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REGISTROS PALEOBOTÁNICOS DE EXTREMADURA

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Page 1: REGISTROS PALEOBOTÁNICOS DE EXTREMADURA
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REGISTROS PALEOBOTÁNICOS DE EXTREMADURA(el número corresponde al indicado en el mapa)

1. Cerro de la Horca

2. Los Barruecos

3. Garganta del Mesto

4. La Mata

5. La Panera

Page 3: REGISTROS PALEOBOTÁNICOS DE EXTREMADURA

EXTREMADURA Cerro de la Horca 553

El yacimiento arqueológico al aire libre del Cerro de la Horcase sitúa en el borde meridional del batolito granítico de Pla-senzuela (Cáceres) a 39º 23’ N, 06º 02’ O y 480 m s.n.m.,

sobre una plataforma de unos 40 m de diámetro. De la base delcerro se consiguió obtener una secuencia estratigráfica, sobre elcorte B7 de su perfil sur se realizó el muestreo (cada 10 cm) para elestudio palinológico (Fig. 559) (López-Sáez et al. 2007b).

Durante el Neolítico antiguo (5200-4800 años cal. BC) existióuna importante maquia xerotermófila, rica en acebuche (Olea eu-

ropaea) y Pistacia lentiscus. En todo caso, la vegetación forestaldel territorio correspondería al encinar, en el cual la encina (Quer-

cus ilex) y, en menor medida el enebro (Juniperus), serían los ele-mentos arbóreos más importantes.

A lo largo del Calcolítico, se asiste a una degradación paula-tina y progresiva del paisaje de dehesa, siguiendo un modelo tra-

dicional de explotación del paisaje bien característico, que suponela quema y roza tanto del encinar como de su cortejo arbustivopara, finalmente, cultivar el cereal en el entorno inmediato del ya-cimiento. Este tipo de prácticas hacen desaparecer la coberturaarbórea y arbustiva o la reducen a niveles ínfimos, a la vez que laantropización del medio aumenta considerablemente, dando pasoal desarrollo de una vegetación particular de tipo nitrófilo o an-tropozoógeno, en la cual el ganado sigue jugando un papel fun-damental.

El tipo de paleopaisaje se ajustaría típicamente a una dehesaabierta, donde la encina tendría poca importancia mientras que eldominio correspondería a pastizales graminoides.

Más información:

López-Sáez et al. (2007a,b)

CERRO DE LA HORCAPlasenzuela, Cáceres

Holoceno (4730 años cal. BP)

Figura 559. Diagrama polínico del Cerro de la Horca. Redibujado de López-Sáez et al. (2007a,b)

Page 4: REGISTROS PALEOBOTÁNICOS DE EXTREMADURA

Ubicado en un paraje muy singular de la penillanura cacereña,en el término municipal de Malpartida de Cáceres (39º 25’ N,06º 29’ O; a unos 360 m s.n.m.), el yacimiento al aire libre de

Los Barruecos forma parte del Monumento Natural del mismonombre, un paisaje típico de berrocal granítico de grandes bolos,muy desarrollados por procesos erosivos y que han contribuido so-bremanera al refugio y asentamiento de grupos humanos en esteentorno (Figs. 560 y 561). La vegetación leñosa es escasa, domi-nando pies de encina y algún acebuche disperso.

El análisis paleopalinológico de Los Barruecos (Fig. 562) sebasó en el estudio de once muestras procedentes de dos sondeos,de las cuales ocho son de adscripción neolítica (m1 a m8), dos cal-colíticas (m9 y m10), y una última del Bronce antiguo (m11) (López-Sáez et al. 2005) (Tabla 139). Durante el Neolítico antiguo seconstata la existencia de una densa maquia de acebuche (Olea eu-

ropaea), que se acompaña de otros elementos arbustivos de carác-ter termófilo como el lentisco (Pistacia lentiscus) o la jara pringosa(Cistus ladanifer), bajo un paisaje típico de encinar. El bosque ripa-rio queda representado por un porcentaje bajo de aliso (Alnus).

