¿QUÉ ENSEÑA LA

BIBLIA?

Volúmen 1

R A Y M O N D D L O M B A R D

RECONOCIMIENTO

A mi esposa Amanda, mi mayor apoyo, muchas gracias por tu aliento.

Al Pastor Kenny Slater y Amanda, gracias por editar este libro.

A Adri Theron, gracias por su asistencia con respecto a la realización de este

libro.

Al Pastor Dick Roberts, gracias por la traducción de este libro del idioma

Afrikáans al Inglés.

A Clarissa Coetzee, gracias por el diseño de la portada.

¿Qué enseña la Biblia? Volúmen 1

Copyright © 2017 by Raymond D. Lombard

Primera Edición: 2018

Todas las citas de las Escritura son tomadas de la versión Nueva Reina Valera ®, a menos que se indique.

Copyright © 1982 por Thomas Nelson, Inc. Utilizado por permiso. Todos los derechos son reservados.

Todos los derechos son reservados. Ninguna porción de esta publicación ni parte de ella puede ser

reproducida de ninguna forma o por ningún medio, sean electrónicos, mecánicos, por fotocopia o por

grabaciones de ninguna manera, sin el consentimiento por escrito del editor. Los derechos completos de

copia son reservados.

Diseño de Portada: Clarissa Coetzee

Traducido del Afrikáans al Inglés por el pastor Dick Roberts

Traducido del Inglés al Español por el Misionero: Adin Rodriguez Acebedo - Perú

Impreso por Durbanville Commercial Printers, South Africa.

Índice Prólogo

Capítulo: Página

1. La genealogía de Adán 7

2. El sumo sacerdocio de Melquisedec y Cristo 15

3. Isaác versus Ismael 23

4. Moisés, “Eres esposo de sangre para mí” 31

5. Moisés golpea la roca 39

6. Nadab and Abiú mueren en el Lugar Santo 47

7. La maldición de la destrucción absoluta 55

8. Saúl y la bruja de Endor 67

9. Uza toca el Arca y muere 75

10. Balaam y el burro que habla 85

11. Muerte de un profeta sin nombre 95

12. Jesús maldice un árbol de higo 103

13. El primogénito comparado con el Unigénito 109

14. El Hades 115

15. La Vida después de la muerte 127

16. La vida y muerte de Judas Iscariote 137

17. Ananías, Safira y la hucha 149

18. La ley de Moísés y la ley de Cristo 155

19. El Domingo y el Sábado 171

20. ¿Qué enseña la Biblia sobre el Reino de Dios? 185

21. Los tiempos de la naciones, la plenitud de los 193

Gentiles y la plenitud del tiempo

22. Elección, predestinación

Y el Libre Albedrío Hhumano 197

23. Los nueve dones sobrenaturales del Espíritu Santo 205

24. La doctrina del rapto y la segunda venida visible de Cristo 223

25. El reloj profético de Dios 233

Bibliografía 243

PRÓLOGO

Es fundamental para nosotros reconocer al Señor nuestro Dios como la máxima autoridad en todas las cosas y en todos los asuntos de la vida. Debemos adoptar la palabra de Dios como la máxima autoridad sobre la cual y mediante la misma dirigimos nuestras conversaciones; tomamos decisiones; promovemos nuestro compromiso y tomamos una posición con respecto a asuntos de actualidad. La palabra de Dios, nuestra Biblia, es la autoridad por la cual trazamos la línea entre lo correcto y lo incorrecto, entre lo bueno y lo malo y entre la verdad y el error. Este libro está escrito con la convicción que si nosotros como cristianos, discípulos de Jesucristo, lo reconocemos como el Rey, Salvador y soberano en todos los asuntos de la vida, entonces Él debe gobernar sobre nuestras vidas públicas y privadas. Este libro está escrito con la certeza que la palabra de Dios con seguridad tiene mucho que decirnos sobre los asuntos de nuestros días y que es la autoridad final al respecto. Alguien dijo una vez: La Palabra de Dios es tan oportuna y relevante como el periódico de mañana. Jesucristo lo expresó de esta manera: "Escrito está: 'No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios'" (Mateo 4:4). Este libro responderá muchas de sus preguntas sobre los asuntos difíciles de nuestro tiempo. Descubrirá que la Biblia no guarda silencio sobre los temas, sino nos ilumina y nos aclara. Que este libro te aliente e inspire a buscar continuamente las Escrituras. Reconozco gratamente el aporte del Dr. A.H. Verster, el Dr. Lemmer du Plessis, el Dr. Arnold Frutenbaum y el Dr. J. Hanekom. Raymond D. Lombard

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Capítulo 1

GÉNEALOGÍA DE ADÁN

DIOS NO SE QUEDÓ SIN TESTIGOS

Este es el libro de los descendientes de Adán: Cuando Dios creó al hombre, lo hizo a semejanza de Dios. Hombre y mujer los creó, y los bendijo. Y el día que fueron

creados, llamó el nombre de ellos “hombre”. Cuando Adán tenía ciento treinta años, engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set. Los años que vivió Adán después de engendrar a Set fueron ochocientos, y engendró hijos e hijas. Todos los años que vivió Adán fueron novecientos treinta, y murió. Cuando Set tenía ciento cinco años, engendró a Enós. Set vivió después de engendrar a Enós ochocientos siete años, y engendró hijos e hijas. Todos los años de Set fueron novecientos doce, y murió. Cuando Enós tenía noventa años, engendró a Cainán. Enós vivió después de engendrar a Cainán ochocientos quince años, y engendró hijos e hijas. Todos los años de Enós fueron novecientos cinco, y murió. Cuando Cainán tenía setenta años, engendró a Mahalaleel. Cainán vivió después de engendrar a Mahalaleel ochocientos cuarenta años, y engendró hijos e hijas. Todos los años de Cainán fueron novecientos diez, y murió. Cuando Mahalaleel tenía sesenta y cinco años, engendró a Jared. Mahalaleel vivió después de engendrar a Jared ochocientos treinta años, y engendró hijos e hijas. Todos los años de Mahalaleel fueron ochocientos noventa y cinco, y murió. Cuando

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Jared tenía ciento sesenta y dos años, engendró a Enoc. Jared vivió después de engendrar a Enoc ochocientos años, y engendró hijos e hijas. Todos los años de Jared fueron novecientos sesenta y dos, y murió. Cuando Enoc tenía sesenta y cinco años, engendró a Matusalén. Enoc caminó con Dios trescientos años después de engendrar a Matusalén, y engendró hijos e hijas. Todos los años de Enoc fueron trescientos sesenta y cinco años. Caminó, pues, Enoc con Dios y desapareció, porque Dios lo llevó consigo. Cuando Matusalén tenía ciento ochenta y siete años, engendró a Lamec. Matusalén vivió después de engendrar a Lamec setecientos ochenta y dos años, y engendró hijos e hijas. Todos los años de Matusalén fueron novecientos sesenta y nueve, y murió. Cuando Lamec tenía ciento ochenta y dos años, engendró un hijo, y llamó su nombre Noé diciendo: “Este nos aliviará de nuestras obras y de la penosa labor de nuestras manos, a causa de la tierra que el SEÑOR maldijo”. Lamec vivió después de engendrar a Noé quinientos noventa y cinco años, y engendró hijos e hijas. Todos los años de Lamec fueron setecientos setenta y siete, y murió. Cuando Noé tenía quinientos años, engendró a Sem, a Cam y a Jafet. (Gn. 5:1-32) ¿Por qué la Genealogía prolongada de Adán, como se lee en el capítulo 5, sobre los descendientes de Adán, el primer hombre (1 Corintios 15:45) a través de Seth hasta Noé? La razón obvia es que Dios motivó a la Gente a prestar atención del tiempo entre Adán y Jesucristo para que la humanidad pudiera ver y creer que Jesucristo también era hijo de Adán, y no solo de Dios (Mateo 1:1- 17, Lucas 3:23-38, Lucas 1:26-35). En efecto, podemos decir que la Genealogía del Antiguo Testamento realmente tenía al Mesías, Jesucristo en perspectiva. Esta Genealogía muestra claramente que Jesucristo nació como descendiente de Adán, descendiente de Abraham, como también de David. Por tanto, si Dios en Génesis 3:15 pronuncia la llamada promesa de madre y leemos esta larga Genealogía, podemos ver que Dios la ha presentado para que podamos saber hoy que Cristo Jesús fue en verdad el

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cumplimiento de la promesa que Dios dio a Adán y Eva en el jardín del Edén. En efecto, encontrar estas Genealogías en la Biblia tiene mucho sentido. En una reflexión más profunda vemos las siguientes observaciones asombrosas con respecto a la Genealogía de Adán. Con gran precisión se muestra la importancia de aquello, las edades de los padres se dan en el nacimiento de sus hijos:

• Adán alcanzó la edad de 930 (Gn. 5:5)

• Set alcanzó la edad de 912 (Gn. 5:8)

• Enós alcanzó la edad de 905 (Gn. 5:11)

• Cainán alcanzó la edad de 910 (Gn. 5:14)

• Mahalaleel alcanzó la edad de 895 (Gn. 5:17)

• Jared alcanzó la edad de 962 (Gn. 5:20)

• Enoc alcanzó la edad de 365 (Gn. 5:23)

• Matusalén alcanzó la edad de 969 (Gn. 5:27)

• Lamec alcanzó la edad de 777 (Gn. 5:31)

• Noé alcanzó la edad de 950 (Gn. 9:29) El hecho que Adán solo tuviera 130 años cuando nació Set, que Set tuviera solo 105 cuando nació Enós, que Enós tuviera solo 90 cuando nació Cainán, que Cainán tuviera solo 70 años cuando nació Mahalaleel, que Mahalaleel tuviera 65 cuando nació Jared, que Jared tuviera 162 cuando nació Enoc, que Enoc tuviera 65 cuando nació Matusalén, que Matusalén tuviera 187 años cuando nació Lamec y que Lamec tuviera 182 años cuando nació Noé, nos trae los siguientes descubrimientos a la luz. En primer lugar, notamos que Set nació solo 130 años después de la creación de Adán, el primer hombre. Todo lo que sucedió desde

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la creación de Adán hasta el nacimiento de Set, es decir, el nombre de los animales en el jardín del Edén, la creación de Eva, la caída, la promesa que la simiente de Eva aplastaría la cabeza de la serpiente, la expulsión del jardín del Edén, el nacimiento de Caín y Abel y el asesinato de Abel, ¡todo sucede en solo 130 años! En segundo lugar, si se correlacionan las fechas de nacimiento de las primeras diez generaciones encontramos otro descubrimiento sorprendente. Adán todavía estaba vivo cuando nació Lamec, el padre de Noé. Adán tenía 130 años cuando nació Set, 235 (130+105) cuando nació Enós, 325 (235+90) cuando nació Cainán, 395 (325+70) cuando nació Mahalaleel, 460 (395+65) cuando nació Jared, 622 (460+162) cuando nació Enoc, 687 (622+65) cuando nació Matusalén, 874 (687+187) cuando nació Lamec, el padre de Noé. Adán murió a los 930 años de edad, solo 126 años antes del nacimiento de Noé. Estos hechos revelan que Adán no solo sostenía a su hijo Set sobre su regazo, sino también a su nieto Enós, a su bisnieto Cainán, a su tataranieto Mahalaleel, a su tátara-tátara-tátara-nieto Jared, y también a su tátara-tátara-tátara-tátara-nieto Enoc. ¡Luego siguió el bebé Matusalén! Cuando el padre Adán tenía 874 años, tuvo el privilegio de levantar al bebé Lamec, a quien le quitaron nueve generaciones ¡y quién se convertiría en el padre de Noé, en su regazo! En tercer lugar, todos ellos escucharon personalmente a través de la boca de Adán la historia de la creación de Eva, la caída del hombre en el jardín del Edén y la promesa de la simiente de la mujer, ¡que es Jesucristo! Esta es la razón por la cual las primeras generaciones vivieron tanto tiempo: Para que Dios, por medio de la boca de Adán, pudiera informar personalmente a las próximas generaciones sobre los hechos verdaderos de la caída del hombre y la promesa de un Salvador. La longevidad de los antepasados garantizaba la transferencia verbal de toda esta información a las siguientes generaciones. De hecho, estas generaciones recibieron todo su conocimiento sobre Dios directamente del padre Adán,

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porque Dios caminó con él en la frescura de la noche en el jardín. No había manera que pudieran olvidar al verdadero Dios, porque Adán había vivido para compartir con ellos la maravilla de los tratos de Dios con el hombre, antes y después de la caída. En cuarto lugar, Adán no solo vivió mucho tiempo, sino que también los primeros padres, Set, Enós, Cainán, Mahalaleel y Jared todavía estaban vivos cuando Enoc, el séptimo de Adán, fue capturado vivo en el cielo. Enoc nació cuando su padre Jared tenía 162 años y Enoc vivió en la tierra durante 365 años. En efecto, Jared tenía 527 cuando su hijo Enoc fue llevado vivo al cielo. El abuelo de Enoc, Mahalaleel, tenía 592 años cuando él fue secuestrado, su bisabuelo Kenan tenía 662 años y el padre de su abuelo, Set, tenía 857 en la ascensión de Enoc. Por tanto, todavía estaban vivos cuando Enoc fue llevado al cielo. Sin embargo, Adán no lo vio todo, porque murió 57 años antes de la ascensión de Enoc. Noé nació 69 años después que Enoc fuera llevado al cielo, y 126 años después de la muerte de Adán. En quinto lugar, Enoc es el hombre más longevo. Génesis 5:24 enseña que Enoc fue llevado al cielo sin morir. Esto se confirma en Hebreos 11:5 “Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios”. Esta Escritura enseña que Enoc no murió, pero fue llevado vivo al Cielo porque creyó. De hecho, antes de ser llevado, Dios mismo fue testigo de la fe de Enoc. Judas 1:14, 15 declara: “Ahora Enoc, el séptimo de Adán, profetizó acerca de estos hombres (los impíos) también, diciendo: "He aquí, el Señor viene con diez mil de Sus santos, para ejecutar juicio sobre todos, para condenar a todos que son impíos entre ellos...” Entonces, Enoc es llamado correctamente como el séptimo desde Adán. Desde Adán hasta Set, Enoc, Cainán, Mahalaleel, Jared y Enoc son siete generaciones. Enoc todavía vive en el cielo, ahora por más de 5000 años. Elías también fue llevado al cielo sin morir. Él ya tiene

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casi 3000 años (2 Reyes 2:1-12). Matusalén ni siquiera llegó a mil años, sino solo 969. En efecto, Enoc es la persona más anciana que jamás haya existido junto a Elías que está en segundo lugar y Matusalén queda en tercer lugar. En sexto lugar, desde Adán hasta Noé fueron diez generaciones. Desde Noé hasta Abraham fueron diez generaciones (Gn. 11:10-26). De Abraham a David fueron catorce generaciones; desde David hasta el cautiverio de Babilonia hubo catorce generaciones, y desde el cautiverio de Babilonia a Cristo hubo también catorce generaciones (Mateo 1:17). Noé tenía 600 años cuando el diluvio cubrió la tierra (Gn. 7:6). Cien años antes, cuando Noé tenía quinientos años, se convirtió en el padre de Sem (Génesis 5:32). Dos años después del diluvio, Sem engendró a Arfaxad (Gn. 11:10) cuando Noé tenía 603 años. La Genealogía desde Adán hasta Abraham revela un asombroso descubrimiento:

• Noé 500 de años, nació Sem (Gn. 5:32);

• Sem de 100 años, nació Arfaxad (Gn. 11:10);

• Arfaxad 35 años, nació Sala (Gn. 11:12);

• Sala de 30 años, nació Heber (Gn. 11:14);

• Heber 34 años, nació Peleg (Gn. 11:16);

• Peleg de 30 años, nació Reu (Gn. 11:18);

• Reu de 32 años, nació Serug (Gn. 11:20);

• Serug de 30 años, nació Nacor (Gn. 11:22);

• Nacor 29 de años, nació Taré (Gn. 11:24); and

• Taré 70 de años, nació Abram (Gn. 11:26).

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Desde Noé hasta Sem pasaron 500 años. De Sem a Abram pasaron 390 años. El número total de años desde Noé hasta Abram es 890. Noé falleció a los 950 años (Génesis 9:29). Esto es 350 años después del diluvio (Gn. 9:28). Abram nació cuando Noé tenía 890 años, en consecuencia, tenía 60 años cuando murió Noé (Génesis 5:32; 11:10-26). En Génesis 6:3 leemos que Dios decidió acortar la vida del hombre a 120 años. Con la bendición de Dios, Abraham alcanzó los 175 años. Su hijo Ismael por parte de Agar, murió a los 137. Jacob, el hijo de Abraham por parte de Sara, murió a los 147 y su hijo, José murió a los 110 años. Moisés, el hombre de Dios, murió a los 120 años de edad. En Salmos 90:9-10 Moisés describe la fragilidad del hombre y los días de nuestras vidas: “…Los días de nuestra edad son setenta años y si en los más robustos son ochenta años”. Matusalén murió en el año del diluvio (Gn. 5:26-27; Gn. 7:6), Lamec, el padre de Noé murió 5 años antes del diluvio (Gn. 5:30-31). ¿Quién de las primeras 10 generaciones de los antepasados todavía estaban vivos en la tierra cuando Noé entró en el arca? Ni uno. Matusalén fue el último de los nueve antepasados en morir antes de Noé en el año del diluvio (Gn. 5:25, 28-29, 7:11).

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Capítulo 2

EL SUMO SACERDOCIO DE MELQUISEDEC Y CRISTO

JESUCRISTO, NUESTRO ETERNO SUMO

SACERDOTE

ntonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra;

y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano y le dio a Abram los diezmos de todo. (Gn. 14:18-20)

Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo, a quien asimismo dio Abraham los diezmos de todo; cuyo nombre significa primeramente Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz; sin padre, sin madre, sin Genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre. Considerad, pues, cuán grande era éste, a quien aún Abraham el patriarca dio diezmos del botín. (Heb. 7:1-4)

Pero aquel cuya Genealogía no es contada de entre ellos, tomó de Abraham los diezmos, y bendijo al que tenía las promesas y sin discusión alguna, el menor es bendecido por el mayor y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales; pero allí, uno de quien se da testimonio de que vive y por decirlo así, en Abraham pagó el diezmo también Leví, que recibe los diezmos;

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porque aún estaba en los lomos de su padre cuando Melquisedec le salió al encuentro. (Heb. 7:6-10) Porque manifiesto es que nuestro Señor vino de la tribu de Judá, de la cual nada habló Moisés tocante al sacerdocio y esto es aún más manifiesto, si a semejanza de Melquisedec se levanta un sacerdote distinto, no constituido conforme a la ley del mandamiento acerca de la descendencia, sino según el poder de una vida indestructible. Pues se da testimonio de él: “Tú eres sacerdote para siempre, Según el orden de Melquisedec”. (Heb. 7:14-17)

EL SUMO SACERDOCIO Aarón – El Sumo Sacerdote (Ex. 28; 39:1-31) Moisés y Aarón eran de la tribu de Leví. El Señor hizo a Aarón, el hermano de Moisés, el primer sumo sacerdote de la tribu de Leví. Aarón fue ungido para ser sumo sacerdote y también tenía que mantenerse alejado de todo lo que pudiera contaminarlo, ya que él era el mediador entre Jehová Dios y el pueblo de Israel. Solo a Aarón y sus descendientes se les permitía ser sacerdotes y ocupar el cargo de un sacerdote. Sin embargo, a los levitas se les permitía servir en el tabernáculo y transportarlo durante sus viajes por el desierto. El Sumo Sacerdote usaba vestiduras especiales para tareas específicas que tenía que realizar. La ropa consistía en una prenda interior, el efod, un manto, una túnica, un turbante y una faja. En los tirantes del efod había 2 piedras de ónice con los nombres de las 12 tribus de Israel grabadas. El sacerdote también llevaba la coraza del juicio que contenía el Urim y el Tumim, que se usaba en casos excepcionales, para determinar la voluntad de Dios.

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La tarea del sumo sacerdote era traer ofrendas de toros y cabras como ofrenda por el pecado para sí mismo y también para el pueblo. Él se presentaba ante el Señor para pedir dirección en relación con ciertas decisiones. Parte de su responsabilidad era el cuidado del Tabernáculo y su trabajo de servicio. Jesucristo – el mejor Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec (Heb. 4:14-16; 5:5-10; 6:19-10:22) Jesús es el cumplimiento del sacerdocio perfecto. Como rey-sacerdote, Melquisedec es un tipo de Cristo. Este tipo se refiere estrictamente a la obra sacerdotal de Cristo en su resurrección, porque Melquisedec es una representación del recuerdo del sacrificio, el pan y el vino (Génesis 14:18). El Reinado y el sacerdocio originalmente iban juntos, por eso vemos la relación rey-sacerdote en Melquisedec y en Cristo. "Según el orden de Melquisedec" (Sal. 110:4; Heb. 5:5, 6; 6:20, etc.) se refiere a la autoridad real y la duración intemporal (eternidad) de Cristo como sumo sacerdote (Hebreos 7:23-24). El sacerdocio de Aarón era constantemente interrumpido por la muerte del sacerdote. Cristo es sacerdote según el orden de Melquisedec: como Rey de justicia, Rey de paz (Isaías 11:4-9, Hebreos 7:2) y en la infinidad de su sacerdocio, mientras que el sacerdocio de Aarón tipifica la tarea sacerdotal de Cristo.

COMO PROTOTIPO Melquisedec es una imagen de Cristo (Heb. 7:15) y como imagen, tiene carácter profético porque prefiguró a Cristo en el futuro. En su sacerdocio, se hizo igual al Hijo de Dios. No tuvo sucesor y nunca habrá nadie quien pueda suceder a Jesús como sumo sacerdote. En todos los aspectos, Melquisedec era un tipo de Cristo. Él no era sacerdote debido a un árbol Genealógico de

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sacerdotes como Aarón y Leví. Melquisedec recibió su sacerdocio directamente de Dios. Estaba basado en el personaje y no en un árbol Genealógico. Tal es el sacerdocio de nuestro Señor Jesucristo (Hebreos 7:13-17; Hebreos 5:4-6). Durante el periodo del sacerdocio, él sigue siendo sacerdote continuamente (Hebreos 7:3). En cuanto a Melquisedec, sigue siendo cierto en este sentido: No hay registro de la finalización de su sacerdocio por muerte o de otra manera. Así como no lo recibió de sus padres ni lo obtuvo por medio de su árbol Genealógico, tampoco abandonó su sacerdocio. En Cristo Jesús, nuestro sumo sacerdote, el gran prototipo, tenemos un sacerdocio que no tiene sucesión (Hebreos 7:24). Él es sacerdote según el orden de Melquisedec. Él vive para siempre para interceder por nosotros (Hebreos 7:25).

DIEZ HECHOS CONCERNIENTES A MELQUISEDEC

1. Rey de Salem – la Jerusalén de la antigüedad (Gn. 14:18; Heb. 7:1).

2. ÉL era Sacerdote de Dios durante el tiempo de Abraham (Gn. 14:18; Heb. 7:1).

3. Él conoció a Abraham después de su Victoria (Gn. 14:16-18)

4. Abraham le daba diezmo de todos los bienes de la Victoria (Heb. 7:2; Gn. 14: 16-24).

5. Melquisedec se llama rey de justicia (Heb. 7: 2).

6. Melquisedec se llama rey de Salem, que significa “rey de paz,” (Gn. 14:18; Heb. 7:2).

7. Sin un registro Genealógico, es decir, un árbol Genealógico escrito, y registro de un padre o madre, no dio como resultado el comienzo ni el final de la vida (Hebreos 7:3).

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Él tenía un padre y una madre, pero esto no está registrado, por lo que podría ser un tipo de Cristo eterno.

8. Él se hizo un tipo (igual) a Cristo para que Cristo pueda ser Sumo Sacerdote según su orden (Heb. 7:3, 15).

9. Él fue un ser humano normal, un varón (Heb. 7:4).

10. Él fue mayor que Abraham (Heb. 7:4-7).

LA MANERA EN LA QUE EL CARGO SACERDOTAL DE AARÓN Y LA DE MELCHIZEDEK DIFIEREN

La diferencia entre el sacerdocio de Aarón y el de Melquisedec es claramente distinguible en la persona, el orden instituido y la duración.

LA PERSONA Bajo el orden de Aarón, los sacerdotes eran personas falibles y pecaminosas (Hebreos 5:1-3). Bajo el orden de Melquisedec, los impecables fueron tipificados (Heb. 4:15; 7:26-28).

EL ORDEN INSTITUIDO Dios instituyó la orden de Aarón de la familia de Leví (Nm. 17:1-8; Éxodo 28:1). La orden de Melquisedec fue anterior a la de Leví, ya que los descendientes de Leví fueron elegidos 430 años después como la tribu sacerdotal de las 12 tribus de Israel.

LA DURACIÓN Aarón murió y otro le sucedió (Hebreos 7:23). En efecto, fue un sacerdocio temporal. Jesús posee un sacerdocio que no es transferible (Hebreos 7:24). En él tenemos un Sumo Sacerdote Eterno e Inmortal. Así como Melquisedec recibía los diezmos de

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Abraham, así nuestro Señor Jesucristo, nuestro fiel Sumo Sacerdote, recibe los diezmos de su iglesia (Hebreos 7:5-10).

¿CUÁNDO COMENZÓ ESTE SACERDOCIO DE JESÚS? Encontramos una declaración muy excepcional en Salmos 110. En primer lugar, encontramos la declaración del Señor (Yahvé) a Jesús en el versículo 1: “Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies”. Y más Adelante leemos en el verso 4: “Juró Jehová, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec”. Históricamente Salmos 110 comienza con la resurrección de Jesucristo de los muertos. Véase Hechos 2:33; 7:56; Heb. 10:11-13 y Heb. 7:25-28 como cumplimiento del prototipo de Melquisedec en la persona de Cristo después de su resurrección de los muertos. Podemos ver en el Nuevo Testamento que el Señor (Adonai) de Salmos 110 es Jesucristo. También se dice de Él ahí:

• Salmos 110:1 – Siéntate a mi diestra... De las escrituras sabemos que él único que fue invitado para sentarse a la diestra del Padre era Jesucristo.

• Salmos 110:1 –…hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. Esto solo puede suceder cuando Jesús es exaltado a la diestra del Padre. Desde ese momento esperando hasta que Sus enemigos estén bajo sus pies. (Heb. 10:13). Jesús está ahora en el cielo y esperando que suceda el día de su regreso glorioso y visible del cielo, cuando todo y todos estarán sujetos a Él.

• Salmos 110:4 – Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec. Todos los otros sacerdotes han muerto (Hebreos 7: 23-24), pero Jesús posee el sacerdocio para siempre.

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• Salmos 110:6 – Él juzgará entre las naciones. En el día de su regreso, las naciones de la tierra serán separadas, las naciones de cabras y las naciones de ovejas (Mt. 25:31-46). Una gran guerra y juicio será medido en este día sobre las naciones cuando Él las juzgue (Ap. 19:11-21).

David confirma dos grandes verdades en el Salmos 110, el Salmos mesiánico:

• La Deidad del Mesías; y

• El Sumo Sacerdocio del Mesías. Cristo es el Mesiánico (el Ungido) Sacerdote, no asignado ni ordenado por el hombre, sino por un juramento de Dios Yahvé quien confirmó a Cristo como sumo sacerdote después del orden de Melquisedec. Este sacerdote ungido no tiene sucesor; ¡su sacerdocio es eternamente único! Como se registra en Hebreos 5-9, Salmos 110:4 habla sobre la obra sacerdotal de Cristo por su pueblo. Además, vemos en la aparición de Jesús después de su resurrección de entre los muertos, que Él está usando un manto hasta los pies (Ap. 1:13) – La traducción de manto en griego es pondores. La misma palabra se usa para referirse a la túnica del sumo sacerdote.

LA TRIBU DE JUDA Y LA TRIBU DE LEVI Nuestro Señor Jesús salió de la tribu de Judá, y Moisés no habló nada sobre el sacerdocio con respecto a esa tribu (Hebreos 7:12-14). Judá es la realeza y Leví la tribu sacerdotal. La palabra latina para sacerdote es pontifex que significa "constructor de puentes". Por lo tanto, el sacerdote era un hombre cuya función fue construir un puente entre Dios y el hombre; en efecto, se paró

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entre Dios y el hombre. Es un hecho extraño y realmente increíble que todo el sacerdocio judío se basara en la genealogía. Las características personales no jugaron ningún papel. Jesucristo fue el verdadero sacerdote, pero no porque lo haya heredado, sino porque Él es quien es. Aquí estaba un Sacerdote más grande que cualquier otro entre la tribu de Levi. El sacerdocio de Jesús es mayor que el de los levitas porque su sacerdocio fue confirmado con un juramento (Heb. 7:20, 21; Sal. 110:4).

JESUCRISTO, NUESTRO ETERNO SUMO SACERDOTE Nadie podrá quitar este Sumo Sacerdocio de Jesús (Heb. 3:1), porque Él sigue siendo Aquel que presenta al hombre a Dios por toda la eternidad. Jesucristo es el Sumo Sacerdote ETERNO. Él nunca sacrificó ningún animal, porque la sangre de los animals no quitaba el pecado, lo mejor que hacía era cubrirlos (Heb.10:1-4), y por lo tanto, solo limpiaba a la gente ceremonialmente. El sacrificio de Cristo de sí mismo, el Cordero de Dios perfecto (John 1:29), fue el único sacrificio que eliminó el pecado para siempre (Heb. 10:5-18). Su sacrificio voluntario de sí mismo, fue el ÚLTIMO SACRIFICIO. Ahora sabemos que, “mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos”. (Heb. 7:24-25).

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Capítulo 3

ISAAC VERSUS ISMAEL

CONFLICTOS FAMILIARES EN EL MEDIO ORIENTE

l Señor Jesús nos enseña lo siguiente:- ”Aprendan de la higuera esta lección: Tan pronto como se

ponen tiernas sus ramas y brotan sus hojas, ustedes saben que el verano está cerca, Igualmente, cuando vean todas estas cosas, sepan que el tiempo está cerca, a las puertas. Les aseguro que no pasará esta generación hasta que todas estas cosas sucedan. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán”. (Mt. 24:32-35). También véase Lucas 21:29-32. Cualquiera que estudie seriamente la profecía bíblica sabe y se da cuenta que los indicadores en el reloj de Dios se han estado moviendo más rápido en los últimos años. ¡Es como si el reloj sonara más fuerte cada día! ¡Los indicadores del reloj avanzan hacia la medianoche! Los ojos de todo el mundo están en el Medio Oriente: ¿Por qué el mundo está tan embrutecido por un pequeño pedazo de tierra, Palestina, llamada Israel, así como un pueblo llamado Israel? La respuesta es simple. ¡Tanto Israel como los árabes tienen sus raíces en Abraham!

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LA GENTE EN EL MEDIO ORIENTE Le invito a examinar al pueblo del Medio Oriente.

• El pueblo de Israel (Judíos) proviene de Isaac, por medio de Abraham (y Sara su esposa).

• Los árabes provienen de Ismael a través de Abraham (y Agar, la sirvienta de Sara).

El mar Mediterráneo se encuentra al oeste de Israel. Bordeando a Israel en el norte, al este y sur están las naciones árabes que son hostiles con ellos (22 naciones). El punto convergente del mundo es la crisis en el Medio Oriente actual. Las tres religiones principales del mundo tienen su origen en el Medio Oriente:

• Judaísmo

• Cristianismo

• Islám Las figuras históricas detrás de estas religiones son – Moisés, Jesucristo y Mahoma – todos son descendientes directos de Abraham. Las tres religiones consideran a Jerusalén como ciudad santa.

• Para los judíos – Jerusalén es la ciudad de David.

• Para los cristianos – el lugar donde Jesús fue crucificado.

• Para los islamitas – el supuesto lugar de la ascensión de Mahoma (que obviamente, es falso).

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Hay exactamente 22 naciones en el Medio Oriente, cerca del este y al norte de África que son naciones árabes. La gran mayoría de ellos son islámicos. Pero para empeorar las cosas aún más, tenemos el hecho que Isaac, el hijo de Abraham, tuviera dos hijos (Jacob y Esaú) por medio de quienes se los problemas familiares se almimentaron.

JACOB Y ESAÚ Rebeca, la esposa de Isaac, dio a luz a gemelos – Jacob y Esaú (Gn. 25:25, 26). Dos naciones de ellos surgirían. Dios había dicho que los descendientes mayores (Esaú) servirían a los más jóvenes, Jacob (Israel) (Gn. 25:23). Esaú aborrecía a su hermano Jacob e hizo un plan para asesinarlo (Gen. 27:41). Los descendientes de Esaú (también llamados edomitas - Génesis 36:9-12) se habían casado con los descendientes de Ismael. Ismael fue el primer hijo de Abraham a través de su sirvienta. Entre Ismael y los descendientes de Esaú que se casaron entre sí, encontramos un odio intenso, amargura y sentimientos asesinos que se han incrementado a lo largo de los siglos hacia la nación de Israel, que tienen a Isaac y Jacob como sus dos patriarcas. Abraham fue el padre de Isaac y el abuelo de Jacob (cuyo nombre fue cambiado por Israel).

ISMAEL Y ESAÚ Entre los descendientes de Ismael y Esaú había una amarga enemistad hacia Israel como nación; la Biblia es muy franca sobre este tema.

• Ismael – Gn. 16:11-12

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• Esau – Gn. 36:9-12

Amalec era el padre de los amalequitas. Eran los enemigos acérrimos del pueblo de Israel en su partida de Egipto y durante sus viajes por el desierto. Moisés profetizó que habría guerra continua entre Israel y Amalec (Éxodo 17:8-16). El versículo 16 lo afirma: de generación en generación. Muchos escribas opinan que los palestinos actuales son predominantemente descendientes de los amalequitas. Ciertos etnólogos comparten el mismo punto de vista.

LA TIERRA PROMETIDA: CANAÁN Ahora le invito a hablar de Canaán, como país. Cuando Dios llamó a Abram y los sacó de los caldeos en el Golfo Pérsico, Abram primero fue a Harán (al norte de Irak), que se encuentra entre los ríos Éufrates y Tigris.

• Y tomó Taré a Abram su hijo, y a Lot hijo de Harán, hijo de su hijo, y a Saraí su nuera, mujer de Abram su hijo, y salió con ellos de Ur de los caldeos, para ir a la tierra de Canaán; y vinieron hasta Harán, y se quedaron allí. Y fueron los días de Taré doscientos cinco años; y murió Taré en Harán. (Gn. 11:31-32)

• Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram

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de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán. Tomó, pues, Abram a Saraí su mujer, y a Lot hijo de su hermano, y todos sus bienes que habían ganado y las personas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir a tierra de Canaán; y a tierra de Canaán llegaron y pasó Abram por aquella tierra hasta el lugar de Siquem, hasta el encino de More; y el cananeo estaba entonces en la tierra y apareció Jehová a Abram, y le dijo: A tu descendencia daré esta tierra. Y edificó allí un altar a Jehová, quien le había aparecido. (Gn. 12:1-7)

Dios prometió la tierra de Canaán a Abram y sus descendientes. La Tierra de Canaán (tan grande como el Parque Nacional Kruger) luego se conocería como la Tierra Prometida y aún más adelante como la Tierra Santa, un pequeño pedazo de tierra. El país se encuentra en la intersección de tres continentes: Asia, África y Europa. Actualmente, Israel se encuentra en la tierra de Canaán. Es un país geográficamente (es decir, territorialmente), más pequeño que su tamaño original, es diferente a lo que Dios entregó originalmente a Abraham.

• Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente. Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada. Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré. Abram, pues, removiendo su tienda, vino y moró en el encinar de Mamre, que está en Hebrón, y edificó allí altar a Jehová. (Gn. 13:14-18).

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• En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Éufrates; la tierra de los ceneos, los cenezeos, los admoneos, los heteos, los ferezeos, los refaítas, los amorreos, los cananeos, los gergeseos y los jebuseos. (Gn. 15:18-21).

Desde los días de Abraham hasta hoy, han pasado casi 4000 años. No podemos fallar en ver y reconocer la mano de Dios en la historia de esta nación, Israel.

LA NACIÓN DE ISRAEL Los últimos 4000 años de la historia registrada de esta nación nos muestran que estaban dispersos por toda la tierra entre los pueblos, las naciones y las lenguas donde literalmente fueron masacrados y exterminados por millones, desterrados de su propio país y son discriminados en todas las formas posibles hasta ahora. Pero estas personas, sorprendentemente, sin un país propio, sin un rey o gobierno todavía existen por 1900 años. Todo plan satánico y diabólico para borrarlos de la faz de la tierra ha fracasado. El reloj de Dios se mantuvo girando y sabemos que hace algunas décadas sucedió algo maravilloso: a las cuatro de la tarde, justo antes del comienzo del sábado judío el 14 de mayo de 1948, horas después de la retirada oficial de los británicos, David Ben-Gurion leyó la "Declaración de la Independencia" en el Museo de Arte de Tel-Aviv. Aquel día, la nación de Israel nació en medio de nosotros, y una vez más se convirtió en estado después de casi 2000 años.

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Ben-Gurion se paró y leyó estas palabras: “La tierra de Israel fue el lugar de nacimiento del pueblo judío. Aquí se encontró su identidad espiritual, religiosa y nacional. Aquí primero obtuvieron la condición de Estado, crearon valores culturales de importancia nacional y universal y le dieron al mundo el eterno Libro de los Libros. El estado de Israel debe ser abierto para la reunión de los exiliados. Se basará en la libertad, la justicia y la paz, tal como lo concibieron los profetas de Israel”. El mundo entero contuvo la respiración cuando la realización se inició: después de casi dos milenios, Israel estaba de regreso en su propia tierra. Entonces se izó la bandera nacional, blanca y azul, que simboliza la prenda que el sumo sacerdote usa en el Templo el día de la Expiación. En la bandera está la estrella de seis puntas de David: esta estrella estaba en el escudo de David. ¡Israel estaba de vuelta a su tierra! El reloj profético de Dios sigue marcando sin cesar...

• Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, que apartará de Jacob la impiedad. (Rom. 11:25-26)

• Y cuando ellos callaron, Jacobo respondió diciendo: Varones hermanos, oídme. Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito: Después de esto volveré y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; y

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repararé sus ruinas, y lo volveré a levantar, para que el resto de los hombres busque al Señor y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre. (Hch. 15:13-17)

¿QUÉ VAMOS A HACER? Prestemos atención a las palabras del profeta Daniel y el apóstol Juan:

• Y los sabios del pueblo instruirán a muchos; y por algunos días caerán a espada y a fuego, en cautividad y despojo y en su caída serán ayudados de pequeño socorro; y muchos se juntarán a ellos con lisonjas. También algunos de los sabios caerán para ser depurados y limpiados y emblanquecidos, hasta el tiempo determinado; porque aun para esto hay plazo. (Dn. 11:33-35)

• Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán. (Dn. 12:10)

• Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca. El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía. (Ap. 22:10-11)

Charles Kettering dijo: “Todos deberíamos preocuparnos por el futuro porque tendremos que pasar el resto de nuestras vidas allí”.

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Capítulo 4

MOISÉS, ERES ESPOSO DE SANGRE PARA MÍ

LA OBEDIENCIA ES IMPORTANTE

sí se fue Moisés, y volviendo a su suegro Jetro, le dijo: Iré ahora, y volveré a mis hermanos que están en Egipto, para ver si aún viven y Jetro dijo a Moisés: Ve en paz. Dijo

también Jehová a Moisés en Madián: Ve y vuélvete a Egipto, porque han muerto todos los que procuraban tu muerte. Entonces Moisés tomó su mujer y sus hijos, y los puso sobre un asno, y volvió a tierra de Egipto. Tomó también Moisés la vara de Dios en su mano y dijo Jehová a Moisés: Cuando hayas vuelto a Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas las maravillas que he puesto en tu mano; pero yo endureceré su corazón, de modo que no dejará ir al pueblo y dirás a Faraón: Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito. Ya te he dicho que dejes ir a mi hijo, para que me sirva, mas no has querido dejarlo ir; he aquí yo voy a matar a tu hijo, tu primogénito y aconteció en el camino, que en una posada Jehová le salió al encuentro, y quiso matarlo. Entonces Séfora tomó un pedernal afilado y cortó el prepucio de su hijo, y lo echó a sus pies, diciendo: A la verdad tú me eres un esposo de sangre. Así le dejó luego ir y ella dijo: Esposo de sangre, a causa de la circuncisión y Jehová dijo a Aarón: Ve a recibir a Moisés al desierto, él fue y lo encontró en el monte de Dios, y le besó. Entonces contó Moisés a Aarón todas las palabras de Jehová que le enviaba, y todas las señales que le había dado. (Ex. 4:18-28)

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Uno se llena de asombro cuando estudia sobre el trato de Dios a Moisés.

• El Señor Dios acababa de llamar a Moisés para una gran tarea en la zarza ardiente (Éxodo capítulo 3). Moisés debe regresar a Faraón para sacar a su pueblo de Egipto.

• Moisés es obediente y va camino a ejecutar el mandato.

• Cuando Moisés y Séfora, su esposa madianita (quien no es de descendencia judía) junto con sus dos hijos pasaron la noche en el camino en un campamento para caravanas (caravanas de camellos), el Señor lo encontró y quiso matarlo. No sabemos cómo el Señor quiso matar a Moisés, pero está claro que el Señor intentó hacerlo. Él quiso matar a Moisés (Ex. 4:24).

