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Repaso 1 ¿Qué verdades que fortalecen la fe hallamos en la oración de Salomón, y qué provecho sacamos al meditar en ellas? (1 Rey. 8:22-24, 28.) R-Salomón expresó profunda y sincera gratitud a Jehová, un Dios de bondad amorosa, Cumplidor de promesas y Oidor de la oración. Meditar sobre la oración que Salomón ofreció en la inauguración aumentará nuestro agradecimiento por estos y otros aspectos de la personalidad de Dios. 2 David anduvo “con integridad de corazón”, ¿cómo nos anima su ejemplo a hacer lo mismo? R-Aunque David fue ejemplar en muchos sentidos, a lo largo de su vida cometió varios pecados graves (2 Sam. 11:2-4, 14, 15, 22-27; 1 Crón. 21:1, 7). Sin embargo, en cada caso demostró su arrepentimiento. Puede decirse que anduvo con Dios “con integridad de corazón” (1 Rey. 9:4). ¿Por qué? Porque siempre trató de actuar en armonía con la voluntad divina. A pesar de nuestra imperfección, podemos conservar el favor de Jehová. Con ese fin, estudiemos con empeño su Palabra, reflexionemos en lo aprendido y actuemos con decisión según lo que hemos guardado en el corazón. Así haremos nuestra la humilde solicitud que el salmista le hizo a Jehová: “Enséñame a hacer tu voluntad”. 3 ¿Qué lección importante nos enseña el que Jehová enviara a Elías a la casa de la viuda de Sarepta? R-Pero Jehová había visto algo especial en aquella viuda pobre. Aunque vivía rodeada de idólatras, tuvo fe en el Dios de Israel. No todos los habitantes de la ciudad de Sarepta, donde se adoraba a Baal, estaban completamente corrompidos. Al enviar a Elías a la casa de la viuda, Jehová demostró que se fija en las personas de buen corazón que aún no le sirven. Así es: “en toda nación, el que le teme y obra justicia le es acepto” (Hech. 10:35). ¿Cuántas personas como la viuda de Sarepta habrá en nuestro territorio? Aunque vivan rodeadas de gente que sigue religiones falsas, quizá algunas estén buscando algo mejor. Puede que sepan poco o nada sobre Jehová y por eso necesiten a alguien que les ayude a unirse a la adoración pura. ¿Tratamos de encontrar y ayudar a estas personas? 4 ¿Cómo fortalece nuestra confianza en Jehová meditar en el relato de 1 Reyes 17:10-16? R- Una lección que podemos aprender es que Dios bendice a los que tienen fe. Cuando encaramos una prueba de integridad con fe, él nos ayuda. Se convierte en nuestro Proveedor, Protector y Amigo para que podamos aguantar (Éx. 3:13-15). Cuando nos enfrentamos

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Repaso

1 ¿Qué verdades que fortalecen la fe hallamos en la oración de Salomón, y qué provecho sacamos al meditar en ellas? (1 Rey. 8:22-24, 28.)

R-Salomón expresó profunda y sincera gratitud a Jehová, un Dios de bondad amorosa, Cumplidor de promesas y Oidor de la oración. Meditar sobre la oración que Salomón ofreció en la inauguración aumentará nuestro agradecimiento por estos y otros aspectos de la personalidad de Dios.

2 David anduvo “con integridad de corazón”, ¿cómo nos anima su ejemplo a hacer lo mismo?

R-Aunque David fue ejemplar en muchos sentidos, a lo largo de su vida cometió varios pecados graves (2 Sam. 11:2-4, 14, 15, 22-27; 1 Crón. 21:1, 7). Sin embargo, en cada caso demostró su arrepentimiento. Puede decirse que anduvo con Dios “con integridad de corazón” (1 Rey. 9:4). ¿Por qué? Porque siempre trató de actuar en armonía con la voluntad divina.

A pesar de nuestra imperfección, podemos conservar el favor de Jehová. Con ese fin, estudiemos con empeño su Palabra, reflexionemos en lo aprendido y actuemos con decisión según lo que hemos guardado en el corazón. Así haremos nuestra la humilde solicitud que el salmista le hizo a Jehová: “Enséñame a hacer tu voluntad”.

3 ¿Qué lección importante nos enseña el que Jehová enviara a Elías a la casa de la viuda de Sarepta?

