Ramón Ignacio Avella 1905-1963

Ramón Ignacio Avella 1905 (julio 16)-1963 (marzo 19)

Breve reseña y algunos documentos1 Este documento no puede considerarse como una biografía sino como una reseña incompleta que reúne alguna información alusiva a la vida de Avella. El énfasis es en el contexto en el cual vivió y actuó hasta un poco más acá de mediados del siglo veinte. Se citan los nombres de algunos de sus contemporáneos para entender mejor su círculo intelectual y político. I. Primeros años y educación básica De origen humilde, Ramón Ignacio Avella Gutiérrez nació en Puebloviejo (Boyacá) el 16 de julio de 1905. Su nombre fue escogido, entre otras razones, en recuerdo del sacerdote Ignacio Ramón Avella (+ 1901), reconocido párroco boyacense quien ejerció parte de su ministerio en el municipio de Firavitoba. Su infancia transcurrió en su pueblo natal en donde pudo asistir a la escuela que entonces ofrecía apenas dos años de educación elemental. Esa era la opción educativa a la que tenía acceso apenas un reducido grupo de jóvenes que normalmente alternaba sus tareas escolares con las faenas campesinas. Se formó en la vida aldeana de los pueblos del altiplano boyacense en las tres primeras décadas del siglo XX2. La probidad como regla de comportamiento, y el sentimiento religioso, eran aspectos característicos de la educación de la época. Las convicciones políticas también hacían parte de la formación desde los primeros años3. Avella continuó su educación en el Colegio de Sugamuxi en Sogamoso, y buena parte del bachillerato la cursó en el Colegio de Boyacá en Tunja. Esta última institución era la principal en su género en el departamento y conservaba un buen prestigio a nivel nacional, después de un siglo de su fundación por orden del General Santander. Ramón Ignacio Avella Anecdotas y recuerdos de su época estudiantil - Al tiempo que asistía a sus cursos en el Colegio de Sugamuxi, trabajaba en la Notaría Municipal. Un recuerdo de dicha experiencia fue la hermosa caligrafía que logró aprender del Notario4.

                                                            1/ Preparado por Mauricio Avella Gómez. Bogotá, agosto de 2013. 2/  Hacia 1928, Boyacá contaba con cerca de 946.000 habitantes, de los cuales el 87% estaba constituido por pobladores rurales. Para el país, la cifra relevante de la población rural era del orden del 60%. Anuario Estadístico de la República de Colombia, 1928. Contraloría General de la República. 3/  El comentario consignado por el padre de Avella, Miguel Avella Acevedo, en las calificaciones del último año del bachillerato de su hijo, revelan la importancia otorgada al compromiso político de los jóvenes. Véase el Anexo 22 (muy ilegible). 4/ En el Anexo 2 puede apreciarse la firma de Avella.

- Al terminar su primer año de bachillerato en el Colegio de Sugamuxi, a finales de 1923, el párroco de Sogamoso, Joselín Parada Leal, quien más adelante sería canónigo de la Catedral de Tunja, le obsequió un diccionario castellano de la reconocida editorial Calleja de Madrid como reconocimiento a su aprovechamiento estudiantil5. - A finales de 1927, su profesor de historia de Colombia y literatura española, el exgobernador de Boyacá Eladio J. Gómez le hizo un reconocimiento a su “aplicación, conducta y aprovechamiento”, como consta en la dedicatoria, al obsequiarle la obra Historia del Nuevo Reino de Granada de Don Juan de Castellanos6. - Durante su permanencia como estudiante interno en el Colegio de Boyacá, sus padres le hicieron llegar el que sería su primer vestido de paño, el cual era de color carmelito. Era todo un acontecimiento para un joven venido del campo que a pesar de haber pasado un tiempo en Sogamoso había conservado indumentarias muy sencillas. En cierta ocasión, quienes servían los alimentos en el refectorio tropezaron, y el contenido de las chocolateras se precipitó sobre algunos comensales; uno de los afectados fue Avella, quien cuando se ocupó de lavar su traje nuevo encontró con desilusión que el color carmelito original se había transformado en un verde descolorido. - Avella buscó complementar su bachillerato con cursos por correspondencia, ofrecidos en esa época por las llamadas Escuelas Internacionales. Siguió el curso denominado “Perito Constructor de Carreteras y Vías Férreas”, que en los años veinte era de prioritario interés por el desarrollo sin precedente de las obras públicas7. Desde sus primeros años en el Colegio de Boyacá, Avella se distinguió por ser uno de sus estudiantes más distinguidos8. Se hizo acreedor a la Colegiatura de Número desde 19259. II. Años universitarios Avella estudió la carrera de Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Nacional, entre 1928 y 1933. Por entonces, la actividad académica de la universidad se concentraba en tres facultades clásicas que operaban separadamente: la Facultad Nacional de Derecho, la Facultad Nacional de Ingeniería y la Facultad Nacional de Medicina. La de Derecho funcionaba en el Claustro de Santa Clara, a pocos pasos del Capitolio Nacional.

