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Repercusiones económicas y sociales de la crisis de los años 70 (1970-1982) Historia Contemporánea y Actual de España Grado en Geografía e Historia

Repercusiones Sociales y Económicas de La Crisis de Los 70

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Repercusiones Sociales y Económicas de La Crisis de Los 70

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Repercusiones econmicas y sociales de la crisis de los aos 70 (1970-1982)

Repercusiones econmicas y sociales de la crisis de los aos 70 (1970-1982)

Historia Contempornea y Actual de EspaaGrado en Geografa e Historia

Rubn Montalbn LpezContenido

Introduccin31.Contexto Internacional42.La crisis econmica espaola. Las condiciones de partida53.Los grandes desequilibrios73.1 Desequilibrios externos73.2 Desequilibrios internos8Inflacin8Dficit del sector pblico94.Los efectos y consecuencias de la crisis94.1 Ahorro e inversin94.2 Estancamiento del crecimiento econmico104.3 Empleo114.4 Las crisis sectoriales11Crisis y reconversin industrial11Crisis bancaria: la reconversin silenciosa135.Medidas de lucha contra la crisis econmica145.1 Polticas procclicas (1974-1977)155.2 Polticas de saneamiento y de ajuste (1978-1982). Los Pactos de la Moncloa16Bibliografa19

Introduccin La economa espaola de la democracia se va a enfrentar a un doble problema: por un lado los grandes desequilibrios provocados por la crisis de los 70 y por otro el proceso de transformacin de la estructura econmica del insostenible modelo denominado capitalismo corporativo espaol.Este perodo viene marcado decisivamente por dos incrementos del petrleo en 1973-74 y posteriormente en 1979-1980 junto a la intensa recesin de mbito mundial. As mismo en Espaa se dejar sentir la crisis y se producir una reconversin.En la primera crisis del crudo se pone fin a la era expansiva. Aunque la media de crecimiento del PIB en estos aos solo sea ligeramente inferior a la europea, la tasa de inflacin era ms alta, el comportamiento ms negativo y retroceso del empleo ms intenso. En los dos mbitos espaol y europeo, se produce un agotamiento del modelo de acumulacin de los aos 50-60 (perodo conocido como la edad de oro del capitalismo o los aos dorados). De ah la gravedad del fenmeno, ya que implica un proceso de cambio de la estructura productiva e institucional y cuya superacin ha dependido de la capacidad de los distintos pases para acelerar las medidas que sean necesarias.La economa espaola arrastraba graves problemas por la herencia del desarrollismo franquista, a lo que hay que sumar la difcil situacin poltica que atravesaba el pas.La primera etapa de la transicin hacia el sistema democrtico ira desde la muerte de Franco hasta octubre de 1982 con el triunfo socialista. La transicin econmica inicia su andadura con los Pactos de la Moncloa en 1977 y adquiere velocidad con la llegada de los socialistas al poder y finalmente la firma del Tratado de Adhesin a la Comunidad Europea en junio de 1985.Debo de sealar que la crisis mundial de los 70 va a golpear la economa espaola con especial mpetu puesto que la economa de nuestro pas, arrastraba graves problemas en relacin a su sistema de crecimiento, agravados por la inestabilidad poltica y el inicio de una transicin poltica plagada de incertidumbres sobre las pautas a seguir. Por ello la situacin inflacionista mundial (alimentada por los recurrentes dficits de la balanza de pagos de Estados Unidos), con el consiguiente crecimiento incontrolado de dlares en circulacin, dispar el gasto reforzando as las teoras inflacionistas. La ruptura del dlar y el oro en 1971, y las sucesivas devaluaciones del dlar, pusieron en quiebra el sistema monetario mundial.En este escenario de inestabilidad, la subida del precio del crudo en 1973 el conocido como primer shock del petrleo, represent la quiebra del modelo econmico vigente desde 1945. La crisis de los 70 golpe con fuerza a Espaa, provocando una disminucin significativa de la renta nacional, dando lugar a la cada sostenida de las tasas de crecimiento.El llamado milagro espaol de los 60, tocaba fin y pona de manifiesto las frgiles bases sobre las que se sustentaba el crecimiento econmico espaol, agravados por los estertores de una dictadura agonizante que en la bsqueda a la desesperada de su continuidad, trat de comprar la paz social con un poltica econmica que acentu hasta lmites difcilmente soportables las repercusiones de la crisis econmica de los 70, legando una pesada herencia a la transicin poltica iniciada tras la muerte del dictador en 1975.En 1974 el ministro de Hacienda, Barrera de Irimo puso en marcha una delirante poltica compensatoria, que agudiz los efectos de la crisis mediante el mantenimiento artificial de los precios de la anergia, la sustitucin de la demanda exterior por la demanda interna, con el control de determinados precios, la sobreindiciacin de salarios con el fin de paliar la conflictivad social.La muerte de Franco, el incremento de la conflictividad social y poltica en los inicios de la transicin, manifestada en la huelga de enero de 1976, impidieron la adopcin de una poltica de ajuste econmico consecuente de la gravedad de la crisis econmica. Por todo ello la economa espaola durante el inicio de la transicin democrtica se enfrentar a retos de gran magnitud. Por un lado hacer frente a los efectos de la crisis econmica internacional, agravada a su vez por las decisiones econmicas de los ltimos das de la dictadura. Tambin deber proceder a un profundo reajuste de los parmetros sobres los que se haba envuelto al crecimiento econmico, que arrastraba graves problemas, desajustes e ineficacias. Todo ello sumado en un sistema con corrupcin generalizada, gracias a las prebendas y los favores polticos, favorecido por la existencia de mercados cautivos que escapaban a la lgica del mercado y distorsionaban la asignacin de recursos, junto con un grosero remedo del Estado del Bienestar que se haban construido en Europa Occidental, despus de la Segunda Guerra Mundial, a travs de prcticas paternalistas que beneficiaban a determinados sectores de la sociedad espaola, incluidos los segmentos protegidos de la poblacin asalariada empleada en el sector pblico. Ambos elementos constituan el anverso y reverso de ese capitalismo corporativo espaol, que en 1977 era incapaz de continuar su reproduccin.Contexto InternacionalEl contexto internacional de la crisis que se desencadena en Espaa en 1975, es resultado de dos grandes factores:-Crisis econmica internacional: que por razones obvias de apertura y dependencia externa de la economa nacional a las materias primas, hace que afecte a la economa espaola.