Fanny Joly

¿ QUIEN LE TEME AL LOBO?

Una mañana, estas jugando en el bosquecillo cerca de tu casa

Muy contento, revuelves el lodo cantando: «tra, la, lara, la,

la, la, lara, la, la»

De repente, escuchas extraños crujidos entre las ramas, a tu lado

… y un hocico cien veces demasiado grande con cien veces demasiados dientes

adentro gritándote:- AOOOUUUU! – AOOOUUU!

Ves una figura negra que te mira fijamente con ojos amarillos como yemas de huevos…

¡ Que horror! ¡es el lobo! Te enseña todos sus colmillos

porque quiere morderte, por supuesto, ¡para comerte!

Es necesario que decidas rápido, muy rápido, como

salvar tu vida

Pero no es nada fácil correr en medio de las piedras, espinas y

ramas que están en todas partes

¡ y lo peor es que el lobo corre detrás de ti!

¡Pum! Caes al suelo y sientes que el lobo resopla cerca, muy cerca, cada vez mas cerca de tu espalda

Tienes el tiempo justo de aférrate la rama de un árbol que crece por haí…

¡uff! ¡a duras penas logras escaparte! Poco importa que el

hueco de tu pantalón deje pasar un curiosa corriente de

aire.

-Tra. La , la, tra, la lero.-¡Lobo!

-Pudiste engañarlo, pues él no puede

atraparte!

¿ Que ocurre?

¡Los lobos no pueden subirse a los arboles!

Mi Pobre amigo… ¡Estas frito! Los pájaros hacen ¡cui- cui. Cui!

Y tus dientes ¡crac – crac – crac !

Buscas en tus bolsillos para ver, si por casualidad tienes un revolver. Pero solo encuentras

un caramelo derretido

Como el miedo te vuelve un poco loco, dices al lobo:

- Ten mi buen lobito, ya que te veo hambriento, comete este

caramelo doradito.

El lobo esta encantado.

Mastica el Caramelo con todo y papel.

Todo el mundo sabe, menos el lobo, que el caramelo derretido

se pega fuertemente a los dientes. En un santiamén, le lobo

tiene los colmillos pegados terriblemente

Y tú, desciendes del árbol con tranquilidad, cantando: «tra, la,

lara, la, la, la, lara, la, la»

Pero, ¡Sorpresa!...

Cuando bajas del árbol, ¡el lobo ha desaparecido de allá arriba!

Es normal, porque los lobos ya no existen por estos lados,

excepto en las historias para niños. Puedes regresar a jugar,

tranquilamente, en el bosquecillo cerca a tu casa