REGLA DE VIDA - LaMennais.org...Auray, el 15 de septiembre de 1820. La naciente Congregación de los Hermanos de la Instrucción Cristiana crece rápida - mente. Gracias a la adquisición

REGLA

DE

VIDA

Edición Provisional 2013Hermanos de la Instrucción Cristiana de Ploërmel

Hermanos Menesianos

RV-ES-mai 2013_Mise en page 1 09/05/2013 16:14 Page 1


Hermanos de la Instrucción Cristiana de Ploërmel Hermanos Menesianos

CASA GENERALICIAVia della Divina Provvidenza, 4400166 ROMA


«No ceséis de dar gracias a Dios por sus be-neficios, y que vuestro agradecimiento yvuestra piedad sean un poderoso motivopara obligar a su bondad a conceder avuestra... sociedad todas las gracias de lasque tiene necesidad para cumplir... el fin alque Él la llama»

Gabriel Deshayes


«Vais a recibir cada uno un ejemplar dela nueva Regla.Leedia, y volved a leerla a menudo, y,cada vez que la leáis, renovad en lo pro-fundo de vuestro corazón el propósito deser fieles a ella hasta la muerte».

(Juan María de la Mennais)


SACRA CONGREGATIO PRO RELIGIOSISET INSTITUTIS SAECULARIBUS

Prot. n. V. 47 - 1/82 DECRETO

Los Hermanos de la Instrucción Cristiana de Ploërmel, cuya Casa Gene-ralicia está en Roma, llevan en comunión fraterna la vida consagrada por laprofesión de los consejos evangélicos y se dedican a la educación cristianade los jóvenes en escuelas instituídas por el sacerdote Juan María de la Men-nais, «para dar a conocer a Jesucristo».

En cumplimiento de los decretos del Concilio Vaticano II y de otras nor-mas de la Iglesia, los Hermanos han elaborado un nuevo texto de Constitu-ciones que el Superior General, según el voto del Capítulo, ha presentado ala Santa Sede para obtener su aprobación.

La Sagrada Congregación para los Religiosos e Institutos Seculares, des-pués de haber sometido el texto al estudio de los Consultores, y teniendoen cuenta el voto favorable del Congreso, aprueba y confirma el texto conlas modificaciones establecidas por el citado Congreso, según el ejemplaren lengua francesa conservado en sus Archivos, observado lo que debe serobservado de derecho.

Esta Sagrada Congregación desea vivamente que, gracias a la generosaobservancia de estas Constituciones renovadas, los Hermanos de la Instruc-ción Cristiana respondan perfectamente a su vocación, tan bien descrita porsu venerable Fundador: «Vosotros continuáis la misión que Jesús cumplióen la tierra; como Él, enseñáis y todos vuestros trabajos tienen por objetola salvación de las almas». (Corresp. III, 321)

Dado en Roma, en la festividad del Apóstol San Lucas, a 18 de octubre de 1983.

Card.Pironio, Pref.Augustin Mayer, Secr.


Edición provisionalhasta el Capítulo General de 2018.

PRESENTACIÓN.

Desde el Capítulo General de 1994, las modificaciones delas estructuras administrativas de la Congregación han consis-tido, sobre todo, en la supresión de las Regiones, lo cual hahecho necesaria una actualización de nuestra Regla de Vida.El último Capítulo General de 2012 ha completado este tra-bajo respecto a los artículos que se refieren al gobierno de laCongregación. Ha prestado atención a lo que queda por ac-tualizar en la Regla de Vida, todo lo que se refiere a la consa-gración, los votos, la vida comunitaria, la misión y laformación, totalmente idéntica a la que guía nuestros pasosdesde 1983.

Después del Capítulo General de 2012, ha habido contac-tos entre la CIVCSVA y el Hermano Superior General con elfin de obtener la aprobación de las Constituciones en su re-dacción actual. Durante estos intercambios, se han introdu-cido en el texto pequeñas mejoras.

Sin embargo, una de las exigencias de la Congregación nose ha podido incluir sin recibir antes la aprobación de un Ca-pítulo General. La Santa Sede considera, en efecto, que la su-

11


bordinación que existe entre un Hermano Viceprovincial y unHermano Provincial, no se ajusta al Derecho Canónico. En elderecho eclesiástico, todo Superior Mayor depende sólo delSuperior General y su Consejo.

El Capítulo General de 2012, por su parte, había mante-nido tres estructuras : la Provincia, que es la estructura básicadel Instituto, la Viceprovincia, que agrupa a menudo comuni-dades de un sector misionero y que, por tanto, depende dela Provincia fundadora, y el Distrito, que representa una es-tructura parecida a la Provincia, pero con un número reducidode Hermanos.

Después de haber examinado la situación actual de laCongregación, la evolución de cada una de las Viceprovinciasy Provincias, y después de habernos tomado un tiempo paraconsultar y debatir esta cuestión con los Superiores Mayoresdirectamente implicados, el Consejo General ha decidido,para cumplir con las recomendaciones de la CIVCSVA y supri-mir la subordinación entre la Viceprovincia y la Provincia,mantener únicamente dos estructuras que no dependan unade otra : la Provincia y el Distrito.

El 16 de noviembre de 2012, el Hermano Superior Generalpresentó una nueva redacción de la Regla de Vida – la que te-néis en vuestras manos – a la Congregación para los Institutosde Vida consagrada y las Sociedades de Vida apostólica. Estaúltima, por carta del 29 de noviembre de 2012, aprobó estetexto. Esto es lo que escribió el Prefecto de la Congregación :

12


"Su correo del 29 de noviembre nos ha permitido reflexio-nar sobre las estructuras del Instituto de los Hermanos de laInstrucción Cristiana.

Después de haberlo leído con atención, esta Congregaciónha decidido aprobar el texto propuesto para vuestras Consti-tuciones ad experimentum hasta el próximo Capítulo. Esto lepermitirá a usted tomarse un tiempo para madurar su re-flexión, sin perder de vista las indicaciones dadas en nuestrosanteriores correos.”

Una vez obtenida esta aprobación, el Superior General ysu Consejo han pedido su parecer a todos los SuperioresMayores. Éstos, reunidos en Sesión el mes de marzo 2013 enRoma, expresaron claramente su acuerdo y animaron alConsejo General a poner en marcha las nuevas estructuras enel menor tiempo posible, con el fin de poder experimentarlasen la realidad antes del próximo Capítulo General.

El documento que tenéis entre manos representa, por lotanto, el texto de las Constituciones y el Directorio votado porel Capítulo General de 2012, y aprobado ad experimentumpor la CIVCSVA después de recibir algunas modificaciones.

Para terminar, conviene precisar los puntos siguientes:

1.Nuestra Regla de Vida ha sido aprobada por la SantaSede. Así pues, debemos volver a leerla con atención para

13


conocerla bien y amarla como nuestro Camino de vida paraseguir a Jesús, al estilo de Juan María de la Mennais.

2.Este "ad experimentum" se refiere a la supresión de lasViceprovincias y, por lo tanto, su transformación en Provinciaso en Distritos.

3.Los números 118 al 123 de las Constituciones relativosalos Distritos deben ser aprobados, por el Capítulo Generalde 2018 para que queden definitivamente aprobados.

4.Las Provincias y Viceprovincias que existen actualmenteen la Congregación no cambian su estatuto de inmediato. ElConsejo General examinará por separado la situación de cadauna de las Viceprovincias, en contacto con los SuperioresMayores y los Hermanos implicados, y decidirá su eventualtransformación en Provincias o en Distritos. También podráexaminar el caso de algunas Provincias que puedan conver-tirse en Distritos.

5.Mientras tanto, las Viceprovincias serán gobernadas yanimadas según los textos que fueron aprobados por el Capí-tulo General de 2012 y que se encuentran en el Anexo, al finalde este libro.

Recibamos, pues, esta Regla con alegría, como una opor-tunidad para hacerla nuestra de nuevo. Gustemos de leerla ymeditarla. Como nuestros primeros Hermanos, tomémoslade las manos de Juan María de la Mennais y de Gabriel Des-hayes. Escuchemos a nuestros dos Fundadores que nos invi-tan a imprimirla en nuestro corazón con letras de fuego, ysobre todo a ponerla en práctica con el ardiente deseo de serHermanos según el corazón de Dios.

14


15

Nuestra historia

El 6 de junio de 1819, Juan María Robert de la Mennais,Vicario Capitular de Saint-Brieuc y Gabriel Deshayes, párrocode Auray y Vicario General de Vannes, firman en Saint-Brieucel tratado de unión que asegura la convergencia de sus es-fuerzos con el fin de «procurar a los hijos del pueblo, espe-cialmente a los del campo bretón, maestros profundamentepiadosos...»

Animados por la inspiración del Espíritu Santo y recon-fortados por su acuerdo mutuo, se entregan con ardor a pro-mover el desarrollo de la obra naciente. La primera emisióndel voto de obediencia tiene lugar en el Retiro común enAuray, el 15 de septiembre de 1820. La naciente Congregaciónde los Hermanos de la Instrucción Cristiana crece rápida-mente. Gracias a la adquisición de un edificio por el PadreDeshayes, el Padre de la Mennais convierte a Ploërmel, a par-tir de noviembre de 1824, en el centro de la Congregación.

A pesar de las condiciones precarias en que trabajan y desu improvisada formación, los Hermanos Menesianos, poseí-dos del celo de fuego de sus Fundadores llevan a los jóvenesde las regiones más abandonadas la luz del Evangelio y los pri-meros rudimentos de las ciencias profanas. Llenos de audaciamisionera, muchos de ellos cruzan los mares, para anunciar alos pueblos en las Antillas y en África, la Palabra liberadora deCristo Salvador.


16

Seguro ya de la perennidad del Instituto al que ha consa-grado toda su vida, rodeado del afecto de sus ochocientos cin-cuenta y dos Hermanos y del de las Hijas de la Providencia deSaint-Brieuc, Congregación religiosa fundada también por él,venerado por una multitud de niños y de padres, Juan Maríade la Mennais piensa que no ha hecho todavía bastante: «Hijomío, acaba mi obra», dice al Hermano Cipriano algunos díasantes de su muerte ocurrida en Ploërmel el 26 de diciembrede 1860.

En un constante deseo de fidelidad a las intenciones desu Fundador1 , los Hermanos continúan impartiendo en susescuelas la instrucción y la educación cristiana a la juventud.El apostolado misionero que había comenzado en 1837, conti-núa en la misma línea en Guadalupe, Martinica, Senegal,Guayana, San Pedro y Miquelón, Tahití y a partir de 1864 enHaití. Y cuando los acontecimientos de la política francesa losexpulsan de la mayor parte de esos territorios, su celo apos-tólico les lleva a Canadá.

Entre tanto ven reforzadas sus filas por una doble adhe-sión: la de los Hermanos de Gascuña en 1876, Congregación

La expresión “su Fundador”, en singular, se refiere a JuanMaría de la Mennais. Gabriel Deshayes, elegido en 1821 SuperiorGeneral de la Compañía de María (Monfortianos), le dejó la direc-ción efectiva de los Hermanos de Ploërmel, permaneciendo comoco-superior hasta su muerte, que tuvo lugar en Saint-Laurent-sur-Sèvre, el 28 de diciembre de 1841.


17

fundada por Mons. de la Croix d'Azollete, obispo de Auch, yla de los Hermanos de Santa María de Tinchebray en 1880,fundada por el sacerdote Charles Augustin Duguey.

Abolida y expoliada en Francia en 1903, ve cómo el nú-mero de Hermanos desciende de dos mil doscientos a pocomás de un millar, pero la Congregación conserva la fe en sudestino. Se mantiene en su país de origen gracias a que mu-chos de sus hijos desafían los sufrimientos y los peligros de laclandestinidad. Se implanta en Bulgaria, Turquía y Egipto. Sedesarrolla en Canadá, donde ya estaba presente a partir de1886. Se establece en España, Italia, Inglaterra y en EstadosUnidos.

Varios de estos países no tardan en enviar sus propioshijos, Hermanos de la Instrucción Cristiana, en ayuda de lasMisiones existentes o a fundar otras nuevas en África(Uganda, Tanzania, Seychelles, Kenia, Ruanda, Burundi, Zaire),en Argentina, Uruguay, Chile, Japón y Alaska. Mientras tanto,los Hermanos de Francia vuelven a Senegal, a las Islas Mar-quesas y abren nuevas Misiones en Costa de Marfil, Togo yBenín. En el año 2000, por iniciativa del Consejo General, lasprovincias de España y Francia enviaron Hermanos a Indone-sia para una nueva fundación.

Esta obra evangelizadora realizada en ambientes muy di-versos, ha podido llevarse a cabo porque los Hermanos, desdelos orígenes, por voluntad expresa de Juan María de la Men-nais, fueron constituídos en Congregación religiosa. Los Capí-


18

tulos Generales sucesivos, paralelamente a la extensión ter-ritorial del Instituto han complementado su organización e in-sistido sobre la unidad fundamental que existe entre la vidareligiosa y el apostolado. Adaptándose a los tiempos, Supe-riores y Hermanos han comprendido que la eficacia de la ac-ción apostólica depende de un mayor nivel de cultura y deuna profunda vida espiritual, vivida según el carisma de laCongregación, alimentada por conocimientos bíblicos y teo-lógicos, garantizados por una sólida formación inicial y per-manente.

Así, la doble herencia religiosa y apostólica recibida desus Fundadores, autentificada por la Iglesia con el reconoci-miento pontificio de la Congregación de 1891, y fielmenteconservada, se ha transmitido a los Hermanos de hoy.

En medio de un mundo en continuo cambio, quierenestar generosamente al servicio de los jóvenes, atentos a lavez, a las aspiraciones de sus contemporáneos, y en referenciaconstante a Cristo, regla suprema de su vida.


19

Nuestra Regla

Desde el principio de la Congregación, el sacerdote JuanMaría de la Mennais, de acuerdo con el sacerdote GabrielDeshayes, escribió unas Reglas, desde los primeros momentosde la Congregación, que los Hermanos copiaban a mano. Elprimer texto impreso data de 1823: son los Estatutos de laCongregación de la Instrucción Cristiana. Al compás del des-arrollo de nuestra sociedad religiosa, especialmente con suimplantación en las Misiones de ultramar y en el sur de Fran-cia, se produjeron algunos cambios y el título de las Reglaspasó a ser: Compendio para uso de los Hermanos de la Ins-trucción Cristiana (1825, 1835, 1851, 1865).

El Capítulo General de 1876, tras haber recogido las opi-niones de los Hermanos, publicó con el mismo título un textomás amplio, bien estructurado y dividido en dos partes: LasConstituciones y el Directorio. Este documento fue sustituido,después del Capítulo de 1889, por un texto más canónico conel título Constituciones, que hizo posible la aprobación defi-nitiva del Instituto en 1891.

Posteriormente aparecieron nuevas ediciones, pensandoen la aprobación romana. Ésta fue concedida en 1910. La pro-mulgación del Código del Derecho Canónico en 1917, obligóal Capítulo de 1921 a introducir algunas modificaciones para


20

la edición del libro Constituciones, Directorio y Catecismo delEstado Religioso, que apareció en 1925 y se mantuvo en vigorhasta 1970.

En 1965, por el decreto Perfectae Caritatis, el ConcilioVati-cano II pedía se hiciera una renovación adaptada de lavida religiosa. Cada Orden o Congregación debía celebrar unCapítulo de renovación con el fin de revisar sus Reglas demodo que se favoreciera la profundización de la vida religiosay del apostolado, procurando resaltar el espíritu de los Fun-dadores y sus intenciones específicas y adaptándose en lo quefuera conveniente, de acuerdo con la nueva situación de laIglesia y de la sociedad.

Este Capítulo de renovación se desarrolló en nuestra Con-gregación en dos sesiones, (1968 y 1970). Elaboró una Reglafiel al espíritu de los Fundadores y a su carisma propio, im-pregnada de las riquezas doctrinales y espirituales de los do-cumentos conciliares. Esta Regla debía experimentarsedurante un período que podía llegar hasta el segundo Capítuloordinario que se celebrara después del de renovación. LaSanta Sede pedía, en efecto, por el motu propio EcclesiaeSanctae, que al terminar este Capítulo se presentara, para suaprobación definitiva, la Regla revisada a la luz de una expe-riencia de algunos años. La presente Regla de Vida, elaboradapor el Capítulo de 1982, contiene el texto aprobado por la Sa-grada Congregación para los Religiosos e Institutos Secularesel 18 de octubre de 1983.


21

Según las directrices de este Dicasterio de la Santa Sede,la Regla de Vida se divide en dos partes complementarias: laprimera, las Constituciones que, por su aprobación formal,quedan en cierta manera estabilizadas. La segunda parte, lla-mada Directorio, al que la Santa Sede no da su aprobación ex-plícita y que puede ser modificado libremente por un Capítulogeneral sin acudir a una instancia superior.

Las Constituciones, que asocian sobriamente lo espiritualcon lo jurídico, definen la naturaleza y el fin de la Congrega-ción, exponen el modo de incorporación y de formación desus miembros, el objeto de los compromisos que contraen, ladisciplina que aceptan y fijan las normas fundamentales deGobierno.

El Directorio contiene artículos de naturaleza jurídica,pero sobre todo una elaboración doctrinal y espiritual de lasConstituciones. Las citas del Padre de la Mennais, principal-mente las de las Reglas primitivas a las que el Padre Deshayeshabía dado su acuerdo y hecho sus sugerencias, subrayan alfinal de cada capítulo la continuidad de un mismo espíritu enla Congregación.

La Regla de Vida tiene la fuerza suficiente para mantenernuestro fervor espiritual, inspirar nuestra acción apostólica yanimar nuestra vida cotidiana. Sus prescripciones, observadascon la generosidad de un corazón humilde y fiel, lejos deconstituir una pesada carga, se convierten en las horas difí-


22

ciles en saludable apoyo, y bajo la moción del Espíritu Santoconstituyen una invitación a una mayor libertad interior.

Con toda confianza, podemos considerar este Código quenos entrega el Capítulo General y la autoridad suprema de laIglesia, como el programa auténtico de los hijos de Juan Maríade la Mennais y de Gabriel Deshayes, y como una invitaciónque nos hace Cristo Jesús que nos ha llamado a seguirle másde cerca. Nuestra fidelidad no se refiere a un texto escrito, aunos principios impersonales, a unas frías prescripciones, sinoal Señor, centro de nuestra vida, cuyo «yugo es suave y cuyacarga es ligera».


23

CONSTITUCIONES

Naturaleza y espíritu 1de la Congregación.Consagración religiosa.2Castidad consagrada.3Pobreza evangélica.4Obediencia religiosa.5Comunidad fraterna.6Vida de oración.7Misión apostólica.8Compromiso con la 9Congregación.Autoridad en el Instituto.10Comunidad local.11Gobierno de las Provincias 12y Distritos. Gobierno General.13Bienes temporales.14Salida del Instituto.15Obligación.16

DIRECTORIO

Naturaleza y espíritu 1de la Congregación.Consagración religiosa.2Castidad consagrada.3Pobreza evangélica.4Obediencia religiosa.5Comunidad fraterna.6Vida de oración.7Ascesis religiosa.8Misión apostólica.9Misiones. 10Vocaciones y formación.11Gobierno de las Provincias 12y Distritos. Gobierno General.13Bienes temporales.14Normas particulares.15Una Regla para nuestra vida.16

Sumario


24

CONSTITUCIONES


25

Naturaleza yfinalidad

Religiososeducadores

1.Naturaleza y espíritu de la Congregación

1. La Congregación de los Hermanos de laInstrucción Cristiana de Ploërmel es una Congre-gación laical, de derecho pontificio, fundada porJuan María de la Mennais y Gabriel Deshayes.Reúne a hombres que, en respuesta a una lla-mada especial del Espíritu Santo, se entregan to-talmente a Dios por la profesión pública de losvotos de castidad, de pobreza y de obediencia,en una vida de comunión fraterna y de aposto-lado al servicio del pueblo de Dios, especial-mente de la juventud, con una predilección porlos pobres, mediante la instrucción y la educa-ción cristianas.

2. Por su consagración religiosa, los Her-manos manifiestan no sólo su voluntad de moriral pecado, sino también su renuncia a auténticosvalores humanos, para mejor unirse a Jesucristo


26

La escuela constituye el medio privilegiado,aunque no exclusivo, de su actividad apostólica.Fieles a la voluntad de los Fundadores, los Her-manos buscan ante todo, en su acción educativa,dar a conocer a Jesucristo y su Evangelio.

3. El espíritu de la Congregación es un es-píritu de fe, de caridad, de abnegación y de hu-mildad. Su divisa es "DIOS SOLO".

4. Los Hermanos profesan total sumisión alPapa, su primer Superior, en virtud del voto deobediencia, respetuosa adhesión a las directricesde los obispos y espíritu de franca colaboracióncon los sacerdotes, religiosos, religiosas y se-glares.

5. La Congregación venera a María, Madrede Dios, como a su especial Patrona y como a talla celebra cada año el 15 de Agosto.

Espíritu ydivisa

En la Iglesia

Patrona de la Congregación


27

Sentido

La profesión,don total

y contrato

2.Consagración religiosa

6. El Hermano, consagrado ya en el Bau-tismo, seducido por la Persona de Cristo, se com-promete a imitarle más de cerca en su vidaterrena casta, pobre, obediente, y a asociarsemás íntimamente a su obra de salvación.

7. El Hermano manifiesta este compromi-so por la profesión pública de los tres votos dereligión, consagración particular que tiene susraíces en la del Bautismo y la expresa con másplenitud. Desde ese mismo instante, ofrece aDios toda su vida.

8. La profesión es también un contrato porel que el Hermano se compromete con toda li-bertad a observar la Regla de Vida de la Congre-gación. Esta, por su parte, le garantiza lascondiciones y los medios, tanto espiritualescomo materiales, que le permitan realizar su viday su misión de Hermano.


28

9. Los votos se emiten primero tempo-ral-mente y luego para siempre. Los recibe, en nom-bre de la Iglesia, el Superior General o sudelegado. En este caso, se hará mención de dichadelegación en el registro oficial de profesión.

10 los elementos esenciales siguientes: Yo, Hermano…..., declaro someterme plena-

mente a la Regla de Vida de los Hermanos de laInstrucción Cristiana, y hago libremente en susmanos, Hermano Superior General, (en su de-fecto, nombrar al delegado) los votos de casti-dad, pobreza y obediencia, por... (un año,...años, para siempre), según las Constitucionesde esta Congregación.

Lo que el candidato quiera añadir a esta fórmula,será previamente aprobado por el SuperiorMayor.

Emisión de los votos

Fórmula de profesión


29

Sentido del voto

Objeto delvoto

Ascesis y prudencia

3.Castidad consagrada

11. Para pertenecer más fácilmente a Dioscon un corazón indiviso y seguir más de cerca aCristo, los Hermanos eligen la castidad perfectaen el celibato por el Reino de los Cielos. Este ce-libato consagrado es una anticipación de la vidade la Resurrección. Evoca de una manera espe-cial la unión de la Iglesia con su único Esposo.«Libera de modo singular el corazón del hombrepara que se encienda más en el amor de Dios yde todos los hombres». (PC 12,1)

12. Por el voto de castidad, los Hermanosse comprometen a vivir la virtud de castidad per-fecta en el celibato.

13. Esta vida exige las renuncias que se im-ponen a todo cristiano y otras que un religiosoprudente descubre "como por instinto espiri-tual". (PC 12,2)


30

14. La castidad, fruto de la intimidad conDios, es una gracia insigne que los Hermanosserán asiduos en solicitar por la oración y la re-cepción de los Sacramentos de la Reconciliacióny de la Eucaristía.

Fieles al espíritu de Juan María de la Men-nais, "profesarán una filial devoción a la Santí-sima Virgen, modelo admirable y poderosaguardiana de la castidad, y recurrirán a ella, conla mayor confianza, en todas sus tentaciones".(Regla de 1876).

Oración, Sacramentos

y devoción a María


31

Sentido delvoto

Objeto delvoto

Renuncia alos bienes temporales

4. Pobreza evangélica

15. Para participar más íntimamente en lapobreza de Cristo, que escogió vivir pobre entrelos pobres, y para desprender su corazón de loque poseen y de lo que son, los Hermanos hacenel voto de pobreza. Pueden así, según el espíritude las Bienaventuranzas vividas por la comuni-dad de los Apóstoles, estar más disponibles paraDios y para los demás, especialmente los menosfavorecidos

16. Por el voto de pobreza, los Hermanosrenuncian a la disposición y al uso indepen-diente y libre de todo bien temporal estimableen dinero.

17. Los profesos de votos perpetuos que lodeseen pueden renunciar parcial o totalmente asus bienes temporales. Esta renuncia no puedehacerse antes de transcurridos cinco años devotos perpetuos y sin el previo acuerdo del Su-perior General con el consentimiento de suConsejo.


32

En su decisión, los Hermanos tienen en cuentalas conveniencias familiares, las necesidades delos pobres, las de su Instituto y las de la Iglesia.

El profeso que renuncia a todos sus bienes,presentes y futuros, pierde la capacidad de ad-quirir y de poseer. Desde ese momento, todoacto contrario a esta disposición es nulo, y lo quereciba en adelante pertenece a la Congregación.

18. Los que no hacen esta renuncia con-servan la mera propiedad de su patrimonio y lacapacidad de adquirir otros bienes por herenciao donación; pero deben ceder la administración,el usufructo y el uso de sus bienes a quien lo des-een, incluso a su Instituto si lo prefieren. Esta ce-sión debe hacerse por escrito antes de la primeraprofesión si tienen ya bienes, o cuando los ad-quieran.

19. Antes de la profesión perpetua o, a mástardar cuando adquieran bienes, los Hermanosdisponen libremente de ellos me-diante testa-mento válido en el ámbito civil.

20. Para modificar estas disposiciones ad-ministrativas o testamentarias, se requiere la au-torización del Superior General; en caso deurgencia, basta la del Hermano Provincial o Visi-tador.

Bienespersonales

Testamento

Autorización


33

Puesta en común

Dependencia

21. Los profesos pueden realizar los actosde propiedad previstos por las leyes, siempreque cuenten con la autorización del HermanoProvincial.

22. Todo lo que reciban los Hermanos porsu trabajo o a título de donativos, pensiones, se-guros o de cualquier otra manera, pertenece dederecho a la Congregación y, por consiguientedebe ser entregado fielmente y sin dilación,según las normas propias de cada Provincia,oDistrito.

23. Los Hermanos no pueden disponer dedinero sin rendir cuentas. Para los gastos impor-tantes, solicitan la autorización del Superior localy, llegado el caso piden su parecer antes de re-currir a la instancia competente. Le dan cuentade sus gastos corrientes según las modalidadesestablecidas a nivel Provincial o de Distrito.

Un permiso no dispensa del discernimientoprevio, ni exime de la responsabilidad personalen la manera de utilizarlo.


34

24. El espíritu de pobreza va más allá delobjeto del voto. Lleva a los Hermanos a liberarsu corazón del dominio de los valores tempo-rales: confort y comodidades de la vi-da, cargosy funciones, estima y éxito, inclu-so, realizacióncultural.

25. Los Hermanos se someten generosa-mente a la ley universal del trabajo, contri-buyendo así al mantenimiento de lascomunidades y de las obras del Instituto.

26. La puesta en común de los bienes nodebe llevar a la abundancia. Los hermanos vivencomo personas de condición modesta particular-mente en lo que atañe a la residencia, comida,ropa, medios de transporte, diversiones y viajes.No descuidan las gestiones necesarias para ob-tener los beneficios sociales previstos por lasleyes.

27. La pobreza religiosa es inseparable dela caridad. Conscientes de su solidaridad con lospobres, los Hermanos se muestran generososcon ellos y se esfuerzan sobre todo, en suprimirlas causas de la miseria.