-Crisis poltica: agotamiento del rgimen poltico franquista que por su propia naturaleza, estaba impedido a llevar las reformas que exiga la economa.Consecuencia del Plan de Estabilizacin de 1959 y de la progresiva liberalizacin a lo largo de los 60 y primeros de los 70, el sector exterior de la economa se haba diversificado, y haba ido adquiriendo una dimensin bastante respetable: no obstante era todava bastante cerrada en comparacin a Europa Occidental.Los aos 70 son aos de crisis en el mbito internacional. Es evidente que la OPEP inicia un incremento sucesivo en el precio del petrleo que por las frecuentes y desorbitadas subidas somete a la economa mundial a fuerte incertidumbre. Pero la crisis del petrleo, no es la nica. A ella le preceden incluso se simultneamente otras muchos menos aireadas pero tambin importantes:-Crisis social: a finales de los 60 en varios pases occidentales: por el incremento de los salarios y las prestaciones del sector pblico (Estado del Bienestar).-Crisis monetaria y financiera: dficit del sector pblico o sector exterior de EEUU, que desembocan en la no conversin del dlar en oro, y consiguientemente, el abandono de los principios bsicos del patrn monetario internacional establecido. Dara lugar a inestabilidad y elevados incrementos en la inflacin.-Crisis de las materias agrarias: a inicios de los 70, se produce un incremento de los precios en cereales, oleaginosas, productos pesqueros, ect.Todas estas crisis se originan en los pases desarrollados. La nica que tiene su origen en los pases subdesarrollados es la del petrleo. Es evidente que la crisis de los 70, es el resultante de un conjunto de subcrisis parciales, entre las cuales la del petrleo sera la ms importante.Los ingredientes antes citados son los que explican que la crisis tuviera una repercusin global: afect a todas las economas ya fuesen socialistas o capitalistas, ricos o pobres. De la crisis de los 70, a diferencia de la del 29, se ha dicho que fue una crisis de oferta, origin una alteracin de los precios de los factores de produccin. Frente al modelo keynesiano como principal meta para actuar en la demanda y que es el que se aplic en la crisis de los 30 y despus de la Segunda Guerra Mundial; en la de los 70 se imponen medidas de oferta, es decir, crear una mayor flexibilidad en los mecanismos de control del mercado y reducir la intervencin del sector pblico.Esta nueva filosofa de lucha contra la crisis, es la lucha de los partidarios de la economa liberal contra los keynesianos; desde 1977 cuando se publica por parte de la OCDE el informe McCraken, sobre empleo y estabilidad de precios, las ideas han ido calando hasta imponerse como una nueva frmula para resolver los problemas econmicos. Hoy el neoliberalismo econmico ha alcanzado una nueva ola de popularidad que ha ido reconvirtiendo hasta los viejos heterodoxos del pensamiento econmico.La crisis econmica espaola. Las condiciones de partidaLa situacin econmica en 1973 de Espaa estaba cerca de un pas idlico. El paro era insignificante, los excedentes se exportaban a Europa, las tasas de ahorro e inversin eran muy elevadas en relacin al PIB, el sector pblico (aunque de reducida dimensin) no presentaba dficit, el sector exterior no tena graves problemas de financiacin y como resultado de todo sto: el PIB creca a un 7% en trminos reales. Solo la inflacin alcanzaba tasas de crecimiento preocupantes, se situaba en el 10%. En esos momentos se preparaba el IV Plan de Desarrollo Econmico y Social, que habra de comenzar dos aos despus y aseguraba tasas de crecimiento y bienestar social para Espaa similar a los aos precedentes. Por ello, nada haca predecir que el ciclo no iba a continuar con el mismo mpetu de los 60, o incluso mejor, ya que los primeros aos de la dcada de los 70, haban sido realmente buenos. A finales de 1973 dos hechos se producen que van a cambiar el curso de los acontecimientos: la Crisis del Petrleo y el asesinato del presidente del Gobierno, Carrero Blanco; que pona en tela de juicio la supervivencia poltica del rgimen franquista.Ambos hechos daran lugar al inicio de la transicin poltica y la crisis econmica de Espaa. En el plano econmico, Espaa viva del modelo diseado por el Plan de Estabilizacin de 1959 y que tan buenos resultados haba dado. Tena como principales objetivos el crecimiento econmico y pleno empleo, sacrificando si era necesaria la inflacin. Se fundamenta en cierta apertura externa aunque protegiendo los productos ms sensibles a la competencia; clase empresarial despreocupada por la competencia exterior y por los cambios tecnolgicos; mercado de trabajo rgido con bajos salarios e intervenido fuertemente por el Estado, a cambio de la estabilidad del empleo estaba prohibido el derecho a huelga y la libertad sindical; sistema fiscal raqutico, insuficiente y regresivo donde primaba la imposicin indirecta sobre la directa y donde el fraude fiscal estaba generalizado; balance energtico dependiente y basado en el petrleo, aprovechando sus bajos costes hasta entonces por ello, se haba permitido la sustitucin del viejo mecanismo autrquico basado en el carbn nacional; turismo floreciente favorecido por la buena coyuntura econmica y exportacin de excedentes de mano de obra a dichos pases occidentales; incentivos de todo orden para atraer capitales extranjeros, ect.Todo este entramado pone en entredicho la crisis de los 70. Espaa la padecer de forma ms acentuada, puesto que es ms vulnerable y porque coincide con la crisis poltica. Espaa vivi una doble crisis simultneamente: econmica y poltica, siendo la ltima ms urgente para poder abordar despus la econmica. Por