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Revista Mexicana de Ciencias Agrícolas ISSN: 2007-0934 [email protected] Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias México Frausto Mena, Reynaldo Códice Maya conocido como Códice Tro-Cortesiano o Códice de Madrid, por estar ubicado en esta ciudad de España Revista Mexicana de Ciencias Agrícolas, vol. 2, octubre, 2015, pp. 427-433 Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias Estado de México, México Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=263141553061 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

Redalyc.Códice Maya conocido como Códice Tro-Cortesiano … · Chapingo, Texcoco, Edo. de México 01, 02 y 03 de octubre de 2015 p. 427-433 Códice Maya conocido como Códice Tro-Cortesiano

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Revista Mexicana de Ciencias Agrícolas

ISSN: 2007-0934

[email protected]

Instituto Nacional de Investigaciones

Forestales, Agrícolas y Pecuarias

México

Frausto Mena, Reynaldo

Códice Maya conocido como Códice Tro-Cortesiano o Códice de Madrid, por estar

ubicado en esta ciudad de España

Revista Mexicana de Ciencias Agrícolas, vol. 2, octubre, 2015, pp. 427-433

Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias

Estado de México, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=263141553061

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Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal

Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

Chapingo, Texcoco, Edo. de México 01, 02 y 03 de octubre de 2015 p. 427-433

Códice Maya conocido como Códice Tro-Cortesiano o Códice de Madrid, por estar ubicado en esta ciudad de España

Reynaldo Frausto Mena

Museo de América

Como es caprichosa la vida, varias veces he visitado Madrid con la consigna de conocer el Códice Maya que se encuentra ubicado en un Museo de esta ciudad, los expertos me mandaron a ver varias colecciones (Del Prado; Museo Etnológico y Arqueológico, El Real de Manzanares, hasta El Museo del Jamón, etc.) pero no lo encontraba. Ahora que partí a España con la idea de conocer otros momentos y monumentos históricos de lo que pasó entre nuestras culturas: España y América La Historia La Casa de la Contratación de Indias, ubicada en Sevilla, conocer La Casa Lonja de Mercaderes, etc.

Al arribar de madrugada a Madrid lo primero que hice fue dejar mi equipaje en el hotel que me hospede y me lance a busca a el mencionado museo, previamente a una de las chicas de los mostradores de información turística del aeropuerto, por cierto muy atenta y simpática, le pregunte si conocía sobre El Códice Maya de México, respondiéndome que hay

un museo que tiene muchas cosas de México, orientándome muy bien sobre la ubicación de este y sobre todo me explico y me oriento muy bien sobre el uso del transporte colectivo El Metro. Programe quedarme dos días en Madrid para, que una vez más, dedicarme a buscar el Códice Maya Madrileño, al escudriñar información me encontré otro museo El Museo de América es un museo nacional ubicado en Madrid, en el número 6 de la avenida de los Reyes Católicos, en la Ciudad Universitaria. Fue creado mediante Decreto de 19 de abril de 1941 como un deslinde de las colecciones de arqueología, arte y etnografía americanos que hasta ese momento pertenecían al Museo Arqueológico Nacional. Posee más de 25 000 piezas, que abarcan cronológicamente desde el Paleolítico hasta la actualidad3 y cubren la totalidad del continente.

Al llegar a la estación del metro indicada “La Moncloa”, toda la gente igual que en nuestro rancho, cuando están algunas gentes parados en alguna calle que buscas y les preguntas a las personas, donde se encuentra esa calle, casi un buen número de la gente no sabe; Así me paso, unos me mandaron al museo de la aviación, otro a otro museo. Lo que pasa es que donde está ubicado el Museo de América no invita a visitarla por el riesgo que se corre al atravesar esas amplias avenidas.

La Glorieta y la estación del Metro Moncloa

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Después de caminar un buen tramo buscando encontrar el aseso más seguro para conseguir arribar a el museo.

Vista del edificio y entrada principal del Museo de América.

El museo es de titularidad estatal y de gestión directa del Ministerio de Cultura (actualmente Ministerio de Educación, Cultura y Deporte). Orgánicamente depende de la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales y de la Subdirección General de Museos Estatales.

Al ingresar al inmueble del museo, ya enfrente de un escritorio que servía como recibidor y taquilla, me dirigí a una de las damas que se encontraban dando la bienvenida, le pregunte que si tenían entre sus colecciones Un Códice Maya, dándome una respuesta positiva. Solicitándome que primero hiciera un recorrido y viera el museo y al final viera El Códice.

Boleto de entrada al Museo

Se aprecia en el boleto la imagen de una de las partes del Códice Maya.

Le hice caso a la solicitud de la dama, después de seis horas de ver las diversas piezas que tienen de nuestro continente, arribe al lugar donde tienen resguardado una copia de este magnífico documento, porque el original lo tienen resguardado en un cofre bajo “n” cerraduras.

El museo tiene expuestas varias de las naves que utilizaron los antiguos Mayas para realizar sus expediciones.