Espíritu de pobreza

Trabajo

Estilo de vida

Compartir


35

Sentido delvoto

Objeto del voto

5.Obediencia religiosa

28. Los Hermanos hacen el voto de obe-diencia para participar por amor en la actitudobediente de Cristo Salvador, para abrirse más ala voluntad de Dios, descubrirla fácilmente y pre-venirse de las ilusiones de su voluntad propia ypara hacer más fecunda su acción apostólica.Realizan así la ofrenda total de su voluntad comoun sacrificio de sí mismos a Dios.

29. Por el voto de obediencia, los Herma-nos se comprometen a obedecer las órdenes delas autoridades legítimas de la Congregación entodo lo que esté conforme a la Regla de Vida.

La obligación de obedecer es más gravecuando el Superior General o su delegado, man-dan en nombre de la santa obediencia. Lo haránasí rara vez y sólo en caso de necesidad y, a serposible, por escrito o en presencia de dos testi-gos.

Como la profesión religiosa incorpora a losHermanos a la Congregación y a sus estructuras


36

orgánicas y la consagración informa toda suvida, el voto queda implicado también entodas las demás órdenes emanadas de los Ca-pítulos o de los Superiores.

30. Al ingresar en el Instituto, los Her-manos aceptan someter su voluntad a las me-diaciones humanas que expresan para ellosel querer divino. Encuentran en la Regla deVida, inspirada en el Evangelio y aprobadapor la Iglesia, así como en la autoridad ejer-cida por los Superiores, una manifestaciónauténtica de la voluntad de Dios. Con espíritude fe, se esfuerzan en reconocer la presenciadel Señor en los que, a pesar de sus limita-ciones, detentan la autoridad.

31. La Comunidad, enriquecida por lasinspiraciones y las reflexiones de sus miem-bros, en quienes el Espíritu habla y actúa, esun lugar privilegiado para la búsqueda de lavoluntad de Dios. El Superior participa en estatarea colectiva, pero es a él a quien corres-ponde tomar las últimas decisiones.

Mediaciones humanas

Búsquedaen común


37

Colaboraciónen la fe

Permisos

32. La relación entre la autoridad y la obe-diencia en la vida religiosa no se vive como unatensión de fuerzas contrapuestas, sino como unacolaboración en la fe y en el amor. Manifiesta elespíritu del Evangelio, según el cual el quemanda es como el que sirve.

Con este mismo espíritu de colaboración,los Hermanos exponen sus puntos de vista a losSuperiores con toda humildad, docilidad y cari-dad, sobre todo cuando tengan una razón fun-dada para pensar que una orden prevista esinadecuada o inoportuna. Sin embargo, estándispuestos a aceptar plenamente la decisión quese tome.

33. Los Hermanos solicitan de los Superio-res los permisos necesarios, en particular paraaquellas actividades o iniciativas que se salen delmarco regular de la vida comunitaria y apostó-lica..


38

6.Comunidad fraterna

34. Los Hermanos, viviendo de la vida deDios que es amor y modelo misterioso de rela-ciones personales, reunidos en nombre deCristo, gozan de su presencia y se mantienen enla unión por su plegaria al Padre: "Que todossean uno". (Jn 17,21)

35. Cada fraternidad se esfuerza por llegara ser una Comunidad evangélica, signo de la pre-sencia ya efectiva del Reino, donde la caridaddestruye toda barrera y reconcilia a todos loshombres, hijos de un mismo Padre y hermanosde Jesucristo que los reúne en un solo cuerpo.

36. El Superior es el primer responsable dela vida fraterna. Ejerce sus funciones con fideli-dad al fin y al espíritu de la Congregación, con lavoluntad de servir a sus Hermanos y de acuerdocon ellos.

Misterio de la comunidad

Ideal evangélico

El Superior


39

Edificación progresiva

Perdón yreconciliación

Marco de vida

37. Con sencillez y alegría, los Hermanosaceptan compartir cuanto son, cuanto hacen ycuanto tienen. Sin haberse escogido, procuranconocerse y amarse con todo el afecto del cora-zón de Cristo. Día tras día, van edificando la Co-munidad con la abnegación y el don generoso desí mismos.

38. Fieles al mandato del Evangelio y alejemplo del Salvador, los Hermanos saben per-donar, olvidar las ofensas y, a pesar de los rocesinevitables, vivir en paz.

39. Los Hermanos adaptan su residencia yestablecen su reglamento de modo que se favo-rezca la oración, el trabajo y la vida en común.

La residencia dispone de ordinario de unoratorio, en el que la Eucaristía constituye el cen-tro de la Comunidad, y de un conjunto de localesreservados exclusivamente a los Hermanos.

En el proyecto comunitario, aprobado porel Hermano Superior Mayor, la comunidadprevé, ante todo, los tiempos de oración y de si-lencio, necesarios a toda vida espiritual. El climade recogimiento, asegurado de esta manera enla casa, exige además, de cada uno, la discreción


40

y la prudencia en los momentos de descanso yen el uso de los medios de comunicación social.

40. Los Hermanos llevan el hábito del Insti-tuto, es decir, la sotana y el crucifijo, o donde lascircunstancias lo aconsejen, a juicio de los Super-iores mayores, un traje de color obscuro con lainsignia propia de la Congregación.

41. En su oración comunitaria de cada día,los Hermanos encomiendan al Señor a los coher-manos, familiares y bienhechores difuntos. Ofre-cen fielmente los sufragios prescritos por estaintención.

Hábito de los Hermanos

Uniónmás allá de la muerte


41

Hombres de oración

Misa y ejerciciosdiarios

7.Vida de oración

42. Religiosos al servicio de la Iglesia, losHermanos están llamados a ser, por este motivohombres de oración. Integrado en una Comuni-dad apostólica, cada Hermano continúa siendoun ser único a quien Dios llama por su nombre yle reserva una tarea que nadie realizará en sulugar. Para responder a esta llamada, el Hermanobusca a Dios en la verdad de su ser y de su ac-ción, sostenido por la oración comunitaria y porla que él dirija privadamente al Padre "que ve enlo secreto".

43. Cada día, salvo imposibilidad, los Her-manos participan en el sacrificio eucarístico, du-rante el cual procuran comulgar con el SantísimoCuerpo de Cristo. Se reúnen dos veces al día pararezar en Comunidad: por la mañana, para la ce-lebración de Laudes y treinta minutos de medi-tación; por la tarde, durante media hora, para laadoración del Santísimo Sacramento, Vísperas yrevisión del día.


42

44. Los Hermanos procuran expresar cadadía su veneración a la Virgen María, especial-mente por el rosario meditado, oración tradicio-nal en la Congregación.

45. Consagran a la lectura espiritual, espe-cialmente de la Sagrada Escritura, dos horas porsemana como mínimo.

46. Para convertir su corazón a Dios, losHermanos reciben con frecuencia el sacramentode la Reconciliación, preparado por el examenpersonal cotidiano. Los Superiores facilitan la re-cepción de este sacramento.

47. Periódicamente, los Hermanos aprove-chan un momento favorable para renovarse enel espíritu de su estado. La Comunidad local or-ganiza sus tiempos de retiro de la forma másconveniente y de acuerdo con las directrices delas instancias provinciales o de distrito.

Cada año los Hermanos hacen un Retiro oEjercicios Espirituales de seis días.

Oración a María

Lectura espiritual

Sacramento de Reconciliación

Retiro anualy otros retiros


43

Nuestra misiónapostólica

8.Misión apostólica

48. Cristo se aplicó a sí mismo la palabradel profeta Isaías: "El Espíritu del Señor estásobre mí, porque él me ha ungido para que dé labuena noticia a los pobres". (Lc 4,18)

La Congregación participa en esta misión.Ha nacido en la Iglesia para la educación humanay cristiana de los jóvenes: es su carisma propio.Además, considera la escuela como su campo deacción privilegiado. Fuera del marco escolar y te-niendo en cuenta las aptitudes de ciertos Her-manos, puede abrirse a otros compromisos,particularmente en el vasto campo de la educa-ción.

Todos los Hermanos, sean cuales fueren susfunciones, su edad o su salud, están verdadera-mente asociados a la obra apostólica del Insti-tuto por su oración, sus trabajos, sussufrimientos y la santidad de su vida.


44

49. En virtud de la voluntad manifiesta delos Fundadores, la Congregación se dedica igual-mente al apostolado misionero. Para respondera las necesidades de las Iglesias locales, envíaHermanos a evangelizar fuera de su país o de sulugar de origen.

Los Superiores ponen especial cuidado enescoger a aquéllos en los que disciernan una lla-mada especial de Dios, manifestada por undeseo serio y con las aptitudes requeridas. Lesproporcionan una formación apropiada.

Apostolado misionero


45

Importancia

Vocación

9.Compromiso con la Congregación.

Descubrimiento y sostén de las vocaciones

50. La belleza, la fuerza y la fecundidad dela Congregación dependen, en gran parte, de laselección y formación de sus miembros.

Los Hermanos encargados de la formaciónse dedican, pues, con esmero a discernir concada candidato a lo largo de su itinerario voca-cional, si está verdaderamente llamado a serHermano de la Instrucción Cristiana. Su misiónes esencial y necesita el apoyo de todos.

51. Las aptitudes para la vida de Hermanoy un atractivo por ella que haya resistido laprueba del tiempo, son signos de una invitacióndel Señor. La vocación, que exige como respuestael don total de sí mismo por amor, se clarifica yse cultiva con la ayuda de otras personas, instru-mentos de la gracia de Dios.


46

52. El despertar y el sostén de las voca-ciones para el Instituto se confían al celo inteli-gente y a la oración de cada Hermano y de cadaComunidad local. Un religioso se interesa portodas las formas de vocación, pero quien estimay ama su estado experimenta el legítimo deseode asegurar el desarrollo y la vitalidad de su fa-milia religiosa.

53. En la selección de los aspirantes hayque considerar, ante todo, la vocación propia delas personas, los fines de la Congregación, el bieny el honor de la Iglesia.

54. Los aspirantes deben ser católicos, li-bres de impedimentos canónicos, pertene-cientes a familias honradas, movidos por rectaintención y voluntad libre. Deben tener, ademásde buenas costumbres morales, verdadera pie-dad en consonancia con su edad, carácterabierto, firme y sociable, juicio recto y suficienteinteligencia, interés por la educación de los jó-venes y buena salud física y psíquica garantizadapor una herencia sana.

Interés por lasvocaciones de Hermano

Selección de aspirantes

Condiciones de admisión


47

Objetivos

Espíritu

Comunidad formadora

Formación

55. La formación se orienta según tres ejesprincipales: cultura humana y cristiana, pro-greso espiritual e iniciación en las tareas educa-tivas y apostólicas. Debe tenerse en cuenta elestrecho vínculo que une estos objetivos y elmutuo apoyo que se prestan.

56. La formación se inspira en la Palabra deDios, en el espíritu de los Fundadores, en losfines del Instituto, en las normas de la Iglesia.Tiene en cuenta, en justa medida, el medio fa-miliar y las condiciones socioculturales que in-fluyen en la vida y en la misión de los Hermanos.

Se abre a una conveniente experiencia delas realidades humanas. Lleva, de manera pro-gresiva, hacia la plena madurez humana y espi-ritual, ejercita en la responsabilidad personal,educa en la oración, en el sentido comunitario ven el apostolado.

57. La formación se realiza en el seno deuna Comunidad formada por los aspirantes y loseducadores.


48

58. Entregarse al servicio del Señor y de loshombres en la vida consagrada es comprome-terse a caminar tras un ideal exigente. Por eso,una auténtica formación debe desarrollarse concontinuidad y por etapas a lo largo de variosaños.

Formación Inicial

59. A los aspirantes se les ofrecen diversoscaminos hacia el Noviciado. Unos viven en Junio-rados o instituciones similares; otros permane-cen en su ambiente familiar y escolar hasta laentrada en el Noviciado y deben ser dirigidos ysostenidos individualmente. Otros, en fin, oyenla llamada de Dios en la edad adulta y necesitanuna iniciación apro-piada.

60. El Juniorado acoge a los aspirantes que,respondiendo a los criterios de admisión, semuestran abiertos a la llamada de Dios y mani-fiestan el deseo de vivir en un clima propicio a labúsqueda vocacional.

Etapas

Diversidad de caminos

Juniorado


49

Preparación al Noviciado

Admisión al Noviciado

Postulantado

61. El Postulantado proporciona una pre-paración más directa al Noviciado mediante unconocimiento más profundo de la vida cris-tianay un mejor discernimiento de la llamada de Dios.Es preferible que se haga en una casa distinta dela del Noviciado, pero los responsables estaránen contacto con el Maestro de novicios.

Las modalidades del Postulantado y su du-ración, con un mínimo de seis meses, las deter-minan las Provincias o Distritos, con laaprobación del Superior General con el consen-timiento de su Consejo. La admisión es compe-tencia del Hermano Superior Mayor.

62. La admisión al Noviciado correspondeal Hermano Provincial o Visitador, con el voto de-liberativo de su Consejo.

En momento oportuno, el postulante dirigeal Hermano Provincial o Visitador una solicitudescrita de admisión al Noviciado. Su expedienteha de contener los informes que se juzguenconvenientes, el testimonio de bautismo yconfirmación y, en su caso, un certificado de suestado libre.


50

63. No puede ser admitido válidamente enel Noviciado: quien no ha cumplido los diecisieteaños de edad; quien está ligado ya por el matri-monio; quien está obligado actualmente por unvínculo sagrado con un Instituto de vida consa-grada, está incorporado a alguna Sociedad devida apostólica, o ha ocultado su anterior perte-nencia; quien entra inducido por la fuerza, pormiedo grave o por dolo, o aquel a quien el Su-perior admite inducido por los mismos factores.Se han de tener en cuenta además, otras pres-cripciones del Derecho Canónico.

64. Tampoco puede ser admitido válida-mente en el Noviciado: el que sea insolventefrente a sus deudas; quien deba rendir cuentaso esté envuelto en algún negocio que pudieraimplicar la responsabilidad del Instituto; quiendeba socorrer a sus familiares, es decir padre,madre, abuelo, o abuela, realmente necesitados;asimismo el padre cuya ayuda sea necesaria parasustentar o educar a sus hijos.

Impedimentos canónicos

Otros impedimentos


51

Organización

Entrada

Objetivo

Noviciado

65. Compete al Superior General, con elconsentimiento de su Consejo, autorizar por es-crito la fundación, el traslado o la supresión deun Noviciado, determinar las modalidades parti-culares en cuanto a las condiciones de vida y, apropuesta del Consejo provincial o del Distrito,proceder al nombramiento de un Maestro de no-vicios.

66. La entrada en el Noviciado se certificamediante un documento auténtico que indiquela fecha, firmado por el novicio y por quien hayapresidido su admisión. Al comienzo del Novi-ciado, los novicios hacen un Retiro de cinco díascomo mínimo.

67. El novicio debe progresar en el conoci-miento y en la intimidad de Cristo, ahondar enlos valores de su vocación menesiana y darsecuenta de sus exigencias. Para alcanzar un mayoramor de Dios, se ejercita en la práctica de losConsejos evangélicos, esforzándose por integraren la unidad de su persona las dimensionescontemplativa y activa de la vida religiosa apos-tólica.


52

Procura conocer bien el Instituto, su histo-ria y sus obras, la vida y méritos de sus Funda-dores. En el seno de una Comunidad fraterna ydirigido por el Maestro de novicios, se preparapor la reflexión y la oración a tomar una decisiónpersonal motivada y libre.

68. En el Noviciado, los estudios bíblicos ydoctrinales no se orientan directamente a la ob-tención de títulos, sino a una mejor formaciónmediante la profundización en la vida de fe y laayuda que estos estudios proporcionan al cono-cimiento y amor de Dios.

69. La naturaleza y los fines del Noviciado,así como las exigencias de una vida común degran unión entre los novicios, piden una ciertaseparación, lo que no excluye, a juicio del Her-mano Maestro, los encuentros e intercambioscon otros miembros del Instituto.

70. El Hermano Maestro puede proponer aun novicio, o al grupo entero si lo juzga útil parasu formación, uno o varios períodos de pruebafuera de la casa del Noviciado que permitan ac-tividades relacionadas con el carácter del Insti-tuto. Los novicios permanecen bajo laresponsabilidad del Hermano Maestro, quien ve-lará por la observancia de las normas prescritaspor la Sagrada Congregación para los Religiosose Institutos Seculares.

Estudios

Relaciones con otrosHermanos

Periodosde pruebafuera delNoviciado


53

Validez

Grupo reducido

Si se organizan tales períodos, no olvidaráque su finalidad no es dar una formación profe-sional, sino ayudar a los novicios a descubrirmejor, en la vida concreta, las exigencias de lavocación de Hermano y los medios de vivir launión con Dios en un ambiente de vida activa.

71. Para ser válido, el Noviciado debe ha-cerse en una casa regularmente designada. Laduración de los períodos de prueba eventualesrealizados fuera, se añade a los doce meses depresencia requerida para la validez; el Noviciadoprolongado así puede tener una duraciónmáxima de dos años.

Durante el año canónico, una ausencia dela casa del Noviciado que, en una o varias vecesexceda los tres meses, invalida el Noviciado; unaausencia superior a quince días debe ser recupe-rada.

72. Si el grupo de novicios es demasiado redu-cido para permitir una verdadera vida de Comu-nidad, el Superior General lo establecerá, si esposible, cerca de una Comunidad ordinaria. Oca-sionalmente, y para mejor responder a ciertasexigencias de la formación, puede autorizar eltraslado temporal del Noviciado a otra comuni-dad del Instituto.


54

73. El Superior General, con el consenti-miento de su Consejo, puede, excepcionalmente,autorizar a un candidato a efectuar su períodode formación fuera del Noviciado, en una casadel Instituto o en el Noviciado de otra Congrega-ción, bajo la dirección de un Hermano designadoa tal efecto.

74. Los novicios pueden abandonar libre-mente el Instituto si lo desean. El eventual des-pido de un novicio compete al HermanoProvincial o Visitador, de acuerdo con el Her-mano Maestro.

Escolasticado y Votos temporales

75. La admisión a los primeros votos la de-cide el Superior Mayor con el consentimiento desu Consejo. Se hace a petición escrita del candi-dato, después de verificar que se cumplen todaslas prescripciones canónicas y estudiar el parecerescrito del Maestro de novicios y de sus colabo-radores.

La primera profesión va precedida de unRetiro de seis días como mínimo.

Caso excepcional

Salida

Primeros votos


55

Renovación

Informes

Formación del Hermano joven

76. El Superior Mayor, con el consenti-miento de su Consejo y a la vista de los informesnecesarios o útiles, se pronuncia sobre la reno-vación de los compromisos temporales, y deter-mina la duración de los períodos sucesivos devotos. Para calcularla, los años se cuentan nor-malmente de un retiro anual a otro. Cada emi-sión de votos se atestigua con un documentooficial.

77. El Superior Mayor velará para que elSecretario General esté al corriente de las admi-siones y reciba los informes correspondientes.

78. La formación inicial de los religiosos jó-venes debe proseguirse, según la voluntad de laIglesia, hasta la profesión perpetua. El Hermanojoven continúa su formación espiritual y sus es-tudios, especialmente de teología y catequesis.Se inicia en las actividades apostólicas y profe-sionales de la Congregación y adquiere un cono-cimiento suficiente y crítico de las maneras dever, pensar y obrar de la sociedad.


56

Votos perpetuos79. La admisión a los votos perpetuos cor-

responde al Superior General, con el consenti-miento de su Consejo. Se hace a petición escritadel candidato, después de verificar que todas lascondiciones canónicas se cumplen, y conocer elresultado de la encuesta hecha a los Hermanosde la Provincia o Distrito, y el voto del Consejo.

La profesión perpetua se hace transcurridoscinco o seis años de votos temporales. Sin em-bargo, si se juzga oportuno, el Superior Generalpuede prolongar este período, pero no más detres años.

80. La emisión de los votos perpetuos vaprecedida de una preparación inmediata y espe-cial. Un documento oficial da testimonio de estecompromiso.

Formación Permanente81. La formación nunca se termina. A lo

largo de su vida, los Hermanos se esfuerzan enformarse para servir mejor a Dios, a la Iglesia y ala sociedad. Por ello, los Superiores y las Comu-nidades les ofrecen periódicamente, en la me-dida de lo posible, la ocasión, los medios y eltiempo necesarios para ahondar en su vida reli-giosa apostólica, aumentar sus conocimientos ymejorar su competencia profesional.

Admisión

Preparación y testimonio


57

10.Autoridad en el Instituto

82. Cada Hermano forma parte, normal-mente, de una Comunidad. Por regla general, lasComunidades se agrupan en Provincias o Distri-tos.

Las Comunidades, Provincias, Distritos y laCongregación entera tratan, bajo la autoridad desus Superiores respectivos, de formar un solocuerpo, animado por un mismo espíritu y unmismo corazón.

83. El Capítulo General representa a todoslos Hermanos y constituye la suprema autoridadcolegiada en la Congregación.

84. En el Instituto, los Superiores Mayoresson el Superior General, los Provinciales y los Vi-sitadores.

Los Asistentes Generales actúan como Su-periores Mayores cuando el Superior General lesconfía una misión especial, particularmente la vi-sita canónica de las Comunidades.

Niveles de autoridad

Capítulo General

Superiores Mayores


58

85. El Superior local, regularmente nom-brado, ejerce la autoridad en cada Comunidad.

86. Los Superiores ejercen su ministeriocomo un servicio al bien común según la normadel derecho universal y del derecho propio. Soli-citan con gusto el parecer de los Hermanos, enparticular el de sus consejeros. El fin primero dela autoridad es la fidelidad de todos y de cadauno al espíritu querido por los Fundadores y a lamisión confiada por la Iglesia, y no la vida admi-nistrativa o material de la Congregación.

87. Se respeta el principio de subsidiarie-dad en todos los niveles, según el cual, los res-ponsables toman las decisiones de sucompetencia y sólo se los suple en caso de ne-cesidad o de deficiencia.

Superiores locales

Servicio de la autoridad

Subsidiariedad


59

Célula básica

Vida común

11.Comunidad local

88. La Comunidad local es la célula básicadel Instituto. Está formada por Hermanos que laautoridad competente reúne para que vivan suideal religioso y compartan habitualmente unamisma tarea apostólica.

89. Los Hermanos viven la vida común encasas regularmente constituidas. Para ausen-tarse de ellas solicitan el permiso del Superiorlocal.

En caso de ausencia prolongada, este per-miso depende del Hermano Provincial o del Her-mano Visitador; pueden concederlo, con elconsentimiento de su Consejo, por justo motivo,pero sin que exceda de un año, a menos que setrate de enfermedad, estudios o apostoladoaceptado por mandato del Instituto.


60

El Superior local

90. El Superior local debe ser profeso per-petuo. Es nombrado por tres años por el Her-mano Provincial o el Hermano Visitador, con elconsentimiento de su Consejo, después deconsulta oportuna; puede mantenerlo en sucargo uno o dos trienios más. Para rebasar estetiempo, se requiere la autorización del SuperiorGeneral, con el consentimiento de su Consejo.

El nombramiento del Superior local debeser ratificado por el Hermano Asistente des-ignado por el Superior General.

91. El Superior local puede ser ayudadopor un Superior adjunto y un administrador.Puede disponer también de un Consejo del queforma parte el Superior adjunto.

Este Consejo es sólo consultivo. Se reúneperiódicamente y siempre que sus miembros loconsideren oportuno. Después de cada sesión,se toma nota de sus decisiones.

El Superior adjunto, el administrador y losconsejeros son nombrados por el SuperiorMayor, con el consentimiento de su Consejo,después de consultar a los Hermanos de la co-munidad.

Nombramiento

Consejo local


61

Traspaso de poderes

Dirección y animación

92. Al tomar posesión de su cargo, el nuevoSuperior verifica, en presencia del Hermano Su-perior Mayor o de su delegado, el estado decuentas. Inscribe en el libro de Anales el actadonde conste que se le ha confiado la direcciónde la Comunidad.

Al dejar el cargo, y de la misma forma, dacuenta de la situación a su sucesor.

93. El Superior es el principal animador dela vida de la Comunidad. Organiza reuniones pe-riódicas.

Al comienzo del curso escolar, estudia conlos Hermanos el proyecto comunitario, la distri-bución de tareas, la organización de la vida deoración. Comunica al Hermano Superior Mayor,para su aprobación, las principales decisionesque se tomen en esta ocasión.

Determina con los Hermanos los mediosprácticos por los que la Comunidad se proponedar testimonio religioso. Vela para que la Reglade Vida se lea periódicamente en Comunidad.Hace llegar a los Hermanos los diversos docu-mentos que dan a conocer la vida y el espíritudel Instituto, especialmente las comunicacionesde los Superiores Mayores.

Toma las medidas necesarias para que loslocales destinados a los Hermanos les sean efec-tivamente reservados.


62

94. El Superior de la Comunidad puede serdistinto del responsable directo de la obra enque trabajan los Hermanos; en todo caso se in-teresa tanto por su compromiso apostólico yprofesional como por los demás aspectos de suvida religiosa.

95. El Superior local administra los bienesde la Comunidad por sí mismo o por un Adminis-trador colocado bajo su responsabilidad.

Comunica a los Hermanos cuantas informa-ciones puedan serles útiles sobre la marcha dela casa, su situación económica y material,proyectos, trabajos previstos, etc.

Vela para que estén al día los anales y los li-bros de contabilidad y por la conservación de losarchivos.

En las fechas fijadas por la autoridad com-petente envía al Superior Mayor el estado decuentas y los informes que se le soliciten.

Administración


63

12.Gobierno de las Provincias y Distritos

96. La Congregación se divide en Provincias yDistritos. Su fundación, delimitación o supresióncompete al Superior General con el consentimientode su Consejo.

La Provincia

97. La Provincia agrupa un cierto número deComunidades locales, bajo la autoridad de unmismo Superior.

En principio, debe poder bastarse en personaly medios financieros. La relativa autonomía de quegoza, la estabilidad de su personal, las comunespreocupaciones apostólicas, contribuyen a desar-rollar entre los Hermanos una profunda solidaridady un verdadero espíritu de familia al servicio de lamisma misión de Iglesia.

98. La animación y la administración de laProvincia se confían a un Hermano Provincial, asis-tido por un Consejo y secundado en su cargo poruno o varios Provinciales adjuntos.


64

El Hermano Provincial

99. El Hermano Provincial es nombradopor seis años por el Superior General con elconsentimiento de su Consejo, después deconsulta apropiada a los miembros de la Provin-cia.

Debe tener por lo menos treinta y cincoaños de edad y cinco de profesión perpetua. Sumandato puede ser prolongado uno o dos trie-nios más. Al término de sus funciones no puedeformar parte del Consejo Provincial siguiente.

100. El Hermano Provincial es, en la Provin-cia, el Superior Mayor. Tiene autoridad sobre laspersonas y las obras. Con la ayuda de su Consejodirige la Provincia según las Constituciones, losDirectorios y las directrices del Superior General.

Tiene delegación del Superior General pararecibir los votos temporales y perpetuos. Puedesubdelegar esta facultad en otros Hermanos.

Nombramiento

Poderes


65

Misión

Visitas

Vocaciones

101. El Hermano Provincial es, ante todo,animador de la vida religiosa y apostólica de losHermanos y principal promotor de la renovación,siempre necesaria. En particular, pone todo sucuidado en organizar el Retiro anual y otros reti-ros en la Provincia.

Considera la colocación adecuada de losHermanos en Comunidad como una de sus fun-ciones importantes. Se libera en lo posible, detodo trabajo que le impida estar junto a sus Her-manos y compartir su vida.

102. Por lo menos dos veces al año, el Her-mano Provincial visita cada una de las Comuni-dades.

Una de estas visitas tiene carácter canó-nico. Con este motivo, se entrevista con cadaHermano en particular y estudia con la Comuni-dad, los medios de promover la vida religiosa yapostólica. Una vez al año, pondrá al corrientede las observaciones más notables al HermanoSuperior General.

