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UNIVERSIDAD DE TARAPACA
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
DEPARTAMENTO DE ENFERMERÍA
CARRERA DE ENFERMERÍA
ARICA - CHILE
CAMILA ELIZABETH RUBILAR TRONCOSO
ENFERMERIA DEL NIÑO Y EL ADOLESCENTE
PROFESORA DANIEL JIMENEZ
INDICE
INTRODUCCIÓN.................................................................................................................3
GENERALIDADES...............................................................................................................4
DEFINICIÓN.....................................................................................................................4¿QUE ES LA PUNCIÓN LUMBAR?.............................................................................5INDICACIONES................................................................................................................5CONTRAINDICACIONES...............................................................................................7OBSERVACIONES GENERALES.................................................................................8
PROCEDIMIENTO...............................................................................................................9
EQUIPO NECESARIO.....................................................................................................9POSICIÓN.......................................................................................................................10PUNCIÓN........................................................................................................................11PROCEDIMIENTO COMO ENFERMERAS:.............................................................13
TEST DINÁMICOS............................................................................................................15
MANOMETRÍA ESPINAL.............................................................................................15PRUEBA DE QUECKENSTEDT..................................................................................15
ANÁLISIS DEL LCR..........................................................................................................17
PRESIÓN DE APERTURA............................................................................................17INTERVENCIÓN ENFERMERÍA.....................................................................................20
COMPLICACIONES...........................................................................................................22
CONCLUSIÓN....................................................................................................................25
BIBLIOGRAFÍA...................................................................................................................26
2
INTRODUCCIÓN
En el antiguo Egipto ya se conocía que el líquido cefalorraquídeo
envolvía al cerebro.
Hipócrates (470-400 A.C.) hablaba del “rayo de agua en el cerebro”
refiriéndose a la hidrocefalia. Valsalva en 1692 y Cotungo en 1764
describen la continuidad del sistema ventricular y subaracnoideo; pero
fue en Diciembre de 1890, que un médico alemán, Quincke, realizó tres
punciones lumbares en un niño en estado de coma debido a meningitis
tuberculosa.
Quincke pinchó el espacio subaracnoideo en el área lumbar entre la
tercera y cuarta vértebras lumbares, el niño se recuperó.
En abril de 1891 alivió el dolor de cabeza de un hombre con hidrocefalia
por medio de una punción lumbar.
Ha pasado mucho tiempo desde estas primeras punciones lumbares…
se ha evolucionado en conocimiento, aplicaciones y técnica, se han
desarrollado otros exámenes y descubrimientos relacionados con el
líquido cefalorraquídeo y el sistema nervioso central, llegando a la
actualidad, donde es una práctica habitual en las unidades de cuidados
intensivos pediátricos y neonatales.
3
GENERALIDADES
DEFINICIÓN
El LCR rodea el cerebro y la médula espinal; éste actúa como
amortiguador, protegiendo el cerebro y la columna de lesiones, además
ejerce una función excretora, y contribuye al transporte intracerebral de
determinadas sustancias.
El ser humano posee cerca de 140 ml de LCR, de éstos
aproximadamente 30 ml están ubicados en el espacio subaracnoideo
espinal. El LCR como cualquier fluido biológico se produce y reabsorbe
de forma continua para mantener un volumen y composición constante.
Es para obtener una muestra de LCR, así como para medir su presión
que se realiza la técnica denominada punción lumbar.
TABLA 1. VALORES NORMALES EN EL LÍQUIDO CEFALORRAQUIDEO
PRESIÓN DE APERTURANeonatoLactanteNiño/Adulto
80-110 mmH2O<200 mmH2O50-200 mmH2O
GLUCOSAPrematuroA términoNiño/Adulto
24-63 mg/dl44-128 mg/dl50-80 mg/dl
PROTEINASPrematuroA términoNiño/Adulto
65-150 mg/dl20-170 mg/dl15-45 mg/dl
RECUENTO DE LEUCOCITOSPrematuroA términoNiño/Adulto
0-25/mm30-22/mm30-5/mm3
COLOR Claro, transparente
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¿QUE ES LA PUNCIÓN LUMBAR?
Técnica invasiva que consiste en la introducción de una aguja o trocar
en el canal espinal, a nivel lumbar para obtener líquido cefalorraquídeo
(LCR) para su análisis, estudiar la presión del mismo e introducir
fármacos en el espacio subaracnoideo con fines terapéuticos y/o
diagnósticos.
