(Re)Pensando la historia obrera - Renán Vega Cantor.pdf

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  • 1(Re) Pensando la historia obreraA propsito de una experiencia investigativa sobre los trabajadores petroleros

    Renn Vega CantorPublicado por Matxingune taldea en 2012

    Resumen

    Este artculo busca plantear la discusin sobre algunos aspectos de la historia obrera, retomando una experiencia deinvestigacin que intent reconstruir parte de la rica historia de los trabajadores petroleros, un importante sector dela clase obrera colombiana y fue publicada en el ao 2009 bajo el ttulo Petrleo y protesta obrera. La USO y lostrabajadores petroleros en Colombia. Bsicamente se reflexiona sobre algunos problemas tericos (escala temporal,particularidades de la historia obrera, la nocin de totalidad, el uso de la teora), fuentes y uso de los archivos, y lafuncin social de la investigacin.

    Tabla de contenidosEl problema de la escala temporal ......................................................................................... 1Particularidad del campo de investigacin ............................................................................... 3Recuperacin de la categora de totalidad ............................................................................... 6El problema del uso de las teoras ......................................................................................... 7Fuentes y uso de los archivos ............................................................................................... 7Funcin social de la investigacin y del conocimiento histrico .................................................. 9

    La derrota de la clase obrera en la dcada del 80 y el descubrimiento de suslimitaciones y contradicciones tuvieron un efecto mucho menos traumtico en nosotrosque en la mayora de la gente del movimiento. Ya sabamos todo eso, no se noscay ningn dolo. Hemos conseguido quedarnos del mismo lado del conflicto social,seguir leyendo la cultura como un terreno de lucha de clases sin tener que imaginaruna clase obrera monoltica, una identidad garantizada o una cultura solidificada.Hemos conseguido seguir enfurecindonos con la injusticia y la opresin sin tenerque atribuirle al oprimido virtudes que nosotros no tenemos: al contrario, pudimosreconocer que sus debilidades eran muchas veces, consecuencias de la opresinmisma.

    Alessandro Portelli, Memoria y resistencia. Una historia (y celebracin) delCircolo Gianni Bosio, en Taller - Revista de sociedad y cultura poltica, vol 4, n 10,

    Buenos Aires, 1999, p. 103.

    El problema de la escala temporalLa Unin Sindical Obrera, organizacin sindical que agrupa a los trabajadores de la industria del petrleo,surgi formalmente el 10 de febrero de 1923 y desde entonces se ha mantenido como una de las

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    organizaciones sindicales ms importantes del pas. En nuestra investigacin reconstruimos la historia dela USO y de una parte significativa de los trabajadores petroleros, y a la luz de ese proceso establecimos unamirada de larga duracin que atraviesa todo el siglo XX y que se remite al origen mismo de la explotacinde los hidrocarburos en el pas y a la formacin de ese tipo de trabajadores. Esta reconstruccin se hamovido, entonces, en una amplia escala temporal en la que se cruzan diversas temporalidades: las de laexplotacin petrolera, las de los trabajadores, las del movimiento obrero colombiano, las de la izquierda,todas las cuales en s mismas tienen su propia dinmica, ritmos, rupturas y discontinuidades, pero que ennuestro caso se han subordinado a la temporalidad especfica de los trabajadores petroleros.Para entender los procesos histricos es indispensable pensarlos en trminos de largo plazo. Esto no quieredecir que se dejen de considerar las coyunturas y los acontecimientos, sino que estos dos se subordinany se explican en estrecha relacin con aspectos estructurales que permanecen a lo largo de cierto tiempo.En concreto, Fernand Braudel justificaba la pertinencia de los anlisis de larga duracin aludiendocomo metfora y como ejemplo a los enceguecedores pero fugaces destellos de las lucirnagas del Bahabrasileo, las que, despus de su breve paso, dejaban de nuevo su entorno sumergido en sombras y tinieblas,como lo hacen las insistentes opiniones sobre los acontecimientos de la coyuntura corta1 .

    De manera particular, para el caso que nos interesa, la explotacin del petrleo ocupa una franja temporalque determina un momento crucial en la historia del capitalismo que cubre el perodo que se extiendedesde finales del siglo XIX hasta el momento actual, y unas dcadas ms de aqu en adelante cuandoel petrleo se acabar, lo cual es indefectible. Esta fase histrica que nos parece larga en trminos delcapitalismo -sin embargo, nfima en lo referente a la historia de las sociedades- ha estado condicionada porla explotacin del petrleo, lo que ha generado condiciones que, a pesar de obvias variaciones histricas,mantienen rasgos de una impresionante similitud a lo largo de ms de un siglo: apropiacin de fuentes deenerga fsil por parte de los centros imperialistas y sus empresas; industrializacin capitalista relacionadacon la explotacin de energas fsiles; transformaciones sociales, demogrficas, ambientales, polticas,militares que no se hubieran producido en la forma en que se han dado de no haber existido el petrleo(por ejemplo, el predominio del automvil en la vida cotidiana del siglo XX, las megaciudades y susgigantescas redes de carreteras y de elevados edificios; las masivas migraciones del campo a las ciudades;formas de produccin y de consumo intensivas en el uso de materiales y energa; guerras entre potenciaspor el control del petrleo; ocupaciones, invasiones y guerras de agresin contra el mundo perifrico ydependiente), constitucin de un tipo especfico de trabajadores que giran alrededor de la industria de loshidrocarburos; implantacin de enclaves imperialistas para explotar el recurso; resistencias y organizacinde los trabajadores contra la explotacin que soportan en los enclaves; nacionalismo petrolero y muchascosas ms. Estos elementos, por supuesto, forman parte de la historia mundial de los ltimos cien aos, y semanifiestan en diversos lugares del mundo de distintas maneras, en concordancia con historias particularesque all discurren, tal y como ha sucedido en Colombia.

