Resumen ejecutivo RIESGO CLIMÁTICO ACTUAL...Resumen ejecutivo 3 Riesgo climático actual y futuro del sector ganadero del Ecuador Contenido 1. INTRODUCCIÓN 10 SECCIÓN 1. MARCO METODOLÓGICO

GANADERÍA CLIMÁTICAMENTE INTELIGENTE

ADAPTACIÓN

RIESGO CLIMÁTICO ACTUAL Y FUTURO DEL SECTOR GANADERO DEL ECUADOR

Resumen ejecutivo

3

Riesgo climático actual y futuro del sector ganadero del Ecuador

Contenido1. INTRODUCCIÓN 10

SECCIÓN 1. MARCO METODOLÓGICO PARA LA EVALUACIÓN DEL RIESGO CLIMÁTICO DEL SECTOR GANADERO

1.1. Alcance Conceptual 12

1.2. Alcance Geográfico y Temporal 13

1.3. Metodología para el Análisis del Riesgo Climático 14

1.3.1. Modelo matemático para el cálculo del riesgo climático 151.3.2. Dimensión y exposición 151.3.3. Amenazas climáticas 161.3.4. Vulnerabilidad 171.3.5. Tratamiento estadístico de los datos 191.3.6. Cálculo de índices y factores 201.3.7. Riesgo climático total 21

1.4. Estructura de Análisis del Riesgo Climático por Provincia 22

SECCIÓN 2. SECCIÓN II. RESULTADOS DEL RIESGO CLIMÁTICO POR PROVINCIA

2.1. Guayas 24

2.1.1. Amenazas climáticas 242.1.2. Dimensión ambiental 262.1.3. Dimensión socioeconómica 282.1.4. Dimensión gobernanza 31

2.2. MANABÍ 34

2.2.1. Amenazas climáticas 342.2.2. Dimensión ambiental 362.2.3. Dimensión socioeconómica 382.2.4. Dimensión de gobernanza 41

2.3. SANTA ELENA 44


2.4. IMBABURA 54

2.4.1. Amenazas climáticas 542.4.2. Dimensión Ambiental 562.4.3. Dimensión socioeconómica 582.4.4. Dimensión de gobernanza 61

2.5. LOJA 64

2.5.1. Amenazas climáticas 642.5.2. Dimensión ambiental 662.5.3. Dimensión Socioeconómica 692.5.4. Dimensión de gobernanza 72

2.6. NAPO 74


2.7. Morona Santiago 84


SECCIÓN 3. SECCIÓN III. CONCLUSIONES

SECCIÓN 4. SECCIÓN IV. BIBLIOGRAFÍA

Abreviaturas

ACI Agricultura Climáticamente Inteligente

AGROCALIDAD Agencia Ecuatoriana de Aseguramiento de la Calidad del Agro

AR5Quinto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Exper-tos sobre el Cambio Climático (inglés)

AVAF7Análisis de Vulnerabilidad Actual y Futura en las Siete Provincias de Intervención del Proyecto GCI

CA Capacidad Adaptativa

CC Cambio Climático

ESPAC Encuesta de Superficie y Producción Agrícola

FAOOrganización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricul-tura

GCI Ganadería Climáticamente Inteligente

INEC Instituto Nacional de Estadística y Censo

IPCCPanel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (por sus siglas en inglés)

MAE Ministerio del Ambiente – Ecuador

MAG Ministerio de Agricultura y Ganadería – Ecuador

OC Olas de Calor

PANE Patrimonio de Áreas Naturales del Estado

RC Riesgo Climático

RCP Vías de concentración representativas (por sus siglas en inglés)

RCT Riesgo Climático Total

TCN Tercera Comunicación Nacional

ZPG Zonas de Producción Ganadera

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FigurasFigura 1. Modelo gráfico que explica el riesgo climático de acuerdo al Panel Intergubernamental

del Cambio Climático. Fuente: (IPCC, 2014) 12

Figura 2. Ubicación geográfica de las provincias de intervención del Proyecto GCI 13

Figura 3. Figura 3. Estructura para el análisis de resultados para cada provincia 22

Figura 4. Amenazas (sequías y lluvias intensas) actuales y futuras de Guayas 25

Figura 5. Riesgo climático ambiental actual y futuro de Guayas 28

Figura 6. Riesgo climático socioeconómico actual y futuro de Guayas 31

Figura 7. Riesgo climático gobernanza actual y futura de Guayas 33

Figura 8. Amenazas (sequías y lluvias intensas) actuales y futuras de Manabí 35

Figura 9. Riesgo climático ambiental actual y futuro de Manabí 38

Figura 10. Riesgo climático socioeconómico actual y futuro de Manabí 41

Figura 11. Riesgo climático gobernanza actual y futura de Manabí 43

Figura 12. Amenazas (sequías y lluvias intensas) actuales y futuras – Santa Elena 45

