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Por: Francisco Miguel Alarcón Parra Recuerdos de Sócrates Resumen Libro I Tema Principal: Defensa de Sócrates sobre la acusación de Pervertir a los Jóvenes y atentar con los Dioses Capítulo I El libro comienza haciendo una recopilación de los delitos a los que se les acuso a su maestro, Sócrates, que le llevaron a la muerte. “Sócrates es culpable de no reconocer los Dioses reconocidos por la Ciudad; introduce, por el contrario, demonios nuevos. Es culpable, ademas, de pervertir a los jóvenes” Y a continuación relata como todo por lo que fue acusado es falso, mediante ejemplos del quehacer diario de Sócrates en la vida publica, su trato con los jóvenes y los dioses a los que veneraba. Capítulo II Pasa a defender a Sócrates frente a la acusación “de pervertir a los jóvenes” y ha señalar que los oligarcas, amigos de Sócrates, Alcibíades y Cristias, centrándose primero en Alcibíades que cuando se separo de Sócrates se pervirtió bajo “compañías de varones mas acostumbrados a la injusticia que a la justicia”. Por su parte comenta la enemistad surgida entre Critias y Sócrates a raíz de unos acontecimientos que el no ha tenido constancia por parte de Sócrates Jenofonte afirma que ambos no frecuentaban la compañía de Sócrates por sus enseñanzas sobre la virtud, la bondad,... sino para fines políticos Por ultimo se centra en desmentir que Sócrates utilizaba “los pasajes peores de los mas excelsos poetas” para enseñar los habitantes a ser malvados y tiranos. Capítulo III

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Por: Francisco Miguel Alarcón Parra

Recuerdos de Sócrates

Resumen

Libro I

Tema Principal: Defensa de Sócrates sobre la acusación de Pervertir a los Jóvenes y atentar con los Dioses

Capítulo I

El libro comienza haciendo una recopilación de los delitos a los que se les acuso a su maestro, Sócrates, que le llevaron a la muerte.

“Sócrates es culpable de no reconocer los Dioses reconocidos por la Ciudad; introduce, por el contrario, demonios nuevos. Es culpable, ademas, de pervertir a los jóvenes”

Y a continuación relata como todo por lo que fue acusado es falso, mediante ejemplos del quehacer diario de Sócrates en la vida publica, su trato con los jóvenes y los dioses a los que veneraba.

Capítulo II

Pasa a defender a Sócrates frente a la acusación “de pervertir a los jóvenes” y ha señalar que los oligarcas, amigos de Sócrates, Alcibíades y Cristias, centrándose primero en Alcibíades que cuando se separo de Sócrates se pervirtió bajo “compañías de varones mas acostumbrados a la injusticia que a la justicia”.

Por su parte comenta la enemistad surgida entre Critias y Sócrates a raíz de unos acontecimientos que el no ha tenido constancia por parte de Sócrates

Jenofonte afirma que ambos no frecuentaban la compañía de Sócrates por sus enseñanzas sobre la virtud, la bondad,... sino para fines políticos

Por ultimo se centra en desmentir que Sócrates utilizaba “los pasajes peores de los mas excelsos poetas” para enseñar los habitantes a ser malvados y tiranos.

Capítulo III

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Se centra en relatar como Sócrates ayudaba a sus semejantes.

En lo concerniente a los Dioses enseñaba como hacer los sacrificios y honrarles de manera adecuada. Sócrates en su carácter humilde creía que los Dioses se complacían mas por las ofrendas de las personas piadosas:

“A la medida de vuestro poder ofrendad a los Dioses”

Y reprendía aquel que obraba en contra a las indicaciones de los Dioses.

Su régimen de vida se basaba en comer solo lo que era menester y beber solo cuando tenia sed, recomendando a sus allegados a que hicieran lo mismo y evitaran comer y beber cuando ni el hambre ni le sed se manifestaba.

Para concluir alude como Sócrates trataba el tema de las pasiones sexuales señalando “aconsejaban huir de las personas bellas, porque, decía, no es fácil permanecer sabio y cuerdo tanto rato”.