                                                            5/ Casa Editorial Calleja. Diccionario Castellano de Bolsillo, Madrid, 1918. 6/ Castellanos, Juan. Historia del Nuevo Reino de Granada. Imprenta de A. Pérez Dubrule, Madrid, 1886. 7/  Al sistema se le conocía como Centro Internacional de Enseñanza o International Correspondence Schools System. Utilizaba textos profusamente ilustrados para el estudio individual con exámenes que eran calificados por instructores que seguían el trabajo de los alumnos . 8 Anales del Colegio. Organo de información del Colegio de Boyacá,No 5, Tunja, noviembre de 1924. 9/  La Colegiatura de Número fue creada en el Colegio de Boyacá en 1923; entre otros privilegios, la colegiatura eximía a su beneficiario del pago de los derechos de matrícula en el siguiente año escolar. El Ideal, órgano de la sociedad literaria Marco Fidel Suárez, Tunja, mayo 30 de 1926. Véase el Anexo 21. En el Anexo 22 aparecen las calificaciones obtenidas por Avella al culminar su bachillerato en 1928. 

Durante la carrera, Avella estuvo vinculado a la Sociedad Jurídica de la Facultad de Derecho, cuya revista publicaba investigaciones adelantadas por los estudiantes y docentes de la época. Entre sus colegas se encontraban futuros juristas e investigadores en temas económicos como Jorge Enrique Gutiérrez Anzola, Juan José Turbay y Antonio García. En 1934 la revista publicó el trabajo de Avella cuyo encabezamiento era La fianza solidaria10. Avella se graduó en 1935 con la tesis intitulada El patrimonio sucesoral a través de los contratos, tema que revela su preferencia por dicha área del derecho civil. El director de la tesis fue el notable jurista Rubén Jaramillo Arango, y los examinadores fueron figuras de prestigio intelectual de la talla de Antonio José Uribe, Víctor Cock y Alberto Zuleta Angel11. III. Profesional Desde 1935 despachó en su oficina de abogado de manera prácticamente continua durante los siguientes 28 años12. Especializado en derecho civil y recursos de casación13. Actuó como Conjuez de la Corte Suprema de Justicia en numerosas oportunidades en los años cuarenta y cincuenta. Entre 1948 y 1949 se desempeñó como Inspector del Gobierno Nacional en las Minas de Muzo y Coscuez14. Profesor en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional a principios de los años cincuenta; sus cátedras fueron las de Obligaciones y Contratos. La dedicación profesional no fue óbice para que Avella cultivara su temprano interés por la literatura; su biblioteca personal, radicada en su despacho de abogado, revelaba la preferencia por los clásicos griegos y el siglo de oro español. Las obras completas de Miguel Antonio Caro ocuparon un sitio privilegiado en sus lecturas durante su vida universitaria15. Y obras como las de Giovanni Papini y Nicolas Berdiaeff manifestaban su afición por temas como los de religión y sociedad. IV. Participación en la vida pública

