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José Manuel Lorenzo Moreno. Orientador IES Los Albares. Cieza Curso: 2008-2009. 1 RENOVACIÓN, INNOVACIÓN, INVESTIGACIÓN Y BUENAS PRÁCTICAS EN LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA, PSICOPEDAGÓGICA Y PROFESIONAL ÍNDICE: 1. Introducción 2. Principios, Objetivos y Funciones de la Orientación 2.1. Principios básicos de la orientación educativa 2.2. Objetivos de la orientación 2.3 Funciones de la orientación 3. Modelos y ejes de intervención en la orientación psicopedagógica y profesional 3.1. Ejes de intervención 3.2. Modelos de intervención 3.2.1. Modelo clínico 3.2.2. Modelo de programas 3.2.3. Modelo de consulta 3.2.4. Modelo de servicios por programas 4. El modelo institucional de orientación del Ministerio de Educación 4.1. Estructura del sistema de orientación educativa e intervención psicopedagógica 4.2. Objetivos, modalidades de actuación y criterios de intervención en el sistema de orientación. 4.3. La orientación en el centro educativo: el departamento de orientación. 5. El orientador como agente de cambio e innovación: 5.1. El rol profesional del orientador: funciones y competencias 6. Las buenas prácticas en orientación. Ejemplificación de buenas prácticas en las funciones de: 6.1. Investigación en la orientación psicopedagógico 6.2. Intervención para el desarrollo de la orientación educativa, psicopedagógica y profesional de los alumnos, al finalizar la ESO. El consejo orientador 6.2.1. La orientación profesional. 6.2.2. Los programas de orientación profesional: Áreas de intervención 6.2.3. La formulación del Consejo Orientador

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José Manuel Lorenzo Moreno. Orientador IES Los Albares. Cieza Curso: 2008-2009.

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RENOVACIÓN, INNOVACIÓN, INVESTIGACIÓN Y BUENAS PRÁC TICAS EN LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA, PSICOPEDAGÓGICA Y PROFESIONA L

ÍNDICE:

1. Introducción 2. Principios, Objetivos y Funciones de la Orientación

2.1. Principios básicos de la orientación educativa 2.2. Objetivos de la orientación 2.3 Funciones de la orientación

3. Modelos y ejes de intervención en la orientación psicopedagógica y profesional 3.1. Ejes de intervención 3.2. Modelos de intervención

3.2.1. Modelo clínico 3.2.2. Modelo de programas 3.2.3. Modelo de consulta 3.2.4. Modelo de servicios por programas

4. El modelo institucional de orientación del Ministerio de Educación

4.1. Estructura del sistema de orientación educativa e intervención psicopedagógica 4.2. Objetivos, modalidades de actuación y criterios de intervención en el sistema de

orientación. 4.3. La orientación en el centro educativo: el departamento de orientación.

5. El orientador como agente de cambio e innovación:

5.1. El rol profesional del orientador: funciones y competencias

6. Las buenas prácticas en orientación. Ejemplificación de buenas prácticas en las funciones de:

6.1. Investigación en la orientación psicopedagógico 6.2. Intervención para el desarrollo de la orientación educativa, psicopedagógica y

profesional de los alumnos, al finalizar la ESO. El consejo orientador 6.2.1. La orientación profesional. 6.2.2. Los programas de orientación profesional: Áreas de intervención

6.2.3. La formulación del Consejo Orientador

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1. Introducción El tema que se nos plantea en el Seminario Regional de orientadores para el presente

curso académico, 2008-2009, concretamente a la comisión de trabajo número 8 del mismo, ciertamente resulta interesante pero, al mismo tiempo, no menos complejo tanto por su amplitud, como por la escasa tradición que existe en su abordaje en el que hacer diario de la práctica orientadora. Sin embargo, paradójicamente en nuestro caso, resulta esencial en cualquier ejercicio profesional la renovación, la innovación y la investigación como funciones esenciales de la orientación, de las que sin duda se deriva el ejercicio de una buena práctica profesional.

Pero entendemos que no es posible acotar un tema de tal calibre sin una mínima referencia al panorama actual de la orientación, en sus ámbitos educativo, psicopedagógico y profesional en el vigente sistema educativo.

En efecto, actualmente nos encontramos inmersos en un tiempo en el que la complejidad del sistema educativo es evidente y que, en consecuencia, las tareas se multiplican y en la misma proporción la puesta al día de conocimientos, técnicas y estrategias.

Hablamos de una realidad educativa que presenta: - Altas tasas de abandono escolar en todos los niveles del sistema, pero

especialmente en los niveles obligatorios, en los que alcanza cifras en torno al 29%.

- Una atención a la diversidad del alumnado determinada por: • Alumnado con necesidades educativas especiales asociadas a discapacidad

cognitiva • Alumnado con altas capacidades intelectuales • Alumnado inmigrante con desconocimiento del castellano e incorporación

tardía al sistema educativo • Alumnado inmigrante de habla castellana pero con dificultades de adaptación

y , en ocasiones, con desfase curricular significativo • Alumnado con necesidades de compensación educativa con desfase

cuurricular asociado a situaciones de desventajas social o pertenencia a minorías étnicas

• Tasas preocupantes de disrupción en las aulas, indisciplina, con la aparición del bulliyng, y deterioro de la convivencia en los centros.

• Complejidad e inestabilidad del mercado laboral, con la desaparición de la profesión para toda la vida, que dificulta la orientación académica, y sobre todo, profesional del alumnado.

Sin embargo, ante esta realidad, a pesar del aumento de funciones y problemática existe

la misma ratio de orientadores-as. Apremia formular, o mejor reformular el rol de la orientación y del orientador, así como una definición del modelo de orientación y de intervención que queremos.

Con el presente documento pretendemos brindar un punto de partida para el debate y la elaboración y formulación de una propuesta sobre la innovación e investigación en la orientación que redunde en beneficio de las buenas prácticas profesionales. Pero ello no será posible, si previamente no partimos de un modelo de orientación y de sus funciones hacia el que pretendemos encaminarnos.

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2. Principios, Objetivos y Funciones de la Orientación

2.1. Principios básicos de la orientación educativa Si tuviésemos que definir la orientación diríamos que es la propia educación bajo el aspecto

de maduración de la personalidad de cada alumno concreto y de la concreción de su camino en la vida. Se puede decir que la mejor orientación educativa es la educación sin más, la educación integral y personalizada.

Este carácter personalizado e integral de la orientación se concreta en dos aspectos:

• De individualización: se educa a personas concretas, con características particulares, individuales, no a abstracciones o colectivos genéricos.

• De integración: se educa a la persona completa y, por tanto, hay que integrar los distintos ámbitos de desarrollo y las correspondientes líneas educativas.

Es preciso explicitar bajo la concepción de la orientación educativa algunos principios básicos que la fundamentan y deben ser formalmente incorporados a la práctica docente:

a) El primer principio de la orientación educativa se concreta en la propia definición de la educación como orientación para la vida. La educación es orientación, en tanto que es preparación para la vida, la cual se desarrolla en un itinerario personal. Por tanto, el acento de la orientación debe situarse en facilitar la funcionalidad de los aprendizajes para conectarlos con el entorno y relacionarlos con un futuro previsible que el sujeto deberá decidir.

b) La orientación debe entenderse, además, como asesoramiento sobre caminos diferentes y sobre las correspondientes opciones que pueden desarrollar las personas. La orientación juega un papel específico en el proceso de toma de decisiones del sujeto bien sean académicas y/o profesionales.

c) La orientación significa también educar en la capacidad de tomar decisiones propias, sobre todo aquellas que tienen una mayor transcendencia para el futuro.

d) La orientación también lo es respecto a la educación sobre el propio proceso educativo: en la instrucción y capacitación de los alumnos para su proceso de aprendizaje.

En este aspecto de la orientación cabe señalar el manejo y control de procedimientos de

aprendizaje como: técnicas de trabajo intelectual, capacidades de aprender a aprender, búsqueda y organización de la información, autocorrección, autoevaluación, y en general todas las técnicas de aprender por uno mismo.

Álvarez González (1995), presenta un concepto de orientación profesional que recoge

los principios de prevención, desarrollo e intervención social. Esto supone una nueva concepción de la orientación que desplaza el centro de la misma hacia el sujeto que se orienta como parte activa de un proceso continuo, contrariamente a la práctica que se ha venido manteniendo de un modelo institucionalizado, individual, descontextualizado, y de carácter puntual en aquellos momentos decisivos en que el sujeto había de llevar a cabo decisiones de carácter vocacional.

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Este nuevo planteamiento de la orientación de carácter procesual, implica matices preventivos y de desarrollo en un amplio ámbito en el que el sujeto se desenvuelve. A continuación desarrollamos los aspectos más relevantes de estos principios.