    Los ritmos temporales de la extraccin, procesamiento y refinamiento del petrleo se caracterizan por laaceleracin, la velocidad, el cambio constante, rasgos inherentes al capitalismo, que no se hubieran podidogeneralizar en el mundo si no se hubiera descubierto el petrleo. Esos ritmos temporales destruyen otrostipos de organizacin social con otras formas temporales, como la de indgenas, campesinos y pescadores,en diversas zonas de Colombia.

    La explotacin del petrleo configura diversos momentos, que estn relacionados con la accin de sujetosconcretos (las empresas petroleras, los indgenas, los colonos y los trabajadores y sus organizaciones),lo que nos ha permitido dibujar varias fases de esa historia, a partir de tres magnitudes temporales: unaprimera magnitud temporal de anlisis est determinada por el predominio de la Tropical Oil Company(de 1916 a 1951) en un primer momento y por la configuracin de ECOPETROL en un segundo momento(1951-hoy); una segunda magnitud temporal se refiere a los diversos perodos que se pueden bosquejaren cada uno de estos grandes momentos y que nosotros establecimos de esta manera, ajustndolos a losmomentos polticos ms importantes de la historia contempornea de Colombia: el establecimiento del

    1 Heraclio Bonilla: La trayectoria del desencanto. El Per en la segunda mitad del siglo XX, Arteidea Ediciones, Lima, 2006, texto que aparece

    en la contra caratula de este libro.

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    enclave petrolero, la formacin de los trabajadores petroleros y la fundacin de la USO (1916-1930), LaRepblica Liberal y los trabajadores petroleros (1930-1945), Nacionalismo petrolero y accin obrera en latransicin de la Repblica Liberal a la Conservadora (1945-1948), La reversin de la Concesin de Mares,el nacimiento de ECOPETROL y la destruccin de la USO (1948-1957), la USO durante el Frente Nacional(1958-1970), ciclo de huelgas y represin (1971-1977); y la USO en tiempos de guerra sucia (1977-2008);una tercera magnitud temporal est determinada por la existencia de procesos particulares de explotacinpetrolera en concesiones de otras regiones del pas (Catatumbo, Putumayo, Yond, Cantagallo, PuertoBoyac) que tienen sus propias dinmicas que ameritan un tratamiento especial.

    Nuestro propsito de estudiar a los trabajadores petroleros y a la USO a lo largo de un siglo nos ha permitidoestablecer algunas conclusiones en trminos de permanencias y rupturas. En cuanto a las permanenciassealamos: el predominio de una poltica antinacional en materia de hidrocarburos por parte de las clasesdominantes y el Estado colombiano, que sirven al capital imperialista y sus empresas; la consolidacinde un imaginario de enclave que ha rondado desde el comienzo la explotacin de petrleo y que sereproduce con y sin la presencia de compaas extranjeras (como se percibe en cualquier zona petrolera delpas en trminos de dependencia casi absoluta de las regalas petroleras y de constitucin de economas quegiran alrededor de ese recurso energtico); la constante lucha de los trabajadores petroleros por conseguir elmejoramiento de sus condiciones laborales y por impulsar la nacionalizacin efectiva de los hidrocarburos;la constante represin ha que han sido sometidos los trabajadores petroleros desde la dcada de 1920, algoque se mantiene en la actualidad.

    En cuanto a las rupturas podemos destacar: la destruccin y reconstruccin de la USO en diversascoyunturas, como a finales de la Repblica Conservadora y comienzos de la Repblica Liberal o en lapoca de la primera Violencia; la constitucin de una cultura especficamente obrera en las dcadas de1930 y 1940, pero que hoy est seriamente diluida; la huelga como el principal mecanismo de lucha delos trabajadores petroleros en el perodo 1924 a 1977, pero que desapareci en ese ao casi en formadefinitiva, para reaparecer de manera aislada en el 2004; los vnculos entre la USO y los pobladores localesde Barrancabermeja, que se mantuvieron fuertes hasta la dcada de 1980, pero que luego se debilitaron,tanto por transformaciones demogrficas y sociales de esa ciudad, como por la represin a que ha sidosometido el sindicato de petroleros; la fuerte influencia de organizaciones y sectores de izquierda entrelos trabajadores petroleros que tiene sus propios ritmos en consonancia con la fortaleza o crisis de esasorganizaciones.

