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PSICOLOGÍA DE LOS ADOLESCENTES SICARIOS
INTRODUCCIÓN
El sicariato es uno de los principales fenómenos de violencia en Colombia, el cual ha
generado interés para muchos psicólogos, abogados, sociólogos, periodistas y
psicoanalistas los cuales han abordado el tema con fines educativos, ofreciendo
material intelectual que permite una comprensión y génesis de las causas que llevan al
sujeto llamado “sicario” a cometer el criminen.
Para esté análisis, se tendrán en cuenta los diferentes mecanismos conceptuales que
se aproximen a ofrecer una comprensión psicoanalítica del comportamiento criminal
que también puede ser denominado como el fenómeno del sicariato, que en muchos
casos se trata de una persona que socialmente es reconocido como menor de edad,
quien realiza una conducta punible llamada homicidio
PLANTEAMIENTO DEL TEMA
Como ya se adelantó, el cómo se vive la adolescencia, depende mucho de cómo se
han vivido etapas precedentes. Además de la familia, la socialización con pares es
fundamental para consolidar el acoplamiento del adolescente al grupo al que
pertenece. Por socialización se entiende, todo proceso de aprendizaje que permite al
individuo, bajo ciertas circunstancias, tomar parte en el cambio de la sociedad . Por
ejemplo, las relaciones de amistad que se establecen en la infancia, tienen efectos
duraderos en las personas: los niños que presentan mayor aceptación social tienen
mayor asertividad, y los que son rechazados, desarrollan creencias negativas
de lo que los otros piensan de ellos. Los profesores se dan cuenta de esta situación,
pues perciben en un contexto escolar, a ambos grupos de niños con perfiles
claramente diferenciados . En ese sentido, muchas veces, una consecuencia del
rechazo social es la conducta agresiva, pero antes de señalar categóricamente a los
eventos psicosociales
como causas potenciales de agresividad que tienen lugar desde la infancia, se debe
conocer y comprender otros mecanismos de orden biológico que tienen cierta
injerencia en momentos críticos del desarrollo.
OBJETIVOS
Reconocer el perfil psicologico del adolescente sicario
Identificarlas principales causas que influyen en los adolescentes sicario
Analizar la importancia de la familia en los adolescentes sicario
Señalar los factores que influyen en el comportamiento del adolescente sicario
DESARROLLO
EL SICARIATO EN ADOLESCENTES COMO UNA FORMA DE VIOLENCIA
Para el psicoanálisis la violencia ha sido un tema de interés, que pretende aportar una
reflexión sobre las posibles causas del sujeto como actor de un conflicto frente a
diferentes aspectos que rodean su entorno social y su historia personal individual.
Es necesario realizar una introducción al concepto sobre el sicariato, Ramírez (2007)
“La delincuencia juvenil organizada en bandas dedicadas al crimen no es un fenómeno
privativo de las urbes colombianas. Ella se encuentra en todas las grandes ciudades
delmundo bajo otros nombres: “pandillas”, “maras”, “bandas”, etc. Sicarius es una
palabra
latina que aparece en la Roma antigua para designar a jóvenes asesinos a sueldo que
mataban con una daga o con un cuchillo (Sica, punta).” (p. 63). Esta noción nos
permite hacer una introducción del tema, con el fin de establecer los origenes de la
palabra y poder ligarla al fenomeno social a desarrollar.
Uno de los conceptos utilizados sobre el sicariato, es el utilizado por Ángela Rengifo
(2007) “El sicariato es un fenómeno que se trasciende a sí mismo; se encuentra
anclado a estructuras más grandes de violencia como el narcotráfico, la guerrilla, los
paramilitares, el Estado y las redes urbanas para “ajuste de cuentas” a las que
recurren tanto las clases bajas
como altas”. (p. 100). Es de aclarar que para Rengifo, el contexto sobre el sicariato en
Colombia se encuentra sustentado en las obras literarias que narran hechos sucedidos
en nuestro país y en novelas televisivas que dramatizan parte de la historia de las
estructuras de violencia.
Adolescentes violentos
En nuestro medio psicoanalítico, la violencia en la adolescencia ha sido un tema al
cual se le ha prestado especial atención, (Viñar, 1985, 1992) han sido grupos con
objetivos de investigar y teorizar en áreas restringidas al psicoanálisis pero también
más abarcativas como en lo que concierne a la repercusión política en lo institucional,
lo nacional y lo internacional. Como, por ejemplo, los trabajos presentados por la
comisión de investigación psicoanalítica sobre las consecuencias de la represión
política en Argentina (Comunicación preliminar, Rev. de Psicoanálisis A.P.A. 1985 T.
