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La fotografía vivió a principios de este siglo su particular revolución digital. El mundo analógico, tal y como lo concebíamos, se convirtió de forma verti- ginosa en una técnica tradicional accesible a románticos que tuvieran acceso a las viejas máquinas y quisieran adentrarse en la ciencia originaria. Tan sólo La expansión de los smartphones entre el público más joven, lenta aunque progresiva, ha abonado el campo para el desarrollo de una nueva hornada de aplicaciones para sus sistemas operativos, que aprovechan tanto la capacidad de sacar fotografías como la conectividad a la red de datos de estos teléfonos. Es la creación de redes sociales de imá- genes instantáneas capturadas en plena calle, a las cuales se les pueden aplicar efectos especiales y que se comparten geolocalizadas con los contactos. Las nuevas generaciones apuestan por servicios que destacan por su instantaneidad. Una joven ataviada con prendas modernas y un peinado extremado se entretiene en la terraza de un bar para fotografiar con su flamante teléfono de última generación una copa de pacharán que tiene encima de la mesa. A continuación, pulsa un botón de la pantalla táctil y le aplica una larga serie de filtros que tiene a su disposición para embellecer la imagen: puede ser para hacerla similar a las fotos de las cámaras rusas Lomo Kompakt -que dan unos colores vivos y exagerados-, de las Polaroid o de las viejas fotos en amarillo y sepia. También puede querer aumentar el color del rojo pacharán para lograr un efecto más contrastado. Una vez logrado el tono deseado la envía, al pulsar otro botón, a su red de contactos dentro de la apli- cación que use para tal fin. De manera ocasional, puede combinar su red dentro de la aplicación con otras más grandes como Twitter y Facebook, de modo que amplía el número de usuarios a quie- nes llega la fotografía. También ella puede ver en la pantalla de su teléfono las imágenes que han enviado otros usuarios de su red y comentarlas, así como valorarlas tras indicar si le gustan o no. Es una mezcla entre Twitter, ya que la información que se aporta se limita a un solo contenido, y Facebook. Las aplicaciones que esta joven puede utilizar para compartir sus instantá- neas son, sobre todo, tres. Estas destacan sobre el grueso de lo que es ya una explosión de propuestas para relacionarse de un nuevo modo más gráfico, en el que la imagen importa más que el texto. Son Instagram, la más extendida y exclusiva por el momento de iPhone; Burstn, que aunque solo tiene aplicaciones para iPhone e iPod Touch puede usarse en otros dispositivos desde su web; y Pic Plz, que cuenta tanto con versión para iOS como para el sistema operativo Android. ORIGEN En el año 2003 la creación de Fotolog supuso una transformación absoluta en la forma de entender el almacenaje y uso de la fotografía en Internet. Los cibernautas podían almacenar sus imágenes en un álbum digital, en el que no sólo tenían la posibi- lidad de mostrar cualquier foto, sino que podían apoyarlas con textos, enlaces o comentarios. Lo más interesante del producto era la posibilidad de opinar sobre las imágenes de otros usuarios, ya que de esta forma se provocaba un feedback que per- mitía hablar de una red social fotográfica. Fotolog tuvo su auge a mediados de la década pasada, pero de la misma vertiginosa forma en que nació parece desaparecer. Los usuarios han perdido paulati- namente el interés por esta red. Esto se debe, sin duda, a la aparición de las redes sociales como Facebook o Tuenti que han absorbido a la gran mayoría de usuarios. Las razones: la posibilidad de utilizar una sola red para mantener el constante contacto con los amigos, compartir cualquier pensamiento o idea de forma instantánea, subir fotografías, crear grupos, recomendar enlaces, etc. Ante esta multiplicidad y versatilidad de las redes sociales parecía poco probable que una comuni- dad exclusivamente fotográfica tuviera aceptación entre los internautas. Pero internet es un medio que permite la aparición de nuevos espacios, sólo limitados por la creatividad de sus diseñadores. Gracias a esta premisa y, por supuesto, a la mo- dernización de la red móvil, podemos hablar de un nuevo futuro de posibilidades para los amantes de la fotografía y sus imágenes. El cada vez mayor acceso a Internet a través de los teléfonos móviles, y el desarrollo de su tecnología y sus aplicaciones, están fomentando la aparición de nuevas platafor- mas en las que los usuarios pueden capturar una imagen, editarla, subirla a la red y comentarla de forma inmediata. Ya no es necesario descargar nuestras imágenes en un ordenador con conexión a Internet. La convergencia de la tecnología móvil, la captura de imágenes y la publicación de éstas en el espacio virtual de la red configuran la fotografía 2.0. 2//TECNOBIT Diseño y texto: Juan José González Blanco. millones de usuarios NÚMERO DE USUARIOS DE LAS REDES FOTOGRÁFICAS WEB//3 Fuente: Eroski Consumer/Febrero 2012 una década después asistimos a una “nueva revolución fotográfica”, en la que capturar, editar, subir a la red y comentar una foto se puede hacer desde cualquier punto del planeta, con un dispositivo móvil y de forma instantánea: Bienvenidos a la Fotografía 2.0 BURSTN 3 millones FOTOLOG 23 millones FLICKR 51 millones INSTAGRAM 14 millones

Redes Fotográficas Instantáneas

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Reportaje sobre la aparición de nuevas redes de imágenes personales en la red

