Raza y desigualdad en la Cuba actual

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Raza y desigualdad en la Cuba actual. Rodrigo Espina Prieto, Pablo Rodríguez Ruiz

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    Rodrigo Espina Prieto y Pablo Rodrguez Ruiz no. 45: 44-54, enero-marzo de 2006.

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    Raza y desigualdadRaza y desigualdadRaza y desigualdadRaza y desigualdadRaza y desigualdaden la Cuba actualen la Cuba actualen la Cuba actualen la Cuba actualen la Cuba actual

    Investigadores. Centro de Antropologa.

    Entre las temticas de carcter social de las que seha ocupado la bibliografa cubana, desde los iniciosde nuestra historia, probablemente sea la racial, enalgunas de sus diferentes aristas, la que ha centrado lasmiradas de mayor cantidad de autores: estudiosos,investigadores, periodistas y escritores, actores sociales,unos; viajeros, simples curiosos u observadores, otros.

    Esta aseveracin podra confirmarse revisando lascompilaciones Bibliografa de temas afrocubanos (1986) yCultura afrocubana (1994), abundantsimas en datos, perono exhaustivas algo muy difcil en esta temtica,realizadas ambas por Toms Fernndez Robaina, lasque con sus ms de cuatro mil asientos bibliogrficos,nos adentran en la intrincadsima trama de las relacionesraciales en Cuba.1

    La Revolucin, desde 1959, emprendi el caminode profundas transformaciones, en las que el racismoy sus bases socioeconmicas y culturales quedaron muymaltrechas.

    Aunque la eliminacin de la propiedad privadasobre los medios fundamentales de produccin, sunacionalizacin y socializacin requiere un anlisis mscuidadoso y detallado para develar su relacin con la

    eliminacin de las bases econmicas y sociales delracismo y la discriminacin, en tanto prcticas eideologas, en lneas generales, podemos afirmar quedio lugar a algunos cambios fundamentales.

    Como parte y resultado de dicho proceso,desaparecieron del panorama social las liteseconmicas, histricamente constituidas, en las quepredominaban los blancos. Por su historia y posicinsocioeconmica, estos grupos eran mucho mssusceptibles de sustentar y apropiarse de las ideologasracistas, y ponerlas al servicio de su dominacin.

    Ello limit las posibilidades del ejercicio de ladiscriminacin en el espacio del poder econmico, queen las condiciones anteriores, en nombre del sacrosantoprincipio de la propiedad privada, permita la exclusinde otras personas o grupos. La administracin de talesbienes pas a manos de los representantes de las masaspopulares, a muchas personas nacidas en las capas mshumildes del pueblo, sin distincin del color.

    La destruccin del orden poltico anterior y lacreacin de uno nuevo, de base popular, fue un factordecisivo en la transformacin del orden racial. Se tratade un proceso complejo en el cual las nuevas estructuras

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    de poder se fueron perfilando como profundamentepopulares. Tal proceso estuvo acompaado de unaaguda lucha de clases, en la que se abrieron ampliosespacios de cooperacin entre los ms humildes,sumados masivamente a la prctica sociopoltica. Ala vez, se produca una intensa movilidad social,mediante la cual tales representantes de las capaspopulares ascendan a diferentes posiciones depoder.

    Por otro lado, el ncleo bsico de la burguesaderrotada y parte considerable de la clase mediaemprendan el camino de la emigracin. Todo ellotuvo un efecto doble sobre el carcter de lasrepresentaciones y conductas raciales que se fueronconfigurando en el nuevo contexto. Por un lado, lacooperacin cotidiana en las diferentes tareas queimpona el proceso de hacer la revolucin contribuya acercar sensiblemente a los diferentes grupos, aatenuar muchos prejuicios ancestralmente asentadosen la psicologa social y a desmarcar, en muchosaspectos, las fronteras entre grupos raciales. Por otro,la emigracin de la inmensa mayora de losrepresentantes de la clase burguesa, heredera histricade los antiguos dueos de esclavos, marc el carcterde las representaciones raciales que perduraron en elmedio social, que haban sido asimiladas por las capasmedias y trabajadoras. Se trataba, por tanto, de unracismo residual y asimilado por smosis.

    Esta incorporacin de las masas al proceso socialrespondi a una profunda identificacin de susintereses, reflejados en un conjunto de medidas decarcter profundamente popular promulgadas por elGobierno Revolucionario, entre las que se puedenmencionar:

    l La eliminacin de todos los exclusivismos racialesexistentes anteriormente en clubes y asociaciones,medida que se anuncia con su nacionalizacin, el16 de mayo de 1961.

    l La rebaja de los alquileres mediante decretoaprobado por el Consejo de Ministros el 10 demarzo de 1959 y la adopcin de una serie demedidas relacionadas con la vivienda, a partir de laaprobacin de la Ley de Reforma Urbana del 14de octubre de 1960, que protega al usufructuarioy le otorgaba la propiedad, y propugnaba laejecucin de diferentes programas de construccinviviendas para los trabajadores.2

    l El desarrollo de una radical reforma agraria quehizo propietario del suelo a muchos campesinosarrendatarios.3 En particular, esta medida beneficia los trabajadores rurales negros y mestizos,histricamente excluidos de la propiedad de latierra, en tanto descendientes de esclavos.

    l La alfabetizacin de las masas populares y launiversalizacin de la enseanza gratuita y obligatoriapara todos los menores de edad.

    l La extensin de los servicios de salud de formagratuita a toda la poblacin, sin distincin de sucomplejidad o costos.

    l La gestacin de una poltica de pleno empleo y lareduccin al mnimo de las desigualdades sociales.Las que se empezaron a producir dependan,fundamentalmente, de la calificacin y se daban enun rango muy estrecho.

    Finalmente, el racismo fue afectado por laestructuracin de un discurso sociopoltico desde elpoder, que proclamaba la igualdad y estigmatizaba todaslas formas de exclusin, incluyendo las raciales. Eldiscurso dominante fue haciendo del racismo un pecadocapital que no solo envilece al ser humano, sino quedivide y debilita a la Revolucin.

    Las manifestaciones racistas que pervivieron sevieron en la necesidad de replegarse, adoptando cadavez ms la forma de un racismo de pero. Se trata dela expresin de formas de racismo escondidas en undiscurso de igualdad que se apropia de los espacios depoder. Es, por tanto, un racismo replegado que asumeeste discurso, pero lo condiciona. Generalmente, laspersonas que adoptan esta actitud, comienzan diciendo,yo no soy racista, pero.... De ah la denominacin quehacemos de l.