Es una técnica invasiva realizada por personal médico.
El personal de enfermería debe conocer el procedimiento y saber que
para el éxito de esta técnica hay que tener en cuenta la posición
correcta del paciente, una inmovilización adecuada, así como preparar y
disponer el equipo necesario
INDICACIONES
La PL es muy útil para el diagnóstico de infecciones del SNC. También
ayuda al diagnóstico de otros procesos como la hemorragia
subaracnoidea, neoplasias, enfermedades desmielinizantes y
enfermedad de Guillen-Barré.
1. Urgentes. Han disminuido las indicaciones de PL urgente con la
introducción de las técnicas de neuroimagen, pero aún se mantiene la
indicación de PL urgente en los siguientes casos:
Sospecha de infección del SNC:
Meningitis.
5
Encefalitis.
No estaría indicada ante la sospecha de un absceso cerebral.
Sospecha de hemorragia subaracnoidea (HSA) con TAC craneal
normal.
La aparición de eritrocitos en el LCR nos puede indicar una punción
traumática, pero en la HSA es característica la aparición de xantocromía
(tención rosa o amarilla en el sobrenadante del LCR), que representa los
productos de degradación de la hemoglobina. Es un marcador muy
sensible si la PL se realiza 12 horas después del inicio de los síntomas,
porque la xantocromía tarda por lo menos dos horas en desarrollarse.
El uso más común de la PL urgente es para descartar una meningitis en
paciente con clínica compatible: fiebre, cefalea, vómitos y signos
meníngeos.
2. Diferidas. La PL no urgente está indicada en las siguientes
situaciones:
Hipertensión intracraneal idiopática (Pseudotumor cerebri).
Meningitis carcinomatosa.
Meningitis tuberculosa.
Hidrocefalia normotensiva.
Neurosífilis.
Vasculitis SNC.
Esclerosis múltiple.
Enfermedad Guillain-Barré.
Síndromes paraneoplásicos.
Administraciónn intratecal de fármacos: antibiótico,
quimioterápicos, anestésicos o contraste.
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CONTRAINDICACIONES
No existen contraindicaciones absolutas para la realización de la PL,
pero hay que tener especial precaución en los siguientes casos:
Infección en la zona de punción.
Evidencia de masa intracraneal por técnica de neuroimagen con
datos de hipertensión intracraneal.
Focalidad neurológica con probabilidad de desarrollar
hipertensión intracraneal.
Compromiso cardiorrespiratorio.
Sospecha de absceso epidural.
Alteración en la coagulación:
o <50.000 plaquetas/mm3.
o INR >1,5.
o Tratamiento anticoagulante: en pacientes a tratamiento
profiláctico con heparina de bajo peso molecular deben
transcurrir 12 horas desde la última dosis subcutánea.Si el
tratamiento con heparina es a dosis mayores (1 mg/kg/12
h) tendremos que esperar 24 horas para realizar la técnica.
Se considera que a todo paciente al que se le vaya a practicar una PL se
le debe realizar antes una prueba de neuroimagen, TC cerebral o RM,
para descartar una posible lesión focal con efecto masa.
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OBSERVACIONES GENERALES
Valorar respuesta del paciente durante y después del procedimiento,
registrando constantes vitales y síntomas como palidez, cianosis,
cefalea…
Controlar el sitio de punción vigilando el apósito para detectar
hemorragia o pérdida de L.C.R.
La P.L nunca debe ser traumática, si el paciente es poco colaborador se
debe valorar sedación.
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PROCEDIMIENTO
EQUIPO NECESARIO
MATERIAL PARA MANTENER LA ASEPSIA
Gorro.
Mascarilla.
Bata estéril.
Guantes estériles.
Gasas y apósitos estériles.
Paños estériles (fenestrados y no fenestrados).
Antiséptico: povidona yodada
MATERIAL PARA LA APLICACIÓN DE LA ANESTESIA LOCAL:
Jeringas 2-5 ml.
Agujas subcutáneas.
Solución anestésica: lidocaina 1%
Crema Emla.
Apósito transparente.
MATERIAL PARA EL DESARROLLO DE LA TÉCNICA
Trócares de P.L: Son agujas en bisel cortante y poseen fiador.