� Principio de prevención

El principio de prevención en orientación tiene su origen en los niveles preventivos establecidos en salud pública: intervención primaria para reducir riesgos actuando antes de que aparezca el problema; intervención secundaria, actuar para aminorar el problema; intervención terciaria, para paliar los efectos del problema. En educación, la prevención primaria se dirige a alumnos con problemas aparentes, interviene antes de que aparezcan los síntomas problemáticos y tiene como finalidad reducir el riesgo de la población escolar, actúa a través de estrategias mediadoras, incidiendo en el contexto. Los procedimientos de intervención que generalmente se utilizan son dos:

• Alterando el agente que origina el problema (contexto). • Proporcionando a los individuos competencias para afrontar con éxito las situaciones

conflictivas. Aunque la prevención primaria en orientación ha tenido escasa relevancia en el campo educativo, no obstante, tiene su ámbito de aplicación propio en los momentos o periodos de tránsito en el itinerario formativo-profesional, cambios de etapa o ciclo en el sistema educativo, transición del sistema educativo al mundo laboral, en el que el sujeto precisa tomar decisiones de carácter vocacional.

Por tanto, deben centrarse las estrategias de intervención en ayudar al individuo en el conocimiento y desarrollo de capacidades, intereses, motivaciones, para confrontarlas con el contexto socio-profesional que le rodea y poder tomar decisiones adecuadas a su proyecto de vida. Pero este principio de prevención no debe reducirse exclusivamente al ámbito escolar, sino que debe expandirse e implicar al resto de agentes educativos y de orientación que circundan al sujeto, (familia, agentes sociales, instituciones formativas, etc.)

� Principio de desarrollo

El principio de desarrollo en orientación se encuentra estrechamente ligado a la concepción de la orientación como proceso de desarrollo a lo largo de toda la vida del individuo. Las teorías sobre el desarrollo de la carrera o los programas de Activación del Desarrollo Vocacional y Personal (A.D.V.P.) parten del principio de activación del desarrollo como presupuesto básico desde una perspectiva eminentemente educativa, que integra la orientación profesional y vocacional como parte de la actividad docente incluida en el currículo escolar.

Este principio considera al individuo como un ser en continuo proceso de crecimiento personal. La educación puede ser un agente activador y facilitador del desarrollo. En esta línea, los programas de orientación deben ser proactivos, encaminados al desarrollo de la carrera y de todas las potencialidades del sujeto.

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� Principio de intervención social

Si el comportamiento humano y la realización personal no se desarrollan en abstracto sino en un proceso de interacción con el medio social, es evidente, que la acción orientadora sobre el sujeto debe entenderse no solo como adaptación del individuo al medio sino que precisa de una intervención sobre el contexto educativo y social para modificar aquellos aspectos que interfieren su realización personal.

Bajo esta idea, la aplicación del principio de intervención social en la orientación profesional debe considerar los siguientes aspectos:

- Las experiencias reales, simulaciones, visitas, y otras de carácter vivencial se

consideran básicas para comprobar las posibilidades reales del sujeto, en relación a sus valores, aptitudes, motivaciones, intereses, etc., que solo será posible si su realización se hace en contacto con la propia realidad.

- Los modelos de orientación basados en las teorías del desarrollo de la carrera, por propia definición, deben ampliar su marco de acción no sólo a la institución escolar, sino también al ámbito comunitario con los agentes que intervienen en el proceso orientador (agentes sociales, económicos, centros de información...).

- Es importante la intervención activa sobre factores que pueden incidir negativamente en la toma de decisiones: familia, amigos, modas, medios de comunicación, estereotipos sociales, etc., que condicionan notablemente el desarrollo personal y profesional.

� Principio antropológico

Algunos autores (Álvarez Rojo y Rodríguez Espinar) incluyen como principio de la orientación el principio antropológico.

En síntesis, este principio señala la necesidad de la orientación y hacia dónde debe dirigirse para contribuir al desarrollo del tipo de hombre que se deriva de unos fundamentos filosóficos y antropológicos. 2.2. Objetivos de la orientación

Previo a abordar la propuesta de objetivos de la orientación que algunos autores

proponen, consideramos preciso definir a qué nos referimos cuando hablamos de objetivos para diferenciarlos de funciones y actividades, de las que hablaremos más adelante.

Los objetivos son las metas, aquello que se quiere conseguir. Parte de una necesidad previa que impulsa a determinar su superación, formulándola mediante un objetivo.

Entrando en los objetivos de la orientación, partimos de ésta, desde una perspectiva genérica, entendida como un proceso de ayuda a la persona, en la toma de conciencia sobre sí mismo, sobre los demás y sobre la realidad que le rodea, con el objeto de ir integrando un conjunto de valores que permita su interrelación. (Valdivia, 1994).

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Rodríguez Moreno (1995) señala que los objetivos generales que pretenden los profesionales de la orientación pueden resumirse en los siguientes:

- Desarrollar al máximo la personalidad - Conseguir la autoorientación - Conseguir la autocomprensión y aceptación de uno mismo - Alcanzar una madurez para la toma de decisiones educativas y vocacionales - Lograr la adaptación y el ajuste - Conseguir un aprendizaje óptimo en los años de escolaridad

No obstante, la formulación de objetivos concretos siempre debe ser realizada en función del contexto de intervención. Pero conviene señalar que las actuales tendencias en orientación conceden una importancia capital la sujeto como elemento activo dentro del proceso orientador, apuntando hacia uno de los objetivos de mayor transcendencia: la auotorientación, consistente en contribuir al desarrollo de la madurez necesaria encaminada al uso de estrategias y pautas de actuación adecuadas, aplicables a la diversidad de situaciones que pueden tener repercusiones en el futuro de la persona.

2.3 Funciones de la orientación

Una vez formulados de manera genérica cuáles pueden ser los objetivos de la

orientación, nos referiremos a las funciones de ésta. Sin embargo, antes de entrar a analizar las propuestas de distintos autores sobre las funciones de la orientación, consideramos importante hacer una breve distinción entre funciones y actividades.

En efecto, al hablar de actividades de la orientación nos referimos a las múltiples tareas que pueden desarrollarse dentro de una función: animar, facilitar, apoyar, revisar, etc.

Sin embargo, función hace referencia a las grandes acciones que son propias y típicas de la orientación; mientras que el concepto de actividad se refiere a aquellas actuaciones más concretas y minuciosas. Hecha esta precisión, seguidamente hacemos una breve exposición de distintas propuestas, acerca de las funciones de la orientación.

En primer lugar, nos referimos al modelo clásico de las funciones de la orientación

propuesto por Morrill, Oetting y Hurst (1974). Este consiste en un cubo en el que las agrupan en tres categorías o dimensiones de la intervención. Sintéticamente incluye los siguientes aspectos:

A) Objetivo de la intervención: 1. Individuo: los clientes son atendidos individualmente. 2. Grupos primarios: familia, pareja, amigos. 3. Grupos asociativos: clase, claustro, compañeros, clubes 4. Instituciones : centro, barrio, ciudad B) Finalidad de la intervención: 1. Terapéutica: intervención en las dificultades en la relación interpersonal y social,

desde una perspectiva remedial o correctiva 2. Prevención: Intervención con objeto de evitar problemas futuros 3. Desarrollo: Intervención para optimizar el crecimiento personal en todos los

aspectos.

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C) Métodos de intervención 1. Intervención directa: relación directa con el sujeto 2. Consulta y formación: medios con los que se puede influir en la población, ya sean

directos o indirectos, y, por tanto, a través de profesionales y para profesionales afines.

3. Medios tecnológicos: Mass Media (video, TV, radio, informática, redes telemáticas, Internet…), es decir, mediante la TIC.

También Bisquerra (1992), propone a modo orientativo una serie de funciones de la

orientación recogidas en la siguiente relación: - Organización y planificación de la orientación: programas de intervención, sesiones

de orientación grupal… - Diagnóstico psicopedagógico - Programas de intervención en el proceso de enseñanza y aprendizaje, de orientación

vocacional, de prevención. - Consulta en relación con el alumno, con el profesorado, con el centro, con la

familia. - Evaluación de la acción orientadora e intervenciones concretas, de los programas,

autoevaluación. - Investigación, sobre estudios realizados y generación de investigaciones propias. En esta misma línea, Álvarez González (1995) señala como principales funciones de la

orientación profesional las siguientes: - Función de organización y planificación. - Función de Diagnóstico - Función de Información y de formación. - Función de ayuda para la toma de decisiones - Función de Consejo - Función de Consulta - Función de Evaluación e Investigación.