XLII)
Cuando hablamos de violencia en la adolescencia hacemos referencia al cuerpo del
adolescente, sexualmente maduro, como uno de sus ejes preponderantes. Este
cuerpo, sin embargo, puede alternar vivencias de unidad y de fragmentación que
acompaña a un funcionamiento psíquico donde por momentos haría aparición un
ìvacío de pensarî, (Maggi, 1992) es entonces donde el acto cobra una dimensión
privilegiada
Miguel, 19 años, se encuentra en estos momentos recluido en una celda de alta
contención del Hospital Vilardebó; en múltiples oportunidades se ha fugado de las
instituciones en las que estuvo internado. Se lo acusa de homicidio no probado de un
vecino de la zona cometido a los 11 años. En la entrevista, a Miguel se lo ve con
múltiples heridas en su cuerpo que son automutilaciones, destacándose en el relato un
ambiente familiar donde la violación era parte del diario vivir. El relato de sus vivencias
gira permanentemente en torno al suicidio de su hermano, ahorcado, cual él se sentía
totalmente aferrado; su destino es para él seguir el camino de éste.
Ana Laura, en sus sesiones de análisis, habla de su imposibilidad de potar, que queda
registrada en la escucha analítica, como una situación destacada por esta paciente
anoréxica. En la entrevista familiar la madre aparece como la portadora de la palabra
familiar, describiendo la forma en que ellos vivencian la manera de comer de la
adolescente: "destripa lo que se le presenta en el plato, es una destripadora". En ella,
el destino parece preestablecido: ìAna Laura se va a morirî
La primera novela de Bret Easton Ellis produjo un inesperado reconocimiento a una
generación, fue escrita a sus 20 años y publicada en los 90. "Menos que cero" cuenta
la historia de un joven estudiante que vuelve a su casa en Los Angeles para pasar sus
vacaciones, reencuentra a sus amigos, punkies, hijos de magnates de Hollywood,
fiestas interminables, cada adolescente con su dealer, líneas de coca y un submundo
de pornografía y prostitución masculina. Llama la atención el estilo glacial con que Ellis
registra de forma impasible la vertiginosa espiral por la que se desliza este grupo de
adolescentes.
A fines de los ochenta aparece en varias zonas de América Latina un grupo particular
de jóvenes con un rango de edades entre los 13 y los 18 años, pertenecientes en su
mayoría a regiones pobres, sin ocupación y con un nivel deficiente de estudios y en
general con una historia familiar bastante desalentadora a los cuales se les ha
denominado sicarios. El sicario en general no tiene razones para agredir a su víctima,
solo esta brindando un servicio "profesional" que es el asesinato por encargo. En la
mayoría de los casos, cuando realiza lo que él llama sus ìtrabajos" actúa bajo los
efectos de una droga psicoactiva y por ello se comporta como suicida.
Este grupo empieza a desarrollarse con un escepticismo total ante la vida, debido a la
carencia de futuro que ven en ella, se crea una concepción inmediatista y poca
valoración del ser humano. Esto no solamente con respecto a la persona hacia la que
atentan, sino que hacia sí mismos se evidencia la ausencia de temor a morir jóvenes.
El sicario que comienza por participar en las pandillas de los barrios y termina
realizando muertes por encargo, se somete con sus acciones a ser él mismo la
víctima, ya que para él adquiere mayor importancia un trabajo bien remunerado que su
propia vida. Esto es coherente con su filosofía de vida, vivir poco pero bien y dejar algo
a alguien que generalmente es la madre, a quien denominan ìla cuchaî. El adolescente
sicario forma su propio código de vida, en el que sus acciones se ven justificadas por
los parámetros individuales de conducta y los de su grupo de referencia; actúan en
contra de todo lo que representa una norma, comenzando por la de la figura paterna.
En el desarrollo de la infancia ninguno de los adolescentes reporta eventos
significativos o que recuerden de una manera especial, el entorno los obliga a salir
demasiado rápido de la infancia, entrando prematuramente en la adolescencia frente a
la cual no se encuentran preparados, desarticulándose entonces procesos como la
adquisición de una identidad sexual, proceso de independencia, diferenciación en
relación a sus padres y a sus pares.
Entre la sangre -significante de la violencia real- y la palabra significante de la violencia
simbólica, se anuda la violencia imaginaria que está en el colectivo de la comunidad y
el individuo.