103. El Hermano Provincial recuerda regu-larmente a los Hermanos su papel determinanteen la promoción de vocaciones religiosas y sacer-dotales. Apoya especialmente a los Delegados dela pastoral vocacional.


66

Sigue de cerca la formación de los aspi-rantes a la vida religiosa.

104. El Hermano Provincial, con la ayudade su Consejo, es responsable de la gestión ma-terial y financiera de la Provincia; confía su cui-dado a un Administrador.

Guiado en la administración de los bienespor el espíritu evangélico de pobreza y preocu-pado por una adaptación bien comprendida,trata de responder a las necesidades de las Co-munidades y de las obras; cuida de la distribu-ción fraterna de los recursos.

El Hermano Provincial Adjunto

105. El Hermano Provincial Adjunto es ele-gido por el Superior General con el consenti-miento de su Consejo, a partir de una lista denombres presentada por el Hermano Provincial.Debe tener, por lo menos, cinco años de profesiónperpetua. Es nombrado por tres años y su man-dato es renovable.

106. El hermano Provincial Adjunto se-cunda al Hermano Provincial y ejerce las fun-ciones que éste le asigna. Le suple en caso deausencia o de impedimento. Si el Hermano Pro-vincial falleciera, le reemplazaría hasta el nom-bramiento de un nuevo Provincial. Es miembrode derecho del Consejo de la Provincia y del Ca-pítulo Provincial.

Administración de los bienes

Nombramiento

Misión


67

Nombramiento

Misión

El Hermano Administrador Provincial

107. El Hermano Administrador Provinciales nombrado por tres años por el Hermano Pro-vincial con el consentimiento de su Consejo. Sumandato es renovable.

108. Bajo la autoridad del Hermano Provin-cial y la supervisión de su Consejo, el HermanoAdministrador se encarga de la gestión finan-ciera de la Provincia, de la verificación de lascuentas, de tener al día los libros de contabilidady del control de los bienes muebles e inmuebles.

Vela por la conservación de los títulos y va-lores propios de la Provincia, de los títulos de pro-piedad y demás documentos relativos a contratos,créditos, deudas de las Casas de la Provincia.

Administra los bienes que los Hermanosconfían a la Provincia.

Al término del ejercicio financiero, transmitelos resúmenes de cuentas, aprobados por el Her-mano Provincial, al Administrador general.

109. El Consejo de la Provincia invita alHermano Administrador Provincial a dar su pa-recer cuando trate de asuntos que impliquen uncompromiso financiero de cierta importancia. ElHermano Administrador Provincial ejerce elcontrol financiero de los trabajos importantesque se realicen en las casas de la Provincia.


68

El Consejo Provincial

110. El Consejo Provincial está formadopor los miembros de derecho: el o los Provin-ciales adjuntos, y los miembros elegidos quedeben ser profesos perpetuos. El Hermano Pro-vincial es su presidente de derecho.

El número de Consejeros elegidos y las mo-dalidades de su elección las fija el Capítulo pro-vincial, y deben tener la aprobación del SuperiorGeneral con el consentimiento de su Consejo.

El mandato de los Consejeros es de tresaños. Es renovable. Sin embargo, a cada cambiode Provincial, debe procederse a nuevas elec-ciones.

111. El Consejo, convocado por el Her-mano Provincial se reúne, por lo menos tresveces al año y siempre que dos Consejeros lo so-liciten.

Trata todos los asuntos que interesan a laProvincia: vida religiosa, apostólica y profesional,vocación y formación, evolución y adaptación delas obras, acción misionera, temas administrati-vos y financieros.

Composición

Reuniones


69

Competencia 112. El Hermano Provincial solicita el con-sentimiento de su Consejo, en especial, antes detomar las decisiones siguientes: • admisión al noviciado y a la profesión tem-poral; • nombramiento de diversos cargos: Supe-riores adjuntos, Administradores y consejeros lo-cales, Directores de Juniorados y Delegados depastoral vocacional, Administrador Provincial; • gastos extraordinarios, viajes y estancias delos Hermanos en el extranjero, etc.

Para el nombramiento de los Superiores lo-cales, solicita la ratificación del Hermano Asis-tente designado por el Superior General.

113. Cuando la decisión corresponda a unainstancia superior, las propuestas del HermanoProvincial y de su Consejo se someten a la auto-ridad competente. Es el caso, en particular, para: • admisión a la Profesión perpetua; • nombramiento de los Superiores locales yDirectores del Noviciado y Escolasticado; • fundación, transformación importante ycierre de obras y comunidades.• gastos extraordinarios importantes, emprés-titos y construcciones; • enajenación o adquisición de bienes mue-bles o inmuebles de valor considerable.


70

114. Cuando se prescriba el voto delibe-rativo, la decisión requiere la mayoría absolutade votos, debiendo estar presentes los dos ter-cios de los miembros..

Capítulo Provincial

115. El Capítulo Provincial estudia la vidareal de la Provincia, da las orientaciones y tomalas decisiones ordenadas al bien común.

116. El Capítulo Provincial se compone:• del Hermano Asistente delegado del Supe-rior General, • del Hermano Provincial, • del Hermano Provincial Adjunto,• de los miembros del Consejo Provincial, • de miembros elegidos, siempre en mayornúmero que los de derecho.

117. El Capítulo Provincial goza de poderde decisión y de recomendación.

Tomadas en el marco de las orientacionesdel Capítulo General y del Consejo General,adoptadas por mayoría absoluta de votos, susdecisiones obligan en la Provincia, después de laaprobación del Superior General con el consen-timiento de su Consejo.

Decisiones

Finalidad

Composición

Competencia


71

Nombramiento

Poderes

El distrito

118 El Distrito agrupa, bajo la autoridadde un Visitador, un cierto número de comuni-dades más alejadas del centro de la provincia,especialmente las misiones.

119. Bajo la autoridad del Superior Gene-ral y su Consejo, pueden establecerse unos lazosde solidaridad, tanto en personal como en el ám-bito económico, entre ambas partes, el Distritoy una Provincia.

El Hermano Visitador

120. El Hermano Visitador es nombradopor tres años por el Superior General con elconsentimiento de su Consejo, después de unaconsulta a los Hermanos del Distrito. Debe tenerpor lo menos cinco años de profesión perpetua.Su mandato es renovable. Al dejar su cargo, noformará parte del nuevo Consejo del Distrito.

121. Como Superior Mayor del Distrito, esresponsable de su animación y administraciónsegún las disposiciones establecidas en los artí-culos 100 al 104 de las Constituciones para elHermano Provincial. Tiene autoridad sobre las


72

personas y las obras. Responde de su gestiónmaterial y financiera que confía al cuidado de unAdministrador. Es miembro de derecho del Capí-tulo General.

Consejo de Distrito

122. El Visitador está asistido por unconsejo cuyos miembros son elegidos por tresaños. Deben ser profesos perpetuos. Su man-dato es renovable, pero cesa con el del HermanoVisitador

El número de Consejeros elegidos y las mo-dalidades de su elección vienen determinadaspor el Capítulo del Distrito, y deben ser aproba-das por el Superior General con el consenti-miento de su Consejo.

Las competencias de este Consejo son idén-ticas a las del Consejo Provincial establecidas enlos artículos 112 y 113 de las Constituciones.

Composición

Competencias


73

Composición

Competencias

Capítulo de Distrito

123. El Capítulo de Distrito se compone • del Hermano Asistente general delegado porel Superior General, • del Hermano Visitador, • de los miembros del Consejo del Distrito, • de miembros elegidos, siempre en mayor nú-mero que los miembros de derecho.

Si el número de los miembros del Distritoes muy pequeño, todos los Hermanos podrán serinvitados a participar en el Capítulo.

Las competencias del Capítulo de Distritoson idénticas a las del Capítulo Provincial esta-blecidas en el artículo 117 de las Constituciones.


74

13. Gobierno General

124. El Gobierno General del Instituto estáformado por el Hermano Superior General, losmiembros de su Consejo y los Hermanos que,bajo su dependencia, están encargados de losservicios Generales de la Congregación: Secreta-rio, Administrador, Procurador ante la SantaSede y Postulador.

El Superior General

125. El Superior General es elegido porseis años por el Capítulo General. Debe tener porlo menos cuarenta años de edad y diez de Pro-fesión perpetua.

126. La elección se hace en escrutinio se-creto y mayoría absoluta de votos.

Si no se llegara a la mayoría absoluta en eltercer escrutinio, se procederá a una cuarta vo-tación en la que sólo se podrá votar por los dosHermanos que hayan obtenido más votos en eltercer escrutinio. Si hubiera más de dos con el

Elección


75

Poderes

mismo número de votos, se votaría por los dosde más edad. Si dos candidatos se encontraranen segunda posición en igualdad de votos, seaplicaría el mismo criterio de edad para desem-patarlos. En caso de nuevo empate se recurriríaal sorteo.

127. El Superior General es reelegible. Sinembargo, después de un segundo sexenio, sólopuede ser postulado, es decir, deberá obtenerpor lo menos los dos tercios de los votos y serconfirmado en el cargo por la Santa Sede. Si des-pués de dos votaciones, no hubiera obtenidoesta mayoría, no tendrá voz pasiva en las si-guientes.

128. Al terminar su mandato, el SuperiorGeneral no formará parte del nuevo Consejo Ge-neral.

129. El Superior General es la autoridadsuprema ordinaria en la Congregación. Tienesobre las Provincias, Distritos, Comunidades y losmiembros del Instituto, autoridad directa e in-mediata que debe ejercer según el derecho pro-pio.

Puede autorizar derogaciones temporalesde las Constituciones y del Directorio, pero sola-mente sobre puntos de disciplina.


76

130. Cuando lo estime oportuno, delega partede sus poderes en los Hermanos Asistentes y Super-iores Mayores, además de las atribuciones inhe-rentes a su cargo. Puede igualmente otorgar estadelegación a cualquier Hermano para el cumpli-miento de una misión determinada. Los poderes quedelega son siempre revocables por él.

131. La misión del Superior General es promo-ver en la Congregación: • la búsqueda de la perfección evangélica mediantela consagración a Dios vivida cada vez con mayor in-tensidad y un verdadero espíritu apostólico; • la sumisión a las enseñanzas y a las directrices dela jerarquía eclesiástica; • la fidelidad al espíritu de los Fundadores; • el respeto a los fines del Instituto; • la observancia de las Constituciones y del Direc-torio, de las orientaciones y decisiones capitulares; • la unidad en la diversidad de nacionalidades y lacomplementariedad de tendencias; • la adaptación a las exigencias de los tiempos paraalcanzar una mayor eficacia en la Iglesia; • una vitalidad mayor, obtenida especialmente por:

- la formación adecuada de los Hermanos y aspi-rantes,

- la vida fraterna, que vigorice la unión entretodos los Hermanos,

- el estímulo a la acción apostólica y misionera.

Misión


77

Conocimiento del Instituto

Informes

Suplencia

Dimisión

132. El Superior General está informadode la vida de las Comunidades, Provincias y Dis-tritos mediante visitas y contactos personales ypor las referencias e informes que le proporcio-nan los Hermanos Asistentes y SuperioresMayores.

133. Presenta a la Santa Sede los informesrequeridos y transmite las solicitudes que coneste fin le sean enviadas de las diversas partesdel Instituto.

134. Por razón de fuerza mayor, el SuperiorGeneral puede entregar temporalmente sus po-deres al Primer Asistente.

135. Únicamente la Santa Sede tienepoder para aceptar la dimisión del Superior Ge-neral.

Si estuviera en la imposibilidad física omoral de ejercer sus funciones, el Consejo Gene-ral le invitaría a presentar la dimisión. Si se ne-gara a ello, el Primer Asistente, de acuerdo conlos demás Consejeros, pondría el asunto enmanos de la Congregación para los Institutos deVida Consagrada y Sociedades² de Vida Apostó-lica.


78

Los Hermanos Asistentes Generales

136. Los Hermanos Asistentes Generalesson normalmente elegidos por seis años por elCapítulo General, en votación secreta y uninomi-nal, y por mayoría absoluta de votos. Son reele-gibles.

Deben tener por lo menos treinta y cincoaños de edad y cinco de profesión perpetua. Acada elección del Superior General, se procederáa una nueva elección de los Hermanos Asis-tentes.

137. Su misión es dar el consentimiento oel parecer necesarios para la validez de ciertasdecisiones del Superior General previstas por elderecho, y ayudarle en el gobierno y la anima-ción del Instituto con su colaboración fraterna,sus informes y sugerencias.

138. Los Hermanos Asistentes tienen dele-gación del Superior General para recibir los votosde los Hermanos. Pueden subdelegar este poderen otros Hermanos.

139. En caso de fallecimiento o de dimi-sión o por cualquiera otra razón de fuerza mayor,la sustitución de un Asistente, incluido el Pri-mero, es competencia del Consejo General. ElAsistente así elegido, ejerce sus funciones hastael siguiente Capítulo General.

Elección

Misión

Sustitución


79

Dimisión

Destitución

Cargosvacantes

140. La autoridad competente para acep-tar la dimisión de un Asistente es el Superior Ge-neral con el consentimiento de su Consejo. Nose la estudiará, ni el día mismo en que se hayapresentado la dimisión, ni en presencia del dimi-sionario. La votación será secreta.

141. Una falta grave y pública justificaría ladestitución de un Asistente General. Fuera delCapítulo, el Consejo General juzgaría el hecho yse pronunciaría, si hubiera lugar, por la suspen-sión temporal o por la destitución del culpable.La destitución de un Hermano Asistente debe serconfirmada por la Santa Sede.

142. Si los cargos de Superior General y dePrimer Asistente estuvieren al mismo tiempo va-cantes, los restantes miembros del Consejoconvocarían un Capítulo General que se celebra-ría dentro de los doce meses siguientes. Elegiríanentre ellos un Presidente del Consejo para eltiempo en el que ambos cargos estuvieren va-cantes.


80

El Hermano Primer Asistente

143. El Hermano Primer Asistente, elegidopor voto especial en el Capítulo General, es el co-laborador inmediato del Superior General yasume las responsabilidades que éste le confíe.

144. En caso de que quede vacante el Ge-neralato, el Primer Asistente pasa a ser de dere-cho Superior General de la Congregación y lagobierna hasta el siguiente Capítulo General. ElConsejo General elige un nuevo Asistente y luegoprocede a la elección de uno de sus miembroscomo Primer Asistente.

Consejo General

145. El Superior General está asistido porun Consejo formado por tres o cuatro HermanosAsistentes; lo preside de oficio y debe obtenersu consentimiento o pedirle su parecer, para ac-tuar válidamente, en los casos previstos por elderecho universal de la Iglesia y por el derechopropio.

Elección y misión

Composición y misión


81

Reuniones

Competencia

146. El Consejo General estudia con fe yrealismo las cuestiones que atañen a la Congre-gación, sobre todo, a las personas y a las obras.

Establece las orientaciones Generales y, enel marco de las Constituciones, toma las deci-siones que aseguren la buena marcha y la unidaddel Instituto. Son objeto privilegiado de su aten-ción los problemas de vida espiritual, de pastoralvocacional, de formación, de acción apostólica yde gobierno.

Es intérprete ordinario de las Constitu-ciones y del Directorio, así como de los docu-mentos capitulares, y vela por su aplicación.

Juzga la validez de las decisiones tomadaspor las diversas instancias provinciales o de dis-trito.

147. Los miembros del Consejo General sereúnen por lo menos dos veces al año.

148. Se requiere la presencia de todos losmiembros del Consejo General en los casos si-guientes, en los que tienen voto deliberativo: • convocatoria de un Capítulo General; • convocatoria de la Conferencia General; • aplicación al Instituto de las directrices o fa-cultades que emanan de la Santa Sede: forma-ción, admisiones, salidas, readmisiones,


82

disposiciones Generales relativas a los bienespersonales de los Hermanos, etc. • aprobación de los informes que pudiera pedirla Santa Sede sobre la situación General de laCongregación; • modificación en las divisiones administrativasdel Instituto; • fundación o supresión de una Misión; • aceptación de la dimisión de un HermanoAsistente y elección de su sustituto; • elección del sustituto de un Hermano Asis-tente fallecido; • nombramiento del Secretario General, delAdministrador General, del Procurador ante laSanta Sede y del Postulador de las Causas debeatificación y canonización; • nombramiento de los Provinciales, Provin-ciales Adjuntos y Visitadores; • nombramiento del Responsable de la Forma-ción permanente del Instituto; • autorización y propuesta de experiencias queimpliquen derogación: de las Constituciones enmateria de disciplina, del Directorio y de las de-cisiones capitulares; • aprobación de los Directorios provinciales ode distrito. • aprobación anual de las cuentas del Instituto: • fijación de la contribución de las Provincias yDistritos a la Caja General de la Congregación;


83

• cualquier otro caso previsto por el derechouniversal de la Iglesia.

Para la expulsión de un profeso temporal operpetuo, el Consejo General, por votación se-creta, ejerce un poder colegial.

149. Se requiere la presencia de, por lome-nos tres miembros del Consejo General enlos casos siguientes, en los que tienen voto deli-berativo: • admisión a la profesión perpetua; • dispensa de votos temporales; • nombramiento de Directores de Noviciadoso Escolasticados; • prolongación del mandato de un Superiorlocal por más de un tercer trienio; • operaciones financieras que el Directorioconsidera importantes o que exigen la aproba-ción de la Santa Sede; • aceptación o abandono por parte del Insti-tuto de una obra o una comunidad.


84

El Hermano Secretario General

150. El Hermano Secretario General lenombra por tres años el Superior General con elconsentimiento de su Consejo. Su mandato esrenovable.

151. Es responsable de la organización yfuncionamiento de la Secretaría.

Asiste a las sesiones del Consejo a peticióndel Superior General. En nombre del mismo, pre-para los informes pedidos por la Santa Sede.

El Hermano Administrador General

152. El Hermano Administrador General lenombra por tres años el Superior General con elconsentimiento de su Consejo. Su mandato es re-novable.

153. El Hermano Administrador General,ba-jo la responsabilidad del Superior General yel control de su Consejo: • administra la Caja de la Congregación; • vela para que los libros de contabilidad se lle-ven correctamente, y para que se conserven lostítulos y valores, los títulos de propiedad ydemás documentos relativos a contratos, crédi-tos y deudas, tanto en las Provincias o Distritos

Nombramiento

Misión

Nombramiento

Misión


85

Nombramiento

Misión

como en la Administración General, según las in-dicaciones del Consejo General;• se encarga de la colocación de los fondos dela Caja General; • distribuye las ayudas financieras a las Provin-cias o Distritos necesitados y los demás donati-vos que el Consejo General decida entregar.

Recibe los informes contables de los Admi-nistradores de Provincia o Distrito, compruebasus cuentas y les comunica sus observaciones.

En las fechas que fije el Superior General,da cuenta al Consejo General de su administra-ción y del estado financiero de la Congregación.

Prepara los balances que, firmados por elSuperior General y los miembros de su Consejo,presentará al Capítulo General.

El Hermano Procurador ante la Santa Sede

154. El Hermano Procurador ante la SantaSede le nombra por tres años el Superior Gene-ral, con el consentimiento de su Consejo. Sumandato es renovable. Su nombramiento es so-metido a la aprobación de la Santa Sede.

155. Representa oficialmente al Institutoante la Santa Sede. Bajo la dirección inmediatadel Superior General está habilitado para tratar


86

de los asuntos de la Congregación con los Dicas-terios romanos. Efectúa las consultas y realiza lasgestiones que le encargue el Superior General yle tiene al corriente de las decisiones y orienta-ciones de la Santa Sede que interesen a laCongregación.

El Hermano Postulador

156. El Hermano Postulador de las Causasde beatificación y canonización es nombrado portres años por el Superior General con el consen-timiento de su Consejo. Su mandato es renova-ble.

Capítulo General

157. El Capítulo General es una asambleacompuesta por miembros de derecho y miem-bros elegidos que proceden de los diversos sec-tores de la Congregación.

Los miembros de derecho son: • el Superior General y los Hermanos Asis-

tentes, • el antiguo Superior General en los seis

años siguientes a su mandato, • los Superiores Mayores.

Los miembros elegidos deben ser profe-sos perpetuos. Son siempre en mayor númeroque los de derecho.

Composición


87

Convocatoria

Misión

Competencia

158. El Capítulo lo convoca:• ordinariamente cada seis años el Supe-rior

General; • extraordinariamente cuando, con el

consentimiento de su Consejo, lo crea necesario;• excepcionalmente el Consejo General tal

como está indicado en el artículo 142 El lugar y la fecha del Capítulo lo señala el

Superior General con el voto deliberativo de suConsejo. El mandato de los capitulares terminacon la clausura del Capítulo.

159. El Capítulo General ordinario tienepor misión:

• proceder a la elección del Superior Generaly de los Hermanos Asistentes;

• definir las orientaciones de la Congregación; • adaptar las estructuras y las actividades del

Instituto a su fin propio, según las necesidadesde los tiempos.

160. El Capítulo, reunido reglamentaria-mente bajo la presidencia del Superior Generalo de su sustituto y estando presentes por lomenos los dos tercios de sus miembros, tieneplena autoridad para tratar, según las Constitu-ciones, toda cuestión relativa a la vida de laCongregación.


88

Puede eventualmente introducir modifica-ciones en las Constituciones y el Directorio. Todocambio en las Constituciones debe adoptarsepor mayoría de dos tercios de los presentes y so-meterlo a la aprobación de la Santa Sede, a laque corresponde su interpretación auténtica.

161. Persuadidos de que el Capítulo Gene-ral es quehacer de todos los miembros del Insti-tuto, los Hermanos, en unión con los Superiores,darán prueba de iniciativa en la elección y en elempleo de los medios más idóneos para su pre-paración: intercambios, encuestas, sondeos, pos-tulaciones, etc. Las postulaciones pueden serindividuales o colectivas, pero siempre firmadas.Las modalidades son determinadas por el Super-ior General y su Consejo.

Conferencia General

162. La Conferencia General es una asam-blea consultiva que se propone, sobre todo,mantener una estrecha unión entre las diversaspartes del Instituto y reafirmar su unidad.

Preparación y participación

Finalidad


89

Composición163. Esta asamblea reúne, bajo la presi-

dencia del Superior General, a los HermanosAsistentes, a los Hermanos Superiores Mayores,y a otros Hermanos que el Consejo Generaljuzgue oportuno convocar.


90

14.Bienes temporales

164. La Congregación en su conjunto, lasProvincias y Distritos tienen, como personas mo-rales, la capacidad canónica de adquirir, vender,poseer y administrar bienes temporales, mue-bles o inmuebles. Pero la propiedad de losbienes está subordinada al control de las admi-nistraciones supe-riores, a las cuales, por otraparte, hay que devolverla en caso de disoluciónde las personas morales inferiores. Salvo excep-ción, las Comunidades locales no se consideranpersonas morales en el orden jurídico civil.

165. En los países donde sea posible, losresponsables deben procurar que se reconozcalegalmente la Congregación como persona moralcon capacidad jurídica y con unos estatutos ofi-ciales conformes a las Constituciones del Insti-tuto.

Capacidad canónica

Estatuto legal


91

Responsabili-dad

Gerentes

166. La responsabilidad de la administra-ción de bienes temporales corresponde a los Su-periores, en los diversos niveles.

167. El Hermano Provincial o el HermanoVisitador, con el consentimiento de su Consejo,tiene poder canónico para administrar losbienes, llevar a cabo y autorizar todos los actosy operaciones permitidas a las Congregacionesreligiosas por el Código de Derecho Canónico yla legislación civil, y no reservados expresamenteal Consejo General.

En todas las declaraciones y formalidadesexigidas por la ley y en todos los actos de la vidacivil, la Provincia o Distrito están representadospor su Superior o por otro Hermano oficialmentedelegado.

168. Los Hermanos Administradores y losque, a diversos niveles son propuestos para laadministración, se consideran como gerentes debienes eclesiásticos y se ajustan a las normas yprescripciones de la Iglesia, a la legislación civily al derecho propio del Instituto.

Actúan bajo la dependencia de su Superiory el control de su Consejo.


92

169. Los Hermanos Administradoresestán encargados de la gestión corriente y de laadministración ordinaria de los bienes mueblese inmuebles, para asegurar su buen uso yconservación.

Les corresponde preparar, en el ámbito desu incumbencia, las previsiones presupuestariasanuales, presentarlas a la aprobación de la auto-ridad competente y comprobar su aplicación.

Someten a sus Superiores respectivos todaoperación de carácter extraordinario.

170. La situación financiera del Institutoin-fluye en el cumplimiento de su misión de Igle-sia. Los Hermanos encargados de administrar secomportan como intendentes atentos y pru-dentes, sin descuidar las implicaciones apostóli-cas de sus funciones administrativas.

171. Los Hermanos encargados de tareasadministrativas las desempeñan con la exactitudque requiere todo manejo de dinero. Velan paraque las cuentas se lleven correctamente y proce-den periódicamente a la verificación de las cajas.

Las cuentas bancarias u otras no debenabrirse a nombre del Hermano responsable, sinoal de la persona moral correspondiente.

La prudencia exige que, por lo menos dospersonas estén habilitadas para firmar loscheques.

Los Hermanos Administra-dores

Implicacionesapostólicas


93

Gastos extraordinarios

Deudas

Enajenaciones

172. Toda petición de gastos extraordina-rios debe indicar el origen de los fondos y preci-sar los medios para hacer frente a lasobligaciones que se contraigan.

173. Los Superiores no autorizarán a con-traer deudas sin haber constatado antes que sepueden liquidar en un plazo razonable.

La validez de la autorización, incluso conce-dida por un indulto, exige que la solicitud men-cione las deudas existentes.

174. Debe entenderse por enajenación,no sólo la transferencia definitiva y total del de-recho de propiedad por venta, donación o apor-tación, sino también la cesión, incluso temporal,de un derecho real sobre el bien en cuestión: hi-poteca, servidumbre, alquiler de larga duración,etc.

Para la validez de una enajenación y decualquier transacción en la que el patrimonio dela persona jurídica pueda quedar devaluado, serequiere el permiso escrito del Superior compe-tente, con el consentimiento de su Consejo. Sinembargo, si se trata de una operación cuyo im-porte sobrepasa la cantidad fijada por la SantaSede para cada Región, de donaciones hechas


94

por voto a la Iglesia o de objetos preciosos porsu valor artístico o histórico, se necesita el per-miso de la Santa Sede.

175. El comercio propiamente dicho estáprohibido a los religiosos, salvo circunstanciasexcepcionales reconocidas por el ordinario dellugar.

La especulación está prohibida.

Comercio yespeculación


95

Secularización

Salida

Exclusión : No admisión

15.Salida del Instituto

176. El Superior General, con el consenti-miento de su Consejo, puede otorgar indulto desecularización a un profeso de votos temporalesque lo pida por una razón grave.

La concesión de este indulto a un profesode votos perpetuos está reservada a la SantaSede.

Estos indultos conllevan la dispensa de losvotos y de las obligaciones que emanan de laProfesión.

177. Un Hermano de votos temporalespuede retirarse libremente al término de susvotos. No puede dejar el Instituto antes de la ex-piración de sus compromisos, a menos que vá-lida y legítimamente se le haya dispensado deellos.

178. Por justos motivos, el Hermano Pro-vincial o el Hermano Visitador con el consenti-miento de su Consejo, pueden negar a unHermano la renovación de sus votos temporales.


96

De la misma forma, el Superior General, con elconsentimiento de su Consejo, puede decidir lano admisión de un Hermano a la profesión per-petua.

179. Para los demás casos de separacióndel Instituto, se observa estrictamente y conigual procedimiento el derecho universal.

180. Un Hermano que abandona laCongre-gación no puede reclamar nada por losservicios prestados. El Instituto le devuelve susbienes personales, sin intereses, y le facilita ca-ritativamente la readaptación a su nueva vida.Con la discreción conveniente, los Hermanosofrecen a los que han dejado la Congregación laayuda que pueda necesitar su situación.