Capítulo IV

Narra como su maestro recomienda a Aristodemo a que honre a los Dioses, pues este no les hacia ofrendaba, aludiendo que ellos nos dio las cualidades necesarias para diferenciarnos de los animales, hicieron recto al hombre, les dio instrumentos, el habla,... y la capacidad de reconocer la existencia de ellos.

Jenofonte concluye que Sócrates, como se muestra en ese dialogo, enseñaba a sus discípulos “abstenerse de toda acción, impía injusta o fe, al hallarse en presencia de los demás hombres, convencido de que nada de lo que hicieran escaparía a los ojos de los Dioses”.

Capítulo V

Se expone una conversación de Sócrates en la que defiende la continencia como algo bello y bueno.

Al final Jenofonte añade que Sócrates predicaba con el ejemplo y no solo dominaba sus placeres corporales sino también los de la riqueza.

Capítulo VI

Conversación que tuvo Sócrates con el Sofista Antifon, donde este le ataca calificándolo de infeliz por su manera humilde y desprendida de vivir, a lo que responde Sócrates que el no necesita de “delicias y magnificencia” para ser feliz ya que considera que “lo divino consiste en no necesitar de nada, y que quien de menos necesite está más cerca de lo divino”.

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Cambien recoge conversación recogida entre ambos protagonista, en la cual Antifon acusa a Sócrates, aun considerándole una persona justa no lo considera sabio porque nada sabe de valor, a lo que le responde al sofista de prostituir la sabiduría al cobrar por sus enseñanzas, mientras que el lo comparte gustosamente sin ningún tipo de retribución alguna ayudandole a ser mas sabio, ya que lo hace con los que quiere.

Capítulo VII

En este ultimo Capítulo se muestra como Sócrates persuadía a todo aquel a actuar de manera virtuosa y que evitara “toda impostura”.

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Libro II

Tema Principal: la Amistad

Capítulo I

Trata sobra la conversación que tuvieron Sócrates y Aristipo, sobre la educación de los que están llamados a gobernar y los que no.

El gobernante, llegan a la conclusión, tiene que ser aquel que contiene sus vicios, para no ser esclavo de ellos, por su parte a la pregunta de Sócrates a Aristipo sobre en cual grupo se situaría el, no duda en responder en el segundo ya que le es mas placentero ya que la vida que tiene que llevar una persona llamada a gobernar es en su opinión infeliz, esta actitud es recriminada por Sócrates acusándole de ser un esclavo pues esta doblegado a la voluntad de sus vicios y de no ver que quien es realmente feliz es aquel que es capaz de decidir libremente como actuar, pudiendo enfrentarse a sus vicios y dominarlos. Y ,como ejemplo, Sócrates explica lo escrito por Pródico sobre Hércules las dos mujeres una que representaba la Maldad camuflada bajo el nombre de “Felicidad” y la otra que representaba la Virtud.

Capítulo II

Este Capítulo es una conversación de Sócrates con su hijo mayor, Lamprocles, que se había enfadado con su madre.

Comienza abordando el tema de la ingratitud, catalogando a los ingratos como injustos, y haciéndole ver que la actitud mostrada hacia su madre es ingrata, injusta hacia ella y achacándole finalmente que profiere mejor trato a sus amistades que a su madre “que te ama mucho más que persona alguna”. Reprendiendo su comportamiento de este modo.

Capítulo III

Al ver el distanciamiento entre los hermanos, Querécrates y Querefón, Sócrates habla con Querécrates para intermediar entre los dos hermanos y hacerles ver la suerte que tiene de tenerse, así pues Sócrates le insta a que aprenda como tratar a su hermano para que no le cause mal. Le insta a que de el primer paso para la reconciliación y que actúe al igual que hace en sus negocios y con sus amigos.

Capítulo IV

Jenofonte habla sobre lo que oyó decir a Sócrates sobre la amistad, sobre los amigos. En el cuenta que “amigo seguro y bueno es el más excelente de los tesoros, y sin embargo todo el mundo se ocupa en general de cualquier otro asunto menos de la adquisición de amigos”

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Y si lo han adquirido no se preocupan de conservarlo, en definitiva, hace una defensa sobre el valor de la amistad y la poca importancia que se le da.

Capítulo V

Narra una conversación entre Sócrates y Antístenes surgida a raíz de ver como uno de los que estaba con el desantendía a un amigo agobiado por la pobreza.