PERSPECTIVA PSICOLÓGICA
Como lo manifiesta Anthony Sampson (2000) “la agresividad humana es así inherente
a la constitución imaginaria, narcisista de sí, pero es adquirida en una experiencia
inaugural- renovada a lo largo de toda la vida y - no tiene nada de innata; lo que es
demostrado por el hecho de que con frecuencia no es lograda o solo parcialmente:
ciertos autistas muy severos dan fe de ello” (p. 10). En consecuencia con lo anterior,
entonces podemos plantear que la agresividad puede ser entendida como el resultado
de las normas interpuestas mediante los lazos sociales construidos durante toda la
vida. Es por ello, que al hablar de agresividad humana se debe tener en cuenta el
contexto social en el que el sujeto se desenvuelve y se identifica, aquellos líderes o
personas a los cuales admiran y respetan dentro de su núcleo social. El sicario puede
ser un sujeto que ha sido influenciado por el medio social lleno de hostilidad, es por
ello que su forma de actuar, pensar y resolver las situaciones que se le presentan lo
llevan a identificarse con un grupo social agresivo y violento el cual le facilita
exteriorizar de forma agresiva el acto de asesinar.
Se puede considerar entonces, que el motivo que lo lleva al acto está relacionado con
la agresividad en sus relaciones sociales establecidas en su entorno social.
Según el terapeuta Roberto Lerner (2013) Estos chicos un elemento psicopático,
probamente de personas que tienen dificultad de establecer relaciones empáticas, de
sentir el sufrimiento ajeno. No creo que cualquier persona pueda cometer esos actos y
probablemente hay un elemento de esa índole. También existe el hecho que hay una
niñez y juventud muy empoderadas. Es decir, en general los niños y los adolescentes
están comenzando a hacer muchas cosas mucho antes. Eso no tiene por qué no
aplicarse también a la delincuencia, incluso en sus expresiones más extremas.
Las actividades sexuales y económicas comienzan más temprano. La experimentación
con sustancias psicoactivas comienzan más temprano.
Hay obviamente ese elemento y dentro de ciertos contextos los chicos comienzan más
temprano actividades ilegales. Y aquellos que son naturalmente más avezados o se
desenvuelven entonces más faltos de valores o que tienen modelos que los llevan a
conductas delictivas o crueles, probablemente ingresan con mayor rapidez en ese
mundo. En el cual pueden hacer dinero, sentirse más poderosos y en última instancia
saltar a la fama.
Los modelos pesan en una crianza de un niño adolescente. Crecer en un entorno en el
que la trasgresión de la ley es algo aceptado y aceptable, y hasta deseable, el crecer
dentro de una cultura de trasgresión hace que sobre todo ellos, que tienen una
característica de osadía de buscar emociones fuertes, de no tener mucha empatía por
los sentimientos ajenos, si se puede hablar de culturas delictivas en ciertos ambientes.
Se entiende por Motivación, aquella necesidad y deseo que mueve la acción, y no es
accesible a la conciencia de los agentes (Giddens: 1991,42).
En el sicariato, la principal motivación es la compensación económica, es una
representación también de lo ocurre en la sociedad; existe sicariato en tanto haya
individuos que utilizan al sicario, en una sociedad anómica, en la cual existe la
ausencia del respeto a las normas así como la efectividad de las mismas.
Giddens establece una diferencia entre lo que un agente hace y lo que es buscado por
el agente, por tanto el sicario lleva a cabo acciones homicidas que no fueron buscadas
por él mismo, sino incitadas por otros, “los clientes”, quienes pagan por la acción
homicida, aprovechándose de las necesidades materiales, aspiraciones o deseos de
posesión de los jóvenes. Sin embargo la motivación por necesidad, se puede convertir
en una motivación por deseo. A diferencia de las motivaciones, las razones son
conscientes, es decir el agente tiene la capacidad de hacer un relato coherente de las
propias actividades y de las razones que las movieron. (Giddens: 1991,80)
Las razones que explican las conductas homicidas en el sicariato se encuentran en el
plano de lo económico, sin embargo también existen razones de tipo ideológico ya que
la realización del oficio se basa en la convicción que poseen talentos innatos que los
convierte en personas idóneas para ejecutarlo, por tal razón la reclusión en la mayoría
de ellos no provoca un arrepentimiento o abandono del oficio, pues ya es una forma de
vida aprendida que genera ingresos de forma rápida y segura.