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La fotografía vivió a principios de este siglo su particular revolución digital. El mundo analógico, tal y como lo concebíamos, se convirtió de forma verti-ginosa en una técnica tradicional accesible a románticos que tuvieran acceso a las viejas máquinas y quisieran adentrarse en la ciencia originaria. Tan sólo

La expansión de los smartphones entre el público más joven, lenta aunque progresiva, ha abonado el campo para el desarrollo de una nueva hornada de aplicaciones para sus sistemas operativos, que aprovechan tanto la capacidad de sacar fotografías como la conectividad a la red de datos de estos teléfonos. Es la creación de redes sociales de imá-genes instantáneas capturadas en plena calle, a las cuales se les pueden aplicar efectos especiales y que se comparten geolocalizadas con los contactos. Las nuevas generaciones apuestan por servicios que destacan por su instantaneidad.

Una joven ataviada con prendas modernas y un peinado extremado se entretiene en la terraza de un bar para fotografiar con su flamante teléfono de última generación una copa de pacharán que tiene encima de la mesa. A continuación, pulsa un botón de la pantalla táctil y le aplica una larga serie de filtros que tiene a su disposición para embellecer la imagen: puede ser para hacerla similar a las fotos de las cámaras rusas Lomo Kompakt -que dan unos colores vivos y exagerados-, de las Polaroid o de las viejas fotos en amarillo y sepia. También puede querer aumentar el color del rojo pacharán para lograr un efecto más contrastado. Una vez logrado el tono deseado la envía, al pulsar otro botón, a su red de contactos dentro de la apli-cación que use para tal fin. De manera ocasional, puede combinar su red dentro de la aplicación con otras más grandes como Twitter y Facebook, de modo que amplía el número de usuarios a quie-nes llega la fotografía. También ella puede ver en la pantalla de su teléfono las imágenes que han enviado otros usuarios de su red y comentarlas, así como valorarlas tras indicar si le gustan o no. Es una mezcla entre Twitter, ya que la información que se aporta se limita a un solo

contenido, y Facebook. Las aplicaciones que esta joven puede utilizar para compartir sus instantá-neas son, sobre todo, tres. Estas destacan sobre el grueso de lo que es ya una explosión de propuestas para relacionarse de un nuevo modo más gráfico, en el que la imagen importa más que el texto. Son Instagram, la más extendida y exclusiva por el momento de iPhone; Burstn, que aunque solo tiene aplicaciones para iPhone e iPod Touch puede usarse en otros dispositivos desde su web; y Pic Plz, que cuenta tanto con versión para iOS como para el sistema operativo Android.

ORIGENEn el año 2003 la creación de Fotolog supuso una transformación absoluta en la forma de entender el almacenaje y uso de la fotografía en Internet. Los cibernautas podían almacenar sus imágenes en un álbum digital, en el que no sólo tenían la posibi-lidad de mostrar cualquier foto, sino que podían apoyarlas con textos, enlaces o comentarios. Lo más interesante del producto era la posibilidad de opinar sobre las imágenes de otros usuarios, ya que de esta forma se provocaba un feedback que per-mitía hablar de una red social fotográfica. Fotolog tuvo su auge a mediados de la década pasada, pero de la misma vertiginosa forma en que nació parece desaparecer. Los usuarios han perdido paulati-namente el interés por esta red. Esto se debe, sin duda, a la aparición de las redes sociales como Facebook o Tuenti que han absorbido a la gran mayoría de

usuarios. Las razones: la posibilidad de utilizar una sola red para mantener el constante contacto con los amigos, compartir cualquier pensamiento o idea de forma instantánea, subir fotografías, crear grupos, recomendar enlaces, etc. Ante esta multiplicidad y versatilidad de las redes sociales parecía poco probable que una comuni-dad exclusivamente fotográfica tuviera aceptación entre los internautas. Pero internet es un medio que permite la aparición de nuevos espacios, sólo limitados por la creatividad de sus diseñadores. Gracias a esta premisa y, por supuesto, a la mo-dernización de la red móvil, podemos hablar de un nuevo futuro de posibilidades para los amantes de la fotografía y sus imágenes. El cada vez mayor acceso a Internet a través de los teléfonos móviles, y el desarrollo de su tecnología y sus aplicaciones, están fomentando la aparición de nuevas platafor-mas en las que los usuarios pueden capturar una imagen, editarla, subirla a la red y comentarla de forma inmediata. Ya no es necesario descargar nuestras imágenes en un ordenador con conexión a Internet. La convergencia de la tecnología móvil, la captura de imágenes y la publicación de éstas en el espacio virtual de la red configuran la fotografía 2.0.

2//TECNOBIT

Diseño y texto: Juan José González Blanco.

millones de usuarios

NÚMERO DE USUARIOS DE LAS REDES FOTOGRÁFICAS

WEB//3

Fuente: Eroski Consumer/Febrero 2012

una década después asistimos a una “nueva revolución fotográfica”, en la que capturar, editar, subir a la red y comentar una foto se puede hacer desde cualquier punto del planeta, con un dispositivo móvil y de forma instantánea: Bienvenidos a la Fotografía 2.0

BURSTN 3 millones

FOTOLOG 23 millones

FLICKR 51 millones

INSTAGRAM 14 millones