ello en Espaa radic la tardanza de medidas eficaces para combatir la crisis, consecuentemente fue ms larga y profunda.La crisis econmica se genera en el exterior y se internaliza con las importaciones de materias primas de las que dependa Espaa, al ingrediente externo se aade el trnsito de un rgimen autoritario a otro democrtico. La crisis econmica pone patas arriba el modelo que surge del Plan de Estabilizacin de 1959.Existe una versin oficial que tiende a atribuir la responsabilidad de la cada de la inversin al comportamiento de los salarios en Espaa, habra subido muy por encima del nivel del pleno empleo: como resultado de ello la demanda de trabajo cay. Sin embargo esta interpretacin ha sido rechaza por J.Cataln el cual atribuye el fenmeno al repunte inflacionista de los 70, consecuencia del aplazamiento sistemtico de ciertas reformas por el franquismo. Como las siguientes:a) La reforma fiscal: en 1975 la economa espaola se individualizaba dentro de los pases de la CEE, ya que en ella los ingresos tributarios de la administracin pblica eran una parte menor del PIB que en ninguna otra. Se situaba entre los estados con una fiscalidad ms regresiva. Mientras que en el resto de pases europeos de la OCDE la media era generar un 35% de los ingresos de la Hacienda Pblica mediante los impuestos sobre la renta y los beneficios; en Espaa era un 22%. El reverso de la moneda, era que nuestro pas era uno de los estados miembros donde las contribuciones a la Seguridad Social representaban una mayor fuente de ingresos para la administracin. La distorsin provocada entre el precio del trabajo respecto al de la maquinaria, contribuy a que los aos de mayor intensidad de crisis se discriminar las inversiones intensivas en trabajo. Por consiguiente el franquismo dej por herencia un Estado con muchos menos recursos que el resto de Europa y financiado de manera ms regresiva. Los aos del milagro econmico fueron desaprovechados y las reformas solo volveran en pocas de coyuntura econmica mucho ms dura.b) Consolidacin de un modelo industrial basado en la dependencia tecnolgica y en la especializacin en la produccin de bienes que requeran altos consumos de energa y materias primas en un pas con dotacin de recursos energticos y materias primas ms bien pobre.Durante los primeros aos 70, se llevaron a cabo incluso grandes ampliaciones de capacidad en esas ramas, creyendo que el comercio internacional continuara creciendo durante toda la poca. En vsperas de crisis, la estructura industrial interna espaola, presentaba un claro sobredimensionamiento en las ramas dedicadas a la obtencin de bienes intermedios, que tena como contrapartida el reducido peso de la fabricacin de maquinaria ligera y de otros bienes de capital y consumo.Adems la agudizacin de la competencia exterior que se produce en los 70, hace que las empresas espaolas estn mal preparadas. La dimensin media eran pequeas y medianas, poco mecanizadas, los salarios eran una parte muy decisiva del coste total, y la dependencia tecnolgica era muy alta. Todo constitua un dficit fundamental para afrontar una nueva etapa de crisis estructural en el sector secundario.Los grandes desequilibriosSi atendemos a la inversin, es evidente que la crisis comienza en 1975 y llega a 1984. La recuperacin de esta inversin tiene lugar en 1985 y as continuar hasta 1991.El perodo no es lineal, existen dos subperodos: entre 1975-79 y de 1980-1984. Con los Pactos de la Moncloa (1977) se produce un punto de inflexin, ya que comienza a decaer la inflacin, y posteriormente se produce una apreciable y transitoria recuperacin en el equilibrio externo; si bien se interrumpe por la segunda crisis del crudo en 1979 (consecuencia de la guerra de Irak e Irn). A partir de 1980 los restantes desequilibrios se agravan y contina hasta 1984. A continuacin pasaremos a comentar los principales desequilibrios que la crisis origina y las consecuencias derivadas de ellos.3.1 Desequilibrios externosPerodoSaldo1970-1973-149,71974-1979-412,31980-1984-925,6

Se produce un fuerte desequilibrio externo consecuencia de la crisis. Radica en el fuerte dficit que alcanza la balanza comercial como consecuencia de los continuos incrementos del petrleo.A pesar de que la balanza comercial espaola ha sido tradicionalmente deficitaria, desde los aos sesenta no haba tenido graves problemas de financiacin, debido a los mecanismos de compensacin va turismo y remesas de emigrantes que garantizaban ms o menos el equilibrio. Pero a partir de 1974 con el inicio de la crisis va a varias radicalmente; en esta fecha la dependencia externa de Espaa en energa primaria era casi del 70% (ya que el petrleo haba sido muy barato). El saldo medio de la balanza comercial refleja perfectamente los cambios que fueron produciendo los precios del crudo.El impacto externo de la crisis en Espaa, fue muy fuerte. Los mecanismos de compensacin (turismo y remesas) comienzan a resentirse. Si es cierto que el turismo en 1977 comienza a recuperarse, pero sin embargo, las remesas se resienten debido a la paralizacin del proceso migratorio e inicio de los retornos: ya que los pases occidentales tambin estaban en crisis e incentivaban con fuertes indemnizaciones el regreso de inmigrantes a su pas de origen.3.2 Desequilibrios internosDentro de estos desequilibrios internos nos vamos a ocupar de la inflacin, el dficit del sector pblico; como efectos de la crisis tambin se ve afectado el PIB y subida del desempleo.InflacinLa economa espaol entr en la crisis ya con una elevada tasa de crecimiento de los precios. Desde 1970 la inflacin ya vena aumentando, su origen se atribuye a la llamada inflacin de demanda. A ese componente se aade otro procedente de la oferta (inflacin de costes). Su origen es un doble fenmeno: incremento del crudo e incremento de los salarios consecuencia de las reivindicaciones laborales. Los salarios se incrementan de forma espectacular a partir de 1973, los sindicatos (en particular CC.OO., que era el mejor organizado) aprovechan la confusa situacin poltica y la falta de organizacin patronal para iniciar una fuerte reivindicacin salarial acompaada de conflictividad social. Hay