Rendición de cuentas 2015 del Equipo de Diputación del MPP Salto

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Rendición de cuentas 2015 del Equipo de Diputación del MPP Salto

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  • RENDICIN DE CUENTAS 2015

    2 Resumen de las prin-cipales leyes que esta-mos trabajando en el primer ao de la legislatura XLVIII.

    3 Intervenciones en sala, Medias Horas Previas y Exposiciones Escritas realiza-das en 2015 por la diputada Manuela Mutti.

    6 Compendio de edito-riales y artculos que reflejan nuestro pensamien-to, publicados en la prensa nacional y departamental.

    7 Labor realizada por nuestro Equipo de Diputacin en todas las local-idades de nuestro departa-mento de Salto.

    manuelamutti.609.uy

    LEYES PARLAMENTO PRENSA TERRITORIO

    REPRESENTANTE NACIONALpor SALTOManuela Mutti

    Movimiento de Participacin PopularFrente Amplio

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    En Montevideo:Edificio anexo del Palacio Legislativo, despacho 206, Montevideo.

    Telfono 2924 6873

    Correo electrnico: [email protected]

    Blog: manuelamutti.609.uy

    Twitter: @ManuelaMutti

    Facebook: Manuela Mutti Diputada

    Secretara: Carlos Pereira das Neves

    [email protected]

    En Salto: Sede Central MPP: Direccin: 1 de Mayo, 385.

    Telfono: 47338956

    Secretara: Luciana Martnez, Telfono: 099 032566.

    Contacto:

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    Pertenezco a una corriente poltica que siempre trabaj para que sus militantes desarrollen su manera de entender -y actuar sobre- la realidad, practicando con el ejemplo. Porque, sin importar las responsabilidades que nos toque desempear, somos mili-tantes y con gusto dedicamos tiempo de nuestra vida a resolver colectiva-mente los problemas de nosotros, los seres humanos.

    Pero, tambin, nuestro accionar poltico y la voluntad de los electores quisieron que hoy nos encontremos desempeando la funcin pblica de ser Representantes Nacionales por el departamento de Salto. Y digo nos, porque formamos parte de un Equi-po de Diputacin, con suplentes, sec-retarios, asesores y compaeros que nos acompaan en la tarea. Tarea de la que pretendemos hacer un resumen en este material, porque practicar con el ejemplo -cuando se es funcionario pblico- significa rendir cuentas de qu, cmo y cunto se ha trabajado.

    Salto es un departamento con mucho potencial, a nivel turstico y producti-vo, que en los ltimos aos ha sufrido desaciertos administrativos y polticos. Recomponer las estructuras bsicas de la economa, la gestin, pero, por sobre todo, la confianza que la democ-racia es el camino de toda sociedad civilizada, no es una tarea fcil. Fun-damentalmente si tenemos en cuenta que el contexto econmico, regional e internacional, est caracterizado por una desaceleracin.

    La actual y difcil coyuntura no puede, de ninguna manera, significar un ret-roceso en materia de derechos lab-orales. Hemos acompaado a los tra-bajadores en conflicto, constatando inequidades que creamos -como pas- haber superado. Lo que nos demues-tra que no solo se trata de redactar leyes, sino que adems es necesario organizarse en el cumplimiento y la defensa de las mismas. Y este Equipo de Diputacin se ha interiorizado en los conflictos, tomando cartas en el asunto.

    editorial01

    Con las sntesis del ayer y las perspectivas del maana

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    Tambin nos hemos hecho eco de denuncias, prob-lemticas en cuanto a salud, vivienda, infraestrucutra y educacin.

    Oficiando de nexo entre la administracin central y la departamental, o directamente en el trabajo con las Comisiones de la Cmara de Representantes.

    Hasta ac la presentacin!

    Los invitamos a leer, a subrayar, a cuestionar y a -sera nuestro ptimo- realizarnos una devolucin de lo que entiendan pertinente. La patria es una con-tinua construccin, nos precisa en el trabajo pero tambin en el anlisis crtico como ejercicio cotidiano de superacin.

    Manuela Mutti trabaja en la Comisin de Educacin y

    Cultura

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    Manuela Mutti

    Diputada por Salto

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    El Presupuesto Nacional

    Desde que est el Frente Amplio en el gobierno, el Presupuesto Nacional en el Uruguay es un ele-mento al servicio de los cambios y del desarrollo del pas.

    Por lo tanto, es muy importante, la coherencia del actual Presu-puesto Nacional con las priorida-des del gobierno, donde todas las instituciones vinculadas debern trabajar en conjunto.

    El plan entonces del gobierno defi-ne estrategias, reas prioritarias y programas en un trabajo en equi-po integrado por el Ministerio de Economa y OPP. Y en cada rendi-cin de cuentas anual, se realiza y se publica, se informa y debate, democrticamente, la evaluacin de la calidad del Presupuesto Na-cional, las polticas pblicas adop-

    tadas, dando respuesta a la ciuda-dana sobre el resultado obtenido con los recursos pblicos, con transparencia, apelando desde el 2005, hasta ahora, al anlisis de los programas y polticas publicas y sus resultados.

    Desde la primera administracin de Tabar Vzquez, la continui-dad del gobierno Frenteamplista de Jos Pepe Mujica, la calidad del Presupuesto lo debe notar la ciudadana.

    A 10 aos del gobierno del Fren-te amplio, la rendicin de cuentas del 2014, analiz precisamente si estos dos presupuestos anterio-res, estuvieron o no al servicio de los cambios, del desarrollo, de los ciudadanos y del pas.

    Cul fue el destino del incremen-to del gasto en los dos gobiernos anteriores del Frente Amplio?22% de ese incremento de gasto tuvo

    El primer ao de trabajo legislativo siempre se ve marcado por el estudio, anlisis, discusin y aprobacin de la ley de Presupuesto

    Nacional. Ms all de esta ley desde la Bancada del Espacio 609 hemos trabajado en otros proyectos, muchos de los cuales ya estn aprobados o en proceso de serlo. En este captulo les

    presentamos algunas de las iniciativas que han sido materia de trabajo de nuestro Equipo de Diputacin y de nuestra bancada.

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    como destino la educacin; 18%, la salud; 14%, la seguridad social; 8%, la seguridad pblica; 6%, la descentralizacin; 4%, el INAU; 3%, el Mides, y 2%, el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Terri-torial y Medio Ambiente, funda-mentalmente, para vivienda, pero tambin para temas ambientales. Todo eso totaliza 77%. Esto es: 77% de los incrementos del gasto pblico durante los dos gobiernos anteriores tuvieron los destinos que estamos viendo ah.

    Los perodos 2004, 2009 y 2014 Comparando esos tres perodos, en trminos reales, el presupuesto de ANEP creci 122%; el de ASSE aument 158%; el del Ministerio del Interior, 116%; el de la Univer-sidad de la Repblica, 118%; el de INAU, 192%; el del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territo-

    rial y Medio Ambiente, 98%.

    ANEPEl gobierno del Frente Amplio, y su bancada, jams estar conforme, porque siempre falta y nunca al-canza, cuando se trata de evaluar el esfuerzo en un rea tan valiosa y socialmente valorada como es la Educacin.

    Pero es muy importante tener claro cul era el punto de partida, mantener el rumbo y valorar los avances realizados.

    Ha habido un proceso de enorme deterioro en la Educacin Pbli-ca, por el que se llega al 2005 con un deterioro histrico edilicio, de condiciones de trabajo y de suel-dos funcionarios, docentes y no docentes.

    En el primer gobierno de Julio Ma-ra Sanguinetti fue de 3,1%; duran-

    te el gobierno de Luis Lacalle 3%; en el segundo gobierno de San-guinetti 3,2%; en el de Jorge Batlle 3,6%. En ese proceso se alcanza-ron los salarios docentes ms ba-jos en la historia. Producto de este tipo de identidades donde la edu-cacin no era prioridad. En 2004, esto no solo sucedi con los do-centes, sino tambin, como todos sabemos a quienes no lo eran.

    Cuando el Frente Amplio lleg al gobierno, en el ao 2005, los re-cursos presupuestales asignados a la educacin pblica representa-ban apenas un 3,2% del PIB, una cifra del orden de los 450 millones de dlares de la poca.

    Nosotros, el gobierno del Frente Amplio, pusimos a la Educacin en el primer lugar entre las prio-ridades presupuestales desde el inicio, de manera que los recursos pblicos aplicados en la actuali-

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    dad ascienden al 4,7% del PIB ac-tual, una cifra que alcanza casi los 2.500 millones de dlares.

    Y vamos al 6%!En cuanto a los informes sociales que han reflejado los documentos presentados por el Poder Ejecuti-vo, desde el ao 2004 se evidencia un crecimiento econmico soste-nido, que ha dinamizado el merca-do laboral y, con ello, los ingresos de las familias trabajadoras.

    As mismo, el crecimiento tambin fue acompaado de una mayor equidad social producto de las po-lticas retributivas implementadas.

    La profundizacin de la polticas dirigidas a la poblacin ms vul-nerable, sustentada en la preo-cupacin de mejorar el bienestar de la sociedad, se ve reflejada en valores histricamente bajos de pobreza e indigencia alcanzados en 2014.

    El descenso de la pobreza impac-t en mayor medida en los nios y los adolescentes, resultado atri-buible en parte a las polticas de transferencias pblicas dirigidas a estos grupos.

    Cuando se analiza la evolucin de las cifras de pobreza y desigual-dad recientemente informadas por el Instituto Nacional de Esta-dstica (INE), la primera conclusin a la que se arriba es que se ha consolidado una tendencia muy clara de reduccin durante estos diez aos.

    Esto ha sido una constante en todo el perodo de gobierno fren-teamplista. Y lo ha sido en mo-mentos que el pas tena viento de cola, es decir, condiciones in-ternacionales favorables, y lo ha sido tambin ahora, cuando el viento viene de frente. Es, por

    tanto, un resultado indiscutible de la aplicacin de las polticas pbli-cas desarrolladas en estos aos.

    La pobreza, que en 2004 trep a 39,9%, empez a bajar sistemti-camente hasta alcanzar en 2012 la cifra de 13,1%, y ahora en el 2014, alcanz a 9,7%.

    Desde el 2005 la pobreza se ha reducido en todos los grupos de edades, y en particular en las ge-neraciones ms jvenes. Desde que asumi el Frente Amplio, te-nemos que en estos diez aos ms de 1 milln de personas sa-lieron de la situacin de pobreza.Segn cifras de CEPAL, en 2011 Uruguay haba llegado al valor ms bajo de pobreza desde el ao 1961, y en 2014 se logr tener un ndice an ms bajo. Por ello es muy relevante afirmar que tene-mos la pobreza ms baja de los ltimos 50 aos.

    Tanto la reduccin de la pobreza como de la indigencia, se vieron acompasadas con una cada sig-nificativa en la desigualdad de los ingresos, que alcanza, en 2014, un mnimo histrico.

