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Apuntes de educación física en primaria, relacionados con el trabajo de la resistencia en esta edad.
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Artículo publicado en 2006 en la Revista Tándem, Nº 22.
El trabajo de resistencia en Educación Primaria.
Contreras Jordán, Onofre Ricardo Catedrático del área de Didáctica de la Expresión Musical, Plástica y Corporal de la U.C.L.M.
González Víllora, Sixto Profesor Ayudante del área de Didáctica de la Expresión Musical, Plástica y Corporal. U.C.L.M.
Pastor Vicedo, Juan Carlos Profesor Asociado del área de Didáctica de la Expresión Musical, Plástica y Corporal. U.C.L.M.
Palabras clave: Educación Primaria, Educación Física, resistencia aeróbica y anaeróbica.
Índice:
1. Introducción: la resistencia en la escuela.
2. Referencias para el trabajo de resistencia.
3. Factores que influyen en el desarrollo de la resistencia.
4. Análisis del currículo de Educación Física en Primaria: la resistencia. 4.1. Consideraciones generales.
4.1.1. Objetivos generales del área. 4.1.2. Bloques de contenidos. 4.1.3. Criterios de evaluación.
4.2. Conclusiones del currículo oficial y su relación con la resistencia.
5. Secuenciación del trabajo de resistencia en los tres ciclos de Primaria.
6. Algunas consideraciones metodológicas y ejemplificación práctica.
7. Conclusiones finales.
8. Referencias bibliográficas.
Resumen.
El trabajo de la resistencia en la etapa de Primaria ha estado sometido a continuos debates
durante varias décadas. Esto lo podemos observar también en la redacción del Currículo,
pues éste es poco útil y abstracto con respecto al desarrollo de la resistencia durante la etapa
escolar. Con este artículo lo que se pretende es arrojar algo más de luz para su trabajo en
niños. En este sentido, justificamos algunas referencias que pueden ser útiles a la hora de
tener que iniciar su trabajo, sin que este suponga un riesgo para nuestros alumnos.
Abstract: “The development resistance in Primary School”.
The study about the resistance in Primary School has been the object of continuous debates
during decades. This issue can be also observed in the redaction of the curriculum because
this one is abstract and not very useful in relation to the development of the resistance
during the school stage. The purpose of this article is to help those working in children
sphere. In this way we justify some references which can be useful to those who begin their
work without running any risk for our students.
Artículo publicado en 2006 en la Revista Tándem, Nº 22.
1. Introducción: la resistencia en la escuela.
En la actualidad, el trabajo de resistencia con niños en edad escolar y adolescentes, parece
tener una aceptación generalizada entre los diversos profesionales, sobre todo debido a que
dicha capacidad, como expresa Martínez Córcoles1, es un componente fundamental que
repercute de manera directa o indirecta en variables tan importantes como el estado de
salud, bienestar general, capacidad de trabajo, etc. Por ello, la salud ha sido una de las vías
que han justificado la incorporación del trabajo de resistencia en edades tempranas.
En definitiva, como veremos a lo largo de este artículo, el trabajo de la resistencia se podrá
realizar con niños siempre que se respeten una serie de normas y principios, sin olvidar las
diferencias existentes entre las clases de Educación Física y los entrenamientos deportivos.
2. Referencias para el trabajo de resistencia.
En primer lugar cabría definir el término resistencia. Así, la resistencia es entendida como
la capacidad física y psíquica que posee un deportista para resistir la fatiga2, entendiendo
por fatiga la disminución transitoria de la capacidad de rendimiento.
Existen diferentes manifestaciones de resistencia en función de la perspectiva desde la que
sea analizada, de tal manera, que si tenemos en cuenta la vía energética predominante
podemos distinguir la resistencia en: aeróbica y anaeróbica. La primera es la capacidad que
permite mantener un esfuerzo de intensidad media durante un espacio prolongado de
tiempo sin que exista déficit de oxigeno3, mientras que la segunda es la capacidad de
prolongar durante el mayor tiempo posible un esfuerzo de alta intensidad4.