que tener en cuenta que eran bajsimos hasta entonces y nada ajustados a la realidad econmica. Para evitar mayores problemas, los salarios se indizan. Era la salida ms fcil para los empresarios y repercutir sus costes sobre los precios finales. Poda decirse que la actuacin de los diversos agentes econmicos ante la crisis era tratar de repercutirla sobre los dems, como si los otros fueran los responsables.La inflacin comenz a controlarse a partir de 1978 y desde entonces va a constituir el objetivo principal de la poltica econmica (independientemente del color del Gobierno). Su tasa de crecimiento era tan desorbitada que de seguir esta tendencia, Espaa poda convertirse en un pas tercermundista.Dficit del sector pblicoOtro desequilibrio bsico fue el dficit del sector pblico, comienza a manifestarse en 1976 y no deja de aumentar desde ese ao. La generacin del dficit de las AAPP, tiene como causa principal y ms inmediata la crisis econmica. Durante el franquismo, el sistema fiscal, en su doble vertiente de ingresos y de gastos pblicos, no tena por finalidad la asignacin eficaz de los recursos, ni la estabilidad de precios y mucho menos la justicia social. Era el sistema fiscal propio de una dictadura y uno de los instrumentos que ms necesitado estaba de reforma.Cuando se desencadena la crisis econmica, el gasto pblico comienza a crecer ms rpidamente que los ingresos, superando a stos desde 1976. El incremento en los gastos pblicos no poda ser financiado con un sistema impositivo regresivo, que se basaba en la imposicin indirecta. Una de las primeras medidas del Gobierno de Surez en 1977 fue esa precisamente, una reforma fiscal: entre otras se introduce el Impuesto sobre el Valor Aadido (IVA), necesario para adherirse a la CEE. De estas reformas Espaa consigue formar un sistema fiscal moderno y homologable.El dficit de las AA.PP. pasa a convertirse junto al paro, en los dos ms destacados y persistentes desequilibrios de la economa espaola. La financiacin del dficit proceden de prstamos del Banco de Espaa, del recurso al mercado a travs de la emisin de deuda pblica, y tambin se obtuvo del exterior (contribuy a acrecentar el endeudamiento con terceros pases).En definitiva durante la crisis y la recuperacin, las necesidades de financiacin de las AA.PP. fueron tan grandes que no slo absorbieron el excedente de ahorro del resto de los sectores institucionales internos, sino que requirieron del ahorro del exterior.Los efectos y consecuencias de la crisisEntre las principales consecuencias se produce: una cada de las tasas de ahorro y de inversin, estancamiento del crecimiento del PIB, elevacin de la tasa de paro y una crisis sectorial (especialmente en la industria y la banca).4.1 Ahorro e inversinSe produce un descenso a lo largo de la crisis, ms acusado en el caso del ahorro que en inversin. El descenso del ahorro consecuencia de la cada de la renta, la inflacin, ect; se produce en todos los sectores institucionales.La inversin tambin acusa un descenso similar, pero siempre se mantuvo por encima al ahorro. Esta cada obedece descenso del ahorro, clima de incertidumbre poltica, altos tipos de inters de los prstamos.Una de las enseanzas de la crisis para los empresarios espaoles es que tenan que incrementar la autofinanciacin de las empresas hasta entonces muy dependientes de la financiacin ajena, principalmente la banca.4.2 Estancamiento del crecimiento econmicoLa desaceleracin del crecimiento fue la causa principal que provoc la cada del PIB. Se produce una convivencia entre crecimiento casi nulo y elevada inflacin, lo que se conoce como estanflacin (estancamiento con inflacin).La tasa de crecimiento global de las exportaciones de bienes y de servicios fue muy superior a la de las importaciones; obedeca a la demanda interna que se haba deprimido, por lo que los empresario espaoles ser vieron obligados a salir a los mercados internacionales para poder vender los bienes y servicios que no absorba el mercado interno. La necesidad de conquistar mercados externos es otra de las enseanzas de la crisis.En los restantes sectores la crisis se manifiesta ms intensamente en el industrial que en el agrario y en ste que en el de servicios, debido al excelente comportamiento de los servicios pblicos; en cualquier caso, ninguno de ellos tiene tasa de crecimiento negativas durante la crisis. El sector industrial es uno de los que ms acusa la crisis. Lo que realmente ocurre es que este sector experimente una considerable reconversin, incrementando, su capitalizacin y por otra reduciendo el empleo; sustitucin de trabajo por capital origina un importante aumento en la productividad. El sector productivo que ms, es afectado por la crisis sin embargo, es el de la construccin.4.3 EmpleoEn consonancia con la cada del PIB y las tasas de inversin, tambin desciende la ocupacin. Le costar muchos aos en reponerse, y es el nico de los grandes desequilibrios que no se ha logrado encontrar una solucin satisfactoria ni saber muy bien qu hacer.Si bien la oferta de trabajo se ha mantenido prcticamente constante, la demanda de trabajo ha ido disminuyendo. sta es la razn por la cual el paro no ha descendido a lo largo de la crisis.La oferta de empleo con la crisis se origin un descenso, mientras que la tasas de crecimiento de la poblacin total y poblacin totalmente activa superaba el 1% respecto al ao precedente. sto explica el estado de desnimo en que se encontraban los buscadores de empleo, y en especial los jvenes. Resultado de una oferta constante y de una demanda creciente fue, que el paro no dejara de aumentar.ConceptoDiferencia (1984-1974)Poblacin Activa-21.600Poblacin Ocupada-2.321.800Poblacin en paro2.300.000Empleo agrario-1.152.000Empleo industrial-844.000Empleo en construccin-437.700Empleo en servicios-131.900

La poblacin activa en 1984 era prcticamente la misma que la que haba diez aos antes, pero se haban perdido 2.321.800 empleos y el paro se haba incrementado 2.300.000 personas (se da la paradoja de que la prdida de puestos de trabajo supera a los que buscaban empleo).Los sectores industriales y de construccin son los ms afectados en la prdida de empleo.