Artistas de la navegación

Los marinos mayas tenían un buen conocimiento de los vientos y las corrientes dominantes en la zona del Caribe. Hay evidencias de que mientras navegaban hacia Centroamérica, lo hacían cerca de la costa, para aprovechar determinadas contracorrientes que ahí se forman y que se dirigen hacia el sur. Además, en las cercanías de la costa quedaban protegidos del oleaje por los arrecifes paralelos al litoral.

Según los indicios arqueológicos, el comercio en el Mundo Maya empezó trescientos años antes de nuestra era, en el periodo llamado Preclásico; cobró gran auge durante el Clásico (250 a 900 d.C.) y, curiosamente, aumentó en el Postclásico, cuando la civilización maya había entrado en declive.

Se comerciaba tanto con productos suntuarios (ornamentos de plumas, adornos de oro, jade, ámbar, cuarzo y otros) como con artículos utilitarios (por ejemplo, proyectiles, cuchillos y navajas de obsidiana, miel, pieles, mantas de algodón, tintes vegetales, hierbas medicinales, chile seco y copal). También se transportaban por mar grandes cantidades de sal y objetos pesados; entre otros, los metates (piedras planas con patas y un rodillo, usadas para moler maíz). Como moneda eran utilizados granos de cacao, canutos de plumas de ave llenos de polvo de oro, piezas de jade y metales.

429Códice Maya conocido como Códice Tro-Cortesianoo Códice de Madrid, por estar ubicado en esta ciudad de España

Los comerciantes, a quienes acompañaban esclavos o cargadores, constituían una clase social poderosa e influyente. En los códices aparecen representados con un abanico como símbolo; además, llevaban cayados ceremoniales. Incluso tenían su propio dios, Ek Chuah, el Protector, en honor de quien realizaban una ceremonia de agradecimiento al cabo de cada día navegado.

Otra de las naves que utilizaron “Los Putones” antiguos Mayas comerciantes o de otras culturas para realizar sus expediciones.

El núcleo esencial del museo está constituido por la arqueología precolombina -las culturas mejor representadas son las centroandinas (las del Antiguo Perú), en particular la inca-, la etnografía y el arte colonial. Los fondos más antiguos son los procedentes del Real Gabinete de Historia Natural. Dos de las salas del Museo se destinaron precisamente a recrear el aspecto de sus estancias, basándose en planos y dibujos originales. Esas colecciones fundacionales posteriormente fueron incrementadas mediante diversas compras, donaciones y legados. En 1872 se produjo la primera compra de una gran colección, la de José Ignacio Miró, que incluía varias figuras mayas en piedra procedentes de Uxmal (Yucatán, México), así como el fragmento pequeño o Cortesiano del Códice Tro-Cortesiano o Códice de Madrid, igualmente maya (posteriormente también se adquirió el fragmento grande o Troano, en 1888).18 Asimismo destacan las compras de arte colonial realizadas entre 1941 y 1965, que supusieron un notable aumento de los fondos y permitieron reunir una importante colección,19 y la adquisición en 1948 del Códice Tudela, o Códice del Museo de América, azteca.20

Estatuilla de oro perteneciente al Tesoro de los Quimbayas, uno de los grandes hitos de la colección.

Entre las donaciones sobresale la que realizó en 1937 Juan Larrea de su colección de 562 objetos de arte precolombino, principalmente inca,21 la más completa e interesante, artística y antropológicamente, de esta cultura que existe fuera del continente americano.22 Igualmente descuella la donación de 123 piezas del Tesoro de los Quimbayas efectuada en 1892 por el Gobierno de Colombia, en agradecimiento por la intermediación de España en el conflicto fronterizo de aquel país con Venezuela, que culminó con un laudo arbitral dictado por la reina regente María Cristina de Habsburgo-Lorena en el que se reconocían los derechos colombianos sobre la margen izquierda del río Orinoco. 23 Se trata de la colección de orfebrería quimbaya más importante del mundo, muy superior incluso a la del Museo del Oro de Bogotá. 24 También otros Estados americanos donaron diversas colecciones precolombinas.

Otra significada donación fue la de casi un millar de piezas de cerámica mexicana del siglo XVII, reunidas en ese siglo por Catalina Vélez de Guevara, condesa de Oñate, y legadas en 1884 al Museo Arqueológico Nacional por su descendiente Mª Josefa de la Cerda y Palafox, condesa viuda de Oñate.25 26 Igualmente destaca la de objetos incaicos realizada en 1920 por el peruano Rafael Larco Herrera (fundador del

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museo que lleva su nombre en Lima), consistente en 580 vasos de barro, 50 vasos de metal, armas de bronce y dos momias con textiles.27 28 Asimismo la del marqués de Prado Alegre, que donó en 1877 ciento veintiséis figuras de cera de Andrés García (México, siglo XIX). Gracias a ella el Museo de América posee la más importante colección de figuras de cera mexicanas, tanto por su cantidad (en la actualidad más de ciento cincuenta ejemplares), como por su calidad y variedad.