¿Cómo puede uno entender esto? ¿Por qué el Señor lo envía a una misión para ejecutar Su instrucción, y luego lo bloquea en el camino y quiere quitarle la vida? En respuesta a las acciones de Dios, ofrecemos lo siguiente:

EN PRIMER LUGAR: MOISÉS Y SÉFORA TUBIERON QUE APRENDER LA IMPORTANCIA DE LA OBEDIENCIA

El Señor no puede usar a una persona que no está preparada para ser incondicional, oportuna y diligentemente obediente. El Señor no tolera la desobediencia, ciertamente no de su hijo o siervo, y tampoco de Moisés. No solo los pecados de comisión sino también los pecados de omisión son una grave transgresión a los ojos del Señor. Moisés fue culpable de omisión con respecto a la circuncisión. Eliezer, el segundo hijo de Moisés, no recibió la señal del pacto, la circuncisión. Gersón, su primogénito, ya debió haberlo recibido; de lo contrario, Séfora habría circuncidado a ambos niños (Ex. 18:1-4).

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No se menciona por qué Moisés fue culpable de este descuido. Séfora, como Medianita, se rebeló contra Moisés, su esposo. Lo que sea que sucedió durante la circuncisión de Gersón, ella estaba en contra que su segundo hijo fuera circuncidado. Su rebelión se vio claramente en sus acciones y palabras en Éxodo 4:25-26: Entonces Séfora tomó un pedernal afilado y cortó el prepucio de su hijo, y lo echó a sus pies, diciendo: A la verdad tú me eres un esposo de sangre. Así le dejó luego ir. Y ella dijo: Esposo de sangre – “a causa de la circuncisión”. Esto interpretó su rechazo y amargura por esta acción que ella pensó que era atroz. El hecho que Séfora entendiera de inmediato la razón por la cual Dios quería matar a Moisés demuestra que ella conocía el pacto de Dios porque era debido a su insistencia que su esposo había pecado por omisión que equivalía a desobediencia.

• Y el varón incircunciso, el que no hubiere circuncidado la carne de su prepucio, aquella persona será cortada de su pueblo; ha violado mi pacto. (Gn. 17:14)

En el momento en que Eliezer recibió la señal del pacto, la ira del Señor se retiró y la vida de Moisés se salvó (Ex. 4:26a). La causa del ataque se basa en la negligencia con respecto a la circuncisión. Moisés y Séfora tuvieron que aprender la importancia de la obediencia. Fue la primera lección que tuvieron que aprender en el campamento camino a Egipto. En su matrimonio, ambos tuvieron que aprender a obedecer a Dios.

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EN SEGUNDO LUGAR: MOISÉS TUVO QUE APRENDER A TEMER A DIOS POR SOBRE TODO, INCUSO POR SOBRE

SÉFORA Cuando Moisés oyó la voz en la zarza ardiente y recibió la orden de regresar a Egipto, estaba lleno de objeciones. De hecho, tenía antecedentes penales: era un hombre buscado. Ahora tenía que regresar a Egipto con un mensaje poco popular:

• “Y dirás a Faraón: Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito. Ya te he dicho que dejes ir a mi hijo, para que me sirva, mas no has querido dejarlo ir; he aquí yo voy a matar a tu hijo, tu primogénito." (Ex. 4:22-23)

Se embarcó en el viaje de regreso con miedo y temblor. Aquí, en la posada al lado de la carretera a Egipto, tuvo que aprender: Dios debe ser temido más que cualquier rey terrenal. ¡Moisés recordaría esto durante toda su vida! Debemos temer a Dios más que a la gente. Acaso el Hijo de Dios, Jesucristo, no nos enseñó: Y no teman a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temen más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. (Mt. 10:28)

EN TERCER LUGAR: MOISÉS Y SU ESPOSA TUVIERON QUE APRENDER A HONRAR EL PACTO DE DIOS

En su gran y condescendiente misericordia, Dios concluyó un pacto con Abraham. Como una señal de este pacto, Dios decretó la circuncisión. Esto tuvo que realizarse en los niños el octavo día después de su nacimiento.

• Este es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Será circuncidado todo varón

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de entre vosotros. Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros y de edad de ocho días será circuncidado todo varón entre vosotros por vuestras generaciones; el nacido en casa, y el comprado por dinero a cualquier extranjero, que no fuere de tu linaje. (Gn. 17:10-12).

Debido a que Moisés y su esposa Séfora diferían en cuanto a la importancia de esta señal del pacto y consecuentemente, se olvidaron de circuncidar a su segundo hijo, Dios tuvo que enseñarles lo importante que esto es para Él. Esto no es una cuestión de arbitrariedad humana. Por tanto, Dios se enfrentó a Moisés por su negligencia al descuidar a su hijo y que no recibiera la señal del pacto. ¿Cómo podría Dios usar a Moisés si no cumplía las condiciones del pacto? Antes de poder viajar más, Moisés tuvo que aprender a ejecutar la palabra de Dios con prontitud. Al negarse a hacer lo que Dios ha ordenado, es negarle la bendición de Dios a usted y a su familia. Moisés, su esposa y nosotros mismos tenemos que aprender que no debemos ignorar los santos deseos del Señor, ya que esto podría provocar la ira de Dios. Jesucristo, el Hijo de Dios, ordenó dos santos sacramentos en el Nuevo Pacto (Nuevo Testamento):

• El Santo bautismo; y

• La Santa comunión. Estos son los dos únicos sacramentos santos en los que un creyente puede y debe participar. No debemos despreciar la palabra del Nuevo Pacto, que incluye los sacramentos.

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EN CUARTO LUGAR: MOISÉS Y SU ESPOSA TUBIERON QUE APRENDER QUÉ PODER HAY EN LA SANGRE

“Entonces Séfora tomó un pedernal afilado y cortó el prepucio de su hijo, y lo echó a sus pies, diciendo: A la verdad tú me eres un esposo de sangre". (Ex. 4:25). Inmediatamente después leemos: Así le dejó luego ir y ella dijo: Esposo de sangre, a causa de la circuncisión. (Ex. 4:26). La ira de Dios se evita cuando fluye la sangre de la circuncisión. Cuando se cumplieron los requisitos del pacto, se evitó la ira de Dios. Cuando Séfora llama a Moisés esposo de sangre, quiere decir que no puede retener a su marido sino por la sangre de la circuncisión de su hijo. Probablemente también lo llame con este nombre en gratitud porque esta es la forma en que lo hizo volver como su esposo. Por medio de la sangre, su esposo se salva regresó a ella. La circuncisión, como todas las señales sangrientas del Antiguo Testamento, tipifica la sangre del Cordero de Dios, que quita los pecados del mundo. También aprendemos una lección muy valiosa de los eventos que rodearon a Moisés: Porque Séfora se opuso a la circuncisión de su hijo, es muy posible que Moisés permitiera que su hijo Eliezer cumpliera con el tiempo estipulado de circuncisión. La razón podría ser que no era un momento oportuno para realizar un rito como la circuncisión, ya que estaban viajando. Él puede haber pensado que podría hacerse más tarde, en un momento más apropiado, cuando llegaran a Egipto.

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Sin embargo, la descripción de Dios es clara: Aquel que tenga ocho días de nacido entre ustedes deberá ser circuncidado, todo niño varón. Dios no pensó que el abandono y negligencia de Moisés fueran un asunto leve. Moisés y su esposa descubrirían esto con gran sorpresa. Aprendamos de esto, que no debemos poner a prueba la paciencia de Dios por negligencia de nuestra parte, porque creemos que una pequeña espera en lo que Dios ha dicho no hará mucho daño. Es mejor esforzarnos por obedecer al Señor de todo corazón, especialmente cuando se trata de los santos sacramentos del Nuevo Pacto el cual Jesucristo mismo nos presentó. No permitamos que marido ni mujer se interpongan el uno contra el otro cuando uno de los cónyuges quiera cumplir el santo deseo de Dios. ¡Esto casi le cuesta demaisado a Séfora! Ella podría haber perdido a su marido en el proceso. Lo que no debemos olvidar es el hecho que Moisés estaba en camino a Egipto por orden de Dios, para ejecutar las promesas de Dios y el pacto con Israel que le había hecho a Abraham. ¡Moisés debía guiar a Israel al Monte Sinaí y allí recibirían el pacto de la Ley, los Diez Mandamientos! Moisés, el que fue llamado por Dios mismo, no cumplió una simple señal del pacto: ¡Circuncida a tu hijo! Él también tuvo que aprender una lección difícil: ¡No permitas que tu esposa se interponga en tu obediencia a Dios! Si Moisés hubiera permitido que Séfora se saliera con la suya en este tema, ¿qué hubiera sucedido en todo lo demás que estaba esperando en el futuro...?

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Séfora también tuvo que aprender a no interponerse en el camino de su marido en la ejecución de las órdenes de Dios, ¡esto podría significar la muerte de alguien! Con respecto a Séfora, ella nos deja un sabor desagradable en la boca. ¿Por qué? Ella se opuso erróneamente a Moisés con respecto a la voluntad y el santo deseo de Dios en su vida. Séfora desapareció en las huellas del tiempo y no dejó una impresión duradera de una mujer llena del Espíritu que apoyó a su esposo. Solo leemos acerca de ella una vez más cuando Jetro, el suegro de Moisés, envía un mensaje de que él la traería a ella y a sus dos hijos a Moisés en el desierto.

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Capítulo 5

MOISÉS GOLPEA LA PIEDRA

LA DESOBEDIENCIA A UN MANDATO DIRECTO

DE DIOS ES DIGNO DE CASTIGO

uego llegaron los hijos de Israel, toda la congregación, al desierto de Zin, en el mes primero, y acampó el pueblo en Cades; y allí murió María, y allí fue sepultada y porque no

había agua para la congregación, se juntaron contra Moisés y Aarón y habló el pueblo contra Moisés, diciendo: ¡Ojalá hubiéramos muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante de Jehová! ¿Por qué hiciste venir a la congregación de Jehová a este desierto, para que muramos aquí nosotros y nuestras bestias? ¿Y por qué nos has hecho subir de Egipto, para traernos a este mal lugar? No es lugar de sementera, de higueras, de viñas ni de granadas; ni aun de agua para beber y se fueron Moisés y Aarón de delante de la congregación a la puerta del tabernáculo de reunión, y se postraron sobre sus rostros; y la gloria de Jehová apareció sobre ellos y habló Jehová a Moisés, diciendo: Toma la vara, y reúne la congregación, tú y Aarón tu hermano, y hablad a la peña a vista de ellos; y ella dará su agua, y les sacarás aguas de la peña, y darás de beber a la congregación y a sus bestias. Entonces Moisés tomó la vara de delante de Jehová, como él le mandó y reunieron Moisés y Aarón a la congregación delante de la peña, y les dijo: ¡Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemos de hacer salir aguas de esta peña? Entonces alzó Moisés su mano y golpeó la peña con su vara dos veces; y salieron muchas aguas, y

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bebió la congregación, y sus bestias y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creíste en Mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meterás esta congregación en la tierra que les he dado. Estas son las aguas de la rencilla, por las cuales contendieron los hijos de Israel con Jehová, y él se santificó en ellos. (Nm. 20:1-13) Indudablemente es cierto que si alguien alguna vez merecía entrar en Canaán, fue Moisés. Entre los más grandes (gigantes espirituales), él fue uno, por no decir, el más grande. ¿Por qué Dios era tan estricto con él? ¿Por qué se le prohibió entrar exactamente a Canaán? ¿Acaso el castigo no está muy desproporcionado con respecto a la ofensa? ¿Realmente este gran hombre de Dios merecía ser tratado de esta manera? Para comprender estos eventos primero debemos entender el trasfondo que los conduce a ello.

EL TRASFONDO Entre el último versículo (22) de Números 19 y Números 20:1 hay 37 largos años de historia con Israel en el desierto. El período de las peregrinaciones en el desierto ya casi terminaba. La gente está nuevamente en Cades, el lugar donde anteriormente habían desobedecido, donde mostraron poca fe para invadir y conquistar Canaán. La gente está una vez más a punto de ingresar a la Tierra Prometida. Cades significa santo o santidad. Este lugar es la verdadera puerta de entrada a la Tierra Prometida. Su agua ya se había terminado, así que se juntaron en contra de Moisés y Aarón. Y el pueblo contendió con Moisés (versículos 2 y 3).

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• La discusión se registra en los versículos 3-5.

• En lo sucesivo, en el versículo 6 Moisés recurrió a Dios.

• Moisés se enfurece con el pueblo y trata de manera

precipitada con ellos (versículo 10).

• En lugar de hablar a la piedra, Moisés la golpea dos veces

(versículo 11).

• Despúes de hacer esto, Moisés es amonestado por Dios (verse

12).

¿Por qué Moisés fue castigado tan severamente? Esto nos parece haber sido una ofensa menor. Golpeó a la roca en lugar de hablarle ¿Cuál fue su pecado?

MOISÉS FUE DESOBEDIENTE El mandato fue claro: Habla a la piedra, ¡pero Moisés la golpeó! Al hacer esto, Él no estaba obedeciendo a Dios.

• “Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creíste en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteras esta congregación en la tierra que les he dado”. (Nm. 20:12)

• Moisés repitió esto mas adelante: “También contra mí se airó Jehová por ustedes, y me dijo: Tampoco tú entrarás allá”. (Dt. 1:37). Esto también le enseñará al pueblo una lección para su bien.

• Más adelante lo leemos nuevamente: “Pase yo, te ruego, y ve a aquella tierra buena que está más allá del Jordán, aquel buen monte, y el Líbano. Pero Jehová se había enojado contra mí a causa de ustedes, por lo cual no me

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escuchó; y me dijo Jehová: Basta, no me hables más de este asunto’ (Dt. 3:25-26)

Esto nos enseña que Dios no tolera la desobediencia, así sea aún de parte de los líderes del pueblo.

MOISÉS ERA INCRÉDULO Es difícil de creer, sin embargo, esto se encuentra en la Biblia:

• “Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creyeron en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meterán esta congregación en la tierra que les he dado”. (Nm. 20:12).

Moisés y Aarón no confiaron en absoluto en Dios ni dependieron de Él. Moisés agregó su propio esfuerzo de poder a la palabra de Dios. Dos veces usó sus propias capacidades. Él golpeó la roca.

MOISÉS NO SANTIFICÓ Y VENERE A DIOS En Números 20:10 Moisés invocó: “Escuchen ahora, ¡rebeldes! ¿Debemos sacar agua para ustedes de esta piedra?” También encontramos en Deuteronomio 32:51 “Por cuanto pecaron contra mí en medio de los hijos de Israel en las aguas de Meriba de Cades, en el desierto de Zin; porque no me santificaron en medio de los hijos de Israel”.

MOISÉS PERDIÓ LA PACIENCIA El hombre de Dios habló de manera apresurada. Moisés estaba enojado, y el que pierde su paciencia, ¡la pierde de verdad!

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Este momento de debilidad e ira de su siervo Moisés debe haber entristecido a Dios, porque leemos esto: "Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra". (Nm. 12:3)

¿QUÉ TIENE QUE DECIR EL NUEVO TESTAMENTO RESPECTO A LOS ACONTECIMIENTOS EN CADES?

Sorprendentemente, se ha arrojado nueva luz sobre este asunto. Leemos lo siguiente:

• Y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, todos comieron el mismo alimento espiritual y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo. (1 Cor. 10:2-4)

Aquí se le da un significado más profundo a la roca de donde fluyó el agua... la prefiguración de CRISTO era la roca. Ahora sabemos por qué Dios trató el asunto en Cades tan en serio: era una profecía de lo que iba a suceder en el Gólgota por lo que Moisés tuvo que hacer exactamente lo que Dios había dicho, y no lo hizo. Él golpea la piedra dos veces. Esta roca señala a Cristo:

• sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él. Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; más en cuanto vive, para Dios vive. (Rom. 6:9-10)

• De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en

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medio el pecado y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan. (Heb. 9:26-28)

• Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; (1 Pe. 3:18)

• En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre. (Heb. 10:10)

La roca que es Cristo, solo sería golpeada una vez (crucificada), por lo tanto, en Masah y Meriba Moisés solo debería haber golpeado la roca una vez (Ex. 17:6). En este caso, la segunda vez, treinta y siete años después en Cades, Moisés debería haber hecho lo que Dios había dicho, debería haber hablado a la roca, y no haberla golpeado. Cristo fue golpeado una vez bajo el juicio de Dios. Del mismo modo, la primera vez, en la roca en Massa en el desierto, Moisés tuvo que golpearlo una vez con su bastón. El bastón era un símbolo de la majestad, omnipotencia y juicio de Dios.

LA VARA (EL BASTÓN) QUE USÓ MOISÉS Lo siguiente se encuentra en Números:

• Entonces Moisés tomó la vara de delante de Jehová, como él le mandó. (Nm. 20:9)

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¿Qué vara es esta? Fue el bastón del Sumo Sacerdote de Aarón sacado del arca que estaba en el Lugar Santísimo del tabernáculo.

• el cual tenía un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto; (Heb. 9:4)

Esto significaba que Moisés no tenía su propia vara, (la que usó para pastorear las ovejas de Jetró, el bastón en la zarza ardiente) cuando estaba parado en la roca tenía el bastón de Aarón. Fue con esta vara que golpeó la roca. En esto, Moisés no veneraba a Dios. Jesucristo es nuestro gran Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec. Moisés no debió haber usado aquel bastón. Dios perdonó la vida de Moisés, pero le prohibió que condujera al pueblo a la Tierra Prometida. Sin embargo, la gracia de Dios es grandiosa porque en Lucas leemos lo siguiente:

• Y he aquí dos varones que hablaban con él, los cuales eran Moisés y Elías; quienes aparecieron rodeados de gloria, y hablaban de su partida, que iba Jesús a cumplir en Jerusalén. (Lucas 9:30-31)

Antes que Jesucristo completara su partida de Jerusalén, Moisés fue enviado con Elías para fortalecerlo. ¡El líder del éxodo de Egipto, cuando Dios liberó a su pueblo de la esclavitud, compartió un momento de gloria junto con el amado Hijo de Dios, el Salvador del mundo, Jesucristo en el Monte de la Transfiguración!

PARA CONCLUIR LO QUE HEMOS APRENDIDO El Señor Dios sabía que algún día usaría la imagen de la roca como una sombra de su Hijo, Jesucristo. El agua que fluye sería un símbolo del agua de vida que su Hijo daría a los sedientos. Moisés no sabía esto. Sus acciones inconscientes no podían ser excusadas

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por Dios. Por ello, el castigo fue impuesto. Dios castigará la desobediencia porque sus órdenes siempre tienen consecuencias directas.

• “sino, como aquel que los llamó es santo, sean también ustedes santos en toda su manera de vivir; porque escrito está: Sean santos, porque yo soy santo”. (1 Pe. 1:15-16)

• “sino santifíquense a Dios el Señor en sus corazones, y estén siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que los demande razón de la esperanza que hay en ustedes”. (1 Pe. 3:15)

Temamos a Dios con un temor santo, sirvámosle con humildad y mansedumbre, ¡santificándolo en nuestros corazones!

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Capítulo 6

NADAB Y ABIÚ MUEREN EN EL

LUGAR SANTO

DEBEMOS TENER REVERENCIA SANTA ANTE EL

SEÑOR

llevaron al frente del tabernáculo de reunión lo que Moisés mandó, y toda la asamblea se acercó y estuvo de pie delante del SEÑOR. Entonces Moisés dijo: “Esto es lo

que ha mandado el SEÑOR. Háganlo, y la gloria del SEÑOR se les aparecerá”. (Lev. 9:5-6). Después Aarón alzó sus manos hacia el pueblo y lo bendijo. Y descendió después de ofrecer el sacrificio por el pecado, el holocausto y los sacrificios de paz. Luego Moisés y Aarón entraron en el tabernáculo de reunión. Al salir, bendijeron al pueblo, y la gloria del SEÑOR se apareció a todo el pueblo. Entonces salió fuego de la presencia del SEÑOR y consumió el holocausto y los sebos sobre el altar. Al ver esto, todo el pueblo gritó de gozo, y se postraron sobre sus rostros. (Lev. 9:22-24) Pero Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario y poniendo en ellos fuego e incienso ofrecieron ante el Señor un fuego que no tenían por qué ofrecer, pues él no se lo había mandado. Entonces salió de la presencia del Señor un fuego que los consumió, y murieron ante él. Moisés le dijo a Aarón: De

Y

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esto hablaba el Señor cuando dijo: “Entre los que se acercan a Mí manifestaré mi santidad y ante todo el pueblo manifestaré mi gloria” y Aarón guardó silencio. Moisés mandó llamar a Misael y a Elzafán, hijos de Uziel, tío de Aarón y les dijo: Vengan acá y retiren del santuario a sus hermanos. ¡Sáquenlos del campamento! Ellos se acercaron y, tomándolos por las túnicas, se los llevaron fuera del campamento, tal como Moisés lo había ordenado. Luego Moisés les dijo a Aarón y a sus hijos Eleazar e Itamar: No anden ustedes con el pelo despeinado, ni se rasguen los vestidos. Así no morirán ni se irritará el Señor contra toda la comunidad. Sus hermanos israelitas harán duelo por el incendio que produjo el Señor, pero ustedes no vayan a salir de la Tienda de reunión, no sea que mueran, porque el aceite de la unción del Señor está sobre ustedes y ellos hicieron lo que Moisés les dijo. El Señor le dijo a Aarón: Ni tú ni tus hijos deben beber vino ni licor cuando entren en la Tienda de reunión, pues de lo contrario morirán. Este es un estatuto perpetuo para tus descendientes, para que puedan distinguir entre lo santo y lo profano, entre lo puro y lo impuro, (Lev. 10:1-10)

EL TRASFONDO Fue un gran día para el pueblo de Israel. El nuevo Lugar Santo había sido erigido. Estas personas peregrinas se habían reunido de manera festiva. Moisés y Aarón hicieron las primeras ofrendas a Dios. Los dos hermanos dirigieron el servicio de adoración precisamente de acuerdo con las instrucciones dadas por Dios mismo. Lo más relevante fue cuando Moisés y Aarón, después de haber terminado con las ofrendas, entraron en el tabernáculo de reunión (Levítico 9:23-24). ¡La presencia de Dios descendió en gloria! Entonces ocurrió un desastre: Pero Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su

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incensario y poniendo en ellos fuego e incienso, ofrecieron ante el Señor un fuego que no tenían por qué ofrecer, pues él no se lo había mandado. Entonces salió de la presencia del Señor un fuego que los consumió y murieron ante Él. (Lev. 10:1-2) ¡A través de una acción de Dios, los dos hijos de Aarón murieron en un instante! ¿Por qué murieron de esa manera? Ciertamente, solo tenían la intención de hacer el bien y si una ofensa había sido cometida por los dos hijos de Aarón, seguramente, era la primera vez. ¿No podrían haber sido advertidos? Las respuestas a estas y otras preguntas similares recalcan verdades serias… Podemos estar seguros que: ¡un Dios de amor no simplemente mata a la gente sin muy buenas razones para hacerlo! ¿Qué pasó aquí realmente? En primer lugar, la transgresión de Nadab y Abiú fue que ellos se encargaron de ir al Lugar Santo en un momento no dirigido por el Señor, sin MANDAMIENTO DE DIOS. Aunque los dos acababan de ser separados y ordenados como sacerdotes, Moisés y Aarón fueron designados para dirigir la ceremonia inaugural y realizar las ofrendas. Así que Dios había ordenado a Nadab y a Abiú ser exclusivamente asistentes, su turno vendría después, según un registro fijo y un programa, todos en orden de su servicio. Los dos no estaban preparados para esperar su turno. No querían una menor responsabilidad:

• ¿Fueron rebeldes porque no ganaron honor, solo Moisés y Aarón?

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• Lo que sí sabemos es que fueron desobedientes e ingresaron al Lugar Santo sin un mandamiento de Dios.

¿Qué Lugar Santo? Esta es una pregunta interesante: ¿A qué Lugar Santo entraron sin permiso? Se acaba de decir que entraron y ofrecieron fuego profano ante el SEÑOR. (Lev. 10:1). De acuerdo con Levítico 16:1-2, solo se le permitía entrar al Sumo Sacerdote y solo una vez al año, con la sangre de un cordero sacrificado. ¡Los dos jóvenes sacerdotes fueron voluntariamente desobedientes e intentaron entrar allí! ¿Fuego Profano? El fuego profano (Lev. 10:1) era de otro lugar, no era el altar del holocausto en el tabernáculo y no estaba según lo prescrito. Por tanto, era ilegal y prohibido. Aquí se equivocaron en gran manera. En segundo lugar, la transgresión de Nadab y Abiú fue que cuando intentaron entrar al Lugar Santo, estaban bajo la influencia del alcohol y justo después de haber sido castigados con la muerte, el Señor habló a Aarón: “Tú, y tus hijos contigo, no beberán vino ni sidra cuando entren en el tabernáculo de reunión, para que no mueran; estatuto perpetuo será para sus generaciones, para poder discernir entre lo santo y lo profano, entre lo inmundo y lo limpio”. (Lev. 10:9-10). Esto significa sin la reverencia necesaria (verse 10). Los dos hijos de Aarón habían sido eliminados por aquel gran motivo. Los dos jóvenes habían celebrado con la gente y se habían sobrepasado. Ellos habían actuado bajo la influencia del alcohol, por eso el Señor había dirigido esta advertencia a Aarón cuando sus dos hijos habían muerto. (Lev. 10:9).

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Dios quiere que tengamos un temor santo y reverencia por Él. En todo momento y en todos los lugares debemos vivir una vida temerosa de Dios en Su presencia, pero especialmente en sus lugares sagrados. (Lev. 10:10; 10:3). Los dos jóvenes no le habían mostrado a Dios el temor y la reverencia requeridos y por esto pagaron el precio. Las personas que están cerca de Dios deben saber que Él quiere ser conocido como el Santo dentro de ellos. En efecto, los que le pertenecemos, también debemos odiar el pecado y diferenciar entre lo santo y lo profano, entre lo limpio y lo inmundo:

• “¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo puede haber entre el templo de Dios y los ídolos? ¡Ustedes son el templo del Dios viviente! Ya Dios lo ha dicho: Habitaré y andaré entre ellos y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Salgan de en medio de ellos y apártense. No toquen nada impuro y yo los recibiré. Yo seré un padre para ustedes y ustedes serán mis hijos y mis hijas, dice el Señor Todopoderoso”. “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”. (2 Cor. 6:15-18 – 2 Cor. 7:1)

La tercera ofensa de Nadab y Abiú fue que querían entrar al Lugar Santo, ¡sin sacrificio! Nadie puede atreverse a comparecer ante Dios sin la sangre del animal sacrificial. Esa fue una ordenanza clara y repetida de Dios.

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En este sentido, después de la muerte de los dos hijos de Aarón, el Señor envió este mandato a Moisés y a Aarón:

• El SEÑOR dijo a Moisés: “Di a tu hermano Aarón que no entre en cualquier tiempo en el santuario, detrás del velo, ante el propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera, pues yo me manifestaré en la nube, sobre el propiciatorio. “Aarón podrá entrar con esto en el santuario: con un novillo para el sacrificio por el pecado y un carnero para el holocausto. (Lev. 16:2-3)

Esta advertencia a su padre claramente implica que sus dos hijos se aventuraron en el Lugar Santo...sin sacrificio.

¿QUÉ APRENDEMOS DE LA VIDA DE ESTOS DOS JOVENCITOS? Cuando Nahab y Abiú entraron al Lugar Santo sin una orden de Dios, sin reverencia, pero sobre todo sin sacrificar sangre ¡sucedió un desastre! Ciertas cosas aún podrían ser perdonadas, ¡pero entonces ellos entraron al Lugar Santo sin la sangre! Esto fue desastroso como se describe en Levítico 10:2. Gracias a Dios por el nuevo camino a los Lugares Santos de Dios a través de Jesucristo:

• “Al día siguiente, Juan vio a Jesús que venía hacia él y dijo: ¡He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!!” (Juan 1:29).

• “Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia de todo pecado”. (1 Juan 1:7).

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• “Así que, hermanos teniendo plena confianza para entrar al lugar santísimo por la sangre de Jesús, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo (es decir, su cuerpo) y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios”, (Heb. 10:19-21).

Aprendemos tres lecciones de vida muy importantes:

• La palabra del Señor para el hombre que viene a Él, es:

o Yo quiero ser conocido o Yo quiero ser conocido como Dios o En los que son cercanos a mí, quiero ser conocido

como el Santo

La advertencia sigue siendo relevante para nosotros hoy, al igual que para Nadab y Abiú en el pasado:

• “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de

Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cómo será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? Y si el justo con dificultad se salva, ¿en qué irá a parar el impío y pecador?” (1 Pe. 4:17-18).

Por consiguiente, los que queremos estar cerca del Señor debemos diferenciar entre lo santo y lo profano, entre lo limpio y lo impuro ante los ojos de Dios, entre lo que le agrada y lo que le desagrada.

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Lo más importante que debemos aprender de todo esto es lo que David enseñó y luego lo aplicó correctamente:

• “Porque por no haber estado ustedes la primera vez, el SEÑOR nuestro Dios irrumpió contra nosotros; pues no lo consultamos de acuerdo con lo establecido”. (1 Cr. 15:13)

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Capítulo 7

LA MALDICIÓN DE UNA DESTRUCCIÓN COMPLETA

LA FALTA DE VERDADERO ARREPENTIMIENTO

ROBA UNA DE LAS BENDICIONES DE DIOS EN LA

VIDA DE UNO

amuel dijo a Saúl: El SEÑOR me envió para ungirte como rey de su pueblo Israel. Escucha pues, ahora las palabras del SEÑOR. Así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos: “Yo castigaré

a Amalec por lo que hizo a Israel, porque se le opuso en el camino cuando subía de Egipto. Ve ahora y ataca a Amalec; destruye completamente todo lo que le pertenece. No le tengas compasión; mata a hombres y mujeres, a niños y a bebés, vacas y ovejas, camellos y asnos”. Saúl convocó a la gente y les pasó revista en Telaim: doscientos mil de infantería más diez mil hombres de Judá. Saúl fue a la ciudad de Amalec y puso una emboscada en el arroyo. Entonces Saúl dijo a los queneos: Váyanse, apártense y salgan de en medio de los amalequitas, no sea que yo los destruya juntamente con ellos; porque ustedes tuvieron misericordia de todos los hijos de Israel cuando subían de Egipto. Entonces los queneos se apartaron de en medio de los amalequitas y Saúl derrotó a los amalequitas desde Havila hasta las inmediaciones de Shur, al este de Egipto. Capturó vivo a Agag, rey de Amalec, y destruyó a filo de espada a todo el pueblo. Sin embargo, Saúl y el pueblo perdonaron la vida a Agag, a lo mejor de las ovejas y de las vacas, de los animales engordados, de los carneros y de todo lo

S

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bueno, lo cual no quisieron destruir. Pero destruyeron todo lo despreciable y sin valor. El SEÑOR desecha a Saúl. Entonces el SEÑOR habló a Samuel diciendo: Me pesa haber puesto a Saúl como rey, porque se ha apartado de mí y no ha cumplido mis palabras. Samuel se apesadumbró y clamó al SEÑOR toda aquella noche. Samuel madrugó para ir a encontrarse con Saúl por la mañana, y le avisaron a Samuel diciendo: Saúl se fue a Carmel, y he aquí que se erigió un monumento. Cuando volvió, prosiguió y descendió a Gilgal. Samuel vino a Saúl, y Saúl le dijo: ¡El SEÑOR te bendiga! He cumplido la palabra del SEÑOR. Samuel preguntó: Entonces, ¿qué es ese balido de ovejas en mis oídos y el mugido de vacas que oigo? Saúl respondió: Las han traído de Amalec. El pueblo perdonó la vida a lo mejor de las ovejas y de las vacas, para ofrecerlas en sacrificio al SEÑOR tu Dios. Pero lo demás lo destruimos. Entonces Samuel dijo a Saúl: Déjame declararte lo que el SEÑOR me dijo anoche: Saúl le dijo: Decláralo. Samuel dijo: Aunque eras insignificante ante tus propios ojos, ¿no fuiste hecho cabeza de las tribus de Israel? ¿No te ha ungido el SEÑOR como rey sobre Israel? El SEÑOR te ha encomendado una misión y te ha dicho: “Ve y destruye completamente a esos pecadores de Amalec. Hazles la guerra hasta que los extermines”. ¿Por qué pues, no has obedecido la voz del SEÑOR? ¿Por qué te lanzaste sobre el botín e hiciste lo malo ante los ojos del SEÑOR? Saúl respondió a Samuel: He obedecido la voz del SEÑOR y fui a la misión que el SEÑOR me encomendó. He traído a Agag, rey de Amalec, y he destruido completamente a los amalequitas. Pero el pueblo tomó del botín ovejas y vacas, lo mejor del anatema, para sacrificarlas al SEÑOR tu Dios en Gilgal. Entonces Samuel preguntó: ¿Se complace tanto el SEÑOR en los holocaustos y en los sacrificios como en que la palabra del SEÑOR sea obedecida? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención es mejor que el sebo de los carneros. Porque la rebeldía es como el pecado de adivinación, y la obstinación es como la iniquidad de la idolatría. Por cuanto tú has desechado la palabra del SEÑOR, él también te ha desechado a ti, para que no seas rey.

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Entonces Saúl dijo a Samuel: Yo he pecado; porque he quebrantado el mandamiento del SEÑOR y tus palabras, temiendo al pueblo y accediendo a su voz. Perdona pues, mi pecado, y vuelve conmigo para que yo adore al SEÑOR. Pero Samuel respondió a Saúl: No volveré contigo, porque has desechado la palabra del SEÑOR, y el SEÑOR te ha desechado a ti, para que no seas rey sobre Israel. Cuando Samuel se volvió para irse, Saúl se agarró del extremo de su manto, el cual se rasgó. Samuel le dijo: El SEÑOR ha rasgado hoy de ti el reino de Israel y lo ha dado a tu prójimo, que es mejor que tú. (1 Sam. 15:1-28) Varias preguntas vienen a la mente:

• ¿Por qué el Señor dio tal mandato sin misericordia?

• ¿Fue acaso el pecado de Saúl terriblemente enorme?

• ¿Por qué Saúl no recibió ningún perdón?

EL TRASFONDO ¿Quién fue Amalec? El pecado de Amalec no fue ningún secreto. Los amalequitas fueron la primera nación en atacar a Israel después que Dios los sacara de Egipto por el Mar Rojo en ruta a Canaán. Las atrocidades de Amalec están registradas en la Biblia:

• “Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: Escribe esto en un libro como recordatorio y di claramente a Josué que yo borraré del todo la memoria de Amalec de debajo del cielo”. (Ex. 17:14)

• “Acuérdate de lo que te hizo Amalec en el camino, cuando salieron de Egipto: cómo, estando tú cansado y agotado, te salió al encuentro, y sin temor de Dios desbarató tu retaguardia y a todos los debilitados que iban detrás de ti. Sucederá que cuando el SEÑOR tu Dios te haya dado

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reposo de todos tus enemigos de alrededor, en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da por heredad para que tomes posesión de ella, entonces borrarás de debajo del cielo la memoria de Amalec. ¡No te olvides! (Dt. 25:17-19)

Amalec simplemente asesinó a mujeres, niños, bebés y ganado, a los débiles. Su presa era los indefensos de Israel. Dios solo pronunciaba la maldición de la destrucción total sobre las personas cuando su depravación y decadencia pecaminosas habían llegado tan lejos que no podía permitir que su gente estuviera más expuesta a ella. Amalec se había distinguido a sí mismo como instrumento en manos del maligno hacia Israel, el pueblo de Dios, que estaba en proceso de convertirse en una nación. En el libro de Ester, una vez más leemos sobre un ataque total contra el pueblo judío y el hombre detrás de toda la planificación para la destrucción total del pueblo de Dios fue Amán, el hijo de un Agagitita, un descendiente del rey amalecita Agag, el hombre cuya vida Saúl quería salvar. En este sentido, los amalequitas trajeron la maldición de la destrucción total sobre ellos mismos, de ahí el implacable mandato de Dios.

¿POR QUÉ LAS NACIONES EN CANAÁN TUBIERON QUE SE AFECTADAS CON LA MALDICIÓN DE LA

DESTRUCCIÓN COMPLETA?

• "Cuando el SEÑOR tu Dios te haya introducido en la tierra a la cual entrarás para tomarla en posesión, y haya expulsado de delante de ti a muchas naciones (heteos, gergeseos, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos: siete naciones mayores y más fuertes que tú,

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cuando el SEÑOR tu Dios las haya entregado delante de ti y tú las hayas derrotado, entonces destrúyelas por completo. No harás alianza con ellas ni tendrás de ellas misericordia. No emparentarás con ellas: No darás tu hija a su hijo ni tomarás su hija para tu hijo. Porque desviará a tu hijo de en pos de mí y servirá a otros dioses, de modo que el furor del SEÑOR se encenderá sobre ustedes y pronto los destruirá. “Ciertamente así han de proceder con ellos: Derribarán sus altares, romperán sus piedras rituales, cortarán sus árboles de Asera y quemarán sus imágenes en el fuego. Porque tú eres un pueblo santo para el SEÑOR tu Dios; el SEÑOR tu Dios te ha escogido para que le seas un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra. “No porque ustedes sean más numerosos que todos los pueblos, el SEÑOR los ha querido y los ha escogido, pues ustedes eran el más insignificante de todos los pueblos. Es porque el SEÑOR los ama y guarda el juramento que hizo a sus padres, que los ha sacado de Egipto con mano poderosa y los ha rescatado de la casa de esclavitud, de mano del faraón, rey de Egipto. “Reconoce, pues, que el SEÑOR tu Dios es Dios: Dios fiel que guarda el pacto y la misericordia para con los que lo aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones y que da retribución en su misma cara al que lo aborrece, destruyéndolo. Él no tardará en darla al que lo aborrece; en su misma cara le retribuirá. “Guarda, pues, los mandamientos, leyes y decretos que hoy te mando que cumplas”. (Deut. 7:1-11)

En Deuteronomio 7 leemos sobre de las instrucciones para el comportamiento de Israel hacia los habitantes de la tierra de Canaán y su culto a los ídolos. Cada vez que Israel golpeaba a las naciones impías de Canaán con la maldición de la destrucción total, significaba que estaban totalmente destruidas y que no tomaban nada para sí mismas. Sin embargo, a veces algo se

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dedicaba a Dios y se regalaba a los sacerdotes o se donaba al Lugar Santo. (Lev. 27:28; Nm. 21:2; 18:14) En el caso de Saúl, sus hombres lo tomaron por sí mismos. La excusa poco convincente de Saúl era que todavía quería dedicársela al Señor.

SAÚL Y AMALEC La transgresión de Saúl: “Capturó vivo a Agag, rey de Amalec, y destruyó a filo de espada a todo el pueblo. Sin embargo, Saúl y el pueblo perdonaron la vida a Agag, a lo mejor de las ovejas y de las vacas, de los animales engordados, de los carneros y de todo lo bueno, lo cual no quisieron destruir. Pero destruyeron todo lo despreciable y sin valor”. (1 Sam. 15:8, 9) La decisión de Dios respecto a Saúl: “Me pesa haber puesto a Saúl como rey, porque se ha apartado de mí y no ha cumplido mis palabras. Samuel se apesadumbró y clamó al SEÑOR toda aquella noche”. (1 Sam. 15:11) Declaración de Saúl: “Samuel vino a Saúl, y Saúl le dijo: ¡El SEÑOR te bendiga! He cumplido la palabra del SEÑOR”. (1 Sam. 15:13) Denuncia de Samuel: “Samuel preguntó: Entonces, ¿qué es ese balido de ovejas en mis oídos y el mugido de vacas que oigo? (1 Sam. 15:14) Declaración de Samuel: “Entonces Samuel preguntó: ¿Se complace tanto el SEÑOR en los holocaustos y en los sacrificios como en que la palabra del SEÑOR sea obedecida? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención es mejor que el sebo de los carneros. Porque la rebeldía es como el pecado de adivinación, y la obstinación es como la iniquidad de la idolatría. Por cuanto tú has desechado la palabra del SEÑOR, él

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también te ha desechado a ti, para que no seas rey”. (1 Sam. 15:22-23) “Entonces, Samuel le dijo: El SEÑOR ha rasgado hoy de ti el reino de Israel y lo ha dado a tu prójimo, que es mejor que tú”. (1 Sam. 15:28) “Hasta el día de su muerte Samuel no volvió a ver a Saúl, pero Samuel lloraba por Saúl. Y al SEÑOR le pesaba el haber constituido a Saúl como rey sobre Israel”. (1 Sam. 15:35).

SAÚL, UN HOMBRE SIN ARREPENTIMIENTO Saúl no buscó honrar a Dios, solo buscó honores para sí mismo. Su propio honor era más importante para él...

• Samuel madrugó para ir a encontrarse con Saúl por la mañana, le avisaron a Samuel diciendo: Saúl se fue a Carmel y he aquí que se erigió un monumento. Cuando volvió, prosiguió y descendió a Gilgal”. (1 Sam. 15:12).