                                                            10/ Universidad Nacional. Facultad de Derecho. Revista Jurídica, No 233, mayo, pp.329-337 11/  Avella, Ramón Ignacio (1935) El patrimonio sucesoral a través de los contratos. Tesis para el grado. Tipografía Bélgica, Bogotá. 12/  Su oficina estaba localizada en el cuarto piso del edificio Agustín Nieto, una obra arquitectónica de estilo republicano cuya construcción se remontaba a la segunda década del siglo XX. En pleno centro de Bogotá (Carrera 7ª con Avenida Jiménez) era un edificio de oficinas principalmente jurídicas. La oficina de Avella estaba ubicada precisamente encima del despacho del penalista y político Jorge Eliécer Gaitán; Gaitán compartía su oficina en la segunda mitad de los años cuarenta con figuras intelectuales de origen boyacense de la talla de Antonio García y Armando Solano. Una fotografía del frontis del Agustín Nieto se encuentra en el libro Bogotá. La ciudad vivida (2007), del reconocido artista Hernán Díaz. 13/  Perry, Oliverio (1956). Cultura y Economía en Colombia, Ecuador y Venezuela. ¿Quién es quién en la Gran Colombia? Oliverio Perry & Cia. Editorial Argra 14/ Certificación del Banco de la República, oficina principal, del 29 de marzo de 1949. 15/ Obras Completas de Don Miguel Antonio Caro. Bogotá, Imprenta Nacional, 1928.

Avella hizo parte de la juventud conservadora boyacense que surgió a mediados de los años treinta. Fue columnista del semanario El Vigía publicado en Tunja bajo la dirección de Adán Puerto16. Alternó sus colaboraciones con las de exponentes veteranos del conservatismo boyacense como Miguel Jiménez López, Eladio J. Gómez, y Guillermo Salamanca, y con las de futuras personalidades de importancia nacional como Rafael Bernal Jiménez y Rafael Azula Barrera. A. Corporaciones públicas Hizo parte de la Asamblea de Boyacá en el período 1934-1936. Avella fue el autor del proyecto de ordenanza que proponía la sustitución del nombre de Puebloviejo por el de Aquitania17. El cambio se hizo efectivo desde mediados de 1934, pero en 1936 la Asamblea restableció el nombre de Puebloviejo18. Aquel fue el antecedente para que en los años sesenta se acogiera de nuevo el nombre de Aquitania para su municipio de origen. Fue elegido a la Cámara de Representantes para las siguientes legislaturas: del 20 de julio de 1941 al 19 de julio de 1943; del 20 de julio de 1951 al 19 de julio de 1953; del 20 de julio de 1958 al 19 de julio de 1960; del 20 de julio de 1960 al 19 de julio de 1962; y, del 20 de julio de 1962 al 19 de julio de 196419. Convencido de la importancia que en su momento tuvo la creación del Frente Nacional a partir del plebiscito de 1957, Avella fue uno de los impulsores de la candidatura presidencial de Jorge Leyva en 1958, en oposición a la del candidato a la postre triunfante, Alberto Lleras Camargo. Nuevamente apoyó la candidatura de Leyva en 1962, enfrentada a la de Guillermo León Valencia20. Anteriormente, durante la dictadura de Rojas Pinilla, había hecho parte del llamado escuadrón suicida, grupo intelectual de oposición a dicho régimen; de dicho grupo hicieron parte, originalmente,

                                                            16/ Oriundo de la población boyacense de Pesca, y formado en Teología y Derecho Canónico en Roma, Puerto fue uno de los adalides conservadores en el Departamento de Boyacá entre los años veinte y los años sesenta. 17/ A propósito de dicha iniciativa, Gonzalo Vargas Rubiano escribió: “En los fastos regionales se recuerda que cuando una ley de la República dispuso que no habría municipios del mismo nombre y que cuando tal cosa ocurriera debía prevalecer el más antiguo, Ramoní (así le llamaban a Avella sus amigos cercanos) presentó el proyecto de ordenanza que sustituyó el nombre de su entrañable Puebloviejo por el actual de Aquitania”. Vargas (1983). Ver artículo completo en el Anexo 17. 18/ El nombre de Aquitania se oficializó a partir de la Ordenanza de la Asamblea de Boyacá No 22 de julio de 1934. Desde el primero de junio de 1936 se volvió al nombre anterior de Puebloviejo. Contraloría General de la República (1936, p.364). La ordenanza citada aparece en el Anexo 18. Nótese como varias personalidades boyacenses firmantes de la ordenanza adquirirían relevancia nacional en el futuro inmediato: así, el presidente de la Asamblea en abril de 1934, José Joaquín Castro Martínez, ganaría prestancia nacional en la primera administración de Alfonso López Pumarejo (1934-1938) al desempeñar los cargos de Ministro de Hacienda y Ministro de Educación en 1937. Igualmente el Gobernador Marco Aurelio Aulí integraría el gabinete de López Pumarejo en las carteras de Hacienda y Guerra, y el secretario de Gobierno de aquel, Hernán Salamanca, sería Ministro de Correos y Telégrafos, también durante la presidencia de López Pumarejo. En el Anexo 19 se exhiben dos fotos de Aquitania de la época del cambio de nombre del municipio; la fuente respectiva es la publicación ya citada de la Contraloría General de la República (1936, entre las páginas 364 y 365). 19/ Archivo de la Cámara de Representantes. Datos del 4 de octubre de 1968. 20/ Avella respaldaba la visión de largo plazo que en términos de crecimiento y organización institucional defendía Leyva. Una presentación reciente de dicha visión aparece en Leyva, Jorge (2013) ¡Pido la Palabra!, El Ancora Editores, Bogotá.