El actor social se define en términos de capacidad de hacer las cosas y no de la
intención que tiene de hacerlas, los recursos son medios que utilizan los agentes en la
interacción para influir en los otros. En el sicariato, el dinero es el principal medio para
movilizar otro tipo de recursos como información, armas, vehículos y según ellos,
“torcer a la gente”. Cuando el crimen es dirigido a gente importante como políticos,
jueces o gente escoltada se valen de la complicidad de miembros de los cuerpos de
seguridad y de agentes de la policía, esto para no ser perseguidos. El uso eficaz de
los recursos genera anonimato, es decir impunidad. Existen otros recursos en forma
de destrezas valorados por los sicarios tales como la puntería, recursos emocionales
como la decisión, que implica no retractarse, tener tranquilidad y sangre fría a la hora
de realizar el asesinato además de la memoria lo cual les permite recordar rostros,
lugares y situaciones, corresponde al conocimiento que provee al sicario un dominio
sobre el escenario y la víctima, es un recurso que genera seguridad.
Son conductas que constituyen su oficio y su conciencia práctica en el curso de la
propiaactividad, estas reglas son inculcadas en el momento de ingreso al “oficio” y
luego aplicadas tácitamente casi de forma mecánica. En consecuencia, los actores
homicidas solo conocen las razones que los llevo a matar; los victimarios están
limitados por su propia manera de pensar, que los obliga a autolegitimarse en el
sentido en que piensan que es su destino, que nacieron para ello, incluso que son
buenos para matar, pelear, agredir, etc., y ello los lleva a reproducir lo que hacen; las
razones de violación y maltrato en su infancia no son suficiente explicación debido a
que la violación y el maltrato no siempre desencadenan personalidades homicidas. No
obstante, el registro de violencia física y psicológica en el entorno familiar, las
tensiones generadas por carencias materiales, afectivas y la imposibilidad del logro de
deseos se convierten en motivaciones inconscientes para el obrar criminal. Conductas
adquiridas desde la niñez se disparan en circunstancias donde aparentemente el
agente carece de opción, entre otras razones aducidas de auto justificación que no
logran sobrepasar la inmediatez de sus circunstancias.
CASO “GRINGASHO”
Alexander Pérez Gutiérrez, alias ‘Gringasho’ es hijo de padres separados, fue
criado por su abuela en el barrio más peligroso de Trujillo: El Porvenir, demostró
ser capaz de atentar contra la vida humana para obtener sus propios objetivos
lucrativos.
La Policía asegura que su tío, Ricardo Gutiérrez, ‘El Soli’, jefe de la banda “Los
Malditos de Río Seco, lo introdujo en el hampa cuando tenía 12 años.
“Gringasho” operó primero como ‘campana’. Marcaba a los blancos con la
mirada, entregaba y ocultaba en un canguro los revólveres utilizados por los
matarifes y se hacía humo.
A los 14 años ya era un experto tirador, al punto que podía disparar con ambas
manos, según la Policía de Trujillo. Para entonces, el adolescente ya integraba la
banda “Los Malditos de Río Seco” con la función de sicario.
La III Diterpol le atribuye 10 víctimas, incluida una mujer con ocho meses de
embarazo, Daysi García.
En 2008 ‘Gringasho’ fue detenido por primera vez cuando tenía 13 años por el
homicidio de una mujer embarazada.Un año después asesinó a Edwin Marrero y
Rully Alfredo por lo que el Quinto Juzgado lo condenó a 6 años de prisión en el
reformatorio “La Floresta” en Trujillo.
PERFIL PSICOLÓGICO DE 'GRINGASHO'
Después de haber sido sometido a un examen psicológico, los resultados de la
pericia determinaron que Alexander Pérez Gutiérrez es:
Emocionalmente impulsivo
Violento
Insensible al dolo
r humano
Desafiante
Calculador y egocéntrico, asimismo es una persona manipuladora, cínica,
puede tornarse agresivo, no tiene sentimientos, entre otros.
Dichas características lo calificaron como alguien con un “alto grado de
peligrosidad social”.
SICARIATO: PULSIÓN DE MUERTE Y ACTO
La pulsión no es el instinto, esta va mas allá de este concepto comprometiendo otro
tipo de leyes que refiere a un entender humano de carácter aberrante y que solo es
entendido desde lo racional y traducido por la palabra; como un entender. Entonces
¿qué función cumple la pulsión? Tal vez como lo plantea Jacques Lacan “el uso de la
función de la pulsión no tiene para nosotros otro alcance que examinar lo que es la
satisfacción” (p. 63). Así entonces, es relevante determinar la relacion entre la pulsión
y la satisfacción del sujeto
entorno a lo que desea, no obtante determinando que solo los seres humanos
cumplen ese requisito de buscar el objeto deseado. Ese orden de necesidad que solo
le es descrito para la razon humana.