Figura 13. Riesgo climático ambiental actual y futuro de Santa Elena 48

Figura 14. Riesgo climático socioeconómico actual y futuro de Santa Elena 51

Figura 15. Riesgo climático gobernanza actual y futura de Santa Elena 53

Figura 16. Amenazas (sequías y lluvias intensas) actuales y futuras de Santa Elena 55

Figura 17. Riesgo climático ambiental actual y futuro de Imbabura 58

Figura 18. Riesgo climático socioeconómico actual y futuro de Imbabura 60

Figura 19. Riesgo climático gobernanza actual y futura de Imbabura 62

Figura 20. Amenazas (sequías y lluvias intensas) actuales y futuras de Loja 65

Figura 21. Riesgo climático ambiental actual y futuro de Loja 68

Figura 22. Riesgo climático socioeconómico actual y futuro de Loja 71

Figura 23. Riesgo climático gobernanza actual y futura de Loja 73

Figura 24. Amenazas (sequías y lluvias intensas) actuales y futuras de Napo 75

Figura 25. Riesgo climático ambiental actual y futuro de Napo 78

Figura 26. Riesgo climático socioeconómico actual y futuro de Napo 81


Figura 27. Riesgo climático gobernanza actual y futura de Napo 83

Figura 28. Amenazas (sequías y lluvias intensas) actuales y futuras de Morona Santiago 85

Figura 29. Riesgo climático ambiental actual y futuro de Morona Santiago 88

Figura 30. Riesgo climático socioeconómico actual y futuro de Morona Santiago 91

Figura 31. Riesgo climático gobernanza actual y futura de Morona Santiago 93

Figura 32. Figura 32. Tablero de datos 1, promedios y valores normalizados

(1-5) de los Índices estudiados, para la dimensión socioeconómica 98

Figura 33. Figura 33. Resultados del índice de sensibilidad de las siete provincias de estudio 99

Figura 34. Figura 34. Priorización provincial mediante el índice de sensibilidad 100

Figura 35. Figura 35. Resultados provinciales del índice de capacidad adaptativa 100

CuadrosCuadro 1. Definición de los componentes del riesgo climático 17

Cuadro 2. Cuadro 2. Dimensiones y elementos expuestos

considerados para el análisis de riesgo climático 20

Cuadro 3. Cuadro 3. Índices utilizados para la evaluación de cada amenaza 20

Cuadro 4. Cuadro 4. Pesos asignados a las amenazas

para el análisis de riesgo climático por provincia 21

Cuadro 5. Cuadro 5. Relación entre amenazas climáticas, exposición y dimensiones 21