entre otros, Belisario Betancur, Luís Ignacio Andrade, Guillermo Amaya Ramírez y Alfredo Araujo Grau. En varias oportunidades se desempeñó como Presidente de la Cámara, y con mucha frecuencia como Presidente de la Comisión Primera, encargada de los temas constitucionales21. Con motivo de su elección como Presidente de la Cámara de Representantes el 23 de septiembre de 1958, los Anales del Congreso dejaron el siguiente testimonio: “Por haber obtenido la mayoría de votos, la honorable Cámara declara legalmente elegido presidente de ella, para el nuevo período, al honorable representante Ramón Ignacio Avella, quien presta ante la honorable Cámara el juramento de rigor. En seguida, el honorable representante Avella agradece el honor conferido y promete cumplir los deberes reglamentarios y de caballerosidad que le imponen la presencia de los honorables representantes, y exige a todos redoblen sus labores para que la restauración del Congreso sea perfecta, y no pueda servir de estímulo a los que propician el retorno de la dictadura. Pide el despacho de los proyectos que están a su consideración en el seno de las Comisiones. Informa la labor cumplida en la Comisión Primera, y solicita la evacuación de los asuntos que están pendientes en las comisiones, y agrega que su consigna es trabajar y trabajar”22. A principios del Frente Nacional a Avella le correspondió alternar en el escenario legislativo con muy destacadas figuras de su tiempo. Para citar algunos ejemplos, fueron sus colegas los escritores y académicos Eduardo Caballero Calderón, Eduardo Cote Lamus, Jaime Posada, Silvio Villegas, Mario Latorre Rueda, Guillermo Hernández Rodríguez, Esteban Bendeck Olivella y Joaquín Estrada Monsalve; los comentaristas públicos Alvaro H. Caicedo, Francisco Posada de la Peña y Alberto Galindo; los internacionalistas Alvaro García Herrera, Felipe Salazar Santos y Héctor Charry Samper; y reconocidos juristas con amplia experiencia en las distintas ramas del poder público como Fernando Londoño Londoño, Gustavo Balcázar Monzón, Hernando Durán Dussán, Enrique Pardo Parra y Jesús Bernal Pinzón23. Intervino activamente en los temas constitucionales de la época, en debates sobre reformas a los códigos, y en aquellos relacionados con la actualización de derechos civiles (como los derechos de la mujer casada). Participó también en algunos debates álgidos y contenciosos como el relacionado con la pena de muerte, acerca del cual rindió ponencia en 1961. Una de sus principales contribuciones legislativas tuvo que ver con la actualización de la legislación petrolera; su intervención facilitó la aprobación de la Ley 10ª de 1961 mediante la cual se buscaba entre otros objetivos el de un mayor compromiso de las empresas concesionarias con la actividad exploratoria24. B. La unión conservadora en 1963

                                                            21/ En los Anexos 1 y 3 se exhiben fotos de Avella hacia 1960 22/ Anales del Congreso. Cámara de Representantes (1958, p.850) 23/ Anales del Congreso. Cámara de Representantes (1958, p.1230) 24/ Durán Dussán, Hernando (1961) Memoria del ministro de Minas y Petróleos al Congreso de 1961. Imprenta Nacional. Bogotá. También, la publicación El petróleo es colombiano (1963) Editora Continente Ltda. Bogotá. Véase el Anexo 4

