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Trastorno Disocial 1 .
TRASTORNO DISOCIAL EN NIÑOS DE 11 AÑOS PERTENECIENTES A UN COLEGIO DISTRITAL DE LA LOCALIDAD DE USAQUÉN EN BOGOTA.
ANDREA DEL PILAR ANZOLA CUESTAS
UNIVERSIDAD SAN BUENAVENTURA FACULTAD DE PSICOLOGIA
BOGOTA, D.C. 2008
Trastorno Disocial 2 .
TRASTORNO DISOCIAL EN NIÑOS DE 11 AÑOS PERTENECIENTES A UN COLEGIO DISTRITAL DE LA LOCALIDAD DE USAQUÉN EN BOGOTA.
ANDREA DEL PILAR ANZOLA CUESTAS
JUAN CARLOS MAHECHA HECTOR RICARDO JIMENEZ
UNIVERSIDAD SAN BUENAVENTURA FACULTAD DE PSICOLOGIA
BOGOTA, D.C. 2008
Trastorno Disocial 3 .
Trastorno Disocial 4 .
TRASTORNO DISOCIAL EN NIÑOS DE 11 AÑOS DE EDAD PERTENECIENTES A UN COLEGIO DISTRITAL DE LA LOCALIDAD DE
USAQUÉN EN BOGOTA.
Andrea del Pilar Anzola Cuestas
Resumen
La presente Investigación buscó identificar la presencia del trastorno disocial, en un grupo de 25 niños escolarizados de 11 años de edad, pertenecientes a un colegio Distrital, en la localidad de Usaquén de la ciudad de Bogotá. Para el estudio se utilizó el método descriptivo con un enfoque cuantitativo. Se aplicó el auto reporte de la lista de chequeo de Achenbach que evaluó la existencia del trastorno disocial. De a cuerdo a los resultados, se encontró que el 16.7% de la muestra registra un puntaje T > 70 (ítems de delincuencia) que implica la presencia del trastorno en algunos niños; en las niñas no se identificó el trastorno. Palabras clave: Trastorno disocial, autoreporte, de la lista de chequeo de Achenbach.
Abstract
This research aimed identifying the presence of disocial disorder, a group of 25 schoolchildren 11 years old, belonging to a district school in the town of Usaquén the city of Bogota. For the study, it used the method descriptive with a quantitative approach. It applied the self-reporting the checklist of Achenbach that assessed the existence of disorder disocial. In a sane at the results, found that 16.7% of the sample recorded a score T > 70 (items of crime) that involves the presence of the disorder in some children, girls were not identified disorder.
Keywords: Disorder disocial, autoreporte the checklist of Achenbach
Trastorno Disocial 5 .
TABLA DE CONTENIDOS
Portada, 1
Resumen, 2
Marco Teórico, 4
Trastorno disocial, 6
Socialización, 12
Enfoque ecológico de Bronfrenbrenner, 15
Problema, 19
Justificación, 19
Objetivo General, 21
Objetivos Específicos, 21
Definición de variables, 21
Método, 22
Tipo de Investigación, 22
Participantes, 22
Instrumento, 22
Procedimiento, 23
Resultados, 24
Discusión, 30
Referencias, 34
Anexos, 37
Trastorno Disocial 6 .
El ser humano es una unidad que se compone de diversos factores y características
que lo lleva a ser diferente en su totalidad unos de otros, los factores psicológicos,
biológicos y sociales hacen que un individuo se forme y actué de forma especifica y
diferente a los demás, el niño en sus primeras etapas de socialización empieza a
mostrar rasgos particulares que lo hacen diferente: el gozo, el placer, la ansiedad, la
ira y la agresión son características inherentes a la naturaleza humana; siendo la
agresión necesaria en muchos aspectos fundamentales para la supervivencia de la
especie. Sin embargo, en los últimos años somos testigos con creciente alarma del
incremento de las conductas agresivas y antisociales en los adolescentes y en los
jóvenes de las sociedades occidentales, y la tendencia al descenso en la edad de los
jóvenes que cometen actos delictivos. (Caballo 2002).
La exploración de conductas específicas comienza con la ira y la agresión
entendidas a si: Se define la ira como una emoción caracterizada por fuertes
sentimientos de desagrado, provocados por males reales o imaginarios. La
agresividad como un acto dirigido a lastimar o dañar una victima forzada; por lo
general el dolor y la frustración conducen a la ira y generan agresión, algunos
psicólogos creen que la aburrición que es frustrante es una causa fundamental para la
delincuencia esta puede surgir por demasiado tiempo libre, poco que hacer, pautas de
crianza y una alta necesidad de estimulación. (Zillmann 1979 citado por Davidoff
1989)
Una de las explicaciones que ha tenido más apoyo investigativo y teórico es la
interacción entre padres e hijos, la cual junto con el temperamento individual de los
niños, influyen en el origen de la conducta agresiva, la evidencia sugiere que las
Trastorno Disocial 7 .
madres que emiten conductas más negativas hacia los hijos que son difíciles,
desafiantes y agresivos, que no ejercen control de la conducta desviada y que refuerza
a través de respuestas sumisas, permite que los niños respondan de manera
demandante y agresiva. También se ha encontrado que las prácticas de disciplina
errática, más relajada poco estricta e inconsistente en un padre o en ambos, se
relaciona con delincuencia, por ejemplo: el castigo severo del padre y la disciplina
relajada de la madre están implicadas en delincuencia. Señala que cuando los padres
son consistentes en la disciplina aun si son punitivos, los niños tienen menor
posibilidad de estar en riesgo para delincuencia. En contra posición la ausencia de
reglas y la inconsistencia en el manejo de los hijos constituye un factor de riesgo en
donde el niño se puede ir de casa y regresar cuando quiera, vagar por las calles y
realizar actividades independientes y no supervisadas, de esta forma el que los padres
no estén pendientes de sus hijos pueden llegar a generar conductas agresivas en ellos.
A su vez la supervisión del niño por parte de sus cuidadores es un factor importante
para prevenir conductas agresivas ( Kazdin 1987).
Por esta razón se han creado diferentes categorías que apunten a una
clasificación de las diversas conductas agresivas y perturbadoras en niños y adultos
una de estas que es la que nos atañe en esta investigación que es el trastorno disocial,
estudiado en diversos contextos y definido así Según el Manual diagnostico ( DSM
IV) el (TDC)Trastorno disocial de la conducta; consiste en un patrón repetitivo y
persistente de la conducta que conduce a la violación deliberada de los derechos de
los demás o de las normas sociales y las leyes establecidas para la edad. La anterior
definición establece que los síntomas del TDC deben ser persistentes, es decir deben
Trastorno Disocial 8 .
permanecer en el tiempo, y deben ser repetitivos, ósea, tienen que ocurrir muchas
veces o casi siempre a lo largo de un período extenso. En otras palabras, la conducta
anómala debe tener una mayor frecuencia que la observada en los otros niños o
adolescentes de la misma edad. El DSM IV ha establecido que el tiempo para
considerar los síntomas como persistentes es de mínimo un año. (APA 2003).