Por su parte, Riart (1996) señala que las funciones son las grandes acciones, propias,

especiales y habituales de la Orientación. Existen tres grandes grupos de funciones: a) Invasivas, que son aquellas que están siempre presentes en cualquier acto

orientativo b) Funciones procesuales sobre cualquier actuación orientadora que se basan en el

análisis de las necesidades o en el diagnóstico. c) Las grandes funciones de la orientación, es decir, las funciones propias y

específicas de la actividad orientadora

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3. Ejes y modelos de intervención en la orientación psicopedagógica y profesional

3.1. Ejes de intervención

Son varios los modelos de intervención en orientación psicopedagógica y profesional, precisamente por su carácter de disciplina dirigida a la intervención, sin embargo no todos tienen la misma validez, puesto que es preciso adecuar el modelo de intervención a las necesidades orientadoras detectadas, así como al contexto real y a los destinatarios a quienes se va a aplicar. Siguiendo a Bisquerra y Álvarez (1998) podemos distinguir cuatro grandes modelos básicos de intervención:

- Modelo Clínico ( de Counseling), de atención individualizada - Modelo de programas - Modelo de consulta Sin embargo, antes de referirnos a ellos, es preciso conocer cuáles son los ejes

vertebradotes de la intervención en los que situar cualquiera de los modelos de intervención. Bisquera y Álvarez (1998), consideren tener presentes los siguientes:

• Intervención individual-grupal • Intervención directa-indirecta • Intervención interna-externa • Intervención reactiva-proactiva El siguiente cuadro ilustra el contenido de los citados ejes:

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EJES DE INTERVENCIÓN

MODELOS

DIRECTA/

INDIRECTA

INDIVIDUAL

GRUPAL INTERNA

EXTERNA

REACTIVA

PROACTIVA

CLÍNICO

DIRECTA (El orientador centra su acción en el destinatario directo de su intervención)

INDIVIDUAL

PREFERENTEMENTE

EXTERNA (Se lleva a cabo por especialistas que no pertenecen al centro) (PERO PUEDE SER INTERNA)

REACTIVA

(Se centra en las necesidades de carácter correctivo y remedial)

PROGRAMAS

PREFERENTEMENTE DIRECTA

(PERO PUEDE SER INDIRECTA)

PREFERENTEMENTE GRUPAL

( TAMBIÉN PUEDE SER

INDIVIDUAL)

PREFERENTEMENTE INTERNA

(PERO PUEDE SER EXTERNA)

PREFERENTEMENTE PROACTIVA

(Se centraría en la prevención y el desarrollo)

(PERO PUEDE SER

REACTIVA)

CONSULTA

INDIRECTA Supone más una intervención a nivel de institución (CCP, Claustro, Tutores, etc.)

PREFERENTEMENTE GRUPAL

( TAMBIÉN PUEDE SER

INDIVIDUAL)

PREFERENTEMENTE INTERNA

(Se lleva a la práctica por personal del mismo centro) (PERO PUEDE SER EXTERNA)

PREFERENTEMENTE PROACTIVA

(PERO PUEDE SER

REACTIVA)

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Seguidamente pasamos a describir brevemente las características más relevantes los programas de intervención en orientación: 3.2. Modelos de intervención

3.2.1. Modelo Clínico.

Se llama modelo clínico, counseling, o también atención individualizada. Su

procedimiento característico es la entrevista para afrontar la intervención directa e individualizada. Se trata de la relación personal orientador – orientado; tutor – alumno; orientador – padres; etc. Se trata de una intervención especializada, dado que el orientador asume la máxima responsabilidad en el proceso. Tiene como objetivo satisfacer las necesidades de carácter personal, educativo y socioprofesional del individuo.

3.2.2. Modelo de Programas.

El modelo de Programas nace como superación del Modelo de Servicios. Este modelo se caracteriza por las siguientes notas: Tiene carácter público y social diseñado por la Administración. Los objetivos se marcan desde arriba. Son servicios centrados en las necesidades del alumno con dificultades o de riesgo, y van dirigidos a núcleos parciales de población. Actúan sobre el problema y no sobre el contexto que lo genera. La finalidad es eminentemente terapéutica. Se centran casi exclusivamente en el especialista (orientador), obviando al resto de agentes. Las funciones del especialista se centran en: evaluación y diagnóstico, asesoramiento, información académica y profesional, estudio de casos… Su contacto con la escuela es mínimo, son agentes externos marginales y pasivos.

El modelo de programas se estructura en las siguientes fases:

• Análisis del contexto para detectar necesidades • Formular objetivos • Planificar actividades • Evaluación del programa Es el único modelo que admite los principios de prevención, desarrollo e

intervención social. El programa se desarrolla en función de las necesidades del centro. Se estructura

por objetivos a lo largo de un continuum. Permite una interrelación currículo orientación o en un currículum propio. Se centra en las necesidades del grupo-clase o de un colectivo, la unidad de intervención es el aula o el grupo. El individuo es un agente activo de su propio proceso. Implica a todos los agentes educativos y comunitarios.

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3.2.3. Modelo de Consulta.

La consulta es una relación entre dos profesionales, generalmente de diferentes campos: un consultor (orientador, psicopedagogo…) y un consultante (profesor, tutor…) Tiene dos metas:

- Aumentar la competencia del consultante en sus relaciones con su cliente. - Desarrollar habilidades del consultante para que sea capaz de resolver

problemas similares por sí mismo.

3.2.4. Modelo de servicios por programas

Tomando como referencia a Álvarez González (1995), este modelo parte de un análisis de necesidades que se concreta en programas que deben desarrollar los profesores, asesorados técnicamente por los departamentos de orientación de los centros educativos o los EOEPS. Este modelo supone que sea el profesor tutor quien se responsabilice de la tarea de orientación en su clase, interrelacionando la función docente con la función orientadora, con el asesoramiento técnico de los especialistas en orientación. Los aspectos característicos de este modelo son los siguientes:

• Se ha de tener en cuenta un análisis del contexto. • La unidad de intervención es el grupo-clase y va dirigida a todos los alumnos. • Servicios centrados en el especialista, como agente dinamizador y de apoyo técnico

a la función tutorial y del profesor. • Los objetivos se estructurarán a lo largo de un continuo temporal y con un

planteamiento más de tipo preventivo y de desarrollo. El modelo de servicios ha tenido un papel primordial en España en el Sistema

Educativo a partir del año setenta, en el que el centro de la orientación recaía en el especialista como único agente de intervención. La orientación se organiza en servicios zonales que interviene en el asesoramiento en los centros educativos distribuidos por zonas. Sin embargo, el Modelo Organizativo y Funcional de la orientación que impulsó la LOGSE contempla dos tipos de servicios: uno externo, zonalizado, que se desarrolla a través de los Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica (EOEPS); y otro interno, en el que se interviene a través de los Departamentos de Orientación en los centros de educación secundaria, la tutoría y la acción orientadora del profesorado. Este modelo organizativo y funcional de la orientación tal vez sea el que más se acomode al modelo de intervención de servicios por programas, ya que la propia filosofía del sistema educativo demanda la superación de las intervenciones orientadoras puntuales para implicarse en la orientación a través del propio proceso educativo.

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Para Álvarez González es aconsejable el modelo de intervención por programas,

apoyado por el resto de modelos, ya que a través de la acción por programas es posible asumir los principios de intervención de prevención, desarrollo, e intervención social. En el siguiente capítulo desarrollamos un exhaustivo análisis del modelo institucional del Ministerio de Educación actual. 4. El modelo institucional de Orientación del Ministerio de Educación

4.1. Estructura del sistema de orientación educativa e intervención psicopedagógica La reciente entrada en vigor de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de

Educación (LOE), que sustenta legalmente la nueva ordenación del sistema educativo en España, deja sin efecto las anteriores leyes LOGSE y LOCE pero mantiene plenamente la relevancia y el modelo organizativo y funcional de la orientación educativa y profesional en la nueva ordenación del sistema educativo.

En este sentido, la Ley contempla como uno de los principios que inspira el sistema educativo español “La orientación educativa y profesional de los estudiantes, como medio necesario para el logro de una formación personalizada, que propicie una educación integral en conocimientos, destrezas y valores” (art. 1. f. LOE)

Asimismo señala que: “Los poderes públicos prestarán una atención prioritaria al conjunto de factores que favorecen la calidad de enseñanza y, en especial... la orientación educativa y profesional” (art.2, 2. LOE)

Del mismo modo expresa en su artículo 22.3 que: “En la educación secundaria obligatoria se prestará especial atención a la orientación educativa y profesional del alumnado”. En esta misma línea, el artículo 26.4 formula la necesidad de promover, por parte de las Administraciones educativas, las medidas necesarias para que la tutoría personal de los alumnos y la orientación educativa, psicopedagógica y profesional, constituyan un elemento fundamental en la etapa de educación secundaria obligatoria.

En consecuencia con todo lo anterior podemos señalar que la estructura funcional del sistema de orientación se mantiene tal cual ha venido funcionando, salvo hipotéticas variaciones que pudiera haber en el desarrollo normativo posterior, realizado por las Administraciones educativas en cumplimiento del desarrollo de la Ley.

No obstante, en la Disposición transitoria undécima de esta Ley, en referencia a

la aplicación de las normas reglamentarias, señala que: “En las materias cuya regulación remite la presente Ley a ulteriores disposiciones reglamentarias, y en tanto éstas no sean dictadas, serán de aplicación, en cada caso, las normas de este rango que lo venían siendo a la fecha de entrada en vigor de esta Ley, siempre que no se oponga a lo dispuesto en ella.”

Centrándonos en la configuración organizativa y funcional del sistema de orientación, los niveles en que el MEC ha organizado el sistema de orientación tienen en cierto modo una estructura doble y paralela: la que coincide con las estructuras y funciones generales del sistema educativo; y la estructura especializada, a través de la cual se aseguran los objetivos, funciones y actuaciones más específicamente orientadoras, de tutoría y de intervención.