Ese fue el mensaje que recibió Samuel. Saúl trató de encubrir su pecado detrás de una fachada de hipocresía:

• “Saúl respondió: Las han traído de Amalec. El pueblo perdonó la vida a lo mejor de las ovejas y de las vacas, para ofrecerlas en sacrificio al SEÑOR tu Dios. Pero lo demás lo destruimos”. (1 Sam. 15:15).

• “Saúl respondió a Samuel: He obedecido la voz del SEÑOR y fui a la misión que el SEÑOR me encomendó. He traído a Agag, rey de Amalec, y he destruido completamente a los amalequitas. Pero el pueblo tomó del botín ovejas y vacas, lo mejor del anatema, para sacrificarlas al SEÑOR tu Dios en Gilgal”. (1 Sam. 15:20-21).

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A pesar de todas las pruebas en su contra, Saúl todavía afirma que hizo lo que Dios le había ordenado que hiciera. El Señor dice: La desobediencia directa, indica un corazón no arrepentido.

¿QUÉ HAY DE LOS RECONOCIMIENTOS Y CONFESIONES POSTERIORES DE SAÚL?

¿Qué hay de la acción de Saúl? “Entonces Saúl dijo a Samuel: Yo he pecado; porque he quebrantado el mandamiento del SEÑOR y tus palabras, temiendo al pueblo y accediendo a su voz. Perdona, pues, mi pecado y vuelve conmigo para que yo adore al SEÑOR”. 1 Samuel 15:24-25. No es suficiente simplemente decir algo con tus labios y no creerlo en tu corazón. Saúl nunca tuvo un verdadero remordimiento. Su mayor preocupación seguía siendo su propio honor y su trono. Vemos esto en las propias palabras de Saúl a Samuel: “Y Saúl respondió: Yo he pecado; pero ahora hónrame, por favor, en presencia de los ancianos de mi pueblo y delante de Israel, volviendo conmigo para que yo adore al SEÑOR tu Dios”. (1 Sam. 15:30) Incluso en ese momento, el honor del Señor no era la consideración principal de Saúl. Para él era más importante que Samuel lo honrara ante los líderes del pueblo. Hay una especie de remordimiento, Judas Iscariote también lo tenía, que solo le preocupa las consecuencias del pecado del hombre para sí mismo. (2 Cor. 7:10b). Mientras que el verdadero y sincero remordimiento hace que una persona se presente ante Dios, con mansedumbre y humildad con un anhelo totalmente abrumador deseando: ser perdonado porque violó la palabra de Dios y perjudicó Su honor. (2 Cor. 7:10a).

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El verdadero remordimiento solo anhela la restauración de una relación correcta con Dios. No encontramos un remordimiento tan sincero en Saúl. Por eso, la Biblia dice de él: “…Y al SEÑOR le pesaba el haber constituido a Saúl como rey sobre Israel”. (1 Sam. 15:35b). Cuando Saúl más tarde le preguntó a Samuel por qué el Señor ya no le estaba hablando, la respuesta de Samuel a Saúl fue:

• Entonces Samuel dijo: ¿Para qué me preguntas a mí, puesto que el SEÑOR se ha apartado de ti y se ha vuelto tu adversario? El SEÑOR ha hecho lo que dijo por medio de mí, pues el SEÑOR ha quitado el reino de tu mano y lo ha dado a tu prójimo, a David; porque no obedeciste la voz del SEÑOR ni ejecutaste el ardor de su ira contra Amalec. Por eso el SEÑOR te ha hecho esto hoy.” (1 Sam. 28:16-18)

Una de las cosas que Jehová hizo a Saúl fue que se apartó de él. ¡El Señor ya no le habló al desobediente Saúl!

• “Entonces Saúl consultó al SEÑOR, pero el SEÑOR no le respondió ni por sueños ni por Urim ni por los profetas” (1 Sam 28:6).

EL FINAL DE SAÚL Leemos que Saúl llegó a su fin de la siguiente manera:

• Y el joven que le informaba respondió: Me encontré por casualidad en el monte Gilboa y he aquí que Saúl estaba apoyado sobre su lanza y que los carros y los jinetes lo alcanzaban. Entonces Saúl miró hacia atrás y me vio, y me llamó. Yo dije: “Heme aquí”. Me preguntó: “¿Quién eres tú?”. Le respondí: “Soy un amalequita” y me dijo: “Por favor, ponte a mi lado y mátame porque la agonía se ha

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apoderado de mí, pero mi vida está todavía en mí”. Entonces me puse a su lado y lo maté, porque sabía que él no podría vivir después de su caída. Luego tomé la diadema que tenía en su cabeza y el brazalete que llevaba en su brazo y los he traído aquí a mi señor". (2 Sam 1:6-10).

Otras personas en la Biblia han llegado con un profundo remordimiento y han recibido un verdadero perdón del Señor.

• El Rey David: Al músico principal. Salmo de David, cuando el profeta Natán fue a él después de que David tuvo relaciones con Betsabé. Ten piedad de mí, oh Dios conforme a tu misericordia. Por tu abundante compasión borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis rebeliones y mi pecado está siempre delante de mí. Contra ti, contra ti solo he pecado y he hecho lo malo ante tus ojos. Seas tú reconocido justo en tu palabra y tenido por puro en tu juicio. He aquí, en maldad he nacido y en pecado me concibió mi madre. He aquí, tú quieres la verdad en lo íntimo y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría; quita mi pecado con hisopo y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve. Hazme oír gozo y alegría y se regocijarán estos huesos que has quebrantado. Esconde tu rostro de mis pecados y borra todas mis maldades. (Sal. 51:1-9)

• El fariseo y el publicano: Dijo también esta parábola a unos que confiaban en sí mismos como que eran justos y menospreciaban a los demás: “Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo, y el otro, publicano. El fariseo, de pie, oraba consigo mismo de esta manera: ‘Dios, te doy gracias que no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni aun como este publicano.

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Ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que poseo’. Pero el publicano, de pie a cierta distancia, no quería ni alzar los ojos al cielo sino que se golpeaba el pecho diciendo: ‘Dios, sé propicio a mí, que soy pecador’. Les digo que este descendió a casa justificado en lugar del primero. Porque cualquiera que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido". (Lucas 18:9-14)

• El hijo pródigo: El hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y ante ti y ya no soy digno de ser llamado tu hijo”. (Lucas 15:21)

No se encuentra este tipo de remordimiento en Saúl.

• “Porque la tristeza que es según Dios genera arrepentimiento para salvación, de lo que no hay que lamentarse; pero la tristeza del mundo degenera en muerte”. (2 Cor. 7:10).

Del remordimiento al arrepentimiento: un remordimiento que conlleva al arrepentimiento de corazón – esto como este es el que agrada a Dios – No lo tuvo Saúl. La falta de remordimiento roba a una persona la bendición de Dios sobre su vida.

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Capítulo 8

SAÚL Y LA BRUJA DE ENDOR ¿QUIÉN ES EL REY DE MI VIDA, MI PROPIO YO O

DIOS?

amuel ya había muerto y todo Israel había lamentado su partida. Lo habían sepultado en su ciudad, en Ramá. Y Saúl había quitado del país a los que evocaban a los muertos y a

los adivinos. Los filisteos se reunieron, vinieron y acamparon en Sunem. Saúl reunió a todo Israel, y ellos acamparon en Gilboa. Al ver Saúl el campamento de los filisteos, se atemorizó y su corazón se estremeció en gran manera. Entonces Saúl consultó al SEÑOR, pero el SEÑOR no le respondió ni por sueños ni por Urim ni por los profetas. Entonces Saúl dijo a sus servidores: Búsquenme una mujer que sepa evocar a los muertos, para que yo vaya a ella y consulte por medio de ella. Sus servidores le respondieron: He aquí que en Endor hay una mujer que sabe evocar a los muertos. Saúl se disfrazó poniéndose otra ropa y fue con dos hombres. Llegaron de noche a la mujer, y él dijo: Por favor, evócame a los muertos y haz que suba quien yo te diga. Pero la mujer le respondió: He aquí, tú sabes lo que ha hecho Saúl; cómo ha eliminado del país a los que evocan a los muertos y a los adivinos. ¿Por qué, pues pones una trampa a mi vida para causarme la muerte? Saúl le juró por el SEÑOR, diciendo: ¡Vive el SEÑOR, que ningún mal te vendrá por esto! Entonces la mujer preguntó: ¿A quién haré que suba? Él respondió: Haz que suba Samuel. Al ver la mujer a Samuel, gritó fuertemente y la mujer habló a Saúl diciendo: ¿Por qué me has engañado? ¡Tú eres Saúl! El rey le dijo: No tengas miedo. ¿Qué has visto? La mujer respondió a Saúl: He visto un espíritu que sube

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de la tierra. Entonces él le preguntó: ¿Qué aspecto tiene? Ella respondió: Sube un hombre anciano envuelto en un manto. Saúl entendió que era Samuel e inclinando el rostro a tierra se postró. Entonces Samuel preguntó a Saúl: ¿Por qué me has molestado haciéndome subir? Saúl respondió: Estoy muy angustiado, pues los filisteos combaten contra mí y Dios se ha apartado de mí. No me responde más ni por medio de profetas ni por sueños. Por esto te he llamado, para que me declares lo que tengo que hacer. Entonces Samuel dijo: ¿Para qué me preguntas a mí, puesto que el SEÑOR se ha apartado de ti y se ha vuelto tu adversario? El SEÑOR ha hecho lo que dijo por medio de mí, pues el SEÑOR ha quitado el reino de tu mano y lo ha dado a tu prójimo, a David porque no obedeciste la voz del SEÑOR ni ejecutaste el ardor de su ira contra Amalec. Por eso el SEÑOR te ha hecho esto hoy. Además, el SEÑOR entregará a Israel y también a ti en mano de los filisteos. Mañana estarán conmigo, tú y tus hijos. El SEÑOR entregará también el ejército de Israel en mano de los filisteos. Entonces Saúl cayó en tierra, tan largo como era y tuvo gran temor por las palabras de Samuel. No le quedaban fuerzas, pues no había comido nada en todo el día ni en toda la noche”. (1 Sam. 28:3-20) Respecto a Saúl, uno se puede preguntar una y otra vez:

• ¿Cómo una persona que es superior a sus semejantes puede hundirse espiritualmente de manera tan profunda como lo hizo Saúl?

• ¿Cómo una vida tan prometedora podría colapsar a un nivel tan bajo?

De Saúl podemos declarar: Al principio, el Señor lo seleccionó por el honor de ser el primer rey de Israel. Al final, Dios se convirtió en su enemigo y Saúl tuvo que buscar ayuda y consuelo de una bruja.

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EL TRASFONDO Una vez más, los filisteos estaban listos para atacar a Israel. El rey Saúl estaba angustiado. El Señor no le estaba respondiendo a través de los sueños o por medio del Urim o de los profetas. El Urim fue utilizado en asuntos de importancia nacional para el pueblo de Israel. Eran las piedras en el pectoral del sumo sacerdote. Por orden del rey, sus sirvientes lo llevaron a una médium, una persona que dice ser capaz de comunicarse con los espíritus de los muertos o de llamarlos. ¡Aunque Saúl los había prohibido en la tierra, había llegado a un punto en su vida donde este era su último recurso y última esperanza! Así que Saúl y dos confidentes fueron a Endor para reunirse con esta médium, "de noche", como suele hacer la gente cuando saben que están haciendo algo mal (versículo 8). Algo muy notorio sucedió como se describe en 1 Samuel 28:11-14:

• ¿Cómo se debe entender esto?

• ¿Realmente Samuel se apareció a la bruja y a Saúl?

• ¿Se puede intentar hacer algo como esto?

¿QUÉ DICE LA BIBLIA SOBRE CONSULTAR A UN MÉDIUM?

La Escritura habla enérgicamente contra todas las formas de brujería y la invocación de espíritus de los muertos:

• A la hechicera no la dejarás con vida. (Exod. 22:18)

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• No se vuelvan a los encantadores ni a los adivinos; no los consulten, contaminándose con ellos. Yo soy Jehová, su Dios. (Lev. 19:31)

• La persona que preste atención a encantadores o adivinos, para prostituirse detrás de ellos, yo pondré mi rostro contra tal persona y la eliminaré de su pueblo. (Lev. 20:6)

• Cuando entres a la tierra que Jehová, tu Dios, te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominable para Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas cosas abominables Jehová, tu Dios, expulsa a estas naciones de tu presencia. (Deut. 18:9-12)

El Señor aborrece esta y otras prácticas similares. Es una abominación a sus ojos. ¡No es aceptable! Jesús lo expone claramente en Lucas 16:

• Entonces, gritando, dijo: “Padre Abraham, ten misericordia de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama.” Pero Abraham le dijo: “Hijo, acuérdate de que recibiste tus bienes en tu vida y Lázaro, males; pero ahora éste es consolado aquí y tú atormentado. Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y ustedes, de manera que los que quieran pasar de aquí a ustedes no pueden, ni de allá pasar acá”. Entonces le dijo: “Te ruego, pues padre, que lo envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique a fin de que no vengan ellos también a este lugar

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de tormento”. Abraham le dijo: “A Moisés y a los Profetas tienen; ¡que los oigan a ellos!” (Lucas 16:24-29)

¿ENTONCES QUÉ PASÓ EN EL CASO DE SAÚL? No obstante, sabemos que los médiums y los "espiritistas" se ocupan de los fraudes. Los únicos espíritus a quienes ellos contactan son a los demonios, los sirvientes del diablo: los espíritus malignos. Pero fíjese en la decepción de la bruja de Endor en este evento. Siempre, cuando la gente la consultaba anteriormente, ella los engañaba fraudulentamente. Pero en esa ocasión: Al ver la mujer a Samuel, lanzó un grito y dijo a Saúl: (1 Sam 28:12) De repente, ella estaba aterrorizada. Lo que estaba sucediendo allí fue una intervención del Todopoderoso Jehová. ¡Dios quiso hablar una palabra de juicio sobre Saúl y lo hizo a través de Samuel! No fue la médium quien invocó a Samuel, sino que Dios lo envió. Samuel anunció a Saúl su propia sentencia de muerte y su rechazo por parte de Dios. La participación de Saúl en esta "sesión" solo agravó su miseria. Entonces Saúl y la mujer estaban aterrorizados. La desobediencia condujo inmediatamente a la muerte. Al día siguiente, Saúl y sus hijos murieron en Gilboa. La palabra de juicio de Dios por medio de Samuel se cumplió.

• Los filisteos siguieron de cerca de Saúl y a sus hijos, y mataron a Jonatán, a Abinadab y a Malquisúa, hijos de Saúl. La batalla arreció contra Saúl; lo alcanzaron los flecheros y tuvo mucho miedo de ellos. Entonces dijo Saúl a

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su escudero: Saca tu espada y traspásame con ella, para que no vengan estos incircuncisos a traspasarme y burlarse de mí. Pero su escudero no quería, pues tenía gran temor. Tomó entonces Saúl su propia espada y se echó sobre ella. Al ver que Saúl había muerto, su escudero se echó también sobre su espada y murió junto con él. Así murió Saúl aquel día, junto con sus tres hijos, su escudero, y todos sus hombres. (1 Sam. 31:2-6)

• Así murió Saúl a causa de su rebelión con que pecó contra Jehová, contra la palabra de Jehová la cual no guardó, y porque consultó a una adivina y no consultó a Jehová; por esta causa lo mató, y traspasó el reino a David hijo de Isaí.(1 Cr. 10:13-14)

¿QUÉ APRENDEMOS DE LA VIDA DE SAÚL? El pecado endurece el corazón de una persona si no se aparta de ello lo antes posible. Cuan totalmente endurecido haber estado Saúl para ir a consultar con una bruja. Saúl no escuchó lo que el Señor había ordenado explícitamente. Él pagó un precio muy alto por ello. Lo pagó con su vida. Progresivamente, la propia voluntad de Saúl tomó el lugar de la voluntad de Dios en su vida. Saúl no quería un rey, él quería ser rey. Este fue el asunto central de su vida. Quería estar muy por encima de sus semejantes para su propia gloria y exaltación, incluso por encima del Dios de Israel. Saúl se interpuso en el camino de Dios en lugar de estar a su servicio. De la vida de Saúl aprendemos:

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• Que Dios quiere obediencia de corazón y no solo rituales religiosos. (1 Sam. 15:22).

• Que la obediencia siempre implica un sacrificio, pero que un sacrificio no siempre es obediencia (1 Samuel 15).

• Que al tomar decisiones constantemente equivocadas, poco después nos alejamos del plan de Dios para nuestras vidas (1 Sam. 15:28-29).

• Que Saúl pagó el precio más alto por sus decisiones equivocadas. (1 Sam. 31:6).

Un análisis de la vida de Saúl nos conlleva a la simple pregunta, pero que abarca todo: ¿Quién es el rey de mi vida, soy yo o el Señor Dios?

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Capítulo 9

UZA TOCA EL ARCA Y MUERE

BUSQUE A DIOS DE MANERA APROPIADA

avid volvió a reunir a todos los escogidos de Israel, treinta mil y se levantó David y partió de Baala de Judá con todo el pueblo que tenía consigo, para hacer pasar de allí el

arca de Dios, sobre la cual era invocado el nombre de Jehová de los ejércitos, que mora entre los querubines. Pusieron el arca de Dios sobre un carro nuevo, y la llevaron de la casa de Abinadab, que estaba en el collado; y Uza y Ahío, hijos de Abinadab guiaban el carro nuevo y cuando lo llevaban de la casa de Abinadab que estaba en el collado, con el arca de Dios, Ahío iba delante del arca y David y toda la casa de Israel danzaban delante de Jehová con toda clase de instrumentos de madera de haya; con arpas, salterios, panderos, flautas y címbalos. Cuando llegaron a la era de Nacón, Uza extendió su mano al arca de Dios, y la sostuvo; porque los bueyes tropezaban y el furor de Jehová se encendió contra Uza y lo hirió allí Dios por aquella temeridad y cayó allí muerto junto al arca de Dios y se entristeció David por haber herido Jehová a Uza y fue llamado aquel lugar Pérez-uza, hasta hoy y temiendo David a Jehová aquel día, dijo: ¿Cómo ha de venir a mí el arca de Jehová? De modo que David no quiso traer para sí el arca de Jehová a la ciudad de David; y la hizo llevar David a casa de Obed-edom geteo. (2 Sam. 6:1-10).

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La primera reacción de una persona es: "Después de todo, esto es inconcebible y excesivo. Al fin y al cabo, Uza solo quería hacer el bien. Fueron los bueyes los que habían tropezado... El arca podría haberse caído del carro y haber sido dañada. Uza solo había querido evitarlo. ¿Está ahora condenado a muerte por un acto bienintencionado? ¿Es esto, lo que Dios es y lo que hace? ¿Por qué Dios golpeó a Uza allí por el arca? (2 Sam. 6:7).

EL ARCA ERA EL SÍMBOLO DE LA PRESENCIA DE DIOS PARA CON SU PUEBLO

En 1 Samuel 7:1 Leemos que después que los filisteos habían devuelto el arca al territorio de Israel, se encontraba en la casa del sacerdote Abinadab, a dos horas de camino de Jerusalén, donde el arca se conservaba durante setenta años. Entonces David se convirtió en rey:

• Lo primero que hizo fue hacer de Jerusalén la sede de su gobierno.

• Luego en segundo lugar, hizo de Jerusalén la capital religiosa, el centro de adoración.

• El arca ahora tenía que ser sacada de la casa de Abinadab y llevada a Jerusalén donde se alojaría en una tienda especialmente preparada por David.

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UNA VEZ MÁS DIOS DEBE VIVIR ENTRE SU PUEBLO En esta ocasión fue que Uza tocó el arca mientras los bueyes que tiraban del carro tropezaron. Uza perdió su vida por este gesto. No se explica los detalles de la muerte de Uza. Podría haber sido un derrame cerebral, un ataque al corazón o un rayo. Lo que sí sabemos es que fue Dios quien lo golpeó por su error (2 Sam. 6:7). Su muerte repentina fue el resultado directo de haberse arriezgado a tocar el arca.

¿POR QUÉ EL SEÑOR GOLPEÓ A UZA EN EL ARCA? Uno simplemente puede entenderlo si se da cuenta que, en este gesto aparentemente inocente de Uza, se ocultaba mucho más de lo que se piensa. ¡El gran Conocedor de corazones, el Dios justo del cielo y la tierra, no castiga a las personas con la muerte por razones triviales!

¿CUÁL FUÉ EL PECADO DE UZA DESPUÉS? En primer lugar: Dios no tolera la desobediencia cuando da órdenes específicas.

• Y llevaron el Arca de Dios de la casa de Abinadab en un carro nuevo; y Uza y Ahío guiaban el carro. (1 Cr. 13:7)

Así es como utilizarían un nuevo carro por primera vez para transportar el arca. ¿Y la segunda vez, después de la muerte de Uza?

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• Entonces dijo David: El Arca de Dios no debe ser llevada sino por los levitas; porque a ellos ha elegido Jehová para que lleven el Arca de Jehová y le sirvan perpetuamente.” (1 Cr. 15:2)

• Luego llamó David a los sacerdotes Sadoc, Abiatar y a los levitas Uriel, Asaías, Joel, Semaías, Eliel y Aminadab y les dijo: Ustedes que son los principales padres de las familias de los levitas, santifíquense ustedes y a sus hermanos y lleven el Arca de Jehová, Dios de Israel al lugar que le he preparado; pues por no haberlo hecho así ustedes la primera vez, Jehová, nuestro Dios, nos quebrantó, por cuanto no le buscamos según su ordenanza. Se santificaron pues, los sacerdotes y los levitas para traer el Arca de Jehová, Dios de Israel y los hijos de los levitas trajeron el Arca de Dios puesta sobre sus hombros en las barras, como lo había mandado Moisés, conforme a la palabra de Jehová. (1 Cr. 15:11-15).

El Señor Dios dio instrucciones claras sobre el transporte del arca de Dios: quién tenía que transportarla y cómo tenía que ser transportada:

• “Toma la cuenta de los hijos de Coat de entre los hijos de Leví, por sus familias, según las casas de sus padres de edad de treinta años arriba hasta cincuenta años, todos los que entran en compañía para servir en el tabernáculo de reunión. El oficio de los hijos de Coat en el tabernáculo de reunión, en el lugar santísimo, será este”. (Nm. 4:2-4)

• ”Y cuando acaben Aarón y sus hijos de cubrir el santuario y todos los utensilios del santuario, cuando haya de mudarse el campamento, vendrán después de ello los hijos de Coat para llevarlos; pero no tocarán cosa santa, no sea que mueran. Estas serán las cargas de los hijos de Coat en el tabernáculo de reunión” (Nm. 4:15).

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• “Luego Jehová habló a Moisés y le dijo: Aparta a los levitas de entre los demás hijos de Israel y haz expiación por ellos. Así harás para purificarlos: Rocía sobre ellos el agua de la expiación y haz pasar la navaja por todo su cuerpo; ellos lavarán sus vestidos y así quedarán purificados. Luego tomarán un novillo, con su ofrenda de flor de harina amasada con aceite y tú tomarás otro novillo para la expiación” (Nm. 8:5-8).

De los hijos de Leví, solo los hijos de Coat fueron apartados para manejar las cosas santas de Dios con la mayor reverencia. El arca era tan sagrado que no debía tocarse, sin importar cuáles fueran las circunstancias. La desobediencia a las claras instrucciones de Dios era un pecado peligroso. La desobediencia lleva en su interior el germen de la muerte. El grave error no fue el transporte del arca de Dios desde la casa de Abinadab a Jerusalén, sino el método de transporte utilizado. El pueblo de Dios no puede hacer lo que hacen los pecadores: los filisteos transportaron el arca de Dios en un carro nuevo (1 Samuel 6:7-8) cuando devolvieron el arca a Israel. ¡Ahora David y su pueblo estaban haciendo lo mismo! (2 Sam. 6:3).

LA PRIMERA LECCIÓN: LA OBEDIENCIA David y su pueblo, al comienzo de su reinado tuvieron que aprender la lección de la obediencia, es la lección que Saúl, el predecesor de David nunca aprendió. Eso llevó a la muerte a Saúl.

• Entonces Samuel dijo: ¿Acaso se complace Jehová tanto en los holocaustos y sacrificios como en la obediencia a las

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palabras de Jehová? Mejor es obedecer que sacrificar; prestar atención mejor es que la grasa de los carneros. (1 Sam. 15:22)

Esto se debió a que, por enésima vez, Saúl también hizo voluntariamente lo que quería y no lo que Dios había dicho.

LA SEGUNDA LECCIÓN: LA FALTA DE REVERENCIA SE CASTIGA CON PENA DE MUERTE

Cuando David regresó con el arca a Jerusalén la primera vez, ¿fue una exhibición militar?

• David volvió a reunir a todos los escogidos de Israel, treinta mil hombres. (2 Sam. 6:1)

En cualquier caso, esto testifica una vergonzosa omisión que no se presentaran ofrendas durante esta procesión. Puede que David era ignorante o no estaba consciente del mandato de Dios. David, ahora estando dolorosamente consciente de esto, cumplió con prontitud los mandamientos de Dios cuando intentó una segunda vez devolver el arca a Jerusalén.

• “pues por no haberlo hecho así ustedes la primera vez, Jehová, nuestro Dios, nos quebrantó, por cuanto no le buscamos según su ordenanza”. (1 Cr. 15:13).

• “Y estuvo el Arca de Jehová en casa de Obed-edom, el geteo, tres meses; y bendijo Jehová a Obed-edom y a toda su casa. Cuando se le avisó al rey David: «Jehová ha bendecido la casa de Obed-edom y todo lo que tiene a causa del Arca de Dios», fue David y trasladó con alegría el Arca de Dios de casa de Obed-edom a la ciudad de David y cuando los que llevaban el Arca de Dios habían dado seis

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pasos, él sacrificó un buey y un carnero engordado”. (2 Sam. 6:11-13)

Y cuando entraron en Jerusalén esto se repitió:

• Como Dios ayudó a los levitas que llevaban el Arca del pacto de Jehová, sacrificaron siete novillos y siete carneros. (1 Cr. 15:26)

No es tan difícil entender por qué Uza y Ahio no mostraron la reverencia requerida al transportar el arca del Señor. Esta arca había permanecido durante 70 años en la casa de su padre. Cuando llegaron a la madurez, ya estaba allí. Habían crecido con esta arca y se habían acostumbrado a ella como cualquier otro mueble en la casa. Poco a poco olvidaron que el arca de Dios representaba su presencia en medio de ellos. Es así que, Uza sin un corazón de reverencia la tocó. Dios es santo, como dice la Biblia: fuego consumidor. Sus cosas santas deben ser manejadas con la mayor reverencia. Incluso hoy estamos expuestos al pecado de perder nuestro temor reverente a las cosas santas del Señor:

• Domingo: El día de nuestra reunión conjunta

• La casa de Dios, Su nombre, Su Palabra;

• Los santos sacramentos, el bautismo y la comunión (por esta razón muchas personas ya han fallecido) (1 Cor. 11:29, 30) y

• Los oficios de la iglesia, las oraciones, el canto de las canciones: muchas cosas se han convertido en algo común y se abordan sin reverencia.

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Todo lo hacen de la manera más informal posible. Para el hombre, su conveniencia y su opinión se han convertido en el centro de todo. La ejecución de Uza en el arca de Dios nos sirve de advertencia: cueste lo que cueste, mantenga una actitud santa y reverente hacia las cosas del Señor Dios.

• Todas estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, que vivimos en estos tiempos finales. (1 Cor. 10:11).

Debemos tener cuidado con las cosas de Dios y entrar en la casa de Dios con reverencia. No use el nombre de Dios en vano a través de tus labios. No destruya a su Iglesia por una crítica injusta y sin amor.

LA TERCERA LECCIÓN: EL PECADO DE LA INDOLENCIA Es posible que los que transportaban el arca de Dios sean culpables de irreverencia a través de la desidia. ¿Por qué uno debe llevar el arca según lo estipulado, si puede transportarlo en un carro siendo arrastrado por bueyes? ¡La indolencia es parte de la naturaleza depravada del hombre! Por lo tanto, hay muchas personas que se deben a su falta de compromiso y no están preparadas para llevar ofrendas a Dios. Eligen el camino más fácil con el mínimo esfuerzo.

• ¿Por qué debo ir a la iglesia el domingo para cantar y adorar?

• ¿Por qué debo participar en las actividades congregacionales?

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Para la mayoría, las cosas de Dios se entrometen demasiado en su tiempo libre. Por consiguiente, el Dios santo del cielo y la tierra a menudo debe contentarse con lo mínimo de nuestro tiempo, energía y ofrendas monetarias. Los judíos en los días de David no querían ser tan anticuados como para llevar el arca como se le ordenó. ¡El mundo está avanzando! ¿Por qué permanecer anticuado y hacer cosas como la gente de antaño? Los tiempos cambian... Renunciar a los principios es solo otra tendencia pecaminosa en la naturaleza humana. Es así que Uza recibe golpe de muerte en el arca de Dios en presencia del Señor (1 Cr. 13:10). Luego algo sucedió en el corazón de David:

• “David tuvo pesar, porque Jehová había castigado a Uza; por lo que llamó a aquel lugar Pérez-uza, hasta el día de hoy y David temió a Dios aquel día, y dijo: ¿Cómo he de llevar a mi casa el Arca de Dios?”. (1 Cr. 13:11-12)

El rey David se sintió perturbado al darse cuenta que también era responsable de la muerte de Uza. Este rey tuvo miedo porque había aprendido de una manera nueva a comprender cuán santo es el Señor Dios. Uza había muerto para que una nación nuevamente pudiera temer a Dios. El escritor de hebreos nos enseña lo siguiente:

• Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos y tanto más, cuanto vean que aquel día se acerca. Si pecamos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por

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los pecados, sino una horrenda expectación de juicio y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. El que viola la Ley de Moisés por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensan que merecerá el que pisotee al Hijo de Dios y tenga por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado y ofenda al Espíritu de gracia? Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago: dice el Señor y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo! (Heb. 10:24-31)

Las razones de los juicios divinos no siempre son obvias para nosotros como hombres, no obstante, son válidas siempre que no busquemos al Señor nuestro Dios como deberíamos. (1 Cr. 15:13). Debemos recordar que el Juez de toda la tierra siempre hace lo correcto. Esto también es así en el caso de Uza.

• ¡No debemos desobedecer los mandamientos del Señor!

• ¡No debemos mostrar una falta de reverencia hacia las cosas de nuestro Señor Jesús!

• ¡No debemos volvernos tan indolentes en nuestra vida espiritual como para no reverenciar al Señor Jesucristo como debemos!

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Capítulo 10

BALAAM Y EL BURRO QUE

HABLA

CUANDO SE DEJA DE HACER LO CORRECTO

ntonces partieron los ancianos de Moab y los ancianos de Madián con las dádivas de adivinación en sus manos. Llegaron a Balaam y le comunicaron las palabras de Balac.

Balaam les respondió: Reposad aquí esta noche, y yo os responderé según Jehová me hable. Así los príncipes de Moab se quedaron con Balaam. Entonces se le apareció Dios a Balaam y le preguntó: ¿Quiénes son estos que están contigo? Balaam respondió a Dios: Balac hijo de Zipor, rey de Moab, ha enviado a decirme: “Este pueblo que ha salido de Egipto cubre toda la tierra. Ven pues, ahora, y maldícemelo; quizá podré pelear contra él y echarlo”. Entonces dijo Dios a Balaam: No vayas con ellos ni maldigas al pueblo, porque bendito es. Balaam se levantó por la mañana y dijo a los príncipes de Balac: Volveos a vuestra tierra, porque Jehová no me quiere dejar ir con vosotros. Los príncipes de Moab se levantaron, regresaron a donde estaba Balac y le dijeron: Balaam no quiso venir con nosotros. Otra vez volvió Balac a enviar príncipes, en mayor número y más honorables que los otros, los cuales fueron a ver a Balaam y le dijeron: Así dice Balac hijo de Zipor: “Te ruego que no dejes de venir a mí, pues sin duda te honraré mucho y haré todo lo que me digas. Ven, pues, ahora, y maldíceme a este pueblo”. Balaam respondió a los siervos de

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Balac: Aunque Balac me diera su casa llena de plata y oro, no puedo traspasar la palabra de Jehová, mi Dios, para hacer cosa chica ni grande. Os ruego, por tanto, ahora, que reposéis aquí esta noche, para que yo sepa qué me vuelve a decir Jehová y se le apareció Dios a Balaam de noche, y le dijo: Si vinieron para llamarte estos hombres, levántate y vete con ellos; pero harás lo que yo te diga. Balaam se levantó por la mañana, ensilló su asna y se fue con los príncipes de Moab. Pero la ira de Dios se encendió porque él iba, y el ángel de Jehová se puso en el camino como un adversario suyo. Iba pues, él montado sobre su asna y con él dos criados suyos. Cuando el asna vio al ángel de Jehová que estaba en el camino con la espada desnuda en la mano, se apartó del camino y se fue por el campo. Entonces azotó Balaam al asna para hacerla volver al camino. Pero el ángel de Jehová se puso en una senda de viñas que tenía pared a un lado y pared al otro. Al ver el asna al ángel de Jehová, se pegó a la pared y apretó contra la pared el pie de Balaam. Él volvió a azotarla. El ángel de Jehová pasó más allá y se puso en un sendero angosto donde no había camino para apartarse ni a la derecha ni a la izquierda. Cuando el asna vio al ángel de Jehová, se echó al suelo debajo de Balaam. Balaam se enojó y azotó a la asna con un palo. Entonces Jehová abrió la boca a la asna, la cual dijo a Balaam: ¿Qué te he hecho, que me has azotado estas tres veces? Porque te has burlado de mí, respondió Balaam a la asna. ¡Si tuviera una espada en mi mano, ahora mismo te mataría! El asna dijo a Balaam: ¿No soy yo tu asna? Sobre mí has cabalgado desde que tú me tienes hasta este día ¿Acaso acostumbro a portarme así contigo? No, respondió él. Entonces Jehová abrió los ojos de Balaam, que vio al ángel de Jehová en medio del camino, con la espada desnuda en la mano. Balaam hizo una reverencia y se postró sobre su rostro. El ángel de Jehová le dijo: ¿Por qué has azotado a tu asna estas tres veces? Yo soy el que ha salido a resistirte, porque tu camino es perverso delante de mí. El asna me ha visto y se ha apartado de mí estas tres veces y si de mí no se hubiera apartado, ya te hubiera matado a ti, y a ella la habría dejado viva. Entonces

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Balaam dijo al ángel de Jehová: He pecado, porque no sabía que tú te ponías delante de mí en el camino; pero ahora, si te parece mal, yo regresaré. Pero el ángel de Jehová respondió a Balaam: Ve con esos hombres; pero la palabra que yo te diga, ésa hablarás. Así Balaam se fue con los príncipes de Balac. (Nm. 22:7-35).

EL TRASFONDO Balaam es una de las figuras más enigmáticas de la Biblia. Era un hombre con reputación, influencia y muy conocido. De él dijo Balac: “…pues yo sé que el que tú bendigas bendito quedará, y el que tú maldigas maldito quedará”. (Nm. 22:6b). Las preguntas que surgen son las siguientes:

• ¿Por qué la historia de Balaam es tan completa y precisa registrada en la Biblia? ¿Por qué conceder tanto espacio al hombre?

• El más destacable de todos, es que él pronuncia las primeras y más hermosas predicciones en cuanto a la venida del Mesías:

o “Lo veo, mas no ahora; lo contemplo, mas no de cerca: Saldrá estrella de Jacob, se levantará cetro de Israel y herirá las sienes de Moab y destruirá a todos los hijos de Set”. (Nm. 24:17)

Este hombre Balaam, apareció en la escena bíblica cuando Israel estaba en el camino a Canaán y ya había derrotado ampliamente a dos reyes poderosos, Sehón de los amorreos y Og de Basán. Estaban en la frontera, listos para invadir Canaán. Balac, rey de Moab, estaba aterrorizado y dijo:

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• y dijo a los ancianos de Madián: Ahora esta gente va a devorar todos nuestros contornos, como devora el buey la grama del campo. Balac hijo de Zipor que entonces era rey de Moab, (Nm. 22:4).

Balac envió a Balaam Balac le envió un adivino, para que viniera y maldijera a Israel. ¡Balaam el mentiroso! Tenga en cuenta las acciones del hombre:

• Al principio Balaam manejó todo de manera correcta: Balaam les respondió: Reposad aquí esta noche y yo os responderé según Jehová me hable. Así los príncipes de Moab se quedaron con Balaam. (Nm. 22:8)

• Balaam escuchó la voz de Dios: Entonces se le apareció Dios a Balaam y le preguntó: ¿Quiénes son estos que están contigo? ...Entonces dijo Dios a Balaam: No vayas con ellos ni maldigas al pueblo, porque bendito es”. (Nm. 22:9-12)

• Balaam manejó los asuntos como un verdadero profeta: Balaam se levantó por la mañana y dijo a los príncipes de Balac: Volveos a vuestra tierra, porque Jehová no me quiere dejar ir con vosotros“. (Nm. 22:13)

Balac estaba desesperado y envió una delegación más grande e impresionante con un contingente aún mayor de príncipes. También hizo una oferta más alta por los servicios de Balaam:

• Otra vez volvió Balac a enviar príncipes, en mayor número y más honorables que los otros, los cuales fueron a ver a Balaam y le dijeron: Así dice Balac hijo de Zipor: “Te ruego que no dejes de venir a mí, pues sin duda te honraré

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mucho y haré todo lo que me digas. Ven pues, ahora, y maldíceme a este pueblo”. (Nm. 22:15-17)

Justo allí hubo un punto de inflexión en la vida de Balaam. Todo lo que se llevaría a cabo de aquí en adelante, conduciría a un inevitable nivel bajo en la vida de Balaam. Él sabía lo que tenía que hacer. Después de todo, el Señor ya le había dicho, pero ¿qué es lo que hizo ahora?

• “Ahora, por favor, permanezcan también ustedes aquí esta noche, y sabré qué más me dice el SEÑOR”. (Nm. 22:19)

¿Acaso con esto había querido hacer cumplir otra decisión de Dios? ¿Una decisión que sería financieramente ventajosa? Lo que sucedió durante la noche ciertamente parece haber sido enigmático:

• El Señor se le apareció.

• El Señor le permitió proceder.

• El Señor Dios tuvo un encuentro con él más adelante como su oponente.

¿Por qué Jehová Dios hizo esto? La Biblia nos da la respuesta años después. Cuando el apóstol Pablo habla de los falsos profetas y sus herejías, se refiere a Balaam y dice:

• Han dejado el camino recto y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad y fue reprendido por su iniquidad; pues una muda bestia de carga, hablando con voz de hombre, refrenó la locura del profeta. (2 Pe. 2:15-16).

El ángel de Dios se encontró con Balaam.

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El Señor sabía muy bien que Balaam estaba dispuesto a cometer una injusticia por una recompensa o por una ganancia financiera. Por esta razón, el Señor lo dejó ir. Jehová sabía que Balaam estaba ocupado haciendo servicio solamente de labios. En su corazón, la plata y el oro eran más importantes que la voluntad del Dios. En efecto, el Señor le permitió hacer lo que quería, ¡pero pocas cosas pueden ser más mortales que solo esto! ¡El Señor le permitió recorrer el camino de su propia voluntad y elección...! El Señor Dios usó un animal de montar, un burro, para hablar con Balaam (2 Pe. 2:16). El Ángel del Señor se apareció y advirtió a Balaam (Nm. 22:32-33). Dios aseguró que Balaam no podía maldecir a Israel. Balaam tendría en mente la visión que vio cuando habló de Israel. Uno se pregunta qué pasó con Balaam después de este episodio. La Biblia es muy clara sobre esto:

• En primer lugar: Balaam reconoció su pecado

• En segundo lugar: la confesión de Balaam fue simplemente un servicio de labios porque leemos esto: Entonces Balaam dijo al ángel de Jehová: He pecado, porque no sabía que tú te ponías delante de mí en el camino; pero ahora si te parece mal, yo regresaré”. (Nm. 22:34) ¡Aquí no hay una conversación auténtica!

• En tercer lugar: Balaam aún recurría a la brujería, es decir, a la adivinación y por ende era un adivino que intentaba ser profeta: Cuando vio Balaam que le parecía bien a Jehová que él bendijera a Israel, no fue como la primera y la segunda vez, en busca de agüero, sino que puso su rostro hacia el desierto”. (Nm. 24:1).

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• En cuarto lugar: Balaam todavía tenía sus ojos en la recompensa del adivino (2 Pe. 2:15).

¿Cómo pudo, asegurarse que él recibiera su recompensa sin maldecir a Israel? Balaam le aconsejó a Balac:

• “Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos y a cometer fornicación”. (Ap. 2:14).

• “Israel estaba en Sitim cuando el pueblo empezó a prostituirse con las hijas de Moab, las cuales invitaban al pueblo a los sacrificios de sus dioses; el pueblo comió y se inclinó a sus dioses. Así acudió el pueblo a Baal-peor y el furor de Jehová se encendió contra Israel”. (Nm. 25:1-3).

Finalmente Balaam sería superado por sus pecados: “Pelearon contra Madián como Jehová lo mandó a Moisés, y mataron a todos los hombres. Además de estas víctimas, mataron también a los reyes de Madián, Evi, Requem, Zur, Hur y Reba: cinco reyes de Madián. También mataron a espada a Balaam hijo de Beor”. (Nm. 31:7-8). Aprendemos un mensaje muy serio de lo que le pasó a Balaam: ¿Cuánta gracia no disfrutó Balaam? Dios le habló. Escuchó la palabra de Dios, sin embargo, abusó de la gracia de Dios y se hizo el tonto.

