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¿Pueden ser los cristianos poseídos demoníacamente?
Por Matt Slick
No. Los cristianos no pueden ser poseídos por demonios. La posesión implica señorío, y los
cristianos no son poseídos por el demonio. Lo contrario, hemos sido comprados por un precio: La
sangre de Jesucristo (1 Co 6:20; 7:23). Además, un demonio no puede habitar en la casa del Señor
por la grandeza de Su gloria y pureza. Como cristianos somos templo del Espíritu Santo (1ª
Corintios 6:19: “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en
vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”) cuando Dios habita en nosotros al recibir
a Cristo (Juan 14:23: “Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre
le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.”). Aún más, 1ª Juan 4:4, dice: “Hijitos,
vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que
está en el mundo.” Por lo tanto, no tiene sentido afirmar que alguna presencia demoniaca pudiera
verdaderamente habitar una persona en la cual Dios habita.
Aún más, Jesús nos enseñó una parábola acerca de echar fuera demonios que puede arrojar cierta
luz sobre el tema:
Mateo 12:43-45: “Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos,
buscando reposo, y no lo halla. 44 Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega,
la halla desocupada, barrida y adornada. 45 Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus
peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el
primero. Así también acontecerá a esta mala generación.”
Como puede ver, cuando alguien es poseído y el demonio es echado fuera, el espíritu inmundo
trata de regresar más tarde. Note que Jesús dice que en este caso, la casa se encuentra
desocupada. El significado más probable es que una persona no es cristiana ya que la casa está
desocupada; o sea, no tiene la presencia de Dios habitando en él/ella. Una casa vacía permite que
entren otros espíritus en la persona y su condición es peor que la anterior.
Por lo tanto, parece claro por la Escritura que un cristiano no puede ser poseído por los demonios.