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El modelo organizativo y funcional establecido consiste básicamente en estructurar

las funciones de orientación y apoyo en tres niveles: el de la Tutoría; el Departamento de Orientación del centro que constituye la unidad de orientación; y el de los Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica de Sector. Estos niveles en los que han de desarrollarse las funciones de orientación y apoyo coinciden con los tres niveles que estructuran la organización escolar:

a) En el aula con el grupo de alumnos, a través de la función tutorial y orientadora como parte de la función docente que corresponde a todos los profesores, y especialmente al profesor tutor.

b) En el centro educativo como institución integrada por el equipo

docente, a través del departamento de orientación como un recurso especializado compuesto por especialistas cualificados para determinadas actividades de orientación y de intervención psicopedagógica. Coordinando al mismo tiempo las actividades de orientación y tutoría.

c) En el sistema escolar como tal concretado en la demarcación de sector,

a través de los Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica (EOEP) que, aun coincidiendo con determinadas funciones de los profesores orientadores o del Departamento de Orientación, se caracterizan por un mayor grado de especialización para la atención de problemas más complejos y específicos.

4.2. Objetivos, modalidades de actuación y criterios de intervención en el sistema de orientación.

El sistema de orientación es el propio sistema educativo en algunas de sus dimensiones cualificadas. Por tanto, se define en relación a unos determinados objetivos que son de naturaleza educativa, son objetivos de educación en cuanto tal pero precisamente diferenciados en cuanto a educación orientadora e intervención educativa específica y/o especializada.

Los objetivos de la orientación educativa y la intervención pedagógica propuestos por distintos documentos del MEC son los siguientes:

1) Contribuir a la personalización de la educación, es decir, a su integralidad,

alcanzando a todos los aspectos de la persona, y también a su individualización, refiriendo la educación a personas concretas, con sus aptitudes e intereses diferenciados.

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2) Ajustar la respuesta educativa a las necesidades particulares de los alumnos,

mediante las oportunas adaptaciones curriculares y metodológicas. 3) Cooperar a los aspectos orientadores de la educación, como favorecedora de

los aprendizajes más funcionales, mejor conectados con el entorno, haciendo que la escuela aporte realmente "educación para la vida".

4) Favorecer los procesos de madurez personal, de desarrollo de la propia

identidad y sistema de valores, y de la progresiva toma de decisiones a medida que los alumnos han de ir adoptando opciones en su vida, primero escolares y luego profesionales.

5) Garantizar aquellos elementos educativos más diferenciados y

especializados, que difícilmente puede proporcionar el profesor ordinario y las estructuras escolares ordinarias.

6) Prevenir las dificultades de aprendizaje y no sólo asistirlas cuando han llegado

a producirse, para evitar en lo posible, fenómenos indeseables como el abandono, el fracaso y la inadaptación escolar.

7) Contribuir a la adecuada relación e interacción entre los distintos integrantes de

la comunidad educativa: profesores, alumnos y familias, así como entre la comunidad educativa y el entorno social.

8) Contribuir a toda clase de factores de innovación y de calidad que redunden en

una mejor educación y en el apoyo técnico a la oferta educativa.

En conexión con estos objetivos, el sistema de orientación, con alumnos y profesores, se desarrolla en distintas modalidades de actuación:

a) Anticipadora y preventiva de los distintos tipos de problemas. b) Compensadora ante los posibles déficit, carencias y desigualdades. c) Favorecedora de la diversidad y del desarrollo individual de los alumnos, así

como de la capacidad y cualificación de los profesores.

En esta línea argumental, es preciso señalar algunos criterios de intervención en

el desarrollo de la orientación educativa:

� Los programas de orientación deben estar plenamente integrados en la programación general del centro y ser, consecuentemente, asumidos por toda la comunidad educativa. Se trata de una tarea compartida por los equipos docentes, tarea que, con diferentes funciones y grados de responsabilidad y profesionalidad, incumbe a todos los educadores.

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� La orientación es un proceso que se inicia con la escolaridad y va más allá del momento de abandonar la institución escolar, que según las etapas o necesidades tendrá características diferentes. Las actuaciones puntuales o indiscriminadas carecen de sentido sino están inmersas en un programa y planificación sistemático.

� La persona, el alumno considerado individualmente, y en su contexto, es el referente básico y último de la acción orientadora y del apoyo educativo, sin que ello implique que los programas deban ser desarrollados individualmente, con los alumnos tomados de uno en uno.

� Algunos de los profesores, específicamente responsables de la orientación y de apoyo, deben ser profesionales específicamente cualificados, integrados en el propio centro escolar, compartiendo con los profesores las funciones, a veces complejas, que integran la orientación.

4.3. La orientación en el centro educativo: el departamento de orientación.

Igual que ocurre con la función tutorial, que corresponde a todo profesor, sin

perjuicio de la atribución formal de la tutoría a un determinado profesor, las funciones educativas de orientación y apoyo, en general corresponden al centro educativo, aunque se atribuyen de manera formal a determinadas unidades especializadas como el Departamento de Orientación. Consecuentemente, la responsabilidad orientadora en el centro es compartida en diversos niveles y funciones por:

- Todos y cada uno de los profesores, sean o no formalmente tutores de un grupo de alumnos, en cuanto que son responsables de su acción docente.

- El profesor orientador como coordinador y asesor de las actividades de orientación y apoyo en el marco del Departamento de Orientación.

- El Centro, como institución y unidad educativa, mediante sus órganos colegiados, directivos y de coordinación docente.

Centrándonos en la unidad de apoyo especializado, el Departamento de

Orientación es el espacio institucional desde el que se articulan las funciones de orientación y tutoría, así como también los de una oferta curricular adaptada y diversificada.

Estas funciones se incardinan dentro de la organización general del centro y del Proyecto Curricular para dotarlas de una operatividad y funcionalidad propiamente educativas. La estructura orgánica y funcional de los Departamentos de Orientación viene contemplada en el Reglamento Orgánico de los Institutos de Educación Secundaria, así como en la Resolución de 29 de abril de 1996 1 sobre la organización y funciones de los departamentos de orientación en los centros de educación secundaria.

1 Resolución vigente solo para aquellas Comunidades Autónomas que todavía no tengan legislación propia en esta materia,

en tanto no se dicte el nuevo desarrollo normativo de la Ley Orgánica de Educación (LOE) por parte de las Administraciones educativas.

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Los profesores que integran los departamentos de orientación son:

� Profesores del Cuerpo de Profesores de Enseñanza Secundaria, al menos uno de la especialidad de Psicología y Pedagogía.

� Profesores del Cuerpo de Profesores Técnicos de Formación Profesional, y, en su caso, Maestros de la especialidad de Pedagogía Terapéutica y de Audición y Lenguaje.

� En los centros que se imparta formación profesional específica, se incorporarán al Departamento de Orientación los profesores de Formación y Orientación Laboral.

Las funciones del Departamento de Orientación se articulan en torno a tres ámbitos

de intervención:

• Apoyo al proceso de enseñanza y aprendizaje, planificando medidas preventivas, de apoyo ordinario, y de apoyo extraordinario.

• Elaboración del Plan de Acción Tutorial del Centro. • Elaboración del Plan de Orientación Académica y Profesional.

Las funciones que el Departamento de Orientación tiene asignadas son las

siguientes: a) Formular propuestas al Equipo Directivo y al Claustro relativas a la

elaboración o modificación del Proyecto Educativo del Instituto y la Programación General Anual.

b) Elaborar, de acuerdo con las directrices establecidas por la Comisión de

Coordinación Pedagógica y en colaboración con los tutores, las propuestas de organización de la orientación educativa, psicopedagógica y profesional y del plan de acción tutorial, y elevarlas a la Comisión de Coordinación Pedagógica para su discusión y posterior inclusión en los proyectos curriculares de etapa.

c) Contribuir al desarrollo de la orientación educativa, psicopedagógica y

profesional de los alumnos, especialmente en lo que concierne a los cambios de ciclo o etapa, y a la elección entre las distintas opciones académicas, formativas y profesionales.

d) Contribuir al desarrollo del plan de orientación académica y profesional y del

plan de acción tutorial y elevar al Consejo Escolar una memoria sobre su funcionamiento al final de curso.

e) Elaborar la propuesta de criterios y procedimientos previstos para realizar las

Adaptaciones Curriculares apropiadas para los alumnos con necesidades educativas especiales, y elevarla a la Comisión de Coordinación Pedagógica, para su discusión y posterior inclusión en los proyectos curriculares de etapa.

