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RECUERDO DE UNA VIDA EN ESPAÑA ANTONIO GARULO SANCHO INTRODUCCIÓN SILVIA DE LA MERCED FUNDACIÓN BERNARDO ALADRÉN 1

Recuerdo de una vida en españa

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RECUERDO DE UNA VIDA EN ESPAÑA

ANTONIO GARULO SANCHO

INTRODUCCIÓN

SILVIA DE LA MERCED

FUNDACIÓN BERNARDO ALADRÉN

1

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INDICE

INTRODUCCIÓN

NOTA PRELIMINAR

PRIMERA PARTE

CAPÍTULO I. LOS COMIENZOS DE UNA LUCHA SINDICAL  Y  POLÍTICA

CAPÍTULO II. REALIZACIONES  Y  PROGRESO EN EL MUNICIPIO DE ZUERA

SEGUNDA PARTE

CAPÍTULO I. ANTECEDENTES DE LA TRAGEDIA

CAPÍTULO II. GUERRA CIVIL EN ARAGÓN. SITUACIÓN POLÍTICA YMILITAR EN LA ZONA REPUBLICANA.

TERCERA PARTE

CAPÍTULO I. MI EVASIÓN DEL CAMPO FACCIOSO. RECONSTRUCCIÓNDEL PARTIDO SOCIALISTA Y LA UGT EN LA PROVINCIA DE ZARAGOZA

CAPÍTULO II. INGRESO EN LAS MILICIAS ANTIFASCISTAS.ORGANIZACIÓN DE LOS BATALLONES “CINCO VILLAS”

CAPÍTULO III. CAPITÁN DE INTENDENCIA EN LA 102 BRIGADA MIXTA 

CAPÍTULO IV. COMISARIO DE BRIGADA EN ELEJÉRCITOREPUBLICANO

CUARTA PARTE

CAPÍTULO I. REFLEXIONES SOBRE LA TRAGEDIA ESPAÑOLA

CAPÍTULO II. EL FIN DE LA EPOPEYA ESPAÑOLA EN MADRID

CAPÍTULO III. TESTIMONIO PERSONAL DE GREGORIO BAILO

CONSIDERACIONES FINALES

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INTRODUCCIÓN

Silvia de la Merced

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 Tras la Guerra Civil española de 1936, el exilio fue para muchosrepublicanos la única salida para eludir la represión franquista. Éstosconstituyen una generación marcada por el sufrimiento de una

guerra, y la angustia vital del destierro involuntario. Méjico fue uno delos principales destinos. Entre 1937 y 1942 llegaron a sus costasalrededor de treinta mil refugiados españoles1, de los cuales, un6’1%, alrededor de mil ochocientos, procedían del territorioaragonés2. La nueva patria ofreció su hospitalidad a los exiliadosespañoles, reconoció la legalidad del Gobierno republicano y autorizóla continuidad de su obra política3. Estos, a su vez, contribuyeron alrenacer cultural del país, gracias a la talla intelectual de muchos deellos4. Poetas como Juan Ramón, Cernuda, Guillén, Salinas, Alberti,León Felipe etc., novelistas como Ayala o Sender, juristas como Jiménez de Asúa, historiadores como Altamira y Bosch Gimpera etc,dejaron una profunda huella en el ámbito de la cultura mejicana.

Otro importante sector de los exiliados, destacó por su activismopolítico durante el régimen republicano y la Guerra Civil. AntonioGarulo perteneció a este último grupo. Fue uno de aquellosrefugiados aragoneses que llegó a Méjico con una activa militanciapolítica a sus espaldas. Fundador de la Agrupación Socialista y de laUGT de Zuera, y Alcalde de esta localidad en la Segunda República,participó activamente en la Guerra Civil española como Capitán deIntendencia y Comisario de Brigada. En el invierno de 1939, cuando la

derrota del Ejército Republicano era inminente, cruzó la frontera juntoa miles de refugiados que huían del hambre y la represión 5. Pasó aFrancia el 6 de febrero de 19396 y, tras ser despojado de las escasaspertenencias que llevaba consigo, fue internado en el campo deprisioneros de Saint-Cyprien, una inmensa playa de arena, rodeadapor alambradas, donde los refugiados españoles tuvieron que hacer

1 E. Fernández Clemente, Los aragoneses en América (siglos XIX y XX). El exilio ,Gobierno de Aragón, Zaragoza, 2003, p. 17.

2 Ibídem, p. 38.

3 El Gobierno republicano en el exilio se constituye en 1945 “manteniendo laexistencia de las Cortes y la Jefatura de Gobierno existentes en España al final de laguerra y que salieron al exilio, con los cambios sucesivos propios de un organismovivo”. Ibídem, p. 28.

4 Ibídem, p. 17.

5 Desde el 30 de enero hasta el 9 de febrero, alrededor de medio millón depersonas cruzaron la frontera. M. Yusta, “Un pasado sin huella: los campos deconcentración de los refugiados españoles en Francia” en La España exiliada de1939. Actas del Congreso <Sesenta años después> (Huesca 26-29 de octubre de1999), Instituto de Estudios Altoaragoneses e Institución Fernando el Católico,

Huesca, 2001, p. 200.6 “Recuerdo de una vida en España”, p. 152.

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frente a unas condiciones extremas de supervivencia. Los días y lasnoches que Antonio Garulo pasó en ese lugar fueron muy duros. A laintemperie, soportando el húmedo y frío invierno francés, la arena dela playa se convirtió el único refugio en el que buscar cobijo7:

Alambradas de púas por Tres lados, por el otro lado el Mar Mediterráneo,cuidando la parte de las alambradas teníamos a soldados senegaleses delejército francés (…). Agujeros en la Arena de la Playa, a fin de refugiarnospara descansar, para Techado una Manta, para encima de la Arena en elsuelo, otra Manta, para taparnos tres o cuatro personas, otra Manta, así transcurría nuestra vida en el Campo de concentración….

Allí permaneció sólo unos pocos meses, gracias a que elGobierno mejicano de Lázaro Cárdenas admitió su solicitud comoexiliado a este país. El 13 de julio de 1939, tras finalizar todos lostrámites, embarcaba en el vapor francés “MEXIQUE”. La ruptura conla patria y los seres queridos emprendía un camino de difícil retorno8.Llegó al puerto de Veracruz el 27 de julio de 19399, tenía entonces38 años de edad y su único deseo era empezar una nueva vida “…con el fin de borrar las huellas que traía de lo que había sido y fue laguerra en España”10.

Gracias al ambiente social de acogida, respetuoso con lalegalidad republicana española, los exiliados pudieron retomar suactividad política y asociativa, a través de la creación de nuevassedes sociales como el Centro Republicano Español11, y el impulso denumerosas actividades publicísticas.  Aragón12 fue una de las revistas

más representativas de la colonia aragonesa en Méjico y, a pesar de7 “Recuerdo de una vida en el exilio”, p. 4. En las playas donde se improvisaronestos campos de concentración, como Saint-Cyprien y Argelés, las condiciones devida fueron extremadamente duras. A la escasez de agua, muchas vecescontaminada, se unía la mal nutrición, la falta de higiene y asistencia médica,factores que agravaron las muertes y el sufrimiento de los refugiados. En Saint-Cyprien, de 72.000 republicanos que ingresaron al principio, la cifra se redujo a50000 en poco tiempo, de los cuales, 15000 estaban enfermos. En D. Wingeate,Vae victis!, los exiliados españoles refugiados en Francia 1939-1944, Ruedo Ibérico,Paris, 1969, p. 38.

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“Recuerdo de una vida en el exilio”, p. 12.9 Su nombre aparece registrado en el censo de refugiados aragoneses llegado aMéjico en 1939. Llevó la misma trayectoria de otros muchos exiliados aragonesescon “un primer exilio en la vecina Francia, con estancia muy probable en campos deconcentración, y luego el embarque para América, bien de modo casi inmediato,bien a lo largo de la Segunda Guerra Mundial”. E. Fernández Clemente, Los Aragoneses en América…, op. cit, pp. 34 y 39.

10 “Recuerdo de una vida en el exilio”, p. 57.11 Ibidem, pp. 28-29.

12 La revista Aragón fue reeditada por la Fundación Fernando El Católico en 1991. La

reproducción se hizo en facsímil con introducciones de José Carlos Mainer y EloyFernández Clemente. Ibídem, p. 109.

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su efímera existencia, creó un fuerte vínculo de unión entre losexiliados y la tierra de origen. La evocación de la patria y unamarcada conciencia política, reunió en torno a ella a un nutrido grupode políticos aragoneses de diversa ideología, junto con las firmas deilustres personajes de la talla de Alberti, Juan Ramón Jiménez o León

Felipe. Antonio Garulo también colaboró en uno de sus números,abordando una temática por la que había mostrado grandes desvelosdesde los comienzos de su actividad política y sindical: el problemadel agro, un conflicto muy enraizado en la sociedad española delprimer tercio del siglo XX, al que había dedicado numerososartículos en el periódico socialista Vida Nueva, y que ahora retomabacomo parte del recuerdo a su tierra y sus raíces.

Había pasado algún tiempo desde su peregrinaje a América y, aligual que para el resto de refugiados españoles, era inevitable volverla mirada a su país de origen y al triste episodio de la confrontaciónbélica. Desde el exilio mejicano, el capítulo de la República y laGuerra Civil, parecía desvanecerse bajo el influjo de la distancia y lapresencia en España de una dictadura militar que impuso a todos losespañoles su propia versión de los hechos, una versión quelegitimaba su poder a costa de silenciar el pasado republicano yexcluir de su proyecto político a una parte de los españoles, los quelucharon del lado de la legalidad republicana, identificados por elrégimen franquista como la antiespaña y obligados a expirar susculpas con la represión, la exclusión social o el exilio13. El temor alolvido, a que nadie recordase a “esos hombres que

desinteresadamente (…) lograron el mejoramiento social y económicode su pueblo”14, la necesidad de rendir cuentas sobre su actuaciónpolítica y militar “a los compañeros de la UGT y PSOE de la regiónaragonesa”15 y, sobre todo, para que “las generaciones venideras(…) puedan conocer lo que fue la tragedia Española,”16 seconvirtieron en las razones que sustentaban sus deseos de escribirunas memorias.

 Todavía conservaba en sus manos la documentación que habíarecopilado a lo largo de su actividad política y militar en España. Estematerial sufrió algunas sustracciones a manos de la policía francesa,

cuando Antonio Garulo cruzó la frontera, y durante su permanenciaen el campo de prisioneros de Saint-Cyprien17. A pesar de ello, logrósalvar parte de esos escritos que, junto a sus recuerdos, conformaríanel soporte esencial de las memorias. Las tituló Recuerdo de una vida

13 Sobre el régimen franquista véase I. Saz, España contra España: losnacionalismos franquistas, Marcial Pons, Madrid, 2003.

14 “Recuerdo de una vida en España”, p. 2715 Ibídem, pp. 152-153.

16 Ibídem, p. 68.

17 Ibídem, p. 140.

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en España, y en ellas, dejó constancia de toda su actuación políticomilitar en las filas del socialismo hasta el final de la guerra, y de susreflexiones sobre uno de los episodios más amargos de nuestrareciente historia.

En la reconstrucción personal de este drama colectivo18, el autor deestas memorias deja un amplio margen para la reconciliación de losespañoles y el entendimiento entre los dos bandos. Antonio Garulodeseaba con todas sus fuerzas que la convivencia pacífica entreespañoles volviese a ser un hecho, una realidad que debíasustentarse en los cimientos del “progreso, la paz, la libertad y lademocracia”19 y no en los del odio, la venganza y la represión, comosucedía en la España franquista. Antonio Garulo terminó de escribirsus memorias en 1947. Aún le quedaba un largo camino por recorreren la tierra mejicana. La convivencia de los españoles en tolerancia,libertad y democracia quedaba lejos. Todavía tendrían que pasarcuarenta años para ver cumplidos sus sueños.

18 El capítulo de la Guerra Civil, unas veces, aparece como trasfondo en la vida delprotagonista, entrelazándose con sus propias acciones, como parte del contextosocial y político que le tocó vivir. Otras, invade el primer plano de sus recuerdos yse convierte en el tema central sobre el que el giran los pensamientos del autor.Episodios como la caída de la Segunda República, la actuación del bando nacional yrepublicano en la guerra, el papel que jugaron en ella las potencias extranjeras o labúsqueda de responsabilidades en la tragedia española, son sucesos que, endeterminados pasajes de las memorias, se desvinculan de su propia vivenciapersonal, adquiriendo una dimensión independiente sobre la que el autor pretendedar una interpretación que, la mayoría de las veces, se tiñe de amargura yresentimiento hacia los que truncaron la legalidad republicana y, con ella, la vida y

la dignidad de una parte de los españoles.19 “Recuerdo de una vida en España”, p. 1.

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INFANCIA  Y ADOLESCENCIA DE ANTONIO GARULO. EL CAMPO ARAGONÉS  EN  LOS ALBORES DEL SIGLO XX.

Antonio Garulo nació en Zuera (Zaragoza), el 27 de junio de 190120,

en el seno de una familia de pequeños agricultores. A principios desiglo, la “Gran Zufaria”, como él denominaba a su tierra natal, erauna población de algo más de dos millares y medio de habitantes21 

que vivía, esencialmente, de la agricultura y la ganadería. En sutérmino existían grandes extensiones de regadío, denominadastorres22, bañadas por el río Gállego. También contaba con ampliaszonas de secano, los tradicionales acampos23, destinados a laexplotación ganadera y cuya titularidad, en aquella época, residía enmanos de los grandes propietarios. Este enclave geográfico, situadoen la margen derecha del río Gállego24, muy cerca de la capital, yvinculado al cultivo del maíz, la alfalfa, el trigo y los productoshortícolas25, se convirtió en el escenario donde trascurrió gran partede su trayectoria política y humana.

En aquellos momentos, la agricultura constituía el principal mediode vida de la sociedad española, sobre todo en el medio rural. Comoafirma E. Malefakis “durante toda la primera mitad del siglo XX,España siguió siendo lo que siempre había sido: un país básicamenteagrícola”26. En 1900, según las estimaciones de este historiador, endoce provincias de las cincuenta españolas un 80% de su poblaciónse dedicaba a la agricultura, mientras que, en treinta y seis de ellas,

la cifra de población agraria constituía nada menos que el 70%27

. Enel caso de Aragón, también se observaba de forma clara estepredominio agrícola, con un 52,6% de su población activa vinculada aesta actividad económica28.

20 “Crónica biográfica de un Zufariense”, p. 1.

21 El censo de población del INE arroja una cifra de 2597 habitantes en 1900. EnV.V.A.A., Geografía de Aragón, Vol. VI, Guara, Zaragoza, 1984, p. 104.

22 “Finca habitualmente perteneciente a la burguesía absentista zaragozana con suvivienda en medio de las tierras, y explotada por los <<torreros>>. (…) su tamaño

es heterogéneo, entre 5 y más de 100 Has”. Ibídem, p. 120.23 Estos acampos era un tipo de gran propiedad de secano muy característica de lacomarca del Campo de Zaragoza. Su presencia todavía puede constatarse en laactualidad. Ibídem, p. 127.

24 Aunque el centro de esta localidad se sitúa en la orilla derecha del río Gállego, supoblación se desarrolla en ambas orillas. Ibídem, p. 59.25

26E. Malefakis, Reforma agraria y revolución campesina en la España del siglo XX,Espasa-Calpe, Madrid, 2001,  p. 21.

27 Ibídem, p. 23.

28 Ibídem, p. 48.

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La propiedad de la tierra determinaba el estatus social de lapoblación. El régimen de pequeña propiedad era el predominante enel conjunto español29, un modelo que también se reproducía en laregión aragonesa30, con un importante peso de los pequeños e

ínfimos propietarios. En el pueblo de Zuera, la pequeña propiedadtenía un peso muy importante y estaba estrechamente ligada a unrégimen de explotación de tipo familiar. La presencia de grandesextensiones de cultivo, las tradicionales torres y los acampos propiosde esta zona, favorecían una mayor concentración de la riquezarústica en manos de los grandes propietarios,31sin que losterratenientes constituyeran allí un grupo dominante. En aquellosmomentos, el número de los más ricos del pueblo estaba constituidopor 30 o 40 familias,32 frente a la gran mayoría de pequeños e ínfimospropietarios cuyas tierras eran insuficientes para el mantenimiento dela unidad familiar33.

La vida en las zonas rurales estaba dominada por elconservadurismo. Una pequeña elite económica y política, laburguesía agraria, controlaba las riendas del poder local perpetuando,en su beneficio, las desigualdades sociales y el mantenimiento delestatus quo en el medio rural. La Iglesia jugaba también un papelmuy importante, como transmisora de los valores morales quegarantizaban el mantenimiento de la propiedad y el orden en elmedio rural. El analfabetismo constituía una de las mayores lacrassociales en el campo español. La gran dedicación que requerían las

faenas del campo, con largas y duras jornadas de trabajo, obligaba alos hijos de los campesinos, desde muy temprana edad, a prescindirde la instrucción elemental para ayudar a sus familias en las tareasagrícolas.

En Zuera, era habitual que los niños entre nueve y doce añosabandonasen el colegio por este motivo o que, simplemente, no

29 A pesar de este esquema general, E. Malefakis diferencia la España del sur,Extremadura y Andalucía, típicamente latifundista, frente a la España del centro ynorte donde la pequeña propiedad es mucho más representativa. Ibídem, pp. 29-32.

30 L. Germán Zubero,  Aragón en la Segunda República. Estructura económica y comportamiento político, Institución Fernando el Católico, Zaragoza, 1984, p. 48.

31Zuera pertenecía al partido judicial de Zaragoza que junto con los de Huesca,Sariñena y Fraga en el Alto Aragón y los de Ejea y la Almunia, presentaban, dentrode Aragón, la mayor concentración de riqueza rústica en manos de los grandespropietarios. Ibídem, p. 53.

32 D. Gómez Arqué,  Zuera y el martirio de sus demócratas, 1990, p. 32.

33 Con la denominación de pequeños propietarios se incluye a un grupo heterogéneode “arrendatarios, aparceros o jornaleros agrícolas que guardaban algún trocito de

terreno en propiedad, pero cuyos ingresos personales proceden de su trabajo enfincas que pertenecen a otras personas”. En E. Malefakis, Reforma agraria y revolución campesina…, op. cit., p. 42.

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llegasen a iniciar el ciclo escolar34. No fue el caso del joven Antonioquien, a pesar de su modesto origen social, recibió una formaciónmás esmerada que la mayoría de los hijos de campesinos de suentorno. Sus padres, Antonio Garulo Ligorred y María Sancho Morer,le brindaron la posibilidad de estudiar, siempre y cuando esta

dedicación no le impidiese cumplir con el trabajo agropecuario de launidad familiar. Este joven de grandes inquietudes, aprovechó laoportunidad para formarse en las disciplinas de contabilidad, derechoadministrativo, taquigrafía y mecanografía, una formación que, sinduda, le sirvió para el desempeño de su posterior carrera política35.Los valores religiosos también estuvieron muy presentes en sueducación. En el seno familiar le inculcaron durante su infancia “elcamino de la Iglesia Católica”, una doctrina que influyó decisivamenteen la formación de su conciencia social, a favor de la justicia, la paz yla libertad, valores morales que ensalzaba el catolicismo. A pesar deello, en el terreno de la práctica, pronto marcó las distancias con laIglesia, rechazando su papel como institución terrenal, por laimportancia que ésta otorgaba al poder y a la influencia social frentea las prácticas pías36.

En estas primeras dos décadas del siglo XX, época en la que sedesarrollan la infancia, adolescencia y juventud de Antonio Garulo, lasrelaciones económicas en el universo agrario español y aragonésestaban dominadas por organizaciones agrarias de tinteconservador. Estas entidades se convirtieron en plataformas para eldesarrollo de la burguesía agraria e industrial, grupo social que,

gracias a ellas, pudo afianzar su posición como clase predominante. José Carlos Mainer ha señalado que, en Aragón, el nuevo siglo XXempezaba su andadura “bajo el signo del agrarismo”37, refiriéndosecon ese término a “toda una ideología que compartían los pequeñospropietarios que empezaban a agruparse en defensa de susintereses”.

34D. Gómez Arqué, Zuera y el martirio de sus demócratas..., op. cit., p. 32. En Zuera,en los años treinta, entre el 40 y el 50% de la población era analfabeta. En L.Germán, Aragón en la Segunda República, op. cit., p. 45.

35 Antonio Garulo, hasta los 14 años de edad, cumplió con el ciclo escolar. Despuésse dedicó a los estudios de taquigrafía, mecanografía y contabilidad, bajo la tutelade los profesores Bonifacio Soria y Eugenio Sánchez Oria. “Crónica Biográfica de unZufariense”, p. 1.

36 “Recuerdo de una vida en España”, p. 34.37 J. C. Mainer, “Pensando en cien años de vida aragonesa (una antesala)”, en D.Corellado (coord), Trabajo sociedad y cultura. Una mirada al siglo XX en Aragón,Publicaciones Unión, Zaragoza, 2000, p. 17. Sobre el cambio técnico agrario en elAragón del primer tercio del siglo XX es básica la consulta de Vicente Pinilla, Entrela inercia y el cambio. El sector agrario aragonés, 1950- 1935, Mapa, Madrid, 1995. También en Alberto Sabio, Tierra, comunal y capitalismo agrario en Aragón. Uso delos recursos naturales y campesinado en Cinco Villas, Institución Fernando el

Católico, Zaragoza, 2000 y Gloria Sanz, Las organizaciones de propietarios agrariosen Zaragoza, 1890 – 1923, Institución Fernando el Católico, Zaragoza, 2000.

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La Asociación de Labradores de Zaragoza, que se fundó en 1900,fue una de las entidades agrarias más importantes de Aragón. Subase social estaba representada por la burguesía agraria, mercantil yfinanciera aragonesa, auténtica elite socio económica que también

interactuaba con las redes del poder local y provincial. Este perfil degrandes y medianos propietarios, le confirió una escasarepresentatividad en la sociedad aragonesa de principios de siglo,donde sólo una minoría privilegiada de agricultores se encontraba ensituación de asumir los nuevos retos que planteaba la agricultura y,por tanto, para adecuarse al perfil de socio que demandaba laentidad. Esta situación desembocó en un menor arraigo de laorganización entre la clase agrícola de la provincia, circunstancia que,poco a poco, le llevó a ampliar su oferta de crédito e insumosagrícolas al sector de los pequeños propietarios38. El control de otrosrecursos, como el agua, indispensables para la agricultura, o a suvinculación con en el poder político y con determinadas industrias,como la remolachera, la convirtieron en una entidad muy poderosa anivel de todo Aragón.

 Junto a la anterior, la otra gran organización agrícola aragonesa deprincipios de siglo fue el Sindicato Central de Aragón. Surgida delcatolicismo social, su vinculación eclesiástica no supuso un obstáculopara que dicha organización se rigiese, al igual que la anterior, porcriterios de rentabilidad económica. Como afirma Gloria Sanz “Tantola ALZ como el SCA respondían a estímulos económicos similares y

bajo la consideración de “católicos” y “no católicos” existían másbien un grupo con idénticas características socio profesionales quetrataba de mantener una presencia financiera y comercial a nivelprovincial…”39. Se creó en 1909, como una iniciativa emanada de laAcción Social Católica, una nueva doctrina social impulsada por laIglesia a finales del siglo XIX para poner freno al proceso desecularización de la sociedad y al ascenso del socialismo comoideología de la clase obrera40.

Ambas entidades funcionaron en el medio rural aragonés a travésde delegaciones. La Asociación de Labradores de Zaragoza creo38 G. Sanz, Las organizaciones de propietarios…, op. cit., p. 89.39 Ibídem, p. 118.

40 El primer catolicismo social en España tiene su origen en la encíclica del León XIII,conocida como “Rerum Novarum”. Publicada a finales del siglo XIX, 1891, planteabanuevos mecanismos de captación social frente al creciente proceso desecularización de la sociedad española y al ascenso y legitimidad de otras doctrinasideológicas, como el socialismo, de gran predicamento entre la clase obrera. Debidoa esto, “la defensa de <la propiedad y el orden>, realizadas desde la burguesía yapoyada en el orden político, exigirá la permisión de ciertas libertades en torno aeducación, asociación obrera, seguridad laboral o prohibición del trabajo de losmenores, sin intentos siquiera, de cambio estructural en las bases de la sociedad”

en E. Fernández Clemente y C. Forcadell, Estudios de Historia Contemporánea de Aragón, op. cit., pp. 81- 82.

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 juntas locales en muchos municipios aragoneses, grupos reducidoscompuestos por la elite socioeconómica de cada localidad, sin otrafunción que la defensa de sus intereses particulares y, por lo tanto,alejados de una auténtica representación municipal, situación quedesembocó en una débil arraigo de esta entidad en los municipios

aragoneses. Sin embargo, la estructura creada por el SindicatoCentral de Aragón fue más estable. Esta organización contaba ya conuna red de sindicatos católicos, fundados con anterioridad en muchaslocalidades aragonesas, que le sirvió de plataforma para suconsolidación y cohesión social en Aragón41.

En Zuera, la Asociación de Labradores de Zaragoza, logró unapresencia muy fuerte en los primeros años de andadura de laorganización, junto con otras localidades como Añón, Bárboles,Mozota, Calatorao, Maleján, Azuara y Torrellas. En ella, a la altura de1915, ya se había constituido una junta estable con alrededor de 40socios, en un momento en el que de los 189 municipios aragonesespor los que se extendía la organización, sólo 34 contaban con unaestructura consolidada.42. El Sindicato Central de Aragón tambiéntenía en Zuera una de sus organizaciones más poderosas. Éstafuncionó como grupo de presión en momentos críticos para losintereses agrícolas de los propietarios, como ocurrió en 1920, cuandosu asamblea participó activamente en contra de las disposiciones delGobierno sobre las tasas del trigo43. En estas campañas se podíaobservar claramente la dimensión social y política del SindicatoCentral de Aragón, ya que, a parte de las reivindicaciones de los

propietarios agrarios, también se ponían sobre la mesa “lasdemandas de infraestructuras, la defensa de intereses sectoriales y lacampaña política”44

 Frente a estas organizaciones de tinte conservador, que velaban

por el mantenimiento de las relaciones tradicionales de poder, otrascorrientes ideológicas como el republicanismo, el anarquismo o elsocialismo, irrumpieron en el escenario político nacional en estasprimeras dos década del siglo XX. Sin constituir, por el momento,

41 En 1909, fecha en la que se crea el Sindicato Central de Aragón existían ya 69

sindicatos agrícolas católicos en Aragón. Esta fiebre por la fundación de sindicatosfue motivada por el Proyecto de Ley de régimen de Administración local, planteadoen enero de 1906 y cuyo artículo 46 dictaba “que junto a los concejales electivoshubiera hasta un 50 por ciento de concejales delegados por elección indirecta que,según el art. 48 serán los presidentes o directores de las Corporaciones oAsociaciones inscritas en el registro de la Junta Central del Censo. Esto produjo undespertar de la Acción Social Católica, que veía con la fundación de sus propiasasociaciones una gran oportunidad para tener concejales católicos en todos losayuntamientos. Finalmente esta ley no se puso en vigor. E. Fernández Clemente yC. Forcadell, Estudios de Historia Contemporánea de Aragón, op. cit., pp. 162-163.42 G. Sanz, Las organizaciones de propietarios agrarios…, op. cit., p. 83.

43 Ibídem, p. 198.

44 Ibídem, p. 136.

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alternativas sólidas de poder frente al régimen monárquico de laRestauración, estos movimientos políticos comenzaron a liderar eldescontento del sector pequeño burgués y obrero de la sociedadespañola, canalizando sus expectativas de cambio45 y dinamizando lavida política española.

En Zuera, El Casino Republicano46, que se constituyó en esta villaen 1909, tuvo mucho que ver en el surgimiento de una nuevaconciencia política en la localidad, por su condición de espacio deopinión crítico con la Monarquía y con los detentadores tradicionalesdel poder en el medio rural. Este casino tenía como sede un edificiomuy céntrico que hacía esquina con la plaza y la Calle Mayor, dondelos hombres de espíritu liberal se reunían al calor de vivas tertuliaspolíticas. Durante el verano, estos debates cobraban un interésespecial gracias a las sabias intervenciones del gran pedagogo ycientífico Odón de Buen47, hijo predilecto de Zuera, que aprovechabael periodo vacacional para descansar en su lugar de origen.

Las elecciones municipales que se celebraron en Zuera duranteestos años, fueron testigo del cambio paulatino que estabaexperimentando la situación política de la localidad. El movimientorepublicano comenzaba a ganar importancia sin que todavíaconstituyese una sólida oposición a la monarquía48 en el panorama

45 Estas alternativas políticas a la monarquía y el orden tradicional, comenzaron atener un mayor protagonismo a partir de 1917 debido, entre otros aspectos, algrave desgaste que manifestaba el sistema político de la Restauración, que ya

había empezado a debilitarse a partir de 1900. La descomposición interna de lospartidos monárquicos, tras la muerte de sus líderes, la elevada intromisión deAlfonso XIII en el Gobierno y la Guerra de Marruecos, causantes de innumerablesbajas entre los soldados españoles, fueron gestando un clima de opinión contrarioal Gobierno dentro del sector pequeño- burgués y obrero de la sociedad española,que se agravó con la crisis inflacionista de estos años. Como afirma E. Malefakis,“aunque la corriente de rebelión de origen pequeño-burgués no había de tener éxitohasta quince años más tarde, su primera expresión, en 1917-1918, contribuyó alfortalecimiento de la protesta de la clase obrera”. E. Malefakis, Reforma agraria y revolución campesina…, op. cit., pp. 217- 218.46La Agrupación Republicana en Zuera se constituyó a finales del siglo XIX. En 1909,cuando adquirió un edificio como sede oficial del republicanismo en la localidad, laagrupación contaba ya con 300 socios. Ibídem, p. 18.

47 Este gran oceanógrafo, fue un referente para la ciencia y el humanismo Españolque utilizó su prestigio y reconocimiento en favor de su tierra natal. Gracias a sumediación con los organismos públicos, consiguió que se construyera en Zuera ungrupo Escolar que contribuyó al impulso cultural y educativo de esta localidad. Seinauguro en 1928 y, en honor a su promotor, recibió el nombre de “Grupo EscolarOdón de Buen”, Ibídem, P.29. Sobre esta figura véase su autobiografía O. de Buen,Mis memorias: (Zuera, 1863- Tolouse, 1939), Institución Fernando el Católico,Zaragoza, 2003.

48 Durante la Restauración, las fuerzas republicanas cooperaron para unificar lasdiversas tendencias políticas que existían dentro del republicanismo y convertirse

en una sólida alternativa de poder frente al régimen monárquico. En este sentido,protagonizaron uniones muy importantes, como la creación en 1918 de la UnitariaFederación Republicana, uno de los más significativos intentos de unidad a nivel

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nacional. Tanto en las municipales de 1911, momento en el que yaestaban organizados como fuerza política en Zuera, como en las de1915, los republicanos obtuvieron mayoría en el Ayuntamiento, alresultar elegidos seis concejales de su grupo frente a cincomonárquicos, logrando, en ambas ocasiones, que el cargo de Alcalde

recayera en un republicano. Las elecciones municipales de 1917, lasúltimas que se celebraron antes del golpe de estado del generalPrimo de Rivera, la situación quedó en empate, aunque las intrigaspolíticas favorecieron la elección de un Alcalde monárquico49.

En Zuera también existía un pequeño grupo de simpatizantesanarquistas. Este ideario político había dejado sentir su huella enAragón debido a la confluencia de dos factores: por un lado lacapacidad organizativa del movimiento obrero a partir de 1919, fechaen la que se crean en Zaragoza los sindicatos únicos de mayoríacenetista y, por otro, debido al radicalismo de la lucha de clases, quese acentuó a partir de 1917, ligado a la crisis inflacionista50. Frente alas difíciles condiciones de vida por alza de los precios y los bajossalarios, la gran masa de obreros zaragozanos se alineó con lossindicatos de izquierdas, preferentemente de signo anarquista, frentea los pocos que lo hicieron con el sindicalismo católico 51. En Zuera,

nacional. En M. Suarez, “La quiebra del republicanismo histórico, 1898 -1931” en N. Townson (ed.), El Republicanismo en España, (1830-1977), Alianza Universal,Madrid, 1994, pp. 139-163. También en ese año y al amparo de esta unidad, se creóel Partido Republicano de Aragón que en enero de 1919 se añadió a la FederaciónRepublicana. En L. Germán, “Hacia la unidad de los republicanos en Aragón (1903-1923)” en  Andalán, nº 163-164, 1978. A pesar de ello, estos proyectos de uniónterminaban fracasando debido a la falta de consenso entre los distintos partidosrepublicanos. Las discrepancias acerca del sistema político a desarrollar o sobre elmodelo de estado que debía construirse, resultaron mucho más poderosas queaquellos puntos en común que definían la esencia del republicanismo, como lademocracia, el progreso frente a la reacción, la defensa de la cultura etc. Todo estose tradujo en un escaso peso electoral frente a los partidos monárquicos. Elmovimiento republicano tuvo que esperar a 1931, con un clima de opinión muycrítico con la Monarquía, para convertirse en la alternativa política que se impuso enEspaña.

49 D. Gómez Arqué, Zuera y el martirio de sus demócratas… op. cit., p. 28.

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A partir de 1917, el número de huelgas en la capital se incrementó de forma muybrusca. De 27 huelgas que se registraron en esta fecha, al año siguiente seprodujeron veinte más. Aunque en los dos años posteriores la cifra de las mismas seredujo ligeramente, 38 huelgas en 1919 y 42 en 1920, se mantuvieron los valoresaltos. E. Fernández Clemente y C. Forcadell, Estudios de Historia Contemporánea de Aragón, op. cit., pp. 208- 209. 

51 Ibídem, p. 109. Sobre el anarquismo en Aragón en los años treinta véase J.Casanova,  Anarquismo y revolución en la sociedad rural aragonesa (1936-1938),Siglo XXI Editores, 1985. G. Kelsey,  Anarcosindicalismo y Estado en Aragón 1930 –1938. ¿Orden Público o Paz Pública?, Fundación Salvador Seguí, Madrid 1994 y A.Díez, Orígenes del cambio regional y turno del pueblo. Aragón 1930- 1938, PrensasUniversitarias de Zaragoza, Zaragoza, 2003. Sobre el anarquismo en España, para

esa misma época, J. Casanova, De la calle al frente. El anarcosindicalismo enEspaña (1931-1939), Crítica, Madrid, 1997.

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este grupo, sin estar todavía organizado, comenzó a llevar a caboactividades de solidaridad y a utilizar su propaganda política paracaptar nuevos adeptos. Se reunía en la peluquería de Manuel Segura,uno de sus miembros más activos, pero hasta 1931, fecha en la quese constituye como sindicato de la CNT, dicho grupo no desarrolló

una importante actividad52.

LOS INICIOS DE SU ACTIVIDAD POLÍTICA. CRECIMIENTO DEL PARTIDO SOCIALISTA EN ARAGÓN.

En 1920, Antonio Garulo comenzó a implicarse en los asuntospolíticos de la localidad. Aunque sus ideales siempre permanecieronfieles al socialismo, al principio colaboró activamente con losrepublicanos, la única fuerza política que había logrado en Zuera unasólida oposición al conservadurismo y al control de los grandespropietarios sobre la vida rural. El ambiente familiar en el que sehabía educado, favoreció que sus pasos se encauzasen hacia lapolítica. Las figuras de su padre y tío materno le inculcaron la luchapor “la Justicia, el Progreso y las Libertades Ciudadanas en la vidaLocal y Provincial” y para él, el socialismo era la ideología queencarnaba la defensa de estos ideales, y la lucha por los derechosobreros y campesinos.

Contaba entonces con 19 años y con una visión muy clara de la

precaria situación que se vivía en el campo. Las largas y duras jornadas de trabajo y la falta de instrucción elemental, mantenían alos trabajadores agrícolas en un círculo cerrado donde el transcursode sus vidas se limitaba a velar por el sustento familiar, sin queexistiese margen para la emancipación y el progreso. Sus estudios lehabían ayudado a tomar conciencia de la importancia que tenía laformación cultural como vehículo para la emancipación de la clasetrabajadora. En 1927, cuando formó parte de la junta directiva delCentro Republicano, en la parte alta del edificio que servía de sede,acondicionó un local que convirtió en escuela nocturna gratuita,donde impartió clases a los hijos de campesinos y trabajadores.

A estas alturas, el socialismo todavía tenía escasa implantación enel medio rural aragonés. En esta región, tardó mucho en traspasar elámbito urbano como consecuencia de la debilidad inicial de susorganizaciones. A pesar de que el periodo comprendido entre 1917 y1920 fue clave en el impulso de esta doctrina política, debido a quela crisis económica dinamizó la movilización obrera, consolidandopequeños núcleos socialistas en las tres provincias53, la crecientehegemonía de la CNT, sobre todo en la capital de Aragón, impidió queesta fase de desarrollo se consolidara. La prioridad que la filosofía de52

D. Gómez Arqué, Zuera y el martirio de sus demócratas… op. cit., p. 29.53 V.V.A.A., Historia del socialismo en Aragón. PSOE-UGT (1979-1936), Facultad deCiencias Económicas y Empresariales, Zaragoza, 1979, p. 16.

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Marx había dado al proletariado industrial, como motor de larevolución social, explicaba el poco arraigo del socialismo entre lostrabajadores campesinos, mucho más sensibles a la corrienteanarquista.

A pesar de que la llegada al poder de Primo de Rivera en 1923permitió la colaboración del PSOE y la UGT con el régimen,manteniendo a las dos organizaciones dentro de los márgenes de lalegalidad, esta situación privilegiada tampoco contribuyó a sucrecimiento en la región aragonesa54. Al contrario que en el conjuntode España, donde el socialismo experimentó un gran desarrollo, enAragón se produjo el fenómeno inverso: una progresiva debilidad ensus organizaciones55 que se mantuvo hasta casi el final de laDictadura. En ese momento, se inició un ciclo más enérgico deimplantación socialista que se consolidó en los años de la II República.

A finales de la década de los años veinte el PSOE comienza adistanciarse del gobierno de Primo de Rivera, y en Aragón se apreciauna nueva fase expansiva para sus organizaciones. En este sentido,tuvo mucho que ver la labor propagandística que algunas importantesfiguras del socialismo desarrollaron por tierras aragonesas. En 1928Largo Caballero llevó a cabo un viaje de propaganda política por laprovincia de Zaragoza que, según el historiador Luis Germán, “supusoun impulso en la consolidación del sindicato en el medio ruralzaragozano, especialmente en Cinco Villas…”56. Al año siguiente,fueron las conferencias de Andrés Saborit, miembro de la Comisión

Ejecutiva del Partido Socialista Obrero Español, las que despertaron elentusiasmo de muchos obreros y campesinos aragoneses, por la labordesempeñada por el partido socialista y la UGT en defensa de la clasetrabajadora, un hecho que, sin lugar a dudas, influyó en el aumentode simpatizantes por las ideas socialistas y por su sindicato.

Poco a poco se estaba construyendo la organización obrera enAragón. En ella los líderes locales tuvieron un peso importante comodifusores del ideario socialista y como pilares para la organizacióndel partido y el sindicato. Antonio Garulo fue uno de ellos. Se habíaafiliado al Partido Socialista en febrero de 1925 y, al año siguiente,

54 En un marco político y legal inflexible con las demandas del proletariado, lasposiciones apolíticas y, en ocasiones, radicales de la mayoría de los trabajadoreszaragozanos durante los años veinte, eran más cercanas a las tesis revolucionariaspostuladas por la CNT (Confederación Nacional del Trabajo), que a las moderadas ynegociadoras de la UGT. Ibídem, pp. 73-77.

55 En 1921 Aragón, Cataluña y Baleares eran las regiones de implantación socialistamás escasa. La región aragonesa presentaba los índices más bajos de afiliaciónugetista, una situación que siguió manteniéndose en los años posteriores: “En 1922los militantes del PSOE son 728 (- 180) y en 1923 se reducen a 175 y en torno aesta cifra se mantiene el número de militantes en los años de la Dictadura”. Ibídem,

pp. 72-73.56 V.V.A.A., Historia del socialismo en Aragón, op. cit., p. 82.

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había creado en Zuera la Sociedad de Oficios Varios de la UGT con150 afiliados. En 1929, año en el que contrajo matrimonio, fundó dela Agrupación Socialista local con el apoyo y colaboración de otros jóvenes del Centro Republicano57 y, en el mes de marzo de ese año,gracias a las gestiones realizadas por él y otros compañeros, Andrés

Saborit también llevó su propaganda a la villa de Zuera consiguiendoun nuevo impulso para la organización local58.

Unido a esta fase de crecimiento, en 193059 salieron a la luz lossemanarios socialistas aragoneses ¡Adelante! (febrero) y Vida Nueva(mayo), órganos de expresión política y sindical del socialismo en laprovincia de Teruel y Zaragoza, respectivamente. Antonio Garulo seconvirtió en un enérgico colaborador del semanario zaragozano,donde construyó, a través de numerosos artículos, su visión personalsobre la correcta organización de los campesinos aragoneses, quiénesdebían actuar “formando federaciones provinciales y regionales” parala defensa de sus intereses. No era su primera incursión en la prensapolítica, de forma ocasional había puesto su pluma al servicio delórgano periodístico del Sindicato Remolachero de Aragón, Navarra yRioja, del que fue nombrado Secretario General.

 También en septiembre de ese año, el mismo día en el que seorganiza la Federación Provincial de la UGT en Ejea de los Caballeros,se constituye la Federación Regional de Trabajadores de la Tierra,organización que consiguió un peso importante dentro delcampesinado aragonés y que logró convertirse en un gran oponente

del sindicalismo agrario católico. Las principales reivindicaciones deesta Federación estuvieron centradas en la mejora de los contratosde arrendamiento y en el rescate de los bienes comunales. Según lasestimaciones del historiador Julián Casanova, “casi una décima partede la superficie total de la provincia de Zaragoza pertenecía a losgrandes de España y los bienes comunales usurpados a losayuntamientos, especialmente en las Cinco Villas, no habían sidodevueltos”60. Los representantes de la Federación Nacional de Trabajadores de la Tierra veían en la recuperación de estos

57 “Crónica biográfica de un Zufariense”, p. 1.

58 Según D. Gómez Arqué cuando se constituyó en Zuera el partido socialista y laUGT, se adhirieron a estas organizaciones muchos jóvenes y algún republicanodefraudado por el incumplimiento de las promesas electorales de su partido. En D.Gómez Arqué, Zuera y el martirio de sus demócratas, op. cit., p. 29.

59 A la altura de 1930 “ya se ha conseguido crear una importante fuerza sindical enla capital y otra no menos considerable en los pueblos” En 1930, en la provincia deZaragoza, existen sociedades obreras en 24 pueblos, la mitad de las cualescorresponden a las Cinco Villas”. V.V.A.A., Historia del socialismo en Aragón, p. 84.Sobre la historia de la UGT en Aragón véase también E. Bernad y C. Forcadell (eds),Historia de la Unión General de Trabajadores en Aragón: un siglo de cultura sindical y social, Institución Fernando el Católico, Zaragoza, 2000.

60

J. Casanova,  Anarquismo y revolución en la sociedad rural aragonesa, op. cit., p.46.

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comunales y su reparto entre los más necesitados, una fórmula paraaliviar la precaria situación económica por la que atravesaba muchoscampesinos aragoneses.

En Zuera, la Sociedad Obrera Agraria se constituyó el día tres de

abril de 1930 y, desde sus primeros momentos de actuación,encaminó sus esfuerzos a conseguir tierras de cultivo para susasociados, la mayoría de ellos jornaleros sin ninguna propiedad61. Conmotivo del deslinde y parcelación del monte llamado Llano deCamarera, un terreno de regadío de 900 hectáreas, la sociedadagraria de Zuera solicitó las tierras sobrantes del deslinde paraentregarlas a los campesinos más necesitados. De la misma manera,demandó al Ayuntamiento la concesión de parcelas en la partidadenominada Pedregal. Este monte, de 900 hectáreas de terreno,desde hacía varios años se había dividido en lotes de tierras, de unahectárea cada uno. Las parcelas resultantes fueron unas 500 o 600,repartidas entre los vecinos de forma arbitraria e injusta. SegúnAntonio Garulo “había vecinos que tenían dos, tres, cuatro cinco ymás parcelas mientras la infinidad de vecinos no (teníamos) ni nosquerían dar”. El Ayuntamiento puso freno a las aspiraciones de laSociedad Agraria de Zuera y de otros campesinos necesitados contrabas legales que dificultaran la solicitud de nuevas parcelas. Antesdel acuerdo tomado por la Corporación, el 15 de marzo de 1930, elsolicitante sólo estaba obligado a facilitar su nombre y apellido en lasecretaría del Ayuntamiento, pero a partir de esta disposición, “todoslos que solicitaran parcelas en dicho monte, tendrían que hacerlo

individualmente, en un pliego de papel sellado de 1´20 pesetas, paradarle al solicitante autorización de disfrute de dicha parcela.”62

En Zuera el problema de los comunales también fue motivo deenfrentamiento entre la Sociedad Agraria y la Corporación Municipal.Antonio Garulo, como portavoz de dicha sociedad, denunció en elperiódico Vida Nueva los abusos cometidos por los poderosos con “lastierras del común de vecinos” y la falta de interés del Ayuntamientopor acabar con estos excesos: 63 

61En el artículo que escribe A. Garulo en Vida Nueva, para dar cuenta de la actuación

de la Sociedad Obrera Agraria, el autor pone de manifiesto que, en estaAgrupación, la mayoría de sus miembros carecían de propiedad agrícola alguna.Vida Nueva, 1 de noviembre de 1930.

62 Vida Nueva, 23 de mayo de 1931.63 Esta apropiación que algunos propietarios particulares hicieron de los comunales,fue una consecuencia del periodo desamortizador de mitad del siglo XIX por el quedichas tierras y las de propios de los ayuntamientos recayeron en propietariosprivados que endurecieron las condiciones de arriendo y obligaron a los municipiosa recaudar nuevos impuestos, como fórmula para compensar económicamente lapérdida del canon que se percibía por el arrendamiento de estas tierras. E.Malefakis, Reforma agraria y revolución campesina en la España del siglo XX…,op.cit., pp. 201 - 202. D. Gómez Arqué también hace referencia a la apropiación que

algunos “ricos hombres” hicieron en Zuera de extensos comunales. Según esteautor, las mejores tierras estaban en manos de los grandes propietarios, sincultivar, mientras los labradores que sí las necesitaban para la supervivencia de sus

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Los esfuerzos de esta Sociedad Obrera Agraria tienden a procurar que no sólotengan tierra los usurpadores, sino que aquellos que no han tenido medioseconómicos para hacerse con un trozo de patrimonio común, ya que elMunicipio no se preocupa de su parcelación y dar tierra a aquel que no latiene, tengan tierra para trabajar, haciéndonos falta el apoyo de toda la clase

agrícola, que está sin asociar, que sufre todo tipo de vejaciones pordetentadores y usurpadores del patrimonio común”¿Es que el Ayuntamientoconsiente que esos usurpadores del patrimonio común no paguen nada y encambio cobren una renta al que trabaja la tierra?.64 

Estos esfuerzos resultaron inútiles frente a un orden social que nocuestionaba los privilegios de los propietarios ni las injustascondiciones de arrendamiento y, mucho menos, se planteaba unaredistribución de la tierra más equitativa. El periodo de la Dictaduratampoco fue el más sensible hacia los problemas del campo español.Primo de Rivera no sólo había desviado el interés por el problema de

la agricultura, otorgando mayor importancia a la industria, sino que laruptura constitucional que produjo el golpe de estado en 1923, borróde un plumazo el interés suscitado por una tímida reforma agraria yaplanteada por algunos de los gobiernos anteriores.65

En enero de 1930 su régimen se derrumbó en el cenit de laprofunda crisis política y social que arrastraba España desde finalesde siglo. Cuando la Dictadura llegó a su fin, presa de un grandescrédito, la imagen del monarca también se vio seriamentedesprestigiada. Los fantasmas de la Guerra de Marruecos, su excesivopersonalismo y los desaciertos de la Institución Monárquica a lolargo de los siglos, emergieron con fuerza dando paso a una corrientede opinión favorable al cambio de régimen. Tras una serie de

familias, debían conformarse con tierras de peor calidad, situadas lejos del puebloy con peores accesos. Con el advenimiento de la República y el temor a lalegislación reformista los propietarios de estos acampos sometieron sus tierras a untímido cultivo. En D. Gómez Arque, Zuera y el martirio de sus demócratas…, op. cit.,p. 17. En el periódico Vida Nueva Antonio Garulo dio cuenta de la relación de tierrasque poseía el municipio y que estaba en manos de ricos propietarios: “Existe unmonte denominado “Monte Alto” de los propios de Zuera, de 5.000 hectáreas; unmonte denominado “La Gazaperuela”, de los propios, de 920 hectáreas; otro montetitulado “Los Rincones”, de 1.250 hectáreas de extensión; un monte denominado

“Vedado Alto del Horno”, de los propios de la villa, de 1.400 hectáreas; una partidadenominada “Vallones”, de los propios, de 4.178 hectáreas de extensión; otromonte denominado “Las Fajas”, de 700 hectáreas de extensión; el suelo pertenecea Zuera y el vuelo a Villanueva de Gállego; una partida denominada “Puitroncón yPedregal”, de 2.025 hectáreas, un monte denominado “Puilatos, Sarda y Medianos”,de 5.500 hectáreas de extensión (este monte está mancomunado con los pueblosde Leciñena y San Mateode Gállego); más doce fincas cuya extensión total es de 2.474 hectáreas (…). Resulta que dispone el Municipio de 24.047 hectáreas deextensión, calculando en 20.000 hectáreas las que se dedican a pastos, labor ysiembra.” Vida Nueva, 27 de noviembre de 1930.

64Vida Nueva, 27 de octubre de 1930.65E. Malefakis, Reforma agraria y revolución campesina en la España del siglo XX…,

op. cit., p. 636. Sobre los intentos de reforma agraria planteados con anterioridad ala II República, ver al respecto Ibídem, pp. 621-640.

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gobiernos de carácter transitorio y de la mano de unas eleccionesmunicipales, la Conjunción Republicana Socialista, emanada delpacto de San Sebastián66 y como representante de las fuerzasprogresistas y el sector disidente de los monárquicos, se impuso a lospartidarios de la vieja política, una candidatura monárquica presa de

grandes divisiones internas, sin argumentos políticos, y desbordadapor los acontecimientos que se estaban sucediendo67.

En Zuera la Candidatura Republicana Socialista se constituyó condos socialistas, Felix Pala y Celestino Larqué, y cuatro republicanos, José Juste, Julio Sola, Cesáreo Broto, Blas Molina, Antonio Seral yMariano Cura68. Pero al igual que en muchas otras zonas rurales lavotación no se llevó a efecto, por ausencia de cualquier otracandidatura alternativa, y los concejales fueron elegidos por elartículo 29 de la ley electoral69. El Ayuntamiento quedó constituidopor seis republicanos, cuatro monárquicos y dos socialistas70 

En la mayoría de las ciudades españolas, donde pudieroncelebrarse elecciones de forma libre y sin impedimentos legales, losresultados de los comicios del 12 de abril dieron el triunfo a laConjunción Republicano Socialista. Dos días más tarde, el 14 de abrilde 1931, en medio de una fiesta popular, quedó proclamada laSegunda República. El jolgorio y la alegría recorrieron las ciudades ypueblos de la geografía española como preludio de otro tiempo, untiempo nuevo lleno de esperanzas e ilusiones donde para muchos, ibaa ser posible el ansiado cambio social.

66 Este pacto se forjó en la clandestinidad durante el verano de 1930 y fuesecundado por el Partido Radical, El Partido Republicano Radical Socialista,Izquierda Republicana, Derecha Liberal Republicana, distintos colectivos regionales

republicanos (ORGA, Ezquerra, La Ura), la Agrupación al Servicio de la República yel PSOE. En L. Germán,  Aragón en la Segunda República. Estructura económica y comportamiento político…, op. cit., p. 226.

67 G. Jackson, La República Española y la Guerra Civil, Crítica, Barcelona, 1999, pp.42-45.

68 Vida Nueva, 4 de abril de1931.

69 Este artículo contemplaba la elección de los candidatos sin votación. Según elhistoriador Luis Germán la aplicación de este artículo impidió que se celebraranelecciones en casi la mitad de los municipios aragoneses. L. Germán, Aragón en la IIRepública. Estructura económica y comportamiento político…, op. cit., p. 234.

70 “Recuerdo de una vida en España”, p. 15.

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LA SEGUNDA REPÚBLICA EN ZUERA. MOVILIZACIÓN SOCIAL  Y REFORMAS POLÍTICAS

En Zuera fueron los más jóvenes, junto con las fuerzas de laizquierda, los que celebraron el triunfo por las calles y en sus centrosde reunión social71.

En este 14 de abril de 1931, había llegado la República y la juventud, siempredispuesta a colaborar con el triunfo de la novedad, eufórica, gritaba por lascalles de Zuera, y en los centros de las fuerzas de izquierdas, compartía(n) eltriunfo de la democracia, que, jubilosos, festejaban los veteranos de izquierdas

Poco a poco el ambiente sociopolítico de la localidad comenzó amanifestar un gran dinamismo como consecuencia del marco de

libertades establecido por el nuevo régimen. La Asociación Artístico-Zufaria, que se constituyó el día 9 de mayo y de la que AntonioGarulo fue nombrado Presidente, era un claro ejemplo de ello. Lalabor de esta asociación estuvo encaminada a la difusión del ideariosocialista y a la formación cultural de los afiliados. Nada másconstituirse, organizó un ciclo de “Veladas” donde se trataron temasde gran interés para los trabajadores. Asuntos como “El Capital y Trabajo” o “El seguro de maternidad”, informaban a los obreros sobresus derechos dentro del mundo laboral. Debido al proceso depolitización social que se estaba produciendo en aquellos momentos,las mujeres y los niños tuvieron también una participación activa en

este nuevo proyecto cultural. Las primeras, como autoras dediscursos que trataban sobre su propia condición social, tales como“La mujer en el momento actual”, “La mujer en el porvenir”, y lossegundos como partes integrantes de ese afán educativo queenvolvía las casas del pueblo y que fomentaba el interés de losafiliados por las producciones literarias72.

En estos momentos, los ayuntamientos se convirtieron en losverdaderos protagonistas del cambio social73. El Gobierno republicano71 D. Gómez Arqué,  Zuera y el martirio de sus demócratas…, op. cit., p. 37. Por el

mismo artículo 29, fue elegido Alcalde de Zuera el republicano Antonio Seral, elúnico candidato propuesto para desempeñar dicho cargo. Ibídem, p. 28.

72 En estas veladas los niños participaban recitando poesías revolucionariascompuestas por ellos mismos. Vida Nueva, 16 de mayo de 1931. Sobre la educaciónde los obreros y su formación cultural, ver al respecto F. de Luis, “La educación delobrero en las casas del pueblo socialista”, en M. González y D. Caro (eds.), Lautopía racional. Estudios sobre el movimiento obrero andaluz, Universidad deGranada, Granada, 2001, pp. 391-422. 

73 Como afirma Julita Cifuentes y Mª Pilar Maluenda “La República fue recibida en elcampo zaragozano con la misma esperanza y expectación que en el resto deEspaña. El espíritu de reforma impregnó la vida de la provincia y de sus dirigentes,

que aprovecharían la nueva normativa legal para intentar modificar el régimen detenencia de la tierra, paliar los efectos de la crisis económica de los años 30, ysustituir las redes tradicionales de control social”. J. Cifuentes y P. Maluenda, “El

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les otorgó un papel decisivo como canalizadores de las reformassociales que pretendían llevarse a cabo. La Corporación Municipal deZuera, con mayoría republicano-socialista, dirigió sus pasos en esadirección y sentó algunos de los principios básicos por los que elnuevo régimen republicano iba a regirse. El primero de ellos fue el de

democracia, dictando medidas contra el anterior Ayuntamiento de laDictadura y desmarcándose de su actuación. El segundo tuvo suplasmación en los nuevos referentes ideológicos que trajo consigo elcambio de régimen y que en Zuera, al igual que en muchos otroslugares, se concretó en la sustitución del nombre de algunas callesimportantes por el de republicanos y socialistas de prestigio. También el espíritu laico del republicanismo dirigió los pasos de laCorporación. Sus miembros, desde el principio, marcaron lasdistancias con la Iglesia Católica, una medida que tuvo su plasmaciónmás inmediata en el acuerdo de no asistir a las fiestas religiosas definales de mayo74.

La agrupación socialista de Zuera, a través de su minoría en elAyuntamiento, logró que la Corporación mostrase cierta sensibilidadhacia la problemática agraria. En este sentido, se suspendió elanterior acuerdo de 15 de marzo de 1930, que suponía un obstáculo alas demandas de tierra de la sociedad agraria de Zuera y de otrosparticulares. También, a petición de la minoría socialista, elAyuntamiento de la localidad, se comprometió a revisar la situaciónen la que se encontraba el monte de propios “Vedado Alto del Horno”,de 140 hectáreas de terreno, destinado a la caza, con vistas a su

posible roturación y reparto de tierras entre los campesinosnecesitados.

Los socialistas, a pesar de las discrepancias internas de laEjecutiva, y del debate que se había abierto en sus filas en torno a lacolaboración con los republicanos en 1930, una vez consensuado surespaldo a la Segunda República y ratificado en el Pacto de SanSebastián, depositaron grandes esperanzas en ella. Su presencia enel Gobierno les había partícipes de un proyecto político reformista,con todo lo que ello implicaba en cuanto a la mejora de lascondiciones sociales de los trabajadores y a la defensa de sus

derechos. Además, su Federación Nacional de Trabajadores de la Tierra encontraba en la Reforma Agraria el respaldo necesario parahacer frente al control de los grandes propietarios sobre la vida rural.

Este optimismo inicial, pronto quedó invadido por un grandesencanto y aparecieron las primeras fisuras en la ConjunciónRepublicana Socialista, una división que comenzó a apreciarse en elplano municipal y que terminó afectando a la propia Ejecutiva del

ocaso de la república y los orígenes del nuevo orden en la provincia de Zaragoza.”en V.V.A.A., El pasado oculto. Fascismo y violencia en Aragón (1936-1939), Mira

Editores, Huesca, 1999, p. 89.74 Vida Nueva, 9 de mayo de1931.

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Gobierno. En Zuera, Antonio Garulo plasmó ese creciente desencantoa través de las páginas de Vida Nueva, una decepción personal quereflejaba el propio malestar en las filas del socialismo hacia unproyecto político que no ofrecía los resultados esperados debido, enbuena medida, al mantenimiento de las redes tradicionales de poder

y al conservadurismo político en las zonas rurales, sólidos muros decontención a todas las reformas. Según Antonio Garulo, ni siquiera laelección del Ayuntamiento de Zuera, a través del artículo 29 de la LeyElectoral, justificaba la inacción en el terreno de las reformas. Estaactitud era habitual incluso en aquellos ayuntamientos que habíansido elegidos libremente. En todos ellos, los republicanos actuaban dela misma manera, favoreciendo los intereses de las oligarquíaslocales y evitando el cumplimiento de las leyes dictadas por laRepública, una situación debida, según sus palabras, a la dudosaidentidad republicana de muchos de ellos, concejales monárquicosdurante la etapa anterior, que adoptaron el disfraz republicano paramantener su influencia política también con el régimen republicano75.

En el invierno de 1932, época en la que los rigores del tiempoacentuaban la escasez de trabajo en las zonas rurales76, estesocialista denunció en las páginas de Vida Nueva el incumplimientoque hacía el Ayuntamiento con las bolsas de trabajo que establecía laLey de Colocación Obrera del 27 de noviembre de 1931. Si seproducía alguna denuncia al respecto, la Corporación Municipalelevaba la queja a instancias superiores, evitando así cualquierresponsabilidad. En estas circunstancias, los trabajadores se veían

forzados a aceptar las condiciones impuestas por los patronos, sinprevia negociación, y bajo la presión de no ser contratados sipresentaban alguna objeción o reticencia a las condiciones delcontrato. En palabras de este socialista la clase trabajadora todavíacarecía “de sentido político para combatir en terreno firme y sereno,los procedimientos caciquiles”, de ahí su insistencia en la importanciade la educación de los obreros, con el objetivo de evitar que fuesen“carne de caciques y manada dócil que irá al sacrificio sin protestar”77 

Con esta última intención, La Junta Directiva de la AsociaciónArtístico-Zufaria, desde hacía algún tiempo, había organizado unas

clases nocturnas para mejorar el nivel de instrucción de lostrabajadores. De lunes a sábado, disciplinas como aritmética, lectura,escritura, cultura social, cuadros escénicos o nociones de socialismo,se impartían a los obreros en favor de su formación cultural y política,

75 Vida Nueva, 9 de mayo de 1931.

76 El paro obrero, era un fenómeno que se intensificaba durante la estación invernalen las zonas rurales y traía consigo un aumento de la tensión social. G. Jackson, LaRepública Española y la Guerra Civil…, op. cit. p. 78.

77 Vida Nueva, 3 de diciembre de1932.

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una forma de trazar el camino hacia el crecimiento personal y laemancipación social de la clase trabajadora de Zuera78.

Las elecciones municipales de abril de 1933 dejaron una puertaabierta al cambio político en la localidad79. En estos comicios, los

socialistas, descontentos con la experiencia republicana en elAyuntamiento, formaron coalición electoral con los Independientes,un sector político minoritario que representaba a las clasesacomodadas de Zuera. Desde 1926, este grupo se reunía en un caféde la Calle Mayor que más tarde se convirtió en CasinoIndependiente. Según Gómez Arqué dicho casino, situado en frentedel Centro Republicano de Zuera, era frecuentado por “losaristócratas del pueblo”, un grupo selecto en el que también seincluían “algunos artesanos y personas incluso de izquierdas, quetenían poca relación con aquellos que araban las tierras”80. Suinfluencia política era decisiva en los comicios, por su poder parainclinar la balanza a favor de uno u otro partido según conviniese asus propios intereses. Esta coalición logró imponerse en las urnas81 ylos socialistas consiguieron no sólo una mayor presencia en elAyuntamiento, sino también la elección de Antonio Garulo, uno desus miembros más activos, como alcalde de Zuera. Para él se iniciabauna nueva etapa política que se prolongaría, con un receso motivadopor la revolución de octubre de 1934, hasta el levantamiento militarde julio de 1936.

78 Vida Nueva, 26 de marzo de 1932 y 9 de abril de 1932.

79 En enero de 1933, el Gobierno publicó un decreto para la disolución de aquellosayuntamientos elegidos por el artículo 29 de la ley electoral. Todos ellos, incluido elde Zuera, fueron sustituidos por Juntas Gestoras hasta la convocatoria de nuevaselecciones municipales. D. Gómez Arqué, Zuera y el martirio de sus demócratas…,op. cit., p. 29. En estas elecciones, en la provincia de Zaragoza, se produjo elretroceso del partido radical y un descenso del voto socialista. En J. Cifuentes y P.Maluenda, “El ocaso de la República y los orígenes del nuevo orden en Zaragoza”…,op. cit., p. 89.

80 Ibídem, p. 39.

81 A pesar de que el gobierno que salió de las urnas en las elecciones Generales de

Noviembre de 1933 fue de centro-derecha, los alcaldes y concejales socialistascontinuaron controlando centenares de pueblos y ciudades.

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ANTONIO GARULO  Y LA GESTIÓN MUNICIPAL. CARENCIAS MATERIALES  Y PROBLEMÁTICA AGRARIA EN  EL MUNICIPIO DE ZUERA

En la gestión municipal, quedaba un largo camino por recorrer.

Zuera, a principios de los años treinta, era una localidad con grandesdeficiencias en materia de infraestructuras y servicios. Las quejas devecinos sobre el mal estado en que se encontraba el alumbradopúblico82 o las peticiones del Consejo Local de Primera Enseñanzasobre las mejoras en el acondicionamiento de los edificios destinadosa escuelas83, marcaban algunas de las líneas necesarias de actuación.En esta dirección, el nuevo Ayuntamiento dispuso varios acuerdospara hacer frente a estas carencias. Se aprobó el proyecto de aguaspotables, con su consiguiente red de alcantarillado público, lahabilitación de otro refugio para pobres transeúntes84, debido a que elanterior se encontraba en unas condiciones muy deficientes desalubridad, y la construcción de un nuevo Grupo Escolar en el barriodel Portazgo. El nombramiento de Antonio Garulo como presidentedel Consejo Local de Primera Enseñanza, resultó decisivo en el interésde la Corporación hacia los problemas y las carencias educativas dela localidad. En este sentido y, a propuesta de la Presidencia, seaprobó la concesión de una subvención de 200 pesetas, destinadas ala adquisición de material escolar para los alumnos más necesitadosde las escuelas de Zuera85. También se tomaron medidas paramejorar el acondicionamiento de los locales destinados a fineseducativos, como la limpieza de los pozos negros de las escuelas de

párvulos, el blanqueo de dichos locales o el arreglo del depósito deagua del grupo escolar Odon de Buen y de las casas de losmaestros86.