4.4 Las crisis sectorialesNo afect la crisis por igual a todos los sectores de la economa real: el agrario y el de los servicios padecieron en menor medida que el industrial y construccin. En el sector financiero se vio profundamente afectada la banca privada, aunque en gran medida, la crisis bancaria fue provocada por la propia banca.Crisis y reconversin industrialSe ha dicho que la crisis fue sobre todo de carcter industrial. As ocurri en la inmensa mayora de los pases desarrollados y tambin en Espaa. El sector industrial espaol, haba experimentado un incremento y diversificacin durante la etapa desarrollista de los 60, acarreaba importantes deficiencias estructurales. Durante dicho perodo se haban realizado importantes inversiones en subsectores industriales muy intensivos en capital y del alto consumo energtico y cuya demanda no se incremento. De otra parte, fueron surgiendo una serie de pases (los llamados dragones asiticos, que adems de Japn incluyen a Corea del Sur, Hong Kong, Singapur, Taiwn, ect.) que comenzaron a ser muy competitivos. En Espaa, todo lo anterior unido al incremento de los precios de las materias primas, fue generando un excedente oferta que era necesario reducir porque no encontraban mercado, dicha reduccin se consigue aportando recursos pblicos y disminuyendo el empleo. En eso consista la reconversin industrial impulsada por el Estado desde los 80.En los aos 70 el proceso de automatizacin y el desarrollo de las redes comunicacionales dieron lugar a una recomposicin de los mercados productivos, mediante la deslocalizacin y reubicacin de amplios segmentos de la industria tradicional a escala internacional, mediante transferencias tecnolgicas hacia reas geogrficas. La crisis de la industria tradicional oblig a los pases desarrollados a embarcarse en duras polticas de reconversin industrial, en este contexto internacional la industria espaola iba a sufrir duramente las consecuencias del componente industrial.La crisis industrial afect a actividades de distinto orden: de bienes intermedios (siderurgia), de inversin (naval) o de consumo final (textil y calzado). La crisis afect especialmente a las grandes empresas, pero tambin lo hizo sobre las pequeas y medianas, y tanto a pblicas como privadas.La reconversin industrial como proceso de transformacin del tejido empresarial la realiza el mercado de forma silenciosa y permanente; existo otro tipo de reconversin activa por estar dirigida y tutelada por la autoridad poltica. Los objetivos que persegua la reconversin obedecan a la cada de la demanda (siderurgia no integral y construccin naval), recuperar competitividad internacional (siderurgia integral y electrodomsticos), en otros se pretenda reducir costes y mejorar la calidad de los productos (aceros especiales), hacer frente a la ineficiente dimensin econmica (forja pesada) o incrementar la especializacin (textil y calzado).La reconversin industrial comenz muy tarde en comparacin a los pases del entorno, pero se benefici de las orientaciones de las Comunidades Europeas (de la CECA). La reconversin no fue una tarea fcil puesto que chocara con una fuerte resistencia social.Se realiz en dos fases en 1980 con el Gobierno de la UCD y en 1982 con el PSOE (fue ms profunda y supuso una importante revisin de la anterior). Los instrumentos utilizados durante la primera: fueron ayudas financieras, bonificaciones y deducciones en impuestos y de tipo laboral. Tuvo crticas como el elevado coste social (perdieron multitud de empleos).El PSOE lo abordar desde un doble frente una reestructuracin interna de los mismos, y una poltica de reindustrializacin tratando de reorientar los recursos humanos y financieros hacia aquellos subsectores que tenan ms futuro como industria de defensa, electrnica, informtica, energas alternativas, recuperacin de residuos, ect. Se basaba en el rigor y la solidaridad, los actores seleccionados deban ajustarse a un programa, y para preservar el tejido industrial se exiga sacrificio a todas las partes (trabajadores y empresas). Los instrumentos fueron de tres rdenes:-Se crean los Fondos de Promocin de Empleo (EPE).-Se potencia la creacin de Pequeas y Medianas Empresas (PYMEs), se establecieron incentivos fiscales y financiacin a largo plazo.