LECCIONES QUE HEMOS APRENDIDO DE ESTO

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En primer lugar: Debemos tomar muy en serio que uno nunca, pero nunca debe ignorar un mandato específico de Dios. Obedece los mandamientos de Dios sin cuestionar. En segundo lugar: Si se nos presenta una alternativa, debemos asociarnos con el pueblo de Dios sin ambigüedades e inmediatamente, y NO con Sus enemigos. En tercer lugar: Debemos estar en guardia contra la codicia: porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe y fueron traspasados de muchos dolores. (1 Tim. 6:10). Uno hará, literalmente cualquier cosa si el deseo del dinero lo atrapa. Hizo que Balaam dejara el camino correcto y se desviara: Han dejado el camino recto y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad, (2 Pe. 2:15). Se aferró tanto a las cosas materiales, que no creyó el mensaje que él mismo proclamaba. No debemos aferrarnos tanto a las cosas mundanas porque de ser así, no reconoceremos al Ángel del Señor (Jesucristo). Prestemos atención diligentemente a la palabra que nos dice:

• “Pidan, y se les dará. Busquen y hallarán. Llamen, y se les abrirá. Porque todo el que pide recibe, el que busca halla, y al que llama se le abrirá. ¿Qué hombre hay entre ustedes que, al hijo que le pide pan, le dará una piedra? ¿O al que le pide pescado le dará una serpiente? Pues si ustedes, siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más su Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden? La regla de oro “Así que, todo lo que quieran que hagan los hombres por ustedes, así también hagan por ellos, porque esto es la Ley y los Profetas. La

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puerta y el camino de la vida. “Entren por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella. Pero ¡qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y son pocos los que la hallan”. (Mt. 7:7-14).

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Capítulo 11

MUERTE DE UN PROFETA SIN

NOMBRE

EL HOMBRE DE DIOS CUYA MUERTE DICE LO

QUE SU VIDA NO PODRÍA HABER DICHO

dijo Jeroboam en su corazón: Ahora se volverá el reino a la casa de David, si este pueblo subiere a ofrecer sacrificios en la casa de Jehová en Jerusalén; porque el corazón de este

pueblo se volverá a su señor Roboam rey de Judá, y me matarán a mí, se volverán a Roboam rey de Judá y habiendo tenido consejo, hizo el rey dos becerros de oro y dijo al pueblo: Bastante habéis subido a Jerusalén; he aquí tus dioses, oh Israel, los cuales te hicieron subir de la tierra de Egipto y puso uno en Bet-el, y el otro en Dan”. (1 Reyes 12:26-29).

EL TRASFONDO El rey Jeroboam razonó que con tal que las diez tribus perseveraran en ir al Señor en Jerusalén, quizá sus corazones regresarían a Judá. Tomó consejo y luego decidió hacer dos becerros de oro. Los erigió, uno en Betel y el otro en Dan. ¡La adoración de ídolos aquí era importada! El rey organiza una gran ceremonia de inauguración y ascendió al altar para traer ofrendas.

Y

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EL HOMBRE DE DIOS DE JUDÁ De repente, un profeta sin nombre, un hombre de Dios desde Judá se adelantó y anunció:

• Luego aquél clamó contra el altar por palabra de Jehová y dijo: Altar, altar, así ha dicho Jehová: He aquí que a la casa de David nacerá un hijo llamado Josías, el cual sacrificará sobre ti a los sacerdotes de los lugares altos que queman sobre ti incienso, y sobre ti quemarán huesos de hombres y aquel mismo día dio una señal, diciendo: Esta es la señal de que Jehová ha hablado: he aquí que el altar se quebrará y la ceniza que sobre él está, se derramará. (1 Reyes 13:2-3).

El rey Jeroboam se opuso a él, pero su mano se secó: “Cuando el rey Jeroboam oyó la palabra del varón de Dios que había clamado contra el altar de Bet-el, extendiendo su mano desde el altar, dijo: ¡Prendedle! Mas la mano que había extendido contra él, se le secó y no la pudo enderezar y el altar se rompió y se derramó la ceniza del altar conforme a la señal que el varón de Dios había dado por palabra de Jehová. Entonces respondiendo el rey, dijo al varón de Dios: Te pido que ruegues ante la presencia de Jehová tu Dios y ores por mí, para que mi mano me sea restaurada y el varón de Dios oró a Jehová y la mano del rey se le restauró, y quedó como era antes”. (1 Reyes 13:4-6). Después de este incidente, el rey invitó al hombre de Dios a su casa para refrescarse y recibir una recompensa. El hombre de Dios se negó rotundamente. Tuvo que abandonar esta tierra pecaminosa lo antes posible y regresar a Judá. Así que el Señor había ordenado implícitamente.

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EL PROFETA ANTIGUO EN BET-EL

En ese momento, un viejo profeta vivía en Bet-el que no profetizaba contra el culto pecaminoso de Jeroboam. Se desvió lejos de su vocación. En una tierra pecaminosa, se convirtió en un profeta mudo. Prefiere mantenerse alejado del festival de ídolos del rey que decir algo en contra. Sus hijos estaban allí y le contaron todo. Él reaccionó a esto de la siguiente manera:

• Y yendo tras el varón de Dios, le halló sentado debajo de una encina y le dijo: ¿Eres tú el varón de Dios que vino de Judá? El dijo: Yo soy. Entonces le dijo: Ven conmigo a casa, y come pan”. (1 Reyes 13:14, 15)

¿Por qué fue tras el hombre de Dios para invitarlo a su casa?

• Tal vez esperaba que al tener compañerismo alrededor de una mesa con un verdadero hombre de Dios, él podría participar en la gloria de Dios.

• A lo mejor el diablo lo envió.

• Quizá Dios quería enseñarnos por medio de él, cuan peligroso puede ser un profeta.

Cual sea el motivo – el profeta antiguo descaradamente mintió al hombre de Dios:

“Y el otro le dijo, mintiéndole: Yo también soy profeta como tú, y un ángel me ha hablado por palabra de Jehová, diciendo: Tráele

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contigo a tu casa, para que coma pan y beba agua.” 1 Reyes 13:18. (Él estaba mintiendo al profeta).

Esta es una pieza de ironía divina que Dios, particularmente a través de él, quien no había hablado en nombre de Dios en años, conversó con el profeta desobediente de Judá. Su mensaje es una sentencia de muerte:

• “el cual clamó al hombre de Dios que había venido de Judá diciendo: «Así dijo Jehová: Por cuanto has sido rebelde al mandato de Jehová y no guardaste el mandamiento que Jehová, tu Dios te había prescrito, sino que volviste, comiste pan y bebiste agua en el lugar donde Jehová te había dicho que no comieras pan ni bebieras agua, no entrará tu cuerpo en el sepulcro de tus padres”. (1 Reyes 13:21-22)

Por lo tanto, el hombre de Judá nunca alcanzaría llegar a casa. Un león ejecutaría la sentencia de muerte. (1 Reyes 13:28). El profeta de Judá había desobedecido un mandato distinto:

• “Porque así me está ordenado por palabra de Jehová, diciendo: No comas pan, ni bebas agua, ni regreses por el camino que fueres”. (1 Reyes 13:9)

Este mandato se dio precisamente para garantizar su propia seguridad que él podía ir y venir con el mayor secreto. Pero nuestra reacción sigue siendo de esta manera: ¿Pero cómo pudo haberlo sabido? El pobre hombre no sabía que el viejo profeta de Bet-el no estaba diciendo la verdad. ¡Había dicho que un ángel le había hablado! La respuesta es asombrosamente simple.

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ENTONCES, ¿POR QUÉ EL SEÑOR LO MATÓ? ¡Él debería haberlo sabido mejor! Había recibido el mandato de Dios en su propio corazón. No tenía derecho a desviarse de lo que Dios mismo le había dicho. Medite en lo siguiente: Alguien se acerca a un amigo para pedirle un préstamo. Necesita un préstamo sin intereses de $ 7,000.00 Dólares durante un período indefinido y le dice: "Sabes por qué te he pedido esto particularmente", y luego explica, "porque anoche soñé que el Señor me envió a ti para pedirte esto". Su amigo le responde: "Seguro que te prestaré el dinero sin intereses por tiempo indefinido, pero con una condición: “Si el Señor me dice lo mismo en un sueño esta noche". ¿Podría el profeta de Judá pensar que una palabra de un simple hombre podría invalidar un mandato del Señor? Vayamos al meollo del asunto:

• El profeta de Judá debería haber cuestionado inmediatamente la autenticidad de la de Bet-el.

• Debería haberse preguntado cómo era posible ser un profeta y estar en casa en Bet-el, y no estar en el festival.

• El viejo profeta no había hecho nada mientras Jeroboam se había burlado del verdadero Dios con su nueva religión.

• No había amigos de Dios en Bet-el. Por eso el mensaje de Dios fue tan fuerte: No comas en ninguna parte, no bebas en ninguna parte ni vivas en ninguna parte, especialmente porque el engaño es tan grande.

• Cuando la vida de una persona habla de manera diferente a lo que hablan sus labios, entonces el tal es un falso

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profeta. El profeta de Judá debería haber sabido esto. De todos modos, si estás invitado y no sabes si deberías ir, siempre es seguro elegir el camino difícil. El mensaje falso siempre es el más fácil, aquel en el que no pide ningún sacrificio al hombre:

o “porque el deseo de la carne es contra el Espíritu y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisierais”. (Gal. 5:17)

Esto fue lo que el profeta de Judá debió haber hecho en primera instancia cuando el falso profeta quiso engañarlo. La razón por la cual este profeta de Judá tenía que ser tan severamente castigado por Dios era porque sus acciones hicieron que su mensaje no cause ningún efecto. Medite en esto un poco más: ¿Cuál habría sido la impresión si el profeta de Judá hubiera comido junto con el rey Jeroboam o el viejo profeta de Bet-el? La gente podría haber dicho:

• “El hombre que acaba de pronunciar la maldición de Dios sobre Bet-el, de hecho, está de vuelta en Bet-el y está comiendo una maravillosa comida con su antiguo ministro, quien nunca ha pronunciado una palabra contra los pecados de la tierra. Vivió todos los años tan cómodamente entre ellos sin nunca reprenderlos".

• El profeta de Judá no puede predicar: "La ira de Dios descansa sobre los pecados de Bet-el y luego, unas horas después, él también está en casa comiendo con ellos".

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Solo había una manera de neutralizar el tremendo daño causado por el pecado de este hombre de Dios: Su muerte explica lo que su vida no podía. Su ejecución después de haber comido con el viejo profeta fue un segundo llamado a la gente de Bet-el: ¡Arrepiéntanse!

¿QUÉ NOS ENSEÑA DIOS A TRAVÉS ESTE CASO?

• Rechazar las palabras de aquellos que son contrarios a la Palabra de Dios con fuerza e intencionalmente.

• La desobediencia se castiga con muerte, especialmente en la vida de alguien que es llamado por Dios.

• Debemos protegernos contra cualquier conducta que pueda hacer que la palabra de Dios no cause ningún efecto.

Si pudiéramos hablar con el profeta de Judá, antes de emprender el viaje de regreso a Bet-el para comer y beber allí, le habríamos advertido, como alguien dijo una vez: "Sr. Profeta, ¡Dios nunca pidió tu opinión! Te dio instrucciones explícitas y esperaba que las obedecieras. El pecado que lleva a la muerte te alcanzó”. (1 Juan 5:16).

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Capítulo 12

JESÚS MALDICE UN ÁRBOL DE HIGO

SOLAMENTE HOJAS Y SIN FRUTO

ntró Jesús en Jerusalén y fue al Templo. Después de observarlo todo, como ya anochecía, se fue a Betania con los doce. Al día siguiente, cuando salieron de Betania, tuvo

hambre. Viendo a lo lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo; pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, pues no era tiempo de higos. Entonces Jesús dijo a la higuera: ¡Nunca jamás coma nadie fruto de ti! Y lo oyeron sus discípulos Vinieron, pues, a Jerusalén, y entrando Jesús en el Templo comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el Templo. Volcó las mesas de los cambistas y las sillas de los que vendían palomas; y no consentía que nadie atravesara el Templo llevando utensilio alguno y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito: “Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones”? Pero vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. Lo oyeron los escribas y los principales sacerdotes, y buscaban cómo matarlo, porque le tenían miedo, por cuanto todo el pueblo estaba admirado de su doctrina. Pero al llegar la noche, Jesús salió de la ciudad. Por la mañana, al pasar junto a la higuera, vieron que se había secado desde las raíces. Entonces Pedro, acordándose, le dijo: Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado”. (Marcos 11:11-21).

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Lo que hace que el evento sea tan inusual es que Jesús nunca había usado su omnipotencia como lo hizo en este caso. A primera vista, la acción de Jesús parece ser tan indigna. ¿Por qué estaba enojado, tan enojado que hizo eso a un árbol? En ningún otro lugar leemos que haya pronunciado sobre nadie una maldición, y cuando las palabras se cruzaron en sus labios, ¡golpeó a un árbol mudo! Lo peor de todo es la explicación dada en la Biblia: …pues no era tiempo de higos. (Marcos 11:13). A la luz de esto, parecía que Jesús había actuado de manera injusta, de hecho, de forma irrazonable y totalmente inapropiada.

LA CLAVE PARA LA COMPRENSIÓN DE ESTE EVENTO No fue la intolerancia egoísta y la frustración lo que hizo que Jesús maldijera apresuradamente al pobre árbol. Estamos tratando aquí con un acto simbólico, una parábola en acción que sirve como una advertencia urgente a la gente de su tiempo, y también para todos los tiempos. Jesús habló muchas parábolas y esta es una de ellas.

• Él tenia hambre (Verse 12);

• Fue a ver si tal vez hallara en ello algo. (Verse 13);

• Pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas (Verse 13);

• Entonces Jesús dijo a la higuera: ¡Nunca jamás coma nadie fruto de ti! (verse 14).

A la mañana siguiente, sus discípulos vieron que la maldición se había cumplido. El árbol se había secado desde las raíces. Cuando un árbol comienza a deteriorarse, generalmente se seca desde las hojas. Aquí sucedió lo contrario. ¡Un milagro de la noche a la mañana! El árbol se secó desde las raíces (Marcos

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11:20). Fue un acto de juicio del Hijo de Dios. Él realizó este milagro para poder hablar a Israel y también a nosotros.

¿CUÁL ES EL MENSAJE QUE JESÚS QUIERE TRAER A CASA?

Un atributo de la higuera que la hace única es que es el único árbol cuyas hojas y frutos aparecen simultáneamente al comienzo de la primavera. Cada vez que una higuera tiene hojas, ¡también lleva higos! Por lo tanto, un árbol con hojas crea la expectativa de que uno también encuentre higos en él. Esta es la regla entre las higueras. Sin embargo, aquí había una higuera que era diferente. Se quedó así lleno de hojas, aunque todavía no era el momento para los higos (versículo 13b). De nuestra historia bíblica, sabemos que este evento sucedió en el mes de abril. ¡Esta fue la última semana de Jesús! Su crucifixión estaba a pocos días de distancia. Normalmente las higueras en Israel solo comienzan a llevar frutos a partir del mes de junio. Este árbol ya estaba lleno de hojas en abril, todavía un mes o dos antes de la hora de llevar higos. Cuando el versículo dice 13: “pues no era tiempo de higos” no es para demostrar que Jesús fuera injusto o actuara por ignorancia cuando buscó higos en el árbol. De hecho, esto es solo para decirnos que este acto tiene un significado simbólico. Ahora el Hijo de Dios viene a Jerusalén.

• Entró Jesús en Jerusalén y fue al Templo. Después de observarlo todo, como ya anochecía, se fue a Betania con los doce. (Mark 11:11).

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• “Vinieron pues, a Jerusalén y entrando Jesús en el Templo comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el Templo. Volcó las mesas de los cambistas y las sillas de los que vendían palomas” (Mark 11:15)

Entre estas dos visitas, un día por separado, Jesús maldijo a la higuera. Dios envió a su Hijo a Jerusalén y al templo ¿y qué encontró? ¡Nada más que hojas! No hay fruto en Israel. Las hojas de la higuera sin ningún fruto simbolizaban la religión de Israel. En lo exterior allí había muchos signos de religiosidad:

• Israel se jactaba que Abraham era su padre.

• El templo en Jerusalén era su orgullo.

• Los escribas se ocuparon estudiando la ley y luego agregaron miles más.

• Los fariseos se dedicaron a observar las leyes hechas por los escribas.

• Los principales sacerdotes hacían largas oraciones en público y palidecían sus rostros para que otros pudieran ver que estaban ayunando.

En lo exterior había muchas señales. Israel se jactaba diciendo: Somos el pueblo de Dios; pero era solo una muestra de apariencia externa. Se veía muy impresionante desde el exterior. Pero, cuando Jesús realmente vino a Jerusalén, descubrió que el templo en realidad no era una casa de oración. Encontró una casa de comercio donde los funcionarios no estaban sirviendo al Señor Dios, sino que estaban ocupados dirigiendo sus propios negocios. Su religión era solo una farsa, una hipocresía, simplemente hojas, nada más. El fruto apropiado para el arrepentimiento estaba ausente. El Hijo de Dios que estaba en medio de ellos, no los

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reconoció ni los notó. ¡Al contrario, en pocos días lo iban a crucificar! Jesús tuvo que advertirles con la mayor seriedad: La apariencia exterior sin un cambio interno de corazón es solo hojas. ¡Merece el juicio y la maldición de Dios! Por esto es que Jesús maldijo a la higuera, el símbolo de su pueblo. La higuera merecía la maldición, no porque no diera frutos fuera de temporada, sino porque llevaba un adorno exterior que era falso que tiene apariencia de fruto, es decir, hojas desgastadas donde no había fruto.

¿QUÉ APRENDEMOS DE ESTE EVENTO? Con este acto de juicio, Jesús condenó toda hipocresía y formalismos, que en un sentido espiritual no es más que solamente hojas. La devoción externa ante Dios sin sinceridad interior es simple religión sin arrepentimiento, sin nacer de nuevo, son solo hojas. No hay verdadera piedad. Dios juzgará esto. La apariencia externa o lo exterior que carece de un cambio interno en el corazón traerá el juicio de Dios. Esa higuera no fue maldecida solo por no tener fruto, sino que tampoco tenía hojas. Cuando los dos discípulos gritaron: “…La higuera que maldijiste se ha secado. (Mark 11:21), La respuesta de Jesús fue: …Tened fe en Dios. (Mark 11:22). Este es el primer fruto que el Hijo de Dios está buscando: ¡Fe! ¿Qué encontrará Jesús por nosotros hoy, si tuviera que quedarse quieto en el árbol de nuestra vida? Si tuviera que examinarnos, ¿qué encontraría, solo hojas o frutos?

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Capítulo 13

EL PRIMOGÉNITO COMPARADO CON EL UNIGÉNITO

JESUCRISTO ES INIGUALABLE

a palabra "primogénito" es una de esas palabras en el Nuevo Testamento que, si se le da un vistazo simple, fácilmente el lector puede crear una comprensión errónea. También es

aquí donde el hereje histórico llamado Arrio, perdió el rumbo y vio a Cristo como la primera creación de Dios. Basado en Colosenses 1:15: “Cristo es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación”. Arrio enseñaba que Cristo era una creación de Dios, por ende no podría coexistir y ser igual a Dios. Actualmente, este punto de vista y esta enseñanza han sido proclamados en todo el mundo por los Testigos de Jehová y confunde a muchas personas ignorantes con respecto a la divinidad de Cristo. Rápidamente ellos citan Apocalipsis 3:14 Escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: “El Amén, el testigo fiel y verdadero, el Principio de la creación de Dios…” para probar que la existencia de Cristo tuvo un comienzo y no puede ser co-eterna con Dios. Según su doctrina, la primera creación de Dios fue Cristo, su Hijo.

REFUTACIÓN DE ESTA DECLARACIÓN Siempre es fatal tratar dogmáticamente con las Escrituras, es decir, citar textos fuera de su contexto para justificar tal declaración personal. Una exégesis honesta siempre tiene en

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cuenta el contexto completo el texto relevante para que se pueda encontrar toda la verdad. En el caso de Colosenses 1:15 Tenemos que leer el resto de la perícopa es decir, los versículos 16 y 17. Porque en él (Cristo el primogénito) fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra…todo fue creado por medio de él y para él. Él es antes que todas las cosas y todas las cosas en Él subsisten. Si la doctrina de Arrio y los testigos de Jehová fueran verdad y que Cristo es el Primogénito y que Él mismo es el principio, el comienzo de la creación de Dios, entonces Cristo se creó a sí mismo antes que ya existiera. ¡Esta idea es inconcebible y totalmente absurda! Lo que las Escrituras quería enseñarnos es que toda la creación fue iniciada por Él y tiene su existencia a través de Él: Todas las cosas por medio de él fueron hechas y sin él nada de lo que ha sido hecho fue hecho. (Juan 1:3).

EL VERDADERO SIGNIFICADO DE LA PALABRA “PRIMOGÉNITO”

Si observamos exegética y detenidamente todos los textos relevantes en los que se menciona a Cristo como el Primogénito de la creación en las Escrituras. La Biblia claramente afirma que Cristo nunca fue o podría ser parte de la creación. En las Escrituras hay cuatro referencias sobre Cristo como el Primogénito que debemos considerar:

• Cristo es la…el primogénito de toda creación. (Col. 1:15).

La palabra "Primogénito" es la palabra griega protokos y tiene un significado tanto secundario como primario:

o Por un lado, el significado secundario implica un

factor tiempo. Esto quiere decir que literalmente puede significar "el que nació primero en la

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familia". Esto lo leemos en las Escrituras en Lucas: Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón… (Lucas 2:7; también véase Heb. 11:28).

o Por otro lado, el significado principal no tiene ningún factor de tiempo, sino la idea de un título de precedencia en honor y supremacía. Lo leemos, por ejemplo, en Éxodo que Israel es el primer hijo nacido de Dios: Entonces dirás al faraón: “Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito (Ex. 4:22). Esto simplemente significa que Israel tiene prioridad como el pueblo elegido de Dios sobre todas las demás naciones. El hijo primogénito o mayor de la familia fue aquel a quien el padre le confió su honor y autoridad (Génesis capítulo 27). Cuando Pablo habla de Jesús como el Primogénito de toda la creación, no quiso decir que Jesús fuera el primero en el orden de las cosas creadas, sino que tiene supremacía en el honor, la autoridad y la soberanía en todo el universo y lo disfruta. Pablo califica la declaración con las palabras en Colosenses. 1:16: “…todo fue creado por medio de Él y para Él.

• y Él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito…” (Col. 1:18; ver también Ef. 1:22 y Ap. 1:5).

Cuando Pablo se refiere a Jesús como el Primogénito de los muertos, no quiere decir que Jesús es el primero en un orden de aquellos que resucitaron de los muertos – y por eso él usa otra palabra en griego enteramente, es decir, primicias o Primeros frutos (1 Cor. 15:20, 23), pero que Él como el resucitado de los muertos tiene prioridad en honor, autoridad y soberanía sobre la Iglesia y sobre todos

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aquellos que se levantarán de entre los muertos. Después de su resurrección de entre los muertos, Jesús también podría declarar: Toda autoridad me es dad en el cielo como en la tierra. (Mt. 28:18).

• “A los que antes conoció, también los predestinó para que fueran hechos conforme a la imagen de su Hijo para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos” (Rom. 8:29). Aquí nos encontramos con la posición de Jesús en relación con la iglesia. Él es Church el Primogénito, en otras palabras, Él disfruta la supremacía en honor, autoridad y soberanía sobre la Iglesia, como lo dice Pablo: Cristo es la cabeza de la iglesia; y Él es el Salvador del cuerpo (Ef. 5:23). A través de sus esfuerzos, los creyentes en la familia divina salieron como hermanos y no de sí mismos. Por aquella razón, Él disfruta la prioridad en honor, autoridad y soberanía sobre todos los demás hijos de Dios.

• Y otra vez, cuando (Dios el Padre) introduce al Primogénito en el mundo, dice: Adórenlo todos los ángeles de Dios”. (Heb. 1:6). La ubicación actual del primogénito, el Hijo de Dios es el cielo, a la diestra del Padre (Col. 3:1) y habla de estar por encima del tiempo y el espacio. Aquí es donde Jesús el Primogénito goza de supremacía en honor y autoridad sobre todas las cosas y criaturas creadas, en particular debido a su gran grandeza sobre los ángeles. Él es más que ellos en autoridad y honor, porque Él es el Hijo de Dios, ungido para gobernar como Rey por la eternidad (Heb. 1:4; 8-13), mientras que los ángeles son únicamente mensajeros (Heb. 1:7, 14).

Y cuando el Padre saque al Primogénito de nuevo del cielo a la tierra, coronado en gloria y honor (Hebreos 2:9) desde su localización espacial antes de tiempo (oikou-menè =

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tierra habitada), todos los ángeles de Dios (deben) adorarlo (Heb. 1:6), para mostrar a los habitantes de la tierra su excelencia en honor y autoridad sobre los ángeles como Dios.

Cristo en su relación con la creación también es el Primogénito de Dios. Pero en su relación con Dios, Cristo es el único Hijo unigénito que vino del Padre (Juan 1:14, 18; 3:16, 18; 1 Juan 4:9). Según el reconocido especialista griego, el profesor W. Barclay la palabra "Único Unigénito" por excelencia significa Exclusividad. Cristo es el Hijo único y especialmente amado de Dios que compartió la gloria del Padre antes de que el mundo existiera (Juan 17:5, 24).

SIGNIFICADO DE LA PALABRA “UNIGÉNITO” El escritor a los Hebreos usa esta palabra cuando escribe: ¿A cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, yo te he engendrado hoy”?... Heb. 1:5). La palabra griega para Unigénito en el Nuevo Testamento es gennaö, que literalmente significa procrear. También puede transmitir a uno la idea de un nacimiento o el comienzo de una existencia, que en consecuencia podría llevar a la idea errónea de que Cristo fue creado en el tiempo por el Padre como su Hijo y que por tanto, no podría estar eternamente con el Padre. Que Cristo es Dios y que también es eterno con el Padre es anunciado por Dios mismo: Pero al Hijo le dice: “Tu trono, O Dios (Cristo), es por siempre y para siempre (Heb. 1:8; Sal. 45:7-8). Pablo también profesa la deidad de Cristo cuando escribe: Él (Christ Jesus), siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, (Fil. 2:6) Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad; (Col.2:9). En consecuencia, las palabras ''unigénito" no significa ser procreado

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a existencia, porque Cristo es desde la eternidad y por la eternidad, Dios e Hijo de Dios.

COMPRENSIÓN DE LA PALABRA “UNIGNÉNITO” El verso en Hebreos 1:5 Es una cita del escritor a los hebreos, de Salmos 2:7 “Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy”. Él trae esta cita en relación con la superioridad de Cristo sobre los ángeles. A cuál de los ángeles dijo Dios jamás: …yo te he engendrado hoy. La pregunta retórica deja claro que Dios nunca ha dicho esto a ningún ángel, sino solo a su Hijo y al de Él en la resurrección. El apóstol Pablo confirma esto en su medida en Antioquía, cuando también citó el Salmos 2:7 Nosotros también os anunciamos el evangelio de aquella promesa hecha a nuestros padres, la cual Dios nos ha cumplido a nosotros, sus hijos, resucitando a Jesús; como está escrito también en el salmo segundo: “Mi hijo eres tú, yo te he engendrado hoy.” (Hch 13:32-33). Además, sabemos que todos los que por fe han aceptado a Cristo como su Salvador personal y fueron regenerados por el Espíritu Santo (Juan 1:12-13), se han convertido en participantes de su vida resucitada (Rom. 6:4). Por consiguiente, nosotros también participamos potencialmente en su superioridad sobre los ángeles y un día, a su regreso, realmente compartiremos con Él la resurrección de entre los muertos y el rapto de la Iglesia al cielo.

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Capítulo 14

EL HADES

HADES VERSUS PARAÍSO

uerte” simplemente significa separación del cuerpo físico de la persona espiritual. La Biblia enseña que cuando alguien muere, el cuerpo

físico regresa a la tierra tal como era y el espíritu a Dios quien lo dio. (Gn. 3:19; Ec. 12:7). Santiago lo puso de esta manera: Así como el cuerpo sin espíritu está muerto… (Santiago 2:26). La pregunta ahora es, cuando el espíritu abandona el cuerpo, ¿a dónde va o qué pasa con el espíritu? ¿Va a un lugar específico de conservación?

HADES – MORADA DEL ESPÍRITU MUERTO Del Antiguo Testamento queda claro que después de su muerte, el espíritu de una persona va al Hades. La palabra hebrea para Hades es Seol. Hay 65 referencias a Seol o Hades, en el Antiguo Testamento. El equivalente del Nuevo Testamento es Hades, la cual es una palabra griega. Hay 11 referencias sobre Hades en el Nuevo Testamento. Debido a las referencias del Antiguo Testamento sabemos que:

• Tanto los justos como los injustos después de la muerte van al Hades o al Seol.

“M

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o Los justos (Gn. 37:35; 42:38; 44:29, 31; Job 14:13; Sal. 16:10; 49:16).

o Los injustos (Nm. 16:30, 33; Job 24:19; Sal. 9:18; 49:14, 15; Ez. 32:21)

• Hades/Seol Siempre se señala que está abajo o hacia abajo (Gn. 37:35; 42:38; Nm. 16:30, 33; Dt. 32:22; 1 Sm. 2:6; 1 Reyes 2:6).

EL CASO DE CORÉ, DATÁN Y ABIRAM En esta historia resaltante en Números 16:1-34, vemos la descripción de cómo Coré, Datán y Abiram bajaron vivos a Seol (Hades). Estos tres hombres se rebelaron contra Moisés y Aarón. Coré de la tribu de Leví (Ex. 6:21; 1 Cr. 6:38) Vino con 250 seguidores en rebelión contra el sacerdocio de Aarón. (Nm. 16:1, 16-17). Datán y Abiram de la tribu de Rubén dirigió la rebelión contra el liderazgo de Moisés (Nm. 16:1). Los hijos de Rubén se negaron a aceptar el liderazgo de Moisés porque eran descendientes del primogénito de Jacob, el descendiente de Leví. Hombres de prestigio (Nm. 16:2), se unieron con Coré en rebelión. Esta resistencia de los 250 hombres significa que la sublevación se extendió a los círculos más altos, incluso entre los hombres que tenían buena reputación. De tal modo que hay una doble rebelión, en primer lugar contra el sacerdocio de Aarón, y en segundo lugar contra el liderazgo de Moisés y Aarón.

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El castigo del Señor para Coré, Datán y Abiram fue el mismo. La gente tuvo que alejarse de las tiendas de los tres hombres y sus familias. Observe detenidamente lo que sucede cuando Dios permite que ocurra algo nuevo. Moisés dice: “Pero si Jehová hace algo nuevo, si la tierra abre su boca y se los traga con todas sus cosas, y descienden vivos al seol, entonces conoceréis que estos hombres irritaron a Jehová.” (Nm. 16:30). Lo que sigue a continuación es algo nuevo, algo que nunca ha sucedido… y la tierra abrió su boca y los tragó con todas sus familias. Lo nuevo que Dios había creado, los hombres y sus familias cayeron vivos en el Seol. Este es el único ejemplo en la Biblia, donde el cuerpo de personas fueron vivos al Seol/Hades (el inframundo). Este evento muestra claramente que el Hades no es una condición, sino un lugar específico. De REFRENCIAS DEL NUEVO TESTAMENTO sabemos que:

• El hades está debajo de la tierra (Mt. 11:23, Fil 2:10);

• El hades está en el corazón de la tierra (Mt. 12:38-40);

• El hades está en las partes bajas de la tierra (Ef. 4:9);

• El hades no es una condición, sino un lugar (Lc. 16:28).

• El hades consta de dos compartimentos, lugar de tormento y el seno de Abraham (lugar de consuelo) (Lucas 16:22-28). Los dos lugares o compartimentos en Hades, separados por un abismo insondable, fueron la residencia de todas las personas fallecidas hasta la resurrección de Cristo de los muertos. Todas las personas, los salvos y los

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perdidos descendieron al Hades en sus respectivas moradas hasta que Jesús resucitó de entre los muertos.

• El hades es un lugar de existencia consciente después de la muerte. (Lucas 16:23-24).

• El hades es solo un lugar de residencia temporal. (Ap. 20:11-15)

Sabemos por información bíblica que una persona experimenta separación del espíritu de su cuerpo durante su muerte. El cuerpo vuelve al polvo, pero el espíritu de todos los muertos desciende al Hades en el corazón de la tierra hasta la resurrección de Cristo de entre los muertos.

DESCRIPCIÓN SOBRE LA VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE DE JESÚS Y LOS APÓSTOLES

La revelación del Antiguo Testamento prácticamente no dice nada acerca del estado eterno. No obstante, hay revelaciones personales sobre la vida después de la muerte en el Nuevo Testamento. (Job 19:25-26; Juan 8:56; Hch. 2:29-31). El momento para la introducción de condiciones después de la muerte aún no había llegado. Se retiene hasta que Cristo sacara a la luz la vida y la inmortalidad por medio del evangelio (2 Tim. 1:10). Cristo vino a revelar estas cosas de una manera muy especial. La vida y la eternidad ya existían. La tumba simplemente colocó un velo sobre ella en el Antiguo Testamento. El Nuevo Testamento ofrece una enseñanza mucho más completa sobre la vida después de la muerte. (Marcos 9:43-48; Lucas 16:19-31; Juan 11:26; 2 Cor. 5:1-10; Fil. 1:21-23; Ap. 6:9-11)

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JESÚS DESCRIBE EL HADES EN RELACIÓN AL JOVEN RICO Y LÁZARO

Jesús, da una descripción detallada de los dos compartimentos en el Hades en la historia del hombre rico y Lázaro, que se encuentra en las partes más bajas de la tierra. (Lucas 16:22-28). El lugar de tormento donde estaba el rico, es:

• Un lugar de tormento (versículo 28);

• Un lugar de separación (versículo 26);

• Un lugar de existencia consiente (versículo 23);

• Un lugar sin segundas oportunidades (versículo 26);

• Un lugar sin esperanza ni redención (versículo 26);

• Un lugar de aflicción (versículo 23);

• Un lugar de fuego y dolor (versículo 24); and

• Un lugar sin agua (versículo 24). En cuanto al lugar de consuelo donde estaba Lázaro:

• Los ángeles lo llevaron allí (versículo 22);

• Se llama El seno de Abraham (versículo 23), es una metáfora de un lugar donde un huésped se siente como en casa en un festín, refleja una relación cercana (ver Juan 13:23-25); y

• Un lugar de consuelo y seguridad (versículo 25).

Jesús enseñó que bajaría al Hades (Mateo 12:40). Esto también se profetiza en los Salmos (Sal. 16:10). Véase también Hechos 2:27, 30-32 en relación a este tema.

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DECLARACIÓN DE JESÚS SOBRE EL PARAÍSO

• La palabra "paraíso" es de origen persa y significa "jardín" o "un lugar de gran belleza". En Lucas 23:43 Jesús hace un anuncio extraordinario. Mientras colgaba en la cruz, declaró abiertamente a uno de los criminales que ambos (Jesús y el criminal) estarían ese mismo día en el paraíso: hoy estarás CONMIGO en el Paraíso. Lo que se debe recordar es que ningún manuscrito griego tuvo puntos finales o comas en la construcción de oraciones gramaticales antes del siglo IX. Solo había un punto final en medio de una línea que separaba cada palabra una de la otra. Es así que, el texto griego dice: De cierto te digo que hoy estarás CONMIGO en el Paraíso.

Hay tres declaraciones en el Nuevo Testamento con respecto al Paraíso:

• Jesús dice en Lucas 23:43: Y Jesús le dijo, “De cierto te digo, que hoy estarás CONMIGO en el paraíso”.

• En 2 Corintios 12:4 Pablo dice que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.

• En Apocalipsis 2:7 El espíritu afirma: “…Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en medio del paraíso de Dios”.

Sabemos que Jesús en una ocasión anterior les dijo a los escribas y fariseos que estaría tres días y tres noches en el corazón de la tierra. La pregunta que ahora me viene a la mente es: ¿Dónde estaba el paraíso en ese momento cuando Jesús estaba en la cruz? Jesús proclama que está en camino al Paraíso y los fariseos esperaban que iba al corazón de la tierra. ¿Cómo es que estas

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declaraciones riman entre sí? Sabemos que cuando murió Jesús no fue al cielo. Su cuerpo fue a la tumba y su alma a Seol (en hebreo) o Hades (en griego) (Hechos 2:27-32).

¿DÓNDE SE ENCUENTRA EL PARAÍSO? Durante los tiempos del Antiguo Testamento, el Paraíso estaba situado en el corazón de la tierra, es el mismo lugar que se describió como "el seno de Abraham". El paraíso describe la residencia de los salvos y los justos. Jesús describe el lugar en el seno de Abraham (que es la sección de los justos en el Hades) y el Paraíso como el mismo lugar. En efecto, todos los creyentes del Antiguo Testamento permanecieron, en el Hades hasta que Jesús ascendiera al cielo. Está claro que los pecados de los creyentes del Antiguo Testamento fueron cubiertos por las ofrendas de sangre y no fueron quitados en este momento a través de la ofrenda de Jesús hasta que fue crucificado (Hebreos 10:1-14). Después de su crucifixión, la sangre de Jesús quitó el pecado. De tal modo que, todo cambió después de la crucifixión de Jesús, por eso ahora leemos en 2 Corintios 12:1-4 que el Paraíso fue trasladado al tercer cielo, este es el cielo más alto donde reside Dios. Esta reubicación sucedió cuando Jesús ascendió al cielo (Ef. 4:8-10). En realidad, esto significa que ningún hijo de Dios desciende ahora al Hades cuando muere. Por el contrario, cuando morimos ahora, estaremos presentes con el Señor como lo menciona Pablo en 2 Corintios 5:8. También declara en Filipenses 1:23 que tiene un deseo de partir y estar con Cristo. Sabiendo Jesús lo que le esperaba, declaró poco antes de su crucifixión en Juan 14 diciendo: en la casa de Mi Padre muchas mansiones hay... Voy a preparar un lugar para ustedes... – Estas

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casas están en el cielo. El creyente ahora tiene la perspectiva de que el Paraíso lo está esperando en la gloria de Dios (el tercer cielo). Después de su resurrección, Jesús hizo esta maravillosa declaración en Apocalipsis 2:7 “…Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en medio del paraíso de Dios”. La gloriosa verdad con la que ahora se enfrenta el creyente es que el Paraíso, la residencia de todos los creyentes, ahora está esperando con anticipación en el cielo para recibir al creyente. Ahora sabemos que, después de la resurrección del Señor Jesús, no se menciona nada más de los creyentes que están en el Seol/Hades, o cualquiera que vaya allí. En la era actual de la Iglesia, sabemos que cuando el creyente fallece, él o ella, irá al tercer cielo, al Paraíso que está establecido allí. Ahora podemos entender lo que la Biblia quiere decir con las palabras en 1 Samuel 2:6 Jehová da la muerte y la vida; hace descender al seol (Hades) y retornar. Con su resurrección, el Señor Jesús despobló aquel lado del Paraíso del Hades y lo cerró con llave. Él declaró en Apocalipsis 1:18: “…Y tengo las llaves de la muerte y del Hades”. En consecuencia, a partir de la información bíblica, ahora asumimos que el Paraíso está en el tercer cielo y un lugar específico guardado para los creyentes.

LA REALIDAD DE LA VIDA CONTINUA EN EL HADES DE AQUELLOS QUE MURIERON SIN SALVACIÓN

En Lucas 16:19-31 Jesucristo describe en detalle la vida después de la muerte en el Hades para aquellos que murieron perdidos. El hades es un lugar de espera para la parte eterna (inmortal) del

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hombre pecador hasta el juicio del trono blanco, después de lo cual el Hades y aquellos que están en él serán arrojados al lago de fuego eterno (Ap. 20:11-15).

LA VIDA HASTA QUE EL JUEZ DEL TRONO BLANCO JUZGUE LA SECCIÓN DE INJUSTOS DEL HADES

Un análisis cuidadoso de Lucas 16:19-31 revela lo siguiente sobre el Hades:

• El hades no es una condición, sino un lugar. (Lucas 16:28).

• El lugar es conocido como el lugar de tormento (Lucas 16:28). Se describe como la parte de Hades donde se encuentran los "perdidos".

• Esta parte del Hades tiene un abismo insondable que lo separa de la sección donde estaban los recién fallecidos.

• En este sentido, el hades es un lugar de existencia consciente después de la muerte (Lucas 16:23-24). El cuerpo está en la tumba y la parte eterna está en el Hades.

• Por tanto, el hades es un lugar de separación (verse 26).

• Es un lugar donde no hay segunda oportunidad. (v. 26). El escritor a los Hebreos, confirma esto en Hebreos 9:27.

• Es un lugar de tormento (v. 23) y sufrimiento interminable.

• Es un lugar de fuego y dolor (v. 24).

• Es un lugar sin agua (v. 24). Por ende, es un lugar donde hay bastante sed que nunca puede ser saciada.