    En Uruguay desde el 2005 hay Rendicin de Cuentas sin fiscala-zos contra el pueblo, y con ms inversin social.

    La indigencia, es decir, el porcen-taje de personas que no alcanzan a cubrir las necesidades bsicas alimentarias, tambin descendi drsticamente a partir de 2004 pasando de 4,7% a 0,6% en 2012, y a 0,2 % en el 2015.

    Ahora bien, todos sabemos que el mundo capitalista est en crisis desde hace tiempo.

    Y los ndices importantes para el Frente amplio, para analizar la ca-lidad de los presupuestos nacio-nales, son los ndices sociales, y

    de crecimiento sin exclusiones en el Uruguay, y en este presupues-to quinquenal, donde la rendicin de cuentas analizar los ndices de 2016 y 2017, y se orientar al final del mandato del gobierno, seguir teniendo esa coherencia, a pesar de la crisis del capitalis-mo internacional: crecimiento y reparto, y votaremos solos, tanto en diputados como en el senado, otro gran presupuesto nacional que oriente al crecimiento, desa-rrollo y distribucin.

    Uruguay est en crisis? No.

    Uruguay creci en el 2014? Si.

    Se redujo an ms la indigencia? Si. Se sigue reduciendo la pobre-za? Si.

    Se sigui bajando la desocupacin en el 2014? S, a niveles histricos.

    Los salarios, y el salario mnimo nacional, en el Uruguay, siguieron creciendo en el 2014? Si.

    Y por lo tanto, tambin crecieron las jubilaciones? Si.

    Este Presupuesto Nacional Quin-quenal 2015-1019 que estamos debatiendo, es un reflejo de la Ley de Presupuesto Quinquenal apro-bada en el ao 2005 y 2010. Forma parte de un Programa de Gobier-no del Frente Amplio, slido, efi-ciente y responsable, midindolo constantemente, con las mejoras del pas y de las condiciones de vida de la gente, que en el 2004, hace apenas diez aos, estaban histricamente, deterioradas.

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    La institucio-nalizacin del

    FONDESEl proyecto de ley que institucio-naliz el FONDES fue, junto con el proyecto de ley que propone la creacin del Sistema Nacional de Competitividad, uno de los prime-ros en ingresar a consideracin de la Cmara de Representantes en este perodo de gobierno.

    Recordemos que el FONDES es una de las lneas de trabajo que claramente identifica el pero-do de gobierno de Pepe Mujica, constituyendo una apuesta al fortalecimiento de un colectivo social vlido para la construccin del socialismo.

    La creacin del FONDES se realiz en el perodo de gobierno pasa-do mediante decreto, ubicndose en la rbita de Presidencia, por lo tanto su institucionalizacin a tra-vs de una ley puede sealarse como un primer aspecto positivo de la iniciativa enviada por el Po-der Ejecutivo.

    En la ley aprobada se diversifica el tipo de emprendimientos a apo-yar por el FONDES, ya que no slo se apoyan emprendimientos au-togestionados sino que tambin se abarca a pequeas y medianas empresas.

    El proceso de discusin en la inter-na de la bancada del Frente Amplio insumi varias reuniones de coor-dinacin en las que participaron activamente la OPP, el MTSS, as como actores sociales como el PIT CNT, representantes de ANERT, de la Coordinadora de la Economa Social y Solidaria y de la academia, entre los que destaca la Unidad de Estudios Cooperativos (UEC) de la Universidad de la Repblica.

    Se lograron introducir algunas mejoras al proyecto, como la re-presentacin de un delegado so-cial en cada una de las direccio-nes que administran los fondos: un representante de Anmype en el FONDES ANDE que administra los fondos dedicados a financiar pequeos y medianos empren-dimientos, y un representante consensuado entre el PIT CNT y la ANERT para el FONDES Inacoop, que gestiona los fondos dedica-dos a la economa autogestionada y el cooperativismo.

    Tambin se profundiza en as-pectos que hacen a la eficiencia y control de los dineros pblicos, ya que se asegura un mnimo de recursos con destino a esta pol-tica pblica de promocin de los emprendimientos cooperativos, autogestionarios y de la pequea y mediana empresa al servicio del desarrollo del pas, a la vez que se protege la sustentabilidad del Banco Repblica.

    Estos avances en la redaccin ha-blan de la flexibilidad y capacidad de dilogo del Frente Amplio, ya que se incorporan elementos que fueron aportados por los diversos actores sociales convocados en la Comisin de Hacienda, conser-vando en lo medular el planteo que originalmente enviara el Po-der Ejecutivo.

    Creemos en la democracia partici-pativa, pensamos que todas las le-yes son expresin de un momento histrico, de una coyuntura y por tal de una correlacin de fuerzas que determinan su concrecin. Este pro-yecto no escapa a esta condicin y por tanto est abierta la puerta para que desde las organizaciones de trabajadores, desde la autogestin, desde el movimiento cooperativo y las organizaciones del campo popu-lar se lo pueda ir perfeccionando.

    Propiedad privada como

    bien social y colectivo

    Desde la bancada del Espacio 609 estamos trabajando en un pro-yecto de ley cuya temtica tiene que ver con la propiedad privada cuando pasa a ser un bien social y colectivo. La misma consiste en buscar mecanismos que nos per-mitan poder destrabar situacio-nes que ltimamente y a lo largo de la historia se han dado. Nos referimos a cuando el empresario abandona su empresa y los traba-jadores pretenden conformar un colectivo con el fin de mantener la unidad productiva.

    Se pretende que los trabajadores no caigan en lo que ha pasado permanentemente: que quien es propietario de ese bien, consti-tuido con financiamiento pblico, plantee que le pertenece, tenien-do aun la deuda pendiente con el financiador.

    Es all donde queremos actuar, en la bsqueda concreta que se-pare la accin de la mantencin de la fuente de trabajo y la deuda del empresario. Podramos nom-brar casos recientes en la cual el empresario le debe a la banca nacional, los trabajadores confor-man una cooperativa para poder continuar con la produccin y te-nemos la disyuntiva que hasta no laudarse jurdicamente y financie-ramente el colectivo de trabajado-res queda en una nebulosa. He-mos avanzado en este sentido en lo que ha sido el financiamiento para colectivos autogestionados y cooperativos con la creacin por ley del FONDES. Lo que an falta determinar por ley es la definicin

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    de cundo y en qu casos un bien privado pasa a ser un bien de ca-pital colectivo, por lo cual este co-lectivo no debera hacerse cargo de las deudas de esa unidad pro-ductiva del anterior propietario, esto ltimo permitira darle mayor continuidad a los procesos pro-ductivos que pretenden los em-presarios abandonar, porque no generan las ganancias que ellos quisieran.

    En otros pases se ha avanzado en que sea el Parlamento quien laude esta situacin mediante el otorgamiento del bien de produc-cin a ese colectivo de trabajado-res que lo demanda, mientras se diluye jurdicamente la situacin del anterior dueo, ejemplo que sera importante analizar.

    Este proyecto pretende en prin-cipio abrir el debate sobre las si-tuaciones que se van generando en nuestro pas y sobre la cual pretendemos la continuidad de la unidad productiva y como consecuencia la mantencin del empleo.

    Creacin del Sistema

    Nacional Integrado de

    CuidadosEn esta legislatura, se proceder a crear el Sistema Nacional Integra-do de Cuidados (SNIC), quizs la gran novedad de este Presupues-to. Pero es novedad en la medida que sistematiza un proceso de inclusin social iniciado en 2005 y que ha tenido diferentes etapas adecundose a la coyuntura.

    Un SNIC que apuntar a perso-

    nas con tres perfiles diferentes: nios de 0 a 12 aos con nfasis en bebes de 0 a 3 y cuyo foco de atencin estar dado por los CAIF y jardines de infantes tendiendo a la universalizacin de la oferta de 3 aos; los adultos mayores tam-bin sern objeto de esta poltica pblica atendiendo sus cuidados en hogares o residencias perma-nentes; y por otra parte, las per-sonas con discapacidad estarn integradas al sistema ampliando el programa de Asistentes Perso-nales que ya est en marcha des-de el ao pasado.

    El cuidado de los hijos, de las per-sonas con discapacidad, de las personas mayores en situacin de dependencia, es naturalmente una responsabilidad de las fami-lias y es indelegable. Pero como hay una carga de cuidado muy fuerte que impide a las familias in-volucradas tener un respiro para hacer otras actividades, sobre todo a las mujeres, que en su ma-yora cumplen la tarea de cuidar y, de pronto, no tienen tiempo dis-ponible para trabajar o esparcirse, la presencia del Estado permite aliviar esa carga de cuidados para que las personas que hasta ahora estn exclusivamente para cuidar, tengan la oportunidad de optar por hacer otras actividades.

    Eso no quiere decir que las fami-lias dejen de tener un papel cen-tral en el cuidado de sus seres queridos. De ah que hablamos de corresponsabilidad: hay una res-ponsabilidad compartida de las fa-milias y el Estado, que a travs del SNIC, va a colaborar en el cuidado de esos nios, nias, y toda perso-na en situacin de dependencia.

    Esto es posible porque existe un gobierno comprometido con sus ciudadanos y, mediante un diag-nstico real de las necesidades

    pblicas, se cubre un amplio es-pectro de individuos a los cuales no se les preguntar cunto co-bran o cunto dinero ingresa a su ncleo familiar, sino que la nica variable que se toma en cuenta es la relacin de dependencia.

    Es un sistema cuya arquitectura tiende a lo ptimo. Perfectible, por supuesto, pero que busca solucionar situaciones familiares que se vuelven invisibles pero que existen.

    A la vez, se crea un nuevo derecho en la ya larga lista de esta agenda: el derecho a ser cuidado.

    Este sistema ser conducido des-de el Ministerio de Desarrollo So-cial, que ha sido la herramienta por excelencia que ayud a trans-formar una sociedad castigada desde lo social, desde lo cultural y desde lo econmico.

    Tenemos la certeza de que esta-mos ante un sistema revoluciona-rio, que surge desde la necesidad social de resolver un problema para intentar revertirlo en su tota-lidad pero que adems tiene un rol sobresaliente de la participacin social en la ms amplia concep-cin. Depender de la sociedad y de sus diversos actores cuan pro-fundo penetre en el entramado social para que se transforme en una herramienta certera.

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    La Universidad Tecnolgica

    Cuando hablamos de Universidad Tecnolgica (UTEC), hablamos de ganancia, porque en donde antes no haba nada hoy tenemos co-nocimiento. Tenemos hombres y mujeres con un sinfn de posibili-dades a su alcance para el desa-rrollo de la prctica a travs de la creatividad.

    Surge ya con la idea de que el aprendizaje es continuo y que de-bemos generar condiciones para que nuestros ciudadanos pue-dan estudiar toda la vida. Coor-dinando con la Universidad del Trabajo (UTU), la Universidad de la Repblica (UdelaR) y otras ins-tituciones nacionales, regionales e internacionales, con la finalidad de incrementar el conocimiento y el desarrollo en reas estratgicas no explotadas o insuficientemen-te desarrolladas en nuestro pas.