    Un documento de proyeccin internacional comola Primera Declaracin de La Habana (1960) establececomo principio la incompatibilidad de la democraciacon la discriminacin racial. En 1976 se aprob laConstitucin de la Repblica, en la que aparecen reflejadaslas aspiraciones revolucionarias, de todo un pueblo,contra la discriminacin por motivo de raza, color,sexo u origen nacional.

    El conjunto de circunstancias enumeradas conlas que apenas se hace un boceto de una intensa etapahistrica, rica en acontecimientos y contradicciones,permite comprender que el proceso vivido fue muchoms all de la simple eliminacin del racismoinstitucional, un concepto acuado, y muy trado yllevado, para denotar la eliminacin de las formas dediscriminacin asociadas a instituciones formales delpoder, o refrendadas jurdicamente de uno u otromodo. En el mejor de los casos, esta nocin trata dedelimitar el racismo que se instituye desde el poder, delque se reproduce a nivel de la psicologa social. Algunaspersonas lo simplifican an ms, y lo reducen a sueliminacin en el papel, o lo que es lo mismo, en la letravaca del discurso. Tal idea constituye una reduccinsimplista de un proceso mucho ms complejo ymultilateral, que cal profundamente en el mundoespiritual y la cultura de las grandes masas. El efecto

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    sali de su letargo, cuando, al analizar los resultadosdel Censo de 1980, se descubri determinadadesproporcin de negros, mujeres y jvenes en lospuestos de direccin. En una especie de accinafirmativa, se plante la poltica de promover a estosgrupos.5

    Las investigaciones sobre desigualdadesraciales, su herencia y reproduccin

    Una de las interrogantes de los estudios iniciadosen el Departamento de Etnologa del Centro deAntropologa es si persisten desigualdades socialesmarcadas por el color de la piel, y determinar susexpresiones y caractersticas ms visibles en el actualpanorama socioeconmico cubano.6

    En cuanto a la ocupacin del espacio urbano,aparecieron indicios que condujeron a concluir que estarefleja la persistencia de un predominio de la poblacinnegra y mestiza en las reas o barriadas ms deprimidasy populares y que, por el contrario, en los barriosresidenciales es preponderante el componente blanco.Esta resulta ser una cuestin determinada por la formahistrica de ocupacin y configuracin de esos espacios.No obstante, no es posible sostener, a pesar delpredominio estadstico, la existencia de rgidas formasde segregacin racial al estilo de los ghetos negros de losEstados Unidos. En estos barrios populares, negros yblancos comparten una vida cotidiana que, aunque noexenta de conflictos, marca como tendencia principalla solidaridad de los residentes. Una de sus expresionesms cabales es el vecineo caracterstico de nuestro modode vida en el barrio. Se trata, por tanto, de una formade desigualdad heredada an no eliminada.

    La ocupacin y tenencia de la vivienda refleja otronivel de desigualdad. El estudio en el barrio deCarraguao (1995) evidenci que ms de 50% de losresidentes en ciudadelas eran negros y mestizos, y quesu proporcin disminua en las viviendas de condicionesmedias y mejores. Adems, se verific la residencia deun sustancial nmero de obreros en ciudadelas o solares.Si este elemento de diferenciacin se produca dentrode un barrio popular, predominantemente obrero ycon una alta proporcin de poblacin negra, si ya existaun presupuesto en torno a la ocupacin del espaciourbano, entonces era posible y lgico plantearse lahiptesis de que como tendencia o en trminos deproporcionalidad la poblacin negra se concentrabaen las peores condiciones habitacionales. De este modo,se vislumbraba la persistencia de un tipo de desigualdadfuertemente marcada por una herencia estructural nosuperada.7

    ms evidente de todo este acontecer es el repliegueexperimentado por el racismo hacia las esferas msntimas de la vida familiar y las relaciones interpersonales,en las que los prejuicios eran reconocidos con ciertaculpa, como nota discordante. Perviva en chistes yfraseologas de uso en la complicidad de la familia y elgrupo de amigos cercanos, o quedaba oculto endeterminadas formas de paternalismo.

    En esas circunstancias, el fenmeno dej de tenervisibilidad durante un largo perodo de tiempo. En losrepertorios bibliogrficos mencionados, puedeobservarse que despus del triunfo revolucionario deenero de 1959, la temtica de las relaciones raciales fuedesapareciendo, algo que se verifica no solo en laspublicaciones, sino tambin en las estadsticas, loscontroles de salud, educacionales y, en general, en laesfera pblica. No sucedi as con los aspectos culturales,folklricos e histricos. Gran parte de la lgica de esteproceso estaba en la creencia generalizada de que conlas medidas de igualdad social desarrolladas por laRevolucin, fundamentalmente en la educacin, elracismo sera completamente proscrito. Adems, eltema desapareci del debate pblico como resultadode un conjunto de razones; entre estas se pueden contartres de un peso decisivo.

    La primera es que ante un panorama social en elque las desigualdades eran mnimas, y dependanfundamentalmente del esfuerzo y la calificacin, se llega concebir el racismo como un problema resuelto engran medida. El libro de Pedro Serviat, El problemanegro en Cuba y su solucin definitiva, lo anuncia y proclamadesde el mismo titulo.4

    En segundo lugar, los recelos que suscitaba el tema,ante la necesaria unidad, motivaron que desde lasestructuras de poder se mirara con desconfianzacualquier intento de traerlo a la polmica pblica, loque contribuy a convertirlo en una especie de tab.

    Finalmente, en el quehacer y modo de hacertransformativo, en el que estaban involucradas lasgrandes mayoras, encontraba muy pocos odosinteresados. Exista muy poca o ninguna base socialpara que el dilogo se produjera desde abajo. Esto tieneque ver con la incorporacin de las grandes mayoras alas tareas de cada etapa concreta de la Revolucin, laforma en que abrazaron la utopa revolucionaria delos primeros aos y el sentimiento de la necesidad de launidad que se fue configurando.