Cuadro 6. Cuadro 6. Indicadores de sensibilidad y capacidad adaptativa 23

Cuadro 7. Cuadro 7. Pesos designados a las dimensiones

para el cálculo de riesgo climático total 26

Cuadro 8. Cuadro 8. Indicadores y pesos calculados

del índice de vulnerabilidad ambiental (sequías) - Guayas 32


del índice de vulnerabilidad ambiental (lluvias intensas) - Guayas 32


del índice de vulnerabilidad socioeconómico (sequías) - Guayas 34


del índice de vulnerabilidad socioeconómico (lluvias intensas) - Guayas 34


del índice de vulnerabilidad gobernanza (multiamenaza) - Guayas 37


del índice de vulnerabilidad ambiental (sequías) - Manabí 41


del índice de vulnerabilidad ambiental (lluvias intensas) - Manabí 42


del índice de vulnerabilidad socioeconómico (sequías) – Manabí 44


del índice de vulnerabilidad socioeconómico (lluvias intensas) – Manabí 44


del índice de vulnerabilidad gobernanza (multiamenaza) - Manabí 47


del índice de vulnerabilidad ambiental (sequías) – Santa Elena 50


del índice de vulnerabilidad ambiental (lluvias intensas) – Santa Elena 51


del índice de vulnerabilidad socioeconómico (sequías) – Santa Elena 53


del índice de vulnerabilidad socioeconómico (lluvias intensas) – Santa Elena 54


del índice de vulnerabilidad gobernanza (multiamenaza) – Santa Elena 56


del índice de vulnerabilidad ambiental (sequías) - Imbabura 59


del índice de vulnerabilidad ambiental (lluvias intensas) – Imbabura 59


del índice de vulnerabilidad socioeconómico (sequías) – Imbabura 62


del índice de vulnerabilidad socioeconómico (lluvias intensas) – Imbabura 62


del índice de vulnerabilidad gobernanza (multiamenaza) – Imbabura 64


del índice de vulnerabilidad ambiental (sequías) - Loja 69


del índice de vulnerabilidad ambiental (lluvias intensas) - Loja 69



del índice de vulnerabilidad socioeconómica (sequías) - Loja 73


del índice de vulnerabilidad socioeconómica (lluvias intensas) - Loja 74


del índice de vulnerabilidad gobernanza (multiamenaza) – Loja 76


del índice de vulnerabilidad ambiental (sequías) - Napo 80


del índice de vulnerabilidad ambiental (lluvias intensas) - Napo 80


del índice de vulnerabilidad socioeconómica (sequías) – Napo 84


del índice de vulnerabilidad socioeconómica (lluvias intensas) –Napo 84


del índice de vulnerabilidad gobernanza (multiamenaza) - Napo 87


del índice de vulnerabilidad ambiental (sequías) – Morona Santiago 92


del índice de vulnerabilidad ambiental (lluvias intensas) – Morona Santiago 92


del índice de vulnerabilidad socioeconómica (sequías) – Morona Santiago 94


del índice de vulnerabilidad socioeconómica (lluvias intensas) – Morona Santiago 95

10 RESUMEN EJECUTIVO

1. INTRODUCCIÓNEl cambio climático ha sido reconocido como un desafío para el desarrollo de los países y el bienestar de ecosistemas y sociedades. Según el Panel Inter-gubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) siguen aumen-tando generando incrementos de temperatura media a nivel global, aumento del nivel del mar, cambios en patrones de precipitación y mayor intensidad y frecuencia de eventos extremos. Esta realidad ha venido impactando tanto a los sistemas naturales como humanos, cuya evidencia científica cada vez es más robusta, y ha permitido demostrar que existe un impacto negativo sobre la productividad de las actividades agropecuarias (IPCC 2014).

Entre estas actividades destaca el sector pecuario, ya que representa el 40 % PIB mundial, genera empleo para 1300 millones de personas y suministra un tercio del consumo mundial de proteínas (FAO 2009). En el caso de Ecuador, los subsectores (I) Cría de ganado y otros animales; y, (II) Elaboración de pro-ductos animales y actividades de apoyo, contribuyeron con el 19 % del Pro-ducto Interno Bruto (PIB) Agropecuario (Banco Central del Ecuador, 2016). De igual manera, por su aporte al aparato productivo y la soberanía alimentaria, la ganadería forma parte de los sectores priorizados en el eje de adaptación de la Estrategia Nacional de Cambio Climático (Ministerio del Ambiente , 2012).

A pesar de su importancia, no se puede negar que la actividad ganadera en Ecuador se caracteriza por extensiva (5,0 millones de hectáreas dedicadas a ganadería y 4,1 millones de cabezas de ganado) y de baja productividad (5,38 litros/vaca; carga animal de 0,68 UBA/ha); se ocupan grandes exten-siones de terreno; los pastos están mal aprovechados; y, la producción es indirectamente proporcional a las emisiones de GEI. El trabajo de la Organi-zación de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Ecuador, ha identificado que el sector ganadero presenta problemas que afectan la producción, como: baja disponibilidad de agua, bajo nivel de manejo de pastos y potreros, degradación del suelo, insuficiente manejo animal, falta de planificación, debilidad organizacional y falta de incentivos. Estos problemas empeoran por la influencia de amenazas como: déficit hídrico, lluvias excesivas, variación brusca de la temperatura, altas tempe-raturas, cambios en los patrones de lluvias.

Considerando la importancia de esta actividad, la solución no se encuen-tra en dejar de realizar esta actividad, por el contrario, es una oportunidad para implementar acciones que permitan buscar un equilibrio ambiental, social y económico.

Bajo esta consideración, Ecuador a través del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Ministerio del Ambiente del Ecuador (MAE), con el apo-

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1. INTRODUCCIÓNEl cambio climático ha sido reconocido como un desafío para el desarrollo de los países y el bienestar de ecosistemas y sociedades. Según el Panel Inter-gubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) siguen aumen-tando generando incrementos de temperatura media a nivel global, aumento del nivel del mar, cambios en patrones de precipitación y mayor intensidad y frecuencia de eventos extremos. Esta realidad ha venido impactando tanto a los sistemas naturales como humanos, cuya evidencia científica cada vez es más robusta, y ha permitido demostrar que existe un impacto negativo sobre la productividad de las actividades agropecuarias (IPCC 2014).