Para Sigmund Freud 1915 la “«pulsión» nos aparece como un concepto fronterizo
entre lo anímico y lo somático, como un representante psíquico, de los estímulos que
provienen del interior del cuerpo y alcanzan el alma” (p. 117) en su entender es claro,
que en lo esencial no hacia parte de los instintos, como es en gran medida su término
va más enfocado a una fuerza algo anímico que trasciende de la diferencia entre lo
regulado por el principio del placer y la de carácter instintiva de todos los seres vivos.
El sujeto sicario, es influenciado por el mundo exterior, que de alguna forma se
convierte en hostil o agresivo. En los casos de sujetos que cumplen el papel de
sicarios ante una organización de delincuencia juvenil y que está a su vez es
acompañada de referentes culturales, que son por así decirlo una forma de mantener
una la ley del más fuerte en términos identidad, está va influenciada por la lógica de un
debilitamiento de la función paterna en todo sentido, con esto no solo desde el sujeto
en su relación con el mundo, sino también de la sociedad, las leyes flexibles que
permiten actos muerte.
Con ello, plantear desde aquí la importancia de la pulsion en el acto de muerte,
realizado por el sicario, donde la palabra esta intervenida para no permitir ningun tipo
de represion y esto permite a la pulsión cometer el acto, donde la culpa es subimada o
exsorcizada mediante rituales que realiza con su grupo de amigos, es claro tambien
destacar que en este contexto tambien intervienen las relaciones que el sujeto
establece en su entorno social. Las cuales son de alguna manera amenazantes, por
parte de quien da la orden de muerte, por ese motivo considerar que se establece una
rivalidad y lucha del mando entorno a una ley de poderes, que en ultimas puede ser la
causada de la realización del acto homicida por parte del sicario quien debe cumplir
con la mision de asesinar y dejar fluir su pulsión de muerte.
El acto de asesinar del “sicario”, es calificado como un tipo de mercado de muerte, en
donde se convierte por así decirlo en una actividad que genera lucro para quien lo
asume, por así decirlo, es un acto instrumentalizado. Con ello determinar que el
entorno social de un joven a quien se le presenta esta forma de ganar dinero
perteneciendo a un grupo o pandilla, hace parte de lo que en psicoanálisis se plantea
desde la constitución de la estructura psicológica del yo, su ideal del yo, en el
inconsciente y el superyó. La cual se desarrolla en la
resolución del Complejo de Edipo, en coherencia con la función paterna que se
instaure en él.
Una forma de planteamiento para explicar las circunstancias que llevan al sujeto
criminal a realizar un acto homicida es la propuesta por Raoult “En cuanto al pasaje al
acto, requiere para manifestarse, la presencia de dos condiciones: la primera consiste
en la identificacion del Sujeto con el objeto que está en juego; la segunda es la
confrontacion del Sujeto con el deseo del padre que instaura la Ley” (2002, p. 16). Se
puede exponer que para el sujeto “sicario” existe un principio en el actuar, que surge
por medio de la identificación con su grupo o banda criminal que le permite acercarse
de manera directa al objetivo ordenado para eliminar, pero tambien se enfrenta a la
confrontación de ese actuar ante la Ley social; que en la mayoria esta debilitada o
fracturada con motivo del odio o frustración por querer o desear
aquello que se le fue negado desde su niñez. Esa desesperanza que encuentra al
regresar a la realidad de su entorno social hostil desafiando la autoridad por que
prevalece la Ley del mas fuerte.
FAMILIA, AGRESIVIDAD Y VIOLENCIA ADOLESCENTE SICARIO
El comportamiento agresivo es multicausal, pero dado que el papel de la familia en el
desarrollo psicológico de la persona es indiscutible, el funcionamiento familiar, es el
mejor predictor de la aparición de las conductas agresivas, así como de su tránsito
hacia la del incuencia juvenil . Entre los factores familiares que influyen en la conducta
agresiva y antisocial del adolescente se tiene, la comunidad más próxima al entorno
familiar, las interacciones familiares, la crianza y los modelos de los padres.
