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Las consecuencias más cruciales del encuentro de Freud con la histeria Por: Yenny Carolina Burgos Pérez - 1015449235 Kandy Lorena Cifuentes Bustos - 1024559179 “El nombre de «histeria» proviene de los primeros tiempos de la medicina y expresa el prejuicio, sólo superado en nuestra época, de que esta neurosis va unida a unas afecciones del aparato genésico femenino” (Freud, 1888. p.45) Es sabido que la historia de la histeria y su asociación con dolencias femeninas se remonta desde las civilizaciones antiguas como la de los griegos o egipcios (Laplanche, Pontalis & Lagache, 2004) lo cual quiere decir que la histeria no es sólo un trastorno propio de la época del siglo XIX. Esta enfermedad fue vista primeramente como problemas en el útero relacionados con problemas con el alma para luego caracterizarse por señalamientos de índole religiosos alusivos a la brujería -edad Media-. Cuando en la sociedad europea se produjo el fenómeno del “siglo de las luces” o la ilustración, en donde el hombre toma un rol importante y por ello la razón pasa a ser el centro de las dinámicas lógicas. Vemos que sucede lo mismo con el concepto de Histeria en donde esta deja de ser una enfermedad del estilo metafísico sino que se le comienza a acarrear correlatos psíquicos como la neurosis puesto que en cuanto a correlatos anatómicos a nivel nervioso no se encontró daño alguno (Freud, 1888). Médicos como Charcot, Breuer, Bernheim entre otros fueron quienes impulsaron esta concepción de lo histérico y su relación con lo psíquico y lo inconsciente mediado por elementos como la sugestión (Freud, 1888 - 89) Para esta época la histeria se diagnosticaba de acorde con la sintomatología aquí referida a ataques compulsivos en donde se explicaba por los pacientes la sensación de una bola que sube y baja por la garganta (lo que anteriormente se asociaba al útero que viajaba por el cuerpo); La existencia de zonas histerógenas o muy sensibles al estar relacionadas con los ataques; alteraciones en la sensibilidad corporal, ya sea de umbral alto o bajo; actividad sensorial alterada; y contracturas: Muchas veces se describe a esta alteración neurótica ligada a sintomatología desde las edades tempranas y no sólo como un cuadro que aparece súbitamente en la vida de un hombre o mujer. Al ser Sigmund Freud discípulo de Charcot, podemos imaginar que muchas de las ideas de Freud referentes a la histeria como patología sean derivadas de la obra de Charcot. Entonces para S. Freud, la histeria sería una alteración psíquica desarrollada tanto para hombres (evidenciada en

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Las consecuencias más cruciales del encuentro de Freud con la histeria

Por: Yenny Carolina Burgos Pérez - 1015449235Kandy Lorena Cifuentes Bustos - 1024559179

“El nombre de «histeria» proviene de los primeros tiempos de la medicina y expresa el prejuicio,sólo superado en nuestra época, de que esta neurosis va unida a unas afecciones del aparato

genésico femenino” (Freud, 1888. p.45)

Es sabido que la historia de la histeria y su asociación con dolencias femeninas se remonta desde las civilizaciones antiguas como la de los griegos o egipcios (Laplanche, Pontalis & Lagache, 2004) lo cual quiere decir que la histeria no es sólo un trastorno propio de la época del siglo XIX. Esta enfermedad fue vista primeramente como problemas en el útero relacionados con problemas con el alma para luego caracterizarse por señalamientos de índole religiosos alusivos a la brujería -edad Media-.

Cuando en la sociedad europea se produjo el fenómeno del “siglo de las luces” o la ilustración, en donde el hombre toma un rol importante y por ello la razón pasa a ser el centro de las dinámicas lógicas. Vemos que sucede lo mismo con el concepto de Histeria en donde esta deja de ser una enfermedad del estilo metafísico sino que se le comienza a acarrear correlatos psíquicos como la neurosis puesto que en cuanto a correlatos anatómicos a nivel nervioso no se encontró daño alguno (Freud, 1888). Médicos como Charcot, Breuer, Bernheim entre otros fueron quienes impulsaron esta concepción de lo histérico y su relación con lo psíquico y lo inconsciente mediado por elementos como la sugestión (Freud, 1888 - 89)

Para esta época la histeria se diagnosticaba de acorde con la sintomatología aquí referida a ataques compulsivos en donde se explicaba por los pacientes la sensación de una bola que sube y baja por la garganta (lo que anteriormente se asociaba al útero que viajaba por el cuerpo); La existencia de zonas histerógenas o muy sensibles al estar relacionadas con los ataques; alteraciones en la sensibilidad corporal, ya sea de umbral alto o bajo; actividad sensorial alterada; y contracturas: Muchas veces se describe a esta alteración neurótica ligada a sintomatología desde las edades tempranas y no sólo como un cuadro que aparece súbitamente en la vida de un hombre o mujer.