El trastorno disocial tiene un carácter agresivo, antisocial y retador y se da de
forma reiterada en el hogar, el colegio, con los compañeros y en la comunidad. Da
lugar a una conducta social desadaptada, con agresividad, osadía, manipulación de las
relaciones interpersonales, desacato a los valores establecidos, reacciones negativas a
los convencionalismos y actos impulsivos e impremeditados, suscitando una elevada
conflictividad social. Boucharlat (1983)
Incluye una amplia gama de conductas que van desde la desobediencia, las
mentiras, el absentismo escolar, las fugas de casa, las amenazas y agresiones físicas.
hasta el vandalismo, la violencia sexual y el homicidio, pasando por la provocación
de fuegos, la crueldad con los animales, el abuso de drogas, asaltos, robos. Pese a la
actitud provocadora y el carácter arrogante y egocentrista que suelen adoptar estos
niños o adolescentes, con una imagen de dureza, frialdad, desconfianza y
distanciamiento, es frecuente encontrar síntomas depresivos y de ansiedad, con una
imagen personal deficiente, baja autoestima, inseguridad, humor deprimido, tristeza y
sentimientos de soledad. La incapacidad para querer y sentirse querido distancia a
estos niños y adolescentes del mundo emocional que nos es común y nos hace sentir
parte de la comunidad. La ideación suicida, las tentativas de suicidio y los suicidios
consumados se dan con una frecuencia superior a la esperable. Silva (2003)
Trastorno Disocial 9 .
Aproximadamente una tercera parte de los casos sufre en algún momento una
depresión mayor y un elevado número de estos adolescentes consumen alcohol u
otras drogas. En estos trastornos, la interacción de factores individuales, familiares y
sociales en el desarrollo del comportamiento y sus alteraciones confirma una vez más
el origen biopsicosocial de los trastornos de conducta. Adame (1974)
En los chicos que presentan este tipo de trastorno suele evidenciarse una falta
de empatía, que en muchos casos se relaciona a una falta de conciencia con respecto a
las dimensiones de las consecuencias que sus actos tienen en los demás; en algunos
casos los niños muestran las intenciones que proyectan en los demás a partir de sus
acciones, o sea muchas veces el niño atribuye intenciones negativas a los actos de los
otros niños o personas que no necesariamente tienen esa intención, esto se debe
principalmente a procesos de enseñanza aprendizaje provenientes del plano familiar.
Congreso Panamericano (1963).
En este caso existiría un aprendizaje de un determinado sistema de valores y
creencias que induciría al niño a actuar con estereotipos negativos hacia los demás, lo
cual podría encontrar su explicación en sistemas autoritarios de crianza o bien en
pautas distorsionadas o abusivas. Es necesario aquí también diferenciar este tipo de
distorsión cognitiva aprendida, de las distorsiones típicas de trastornos del
pensamiento y la conciencia. Este complejo sistema de creencias característico tiene
su base en las experiencias tempranas del niño y actúa como paradigma justificativo
de la violencia o la conducta agresiva. Es decir, ante a un sistema hostil frente a mí,
actúo con hostilidad hacia otros Álvarez (1993)
Trastorno Disocial 10 .
Otro síntoma que cobra materialidad en el Trastorno es la falta de culpa. El niño no
siente remordimientos por sus actos los cuales cuentan para él con una justificación
legítima, "le pegué porque me molestó" el evento no cobra más dimensiones que esas.
En otras palabras, pareciera ser que además el niño que sufre un trastorno disocial
actúa basándose en la ley de la totalidad, sin importar la intensidad del acto que
molesta al niño la respuesta es total e inmediata. En muchos casos el niño aprende a
utilizar la culpa fingida para aminorar el castigo. Otras veces los niños acusan de sus
actos a sus propios compañeros generando quiebres a lealtades implícitas, utilizan la
negación para evitar que los delaten, o cualquier artimaña para no enfrentar el castigo.
Stoff (2002)
Los niños con Trastorno Disocial, por lo general tienen poca tolerancia a la
frustración, actúan de manera impulsiva y no suelen asumir internamente la
responsabilidad de sus actos. En muchos casos el trastorno cursa con un aumento en
la promiscuidad, sexualizando las conversaciones, instigando sexualmente a sus
compañeros, etc. Se debe, en este sentido, indagar bastante acerca de las condiciones
de vivienda del niño, dado que en casos de hacinamiento esta inquietud sexual es algo
normal, o en patrones sexualizados de crianza. Stoff ( 2002)
Según el Instituto Mexicano de la Juventud (2001) Para realizar una
evaluación adecuada del niño que se cree sufre el trastorno es necesario obtener
información de diversas fuentes el niño, la familia, el colegio, los servicios sociales,
en general su entorno y no es raro que los datos y las opiniones sobre la situación
difieran notablemente entre ellos. En el caso de niños o adolescentes acogidos en
Trastorno Disocial 11 .
instituciones, encontramos con frecuencia múltiples cambios en el lugar de residencia
y escolarización, los cuidadores y figuras de referencia que limitan notablemente las
posibilidades de información y también de apoyo en la intervención terapéutica.
La escasa, y a veces nula, colaboración del paciente y la familia es una
dificultad añadida para definir el cuadro clínico, la frecuencia y gravedad de los
problemas de conducta, el contexto en el que aparecen y los factores
desencadenantes, el momento de inicio y su coincidencia o no con acontecimientos
vitales estresantes, así como la evolución a lo largo del tiempo y las repercusiones en
el desarrollo cognitivo, emocional y social del niño. Es fundamental conocer también
las características de la estructura y la interacción familiar, la situación social,
económica y laboral de los padres así como la posible existencia de problemas de
salud en éstos.
El objetivo de esta evaluación es tanto la delimitación del cuadro clínico como la
determinación de los factores de riesgo individuales, familiares y sociales que actúan
como factores causales, mantenedores y o desencadenantes de las alteraciones
conductuales. Klevens y otros (2004)
Garrido G. (2.003) señala que los niños con apego desorganizado si lo
comparamos con las demás modalidades de apego presentan un repertorio mayor de
conductas agresivas, violentas y de abusos sexuales.
Trastorno Disocial 12 .
Las sociedades han experimentado en los últimos años un aumento de las
conductas agresivas y antisociales en los adolescentes y en los jóvenes, con una
mayor frecuencia en el medio urbano que en el rural. Aunque no todas las conductas
delictivas son consecuencia de un trastorno de conducta, este diagnóstico explica el
50% de las condenas por delincuencia juvenil y la proporción es todavía mayor entre
los jóvenes encarcelados y las consultas por problemas de conducta en niños y
adolescentes de ambos sexos se han multiplicado en los servicios de psiquiatría y
salud mental. Estos datos nos obligan a plantearnos qué características de nuestro
estilo de vida actual contribuyen a esta situación que constituye un motivo de alarma
creciente entre todos aquellos que se sienten involucrados en la atención y el cuidado
a la infancia. Sipos (2004)
El trastorno disocial consiste en un patrón persistente de comportamiento en el que se
violan los derechos básicos de los demás y las normas sociales apropiadas a la edad.