Sócrates persuade a su interlocutor para que reflexione sobre si es digno o no de sus amigos, al ver como uno de los que estaba con el desantendía a un amigo agobiado por la pobreza

Capítulo VI

Prosigue con otra conversación de Sócrates con Critóbulo en la que nombra las cualidades que debe tener un buen amigo “Aquel, […], domine sus apetitos sensuales, sea bellamente hospitalario, de buen tratar en punto de negocios, lleno de emulación ara no quedarse atrás en corresponder a los bienhechores, dispuesto a servir a quienes le sirve”.

Para encontrar y reconocer las personas con esas cualidades hay que fijarse en sus palabras y sus actos de bondad, y una vez confirmados para granjearte su amistad “es preciso consultar a los Dioses y ver si nos aconsejan tomarlo por amigo”.

La amistad de una persona virtuosa se consigue siendo “honesto en palabras y en obras” ya que el perverso no puede hacerse amigo del virtuoso.

Continua recomendando a Critóbulo que sea bueno y se rodee de personas bellas y buenas, ya que ellas le ayudaran hacer el bien. La amistad no se consigue con excesivas sino con la verdad.

Capítulo VII

Hace referencia al cuidado que hacía Sócrates de sus amigos cuando les acaecía algún infortunio, aconsejándoles y ayudandoles como resolver esos contratiempos causados por este.

Como ejemplo pone la conversación que tuvo con Aristarco, cuando este estaba “sumido por la tristeza”. Esta tristeza se produce porque no tiene recursos para alimentar a su familia, en total catorce. Sócrates le insta a que trabajen para que se ganen la manutención, ya que si les insta a trabajar serán útiles. Así hizo y la tristeza dio paso a la alegría a en Aristarco que veía como sus parientes le amaban como protector, aunque estos le acusaban de no trabajar, ante esto Sócrates el cuenta “la historia del perro” y le recomienda: “diles a tus parientes que tú eres quien las guardas,[...], que, gracias a ti, no son insultadas por nadie; que ellas pueden, sin temor ni pena, continuar su laboriosa existencia”.

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Capítulo VIII

Trata sobre una conversación que tiene Sócrates con un viejo amigo, Eutero, que se encuentra sin recursos para subsistir y se ha puesto a trabajar. Sócrates le insta a que intente buscar alguien con grandes propiedades que tenga necesidad de alguien para mantener la hacienda y así poder encontrar un trabajo que le pueda sostener hasta la vejez, es decir, que sea esclavo, pero que se cuide muy bien de que su amo sea una persona de “espíritu considerado”.

Capítulo IX

Se relata la relación de amistad que Arquédemos y Critón llegan mantener, gracias al consejo que Sócrates da a este último, Critón, pues se quejaba de las dificultades que le acontecían en sus negocios.

Sócrates el recomienda que cuide de aquellos varones capaces de protegerle de los daños que puedan sugerirle.

Así pues, Critón cuido su amistad con Arquédemo, y este como compensación a su buen trato hacia él y su amistad, le ayudaba y defendía de buen gusto.

Capítulo X

En este ultimo Capítulo, Sócrates le insta a Diodoro que, al igual que hiciera con un buen esclavo que cayera enfermo, actuara de la misma manera con uno de sus conocidos, en este caso Hermógenes ayudandole y ganándose así a un amigo de buena voluntad y honesto.

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Libro III

Tema Principal: El buen hacer de los servicios civiles y militares, y las profesiones

Capítulo I

En este Capítulo trata sobre un joven discípulo de Sócrates que desea ser estratega y al que recomienda que vaya estudiar con un hombre llamado Dionosiodoro que había llegado a Atenas y decía ser profesor de estrategia.

Una vez pasado el tiempo Sócrates habla con el joven sobre lo que le ha enseñado, y durante la conversación le pregunta al joven “¿no te ha enseñado la manera de disponer un ejército en orden de batalla o las diversas maneras que hay de ordenar para ella un ejercito, y como servirse de cada una?” ante la negativa del joven, Sócrates le insta a que vuelva con su maestro y “si en verdad sabe su oficio y no es un descarado se avergonzara de haber recibido tus dineros y haberte despachado sin instruirte”.