    La UTEC ha estado trabajando fuertemente en definir sus ac-ciones de corto, mediano y largo plazo. Ellas recogen lineamientos estratgicos claros, objetivos y metas para el prximo quinque-nio y un ambicioso plan de forma-cin tecnolgica modular: desde el tecnlogo hasta el postgrado. Esto implica darle a la formacin tcnica en Uruguay un lugar y una proyeccin que nunca tuvo.

    La UTEC con sus primeros recur-sos ha logrado la ubicacin de los tres primeros Institutos Tecno-lgicos Regionales (ITR), a travs de un estudio detallado de oferta y demanda educativa en todo el interior del pas con fuerte involu-cramiento de actores polticos (in-tendencias y alcaldas), sociales y del sector productivo. Los resulta-dos obtenidos permitieron definir la ubicacin de los tres primeros

    ITR, considerando adems como factores estratgicos su coinci-dencia y complementacin con di-ferentes instituciones educativas como los Campus de UTU y otras divisiones territoriales de la Admi-nistracin Nacional de Educacin Pblica (ANEP) y UdelaR que tra-bajan en el medio.

    Con un ao y medio de actividad la UTEC cuenta con ocho carreras en marcha y 180 estudiantes cur-sando. Todas las carreras poseen una formacin transversal bsica en modalidad b-learning que in-cluye matemticas, qumica, fsica, biologa e ingls y ha incorporado la plataforma Universitas XXI, la que permite una gestin informa-tizada y eficiente para el manejo acadmico, docente y estudiantil permitiendo la disminucin de la barrera geogrfica en el acceso a la informacin.

    Para 2020 se proyecta una matr-cula no menor a los 3000 estudian-tes entre los tres ITR y las ofertas educativas desconcentradas.

    Por esta razn y con el fin de conti-nuar apoyando a esta universidad, en constante desarrollo, el gobier-no propone la asignacin de 100 millones de pesos incrementales para el ao 2017, sumados a los recursos con los que ya contaba (465 millones de pesos).

    Se priorizan en este presupuesto los gastos de funcionamiento y remuneraciones, y se disminuyen los gastos de inversin que de-bi tener para el inicio de su an-damiaje. Es de destacar que esta propuesta presupuestal surge del trabajo conjunto de la UTEC con el Poder Ejecutivo a travs del dilo-go y la planificacin a largo plazo.

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    La educacin es un derecho hu-mano fundamental en nuestro pas a partir de la Ley General de Educacin aprobada con los votos del Frente Amplio, obliga-toria desde el nivel inicial hasta el nivel medio superior. Es un derecho para todos y todas, sin distinciones de ningn tipo y a lo largo de toda la vida.

    El Frente Amplio estableci obje-tivos programticos sumamente ambiciosos con el fin de hacer realidad este derecho para cada vez ms uruguayos y uruguayas. Hay que decir, que ms all de que reconocemos los enor-mes desafos que tenemos, la educacin en el Uruguay viene desarrollando cambios estruc-turales, entre los que se desta-can la reduccin de las brechas educativas entre, los ms po-bres y los ms ricos as como el aumento de la cobertura edu-cativa en todos los niveles. En-tre los principales objetivos, se destacan: cubrir la demanda de educacin inicial, cuya matrcula ha crecido en forma sistemtica en la ltima dcada; mejorar los aprendizajes que se producen en la Educacin Primaria; llegar al 100% de culminacin del ci-clo educativo en ciclo bsico y al 75% en la Educacin Media Su-perior; establecer la formacin docente universitaria y diversifi-car la oferta educativa terciaria y universitaria.

    Todos estos objetivos, ambi-ciosos pero realistas, tienen que tener una traduccin en trminos presupuestales, por ello, como parte de esa mejora sistemtica el Frente Amplio se propone seguir aumentando

    la inversin educativa, como lo ha hecho los ltimos diez aos, para colocar a nuestro pas en el nivel de inversin de los pa-ses desarrollados. Como sabe-mos una buena educacin es la base de la formacin de socie-dades ms democrticas, igua-litarias e integradas.

    En este sentido, el presupues-to aprobado se propone llegar al 5% del PBI en Educacin en 2017, avanzando hacia el 6%, que es una cifra que nos acerca a estos objetivos. Ello no signifi-ca que vamos a resolver todos los desafos que enfrentamos, pero con mejores salarios, in-fraestructuras y extensin del tiempo pedaggico y oferta educativa estamos sin duda ms cerca. Aumentar la inversin en la educacin pblica tiene un fuerte sentido democratizador, la relacin entre la inversin en la educacin pblica y la educa-cin privada se ha ido igualando en la ltima dcada, lo que signi-fica que estamos logrando que todos los nios, nias y adoles-centes tengan una educacin con una fuerte inversin sin im-portar el origen socioeconmico de sus familias. Ello por s mismo no asegura mejorar los aprendi-zajes, pero es imprescindible.

    Es as que el Presupuesto plan-tea una serie de obras muy im-portantes para ampliar la red de jardines, escuelas de tiempo completo y extendido, la crea-cin de una red de liceos de tiempo extendido y de campus tecnolgicos, llegando a un total de 244 obras. El Presupuesto tambin plantea mejoras sala-riales a los trabajadores pblicos

    de la educacin, nico sector pblico que tendr aumentos sobre la inflacin, considerando la situacin econmica actual. Sabemos que estas mejoras no son suficientes y el compromiso es de mejora continua, como ha ocurrido en los gobiernos del Frente Amplio. Un 40% de todo el incremento presupuestal se ha destinado a la Educacin, marcando una fuerte prioridad poltica.

    A su vez, la bancada del Frente Amplio decidi reasignar recur-sos, lo que va a posibilitar pa-sar de los 35 liceos de tiempo extendido previstos a 70, cen-tros que tendrn equipos mul-tidisciplinarios con trabajadores sociales, psiclogos y profeso-res orientadores pedaggicos, donde los docentes contarn con horas de docencia directa e indirecta y donde se busca que los estudiantes puedan desa-rrollar actividades extracurricu-lares con fuerte vnculo con la comunidad. La reasignacin for-talece las becas hacia formacin docente y fundamentalmente el proyecto de acceso democrti-co a la Educacin planteado por la Universidad de la Republica al Parlamento, posibilitando que cada vez ms los sectores populares puedan acceder a la educacin universitaria a travs de apoyo en alimentacin, man-tenimiento y traslados.

    Con este Presupuesto no ter-mina la lucha para una mejor Educacin Pblica para todos y todas, pero sin duda que la fortalece.

    La educacin que viene

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    exposicin escrita

    Con fecha 4 de noviembre, la di-putada Manuela Mutti present en sala una exposicin escrita en la que destac la labor de un gru-po de estudiantes y docentes del IPOLL de Salto que se encuentran trabajando en el eje temtico de los Derechos Humanos y la vio-lencia de gnero. A continuacin reproducimos el texto:

    En el liceo N1, Instituto Politcni-co Osimani y Llerena (IPOLL), del departamento de Salto existe un grupo de trabajo en torno a la ma-teria Teatro del Bachillerato de Arte, en donde el colectivo docen-te junto con los alumnos vienen desarrollando una tarea a partir de la vinculacin con la comuni-dad y sus distintas realidades.

    Dicho colectivo ha venido realizan-do funciones en diversos espacios pblicos y privados, trabajando en un eje temtico: Los Derechos Humanos y la Violencia de Gne-ro. A modo de ejemplo, el pasa-do martes 27 de octubre de 2015 presentaron en el Instituto Nacio-nal de Rehabilitacin de la Ciudad de Salto la obra teatral Cosas y Cositas del Lenguaje, donde se

    muestra cmo el lenguaje que uti-lizamos cotidianamente invisibiliza la figura de la mujer. Experiencia con un alto contenido simblico que, adems, consigui un inter-cambio entre los reclusos y los funcionarios que presenciaron la funcin.La tarea que vienen reali-zando permite que alumnos y do-centes refuercen los vnculos en el proceso de enseanza-aprendiza-je a partir de las vivencias experi-mentadas. Todo esto potencia la posibilidad de involucrarse de ma-nera reflexiva, demostrando que desde el arte en general, y desde el teatro en particular, se puede contribuir crticamente a generar mbitos de discusin sobre los problemas que hoy nos interpelan como sociedad.

    Es por ello que estn elaborando el proyecto Teatro Joven para la Convivencia que tiene como prin-cipales protagonistas a alumnos, exalumnos y profesores, con el ob-jetivo de complementar y profundi-zar la lnea de trabajo que se viene desarrollando.

    Los elementos tcnicos que utili-zan para sus puestas en escena

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    son conseguidos o construidos artesanalmente por alumnos y docentes de teatro, carecien-do de la mnima infraestructura para desarrollarlas y presentar-las de manera adecuada. Es por eso que solicitan equipamiento completo para sala teatral (luces, pantalla, can, cmara filmadora HD profesional, consola de soni-do, PC, mquina de humo, etc.) de manera de poder presentar un espectculo acorde a lo esperado para futuras puestas en escena de calidad.

    Por ltimo, es de subrayar que a partir de la coordinacin entre el docente de Teatro y la Secretara de Gnero y Generaciones de la In-tendencia de Salto, las presentacio-nes se realizarn en localidades del interior de nuestro departamento, tales como Villa Constitucin, Be-ln y Colonia Lavalleja. Tampoco es menor el hecho que este trabajo ha despertado inters en las provin-cias argentinas de Entre Ros, Santa Fe y Crdoba, desde donde los han invitado a presentarse.

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    Crisis financiera en Salto

    |10 de marzo de 2015|Hoy quiero referirme a la situacin que se est viviendo en la ciudad de Salto y que la fuerza poltica a la que represento, viene denun-ciando desde hace aos.

    Lamentablemente, la crisis fi-nanciera de la Intendencia se ha acrecentado ao tras ao, con un dficit de $200:000.000 por ao, una sexta parte del presupuesto anual, lo que al da de hoy repre-senta un acumulado de ms de mil millones de pesos.

    Es preciso recordar que en el ao 2010, durante el gobierno de nuestra fuerza poltica, el resulta-do financiero fue de $13:000.000 de supervit y que el dficit acu-mulado del quinquenio era de solo $ 91:000.000. A partir de

    2011 y hasta 2013 el dficit gene-rado por la actual administracin suma un monto aproximado a los $600:000.000, segn datos de la Rendicin de Cuentas del 2013.

    A esta situacin debe agregar-se que la administracin actual tom contablemente como in-greso una solicitud de lnea de crdito del BROU por la suma de $ 62:500.000, lo que fue obser-vado por el Tribunal de Cuentas. Adems, las obligaciones presu-puestales impagas ascienden a $ 152:000.000, redondeando un dficit anual de $260:000.000.