-Se crea un nuevo instrumento de poltica regional (Zonas de Urgente Reindustrializacin-ZUR), con el objetivo de activar la industrializacin en las reas ms afectadas por la reconversin.En conclusin la reconversin industrial que se prologan hasta los 90, fue un proceso necesario. Tuvo un elevado coste en recursos y empleo, dio origen a alta conflictividad social en varias zonas objeto de reconversin. Se estima el coste en 1,5 billones de pesetas, 800 empresas afectadas y reduccin de 91.000 empleos. Pero finalmente consigui colocar a la industria espaola en una posicin ms favorable frente a los nuevos retos de la competitividad.Crisis bancaria: la reconversin silenciosaEl sector financiero, ms concretamente la banca privada, tambin se ve afectada por la crisis. Aunque se seala la alta responsabilidad de la misma a la propia banca.El problema arranca de la liberalizacin del sistema financiero en 1974 y se profundiza en los aos siguientes. Se pretenda incrementar la competencia entre las instituciones financieras, comenzando por la banca privada. Pero no se tradujo en mayor eficacia, sino todo lo contrario: entre 1978-1985 se producen una serie de quiebras bancarias.La crisis bancaria fue iniciada por el Banco de Navarra a finales de 1977 y culmin con la Banca Catalana en octubre de 1982 y la nacionalizacin de Rumasa en 1983. Ha sido la mayor del mundo, tanto por los depsitos facetados como por el coste de su solucin. Constituye adems el caso ms notable de subvencin a los bancos por erario pblico.Sus motivaciones fueron dos, que su a vez podran subdividirse segn grados de ilegalidad y gestin desafortunada. En primer lugar un buen nmero de bancos desarrollaron su negocio en base a una captacin de recursos al precio que fuera. Ello implicaba obtener con la inversin de esos fondos rentabilidades disparatadas que slo podan proceder de la especulacin o, en casos no tan aislados, simplemente de repartir crditos incobrables entre los componentes de sus consejos de administracin con ms o menos disimulo.Un segundo grupo de entidades (Catalana, Urquijo, Mas Sard, Bakunin, ect.) tuvo la raz de sus dificultades en la concentracin de sus riesgos en grupos de empresas a los que estaban ligados sus consejeros y que por causas variadas- entre las que destacan la crisis, el mesianismo industrializador, el ansia de altos beneficios, el lucro personal y el prestigio poltico- no pudieron ser recuperados. En unas y otras circunstancias la cada final fue, ms tarde o temprano inevitable, y el ridculo del control del Banco de Espaa, encargado de velar por la solvencia bancaria y el cumplimento de la normativa, patente.El caso de Rumana no tuvo motivaciones estrictamente bancarais, aunque el papel de las entidades de crdito de este grupo fue determinante, tanto en la marcha de este grupo como en el coste pblico que se soport tras la nacionalizacin. Los bancos de Rumasa jugaban un papel de creacin de dinero para ese grupo empresarial. As, lo importante era incorporar empresas aunque estuvieran en prdidas, tuvieran capacidad e originar efectivo. Este se colocaba en el Banco A de Rumasa, abrindole posibilidades de conceder crdito a la empresa X (siempre del grupo); la movilizacin de ese crdito se colocaba en otro Banco, el B (tambin del grupo), que otorgaba nuevos prstamos a la empresa Z; y as sucesivamente. De este modo el conjunto de bancos de Rumasa era un sistema de creacin de dinero que tapaba los dficits reales de las empresas incorporadas.Al romperse el mecanismo y empezar a reprivatizarse individualmente las empresas y bancos de Rumasa, afloraron dichas prdidas. Slo as puede entenderse que el Estado debiera desembolsar un quebranto tan considerable e inmediato, mientras que el grupo iba sobreviviendo hasta su nacionalizacin. Por lo tanto reprivatizar Rumasa y muy especialmente sus bancos, adems de hacerse a precios de saldo, supona forzosamente soportar todo el saneamiento a cargo del erario pblico. Por otro lado, el resto de bancos vean desaparecer uno de sus competidores ms activos, al tiempo que se aprestaban a aprovecharse de las gangas que se les ofrecan en forma de exenciones de coeficientes, inmuebles, oficinas, ect. No obstante tambin en la adquisicin de bancos en crisis se dio una cierta redistribucin no proporcional del total de los desembolsos pblicos. Algunos bancos se beneficiaron en mayor medida, en virtud de su gestin ms decidida. Los fondos estatales desviados hacia los bancos que absorbieron entidades en crisis pueden dividirse en: subvenciones y deuda pblica; crditos a coste cero o bajo tipo; contribucin pblica al fondo de garanta de depsitos; exencin de coeficientes para los bancos adquiridos. En definitiva una enormidad de fondos pblicos, que ni en los rganos de gestin, ni en los futuros beneficios de los bancos reflotados se contemplo composicin ni destino, que compensara esa aportacin pblica. La reflotacin de la banca (slo tres bancos fueron liquidados definitivamente), sobre lo que se ha echado un manto de silencio, se estima que el coste total ha podido aproximarse a los dos billones, una cifra bastante superior a la de la reconversin industrial.