    En otros trminos, los de arriba no queran y los deabajo no estaban interesados. Se gener una especie deconsenso social alrededor de la inconveniencia de suscitaresta problemtica. Ello contribuy a silenciarla duranteun tiempo relativamente prolongado, lo que favorecisu supervivencia. No fue sino hasta el Tercer Congresodel Partido Comunista de Cuba (1985) que el tema

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    En la dcada de los 80, este fenmeno exista; sinembargo, alcanz una menor significacin. El pas llega desarrollar la base material para la construccin de msde cien mil viviendas anuales y los planes tuvieron ungran impulso, beneficiando en particular a tales sectorespopulares. Ello creaba una perspectiva de solucin querestaba significacin a la situacin existente. Con la crisisde los aos 90 y los reajustes necesarios, tales planesdebieron interrumpirse, lo cual, unido a otrascircunstancias, aport significados al problema, para hacerque dicha situacin se llegara a percibir con la fuerza deuna desigualdad sentida.

    Otra de las caractersticas significativas que hanarrojado los estudios es que en la estructura de los ncleosfamiliares predominan las mujeres sin cnyuges comojefas, entre la poblacin negra y mestiza. El padre ausentees un rasgo que aparece en poblaciones del Caribe, Brasily los Estados Unidos. Ello contribuye a fijar y reproducirdesventajas sociales en la descendencia de este tipo defamilia.

    Como se ha sealado, estos niveles de desigualdadesestn, en gran medida, muy estrechamente vinculados auna herencia estructural. Sin embargo, explorando en otrasaristas del problema, aparecen otras expresiones cuyareproduccin est muy vinculada al contexto actual.

    Ingresos. Para evaluar los ingresos personales, seconsideraron indicadores como el salario que en Cubaaparece bastante estandarizado, los pagos de primas,premios, propinas y otras estrategias para captar ingresos.

    En nuestras condiciones actuales, el salario no es unfactor generador de diferencias sustanciales. En elperodo investigado (1996-2002), predominaba lapercepcin en todas las categoras ocupacionales,sectores de la economa y grupos raciales, de que erainsuficiente para solucionar las necesidades bsicas, locual refleja el deterioro del salario real durante la crisis delos aos 90. Esta percepcin es ligeramente inferior entrelos negros que entre blancos y mestizos, y ms acentuadaen el sector no emergente de la economa que en elemergente. Este ltimo comportamiento est muyrelacionado con la obtencin de propinas en divisas,fenmeno que en las condiciones actuales tiene mspotencialidades de producir diferencias que el propiosalario. Un promedio de entre dos a tres dlares diariosde propina puede llegar a representar entre tres y cincosalarios medios adicionales para quien los recibe. Es unbuen ejemplo, que permite comprender cmo, en lasactuales condiciones de Cuba, las desigualdades derivadasde los ingresos dependen ms de las formas alternativas,que del salario propiamente dicho.

    Entre tales formas alternativas de ingresos, perotambin muy vinculadas a las estrategias desobreviviencia, se encuentran las remesas desde el

    exterior, las que, como se puede apreciar en el grfico1, no llegan en la misma medida a los diferentes gruposraciales y sociolaborales.8

    Grfico 1Remesas desde el exterior. (en % de receptores).

    En general, llegan en una proporcin mucho mayora los blancos que a los negros y mestizos, un fenmenoque, en alguna medida, est reflejando la estructura racialde las migraciones. Por otro lado, llegan con mayorfrecuencia a los empleados del sector emergente(dolarizado) que a los que se encuentran en el noemergente. Las reciben ms los profesionales que losobreros; ms los obreros del sector emergente que losdel no emergente. El grupo sociolaboral que menosrecibe es el de obreros del sector no emergente, y elque ms la recibe, el de los profesionales del sectoremergente.9 Otro dato de inters est relacionado conel hecho de que aparece en una proporcin mayor enCiudad de La Habana que en Santiago de Cuba.Consecuentemente, el cuadro de desigualdades que deaqu se derivan, marca visiblemente a los grupos raciales,pero tambin tiene expresiones socioclasistas yregionales. Ello deja ver una doble lnea de fijacin dedesigualdades, al unirse las que se derivan de las remesascon la de la presencia de estas en el sector emergentede la economa, y permite deducir que aquellas personasque reciben divisas han encontrado mayoresposibilidades de posesionarse en los sectoreseconmicos ms activos y ventajosos.

    Presencia en los sectores econmicos. Las investigacionesrealizadas evidenciaron una mayor presencia de negrosy mestizos en el sector no emergente de la economa.En el emergente, la proporcin de estos, aunque msbaja, est muy prxima a la media nacional.10 De estemodo, apareci otro elemento que expresa no ya lapersistencia de desigualdades heredadas, sino laconformacin de estas durante la crisis y la reformaeconmica de los aos 90: la menor presenciaproporcional de negros y mestizos en el sectoremergente de la economa. Tal premisa hace pensar

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    Blancos Negros mestizos totalblancos negros mestizos total

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    Dirigentes Profesionalesy tcnicos

    Obrerosy sector

    independiente

    Total

    negros mestizosblancos

    que, en el proceso de movilidad laboral hacia esossectores, ellos encontraron mayores barreras. Sinembargo, para conocer ms a fondo los factoresasociados a estas circunstancias, se hizo necesario dirigirel anlisis hacia la estructura sociolaboral que, en estascondiciones, se reproduca en ambos sectores.

    Representacin en la estructura sociolaboral segn sectoreseconmicos. El anlisis, como se puede apreciar en elgrfico, dej ver desproporciones significativas en elsector no emergente.11

    Grfico 2Estructura ocupacional sector no emergente (en %).

    Los ideales sociales en torno al tipo de empleo msprestigioso y que mayores ventajas reportan a laspersonas en las condiciones actuales, sitan en unaposicin ventajosa a los que se ofertan en el sectoremergente de la economa, el turismo y las firmasextranjeras. Tales representaciones marcan un momentoimportante de la direccin y el significado que adquierela movilidad social ascendente en las condicionesactuales. En consecuencia, contribuyen a reforzar lapercepcin de las desigualdades que se derivan de lasdesproporciones raciales entre sectores de la economa.