Una vez conceptualizada la resistencia, nos preguntamos a qué edad es más propicio
comenzar a trabajarla. En este sentido encontramos opiniones diversas y dispares. De tal
manera que están aquellos como Hollmann5, que consideran que la entrenabilidad aumenta
considerablemente a partir de los 8 años o Martínez Corcoles6 que sitúa dicha edad a los 6 –
8 años. Sin embargo, las investigaciones llevadas a cabo por Gianpietro y col.7, parecen
confirmar que el trabajo de resistencia puede realizarse en edades muy tempranas, a partir
de los 4 – 5 años, basándose en la relación entre el consumo máximo de oxígeno por Kg. de
peso corporal. Pero este último dato cabría cogerlo con cierta cautela, ya que como
1 MARTINEZ CORCOLES, P. (1996): Desarrollo de la resistencia en el niño. Barcelona. Inde. 2 WEINECK, J. (1992). Biologie du sport. Paris. Vigot. 3 Adaptada de MORA VICENTE, J. (1989): Iniciación y sugerencias... p 13. 4 MARTINEZ CORCOLES, P. (1996): Desarrollo de la... p 22. 5 HOLLMANN y col. (1978) citado por HAHN, E. (1982): Entrenamiento… p 88. 6 Ver en MARTINEZ CORCOLES, P. (1996): Desarrollo de la... p 16. 7 GIANPIETRO, M., BERLUTTI, G. y CALDARONE, G. (1989): Actividades físicas y edad evolutiva. Rev. Stadium, nº 137. p. 44 - 47. Buenos Aires.
Artículo publicado en 2006 en la Revista Tándem, Nº 22.
enuncian Wilmore y Costill8, expresar el VO2 máx. en relación al peso corporal, parece no
proporcionar una estimación muy precisa de la capacidad aeróbica, prefiriendo expresarse
en relación a la potencia, por las diferencias que se aprecian con los adultos. En definitiva,
lo que si parece ser aceptado, es que el trabajo de resistencia aeróbica se pueda empezar a
trabajar a partir de los 6 – 8 años, coincidiendo así con el primer ciclo la Primaria.
Pero, ¿debemos trabajar del mismo modo durante todo el proceso madurativo del niño?
Llegados a este punto, es imprescindible relacionar lo dicho anteriormente con lo que se ha
venido en llamar “fases sensibles” para el desarrollo de las capacidades físicas. Al hablar de
“fases sensibles” nos estamos refiriendo a que existen periodos de la vida en la que se
adquieren muy rápidamente modelos específicos de comportamiento, vinculados con el
ambiente y en los cuales se evidencia una elevada sensibilidad del organismo hacia
determinadas experiencias9. Sin embargo, esta opinión no es del todo unánime, ya que
mientras unos opinan que están científicamente demostradas (Hahn10), otros mantienen
posiciones contrarias (Winter11). En este sentido, son muchos los autores que proporcionan
una serie de etapas cronológicas donde parece ser que el trabajo de resistencia es más
efectivo, así, Martín establece el tramo de edad que va de los 11 a los 14 años como clave:
Capacidad Física 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14
Resistencia
Cuadro 1. Modelo de fases sensibles para el entrenamiento en edad infantil de la resistencia, según Martín12.
Otra aportación es la realizada por Grosser y col.13, el cual, habla también de la relación
entre las aptitudes físicas y el grado de entrenamiento, según la edad y el género:
Elementos de la condición física Niveles de edades Edad 5-8 8-10 10-12 12-14
Resistencia Aeróbica + (niños y niñas)
+ (niños y niñas)
++ (niños y niñas)
Resistencia Anaeróbica + (sólo niñas)
Fuerza-Resistencia + (sólo niñas)
Explicación de signos: + = Inicio cuidadoso (1 – 2 veces por semana), ++ = Entrenamiento más intenso (2,5 veces por semana) y +++ = Entrenamiento específico.
Cuadro 4. Relación entre las aptitudes físicas y el grado de entrenamiento en función de la edad, modificado de Grosser y col.