Para Antonio Garulo, la problemática agraria seguía siendo el temamás importante que debía acometer la Corporación, por la miseria en

82 En este sentido, la Corporación acordó la instalación de lámparas en algunosbarrios con alumbrado deficiente. Actas Municipales de Zuera, 8 de junio de 1933.

83En la sesión del 10 de octubre de 1933 se dio cuenta del informe emitido por El

Consejo Local de Primera Enseñanza donde se ponía de manifiesto “que los localesen que están instaladas las escuelas de párvulos, son insuficientes para el númerode alumnos que asisten a ellos, e interesa se proporcionen otros locales máscapaces y salubres…” También se manifestó “que en el grupo escolar “Odón deBuen” hace falta material científico e interesa que el Ayuntamiento consiga (…)alguna cantidad con este objeto”. Actas del Ayuntamiento de Zuera, 10 de octubrede 1933.

84 Se acordó que el lugar donde debía construirse el refugio para pobres transeúntesfuese el lado izquierdo de la bajada hacia el río en el sitio conocido como “Casazadel Puente”. Actas Municipales de Zuera, 10 de octubre de 1933.

85  Actas Municipales de Zuera, 5 de noviembre de 1933.

86  Actas Municipales de Zuera, 17 de septiembre de 1933.

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la que estaban sumidos muchos campesinos y jornaleros. Asuntoscomo el acondicionamiento de nuevas superficies de cultivo para losvecinos más necesitados, el establecimiento de un mayor controlsobre los comunales87, y la aplicación de la ley de TérminosMunicipales en los arrendamientos, se convirtieron en los ejes

prioritarios de actuación, aunque no siempre con los resultadosesperados, como ocurrió con la partida del monte “Vedado Alto delHorno”. A este monte, según el plan de aprovechamiento forestal, lecorrespondían 150 hectáreas de terreno para destinarlas a labor ysiembra. El señalamiento lo hizo un ayudante del Ingeniero Jefe delDistrito Forestal que no tuvo demasiado en cuenta que parte delmonte era la más apropiada para el cultivo, a pesar de que lospropios concejales le aconsejaron “que sería conveniente hacer elseñalamiento en la parte baja del mencionado monte, pues ademásde ser terreno para labor y siembra, no existen pinos y se acortan lasdistancias unos seis kilómetros”, finalmente las propuestas de losconcejales fueron desoídas y el señalamiento se practicó en otro lugar. La Corporación de Zuera vio con disgusto dicho señalamiento, así como el poco terreno destinado a labor cuando podrían haberseaprovechado muchas más hectáreas. Por este motivo se acordótrasmitir al Ingeniero Jefe del Distrito Forestal “que para elaprovechamiento de labor y siembra se marque el terreno apropiadoy el número de hectáreas aptas para el cultivo que ascienden a másde seiscientas”88.

Sobre el problema de los comunales, Antonio Garulo planteó varias

propuestas para que el Ayuntamiento estableciese un mayor controlsobre estos terrenos. Muchos de ellos, a lo largo del tiempo, fueronsometidos a usos ilegales por parte de sus explotadores, tales comoel subarriendo o la venta. Para evitar que esta situación continuara, elAlcalde de Zuera propuso que los terrenos que el Ayuntamiento teníaarrendados a algunos campesinos de la localidad, fuesenadministrados únicamente por ellos, prohibiendo cualquier tipo decesión a terceros en régimen de arriendo, terraje o aparcería. Lapreocupación de Antonio Garulo sobre los comunales era tanprofunda que llegó a proponer el cobro de un canon a aquellosvecinos que habían puesto en cultivo comunales baldíos, proposición

con la que no estuvo de acuerdo toda la Corporación, ya que, segúnalgunos concejales, “el terreno roturado (era) de ínfima clase y los

87 El tema de los comunales planteó grandes preocupaciones en los ayuntamientosrepublicanos de la provincia de Zaragoza, porque su recuperación abría laposibilidad de utilizar estas tierras para mitigar el hambre en el campo zaragozano.En algunos pueblos se llegaron a constituir comisiones formadas por representantescampesinos, pertenecientes la mayoría a la FNTT, la organización campesina másimportante en el campo zaragozano, y los ayuntamientos, con el fin de llegar a unacuerdo en el reparto de las parcelas. J. Cifuentes y P. Maluenda, “El ocaso de laRepública y los orígenes del nuevo orden en la provincia de Zaragoza” en El pasado

oculto, fascismo y violencia en Aragón…, op. cit., p. 9088  Actas Municipales de Zuera, 24 de septiembre de 1933.

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poseedores de él, de los más necesitados de la localidad”89. Sobreesta cuestión, el Alcalde consiguió que la Corporación publicase unbando para que los vecinos que tuviesen en régimen de explotaciónterrenos baldíos, dentro del patrimonio comunal, lo comunicasen a lasecretaría del Ayuntamiento90. También se publicó otro edicto para la

recuperación de los cobros pendientes de los terrenos comunalespertenecientes a años anteriores, cuya cantidad ascendía a “unosmiles de pesetas”. Dicha medida contemplaba la expulsión deaquellos vecinos que, antes de fin de año, no efectuasen el pagodebido.91 

Este socialista también mostró grandes desvelos por que seaplicase en Zuera la Ley de Términos Municipales en losarrendamientos. Sobre este tema, hizo una propuesta para que,desde el Ayuntamiento, se obligara a los propietarios de la localidad aque arrendasen sus tierras a los vecinos del municipio, frente a los deotros lugares92. La Sociedad Obrera de la UGT también se movilizó alrespecto, amenazando con declarar una huelga si el Ayuntamiento noera capaz de resolver, en un plazo de quince días, este conflicto 93.Con vistas a que el final del contrato de arrendamiento del monte“Vedado bajo del Horno”, estaba muy próximo, Antonio Garulopropuso que el Ayuntamiento realizara las gestiones convenientespara que el propietario de dicho monte se comprometiera aestablecer el próximo contrato de arrendamiento con vecinos de estavilla94, proposición que, finalmente, quedó en el aire y el conflicto delos arrendamientos sin resolver.

Otra vía para aliviar la miseria del campesinado y reducir la presiónen la demanda de tierras fue la transformación de las superficies desecano en regadío, una política que entroncaba con los grandesproyectos de riego que el gobierno Azaña había intentado llevar a lapráctica antes de su caída95. En esta dirección, la Corporación hizogestiones con el Sindicato de Riegos del término del Salz, con el fin de

89  Actas Municipales de Zuera, 19 de junio de 1933.

90  Actas Municipales de Zuera, 23 de junio de 1933.

91  Actas Municipales de Zuera, 12 de noviembre de 1933.

92  Actas Municipales de Zuera, 19 de junio de 1933.

93  Actas Municipales de Zuera, 20 de agosto de 1933.

94  Actas Municipales de Zuera, 1 de octubre de 1933.

95 Estos grandes proyectos de riego no se llegaron a desarrollarse debido al cortoperiodo de tiempo en el que permaneció en vigor el gobierno de Azaña. Su baselegal era La Ley de Riegos del 13 de abril de 1932 que autorizaba al estado “aconstruir las obras secundarias necesarias para llevar el agua desde los canales

principales hasta las fincas…”. E. Malefakis, Reforma agraria y revolucióncampesina…, op. cit., p. 346.

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obtener el permiso necesario para el riego de un terreno, propiedaddel Ayuntamiento y situado en ese término, que permitiría una mayorsuperficie de cultivo96. Pero la obra de regadío de mayor envergaduraque la Corporación trató de desarrollar, y que implicaba laconstrucción de una importante red de canalización, fue la puesta en

cultivo del “Llano de Camarera”, un proyecto cuyo debate trascendiófuera de los límites del Ayuntamiento.

El “Llano de Camarera”, era una partida de terreno ubicada en elmonte conocido como “Puilatos Sarda y Medianos”, mancomunadocon los pueblos de Leciñena y Gállego. El objetivo que se perseguíaera el reparto de estas parcelas entre los vecinos más necesitados,una vez se hubiese transformado el terreno de secano en regadío.Dicha transformación iba a realizarse con la construcción de unaacequia que partiría del kilómetro 20 del canal de la Violada y cuyaejecución permitiría el riego de este monte con las aguas del ríoGallego. La polémica entre los concejales giró entorno a la superficieque debía repartirse. Los socialistas, con Antonio Garulo a la cabeza,estaban a favor de que se parcelara toda la partida del “Llano deCamarera”, aunque, de momento, la acequia proyectada sólo pudieseabastecer a una parte del mismo, al terreno conocido como elOntinar. Este último se distribuiría entre los vecinos más necesitadosmientras que, el resto, se haría entre todos los vecinos. Los demásconcejales, Grupo Independiente e Izquierda Republicana, defendíanque únicamente debía parcelarse el terreno del Ontinar, y sólo debíarepartirse entre los vecinos necesitados, por lo menos hasta que

fuese posible la puesta en regadío de todo el monte, cuando seacordase la construcción de las acequias restantes por cuenta delEstado. A favor de esta propuesta argumentaban que “de parcelarseahora todo el monte, la división tendría que ser entre todos losvecinos y pudiera darse el caso que la parte que pueda regarsepróximamente correspondiera a los no necesitados, con lo que nadase haría a favor de la clase más necesitada”. Finalmente se aprobóesta última propuesta con once votos a favor, a pesar de que laSociedad Obrera de Trabajadores de la Tierra de Zuera solicitó, sinéxito, la revocación de este acuerdo, insistiendo en la necesidad deparcelar todo el monte sólo para los vecinos sin tierra o los que

menos tuviesen, demanda que pretendía excluir del reparto aaquellos campesinos “que posean más de cuatro cahíces de regadíode su propiedad”97.

La gestión municipal, había puesto de manifiesto el reducidoalcance de la Reforma Agraria en Zuera y, por extensión, en el campoaragonés. Su aplicación quedó limitada a la transformación de lassuperficies de secano en regadío y a la búsqueda de nuevas tierras de

96

  Actas Municipales de Zuera, 23 de junio de 1933.97 Actas Municipales de Zuera, 23 de enero de 1934.

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cultivo98. Como afirma Luis Germán la activa política quedesarrollaron las organizaciones socialistas en Aragón, especialmenteen la provincia de Zaragoza, referida a reivindicaciones de tierras, enconcreto de los comunales, generó unas expectativas demasiadoelevadas con respecto a los resultados reales de su

aplicación99.Aunque las organizaciones socialistas apoyaron desde elprincipio la Reforma Agraria, a pesar de la moderación de sucontenido y lentitud en la aplicación de la misma, la confianza de laUGT y FNTT en este proyecto comenzó a languidecer a medida que,avanzado el año 1933, la ausencia de resultados reales hacíainsostenible la situación de muchos campesinos. Así se manifestabael Comité Nacional en unas declaraciones hechas sobre el particular:“El retraso ha perjudicado en un grado extraordinario los intereses dela clase obrera y ha contribuido a que los grandes terratenientes… sehayan engreído en forma que constantemente están retando a lasmasas campesinas”100.

La decepción hacia el republicanismo se convirtió en unsentimiento generalizado en la UGT que, bajo las directrices de LargoCaballero, experimentó una radicalización de sus posiciones condramáticos resultados para el partido y el sindicato. Este cambio deactitud se concretó en un distanciamiento de los socialistas hacia lospartidos republicanos de izquierda. En las elecciones Generales denoviembre de ese año, ambas formaciones políticas acudieron porseparado a las urnas, una actitud que contribuyó a la derrotaelectoral de las fuerzas de la izquierda. La victoria de las derechas

supuso para los socialistas una amenaza hacia la política reformistarepublicana y, sobre todo, hacia los logros conseguidos hasta elmomento en materia social. Las suspicacias hacia la actitud del nuevoGobierno contribuyeron a que el discurso socialista prevaleciese eltono revolucionario, en un intento de disuadir cualquier medida queatentara contra la legislación anterior. Para los socialistas unacontecimiento sería crucial como detonante de la revoluciónsocialista y el consiguiente asalto al poder: el ascenso de lacontrarrevolucionaria CEDA101 al Gobierno, hecho que sucedió el 4 de

98 J. Casanova, Anarquismo y revolución en la sociedad rural aragonesa…, op. cit., p.

46.99 L. Germán,  Aragón en la II República. Estructura económica y comportamiento político… op. cit., p. 174.

100 E Malefakis, Reforma agraria y revolución campesina en la España del siglo XX…,op. cit., p. 478.

101Ibídem, pp. 491-492. Como afirma Santos Juliá en una reunión del ComitéNacional socialista, en enero de 1934, se acordó, “quizá porque se pensaba quenunca ocurriría, que la revolución sería declarada el día que el presidente de laRepública permitiera el acceso de la CEDA al consejo de ministros”. S. Juliá,“República revolución y luchas internas” en V.V.A.A., El socialismo en España.

Desde la fundación del PSOE hasta 1975, Editorial Pablo Iglesias, Madrid, 1986, pp.238- 240.

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octubre de 1934, con una respuesta inmediata por parte de lasorganizaciones socialistas.

Después de una huelga campesina protagonizada por la FNTT, queacabó con el desmantelamiento de las fuertes organizaciones

campesinas, la Revolución de Octubre resultó ser el golpe definitivo aun partido y un sindicato que, tras este suceso, vio mermada sufuerza. Además de una considerable represión de los líderes obrerosy el desmantelamiento de sus organizaciones políticas, su fracasoprodujo la destitución de los alcaldes y concejales socialistas102.Antonio Garulo no fue una excepción. Fue destituido de su cargo 103,detenido y recluido en la cárcel de Torrero, por su supuestaimplicación en los sucesos revolucionarios. Al poco tiempo recibió lalibertad provisional y regresó a Zuera con su familia, retomando eltrabajo de sus tierras de regadío, su granja avícola y el negocio deuna panadería que regentaba junto a su esposa. Aunque la situaciónle obligaba a permanecer al margen de la política municipal, continuócon su compromiso con el socialismo recabando ayudas para lospresos políticos que permanecían en las cárceles104.

En 1936, las fuerzas de la izquierda retomaron su alianza en unFrente Popular que consiguió el triunfo en las elecciones generales defebrero. Tras las mismas, en toda la provincia se llevó a cabo ladestitución de los ayuntamientos controlados por políticosconservadores. Las nuevas corporaciones se constituyeron conpersonal vinculado al Frente Popular y, gracias a estas circunstancias,

Antonio Garulo recuperó su puesto en la alcaldía, presidiendo unnuevo Ayuntamiento de socialistas y republicanos. Atrás quedaba sualianza con el Grupo Independiente que había acercado posiciones ala CEDA y radicalizado su discurso.

102 No hemos encontrado datos sobre el alcance que pudo tener la revoluciónsocialista en Zuera. Por el contrario, D. Gómez Arqué sí aporta información en tornoa la revolución que protagonizaron los anarquistas en diciembre de 1933, comoprotesta por los resultados electorales de las elecciones generales a favor de lasderechas. Este movimiento revolucionario comenzó con una huelga general enZaragoza, con brotes de insurrección en los pueblos más próximos. El ocho dediciembre, en la localidad de Zuera, los anarquistas cortaron postes de la línea

eléctrica, anulando el transporte por electricidad. También cortaron la línea férreade Zuera a Canfranc, provocando el descarrilamiento de un tren. La intervención delas autoridades se saldó con la clausura del sindicato de la CNT en la localidad y ladetención de 23 de sus miembros. D. Gómez Arqué,  Zuera y el martirio de susdemócratas.., op. cit., p. 39.

103 La destitución de Antonio Garulo y del resto de concejales socialistas se produjoel 18 de octubre de 1934, siguiendo las órdenes del Exmo. Sr. Gobernador Civil dela provincia. Las declaraciones del nuevo Alcalde –Presidente, Antonio Marcén, nadamás posesionarse de su cargo, fueron muy reveladores con respecto a lo que habíasucedido. Según este Alcalde se hacía necesario “que los ayuntamientos(estuviesen) atentos exclusivamente a la buena administración sin mezclarse enasuntos políticos”. Actas Municipales de Zuera, 18 de octubre de 1934.

104 “Recordar el socialismo es vivirlo en su intensidad”, pp. 34-35.

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En estos momentos, la movilización social en Zuera alcanzó nivelesmuy altos. El día tres de marzo de 1936 se celebró en la localidad unamultitudinaria manifestación en la que participaron, según los datosque aporta Julia Cifuentes, “más de 2.500” personas. En ella, los

manifestantes demandaron a las autoridades provinciales la amnistíapara los presos políticos, “la creación de puestos de trabajo para losparados de la localidad, el abaratamiento de las subsistencias y, porúltimo, la destitución de los funcionarios contrarios a la República” 105.El Alcalde Antonio Garulo, sin más demora, dio cumplimiento a estaúltima demanda. El día 10 de marzo de 1936, destituyó de sus cargosa todos aquellos empleados municipales desafectos al régimenrepublicano.106

La polarización de las fuerzas políticas de la localidad también sehabía agudizado en 1936. Esta radicalización desencadenó unaoleada de provocaciones y enfrentamientos entre jóvenes dediferentes organizaciones políticas cuyo desenlace, la noche del 13 demarzo,107 se saldó con dramáticas consecuencias para la convivenciapacífica de los lugareños.

La plaza del Ayuntamiento fue el escenario de estos sucesos. Allí confluían las diferentes fuerzas políticas en permanente bullicio yactividad. A penas veinte metros separaban al Centro Republicano deldomicilio social de las derechas108, uno en frente del otro y, contiguoal edificio de los republicanos, la casa del farmacéutico Miguel Pérez

Pérez de Zuera, uno de los propietarios más ricos de la localidad ycomprometido con los ideales de “extrema derecha”. Aquel día, entrelas nueve y las diez de la noche, jóvenes de izquierda y falangistasintercambiaron insultos y provocaciones recíprocas, mientras estosúltimos se dirigían hacia su centro de reunión. Al cabo del rato, desdeel local de las derechas, unos falangistas comenzaron a dispararcontra los jóvenes de izquierdas que todavía permanecían en la plaza.El desconcierto y el pánico se apoderaron de todos los que, a esahora, frecuentaban el lugar. Muchos jóvenes huyeron o buscaronrefugio en el Centro Republicano, mientras que, uno de ellos, eraalcanzado y herido de bala. La contraofensiva de las fuerzas de

izquierda se saldó con un final mucho más trágico. Uno de susmiembros, el joven de veinte años Joaquín Soler, hirió de muerte aMariano Lamarca, fundador del Partido Republicano que, a la alturade 1936, militaba en la CEDA. Este vecino, alarmado por el tiroteo, y

105 E. Bernad (coord), Republicanos y República. Socialistas y republicanos deizquierda en Zaragoza y provincia, 1931-1936, Grupo Socialista de la DiputaciónProvincial de Zaragoza, Zaragoza, 2003, p. 229.

106  Actas Municipales de Zuera, 10 de marzo de 1936.

107 D. Gómez Arque, Zuera y el martirio de sus demócratas… op. cit., pp. 43-46.

108 Este edificio a la altura de 1936, era el domicilio social de la CEDA y de lasfuerzas de extrema derecha. Ibídem.

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temiendo por la vida de su hijo, un joven vinculado también a laorganización de derechas, salió de su casa en dirección a la plazapara buscarle. Antes de llegar a su destino se cruzó frente a frentecon Joaquín Soler, recibiendo un disparo mortal.

Después del tiroteo, la gente se echó a la calle en dirección hacia laplaza. Los falangistas que habían abierto fuego, huyeron por lostejados, ocultándose en los corrales de las casas contiguas, mientrasla gente de izquierdas hacía guardia para evitar su huída. Lasautoridades municipales, entre las que se encontraba Antonio Garulo,permanecían en el Ayuntamiento. Una lluvia de balas, procedentes dela casa del farmacéutico, caía sobre la fachada del consistoriosembrando, más si cabe, el terror y la confusión 109. Finalmente lastropas de asalto llegaron a la localidad esa misma noche y detuvierona los elementos subversivos que habían alterado el orden público. Joaquín Soler también fue detenido. Tras el juicio que se celebró enZaragoza, todos quedaron en libertad. Después de este gravesuceso, Zuera recobró la normalidad, pero el resentimiento y elrencor quedaron ocultos, agazapados, hasta que el levantamientomilitar de julio del 36 creo el ambiente adecuado para saldar lasviejas rencillas del pasado110.

En la gestión municipal, el nuevo Ayuntamiento de socialistas yrepublicanos, con Antonio Garulo en la presidencia, continuó con losproyectos que se habían iniciado en 1933, como la puesta en regadíodel Llano de Camarera, con el que se pretendía “regar una superficie

de aproximadamente ocho mil hectáreas de terreno, de acuerdo conla Confederación Hidrográfica del Ebro”111, las obras de alcantarilladoo la recuperación de los terrenos comunales. Con respecto a estetema, el Ayuntamiento comenzó a iniciar los trámites legales pararescatar algunas de estas tierras pertenecientes al patrimonio común,como “El Vedado de Zuera”112. Pero la vuelta a una situación decalma, tras los sucesos de marzo, apenas duró unos pocos meses. Ellevantamiento militar de julio de 1936 paralizó el proceso dereformas emprendido y dio paso a una guerra civil en la que el miedo,la violencia y represión atenazaron a la sociedad española durante

109 Según el testimonio de Antonio Garulo, a través de las ventanas delAyuntamiento pudieron presenciar claramente cómo desde la casa del boticario seestaban efectuando los disparos, testimonios que sirvieron para incriminar a esterico propietario. “Recordar el socialismo en vivirlo en su intensidad”, p. 39.

110 Según D. Gómez Arque, el fusilamiento en julio de 1936 del joven izquierdista queasesinó a Mariano Lamarca, Joaquín Soler, obedeció a una venganza por suactuación en los sucesos del 13 de marzo: “todos los del pueblo lo suponen yalgunos lo saben, Joaquín Soler Ardeo, en julio de 1936, fue fusilado y la sentenciaconsumada” en D. Gómez Arqué,  Zuera y el martirio de sus demócratas…, op. cit.,p. 44.

111

“Recuerdo de una vida en España”, p. 25.112 “Crónica biográfica de un zufariense”, p. 5.

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un largo periodo, un tiempo que se prolongó más allá de los estrictoslímites del conflicto.

GUERRA CIVIL EN EL CAMPO ZARAGOZANO. ACTUACIÓN POLÍTICA  Y MILITAR DE ANTONIO GARULO

El día 17 de julio llegaban a la capital de la provincia losrumores de sublevación militar en Marruecos. La respuesta de lasfuerzas de orden, leales a la República, y de las organizaciones deizquierda no se hizo esperar: las primeras impulsaron labores deorden público por las calles de la ciudad, mientras que las segundasestablecieron patrullas para extremar la vigilancia en los cuarteles. Através de sus dirigentes, las organizaciones obreras negociaron con elGobernador Civil, Vera Coronel, la entrega de armas para hacerfrente a una posible rebelión militar en Zaragoza. La autoridadcompetente, siguiendo las órdenes del Ministerio de la Gobernaciónno la autorizó, porque temía que el rearme de las fuerzas obrerasdesencadenara una revolución social o que los mandos militaresinterpretaran esta medida como una provocación. Vera Coronelademás confiaba en que el General Jefe de la V División MiguelCabanellas, de conocido pasado republicano, mantendría su fidelidadal gobierno, algo que no ocurrió.

La noche del 18 de julio, cuando por fin el Gobernador Civil accedióa la entrega de fusiles y pistolas, un grupo de militares, en nombredel General Cabanellas, ocuparon la comisaría donde se iba a

efectuar dicha entrega, frustrando definitivamente esta posibilidad.Posteriormente fuerzas de la Guardia Civil y del Ejército destituyerona la autoridad gubernativa y, tras confirmarse la adhesiónincondicional de las fuerzas de Seguridad, Asalto y de la Sección deVigilancia, el General Jefe de la V División decretó el Estado de Guerrala madrugada del día 19 de julio. A partir de estos momentos, seinició una violenta represión que anuló cualquier posibilidad derespuesta por parte de las fuerzas de la izquierda. El golpe triunfal enZaragoza inclinó la balanza a favor del bando rebelde en el resto de laprovincia, sobre todo en aquellas localidades más próximas a lacapital, como fue el caso de Zuera que, desde muy pronto, se vio

desbordada por el signo que habían tomado los acontecimientos en lacapital113.

113 J. Cifuentes y P. Maluenda, “De las urnas a los cuarteles: la destrucción de lasbases sociales republicanas en Zaragoza”, en El pasado oculto. Fascismo y violencia en Aragón (1936-1939), Mira Editores, Zaragoza, 1999, pp. 42-46. Lashoras transcurridas entre la determinación de Vera Coronel de no entregar armas alas organizaciones obreras y su cambio de opinión, fueron determinantes para quela situación se inclinase a favor de los insurgentes, ya que “hizo perder unas horasdecisivas a la clase obrera”. Ibídem, p. 44. Para una aproximación más amplia sobreel alcance del levantamiento militar en Zaragoza véase J. Cifuentes y P. Maluenda,

El asalto a la República: los orígenes del franquismo en Zaragoza (1936- 1939),Institución Fernando el Católico, Zaragoza, 1995.

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En esta localidad, el Alcalde Antonio Garulo, mantenía, en todomomento, el contacto con el Gobernador para conocer la evolución delos acontecimientos y estar al corriente de la entrega de armas a lapoblación114. El día 19 de julio, cuando ya se confirmaron los rumoresde la sublevación militar, las fuerzas de la izquierda declararon una

huelga en la localidad. Al día siguiente, invadidas por una graninquietud, reanudaron su protesta en la calle, esta vez con laintención de formar una comisión que se trasladara a Zaragoza yrecavase información fiable sobre el alcance real de la situación.Dicha expedición, integrada por diez miembros de las diferentesfuerzas del Frente Popular, partió esa misma mañana con dirección ala capital, pero jamás regresó115.

El día anterior, sobre las cuatro de la tarde, Antonio Garulo habíahuido de Zuera, a sabiendas de que el Teniente de la Guardia Civilejecutaría la orden se su detención y traslado a Zaragoza. Junto a suesposa e hijo, anduvo una distancia de dos kilómetros hasta la casade un amigo, donde permaneció oculto un día entero. Después, ya sinla compañía de su familia, partió hacia los montes de Zuera. Allí recibió la ayuda de unos campesinos alicantinos, que leproporcionaron algunas prendas de su indumentaria de trabajo paraque, en su huida, no fuera reconocido. Ataviado con “una blusa negrade trabajo, un puñado de hoces de segar trigo (…), un sombrero yunas alpargatas”, siguió su camino. El día 21 de julio, sin levantarninguna sospecha, pudo presenciar de cerca cómo un convoy defalangistas se aproximaba con fusiles dirección a Zuera. Se trataba de

una de las partidas de soldados, fuerzas de orden y falangistas que,desde la capital y las principales cabeceras de partido, recorrían lasdistintas comarcas, reduciendo a los grupos disidentes y sembrandoel terror entre la población116.

La ocupación de Zuera ya se había producido el día 20 de julio. Losinvasores entraron en la localidad abriendo fuego contra los pocos

114D. Gómez Arqué, Zuera y el martirio de sus demócratas… op. cit., p. 50.

115

Esta comisión estaba integrada por: Florencio Cavero, Gregorio Bailo y JoaquínCuchi del Partido Republicano; Parico Aranda, José Carreras y Antonio Lanas de laC.N.T.; Vicente Villanueva, Luis Pérez y Santiago Murillo del Partido Socialista; y elchofer del camión, Santiago Pala. Según el testimonio de Gregorio Bailo, uno de losmiembros de esa expedición, a su llegada a Zaragoza fueron apresados por lasfuerzas del nuevo orden y, todos menos él, encontraron la muerte a manos delenemigo en un descampado de la ciudad, mientras Gregorio Bailo era conducido ala cárcel de Torrero. Las referencias sobre los integrantes de la comisión procedende la monografía de Zuera y el martirio de sus demócratas…, op. cit., p. 51. Eltestimonio de Gregorio Bailo está integrado en las memorias de Antonio Garulo,“Recuerdos de una vida en España”, p. 89.

116 J. Cifuentes y P. Maluenda, “El ocaso de la República y los orígenes del nuevo

orden en la provincia de Zaragoza” en El pasado oculto. Fascismo y violencia en Aragón (1936-1939), Mira Editores, Huesca, p. 93.

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campesinos armados117 que defendían su entrada. Después, ocuparonla alcaldía y destituyeron el Ayuntamiento. Durante la noche y, al díasiguiente, los camiones de falangistas no dejaron de circular en un iry venir continuo hacia Zuera y otros lugares próximos, hasta que,tras haber efectuado algunas detenciones, abandonaron la

localidad118. El día 22, sobre las tres de la tarde, los rebeldes volvierona ocupar Zuera, esta vez con un resultado mucho más dramático,como fue la detención de más de sesenta personas que trasladaron ala cárcel de Zaragoza. Este suceso, sólo fue el primer eslabón de unacadena de detenciones, torturas y asesinatos que sumió a lapoblación civil en un estado de pánico permanente, diezmó a losgrupos de izquierdas y acabó con todo resto de disidencia política,119 

debido a que Zuera permaneció en la zona rebelde durante toda laGuerra Civil120.

Después de varios días caminando, el 10 de agosto de 1936, en lascercanías del pueblo de Leciñena, Antonio Garulo se unió a lascolumnas antifascistas que, desde Cataluña y Valencia, se dirigían ala conquista de la capital aragonesa, en poder de los sublevados121. Laentrada de estas milicias en la zona oriental de Aragón se produjo apartir del día 24 de julio y, a su paso por el territorio zaragozano,lograron la ocupación del partido judicial de Caspe y buena parte delos de Pina y Belchite122. Con ellas, se inició un importante proceso de

117La mayoría de estas resistencias armadas se produjeron en aquellas poblacionesque presentaban unos mayores índices de afiliación izquierdista, como era el casode las comarcas de Cinco Villas y Borja, Calatayud y Zaragoza. En J.L. Ledesma, Losdías de llamas de la revolución, Institución Fernando el Católico, Zaragoza, p. 49.Aquellos pueblos que, por su activismo de izquierdas, mostraron mayor resistenciaa la ocupación y que, por tanto, necesitaron la intervención del ejército con auxiliode falangistas y de la Guardia Civil para que ésta se produjese fueron: Sos del ReyCatólico, Uncastillo, Tauste, Sádaba, Castiliscar, Farandués, Ejea de los Caballeros,Mallén, Gallur, Alagón, Luceni, Mequinenza, Torres de Berrellén, Ricla, La Almunia,Épila, Terrer y Belchite. En J. Casanova,  Anarquismo y revolución en la sociedadrural aragonesa (1936-1938), Siglo XXI Editores, 1985, pp. 91-92.

118 D. Gómez Arqué, Zuera y el martirio de sus demócratas…, op. cit., pp. 52 y 54.

119 La represión que sufrió la localidad de Zuera a manos de los rebeldes viene

recogida, de forma pormenorizada, en el capítulo V de la monografía de D. GómezArqué sobre Zuera. Ibídem, pp. 63-98.

120 En la ofensiva republicana de 1937 sobre el Frente de Aragón, Zuera fueconquistada por los republicanos, durante la primavera, en un ataque secundarioque pretendía cortar las comunicaciones de Zaragoza por el norte. Esta localidadfue recuperada rápidamente por las tropas franquistas. G. Cardona, “La Repúblicapasa a la ofensiva” en La Guerra Militar: España 1936-1939, Vol. III, Historia 16,Madrid, 1996, p. 85.

121 “Historia de una vida en España”, pp. 144-146.

122 El resto de partidos judiciales de la provincia, el de La Almunia, Ateca, Borja,

Calatayud, Cariñena, Daroca, Ejea, Sos, Tarazona y Zaragoza, quedaron en poderdel bando insurgente durante toda la guerra. En J. Casanova, Anarquismo y revolución en la sociedad rural aragonesa.., op. cit., p. 97. A partir de las conquistas

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transformación social, que dinamitó las viejas estructuras económicaspredominantes en el campo aragonés, así como las relaciones depropiedad vigentes hasta el momento. En estas primeras conquistas,la brutalidad y las prácticas represivas se convirtieron en el modusoperandi habitual de estas columnas, hasta que se estabilizó la línea

de frente en octubre de 1936123, momento en el que se creó tambiénel Consejo de Aragón, la única autoridad representativa del Gobiernorepublicano en el territorio aragonés, tras el vacío de poder que seproduce con el estallido de la guerra124. Este nuevo organismo, conpredominio anarquista en su composición, tratará de evitar estosexcesos represivos, así como el establecimiento de un mayor controlsobre el sistema colectivista, la nueva forma de distribucióneconómica que había surgido al calor de la revolución.

La organización socialista aragonesa, al igual que el resto defuerzas del Frente Popular, había quedado desmantelada tras ellevantamiento militar. Según Julián Casanova dicha organización fuela más castigada por la guerra, debido, principalmente, a que la zonaen poder del bando insurgente era aquella que contaba con mayornúmero de agrupaciones y sindicatos socialistas, como ocurría en laregión de las Cinco Villas, Zaragoza, Daroca o, en el caso de Teruel,Calamocha y su capital. Con los principales líderes socialistasasesinados, muchos otros huidos y la pérdida de todo contacto con ladirección nacional, la organización del partido socialista aragonés yde su sindicato se convirtió en un objetivo de primer orden para susmilitantes.125

El día uno de noviembre de 1936, se celebró un congreso en elpueblo de Mequinenza para organizar la Federación Provincial de laUGT de Zaragoza126. Antonio Garulo asistió a él en compañía de suamigo y compañero Jacinto Longás, tras haber conseguido una

protagonizadas por las milicias antifascistas, se fue definiendo el llamado frente deAragón, que se mantuvo estabilizado desde octubre hasta la ofensiva republicanadel verano de 1937. Éste se correspondía con “un sinuoso trazado de norte a surdesde la Sierra de Alcubierre hasta el alto valle del Jiloca, pasando por los salientesde Quinto y Belchite, que quedarían en zona franquista hasta la citada ofensiva”. En J.L. Ledesma, Los días de llamas de la revolución…, op. cit., p. 59.

123 J. L Ledesma, Los días de llamas de la revolución…, op. cit., p. 71. Según estehistoriador Caspe fue la ciudad de la zona republicana aragonesa en la que seprodujeron mayores prácticas violentas por parte de estas columnas. Ibídem, p.103. Julián Casanova también hace referencia a la “sangrienta depuración” quetuvo lugar en los pueblos aragoneses en los que se implantaron comitésrevolucionarios. En J. Casanova, Anarquismo y revolución en la sociedad ruralaragonesa…, op. cit., p. 161.

124La ciudad de Caspe fue la residencia definitiva del Consejo de Aragón. Elreconocimiento oficial de dicho Consejo, por parte del Gobierno republicano, seanunció en La Gaceta de la República el 25 de diciembre de 1936. En J. Casanova, Anarquismo y revolución en la sociedad rural aragonesa…, op. cit., p. 141.

125 Ibídem, pp. 98 y 233.

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autorización del jefe de milicias del POUM. Al congreso asistieron“representantes de la UGT de la zona republicana de la provincia yrepresentantes de las organizaciones de los pueblos sometidos (…)que llegaron del frente para asistir en las deliberaciones delmencionado Congreso”. Además de la reorganización de los cuadros

sindicales, en él se puso de manifiesto la necesidad de actuar, cuantoantes, en contra del comunismo libertario que las organizacionesanarquistas habían impuesto en el Aragón republicano. Para talesobjetivos, se constituyó una Comisión Ejecutiva127, con sede en Caspe,de la que Antonio Garulo fue nombrado vicesecretario, además demiembro de la redacción del periódico Unidad, nuevo órgano deexpresión sindical de la Federación Provincial de Zaragoza, cuyotítulo no hacía, precisamente, honor a la situación que atravesaba laUGT y el Partido Socialista en estos momentos.

Durante toda la guerra, dicho partido desempeñó un papel muyimportante en la mayoría de los aparatos del estado. Pero estapreponderancia no implicó una unión de fuerzas en las filas delsocialismo. Por el contrario, se perfilaron dos estrategias de actuacióndistintas frente a la guerra, que reflejaban el desencuentro de las doscorrientes mayoritarias que habían coexistido dentro del socialismoen los últimos años. Por un lado la centrista, encabezada por IndalecioPrieto y de tono más moderado, abogaba por el entendimiento entrelas fuerzas del Frente Popular y planteaba como prioridad ganar laguerra. Frente a ella, la otra gran corriente del socialismo, situadamás a la izquierda del PSOE y partidaria de las alianzas de tipo

obrero, era la representada por Largo Caballero. Ésta, defendía unaunidad antifascista con “una neta hegemonía proletaria”, y no veíaincompatible hacer la revolución con ganar la guerra128. Ambas tesis,

126 La Federación turolense también se reorganizó en Alcañiz, por estas mismasfechas y bajo la dirección de los líderes campesinos Pascual Noguera, Simón Marín yFrancisco Bayo. Sobre la Federación Provincial de Huesca no existe informaciónconcreta al respecto. Se infiere de la documentación conservada que “funcionabaun Comité provincial formado por dos delegado de cada comarca, uno de la CNT yotro de la UGT”. Ibídem, pp. 233-234.

127 Fue elegido presidente de dicha Comisión Santiago Castillo, vicepresidente,

 Jacinto Longás; tesorero Ramón Ruiz; secretario general, Alberto Pérez,vicesecretario Antonio Garulo, vocal primero, Enrique Rigabert y tres vocales másque, según Antonio Garulo, eran de ideología comunista. “Recuerdo de una vida enEspaña”, p. 149 y J. Casanova, Anarquismo y revolución en la sociedad ruralaragonesa…, op. cit., p.234.

128 Según J. Arostegui, la tesis defendida por Largo Caballero en la Guerra Civil, secorrespondía con uno de los tres proyectos que se plantearon como forma degobierno tras la ruptura constitucional provocada por la sublevación militar: Elprimero de ellos era el de “la revolución social de signo colectivista”, defendida porel anarquismo, el segundo “un capitalismo con control sindicalista”, sostenida porLargo Caballero y, el último, auspiciado por el comunismo “la nacionalizaciónestatalizadora del proceso productivo” En J. Arostegui, “Guerra, poder y revolución.

La República española y el impacto de la sublevación” en Ayer. Revista de HistoriaContemporánea (La Guerra Civil), Nº 50, Marcial Pons, Madrid, 2003. pp. 102- 113.

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aunque lograron convivir durante un tiempo en la Jefatura delGobierno, frente a la propia evolución de la Guerra Civil se volvieronirreconciliables, protagonizando un enfrentamiento interno en laComisión Ejecutiva del partido y, en el propio Gobierno, que se saldócon la dimisión de Largo Caballero de la cartera de guerra y con la

oposición de la UGT, feudo tradicional del largocaballerismo, hacia laejecutiva del PSOE, donde predominaba el apoyo a Indalecio Prieto.129

El acercamiento del sector más radical del partido socialista alideario comunista130, con el fin de crear alianzas obreras bajo la égidade un partido único, no hizo sino acentuar más las diferenciasinternas. Dentro del partido, las Juventudes Socialistas lideraron estainiciativa momentos antes de la guerra131. Con ella, se pretendía launidad de acción entre jóvenes de las dos tendencias políticas, unfenómeno que fue ampliándose a otros sectores del partido y elsindicato a lo largo de la Guerra Civil. En el caso de Aragón,destacados militantes socialistas y ugetistas participaron, desde elprincipio de la contienda, en la dirección del Partido Comunista. También se dio la situación inversa, militantes comunistas

129El Gobierno republicano, presidido por Largo Caballero, se constituyó el 4 deseptiembre de 1936. Las difíciles relaciones con los comunistas, su crecientepersonalismo y las desavenencias internas dentro de su partido, dieron comoresultado una pérdida de apoyos en el gobierno que, tras la crisis de mayo de 1937,propició el ascenso a la presidencia de Juan Negrín, otro socialista que impulsó lasdirectrices marcadas por el Partido Comunista en la Guerra Civil. Aunque, alprincipio, contó con el beneplácito de Indalecio Prieto, ya que ambos pertenecían ala corriente moderada del socialismo, los reveses militares desde febrero de 1938 yel creciente pesimismo de Prieto, quien terminó abogando por un entendimientocon el bando enemigo, desembocaron en una nueva crisis, en 1938, que se saldócon el enfrentamiento de ambos líderes políticos y el consiguiente cese de IndalecioPrieto de la cartera de Defensa Nacional y del propio Gobierno. G. Jackson, LaRepública Española y la Guerra Civil…, op. cit., pp. 316-358. Sobre la evolución delPartido Socialista en la Guerra Civil, véase H. Graham, El PSOE en la Guerra Civil.Poder, crisis y derrota (1936-1939), Debate, Barcelona, 2005.

130El viraje procomunista de 1936, estuvo muy influido por la situación internacionalde estos momentos. Frente al fascismo europeo, hubo un sector del socialismo queveía en la URSS y, sobre todo, en su proyecto revolucionario, el modelo a imitar porsu oposición más directa al ascenso del fascismo europeo que recortaba libertades

y derechos a las clases obreras. M. Bizcarrondo, “La Segunda República: ideologíassocialistas”, en S. Juliá (coord), El socialismo en España. Desde la Fundación delPSOE hasta 1975, Editorial Pablo Iglesias, Madrid, pp. 264- 265.

131 En diciembre de 1935 salió a la luz en Zaragoza el semanario Vanguardia, órganode la Juventud Marxista y de la tendencia radical del PSOE que se pronunciaba afavor de este acercamiento y unificación con el partido comunista, una fusión quellegó a producirse sólo en el seno de las juventudes. El sector largocaballerista que,al principio, apoyaba la línea de acción de las Juventudes Socialistas, se distancióde la misma debido al temor que suscitaba entre sus partidarios que el control delpoder recayera en el partido comunista. Finalmente se decantó por una unificación,pero dentro de las filas de su partido. Frente al órgano de expresión Vanguardia sesituaba el periódico Vida Nueva, representante de la corriente moderada del

socialismo aragonés. En V.V.A.A., Historia del socialismo en Aragón…, op. cit., pp.117-123. 

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desempeñando cargos directivos dentro de la UGT de Zaragoza, apesar de la lenta organización de su partido en Aragón132.

El propio congreso de la UGT, al que se ha aludido en líneasanteriores, fue convocado por iniciativa del comunista José Duque y

la Comisión Ejecutiva que se constituyó, estaba controlada pormiembros de esta ideología frente a los socialistas133. El desencantopor lo que estaba sucediendo hizo que Antonio Garulo, másidentificado con el socialismo moderado y guiado por un profundoanticomunismo, abandonara pronto su colaboración con el periódicoUnidad, por su temprano viraje hacia esa corriente ideológica. De lamisma forma, terminó desvinculándose de una Comisión Ejecutiva enla que, según sus palabras, siempre se acababan imponiendo las tesiscomunistas frente a las socialistas. La situación era distinta en laFederación Provincial Socialista de Zaragoza. Esta se reorganizó elseis de diciembre de 1936 y su Ejecutiva, también con sede en Caspe,estaba controlada por los de su propio partido. Antonio Garulo fueelegido secretario general, un cargo que siguió desempeñando hastacasi el final de la guerra134.

Cuando este socialista regresó a Caspe, en diciembre de 1936, yase había producido la reestructuración del Consejo de Aragón. A él sehabían incorporado las distintas fuerzas del Frente Popular,republicanos, comunistas, socialistas y cenetistas, para llevar a cabola organización y gestión de la retaguardia republicana bajo lasconsignas de “unidad, disciplina y responsabilidad”135. En esta ciudad,

y con el objetivo de reincorporarse, en breve plazo, al frente de132Durante ese periodo los órganos de dirección de la UGT de Zaragoza, estuvieronocupados por militantes comunistas. En J. Casanova, Anarquismo y revolución en lasociedad rural aragonesa…, op. cit., pp. 225 y 226.

133 Según Antonio Garulo este Comité estaba formado por cinco socialistas y cuatrocomunistas, aunque siempre se acababan imponiendo las directrices comunistasdebido al absentismo de algunos compañeros que estaban en el frente. “Recordarel Socialismo es vivirlo en su intensidad”, pp. 93-94.

134 Dentro de la Comisión Ejecutiva, el resto de los nombramientos recayeron en: Jacinto Longás como presidente, Eduardo Castillo vicepresidente, Vicente Sixt,

vicesecretario, Ramón Ruiz secretario y vocales Manuel Lasilla y Mariano Langoyo.En “Recordar el Socialismo es vivirlo en su intensidad”, p. 96. “Historia de una vidaen España”, p. 151.

135 J. Casanova,  Anarquismo y revolución en la sociedad rural aragonesa…, op. cit.,p. 28. En esas fechas, según el testimonio de Antonio Garulo, fue a visitarlos, a lasoficinas de la Federación Provincial Socialista de Zaragoza en Caspe, a él y a Jacinto Longás, el presidente del Consejo de Aragón, Joaquín Ascaso, con el fin deque los dos socialistas participasen en el mismo. A Antonio Garulo le ofreció laConsejería de Hacienda y a Jacinto Longás la de Educación, pero ambos declinaronlos ofrecimientos “por compromisos ya adquiridos en la organización militar de losBatallones Cinco Villas”. Antonio Garulo sí aceptó su nombramiento comopresidente del Frente Popular, cargo que desempeñó durante muy poco tiempo

debido a su temprana incorporación al frente de batalla.”Recordar el Socialismo esvivirlo en su intensidad”, p. 96.

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batalla, Antonio Garulo concentró sus esfuerzos en la organización delos Batallones Cinco Villas. Fue en los primeros días del mes defebrero de 1937 cuando se abrieron oficinas de reclutamiento enCaspe y en Barcelona, en las que se alistaron aragoneses de losfrentes madrileños, y zaragozanos, huidos de la zona controlada por

los insurgentes, la mayoría de ideología anarquista. El batallón, conunos efectivos de 554 hombres, estaba compuesto por “cuatrocompañías, una sección de ametralladoras y otra de transmisionesmás sanidad”. Cuando concluyó la instrucción, a finales del mes defebrero, el batallón partió al Alto Aragón, al frente de Antonio Garulo,aunque nombraron como jefe del mismo a Antonio Beltrán elEsquinazau136.

En el verano de 1937, este socialista se hizo cargo de la Compañíade Intendencia en la 102 Brigada Mixta, establecida en Sariñena(Huesca). Durante la ofensiva republicana sobre el Frente deAragón,137 esta brigada intervino en las operaciones militares que sellevaron a cabo, durante el mes de agosto, sobre Pina de Ebro, Quintode Ebro, Rodén, Mediana y Fuentes de Ebro. Su Compañía deIntendencia sufrió algunas bajas y Antonio Garulo también resultóherido de un brazo, debido a que “fueron luchas fuertes de artillería,aviación, de caballería e infantería (…) y había que estar allí conalimentos y granadas”. Tras estas operaciones la Brigada se trasladóal Pirineo aragonés, en el mes de octubre, donde las condiciones desubsistencia comenzaban a ser muy duras. Los frecuentes temporalesde nieve, y la propia orografía montañosa del terreno, dificultaron

enormemente las operaciones militares. Estas condiciones adversasobligaron a Antonio Garulo a desarrollar grandes esfuerzos deorganización y administración para abastecer a los soldadosrepublicanos en el frente138.

Allí permaneció hasta que en diciembre de ese mismo año seprodujo un hecho inesperado, su nombramiento como Comisario

136 F. Escribano, Guerra Civil. Aragón II. Imágenes, Delsan ediciones, Zaragoza, 2005,p. 114 En septiembre de 1937, cuando se produjo la ofensiva republicana estebatallón desempeñó un papel muy importante en la conquista de Biescas. Antonio

Garulo hace referencia en sus memorias a dos batallones con un total d de 1112.“Recuerdos de una vida en España”, p. 100. Sobre Antonio Beltrán el Esquinazauvéase R. Ferrerons, El Esquinazau: perfil de un luchador , Unali, Zaragoza, 1981 y A.Gascón, Beltrán el Esquinazau, Pirineum, Zaragoza, 2002.

137 La ofensiva republicana en el verano de 1937, finalizó con el hundimiento delfrente nacional desde Fuendetodos a Mediana y la conquista de Quinto y Belchite.Debido al profundo desgaste de los combates, el Ejército Republicano tuvo quedesistir de lanzar un ataque hacia Zaragoza, tal y como se había previsto desde elprincipio de la ofensiva. A finales de septiembre, los republicanos avanzaron hacia Jaca y, en dos semanas de enfrentamientos militares, tomaron la zona de Bisecas.G. Cardona, “La República pasa a la ofensiva” en La Guerra Militar: España 1936-1939…, op. cit., p. 85.

138 “Recuerdo de una vida en España”, pp. 106- 108.

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Delegado de Brigada, un cargo que, contrariamente a sus planes,supuso no sólo un receso en su trayectoria militar, sino también unaauténtica odisea desde la incorporación a su primer destino, en la 52Brigada Mixta, hasta que logró establecerse en una unidad definitiva.A los problemas con la legitimidad de su nombramiento, se añadieron

los enfrentamientos con los jefes de las unidades militares y ladesignación de nuevos destinos que le obligaron a recorrernumerosos pueblos y ciudades de la geografía española, “unas vecesen tren, otras en camiones de carga y a pie por carreteras ycaminos”. Un año después, consiguió, por fin, un destino definitivocomo Comisario de Brigada en el Pirineo Catalán, en la 133 BrigadaMixta, que operaba en el frente del río Segre, en la que permanecióhasta el final de la guerra139.

La situación militar del bando republicano había experimentado unprofundo declive a partir de la primavera de 1938. Al desgasteocasionado por batallas como la de Brunete o Teruel, se sumó laofensiva nacional hacia el Frente de Aragón que, en marzo de 1938,había supuesto la conquista de todo el territorio aragonés. Las tropasfranquistas, continuaron su avance hacia el mediterráneo. Llegaron almar, el 15 de abril de ese mismo año, partiendo en dos la zonarepublicana140. La línea de frente se había desplazado hacia Cataluña,donde quedaba por librar la gran batalla del Ebro, en la que ambosejércitos midieron sus fuerzas en sangrientos ataques frontales quesegaron muchas vidas humanas. Fueron tres meses y medio deenfrentamientos militares muy violentos, en los que el Ejército del

Ebro tuvo que contener siete ofensivas enemigas, de poderosaartillería, que mermaron enormemente su capacidad militar. Dichaunidad, bien armada y disciplinada, la mejor del ejército republicano,sufrió un profundo desgaste del que ya no pudo recuperarse141.Herido de muerte, fue incapaz de contener la siguiente ofensivafranquista hacia Cataluña, iniciada el 23 de diciembre de ese año. Nisiquiera una maniobra de distracción planeada por el General Rojohacia Andalucía logró retrasar los ataques del enemigo. Muy alcontrario, se libraron dos batallas paralelas, la de Andalucía y la de

139 Ibídem, pp. 114- 142.

140 A partir de estos momentos la parte del territorio español en poder del Gobiernorepublicano, quedaba dividida en dos zonas incomunicadas entre sí. La parte norte,con capital en Barcelona, donde residía el Gobierno y el Estado Mayor dirigido por elGeneral Rojo, y la zona centro- sur, concentrada entorno a Madrid y bajo ladirección del general Miaja.

141 El aislamiento de las dos zonas republicanas había supuesto un golpe mortal parael Ejército del Ebro, que no pudo contar con el reemplazo de otras unidadesmilitares con las que hacer frente a los continuos ataques del enemigo, un

reemplazo del que sí pudo beneficiarse el ejército franquista que, continuamente,incorporaba tropas frescas con las que afrontar la batalla.

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Cataluña, en las que el bando nacional se decantó por intensificar suofensiva hacia Tarragona142.

La Brigada Mixta 133 en la que Antonio Garulo permanecía comoComisario en el Frente del Segre, había quedado incorporada a la 24

división del Ejército del Ebro y desplazado sus posiciones a la mismalínea del Ebro. Cuando se produjo el avance de las tropas franquistashacia Tarragona, dicha unidad fue cortada por el enemigo a unadistancia de seis kilómetros de la capital. Obligados a salir en retiradahacia la costa, cruzando Tarragona, a la entrada en esta ciudadquedaron nuevamente cercados por el enemigo. La mayoría de loshombres que componían la Brigada cayeron en el combate. AntonioGarulo resultó herido de la pierna derecha pero consiguió huir delcerco, junto a otros compañeros que habían corrido su misma suerte.El avance del ejército nacional era imparable. Sus tropas cruzaron elrío Llobregat y llegaron a Barcelona, una ciudad sin resistencia dondeel hambre y la derrota habían hecho mella en la población. Tras latoma de la ciudad condal por el bando insurgente, las tropasrepublicanas y la población civil emprendieron su huída a Francia,entre ellos Antonio Garulo, quién tras haber recibido algunasatenciones en su herida, se sumó a la marea humana de refugiados,cruzando la frontera el seis de febrero de 1939.

La guerra se había perdido, pero el sufrimiento y el oprobiocontinuaron en Francia, entre las alambradas de los campos deconcentración. Para este socialista, las vivencias de la República y la

guerra, tan cercanas en el tiempo, quedaban ya para el recuerdo, unprofundo y doloroso recuerdo en el que pesaban amigos y camaradascaídos, batallas perdidas, militares facciosos que habían impuesto suley a golpe de fusil, un partido socialista fragmentado por las luchasintestinas, y un bando republicano, a su modo de ver, dejado amerced del comunismo y la URSS con desastrosas consecuenciaspara España. A lo largo de la contienda, había albergado un profundosentimiento anticomunista. Estaba convencido de que sunombramiento como Comisario de Brigada obedecía, desde elprincipio, a una maniobra política urdida por los comunistas paraalejarlo de su puesto de intendente en el Pirineo aragonés. En su

incesante recorrido por los frentes de guerra, este resentimiento seagudizó. Antonio Garulo fue testigo de cómo la creciente hegemoníadel Partido Comunista en la guerra había supuesto la marginación delresto de las fuerzas políticas, la imposición de sus consignas entre losmilitares, la persecución de cualquier disidencia y la eliminación delos adversarios ideológicos en los puestos de mando143. Este

142 La narración de la batalla del Ebro y la ocupación de Cataluña por el bandoinsurgente procede de G. Jackson, La República Española y la Guerra Civil…, op.cit., pp. 390-401. Sobre la historia oral de la batalla del Ebro, véase G. Cardona, Aunque me tires el puente: memoria oral de la batalla del Ebro, Aguilar, Madrid,

2004.143 Esta situación ya se había denunciado en la reunión del grupo parlamentariosocialista de diciembre de 1937, en la que se dio la voz de alarma sobre “las

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fenómeno era el reflejo del papel preeminente del partido comunistaen el gobierno y en el ejército, respaldado en su ascenso hacia elpoder por la ayuda soviética, plenamente confirmada a finales deoctubre y en noviembre de 1936 y, como afirma Julio Arostegui, por“(el) indudable acierto, en lo militar, político y socioeconómico, de las

tesis sobre la defensa de la República que el comunismo mantuvohasta las fases últimas de la guerra”, un proceso que también ahondóen la profunda fractura que las fuerzas republicanas arrastrabandesde antes de la guerra144.

Aquella primavera de 1939, la división de las izquierdas en laguerra civil y las luchas de poder en el bando republicano, quedarondesbordadas por la victoria de las tropas franquistas145. La contiendabélica sumió a España en una profunda ruina moral y material condramáticos resultados para la población civil. Los vencidos se llevaronla peor parte. 100.000 asesinados durante la guerra y 700.000 presosen prisiones y campos de concentración era el resultado de unpanorama desalentador que tuvo su continuidad en la Españafranquista. El nuevo régimen reconstruyó el estado sobre los pilaresdel odio y la represión, alrededor de 30.000146 personas fueronasesinadas en los primeros diez años de vida del franquismo. A ello sesumó el silencio y la ocultación de la verdad, una verdad sellada bajola losa de una dictadura militar y sometida a la visión tendenciosa delos vencedores. Antonio Garulo quiso recuperar la suya. Los sucesosde la guerra habían dejado una huella indeleble en su memoria ymucho de lo ocurrido también estaba presente en los documentos y

escritos que, celosamente, había guardado durante la contienda,compañeros inseparables de viaje con los que reconstruiría su

persecuciones contra los socialistas en el ejército y en el comisariado llevadas acabo por comunistas”. En S. Juliá (coord), El socialismo en España…, op. cit., p. 228. Julio Arostegui también habla de estos intentos de marginación de las disidencias amedida que el partido iba aumentando su poder en las decisiones de gobierno. J.Arostegui, “Guerra, poder y revolución. La República Española y el impacto de lasublevación” en Ayer. Revista de Historia Contemporánea…, op. cit., p. 112-113.

144  J. Arostegui, “los componentes sociales y políticos” en V.V.A.A., La Guerra CivilEspañola, 50 años después, Labor, Barcelona, 1985, p. 72.145

A partir de esos momentos la confrontación ideológica de las izquierdasespañolas, tuvo una línea de continuidad en el exilio donde el debate ideológicoderivó hacia posiciones irreconciliables. Ver al respecto V.V.A.A., El socialismo enEspaña…, op. cit., pp .295- 316.

146 Los datos provienen de J. Casanova (coord), “Vencedores y vencidos: represión yexilio en las guerras civiles europeas” en La España exiliada de 1939. Actas delCongreso <Sesenta años después> (Huesca 26-29 de octubre de 1999), Instituto deEstudios Altoaragoneses, e Institución Fernando el Católico, Huesca 2001.  E.Moradiellos aporta unas cifras, consideradas por él como mínimas, de victimas de laGuerra Civil producidas hasta el primer aniversario del franquismo: “300.000muertos, otros 300.000 exiliados y más de 270.000 prisioneros políticos en lascárceles franquistas”. En E. Moradiellos, “Ni gesta heróica ni locura trágica: nuevas

perspectivas históricas sobre la guerra civil en Ayer. Revista de HistoriaContemporánea (La Guerra Civil), Nº 50, Marcial Pons, Madrid, 2003, p. 11.

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historia, una historia política y militar de “fe inquebrantable” hacia elsocialismo que revivirá en muchos momentos de su vida,impregnados por el amargo peso de la derrota y el hastío espiritualde un largo exilio.

Llegó a Méjico el 27 de julio de 1939. A sus 38 años de edad teníapor delante un largo camino que recorrer. En un país extraño y, enocasiones, hostil hacia su condición de expatriado, tuvo quecomenzar una nueva lucha por sobrevivir. A pesar de la granhospitalidad mejicana, había un sector de la sociedad para quieneslos refugiados españoles “(venían) a hacer más difícil la situaciónEconómica (…) a desplazar a los trabajadores mejicanos (y) a alterarel orden público…”147. La búsqueda de trabajo en la tierra de acogidano fue una tarea fácil. Antonio Garulo tuvo que hacer frente a muchosproyectos frustrados y grandes penalidades, que convirtieron susintentos por salir hacia delante en una “gran odisea”. A la búsquedade medios con los que paliar su precaria situación económica, noayudaba la herida de su rodilla derecha, de la que tuvo que seroperado,148 ni la tristeza por el distanciamiento con los seres queridos.A uno de ellos no lo volvería a ver jamás. En el invierno de 1951,recibió una carta de su esposa Felisa donde le comunicaba ladolorosa noticia de la muerte de su padre149. Por fortuna, a lo largo delos años, el matrimonio logró reunirse. Primero, el hijo de ambos,Antonio, viajó a Méjico en 1952, “con el fin de hacer compañía (a supadre) y seguir estudiando”150. Tres años más tarde lo haría Felisa151.Pero el reencuentro con la patria iba a ser más costoso, la espera se

prolongó durante un dilatado periodo de tiempo de casi cuarentaaños.

147“Recuerdo de una vida en el exilio”, capítulo 3º, p. 20.

148Ibídem, p. 56.

149Ibídem, capítulo 15, p. 1.

150Ibídem, p. 2.

151

Su esposa Felisa se reunió con él en Méjico el día 9 de abril de 1955. Ibídem,capítulo 17, p. 1.

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EL REGRESO DEL EXILIO. LA FRUSTRACIÓN DE UN REENCUENTRO

Antonio Garulo regresó a España en 1979. Tenía 78 años de edad y,

por fin, veía cumplidos sus sueños. Una nueva España había resurgidode las cenizas del Franquismo y caminaba con paso firme hacia lademocracia. Tras la muerte del dictador, en 1975, los esfuerzos de lasdiferentes corrientes políticas se habían orientad hacia elentendimiento y el consenso como fórmula para la convivencia detodos los españoles. Desde el interior152 se apostó por una transiciónpacífica y los resultados no se hicieron esperar: el 15 de junio de 1977se eligió el primer gobierno democrático en España y, al añosiguiente, fruto del consenso, se aprobaba la Constitución de 1978, elmarco legal sobre el que descansaría la convivencia de todos losespañoles.

El nuevo clima de libertades establecido por el régimendemocrático, favoreció el regreso de los exiliados políticos, esa otraEspaña desterrada que, con los años, había quedado relegada alolvido. Ese regreso, no siempre produjo los resultados esperados, elchoque con una realidad política distinta a la que se había evocadodesde el destierro, sumió a muchos de ellos en un profundodesencanto153. Antonio Garulo quiso aprovechar la oportunidad que lebrindaba el destino y que a otros como él la muerte les habíaarrebatado. Pero el reencuentro con la patria no fue un camino de

rosas, sus últimos años en España fueron los más tristes de su vida.

Regresó a España junto a su esposa Felisa. La grata acogida deamigos y familiares mitigó la precaria situación económica en la queel matrimonio regresó de Méjico. Su primer destino fue Urrea deGaen, donde vivieron una temporada en la casa de un íntimo amigosocialista. Pasado un tiempo, el matrimonio decidió regresar a Zuera,donde fueron acogidos por los sobrinos de Felisa. Con ellospermanecieron hasta que el Alcalde de la localidad, el socialistaAndrés Cuartero, intercedió para que el Ayuntamiento acondicionase

152

El proceso de apertura tras la muerte de Franco se llevó a cabo desde las propiasinstituciones franquistas y se caracterizó por la moderación de todas las posicionespolíticas y sociales, tanto de izquierdas como de derechas. El paralelismo que seestableció, en esos momentos, entre la España de los años treinta y la de lossetenta jugó un papel muy importante en esa moderación por el temor a suscribirlos mismos errores que abocaron a la conflagración bélica. Como afirma PalomaAguilar “fueron (…) la memoria del infortunio histórico y el miedo a los peligros dela radicalización, los que más contribuyeron a moderar las demandas de todos losgrupos políticos y sociales representativos del momento y a legitimar una formadistinta de realizar las transformaciones políticas”. En P. Aguilar, Memoria y olvidode la guerra civil española, Alianza Editorial, Madrid, 1996, p. 211.

153 Ver al respecto el artículo de B. García “El final de un exilio: el comienzo del

desencanto” en La España exiliada de 1939. Actas del Congreso <Sesenta añosdespués> (Huesca 26-29 de octubre de 1999)…, op. cit., pp. 269- 289.