Tiene un carácter agresivo, antisocial, retador y se da de forma reiterada en el hogar,
el colegio, con los compañeros y en la comunidad. Da lugar a una conducta social
desadaptada, con agresividad, osadía, manipulación de las relaciones interpersonales,
desacato a los valores establecidos, reacciones negativas a los convencionalismos y
actos impulsivos e impremeditados, suscitando una elevada conflictividad social.
Sipos (2004)
El tipo de conducta que expresan generalmente estos trastornos son aquellas
denominadas conductas disruptivas, y reciben tal nombre debido a que su presencia
implica la interrupción o desajuste en el desarrollo evolutivo del niño
imposibilitándolo para crear y mantener relaciones sociales saludables, tanto con
Trastorno Disocial 13 .
adultos como con los niños de su edad. El mundo social del niño, se ve muy reducido
debido al rompimiento de los contactos sociales y por lo tanto deja de ser un ambiente
propicio para la personalidad del niño, o bien recibe de él señales negativas acerca de
su imagen que derrumban su autoestima distorsionando la imagen de sí mismo y
afirmando contenidos de identidad exógenos derivados de su entorno. Comeche y
otros (2005)
Otro tipo de conductas habitualmente presentes en los niños y jóvenes que
sufren este tipo de trastornos son las denominadas conductas de carácter negativo o
negativistas y que se relacionan a un tipo especial de comportamiento que desafía los
mandatos de los padres o bien de otras personas mayores a quienes tendría que
deberle respeto. (ej: profesores, tíos, abuelos, etc.) El niño se comporta de manera
desobediente y obstinada efectuando acciones que buscan molestar a las figuras de
autoridad. Este tipo de conductas generan muchas preocupaciones por parte de los
padres debido a que por un lado el comportamiento del niño produce un desgaste
significativo en la dinámica familiar, principalmente en la relación de pareja, y por
otro que los actos rebeldes del niño movilizan una serie de señales sociales negativas
por parte de las demás personas, con respecto a la creencia en que su conducta se
debe al fracaso en la crianza por parte de los padres. Este efecto psicosocial de la
conducta del niño se convierte en un estresor psicosocial para la familia a quien,
además del problema del niño, se le suma el aislamiento social. Comeche y otros
(2005)
Por último otro tipo de comportamientos que aparecen con frecuencia en los
trastornos conductuales son aquellos que encarnan una trasgresión a las normas
Trastorno Disocial 14 .
sociales y que ponen al niño en un abierto conflicto con los reglamentos normativos
institucionales por un lado, y con los códigos de comportamiento básicos de
convivencia, que fundan los vínculos sociales más íntimos, principalmente familiares.
Este tipo de comportamientos son los que generalmente desencadenan las peores
consecuencias, debido a que un niño en conflicto con las normas sociales puede llegar
a ser víctima de la acción institucional de los mecanismos de control social
desencadenándose un proceso de institucionalización que terminaría afianzando las
conductas perturbadoras del niño como formas cristalizadas en la personalidad.
Pineda y otros (2001)
El hombre es un ente social porque recibe influencias favorables y
desfavorables como resultado de la interacción con la sociedad (constituida por
semejantes a él) que lo rodea y con el medio ambiente físico, en el cual lleva a cabo
su vida. Por lo tanto, se establecen interrelaciones complejas de los seres humanos
con los seres humanos y con su entorno, dando como resultado que el hombre es un
elemento más de la comunidad social y de un ecosistema. Que permite enmarcar a la
salud como la correcta aptitud para dar respuestas armónicas que sean acordes y
ajustadas a los estímulos del ambiente (físico y la comunidad) y que garanticen una
vida activa, creadora y una subsistencia viable, lo que conlleve al hombre a
manifestarse en el óptimo de su capacidad Worchel y Cooper (2002).
La socialización, un sistema de reglas necesarias para el desarrollo de la identidad del
niño. Los psicólogos han ideado varias teorías para explicar cómo se socializan los
seres humanos. Según June Louin Tapp, Megan Gunnar y Daniel Keating citados por
Perlman D., y Cozby C. (1.985), estas teorías varían en:
Trastorno Disocial 15 .
1) Si la naturaleza humana se considera antisocial, prosocial o neutral.
2) si los individuos se consideran como seres que desempeñan activamente su papel
en su propia socialización.
3) la importancia asignada a los factores biológicos.
4) si la socialización se considera un fenómeno del desarrollo que implica cambios
predecibles relativos con la edad.
Sola, ninguna de las teorías descritas puede explicar la socialización humana. Como
animales sociales, cuya supervivencia depende de su habilidad para vivir juntos en
grupos sociales, los procesos que gobiernan nuestra socialización son complejos y
sobredeterminados. Así, necesitamos una combinación de acercamientos teóricos
para entender cómo trabaja la socialización y que relación tiene ésta en el desarrollo
de los trastornos disociales en el niño.
La socialización abarca los procesos mediante los cuales los individuos vienen
a internalizar las convenciones sociales, las guías normativas (reglas) y los códigos
morales de nuestra sociedad. Estos procesos interactivos son bidireccionales, en los
cuales el individuo puede tener un papel activo o pasivo. Mientras que las reglas
sociales y los conceptos de moralidad durante la niñez parezcan ser impuestos
externamente (heterónomo), con la madurez el individuo juega un papel activo en la
internalización de las normas sociales; diferenciando las convenciones sociales de las
reglas morales y abstrayendo y organizando un conjunto personal de principios
éticos. El resultado de este proceso son los códigos de conducta que guían las
relaciones y definen las funciones, así como las responsabilidades entre las personas y
los sistemas sociales Perlman (1986)
Trastorno Disocial 16 .
La socialización abarca el ciclo de vida. Comprende el desarrollo de las emociones y
de la cognición, así como también las creencias y conductas. Las diferentes teorías de
socialización hacen hincapié en diferentes dominios de la personalidad y del
desarrollo social. Son varias las teorías que han tenido impacto en el estudio de la
socialización (psicoanalítica, de aprendizaje social, del desarrollo cognoscitivo y la
etológica). La combinación de abordamientos es necesaria a fin de entender los
procesos que rigen la socialización. Grandmontagne (1992)
Justamente como la socialización no es un fenómeno peculiar para ningún
periodo de edad, tampoco es un fenómeno que ocurra en un solo contexto. A lo largo
de toda la vida las experiencias de socialización se encuentran en una gran variedad
de marcos. En verdad, tanto la reiteración de los temas sociales a través de los
contextos, así como antagonismos entre las creencias y las normas (reglas)
observadas como un movimiento a través de dichos contextos, juegan un papel en
promover sistemas de valores más maduros e integrados.