Entre la flora herbácea, el elemento más significativo es elcereal, en porcentajes suficientes (c. 5%) para poder admitir su cul-tivo local. Podría, por lo tanto, sugerirse la existencia de activida-des de cerealicultura en esta zona extremeña en torno al cambiodel VII al VI milenio cal. BC. Se trataría de una agricultura posible-mente incipiente, la más antigua documentada hasta el momentoen Extremadura, que iría paralela al desarrollo de un pastoreo tras-terminante, en un momento en que el poblado de Los Barruecosno tendría aún un carácter estable y el sistema económico era po-siblemente de carácter seminómada, sin existir una antropizaciónaparente del entorno.

El paso al Neolítico medio supuso un cambio notable en la fi-sionomía del paisaje, ya que la densa maquia de acebuche que do-

LOS BARRUECOSMalpartida, Cáceres

Holoceno (6080-c. 4600 años BP)

Figura 560. Monumento natural de Los Barruecos, Cáceres

Figura 561. Vista del yacimiento de Los Barruecos

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554 Los Barruecos EXTREMADURA

Page 5: REGISTROS PALEOBOTÁNICOS DE EXTREMADURA

555EXTREMADURA Los Barruecos

Ref. Lab. Años BP Años cal. BP Nivel Arqueología

Ua-21585 4640 ± 50 5390 UE 110 Neolítico medio

Beta-159899 6060 ± 50 6920 UE 117 Neolítico antiguo

Beta-171124 6080 ± 40 6950 UE 133 Neolítico antiguo

minaba en el Neolítico antiguo se restringe severamente aunque sinllegar a desaparecer. Además de la ganadería, la agricultura, comoen el Neolítico antiguo, sigue siendo una constante, documentán-dose de nuevo polen de cereal. La abundancia de esporas de Chae-

tomium sugiere la intervención del fuego. Este tipo de paisaje,gestionado durante el Neolítico medio, tiene numerosas afinidadescon la actual dehesa.

A lo largo del Neolítico final, Calcolítico y Bronce antiguo, se do-cumenta la desaparición total del acebuche y la regresión progresivadel encinar. La flora arbustiva está únicamente representada por for-maciones propias de las etapas degradativas del encinar, del tipo jaral

(Cistus ladanifer), o por ciertos elementos típicos de climas térmicoscomo el lentisco (Pistacia lentiscus). Entre la flora herbácea se sigue con-firmando el cultivo de cereal, el desarrollo de actividades de pastoreo,una amplia representación de la flora nitrófila-antrópica y de pastos zo-ógenos, la abundancia de pastizales graminoides, así como la constanteaparición de hongos coprófilos y carbonícolas que corroboran proce-sos semejantes a los ya descritos.

Más información:

Cerrillo-Cuenca et al. (2005, 2006), López-Sáez et al. (2005, 2007),López-Sáez (2006)

Figura 562. Diagrama polínico de Los Barruecos. Redibujado de López-Sáez et al. (2007)

Tabla 139. Dataciones radiocarbónicas de la secuencia

de Los Barruecos (López-Sáez et al. 2005)

Page 6: REGISTROS PALEOBOTÁNICOS DE EXTREMADURA

El arroyo Mesto discurre a lo largo de las areniscas y cuarcitasque conforman la Serranía de Las Villuercas. Se trata de unafluente del río Gualija que surca la Sierra del Hospital, al norte

de Cáceres. La zona se caracteriza por una climatología mediterráneacontinental de veranos muy cálidos con un estiaje intenso pero coninviernos más suaves que los de otras regiones mesetarias.

La turbera que ha dado lugar al estudio palinológico (39º 30’N, 05º 20’ O; 1000 m s.n.m.) se sitúa a orillas del Mesto (Fig. 563),rodeada por una vegetación de ribera formada por alisos (Alnus

glutinosa), algunos pies de fresnos (Fraxinus angustifolia), sauces(Salix atrocinerea) y mostajo (Sorbus torminalis). En las elevacio-nes circundantes y en la zona norte aparecen formaciones jóvenes

de melojo (Quercus pyrenaica) en las que se da un pastoreo fre-cuente e intenso como denota la abundancia de Asphodelus albus.Se encuentra también Quercus ilex-rotundifolia en las zonas másbajas o en las solanas de los escarpes rocosos a mayor altitud (Fig.564). En el área noroccidental de la misma, además de melojares,aparecen espacios cultivados y una repoblación de Pinus pinaster

poco importante en extensión y de edad desconocida aunque lospies son de pequeño tamaño.

