Puerto Rico Evangelico"Las islas esperardn su ley." Isaias 42:4.

ANO 4.PONCE, PUERTO RICO, OCTUBRE 25 DE 1915.NUM. 8

Puerto Rico EvangelicoOrgano oficial de las Iglesias Presbiteriana. Hermanos Unitiesen Cristo, Congregacional, Bautista y Discipnlos de Cristo.

Sale a la luz los dias 10 y 25 de cada mes.

Juan Rodriguez Cepero, Director.

Redactores:Carlos Barrios Zapata, San German; Jose San-tana, Ponce; T. M. Corson, Humacao', DanielEcliavarria, Loiza; Srta, Nora E. Siler, Baya-nion.

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Kntered as second class-matter July 10, 1912, at the postoffice at Ponce, P R., under the Act of March 3. 1879.

Editado por la "Compenfa Tipografica Puerto Rico Ev^ngeHco,"

Seccion Editorial

"Sigue la Guerra.11

DESDE que se dispararon los primeros tirosen los frentes de batalla ban venido aparecien-do prof etas, unas veces franeeses y otras ita-lianos que con sus atalayas desde distintosangulos ban dado al mundo con anticipationla termination del gran conflicto. No hacemucho un celebre abate terminaba la guerracon Francisco Jose loco, y el Kaiser besando

las sandalias a los principes de las nacionesaliadas. Ya se ve desde luego en que parale-lo de la esfera politica colocaba ese abate suatalaya. Los profetas ban fracasado uno trasotro y Alemania continua imperterrita inva-diendo territories, destrozando u diestro y si-niestro e imponiendo el terror unas veces enel agua otras en la tierra y otras en el aire.

Los aliados continuan en igual actitud, daleque dale, tratando de sumar unidades nacio-nales a lo que ELLOS llaman la causa de la hu-manidad, y sembrando tambien la muerte yla desolacion a su paso, sin darse cuenta deque siguen tras los talones de Alemania co-metiendo las mismas barbaridades de queacusan a sus enemigos.

Las naciones neutrales, si es que hay talcosa, estan como pajaros asustadizos, sin sa-ber en que rama posarse. Miran hacia un la-do y tratan de alzar el vuelo t;uando suenaun canon y tienen que mirar hacia el otro lle-nas de incertidumbre. Al fin y al cabo, des-pues de mucha indecision, y casi sin darsecuenta, se precipitan al vortice de la confla-gracion solo para salir a la semana como lamariposa que se lanza al tubo de la lampara:sin alas, sin patas, sin vuelo, y sin vida.Mientras tanto cada cual al determinarse poruna de las facciones contendientes cree quese une a la causa de la humanidad, o diceque se une al lado de la justicia, cuando eneste asunto europeo ni se tiene en cuenta lahumanidad ni se sabe lo que es justicia, por-que seguramente el mundo quedaria asom-brado si en un mismo pliego de papel se es-cribieran las definiciones sinceras que de losterminos, humanidad, justicia, libertad y de-recho, pudieran dar los principes y magistra-das de esas naciones que se asesinan.

En esta situacion lamentable la ola de fuegoy sangre continua su accion devastadoraarropandolo todo, destruyendolo tod. , inun-dandolo todo y sembrando la muerte, »1 luto,

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«No con solo pan vivira el hombre: mas contoda palabra que sale de la boca de Dios.»Leccion eterna y sublime que dio Jesus a Sa-tanas y a la humanidad. En ella enseiio quela vida verdadera del hombre es algo mas queel alimento, que nuestra vida responde a unplan espiritual y eterno, que el alimentoes un medio pero no el ideal de nuestraexistencia humana, que el hombre que solovive de pan, no vive sino existe, porque me-rece el nombre de vida solo la que sostienecorrespondencia espiritual con lo Alto. Sa-tanas no pudo veneer a Jesus con este ataquea la naturaleza humana. Pero la tentacioncontinua.

(Continuard.)

El Problema de la JuventudCristiana.

«Esa edad (la de 17 anos) puede considerarsecomo la zona torrida en la esfera de la vida.jDichosos los que la cruzan con feltcidad.'m Se-vero Catalina.

uTodo joven inspira naturalmente interes: escomo una planta naciente que promete algunfruto; es para 'todos una satisfaction, casi undeber apoyarle, nos identificamos con sus triun-fos y aun nos felicitamos por haberselos procu-ration A. de Chesnel.