    Particularidad del campo de investigacinLos trabajadores petroleros en su proceso prctico de lucha se convierten en sujetos sociales de su propiodevenir que han logrado configurar un movimiento social, que forma parte integral del movimiento sindicaly del movimiento obrero, pero tambin, y es una afirmacin casi tautolgica, de la clase obrera. Vale lapena hacer una clarificacin sobre lo que queremos decir cuando usamos estos trminos. Aunque el trminomovimiento social se use de manera laxa y generalizado en la actualidad y en el mismo se incluyan losms diversos sectores de la sociedad, desde mediados del siglo XIX algunos autores, como Carlos Marxy Federico Engels, utilizaron la palabra movimiento para referirse a los obreros organizados y al proyectocomunista (movimiento obrero y movimiento comunista respectivamente)2. El vocablo movimiento lo quequera poner de presente era la dinmica y la fuerza colectiva de un grupo de personas, pertenecientes auna clases social en un caso, o a una tendencia ideolgica en el otro caso. Ese movimiento de trabajadoresorganizados se fue convirtiendo en un baluarte de la lucha gremial en el capitalismo, que adopt inclusodiferentes programas, metas y objetivos y era influido por diversas tendencias ideolgicas desde elmarxismo y el anarquismo, hasta la iglesia catlica- que configuraron el movimiento sindical. La fuerzacentral del movimiento sindical son los trabajadores, pero sus orientaciones divergen en concordanciacon las ideas dominantes que los orientan, bien desde la derecha o bien desde la izquierda, con todas lasvariantes que existen en estos dos campos. Eso lo observamos de manera concreta en la historia colombianaen general y en la historia de los trabajadores petroleros en particular, porque en diversos momentos se

    2 Charles Tilly y Lesley J. Wood: Los movimientos sociales 1768-2008, Editorial Crtica, Barcelona, 2010, pp. 25 y 26.

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    ha visto el surgimiento de un movimiento sindical de tinte liberal, comunista o clerical, que ha tenidopresencia activa en las zonas petroleras y han dejado su impronta sobre los trabajadores.La cuestin se complica cuando se piensa que un tipo particular de movimiento sindical es el portadorde los intereses de la clase trabajadora en su conjunto, en nuestro caso de los trabajadores petroleros, loque supone en trminos metodolgicos que se toma al sindicalismo por la clase, a un tipo particular deorganizacin gremial por la clase obrera misma. En ese mismo sentido, existe una confusin analticaque trae muchas contradicciones prcticas, cuando no slo se identifica al movimiento sindical con elmovimiento obrero, sino que adems se considera que una determinada orientacin poltica y partidistaque influye en el sindicalismo es ya la expresin de todo el movimiento obrero y de la clase obrera, queestara conducido por una fuerza poltica determinada que se atribuye a s misma el carcter de vanguardiade los trabajadores.En el caso particular de los trabajadores petroleros esto lo hemos visto con la publicacin de sendashistorias en las que se resalta o el papel del Partido Comunista, o del MOIR, o de otras organizacionespolticas. En este caso parece confundirse la historia de las izquierdas con la historia del movimientoobrero, visto como sinnimo de movimiento sindical, lo que lleva a dejar de lado a un amplio espectrode expresiones reales de los trabajadores que no se subordinan a las orientaciones partidistas de uno uotro grupo poltico. Como ha dicho Eric Hobsbawm, este tipo de enfoque descuidaba la historia de lasclases trabajadoras propiamente dichas, toda vez que era imposibles subsumirlas en la historia de susorganizaciones; e incluso prestaba poca atencin a la masa y se ocupaba preferentemente de sus lderes.En contraposicin este mismo autor nos recuerda las propuestas de diversos historiadores de la clase obrera,que en la prctica muestran un inters creciente por los militantes de base adems de por los lideres, porlos no organizados adems de por los organizados, por el trabajador conservador adems de por el radicalo revolucionario. En pocas palabras, se interesan por la clase ms que por el movimiento o el partido3.

    Al decir esto no estamos desconociendo el papel que han desempeado a lo largo de la historia de lostrabajadores petroleros diversas organizaciones de izquierda, que han proporcionado cuadros y dirigentespolticos o que han nutrido su militancia partidista con lderes y luchadores obreros, y de eso damos variosejemplos en el libro. Llamamos la atencin en cuanto no se deben confundir los dos procesos, cada unode los cuales tiene su propia dinmica, la historia de la izquierda y la historia del movimiento obrero.

    Por esto ltimo entendemos algo ms amplio que el movimiento sindical, aunque se exprese tarde otemprano en el mbito sindical, con lo que queremos hacer alusin a que los trabajadores tienen formasy canales de organizacin y expresin que no necesaria exclusivamente se materializan en lo sindical.Se debe considerar no solamente el mbito laboral sino tambin la vida cotidiana y otros espacios desociabilidad donde se forjan distintos mecanismos y accin de los trabajadores, que forman parte de suscaractersticas como clase, atravesadas e influidas de manera directa por las contradicciones generales delcapitalismo y por sus procesos de reestructuracin. A pesar de que se hable de los nuevos movimientossociales, un vocablo cada vez menos adecuado para comprender lo que pasa en el mundo contemporneopor las falsas dicotomas que plantea (viejos y nuevos, econmicos y culturales, reivindicativos ypolticos) en alusin a la desaparicin del movimiento obrero y de la clase de los trabajadores, stossiguen existiendo aunque sometidos a un proceso brutal de reestructuracin, que ha dado como resultadodiversas formas de lucha y resistencia en algunos pases de Amrica Latina.