R-Pero Jehová había visto algo especial en aquella viuda pobre.Aunque vivía rodeada de idólatras, tuvo fe en el Dios de Israel. No todos los habitantes de la ciudad de Sarepta, donde se adoraba a Baal, estaban

completamente corrompidos. Al enviar a Elías a la casa de la viuda, Jehová demostró que se fija en las personas de buen corazón que aún no le sirven. Así es: “en toda nación, el que le teme y obra justicia le es acepto” (Hech. 10:35).

¿Cuántas personas como la viuda de Sarepta habrá en nuestro territorio? Aunque vivan rodeadas de gente que sigue religiones falsas, quizá algunas estén buscando algo mejor. Puede que sepan poco o nada sobre Jehová y por eso necesiten a alguien que les ayude a unirse a la adoración pura. ¿Tratamos de encontrar y ayudar a estas personas?

4 ¿Cómo fortalece nuestra confianza en Jehová meditar en el relato de 1 Reyes 17:10-16? R- Una lección que podemos aprender es que Dios bendice a los que tienen fe. Cuando

encaramos una prueba de integridad con fe, él nos ayuda. Se convierte en nuestro Proveedor, Protector y Amigo para que podamos aguantar (Éx. 3:13-15). Cuando nos enfrentamos a una prueba, debemos buscar la guía que Dios nos da a través de las Escrituras y las publicaciones bíblicas. Después tenemos que actuar en armonía con lo que Jehová nos dice,

aunque nos cueste aceptarlo.5 Elías superó los sentimientos negativos, ¿qué podemos aprender de su ejemplo? (1 Rey. 19:4.)

R-El ejemplo de Elías puede ayudarlo a comprobar que está en la fe y a adoptar una actitud positiva. ¿Cómo? Primero, piense en las distintas maneras en que Jehová lo ha sostenido. ¿Ha recibido el apoyo de algún hermano, quizá un anciano u otro cristiano maduro, en un momento difícil? (Gál. 6:2.) ¿Se ha sentido reconfortado por la Biblia, nuestras publicaciones o las reuniones de congregación? La próxima vez que se

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beneficie de alguna de estas maneras, piense que en verdad esa ayuda proviene de Jehová, y diríjase a él para darle las gracias (Sal. 121:1, 2)

6 ¿Qué hizo Jehová cuando vio a Elías tan desesperado, y cómo podemos imitar a nuestro amoroso Dios? (1 Rey. 19:7, 8.) R-Más bien, tuvo en cuenta sus limitaciones y le envió un ángel. Este lo animó dos veces a comer para que el viaje que tenía por delante no fuera “demasiado para [él]” (lea 1 Reyes 19:5-8). Como vemos, antes de darle instrucción alguna, Jehová lo escuchó y tomó medidas prácticas para sostenerlo.¿Cómo podemos imitar a nuestro amoroso Dios, y mostrar a nuestros hermanos el mismo amor? No debemos apresurarnos a dar consejos (Prov. 18:13). Es mejor que primero nos tomemos el tiempo necesario para escuchar con comprensión a quienes piensan que son “menos honorables”, o valen menos, debido a sus circunstancias (1 Cor. 12:23). Eso nos permitirá saber cuáles son sus verdaderas necesidades y entonces ayudarlos.

7 ¿Por qué estaba equivocado el rey Acab, y cómo podemos nosotros evitar caer en un error parecido?

R- Las palabras de Acab reflejaron su insensatez por dos razones. En primer lugar, al decirle a Elías “Has vuelto a encontrarme”, demostró su ceguera espiritual. Jehová ya lo había encontrado. Lo había visto hacer algo malo a sabiendas y alegrarse por el resultado del malvado plan de su esposa. Dios examinó su corazón y vio que el amor a lo material había eclipsado todo sentido de compasión y justicia. En segundo lugar, al decirle a Elías “enemigo mío”, demostró que odiaba a un hombre que era amigo de Jehová, un hombre que hubiera podido ayudarlo a volverse de su mal camino.

Satanás difunde mentiras muy peligrosas sobre los pecados graves. A él le encantaría que los cristianos las creyéramos, pero a nosotros no nos va a engañar. Conocemos muy bien sus “maquinaciones” (Efesios 6:11). Analicemos tres de tales mentiras de Satanás.