Capítulo II

Es un breve párrafo donde Sócrates indica el verdadero propósito de un buen general el cual es preciso que procure el bienestar de quienes lo eligieron para ese cargo.

Capítulo III

Aquí se plasma una conversación de un joven caballero que acaba de ser nombrado general de caballería y al que Sócrates le da unos consejos para llevar mejor su labor y ser mejor general. Entre estos consejos cabe destacar como un comandante obtiene el respeto y la obediencia de su tropa mediante la muestra de superioridad a través del estudio y la persuasión, mostrándoles que el mejor modo de alcanzar gloria y sobrevivir es obedeciéndole, a parte le indica que debe dominar el uso de la palabra para ello.

Capítulo IV

Trata sobre una conversación con Nicomáquides, el cual se queja que hayan nombrado general a un hombre, Antístenes, que nada sabe del arte de la guerra y solo se dedica a negocios privados.

Sócrates le hace ver Nicomáquides,que en lo que concierne a la dirección y administración de recursos no difiere tanto de lo publico y lo privado, y que Antístenes ha demostrado ser un gran administrador y aunque no sea un soldado es un hombre que sabe como dirigir y organizar a los hombres mas validos para la tarea que le es mas propia, recomienda, pues, Sócrates que no desprecia a Antístenes por ser “ecónomo”, ya que su tarea es extrapolable a

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la que hace un general.

Capítulo V

En este Capítulo interviene Pericles, hijo de Pericles, y Sócrates.

Comienza hablando sobre los problemas a los que Atenas se enfrenta y en como esta ha ido decayendo, descuidándose y degenerándose.

Como solución a la pregunta que le plantea Pericles “¿qué podría hacer ahora (Atenas) para recobrar su antigua virtud?”, Sócrates recomienda que se vuelva a las antiguas costumbre y que “si no imiten a otros pueblos de los que mandan hoy, que adopten sus instituciones, que se apeguen parecidamente a ellas, y dejaran de ser inferiores; que si se esmeran, podrán sobrepujarlos”.

Para terminar Pericles es animado por Sócrates a continuar la senda que esta siguiendo para llegar a ser un buen general, y que al igual que su padre, pueda ayudar a la Ciudad a recuperarse.

Capítulo VI

Aquí se trata de una conversación entre Glaucón, un joven que quiere ser orador popular no llegado a los veinte años, y Sócrates, donde este le hace ver su ignorancia en los asuntos que concierne al buen gobierno de la Ciudad, y como su ansia de gloria y necedad le impidieran llegar a sus objetivos.

Recomendarle a que ayude a su tío a gobernar su casa para ir comenzando, ya que si no es capaz de gobernar un casa y conocer todas las necesidades y los medios para mantenerla, como va ha ser capaz de gobernar una Ciudad.

Capítulo VII

En este punto Sócrates recrimina a Cármides al que considera un “hombre lleno de méritos y en mucho superior a los políticos de su tiempo”, su actitud de no participar en los problemas de la Ciudad. Este escusándose alega que por su timidez le resulta imposible actuar de tal manera, sin embargo Sócrates le anima que supere ese complejo y venza a su miedo a la ignorantes que pudieren mofarse de el.

Capítulo VIII

Trata el tema de lo bello y lo bueno, en una conversación con Aristipo. En la que Sócrates afirma que lo bueno y lo bello va necesariamente junto;“todo lo que puede ser útil a los hombres es bello y bueno relativamente al uso que de ello se pueda hacer”.

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Las cosas que bellas y buenas lo son porque cumple la utilidad para la que están llamada.

Capítulo IX

Expone el tema del valor, si es una cualidad adquirida o natural, llegando a la conclusión que es natural y que cada hombre posee mas o menos valor habiéndose educado en las mismas leyes y costumbres, pero que puede ser aumentado mediante el ejercicio y la educación.

Después trata el tema de la sabiduría, en que Jenofonte aclara que Sócrates no separaba la sabiduría de la templanza y como responde a la pregunta de si tenia por sabios a lo que sabiendo lo que tienen que hacer hacen lo contrario a ello con una rotunda negativa, aclarado que “los hombres sabios hacen acciones buenas y bellas, mientras que los que no son sabios no pueden hacerla, y, si lo intentan, no hacen sino cometer faltas”.