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una vivienda digna, en la que el matrimonio pudiera instalarsedefinitivamente y permanecer allí los últimos años de su vida154.Dicho domicilio estaba ubicado en la plaza del Ayuntamiento, eselugar tan emblemático donde se había concentrado la vida política dela localidad en tiempos de la Segunda República, y que evocaba

aquellos años en los que Antonio Garulo ejercía una militancia activaen las filas del Partido Socialista y se interesaba por los derechos delos trabajadores en la gestión municipal. Ahora todo eso habíacambiado, su destacado papel en la Agrupación Socialista local habíaquedado en el olvido, después de largos años de dictadura y exilio. Elpropio contexto sociopolítico de la Transición Española imponía eldestierro moral a esa generación de militantes, identificados con unaépoca muy traumática en la historia de España, que no habíanadecuado su discurso a un momento histórico que demandaba lanegociación y el consenso de todas las fuerzas políticas. Este era elcaso de los socialistas del exilio quiénes, a pesar de su retóricamoderada, todavía albergaban un profundo sentimientoanticomunista que les aisló del proceso de construcción democráticaen el que el Partido Comunista desempeñó un destacado papel.Como afirma P. Aguilar, su exacerbado anticomunismo “(les)convertía en un actor poco propicio para la nueva etapa dialogante ynegociadora que se avecinaba”.155

Desde el congreso de Suresnes, en 1974, habían sido las nuevasgeneraciones de socialistas las que tomaron el relevo en la ejecutivadel partido. A pesar del contacto entre los socialistas del interior y los

del exilio durante el Franquismo, las relaciones entre ellos cada vezse hicieron más difíciles. La visión que se proyectaba desde el interioro el exterior, les hacía percibir de forma distinta la realidad española.A ello, se sumó que el PSOE, dentro del país, comenzaba a tomarcontactos con otros grupos de socialistas, de otras comunidades, quecompartían la misma realidad histórica y que, por tanto, eransensibles a los mismos problemas. Este acercamiento fue la base deun partido fuerte y renovado que cada vez se sentía menosidentificado con los planteamientos doctrinales de los socialistas delexilio, cuya dirección estaba en Tolouse156. Como resultado de todoello, el sector joven, encabezado por Felipe González, acabó

imponiéndose en la cúpula del PSOE, creando la imagen de un partidonuevo que desempeñaría un papel muy activo en la transicióndemocrática. A pesar de hacer gala de un discurso más exaltado, porlo menos en los comienzos, la España de los años 70 recibía un

154 Los datos biográficos referidos a sus últimos años en España, tras su regreso delexilio, proceden de las entrevistas con Antonio Larqué, sobrino de Felisa, y conAndrés Cuartero, quien fue alcalde de Zuera tras las elecciones municipales de1979.

155 P. Aguilar, Memoria y olvido de la Guerra Civil Española…, op. cit., p. 321.

156

P. Preston “Decadencia y resurgimiento del PSOE durante el régimen franquista”,en S. Juliá (coord), El socialismo en España…, op. cit., p. 351.

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mensaje mucho más tranquilizador de las nuevas generaciones desocialistas, que de aquellos a los que se les imputabanresponsabilidades históricas por su participación en la República y enla contienda civil, como eran los socialistas del exilio157.

Antonio Garulo experimentó ese doble aislamiento intensificado porsu propia trayectoria personal. Además de su condición de exiliado,su necesidad de encontrar trabajo y sobrevivir en la tierra de acogidaen lo que él denominaba “La odisea mejicana”, le habían mantenidode espaldas a todos los cambios económicos y sociales que se fueronproduciendo en las etapas finales del Franquismo.158 Después de casi40 años, neutralizado por la distancia, se encontró con una realidadmuy distinta de la que había dejado en 1939. La España de finales delos años 70, heredera de un régimen que había legitimado supermanencia a través de la paz social y la estabilidad política,afrontó la transición a la democracia con gran temor hacia losfantasmas de la Guerra Civil y la radicalización de la vida política. Enun momento en el que estaba en juego la convivencia de losespañoles, la evocación de la contienda bélica podía reabrir las viejasheridas del pasado produciendo unos efectos devastadores en lasociedad española. Esta última, consciente del peligro, abogó por elreparto de culpas entre los dos bandos y selló un pacto de silencioque produjo el aislamiento y al olvido de aquellos que, como AntonioGarulo, vivieron en primera persona la represión franquista y elexilio159. Este socialista siguió aferrado a ese pasado dramático quetanto había marcado su vida. Con él volvió a reencontrarse en

España, en la intimidad de sus escritos160

y en las conversaciones consu amigo Gregorio Bailo, uno de los pocos compañeros de Zuera quehabía sobrevivido a la guerra y la represión, con el que pudocompartir y revivir esas experiencias traumáticas.

 Tampoco dentro de su partido recibió la atención que esperaba.Antonio Garulo culpaba de esa situación a la avanzada edad con laque había regresado del exilio. En una carta que escribió a un íntimoamigo alemán, nada menos que Willy Brandt, al que había conocidoen Zuera en 1934, y con quien deseaba recuperar la camaradería delos viejos tiempos, le confesó la dramática situación que vivía en

España, dentro de su partido:

157 P. Aguilar, Memoria y olvido de la Guerra Civil española…, op. cit., pp. 326-328.

158 El mismo reconocía que “… a Méjico había venido a trabajar, con el fin de borrarlas huellas que traía de lo que había sido y fue la guerra en España”. La notaprocede de su “Recuerdo de una vida en el exilio”, capítulo 9, p. 57.159 P. Aguilar, Memoria y olvido de la Guerra Civil española…, op. cit., pp. 355-361.

160 Además de las memorias, se conservan también algunos documentos sueltos,redactados por él después de regresar del exilio, en los que deja constancia dealgunas actuaciones dentro de las filas del Partido Socialista durante la República y

la Guerra Civil. La información que contienen es muy similar a la que ya aparecerecogida en las memorias.

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… Hoy, con mis 81 años, estoy marginado por los socialistas debido a la vejezque uno tiene, no tengo contactos para nada con nadie de las nuevasgeneraciones de socialistas, solamente con dos o tres compañeros hablo en mipueblo161

Había albergado un creciente desencanto y una gran decepciónhacia todo lo que le rodeaba162. Pero el trago más amargo aún estabapor llegar. La muerte de Felisa, tras una repentina enfermedad, fue lapeor de sus desdichas. Antonio Garulo quedó sumido en una profundadesolación. Tras la pérdida de su esposa, ingresó en el asilo de losDesamparados de Zaragoza, donde permaneció los últimos días de suvida. Murió al poco tiempo, a sus 82 años de edad, embargado por lasoledad y la tristeza163. Pero su memoria seguiría viva. Todos susescritos biográficos fueron custodiados celosamente dentro delámbito de la historia académica, a la espera de vientos más

favorables hacia la recuperación de la memoria histórica.

Al poco tiempo de regresar del exilio llegó a sus manos el librocolectivo Historia del Socialismo en Aragón, publicado en 1979, untrabajo que formaba parte de esa eclosión historiográfica, surgida afinales de los años 70 y principios de los ochenta, sobre elmovimiento obrero y, en concreto, sobre el socialismo164. Laexistencia de esa obra supuso para él una gran satisfacción personal.En primer lugar, porque dicha publicación ponía de relieve el interésque suscitaba el estudio del socialismo aragonés en las nuevasgeneraciones de historiadores, algo que implicaba la recuperación de

un legado histórico al que él y su trayectoria política estabaníntimamente ligados y, en segundo lugar, porque, de alguna manera,

161 La actitud del partido socialista fue ambigua con el recuerdo de sus predecesoreshistóricos. En ocasiones, el PSOE, en su discurso político, hizo hincapié en elreconocimiento hacia los militantes que habían sido víctimas de la represiónfranquista, tanto en el interior como el exilio, debido a que, como afirma PalomaAguilar, esta historia “constituía uno de los avales más importantes del PSOE paraun sector no desdeñable de la sociedad”. Sin embargo, en otros momentos, estepartido adoptaba una actitud más indiferente hacia este tema porque, al mismotiempo, era un recuerdo incómodo para otro sector importante de la sociedadespañola. En P. Aguilar, Memoria y olvido de la Guerra Civil Española…, op. cit., p.

323.162 Andrés Cuartero nos revelo en su entrevista que, Antonio Garulo, antes de sumuerte, le había transmitido verbalmente su desencanto hacia la situación políticaespañola. Andrés Cuartero definió a este socialista octogenario frente a la Españade la Transición como “un hombre desorientado”. Una desorientación, acentuadapor su largo exilio en Méjico y por el distanciamiento ideológico con respecto a lasnuevas generaciones de socialistas.

163 Antonio Garulo murió un siete de febrero de 1983 y le dieron sepultura en elcementerio de Zuera.

164 F. de Luis Martín, “De estrella rutilante a secundario ilustre o de la historiografía

reciente sobre el socialismo en España” en Ayer. Revista de HistoriaContemporánea ( La Guerra Civil), Nº 50, Marcial Pons, Madrid, pp. 267-274.

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la publicación de ese trabajo abría un camino a sus memorias, comofuente de conocimiento para la reconstrucción de la historia delsocialismo aragonés en la República y la Guerra Civil. Guiado por esaintención, antes de morir, confió sus escritos a uno de los autores dellibro, el historiador Luis Germán, con la certeza de que esta

documentación aportaría luces al conocimiento del socialismo enAragón y quizá con la esperanza de que algún día su Recuerdo deuna vida en España sería rescatado del olvido165.

Hoy, gracias a los desvelos del historiador Herminio Lafoz y de laFundación “Bernardo Aladrén”, después de haber pasado más deveinte años desde la muerte de su autor, estas memorias ven por finla luz. Dejando de lado su inevitable sesgo y lo mucho que tienen de“autojustificación”, constituyen un valioso material para lareconstrucción de la historia del Socialismo aragonés en el periodo dela República y la Guerra Civil. La publicación de este Recuerdo de unavida en España, supone un paso más hacia la recuperación de lamemoria histórica de todos aquellos aragoneses y aragonesas quesufrieron la represión o el exilio, y cuyo legado testimonial, silenciadoa lo largo de muchos años, resulta imprescindible para comprender,en toda su magnitud, uno de los capítulos más relevantes de nuestrareciente historia.

165 Antonio Garulo, en uno de sus documentos sueltos titulado “Recordar elsocialismo es vivirlo en su intensidad”, que también confió al historiador LuisGermán, alude a la satisfacción que le ha producido la edición de este libro,agradeciendo a quienes “con gran esfuerzo, sacrificio e interés para el Socialismoen Aragón, han escrito los verdaderos recuerdos y pasos que dio el PSOE y la UGT,en nuestra tierra Aragonesa”. Además pone a disposición de estos historiadores

toda la documentación que posee “para que puedan, en cierta forma, recabar másdatos sobre el PSOE y la UGT”. En “Recordar el Socialismo es vivirlo en suintensidad”, p. 1.

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RECUERDO DE UNA VIDA EN ESPAÑA

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NOTA PRELIMINAR

Al hacer mi libro “Recuerdo de una vida en España”, se trata de

situaciones que han existido para demostrar a través del tiempo loque ha podido ser el desarrollo de esa vida en el trabajo, estudio, enlo cultural, político-sindical, económico, social y militar, dentro de lasactividades del pueblo natal, provincia, región y de España.

Para vivificar ese recuerdo es necesario tener en cuenta loselementos protagonizados en la vida diaria, que llevan como final elepisodio de toda la Tragedia Española del 19 de julio de 1936 al 31 demarzo de 1939.

La primera parte recoge toda la actividad en la vida del trabajo,política-sindical y social que he desarrollado hasta julio de 1936.

La segunda y la tercera tratan de mis actuaciones en lo militar enla Tragedia Española y mi actuación política y sindical dentro de losproblemas que se desarrollaron en la liberada zona republicana deAragón, 1936 a 1938 (o sea, la zona republicana que tenía elgobierno de la República española).

La cuarta parte corresponde a los casos y cosas de la TragediaEspañola (epopeya histórica) del 19 de julio de 1936 al 31 de marzo

de 1939. Hecha esta descripción de mi libro Recuerdo de una vida en

España, quiero hacer constar que lo único que deseo es que lasgeneraciones venideras de españoles conozcan las causas de laverdadera Tragedia Española, dentro de lo que ha estado a mialcance, para describir todo lo que en mi libro señala porque lo vi, looí, lo viví día a día durante la Epopeya Española.

No he querido crear situaciones al escribirlo que pudieranaprovechar los elementos que no desean tener convivencia pacífica,

paz y progreso en la vida española; así, dentro de mis opinionespuede parecer que se auspicia algún acto contrario a la paz quenecesita España, están completamente equivocados; sólo pretendodar a conocer cómo fue la Tragedia Española, deseando laconvivencia que no existe, acabar con esa discriminación ideológica,formando la Unidad española de la familia, de los hombres de trabajo,de economía y de cultura, etc., a fin de crear el progreso, la paz, lalibertad y la democracia en nuestra patria sin atavismos perniciosospara el pueblo español.

Al dejar terminado mi libro debo decir que sólo me ha guiado unacosa: acabar con los odios, rencores, la calumnia y la mentira, quetanto denigra a los ciudadanos que la utilizan.

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México D.F., noviembre de 1947

Antonio Garulo Sancho.

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PRIMERA PARTE

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CAPÍTULO I: LOS COMIENZOS DE UNA LUCHA SINDICAL Y POLÍTICA

Como he venido mencionando las actividades del precursor de unmejoramiento económico-social, cultural y de libertad en la villa de

Zuera, al igual que las de otros hombres libres, desde el mes de juliode 1936, nadie las recordará porque las conciencias de los hombresque rigen desde esa fecha los destinos de la gran Zufaria sonhombres de mente retrógrada que, en su afán de exterminio de lalibertad y de la economía social de los ciudadanos del pueblo, solohan dado estos hombres que tienen el destino de la economíamunicipal ejemplo de incultura, mala fe, y lo peor es que son muymalos católicos porque se apoyan en una religión que no conocen ensu mayoría si no es para lucro personal, solo hicieron y han hechoacrecentar el odio y el rencor de toda persona sensata y amante delprogreso de su pueblo. Los hombres de valor y honrados no hanpodido vivir antes porque siempre fueron perseguidos a pesar dehaber tenido libertad para actuar. Pero hoy nadie puede vivir ya quela conciencia de los que han manejado y manejan la vida municipaldesde el 19 de julio de 1936 con la política que llevaron a efecto delFranco-Falangismo realizaron, de hecho y derecho, el despojo de losbienes del patrimonio municipal.

Debo recordar que en el año 1919 tuve ocasión de salir a trabajaral Banco Aragonés de Crédito y Ahorro por haber terminado misestudios (en primer lugar) de Tenedor de libros contable que realicé

bajo la dirección del profesor Eugenio Sancho Oria, de ayudante del Jefe de Contabilidad en el mencionado Banco porque un amigo de mispadres, que era accionista y consejero del Banco, cuyo nombreconocido se llamaba Eugenio Quílez y que a toda costa deseaba quefuera a ocupar el cargo de ayudante del Jefe de Contabilidad delmencionado Banco, porque un amigo de mis padres que eraaccionista y consejero del banco, cuyo nombre conocido se llamabaEugenio Quilez y que a toda costa deseaba que fuera a ocupar elcargo de ayudante del Jefe de Contabilidad del banco mencionado alos fines que yo pudiera seguir estudiando otros estudios conforme amis deseos de mejorarme culturalmente e intelectualmente ya que

(en) esos momentos mis inclinaciones al estudio eran sobre DerechoAdministrativo que en su día después termine, como de Agronomíaque ya había empezado a estudiar, pero mis padres recordándome elamor fraternal de los hijos teniendo mi sensibilidad moral muy débiltodavía, decidí obedecer a mis padres, dejando en el olvido esetrabajo maravilloso y que con un entusiasmo lleno de optimismohabía terminado mi carrera de tenedor de libros contable para seguiratendiendo a los problemas agropecuarios del campo en las épocasagrícolas de ciclos de rotación que se llevaban a cabo en los trabajosagrícolas diarios en la casa de mis padres.

Pero dejando esos recuerdos mencionados, seguiré con el trabajoque ya había iniciado con fe y constancia, dentro del mayor

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entusiasmo, para los ideales socialistas en los años que pertenecí como miembro como miembro de la Junta directiva del CentroRepublicano, conseguí un local en la parte alta del mismo,estableciendo una Escuela Nocturna Gratuita en la cual yopersonalmente enseñaba a los hijos de los trabajadores y campesinos

como a toda persona adulta que no sabía leer ni escribir dandolecciones de cultura general, escribir a máquina porque en aqueltiempo manejaba con rapidez la escritura a máquina y taquigrafíasistema “Boada” por haber hecho los estudios de esas materiasmencionadas, etc., también en las charlas que daba les orientabasobre la conveniencia de pertenecer al Partido Socialista ObreroEspañol como a la Unión General de Trabajadores de España,consiguiendo dentro del sacrificio dentro del sacrificio que realizaba,dar cima a lo que tenía propuesto, fundar la U.G. de T. de E. y laAgrupación Socialista Local, desempeñando alternativamente loscargos de presidente y secretario de las dos organizaciones, lasindical y la política; claro que, cuando llegó esa situación, tenía lacolaboración entusiasta de amigos y compañeros jóvenes ytrabajadores del Centro Republicano que hicieron causa comúnconmigo por pertenecer a las filas Obrero-Socialistas.

En las luchas políticas republicanas electorales de los años 1918 al1923 tuve cierta intervención, tanto en las municipales comoprovinciales y de diputados a las Cortes Españolas, recordando enestas de diputados a los candidatos republicanos Alejandro Palomar,Manuel Marraco y Álvaro de Albornoz; en estas campañas electorales

conocí personalmente a los candidatos republicanos, ya que pasabantres o cuatro veces por la villa de Zuera que en sus propagandas lesacompañaba siempre el ciudadano Cristino Sancho Moré, por conocerlos problemas de los puebles y de los republicanos para el desarrolloeconómico, político y de libertad que entonces se respiraba en laEspaña monárquica. Desde luego, nunca tuve afecto por cosas de laburguesía republicana que realizaba en perjuicio de los trabajadoresen general y de los campesinos en sus diferentes especialidades,siendo en todo momento mi forma de actuar, clara y concreta por elPartido Socialista Obrero Español y de la Unión General de Trabajadores de España.

A esos políticos republicanos que nos visitaban, nada tenían queagradecerles los republicanos de mi pueblo, Zuera. Pero eran misconvecinos tan fieles a su palabra que no querían romper su fidelidada la causa republicana para ser verdaderos defensores del socialismopero, en todo momento, a pesar de los desengaños sufridos por elrepublicanismo siempre ayudaron a la causa de los trabajadores ycampesinos españoles y a la defensa de las instituciones republicanascon la vida si era necesario, como sucedió en julio de 1936.

Por el año de 1922 conocí al joven luchador de Zaragoza capital,Cristóbal Falcón, digo joven porque tenía alrededor de los treinta añosque dirigía como presidente el Sindicato de remolacheros de Aragón,

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Navarra y Rioja, que con otros luchadores del campo de la producciónformaban la dirección y defensa de los intereses remolacheros delpequeño propietario, del medialista, en fin, de todo aquel queproducía remolacha para las fábricas azucareras.

En un acto que se celebró en ese año en mi pueblo natal (por serde gran producción de remolacha para azúcar) en la que tomaronparte entre otros oradores el Cristóbal Falcón; en un momentodecisivo subí a la tribuna con el beneplácito de los que habíanorganizado ese acto en defensa de los intereses económicos de losque se dedicaban al cultivo de la remolacha, me dirigí a losconcurrentes al acto en la forma más eficaz, defendiendo losintereses de los productores de la remolacha para el azúcar, dejandomis palabras satisfechos a todos los que asistían a esa reunión ydesde entonces empezó mi amistad con la del inolvidable amigo ycompañero Cristóbal Falcón.

Desde ese momento me dediqué a escribir sobre los problemas delcampo, estando ya en actividades dentro del PSOE y de la UG de T deEspaña exponiendo en mis artículos que me admitían en el periódico“Vida Nueva”, órgano del socialismo y ugetista de la provincia deZaragoza donde trazaba, a mi forma de ver, cómo se debía encauzara los campesinos en su forma económica y social, formandofederaciones provinciales y regionales con el propósito de recoger alcampesino en las mismas, siendo ellos también los que dirigieran losdestinos de su organización, defensa de su economía social, etc.

En esta forma después de atender mi trabajo independiente,atendía las obligaciones de mi organización sindical y política, UGT yagrupación socialista local.

En la lucha socialista y de la UGT se nos presentó el caso decombatir muy eficazmente a los de la organización sindical,Confederación Nacional del Trabajo, CNT, en sus acostumbradascalumnias, habiendo podido comprobar infinidad de veces que seencontraban en convivencia en la clase capitalista, reaccionaria ypatronal local, con la intención de destrozar las organizaciones de la

UGT y socialista, como igualmente la republicana liberal, perosiempre fallaron en sus propósitos porque tropezaban con lahonradez acrisolada y sensata que en todos sus actos de la vida detrabajo sindical y política de los dirigentes locales, siempre tuvieronestos los valores morales que sus enemigos de la CNT nunca pudierontener, tampoco pudieron hacer en estos dirigentes socialistas mellaen su honorabilidad política y sindical las calumnias y mentirasinventadas por estos ciudadanos que, diciéndose servidores delobrero, se vendían al mejor postor de la clase patronal, reaccionaria ycapitalista. Esto fue antes de la revolución o guerra española de 1936a 1939, no se puede saber ni predecir cómo y en qué forma lucharánnuevamente cuando tengan la posibilidad de hacerlo dentro deEspaña los que pertenezcan a la Confederación Nacional del Trabajo,

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CNT, dentro también del aspecto local. Se anunció una huelgarevolucionaria para el día 8 de diciembre de 1933, patrocinada porrepublicanos, la FAI y (CNT), movimiento que solo era para perjudicaral PSOE y UG de T. De E., y para fortalecer el derechismo republicanocon las fuerzas de la CNT y FAI, cometiendo ciertos incidentes que por

aquel entonces tuve que intervenir en pro de la tranquilidad y ordende la República, fue en esos momentos cuando descubrí todas susmaniobras políticas, que había de motivar la huelga revolucionaria enpreparación, por la intervención que tuviera en este movimiento elindividuo Sanz Casabona, el señor Botella Asensi, en aquel entoncesministro de Justicia, le había ofrecido el cargo de Director General dePrisiones, triunfando el movimiento huelguístico, pero todadocumentación que hacía intervenir a muchas gentes de estemovimiento fue a parar a mis manos, siendo publicada en el periódico“El Socialista” el día 21 de enero de 1934. El movimiento huelguísticoduró solamente hasta su total terminación, ocho días, al hacer lapublicación de toda la trama que habían hecho, fue cuando losdelatores y traidores a ese movimiento se fueron retirando dondenadie los pudiera encontrar; como resultado de esa informaciónpublicada en el periódico El Socialista fueron infinidad de trabajadoresengañados y que por ese resultado también se les puso en libertad;habían sido detenidos por las confidencias de este Sanz Casabonacon el gobernador civil de Zaragoza Elviro Ordiales, quedandodespués este individuo en la cárcel, comprometiendo con susdesenfrenos políticos y groseras palabras al ministro de Sanidad Sr.Estadella, al Sr. Botella Asensi, como también a su patrocinador Sr.

Martínez Barrios por la intervención de estos señores y otros, se fueconociendo todo el movimiento huelguístico en esa situacióndesesperada que tenían los que habían, de una forma o de otra, aintervenir, llegaron a robar todo el sumario instruido paraaveriguaciones de carácter penal.

Así se veía con los republicanos viejos y nuevos, que solo aspirabana tener al pueblo oprimido; no sabían qué significaba la RepúblicaEspañola establecida, solo eran sus deseos de mando y poder sinhacer nada a la clase trabajadora y pueblo en general.

Este individuo que vengo mencionando, cambió varias veces deropaje, desde monárquico, liberal, republicano, radical socialista,anarquista y cenetista, además siempre guardaban en su casamuchas veces reposo algunos dirigentes destacados del anarquismoy de la CNT, llegando en sus finalidades políticas este ciudadano a serun afiliado más del Partido Comunista Español, prestando susservicios directos bajo las órdenes del no menos comunista Galán, jefe que fue del 11 Cuerpo de Ejército en Artesa de Segre, Lérida, enla Guerra Española de 1936 al 1939.

 Tuve nuevamente que seguir en mis buenos deseos con misamigos y compañeros de orientar a todas las clases trabajadoras dela villa de Zuera, para conseguir en el mes de marzo del año 1929

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llegará a dar actos de propaganda socialista el compañero AndrésSaborit, miembro de la Comisión Ejecutiva del Partido SocialistaObrero Español. Con estos actos, que se llevaron a cabo sinproblemas de ninguna clase por las autoridades, se consiguió elafecto e interés por la actuación que habíamos realizado dentro de la

Unión General de Trabajadores y agrupación socialista locales,siguiendo en nuestra labor de educación sindical y política socialistaentre los trabajadores y ciudadanos de nuestra villa zufariense.

 Trabajando y organizando adeptos para nuestra central UGT yPSOE, llegamos al año 1930, año que se manifestaban ciertasactividades en el marco político español contra la dictadura ymonarquía, obligando a nuestra organización sindical y políticanacional a intervenir directamente en el movimiento revolucionarioque se preparaba para finales del año 1930.

En este año, todas las organizaciones de la UGT de España y el PSOEspañol, por comunicados recibidos, dedicaban sus esfuerzos a unareorganización de sus secciones para un fin determinado: derribar laMonarquía Española e implantación de la República; no sólo era lalucha diaria que había que atender contra las clases capitalistas ylatifundistas, sino que se tenía que preparar también elderrocamiento de las oligarquías opresoras sostenidas por laDictadura monárquica, haciendo unidad de acción para este finrepublicanos, liberales, socialistas, sindicales, militares, etc.

Los periódicos de toda organización liberal se dedicaban a orientara sus lectores en un ambiente de unificación de esfuerzos para unesfuerzo común sobre los enemigos de la libertad, de la justicia y dela fraternidad de todos los españoles que eran las instituciones de laMonarquía Española.

En esas épocas ya hacía tiempos que ya escribía de vez en cuandoartículo sobre problemas de la tierra, en un órgano periodístico delSindicato Remolachero de Aragón, Navarra y Rioja, que más tarde fuinombrado por los productores de remolacha su secretario general,con el amigo y compañero Cristóbal Falcón de presidente, muerto en

Bujaraloz (Zaragoza) en 1938; como también escribía en el periódicosocialista “Vida Nueva”, del cual era director mi amigo y compañero José María Antón (ya fallecido).

En este año de 1930 se constituyó la Federación Provincial de laUnión General de Trabajadores de España en la capital de Aragón,Zaragoza; desde su constitución figuré como vocal del Comité,representando al distrito del Pilar de la ciudad, hasta que llegó larevolución o guerra del año 1936.

 También en este mismo año de 1930 se constituyó la FederaciónNacional de Trabajadores de la Tierra, perteneciente a la UG de T. deEspaña, habiéndose nombrado secretario general de la misma al

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compañero Lucio Martínez Gil (fallecido en esta hospitalaria tierramexicana), que con otros de Madrid y provincias formaban laComisión Ejecutiva. Para completar el Comité Nacional de laFederación recién constituida fue necesario hacer nombramientos decompañeros de las distintas regiones de España, que había

Sociedades de Trabajadores del Campo, pertenecientes a la UG de T.de España, constituidas. En nuestra región aragonesa, a pesar dehaber en los ciudadanos espíritu liberal y republicano en la mayoría,eran pocas las Sociedades de esta clase que había en funciones.Donde más intensamente se habían constituido estas organizacionesfue en la región de Cinco Villas; mi pueblo natal está unido está unidoa esa región, pero pertenecía su Sociedad UGT a uno de los distritosde la capital de Aragón.

Con el fin de llevar a la realidad la designación del vocal efectivo ysuplente al Comité Nacional de la Federación de Trabajadores de la Tierra, el Comité de la Federación Provincial de la UG de T. de Españaen Zaragoza, convoco a una reunión a todas las Secciones de la UGTde Aragón para elegir a los compañeros que representarán a lostrabajadores del campo en Aragón en la villa de Ejea de losCaballeros; en la Casa del Pueblo se celebró la reunión a mediadosdel mes de septiembre de 1930. Para este fin habían sido enviadaslas convocatorias a las Secciones de campesinos con tiemposuficiente para poder asistir a la mencionada reunión.

En el día que estaba indicado nos trasladamos los representantes

de las Sociedades de Trabajadores del Campo al lugar de la cita,encontrándonos amigos y compañeros en abrazos fraternales. En ellugar de la cita existía un ambiente para elegir representantes a favorde los compañeros Juan Sancho García, de Ejea de los Caballeros, yde Antonio Plano, de Uncastillo. Nadie se preocupó por preparar otracandidatura. Los compañeros Bernardo Aladrén y Puyo, que habíanconvocado y presidían la reunión, no se explicaban cómo había tantosilencio por la candidatura propuesta, pero sin propaganda oral niescrita por ninguna parte del lugar de reunión. Pero acabadas lasdeliberaciones que habían ocasionado esa reunión fraternal, se pasóa la elección de representantes de la región aragonesa que, verificado

el escrutinio de la votación, apareció otro compañero si que nadie loesperara en la votación, empatando en número de votos con uncompañero de la candidatura, que se sabía se votaba por todos.Dentro de esa situación inesperada por tenerse que volver a repetir laelección, el compañero Aladrén, que presidía la asamblea, trató delocalizar por el salón de actos al compañero Antonio Garulo Sanchoque figuraba en el empate; una vez que Aladrén y Garulo se vieronfrente a frente y sin pronunciar palabra ninguno de los dos en aquelmomento de expectación por saber la resolución que iba a tomar,Aladrén, con una sonrisa de satisfacción, se sentó y concedió lapalabra al compañero Garulo, quien se dirigió a los asambleístas ydijo: “Compañeros, me ha sorprendido la votación; no vine a estareunión a crear problemas entre nosotros para la elección de nuestros

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representantes. Agradezco al mismo tiempo esa deferencia queconmigo han tenido los compañeros que me han dado sus votos;sabía la candidatura que sería planteada y la voté con gransatisfacción porque los compañeros Juan Sancho y Antonio Plano sontambién mis amigos y con ellos tendremos dos representantes que

sabrán defender nuestros intereses de clase. Por tanto, compañerosasambleístas y compañeros que presidís la asamblea, dad porretirados los votos que yo he tenido, dejando electos a loscompañeros Juan Sancho y Antonio Plano”.

 Todos los compañeros reunidos felicitaron al compañero Garulo queterminaba de manifestar aquellas palabras llenas de emoción y afectopara todos. Casi nadie me conocía personalmente; sólo por misactividades en las cuartillas que de vez en cuando mandaba alperiódico Vida Nueva conocieron mi cariño y amor a la causa de lostrabajadores y a la causa socialista. Esta mencionada reunión sucedíaen el mes de septiembre de 1930, habiendo ya una situación que sepreparaba para dar fin al régimen monárquico, sin saber cuándopodía ser ese día para nuestra patria española.

Para estos fines, nunca pude saber a qué obedecía que figurase enel Comité Revolucionario que se constituyó en la capital de Aragón(Zaragoza), ya que solo el compañero Bernardo Aladrén lo sabía, perocon la sonrisa y seriedad que le caracterizaba, me decía: “Comosocialistas tenemos que estar en donde se nos designe, en la luchacontra las instituciones monárquicas que son la vergüenza de nuestro

país ante el mundo civilizado, ya que la disciplina de nuestro partido yla defensa de los intereses de la clase trabajadora nos obliga a lossacrificios que tengamos que realizar”. Como soldado de lucha dentrodel socialismo acepté instrucciones y formar parte en el ComitéRevolucionario en que figuraban los compañeros Aladrén, AntonioPuyo, Antonio Plano, de Uncastillo, y Juan Sancho García, de Ejea delos Caballeros, todos estos fueron asesinados por las hordasfalangistas en 1936; el compañero Jacinto Longás, de Tauste, quefalleció en el exilio de la República de Chile en 1940 con otroscompañeros que, por desconocer su paradero no pronuncio susnombres.

Las reuniones del Comité Revolucionario de la provincia deZaragoza se sucedían con frecuencia, llegando paulatinamente a lafecha en que había de culminar el levantamiento; todo se teníaprevisto para el día señalado, cada uno tenía su lugar de accióndeterminado. Los días 11 y 12 de diciembre de 1930 estuvimosreunidos varias veces; al anochecer cada uno tomamos nuestrorumbo con las instrucciones hasta el momento, faltaban las quehabían de poner en pie de lucha a los trabajadores (aunque ya lassabíamos), para derrumbar la monarquía en el día que ya estabaseñalado por el Comité Nacional Revolucionario. Pero, ¡oh sorpresa!,cuando a las seis de la mañana del día 13 de diciembre de 1930 lascalles de mi pueblo natal eran un ajetreo inmenso de ruidos y clarines

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militares que iban de un lado para otro en preparación de tomarposiciones estratégicas en las afueras del pueblo. Todos loshabitantes salieron a la calle a fin de presenciar lo que ocurría; sepreguntaban unos a otros qué estaba sucediendo. Nadie sabía lo quesignificaba en aquellas horas la presencia de fuerzas militares. Ni yo

me explicaba en mi fuero interno qué es lo que pasaba, hacía horassolamente que había abandonado la capital, Zaragoza, con el secretode lo que tenía que acontecer, ya que el día 11 estuvo con nosotrosen la reunión ultimando detalles un miembro del Comité NacionalRevolucionario y el capitán Galán de paso para Jaca (Huesca) que seincorporaba a su regimiento con los fines militares que tendría quecumplir. Los compañeros de la UGT y del PSOE del pueblo acudíanpresurosos a preguntarme si yo sabía algo. Desde luego, algunoscompañeros no desconocían lo que podría ocurrir (sin conocer losdetalles que yo tenía en mi poder). Pasado el tiempo de dos horas(todos estaban preparados al primer aviso que se dará, porque de loque estaba ocurriendo tendría que tener pronto noticias; así fue, un joven socialista fue el portador de la misiva secreta: no esperó Galánel momento señalado y se sublevó con las fuerzas militares de Jaca,saliendo con las mismas rumbo a Huesca para unirse con los militaresque allí esperaban para después seguir camino de Zaragoza. Portanto, todo por el momento era duda, había que esperar a tener másnoticias hasta que se supiera la verdad de lo que venía sucediendodesde Jaca camino de las capitales de Huesca y Zaragoza por lasfuerzas ya sublevadas que mandaban los capitanes Galán y GarcíaHernández.

Ante esta situación y con la discreción que requería el momento entodo acto que pudiéramos realizar, organicé grupos de cincocompañeros que, sin dar importancia a lo que sucedía y entre laaglomeración de la gente por todas partes, se fue preparando elcamino por si había necesidad de actuar. Con el compañero JoséValiente Murillo, secretario de la agrupación socialista (muertotraidoramente por los comunistas en la liberación de Francia, cuandola Segunda Guerra Mundial), Rafael Nasarre, que falleció emigrado enFrancia, que era presidente de la UGT local, y yo, presidente de laagrupación socialista y secretario de la UGT local, nos encargamos de

vigilar el movimiento estratégico que la fuerza militar estaba llevandoa efecto para su asentamiento en trincheras. Las fuerzas que seestablecían en posiciones eran los cadetes de la Academia GeneralMilitar de Zaragoza, bajo el mando de su director, el generalFrancisco Franco. La línea de defensa que habían elegido era natural;la formaba desde un acantilado que existe de más de cien metros dealtura que por debajo y junto al acantilado pasa una acequia o canalde riego que lleva 635 litros de agua por segundo, regando parte dela huerta que tiene el pueblo. Frente a esa acantilado hay unabarranca con un puente de la época de los musulmanes que todavíaexistía en el año 1936; esa parte de la barranca pasa debajo del canalde riego o acequia de Candevania, se le denomina “Canalillo alto”, deeste lugar sigue un riego para regar lo que se llama “Huerta chica”,

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que tiene una altura de 1’50 metros, que sirvió para protegerse loscadetes y fuerzas que habían llegado, porque esa línea de defensacortaba las carreteras que van al norte de Zaragoza, a Huesca yFrancia, como la de Cinco Villas, de Zuera a Ejea de los Caballeros yhasta los Pirineos. Al recordar el “Canalillo alto” viene a mi memoria

una nota de la época romana que completaba más de media plana deun periódico madrileño titulado “Luz” en 1933, por el cual se conocióque hacía mucho tiempo había desaparecido de la biblioteca de laermita del Salz, antiguo castillo de caballeros templarios distante delpueblo 8 kilómetros, nada menos que un auténtico manuscrito deCicerón, siendo publicados párrafos del manuscrito mencionado en elperiódico “Luz”. Al pedir informes sobre esa publicación, los delperiódico nos dieron una orientación confusa a los que entoncesdirigíamos la vida municipal, con el propósito de hacerse elayuntamiento con un manuscrito que, según la dirección del periódico“Luz”, tenía un valor en aquel entonces de más de un millón depesetas. Entre los párrafos que se publicaron del mencionadomanuscrito, en uno de los mismos, decía que en ese “Canalillo alto” oen sus alrededores señalaba Cicerón que allí estaría su tumba cuandofalleciese. Zufaria fue el nombre antiguo de mi pueblo natal, Zuera.Según unos es arábigo y, según otros, de la raíz hebrea “zuh”, quesignifica correr lo líquido y según otros del vascuence “zubi”, quesignifica puente, señalándose emplazado perpetuamente junto al río ya un puente que era la antigua vía romana obligada de César Augustopara ir a Galias; de ahí que el río que hoy se llama Gállego se llamóGallicum, hallándose la villa de Zuera junto a un río señorial que

alegra la policromía de su huerta, al mismo tiempo que se confía en laferacidad de sus tierras.

Con la rapidez extraordinaria, porque la situación así lo requería,nos dedicamos los tres compañeros a una vigilancia constante,llegando hasta formar parte del grupo de elementos del Estado Mayorque llevaba el general Francisco Franco, escuchando hasta lasórdenes que éste daba a sus subordinados. Así pasamos este díapendientes de noticias, ya que conocíamos lo que sucedía por elmismo general Franco; siendo después de las tres de la tarde cuandose retiraron las fuerzas militares a su lugar en la Academia de

Zaragoza.

La sublevación en Jaca fue aniquilada por fuerzas del gobiernomonárquico y los dos capitanes el día 14 de diciembre de 1930, alamanecer, fueron fusilados en Huesca.

Como resultado de todo esto fue la detención y encarcelamiento demuchos elementos liberales, republicanos, socialistas, de lasorganizaciones sindicales, sospechosos de haber querido iniciar laRevolución que se había preparado para derrocar la MonarquíaEspañola junto con la Dictadura establecida.

Fue en la situación anterior que he mencionado cuando conocí 

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personalmente al general Francisco Franco; en fin, si los clarividentesexistían, bien podían haber dicho al pueblo español cuál era el signodel mismo en el porvenir de la España venidera porque conociendo suverdadera situación en la vida militar, política y económica, todos engeneral se hubieran unificado con el propósito de que nunca hubiese

llegado a ser el jefe de una España que él denominó Grande y Libre,como la que estableció, cambiando los sistemas políticos yeconómicos, diezmando la población española en una fratricida luchade tres años, dejando sin progreso, justicia y libertades ciudadanas alpueblo español.

En esta forma expuesta es cómo conocí al general Francisco Francoque llevó a la ruina moral y material, destruyendo la familia, base dela unidad nacional española.

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CAPÍTULO II. LA SEGUNDA REPÚBLICA. REALIZACIONES Y PROGRESOEN EL MUNICIPIO DE ZUERA

Después de las represiones llevadas a efecto por la Dictadura ygobierno monárquico, se consiguió que se celebraran eleccionesmunicipales el día 12 de abril de 1931, cuyo resultado fue laproclamación de la Segunda República Española, sin actos deviolencia, con un humanismo jamás conocido en la historia delmundo, quedando libres todos los elementos aprehendidos conmotivo de los sucesos de Jaca el 13 de diciembre de 1930.

Al proclamarse la República el día 14 de abril de 1931, con ella sequedaron constituidos los ayuntamientos con arreglo al triunfo de lacandidatura que el día 12 de abril salieron electos por el pueblo. Lafisonomía política de los mismos quedó establecida, poco más omenos, de la forma siguiente: ayuntamientos de solamenterepublicanos, con algún liberal; otros ayuntamientos de socialistas,estos los menos; ayuntamientos de republicanos y socialistas, los másen la región Aragonesa; de republicanos con monárquicos y unaminoría insignificante de socialistas. Unos fueron elegidos en votaciónsecreta y hubo algunos que fueron elegidos por el artículo 29 de laLey Electoral en vigor en aquella fecha. La proclamación decandidatos por el artículo 29 era si las vacantes a elegir tenían como

norma que las vacantes de concejales fueran igual al número decandidatos presentados en la Junta Electoral; entonces la JuntaElectoral declaraba electos a los candidatos presentados con númeroigual de vacantes de los municipios. Los demás tenían que ir a lavotación secreta y los que tenían mayor número (de) votos quedabanelegidos para las vacantes que existían en todos los municipios. Elejemplo de mi pueblo fue el siguiente: se presentaron 12 candidatosen la Junta Electoral para elegir 12 concejales; automáticamentequedaron elegidos los doce por la Junta Electoral sin necesidad de ir ala votación secreta en las urnas.

Cuando empezaron (a) actuar los ediles municipales se encontraronmuchos ayuntamientos como el de la villa de Zuera, constituidos con6 republicanos, 4 monárquicos y 2 socialistas; en este caso, losrepublicanos nunca aceptaron que fueran 4 los concejales socialistasen el municipio, porque tenían que entregar algún puesto importantea los socialistas dentro de la administración municipal, de ningunaforma aceptaban; solamente aceptaron dos socialistas en lacomposición del ayuntamiento porque así unidos los socialistas y losrepublicanos éstos tenían mayoría absoluta en el nuevo ayuntamientorepublicano de reciente constitución. En esta situación, los socialistas,por no crear problemas electorales a fin de dar el triunfo a laRepública, terminaron de forma pacífica con los señores republicanosla situación que crearon, y como en mi pueblo, lo fueron en muchos

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casos en otros de España.

Al ser electos los concejales republicanos y con ellos su gente,creían que por haber triunfado la república eran los únicos que teníanderecho al disfrute de las libertades políticas y económicas166.

Cuando ya las autoridades nacionales convocaron nuevaselecciones, llegó el momento de actuar con decisión y alteza de mirasa la solución del problema de la administración municipal, enparticular el municipio de mi pueblo, Zuera (Zaragoza).

Los socialistas locales éramos menor número que los republicanos,teniendo que afrontar la nueva lucha electoral con nuestros propiosmedios. Todos los ciudadanos del pueblo sabían la trayectoriahonrada y de la defensa de los intereses municipales que habíamosllevado a cabo los socialistas en periódicos, en propaganda oral en elmismo pueblo; se sentía la satisfacción de poder conseguir un buenresultado en las nuevas elecciones municipales porque los concejalesrepublicanos habían defraudado a sus propios partidarios.

En la proximidad de la lucha electoral, los socialistas lanzamos unManifiesto a todas las fuerzas políticas de espíritu liberal yrepublicano de la villa, detallando en el mismo nuestro programa aseguir en el propio ayuntamiento si llegábamos a triunfar. Losrepublicanos contestaron a nuestro programa con insultos, losneutrales en estas luchas electorales parecían aceptar nuestros

propósitos municipalistas (estos eran pocos); los monárquicos nocontaban ya con adeptos porque se transformaron en un centro ultraderechista y que al final se denominó la CEDA, organizada por GilRobles. Había un Centro Independiente de hacía más de cuarentaaños funcionando, que siempre habían sido los que decidían lavictoria a los republicanos; siempre este conglomerado independientedecidía su ayuda al partido político de sus simpatías; es así como elCentro Independiente siguió su trayectoria en defensa de losintereses municipales, de esta forma trabajaba ayudando al partidode su preferencia.

Al Manifiesto socialista y a los socialistas nos contestaron queestaban dispuestos a ir a la lucha por las reivindicaciones, losintereses municipales tan depravados por los republicanos,ayudándonos (a) hacer un ajuste electoral en el que los del Centro

166 Borrado (esto sucedía con la mayo-) y también el párrafo:

En esta situación de lucha, se fue preparando la desaparición de los ayuntamientos

por el artículo 29 porque descaradamente protegían la inmoralidad y la corrupción. Lamayoría de los concejales republicanos, ayudados por los mismos ediles monárquicos;

esto generalmente sucedía en todos los municipios constituidos por el artículo 29 ya

mencionado.

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Independiente votaban a cuatro concejales socialistas; ellos habíandecidido entrar en la política local y querían que los socialistasvotaran a cuatro concejales independientes, ya que las fuerzas enlucha electoral estaban equilibradas en la socialista y en laindependiente.

Con la anterior propuesta se consultó el caso con el Comité de laFederación Provincial de la UG de T., como igualmente con laFederación Provincial Socialista quienes aceptaron el compromiso enel aspecto electoral hasta nombrar el nuevo ayuntamiento, siendo así como se decidió ir a la lucha electoral juntos contra la candidaturarepublicana, ya que eran las mismas personas que formaron parte enel ayuntamiento del art. 29 electoral; además, la casi totalidad delpueblo no quería ya votarles.

Celebradas las elecciones y triunfando la candidatura socialista-independiente se concertó un acuerdo entre ambas partes queprimero en sorteo y después por votación se elegiría alcalde de lavilla de Zuera entre los dos bandos políticos que fueron juntos a laselecciones. Hechos el sorteo y votación, salió elegido para alcalde elC. Antonio Garulo Sancho, del Partido Socialista Obrero Español.

Dentro del municipio, los socialistas combatieron el caciquismo, lasinmoralidades cometidas; se regularizó el funcionamientoadministrativo municipal, se hicieron reformas en Escuelas a cargodel propio municipio, se normalizaron las Despensas Escolares que se

llevaron a efecto dentro del Patronato Escolar “Odón de Buen”; seprepararon las condiciones con la Confederación Hidrográfica del Ebropara abrir nuevos canales de riego dependientes del Canal deViolada, para hacer que los terrenos beneficiados por el nuevo riegoestuvieran en condiciones de trabajo y explotación racional de lastierras y de sus cultivos. Se trabajaba en estas obras de riego en muyavanzada marcha de efectividad para el mejoramiento de las clasescampesinas que tenían que recibir este beneficio con la rapideznecesaria a fin de solucionar sus problemas de la tierra los propioscampesinos; en estos trabajos para terminarlos estábamos cuandollegó la revolución o guerra en el mes de julio de 1936, que después

de terminar la guerra o revolución española, el gobierno Franco-falangista, y por conducto de Colonización, creó tres pueblos dentrode la zona de riego que ya estábamos terminando dentro delmunicipio, quitando todos los derechos del patrimonio comunal almunicipio, porque esos terrenos eran de bienes comunales y depropios del mencionado municipio. Habíamos hecho también elproyecto de las aguas potables, con su alcantarillado, pavimentacióny banquetes en el mes de junio de 1936, habiendo salido en el DiarioOficial aprobado este estudio de beneficio a la comunidad municipal.Se contaba con todas disponibilidades necesarias para estas obras, yaque el municipio tenía permanentemente un depósito en el BancoZaragozano de la capital de Zaragoza aproximado de cerca de unmillón de pesetas oro en aquellas fechas y por estas causas se hacía

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el mejoramiento municipal en todos sus aspectos, que todo fueejemplo en la provincia de Zaragoza pero también me tocó la suertede no poderlo llevar a la realidad en su totalidad por la revolución oguerra de julio de 1936, terminando otros la obra proyectada ypuesta en práctica por los socialistas en el ayuntamiento.

Siendo alcalde de la villa de Zuera, en octubre de 1933, se medesignó por el Partido Socialista Obrero Español, con los compañerosErnesto Marcén y Luis Bisecas, candidato a diputado a las CortesEspañolas por la circunscripción de Zaragoza (capital); en estaelección también los republicanos radicales y la CEDA hicieron cuerpoelectoral, saliendo en estas elecciones diputado por Zaragoza y por laCEDA, Ramón Serrano Suñer; a este conglomerado republicanoradical-CEDA les votaron 30.000 trabajadores de la ConfederaciónNacional del Trabajo, CNT. Por esta causa, la candidatura socialistafue derrotada.

En estos mismos tiempos era vocal de la Junta Provincial deReforma Agraria y vocal del Jurado Mixto de la Propiedad Rústica,también de la provincia de Zaragoza, conociendo por tantos losmovimientos sindicales de la CNT.

A primeros de diciembre de 1933 se presentaron los sucesosrevolucionarios iniciados en la capital aragonesa de Huesca queanteriormente ya mencioné, en que confederados y anarquistas conrepublicanos radicales de Lerroux, radicales socialistas, etc.,

fraguaron ese movimiento que tenía que fracasar por la ineptitudpolítica y sindical de los que la dirigían, además de los delatores ytraidores en ese movimiento, dentro de la central CNT, como ejemploeran los confidentes del gobernador de Zaragoza Elviro Ordiales y dela Jefatura de Policía Francisco Sanz Casabona y Manuel Segura, conel fin de meter presos a inocentes trabajadores de esa central obrerade Zaragoza, política torpe y sucia de los elementos que decíanllamarse republicanos, radicales socialistas, cenetistas y anarquistas,etc.

En esa situación tuve la suerte de hacerme con la documentación

de la estúpida maniobra de esa huelga revolucionaria, documentaciónque envié a la dirección del periódico de mi partido “El Socialista” deMadrid, que fue publicada el día 21 de enero de 1934 en las páginasdel mencionado periódico, viéndose claramente en esos documentosque, a estos individuos anteriormente mencionados, les dabanbuenas regalías si triunfaban en el movimiento, y en lo particularcomo ejemplo a Francisco Sanz Casabona lo nombraban nada menosque Director General de Prisiones. Siempre se trabajaba por lasreivindicaciones obreras socialistas, dentro del movimientoeconómico-administrativo y social en el ayuntamiento con unaintachable honradez y una justicia imparcial para los vecinos engeneral.

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En este mismo año de 1933 y con arreglo a la Constitución de laRepública Española se llevó a efecto la convocatoria de laselecciones, con el propósito de constituir las Juntas deMancomunidades de Municipios que, puesta en ejecución la Ley por elSr. Gobernador de la Provincia de Zaragoza formaban parte de la

 Junta en la provincia de Zaragoza, siete representantes de losayuntamientos existentes en la provincia; de los siete, cinco erannombrados por el Gobernador de la provincia y los dos restantes eranelegidos en elección por los ayuntamientos. La provincia de Zaragozatenía por aquel entonces 306 municipios y su Gobernador, ElviroOrdiales, era muy conocido por los aragoneses y por muchos C.Españoles.

El ponerse en ejecución la Ley de Constitución de las Juntas deMancomunidades de Municipios, el Sr. Gobernador designó cincovocales por la personalidad que la Ley le reconocía, siendo necesariodespués elegir los dos vocales restantes en una elección popular yque para llevarse a efecto tenía que señalarse día y hora en donde losayuntamientos eligieran las dos personas para los cargos de vocal dela mencionada Junta de Mancomunidades de Municipios.

Ajeno estaba en aquel entonces a esta elección de representantesa la Junta de Mancomunidades de Municipios, aunque era alcaldesocialista de la villa de Zuera (Zaragoza), cuando en las proximidadesde dicha elección, recibo carta del amigo y compañero Antonio Plano,alcalde socialista de Uncastillo (Zaragoza), en la cual me expresaba la

situación de los ayuntamientos de la provincia y que, como yo eraelemento activo de la vida municipal, además de tener ciertapersonalidad entre los municipios de la provincia de Zaragoza, quelanzase mi candidatura en la elección de los dos vocales a la Junta deMancomunidades de Municipios. Al mismo tiempo, si a me parecíabien, podía incluir su nombre con el mío en la misma candidatura, o elde otro amigo alcalde socialista y que aceptara ser representante a lamencionada Junta.

Al recibir la carta del amigo Antonio Plano, medité su proposicióncomunicándole seguidamente que, siendo este asunto de carácter

administrativo-económico aceptaba su propuesta y que lo llevabaconmigo en la candidatura que solamente ponía la condición de hacertodo trabajo desde mi despacho de la alcaldía, o sea, la propagandapara esta elección. También le decía en mi contestación que, a pesarde nuestra resolución, teníamos que reunirnos con los amigos ycompañeros Aladrén y Puyo en la capital que, como miembros delComité de la Federación Provincial Socialista y de la UGT de España,nos darán su opinión a este respecto, así se hizo con la advertenciade los compañeros quienes en nuestra entrevista manifestaron losiguiente: “Es muy difícil realizar lo que te propones, amigo Garulo,aceptando la propuesta del amigo Plano. Sabemos que tu labor sobrela vida municipal te ha creado el aprecio de los municipios, pero teneren cuenta que solo contamos con 22 ayuntamientos con mayoría

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socialista en la provincia; que los secretarios de ayuntamiento sontodavía la casi totalidad reaccionarios; el Gobernador ya sabes quiénes, en fin, tienes todo en contra, pero si sales triunfante, podremosdecir que tu tenacidad y personalidad entre los ayuntamientos teharán triunfar, ya que las presiones que el Gobernador te ha de crear,

no te restará la aquiescencia de las amistades municipales quetienes; al mismo tiempo demostrarás a nuestros compañerossocialistas lo necesario que es preparar a nuestros afiliados en losproblemas económico-administrativos de los municipios”.

Después de esta entrevista y cambio de impresiones, preparé contodo detalle mi propaganda, ayudándome en mi trabajo que estabarealizando el secretario del ayuntamiento que tenía Angel Sampériz,de buena capacidad administrativa y que, siendo reaccionario,trabajaba con toda clase de esmero y detalle en los asuntoseconómico-administrativos del ayuntamiento; todo era debido que alestar a mi lado, lo guiaba dentro de las normas que el municipio teníaestablecidas en sus administración.

Llegamos al final de la fecha en que se celebraban las elecciones,después de unos días de actividad preelectoral que, personalmente ypor escrito, realizaba la propaganda, esperando solamente lacelebración de la elección y el resultado de las mismas.

Sorpresa fue al siguiente día de la elecciones celebradas, cuandoen el Gobierno Civil se tenía el resultado de la elección que habían

celebrado los ayuntamientos de la provincia en la que resultabanelectos para vocales a la Junta de Mancomunidades de Municipios, lacandidatura socialista de Antonio Garulo y de Antonio Plano, contra lapatrocinada por el Gobernador Elviro Ordiales, compuesta por unalcalde republicano radical y otro alcalde de CEDA. Estando yo muytranquilo este día en mi despacho de la alcaldía, llama el teléfono y alponerme en comunicación con el que llamaba, me encuentro con lavoz que me llamaba y era el Gobernador Civil Elviro Ordiales que mefelicitaba por mi triunfo, pero al mismo tiempo me decía: “Esto que hasucedido triunfando sobre la candidatura que personalmentepatrocinaba me lo pagará algún día; no puedo con Ud., pero algún día

lo venceré”.

De este triunfo socialista nadie se ocupó en la provincia, no teníaninterés en los problemas económico-administrativos ninguno de lospartidos de la República, sólo les preocupaba el triunfo políticoúnicamente. Únicamente los amigos y compañeros Aladrén, Puyo,Plano y Garulo celebraron este triunfo porque de 306 ayuntamientosen aquel entonces en la provincia de Zaragoza, si la memoria no mees infiel, obtuvimos 286 votos a nuestro favor; en los archivosmunicipales y en el local de la Diputación Provincial podrá conocerseeste resultado, si no llegó a desaparecer la documentación pordesencadenarse la revolución o guerra española. Todo el trabajo sehacía para la reivindicación social, económica y administrativa en la

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vida de los municipios.

Es necesario que se tenga en primer lugar la economía de lospueblos que con una política eficaz de mejoramiento social, elporvenir de nuestras generaciones sea de más justicia social,

progreso, libertad, teniendo además la verdadera libertad ciudadanaporque los pueblos que no organizan la verdadera administraciónmunicipal en beneficio de sus conciudadanos, no tendrán ningunamejora económica, sirviendo solamente a los agentes del caciquismoy al propio cacique que exprime la economía de los pueblos enprovecho propio.

Había un exsecretario municipal en mi pueblo natal queconstantemente, en el ejercicio de secretaría, asistió a muchasconvocatorias de administración municipal en las que asistíansecretarios de Primera, Segunda y Tercera categoría, unas veces enlo regional y otras en lo nacional; como funcionario municipal se lassabía todas. En el tiempo que yo fui alcalde jamás pudo salir adelanteen sus maquinaciones caciquiles contra mi persona porque, frente amis convicciones económicas y administrativas, se estrellaba en susplanes a seguir; había sido el cacique núm. Uno durante la Monarquía,llegando durante la República en reuniones de vecinos a decir losiguiente: “Todos saben que a mí me han llamado en AsambleasNacionales de Secretarios de Ayuntamientos “el pico de oro”; nadieme rechazaba mis promociones económicas-administrativas porqueclaramente reflejaba en ellas el progreso y libertad de los municipios;

pero hoy debo manifestarles a mis conciudadanos del pueblo que heintentado muchas veces ver cómo podía hacer fracasar al actualalcalde Antonio Garulo Sancho, no consiguiendo encontrar algo conqué agarrarme en materia económico-administrativa en beneficio delos intereses municipales para hundirlo en la más completaresponsabilidad ante el pueblo. Hoy sólo debo manifestarlesnuevamente que el alcalde que tenemos es un hombre íntegro y losintereses del pueblo están en muy buenas manos porque sabe lo quees la buena marcha de la economía municipal de nuestro pueblo; meha vencido y yo lo felicito como un gran alcalde aunque sea socialista,ya que no debemos tener en cuenta, para las técnicas económicas-

administrativas de los pueblos, las ideologías de los hombres que conhonradez defienden las economías municipales”. Así fue cómo en esaépoca trabajé para el engrandecimiento de mi villa Zuera (Zaragoza)y que fuera mencionado por ese exsecretario de ayuntamiento queen vida llevó el nombre de Manuel Fernando Pérez.

La República Española estaba sufriendo trastornos económicos,sociales y políticos en gran escala. La CEDA, organización dederechas liberales, habían entrado al gobierno republicano formandoparte del mismo, con el caudillo del radicalismo republicano AlejandroLerroux; este gobierno reprimió los derechos ya adquiridos de lostrabajadores españoles, siendo necesario para cambiar esa situacióncreada por el gobierno republicano contra la mayoría del pueblo que

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nuevamente se volviera (a) hacer otra vez la unificación de lospartidos republicanos que no estaban en el poder, con los socialistasy Unión General de Trabajadores de España. Como resultado de esafusión que se realizaba, se preparó y se organizó una huelgarevolucionaria para el 4 de octubre de 1934 en la que los trabajadores

asturianos, republicanos catalanes, republicanos y socialistas detodas las provincias españolas respondieron a tal objeto porqueexistía una efervescencia política contra el gobierno Lerroux-GilRobles.

Desde luego, tenía plena confianza en que mi actuaciónrevolucionaria no había perjudicado vidas a nadie, siempre trabajédentro de mi ideología socialista para llevar el bienestar a la clasenecesitada, trabajé con justicia en todos mis actos para todos engeneral; únicamente, dentro de las leyes establecidas, a loslatifundistas y capitalistas se les había creado problemas de ordeneconómico que beneficiaron en gran escala a los municipios de laprovincia.

Únicamente puedo decir que el juez instructor de mi causa fue delos primeros militares que fusilaron en Zaragoza al estallar elmovimiento revolucionario o guerra, el 18 de julio de 1936; misdefensores fueron José Martí Laguardia, abogado socialista deZaragoza (asesinado por el Franco-falangismo) y el abogado JerónimoBujeda, de Madrid.

Podría seguir enumerando los malos tratos que se daban a lospresos políticos, pero esto es una cosa corriente por los gobiernoscretinos que padecen los pueblos, máxime cuando se llevan a larealidad en personas liberales, socialistas y republicanos.

Una vez de regreso al pueblo, habiendo dejado la cárcel en libertadprovisional, me dediqué al trabajo en mis tierras de regadío y detemporal, a cuidar de la granja avícola que tenía en los alrededoresdel pueblo, como a la atención de la panadería que poseía y quetrabajaba con mi señora y padres políticos, no dejando por estasituación de visitar pueblos y recabando ayuda para los presos

políticos que seguían en las cárceles y en el castillo de la Aljafería deZaragoza, siguiendo mi lucha contra la reacción y malos elementosque manejaban la administración municipal hasta que llegaron laselecciones del 16 de febrero de 1936, que facilitaron el triunfo delFrente Popular que se había creado para acabar con la reacciónlerrouxista y de la CEDA.

Con el triunfo de las elecciones del 16 de febrero mencionado,consulté el caso de la destitución del ayuntamiento en el mes deoctubre de 1934 de los concejales socialistas y republicanos algobernador civil de la provincia, diputados electos socialistas yrepublicanos del partido de Acción Republicana que, con arreglo a laconsulta realizada, convoqué el día 18 de febrero de 1936 a una

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reunión al ayuntamiento a los concejales socialistas y republicanosque habíamos sido destituidos ilegalmente, ya que habíamos sidoelegidos en votación popular. La cita fue hecha por medio del oficialmayor del mismo ayuntamiento don Faustino Moreno, quien habíarecibido orden del C. Gobernador. Avisados el alcalde pelele, Mariano

Cura Villar, y el secretario del ayuntamiento, se negaron a realizar laentrega del ayuntamiento que por requerimiento oficial se les hizo,procediéndose en esta situación a llevar a cabo la sesión delayuntamiento bajo mi presidencia, asistido de los concejalessocialistas y republicanos; éstos, con una demora espantosa,acudieron a cumplir con sus deberes concejiles.

Con la rapidez que requerían esos momentos presenté unapropuesta que nadie de los republicanos quería hacerle frente peroque por necesidad tuvieron que aceptarla y que fue la siguiente:“Destitución de los empleados municipales que fueron elementosinmorales en su cometido dentro de la administración municipal,además de cometer injustas vejaciones a los ciudadanos del pueblo,quedando solamente 6 empleados de los 33 que contaba laadministración municipal con arreglo a la ley, a fin de que no hubierapersona alguna que dudara de la rectitud justa y honrada de miproceder como alcalde constitucional de la villa de Zuera (Zaragoza)”.

Con este acuerdo se empezaron los trabajos de superación,salvando las injusticias que se habían cometido, normalizándosetodos los servicios al ocupar las vacantes por personal nuevo y por

oposición.

 También se llevó a efecto con rapidez la solución del número deconcejales que faltaban para completar el ayuntamiento consocialistas y republicanos, quedando constituido el mismo con arregloa la Ley Municipal, dejando en el puesto de alcalde al que lo veníaejerciendo, Antonio Garulo Sancho, del Partido Socialista ObreroEspañol.

Nuevamente se empezó la labor para finalizar el proyecto depavimentación, drenaje y aguas potables, habiendo quedado

terminado para la ejecución de las obras en el mes de junio de 1936;como la gestión de terminación de las obras de la acequia de Violadaque había de regar una superficie de aproximadamente ocho milhectáreas de terreno, se acuerdo con la Confederación Hidrográficadel Ebro.

La efervescencia sindical y política dentro del plano local hizo quese crearan ciertas fricciones entre los vecinos de la localidad quellegaron a tener su protagonización el día 13 de marzo de 1936.

Este día fue de gran actividad para mí, ya que conmigo salieron dosconcejales para una comisión a Zaragoza, acompañados delencargado de las obras (contratista) de la acequia de Violada, más

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una comisión de la UG de T. de España y otra de la CNT local, conobjeto de trasladarnos al despacho del gobernador civil de laprovincia a fin de dar solución a una petición de huelga y protestaque habían presentado los trabajadores, o mejor dicho, el Comitélocal de la CNT, reclamando mejores salarios y otras clases de

mejoras; en fin, estos individuos, por estar en completo desacuerdocon todos, solamente hicieron en el despacho del gobernador civil elpapel del ridículo porque, conociendo los sistemas de la organizaciónCNT, nos adelantamos el ayuntamiento a preparar un contrato detrabajo que estaba en su aprobación por las autoridades provincialesde Trabajo por el municipio y el propio gobernador civil, a fin de quetodos los trabajadores que trabajasen en esas obras públicas tuviesenasegurados sus derechos, participando en estas deliberaciones elcontratista de las obras y un representante de la ConfederaciónHidrográfica del Ebro, habiendo en el contrato de trabajo un tabuladorde jornales y mejoras de los trabajadores que tenían que trabajar enesas obras, superior en un doscientos por ciento a las pretensionesque para una petición de mejoras y huelga presentaron en susconclusiones los de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT),quedando estos individuos al descubierto porque las peticiones erancompletamente ridículas a las ya elaboradas y aprobadas por lasautoridades locales, provinciales de Trabajo, por el contratista de lasobras de la acequia de Violada y Confederación Hidrográfica del Ebro,advirtiendo que en el contrato de mejoras y salarios colaboró la UGTde E. a petición del alcalde de Zuera (Zaragoza).