8 WILMORE, J.H. Y COSTILL, D.L. (2004): Fisiología del esfuerzo y del deporte. Barcelona. Paidotribo. 9 BAUR, J. (1991). Entrenamiento y fases sensibles. Revista de Entrenamiento Deportivo. V-3, 24-29. 10 HAHN, E. (1988): Entrenamiento con niños. Barcelona. Martínez Roca S.A. 11 WINTER, R. (1987). Le fasi sensibili. SDS. Año-XII. 28-29, 112-136. 12 MARTIN, D. (1982). Zielsetzung Leistungsentwicklung mi Kindertraining. En: Howald, Hahn. Kinder mi Leistungssport, Basilea. 208-217. 13 GROSSER, M., STARISCHKA, S., ZIMMERMANN, E. (1981): Konditionstraining. Munich. En Principios del entrenamiento deportivo. Martinez Roca.
Artículo publicado en 2006 en la Revista Tándem, Nº 22.
60 (Fc. max. - Fc. Reposo)Fc. de ejercicio = Fc. de reposo +
100
Otra clasificación que encontramos es la que realiza Martínez Córcoles14, el cual vienen a
definir un poco más que tipo de trabajo de resistencia debería de realizarse durante la fase
sensible:
• Tratamiento global e integrado de la resistencia hasta la edad de 9 – 10 años.
• A partir de los 12 años empezar a desarrollar la capacidad aeróbica, comenzando ya a
diferenciarse y a cobrar más especificidad el trabajo de resistencia.
• De los 12 a los 14 años, habrá que persistir en la mejora de la capacidad aeróbica, para
lentamente empezar con el desarrollo de la potencia aeróbica. Dentro de esta fase ya se puede
encontrar alguna incursión en el ámbito anaeróbico.
No obstante, este planteamiento, se ve contradicho por las afirmaciones de Gerbeaux y
Berthoin15, los cuales opinan que las características fisiológicas de los niños y adolescentes,
permiten que estos sean capaces de soportar esfuerzos aeróbicos cortos máximos y
supramáximos, por lo que el entrenamiento debería de organizarse durante el crecimiento
de la potencia hacia la capacidad.
Conocida la edad de inicio del trabajo de la resistencia aeróbica así como los factores
entrenables y no entrenables, quedaría por saber cuál es la frecuencia cardiaca16 (Fc.) que
deben alcanzar y mantener nuestros alumnos para trabajar dicha resistencia. Para ello,
Karvonen propone una fórmula, para cuya utilización es necesario saber previamente la
frecuencia cardiaca máxima del niño.
Es ampliamente aceptado en fijar la frecuencia cardiaca máxima como el resultado de restar
210 menos la edad en niños hasta 9 años o de 220 menos la edad para niños de 10 o más
años. De tal manera que, según Karvonen, el ritmo cardiaco debería superar el 60% de la
frecuencia cardiaca máxima para obtener adaptaciones favorables en su resistencia
aeróbica. No obstante Lamb17, considera que ese porcentaje de seguridad debería reducirse
al 50% para garantizar el momento biológico infantil y que, al tiempo, “asegure que el
entrenamiento sea lo suficientemente intenso para causar algunas adaptaciones del corazón
y de la circulación”. De todas formas, Mora Vicente18, comenta que no debe ser inquietante
14 Ver en MARTINEZ CORCOLES, P. (1996): Desarrollo de la... p 54 – 55. 15 Ver en GERBEAUX, M. y BERTHOIN, S. (2004): Aptitud y entrenamiento aeróbico en la infancia y la adolescencia. Barcelona. Inde. 16 En lo sucesivo frecuencia cardiaca = Fc. 17 LAMB, D.L. (1985). Fisiología del ejercicio. Madrid. Augusto Pila. 18 MORA VICENTE, J. (1989): Iniciación y sugerencias para el desarrollo de la Resistencia. Cádiz. Excma. Diputación Provincial de Cádiz.
