Upload
jesus-jhonatan
View
212
Download
0
Embed Size (px)
DESCRIPTION
La reprobación en los estudiantes tiene una complicidad dado el rubro que se quiera mostrar
Citation preview
CAPÍTULO I: MARCO REFERENCIAL
Marco Teórico
La mayoría de los estudiantes que abandonan su vocación no es debida por un
bajo desempeño académico, es por desinterés. Una deserción está más
relacionada con una falta de integración personal y de adaptación a la comunidad
universitaria (Tinto, 1986).
La educación en todos los niveles busca el crecimiento humano tanto intelectual
como personal. La formación de una personalidad sustentada en valores
universales es además un objetivo que se fomenta en las aulas. Por otra parte,
otro propósito de la educación es la de formar personas que se puedan
desenvolver en ambientes científicos e industriales para contribuir al desarrollo de
la sociedad. Los resultados de la educación son el conocimiento, los valores y
sobre todo la superación personal de la persona (León,2012).
Para estos investigadores el estudio de las actitudes positivas y negativas hacia la
variedad de aspectos matemáticos ha gozado de una mayor tradición que el
análisis de las creencias y emociones que sólo se ha incluido recientemente en el
campo de la investigación en la Didáctica Matemática. Los autores de este
artículo, buscan definir un término que para ellos es fundamental, el dominio
afectivo, para esto, investigadores revisan un número importante de trabajos
relacionados con las actitudes y la relevancia de las cuestiones afectivas (Gil,
Blanco y Guerrero, 2005).
La actitud se refiere a las concepciones fundamentales relativas a la naturaleza
del ser humano, implica ciertos componentes morales o humanos, exige un
compromiso personal y se define como una tendencia o disposición constante a
percibir o a reaccionar en un sentido determinado por ejemplo: tolerancia e
intolerancia, de respeto o de crítica, de confianza o de desconfianza, etc.
(Martínez, 2004:181).
La mayoría de adolescentes y jóvenes están, hoy en día, en la escuela. En los
escritos de la investigación educativa aparecen, fundamentalmente, como
estudiantes: inscritos o excluidos, reprobados y desertores, con calificaciones
académicas y con o sin competencias para la vida. Los docentes suelen
etiquetarlos, en función de la lógica y la norma institucional, como
“indisciplinados”, “apáticos”, “flojos”, “casos perdidos”; o bien se es “buen alumno”,
“cumplido”, “responsable”, “obediente” (como señala en su artículo Díaz). Aunque
–de manera creciente– los estudios educativos mexicanos los conciben como
actores inmersos en diferentes prácticas culturales y buscan dar cuenta de sus
experiencias (Guzmán y Saucedo, 2005). Cuatro de los artículos aquí reunidos
(Guzmán; Díaz; Hernández; y Guerrero), nos hablan de las experiencias
escolares.
Uno de los indicadores más altos de deserción se presenta en las ingenierías. Las
causas podrían deberse a la falta de conocimientos de asignaturas básicas como
matemáticas y física. Por otro lado, investigaciones recientes (Morales et al.,
2009), (Ocampo, 2010) y (Balmori, 2011), presentan índices de reprobación
similares en sus reportes.
Las matemáticas son difíciles de comprender, asimilar, interpretar y aplicar en
situaciones concretas. Un inconveniente en los planes de estudio de ingeniería es
que están presentes en la mayoría de las materias.
En una investigación realizada por (Morales et al.,2009) muestran un porcentaje
del 45% de reprobación en una asignatura de mecánica de fluidos de la
licenciatura de Ingeniería Meca trónica de la Universidad Autónoma de Yucatán.
En dicha asignatura se detectó un bajo aprovechamiento y desinterés por parte de
los alumnos. Para encontrar algunas de las posibles causas se aplicaron
encuestas a los alumnos y los resultados fueron 4 factores principales: 1)
Dedicación al estudio 2) Organización académica 3) Planeación de actividades 4)
Conocimientos previos Por otro lado, las conclusiones de los investigadores
indicaban que la principal causa de reprobación de los estudiantes era la falta de
dedicación al estudio. Con problemas similares de reprobación se encuentra la
investigación realizada por (Ocampo et al.,2010). En la Facultad de Ingeniería
campus Mexicali, de la Universidad Autónoma de Baja California se cuenta con
una población de 3500 estudiantes, y una planta de 412 profesores. Esta facultad
también se presenta un alto índice de “deserción-reprobación” que se estima es de
un 60%.
En el contexto escolar somos los profesores y alumnos quienes construimos el
sentido y el significado de los procesos de enseñanza y aprendizaje con nuestras
interacciones en el aula. De allí, que este tipo de estudios sobre actitudes deriven
de la preocupación de los profesores, por el bajo rendimiento de los alumnos en el
aprendizaje de las matemáticas, y las consecuencias que tienen en la eficiencia
terminal del bachillerato. En el caso de las situaciones de enseñanza y
aprendizaje; existe información acerca de profesores que llegan al aula
anticipando que su materia es difícil, que muy pocos alumnos la entenderán, que
la mayoría fracasará. Estas expresiones desalientan al estudiante, lo mismo
sucederá sí el maestro prepara los exámenes con problemas y ejercicios o
preguntas difíciles de contestar. Con estas actitudes el profesor, contribuye a
incrementar la inseguridad del alumno, generando un clima emocional negativo.
Evidentemente, todo esto genera actitudes negativas en el estudiante, que se
expresan como respuestas ante situaciones, con cierto grado de dificultad, y que
activan nuestro estado emocional. Esto hace posible que reaccionemos de una
forma en particular de acuerdo a Martínez (2004):
La investigación formativa aparece como problema pedagógico y didáctico
orientado hacia la aplicación de estrategias de enseñanza y de aprendizaje por
descubrimiento y por construcción, que promueve habilidades de flexibilidad,
adaptabilidad e interdisciplinariedad o, por lo menos, el espacio para plantear y
manejar problemas de una manera abierta, que se constituya en estrategia
pedagógica para un aprendizaje significativo. Más concretamente, la investigación
formativa se puede definir como un “tipo de investigación que se hace entre
estudiantes y docentes en el proceso de desarrollo del currículo de un programa y
que es propio de la dinámica de la relación con el conocimiento que debe existir
en todos los procesos académicos, tanto en el aprendizaje, por parte de los
alumnos y alumnas, como en la renovación de la práctica pedagógica por parte del
equipo de docentes. Es una generación de conocimiento menos estricta, menos
formal, menos comprometida con el desarrollo mismo de nuevo conocimiento o de
nueva tecnología” (Restrepo, 2002, p. 7)