Otros casos

Ayuda a losque salen


97

Constituciones

Directorio

Lectura frecuente

16.Obligación

181. Las Constituciones no obligan en símismas bajo pena de pecado, salvo en lo quetoca a la materia de los votos y a las leyes divinaso eclesiásticas, o cuando su transgresión causeserio escándalo, exponga a peligro de pecadograve o provenga de desprecio formal.

182. El Directorio obliga de igual modoque las Constituciones.

183. Los Hermanos leerán con frecuenciay atención la Regla de Vida que se han compro-metido a observar. La asiduidad en leerla mos-trará la importancia que le conceden, el respetoque les merece y la voluntad que tienen de serfieles a ella.


98


99


DIRECTORIO


101

1.Naturaleza y espíritu del Instituto

1. El Hermano es un religioso educador.

Por su consagración religiosa, trata deimitar más de cerca la forma de vida que elHijo de Dios eligió en la tierra y que propusoa sus discípulos.

Por su misión apostólica, actualiza el ca-risma de los Fundadores, Juan María de laMennais y Gabriel Deshayes, y está dispuestoa responder a las llamadas de la Iglesia y delmundo en el campo de la educación.

2. El Hermano, educador de la juventudespecialmente en la escuela, trabaja con loslaicos en la edificación de la ciudad temporal.Sin embargo, se distingue de ellos por unaconsagración particular que informa y cuali-fica todas sus actividades y las orienta, con unnuevo título, a la instauración del Reino.

El Hermano es un religioso educador.

Distintodel laico

Cf. LG 46, 2


102

Al realizar esta obra, el Hermano recuerdaque «toda la vida religiosa debe estar im-buida de espíritu apostólico, y toda la acciónapostólica informada de espíritu religioso».

3. La propuesta de la fe y la formaciónespiritual de los jóvenes constituyen el obje-tivo esencial del apostolado del Hermano. Re-cuerda las palabras de Juan María de laMennais: «Mis escuelas han sido fundadaspara dar a conocer a Jesucristo».

4. Heredero de una larga tradición quese remonta hasta Juan María de la Mennais,el Hermano se considera obligado a sostenerel esfuerzo misionero de la Iglesia y del Insti-tuto y acoge gustoso la llamada de Cristo: «Idy haced discípulos en todas las naciones».

5. Sea cual fuere su edad, e incluso reti-rado de la vida activa, el Hermano está dispo-nible para el servicio de Dios y del Instituto,en una actividad apostólica según sus fuerzasy aptitudes.

Objetivo esencial

Apostolado misionero

Apóstol hastael final

PC 8, 2

Mt 28, 19


103

6. En Comunidad, el Hermano continúala búsqueda del Señor y trata de discernir lavoluntad de Dios en la escucha de la Palabray a través de los signos de los tiempos.

Por el hecho de vivir con hombres aquienes no ha elegido y a quienes llama her-manos, es testigo de esa fraternidad nueva yuniversal instaurada por Cristo Jesús. Estaunión entre Hermanos, signo particular delReino, constituye una poderosa fuente deenergía para la realización de su misión.

La dimensión comunitaria de su vida yde su apostolado ayuda al Hermano en su ca-mino personal hacia Dios. Es también garan-tía de verdadera libertad y de autenticidad enlas opciones apostólicas.

7. El Hermano está convencido de quecuanto más íntima sea su unión con Cristo,tanto más se enriquece la vida de la Iglesia.

A esta Iglesia, por la que Juan María de laMennais quería vivir y morir, el Hermanoquiere, a su vez, amar y servir con todo el co-razón y con toda el alma.

En comunión con sus Hermanos

Amor a Cristo y a la Iglesia


104

Por eso, quiere ser fiel a la preciada he-rencia de los ejemplos y enseñanzas de susFundadores, obligándose a desarrollar unmayor espíritu de fe y de caridad, de abnega-ción y de humildad.

8. En la dinámica de la Fe recibida en elBautismo, el Hermano responde a la llamadade Dios como los Apóstoles, cuya aventuraespiritual consistió esencialmente en habercreído que su Maestro era el Señor y en haberarriesgado su vida entera por esta certeza.

Para mantener intacta la fuerza de suprimer ardor, el Hermano renueva a menudoel don gozoso de sí mismo; pide al EspírituSanto que abra su corazón a una fe que lehaga ver, con la mirada de Cristo, el mundo,los hombres y los acontecimientos. Al enfren-tarse con las tareas de la vida religiosa apos-tólica, sabe que no puede apoyarse ni en símismo ni únicamente en garantías humanas.

«Como si viera al Invisible», depositatoda su confianza en Dios. Acepta con sereni-dad el derrotero misterioso y con frecuenciadesconcertante de una vida de servicio, ani-mada por una fe viva.

Espíritu de fe

Hb 11, 27


105

9. El Hermano, beneficiario del amorgratuito de Dios, se esfuerza por progresar enla caridad. Ama a su familia religiosa, cuyosmiembros no quieren tener más «que un solocorazón y una sola alma.» A ejemplo del amorde Cristo a los hombres, su caridad es atentapara con todos, ingeniosa y solícita, eficaz yrespetuosa, sin esperar provecho ni agrade-cimiento.

10. «Si el grano de trigo cae en tierra y nomuere, queda infecundo; en cambio, simuere, da fruto abundante». La inteligenciade la cruz da al Hermano la certeza de que lasrenuncias, las contrariedades, la soledad y losfracasos inherentes a su vida de religioso edu-cador, no son signos de derrota, sino partici-pación en los sufrimientos del Redentor y, endefinitiva, en la resurrección y en la vida.

11. El Hermano reconoce haber recibidode Dios cuanto es; abierto a la gracia, man-tiene con los demás relaciones llenas de hu-mildad y de mansedumbre. A ejemplo deJesús que vivió oculto treinta años de su vida,acepta con alegría las situaciones sin brillo yla abnegación sin gloria, siendo así fiel al es-píritu del Fundador: «No será el número, sinola humildad, la fuerza de la Congregación».(Retiro de Josselin, agosto 1822)

Espíritu de caridad

Espíritu de abnegación

Espíritu de humildad

Hch 4, 32

Jn 12, 24


106

12. El Hermano venera a María en el Mis-terio de Cristo y de la Iglesia. Ve en la Siervadel Señor, totalmente dócil al Espíritu Santoe íntegramente dedicada a la Persona y a laobra de su Hijo, el modelo eminente de supropia vida consagrada, casta, obediente ypobre.

Fiel a la tradición constante de laCongregación, honra también de una maneraespecial a San José, modelo de educadores yPatrono de la Obra de las Vocaciones.

Devoción a María y a José


107

A la escucha de los Fundadores...

1. Dígnese el Señor hacer de vosotros hombres según su Corazón,entregados a su Iglesia, desprendidos de vosotros mismos, pobres deespíritu, humildes, celosos, dispuestos a emprenderlo todo, a sufrirlotodo por propagar su palabra, por extender su reino y encender en elmundo el fuego divino que Jesucristo vino a traer, ese fuego purificadory abrasador, ese amor inmenso e inenarrable, que constituye la vidadel cielo. Habéis sido llamados a algo grande: tened sin cesar ante vo-sotros esta alta vocación para trabajar en haceros dignos de ella.

S VII, 22972. El espíritu de la Congregación es un espíritu de paz y de caridad;los Hermanos vivirán juntos en la unión más perfecta, amándose y ayu-dándose mutuamente.

Regla de 18233. No juzguéis de las cosas más que a la luz de la fe, y tened siemprepresente la eternidad.

Regla de 18254. Tenéis que estar siempre decididos a perseverar en vuestra voca-ción, a renunciar totalmente al mundo y a sus honores, a sus placeres,a sus riquezas; de lo contrario, seríais indignos de ser miembros de unaCongregación que tiene por divisa estas dos palabras tan expresivas:¡DIOS SOLO!

Circular para el Retiro de 1824

5. ¡Oh María! Dirigid con maternal bondad a través de los peligrosque los amenazan, a todos los miembros de esta Congregación de laque sois Patrona... ¡Que a la hora de la muerte, vuestro amor los sigaprotegiendo!

S III, 1025 bisS : Sermones del Padre de la Mennais (Archivos del Instituto)A : “A travers la correspondance de l’abbé J.M.de la Mennais


108

2. Consagración religiosa

Consagración de JesúsParticipación de los cristianos

13. «El Padre consagró a Jesús y le envióal mundo». Por el sacrificio de su muerte ypor su entrada en la gloria, el Siervo consumasu consagración: «Por ellos me consagro a ti,para que también ellos te queden consagra-dos de verdad».

14. El Señor, liberado por la Resurrec-ción de sus lazos transitorios con el mundo,lo llena más con su presencia acrecentada.Derrama el Espíritu, fuente de novedad y devida. «Con la energía que le permite inclusosometer el universo», lo recapitula y lo enca-mina «hasta que por la cruz llegue a aquellaluz que no conoce ocaso».

Jesús, el granConsagrado

consagra al mundo por elEspíritu

Jn 10, 36

Jn 17, 19

Flp3, 21

Lc 9, 3


109

15. El Señor, hasta que venga de nuevo,difunde los efectos de su Pascua a través dela Iglesia, su Cuerpo y Sacramento. Por laconsagración bautismal, injerta a los hombresque creen en su Palabra en su humanidadgloriosa.

16. Fortalecidos por la confirmación yalimentados en la mesa eucarística, los fieles,alma y fermento del mundo, se ofrecen en sa-crificio espiritual con todas sus actividades,como nueva humanidad y sacerdocio santo.En el día de la venida del Señor, Dios será«todo para todos»; el pueblo mesiánico reu-nirá a todos los hombres salvados, en unmundo consagrado, «cielo nuevo y tierranueva».

17. Toda la comunidad cristiana parti-cipa, con la diversidad de dones del único Es-píritu, en la consagración de Cristo. Sinembargo, la economía del plan divino se rea-liza en un pueblo estructurado. El Salvador sehace presente y accesible mediante institu-ciones visibles, formadas por personas, lu-gares, tiempos y ritos sagrados.

La Iglesia,instrumentode Cristo

Para hacerse un pueblosanto,

a través de susinstituciones visibles

Rom 12, 1

1 P 2, 5

1 Co 15, 28

Ap 21, 1


110

Vida religiosa, consagración particularen la Iglesia

18 Jesús ha confiado los Consejosevangélicos a la custodia fiel de la Iglesia. Paraseguirlos, y a impulso del Espíritu, han sur-gido en el seno del pueblo cristiano familiasreligiosas diversas. Cada una contribuye, consus riquezas, a la belleza de la Esposa deCristo y al esplendor de su irradiación. Si sudestino queda sometido a los avatares de lahistoria, «el estado constituido por la profe-sión de los consejos evangélicos», estructuravisible en la Iglesia, «pertenece de manera in-discutible a su vida y santidad».

19. El Hermano oye la voz del Señor quele apremia y le llama por su nombre. Para res-ponder a esta invitación, entra en una familiareligiosa por la que siente atractivo. Se colocaasí a una cierta distancia de las condicionesque forman la trama de la existencia comúnde los hombres, donde se encarnan, sin em-bargo, valores asumidos por el Reino. Intentasustraerse de este modo a las seducciones deun mundo ambiguo, ciertamente salvado,pero siempre amenazado y en busca de sal-vación.

Institutos religiosos

El Hermano y su vocación

LG 44, 4


111

20 Ha adquirido una certeza que orientasu existencia: su lote será una vida más evangé-lica, una mayor libertad para seguir a Jesús eimitar la vida fraterna, casta, obediente y pobredel divino Maestro en medio de sus discípulos.

21 Como cristiano, la semilla del bau-tismo ha fructificado ya en él. Como religioso,desea ardientemente que alcance toda su ple-nitud y que esta consagración fundamental pro-duzca en abundancia los frutos del Espíritu.

22. Hace en manos del Superior su profe-sión, que la Iglesia confirma como una consa-gración a Dios y asocia al sacrificio eucarístico.

Sentido de la vida consagrada del Hermano

23 La profesión religiosa es la decisión deun hombre a quien la Persona de Jesús ha se-ducido; con ella quiere declararse públicamentepor Él, deseoso de seguir formando parte de unmedio de apoyo organizado para el servicio deDios. Desde los orígenes, ésta ha sido la inten-ción primera de los religiosos. El Hermano, he-redero de los Fundadores, la hace suya paratransmitirla a su vez.

En el seguimientode Cristo

En la plenituddelbautismo

por una consagración

Decisión personal y pública

Cf. LG 45, 3


112

24. Apoyado en una firme esperanza,toma su vida futura con sus vicisitudes impre-visibles y la coloca como sacrificio espiritualen las manos poderosas de Dios. El dina-mismo de este acto pasajero se prolonga, sos-tenido por la gracia, en un querer oblativopermanente, a pesar de los cambios de lapersona.

En adelante, el Hermano pertenece aDios con un título nuevo: es signo viviente dela relación de amor que el Señor establececon los hombres regenerados. «Me despo-saré contigo para siempre... Me desposarécontigo a precio de fidelidad».

25. Por los votos, el Hermano anudatambién lazos que dan consistencia a unproyecto comunitario: firma un contrato.Asume libremente las exigencias de la Reglade Vida que le marcan tres zonas de obliga-ciones morales y jurídicas. Levanta así comouna barrera que rehusará franquear y que de-limita un espacio de prohibiciones, buenas ensi mismas, pero en adelante ajenas a su exis-tencia.

sacrificio espiritual

contrato sagrado

Os 2, 21-22


113

26 El sentido profundo de este com-promiso es el de inscribir en toda la actividadhumana, incluso en los comportamientos es-pontáneos, una ley interior grabada en el co-razón por el Espíritu. Los votos animan ysostienen tres actitudes fundamentales de laconsagración cristiana. Al contribuir a domi-nar las fuerzas ambiguas, fuente de división,conducen a la armonía y a la unidad del«hombre nuevo»: la persona se realiza y des-arrolla. «Donde está el Espíritu del Señor haylibertad».

Irradiación de la vida evangélica del Hermano

27. La santidad florece en todos los es-tados de vida. Tiene su raíz en la caridad, «elque ama al otro tiene cumplida la Ley» y «elcumplimiento de la Ley es el amor». Al aspirara ella por medios privilegiados, el religioso notiene nada de lo que pueda gloriarse. Enri-quecido con la aportación de todos, sólo pre-sume, como el Apóstol, de su debilidad.

para una vida según el Espíritu

Estado de vida santificante

Ef 2,15

2 Co 3,17

Rm 13,10

Cf. 2Co 11,30


114

28. La consagración religiosa coloca alHermano bajo la influencia divina para quedé mucho fruto. Dedicado por nuevo título alservicio de los hombres, ejerce una forma depaternidad espiritual en la Iglesia y cooperacon el Señor para abrir a las almas las inson-dables riquezas del misterio de la Pascua.

29. En presencia de los hijos de la luz ytambién ante quienes aún buscan a tientasentre las sombras, el Hermano anuncia contoda su vida que: Dios existe, Cristo vive, lasantidad es posible. Como la Virgen María, suPatrona, como sus Fundadores y una muche-dumbre de sus antecesores en la Congrega-ción, hace resplandecer en él la fe y lacaridad, la abnegación y la humildad, en unapalabra, el espíritu de las Bienaventuranzas,necesario para transfigurar el mundo.

30. El sentido de la comunidad fraternaes intentar una realización, siempre precariaen un mundo todavía dividido y ocupado porlas fuerzas del mal, de la perfecta comunidadde la Jerusalén celestial “construida como ciu-dad bien trazada”.

fecundo

yresplande-ciente

en fraternidad

Sal 122,3


115

31. De la misma forma que Jesús, luz enlas tinieblas, dejaba adivinar en su persona lacercanía del Reino, así toda verdadera Comu-nidad reunida de una manera visible en sunombre, anuncia el Reino de Dios. Como elde Jesús, su testimonio será a menudo recha-zado, pero los hombres, presentes a los Her-manos de una manera más profunda en elcorazón de Cristo, sentirán su influencia se-creta.

32. Situado por su consagración parti-cular en el corazón mismo de la Iglesia, elHermano sigue siendo miembro de la ciudadterrena en cuyos afanes y esperanzas parti-cipa.

De acuerdo con la fraternidad se adaptaa una sociedad en evolución y “saca de suarcón cosas nuevas y antiguas». Participa asíen el diálogo de la Iglesia v el mundo.

Fidelidad en la vida evangélica

33. Dios es fiel en sus relaciones con loshombres. Todas sus promesas encuentran surealización en su Hijo, el Siervo maltratadopor nosotros, pero vencedor de la prueba, "elmismo hoy que ayer y que será el mismo

Como luz enel mundo

y presencia de la Iglesia

Dios fiel

Cf. LG 46

Mt 13,52

Hb 13,8


116

siempre". En El, el Hermano, frágil compa-ñero de camino, ha contraído con Dios unaalianza particular.

34. Se apoya en esta Roca para que suofrenda sea un manantial siempre nuevo,aunque tenga que participar en la prueba desu Maestro. Pidiendo la fe, conserva "la espe-ranza inconmovible que profesamos". Po-seído por Cristo Jesús, "olvidando lo quequeda atrás y lanzándose a lo que está de-lante», corre al encuentro del Dios que haalegrado su juventud.

sostiene la fi-delidad del Hermano

Hb 10,23

Flp 3,12-14


117


1. Vuestra vocación es una gracia, sin duda, pero no es sólopara vosotros, es también para quien os la ha concedido,es decir, para que trabajéis en procurar su gloria... La pro-fesión religiosa es pues una participación en el sacerdociode Jesucristo, ya que os asocia a las funciones divinas desu Redención, a su amor a los hombres, así como a su celopor la gloria de su Padre. Por eso, vuestro estado exige unaperfección tan alta y unas virtudes tan celestiales.

S VII, 2168. En la profesión de una religiosa

2. Laetus obtuli universa (Lo he ofrecido todo con alegría)He ofrecido a Dios mi fortuna, mi tiempo, mi libertad, mireputación, mi cuerpo, mi alma, mi vida; se lo he dadotodo, sí todo sin excepción. ¡Que Él disponga, pues, de míy de todo lo mío según su beneplácito! No tengo ya otropensamiento ni otro deseo que el de contribuir a su gloriaen la medida de mis medios y de mis fuerzas.

S. VIII, 2428 A la Congregación de San Pedro


118

3.Castidad consagrada

35. Jesucristo “sale al encuentro de losesposos cristianos por medio del sacramentodel matrimonio”. El ha restaurado la dignidadde su unión y les hace participar en la Alianzade amor que le une a la Iglesia.

Para algunos ha abierto el camino delcelibato “por el Reino de Dios», que mani-fiesta de manera más clara y completa la rea-lidad profundamente renovadora de estaalianza inaugurada por su Encarnación.

36. Con su respuesta consciente y deli-berada a la llamada de Dios que le proponeeste camino, el Hermano escoge el celibatoconsagrado.

Enteramente positiva, “la castidadconsagrada es un signo del amor preferencialal Señor”. “Transforma profundamente el serhumano y crea en él un misterioso parecidocon Cristo.”

El designio de Dios : dos caminos

El Hermano escoge el celibato consagrado

GS 48, 2

Mt 19, 12

Cf. S. C. 1, 20

ET 13


119

37. La fidelidad libre y generosa a “estedon precioso de Dios» exige una lucha siem-pre difícil y a veces dolorosa.

El Hermano acepta la soledad inherentea su estado como la cruz que Jesús le invita allevar en su seguimiento. Acepta su sexuali-dad y su temperamento con lucidez y sereni-dad, y se ejercita en adquirir un pacientedominio del corazón y del espíritu, sin el cualla conquista de sí mismo es ilusoria.

Busca las condiciones de vida que favo-recen el equilibrio psíquico y nervioso. Nopresume de sus fuerzas. Practica la vigilanciade los sentidos y adquiere, con la ascesis, ladisciplina personal que le permite asumir pro-gresivamente su celibato integrándolo en eldesarrollo de su personalidad.

38. La naturaleza de su estado, el cui-dado de su reputación y la conciencia de sudebilidad, invitan al Hermano a la vigilanciaen aquellos ambientes de vida, de trabajo ode descanso, en los que la presencia deambos sexos es habitual.

La castidad exigeprudencia y dominiode sí mismo

llama a la vigilancia

OT 10, 1

Cf. PC 12, 3


120

39. La continencia perfecta es “señal yestímulo de la caridad y manantial extraordi-nario de espiritual fecundidad en el mundo”.

El Hermano se siente feliz al poder ofre-cer a los demás todos los recursos de unaafectividad liberada, porque sabe que nadiepuede vivir acá abajo sin amor, y que encer-rarse en sí mismo significa condenarse a la es-terilidad.

Su amistad se expresa sin equívocos,con prudencia, claridad, sencillez y respeto alos demás.

Su amor preferencial al Señor confiere asus relaciones familiares un carácter particu-lar. Le hace también más disponible en sus ac-tividades apostólicas y profesionales.

40. Persuadidos de la importancia delequilibrio afectivo en una vida apostólica vi-vida en el celibato consagrado, los Hermanosprocuran vivir juntos el verdadero amor fra-terno, mediante el don gozoso de sí mismos,la confianza mutua y una delicada atención alos demás.

Para una mejor ayuda espiritual recuer-dan, en particular los Superiores, que «la cas-tidad se guarda más seguramente cuando

estimula el don de sí mismo

floreceen la vidafraterna

LG 42, 3


121

entre los Hermanos reina una verdadera ca-ridad fraterna». Saben sostener en el mo-mento adecuado a los cohermanos que seencuentran en dificultad.

Frente a los interrogantes y a las dudasdel mundo, una Comunidad feliz y unidaofrece el testimonio irrecusable de unoshombres a quienes el voto de castidad no hadisminuido ni entristecido, por el contrario,ha contribuido a ensanchar y colmar plena-mente su corazón.

41. El Hermano pide «con humildad yperseverancia la gracia de la fidelidad». Apesar de sus debilidades y limitaciones,avanza “con esa seguridad y esa honra que esla esperanza», pues sabe «de Quién se hafiado»

se vive en la esperanza

PC 12, 2

PO 16

Hb 3, 6

2 Tm 1, 12


122


1. Estarán muy atentos a vivir con gran modestia y perfecta vigilan-cia, para eliminar cuanto pudiera suponer excesivos cuidados de sucuerpo y poner en peligro la pureza de costumbres.

Regla de 1825

2. Recordad que sois hijos de María, que ella os contempla desdeel cielo y que combatís en su presencia.

S. III, 984

3. Tened una profunda devoción a la Virgen Inmaculada, pues esMadre de Dios; un amor filial, pues es vuestra Madre; una confianzasin límites, por el doble motivo de que es Madre de Dios y Madrevuestra. Que su dulce nombre esté siempre en vuestros labios y envuestro corazón. Quien la invoca obtiene la vida, la verdadera vida,la vida eterna; el verdadero siervo, el hijo de María, no perecerá..

Regla de 1876

(Esta exhortación no es del Padre de la Mennais, pero como reflejafielmente sus sentimientos, fue introducida en la Regla por el Capí-tulo de 1876).


123

4.Pobreza evangélica

42. La pobreza religiosa se inspira en laactitud fundamental de Jesús, quien “a pesarde su condición divina, no se aferró a su ca-tegoría de Dios; al contrario, se despojó de surango y tomó la condición de esclavo, hacién-dose uno de tantos». Renunció así a toda vo-luntad de poder y aceptó su dependencia conrespecto a Dios Padre. Mediante un despren-dimiento análogo, el Hermano se compro-mete humildemente a seguir más de cerca aCristo en su pobreza.

Pobreza personal

43. Peregrino en esta tierra, el Hermanovive con una gran libertad interior frente a losbienes temporales, una disponibilidad gozosay una actitud de compartir. La pobreza reli-giosa supone en primer lugar esta disposicióninterior, y no es únicamente una cuestióneconómica y social.

Participación en el Misteriode pobreza de Cristo

Actitud interior :alma de pobre

Flp 2, 6-7


124

Dios es quien da al hombre la posesióntemporal del mundo. El Hermano busca lamanera de servirse de los bienes de estemundo, con dependencia de los Superiores yen unión con la Comunidad, sin poner enellos su corazón.

44. El Hermano sabe que su prácticapersonal de la pobreza no tiene límites. Se leofrecen muchas posibilidades de ser “pobrede hecho y de espíritu»:

- privarse no sólo de lo superfluo, sino aveces de lo simplemente útil o agradable.

- aceptar con alegría ciertas formas deausteridad, las privaciones impuestas por lascircunstancias, incluso el despojo total.

- desprenderse de toda mentalidad de po-sesión y de la preocupación exagerada por elporvenir.

- consagrar con gusto tiempo y talentos alservicio de los pobres.

45. La pobreza alcanza su realización ra-dical en la muerte. Asumiéndola a ejemplo deCristo, el Hermano consigue el más alto gradode despojo y se dispone a recibir los verdade-ros bienes prometidos a quienes lo han de-jado todo por seguir a Cristo.

Formas de pobrezapersonal

Suprema pobreza : la muerte

PC 13, 2


125

En Comunidad

46. El Hermano medita el ejemplo de lacomunidad de los Apóstoles reunidos entorno al Maestro y el de los primeros cristia-nos: «lo poseían todo en común y nadieconsideraba suyo nada de lo que tenía».

La comunidad de bienes es un elementoesencial de la pobreza religiosa. Permite a losHermanos, conscientes de los estrechos lazosque les unen a todos los miembros del Insti-tuto, proveer a las necesidades de sus coher-manos enfermos y ancianos, a las de las Casasde formación, de las Comunidades, Provinciasy Distritos con menos recursos. Permite tam-bién a Hermanos dedicarse, con la autoriza-ción del Superior Mayor, a un trabajo noretribuido.

En consideración al desprendimiento efec-tivo que exige la pobreza, los Hermanos evi-tan apropiarse de los objetos puestos alservicio de todos. Informados de la gestión delos bienes, se sienten responsables de subuen empleo.

Puesta en común

H c h4, 32


126

47. La inseguridad, consecuencia de loscambios continuos del mundo, se acepta y sevive en Comunidad con una gran confianza enel Señor.

48. La situación de los países menosdesarrollados, «económicamente pobres,pero ricos en sabiduría», obliga a exigenciasparticulares en materia de pobreza. Los Her-manos que trabajan en ellos están invitadosa una real comunión con los pobres.

49. La pobreza religiosa no se capta fá-cilmente como signo del Reino, sobre todo enun mundo poco sensible a los valores evan-gélicos.

No obstante, la puesta en común de losbienes con miras a un reparto más justo, dejaentrever un ideal al que los hombres son sen-sibles; y por el desprendimiento que supone,anticipa la vida de la ciudad futura en la queDios colmará todos los anhelos.

Por consiguiente, los Hermanos se ayu-dan mutuamente a practicar la pobreza per-sonal y comunitaria y se interrogan, enparticular los Superiores, sobre lo que pu-diera ser, aún sin quererlo, un contratestimo-nio en materia de pobreza.

Confianza enel Señor

Comunión con lospobres

Testimonio

GS 15, 3


127

Lucha contra la miseria

50. Como miembro de una Congrega-ción que sus Fundadores establecieron “parala instrucción y la educación cristianas de lajuventud, especialmente de los hijos del pue-blo”, el Hermano sabe que uno de los mediosmejores de combatir la miseria es desempe-ñar bien su misión específica.

51. La Congregación se preocupa de losanalfabetos, pobres entre los pobres. Con au-dacia y prudencia lo tiene presente tanto enla elección de sus obras misioneras como enotras.

52. Cada Comunidad procura actuar deforma concreta e inmediata en favor de lospobres que viven a su alrededor: alfabetiza-ción, clases nocturnas, catequesis de jóvenesy de adultos, ayudas ocasionales, socorros or-ganizados, gestos de acogida...