La justicia y todas las demás virtudes son sabiduría y la locura se considera lo contrario a la sabiduría, locura a la que se llega si uno no se conoce a si mismo y creer saber lo que ignora.

Capítulo X

Pasa a contar una conversación entre un artista, Parrasio, y Sócrates si se podía imitar en una pintura el carácter del alma, a la que en principio niega pero Sócrates le hace ver que efectivamente si puede plasmarlo en su pintura, mediante los ojos, en el rostro y actitudes, cuando esta en reposo o en movimiento.

Después pasa a relatar otra conversación con un estatuario, Clitón, que al igual que hace con el pintor le muestra como el llega ha desarrollar estatuas que expresan e imita el alma de sus figuraciones.

Y por ultimo narra la conversación con un armero, Pistias, donde llegan a la conclusión que las corazas que el realiza son caras porque están para no estorbar al que la porta, no porque sea proporcionado, termino que esclarece Sócrates en la conversación.

Capítulo XI

Narra la conversación que tiene Sócrates con Teodota, una atractiva mujer, a la cual le da consejos de como atraer a las personas que mas bien puede reportarle, personas buenas y bellas.

Capítulo XII

Conversación entre Sócrates y Epígenes, joven que al descuidar su cuerpo es instado por Sócrates a que deponga ese pereza y dejadez, ya que esa actitud también afectara a su inteligencia, “de modo que nos hace perder lo que sabemos”.

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Capítulo XIII

Aquí se suceden varias conversaciones cortas sobre problemas y quejas de algunos hombres libres, a los cuales reprocha su actitud ensalzando la actitud de sus eslavos.

Capítulo XIV

En este ultimo Capítulo, tiene lugar en una cena donde Sócrates habla de quien se puede considerar goloso.

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Libro IV

Tema Principal: La Justicia, Sabiduría y la Virtud.

Capítulo I

En este primer Capítulo, Jenofonte muestra la importancia y sabiduría que tenia Sócrates para los ciudadanos, y como trataba de ser un ejemplo de hombre virtuoso, bueno y bello. Narra como ayudaba y actuaba con las personas que el consideraba necesitar orientación para determinados asuntos o desarrollo personal.

Capítulo II

Podemos ver en este Capítulo unas conversaciones entre el joven Eutidemo y Sócrates. En este capítulo se puede diferenciar tres partes, el primero es cuando Sócrates reprende a Eutidemo de menos preciar las enseñanzas de los maestros, negándolas y mostrándose autosuficiente para llegar a ser un hombre sabio.

La segunda parte, cuando Eutidemo recapacita y aprende el valor que tiene las lecciones de los maestros, Sócrates y el debaten sobre la justicia, considerándose Eutidemo un experto en la materia.

La tercer parte gira entorno a conocerse a uno mismo, para poder llegar ser sabio y actuar en consecuencia.

Después prosiguen hablando sobre lo buen y lo malo, pasando por ultimo a hablar sobre ricos y pobres.

Al final Jenofonte concluye relatando como esta lección de humildad que le da Sócrates a Eutidemo le ayuda a recapacitar, dándose cuenta de su ignorancia y por ultimo llegando a ser discípulo de Sócrates, llegando a imitar algunas de sus costumbres y enseñándole, Sócrates, “las cosas que tenía por más necesarias de saber y más para la práctica”

Capítulo III

Trata sobre los Dioses, como ellos le ha dado al hombre los instrumentos para sobrevivir y superponerse al resto de los animales, dominándolos para su propio beneficio, mediante la inteligencia que ellos nos han proporcionado.

Recomienda al final que debemos honrar a los Dioses y tener confianza en ellos, pues pueden reportarnos

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Capítulo IV

Jenofonte habla al comienzo de la justicia, y como Sócrates la manifestaba con sus actos hasta el día de su muerte.

Después pasa a relatar una conversación entre Hipias y Sócrates en el que abordan el tema de la justicia. Hipias acusa a Sócrates de no expresar su opinión acerca de esta, por el contrario, Sócrates le demuestra como lo hace mediante sus actos, prosiguiendo el dialogo atribuyendo que el que obra con justicia es quien obra según las leyes e injusto es quien las infligen, pues la leyes hacen posible la concordia y la vida feliz en la ciudad.