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f) Colaborar con los profesores del Instituto, bajo la dirección del Jefe de

Estudios, en la prevención y detección temprana de problemas de aprendizaje, y en la programación y aplicación de adaptaciones curriculares dirigidas a los alumnos que las precisen, entre ellos, los alumnos con necesidades educativas especiales y los que sigan programas de diversificación.

g) Realizar la evaluación psicopedagógica prescriptiva para determinados

alumnos, así como aquellos otros que lo precisen.

h) Asumir la docencia de los grupos de alumnos que le sean encomendados.

h) Participar en la elaboración del Consejo Orientador que, sobre el futuro académico y profesional del alumno, ha de formularse a los alumnos que finalizan la Educación Secundaria Obligatoria o los Programas de Garantía Social.

i) Formular propuestas a la Comisión de Coordinación Pedagógica sobre aspectos

psicopedagógicos del proyecto curricular. j) Promover la investigación educativa y proponer actividades de

perfeccionamiento de sus miembros. k) Organizar y realizar actividades complementarias en colaboración con el

departamento correspondiente. l) En los institutos donde se imparta formación profesional específica, coordinar

la orientación laboral y profesional con aquellas otras administraciones o instituciones competentes en la materia.

m) En los institutos que tengan una residencia adscrita, colaborar con los

profesionales que tengan a su cargo la atención educativa de los alumnos internos.

n) Elaborar el plan de actividades del departamento y, al final de curso, una

memoria en la que se evalúe el desarrollo del mismo.

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5. El orientador como agente de cambio e innovación:

Como señalábamos en la introducción a este trabajo, las características de la

sociedad actual hacen más relevante que nunca la necesidad de ampliar el ámbito de la práctica orientadora. En este sentido, como señala Planas Domingo (2008), el nuevo rol de la orientación debe de ser mucho más ambicioso que el actual, dirigido a la formación y al asesoramiento al profesorado, tanto individual como colectivamente, y no tanto a las intervenciones clínicas centradas en unos pocos alumnos. Debe abarcar toda la comunidad educativa, es decir, a la totalidad de los alumnos, de los profesores y de las familias. En este sentido, Planas continúa explicando, que el sistema de orientación debe encaminarse hacia un sistema organizado que responda a un sistema comprensivo, como síntesis integradora de los diferentes modelos. En esta línea de argumentos, es preciso investigar sobre los procedimientos y protocolos e innovar en intervención, desde una perspectiva colaborativa de la investigación, que tenga en cuenta la necesaria colaboración entre la universidad y los orientadores. Hay que identificar buenas investigaciones en orientación, que las hay. Se precisa investigar para identificar las competencias que se ponen en juego en las buenas prácticas de orientación, que deben ser la base sobre la que se construya la formación inicial y continua de los orientadores. Asimismo, es esencial el apoyo de las iniciativas formativas dirigidas a la investigación, renovación e innovación en el campo psicopedagógico y social, especialmente las que se deriven de la colaboración con las universidades. El orientador, por tanto, debe ser un agente de cambio, un gestor del conocimiento y un promotor de la ética organizacional, liderando y no solo gestionando, actuando analizando y aprendiendo de la práctica.

5.1. El rol profesional del orientador: funciones y competencias

Las funciones del orientador podemos definirlas como las grandes acciones

propias, especiales y habituales de la orientación; son las macroactividades especificadas en otras más concretas. La Resolución de 29 de abril de 1996, de la Dirección General de Centros Escolares sobre la organización y funciones de los Departamentos de Orientación en los centros de educación secundaria, establece las responsabilidades específicas del profesorado de la especialidad de psicología y pedagogía, que se concretan en las siguientes:

� Coordinar la planificación y desarrollo de las actividades de orientación académica y profesional correspondiente a las etapas de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato y contribuir a su desarrollo.

� Asesora a la Comisión de coordinación pedagógica proporcionando criterios psicopedagógicos y de atención a la diversidad en los elementos constructivos de los proyectos curriculares.

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� Colaborar en la prevención y detección de problemas de aprendizaje � Coordinar la evaluación psicopedagógica con los profesores de aquellos

alumnos que precisen la adopción de medidas educativas específicas realizando el informe psicopedagógico.

� Participación en la planificación y el desarrollo de las adaptaciones curriculares dirigidas a los alumnos que lo precisen, entre ellos a los alumnos con necesidades educativas especiales y los que sigan programas de diversificación, en colaboración con los departamentos didácticos y las Juntas de Profesores.

� Participar en la elaboración y desarrollo de los programas de diversificación curricular y asesora a los equipos educativos en los Programas de Garantía Social en la elaboración de las programaciones correspondientes.

� Colaborar con los tutores en la elaboración del Consejo orientador que sobre el futuro académico y profesional ha de formularse para todos los alumnos y alumnas al término de la Educación Secundaria Obligatoria y de los Programas de Garantía Social

Planas Domingo (2008), refiere diversos estudios prospectivos sobre las funciones básicas del orientador señalando: “…las funciones básicas del orientador psicopedagógico en la actualidad y durante los próximos años son y seguirán siendo: a) La de formador de formadores asesorando e informando a profesores, padres,

tutores y otros para profesionales de las actividades formativas y educativas. b) Especialista en recursos comunitarios, a fin de facilitar el enlace entre las

necesidades individuales y los medios formativos y laborales disponibles. c) Consultor, mediador y agente promotor de la innovación y el cambio adaptado

a las características multiculturales de cada escuela y de su contexto socio-comunitario.

d) Uniendo a su función como consultor, intercesor y líder de cambio, el orientador psicopedagógico dentro de la corriente científica de la investigación-acción, aparece como investigador en busca de soluciones prácticas a los problemas que suscita la vida académica y sus respectivos contextos socio-comunitarios.”

Planas, analizando esta definición señala que los orientadores tienen las

siguientes funciones: 1. Formador de formadores 2. Conocedor de los recursos comunitarios 3. Consultor, mediador y agente de cambio 4. Investigador

Estas funciones implican la necesidad de realizar cambios en el trabajo de los

orientadores para dar una mejor respuesta educativa, proporcionar una actualización continua y un análisis de los cambios profundos y constantes de la sociedad, plantear nuevos retos de trabajo e investigar en la propia práctica con el fin de adquirir calidad en el trabajo.

Indica que el orientador del presente siglo deberá:

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- Deberá seguir adquiriendo una formación especializada que le permita convertirse en formador de padres, profesores y otros profesionales. Una formación práctica que aporte estrategias y posibilite las intervenciones de estos profesionales.

- Tener asesoramiento continuo sobre los recursos que aparecen sobre las nuevas carreras, nueva legislación, nuevas investigaciones. Debe tener acceso a bibliografía especializada, páginas webs, etc.

- Conocer nuevos programas, recursos humanos y materiales para realizar proyectos novedosos que permitan adaptarse a las nuevas características de la sociedad. Por ello es imprescindible facilitar los medios para conocer y dar a conocer las innovaciones que se realizan en los centros.

Finalmente, el desarrollo profesional de los orientadores descansa sobre su

cualificación que, analizada en términos de competencias supone el desarrollo de:

� Competencias cognitivas ( lo que hay que saber para el ejercicio de la profesión, el “saber sobre”)

� Competencias funcionales ( domino de la tarea y sus herramientas técnicas, el “saber cómo”)

� Competencias éticas ( apropiación de los valores sociales y profesionales, “el saber comportarse”)

6. Las buenas prácticas en orientación. Podríamos definir las buenas prácticas en orientación como el adecuado conocimiento

que el orientador debe poseer sobre las funciones que le son propias, así como el uso y habilidad necesarios para la correcta ejecución práctica de las mismas. Siguiendo los planteamientos de Riart Vendrell, (1996) la correcta ejecución de la función o acción a desarrollar implica la respuesta a estas tres preguntas básicas:

¿En qué consiste? Para responder a esta pregunta es preciso el conocimiento teórico en el que se apoya la

función o acción a realizar. ¿A quién puede dirigirse? En esta cuestión, no solo es importante conocer el destinatario sino la idoneidad del

mismo, con objeto de optimizar y precisar la respuesta educativa de que se trate. ¿Cómo hay que desarrollarla? Finalmente, la base principal de una buena práctica profesional pasa por el

conocimiento y dominio de las técnicas y estrategias más adecuadas para la realización de la actividad de que se trate, o, al menos de las estrategias más habituales para su ejecución. Lleva consigo el conocimiento de la profesión.

Seguidamente planteamos dos ejemplificaciones de algunas de las funciones atribuidas al orientador, cuales son: la investigación en el campo de la orientación y la intervención para el desarrollo de la orientación educativa, psicopedagógica y profesional de los alumnos, al finalizar la ESO, la elección entre las distintas opciones académicas, formativas y profesionales. El consejo orientador

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Ejemplificación de buenas prácticas en las funciones de: 6.1. La investigación en orientación psicopedagógica Como hemos señalado anteriormente, una de las funciones de la orientación es la

función de investigación, posiblemente una de las más olvidadas en la práctica orientadora en el sistema educativo, pero no por ello, menos importante. Porque, tal vez, uno de los valores fundamentales de labor de investigación resida, precisamente, en proporcionar luz, renovación e innovación a la práctica orientadora y, por tanto, a la práctica docente.

Para el planteamiento de la función investigadora trataremos de responder a las siguientes cuestiones:

¿Qué se entiende por investigación? Una primera aproximación para acotar el concepto de investigación nos la ofrece

Del Rincón y Vidal (1998) definida como: “una indagación sistemática en torno a problemas teórico-prácticos que plantea la orientación psicopedagógica”. Implica, en distintos niveles de la acción orientadora, - (el individuo, el aula, los centros o instituciones, o las políticas públicas)- la realización de actividades tales como la formulación de objetivos y la aplicación de métodos y diseños con el fin de mejorar la intervención, de forma directa o indirecta.