Aqui hay el mundo del porvenir representadopor los jovenes . . . . Son las naturalezas indo-mitas que corren despreocupadamente por losprecipicios. . . . Juventud, porvenir, peligro,esperanzas repletas temores . . . gNo os con-mueve esto? I No se enternece vuestro corazon?—J. Michelet.

"Recuerdate de tu Creador en los dias de tuJuventud" Eclesiastes 12:3.

El querido y entusiasta hermano Sr. WilliamD. Lopez, secretario auxiliar de la AsociacionCristiana de Jovenes, ha iniciado el estudio sim-patico y la discusion fecunda, con su oportunoarticulo, ((Union Bautista de Jovenes,» de unasunto trascendental, el cual no solo afecta a losbautistas, sino a todos los evangelicos de estepais.

El problema de los jovenes es un problema vi-tal, porque de su acertada o descuidada solutiondepende certisimamente el porvenir, el exitohermoso o el triste fracaso del Evangelic enPjiertrf Rico. La cuestion presentada por el Sr.Willispi D. Lopez, nos exige, pues, que pense-

mos muy alto, sintamos muy hondo y hablemosmuy claro.

El articulista ha senalado una necesidad muysentida en la obra de la denomination bautista,a la cual el y yo pertenecemos, y al mismo tiem-po ha indicado el medio de satisfacerla. En ver-dad, la organization de la Juventud bautista por-torriquena es un vacio que hay que llenar, y elnos habla de como podremos llenarlo, siguiendoo adaptando los metodos empleados por los bau-tistas en los Estados Unidos y por varias deno-minaciones en P. R.

Nada es tan doloroso como el hecho general-mente observado de que las iglesias bautistasportorriquenas no han organizado aun su Juven-tud. Y aqui en Caguas no podemos enorgulle-cernos de haber realizado obra tan simpatica co-mo necesaria, porque las asociaciones; «Los Fie-les Amigosi) y «Las Fieles» estan constituidascomo sociedades de hombres y mujeres, y no co-mo asociaciones especiales de jovenes y senori-tas.

Como el Sr. William D. Lopez, yo tambien heobservado que las otras denominaciones han es-tablecido aqui las organizaciones juveniles quetan buenos resultados han dado en los E. U. yy otros paises veteranos en la obra grandiosa dela evangelizacion.

Con gusto recuerdo haber sido miembro delEsfuerzo Cristiano de la Iglesia Presbiteriana deToa-Alta, cuyos interesantes estudios o conferen-cias semanales contribuyeron algo para preparar-me para la obra de la evangelizacion que mastarde comence en la villa de Coamo.

Y siempre considerare como un dulce privile-gio o un gran honor la atenta invitation que mehizo la entusiasta y progresista «Liga Epworthxde Aibonito, para que fuese a tomar parte en lacelebracion de su aniversario, acto este que sellevo a efecto desde el 16 al 18 de Marzo de 1915.Un variado y provechoso programa fue arregla-do y efectuado con admirable acierto por los in-teligentes jovenes que forman la liga. Debate,velada, recitacion de poesias originates escritasexpresamente para la fiesta por los iniciadoresde la misma, discursos, predicacion, musica ycantos escogidos fueron las notas sobresalientesen aquel simpatico cristiano festival, con que laJuventud metodista llamo poderosamente la aten-cion del publico de Aibonito, dando positive im-petu a la obra del Senor en aquella pintoresca,pero f anatica poblacion.

Los miembros de la liga publicaron el progra-ma, el cual fue repartido profusamente, me cos-tearon todos los gastos de viaje y obtuvieron lacooperacion de dos ministros, dos pastores, variesmaestros de las escuelas publicas, un medico y

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ecesidad muyic'ion bautista,1 mismo tiem-3rla. En ver-bautista por-

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otras personas distinguidas de la localidad. Y laliga que hizo todo esto, con el mas lisonjero exi-to, no tenla mas de 6 meses de haberse constitui-do. Puedo afirmar que el pastor y el ministrode la iglesia Metodista de Aibonito cuentan conun poderoso auxiliar en la Liga Epworth, una delas mejores asociaciones juveniles que yo conoz-co.

No hace muchos meses experiments indeciblegozo al recibir una carta del inteligente y muyjuicioso joven Manuel A. Barreto, de Arecibo,de la cual carta copio el fragmento siguiente:«En el proximo mes de Julio pensamos publicarun periodiquito evangelico como organo de lasLigas Epworth en P. R., y creyendo en que serabien acogido por nuestros hermanos, queremosque usted nos preste su concurso y colaboracionen pro de la juventud evangelica en P. R. Haymucha necesidad de predicar el Evangelic a lajuventud y salvar a la ninez, y nadie mejor quenosotros podra hacerlo.»