Artículo publicado en 2006 en la Revista Tándem, Nº 22.
que se alcancen entre 160-170 p/min. Mientras que Martínez Córcoles19, en una línea
similar, refleja que la intensidad no debería sobrepasar el umbral anaeróbico, situado
alrededor del 60% – 65% del VO2 máx. y 170 p/min. Otros autores van algo más allá y
abogan por que nunca es demasiado pronto para iniciarse en la práctica de ejercicios
aeróbicos, si se respetan los niveles de carga adecuados a la edad y condición del sujeto, no
teniéndonos que preocupar que la Fc. llegue a valores de 180 – 190 p/min.20
Por tanto, el trabajo de resistencia aeróbica en el niño, se debe llevar a cabo dentro de unos
límites cardíacos que oscilan entre las 150 – 170 p/min. (no teniéndonos que preocupar si
son algo más elevadas) a diferencia que en el adulto, donde los valores oscilarían entre las
120 – 140 p/min.21. Esta diferencia que se observa entre niños y adultos, se debe a que el
niño ante una misma intensidad de esfuerzo tiene una mayor Fc. porque el corazón es más
pequeño que el del adulto y por tanto tiene un menor volumen sistólico.
3. Factores que influyen en el desarrollo de la resistencia.
Quizás el desarrollo cardiovascular, respiratorio y muscular, al ser factores de primer orden
para el mantenimiento y mejora de la salud, sean algunos de los aspectos más investigados
en las Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.
Así Ruiz Pérez22 afirma que “la capacidad aeróbica es fácilmente observable en los niños,
mientras que la capacidad anaeróbica lo es en menor medida, aunque puede mejorar con el
entrenamiento”. Wilmor y Costill23 y Mandel24 afirman que los niños tienen una menor
capacidad anaeróbica debido a una menor concentración de la fosfofructocinasa, enzima
limitadora clave del ritmo de la glucólisis anaeróbica. En este sentido, Cerani25 comenta
que en niños entre 11 y 13 años, la fosfofructocinasa es un 30 – 50 % menos activa que en
los adultos.
Cada día conocemos más sobre los aspectos relacionados entre el trabajo de resistencia y el
crecimiento. Podemos afirmar que si se lleva a cabo un programa de resistencia a largo
plazo, controlado por un profesional y los niños no poseen ninguna alteración, se observan
mejoras en el crecimiento de cada individuo, siendo más evidentes en unos que en otros.
Algunas de las mejoras que se producen afectan al VO2 max., así Zintl26 observó en niños
19 MARTINEZ CORCOLES, P. (1996): Desarrollo de la... p 56. 20 Revisar a este respecto: GARCIA MANSO, J.M.; NAVARRO VALDIVIELSO, M. y RUIZ CABALLERO, J.A. (1996): Bases teóricas… p. 357. 21 MORA VICENTE, J. (1989): Iniciación y sugerencias... p 37. 22 Ver en RUIZ PEREZ, L.M. (1994): Desarrollo... p 120. 23 WILMORE, J.H. Y COSTILL, D.L. (2004): Fisiología de… p 533. 24 MANDEL, A. (1984). Lemedecin, L’enfant et le sport. Paris. Vigot. 25 CERANI, J. D. (1993). El entrenamiento de la resistencia en niños. Sport Medicina. 20, 29-33. 26 ZINTL, F. (1991). Entrenamiento de la resistencia. Barcelona. Martínez Roca.
Artículo publicado en 2006 en la Revista Tándem, Nº 22.
no entrenados que este VO2 max. oscilaba entre 40-48 ml/kg/min., mientras que en niños
entrenados era alrededor de 60 ml/kg/min. No obstante, la mejora que se aprecia en el
consumo de oxígeno va a depender de la naturaleza y duración de la Unidad Didáctica de
resistencia, así como del nivel de partida de los alumnos27.
4. Análisis del currículo de Educación Física en Primaria: la resistencia.
4.1. Consideraciones generales.
Trataremos de ver cómo incorpora las aportaciones científicas el diseño curricular del
Estado español en la etapa de Primaria, Real Decreto 1344/1991, de 6 de Septiembre
(B.O.E. n.º 220, de 13-IX-91).