    Las estrategias de sobrevivencia. Estas estrategiasdescubren los recursos con los que cada persona ogrupo enfrenta la crisis. Para aproximarse a esteindicador de forma tal que develara la existencia dedesigualdades, a la vez que no despertara suspicacias ninecesidad de ocultar informacin, se indag solo sobrelas que no presentaran ningn tipo de violacin de lalegalidad. Se clasificaron en dos grupos: las quedependan de ciertas circunstancias, ajenas a la voluntaddel sujeto, y las que expresaban, de algn modo, unafinalidad y un esfuerzo personal, dirigidoconscientemente a obtener ingresos complementarios.La primera revela la imbricacin en un medio laboraldesde el que es posible acceder a tales ingresos o ladisponibilidad de determinadas relaciones sociales quelos proporcionan. Entre ellos se cuentan las remesasfamiliares desde el exterior; las propinas, las dietas,determinadas ddivas, etctera.

    En el segundo grupo se contaron actividades comola realizacin de trabajos extras despus de la jornadalaboral y la venta de parte de los productos normadosen la libreta de racionamiento. Este ltimo aspectoconstituye una actividad que refleja las peorescondiciones de existencia. En l se cuentan personasque no consumen determinados productos de la canastabsica subvencionada por el Estado, y que se adquierea muy bajo precio, quienes los revenden para obteneringresos complementarios. Tal es el caso, por ejemplo,de algunos no fumadores que venden los cigarrillos dela cuota a un precio tres veces superior al que pagaron.Pero en esta categora tambin se incluye a personasque, por estar en una situacin precaria, establecendeterminadas jerarquas en el consumo: venden algunosproductos para comprar otros. El anlisis de estosindicadores descubri que:

    l Las remesas llegan a los blancos 2,5 veces ms que alos negros, y 2,2 ms que a los mestizos. A losempleados en el sector emergente, les llegan 2,4 vecesms que a los del sector no emergente.

    l Los blancos hacen uso del trabajo extra, despus dela jornada laboral, 2,7 veces menos que los negros y1,4 veces menos que los mestizos. Los negrosrecurren a l 1,6 veces ms que los mestizos. En el

    La presencia de negros y mestizos es mayoritaria enel grupo de los obreros. Aqu es significativa la altaproporcin de profesionales y tcnicos de estos gruposraciales.

    En el sector emergente, por el contrario, no seapreci mayora en ninguna de las categorasocupacionales. Entre los obreros y trabajadores deservicio indirecto al turista, los negros y mestizos tienenuna mayor representacin. Entre los dirigentes y losprofesionales y tcnicos de este sector turstico, lasproporciones de negros y mestizos son muy bajas:apenas llegan a 5%.

    La comparacin entre los dos sectores permite pensarque la desproporcin de profesionales y tcnicos negrosy mestizos en el sector emergente no se debe a una menorcalificacin de estos. El hecho sugiere, con mayor fuerza,por adicin de premisas o elementos de juicio, que laexistencia de barreras u obstculos para la poblacin negradurante el reacondicionamiento laboral, no solo es unarealidad, sino tambin responde a determinadascondiciones sociales que han permitido su configuracin.Con ello, adems, se verifica la existencia de otra expresinde desigualdad conformada durante los aos 90, lareproduccin de ciertas desventajas en el proceso demovilidad hacia dichos sectores.

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    La poblacin expresa mayoritariamente una valoracinpositiva sobre la perspectiva de las relaciones raciales en elfuturo, motivada, en especial, por los procesos de mestizajeque se verifican en la sociedad y por la atencin que en losltimos tiempos se le viene prestando al problema.

    sector emergente es 4,2 veces menos frecuente queen el no emergente.

    l Las propinas las reciben 1,6 veces ms los blancosque los negros y 1,4 ms que los mestizos. Los negroslas reciben 1,2 veces menos que los mestizos.

    l A la venta de productos normados por la libreta deracionamiento recurren los blancos 3,7 veces menosque los negros, y estos, 2,1 veces ms que losmestizos. En el sector emergente es 2,1 veces menosfrecuente que en el no emergente.

    En general, el tipo de estrategia predominante entrela poblacin negra y mestiza depende ms del esfuerzopersonal que de las condiciones en que se encuentran.En particular, se hace significativa la diferencia dequienes venden parte de los productos de la canastabsica que no consumen, grupo en donde predominanlos negros.

    En resumen, el anlisis de las variables analizadas,descubre que persisten y se reproducen desigualdadesque se hacen visibles en aspectos tales como:

    l La poblacin negra y mestiza, como media, seconcentra en las peores condiciones habitacionales.

    l Las remesas desde el exterior llegan,fundamentalmente, a la poblacin blanca.

    l Las estrategias de ingresos complementarios de losnegros dependen ms de esfuerzos personales yrecursos escasos.

    l La poblacin negra tiene menor acceso relativo alos sectores emergentes de la economa.

    l Los negros y mestizos predominan entre los obrerosdel sector no emergente.

    l En el turismo, los negros y mestizos predominan ose ubican preferiblemente en los puestos de trabajosno vinculados al turista, hacia el interior de lasinstalaciones.

    l Los negros y mestizos estn sobrerrepresentados entrelos profesionales y tcnicos del sector no emergente ysubrepresentados en el sector emergente y entre losdirigentes, lo cual induce a pensar que su baja presenciaen estos sectores no se debe a falta de calificacin.

    El deterioro del salario real aporta tensiones en estascircunstancias. No obstante, un anlisis ms detallado yde conjunto de tales desigualdades deja ver, por un

    lado, la presencia de una herencia estructural que no hapodido ser borrada y, por otro, la coyuntura econmicaen la que se han venido conformando. Son, a la vez,condicin y resultado en un proceso que opera en dosdirecciones: como herencia estructural, social y cultural,y como reconstruccin de esa herencia en situacin decrisis, en la que aparecen espacios competitivos.

    La existencia de tales elementos de desigualdad tienesus expresiones en el rango de la proporcionalidad, sinadquirir un carcter de exclusin, ni producirpolarizacin de las riquezas sociales. Esta se manifiestafundamentalmente en la esfera del consumo, dentrode un proyecto social que promueve la equidad; no serelacionan con la propiedad sobre los mediosfundamentales de produccin y el poder econmico.

    Condicionamientos subjetivos de lasdesigualdades. El prejuicio

    Las desigualdades raciales enumeradas no solotienen un soporte estructural, material, sino tambinestn muy influidas por factores subjetivos. El prejuicioracial tiene la particularidad de poderse funcionalizar,hacerse material en las relaciones sociales concretas. Poreso es importante explorar sus expresiones actuales.