    Las obras llevadas adelante por la Intendencia fueron previstas en el Presupuesto quinquenal y presu-puestadas como corresponde; de hecho, hay muchas obras previs-tas en los municipios que no fue-ron ejecutadas. Por tanto, esta no es la razn del dficit, y tampoco

    La media hora previa es una herramienta que tienen los legisladores uruguayos para presentar, por iniciativa propia,

    determinados temas en sala. En el caso de la diputada Mutti en dos oportunidades acudi a este mecanismo: la primera para

    denunciar la crisis financiera de Salto, producto de la deficitaria gestin de la entonces Intendencia departamental; mientras que

    en la segunda se expresa la preocupacin por el trabajo en el departamento.

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    mediahora previa

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    los gastos de insumos, de telfo-nos, de papelera, de combusti-ble, de alimentos ni de artculos de limpieza. La causa del dficit la encontramos, segn la propia Rendicin de Cuentas de 2013, en la designacin de nuevos fun-cionarios y cargos de confianza, lo que representa ms del 80% del presupuesto anual, mientras que en administraciones anteriores no superaba el 64%. A esto su-mmosle, decisiones arbitrarias al designar funcionarios sin previo llamado a concurso y compensa-ciones sin justificar su necesidad de hasta $ 40.000 para una misma persona.

    Cualquiera que asuma en la prxi-ma administracin va a necesitar una ayuda financiera especial del Gobierno Nacional para reducir el dficit y, asimismo, cumplir las funciones propias de la Intenden-cia: iluminacin, mantenimiento de calles, recoleccin de residuos y dems.

    En sntesis, el dficit se ha pro-ducido principalmente por el in-greso descontrolado y a dedo de personal afn a la administracin. Del personal contratado, cerca de cuatrocientos funcionarios fueron presupuestados en forma per-manente, sin que se conociera su perfil laboral, currculum, profesio-nes u oficios. La razn por la cual no manejamos ms informacin se debe a que la administracin actual no responde a los pedidos de informes de nuestros ediles.

    A esta grave crisis se suma que las deudas que los vecinos mante-nan con la Intendencia, mayores a seis meses de atraso, van a ser gestionadas por un privado con derecho a ejecucin en un lapso de cinco aos. Es decir que esto va ms all de la gestin actual, atan-do a la prxima administracin a

    un contrato sin que esta pueda cambiar sus trminos y sin que se puedan analizar soluciones en for-ma directa con esos vecinos.

    Y si hablamos de herencias que nadie quiere tener, debemos agregar ms all de que las deu-das por fideicomiso deberan terminar con esta administracin que las contradas con proveedo-res van a seguir existiendo.

    El oficialismo departamental nos tilda de alarmistas pero, les pa-rece que estas razones no son lo suficientemente alarmantes por s mismas?

    Hoy en mi departamento los fun-cionarios municipales viven ines-tabilidad laboral y persecucin en sus lugares de trabajo. En estos das un trabajador fue sumariado por criticar en las redes sociales al exintendente en pleno uso de su licencia, cuando lo que reclamaba era el pago del salario vacacional. No es alarmante la situacin so-cial que se ha generado en mi de-partamento?

    La administracin departamental no solo le debe a los funcionarios los salarios vacacionales, sino que tampoco les ha pagado las reten-ciones judiciales a las madres, ni las cuotas del BROU, Centro M-dico y cooperativas de consumo, pero s las ha descontado de los sueldos de los trabajadores, lo cual ha sido denunciado por el gremio como apropiacin inde-bida. Llegando al lmite de que el pasado martes 3 de marzo, los funcionarios agremiados decidie-ran realizar un paro con toma de la Intendencia.

    Los proveedores tambin se han visto perjudicados. Muchos de ellos hace ms de seis meses que no re-ciben el pago correspondiente.

    Por todas estas razones es nece-

    sario hacer este planteo en Sala. Es muy grave que esto acontezca en un pas que cada vez ms se preocupa por los derechos de los trabajadores. Es ms grave an si consideramos que la administra-cin responsable de dicha situa-cin busca volver por cinco aos ms.

    Seguimos siendo malas

    noticias! |8 de julio de 2015|

    Es preocupante la situacin que se vive en nuestro departamento en cuanto a la falta de empleo, la precariedad de los mismos y la falta de cumplimiento por muchas patronales de las pautas legales que regulan la actividad laboral.

    Durante el mes de junio, los tra-bajadores de la empresa Citr-cola Saltea SA debieron tomar medidas de paro y movilizacin para lograr cobrar los aguinaldos. Quinientos cosechadores de na-ranjas, con sus respectivas fami-lias, se han visto afectados. Y con ellos, nuestra golpeada cadena de consumo.

    Dicha situacin parece encami-narse, dado que los trabajadores lograron -en negociacin colecti-va con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social- que la empresa se comprometa a pagar los habe-res que adeuda, en el correr de esos das.

    Por otra parte, la empresa Office 2000, la cual en uno de sus locales comerciales emplea a 30 trabaja-dores, est violando una clusula de paz a la que se haba compro-metido ante los trabajadores y el Ministerio de Trabajo. Denuncias por acoso laboral, de gnero, con

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    violencia fsica y verbal.

    Los trabajadores agremiados de Office 2000, dado que la empre-sa no respet los acuerdos que firm, volvieron a tomar medidas de lucha pidiendo se cumpla con la Leyes contra el acoso sexual y el acoso laboral.

    Dieciocho trabajadores sindica-lizados, incluyendo a una mujer embarazada, fueron despedidos de manera arbitraria bajo el carc-ter de mala conducta agravada.

    A todas estas situaciones se suma el conflicto de los empleados de Anvaso SRL (empresa distribuido-ra de correo privado), nucleados en el sindicato Grecomesa, quie-nes se encuentran en conflicto por problemas de ndole salarial, aportes a BPS y discriminacin laboral a los trabajadores sindi-calizados, recurriendo al Ministe-rio de Trabajo y Seguridad Social donde mantendrn una primera instancia de negociacin.

    El pasado martes 14 de junio, asis-timos a la Comisin de Legislacin del Trabajo con representantes de los sindicatos de Office 2000 y An-vaso, ms delegados departamen-tales y nacionales del PIT CNT.

    All, adems de compartir la de-nuncia de los trabajadores, con-seguimos que: dicha Comisin cite a las empresas involucradas; mande las versiones taquigrficas de lo conversado a la Comisin de Equidad y Gnero; y que ambas comisiones se trasladen al depar-tamento de Salto.

    En el perodo legislativo pasado fueron aprobadas ms de 50 le-yes laborales, pero las patronales insisten en hacer odos sordos a las mismas, de la forma ms lucra-tiva y deshumanizada. Acaso no son conscientes las patronales, que es el esfuerzo cotidiano del

    trabajador el generador de sus ri-quezas?

    Los trabajadores de Salto reuni-dos en el PIT CNT, no piden ms que el cumplimiento de la norma-tiva, el cumplimiento de sus dere-chos laborales conquistados, ya que con sus obligaciones cumplen todos los das.

    El equipo de esta diputacin es-tar siempre del lado de los que viven del fruto de su trabajo, de las causas justas, de los ms hu-mildes y desprotegidos. Y no lo hacemos para dejar constancia de las injusticias sino para intentar revertirlas. Por eso es necesario seguir adoptando medidas que permitan la incorporacin de la mujer al trabajo y el tratamiento igualitario, ya sea desde el punto de vista salarial como en las con-diciones de trabajo y las posibili-dades de definicin del producto.

    En este sentido ser importante contar con el apoyo del nuevo go-bierno departamental, que sabe-mos superar su actual situacin de crisis financiera con compro-miso y honestidad, contribuyendo as al desarrollo de oportunidades y de empleos, mejorando las con-diciones de vida de nuestra ciu-dad a travs de un plan de desa-rrollo productivo departamental integral.

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    intervencionesen cmara

    Varias fueron las intervenciones en sala de la diputada Manuela Mutti en lo que va de este primer ao de la legislatura que comenz el 15 de febrero de 2015. Queremos compartir

    una sntesis de tres de ellas: la referida al Presupuesto de la Universidad de la Repblica; un homenaje a Encarnacin Bentez

    en el marco del bicentenario del Reglamento de Tierras; y las palabras de la legisladora en referencia a los cien aos del

    genocidio armenio.

    El presupuesto de la UdelaR

    El pasado jueves 15 de octubre la Cmara de Diputados aprob el Proyecto de Ley de Presupuesto Nacional, luego de un largo proce-so de discusin entre los distintos partidos polticos con representa-cin parlamentaria, unidades eje-cutoras del Estado y asociaciones civiles.

    Aprobamos un Presupuesto que dispone inicialmente un aumento de recursos pblicos para el pe-rodo 2016 - 2017. Pero que ade-ms, en funcin de la evolucin de la economa y de las priorida-des del Plan de Gobierno, estar abierto a una reasignacin de ms recursos por la va de las Rendicio-nes de Cuentas.

    En trminos generales, como es habitual en cada instancia presu-

    puestal, dos son los mensajes que se presentan: el primero, en este caso, lo elabora la propia Univer-sidad y contiene las necesidades presupuestales para su desarro-llo; el segundo es enviado por el Poder Ejecutivo y se elabora de acuerdo a las posibilidades o dis-ponibilidades financieras presu-puestales.

    Las diferencias, como todos sa-ben, son cuantiosas. De all el esfuerzo de los legisladores fren-teamplistas para incrementar -en lo posible- el mensaje inicial del Poder Ejecutivo, tras la reasigna-cin de rubros pertinentes, pues, y como tambin es sabido, nues-tra legislacin no nos permite in-crementar gastos sin el debido respaldo financiero.

    A manera de parecer repetitivos, conviene as mismo reiterar el hecho sustancial de que este Pre-

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    supuesto es incremental, aunque responsablemente se estima a dos aos, en los marcos de:

    La inestable situacin internacional.

    El enlentecimiento en el crecimien-to del Producto Bruto Interno.

    El dficit fiscal ocasionado por la enorme deuda social que an mantiene nuestro pas, del esfuer-zo que se debi realizar en los l-timos diez aos, luego de dcadas de inversin pblica sumergida, y la necesidad de realineamiento de la deuda pblica que hipotecaba toda chance de financiamiento externo. Dicho de otra manera, no va a haber ajuste fiscal, como s los practicaron los gobiernos blancos y colorados de la dcada de los 90 y principios de este siglo.

    En este marco y continuando con las prioridades del Frente Amplio, una de ellas, y desde que somos gobierno, ha sido y es la educa-cin. Alcanzando niveles hist-

    ricos en los ltimos 50 aos del gasto en relacin al PBI, hablamos del 4,5% en el 2014 y dentro del mismo, el 4,1% para ANEP y Ude-laR. Hoy tambin remarcamos la prioridad de la educacin, ya que ms del 40% del incremento del gasto para estos dos aos van a ser para ella, estimando una cifra cercana a los 2.587 millones de pesos en un total de 7.795 millo-nes de pesos para el ao 2016 y 5.603 millones de pesos en un total de 13.128 millones de pesos para el 2017.