Al ser Sigmund Freud discípulo de Charcot, podemos imaginar que muchas de las ideas de Freud referentes a la histeria como patología sean derivadas de la obra de Charcot. Entonces para S. Freud, la histeria sería una alteración psíquica desarrollada tanto para hombres (evidenciada en neurosis obsesiva) como mujeres Este médico fue -como ya lo mencionamos antes- de los primeros en patologizar la histeria y como trastorno de la psique, describe que cada ataque histérico tiene un progreso siendo sus fases: 1. de ataques epilépticos; 2. movimientos exagerados; 3. pulsiones pasionales; 4. delirio (Freud, 1888 - 89; Freud, 1893). El mismo S. Freud critica esta clasificación al encontrar la falencia en que hace falta algo que conecte y de una explicación de la concurrencia de estos síntomas.

Para evaluar e intervenir los casos de los pacientes histéricos, se intervenía por medio de la hipnosis y la sugestión puesto que el tratamiento se basaba primordialmente con el uso del lenguaje y sus significantes para extraer del inconsciente las razones que provocan el ataque, produciendo un estado de catarsis como simbología para derrumbar las paredes de los deseos reprimidos expresados en patologías de neurosis. Con el tiempo esta es la técnica más implementada pero cuando se analizan casos como el de la señorita Elisabeth Von R (Freud, 1893 - 1895) en donde la racionalidad, voluntad y creencia del paciente influye de manera importante y no es posible realizar la hipnosis. A medida en que se interactúan con estos casos reticentes, Freud encontró salida con un

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nuevo tratamiento conocido como Asociación libre que se compone de la expresión de todos aquellos pensamientos que sean producidos espontáneamente (Laplanche, Pontalis & Lagache, 2004).

Nos preguntamos entonces ¿qué sucede actualmente con la histeria? y ¿por qué ya no se habla de ella como hace varios siglos? Concluimos que la sintomatología histérica no se le ha encontrado una cura sino más bien que sus diversos síntomas se han catalogado en diferentes trastornos psiquiátricos y clínicos actualmente descritos en manuales como el DSM. Aspectos histéricos también forman parte de construcción en rasgos y teorías de la personalidad en psicología conocido como personalidad histérica (Perez, Gonzalez, Moreno, Ponte, & Delgado, 1997)

Ejemplos episodios histéricos modernos o actuales son abundantes en las dinámicas sociales actuales, aquí citamos ejemplos claros como el caso de las menores que han resultado afectadas por la aplicación de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) presentando convulsiones, desmayos, perturbaciones somáticas y sensoriales, aunque lo novedoso de este caso es que la histeria es un fenómeno colectivo, es decir que se ve involucrado no sólo el terreno psíquico sino el de las relaciones sociales.

Gracias a los aportes al estudio de la histeria desarrollados por S. Freud, podemos ver actualmente esta sintomatología como una patología médica y podemos apreciar la validez aún vigente de terapias de tipo verbal o proyectivas existentes y aún efectivas en intervención psicológica y psiquiátrica según lo requiera el caso.

REFERENCIAS

FREUD S., “Charcot”, (1893), en Obras Completas (Op.Cit.), Buenos Aires, Amorrortu Editores, 1980, Vol. III.

FREUD S., “Prólogo y notas al libro de Bernheim De la suggestion et des ses aplications a la terapeútique, 1888-1889, Vol. I, en Op.Cit.

FREUD S., Reseña a Der Hypnotismus de August Forel, (1888-1889), Vol. I, en O.C.

FREUD S., “Histeria”, (1888), Vol. I.

FREUD S., “Estudios sobre la histeria”,(1893 -1895), en Op.Cit., Vol. II.

LAPLANCHE, J., PONTALIS, J. B., LAGACHE, D. “Diccionario de psicoanálisis”, (2004), PAIDOS, Buenos Aires.

PÉREZ, P. E., GONZÁLEZ, R. A., MORENO, P. A., PONTE, V. N., DELGADO, C. M., “Personalidad histérica o trastorno de personalidad histriónico: una revisión”.(1997), Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, Vol 17 (62), p. 223 - 236.

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