Hay dos problemas persistentes al describir los procesos de socialización: uno, la
índole de la naturaleza humana. Cualquier teoría de socialización deben tratar en
algún punto las cuestiones siguientes: ¿Cuál es la índole de la naturaleza humana?
¿Somos básicamente individuos que se valen por sí mismos y cuyos impulsos
necesitan ser restringidos y controlados para que funcione la sociedad? ¿Somos
básicamente seres sociales adaptados para vivir en grupos y desarrollar relaciones
sociales? ¿No somos de naturaleza social ni antisocial sino el producto de nuestras
experiencias, cual pueden dirigirnos en una u otra dirección?¿O deberíamos ver la
naturaleza humana como una entidad dinámica una entidad que cambia con la edad, a
Trastorno Disocial 17 .
medida que se desarrollan sus capacidades naturales y alteran su comprensión
individual del mundo social? Las teorías de socialización describen la naturaleza
humana de diferente forma. Rudolph (2000) Esto se planteará con más detalle más
adelante.
El otro problema es el de la interacción. La socialización no es una calle de un solo
sentido. La cuestión exactamente de quién se socializa y quién efectúa la
socialización depende de la perspectiva de cada persona. El recién nacido socializa a
los padres en su nuevo papel de padres, así como los padres intentan socializar al niño
según su cultura.
La socialización es un proceso interactivo con cada individuo, siendo al
mismo tiempo el agente y el objeto del proceso. Esto es cierto a través de toda la vida
y en los variados contextos donde ocurre la socialización.
En el presente abordaje teórico también serán tocados temas tales como: La
socialización en la familia, la legitimación de las reglas e identidad personal del niño
y el adolescente en la escuela y las estrategias de socialización. Ministerio de salud
(1992)
El presente estudio se desarrollara bajo el enfoque ecológico de
Bronfrenbrenner quien plantea la relación medio individuo y está basado en la
relación dinámica y circular que existe entre la persona y el medio; esta relación
circular y dinámica es transformadora. El individuo influye en el medio y a su vez el
medio, en sus distintos niveles y escenarios, impacta en la persona; transformándose
recíproca y dinámicamente; este modelo se sostiene en el análisis de los
determinantes y factores de riesgo que impactan en la relación dinámica de la persona
Trastorno Disocial 18 .
con su medio y viceversa; interfiriendo o favoreciendo la transformación recíproca es
decir ayuda a identificar las raíces de los fenómenos que impiden, retardan o
favorecen el cambio de los mismos concibe al mundo como un sistema de relaciones
dinámicas entre la persona y su medio lo que afecta a uno, impacta a todos,
transformándose recíprocamente. Baca (2005)
Bronfenbrenner (1987) propone una perspectiva ecológica del desarrollo de la
conducta humana. Esta perspectiva concibe al ambiente ecológico como un conjunto
de estructuras seriadas y estructuradas en diferentes niveles, en donde cada uno de
esos niveles contiene al otro.
Bronfenbrenner denomina a esos niveles el microsistema, el mesosistema, el
exosistema y el macrosistema. El microsistema constituye el nivel más inmediato en
el que se desarrolla el individuo (usualmente la familia); el mesosistema comprende
las interrelaciones de dos o más entornos en los que la persona en desarrollo participa
activamente; al exosistema lo integran contextos más amplios que no incluyen a la
persona como sujeto activo; finalmente, al macrosistema lo configuran la cultura y la
subcultura en la que se desenvuelve la persona y todos los individuos de su sociedad.
La capacidad de formación de un sistema depende de la existencia de las
interconexiones sociales entre ese sistema y otros. Todos los niveles del modelo
ecológico propuesto dependen unos de otros y, por lo tanto, se requiere de una
participación conjunta de los diferentes contextos y de una comunicacion entre ellos.
Este sistema está dividido en 4 sub-sistemas:
Microsistema: Relaciones de poder, cultura e identidad, valores, modelo económico
social, violencia estructurada.
Trastorno Disocial 19 .
Mesosistema: Nivel de vida, condiciones de vida, justicia trabajo, salud, acceso a la
educación y a salud.
Microsistema: Socialización, identidad, violencia estilos y entornos, consumo de
drogas.
Persona: carga genética, carga histórica, falta de afecto, comunicación pobre,
autoestima. Bronfenbrenner (1987)
Teniendo en cuenta los diversos niveles que maneja la teoría ecológica, como lo es el
individual, familiar, y sociocultural, se constituye en un soporte básico para explicar
las dinámicas y posibles relaciones existentes entre los trastornos disociales y el nivel
socioeconómico de los niños a evaluar.
Desde el punto de vista del modelo ecológico, la evolución del niño se entiende como
un proceso de diferenciación progresiva de las actividades que éste realiza, de su rol y
de las interacciones que mantiene con el ambiente. Se resalta la importancia de las
interacciones y transacciones que se establecen entre el niño y los elementos de su
entorno, empezando por los padres y los iguales. De acuerdo con estas ideas, al
analizar el desarrollo del niño, no podemos mirar sólo su comportamiento de forma
aislada, o como fruto exclusivo de su maduración, sino siempre en relación al
ambiente en el que el niño se desarrolla Fuertes y Palmero, (1998). Las relaciones
entre el niño y sus padres se entienden como un factor central para el desarrollo del
pequeño. Este traslado del punto de mira, desde una mera influencia de la maduración
sobre el niño, a la influencia del sistema familiar y del entorno en el desarrollo del
niño, es lo que ha promovido el paso a una definición de la Atención Temprana como
Trastorno Disocial 20 .
un conjunto de actuaciones centradas en la familia y en la comunidad, además de en
el niño, más que como algo centrado exclusivamente en el niño Fuertes.(1998)
Bronfenbrenner y Ceci (1994) citados por Frias-Armenta, M., López-Escobar A., y
otros (2.003), han modificado su teoría original y plantean una nueva concepción del
desarrollo humano en su teoría bio-ecológica. Dentro de esta teoría, el desarrollo es
concebido como un fenómeno de continuidad y cambio de las características bio-
psicológicas de los seres humanos, tanto de los grupos como de los individuos. El
elemento crítico de este modelo es la experiencia que incluye no sólo las propiedades
objetivas sino también las que son subjetivamente experimentadas por las personas
que viven en ese ambiente. Bronfenbrenner y Ceci (1994) argumentan que, en el
transcurso de la vida, el desarrollo toma lugar a través de procesos cada vez más
complejos en un activo organismo bio-psicológico. Por lo tanto el desarrollo es un
proceso que deriva de las características de las personas (incluyendo las genéticas) y
del ambiente, tanto el inmediato como el remoto y dentro de una continuidad de
cambios que ocurren en éste a través del tiempo. El modelo teórico es referido como
un modelo Proceso-Persona-Contexto-Tiempo (PPCT).