Los Hermanos practican el compartirprincipalmente a través de su Comunidad yde su Instituto. Periódicamente reflexionanjuntos sobre lo que es posible dar y la manerade darlo. Estos gestos alcanzan todo su sen-tido si van acompañados de privaciones porparte de todos.

Mediante lainstrucción y laeducación

por las opciones apostólicas

por la acción de cadacomunidad

Regla de1891


128


1. Amad y practicad en todo la pobreza religiosa, que os ha de abrirtodos los tesoros del Cielo...

Regla de 1825

2. Desprenderán enteramente su corazón de todo apego a losbienes temporales; no realizarán ningún acto de propiedad sin per-miso del Superior de la Congregación.

Regla de 1823

3. Las Hermanas recordarán que ser pobres, es querer sentir la po-breza en la dura realidad del indigente, en el triple aspecto de la vi-vienda, el vestido y el alimento. Rechazar la pobreza cuando sepresenta así, es tener a esta virtud en una estima puramente qui-mérica y reducir el voto a una simple formalidad sin consecuencias.

Regla de las Hijas de la Providencia, 1846

4. Tratarán con cuidado los diversos objetos puestos a su uso. Se lesrecomienda de manera especial la limpieza y la economía.

Regla de 1823


129

5.Obediencia religiosa

53. “No busco mi voluntad, sino la delque me envió». A ejemplo de Cristo, “que Hijoy todo como era, sufriendo aprendió a obe-decer” hasta “dar su vida en rescate portodos”, todo bautizado debe buscar tambiénla voluntad del Padre y obedecerle, a travésde las mediaciones humanas, para colaborarde este modo en la salvación de los hombres

54. Movido por el deseo de vivir en pleni-tud su consagración bautismal, el Hermanodecide aceptar plenamente los designios deDios sobre él y transformarlos en su propioquerer, aunque en algunos momentos tengaque participar en el sentimiento de abandonode su Maestro en la cruz.

La profesión de obediencia le introducemás íntimamente en el movimiento de amorque hizo decir a Cristo antes de su Pasión: “Elmundo tiene que comprender que amo alPadre y que cumplo exactamente su en-cargo»

Obediencia cristiana

Obediencia religiosa

Jn 5, 30

Hb 5, 8

Mt 20, 28

Jn 14, 31


130

55. De esta forma, el Hermano participa,en su propia vida, del misterio de obedienciade Cristo que, sometido a las Escrituras y a laLey, a la voluntad de sus padres o de sus jefesreligiosos y civiles, supo discernir los designios de su Padre sobre El y hacerlossuyos. Por esto ha sido establecido como «unHijo consumado para siempre». Como suMaestro, el Hermano, por su obediencia ac-tiva, se ofrece a sí mismo a Dios como un ho-locausto en el que, día tras día, asumelibremente sus implicaciones prácticas.

56. El móvil de la obediencia del Hermanoes pues, la fe y la caridad que le llevan a desearobedecer y a querer una Regla que le guíe.

57. La obediencia compromete la vida en-tera del religioso. Responsable y activa, le in-vita a tomar iniciativas. El Hermanoencuentra en las tareas que se le confían unvasto campo donde debe poner en la prácticalos recursos de su inteligencia y de su volun-tad, sus talentos naturales y los dones de lagracia.

Esta obediencia, lejos de disminuir la dignidad de la persona, la lleva a la madurezhaciendo crecer en ella la libertad de los hijosde Dios.

Móvil de laobediencia

Obdiencia responsable

Hb 7, 28

PC 14, 2


131

58. Por su obediencia religiosa, el Her-mano participa más íntimamente en la obrade salvación de la Iglesia, en la construccióndel Cuerpo de Cristo.

Como María, que por su obediencia en-gendró a Cristo, el Hermano hace que Cristonazca y crezca en las almas. Consciente de lanobleza de su tarea, colabora generosamenteen la pastoral de esta porción de Iglesia a laque le han enviado los superiores.

59. El Superior «ejerce la autoridad conespíritu de servicio a sus hermanos, de suerteque exprese la caridad con la cual Dios losama».

Convencido de que la persona humanaes y deber ser «el principio, el sujeto y el finde todas las instituciones», considera a cadaHermano en la totalidad de su ser y no sola-mente en función de sus tareas profesionaleso apostólicas.

Desempeña su ministerio con espíritude caridad, con sencillez y humildad, pruden-cia y sabiduría. Manifiesta a los Hermanosuna gran confianza y procura obtener su co-laboración en la fe, mediante una obediencialibre y leal.

Servicio de Iglesia

La autoridad, serviciode amor PC 14, 3

GS 25, 1


132

60. Con sus Hermanos, y teniendo encuenta las diferencias de edad, mentalidad yformación, el Superior se esfuerza en discer-nir el querer divino a través de las personas yde los acontecimientos. Juntos, tratan de darprioridad al bien común, de rectificar las opi-niones personales a la luz de las de los demás,de analizar los acontecimientos y hallar lasmejores formas de responder a las necesi-dades del mundo y de la Iglesia. De esta ma-nera, obediencia religiosa y comuniónfraterna se prestan mutuo apoyo.

61. El Hermano obedece con confianza yalegría: sabe que cumple la voluntad delPadre y participa de la paz de Cristo que, trassus horas de sufrimiento pudo decir: «Todoqueda terminado».

En comunión más íntima con la obe-diencia pascual de Cristo, el Hermano ad-quiere como El una grandeza de eternidad.«Presentándose como simple hombre, se hu-milló, obedeciendo hasta la muerte y muerteen cruz. Por eso Dios lo encumbró sobre todoy le concedió el título que sobrepasa todo tí-tulo».

En comunión fraterna

MisterioPascual

Jn 19, 30

Flp 2, 7-9


133


1. Los Hermanos están obligados a la obediencia más completa alos Superiores de la Congregación y a sus Superiores particulares,salvo el recurso al Superior de la Congregación en los casos dudosos;pero hasta que llegue la decisión de este último, se someterán pro-visionalmente a las órdenes de los Superiores particulares mientrasno haya mal evidente.

Regla de 1823

2. Cuando un Hermano deba formular alguna observación a sus Su-periores particulares, o al Superior de la Congregación, lo hará conespíritu de humildad, de docilidad y de caridad, sometiéndose ple-namente y sin murmurar a la decisión que se tome y que conside-rará como una orden del mismo Dios.

Regla de 1823

3. Sea cual fuere la orden, aviso o reprensión que reciban los Her-manos, no manifestarán descontento; estarán siempre dispuestosa hacer lo que se les mande, sin permitirse juzgar los motivos porlos que actúan los Superiores, no olvidando nunca que la perfectaobediencia no es sólo , obediencia de acción, sino también de cora-zón y de espíritu.

Regla de 1823

4. Un verdadero religioso no debe apegarse a nada en la tierra; noimporta que estéis aquí o allí con tal que estéis donde la obedienciaos llama. Así no os apeguéis nunca a un lugar, a un empleo más queotro; sólo debéis tener un deseo: cumplir la santa voluntad de Diosque se manifiesta a través de vuestros Superiores.

A III, 390


134

6. Comunidad fraterna

Principios generales

62. La consagración religiosa del Her-mano le introduce en una intimidad más es-trecha con el Señor en el seno de laComunidad. La castidad ensancha la capaci-dad de amor y hace más disponible para eltrabajo apostólico; por la pobreza compartelos bienes, pone al servicio de todos los ta-lentos personales e impone la sumisión a laley universal del trabajo; la obediencia es de-pendencia y búsqueda colectiva de la volun-tad de Dios.

63. La vida religiosa en Comunidad estácimentada en la Eucaristía y en la Palabra deDios; y no se concibe sin la oración comuni-taria. Los Hermanos encuentran en ella el ali-mento y la expresión por excelencia de suunidad en Cristo.

Juntos llevan la responsabilidad de suvida de oración; juntos meditan la Palabra de

Comunidadyconsagración

Comunidady oración


135

Dios, celebran el Oficio divino y participan enla Eucaristía...

Dan al domingo su carácter de día delSeñor. Además se reservan periódicamentetiempos especiales de renovación espiritual.

64. Comprometida en la misma obra deevangelización que hay que actualizarconstantemente, la Comunidad, en actitud debúsqueda humilde y realista, revisa sus orien-taciones, adapta sus métodos y reflexionasobre el valor de su testimonio. Anima la ins-titución escolar y trabaja por construir unaverdadera Comunidad Educativa.

Inspira y sostiene a los Hermanos even-tualmente comprometidos en otros sectoresde actividad.

Práctica de la vida fraterna

65. El Superior anima la Comunidad yconsolida su unidad para que constituya unaauténtica célula de Iglesia. Escucha con gustoa todos y promueve los diálogos comunita-rios. Se esfuerza en conseguir la convergenciade voluntades y tiene en cuenta las opiniones

Comunidady misión

Comunidady Superior


136

de sus Hermanos para tomar las decisionespertinentes. Con ellos, distribuye las tareascon objeto de asegurar lo mejor posible elequilibrio de cada uno y la armonía delcuerpo entero.

66. El espíritu fraterno asegura lo mejorposible la promoción y la realización de laspersonas que, para construir la Comunidad yfavorecer la misión, se aceptan diferentes yse consideran complementarios.

Como en una familia unida, los Hermanos cui-dan la calidad de sus mutuas relaciones.Abiertos a los más jóvenes y dispuestos a ayu-darlos, manifiestan también un interés parti-cular por sus cohermanos mayores, enfermoso probados.

La vida fraterna no excluye en absoluto laamistad, factor de equilibrio afectivo y de efi-cacia apostólica.

67. Al llegar a la edad de la jubilación oal cesar en una ocupación regular, los Herma-nos no dejan de hacer el bien: según sus ca-pacidades y sus fuerzas procuran prestarservicio, especialmente en el quehacer apos-tólico.

Comunidady personas

Hermanos jubilados


137

Por la oración asidua, la disponibilidad,la serenidad, constituyen un precioso factorde armonía en las Comunidades y dan un tes-timonio de fidelidad a Aquél que recibió enotro tiempo las primicias de su consagración.

68. Cada Hermano vive el itinerario per-sonal de su vocación en referencia perma-nente al Evangelio y a la Regla de Vida, atentoa las aspiraciones de sus Hermanos y a los signos de los tiempos. En su diversidad, losdones y carismas testimonian la libertad delEspíritu Santo, «que sopla donde quiere»; in-funde a la Comunidad el dinamismo de lavida, pero no son auténticos si no están inser-tos en la unidad del Instituto y en unión conla autoridad. En efecto, «la manifestaciónparticular del Espíritu se le da a cada uno parael bien común».

69. Los diálogos comunitarios son paralos Hermanos, si se expresan y se escuchancon verdad y caridad, un medio precioso deinformación mutua, de concertación y de co-munión en los valores que viven.

Dones particulares y carismas

Diálogoscomunitarios

Jn 3, 8

1 Co 12, 7


138

70. Puesto que los Hermanos llevanjuntos las preocupaciones comunitarias, jun-tos también comparten con gusto sus alegríasy momentos de descanso. El tiempo de lascomidas, los fines de semana y las vacacionesconstituyen un ámbito privilegiado para ello.

Apertura

71. La Comunidad se abre ampliamentea la Iglesia y al mundo para conocer mejor lasnecesidades del momento y sus aspiracionesprofundas. Colabora activamente con los di-versos organismos de evangelización y deeducación. Se interesa por la vida de los hom-bres, sobre todo de los más pobres, y parti-cipa con gusto en actividades culturales yobras sociales.

72. Atentos a los acontecimientos y alas corrientes de ideas de su tiempo, los Her-manos utilizan con discernimiento los mediosde comunicación social para enriquecer sucultura, ilustrar su apostolado y perfeccionarsu enseñanza. Además: «favorezcan plena-mente todo lo que sobresale en virtud, cien-cia y arte».

Alegría

Comunidad abierta

Utilización de los Media

IM 9, 1


139

73. Los Hermanos consideran como undeber mostrarse acogedores, sobre todo consus propios cohermanos, con los misionerosen vacaciones y con sus familiares. Tienen encuenta sin embargo, las exigencias de la vidade Comunidad. Acogen a sus huéspedes consencillez como lo harían con el mismo Cristo.

74. El crecimiento de la familia religiosaes una preocupación de cada Comunidad. Re-cuerden los Hermanos «que el ejemplo de suvida es la mejor recomendación para su Ins-tituto y una invitación a abrazar la vida reli-giosa».

Acogida

Preocupación por lasvocaciones

PC 24, 3


140


1.Mientras permanezcamos unidos, seremos fuertes y felices. Sí;esta unión santa será el encanto, la gracia y la fuerza de nuestra So-ciedad: “quam bonum et quam jucundum habitare fratres in unum”

S.III, 2404

2.Que el amor fraterno reine entre todos los miembros de la mismacomunidad. Que cada uno se sienta feliz con la alegría de los demásy sufra con sus penas, y que todos se presten, para ir a Dios y cum-plir su obra, mutuo apoyo, evitando las contiendas, las rivalidades,las secretas envidias, las palabras de burla, todo lo que hiere, todolo que divide y altera la caridad.

Regla 1835

3.En lugar de descargar el trabajo sobre los demás, pondrán em-peño en ayudarse mutuamente y en abrazar con prontitud lo máspenoso de sus funciones.

Regla de 1823

4.Evitarán cuidadosamente todo motivo de disputa, no manifes-tando a los demás ni distanciamiento ni mal humor; evitarán todapalabra dura, agria o de reproche, toda señal de desprecio o de im-paciencia; se hablarán siempre con dulzura inalterable, con granmodestia, y sin tutearse. Si surgiera entre ellos alguna discusión, in-cluso ligera, no dejarán de reconciliarse antes de la oración de lanoche.

Regla de 1823


141

7. Vida de oración

Oración auténtica

75. La oración de Cristo durante su vidaterrena brota de su intimidad con el Padre.Ora con los suyos en el templo; ora solo en eldesierto o en lugares apartados, inclusocuando todos le buscan. Ora ante las grandesdecisiones que conciernen a su misión, y antela prueba decisiva de su pasión; ora para quela fe y la unidad se conserven entre los suyos.

Enseña a sus discípulos la mejor de las ora-ciones y los invita a «orar siempre y no des-animarse», con la certeza de ser escuchadoscuando busquen, en la fe, el Reino de Dios ysu justicia.

76. Cristo, siempre vivo, intercede ennuestro favor; asume la oración de la Iglesiay derrama sobre los hombres el Espíritu queles hace clamar: ¡Padre! A ejemplo de losApóstoles, los primeros cristianos, unidos a

La oración de Jesús

continuada en la Iglesia

Lc 18, 1

Cf. Hb 7, 25

Hch1, 14


142

María, «se dedicaban a la oración en común»,«alabando a Dios juntos» especialmente enlas grandes ocasiones de la vida de la Iglesia.

77. Congregados por una misma res-puesta a la llamada del Espíritu y trabajandoen el mismo campo del Padre, los Hermanostienden al mismo ideal. Su participación co-munitaria en la oración y en el culto litúrgico,su mutua ayuda espiritual sellan la unión dela Comunidad en torno a Cristo «presente enmedio de ellos».

78. Iluminado por la fe y alimentadodiariamente con la lectura de la Biblia, el Her-mano «puede buscar cuidadosamente los signos de la voluntad de Dios y las mocionesde la gracia en los diversos acontecimientosde la vida».

Su oración se une a la del pueblo de Diosque intercede por la salvación del mundo ypresenta al Señor las esperanzas, las alegríasy las angustias de los hombres. Le propor-ciona la fuerza y el discernimiento para «sertestigo de Cristo en todo momento en mediode la sociedad humana». Recapitula todo suesfuerzo de religioso que trabaja en la educa-ción de la juventud, futuro y esperanza delmundo.

en comunidad

En el mundo de hoy

Hch 2, 47

Cf. Mt 18, 20

PO 18, 2

GS 43, 4


143

Condiciones de una oración auténtica

79. El espíritu de oración necesita, paradesarrollarse, una sana higiene física y men-tal, el apoyo de la ascesis y un clima de inte-rioridad que ayude a disciplinar laimaginación y los sentimientos. En medio deun mundo agitado, a pesar de las ocupa-ciones absorbentes, el Hermano centra suvida en Dios que le invita a andar en su pre-sencia en paz interior, fruto de la pureza decorazón.

80. El Hermano tiene presente que espersonalmente responsable de su fidelidad yque su oración no es solamente presencia enun ejercicio por sumisión a un marco de vida,sino, sobre todo escucha amorosa de la Pala-bra y adhesión libre a una Persona.

81. Los Hermanos encuentran en el am-biente de una verdadera caridad fraterna elapoyo indispensable a su oración personal ycomunitaria. Para crear un entorno favorable,se someten a las exigencias del silencio.Consideran que la participación en la oracióncomún es un elemento primordial en la edifi-cación de una verdadera Comunidad.

Pazinterioryrecogimiento

Responsa-bilidad personal

Apoyo comunitario


144

82. Una sólida cultura espiritual y doc-trinal y una actitud de búsqueda humilde,ayudarán a los Hermanos a encontrar a Diosen la oración.

Sacramentos y ejercicios de piedad

83. «Inspirándose en las genuinasfuentes de la espiritualidad cristiana», el Her-mano expresa a su Señor la alabanza, la ac-ción de gracias, la ofrenda y la súplica, a partirde los ejercicios de piedad que le propone laRegla de Vida para unificar su oración y su ac-ción.

Cuando, a causa de las circunstancias nopuede estar presente en la oración comuni-taria, el Hermano se esfuerza por hacerla enprivado. Por su parte, la Comunidad asocia asu oración a los cohermanos imposibilitadosde participar en ella.

84. La Eucaristía, «signo de unidad yvínculo de caridad», constituye la cumbre dela vida fraterna. «Es el foco del amor divino,del celo y de la abnegación, ha dado fortalezaa los mártires, ha hecho germinar la purezade las vírgenes y ha formado a todos los san-tos».

El culto eucarístico asocia a los Herma-nos a la oblación de Cristo. En la misa renue-

Base doctrinal

Eucaristía

PC 6, 2

SC 47

Regla de1876


145

van su consagración que los une de modo ex-celente al sacrificio redentor, siempre actual.

Cuando por imposibilidad la Comunidadse vea privada de la misa, se invita a los Her-manos a celebrar una liturgia de la Palabracon comunión sacramental.

Las visitas personales al Santísimo Sacra-mento son una prueba de gratitud, una señalde amor y un homenaje de la adoración quele es debida.

85. La celebración del Oficio divino aso-cia al religioso a la oración oficial de la Iglesia,que «sin cesar alaba al Señor e intercede porla salvación del mundo».

Hecha en nombre de todos y por todos,esta oración litúrgica es «además fuente depiedad y alimento de la oración personal» y,por tanto, medio privilegiado de encuentrocon Dios.

86. En la oración mental, el Hermanobusca a Cristo por la meditación de la Palabrade Dios y la contemplación de sus misterios.En ella aprende «a vivir en trato familiar y asi-duo con el Padre por su Hijo Jesucristo en elEspíritu Santo».

Oficio divino

Meditación

SC 83, 2

SC 90, 1

OT 8, 1


146

87. El Hermano se aficiona a las Escritu-ras mediante un estudio atento. Adquiere porsu lectura frecuente, «el sublime conoci-miento de Cristo Jesús». Sabe que «ignorarlas Escrituras es ignorar a Cristo».

Consagra un tiempo regular y suficientepara alimentarse con «los principios de la fey de la buena enseñanza». Esta profundiza-ción intelectual le ayuda también a anunciarmejor a Jesucristo.

Para adquirir juntos un conocimiento delos principales documentos de la Iglesia y dela Congregación, es de desear que cada Co-munidad determine momentos de lectura es-piritual en común. Tales textos podrían servirde punto de partida para una reflexión comu-nitaria sobre los mismos.

88. Además de los tiempos de oraciónprescritos, se invita a los Hermanos a orar deacuerdo con su temperamento espiritual: ofi-cio de lecturas, hora intermedia, completas,vía crucis, oración compartida, oración inspi-rada en el trabajo o en la acción apostólica,participación en un grupo de oración, etc.

89. El domingo, día del Señor, los Her-manos se liberan, en lo posible, de sus tareashabituales. Se asocian con gusto a la oración

Lectura espiritual

Más allá de lo prescrito

El domingo

Flp 3, 8

Cf. DV 25, 1

1 Tm 4, 6


147

de la comunidad parroquial. Hacen de él undía de alegría, de descanso, de fraternidad yde oración más intensa.

90. Por el sacramento de la Reconcilia-ción, el Hermano reconoce sinceramenteante Dios sus ofensas, acoge con gratitud elsigno eclesial del perdón del Padre y refuerzasus vínculos de pertenencia a la Iglesia aquien había herido con su pecado.

91. Guiado por el Espíritu Santo y acom-pañado por un director espiritual experimen-tado o por su confesor habitual, el Hermanodescubre progresivamente el itinerario de subúsqueda de Dios. El examen particular esti-mula su generosidad en el seguimiento de suideal espiritual.

92. El Retiro anual es un tiempo privile-giado en la búsqueda de Dios. Alejado de losafanes de su vida diaria, el Hermano se de-dica únicamente a las cosas de Dios en sole-dad, silencio y oración. En relación másíntima con el Señor, renueva su vida espiri-tual, saca lecciones del pasado y reemprendecon nuevo ímpetu su camino hacia El, con laesperanza de su gracia.

Sacramento del perdón

Direcciónespiritual

Retiro anual


148

93. El Hermano ama y venera a la Vir-gen María. Medita en la Escritura su misiónen el plan divino de salvación y vive con ellaen la liturgia los misterios de su Hijo. Al cultolitúrgico que la celebra, asocia los actos dedevoción inspirados en la verdadera fe.Confía a su maternal solicitud su vida religiosay apostólica.

94. El mismo Espíritu que anima al Her-mano en toda su vida le invita a alabar a Diosen la oración y a servirle en la acción apostólica.Esta es, igualmente, participación en la misiónde Cristo y fuente de comunión con Dios.

Deseoso de no dejarse acaparar por susdiversas ocupaciones, el Hermano sabe man-tener en su vida los tiempos de oración indis-pensables para estar con Cristo en cualquieractividad.

La respuesta concreta a la doble exigenciade su vocación le impone opciones, a veces di-fíciles, y la oración puede resultar más costosaen ciertos días de cansancio o de prueba. Entales casos, el Hermano recuerda que Dios noabandona nunca a quien le busca.

Al aceptar esta tensión, asegura su fide-lidad en una unión cada vez más estrecha conCristo, origen de su ser y fin de su existencia.

Cultoa María

Unidad de vida: oración y acción

Cf. 1 Co 8, 6


149


1. Si en la Antigua Alianza la oración fue tan poderosa, ¡cuánto másno lo será en la Nueva, desde que Jesucristo la consagró de una ma-nera especialísima, desde que nuestras oraciones están unidas taníntimamente con las suyas que no formamos más que una sola vozcon El!

S IV, 1470

2. Durante la visita (al Santísimo Sacramento) se pueden empleardiferentes oraciones: de acción de gracias, de cantos de alabanza,de reparación; pero hablad también a Jesucristo de vuestras penaspara que os consuele, de vuestras dudas para que os ilumine y for-talezca, de vuestras faltas para que os perdone. Escuchadle, desdeel Tabernáculo os dirige estas conmovedoras palabras: «Venid a Mitodos los que estáis cansados y agobiados y Yo os aliviaré».Antes de despediros de Nuestro Señor, pedidle humildemente subendición para vosotros y para vuestros alumnos.

Regla de 1825

3. No acortéis nunca bajo ningún pretexto la meditación, pues detodos vuestros ejercicios es el más necesario.

Regla de 1825

4. Cuando os dediquéis a una lectura piadosa, no busquéis la satis-facción de una vana curiosidad, ni paséis sin orden de un libro aotro.

No leáis demasiado a la vez; deteneos de vez en cuando para medi-tar en los pasajes que os impresionan o que os llaman la atención;


150

recordadlos luego pidiendo a Dios que asemeje vuestra vida a esemodelo para que adelantéis en su amor.

Regla de 1825

5. Cada año, durante las vacaciones, los Hermanos hacen juntos losEjercicios Espirituales, para renovarse en el espíritu de su estado,afirmarse en su vocación, reanimar su piedad, su fervor y su celo…

Regla de 1825

6. El Rosario es una de las mas bellas devociones a María y una delas oraciones mas santas…Llevad siempre el Rosario con vosotros, pues es la librea de los ser-vidores de María y el distintivo de sus hijos…

Regla de 1825

7. Acostumbraros, por una dirección santa de vuestra intención, areferir todas vuestras acciones a la gloria de Dios y a unirlas a las deJesucristo, para que reciban de sus méritos un valor infinito.

Regla de 1825

5


151

18- Ascesis religiosa

95. Por el sufrimiento y la cruz Jesúsentró como Señor en la gloria de su resurrec-ción. Para los hombres que siguen sus pasos,el dolor y la muerte adquieren un sentidonuevo; sufren con Él, con Él se configuran enla muerte para ser glorificados con Él.

Por su participación amorosa en la pasión delSalvador, el Hermano completa en su carne«lo que falta a las penalidades del Mesías porsu Cuerpo, que es la Iglesia».

96. La ascesis favorece la constanteconversión del corazón, libera al Hermano delos obstáculos que le impiden oír la voz deDios en él. En la medida en que trabaja enesta liberación, se hace más apto para entraren la intimidad del Señor y entregarse gene-rosamente a los demás.

Participaciónen el misteriopascual

Ascesis y liberación

Col 1, 24


152

97. La fidelidad a los consejos evangéli-cos según la Regla de Vida, constituye loesencial de la abnegación del Hermano.Como verdadero discípulo de Cristo pobre,casto y obediente, se somete generosa y ale-gremente a las purificaciones que le inspira ole exige su consagración religiosa.

98. La disciplina personal de vida es ca-mino de liberación interior. El esfuerzo diariopara levantarse puntualmente y para ser fiela la oración, el respeto de los tiempos de si-lencio, la preocupación por mantener el equi-librio humano y espiritual, la aceptaciónlúcida de las propias limitaciones, la resisten-cia a la tentación permanente de la comodi-dad y del egoísmo, la moderación en el usodel tabaco y de las bebidas alcohólicas, in-cluso la abstención total, en una palabra.todo cuanto favorece el dominio de sí mismopermite al Hermano alcanzar esa penitencia-conversión» que le pide el Señor.

99. La vida común lleva consigo inevita-bles molestias que el Hermano acepta congusto para que los demás sean más felices.Con este fin se esfuerza en comprenderles odialogar con ellos, en aceptar un aumentoocasional de trabajo o dar muestras de buenhumor para con todos.

Ascesis yconsagración

Ascesis personal

Ascesis y comunidad


153

La Comunidad adopta el estilo de vidade las personas de condición modesta en lacomida, vestido, alojamiento y viajes; excluyeel lujo y lo superfluo y se impone comonorma la sencillez en todo.

Es de desear que en tiempo de Cua-resma por ejemplo, los Hermanos determi-nen juntos una práctica de penitenciacomunitaria: la observancia más fiel de unpunto del reglamento, la privación de algopara entregarlo a los más pobres...

100. El Hermano acepta las renunciasque le imponen el ejercicio del apostolado ylas tareas de la educación. La preocupaciónconstante por adaptarse, la voluntad de au-mentar continuamente su competencia y deperfeccionar su cultura humana y religiosa, lautilización prudente y desinteresada deltiempo, la disponibilidad para con los alum-nos y sus padres, el valor de sobreponerse alcansancio de un trabajo repetido, la acepta-ción de la aparente ineficacia de su aposto-lado, son otras tantas formas de ascesis de lasque saca su fecundidad la acción del Her-mano.

Ascesis ymisión


154

101. Atento a estar presente en elmundo, el Hermano no olvida que, sin em-bargo, no es del mundo. Desarrolla una espe-cie de «instinto espiritual» que le guía entodas sus actuaciones.

Con este espíritu regula sus reuniones,relaciones familiares, visitas, descansos, usode la televisión, espectáculos, etc.

