) El niño debe pedir disculpas al compañero al que ha molestado.

b) El niño debe regresar al salón de clases desde el recreo.

2- Obligar al niño a que practique el comportamiento adecuado a esa

situación:

a) El niño debe hacer varias cosas agradables al compañero al que empujó

(cederle el turno, prestarle algo, etc.)

b) El niño debe bajar las escaleras despacio varias veces (mientras, los demás

niños están en el recreo)

8. CONCUSIONES:

Luego de aplicar el Programa de Intervención podemos concluir que sí

permite modificar la conducta agresiva de los niños de primer grado de

Educación Primaria.

El programa de Intervención para modificar la conducta agresiva de los

niños de primer grado de Educación Primaria reclama la participación activa

tanto de los docentes como de los psicólogos del Centro Educativo, además

de los padres de familia.

9. RECOMENDACIONES:

Dialogar con el grupo de docentes del aula donde se aplicará el Programa

para establecer cuáles serían las conductas a modificar.

Llevar un Registro de las conductas más saltantes que se necesiten modificar

en los alumnos y priorizar las más urgentes.



Pedir la asesoría al Departamento de Psicología para la aplicación de dicho

Programa.

Dialogar con los padres de familia del aula donde se aplicará el Programa

para contar con el apoyo necesario.

10. BIBLIOGRAFÍA Y REFERENCIAS ELECTRÓNICAS

Olweus, Daniel (2004) Conductas de acoso y amenaza entre escolares. Madrid :

Morata

Bejarano, Z, Moremo, G y Quiroz L (1997) Análisis correlacional entre los

rasgos de agresividad y los rasgos de personalidad en las niñas que residen en el

hogar de la niña del distrito de Victor Larco Herrera-Provincia de Trujillo 1997.

Trujillo: UCV

Amiel, M, Ferreyra, J y Sobrino, S Manual del test de agresividad AGA.

Trujillo: UCV

Evangelista L, y Oliveira, C (2000) Efectos de un programa de modelamiento de

la conducta agresiva en niños de pre escolar. Trujillo: UCV

Vallés, A. (1992) Cómo cambiar la conducta infantil. Guía para padres. Madrid:

Editorial Marfil.

REFERENCIAS ELECTRÓNICAS

Javier Ardouin, Claudio Bustos, P. Fernado Díaz y Mauricio Jarpa.

Agresividad: Modelos explicativos, relación con los trastornos mentales y su

medición. Consultado en http://www.robertexto.com/archivo4/agresividad.htm

Facultad de Medicina. Universidad Autónoma de Madrid. Programas para

disminuir la agresividad. Consultado en

http://www.uam.es/ss/Satellite/Medicina/es/1242658444684/subhome/Departam

ento_de_Psiquiatria.htm

http://www.robertexto.com/archivo4/agresividad.htm

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Psicólogo Escolar. Com. Orientaciones sobre Técnicas de Disciplina: Cómo

aplicar la sobrecorrección. Consultado en

http://www.psicologoescolar.com/ORIENTACIONES_GRATIS/21_como_aplic

ar_la_sobrecorreccion.htm

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