    Dentro de este gasto educativo, destacaremos en esta oportu-nidad el incremento del presu-puesto de la UdelaR sobre la l-nea base que actualmente ronda en los 10.602 millones de pesos. Se trata de casi 500 millones de pesos para el 2016 y de 1.043 millones de pesos para el 2017, a lo cual se le agrega una partida de 100 millones de pesos a partir

    del 2016 en adelante a travs de la reasignacin de rubros que es-taremos acompaando en el ar-tculo 522 BIS al cual me referir ms adelante.

    Por otro lado, adems de nues-tros esfuerzos por lograr el 6% del PBI para la Educacin, tambin va-mos a estar destinando un 1% del PBI para Ciencia y Tecnologa. Y lo menciono porque viene al caso de lo que estara percibiendo la Ude-laR, ya que cerca del 80% de las publicaciones cientficas que se realizan a travs del PEDECIBA y la ANII provienen de la Universidad de la Repblica. Es decir que hoy en da el 80% de ese 1% se desti-nara a proyectos de investigacin realizados por la Universidad.

    Importancia de la UdelaR

    La Universidad, como bien lo dice en el artculo N 2 de su Ley Or-gnica, tiene como fin -entre otras cosas-:

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    Acrecentar, difundir y defender la cultura.

    Impulsar y proteger la investiga-cin cientfica y las actividades artsticas.

    Defender los valores morales y los principios de justicia, liber-tad, bienestar social, los dere-chos de la persona humana y la forma democrtico-republicana de gobierno.

    Contribuir al estudio de los pro-blemas de inters general y pro-pender a su comprensin pblica.

    Pero quizs, y sin desmerecer ninguno de los fines anteriormen-te mencionados ni otros que no menciono para no extenderme demasiado, el fin ms importante sea el de la formacin de profe-sionales para la resolucin de pro-blemas nacionales. A diferencia de otras academias que forman profesionales sin tener en cuenta las necesidades y/o las problem-ticas de nuestro territorio y de su gente.

    Universidad en el Interior: impor-tancia de los CENUR

    Si bien es cierto que el desarrollo de la Universidad deviene de la acumulacin histrica de los acto-res que han formado parte de ella, no debiramos desconocer los es-fuerzos que desde el gobierno se han realizado desde el 2007 a la fecha.

    Por qu hacemos referencia a esta fecha? Porque es el momento en que se crea la comisin coordi-nadora del interior, conocida por algunos como Segunda Reforma Universitaria, la cual implic deci-siones polticas y presupuestales de peso.

    Gracias a la creacin de los CE-NUR, hoy contamos con:

    cerca de 10 mil estudiantes en todo el interior del pas, cuando antes de este proceso haban solo 3 mil y se encontraban concentra-dos en el litoral.

    700 cargos docentes, de los cua-les el 20% son full time.

    Tambin se estableci un pro-grama de radicacin de recursos humanos que hizo posible la ve-nida de tcnicos del exterior y su radicacin en el interior del pas. El ejemplo ms claro lo tengo en mi propio departamento de Salto, proveniente de Canad el doctor en Virologa Rodney Colina.

    Y que mejor para m, que seguir hablando de Salto y de los impac-tos que en esta ciudad ha gene-rado la poblacin estudiantil del CENUR Litoral norte:

    Actualmente contamos con 5 mil estudiantes de Salto, Paysand, Ro Negro, Artigas y Tacuaremb.

    200 becarios con 200 mil pesos mensuales, que se gastan en al-quileres, infraestructura y movida juvenil.

    Una fbrica no cuantificada, que genera un pensamiento crtico, moviendo intelectual e ideolgica-mente la sociedad.

    Un 71% de poblacin femenina.

    Un 22% proveniente de zonas rurales.

    Un 91% con menos de 27 aos de edad.

    Un 89% de solteros, en edad de construir familias, por lo que la universidad transforma las fami-lias que vendrn.

    Podemos afirmar que la mayora del alumnado proviene de contex-tos educativos desfavorables, ale-jados de los perfiles universitarios tradicionales.

    La regional norte est transfor-mando la sociedad del litoral, con nuevas miradas del y hacia el mundo desde los campos del conocimiento en clave territorial e inclusiva.

    Aditivo 522 BIS: $100.000.000 para el Proyecto transversal 5

    Por ltimo me gustara referirme a la importancia estratgica del Pro-yecto Transversal 5, ya que el mis-mo tiene como objetivo contribuir a la democratizacin del acceso a la enseanza superior de calidad en todas las etapas de grado, am-pliando y respaldando el ingreso, la permanencia y la culminacin de los ciclos educativos en tiem-pos adecuados.

    Este proyecto apunta a potenciar las siguientes lneas de accin:

    Fortalecimiento de las polticas de becas estudiantiles: segn un estudio desarrollado en el mbito de la Comisin Sectorial de Ense-anza, el 45% de los estudiantes adujo que motivos laborales y problemas de horarios asociados fueron la causa de su desvincula-cin. Solo el 7% de los estudiantes censados en el ao 2012 refiri usufructuar algn tipo de becas, en su gran mayora, en un 80%, eran del Fondo de Solidaridad.

    Libre acceso a las carreras con cupo. En el 2015 hubo 3.000 estu-diantes que no pudieron ingresar por la existencia de cupos en al-gunas carreras, por ejemplo en el ISEF o en la Escuela Universitaria de Tecnologa Mdica.

    Atencin a la demanda creciente del alumnado.

    Mejora de la calidad de ensean-za: con evaluaciones diagnsticas a la generalizacin de ingreso en matemtica, lectura y escritura, creacin de unidad tcnica de

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    evaluacin de aprendizajes y uni-dad gestora de apoyaturas acad-micas, profundizacin de polticas de acceso a materiales de estudio de la especialidad y programas de apoyo acadmico disciplinar.

    Articulacin y apoyo al desarrollo de entornos virtuales de aprendizaje.

    Alternativa de organizacin de cursos masivos crticos.

    Innovacin educativa en distintas modalidades de enseanza.

    Elaboracin de manuales/mate-riales didcticos.

    Evaluacin de planes de estudio.

    Mejora de los procesos de cambio curricular.

    Financiamiento de planes de es-tudios que an no cuentan con recursos para su implementacin.

    Creacin de nuevos cargos docen-tes y extensiones horarias para paliar -tambin- la problemtica de los cupos de ingreso.

    Democratizar el conocimiento, y especialmente el conocimiento avanzado, es uno de los mayores desafos de la UdelaR y del todo el Sistema Nacional de Enseanza Terciaria Pblica. La consagracin efectiva del derecho a la educa-cin para todos a lo largo de la vida, la apropiacin y creacin del conocimiento como motor del de-sarrollo integral y la produccin, son indispensables para conti-nuar avanzando en la mejora de la calidad de vida de las personas, particularmente de los ms pos-tergados.

    El Pardo Encarnacin

    BentezAl igual que Jos Artigas, a Encar-nacin Bentez tambin le pesa una leyenda negra sobre sus es-paldas que casi lo borra de las historias contadas, por atreverse a enfrentar el orden establecido y el sagrado derecho de propie-dad. Cmo alguien que no era nadie, segn el Cabildo de Mon-tevideo de la poca, se atreve a ir contra los propietarios y sentirse en igualdad de condiciones para dialogar?

    El Oficial Ramn Cceres, que lo conoci en Paysand, lo descri-be como un pardo muy grueso, cuya figura impona respeto, o te-rror, usaba bota de medio pie, y estribaba con los dedos sobre el estribo (), en l se vieron repre-sentados los pobres de la campa-a, defendi sus derechos contra todos los letrados, orgulloso de su condicin de negro en una socie-dad racista.

    Segn Zubillaga, para matarlo no alcanzaba acabar con su persona, haba que acabar con su recuer-do y su honorabilidad () fue tratado de perverso, vago y turbu-lento, acusado constantemente por el Cabildo de Montevideo de repartir ganados y tierras a su arbitrio. Quedando gravada en la sociedad de la poca y -tambin- a posteriori, el dicho de Sos ms malo que Encarnacin.

    Dotado de un enorme poder de comunicacin, recorri los pagos repartiendo tierras, en particular en la zona sudoeste en la Banda Oriental, en la Cuchilla Grande de Soriano. Junto a otros patriotas di-vidi los Campos de Albn, Azcu-naga y Antoln Reyna, entre otros.

    Cuando se propuso profundizar los repartos, choc con la tenaz resistencia del Cabildo de Monte-video, que, como era de esperar-se, se puso del lado de los pode-rosos.1

    Encarnacin fue el responsable de hacer cumplir con el Reglamento Provisorio de la Provincia Oriental para el Fomento de la Campaa y Seguridad de sus Hacendados de 1815, iniciando una poltica que establecera otro sistema de re-laciones del hombre con la tierra, pero a la vez cambiara la relacin de los hombres entre s: la pro-piedad de la tierra ya no hubiera sido el fruto de la dependencia personal sino el modo jurdico correspondiente a las relaciones sociales de igualdad nacidas entre propietarios libres.

    El Reglamento fue un dursimo instrumento poltico y revolucio-nario con un claro acento social y econmico, castigando a los ene-migos de la revolucin y acogien-do como beneficiarios a todos los patriotas: aquellos gauchos, in-dios o esclavos alzados, de bota de potro o pies descalzos a me-nudo sin ms propiedad que sus destrozadas camisas y chirips rados, la lanza, el facn y el caba-llo confiscado, haban contribuido a la revolucin con lo nico que posean, jugando sus vidas por la patria. Con ellos soport Artigas los lances de la guerra y del xo-do. A ellos quiso recompensar in-tegrndolos a la tierra.2 Por eso dice Zubillaga que el Reglamento de 1815 regula la propiedad dn-dole un carcter estrictamente social y hacindola jugar a mane-ra de nivelador de las desigualda-des econmico-sociales, todo ello subordinado al triunfo del movi-miento emancipador.3

    En un mundo donde la concepcin

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    dominante de la justicia era priva-tiva de las clases terratenientes y europeizadas, aliadas al imperio de turno, el reglamento impone una justicia social que beneficia a los ms infelices, a aquellos des-heredados de la tierra.

    En los hechos, en aquel tumultuo-so ao de 1815, en la patria vieja convivan dos gobiernos paralelos, dos polticas, dos proyectos dife-rentes. Encarnacin era fiel ex-presin de una de esas visiones, en definitiva como su nombre lo indicaba, encarnaba fielmente el espritu de cambio que por aquel entonces sacuda a la Patria Vieja.

    La Lucha por la tierra no es solo un hecho histrico aislado en los comienzos del siglo XIX, es tam-bin memoria viva y resignifica-cin a lo largo del siglo XX, por eso un equipo de historiadores escriban Artigas, tierra y Revo-lucin, por eso una sociedad se agitaba en sus contradicciones, en marchas caeras que retomaban viejas banderas y hacan suya la historia en la consigna de la tierra es pal que la trabaja, por la tierra y con Sendic.

