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“La historia ha demostrado que los ganadores por lo general superan los obstáculos antes de triunfar.” La mayoría de las personas se rinden ante los obstáculos que aparecen en el camino hacia sus sueños. Cuando aparece el primer obstáculo pensamos “que no vamos a lograrlo”. No nos gustan los obstáculos, no nos gusta pagar el precio, no nos gusta esforzarnos. Nos encanta es que a medida que vamos caminando hacia nuestros sueños las puertas se abran, que todo nos salga bien, que todo pueda darse de la manera que pienso. ¿Recuerdas cada uno de los obstáculos que has atravesado en tu vida? ¿Qué fue lo que pensaste cuando aparecieron? Eso me recuerda una historia de dos ranas que cayeron en un enorme cubo de nata o crema en una lechería. Una le dijo a la otra: - Es mejor que nos demos por vencidas, estamos perdidas. No podremos salir de aquí. - Sigue nadando -le dijo su compañera-. Conseguiremos salir de alguna forma. - Es inútil -chilló la otra-. Es demasiado espeso para nadar, demasiado blando para saltar, y demasiado resbaladizo para arrastrarse. Ya que de todas formas voy a morir, es mejor que sea ahora. Y dejándose caer, murió ahogada. Su amiga, en cambio, siguió moviéndose intentando nadar, sin rendirse. Cuando se hizo de día se halló encima de un bloque de mantequilla que ella misma había batido. Y allí se quedó, sonriente un buen rato, mientras se comía las moscas que llegaban en bandadas en todas las direcciones. ¿Cuáles son las excusas que te dices para no triunfar? ¿Qué es lo estás creyendo? ¿Te vas a dejar vencer por las circunstancias para no alcanzar tus sueños? ¿Cuáles pasos vas a dar esta semana para sonreírle a la vida e ir tras la meta propuesta? “Ten el valor de seguir adelante ante las dificultades, toma riesgos porque Dios premia la constancia

¿Qué Estás Creyendo?

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¿Qué Estás Creyendo?

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Page 1: ¿Qué Estás Creyendo?

“La historia ha demostrado que los ganadores por lo general superan los obstáculos

antes de triunfar.”

La mayoría de las personas se rinden ante los obstáculos que aparecen en el camino

hacia sus sueños. Cuando aparece el primer

obstáculo pensamos “que no vamos a

lograrlo”. No nos gustan los

obstáculos, no nos gusta pagar el

precio, no nos gusta esforzarnos. Nos

encanta es que a medida que vamos

caminando hacia nuestros sueños las

puertas se abran, que todo nos salga

bien, que todo pueda darse de la manera

que pienso.

¿Recuerdas cada uno de los obstáculos

que has atravesado en tu vida?

¿Qué fue lo que pensaste cuando

aparecieron?

Eso me recuerda una historia de dos ranas

que cayeron en un enorme cubo de nata o

crema en una lechería. Una le dijo a la otra:

- Es mejor que nos demos por vencidas, estamos perdidas. No podremos salir de aquí.

- Sigue nadando -le dijo su compañera-. Conseguiremos salir de alguna forma.

- Es inútil -chilló la otra-. Es demasiado espeso para nadar, demasiado blando para

saltar, y demasiado resbaladizo para arrastrarse. Ya que de todas formas voy a morir,

es mejor que sea ahora.

Y dejándose caer, murió ahogada. Su amiga, en cambio, siguió moviéndose intentando

nadar, sin rendirse. Cuando se hizo de día se halló encima de un bloque de mantequilla

que ella misma había batido. Y allí se quedó, sonriente un buen rato, mientras se comía

las moscas que llegaban en bandadas en todas las direcciones.

¿Cuáles son las excusas que te dices para no triunfar? ¿Qué es lo estás creyendo?

¿Te vas a dejar vencer por las circunstancias para no alcanzar tus sueños?

¿Cuáles pasos vas a dar esta semana para sonreírle a la vida e ir tras la meta propuesta?

“Ten el valor de seguir adelante ante las dificultades, toma riesgos porque Dios

premia la constancia”