Aparte de las ya mencionadas, otras piezas destacadas de la colección son la momia de Paracas (Perú), las colecciones indígenas de la costa noroeste de Estados Unidos y Canadá, recogidas en las expediciones científicas del siglo XVIII, la plumería, las series de cuadros de mestizaje (pintura de castas), los enconchados (pinturas al óleo sobre tabla con incrustaciones de nácar), de los que posee 88,29 30 31 32 de un total de 274 que existen en todo el mundo (parte de ellos depositados por el Museo del Prado); tres biombos novohispanos, uno de ellos adquirido recientemente (2013),33 y la platería colonial.

En seguida se expondrán algunas piezas de la cultura La Maya.

Estela maya procedente de Palenque conocida como Estela de Madrid, 600 - 800 d. C.

Bajorrelieve con vetas de pintura roja y negra. Obra procedente de Palenque, realizada durante el Periodo Clásico tardío. Muestra a un bacad sobre cabeza de un imix. La pieza era una de las sostenía el trono de Palenque en una de las salas del Patio Central del Palacio.

Plato policromado. Plato maya del período clásico tardío (600-900 d.C.) con imagen pintada. Museo de América, Madrid.

Urna funeraria maya de Kinich Ahau, 600 - 900 d. C.

Urna funeraria maya con representación del dios solar Kinich Ahau y la imagen del difunto en la tapa. Cerámica pintada. Período Clásico Tardío (600-900 d.C.). Procedente del Área Maya de Mesoamérica.

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Tazón y vaso de cerámica policromada

Piezas de cerámica

Pieza de cerámica.

Copa Maya de cerámica policromada.

Finalmente expongo algo sobre el principal motivo de mi visita a este gran museo, el Códice Maya conocido por: el Tro-Cortesiano o Códice de Madrid.

Facsímil del Códice Maya Tro-Cortesiano o Códice de Madrid (1250 - 1500 d. C.).

Gracias a OUTSINN el Códice se puede ver claramente.

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Otras partes del códice.

Por su parte todo colección tiene en su portal otra presentación del Códice.

“El Códice (Maya llamado) Tro-Cortesiano, o Códice de Madrid, es uno de los cuatro únicos manuscritos mayas que existen hoy y, por tanto, quizás la pieza de mayor valor de todo el Museo de América. Su datación se sitúa dentro del Período Postclásico Tardío, desarrollado entre los siglos XIII y XVI d. de C., asignándosele al códice el siglo XV como el más probable para su creación y el Noroeste de la península de Yucatán como su lugar de procedencia. Sin embargo, hay unos expertos que lo fechan más tarde y sitúan su origen al Norte de Guatemala, en la ciudad de Tayasol, que no fue conquistada hasta finales del siglo XVII, constituyendo el último lugar maya independiente. Consta de un total de 112 páginas divididas en 56 hojas escritas por las dos caras y fabricadas en fibra vegetal machacada (corteza de ficus). Esta extensión hace de él que sea el ejemplar más largo de entre todos los conocidos y las hojas para hacer más fácil su lectura y manejo se organizan como si de un biombo se tratase.

En un principio, el códice permanecía en manos privadas y se creía que eran dos unidades diferentes, no siendo hasta finales del siglo XX cuando se comprobó que eran un solo ejemplar que, en algún momento, se había sido dividido en dos.

433Códice Maya conocido como Códice Tro-Cortesianoo Códice de Madrid, por estar ubicado en esta ciudad de España

Su temática es adivinatoria y su calendario está basado en el ciclo de 260 días, o Tzolkin. Es por ello, y dado que no consta de ninguna otra guía calendárica, por lo que no se puede fechar de manera más exacta su origen. No es un libro de complicados cálculos matemáticos o anotaciones astronómicas como sí lo es el Códice de Dresde, sino que es más una enumeración de actividades cotidianas (agricultura, apicultura, caza, etc.) a realizar durante el ciclo Tzolkin y las fechas en que se obtiene un mejor o peor resultado para ello. Todo ésto desde una óptica religiosa y mágica ya que los protagonistas de dichas labores son los dioses (Ahaw, Chek, K'in, Izamná, o Sak Chel, según los nombres que les asignaron los cronistas españoles del siglo XVI). Por ello, se piensa que era el libro de un sacerdote o de alguien especializado en aconsejar sobre asuntos cotidianos, pero igualmente importantes, como puede ser la agricultura en la alimentación de una sociedad.

Un facsímil del códice aparece expuesto y extendido en un expositor situado en el centro de la sala y que permite contemplar el contenido de ambas caras.”

Agradezco a la dirección del museo las facilidades dadas para la realización de este reportaje, así como la ayuda y la atención prestada por todo el personal del museo.

Literatura citada

Frausto Mena Reynaldo (2014) Los Mayas: su organización, economía, contabilidad y sus impactos. Editorial Hunab-Ku México, D.F.

https://es.wikipedia.org/wiki/museo_de_am%c3%a9ricawww.todocoleccion.net.