También Se usan agujas cónicas (atraumáticas).
- En lactantes y niños: 22G
- Niños mayores y adolescentes: 22-20 G
- Adultos: 22-24 G
Tubos estériles transparentes.
Manómetro de medición de L.C.R
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Batea donde depositar los elementos utilizados y contenedor para
elementos punzantes.
Etiqueta para las muestras y volantes de peticiones.
POSICIÓN
Hay que intentar que la PL sea lo menos dolorosa posible. Podemos
aplicar 30-60 minutos antes pomada de lidocaína y en pacientes muy
ansiosos, dar un comprimido de lorazepam.
El paciente puede colocarse tanto en decúbito lateral como sentado. Es
preferible el decúbito lateral si queremos precisar el valor de la presión
de apertura y para reducir el riesgo de cefalea post-punción. Si está en
decúbito lateral, debemos indicarle que tiene que colocarse en posición
fetal, con la columna lumbar paralela a la camilla, las extremidades
flexionadas hacia el tórax y la cabeza flexionada lo más cerca posible de
las rodillas, para ampliar el espacio entre las apófisis espinosas. Si el
paciente está sentado, la columna lumbar debe estar flexionada
perpendicular al borde de la camilla, con las caderas y las extremidades
paralelas entre si y perpendiculares a la camilla.
Una vez colocado el paciente hay que localizar el punto de punción. El
lugar habitual es el espacio interespinoso L3-L4 que es donde termina la
médula espinal. Este punto lo localizamos dibujando una línea que una
el borde superior de ambas crestas ilíacas que nos situará en el cuerpo
vertebral de L4. Palpamos las apófisis espinosas para identificar el
espacio interespinoso superior y lo marcamos porque este será el punto
de punción.
10
La PL hay que realizarla en condiciones de asepsia, por lo cual, una vez
localizado el punto de punción y con el paciente colocado en la posición
correcta, desinfectamos la zona, nos ponemos mascarilla, bata y
guantes estériles, abrimos un paño estéril y lo colocamos sobre la
columna lumbar del paciente, y tras la desinfección de la piel
procedemos a infiltrar el tejido celular subcutáneo de la zona de punción
con lidocaína al 1%.
PUNCIÓN
Nuevamente localizamos por palpación el punto de punción,
introducimos la aguja lentamente en el punto determinado, con una
inclinación de 15º en dirección cefálica. Si utilizamos aguja de bisel, éste
debe mantenerse en el plano sagital para evitar cortar la fibras del saco
dural que discurren paralelas al eje espinal.
Si estamos en la posición correcta, en su recorrido, la aguja atravesará
por orden: piel, tejido celular subcutáneo, ligamento supraespinoso,
ligamento interespinoso, ligamento amarillo, espacio epidural,
duramadre, aracnoides. Al llegar al ligamento amarillo notaremos una
resistencia que desaparecerá al atravesar la duramadre. En
este momento retiramos el fiador y si estamos en el espacio
subaracnoideo obtendremos LCR. Si no es así y nos topamos con el
hueso, reintroducimos el fiador, retiramos la aguja hasta el tejido celular
subcutáneo sin salir de la piel y redirigimos la aguja. Si sale poco
líquido se gira la aguja 90º y volvemos a comprobar la salida del LCR,
porque una raíz nerviosa puede estar obstruyéndonos la salida del
11
líquido.
Si la punción ha sido traumática, el LCR saldrá teñido de sangre, que irá
aclarando a medida va saliendo, a no ser que el paciente presente una
hemorragia subaracnoidea que en este caso no cambiará de color.
Si el paciente está en decúbito lateral podremos medir la presión de
apertura usando un tubo flexible que conecte el manómetro con el
centro de la aguja.
Posteriormente cogeremos la muestra de LCR para su estudio, que
suelen ser 3 tubos de 3-4 ml (10-20 gotas): uno para citobioquímica,
otro para tinción Gram y cultivo bacteriano y otro para cultivos y
técnicas especiales. Nunca debemos aspirar porque generaremos una
presión negativa que puede inducir una hemorragia. Si necesitaremos
extraer más cantidad de líquido, podemos extraer hasta 40 ml sin riesgo
de complicaciones.
Una vez recogida la cantidad necesaria de líquido, reintroducimos el
fiador y retiramos la aguja y colocamos apósito estéril en la zona de
punción.