Hemos de afirmar que no existe referencia directa a la resistencia en el currículum de
Educación Física en Primaria. A pesar de ello, de forma implícita se puede interpretar la
relevancia del desarrollo de las capacidades físicas básicas, siendo la resistencia una de
ellas, en la formación de los escolares en esta etapa educativa.
Siguiendo con el diseño curricular, éste nos explica las funciones del movimiento.
Haciendo una reflexión ente la relación de dichas funciones y las actividades basadas en la
resistencia, podemos concluir que casi todas las funciones expresadas en el Real Decreto se
cumplen en dichas actividades: de conocimiento, anatómico-funcional, de relación,
higiénica, agonística, catártica y hedonista o de compensación.
4.1.1. Objetivos generales del área.
Al leer detenidamente los objetivos generales para Educación Física y relacionarlos con la
resistencia, podemos ver como los que están más ligados son el primero, tercero y quinto:
1. “Adoptar hábitos de higiene, de alimentación, de posturas y de ejercicio físico, manifestando una
actitud responsable hacia su propio cuerpo y de respeto a los demás, relacionando estos hábitos con los
efectos sobre la salud”.
3. “Regular y dosificar su esfuerzo llegando a un nivel de autoexigencia acorde con sus posibilidades y la
naturaleza de la tarea que se realiza, utilizando como criterio fundamental de valoración dicho esfuerzo y
no el resultado obtenido”.
5. “Utilizar sus capacidades físicas básicas y destrezas motrices y su conocimiento de la estructura y
funcionamiento del cuerpo para la actividad física y para adaptar el movimiento a las circunstancias y
condiciones de cada situación”.
Pero también hay otros objetivos generales que de forma indirecta se pueden relacionar con
la resistencia, como puede ser el caso del segundo (“adoptar hábitos de higiene, de alimentación, de
posturas y de ejercicio físico,…) y si entendemos que metodológicamente debemos enseñar la
resistencia de forma lúdica también los relacionaríamos con el sexto (“participar en juegos y
27 GERBEAUX, M y BERTHOIN, S (2004): Aptitud y entrenamiento… p 27.
Artículo publicado en 2006 en la Revista Tándem, Nº 22.
actividades estableciendo relaciones equilibras y constructivas con los demás,…) y el séptimo (“conocer y
valorar la diversidad de actividades física y deportivas y los entornos en que se desarrollan,…).
4.1.2. Bloques de contenidos.
Dentro de los bloques de contenidos la resistencia se desarrolla fundamentalmente en el
denominado: “Salud Corporal”. Éste cobra una mayor relevancia a medida que se avanza
en la Etapa alcanzando su pleno sentido en el tercer ciclo. Concretamente:
- Conceptos: “El cuidado del cuerpo: rutinas, normas y actividades” o “Efectos de la actividad física en el
proceso de desarrollo, en la salud y en la mejora de las capacidades físicas”.
- Procedimientos: “Adecuación de las posibilidades a la actividad: economía y equilibrio en la
dosificación y alcance del propio esfuerzo; concentración y atención en la ejecución”
- Actitudes: “Autonomía ligada a los aspectos básicos del mantenimiento”.
Hay que indicar, por otra parte, que tiene una gran relación con el resto de bloques a los que
añade una importante reflexión sobre los efectos de la actividad física en su propio cuerpo y
en su salud para que la actividad física tenga un sentido de utilidad. En todo caso, el sentido
final debe ser el de aprender actitudes y valores. Todo ello se puede apreciar en el bloque
de contenidos: “El Cuerpo: habilidades y destrezas”, en concreto:
- Conceptos: “Las capacidades físicas básicas como condicionantes de las habilidades”.
- Procedimientos: “Preparación y realización de actividades recreativas: marcha, orientación,
cicloturismo, etc.” o “Acondicionamiento físico general (aspectos cuantitativos del movimiento, tratados
globalmente y en función de su desarrollo psico-biológico).
Como podemos apreciar las referencias no son expresas, más bien hablan de aspectos más
generales como el desarrollo de las capacidades físicas básicas, la salud, acondicionamiento
físico general, adoptar hábitos en el ejercicio físico… pero no se menciona de forma
explícita la palabra resistencia, ni como afrontar su trabajo.