102. El Hermano, aquejado deachaques o enfermedades, se une especial-mente a Cristo que padeció por la salvacióndel mundo. Se convierte entonces por exce-lencia en ofrenda espiritual agradable a Diosy se une a Cristo en la oblación eucarística, enespera de reunirse con Él en la gloria. «EnCristo se ilumina el enigma del dolor y de lamuerte, que fuera del Evangelio nos envuelveen absoluta obscuridad».

103 El Hermano no se atormenta porel progresivo deterioro de su cuerpo: lleva enél un germen de eternidad. Su muerte no esya sólo un destino inevitable al que se resigna; en Cristo ha cambiado de sentido:«morir es una ganancia», y lleno deconfianza, «desea morir y estar con Cristo” aquien se ha consagrado.

Ascesis y presencia en el mundo

Ascesis yenfermedad

Hacia elPadre

PC12, 2

GS 22,6

Flp 1,21

Flp 1, 23


155


1. Es menester que llevemos esta cruz por la que hemos sido salva-dos, y que completemos en nosotros lo que falta a la Pasión de Je-sucristo, como dice San Pablo.

A VI, 240

2. Levantaos a la hora señalada por la Regla; faltar a este punto seríaofender a Dios que os pide este primer sacrificio, y exponeros a pe-ligrosas tentaciones.

Regla de 1825

3. Ofreced a Dios en espíritu de penitencia la sensación de disgustoque a veces puede producir el trabajo uniforme y repetido; pensadque este trabajo, cuyo objeto es la gloria de Jesucristo y la salvaciónde las almas, expiará nuestros pecados, santificará vuestras vidas yque recibiréis por él la recompensa en el cielo.

Regla de 1825

4. No deseéis que os envíen a una parroquia más que a otra; buscadúnicamente a Dios, le encontraréis en todas partes, y estad segurosde que derramará sobre vuestro trabajo y sobre vosotros mismostantas más bendiciones cuanto más hayáis tenido que sufrir: los me-jores puestos son aquéllos donde hay más cruces.

Regla de 1825

5. Vuestro cariño para con los padres será del todo cristiano y reli-gioso y, por consiguiente, no os llevará a abandonar o a descuidarla obra de Dios. No iréis a visitarles sin el permiso del Superior de laCongregación.

Regla de 1823


156

6. ¿Cuándo, por fin, seréis totalmente de Dios? ¿Por qué rehusáisofrecerle los pequeños sacrificios que os pide?... Tened más valor yfuerza; no contristéis al Espíritu Santo con esas continuas infelidadesque le impiden colmaros de la abundancia de sus dones y de susgracias. Sed, de una vez, lo que debéis y queréis ser, es decir, verda-deros religiosos; entonces saborearéis en lo íntimo del alma losconsuelos, la paz y todas las alegrías celestiales.

A. VI, 8


157

9.Misión apostólica

Misión de Iglesia

104. El bautismo y la consagración reli-giosa comprometen a los Hermanos a parti-cipar íntimamente en la obra redentora deCristo mediante el anuncio del Evangelio «Idy haced discípulos de todas las naciones...,enseñándoles a guardar todo lo que os hemandado» y por su contribución a ordenar elmundo según el plan divino.

“El apostolado se vive en la fe, la espe-ranza y la caridad que el Espíritu Santo in-funde en los corazones”. Los Hermanos sonconscientes de cumplir su misión trabajando«juntos para Dios», que actúa constante-mente en los hombres. Mantienen una vidaespiritual intensa, fuente de santificaciónpara ellos y para los demás.

Emplean los medios humanos, sin olvi-dar que toda fecundidad apostólica vienesólo de Dios. Este apostolado se realiza en laIglesia, por la inserción en una pastoral deconjunto al servicio del pueblo de Dios.

Principios esenciales

Mt 28, 19-20

AA 3, 2

1 Co 3, 9

Cf. 1 Co 3, 6


158

105. La misión de los Hermanos revistecarácter oficial al estar aprobado el Institutopor la Santa Sede. Fieles a su vocación propiay a las enseñanzas de los Fundadores, los Her-manos ponen un esmero especial en respon-der a las orientaciones pastorales del Papa yde los obispos, primeros responsables delapostolado.

El Instituto realiza su misión apostólicamediante la educación humana y cristiana,sobre todo de los jóvenes, y particularmentede los humildes y de los pobres. Así especia-lizado, alcanza mayor eficacia, evita la disper-sión de fuerzas y se beneficia de unaexperiencia constantemente enriquecida.

106. La Congregación escoge la escuelacomo medio privilegiado de educación. Hoy,como en tiempo de los Fundadores, la escuelapresta un servicio esencial al hombre y a la so-ciedad al formar personas libres y responsa-bles. La escuela cristiana hace más aún: integraal mismo tiempo y en el mismo acto la adqui-sición del saber, la formación de la libertad y laeducación de la fe. Para desempeñar esta in-signe tarea, los Hermanos se dedican a la en-señanza, a la catequesis, a la pastoral escolar ya otras actividades que puedan sugerir las ne-cesidades del medio en que trabajan.

Misión de laCongregación

Misión particular:la escuela


159

107. La misión compartida es una lla-mada del Espíritu dirigida a los Hermanos y alos Laicos para vivir en comunión el CarismaMenesiano.

En el contexto de la misión compartida, elHermano está llamado a ser testigo de la pri-macía de Dios, signo profético de la fraterni-dad y memoria del carisma.

Con los Laicos, la comunidad discierne lamisión, comparte y profundiza la espirituali-dad y sentido de la misión, y participa en ex-periencias de comunión y colaboración, deacuerdo con las exigencias propias de los di-versos estados de vida.

Unidad de vida

108. Entre el estado religioso del Her-mano y su misión educadora existe una uni-dad fundamental y recíproca influencia: suconsagración religiosa se expresa en un com-promiso apostólico y lo especifica; su com-promiso apostólico alimenta y marca su vidareligiosa. Esta interacción influye en todos losdominios de su existencia.

Misión compartida

Religioso educador


160

109. Los votos del religioso educador fa-vorecen su disponibilidad total: - el celibato consagrado le ayuda a vivir comohermano de todos, con un trato sencillo y sin-cero, testimonio del amor universal de Cristo.- la pobreza evangélica se manifiesta al poneren común los recursos al servicio del aposto-lado. El espíritu de desprendimiento hace alHermano más abierto al diálogo y le invita aponer su cultura al servicio de los demás, enparticular de los más necesitados. - la obediencia religiosa que hace al Hermanomás atento al plan divino sobre él, le hace almismo tiempo más disponible a las orienta-ciones y responsabilidades apostólicas pro-puestas por los Superiores y la Comunidad.

110. La vida religiosa del Hermano,apostólica por su misma naturaleza, es untestimonio del absoluto de Dios y del triunfodel hombre en Jesús Resucitado.

Habiendo centrado su vida en el Reino deDios ya presente en nuestra historia y sin em-bargo dedicado a la construcción de la ciudadterrena, el Hermano hace resaltar la trans-cendencia de las realidades humanas, en sutarea educativa.

Misión y votos

Misión y testimonio


161

Procura que su testimonio sea visible a loshombres de buena voluntad, a los corazonessencillos y abiertos. Lo intenta de forma es-pecial por la calidad de sus relaciones huma-nas y por la alegría que irradia en el serviciode Dios y de los hombres.

111. El Hermano adquiere en Comuni-dad un espíritu de comprensión y de colabo-ración que le hace más apto para cooperar enla comunidad educativa y parroquial. A suvez, la misión apostólica de los Hermanos fa-vorece la cohesión y el dinamismo de la Co-munidad.

112. Las relaciones del apóstol con loshombres son verdaderas en la medida en queparten de auténticos encuentros con Dios yle llevan a Él.

Por esto, el Hermano tiene presentes ensu oración a todos aquéllos de los que es res-ponsable o con quienes trata. Les invita acompartir la oración de la Comunidad, comoél mismo sabe unirse a la de la comunidadparroquial.

Misión y comunidad

Misión y oración


162

Un apostolado específico: la educación

113. La labor educativa del Hermano sefunda en el respeto a la persona y en el amor.Respeta en todos la dignidad del hombrecreado a imagen de Dios para vivir en comu-nión con su Creador. La personalidad única-mente se desarrolla en un clima de simpatía,en contactos personales y diálogo confiado.

114. El éxito de la formación humana yespiritual requiere la colaboración y el testi-monio complementario de todos los educa-dores: padres, profesores religiosos y laicos,sacerdotes, etc. Exige también la participa-ción de los alumnos, a quienes hay que acos-tumbrar a que tomen una responsabilidadprogresiva en su vida personal y en su medioambiente.

115. La educación de la fe ha de ser lamayor preocupación de los Hermanos. Ade-más de su testimonio personal y el climaevangélico de libertad y caridad que contri-buyen a crear en la escuela, trabajan de ma-nera especial en la catequesis, el apostoladovocacional y la animación de movimientos ju-veniles.

Ambiente educativo

Obra de colaboración

Educación en la fe


163

116. La catequesis es una participaciónen el ministerio de la Palabra. Para que seafecunda necesita el apoyo de conviccionesprofundas y el testimonio de la propia vidadel educador.

El Hermano perfecciona sin cesar su for-mación doctrinal y catequética y trata de co-laborar estrechamente con los demáseducadores de la fe en el seno de la comuni-dad cristiana.

117. Atento a la vocación particular decada persona, el Hermano escucha a losalumnos para comprenderlos y ayudarlosmejor. Solícito por la promoción del laicadoen la Iglesia, trata de suscitar vocaciones detodas las clases entre los jóvenes; sin em-bargo, presta una atención especial a aquel-los que se orientan hacia el sacerdocio o lavida religiosa.

118. La educación de la fe se perfec-ciona en los movimientos de animación espi-ritual o de acción apostólica. El Hermano,respeta la organización de estos movimientosy colabora con sus responsables.

Catequesis

Pastoral vocacional

Movimientos


164

119. Los Hermanos, llamados a trabajaren el crecimiento de la vida divina en lasalmas, recurren a María en su labor de evan-gelización y se esfuerzan en promover su de-voción entre los alumnos. La Virgen Madre,en efecto, dio al mundo un Hijo del que Diosha hecho «el mayor de una multitud de her-manos». Ella los rodea con su amor maternoy coopera a su nacimiento y educación.

120. La enseñanza de las asignaturasprofanas se imparte respetando sus propiasexigencias. No obstante, el Hermano se es-fuerza en «ordenar toda la cultura humanasegún el mensaje de la salvación, de suerteque quede iluminado por la fe el conoci-miento que los alumnos van adquiriendo delmundo, de la vida y del hombre.

121. El Hermano, mediante una forma-ción cívica y social apropiada, prepara a losjóvenes para el compromiso temporal.

Los prepara para trabajar por la desapari-ción progresiva de las estructuras económicasy sociales injustas y de las discriminacionesque atentan contra los derechos fundamen-tales de la persona humana, opuestas ambasal designio de Dios.

Devoción a María

Enseñanzaprofana

Formación social

Rm 8, 29

GE 8, 1


165

Despierta su conciencia a los grandes pro-blemas del mundo y a las nobles aspiracionesde la humanidad: paz, justicia, libertad y ver-dad.

122. La gran influencia que los mediosde comunicación social ejercen en la civiliza-ción moderna, mueve a los religiosos educa-dores a servirse de ellos en su apostolado demanera oportuna y prudente. Los Hermanosestán abiertos a cuanto interesa a la juventudcon el fin de comprenderla mejor.

Medios de comunicación


166


1. Vuestra obra es hermosa, es santa porque tiene por objeto hacersantos, no sabios. Vuestro ministerio es sublime, es divino, porqueno os proponéis únicamente dar a los niños que os son confiadoscuidados relativos a los intereses de la tierra, sino porque estáis lla-mados a hacer de esos niños discípulos de Jesucristo, herederos desu reino y de su gloria. Vuestra escuela es pues un templo en el queejercéis una de las más augustas funciones del sacerdocio, la de en-señar.

S VII, 2326

2. Como los Apóstoles, sois enviados para cumplir la palabra del Sal-vador: «He venido a traer fuego a la tierra, ¿y qué he de querer sinoque arda?”... La caridad, el celo por la salvación de las almas es vues-tro elemento y vuestra vida, vuestro principio y vuestro fin; todo lodemás, incluida la ciencia, no es para vosotros más que añadidura...

VII, 2305

3. Los Hermanos recordarán sin cesar que los niños que les confian,se los confía el mismo Dios para enseñarles a conocerle, amarle yservirle; en consecuencia, su principal cuidado será formarlos en lavirtud. Para ello tratarán de inspirarles confianza, respeto y afecto, sin fa-miliarizarse con ellos. Serán a la vez pacientes y firmes, sin tolerarningún desorden, pero sin reprender ni castigar nunca por caprichoni enfado. Se esforzarán por reprimir los movimientos de impaciencia que pu-dieran originar en ellos la ligereza, la indocilidad o la falta de aplica-ción de los niños.

Regla de 1823


167

4. Si el Superior juzga oportuno que os dediquéis al trabajo manualmás que al estudio, no os aflijáis como si vuestra condición fuera in-ferior a la de vuestros Hermanos. Jesucristo, el Hijo del Altísimo, elSeñor de los Señores, ¿no trabajó con sus manos y con el sudor desu frente en el humilde taller de San José hasta los treinta años?¿Acaso no dijo El: “No he venido a ser servido, sino a servir?”.

Regla de 1825


168

10.Misiones y actividades apostólicas en el extranjero

123. La actividad misionera de la Igle-sia nace y encuentra su dinamismo en el senomismo de la Trinidad. Está asociada a la mi-sión del Hijo y a la del Espíritu Santo. Pre-tende realizar en el tiempo el designio deamor del Padre: que todos los hombres seansus hijos adoptivos en Jesucristo.

El bautismo hace al cristiano solidario yresponsable de esta misión que pertenece ala naturaleza misma de la Iglesia. La consagra-ción religiosa, que expresa con mayor pleni-tud la bautismal y está enraizada en ella, llevaal Hermano a una participación mayor enesta responsabilidad misionera.

124. Los Hermanos participan en laobra de evangelización y de salvación reali-zada por Jesucristo, con su vida religiosa vi-vida en profundidad y su dedicación a lastareas de instrucción y educación cristianas.

Origen y fin de la acción misionera

Espiritualidad misionera


169

125. Todos los miembros del Institutocolaboran especialmente en la actividad mi-sionera de la Iglesia, dando a conocer las Mi-siones y sus necesidades, suscitando en sufavor oraciones y obras de penitencia y pro-moviendo vocaciones misioneras.

Cada Provincia se esfuerza en responsa-bilizarse, sola o en colaboración con otra, deun sector misionero.

126. Algunos Hermanos reciben deDios, por el Espíritu Santo que distribuye loscarismas según le place, una llamada expresaal apostolado misionero. En la fe y en la obe-diencia, dejan su país para anunciar la BuenaNueva de la salvación realizada por Jesucristo.

127. La vocación misionera suponeciertas disposiciones naturales y aptitudesapropiadas, tales como:

- apertura de espíritu y corazón para admitira los demás como diferentes y amarlos comoson: - facultad de adaptación a los modos de pen-sar y de vivir propios del país de adopción;

Esfuerzo misionero

Vocación misionera en sentidoestricto

Disposiciones y aptitudes


170

- don de simpatía que facilita las relacionescon la población local y los demás misioneros; - espíritu de iniciativa y de creatividad ante laoriginalidad y complejidad de las situaciones.

128. Dejando su lugar de origen por elpaís que Dios le muestra, el Hermano aceptaanimosamente las inevitables rupturas. Seadapta “generosamente a las costumbres aje-nas y a las variadas condiciones de los pue-blos» y colabora fraternalmente con todos losque, como él, se dedican a la evangelización.

129. El Hermano trata de unir a la for-mación básica necesaria a todo miembro delInstituto, un sólido conocimiento de la doc-trina de la Iglesia sobre la actividad misio-nera.

Esta formación, que inicia en su país deorigen, la continúa allí donde se le envía, conel estudio serio de la lengua local, de la his-toria nacional, del acervo cultural, de las es-tructuras sociales, de los valores morales, dela mentalidad religiosa, etc.

Ruptura yadaptación

Formación

AG 25, 1


171

Convencido de la necesidad de unacontinua renovación, aprovecha incluso susvacaciones periódicas para realizar las actua-lizaciones necesarias.

130. El apóstol que llega a un país conla intención de evangelizarlo, ve a las perso-nas que le rodean no sólo como son, con susriquezas y sus carencias, sino como las veCristo, con amor y sin juzgarlas. Está predis-puesto a tratarlas favorablemente, y muestrahacia ellas, más que objetividad: “simpatía decorazón “.

131. Los Hermanos que viven en el ex-tranjero tratan constantemente de adaptar suestilo de vida, sus formas de actuar y susobras educativas a las condiciones de lospaíses en que trabajan. Evitan todo naciona-lismo y se integran, en lo posible, en el puebloque los acoge.

132. Recuerdan siempre que han ve-nido a ponerse a disposición de la Iglesialocal. Por tanto, están atentos a las necesi-dades del pueblo y, respetando la finalidaddel Instituto acceden con gusto a las peti-ciones de los obispos que se refieren a laevangelización.

Simpatíade corazón

Evitar todo nacionalismo

Mentalidad de servicio


172

133. La Iglesia está verdaderamenteimplantada en el país que evangeliza cuandodispone de clero, religiosos y laicado nativos.Por ello, los Hermanos favorecen el floreci-miento de vocaciones sacerdotales y religio-sas y la formación de un laicadoauténticamente cristiano.

134. Las exigencias del mensaje evan-gélico les imponen el deber de consagrarse alservicio de los hombres. Los Hermanos apro-vechan pues, las posibilidades concretas quese les ofrecen para participar, en la línea desu tarea específica, en el desarrollo del pue-blo que han ido a servir.

135. La educación cristiana es un ser-vicio de grandísimo valor, cuya necesidad sehace sentir en los pueblos en vías de desar-rollo más que en otras partes. Se propone laeducación integral de la persona y prepararmejores condiciones de vida.

Por ello, los Hermanos se preocupanmuy particularmente en sus actividades edu-cativas, de formar jóvenes de altas virtudescívicas, decididos a trabajar por el biencomún nacional, guiados por la doctrina so-cial de la Iglesia. Pero no intervienen en cues-tiones políticas.

Por el progreso de la Iglesia local

Ayuda y desarrollo

El servicio de laeducación


173

136. En los países de minoría cristiana,la escuela es un poderoso medio de evange-lización. Al establecer sus escuelas los Herma-nos persiguen este objetivo.

Para alcanzarlo, crean en ellas un am-biente favorable a la religión cristiana,apoyándose en las tradiciones religiosas na-cionales.

Suscitan entre los alumnos no cristianosel deseo de conocer la Persona de Jesús y sumensaje, la Iglesia y su historia. Mediantecursos apropiados u otros medios, ofrecen atodos la ocasión de adquirir un cierto conoci-miento de los mismos.

A quienes lo deseen, les ofrecen una en-señanza más profunda y acompañan, me-diante una catequesis bautismal, a los que lagracia ha abierto a la fe.

Por otra parte, dan a los alumnos católi-cos, con solicitud especial, una catequesis másintensa que los ayude a vivir su fe en el aisla-miento del medio ambiente en que viven.

En la medida de lo posible, extiendensus esfuerzos evangelizadores a los demásprofesores no cristianos y a las familias de susalumnos.

Evangelización a través dela escuelamisionera


174

137. Los Hermanos nativos conservansu identidad sociocultural y participan de lamentalidad, preocupaciones y aspiracionesde sus compatriotas.

Su vida religiosa apostólica se arraigaprofundamente en la caridad que los une aDios, que los ha elegido y enviado y, al mismotiempo, a los miembros de su pueblo, aquienes El los envía.

La vida religiosa estimula su deseo decontribuir, dentro de los fines de la Congre-gación, a la promoción integral, fundada envalores cristianos, de las personas y gruposde su comunidad nacional.

138. Los Hermanos extranjeros semuestran delicados y comprensivos con losHermanos nativos. Manifiestan una atenciónrespetuosa, no sólo con las personas, sinotambién con todos los valores locales. Losayudan a expresar su vida religiosa deacuerdo con el espíritu y carácter propios desu nación.

A su vez, los Hermanos nativos ayudan,con tacto y paciencia, a sus cohermanos ex-tranjeros a comprender la mentalidad local ya adaptarse a ella.

Hermanos nativos

TodosHermanos


175

Juntos trabajan en crear comunidadesfraternas donde cada uno se sienta acogido yamado, y que sean para el mundo signo ine-quívoco del Reino donde los hombres sonhermanos y donde «Dios lo será todo paratodos».

1 Co 15,28


176


1. Profundamente convencidos de la importancia y de la santi-dad de su misión, los Hermanos de las Misiones no descuidaránnada para realizarla bien: ningún sacrificio les parecerá demasiadoduro para asegurar su éxito en lo que de ellos dependa.

Están llamados —sépanlo bien— no al descanso y a los gozostemporales, sino al trabajo y a grandes luchas.

Por lo tanto, si experimentan dificultades, privaciones, fatigas,enfermedades, lejos de desalentarse y de huir de la cruz, la abraza-rán con amor.

Regla de 1851

2. En las Misiones más que en otras partes, se mantendrán to-talmente ajenos a los asuntos políticos.

Regla de 1851

3. Se recomienda la más tierna devoción a la Santísima Virgen,particularmente, a los Hermanos misioneros. Se esforzarán, imi-tando sus virtudes, en atraer las bendiciones de su divino Hijo sobresí mismos y sobre los jóvenes confiados a su solicitud.

Regla de 1851

1


177

11.Vocaciones y formación

Descubrimiento y sostén de las vocaciones

139. La Pastoral vocacional puede en-tenderse, en sentido amplio, como una ani-mación concertada en el Pueblo de Dios, paraayudar a cada uno a comprometerse de ma-nera libre y lúcida en el estado de vida al queDios le llama.

En sentido más estricto, designa elconjunto de actividades y medios empleadospara promover en la Iglesia el despertar y elacompañamiento de las vocaciones al servi-cio de Dios, en la vida sacerdotal, religiosa omisionera.

140. Para que los Hermanos se interesen por el descubrimiento de voca-ciones necesitan el apoyo de los Superiores

Es de desear que en cada Provincia se or-ganice un Equipo de Pastoral vocacional.

Pastoral vocacional

Interés por la promociónvocacional


178

141. Los movimientos apostólicosconstituyen un terreno favorable para quegerminen las vocaciones en todos los am-bientes. Por eso, los Hermanos trabajan concelo para promoverlos entre los jóvenes,sobre todo en sus escuelas.

142. Los Hermanos delegados de laPastoral vocacional orientan y sostienen elcelo de sus cohermanos, sugieren, suscitan yfavorecen sus iniciativas, les proporcionandocumentación útil, realizan con los jóvenes,padres, educadores y sacerdotes, las ges-tiones que juzguen oportunas o que se lespidan.

Formación inicial y continua

143. Los Superiores emplean los me-dios más adecuados para asegurar la coordi-nación, el progreso y la continuidad de laformación de los aspirantes y de los Herma-nos jóvenes.

144. Los Superiores consideran comoesencial la formación de los formadores.Frente a este importante tema, deben pensarno sólo en el presente, sino tener la firme

Movimientos apostólicos

Promotores vocacionales

Formación continua

Formaciónde los formadores


179

decisión de preparar permanentemente Her-manos que aseguren en las Casas de forma-ción una enseñanza de calidad,especialmente, en teología, espiritualidad yciencias de la educación.

145. Durante los años de formación deljoven, es indispensable que se establezca y semantenga una real colaboración entre los pa-dres y la Casa de formación.

146. Se impone un esfuerzo para des-cubrir, cultivar y formar, con instituciones ymétodos apropiados, las vocaciones de jó-venes adultos.

Con este fin las Comunidades acogengustosas a los adultos que se interesan pornuestra vocación religiosa. La comunidad losrecibe con sencillez y confianza, para compar-tir la vida común.

El aspirante debe tener una inserción so-cial suficiente y empezar una formación en lavida de Hermano Menesiano, según un planaprobado por el Superior Mayor.

147. Después del Noviciado, es indis-pensable que los Hermanos jóvenes conti-núen su formación religiosa y apostólica,doctrinal y profesional, en casas apropiadas.

Padres y formación

Jóvenes adultos: comunidad de acompa-ñamiento

Escolasticado


180

Lo que se ha dicho del Noviciadoconviene, en buena parte, a los años del Es-colasticado. Pero éste se ocupa más directa-mente de preparar al Hermano joven aintegrarse en una Comunidad local, a cumplirsu misión apostólica y a ejercer su profesiónde religioso educador.

148. En la Comunidad que le acoge, elHermano continúa su formación en otrascondiciones y se va enriqueciendo con nue-vas experiencias. Plenamente dedicado a lastareas de la educación y del apostolado,aprende a responsabilizarse de manera máspersonal y a cooperar mediante el diálogo yla coordinación de esfuerzos, al éxito de laobra común.

Le será más fácil vencer sus dificultades,si puede contar con la comprensión y elapoyo de una comunidad fraterna y ejemplar.

149. El Hermano Superior Mayor velapara que la preparación inmediata a la pro-fesión perpetua sea seria y suficientementelarga: Ejercicios Espirituales de San Ignacio,retiro prolongado, año especial...

Comunidad de acogida

Preparación a la profesiónperpetua


181

150. Cada Provincia o Distrito concedegran importancia a los estudios superiores delos Hermanos, para un mejor servicio a laIglesia y a los hombres.

Se asegura a los Hermanos estudiantesel apoyo espiritual y comunitario por los me-dios que el amor fraterno, la comprensión yel interés, especialmente de los Superiores,puedan inspirar y establecer.

En lo posible, los Hermanos estudiantesparticipan en la vida y en la misión apostólicade una Comunidad.

151. A lo largo de su vida religiosa seofrecen a los Hermanos sesiones de forma-ción y renovación. Tienden, ante todo, a pro-fundizar su relación con Dios, en un clima deoración, reflexión y estudio. Permiten tam-bién conocer mejor el espíritu y las obras dela Congregación, favoreciendo así la unidadentre las diversas regiones y culturas.

Hermanos estudiantes

Sesiones de formación


182


1. Dios mío, vos lo sabéis a menudo, cuando contemplo la in-mensa mies de la que habla el Evangelio, os pido obreros para reco-gerla, rogate Dominum messis ut mittat operarios messem suam;pero al mismo tiempo os pido, Señor, que elijáis entre mil a los quevais a enviar a trabajar en esta obra que es la vuestra.

S.VII, 22 72-3

2. Habéis sido llamados a algo grande; pensad siempre en estaalta vocación para trabajar en haceros dignos de ella.

S.VII, 2297

3. Estudiad por Dios, con toda la aplicación de que seáis capaces...Si no tuvierais la instrucción necesaria, no enviarían los niños a vues-tra escuela...

Hay que estudiar continuamente aún las cosas mejor sabidas,con el fin de no olvidarlas y de perfeccionarse cada vez más.

Pero no hay que buscar adquirir una vana ciencia, que no ser-viría más que para alimentar vuestro orgullo y hastiaros de vuestrashumildes y santas funciones.

Regla de 1825

4. El desprendimiento absoluto de las cosas de la tierra, el sincerodeseo de la perfección, el espíritu de obediencia y de humildad, lacapacidad necesaria para desempeñar los empleos del Instituto, sonlas condiciones requeridas para ser admitido en la Congregación dela Instrucción Cristiana.


183

Quien ama al mundo, sus bienes, sus placeres, o quiera guiarse porsus máximas; quien no esté decidido a someterse a cuanto le seaordenado por los Superiores, y no tenga intención de practicar engrado eminente las virtudes cristianas, no debe pensar en ser miem-bro de la Congregación.

