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Recorrido histórico del concepto de Sujeto
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Recorrido histórico del concepto de Sujeto:
Desde diferentes teorías que muchas veces delimitan campos problemáticos
propios, la Psicología ha desarrollado diversas aproximaciones en la tematización del
sujeto.
La constitución del ser humano como sujeto se realiza dentro de un conjunto de
procesos complejos que permiten al mismo tiempo su socialización e individuación.
De acuerdo a Anthony Sampson, “...El término "sujeto " se emplea con frecuencia en
un número muy considerable de disciplinas que se ocupan de los asuntos humanos:
economía, lingüística, historia, sociología, jurisprudencia, filosofía, psicología,
psicoanálisis, etc. Es apenas evidente que el mismo término no podría tener el mismo
significado en discursos tan diferentes.
Conviene, por tanto, en primer lugar establecer la especificidad del uso del término
de "sujeto" en psicología.
A menudo la Psicología parece como si lo emplea por equivalente a "individuo" o
"persona".
La Filosofía lo emplea de tal manera que parece que fuera sólo un sustituto de la
vetusta “alma” que comienza a manifestarse desde la vida fetal.
Sobre todo los que privilegian la psicología como teoría del conocimiento, entienden
que el "sujeto" es una entidad postulada como el agente de operaciones epistémicas.
El Psicoanálisis considera al sujeto como escindido en instancias psíquicas:
inconsciente – preconsciente – consciente.
Por último, aunque esto no agota la diversidad de ejemplos, en el ámbito de la
jurisprudencia piensan el "sujeto" en términos esencialmente morales como aquel que
se manifiesta en decisiones y juicios de valor”.1[1]
Si nos remitimos al Medioevo, el eje vertebrador era teocéntrico, en el cual el
hombre se entendía a sí mismo como “creatura”, sujeto trascendente, hecho a imagen y
semejanza de Dios. No existía la idea de sujeto productor.
Luego, en la Modernidad, el eje vertebrador pasa a ser la “razón”, ya no se entiende al
hombre como un sujeto trascendente, sino como un sujeto cognoscente, que conoce,
racional, autónomo, liberal. Este “subjectum”, por la capacidad de razonar, domina
toda su vida.
La idea positivista de la ciencia acerca de cómo se conforma el conocimiento, se
basaba en la presuposición del sujeto y el objeto, en tanto no construidos sino dados, en
donde el sujeto se sustrae del objeto independiente de él y lo puede observar, analizar o
evaluar sin ser contaminado por el objeto. Lo que queda en el sujeto es la representación,
1[1] SAMPSON A: <http://www.univalle.edu.com>
es decir aquello que el sujeto puede representarse del objeto. La coincidencia entre la
representación y el objeto es la verdad.
La posibilidad concreta del pensamiento es lo que separa al hombre del mundo, le
da su mismidad. En esta etapa, el hombre se reduce a pura conciencia, resulta que cada
uno lleva en sí mismo la autonomía propia de tal conciencia, cada uno es para sí mismo
su ley. Por esta vía y en referencia al sujeto como pura conciencia, en el ámbito filosófico
surgen:
“.... René Descartes (1596-1650) e Inmanuel Kant (1859-1938), definiendo al
sujeto como el hombre mismo en tanto fundamento de sus propios pensamientos y
funciones. Es entonces la esencia de la subjetividad humana en lo que ella tiene de
universal y singular. En esta acepción, propia de la filosofía occidental, el sujeto es el
sujeto del conocimiento, del derecho o de la conciencia, sea esta conciencia empírica,
trascendental o fenoménica”.2[2]
En el ámbito de la Psicología y desde el punto de vista clínico, la cuestión de la
conciencia se encuentra en todas las escuelas de psicoterapia que toman como referente
la fenomenología o la movilización en la cura de la voluntad consciente de los
pacientes. Es a partir del descubrimiento y la sistematización de las doctrinas acerca del
inconsciente y del método psicoanalítico llevados a cabo por Sigmund Freud, que se
produce un desplazamiento de la conciencia, ésta ya no es la esencia de lo psíquico, sino
tan sólo una cualidad de lo psíquico, que puede sumarse a otras o faltar en absoluto.
Siguiendo a S. Freud, “...La conciencia es un estado eminentemente transitorio (...)
es la superficie del aparato anímico”.3[3] Fue el primero en hablar de determinaciones
inconscientes, de ciertas representaciones, impulsos o deseos intolerables para la
conciencia que se alojaban en un espacio ajeno a ella. Si bien anteriormente a él, hubo
médicos y psicólogos que hablaron de doble conciencia, o de un estado ajeno a ella,
ninguno efectuó la sistematización que hizo Freud en torno a la noción de inconsciente.
El psicoanálisis rompe, de esta manera, con la idea de un individuo que se propone
un objetivo y se prepara para cumplirlo. Entonces comienza a plantear la noción de un
“sujeto” como sujetado a una estructura que lo preexiste. Así la sensación de autonomía
de una persona, el yo, no resulta confiable, autoengaña, en el sentido de realizar acciones
que no coinciden con lo que esa persona quisiera realizar. De esta manera las personas
2[2] ROUDINESCO y PLON: “Diccionario de Psicoanálisis”, Ed. Paidós, Bs. As, 1998, Pág. 1043.