El registro polínico obtenido representa una secuencia decambio vegetal para los últimos cuatro milenios (Fig. 565). La zonaGM1, entre 2200 y 1500 años BC, está determinada por la constantepresencia, aunque irregular abundancia, de alisos que han coexis-tido con otros elementos mesófilos como Ilex, Betula, Corylus yQuercus caducifolios. Este patrón de cambio relativamente abruptoy resiliente de la vegetación durante la Edad del Bronce podríahaber sido causado por el efecto sinérgico de varios factores.

La actividad humana en el área, sobre todo fuego y pastoreo,explicaría la alternancia de los diferentes elementos vegetales enrelación a su respuesta al fuego. Un clima cambiante con crecientearidez hacia el final del Holoceno medio (c. 4000 años BP) habría

GARGANTA DEL MESTO Serranía de Las Villuercas, Villar del Pedroso, Cáceres

Holoceno (3800 años BP-actualidad)

Figura 563. Turbera a orillas del arroyo Mesto, Cáceres

Figura 564. Bosques de cadufolios en el entorno de la Garganta del Mesto

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556 Garganta del Mesto EXTREMADURA

Page 7: REGISTROS PALEOBOTÁNICOS DE EXTREMADURA

557EXTREMADURA Garganta del Mesto

determinado la paulatina desaparición de abedules, avellanos y me-lojos, mientras encinas y otros termófilos se expandían.

Contrariamente al periodo anterior, los tres milenios siguientes,entre 1500 años BC y 1500 años AD, se caracterizaron por una totaldominancia del aliso. Si bien la señal polínica capturada en la turberaestá limitada espacialmente, no se puede descartar que las condi-ciones hidrológicas locales se mantuvieran favoreciendo la expan-sión de alisos y acebos (Ilex aquifolium). Estos últimos aparecen hoyen día refugiados en umbrías rocosas, expuestos a escorrentías en lasierra de Villuercas, mientras que en el pasado parecieron disfrutar deuna mayor importancia.

Simultáneamente a un incremento en la temperatura, la activi-dad humana debió hacerse más patente, lo que explicaría la regularactividad de incendios. Este hecho junto con un incremento termo-métrico habría favorecido a encinas y olivos durante esta fase frente

a las mesófilas, que a pesar de las buenas condiciones hidrológicas re-dujeron su extensión.

En la zona GM2 del diagrama, entre 1500 y 2000 AD se observauna creciente presión antrópica, que habría favorecido la presenciade especies de interés para el hombre como es el caso de Quercus,mientras que en parte habría favorecido la apertura del paisaje envista de la expansión de ericáceas y gramíneas. Sin embargo, laquema se habría visto reducida durante esta fase, como se puedecomprobar por la reducción en la concentración de carbón. No se descartan cambios hidrológicos importantes, que junto con la ac-tividad humana habrían promovido el declive de los alisos alrede-dor de la Garganta del Mesto.

Más información:

Gil-Romera et al. (2008)

Figura 565. Diagrama polínico de la secuencia de la Garganta del Mesto. Redibujado de Gil-Romera et al. (2008)

Page 8: REGISTROS PALEOBOTÁNICOS DE EXTREMADURA

El edificio protohistórico de La Mata (Campanario, Badajoz) selocaliza entre las comarcas de la Serena y Vegas Altas del Gua-diana (38º 52’ 12’’ N, 05º 40’ 42’’ O; 360 m s.n.m.) enmarcán-

dose en el contexto agropecuario del valle del arroyo Molar, afluentedel zújar, integrado a su vez en plena cuenca extremeña del río Gua-diana. Actualmente se localiza en el piso mesomediterráneo inferior,con un ombroclima seco. El edificio de La Mata se valora como unaresidencia aristocrática de carácter rural, con una cronología com-prendida entre los siglos VI-V BC y finales del siglo V BC, dentro del lla-mado Período Postorientalizante.