No se ha demostrado que el reposo en cama tras la punción disminuya
el riesgo de cefalea post-punción con respecto a la movilización precoz.
12
PROCEDIMIENTO COMO ENFERMERAS:
1. Lavado exhaustivo de manos.
2. Explicar la técnica al paciente, si está consciente, tranquilizándole. Le
diremos que puede sentir cierto dolor y hormigueos en las piernas, y
procuraremos su máximo confort.
3. Verificar el consentimiento informado, así como posibles alergias a
medicamentos.
4. Colocar al paciente en posición de decúbito lateral derecho o
izquierdo, situado al borde de la cama o camilla donde se realiza la
técnica. Se colocara en posición fetal (barbilla pegada al pecho y piernas
pegadas al abdomen).
5. También es de elección, si el paciente lo tolera, la posición de
sentado, con la columna vertebral en hiperextension, colocando una
almohada entre los brazos. Conseguimos máxima apertura de los
espacios intervertebrales
6. Preparar el material, cuidando las reglas de máxima asepsia
7. Desinfectar el área de punción (L3-L4 o L4-L5) con povidona yodada,
efectuando círculos concéntricos desde dentro hacia fuera.
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8. Colaborar con el medico en la realización de la técnica, aportándole el
material necesario.
9. Tranquilizar al paciente, dándole apoyo emocional.
10. Efectuaremos la recogida de muestras, en tubos estériles, de unos
5cc de volumen.
11. Una vez retirada la aguja, se hará presión suave directa en el punto
de punción y colocaremos apósito estéril en el mismo.
12. Retirar el material, desechando a un contenedor especifico todo
aquel material punzante o cortante inmediatamente, a fin de evitar
accidentes biológicos.
13. Enviar la primera de las muestras recogidas al laboratorio de
microbiología, el resto, se enviaran a anatomía patológica y /o
laboratorios externos, según se prescriba.
14. Anotar la técnica en la historia clínica y en la hoja de evolución,
haciendo referencia explicita a las posibles
14
TEST DINÁMICOS
MANOMETRÍA ESPINAL
Proceder que permite conocer la presión del LCR en el espacio
subaracnoideo
intrarraquídeo y comprobar la permeabilidad del conducto raquídeo.
TÉCNICA
Una vez insertado el trocar de punción en la región lumbar y
comprobado que estamos en el espacio subaracnoideo, se conecta a la
aguja una llave de tres pasos y a ella un manómetro por el que se
introduce el LCR. Se espera a que la columna de líquido se estabilice,
observando pequeños ascensos y descensos con los movimientos de la
respiración y el pulso. Durante el proceder se le indica al paciente que
mueva suavemente sus piernas y la cabeza hacia una posición más
cómoda en extensión.
En el adulto normal la presión de apertura varía de 100 a 180 mm de
H2O.
Cifras mayores de 200 mm de H2O con el paciente relajado son
indicativas de hipertensión endocraneal e inferiores a 50 mm de H2O de
hipotensión intracraneal.
PRUEBA DE QUECKENSTEDT
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Esta indicada ante la sospecha de bloqueo parcial o total del espacio
subaracnoideo.
Una vez realizada la punción lumbar y haber determinado previamente
la presión del LCR, se le pide al paciente que se mantenga relajado y
respire con una frecuencia normal mientras se comprimen ambas venas
yugulares durante
10 segundos. Se debe tener cuidado de no obstruir las vías respiratorias
y de no comprimir las arterias carótidas.
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ANÁLISIS DEL LCR
PRESIÓN DE APERTURA
En todos los pacientes debe determinarse la presión de apertura. El
límite superior de normalidad es de 180 mm H2O en adultos y de 200-
250 mm H2O en adultos obesos.
ASPECTO
Una vez recogido el LCR, debe examinarse su aspecto. El LCR normal es
claro como el agua, en las infecciones se vuelve turbio. En la punción
traumática el líquido es hemático e irá aclarando de forma progresiva,
pero tendremos que centrifugarlo para diferenciarlo de la HSA: en la
punción traumática el sobrenadante es claro y en la HSA es
xantocrómico.
CELULARIDAD
El número de células oscila entre 0 y 5 células mononucleares/mm3. El
aumento de células en el LCR indica una inflamación meníngea
secundaria a procesos infecciosos, sangre, sustancias químicas,
neoplasias y procesos inmunológicos.