3[3] Compact disc con las Obras Completas de Sigmund Freud, Ediciones Nueva Hélade, Microsoft
Corporation, 1990-1993.
realizan maniobras tales como no poder estudiar a pesar de proponérselo, decir algo que
no se quería, fracasan al triunfar, olvidos, actos fallidos, errores, etc.
El Psicoanálisis, luego de Sigmund Freud toma diferentes caminos como así
también sus conceptos fundamentales. Dentro de las líneas postfreudianas, se pueden
mencionar los desarrollos de Anna Freud, Melanie Klein, la “ego psychology”, “los
Independientes”, la “self psychology” y Jacques Lacan, entre otros.
Anna Freud realiza su tarea dentro del movimiento psicoanalítico a través del
Psicoanálisis de niños, constituyendo luego la Escuela Vienesa.
Melanie Klein transformó profundamente la doctrina freudiana clásica, y no sólo
desarrolla el Psicoanálisis de niños, lo transforma, iniciando una nueva técnica de la cura
y del análisis didáctico. Se la considera la representante de la Escuela Inglesa.
La “ego psychology”, representada por Eric Eriksson, David Rapapport (entre
otros), constituyó una de las corrientes de la historia del freudismo norteamericano.
Los “Independientes”, grupo que nació debido al conflicto entre Anna Freud y
Melanie Klein acerca del Psicoanálisis de niños. Este conflicto planteaba la discusión
concerniente a cuestiones teóricas y a la formación de los analistas, la cual concluyó con
un negociado que estipulaba la libre elección de su formación por cada candidato.
Los “Independientes” se beneficiaron con el aporte de Donald Winnicott, a quien
se lo reconoce como el padre fundador del psicoanálisis de niños en Gran Bretaña, antes
de la llegada de M. Klein.
La “self psychology”, primeramente utilizada por Heinz Hartmann, luego retomada
en su concepto del sí mismo, por exponentes como Donald Winnicott, John Bowlby, René
Spitz.
Hasta aquí en todos los autores continúa el concepto de inconsciente según Freud
lo concibiera aunque no aparece expresamente la noción de sujeto. Podemos inferir
entonces que, si bien en lo concerniente a la noción de sujeto la misma no se explicita,
desde este encuadre se sostiene la concepción del sujeto como sujeto del inconsciente.
“Retomando la vía Freud, Jacques Lacan, entre 1950 y 1965, vuelve a la noción
lógica y filosófica de sujeto y desde el marco de la teoría del significante, (contemporánea
a él) transforma al sujeto de la conciencia en el sujeto del inconsciente.”. El término
significante fue “...introducido por Ferdinand de Saussure (1857-1913) en el marco de
su teoría estructural de la lengua, para designar la parte del signo lingüístico que remite
a la representación psíquica del sonido (o imagen acústica), por oposición a la otra
parte, o significado, que remite al concepto”.4[4]
En lo que concierne al movimiento psicoanalítico francés, se encuentran exponentes
además de J. Lacan, tales como Francoise Doltó y Maud Mannoni (Psicoanalistas de
niños).
Las otras escuelas de psicoterapia del siglo XX (en 1995 había quinientas en el
mundo) salieron en general del molde freudiano. Tienen en común que rechazan los tres
grandes conceptos freudianos, que son el de inconsciente, el de sexualidad y el de
transferencia.
Entre los principales exponentes, se encuentran: Karen Horney, Jacob Levy Moreno
(creador del Psicodrama), Carl Rogers (Análisis no directivo – Psicoterapia centrada en
el cliente), Erich Fromm (Neo freudismo), Gregory Bateson, Paul Watzlawick (Escuela
de Palo Alto, Terapia familiar sistémica), Trigant Burrow y Wilfred Bion (Terapia de
grupo).
Ante el excesivo número de Psicoterapias diseminadas por todo el mundo, y la
consecuente imposibilidad de explicitar cada una de ellas, se ha optado por realizar un
breve recorrido histórico y técnico, específicamente con 2 (dos) clases de Psicoterapias,
ya que las mismas han sido mencionadas por los profesionales que han respondido al
cuestionario aplicado para realizar esta investigación.
Históricamente, se puede decir que hacia la segunda mitad del siglo XX, algunos
sectores de la Psiquiatría comenzaron a sentirse insatisfechos con los resultados de los
tratamientos individuales. Surge así una orientación más social en donde el terapeuta
adquirió un rol más activo. Luego se incluyó a todo el grupo familiar significativo
dentro del proceso terapéutico, y también la inclusión de otros sistemas significativos
(escuelas, instituciones en general, etc.)
4[4] ROUDINESCO Y PLON, Op. Cit, Pág. 996
En la Terapia Sistémica la unidad de análisis no es el individuo (persona, sujeto)
aislado, sino el sistema más amplio, entendiendo por ello, al todo organizado (ej: familia,
institución, escuela, etc.), es decir, un conjunto de elementos y sus atributos particulares.