Medidas de lucha contra la crisis econmicaLos ltimos aos del franquismo no constituan el contexto adecuado para afrontar la crisis. Lo que se hizo precisamente fue evitar las soluciones energticas, retras lo inevitable, y consigui agravar el problema. Es cierto que de haber usado una poltica monetaria dura y fuerte devaluacin (los nicos instrumentos con que contaba el gobierno), hubiera provocado un malestar social que hubiera podido superar los lmites de estabilidad del sistema. Dado el nivel de descomposicin de la dictadura se prefiri sacrificar a corto plazo los equilibrios macroeconmicos a poner en peligro el propio sistema.Pese a ello, durante el tardofranquismo se prosigue un cambio estructural ya iniciado antes, se trata de una modesta expansin del sector pblico y ciertos avances en la construccin del Estado del Bienestar. Con ello se persegua dar mayor legitimad al rgimen. As en 1973 entra en vigor una nueva ley de financiacin de la Seguridad Social y en 1974 el seguro de desempleo. La financiacin de estos gastos se produce casi por el aumento de las cuotas de la Seguridad Social y por la mayor recaudacin del IRTP, que grava las rentas salariales.Este incremento, har que los trabajadores reclamen mayores remuneraciones, que en plena etapa de disolucin de la dictadura son pagadas por los empresarios, inicindose as esa carrera de salarios alcistas. El salario real medio crece muy lentamente hasta 1976-1977, de modo que el aumento del coste laboral se debe en su mayor parte al incremento de la presin impositiva. La falta de decisin se observa en el asunto energtico que no se abord hasta 1979, despus de embarcar al sector en un ambicioso programa de inversiones, que hubo que frenar con un coste billonario.5.1 Polticas procclicas (1974-1977)Cuando se inicia la crisis, ni Arias Navarro ni los dems agentes sociales (escasamente organizados), toman conciencia de su gravedad y la consideran como una anomala transitoria. Por eso la economa continu con el mismo esquema. De ah que sea 1975 el primer ao de crisis.Se comenz subvencionando el coste la energa repercuti en un incremento del gasto pblico; la poltica monetaria continu siendo muy expansiva y los salarios muy superiores a la de los precios; el tipo de cambio de la peseta frente al dlar no slo se mantena artificialmente muy elevado.En fin, un conjunto de medidas que, contra toda lgica econmica, eran contrarias a los ajustes que exiga la crisis. En el ao 1974 haba sido un ao de crecimiento prcticamente nulo en muchos de los pases de la OCDE, en Espaa la tasa real de crecimiento del PIB fue del 5,5% y el empleo alcanza su mxima cota de todo el perodo desarrollista.Entre finales de 1973 y las primeras elecciones de 1977, dos gobiernos de Arias Navarro y el primero de Adolfo Surez, si hizo una poltica econmica que segua los mismos esquemas de la etapa desarrollista. En lugar de una poltica que asumiese el coste de la crisis, se hizo otra en sentido opuesto.Tras las elecciones de 1977 se produce una importante clarificacin social y poltica, aadida la indudable legitimidad que las elecciones proporcionan a los nuevos interlocutores. Por primera vez desde el inicio de la crisis el nuevo gobierno haya una situacin favorable para organizar un programa de ajuste. Pero dada la profundidad, la urgencia y el carcter preconstituyente de la situacin poltica, el gobierno preferir combatir la responsabilidad con las dems fuerzas polticas y sociales, en un claro intento de implicar a toda la sociedad en el nuevo proyecto, para conseguir el consenso social (era necesario un acuerdo para asegurar el xito).Hasta los Pactos de la Moncloa no comienza a tomarse medidas eficaces de lucha contra la crisis. Adolfo Surez tom conciencia de que la nica receta para luchar eficazmente contra la crisis econmica era la de implicar a las fuerzas polticas y sociales y responsabilizarlas del papel que a cada cual le tocaba representar en los ajustes que eran necesarios acometer en la economa espaola.5.2 Polticas de saneamiento y de ajuste (1978-1982). Los Pactos de la MoncloaEn junio de 1977, el nuevo Gobierno democrtico de la UCD presidio por Adolfo Surez, comenz a realizar medidas rpidas y contundentes contra la crisis. La primera fue una devaluacin de la peseta, con lo que el dlar pas a cotizarse a 87,4 pesetas. El resto de las medidas (reforma fiscal, reconversin industrial, profundizacin en la liberalizacin del sistema financiero, ect.) forman parte de los Pactos de la Moncloa.Los Pactos de la Moncloa fueron el resultado de los acuerdos en los das 8 y 9 de octubre de 1977 entre el Gobierno y Parlamento. Con ello se inicia lo que se dio a llamar la poltica del consenso. Constituyen un gran consenso en torno a dos tipos de cuestiones: una puramente poltica y otra de carcter econmico; en ambos casos se pretenda dar una respuesta de urgencia ante la grave situacin del momento. El consenso fue posible porque las fuerzas representadas aceptaban con ms o menos entusiasmo el modelo europeo occidental; no se cuestionaba el modelo socioeconmico del capitalismo desarrollado y se apuesta por l, siempre coexista con un sector pblico fuerte, con amplias funciones reguladoras, interventoras y asistenciales (el Estado del Bienestar), con libertades polticas y sindicales, con sindicatos que intervengan en la poltica econmica y las relaciones laborales. Las diferencias respecto al modelo son de grado: la izquierda se inclina ms por el bienestar, el sector pblico, el control del gran capital y mayor poder sindical; la derecha apuesta por el mercado, modernizacin y sector pblico ms amplio pero subsidiario.En la vertiente poltica se busca una solucin transitoria a los problemas de la sociedad espaola, en tanto se aprobaba la Constitucin de 1978. Los acuerdos de carcter econmico tenan como objetivo a corto plazo el saneamiento econmico y a medio-largo plazo relanzar la economa con una serie de reformas estructurales.El planteamiento econmico de los Pactos fue liberalizar la economa y no mediante medidas de proteccin. Era una apuesta por el futuro y no por el pasado. El control de la inflacin pas a convertirse en objetivo bsico con independencia del color del Gobierno (tanto UCD como PSOE). Y as normalizar las actividades econmicas como para preparar la integracin de Espaa en la CEE. Se realiz un informe realizando un diagnstico de las dificultades y desequilibrios macroeconmicos (inflacin, cada de inversin, paro y dficit exterior), de los desajustes estructurales, y las medidas que