Según Garcia F. (2.001) el modelo ecológico de Bronfenbrener supone que, como
mínimo, hemos de tener en cuenta los apoyos sociales de que disponen los padres, sus
necesidades, e incluso sus estilos familiares. Nadie duda hoy que efectivamente estos
aspectos hay que tenerlos en cuenta en los programas de intervención ya que influyen
de forma clara en los patrones de interacción de los padres con sus hijos y por lo
tanto, en su desarrollo. Por tal razón la importancia de determinar si:
Trastorno Disocial 21 .
¿Existe presencia del trastorno disocial en 25 niños de 11 años pertenecientes al
Colegio Cristóbal Colón de la localidad de Usaquén en Bogotá?
Teniendo en cuenta que en la actualidad en las grandes Ciudades del mundo,
día tras día se vienen registrando con mayor frecuencia casos de menores infractores,
caracterizados por robos, ataques con armas, fugas del hogar consumo de drogas,
deserción escolar etc. Según la OPS, en el año 2.000 la violencia juvenil causó la
muerte de 199.000 jóvenes; esto es una tasa de 9.2 x 100.000. Por cada joven muerto,
entre 20 y 40 sufren lesiones. En el mundo las tasas más altas de homicidio juvenil
están en África y América Latina. Colombia no es la excepción, los reportes de
prensa y los medios de comunicación han destacado en sus titulares los casos que se
vienen registrando en algunas de las grandes ciudades y particularmente en Bogotá.
Esta problemática no solo afecta a los núcleos familiares sino esencialmente a los
núcleos de la sociedad. Los niños con trastorno disocial provocan por tanto, mayor
preocupación, no solo por la gran cantidad de personas que se ven afectadas sino por
las graves implicaciones que tiene para la sociedad misma y para sus generaciones
futuras.
Por otro lado se debe tener en cuenta que muchos de estos delitos no son
frecuentemente informados ni reportados por el temor de los padres frente a las
consecuencias para sus propios hijos; es decir los índices de prevalencia son mucho
más altos que los que reportan las estadísticas existentes en las instituciones
encargadas de dichos casos. Ahora bien, los costos para restaurar la propiedad y la
salud de las victimas afectadas por estos problemas nos llevan a pensar que se deben
asumir acciones para abordar esta problemática en áreas particulares como la
Trastorno Disocial 22 .
psicología, analizando y estudiando en ello no solo los factores de comportamiento en
el individuo sino también los factores del ambiente y el contexto social, destacando
las relaciones existentes. Frecuentemente son los niños de los sectores populares los
que más se ven afectados frente a esta problemática y son ellos los que menos
posibilidades tienen de acceder a programas de rehabilitación y de tratamiento de
estos problemas. Su contexto social y comunitario, en un país como el nuestro esta
asociado a la violencia, ligada a los conflictos armados, fenómenos de
desplazamiento y aquella violencia que ocurre en contextos específicos como la
escuela o las instituciones, que desestructuran el núcleo familiar y social al que
pertenecen.
A este tipo de violencia, clasificada por la OMS (organización mundial de la
salud) como violencia dentro de la comunidad, se agrega la violencia contra los
miembros de la familia, que contempla la violencia infantil, la violencia conyugal y la
violencia contra ancianos. En Colombia la tasa de prevalencia de maltrato infantil se
estima que es de 361 por cada 1.000 habitantes (UNICEF, 2.003 Ministerio de
Protección Social). Ahora bien el Estudio Nacional de Salud Mental y Consumo de
sustancias Psicoactivas en Colombia (1.997) muestra que entre el 1 y 2 % de los
niños son físicamente abusados y 1 de cada 3 niñas y 1 de cada 6 niños son
sexualmente abusados. En Colombia el maltrato físico y el abuso emocional son los
más frecuentemente reportados Klevens y otros (2004). Por tales motivos se
considera suma importancia :
Trastorno Disocial 23 .
Identificar la presencia del trastorno disocial en 25 niños de 11 años pertenecientes a
un Colegio Distrital de la localidad de Usaquén en Bogota.
1-Valorar la presencia del trastorno disocial en un grupo de 25 niños de 11 años de
edad de un colegio Distrital en la localidad de Usaquén en Bogota.
2- Identificar dentro de la muestra el porcentaje de niños que poseen el trastorno
disocial.
3-Identificar dentro de la muestra el porcentaje de niñas que poseen el trastorno
Definición de variables:
Trastorno disocial: Trastorno disocial de la conducta; consiste en un patrón
repetitivo y persistente de la conducta que conduce a la violación deliberada de los
derechos de los demás o de las normas sociales y las leyes establecidas para la edad.
La anterior definición establece que los síntomas del TDC deben ser persistentes, es
decir deben permanecer en el tiempo, y deben ser repetitivos, ósea, tienen que ocurrir
muchas veces o casi siempre a lo largo de un período extenso. En otras palabras, la
conducta anómala debe tener una mayor frecuencia que la observada en los otros
niños o adolescentes de la misma edad. El DSM IV ha establecido que el tiempo
mínimo para considerar los síntomas como persistentes es de mínimo un año. (APA
2003)
Trastorno Disocial 24 .
Método
Tipo de investigación:
De acuerdo con las características del estudio, corresponde a una investigación
de tipo descriptivo con un enfoque cualitativo ya que busca mostrar con precisión los
ángulos o dimensiones de un fenómeno, es decir mide o recolecta datos sobre
conceptos, aspectos, dimensiones o componentes del fenómeno a investigar.
(Hernández y otros .2006)
Participantes:
El grupo de participantes fue conformado por 25 niños, 18 niños y 7 niñas,
pertenecientes al Colegio Cristóbal Colon sede Soratama de los grados 3, 4 y 5.
Los participantes fueron seleccionados por medio de un muestreo intencional en
donde la característica principal fue que los niños tuvieran 11 años de edad y un pleno
desarrollo cognitivo.
Instrumento:
El instrumento utilizado fue la lista de chequeo de Achenbach (auto reporte)
cuyo objetivo es evaluar el ajuste infantil a partir de la conducta internalizada o
externalizada, en dos escalas: competencias y problemas.
Dimensiones: Competencia social, deportiva, y académica, conducta internalizada y
la conducta externalizada, inmersa en ella se encuentra el trastorno disocial.
Para su calificación se valora de cero a dos, de acuerdo con los criterios de
calificación.
Trastorno Disocial 25 .
Extensión: La escala de competencias contiene 26 ítems y la de problemas: 112
ítems. Se califica con puntaje “T”, los sujetos que se encuentren arriba de 70, se
puede afirmar que poseen la problemática correspondiente según las tablas de
interpretación del instrumento.
Procedimiento:
Fase I: Se contactó a la población del colegio, por medio de comunicación escrita
dirigida a la Institución.
Fase II: Se realizó un muestreo intencional, seleccionando niños y niñas de 11 años
de edad de los cursos 3, 4, 5 de las cede primaria
Fase III: Aplicación del instrumento.