    Aunque el tema de esta investigacin versa sobre un movimiento sindical, hemos establecido relaciones,cuando ha sido posible, con la clase obrera petrolera, para destacar otros aspectos de su vida cotidiana,cultural y poltica en diversos lugares de Colombia, y entre los cuales la USO ha sido un referente central,que no exclusivo, en varios momentos de su historia.

    Se plantea, entonces, el asunto de la identidad obrera, como un componente diferenciador por parte delos trabajadores, que en nuestro caso particular ha sido examinado cuando hablamos de la formacin decomunidades obreras cosmopolitas a mediados de la dcada de 1940 y de la configuracin de un ideario

    3 Eric Hobsbawm: El mundo del trabajo. Estudios histricos sobre la formacin y evolucin de la clase obrera, Editorial Crtica, Barcelona, 1987,

    p. 13 y 17.

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    antiimperialista por parte de los trabajadores petroleros. Esa identidad forja a un tipo de trabajador petroleroque forma un movimiento colectivo que, entre otras cosas, tiene una expresin en la USO, una organizacinque no siempre se puede catalogar como una institucin exclusivamente sindical, porque en sus comienzosfue denominada Sociedad Unin Obrera o la Unin (de) Obreros, con lo cual se enfatizaba que la lucha delos trabajadores iba ms all de una reivindicacin puramente gremial y sindical y que ellos encarnabanun proyecto laboral y vital propio, que los diferenciaba de otros sectores sociales.

    Con respecto al tema del trabajo y de los trabajadores debemos decir que, a pesar de que en el libro no sed cuenta de la extensa polmica referida a las mutaciones del mundo del trabajo, s hemos consideradoese asunto, aunque aparezca entre lneas. Hemos considerado algunos de esos grandes debates sobre elpresente y el futuro del trabajo, que desde luego influye en la forma cmo se interpretan desde el presentelos procesos histricos relativos a los trabajadores y a la clase obrera, un tema historiogrfico que hoy seconsidera superado.

    En efecto, hemos revisado la literatura ms representativa sobre el trabajo, en la que se encuentranposturas antagnicas, que van desde los planteamientos del fin del trabajo (Jeremy Rifkin) y de la claseobrera (Andr Gorz), la consolidacin de un capitalismo sin trabajadores (Ulrich Beck), la afirmacindel predominio del trabajo inmaterial (Tony Negri y Michael Hardt), o la emergencia de un proletariadocognitivo (Andrea Fumagalli y Franco Berardo Bifo), hasta los que analizan las nuevas configuracionesdel trabajo y su generalizacin en el mundo de hoy (Ricardo Antunes, Robert Castell, Beverly Silver). Deeste debate recalcamos que de las transformaciones experimentadas por el trabajo en el capitalismo de hoyno puede deducirse de manera apresurada el fin del trabajo asalariado ni, por supuesto de los trabajadores,sino ms bien considerar la combinacin de viejas y nuevas formas de explotacin y subordinacin de lostrabajadores o, lo que en trminos del socilogo brasileo Ricardo Antunes, podemos denominar la nuevamorfologa del trabajo, que se caracteriza por una abigarrada polisemia, en el que coexisten y se mezclanel trabajo material y el inmaterial, el trabajo formal y el informal, el trabajo asalariado y el domstico, eltrabajo flexible y el inflexible, el trabajo vivo y el trabajo muerto, etctera4.En cuanto al anlisis histrico de este debate destacamos la necesidad de afinar nuestros instrumentosanalticos para acercarnos al entendimiento de la presencia histrica de los trabajadores en general y delos trabajadores petroleros en particular, a partir de la vieja idea, pero no por vieja menos actual, que eltrabajo asalariado est inscrito en un proceso de lucha de clases en el que hay ciclos de lucha, en los cualesla iniciativa la puede tener el capital o el trabajo. En las actuales condiciones de derrota y de reflujo delas luchas de los trabajadores, en el ciclo que se inici a mediados de la dcada de 1970, la iniciativa laha tenido el capital, pero esto no siempre ha sido as y nada nos indica que tenga que ser forzosamentede esa forma, a no ser que se le rinda un culto denodado al presente. En este sentido, compartimos lasugerencia de Bevery Silver, quien nos indica que para responder adecuadamente a la pregunta sobre elfuturo del movimiento obrero hay que insertar los estudios laborales en un marco histrico y geogrficode anlisis ms amplio que el habitual. Y eso es necesario porque las evaluaciones sobre el futuro delos movimientos obreros se basan explicita o implcitamente- sobre un juicio acerca de las novedadeshistricas del mundo contemporneo. Para responder a la cuestin se han esbozados dos posibilidades:

    Quienes ven una crisis terminal en los movimientos obreros suelen entender la poca actual comofundamentalmente nueva y sin precedentes, y creen que los procesos econmicos globales hanreconfigurado totalmente a la clase obrera y el terreno sobre el que deben operar los movimientos obreros.Por el contrario, quienes esperan el resurgimiento de movimientos obreros significativos suelen aludir ala dinmica cclica del capitalismo histrico, que supone una continua recreacin de contradicciones yconflictos entre capital y trabajo. As pues, las previsiones sobre los futuros de los movimientos obrerosdeben basarse en una comparacin entre la dinmica actual y periodos anlogos en el pasado, ya queslo mediante esa comparacin podemos distinguir los fenmenos histricamente recurrentes de losverdaderamente nuevos y sin precedentes5.

