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Colin Ward ¿é significado tendrá mañana el anarquismo? 2008

¿Qué Significado Tendrá Mañana El Anarquismo- - Colin Ward

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¿Qué Significado Tendrá Mañana El Anarquismo- - Colin Ward

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  • Colin Ward

    Qu signicado tendrmaana el anarquismo?

    2008

  • 2Para responder a esta pregunta debo comenzar con una serie de asercionessobre la historia del anarquismo:

    1. Como ideologa poltica, la anarqua fue formulada en el siglo XIX por suspadres fundadores, los cuales, como los de las otras versiones del socialismomarxista, fabiana, socialdemcrata tenan la visin optimista de un procesoinevitable que llegara a la meta que ellos se prejaban. Estaban todos igual-mente convencidos del hecho que la conquista del poder por parte del pueblo,sea por va parlamentaria, o en virtud de una accin directa en las calles y f-bricas, o mediante la lucha armada, llevara a los cambios que ellos augurabanpara la sociedad. Cuando consideremos la no lograda consecucin de estosobjetivos por parte de los anarquistas, no debemos olvidar, sin embargo, quetambin el socialismo burocrtico de estado, tanto en versin socialdemcratacomo en la de tipo marxista, ha fallado sus objetivos. Los anarquistas puedenen realidad armar sin duda que setenta aos de experiencia de socialismo deestado han producido para la causa del socialismo un retraso de un siglo.

    2. La posicin de los anarquistas del siglo XIX ha sido nica por el rechazo, noslo del capitalismo, sino del Estado mismo. En general, esta posicin ha sidoconsiderada como una prueba de no se les poda tomar en serio. Pero toda lahistoria del siglo XX les ha dado la razn. Ha sido el siglo de la guerra total,en el que la eliminacin de civiles se ha hecho una consecuencia aceptada porel desarrollo de unas armas cada vez ms sosticadas, mientras las grandespotencias han rivalizado una contra otra para vender sus medios de destruc-cin a cada pequeo dictador local del mundo. Ha sido un siglo en que elexterminio de masas se ha convertido en una poltica aceptada por los estadoscivilizados.

    3. Los anarquistas del siglo XIX miraban con conanza el advenimiento derevoluciones populares que abriran el camino a la que pensaban sera unasociedad libre. La realidad ha sido distinta. La revolucin mejicana de 1911 hatenido como resultado la muerte y gloricacin pstuma de hroes anarquistascomo Zapata oMagn, y el dominio por ochenta aos de una fuerza de nombregrotesco como el Partido Revolucionario Institucional.

    La revolucin rusa de 1917 desemboca en la brutal supresin de los anarquistasy de todos los disidentes hasta 1921, a lo que han seguido setenta aos dedictadura leninista-stalinista, de la cual slo recientemente ha podido saliruna nueva generacin de anarquistas.

    La revolucin espaola de 1936 llev a la supresin de los anarquistas antes deque la guerra misma hubiese acabado, y fue seguida por 40 aos de dictadura

  • 3fascista. Cmo responderan hoy los mejicanos, los rusos o los espaoles aexhortaciones revolucionarias?

    4. Hacia nales del siglo XIX algunos anarquistas comenzaron a formular ladoctrina del anarcosindicalismo, tratando de transformar cada conicto en loslugares de trabajo en una batalla por el control de los medios de produccin.Ellos denunciaron como una traicin el acuerdo que los sindicatos reformistasalcanzaban en relacin al salario, al horario y a las condiciones de trabajo. Losxitos obtenidos por los sindicatos se han hecho en sus pases parte integrantede la legislacin (tanto en la Espaa de Franco como en la Suecia socialdem-crata). En los aos 90 nos encontramos con que los patronos del trabajo detoda Europa tratan de dar la vuelta a los reglamentos con el n de reducir elcosto del trabajo a los niveles existentes en Taiwn o en Colombia.

    Todo operario de la Ford es consciente del hecho de que cualquier actividadsindical a nivel de empresa dar como resultado el traslado de la produccinpor parte de la multinacional a otro pas. Sobre este argumento est basadala ley del gobierno britnico destinada a abolir los acuerdos que prevn unsalario mnimo, puesta en marcha en correspondencia a la decisin de la Hoo-ver, en el momento en que escribo, de transferir sus instalaciones de Francia aInglaterra, as como el rechazo por parte del gobierno britnico del ProtocoloSocial previsto en el Tratado de Maastricht; se trata de un argumento desti-nado a ejercer inuencia sobre las estrategias futuras de la izquierda poltica,(ivi) incluidos los anarquistas.