    Tabla 1Percepcin sobre existencia o no de racismoAutofiliacin Racismo Discriminacin Prejuicio No Total

    racial del existeinformante

    B 82 2 9 11 104N 24 7 4 2 37M 13 6 3 2 24Total 119 15 16 15 165

    Fuente: Entrevista a residentes y a visitantes de otras provincias enCiudad de La Habana, en el ao 2003.

    Un tema interesante es la percepcin de la poblacinsobre la existencia o no del racismo en Cuba y de susmanifestaciones fundamentales. Aunque la inmensamayora de las respuestas de los entrevistados, durantetodos los aos de estudio, implican un asentimientoen ocasiones, tcito; otras, explcito, expresado porlo general en las contradicciones que se revelaban en

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    casos informantes de Ciudad de La Habana,perciben que existe un bajo ingreso de alumnos negrosa la Escuela Vocacional Lenin y a la Universidad.

    En el tema relacionado con la polica, siempredeclarado por informantes negros o mestizos (9 entotal), aducen que la polica solo les pide carns a losnegros, y muestran su asombro ante el hecho de quey eso que la mayora de los policas son negrostambin. Estiman que la poblacin penal de Cuba estintegrada fundamentalmente por negros. Dos de losinformantes han estado presos y as lo aseguran.

    La percepcin de la existencia de racismo fueexplicada con dismiles ejemplos, que abarcaban unaamplia gama de esferas: la laboral, la estudiantil, laeducacional, la de los medios de comunicacin, la delas relaciones interpersonales, la de la emigracin. Entodos los casos, hubo referencias a los esfuerzos de laRevolucin en su lucha contra el racismo, pero un grupoimportante de informantes estim que debera hacersean ms.

    Una observacin interesante es cmo los trminosempleados para definir el problema se han venidoradicalizando. Al principio, era ms usual la aparicinde trminos como prejuicio o discriminacin, y muyraramente el de racismo. En los ltimos tiempos, esteaparece con ms frecuencia en los diferentes medios.

    Esa percepcin general de la existencia del racismoexplica, en parte, el problema de sus condicionamientossubjetivos. Para abundar en su comprensin, esnecesario adentrarse en los contenidos y expresionesconcretas de los prejuicios y estereotipos raciales. Unaparte importante est en las definiciones del otro y dels mismo, racialmente definidos.

    Para estudiar las representaciones raciales, seprocedi a un anlisis del discurso, y se tom comounidad el juicio, que se clasific de la siguiente forma:

    1. Juicios que no califican. Se incluyeron en este grupo todosaquellos que niegan las diferencias, las reducen a laapariencia fsica o las consideran determinadas porla educacin y el ambiente social, sin referirse a ungrupo racial en especfico. Tambin los quecalificaban determinada situacin, y no a un gruporacial en particular.

    2. Juicios negativos. Califican a los grupos raciales con unaevidente carga peyorativa, a partir de preconceptosque estigmatizan o subvaloran al grupo racial.

    3. Juicios positivos. Califican al grupo de formaevidentemente positiva. Le asignan valoressocialmente aceptados, y que enaltecen.

    4. Juicios neutros. Califican a los grupos sin que sereconozca en ellos una evaluacin peyorativa opositiva, o que, contextualmente, adquiere una u otrasignificacin.

    sus informaciones, era necesaria una confirmacinconcreta al respecto.

    Como puede observarse, 90,9% (150) de losentrevistados de todos los grupos raciales perciben, deuna forma u otra, la existencia del racismo ya seacalificado con ese trmino, con el de discriminacinracial o con el de prejuicio racial. Sin embargo, lasrespuestas se presentan con algunos matices interesantes.Algunas tienden a negar la existencia del racismo enCuba, y no la del prejuicio o la discriminacin. Partende una comparacin de la realidad cubana con otrasrealidades como la de los Estados Unidos, la msconocida y de restringir, por tanto, el trmino racismoa las expresiones de violencia racial. Otro grupoconfunde o equipara el trmino con racismoinstitucional o racismo estatal, o total. Los hay que llegana estimar que la Revolucin elimin el racismo en Cubay solo quedan rezagos de l.

    La percepcin de que no existe el racismo en ningunade sus expresiones correspondi, fundamentalmente,a personas de ms de cincuenta aos, en todos losgrupos raciales, aunque porcentualmente mayoritariaentre los blancos. Entre estos predominaban lasopiniones sobre los avances en ese campo obtenidospor la Revolucin. Entre los negros y mestizos, aunqueson opiniones que se complementan con las de losblancos, se estableca una comparacin con la situacinanterior a 1959: antes s haba racismo.

    La percepcin sobre la existencia del racismo seagudiza entre las edades ms jvenes, que generalmentese expresa con crticas a los grupos de ms edad comoportadores de sus expresiones. Estos ltimos percibenque, entre los jvenes, las relaciones interraciales son mslibres. Igualmente, result ms aguda entre losprofesionales del grupo de los tcnicos y entre los obreros.

    Son mltiples las respuestas del porqu de supercepcin afirmativa. La mayora de las referidas a laexistencia del prejuicio se basa en las relacionesinterpersonales, se nutren de ancdotas en las que entranejemplos propios o atribuidos a otras personas: cuandouna mujer va por la calle y ve que viene un negro,siempre siente temor de que algo pase, o siempreque hay un robo, se busca al negro.

    Las relacionadas con la discriminacin racialestuvieron en todo momento dirigidas a cuatro aspectos,en los que la poblacin percibe actos concretos: la esferalaboral, la educacional, la accin diaria de la polica enlos barrios y la composicin racial de la poblacin penalde Cuba. En el primer caso, se establecencomparaciones entre los sectores emergente ytradicional de la economa. Se acude a ejemplos de sise ven o no trabajadores negros en los hoteles, en lasshopping, en las firmas. En el segundo en todos los

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    B N MPositivo Negativo NeutrosPositivo Negativo Neutro

    En el primer grupo se incluyeron juicios como losque se enumeran a continuacin, a manera de ejemplo:

    l Todos somos iguales, no existen diferencias entrelas personas.

    l Las diferencias son entre personas, no entre grupos,y tienen que ver con la educacin, el medio, lascircunstancias sociales y la cultura.

    l En Cuba no hay razas, lo que existe es mezcla.l A pesar de los esfuerzos, subsisten formas de

    discriminacin.l Eso exista antes de la Revolucin, pero ya lo hemos

    eliminado.l Todos somos revolucionarios cubanos.l Mart y Maceo no se llevaban bien, acaso Fidel no

    se lleva bien con los negros?l En este giro antes no haba tantos blancos, pero

    ahora, con el fula, s hay.l Aqu hay una part'a de negros que son jefes.l Los blancos son... cojollo!... me lo pones en China.12

    Como se puede apreciar, expresan, en alguna medida,la asimilacin de esa ideologa antirracista aludida, y unacomprensin del problema en sus expresiones msagudas. En general, son ideas desmarcadoras de fronterasentre grupos raciales.