    4 Ver Ricardo Antunes: Adis al trabajo? Ensayo sobre las metamorfosis y el rol central del mundo del trabajo, Ediciones Pensamiento Crtico,

    Bogot, 2000; Ricardo Antunes, Los sentidos del trabajo. Ensayo sobre la afirmacin y la negacin del trabajo, Ediciones Herramienta. BuenosAires, 2005.5 Beverly J. Silver: Fuerzas de trabajo. Los movimientos obreros y la globalizacin desde 1870, Akal Ediciones, Madrid, 2005, p. 17.

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    En conclusin, las modificaciones que ha experimentado el trabajo en la actualidad deben ser sopesadashistricamente con la finalidad de que nos proporcionen instrumentos de anlisis, pero evitando caer enextrapolaciones hacia el pasado y el futuro que nos impidan estudiar y entender la riqueza de los procesoshistricos en los que los trabajadores han sido indudables protagonistas, como en el caso de la industriapetrolera en Colombia.

    Recuperacin de la categora de totalidadLa totalidad es una de las categoras que ms ha sido atacada en las ltimas dcadas desde diversosngulos analticos y polticos, entre los que sobresalen las concepciones posmodernas. En el mbitohistoriogrfico esto ha tenido consecuencias de gran alcance, porque ha significado el abandono de estudiosestructurales, para concentrarse en mbitos sectoriales y limitados, en lo que se denominan los microrelatos fragmentarios. En contrava con esa moda intelectual y esa postura poltica que abjura de lanocin de totalidad, en esta investigacin la reivindicamos como un presupuesto metodolgico que nos hapermitido organizar la informacin emprica que hemos recogido. Nos apoyamos en la idea de totalidadpropia de la mejor tradicin marxista (de autores como George Lukacs, Pierre Vilar, Eric Hobsbawm) quepermite considerar diversos aspectos de la realidad social, interrelacionndolos y estableciendo jerarquas,no excluyentes ni mecnicas. En ese mismo sentido de recuperar el concepto de totalidad se hace necesariovolver a plantear la importancia del anlisis econmico y social de los procesos, en gran medida tirado porla borda por todas las tendencias culturalistas que han impregnado a la historia y a las ciencias sociales.

    Cuando se habla de totalidad, desde luego, no se est diciendo que se deba hablar de todo sin ton nison, sino que simplemente se quiere enfatizar en la necesidad de precisar la diversidad de cuestiones queinciden en los procesos histricos reales y que ameritan ser considerados en el anlisis histrico para poderacercarse a la comprensin de esos procesos. Ello obliga al historiador a traspasar las fronteras de lasespecializaciones restringidas y aventurarse en un terreno abierto en el cual se ve compelido a recurrira mltiples instrumentos analticos procedentes de diversas disciplinas del anlisis social. En concreto,esto quiere decir que en la historia de los trabajadores petroleros se torna indispensable acudir al estudiode variados aspectos (ambientales, econmicos, polticos, culturales, sociales, laborales) que permitancomprender en parte la complejidad social que se configura entorno a la industria petrolera. Por ello, ennuestro libro partimos del estudio de las transformaciones de los ecosistemas en las regiones donde seimplant, desde las primeras dcadas del siglo XX, la industria extractiva del petrleo a cargo de compaasextranjeras, algo en apariencia poco relacionado con el tema central de los trabajadores petroleros. Estavariable ambiental permite aproximarnos a la transformacin acelerada del medio natural en un cortolapso de tiempo, como resultado de la explotacin petrolera, lo que indica la manera como el tiempoeconmico propio de las actividades capitalistas rie con el tiempo biolgico de la naturaleza. As mismo,se ha precisado del recuento de las sociedades indgenas, que han soportado el impacto de la extraccindel petrleo, por lo cual han padecido el etnocidio y la aculturacin, como lo describimos con respecto alos Yarigues, los Bari, los Siona y los Kofan. De la misma forma, hemos recurrido al anlisis econmicopara determinar las caractersticas fundamentales de los enclaves en los casos clsicos de las ConcesionesDe Mares y Barco, pero tambin para otros menos conocidos, como Puerto Boyac y Orito (Putumayo).

    Para abordar las cuestiones laborales consideramos necesario apartarnos del anlisis tradicional de lostrabajadores, que se concentra en destacar la accin de ciertas organizaciones y algunos personajes (temaque tampoco desconocemos), y hemos querido mostrar diversos aspectos de la vida laboral y cotidianade los trabajadores, siguiendo lo mejor de la historia social generado tanto en Colombia como en otroslugares del mundo. Al respeto nos parece aleccionador el verso del poeta francs Paul Eluard: Quieromostrar la multitud y cada hombre en detalle, con lo que lo anima y lo desespera, y en sus estaciones dehombre, todo lo que ilumina: su esperanza y su sangre, su historia y su pena.

    Con la visin de totalidad esperamos que hayamos podido presentar una imagen ampla de la rica, mltipley compleja realidad histrica y social que gira alrededor de la explotacin petrolera y en la cual seconfiguran los trabajadores, como uno de los sujetos principales y gestores de otro tipo de historia, que

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    tambin amerita ser conocida y comprendida. La importancia de la totalidad puede ser sintetizada conlas palabras de Wolfgang Goethe: El mundo en su totalidad aparece ante nosotros como un gran bloquede piedra ante un arquitecto, que slo se merece este nombre cuando consigue de esta masa natural quele ha presentado azarosa un diseo elaborado por su mente con la mayor de las economas y la dota definalidad y solidez6.