    Hoy, a 200 aos de aquel Regla-mento, podemos decir que hemos avanzado en la propiedad colecti-va de la tierra gracias al proceso de gobiernos frenteamplistas que -haciendo honor a sus fundantes ideales artiguistas- ha repartido, a travs del Instituto Nacional de Colonizacin, ms tierras que en toda la historia del mismo.

    A tantos aos pero en el mismo espacio geogrfico podemos de-cir que se encuentran en manos de trabajadores rurales que pro-ducen en forma colectiva, aque-llas tierras en donde se levant el Cuartel General artiguista, el cen-tro de mis recursos o Rinconada

    Vieja en Arerungu (actual depar-tamento de Salto). Y es que la his-toria no solo sirve para sumar a la reflexin del tiempo transcurrido, o adornar patriticos y rimbom-bantes discursos, sino que tam-bin y principalmente para cons-truir una patria mejor, aplicando las ideas y los programas de a quien todos los partidos polticos reconocemos como uno de los grandes libertadores de Amrica, la nuestra.

    Hoy, a 200 aos, luego de que los olvidos llenaron las aulas y los actos protocolares, ocupando el vaco intencionado de que no exista ni un monumento, ni una plaza, ni una avenida dedicada a Encarnacin Bentez, es un acto de humana e histrica justicia que el instituto que tiene como come-tido entregar tierras a quienes no las poseen sea honrado con su nombre.

    Genocidio armenio

    Hablar conmovida por lo que han expresado varios compae-ros de este Cuerpo.

    Antes que nada, quiero agradecer al primer docente que me habl sobre la masacre y el genocidio armenio, el profesor scar Des-touet, quien me gui para realizar esta exposicin, ya que es un gran investigador y estudioso del tema.

    Enzo Traverso defini el siglo pa-sado como el siglo de las vctimas. Nunca antes la humanidad haba logrado tantos adelantos tecnol-gicos y cientficos como en el siglo XX, pero nunca antes se cometie-ron tantas masacres, que busca-ron no solo resolver conflictos entre pases o conjuntos de ellos,

    sino exterminar a miembros de su propia poblacin. El enemigo interno se edific como enemigo principal. El grado de ferocidad en los asesinatos fue producto del convencimiento ideolgico unido al avance cientfico tcni-co puesto al servicio del Estado opresor moderno.

    En abril de 1915, comenz el in-tento de exterminio del pueblo armenio por el gobierno de los jvenes turcos en el Impero Oto-mano. Entre un milln y medio y dos millones de armenios fueron condenados a la deportacin for-zosa y al exterminio. El ministro de Guerra del Imperio Otomano, Enver Pash, manifest: Nos es difcil, para hacer excepciones en-tre los dos millones de armenios, discernir entre inocentes y culpa-bles, suprimindolos a todos es-tamos seguros de alcanzar a los culpables.

    El primer objetivo militar fue la in-telectualidad armenia, porque era la que tena las herramientas cul-turales y los vnculos necesarios para denunciar la poltica que se haba puesto en marcha. Lderes polticos, religiosos y referentes culturales fueron encarcelados y muertos en las primeras sema-nas, al comienzo del exterminio en abril de 1915.

    En la primera etapa del proceso se delimit al enemigo, al que paula-tinamente se lo ir apartando de la categora de igual para pasar a ser considerado como algo ajeno, diferente y ejemplo del mal. Se produce una ruptura drstica con el criterio liberal del Estado y las relaciones sociales que sostienen que todos los individuos nacen iguales y que, por ende, todos na-cemos con derechos. El goberna-dor de Cesrea sostuvo: No per-mitir que quede aqu ni el olor

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    de los armenios. Agreg: Vayan a los desiertos de Arabia y funden all su Armenia.

    El camino desde la reflexin a la accin fue el hostigamiento. Hubo debilitamiento sistemtico, desnutricin, epidemias, hacina-miento, falta de atencin sanita-ria, torturas, asesinatos espordi-cos, prcticas de humillacin y de quiebre de las fronteras de resis-tencia, maltrato, hostigamiento y asesinato de familiares y conoci-dos, intento de quebrar los lazos solidarios a partir de la utilizacin de castigos colectivos, creacin de condiciones para prcticas como la delacin, maltrato a pares, ca-tegorizacin y clasificacin de los prisioneros. Algunos fueron ase-sinados; varios murieron por el deterioro de sus condiciones de existencia objetiva, otros se adap-taron y asumieron los valores del genocida, perdiendo definitiva-mente su condicin de sujeto, de-jando de ser un ser autnomo.

    Rafael Lemkin, un abogado pola-co de origen judo, fue el primero que tomando ejemplo del hecho de 1915 cre un nuevo concepto jurdico para definir estos hechos: genocidio. En 1944, en su libro El Rgimen del Eje en la Europa Ocu-pada, Lemkin utiliz por primera vez el trmino genocidio: geno, proveniente del griego, significa raza o tribu y cidio, proveniente del latn, significa matar.

    El 9 de diciembre de 1948, horas antes de la Declaracin Universal de los Derechos Humanos, las Naciones Unidas aprobaron la Convencin para la prevencin y la sancin del delito del genocidio. All se establece: [...] se entiende por genocidio cualquiera de los actos mencionados a continua-cin, perpetrados con la intencin de destruir, total o parcialmente,

    a un grupo nacional, tnico, racial o religioso, como tal: a) Matanza de miembros del grupo; b) Lesin grave a la integridad fsica o men-tal de los miembros del grupo; c) Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destruc-cin fsica, total o parcial; d) Medi-das destinadas a impedir los naci-mientos en el seno del grupo; e) Traslado por fuerza de nios del grupo a otro grupo.

    Mucho ms cercano en el tiempo, el autor argentino Daniel Feiers-tein, en estudios publicados a par-tir de fines de la dcada del noven-ta y, en especial, en su libro Seis Estudios sobre Genocidio, sostu-vo que los procesos genocidas no fueron sucesos excepcionales en la historia contempornea, pro-ducto de meros arrebatos, o el retorno del salvajismo y de la irra-cionalidad, sino ejemplos de pecu-liares tecnologas de poder. Como tales, no se limitaron al aniquila-miento de colectivos humanos; tambin fueron capaces de reor-ganizar las relaciones sociales he-gemnicas mediante la construc-cin de una otredad negativa y de configurar las relaciones entre los hombres y los grupos sociales en los Estados modernos.

    Feierstein expresa que la prctica social genocida establece nue-vas relaciones sociales y modelos identitarios.

    Cuando una sociedad lleva a cabo matanzas de tales caractersticas, toda ella est involucrada. Si bien consideramos que nadie estu-vo ajeno, no todos compartieron la misma responsabilidad: hubo perpetradores, indiferentes, cola-boradores activos y pasivos, y vc-timas. Hubo quienes enfrentaron y resistieron la accin criminal, y hubo quienes silenciaron sus vo-

    ces. Algunos optaron por apren-der y no volver a repetir esos hechos; otros optaron por la ne-gacin y el olvido.

    Cuando estamos ante la historia de un exterminio, nos enfrenta-mos a una dimensin muy com-pleja. Pensamos en una cultura perdida y en el potencial que la humanidad perdi con ella. No hablamos de nmeros ni de edifi-cios, sino de personas. Hablamos de cmo aprender a convivir.

    Cuando alzamos nuestras voces condenando el negacionismo tur-co y los dems genocidios, como el del pueblo judo y el de Ruanda, cuando por diferencias polticas condenamos a nuestras imperfec-tas democracias americanas o nos sensibilizamos ante un ataque te-rrorista en Francia, pero no se nos mueve un pelo cuando se mata a doscientos estudiantes en Kenia o cuando otros Estados bombar-dean, invaden y colonizan territo-rios de otros pueblos, que tienen total legitimidad, condenando a su gente al exilio, al hambre y a la muerte, es cuando recordamos a un luchador social, el Che Gue-vara, quien expres, hablando a sus hijos: Sean capaces siempre de sentir, en lo ms hondo, cual-quier injusticia realizada contra cualquiera, en cualquier parte del mundo.

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    Miembro informante

    En los primeros das de diciem-bre de 2015 la diputada Manuela Mutti fue la miembro informante, en la Cmara de Representantes, del proyecto de ley a travs del cual se propuso la designacin del nombre Maestra Celeste Silva de Souza, para la escuela 27 de Paso del Potrero de Arerungu, en Salto.

    Proyecto de leyArtculo nico.- Desgnase Maes-tra Celeste Silva de Souza la Es-cuela N 27, de Paso del Potrero de Arerungu, departamento de Salto, dependiente del Consejo de Educacin Inicial y Primaria de la Administracin Nacional de Edu-cacin Pblica (ANEP)

    Exposicin de motivosEl 31 de agosto de 2011, en el seno del legislativo comunal salte-o y con el apoyo de los tres parti-dos polticos representados en la Junta Departamental de Salto, se inici el proceso de nombrar a la Escuela Rural N 27 de Paso del Potrero de Arerungu: Maestra Celeste Silva de Souza. Proyecto que logr captar, tambin, el apo-yo de los sindicatos de funciona-

    rios de la educacin: Asociacin Magisterial de Salto (filial departa-mental de la Federacin Uruguaya de Magisterio, FUM) y de la Aso-ciacin de Maestros Jos Pedro Varela (de la Fedmyfep), la Asocia-cin de Amigos de la Escuela P-blica, la Inspeccin Departamental de Educacin Inicial y Primaria, as como de la propia comunidad de Paso del Potrero de Arerungu. Y que, adems, fue apoyado por el Consejo Directivo Central (Acta 50, Resolucin 5 del 10 de julio de 2013), y -de forma unnime- por la Cmara de Senadores segn consta en carpeta.

    Celeste Silva de Souza no solo ejerci la Direccin de la Escuela Rural N 27, favoreciendo proce-sos de integracin social de la co-munidad educativa, sino que fue quin don -junto a sus hijos- el predio en el cual se construy el edificio actual, al cual asistieron sus hijos y nietos.

    La propuesta surgi en el marco de la celebracin del Centenario de la mencionada Escuela. Cree-mos, entonces, que es de justicia dar respuesta a la expectativa de una comunidad que desea home-najear el legado de un compro-miso social ligado a la figura de la Maestra Celeste Silva de Souza, y a travs de ella reivindicar el inva-lorable aporte de la educacin al

    desarrollo de las comunidades, no solo en el mbito rural sino en el medio urbano y suburbano de nuestro pas.

    Apoyar las propuestas que surgen desde las comunidades de nues-tro pas y que, por sobre todo, dig-nifican el compromiso social de los trabajadores de la educacin, no se trata de un simple homena-je a una referente social. Sino que se trata de convencernos, que es necesario marcar horizontes que nos ayuden a caminar en pos de un pas que apueste al compromi-so, a la justicia social y a la edu-cacin pblica como pilares de nuestra democracia.