Por ultimo, en relación a las leyes, hablan de las leyes no escritas que son atribuidas a los Dioses y como su transgresión no esta exento del castigo divino.

Capítulo V

Jenofonte explica y señala como su maestro instruía a sus discípulos para tomar el camino del bien, mediante la templanza, a través de la conversación que mantiene con Eutidemo.

En esta conversación hablan sobre la libertad que es el “poder hacer el bien, y servidumbre a la presencia de obstáculos que nos lo impidan hacer”.

De aquí deriva la conversación a la intemperancia, que hace esclavos a los hombre, y como la templanza nos ayuda a alejarnos de ellas y nos acerca al saber del bien y de lo bello.

Concluyendo que “sólo los hombre temperantes tienen libertad para buscar lo que haya mejor en todas la cosas”.

Capítulo VI

En este Capítulo explica porque Sócrates formaba a sus discípulos en la dialéctica, pues el principal motivo de esta enseñanza, dice Jenofonte, radica en que Sócrates pensaba que cuando ya se conoce como son cada uno de los seres, es preciso también saber el modo de transmitir ese conocimiento.

Así pues la conversación que mantiene aquí con Eutidemo, empieza tratando el tema de la piedad, y va progresivamente desarrollando otros temas, como las leyes, la justicia, la sabiduría, la naturaleza del bien, lo bello y la valentía.

Al final Jenofonte explica la concepción que tenia Sócrates sobre la tiranía y la realeza considerándolas dos tipos de autoridades, una, la tiranía, como un poder impuesto y que no reconocía otras leyes que no fueran “el capricho del mandatario”, y otra, la realeza, como “un poder aceptado voluntariamente por los hombres, y conforme a las leyes de la Ciudad”.

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Capítulo VII

Jenofonte pasa ha contar como Sócrates buscaba los talentos de las personas con las que trataban para enseñarles a perfeccionarse y si no sabia como hacerlo, les ayudaba a buscar a alguien mas ducho que el para esas enseñanzas que le permitirá aprender y desarrollar mas perfectivamente sus talentos.

También menciona como animaba a que se aprendiera sobre astrología, geometría, matemáticas y la astrología. Pero “disuadía de preocuparse de las cosas celestiales y de los artificios según los cuales la divinidad rige; que tenía tales secretos por impenetrables para el hombre”.

Capítulo VIII

Finalmente en este ultimo Capítulo Jenofonte relata como Sócrates afronto el final de sus días, la sentencia a la de muerte y al periodo de treinta días que tuvo que esperar para su ejecución.

Señala que Sócrates no cambio su habito de vida durante esos días, y a la recomendación de Hermógenes de preparar una apología para su juicio este le contesto: “intenté preparar una apología que presentar a mis jueces; pero mi demonio se me ha opuesto”, este demonio es quien le advertido de lo que debía y no hacer.

En esta ultima conversación Sócrates se muestra feliz por la vida que ha llevado “procurando mejorarse, […] haciéndose uno mejor” y rodeado que personas, amigos, que “estaban convencidos de que, por frecuentar mi trato, íbanse haciendo ellos mismos mejores”

Cree también que de seguir vivo la vejez le llevaría a resentirse, a oír y ver peor, ha perder la memoria, y ,por consiguiente, su inteligencia se vería afectada.

Para terminar Jenofonte dice estas palabras en honor a su maestro:

“Para mí, que lo he conocido tal como lo he pintado: tan piadoso que nada hacía sin el consentimiento de los Dioses, tan justo que jamás hizo mal alguno a nadie e hizo los mayores servicios a quienes frecuentaban su trato, continente que jamás prefirió lo agradable a lo honesto, tan prudente que jamás se equivocó en la apreciación del bien y del mal, dotado para la inteligencia de tales cosas, capaz de explicarlas y definirlas, hábil para juzgar de las personas,para ponerles de manifiesto sus faltas, convertirlas en la virtud y al bien, me parecía hecho para ser el mejor y el más feliz de los hombres.

Pero si alguien no fuera de esta mi opinión, que compare el carácter de los otros en esta mismas materias, y que juzgue por sí mismo.”