Aprovechando el día en la capital revisando algunos asuntospendientes del ayuntamiento, regresé a las 7 de la tarde con lacomisión de concejales y el contratista de las obras de la acequia deViolada. Llegando al pueblo, a este señor lo invité a las oficinas delayuntamiento para dejar de común acuerdo la salida y hora de losautobuses que habían de transportar diariamente a los trabajadoressobre una distancia de siete kilómetros; en los momentos que estabatratando este asunto, el encargado y socio que tenía en mi granjaavícola, de nombre Monsegur, me notifica por teléfono que hacíaunos momentos habían salido del pueblo en coche con rumbo aZaragoza, y amenazando a los vecinos con pistolas ametralladoras, el

doctor Muro, jefe de la JONS en la provincia, con otros pistoleros de lamisma organización falangista. Sin pérdida de tiempo me comuniquécon el gobernador civil y al entrar a la capital (Zaragoza) este cochecon los citados individuos, fueron detenidos y llevados a la jefatura depolicía.

Hecho esto, y previniendo cualquier alteración del orden en elpueblo, ordené que se presentaran inmediatamente el comité local dela JONS y de la CEDA, el teniente de la Guardia Civil, acompañado delcomandante del puesto; en mi presencia todos, les hice saber que notitubearía en nada para proceder si se alteraba el orden público en elpueblo o provocaban escándalos callejeros. En esta situación yprestos todos para salir a la calle, al llegar a la puerta de salida de la

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casa consistorial, yo iba en primer lugar para salir cuando deinmediato se hace una descarga de pistola ametralladora, quedandoincrustadas las balas en la misma puerta.

Durante los meses de febrero al mes de junio de 1936, procedí con

arreglo a la Ley de Rescate de Bienes Comunales, a rescatar aquellosbienes que no pude hacerlo anteriormente por haber sido destituidode alcalde en octubre de 1934 por el gobierno Lerroux-Gil Robles.Desde luego, los representantes socialistas desde el primer momentode nuestra actuación municipalista fue llevar a cabo la restitución delos bienes comunales, habiéndose rescatado en mi pueblo, Zuera(Zaragoza), terrenos usurpados al municipio por 19.000 hectáreas,además una fábrica de harinas que, habiendo sido del municipio, porarte de magia del caciquismo local hacía más de cincuenta añoshabía pasado a manos de los que decían ser sus propietarios y quenada les había costado.

Habíamos establecido un plan de organización de los terrenosrecuperados para darle forma cooperativista, ya se tenía laaprobación de una cooperativa de producción agrícola y de consumopor el Ministerio de Agricultura, Ministerio de Trabajo e Instituto deReforma Agraria, para llevar los trabajos agrícolas de producción yconsumo, no llegando a desarrollarse este plan cooperativistarápidamente porque se nos presentó la sublevación falangista yrequeté, bajo la dirección de los generales traidores a la RepúblicaEspañola, Mola y Francisco Franco, el 19 de julio de 1936.

En mi situación política y económica, sentí en la propia carne eldolor de todos los trabajadores de las industrias, del comercio, dellaboratorio, del intelectual en sus diversas profesiones liberales, delcampesino en sus diferentes especialidades del trabajo de la tierra,etc., que lucharon por la libertad, progreso y justicia social, como porlas libertades ciudadanas, tanto morales, culturales, económicas ypolíticas de España, queriendo testimoniar mi afecto y sinceridad atodos que defendieron, han defendido y defienden lasreivindicaciones económicas y sociales del pueblo en general.

Desde mi edad adolescente y juvenil hasta mi mayoría de edad,conocí cómo eran tratados los problemas de los hombres y de lospueblos en plena monarquía y dictadura por sus representantes enlos municipios y autoridades de la provincia como trataba el cacique alos hombres de trabajo, sanos de espíritu que tenían que enfrentarsea las injusticias cotidianas para poder vivir y conseguir con su trabajohonrado la economía que necesitaba para él y su familia.

Es muy difícil juzgar al pueblo en todas sus manifestaciones detrabajo, libertad, justicia, progreso económico y social dentro de susideas político-sociales, las cuales unas veces han sido de alegría, depaz y tranquilidad hogareña, otras fueron de conmociones políticasque en cierta forma llevaron el engrandecimiento económico-social y

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cultural del pueblo; otras, fueron el desgarramiento de esa paz,alegría y tranquilidad que se disfrutaba y, por causas de carácternacional, se alteraron las normas de justicia y libertad de los pueblos,quedando los derechos ciudadanos atropellados por la injusticia dequienes violaron los valores humanos del pueblo español el día 19 de

 julio de 1936.

En todas las épocas (ha) habido hombres que defendieron ladignidad de su pueblo, ayudando a sus conciudadanos a resolver susituación económica, facilitándoles elementos de trabajo para mejorarla situación que tenían y no fueran esclavos del trabajo ajeno, peroesos hombres que desinteresadamente en cierta forma lograron elmejoramiento social y económico de su pueblo, nadie los recordarádesde el 19 de julio de 1936, porque la dignidad, justicia, libertad yhonradez dejaron de ser norma desde ese momento en la vidamunicipal de mi pueblo, la gran Zufaria.

Los hombres que manejaron los intereses municipales antes del 19de julio de 1936 de una categoría moral intachable, crearon una villade alegría, hospitalaria y bella, de libertad, justicia y progreso, noexistiendo odios ni rencores a pesar de las luchas políticas localescontra el absolutismo cerril que gobernaba a España, siendo así comonuestro pueblo disfrutó de una tranquilidad inmejorable en sushogares que solo fue perturbada por los reaccionarios, mercenarios yesbirros que, al servicio de la reacción falangista, esclavizaron anuestro pueblo.

 Trabajé eficazmente sin ninguna retribución a mejorar el bienestarde la villa con las aguas potables, drenaje y pavimentación, comotambién a crear zonas de regadío en los Llanos de camarera para ensu día establecer colonias o barrios agropecuarios que beneficiaránpoco a poco a las generaciones que venían de campesinos, haciendouna explotación racional de los cultivos, para la prosperidad de lostrabajadores del campo.

Demostrando una eficaz experiencia en el trabajo de lareorganización del Patronato Escolar “Odón de Buen” se consiguió

que los alumnos de las escuelas tuvieran fe en sus maestros y en loshombres y mujeres que manejaban el Patronato Escolar, influyendoen la vida y atenciones al niño como a la niña dentro de la edadescolar, en fin, son muchas las situaciones que se resolvieron enbeneficio de los ciudadanos del pueblo.

En este momento viene a mi memoria el escarnio, el robo, ladepredación del grupo escolar “Odón de Buen”; estas escuelas queformaban el mencionado grupo escolar fueron construidas en el año1928 al 1929 y a su inauguración asistió el general Primo de Rivera,en aquel entonces dictador con la monarquía. Al inaugurarlas se le dioel nombre de “Odón de Buen” porque fue el primero de losoceanógrafos del mundo, hijo del pueblo; además, había conseguido

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del gobierno primo-riverista la cantidad para hacer las escuelas detipo moderno, grandes aulas, laboratorios, biblioteca, dirección, etc.Recuerdo que los amplios pasillos estaban llenos de cuadros de lavida de los animales del mar; también en el local destinado alaboratorios, estaban llenos de figuras de especies marinas que con

tanto sacrificio y esfuerzo había organizada nuestro sabio “Odón deBuen”, todo era atentamente cuidado y se explicaba a los alumnos elsignificado de todas esas alegorías marinas por los maestros ydirección del mismo hombre sabio en Oceanografía. Pero llegó el 19de julio de 1936 y las fuerzas del mal, dirigidas por los falangistas,requetés y elementos del clero católico acabaron con el grupo escolardepravando el edificio, robaron y destruyeron toda esa HistoriaNatural que se encontraba en los cuadros y en el laboratorio;igualmente hicieron en su casa, robando y destruyendo hermosasbibliotecas de estudios científicos que tenía en su propia casa, comofueron también destruidos todos los libros de Historia Natural quehabía donado a la biblioteca del grupo escolar. Este era un edificiohermoso, con patios de recreo para niños y niñas, tenía ocho aulas;además, bajo la dirección de este grupo escolar se atendía el grupoescolar del barrio del Portazgo, que también lo depravaron yasesinaron a los maestros del mismo, entre ellos a una profesora. LasEscuelas Quinder estaban muy bien atendidas por dos profesoras;existía a demás un colegio de monjas que nadie las molestó, a pesarde funcionar en plena República con seis aulas. ¿Por qué tanto odiohacia la persona (de) Odón de Buen? Sólo hizo mucho bien,defendiendo siempre las libertades del pueblo español; también hubo

de salir a Francia en calidad de emigrado, llegando a la RepúblicaMexicana en 1940 con sus hijos Demófilo, Rafael y Fernando,hombres profesionales de una categoría inigualable, con sus familias;la esposa de Odón de Buen no llegó a México porque descansabansus restos en un cementerio francés.

Por los años 1925 al 1926 consiguió este sabio Odón de Buen quese estableciera en nuestro pueblo una central telegráfica, que alcargo de la misma designaron al ing. telegrafista Félix Mené Pérez,también hijo del pueblo. Igualmente y por el mismo se consiguióestablecer una centralilla telefónica que dio siempre un buen servicio

al pueblo y a los ciudadanos que tenían medios comerciales yprofesionales para usar el teléfono; fue querido por los hombresamantes del progreso, de la justicia y de las libertades. Sólo lasgentes enemigas de la civilización, de la cultura, de la honradezintelectual, podían haber llevado ese salvajismo que dejó estelas decrimen, robo, violación y depravación en los ciudadanos de la villa deZuera (Zaragoza) que, recordando los actos que llevaron a efectotoda esa funesta jauría de falangistas, requetés y los llamadoscatólicos, denigrando a la religión católica, con las atrocidades contralos hombres que solo habían cometido el delito de defender laindependencia económica, política de la República Española contralos absolutismos dictatoriales de la monarquía y del fascismo, através del Franco-falangismo.

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En aquellos primeros momentos y con la bendición apostólica, serobaba y se asesinaba a los que defendían el porvenir de sus hijos, yaque lo hacían para que no les faltara educación, trabajo, justicia ylibertad en la lucha por su mejoramiento social; existió la delación

infame para sacar de sus casas a los hombres y llevarlos a matar a laorilla de una carretera, camino y río, como también lo hacían conniños y niñas de 14 y 15 años (entre éstos fue un sobrino mío); losfalangistas de Zuera, con su proceder, degradaron su dignidad ymoral católica que decían tener, engrandeciendo la obra criminal delFranco-falangismo.

Entre la infame criminalidad, para satisfacer los gozos corporales yespirituales del falangismo, no conseguisteis que cayera en vuestrasmanos para asesinarme por ser persona honrada, que toda mi vidafue de trabajo y de ayuda al que lo necesitaba; éste era el motivo devuestra venganza y odio hacia mí, pero al que no ha hecho más quemucho bien a todos sin distinción de personas en todas las partes queme he encontrado, solamente puedo esperar una vida tranquila yeterna.

Los hombres que han defendido y defienden los derechosciudadanos son personas que lucharon constantemente para tenermejores escuelas, mejores fuentes de trabajo, más libertad en susopiniones, defendiendo las injusticias económicas y sociales enbeneficio de los trabajadores intelectuales, manuales, de la fábrica,

del laboratorio, del campesino en general, etc., pensando siempre enel futuro económico de los pueblos, para que todos disfrutaran de la justicia, progreso y libertad.

 Todos los pueblos pasaron por situaciones difíciles al organizar sutrabajo, su economía y su política local dentro de los regímenesfeudales, monárquicos y dictatoriales; éstos fueron los que más seensañaron contra las libertades ciudadanas y que tanto dañocausaron a la idiosincrasia del pueblo español.

En las luchas políticas, económicas y sociales, siempre teníamos

que enfrentarnos a esos regímenes absolutistas; cuando en funcioneselectorales, que se llevaron a efecto el 12 de abril de 1931, se logróderrumbar esos sistemas feudales, monárquicos y dictatoriales, fueradel poder esas oligarquías no acertaban a normalizar su situación conuna República que llegó sin máculas ni traiciones, desde luego, losque se hicieron cargo de la República Española, no supieron nientendieron los valores españoles que lucharon para implantar laSegunda República Española; esos hombres que con su cultura ytrabajo regían los destinos del nuevo régimen republicano, llegaron acrear una intensa zozobra, al mismo tiempo que una inseguridad enel pueblo español que, poco a poco, la reacción fue aprovechando ladebilidad de los gobernantes de la República; porque las leyes yreglamentos que dictaron no se cumplían; si algún ciudadano libre y

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honrado que se encontraba en las administraciones municipales sedecidía a cumplirlas, se le echaba de sus cargos que en buena lidelectoral consiguió. De esta forma se fue desnaturalizando laSegunda República, unido todo esto, los egoísmos y ambicionesabsurdas de poder de muchos republicanos, de algún socialista, de

anarquistas y, para desprestigio del gobierno republicano, decomunistas, para al final tener el resultado nefasto de una contiendabélica de cerca de tres años.

Los partidos republicanos todos eran (según los mismos) de unacendrada honradez, pero tengamos en cuenta qué hicieron esospartidos y sus hombres para servir al pueblo y a la República. ¿Quédiremos del partido Radical que jefaturaba Alejandro Lerroux, unido aGil Robles, jefe de la reacción española?¿Qué resolvieron los partidosRadical-Socialista, Acción Republicana y otros partidos de carácterregional? Todo obedecía al derecho de que, siendo republicanos,figurar en el gobierno de la República, creándose un sistema deamistad e influencia política, para obtener lugar en los gobiernos ydestinos de España republicana que poco a poco llevaron al sacrificio,con sus deseos de poder, a los fines de aniquilarse unos contra otros.

El único partido que desde un principio fue la seguridad y fortalezade la República Española era el Partido Socialista Obrero Español, consu organización obrera Unión General de Trabajadores de España;pero también sufrió sus torpezas internas por la desmedida ambiciónde poder dentro del mismo que en muchas ocasiones habían

demostrado elementos sin escrúpulos dentro de las filas socialistas; almismo tiempo estas mismas gentes fueron un baluarte de traicionesque llegaron hacer a los mejores hombres socialistas que, con tantovalor y exponiendo su vida, habían defendido en diferentes épocas losderechos de toda clase de trabajadores españoles antes y despuéscon la República.

El problema principal que la República debía haber tenido encuenta, dándole una solución radical, era el problema de la tierra;algo quisieron hacer pero no tuvieron interés en resolverlo paracompletar su cometido, ya que siendo la economía más importante la

del campo, no quisieron resolverlo, no les importaba que loscampesinos que el campesino pasara los mejores tiempos de su vidaolvidados por las autoridades y representantes de los campesinos enlos municipios, diputaciones, gobiernos provinciales y gobiernocentral.

Si las leyes dictadas por la República Española se hubieranobligado a cumplir, es casi seguro que se hubiesen evitado esasconvulsiones políticas y sociales que todos tuvimos que sufrir alenfrentarnos al nazifascismo nacional e internacional en el año de1936 al año de 1939.

Es así como a grandes rasgos he hecho una recopilación de datos

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que fueron causa suficiente para ser un elemento más en larevolución o guerra española, defendiendo las libertades ciudadanas,la independencia política y económica de España contra lostotalitarismos cretinos que oprimen la vida de trabajo y social de losciudadanos que lucharon y siguen luchando por una paz y un

progreso que regularice la vida en todos sus aspectos de respeto yseguridad personal en la defensa de los intereses democráticos de lapatria española; así solamente he hecho la exposición de notasrecopiladas hasta el 19 de julio del año de 1936.

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SEGUNDA PARTE

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CAPÍTULO I: ANTECEDENTES DE LA TRAGEDIA

Los ciudadanos que no conozcan el sentido de la realidad quehemos vivido pensarán que se van a desarrollar describiendo,

tragedia por tragedia, dentro de la vida política, económica y socialque, desde julio de 1936, se desencadenó en nuestra patria.

 Todo temor a leer las verdaderas causas de la Tragedia Española,ya que serán estas líneas de una verdadera proyección humanoporque en ellas no va a existir el odio, la venganza, etc., solo es mideseo que nuestro pueblo conozca, sin incitaciones violentas, elderecho a ejercer la convivencia pacífica de la vida española que ensus diferentes épocas sufrieron todos los ciudadanos en sus luchasreivindicativas de mejoras políticas, económicas y sociales.

En todas las Epopeyas Españolas de guerras, pronunciamientosmilitares, revoluciones, etc., fue el pueblo español el que salió adefender la grandeza y unidad española; pero en siglos pasados,después de esas luchas el pueblo no recibió el apoyo moral, materialni espiritual por el esfuerzo que realizó, perdiendo en esas luchas lavida, sus bienes de trabajo, casas, etc., porque de esas luchas losúnicos que salieron beneficiados fueron los capitalistas, latifundistas,caciques, el clero y los gobernantes del país en todas susmanifestaciones de la Administración pública y privada, de losespañoles que contribuyeron como españoles a defender las

libertades y derechos humanos.

Al volver a sus casas después de haber terminado las luchas civilesen defensa de la patria, se encontraron el obrero, el campesino, laclase media, los profesionistas liberales, etc., deshechos suspatrimonios personales, las casas ocupadas, al igual que sus mediosde trabajo, del campo, del taller, de la escuela, de sus profesionesliberales; hasta en muchos casos fueron sacrificados familiares de losque regresaban a empezar una vida de trabajo llena de escarnios yhumillaciones que realizaban las gentes que sólo habían vivido elbeneficio de esas guerras, revoluciones y pronunciamientos militares.

Pero el pueblo tenía que hacer frente a la lucha diaria del trabajo paraque dentro del escarnio y humillaciones recibidas afrontaran esassituaciones que soportaban para poder realizar la vida de convivenciapacífica que fueron realizando en sus trabajo diario, estableciendo encierta forma la paz, el respeto que merecía el ser humano en susactividades económicas y sociales.

La situación de convivencia fue un desarrollo constante en toda laactividad local, realizando todos el esfuerzo de mejorar la pacificaciónde la convivencia familiar y de amistades personales.

El siglo XX nos legó muchas incertidumbres en la vida local ynacional, llenas de decepciones políticas, económicas y sociales para

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el pueblo que luchaba por su mejoramiento económico y social frentea los devaneos de la casta política de los gobiernos con que seentronizó en nuestra patria el régimen monárquico, teniendo siemprelatentes los problemas económicos y sociales, de la industria, deltrabajo que necesitaba el obrero, el campesino, la Enseñanza en toda

su intensidad, la organización interna de la vida agropecuaria, la justicia, la paz en el pueblo, con la tranquilidad de todas las clasessociales en sus diversas actividades y especialidades de su trabajodiario, como el pensamiento libre para expresar sus ideas de libertad, justicia, progreso y paz; en fin, hubo acontecimientos funestos, comoel atentado al rey Alfonso XIII, la Semana Trágica de Barcelona de1909 con el fusilamiento de Francisco Ferrer, el asesinato delpresidente del gobierno José Canalejas como también del presidentedel gobierno Eduardo Dato, subversiones militares, etc., la Dictaduramilitar del general Primo de Rivera, para caer el año de 1930 con ellevantamiento militar iniciado en Jaca, que costó la vida de loscapitanes Galán y García Hernández. En estas convulsiones políticas,económicas y sociales, los hombres de trabajo en todas susactividades fueron víctimas de la represión drástica ejercida por losnefastos gobernantes que tenía la Monarquía Española.

En el año 1931 se llegó a la implantación de la Segunda RepúblicaEspañola, ya que la Primera fue inmolada por el asalto a las CortesRepublicanas que hizo el general Pavía en el 1873; no voy a detallarcómo y en qué forma acabó la Primera República, la historia deEspaña recoge lo mejor que les pudo ocurrir a los gobernantes

republicanos de esa época de libertad, paz y fraternidad. La SegundaRepública, su proclamación, fue un acto cívico del pueblo españolque, a pesar de las represiones sufridas por los gobernantesmonárquicos a escala nacional, ese pueblo respondió con la cordura ysensatez que en esos momentos se necesitaban para llevar a cabo,sin injusticias represivas, la consolidación de esa República que nacíasin mácula de ninguna clase, que mucho honra a los que colaborarona ser realidad en la nueva vida republicana de España.

Durante muchos años se luchó sin descanso y se seguía en esalucha de mejoramiento económico del pueblo trabajador que le

permitiera una mejora para los suyos, a fin de ir eliminando la miseriae inanición en que siempre vivió, expuesto a las incertidumbres defuncionarios y autoridades cretinas y de caciques, representantes delcapitalismo, latifundismo en las corporaciones municipales, regionalesy nacionales, que dejaban mucho que desear por las inmoralidadesque cometían en contra de los intereses del pueblo en general.

Así luchó año tras año el pueblo español, esperando tener laoportunidad de librarse de la tiranía feudal y de las injusticiaseconómicas y sociales que constantemente sufría, siendo con estailusión la espera de la República Española, triunfante en las urnaselectorales el día 12 de abril de 1931.

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Durante la República, el trabajador español en sus diversasactividades de trabajo que realizaba le permitieron tener más libertaden sus movimientos políticos, económicos y sociales, pero noconsiguió con la República abolir la dominación capitalista,latifundista, caciquil, etc., como la mala fe de alguna autoridad

republicana que se oponía a las reivindicaciones de los trabajadoresde la fábrica, taller, laboratorios, profesiones liberales, maestros,investigadores, campesinos en sus diversas especialidades, etc.,como también a recuperar los municipios sus propios intereses.

En el período de la República, desde 1931 a julio de 1936, sedictaron muchas leyes a fin de aplicarlas al mejoramiento de todas lasclases de trabajadores, campesinos, etc., siendo todas ellas en ciertaforma un mito su aplicación, levantaron protestas al no llenar lasaspiraciones económicas y sociales, haciendo perder la paciencia yconfianza en su aplicación. Si se hacían reclamaciones, se pasabanmeses para que las resolvieran, ya que muchas de esas leyesresultaban ineficaces al hacer su aplicación; esto era causa de laconducta honrada que se le dio a la reacción, y esta pagaba con eldesconocimiento a la autoridad republicana. Además estas gentespoco agradecidas estaban en sus mayoría dentro de las oficinas delgobierno de la República y otras gentes en pueblos y provincias,haciendo el tortuguismo contra las instituciones republicanas paraevitar el progreso de la economía de la República Española. En estetiempo señalado hubo movimientos huelguísticos, muchos de ellos adestiempo, que perjudicaron a la economía de la República. Desde

luego, a mi juicio, no entendieron los gobernantes republicanos laforma más fácil de mejorar las condiciones de los españoles.

Falto de una ley desde el primer momento de recuperación de losbienes de los ciudadanos y de los pueblos que, en los años de euforiadel catolicismo, se había apropiado la Iglesia católica de los recursoseconómicos de los pueblos españoles en general, con la ayuda delcapitalismo, latifundismo y de toda clase de caciques, etc., causandograndes trastornos en la vida política, económica y social de España.

Mientras vivió la Segunda República hubo desórdenes de carácter

político y sindical protagonizados por sectores derechistas,izquierdistas y de andanzas laborables; en el año 1932, el alzamientocontra la República del general Sanjurjo, Casas Viejas, etc., más elmovimiento anarcosindicalista, republicano, para desacreditar alPSOE y a la UGT de T. de España en diciembre de 1933, cuyospersonajes que manejaron este movimiento de huelga revolucionariafueron el anarcosindicalismo de la CNT de Huesca, Lérida y Zaragoza,con los partidos republicanos Radical, disidente de Lerroux, RadicalSocialista, con miembros de los mismos, entre ellos Albornoz,Estadella, Martínez Barrio, Botella Asensi, Venancio Sarría y ElviroOrdiales, siendo el intermediario de estos señores un ciudadano denombre Francisco Sanz Casabona, al cual, si triunfaba el movimiento,le habían ofrecido ser Director General de Prisiones, acompañado este

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ciudadano por un sujeto anarcosindicalista de nombre Manuel Seguraque, en sus contubernios con Elviro Ordiales, gobernador civil deZaragoza y del jefe de Policía, llenaron las cárceles de trabajadorescon el fin de fortalecer a esos partidos y hombres del republicanismoespañol. Que por sus confidencias con la Policía y Gobierno Civil tuvo

que estar en la cárcel Sanz Casabona, salvándose de ella el peluqueroManuel Segura, teniendo que intervenir para acallar sus desenfrenospolíticos de Sanz Casabona el ministro de Sanidad, Sr. Estadella, elministro de Justicia, Sr. Botella Asensi y su patrocinador MartínezBarrio, para sacarlo de la cárcel, ya que había sido robado el sumarioinstruido para averiguaciones de carácter penal. De este movimientode huelga revolucionaria se publicó todo su aspecto requerido en elperiódico El Socialista, el día 21 de enero de 1934.

En el año de 1934 se llevó a efecto la huelga revolucionaria enAsturias, Barcelona y en otras provincias españolas; hubo en algunasprovincias actos violentos a fin de ayudar a los movimientos dehuelga declarados. Zaragoza y su provincia sufrieron los efectos de larepresión gubernamental del conglomerado Lerroux-Gil Robles; en lospueblos importantes de la provincia en donde había muchosciudadanos del PSOE y de la UGT fueron detenidos entre ellos losalcaldes socialistas de los pueblos de Uncastillo, Ejea de losCaballeros, Tauste, Mallén, Pradilla de Ebro, Zuera, etc., llevando losgobernantes de la Segunda República a la realidad una represiónsangrienta donde se cometieron las atrocidades más perversas deEspaña, en particular en Asturias y Cataluña, que no se habían

conocido en épocas anteriores a la implantación de la SegundaRepública. Todos que fueron detenidos sufrieron la cárcel y losconsejos de guerra que se celebraron. Ahora se expone un casoconocido que es el del alcalde socialista de Zuera, Antonio GaruloSancho.

“El día 8 de octubre de 1934, se encontraba celebrando unasubasta de pastos para pastoreo de ganado lanar en los montes delpueblo en el ayuntamiento; nada había sucedido en el pueblo,solamente por ser alcalde socialista fue destituido del cargo con losdemás concejales socialistas: Félix Pala, Rafael Nasarre, Silvestre

Vilellas y José Ardeo, pero el único que la Guardia Civil llevó a lacárcel de Torrero, por órdenes del Gobernador Militar de Zaragoza,fue el alcalde Antonio Garulo Sancho, en calidad de presoincomunicado ¿Qué razones había para esa destitución y ser detenidopor orden militar? Nadie lo sabía, todo era indiferente a su destitucióny encarcelamiento; pero todo se llega a saber a su tiempo porque,encarcelado sin causa justificada, tenía que llegar a conocer lasituación de preso ya que para ello nombraban un juez militar que sugraduación era de teniente coronel del Regimiento de Carros decombate, destacado en el campo militar de San Gregorio (Zaragoza).La situación de preso la calificaron (según denuncias que llegaban al juez instructor militar) por alentar la subversión en los pueblos de lacomarca de Cinco Villas; se me enteró de las denuncias por el juez

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instructor como por un oficial de Prisiones de apellido Aguirán. En esaforma conocí quiénes eran los de las denuncias, todas ellas de losreaccionarios de Zuera, Tauste, Ejea de los Caballeros, de Uncastillo,etc.; las de mi pueblo firmadas por Manuel Fernando, Pascual Pradilla, José Cativiela, Julián Imaz, José Ester, Antonio Nasarre, Antonio

Marcén y otros de menor categoría. El oficial de Prisiones me decía:“Amigo Garulo, todas las denuncias que llegan son criminales, perolas de tu pueblo son las más graves; nada había ocurrido en tu pueblopero, amigo Garulo, con 40 vidas que tuvieras no pagabas lo que enlas denuncias señalan las llegadas de Zuera, etc”. Pasé cierto tiempoen la cárcel y fui puesto en libertad provisional al no poder comprobarnada de las denuncias en general y, un día de finales del mes denoviembre de 1934, salí de la cárcel a las diez de la noche, volviendoa mi habitual trabajo en la panadería y granja avícola que poseíahasta el 18 de febrero de 1936 que volvía tomar posesión de nuevacuenta, con los concejales socialistas y republicanos, del cargo dealcalde, sin dejar para ello el trabajo particular e independiente quevenía realizando con su familia. También en el mes de abril de 1934se originó y desarrolló una huelga de 35 días en plena República. Novoy a señalar el protagonismo que tuvo, la que vivimos en suintensidad; para ello, mejor que nadie la describe nuestro inolvidableamigo y compañero Manuel Albar Catalán que, con su estiloperiodístico hace el resumen en la Historia del Socialismo en Aragón,en las páginas 148, 149, 150 y 151, de los escritores Santiago castillo,Ignacio Barrón, Carlos Forcadell y Luis G. Germán.

Así seguían las autoridades republicanas contra el pueblotrabajador y que la reacción española tomaba sus posiciones para undía darle el golpe de gracia a la República. Pero quien pagaba lasconsecuencias de esas gobernantes republicanos (que de todo teníanmenos de republicanos), eran los ciudadanos españoles que habíancolaborado a implantar la Segunda República, ya que los partidosrepublicanos sólo siguieron pensando en ser buenos burgueses de laRepública que ellos gobernaban, era su única esperanza. Nada demuchas concesiones en sus mejoras económicas y sociales a lostrabajadores, solamente trabajaban para la consolidación de laburguesía republicana, causas estas que, al no recibir ninguna mejora

de importancia, la clase que trabajaba y producía el progreso deEspaña, tuvieron que realizar movimientos huelguísticos que tantoperjudicaron a la economía nacional de la República. Las aspiracionesde los partidos republicanos solamente eran la transformación de laIglesia Católica, la que fue el enemigo común junto con el capitalismo,latifundismo y caciques, los verdaderos enemigos de la RepúblicaEspañola.

En el año 1936, durante los meses de febrero al 19 de julio de esteaño, hubo actos violentos de republicanos y de la Falange de la JONS,como de la CEDA en pueblos y ciudades españolas contra la legalidadrepublicana establecida.

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¿Qué motivos tenía la reacción para levantarse contra la RepúblicaEspañola? Ninguno. Los enemigos de la República constantementerecibían instrucciones por el fascismo y falangismo español, comotambién del fascismo internacional, con el fin de que estuvieranpreparados para lo que había de suceder el 18 de julio de 1936 en

adelante si la traición de los generales a la República se consumaba,preparándose contra el pueblo trabajador que, en sus diversasespecialidades del trabajo diario que realizaban luchaba por sumejoramiento económico y social.

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CAPÍTULO II. GUERRA CIVIL EN ARAGÓN. SITUACIÓN POLÍTICA YMILITAR EN LA ZONA REPUBLICANA 

Al hacer ahora mención de lo que acaeció en la zona republicanadespués de los momentos de la sublevación fascista, se preguntarán:¿qué sucedió? En general se hará un análisis de todo lo ocurrido, sinrecurrir al sistema degradante de la situación que prevalecía, sinintención de zaherir a personas y colectividades, únicamente lo quevi, oí y leí en los periódicos que se publicaban en aquella época paraseguir en la lucha y poder recuperar España para la democracia, justicia y libertad en la Repúbica Española.

Perseguido por el fascismo sin tener ningún delito político ni socialni menos de orden común a que responder; era miembro activo delPSOE, UGT de E. y de la FNT de la Tierra (UGT), ya que por elecciónpopular ejercía en mi pueblo el cargo de alcalde constitucional. Tuveque salir de la zona española ocupada por el falangismo-fascista a finde evitar como muchos ciudadanos no caer en las redes de los cainesque tenía el falangismo franquista para ser sacrificado sin otradefensa que el ser llevado desde los domicilios al piquete deejecución que tenían preparado y fusilarlos en las orillas de lascarreteras, ríos, caminos, cementerios y en los despoblados.

Después de varios días de evasión por huertas y montes huyendo

de los cainitas de Falange, requetés, seminaristas y fascistas como dela Guardia Civil, pude llegar donde se encontraban las fuerzasmilicianas que venían desde Cataluña luchando contra el fascismonacional e internacional. Ya en poder de estas milicias tuve queseguir luchando por la defensa de la República Española que contanto ahínco había luchado para llegar a su implantación y defensa.

Por circunstancias especiales me fue posible conocer lo sucedidoen Aragón y en otras provincias por las milicias que espontáneamentehicieron su presencia avanzando y ganando posiciones al fascismohasta que hubieron de quedar las posiciones en forma gradual y

estratégica los frentes de la guerra civil española provocada por elfalangismo y franquismo.

Las fuerzas de las milicias que actuaban desde el primer momentode la sublevación fascista eran milicianos de la CNT, anarquistas,Ezquerra e Izquierda Republicana, Sindicalistas de Pestaña, del POUM,de la UGT, del PSOE, del PCE, del Partido Socialista Unificado deCataluña, o sea, también comunistas, formando con las miliciasunidades de combate con nombres con arreglo a su ideología sindicaly política que tenían los combatientes, por ejemplo: “La Roja yNegra”, que operaba sobre Huesca; el Batallón de los Ciervos, queactuaba frente a Sabiñánigo y Biescas. Otras unidades operaban en elfrente de Bujaraloz: Columna Durruti, Ascaso (cuyo presidente del

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Consejo de Aragón, Joaquín Ascaso, era hermano de Francisco quemurió en el asalto del cuartel de Atarazanas en Barcelona el primerdía de la sublevación milita fascista); la Columna Ortiz, radicada enCaspe. Todas estas milicias eran de origen confederal (CNT-FAI),aunque en ellas había ciudadanos evadidos del campo fascista:

republicanos, socialistas, ugetistas y algún buen elemento de la CNTque había pasado del campo franquista y falangista.

En los frentes de Tardienta, Sariñena, etc., estaban las milicias deCarlos Marx; por el frente de Leciñena y Alcubierre se hallaban lasmilicias del POUM y también de Ezquerra Republicana; por los demásfrentes, desde los comandos de Milicias en Caspe hasta Alcañiz, etc.,había milicias republicanas de Izquierda, de Ezquerra Catalana, de laCNT; por la región valenciana había milicias de todas ideologías, entreellas la Columna de Hierro, de grandes recuerdos para Levante, etc.,de origen CNT-FAI. En los demás frentes de la España Republicana engeneral existían milicias socialistas, ugetistas, CNT-FAI, comunistasrepublicanos, hasta el frente de Extremadura. En el norte de España,Asturias, Santander y las Vascongadas, las fuerzas milicianas eranpoco más o menos de igual organización ideológica, exceptuando losgrupos militares de Carabineros, Guardia Republicana, de Asalto yPolicía leales a la República, con unidades del ejército español quetenía la República Española que, en los tres meses primeros de lalucha civil, el gobierno republicano no podía contener los abusos quecometían los milicianos que salían y habían salido para los diversosfrentes que se iban estableciendo frente a las fuerzas del fascismo

español.

En el frente de Aragón las columnas confederales, las de CarlosMarx como las del POUM no avanzaban para recuperar terreno ypoblaciones a favor de la República Española, se dedicaban aestablecerse en lugares preferentes a fin de requisar todas laspropiedades de terrenos y casas, estableciendo el comunismolibertario que, sólo ponerlo en práctica fue un fracaso; era eso unmodo vivendi para muchos vividores de esas organizacionessindicales y políticas. Las verdaderas cooperativas agropecuarias nopudieron establecerse por las razones expuestas, pero los

confederados solo hacían que recoger los valores que pudieranencontrar entre los elementos tildados de fascistas para quitárselos ydisfrutarlos en aquellos momentos cuando el gobierno de la Repúblicanecesitaba de todos los medios económicos para triunfar en ellaberinto de la guerra civil en que se encontraba a los fines de dar labatalla al fascismo español que tenía la ayuda de la Alemania deHitler y de la Italia de Mussolini.

Ante la situación que se creó, aprovechaban los incontrolados de laCNT-FAI (así decían los dirigentes), para robar a todos, ejecutar si (se)negaban a entregar los valores con sus mujeres, hijas, de los queellos llamaban supuestas fascistas; también trataban con el enemigocomún de la República conocido, sin violencia de ninguna clase al

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apoderarse de sus bienes y de las mujeres para violarlas; a loshombres de esas familias les daban una pistola o un fusil paradefenderse de los que luchaban por las instituciones republicanas.Era un estado de desorden que, en esa forma no se podían ganar másposiciones a las huestes del fascismo español.

En todas esas requisas que hacían constantemente, las sufrían porigual los republicanos, ugetistas, socialistas y todos los hombres quepertenecían a sus organizaciones campesinas, defendiendo en elcampo los frentes de la producción y de economía que eranperseguidos por los elementos que tenían sin control las autoridadeslegítimas de la República Española, hasta el extremo de que muchosde estos ciudadanos honrados los pasaban por las armas con susfamilias si no entregaban lo que recolectaban para llevárselo estostraidores a la democracia republicana, escarneciendo con sus actos ladignidad moral de la causa de la República.

Cuando llegué a las líneas de las milicias republicanas seencontraban en un pueblo de Aragón en el cual yo tenía muchosconocidos de espíritu liberal y republicano, los mismos (que) alconocer mi llegada venían a saludarme efusivamente ofreciéndosepara lo que fuese necesario.

Fue aquí donde encontré el primer síntoma de descomposición porlas milicias que dirigían elementos del POUM; las delaciones porvecinos del pueblo era cosa natural a las autoridades del comité

militar que habían constituido los dirigentes del POUM paraadministración de la justicia y de la economía municipal no sehicieron esperar: hombres y mujeres sin ningún escrúpulodenunciaban a personas que se conocían de ideales republicanospara robarles los intereses que en su vida de trabajo habían hechosiendo solamente pequeños agricultores que son los que más sufrenen el agropecuario; algunos de estos hombres fueron inmolados.

En el recorrido por los pueblos de la zona republicana: Tardienta,Leciñena, Alcubierre, Lanaja, Robres, en fin, por los pueblos rumbo aSariñena, Monzón, Binéfar, Barbastro, Fraga y otros muchos de la

provincia de Huesca, Zaragoza, Teruel, además de otros pueblos deLérida, fue todo usurpación, injusticia espantosa que realizaban losincontrolados de la CNT-FAI, PSU de C. y POUM, que fueron losprimeros en llegar a los pueblos y ganarlos para la República,habiendo salido en formación de milicianos de Cataluña, conociendoen cierta forma lo que sucedía en esta lucha contra el fascismo yfalangismo español, se le crispaban a uno los nervios al pensar quecon esa labor no se conseguiría ganar la guerra civil, o guerra alfascismo internacional, que era el verdadero defensor del generalFranco; pero la lucha tenía que seguir hasta el total exterminio de laRepública Española porque así lo tenían previsto las grandesdemocracias internacionales.

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En este viaje que realicé con mi amigo de verdad Jacinto Longás,de Tauste, rumbo la pueblo de Mequinenza por la comarca aragonesamencionada, habían sucedido muchos casos y cosas, entre ellas loque vimos y oímos en nuestro caminar hasta el importante pueblo deFraga (Huesca) el día 30 de octubre de 1936. Aquí se encontraba el

célebre Consejo de Aragón de la CNT-FAI, dueño absoluto de la vidade los pueblos aragoneses de la zona republicana en los político yeconómico, en plena orgía de comer, beber y de mujeres. Llevábamosdos horas sin poder encontrar quien nos diera de cenar y cama paradescansar, eran las ocho de la noche en la búsqueda de alojamientohasta llegar donde se encontraba el Consejo de Aragón; al llegar ypreguntar dónde podíamos descansar, los pistoleros que tenían paracuidarlo nos sacaron a empujones y amenazándonos hasta cerca dela guardia que tenían a la entrada de la población. Por fin, al salir deFraga con la idea de seguir por la noche a otro rumbo se acercó unciudadano de la guardia del Consejo de Aragón que, enterado de losucedido y del injusto proceder con nosotros (siendo este de la FAI),nos llevó a la carretera de Fraga a Lérida y en una casa de campo nospresentó como amigos y, atendiendo el razonamiento de este de laFAI, nos dieron cena y cama para descansar. Hasta aquí quedócomprobado lo que nos decían las gentes amigas de los pueblosocupados por las milicias ya mencionadas, notando que los puebloscon sus gentes vivían una situación de terror. habiendo descansado,empezamos la mañana del 31 de octubre los dos amigos a salir deFraga para el pueblo de Torrente del Cinca, caminando a piealrededor de cuatro kilómetros hasta llegar a él; coche ni camión de

carga nos fue posible conseguir a fin de haber ido directamente deFraga a Mequinenza, todo estaba controlado por la CNT-FAI, nadiepodía hacer nada por su cuenta; en el trayecto de camino los dosamigos nos hacíamos esta pregunta: ¿Cómo puede ser posible venceral fascismo si están robando, asesinando a la población republicana,socialista y de la UGT de España? Esta preocupación nuestra no tardóen convertirse en realidad.

Llegamos a Torrente del Cinca, dirigiendo nuestros pasos al comitélocal (o sea, el ayuntamiento, que lo retiraron de sus finesadministrativos), creando en todos los pueblos el Consejo de Aragón

comités locales, los cuales eran manejados por ciudadanos de la CNT-FAI para que nadie pudiera intervenir en la administración municipalque habían logrado establecer con el triunfo de la 2ª RepúblicaEspañola los ciudadanos republicanos y socialistas.

Por los informes que ya teníamos, el comité local de Torrente delCinca se componía de elementos de la CNT-FAI, también había de laUGT, comprobando efectivamente su composición. Lo primero querealizamos fue que el comité local resellara nuestra documentación:sin llenar este requisito podíamos ser tratados por los agentes deinvestigación del Consejo de Aragón como ellos quisieran hacerlo; coneste requisito vamos a ponernos en contacto con los de la UGTconstituida en este mencionado pueblo de Torrente del Cinca. Los

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representantes de la UGT en el comité eran tres que a un mismotiempo nos decían lo siguiente: “Nos obligaron por la fuerza elConsejo de Aragón a ser del comité local, ellos solamente hacen ydeshacen a su capricho, roban y han robado a toda gente deizquierdas defensora de la República; igualmente por estos rumbos

han asesinado a los ugetistas y republicanos porque al duro trabajoque realizaron en su vida les reconocían un medio de vida mejorhecho con su propio esfuerzo; sin embargo, al derechista fascista queles entregó lo que tenían, les respetaban la vida, lo que entregaban ala CNT-FAI era dinero, alhajas e hijas, además los hacían de laorganización, dándoles armas para defenderse. A nosotros no nosdejaban ni movernos en el pueblo, nos obligaban a entregar lo queproducimos con nuestro trabajo los primeros”. Así fue la conversaciónsostenida en el local de la UGT, local que les obligaron a cerrar laCNT-FAI, pero nosotros entramos en el mismo con el propietario dellocal por su misma casa ya que este ciudadano, aunque con mejoresrecursos económicos, pertenecía a la UGT de España.

De este amigo nació la idea de llevarnos a comer a casa de otroamigo, también de la UGT; de profesión campesino, disponía deelementos propios para el trabajo de la tierra suya y enarrendamiento, ayudando a sus propios compañeros y gozaba desimpatías por su carácter afable, además de ser justo en todos susactos. Se dedicaba, con la cooperación de su esposa y sus dos hijasmayores de 20 años, a tener pensión, a fin de atender al viajero decomercio que, por circunstancias de su trabajo de agente comercial,

tenía que pasar por dicha localidad. Nos dejaron en esta casa losamigos de la UGT a los fines de descansar y comer, para despuésseguir nuestro camino al pueblo de Mequinenza. Alegres y confiados,esta familia, al saber quiénes éramos y a dónde íbamos, la tertulia decarácter transitorio pasó a ser familiar porque dentro del sufrimientomoral, espiritual y material que habían tenido y tenían, encontraronamistad para expresar sus palabras de sufrimiento y de alegría contoda franqueza y honradez de nuestra tierra aragonesa ante nosotros,no esperaban represalias por sus manifestaciones de clamor para quese hiciera justicia ante los atropellos que se realizaban por todos esosrumbos. En esta conversación estábamos cuando inesperadamente el

amigo Jacinto Longás y yo nos encontramos rodeados de agentes deinvestigación del Consejo de Aragón llevando sendas pistolas ynaranjeros (arma automática) que con voz grave y descompuesta nospedían: “!Documentación, documentación!¿Qué hacen ustedes aquí?! Tienen que salir inmediatamente!”. La casa estaba tomada por estosagentes de investigación; por el depósito de la paja para los mulosque había dentro de la cuadra se habían metido estos valientesguardadores del orden.

Esta familia temblorosa y llena de miedo por lo que sucedía(momentos antes llenas de sonrisa y alegrías), nos invitaban en formadolorosa que nos marcháramos pronto por la suerte que podían tenercon esta clase de individuos, pero nosotros en ningún momento

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perdimos nuestra serenidad, conocíamos a los que pedían nuestradocumentación (atracadores y asesinos), contestándoles muytranquilos ¡Que no les hacíamos caso ni les mostraríamosdocumentación alguna, nos marcharíamos cuando lo creyéramosconveniente, os conocemos demasiado quienes sois, sabéis que

somos elementos de la UGT de España, nuestra ruta es Mequinenza”.“Márchense”. “Que nos iremos de aquí cuando nos de la real gana”.Estuvieron titubeando y pensaban lo que iban a hacer. Nosotrospreparados para no obedecerles; dándose cuenta que les iba a serimposible llevar a cabo sus pensamientos y ante nuestra negativa semarcharon, dejándonos otra vez tranquilos en nuestra conversaciónafable de amigos y compañeros. Una vez que esos individuos seretiraron de la casa y de sus alrededores no tardamos mucho tiempoen salir a nuestro rumbo, Mequinenza (Zaragoza). Al salir nosotrosvictoriosos ante los agentes de investigación esta familia nos deseabamucha suerte que, por miedo y terror que ejercían de represalias nosdecían que nos marcháramos ya que en lo particular habían intentadollevarse a las dos hijas para violarlas sin haber conseguido susobjetivos. En vista de nuestra serenidad ante aquella gente no lesimportaba nada cuanto les pudiera suceder, vieron en nosotros queen alguna forma habíamos de contribuir a evitar tanto crimen, robo yviolación que existía en la zona republicana de Aragón en manos de laCNT-FAI, cuyo presidente del Consejo de Aragón (se autonombró élmismo), de nombre Joaquín Ascaso.

En aquella época en Aragón no había autoridad constitucional, solo

los audaces y enemigos de la República eran dueños de los pueblos ylos gobernaban por sus pistolas como hizo la CNT-FAI, POUM y PSU deCataluña por haber sido los primeros en llegar en sus avances frenteal fascismo y falangismo español, creando por esa situacióninstituciones de comunismo libertario y de comunismo marxista,llevándose las riquezas morales, materiales y naturales de lospueblos, a fin de tener una vida señorial y burguesa.

 Transcurrido cierto tiempo, después de esa ausencia de Torrentedel Cinca, me encontré con ciudadanos de dicho pueblo; les preguntési había mejorado la situación (ya no existía el Consejo de Aragón,

había autoridad constitucional), manifestándome que todo habíacambiado, se vivía mejor, a nadie se molestaba ya. Pregunté por lafamilia que un día comí en su casa en octubre de 1936, mecontestaron que antes de disolver el Consejo de Aragón por elgobierno nacional había desaparecido dicha familia porque nuncavolvieron a saber nada de la misma. Jamás quien vivió esas epopeyasse nos borrará de la memoria actos tan ignominiosos como los querealizó la CNT-FAI.

Llegábamos a Mequinenza sobre las tres de la tarde el 31 deoctubre de 1936, llegando nos anuncian que en las cercanías de estepueblo se encontraban fascistas escondidos, comprobando despuésque se trató de unos milicianos de la Columna Durruti que se habían

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marchado de esa columna y eran perseguidos para su captura poragentes de investigación de la CNT-FAI del Consejo de Aragón¿Quiénes eran los perseguidos? Solamente averiguamos que uno deellos lo apodaban “Pancho Villa”. Se los llevaron una vez capturados aFraga y allí acabó este episodio.

 Terminada en tres días nuestra presencia en Mequinenza, la cualera conocer en un congreso que se celebró la situación caótica en quese encontraba Aragón, salimos para Lérida, Barcelona y de aquí paraValencia, con los amigos Eduardo Castillo Blasco, José IgnacioMantecón y comandante Inés, que habían venido de las MiliciasAragonesas de Guadalajara, se informó con detalle al Gobierno de loque sucedía en Aragón, cumpliendo con nuestro deber comoaragoneses, a fin de que cambiara la situación de los pueblos deAragón.

De regreso de Valencia fuimos para la ciudad de Caspe que hacíade capital de Aragón, Jacinto Longás y Antonio Garulo Sancho parafijar de momento nuestra residencia en Caspe a fin de organizar losbatallones “Cinco Villas” que habían de corregir con su presencia yformación en ejército republicano el contragolpe de las aventuras quehabía realizado la CNT-FAI y otras unidades de milicianos en el frentede Aragón.

En plena organización de los batallones “Cinco Villas” hubonecesidad de salir para el pueblo de Bujaraloz, que allí se encontraba

escondida en un horno de cocer pan una maestra de escuela delpueblo; estaba en esa situación desde el 20 de julio de 1936 (el hornono funcionaba desde que llegaron los milicianos de Durruti). Loselementos de esta Columna del Estado Mayor en el pueblo la estabanbuscando para violarla y después asesinarla, pero no llegaron a saberdónde se encontraba. Pero confidencias que yo tuve en Caspe con miamigo Longás y el amigo Rigabert, salimos los tres bien preparadospara Bujaraloz, esto sucedía a mediados de noviembre de 1936,tocándonos de rescatarla. Los guardias de Durruti, al llegar al pueblo,no querían dejarnos pasar con el coche que llevábamos, siendonecesaria una gran audacia para burlar la vigilancia hasta llegar

donde se encontraba escondida; perdimos poco tiempo en rescatarla,llevándonos a la maestra para Caspe, que varios días después lanombraron vocal del Jurado Popular con otros amigos.

Dentro de las circunstancias en que se vivía en Aragón dentro dela zona republicana se consiguió por A. Garulo, J. Longás y E. Rigaberttener buenas relaciones con los del Consejo de Aragón que de Fragaya habían venido a establecerse a la ciudad de Caspe que, con eseacercamiento moral conseguimos evitar la sangría impune de vidas,robos y violaciones que se habían hecho y se hacían en los pueblosliberados del fascismo por los incontrolados que decían la CNT y la FAIdebido a nuestra influencia en aquellos momentos dentro deldesarrollo que iba teniendo la política de la región aragonesa. El

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Consejo de Aragón, en esta situación, pidió nuestra colaboración yesta fue la oportunidad para acabar con los graves momentos quepasaron los ciudadanos aragoneses por las huestes incontroladas dela CNT y FAI.

Con la organización militar que se llevó a cabo, se hicieron ciertosnombramientos en los batallones “Cinco Villas”: mi nombramiento decapitán se recibió el 30 de noviembre de 1936, como jefe de lafuerza; también se recibió el de Jacinto Longás como comisariodelegado de guerra del batallón. La fuerza que se organizaba en estosbatallones fue modelo de disciplina y de admiración por el trato yejemplo que daban ante la población civil que trataban en todomomento. Con el cuadro de mando completo, el jefe de Estado Mayory del sector de Sariñena en el frente de Aragón nos visitaba confrecuencia felicitándonos personalmente, teniente coronel Reyes porel éxito que realizábamos para estar listos a fin de salir al frente deoperaciones.

Al estar a nuestro cargo esta primera fuerza creada militarmente,tenía grandes deseos de tomar represalias con los organizadores delos batallones el jefe de la Columna Ortiz, compuesta de la CNT-FAI,que su comando lo tenía en la ciudad de Caspe, veía que nuestrafuerza se encontraba en mejores condiciones que la suya; por estacircunstancia cometió un error al querer desarticular la organizaciónmilitar que teníamos mediante la trampa siguiente: avisa el jefe de laColumna Ortiz que deseaba tratar con A. Garulo, Longás, Agapito

García y Mariano Langoyo unos problemas de abastecimiento ypodíamos pasar por su despacho después de las tres de la tarde el díaque pudiéramos hacerlo; así fue, le avisamos que pasábamos a verloy cuál fue nuestra sorpresa que encontramos en la puerta de sudespacho a cuatro individuos con sus fusiles y bien municionados quenos manifestaron que no podíamos pasar hasta que el jefe loordenara lo que tenían que hacer con nosotros; tranquilos y tambiénestábamos preparados los cuatro, nos encontrábamos en la puertadel despacho de ese jefe Ortiz, esta gente no se dio cuenta quenosotros logramos avisar a nuestros batallones, llegando en unmomento unos 50 hombres con sus oficiales, rodearon el comando

Ortiz y nada pudieron hacer. Pero los cuatro fusileros que tenía en lapuerta de su despacho, según ellos nos manifestaban, tenían órdenesdel jefe Ortiz, de un tal Manuel Segura y de otro Francisco SanzCasabona, de ejecutarnos esa misma tarde después de las seis; estospistoleros eran dos de Tauste y los otros dos de Zuera. No salió paranada el jefe confederal, estando nuestros hombres en la puertaentraron al comando de la Columna, sacaron a esos cuatro individuosa empujones sin hacerles daño alguno y nosotros con nuestroshombres regresamos a nuestras unidades militares. Estas gentes enaquellos momentos realizaron tantos crímenes, robos, violaciones,etc. que merecían el castigo a que se habían hecho acreedores, losdejamos sin emplear violencia alguna, pero esta jefe confederal Ortizdesertó a Francia con lo robado. Sobre mi estancia en Caspe mis

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actividades se encuentran en la primera parte del libro Recuerdo deuna vida en España.

Desde que salí de las líneas del frente de Alcubierre recorriendopueblos de Aragón, de la zona republicana, viendo lo que pasó y

estaba pasando a la población civil, estando cierto tiempo en Caspehasta que un día los batallones “Cinco Villas” que formamos salieronal frente del Alto Aragón, para después a la 130 Brigada Mixta. Desdeprimeros de mayo de ese año empecé a conocer y experimentar en la130, 72 y 102 Brigadas Mixtas de la 43 División, lo que decían ysiguieron haciendo los comunistas y los comunistoides de otrasideologías en el frente de Aragón y después donde se encontrabanestas unidades manejadas y dirigidas por el comunismo español y losrusos. En mi odisea para incorporarme a las diferentes unidades queme designaron, primero en calidad de capitán de infantería en losbatallones “Cinco Villas”, después de capitán de información en la 72Brigada Mixta y ser destinado después, de capitán de intendencia dela 102 Brigada Mixta, sufrí las consecuencias del comunismointernacional, queriendo enviar el capitán de Estado Mayor de la 102Brigada Mixta, José Otto, de nacionalidad yugoslava y ardientecomunista, a entregarme a los consejeros rusos que había en elEjército del Este porque quería cumplir una orden del Ministerio deDefensa Nacional y éste, aconsejado por el buró ruso-hispano delPCE, no la quería cumplir ni le importaba su cumplimiento; todo estosucedía ante la complacencia de mandos superiores que, sin sercomunistas, eran protectores del comunismo español, llegando al

mes de diciembre de 1937 en que ya los elementos comunistasexigían el carnet comunista a los que figuraban en el ejército y noeran comunistas; el que no lo aceptaba, sabía lo que le podía pasar.

Para estos fines que llevaba a la práctica el comunismo español, el27 de diciembre de 1937 recibo un oficio de la jefatura de la 43División en que se me comunica que, sido (sic) nombrado comisariodelegado de guerra de Brigada y tenía que salir rápido para mi nuevodestino (forma fácil de echarme de capitán de intendencia de la 102Brigada Mixta sin más explicaciones).

El 5 de enero de 1938 salí para el Ejército del Centro (Madrid),destinado a la 105 Brigada Mixta, después de haber recogido eltelegrama de mi nombramiento en el Comisariado General delEjército en Barcelona; en ese viaje al frente de Madrid conocí más lasituación de la Guerra Civil. Al poco tiempo de encontrarme allí, medesignan comisario delegado de guerra de brigada de la citadaBrigada que se encontraba como expedicionaria en el frente deLevante, Ejército de maniobras de Levante.

Cuando el ejército nacionalista cortó la España Republicana por Tortosa, cuatro horas antes de llegar a esta ciudad catalana laslegiones italianas y españolas, pasaba para ir a incorporarme alEjército del Este, encontrándose su puesto de mando en Sanguin

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(Lérida), llegando a mi destino a la 153 Brigada Mixta, situada a lasfaldas de la montaña del Montsec, junto al pueblecito de Santa Maríade Meya; las consignas comunistas iban de un lado para otro, todo lohacían con la intervención rusa y los comunistas españoles, más loscomunistoides vividores de todos los campos políticos en lucha contra

el fascismo.

El Partido Comunista actuaba por todas las partes, protegidos porel Presidente del Gobierno Republicano y ministro de DefensaNacional, Juan Negrín; en tanto, se fusilaba en los frentes deoperaciones a los que se negaban aceptar un carnet del PCE y delSocorro Rojo Internacional.

Estando en la 153 Brigada Mixta me designan comisario a la 18Brigada Mixta, 24 División, 10 Cuerpo de Ejército en Piedras de Aolo,línea avanzada del Pirineo catalán; en esta Brigada se encontrabanlos soldados llenos de terror y miedo porque no siendo comunistas seles exigía aceptar el carnet comunista; fueron muchos los que loaceptaron y pagaron con el fusilamiento en la tierra de nadie, dandolos mandos el parte que habían sido muertos por querer pasarse alenemigo. Así me encontré esta Brigada cuando llegué hacerme cargode ella, pero en todas las Brigadas que estuve de comisario delegadode guerra me encontré con esa situación al tomar posesión delcomisariado de las Brigadas.

 También tomé posesión después de la Brigada 133, me encontré

con la misma situación, encontrándose el mando de esta BrigadaMixta en Bordas e Tresot, en el frente norte de Cataluña. Solamenteasí, viendo lo que sucedía, me daba cuenta que, en cualquiermomento cuando quisiera el fascismo internacional de acuerdo con elcomunismo también internacional, se acabaría la tragedia españolade la guerra civil. Yo seguí en la 133 Brigada Mixta hasta el 15 deenero de 1939 que resulté herido en la pérdida de Tarragona, que fueocupada por Legiones de italianos y de la Legión española que ibanen vanguardia, al servicio del fascismo español.

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 TERCERA PARTE

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En los capítulos siguientes quiero dejar claramente expuesta miactuación militar desde que comenzó la sublevación de los generalestraidores a la República Española, siendo una constancia de lo quefue mi intervención personal en los diferentes cargos que desempeñé

dentro del ejército republicano durante el tiempo que duró la guerrade España.

Para hacer una exposición exacta de todo lo ocurrido, recurriré alos datos que obran en mi poder y que otros me fueron robados demenor importancia, pero fiando más en mi memoria que será fiel entodos los datos que me faltan ya que todo cuanto expongo seráexacto, teniendo en mi mente y a la mano los casos que mesucedieron, procuraré poner los medios más justos a mis palabras yaque todas mis manifestaciones han de ser imparciales. No me haguiado nunca el agraviar a ninguna persona, sea de la clase socialque haya sido, solo trato de poner en claro mi dignidad personal, porsi hubiese algún detractor gratuito que tuviera alguna duda de miactuación durante la guerra o revolución iniciada el 19 de julio de1936, terminada en el año de 1939.

Durante mi actuación en las unidades a que pertenecí no regaléprebendas a nadie a costa de sacrificar las unidades en las que fuidesignado, como tampoco sacrifiqué a los campesinos de los pueblosque me tocó pasar y vivir en ellos temporalmente por lascircunstancias de la guerra a todos les ayudé cuanto podía, que unas

veces en descanso y otras por estar los pueblos cercanos al frente,me tocaba pernoctar día y noche con las unidades a que pertenecía,así como con toda la población civil que tuve necesidad de tratar solotuve afectos y desinterés, apoyando a todos en la organización detrabajo en la retaguardia para beneficio de la población civil que teníaque convivir.

Esta literatura que será medio novelesca constará de cuatrocapítulos, el primero de de ellos, tratará sobre mi actuación sindical ypolítica dentro de la Unión General de Trabajadores de España y en elPartido Socialista Obrero Español, a pesar de estar en las actividades

de orden militar. El segundo de mi actuación como miliciano en laGuerra Civil hasta que fui nombrado capitán de intendencia en elPirineo aragonés. El tercero hasta que dejé de desempeñar este cargoel 29 de diciembre de 1937; y, el cuarto y último, de mi actuacióncomo delegado comisario de guerra de brigada en el ejércitorepublicano desde el 30 de diciembre de 1937 a la terminación de laguerra española.

CAPÍTULO I. MI EVASIÓN DEL CAMPO FACCIOSO. RECONSTRUCCIÓNDEL PARTIDO SOCIALISTA Y LA UGT EN LA PROVINCIA DE ZARAGOZA 

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Pienso que el que haya tenido la oportunidad de leer estasnarraciones transcritas anteriormente seguramente no tendrán paralos mismos mucha importancia, pero sí se darán cuenta de, porque miintervención en la lucha revolucionaria y guerra, desatada por larelación y clero español el 18 de julio del año de 1936.

Nadie esperaba que se llegase a la situación que se creó, pero portodas partes se vislumbraba próximos acontecimientos el puebloespañol en cierta forma estaba sin tener una unidad de acciónperfecta para cualquier acontecimiento; unas organizacionessindicales declaraban huelgas y realizaban sabotajes a los fines deseguir perjudicando a la República; otros inconscientementeayudaban a esa labor; los pocos comunistas que existíanaprovechaban esa situación para realizar labor proselitista a su favordentro de los partidos republicanos, Juventudes Socialistas, frentespopulares que se crearon en muchos pueblos y ciudades, comodentro de la Unión General de Trabajadores de España, PartidoSocialista Obrero Español y también lo hacían los comunistas, dentrode los partidos reaccionarios existentes enemigos de la RepúblicaEspañola, creando la intriga, la calumnia y la mentira (escuela rusa),contra los hombres del socialismo y republicanismo democrático,ayudados por elementos traidores a todos los partidos yorganizaciones sindicales que defendieron y defendían lasinstituciones republicanas de España, llegando por estas causas aldesequilibrio de la unidad de fuerzas que habían luchado contra laMonarquía, Dictadura y gobierno del Bienio Negro de 1933 al 16 de

febrero de 1936, siendo aprovechada también esa situación por lareacción latifundista, clero y militares traidores al pueblo españolrepublicano que, con sus traiciones se llegará a la cruenta lucha entrehermanos españoles, ensangrentando los campos y pueblos de todaslas regiones de España, porque donde no llegó el campo de batalla,llegó el asesinato de miles de españoles por el franco-falangismo y losrepresentantes de la Iglesia Católica que, cínicamente, ayudaban asacar de las casas a los que iban a sacrificar y bendecirlos después defusilados.

En todos los pueblos de España que dominó desde el primer

momento el franco-falangismo protegido por la reacción internacional(fascismo italiano, régimen hitleriano) y por el latifundismo y cleronacional, etc, conforme conquistaba posiciones se ensañó con losciudadanos españoles de espíritu liberal y republicano, deteniéndolosy llevarlos al paredón de ejecución, campos de concentración y otros,a sufrir las torturas de las cárceles para que fueran acabando suexistencia lentamente por el trato que recibían.

De estos casos sucedieron en mi pueblo natal, Zuera (Zaragoza)desde el 21 de julio de 1936 por la tarde quedó en poder de lasfuerzas falangistas, frailes jóvenes que iban disfrazados, fuerzas deAsalto y de la Guardia Civil, todas traidoras a la República Española;en los tres primeros días que todavía existió autoridad republicana,

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no se cometió ningún atropello contra persona enemiga de laRepública en el pueblo, pero llegaron esas gentes antes mencionadasy con la bendición de los representantes de la Iglesia, todo fue pillaje,violación, robo, asesinatos, delación de ciudadanos honrados y malostratos a los que detenían, llegando a ser sacrificados por estas gentes

que decían ser de orden; varios centenares de vecinos, entrehombres y mujeres de todas las edades, jóvenes de 18 a 20 añossocialistas, niños de 14 y 15 años, algunos de estos hermana yhermano de apellido Bagues, así como también de 16 y 17 añosporque entre ellos fue sacrificado un sobrino mío, como igualmentefueron inmolados en el mismo día el concejal socialista Felix Palá, quesólo había hecho mucho bien entre sus semejantes, con un hijo de 36años y una hija de 19 años, esta era por su inteligencia precoz,secretaria de las Juventudes Socialistas del pueblo, haría interminableestas narraciones, pero quiero empezar mi aventura de evasión delpueblo que estaba en poder de las fuerzas del Mal el día 19 de juliode 1936 por la tarde; en este día, desde las dos de la tarde, estabaordenada mi detención para sacrificarme como después lo hicieroncon los amigos, compañeros y vecinos del pueblo.