4.1.3. Criterios de evaluación.
Tal vez las referencias más directas en relación a la resistencia sean las contenidas en los
criterios de evaluación (primero y noveno) en los que se establece:
� “Ajustar los movimientos corporales a diferentes cambios de las condiciones de una actividad, tales
como duración y el espacio donde se realiza”.
� “Haber incrementado globalmente las capacidades físicas básicas de acuerdo con el momento de
desarrollo motor, acercándose a los valores normales del grupo de edad en el entorno de referencia”.
4.2. Conclusiones acerca del currículo oficial y su relación con la resistencia.
A la vista de lo expuesto podemos afirmar que el currículum de Educación Primaria no se
plantea, de manera explícita, el trabajo de resistencia, cuando según las consideraciones
previas efectuadas sería el momento más adecuado para comenzar a trabajar su evolución y
Artículo publicado en 2006 en la Revista Tándem, Nº 22.
desarrollo. Por lo tanto, consideramos que en este sentido dicha ausencia es un gran error
del legislador.
Aunque dichas referencias sobre el trabajo de resistencia no son expresadas de forma
concreta, haciendo una reflexión sobre los objetivos generales (primero, tercero y quinto),
los bloques de contenidos (principalmente el de la “Salud corporal” y en menor medida en
otros con un sentido utilitario, por ejemplo: “El Cuerpo: habilidades y destrezas”), así
como en algunos criterios de evaluación (primero y noveno) y sobre todo el sentido común
que nos aportan las Ciencias de la Act. Física y el Deporte, podemos decir que el trabajo de
resistencia en el proceso de enseñanza-aprendizaje en Primaria es sumamente relevante,
con la intención educativa por parte del maestro de dotar de autonomía al alumnado.
5. Secuenciación del trabajo de resistencia en los 3 ciclos de Primaria.
A la vista de lo expuesto anteriormente, afirmamos que el currículum de Educación
Primaria no se plantea de manera explícita el trabajo de resistencia en esta Etapa pero de
forma implícita si que apoya el desarrollo de esta capacidad física. Sumado esto con las
consideraciones previas efectuadas (referentes a la comunidad científica) determinamos que
la forma más adecuada para trabajar la resistencia sería del modo siguiente:
• En el primer ciclo (6 a 8 años) realizar un trabajo de “iniciación” a la resistencia aeróbica,
siempre con formas jugadas, con una duración entre 6 a 10 minutos, de intensidad
moderada (aeróbico ligero) y con los descansos activos pertinentes.
• En el segundo ciclo (8 a 10 años) es adecuado continuar con el trabajo de resistencia
aeróbica, aumentando levemente la duración de las actividades (8 a 12 minutos) y su
intensidad (aeróbico ligero y medio), reduciéndose en parte los descansos.
Metodológicamente se seguirá con propuestas lúdicas.
• En el tercer ciclo (10 a 12 años) se finalizaría este periodo de iniciación y se debe elaborar
un periodo transitorio para la etapa de desarrollo o entrenamiento específico de la
resistencia que comienza a partir de los 12-14 años (esta edad es relativa dependiendo de la
maduración de cada individuo). Se seguirá con la progresión en la dificultad a medida que
se va avanzando en la Etapa, con lo cual se podrá aumentar la duración por tarea (12 a 15
minutos), se podrá aumentar la intensidad (aeróbico ligero y medio) y dependiendo de esta
última así serán los descansos. En este ciclo, sobre todo al final del mismo (6º curso), se
pueden incluir tareas referentes a la iniciación del trabajo de la resistencia anaeróbica, pero
al igual que en el primer ciclo se comienza con la resistencia aeróbica de forma suave, en
este caso debemos hacer lo mismo con la anaeróbica. En la medida de lo posible se seguirá
trabajando de manera ludo-práxica.
Artículo publicado en 2006 en la Revista Tándem, Nº 22.