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    Perspectivas Legislativas con el compromiso

    de todosEl pasado 15 de febrero dimos comienzo a la apertura del Primer Perodo de la XLVIII Legislatura, con una mezcla de sensaciones y emociones que iban mucho ms all de lo protocolar. Y es que ni los nmeros romanos, ni el des-pliegue de medios informativos, eran capaces de describir la ale-gra y el compromiso que nos acompaaba por estar celebran-do 30 aos de la recuperacin de-mocrtica en nuestro pas.

    Para los que nos toc nacer des-pus del 85, aunque bien cons-cientes de lo que nos precedi, la lucha sigue siendo la misma. Porque a esta democracia le falta mucho por seguir recuperndose y transformndose, aprendiendo de los caminos que nunca ms queremos volver a transitar y a la vez imaginando los posibles cami-nos que nos lleven a un Uruguay cada vez ms integrado e integra-dor, cada vez ms productivo y productor.

    En esa direccin estamos. Em-pezamos en el 2005 trabajando para que el compaero Tabar Vzquez llevara a cabo el progra-ma del Frente Amplio en su rol

    opininNuestra opinin

    en la prensaMs all de las distintas apariciones mediticas, entre las que se destacan el ser participante de la Tertulia de El Espectador,

    Manuela Mutti es editorialista fija del diario La Repblica y tambin particip con sus escritos del suplemento Ideario.

    A continuacin les presentamos algunos de los artculos ms destacados que se han publicado desde que asumi la

    diputacin.

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    de presidente, reafirmamos en el 2010 con nuestro querido com-paero Pepe y ahora nos propo-nemos seguir dimensionndolo, nuevamente con Tabar.

    El estudio de la historia nos ayu-da a comprender que los grandes acontecimientos en la vida de los pases no tienen una fecha de ini-cio determinada, es por eso que decimos que el pas comenz a cambiar con la llegada del Fren-te Amplio al gobierno nacional. Porque es preciso recordar que recibimos el gobierno de un pas con uno de los niveles de endeu-damiento per cpita ms altos del mundo, con un aparato producti-vo estancado, una economa ex-tremadamente dbil, la ms alta desocupacin en dcadas, los n-dices de pobreza e indigencia en los niveles ms altos de la historia.

    Las polticas de gobierno fren-teamplistas significaron importan-tes cambios en todos los rdenes de la gestin pblica, mejorando las condiciones de vida del pueblo uruguayo, sobre todo las de los sectores ms vulnerables.

    Pero quiero centrarme en el tema Educacin que es el que voy a tra-bajar en este quinquenio. Desde mi experiencia como docente en el medio rural, he podido consta-tar las carencias educativas a nivel secundario y terciario, es deber del Estado garantizar la ampliacin de oportunidades educativas de ca-lidad para todos sus ciudadanos. Es preciso compatibilizar el estu-dio con el trabajo, el desarrollo de diversas trayectorias flexibles y la educacin no formal agraria, acreditar los saberes y habilidades aprendidas en el desempeo la-boral y profundizar los contenidos referidos a la organizacin de los procesos productivos y las capa-cidades para la participacin or-

    ganizada en la gobernanza de los territorios. Promoviendo la coor-dinacin con organismos sociales, gremiales y empresariales. Es jus-to destacar, en este sentido, el rol de las Mesas Interinstitucionales y las Mesas de Desarrollo Rural.

    Hablar de Educacin tambin es hablar de innovacin, ciencia y tecnologa. Profundizar en estos aspectos va a permitir la mejora del trabajo y el ingreso, la inclusin social y la integracin regional, pero ms que nada va a permitir enfrentar los graves problemas de marginalidad y exclusin social.

    Nos hemos propuesto seguir ase-gurando la Educacin como un derecho humano fundamental, garantizar el acceso universal y las posibilidades reales de per-manencia y egreso en todos los niveles del sistema educativo, re-cuperar la valoracin social de la educacin pblica. Para ello es ne-cesario continuar con el proceso de mejora salarial, recuperacin edilicia y transformaciones institu-cionales mediante un incremento presupuestal acorde a las nuevas realidades educativas.

    Una Educacin inclusiva tambin necesita la superacin permanen-te de la labor docente, es necesa-rio construir canales instituciona-les que faciliten la planificacin y la formacin continua; profundizar la incorporacin de la perspectiva de derechos humanos en los con-tenidos educativos, fortaleciendo los valores de integracin, no apli-cando recetas homogeneizantes en una sociedad en donde todos somos diversos.

    Para todo lo que nos propone-mos realizar, las mayoras parla-mentarias son una herramienta fundamental. A pesar de ello, de-beremos tender a acuerdos inter-

    partidarios para que no nos pase como en la anterior legislatura, en donde unas pocas manos sin levantarse nos privaron de la Uni-versidad de la Educacin.

    Los desafos que tenemos por de-lante no se van a cumplir por el simple hecho de la existencia de una ley, se necesita la intencin de muchos y el compromiso de todos.

    Publicado en el suplemento Ideario el 1

    de marzo de 2015

    De un Salto a otro

    Los pasados 25 y 26 de mayo, nuestro departamento vivi una jornada histrica y no fuimos noti-cia. Entre tanto caos, desprolijida-des y abusos por parte de la ac-tual gestin del Partido Colorado, una luz de esperanza se prendi en el cielo salteo, mezclndose con sus atardeceres, de ciudad y de campo.

    Y es que a iniciativa del actual equipo de diputacin del MPP por Salto, con el visto bueno del Presidente de la Comisin de Educacin de la Cmara de Re-presentantes, diputado Sebas-tin Sabini, y de toda la Comisin, con la participacin de institucio-nes, organizaciones sociales, gre-mios y sindicatos de la enseanza del departamento, convocamos a dicha Comisin de Educacin parlamentaria para que visitara nuestro Salto, en el marco de las discusiones hacia un nuevo pre-supuesto quinquenal.

    Vivimos en un departamento que, a pesar de su triste y lamentable actual pasar, es un lugar estrat-gico para el desarrollo de la regin en clave de pas productivo. Con

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    una ciudad que, a partir de la ins-talacin y progreso del Centro Uni-versitario Regional Norte (CENUR), es albergadora de estudiantes de los vecinos departamentos; y con un campo que lucha por consoli-dar el arraigo de su poblacin, con ofertas educativas que apuntan a la formacin de personas califica-das para el desarrollo de la regin en todos sus aspectos.

    El pasado lunes 25, con represen-tantes de los ministerios de Salud Pblica, Ganadera, Agricultura y Pesca, Desarrollo Social y distintos actores de instituciones educati-vas, como UTU, Primaria y Secun-daria, recorrimos la localidad de Rincn de Valentn, siendo recibi-dos por integrantes de la Mesa de Desarrollo Rural y comprobando, con una enorme satisfaccin, la muy positiva experiencia del Pro-grama Rumbo Rural Itinerante que funciona en dicha localidad.

    Tambin en esa jornada visitamos Pueblo Quintana, donde funciona por primera vez el Ciclo Bsico Ru-ral, compartiendo un almuerzo y reuniones con organizaciones de Basalto Ruta 31 y Mataojo, ade-ms de profesores, estudiantes, vecinos e instituciones de la zona. Pueblo Fernndez y Guaviy de Arapey tambin nos recibi, con egresados del Programa Rumbo Rural Itinerante, para compartir las distintas visiones acerca de la situacin educativa local y las perspectivas a futuro.

    El martes 26 fue el turno de reu-nirnos con autoridades y docentes del CENUR, recorriendo las instala-ciones, laboratorios y proyectos de investigacin radicados en la zona, como por ejemplo el laboratorio de energa solar de la Universidad de la Repblica (UdelaR), el cual se encuentra, actualmente, realizan-

    do una investigacin sobre la ra-diacin solar en nuestro pas.

    Tambin fue el turno de reunir-nos con sindicatos de la edu-cacin y con la Comisin De-partamental de Educacin, con quienes pudimos realizar un estado de situacin, analizando los reclamos, las propuestas y los desafos de las instituciones educativas en el departamento.

    Esta recorrida tambin nos dej unas cuantas tareas, algunas de las cuales ya se estn resolviendo. Como ser la conectividad Ceibal en los pueblos de Pepe Nez, Quin-tana y Rincn de Valentn; o la Elec-trificacin Rural para la zona, tema por el cual ya hemos conversado con la OPP y con la UTE para que la misma se ponga en marcha.

    Como equipo de la diputacin quedamos ms que satisfechos, no solo porque pudimos empa-par al resto de los legisladores que conforman la Comisin de Educacin de la Cmara de Re-presentantes, de las tantas rea-lidades que conviven en nuestro departamento, sobre todo al in-terior del mismo; pero adems, pudimos lograr esa interaccin legisladores - actores que rara vez se puede alcanzar en los de-partamentos al norte del ro Ne-gro, comprometindonos todos en el desarrollo educativo de Salto, ya que la educacin juega un papel clave en el desarrollo econmico, social y cultural, en el marco del pas productivo que estamos construyendo.

    Publicado en el suplemento Ideario el

    21 de junio de 2015

    Brotar de la sangre

    ternuraJe pens, donc je suis es la mejor forma de decir pienso, luego exis-to sin decir cogito ergo sum. Postulado del Discurso del Mto-do de Ren Descartes, mencio-nado solo a los efectos de hacer honor al ttulo de esta nota, que sale de una cancin del disco Des-cartes del cantautor cubano Silvio Rodrguez. Los hijos del materia-lismo dialctico no concebimos que la existencia est determina-da por la conciencia, sino que una cosa ES en el momento en que se constata su presencia material.

    Por eso es tan importante analizar todas las dimensiones en la rea-lidad de los acontecimientos, as cuando estamos frente a una pro-blemtica o cuando no medimos lo que nuestro discurso puede terminar generando.

    Juguemos a la crisis mientras el lobo no est, lobo est?

    Se est poniendo los pantalones o, mejor dicho, se est ajustando el cinturn.

    Qu es la crisis? Quines la ge-neran? A quines afecta? Es solo econmica?

    Si seguimos la lnea de Francis Fukuyama

    1, las ideologas dejaron

    de existir con el fin de la Guerra Fra, hoy todo es economa. Pero las crisis del sistema capitalista se siguen sucediendo, agudizando la concentracin del capital, es decir, manteniendo la tendencia de que menos gente tenga cada vez ms bienes y ms gente tenga cada vez menos.

    Los conflictos internacionales y las

    1 Politlogo estadounidense. | 2 Que me disculpe Lenin por el plagio

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    problemticas regionales de este siglo y del anterior, as lo expre-san. Podrn disfrazar los anlisis con descripciones de innumera-bles variables, pero son los inte-reses econmicos quienes se es-conden atrs de cada una de las disputas que inundan la seccin informativa internacional.