Este día 19 de julio, después de hacer una resistencia tenaz paraque yo hiciese entrega de mi cargo de alcalde, con amenazas delteniente de la Guardia Civil-jefe del puesto de la Comandancia delpueblo, ya que tenía instrucciones del ya nuevo gobernador civilfascista de Zaragoza que se me detuviera y pasara a disposición delgobernador militar de la Quinta Región en la capital de Zaragoza;

teniendo en cuenta la situación que se me había preparado ese díasobre las 14 horas y terminadas nuestras deliberaciones en elayuntamiento y por un procedimiento hábil, salí del pueblo sobre las16 horas no teniendo en cuenta para nada ni las amenazas ni laorden detención que tenía el teniente de la Guardia Civil parallevarme detenido a Zaragoza, llegando a una distancia de doskilómetros del mencionado pueblo, a la casa de un compañero deapellido Laboreo, que no era destacado en sus actividades sindicalesy políticas. Yo iba acompañado de mi señora y de mi hijo Luis quetenía 6 años de edad, permaneciendo en esta casa hasta las 10 horasdel día 21 de julio porque ya era necesario salir con dirección a los

montes de pueblo natal, Vedado de Peñaflor y Montañana,encontrándome con trabajadores alicantinos que en esa época delaño vienen como otros muchos a la recolección de los cereales. Nossaludamos, empezando nuestra conversación, y como me conocían,me dan una blusa negra de trabajo, un puñado de hoces de segartrigo, que me les eché al hombro, un sombrero y unas alpargatas, queen esta forma disfrazado pude ver como pasaban camiones repletosde falangistas y frailecitos jóvenes recién salidos del convento paraempezar su trabajo de asesinos del pueblo que nunca les hizoperjuicio de ninguna clase. En dichos camiones vi caras conocidas,que si no hubiera sido por el disfraz que llevaba me hubieranreconocido y, por tanto, me hubiesen detenido, maltratado yasesinado; es así como vi la primera fuerza de energúmenos, que

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llevaba en sus rostros el crimen, la violación y el ultraje que pocohabían de poner en práctica, en unas horas, en mi pueblo natal.

Caminando por la carretera y viendo el movimiento de fuerzasreaccionarias, fui llegando al barrio de Montañana y que, al llegar

frente a la casa de un gran compañero, de apellido Fabra, entré enella, permaneciendo en la misma hasta las tres de la mañana porquesalí acompañado de un joven socialista a una casita de campo paraesquivar la persecución falangista y de la Guardia Civil que mebuscaba por todos rumbos de los alrededores del pueblo y de lacapital, Zaragoza.

Durante (el tiempo que) permanecí en esta casita, que fue de ochodías, recibí un trato admirable y un secreto inesperado hacia mipersona, ya que esta familia conocía a familiares míos y por tantotenía atención que como socialista no debía recibir; así se lesindicaba, pero ellos se conformaban solamente con la honradez de mipersona en su casa todo el tiempo que fuera necesario.

En mi permanencia en esta casita recibí visitas de algunos amigosy compañeros socialistas de Montañana, informándome de todos losatropellos que hacían los franco-falangistas y Guardia Civil;igualmente me informaban de los fusilamientos que realizaban derepublicanos, socialistas, de la Unión General de Trabajadores deEspaña, de la CNT y militares; entre ellos había amigos y compañerosque quería y apreciaba de corazón por su austeridad y honradez.

Me informaban de los avances que hacían las fuerzas que salieronde Cataluña sobre los franco-falangistas rumbo a Huesca y Zaragoza,como de los pueblos que ya se encontraban en poder de las miliciasde Cataluña.

Pasados ocho días, me despedí de la familia que me ocultaba conuna inmensa emoción porque, siendo ancianos, me decían queesperaban con gran anhelo que llegaran las fuerzas de la Repúblicapara ofrecerles su ayuda y ver terminada la tortura que sufríanamigos y compañeros por los traidores a la República Española.

Cuando salí de este lugar fue para ocultarme en la frondosa huertadel barrio de Villamayor (Zaragoza), en espera de pasar al lado de lasfuerzas que venían avanzando por Alcubierre, Leciñena a Zaragoza;así sucedió varios días después por haber tenido en ese espacio detiempo una infección al vientre que me hizo no poder comer nadaesos días y con mis dolencias agudas, aguanté bastante porque, alsalir de la casa donde estuve oculto, fue debido a sospechas ya quepor aquel lugar fue detenido algún amigo y compañero, si que llegaraa saber la suerte que pudieron tener.

En la situación que me encontraba aparece cerca de mí uncompañero que salía fugitivo de Zaragoza; este era el secretario de

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un sindicato de campesinos de un barrio de la capital. Nosexponemos nuestra situación, esperamos dos días a que yo recobraraun poco mi salud para emprender la marcha en busca de las fuerzasrepublicanas que estaban próximas, llegando el día 10 de agosto de1936 por la mañana y con muchas precauciones, a la primera

vanguardia de milicias, en las cercanías del pueblo de Leciñena.

Conocido en este pueblo, todos los elementos liberales yrepublicanos vinieron, al tener noticia de mi llegada, a saludarmeefusivamente, ofreciéndose para lo que fuese necesario. De estafecha, 10 de agosto, a la del 30 de octubre de 1936, dejo descrita miactuación en el capítulo correspondiente de carácter militar.

Con motivo de haber realizado antes de esa fecha un viaje aBarbastro (Huesca) de carácter particular, me encontré en estapoblación a mi gran amigo y compañero Jacinto Longás, quien estabatratando de localizarme con el fin de poner en mi conocimiento lacelebración de un congreso de la UGT de España para organizar laFederación Provincial de Zaragoza el día primero de noviembre en elpueblo de Mequinenza (Zaragoza).

De regreso a Barbastro, y acompañado de mi amigo y compañero Jacinto Longás, llegué al pueblo de Alcubierre y conseguí unaautorización del jefe de milicias del POUM, de apellido Arque y otroRovira, para que pudiera trasladarme al pueblo de Mequinenza,saliendo de Alcubierre con Longás en viaje para asistir al mencionado

congreso, pasando, entre otros varios pueblos, por Sariñena, Fraga,etc.

En este viaje a Fraga quedó comprobado lo que infinidad de gentesamigas de los pueblos ocupados por las milicias de la CNT veníasucediendo, que nosotros pudimos comprobar: todos los pueblostenían una situación de terror donde se perpetraba el robo, el crimenimpune y las violaciones; todo resultaba ser un ensayo de comunismolibertario, predicado a los cuatro vientos por los anarquistas y queninguna sabía cómo ponerlo en práctica, únicamente lo queríanimponer en la forma antes mencionada por gente irresponsable, sin

criterio para establecer las normas libertarias necesarias, sólo con labrutalidad y el crimen lo querían llevara a la realidad. Al mismotiempo manifestaban que todo lo que pasaba lo hacían gentes sincontrol de ninguna clase, pero esto no era cierto, todo lo hacían aconciencia para destruir la vida económica, social y moral de lospueblos.

Después del descanso que tuvimos, empezamos la mañana del 31de octubre los dos amigos a salir de Fraga rumbo a Torrente delCinca, caminando a pie alrededor de 4 kilómetros para llegar a estemencionado pueblo; coche y camión no se pudo conseguir para quenos llevaran a Mequinenza, todo estaba controlado por la CNT y FAI;

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si alguno se proponía a obrar por cuenta propia, tenía seguro el pasara otra vida mejor.

Una vez en Mequinenza, mi misión era asistir al Congreso queanteriormente menciono para constituir la Federación Provincial de la

UGT de Zaragoza, el cual, logré informarme como todos los demásasistentes, que había sido convocado por el destacado miembroactivo del Partido Comunista Español en Zaragoza (antes del 18 de julio de 1936 había 6 comunistas y una guitarra que tenían paradistraerse); entre esos 6 comunistas se encontraba José Duque, quienorganizó el Congreso por encargo del amigo y compañero EduardoCastillo Blasco, además de entregarle tres mil pesetas para los gastosdel mismo.

A este Congreso asistieron representantes de la UGT de los pueblosde la zona republicana de la provincia y representantes de lasorganizaciones de los pueblos sometidos al terror del franco-falangismo que además llegaron del frente para asistir en lasdeliberaciones del mencionado Congreso.

 También asistió al Congreso el diputado socialista Eduardo CastilloBlasco, que venía del frente de Guadalajara acompañado de JoséIgnacio Mantecón y comandante Inés, jefe éste entonces de lasMilicias Aragonesas, que tan brillantemente se comportaban en losfrentes de Abanades y Cifuentes.

Se celebró el Congreso en el cual cada representante expresó lasituación de sus respectivas organizaciones y pueblos, como tambiénlo hicieron los representantes llegados del frente, coincidiendo todosen que era necesario una intervención rápida en los conflictoscreados por la situación que crearon las formas establecidas, sincontrol de las autoridades provinciales ni nacionales, al quererestablecer un sistema de comunismo libertario por la FAI y la CNT sinorden ni concierto ni de beneficio a los habitantes de Aragón que seencontraban en la zona republicana.

Después de muy variadas deliberaciones en el Congreso, por la

forma y antecedentes que se tenían de su celebración, se procedió alnombramiento de la Comisión Ejecutiva de la Federación, teniendocomo residencia el Comité de la Federación Provincial de la UGT en laciudad de Caspe (Zaragoza), siendo esta Comisión o Comité de laFederación una compostura de los comunistas de acuerdo conEduardo Castillo Blasco, según informes recogidos, además que losque asistimos al Congreso desconocíamos a ciertos elementos quefiguraban en la candidatura, apelando nuestro buen compañeroCastillo Blasco que la situación en que se encontraban muchoscompañeros que no podían estar presentes. El propuso esacandidatura porque todos eran de la UGT de España, pero noconocíamos su carácter político, siendo la composición del Comité decinco socialistas y cuatro de ideología comunista, porque, una vez

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elegido el Comité de la Federación, no tuvieron ya ningún problemapara exponer sus pensamientos e ideales al servicio de Rusia; loscomunistas que conocíamos estaban satisfechos al ver que con laayuda económica de un diputado socialista habían conseguidoapoderarse de la UGT de la provincia, cuando antes no tenían ninguna

representación en las organizaciones de la UGT de la provincia.

Presidente del Comité fue electo el compañero Castillo Blasco, queya lo era antes de empezar la revolución o guerra el 18 de julio de1936; Jacinto Longás de vicepresidente; Ramón Ruiz Borao, detesorero; Alberto Pérez, secretario general (comunista), AntonioGarulo Sancho vicesecretario; vocal primero, Enrique Rigabert, mástres vocales comunistas. El engaño, la audacia y la adulación deperspectivas para alcanzar la gloria dentro del comunismo lodeslumbraron al amigo y compañero Eduardo Castillo Blasco, losactivistas del Partido Comunista Español.

 Terminadas las tareas del Congreso, en compañía de EduardoCastillo, del amigo Mantecón, comandante Inés, Jacinto Longás yAntonio Garulo Sancho, nos trasladamos a Lérida, Barcelona yValencia, haciendo visitas en donde poder informar de la situaciónsindical, política, económica y militar que se vivía en los pueblosliberados del franco-falangismo en Aragón.

De regreso de Valencia establecí mi residencia provisional en laciudad de Caspe para organizar con otros amigos y compañeros unas

segundas Milicias Aragonesas de las que, con posterioridad, ya harédetallada exposición.

En la intervención que tuve en el Comité de la FederaciónProvincial de la UGT, a pesar de poner todo entusiasmo y empeñopara reorganizar nuestros cuadros sindicales, se encontróconstantemente el obstáculo de los comunistas para resolvercualquier problema de carácter sindical porque, por encima de losproblemas sindicales, planteaban los de carácter político y quenosotros tres, Longás, Garulo y Rigabert, combatíamos, además quesiempre estábamos en minoría los auténticos de la UGT y socialistas

en las decisiones del Comité. El presidente no asistía a ningunareunión por encontrarse en el frente de Guadalajara; el tesorero,aunque socialista, no obstaculizaba la labor que se proponían llevaraa la práctica los comunistas, pero con frecuencia se abstenía en elmomento de tomar decisiones en los acuerdos que se proponían,quería que fueran todas las cosas por unanimidad dentro del Comité,quedándonos siempre solos Longás, Garulo y Rigabert frente a loscuatro comunistas. Pero la posición del compañero Ramón Ruiz Boraono se podía contar con su opinión para llevar los asuntos con rapidezpor la intransigencia permanente de los comunistas; parecía quenuestro compañero tesorero no conocía a fondo los sistemas queempleaban esos individuos del Partido Comunista, en todas lasformas más diversas de adulación y traiciones constantemente a los

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pueblos y a los trabajadores de la UGT y PSOE; en verdad el amigo ycompañero Ruiz Borao no creía que esos compañeros fueran tandesleales a sus compromisos.

Dentro del trabajo que teníamos en el Comité de la Federación, nos

trasladamos Longás, Garulo y Rigabert al pueblo de Bujaraloz amediados del mes de noviembre de 1936 con el fin de rescatar a unamaestra socialista que estaba escondida desde el 20 de julio de 1936en una casa, pero dentro de un horno de cocer pan porque loselementos de la Columna Durruti destacados en ese pueblo la queríanviolar para después asesinarla, pero nunca llegaron a saber dónde seencontraba. Por confidencias que tuvimos los tres nos tocó derescatarla, como también nos costó mucho trabajo el poderla rescatara pesar de que las guardias de Durruti, al llegar al pueblo, no queríandejarnos pasar, siendo necesario una gran audacia para burlar lavigilancia y llevarnos a nuestra compañera socialista a Caspe, quevarios días después fue nombrada vocal del Jurado Popular con losamigos y compañeros Manuel Lasilla, de Un castillo, y de MarianoLangoyo, de Alagón (Zaragoza).

Dentro de las circunstancias que se vivían en Aragón, zonarepublicana, por los de la FAI y CNT, conseguimos tanto Longás,Garulo y Rigabert tener buenas relaciones con los dirigentes de lamencionada CNT y del Consejo de Aragón que, con ese acercamientomoral, se evitó la sangría impune que se había hecho y se hacía enlos pueblos liberados del fascismo por los incontrolados que decían la

CNT y FAI.

 También se editó un periódico, órgano de la Federación Provincialde la UGT, cuyo título fue Unidad; de dicho periódico me designaroncon Ruiz Borao y Alberto Pérez para la redacción del mismo. Mitrabajo en el periódico fue breve porque, en cuanto llevaba cuatroveces publicándose, a la quinta ya se fue a la propaganda comunistadescaradamente ya que el periódico se hacía en los talleres delperiódico que tenía el Partido Socialista Unificado de Cataluña enLérida. Se protestó en la reunión del Comité Provincial, retirandonuestra colaboración y evitando que tal periódico, desde entonces en

adelante, fuera a caer en manos de nuestros compañeros de la UGT ydel Partido Socialista Obrero español.

A la organización de la UGT de Mequinenza se le pagó los gastosdel Congreso, ya que pude hacerme con el recibo de las tres milpesetas que anteriormente he mencionado, recibo que conservéhasta llegar al campo de concentración de Saint-Cyprien en Francia;en dicho campo había elementos interesados en que desaparecieranmuchos documentos que alguien pudo decirles que los tenía y unanoche me robaron el veliz con toda documentación y ropa que tenía;fui a reclamar al jefe del Campo, que había sido nombrado por lasautoridades francesas, el cual fue cómplice para que se cometieraese robo, robándome todo lo que tenía. Este tipo, que había sido jefe

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de Estado Mayor de la 72 Brigada Mixta, 43 División, se llamabaErnesto García y era de Zaragoza, de ideología radical-lerrouxista alempezar la revolución o guerra, pasando a ser socialista y despuésnegrinista, para vivir de los millones que llevó a México el doctorNegrín.

Durante el trabajo de reorganización de la UGT de la provincia deZaragoza, lo aprovechamos también para reorganizar el PSOE en laprovincia, llegando a convocar un Congreso Socialista el día 6 dediciembre de 1936, con el propósito de constituir la FederaciónProvincial Socialista de Zaragoza, teniendo su residencia en Caspe.

Con asistencia de bastantes delegados se celebró el Congreso, queduró tres días; después de amplias exposiciones de la situaciónpolítica, de la actualidad provincial, regional y nacional, se pasó alnombramiento de la Comisión Ejecutiva de la Federación ProvincialSocialista, siendo elegidos para la misma los compañeros siguientes:Presidente, Jacinto Longás; Vice-presidente, Eduardo Castillo Blasco;Secretario General, Antonio Garulo Sancho; Vice-secretario, VicenteSixt (hijo); Tesorero, Ramón Ruiz Borao; Vocales, Manuel Lasilla yMariano Langoyo.

 Trabajamos con alteza de miras en esta reorganización de nuestrafuerza socialista, lo que sirvió de base para cambiar la estructurapolítica que venía imperando por tierras aragonesas. 

De nuestro tesón e influencia en la política de la región aragonesa,el Consejo de Aragón, compuesto por la FAI y CNT, nos pidió nuestracolaboración que, después de un minucioso estudio de los problemasque había creado el mencionado Consejo de Aragón, se decidió, y poracuerdo de la Comisión Ejecutiva de la Federación ProvincialSocialista, se designaran dos compañeros, una para la Consejería deHacienda, que fue Ramón Ruiz Borao, y para la Consejería deEducación Pública al compañero Manuel Latorre, de Huesca. En lasdiscusiones para tratar esas Consejerías querían que fuesennombrados Antonio Garulo Sancho y Jacinto Longás, no pudiendoaceptar esos requerimientos por compromisos ya adquiridos en la

organización militar de los Batallones “Cinco Villas”.

Al tener socialistas, de la UGT, republicanos, de la CNT, FAI y hastacomunistas participación en el Consejo de Aragón, se llegó aconstituir el Frente Popular de Aragón, del cual fui elegido presidente,habiendo permanecido en dicho cargo poco tiempo, en primer lugar,por tener que salir con la fuerza organizada al frente de batalla; ensegundo lugar, existía ya una incompatibilidad con la mayoría de suscomponentes, porque solo les guiaba la ambición de cargos dentrodel Consejo de Aragón, del cual nunca fui partidario por haber vistolas iniquidades que llevaron a efecto por Aragón los componentes deese Consejo de Aragón mencionado. Pero esa colaboración que sellegó a conseguir, se fue creando poco a poco el medio para

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destruirlo, como así fue, nombrándose por el Gobierno de laRepública un Gobernador General para Aragón, recayendo elnombramiento en el abogado José Ignacio Mantecón, de la ciudad deZaragoza.

La Federación Provincial Socialista consiguió controlar sus viejosmilitantes, conservando en todo momento su fe socialista, dandoejemplo de su conducta en todos los actos que celebraban.

En el cargo de Secretario general trabajé activamente hasta el 2 demarzo de 1937, que dejé la Secretaría General para marchar alfrente, dejando mi trabajo de la Federación en el Vice-Secretario,Vicente Sixt, por acuerdo del Comité, de la Federación ProvincialSocialista.

Al salir para el frente, renuncié a seguir en retaguardia, dondehabía permanecido cierto tiempo colaborando en la reorganizaciónsocial y política de la UGT y PSOE, como en la creación y organizaciónde 1.112 hombres de los Batallones “Cinco Villas”.

Además que como socialista creí siempre que se prestaba mejorservicio en el frente que en la retaguardia, todo ciudadano en aquelentonces en condiciones físicas de hacerlo, tenían que combatir lastiranías opresoras de los trabajadores españoles y de la RepúblicaEspañola.

En julio de 1937, en una reunión en Barbastro, por los miembrosdel Comité de la Federación Provincial Socialista se reorganizónuevamente el mencionado Comité o Comisión Ejecutiva por existiralguna baja por fallecimiento, quedando otra vez en el cargo deSecretario General por acuerdo de los reunidos, siendo nombrado enesta reunión a Valero Latorre Vice-Secretario (ya que el compañeroSixt había fallecido). Al mismo tiempo se tomaba el acuerdo que, sindejar yo el cargo de Secretario General de la Federación, aunque meencontraba en una Brigada Militar de capitán de intendencia, quefuera el Vice-Secretario Valero Latorre el que provisionalmente seencargara del trabajo de la Federación porque no se encontraba en

ninguna unidad militar incorporado.

En la situación que he mencionado dentro del Comité de laFederación seguí hasta mi paso a Francia el día 6 de febrero de 1939,dejando toda actividad sindical y política hasta que un día si fueraposible rendir mi actuación a los compañeros de la UGT y PSOE de laregión aragonesa de todas las actividades que realicé en nombre delas dos organizaciones sindical y política como en lo militar, conacierto o con error.

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CAPÍTULO II. INGRESO EN LAS MILICIAS ANTIFASCISTAS.ORGANIZACIÓN DE LOS BATALLONES “CINCO VILLAS” 

Perseguido por el fascismo con los primeros días del movimientomilitar que unos generales traidores iniciaron contra las instituciones

republicanas tuve necesidad de abandonar mi pueblo natal, Zuera(Zaragoza), para internarme por las huertas y montes de otrospueblos circunvecinos, evitando así caer en las manos criminales delos franco-falangistas y fascistas, ya que por mi calidad de alcaldesocialista del pueblo, organizador de la UGT y del PSOE como por miactuación en la Junta Provincial de Reforma Agraria, en el JuradoMixto de la Propiedad Rústica como vocal de la misma; también vocalefectivo elegido en elección popular por los ayuntamientos de laprovincia en la Junta de Mancomunidades de Municipios, igualmentevocal del Comité Provincial de la UGT en Zaragoza. Me hubierasucedido como a infinidad de amigos y compañeros que fueronvillanamente asesinados por las hordas franco-falangistas y fascistas,siendo por estas circunstancias y tener una significación importanteen la vida local y provincial, tuve necesidad de buscar mi salida delcampo fascista, salida que realicé después de unos días depermanecer escondido por los montes para llegar a la vista de lasprimeras líneas de fuerzas que combatían al fascismo y avanzabanpor el territorio aragonés.

Estas fuerzas eran de las milicias del Partido Obrero de UnificaciónMarxista, POUM, que en sus diferentes avances desde Barcelona y

Lérida, habían llegado hasta las proximidades de Zaragoza,quedándose en el pueblo de Leciñena, distante de la capital deAragón (Zaragoza) 26 kilómetros y 17 kilómetros del pueblo que yoviera la primera luz.

Al encontrarme con las primeras guardias de vigilancia de lasmilicias del POUM, tuvieron conmigo ciertas atenciones porqueenseguida los del pueblo de Leciñena publicaban en voz alta que elrecién llegado era el alcalde socialista de Zuera; al mismo tiempo, dosmilicianos de la guardia me acompañaban a presencia del ComitéMilitar que ejercía sus funciones en el pueblo antes mencionado.

Llegué ante los miembros que formaban el Comité, lo presidía untal Arque(.), siendo interrogado por este miembro del Comité citado,contestando en forma concreta a sus preguntas, ya que tenían interésen conocer detalles del desarrollo del movimiento fascista en nuestraprovincia; solamente me pidieron que hiciese un croquis del terrenoque en aquellos momentos ocupaban los fascistas. Me fue fácil hacerel croquis porque conocía perfectamente toda aquella extensión deterreno que ocupaban las fuerzas enemigas de los trabajadores, de lalibertad y de la República Española.

Aunque desconocía el trabajo idealista que hacían en el frente losdel POUM, pedí el ingreso en las mismas milicias. Mi deseo, sin

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preguntar el ideal que profesaban sus dirigentes (aunque lo conocía),era disponer de un fusil para ser un miliciano o soldado más en lalucha contra el fascismo, porque, afiliado a un partido de lucha comoel Socialista, ese era mi deber: defender la República, la justicia y lalibertad de los Trabajadores y ciudadanos libres que estaban siendo

objeto de la más inicua persecución que jamás se había conocido através de la Historia de la Humanidad por los traidores a laslibertades ciudadanas, al progreso y a la paz social del pueblo.

Durante el tiempo que permanecí en estas milicias, agosto 10 al 30de octubre de 1036, conocí los procedimientos que empleaba elComité Militar del POUM para juzgar a las personas del pueblo queeran delatadas por sus convecinos, estos eran los que por venganzaspersonales actuaban atizando el odio y el rencor entre los habitantesdel mismo pueblo, siendo en su mayoría enemigos de la RepúblicaEspañola. Muchas veces les censuré esa actuación, pero el ComitéMilitar los juzgaba con arreglo al criterio de las gentes que losdelataban con el fin de hacerse con sus terrenos, c asas y utensilioscaseros, esto significaba la propaganda hecha con anterioridad porlos elementos indeseables que, en el primer momento, se infiltraronen las milicias que se habían formado para combatir a la reacciónfascista nacional e internacional. También en ese mismo tiempo no sési mi actuación pudo ser buena o mala pero el hecho fue que, por micomportamiento, me hicieron cabo y luego jefe de sección durante lasoperaciones de Leciñena y Sierra de Alcubierre que se llevaron aefecto en ese tiempo.

Por conocer al personal que salía en huida del campo facciosoescapando de la muerte y de las torturas crueles de los fascistas (alas) que muchos habían estado sometidos, logrando escapar de eseinfierno, quería ese Comité Militar que formase unas centurias contodos los compañeros y amigos que en esa forma iban llegando, sintener en cuenta el número de los mismos para ser yo mismo el jefede esa misma organización militar. No acepté ese propósito pordivergencias de índole militar y política que había observado en losdirigentes del POUM, ya que solo era mi deseo ser uno más en armascontra el enemigo común, el fascismo, sin recompensa de ninguna

clase.

Intervine en estas milicias en un ataque al pueblo de perdiguera,en varias incursiones al campo enemigo, apoderándonos de personalcivil, maquinaria, cereales, etc., en las operaciones (en las) que seperdió el pueblo de Leciñena y en las operaciones de la Sierra deAlcubierre ya mencionadas.

Para salir de estas milicias fue preciso que me encontrara en estosrumbos a mi amigo y compañero Jacinto Longás, de Tauste, siendopor esta circunstancia cómo el día 30 de octubre de 1936 abandonélas milicias mediante la correspondiente autorización del Comité

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Militar del POUM para dedicarme a otras actividades que, poco apoco, se irán describiendo a continuación.

Durante el mes de noviembre de 1936, en unión de mi amigo ycompañero Jacinto Longás, aprovechando la buena amistad que nos

unía a los comisarios y jefes de las Milicias Aragonesas, que actuabanen Guadalajara, Eduardo Castillo Blas, comandante Inés, el amigo José Ignacio Mantecón y otros, pensamos en organizar unas segundasMilicias Aragonesas en la ciudad de Caspe, provincia de Zaragoza, abase de ejército regular en batallones denominados (con su númerode orden) “Cinco Villas”, recordando de esta forma la región prósperaen todos sus aspectos: políticos, sindicales, de producción, de trabajoy riquezas naturales, Cinco Villas, al norte de Zaragoza, Aragón.

Con el objeto de llevar a la realidad esta organización militar con laayuda de los antes mencionados, la autorización del Ministerio de laGuerra nos trasladamos a la ciudad de Caspe Jacinto Longás yAntonio Garulo Sancho, de regreso de Madrid y Valencia para, con laayuda de los compañeros y amigos que se encontraban en esaciudad, Mariano Langoyo y Mariano Sobreviela de Alagón, Benito yAurelio Ruiz, de Castejón de Valdejasa, Manuel Lasilla, de Uncastillo,Ricardo García Melero, comisario delegado de guerra para el sectorde Aragón, más otros compañeros y amigos que en estos momentosno recuerdo sus nombres, pero que irán apareciendo en este capítulo.Organizamos una oficina de reclutamiento, a los fines de organizar losbatallones mencionados; abierta la oficina, eran constantemente

muchos compañeros y amigos los que se inscribían para formar parteen la nueva organización militar que había de luchar contra lasfuerzas nazi-fascistas de Alemania y de Italia y del franco-falangismofascista español.

 También para adelantar su organización, con el fin de queestuvieran pronto estas unidades en condiciones de ser entregadas alGobierno Republicano para que fuesen utilizados inmediatamente, sehicieron gestiones para conseguir pasaran a formar parte de losbatallones que se organizaban sobre unos quinientos compañeros dela UGT y del partido Socialista Obrero Español, casi todos ellos de la

región aragonesa “Cinco Villas” que habían pasado del cautiveriofascista y en estos momentos se encontraban en la Columna Durruti yColumna Carlos Marx; estos compañeros y amigos estaban probadosen la lucha sindical y política con la Monarquía y República, comotambién ya lo habían demostrado en la lucha y defensa de Madrid,haciendo que nuestros propósitos llegaran a feliz término con unarapidez vertiginosa.

De los compañeros y amigos llegados, nos prestaron unacolaboración eficaz en la pronta organización militar de estasunidades, Jorge Planas, que fue exiliado a Chile; Antonio Abadía, hoyen las cárceles de España; Segundo Coscolla, que también fueexiliado a Chile; Ramón Lacima, muerto en los Campos de

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Concentración de la Alemania nazi; Agapito García, que falleció enBarcelona siendo teniente en abril de 1938; José Cuartero, que murióheroicamente siendo capitán en la toma de Biescas (Huesca), frentedel Alto Aragón; Jesús Marín, Gabriel y Wenceslao Marcos, más otrosmuchos que siento de corazón no poder recordar nombres por la falta

de documentos que se me extraviaron.

En plena organización militar de estos batallones, se hicieron variaspropuestas de ascensos y nombramientos, entre ellas se llevó la míade capitán, siendo recibido mi nombramiento con fecha 30 denoviembre de 1936.

Con un trabajo intenso que tenía, por estar a mi cargo laorganización militar con Jacinto Longás y ayudado por los compañerosantes mencionados, más el gran amigo y compañero Enrique Rigabert(asesinado por elementos incontrolables del anarquismo ibérico enoctubre de 1938), se consiguió, tanto en la parte administrativa, queestaba a cargo de los compañeros Agapito García, Luis Andrés,Bernardo Baraza, Juan Cucala y Segundo Coscolla, de la militar, queestaba a mi cargo ayudado por amigos y compañeros que ya henombrado anteriormente más otros, como Mario del Campo y PascualMontolíu; la política estaba a cargo de Jacinto Longás, el cual se habíapropuesto para Comisario Delegado de Guerra de Batallón, entonceslo era de toda la fuerza que se organizaba porque nuestros batallonesfueron modelo de organización, de disciplina y de admiración por eltrato y ejemplo que daban ante la población civil que trataba en todo

momento.

Por estar a mi cargo la organización militar de esta primera fuerzaque se creaba militarmente en el frente de Aragón, tenía grandesdeseos de tomar represalias conmigo y con otros compañeros de estafuerza el feje de la Columna confederal Ortiz, de origen CNT yanarquista, que tenía su comando en la ciudad de Caspe, capital deAragón en la zona republicana, ya que las ciudades de Zaragoza,Huesca y Teruel estaban ocupadas por las fuerzas franco-fascistas; enestas milicias confederales conocía a muchos de sus componentespor habernos encontrado en luchas contra la Monarquía y Dictadura

Primoriverista como en la lucha defendiendo la República Española,pero, a pesar de todo esto, veía este jefe confederal que nuestrafuerza estaba en mejores condiciones en todos sus aspectos que lasuya, intentando, para desarticular la organización militar de losbatallones “Cinco Villas”, fusilarme en compañía de Jacinto Longás,Mariano Langoyo y de Agapito García, pero nuestra serenidad, unidaa la acción, se pudo evitar; los elementos que tenía preparadosparece que los veo ahora mismo a los cuatro individuos con susfusiles para descargar el plomo que llevaban en los cuerpos de lossocialistas Agapito García, de Gallur, Mariano Langoyo, de Alagón,que se encuentra en un lugar de Francia, Jacinto Longás, de Tauste, yAntonio Garulo Sancho, autor de estos párrafos novelescos. Losindividuos que habían de fusilarnos a las afueras de la ciudad de

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Caspe (Zaragoza) eran Emilio Fons y José Aísa, de Zuera (Zaragoza), José Continente y otro amigo suyo que no recuerdo su nombre de Tauste (Zaragoza), este fusilamiento lo querían llevar a la práctica,con todas las agravantes, amparándose en la orden del jefeconfederal de la Columna Ortiz, que tenía su cuartel general en

Caspe, cuando debía haberlo tenido más cerca del frente. Además,con el jefe confederal mencionado, estaban de acuerdo paraeliminarlos los traidores de la CNT y pistoleros de la época de laMonarquía y Dictadura Manuel Segura y Francisco Sanz Casabona,este último también traidor a los partidos republicanos en que tuvoentrada como al partido Comunista Español que, con el tenientecoronel Francisco Galán, cometieron depravaciones y crímenes yviolaciones en el frente de Cataluña.

Los que protegieron a Manuel Segura para que saliera de Francia avivir a España después de terminada la guerra española muyespléndidamente fueron Manuel Fernando, José Ester Lluch, PascualPradilla y Mariano Vidal, porque estos fueron los representantes delos asesinos del franco-fascismo y del catolicismo local que bendecíanlos representantes del catolicismo, a los que llevaban al piquete deejecución por el delito de haber defendido las libertades y derechoshumanos del pueblo español.

Por la labor que realizó el Manuel Segura, S.A., sigue muy bien enel paraíso franquista donde no le falta el apoyo de la más cruelreacción que se conoció en la Historia de España; por el apoyo que ha

disfrutado y disfruta de todos los traidores y asesinos de laslibertades de nuestra patria, llegando el momento de una mayorliberación de España, será siempre el traidor porque el nace traidor,traiciona a todo el mundo, siguiendo traidor hasta después de sumuerte. Un judas de esta naturaleza (aunque son cientos los traidoresque ha habido en la convulsión de la revolución o guerra española de1936 a 1939), ninguno puede tener el perdón de nadie, pero quiénsabe lo que puede pasar a este Manuel Segura, a lo mejor sale hechoun gran dirigente sindical de la CNT como del anarquismo y seanecesario tratarlo con reverencia en la liberación democrática deEspaña. Pero ¿quién será el ciudadano que, conociendo lo que fue y

ha sido, no le escupa a la cara su infinidad de traiciones que ha hechocomo a los traidores que ha tenido la guerra española de 1936 a1939? Hemos hecho unas anécdotas, pero sigo con el jefe confederalde la Columna Ortiz que tuvo que abandonar con toda su genterápidamente la ciudad de Caspe por el plan que se descubrió y habíaobservado que nuestra fuerza militar que tenía organizada era unpeligro para los fines que llevaba a efecto, de despojos, violaciones ycrímenes con la población civil, en todas las partes donde seencontraba con su fuerza sindical.

El jefe confederal mencionado, no sé a qué causas obedeció,desertó a Francia siendo jefe de la 24 División del Décimo Cuerpo deEjército, en el mes de agosto de 1938.

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Con mucha audacia había conseguido facilidades para el mejordesenvolvimiento de nuestra situación, de algunos consejeros de laCNT, miembros del Consejo de Aragón que me conocían, que todavíaresidían en Fraga (Huesca), para que en breve tiempo pasara a

radicar a la ciudad de Caspe.

 Ya organizados militarmente 1.112 hombres con su cuadro demandos completo, giró una visita a ver nuestra unidad el que era jefedel Estado Mayor y Sector de Sariñena del frente de Aragón tenientecoronel Reyes, quien nos felicitó personalmente y encomió el éxitorealizado por nuestra constancia en las dificultades surgidas muchasveces en nuestros buenos deseos y propósitos que poníamos ennuestro interés de luchar contra el fascismo nacional e internacionaléste último representado en las fuerzas de la Italia fascista y de lasfuerzas alemanas del nazifascismo.

 Yo venía siendo el jefe militar de esa nueva fuerza, fuerza que contrabajo de zapa del Partido Comunista quería destruir paraapoderarse de ella, estando ayudado para tal fin por socialistas que,ante ofrecimientos que les hacían, se pasaron al Partido Comunista(algunos de estos socialistas fueron después asesinados por lospropios comunistas), todo lo hacían con el propósito de eliminarme dela unidad, porque sabían muy bien estos elementos que conmigo alfrente no podían apoderarse de la misma; en este trabajo por aquelentonces no lo lograron porque la unidad tenía un 75 % de sus

hombres socialistas.

En esta labor destructiva, pero activa, intervenían los comunistas José Duque, Acero, Perujo, Peñarrocha, los hermanos Almudí, AlbertoPérez y José Roca; socialistas como Vicente Sixt (hijo), más otro queno recuerdo su nombre, que murieron los dos en un accidente deautomóvil en la carretera de Caspe, Castellón, Valencia; Anglada, quedespués se pasó al Partido Comunista; Ramón Ruiz Borau que,inconscientemente les ayudaba, que a mis advertencias se dio cuentarápidamente, cambiando su actitud, como otros elementos nosignificados.

De estos propósitos nada consiguieron por nuestra entereza,únicamente sirvió para echar fuera de la unidad (a) alguno de esosperturbadores en el orden político comunista, porque cada uno de losque formaban la unidad militar tenían su posición clara y concreta porlas luchas sostenidos contra el capitalismo y la reacción.

Desde mediados de noviembre de 1936 hasta el 15 de febrero de1937, o sea, en tres meses, quedó la fuerza lista para destinarla alfrente.

Ante gestiones realizadas en diversas ocasiones, se consiguió quedicha fuerza constituida en el Primer Batallón “Cinco Villas” y

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Segundo Batallón del mismo nombre fueran destinadas al frente delAlto Aragón a fines de febrero de 1937.

Al llegar al Alto Aragón el Primer Batallón fue el encargado derelevar a un batallón Alpino, que se encontraba por Sabiñánigo y

Molino de Villobas, provincia de Huesca, línea del frente republicano,del cual era jefe Antonio Beltrán “El Esquinazao”, de Jaca; el SegundoBatallón marchaba a completarse con una compañía de la FETE, deHuesca, en el pueblecillo de Fiscal, distrito Boltaña (Huesca).

Al salir la primera fuerza para el Alto Aragón, salió acompañándola Jacinto Longás, el cual, de acuerdo conmigo, se había de hacer cargode la misma mientras yo llegaba y se resolvía el nombramiento decomandante del Primer Batallón, el capitán de Ametralladoras delmismo batallón Jorge Planas que, debido a la escasez de medios detransportes, me quedaba en Caspe adquiriendo algún camión de laConsejería de Transportes del Consejo de Aragón; al mismo tiempo undía terminó de salir la fuerza que había quedado para completar elPrimer Batallón, saliendo a incorporarme a la fuerza que ya iballegando al frente, quedándose el compañero Enrique Rigabert, conlos componentes del Segundo Batallón, para que, poco a poco, y conlos medios que se contaban, saliera este batallón al lugar que se hamencionado.

Recuerdo que llegué a Boltaña el día 2 de marzo de 1937 sobre lasocho de la noche, encontrándome con Jacinto Longás que se

encontraba un poco molesto por el tiempo que hacía ya que entrenieve y agua se relevaba a la fuerza Alpina. Hablo con Longás, saludodespués a Julián Borderas, al teniente coronel Mariano Bueno, LázaroBeltrán, que era capitán ayudante del coronel Bueno, quienes medicen en tono hipócrita que tenía que subir rápidamente a donde seencontraba ya el batallón, Molino de Villobas, porque el personalestaba resentido del viaje y era necesaria mi presencia para ayudarleal capitán Planas, que se encontraba accidentalmente al mando delbatallón hasta que se nombrara comandante, que con seguridad seríaAntonio Beltrán “El Esquinazado”.

¿Qué había sucedido en ocho que tardó la fuerza en reunirse parahacer el relevo indicado? Habían ya llegado las consignas comunistasa Boltaña ¿Convencieron habilidosamente a mi amigo y compañero Jacinto Longás para que se hiciese el nombramiento de “ElEsquinazado” del mando del Primer Batallón Julián Borderas, tenientecoronel Bueno y la zorrería de Lázaro Beltrán?. No. Lo sorprendieronen su buena fe, sin pensar por aquellos momentos que pudieranaprovechar la consigna del Partido Comunista que alguien la recogió yla guardó para el momento oportuno; como en la ciudad de Caspe noconsiguieran sus propósitos, allí era fácil conseguirlo, contando con laeficaz colaboración del jefe del sector, teniente coronel MarianoBueno que ya tenía carnet del Partido Comunistas, de su ayudanteLázaro Beltrán que, de Republicano Radical ya era también del

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Partido Comunista, más la adhesión del comisario delegado deguerra, Julián Borderas, diputado socialista por la provincia deHuesca.

En ese intermedio fue propuesto y nombrado por los anteriormente

mencionados para la confirmación del cargo de comandante delPrimer batallón “Cinco Villas” a Antonio Beltrán “El Esquinazado”,quedando yo, con arreglo a la plantilla, de capitán mayor, en elpuesto de comando del Batallón, para la labor administrativa delmismo.

Después de todo esto cumplimentado, un compañero amigo mecomunicó que habían pensado en hacerme el nombramiento pero queyo estaría mejor en las oficinas, porque ya tenían para el SegundoBatallón otro comandante preparado para hacerse cargo del mismo.

Una vez este Antonio Beltrán se hizo cargo del Batallón “CincoVillas”, empezó encubiertamente a hacer propaganda del partidoComunista, al mismo tiempo que insinuaba a sus súbditos hacerlacontra los hombres que tenían muchos años de vida sindical y políticadentro de la UGT. de E. y del PSOE.

Con los procedimientos que ya he mencionado, la hipocresíacomunista y la aquiescencia de Julián Borderas, paisanos suyos de Jaca y de Boltaña, llegaron a tener en sus manos la forma deeliminarme del Batallón y después al que tuvieron por conveniente,

como así sucedió.

Estando, como anteriormente decía, de capitán mayor, en variasocasiones por imposición mía y otras ayudado por Jorge Planas ySegundo Coscolla, frenamos la serie de favoritismos que hacía “ElEsquinazado” a los suyos, como los atropellos que quería cometer conlos demás compañeros del Batallón.

Al reorganizarse las fuerzas del frente en Brigadas Mixtas, connuevas plantillas de personal para los batallones y cuartel general delas mismas, era obligado, y eso lo veía yo, que muchos cargos tenían

que ser suprimidos, al mismo tiempo que decía para mí:“¿Aprovecharán (para) echarme en esta nueva organización militar, ala que con otros compañeros y amigos habíamos organizado laprimera fuerza militar de Aragón?¿No habrá posibilidad en algún sitio,dentro de la nueva unidad que se organizaba y tuviese acoplamiento,al mismo tiempo que esa organización militar procedía del Ministeriode la Guerra del Gobierno de la República Española? Por ninguno deesos amigos se intentó hacerlo, era necesario aprovechar estaoportunidad para eliminarme de la nueva Brigada, no les convenía mipresencia en la misma.

En el frente del Alto Aragón estaban, como jefe del sector elteniente coronel Mariano Bueno y el comisario delegado de guerra

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 Julián Borderas; en sa zona pasaban cosas muy raras, se consentía lapersecución de afiliados al Partido Socialista Obrero Español dentrodel ejército en aquel entonces, obedeciendo todo a las consignas querecibían del nefasto Partido Comunista Español, pero en fin, seobservaba que se hacían propuestas para cargos del ejército a

individuos que, en algunos casos, habían sido reaccionarios y. enotros, malos republicanos, pero el Partido Comunista ya teníainjerencia en gran escala y los socialistas con cargos de categoría eneste frente no tenían ninguna autoridad moral ni militar; únicamenteeran los que presentaban las propuestas de ascenso al Ministerio dela Guerra, apoyando así a los elementos de dudosa procedenciapolítica a que fueran oficiales y jefes en estas unidades. Jamás se dioel caso que hubieran hecho propuestas de socialistas; desde luego,conozco algún caso en que fueron ascendidos los comunitas ycomunistoides Antonio Beltrán, para capitán del Cuerpo de Tren, elde Lázaro Beltrán, para comandante de Intendencia de la 43 División;otras de tenientes y la de Antonio Beltrán “El Esquinazado”, este noes ni pariente del anterior Antonio Beltrán mencionado; a Mompradélo nombraron comandante del Segundo Batallón “Cinco Villas”, eraotro agraciado de la dinastía comunista. ¿Por qué no nombraron aEnrique Rigabert, que actuaba con carácter de jefe del mencionadoBatallón en Caspe? Era de la dinastía socialista y no convenía hacerloa socialistas de verdad.

Con la nueva organización militar en Brigadas, los Batallones“Cinco Villas” quedaron incorporados a la nueva Brigada 130,

perteneciente a la 43 División; por esta situación quedo sobrante enla plantilla, no existe para mí en esta Brigada ninguna clase deacoplamiento; ante esto voy a Boltaña a preguntar que soluciónexiste para mí, contestándome el teniente coronel Bueno y elcomisario Julián Borderas que, antes de dar mi situación de disponiblea fin de que se me destinara a otra parte, debería esperar a quellegara el amigo y compañero Eduardo Castillo Blasco; no tardaría enllegar porque tenían noticias de su pronta llegada. Efectivamente,pasaron unos días y me avisaron que se encontraba en Boltaña (erael 3 de junio de 1937), en unión del compañero y amigo JacintoLongás, venían juntos de Valencia, a cuyo cargo traían varios

camiones de material de guerra que habían conseguido paracompletar de armamento y municiones la 130 Brigada Mixta.

Aprovechando la llegada de Eduardo Castillo, de común acuerdocon el teniente coronel Mariano Bueno y comisario delegado deguerra Julián Borderas, resuelven hacerme un pasaporte paraincorporarme a la ya formada 72 Brigada Mixta (antes MiliciasAragonesas en Guadalajara), saliendo de Boltaña el día 5 de junio de1937 para Valencia y continuar después mi viaje al lugar de miincorporación con otros amigos, muchos sinsabores de carácterpolítico y sindical, por las maniobras que realizaba constantemente elPartido Comunista Español dentro del Ejército Republicano y queapoyaban en sus designios desventurados para la República Española

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muchos republicanos, hombres liberales y también socialistasespañoles.

Llegué a Valencia permaneciendo tres días en esta capital por elmotivo que se había ordenado el traslado de esta brigada Mixta 72

del frente de Guadalajara al frente del Alto Aragón. Efectivamente, así fue, en Utiel el día 9 de junio de 1937 me presenté al jefe de laBrigada, comandante Ramírez y al comisario de la misma José IgnacioMantecón, marchando desde esta población de regreso a Valenciaseguidamente; salimos los mencionados detrás del convoy militar enunión del jefe del Estado Mayor, capitán Ernesto García y delcomisario de batallón Santiago la Muela, en dirección a Barbastro(Huesca), donde momentáneamente había de tener su residenciadicha Brigada.

En esta unidad se me destinó al servicio de información,quedándome en el trabajo varios días ya que estaba la Brigadareorganizándose porque su 285 Batallón quedó en Castellón de laPlana para formar con reclutas del año 1931 la 102 Brigada Mixta.

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CAPÍTULO III. CAPITÁN DE INTENDENCIA EN LA 102 BRIGADA MIXTA

Estando en el mencionado trabajo de información llegó el jefe de la102 Brigada Mixta, José Hernández, que, dentro de la amistad que le

unía con Eduardo Castillo, José Ignacio Mantecón y comandanteRamírez les pide que vaya yo a la Brigada Mixta para hacerme cargode la compañía de intendencia por no tener capitán jefeadministrativo; dicha petición fue aceptada, como igualmentetambién la acepté que, con las tramitaciones que llevaba consigo mitraslado, se encargo de darle forma legal el amigo y compañeroEduardo Castillo.

En aquellos momentos también se gestionaba que las brigadasMixtas 130, 72 y 102 fueran las que formarían la 43 División delEjército Republicano, como así fue, teniendo el Estado mayor oCuartel General la División en la población de Boltaña (Huesca),Pirineos Aragonés.

En la forma antes expuesta fue cómo me hice cargo de la compañíade intendencia de la 102 Brigada Mixta el día 6 de julio de 1937 en lapoblación de Sariñena (Huesca).

Una vez que ya estuvo a mi cargo la compañía de intendencia,contando con toda clase de facilidades por parte del jefe de la brigadacomandante José Hernández, procuré dar comienzo a mi trabajo

administrativo, rodearme de personal capacitado para no fracasar enmi nuevo cargo, estableciendo al mismo tiempo un sistemaadministrativo que mejorara a las de otras unidades, realizando estepropósito eficazmente.

Como personal de confianza por el momento tenía al tenienteayudante auxiliar Manuel Celdán, perteneciente a la UG de T. deEspaña y al PSOE, a quien le encargué las compras y liquidaciones(cuando a mí me era imposible salir hacerlas), las operaciones quehacía la Brigada por conducto de la compañía de intendencia con losParques de Suministros de Intendencia general de Sariñena,

Barbastro y Lérida; al sargento Federico Vilaplana, perito mercantil,perteneciente a la UGT y PSOE en Alicante; a Julio Perales, profesormercantil de la J.S. de Alicante; a José Saborit y otros más que sientono recordar sus nombres. De esta forma organicé mi oficinaadministrativa que, con mis iniciativas, consultas que me hacían losnombrados y la ayuda de otros amigos capacitados que tenía en lassecciones de intendencia, conseguí con mi sistema administrativo(hasta que se dio uno oficial por las Intendencias Comarcales) fueramejorado de tal forma que por las jefaturas administrativas de losParques mencionados se nos felicitó varias veces por el trabajorealizado administrativo.

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En el trabajo de organización como en el de distribución de todo lonecesario para la fuerza de la Brigada, el comisario de la compañía deintendencia, Manuel Catalán, de la UGT y PSOE, colaboró hacia mitrabajo de forma parcial, nunca lo hizo imparcialmente, lepresionaban los socialistas comunistoides.

Como ya he mencionado, el teniente auxiliar era el que me hacíalas compras, exceptuando cuando las hacía yo personalmente,acompañándome el mismo teniente auxiliar Manuel Celdán; nuncaquería abandonar la unidad si no era necesario por si habíaequivocación o error en algún batallón y compañías auxiliares yformularan quejas por la distribución que me hacían los oficiales,clases y soldados encargados de las subsistencias, vestuario, tabaco,etc. Estando presente en todo momento evité que por nadie de laBrigada hubiese la menor reclamación, si alguna pudo haber fue demuy poca importancia, quedaba resuelta en el acto; de esta formaconseguí el afecto de la fuerza, porque en todo momento tuve laayuda eficaz del jefe de la Brigada, facilitándome el desenvolvimientoadministrativo para que en ese orden fuese una unidad como la mejorque existiese, que en lo militar había dado ya pruebas de valor yabnegación.

En todas las secciones, como ya decía anteriormente, teníapersonal de mi confianza, lo mismo se atendía las necesidades delsoldado como de las clases, oficiales y jefes, dándole a cada uno loque le pertenecía en todo momento; lo expuesto me lo vigilaban

elementos de mi confianza como Maximino Sarria, Pablo Castillo yEnrique Borao, del PSOE y la UGT de Ejea de los Caballeros; GregorioSantolaria, del PSOE de la agrupación de Zaragoza, y otros que norecuerdo en estos momentos sus nombres (añadido a mano; SegundoCarcas, de Pradilla de Ebro).

Como capitán de intendencia y en mi compañía y bajo mi exclusivaresponsabilidad, realicé varias colectas para ayudar a los heridos,huérfanos, viudas y enfermos de la retaguardia; las cantidadesrecaudadas las entregaba a la Federación Socialista de Zaragoza,radicada en la ciudad de Caspe, para su distribución a todas las

clases de beneficiarios mencionados.

He de advertir que el comisario de la Brigada era comunista,constantemente manifestaba (a estilo jesuita) que intendenciafuncionaba admirablemente, felicitándonos a cada momento por elbuen servicio que realizábamos.

Durante el tiempo que presté mi servicio en esta unidad tomé parteactiva con mi compañía de intendencia en el abastecimiento de lafuerza, en las operaciones que se llevaron a efecto en el mes deagosto de 1937 sobre la estación de Pina de Ebro, ermita Bonastre,Quinto de Ebro, Rodén, Mediana y Fuentes de Ebro, porque conescasos medios de preparación para pasar el río Ebro desde el pueblo

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de Pina, no le faltó a ningún soldado en pleno combate sualimentación, aguas, fruta, coñac, tabaco, etc. Tuve alguna baja en elpersonal de la compañía de intendencia, pero no se podía evitar,fueron luchas fuertes de artillería, aviación, de caballería e infantería,los puntos peligrosos que existían y había que estar allí con alimentos

y granadas, los llevaba yo personalmente con el coche que tenía a midisposición, manejando el vehículo Manuel Lerín, que había sido en suépoca el portero suplente del gran Zamora del fútbol español, quetenía a mi servicio; a los soldados de la compañía les daba ejemplo deentereza y arrojo en las primeras líneas de combate. En ese cometidosufrí una herida en el brazo derecho, no queriendo ser baja cuandoera necesaria mi presencia en esos momentos.

En las operaciones realizadas y de los pueblos que se conquistaron,recuperé la cantidad de 425 sacos de trigo, 33 de cebada, que habíandejado abandonados los franco-falangistas en su retirada, quealmacené en el pueblo de Pina de Ebro, guardándolo por personal demi compañía de intendencia mientras entregaba esta recuperación,primero al jefe de Brigada, en mi compañía fuimos a ponerlo adisposición del Gobernador General de Aragón, el abogado JoséIgnacio Mantecón, no llegando a recoger la mercancía señalada porno disponer de medios para transportarla y después esto fueentregado al jefe administrativo comarcal de Lérida, teniente coronelNeira, al cual le entregué las llaves del almacén donde se encontrabadepositado, acompañándome en esta entrega el teniente auxiliarManuel Celdán, de la compañía de intendencia de la 1102 Brigada.

 Trasladados de estos frentes de lucha contra el imperialismofascista en el mes de octubre de 1937 al frente del Alto Aragónporque esta Brigada 102 ya pertenecía a la 43 División, establecí según orden que recibí y por espacio de poco tiempo, las oficinas ydepósitos en el pueblo de Ainsa, cerca de Boltaña, cuartel general dela 43 División, siendo trasladados después con carácter definitivo alpueblecillo de Fiscal (Huesca).

El abastecimiento se hacía en ese frente bastante irregular debidoa la situación topográfica del terreno y los constantes temporales de

nieve y hielo; esta irregularidad duró poco tiempo porque establecí varios depósitos con existencias permanentes para diez días en lasproximidades de la línea de fuego, quedando de esta forma resueltoel abastecimiento normal de la fuerza que tenía que ser suministradapor el personal de mi compañía de intendencia.

Como caso curioso voy a hacer notar que, con mucha frecuencia,estando en Aínsa me enviaban vales de Eduardo Castillo con unamigo de apodo “Chaquetón”, pidiéndome siempre lo mejor quehabía en intendencia para, en compañía de otros amigos, disfrutar delo bueno y abundante que yo recogía en los depósitos comarcalespara el personal de la 102 Brigada Mixta; claro que yo les negaba lapetición que me hacían con los vales, les pedía que esos vales

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estuvieran autorizados por el jefe del estado Mayor de la 43 División;si tenían de comandante de intendencia de la 43 División al granamigo de ellos Lázaro Beltrán, ¿por qué venían con vales a esta 102Brigada Mixta, compañía de intendencia? No les aceptaba en la formaque lo hacían con los vales porque sólo trataban de perjudicarme, ya

que venía observando la forma de proceder que tenían mis amigos ycompañeros socialistas, como más adelante se verá; lo que había enintendencia se necesitaba para los soldados, clases, oficiales y jefesque se encontraban sufriendo las inclemencias del tiempo como lasnaturales de una guerra contra el fascismo internacional; así queestos amigos no querían presentar vales autorizados por el EstadoMayor de la División porque tenían que pagarlos y de la otra forma,no. No les entregué nada para banquetes y sobremesas que hacíanaquellos, que vivían muy bien de la guerra; al mismo tiempo, por laconfianza que tenían en mi persona, durante el tiempo que tuve losdepósitos de intendencia en Ainsa, el jefe de la 43 División, coronelAscasi, me designó comandante militar de dicha plaza, disponiendoque una compañía de Carabineros que actuaba en los Pirineosaragoneses, que vigilaban los contrabandos de España a Francia,quedase a mis órdenes, era esa zona lugar estratégico para loscontrabandos; en el tiempo que estuvo a mi cargo la mencionadaplaza se hicieron por los Carabineros algunas aprehensiones decontrabando que fueron entregadas unas al hospital militar deBoltaña y otras al Estado Mayor de la 43 División.

 También estando de comandante militar de Aínsa me tocó la suerte

de recibir en calidad de detenidos a más de 80 compañeros y amigosde la UGT, PSOE, republicanos y alguno de la CNT porque se habíannegado a cumplir consignas comunistas que un comandantecomunista de apellido Castillo les quería imponer; es inexplicable quesucediera esto en un Batallón de la 130 Brigada Mixta, pero allí estaba “El Esquinazado” de jefe de Brigada (comunista rabioso), decomisario de la División de la 43 estaba el socialista Máximo Gracia,en el Ejército del Este se hallaba de comisario Eduardo Castillo Blasco,en fin, ninguno pudo evitar antes que fueran fusilados 17 socialistas,algún republicano como también alguno de la CNT, siendo ahora quepara formarlos juicio sumarísimo me los mandaban, como digo, en

calidad de detenidos, con una compañía de Carabineros, muertos dehambre, de frío, y todos empapados de agua por la lluvia; al ponerlosa la orden del jefe de la comandancia de la plaza de Aínsa, AntonioGarulo Sancho, le comuniqué al jefe de la compañía de Carabinerosque se podían retirar a sus puestos de vigilancia y quedaban todos losdetenidos bajo mi responsabilidad, porque yo solo me bastaba paraatenderlos y cuidar de los detenidos. Al verme, todos me abrazaron,teniendo la confianza que yo les habría de solucionar este problemagrave que habían creado en el frente los comunistas y socialistascomunistoides.

Inmediatamente les proporcioné elementos para comer, dormir yquitarse el frío, teniéndolos en mi compañía hasta que por gestiones

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mías y de Jacinto Longás se fueron acoplando todos estos amigos,unos en otras unidades, otros se fueron a trabajar a la retaguardia,quedando desvanecida esa corriente de opinión contra estos amigosdetenidos, llegando a tener por los pueblos de esta regiónmontañosa, afecto y trato personal para ellos en cambio se sentía el

odio y el rencor contra esos ciudadanos que echaron fuera del ejércitoa quien no se quería doblegar a las consignas comunistas, llegandoestas gentes irresponsables en sus ideas políticas sovietizantes a laexterminación física de las personas que no aceptaban sus consignaspolíticas bajo la dirección de Rusia.

En mi permanencia en la compañía de intendencia no tuve queimponer sanciones a ningún soldado, clase y oficial a todos traté converdadero afecto y todos me apreciaban como jefe de ellos; sinembargo tuve un ligero incidente motivado por querer cumplir unDecreto del 22 de octubre de 1937, publicado por el Ministerio de laDefensa Nacional de la República española, del cual era ministro elciudadano Indalecio Prieto.

Dicha incidente fue presentado por el jefe del estado mayor de laBrigada, José Otto, de nacionalidad checoslovaca, y fue el siguiente:“El Jefe de Estado Mayor me envía un oficio en el que me ordena lainmediata incorporación de 20 soldados y clases de la compañía deintendencia para cubrir bajas en los batallones de infantería de laBrigada, con los nombres y apellidos de los 20 que pedía suincorporación”. Entonces, como jefe de la compañía de intendencia le

comuniqué: “Así como anteriormente le había mandado los sobrantesde plantilla, con arreglo a la nueva estructuración que se había dadoa las compañías administrativas, no podía acceder a su petición ymenos al personal elegido, es el único que trabaja, además deconfianza, porque el restante todo es inútil por ser de serviciosauxiliares de reciente incorporación; que estando todo el personalconfirmado y ateniéndome a uno de los apartados del mencionadoDecreto, cumplía la orden del Ministerio de la Defensa y por tanto meveía imposibilitado de hacerlo si no recibía orden del jefeadministrativo de la comarcal de Lérida”. A esta contestación que leenvié me mandó otro oficio el jefe del estado mayor en el que me

exigía que, en el plazo de 20 horas, tenían que estar los mencionadossoldados y cabos de intendencia incorporados en los batallones quese les indicaría.

Ante esta orden me trasladé al cuartel general de la 43 División porno estar el jefe de la Brigada en sus puesto de mando a consultareste caso, con el Decreto y oficios a la vista, al jefe de la División y alcompañero Eduardo Castillo, que se encontraban en esos momentosen Boltaña. Una vez conocido el caso me manifestó el delegadocomisario de guerra del Ejército del este, con su puesto de mando enla ciudad de Lérida (Cataluña) Eduardo Castillo Blasco que no mepreocupara, llamarían al jefe de la Brigada y jefe de E.M. de la misma

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para dar solución a la orden que había dado el José Otto, denacionalidad checoslovaca y comunista sovietizante.

No sé si llegarían a llamarlos a los dos jefes mencionados paraexponerles lo que se había planteado en el cuartel general de la 43

División porque perdía bastante tiempo en Boltaña al visitar al jefedel Parque de Intendencia de la División para exponerle una nuevaforma de suministrarnos, ya que teníamos infinidad de veces que ir aBarbastro, ocasionando retrasos en el suministro a mi depósito.Cuando dejé resueltos mis asuntos marché de Boltaña con direcciónal pueblo de Fiscal, llegando a la entrada del pueblo donde meesperaban al bajar del coche el comisario de la compañía deintendencia, Manuel Catalán, y el capitán habilitado, Benigno Alvar,los cuales me manifiestan: “Acabamos de estar con el jefe del EstadoMayor y nos ha dicho que si no cumples ahora mismo la orden que teha dado, ya que sabe has estado consultando este asunto en laDivisión, va a ordenar tu detención y entregarte a los consejerosrusos, al cuartel general del Ejército del Este en Lérida”. Vistas lasmanifestaciones de estos amigos, que en nada me defendieron anteel jefe de E.M., me sostenía en mi decisión, pero ellos mismos meobligaron a que desistiera de mi actitud, ya que nunca podía pensarque tal cosa se realizara, encontrándome en esos momentosabandonado a mi suerte, desde el jefe de la brigada y los socialistascon cargos superiores que el que tenía José Otto, jefe de E.M., porqueya habían planeado algo a favor de algún socialista comunistoide.

Pero, ¿qué suponía para mí detenerme y ser entregado a los rusos?El asesinato, y tuve que enviar esos soldados y cabos a losBatallones, no llegando a saber nunca por qué dieron esa orden. Enlas circunstancias que ya se vivía, fácil era comprende lo que sucedíaconmigo, no habían podido disponer de mis ideas para manejarlas asu capricho, solamente había sido elemento leal a mi PartidoSocialista Obrero Español, Unión General de Tabajadores de España ya la Constitución de la República Española.

Desde esos primeros días de diciembre de 1937, sólo encontré unahostilidad en forma indirecta, nacida del teniente auxiliar que a toda

costa querría ser capitán de intendencia, que además también erasocialista y ayudó a realizar los hechos que he venido mencionando.

En esa situación, procuraba ya buscar mi salida de la compañía deintendencia, a fin de dejar el campo libre a los ambiciosos presumidosy traidores a la amistad que se les habían dado por mi parte; ademáshabía otros que, tras la sombra de la hipocresía, ayudaban aproducirse esos hechos dentro del ejército, facilitando así la labor quevenían haciendo socialistas comunistoides a los comunistas, pero quecuando pasó la 43 División a Francia, de estos individuos se quedaronalgunos en ese país, no volviendo a España con la Brigada a quepertenecían.

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En estas circunstancias me encontraba cuando me llega el 27 dediciembre de 1937 un oficio del comisario de la 43 División, MáximoGracia, comunicándome que había sido nombrado comisario delegadode guerra de Brigada, teniendo que salir para Caspe a recoger eltelegrama de mi nombramiento, expedido con la misma fecha

mencionada anteriormente, por el Comisario General del Ejército deMar, Tierra y Aire, Crescencio Bilbao, diputado socialista por Huelva,hallándose dicho telegrama en la Federación Provincial Socialista deZaragoza en Caspe. Como es lógico, presenté dicho oficio delcomisariado de División al jefe de la Brigada Mixta 102 que,consultando su veracidad, se me autorizó la salida de Fiscal paraCaspe, por el jefe de la Brigada, José Hernández, comisario de la 43división y del comisario delegado de guerra del 10. Cuerpo deEjército, Julián Borderas.