habran de tomarse para poner remedio. Con tal fin se pact con los sindicatos la moderacin de las alzas salariales; este acuerdo se convertir en un activo de la sociedad espaola para afrontar los siguientes pasos de la transicin a la democracia sin los apremios de una bancarrota econmica. A cambio del acuerdo los agentes sociales implicados reciben la promesa de que en breve plazo se proceder a importantes reformas estructurales, especialmente en el saneamiento del sistema financiero, a la reforma fiscal, al mercado de trabajo y a la modificacin del papel de la empresa pblica. Se utilizaron dos tipos de medidas a corto y a largo plazo.En el corto plazo se articula un saneamiento econmico que se basaba en sacrificios, de forma que se repartiesen de forma equitativa entre los diversos grupos sociales. Las principales medidas fueron una poltica monetaria restrictiva, poltica presupuestaria rigurosa y poltica de rentas tendente a reducir la inflacin y recuperar el excedente. La poltica de rentas se basaba en un control de los precios de productos bsicos, del crecimiento de los salarios (a travs de pactos sociales) y la progresiva liberalizacin del mercado de trabajo.El segundo gran objetivo econmico de los Pactos de la Moncloa era la modernizacin de la economa espaola. Se negocia un amplio paquete de reformas estructurales: reforma del sistema fiscal (se aprob el IRPF y la Ley sobre el beneficio de las sociedades, aos despus se complementar con la aprobacin del IVA), control del gasto pblico, mejora del funcionamiento de la Seguridad Social, escolarizacin plena, medidas contra la especulacin del suelo urbano y urbanizable para facilitar el acceso a la vivienda, transformacin del marco de relaciones laborales, reforma del sistema financiero, modernizacin de la estructuras agrarias, poltica energtica y Estatuto de las empresas pblicas. Mencin especial es el PEN (Plan Energtico Nacional): tena como sus objetivos el ahorro y la racionalizacin del consumo de energa y evitar el despilfarro, disminuir la dependencia del petrleo, dando entrada a energas alternativas y una puesta por la energa nuclear.Es evidente que el ajuste a corto plazo se aprecia en la mejora de los equilibrios macroeconmicos de los aos 1978 y 1979. Pero el efecto fue poco duradero por el embiste la segunda crisis del petrleo.El segundo impacto petrolero encontr a la economa espaola en una situacin de atona, pese a la estabilizacin de la inflacin y del saldo exterior. Adems las repercusiones fueron ms intensas que en 1973-1974: entonces el coste de las importaciones energticas lleg a ascender al 3% de la renta nacional, ahora al 4%. La gravedad del problema deber ser achacada en una parte, al retraso con que se abord el problema de la dependencia del suministro de petrleo, hasta 1979; que es cuando se aprueba el II Plan Energtico Nacional, ya que el de 1974 fue una declaracin de intenciones. No puede pues sorprender que la actividad econmica siguiera ralentizndose y que los desequilibrios macroeconmicos se acentuaran. Se produjo entonces una agudsima crisis, en una economa que ya de por s presentaba fragilidad y dificultades. Adems de la inestabilidad poltica del perodo, seal de ellos son el 23-F y la crisis de la UCD; acto negativamente sobre la economa al incapacitar a los sucesivos gobiernos de la UCD a adoptar las medidas necesarias con las que afrontar los desequilibrios y ajustes estructurales que se demandaban. Por ello la poltica de ajuste se pondr en marcha con tibieza y altibajos.Pese a los problemas del gobierno de la UCD, en 1978-1982 se vislumbran algunas modificaciones ms importantes que van a afectar al sistema socioeconmico espaol, pero no ser hasta el mandato socialista cuanto estos cambios se consoliden como rasgos estructurales: expansin del sector pblico, creciente liberalizacin del mercado y creciente apertura al exterior aunque con niveles de proteccin an altos. Pero es suficiente para una creciente penetracin de capital extranjero y la intensificacin de los intercambios con el exterior.As la economa espaola comienza a manifestar una tendencia a la especializacin en productos de gama media que se benefician de los salarios todava ms bajos que la media de la CEE. Se tiene hacia un capitalismo de segunda clase subordinado a los grandes centros de decisin internacionales.A pesar de los cambios incipientes, persisten algunos problemas que provienen de la primera parte de la crisis y de la herencia del desarrollismo franquista: una estructura productiva obsoleta y un sistema financiero en virtual quiebra.Los gobiernos posteriores a 1979 no se atreven a realizar el ajuste cada da ms necesario y costoso, por ello conceden subvenciones para evitar estallidos sociales o el boicot empresarial. Hasta el ascenso del PSOE al poder, con la legitimidad de 10 millones de votos, no se va a hacer frente a ambas cuestiones. La factura pagada por el socialismo ser alta, porque el coste de las reformas iba a repercutir en gran parte sobre los asalariados.Los Pactos de la Moncloa fueron objeto de crticas por el fuerte sacrificio que se les impuso a los trabajadores, por su escaso xito a corto plazo y su elevado grado de incumplimiento en las reformas estructurales. Sin embargo desde la perspectiva histrica cabe calificarlos de rotundo xito, ya que la poltica del consenso fue la que permiti redactar la Constitucin de 1978 y en lo econmico desarrollar una poltica de pactos sociales que es mantuvo en los aos siguientes y que fue la que en buena medida permiti sanear la economa espaola.Los Pactos de la Moncloa fueron de una trascendencia enorme, porque si no se resuelve la crisis econmica mediante un acuerdo de todas las fuerzas polticas y sociales la transicin poltica en un momento en que se pasaba de un Estado autoritario a uno democrtico, con una crisis econmica profunda, con fuerzas polticas y sociales enfrentadas, posiblemente la transicin hubiera tenido el mismo triste final que la II Repblica.En conclusin con los Pactos de la Moncloa, junto la Constitucin de 1978 van a disear un nuevo modelo de relaciones econmicas que se completar con las reglas que derivan de la aceptacin del acervo comunitario a partir del ingreso de Espaa en las Comunidades Europeas. Tres elementos que son hitos claves para un nuevo modelo de capitalismo espaol mucho ms acorde con el entorno occidental europeo, en particular con los que iban a ser nuestros socios de las Comunidades Europeas.

Bibliografa

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