Esa carta pone de maniflesto las nobles ambi-ciones, los elevados ideales de la juventud evan-gelica en P. R., la cual espontaneamente quiereservir a su amado pais y a Cristo, a pesar de lainnegable apatia de los que debieramos estimu-larla, ayudarla y encarrilarla en el sendero de lavida humana.

La juventud tiene inmensas energias que apli-car a la vida social, y a nosotros, los mayores, noscorresponde el deber de conducirla al campo fe-cundo en que ella pueda desplegar ordenada ydefinidamente su maravillosa actividad y susgrandes entusiasmos. Para ello es precise orga-nizarla, si no esta organizada; y organizarlabien, si lo esta mal.

Esta es la epoca en que mas se ha apreciado elvalor de la organization. Preguntad al mundoentero: £Por que el ejercito aleman es superioral de los aliados? Negara rotundamente que lasuperioridad de los soldados alemanes consisteen su valor o patriotismo, pero reconocera, sinvacilar, que consiste en su admirable organiza-cion, que los ha convertido en una perfecta ma-quina de guerra que se mueve con la exactitudde un reloj y con el poder arrollador de un hura-can.

Preparemonos, pues, para llevar a cabo la or-ganizacion eficiente de nuestra juventud evange-lica, la cual esta dotada de los mejores deseosy de ingentes posibilidades, pero que, por faltade direction y simpatia, se desalienta, debilitay sucumbe. Y entonces tendremos una maquinade guerrear mas poderosa que la alemana, porqueella no representara el odio que le destruye, sinoel amor que edifica. Aquella siembra a su temi-do y sangriento pasa, las malditas simientes de

la desgracia y de la muerte; esta, en cambio,lanzara a todos los vientos las santas simientesde la dicha y de la vida eterna.

Que todas las denominaciones traten de perfec-cionar sus organizaciones juveniles, adaptando-las solamente a las condiciones especiales de es-te medio; y que la amada juventud bautista seorganice pronto, para que tome su puesto de ho-nor en la gran batalla que el cristianismo evan-gelico tiene que entablar contra el vicio en lasmasas populares, el convencionalismo en las cla-ses directoras, la oprobiosa esclavitud clerical dela mujer, el lastimoso fanatismo de los ignoran-tes, el peligro del ateismo y la hostilidad conti-nua y solapada de los caballeros de la traditiones decir, de los campeones de la reaccion torpe,odiosa y mortal.

Jovenes evangelicos, organizaos, que vuestrahora ha llegado y el deber os reclama. Recor-dad y meditad las palabras aureas del gran esti-lista y pensador Ruskin: «La edad juvenil esesencialmente de formacion, edificacion e instruc-cion. No hay en esta edad de la vida ni una ho-ra que no influya en nuestro destino, ni un mo-mento que una vez pasado, nos permita hacer latarea demorada o dar en hierro caliente el mar-tillazo que a su debido tiempo descuidamos.»

Sr. William D. Lopez, os felicito cordialmente.Jovenes evangelicos, yo os saludo con carifio.Companeros, os estimulo a estudiar serenamen-te y a resolver, con el corazon muy alto y elpensamiento muy luminoso, el sagrado problemade lo.presente y lo future, y de la vida y de lamuerte, de la victoria y la derrota.

ABELARDO M. DIAZ.Caguas, Ootubre, 1915.

Nuestras Iglesias y sus Sociedades Cristianas.A proposito de lo que se ha tratado en el nu-

mero 6 de esta revista, en lo que respecta a losJovenes de nuestras iglesias y a sus sociedades, nopuedo menos que como cristiano, dar por cierto loque el Rev. Rodriguez Cepero dice sobre esto.

Es muy itnportante trabajar con mas celo, porconseguir que nuestros Jovenes permanezcan enun estado de accion continua (religiosamente ha-blando); es problema que encierra vital interes,ese de abogar tenazmente porque nuestra juven-tud despierte a la realidad y luche con denuedopor lograr una sociedad moral, intelectual y reli-giosa, unica que habra de proporcionarnos unfuture de risuenas esperanzas.

Muchas iglesias en Puerto Rico tienen forma-das sociedades, ligas, etc., pero cuesta penaafirmar, que el trabajo que se hace no promotemayores esperanzas, que tiendan a beneficiar en