Regla de 1825

5. Necesitamos espíritus maduros, capaces de una resolución,que sepan decidirse, y que, una vez conocido el camino recto no seaparten de él porque sientan un disgusto o porque les den impru-dentes consejos. Necesitamos almas fuertes que estén por encimadel hastío, de un obstáculo, de un peligro o de su propia debilidad.Necesitamos personas sensatas que no actúen por capricho, sinopor las reglas de la fe, y que no comiencen a construir para dejar eledificio sin terminar. Necesitamos, en una palabra, Hermanos llenosde espíritu de sacrificio, que sólo tengan un pensamiento y undeseo, el deseo de ganar el cielo dándose a Dios sin reservas y sinvuelta, inmolándose cada día por su gloria. Que se los coloque aquío allá los importa poco; que el mundo los aplauda o censure no losimporta. ¡DIOS SOLO es su divisa!

S. VII, 2296


184

12.Gobierno de las Provincias y Distritos.

El Hermano Provincial y el Hermano Visitador

152. Antes del nombramiento de unProvincial o Visitador, el Consejo General or-ganiza una consulta entre los Hermanos, cadavez que haya renovación de mandato.

Invita a los profesos a establecer, enorden preferencial, una lista de tres nombresde Hermanos que tengan por lo menostreinta y cinco años de edad y cinco de votosperpetuos. Se pueden elegir Hermanos queno pertenezcan a la unidad administrativacorrespondiente. Esta consulta está exclusi-vamente reservada al Consejo General, queno queda obligado por ella.

153. El Superior Mayor se considera,en medio de sus Hermanos, como el quesirve. Trata a todos, especialmente a los an-cianos y enfermos, con interés y caridad.

Consulta

Servicio de animación


185

Alienta las iniciativas personales y comu-nitarias conformes a la Regla de Vida. Invita alos Hermanos a apoyar las que se toman anivel de la Congregacion.

Consciente de la diversidad necesaria delas personas y de las obras que le hanconfiado, estimula y coordina los esfuerzosde todos. Procura mantener la unión de co-razones, que constituirá siempre la fuerza delInstituto.

154. Persuadido de la importancia quetienen los primeros años de vida apostólica ylas dificultades de adaptación que pueden ex-perimentar los religiosos jóvenes, el SuperiorMayor los coloca en comunidades cuyosmiembros puedan alentarlos y ayudarlos. Élmismo los visita a menudo.

155. El Superior Mayor cuida de propo-ner como responsables locales (Superiores,Directores, Administradores...) a Hermanosque, además de ser competentes, tengan es-píritu religioso, caridad fraterna y abnega-ción.

Religiosos jóvenes

Nombramien-tos


186

Antes de efectuar un cambio, habla or-dinariamente con los Hermanos interesadosy con los Superiores de las comunidades afec-tadas. No debe dudar en hacer los cambiosnecesarios.

156. Para cumplir sus funciones, el Su-perior Mayor se rodea de colaboradores y, sies preciso, establece comisiones encargadasde actividades diversas.

Consejos de Provincia o Distrito.

157. El Consejo Provincial o de Distrito,se reúne por lo menos tres veces al año ysiempre que dos Consejeros lo soliciten (C. 112).

Antes de cada reunión del Consejo, elSuperior Mayor comunica de antemano, enlo posible, el Orden del día de la sesión a cadaConsejero. Ordinariamente se levanta el actade las sesiones y se envía una copia, firmadapor el Presidente, al Superior General, al Asis-tente designado por el Superior General y alSecretario general.

De forma prudente y oportuna el Supe-rior Mayor informa a los Hermanos de lasorientaciones y decisiones que haya tomadoel Consejo.

Colaboradores


187

Capítulos Provinciales o de Distrito.

158. El Capítulo se reúne por lo menosuna vez entre dos Capítulos Generales. Loconvoca el Hermano Asistente designado porel Superior General, que si es posible, lo pre-side.

El Superior Mayor, con el consenti-miento de su Consejo y de acuerdo con elHermano Asistente, prepara el programa ydetermina el número de delegados y las mo-dalidades de su elección.

A propuesta del Superior Mayor y suConsejo, el Capítulo puede invitar a expertosy observadores, así como a algunas personasauxiliares.

El mandato de los capitulares expira conla clausura del Capítulo.


188

13.Gobierno general

El Superior General

159. El Superior General es la instanciasuperior a la que todos los Hermanos tienenderecho a recurrir.

Los Hermanos Asistentes

160. El Superior General y sus Asis-tentes constituyen una fuerza animadora y di-námica al servicio de la comunión, la misióny la formación. Forman comunidad, y juntosbuscan la unidad de visión y de espíritu parael bien de la Congregación.

161. Respetando la autoridad propia delSuperior General, primer responsable de laCongregación, los Hermanos Asistentes leayudan con su reflexión y con la calidad de sudiscernimiento a elaborar la política del Ins-tituto, a fijar las grandes orientaciones y atomar las principales medidas en fidelidad ala Regla de Vida y a las decisiones capitulares.

Espíritu y modo defunciona-miento


189

162. Procuran conocer a fondo el pen-samiento de los Fundadores, el espíritu de laRegla de Vida y de las orientaciones definidaspor la Santa Sede y las Conferencias Episco-pales.

163. Se interesan especialmente por laanimación espiritual, apostólica y misionerade toda la Congregación, coordinan los es-fuerzos en el campo de la Pastoral vocacionaly de la Formación y procuran desarrollar enel Instituto el amor y el conocimiento de losFundadores.

164. A petición del Superior General, losHermanos Asistentes visitan las Provincias yDistritos. Le envían periódicamente informessobre la situación de las comunidades. Le co-munican las orientaciones adoptadas o pre-vistas, los proyectos planificados y lasdecisiones tomadas.

165. Contribuyen a la unidad y a la soli-daridad del Instituto, promoviendo la puestaen práctica de las orientaciones capitulares yde las decisiones del Superior General y de suConsejo.

Visitas e informes


190

Consejo General

166. En el Consejo General las deci-siones se toman por mayoría absoluta devotos. Si hay igualdad de votos, el que presideactúa en el sentido que estime más opor-tuno.

En ciertos casos urgentes está autori-zado el voto por correspondencia, e inclusopor teléfono, siempre que se salvaguarde ladiscreción.

Conferencia General

167. Corresponde al Superior General,con el consentimiento de su Consejo, convo-car la Conferencia General después de haberfijado la fecha y el lugar y establecido el pro-grama, previa consulta a los Hermanos Pro-vinciales.

Capítulo General

168. El Capítulo General se compone demiembros de derecho y de miembros elegi-dos en número igual, por lo menos, a los tresmedios (3/2) del de los miembros de dere-cho.


191

Los Hermanos Secretario General, Admi-nistrador General y Procurador ante la SantaSede toman parte en los trabajos del Capí-tulo, pero sin derecho a voto en la AsambleaGeneral.

169. Teniendo en cuenta la evolucióndel número de Hermanos en el Instituto, elCapítulo General procurará mantener un nú-mero suficiente de capitulares y prever unequitativo reparto de delegados en toda laCongregación.

Las modalidades prácticas de las elec-ciones estarán incluidas en el Libro Capitular.


192


1. Un Superior tiene siempre derecho al respeto y a la obediencia,no sólo exterior sino también a la obediencia de espíritu, aúncuando tuviera defectos o equivocaciones, porque no se obedeceal hombre sino a Dios.

A III, 197

2. Quiero daros algunos consejos sobre el modo de ejercer vuestraautoridad. Más que nunca sed afables con todos. Evitad con los quetenéis relación, incluso con quienes tuviereis justos motivos dequeja, toda palabra amarga y todo duro proceder. Echad muchoaceite en los engranajes de vuestra administración.

A III. 165

3. Me preguntáis lo que debéis hacer cuando un Hermano se os re-siste o no escucha con suficiente docilidad las observaciones que lehacéis. En tales ocasiones no hay que insistir con demasiada fuerza,sino esperar a que el espíritu de aquél a quien habláis se calme, yesté por tanto mejor dispuesto a recibir vuestro aviso. Procuradsobre todo no perder la serenidad y no llevar las cosas al extremodesde el primer momento. Más adelante exponed al Hermano vues-tros motivos de queja por la falta que ha cometido e invitarle ama-blemente a repararla.

A VI, 77

4. Notas, resúmenes, libros, nada vale tanto como un hombre quehabla, que explica, y que, con una sola palabra, disipa las dificul-tades y las dudas.

A 1, 252


193

14. Bienes temporales

170. El ejercicio del derecho de propie-dad en el Instituto presenta formas diversassegún los países. Sea cual fuere el régimenimpuesto o elegido, los responsables se adap-tan estrictamente a la legislación civil vigente:respeto de las obligaciones legales que regu-lan la vida de las personas morales propieta-rias y de los organismos de gestión, sistemade registros...

En lo posible, y de acuerdo con el ConsejoGeneral, adoptan los planes y métodos decontabilidad oficialmente reconocidos o enuso en las administraciones civiles.

171. La forma de administrar los asuntostemporales, el espíritu con que se hace, lacompetencia y habilidad de los encargadosrepercute, en cierta medida, en la vida comu-nitaria.

Habiendo renunciado a la libre disposi-ción del producto de su trabajo, los Herma-nos esperan que la Congregación no sólo lesproporcione el sustento de cada día, sino

Derecho de propiedad

Gestión prudente yfraterna


194

también una cierta seguridad en cuanto a suporvenir. Superiores y administradores se es-fuerzan por responder a estas esperanzas. Sinretrasos ni demora satisfacen sus justas peti-ciones, y toman las medidas necesarias paragarantizar a todos una jubilación convenientey los cuidados que reclame su salud.

Por espíritu de familia y con la discreciónnecesaria, informan a los Hermanos de la si-tuación financiera de la Casa y de su Provinciao Distrito.

172. El comportamiento individual y co-lectivo de los Hermanos en el uso de losbienes de este mundo puede ser testimonioevangélico o piedra de escándalo. El espíritude pobreza supone un nivel de vida modesto.Toda prodigalidad en la gestión de los bienesescandalizaría a las personas que nos tratan,a menudo preocupadas por el coste de la viday la incertidumbre del mañana.

Una preocupación constante de justiciasocial y de caridad debe inspirar a los admi-nistradores de lo temporal.

De modo particular recuerdan que la edu-cación cristiana cuyo servicio asumen los Her-manos en nombre de la Iglesia debe estar, enlo posible, al alcance de todos, pobres y ricos,

Testimonio de pobreza


195

y que el trabajo de los capellanes, profesoresseglares, personal de servicio y otras perso-nas, da derecho a una justa remuneración.

Administración de bienes

173. El depósito de los fondos disponi-bles en Bancos o en Cajas de Ahorros seconsidera como una operación corriente per-mitida a los Administradores, siempre quepuedan retirarlos a corto plazo.

174. Las operaciones de carácter excep-cional dependen de los Superiores Mayores,con el consentimiento de su Consejo. Talesson, entre otras: - la adquisición o enajenación de inmuebles,las construcciones, las reparaciones impor-tantes, la compra en cantidad notable de mo-biliario, la colocación de fondos, - los empréstitos y préstamos a largo plazo; lacompra de títulos, de acciones y obligaciones.

La necesidad de efectuar estas opera-ciones no autoriza a los Superiores o a los Ad-ministradores a realizarlas. Previamentedeben obtener de las instancias competenteslas autorizaciones requeridas.

Operaciones ordinarias

Operaciones de carácter extraordinario


196

El Superior General, con el consenti-miento de su Consejo, determina el límitemáximo de gastos autorizado a partir del cualse reserva la decisión.

Dentro de los límites de esta reglamenta-ción, las Provincias y Distritos establecen lasnormas a las que deben someterse las auto-rizaciones de gastos extraordinarios.

175. En materia de responsabilidad,deben recordarse las siguientes normas:

a) Si un religioso realiza un contrato sin auto-rización válida, él es el responsable y no laCongregación, la Provincia, el Distrito o la Co-munidad.b) Si una persona moral contrae deudas uotras obligaciones, incluso con autorización,ella debe responder de las mismas.c) En cualquier caso, se puede interponer ac-ción legal contra la persona beneficiaria delcontrato.

176. Está permitido dar limosnas con losbienes de una comunidad local, dentro de loslímites fijados por la autoridad competente.

Responsabi-lidad moral y jurídica

Limosnas


197

177. Anualmente y en las fechas que fijael Superior General, los responsables de losdistintos niveles de la administración finan-ciera envían a la autoridad competente un re-sumen de las cuentas de gestión y el balancede situación del activo y del pasivo, en el ám-bito de su jurisdicción.

178. Las Comunidades locales envían susdisponibilidades a la Administración de laProvincia o Distrito, según las normas fijadaspor estas instancias.

Cada Provincia o Distrito entrega anual-mente a la Caja General la contribución fijadasegún las normas establecidas por el SuperiorGeneral, con el consentimiento de suConsejo.

Informes financieros

Disponibili-dades


198


1. Que vuestras cuentas estén siempre en orden: anotad los máspequeños gastos a medida que los hacéis, de tal modo que cuandoel Superior o un Hermano en su nombre, os visite, podáis decirlecon exactitud el empleo que habéis hecho del dinero recibido.

Regla de 1825

2. Sin duda, los Hermanos no deben carecer de lo necesario, peronada de lujos ni superfluidades, con ellos es imposible conservar elespíritu religioso. Ahorro, sencillez en todo, tal ha de ser vuestranorma, porque ésa es vuestra Regla.

A III. 123

3. Una administración prudente y benévola no descuidará tales in-formes (la cuenta detallada del gasto de un alumno externo); sólopodrían parecer minuciosos a los que no saben que nada es pe-queño si se refiere a grandes intereses.

A I, 152

4. Cuando se trata de un asunto financiero hay que intentar cono-cerlo a fondo y luego, antes de obrar, calcularlo todo, en lo posible.A veces, después de tomar todas las precauciones, se da uno cuentaal día siguiente que no se ha sido bastante previsor y precavido.

Memorial, 97


199

15. Normas particulares

Salidas del Instituto

179. El Superior General, con el consen-timiento de su Consejo, puede conceder laexclaustración a un profeso perpetuo que losolicite, pero no por más de tres años. El Her-mano exclaustrado permanece bajo la depen-dencia del Superior Mayor. Durante esetiempo no tiene voz activa ni pasiva.

180. En los casos previstos, y deacuerdo con el procedimiento establecido enel derecho universal de la Iglesia, un Her-mano de votos temporales o perpetuospuede ser expulsado del Instituto.

El profeso tiene siempre derecho a pre-sentar libremente su defensa.

Un religioso expulsado queda desligadode sus votos.

Exclaustración

Expulsión


200

181. Las causas de expulsión de Herma-nos son: desprecio de la Regla de Vida, des-obediencia formal o habitual en materiagrave, ausencia prolongada sin autorización,actitud general y persistente que tiende asembrar la división entre los Hermanos o aenfrentarlos con sus Superiores, faltas gravesy exteriores contra la honradez y las buenascostumbres, en fin, todo hábito que dañaranotablemente el bien o el honor de laCongregación.

182. Para expulsar a un profeso devotos temporales o perpetuos es necesarioque haya habido antes por lo menos tres fal-tas graves, doble monición canónica y falta deenmienda del interesado. Una vez constata-dos los hechos, el Superior General, con elconsentimiento de su Consejo obtenido envotación secreta, decreta la expulsión. En elcaso de un profeso perpetuo, esta decisióndebe ser confirmada por la Santa Sede.

Sin embargo, un gran escándalo exterioro la inminencia de grave daño para el Insti-tuto o para una Comunidad, bastaría paraque el profeso fuese inmediatamente expul-sado por decisión del Consejo General. Encasos urgentes, el Consejo Provincial o de Dis-

Causas

Procedimiento


201

trito, procedería a la expulsión, remitiendo ladecisión posterior al Consejo General.

183. Un Hermano sancionado con de-creto de expulsión puede apelar al TribunalSupremo de la Signatura Apostólica y, mien-tras el recurso esté pendiente, este decretono tiene ningún efecto jurídico.

184. La readmisión de antiguos profesosen el Instituto exige la aprobación del Supe-rior General, con el consentimiento de suConsejo.

Funciones de tutor y de padrino

185. Un Hermano no puede desempe-ñar las funciones de tutor sin permiso del Su-perior General. Para ser padrino se requierela autorización del Superior Mayor.

Correspondencia administrativa

186. Se entiende por correspondenciaadministrativa, todo envío destinado a la Ad-ministración en sus diversos niveles. Es dedesear que cada tipo de informe se presenteen hoja especial y no en el texto de una carta.

Derecho de recurso

Readmisión


202

En esta correspondencia, así como en losactos oficiales, los Hermanos utilizan su nom-bre y apellidos sin alterarlos por la traduccióna otra lengua.

Las cartas personales y confidenciales di-rigidas al Superior General se envían en doblesobre. En el sobre interior se hace la men-ción: “Para el Superior General personal-mente» u otra fórmula equivalente.

Sufragios por los difuntos

187. El fallecimiento de un Hermano ode un novicio se comunica sin demora a todoel Instituto. Durante una semana los Herma-nos, en su oración comunitaria, encomiendanespecialmente el difunto al Señor. El Institutoencarga por el eterno descanso de su almatreinta misas y dos más por cada año de pro-fesión.

Los estipendios de estas misas son satis-fechos por cada Provincia o Distrito, o por elGobierno general de la Congregación.

Hermanos difuntos


203

188. Durante el Retiro anual se celebrauna misa especial por el eterno descanso delas almas de los Hermanos, familiares, alum-nos y bienhechores difuntos.

189. A la muerte del padre o de lamadre de un Hermano, la Comunidad a laque pertenece reza y celebra la Eucaristía porel descanso eterno del fallecido.

Padres deHermanos


204

16 Una Regla para nuestra Vida

190. Inspirada en el Evangelio y en laintuición de los Fundadores, la Regla de Vidaes para cada Hermano el guía seguro en el ca-mino que ha elegido.

Traza con nitidez las grandes líneas de suespiritualidad y define los objetivos precisosde su vida religiosa. Es la aplicación del Evan-gelio a su estado y a su actividad.

El Hermano trata de penetrar en su sen-tido, la estudia y la medita para asimilar susriquezas y su espíritu.

La encarna en su vida, convencido deque al ser fiel a ella, lo es a Cristo a quiensigue y a quien sirve.

Una Regla

Paraasimilarla

y vivirla


205


1. Considerad la Regla como la expresión de la voluntad de Dios ysu estricta observancia como el camino más seguro de agradarle yde santificaros.

(Regla de 1825)

2. La Regla es al mismo tiempo un preservativo contra las caídas,una defensa contra las tentaciones, un amigo que no engaña y unguía que nunca extravía.

(Regla de 1825)

3. Si tal o cual artículo os parece poco importante, desconfiad devuestro juicio... No hay nada pequeño en el servicio de Dios, y vues-tra perfección no consiste en las cosas grandes que ocurren rara-mente, sino en las pequeñas que suceden todos los días.

(Regla de 1825)

4. La asiduidad en leer las Reglas es una señal del santo respeto queinspiran y del deseo que se tiene de observarlas.

(Regla de 1835)

5


207

ANEXOS


209

Anexo I

Renovación de votos

En el nombre de la Santísima TrinidadPadre, Hijo y Espíritu Santo,bajo la protección de la Bienaventurada Virgen MaríaMadre de Dios,después de haberme comprometido a imitara Cristo para siempreen su forma de vidapor la práctica de los consejos evangélicos,y en su misiónpor la educación cristiana de la juventud,

pido a Dios que me reafirme en mi santa vocación,y declaro de nuevo que me someto plenamentea la Regla de Vida de los HH de la Instrucción Cristiana.Apoyándome en la fidelidad de Dios,renuevo voluntaria y librementemis votos perpetuos de castidad, pobreza y obedienciaconforme a esta Reglay al espíritu que animaba a nuestro Fundador,Juan María de la Mennais.Que Dios me ayude y su Santísima Madre.


210

Anexo II

IMPORTANTE :

Este texto que se refiere a la Viceprovincia fue aprobado porel Capítulo General de 2012, pero no por la CIVCSVA.Hasta el Capítulo General de 2018, y mientras no se decida sise transforman en Distrito o en Provincia, las Viceprovinciasharán referencia a esta página que sustituye, para ellas, losNos 118 al 123 de las Constituciones. En este caso, cualquier referencia al Distrito en el texto de laRegla, debe interpretarse a favor de la Viceprovincia.

LA VICEPROVINCIA

1. La Viceprovincia agrupa, bajo la autoridad de un Vice-provincial, un cierto número de comunidades más alejadasdel centro de la Provincia, especialmente las misiones.

2. El Hermano Viceprovincial es nombrado por tres años porel Superior General con el consentimiento de su Consejo, de-spués de una consulta a los Hermanos de la Viceprovincia y al


211

Hermano Provincial. Debe tener, por lo menos, cinco años deprofesión perpetua. Su mandato es renovable. Al dejar sucargo, no formará parte del nuevo Consejo de la Viceprovincia.

3. Él es el Superior Mayor de la Viceprovincia. Bajo la au-toridad del Hermano Provincial, es el responsable de su animación y administración, tiene autoridad sobre las per-sonas y las obras, responde de su gestión material y financieraque confía al cuidado de un administrador. Es miembro de derecho del Consejo provincial y del Capí-tulo provincial.

4. El Hermano Viceprovincial está asistido por un Consejocuyos miembros son elegidos por tres años. Deben ser profe-sos perpetuos. Su mandato es renovable, pero cesa con el delHermano Viceprovincial. El número de Consejeros elegidos, las modalidades de suelección y las competencias de este Consejo, son determina-dos por el Capítulo provincial, y deben ser aprobados por elSuperior General con el consentimiento de su Consejo.


212

Animés de l’amour

Refrain

Animés de l’amour dont on s’aime entre frères,Qu’il est bon, qu’il est doux d’habiter un seul lieu: Qu’il est bon, qu’il est doux, au sein de nos misères De n’avoir qu’un seul coeur pour n’aimer qu’un seul Dieu.

IÊtre unis par l’amour, quel sort plus désirable! Que l’âme goûte en paix ce saint contentement! Le monde n’en a point qui lui soit comparable; Restons unis toujours, comme en ce doux moment.

IILes Chrétiens autrefois étaient une seule âme; On les reconnaissait à ce signe éclatant. Qu’un exemple si beau de zèle nous enflamme; Restons unis toujours, comme en ce doux moment.


213

Salmos122, 3 30

Oseas2, 21-22 24

Mateo28, 19 4413, 52 3219, 12 3520, 28 5318, 20 7728, 19-20 104

Lucas18,1 754,18 C48Juan17, 21 C 3412, 24 1010, 36 1317, 19 195, 30 5314, 31 5410, 30 613, 8 68

Hechos4, 32 9, 451, 14 762, 47 76

Romanos12,1 1613,10 278, 29 118

1 Corintios15,28 16, 13712, 7 688, 6 943, 9 1043, 6 . 104

2 Corintios3,17 2611,30 27

Filipenses3, 21 143, 12-14 342, 7-9 613, 8 871, 21-23 1032, 6-7 42

Efesios2,15 26

Colosenses1, 24 95

1 Timoteo4, 6 87

2 Timoteo1, 12 41

Hebreos11,27 813, 8 3310, 23 343, 6 415, 8 538, 28 557, 25 76

1 Pedro2, 5 16

Apocalipsis21, 1 16

Indice de referencias bíblicasLas cifras de caracteres más débiles se refieren a los números del Direc-

torio, salvo cuando van precedidas de una C (Constituciones).


214

Apostolicam Actuositatem3, 2 104

Ad gentes25,1 127

Gaudium et Spes48, 2 3515, 3 4825, 1 5943,4 7822, 6 102

Gravissimum educationis8,1 119

Inter mirifica9,1 72

Lumen gentium40, 2 29, 3 1444,4 1845, 3 2246 3142, 3 39

Perfectae caritatis12,1 C1112,2 C138, 2 2

12, 3 3712, 2 40, 10113,2 4414, 2 5714, 2 5924, 3 746,2 83

Presbyterorum ordinis16 4118,2 2

Optatam Totius10, 1 37

8, 1 86Sacrosanctum concilium47 8483, 2 8590, 1 85

Evangelica Testificatio13 36

Indice de referenciasde Documentos Conciliares o Papales.


215

Indice analítico de la «Regla de Vida»Indice de palabras empleadas y temas tratados o, mencionados en NuestraHistoria (H), en nuestra Regla de Vida (R), Constituciones (C) y en el Directo-rio (D).