En este viaje estuve cinco días entretenido para recoger minombramiento de comisario y regresar luego a la 102 Brigada Mixta,para hacer entrega de todo lo relacionado con la compañía deintendencia; sorpresa fue para mí (aunque ya lo esperaba), sinesperar a mi regreso por si había renunciado al cargo de comisario,ya habían nombrado sustituto, ordenando al mismo tiempo se hicieseuna investigación minuciosa de mi actuación administrativa, desde eldía 6 de julio de 1937 hasta el 29 de diciembre del mismo año;habiendo sido infructuosa esa investigación o inspección realizadadebido a la organización administrativa que con tanta escrupulosidadhabía llevado a efecto en ese tiempo; todo esto me lo comunicaban

personas de mi confianza el día 5 de enero de 1938 cuando recogíami equipaje para trasladarme al Ejército del Centro en Madrid, comoel sargento de Subsistencias, Federico Vilaplana, el soldado JulioPerales, de las oficinas de la compañía de intendencia, que ya los hemencionado anteriormente, y otros más, quienes me aseguraron quemaldecían los que hacían la investigación de mi actuaciónadministrativa por no encontrar algún motivo justificadísimo con el finde iniciarme un expediente y poder ser señalado como elementoperjudicial a la administración de intendencia para hacerme lo que nome hicieron antes esos socialistas comunistoides, que sólo sededicaban (a) ayudar a los comunistas trostkistas y leninistas, en

perjuicio de la lucha contra el fascismo nacional e internacional, enperjuicio de las libertades españolas de la República.

Al marchar a mi viaje a Madrid pedí un certificado de mi actuaciónen la compañía de intendencia de la 102 Brigada Mixta, certificadoque me fue expedido haciendo constar mi buen comportamiento en launidad en todo momento.

Esta es mi actuación a grandes rasgos desde que ingresé en lasmilicias hasta que salí de la compañía de intendencia para perteneceral Comisariado de Guerra.

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CAPÍTULO IV. COMISARIO DE BRIGADA EN EL EJÉRCITO REPUBLICANO

Una vez que recogí el telegrama de mi nombramiento de comisario

delegado de guerra de Brigada en Caspe, me presenté seguidamenteal Comisario General del Ejército del Este con su cuartel general enLérida, compañero Eduardo Castillo Blasco, quien me extendió unpasaporte para trasladarme a Barcelona con el fin de que me hicieranentrega del oficio de nombramiento el Comisario del Ejército de Tierra, Crescencio Bilbao; al entrevistarme con el Comisario delEjército de Tierra este me dice personalmente: “Con el telegrama queobra en tu poder, compañero Garulo, al llegar a Madrid te presentasal Comisario Inspector del Ejército del Centro y te hará entrega de tuoficio de nombramiento”.

El día 9 de enero de 1938, a las 10 horas, llegaba al Comisariadodel Ejército del Centro en Madrid, siendo recibido por el secretario delmismo Comisariado, compañero Solá; le presento el mencionadotelegrama, donde decía lo siguiente: “Habiendo sido V. nombradoComisario Delegado de Guerra de Brigada, se servirá presentarse alComisario Inspector del Ejército del Centro, de quien recibiráinstrucciones. Fecha 27 de diciembre 1937, expedido a las 12 horas”.

Con el telegrama a la vista, el secretario del Comisariado,compañero Solá, en la Sección de Personal examina todas las

relaciones de destinos de Comisarios de Brigada remitidos por elComisario General del Ejército de Tierra, lo mismo hace con los oficiosremitidos al Comisariado del Centro, no apareciendo el oficio de minombramiento por ninguna parte. Yo le indiqué al secretario delComisariado del Centro, amigo Solá, que según las palabras delComisario General del Ejército de Tierra y por haberme demostradolos destinos que tenía de Comisarios, estaba destinado a la 105Brigada Mixta, contestándome rápidamente que no podía ser porquehabía Comisario de Brigada ya, no habiendo recibido en elComisariado ni su baja ni su traslado; por si es error, me dice, ahoramismo me dirijo por teletipo al Ministerio de la Defensa para que me

aclaren con la mayor rapidez la situación.

En este viaje me acompañó mi buen amigo y compañero EnriqueRigabert, que había sido destinado a la 112 Brigada Mixta.

Pasados dos días regreso a ver al Secretario del Comisariado por sihabían contestado al teletipo del Comisariado General del Ejército de Tierra, manifestándome el compañero Solá que todavía no habíanrecibido contestación., no obstante voy a repetir con otro teletipopara que lo contesten urgentemente.

Pasa tres días más, vuelvo de nuevo a ver si había ya contestado elComisario general de Guerra del Ejército de Tierra, comunicándome

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otra vez el secretario Solá que estaba igual que antes, sin tenercontestación ni noticia alguna sobre la situación que yo tenía.

Ante esta anómala situación que tenía, me comuniquépersonalmente con el compañero Piñuela, Comisario Inspector del

Ejército del Centro quien me manifestó que no tuviera impaciencia, yacontestarán; si se prolongaba demasiado el resolver tu caso, yomismo te hago el pasaporte para volver a Barcelona y solucionarlopersonalmente ante el Comisario General del Ejército de Tierra.

En este tiempo que llevaba en Madrid traté varias veces delocalizar en casa como en la redacción de El Socialista al amigo ycompañero Manuel Albar sin conseguirlo, a sabiendas de que seencontraba en Madrid, en su casa o en la redacción, siéndome detodo punto imposible saludarlo. Pero por lo que iré exponiendo, severá que todo es una maniobra política que hacían contra mi personacon el fin de ver si de una vez me quitaban de en medio porque nohabían podido conseguir nadie que traicionara mis ideales socialistasdemocráticos para ser un vividor más dentro del grupo de lossocialistas comunistoides, así tener armas para atentar contra midignidad política y sindical.

Efectivamente, el compañero Piñuela, ante la imposibilidad derecibir ninguna orden para resolver mi caso me extiende unpasaporte, siendo el día 9 de febrero de 1938 cuando salí de Madridpara Barcelona, presentándome a mi llegada al Comisariado General

del Ejército de Tierra, siendo recibido por el compañero Quirós quienme manifiesta no haber firmado mi nombramiento el Ministro de laDefensa para ser Comisario, tampoco habían contestado a losteletipos del Comisariado Inspector del Ejército del Centro, que todohabía sido un error pero que, dentro de ese error, habían estadoesperando la ocasión de llevar a la firma del Ministro mi propuestapara Comisario Delegado de Guerra de Brigada, con la intención deque te quedaras en el Ejército del Centro, amigo Garulo, sin haberconseguido ese propósito. A continuación me dice el Quirós: “Ahora loconsultaré con el compañero Crescencio Bilbao, lo más práctico seráque te marches con Eduardo Castillo Blasco a Lérida, como en estos

días hay nuevas propuestas al Ministerio de la Defensa denombramientos de Comisarios de Brigada, te incluiremos de nuevoavisando a Castillo rápidamente en cuanto esté firmado tunombramiento para que te lo comunique”.

Cuando salí de esta entrevista, pensé inmediatamente que esto eraun juego político de amigos y compañeros de mi PSOE con elpropósito de eliminarme totalmente de toda actividad política ysindical porque así a los intereses sucios personales de esosmiembros de mi partido y de la UGT de España, ya que no solamentepasó a mí, también un poco distinto les pasó a mis amigos ycompañeros Jacinto Longás y Enrique Rigabert.

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Pero, y a pesar de ver cómo se desarrollaban los acontecimientospolíticos de España e internacionales por la guerra que estábamosdesarrollando, llena de ambiciones, egoísmos y traiciones políticas,por los bandos en lucha para la defensa de la República, juzgué seríanecesario seguir fiel a mis deberes dentro de la situación que tenía al

seguir otra vez por el camino de la esperanza en ser útil a la lucha porla independencia política de España, al PSOE y UGT de España,siempre les serví dentro de los medios que disponía, sin pedir nada niexigirles ninguna recompensa como otros hacían en aquellosmomentos.

Con la solución que me dio el amigo Quirós salí para Lérida y deaquí marché a Caspe donde estuve unos días hasta que recibí avisodel compañero Castillo para recoger el nuevo nombramiento deComisario Delegado de Guerra de Brigada; me causó gran extrañezaque el nombramiento estaba extendido a nombre de Pedro GaruloSancho (este nombre de Pedro Garulo me recuerda a uno de misantepasados del siglo XV que fue caballero hidalgo, que luchó dentrode las cruzadas católicas de aquel entonces) porque no se atrevierona poner mi auténtico nombre no fuese a ser rechazada mi propuestapor quien había de firmarla, que era el Ministro de la DefensaNacional Indalecio Prieto. Este señor nunca aceptó lo que me hicieronen la compañía de Intendencia de la 102 Brigada Mixta de la 43División, a los marrulleros del PSOE que a toda costa querían fuesedesignado Comisario Delegado de Guerra, a estos siempre, elministro de la Defensa, siempre les contestó: “Hacerme la propuesta

de Antonio Garulo Sancho para comandante de Intendencia y lofirmaré inmediatamente su nombramiento, no lo firmaré paraComisario”. Pero supieron hacer el chantaje político-militar bien paraque firmara en la forma expuesta mi nombramiento de Comisario ycon fecha 4 de marzo de 1938 salí destinado a la 52 Brigada Mixta delEjército de Extremadura. Desde Lérida salí con dirección a Castuera,provincia de Badajoz, para donde llevaba el pasaporte militar porquecreían que se encontraba en ese lugar el Comisario del Ejército deExtremadura.

Llegué a Castuera, no existía dicho Comisariado pero sí había un

Comisario de División en el que actuaba el compañero BenignoCardeñoso, quién notificó mi llegada al Comisario General delmencionado Ejército de Extremadura.

Me hizo estar dos días en Castuera el compañero Cardeñoso (queya conocía); allí conocí al diputado socialista José Sosa como a varioscompañeros del Comité Provincial Socialista de Badajoz, teniendotodos conmigo las máximas atenciones en las horas que pasé enCastuera.

Mediante pasaporte expedido por el Comisario de División BenignoCardeñoso salí de Castuera con dirección a la ciudad de Almadén,población donde tenía el puesto de comando el Comisario General del

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Ejército de Extremadura, compañero Nicolás García. Presentándomeante el Comisario mencionado le demuestro mi documentación queconfrontaba con la que ya había recibido, manifestándome que no seencontraba allí la Brigada, la trasladaron al frente de Levante y nadasabía de su paradero, que me facilitaría un pasaporte para Valencia

donde podía preguntar y podían decirme el lugar del puesto decomando del Comisariado General del Ejército de Levante; éste, a suvez, me indicaría dónde se podía encontrar la 52 Brigada Mixta.

Al salir en viaje de Almadén para Valencia me hacía estaspreguntas: ¿Será verdad que no sabe dónde se halla esta unidad elComisario general del Ejército de Extremadura?¿Había sido aniquiladay hecha prisionera por el enemigo, no habiéndose todavía enterado?En fin, seguí mi camino errante en busca de la unidad a que habíasido destinado. Llegué a Valencia y en la Comandancia Militar meinformaron que el Comisariado General del Ejército de Levante seencontraba en Sarrión, provincia de Teruel.

Salí de Valencia (en esta odisea siempre realicé los viajes comopodía hacerlos), llegando al Comisariado antes citado, presentando midocumentación al Comisario General del Ejército de Levante,compañero Mora; comprobada mi documentación me manifiestatambién que no sabe de fijo dónde se encuentra la Brigada Mixtaexpedicionaria del Ejército de Extremadura ¿Será también posible queno sepa su paradero?, me hacía yo esta pregunta. Solamente mehace la indicación de que debe encontrarse por la parte de Morella,

provincia de Castellón de la Plana, siendo en esa poblaciónúnicamente donde podrán informarme en qué lugar de(be)encontrarse.

Desde Sarrión vuelvo otra para Valencia ya que desde esta capitalme era más fácil tener combinación de vehículos que me trasladarana Morella.

Unas veces en tren, otras en camiones de carga y a pie porcarreteras y caminos me fue posible llegar a Morella, ya que nodisponía, ni se me facilitaba por nadie (a pesar de solicitarlos),

vehículos con el cual pudiera realizar mi pronta incorporación a la 52Brigada Mixta.

Una vez en esta pintoresca población, en la comandancia delBatallón de Etapas pregunté por dicha unidad, manifestándome quese encontraba en Camarillas, Teruel; encaminando mis pasos por elprocedimiento anterior, llegando a dicho pueblo donde se encontrabael depósito de intendencia de esta Brigada Mixta.

Como era ya anochecido y no había entonces medios paratrasladarme al puesto de comando de la Brigada, pernocté en estepueblecillo esa noche y al siguiente día, en un camión de intendenciade la Brigada, acompañado de dos soldados, salí con dirección al

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lugar donde se encontraba la 52 Brigada Mixta, pasando por lapoblación de Aliaga (Teruel) para llegar al pueblo de Cirujeda dondese encontraba la jefatura de esta unidad, encontrándose estepueblecillo entre las faldas de la montaña de Sierra Palomera. Millegada se efectuaba el día primero de abril de 1938 al lugar de mi

incorporación; a la entrada de este pequeño pueblecito me encontrécon la casa donde tenía el puesto de comando la Brigada, preguntopor el jefe de la unidad y una vez habernos saludado, le entrego parasu conocimiento y lectura el oficio de mi nombramiento de ComisarioDelegado de Guerra de la 52 Brigada Mixta.

Después de haber leído el oficio me lo entrega y dice: “Yo noreconozco a V. como Comisario de esta Brigada porque tengo aquí alverdadero Comisario de esta unidad, José Gallardo Moreno, que es elorganizador de la misma con el jefe de la 19 División, comandanteRecalde, y, por consiguiente, si él está conforme, bien, pero yo noacepto de ninguna forma a Vd. de Comisario para esta unidad”.

Conforme este jefe militar de la 52 Brigada Mixta me dirigía laspalabras antes mencionadas trataba de reconocerlo que, aunquehabían pasado unos años sin verlo, en el pueblo donde yo nací teníafamiliares, en él había vivido cuando estaba estudiando paraingeniero, pero, en fin, no le quise recordar nuestras andanzas de juventud por nuestra querida villa de Zuera (Zaaragoza), porquecomprendí que de republicano, ni de hombre intelectual tenía nada;se había hecho figura dentro del Partido Comunista Español, como

también me encontré con otro joven socialista de Jaca que meconocía y me saludó afectuosamente; era teniente ayudante del jefede la Brigada, pero por las circunstancias que se vivía en muchasunidades militares, se había hecho de las Juventudes SocialistasUnificadas y, por tanto, comunista. A este joven lo conocí encompañía de Julián Borderas cuando subí al frente del Alto Aragón conlos Batallones “Cinco Villas”.

Antes de llegar a la unidad y en mi viaje procuré averiguar cómo yde qué forma estaba organizada esta Brigada 52, comprobando queel personal de jefes, oficiales y comisarios en un 900 % eran

comunistas; en la totalidad de las fuerzas, el 70 % eran socialistaspero que, dominados por esa oficialidad, tenían que ser comunistas ala fuerza. Si no aceptaban esa situación lo asesinaban y decían en suspartes de guerra que por haber intentado pasarse al enemigo, en latierra de nadie habían sido muertos al escapar. El José GallardoMoreno figuraba concejal del ayuntamiento de Málaga (Andalucía), defiliación comunista.

Volviendo a mi presentación al jefe de la Brigada, le contesté entreotras cosas lo siguiente: “Vengo con una orden a cumplir, Vd. nopuede manifestarse en contra del Gobierno de la República que dictaun nombramiento; Vd. es militar, está sirviendo a la República y nopuede hacer otra cosa que cumplir obedeciendo las órdenes que

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reciba. He sido nombrado Comisario de Brigada para esta unidad porel Ministerio de la Defensa, solamente vengo a cumplir con un deber;al Comisario de Brigada que vengo a relevar no lo echa nadie, hesido ascendido a Comisario de División y destinado a la 30 División,del 11 Cuerpo de Ejército; por tanto, el Comisario de Brigada José

Gallardo Moreno, al venir a cumplir yo una orden, él debe salirtambién a cumplir con la suya. Desde estos momentos, con arreglo ala orden, soy el Comisario de la 52 Brigada Mixta”. Oyendo estaspalabras y con sonrisa de desprecio, apoyados por su cuadrilla depistoleros asesinos que le rodeaban, el José Gallardo Moreno me dice:“Que ni va a tomar posesión de su nuevo destino, ni abandona el quetiene; seguiré siendo el Comisario de la 52 Brigada Mixta, ya que hesido el organizador de la misma con Recalde”. Después de estaspalabras hubo un ligero altercado, por lo que le contesté: “Que noconsentía amenazas de ninguna clase, que mi dignidad de hombretanto en el orden personal como en el político y militar, no serápisoteado por nadie que, apoyándose en sus pistoleros-asesinos deprotección quería hacerlo”. Hasta aquí se verá fácilmente cómo lamaniobra de eliminarme de la 102 Brigada Mixta como capitán deintendencia empezaba a tener sus efectos, los cuales eran que deuna forma o de otra acabarán algunos pistoleros del comunismoespañol conmigo pero la suerte, a pesar de todas las situaciones queatravesé, me fueron abriendo el camino para seguir el calvario queme habían trazado los amigos y compañeros socialistas de Aragón;unos cuantos de ellos querían mi eliminación teniendo que seguir porotras regiones de la España republicana.

Con las palabras cruzadas con el José Gallardo Moreno, solo mequedó el recurso de exponer lo sucedido personalmente al Comisariode la 19 División, a la cual pertenecía la 52 Brigada Mixta, el cual medice los siguiente: “Esté Vd. tranquilo, yo procuraré arreglarlo todopara Gallardo Moreno marche a su nuevo destino y Vd. se incorpore alsuyo”. Esto sucedía el día 2, 3, 4 y 5 del mes de abril de 1938, noresuelve nada en estos días; el día 5, por órdenes superiores estrasladada la Brigada a Morella porque el enemigo fascista estabaapoderándose de esta pintoresca y estratégica población, marchandotambién otra unidad con todo el mando de la 19 División.

En esta situación sin haber resuelto nada el Comisario de la 19División, perteneciente al Partido Comunista, aprovechó el traslado dela fuerza para ir hasta dos kilómetros antes de llegar a Morella, dondese estableció provisionalmente el Comisario de la 19 División, en estaocasión volviendo a insistir de nuevo sobre la situación creada porComisario José Gallardo Moreno y en las circunstancias que se vivíaen la guerra, no quería ninguna clase de responsabilidades. Sucontestación fue otro compás de espera porque ya no podía atendermis indicaciones por la situación creada en aquel sector. Sin pérdidade tiempo voy a Vallibona donde se encontraba el comisario del 22Cuerpo de Ejército, del cual era comisario un catalán de apellidoFarré, del Partido Socialista Unificado de Cataluña, amigo íntimo de

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Eduardo Castillo Blasco, según me dice. Le expongo el objeto de mivisita y me manifiesta lo siguiente: “No tiene Vd. que volver a esaunidad, tengo en el Cuerpo de Ejército alguna unidad sin Comisario deBrigada; ahora lo voy a mandar a la 77 Brigada Mixta creo le parecerábien, y yo daré cuenta de su incorporación al Comisario General del

Ejército de Tierra”. Yo, deseoso de terminar mi calvario y que nosabía cuando podía ser sacrificado por los socialistas-comunistas y deotros partidos le contesté aceptando la propuesta. Me extiende eloficio de presentación para el jefe de la mencionada Brigada que seencontraba en descanso en las cercanías de San Mateo de lasFuentes (Castellón de la Plana).

Salí del 22 Cuerpo de Ejército en un coche que me facilitó elcomisario Farré (única vez en toda mi odisea que me facilitaronvehículo en mi largo caminar), llego a la 77 Brigada Mixtapresentando el oficio que me entregó el comisario del mencionadoCuerpo de Ejército, contestándome el jefe de esa unidad lo siguiente:“Que tenía comisario y no admitía a ninguno más”. El comisario quehabía era de Batallón que, provisionalmente, hacía de comisario deBrigada.

Me enfrento de nuevo en forma violenta ante la actitud del jefe dela Brigada; harto de sufrir vejaciones estaba dispuesto a todo. Elpersonal que componía esta Brigada era el 40 % de comunistas y dela Juventud Socialista Unificada, hechos desde luego a la fuerza; elrestante personal, aunque no eran comunistas, tenían que serlo para

no ser asesinados uno a uno en cualquier momento como tenían porcostumbre a todo ciudadano que no aceptaba el carnet comunista.

Como decía, después de nuestra discusión violenta, el comisario deBatallón que actuaba provisionalmente de Brigada se marchó aconsultar el caso al Comisario General de Ejército de Maniobras deLevante, Salvador Novo; el resultado de esa consulta fue que ordenóque me presentara a dicho Comisario, la 52 Brigada, la 77 y el 22Cuerpo de Ejército pertenecían al Ejército de maniobras de Levante.No pude de momento presentarme y lo hice el día 9 de abril de 1938que me presenté en el Comisariado General del Ejército de Maniobras

de Levante que se encontraba en Cuevas de Vinromá (Castellón de laPlana), siendo recibido por el secretario del Comisario, un tal PedroGarcía, quien, inmediatamente me pregunta: “¿Quién le ha mandadoa Vd. a esa 77 Brigada?”. Le contesté: “El Comisario del 22 Cuerpo deEjército, vea el oficio”. Lo agarra y lo rasga, diciendo a continuación;“Vd. irá donde yo le mande, donde Vd. menos piensa en ir”. Sinterminar el diálogo, le contesté: “Iré donde me de la gana. Me voy apresentar al Comisario general del Ejército de Tierra, a quien darécuenta de lo ocurrido y será él el único que me destinará a donde sea,no estoy dispuesto a sufrir más atropellos; además, me extienda unaautorización para mandarme a Barcelona, no quiero me de Vd. másexplicaciones ni me haga más preguntas”. Me repite: “A Vd. lo voy amandar a donde me de la puñetera gana; a ver, su nombre y demás

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filiación”. Acabando de decir estas palabras, me dice: “Le voy a hacerla autorización, marchándose de aquí inmediatamente donde no lovuelva a ver más”. Recogí la autorización que me entregaba y,haciendo el viaje como pude, llegué a Castellón de la Plana y allí,después de varias horas, salí en el camión militar que transportaba

oficiales recién salidos de la Academia e iban destinados al frente deCataluña; en ese viaje, al pasar por Tortosa, ya las fuerzas de Levantese replegaban, estaba esta ciudad solitaria, a punto de caer en manosde las fuerzas fascistas. Así fue, al amanecer de este día, 12 de abril,en la ciudad de Barcelona nos informan, al llegar de nuestro viaje,que había sido ya tomada la ciudad de Tortosa, quedando cortado elfrente de Levante y Cataluña en dos.

Así que ese día 12 de abril me presenté con mi autorización en elComisariado General del Ejército de Tierra ante el compañero Quirós,quien me dijo al exponerle mi odisea: “Que no solamente creía losucedido, sino el haber salido de allí sin contratiempo en mi persona,tengo conocimiento de todo”.

Una vez en Barcelona tenía que empezar de nuevo mi calvario; así fue. No podía de ninguna forma por gestiones realizadas que de unavez para siempre acabara la situación que me habían creado, quizásinvoluntariamente, compañeros y amigos socialistas, con intencionespeores que los fascistas, porque lo que me estaba sucediendo no sele hace a ninguna persona que se le tenga cierta estimación; pero, enfin, como yo podía ser un elemento que podía poner al descubierto

ciertas cosas que podían perjudicar a socialistas influyentes en laregión aragonesa si se llegaba a restablecer después de la guerra laslibertades políticas, económicas y de independencia de la RepúblicaEspañola. Tenían que, forzosamente e indirectamente, buscar laforma que me creara yo mismo el odio al Partido Socialista ObreroEspañol y a la Unión General de Trabajadores de España, a los finesde separarme del mismo y quedar todos estos buenos compañeroslibres de la actuación que habían tenido y que yo solamente teníadocumentos en mi poder. Pero sin pensar en nada más que seguir losdictados de mi conciencia y, como siempre, la fe en mis idealessocialistas, defensores de la clase que trabaja y produce, como en lo

cultural, en especialidades intelectuales.

 Ya en Barcelona y con fecha 13 de abril de 1938, mediante delComisario General de Guerra, se me ordenaba la presentación alComisario General del Ejército del Este, José Ignacio Mantecón, en supuesto de comando en Sanguin para que fuese destinado a una de lasBrigadas del mencionado Ejército.

Estoy dos días en Sanguin (Lérida) en espera que el Comisario delEjército del Este me destine; al fin me hace entrega de un oficio paraque me presente al Comisario de la Agrupación Norte, Antonio Barea,y me destine a una de las Brigadas de la mencionadas AgrupaciónNorte.

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Desde Sanguin hasta Artesa de Segre, más de (dos) kilómetrospara llegar al puesto de comando de esta Agrupación Norte tambiénlo realicé como pude, no se me facilitaron ninguna clase de mediospara poder hacer mi pronta incorporación (ya que, durante la guerra

civil española, los comunistas y comunistoides tenían cuanto querían:vehículos, descanso, mujeres, etc.).

Llegué a la presencia del comisario Antonio Barea, entregué eloficio del Comisario General del Ejército del Este que, una vezcomprobado mi nombramiento, me destina a la 153 Brigada Mixta dela 30 División, 11 Cuerpo de Ejército.

Este día era el 15 de abril de 1938; al anochecer, cuando fueroncumplidos los requisitos en la Agrupación Norte, en un coche delComisariado, me trasladaron al puesto de comando de la 30 División,en el pueblo de Baldoma (Lérida), presentándome al comisario de lamencionada División, Jaime Jirabau, quine ordenó pernoctara allí esanoche para, por la mañana del día 16 de abril, en un coche de lapropia División, ser trasladado al puesto de comando de la 153Brigada Mixta, que se encontraba en un santuario junto al pueblecillode Santa María de Meya, situado cerca de las primeras líneas y faldasde la montaña del Montsec; entregué el oficio de presentación al jefede la 153 Brigada Mixta (entonces era provisional) quien, una vezreconocida mi designación, con muy gratas atenciones del jefe ydemás personal, llevé a efecto mi toma de posesión del comisariado

de la Brigada. Todos se me ofrecieron para una colaboración eficaz enmi trabajo de comisario; igualmente les ofrecí mi más entusiastacolaboración en todo lo necesario dentro del orden militar en laBrigada.

Esta 153 Brigada Mixta, su personal, procedía de la Columna“Tierra y Libertad”, que actuó por la parte de Toledo y Cuenca, delBatallón de la “Muerte”, organizado en Barcelona, del batallón de los“Ciervos”, que su actuación había sido por el Alto Aragón (Molino deVillobas, etc., Huesca), y parte de la Columna “Roja y Negra”, quetambién había intervenido en el frente de la ciudad de Huesca

(Aragón), y de Durruti en Bujaraloz (Zaragoza).

A los dos días de hacerme cargo del comisariado de la unidad llegóel verdadero jefe de la Brigada de su convalecencia por herido en elfrente, Antonio Teresa Miguel, quien estaba condecorado con laMedalla de la Libertad por su heroica actuación en la campaña delNorte (Bilbao), condecoración otorgada por el Ministerio de la DefensaNacional por su brillante comportamiento al frente del batallón “IsaacPuente” .

Hombre de una buena cultura este Teresa Miguel, con una rectitudadmirable en sus actos, conseguimos los dos, con un trabajoabrumador, transformar la unidad en muy pocos días ya que, a causa

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del repliegue del frente de Aragón, estaba la fuerza muy quebrantadasu moral, tanto en el orden de trabajo del comisariado como en lomilitar, llegando a ser en todos sus aspectos, la mejor Brigada de la30 División y del 11 Cuerpo de Ejército.

El trabajo militar realizado fue una cosa eficaz; el del comisariadoalgo que superó a todo lo previsto, recibiendo constantementepruebas de afecto por el personal de la Brigada y felicitaciones delcomisariado de la 30 División.

En esta 153 Brigada Mixta presté mi servicio como Comisariodelegado de Guerra de Brigada hasta el día 13 de mayo y hora de lasdiez de la noche, desde el 16 de abril de 1938, o sea, 27 días quehacía que había tomado posesión.

En este tiempo y en los primeros días de mii permanencia en laBrigada, celebraron una reunión con el jefe de la Brigada y jefes deBatallón (que eran todos anarquistas) el Comité Ibero-Anarquista. Endicha reunión, entre otras cosas, el Comité Internacional IbéricoAnarquista sugirió la idea de que si el nuevo comisario, siendosocialista, se portaba con los anarquistas y de la CNT regularmenteen sus acciones, que me quitaran de en medio, dejándome para carnede los buitres, porque, según esos mismos ciudadanos, yo no contabacon muy buenas relaciones entre esas organizaciones y muchomenos entre ciertos socialistas amigos de estos anarquistas que eranaragoneses; no me extrañó nada estas frases cuando me lo

comunicaban ya que esos socialistas aragoneses eran los que porenvidias, odios, hacia mi actitud siempre austera y honrada querían atoda costa mi desaparición, como ya he señalado anteriormente eneste capítulo.

 Todo esto me lo comunicaba a mi personalmente el jefe de laBrigada Antonio teresa Miguel, quien se opuso rotundamente a lasmanifestaciones que habían señalado el Comité Internacional IbéricoAnarquista.

 También durante este período de tiempo asistí a varias reuniones

que se celebraron el puesto de comando de la 30 División, asistiendoa las mismas el jefe del 11º Cuerpo de Ejército, teniente coronelGalán, y el Comisario del mismo Cuerpo de Ejército, Julián Lizcano.

La primera reunión que se celebró, asistieron todos los jefes deBrigada y Comisarios de Brigada de la 30 División. Esta reunión secelebraba el 22 de abril; una vez reunidos los ya citados, el jefe delonce Cuerpo de Ejército, Francisco Galán, se dirigió al jefe de laBrigada Mixta 153 y le dice: “Hola, Teresa, en el norte no te pudefusilar, pero aquí si te fusilo”. Yo, que acababa de oir esas palabras,no pude contenerme y le contesté al teniente coronel Galán con laspalabras siguientes: “Eso pensaría hacer Vd. en el norte de España,pero aquí no puede suceder, ni sucederá”, contestándome Galán

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rápidamente: “Lo mismo fusilo a jefes que a Comisarios de Brigada”,contestándole yo también, entre otras cosas le decía: “Quizás fueraVd. a por lana y saliera trasquilado”, terminando con esto estediálogo incidental.

En otra de las reuniones que se nos citaba, y recuerdo que fue eldía 30 de abril de 1938, en la 30 División y a presencia de todos los jefes y Comisarios de esta División, Francisco Galán, jefe del Cuerpode Ejército mencionado, se dirige al jefe de la División que se hamencionado, capitán Nicanor Felipe, miembros los dos del PartidoComunista, y le dice: “Mañana, día primero de mayo, en la orden delonce Cuerpo de Ejército publicaré tu ascenso a comandante y teconfirmaré en el cargo de jefe de la 30 División; lo mismo haré con elteniente-ayudante, ascendiéndolo a capitán”. Este tenientepertenecía a la Juventud Socialista Unificada de Cataluña; el capitánNicanor Felipe le hace alguna objeción en forma jesuítica, diciéndoleGalán: “Lo mando yo y basta de palabras, mañana las insigniasnuevas, que os las vea puestas a los dos; os asciendo porque no mehan de rechazar vuestros nombramientos, además serán por méritosde guerra”. Efectivamente, en la orden del día primero de mayofiguraban los dos ascensos por méritos de guerra.

Por los días 6 y 8 de mayo asistimos a otras reuniones,encontrándome en la División, al que hacía de Secretario Regional delPartido Comunista de Aragón, José Duque; a este lo salvaron deaplicarle la Ley de Vagos y Maleantes algún socialista de Zaragoza. Le

estaban entregando una gran cantidad de billetes del Banco deEspaña el Comisario de la División Jaime Jirabau, de la JSU deCataluña, al mismo tiempo que Francisco Galán le firmaba unaautorización para circular libremente por el once Cuerpo de Ejército,con un coche a sus disposición. Yo, al verlos, conociendo ademásquién era José Duque, le manifesté al jefe de mi Brigada, TeresaMiguel, en voz baja estas palabras: “Pocos días nos quedan de estar juntos en la unidad; fíjate bien en ese individuo, él influirá también alverme a mí para que nos echen de la Brigada”. Así como lo indiqué,sucedió.

Era el día 13 de mayo, a las diez de la noche, cuando se recibió untelefonema en el puesto de comando de la brigada, del jefe yComisario de la 30 División, que decía lo siguiente: “Tan pronto estéen su poder este telefonema, entregará el comisariado de la Brigadaal Comisario del tercer Batallón, Pedro Rey; Vd., a las seis horas deldía de mañana, se presentará en el puesto de comando de laDivisión. Firmado: Jaime Jirabau”. El del jefe de la Brigada eraidéntico, solamente la entrega del mando de la Brigada era en el jefemilitar del tercer Batallón. Tanto el jefe de la Brigada, Antonio TeresaMiguel, como yo, en aquel momento nos quedamos pensando a quépodía obedecer tal determinación; es muy sencillo de explicar: elgobierno de Negrín dio toda clase de facultades a los comunistasespañoles, asesorados estos por los consejeros rusos que había en el

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gobierno y en las unidades del Ejército Republicano, solamente setenía que obedecer las consignas comunistas para ir poco a pocoaniquilando las libertades republicanas a favor de las fuerzas militaresalemanas, italianas y marroquíes que, juntas con las fascistasespañolas, habían de ser los triunfadores de la lucha que se hacía en

la guerra española, ya que los comunistas solo deseaban en todaguerra contra el fascismo internacional acabar con republicanos,anarquistas, socialistas, Confederación nacional del Trabajo y UniónGeneral de Trabajadores de España, acabando de esta forma con laRepública Española, porque todos los trabajos comunistas eran paraprocurarse adictos y llegar a la terminación de la guerra española (sino se salía expulsados por el fascismo a Francia), a fin de realizar elasalto al poder, estableciendo, si lo podían conseguir, una Repúblicacomunista-soviética. Pero solo consiguieron una cosa, no llegar alpoder, pero sí antes habían asesinado por la espalda a miles deamigos y compañeros leales a la República Española.

 Yo empiezo a recoger y ordenar todo, comunico al mencionadoComisario Pedro Rey la orden para que se hiciese cargo delComisariado de la Brigada con arreglo al telefonema recibido; en estasituación preparé los trabajos que estaban por terminar en la unidad,que fueron terminados rápidamente y uno de ellos, varios díasdespués en un concurso cultural, político y militar, organizado por elComisario General del Ejército del Este y dentro del once Cuerpo deEjército, le adjudicaron a mi último trabajo realizado en la 153Brigada Mixta, el primer premio. Este premio se concedió a la

orientación cultural, política y militar que llevaba el periódico muralde esta Brigada.

Como decía la orden telefónica, al día siguiente, 14 de mayo, nostrasladamos al puesto de comando de la 30 División, no a la horaseñalada en el telefonema, pero sí dos horas más tarde, no fiándonosde cómo las gastaban los comunistas, teníamos todo previsto por sihabía alguna emboscada en nuestro camino; nada ocurrió, llegando ala División, presentándonos al oficial de guardia, quien comunicó al jefe y comisario de nuestra llegada.

Una vez enterados de que nos encontrábamos en las oficinas,sección de personal de la División, cuando les parece ordenan que senos traslade a casa del alcalde del ayuntamiento de Baldoma (Lérida),a una habitación para descansar en calidad de detenidos, a todo estosin saber las causas, que les habían obligado a tomar esadeterminación, no habiendo querido recibirnos ni el jefe, ni elComisario de la División, porque nosotros en lo personal habíamosprevisto cualquier contingencia que pudiéramos tener. Sin darsecuenta los jefes de la División, teníamos ocho amigos de la Brigadabien armados con naranjeros que bien colocados estratégicamentecuidaban de nosotros, vigilando los movimientos de estos comunistastraidores a la patria y a los trabajadores de España.

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La gente de la Brigada nos aprecia por nuestra labor en beneficiode ellos, llegando a pensar de cómo se enteraron y se decidieron adefender nuestras vidas, ya que el Primer Batallón de la Brigada quese encontraba de descanso, en pocas horas, sin que nadie se dieracuenta, estaba en este pueblo de Baldoma, tomado militarmente y

dispuestos a terminar con toda esta gente que se encontraba en laDivisión, algún soldado,, clase y oficiales, todos estos los pistoleroscomunistas del jefe y Comisario de la 30 División por si había elmenor movimiento de sacarnos a nosotros de la casa del señoralcalde con el fin de cometer, como venían haciendo los comunistas,el asesinato. En esta situación esperábamos ser llamados para que senos comunicara nuestra situación de detenidos, cuando ese día alanochecer viene a vernos el Comisario del once Cuerpo de Ejército, Julián Lizcano, acompañado de dos Comisarios de Batallón, en calidadde secretarios, para tomarnos declaración y querer interrogarnos.Antes de que pudieran hacer ninguna pregunta les manifestamosque, lo primero que debían hacer al interrogarnos, que noscomunicaran las causas de nuestra sustitución y situación queteníamos de detenidos porque habíamos cumplido con nuestro debery órdenes recibidas. Nos contesta el Comisario Lizcano que había unadenuncia contra nosotros, hecha por el jefe y Comisario de la 146Brigada Mixta de la 30 División, que ya lo llegaríamos a saber todo.Estas palabras fueron el miedo que tuvieron al ver que estaba tomadoel pueblo militarmente, como menciono, y no se atrevieron a hacernada; estos individuos, jefe y Comisario de la 146 Brigada Mixtapertenecían al Partido Comunista; los Comisarios se marcharon sin

más noticias ni antecedentes contra nosotros, cuando, pasadoscuatro días en esa tensión, nos llamó el jefe de la División, capitánNicanor Felipe, a su despacho, manifestándonos lo siguiente: “Teneisun coche que os espera para trasladaros al once Cuerpo de Ejército”.Esas fueron las únicas palabras que habíamos oído al jefe de laDivisión desde que llegamos al pueblo de Baldoma.

Nosotros, ante esa noticia, que llevábamos cuatro días detenidos eignorando las causas de esta arbitrariedad de carácter comunista, noshacíamos esta pregunta: ¿Acaso esta decisión del jefe de la División ydel Cuerpo de Ejército fue la causa de estar el pueblo tomado

militarmente por el Primer Batallón de la 153 Brigada Mixta, que seprestó voluntariamente a defendernos de este atropello incalificableque habían cometido? Claro que teníamos seguridad en nuestrospropósitos preparados de antemano y no temíamos a nada al salir dela División para el Cuerpo de Ejército.

Llegamos al once Cuerpo de Ejército y el jefe de la brigada pasa aldespacho del teniente coronel Francisco galán; yo pasé al delComisario del C. de E. Julián Lizcano; que a presencia ya delComisario le pregunté: “¿Qué es lo que sucede conmigo?¿A quévengo yo aquí?”. Me contestó: “Siento lo que ha pasado, ya no hayremedio, no podéis volver ninguno de los dos a la unidad, habéistrabajado mucho, estoy muy contento de vosotros, habéis hecho una

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Brigada la mejor del once Cuerpo de Ejército, pero son cosas quepasan. Ahora te marchas a presentarte al Comisario general delEjército del Este y él dispondrá”.

Dentro de la 153 Brigada, a pesar de los problemas ideológicos que

podían existir, jamás se suscitó ninguna situación en la que seexpusiera ningún problema de afecto al Partido Comunista porque lacasi totalidad de esta Brigada, el personal, eran anarquistas y de laCNT, hombres reconcentrados de diferentes provincias; habíabastantes de Aragón y que me conocían, siendo por estascircunstancias que gozaba de la amistad entre soldados, clases yoficiales de la brigada; evitando, como me habían profetizado, mieliminación, al empezar el calvario iniciado al salir de la 102 BrigadaMixta de la 43 División en Boltaña (Huesca), con el itinerario deMadrid, Extremadura, Almadén, Sarrión (Teruel), Morella, Valencia,Castellón de la Plana, etc., Ejército de maniobras de Levante, Ejércitode Extremadura, saliendo de todas estas aventuras o episodios de laguerra con mi espíritu socialista más fortalecido contra laspretensiones torpes y cínicas de los que, llamándose socialistas,deseaban mi desaparición.

Sin poder averiguar nada más, salgo del once Cuerpo de Ejército enun coche de la Brigada que tenía preparado por lo que pudiera haberocurrido, ya que allí se encontraba a las órdenes de Francisco galán elindividuo que anteriormente cito en páginas de este libro (si así puede llamarse), de nombre Francisco Sanz Casabona, que se

dedicaba a robar y asesinar a los que el Partido Comunista noconseguía llevar a las buenas a su lado. El procedimiento queutilizaba este Sanz Casabona por órdenes del Buró Comunista eraapostarse en la tierra de nadie para asesinar a los que se negaban acoger un carnet del partido Comunista, dando parte de esoscrímenes, por desertores, al campo fascista. Así se mataba y sehumillaba a los hombres que siempre habían luchado en las filas delPartido Socialista Obrero Español, de la UGT de España, de la CNT yde republicanos por la libertad y la independencia de España.

 Ya dentro del coche y con absoluta seguridad personal porque

hasta ese momento nos acompañó la fuerza del Primer Batallónmencionado con anterioridad, regresando después a sus puestos dedescanso, seguí el camino con dirección a Sanguin, lugar donde seencontraba el puesto de comando del Comisario general del Ejércitodel Esto, José Ignacio Mantecón; me presenté a él, le explico losucedido y me dice: “Que solo tenía noticia de que iba a presentarmepara ser destinado a otra unidad, ignorando las causas de mi llegaday de mi presentación”.

Comprendí que me hablaba con hipocresía por su postura deComisario General del Ejército del Este. Pero voy a hacer un poco dehistoria del Sr. abogado José Ignacio Mantecón; es un granhistoriador, además de ser un buen abogado para asuntos civiles y

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administrativos. Yo le conocí en su despacho de la capital, Zaragoza(Aragón), por circunstancias jurídico-administrativas del ayuntamientode la villa de Zuera de la cual era yo alcalde socialista, haciéndoloasesor del mismo ayuntamiento; por estas causas lo conocía, siendoatento en todo momento y de filiación republicano de izquierda,

teniendo que evadirse de Zaragoza por la sublevación fascista parallegar a formar parte, con Eduardo Castillo Blasco y otros, (de) lasMilicias Aragonesas al empezar la revolución o guerra el 19 de julio de1936 de carácter nacional fascista como internacional del fascismodirigido desde el exterior por Alemania e Italia, en convivencia con lasfuerzas reaccionarias y católicas del franco-falangismo español.

En una situación que se creó para Aragón, a pesar de su granlucidez intelectual, todos los que conocíamos al Sr. abogado José I.Mantecón aportamos nuestro granito de arena para que el Gobiernode la República Española lo nombrara Gobernador General de Aragón,con su sede como capital de Aragón (Caspe) al caer el Aragóntotalmente en poder de las fuerzas españolas y extranjeras fascistasdejó nuestro amigo de ser Gobernador General de Aragón. Creo tuvoun afortunado mandato en el tiempo que estuvo en ese cargo,replegándose hacia Lérida para emprender con las amistades quetenía, el servicio de la República Española, llegando a ser nombradoComisario General del Ejército del Este, con sede en el pueblo deSanguin (Lérida).

Cuando me encontré con él en el pueblo mencionado, donde

actuaba de Comisario General, no lo encontré con la afabilidad deantes. Desde luego hacía unos meses que no lo había visto, pero notéque su expresión no era sincera hacia mí por la hipocresía con queme hablaba, se le notaba cierta aversión hacia todo lo que no eracomunista como, según noticias que tenía, y que no quise averiguarpor saber la verdad, ya se había hecho de la célula comunista ycomunistoide que patrocinaba el presidente del Gobierno de laRepública Española, doctor Negrín. Como este caso no me interesabapara nada, en la plática que tuvimos en su puesto de comando delComisario General del Ejército del Este, José Ignacio Mantecón medice: “Vuelve a la Brigada con un nuevo oficio que voy a extender”.

Pero le manifesté lo siguiente: “Es necesario averiguar lo ocurridovolviendo el jefe de la Brigada destituido; yo también regreso.Examinando que si hemos cometido algún delito, que se noscastigue”. Pedimos una investigación para para averiguaciones, nadaconseguimos, definitivamente quedamos los dos destituidos de esa153 Brigada Mixta. me mandaron a otra unidad y de esa forma quedótodo resuelto y los comunistas se habían anotado otro triunfo másdentro del Ejército Republicano contra la República Española.

De todo lo que mes estuvo ocurriendo mandé informes alComisariado general del Ejército de Tierra, al PSOE y a la UG de T. deEspaña; en ninguno de los casos que había informado e informabatuve contestación, porque se dio el caso del maestro de la cultura que

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tenía en la Brigada que llevó informes personalmente en mano, nodándole siquiera recibo de haberlos recibido.

En esta situación que tenía, el Comisario general del este me dauna orden para que estuviera en la 153 Brigada Mixta en su puesto

de mando hasta que fuera nombrado para otra unidad. Desde luegono tuvo interés este comisario en que me quedara cerca de élesperando mi nuevo nombramiento; pasé unos días en la Brigada 153cuando recibí oficio del Comisario General del Ejército del este confecha primero de junio de 1938, destinándome a la 19 Brigada Mixta,de la 24 División, 10º Cuerpo de Ejército; esta unidad se encontrabaen el Pirineo catalán, línea avanzada de Piedras de Aolo.

El tiempo que permanecí en esta Brigada fue hasta el 15 de juniode 1938; al llegar al puesto de mando de la citada brigada para hacerentrega del oficio de presentación expedido por el Comisario de la 24División Francisco Suñer para el jefe de la 19 Brigada, comandanteCastro, éste me recibió de forma estúpida, que estuvimos expuestosa terminar el diálogo a tiros. No quiero recordar cuántas estupidecesdecía contra jefes y comisarios superiores a nosotros, manifestandocategóricamente que no aceptaba mi designación, ni las órdenessuperiores. En esta controversia y actitud de este sujeto, comandanteCastro, me obligó a que fuera a dar cuenta al Comisario y jefe del 10ºCuerpo de Ejército, Molina y teniente coronel Trigueros quienes, paraevitar actos desagradables, a los dos días de esta entrevistamandaron al comandante Castro, jefe de la 19 Brigada Mixta por

enfermo a Barcelona, tomando inmediatamente posesión delComisariado de Brigada en esta forma. Yo entonces estaba dispuestoa todo que hubiera sido preciso realizar; en esta forma esta gentecumplía las consignas comunistas; este comandante castropertenecía al Comité Nacional del Partido Comunista Español.

La fuerza de esta unidad, el 90 % eran comunistas a la fuerza;estaba informado de todo lo que sucedía en esta Brigada: el que noaceptaba un carnet comunista en ese momento ya tenía sentenciadasu muerte; al miliciano de la cultura que había nombrado RicardoMestres fue emprendido a tiros, teniendo que refugiarse para no ser

asesinado en el puesto de comando de la 24 División.

En los pocos días que estuve en la Brigada dejé el precedente dehaber cumplido con mi deber, con el constante peligro de mi vidaque, desde luego, era custodiada por Jesús Herrera, dibujante Gallo yGrau, que se habían venido conmigo de la 153 Brigada Mixta. En esta19 Brigada no había nada práctico, sólo organizaban célulascomunistas, cobrar cuotas, extender carnets del Partido Comunista ydel Socorro Rojo Internacional.

Cuando mi situación empezaba a consolidarse en esta unidad, porel cambio total realizado y la libertad que ya gozaban loscomponentes de la brigada, al ser destituidos todos los oficiales y

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comisarios que se dedicaban a las presiones políticas comunistas, quellegaron a hacer a los soldados y clases de las unidades comunistas ala fuerza, el que no aceptaba esta solución lo mataban en la tierra denadie, dando el parte de desertor a las filas fascistas.

Me encontraba en esta tarea de saneamiento cuando recibo unoficio del Comisario General del Ejército del Este para hacerme cargodel Comisariado de la 133 Brigada Mixta, de la 24 División, diezCuerpo de Ejército.

Esta Brigada Mixta 133 estaba ocupando la línea desde Tirvia,Montesclado, Llavorsi hasta la baja vertiente del río Romanius,enlazando con la 19 BM por la parte sur, Piedras de Aolo, y con la 143BM por la parte norte. El puesto de comando de la 133 Brigada Mixtase encontraba en las Bordas de Tresot que, desde el pueblo deLafarga, cercano a la República de Andorra; por unas veredas delPirineo catalán anduve ocho horas a pie para llegar a lasmencionadas Bordas de Tresot, en plenos Pirineos catalanes, pasandopor San Juan Fumat, Ahs, ermita de Santa Magdalena.

Una vez llegué al sitio indicado anteriormente, me presenté con unoficio del Comisariado de la 24 División para el jefe de la 133 BrigadaMixta, comandante Francisco Pardo; era perteneciente del Cuerpo deGuardias de Asalto de Madrid y de Alicante, había pertenecido alPSOE, en la Agrupación Socialista de Alinate (¿). Por ganar ascensosque le ofrecieron los comunistas, de sargento de Asalto que era al

empezar la tragedia española, llegó a comandante jefe de Brigadacuando la ofensiva de Aragón, por los ofrecimientos y ascensos quehabía recibido, definitivamente quedó afiliado al Partido Comunista,haciendo traición a su verdadera ideología (como este ciudadanohubo muchos en nuestra lucha contra el fascismo).

 También como el jefe de la 19 Brigada Mixta empezó a narrarmecuentos e historietas para no querer aceptar mi nombramiento deComisario de la brigada Mixta 133; a este fueron pocas las palabrasque le consentí hablar y pocas las que yo le dirigí; al verme dispuesto(a) hacerme cargo del Comisariado con todas las consecuencias, me

pidió que le dispensara su actitud, teniendo a mi disposición todo lode la Brigada, sabía lo ocurrido en la 19 Brigada Mixta y no queríallegar a ese extremo.

En esta brigada Mixta, el Comisariado estaba en manos de unsoldado y soldados eran los que hacían de Comisarios de Batallón yde Compañía, sin nombramiento de ninguna clase. Había un milicianode la cultura en la brigada que solo se había dedicado a lapropaganda del partido Comunista y a cobrar las cuotas del Partido alos soldados y del Socorro Rojo Internacional, el cual lo destituí inmediatamente; Comisarios de batallón fueron llegando efectivos apetición mía, de Compañía los fui nombrando, siendo personal elegidoy de mi confianza porque los había. Los soldados no comían lo

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suficiente porque la intendencia de la Brigada funcionabapésimamente, era un robo permanente; peor lo hacía el capitánhabilitado, que no pagó ni pagaba a nadie, solo recibían dinero losamigos del jefe de Brigada y comunistas; en fin, todo cuando lleguéera un verdadero desastre; soldados ante las amenazas de muerte si

no se hacían del Partido Comunista (siendo hombres íntegrosrepublicanos), se habían pasado al campo fascista por no sertraidores al ideal republicano que tenían. Todo eso me lo informaronsoldados y clases de la Brigada al segundo día de estar en esaunidad; todo tuve que enderezarlo de nuevo, lo conseguí trabajandomucho y en poco tiempo, ya estaba ayudado por muy buenoscolaboradores que encontré dentro del Comisariado y entre la fuerzamilitar que elegí; desde luego, de acuerdo con el jefe de la Brigada,porque no le quedó otro remedio que aceptar. Se destituyó al jefe deintendencia y al capitán habilitado, por ladrones; paradoja del PartidoComunista, que al capitán de intendencia, que pertenecía al PartidoSocialista Unificado de Cataluña, como recompensa por su actuación,el Gobierno, o, mejor dicho, los Comunistas, lo destinaron comoadministrador del Hospital Militar de Villanueva y Geltrú. Así es comose vivía y como se trataba a la gente que verdaderamente defendió ydefendía a la República Española, haciendo méritos en todos susactos los comunistas hacia sus colegas los fascistas españoles,porque no eran otra cosa que comunistas-fascistas ¿Podía existirconvivencia entre los partidos republicanos y socialistas, ugetistas ysindicalistas de la CNT?

Al mes que llevaba en la unidad quedó demostrado el trabajo quehabía realizado entre la fuerza, tenían garantía de mi persona,quedando señalada en una operación que duró tres días en elValadredo; a los fines que esta operación tuviera el éxito necesario, elmando de la Brigada, a petición mía, y conmigo otros elementos,conseguí que el puesto de comando para dirigir estas operaciones seestableciera cien metros detrás de la líneas enemigas; así se hizo y lafuerza vio cómo nosotros éramos los primeros en pasar las líneasenemigas a las cuatro de la tarde de ese día. Todo el terreno eramontañoso y fácilmente se podía uno escurrir sin ser visto, entre lamaleza y las peñas, más barranqueras chicas que nos sirvieron para

cruzar las líneas enemigas; siendo por estas causas que toda lafuerza tuvo un comportamiento ejemplar, en el momento más fuerte(de) la lucha los fui felicitando y animando, tanto a soldados, clases,algún oficial, como a todos los Comisarios (nadie desertó nidesertaba); no fue así el comportamiento de algunos oficiales del jefede la Brigada, Francisco Pardo, causa de ello, y una vez terminada laoperación, fuera destituido el mencionado jefe de la Brigada Mixta133.

 Todo contribuyó a tener confianza, la fuerza veía respeto, tenían justicia, se les mejora la comida, vestían mejor, cobraron sus atrasos,una regularidad justa en los permisos y veían que, a los culpables dela situación, se les desplazó poco a poco de la unidad.

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Destituido el jefe de la Brigada, Francisco pardo, llegó areemplazarlo el comandante José Logroño, que pertenecía a la CNT, alcual ya conocía por habernos encontrado alguna vez en Zaragoza,dentro de los movimientos sociales de la UGT de E. y CNT; desde ese

momento empezamos nuevamente a reorganizar totalmente la 133Brigada Mixta, siguiendo mi trabajo intensivo de Comisario, teniendoa mi lado como miliciano de la cultura a Ricardo Mestres que conanterioridad ya lo he mencionado que, unido todo al trabajo militarque se realizaba, conseguimos por todos los conceptos que fuera lamejor Brigada de la 24 División; al soldado no le hacía falta nada y aeste mejoramiento contribuyó mucho con su ayuda el apadrinamientoque nos hizo el Consorcio de Panaderos de la ciudad de Barcelona.

 Ya en la práctica, todas las actividades de la unidad, tenía la fuerzacuantas mejoras necesitaban, un buen comportamiento con sussuperiores, mejor con la población civil que trataban, no les faltabandiversiones cuando había lugar en un descanso, como un solo hombrese comportaban todos, cuando se operaba obedecían los soldadosigual al cabo que a oficiales y jefes, se les trataba con verdaderoafecto y ellos correspondían cuando era necesario; veían en mipersona el ejemplo constante, estaban libres de amenazas yconsignas, nunca llené un trozo de papel para mandar una adhesiónal Gobierno de la Victoria, que decían los propagandistas de la unidadcomunista y comunistoides; la labor cultural y de Comisariado seaplicaba conforme a mi criterio, dando inmejorables resultados;

también, a pesar de todo, recibí alguna severa admonición de missuperiores por no llevar a efecto las consignas que de vez en cuandollegaban, a fin de favorecer a los creadores de las consignascomunistas.

Del frente del Pirineo catalán, y a primeros de septiembre de 1938,nos trasladaron a la Brigada al 12 Cuerpo de Ejército, en situación dereserva, a Albages, Lladercas y Mayals (Lérida); después de unos díasde descanso en estos pueblos, nos ordenaron pasar a cubrir línea enel río Segre, siendo dicha línea a cargo de la Brigada Mixta 133, desdeel pueblo de Torres del Segre, Granja Escarps, hasta la parte del Ebro

frente a Mequinenza (Zaragoza).

Estuve aquí bastante tiempo, tomando parte de las operaciones delpaso del río Segre en el mes de noviembre, cabeza de puente enSerós, trasladándonos a fin de este mes de noviembre a descansar aSarreal (Lérida), pueblecillo cercano a Plá de Cabra.

En las operaciones del paso del Segre y cabeza de puente de Seróstuvimos bastantes bajas en la Brigada, llegando por acuerdo delestado Mayor del 12 Cuerpo de Ejército el que viéramos la posibilidadde entablar conversaciones con el enemigo, a los fines de enterrar ala gran cantidad de soldados, etc., muertos en esas operaciones yque se encontraban entre las líneas de fuego entre una distancia de

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150 metros porque el hedor de la putrefacción de los cadáveres erainsoportable para todos en ambos lados.

El tiempo que permanecí con la Brigada en el 12 Cuerpo deEjército, el Comisario Virgilio Llanos, de acuerdo con el jefe del

mismo, teniente coronel Vega, estudió el procedimiento deeliminarme de la 133 Brigada, procedimiento que le fracasó porconservar fuerte mi espíritu frente a la serie de atropellos yvejaciones sufridas, sin haber tenido el apoyo de nadie (no habíaelemento que te defendiera por el Coco del comunismo español), sólocon mi fe inquebrantable en mi ideal socialista me hacía ser másfuerte ante esa clase de ignominias que conmigo habían querido yquerían cometer, siendo como con ese pensamiento salí triunfante demi calvario y aventuras que me proporcionaron gentes sin escrúpulospolíticos yy sindicales que, en vez de unificar los deseos del puebloespañol que había luchado y luchaba por la República Española sededicaban a llevar una obra contra el régimen republicano,favoreciendo con sus actos a la causa fascista en perjuicio de loshombres leales a las instituciones republicanas.

Como decía, Virgilio Llanos, para llevar a la práctica sudeterminación contra mi persona, utilizó al alcalde del pueblo deSarroca (Lérida); este individuo pertenecía al PSU de Cataluña, con elpropósito de que presentara una denuncia del personal de la Brigadaque había en el mencionado pueblo con los desmanes que el mismoLlanos le había indicado. El alcalde cumplió su cometido haciendo la

denuncia, pero me avisó de lo que estaba tramando Virgilio Llanos yel alcalde Sarroca, un concejal del mismo ayuntamiento, estandorecogiendo datos para estar preparado y, encontrándome en estatarea, recibo una orden para que me presentara ante el mil vecestraidor y cínico Comisario del 12 Cuerpo de Ejército Virgilio Llanos ensu puesto de Comando en Borjas Blancas, acompañado del Comisariode la 24 División, en calidad de detenido.

Una vez que me recibe en sus despacho, empieza en tonosaltisonantes a narrarme una serie de inmoralidades cometidas qué séyo por quién, de las cuales me hacía responsable; yo no sabía nada

de lo que estaba narrando, pues ni los soldados de la Brigada ni yohabíamos estado donde con tanta maldad decía ese energúmeno deComisario, me quedaba estupefacto oyendo aquellas acusaciones.“¿Me permite hablar?”, le dije. Me contesta con voz más altanera:“Aquí no habla nadie más que yo; Vd. no puede hablar ante esto quetengo en mis manos, esta denuncia del alcalde de Sarroca”. Volví arogarle que me dejara hablar, notando en él que su actitud era másbrusca, haciéndome amenazas que no hice caso, dentro del atropelloincalificable que quería cometer conmigo; pero, dispuesto a afrontarallí toda clase de peligros, tuve la suficiente entereza para que meoyera lo que necesitaba decirle, consiguiendo dominar sus impulsosbestiales, quedando todo reducido, después de haberme escuchado,al ver que conmigo no podía hacer lo que él quería, a que mandaría

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hacer un informe para averiguar si era cierta la denuncia hecha por elmencionado alcalde de Sarroca.

Salí de su despacho maldiciendo el cinismo de Virgilio Llanos, nosabiendo más de este asunto; hice un informe-denuncia contra el

alcalde de Sarroca y Comisario del 12 Cuerpo de Ejército, VirgilioLlanos, que remití por varios conductos al Comisario General delEjército de Tierra, al Partido Socialista Obrero Español y UniónGeneral de Trabajadores de España (jamás tuve contestación a midenuncia de estos organismos nombrados). A estas organizacionesperteneció o pertenecía el cínico de Virgilio Llanos, aunque recibí noticias de que militaba en las filas comunistoides del PartidoSocialista Unificado de Cataluña.

Cuando me encontraba en el frente del río Segre, recibí un atentorecado para que asistiera a una reunión en Tarrasa, en casa delamigo y compañero Rigabert, ya que éste se encontraba deComisario de la 153 Brigada Mixta, del compañero Eduardo CastilloBlasco, en la cual habíamos de reunirnos Jacinto Longás, JuliánBorderas, Antonio Garulo Sancho, Eduardo Castillo Blasco y, portanto, el propio Enrique Rigabert, con el objeto de indicarnos en lareunión que renunciáramos a nuestros cargos de Comisarios parallevarnos a Barcelona a descansar porque no querían ni Castillo niBorderas que siguiéramos más en los frentes de guerra. Como nosabíamos lo que podía haber de detrás de estas propuestas,automáticamente los tres no aceptamos la propuesta hecha por los

amigos y compañeros mencionados, siendo a los pocos días de estareunión cuando fue asesinado el amigo y compañero Enrique Rigabertcuando bajaba del puesto de comando de la Brigada con rumbo a sucasa por incontrolados de la CNT, según nos comunicaron.

Pero, volviendo al descanso de Sarreal, a los dos días depermanencia en este pueblo, después de mi entrevista desagradablecon Virgilio Llanos, nos trasladaron a relevar a la 11 División, entreRasquera, Ginestar y kilómetro 30 de la carretera de este últimopueblo a la Mora la Nueva establecidos en estas nuevas líneas delEbro, quedando agregados para todos los efectos al 24 Cuerpo de

Ejército, 24 División del Ejército del Ebro.

Después de cierto tiempo la Brigada en estas líneas, por órdenesrecibidas, hubo necesidad de trasladarnos, en la misma línea delEbro, desde Mora, a García, Vinegre y Torre de Español.

En estas nuevas posiciones estuvo la Brigada hasta la ofensivageneral de Cataluña iniciada por las fuerzas fascistas, en la cual,operando con arreglo a órdenes superiores, se iba dejando el terrenopoco a poco, a costa de perder muchos hombres las unidades queestaban operando, llegando en esta situación al 15 de enero de 1939a Tarragona, donde fue cortada la fuerza republicana por el enemigofascista, ya que estaba la fuerza desde Cambrils a Constantí, o sea,

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viniendo de Valencia y Reus, cerca de seis kilómetros antes de llegara Tarragona, todo por ineptitud de los mandos de la 24 División seprodujeron tan cuantiosas bajas en la Brigada.

Cuando estaba la Brigada desde Mora a García, Vinegre y Torre del

Español, recibe el jefe de la Brigada José Logroño una orden para quese trasladara a Barcelona. Ni él ni yo logramos saber a qué obedecíaesa orden, pasando (a) hacerse cargo de la Brigada el comandantedel primer Batallón, comandante Amaya.

Como decía, fuimos cortados por el enemigo antes de llegar a Tarragona el día 15 de enero de 1939, teniendo que hacer frente a lasituación defendiéndonos como se pudo, a fin de abrirnos paso a lacosta cruzando la capital de Tarragona, protegiéndonos en la retiradapara poder salir un poco regular, a costa de perder muchos hombres,una Brigada de caballería; cuando empezamos a como diera lugarnuestra defensa y entrada a Tarragona, nos cortaron por una calleunas tanquetas italianas y legionarios que iban en vanguardia fascistaavanzando; fue necesario entereza y decisión para salir de eseencierro, que el jefe de la Brigada, comandante Amaya, y el capitánde Estado mayor de la Brigada, Demetrio Arribas, resultaron heridosde alguna consideración. También yo resulté herido en la rodilladerecha, así como mi ayudante, Jesús Herrera, que, salvando esepeligro constantemente a pesar de estar heridos, logramos llegar alas afueras de Tarragona, carretera de esta capital a Barcelona,habiendo salido por el momento del peligro y viendo caer casi la

totalidad de los hombres que componían la Brigada prisioneros omuertos; los que cayeron heridos, unos con esfuerzas heroicossalimos del cerco y otros quedaron también prisioneros.

Una vez en la mencionada carretera, a pesar del tiroteo por tierra yde los cañoneros de guerra fascistas, entre ellos el “Canarias”,bombardeando la costa, y la aviación alemana bombardeándonos sincesar los caminos y carreteras, se consiguió elementos de transporteque nos llevaran a los Hospitales de Villanueva y Geltrú, todavía aunos 3 kilómetros después de pasar Tarragona, cuando nos llevabanpara el Hospital se encontraba una Brigada de la 43 División con el

Antonio Beltrán “El Esquinazao” a la cabeza y en plena retaguardia,matando y haciendo volver al soldado que, viendo el desastre, huíaabandonando las líneas porque todo fue una completadesorganización de los mandos superiores y la debilidad del Gobiernode la República Española que consintió tantas consideracionespolíticas y militares a los elementos del comunismo español einternacional, que fueron las causas de la reacción de las fuerzasfascistas españolas, alemanas, moros e italianos, sepultando a larepública en la ofensiva que llevaron en Cataluña las fuerzasenemigas de la República Española.