• El hades es un lugar donde se puede ver incluso cuando se está muerto (v. 23).

• Hades es un lugar donde se puede sentir (v. 23), De tal modo que la experiencia en aquel lugar es física.

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• Una persona puede hablar en aquel lugar (v. 24).

• Allí podrán escuchar (v. 25).

• Allí podrán recordar (v. 25).

• Después de haber muerto, se tiene memoria.

• Se preocupará por otras personas (v. 28).

• Reconocerán a otras personas (v. 23), por ende, a personas de la vida terrenal.

• Sabrán sobre el arrepentimiento (v. 30), aunque los que están en el Hades nunca se han arrepentido.

• Recordarán la Biblia (v. 29); Moisés y los profetas representan las escrituras del Antiguo Testamento (Lucas 24:27, 44-45).

• Nadie puede dejar el Hades para ir y advertir a otros. (v. 30-31).

• Tendrán lengua (v. 24).

• Es un lugar donde no hay misericordia (v. 24).

• No hay compasión de ningún tipo en aquel lugar.

• No habrá descanso (v. 25).

• Es un lugar de depresión total (verses 24, 27-28, 30) Los que han muerto, sin participar en la salvación, ya se encuentran en el Hades, donde están en dolor, tristeza, tormento y sufrimiento. Estos desafortunados aún no están en el infierno eterno, en el lago de fuego, sino que permanecen en el Hades hasta el juicio final, en el juicio del gran trono blanco (Ap. 20: 11-15) Por lo tanto, está claro en las Escrituras, que el Hades es solo una morada temporal hasta el juicio final. Después de eso, aquellos

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que estén allí serán condenados al juicio eterno, el lago de fuego: esta es la segunda muerte.

RESUMEN DEL HADES VERSUS EL PARAÍSO

• En el Antiguo Testamento, el Hades era la residencia de los espíritus de los justos e injustos que habían muerto. (Gn. 37:35).

• El hades se dividió en dos compartimentos con un abismo insondable entre ellos (Lucas 16:26).

• Las dos divisiones se conocen como el lugar del tormento (Hades) y el seno de Abraham (Paraíso) (Lucas 16).

• El hades está en el corazón (los niveles más bajos) de la tierra (Nm. 16).

• Después de la crucifixión y resurrección de Jesús de los muertos, ascendió al cielo más alto llevando con él, a los que estaban en el Paraíso, el tercer cielo donde vive el Padre. (Ef. 4:8-9; 2 Cor. 12:2-4; Heb. 12:22-24).

• El espíritu de los creyentes es ahora recibido en el paraíso, en el cielo cuando fallecen después de la resurrección de Jesús. El único compartimento, al que habrían descendido los fieles, está cerrado. (Ap. 1:18; 1 Cor. 15:55).

• La posición de los incrédulos no ha cambiado; ellos continúan cayendo al hades, a un lugar de dolor, tormento y sufrimiento hasta el juicio del gran trono blanco (Ap. 20:13-14).

El creyente tiene una maravillosa promesa de que el Paraíso lo está esperando, así como la promesa que puede participar del árbol de la vida que está dentro del Paraíso de Dios, el árbol que estaba en el jardín del Edén y que Adán y Eva fueron prohibidos comer después de la Caída (Gn. 3:22-24). En este punto el árbol

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será como se prometió en el Paraíso, en el cielo, y cada creyente que llega allí es un vencedor y tiene el derecho de comer del fruto y disfrutarlo (Ap. 2:7; 22:14).

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Capítulo 15

LA VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE

¿DÓNDE ESTABAN LOS MUERTOS ANTES DE LA

CRUCIFIXIÓN DE JESÚS?

e las Escrituras sabemos que después de la muerte de una persona, el espíritu se separa del cuerpo. Lo que no es material se separa de lo material. El apóstol Santiago lo

describe de la siguiente manera:

• Así como el cuerpo sin espíritu está muerto, también la fe sin obras está muerta. (Santiago 2:26)

¿El espíritu del hombre sigue viviendo en alguna parte? ¿Se desliza en el espacio o va a un lugar definido? Antes de la crucifixión de Jesús, los espíritus de todos los difuntos iban al Hades.

LA RESIDENCIA DEL ESPÍRITU DE LOS DIFUNTOS Para entender correctamente nuestro tema, debemos conocer el significado preciso de las palabras como aparecen en el original, en hebreo y en griego. La palabra hebrea del Antiguo Testamento para el lugar donde va el espíritu de los muertos es Seol, mientras que en el Nuevo Testamento griego, el mismo lugar se llama Hades. Ambos significan: la residencia del espíritu del difunto.

D

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Una comparación de los siguientes dos versículos confirma el hecho que estos términos Seol y Hades son el mismo lugar:

• porque no dejarás mi alma en el seol, ni permitirás que tu santo vea corrupción. (Sal. 16:10).

• El apóstol Pedro repite este versículo en el Nuevo Testamento y dice lo siguiente: porque no dejarás mi alma en el Hades ni permitirás que tu Santo vea corrupción. (Hechos 2:27)

Entonces, el Seol del Antiguo Testamento y el Hades del Nuevo Testamento se refieren al mismo lugar: (que es la residencia del espíritu del difunto). Ahora surge una pregunta involuntaria: ¿dónde está situado el Hades?

UBICACIÓN DEL HADES De los 65 pasajes en el Antiguo Testamento en los que se menciona el Seol, 20 textos se refieren a este como “hacia abajo”. En Génesis 37:35(b) leemos estas palabras que Jacob dijo: “… ¡Descenderé enlutado junto a mi hijo hasta el seol!...” Así se lamentó su padre por él. En la referencia del Nuevo Testamento sobre Hades encontramos que también se refiere a este como “hacia abajo”. El Señor Jesús, en Mateo 11:23, reprendió a los judíos donde Él dice: Y tú, Capernaúm, que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades serás abatida… (Ver también Lucas 10:15). En ninguna parte de la Biblia encontramos que se refiere al Seol o Hades como arriba o sobre la tierra, sino siempre abajo. ¿Qué quiere decir la Biblia con este concepto “hacia abajo”? Uno de los criminales en la cruz junto a Jesús, le dijo: “Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu Reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás CONMIGO en el paraíso”. (Lucas 23:42-43). Ahora sabemos que con la muerte de la persona el espíritu va abajo o desciende al Seol/Hades. Pablo nos dice que

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el Hades está situado en el corazón de la tierra, cuando escribe: Y eso de que «subió», ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? (Ef. 4:9) Ahora sabemos que el espíritu se separa del cuerpo en la muerte de una persona. El cuerpo vuelve al polvo, pero el espíritu va al Hades, en el corazón de la tierra. La siguiente pregunta que surge es: ¿Qué tipo de lugar es el Hades?

DESCRIPCIÓN DEL HADES Con respecto al Antiguo Testamento, casi no arroja luz sobre el Hades como tal. No revela casi nada sobre los espíritus de los malvados y los justos en el inframundo, excepto que todos los espíritus de los difuntos van al Seol o al Hades. No obstante, Cuando Jesús vino, trajo vida… a través del evangelio (2 Tim 1:10). En efecto, cuando Jesús habla del otro lado, habla como alguien que sabe porque de hecho Él había estado en el otro lado, es decir, el mundo espiritual. Jesús levanta el velo con respecto al inframundo para nosotros:

• “Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas. Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua porque estoy atormentado en esta

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llama, pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí y tú atormentado. Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá. Entonces le dijo: Te ruego, pues padre, que le envíes a la casa de mi padre porque tengo cinco hermanos para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos. El entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos”. (Lucas 16:19-31).

Aunque el encabezado dice: El hombre rico y Lázaro, debemos recordar que los títulos de los diversos perícopas o pasajes de la Biblia no forman parte del texto original, pero los traductores de la Biblia lo insertaron para darnos el tema de cada sección. Basado en la historia de Jesús en Lucas 16, el Hades consta de dos partes, o compartimentos que están separados por un gran abismo (versículo 26). En el fondo del golfo se encuentra el pozo sin fondo (Ap. 9:2), la prisión temporal de los espíritus malignos. Los demonios tienen como su rey, al ángel del pozo sin fondo: Sobre ellos tienen como rey al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión” (Ap. 9:11) (Ver también Mt. 8:29; Lucas 8:31; Ap. 9:1; 20:1-3). El único compartimento del Hades a donde Lázaro y Jesús descendieron (Hechos 2:31), es también el paraíso al que Jesús se refirió cuando hablaba con el ladrón moribundo en la cruz: De cierto, te digo, que hoy estarás CONMIGO en el paraíso. (Lucas 23:42-43). Esto contrastaba con la otra división del Paraíso a

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donde descendía el hombre rico. Este era un lugar de llamas de fuego, dolor y sufrimiento (Lucas 23:42-43). La otra división en el Hades, en contraste con la sección del Paraíso, a la que descendió el hombre rico, es un lugar lleno de llamas, tormento y tristeza (Lucas 16:23-24). Ahora con razón podemos decir que en el Antiguo Testamento todos los espíritus de los muertos, creyentes e incrédulos descendieron al Hades, en el corazón de la tierra. Los incrédulos e impíos van al compartimento del tormento donde son guardados hasta el día del juicio del Gran Trono Blanco. Aquí se juzgará que se arrojan a Gehena o al Infierno (Ap. 20:11-14). Cuando los creyentes mueren sus espíritus van al compartimiento donde se encuentra el paraíso, donde permanecen recluidos hasta el momento de la visita de Jesús al Hades y su resurrección. Este es el comienzo del Nuevo Testamento. Otro hecho muy importante que debemos observar es que los espíritus muertos continúan existiendo conscientemente en el Hades. Vemos que el hombre rico podía ver, sentir, tenía sed, habló y recordó, por lo que eso demuestra que no había perdido su personalidad. También muestra que la enseñanza del "sueño del alma" no es bíblica. Esta fue la situación de la vida después de la muerte antes de la resurrección de Jesucristo.

¿DÓNDE ESTÁN LOS MUERTOS DESPUÉS DE LA RESURRECCIÓN DE JESÚS?

El día que Cristo se levantó del Hades, tres días después de su crucifixión, no se levantó solo. Por eso encontramos en Efesios: Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad y dio dones a los hombres y eso de que «subió», ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? El que descendió es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo. (Ef. 4:8-10).

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Lo que la Biblia nos dice es que la parte del Paraíso del Hades ha sido despoblada; y que los justos desde Adán hasta la resurrección de Cristo han sido transferidos al Paraíso en el Cielo. Pablo confirma este hecho cuando describe su experiencia mientras fue apedreado en Listra (Hechos 14:19-20): Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar. (2 Cor. 12:2-4) Ahora nos queda claro que el Paraíso era un lugar de conservación para todos los santos del Antiguo Testamento, y que estaban en el corazón de la tierra, hasta que fueron trasladados al tercer cielo en la resurrección de Jesús. Es interesante notar que en su resurrección, Jesús cerró el lado del Paraíso dentro del Hades y lo despobló. Ahora, solo él tenía las llaves de Hades y de la muerte (Ap. 1:18). La Biblia también declara en 1 Samuel 2:6 “Él hace descender al seol y retornar…” Por lo tanto, debemos suponer que los espíritus de las personas fallecidas convocadas por los médiums no son más que demonios que se hacen pasar por el espíritu de la persona fallecida. Es por eso que el Señor nos prohíbe querer hacer contacto con los muertos: No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominable para Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas cosas abominables Jehová, tu Dios, expulsa a estas naciones de tu presencia. Perfecto serás delante de Jehová, tu Dios” (Dt. 18:10-13). El compartimiento donde se guardan los espíritus de los injustos para el juicio, todavía está en el inframundo. Cuando los impíos

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mueren, sus espíritus aún descienden al Hades en las partes más bajas de la tierra. Después del reinado del milenio de Cristo, según el capítulo 20 de Apocalipsis, los muertos en el Hades serán llamados a comparecer ante el Gran Trono Blanco (Apocalipsis 20:11). En este sentido, el apóstol Juan escribió: El mar entregó los muertos que había en él, la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos y fueron juzgados cada uno según sus obras. La muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Ésta es la muerte segunda. El que no se halló inscrito en el libro de la vida, fue lanzado al lago de fuego. (Ap. 20:13-14).

LA APARIENCIA DE LOS MUERTOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO

Después que Jesús salió del Hades junto con los santos del Antiguo Testamento para llevarlos al Paraíso en el tercer cielo, como ya hemos demostrado, algunas de esas personas reaparecieron físicamente a muchos en Jerusalén (Mt. 27:52-53). Estas personas deben haber muerto muy recientemente y fueron resucitadas físicamente, como Lázaro (Juan 11:43-44) y otros (1 Reyes 17:21-22; Lucas 8:54-55), por ende, esto es simplemente, resurrección. Sin duda, eran conocidos por muchos residentes de la ciudad. Si fueran personas que murieron hace siglos, no habría tenido sentido que aparezcan en público, porque nadie los habría reconocido. La pregunta aquí es: ¿Son también como Jesús resucitado de entre los muertos con cuerpos glorificados y junto con Cristo producen los primeros frutos de entre los muertos? (Referencia en 1 Cor. 15:23). La Biblia da un claro veredicto sobre esto. Pablo escribió a Timoteo: Aparición que a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes y Señor de señores, 16 el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible y a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver. A él sea la honra y el imperio sempiterno. Amén. (1 Tim. 6:15-16). En este sentido,

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estas personas no pudieron haber tenido cuerpos glorificados al igual que Lázaro y otros que simplemente fueron revividos de los muertos. Tampoco podrían estar con Cristo, la gavilla de la primicia o fruto de los muertos. ¡Solo Cristo es la primicia de los muertos, y nuestra garantía que un día, en su segunda venida, resucitaremos de entre los muertos con cuerpos glorificados!

EL PARAÍSO EN EL TERCER CIELO A partir de nuestras deliberaciones sabemos que el Paraíso del Antiguo Testamento que estaba en el Hades fue transferido al tercer cielo con la resurrección de Cristo de entre los muertos. Es notable que, después de la resurrección de Jesús, ya no leemos de una persona justa que desciende después de la muerte. Por el contrario, Pablo escribe a los corintios: pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor. (2 Cor. 5:8). En Filipenses 1:23 Él escribe: Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor. Sin lugar a duda debe ser una experiencia maravillosa estar conscientemente con el Señor Jesús en el Paraíso. Sin embargo, la Biblia no nos dice casi nada sobre las circunstancias y actividades en el paraíso celestial. Todo lo que Pablo nos dijo cuando lo apedrearon en Listra está en Hechos 14 y en 2 Cor. 12:4 Como fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar. Él debió haber visto cosas que nadie podría haber inventado, porque el otro mundo era más allá de lo razonable para el habitante terrenal. Lo que él dice es: De ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor. (Fil. 1:23). Debemos recordar que el Paraíso en el tercer cielo es solo un lugar específico de espera en el cielo. En este sentido, los espíritus en el Paraíso, no tienen libre acceso y movimiento en el cielo en

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su totalidad. Hay teólogos que sostienen que los espíritus que están en el Paraíso, en el tercer cielo aún no están listos para ver al Padre ya que están desnudos. Pablo dice en 2 Corintios 5:2-3, ya que todavía no tienen sus cuerpos de resurrección. Ahora surge la pregunta: ¿Cuándo recibirán los justos que están en el Paraíso sus cuerpos resucitados y glorificados?

LA PERIODO DE LA ESTANCIA EN EL PARAÍSO

Para contestar esta pregunta, debemos considerar con mucho cuidado lo que escribió Pablo en 1 Tesalonicenses 4:

• Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en Él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras. (1 Thess. 4:13-18).

De este pasaje aprendemos que Cristo traerá consigo a los espíritus de los justos en el Paraíso, en el tercer cielo con su regreso, más específicamente, el rapto para unirse con sus cuerpos. Los creyentes que todavía están vivos, cambiarán en un instante. Juntos, serán vestidos con sus cuerpos glorificados:

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• Os digo un misterio: No todos moriremos; pero todos seremos transformados en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta, porque se tocará la trompeta y los muertos serán resucitados incorruptibles y nosotros seremos transformados, pues es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción y que esto mortal se vista de inmortalidad. (1 Cor. 15:51-53)

Solo que ahora los fieles serán perfectos y estarán listos para acceder al cielo final. El cielo es un lugar preparado para personas preparadas. Este es el lugar donde Jesús ascendió para preparar un lugar para ustedes (nosotros), Y si me voy y os preparo lugar, vendré otra vez y os tomaré a mí mismo, para que donde yo esté, vosotros también estéis. (Juan 14:2-3).

• Pedro con gran entusiasmo se suma a las palabras de Jesús, cuando escribe: para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarchitable, reservada en los cielos para vosotros. (1 Pe. 1:4).

• Esta herencia es tan maravillosa e indescriptible que Pablo exclama: …Cosas que ojo no vio ni oído oyó, ni han subido al corazón del hombre, son las que Dios ha preparado para los que lo aman. (1 Cor. 2:9).

Por este motivo la Biblia nos advierte: Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. (Col. 3:1-2); porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. (Mt. 6:21). Ahora sabemos que después de que Jesús resucitó de entre los muertos, al morir los creyentes van al Paraíso, que se encuentra en el tercer cielo.

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Capítulo 16

LA VIDA Y MUERTE DE JUDAS ISCARIOTE

NO DEMOS CABIDA AL DIABLO

ntonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia. Los nombres

de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano; Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo, Simón el cananista, y Judas Iscariote, el que también le entregó. (Mt. 10:1-4). Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin y cuando cenaban, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, que le entregase. (Juan 13:1-2). Jesús le dijo: El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no todos. Porque sabía quién le iba a entregar; por eso dijo: No estáis limpios todos. (Juan 13:10-11). Habiendo dicho Jesús esto, se conmovió en espíritu, declaró y dijo: De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar.

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Entonces los discípulos se miraban unos a otros, dudando de quién hablaba y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado al lado de Jesús a éste, pues, hizo señas Simón Pedro, para que preguntase quién era aquel de quien hablaba. El entonces, recostado cerca del pecho de Jesús, le dijo: Señor, ¿quién es? Respondió Jesús: A quien yo diere el pan mojado, aquél es, y mojando el pan lo dio a Judas Iscariote hijo de Simón y después del bocado, Satanás entró en él. Entonces Jesús le dijo: Lo que vas a hacer, hazlo más pronto. Pero ninguno de los que estaban a la mesa entendió por qué le dijo esto. Porque algunos pensaban, puesto que Judas tenía la bolsa, que Jesús le decía: Compra lo que necesitamos para la fiesta; o que diese algo a los pobres. Cuando él pues, hubo tomado el bocado, luego salió; y era ya de noche. (Juan 13:21-30) Cuando uno se presente ante Judas un día, no tendrá todas las respuestas a las preguntas que preocupan a la mente. En la Biblia no hay una figura más trágica que él. Las preguntas que surgen en la mente de una persona son:

• ¿Estaba Judas solo destinado a ser el traidor?

• ¿Era un peón pasivo en el tablero de ajedrez de Dios?

• ¿Judas tuvo alguna elección?

• ¿Judas alguna vez realmente creyó? Jesús mismo dijo: No hablo de todos vosotros; yo sé a quienes he elegido. Pero debe cumplirse la Escritura: “El que come pan conmigo alzó el pie contra mí. (Juan 13:18). Estas palabras son un cumplimiento del Salmos 41:9: Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, alzó el pie contra mí.

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¿Hemos llegado a una predicción inevitable que debía cumplirse, y la suerte cayó sobre el desafortunado Judas, sin ningún sentido o voluntad por su parte? No puede ser así; esta no es la manera en que Dios hace las cosas. El misterio se profundiza: ¿Cómo puede una persona ser un amigo confiable de Jesús, aprender a conocerlo, experimentar el poder de su mensaje y luego venderlo a sus enemigos? En definitiva, solo puede haber una respuesta: En este hombre, uno ve el poder aterrador de Satanás y el poder continuo del pecado. La traición de Judas fue el final de un largo proceso de degeneración a través del poder del mal. Luego surge una pregunta provocadora: ¿Por qué era inaceptable el remordimiento del hombre? ¿Acaso no gritó y dijo: Yo he pecado entregando sangre inocente…? (Mt. 27:4a. ¿Por qué esto no le trajo la salvación? Hay respuestas a preguntas como estas, pero solo cuando una persona entiende que el pecado de Judas ya había recorrido un largo camino. Todo comenzó de una manera pequeña antes de volverse grande. Sorprendentemente en Lucas 6:16 leemos: …y Judas Iscariote, que llegó a ser el traidor. Hubo un proceso completo que se llevaría a cabo antes que se escribiera sobre su vida: …Era ya de noche. (Juan 13:30).

¿QUIÉN ERA ESTE HOMBRE, JUDAS ISCARIOTE? Debemos recordar que el Hijo de Dios (Jesús) solo seleccionó a doce personas para que fueran sus confidentes. Judas fue uno de ellos. Jesús seguramente debió haber visto algún potencial en él. Jesús no lo eligió cruelmente para ser su traidor, sino por medio del amor para ser su discípulo.

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Durante tres años, este hombre caminaba a la luz plena de Jesús. Un favor y una misericordia de las más grandes rara vez llegan al hombre. Jesús lo puso en una posición de confianza. Se convirtió en el tesorero del grupo. Este siempre es un cargo reservado para personas particularmente confiables. Jesús eligió a Judas para estar cerca de él. Se le concedió un favor especial. Durante ciertas comidas, era la forma en que los invitados se acostaban de lado en bancas bajas alrededor de la mesa, apoyados en el codo izquierdo, de modo que el brazo derecho quedara libre para comer. Juan tenía que haber estado en el lado derecho de Jesús para que su cabeza estuviera cerca del pecho de Jesús. Judas, a su vez, estaba cerca, al costado izquierdo de Jesús. Para que el anfitrión pueda descansar su cabeza en el pecho de este invitado. También leemos que Jesús le dio a Judas un pedazo de pan. Por lo tanto, debe haber estado acostado cerca de Jesús. No obstante, a pesar de todas estas cosas, Jesús notó desde el principio que las cosas no estaban bien en el corazón y en la vida de este discípulo suyo. Hubo un cierto incidente que confirmó esto a Jesús. Lo leemos en el capítulo 6 de Juan:

• Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Quieren acaso irse también ustedes? Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. (Juan 6:67-69)

Pero Jesús notó que no todos los doce se sentían así, y por eso dijo en Juan 6:70-71:

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• “Jesús les respondió: ¿No os he escogido yo a vosotros los doce, y uno de vosotros es diablo? Hablaba de Judas Iscariote hijo de Simón, porque él era el que lo iba a entregar, y era uno de los doce. (Juan 6:70-71)

Juan hace este comentario años después, porque ninguno de los doce en esa etapa sospechaba nada. Las sombras comenzaron a expulsar a la luz, la vida de Judas. Tal vez se sintió decepcionado en su corazón ante la negativa de Jesús a desempeñar un papel político y expulsar a los romanos del país. Sin embargo, una cosa sí sabemos con certeza es que Jesús es consciente que el diablo comenzó a desarrollarse en el corazón de Judas. (Juan 6:70). Hay otro motivo para las acciones de Judas que está claramente indicado en la Biblia: la codicia (el amor al dinero). María realizó un acto de amor hacia Jesús y rompió su costoso frasco de perfume de aceite de nardo para ungir sus pies y luego lo secó con su cabello, mientras la fragancia llenaba la casa (Juan 12:3). ¡Judas se opuso! Él lo llamó un desperdicio. El frasco de aceite fragante costaba una buena cantidad de dinero y podía ser vendida, según Judas y entregada a los pobres. No le preocupaban los pobres, sino que era hipócrita. Él era un ladrón y tomó las contribuciones para sí mismo: Dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que lo había de entregar: ¿Por qué no se vendió este perfume por trescientos denarios y se les dio a los pobres? Pero dijo esto, no porque se preocupara por los pobres, sino porque era ladrón y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella. (Juan 12:4-6). El diablo conoce nuestras debilidades muy bien. La debilidad de Judas era la codicia. Esto lo llevó a robar incluso a sus amigos

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cercanos. Bajo la influencia de Satanás, el amor de Judas por el dinero expulsó su amor por Jesús más y más fuera de su corazón.

• Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Ellos le asignaron treinta piezas de plata. Desde entonces buscaba oportunidad para entregarlo. (Mt. 26:14-16).

• Y cuando cenaban, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote hijo de Simón que lo entregara, (Juan 13:2).

En lugar de remordimiento, el resentimiento creció en su corazón porque Satanás lo atraía más y más a sus garras. Uno no puede darse el lujo de darle al Diablo la más pequeña cabida en su vida, porque lo usará de inmediato para convertirlo en su esclavo. Esta es la mayor lección de la vida de Judas. La semilla del amor al dinero (avaricia) germinó rápidamente y fue imparable. Poco tiempo después de esto, él estaba en poder de Satanás, y desde aquel momento Judas continuó hundiéndose. Él va y vende a Jesús por solo treinta piezas de plata. Se había oscurecido la vida de Judas. Lo peor es que se volvió completamente insensible al amor de Jesús. Cada vez que Jesús dijo a sus discípulos: uno de ustedes ME traicionará, de hecho fue una advertencia amorosa, una llamada de atención al arrepentimiento. Sin embargo, no causó impresión a Judas. ¡Ningún acto de amor por Jesús podría cambiar el corazón de Judas más! Ni siquiera cuando Jesús le lavó los pies.

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• Luego puso agua en una vasija y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secarlos con la toalla con que estaba ceñido. (Juan 13:5).

• Jesús le dijo: El que está lavado no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no todos. Él sabía quién lo iba a entregar; por eso dijo: No estáis limpios todos. (Juan 13:10-11).

El amor de Jesús no afectó a Judas. Se rebeló contra aquel amor. Él no se conmovió cuando Jesús le dio un trozo de pan que estaba bañado en salsa:

• Respondió Jesús: A quien yo le dé el pan mojado, ése es y, mojando el pan, lo dio a Judas Iscariote hijo de Simón. (Juan 13:26)

Además de esto, Judas transgredió el protocolo de la mesa y demostró que no tenía respeto por Jesús. Era una cortesía estándar no poner tu mano en el plato si alguien ya estaba haciendo eso. Según la costumbre judía, estaba prohibido hacerlo simultáneamente. Si sucedía accidentalmente, uno retiraba inmediatamente su mano. ¡Pero Judas no lo hizo!

• Entonces, respondiendo él dijo: El que mete la mano conmigo en el plato, ése ME va a entregar. (Mt. 26:23)

De esta manera Judas demostró que no amaba a Jesús. No había más espacio en su vida para Jesús. ¡Sus modales en la mesa lo delataron! Ni siquiera un beso sincero para Jesús, sino el de un traidor:

• Aún estaba él hablando cuando llegó Judas, uno de los doce, y con él mucha gente con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo y

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el que lo entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo bese, ése es; prendedlo. En seguida se acercó a Jesús y dijo: ¡Salve, Maestro! Y lo besó. (Mt. 26:47-49)

Lo peor de todo es que Judas eligió el beso de un amigo como señal de traición. Al que besó debía ser capturado por los soldados. Tanto Mateo como Marcos usan un verbo que significa "besar íntima y repetidamente". No es de extrañar que tuviera que usar uno de los signos más falsos de amistad en la noche. ¿Por qué el Señor tiene estas cosas en la Biblia? ¿Qué nos dicen estos acontecimientos de la vida de Judas?

CINCO ADVERTENCIAS SERIAS SOBRE LA VIDA DE JUDAS LAS CUALES NOS HABLAN

Primero: ¡El que da al diablo una puerta abierta para entrar en su vida, está haciendo algo extremadamente peligroso!

• El pecado cobra impulso y, si no se detiene pronto, se volverá incontrolable.

• El diablo trabajará rápida y sutilmente para obtener un mayor control sobre su vida hasta que usted se encuentre indefenso bajo su control.

• Si usted no se arrepiente rápidamente y huye hacia el Único que es más fuerte que Satanás, puede que nunca vuelva. Judas es un buen ejemplo.

En segundo lugar: una persona que está muy cerca de Jesús durante mucho tiempo aun así puede perderse.

• Judas escuchó la voz de Jesús por muchos años, vio sus obras y experimentó su amor. A pesar de esto, se convirtió en un traidor: Judas hermano de Jacobo, y Judas Iscariote,

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que llegó a ser el traidor. (Lucas 6:16). Judas no fue traidor desde el principio de su vida. Se convirtió en traidor con el tiempo.

• No es suficiente que uno viva en la Iglesia; la pregunta fundamental es: ¿estás en el reino de Dios y tienes una relación con Jesucristo?

Tercero: ¿Por qué el arrepentimiento de Judas no lo salvó? Él lamentó lo que había hecho. Fue al templo para devolver las treinta piezas de plata. Cuando los sacerdotes no los recibieron, él los tiró y tampoco los quiso. Luego fue y se ahorcó. Otras personas en la Biblia ciertamente obtuvieron misericordia:

• David: Él pecó y recibió perdón cuando confesó: He pecado (Sal. 51:5)

• El hijo pródigo: Él también pecó y pidió perdón y la recibió cuando confesó: Padre, he pecado (Lucas 15:21)

Entonces, ¿Por qué a Judas no? Él también dijo: He pecado (Mateo 27:4). ¿Cómo se entiende esto? La pregunta debería ser: ¿Su remordimiento fue sincero? La prueba del remordimiento sincero es: ¿Lo trae al pecador a Jesús? ¿Provoca un genuino cambio de actitud? El remordimiento de Judas fue grande, pero no causó que corriera hacia Jesús o conmoverse al punto de llorar como Pedro. El remordimiento de Judas no fue lo suficientemente profundo como para llevarlo a Jesús. Al darse cuenta de las graves consecuencias de lo que había hecho, el remordimiento de Judas se convirtió en desesperación y ya no quiere seguir viviendo.

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Asegurémonos cada uno de nosotros con certeza que: el que le da al diablo cabida en sus vidas, está haciendo algo extremadamente peligroso. Lo que está claro es que Judas permitió que sus deseos lo colocaran en una posición en la que pudiera ser manipulado por el Diablo. Esto fue lo que destruyó por completo la vida Judas Iscariote. En cuarto lugar: ¡Judas nunca creyó de verdad!

• “Pero hay algunos de vosotros que no creen porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién lo había de entregar” (Juan 6:64)

¡Qué figura más trágica, registrada en la historia! ¡Judas no creyó y se convirtió en traidor! En quinto lugar: el remordimiento puede llegar demasiado tarde.

• Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú! Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, fue y se ahorcó. (Mt. 27:3-5)

• Varones hermanos, era necesario que se cumpliese la Escritura en que el Espíritu Santo habló antes por boca de David acerca de Judas, que fue guía de los que prendieron a Jesús, y era contado con nosotros, y tenía parte en este ministerio. Este pues, con el salario de su iniquidad adquirió un campo, y cayendo de cabeza, se reventó por la mitad y todas sus entrañas se derramaron. (Hch. 1:16-18)

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• para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cayó Judas por transgresión, para irse a su propio lugar. (Hch. 1:25)

Permita que el consejo de Daniel al rey Nabucodonosor le hable hoy:

• “Por tanto, oh rey, acepta mi consejo: redime tus pecados con justicia, y tus iniquidades haciendo misericordias con los oprimidos, pues tal vez será eso una prolongación de tu tranquilidad”. (Dan. 4:27)

¡No le demos cabida al Diablo en nuestras vidas!

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Capítulo 17

ANANÍAS, SAFIRA Y LA HUCHA

EL PELIGRO CUANDO SE INTENTA IMPRESIONAR

A LAS PERSONAS

Entonces José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que significa «Hijo de consolación»), levita, natural de Chipre, vendió una heredad que tenía y trajo el producto de la venta y lo puso a los pies de los apóstoles. Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad, y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios. Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron y levantándose los jóvenes, lo envolvieron y sacándolo, lo sepultaron. Pasado un lapso como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no sabiendo lo que había acontecido. Entonces Pedro le dijo: Dime, ¿vendisteis en tanto la heredad? Y ella dijo: Sí, en tanto y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, te sacarán a ti. Al instante ella cayó a los pies de él y expiró; cuando entraron los jóvenes, la hallaron muerta y la sacaron, la sepultaron junto a su

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marido y vino gran temor sobre toda la iglesia y sobre todos los que oyeron estas cosas. (Hch. 4:36-37; 5:1-11) La pregunta que me viene a la mente de inmediato es: ¿por qué son castigados Ananías y Safira tan severamente? ¿No hicieron algo bueno y bueno al dar voluntariamente una parte del precio de venta de su propiedad a los apóstoles, aunque se quedaron con una parte para sí mismos? ¡No es que quisieran dar nada a la iglesia! Es solo que no querían dar todo lo que tenían a la iglesia. Si algo así era digno de castigo, ¿por qué inmediatamente con la muerte? Fue una ejecución inmediata por parte de Dios. ¿Era realmente necesario actuar de esa manera? ¿Por qué intervino Dios de tal manera?

¿QUÉ SUCEDIÓ EXACTAMENTE AQUÍ?

Hechos 4 termina con un comentario maravilloso. La iglesia joven (iglesia en Jerusalén) era poderosa y pura. Una de las características especiales de aquella iglesia era el compromiso sincero y mutuo entre los miembros.

• La multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma. Ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. (Hch. 4:32)

Ellos testificaron poderosamente sobre la resurrección de Jesucristo y hubo gran Gracia sobre todos ellos.

• Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos. (Hch. 4:33)

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Ellos compartían cosas espirituales y materiales.

• Así que no había entre ellos ningún necesitado, porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el producto de lo vendido. (Hch. 4:34).

Bernabé vendió un pedazo de tierra y con amor dio todo el dinero para la obra del Señor (Hechos 4:36-37). Él no retuvo nada, pero donó todas sus ganancias. Luego leemos esta palabra al comienzo de Hechos 5:1: Pero… Estas primeras palabras sugieren un contraste, un cambio dentro de la iglesia. Hasta ese momento no se había encontrado gran pecado en la nueva iglesia… ¿Pero cuál? ¿Cuál fue el crimen de Ananías y Safira? Traen parte del dinero bajo falsas pretensiones y mienten sobre el precio de venta. Su pecado fue el servicio de labios. ¡Hipocresía! Vieron la impresión que causó Bernabé con su ofrenda. También querían que la iglesia los viera con estima. Pero sus corazones no estaban bien con Dios como lo estaba Bernabé. Ananías y Safira pudieron haber guardado todo con confianza o simplemente haber traído algo. Su pecado no fue el haber retenido una parte (Hechos 5:2-4).

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OBSERVE CUÁL ES REALMENTE SU CRIMEN

En primer lugar: su crimen fue engañar en la iglesia. Fingieron que lo dieron todo mientras que solo dieron una parte. Fueron deshonestos de manera voluntaria:

• No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. (Gal. 6:7).

En segundo lugar: su crimen fue la codicia. Querían recibir el honor que Bernabé y otros habían recibido, pero tenían engaño en sus corazones. Su mentira fue sobre el dinero. En tercer lugar: su crimen fue que tenían una doble mentalidad. Querían lo mejor de los dos mundos (dos reinos), el reino de Dios y el reino de Satanás. Pagaron un precio muy alto por su doble mentalidad.

• No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos. (Sant. 1:7-8)

En cuarto lugar: su crimen fue la hipocresía (el servicio de labios). Se ha dicho: un hipócrita es alguien que pretende ser algo que en realidad nunca tuvo la intención de ser en su interior. Quinto: su crimen fue que mintieron. (Hch. 5:3-4). Cuando pensaron que habían mentido al pueblo de Dios, no se dieron cuenta que también habían mentido a Dios, el Espíritu Santo. Dios los castigó a ambos inmediatamente con la muerte. Sexto: Su crimen fue que tentaron al Espíritu Santo. (Hch. 5:9). Tentar a Dios significa "ver hasta dónde se puede llegar sin ser castigado".

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Entonces lo llevó a Jerusalén, lo puso sobre el pináculo del Templo y le dijo: Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, pues escrito está: “A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden” y “En las manos te sostendrán para que no tropieces con tu pie en piedra.” Respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: “No tentarás al Señor tu Dios.” (Lucas 4:9-12).

Dios hace un ejemplo de los pecados de estas dos personas. Su repentina muerte sobrenatural fue un claro acto de juicio del Señor para indicar claramente que el pecado no debe ser tolerado en la iglesia. La impresión abrumadora de estos eventos es, al final, no la muerte de las dos personas, ¡sino la santidad de la iglesia! Dios espera que su iglesia sea santa. Por medio de su actitud profana, Ananías y Safira destruyeron su propio testimonio en Jesucristo, y todo eso por el dinero – esta es otra actitud similar a la de Judas Iscariote.

• Judas, has traicionado a Jesús por dinero.

• Ananías y Safira, han traicionado su testimonio Cristiano por dinero.

De lo acontecido a Ananías y Safira aprendemos que es peligroso tratar de impresionar a las personas cuando damos para la obra de Dios. Es mejor que la mano izquierda no sepa lo que está haciendo la mano derecha.

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Capítulo 18

LA LEY DE MOISÉS Y LA LEY DE CRISTO

PORQUE CRISTO ES EL FIN DE LA LEY ANTE LA

JUSTICIA PARA TODOS LOS CREYENTES

ste es un asunto muy importante porque muchos creyentes no están seguros cómo están hoy en relación con la ley de Moisés. El propósito de este estudio es proporcionar una

perspectiva cristiana sobre ciertas escrituras que tratan el tema. El dilema al que se enfrenta cada creyente es, ¿hasta qué punto debo guardar la ley de Moisés? Algunos dividen la ley en mandamientos ceremoniales, legalistas y morales. Sobre la base de esta división, muchos llegan a la conclusión que el creyente está libre de los mandamientos ceremoniales y legalistas, pero aún siguen bajo los mandamientos morales. El resultado es que creen que los Diez Mandamientos siguen siendo válidos hasta hoy, mientras que los otros 603 mandamientos ya no son válidos. Todos saben que Moisés recibió la ley de la mano de Dios, en el Monte Sinaí. Los diez mandamientos fueron escritos por el dedo

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de Dios en tablas de piedra. Los otros 603 mandamientos de Dios fueron escritos por Moisés. Las Escrituras nos enseñan que Dios dio la ley de Moisés siendo los ángeles mediadores:

• Él dijo: Jehová vino de Sinaí, de Seir los alumbró, resplandeció desde el monte de Parán, avanzó entre diez millares de santos, con la ley de fuego a su mano derecha. (Dt. 33:2)

Esto se confirma en tres pasajes diferentes en el Nuevo Testamento:

• “Ustedes que recibieron la ley por disposición de ángeles, y no la guardasteis”. (Hch. 7:53)

• “Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa; y fue ordenada por medio de ángeles en mano de un mediador”. (Gal. 3:19)

• “Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución”. (Heb. 2:2).

De las Escrituras aprendemos que el pueblo judío recibió la ley, pero esta ley estuvo disponible a través de los ángeles. La ley es dada a Moisés y puesta a disposición por medio de los ángeles. De lo anterior queda claro que los Diez Mandamientos fueron escritos por el dedo de Dios y no por el dedo de un ángel. Los otros mandamientos de la Ley mosaica fueron mediados, o puestos a disposición por los ángeles. También sabemos que la ley de Moisés consta de 603 mandamientos y no solo de diez.

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EL PROPÓSITO DE LA LEY

¿Cuál fue el propósito de la ley mosaica? Hay varias razones para la ley mosaica:

• Revela la santidad de Dios. Nos revela el estándar o la justicia que Dios exige para tener una relación correcta con él.

• Provee la regla de vida para los creyentes del Antiguo Testamento. Nunca fue dado como medio de salvación: porque por las obras de la Ley ningún ser humano será justificado delante de Él, ya que por medio de la Ley es el conocimiento del pecado. (Rom. 3:20). En efecto, asumimos que el hombre es justificado por la fe aparte de las obras de la ley (Rom. 3:28).

• La ley revela el pecado. Pero sabemos que todo lo que la Ley dice, lo dice a los que están bajo la Ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios, porque por las obras de la Ley ningún ser humano será justificado delante de él, ya que por medio de la Ley es el conocimiento del pecado. (Rom. 3:19-20). Pablo aclara que no hay justificación por medio de la ley. La ley fue dada para darnos el conocimiento del pecado, para revelarnos exactamente lo que es el pecado. Más adelante Pablo afirma en Rom 7:7 ¿Qué, pues, diremos? ¿La Ley es pecado? ¡De ninguna manera! Pero yo no conocí el pecado sino por la Ley; y tampoco conocería la codicia, si la Ley no dijera: «No codiciarás». Pablo nuevamente enfatiza que la ley fue dada para que pudiéramos saber qué es el pecado.