    El problema del uso de las teorasEl conocimiento histrico se basa en dos soportes fundamentales: la teora y las fuentes. Entre los dosse establece una interrelacin constante e indispensable. Las perspectivas tericas posibilitan escogerun tema, el planteamiento de problemas y de hiptesis, la puesta en marcha de ciertos procedimientosmetodolgicos, la exploracin y crtica de las fuentes y, en general, una explicacin global y comprensivade los procesos histricos. Pero en historia, la teora opera de una forma particular, lo que distingue aesta disciplina de otras formas de conocimiento, que se caracteriza porque la teora no est separada nidistanciada de las fuentes, como si se tratara de rgidos marcos tericos al margen de la informacinemprica. Por el contrario, la teora en la historia discurre y se perfecciona o revala con referencia a loshechos concretos que se conocen a travs de determinadas fuentes.

    Decir esto es importante para evitar el uso y abuso de explicaciones tericas apriorsticas que se anteponencomo pesados aparatos conceptuales a la misma realidad concreta que se investiga. A menudo, en ciertaforma de escritura de la historia se observa un divorcio marcado entre complejas explicaciones tericas,que suelen ser presentadas en rimbombantes introducciones, y la investigacin propiamente dicha dondeno se percibe la utilidad prctica de esos aparatos tericos.

    Hemos intentado superar ese inconveniente con un procedimiento elemental, que ha consistido en recurrira la teora al tiempo con la descripcin de los sucesos que se estn historiando, para que la teora tengauna utilidad real y perceptible y no aparezca como un agregado artificial para mostrar la sapiencia delinvestigador. Eso se ha hecho a lo largo del libro, para explicar los diversos procesos relacionados conel mundo de los trabajadores petroleros, en los mbitos ambientales, laborales, econmicos, sociales,polticos y culturales, para mostrar como la teora misma puede y debe ser enriquecida por el materialemprico acumulado a partir de una experiencia concreta de investigacin. Por ejemplo, con relacin a lacategora de totalidad, no hemos querido atiborrar al lector con disquisiciones tericas y filosficas queson importantes como tales pero para otros destinatarios, sino que a travs del anlisis mostramos lo quesupone recurrir a la nocin de totalidad en el anlisis histrico. Algo similar sucede cuando se empleanlos conceptos de enclave y de imaginario de enclave, con los que se busca antes que proporcionar unbalance amplio y sistemtico de las discusiones tericas suscitadas al respecto, ms bien mostrar cmose constituye en un elemento analtico que nos sirve para entender el funcionamiento de las compaaspetroleras imperialistas que se implantaron en Colombia en las primeras dcadas del siglo XX.

    Usamos la teora de manera ms bien implcita que explicita, por lo que queremos dar a entender queno somos muy amigos de acudir a tediosas e innecesarias explicaciones tericas al margen del materialemprico que consultamos. Consideramos mejor que la realidad concreta nos obligue a plantearnos y abuscar preguntas y respuestas que, por supuesto, slo las podremos encontrar recurriendo a la teora demanera amplia, y no mecnica ni formal. En este sentido el modelo gua, por llamarlo de alguna forma,lo constituyen los libros de Eric Hobsbawm, el mejor ejemplo prctico de lo que hemos planteado en estepunto.

    Fuentes y uso de los archivosEl conocimiento histrico se caracteriza por entablar un dialogo permanente entre la teora y las fuentes.Esto no quiere decir que se reivindique la visin positivista de la historia que condicionaba el avance del

    6 J. W. Goethe: Los aos de aprendizaje de Wilhem Meister, Editorial Ctedra, Madrid, 2000.

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    conocimiento histrica al hallazgo de nuevas fuentes y supusiera que la labor del historiador se reduca aacumular documentos, negndose a aceptar la funcin de las teoras para organizar, analizar y cohesionarel material emprico que proporciona toda huella del movimiento de las sociedades en el tiempo y que seconvierte en fuente por la accin consciente del historiador.

    Sin embargo, cabe plantear que la importancia de la teora no debe llevar a desconocer que el acopio denuevas fuentes ayuda a clarificar importantes cuestiones de la historia, en la medida en que proporcionanuevos datos e informacin concreta sobre diversos procesos histricos, que incluso puede llevar a lareformulacin o cuestionamiento de los mismos esquemas tericos de interpretacin. De ah la importanciade las fuentes, algo que adquiere un mayor relieve cuando de estudiar a las clases subalternas se trata, comosucede con los trabajadores. Adems, esto se hace mucho ms interesante en un pas como Colombia,donde no hay un mnimo respeto por la conservacin de las fuentes de esas clases subalternas.

    Desde su mismo origen, los trabajadores, que han heredado un gran legado cultural de los artesanos,han generado una importante cantidad de fuentes, que se constituyen en un material indispensable parareconstruir su historia. No obstante, ese material ha sido destruido, es fragmentario o de difcil localizacin,como lo evidenciamos al realizar esta investigacin, pero nos hemos encontrado con una grata sorpresa yaque localizamos un importante acervo documental en Barrancabermeja y otros lugares donde hay sedesde la USO.