Se entiende al individuo como unidad bio psico social, afectando y siendo afectado por
su contexto.
Aún tratándose sólo al individuo, son relevantes las interrelaciones entre éste y su
contexto circundante. El énfasis está puesto en la interrelación, en la jerarquización del
contexto y sus reglas, en su mecanismo de retroalimentación, de tal manera que
individuo – contexto inciden uno en el otro.
“La terapia sistémica se centra en el paciente, no en solitario sino en su contexto
social primario, la familia. La atención otorgada a la comunicación y a la interacción
dentro de la familia conduce a un énfasis mucho mayor sobre la conducta real
(independientemente si el encuadre usado es el de la terapia familiar o la terapia
individual)”.5[5]
Por ende, en esta corriente psicológica si bien se realizan menciones del término
“sujeto”, se considera al niño, al adolescente y al adulto como seres en relación
constante e interactuando permanentemente con el entorno que lo rodea, tanto
familiar como extrafamiliar, poniendo el acento en la focalización del problema, es
decir lo que le sucede en la actualidad.
El terapeuta y la familia constituyen un sistema denominado sistema terapéutico.
Dentro de la Teoría Sistémica, se sitúan diferentes corrientes:
Enfoque estratégico (se destacan autores como Bateson, Watzlawick).
Corriente Existencial (Satir, Witacker)
Corriente Estructural (Minuchin)
Escuela de Roma (Andolfi, Selvini-Palazzoli)
Constructivismo (Watzlawick)
Construccionismo (Gergen). Es la más reciente, son modelos centrados en las
narrativas.
Si bien hay diferencias conceptuales y técnicas entre los diversos modelos
precedentes, todos comparten la “focalización del problema o queja”.
Conceptos tales como subsistema, frontera, comunicación, alianzas, coaliciones,
estructura, narrativa, díada, holón, entre otros, son propios de este saber.
Algunas de las técnicas más utilizadas son:
Redefinición, tareas post sesión, Cambio mínimo, Prescripciones paradojales,
Reencuadre, Tareas intra sesión, escenificación, Desequilibramiento, Resignificación,
Externalización del síntoma, Redes sociales, rituales, Metáforas.
5[5] Terapia Sistémica <http://www.geocities.com.ar>
La revolución epistemológica que significó la terapia sistémica tuvo sus comienzos hace
50 años y rápidamente le siguió una proliferación de escuelas.
En Argentina, se arraigó el pensamiento sistémico hacia finales de 1970 y principio de
1980.
La Terapia Gestáltica surgió en respuesta a la rigidez del Psicoanálisis
clásico por terapeutas con formación psicoanalítica clásica.
Toma en cuenta el campo bio - psico - social en su totalidad, incluyendo como parte
básica la interacción organismo – ambiente. Mantiene el enfoque en la persona como
agente activo, está atenta a la complejidad de las relaciones de campo en el presente, a
los cambios que inevitablemente ocurren en el tiempo y en diferentes contextos, y a las
diferencias de cómo las personas construyen su sí mismo.
El concepto de sí mismo se caracteriza como un proceso que se construye en el
campo organismo / ambiente actual.
“El cliente aprende a utilizar el 'darse cuenta' de sí mismo, como un organismo
total que es. Aprende a confiar en sí mismo; así obtiene el desarrollo óptimo de su
personalidad, dándose soporte a sí mismo”.6[6]
“Toda actividad terapéutica consiste en experimentos dirigidos al darse
cuenta.”7[7]
Su esencia radica en la teoría paradójica del cambio. En ese enfoque, la resistencia
se reconoce y comprende, pero no se interpreta, con lo cual se establece una de las
diferencias con la teoría psicoanalítica.
“La relación terapéutica se considera como la relación Yo – Tú de Martin Buber,
es un encuentro existencial (...) se trata a cada ser humano como un fin y no como un
medio”.8[8]
Es una terapia no analítica, presenta un enfoque existencial, lo que significa que no se
ocupan solamente de síntomas o de analizar la estructura del carácter, sino que además
trabajan la existencia total del individuo.
6[6] INTRODUCCIÓN A LA TERAPIA GESTALTICA, <http://www.lighting.prohosting.com>
7[7] YONTEF G: “Proceso y diálogo en psicoterapia gestáltica”, Ed. Cuatro Vientos, Tercera edición,
Chile, 2002, Pág. 55. 8[8] Ibidem, Pág. 61
Intenta integrar lo fragmentado, la personalidad dividida por medio de un enfoque
no interpretativo del aquí - y - ahora. En la Terapia Gestáltica, no se menciona el
concepto de sujeto, se detenta una concepción de Ser, como Ser en su totalidad.
En síntesis, se puede decir que la Psicología de nuestros días se ramifica en diversas
corrientes y múltiples escuelas. Su cuadro heterogéneo es expresión de una crisis de
crecimiento que se viene manifestando desde sus inicios; crecimiento tanto de
conocimientos, como de campos y métodos que han ampliado prodigiosamente el área
del saber y del hacer psicológicos.