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Si la PL ha sido traumática, debemos realizar un ajuste del número de
leucocitos en función del número de eritrocitos. Si el hemograma es
normal se considera que hay un leucocito por cada 700 hematíes; si en
el hemograma existe anemia o leucocitosis aplicar la siguiente fórmula:
Nº de leucocitos reales (LCR)= Nº de leucocitos (LCR) - [leucocitos
(sangre) x hematíes (LCR)/hematíes (sangre)]
Esta regla no es válida en el caso de una hemorragia subaracnoidea
debido a que los eritrocitos empiezan a hemolizarse a las pocas horas.
En este caso tendremos que centrifugar el líquido para diferenciarlo.
GLUCOSA
La concentración de glucosa en el LCR oscila entre 45-80 mg/dl,
aproximadamente el 60-70% de la glucemia plasmática. Es conveniente
realizar la determinación de glucemia plasmática al mismo tiempo que
la PL.
La concentración de glucosa en el LCR está disminuida en la meningitis
bacteriana, tuberculosa y por hongos, en la meningitis neoplásica y,
ocasionalmente, en la neurosarcoidosis.
PROTEÍNAS
La concentración normal de proteínas en el LCR del adulto es inferior a
25-45 mg/dl y está aumentada en diferentes enfermedades como es el
caso de las meningitis infecciosas, esclerosis múltiple, síndromes
paraneoplásicos y síndrome de Guillain-Barré.
18
TABLA 2: RESUMEN DEL ANALISI DEL LCR
Presió
n
Aspecto CEL/
ML
Glucos
a
Proteí
nas
mg/l
LCR
normal
8-20
mm
H2O
Transpar
ente
5 65-80%
glucemi
a
15-45
Meningiti
s
bacterian
a
Alta Turbio 1.000-
2.000
PMN
Muy
baja
100-
1.000
Meningiti
s vírica
Normal/
Alta
Claro 50-300
MN
Normal/
Baja
40-100
Meningiti
s
tuberculo
sa
Alta Variable 50-300
MN
Disminu
ida
60-700
Meningiti
s
Alta Variable 20-300
MN y
Disminu
ida
60-200
19
carcinom
atosa
tumora
les
Enf.
Guillain-
Barré
Normal Claro Normal
o
aumen
tada
Normal 50-
1.000
Esclerosi
s
múltiple
Normal Claro Normal Normal <100
PMN= polimorfonucleares
MN= monocitos
INTERVENCIÓN ENFERMERÍA
INTERVENCIÓN DE ENFERMERÍA ANTES DEL PROCEDIMIENTO
Comprobar consentimiento informado.
Informar al paciente (objetivo, duración, sensaciones, actuación).
Controlar constantes vitales, alergias a antisépticos y anestésicos
y realizar evaluación neurológica.
INTERVENCIÓN DE ENFERMERÍA DURANTE EL PROCEDIMIENTO
Colocar al paciente en posición adecuada.
Flexionar al paciente para aumentar los espacios intervertebrales.
20
Se puede colocar en
o Decúbito lateral: con cabeza inclinada hacia el tórax y
rodillas flexionadas sobre abdomen.
o Sentado: hacer que el paciente se incline hacia delante
colocando los brazos sobre una mesa.
Colocar paños estériles sobre el paciente.
Abrir el equipo de punción lumbar.
Mantener la asepsia durante el procedimiento.
Permanecer delante del paciente ofreciéndole seguridad,
información y apoyo, ayudando a mantener la postura.
Manipular y etiquetar adecuadamente y registrar.
INTERVENCIÓN DE ENFERMERA TRAS EL PROCEDIMIENTO
Colocar apósito estéril sobre el lugar de punción.
Asegurar bienestar y seguridad.
Control de constantes.
Valorar posibles complicaciones.
Evaluación neurológica.