La orientación es investigativa puesto que difícilmente se puede ejercer las funciones que se le atribuyen sin un conocimiento exhaustivo de las mismas.

¿Quiénes son los destinatarios de la investigación? El beneficiario directo de la investigación es la propia orientación y, por tanto, todo

el proceso orientador y sus destinatarios, es decir aquellos sobre los que se ejerce la orientación en sus distintos niveles y modelos de intervención.

¿Cómo se puede ejercer la investigación? Con el fin de revisar los problemas que se plantean en la actividad orientadora

podemos: a) Revisar informes de investigaciones realizadas por otros profesionales b) Participar en la realización de proyectos de investigación Revisión de investigaciones: Este tipo de recurso, la revisión de informes de investigación, permite obtener de

forma inmediata referencias actualizadas de los trabajos publicados sobre un determinado tema. Actualmente, con el avance en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación disponemos en la red de amplios recursos a este respecto. Citamos como ejemplos los siguientes:

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- Red de bases de datos de información educativa: www.redined.mec.es - Centro de información y documentación científica:

cindoc.csic.es/servicios/isocinf.html. - www.ares.cnice.mec.es

Métodos de Investigación:

La guía básica, tanto para revisar informes de investigación como para el

planteamiento de proyectos, debe estar en función del problema o problemas planteados, de los que, lógicamente, deben derivarse los objetivos, propósitos o intenciones.

En el ámbito de la orientación, siguiendo a Del Ricón y Vidal (1998), los objetivos se pueden agrupar en dos:

Por una parte, aquellos que tienen como objeto de investigación al orientado, por ejemplo, desarrollar habilidades sociales y ocupacionales en un sesgo del alumnado que lo requiera.

Por otra parte, aquellos objetivos que tienen como objeto de la investigación la propia acción orientadora, por ejemplo, se podría diseñar una investigación para obtener datos sobre el mercado de trabajo con los que hacer posteriormente una buena orientación profesional. Hablamos, pues, de la investigación sobre el contenido de la orientación y sobre los procedimientos de la misma, que es la específicamente propia del ámbito educativo.

En cuanto a los métodos, son procedimientos que guían la recogida y análisis de datos con el fin de aportar información de utilidad para resolver mejor los problemas y cubrir los objetivos formulados. Los métodos de investigación más utilizados son los siguientes:

- Método histórico-comparativo - Métodos cuantitativos - Métodos cualitativos - Investigación evaluativo. El siguiente cuadro, tomado de Del Ricón y Vidal (1998), ilustra sintéticamente

tipos de objetivos y métodos de investigación:

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Objetivos

Modalidad de investigación

Describir orígenes evolución temporal

Histórico-comparativa

Explorar y contrastar relaciones entre variables

Cuantitativa

Descriptiva y selectivo-comparativa

Observacional Encuesta Estudio de casos

Correlacional y predictiva Desarrollo o evolutiva Comparativo-casual Cuasi experimental

Grupos no equivalentes Series temporales interrumpidas Sujeto único

Experimental Describir procesos, características, interpretaciones, significados e intenciones de participantes

Cualitativa

Etnográfica

Investigación-acción

Valorar y tomar decisiones

Cuantitativa y/o Cualitativa

Evaluativa

6.2. Intervención para el desarrollo de la orientación educativa, psicopedagógica y profesional de los alumnos, al finalizar la ESO. El consejo orientador

Previo al desarrollo de este apartado, consideramos interesante partir de un presupuesto teórico con el que organizar la intervención para el desarrollo de la orientación educativa, psicopedagógica y profesional de los alumnos. En un primer momento nos referiremos al concepto de orientación profesional; para pasar posteriormente al desarrollo de ésta mediante programas, indicando cuáles son los aspectos esenciales de los mismos. Finalmente aterrizaremos en la práctica del Consejo Orientador, al finalizar la enseñanza secundaria obligatoria.

6.2.1. La orientación profesional. Álvarez (1995), establece una definición amplia e integradora, definiendo la

orientación profesional como "un proceso sistemático de ayuda, dirigida a todas las personas en periodo formativo, de desempeño profesional y de tiempo libre, con la finalidad de desarrollar en ellas aquellas conductas vocacionales (tareas vocacionales) que le preparen para la vida adulta, mediante una intervención continuada y técnica, basada en los principios de prevención, desarrollo e intervención social con la implicación de los agentes educativos y socio-profesionales".

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La mayoría de definiciones en torno a la orientación profesional, inciden en señalar, tanto en la orientación profesional como vocacional, que aquella constituye un proceso de ayuda técnica al individuo a lo largo de la vida, para la realización personal, vocacional y laboral, con objeto de facilitar el conocimiento de si mismo y del entorno, para mejorar el proceso de toma de decisiones que el sujeto debe emprender, presentes o futuras, en relación a su formación e inserción socioprofesional.

6.2.2. Los programas de orientación profesional: Áreas de intervención

Dentro del modelo de intervención de servicios por programas que hemos

comentado, los programas de orientación que mejor se adecuan a este modelo son aquellos encuadrados en lo que se denomina Educación para la Carrera. El movimiento de Educación para la Carrera se propone no sólo acercar la orientación a la educación sino y, sobre todo, potenciar el desarrollo vocacional mediante la implantación de conceptos vocacionales en el currículum escolar, proporcionar al sujeto una madurez personal y vocacional de preparación para el ajuste a los cambios sociales y profesionales para su incorporación a la vida adulta. Los programas o intervenciones que se efectúen en la orientación profesional deben favorecer el desarrollo de los siguientes aspectos:

a) El autoconocimiento o conocimiento de sí mismo, ya que el concepto que el alumno tiene de sí ejerce una importante influencia en la elección profesional. No se trata de decirle al alumno como es sino más bien reflexionar para tomar conciencia de como se ve uno mismo desde la autoobservación.

b) El conocimiento tanto de las opciones académicas y profesionales que ofrece el sistema educativo como las posibilidades laborales que oferta el mercado de trabajo. Pero debe suponer, especialmente, el facilitar oportunidades de aprendizaje y de experiencia personal relacionadas con el mundo del trabajo y de su entorno social.

c) Procedimientos para aprender a planificar un proyecto personal de vida, que conduzca a tomar decisiones autónomas y responsables basadas en la adecuación de las características y expectativas personales y los requerimientos de las opciones académicas y laborales que se ofrecen. Esto requiere una madurez personal que incluyen procesos de saber pensar, organización adecuada de la información, autonomía y autoconcepto.

Esquemáticamente, el proceso de toma de decisiones quedaría reflejado de la siguiente manera:

Autoconocimiento

TOMA DE DECISIONES

Conocimiento del medio

Actitud planificadora

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6.2.3. La formulación del Consejo Orientador Uno de los aspectos prácticos en los que se traduce la orientación profesional y

vocacional es la formulación del Consejo Orientador, al finalizar la etapa de educación secundaria obligatoria. Emana de la LOGSE (art. 22.3) , pero en la actual LOE también queda reflejado en el artículo 26.4 de la misma, en el que se establece que las Administraciones educativas proporcionarán las medidas necesarias para la tutoría personal y la orientación educativa, psicopedagógica y profesional constituyan un elemento fundamental en la etapa de educación secundaria obligatoria. Por su parte, la Orden de 26 de septiembre de 2007, de la Consejería de Educación, por la que se regula la implantación y desarrollo de la ESO, establece expresamente en su artículo 13. 7 que al finalizar cuarto curso de la educación secundaria obligatoria, el tutor emitirá un informe de cada alumno destinado a las familias con la finalidad de orientarles sobre su futuro académico y profesional. Pero realmente,

¿Qué es el Consejo Orientador?

El Consejo Orientador, si bien ha de ser emitido por el tutor como señala la ley, ha de entenderse como una propuesta de todo el equipo de profesores del alumno y debe tener en cuenta las expectativas manifestadas por el propio alumno, teniendo además en cuenta sus capacidades y posibilidades.

En este Consejo que ha de emitirse al finalizar la etapa de la E.S.O., además de ser competencia del equipo educativo, debe participar y colaborar en su elaboración el Departamento de Orientación.

Su elaboración podemos considerarla por lo tanto en su carácter de «proceso», pues no es algo que se pueda emitir sin más, puntualmente, sin conocer bien al alumno tanto en sus aspectos vocacionales como académicos y personales.

Por otra parte, debe tener en cuenta también las posibilidades reales (recursos) del alumno en cuanto a la oferta educativa más próxima a su domicilio y/o centro educativo.

Orientar y asesorar a los alumnos no es un proceso sencillo, y si queremos que la emisión consejo orientador sea relevante, objetiva y fundamentada para el alumno y no sea un puro trámite burocrático y administrativo sino que tenga un sentido, debemos realizarlo con la mayor objetividad posible y tras un análisis y recogida de datos del alumno de una forma estricta. Tal vez algún programa de orientación profesional pueda ayudarnos.

¿Cómo debe hacerse?

Podría realizarse de distintos modos, pero consideramos que un a propuesta

interesante puede ser la que contemple todos aquellos aspectos que más arriba hemos señalado acerca de la intervención en orientación profesional. Desde el punto de vista operativo proponemos la aplicación del siguiente programa de orientación profesional.