LA MATAValle del arroyo Molar, Campanario, Badajoz

Holoceno reciente (siglos VI BC-V BC)

Figura 567. Plano del yacimiento con distribución espacial de restos. Pérez-Jordá

(2004)

Figura 568. Distribución relativa de los restos carpológicos en las estancias 2, 4 y

7. Pérez-Jordá (2004)

Figura 566. Paraje extremeño de la Cuenca alta del Guadiana en las proximidades de Campanario

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558 La Mata EXTREMADURA

Page 9: REGISTROS PALEOBOTÁNICOS DE EXTREMADURA

559EXTREMADURA La Mata

LA MATA Estancias

Plantas cultivadas E-1 E-2 E-3 E-4 E-7 E-8 E-9 E-11 Per. O. Per. N.

Plantas silvestres E-1 E-2 E-3 E-4 E-7 E-8 E-9 E-11 Per. O. Per. N.

Hordeum vulgare 42 14 3 56 30 6 1 17 1 42Hordeum (raquis) 4 2 229 284 2 1 1 4Triticum dicoccum 8 5 1 8T. dicoccum/monococcum (horquilla) 2 9 2 10 2Triticum aestivum-durum 10 23 2 14 8 1 2 5 10T. aestivum-durum (raquis) 5 5T. aestivum compactum 6 12 7 1 3 6Panicum miliaceum 1Fabaceae 0 1 7 1 1Lathyrus 1 1 5 1 3 1 1Pisum sativum 1Vicia faba 3 4 3 1Vicia 6 2 6Ficus carica 2 2 44cf. Olea europaea 1Prunus dulcis 1 1 1

Vitis vinifera

Aegilops 1cf. Anthemis 2Asparagus 1Astragalus 2 8 2Avena barbata/sterilis 33 2 45 25 33Avena barbata/sterilis (espiguillas) 1 12 32 1Beta 9Bifora testiculata 1Bromus sterilis 3Bromus 8Carex 3 1 2Centaurea 1 1 1Cistus ladanifer 7 1 119 3 52 7

Convulvulus 1

Chenopodium album 2 49 187 19Chenopodium cf. murale 7 6 3 1Cynosurus 21Digitaria sanguinalis 108Echium/Lithospermum 1 3 1Festuca 10 20 13 2 10Galium 1 4 16 15 2 5 1 1Poaceae 12 6 42 8 3 4 12Hordeum murinum 1Hordeum murinum subsp. leporinum 1Lolium/Festuca 22 36 69 42 16 22Lolium temulentum 1 5 9 2 1 1 1 1Lotus 1Malva sylvestris-nicaensis 1 2 7Malva 5 2 1 292 16 2 1 5Medicago cf. lupulina 1Medicago 10 0 13 6 4 10Melilotus 2 3 1 2Phalaris tipo 1 31 6 1 183 379 6 6 31Phalaris tipo 2 3 18 11 15 3Pistacia lentiscus 1 1 2 1Plantago 2 1 9 12 1 2

Tabla 140. Restos vegetales encontrados en el yacimiento de La Mata (Pérez-Jordá 2004)

Page 10: REGISTROS PALEOBOTÁNICOS DE EXTREMADURA

560 La Mata EXTREMADURA

La excavación se realizó entre 1990 y 2002 (Rodríguez-Díaz2004) descubriendo un edificio de doble planta, con fachada torreaday cercado por un muro de mampuestos, un terraplén y un foso. Sucubierta probablemente fue plana y rematada por un amplio terrado.Todo el conjunto se inscribe en un espacio cuadrangular de aproxi-madamente 50 m cuyas características permiten vincular el edificioa la llamada arquitectura de prestigio oriental.

Se estima que La Mata fue la residencia de una élite rural, deprobable carácter gentilicio, que dominó y controló la explotaciónde los recursos agropecuarios del entorno durante tres o cuatro ge-neraciones. La destrucción a través de un incendio del edificio per-mitió una buena conservación de los materiales carpológicos. Porotra parte, la recogida sistemática de muestras en todo el edificio hapermitido observar la distribución espacial de los diferentes mate-riales (Fig. 568).