21
COMPLICACIONES
La PL es un procedimiento relativamente seguro pero no exento de
complicaciones aunque hagamos la técnica correctamente y con todas
las medidas de asepsia. Las principales complicaciones son:
Cefalea post-punción. Es una de las complicaciones más
frecuentes y aparece entre el 10% y el 30% de los casos, sobre
todo en mujeres entre 18 y 30 años. Se produce por una fuga de
LCR a través de la duramadre, descendiendo la presión
intracraneal e induciendo una tracción en las fibras intracraneales
sensibles al dolor. Clínicamente se manifiesta como cefalea frontal
y occipital que suele aparecer entre las 12 y 24 horas de la
punción y la duración media del cuadro es de unos 5 días. El dolor
empeora con la bipedestación, mejora con el decúbito y puede
22
acompañarse de náuseas, vómitos, mareo, tinnitus y visión
borrosa. El uso de agujas “de punta lápiz” y de pequeño calibre es
una buena medida preventiva, al igual que hacer la punción
paralela a las fibras longitudinales de la duramadre. El tratamiento
de este cuadro es el reposo y los analgésicos por vía oral y si no
mejora puede valorarse la colocación de un parche hemático
epidural, técnica que habitualmente la llevan a cabo los
especialistas en dolor.
Meningitis. Es una complicación poco frecuente de la punción
lumbar. Los gérmenes causales más frecuentes son los
estreptococos, seguidos de los estafilococos y las pseudomonas.
Algunos estudios relacionan esta complicación con la
contaminación del material utilizado, mientras otros lo atribuyen a
la secreción de aerosoles desde la orofaringe del personal
presente. Por este motivo se recomienda el uso rutinario de
mascarilla facial. Hay descritos casos anecdóticos de otro tipo de
infecciones como las discitis y la osteomielitis.
Sangrado. Otra complicación frecuente es la PL traumática por
lesión de algún vaso al realizar la técnica. El LCR es normalmente
acelular, aunque puede considerarse normal la presencia de
menos de 5 eritrocitos/ml después de una PL. Una elevación en el
nº de eritrocitos, da lugar a un aumento en la coloración del
líquido que dificulta su interpretación y tendremos que
diferenciarlo de otras patologías como la hemorragia
subaracnoidea. El hematoma subdural intracraneal en una
complicación rara y debe sospecharse cuando la cefalea post-
punción dura más de una semana. Los hematomas espinales
epidurales o subaracnoideos que provocan compromiso medular
23
son menos del 1% de los casos, y aparecen sobre todo en aquellos
pacientes con trombopenia o trastornos de la coagulación. Un
paciente que presente algún déficit neurológico (pérdida de
sensibilidad, debilidad, incontinencia) después de una PL precisa
una evaluación urgente (habitualmente RM) para descartar un
posible hematoma espinal.
Herniación cerebral. Es la complicación más grave de la punción
lumbar porque puede llevar a la muerte del paciente. Por eso la
hipertensión intracraneal es una contraindicación relativa para
esta técnica y se recomienda la realización de una prueba de
imagen ante de realizar una PL, sobre todo en aquellos pacientes
con focalidad neurológica.
Tumor epidermoide espinal. Complicación rara que aparece
años después de la PL. Se produce por la introducción de células
epiteliales cutáneas, que puede evitarse si no retiramos el fiador
hasta la entrada de la aguja en el canal raquídeo.
Lumbalgia y radiculopatías. Es relativamente frecuente que al
realizar la PL, la aguja contacte con una raíz sensitiva y produzca
disestesias transitorias, o que exista dolor en la zona de punción
durante los 2-3 días posteriores.
Neuropatías craneales. Es una complicación rara y se produce
por la hipotensión intracraneal secundaria a la PL, que puede
causar una tracción sobre los nervios craneales y ocasionar su
disfunción transitoria. Las más frecuente la parálisis del VI par.
24
CONCLUSIÓN.
Del presente trabajo podemos concluir que:
La punción lumbar es una práctica clínica que precisa del conocimiento
de la anatomía, de las contraindicaciones, y de los métodos que
minimicen el riesgo, para garantizar la seguridad y la eficacia en el
procedimiento.
El líquido cefalorraquídeo (LCR) es la barrera física que rodea al encéfalo
y a la médula espinal.
Entre sus funciones está proteger al encéfalo y a la médula de lesiones
con los movimientos bruscos, transportar nutrientes y eliminar
sustancias provenientes del SNC.
La punción lumbar (PL) es la técnica utilizada para extraer una muestra
de LCR, por su accesibilidad y bajo riesgo de complicaciones.
Es necesario el consentimiento informado del paciente antes de realizar
el procedimiento una vez se haya explicado de forma detallada la
técnica y sus posibles complicaciones.
Por último Los riesgos son raros, pero pueden ser potencialmente
mortales.
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