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DOMINGO DE LA SAGRADA FAMILIA - CICLO C María y José encontraron a Jesús en medio de los doctores Sir. 3, 2-6.12-14: «El que teme al Señor honra a sus padres» Sal. 128(127): «¡Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos!» Col. 3,12-21: La vida de familia vivida en el Señor Lc. 2, 41-52: «Los padres de Jesús lo encuentran en medio de los doctores» En uno de los tiempos en que la familia humana y cristiana es puesta en peligro. inclus0o en su misma institución, es bueno que escuchemos lo que la Palabra bíblica nos dice acerca de ella. La primera lectura, del libro del Eclesiástico (= Sirácida) es una especie de comentario del cuarto mandamiento: «Honrar a padre y madre». La esencia de este comentario es que este mandamiento es una alta forma de caridad. La caridad es para todo el mundo, pero sigue un orden de proximidad: debe comenzar por nuestros padres. Toda práctica de la caridad es un medio para el perdón de nuestros pecados; esto es particularmente verdadero con respecto a nuestros padres. El salmo también habla del ambiente familiar: con la mujer al frente de la casa, como «vid fecunda», y los hijos en torno a la mesa, gozando todos de la bendición de Dios. En el mensaje a los Colosenses el Apóstol nos entrega algunos consejos sobre la práctica de la caridad en las comunidades cristianas: soportarse y perdonarse unos a los otros; ser agradecidos; ayudarse mutuamente; orar en común... Estos mismos consejos se podrían dar igualmente con respecto a la vida familiar. Y a justo título: las ¿amibas son una forma muy básica de comunidad cristiana. Es un programa ideal de vida comunitaria lo que propone San Pablo en su mensaje. El Hijo de Dios quiso nacer y vivir en una familia, y experimentar nuestra existencia humana, por añadidura, en una familia pobre, trabajadora, que tendría muchos momentos de paz y serenidad, pero que también supo de estrecheces económicas, de emigración, desplazamiento, de persecución y de muerte. El texto evangélico de este Domingo es propio de Lucas, y se centra sobre todo en el encuentro de Jesús en el Templo, con su respuesta a las palabras de María. Son las primeras palabras de Jesús en el evangelio de Lucas. Es interesante notar que sus últimas palabras antes de morir son una oración confiada al Padre, y las últimas dirigidas a los apóstoles antes de la Ascensión son también un anuncio del cumplimiento del don del Padre. Igualmente el tema de la presencia de Jesús en el Templo, «en la casa de mi Padre», llega a ser paralelo con la conclusión de Lucas: los apóstoles vuelven al Templo dando gracias a Dios. Desde el punto de vista de la fiesta, lo que destaca es la inserción de Jesús en su familia y en las prácticas de la fe de Israel -incluido el sentido del Templo- y al mismo tiempo la trascendencia de Jesús, que es el verdadero Maestro, que «asombra» a todos quienes lo escuchan. Y Maestro, también, con su vida oculta en Nazaret. Esta escena de la infancia de Jesús, repleta de significación profética de lo que será el misterio pascual. La atención a este texto se pone hoy, sobre todo, en esta relación entrañable y ejemplar entre Jesús, María y José, llena de misterio de Jesús, pero humilde y sencilla como la de cualquier familia de Nazaret. Algunas preguntas para pensar durante la semana 1. Revise su actitud con sus padres. ¿Hay algo qué cambiar? 2. Revise su actitud con sus hijos. ¿Hay algo qué cambiar? CPC

Reflexion Sagrada Familia

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DOMINGO DE LA SAGRADA FAMILIA - CICLO C María y José encontraron a Jesús

en medio de los doctores Sir. 3, 2-6.12-14: «El que teme al Señor honra a sus padres» Sal. 128(127): «¡Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos!» Col. 3,12-21: La vida de familia vivida en el Señor Lc. 2, 41-52: «Los padres de Jesús lo encuentran en medio de los doctores»

En uno de los tiempos en que la familia humana y cristiana es puesta en peligro. inclus0o en su misma institución, es bueno que escuchemos lo que la Palabra bíblica nos dice acerca de ella.

La primera lectura, del libro del Eclesiástico (= Sirácida) es una especie de comentario del cuarto mandamiento: «Honrar a padre y madre». La esencia de este comentario es que este mandamiento es una alta forma de caridad. La caridad es para todo el mundo, pero sigue un orden de proximidad: debe comenzar por nuestros padres. Toda práctica de la caridad es un medio para el perdón de nuestros pecados; esto es particularmente verdadero con respecto a nuestros padres.

El salmo también habla del ambiente familiar: con la mujer al frente de la casa, como «vid fecunda», y los hijos en torno a la mesa, gozando todos de la bendición de Dios.

En el mensaje a los Colosenses el Apóstol nos entrega algunos consejos sobre la

práctica de la caridad en las comunidades cristianas: soportarse y perdonarse unos a los otros; ser agradecidos; ayudarse mutuamente; orar en común... Estos mismos consejos se podrían dar igualmente con respecto a la vida familiar. Y a justo título: las ¿amibas son una forma muy básica de comunidad cristiana. Es un programa ideal de vida comunitaria lo que propone San Pablo en su mensaje.

El Hijo de Dios quiso nacer y vivir en una familia, y experimentar nuestra existencia humana, por añadidura, en una familia pobre, trabajadora, que tendría muchos momentos de paz y serenidad, pero que también supo de estrecheces económicas, de emigración, desplazamiento, de persecución y de muerte.

El texto evangélico de este Domingo es propio de Lucas, y se centra sobre todo en el

encuentro de Jesús en el Templo, con su respuesta a las palabras de María. Son las primeras palabras de Jesús en el evangelio de Lucas. Es interesante notar que sus últimas palabras antes de morir son una oración confiada al Padre, y las últimas dirigidas a los apóstoles antes de la Ascensión son también un anuncio del cumplimiento del don del Padre.

Igualmente el tema de la presencia de Jesús en el Templo, «en la casa de mi Padre», llega a ser paralelo con la conclusión de Lucas: los apóstoles vuelven al Templo dando gracias a Dios.

Desde el punto de vista de la fiesta, lo que destaca es la inserción de Jesús en su familia y en las prácticas de la fe de Israel -incluido el sentido del Templo- y al mismo tiempo la trascendencia de Jesús, que es el verdadero Maestro, que «asombra» a todos quienes lo

escuchan. Y Maestro, también, con su vida oculta en Nazaret. Esta escena de la infancia de Jesús, repleta de significación profética de lo que será el

misterio pascual. La atención a este texto se pone hoy, sobre todo, en esta relación entrañable y ejemplar entre Jesús, María y José, llena de misterio de Jesús, pero humilde y sencilla como la de cualquier familia de Nazaret.

Algunas preguntas para pensar durante la semana 1. Revise su actitud con sus padres. ¿Hay algo qué cambiar? 2. Revise su actitud con sus hijos. ¿Hay algo qué cambiar?

CPC