Los restos vegetales recuperados en el edificio de La Mata (Tabla140) se pueden agrupar en cuatro grandes grupos (Pérez-Jordà 2004)integrados por cereales, leguminosas, frutales (todos ellos cultivados)y especies silvestres. Los cereales son el grupo más frecuente en el re-gistro, observándose claramente que la base dietética la formaron lacebada vestida (Hordeum vulgare) y los trigos desnudos (Triticum aes-

tivum-durum), en tanto que el mijo (Panicum miliaceum) y la escanda(Triticum dicococcum) desempeñaron un papel secundario. Por otraparte, cabe advertir que el grupo de las leguminosas es el peor repre-

sentado, sin que pueda aludirse como explicación a ello un factor deconservación diferencial. Las leguminosas determinadas son las habas(Vicia faba), las guijas (Lathyrus) y los guisantes (Pisum sativum). Algomás representados están los frutales cultivados, que son el grupo másfrecuente tras los cereales, y que ponen de manifiesto una arboricul-tura ya diversificada, en la que aparecen representadas la vid, la hi-guera, el olivo y el almendro.

Finalmente, destaca también la recolección de bellotas, cuyaabundancia en los bosques que circundan el asentamiento, valor ali-menticio y facilidad de recogida y almacenamiento las convierten enun recurso que las diferentes comunidades nunca han despreciado.El resto de especies silvestres son fundamentalmente plantas adven-ticias y ruderales (Lolium, Malva, Phalaris, Plantago, etc.) que se des-arrollarían en el entorno del yacimiento o como malas hierbas entrelos campos de cultivo.

El estudio de la distribución espacial de los materiales carpo-lógicos junto al resto de materiales arqueológicos ha permitido di-ferenciar ámbitos de almacenamiento y preparación de alimentos,frente a otras áreas en las que las actividades más destacadas son losprocesos de limpieza de los cereales anteriores a su consumo.

Más información:

Pérez-Jordà (2004)

Tabla 140. Continuación

Plantas silvestres E-1 E-2 E-3 E-4 E-7 E-8 E-9 E-11 Per. O. Per. N.

Poa 1 2 1Polygonum cf. aviculare 4Polygonum lapathifolium 1Polygonum persicaria 4 8 1Polygonum 2 2 5 1Prunella vulgaris 1Pyrus tipo bourgeana 1 1Quercus 1 2Raphanus raphanistrum 1Rumex pulcher 29 15 308 1137 27 29 1 29Salvia 1Scorpiurus 1Sherardia arvensis 1Silene tipo gallica 2 2 1Trifolium 2 2 2Valerianella discoidea 2

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561EXTREMADURA La Panera

La turbera de La Panera (40º 10’ 01’’ N, 05º 45’ 12’’ O) se encuentraa 1648 m s.n.m., en el término de Garganta la Olla (Cáceres), enla ladera meridional de la Sierra de Tormantos, situada en el sec-

tor occidental del macizo de Gredos, donde los materiales predomi-nantes son los granitos. El área de estudio podría situarse en el pisooromediterráneo húmedo, en el que se asientan piornales de Cytisus

oromediterraneus y comunidades herbáceas pirófitas alternando concervunales en zonas de mayor humedad, por debajo de los cuales apa-recen elementos de los melojares carpetanos (Amor-Morales et al.

1993). Por otra parte, constituye una importante vía de paso ganaderode carácter trasterminante.

El estudio polínico de la turbera de La Panera ha sido realizadopor Abel-Schaad et al. (2009). Este sondeo permitió la extracción deun testigo de 110 cm de longitud para cuya base se obtuvo una data-ción de 235 años BP (Tabla 141). La observación del diagrama polínico

permite distinguir hasta siete zonas (Fig. 570), para cuya interpreta-ción se han utilizado también el esquema estratigráfico de la turbera,un diagrama de concentración polínica, un gráfico con la evolución delas temperaturas medias en el período estudiado, una estimación de lalluvia polínica actual y un estudio de acontecimientos históricos rele-vantes en el área limítrofe. Los autores atribuyen el inicio de la forma-ción de la turbera a las condiciones climáticas reinantes en el Mínimode Maunder (c. 1700 años cal. AD), dentro de la Pequeña Edad del Hielo(PEH). El paisaje inicial en esta cronología se encontraba dominadopor extensos brezales con rodales abiertos de Quercus pyrenaica, pra-dos húmedos y pastos silvestres. El porcentaje de polen arbóreo esmucho mayor que el actual.