En el primer caso, podemos decir que la violencia comunitaria, es un factor de riesgo
que va de la mano de la marginalidad, el abandono, la desintegración familiar, y el que
los padres del menor sean adictos o mentalmente alterados. De hecho, los vecindarios
afectan indirectamente el funcionamiento familiar
ya que, por ejemplo, el ingreso a una pandilla reduce la interacción con los padres.
Asimismo, el comportamiento antisocial y el consumo de sustancias psicoactivas suele
ser propiciado por los amigos del vecindario. En consecuencia, el factor vecindario y el
comportamiento adictivo explican el 46% del comportamiento antisocial del menor . Es
decir, que en los barrios, donde coexisten la delincuencia, el pandillaje y la violencia,
se gestan las condiciones que más tarde reproducen formas de violencia similares.
Por ello, el lugar donde se establece una familia es un factor que no debe pasarse por
alto. Sin embargo, ello no quiere decir que no existan casos
de niños que a pesar de vivir inmersos en la pobreza, la marginalidad y la violencia;
han superado tales circunstancias y han aprendido a desenvolverse con rectitud. En
estos casos, los estudios han encontrado que tales sujetos tienen elevados niveles de
resiliencia y que a su vez, ésta ha sido fomentada a través del apego con tutores o
familiares ajenos a la subcultura de la delincuencia.
Por otro lado, las interacciones familiares, particularmente entre los padres, son
primordialmente decisivas. Los conflictos maritales se relacionan con los desajustes
emocionales de los hijos y tanto la estructura familiar como la
posición del adolescente en la familia, se relacionan con la aparición de sintomatología
que es clínicamente significativa. Por ejemplo, sabido es que
las adolescentes que padecen de anorexia han sido en muchas ocasiones
“triangulizadas” y son usadas como puentes de comunicación entre los padres, porque
estos se encuentran distanciados. De ahí la necesidad de tener límites claros entre
distintos holones familiares, pues los antecedentes familiares maternos y paternos, y la
dinámica familiar, también son importantes para comprender el cuadro sintomatológico
que presentan algunos adolescentes
ABANDONO, EL FACTOR COMÚN
Los adolescentes con falta de apego “tienen problemas de lenguaje, de apreciación,
de juicio; les cuesta trabajo reconocer las emociones en las facciones de las personas;
no desarrollan la empatía. Algunos se van a cortar o a provocar dolor a sí mismos.
Muchos pueden ser carismáticos, seductores. Lo son porque es un asunto de
sobrevivencia. Ellos aprendieron que para sobrevivir tienen que manipular su medio: si
tienen que matar y descabezar, lo van a hacer, porque es una forma de sobrevivencia.
Además, no cuentan con los mecanismos neurológicos que los detengan”, dice
Castillo.
Al evaluar a decenas de personas que han cometido delitos como violación, secuestro
y asesinato, la doctora Ostrosky-Solís ha identificado que “estas historias (criminales)
las encuentras tanto en gente pobre como rica. No es un asunto de clases sociales.
Pero lo que sí encuentras igual es que se trata de personas muy abandonadas, gente
que ha sufrido mucho abandono”.
El año pasado, ella y sus estudiantes del laboratorio de Neurosicología comenzaron un
proyecto con madres de niños pequeños en una zona marginada del Valle de México.
El trabajo consiste en enseñarles la importancia de fomentar el apego.
“Les damos clases sobre el desarrollo físico del niño, el desarrollo cognitivo y
emocional; sobre cómo educar a los hijos sin violencia. Buscamos que se sientan
empoderadas; les decimos que si ellas no están bien, no van a poder tener a sus hijos
bien”, comenta.
“AUMENTÓ VIOLENCIA EN DELITOS”
Édgar es el más pequeño de los internos del centro para adolescentes. No sólo en
edad, también en estatura. “Es un niño. Es bromista, grita, corre”, dice la maestra
Cinthya Martínez, quien confiesa: “A veces me pregunto, ¿será cierto todo lo que dicen
de él?”.
Pero Édgar no es el único que llegó a este centro acusado de homicidio y tráfico de
drogas. En enero pasado, ingresó un adolescente de 15 años, a quien también se le
acusa de formar parte de un grupo de sicarios. Él estudió hasta quinto de primaria. “Le
gusta leer. Ha venido por libros de la biblioteca. Ahorita tiene uno sobre la vida de
Zapata”, dice el profesor Guillermo González.
En el Centro para Adolescentes de Morelos viven 82 menores, entre ellos nueve
mujeres. La mayoría enfrenta un juicio o sentencia por robo. Alrededor de 10 son
acusados de cometer delitos como violación, secuestro, tráfico de drogas u homicidio.