• Causa que la gente peque más. Por extraño que parezca, es exactamente lo que causa: pero al que no trabaja, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia. (Rom. 4:5). La Ley, pues, se introdujo para que el pecado abundara; pero cuando el pecado abundó,

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sobreabundó la gracia. (Rom. 5:20). ¿Cómo funciona esto? ¿Cómo debemos entender esto? ¿Qué, pues, diremos? ¿La Ley es pecado? ¡De ninguna manera! Pero yo no conocí el pecado sino por la Ley; y tampoco conocería la codicia, si la Ley no dijera: «No codiciarás». Pero el pecado, aprovechándose del mandamiento, produjo en mí toda codicia porque sin la Ley, el pecado está muerto y yo sin la Ley vivía en un tiempo; pero al venir el mandamiento, el pecado revivió, yo morí y hallé que el mismo mandamiento que era para vida, a mí me resultó para muerte, porque el pecado, aprovechándose del mandamiento, me engañó, y por él me mató. De manera que la Ley a la verdad es santa y el mandamiento santo, justo y bueno. Entonces, ¿lo que es bueno vino a ser muerte para mí? ¡De ninguna manera! Más bien, el pecado, para mostrarse como pecado, produjo en mí la muerte por medio de lo que es bueno, a fin de que el pecado, por medio del mandamiento, llegara a ser extremadamente pecaminoso. (Rom. 7:7-13). Lo que básicamente dice Pablo en Romanos, es que la naturaleza humana necesita una base para operar y esa base es la ley. Si no hay ley, entonces tampoco hay una ofensa. El término "ofensa" es un tipo específico de pecado que viola una ley específica. La gente era pecadora antes que la ley fuera promulgada, pero se convirtieron en intrusos una vez que fue dada. Desde la entrega de la ley, la naturaleza pecaminosa tiene una base para operar.

• Esto nos conlleva a la fe. El objetivo final de la ley es llevarnos a la fe. De manera que la Ley ha sido nuestro guía para llevarnos a Cristo, a fin de que fuéramos justificados por la fe. (Gal. 3:24, 25). El argumento de Pablo en Romanos y Gálatas es que el conocimiento de la ley conduce a más pecado hasta que nos lleva a la fe, especialmente a la fe en Jesucristo, el Mesías.

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LA UNIDAD DE LA LEY DE MOISÉS Se debe tener en cuenta que la ley mosaica se presenta en la Escritura como unidad. La palabra "Torá" significa "ley". Cuando se usa para la ley de Moisés, siempre está en singular, aunque contiene 613 juicios, mandatos o mandamientos. Lo mismo se aplica a la palabra griega “nomos” en el Nuevo Testamento”. La división de la Ley de Moisés es en ceremoniales, legalistas y morales que puede ser útil para el estudio de los diferentes tipos de mandamientos, pero nunca se divide de esta manera en las Escrituras. No hay motivos bíblicos para separar los Diez Mandamientos de la totalidad de 613 y hacerlos aplicables por sí mismos. Todos los 613 mandamientos funcionan como unidad fija. Precisamente este es el principio de la unidad de la ley de Moisés que se destaca en la declaración que encontramos en Santiago 2:10: porque cualquiera que guarde toda la Ley, pero ofenda en un punto, se hace culpable de todos. El punto que se hace aquí está claro: una persona necesita romper solo uno de los 613 mandamientos para ser culpable de violar toda la ley de Moisés. Esto solo puede ser cierto si la ley mosaica es una unidad.

LA LEY DE MOSES ES HECHA INOPERANTE La clara enseñanza del Nuevo Testamento (Nuevo Pacto) es que la ley de Moisés se ha vuelto inoperante con la muerte de Jesucristo. En otras palabras, la ley en su conjunto ya no tiene ninguna autoridad sobre ningún creyente del Nuevo Testamento. En primer lugar: Porque queda claro en Romanos 10:4: pues el fin de la Ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree. Esto está claro, Cristo es el fin de la ley que incluye todos los 613

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mandamientos, con el resultado que la ley ha dejado de funcionar. No hay justificación por la ley:

• “sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la Ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la Ley, por cuanto por las obras de la Ley nadie será justificado”. (Gal. 2:16)

• (pues nada perfeccionó la ley), y de la introducción de una mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios. (Heb. 7:19)

En Segundo lugar: La intención de la ley nunca fue ser de administración permanente, sino más bien temporal: Entonces, ¿para qué sirve la Ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniera la descendencia a quien fue hecha la promesa; y fue dada por medio de ángeles en manos de un mediador. (Gal. 3:19). La ley se ha otorgado temporalmente hasta que la Simiente, que es Cristo, vendría y ahora que Él ha venido, la ley fue clausurada. Esta ley como añadidura dejó de funcionar con la crucifixión de Cristo. En tercer lugar: Con Cristo hay un nuevo sacerdocio según el orden de Melquisedec, ya no según el orden de Aarón. La ley de Moisés proporcionó la base para el sacerdocio levítico. Un nuevo sacerdocio asume una nueva ley bajo la cual puede operar. Esto está claro en Hebreos 7:

• Si, pues, la perfección fuera por el sacerdocio levítico bajo el cual recibió el pueblo la Ley, ¿qué necesidad habría aún de que se levantara otro sacerdote, según el orden de Melquisedec, y que no fuera llamado según el orden de Aarón?, pues cambiado el sacerdocio, es necesario que también haya cambio de ley. (Heb. 7:11-12).

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• Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia. (Heb. 7:18)

El punto que se señala en Hebreos 7:11-12, es que solo se permitió un tipo de sacerdocio y ese fue el sacerdocio Levítico. Este sacerdocio no podía ser llevado a la perfección. Esto se explica en detalle en Hebreos 9-10, que establece que la sangre de los animales no puede llevarnos a la perfección, solo la sangre de Cristo puede lograr aquello. La ley mosaica era la base del sacerdocio Levítico. El autor del libro de Hebreos afirma que el sacerdocio Levítico debe ser descartado y reemplazado por un nuevo sacerdocio, el sacerdocio de Melquisedec, y eso exige una nueva ley. Mientras la ley de Moisés esté operativa, ningún otro sacerdocio es válido, excepto el sacerdocio Aarónico o Levítico. ¿Hubo algún cambio en la ley? En absoluto, Hebreos 7:18 Establece que la ley Mosaica fue abolida. Como ya no funciona, ahora tenemos un nuevo sacerdocio según el orden de Melquisedec. Si la ley Mosaica todavía funcionara, entonces Jesucristo no podría actuar como sacerdote. Ahora que la ley Mosaica ya no es válida, Cristo puede ser sacerdote según el orden de Melquisedec. En cuarto lugar: La ley Mosaica que se hace inoperante, incluyendo los Diez Mandamientos. No que estemos capacitados para hacer algo por nosotros mismos; al contrario, nuestra capacidad proviene de Dios, el cual asimismo nos capacitó para ser ministros de un nuevo pacto, no de la letra, sino del Espíritu, porque la letra mata, pero el Espíritu da vida. Si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa del resplandor de su rostro, el cual desaparecería, ¿cómo no será más bien con gloria el ministerio del Espíritu? Si el ministerio de condenación fue con

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gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación, porque aun lo que fue glorioso, no es glorioso en este respecto, en comparación con la gloria más eminente. Si lo que perece tuvo gloria, mucho más glorioso será lo que permanece. (2 Cor. 3:5-11). Pablo habla sobre los Diez Mandamientos en los versículos 3 y 7: no en tablas de piedra y escritos y grabados en piedras. Llama nuestra atención sobre el hecho que los Diez Mandamientos son “el ministerio de la muerte y el ministerio de la condenación” (versículo 9). Si los Diez Mandamientos fuesen válidos hoy, serían verdaderos, pero ya no tienen autoridad, porque los versículos 7 y 11 establecen que la ley ha "pasado". La palabra griega "katargeo" significa "sacarlo de la orden". Dado que los Diez Mandamientos se enfatizan en las Escrituras, la intención aquí es que son los Diez Mandamientos los que han sido "anulados" (murieron). La ley de Moisés, y en particular los Diez Mandamientos, ya no están vigentes. Por el contrario, la excelencia de la ley de Jesucristo se ve a la luz del hecho que nunca será destituida ni perecerá. Vemos en Efesios 2:11-16 y 3:6 que Dios dio ciertos convenios y promesas a Israel. Hay cuatro pactos eternos e incondicionales que Dios hizo con Israel, es decir, el pacto de Abraham, el Pacto de Palestina, el Pacto de David y el Nuevo Pacto. Todas las bendiciones de Dios, tanto material como espiritualmente, fueron mediados por medio de estos cuatro convenios judíos que son eternos e incondicionales. Al mismo tiempo, Pablo muestra que el quinto pacto es temporal y condicional. Este es el pacto Mosaico, el pacto de la ley que incluye la ley Mosaica. Según Efesios 2:14, esta ley sirve como un "muro intermedio de separación". No nos hemos referido a esto previamente. Este "muro intermedio de separación" impidió que los gentiles disfrutaran de las bendiciones espirituales judías. Para

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disfrutar de las bendiciones del período del Antiguo Testamento, un gentil tenía que convertirse en un prosélito. Este “muro intermedio de separación” se derrumbó a través de la muerte del Mesías (Ef. 2:13-19). Este muro, fue la ley Mosaica. Esto significa que la ley de Moisés ahora fue eliminada. Si bien los creyentes gentiles no participan actualmente en las bendiciones físicas, sí comparten las bendiciones espirituales. En resumen, la ley como unidad consta de 613 mandamientos, en conjunto, y ya no funciona debido a la muerte del Mesías (Col. 2:14). Ninguno de estos mandamientos permaneció operativo o continuó después de la crucifixión del Mesías. La ley de Moisés está de hecho allí para ser usada como una herramienta para aprender a mostrar al hombre, el estándar de justicia de Dios, el pecado del hombre y la necesidad de una expiación sustitutiva. Puede usarse para mostrarnos la necesidad de Cristo, el Mesías.

• Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada. De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, (Gal. 3:23-25)

Hay algo en lo cual el Nuevo Testamento es muy claro, y es que la ley de Moisés es inoperante y que ya no tiene ninguna autoridad sobre los creyentes.

EL CREYENYE ESTÁ BAJO UNA NUEVA LEY Como lo dijimos, la ley de Moisés se vuelve inoperante y los creyentes ahora están bajo una nueva ley. Esta nueva ley se llama La Ley de Cristo (Gálatas 6:2) en el Nuevo Testamento también se encuentra como la ley del espíritu de vida (Rom. 8:2). Esta es una ley completamente nueva, completamente separada de la ley de

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Moisés. La ley de Cristo contiene todos los mandamientos que son aplicables al creyente del Nuevo Testamento. La razón por la que existe tanta confusión con respecto a la relación entre la ley de Moisés y la ley de Cristo es porque hay muchas similitudes entre las dos leyes. Muchos cristianos creen ahora, o llegan a la conclusión que ciertas partes de la ley de Moisés siguen vigentes. Esto puede explicarse mejor cuando se entiende que hay diferentes dispensaciones en la Biblia: por ejemplo, las dispensaciones del paraíso, de Noé, de Abraham, la Mosaica y la del Nuevo Testamento. Una nueva dispensación en la economía de Dios puede incluir mandamientos de la dispensación anterior, pero esto no significa que la dispensación anterior todavía sea aplicable. Esto también es cierto cuando la ley de Moisés se compara con la ley de Cristo. Por ejemplo, nueve de los Diez Mandamientos se encuentran en la ley de Cristo, pero eso no significa que la ley de Moisés sea válida. Hay muchos mandamientos diferentes en el Antiguo Testamento. Bajo la ley de Moisés, a un creyente del Antiguo Testamento no se le permitió comer carne de cerdo, pero bajo la ley de Cristo, esto es permisible. Si no robamos o matamos, no es por la ley de Moisés, sino por la ley de Cristo. En otras palabras, si robo, no soy culpable de violar la ley de Moisés, sino la ley de Cristo. Esta comprensión puede resolver muchos problemas entre los cristianos legalistas fundamentales: como las mujeres que visten ropa de hombre, el guardar el sábado, y así sucesivamente. Si los mandamientos concernientes a estas cosas se basaran únicamente en la ley de Moisés y no en la de Cristo, entonces, esto no tiene validez para el creyente del Nuevo Testamento.

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EL PRINCIPIO DE LA LIBERTAD El creyente en Cristo está libre de la ley de Moisés. Esto significa que está libre de la necesidad de guardar los mandamientos de aquel sistema. No obstante, si la persona decide guardar ciertas partes de la ley de Moisés, es libre de hacerlo, siempre que no ponga en peligro la obra redentora de Cristo. Los motivos bíblicos para esta libertad de cumplir con ciertos aspectos de la ley de Moisés se pueden ver en la conducta de Pablo, especialmente hacia los creyentes judíos.

• El voto de Pablo: Pablo permaneció allí muchos días. Luego se despidió de los hermanos y navegó a Siria, junto con Priscila y Aquila. En Cencrea se rapó la cabeza, porque tenía hecho voto. (Hch. 18:18). Esto se basa en Números 6:2, 5, 9 y 18.

• El deseo de Pablo de estar en Jerusalén en la fiesta del Pentecostés: Pablo se había propuesto pasar de largo a Éfeso, para no detenerse en Asia, pues se apresuraba por estar el día de Pentecostés, si le fuera posible, en Jerusalén. (Hechos 20:16). Esto se basa en Deuteronomio 16:16.

• Pablo guardó la ley a causa de los creyentes judíos. Cuando llegamos a Jerusalén, los hermanos nos recibieron con gozo. Al día siguiente, Pablo entró con nosotros a ver a Jacobo y se hallaban reunidos todos los ancianos; a los cuales, después de haberlos saludado, les contó una por una las cosas que Dios había hecho entre los gentiles por su ministerio. Cuando ellos lo oyeron, glorificaron a Dios y le dijeron: Ya ves hermano, cuántos millares de judíos hay que han creído; y todos son celosos por la Ley. Pero se les ha informado en cuanto a ti, que enseñas a todos los judíos que están entre los gentiles a apostatar de Moisés,

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diciéndoles que no circunciden a sus hijos ni observen las costumbres. ¿Qué hay, pues? La multitud se reunirá de cierto, porque oirán que has venido. Haz pues, esto que te decimos: Hay entre nosotros cuatro hombres que tienen obligación de cumplir voto. Tómalos contigo, purifícate con ellos y paga sus gastos para que se rasuren la cabeza; y todos comprenderán que no hay nada de lo que se les informó acerca de ti, sino que tú también andas ordenadamente, guardando la Ley. Pero en cuanto a los gentiles que han creído, nosotros les hemos escrito determinando que no guarden nada de esto; solamente que se abstengan de lo sacrificado a los ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación. Entonces Pablo tomó consigo a aquellos hombres y al día siguiente, habiéndose purificado con ellos, entró en el Templo para anunciar el cumplimiento de los días de la purificación, cuando había de presentarse la ofrenda por cada uno de ellos. (Hechos 21:17-26). El apóstol Pablo, que estaba libre de la ley, él mismo guardó la ley.

Lo que vemos a través de las acciones de Pablo es que el creyente está libre de la ley de Moisés, pero también es libre de guardar parte de ella. Pedro también es un buen ejemplo (Hechos 10:9-16). Si un creyente judío sintía la necesidad de abstenerse de comer cerdo, tiene la libertad de hacerlo. Lo mismo se aplica a ciertos otros mandamientos. El peligro por el que debemos estar vigilantes es obligar a los creyentes gentiles a guardar la ley de Moisés. El otro peligro es también obligar a otros creyentes a guardar los mismos mandamientos que elegimos guardar. Esto está mal y se acerca mucho al legalismo. El que elige usar su libertad para guardar ciertas cosas en la ley de Moisés, debe respetar la libertad de otro creyente de no guardarla. (Rom. 14:13-23; 1 Cor. 8:7-13; 10:23-31; Col. 2:16, 17; Rom. 14:5-12).

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La palabra de Dios es clara en cuanto a la ley de Moisés y la ley de Cristo: El pecado no se enseñoreará de vosotros, pues no estáis bajo la Ley (la ley de Moisés), sino bajo la gracia (La ley de Cristo) (Rom. 6:14). Porque la Ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. (Juan 1:17) Pablo llamó a la ley de Cristo en Romanos 7:22, 26 "la ley de Dios". Juan escribe que la ley de Dios no es más que Su Palabra. Jesus dijo: El que tiene Mis mandamientos, y los guarda, ése es el que Me ama; y el que Me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y Me manifestaré a él… El que no Me ama, no guarda Mis palabras; y la palabra que habéis oído no es Mía, sino del Padre que Me envió. (Juan 14:21-24). Así podemos ver que en la dispensación de la gracia (Nuevo Testamento) el creyente cristiano en Cristo debe organizar su vida en torno a la Palabra (mandamientos) de Dios. Por esta razón, Pablo escribe: La palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros. Enseñaos y exhortaos unos a otros con toda sabiduría. Cantad con gracia en vuestros corazones al Señor, con salmos, himnos y cánticos espirituales. (Col. 3:16). En este sentido, el creyente está libre de la ley de Moisés, pero está sujeto a la ley de Cristo. Cuando ya no estamos ceñidos a lo que dicta la palabra, estamos sin ley, y la Biblia dice que la desobediencia es pecado (1 Juan 3:4). Nunca debemos perder de vista el hecho que el aspecto principal de la libertad cristiana, y nuestras vidas que tratan con el Señor, siempre deben estar enfocados en la completa obediencia a la ley de Cristo, la ley del Espíritu. Como creyentes del Nuevo Testamento, estamos en verdad libres del yugo de la ley de Moisés y del poder del pecado, pero estamos atados a la ley de Cristo, la cual es Su palabra.

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• De Judea llegaron algunos que enseñaban a los hermanos que, si no se circuncidaban según el rito de Moisés, no podían ser salvos. Como Pablo y Bernabé tuvieron una fuerte discusión con ellos, se acordó que los dos y algunos otros fueran a Jerusalén para tratar esta cuestión con los apóstoles y los ancianos. Como habían sido enviados por la iglesia, pasaron por Fenicia y Samaria y allí hablaron de la conversión de los no judíos, lo cual hizo que todos los hermanos se alegraran mucho. Cuando llegaron a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia, los apóstoles y los ancianos y allí contaron todo lo que Dios había hecho con ellos. Pero algunos creyentes de la secta de los fariseos, que estaban allí, se opusieron a ellos y dijeron: Es necesario circuncidarlos, y mandarles que cumplan con la ley de Moisés. Los apóstoles y los ancianos se reunieron para tratar este asunto y luego de mucho discutir, Pedro se levantó y les dijo: Queridos hermanos, ustedes saben que hace algún tiempo Dios determinó que yo mismo proclamara a los no judíos el mensaje del evangelio, para que creyeran y Dios, que conoce los corazones, los confirmó y les dio el Espíritu Santo, lo mismo que a nosotros. Dios no hizo ninguna diferencia entre ellos y nosotros, sino que por la fe purificó sus corazones. Entonces, ¿por qué ponen a prueba a Dios, al imponer sobre los discípulos una carga que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar? Lo que creemos es que, por la bondad del Señor Jesús, seremos salvos lo mismo que ellos. Al oír que Bernabé y Pablo contaban las grandes señales y maravillas que Dios había realizado por medio de ellos entre los no judíos, toda la multitud guardó silencio; y cuando terminaron de hablar, Jacobo respondió y dijo: Hermanos, escúchenme. Simón nos ha contado cómo Dios visitó a los no judíos por primera vez, para añadirlos al pueblo que cree en su nombre. Las palabras de los profetas concuerdan en esto, pues está escrito: “Después de esto

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volveré, reedificaré el caído tabernáculo de David; repararé sus ruinas y lo volveré a levantar para que el resto de la humanidad busque al Señor y también todas las naciones que invocan mi nombre. Esto lo dice el Señor. Lo ha dado a conocer desde los tiempos antiguos. Mi consejo es que no inquieten a los no judíos para que se conviertan a Dios, sino que los instruyan para que se aparten de la idolatría, del libertinaje sexual, del comer carne de animales ahogados, y de comer sangre. A Moisés no le falta quien lo predique en las sinagogas, cada día de reposo, en cada ciudad y desde los tiempos antiguos. A los apóstoles, a los ancianos y a toda la iglesia, les pareció buena idea elegir de entre ellos a algunos hermanos, y eligieron a Judas, también conocido como Barsabás y a Silas, pues sobresalían entre los demás hermanos, y los enviaron a Antioquía con Pablo y Bernabé. Por conducto de ellos enviaron un escrito: Los apóstoles y los ancianos, a nuestros hermanos no judíos en Antioquía, Siria y Cilicia. Reciban nuestros saludos. Hemos sabido que algunos hermanos que estaban con nosotros, a quienes no les dimos ninguna orden, los han perturbado e inquietado a ustedes con sus enseñanzas. Hemos llegado al acuerdo, que nos parece bien, de elegir a algunos hermanos y enviarlos a ustedes con nuestros amados hermanos Bernabé y Pablo. Ellos han expuesto su vida por causa del nombre de nuestro Señor Jesucristo. Así que con ellos van Judas y Silas, quienes en sus propias palabras les dirán esto mismo. Al Espíritu Santo y a nosotros nos ha parecido bien no imponerles ninguna otra carga, sino sólo esto que necesitan saber: que deben abstenerse de comer lo que se ha sacrificado a los ídolos, de comer sangre o la carne de animales ahogados, y del libertinaje sexual. Harán bien en evitar estas cosas. Que estén muy bien. (Hechos 15:1-29 RVC).

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Capítulo 19

EL DOMINGO Y EL SÁBADO

CRISTO, NUESTRO REPOSO

ualquier discusión sobre el domingo y el sábado requiere una investigación sobre el origen de guardar el sábado, así como el origen de guardar el domingo por parte de la iglesia,

antes que se pueda dar decisiones sobre los significados de estos temas a nosotros hoy en día.

EL ORIGEN DE LA LEY La ley o los Diez Mandamientos, que incluye guardar el sábado como el cuarto mandamiento, se dio únicamente a Israel. Moisés llamó a todo Israel y les dijo: No fue solo con nuestros padres (Abraham) que el SEÑOR hizo este pacto, sino también con nosotros, nosotros que estamos aquí hoy, todos vivos. (Dt. 5:3). Moisés en esta declaración deja muy claro que la ley dada aquí por él (Juan 1:17a) era exclusivamente para Israel y que era el principio o comienzo de la ley y el día de reposo.

LA LEY Y EL SÁBADO SON DADOS EXCLUSIVAMENTE A ISRAEL Leemos que el día de reposo se le dio a Israel como una señal entre Dios e Israel por dos razones. En primer lugar, por medio de este, las naciones gentiles podrían ver la relación especial entre Dios e Israel (Éxodo 31:13-16 y 17; Ezequiel 20:12, 19-21), y en segundo lugar, le recordaría a Israel en particular cómo Dios, con mano poderosa, los sacó de la esclavitud de Egipto (Dt. 5:15). Por tanto,

C

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el sábado es una conmemoración de la liberación de Israel de Egipto y se le dio exclusivamente a Israel. LA LEY FUE SOLO POR UN PERIODO DETERMINADO DE TIEMPO

Las escrituras son muy claras al señalar que Dios dio la ley, que también incluye el día de reposo, por un período de tiempo determinado. El profeta Oseas predijo el fin Del sábado (ley) cuando dijo: "Haré cesar todo su regocijo: sus fiestas, sus lunas nuevas, sus sábados y todas sus festividades”. (Hos. 2:11). Pablo confirmó este hecho en Gálatas 3:16-25. "¿Entonces, para qué sirve la ley? Se agregó debido a las transgresiones, hasta que la Simiente (Jesucristo) venga a quien se le hizo la promesa" (versículo 19). "En efecto, la ley fue nuestro ayo (tutor) para llevarnos a Cristo, para que podamos ser justificados por la fe (en Jesucristo, según el versículo 24). Pero después que haya llegado la fe, ya no estamos bajo un ayo (o ley) (Gal 3:25). La ley que fue dada 430 años después de Abraham (Gálatas 3:17) por Moisés (Juan 1: 17a) fue solo por el período desde Sinaí hasta Cristo.

LA LEY LLEGÓ A SU FINALIZACIÓN EN CRISTO En Deuteronomio 5 donde se dan los diez mandamientos, Moisés comenzó diciendo: “Escucha, Israel, las leyes y decretos que proclamo hoy a sus oídos. Apréndanlos y tengan cuidado de ponerlos por obra”. (Dt. 5:1). En el Nuevo Testamento vemos que Cristo, Él anuló el acta que había contra nosotros, que por sus decretos nos era contraria… (Los mandamientos de Dios que violamos), y la ha quitado de en medio al clavarla en su cruz. (Col. 2:14; Ef. 2:15). Nos queda muy claro que los Diez Mandamientos, también fueron anulados en la cruz con Cristo. Pablo también nos lo dice

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categóricamente en Romanos 10:4 – Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree. (Véase también 2 Cor. 3:6-16). Ahora que sabemos que al morir Cristo en la cruz, los Diez Mandamientos fueron anulados y eliminados, sabemos que el sábado, el cuarto de los Diez Mandamientos también fue anulado allí.

LA POSTURA DE LA IGLESIA DEL NUEVO TESTAMENTO PARA CON LA LEY

Entonces algunos que vinieron de Judea enseñaban a los hermanos: “Si no se circuncidan de acuerdo con el rito de Moisés, no pueden ser salvos”. Puesto que surgió una contienda y discusión no pequeña por parte de Pablo y Bernabé contra ellos, los hermanos determinaron que Pablo, Bernabé y algunos otros de ellos subieran a Jerusalén a los apóstoles para tratar esta cuestión. Entonces los que habían sido enviados por la iglesia pasaban por Fenicia y Samaria, contando de la conversión de los gentiles; y daban gran gozo a todos los hermanos. Una vez llegados a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia y por los apóstoles y por los ancianos, y les contaron todas las cosas que Dios había hecho con ellos. Pero algunos de la secta de los fariseos que habían creído se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos y mandarles que guarden la ley de Moisés. Entonces se reunieron los apóstoles y los ancianos para considerar este asunto. Como se produjo una grande contienda, se levantó Pedro y les dijo: Hermanos, ustedes saben que, desde los primeros días, Dios escogió entre ustedes que los gentiles oyeran por mi boca la palabra del evangelio, creyeran y Dios, que conoce los corazones, dio testimonio a favor de ellos al darles el Espíritu Santo igual que a nosotros y no hizo ninguna diferencia entre nosotros y ellos, ya que purificó por la fe sus corazones. Ahora pues, ¿por qué ponen a prueba a Dios, colocando sobre el cuello de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar? Más bien, nosotros creemos que somos salvos por la gracia del Señor Jesús, del mismo modo que

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ellos. Entonces toda la asamblea guardó silencio y escuchaban a Bernabé y a Pablo, mientras contaban cuántas señales y maravillas Dios había hecho por medio de ellos entre los gentiles. Cuando terminaron de hablar, Jacobo respondió diciendo: Hermanos, óiganme: Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles para tomar de entre ellos un pueblo para su nombre. Con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito: “Después de esto volveré y reconstruiré el tabernáculo de David, que está caído. Reconstruiré sus ruinas y lo volveré a levantar para que el resto de los hombres busque al Señor y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre”, dice el Señor que hace estas cosas que son conocidas desde la eternidad. Por lo cual yo juzgo que no hay que inquietar a los gentiles que se convierten a Dios, sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de inmoralidad sexual, de lo estrangulado y de sangre. Porque desde tiempos antiguos Moisés tiene en cada ciudad quienes le prediquen en las sinagogas, donde es leído cada sábado. Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos con toda la iglesia que enviaran a unos hombres elegidos de entre ellos a Antioquía con Pablo y Bernabé: a Judas que tenía por sobrenombre Barsabás, y a Silas, quienes eran hombres prominentes entre los hermanos. Por medio de ellos escribieron: Los apóstoles, los ancianos y los hermanos, a los hermanos gentiles que están en Antioquía, Siria y Cilicia. Saludos. Por cuanto hemos oído que algunos que han salido de nosotros, a los cuales no dimos instrucciones, les han molestado con palabras, trastornando sus vidas, de común acuerdo nos ha parecido bien elegir unos hombres y enviarlos a ustedes con nuestros amados Bernabé y Pablo, hombres que han arriesgado sus vidas por el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Así que hemos enviado a Judas y a Silas, los cuales también les confirmarán de palabra el mismo informe. Porque ha parecido bien al Espíritu Santo y a nosotros no imponerles ninguna carga más que estas cosas necesarias: que se abstengan de cosas sacrificadas a los ídolos, de sangre, de lo estrangulado y de inmoralidad sexual. Si se guardan de tales cosas, harán bien. Que

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les vaya bien. Entonces, una vez despedidos, ellos descendieron a Antioquía; y cuando habían reunido a la asamblea, entregaron la carta. Al leerla, se regocijaron a causa de esta palabra alentadora. (Hechos 15:1-31).

CRISTO AHORA ES EL VERDADERO DÍA DE REPOSO DEL CREYENTE

Cristo es ahora el hijo del verdadero reposo o el sábado de Dios, en este sentido, el verdadero creyente en Cristo puede tener un descanso completo todos los días y no solo un día a la semana. Esta verdad se vuelve aún más clara para nosotros en Hebreos 4:1-10. Temamos, pues, mientras permanezca aún la promesa de entrar en su reposo, no sea que alguno de ustedes parezca quedarse atrás. (Versículo 1). Según los versículos 7 y 8, Dios determinó cierto día para entrar, y ese día es hoy. Nosotros los que creemos hemos entrado en el día santo según el versículo 3. Eso no significa que ingresamos una vez por de la ley, sino que entramos ahora es decir, hoy, ya sea lunes, sábado o domingo. Fe en su propia naturaleza y esencia es una entrada a Al reposo de Cristo. El verdadero creyente tiene descanso perfecto por la salvación en Jesús: Pero este, habiendo ofrecido un solo sacrificio por los pecados, se sentó para siempre a la diestra de Dios… (Heb. 10:12, 14).

¿QUÉ PAPEL JUEGA EL DOMINGO EN LA VIDA DEL CREYENTE? Si es verdad que el domingo no es un día de reposo, ¿por qué los creyentes se reúnen ese día? Cristo, en quien finalizó el sábado judío (el último o el séptimo día de la semana) que se vinculó con la antigua dispensación o el pacto es decir, la ley, resucitó de los muertos el primer día de la semana (domingo) (Juan 20:1).

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Su resurrección de entre los muertos testifica de un Nuevo Pacto, es decir, de la Gracia. Porque el pecado no tendrá (después de la resurrección de Jesús) dominio sobre ustedes (creyentes), porque usted no está bajo la ley (la antigua dispensación o el pacto) sino bajo la gracia (Rom. 6:14). Por esta razón, la Iglesia de Jesucristo se reúne para adorar el domingo, el primer día de la semana (Juan 20:19; Hechos 20:7; 1 Corintios 16:2). Porque el domingo no es día de reposo, no puede ser profanado.

EL DOMINGO Observe las siguientes referencias de las Escrituras concernientes al domingo (el primer día de la semana):

• “Al anochecer de aquel día, el primero de la semana...” (Juan 20:19).

• Ocho días después, sus discípulos estaban adentro otra vez… (Juan 20:26). Ocho días después del primer día de la semana se traduce en un primer día de la semana subsiguiente.

• Al llegar el día de Pentecostés estaban todos reunidos en un mismo lugar. (Hechos 2:1). El Pentecostés era exactamente un día después del sábado (domingo) más siete semanas completas. Comparar en levítico 23:15-16.

• El primer día de la semana, cuando estábamos reunidos para partir el pan… (Hechos 20:7).

• Pero ahora, Cristo sí ha resucitado de entre los muertos, como primicias de los que durmieron. (1 Cor. 15:20). La palabra primicias en este verso se refiere a la gavilla de los

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primeros frutos del cual menciona Levítico 23:10-11. El sacerdote tenía que agitar la gavilla el día después del sábado: es el primer día o domingo. Compare también 1 Corintios 15:23.

PREGUNTAS Y RESPUESTAS Pregunta 1 ¿En qué parte y cuándo el Señor Jesús o sus

apóstoles o cualquier otro escritor de la Biblia en el Nuevo Testamento, ordenaron a los cristianos que vinieron de los gentiles a guardar la ley (los Diez Mandamientos)?

Respuesta No encontramos ningún mandato en todo el Nuevo

Testamento que los cristianos, que vinieron de los gentiles estén obligados a cumplir la ley.

Pregunta 2 ¿Hay alguna escritura que pueda mostrar que los

cristianos que vinieron de los gentiles alguna vez guardaron el sábado según la ley?

Respuesta No hay escritura que lo respalde. Pregunta 3 ¿En qué parte de la Biblia encontramos que alguien

recibiera la orden de guardar el séptimo día (sábado

como día de reposo) antes del éxodo de Egipto? Respuesta No existe tal mandato o mandamiento. Pregunta 4 ¿Por qué las personas insisten en colocar a otros, a

quienes no se les dio el sábado, debajo de este? Respuesta Buscan colocar la letra de la ley en los cristianos,

mientras que en Nehemías 9:13-14 se establece

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claramente que la ley y el sábado solo se le dió a Israel.

Pregunta 5 ¿Por qué las personas intentan forzar guardar el

sábado a los cristianos que vinieron de los gentiles, mientras que la ley establece que es una señal entre Dios y los hijos de Israel?

Respuesta Intentan imponer la letra de la ley a los cristianos,

pero el Señor dice en Éxodo 31:17: "Será señal para siempre entre los hijos de Israel y yo…”.

Pregunta 6 ¿Es verdad que Pablo escribió a los efesios que la ley

debería ser anulada? Respuesta Pablo escribió lo siguiente a los efesios: y abolió la

ley de los mandamientos formulados en ordenanzas… (Ef. 2:15).

Pregunta 7 ¿Es cierto que, según las Escrituras, el período por

el cual se dio la ley terminó con la venida de Jesucristo?

Respuesta En Gálatas 3:19 leemos sobre la ley que: “…Fue dada

por causa de las transgresiones, hasta que viniera la descendencia a quien había sido hecha la promesa...” Pablo, aquí claramente declara que la ley no siempre existiría, sino solo por un cierto período, hasta que Cristo venga quien, para redimirnos de la maldición de la ley… (Gal. 3:13). En efecto, el período por el cual se dio la ley, según las Escrituras, terminó con la venida de Cristo y estamos libres de la ley. Pero ahora, habiendo muerto a lo que nos tenía sujetos, hemos sido liberados de la ley… (Rom. 7:6).

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Pregunta 8 Si los cristianos están obligados a guardar el sábado,

¿por qué no está ordenado claramente en el Nuevo Testamento?

Respuesta En ninguna parte del Nuevo Testamento (Nuevo

Pacto) se le ordena a los cristianos que guarden el sábado y por ende, no están obligados a hacerlo.

Pregunta 9 Si los cristianos se ven obligados a guardar el

sábado, ¿por qué no se mencionó en la importante carta del Concilio de Apóstoles y Ancianos de Jerusalén (Hechos 15) a los gentiles cristianos en Antioquía, Siria y Cilicia?

Respuesta El Concilio sí consideró la pregunta de si los

cristianos deberían guardar la ley. Si hubiera un mandato a los cristianos para guardar el sábado de la ley mosaica, se habría mencionado en Hechos 15:1-19. No fue mencionado.

Pregunta 10 ¿Por qué el apóstol Pablo, escribiendo bajo la

inspiración del Espíritu Santo, no mencionó la gran importancia para los cristianos de guardar el sábado en alguna de sus cartas? Además, encontramos en Apocalipsis 2 y 3 las siete cartas de Cristo a las siete iglesias. ¿Menciona algo sobre el sábado ahí?

Respuesta En estos mensajes de la Cabeza de la iglesia

(Jesucristo: Efesios 1:22) a las siete iglesias, no se menciona ni una sola vez que están obligados a guardar el sábado. Pablo adopta el mismo punto de vista en sus epístolas.

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Pregunta 11 ¿Cómo se explica lo que escribieron los "padres de la iglesia" en los primeros tres siglos después de Cristo, hablando del primer día como el día en que los cristianos se reunieron para adorar?

Respuesta Los cristianos de hoy no se reúnen los domingos

para adorar a fin de honrar el sábado, porque bajo el Nuevo Pacto, este mandato no existe en absoluto. Los cristianos que se reúnen los domingos para adorar no tiene nada que ver con el mandamiento del sábado, sino que surge de la práctica de los primeros cristianos que se reúnen para sus reuniones mutuas el primer día de la semana (la resurrección de Cristo) (Juan 20:19; Hechos 20:6-7; 1 Cor. 6:1-2).

Pregunta 12 Si los cristianos se vieron obligados a guardar el

séptimo día (el sábado), ¿por qué los primeros cristianos cometieron un error tan grave con sus reuniones importantes es decir, la celebración de la comunión y la colecta para los santos, al reunirse el primer día en lugar del séptimo día?

Respuesta Los discípulos observaron la celebración de la

resurrección y la santa comunión el primer día (domingo) (Hechos 20:7), así como la colecta para los santos (Hechos 20:7; 1 Cor. 16:1-2).

Pregunta 13 ¿Cómo debemos entender Colosenses 2:14-17? Respuesta En ella leemos que la carta de la deuda (la evidencia)

con sus ordenanzas (de las cuales el sábado es una): a) fue anulada; b) retirada del camino;

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c) clavada en la cruz.

Pregunta 14 ¿Es verdad que ciertas cosas en la ley de Moisés (de las cuales guardar el sábado es una) son solo una sombra de las cosas por venir, en tanto que la realidad se cumplió en Cristo?

Respuesta Al igual que con los demás actos ceremoniales del

Antiguo Testamento, que eran figurazaciones, o imágenes de sombras, el sábado también era una sombra. Una vez que llega lo genuino, la sombra desaparece. Por tanto, nadie los juzgue en asuntos de comida o de bebida, o respecto a días de fiesta, lunas nuevas o sábados. Todo ello es solo una sombra de lo porvenir, pero la realidad pertenece a Cristo. (Col. 2:16, 17).

Pregunta 15 ¿Por qué el apóstol Pablo no animó a los que

consideraban todos los días iguales, a comenzar con el séptimo día por encima de todos los demás días y a santificarlo?

Respuesta Porque ya no era necesario. Pregunta 16 ¿Por qué en el Nuevo Testamento hay advertencias

claras contra los 'pecados o transgresiones' específicas que se mencionan en los Diez Mandamientos, a excepción del cuarto?

Respuesta Por favor compare las siguientes referencias de las

Escrituras.

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Los diez mandamientos en el:

Antiguo Testamento Nuevo Testamento

1 Ex. 20:3 1 Hechos 14:15

2 Ex. 20:4-5 2 1 Juan 5:21

3 Ex. 20:7 3 St. 5:12

4 Ex. 20:8 4 No Menciona

5 Ex. 20:12 5 Ef. 6:1-2

6 Ex. 20:13 6 Rom. 13:9-10

7 Ex. 20:14 7 Rom. 13:9; 1 Cor. 6:10

8 Ex. 20:15 8 Rom. 13:9; Ef. 4:28

9 Ex. 20:16 9 Col. 3:9

10 Ex. 20:17 10 Ef. 5:3

La razón de esto es que en Cristo ya no hay judíos ni gentiles, sino un cuerpo (la iglesia). En consecuencia, el sábado ya no es una señal entre Dios e Israel en la iglesia del Nuevo Testamento. Por esta razón, el cuerpo (iglesia) mantiene el domingo "el primer día de la semana" como el día de la resurrección y la iglesia no está legalmente obligada a guardar el sábado (que es el Antiguo Pacto).

Pregunta 17 ¿Cómo se debe entender Mateo 5:17-19? Respuesta La expresión la ley o los profetas fue una afirmación

utilizada en los días de Jesús, refiriéndose a todo el Antiguo Testamento (Mateo 7:12, 22, 22:40; Hechos 24:14; 28:23). Por lo tanto, esto incluye las leyes ceremoniales, sacrificiales y civiles descritas en la ley de Moisés. Para ser precisos, había 613 leyes y estatutos relacionados con todas las leyes judías. Jesús cumplió la ley y los profetas.

Pregunta 18 ¿Cómo se debe entender Mateo 24:15-21?

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Respuesta En primer lugar, cuando se dio esta profecía, el

cuerpo (la iglesia) todavía era un misterio. En segundo lugar, se hace referencia a los judíos (Israel) en los días de la Gran Tribulación. En tercer lugar, el rapto ya habría ocurrido. El guardar el sábado aquí se refería al enorme problema que Israel enfrentará en los días del Anticristo cuando quieren huir pero se ven obstaculizados por las obligaciones del sábado.

Pregunta 19 ¿Cómo se debe entender el Antiguo Pacto (que

incluye el sábado) en comparación con el Nuevo Pacto?

Respuesta El Antiguo Pacto (La Ley), (Dt. 5:2-3; Dt. 9:11-15 y 1

Reyes 8:21). El Nuevo Pacto (Jesús), (Mt. 26:28; Heb. 8:6-7, 9, 13; Heb. 9:1, 4, 11; 2 Cor. 3:3-9; 1 Cor. 1:30). El Nuevo Pacto ha reemplazado al Antiguo, es decir, el Nuevo Testamento trascendió el Antiguo Testamento o lo superó. Toda la ley, incluidos los Diez Mandamientos, se cumplió a través de Jesucristo. Toda la ley, incluidos los Diez Mandamientos, como parte del Antiguo Pacto ya no es operativa ni funcional. La razón de esto es porque fue reemplazada por el Nuevo Testamento (Pacto). El mismo Dios de Israel inspiró ambos Testamentos, en efecto, es comprensible que algunos de los Nuevos estén incluidos en algunos de los Antiguos, pero los dos Testamentos no pueden coexistir de ninguna manera o razón.

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El guardar el sábado es un mandamiento que figura en el Pacto Antiguo, mas no está incluido y tampoco se proclama en el Nuevo Testamento (Nuevo Pacto). Ahora, Jesucristo nuestro Mesías es nuestro descanso sabático. (Heb. 7:16, 19:22; 4:1-11). Por consiguiente, el guardar el domingo como día de la resurrección no es una alternativa para día de reposo. El sábado (séptimo día) no es reemplazado por el domingo (primer día). El reconocimiento de que el séptimo día (sábado) era una sombra de Cristo según la ley, se anuló porque Cristo lo había cumplido. (Col. 2:16-17; Mt. 5:18-19).