    Entre los ejemplos de juicios negativos estereotipadoshacia los negros, extrados de algunos de los discursosdentro de la muestra utilizada, es posible contar lossiguientes:

    l Son ladrones, delincuentes.l Son violentos, guapos, conflictivos, bronqueros.l Son sobresalientes, bulleros, escandalosos.l Son feos.l Son menos cultos, tienen bajo nivel cultural.l Son chabacanos, prosaicos, groseros.l Se sienten culpables de ser negros, tienen complejo

    por su color.l Se sienten superiores, aunque no lo son.l Son altaneros, engredos.l Negro, negrito, negrazo, turrututo, turrutut, quin

    es el monito?

    Algunos de los juicios positivos citados a manerade ejemplo se relacionan a continuacin.

    l Son ms inteligentes, creativos.l Son guaracheros, alegres, divertidos.l Son ms tranquilos, menos bulleros.l Son intelectuales, estudiosos.l Son ms fuertes.l Son sociables.l Son trabajadores.l Son deportistas.l Son superiores, ms desarrollados.

    l Son amorosos.l Son ms bonitos, elegantes.l Son ms calientes.

    Estos grupos de juicios portan estereotipos queasignan contenidos culturales a las diferenciasfenotpicas, con lo que las categoras racialesa diferencia de otros rasgos fsicos, como ser calvoo melenudo, alto o bajito adquieren significacinsociolgica. Contribuyen tambin, al asignar cualidadesdiferenciadoras, a marcar fronteras entre los gruposraciales. Adems, en muchos casos reflejan la persistenciade una ideologa que tiende a subestimar al otro, tantoen sentido afirmativo como negativo. Una situacinparecida, pero de forma atenuada, presentan los juiciosneutros, en especial sobre los mestizos.

    l Son personas como otras, normales.l Son el equilibrio entre las dos razas, son una mezcla.l Ha sido el grupo ms sufrido, ms discriminado.l Son como los negros.l Son diferentes por sus races, el folklor, sus creenciasl Tienen forma de vestir diferente.l Son iguales que los blancos.l Son cubanos, iguales que nosotros.

    Grfico 3Estructura de las representaciones raciales (en %)

    En el grfico 3 se muestra el resultado del anlisisde la muestra total de Santiago de Cuba, Santa Clara yCiudad de La Habana.13 Se aprecia la estructura queadoptan las representaciones de los diferentes gruposraciales, vista desde la perspectiva de los juicios que loscalifican, ya sea de forma positiva, negativa o neutra.Predominan las evaluaciones positivas de los blancos yexiste una desproporcin muy grande entre estas y lasnegativas. Los calificativos peyorativos y estigmatizantestienen mayor fuerza en el conjunto de ideas que seutilizan para calificar a los negros. A la vez, el porcentajede evaluaciones positivas y neutras que le atribuyen esrelativamente bajo. Aunque en menor proporcin quea los blancos, a los mestizos se les califica conevaluaciones positivas. Sin embargo, es significativo elnmero de juicios neutros con los que son distinguidos.

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    Rodrigo Espina Prieto y Pablo Rodrguez Ruiz

    Un estudio en familias

    La familia y las relaciones interpersonales tambinexpresan los factores que, en la estructura social, incidenen las manifestaciones y la reproduccin del racismo.La familia desempea un papel preponderante sobreotros actores sociales, como actor social ella misma y,a la vez, como lugar donde se producen la socializaciny endoculturacin primarias del individuo, en el que seconforman los prejuicios y estereotipos raciales y lasconductas consecuentes, junto a otros patronesconductuales. De ah que las relaciones familiares einterpersonales hayan sido de inters de lasinvestigaciones realizadas, de las que solo haremos unpequeo resumen.

    Se pudo observar que en el escenario familiar existeuna tendencia generalizada a la intrarracialidad en elestablecimiento de las relaciones personales, entre lostres grupos raciales, ya sean estas de amistad o amorosas.En relacin con la filiacin racial preferida para loscnyuges de los hijos, la tendencia general es declararsede acuerdo con los matrimonios interraciales. Sinembargo, en la muestra estudiada, existe una tendenciaa la intrarracialidad en los matrimonios constituidos.En las familias mestizas y mixtas (aquellas constituidaspor personas de diferente filiacin racial) se observauna mayor movilidad hacia los matrimonios interraciales.

    La calificacin de mejor vecino se establece conpreferencia general hacia los blancos; luego hacia losmestizos y por ltimo hacia los negros. La tendenciapredominante en relacin con el grupo de amigos esque la mayora de estos presentan una composicinmultirracial. Ahora bien, esta estructura, segn su filiacinracial, tiende a la intrarracialidad en cada grupo racialde familias.

    A pesar de esta tendencia declarada, en los cientosde observaciones realizadas se ha podido detectar unapolarizacin racial en los grupos de amigos msinformales, independientemente de la composicinracial del barrio, obtenida por observacin, sobre todoen grupos de adolescentes, jvenes y adultos jvenes,principalmente entre los negros.

    La escuela facilita la creacin de grupos de amistadesmultirraciales, que se manifiestan en las actividades delhorario docente. Sin embargo, fuera de los lmites delcentro escolar, en el momento de la salida, esos gruposmixtos tienden a una polarizacin racial en la medidaen que se alejan de la institucin, tendencia nomayoritaria, pero con un peso importante que permitesu constatacin por observacin.

    En relacin con el mejor amigo, la tendenciamanifiesta es establecer relaciones de amistad msestrechas con amigos de filiacin racial blanca. Lasegunda es hacia los mestizos, excepto en familias negras,

    A partir de lo anterior, las representaciones socialesde los grupos raciales giran en torno a los estereotipospositivos, asignados a los blancos, y los negativos, a losnegros. Se expresa en ellos la herencia cultural elaboradadesde los tiempos de la sociedad colonial esclavista y eltrfico negrero, reforzada por las desventajas existentesan hoy, y por los moldes globalizantes que han trazado,y trazan, un paradigma blanco.