Fase IV: Análisis de datos, se llevo acabo por medio de la creación de una matriz en
donde se organizaron los datos y posteriormente se obtuvieron los resultados.
Fase V: Discusión y recomendaciones.
Trastorno Disocial 26 .
Resultados
Tablas de Frecuencia Delincuencia
Tabla 1: Niños - Delincuencia Puntaje T Frecuencia
55 10 56 1 57 1 64 1 65 1 67 1 71 1 75 1 80 1
Total 18 Porcentaje con el trastorno Disocial: 3 / 18 16.7% Se observa que se presenta trastorno Disocial en Niños, con una incidencia de 1 de cada 6 niños, es decir el 16.7% de la población estudiada.
TABLA DE INDICADORES ESTADÍSTICOS Media Mediana Moda 60.28 55.00 55.00 La Mediana y la moda, son el valor mínimo del puntaje T, es decir 55, por tanto se puede inferir, que la inmensa mayoría del grupo estudiado, no presenta dicho trastorno.
Trastorno Disocial 27 .
0123456789
10
55 56 57 64 65 67 71 75 80
Tabla de Frecuencia Niños, Delincuencia55 56 57 64 65 67 71 75 80
Puntaje T
Puntaje T > 70, Trastorno Disocial 16.7% (3 de 18)
Figura 1. Tabla de Frecuencia en Niños, para Delincuencia. Se observa que se presenta trastorno Disocial en Niños, con una incidencia de 1 de cada 6 niños, es decir el 16.7% de la población estudiada.
Trastorno Disocial 28 .
60.28
55.00 55.00
52.00
53.00
54.00
55.00
56.00
57.00
58.00
59.00
60.00
61.00
Punt
aje
T
Media Mediana Moda
Delincuencia - Media, Mediana y Moda en Niños
Media Mediana Moda
Figura 2. Indicadores estadísticos en Niños, para Delincuencia. La Mediana y la moda, son el valor mínimo del puntaje T, es decir 55, por tanto se puede inferir, que la inmensa mayoría del grupo estudiado, no presenta dicho trastorno.
Trastorno Disocial 29 .
Tabla 2: Niñas - Delincuencia Puntaje T Frecuencia
55 6 65 1
Total 7 Porcentaje con el trastorno Disocial: 0 / 7 0.0% Las niñas que son minoría, con un 28% de la población, no presentaron trastorno Disocial. TABLA DE INDICADORES ESTADÍSTICOS Media Mediana Moda 56.43 55.00 55.00 La Mediana y la moda, son el valor mínimo del puntaje T, es decir 55, con la media (el promedio) muy y cercano, por tanto se puede inferir, que la totalidad de las niñas en el grupo estudiado, no presenta dicho trastorno.
0
1
2
3
4
5
6
55 65
Tabla de Frecuencia Niñas, Delincuencia5565
Puntaje T
Figura 3. Tabla de Frecuencia en Niñas, para Delincuencia. Las niñas que son minoría con un 28% de la población, no presentaron trastorno Disocial.
Trastorno Disocial 30 .
56.43
55.00 55.00
54.00
54.50
55.00
55.50
56.00
56.50
Punt
aje
T
Media Mediana Moda
Delincuencia - Media, Mediana y Moda en Niñas
Media Mediana Moda
Figura 4. Indicadores estadísticos en Niñas, para Delincuencia. La Mediana y la moda, son el valor mínimo del puntaje T, es decir 55, con la media (el promedio) muy y cercano, por tanto se puede inferir, que la totalidad de las niñas en el grupo estudiado, no presenta dicho trastorno. Tabla 3: Niños y Niñas - Delincuencia Puntaje T Frecuencia
55 16 56 1 57 1 64 1 65 2 67 1 71 1 75 1 80 1
Total 25 Porcentaje con el trastorno Disocial: 3 / 25 12.0% Se observa que únicamente se presenta trastorno Disocial en Niños, con una presencia de 3 de 25 niños, es decir el 12% de la población estudiada.
Trastorno Disocial 31 .
TABLA DE INDICADORES ESTADÍSTICOS Media Mediana Moda 59.20 55.00 55.00 La Mediana y la moda, son el valor mínimo del puntaje T, es decir 55, por tanto se puede inferir, que la inmensa mayoría del grupo estudiado, no presenta dicho trastorno.
0
2
4
6
8
10
12
14
16
55 56 57 64 65 67 71 75 80
Tabla de Frecuencia Niños y Niñas, Delincuencia55
56
57
64
65
67
71
75
80
Puntaje T
Puntaje T > 70, Trastorno Disocial 12% (3 de 25)
Figura 5. Tabla de Frecuencia en Niños y Niñas, para Delincuencia. Se observa que únicamente se presenta trastorno Disocial en Niños, con una presencia de 3 de 25 niños, es decir el 12% de la población estudiada.
Trastorno Disocial 32 .
59.20
55.00 55.00
52.00
53.00
54.00
55.00
56.00
57.00
58.00
59.00
60.00
Punt
aje
T
Media Mediana Moda
Niños y Niñas
Delincuencia - Media, Mediana y Moda en Niños y Niñas
Media Mediana Moda
Figura 6. Indicadores estadísticos en Niños y Niñas, para Delincuencia. La Mediana y la moda, son el valor mínimo del puntaje T, es decir 55, por tanto se puede inferir, que la inmensa mayoría del grupo estudiado, no presenta dicho trastorno.
Trastorno Disocial 33 .
DISCUSION
Una de las preocupaciones de este estudio es que los niños con presencia del
trastorno disocial crean un ambiente social complejo y difícil para la familia, para la
escuela y para la sociedad, dado que su comportamiento genera quejas sobre
desobediencia y conductas de agresión y antisociales que desestabilizan los ambientes
familiares, educativos y sociales. El hecho de que estos problemas sean habituales
hacen de ellos un tema de preocupación para los padres y para aquellas personas que
trabajan con niños. La persistencia aparente de estos comportamientos a lo largo del
tiempo en algunos individuos quizá desde la infancia hasta la vida adulta también
contribuye a la importancia que se les otorga.
El presente estudio, pretendió identificar la presencia del trastorno disocial en 25
niños de 11 años de un colegio de la localidad de Usaquén en Bogotá. Los resultados
muestran que solo 3 de los 25 niños registran presencia del trastorno, es decir el 12%
de los niños. Como se sabe los niños de esta muestra pertenecen a un Colegio
Distrital institución de carácter oficial que cuenta con más de 2000 estudiantes en tres
jornadas. La mayoría de estos niños provienen de familias que pertenecen a los
estratos 1 y 2 y en el caso de los niños de primaria, ubicados en la sede Soratama, la
mayoría de ellos provienen de los cerros orientales de Bogotá, que residen en el cerro
del mismo nombre (Soratama).