Después de estar dos días en Villanueva y Geltrú, a medio curar,salí en busca de lo que fue la Brigada Mixta 133 hasta Villafranca del

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Panadés y, en un pueblecillo cercano se había conseguido reunir unos200 hombres, empezando con ellos nuevamente a reorganizar launidad con personal que se recuperaba. En estas condiciones meencontraba trabajando, para seguir organizando la 133 Brigada Mixta,cuando me encuentro con el médico jefe de Sanidad de la misma

Brigada quien me dice la suerte que tuvieron algunos médicos yenfermeros de no caer prisioneros de las fuerzas legionariasespañolas y de las italianas que iban en vanguardia; en estasconversaciones estábamos cuando me revisa mi herida einmediatamente ordenó mi traslado a un Hospital de Barcelona conun coche de la misma Brigada, ya que de ninguna forma podíacontinuar en la situación que me encontraba, sin poder andar, menostodavía mover la pierna derecha. Esta salida de Villafranca delPanadés la realizaba el 21 de enero de 1939, a las diez de la mañana,no llegando a conseguir el propósito de ingresar en un Hospitalporque estaban movilizando a todos los heridos de los Hospitales deGerona y Figueras. Con el fin de ingresar en el Hospital seguí viaje eldía 22 a Figueras, llegué y en este lugar no se admiten porque hacíafalta un certificado sanitario de la Agrupación de Ejércitos o undocumento del Comisariado General de Guerra, a pesar de llevarcertificado médico del jefe sanitario de la brigada y la herida comomuestra de la realidad. Pero, ¿exigir un certificado de esa naturaleza,ya que nadie sabía dónde se encontraba esa Agrupación de Ejércitos?Esta gente no conocía la realidad de la guerra, era una cosa absurdalo que pedían los médicos del Hospital de Figueras, pero, en fin, envista de todas estas cosas volví el 23 de enero de Figueras para

Barcelona (todo lo hacía por atender mi situación de herido).Llegando a esta capital me dirigí inmediatamente al ComisariadoGeneral de Guerra donde, al llegar, me encuentro con el Sub-Comisario General de Guerra, Crescencio Bilbao, quien me dice: “Nohay ya nadie en las oficinas, vete rápido para Figueras que, estandoen esta forma, tienen que atenderte allí”, saliendo después para eserumbo. Saliendo de esta entrevista, voy a recoger a un amigo ycompañero, Luis Andrés, de Zaragoza, que me esperaba en laDiagonal, oficinas del Partido Socialista Obrero Español; estoy unmomento en dichas oficinas y cuando llego a la calle, le habíanquitado al chófer que llevaba el coche con un veliz chico lleno de

documentos y la máquina de escribir ¿Quién pudo ser el ladrón delcoche? Podía, en otro momento, haber localizado el coche, pero elenemigo de la República Española estaba llegando a las puertas deBarcelona.

En estas circunstancias me quedé obligado a estar más tiempo enBarcelona para conseguir otro vehículo, saliendo para Figueras entreel estruendo de los bombardeos, el día 24 de enero de 1939 por latarde.

¿Cómo conseguí otro coche?El chófer que llevaba sabía muy bienlos lugares que recogían coches abandonados y consiguió uno con elque llegamos al Hospital de Figueras nuevamente que, sin ingresar en

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el mismo, me hicieron unas curaciones, los días que tardé en pasar lafrontera a Francia.

De esta forma que he venido exponiendo, quedó terminada mimisión como Comisario Delegado de Guerra de Brigada, hasta el día 6

de febrero de este año 1939 que pasé a Francia por la Pertús, Gerona,España.

A pesar de haberme robado el veliz y otros documentos, al pasar lafrontera por la policía francesa, como también en el Campo deConcentración de Saint-Cyprien (Francia), me quedaron algunos queme sirvieron para poder hacer las historias, aventuras y calvario de laguerra de España, de mi actuación en la misma, terminando de hacereste resumen el día 29 de abril de 1940, en México, Distrito Federal(Estados Unidos Mexicanos).

NOTA FINAL.- El padecimiento de la herida que sufrí el 15 de enerodel año 1939 en Tarragona (España) no me fue atendida en Francia, apesar de mis requerimientos. Ya en México, tampoco me atendió elSERE, organización de ayuda a los republicanos españoles; esteorganismo solamente atendía a los ciudadanos españoles en casi sutotalidad a los de ideas comunistas o comunistoides; llegó a visitarmepor el SERE un médico que tiene por apellido Mata y me recetó parami dolencia de la herida de la rodilla para calmar las molestias quetenía una aspirina (guardo la receta), porque decía que teníareumatismo; pero el padecimiento de la rodilla me iba en aumento,

fui atendido y curado por el doctor jacinto Segovia en el Sanatorioespañol, sufragando todos los gastos de operación e instancia(debería decir: estancia) en el mismo Sanatorio, más otras ayudashasta mi completo restablecimiento, la Organización de Auxilio a losRepublicanos Españoles, habiendo sido operado el día 21 de junio de1940. Todavía en esa fecha no había trabajado en nada firme enMéxico D.F.; si alguna vez lo hice, con dolores agudos en mi pierna, almismo tiempo que ya empezaba a encogerse la pierna derecha por larodilla.

Sin orden ni concierto expondré en cierta forma los pueblos y

ciudades que estuve en ellas, empezando por Leciñena, Alcubierre,Robres, lanaja, Sariñena, Bujaraloz, Pina, Peñalba, Candasnos,Ontiñena, Caspe, maella, Mequinenza, Fraga, Torrente del Cinca,Monzón, Barbastro, Ainsa, Boltaña, Fiscal, Gesera, Molino Villobas,Escartín, Broto, Orna, Arasilla, Quinto, Binéfar, Almacellas, Lérida, Tirvia, Llavorsí, Valadredo, Piedras de Aolo, Pallaros, San Juan de Erm,Sort, Vilanova de Meya, Santa María de Meya, Alentor, Valdoma,Fotllonga, Termens, Alos de Balaguer, Torres de Segre, Aytona, Serós,Masalcoreig, Sarroca, Albages, Llardecans, Mayals, Almatret,Granadella, Torre del Español, Vinebre, Molar, Garcia, Lafiguera,Masroig, Villanueva y Geltrú, Falset, Guillaments, Marsa, Mora laNueva, Ginestar, Tivisa, La Pertus, Rasquera, Pratdip, Hospitales,Montroig, Cambrils, Borjas del Campo, Reus, Constantí, Vilaseca,

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 Tarragona, Villafranca del Panadés, Balaguer, Artesa de Segre, SanCuyat, Lasgarrigas, Soleras, Coyul, Cerviá, Castelldansens, Tarrega,Agramunt, Pons, cabaces, Borjas Blancas, Aviñonet, Figueras,Agullana, Gerona, La Bajol, La Junquera, Ferrera, Bordas de Tresot,Romanius, La Parroquia, Adrall, Tahus, Castell de Tahus, Castelciutal,

San Juan Fumat, Ahs, Lafarga, Montesclado, Casilla Forestal Núm. 1 y2, Pobla de Segur, Tembleque, Sarrión, Morella, Castellón de la Plana,Sagunto, Tortosa, Calaf, Sanguin, Cabeza de Buey, Castuera,Almadén, Ciudad Libre (hoy Ciudad Real), Alcázar de San Juan, Utiel,Valencia, Puertollano, Albacete, Aranjuez, Ocaña, Alcalá de Henares,Pozoblanco, Madrid, etc.

 También en el mismo orden expondré los nombres o apellidos deciertas personas, amigos y compañeros que en toda aventuraguerrera traté, más algunos que se me pasarán sin hacerlo constarpor falta de apuntes y de memoria.

Personas no muy gratas para mí lo fueron Antonio Beltrán “ElEsquinazao”, Lázaro Beltrán, teniente coronel mariano Bueno, Jaime Jirabau y Nicanor Felipe, Comisario y jefe de la 30 División; tenientecoronel Galán y Lizcano, jefe y Comisario del 11 Cuerpo de Ejército;comandante Castro y Fernández Viejo, de la 19 Brigada Mixta;comandante Francisco Pardo, de la 133 Brigada Mixta; tenientecoronel Vega y Virgilio Llanos, jefe y Comisario del 12 Cuerpo deEjército. Amigos lo fueron José Hernández, jefe de la 102 BrigadaMixta, Antonio Teresa Miguel, jefe de la 153 Brigada Mixta, de esta

misma Brigada, Pedro Rey, Antonio Paños, Leal, Rosas, teniente Grau,Dibujante Gallo, comandante Víctor, Demetrio Arribas, capitán de EMde la 133 Brigada Mixta; José Logroño, Herminio Pascual, Caballero,Serós, Mingorance, Motta, Alloza, Alves, Trincado, Ruperto macho,Amaya, Laborda, Ricardo Mestres, todos comandantes, capitanes,tenientes de la misma Brigada, más los Comisarios de BatallónEsplugas, Fernández y Juan Gil, de la Brigada 133; Francisco Señer,Ortiz y Vivancos, Comisario y jefes de la 24 División; Senén, Moreno,Español y Carmona, del Comisariado de la 24 División; Molina y Trigueros, Comisario y jefe del 10 Cuerpo de Ejército; Bouson yAntonio Barea, jefe y Comisario del 24 Cuerpo de Ejército; Joaquín

Ascaso, Montoliu, Chueca, Servet Martínez, del Consejo de Aragón;igualmente teniente coronel Reyes, jefe del campo de aviación deSariñena (Huesca). Amigos, y también compañeros, mencionaré lossiguientes: Jacinto Longás, Jesús Marín, Enrique Rigabert, JorgePlanas, Ramón Lacima, Abadía, Justo Francés, Miguel Pelegay,Segundo Coscolla, Segundo Supervía, Juan Cucala, Agapito García, Juan Pérrez, Jerónimo Polo, Pascual Montoliu, José Ortiz, Comisario dela 133 Brigada Mixta; López Amador, Malaquías Gil, Sixt, Arsenio Jimeno, Ramón Ruiz Borau, Julián Borderas, Eduardo Castillo Blasco, Toribio Gómez Zapata, Máximo Gracia, Víctor Lapuente, CrescencianoBilbao, Sola, Quirós y otros muchos que siento no recordar ya que enmi narración de las Aventuras de la Revolución o Guerra del año 1936

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al 1939 menciono algunos nombres que en esta relación que acabode enumerar no existen.

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CUARTA PARTE

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CAPÍTULO I. REFLEXIONES SOBRE LA TRAGEDIA ESPAÑOLA

En todas las épocas de la vida española (ha) habido y los hay

escritores y aficionados a escribir novelas que han tenido éxitosorprendente al hacer los relatos de la vida que soportaron losciudadanos españoles con arreglo al sentir ideológico que cada unoha puesto al servicio de su provecho personal, no haciéndolo enforma imparcial al hacer la descripción de una Epopeya Españoladonde se instituyó la usurpación o robo contra los españoles quelucharon por la defensa de su libertad y derechos humanos, como elcrimen, latrocinios, campos de concentración y de trabajo a losciudadanos de honradez acrisolada que defendían las institucionesliberales de la España republicana para sostener a los suyos que, enuna u otra forma, los fueron exterminando por inanición yenfermedades físicas, dejándolos invalidados y tener que seguir untrabajo de Esclavitud, dirigido todo por el franco-falangismo,representado por el capitalismo, latifundismo, caciquismo, católicoscretinos que, al amparo de la cruz de Cristo, llegaban a donde eranllevados a inmolar a los trabajadores, campesinos, clase media,hombres liberales y republicanos, profesionales inteligentes, depensamientos humanos hacia el desvalido y, estos católicos, con suhipocresía audaz, bendecía diariamente a los que llevaban a loscampos destinados para la inmolación física de miles de hombres,mujeres y niños que fueron y eran el porvenir de España en el trabajo

y en la honradez de sus aldeas, pueblos, villas y ciudades españolas.

Únicamente expondré lo que en general fue la verdad de esatragedia que llenaron de odio y venganzas los corazones de loshombres, mujeres y niños que pudieron seguir viviendo en el mayorescarnio y humillación que los pueblos de España conocieron por losrepresentantes de ese franco-fascismo incrustado en lascorporaciones municipales, diputaciones, gobiernos civiles yministerios, en fin, en toda clase de actividades oficiales de la Españafranquista.

Nadie puede conocer al autor de estos Casos y Cosas de la Tragedia Española de 1936 (Epopeya Histórica) en la vida cultural yliteraria, es un desconocido en su tierra porque sus cualidadesculturales, si las tuvo, fueron expuestas en el exilio que sufrió dondese encontraba para beneficio del país que le dio su hospitalidad yvida, dentro del trabajo que realizaba en su diaria tarea, ayudandocon sus posibilidades económicas y de estudio, al engrandecimientode la nueva patria de adopción porque en la suya propia no hubieratenido trabajo, estudio ni vida de esto el fascismo español se habríaprocurado en su trabajo totalitario de acabarme físicamente, siendoeste uno de los miles de casos que ocurrieron en la vida de losespañoles en aquel entonces, porque la degeneración criminal quealentó estos hechos solo resultaron ser los CAINES de la España

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democrática que, antes del 19 de julio de 1936, con toda clase dedefectos se vivía muy bien en nuestra patria.

Mis cualidades culturales, por si las quieren conocer, son, desde mi juventud, de contable, Derecho Administrativo, técnico-avicultor y en

especialidades agropecuarias que puse en práctica en el país que medio asilo para librarme de los CAINITAS que se desarrollaban en elpueblo español, protegidos por franco-falangismo nacional einternacional.

Seguramente el que llegue a leer estas mal trazadas líneas sepreguntará: ¿qué ideología tendrá este escritor desconocido? No soyde los que han negado sus pensamientos de justicia, paz, progreso ylibertad a través de los años que llevo de existencia, ya que misprogenitores me enseñaron el camino de la Iglesia Católica en losaños infantiles y que sin reservas mentales para el catolicismo debomanifestar que siempre fui un defensor del apostolado de Jesús, sinser fanático hacia esa iglesia montaraz e hipócrita que cometió lasgrandes injusticias sociales en perjuicio de los pueblos y de susciudadanos; nunca cometí ninguna ligereza contra los fanáticos de lareligión católica, la he respetado siempre y cuando algún seglar tuvoproblemas (llegado el caso), he sabido defenderlo sin importarme lospensamientos que tuviera hacia sus semejantes; lo único que siempretuve en cuenta fue defender los intereses de los pueblos yciudadanos contra la voracidad de las gentes llamadas católicas, alusurpar los bienes de los pueblos que, al defenderlos hacia la obra

social que Jesucristo predicó en sus vicisitudes por el mundo; tambiénhe sabido respetar las creencias religiosas, políticas, económicas ysociales de todos los ciudadanos, solo me ha guiado combatir lasinjusticias sociales que los gobernantes han cometido y cometen conlos habitantes de nuestra patria. Por estas causas se debe exigir eldebido respeto al defender los derechos y libertades ciudadanasdentro de mis actividades de carácter social (no marxistas nicomunistas) para tener paz, progreso, justicia, democracia y libertad.

Al hacer el relato en este libro sobre comentarios y compromisosfirmados por hombres políticos españoles que, tanto unos como otros,

actuaban dentro de la vida republicana que se hacía desde suimplantación en el año 1931. En primer lugar, será el comentario delgran jurisconsulto español, político en la Monarquía y también en laRepública, Don Angel Ossorio Gallardo, católico liberal y que nadiepudo objetarle su catolicismo mientras vivió; estamos en el año 1936y el comentario de este ilustre jurisconsulto es el siguiente: “ElPartido Conservador más poderoso, la C.E.D.A. estuvo como si fuerauna báscula, si declararse monárquico o aceptar la República, encuyo gobierno habían participado ya, a pesar de no haber aceptado laConstitución, causa ésta que motivó la Huelga Revolucionaria deOctubre de 1934, declarada por el P.S.O.E. y la U.G.T. en toda Españapues estimaron la participación de la C.E.D.A. –entonces AcciónPopular- como un golpe de Estado contra la República. Los

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republicanos minaron las bases del régimen con sus rencillas yambiciones. La escisión del Partido Radical Socialista, minó la baserepublicana del nuevo régimen”.

En la fecha de mayo de 1936, con anterioridad al 16 de febrero, las

derechas españolas hicieron en 1934 compromisos con el FascismoInternacional de Mussolini y de Hitler; en esa situación la reacciónpretendieron que fuese candidato a diputado por Cuenca el generalFrancisco Franco y el Sr. José A. primo de Rivera. Con ese motivo elPRIMERO DE MAYO de ese año, el Sr. Indalecio Prieto, en su discursodel 1º de mayo decía entre otros comentarios al pueblo español, losiguiente: “Merece la pena, luego de haber remarcado el sentido demenosprecio que elementos directores de los partidos derechistasacusaban con la inclusión en sus candidaturas de los nombres delgeneral Franco y del señor Primo de Rivera, consagrar unos minutosde atención a tan curiosos fenómeno político. Ha desaparecido de lacandidatura de Cuenca el nombre del general Franco, yo me felicitosinceramente de tal desaparición. He leído en la prensamanifestaciones de este general, según las cuales su nombre seincluyó en la candidatura de Cuenca contra su voluntad, sin suautorización. No tengo por qué poner en duda la sinceridad de estasmanifestaciones, aunque he de decir también, no pudiendo recatar lasinceridad mía, que hubiese preferido que esa rectificación delgeneral Franco se hubiera producido con anterioridad al justo acuerdode la Junta Provincial del Censo, que lo eliminó de la candidatura. Nohe de decir ni media palabra en menosprecio del ilustre militar, lo he

conocido de cerca cuando era comandante. Le he visto pelear enÁfrica y para mí el general Franco, que entonces peleaba en la Legióna las órdenes del hoy general Millán Astray, llega a la fórmulasuprema del valor, es hombre sereno en la lucha. Tengo que rendireste homenaje a la verdad. Ahora bien, no podemos negar, cualquieraque sea nuestra representación política y nuestra proximidad alGobierno (y no lo podemos negar porque, al negarlo, sobre incurrir enfalsedad, concluiríamos por patentizar que no nos manifestábamoshonradamente), que entre los elementos militares, en proporción yvastedad considerables, existen fermentos de subversión, deseos dealzarse contra el régimen republicano, no tanto seguramente por lo

que el Frente Popular supone en su presente realidad, sino por lo que,predominando en la política de la nación, representa como esperanzapara un futuro próximo. El general Franco, por su juventud, por susdotes, por la red de sus amistades en el Ejército, es hombre que, enmomento dado, puede acaudillar con el máximo de probabilidades(todos los que se derivan de su prestigio personal), un movimiento deeste género. No me atrevo a atribuir al general Franco propósitos detal naturaleza. Acepto íntegra su declaración de la política ¡Ah!, perolo que yo no puedo negar es que los elementos que, con autorizacióno sin autorización suya pretendieron incluirle en la candidatura deCuenca, buscaban su exaltación política con el objeto de que,investido de la inmunidad parlamentaria pudiera, interpretando así los designios de sus patrocinadores, ser el Caudillo de suna

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subversión militar. Si esto es así, y su evidencia resulta mayordespués de las declaraciones del general Franco, ¿qué valor tienenlas protestas de legalidad que constantemente vienen formulando,cuando menos en el Parlamento, las fuerzas de derechas? Si lasfuerzas de derecha, en vez de reñir la batalla en el terreno limpio de

las ideas, buscan cobardemente un Caudillo Militar que provoque unasubversión y que se ponga al frente de ella, ¿qué valor atribuir a lasmanifestaciones de sus líderes?¿No pierden, en realidad, toda virtudsus palabras, cuando estas necesiten siquiera el primer choque conlos hechos dimanados de su conducta?¿Qué se busca aquí? A travésde su provincia cuya ciudadanía se supone reducidísima por elsometimiento de la masa general de los electores a las personas quemantienen un régimen caciquil, se busca la investidura parlamentariapara un Caudillo Militar. El problema tiene, a mi juicio, gravedadextraordinaria en las circunstancias presentes y por eso paro miatención en él”.

Estas palabras del Sr. Prieto en aquellos momentos en que vivíaEspaña era la denuncia de una subversión militar en contra de laRepública Militar, que el gobierno republicano no comprendió, o noquiso comprender.

A fin de que se conozca por las generaciones nuevas españolas latraición y la venta de la patria al extranjero, se transcribe el texto dela ACTA de la traición: “HOTEL DEL QUIRINAL. ROMA, 31 de marzo de1934.- Los que suscriben, TENIENTE GENERAL EMILIO BARRERA, en su

propio nombre; Don Rafael Olazábal; el señor Lizarraga, enrepresentación de la Comunión Tradicionalista, y Don AntonioGoicochea, como Jefe del Partido de Renovación Española, levantan lapresente Acta a fin de que quede en ella registrado lo ocurrido en laentrevista que a las cuatro de la tarde de hoy 31 de marzo de 1934,han celebrado con el Jefe del Gobierno Italiano signor Mussolini, enunión del Mariscal Italo Balbo, Ministro del Aire de Italia.- El Presidente(Mussolini), después de enterarse minuciosamente, porcontestaciones que a sus interrogaciones dieron cada uno de lospresentes, de la situación actual española y de las aspiraciones yestado del Ejército y de la Marina, y de los Partidos Monárquicos,

manifiesto lo siguiente: PRIMERO. Que estaba dispuesto a ayudar conlas asistencias y medios necesarios a los dos partidos de oposicióndel régimen vigente de España, en la obra de derribarlo y sustituirlopor una Regencia que preparase la completa restauración de laMonarquía; esta manifestación fue recogida por los presentes con lasnaturales manifestaciones de estima y gratitud.- SEGUNDO.- Que endemostración práctica y como prueba de tales intenciones estabadispuesto a facilitarles inmediatamente 20.000 fusiles, 20.000bombas de mano, 200 ametralladoras y 1.500.000 pesetas.- TERCERO.- Que tales auxilios tenían tan solo carácter inicial y seríanoportunamente completados con otros todavía mayores, a medidaque la tarea realizada los justificase y las circunstancias lo hicierannecesario.- Los reunidos acordaron que para entrega de la cantidad a

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que se hace referencia, se constituyera en delegado de los Partidos elseñor Rafael Olazábal, quien se hará cargo de tales fondos y lospondrá en España a disposición conjunta de los Jefes, Conde deRodezno y Antonio Goicochea para su reparto entre los dos en laforma, momentos y condiciones que estos dispongan. De la misma

manera se acordó que en cuanto al reparto de armas, los Jefescitados dispondrían lo necesario para la parte proporcional de cadagrupo que se haga cargo y asimismo para su transporte a España.-Firmados. Antonio Goicochea, Rafael Olazábal, General Barrera y J.Lizarraga”.

No puede calificarse esta acción de la infamia que cometieroncontra España; desde esa fecha se fue preparando la sublevaciónmilitar para derribar la República española por eso el Sr. IndalecioPrieto veladamente hacía la denuncia de esta sublevación militar quehabía de acabar con las libertades de nuestra patria, estableciendo elrégimen fascista de terror y de miedo para acabar con los hombresque lucharon toda su vida por la justicia, paz, progreso y libertad.

Cuando los generales se sublevaron contra la República Española,hacía tiempos que tenían preparado el terminar con la situación queel pueblo en su mayoría disfrutaba en lo general, de mejoressituaciones económicas y sociales; nos demuestra claramente susintenciones el Decreto de septiembre de 1936 que dice: “Se declaranfuera de la Ley todos los partidos y agrupaciones políticas o socialesque desde la convocatoria de las elecciones celebradas el 16 de

Febrero de 1936 han integrado el llamado Frente Popular, así comocuantas organizaciones han tomado parte en la oposición hecha a lasfuerzas que cooperan al Movimiento nacional. Se decreta laincautación de todos sus bienes, que pasarán a ser propiedad delestado”. Luego, el artículo 1º de la Ley de 9 de febrero de 1939, diceasí: “Se declara la responsabilidad política de las personas tanto Jurídicas como Físicas que desde 1º de Octubre de 1934, y antes del18 de Julio de 1936, contribuyeron a agravar la subversión de todoorden de que se hizo víctima a España, y de aquellos otros que apartir de la segunda de dichas fechas se hayan opuesto o se oponganal Movimiento Nacional con actos concretos o con pasividad grave”.

“Por el artículo 4º de esta Ley quedan incursos concretamente enresponsabilidad política: a) los que hayan sido condenados por la jurisdicción militar por rebelión, adhesión, auxilio, provocación oexcitación a la misma y por los de traición; b) los que hayandesempeñado cargos directivos en los partidos ya especificados; c)lossimples afiliados a ellos antes del 18 de Julio de 1936; d) los quehayan desempañado cargos de carácter político o administrativo deíndole civil por nombramiento del Gobierno del Frente Popular, o quehabiendo estado nombrados antes hubieran continuadodesempeñando su cargo; e) los que convocaron las elecciones paraDiputados a Cortes del año 1936 o desempeñaron cargos en elGobierno, o sido candidatos, apoderados, o interventores ocompromisarios para la elección de Presidente de la República; g) los

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diputados; h) los masones; i) los que hayan intervenido desde el 18de Julio de 1936 en Tribunales de Justicia; j) los que hayan excitado oinducido a la realización de los hechos anteriores; k) los que sehubieran significado públicamente a favor del Frente Popular; l) losque hayan realizado cualquier acto encaminado a fomentar la

situación en que estaba España en Julio de 1936; m) los que sehubieran opuesto al Movimiento Nacional; n) los que hubieranpermanecido en el extranjero desde el 18 de Julio de 1936; o) los quehubieran salido de la zona roja después del Movimiento y no hubieranentrado en la zona nacionalista; p) los que hayan cambiado lanacionalidad española por la extranjera después del 18 de Julio de1936; q) los que hubieran aceptado misiones para el extranjero de lasautoridades rojas y r) los que como Presidentes, Consejeros oGerentes de Sociedades Privadas hubieran ayudado económicamenteal Frente Popular”.

“El artículo 2º de la Ley de 9 de Febrero de 1939, declara fuera dela Ley los Partidos: Acción Republicana, Izquierda Republicana, UniónRepublicana, Partido Federal, Confederación Nacional del Trabajo,Unión General de Trabajadores, Partido Socialista, Partido Comunista,Partido Sindicalista, Sindicalista de Pestaña, Federación AnarquistaIbérica, Partido Nacionalista Vasco, Acción Nacionalista Vasca,Solidaridad de Obreros Vascos, Ezquerra Catalana, PartidoGalleguista, Partido de Unificación Marxista, Ateneo Libertario,Socorro Rojo Internacional, Partido Socialista Unificado de Cataluña,Unión de Rabassaires, Acción catalana Republicana, Partido

Catalanista Republicano, Unión Democrática de Cataluña, EstatCatalá, todas las logias masónicas y cualesquiera otras entidades,agrupaciones o partidos filiales o de análoga significación”.

En esta forma, desde el principio de la sublevación se ejerció esarepresión drástica, destruyendo hogares y familias en toda España,unas zonas, las primeras, sin resistencia y las otras ya en su poder,destrozaron la economía española.

¿Quiénes fueron los culpables de la tragedia española?

Los pueblos, villas y ciudades que desde el 19 de julio de 1936quedaron dentro de la zona franco-falangista, ¿qué sucedió? En esaszonas desde el primer momento con su euforia católico-fascista secometieron los vejámenes más monstruosos sobre el pueblo quehabía sentido vibrar en sus corazones los deseos de una paz ytranquilidad llenas de alegrías y de trabajo, en el porvenir de la vidapueblerina como de las ciudades que fueron afectadas por los Cainessobre los Abel(es), en su saña de exterminio físico como de lausurpación o robo que hicieron de sus bienes familiares y productosde recolección agropecuaria que con tanto afán y cariño habíanrealizado; también se cebó una delación cruel por hombres y mujeresal servicio de los Caines que asolaron los pueblos de España en poderde Franco, falangismo y fascista.

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La vida pacífica y de convivencia que se tenía en los pueblos yciudades quedó rota en el momento que las fuerzas del malempezaron a actuar contra los hombres progresistas y de bien queaniquilaron con sus procedimientos cainistas de exterminio que

realizó el método falangista.

 Todos los casos y cosas que se irán transcribiendo fueronpublicadas en los periódicos de la Alemania de Hitler y de la Italia deMussolini, como de los periódicos franquistas y falangistas, solamenteque en los periódicos de Franco se publicaba aquello que quería seconociese por los franco-falangistas españoles. La conspiraciónreaccionaria contra la República Española empezó a iniciarse en elaño de 1932 en Roma; los gobernantes italianos protectores de losenemigos de la República, como buenos fascistas, prometen el auxilioque sea necesario para derribar el régimen republicano de Españaporque así lo considera Mussolini que es un estorbo para el porvenirdel totalitarismo fascista en España e internacionalmente. Por estadecisión, en el mes de marzo de 1934 les ofrece el dictador italiano alos representantes de las derechas españolas en Roma, generalBarrera, y al exministro monárquico de nombre Goicochea, dinero,fusiles, bombas, ametralladoras, en fin, cuanto material necesiten,todo esto como ayuda rápida y poder empezar los más pronto posiblela guerra civil en España. Pero aún hay más conspiradores (elsentenciado a pena de muerta e indultado por el gobiernorepublicano con motivo de la “Sanjurjada” en el año 1932, general

Sanjurjo), este en el año 1936 hace una visita a Berlín porque debíahaber sido el jefe de la rebelión fascista (según declaraciones delmismo Sanjurjo), pero se asegura el suministro y ayuda de avionespara la cruzada nacional fascista. Cómo sería la traición de losgenerales sublevados contra la República que, antes del 18 de juliode 1936 había en calidad de turista tropas alemanas e italianas con elfin de prestar apoyo desde el comienzo a los generales sublevados.¡Qué infamia contra España de estos españoles, que vendían supatria a Hitler y Mussolini!, esto es testimonio recogido de la prensafascista en declaraciones de Hermann Goerinng y Galleazo Ciano. El24 de julio llegan a Alemania oficiales rebeldes franquistas para hacer

con Hitler la operación de compra de aviones y material de guerra. El26 de julio, por conducto del encargado de negocios en Lisboa, cursael pedido del Gobierno Militar de Burgos, de aparatos de transporte“Junkers” y 20 unidades de bombardeo; hasta el general Queipo deLlano pide que le manden diez aviones grandes y otros máspequeños. Las colaboraciones entre Franco, Hitler y Mussolini en laguerra civil española son de carácter militar, políticas y económicas.Fue en el Senado de su país donde Mussolini decía estas palabras:“Italia respondió a primera solicitud de Franco el 17 de julio de 1936;las primeras bajas tienen esa fecha” (aún para más escarnio). DecíaMussolini: “Desde el primer momento hasta el último hemosintervenido ayudando al fascismo español”. En un discurso de Hitlerel 27 de julio de 1937 en Wurzburg decía: “Necesitamos un gobierno

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nacionalista para obtener el mineral español; esa necesidad essuperior a todas las consideraciones de colaboración internacional yde organización de la paz”. En su discurso de 18 del julio de 1937,Franco declaraba: “En esta fecha solemne no podrá faltar el recuerdosentido y amoroso para cuantos han comprendido la grandeza de

nuestra gesta y, muy especialmente, para aquellos pueblos que,como Alemania, Italia y Portugal, estrecharon con calor nuestra manoen los momentos difíciles del primer año triunfal”. También,respondiendo el 2 de agosto de 1937 al embajador de Italia cuandopresentó sus cartas credenciales, Franco decía: “En nombre delpueblo español agradezco la íntima comprensión del pueblo italiano yde su ilustre Duce por nuestra causa, así como los fervientes votosque formulais por el seguro triunfo de nuestros ejércitos. Este alientomoral que Italia nos presta se recibe como el más cordial y amable delos lenitivos”. El 2 de octubre de 1938, en Logroño, imponiendocondecoraciones al que llamaban Cuerpo de Tropas Voluntarias, decíaFranco: “Señores embajadores, general del Cuerpo de TropasVoluntarios Legionarios de Italia, soldados de la Italia imperial,cruzados de la fe y de la civilización de Occidente: yo os saludo con elamor del jefe y con la confianza nacidos al compás de la guerra, alcontemplar vuestras acciones, al sentir el calor de vuestra sangre enla tierra de España y al saber cómo habéis abandonado vuestroshogares para seguir las banderas legionarias de Roma por las tierrasde Europa. Al alzamiento de España, al grito de guerra, a la voz devuestros cruzados, contestaron en Italia y Alemania voces amigas. Esen Italia la voz de vuestro Duce, la mano que estrechó la nuestra, son

sus soldados los que pugnan por romper sus fronteras, por llevar labandera de la civilización y de la fe, junto a los gloriosos soldadosespañoles”. En el mes de enero de 1939 seguía Franco diciendo losiguiente: “Soldados de Roma Imperial, sois los hermanos preferidosporque combatisteis con nosotros en la Santa Cruzada contra elcomunismo y las democracias”. “Decid también en Italia miadmiración hacia el valor verdaderamente romano de vuestroslegionarios que se baten junto a los nuestros”. Estas últimas palabraslas pronunciaba para el periódico Stampa, en el mes de mayo de1938. Entre los jefes del fascismo español y del italiano, Franco yMussolini se intercambian los telegramas siguientes. Franco le decía a

Mussolini: “Cúmpleme la satisfacción de tener a mis órdenes lasvalerosas tropas legionarias que acaban de entrar en Santander enestrecha colaboración y fraternidad con las tropas nacionales”.Mussolini contestaba en la forma siguiente: “Me sientoparticularmente dichoso de que las tropas legionarias italianas hayandado durante diez días de duras batallas una contribución poderosa ala victoria de Santander, y que esta contribución encuentre hoy, porvuestro telegrama, el reconocimiento ambicionado. Esta fraternidadde armas, para siempre íntima, es una garantía de la victoria final queliberará a España y al Mediterráneo de toda amenaza a nuestracivilización común”. Estos telegramas fueron expedidos en agosto de1937. Las declaraciones que Franco hacía al periódico Stampa enmayo de 1938 se encuentran las siguientes: España siente la más

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fraternal gratitud por la preciosa ayuda que le han prestado vuestrosespléndidos combatientes y no olvidará los vínculos formados entrelos pueblos que por encima del Mar Latino ha establecido la sangrederramada en común. Combatiendo unos al lado de otros, italianos yespañoles han aprendido a apreciarse y amarse y las mejores

relaciones reinan y reinarán siempre entre ellos, sean jefes osoldados. Nosotros miramos con sincera confianza al hombre que rigelos destinos de la Italia imperial y a quien hemos consagrado nuestroafecto; y no menos nuestra que vuestra es la esperanza de que lafraternidad actual habrá de sobrevivir a las duras pruebas de laguerra y será estímulo para una fecunda colaboración ulterior”.Nuestra patria fue víctima de la traición fascista, falangista yfranquista, a las instituciones democráticas porque fue una de lasmás ignominiosas inmoralidad contra la dignidad y probidad de loshombres y de los pueblos. Así consta en los archivos secretos deAlemania. Hitler y Mussolini creían que la victoria de Franco seríacuestión de días o de semanas empleando reducidos medios deayuda, pero la guerra duró tres años y en ella el prestigio guerrero delsoldado italiano quedó destrozado, empleando grandes y fantásticascantidades de material cuyo valor alcanzó cifras inverosímiles. Aliniciarse la fatídica no intervención de diferentes países, el generalMola pidió a Alemania cien millones de cartuchos, aviones de caza,bombas, municiones para ametralladoras, granadas de mano,bayonetas, etc. Los vapores alemanes “Kamerun” y “Wibert”transportaron a Lisboa las primeras remesas de material para losrebeldes, según telegrama “confidencial” del encargado de negocios

alemán a su gobierno. La reexpedición a la zona franquista se llevó acabo en un tiempo mínimo. El 30 de octubre de 1936, una nota alalmirante Canaris y al general Sperric habla de la necesidad de unaayuda más seria de la aviación alemana a Franco, proponiendo quelas formaciones alemanas en España sean colocadas bajo mando deun jefe alemán y que todas las formaciones alemanas de combate, dedefensa antiaérea, de reconocimiento, estacionadas en España, seanrepartidas en el cuerpo aéreo alemán a crear; desde luego del ladoalemán se tiene previsto la intención de enviar a España lasformaciones siguientes: un grupo de bombardeo, un grupo de caza,dos escuadrillas de reconocimiento, dos compañías de información,

dos compañías de ingenieros, tres baterías pesadas y dos trenes deproyectores. Los alemanes reprochaban a los fascistas que el celocombativo de los nacionalistas no era el que exigían lascircunstancias. El 25 de noviembre de 1936, el embajador alemán enRoma decía a su gobierno: “En el curso de una conversación que hatenido con Mussolini, este se ha mostrado muy descontento de losresultados obtenidos por los nacionalistas, faltos visiblemente deespíritu combativo y bravura individual”. Por esta situación militar elembajador alemán dos días después telegrafiaba: “En razón de lasituación en España. Italia está decidida a enviar una división enterade Camisas Negras”. Pero la cínica intervención italiana se pronunciamás aun cuando el 1º de diciembre de 1936 el embajador alemán enRoma comunica a su gobierno: “Ciano me informa en nombre de su

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 jefe de gobierno que el domingo día 6 una conferencia tendrá lugarbajo la presidencia de Mussolini, a la que asistirán Ciano, el generalRoatta y ,los jefes de Estado Mayor del ejército, de la marina, de lamilicia y de la aviación para examinar la acción en España y acordarpara lo sucesivo un programa enérgico y metódico”. El encargado de

negocios de Alemania en Salamanca informaba el día 2 de enero (de)1937 a su ministro que el embajador inglés cerca del gobiernorepublicano mantenía relaciones seguidas con el gobierno de Franco,pues cada día llegaban notas y telegramas suyos. Las declaracionesde Eden a la Cámara de los Comunes sobre la cuestión españolahabían sido comunicadas antes al gobierno franquista. En un informede Von Faupel del 7 de enero de 1937 se dice: “El general Queipo deLlano me ha informado de que en territorio últimamente conquistadose encontraban importantes reservas de aceite de oliva. Ha realizadolo necesario para coger estas reservas. La llegada de refuerzositalianos notables es indicio de una mejora de la situación militar”.

El 12 de enero Von Faupel informaba a su gobierno: “Los italianoshan emprendido estos días una vigorosa acción militar”. En untelegrama confidencial enviado por el embajador alemán a Roma el15 de enero dice a su gobierno: “Para Ciano, la táctica consiste enretardar la respuesta al menos algunos días porque una nuevaexpedición de cuatro mil hombres sale el 14 y está equipando unanueva división de nueve mil combatientes y de cuatro mil hombres deservicios diversos... Las fuerzas italianas deben ejecutar en un plazode diez días a 15 una ofensiva relámpago contra Málaga, que servirá

de base a Italia para sus futuras operaciones en todas las direcciones.En el norte se prosiguen las negociaciones con los separatistas vascospor medio del Vaticano”. El mismo día Von Faupel, en telegramaconfidencial, informaba que fuertes contingentes italianos equipadosy con artillería pesada han desembarcado en Cádiz. En otra notaconfidencial de Von Faupel, fechada el 18 de enero, indicaba queaproximadamente veinte mil italianos con dos grupos de artilleríapesada y mil ochocientos camiones deben estar prestos hacia finalesdel mes en la región de Sevillla. El 17 de marzo, el embajador alemánen Roma decía: “Ciano está visiblemente bajo los efectos de laresistencia republicana inesperada así como la debilidad de las

columnas nacionalistas. El general Luizi ha sido muerto, así comoaproximadamente mil quinientos hombres”. El día 25, en telegramaconfidencial el embajador alemán señalaba: “Mussolini me haparecido vivamente preocupado por los acontecimientos de España.Ha hecho informar al jefe de las tropas italianas en España que nadiedebía volver vivo a Italia si no se obtenía la victoria”. El 9 de abrilCiano manifestaba que como la aviación fascista se encontraba eninferioridad, Italia envía 72 aviones de caza y deseaba que Alemaniaremitiese cincuenta bombarderos. El general Mancini muestra supesimismo el 21 de abril informando que si continuaba en la formaactual, no podrán existir esperanzas de ganar la guerra. Manciniañadía que después de la toma de Málaga las tropas habíanprocedido a fusilamientos en masa y por ello los vascos deseaban

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garantías. El 23 de mayo Von Faupel informaba que Franco le habíaindicado que él y todos los españoles nacionalistas preferían morirantes que entregar la suerte de España a un gobierno rojo odemocrático. A mi pregunta de que si él creía que la EspañaRepublicana aceptaría la proposición de armisticio, me respondió que

lo estimaba posible dado que toda esta acción era debida a iniciativaPrieto. Todas estas especulaciones son debidas a que aunque deorigen privado español, confirman que Inglaterra, sostenida por elVaticano, trata enérgicamente de provocar un fin antifascista de laguerra civil; esto telegrafiaba el embajador alemán en el Quirinal a sugobierno. Para el 9 de junio la situación militar vista por el embajadoralemán era la que sigue: “Mientras que ejecuciones numerosas yabsurdas habían seguido la entrada de las tropas en Málaga enfebrero último, Franco, instruido sin duda por la experiencia, haprohibido esta vez la entrada y permanencia en Bilbao de unidadesimportantes. Franco me ha hablado del comportamiento de lasdivisiones italianas, calificándolo de tragedia. Franco, Kindelán y otraspersonalidades al corriente de los hechos se dan perfecta cuenta deque la toma de Bilbao (y ellos lo declaran francamente) es debido engran parte a los aviadores alemanes y a las baterías alemanas. Esinteresante notar que Franco se siente visiblemente más cómodo ylibre desde la muerte del general Mola. Si no se forman divisiones deataque, la victoria y la derrota quedan entregadas al azar y así esimposible prever cuándo la guerra terminará”.

Al mismo tiempo que se discutía la intervención y el control y la

situación militar y política, la lucha sorda de intereses alrededor deFranco y sus secuaces. De un lado Italia y Alemania para procurarsemercados y materias primas, así como el dominio absoluto sobre losminerales de Bilbao y de Río Tinto; de otra parte, Inglaterra, muypreocupada de perder su influencia y su aprovisionamiento en laEspaña fascista. Alemania consideró siempre la zona franquista comobotín de guerra. Buena prueba de ello es la indicación siguientetransmitida por el Ministerio de Negocios Extranjeros alemán:“Goering estima que los servicios extraordinarios que él había dado algeneral Franco le autorizaban a exigir de la manera más formal lasalvaguardia del “botín de guerra” alemán. Así pues, Von Jawirz debe

ir inmediatamente a Salamanca y “apuntar el revolver sobre el pechodel general Franco”. Confidencialmente, el 3 de diciembre, elembajador alemán informaba: “Estos últimos meses han tenido lugar,efectivamente, conversaciones oficiosas entre la España roja convistas a terminar la guerra civil. Parece que son sobre todo losembajadores rojos en París y Londres quienes han intervenido paratratar de hacer cesar la guerra”. Hay de un informe sobre unaconversación con Ciano lo siguiente: “Ciano se ha mostrado hoy muypoco satisfecho de la situación de España; dice que Franco es buensoldado pero no un jefe militar con visión de los acontecimientos; si laguerra continúa prolongándose, la cuestión de los voluntariosterminará por convertirse en crítica. Hay en España cuarenta militalianos”. Existe un informe confidencial del 21 de enero, acusa que

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durante 1937 los alemanes retiraron de España dos millonesquinientas ochenta y cuatro mil toneladas de mineral de hierro ypiritas.

Seguramente habrá en archivos que guardarán de hombres que

quisieron conocer el rumbo de nuestra guerra civil por medio deperiódicos y revistas extranjeras de carácter hitleriano ymussoliniano, que conocieron la intervención que tuvieron laAlemania nazi y la Italia fascista, como igualmente por los periódicosfranquistas; en estos no encontrarían al leerlos los secretos de laintervención fascista extranjera con los fascistas españoles,solamente las noticias de periódicos y revistas de aquella épocapueden servir para que los españoles causantes de la tragedia quecostó más de un millón de víctimas conozcan en qué forma se llevó acabo la subversión militar por los generales jefes de esa poblaciónfanática que en sus locuras franco falangista y fascista contra elrégimen democrático establecido como contra los ciudadanos deespíritu liberal de las poblaciones que fueron quedando en la zonanacionalista y que, al terminar la contienda después de 33 meses delucha, quedaron desolados los pueblos por la masacre que llevó aefecto los caínes que España franquista creo dentro del falangismocatólico y fascistas porque al recordar estas situaciones quepublicaron los periódicos y revistas hitlerianas y fascistas en general,se recuerda las intervenciones que tuvieron los personajes de losgobiernos de Hitler, Musssolini y Franco, reproduciéndose casos ycosas de un embajador italiano que estuvo en la España franquista

con ese cargo diplomático. Este embajador, de nombre RobertoCantalupo, escribió un libro titulado: Embajada en España, habiendoconocido fragmentos del mencionado libro por periódicos, revistas yfolletos con comentarios del autor sobre España en su libro. Trataréde transcribir por los datos que poseo aquello más significativo en eldesarrollo de nuestra guerra civil, ya que con su diplomacia totalitariaactuó al lado de Franco, representando al gobierno italiano deMussolini.

Según las manifestaciones que hace en su libro, en enero de 1937fue nombrado embajador Roberto Cantalupo cerca del gobierno

franquista, notificándole su nombramiento el ministro de RelacionesExteriores, Ciano, que éste le dice: “Mussolini desea mandar a unexperto en política que no se sienta embarazado por el revoltijofalangista, sindicalista y monárquico, pero que tampoco sea jerarcadel Partido, porque no quiere irritar demasiado a los franceses. Esnecesario ser cauto y terminar pronto. Dentro de poco llegará Francoa Madrid con los suyos y con los nuestros y por eso te mandamos allá,es necesario que estés junto a ellos en el momento que él funde elnuevo régimen”. En embajador escribe y pregunta: “¿Quiénproporciona las sumas necesarias para costear la guerra?, dice. estapregunta se me presentó de modo inopinado en la mente, pero sólomucho más tarde me procuré la increíble respuesta, que siguediciendo. “Algunas semanas después supe que un coronel inglés se

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paseaba vestido de paisano por las calles de Salamanca; más tardesupe que se trataba del agregado británico y que había sido recibidopor Franco. De este modo Inglaterra antifascista entraba en la Españade Franco”. En otro lugar de su libro, Cantalupo dice: “Cuando estabamadurando el propósito de correr a Roma para iluminar al gobierno

sobre el hecho de que en España los soldados italianos estabanderramando su sangre para asegurar el éxito de distintas políticasajenas, supe de fuente fidedigna que el coronel inglés llegado –oficialmente- a Salamanca, tenía como objeto principal de suministrara Franco, en breve plazo, ingentes créditos de libras esterlinas parapagar a Italia los suministros de aviones, cañones y tanques quenuestros ministerios militares enviaban a los franquistas! Éramos,pues, tropas mercenarias de la política secreta de los ingleses ¡!Y losfalangistas querían apoderarse de Gibraltar!! Y los ingleses estabandetrás de unos y otros para salvaguardar sus propios intereses!¿Estábamos enfrentándonos con media Europa para realizar taninverosímil programa?”. En el libro existen muchos casos de nuestraguerra tan reprobables como este que recibe en Roma el embajadorde Ciano: “En pocas palabras, trabajarás para los alemanes deacuerdo con los alemanes”. “Te recomiendo que te metas en tu casade Salamanca y no te ocupes de nada hasta que te hayan instalado lasede de tu embajada en Madrid. Hasta entonces son los militares losque deben actuar. No te ocupes de ellos y espera tu hora; entrarásen acción sólo cuando los generales y los coroneles hayan vuelto aItalia. Es cuestión de semanas. Inmediatamente que caiga la capitalvienes a Roma y estudiaremos la acción a desarrollar”. Al encontrarse

Cantalupo con el embajador italiano cerca de Hitler, éste le dice: “Sicomo parece la guerra civil está a punto de terminar, no podemosdejar el campo libre a los alemanes. Los pocos negocios que hay allí quieren hacerlos ellos y al efecto han invadido el país con un ejércitode viajantes de comercio”. Antes de salir de Roma para España,Cantalupo se fue a despedir del rey y le oye decir: “Si Roma le pideque apoye la candidatura de un príncipe de mi Casa al trono deEspaña, sea muy prudente. El gobierno sabrá lo que debe hacer, perocuando se trate de parientes míos, soy yo quien asuma laresponsabilidad. No hemos olvidado la triste suerte de mi tíoAmadeo”. En su viaje para Salamanca se encuentra con el panorama

de Irún. Dice: “Oficiales de Franco, falangistas, periodistas yempleados del ferrocarril me prodigan sus corteses atenciones.Inmediatamente comprobé su tristeza, se hallaban tristes como losnapolitanos cuando los demás los creen alegres. Se mostraron muyliberales conmigo en sus expresiones de simpatía y en susofrecimientos de coñac y puros y no sabían qué mas hacer paraserme útiles y agradables. Pero se hallaban tristes, con una tristezapreñada de elementos excitantes; una tristeza extremadamenteardorosa “España”. Me miraban con una especie de reproche mudoen sus ojos. Parecían querer decirme ¿Sabes lo que vas a ver?¿Tienesidea de ello? Verás lo peor que conoce el Mundo. Una guerra civil, yuna guerra civil entre un pueblo de valientes que saben matar y morircomo nadie. Me di cuenta de que estaba a punto de sumergirme en

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un lago de crueldad humana y desesperación”. En la primeraentrevista que Cantalupo le hace al Caudillo para hacerle ciertaspreguntas, escribe: “Le hice preguntas que me parecían esenciales¿De modo que excluía la posibilidad de que la guerra terminase porpacificación?¿Qué los rojos se rindieran a consecuencia de tratados

políticos?¿No creía en la eficacia de una mediación diplomáticaitaliana, o italiana-inglesa, o del Comité de No Intervención? Ciertoque él no había hecho alusión alguna a hipótesis de tal naturaleza,pero yo tenía la obligación de provocar una respuesta directa. Francointuyó perfectamente el significativo de mi brevísimo pero perentoriogrupo de preguntas y me respondió lealmente: No tengo confianzaalguna en la transacción. Todo se decidirá por las armas”. DeCantalupo son estas palabras: “Nuestra participación en la guerra deEspaña costó desde el año 1936 la cantidad de doce mil millones deliras, en diverso material, seis mil muertos, un millar de aviones y unmillar de cañones”. Por lo que escribe tras la derrota italiana enGuadalajara, Cantalupo marcha para Roma que al ser recibido porCiano le pregunta: “¿Puedo ver a Mussolini? No (contesta el ministro);me ha encargado ponerme en contacto contigo para despuésinformarle. No quiere que nadie le sugestione. Ya sabes cómo es”.Cantalupo en esa situación sigue diciendo: “En tales condiciones heconsiderado y sigo considerando todavía, peligroso para Italiacomprometerse a fondo con Franco, con la Falange o con los Tradicionalistas; considero peligroso aliarse con los unos o con losotros, puesto que ello significaría, en cualquier caso, procurarse laenemistad de una mitad de los contendientes; en sustancia, yo

aconsejaba la transformación de la Península Ibérica, de campo deexperimentación de la guerra entre potencias europeas, como era, encampo de ensayo para la reconciliación general. Quizás precisamentenosotros, los italianos, que teníamos allá cuarenta mil hombres,podíamos tomar la iniciativa de la mediación”.

Cuánta maldad, astucia y destrucción de España había entre ladiplomacia y gobernantes extranjeros, con la cínica y cretinaactuación franquista para conseguir en todos sus aspectos que Francoganara la guerra y acabara con todas las libertades de los ciudadanosespañoles y vivir en la mayor degradación moral, espiritual y

material, encerrados en los Campos de Concentración, en los Camposde Trabajo y en las cárceles, para poco a poco sacar al tesoro deltrabajo y progreso de España a los piquetes de ejecución en todas lasprovincias españolas y a los trabajos forzados para construir acequiasy canales de riego con la única remuneración que les reconocían paracuando recobraran la libertad carcelaria por cada día de trabajoforzado le abonaban dos de rebaja de condena; ¡cuántos quedaron enesos trabajos, como en el Valle de los Caídos, muertos por inanición ymiseria, por esas autoridades que llamándose españolas, eranservidores de la Alemania nazi y de la Italia fascista, protagonistascon Franco y sus cuadrillas de malandrines, denominados los azotesdel verdadero pueblo español, que fue y (s)erá la representacióngenuina de la paz, del progreso y fraternidad española.

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 Todo queda demostrado que el fascismo y falangismo españolfueron sin ninguna clase de dudas obra del nazismo alemán yfascismo italiano, siendo por este apoyo totalitario de ambos paísesEspaña Republicana fuera agredida y sometida en primer lugar por

las armas poderosas de combate que Hitler y Mussolini le llevaron algeneral Franco y este como el jefe CAIN ordenaba la destrucción depueblos, ciudades y de indefensos ciudadanos.

 Ya en septiembre de 1936, Franco decretó fuera de la ley a todoslos partidos políticos y organizaciones obreras, ordenando laincautación de todos los bienes, por ser propiedad del Estado; si laRepública Española, al triunfar el 14 de abril de 1931 hubieraprocedido en la misma forma que el cretino de Franco lo llevó a cabo,no hubiera hecho la reacción española, con los generales traidores aEspaña, el levantamiento del 18 de julio de 1936, pero, en fin, elsentimiento humanitario de paz, de justicia, de libertad y democracia,de la República Española no llegó a ese extremo. Ya en julio de 1936,la reacción contestó con la usurpación, el robo, el crimen, el latrocinioconstante y las injusticias de toda clase contra los hombres amantesdel progreso y de la paz en España, aniquilando y humillando a losciudadanos que quedaron en los Campos de Concentración, de Trabajo y cárceles de España.

Los decretos y órdenes del general Franco que dictó paraapoderarse de toda clase de bienes a los ciudadanos, no excluyó a las

corporaciones municipales que, en su administración, quedaronsujetas a la voluntad del Caudillo para asegurarles a los franquistas,fascistas y falangistas, la usurpación de los bienes municipales, así como hizo con los bienes de los partidos políticos y personales de losciudadanos españoles (entre ellos mi caso, de usurpación porfalangistas), que se encontraban dentro de la Ley del 9 de febrero de1939.

En todas las regiones o provincias de la España Republicanaexistieron situaciones parecidas a las que sufrió Aragón; el Gobierno

de la República fue poco a poco controlando los desmanes que habíanocurrido en los tres primeros meses de la sublevación militar queinició el fascismo.

¿Qué ayuda tuvo la República Española para hacer frente alfascismo internacional y fascismo nacional? Las que aquí aparecerándescritas, con el fin de que se puedan dar una idea de ese fracasopara el régimen republicano; el gobierno de la República Mexicana dioayuda, dentro de sus buenos propósitos de ayudar a la RepúblicaEspañola, con arreglo a su situación económica (armas, municiones,también otros artículos de utilidad para el pueblo español), dandoejemplo a las grandes naciones democráticas que, con arreglo a sucapacidad económica como a su situación armamentista ayudaran al

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Gobierno Republicano a combatir al nazismo y fascismo internacionaly al fascismo español; pero a las grandes democracias no lesinteresaba ayudar al Gobierno de la República, únicamente inyectarlealguna dosis de ayuda a los fines de que poco a poco fueraaniquilando a la democracia española creando para este fin el Comité

de No Intervención, así podrían también tratar con el fascismo en sulucha contra la España Republicana para aniquilar por los caínestotalitarios internacionales a los abeles españoles democráticos.

¿Qué hubo combatientes extranjeros en el ejército republicano? Sí que los hubo, eran ciudadanos que habían sido perseguidos por losgobiernos de sus respectivos países y otros de los países del Este queeran obligados a formar parte de los ejércitos de lucha contra elnazifascismo internacional (consigna rusa) que tenían el compromisode asistir a esa lucha por ver si podían apoderarse de Españasirviendo al comunismo internacional con la ayuda de los comunistasy comunistoides españoles patrocinados por el doctor Juan Negrín denegra historia para España ¿Qué cantidad de extranjeros habíapeleando a favor de la República Española? Sobre unos 25.000voluntarios. ¿Qué ayuda realizó Rusia a la España Republicana? Transcribiré notas y datos de la ayuda que dio Rusia a la España ensu lucha contra el fascismo; para ello se harán comentarios sobre laforma de proceder con el pueblo español en lucha, por el triunfo de laRepública Española de los elementos que disfrutaban de la buenasituación que se crearon personalmente para ellos sirviendo a lacausa antifascista española.

Nadie ha descrito con tanta verdad y honradez lo que fue la guerracivil española de 1936 a 1939 por haber vivido esa situación tan decerca desde un principio dentro del Gobierno Republicano como elseñor Indalecio Prieto Tuero por ser ministro de Marina y Aira,después ministro de Defensa Nacional. Hubo hombres de intachablehonradez política y de una acrisolada moralidad dentro del Gobiernocomo Azaña, Caballero, Besteiro, Prieto y otros muchos socialistas yrepublicanos, pero la defensa de la República no se consolidó, no seprodujo su triunfo por causa de los comunistas españoles y de Rusia,que no le interesaba el triunfo de la República Española; en esa

situación, la lucha fue un negocio militar de la Alemania de Hitler y dela Italia de Mussolini como de la Rusia de Stalin, donde probaron susarmas de destrucción en España y después ya las tenían con susexperimentos realizados, preparados para la intervención en la 2ªGuerra Mundial.

Por un lado, los países democráticos que no ayudaban lo quenecesitaba el Gobierno Republicano ante el temor de la intervenciónrusa por conducto de los comunistas y comunistoides españoles y seprodujera una dictadura comunista en pleno Mediterráneo, pensandoen obstruir y denigrar a la República Española por los interesados enentregarla al totalitarismo soviético ¿Quién se iba a atrever (a) ayudaral régimen republicano democrático español en esa situación¿ Nadie.

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Por esas causa desapareció la República de España, quedando entotalitarismo fascista representado por el general Franco, al cual lesobró la ayuda de la Alemania nazi y de la Italia de Mussolini másotros países de espíritu liberal que no tuvieron inconveniente deprestar al fascismo su ayuda moral y material para aniquilar la

libertad de los derechos humanos en España.

Con los datos y notas que se transcribirán de informes expresadospúblicamente en discursos y artículos sobre la situación que vio,resolvió y declaró ante el Comité Nacional del PSOE el señor IndalecioPrieto en España sobre su gestión como ministro de Marina y Aire, ytambién como ministro de Defensa Nacional en el Gobierno de laRepública Española; por los datos y notas se verá quiénes fueron losmás culpables de la pérdida de la República, aunque en esta tragediaespañola fuéramos todos culpables.

En mi trabajo de informar a las generaciones venideras a los finesde que puedan conocer lo que fue la tragedia española, en los folletostitulados Entresijos de la guerra de España, Cómo y por qué salí delMinisterio de Defensa Nacional, Intrigas de los rusos en España, deIndalecio prieto, como de otro libro que se publicó en México, de JesúsHernández, que fue ministro de Educación Pública en los gobiernosque presidió Largo Caballero y el doctor Juan Negrín. Este libro de Yofui ministro de Stalin, cuando lo escribió este comunista había sidoexpulsado de la Rusia soviética; cuenta el mismo las incidencias de laguerra civil contra los hombres de la República por los rusos,

aclarando las causas por que la Rusia de Stalin intervenía paraapoderarse de España por la traición de los comunistas ycomunistoides españoles, no ayudando a ganar la guerra contra elnazismo y fascismo internacional que ayudaba al fascismo español.

Del folleto Entresijos de la Guerra de España, se transcriben lospárrafos siguientes: En un informe de agosto de 1938 se dice: “Salió acolación el gobernador soviético de Alicante con motivo de haberpatrocinado y legalizado la publicación de un escrito del ComitéComarcal Comunista de Cartagena prohibido por la autoridad de estaplaza a causa de contener diatribas inadmisibles contra el Ministro de

Defensa nacional. Ese Gobernador hizo más, al enterarse de queagentes míos se acercaron a Don Miguel Primo de Rivera, preso en lacárcel de Alicante para buscar testimonios de su hermano JoséAntonio desfavorables a la subversión militar, ordeno unainvestigación policíaca sobre dichas gestiones a ver si le era posible(según públicamente confesó), tener un arma política contra mí. Puesbien, dicho funcionario comunista nos ofrece una curiosa faceta; JesúsMonzón, que así se llamaba el poncio alicantino, engañaba al ministrode la Gobernación, Julián Zugazagoitia, quien desconocía la verdaderapersonalidad de aquel en cuyo favor le hablaba su subordinado,consiguió liberar y proveer de pasaporte a Antonio Lizarza, Directorde la Organización Militar de Requetés Navarros y enlace de estos conlos generales comprometidos a sublevarse. A Lizarza se le detuvo en

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el Aeródromo de Burgos pocos días antes del 19 de julio de 1936, alrepostarse de gasolina el avión en que había ido a Lisboa aconferencias con Sanjurjo; Monzón guardó en el Gobierno Civil deAlicante a Lizarza, lo acompañó luego personalmente al Campo delAltet y lo metió allí en un aparato de Air France en el que, horas

después, Lizarza ganaba tierra francesa en Tolouse (sic) paraseguidamente marchar a Pamplona donde, acogido con sorpresa yalborozo, se puso al frente de sus huestes; no obstante todo eso queyo denuncio en sus respectivas fechas, no se movió a Monzón de supuesto, siguió siendo Gobernador de Alicante y posteriormente, deotras provincias. Por bastante menos se fusiló a muchos”.

“El riesgo de utilizar comunistas en mandos militares y en cualquiercargo de la Administración Pública proviene de obligarles la disciplinapolítica a servir al Buró de su partido antes que al gobierno de quiendependen. Llegan hasta la deslealtad y la traición, siendo por tantopeligrosísimos colaboradores”. El siguiente episodio que saco denuevo a la luz nos lo demostrará. “Cuando se cernía sobre el resto dela España leal el gravísimo riesgo de la pérdida del Norte, impuse aldestructor “Ciscar”, sabiendo yo el gran valor que tendría parasostener allí la moralidad, un poco de sacrificio en Gijón, dado elriesgo que dicho barco corría por los bombardeos continuos sobre elpuerto del Musel. Pero llegó la hora de estimar que el sacrificio era yainútil. Los facciosos habían pasado de Villaviciosa y estaban casi a laspuertas de Gijón. El 19 de octubre, a las once de la mañana, llamo al jede del estado Mayor de la Marina y le digo: redacte un telegrama

ordenando al “Ciscar” que salga para Casablanca y cuando llegue aCasablanca determinaremos cómo pasará el Estrecho, si con auxiliode la Escuadra o corriendo la aventura el solo durante la noche”. A lasonce y media se expidió el radiograma cuyo texto corregí yo mismo,dando orden al jefe de las fuerzas navales del Norte, contralmirantedon Valentín Fuentes, y encargándole que enterase de mi resoluciónal jefe del ejército de Asturias, coronel Prada. Quedé tranquilo. El“Císcar”, el mejor de nuestros destructores estaría por la noche, envirtud de la orden cursada, navegando con rumbo a Casablanca. Eldespacho a que me refiero se transmitió a las once y media de lamañana. Poco después, por la tarde, recibí la visita de un militar ruso

que desempeñaba entonces la jefatura de los asesores soviéticos,quien me pregunta: “¿Usted ha cursado un telegrama a Gijónordenando que salga el “Císcar”? – Sí señor.- Pero el “Císcar” tieneórdenes de permanecer allí hasta recoger el estado mayor.- El“Císcar” no puede tener órdenes contrarias a las que da el Ministro deDefensa nacional. He impuesto a la dotación gran sacrificio y hemoscorrido el riesgo de perder el barco. Si continúa en el Musel nosexponemos a que el “Císcar” se hunda y no pueda recoger al EstadoMayor.- Ruego a Vd. que rectifique la orden.- No puedo, me expongoa perder el barco sin utilidad alguna pues la entrada de los facciososen Gijón parece inminente”. Insistió mi visitante, e insistí yo. Laentrevista fue correctísima, pero no llegamos a un acuerdo. Al díasiguiente me entregaron u radiograma cifrado con la noticia de que el

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“Císcar” acababa de hundirse en el Musel por efecto de unbombardeo aéreo. Mi estupefacción fue grande pues yo creía al barconavegando hacia Casablanca ¿Cómo no se había cumplido mi ordende salida? Días más tarde, Cruz Salido, que ejercía funciones desecretario particular mío, me entregaba que acababa de pasarle el

Gabinete de Cifra de Marina. El despacho era del ContralmiranteFuentes, y decía: Coronel Prada y agregado técnico (se refería a untécnico ruso) estiman que el “Císcar” debe continuar aquí. Dígame sirectifica usted su orden.- Pero este radiograma lo recibí cinco díasdespués de hundido el “Císcar”. Pregunto a Cruz Salido: ¿Cuándo lehan entregado este telegrama?.- Ahora mismo.- Requiera alfuncionario a que, bajo su firma, testimonie el día y la hora en que loha entregado. ¡Un telegrama tan importante que tarde en entregarsecinco días al ministro! Si el despacho se me entrega a su debidotiempo, el barco se habría salvado.- Por la referencia del que fue jefede las fuerzas navales del Norte y por un informe del ComisarioGeneral de aquellas, conocí más tarde lo ocurrido.- El “Císcar” seperdió y quienes habían motejado de cobardes a sus tripulantes,partió en avión para Francia de madrugada, tres o cuatro horasdespués de lanzar tan injustificada infamia”.