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FICHA TÉCNICA DEL PROGRAMA DE ORIENTACIÓN PROFESION AL

Nombre del Programa:

Programa de Orientación Profesional Autoaplicado (POPA).

Autores:

Corominas, E; Bisquerra, R.; y Alvarez, M. (1999).

Nivel de aplicación:

Preferentemente 4º de ESO, pero puede ser aplicado en 3º y también en Bachillerato. Puede ser de interés una segunda aplicación en un intervalo mínimo de un año.

Destinatarios:

Todos los alumnos que cursan 4º de ESO, no sólo aquelllos que puedan plantear problemas de indecisión en la elección.

Fundamentación Teórica:

Modelo tipológico de Holland. Básicamente sus postulados son los siguientes: Los intereses profesionales de un individuo son una expresión de su personalidad. Las características de la personalidad se enlazan con los ambientes de las ocupaciones que se ejercitan; considera que los miembros de un campo ocupacional tienen rasgos de personalidad parecidos y un historial de desarrollo también similar, así reaccionan de manera similar delante de ciertas situaciones y problemas y crean medios sociales característicos. El éxito, la satisfacción, la estabilidad en la ocupación dependen de la congruencia entre la personalidad y el ámbito ocupacional..Establece 6 tipos de personalidad y 6 tipos de ambientes ocupacionales: Realista (R), Científico (C), Artístico (A), Social (S), Emprendedor (E), y Oficina (O).

Para explicar las relaciones entre los seis tipos utiliza un modelo geométrico hexagonal situando cada un de los tipos en los vértices de la figura, que se explica con el siguiente enunciado: “Cuanto menor es la distancia en el hexágono entre cualquiera de los pares de los tipos, mayor es el grado de correlación entre ellos”. Denominaciones de los tipos: Realista (R), Científico (C), Artístico (A), Social (S), Emprendedor (E), y Oficina (O).

O

R

E

S

C

A

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Objetivos del Programa: � Ayudar a los estudiantes, en su proceso de autoconocimiento, a entender mejor cómo

son y a reflexionar sobre qué quieren ser, para que el alumno delimite los campos o familias de profesiones de los que le conviene adquirir amplia información.

� Estimular el tratamiento de la complejidad del proyecto profesional y de vida que el joven va elaborando en las relaciones interpersonales.

Contenidos del Programa: � Analizar y reflexionar sobre los grupos ocupacionales, las materias escolares, las

capacidades y habilidades y los valores ocupacionales que el alumno considere que más le gusten o que posea o asuma de manera más destacada, seleccionado algunos de ellos según este criterio.

� Valorar el grado de adecuación entre intereses seleccionados y características personales estimadas.

� Determinar el código ocupacional propio. � Analizar la adecuación entre el código ocupacional obtenido por el alumno frente a

los grupos ocupacionales seleccionados. � Revisar y contrastar los resultados de la autoexploración. � Obtener información y analizar la oferta formativa por grupos ocupacionales. El desarrollo de estos contenidos se estructura en las siguientes sesiones: 1ª Sesión: Análisis y elección de grupos ocupacionales, materias escolares y aptitudes y

habilidades. a) Introducción y presentación a los alumnos del programa: objetivos, contenidos,

metodología, materiales, temporalización, etc. b) Presentación a los alumnos de 14 grupos ocupacionales con una breve descripción

de lo que define a cada grupo: 1. Oficios. 2. Agro-pecuaria, pesca y minería. 3. Transportes. 4. Cuerpos de seguridad y servicios de protección. 5. Soporte administrativo. Trabajo de oficina. 6. Comercial (economía y negocios). 7. Servicios sociales. 8. Educación y cultura. 9. Humanidades y ciencias sociales. 10. Ciencias de la salud. 11 Ciencias de la naturaleza y matemáticas. 12. Técnicos y tecnológicos. 13. Artísticos. 14. Educación física y deportes. Procedimiento: Cada alumno debe elegir, y anotar en la HOJA DE RESPUESTAS: - el grupo ocupacional que mejor se corresponde con el tipo de trabajo que le gustaría

desarrollar en el futuro. - Un segundo grupo ocupacional que incluya profesiones que tengan interés para el

sujeto.

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c) Presentación a los alumnos de 16 grupos de materias o asignaturas escolares ( que estudian o practican, lo han hecho anteriormente, o les gustaría hacerlo en un futuro) con indicación en cada materia de distintas áreas de la misma. ( por ej. Matemáticas: álgebra, geometría, cálculo, estadística, etc.):

1. Matemáticas. 2. Ciencias. 3. Lenguaje. 4. Idiomas. 5. Ciencias sociales. 6. Arte. 7. Música. 8. Teatro. Imagen y sonido. 9. Teatro. 10. Oficina-contabilidad. 11. Administración de empresas. 12. Trabajos de taller. 13. Tecnología. 14. Educación física y deportes. 15. Higiene y seguridad. 16. Informática.

Procedimiento: Cada alumno debe elegir, y anotar en la HOJA DE RESPUESTAS: - cuatro grupos de asignaturas por orden de preferencia. d) Presentación a los alumnos de 16 grupos de aptitudes y habilidades cada una de las cuales engloba distintas aptitudes ( por ej. Aptitud numérica: rapidez y precisión para trabajar con números haciendo operaciones aritméticas, midiendo, analizando estadísticas, etc.): 1. Artística. 2. Numérica. 3. De liderazgo. 4. Musical. 5. Físico-deportiva. 6. Manual 7. Lingüística. 8. Didáctica. 9. De concentración. 10. Mecánica. 11. De persuasión. 12. Matemáticas. 13. Científica. 14. Espacial. 15. Social. 16 Administrativa. Procedimiento: Cada alumno debe elegir, y anotar en la HOJA DE RESPUESTAS: - cuatro grupos de habilidades o aptitudes que considera que mejor se le dan. 2ª Sesión: Elección de valores ocupacionales y determinación de los códigos ocupacionales. a) Presentación a los alumnos de una relación de 12 valores ocupacionales ( aquello

que la gente considera importante en el trabajo y espera que le ofrezcan satisafacción, por ej. Prestigio, independencia, disponibilidad de tiempo libre…)

1. Disponibilidad de tiempo libre, 2. Independencia. 3. Alcanzar prestigio. 4. Altruismo. 5. Trabajo guiado o supervisado. 6. Creatividad. 7. Relación social. 8. Asumir poder y responsabilidad. 9. Seguridad en la ocupación. 10. Buen sueldo. 11. Actividad rutinaria. 12. Variedad-diversidad. Procedimiento: Cada alumno debe elegir, y anotar en la HOJA DE RESPUESTAS: - los cuatro valores que más le gustarían ver realizados en su futura actividad

profesional. b) Presentación y cumplimentación de un Inventario de Intereses Profesionales, con

49 actividades u ocupaciones, clasificadas según las tipologías de Holland.

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Procedimiento: - Cada alumno debe valorar de 0 a 3 su gusto o preferencia por cada actividad. c) Presentación y cumplimentación de una lista de 30 Características Personales clasificadas según las tipologías de Holland. Procedimiento: - Cada alumno debe contrastar cada una de estas características con su manera de ser

y reflexionar en qué grado las posee, valorando de 0 a 3 el grado de acuerdo con cada una de ellas.

d) Determinación del/los código/s ocupacional/es Procedimiento: En este momento se les presenta a los alumnos una síntesis y explicación de las tipologías personal-profesional de Holland. A partir de ahora los alumnos procederán a determinar cuál es su código ocupacional y anotar en la HOJA DE RESPUESTAS, de la siguiente manera: Se suman las puntuaciones obtenidas en el Cuestionario de intereses profesionales, es decir, las sumas totales de cada columna (cada una se corresponde con un tipo). Ahora debe considerar las dos puntuaciones más altas obtenidas. A la combinación obtenida se le llama Código Ocupacional. Por ejemplo, un alumno ha obtenido los siguientes resultados: R= 20, C=26, A= 5, S= 10, E= 14, O= 12. Su Código Ocupacional es Científico - Realista, (C-R) Una vez determinado el código/ ocupacional/es, el alumno debe consultar la Tabla de Correspondencias entre códigos ocupacionales y grupos ocupacionales y anotar en la HOJA DE RESPUESTAS los grupos ocuapcionales que se corresponden con su código/s ocupacional/es. Los grupo ocupacionales se representan por orden de prioridad de 1 a 4. Hay que hacer notar al alumno que la diferenciación ( tipos destacados de entre los seis), consistencia ( semejanza entre los tipos más destacados), y congruencia ( selección de opciones apropiadas al tipo de personalidad) es lo que determina la madurez profesional. 3ª Sesión: Análisis de los resultados de la autoexploración. El objetivo de esta sesión es que el alumno precise qué grupos ocupacionales son los que más se avienen con sus características personales.