Si entrásemos a explicar la posible razón de la presencia del trastorno en estos
niños, tendríamos que remitirnos a algunas de las explicaciones soportadas en las
Trastorno Disocial 34 .
teorías explicativas del trastorno y en las características mismas de los niños y de su
ambiente familiar y social. Como lo señala el enfoque ecológico de Bronfrenbrenner,
la relación del individuo con el medio, se basa en una relación dinámica y circular
que existe entre la persona y el medio, y esa relación circular y dinámica es
transformadora. El individuo influye en el medio y a su vez el medio, en sus distintos
niveles y escenarios impacta en la persona.
La comunidad del barrio Soratama, donde se ubica la escuela, en su mayoría lleva
alrededor de 40 años asentados en esta zona y son oriundos en su colectividad del
altiplano cundiboyacense, estableciéndose dadas las oportunidades de trabajo en las
canteras y al bajo costo de la tierra en ese lugar (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2007). El
barrio se legalizó solo hasta enero de 1.999 y cuenta con un promedio de 1.166
habitantes. Miembros de su actual Junta de Acción Comunal, perciben que el
principal problema del barrio y de sus habitantes, es la falta de conciencia de los
padres frente a la necesidad de enviar a la escuela a sus hijos y de estimular a que
completen sus estudios. Según manifiesta el presidente entrante de la Junta, el señor
Tomás López, los niños en el barrio solo completan algunos años en la escuela y
luego desertan para acceder al mercado laboral a muy temprana edad. Hay además un
serio problema de embarazo en adolescentes, que es contemplado con cierta
indiferencia por los padres y familiares.
En el caso de los niños del estudio que presentaron el trastorno, que son
residentes del barrio, según sus maestras son vistos como un tanto aislados del resto
de sus compañeros, agresivos en sus reacciones, dominantes frente a los otros niños,
Trastorno Disocial 35 .
dispersos en su atención y con dificultades en el relacionamiento con sus maestros.
Estas conductas, asociadas a un ambiente social y familiar complejo, hacen pensar en
las condiciones que permiten el desarrollo del trastorno. Aunque el estudio no
profundizó en las interacciones que los niños sostienen con su ambiente es posible
afirmar que sus comportamientos tienen una clara relación con éste. Fuentes y
Palmero, 1998 han afirmado que al analizar el desarrollo del niño, no podemos mirar
sólo su comportamiento de manera aislada, o como fruto exclusivo de su maduración,
sino siempre en relación al ambiente en el que el niño se desarrolla. Además las
relaciones entre el niño y sus padres se entienden como un factor central para el
desarrollo del pequeño.
La mayor parte de los niños del estudio no presentan el trastorno (88%), lo que indica
que a pesar de que posiblemente tengan un ambiente adverso, pueden existir algunos
factores protectores, que le impiden hasta hoy, el desarrollo de conductas antisociales
o el desarrollo de conductas disociales. Entre estos factores podríamos señalar muy
seguramente su proceso de socialización que les ha permitido internalizar las
convenciones sociales dadas por sus padres.
Aunque el trastorno disocial de conducta puede ser el principal predictor del trastorno
antisocial de la personalidad en los adultos jóvenes, en el grupo del presente estudio,
que corresponde a niños de 11 años, es posible aun tomar medidas que frenen el
desarrollo del trastorno. La institución educativa, cuenta con un departamento de
psicología y psico-orientación, que puede realizar un acompañamiento al niño y a su
familia. En contraste con lo señalado por la teoría, y de acuerdo a lo señalado por las
maestras de estos niños, no aparecen aún en ellos violaciones serias de normas, que
Trastorno Disocial 36 .
hagan pensar en pronósticos reservados de sus comportamientos, sin embargo si es
necesario tomar precauciones en su ambiente tanto escolar, familiar y social para
evitar que aparezcan comportamientos violatorios de las normas sociales y más aun,
actos criminales deliberados.
Un aspecto que se deriva de este trabajo y que a la vez se convierte en una
recomendación para la institución educativa, con respecto a los niños identificados
con la presencia del trastorno es realizar un seguimiento a las conductas y síntomas
del trastorno, para evaluar que tan persistentes y repetitivas son en el tiempo, a lo
largo de un periodo extenso. Como se sabe el DSM IV ha establecido que el tiempo
mínimo para considerar los síntomas como persistentes es de mínimo un año. Se
requiere que tres síntomas hayan ocurrido muchas veces durante este año y que por lo
menos uno haya estado presente casi de manera continua durante los últimos seis
meses.
Trastorno Disocial 37 .
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Trastorno Disocial 40 .
ANEXOS
Trastorno Disocial 41 .
Trastorno Disocial 42 .
Trastorno Disocial 43 .
Trastorno Disocial 44 .
Trastorno Disocial 45 .
Trastorno Disocial 46 .
TITULO: TRASTORNO DISOCIAL EN NIÑOS DE 11 AÑOS
PERTENECIENTES A UN COLEGIO DISTRITAL DE LA LOCALIDAD DE
USAQUÉN EN BOGOTA1
AUTOR: ANZOLA, Andrea del Pilar**
PALABRAS CLAVES: Trastorno disocial, autoreporte de la lista de chequeo de
Achenbach.
DESCRIPCION La presente Investigación buscó identificar la presencia del trastorno disocial, en un
grupo de 25 niños escolarizados de 11 años de edad, pertenecientes a un colegio
Distrital, en la localidad de Usaquén de la ciudad de Bogotá. Para el estudio se utilizó
el método descriptivo con un enfoque cuantitativo. Se aplicó el auto reporte de la lista
de chequeo de Achenbach que evaluó la existencia del trastorno disocial. De a cuerdo
a los resultados, se encontró que el 16.7% de la muestra registra un puntaje T > 70
(ítems de delincuencia) que implica la presencia del trastorno en algunos niños; en las
niñas no se identificó el trastorno.
FUENTES: Se consultaron un total de 29 fuentes bibliográficas distribuidas así: sobre violencia y
conducta antisocial en niños y jóvenes X libros, sobre trastorno disocial y trastornos
1 PROYECTO DE GRADO. ** Estudiante de último semestre de la Facultad de psicología, con la asesoría de los profesores Juan Carlos Mahecha y Héctor Ricardo Jiménez.
de conducta X libros, sobre el modelo ecológico del desarrollo, X libros, sobre el
tema de psicología y socialización X libros, sobre metodología de investigación X
libros, X tesis sobre medición de trastorno disocial de la Universidad Konrad Lorenz.