6. Algunas consideraciones metodológicas y ejemplificación práctica.
Parece evidenciarse que en Primaria debemos desarrollar prácticas de corta y media
duración, de intensidad moderada-media y basándonos en tareas aeróbicas, aunque como ya
hemos mencionado al final del tercer ciclo se debe realizar una iniciación de la ruta
anaeróbica. Comenzaremos con actividades de 6 a 10 minutos para ir progresivamente
aumentando la duración, atendiendo en todo momento a la actitud, motivación (que influirá
indudablemente en la intensidad de la tarea) y síntomas (sudoración, enrojecimiento de la
piel…) que aparezcan o puedan aparecer en nuestros alumnos, dando los descansos activos
que estimemos oportunos en cada momento. Sin lugar a dudas, las actividades que
planteemos deberán estar relacionadas en todo momento con los aspectos evolutivos y
psicopedagógicos de los escolares a los que van dirigidas, es decir deben estar en relación
al desarrollo intelectual, afectivo, psicomotor y social. A continuación incluimos un
resumen de los parámetros genéricos para desarrollar las manifestaciones de la resistencia:
Resistencia aeróbica:
- Intensidad: 1) Ligero: Fc. <160 p/min., 2) Medio: Fc.<170 p/min. y 3) Intenso: Fc. <180 p/min. - Duración: de 10 a 50 minutos. – Frecuencia óptima: de 3 a 5 veces por semana. - Formas de trabajo: 1) Métodos continuos: 1.a) Continuo constante (ritmo uniforme: actividades cíclicas), 1.b.) Continuo variable (ritmo cambiante (Fartlek, circuitos, cambios en la superficie: desniveles). 2) Métodos fraccionados: 2.a.) Intensivo (esfuerzo corto): nº. series: 2-20, tiempo por serie: 1´-9´ y descanso por serie: 10´´-50´´. 2.b.) Extensivo (esfuerzo muy corto): nº. de series: 2-15, nº. repeticiones: 2-20, tiempo por serie: 1´-9´, tiempo por repetición: 5´´-1´, descanso por serie: 1´-2´ y descanso por repetición: 5´´-10´´.
Resistencia anaeróbica (orientada a mejorar la tolerancia al lactato: p/min. submáximas):
-Intensidad: Fc entre 180-190 p/mín. - Duración: 10´-30´. – Frecuencia óptima: de 3 a 5 veces por semana. - Formas de trabajo: Fartlek, series, circuitos, cambios en la superficie: desniveles. Método fraccionado intensivo (esfuerzo corto): nº. de series: 2-20, tiempo por serie:15´´-2´, descanso por serie: 40´´-2´.
Pero dichas indicaciones para la mejora de la resistencia sólo son orientaciones para el
maestro, pues consideramos que el trabajo de resistencia en Primaria se debe trabajar de
forma lúdica e individualizada, a continuación incluimos un ejemplo practico, que
dependiendo del objetivo que queramos conseguir se puede llevar a la praxis para el
desarrollo aeróbico o anaeróbico, atendiendo a los ítems anteriormente citados:
- “El reto de las cuerdas”: 3º Ciclo de Primaria: tiempo aproximado de 10 a 14 minutos.
Intensidad media (elegir Fc. aproximada) Entre un intento y otro se descansa (elegir el tiempo del
mismo) y realizar estiramientos de los grupos musculares que más participan.
Artículo publicado en 2006 en la Revista Tándem, Nº 22.
Organización: En grupos de 6 discentes, cada grupo con 1 comba de 4 m. y 2 combas individuales.
Se sitúa la comba grande en el centro y las 2 pequeñas en un extremo.
Desarrollo: dos alumnos se encargan de dar en la cuerda de 4 m., mientras que dan tienen que
estar saltando con los pies juntos coordinando la caída de los saltos con la comba al tocar el suelo.
Los otros 4 alumnos tienen que ir pasando por ella (como mínimo tienen que dar 5 saltos dentro) y
al salir tienen que coger la comba individual y dar una vuelta completa alrededor de la comba
mayor. Todos los alumnos tienen que pasar por dar a la comba de 4 m., con lo cual habrá que
hacer un total de 3 series (se puede aumentar o disminuir). Si consiguen hacerlo sin que tengan que
dejar de dar en la comba grande, habrán conseguido el reto.