Avella militó toda su vida en el partido conservador al cual habían pertenecido sus mayores y la mayoría de los habitantes de su tierra natal. Al dividirse dicha colectividad política en 1951 entre los seguidores de Laureano Gómez, entonces presidente de la República, y los del ex-presidente Mariano Ospina Pérez, Avella siguió la entonces llamada línea doctrinaria encabezada por Gómez. El proceso de reunificación del partido se inició en Boyacá en 1961, antes que en el resto del país, y se materializó en Tunja, en febrero de 196225. Un año después, en la segunda semana de marzo, se selló la unión conservadora a nivel nacional26. Avella fue escogido como miembro del nuevo Directorio Nacional27. Precisamente el día de su trágico fallecimiento, Avella volvía a Bogotá, luego de haberse reunido en Tunja con dirigentes políticos con motivo de la unión del partido. V. La región En su época, Avella fue reconocido como un servidor público de su región. Varios municipios lo recordaban por su apoyo a obras de beneficio comunitario y educativo no solo en los pertenecientes a la circunscripción electoral de Sogamoso. VI. La persona La semblanza de Avella puede reconstruirse a partir de algunos testimonios dejados por quienes le conocieron: El párroco de Aquitania en el momento del fallecimiento de Avella, Alberto Mojica Llanos, dejó consignado en los libros parroquiales, de su puño y letra, un breve pero significativo esbozo de la personalidad de Avella. Según Mojica, Avella “fue insigne jurisconsulto, sesudo en su discernimiento, siempre caballero aun con el adversario a quien tendió gentilmente su mano, político limpio que nunca jugó con la trapisonda y si se distinguió entre sus colegas fue precisamente por haber sido un auténtico cristiano y un carácter que nunca se doblegó ante la iniquidad”. Y terminaba proponiendo su ejemplo a las siguientes generaciones: “Que las virtudes de estén gran ciudadano y excelente amigo sean paradigma para las generaciones futuras de este pueblo que tuvo la suerte de ser su cuna”28. En el decreto de honores firmado por el Presidente de la República Guillermo León Valencia se destacó a Avella como “eminente jurisconsulto que prestó invaluables servicios al país”; e igualmente que, como hombre público, se había distinguido “por sus patrióticas y serenas actuaciones políticas”29.

                                                            25/ “Unión conservadora en Boyacá”. El Siglo, 10 de febrero de 1962, p.1. Ver el Anexo 5. 26/ “Realizada la unión”. El Siglo, 13 de marzo de 1963, p.1 27/ Por el antiguo sector doctrinario fueron elegidos como miembros principales Alvaro Gómez Hurtado, Alfredo Araújo Grau, Alvaro H. Caicedo y Felio Andrade Manrique. Como suplentes, Gerardo A. Jurado, Alvaro Leal Morales, Jaime Betancur Cuartas y Ramón Ignacio Avella. El Siglo, 15 de marzo de 1963, p.1. 28/ Mojica Llanos, Alberto Doctor Ramón Ignacio Avella, Libro Parroquial, Aquitania, 1963. Anexo 13 29/ Decreto No 1196 de 1963 (31 de mayo) del Gobierno Nacional. Anexo 14.

Las oraciones fúnebres pronunciadas en sus funerales fueron una demostración de lo que sus contemporáneos habían estimado en la persona de Avella30. El diario El Siglo, en nota editorial señaló que “… en el seno del parlamento era la figura que se expresaba por excelencia con ponderación, con altitud de miras convincente, aun en mitad del combate, como si su personalidad interior de conservador alentado por los principios inmutables debiera acaso salir al exterior en ademanes y en prácticas de lo que llamaríamos elegancia o amabilidad del raciocinio”31. Diversas columnas recordatorias de su fallecimiento resaltaron los valores humanos que se conjugaron en la personalidad de Avella32. V. Anexo documental

                                                            30  “Homenaje del Congreso al honorable representante Ramón Ignacio Avella”. Anales del Congreso. Cámara de Representantes (1963, pp.1645-1648). Anexo 11. 31/ “Ramón Ignacio Avella” Columna Editorial. El Siglo, 21 de marzo de 1963. Anexo 12. 32/ En los anexos 16 y 20 se incluyen columnas conmemorativas del fallecimiento de Avella.

Anexo 1. Foto de Ramón Ignacio Avella tomada hacia 1960

Anexo 2. Firma de Ramón Ignacio Avella

Anexo 3. Ramón Ignacio Avella en su curul, hacia 1960

Anexo 4. Aparte de la ponencia sobre petróleos presentada en 1961 a consideración de la Cámara de Representantes.