Abnegación (ver Renuncia)Acción-Contemplación (ver contemplación)Acogida (ver disponibilidad)Adaptación H (8); C-104, 112, 137; D-32, 60, 100, 127, 138, 154Administración C-18, 95, 104, 108, 164; D-170 ssAdministradorAlegría C-37; D-8, 11, 43, 61, 67, 70, 78, 89, 97, 99, 110Alcohol D-98Alianza C-11; D-24, 33, 35Alumnos (ver jóvenes)Amistad D-39, 66Amor (ver caridad)Analfabetos D-51Anales C-92, 95Animación C-93, 101, 131, 137, 143; D-164Apóstoles C-15; D-8, 27, 46, 76Aprobación R (3); C-160, 180 ; D-190Archivos C-95Ascesis D-10, 37, 44, 79, 95 ssAspirantes C-50 ss, 103Asistentes (ver Superiores)Ausencia C-71, 89, 106; D-83, 179,181Autorización (ver Permiso)Autoridad (ver Superiores) C-30, 32, 82 ss, 88, 95, 100, 129, 140, 141;D-59, 68Bautismo C-6, 7, 62; D-8, 15, 21, 53, 54, 104, 123, 136Biblia (ver Escritura)Bienaventuranzas C-15; D-29Bien común C-86; D-60, 68, 135


216

Bienes patrimoniales C-16 ss, 110, 148Bienes temporales H (6); C-15 ss, 95, 108, 113, 164-175; D-43, 46, 170 ssCaja General C-148, 153, 171; D-178Canónico (ver Derecho Canónico)Capítulo General H (8); R (2, 4, 8); C-29, 83, 125, 126, 131, 139, 142, 144,148, 153, 157,-161, 181; D-161, 165, 168, 169Capítulo Provincial C-29, 106, 110, 131; D-169Caridad, amor R (7); C-1, 6, 11, 27, 28, 32, 34 ss, 51, 67, 68; D-7, 9,27, 36, 39, 40, 54, 56,59, 62, 77, 81, 84, 93, 104,113, 115, 130, 137,150, 155, 157Carisma R (3); C-48, D-1, 68, 126Cartas testimoniales C-62Castidad (ver Voto de Castidad) C-1, 6, 11 ss; D-12, 35 ss, 62, 97, 109Catequesis C-2, 78; D-52, 106, 115, 116, 136Colaboración C-32, 41 143; D-28, 32, 53, 58, 59, 71, 77, 104, 111, 116, 118,125, 128, 138, 145, 148, 156Comercio C-175Comida D-70Compartir C-37, 101, 104; D-32, 43, 46, 52, 62, 69, 88, 99, 146Compromiso, comprometer C-6, 7, 8, 12, 29, 30, 48, 50, 80, 182; D-7, 26, 57,108, 121, 139, 148Comunidad Educativa C-60; D-64, 111Comunidad de bienes C-22, 26; D-46, 49, 62 ss, 108Comunidad de vida C-31, 34-9, 41, 57, 69, 72, 123, 131; D-6, 18-9,23, 25, 30-2, 40, 60, 62, ss, 77, 81, 84, 89, 111, 138Comunidad local C-25, 47, 52, 82, 88, 95, 97, 102, 104, 129, 132,164; D-52Comunicación social (medios de) D-72, 122Concertación (ver colaboración)Conferencia General C-148; D-167Confianza (ver Esperanza)Confirmación C-62; D-16Consagración a Jesús C-48; D-13-14, 17Consagración bautismal C-6-7; D-15, 17, 21, 26, 54, 123Consagración religiosa R (7); C-1, 2, 6, 28, 29, 58, 63, 80, 131


217

Consagración del mundo D-14, 16Consejo General C-17, 65, 73, 79, 90, 96, 99, 109, 110, 124, 139, 142, 144,145, 149, 152, 153, 158, 163, 176, 178; D-152, 160, 165, 166, 170, 173, 174,177, 183, 187Consejo Provincial C-47, 62, 75, 89, 90, 91, 98-100, 109-114, 116,167 ; D-157, 173, 182Consejo de Comunidad C-91, 112Consejos evangélicos C-67; D-18, 97Consejo de distrito C-122Constituciones R; C-10, 100, 129, 131, 146, 148, 165, 169, ; D-161, 162Consulta R (1); C-62, 75, 76, 86, 99, 105, 139; D-65, 152Contemplación-Acción C-55, 67; D-94Contrato C-8, 108, 153; D-25, 175Conversión C-46; D-96, 98Correspondencia D-186Crítica C-78Cruz, Pasión D-10, 14, 37, 61, 75, 88, 95, 102Cuaresma D-99Cultura C-24, 55, 68, 78, 81; D-71, 72, 82, 101, 109, 116,120-122, 129, 137,144, 153Cuentas C-64, 92, 95, 108, 148, 171Delegación de poder C-9, 29, 84, 92, 100, 130, 134, 164Delegados de P. Vocaciones C-103, 112; D-142Derecho canóni R (1) C -54, 62, 63, 78, 84, 102, 137, 145, 148, 164, 168,169, 180; D-25, 180, 181Desarrollo D-134, 135Deshayes Gabriel H (1, 2); R (1, 8); C-1Descanso (ver Distracciones)Despido C-74, 148 ; D-180-183Desprendimiento (ver Liberación)Destitución C-141Deudas C-64, 108, 153, 173 ; D-175Diálogos (ver Intercambios)Difuntos (ver Muerte)Dimisión C-135, 136, 140, 148


218

Dios (ver hojas adicionales)Directorio R (entero); C-100, 129, 131, 148, 149, 181Discernimiento (ver Prudencia)Dispensa de votos C-119, 176, 177Disponibilidad, apertura, acogida, escucha; C-15, 28, 54; D-1, 4, 6, 8,9, 39, 43, 66, 67, 71, 73, 80, 99, 178Distracciones C-26; D-38, 70, 89, 101Distrito : C 118-123 ; D 157, 158Divisa C-3Doctrina, Doctrinal H (8); R (3); C-68; D-87, 116, 129, 147Domingo D-63, 89Don C-22, 37, 161; D-4, 17, 37, 40, 52, 68, 95, 176Don de sí a Dios (ver Sacrificio)Ejemplo C-14-5, 34, 38; D-4, 7, 9, 11-2, 20, 29, 31, 36, 42, 45, 53, 55,58, 60, 66, 74-6, 95, 97, 116Elección, elegido C- 111, 126, 127, 136, 139, 142-144, 148, 157;D-168, 169Encuentros (ver Intercambios) C-93; D-85Enfermos C-48, 89; D-46, 66, 102, 153, 171Equilibrio D-37, 40, 66, 98Escolar (ver Escuela)Escolasticado C-78, 113, 140, 147; D-147Escritura C-45, 56, 68; D-6, 15, 55, 63, 78, 80, 86-8, 93, 116Especulación C-183Esperanza, confianza H (6); D-8, 24, 34, 41, 47, 75, 78, 92, 103-4Espiritual, espiritualidad H (8); R (5, 6, 7); C-8, 55-6, 78, 146; D-3,24, 39, 82, 91-2, 101-2, 104, 114, 118, 144, 150, 164, 190Espiritualidad de los fundadores, de la Congregación C-3, 36, 56, 86,93, 131; D-7-12, 151, 162Espíritu Santo (ver hojas adicionales)Estudio C-68, 78, 89; D-87, 129, 144, 147, 150, 151Eucaristía C-43; D-16, 22, 63, 84, 102, 187-189Evangelio, Buena Nueva, evangélico H (3, 8); C-2, 30, 32, 38, 48, 104,131; D-20, 64-8, 104, 115, 126, 134, 190Evangelización (ver misión) (H 3, 8); D-64, 71, 116, 119, 124, 126,


219

128, 130, 132, 136Examen C-46; D-91Exclaustración D-179Exclusión (ver Despido)Familia, Familiar C-17, 52, 54, 59, 97; D-9, 19, 39, 60, 66, 136Fe C-30, 32, 68, 154; D-3, 7, 8, 29, 34, 41, 56, 59, 75, 78, 87, 93, 104,106, 115-116, 118, 126, 136Fecundidad C-28; D-28, 39, 100, 104-105, 116Fidelidad, Fiel (H 9);R (8); C-22, 36, 38, 41, 86, 190; D-7, 11, 18, 24,33, 37, 40-1, 67, 80, 94, 97, 105, 190Fin de semana D-70Finalidad de la Congregación H (1,5); C-1, 48-9, 53, 56, 58, 131, 164;D-1-6, 23, 50, 104, 110, 124, 132, 134, 137, 190Formación H (3, 8); R (5); C-49 ss, 81, 103, 113, 131, 148; D-3,46, 60, 106, 114, 121, 129, 143 ss, 163Formadores (ver Maestro de Novicios) C-51, 57, 61; D-46, 144Fundadores (ver La Mennais, Deshayes) H (entero); R (entero); C-1, 2,49, 56, 67, 86, 131; D-1, 4, 7, 11, 23, 29, 50, 105, 106, 162, 163Fraternidad (ver Comunidad de bienes, de vida, local)Generosidad H (10); C-25; D-37, 58, 91Higiene D-79Historia H (entero); R (entero); D-18, 110, 129, 136Holocausto (ver Sacrificio) D-55Huéspedes D-73Humildad C-1, 32; D-7, 11, 27, 29, 41-2, 59; 61, 104Iglesia R (7, 8); C-11, 17, 30, 42, 48-9, 53, 56, 78, 81, 86, 97, 131, 155, 174;D-1, 4, 7, 12, 15, 17, 18, 23, 28, 32, 35, 58, 60, 65, 71, 76, 78,85, 87, 90, 95, 104, 116-117, 123, 125, 132-133, 135-136, 150, 172, 190Informes C-75, 77, 95, 102, 139, 152, 156, 159, 161Instinto espiritual C-13; D-101Investigación C-31, 42, 60; D-6, 43, 62, 64, 78, 82, 86, 91-2, 94Invitación (ver Vocación)José, San D-12Jóvenes, juventud, alumnos H (1, 3, 5, 10); C-1, 48, 54, 60, 64, 78;D-2-3, 34, 50, 52, 66, 78, 105, 112-113, 128, 129, 135, 140, 145


220

Jubilación, Hermanos jubilados C-48; D-5, 46, 66, 67, 153, 171Juniorado C-59-60, 112Laicos, laicado C-1, 4; D-2, 114, 117, 133

La Mennais, J.M. (ver Fundadores) H (1, 2, 4, 8); R (1-8); C-1,14, 67;D-1,3Lectura Espiritual C-45; D-87Leyes, normas, preceptos (ver Derecho canónico) R (5, 7, 8); C-19,21-2, 26, 38, 70, 165, 176-177, 180; D-27, 55, 170Liberación C-11, 101; D-20, 39, 43, 96, 98Libertad R (4); C-8, 10, 16, 19, 63, 67, 74; D-6, 25-6, 37, 55, 57, 59,68, 106, 114, 121, 139, 171Libro capitular D-169Liturgia (ver Eucaristía, Reconciliación, Oficio, Oración); D-77, 84-5,88, 89, 93Maestro de novicios C-71, 65, 67, 69, 70, 73, 74María (ver hojas adicionales)Matrimonio C-63; D-35Mennais (ver La Mennais)Misa (ver Eucaristía)Miseria C-27; D-50Misión C-8, 48, 50, 56, 86, 97; D-6, 13, 58, 64, 66, 75, 94, 104 ss, 123,137, 150Misiones, misionero H (3, 5-7); R (1); C-49, 107, 111, 131, 148 ;D-4, 46, 51, 73, 123 ss, 139, 163, 169Modelo (ver ejemplo)Moniciones D-182Moral C-54, 147; D-25, 129, 181Movimientos D-114, 118, 141Muerte H (4); C-41, 106, 145, 148, 156; D-7, 13, 45, 95, 103, 187-189Mundo H (10); D-1, 8, 14, 16, 19, 29-32, 40, 43, 47, 54, 60, 71, 78, 79,85, 101-2, 104, 110, 120, 121Nombramiento C-90-1, 99, 105, 107, 112-113, 124, 148,149, 150, 153, 154;D-152, 155No cristianos D-136

Noviciado C-59-76, 112, 113, 149; D-147, 187


221

Obediencia (ver Voto de Obediencia) C-1, 4, 14, 28 ss; D-12, 53 ss, 97,109, 126Obispos C-4, 131, 175 ; D-105, 132, 162Obra C-6, 67, 94, 100, 104, 111, 112, 146, 149 ; D-2, 12, 51, 106,125, 131, 148, 151Oficio divino C-43; D-63, 85Oración D-86; C-34, 41-2, 43, 47-8, 52, 56, 67, 93; D-63, 67, 75 ss, 98,112, 125, 151, 187Padres H (4); C-41, 54, 64; D-55, 73, 75, 100, 114, 142, 145, 188, 189Padrino D-185Palabra de Dios (ver Escritura)Papa (ver Santa Sede) C-4; 131; D-105Parroquia, parroquial D-89, 111-112Pastoral D-58, 104-106, 139-142Patrón-patrona C-5; D-12, 29Paz C-38; D-61, 79, 121Pecado-Falta C-2, 141, 180; D-25, 90, 181Penitencia (ver Reconciliación) D-99, 125Perdón C-38; D-90Permiso C-21, 23, 33, 72-3, 89-90, 148, 173, 174 ; D-46, 173, 174, 179Persona-Personal-Personalidad C-6, 34, 51, 56, 67, 100, 146; D-6, 12, 17,24, 26, 31, 37, 57, 59, 60, 106, 113, 114, 117, 121, 135, 138Persona moral C-164-165; D-170, 175Pobres H (1); C-1, 15, 17, 27, 48, 64; D-48, 50-2, 71, 99, 104, 109, 172Pobreza (ver Voto de pobreza) C-1, 6, 1 ss, 104; D-12, 42 ss, 62, 97, 109, 172Política H (5, 6); D-135Postulando C-127Postulador C-148, 156Postulantado C-61Preferir a los pobres C-1; D-71Privilegiado C-2, 31, 48; D-27, 70, 92, 106Procurador C-124, 147, 164-166 ; D-168Profano H (3); D-120Profesión (ver Consagración religiosa, Voto) C-1, 7-10, 18, 78-80, 99,113,125,136,178 ; D-22-3, 149, 187


222

Provincia C-22-3, 82, 96 ss, 108, 129, 132, 153, 164 ; D-46, 125, 140, 150,152 ss, 164, 171, 175, 176, 187Provincial (ver Superior Provincial)Provincial-Adjunto (ver Superior Provincial Adjunto)Prudencia C-13,171; D-37, 39, 51, 59, 72, 122Readmisión C-148; D-184Reconciliación C-35, 46Regla de Vida (ver Constituciones, Directorio) 1-1 (10); R (entero); C-8,10, 29, 30, 84, 93, 182 ; D-25, 56, 68, 83, 97, 153, 181, 190Reglamento C-93, 112 ; D-99Reino C-11, 35; D-2, 6, 19, 30-1, 35, 49, 75, 110, 138Renuncia (ver Pobreza) H (6); C-1, 13, 17, 37; D-7, 10, 29, 52, 96-7,100, 128, 172Responsable-Responsabilidad C-23, 36, 56, 64, 70, 87, 90, 94, 1143, 151,171 ; D-46, 57, 63, 80, 106, 109, 123, 148, 175, 177Resurrección C-11; D-10, 13-5, 26, 31, 49, 52, 61, 95, 102-3, 110Retiro (Ejercicios de piedad, Renovación) H (2); C-47, 66, 76, 101;D-63, 92, 149, 188Retiro mensualC-47, 101; D-63Sacerdocio (ver Sacerdote)Sacerdocio de los fieles (ver Sacrificio) D-16Sacramentos (ver Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Reconciliación,Matrimonio)Sacrificio-Ofrenda-don a Dios R (7); C-7, 28, 51; D-5, 8, 13, 16, 22, 24,34, 55, 83-4, 102Santidad-Santo C-48, 190; D-12, 16, 18, 21, 27, 29, 84, 104Santa Sede (ver Papa) H (9); R (3); C-1, 70, 124, 127, 133, 135, 141, 148,149, 151, 154, 174, 176-180; D-105, 161, 162, 179, 183, 190Secretario General C-77, 124, 140, 150-151; D-168Sencillez C-26, 37; D-39, 59, 73, 99, 110, 146Servicio H (10); C-1, 32, 36, 42, 58, 81, 179; D-5, 7, 8, 12, 23, 28,44, 49, 62, 67, 94, 100, 104, 106, 109, 132, 134, 135, 172, 190Sexualidad D-26, 37, 38Silencio D-80, 92, 98


223

Social, Sociedad, Nación, Pueblo C-1, 26, 54, 56, 78, 81, 131; D-1, 2,4, 32, 43, 71-2, 106, 120-122,129, 131, 132, 137, 146, 170Social, medios de comunicación (ver Comunicación)Sociales, actitudes y compromisos

Conocer el mundo C-56, 78; D-71-2, 101, 122, 129Amar a los hombres C-3; D-9, 29, 32, 39, 71, 112, 113, 117, 127, 130, 137, 138 Preferir a los pobres C-1; D-71Entregarse por los hombres D-39, 43, 62, 96, 100, 109Testimoniar el Reino de Dios D-29, 30-1, 49, 64, 78, 110, 138 Servir al pueblo de Dios C-1; D-5, 7, 9, 28, 46, 67, 132, 134, 136 Adaptarse a la sociedad C-167-8; D-32, 100, 126, 130, 137 Colaborar C-4, 56; D-58, 67, 104, 111, 114, 116, 118, 123, 125, 138, 145Servir a los pobres C-17, 27, 153; D-44, 48, 51-2, 99, 104, 109, 172 Transformar el mundo D-121, 134, 135, 137

Subsidiariedad C-87Superiores en general (ver Autoridad) C-4, 29-33, 36, 46, 49, 63, 81,82-7, 93, 169, 173, 174 ; D-22, 40, 43, 49, 55, 58-60, 65, 68, 109, 140, 143,144, 150, 171, 174, 181

Superiores mayores C-84, 100Superior General C-9, 10, 17, 20, 29, 65, 72, 73, 79, 84, 96, 100,124, 125, 142-145, 152-161, 163, 176, 178;D-158-161, 164, 174, 182, 185-187Asistentes Generales C-84, 130, 132, 136-142, 145; D-161-163, 168, 187Primer Asistente C-134, 135, 143, 144, 158Superior Provincial C-20-1, 61-2, 76-7, 89-90, 93, 95, 97-104,107-110, 112, 130, 132, 147, 167, 168 ; D-46, 146, 149, 152 ss, 168, 187Provincial Adjunto C-105-7, 110, 148Visitador C 121-123Superior de comunidad C-23, 31, 36, 46, 89-95, 113, 149; D-155Superior-adjunto C-112

Tabaco D-98Tarea (ver Trabajo)Televisión D-101Tentación C-14; D-98


224

Teología C-78; D-144Testamento C-19, 20Testigo, testimonio C-35, 93; D-23, 29, 31, 36, 40, 49, 64, 67, 78, 1110, 114-115, 116, 172 Trabajo H (5); C-1, 22, 25, 42, 48, 70, 78, 88, 93-5, 101, 110 D-1, 2, 4,8, 38, 46, 52, 57-8, 59, 62, 64, 67, 72, 77, 79, 88, 89, 94, 99, 100,104-8, 110, 124, 134-136, 148, 171-172Tutor D-185Unión, unidad H (8); C-34-5, 67, 82, 137, 154; D-6, 9, 26, 30, 35, 54,61, 63, 65, 68, 75-7, 84, 86, 94, 108, 111, 151, 153, 165Vacación C-142, 144Vacaciones D-70, 73Valores C-2, 24, 67; D-19, 25, 69, 72, 110, 138Vejez (ver Retiro, HH en...)Vestido C-26, 40; D-99Vida común (ver Comunidad de Vida)Viajes C-26, 112 ; D-99Visita canónica C-84, 102, 132Vocación llamada R (8); C-1, 42, 49, 51, 59, 61, 67, 70; D-4, 8, 19,36-7, 68, 77-9, 94, 104-5, 117, 119-120, 126-127, 136-137, 139Vocaciones C-50 ss, 103, 111; D-12, 74, 115, 117, 125, 133,139-142, 146,163Voluntad de Dios C-28, 30-1; D-6, 17, 53-5, 60-2, 109, 123Voto, Profeso H (2); R (5); C-1, 7, 9, 19, 63, 75-7, 79, 80, 100, 112-113, 149,176, 177, 178, 180; D-25-6, 109, 169, 180, 182, 183Voto de castidad C-1, 10, 11-4; D-36, 40, 109Voto de pobreza C-1 10, 15 ss; D-109Voto de obediencia H (2); C-1, 4, 10, 28 ss; D-54, 109Voz consultiva C-91, 137, 145Voz deliberativa C-62, 112, 137, 145, 148, 149, 152, 154, 158, 174, 176, 177 ;D-182, 184


225

Diosexiste D: 29absoluto D: 110Tres Personas D: 123

modelo de relaciones C: 34amor D: 9, 59, 122proyecto D: 54-5designio D-55voluntad (ver Voluntad de Dios)manifestada en las mediaciones

C: 30 D: 54, 55Ley C-180voz D-96Palabra (ver Escritura)mano D-24

llamada (ver Vocación)hace señales C: 51, D: 78da D: 11, 37, 43, 49da los carismas D: 126Su Alianza (ver Alianza)consagra, recibe el don (ver sacrificio), C: 1, D, 13, 24, 28perdona D: 90tiene un campo D: 97tiene un reino (ver Reino)tiene un pueblo C: 1, D: 78, 104,139.tiene un Hijo igual, D 33, 42

que le obedece D42, 53-5que El envía C: 48, D: 42que llena del Espíritu C: 48que exalta D: 61

tiene hijos D: 59, 123sus imágenes D: 59, 113

hermanos de Jesús, C: 35,D: 119 se sirve de instrumentos C: 51

de cooperadores D: 104 será todo en todos D, 16, 138

Actitudes frente a Dios

conocimiento C, 68confianza (ver Esperanza) impulso D 92amor (ver Caridad)intimidad D, 62, 96 reencuentro D: 85, 112 búsqueda C: 31, 42, D: 6, 82,91, 2unión C-70servicio (ver servicio) C-58,D: 5, 23,94, 110, 139. disponibilidad C, 15 conversión (ver conversión) alabanza D-76. 83, 85, 94 acción de gracias D-83 intercesión C-41-2 D-83-5 ofrenda (ver Sacrificio) C-7,28 ;D: 83,102obediencia (ver Voluntad de Dios)testimonio (ver Testimonio)

Espíritu Santo

enviado a los hombres D-122 dado por Cristo D-14, 76 consagra a Cristo C-48 autor de dones D-17, 68

de frutos D-21de virtudes teologales, D-104


226

encuentra la docilidad de María D-12alienta D-68anima a los Fundadores H(2) llama a la misión D-77, 126

a la vida consagrada C-1 a la oración y a la acción D-94

interioriza la Regla-ley D-26da impulso para la observancia, R(7)hace progresar en la vida divina, D-86anima D-94guía D-91habla y obra en la Comunidad C-31objeto de oración por la fe D-8 misión participada D-123

Jesucristo

Jesús histórico:

vida oculta D-11, 58, 60 posee el Espíritu Santo C-48 humildad D-11, 42, 61 castidad C-6pobreza C-6, D-42obediencia C-6, D-53, 55, 61 oración C-34, D, 75reúne a los apóstoles D-46paz D-61bienaventuranzas C-15 propone su género de vida D-1, 18,35misión C-48, D-13, 123 instaura elReino D-6, 31 Luz D-31

sufre el rechazo D-31 anonadamiento C-15sacrificio D-53, 55, 84Pasión D-10, 13, 28, 33-34, 53,54,61, 95, 102 consagración C-48, D-13, 17 inaugura la Alianza D-35

Jesús en la Iglesia

vive D-13, 15, 29, 61, 110Señor D-8, 95unido a María D-12oración D-76fuente del Espíritu Santo D-14Esposo, Jefe C-11, D-84fe de los apóstoles D-8suscita la fe D-15ama C-37 D: 109tiene hermanos C-35 D-119seduce C-6 D-23invita R(8) D-4, 37sostiene D-34libera H(3)de la paz D-61hace entrar en la alianza D-33,35une a los hombres C-35, D-31,63, 77salva D-104, 123, 125yugo suave R(8)da sentido al dolor y a la muerte D-102, 3reencuentro de esposos D-35Regla, centro de vida H(10,R(8), D-68


227

comunica su consagración, D-17retorno de Jesús D-16-15

Actitudes frente a Jesús

conocer D-87contemplar sus misterios D-86 unirse C-2, D-7, 84, 86, 94, 95, 102.imitar C-6, 38, D-1, 9, 11, 20, 36, 45obedecer C-38buscar D-86seguir C-11, D-20, 23, 37, 42, 45, 97,190adoptar el modo de Jesús D-8apoyarse D-34participar en los misterios C-6,28, D-10, 34, 54-55, 61, 93 95, 104comprender la cruz D-10 participar en la misión C-48,D-94, 104acoger la llamada D-4 cooperar D-28manifestar el anonadamiento C-15testimoniar la resurrección D-29hacer conocer C-2, D-3, 87, 125, 135nacer y crecer D-58 testimoniar a Jesús D-78, 109 servir a Jesús en sus miembros D-100, 190recibir a Jesús en los huéspedes D-73visitar a Jesús en el S. Sacramento D-84honrar el domingo D-63, 89

Maria

Misión históricaMadre de Jesús D-119unida a los misterios de Jesús D-12,93dedicada a Jesús y a su obra D-12oración y alabanza con los apóstolesD-76

Misión actualamor por sus hijos D-119cooperación en el crecimiento D-119unida al misterio de la Iglesia D-12patrona de la Congregación C-5, D-29modelo del espíritu de las bienaven-turanzas D-29modelo y guardiana de castidad C-14modelo de obediencia fecunda D-58modelo de vida consagrada D-12modelo de unión a Cristo y de ora-ción (ver Papel histórico)

Actitudes de los Hermanosamor D-93veneración -C-44 D-12, 93honor C-5confianza C-14devoción personal C-14, D-93devoción a promover D-119oración en las tentaciones C-14oración por la vida religiosa apostó-lica D-93oración por la evangelización D-119imitación (ver María modelo).


228

ÍNDICE

DE MATERIAS


229

Presentación ....................................................................................11Nuestra historia ................................................................................15Nuestra Regla ...................................................................................19Sumario .......................................................................................23

CONSTITUCIONES

1.Naturaleza y espíritu de la Congregación ......................................252.Consagración religiosa...................................................................273.Castidad consagrada......................................................................294.Pobreza evangélica ........................................................................315.Obediencia religiosa ......................................................................356.Comunidad fraterna ......................................................................387.Vida de oración..............................................................................418.Misión apostólica ..........................................................................439.Compromiso con la Congregación.................................................45

Descubrimiento y sostén de las vocaciones..............................45Formación .................................................................................47Formación Inicial ......................................................................48Postulantado.............................................................................49Noviciado .................................................................................51Escolasticado y Votos temporales ............................................54Votos perpetuos........................................................................56

9.Formación Permanente.................................................................5610.Autoridad en el Instituto .............................................................5711.Comunidad local..........................................................................59

El Superior local .......................................................................6012.Gobierno de las Provincias y Distritos .........................................63

La Provincia ...............................................................................63El Hermano Provincial...............................................................64El Hermano Provincial Adjunto .................................................66El Hermano Administrador Provincial .......................................67El Consejo Provincial .................................................................68


230

Capítulo Provincial ...................................................................70El Distrito ..................................................................................71El Hermano Visitador ................................................................71Consejo de Distrito....................................................................72Capítulo de Distrito ..................................................................73

13. Gobierno General .......................................................................74El Superior General ...................................................................74Los Hermanos Asistentes Generales ........................................78El Hermano Primer Asistente....................................................80Consejo General........................................................................80El Hermano Secretario General.................................................84El Hermano Administrador General .........................................84El Hermano Procurador ante la Santa Sede .............................85El Hermano Postulador ............................................................86Capítulo General .......................................................................86Conferencia General .................................................................88

14.Bienes temporales ......................................................................9015.Salida del Instituto ......................................................................9516.Obligación....................................................................................97

DIRECTORIO

1.Naturaleza y espíritu del Instituto .................................................1012.Consagración religiosa...................................................................108

Consagración de Jesús ..............................................................108Participación de los cristianos...................................................108Vida religiosa, consagración particular en la Iglesia..................110Sentido de la vida consagrada del Hermano.............................111Irradiación de la vida evangélica del Hermano .........................113Fidelidad en la vida evangélica .................................................115A la escucha de los Fundadores... .............................................117

3.Castidad consagrada......................................................................118A la escucha de los Fundadores... .............................................122

4.Pobreza evangélica ........................................................................123Pobreza personal ......................................................................123


231

En Comunidad ..........................................................................125Lucha contra la miseria .............................................................127A la escucha de los Fundadores... .............................................128

5.Obediencia religiosa ......................................................................129A la escucha de los Fundadores... .............................................133

6.Comunidad fraterna ......................................................................134Principios generales ..................................................................134Práctica de la vida fraterna .......................................................135Apertura....................................................................................138A la escucha de los Fundadores... .............................................140

7.Vida de oración..............................................................................141Oración auténtica......................................................................141Condiciones de una oración auténtica......................................143Sacramentos y ejercicios de piedad .........................................144A la escucha de los Fundadores... .............................................149

18.Ascesis religiosa...........................................................................151A la escucha de los Fundadores... ............................................155

9.Misión apostólica ..........................................................................157Misión de Iglesia .......................................................................157Unidad de vida ..........................................................................159Un apostolado específico: la educación ...................................162A la escucha de los Fundadores... ............................................166

10.Misiones y actividades apostólicas en el extranjero ...................168A la escucha de los Fundadores... .............................................176

11.Vocaciones y formación...............................................................177Descubrimiento y sostén de las vocaciones .............................177Formación inicial y continua .....................................................178A la escucha de los Fundadores... .............................................182

12.Gobierno de las Provincias y Distritos. ........................................184El Hermano Provincial y el Hermano Visitador .........................184Consejos de Provincia o Distrito. ..............................................186Capítulos Provinciales o de Distrito ..........................................187

13.Gobierno general.........................................................................188El Superior General ...................................................................188Los Hermanos Asistentes ..........................................................188


232

Consejo General .......................................................................190Conferencia General ................................................................190Capítulo General .......................................................................190A la escucha de los Fundadores... .............................................192

14. Bienes temporales .....................................................................193Administración de bienes .........................................................195A la escucha de los Fundadores... .............................................198

15.Normas particulares ....................................................................199Salidas del Instituto...................................................................199Funciones de tutor y de padrino...............................................201Correspondencia administrativa ...............................................201Sufragios por los difuntos .........................................................202

16. Una Regla para nuestra Vida ......................................................204A la escucha de los Fundadores... .............................................205

ANEXOS

Renovación de votos .................................................................209La Viceprovincia .........................................................................210Animés de l’amour ....................................................................212Indice de referencias bíblicas .....................................................213Índice analítico de la «Regla de Vida»........................................215Índice de materias......................................................................228


233


234


Documents

REGLA DE VIDA - LaMennais.org...Auray, el 15 de septiembre de 1820. La naciente Congregación de los Hermanos de la Instrucción Cristiana crece rápida - mente. Gracias a la adquisición