En las páginas 10 y 11 del folleto Entresijos de la Guerra de Españaescribe el autor: “Afirmo que pueden anular o amortiguar nuestragratitud los aspectos lucrativos del auxilio de la URSS y de lospartidos comunistas que la secundaban”. “Véanse estos ocho puntosque dejé sentados en el año 1939 y que nadie ha desmentido.-

Primero.- El Partido Comunista francés había administrado, paracompras de material de guerra, dos mil quinientos millones defrancos entregados por Negrín, sin que la administración de tanenorme suma la hubiese controlado, poco ni mucho, ningúnfuncionario del Estado Español.- Segundo.- El Partido Comunistafrancés había retirado para sí, quizá como beneficios deintermediarios, cantidades considerables del dinero entregado porNegrín.- Tercero.- la propaganda pública primero, y clandestinadespués, del partido Comunista francés, se costeaba con dinero así extraído del Estado Español, pues los auxilios de la III Internacionalera nulos y el producto de las cotizaciones distaban muchísimo del

gasto de esa propaganda.- Cuarto.- Ávido de dinero, el partidoComunista Francés, rectificando constantemente sus liquidacionespor nadie examinadas, reclamaba con frecuencia mayores sumas alos señores Negrín, Aspe (éste último, ministro de hacienda).- Quinto.-El espléndido diario comunistoide “Ce Soir”, remedo del triunfante“Paris Soir”, se sostenía con fondos de los suministrados por Negrín.-Sexto.- La flota, compuesta de doce buques pertenecientes a laFrance Navigation, era propiedad de España, pues con dinero españolse compraban todos los barcos, no obstante lo cual los comunistasfranceses, administradores de dicha compañía, se negaron adevolverlos, considerándoselos suyos,- Séptimo.- Uno de los barcosde la France Navigation, el “Winnipeg”, se fletó por el SERE (entidadde auxilio a los expatriados establecida por Negrín), para transportar

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exiliados a Chile, aumentando de esa manera sus ingresos loscomunistas franceses, mediante el novísimo sistema de arrendar aalto precio a los españoles un buque que pertenecía a los españoles.-Octavo.- Parte del Tesoro Español sacado de nuestro territorio alevacuarse Cataluña, estaba custodiado por comunistas franceses. En

cuanto al lucro de Rusia, el relato que ahora paso aquí es ciertamenteasombroso, nos dice dicho folleto: “El 25 de octubre de 1936 seembarcaron en Cartagena con destino a Rusia siete mil ochocientascajas llenas de oro, amonedado y en barras, oro que constituía lamayor parte de las reservas del Banco de España. Previamente, elseñor Negrín como ministro de Hacienda (todavía no era presidentedel Consejo), obtuvo el acuerdo del Gobierno y la firma del Presidentede la República para un Decreto autorizándole las medidas deseguridad que estimara indispensables en cuanto al oro del Banco deEspaña. Como miembro de aquel Gobierno acepto la responsabilidadque me corresponda por el acuerdo, aunque ni los demás ministros niyo conocíamos el propósito perseguido. Ignoro si llegó a conocerlo elentonces Presidente del Consejo, Francisco Largo Caballero.- Elembarque se verificó con gran misterio. Si yo me enteré fue por puracasualidad, a causa de haber llegado a Cartagena para asuntos delservicio (era yo ministro de Marina y Aire) cuando el embarque seefectuaba bajo la dirección personal de los señores Negrín y MéndezAspe.- Cuatro empleados del Banco embarcaron en el buque queconducía el precioso cargamento. No se les dijo a dónde iban.Creyeron que desembarcarían en Port Vendres, Sete o Marsella yaparecieron en Odesa. El 6 de noviembre de 1936 llegaron con

nuestro oro a Moscú”.

Si los libros y periódicos fascistas de aquella época revelan lasmiras mezquinas que les guiaban a los fascistas y nacistas en suapoyo a Falange y a Franco, el libro de Jesús Hernández Yo fuiministro de Stalin aporta curiosos testimonios sobre los planes, tantoo más repugnantes, que perseguían los soviéticos auxiliando a laRepública española.- “Entre mis comentarios (dice el Sr. Prieto) a lonarrado por uno y por otro, asoma más de un episodio de loscontactos que en España tuvieron comunistas y reaccionarios, dedonde se infiere que las sospechas connivencias de que habla el

“Siglo”, son más fáciles entre stalinianos y derechistas que entresoviéticos y demócratas, porque estos últimos rechazan el principioinmoral de que el fin justifica los medios, principio común a losbandos antiliberales, quienes lo practican sin siquiera detenerse anteel asesinato”- “Por proporcionarnos material de guerra (no en baldesino a buen precio, sin regatear y a cuenta del oro queanticipadamente le envió a Negrín) hubo Rusia de ingerirse ennuestros asuntos. Nunca existieron en España contingentes militaressoviéticos, ni grandes ni pequeños. Estoy seguro de que en ningúninstante (contando aviadores, técnicos de la industria, consejerosmilitares, marinos, intérpretes y policías) llegaron a medio millar losrusos en nuestro territorio. Constituían entre ellos el mayor númerolos aviadores, quienes, de la misma manera que alemanes e italianos,

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se relevaban por plazos cortos. España (desventurada España), fueuna Academia Militar en vivo. Alemania, Italia y Rusia ensayaron susnuevas máquinas bélicas en carne española y entrenaron a supersonal militar, no en simples maniobras sino en una guerra deverdad, con víctimas y ruinas”.”Rusia no podía ejercer coacción

alguna que derivase de fuerzas militares enviadas por ella a España.Su coacción provenía de haberse quedado, a virtud de la conducta delas demás potencias, como nuestra única suministradora de material,y de instrumento coactivo lo constituían el Partido Comunistaespañol, más los comunistas y comunistoides enrolados en otrasorganizaciones políticas, principalmente en la socialista”.”Con taldoblez resulta difícil precaverse porque hay comunistas con cargos deconfianza a quienes para que no se recele de ellos, se les ordenaocultar su filiación e incluso enmascararla, haciéndoles ingresar enotros partidos, ejemplo Jesús Monzón, gobernador de Alicante”. Siguediciendo el Sr. Prieto: “Hace pocos meses (me lo ha referido MartínezPedroso, último representante diplomático cerca del Kremlin), en unaescuela de Moscú, en una de esas escuelas se ha venidorepresentándoseme como traidor ante la infancia española allí refugiada, el profesor loaba muy ardorosamente la potencia militar deRusia, la enorme fuerza de su ejército, magnitud de sus unidadesmotorizadas, las proporciones gigantescas de su material humano...,en fin, todo lo que, según dicho maestro, hace invencible a Rusia ydecisivo su poderío a favor de los pueblos ansiosos de defender lalibertad. Interrumpiendo tan exaltado discurso, un niño español, selevantó de su banca escolar y encarándose con el profesor exclamó:

Si Rusia dispone de todos esos medios, ¿por qué consintió queperdiéramos la guerra en España? El profesor, desconcertado, nosupo qué contestar. La pregunta infantil era demasiado profunda.Acaso más adelante puede ser contestada por la Historia; y el niñopreguntador sabrá la verdad cuando sea hombre”.

Desde luego, en México apareció el libro titulado Yo fui ministro deStalin y el Sr. Prieto dice: “Efectivamente, el autor fue ministro, perono de Rusia ni en ninguna de las naciones sovietizantes, sino deEspaña. Hablo de Jesús Hernández que, desempeñando la cartera deInstrucción Pública, formó parte entre los años 1936 y 1938 del

Gobierno de la República. Hoy en su libro revela Hernández losmanejos de Rusia, igualmente oscuros, ayudando a los republicanosy, tras prolijas disertaciones para demostrarlo, afirma que Stalin, alofrecernos su apoyo, regatearlo luego y suprimirlo después, se atuvoexclusivamente a conveniencias de su oscilante política internacional,sin importarle nuestro destino”. Hernández nos dice: “que noconstituíamos una fuerza nacional los comunistas españoles, sino unaorganización de fuerzas indígenas dependientes y al servicio delComisariado de Negocios Extranjeros de la Unión Soviética”. “Losdelegados del Komitern exigían que Largo Caballero fuese sustituidopor otro presidente, nos dice el Sr. Prieto y, para resolver este asunto,se reunieron en Valencia Codovila, Guaré, Togliatti, Marty, Orlov (dela GPU) y Gavkins (consejero de la Embajada soviética), Jesús

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Hernández pone de relieve que había más extranjeros que españoles.“El buró político –aclara- era un buzón de los mandatos transmitidosdesde Moscú; era el retablo de maese Pedro, cuyos muñecos movía lamano habilidosa del Kremlin”. Sigue Hernández: “En cuanto alsucesor de Caballero (dijo Togliatti para poner fin al debate) es un

problema práctico sobre el que invito a los camaradas a reflexionar.Creo que deberemos proceder a elegirlo por eliminación. ¿Prieto?¿Vayo?¿Negrín? De los tres, Negrín puede ser el más indicado; no esanticomunista como Prieto, ni tonto como Vayo”. Hernández comonarrador pone esta glosa: “La enorme autoridad del líder obrero, aquien se había llegado a nombrar el “Lenin español”, presidente delPartido Socialista y de la Unión General de Trabajadores, las dosorganizaciones proletarias numéricamente más importantes del país yañejo prestigio, cayó a tierra hecho añicos. Fueron suficientes unassemanas para que aquel coloso de la autoridad política quedaraconvertido en un guiñapo invertebrado al que se iba a arrojar delpoder como se arrumba un traste inservible. Caballero estabavencido. Los tovarich podían telegrafiar a Moscú, consumatum est”.Sigue relatando su misión y escribe Hernández: “Supongo que porpura fórmula me fue encomendado hablar con don Juan Negrín paraofrecerle nuestro apoyo si aceptaba ocupar la presidencia del nuevogobierno. Corrían los días del mes de mayo de 1937. Propuse aldoctor Negrín una entrevista en mi despacho del ministerio deInstrucción Pública”. La entrevista del comunista Hernández conNegrín fue así: “Doctor (dije, entrando de lleno en el objeto de laentrevista), el buró político de mi partido quiere aconsejar al

presidente de la República la candidatura de usted para primerMinistro” Negrín dice: “Si lo acepta mi partido. Usted sabe que soyhombre poco conocido y menos aún popular”. Contesta Hernández:“Cuenta, que yo sepa, con la venia de Prieto y con el apoyo de lamayoría de la ejecutiva del Partido Socialista. La popularidad sefabrica; si alguna cosa tenemos bien organizada los comunistas es lasección de agit-prop –dije riendo”. Negrín: “Pero yo no soycomunista”. Hernández: “Es mejor así. De ser usted comunista nopodríamos proponerle para presidente del Consejo. Queremos unpresidente amigo de los comunistas. Nada más, pero nada menos –dije insinuoso”. Negrín: “En cuanto a eso”. Hernández: “No lo

dudamos, doctor (atajé rápido)”. Negrín dice: “Muchos aspectos de lapolítica del Partido Comunista me parecen justos y acertados”.Hernández dice: “En su partido no encontrará usted muchos apoyosteniendo que sustituir a Caballero”. Negrín: “Pocos, muy pocos”.Hernández: “Pero contará usted con todo el poderío de loscomunistas –afirmé”. Negrín: “Solo así podré gobernar”. Hernández:“Pues gobernará”. Negrín: “No quisiera que mi aceptación lainterpretasen como consentimiento a convertirme en el hombre depaja de ustedes, eso no lo esperen de mí. Además no sería útil ni a supartido, ni a mí, ni a nadie”. Hernández: “Comprendo y comparto susescrúpulos, pero puedo asegurarle que nuestro apoyo será tandiscreto como decidido y respetuoso. Una cosa no se podrá evitar,que le tilden de comunistoide”. Negrín dice: “Será inevitable”.

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Hernández contesta: “Más inevitable aún si, como esperamos, aplicausted una política militar coincidente con el programa de nuestropartido (exploré)”. Negrín le dice: “En general, estoy identificado conella”. Hernández le contesta: “Mejor que mejor –dije”. Negrín lecontesta: “¿A quién piensa ustedes apoyar como ministro de

Defensa? –preguntó”. Hernández manifiesta: “No tendremosinconveniente en que lo sea el señor Prieto”. Negrín dice: “Es pocoamigo de ustedes”. Hernández contesta: “Es cierto. Pero todo suprestigio personal es más útil que todo lo dañoso de suanticomunismo”. Negrín manifiesta: “Me parece muuy bien.Personalmente le tengo gran estimación; pero ustedes tendrándificultades con él”. Hernández replica: “Procuraremos neutralizarlo –repliqué sonriendo”. Negrín contesta: “¿Cómo?”. Hernández le dice:“La subsecretaría suele ser tan importante como el ministerio y aveces más, por su aspecto técnico. Con Prieto de ministro pediremospara nuestro partido la subsecretaría de Guerra y la Aviación.Procuraremos ocupar algunas Direcciones Generales. El Comisariadode Guerra está prácticamente en nuestras manos, y contando con laamistad de usted”. Negrín dice: “Y con los rusos”. Hernández lecontesta: “De acuerdo, doctor”. Negrín vuelve a decirle: “Deacuerdo”. Hernández se despide diciendo. “Hasta la vista, presidente–le dije amistosamente”.

Ahora nos habla el señor Prieto: “A poco de constituirse el gobiernoNegrín, fue bombardeada Almería por una escuadra alemana. Por miiniciativa, ese día se reunió el Consejo de Ministros. En aquel Consejo

yo propuse buscar a la flota alemana, autora de la agresión, en elpuerto donde estuviera refugiada, fuese Palma, Pollensa, Ceuta, Cádizo Málaga, donde se hubiera metido, y con la masa de aviones debombardeo, que entonces teníamos en número considerable, realizarcomo represalia una agresión contra dicha escuadra, aunque elloprovocara la guerra y, por consiguiente, la conflagración europea...Era la proposición de un pesimista, de quien no veía la posibilidad deganar militarmente la guerra, no podía ser resuelta por nosotros solosde manera victoriosa, y en aquella propuesta buscaba la solución quepudiera surgir de un conflicto internacional mediante la declaraciónde guerra de Alemania a España, porque, bajo el peligro de conquista

del territorio español de modo abierto por Italia y Alemania, acaso lasNaciones Occidentales de Europa se creyeran en el caso deintervenir”. El cinismo y traición de los comunistas y rusos a España,aprovechando el temor que a los republicanos les causó la propuestade Prieto, después de consultarse los republicanos y la contestacióndada por los rusos a los ministros comunistas en el Gobierno; no seaprobó la propuesta del señor Prieto, pero veamos qué dice elministro comunista Sr. Hernández en su libro Yo fui ministro de Stalin,del ministro de la Defensa Nacional, señor Prieto: “Aquel día sesobrepuso al pesimista, el patriota y surgió en Prieto el estadista quebusca la salvación de su patria en una dramática coyuntura histórica¿qué pudiéramos perder que no tuviéramos la seguridad de tenerloperdido? Cualquiera que fuese la complicación de orden internacional

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que motivara nuestra represalia para la agresión de la flota alemana,en nada empeorará nuestra perspectiva y, sin embargo, podíamodificar todo el panorama. Nuestra guerra era ya, por las causasseñaladas por Prieto, una agonía sin esperanza. Sólo una reaccióninternacional que alinease, de mejor o peor gana, a las potencias

democráticas decididamente a nuestro lado, estaba la salvación deEspaña ¿Qué ello era la conflagración mundial?!Que fuera el Diluvio!Pero, a más de esto, ¿había alguien en la redondez de la Tierra queno supiera que la intervención germana-italiana en la PenínsulaIbérica era el preludio de la agresión abierta al mundo democráticopor parte de las potencias del Eje? La proposición de Prieto, en el peorde los casos, no era sino la de anticipar los acontecimientos, y en estaanticipación, buscaba salvar a España”. Veremos cómo Hernándezviene descubriendo la fobia contra todo lo que era socialista en sulibro Yo fui ministro de Stalin. Veamos lo que dice en los párrafossiguientes: “El ataque contra Prieto hería directamente a los distintospartidos republicanos que tradicionalmente veían a este lídersocialista, más que en ningún otro, el cerebro que proyectaba supolítica republicana en España; nuestros disparos sobre Prieto, portanto, habían hecho blanco en el sentimiento de los hombresrepublicanos. Siguió la política de favoritismo en los ascensos y siguióla política de coacción proselitista. Nuestro trabajo nulificaba losesfuerzos que, para contrarrestarla, hacía Indalecio Prieto, y cuandolo creímos conveniente provocamos la crisis que le hizo saltar delMinisterio de Defensa Nacional. Los tovarich (los delegados rusos)cooperaron descaradamente en esta tarea creando situaciones

violentísimas en el Ministerio de Defensa. Los rusos expulsaron alargo caballero de la Presidencia del Consejo de Ministros; los rusosimpusieron a Negrín; los rusos decretaron la caída de Prieto”.

En una reunión de rusos y españoles se dice: “Hay que utilizar lapérdida de Teruel para liquidar a Prieto”. Valentín González “ElCampesino” lo cuenta en su último libro Comunista en España y antistalinista en la URSS, dice así: “A comienzos de 1938 se tratabade repetir la operación con Indalecio Prieto, que al frente de Defensanacional empezaba (a) hacerse insoportable para el Kremlin. Pero¿cómo deshacerse de él? Su prestigio era grande, sobre todo después

de la venturosa Operación de Teruel, quizá la más venturosa (con laheroica defensa de Madrid) de toda la guerra. No podría decir en cuálde las reuniones políticomilitares secretas de los agentes del Kremlinse adoptó el acuerdo de sacrificar Teruel; lo que puedo asegurar esque el maquiavélico plan fue confiado a los generales Gregorovitch yBarthe. Teniendo un gran alcance político, debió intervenir en ladecisión el delegado político número uno del Komitern “Alfredo”,conocido así mismo por Ercole (Palmiro Togliatti), jefe del comunismoitaliano, Gregorovitch y Barthe, de acuerdo con Modesto decidierondeshacerse del general Hernández Sarabia, el fiel amigo de Prieto quehabía la toma de Teruel; fue sustituido por el propio Modesto. Almismo tiempo se dejó a las divisiones anarcosindicalistas sin artilleríapara la defensa de las posiciones que protegían Teruel; en tales

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condiciones era forzoso que flaquearan y se desacreditaran en pocotiempo. Siguiendo las órdenes recibidas, yo me dejé cercar dentro dela población con unos dieciséis mil hombres de mi división. Modesto yLíster disponían de seis brigadas y de dos batallones excelentes fuerade la ciudad. El trato hecho era que atacarían fuertemente por

sorpresa y me liberarían con mis tropas. Pero pasaron algunos díascon sus noches y nada hicieron. Había de enterarme más tarde deque a los que se ofrecieron a socorrerme los amenazaron de muerte.Convencido de que no llegaría ya ningún socorro de fuera y de queseríamos liquidados si caíamos en manos del franquismo, decidía jugarme el todo por el todo y romper el cerco. Empecé por destruir lamayor cantidad de material posible para evitar que cayera en manosdel enemigo. Emprendimos luego una lucha, protegidos por laoscuridad de la noche, que duró cerca de cinco horas. Perdí en estalucha unos mil hombres, pero el cerco quedó roto y salvé alrededorde once mil. En una reunión de tonos violentos exigí la liquidación deLíster que me había abandonado miserablemente; los rusos nohicieron nada y continuaron protegiéndolo como a una criatura ¡Comoque se había limitado a aplicar sus órdenes, lo mismo que Modesto!Era evidente que había querido deshacerse de mí para arrojarle micadáver al ministro de Defensa nacional y convertirme, además, enuna bandera”. Del folleto Entresijos de la guerra de España, deIndalecio Prieto, al final existe un “Comentario al margen”, porManuel Albar, que es una lección para los españoles de sentidodemocrático y liberal donde se conocen las artimañas y subterfugiosde los comunistas y rusos en España; así que solamente del final de

este folleto se transcriben los párrafos siguientes del periodistaManuel Albar, que dicen: “Por muchas razones me parece un aciertoel acuerdo de reunir y editar los artículos de Indalecio Prieto queintegran el presente folleto, los más dedicados a glosar el libro de Jesús Hernández Yo fui un ministro de Stalin, de reciente aparición. Esmuy conveniente que esos artículos tengan la mayor difusión posibleporque constituyen testimonios históricos de gran fuerza, a los que dasingular autoridad el nombre del autor. Todos juntos forman unaespecie de apéndice muy ilustrativo para apreciar mejor en susentresijos el período desventurado de nuestra guerra civil, en la queuno y otro bando de españoles, republicanos y antirrepublicanos,

agredidos y agresores, leales y perjuros, acometiéndonos con sañainconcebible, estábamos sirviendo de materia experimental para lasintrigas y ambiciones de quienes se proclamaban nuestrosrespectivos defensores: de una parte Stalin; de otra, Hitler yMussolini”.

Son los dos folletos de Prieto, el libro de Jesús Hernández Yo fui unministro de Stalin y el del “Campesino”, Valentín González, tituladoComunista en España y antistalianiano en la URSS, que deben deconocerlos españoles, porque en ellos se encuentra la raíz de lapérdida de la República Española.

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CAPÍTULO II. EL FIN DE LA EPOPEYA ESPAÑOLA EN MADRID

 Teniendo necesidad de seguir comentando la tragedia española

con sus casos y cosas que ocurrieron durante la misma, como lo hevenido haciendo, hoy nos toca conocer (entre otros casos) el fin de laepopeya española Madrid, escrita para los que no la conocieron, porquien la vivió y sufrió: Felipe A. Cabezas.

A principios del año 1941 llegó a mis manos un boletín donde sedescribe esta epopeya española que es una página de historia, la cualdice lo siguiente: “La capital de España, que pasará ala historia comosímbolo de valor sereno, de abnegación y martirio cuasi jovial, cambióde faz tras la caida de Barcelona en poder del abigarrado enemigo,idiosincrasta popular viril y sufrida, sin más sostén que la esperanzaen el triunfo de la libertad, se diluía en chistes amargos, plenos deironía, en actitudes fáciles o en silencios de tragedia, se echaban abroma las “Píldoras del Dr. Negrín” (lentejas, quintas del reúma o delbiberón, de cuarentones o semi imberbes), y rodaban en público o enprivado multitud de frases intencionadas que aludían a la situación.Se había perdido la fe en todos y en todo. Por las calles ambulabanlas gentes con el semblante cuajado de tristeza. Nadie sabía a qué(a)tenerse. Los bulos discurrían a caño libre. Ni declaraciones oficialesni asistencia de quienes representaban al pueblo macerado.Privaciones cada día mayores, hambre acentuada, falta de aliento, de

orientación, de ruta a seguir. Los periódicos manoteaban en lastinieblas, empeñadas en mantener una moral en completoderrumbamiento. Eran vanos sus esfuerzos: nadie los creía ya. Madridagonizaba sin violencia como un tísico que se acaba por consunción

A primeros de marzo de 1939 ni siquiera se “dignaba” el enemigootorgar sus envíos mortíferos, antes tan frecuentes. Estamos porafirmar que esto mismo lastimaba a muchos, no por insano“masoquismo”, sino porque en su complejo sentimental depresivoveían en ello una especie de composición, menosprecio oimbeligerancia a un adversario tan bravo como orgulloso. La frase

“que termine la guerra como sea” circulaba libremente ante lapasividad estoica de la conciencia colectiva, que cedía ante loirremediable. Si meses atrás alguien se hubiera atrevido a proferirlo,el público lo hubiera acogotado.

Sobre este marco lúgubre adivino la noche del día cinco(perdónesenos una aclaración al abordar este punto; conscientes dela responsabilidad de nuestras palabras, nunca obedientes agranjerías ni móviles, nos atenemos simplemente a narrar los hechossin pronunciar juicio sobre ellos; que los emita el lector según sutalante o preocupaciones de seta. Hacía ya algún tiempo que sevislumbraban los destellos lívidos de una sublucha intestina ante lospropios antifascistas. Al cansancio, amargura y dolor de una

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población batida por una desgracia casi trienal, uníase el presagio deotra desventura, inútil y destiempo, para ensombrecer el cuadro,harto negro de por sí. La verdad es que la pugna entre loscomunistas, que optaban por seguir la guerra, y los otros partidosrepublicanos, que deseaban poner fin a aquel estado de cosas, era

antipopular en extremo. Ausente y mudo el Gobierno, dispersas y sintimón las ejecutivas de las distintas agrupaciones, sin moral los jefesdel ejército, seca la fe en el triunfo de los soldados, sin pulso laciudad, un puñado de personas de relieve se arrojó, por impulsopropio, el papel de tácito mandatario de la República. Tomando ladelantera a la oposición, al filo de la citada noche del día 5 de marzo,hablaron por radio los señores Besteiro, Casado y Mera y notificaronal país que se había constituido el Consejo Nacional de Defensa con elfin de resolver la contienda en la forma más humana posible.

Un par de horas después de esta alocución (dos de la madrugada),se inició el temido movimiento, a la cabeza del cual se puso elcomandante Ascanio, jefe de la 8 División del 2º Cuerpo de Ejército,destacado en El Pardo. Este militar era miembro del comité provincialdel Partido Comunista de Madrid. Con la 18 Brigada Mixta, de reservaen El Pardo, Ascanio se dirigió a la Ciudad Lineal con el intento deapoderarse del puesto de mando del 2º Cuerpo de Ejército, objetivoque alcanzó sin gran esfuerzo. Parte de las fuerzas de la 5ª Brigadade Carabineros, adictas también al mencionado movimiento, sedirigieron desde la Ciudad Lineal a la posición “Jaca” de Canillejas,que cayó pronto en su poder. Aquí hicieron prisioneros, en su

mayoría, a los componentes del Estado Mayor del Ejército del Centro,tenientes coroneles Otero, Arnaldo, Pérez Gazolo y otros. Todos ellosen unión de muchos dirigentes, comisarios y oficiales que ibanapresando por el mero hecho de pertenecer al Partido Socialista o a laCNT o a partidos republicanos, fueron conducidos al palacio del Pardoen donde se encontraban detenidos otros políticos y militares, entrelos que podemos contar al Gobernador Gómez Osorio, a TrifónGómez, al comisario casado, al Comisario Inspector del Centro, aMolina, a Morales, Mejorada Moraleja, Solá, Peinado Leal, Arias, etc. Elnúmero total ascendía a unos dos millares. Estos prisioneros estabansometidos a la custodia de tres hombres sanguinarios llamados Angel

Dieguez, García Llopis y un tal Manzano, cuya voluntad acataba losmandos de la 8 División. Estos sujetos, en compañía del comandanteBares, jefe ocasional de esa unidad militar, y del comisario de lamisma Brigada Poveda, a eso de las dos y media de la madrugada deldía ocho o nueve, llevaron por el camino denominado de los Cuatrogatos, a los tenientes coroneles Gazolo, Otero y Arnaldo y alcomisario Peinado Leal aun lugar que dista de El Pardo un par dekilómetros. Allí fueron asesinados y enterrados en una fosa común loscuatro prisioneros. Cuando después se hizo la exhumación de loscadáveres, el de Peinado Leal apareció en calzoncillos y descalzo. Apocos pasos de esta tumba aparecieron otras cuatro fosas vacías. Enla capital de España se desarrollaban, en tanto, graves sucesos.Procedentes, al parecer, de la Casa de Campo, fuerzas al mando del

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comandante Manuel Fernández Cortina, alias “El Barbas”, y delcomisario de la 7ª División, Conesa, asaltaron la Agrupación SocialistaMadrileña, se apoderaron de los ficheros, detuvieron, entre otros, aSolá y a Cabrertizos y mataron a Cano y a dos o tres compañeros másque allí se encontraban. Consumada la hazaña, las mismas fuerzas

cruzaron la Castellana y ocuparon el puesto de mando de la 7ªDivisión enclavado en dicho paseo, esquina a la calle del Pinar, y laBrigada Z del SIM. Cerca de aquí apresaron a algunos agentes aquienes asesinaron y enterraron en el jardín donde estaba la 7ªDivisión, por orden de Conesa y “El Barbas”. Desenterrados loscadáveres se comprobó que tres de los funcionarios habían sidomuertos a tiros, pero el cuarto no presentaba lesión alguna. Estasfechorías sangrientas fueron dirigidas por el Comité Provincial delPartido Comunista desde el puesto de mando del 2º Cuerpo deEjército, del que continuaba siendo jefe el teniente coronel Bueno,aunque, según él, no tuvo arte ni parte en los luctuososacontecimientos, ocupándose exclusivamente de dirigir sus tropas enel frente de batalla. El movimiento estaba a cargo de los jefesmilitares Ascanio y Barceló y algunos elementos del Comité Provincialdel Partido Comunista. Para sofocarlo se desplazó de Guadalajara elcomandante Liberino, del Partido Socialista, al frente de su División.Poco a poco fue tomando posiciones en la Ciudad Lineal, ocupadaspor los comunistas, apoderándose, en fin, del puesto de mando trasun bombardeo de la aviación. Los focos que había en Madrid fuerondominados por fuerzas de la 112 Brigada Mixta, comandada porGutiérrez de Miguel, por tropas de la 70 Brigada Mixta, a las órdenes

de un comandante de la CNT, cuyo nombre no recordamos, y por uncontingente de Carabineros que obedecía a Francisco de Castro,socialista también, como de Miguel. Estas fuerzas de Carabinerosfueron las que, en los últimos días de este sangriento episodio, seapoderaron del Comité Provincial del partido Comunista y de laSecretaría de su Comité Central, en donde se incautaron de enormeremanente de víveres, de gran cantidad de dinero en plata y enbilletes de banco pertenecientes a series válidas entre los franquistas.Hacia el fin de la lucha, los comunistas comisionaron al coronelOrtega para parlamentar con el Consejo Nacional de Defensa, sobrela base de una representación de su partido en este organismo. El

Consejo no aceptó la propuesta; por el contrario, exigió que seentregaran, con la promesa de no ejercer represalias, pero quedandolos culpables sometidos a las sanciones dictadas por los tribunalescompetentes. Así ocurrió. Los únicos condenados a muerte yfusilados, fueron el teniente coronel Barceló, que manifestó ser elimpulsor del movimiento, y el comisario Conesa, que firmó unmanifiesto con el teniente coronel Bueno en el que se condenaba laconstitución del Consejo nacional de Defensa. La ejecución de Conesaobedecía, más que a otra cosa, al asesinato de los agentes del SIM,de que hemos hecho mención, por ser el responsable máximo. Elteatro de la lucha fue muy variado. En las afueras de la capital selibraron batallas en San Fernando (carretera de Guadalajara), CiudadLineal y pueblo de Fuencarral, último baluarte de los comunistas.

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Dentro de la población se peleó en el Hipódromo y Ministerios, callesde Serrano y Ríos Rosas, paseo de la Castellana, Puerta de Alcalá yparte alta del barrio de Salamanca. Entraron en juego toda clasearmas, sin excluir los tanques, la artillería y la aviación. Se calculanentre cuatro o cinco millares de bajas, entre militares y civiles, las

víctimas de la refriega. Las fuerzas que intervinieron en ellapertenecían al 1º y 2º Cuerpos de Ejército, sobre todo el 2º, que retiróde las líneas de fuego contra los fascistas, gran parte de susefectivos, con abandono de los frentes, que obligaban a mal cubrir alos prisioneros hechos en la retaguardia, tanto civiles como militares.Durante esa etapa, corta y aciaga, la urbe dolorida permaneció enconstante tensión nerviosa. Por las calles los transeuntes eranparados, manos arriba, y detenido todo aquel que llevaba un carnetsocialista o cenetista. En el asalto al Gobierno Civil apresaron sinresistencia al gobernador y a Trifón Gómez, desde donde fueronconducidos a El Pardo, como dejamos dicho. Requeridos allí parafirmar una carta de García Pradas, director del diario CNT , en la quese pedía la vuelta a la normalidad con la participación de loscomunistas en el Consejo Nacional de Defensa, se negaronresueltamente a ello, alegando que, a pesar de tener cargos deconfianza del gobierno Negrín, al que los comunistas decían defender,se hallaban prisioneros y sin libertad de acción. La lucha terminó eldía 14. El coronel Ortega, en representación del Partido Comunista yGutiérrez de Miguel, en la del Consejo Nacional de Defensa, fueroncomisionados para rescatar a los prisioneros de El Pardo. Al ser estostrasladados a Madrid en camiones, la multitud apostada en Cuatro

Caminos, Bravo Murillo y otros lugares de paso, los aplaudía conentusiasmo. Liquidado el movimiento, muchísimo afiliados al partidoComunista, decían haberse dado de baja con dos meses deantelación. El entierro de los asesinados en El Pardo fueconcurridísimo en Madrid. Constituyó una protesta general y tácita.Las iras más reconcentradas recaían en “El Barbas”, por creerse elmayor criminal, que logró fugarse. En su domicilio se encontró unacartera con dos mudas y documentos curiosos, un fichero muyhistoriado en el que se interroga a los afiliados al Partido Comunista sise adherían al movimiento, etc., etc. Los días se desgranaban en unaatmósfera gris de melancolía y ansiedad, deseando y temiendo el

final inmediato. Solo se hablaba de paz. En los frentes, en mudez deacabamiento, fraternizaban los soldados de ambos bandos. Muchosindividuos y aun secciones enteras, se pasaban al enemigo. Mas estovenía ocurriendo, con ritmo acelerado, desde el fracaso de Cataluña. Todos los comunistas detenidos fueron puestos en libertad menosuna treintena que se puso a buen recaudo en San Miguel de los Reyes(Valencia). La mayoría de las Federaciones Provinciales de la EspañaRepublicana enviaron a Madrid representantes del partido Socialista ynombraron una nueva Ejecutiva bajo la presidencia de Gómez Osorio. También se desgajó de la Juventud Socialista Unificada parte de los jóvenes que la integraban, los cuales rehicieron la antigua JuventudSocialista presidida por Sócrates Gómez. Sin pena ni gloria (no, conmucha pena) se veía acercarse el momento final de la tragedia en la

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que el pueblo español, único en el mundo, luchó por la ley y la justiciay fue derrotado por la belitrería y encanallamiento universal. El día 28de marzo de 1939 terminó la gesta colosal del Madrid imperecedero.A media mañana de aquel día histórico las huestes de Francopenetraron en la villa del Oso y del Madroño sin disparar un tiro. En

verdad que no podían aureolarse con humor de victoria. Madrid jamásfue vencido. El paseo de San Vicente, en la calle de Toledo, las quedesembocan en Cuatro Caminos, a Vallecas, etc., vieron pisar unsuelo ensangrentado y mancillado por sus propios verdugos invisiblesdurante la guerra en los mismo arrabales. ¡Así acabó en silencio laepopeya de Madrid que tuvo suspenso al mundo!”.

La situación creada durante la guerra civil fue de apocalipsis por lastragedias que las gentes del mal llevaron a sus fines de ambiciónpersonal contra sus semejantes de latrocinio, despojos, delación ycrimen. Si en este torbellino político y militar había responsabilidadesde traición a la patria, solamente juzgarlos y que cayeran de suspedestales los que resultaran culpables no ensangrentando al puebloespañol en una lucha de cerca de tres años que ninguna generaciónpodrá olvidar. En esta lucha desigual se despojó de todos los valoresmorales, espirituales y materiales a todos los españoles de espírituliberal, porque así resultaba de los vaivenes políticos y económicos delos países comunistas y democracias en desarrollo y capitalistas queno defendieron ni ayudaron a las instituciones de la RepúblicaEspañola, dejándola en el mayor abandono para que el fascismoitaliano y el hitlerismo alemán se apoderaran de España, haciendo

una lucha inútil la República frente a las potencias militaristas queapoyaban y defendían al franco-falangismo español, vergüenza delmundo civilizado. Desde luego, con la actitud que asumieron lasgrandes potencias hacia la España Republicana sólo hicieron que darel triunfo al fascismo español, pero quizás todos tuviéramos parte deculpa en la pérdida que España sufrió desde el año 1936 a losprimeros meses de 1939; pero jamás se podía sospechar que losrepresentantes de Dios en la tierra en aquellos momentos de luchaprotegieran a los que denigraban a España suprimiendo las libertadesciudadanas, alentando el exterminio de los hombres de trabajohonrado, pidiendo además la santificación de los verdugos de los

ciudadanos españoles ante la más espantosa situación económica ysocial que estaba atravesando la patria española.

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 CAPÍTULO III. TESTIMONIO PERSONAL DE GREGORIO BAILO167

 Terminada la guerra civil el 31 de marzo de 1939, ¿qué sucedió con

el Ejército Republicano en calidad de prisioneros? En primer lugar, loscampos de concentración de prisioneros en diferentes provinciasespañolas donde eran seleccionados para ser trasladados a otroscampos de donde habían de salir los unos para los piquetes deejecución y otros a los trabajos forzados, encerrados en las cárceles ycampos de trabajo ya establecidos, los últimos que quedaban deselección en libertad provisional, al tener que presentarse a lospuestos de la Guardia Civil cada 15 días o un mes ¡Si pudiera hablarel lugar donde estuvo (entre otros campos), el campo de prisionerosde Albatera (Valencia)! Que horripilantes escenas de degradaciónmoral, de escarnio y humillaciones a la vidas humana recibían losprisioneros hasta que los llevaban a fusilar o a los campos de trabajoforzado; en fin, otros llegaban a sus pueblos y sobre ellos se cebabael odio y la mentira, para los cuales, sin apoyo de ninguna clase deautoridades, ya que se encontraban en la casi totalidad de los casossin hogar, sin tener donde trabajar en las tierras que tenían, queabandonaron para no ser sacrificados en una carretera, sufriendo laspenalidades que el pueblo natal y autoridades franquistas lesimpusieron, trabajando como esclavos al servicio del latifundista ycapitalista opresor y déspota. Es así como vivieron estos hombres quesolo habían hecho que defender la honradez, dignidad, libertades y

derechos humanos con tanto heroísmo para todos los españoles. Perolos que llegaban a los pueblos, conforme encontraron la libertadprovisional para vivir y trabajar, se encontraron que el gobiernofranco-falangista, con fecha de septiembre de año 1936 y de fecha 9de febrero de 1939, había ordenado con esos Decretos de las fechasmencionadas la anulación de sus derechos legítimos de sus bienes enlo Rústico y Urbano, para pasar a ser propiedad del Estado por suideología liberal. Es necesario conocer esas leyes mencionadas paradarse cuenta de las infamias, injusticias y latrocinios cometidos portodas las autoridades franco-falangistas para provecho personal delos amigos de Franco, ya fueran católicos, requetés, falangistas que

ayudaron a la traición de los generales al vender España a Hitler y aMussolini de la Italia fascista para los fines imperialistas del nazismo yfascismo internacional.

167Este testimonio fue recopilado por Antonio Garulo cuando regresó del exilio y seafincó en Zuera. Allí, ya en la etapa final de su vida, pudo reencontrarse con suamigo Gregorio Bailo, al que no había visto desde que se produjeron los hechosfatídicos de julio de 1936, unos sucesos que marcaron trayectorias distintas paraambos en el transcurso de la guerra y durante el Franquismo. El reencuentro motivóel intercambio de experiencias personales durante esos años y, Antonio Garulo,guiado por esa resistencia tenaz frente al olvido, quiso dejar constancia del

sobrecogedor relato de su amigo, una víctima más de la represión franquista que,de alguna manera, ejemplificaba la suerte de aquéllos que como él, tuvieron queafrontar en España su condición de vencidos.

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Durante la guerra civil española hubo muchos casos y cosas quecausaron la degradación de la persona humana en las cárceles ytrabajos en los cementerios haciendo sepulturas, en muchísimoscasos para enterrar a los que las hacían excepto si alguno de ellos, loque era imposible, se había salvado de ir al paredón de fusilamiento;

mayor escarnio y tortura no se podía hacer a los hombres que,estando en sus pueblos, los iban a buscar por las casas como a otroslos detenían en las calles, o cuando llegaban a su trabajo cotidianopara llevarlos a las cárceles a algunos de éstos; la mayoría erandejados inmolados a la orilla de los caminos o cementerios. Nadiepuede negar la realidad de estos genocidios que se vivió en estosacontecimientos. Pero veamos lo que nos narra un superviviente deestos ciudadanos que salvó la vida tres veces y sufrió los camposinfrahumanos de trabajo, que dice: “Cuando regresé a mi pueblonatal, después de la aventura que me llevaron a realizar por la cárcely Campos de Trabajo de la España franquista los tiranos que lagobernaron en todos los órdenes de la vida nacional, encontré amuchísimos caines con gesto patibulario y criminal, que llevaban ensu mente grabado lo que habían hecho en toda España a miles deciudadanos que cayeron por defender el trabajo, la justicia entre loshombres, la paz, el progreso de nuestra patria y las libertadesciudadanas que fueron estranguladas por las depravadas genteseducadas en la religión católica y que ellos mismos denigraron con suproceder al querer justificar las injusticias que hacían con todacrueldad el franco-falangismo español, crearon los TribunalesMilitares para acusar a miles de españoles de auxilio a la rebelión ya

que antes, sin ningún agravante, eran inmolados en los despobladosy carreteras, los detenidos en sus propios domicilios nunca pudierondefender ante nadie sus propias vidas”. Cuando después de variosaños de ausencia regresé a mi pueblo natal, entre los viejos de la juventud se encontraba el amigo, que tanto el uno como el otroteníamos grandes deseos de estrecharnos en un abrazo fraternal yaque siempre habíamos tenido una verdadera amistad; sabía algo desus tragedias pasadas con el franco-falangismo pero mi amigo, elpersonaje de estos testimonios, no tiene odio a nadie, vive feliz allado de su esposa, hijas, nietos y yernos, todos muy queridos pornuestro narrador, de los casos y cosas que vio y sufrió tiene buen

humor recordando sus aficiones de cantador de jota (fue un buencantante), está inválido para trabajar en su profesión del campo portener el hueso del ancón izquierdo fuera de su lugar y la manoizquierda atrofiada, todo esto es debido a dormir en la cárcel sobre elpiso recién regado, casi con agua, teniendo que descansar siemprede la misma posición por el hacinamiento humano que el franco-falangismo hacía en las cárceles, descansando todos de costado, unocon otro, eran miles los que metían en cada salón y luego ibandesapareciendo poco a poco. Al hacer el relato testimonial, nuestronarrador será de cuanto vio, trabajos que ejecutó estando en la cárcely en Campos de Trabajo como preso político, llegando ya (a) hacerlela primera pregunta que es como sigue: “¿Qué día fue tu ingreso en lacárcel de Torrero de Zaragoza?”. Fue de la forma siguiente: Tú te

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enterarías que en la mañana del 19 de julio de 1936 salimos acuriosear lo que pasaba en un camión de Félix Pala 10 ó 12 amigospara Zaragoza; al llegar a la entrada de nuestra capital zaragozana,nos detuvieron, se apoderaron del camión la policía y a mi mecondujeron con otros a la cárcel de Torrero. Cuando llegamos, yo fui

el primero que entré en la prisión porque encontraba ya vacía; lo raroque me pasaba cuando nos llevaban a la cárcel que, en todo elrecorrido, desde el Arrabal a la cárcel, se oían constantemente vivas ala República. Pregunté: ¿Por qué siendo republicanos y se dan vivas ala República se nos lleva a la cárcel? Nos sorprendían estas cosascruzando la capital rumba a la cárcel, pero más me sorprendiódespués que solo yo había llegado a ese lugar y, por tanto, fui elprimer habitante de ese reclusorio. De los que salimos del pueblo juntos en el camión, después me enteré que se los llevaron a fusilar aun despoblado de junto a Zaragoza”. “¿Qué impresión tuviste al llegara la cárcel, porque desconocías el centro penitenciario?”. “Miimpresión fue de sorpresa, al encontrarme con grandes pabellones ypatios donde iba a pasar temporadas de tensión nerviosa, de dormirapiñados en el suelo. Esos locales eran para unos mil quinientospresos (a mi juicio), llegando a estar hasta 12.000 y 14.000detenidos. Pronto después de mi entrada a la cárcel llegaron entre losdetenidos el que fue gobernador civil de Zaragoza, Vera Coronel, elteniente general Núñez del Prado, que había llegado de Madrid pararelevar al general Cabanellas; al descender del avión lo detuvieronmetiéndolo también en nuestra compañía en la cárcel. Igualmenteestaban con nosotros el doctor Pérez Lizano, presidente de la

Diputación Provincial de Zaragoza, hasta que a los tres se los llevaronpara fusilarlos. Llegó también a este reclusorio el arquitecto MiguelAngel Navarro, del ayuntamiento de Zaragoza; entraron abogadosque yo no conocía, entre ellos el abogado Luis Fernando Pérez, de mipueblo; a este abogado, como al arquitecto Miguel Angel Navarro,estuvieron un mes a puro aceite de ricino en ayunas, hasta quedespués de algún tiempo los pusieron en libertad. Igualmente seencontraban en la cárcel Domingo Mene Pérez, secretario delayuntamiento de mi pueblo, del mismo pueblo, entre otros muchosmás, Antonio Seral Villar, Matías Blas, Justo Vilellas, etc., como losamigos nuestros de Leciñena, Francisco y Alfonso Serrano, y

muchísimos que es difícil recordar. Había de todos los pueblos de laprovincia de Zaragoza, de la Cartuja uno de apellido Clavería, a estenuestro amigo o encerraron por el motivo que a su padre lo habíanmatado en el campo. Fue a los tres días a recogerlo, que le avisaron,cuando su sorpresa fue no poder recoger a su padre, en estado dedescomposición, y a él se lo llevaron a la cárcel. En fin, la cárcel eratodo vejaciones, humillaciones, escarnios a la vida humana hasta quelos llevaban a fusilar que eran muchísimos todos los días en la nochey de madrugada”. “¿Qué vida y qué trato recibían en la cárcel losdetenidos?”. “Pues amigo Antonio, la siguiente: al primer mes deestar detenido fueron muchos los que sacaban a fusilar; el curasacerdote de la cárcel venía todas las noches a rezar una oración que,entre otras cosas, decía: por los que hoy me oyen y mañana ya no me

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oirán. ¿Se concibe mayor escarnio, digo yo, amigo Antonio? Así eratodas las noches; desde luego, yo tenía muchas conversaciones conmuchos detenidos, pero en particular con el exgobernador civil VeraCoronel, con el general Núñez del Prado, con el doctor Pérez Lizano yotros de mi pueblo. En ese tiempo empezaron a llegar en plan de

propaganda fascista miembros de la CNT y del anarquismo; comocapitán de Falange venía “Abós”; todos con sus flechas en las boinas,vestidos con su overol falangista a insultarnos diciéndonos que paratener gobernantes traidores como Azaña, Prieto, Besteiro, Caballero,Marcelino Domingo, etc., que más valía que nos gobernara elfascismo. Se vanagloriaban (de) que habían delatado a infinidad derepublicanos, socialistas y ugetistas para que los metieran en lacárcel; claro que al llegar a la prisión con la recomendación de loscomunistas libertarios seguidamente se los llevaban a otro lugar y novolvíamos a saber nada de los amigos que estaban con nosotros, estoera inverosímil creerlo si no hubiera sido porque se tuvieron grandesdiscusiones con estos elementos dentro de la cárcel; con veraCoronel, Núñez del Prado, doctor Pérez Lizano, Domingo Mene,Antonio Seral Villar, Matías Blas y otros, que les denigraban su modode proceder. Dentro del primer mes de estar en la cárcel nos sacarona fusilar a 23 presos, entre ellos estaba yo, se nos llevaron yescapamos tres que fuimos a parar al barullo falangista que había enla Plaza España. No nos conocieron y cada uno salimos a salvarnoscomo fuera. Yo llegué a esconderme a la torre de Mauricio Oliva, allápor las Delicias, donde después de unos días me encontraronnuevamente tres falangistas, me llevaron al Tribunal que me

esperaba para llevarme a fusilar al cementerio de Torrero, resultandoque, el que daba las órdenes para los fusilamientos como para salvaral que fuese, era el amigo Concellón. Al verme, ordena que mebajaran a la bodega a fin de que no me llevaran a fusilar; esteConcellón, en mi casa habíamos sido clientes de él por comprarlemulos para el trabajo del campo, siendo con esta dos veces las queme salvé del piquete de ejecución”. “Después de esteacontecimiento, ¿qué pasó contigo?”. “Desde esa fecha me llevaron ahacer sepulturas al cementerio de Torrero para enterrar todos los díasa los fusilados que estaban en la cárcel; como me veían que era unhombre trabajador, me mandaban con todos los presos hacer

sepulturas que, de estos en muchísimos casos habían de ocuparlas alsiguiente día; enterrábamos a los fusilados diariamente, a italianos ymoros como a los que traían del frente de guerra. Así estuve variosmeses, pero al año justo de estar en la cárcel me llevaron al local delos que tenían que fusilar a los siguientes días; mandé aviso de loque me pesaba en aquellos momentos a mis familiares, salvándomede ser fusilado por un cuñado mío que era el barbero y peluquero delcoronel jefe de la Guardia Civil de Zaragoza, por lo cual seguí yendoal cementerio de Torrero a enterrar fusilados, moros e italianos. Estetrabajo, al más fuerte del corazón nos hacía sentir ultrajados yhumillados viendo y enterrando en algunos casos amigos y conocidosque estábamos juntos en la cárcel. Recuerdo que, entre los amigos,enterramos al que fue secretario del PSOE y de la UGT en la provincia

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de Zaragoza, Bernardo Aladrén; le puse una señal para que en su díalo pudieran encontrar”. “¿Cómo justificaban esos fusilamientos de loshombres de trabajo, cultura, profesionistas excelentes, etc., los Tribunales franco-falangistas?”. “Como en mi caso eran todos, nohabía más que órdenes de los falangistas en la cárcel o en el lugar

que llevaban a los detenidos y por listas que hacían se los llevaban afusilar. Cuando formaron Tribunales Militares, nos condenaban atodos los que nos salvamos de fusilamiento por auxilio a la rebeliónque, nadie entendía esas causas cuando ninguno estuvimos librespara hacerlo. Al año justo de estar en la cárcel se llevaron al tenientegeneral Núñez del Prado y al que había sido Gobernador Civil deZaragoza, Vera Coronel, a fusilar a Pamplona (Navarra); al DomingoMene le chafaron los dedos de los pies con la culata de los fusilesfalangistas y de Guardia Civil; al poco tiempo de estas torturas se lollevaron a matar, dándole una muerte horrorosa en su pueblo natal.La humanidad que decían tener se demostró con un muchacho de 18años que lo detuvieron los falangistas en la casa que trabajaba comomulero, lo llevaron a la cárcel de Torrero, de apellido Diestre Sancho,le reventaron los oídos a culatazos de fusil, sangrando por lo que lepegaron, estando en un lamento varios días hasta que pasó ciertotiempo que se lo llevaron a fusilar con otros detenidos. Igual suerte leocurrió al Antonio Seral Villar, ya estaba moralmente deshechocuando se lo llevaron a fusilar; hoy solamente de los que convivimosen la cárcel los primeros tiempos están presentes Matías Blas, JustoVilellas y otros que no recuerdo sus nombres de La Cartuja como deotros barrios y pueblos de Zaragoza, etc. Como he dicho

anteriormente, nos llevaban a hacer tumbas para los que traían delfrente de guerra y fusilados, como a otros trabajos, entre ellos mellevaron a la limpia de los depósitos de agua de Casablanca,custodiados por la Guardia Civil y falangistas, dándonos un tratoignominioso. Un día, cuando salimos para esos trabajos vi a mi esposaque no sabía si la habían fusilado o estaba en la cárcel, fue sorpresapara mi y al hacer el gesto de alegría en el camión que nos llevabanal trabajo, me bajaron esos inhumanos de Falange y Guardia Civil, mellevaron con mi esposa que una vez juntos el sargento de la GuardiaCivil quería fusilarnos a los dos. Decía este tipo de sargento que noshabíamos hecho señales; en esos momentos llegó un superior del

sargento haciéndole subir al camión a seguir en los trabajos forzadosy a mi esposa la mandaron fuera de ese lugar”. “Oye, amigoGregorio, qué ingrata es la gente, tú que no habías hecho nada anadie en ningún momento de tu vida, cómo te trataron los que decíanser humanos; te delataron para llevarte preso y querer fusilartedespués; en fin, Gregorio, cuando se cansaron de llevar muertos aenterrar al cementerio de Torrero, terminada la guerra, ¿qué suertefue la tuya?”. “Pues verás, faltaron, según decían, tres días paraterminar la guerra que nosotros no provocamos, nos metieron en untren con vagones llenos de grietas y agujeros en todas partes delvagón, llenaron el tren de presos, era muy largo, llenos los vagonesque solo podíamos ir de pie, lo precintaron para que no escapáramos,fuimos tres días en esa forma, sin comida ni agua; para hacer

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nuestras necesidades de orinar y de vientre lo hacíamos por losagujeros del piso del vagón. Todo eso sucedía desde Zaragoza hastallegar a Astorga (León); después de estar un tiempo en ese lugar nosllevaron a trabajar a un canal, a una población sevillana de nombreDos Hermanas donde se construía un canal, se arrancaban olivos y se

abría la anchura que debía tener su construcción; todos quetrabajábamos en Dos Hermanas abriendo el canal éramos presospolíticos. Se hizo muy amigo mío Rafael Sánchez Guerra, que tambiénhabía sido condenado a estos trabajos. Llegó a este lugar de trabajocondenado un tal Madariaga que, cuando llegó, no tenía nada paracomer; al llegar la hora del rancho, comíamos los dos con mi cucharaporque este amigo Madariaga, al venir de la cárcel de Madrid, ni ledieron comida, ni plato ni cuchara, menos vaso para beber agua; anuestro amigo Madariaga se lo llevaron para la oficina. En estetrabajo del canal como presos políticos nos abonaban dos días poruno trabajado para ir poco a poco cumpliendo la condena impuestapor el franquismo; sin embargo, a los que no eran campesinos por undía trabajado les condonaban cuatro días a su favor; así que, cuatroaños trabajando en el canal me resultaron dos años de prisión, enesto no cuenta el tiempo desde el 19 de julio de 1936 hasta despuésde terminada la guerra, que lo pasé en la cárcel de Torrero deZaragoza, pero sufriendo todos y en todas partes el calvario de latiranía franquista. Trabajando de preso político en este canal de DosHermanas nos daban siete pesetas de jornal, tres se quedaban pornuestra comida y cuatro pesetas mandaban a mis familiares;terminada mi situación en este canal, al darme la libertad para irme a

mi casa, me entregaron un papel para que me socorrieran en todolugar que me presentara en mi trayecto a mi pueblo de la provinciade Zaragoza de tres días. Como no tenía ropa me dieron un trajemilitar de los italianos que perdieron la batalla de Guadalajara nuevo,para que no me confundieran con otras personas me echaron untintero de tinta chico en la guerrera y otro en el pantalón queentregaron al salir de Dos Hermanas (Sevilla) a Zaragoza. Se meolvidaba algo que a continuación te digo. Estando escondido en unzarzal junto al manicomio, en el camino de la Mosquera, en una torre,una noche quemaron una bandera de Falange, culpando de ello a unafamilia próxima a la escuela de ese rumbo que fusilaron a toda la

familia, estando todo el día los fusilados tendidos en el suelo sobre losque pusieron un tablado donde tocaba la música y una rondalla; éstatocaba la jota y la Camila Lasheras cantaba, en sus canciones decía:En la cuadra hay una mula que se llama Pasionaria, como a otros delgobierno de Madrid; a una distancia de 40 metros se veía el tablado,a la rondalla y a la cantadora; toda la fiesta la hicieron sin recoger alos fusilados que para ese fin llegaron, que para ese fin llegaron lasautoridades de Zaragoza haciendo la fiesta en grande con rondalla yla Camila Lasheras, la mejor cantadora de Zaragoza, siguiendo losfusilados debajo del trablado para que todos los vieran como escarnioa la vida humana, que hacían los buenos llevando el escapulario alpecho que los delataba el crimen que habían cometido en una familiahonrada e inocente porque el que había quemado la bandera era el

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portero de la escuela, pertenecía a Falange y se vengó acusando aesta familia que no había intervenido en nada; haciendo estos actossólo era para fusilar a republicanos, socialistas y ugetistas, de todome enteré al estar escondido en el zarzal; yo estaba pasando muchaspenalidades siendo republicano, que lo fueron mi abuelo y mi padre,

sólo creían en la idea de Joaquín Costa de sentimiento por la malaadministración y no tener defensa en los derechos de los españoles,en ese pensamiento murió mi abuelo. Cuando me iban a dar lalibertad en Dos Hermanas (Sevilla), saliendo a la carretera no llevabacomida pero en mi casa se enteraron de que salía en libertad y memandaron un paquete con algo de comida; al ir a recogerlo con eltalón en la estación de Sevilla para que me lo entregaran tenía quepresentar dos firmas comerciales, sin este requisito no me loentregaban, me fui pensando cómo lo podía recoger el paquete, volví,le ofrecí dos o tres duros que llevaba y enseguida me lo entregaron.Al recibirlo marché a detrás de la estación para ver lo que venía y alabrirlo me encuentro que todo era piedra y trozos de ladrillo; así nostrataban a los desgraciados presos los servidores del régimen franco-falangista que decían muy honrados, llevaban el santo al cuello noteniendo en cuenta para nada el quinto mandamiento que dice: “Nomatarás”. Al recibir la libertad en Dos Hermanas en el canal que seestaba proyectando con los presos, ya lo había proyectado don Joaquín Costa, lo habían dejado sin construir pero la RepúblicaEspañola empezó su construcción y Franco, con los presos políticosrepublicanos que allí dejaban sus vidas, fuimos los que trabajamos elcanal; desde entonces, llenos de achaques que soportamos, con el

deseo de ver lo que pasa más adelante en España, ya que desdechico con mis padres republicanos luchábamos por la República y lasautoridades de aquella época, con un alcalde republicano se resolvióel bienestar de nuestro pueblo en plena monarquía, dándoles tierras,trabajo y con ello pan para todos. Se me olvidaba decirte que lanoche que llegué a Sevilla, estando en libertad, me vi apurado ya quevinieron que se habían quemado unas fábricas en Santander y teníaque apagar el fuego, bueno estaba yo para la quema después deestar cuatro años en los cementerios y enterrando compañeros ydormir en la cárcel, habiendo hecho para vivir sacrificios enormes alllegar a mi pueblo, con mi familia, que había sufrido la humillación del

franquismo”. Hasta aquí el testimonio de mi amigo Gregorio BailoSanz.

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CONSIDERACIONES FINALES

He querido dejar a mi modo descrita la situación que atravesaban

los españoles durante esa lucha fraticida que fue un genocidio desdeel 19 de julio de 1936 al 31 de marzo de 1939.

Considerando toda la situación en que tuve necesidad deenfrentarme durante el período de la revolución o guerra de España,desde el año 1936 al (de) 1939, también era necesario pensar en lasolución de los problemas que se habían de presentar a losmunicipios si la suerte nos llevaba a vivir a nuestro pueblo con unavictoria republicana y que con humanismo sin precedente nosregalaban los países democráticos que se comprometieron a defendera la República Española; pero todo eran promesas y falsedadespolíticas, lo que todos deseaban era la ruina total de la República yaque nadie de los grandes paises del mundo que, llamándosedemocracias populares y otras democracias liberales solo la queríanabsorber para hacer experimentos comunistas y de democraciacristiana liberal, éstos eran los que deseaban una República estiloLerroux-Gil Robles, etc, para seguir sojuzgando a la economíanacional con el propósito de seguir despojando a los españoles queverdaderamente defendieron la República de todos sus valoresmorales, espirituales y materiales, siendo en (esta) forma unainstitución republicana sujeta a los vaivenes políticos y económicos

de los países comunistas y capitalistas con carácter de democracias,pero todos interesados en apoderarse de las riquezas españolas yviendo que no podían consolidar una situación económica y políticacomo ellos lo deseaban, nos dejaron en el mayor abandono para queel fascismo y el hitlerismo se apoderaran de la República Española,haciendo una lucha inútil la República con sus ejércitos frente a laspotencias militaristas que apoyaban y defendían al franco-falangismoespañol, vergüenza del mundo civilizado.

Pensando en lo difícil que sería al terminar nuestra lucha endefensa de la República Española frente a los protagonistas del

crimen, del robo, de la violación contra el pueblo libre y soberano quedefendía los derechos humanos y las reivindicaciones de lostrabajadores en general, profesiones liberales, etc., como alcampesino que se encontraba todavía sujeto a las cretinasautoridades que en muchos casos establecieron con perjuicio a lasinstituciones republicanas que, a pesar de todo lo sucedido, se podíahaber preparado (pa)ra el final de nuestra contienda una solución deconvivencia que pudiera haber hecho una vida en paz el puebloespañol; trataron de hacer algo útil al finalizar la guerra o revoluciónespañola los gobiernos interesados en llevar a efecto una paz deconvivencia, pero el egoísmo de unos, la altanería y (mala)disposición para hacer algo de utilidad en beneficio de todos losespañoles no llegaron a ninguna solución para la suerte del pueblo

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español al terminar la guerra de 33 meses entre republicanos y elfranco-falangismo español.

Siempre creí que, a pesar de las ineptitudes demostradas pararesolver ese problema por ambas partes, podría llevarse a la realidad

una unificación de los españoles con dignidad humana, sin obligar anadie a renunciar de (sus) respectivas ideologías, porque a través detodas las epopeyas que pasó España durante siglos, siempre surgióen muchas ocasiones entre los vencedores ese altruismo humano quesentían hacia sus connacionales, teniendo en cuenta el sacrificio quetendrían que realizar los vencidos para poder vivir entre sus enemigosa fin de resurgir poco a poco la economía doméstica, la municipal,regional y nacional, al mismo tiempo que las heridas sufridas en lasluchas que habían terminado se fueron cicatrizando dentro del dolorque suponía la pérdida de intereses morales, materiales yespirituales, como el goce de las libertades ciudadanas que habíaestablecidas, siendo sagradas para todos los ciudadanos y pueblos.

 Todo lo que podía pensar sobre el porvenir del pueblo español alterminar la contienda de 1936 al 1939 se me iba alejando de mimente porque las fuerzas represivas y reaccionarias tomabanposiciones para establecer la corriente franco-falangista con el fin deesclavizar al pueblo español en sus derechos humanos, en sueconomía y señalando poco a poco a los enemigos, que después delas fuerzas del crimen y del Mal, serían llevados a los Campos de Trabajo, cárceles y al piquete de ejecución.

Desde luego, con su actitud hacia la España republicana, lasgrandes potencias propiciaron el triunfo del fascismo español alnegarle la ayuda desinteresada que necesitaba para su libertad elpueblo español.

Quizás todos tuviéramos parte de culpa en la pérdida que Españasufrió desde el año 1936 a los primeros meses de 1939, pero jamásse podía sospechar que los representantes de Dios en la tierraprotegieran a los que traicionaron a España suprimiendo laslibertades ciudadanas, alentando el exterminio (de) hombres de

trabajo honrado pidiendo además la santificación de criminales yverdugos de los ciudadanos españoles, ante la más espantosasituación económica y social que estaba atravesando la patriaespañola.

Causaba extrañeza que la gente que un día luchaba contra elfranco-falangismo, teniendo sus organizaciones activas en esa luchaque, conforme se agotaba y se agotó la defensa de la RepúblicaEspañola se dedicara (a) hacer elogios de procedimientos decolectivismo hechos en España cuando empezó nuestra revolución oguerra

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7/14/2019 Recuerdo de una vida en españa

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