    La ubicacin de esa masa documental que se encontraba dispersa en varios archivos de la USO nosha permitido avanzar respecto a investigaciones previas que se haban realizado sobre los trabajadorespetroleros, las que, pese a tener en muchos casos valiosa documentacin de y sobre los trabajadores, nohaban hecho una consulta sistemtica y global de los archivos de los mismos trabajadores. Esto nos hadado la posibilidad de escuchar las voces de los obreros petroleros por primera vez sobre algunos temascruciales: las huelgas, la represin, los paros cvicos, la vida cotidiana, las costumbres y formas culturalesde los enclaves y de las zonas petroleras, el nacionalismo de los trabajadores. Al mismo tiempo, las fuentesorales nos han ayudado a acercarnos al sentir y percepciones de los trabajadores petroleros y de habitantesde Barrancabermeja, en la medida en que han aclarado la penumbra existente sobre tpicos y temas paralos cuales no se encuentra documentacin o la que existe es muy limitada y fragmentaria.

    La consulta de archivos relacionados con los trabajadores, entre ellos uno fotogrfico, adems deenriquecer la perspectiva factual, constituye una democratizacin del saber histrico porque cualquierarchivo histrico es como una lmpara de Aladino de donde surgen genios que con su magia y su podermodelan el destino de lo visible y lo invisible, de lo cierto y de lo incierto. En esta perspectiva, los archivoshistricos pueden considerarse como universos en expansin porque en ellos reposan los conflictos deotros tiempos. En ellos nada est concluido; su onda expansiva sigue creando galaxias y estrellas conocidasy desconocidas. Ellos son como huellas de grandes dinosaurios, capaces de anunciar mundos perdidospara siempre7.

    Aparte de la satisfaccin personal que puede proporcionar encontrar ciertos documentos, tambin se amplael espectro de la historia, al permitir escuchar, a travs de documentos desconocidos y que se daban porperdidos, a aquellos a los que nunca se quiere or, y que siempre, aparte de que se les persigue y extermina,han sido silenciados y sus acciones han sido tergiversadas y/o calumniadas. Al respecto solamente quieroproporcionar un ejemplo. Hace ms de cuarenta aos, en 1971, se realiz una memorable huelga de lostrabajadores petroleros en Barrancabermeja, en la que fue asesinado el joven trabajador Fermn Amaya.Las reconstrucciones de este acontecimiento se basaban de manera casi exclusiva en la prensa bipartidistay en la documentacin oficial del Estado o algunas de sus dependencias, que condenaban a los trabajadorespor ser criminales y subversivos. Encontramos valiosos documentos escritos por los trabajadores, aveces con su puo y letra, que se fueron generando en el fragor mismo de los acontecimientos, y que noshan permitido otro acercamiento, a partir de la percepcin de los dirigentes y participantes en la huelga,que muestra un panorama por completo diferente de lo que sucedi en aquellos das de agosto de 1971 queestremecieron a Colombia. Algunos de esos documentos, tristemente, haban sido devorados ya casi en

    7 Hermes Tovar: Los fantasmas de la memoria. Poder e inhibicin en la historia de Amrica Latina, Universidad de los Andes, Bogot, 2009, pp. 5-6.

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    su totalidad por los gorgojos y tuvimos que reconstruir con paciencia cada palabra, para mostrarla comotestimonio documental en el libro, como all aparece.

    Funcin social de la investigacin y delconocimiento histrico

    Petrleo y protesta obrera fue una investigacin auspiciada por la Corporacin Aury Sar Marrugo,una institucin vinculada a la USO. Este hecho no ha sido obstculo para realizar una investigacinindependiente, crtica y rigurosa, que no ha querido convertirse en una historia oficial de la USO. Paraentenderlo explicamos de forma breve el procedimiento de investigacin que se realiz. En primer lugar, sepropuso un plan tentativo de temas y fuentes como gua para realizar la investigacin. Despus se conformun equipo de investigacin para consultar y recolectar informacin, con el cual se leyeron diversosmateriales y se efectu un trabajo de campo en la ciudad de Barrancabermeja, el municipio petroleroms importante del pas. En esta localidad se efectuaron varios talleres de formacin en investigacinhistrica, en el que participaron trabajadores, profesores y habitantes de esa ciudad, con la esperanza deque ellos se convirtieran en sujetos activos en el proceso de investigacin. Eso no se logr, aunque sise conform un grupo, formado por profesores, que nos colaboraron en la bsqueda de materiales parala investigacin. Luego de recogido el material se procedi a la redaccin final, que aprovech la rica yvariada informacin conseguida, y como producto de la cual el plan original fue superado con amplitud.Despus de redactada la obra, en la que participamos tres personas del equipo original, se plante el procesode devolucin sistemtica de los resultados a los directamente interesados y para eso se organizaron dossesiones de discusin con personas ligadas a la USO que previamente leyeron los textos presentados. Comoresultado de esa lectura, y de las crticas y recomendaciones sugeridas, se procedi a efectuar la correcciny redaccin final, hasta que el libro fue publicado en dos volmenes a comienzos de 2009.