CONTENIDO
El marco teórico de la presente investigación revisa fundamentalmente tres
temas básicos, el primero de ellos tiene que ver con el Trastorno disocial en niños. En
él se destacan aspectos relacionados con su conceptualización, sus características
básicas y su desarrollo. Frente a su conceptualización se señala que el Trastorno
consiste en un patrón repetitivo y persistente de la conducta que conduce a la
violación deliberada de los derechos de los demás o de las normas sociales y las leyes
establecidas para la edad. La anterior definición establece que los síntomas del TDC
deben ser persistentes, es decir deben permanecer en el tiempo, y deben ser
repetitivos, ósea, tienen que ocurrir muchas veces o casi siempre a lo largo de un
período extenso. En otras palabras, la conducta anómala debe tener una mayor
frecuencia que la observada en los otros niños o adolescentes de la misma edad. El
DSM IV ha establecido que el tiempo para considerar los síntomas como persistentes
es de mínimo un año. (APA 2003). El trastorno disocial tiene un carácter agresivo,
antisocial y retador y se da de forma reiterada en el hogar, el colegio, con los
compañeros y en la comunidad. Da lugar a una conducta social desadaptada, con
agresividad, osadía, manipulación de las relaciones interpersonales, desacato a los
valores establecidos, reacciones negativas a los convencionalismos y actos
impulsivos e impremeditados, suscitando una elevada conflictividad social.
Boucharlat (1983). Incluye una amplia gama de conductas que van desde la
desobediencia, las mentiras, el absentismo escolar, las fugas de casa, las amenazas y
agresiones físicas, hasta el vandalismo, la violencia sexual y el homicidio, pasando
por la provocación de fuegos, la crueldad con los animales, el abuso de drogas,
asaltos, robos. Pese a la actitud provocadora y el carácter arrogante y egocentrista que
suelen adoptar estos niños o adolescentes, con una imagen de dureza, frialdad,
desconfianza y distanciamiento, es frecuente encontrar síntomas depresivos y de
ansiedad, con una imagen personal deficiente, baja autoestima, inseguridad, humor
deprimido, tristeza y sentimientos de soledad. La incapacidad para querer y sentirse
querido distancia a estos niños y adolescentes del mundo emocional que nos es
común y nos hace sentir parte de la comunidad. La ideación suicida, las tentativas de
suicidio y los suicidios consumados se dan con una frecuencia superior a la esperable.
Silva (2003). El segundo tema que aborda el marco teórico tiene que ver con la
socialización La socialización, un sistema de reglas necesarias para el desarrollo de la
identidad del niño. Los psicólogos han ideado varias teorías para explicar cómo se
socializan los seres humanos. Según June Louin Tapp, Megan Gunnar y Daniel
Keating citados por Perlman D., y Cozby C. (1.985), estas teorías varían en: 1) Si la
naturaleza humana se considera antisocial, prosocial o neutral. 2) si los individuos se
consideran como seres que desempeñan activamente su papel en su propia
socialización. 3) la importancia asignada a los factores biológicos. 4) si la
socialización se considera un fenómeno del desarrollo que implica cambios
predecibles relativos con la edad. Sola, ninguna de las teorías descritas puede explicar
la socialización humana. Como animales sociales, cuya supervivencia depende de su
habilidad para vivir juntos en grupos sociales, los procesos que gobiernan nuestra
socialización son complejos y sobredeterminados. Así, necesitamos una combinación
de acercamientos teóricos para entender cómo trabaja la socialización y que relación
tiene ésta en el desarrollo de los trastornos disociales en el niño. La socialización
abarca los procesos mediante los cuales los individuos vienen a internalizar las
convenciones sociales, las guías normativas (reglas) y los códigos morales de nuestra
sociedad. Estos procesos interactivos son bidireccionales, en los cuales el individuo
puede tener un papel activo o pasivo. La socialización abarca el ciclo de vida.
Comprende el desarrollo de las emociones y de la cognición, así como también las
creencias y conductas. Las diferentes teorías de socialización hacen hincapié en
diferentes dominios de la personalidad y del desarrollo social. Finalmente el marco
teórico hace referencia sobre el tema del enfoque ecológico de Bronfenbrenner que
propone una perspectiva ecológica del desarrollo de la conducta humana. Esta
perspectiva concibe al ambiente ecológico como un conjunto de estructuras seriadas y
estructuradas en diferentes niveles, en donde cada uno de esos niveles contiene al
otro. Bronfenbrenner denomina a esos niveles el microsistema, el mesosistema, el
exosistema y el macrosistema. El microsistema constituye el nivel más inmediato en
el que se desarrolla el individuo (usualmente la familia); el mesosistema comprende
las interrelaciones de dos o más entornos en los que la persona en desarrollo participa
activamente; al exosistema lo integran contextos más amplios que no incluyen a la
persona como sujeto activo; finalmente, al macrosistema lo configuran la cultura y la
subcultura en la que se desenvuelve la persona y todos los individuos de su sociedad.
La capacidad de formación de un sistema depende de la existencia de las
interconexiones sociales entre ese sistema y otros. Todos los niveles del modelo
ecológico propuesto dependen unos de otros y, por lo tanto, se requiere de una
participación conjunta de los diferentes contextos y de una comunicación entre ellos.
Este sistema está dividido en 4 sub-sistemas: Microsistema: Relaciones de poder,
cultura e identidad, valores, modelo económico social, violencia estructurada.
Mesosistema: Nivel de vida, condiciones de vida, justicia trabajo, salud, acceso a la
educación y a salud. Microsistema: Socialización, identidad, violencia estilos y
entornos, consumo de drogas. Persona: carga genética, carga histórica, falta de
afecto, comunicación pobre, autoestima.( Bronfenbrenner Idem) Teniendo en cuenta
los diversos niveles que maneja la teoría ecológica, como lo es el individual, familiar,
y sociocultural, se constituye en un soporte básico para explicar las dinámicas y
posibles relaciones existentes entre los trastornos disociales y el nivel
socioeconómico de los niños a evaluar. Otro aspecto importante del contenido de la
presente investigación, corresponde a los objetivos, que pretenden de manera general,
Identificar la presencia del trastorno disocial en 25 niños de 11 años pertenecientes al
Colegio Cristóbal Colón de la localidad de Usaquén en Bogota. Y de forma
específica, 1-Evaluar la presencia del trastorno disocial en un grupo de 25 niños de
11 años de edad de un colegio Distrital en la localidad de Usaquén en Bogota.; 2-
Identificar dentro de la muestra el porcentaje de niños que poseen el trastorno
disocial.; 3-Identificar dentro de la muestra el porcentaje de niñas que poseen el
trastorno. Para el desarrollo del proyecto se definió las siguiente variable: Trastorno
disocial: consiste en un patrón repetitivo y persistente de la conducta que conduce a
la violación deliberada de los derechos de los demás o de las normas sociales y las
leyes establecidas para la edad. La anterior definición establece que los síntomas del
TDC deben ser persistentes, es decir deben permanecer en el tiempo, y deben ser
repetitivos, ósea, tienen que ocurrir muchas veces o casi siempre a lo largo de un
período extenso. En otras palabras, la conducta anómala debe tener una mayor
frecuencia que la observada en los otros niños o adolescentes de la misma edad. El
DSM IV ha establecido que el tiempo mínimo para considerar los síntomas como
persistentes es de mínimo un año. (APA Idem Ibidem)