“Puedes ocultarlo.” Eso no es cierto, pues Jehová siempre ve lo que uno hace. “Todas las cosas están desnudas y abiertamente expuestas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.” (Hebreos 4:13.) Así que, si vamos a tener que responder ante Jehová, y él ya lo sabe todo, ¿para qué empeorar aún más las cosas tratando de que no se enteren los siervos que él ha nombrado? (Véase también 2 Samuel 12:12.)

“No puedes confiar en los ancianos. Mejor no digas nada.” En cierta ocasión, el malvado rey Acab de Israel se dirigió a Elías en estos términos: “Oh enemigo mío” (1 Reyes 21:20). Pero lo cierto es que aquel profeta de Jehová era quien podría haberle ayudado a recibir el perdón de Dios. Hoy, Jesús nos proporciona “dádivas en [forma de] hombres”: los ancianos de la congregación (Efesios 4:8). Aunque son imperfectos, “están velando por las almas” nuestras, es decir, por la salud y bienestar espiritual de todos (Hebreos 13:17). Jamás los veamos como enemigos, sino como lo que son: el medio por el que Jehová nos ayuda.

“Hay que encubrir a los amigos.” Si alguien peca y nosotros lo encubrimos, lo cierto es que no le hacemos ningún favor. ¿Por qué? Porque los pecados graves son indicios de enfermedad espiritual, y esconderlos es como ocultarle síntomas importantes al médico (Santiago 5:14, 15). Puede que nuestro amigo tenga miedo a ser disciplinado, pero

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recordemos que la disciplina es una expresión del amor de Jehová que puede salvarle la vida (Proverbios 3:12; 4:13). Además, si el pecador persiste en su mala conducta, puede poner en peligro a otros cristianos. Y de ningún modo queremos contribuir a que su

mala actitud se extienda en la congregación (Levítico 5:1; 1 Timoteo 5:22.) Por tanto, si sabemos que alguien ha cometido una falta grave, lo mejor que podemos hacer es asegurarnos de que acuda a los ancianos.

8 ¿Qué aprendemos de la petición que le hizo Eliseo a Elías, y cómo nos ayuda esto cuando recibimos una nueva asignación de servicio? (2 Rey. 2:9, 10.)

R- Como sabía que conceder tal petición no estaba en su mano, ya que solo Dios podía hacerlo, contestó modestamente: “Has pedido una cosa difícil. Si me ves cuando sea quitado de ti, te sucederá así” (2 Reyes 2:10). Y así le sucedió, pues Jehová permitió que Eliseo viera a Elías cuando ascendía en una tempestad de viento (2 Reyes 2:11, 12). La petición de Eliseo fue concedida: Jehová le dio el espíritu necesario para emprender su nueva misión y afrontar las pruebas venideras.

Este relato resulta muy animador para los cristianos ungidos (denominados a veces “la clase de Eliseo”) y para los demás siervos de Dios de la actualidad. Es posible que en ocasiones nos sintamos abrumados e incapaces ante una nueva asignación, o tal vez estemos perdiendo el valor para continuar predicando el Reino ante el aumento de la indiferencia u oposición en el territorio. No obstante, si rogamos a Jehová que nos apoye, él nos dará espíritu santo a fin de afrontar las dificultades y las nuevas circunstancias (Lucas 11:13; 2 Corintios 4:7; Filipenses 4:13). Por lo tanto, tal como Jehová fortaleció a Eliseo para asumir responsabilidades más importantes, también nos ayudará a todos nosotros, seamos jóvenes o mayores, a efectuar nuestro ministerio (2 Timoteo 4:5).

9 ¿Cómo pueden los jóvenes imitar la fe y el valor de la niña israelita mencionada en 2 Reyes 5:1-3?

R- Si eres joven y amas a Dios igual que aquella niña, puedes estar seguro de que él te ayudará a predicar sin temor a tus maestros, a tus compañeros de clase y a otros.

10 ¿Qué cualidades de Jehú hacemos bien en imitar todos los siervos de Jehová en el tiempo del fin en el que vivimos? (2 Rey. 10:16.)

R- Por ejemplo, ¿qué hacer ante la posibilidad de participar en algo que Jehová condena? Debemos rechazar la tentación con decisión, valor y prontitud. En lo relacionado con nuestra devoción a Jehová, no podemos tolerar ninguna rivalidad.