El primer tercio del siglo XVIII (subzona Pan1a: 110 a 102 cm, c.

1715-1735 años cal. AD) coincide con un aumento del paso del ga-nado por la zona y, por consiguiente, de la presión ganadera, que

LA PANERASierra de Gredos, Garganta la Olla, Cáceres

Holoceno reciente (232 años cal. BP-actualidad)

Figura 569. Vista de la turbera de La Panera

Ref. Lab. Prof. (cm) Años BP Años cal. BP Método

Ua-32252 110 235 ± 35 232 convencional

Tabla 141. Datación radiocarbónica de la turbera de La Panera (Cáceres).

Las calibraciones se han realizado con el programa CALIB 5.0.2 utilizando

los datos de la curva INTCAL04 (Reimer at al. 2004). La edad calibrada se

tomó como el punto medio del intervalo de probabilidad (81,8%, 2 sigma)

D. A

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CH

AA

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Page 12: REGISTROS PALEOBOTÁNICOS DE EXTREMADURA

provoca la reducción de los porcentajes de Poaceae, Erica y Cytisus, loque favoreció la representación de Quercus pyrenaica. En el segundotercio del siglo XVIII (subzona Pan1b: 102 a 87 cm, 1736-1774 años cal.AD) el continuo uso del fuego a favor de la actividad ganadera pro-vocó una alternancia entre el dominio de Poaceae y Erica, a los queacompañarían especies asociadas a la actividad ganadera (Plantago

lanceolata y Urtica dioica) y Cytisus, respectivamente. Todo ello coin-cide con el cambio de uso del territorio hacia una intensificación de laganadería. El siglo XVIII llega a su fin con el dominio porcentual de lasgramíneas en el diagrama polínico (subzona Pan2a1: 87 a 77 cm, c.

1775-1799 años cal. AD), acompañadas de especies leñosas pionerasfavorecidas por los incendios, como Cytisus, Calluna vulgaris o Lamia-ceae, y especies indicadoras de la mayor intensidad ganadera del per-fil, como Rumex acetosa, Urtica dioica, Sordaria (tipo 55A) o Cercophora

(tipo 112).

La primera mitad del siglo XIX (subzona Pan2a2: 77 a 57 cm, c.

1800-1851 años cal. AD) se caracteriza por el mantenimiento de la ac-tividad ganadera y por la potenciación de los cultivos, especialmenteSecale cereale, Castanea y Olea. Además, se produce un brusco des-censo de la concentración polínica como consecuencia del alto gradode presión de las actividades humanas. Tras un período de abandonode los cultivos y una moderada disminución de la presión ganadera, la

segunda mitad del siglo XIX (subzona Pan2b1a: 57 a 42 cm, c. 1852-1890 años cal. AD) se caracteriza por un aumento generalizado de laconcentración polínica tras el Mínimo de Dalton (c. 1850 años cal. AD),que marca el final de la PEH. Hacia el final de esta zona crece de nuevola intensidad de las actividades humanas, con el inicio de las repobla-ciones de Pinus, la puesta en marcha de nuevos cultivos y la intensifi-cación de la actividad ganadera.

El siglo XX (subzona Pan2b1b: 42 a 17 cm, c. 1891-1954 añoscal. AD) se inicia con un cambio de uso hacia la agricultura en detri-mento de la actividad ganadera, lo que permite una recuperaciónde los taxa arbóreos, como Quercus pyrenaica, Castanea, Fraxinus,

Cytisus y Erica. Sin embargo, los incendios y una leve recuperaciónganadera vuelven a reducir los niveles de polen arbóreo, exceptopara Pinus sylvestris, coincidiendo con las campañas de repoblaciónmás intensas. La zona más superficial del perfil (subzona Pan 2b2: 17a 0 cm, c. 1954-2000 años AD) se caracteriza por un aumento gene-ralizado de la concentración polínica y un incremento final del polenarbóreo, tras un período de intensa presión ganadera.

Más información:

Pulido et al. (2007), Abel-Schaad et al. (2009)

Figura 570. Diagrama polínico sintético de la turbera de La Panera. Modificado de Abel-Schaad et al. (2009)

562 La Panera EXTREMADURA