Upload
lohengrin-tamayo-palomino
View
223
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
Gustavo Adolfo Muñoz Cuenca
Un nuevo paradigma: "la quinta generación de evaluación"
Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Venezuela
Laurus, vol. 13, núm. 23, pp. 158-198
2007
Lohengrin Tamayo Palomino
Reseña “Un nuevo paradigma la quinta generación de evaluación"
Universidad Santo Tomas
Vicerrectoría General De Universidad Abierta Y A Distancia
Facultad De Educación
Maestría En Educación Y Didáctica
En el artículo Un nuevo paradigma: "la quinta generación de evaluación", el autor Gustavo
Adolfo Muñoz Cuenca, de nacionalidad Venezolana, con un Postdoctorado en Educación, hace
un recorrido de las diferentes corrientes que se han dado, en el ámbito de la evaluación en sus
diferentes épocas en el mundo.
Este artículo presenta la visión de su autor, producto de más de veinte años de investigación,
sobre un nuevo Paradigma de Evaluación. Su nombre: Quinta Generación de Evaluación, que
surge por dos razones fundamentales, la primera para dar intencionalidad de secuencia estudiada
ya que en la comunidad científica existe hasta la cuarta. La segunda, se refiere a la concepción
sistémica que sustenta la propuesta, en sintonía con los postulados de Peter Senge, y su quinta
disciplina. Esta visión significa un cambio que se evidencia como urgente, aunque en la
actualidad se están proponiendo nuevas vías de acción, éstas siguen en su mayoría ancladas en la
tradición de “sólo medir” sin que se permita una verdadera evaluación.
(Cuenca & Muñoz Cuenca, 2007, pág. 158)
La evaluación es un concepto utilizado en Americana Latina, para indicar cualquier estudio
realizado en una institución con propósitos que van, desde un simple diagnóstico y focalizado en
aspectos específicos de su funcionamiento, hasta estudios orientados a describir y analizar la
eficiencia institucional.
(Cuenca & Muñoz Cuenca, 2007, pág. 159).
La primera generación fue denominada de Medición, vigente hasta los años 60, esta generación
se encuentra estrechamente vinculada al diseño, construcción y masificación de los test. Los
estudiantes debían demostrar el dominio de los contenidos, esencialmente a través de tests de
memoria. El rol del evaluador era el de un técnico, de quien se esperaba un amplio conocimiento
en instrumentos de medición. Con esto se proporcionar datos manipulables matemáticamente, lo
cual permite la comparación.
(Cuenca & Muñoz Cuenca, 2007, págs. 167-168).
La segunda generación, llamada Descripción; Esta generación nace porque se considera que la
primera tenía una grave deficiencia, el objeto de la evaluación eran solamente los estudiantes.
Esta generación se caracteriza por la descripción de fortalezas y debilidades respecto a objetivos
establecidos. El rol del evaluador era el de un descriptor, a quien se le exigía también
conocimientos técnicos de la generación anterior. Aunque la medición no se veía como sinónimo
de evaluación, la primera se entendía como una herramienta que podía utilizarse.
(Cuenca & Muñoz Cuenca, 2007, pág. 168).
La tercera generación o de juicio, Surge a partir del año 1967. Se caracteriza por los esfuerzos en
alcanzar la emisión de juicios, el rol del evaluador es el de un juez, quien además, mantiene su
función técnica y descriptiva. Se exigía que la evaluación llevara a la emisión de juicios, no sólo
del mérito de lo evaluado (su valor interno o intrínseco), sino también de su valor extrínseco o
contextual. El rol del evaluador es el de un juez, quien mantiene su función técnica y descriptiva.
Los modelos posteriores a 1967 tenían en común la inclusión del aspecto juicio como parte de la
evaluación.
(Cuenca & Muñoz Cuenca, 2007, pág. 169).
La cuarta generación o Negociación, 1972- 1982, esta generación se apoya en dos elementos
fundamentales que son: Evaluación Responden y Metodología Constructivista.
Pone al evaluador y a las audiencias en una interacción que crea el producto de la evaluación,
utilizando el enfoque hermenéutico dialéctico. En este sentido, el producto de la evaluación no es
una serie de conclusiones y recomendaciones o juicios de valor, sino una Agenda para la
Negociación, de aquellas demandas que no han sido resueltas en el intercambio hermenéutico-
dialéctico. Considera la evaluación como un verdadero proceso de investigación social.
(Cuenca & Muñoz Cuenca, 2007, pág. 169).
La quinta generación de evaluación, la evaluación para la calidad; Es un proceso humano
subjetivo, donde la predica de “objetividad” se cambia por el de “honestidad, Los actores serán
capaces de reconocer sus fortalezas y debilidades y buscaran la opción para crecer. La
generación que proponemos está centrada en la AUTOEVALUACIÓN, asumiéndola como una
decisión personal, y desterrando el PODER que significa evaluar, distribuyéndolo entre el
evaluador y el evaluado.
(Cuenca & Muñoz Cuenca, 2007, págs. 191-195).
Este articulo nos muestra la evolución de la evaluación en la historia y nos da una idea de cómo
nosotros los docentes, debiéramos abordar el tema de la evaluación, desde nuestro hacer
pedagógico.
Aunque es difícil desarraigar, metros convencionales de evaluación, pues estos obedecen a
políticas estatales regidas por normas internacionales, un claro ejemplo tendríamos que eliminar
las pruebas pisas o las pruebas saber.
El cambio hacia un modelo de la evaluación por calidad, en nuestro país sería posible con
políticas, hacia un desarrollo humanístico, colocado al ser sobre todos los aspectos.