EN CONCLUSIÓN Pedro (Simón), Santiago, Bernabé, Pablo y los otros apóstoles se opusieron a guardar la ley (y en concecuencia también el sábado) y la circuncisión de los gentiles en Hechos 15:1-31. Pablo se opone a guardar la ley (incluyendo el sábado) y la circuncisión. (Gal. 3:1-5). Las Escrituras del Nuevo Testamento que confirman que los creyentes gentiles no están obligados a guardar el sábado son: Colosenses 2:14, 16-17; Ef. 2:15; Rom. 6:14, 10:4; Gal. 3:19, 22-25 y Hechos 15:1-31. La única ley que los cristianos del Nuevo Testamento conocemos, es la ley de Cristo y el Espíritu (Gal. 6:2; Rom. 8:2). El amor sirve al espíritu de la ley. (Juan 3:34-35; Rom. 13:8-10).

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Capítulo 20

¿QUÉ ENSEÑA LA BIBLIA SOBRE EL REINO DE DIOS?

Anto el Antiguo Testamento como el Nuevo Testamento hablan sobre el reino de Dios. El significado básico del reino de Dios es "el dominio de Dios". Esta es la esfera de la

soberanía de Dios. Dios tiene el derecho de gobernar aquí, es el reino del gobierno de Dios y la realidad del gobierno o dominio de Dios, donde Él gobierna con poder y autoridad reales. Los evangelios usan la terminología "El Reino de los Cielos" y "El reino de Dios" de manera intercambiable (compare Mateo 4:17 y Marcos 1:15; Mateo 8:11 y Lucas 13:28; Mateo 13:11 y Marcos 4:11). Debido a que el Evangelio de Mateo estaba dirigido principalmente a los judíos, él no usó la fórmula "reino de Dios" en general. De ahí, la práctica de Mateo de reemplazar principalmente a Dios con el cielo. El estudio del reino se introdujo en niveles multifacéticos en la Biblia. En total hay cinco facetas y cuatro de las cinco ya son conocidas en el Antiguo Testamento; la quinta faceta es el misterio que ahora solo se revela en el Nuevo Testamento.

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EL REINO ETERNO O UNIVERSAL El significado básico de "el reino universal" es el dominio soberano de Dios sobre toda Su creación. Las cosas pasan por la voluntad directa de Dios o, a veces, por Su voluntad permisiva, pero nada puede suceder fuera del control de Dios. Las Escrituras hablan del control eterno y soberano de Dios sobre Su creación:

• 1 Crónicas 29:11-12 Tuyos son, oh SEÑOR, la grandeza, el poder, la gloria, el esplendor y la majestad… Tuyo es el reino, oh SEÑOR, y tú te enalteces como cabeza sobre todo…

• Salmos 10:16 ¡El SEÑOR es Rey para siempre!...

• Salmos 29:10…el SEÑOR se sentó como rey para siempre.

• Samos 74:12 Sin embargo, Dios es mi Rey desde los tiempos antiguos…

• Salmos 103:19 El SEÑOR estableció en los cielos su trono…

• Jeremías 10:10 Pero el SEÑOR es el verdadero Dios; él es el Dios vivo y el Rey eterno…

• Daniel 4:17…que el Altísimo es Señor del reino de los hombres, que lo da a quien quiere…

EL REINO ESPIRITUAL Esta segunda faceta del reino es el reino espiritual; esto se refiere al dominio de Dios en el corazón del creyente. El reino espiritual está formado por todos los creyentes y solo los creyentes, a lo largo de toda la historia humana. El acceso al reino solo puede ocurrir a través del renacimiento que es efectuado por el Espíritu Santo.

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En la dispensación actual, que se extiende desde Juan 20 hasta el rapto, el reino espiritual y la Iglesia (congregación) son sinónimos. Sin embargo, el reino espiritual existió antes que naciera la Iglesia y existirá después que la Iglesia sea raptada. Por consiguiente, el reino espiritual incluye a todos los creyentes del Antiguo Testamento, la dispensación de la iglesia y los creyentes después del rapto de la Iglesia. Las Escrituras hablan del reino espiritual, por mencionar algunos:

• Mateo 6:33 Buscar primero el reino de Dios…

• Mateo 19:23 …difícilmente entrará…en el reino delos cielos

• Mateo 19:24 …entrar en el reino de Dios

• Juan 3:5 …cannot enter the kingdom of God

• Hechos 8:12…mientras anunciaba el evangelio del reino de Dios…

• Colosenses 4:11 Ellos son los únicos de la circuncisión que son colaboradores conmigo en el reino de Dios

• 1 Tesalonicenses 2:12…quien los llama a su propio reino y gloria.

El reino espiritual está formado por todos los creyentes desde Adán hasta que la última persona se salve al final del reino mesiánico, los mil años de paz.

EL REINO TEOCRÁTICO La tercera faceta del reino se conoce como el reino teocrático, porque se refiere al gobierno de Dios sobre Israel. El reino teocrático entró en vigor en el Monte Sinaí cuando los israelitas recibieron el pacto de la Ley que los colocó en una nueva relación

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con Dios. La Ley de Moisés serviría como la constitución del reino teocrático. En el Antiguo Testamento diferenciamos dos fases distintas en el reino teocrático. La primera fase – es el período desde Moisés a Samuel. Dios gobernó a través de Moisés, Josué y los Jueces. Samuel fue el último juez. La segunda fase: el período desde los reyes, David a Sedequías, el último rey cuando los babilonios destruyeron Jerusalén y el templo en el año 586 a.C. El reino teocrático llegó a su fin y comenzaron los "Tiempos de las Naciones". Las Escrituras para el reino teocrático comienzan con Éxodo 19 y terminan con 2 Crónicas 36. Las Escrituras durante este período incluyen la historia del reino teocrático en la vida del pueblo de Israel.

EL REINO MESIÁNICO El reino mesiánico o mil años de paz es la cuarta faceta de la doctrina del reino. El significado aquí es que se establecerá un reino literalmente terrenal en la tierra. El Mesías gobernará sobre Israel y las naciones gentiles desde el trono de David en Jerusalén. Este es un reino mesiánico ya que el mismo Mesías (Jesucristo) personalmente gobernará el reino. Este es un reino del milenio, ya que durará mil años. Este reino, que está enraizado en el Pacto de David, es uno de los temas principales de la profecía del Antiguo Testamento (Isaías 9:1-6; 11:1-10; 2:1-4; 35:4-10; Isaías Capítulos 60- 62; 2 Samuel Capítulo 7; Zacarías Capítulo 14) Es este reino, del cual predicó Juan el Bautista, el que está cerca (Mateo 3:1-2). Jesucristo ofreció este reino a Israel, pero los líderes judíos rechazaron la oferta en Mateo 12. En consecuencia,

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la oferta del Reino se retiró de esa generación. Desde una perspectiva humana, el Reino mesiánico fue pospuesto, pero desde la perspectiva divina, todo era parte del plan divino. Este reino será ofrecido nuevamente a los judíos durante los días de la Gran Tribulación; ellos lo aceptaran. Entonces se establecerá el reino mesiánico.

EL MISTERIO DEL REINO DEL CIELO Esta quinta faceta del reino es la única de las cinco que no se revela en el Antiguo Testamento; sólo se revela en el Nuevo Testamento como un misterio. La revelación del reino de los cielos en el misterio se produjo como resultado del rechazo de los judíos a Cristo como Mesías. En este sentido, Jesús suspendió la continuación de la presentación del reino mesiánico. Las personas fueron evaluadas en lugares específicos, lugares como Capernaum, Betsaida, etc. (Mateo 11:20-24), donde el Rey rechazado se convirtió en el que rechazaba. Los misterios del reino de los cielos se desarrollan en las parábolas de Mateo 13. Este reino comenzó con el rechazo de Jesucristo como el Mesías (Mateo 12-13), y termina con la aceptación de Jesús como el Mesías por parte de Israel (Mateo 24 -25; Zacarías 12). Este reino en misterio incluye la era desde Mateo 13 hasta Juan 20; esto incluye toda la era de la Iglesia (Juan 20 hasta Apocalipsis 3), así como la Gran Tribulación (Apocalipsis 6 al 19). En efecto, el reino en misterio cubre todo el período desde Mateo 13 hasta el final de la Gran Tribulación. Por consiguiente, un creyente en la era de la Iglesia está en el reino espiritual de Dios y también en el reino en misterio. La palabra "Cristianismo" describe y define el reino de los cielos en misterio. El término "Cristianismo" se refiere a cualquier lugar

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del mundo donde la fe en Jesús sea confesada, correcta o incorrectamente, ya sea ortodoxa, herética, evangélica o protestante. El reino de los cielos en misterio en su forma o condición actual encuentra su expresión en el Cristianismo. Este término es el más descriptivo de la naturaleza y esencia del reino como su forma actual. Por lo tanto, encontramos en las parábolas de Mateo 13 los salvos y los que no son salvos, los creyentes y los no creyentes, la buena semilla y la mala hierba una junto a la otra, como coexistentes, porque el reino está en el misterio o en una forma oculta. Esta dispensación actual del Cristianismo o misterio del reino de los cielos es emblemática de cómo el reino Actualmente se encuentra. Estar en la esfera del Cristianismo no significa ser salvos o participantes de la salvación en absoluto. El verdadero creyente es quien nació de nuevo al entrar en el reino espiritual y así se convirtió en participante de la salvación. Toda la esfera de la semejanza cristiana, o más descriptivamente, el Cristianismo es entonces el reino de los cielos en misterio. El reino continuará de esta manera hasta la venida de Jesucristo. Este reino en misterio debe distinguirse de las otras cuatro facetas del reino porque:

• El reino en misterio no es lo mismo que el reino universal o eterno. Este reino está limitado en cuanto al tiempo, más el reino universal no lo está.

• El reino en misterio no es lo mismo que el reino espiritual, porque este reino incluye tanto a los creyentes como a los incrédulos, lo cual no es el caso en el reino espiritual.

• El reino en misterio no es lo mismo que el reino teocrático, porque no incluye el dominio de Dios sobre Israel.

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• El reino en misterio no es lo mismo que el reino mesiánico, porque Jesús sí gobierna sobre el reino desde Jerusalén; y

• El reino en misterio no es lo mismo que la Iglesia. La Iglesia está ciertamente dentro del reino en misterio, porque hay creyentes en él; la Iglesia es el trigo, e incluye tesoros y la perla (ver las parábolas en Mateo 13), pero no es la totalidad de ella.

En consecuencia, la Iglesia es una parte o un aspecto del reino en misterio, así como un aspecto del reino espiritual, pero no es la totalidad del reino en misterio. El problema del cual los profetas de antaño no pudieron esclarecer es: lo que sucedería en el intervalo entre el rechazo del Rey y su regreso. Los misterios (secretos) del reino de los cielos (Mateo 13) proporcionan la respuesta. Más adelante, en Mateo 16 versículo 18, Jesús revelaría un objetivo de Dios previamente oculto: …edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.

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Capítulo 21

LOS TIEMPOS DE LAS NACIONES, LA PLENITUD DE LOS

GENTILES Y DEL TIEMPO LOS TIEMPOS DE LAS NACIONES

l libro de Daniel trata sobre los tiempos de las naciones. Esta frase es indicativa de ese período de la historia mundial en el que el dominio del mundo estará en manos de los

gentiles. Nabucodonosor, rey de Babilonia fue el primer gentil (no - judío) gobernante mundial a quien los israelitas fueron sometidos después de establecerse en la tierra de Canaán. Otros reyes los habían hecho sujetos a impuestos por períodos cortos, pero Nabucodonosor había derrocado el trono de David, había sitiado a Jerusalén, había secuestrado a personas y había hecho del país parte integrante de su territorio. Fue hace aproximadamente 2,600 años cuando asedió a Jerusalén y ese fue el período inicial cuando comenzaron los tiempos de las naciones. Este período continuará hasta la gloriosa venida del Señor Jesús, el Hijo del hombre, cuando encuentre al Anticristo, el último gobernante mundial de los gentiles, sentado en el trono en el templo de Jerusalén (2 Tes. 2:3-4), y entonces Cristo lo derrotará. Nuestro Señor mismo dijo en Lucas 21:24: …Jerusalén será pisoteada por los gentiles hasta que se cumplan los tiempos de los gentiles.

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Los tiempos de las naciones continuarán hasta el tiempo del fin (el fin del dominio gentil sobre el pueblo santo, Israel). El libro de Daniel marca los tiempos de las naciones con acontecimientos que apuntan en cierta dirección es decir, al tiempo del fin. Hasta que llegue aquel momento, Dios se asegurará que el significado completo de este libro permanezca oculto a los ojos del hombre. Cuando llegue el momento del fin, se eliminará este velo y muchas personas se interesarán en las profecías de Daniel. En el momento adecuado, Dios quitará los obstáculos, el Espíritu de verdad guiará al pueblo de Dios a la verdad y luego los sabios entenderán lo que está escrito en este libro de la Biblia. Actualmente estamos en este punto de la historia mundial.

LA PLENITUD DE LOS GENTILES La expresión aparece en Romanos 11:25-26: Hermanos, para que no sean sabios en su propio parecer no quiero que ignoren este misterio: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles y así todo Israel será salvo… El significado aquí es que Israel en la actualidad está temporalmente apartado hasta que la plenitud de los gentiles (La Iglesia) haya entrado. Santiago comparte el mismo pensamiento en Hechos 15:13-17 Cuando terminaron de hablar, Jacobo respondió diciendo: Hermanos, óiganme: Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles para tomar de entre ellos un pueblo para su nombre. Con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito: “Después de esto volveré y reconstruiré el tabernáculo de David, que está caído. Reconstruiré sus ruinas y lo volveré a levantar, para que el resto de los hombres busque al SEÑOR y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre”.

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La plenitud de los gentiles es el número completo de aquellos que son seleccionados por su nombre de entre las naciones gentiles. Esta es la Iglesia que es su cuerpo, la plenitud de aquel que todo lo llena en todo. (Ef. 1:22-23).

LA PLENITUD DEL TIEMPO La plenitud del tiempo es una frase que se encuentra en Efesios 1:10. Esto se refiere a la última dispensación, el estado eterno, cuando todas las cosas estarán controladas por Cristo. La Biblia lo presenta de esta manera: organizar la plenitud del tiempo, con el objetivo de colocar todas las cosas en los cielos y las cosas en la tierra, uniéndolas bajo una sola cabeza que es Cristo.

• Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas. Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos. (1 Cor. 15:27-28).

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Capítulo 22

ELECCIÓN, PREDESTINACIÓN Y LIBRE EL ALBEDRÍO HUMANO

¿QUIÉN ES PREDESTINADO PARA SER SALVO?

a elección, la predestinación y el libre albedrío humano son conceptos doctrinales sobre los cuales el creyente ignorante probablemente es el más confundido y es lo que da los

dolores más fuertes de cabeza entre todas las doctrinas bíblicas. Si son mal entendidos, puede distorsionar el evangelio. Cuando la doctrina de la elección no se entiende o predica correctamente, puede tener una influencia perjudicable a nuestra fe. Si se entiende de manera correcta, tiene un maravilloso mensaje de salvación y redención para el creyente.

• Porque la gracia salvadora de Dios se ha manifestado a todos los hombres. (Tito 2:11)

Debemos indicar claramente al inicio de este análisis que la elección aquí no es para una posición, tarea o llamamiento específicos (Romanos 9:11-12; Juan 6:70; 15:16; Hechos 1:2-24; 9:15) sino de una elección para salvación: …Dios los haya escogido desde el principio para salvación, por la santificación del Espíritu y fe en la verdad. (2 Tes. 2:13).

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LA DIFERENCIA ENTRE PREDESTINACIÓN (ORDENACIÓN ANTICIPADA) Y LA ELECCIÓN

Debido a que los dos conceptos están tan estrechamente relacionados entre sí, el Dr. AH Verster explica: los vemos como conceptos sinónimos y esto lleva a una gran confusión en nuestra comprensión de ello. No obstante, debe observarse una diferencia en la definición y exégesis de estos dos términos. Simplemente vamos a señalar aquí la diferencia básica entre la predestinación (pre-ordenación o predeterminación) y la elección, para demostrar que los dos conceptos no tienen el mismo significado. LA PREDESTINACIÓN Predestinación significa determinar por adelantado. En otras palabras, se refiere a la decisión del consejo de Dios sobre el objetivo final de su elección de algunas personas o el rechazo de otras. Pablo lo pone de esta manera donde escribe:

• Sabemos que a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo… (Rom. 8:29)

Ahora podemos decir que la predestinación es la realización del propósito predeterminado de Dios y la intención de su elección del hombre. Pablo escribe: estando convencido de esto: que el que en ustedes comenzó la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús. (Fil. 1:6). El objetivo y el propósito final de Dios para la persona salva nunca pueden cambiar o revertirse. Se completará a su debido tiempo en la economía de Dios, es decir, la adopción del creyente como hijos de Dios y su ubicación en el reino de Dios (Ef. 1:5; Rom. 8:23).

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LA ELECCIÓN Elección en su forma más sencilla significa escoger a unos para ser salvos y a otros para ser rechazados. Dicho de otro modo, algunos serán elegidos para ir al cielo, mientras que otros serán elegidos para ir al infierno. La elección habla de la salvación de la persona y asume la relación del creyente con Dios como sus hijos renacidos. Entonces Pablo escribió: …Dios los haya escogido desde el principio para salvación… (2 Tes. 2:13) Por un lado, LA ELECCIÓN habla de la relación redentora del hombre con Dios como Sus hijos nacidos de nuevo. Por otro lado, LA PREDESTINACIÓN tiene que ver con la realización de la meta y el propósito final de Dios para Sus hijos como los elegidos. En ninguna parte la Biblia declara que el hombre pecador está siempre predestinado a ser salvo. ¡Este es el trabajo primario de la elección! Una vista cercana de las Escrituras muestra que la predestinación se aplica exclusivamente a una persona ya salvada, mientras que la elección es principalmente acerca de la salvación de una persona en Cristo.

LA COMPRENSIÓN INCORRECTA DE LA ELECCIÓN PARA SALVACIÓN

Hay una opinión que se basa en Efesios 1:4 Asimismo, nos escogió en Él desde antes de la fundación del mundo… la cual enseña que Dios ya había decidido y determinado antes de la fundación del mundo a quien Él había elegido y destinado para el cielo y a quien Él rechazó para ir al infierno, y aquel no tiene alternativa aquí. Si esta doctrina que el Señor no le da al hombre ninguna opción en su salvación o estado perdido es cierta, entonces Dios le niega al hombre su libre albedrío para decidir por sí mismo si quiere ser salvo o si quiere estar perdido.

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Sin embargo, el Señor Jesucristo declara en Juan 5:40: Y ustedes no quieren venir a mí para que tengan vida: aquí Jesús reconoce sin lugar a duda que el hombre decide por su propia voluntad de venir a Él para salvación. También lo vemos en los siguientes casos en las Escrituras:

EL CASO DEL JOVEN RICO

• Cuando salía para continuar su camino, un hombre vino corriendo, se puso de rodillas delante de él y le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para obtener la vida eterna? Pero Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas “bueno”? Ninguno es bueno, sino solo uno, Dios. Tú conoces los mandamientos: No cometas homicidio, no cometas adulterio, no robes, no des falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a tu madre. Pero él le dijo: Maestro, todo esto he guardado desde mi juventud. Entonces, al mirarlo Jesús, le amó y le dijo: Una cosa te falta: Anda, vende todo lo que tienes, dáselo a los pobres; y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Pero él, abatido por esta palabra, se fue triste porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! Los discípulos se asombraron por sus palabras; pero Jesús, respondiendo de nuevo, les dijo: Hijitos, ¡cuán difícil es entrar en el reino de Dios! (Marcos 10:17-24)

EL CASO DE LA GENTE EN JERUSALÉN

• ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, así como la gallina junta sus pollitos debajo de

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sus alas y no quisiste! He aquí la casa de ustedes es dejada desierta. Les digo que no me verán más hasta que venga el día cuando digan: “¡Bendito el que viene en el nombre del SEÑOR! (Lucas 13:34-35)

EL CASO DE ALGUNOS DE SUS DISCÍPULOS

• Entonces, al oírlo, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír? Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto los escandaliza? ¿Y si vieran al Hijo del Hombre subir a donde estaba primero? El Espíritu es el que da vida; la carne no aprovecha para nada. Las palabras que yo les he hablado son espíritu y son vida. Pero hay entre ustedes algunos que no creen. Pues desde el principio Jesús sabía quiénes eran los que no creían y quién le había de entregar y decía: Por esta razón les he dicho que nadie puede venir a mí a menos que le haya sido concedido por el Padre. Desde entonces, muchos de sus discípulos volvieron atrás y ya no andaban con Él. Entonces Jesús les dijo a los doce: ¿Quieren acaso irse ustedes también? Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. (Juan 6:60-68)

OTROS EJEMPLOS

• Por tanto, arrepiéntanse y conviértanse para que sean borrados sus pecados; de modo que de la presencia del Señor vengan tiempos de refrigerio. (Acts 3:19)

• Más bien, primeramente a los que estaban en Damasco, y en Jerusalén y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, les he proclamado que se arrepientan y se conviertan a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento. (Hechos 26:20)

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• El Espíritu y la esposa dicen: “¡Ven!”. El que oye diga: “¡Ven!”. El que tiene sed, venga. El que quiera, tome del agua de vida gratuitamente. (Ap. 22:17)

Las referencias de las Escrituras muestran claramente que el hombre tiene una elección libre; ¡Él puede tomar su propia decisión a voluntad!

ENTENDIENDO LA ELECCION PARA SALVACIÓN ¿Cuál es la elección para salvación? Si pensamos en elección, en primer lugar debemos pensar en Cristo como el elegido de Dios:

• “He aquí mi siervo, a quien sostendré; mi escogido en quien se complace mi alma. Sobre él he puesto mi Espíritu, y él traerá justicia a las naciones. (Isa. 42:1).

• Acercándose a él, la Piedra Viva que fue ciertamente rechazada por los hombres, pero delante de Dios es elegida y preciosa…Por esto contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la Piedra del ángulo, escogida y preciosa y el que cree en él jamás será avergonzado (1 Pet. 2:4-6)

A la luz de esta elección, también debemos considerar la elección del hombre como se ve según la declaración de Pablo en Efesios 1:4, Asimismo, nos escogió en Él (Cristo). No existe elección para salvación fuera de lo que somos en Cristo. En otras palabras, el hombre es elegido porque en Cristo es el escogido de Dios. Una persona no es elegida y después, mucho más tarde, viene a una relación con Cristo. Si la persona fue elegida antes de entrar a una relación con Cristo por medio del arrepentimiento y el renacimiento, ¡entonces Dios escogió a pecadores! Ningún pecador es un elegido por Dios. La base y el mérito de la elección del hombre se encuentran en Cristo y su muerte expiatoria. Entonces, pertenecer a Cristo y ser elegido es lo mismo.

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¿CUÁNDO OCURRE LA ELECCIÓN PARA SALVACIÓN? Pablo escribe en Efesios 1:4: Asimismo, nos escogió en él desde antes de la fundación del mundo… El origen de nuestra elección existe en la relación eterna entre el Padre y el Hijo. Nuestra elección se convierte en una realidad por medio de Cristo. Él es la revelación de la elección de Dios (Isaías 49:7; 42:1; Lucas 23:35; Mateo 3:17). Debido a que Cristo es la encarnación de nuestra elección y salvación, encontramos tiempo y eternidad en Él.

¿QUIÉNES SON LOS ELEGIDOS PARA SER SALVOS? La pregunta que involuntariamente me viene a la mente es: ¿Cómo puedo saber si soy elegido o no? En otras palabras, ¿cómo puedo saber si estoy en Cristo y también soy un elegido o no? Para venir a Cristo, ser elegido y salvo, uno debe arrepentirse ante el Señor Jesucristo y nacer de nuevo por medio del Espíritu Santo. Después del sermón de Pedro en Pentecostés, mucha de la gran cantidad de personas que lo escucharon le preguntaron: Hermanos, ¿qué haremos? Pedro les dijo: Arrepiéntanse y sea bautizado cada uno de ustedes… (Hechos 2:37-38). Juan lo expresa de esta manera: Mas a todos los que lo recibieron (por propia voluntad) a Él (Cristo) (no a todas las personas), les dio el derecho de convertirse en hijos de Dios... (Juan 1:12). Como nacidos de nuevo hijos de Dios a través de la fe en Jesucristo, el Espíritu Santo nos coloca en Cristo (Juan 3:5-6; Gálatas 3:26-27), y somos salvos como los elegidos de Dios. La Biblia que es la palabra de Dios, no puede decirlo más claro:

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• Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. (Hechos 4:12)

• Porque todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo. (Rom. 10:13)

• Todo lo que el Padre Me da, vendrá a Mí; y al que a mí viene, no le echo fuera… y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: …Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. (Juan 6:37-40).

Debido a que Cristo asumió la deuda y el juicio de la humanidad sobre sí mismo, cada hombre tiene un gran compromiso con Él, ¡una obligación! Aquellos que se vuelven a Él en arrepentimiento y fe, experimentan la limpieza de sus pecados a través de la sangre de Jesús que fue derramada por nosotros. Pero todos sepan, que aquellos que le den la espalda y se nieguen a aceptarlo como Salvador, descubrirán que la misma sangre los condenará y los acusará ante Dios, por lo que traerán consigo el juicio eterno y la perdición… Que todo el mundo se entere: Porque la gracia salvadora de Dios se ha manifestado a todos los hombres. (Tito 2:11).

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Capítulo 23

LOS NUEVE DONES

SOBRENATURALES DEL ESPÍRITU

SANTO

DONES - LO QUE SON Y LO QUE NO SON

ste estudio es una revisión de la clasificación y descripción de los nueve dones sobrenaturales del Espíritu Santo concernientes a la revelación especial de ayuda al creyente.

• Porque a uno se le da palabra de sabiduría por medio del Espíritu; pero a otro, palabra de conocimiento según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por un solo Espíritu; a otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. (1 Cor. 12:8-10)

Trataremos los nueve dones de la siguiente manera: Los dones de hablar:

1. El don de profecía

2. El don de lenguas

3. El don de interpretación de lenguas

E

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Los dones de revelación:

4. Los dones de conocimiento de la palabra

5. El don de palabra de sabiduría

6. El don de discernimiento de espíritus Los dones de poder:

7. El don de sanidad

8. El don de milagros

9. El don de la fe

LOS DONES DE HABLAR En 1 Corintios 14, Pablo trata los tres dones del “habla” por separado de los otros seis porque está destinado a la edificación y el crecimiento espiritual del individuo y la iglesia (1 Co. 14:4, 12-13). Debido a que todos los creyentes cristianos pueden compartir en ellos (1 Corintios 14:5, 12, 31), estos dones del habla también se producirán con más frecuencia en la iglesia que los otros seis que están diseñados más para un ministerio más amplio y externo. Los seis regalos más grandes revelan al Espíritu como Él desea (1 Cor. 12:11). EL DON DE PROFECÍA (1 Cor. 12:10) Según Éxodo 7:1, Moisés habló en nombre de Dios a través de Aarón a Faraón. Aarón recibió el mensaje de Moisés y se lo transmitió a Faraón. De manera similar, el creyente habla por otro es decir, Dios y por lo tanto, el don de profecía es expresarse en un lenguaje familiar bajo la inspiración del Espíritu Santo (1 Cor. 14:3-5) para la edificación de la congregación.

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Lo que el don de la Profecía No es. Cuando hablamos de profecía, por razones funcionales debemos diferenciar entre el cargo o labor y el don. El Nuevo Testamento o antes llamado, profetas canónicos, tal como los profetas del Antiguo Testamento, fueron llamados específicamente a un cargo o labor para Dios (Ef. 4:11; Amós 7:15). Al igual que el cargo profético del Antiguo Testamento tiene su cumplimiento final en Juan el Bautista (Mateo 11:11-13), así el período profético del Nuevo Testamento fue de naturaleza transitiva y llegó a su final con la realización del canon del Nuevo Testamento. Pablo dice cómo Él (Cristo) me declaró por revelación el misterio de (la Iglesia)... como antes lo he escrito (Antiguo Testamento), el cual no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a Sus Santos apóstoles y profetas por el Espíritu (Ef. 3:3-5). Sus revelaciones y enseñanzas contenidas en el Nuevo Testamento ahora deben formar el fundamento de los apóstoles y profetas (Efesios 2:20) sobre los cuales la Iglesia debe continuar construyendo. Los dos oficios de los apóstoles y los profetas se cumplieron al completar el canon del Nuevo Testamento y ya no tiene ninguna otra función. En contraste, el don de profecía no es un llamamiento específico de personas específicas al oficio profético, sino una impartición de Gracia del Espíritu a todos los creyentes para la edificación de la iglesia (1 Cor. 14:12 – lea también 1 Cor. 14:1-3). El don de profecía en la iglesia no es revelar cosas o hacer predicciones. En este sentido, 1 Corintios 14:6, 29-30 indica la distinción entre profecía y revelación. En el versículo 29, Pablo dice: “los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen…”. Si la profecía contiene alguna predicción, ¿cómo sería posible que el resto de la iglesia juzgue si es verdadera o falsa? Nadie sabe el futuro misterioso. Por esta razón, es dudoso si el que profetiza

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quiere confirmar su profecía diciendo: "así ha dicho el Señor" o "Yo, el Señor ha dicho", porque ¿quién puede juzgar a Dios? No atemos el milagro del Espíritu con la inestabilidad del ser humano falible. No debemos cometer el error de percibir la profecía como una prédica normal. La predicación normal requiere una investigación y preparación exhaustivas, mientras que el don de profecía no requiere ninguna preparación, sino que es el resultado del Espíritu que se hace competente en el creyente. El verdadero propósito del don de Profecía El propósito del don de profecía está claramente definido hacia nosotros por Pablo: Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación. (1 Cor. 14:3). Podéis profetizar todos, uno por uno, para que todos aprendan y todos sean exhortados. (1 Cor. 14:31). El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia. (1 Cor. 14:4). La iglesia debe evaluar la profecía y determinar si exhorta, si es edificante, si consuela o si enseña de manera natural, según las Escrituras, porque la Biblia es la única norma y criterio con el que podemos determinar las verdades bíblicas. Debido a que todos pueden profetizar (1 Cor. 14:31), solo tres como máximo en cualquier servicio pueden hacerlo, uno después del otro, (1 Cor. 14:29-31) para mantener el orden (1 Cor. 14:40). El resto de la iglesia debe permanecer en silencio, porque los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas. Porque Dios no es autor de la confusión. (1 Cor. 14:32, 33).

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EL DON DE LENGUAS (1 Cor. 12:10) Aquí no hablamos de las habilidades lingüísticas de la mente humana, sino de Dios que usa los órganos del habla humanos. Este don es un discurso en un lenguaje no aprendido que nunca es entendido por el orador y rara vez por la audiencia, bajo la inspiración del Espíritu Santo (Hechos 2:4-11; 1 Cor. 14:2-14). Lo que el don de Lenguas No es El don de lenguas no es una habilidad dada por Dios para llegar a dominar rápidamente otros idiomas del mundo, porque la Biblia dice que la mente del creyente, que habla en un idioma (oración), es infértil y que su espíritu ora (1 Cor. 14:2-14). Además, se le dice al cantante o predicador que habla en lenguas que ore para pedirle que pueda interpretar la lengua, lo cual sería innecesario si él lo entendiera. Pero según Pablo, hablar en lenguas es una experiencia muy privada (1 Cor. 14:17-19). Hablar en lenguas no es la manera en que Dios rompe la llamada barrera del lenguaje para que el evangelio se pueda difundir más rápidamente. En Hechos 2:4, encontramos que la primera vez que se habló en lenguas sucedió en una reunión privada de los discípulos, y que solo después se reunieron con las multitudes. Así que no habían hablado en lenguas ni habían predicado para que gente se reúna, sino que la multitud se había reunido porque habían escuchado cómo hablaban en lenguas. En contraste, hablar en lenguas era un acto de adoración y glorificación de Dios y no de predicación, porque el que habla en lenguas no habla a los hombres sino a Dios, porque nadie lo entiende. Sin embargo, en el espíritu habla misterios. (1 Cor. 14:2; véase también Hechos 2:11; 10:46; 19:6). No hay una diferencia significativa entre hablar en lenguas como evidencia del bautismo del poder del Espíritu Santo en Hechos y hablar en lenguas como un don en Corintios. En Hechos 2:38-39, encontramos que la experiencia

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pentecostal o la promesa del Padre (Hechos 1:4-5, 8), también se llama el don del Espíritu Santo. Cuando el hablar en lenguas sucede por primera vez con el poder del bautismo del Espíritu Santo, esta es la evidencia que la persona ha recibido el poder. Cada siguiente vez que se habla en lenguas es el don de lenguas. En todos los casos, los predicadores están hablando a Dios como una expresión de adoración. Algunas personas tienen la idea errónea que cualquier persona que hable en lenguas debe hacerlo de una manera muy emocional y extática. La Biblia no menciona eso. La persona es capaz de controlar sus emociones por completo de lo contrario, Pablo no podría orientar en cuanto a esto. (1 Cor. 14:28-40). El verdadero propósito de hablar en lenguas ¿Cuál es el beneficio de hablar en lenguas? En primer lugar, ciertamente sirve como evidencia del bautismo de poder en el Espíritu Santo (véase Hechos 1:5 y los siguientes versículos: 2:4; 8:15-19; 10:46; 19:6). ¿De qué otra manera habrían sabido los discípulos que fueron bautizados en el poder del Espíritu? Dios tuvo que dar una nueva manifestación del Espíritu, una que no se conocía en el Antiguo Testamento, y que serviría como señal o prueba que fueron bautizados con el poder del Espíritu Santo. Todos los dones espirituales ya se habían manifestado antes de Pentecostés bajo la antigua dispensación, excepto las lenguas. Debido a que solo las lenguas están presentes en relación con el bautismo del poder del Espíritu Santo, sirve como prueba que la persona está equipada con el poder de lo alto (Lucas 24:49). En segundo lugar, en un sentido notable, es una habilidad espiritual de comunicación con Dios (1 Cor. 14:2; ver también los versículos 14-15, 28 y Rom. 8:27). Hablar en lenguas está dirigido a Dios y la mente del hablante no da frutos, el hablante no entiende su significado. Esta es la capacidad dada por Dios para ir

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más allá de las limitaciones de la mente humana e ir directamente a Dios. En tercer lugar, a través de las lenguas, el que lo habla es espiritualmente edificado o fortalecido (1 Cor. 14: 4). El creyente cristiano debe fortalecerse en la fe (Judas vs. 20). En este sentido, Pablo dice: Doy gracias a Dios que (en mi tiempo en privado) hablo en lenguas más que todos vosotros; pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida. (1 Cor. 14:18, 19). En cuarto lugar, hablar en lenguas en la iglesia sirve como una señal para los incrédulos (1 Cor. 14:20-22), y que aquí no serán convencidos o creerán. En lugar de eso, más bien pensarán, que los creyentes están locos (1 Cor. 14:23). Por esta razón, alguien debería profetizar o predicar (1 Cor. 14:24-25). Si hay que hablar en lenguas mientras los ignorantes y los incrédulos están en la iglesia, debe hacerse de manera ordenada, dos o a lo mucho tres deben hablar, y alguien debe interpretarlo (1 Cor. 14:27, 28-33). Debido a que las lenguas son un don del Espíritu Santo, tienen un propósito espiritual y no deben ser obstaculizadas en la iglesia (1 Cor. 14:39).

EL DON DE LA INTERPRETACIÓN DE LENGUAS (1 Cor. 12:10) Este don no se trata de la capacidad de interpretar las Escrituras, sino que es un don sobrenatural y auxiliar por medio del cual el Espíritu da a conocer el significado de una lengua que se habla en la iglesia, para que la iglesia pueda ser edificada de ese modo. Lo que el don de Interpretación de lenguas No es Así que, no estamos hablando aquí de una simple traducción de idiomas. La interpretación es una declaración del significado de una lengua desconocida. (1 Cor. 14:11) Por ello, la interpretación podría ser más larga o más corta que la duración de la lengua

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desconocida, y también puede expresar la personalidad del intérprete, mientras que Dios da el contenido a través de su Espíritu. La interpretación de las lenguas no es un mensaje de Dios a la iglesia. Este estereotipo es inaceptable. El que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios… (1 Cor. 14:2). En este sentido, la interpretación debe ser dirigida a Dios. Lo que es oración, debe permanecer en oración y lo que es acción de gracias, debe permanecer como tal. Entonces es interpretación y no traducción. No obstante, se dice que la interpretación de lenguas es equivalente a la profecía (1 Co. 14:5) y también podría ser un mensaje de Dios a la iglesia. Esto es cierto, pero ¿en qué sentido son iguales? Son equivalentes en el sentido que ambos son entendidos por la iglesia y de esa manera son edificados. El verdadero propósito del don de interpretación de lenguas El único y verdadero propósito de este don es revelar el significado de la lengua a la iglesia para estar de acuerdo con ella y también ser edificados espiritualmente (1 Cor. 14:5, 15-18). Además, este don debe ser controlado. Quien quiera hablar una lengua en la iglesia debe orar para que lo interprete (1 Cor. 14:13). Precisamente en eso reside su control, la interpretación debe darse. La responsabilidad recae en el que ora en lenguas y debe asegurarse antes de ir a la congregración que haya alguien quien la interprete o él mismo debe hacerlo. Entonces, hermanos, ¿qué podemos decir? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación. (1 Cor. 14:26).

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LOS DONES DE REVELACIÓN En esta sección nos referimos a la palabra de conocimiento, de sabiduría, y discernimiento de los espíritus.

EL DON DE LA PALABRA DE CONOCIMIENTO (1 Cor. 12:8) Este don no se refiere meramente a la excelencia del conocimiento humano. Así como Cristo el Logos (griego) según Juan 1:1, 14 fue la revelación o expresión de la mente de Dios (Juan 1:18; 14:8-9), así que Dios quiere compartir sus pensamientos a través del ministerio del Espíritu Santo. Este don es una revelación sobrenatural por medio del Espíritu Santo a la mente humana donde el conocimiento de Dios sobre los eventos y las personas se traslada. Dios lo sabe todo (Col. 2:3). Desde esta omnisciencia divina, los hechos que afectan el pasado y el presente se dan a conocer al creyente cristiano. Las revelaciones vienen a través de sueños, visiones e incluso a través de voces audibles (véase Núm. 12:6; 1 Reyes 19:12, 18; Isa. 1:1; Jeremías 23:28; Dan. 8:1; Joel 2:28 y Ap. 1:1). Lo que el don de la palabra de conocimiento No es No debemos cometer el error de considerar este don de la palabra de conocimiento simplemente como la capacidad o conocimiento humano natural. Es más que esto. Aunque algunos dirán que la palabra de conocimiento es solo un don de instrucción en la iglesia, asociado con el ministro o Pastor (Ef. 4:11; 2 Tim. 2:15), no podemos aceptar esto. La enseñanza del ministro tiene que ver más con la interpretación de las Escrituras que con la revelación. Puede inspirarse en su enseñanza y predicación, pero no es una revelación. Su preparación para la prestación de su servicio ministerial es algo más que una palabra de conocimiento que Dios mismo da.

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En efecto, tampoco aceptamos que este don sea un conocimiento profundo de las Escrituras, ya que algunos expositores lo tendrán. El Espíritu Santo ilumina las Escrituras y proporciona una explicación a la mente del creyente (Juan 16:13), pero con la palabra de conocimiento no, la mente no funciona para esto; Dios lo da. Esta transferencia de conocimiento por el Espíritu Santo no nos hace aprender, sino que nos hace útiles según la voluntad de Dios. El verdadero propósito del don de la palabra de Conocimiento Este don sirve como la entrega de la advertencia divina como en 2 Reyes 6:8-12, o para alentar mediante la entrega de información desconocida como con Elías, que tuvo que aprender algunas verdades de las que Dios estaba al tanto (1 Reyes 19:13-18). Por medio del uso de este don, Dios revelará cosas que se han olvidado o que se han pasado por alto (1 Samuel 9:15-16, 20; 10:21-22). A través de este don, Dios revelará cosas secretas, como cuando pecó Giezi (2 Reyes 5:20-27). El fraude de Ananías y Safira se reveló por medio de este don (Hechos 5:1-5). Lo que está en el corazón, ciertamente puede ser revelado por medio de este don (1 Samuel 9:19). EL DON DE LA PALABRA DE SABIDURÍA (1 Cor. 12:8) Con este don entendemos la agudeza que el Espíritu Santo le da al creyente sobre el propósito de Dios para la gente, las cosas y los acontecimientos relacionados con los desarrollos futuros. A través del don de la palabra de sabiduría, el Espíritu Santo revela el desarrollo de los pensamientos, intenciones y objetivos de Dios con respecto a los acontecimientos futuros. Esta revelación también puede venir por medio de sueños, visiones, una voz audible, o por medio de un mensajero como un ángel.