Variantes: - Modificar las cuerdas o incluir nuevas tareas coordinativas que dificulten el reto.
- Modificar el tiempo total del ejercicio, la intensidad, descanso entre repeticiones…
7. Conclusiones finales.
Desde nuestra perspectiva debemos hacer una crítica al currículo oficial de Primaria, pues
éste no se adecua a las corrientes científicas actuales, es más, lo que nos comenta dicho
currículo podemos caracterizarlo como de abstracto y afirmaciones obvias, que para nada
concretan cómo debe de ser el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Desde el punto de vista del entrenamiento deportivo hay un punto de inflexión, impuesto
por Hahn, que más tarde se vio apoyado por otros expertos en la materia tales como: García
Manso, Mora Vicente, Navarro Valdivielso, Ruiz Caballero, Weineck…, pues hasta este
momento se estimaba que el trabajo de resistencia no era adecuado para edades tempranas
(6-12 años) mientras que estos autores argumentan lo contrario.
Así, consideramos que es de vital importancia conocer más sobre la resistencia, así como
llegar al fondo de la cuestión entre la diferencia del trabajo de resistencia aeróbica y
anaeróbica, teniendo en cuenta sus limitaciones, sobre todo de la segunda de ellas por los
motivos anteriormente argumentados (falta de maduración del armazón del niño y aspectos
fisiológicos: enzima fosfofructocinasa, volumen sistólico, etc.).
Por tanto, en el trabajo de resistencia tan importante son los factores que influyen en su
desarrollo (crecimiento, maduración…) como el tratamiento didáctico que se haga de la
misma. De tal manera que en el desarrollo de esta capacidad se advierte la vital importancia
de una adecuada secuenciación en cada uno de los tres ciclos de Primaria, utilizando el
principio de progresión en función de la dificultad (de lo más fácil a lo más difícil), además
de ir aumentando la complejidad motriz de la tarea, la duración y, en menor medida, la
intensidad, a medida que se va subiendo de curso.
Artículo publicado en 2006 en la Revista Tándem, Nº 22.
8. Referencias bibliográficas.
• BAUR, J. (1991). Entrenamiento y fases sensibles. Revista de Entrenamiento Deportivo. V-3, 24-29.
• CERANI, J. D. (1993). El entrenamiento de la resistencia en niños. Sport Medicina. 20, 29-33. • GARCIA MANSO, J.M.; NAVARRO VALDIVIELSO, M. Y RUIZ CABALLERO, J.A.
(1996): Bases teóricas del entrenamiento deportivo. Madrid. Gymnos. • GERBEAUX, M. Y BERTHOIN, S. (2004): Aptitud y entrenamiento aeróbico en la infancia y
la adolescencia. Barcelona. Inde. • GIANPIETRO, M., BERLUTTI, G. Y CALDARONE, G. (1989): Actividades físicas y edad
evolutiva. Rev. Stadium, nº 137. p. 44 - 47. Buenos Aires. • GROSSER, M., STARISCHKA, S., ZIMMERMANN, E. (1981): Konditionstraining. Munich.
En Principios del entrenamiento deportivo. Martinez Roca. • HAHN, H. (1988). Entrenamiento para niños. Madrid. Martínez Roca. • LAMB, D.L. (1985). Fisiología del ejercicio. Madrid. Augusto Pila. • MANDEL, A. (1984). Le Medecin, l´énfant et le sport. Paris. Vigot • MARTIN, D. (1982). Zielsetzung Leistungsentwicklung mi Kindertraining. En: Howald, Hahn.
Kinder mi Leistungssport, Basilea. 208-217. • MARTÍNEZ CÓRCOLES, P. (1996): Desarrollo de la resistencia en el niño. Barcelona. Inde. • MORA VICENTE, J. (1989): Iniciación y sugerencias para el desarrollo de la Resistencia.
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