    Incluir a Salto en una contextuali-zacin mundial podra parecer un delirio de grandeza de una socie-dad histricamente aristocrtica que hasta en la exageracin de su discurso deja entrever su necesi-dad de diferenciarse. Pero es que Salto, como departamento de un pas capitalista dependiente, se rige con las mismas normas del mercado mundial, con las mismas relaciones sociales de produccin y, por lo tanto, es a la vez vctima y responsable de las crisis del siste-ma capitalista.

    Cierto es que en nuestro pas, y por ende en Salto, el Estado es el mayor comprador y con ello la intendencia departamental. Generando compromisos con pequeas, medianas y grandes empresas; invirtiendo dinero que queda en el departamento circu-lando, ya sea en los sueldos direc-tos de los empleados municipales como en los sueldos de los traba-jadores cuyas empresas fueron contratadas por la intendencia. El irresponsable y voluntario des-calabro de la anterior administra-cin, cuyo elemento con ms tras-cendencia pblica fue el atraso en el pago de sueldos a la mayora de funcionarios municipales, incidi en todo el espectro econmico de la ciudad. Pequeas empresas se fundieron, dejando sin trabajo a sus trabajadores, que con todo derecho se ampararon en el Se-guro de Desempleo, generndole ms gastos al BPS y por lo tanto al

    pas, siendo que el pas ya le des-tina una partida a todos los de-partamentos, adems de lo que cada administracin recibe por los tributos municipales. A dnde habrn ido a parar esos millones de pesos?, que se suman a los mi-llones de pesos en compromisos que todava se adeudan.

    Pero, no obstante lo menciona-do anteriormente -como si fuera poco-, Salto es un departamento con mucha gente muy rica, cmo es posible que falte trabajo? Cmo es posible que se cierren empresas y se echen trabajadores que reclaman mejores condicio-nes laborales? Cmo es posible que los comerciantes denuncien la falta de activo circulante, la falta de plata en la calle, la disminucin en el consumo de la gente?

    Y es que la crisis, como lo men-cionamos al principio, es la herra-mienta ms importante de este sistema, porque permite que los que ms tienen especulen con su capital, reteniendo el mismo para recin volcarlo cuando la desesperacin de la gente y de los gobiernos le signifiquen los ms altos beneficios y as seguir acu-mulando riquezas (ya sea dinero o bienes materiales, como autos, empresas o casas rematadas) a costa de los dems.

    No es otra manera de ver las co-sas, es la nica manera de inter-pretar lo que pasa en una ciudad con muchos ricos pero con poca plata en la calle.

    Qu hacer?2

    Dira Einstein, es en la crisis que nace la inventiva, los descubri-mientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a s mismo sin quedar superado.

    Es necesario marcar una nueva agenda, una estrategia para poder ver ms all de la etapa departa-mental que estamos viviendo e ir trazando el camino hacia una so-ciedad con justicia social. Y la ni-ca manera es seguir luchando por la redistribucin de la riqueza, que significa mucho ms que barajar para repartir de nuevo.

    Pensar en la distribucin de la ri-queza es pensar en la felicidad pblica, en mejorar la calidad de vida de los productores y de los trabajadores, porque para que no exista la persona que se enriquez-ca con el trabajo de los dems es necesario que todos seamos productores (en su concepcin ms amplia y no solo productiva comercial) y/o trabajadores. Es generar oportunidades en donde no las hay, es pensar en polticas sociales y educativas inclusivas en clave de regin, pensando y aspirando a una real descentrali-zacin, de la capital del pas hacia los departamentos pero, tambin, de las capitales departamentales hacia el interior de los mismos.

    Pensamos en mejorar la calidad de vida y para ello trabajaremos, como diputacin, en conjunto con la intendencia, los ministerios y las empresas pblicas. Consolidando proyectos en el departamento, como la electrificacin rural, la ampliacin de la red de sanea-miento, la apertura de nuevos centros educativos, la bsqueda de emprendimientos que generen fuentes laborales.

    Qu, cmo y para quin

    Cambiar este sistema voraz y de-predador implica no solo pensar en hacer ms y ms cosas, sino en las formas y en los protagonistas.

    La organizacin es el sustento de

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    cualquier orden, desde un da en la vida de una persona ocupada a la misma vida en sociedad. Es por eso que necesitamos de todos, y cuando digo necesitamos no es porque quiera que compartan las ideas que me identifican sino para que generen las suyas propias, procurando crearlas, compartirlas y defenderlas entre muchos.

    Una sociedad que resuelve colec-tivamente sus problemas, menu-do desafo.

    Mientras es necesario gobernar para los ms humildes, para los trabajadores que no tienen ms que sus brazos, para que los ms infelices sean los ms privilegia-dos, para ese pueblo que no na-ci con estrella, para los muchos que salimos estrellados, a los que el fro les curte las manos y so-portan ese sol de enero curtien-do changas hacedoras de oficios, para esas Maras cuyos hijos son todo lo que pudieron tener de la vida.

    Y es necesario gobernar con transparencia, por que no la hubo por mucho tiempo. Sin ella nos engaamos engaando, pero con ella somos claros y contundentes.

    Mirando al frente, alto y lejos, sin olvidarnos de nuestra historia, plagada de memorias que nos construyen y nos apuntalan en esta difcil etapa, persecuciones y reconstrucciones, derrotas y vic-torias, todas y cada una, nos lle-nan el alma.

    Describir y actuar sobre lo des-cripto, para poder redactar con tinta lo que nos cost tanta san-gre, y que llegue ese da

    Cuando escriban la vida los buenos

    al final vencedores,

    se sabr que no usamos veneno

    como aroma de flores3

    Publicado en el suplemento Ideario el

    16 de agosto de 2015

    Yo vine aqu porque quise, a mi naide me ha

    mandao1El prximo 10 de setiembre se cumplirn 200 aos de la pues-ta en marcha del Reglamento Provisorio para el Fomento de la Campaa y Seguridad de sus Ha-cendados, ms conocido como el Reglamento de Tierras impul-sado por el proceso artiguista.

    Petit Muoz sostena que atrs de Artigas haba una masa se-dienta de justicia, buscando recuperar los derechos hist-ricos que les pertenecan ms que los dados a algunos hom-bres mediante un pago de dine-ro. Lo que Lenin llamaba el ca-mino norteamericano se abra paso en el pas en el curso de una revolucin radical. Por pri-mera vez, miles de hombres co-menzaban a comprender que la tierra no tena porqu ser fruto del privilegio colonial, ni la pren-da del caudillo ensoberbecido en su poder.

    Haba que fundar una nacin y con ella un ciudadano. La Re-volucin tena la necesidad de constituir la base social, y no bastaba con sostener las rela-ciones de dependencia de la colonia. El Reglamento indica una poltica que establecera otro sistema de relaciones del

    3 Rosana: cancin de Silvio Rodrguez del disco Descartes.

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    hombre con la tierra, pero a la vez cambiara la relacin de los hom-bres entre s: la propiedad de la tierra ya no hubiera sido el fruto de la dependencia personal sino el modo jurdico correspondiente a las relaciones sociales de igual-dad nacidas entre propietarios libres.

    2

    El Reglamento fue un dursimo instrumento poltico y revolucio-nario con un claro acento social y econmico, castigando a los ene-migos de la revolucin y acogien-do como beneficiarios a todos los patriotas: aquellos gauchos, indios o esclavos alzados, de bota de potro o pies descalzos a me-nudo sin ms propiedad que sus destrozadas camisas y chirips rados, la lanza, el facn y el caba-llo confiscado, haban contribuido a la revolucin con lo nico que posean, jugando sus vidas por la patria. Con ellos soport Arti-gas los lances de la guerra y del xodo. A ellos quiso recompensar integrndolos a la tierra.

    3 Por eso

    dice Zubillaga que el Reglamento de 1815 regula la propiedad dn-dole un carcter estrictamente social y hacindola jugar a manera de nivelador de las desigualda-des econmico-sociales, todo ello subordinado al triunfo del movi-miento emancipador.

    4

    Ataca los problemas de la socie-dad criolla, el problema de la pro-piedad de la tierra y de la produc-cin ganadera, buscando asentar a los pobres del campo para erra-dicar el vandalismo y el contra-bando: el Reglamento se agitaba como un cuerpo de disposiciones sabio, realista, y perfectamente consustanciado con la realidad social y material sobre la que se aplicaba.

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    No buscaba confiscar todos los grandes latifundios porque la re-

    volucin no se propona eliminar sus aliados potentados en la lu-cha contra el centralismo porteo y el poder portugus, ni tampoco esto era necesario para los fines que se propona el reglamento. Tampoco se buscaba una vengan-za, porque inclusive a los hijos y mujeres de los malos europeos y peores americanos se los tendra en cuenta en los beneficios del mismo.

    Con la vieja concepcin hispnica del colono-soldado, aplicada en diversos planes de defensa de la frontera, estableciendo un orden de agraciados en el que se tuviera en cuenta que los ms infelices fuesen los ms privilegiados.

    En un mundo donde la concep-cin dominante de la justicia era privativa de las clases terrate-nientes y europeizadas, aliadas al imperio de turno, el reglamento impone una justicia social que be-neficia a los ms infelices. Tanto en las bondades del reglamento como en la aplicacin del mismo, jerarquizando actores sociales re-presentantes del pobrero de la campaa. Tal es el caso de Encar-nacin Bentez, un negro liberto, a quien le encomienda la puesta en prctica del reglamento, debiendo este discutir y coordinar las accio-nes en calidad de General con el Cabildo de Montevideo.

    Hoy, a 200 aos, podemos decir que hemos avanzado en la pro-piedad colectiva de la tierra gra-cias al proceso de gobiernos fren-teamplistas que -haciendo honor a sus fundantes ideales artiguis-tas- ha repartido, a travs del Ins-tituto Nacional de Colonizacin, ms tierras que en toda la historia del mismo.

    A tantos aos pero en el mismo espacio geogrfico, aquellas tie

    rras en donde se levant el Cuar-tel General artiguista, el Centro de mis recursos o Rinconada Vieja en Arerungu (actual depar-tamento de salto), se encuentran en manos de trabajadores rurales que producen en forma colectiva.

    1 Alfredo Zitarroza: Milonga caera |

    2 Nelson de la Torre, Julio C. Rodrguez

    y Luca Sala de Tourn. La revolucin

    agraria Artiguista (1815-1816). |3 Ana

    Frega y Ariadna Islas. Nuevas miradas

    en torno al Artiguismo. | 4 Carlos Zubi-

    llaga. Artigas y los derechos humanos. |

    5 Nelson de la Torre, Julio C. Rodrguez

    y Luca Sala de Tourn. Artigas: tierra y

    revolucin.

    Publicado en el diario La Repblica el 4

    de setiembre de 2015

  • Pg.

    29

    | R

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    S 20

    15Salto capitalFebrero y marzo de 2015 - Reu-nin con la presidenta de ANTEL, Carolina Cosse.

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