Click here to load reader
Upload
acafilos-iztapalapa
View
210
Download
2
Embed Size (px)
Citation preview
Reporte de lectura #2
Sede Ixtapaluca, noviembre de 2013
Grupo XTD
Fullat, Octavio. “Filosofía de 67 la educación”. Barcelona, España. 1983.
EL HOMBRE DESHUMANIZADO
El estructuralismo se define más fácilmente por oposición a otras corrientes del pensamiento,
opina Fullat, y estructuralismo es “una totalidad formada por elementos subordinados a leyes
que caracterizan al sistema en cuestión”, estructura es la interconexión de las partes de un
todo, así que el estructuralismo se puede considerar una “doctrina” o un método. En su
faceta, de método, dice Fullat, que intelige las entidades complejas en su organización, y
según las relaciones internas que las hacen coherentes, pero eso sólo significa que las
intelige en su relación formal, ni ontológicamente, ni fenomenológicamente, es por eso que el
estructuralismo rechaza al empirismo con un esquema de conocimiento. La estructura, me
parece, da un salto cualitativo cuando, según Fullat, cada grupo de elementos traduce su
sentido de originalidad en lo particularmente único de cada conjunto. Esto parece una
petición de principio, un inadvertido paralogismo, sin embargo, la otra opción es que existe
un salto cualitativo, de la formalidad racional que subyace a la estructura, al sentido
teleológico de la comprensión holística.
Lo que sigue es una contradicción performativa del estructuralismo entendido a la forma de
Fullat, a saber: si el estructuralismo de Levi Strauss, Saussure, Lacan, Jakobson, por
mencionar algunos pensadores, postula la prioridad de lo universal, la ciencia es su modelo
de conocimiento, se opone al empirismo y al neopositivismo, y la realidad es puramente
objetual, entonces se contradice encontrando el sentido del todo, de la estructura, mediante
un acto de magia no estructural, un acto cuya formalidad no es mayor a la lingüística, donde
se mencionan objetos que no tienen referentes empíricos, o se inventan relaciones, se
infieren generalizaciones a partir de presuposiciones no discutidas que forman parte de una
ontología y una metafísica tradicionales. Se resuelve el ´problema de lo que se quiere evitar,
recurriendo a este mismo recurso en el momento más decisivo del estructuralismo: la
justificación de su existencia.
CARACTERÍSTICAS DEL ESTRUCTURALISMO
1. La estructura es una realidad abstracta, careciendo de interés sus elementos
concretos.
2. Se desprecia la posible significación de los elementos concretos y empíricos.
3. La estructura se halla presente en sus efectos aunque sin estar en ellos.
4. El sujeto humano nada explica en la ciencia estructural.
EL CIENTISMO
En el siglo XIX el modelo de las ciencias naturales se convirtió en el modelo general de
hacer conocimiento negándole la categoría de ciencia a las humanidades. Por el contrario, la
ciencia tomó a una buena parte de la grey filosófica y dedicaron esfuerzos para reflexionar
sobre la forma ideal de hacer ciencia, y de hacer conocimiento. Pero en el siglo, XX se los
descubrimientos científicos revolucionarios amainaron los esfuerzos, relativizando así el
concepto de ciencia, respecto de su época y su disciplina. El valor absoluto de la ciencia es
un postulado del positivismo. Científicos de la naturaleza y filósofos por igual pusieron la
efectividad del método científico como una guía en su pensamiento, Skinner, Pavlov, Marx,
etc. Por mencionar algunos.
NEOPOSITIVISMO
Hume, sin duda, es el patriarca filosófico del neopositivismo, con su duda radical, la crítica de
la causalidad. Wittgenstein, James, Russell, son sólo tres de los más famosos filósofos
neopositivista, los hubo que les llamaron “ingenuos”, cuya filosofía de un talante más burdo y
simple que sus mejores exponentes. A continuación, algunas tesis neopositivistas: 1) la
sensación es la única fuente de conocimiento; 2) las leyes de la lógica son a priori y
tautológicas; 3) las proposiciones tienen sentido cuando son verificables, sólo entonces; 4) la
verificación es tal cuando es intersubjetiva; 5) el lenguaje propiamente con sentido es el de la
física; 6) una proposición posee sentido cuando está construida según las reglas sintácticas;
7) sólo hay dos tipos de enunciados significativos: los empíricos y los analíticos; 8) son
enunciados no signficativos (emocionales) los de la ética, metafísica, teología, y todo lo que
no sea ciencia; 9) las proposiciones analíticas son verdaderas o falsas por definición; 10) las
proposiciones empíricas son fruto de la experiencia y la verificación.
LA DESAPARICIÓN DEL SUJETO
La subjetividad, en el estructuralismo, el cientismo y el neopositivismo, no tienen cabida, es
un objeto que no tiene referentes, no hay discurso para aprehenderlo. Lo que Descartes
formaliza –la subjetividad- de los antiguos, los discursos anglosajones y logocéntricos
aniquilan. Para el estructuralismo heredado de la tradición logocéntrica europea –y después
anglosajona- sólo reconoce al sistema, como un todo, sin historia, en un tiempo intemporal,
pretendidamente universal. La metafísica del yo se ve como un futuro nebuloso para la
filosofía, según estas teorías, por ello, disolverlo es su cometido.
EL HOMBRE COMO PERSONA
El hecho de que algunos individuos de la especie humana hayan legado la tradición de
evolucionar (determinación natural de todos los seres vivos), pone en el centro de la reflexión
a la metafísica de la capacidad de adaptación, a la conciencia del entorno, a la ulterior –y al
mismo tiempo primigenia- capacidad de reflexión, a la nombradísima sentencia
wittgensteiniana “de lo que no se puede hablar es mejor callar”, a las impolutas reflexiones
nietzscheanas sobre Dionisos y la realidad orgiástica que no conoce de estructuras, ni
conceptos que no hayan sido creados por ese mito metafísico llamado “hommo”. Marx,
Nietzsche, Freud, los grandes críticos occidentales de la sociedad occidental.
Mounier, hace una lectura de Marx más humanista, en contraposición de Althusser, piensa
que el marxismo no debió ser tan duro con el hombre, y en cambio, le da mucho crédito al
futuro de la humanidad. Recupera al marxismo con un hálito de espiritualidad. Así pues,
como ejemplo Mounier, el personalismo es difícil discernir entre una variedad de
concepciones antropológicas. En le reflexión pedagógica Paulo Freire ha sido un emblema
personalista, que concibe a la educación como un subsistema de las estructuras políticas y
económicas, que han rasurado al sujeto en una realidad de negación.
Ser un hombre
Cassirer define al hombre como un animal simbólico, sin embargo, también lo define decir
que el hombre es un animal pasional, al menos, es tan cierta esta proposición como la
primera, y por si fuera poco, también parece serlo –con algunas reservas- la proposición que
define al hombre como racional. En dos de los tres casos, ser hombre en tanto tal es una
facultad en potencia, pero en el segundo, se es por naturaleza, aunque no es esta
característica la que nos distingue de los demás animales. En fin, de modo que ser hombre
es un reto de cada instante, o, mejor aún, de cada decisión. El yo trascendental de los
idealistas no es el yo que sufre, como, muere, el que nace es el mismo que nace de una
madre en un país o tierra que carga a cuestas con su historia. No obstante es un yo
conciente y volitivo. La arqueología del conocimiento (por usar una frase de Foucault) de yo,
atraviesa buen parte de la historia del conocimiento occidental, es un tema ilustrísimo y
obligado desde que el antropocentrismo socrático obligó a voltear la mirada de las estrellas
al hombre.
Félix Santoyo