    Del libro se hizo una edicin relativamente grande, 4.000 ejemplares de cada tomo, con la intencin quese convirtieran en un material de consulta y reflexin para los trabajadores petroleros afiliados a la USO.Eso efectivamente se ha hecho, porque en una Asamblea General los trabajadores acordaron comprar ellibro a un precio reducido, mediante una cuota de descuento programada para varios meses. As el libroha llegado a sus destinatarios principales, aunque eso no garantiza que haya sido ledo y estudiado portodos los trabajadores, pero s sabemos que en algunos lugares el libro se ha convertido en un materialde capacitacin y de formacin en cursillos sindicales y de discusin histrica entre algunos grupos deprofesores en Barrancabermeja.

    El libro ha abierto otras puertas porque ha permitido establecer una vinculacin ms o menos constanteentre uno de sus autores y diversas actividades que desarrolla la Corporacin Aury Sar Marrugo, entrelas que se destacan la participacin en cursos, diplomados y conferencias en Bogot y otros lugares delpas, en donde se habla tanto de la cuestin histrica abordada en la investigacin, as como sobre otrostemas referidas al mundo del petrleo.

    En la misma direccin, se ha establecido un convenio entre la Corporacin Aury Sar y la UniversidadPedaggica Nacional para que un grupo de estudiantes desarrolle su prctica investigativa y pedaggica enesa corporacin y que tiene como finalidades principales las de elaborar una monografa de investigacinsobre alguna cuestin relacionada con los trabajadores petroleros, participar en actividades de formacineducativa no formal de acompaamiento a las labores educativas de la Corporacin, y organizar el archivode la USO, para clasificar los materiales que resultaron de la investigacin Petrleo y protesta obrera.

    Hemos querido resaltar que, en nuestro caso, a travs de una actividad concreta la elaboracin de untrabajo de investigacin- se ha producido un acercamiento prctico y real entre un grupo de investigadoresy los trabajadores petroleros, en las que ambos sectores se han alimentado mutuamente y han aprendidouno del otro, en una muestra a pequea escala del dialogo fecundo entre la academia universitaria, en laque nos movemos los realizadores de la investigacin, y los saberes propios de los trabajadores, como se

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    expresan y se materializan en los talleres, seminarios y diplomados que programa de manera permanentela Corporacin Aury Sar Marrugo.

    Otro elemento importante concerniente a la funcin social de la investigacin es el de la utilidad delconocimiento histrico con relacin al presente. La palabra utilidad tal y como nosotros la entendemosno tiene nada que ver ni con el pragmatismo ni con el neoliberalismo, es decir, no se pretende que estonos proporcione rditos intelectuales o econmicos. Usamos la palabra utilidad en el sentido que le dael investigador cataln Josep Fontana, cuando concibe que el saber histrico debe servir para algo, debeayudarnos por lo menos a entender el sentido de los procesos en marcha, como se vinculan con el pasado ycon el futuro, o en otros trminos ms escuetos, cmo hemos llegado a estar en la situacin crtica en quenos encontramos8. O, como lo dice el gegrafo marxista David Harvey: El colapso del futuro y del pasadodentro del presente es precisamente el momento en que la esperanza, la memoria y el deseo convergen,afirmacin que rubrica con esta magistral cita de Honor de Balzac: Uno triplica la felicidad del presentecon las aspiraciones del futuro y los recuerdos del pasado9.No se trata de incurrir en anacronismos y proyectar problemas del pasado al presente, como si los contextosy las condiciones histricas no se modificaran, sino ms bien de mirar con lupa como los problemas delpasado se proyectan en nuestro presente histrico. En el caso de la explotacin petrolera, para sealar unejemplo, la nacionalizacin incompleta, a medias y temerosa asumida por el Estado y las clases dominantesde Colombia a comienzos de la segunda mitad del siglo XX, explica en gran medida que en la actualidadhaya vuelto a cobrar fuerza una poltica de desnacionalizacin de la explotacin petrolera y de apoyoirrestricto a las compaas extranjeras, que estn volviendo a revivir los enclaves y las concesiones, algoque caracteriz los primeros tiempos de la industria del petrleo en el mundo, y que se crea desaparecido.Si se quiere dan ejemplos concretos, solamente basta con mencionar a la Pacific Rubiales y la explotacinde los trabajadores en Puerto Gaitn, Meta, situacin que puede compararse con las condiciones quesoportaban los primeros trabajadores petroleros de Barrancabermeja a comienzos del siglo XX; es decir,que un siglo despus la historia pareciera repetirse, siempre -en contrava de lo formulado por Marx- comotragedia y nunca como comedia.

    Una ltima cuestin atinente a la funcin del conocimiento histrico se relaciona con el atreverse aplantear y proponer unas perspectivas inmediatas para los trabajadores petroleros, en concordancia conlos dos posibles escenarios que genera la situacin actual de la industria petrolera en Colombia, comoson o la revitalizacin de las luchas de los trabajadores en nuevos escenarios y en otras condiciones, o laaniquilacin de las comunidades petroleras ante las nuevas-viejas formas de explotacin del petrleo y lainminente e irreversible desaparicin del recurso a nivel mundial y nacional.

    Renn Vega Cantor30 de agosto de 2012La Rosa Blindada [http://www.rosa-blindada.info/]

    8 Josep Fontana: Para qu sirve la historia en un tiempo de crisis, Ediciones Pensamiento Crtico, Bogot, 2004.

    9 David Harvey: Pars, capital de la modernidad, Ediciones Akal, Madrid, 2008, p. 67 (nfasis nuestro).