“Si revisamos nuestras estadísticas, no ha aumentado el número de adolescentes que
llegan al centro. Lo que creció fue la violencia con la que se cometen los delitos. Eso lo
estamos viendo a partir de 2005”, dice Lázaro Hernández, subdirector del centro.
Ahí también hay dos jóvenes que se dedicaban a secuestrar y asesinar. Uno de ellos
es el que más sorprende a sicólogos y maestros, sobre todo porque, de acuerdo con
su historial escolar, cursó la secundaria en una institución privada y tenía un promedio
de 9. Fue detenido a los 17 años. Su padre se dedicaba al secuestro.
Cerca de 30 mil menores participan en grupos de la delincuencia organizada,
dedicados al secuestro, trata y tráfico de personas y extorsión, según cifras citadas por
la Red por los Derechos de la Infancia, en el Informe alternativo sobre el protocolo
facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño, presentado en enero
pasado.
ESTRAGOS EN LA SOCIEDAD
Aunque Colombia no es el único país de Latinoamérica que ha acusado esta realidad,
es en su contexto en el que el sicariato juvenil ha alcanzado niveles execrables.
Veinteañeros como José Oliver Rodríguez, alias “José Muelas”, quien por sus
servicios al paramilitarismo en barrios de Soacha y Cazucá, no en vano fue llamado
por la prensa “jinete de la muerte”. En el año 2002 un fiscal de la Unidad de Derechos
Humanos lo acusó de 70 homicidios.
ESTRATEGIAS PARA CONTRARRESTAR
En Colombia a partir del 8 de mayo del 2007 empezó a regir el código de la infancia y
la adolescencia, que con la ley 1098 del 2006 y derivada de ésta la creación del
sistema de responsabilidad juvenil, la justicia podrá sancionar a los adolescentes
dependiendo del delito que cometan, con diferentes tipos de sanciones. A los
adolescentes de 14 años se les impondrán medidas de protección y se vincularán a
procesos de educación “niños delincuentes ¿quién responde?” Editorial del
colombiano (28 abril 2007). Con medidas como éstas se pretende que los jóvenes no
sigan siendo utilizados por delincuentes para cometer los delitos. En Antioquia existe
la ordenanza 27 de 2003 y su objetivo principal es mejorar la calidad de vida de niños
y jóvenes del departamento.
En Colombia según la nueva ley del menor, la cual empezó a regir el 8 de mayo de
2007, dice que aquellos adolescentes entre los 14 y los 18 años que sean hallados
responsables de homicidio, secuestro o extorsión, en todas sus modalidades, la
privación de la libertad en centro de atención especializada tendrá una duración de
dos hasta ocho 8 años. Si estando vigente la sanción de privación de la libertad, el
adolescente cumple los dieciocho 18 años, esta sanción podrá continuar hasta que
este cumpla los veintiún (21) años.
Aquellos entre los 16 y 18 años, que sean hallados responsables de la comisión de
delitos, la pena mínima establecida en el Código Penal será de 6 años o más en
prisión. En estos casos, la privación de libertad en centro de atención especializada
tendrá una duración de uno hasta (5) años. (Código para la infancia y adolescencia,
ley 1098 de 2006).
La ley 1098 está basada en el establecimiento de normas para garantizar el
cumplimiento de estas y así obtener el libre y sano desarrollo de la niñez y la
adolescencia, se entiende por niño o niña las personas entre los 0 y los 12 años, y por
adolescente las personas entre 12 y 18 años de edad. Esta ley no fue modificada en
ningún momento con la intencionalidad de perjudicar a los niños o adolescentes, tan
solo pretende formarlos adecuadamente y enseñarles a asumir de sus actos las
debidas consecuencias, por medio de un claro y alto sentido pedagógico. Además de
exigirles un adecuado cumplimiento de sus derechos, también exige un adecuado
funcionamiento de los deberes, buscando siempre favorecerlos, iniciando con el
derecho a la vida con un ambiente de calidad. Esta ley 1098 consiste en un conjunto
de normas a tener en cuenta en el momento de intervención y juzgamiento del delito
cometido por el menor entre 14 y 18 años.
COMO PREVENIR EL SICARIATO
En este sentido una de las principales soluciones para enfrentar este tipo de delito es
el servicio de inteligencia para desmantelar estas posibles bandas u oficinas de
sicariato, cuya investigación se torna compleja porque no sólo hay que investigar el
delito del asesinato y quiénes estarían ofreciendo este macabro servicio, sino sobre
todo, determinar quiénes y por qué motivo están demandándolo.