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Procedimiento: Con la HOJA DE RESPUESTAS el alumno trabajará haciendo lo siguiente. 1º. Comparar si uno o los dos grupos ocupacionales elegidos en la 1ª sesión, coinciden con los grupos ocupacionales obtenidos según el código ocupacional del alumno. Si no hay coincidencia, señalar todos los grupos ocupacionales elegidos y comparar todos grupos ocupacionales según todos los códigos ocupacionales obtenidos. 2º Ahora se inicia un nuevo contraste para eliminar algunos de los grupos ocupacionales que se corresponden con otros códigos ocupacionales elegidos, para simplificar la lista e iniciar una nueva exploración más exhaustiva de ellos. 4ª Sesión: Determinación de la idoneidad de las asignaturas escolares, las habilidades o capacidades y los valores ocupacionales referidos a cada grupo ocupacional. El objetivo de esta sesión es que el alumno determine la pertinencia de las asignaturas escolares, las habilidades o capacidades y los valores ocupacionales referidos a cada grupo ocupacional. Procedimiento: Utilizando la Tabla de correspondencias entre los grupos ocupacionales y las asignaturas, las habilidades y los valores, se trata de que el alumno vaya comprobando y anotando en la HOJA DE RESPUESTAS de cada uno de los grupos ocupacionales determinados por su código ocupacional:

• Número de asignaturas propias del grupo ocupacional correspondiente con las asignaturas preferidas que el alumno ha señalado

• Número de aptitudes y habilidades propias del grupo ocupacional correspondiente con las aptitudes y habilidades que el alumno ha señalado como propias.

• Número de valores ocupacionales del grupo ocupacional correspondiente con los que el alumno ha señalado como propios.

Si hay al menos dos coincidencias en asignaturas, habilidades y también en valores procede iniciar un nuevo proceso de ampliación de la información sobre los grupos ocupacionales seleccionados. Debe tenerse en cuenta que cuantas más coincidencias más adecuado es el grupo ocupacional. 5ª Sesión: Información académica y profesional sobre los grupos ocupacionales más adecuados al alumno. El objetivo de esta sesión es la ampliación de la información que el alumno posee sobre los grupos ocupacionales que se han determinado como más adecuados para él a través del programa.

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Procedimiento: a) Analizar la propuesta de correspondencia entre los Grupos ocupacionales y la oferta

de formación para alumnos que han finalizado ESO o Bachillerato. Está estructurada en tres bloques: Estudios de Formación Profesional, Estudios Universitarios y Estudios no reglados.

b) Determinar dos o tres profesiones que conforman el grupo/s ocupacionales para buscar nueva información sobre las profesiones elegidas.

c) Llegados a este punto procede buscar nueva información sobre una o varias profesiones que tendría que abarcar el conocimiento de:

- La naturaleza del trabajo que se realiza. - Las competencias requeridas. - El ambiente de trabajo. - La formación requerida. - Los valores y estilos de vida de los que la ejercen - Las perspectivas de ocupación. - Las ganancias - Las profesiones relacionadas. Esta actividad sería objeto de otra intervención orientadora complementaria del programa. Como complemento a este Programa se les proporcionará algunos de los recursos informativos siguientes: � Círculo de Progreso Universitario (1995). Guía Multimedia de Universidades y

Carreras en España. Madrid � Círculo de Progreso Universitario (1996). Elige tu futuro. Qué y dónde estudiar.

Revista Círculo de Progreso. � Revista “Entre Estudiantes” � Fundación Universidad-Empresa (1993) Monografías Profesionales. Madrid. � MEC (1997) Fichas para la Orientación Profesional. Madrid, MEC-Fondo Social

Europeo � Colección Profesiones. Editorial Acento (1993) Tareas vocacionales que desarrolla el Programa: Las actividades planteadas en el POPA pretenden desarrollar en los alumnos las tareas vocacionales de exploración, cristalización y especificación y decisión, potenciando el pensamiento creativo, el pensamiento conceptual y el pensamiento evaluativo, mediante el desarrollo de habilidades cognitivas tales como: observar, descubrir, imaginar (p. creativo); reducir, asociar, clasificar ( p. conceptual); comparar, jerarquizar, eliminar, elegir ( p. evaluativo); así como la promoción de actitudes como curiosidad, organización, orden, coherencia, sentido crítico, discriminación…

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Metodología del Programa. La metodología didáctica a través de la que se va a desarrollar el programa considera el papel protagonista al alumno, de hecho es un programa AUTOAPLICADO, lleva consigo una implicación del alumno en cuanto que debe: � Llevar a cabo un proceso de indagación sobre sí mismo y su contexto para adquirir un

saber, saber-hacer y saber-ser. � Afirmar su responsabilidad y su capacidad de autodeterminación. No obstante, la aplicación de este programa conlleva, por positiva, la presencia y asistencia del orientador, motivando, estimulando, resolviendo dudas y ejercitando un cierto control de las respuestas o resultados de cada alumno. Además, la aplicación del programa debe generar una entrevista personal de cada alumno con el orientador con objeto de: � Ayudar a interpretar los resultados obtenidos � Favorecer que en la familia se hable del proyecto profesional. � Estimular la planificación del proyecto profesional y de vida Organización de la ejecución del programa: El programa se llevará a cabo en la hora de tutoría, semanalmente, de cada uno de los grupos de 4º de ESO, con una duración aproximada por sesión de 50’, adaptando las sesiones a la estructura horaria del Centro. El responsable del desarrollo del programa será el Orientador del Centro en colaboración del Tutor (mayor conocimiento del alumnado) de cada uno de los grupos en que se aplique. El número de sesiones será de 5. Además se ha de considerar en la planificación de la aplicación del programa los siguientes elementos. a Ratio monitor/alumno no superior a la del grupo-clase ( no superior a 25 alumnos) a Organización del espacio del aula que permita la movilidad e interacción del

alumnado cuando sea preciso. a En relación a la organización temporal, sería importante la flexibilidad en la hora de

tutoría, con objeto de que se pueda aplicar en franjas horarias intermedias en la jornada escolar.

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Materiales: a Cuaderno de Autoexploración del alumno. a Guía del Tutor/ Orientador Evaluación del programa: La evaluación del programa responde a dos tipos de finalidades: � Evaluación del proceso de aplicación del programa sobre el que recogeremos

información respecto a:

- Actuación del monitor ( valoración global) - Calidad del programa respecto a: motivación e interés del alumnado,

dificultades encontradas por los alumnos para realizar las actividades) - Adecuación de los materiales

� Evaluación de los resultados desde la perspectiva del alumno. Los instrumentos a utilizar para la recogida de información serán:

- Escala de Valoración Final del Programa. Se pasará al alumnado al finalizar todas las sesiones. La escala consta de dos partes: en la primera parte se valoran 23 items de 1 a 4 según el grado de acuerdo o desacuerdo con ellos; en la segunda parte, hay que valorar en los mismos términos una serie de adjetivos bipolares (por ej. Interesante-sin interés).

3.2. Asesoramiento vocacional individual. Pautas para su desarrollo.

El apartado de asesoramiento individual por parte del orientador irá encaminado fundamentalmente a la atención individual de aquellos alumnos que manifiestan un problema de indecisión, aunque las pautas de actuación que vamos a señalar a continuación son válidas para cualquier alumno. El objetivo básico del asesoramiento vocacional individual es ayudar al alumno a resolver un problema que se manifiesta y concreta en la indecisión. Facilitando, al mismo tiempo, la adquisición de capacidades que el alumno pueda usar en el futuro, proporcionándole información y sugerencias necesarias que le permitan resolver el problema por sí mismo. El proceso de ayuda individual al alumno que debe seguir el asesor, debe contemplar las siguientes pautas:

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1º) Determinar el tipo de decisión con la que se enfrenta el sujeto y las razones que

le impiden decidirse. (por ej. Elegir F.P. o Bachillerato). 2º) Determinar los factores que impiden la decisión.

El asesor debe construir un modelo capaz de explicar lo que le pasa al sujeto. Por ej. Falta de información, falta de criterios claros para valorar la información, manejo de muchas opciones…

3º) Recogida de información y procedimientos. Para delimitar el problema es necesario recoger información de distintos tipos. Los procedimientos más usuales a utilizar son:

- la entrevista ( con el alumno y con su familia) - Cuestionario Preliminar para la Orientación Vocacional (Alonso, 1995) - Otros (intereses, valores, motivaciones…)

4º) Estrategias de intervención a utilizar: Una vez determinado el modelo explicativo del problema, se deben seleccionar las estrategias de intervención. El problema detectado indicará la estrategia más adecuada. Algunos de los problemas más frecuentes, suponen el desarrollo de alguna de las siguientes estrategias: a Identificación clara de las alternativas (información sobre el mundo educativo y

profesional) a Ayudar a clarificar valores, intereses y metas, clarificando los criterios de decisión

más importantes: qué quiero y qué puedo hacer. a Prever y ponderar las consecuencias probables de las posibles decisiones. a Reestructuración del problema, cuando sus preferencias puedan concretarse en

estudios y profesiones distintos de los que ha considerado inicialmente. a Modificación del autoconcepto y la autoestima cuando el problema es el miedo

general a tomar decisiones.

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BUENAS PRÁCTICAS EN LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA,

PSICOPEDAGÓGICA Y PROFESIONAL

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