    5. Los anarquistas del siglo XIX, as como toda la izquierda, daban por descon-tado que el nacionalismo era una supersticin que el siglo XX dejara a laespalda. La misma opinin haba en lo concerniente a las creencias religiosas.La ltima cosa que ellos habran podido imaginarse era el resurgir a nalesdel siglo XX de los fundamentalismos religiosos militantes, sean cristianos,hebreos, islmicos o hinduistas. El resultado ha sido que, como otras personasno religiosas y no nacionalistas, no disponemos de un modo de acercarnos aeste indeseable problema debemos atacar el resurgir religioso, con el peligrode alimentar, antes que reducir, el potencial divisorio? O bien debemos, comoanarquistas, y por eso como personas fuertemente hostiles al Estado, encon-trarnos defendiendo el Estado espectacular contra estas minoras organizadasque lo quieren usar para sus propios nes? Se trata de una situacin que po-dra no concernirnos a nosotros, pero que es sin duda actual en los EE.UU.,donde se nos haya defendiendo el Estado secular contra Born Again Chris-tians (Cristianos Renacidos), o para los anarquistas israeles, que deenden elEstado secular contra los hebreos ultra-ortodoxos, o bien para los anarquistas

  • 4egipcios, que deenden las instituciones estatales contra el fundamentalismoislmico, o tambin para los que en la India deenden el Estado secular.

    En mi opinin, estos cinco puntos sobre la diferencia entre el mundo de losanarquistas a nales del siglo XIX y el XX, indican la necesidad de adoptar unestilo distinto para la propaganda anarquista, en el umbral del siglo XXI? Anteel eclipse no slo del anarquismo, sino tambin del gran ln del socialismo, meparece importante subrayar como hice ya hace 20 aos en el libro Anarchy Action,que la anarqua no es una teora de la utopa, sino de la organizacin. Estoy deacuerdo con Paul Goodman cuando observa que una sociedad libre no puedeestar en la sustitucin por un nuevo orden del viejo orden; ella debe ser laextensin de la esfera del libre actuar, hasta que haya cambiado la mayor parte dela vida social. Esta conviccin me excluye automticamente de la la de aquellosque piensan en trminos de revolucin de masas (cuyas primeras vctimas, desdeChina a Cuba han sido los anarquistas), sino que me pone entre aquellos que,como en la til polarizacin propuesta por Murray Bookchin, creen en la ecologasocial ms bien que en la ecologa profunda. Pienso que la anarqua sacar unmayor apoyo en el siglo XXI no por los partidos verdes, sino por el ms ampliomovimiento de los verdes.

    Las ideas anarquistas del siglo XIX eran inevitablemente eurocntricas, tambincuando eran llevadas a Japn, China y las ciudades de Amrica Latina por estu-diantes e inmigrantes. Pero una de las mayores ampliaciones de nales del sigloXX est representada por la contribucin aportada por uno de los estilos distintosdel pensamiento anarquista, con una etiqueta distinta, que es la del movimientoSavodaya en la India1 y por la transformacin de las iniciativas de autosucienciay de autoorganizacin en frica, Asia y Amrica Latina.2

    Los xitos obtenidos por la economa no ocial, que permiten a la sociedad iradelante en el clima desesperado de Amrica del Sur, ante una clase gobernantedepredadora y una casta militar que pasa peridicamente al terrorismo de Estado,son ahora comnmente denidos como basismo, esto es, como una sociedad quedebe ser construida por la base.3

    Estoy convencido que un anarquismo inteligente del siglo XXI continuarhaciendo ms densos sus vnculos con el mundo de los movimientos verdes y

    1 Georey Ostergaard. Indian Anarchism: the case of Vinoba Bhave in The Raven, vol. 1, n 2 agosto1987 (Londres, Freedom Press).

    2 Ver por ejemplo, Jorge Hardoy y David Sattertwaite, Squatter Citizen: live in the urban third world(Londres, Barthscan, 1989) y Berta Turner (a cargo de) Building Community: a third world case book(Londres BCB, 1988).

    3 Ver el captulo nal de Basismo, as if Reality Really Mattered, or Modernisation From Below en DavidLehmann. Democracy and Decelopment in Latin America (Cambridge, Polity Press, 1990).

  • 5con las economas no ociales e informales del mundo pobre, as como con lade los pobres en el interior del mundo rico, con el n de sacar de ellos leccionesanarquistas sobre la supervivencia humana. Pienso que las lecciones impartidasdel siglo XXI darn mayor fuerza al mensaje anarquista, pero nuestro lenguajedebe tener en cuenta las nuevas y complicadas realidades sociales.

  • La Biblioteca AnarquistaAnti-Copyright20 de abril de 2013

    Colin WardQu signicado tendr maana el anarquismo?

    2008

    Artculo aparecido en la revista inglesa Freedom y en A-RevistaAnrquica. Traduccin del italiano de Pablo Serrano.

    Recuperado el 19 de abril de 2013 desde kclibertaria.comyr.com