    Por otro lado, el anlisis permiti comprobar queesta estructura es muy estable. No existen diferenciasmodificadoras de este comportamiento entre losdiferentes grupos de sujetos que califican. Los maticesque se observan son ms de carcter cuantitativo que defondo. En consecuencia, puede afirmarse que estaestructura es expresin de la sobrevivencia de elementosracistas arraigados en la mentalidad de muchos, y unasituacin objetiva, en cuya experiencia se refuerza elracismo. Entre los matices ms caractersticos, seencuentran:

    Las evaluaciones positivas de los blancos y negativasde los negros se acentan ms entre los intelectualesque entre los obreros, y ms en el sector emergenteque en el no emergente. En resumen, se refuerza dondese enfatiza el tipo de actividad competitiva e individual;por el contrario, donde la cooperacin y actividadcolectiva predominan, se atena.

    En la autorrepresentacin de los negros, como enel resto de los grupos, predominan las evaluacionesnegativas. De este modo, la autoestima se ve afectada.Un reflejo prctico es el hecho de que muchos de losque optan por plazas en el turismo consideran que tienenms posibilidades si escogen puestos de trabajos menossolicitados, hacia el interior de las instalaciones, cocina,etc. Se crea de este modo una autolimitacin. Enconsecuencia, esta subjetividad, que estigmatiza y etiquetaal grupo, se torna objetivamente opresiva.

    El anlisis de las representaciones raciales quedaincompleto si se limita a evaluar solamente el conjuntode nociones que califica a los grupos. Las conclusionesque de aqu se deriven resultaran parciales en algunamedida. Dentro de esta ideologa, que subsiste, semueve tambin un conjunto de ideas francamenteantirracistas, que tienden a desmarcar fronteras y niegantodo etiquetamiento y pensamiento estereotipado delos grupos raciales, agrupadas, en nuestro caso, en lacategora juicios que no califican. Por eso, la evaluacin delproblema no puede desconocer la correlacin entreeste aspecto y el resto de las manifestaciones yaanalizadas. Su anlisis dej ver matices nuevos: por unlado, las diferencias regionales se hacen ms significativasen este punto. Las proporciones de juicios que no calificandentro del discurso son ms altas en Santiago de Cubay Santa Clara; por otro, aparecen en mayor proporcinentre los obreros que entre los intelectuales, y en el sectorno emergente que en el emergente.

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    Raza y desigualdad en la Cuba actual

    en las que la intrarracialidad y las relaciones con losmestizos tienen paridad.

    Las relaciones raciales en el futuro

    Los criterios expresados sobre las relaciones racialesen el futuro permiten tambin un acercamiento a laproblemtica de la interrelacin racial, y en particular alprejuicio racial, porque se trata, precisamente, de valorarestos fenmenos desde el ngulo de su estabilidad,permanencia y evolucin, en el contexto de las relacionessociales ms amplias, y de la eliminacin o no de lasdesigualdades sociales.

    Como se observa, se produjeron cuatro tipos derespuestas bsicas. La mayora de los informantesafirm que sern mejores que en la actualidad, condos explicaciones aportadas indistintamente: una sobrela base del incremento del mestizaje racial; otra, de lapermanencia de una plataforma poltica de igualdadsocial. Esta pudiera interpretarse como una creenciacierta, pero que tambin puede encerrar un estereotipode carcter poltico e ideolgico.

    No debe restarse importancia al grupo de personaspara quienes esto es una cuestin sobre la que no tienenuna clara perspectiva, cuando expresaron no saber ono tener ideas al respecto, lo cual refleja undesconocimiento o una incertidumbre sobre el decursarde este fenmeno.

    El tercer tipo de respuesta admite la posibilidad deque se incrementen el prejuicio y la discriminacinraciales, en funcin de las peculiaridades con queevolucionen las relaciones de carcter econmico y eldesarrollo del pas. El cuarto apunta a que se dar unasituacin semejante o igual a la actual, sobre el supuesto

    de que el prejuicio racial existir mientras permanezcanlas diferencias raciales.

    Tales tendencias generales se comportan de igualmanera en todos los tipos de familias, excepto las mixtas,donde la segunda tendencia apunta al posibleempeoramiento. La causa de esta percepcin pudieraestar en las dificultades de su insercin armnica en elmedio social, a partir de su conformacin interracial.

    Existe otro grupo que afirma que las relacionesraciales dependern de las futuras condicioneseconmicas del pas, y que estas no perjudicarn eldesarrollo social armnico de todos los grupos raciales,tal como sostienen los postulados de la Revolucin.

    Conclusiones

    Las desigualdades raciales persisten en Cuba, y sehan hecho ms visibles principalmente a partir de lacrisis econmica de los aos 90. Se trata de laconsecuencia de la funcionalizacin de formas deracismo que han permanecido agazapadas en lasubjetividad de muchas personas. Es una forma deracismo sociolgico que, en condiciones de aperturade espacios competitivos y revalorizacin simblica yreal de determinados sectores econmicos, encuentracapacidad para generar verdaderas desigualdades. Entreotros aspectos, en las representaciones racialespredomina una evaluacin negativa de los negros y unapositiva de los blancos, lo que configura una de lasbarreras fundamentales que limita la movilidad de losnegros hacia los sectores ms ventajosos.

    Algunas de estas desigualdades son resultados deuna herencia estructural no superada; otras sereproducen y generan en las condiciones de la crisis y lareforma econmica. En la base de estos procesos sesitan factores de una gran persistencia: subjetivoscomo los ya sealados, y objetivos, que tienen quever con las posiciones de partida de los diferentesgrupos raciales en el proceso revolucionario, tales comovivienda, trabajo, capital de relaciones, que se reevalanen medio de la crisis.

    No obstante, la poblacin expresa, mayoritariamente,una valoracin positiva sobre la perspectiva de lasrelaciones raciales en el futuro, motivada, en especial,por los procesos de mestizaje que se verifican en lasociedad y por la atencin que en los ltimos tiemposse le viene prestando al problema. La problemticaracial en Cuba se manifiesta en un entramado decontradicciones. Lo realizado desde el triunfo de laRevolucin respecto a la eliminacin de barreras esaprehendido por las gentes como una perspectiva demejoramiento de la convivencia interracial.