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Lo que el don de sabiduría No es Una vez más, no debemos pensar que la palabra de sabiduría es simplemente una expresión especial de sabio entendimiento que el creyente ha creado a través de la inspiración del Espíritu Santo. Para conocer las verdades profundas de la palabra de Dios, no necesitamos el don, sino necesitamos la iluminación del Espíritu Santo (Juan 16:13a) que ya ha desencadenado la voluntad revelada de Dios para nosotros por medio de las Escrituras. Por otro lado, el don es para desplegar la voluntad y el propósito de Dios aparte de Su palabra. El don de la palabra de sabiduría no es sabiduría natural y discreción. Dios puede fortalecer la sabiduría natural del hombre (Dan. 2:13, 48; Mateo 2:1; Santiago 1:5, 17) y también aumentarla como con Salomón, quien fue bendecido con sabiduría (1 Reyes 3:7-28), pero la palabra de sabiduría ve la determinación y los objetivos del futuro divino a los que las capacidades humanas y la comprensión no pueden agregar nada. Salomón tuvo que hacer un plan de acuerdo con su propia sabiduría para determinar quién era la verdadera madre del niño, pero una palabra de sabiduría ve lo que Dios sabe. ¡Un plan y experimento humano no es necesario! El verdadero propósito del don de la palabra de sabiduría. Dios puede usar este don como lo hizo con Noé en Génesis 6:13-22 para advertir a las personas sobre lo que traerá el futuro, según el propósito divino. De la misma manera, la palabra de sabiduría podría usarse para mostrar al Faraón cómo serían los próximos siete años (Gn. 41:16-18-41) y Dios también exhortará a su fiel seguidor dándole seguridad en un sentido específico en cuanto al futuro (Hechos 27:21-24). EL DON DEL DISCERNIMIENTO DE LOS ESPÍRITUS (1 Cor. 12:10) Este don no es simplemente la capacidad de discernir, sino que está limitado y confinado al mundo espiritual. Por consiguiente,

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es el conocimiento sobrenatural que se revela a través del Espíritu al creyente acerca del verdadero origen y la naturaleza de las manifestaciones sobrenaturales. ¿Es de Dios o del maligno? Lo que el don del discernimiento de espíritus no es No es, por ejemplo, leer pensamientos. Cuando Samuel dijo a Saúl: …descubriré todo lo que hay en tu corazón. (1 Sam. 9:19), lo hizo a través de una palabra de conocimiento, no por medio del discernimiento de los espíritus. El don de discernimiento de los espíritus no se refiere a señalar o descubrir las faltas de otras personas. Por el contrario, el amor no quiere encontrar fallas, sino cubrirlas (1 Cor. 13:7). ¡El don en particular no distingue a las personas, sino a los espíritus! A través de este don, el Espíritu Santo ayuda al creyente a explorar el terreno del mundo espiritual donde los sentidos humanos naturales no pueden alcanzar. El verdadero propósito del don de discernimiento de espíritus. Este don es necesario para determinar si, por ejemplo, la sordera, el silencio, la ceguera y la enfermedad tienen una causa natural y física, o si son las acciones del maligno (Mt. 12:22; Marcos. 9:25; Lucas 13:11). Tal conocimiento ayuda al creyente a responder de manera significativa a la necesidad. El don indica la causa, mas la liberación viene por medio del don de la fe, o el don de sanidad. Por medio de este don, el Espíritu Santo desenmascara las manifestaciones engañosas del maligno. En Filipos, Pablo discernió que la esclava que los seguía y proclamaba: … ¡Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes les anuncian el camino de salvación!... (Hechos 16:16-18) poseía un espíritu de adivinación.

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LOS DONES DE PODER Los dones de poder son dones de Gracia para sanidad, el don de obrar milagros y el don de fe. Estos dones conducen a señales y prodigios (Hechos 4:29-30; Heb. 2:4). LOS DONES DE SANIDAD (1 Cor. 12:9) Aquí hablamos de múltiples dones y no de uno solo. Aquí la Biblia no nos da declaraciones claras al respecto. Algunos comentaristas quieren creer que existe un don particular para una enfermedad específica. Por ello, parece que algunas personas tienen más éxito que otras al orar por sanidad de enfermedades específicas. Es notable que a veces la sanidad se produce por una simple palabra hablada (Mateo 8:8-13), algunas veces a través de un contacto directo (Mateo 9:29), u otras veces cuando cae la sombra de una persona específica (como instrumento) sobre los enfermos, o cuando los enfermos se ponen en contacto con la vestimenta de un siervo de Dios (Hechos 19:11-12). Estos dones de gracia de sanidad, cual sea su naturaleza, son sanidad inmediata y milagrosa de cualquier enfermedad o defecto físico sin recursos naturales o humanos. Lo que los dones de sanidad No son Los dones de sanidad no tienen que ver con la competencia médica o quirúrgica. Lo que los humanos logran bajo la misericordia general de Dios (Sant. 1:17) es bueno, pero Dios hace más. Solo Dios hace el verdadero milagro (Sal. 77:15; 136:4). Los dones de sanidad no implican sanidad por fe. Con la sanidad divina aceptamos que Dios y solamente Dios ejecuta el milagro de una manera sobrenatural. La sanidad por fe, en contraste, se refiere a la sanidad por fe en el poder de la mente sobre el

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asunto. Aquí están involucradas la sugerencia y la autosugestión. El verdadero creyente cristiano no puede aceptar la sanidad por fe, porque está confiando en el poder del Espíritu Santo para su sanidad. La sanidad también se puede obtener por medio de la unción con aceite y oración (Santiago 5:14-15). Esto no se refiere a los dones de sanidad, sino que es el resultado de la obediencia y la respuesta a la oración del creyente. La sanidad viene por medio de la fe en Dios y Su Palabra. Lo que Él dice en su palabra, lo hará (Nm. 23:19). La sanidad no necesariamente es inmediata, sino que puede venir en un período de tiempo. Aquí específicamente se está sirviendo al creyente. El verdadero propósito de los dones de sanidad Esencialmente, el objetivo de este don de sanar a los enfermos es honrar a Dios. En este sentido, aceptamos que la salvación y la sanidad del hombre tienen prioridad en el mensaje del evangelio (Marcos 16:15-28). ¡Dios desea ambos! Este mensaje incluye tanto la salvación como la sanidad (Marcos 5:23; 6:56; 16:16; Juan 3:16; Hechos 2:21; 20:27; 14:9; Lucas 8:36; Rom. 2:4 Efesios 2:8; 1 Timoteo 2:4; 2 Tim 4:3; 2 Pe. 3:9). Además, estos dones también sirven para confirmar la predicación del evangelio (Hechos 8:6-7). También hicieron que las multitudes se congregaran (Juan 6:2), lo que creó la oportunidad para la proclamación del Evangelio y debido a ello, trajo a la gente al arrepentimiento (Hechos 9:32-35).

EL DON DE OBRAR MILAGROS (1 Cor. 12:10) Este don siempre conduce a un milagro en el campo de lo natural. Es entonces cuando la obra sobrenatural del Espíritu Santo en un nivel natural forja una suspensión temporal de orden natural que

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resulta en un milagro. En consecuencia, Pedro podía caminar sobre el agua (Mt. 14:25-29); el agua se convirtió en vino (Juan 2:7-11); un hacha podía flotar en el agua (2 Reyes 6:1-7). El don de milagros es la manifestación sobrenatural del poder del Espíritu Santo que pone a un lado las fuerzas de la naturaleza. Lo que el don de obrar Milagros No es El don de obrar milagros debe distinguirse del don de sanidad divina, y aquí el obrar milagros solo se relaciona con la naturaleza. También debemos distinguirlo del discernimiento de espíritus, porque este último solo tiene que ver con el mundo espiritual. El verdadero propósito del don de Milagros Por medio del don de obrar milagros, el Señor libera a sus hijos de las manos del enemigo y otros peligros. El Señor dividió el Mar Rojo para que Moisés y los israelitas pudieran escapar de manos de los egipcios (Éxodo 14:16-18). El don sirve para proveer a Sus hijos en sus necesidades temporales. Dios provee agua de una roca para calmar la sed de su pueblo sediento (Nm. 20:8-11). Por medio del don, Dios confirma la palabra predicada, como en el caso de Pablo cuando trajo ceguera al hechicero Elimas. …el procónsul creyó, maravillado de la doctrina del Señor… (Hechos 13:6-12). EL DON DE FE (1 COR. 12:9) Este don aparece cuando el Espíritu Santo ayuda sobrenaturalmente a un creyente a aceptar lo que Dios ha dicho como un hecho realizado. …se acercó el profeta Elías y dijo: Jehová Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto

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que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas. (1 Reyes 18:36). Después que Elías, obedeciera a Dios en su palabra e hizo lo que Dios le había dicho que hiciera con la ayuda del Espíritu Santo, Dios permitió que descendiera fuego del cielo y consumiera el sacrificio empapado en agua (1 Reyes 18:22-40). Lea también Números 16:28-31. Así, el Espíritu Santo ayuda al creyente a actuar para que la palabra hablada de Dios se concrete. Lo que el don de Fe No es El don de fe no es lo mismo que la fe salvadora (ver Juan 1:12; Hechos 16:31). Dios le da al pecador la fe salvadora (Ef. 2:8) para ser salvo, pero el creyente recibe el don de fe para experimentar un milagro, como Daniel en el foso de los Leones (Dan. 6:17-24). En efecto, el don de fe también es diferente a la confianza natural que manifestamos para sobrevivir en la vida cotidiana. El don de fe es distinto al don de hacer milagros porque el Espíritu Santo hace cosas sobrenaturales por medio del creyente al hacer milagros, mientras que para el creyente, el Espíritu hace cosas sobrenaturales a través del don de fe. La manifestación del don de obrar milagros está activa, mientras que el don de la fe es más de naturaleza pasiva. Por ejemplo: si Daniel hubiera matado a los leones que estaban con él en el foso, esto habría sido mediante la realización de milagros, pero como en realidad no hizo nada, excepto estar contento y confiar en Dios, recibió y disfrutó que El don haya obrado por él. El verdadero propósito del don de Fe Por medio del don de fe, el creyente disfrutará de la protección de Dios. Mire a Daniel en el foso de los Leones y a Pablo con la víbora venenosa sujeta en su mano (Dan. 6:18-24; Hechos 28:3-5;

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Marcos 16-18). En realidad, el creyente no hace nada; Él es pasivo, ¡Dios hace el milagro! El don de fe sirve para satisfacer las necesidades humanas. De la misma manera pasiva, Elías esperó con fe el milagro de la harina y el aceite que nunca se agotaron (1 Reyes 17:9-16). De esa manera, Elías y la viuda de Zarepta se mantuvieron vivos. Por el don de fe, los muertos resucitan. En la resurreción de Lázaro (Juan 11:39-44) se manifestaron los tres dones de poder. Por medio del don de fe, Lázaro volvió a la vida; que salió envuelto con ropa de muerto de la tumba, sin ninguna ayuda, es el don de obrar milagros; y el hecho que se sanara de la enfermedad por la que murió se debe al don de la sanidad. También debemos notar que por medio del don de fe, Jesús echó fuera demonios (Mateo 12:28; 17:14-20). La manera en que Jesús había hecho esto es diciendo una palabra y confiando en que el Padre, a través del Espíritu Santo, honraría su palabra. Los dones son la compasión del Espíritu Santo con el creyente cristiano. Mientras que los dones del habla son íntimamente personales, y los dones de la revelación proporcionan una explicación, los dones del poder son dramáticos y emocionantes. ¡Moverse en la maravilla del Espíritu Santo es vivir con Él y experimentar Su poder!

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Capítulo 24

LA DOCTRINA DEL RAPTO Y LA SEGUNDA VENIDA VISIBLE DE

CRISTO

EL RAPTO: ¿HECHO O FICCIÓN?

l rapto de la iglesia al cielo y el regreso de Cristo a la tierra son dos fases o eventos diferentes. Esto se puede ver claramente si comparamos las dos fases entre sí:

• En el arrebatamiento, la iglesia se encuentra con Cristo en el aire (1 Tes. 4:17). En la segunda venida, Cristo desciende a la tierra (Zac. 14:4-5).

• En el rapto, Cristo va con su iglesia al cielo (Juan 14:2-3). En Su segunda venida, Cristo viene a la tierra a reinar por 1,000 años (Ap. 20:4-6).

• El rapto ocurre antes de la Gran Tribulación (2 Tes. 2:6-7; Ap. 4). La segunda venida ocurre después de la Gran Tribulación (Mt. 24:21-22, 29-30).

• El arrebatamiento ocurrirá repentinamente en un abrir y cerrar de ojos (1 Cor. 15:52; 1 Tes. 4:16, 17; 1 Tes. 5:1-5). La segunda venida a la tierra será visible para todos (2 Tes. 1:7-9; Mateo 24:30).

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• El aspecto del rapto de la segunda venida de Cristo es exclusivamente una enseñanza del Nuevo Testamento porque la Iglesia era un misterio para los santos del Antiguo Testamento. En contraste, la segunda venida de Cristo a la tierra para establecer Su reino, es una doctrina del Antiguo y Nuevo Testamento (Sal. 2; Isa. 11:1-9; Dan. 2:34-35, 44-45; 7:13-14; Mateo 24:30). En consecuencia, la segunda venida de Cristo consta de dos fases distintas, que están separadas por la Gran Tribulación de siete años.

En relación con la primera fase del regreso de Cristo, leemos en 1 Tesalonicenses 4:16 (b), 17: Entonces, los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Las palabras captados o arrebatados aquí son el origen la cual es la base y referencia para el concepto del rapto de la Iglesia como la Novia de Cristo.

La traducción latina de la palabra arrebato es rapturo, de la que derivamos la palabra en español rapto. La palabra arrebatado es la palabra griega harpazo que aparece en varios lugares del Nuevo Testamento, y se traduce con palabras diferentes: arrebato (Juan 10:12); captado (Mateo 13:19); arrebato (2 Cor. 12:2, 4; Ap. 12: 5); arrebatado (Hechos 8:39; 1 Tes. 4:17); arrebatados (Juan 10:28-29); arrebatan (Mateo 11:12; Juan 6:15).

Al considerar las referencias anteriores, surge un tema central, es decir, que todos los textos relevantes tienen la connotación de un acto poderoso. Sin hacer ninguna injusticia a la frase arrebatado en 1 Tesalonicenses 4:17, podemos decir con seguridad que Cristo "arrebatará" a su Iglesia que es Su Novia, fuera de este mundo malvado en un acto poderoso.

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¿QUÉ ENSEÑA LA ESCATOLOGÍA CONCERNIENTE A LOS HECHOS DEL ACONTECIMIENTO DEL RAPTO?

¿Este acontecimiento sucederá antes, en medio o después de la Gran Tribulación? La Iglesia que es la Novia de Cristo será tomada o "raptada" antes de la Gran Tribulación por las siguientes razones:

• El apóstol Pablo declaró en Efesios 3:1-13 que la Iglesia era un misterio que no se dio a conocer a los hombres en las generaciones anteriores (Antiguo Testamento), como lo reveló ahora el Espíritu a los santos apóstoles y profetas, desde hace siglos. En el pasado se mantuvo oculto en Dios.

• Debido al hecho que la Iglesia todavía era un misterio en el momento de la conversación de Jesús en Mateo 24 y 25, y que estos capítulos trataban principalmente de Israel, la Iglesia no era parte de la discusión. En consecuencia, no se puede decir que la Iglesia estaría sujeta a la Gran Tribulación.

• Debido al hecho que Pablo recibiera la revelación de este misterio mucho más tarde que el ministerio de Jesús (Gálatas 1:11-12; Efesios 1:9, 10; 3:1-12), ¿por qué no dio ningún consejo en cuanto a cómo debería reaccionar la Iglesia durante la Gran Tribulación? Por el contrario, él escribió en 1 Tesalonicenses 1:10 que Jesús, en el momento de la segunda venida, es decir, el rapto, nos rescataría de la ira venidera. Además, en 1 Tesalonicenses 5:9 declaró: Dios no nos ha puesto para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, La ira a la que se refiere Pablo se pone de manifiesto en Mateo 24 y 25; Lucas 21; Apocalipsis 6, donde se nos revela la Gran Tribulación. Si los creyentes se mantienen alejados de esta ira, habla por sí misma que la Iglesia será llevada en el rapto antes de la Gran Tribulación.

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• En 2 Tesalonicenses 2:6-8 encontramos una prueba más que la Iglesia será absorbida en el rapto antes de la Gran Tribulación. Pablo escribe: Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste…

• ¿Cuándo sucederá esta revelación? Pablo deja claro cuando escribe que será cuando “aquel” que ahora lo restringe sea removido y luego el que no tiene ley será revelado. Lo único que restringe al anticristo ahora es la Iglesia por medio del poder del Espíritu Santo. El "aquel" que restringe es una referencia a la Iglesia, porque la Iglesia puede ser llamada "un hombre" debido a que es el cuerpo de Cristo (Ef. 1:22, 23; Col. 1:18). Una vez que la Iglesia sea raptada, el Anticristo hará su aparición. Por ende, la Iglesia no puede pasar por la Gran Tribulación.

• El párrafo anterior indica claramente que el Anticristo no puede ser revelado antes que la Iglesia haya sido tomada. La única pregunta es si la Iglesia será tomada antes o en medio de la Gran Tribulación. Si podemos probar que el Anticristo aparecerá al comienzo de la Gran Tribulación, tendremos pruebas que la Iglesia será raptada al comienzo de la Tribulación. Según Daniel 9:27, tenemos una clara afirmación sobre el Anticristo que aparecerá al comienzo de la Semana de la Tribulación, porque se afirma que él (el Anticristo) confirmará un pacto con muchos durante una semana (siete años), y no Solo por tres años y medio. Si el anticristo aparecerá al comienzo del período de siete años de la Tribulación, la Iglesia debe ser tomada antes de esa semana de la Tribulación (siete años).

• Cuando estudiamos las Escrituras con cuidado y diligencia, obtenemos una visión clara del contexto de la segunda venida de Cristo con referencia al énfasis que se da a los dos acontecimientos importantes es decir, los días de Noé y los días de Lot (Lucas 17:26-28).

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o En primer lugar, notamos que en los días de Noé, Dios pronunció un juicio sobre la generación malvada, violenta e inmoral de ese tiempo (Gn. 6:5-14). Justo antes que Dios derramara su ira divina, los creyentes fueron sacados y asegurados en la protección del arca. Solo así Dios dirigió su ira hacia los pecadores de aquel tiempo y era (Gn. 7:16-23). De esa manera Noé y su familia fueron salvados del juicio.

o En segundo lugar, notamos que en los días de Lot, él y su familia tuvieron la oportunidad de escapar del juicio que debía seguir. Esta familia podía huir en la noche previa al juicio de Sodoma y Gomorra. Ellos recibieron una advertencia urgente para huir de esas ciudades. Poco después, el Señor hizo llover azufre ardiente en esas ciudades y las destruyó por completo (Gn. 19:13-17; 22-25).

Hay una clara correlación con los acontecimientos de los tiempos finales:

• Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca y vino el diluvio y los destruyó a todos. Asimismo, como sucedió en los días de Lot, cuando comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; pero el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre y los destruyó a todos. Así será el día en que el Hijo del hombre se manifieste. (Lucas 17:26-30)

• El Señor Jesús también advirtió a sus discípulos con estas palabras: “Velad, pues, orando en todo tiempo que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del hombre”. (Lucas 21:36)

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Esto confirma el hecho que el Señor vendrá a recibir a sus discípulos antes de los días de la Gran Tribulación, para que puedan escapar de todas las cosas terribles que sucederán durante ese tiempo de juicio.

EL RAPTO Y EL LIBRO DE APOCALIPSIS En los capítulos 2 y 3 de Apocalipsis se describe la Era de la Iglesia. La palabra ‘iglesia’ (que significa congregación local) aparece diecinueve veces en los capítulos 1 al 3 de Apocalipsis, pero después de eso ni una sola vez. A Israel no se menciona en los capítulos 2 y 3. ¿Por qué, entonces, tenemos una referencia constante a la Iglesia en estos capítulos y luego nunca más, si la Iglesia todavía estará en la tierra?

Si la Iglesia todavía estará en la tierra durante los capítulos 4 al 19 de Apocalipsis, es decir, durante el tiempo de la Gran Tribulación, deberíamos y podríamos identificarla, pero en lugar de eso, encontramos que se menciona a Israel y aparece en escena. Esta es una clara indicación que estamos tratando con dos períodos de tiempo separados y con dos grupos claramente diferentes en Apocalipsis. Primero, tratamos con la Iglesia hasta el momento del rapto en Apocalipsis 4:1, y luego, tratamos con Israel hasta el momento de la segunda venida visible de Cristo (Ap. 6-19).

• Una prueba adicional que la Iglesia escapará la Gran Tribulación

antes del inicio de aquella Tribulación se encuentra en Apocalipsis 19:7-9. En los versículos 8 y 14 notamos que la Novia de Cristo ya está vestida con su ropa de boda. En ese momento, la Novia ya había aparecido ante Cristo para recibir sus recompensas (nota 1 Cor. 3:9-16 y 2 Cor. 5:10). El regreso visible de Cristo solo sucede en Apocalipsis 19:11.

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• Un análisis cuidadoso de las Escrituras mostrará que hay un período interino entre la aparición inicial de Cristo en el aire (es decir, el rapto según 1 Tesalonicenses 4:17) y su retorno visible en la segunda fase de su regreso a la tierra (Es decir, según Zac. 14:3-4). Hay al menos dos acontecimientos que tienen que ocurrir entre estos dos aspectos del regreso de Cristo es decir, el juicio del creyente en el tribunal de Cristo (Gr. bema) donde los creyentes recibirán sus justas recompensas (Rom. 14:10) 2 Corintios 5:10; 1 Corintios 3:12-15) y la fiesta de las bodas del Cordero (Ap. 19:7-9). Estos dos acontecimientos deben suceder durante los siete años de la Gran Tribulación, antes del establecimiento del reino de Cristo en la tierra, el reino del milenio (1,000 años).

Por consiguiente, aceptamos que la verdadera Iglesia no pasará por la Gran Tribulación, que es un castigo exclusivo de los judíos, como se ve en Daniel 9 y Mateo 24:

• Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar con la transgresión, para acabar con el pecado, para expiar la iniquidad, para traer la justicia eterna, para sellar la visión y la profecía, y para ungir el lugar santísimo. Conoce, pues, y entiende que desde la salida de la palabra para restaurar y edificar Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; y volverá a ser edificada con plaza y muro, pero en tiempos angustiosos. Después de las sesenta y dos semanas, el Mesías será quitado y no tendrá nada; y el pueblo de un gobernante que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario. Con cataclismo será su fin y hasta el fin de la guerra está decretada la desolación. Por una semana él confirmará un pacto con muchos, y en la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Sobre alas de abominaciones vendrá el desolador, hasta que el aniquilamiento que está decidido venga sobre el desolador”. (Dan. 9:24-27)

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• Por tanto, cuando veáis en el Lugar santo la abominación desoladora de la que habló el profeta Daniel el que lee, entienda, entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa. Pero ¡ay de las que estén encinta y de las que críen en aquellos días! Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en sábado, porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá y si aquellos días no fueran acortados, nadie sería salvo; pero por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. Entonces, si alguno os dice: “Mirad, aquí está el Cristo”, o “Mirad, allí está”, no lo creáis, (Mt. 24:15-22)

EL REGRESO VISIBLE DE CRISTO Entonces vi el cielo abierto, y había un caballo blanco. El que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, en su cabeza tenía muchas diademas y tenía escrito un nombre que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre y su nombre es: La Palabra de Dios. Los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, lo seguían en caballos blancos. (Ap. 19:11-14) La visión que ahora ve Juan es dramáticamente diferente a lo que había presenciado antes. Aquí, al final de la Gran Tribulación, fue testigo de dos acontecimientos que forman el punto álgido al final de la Tribulación. Esto pone fin a los acontecimientos de Apocalipsis 6 al 19. El período de siete años ahora se juega en el escenario mundial. Dos eventos forman el punto culminante: en primer lugar, la batalla del Armagedón y las naciones, y en segundo lugar, el regreso de Jesucristo, el Rey de reyes.

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SECUENCIA CRONOLÓGICA DE LOS ACONTECIMIENTOS

• En primer lugar, en esta etapa las naciones de cabras (Mateo 25) se reunirán en Armagedón (Ap. 16:12-16), esto ocurrirá durante el derramamiento de la 6ta copa. Este es el cumplimiento del Salmos 2:1-6. Lo que sucede aquí es la reunión de las naciones en el valle de Jezreel.

• En Segundo lugar, Babilonia ahora será destruida por un terremoto (Ap. 16:19; 18:1-24; 19:2-3) porque es culpable del derramamiento de la sangre de los profetas (los dos testigos) y los creyentes de la Tribulación.

• En tercer lugar, la caída de Jerusalén como está registrado por Zacarías 12:1-3; 13:8; 14:1-2.

• En cuarto lugar, vemos a los ejércitos del Anticristo en Bosra para destruir a los judíos que huyeron allí durante la Tribulación (Jer. 49:13-16; Ap. 12:13-16).

• En quinto lugar, vemos el renacimiento nacional de Israel (Lev. 26:40-43; Zac. 12:10; Mateo 23:37-39). Por lo tanto, hay una confesión nacional de los pecados de Israel y una súplica por la aparición del Mesías al final de la Gran Tribulación. Esto conducirá a la salvación del remanente de Israel que sería el cumplimiento de la profecía en Romanos 11:25-27. Cuando la Biblia dice aquí,…Luego todo Israel será salvo… significa que cada judío vivo en ese momento, refiriéndose a la tercera parte del número original de judíos que vivieron cuando comenzó la Tribulación (Zac. 13: 8-9). Las súplicas de los judíos que el Mesías debe rescatarlos de las manos del Anticristo, están registradas en Zacarías 12:10; 13:1; Joel 2:28-32; Isaías 64:1-12; Salmos 80:1-20.

• En sexto lugar, Vemos el retorno visible de Jesucristo el Mesías. El lugar original de la aparición del Mesías parece estar en Bosra (Isa. 63:1-6). Cristo luchará allí contra las

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naciones que se han reunido contra los judíos que quedaron. ¿Es este el cumplimiento de Miqueas 2:12-13?

• En séptimo lugar, esta guerra se expandirá para incluir a los ejércitos del Anticristo (Armagedón), que luego estarán en el valle de Josafat (Joel 3:12-16), donde terminará; que está en el valle de Kidron al pie del Monte de los Olivos.

• Finalmente, Veremos al Mesías victorioso en el Monte de los Olivos después de su mayor victoria; la batalla final será coronada con una victoria gloriosa (Zac. 14:2-9).

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Capítulo 25

EL RELOJ PROFÉTICO DE DIOS

LA SEMANA SETENTA DE DANIEL

n el primer año de Darío hijo de Asuero, del linaje de los medos, el cual llegó a ser rey sobre el reino de los caldeos; en el primer año de su reinado, yo, Daniel, entendí de los

libros que según la palabra del SEÑOR dada al profeta Jeremías, el número de los años que habría de durar la desolación de Jerusalén sería setenta años. (Dan. 9:1-2) “Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar con la transgresión, para acabar con el pecado, para expiar la iniquidad, para traer la justicia eterna, para sellar la visión y la profecía, y para ungir el lugar santísimo. Conoce, pues y entiende que desde la salida de la palabra para restaurar y edificar Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; y volverá a ser edificada con plaza y muro, pero en tiempos angustiosos. Después de las sesenta y dos semanas, el Mesías será quitado y no tendrá nada; y el pueblo de un gobernante que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario. Con cataclismo será su fin y hasta el fin de la guerra está decretada la desolación. Por una semana él confirmará un pacto con muchos, y en la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Sobre alas de abominaciones vendrá el desolador, hasta que el aniquilamiento que está decidido venga sobre el desolador”. (Dan. 9:24-27).

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También debemos tener en cuenta que los acontecimientos registrados en los capítulos 6 al 19 de Apocalipsis se encuentran dentro de un período de siete años. Con respecto a Israel, este período se conoce como la semana setenta de Daniel (Dan. 9:24-27). Esta llamada semana de años se refiere a un período de siete años (Lev. 25:3-4 y Dan. 9:2). En el Nuevo Testamento, el período de siete años (siete años por una semana, o una semana de años, es decir, siete años, o setenta y siete años), es el período de tiempo durante el cual el Anticristo estará en el poder, y es llamada la Gran Tribulación o la Tribulación (Mt. 24:21-29 y Ap. 7:14). Este período de siete años se divide en dos mitades de tres años y medio cada uno. En Apocalipsis 11 y 13, estos dos períodos de tres años y medio también se conocen como mil doscientos sesenta días cada uno. La primera mitad de la Tribulación se caracterizará por una falsa paz para la unificación de la humanidad bajo el liderazgo del Anticristo. La gente será manipulada por iniciativas políticas, sociales, económicas y religiosas del Anticristo. Cuando los esfuerzos de paz y unificación del Anticristo fracasen, él entregará los tres años y medio restantes de la Tribulación al uso sin precedentes de la fuerza e introducirá la dictadura más sangrienta que el mundo haya conocido. El propósito de los siete años de la gran Tribulación es cumplir la semana setenta de Daniel, que es la última y final semana de las setenta semanas de siete años cada una. Necesitamos considerar este pasaje en Daniel 9:24-27.

LA SEPTUAGÉSIMA SEMANA DE AÑOS COMO FUE DESIGNADA POR DIOS

Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad… (Dan. 9:24a)

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Los setenta sietes son literalmente setenta períodos de siete años por cada siete. Si se entendieran los días literales, la redacción habría sido como en Daniel 10:3-4. Al contrario, la visión fue una respuesta a la oración de Daniel que estaba relacionada con los años (Dan. 9:2). Daniel asumió que el exilio terminaría después de setenta años y que luego el reino de Dios se establecería. Sin embargo, Gabriel le dijo a Daniel que antes que pudiera establecerse el reino del Mesías no setenta años, sino setenta sietes (70 sietes de años), se cuestionaba un total de cuatrocientos noventa años (es decir, 70 veces siete). Este total de 490 años que se ha determinado tiene aplicación exclusiva para tu pueblo (Israel) y tu ciudad santa (Jerusalén), respecto de los cuales Daniel había estado orando. La palabra hebrea para semana simplemente significa siete. Estas semanas de años tienen relación con el descanso en la tierra (Lev.25:1-7), con referencia específica a la incapacidad de Israel de respetar los sábados de la tierra, lo que resultó en el juicio del exilio que duró 70 años (2 Crónicas). 36:19-21; Jer. 25:9-12; 29:10).

EL PROPÓSITO DE LAS SETENTA SEMANAS DE AÑOS ”…para terminar la prevaricación, poner fin al pecado y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, sellar la visión y la profecía y ungir al Santo de los santos. (Dan. 9:24b) El ángel Gabriel le informó a Daniel que los setenta sietes tenían que lograr seis resultados específicos o alcanzar seis metas:

• Para terminar la prevaricación;

• Para poner fin al pecado;

• Para expiar la iniquidad;

• Para traer la justicia perdurable;

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• Para sellar la visión y la profecía y

• Para ungir al Santo de los santos. Para terminar la Prevaricación: Este asunto afecta solo al pueblo de Daniel (el pueblo judío) y a la ciudad santa (Jerusalén). Siempre debemos tener en cuenta que las naciones paganas y la Iglesia no se están abordando aquí. Tomamos nota que la transgresión final se refiere a un grupo de personas, es decir, a los judíos. El hecho que aún no se hayan vuelto a Dios como nación prueba que su transgresión aún no se ha terminado. Para poner fin al pecado: Aquí se cuestiona el pecado de Israel (Rom. 11:26-27). Para expiar la iniquidad: Aprendemos de Is. 53:6 que el Señor ha puesto sobre Él (Jesús) todas nuestras iniquidades. Sin embargo, esto no es aplicable a los judíos en esta dispensación actual. Si un judío desea ser salvo a través de la sangre de Cristo, debe aceptar convertirse en parte del cuerpo de Cristo, donde no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer (Gálatas 3:26-28 y Col. 3:10-11). Cuando el cuerpo de Cristo esté completo, será quitado en el rapto y la Gran Tribulación entrará en vigor. Al final de ese período de tiempo, los judíos no vendrán a Cristo individualmente, sino toda la nación judía se arrepentirá y se volverá a Cristo (Romanos 11:26), y en efecto nacerá una nación en un día (regeneración) (Isa 66:8 y Zac. 13:1).

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Para traer justicia perdurable: No puede haber justicia eterna hasta que el Milenio de paz haya iniciado, y este reinado de mil años no puede establecerse hasta que (i) los pecados de Israel hayan alcanzado su plenitud; (ii) Israel ha sido castigado; (iii) el Nuevo Pacto ha sido concluido (Jer. 31:31-34 y Heb. 8:8-13). Para sellar la visión y la profecía: Aparentemente, la visión y la profecía han sido selladas (ocultas) en lo que concierne a Israel, aunque solo sea temporal (Romanos 11:25). Todo lo que Dios ha determinado con respecto a Israel, al final se cumplirá en la finalización de todas las revelaciones, visiones y profecías escritas sobre Israel. En esa etapa, las visiones y las profecías se sellarán (cerradas, alcanzando su finalización). La profecía luego cesará (1 Cor. 13:8-10 y Ap. 19:10). Para ungir al Santo de los santos: Muchos comentaristas quisieran aplicar esta declaración a Cristo; sin embargo, la referencia no es a una persona, sino a un lugar lo cual está en debate. La referencia es inequívocamente al Lugar Santo del Milenio de paz, que es el templo del Milenio que aún debe ser erigido (Ez. Capítulos 40 y 41). Jesús mismo erigirá este templo.

EL COMIENZO DE LOS SETENTA SIETES Sepa pues, y entiende que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas y sesenta y dos semanas; se volverán a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos. Después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, y nada ya le quedará. El

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pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario, su final llegará como una inundación y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones. (Dan. 9:25-26). Los setenta sietes se dividen en tres periodos separados. Primero: Hay siete sietes (49 años), Segundo: Sesenta y dos sietes (434 años), y Tercero: un siete (7 años). El período o tiempo total es de 490 años o 70 veces 7. En Esdras 6:14 Leemos sobre tres decretos separados. En el decreto de Ciro, según consta en 2 Crónicas 36:22-23 y Esdras 1:1-4 No se menciona la restauración de Jerusalén. La referencia principal es sobre la reconstrucción del templo. También hubo un decreto bajo Darío (Esdras 6:1-12), y otro bajo Artajerjes, rey de Persia (Esdras 7:7-27). Aceptamos que se emitió el tercer decreto que permite a Nehemías ir y reconstruir Jerusalén para el Mesías (Neh. 2:1; 6:19), y que este es el decreto que se menciona en esta visión como el decreto que marca el comienzo de los 490 años.

• El primer periodo de siete sietes (o años) es decir, 49 años, comenzó en el mes de Nisán (abril), en el séptimo año del reinado del rey Artajerjes (Esdras 2:7-27), que fue de 457 a.C. Esto marca el comienzo para el cálculo de los setenta sietes. Durante este período Jerusalén será restaurada y reconstruida en tiempos angustiosos (Dan. 9:25). Trece años después, Artajerjes hizo aún más concesiones (Neh. 2: 1-8), mientras que Nehemías era el líder (Neh. 2:1; 6:19).

• El Segundo periodo de sesenta y dos sietes o 434 años, más los 49 años (siete sietes) equivalen a un total de 483 años, después de los cuales el Ungido (el Mesías) será cortado, lo que significa ser asesinado o ejecutado. La palabra hebrea se deriva de karath que significa literalmente ser cortado por la muerte (Gn. 9:11). Los dos períodos que equivalen a 69 semanas (62+7), o 483 años,

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llevan a la fecha y hora de la crucifixión de Jesucristo. Este cálculo de 483 años, comenzando con 457 a.C. termina con 26 d.C. La muerte de Cristo necesariamente ocurrió a la conclusión de los 62 sietes, como se profetizó: “Después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías…”. Daniel 9:26ª.

• El tercer periodo será un siete de siete años, también conocido como semana setenta de Daniel. Sin embargo, la septuagésima semanas no siguió directamente a la semana 69, como en el caso de las 62 semanas que fueron directamente posteriores a los primeros siete de los sietes. No obstante, Daniel vio la venida del Anticristo directamente después de la muerte del Mesías (Dan. 9:26-27).

En Daniel 9:26 Se nos informa lo que sucederá entre las semanas 69 y 70:

• El ungido será cortado: Jesucristo no murió por sí mismo, sino por los demás (1 Pedro 2:24). Jesucristo fue rechazado como el Mesías y literalmente cortado o asesinado (crucificado).

• La ciudad y el Santuario serán destruidos: Estaba claro que cuando los judíos rechazaron a Jesús como su rey (Juan 1:11), se negó a establecer su reino. Durante el día siguiente a su entrada en Jerusalén, fue al templo y lo limpió (Mateo 21:12-17). La tarde siguiente, Él estaba en el Monte de los Olivos e hizo la siguiente declaración: “…Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan”. (Lucas 21:24).

• El periodo largo de guerras: Esta profanación y destrucción de Jerusalén (Dan. 9:26 y Lucas 21:24) continuará hasta el final de la Gran Tribulación, y eso

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significa hasta el glorioso regreso de Cristo (Su Segunda Venida), después de lo cual surgirá el Milenio de paz.

LA SEPTUAGÉSIMA SEMANA Por otra semana más confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después, con la muchedumbre de las abominaciones, vendrá el desolador, hasta que venga la consumación y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.” (Dan. 9:27). El tercer período, la septuagésima semana de años agregados a los 483 años, trae a Israel a 490 años, lo que el Señor ha determinado para la ciudad de Jerusalén y el pueblo de Israel, para llevarlos al tiempo del fin (Dan. 9:24). Este período también se conoce como el tiempo de la angustia de Jacob (Jer. 30:7) o la Gran Tribulación (Mt. 24:21-22 y Ap. 7:13-14). En medio de la Gran Tribulación de siete años, el Anticristo romperá el pacto que habrá hecho con Israel. La referencia a una semana y la mitad de la semana es uno de los períodos de tiempo más frecuentemente documentados en la Biblia (Dan. 4:16, 23-25; 7:25; 9:27; 12:7 y Ap. 11:2-3; 12:6; 13:5). Este período tiene implicaciones tremendas para Israel (Mt. 24:15, 22 y 2 Tes. 2:3-9). La ruptura del pacto a la mitad del período de siete años sucederá junto con la erección de la abominación que causa la desolación en el templo (Mt. 24:15 y Ap. 13:14-15). Entonces se llevará a cabo la más terrible persecución de los judíos (Mateo 24:21-22). Jesucristo, el Mesías, no regresará a esta tierra en nombre de Israel antes de la conclusión de la Gran Tribulación de siete años (Ap. 19:11-21). Solo cuando Cristo en su Segunda Venida como Rey de reyes destruya al Anticristo y sus ejércitos, Él establecerá Su reino de paz en la tierra (Dan. 7:13-14, 27; Ap. 20:1-6).

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La explicación de los setenta sietes que le dio el ángel Gabriel a Daniel fue para iluminarlo con respecto a la restauración de Israel en su tierra natal después de un exilio de setenta años. De hecho, esto solo se cumplirá cuando hayan transcurrido los 490 años. Sin embargo, en ese momento, Daniel no entendía completamente que los 490 años se interrumpirían entre la semana 69 (483 años) y la semana 70 (490 años) de siete años cada uno. Este período de tiempo ("brecha" profética, ahora conocida como la "era de la Iglesia"), comenzó cuando Jesús fue crucificado y continuará hasta que comience la semana setenta (Gran Tribulación). Jesús también describe el período como los misterios del reino de los cielos (Mateo 13:11). La apertura de los sellos conducirá a los juicios, y es también el comienzo de la Gran Tribulación. La ruptura o apertura de los sellos abre el testamento del futuro. Los contenidos de los cuales están escritos en pergaminos. Después del arrebatamiento de la Iglesia de la Novia, el reloj profético funcionará para completar el número de años asignados a Israel. Será la finalización de los 483 años hasta los 490 años, un período de siete años... ¡La última semana profética!

243

REFERENCIAS

Debe mencionarse que la principal fuente de referencia en la

redacción de este libro, LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA VOL 1 fue

la Santa Palabra de Dios, la versión REINA VALERA

ACTUALIZADA (RVA). Esta es una lista de los principales

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Lombard, R.D.

Mundo Espiritual RSA Litho Goodwood Cape Town 2009

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Teología del Reino RSA Litho Goodwood Cape Town 2014

Malan, J. Israel Dupla Drukkers Posbus 13290 Noordstad 9302 RSA 2003

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Libros escritos por Raymond D. Lombard Inglés:

• El libro de Apocalipsis (también traducido al chino y al francés)

• El libro de Daniel.

• El Mundo Espiritual (también traducido al chino y mongol)

• Los nombres de Dios

• El testimonio

• Teología del Reino

• Jesucristo en el Antiguo Testamento.

• ¿Qué enseña la Biblia? Volumen 1

Afrikáans: • Die boek Openbaring (Ook vertaal in Chinees en Frans)

• Die boek Daniël

• Die Geesteswêreld (Ook vertaal in Chinees en Mongools)

• Jesus Christus in die Ou Testament

• Die Name van God

• Die Getuienis

• Koninkryk Teologie

• Sinopsis van die Nuwe Testament

• Wat sê die Bybel? (Volume 1)

• Wat sê die Bybel? (Volume 2)

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