En el ámbito legal, se ha planteado crear la figura del “sicariato” en el código penal,
pero este delito ya se encuentra tipificado en el artículo 450 que dice “Es asesinato y
será reprimido con reclusión mayor especial de dieciséis a veinticinco años, el
homicidio que se cometa con alguna de las circunstancias”, cuyo inciso 2 determina
“Por precio o promesa remuneratoria”.
Lo que deben buscar los actores de la justicia no es la tipificación del delito sino que
los jueces y fiscales trabajen transparentemente y se evite tanta impunidad lo que ha
generado desconfianza en la población.
Por la ambición económica, peligran las biósfera y las selvas, salvarlos es nuestra
responsabilidad.
CONCLUSIONES
Este análisis ha intentado aportar algunos elementos que permitieron dilucidar algunos
aspectos fenomenológicos del sicariato, los cuales evidenciaron diferentes temáticas
sobre el objeto de estudio, situando la problemática social en el que el sujeto
desencadena todo tipo de acciones agresivas que devienen de las pulsiones. Se logro
evidenciar mediante un marco interdisciplinario del análisis criminal, los supuestos que
intervienen en la estructura psíquica del sujeto que realiza el acto transgresivo a su
semejante; apelando a los diferentes autores psicoanalíticos para ingresar a una
discusión en torno a las consideraciones sobre la pulsión que proviene del ello o
también llamada pulsión de muerte y del desarrollo del acto como
forma de descarga de la pulsión que deviene de un tipo de estructura psíquica
agresiva.
A partir de los diferentes conceptos teóricos y datos estadísticos se logro sustentar
algunas apreciaciones del fenómeno del sicariato en la ciudad de Cali, los cuales
demuestran que el sicariato puede ser descrito como una forma de violencia social. En
los cuales están inmersas nuevas formas de culturas hostiles y agresivas,
desarrolladas tal vez con una influencia evidente de los grupos delincuenciales que
surgen por la vertiente del narcotráfico.
Así como también, la debilidad facultativa de la Ley que genera las herramientas que
utiliza la delincuencia organizada para reclutar a los menores de edad para entrenarlos
y convertirlos en sicarios. Fue importante para el desarrollo de este análisis desde la
clínica psicoanalítica,pensarlo mediante la resolución del Complejo de Edipo o Función
Paterna, ya que en coherencia con todo lo expuesto se observa una clara participación
de las relaciones sociales
entabladas por el sujeto desde su entorno cultural.
De otro lado dejar planteado la importancia la experiencia del entorno social en el que
se nutre la agresividad vivida en la experiencia del sicariato, como una forma habitual
de establecimiento de patrones normativos que buscan derrumbar mediante los actos
criminales, todo pactado y establecido en las relaciones adquiridas al ingresar a este
grupo de sujetos que se identifican por su necesidad, realidad psiquica o semejazas
en los rasgos predominates
para la comision de actos sin moralismos limitantes de la pulsion ejercida en el acto de
asesinar a su semejante. Reconocer nuevas formas de analis is psicoanalitico que
permitan identificar elementos del entorno social donde el sujeto se habitua como su
barrio, trayectoria academica caótica, carente de recuersos y de oportunidades o en
ocasiones buscar un reconocimiento dentro de la Ley del mas fuerte. Aquella que
puede ser inteligible desde los conceptos sobre el ideal del yo, identificacion, complejo
del destete y Edipico, funcion
paterna real y simbolica entre otros.
ANÁLISIS
El sicariato es un delito en el cual se realizan asesinatos por encargos, por gustos o
conveniencia, en la mayoría casos de jóvenes. Actualmente está en auge, y es un
problema social que se encuentra en mayor parte en él: narcotráfico, en la venganza
por distintas causas y en operacionalizarlo. Los narcotraficantes se proveen y utilizan
delincuentes comunes, y lo más grave menores de edad. Iniciamos la investigación del
sicariato y se encuentra que el homicidio sigue siendo la manera de muerte violenta
más frecuente en Colombia. Lo más preocupante es un gran porcentaje de estos
homicidios son cometidos por adolescentes de esta edad han alcanzado niveles
execrables, edades más asequibles al sicariato comprendidas entre los 14 y 23 años.
Los Encargados de este delito buscan menores de edad por su condición jurídica
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