    Tabla 2Criterios acerca de las relaciones raciales en el futuro(segn filiacin racial de la familia)

    Fuente: Entrevistas a sujetos en La Habana, Santiago de Cuba ySanta Clara, en 1996-2002.

    B N M Mx Total

    Normales 2 3 3 1 9Como ahora 11 5 20 13 49Sin problemas -- 1 3 -- 4Mejor 35 16 85 58 194Peor 8 1 14 22 45Otro 3 1 2 4 10No sabe 15 3 21 14 53

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    Rodrigo Espina Prieto y Pablo Rodrguez Ruiz

    Notas

    1. El problema racial se refleja de una u otra forma en documentosimportantsimos de la historia cubana. En el Diario de navegacin deCristbal Coln, primer documento de la historia de Cuba podemosleer: muy bien hechos, de muy fermosos cuerpos, e muy buenascaras: los cabellos gruesos cuasi como sedas de cola de caballos, cortos: los cabellos traen por encima de las cejas, salvo unos pocosdetrs que traen largos, que jams cortan: dellos se pintan de prieto,y dellos son de la color de los canarios, ni negros ni blancos. Lanocin del criollo aparece cruzada por la cuestin racial en el textoliterario cubano considerado ms antiguo, Espejo de paciencia, deSilvestre de Balboa: Oh, Salvador criollo, negro honrado. Losdocumentos fundadores de la patria y la nacin cubana, tambin loponen de manifiesto, ya de forma ms explcita; as Cspedes enTodos los habitantes de la Repblica son enteramente libres,tambin en la Constitucin de Guimaro, cuando se expresa lasincera estimacin del cubano blanco por el alma igual, la afanosacultura, el fervor de hombre libre y el amable carcter de sucompatriota negro. Siguiendo esta misma lnea de pensamiento,Fidel Castro expresaba: Entre los ms crueles sufrimientos queafectan a la sociedad humana [...] est la discriminacin racial.Lgica que se refleja en la Constitucin Socialista de 1976 cuandosanciona que: La discriminacin por motivo de raza, color, sexo uorigen nacional est proscrita y es sancionada por la ley.

    2. Uno de los primeros planes de vivienda desarrollados estuvorelacionado con la eliminacin de los barrios de indigentes, al estilode Las Yaguas.

    3. Este es un proceso que tiene dos momentos significativos: lapromulgacin de la primera Ley de Reforma Agraria, del 17 demayo de 1959, que elimin el latifundio, dej 30 caballeras comolmite superior de tenencia de tierra y dispuso la entrega de tierra enpropiedad a todo el que la trabajara, y la Segunda Ley de ReformaAgraria, del 3 de octubre de 1963, que expropi a la burguesaagraria respetada por la Primera Ley, y dej como lmite mximocinco caballeras.

    4. Pedro Serviat, El problema negro en Cuba y su solucin definitiva,Editora Poltica, La Habana, 1986.

    5. Esta medida ha suscitado opiniones polmicas que no son objetode anlisis en el presente trabajo.

    6. Uno de los primeros intentos de abordar la problemtica de lasrelaciones raciales en el Departamento de Etnologa se realiz entrelos aos 1987-1988, cuando se comenz a elaborar un primerproyecto que no cuaj. Estaba relacionado ms con los aspectos dela cultura de los descendientes de africanos en Cuba, que con lacuestin de las relaciones raciales en s misma. En el ao 1992, ungrupo de trabajo realiz un levantamiento bibliogrfico que permiticonocer las carencias que desde el punto de vista antropolgicopresentaba la temtica. La falta de estadsticas y de estudios de laproblemtica en el contexto posrevolucionario, lo que no permitadefinir claramente hiptesis en torno a la cuestin, oblig a realizarun primer estudio aproximativo de la cuestin en un barrio popular.

    En tal sentido, se realiz un censo en una circunscripcin electoral,en el barrio Carraguao, del municipio Cerro, que permiti aproximarsea algunas de las contradicciones del problema en sus expresionesactuales y elaborar algunas hiptesis. Ya en 1993-1994 se crearontres equipos de investigacin que estudiaran la interrelacin de lasestructuras socioclasistas y raciales en el contexto de los sectoreslaborales emergentes y no emergentes de la economa nacional; losfactores condicionantes de la supervivencia del prejuicio y ladiscriminacin raciales en el medio familiar y en institucionesestudiantiles y laborales; y la caracterizacin etnocultural de losgrupos raciales de la poblacin cubana. Estos estudios estuvieronvinculados a programas nacionales de investigacin cientfica.

    7. Pablo Rodrguez, Lzara Carrazana y Ana J. Garca, Estructurasy relaciones raciales en un barrio popular de Ciudad de La Habana(Carraguao), Archivo Cientfico del Departamento de Etnologa,Centro de Antropologa, 1994. Original mecanografiado.

    8. Este grfico se elabor sobre la base de la informacin obtenidaen ms de quinientas entrevistas realizadas en centros de trabajosde diferentes sectores de la economa en las ciudades de La Habana,Santiago de Cuba y Santa Clara, durante los aos 1996-2002. Reflejala recepcin de remesas por el entrevistado o algn miembro de launidad domstica.

    9. En este trabajo se utiliza el concepto de trabajadores intelectualespara referirse a aquellos grupos que, en la produccin o los servicios,realizan un tipo de actividad esencialmente intelectual, como losdirigentes, la intelectualidad tcnica y aquellos que laboran en tornoal proceso de organizacin de la produccin. Otro concepto deintelectuales, muy difundido en la literatura sociolgica, es muchoms restringido y se refiere a los creadores y artistas.

    10. Lo anterior no indica la existencia de proporcionalidad, entanto los datos agrupan la informacin de Ciudad de La Habana ySantiago de Cuba, provincia esta ltima en la que la poblacinblanca es de apenas 31%, segn el censo de 1982.

    11. Los grficos referidos se elaboraron sobre la base de la plantillatotal de todos los centros visitados en las provincias mencionadas,aproximadamente unos siete mil trabajadores en el conjunto de lossectores. La fecha se corresponde con la sealada anteriormente.

    12. En el lenguaje popular, la expresin me lo pones en Chinatiene el significado de una gran dificultad, imposible de solucionar.

    13. El grfico est elaborado sobre la base del anlisis del discursode ms de quinientos informantes. En este caso, el juicio se tomacomo centro de la evaluacin.

    , 2006.