Anexo 5. Unión conservadora en Boyacá en 1962

Anexo 6. Fallecimiento de Ramón Ignacio Avella. El Tiempo, 20 de marzo de 1963

Anexo 7. Fallecimiento de Ramón Ignacio Avella. Velación en el Salón Elíptico del Capitolio Nacional. El Siglo, 21 de marzo de 1963

Anexo 8. Fallecimiento de Ramón Ignacio Avella. Mociones de duelo. El Siglo, 21 de marzo de 1963

Anexo 9. Fallecimiento de Ramón Ignacio Avella. Salida de las exequias celebradas en la Catedral Primada de Bogotá. El Siglo, 22 de marzo de 1963. El féretro es conducido entre otros por Alvaro Gómez Hurtado, Belisario Betancur Cuartas, Jaime Betancur Cuartas, Cástor Jaramillo Arrubla y Laureano Alberto Delgado.

Anexo 10. Fallecimiento de Ramón Ignacio Avella. Marcha del cortejo fúnebre desde la Catedral Primada en la Plaza de Bolívar hacia el Cementerio Central de Bogotá.

Anexo 11. Fallecimiento de Ramón Ignacio Avella. Oraciones fúnebres pronunciadas en el Cementerio Central de Bogotá el día 21 de marzo de 1963. Anales del Congreso del 21 de julio de 1963

Anexo 12. Fallecimiento de Ramón Ignacio Avella. Columna Editorial del periódico El Siglo, del 21 de marzo de 1963

Anexo 13. Testimonio del Párroco de Aquitania, Presbítero Alberto Mojica Llanos en marzo de 1963.

Anexo 14. Decreto presidencial por el cual se honra la memoria de un ilustre ciudadano. Bogotá, 31 de mayo de 1963. A la firma del Presidente Guillermo León Valencia acompañan la del Ministro de Gobierno Aurelio Camacho Rueda, del Ministro de Hacienda Carlos Sanz de Santamaría y del Ministro encargado de Relaciones Exteriores.

Anexo 15. Decreto del gobierno de Boyacá por el cual se honra la memoria de un ilustre boyacense desaparecido. Tunja, 20 de marzo de 1963

Anexo 16. Traslado de los restos de Ramón Ignacio Avella a Aquitania en marzo de 1968. Columna conmemorativa escrita por el parlamentario boyacense Gilberto Avila Bottía y publicada en El Siglo del 5 de mayo de 1968.

Anexo 17. Columna conmemorativa del vigésimo aniversario del fallecimiento de Ramón Ignacio Avella. De Gonzalo Vargas Rubiano publicada el 19 de marzo de 1983. El destacado jurista Vargas Rubiano fue Magistrado de la Corte Suprema de Justicia y Ministro de Educación durante la administración de Alberto Lleras Camargo

Anexo 18. Ordenanza No 22 de 1934 (abril 27) por la cual se cambió el nombre del municipio de Puebloviejo por el de Aquitania.

Anexo 19. Dos escenas de Aquitania hacia mediados de los años treinta.

Anexo 20. Columnas evocatorias en aniversarios del fallecimiento de Ramón Ignacio Avella. El jurista Luís Sarmiento Buitrago fue Presidente de la Corte Suprema de Justicia a finales de los años setenta. El exparlamentario Carlos Galindo Pinilla fue el ponente en la Cámara de Representantes del proyecto de acto reformatorio de la Constitución en 1958, sobre alternación de los partidos en el poder.

Columna publicada en el diario El Tiempo el 24 de diciembre de 2005, la cual rememora el centenario del nacimiento de Avella.

Anexo 21. Colegiatura de Número otorgada al estudiante Ramón Ignacio Avella por el Colegio de Boyacá en 1925.

Anexo 22. Calificaciones obtenidas en el Colegio de Boyacá, en 1928, al culminar Avella su bachillerato. En la primera página aparece el detalle de las calificaciones obtenidas en las asignaturas; en la segunda se le otorga la calificación general de sobresaliente. Igualmente, en la segunda página aparecen las firmas de los profesores y del rector Adán Puerto, así como las observaciones consignadas por Miguel Avella Acevedo, padre de Ramón Ignacio Avella.