Entre estas actividades destaca el sector pecuario, ya que representa el 40 % PIB mundial, genera empleo para 1300 millones de personas y suministra un tercio del consumo mundial de proteínas (FAO 2009). En el caso de Ecuador, los subsectores (I) Cría de ganado y otros animales; y, (II) Elaboración de pro-ductos animales y actividades de apoyo, contribuyeron con el 19 % del Pro-ducto Interno Bruto (PIB) Agropecuario (Banco Central del Ecuador, 2016). De igual manera, por su aporte al aparato productivo y la soberanía alimentaria, la ganadería forma parte de los sectores priorizados en el eje de adaptación de la Estrategia Nacional de Cambio Climático (Ministerio del Ambiente , 2012).

A pesar de su importancia, no se puede negar que la actividad ganadera en Ecuador se caracteriza por extensiva (5,0 millones de hectáreas dedicadas a ganadería y 4,1 millones de cabezas de ganado) y de baja productividad (5,38 litros/vaca; carga animal de 0,68 UBA/ha); se ocupan grandes exten-siones de terreno; los pastos están mal aprovechados; y, la producción es indirectamente proporcional a las emisiones de GEI. El trabajo de la Organi-zación de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Ecuador, ha identificado que el sector ganadero presenta problemas que afectan la producción, como: baja disponibilidad de agua, bajo nivel de manejo de pastos y potreros, degradación del suelo, insuficiente manejo animal, falta de planificación, debilidad organizacional y falta de incentivos. Estos problemas empeoran por la influencia de amenazas como: déficit hídrico, lluvias excesivas, variación brusca de la temperatura, altas tempe-raturas, cambios en los patrones de lluvias.

Considerando la importancia de esta actividad, la solución no se encuen-tra en dejar de realizar esta actividad, por el contrario, es una oportunidad para implementar acciones que permitan buscar un equilibrio ambiental, social y económico.

Bajo esta consideración, Ecuador a través del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Ministerio del Ambiente del Ecuador (MAE), con el apo-

yo técnico de la FAO y el financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF), apostaron desde 2016 por la implementación del enfoque de Ganadería Climáticamente Inteligente (GCI), el cual permite identificar prácticas/tecnologías que permitan: Incrementar sosteniblemente la pro-ductividad e ingresos de la ganadería; Mejorar la resiliencia de los sistemas ganaderos al cambio climático; y, Reducir emisiones de gases de efecto invernadero. Esta iniciativa se implementa en siete provincias del Ecuador (Guayas, Manabí, Santa Elena, Imbabura, Loja, Napo y Morona Santiago), bajo cuatro componentes: (1) Fortalecimiento Institucional y Políticas; (2) Transferencia de Tecnología; (3) Mitigación y Adaptación al Cambio Climá-tico; y, (4) Gestión.

Dentro del marco de este proyecto y su tercer componente, y con el ob-jetivo de proveer información científica que permita la acertada toma de decisiones y la focalización de recursos, así como implementar acciones a nivel local para hacer frente a los impactos del cambio climático, en el pre-sente documento se presenta un análisis cuantitativo del riesgo climático actual y futuro del sector ganadero en Ecuador desde una perspectiva de adaptación, en las siete provincias de intervención del Proyecto GCI.

El análisis se apoya en conceptos y definiciones ampliamente utilizados en trabajos de adaptación al cambio climático (como amenaza, exposición, sensibilidad, capacidad adaptativa y vulnerabilidad), orientados por las di-rectrices del Quinto Reporte de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (AR5). Como resultado de los aná-lisis participativos realizados por el Proyecto GCI en las provincias de inter-vención, se identifican las parroquias con mayor riesgo de sufrir afectacio-nes en sus sistemas ganaderos por el cambio climático en las dimensiones (a) ambiental, (b) socioeconómica y, (c) gobernanza.

El presente documento se constituye en un resumen técnico que sistemati-za la experiencia de la primera aplicación del modelo AR5 en Ecuador. Para ello, se lo ha dividido en cuatro secciones: (I) en la primera se describe a detalle metodológico; (II) en la segunda sección se presenta los principales resultados obtenidos para cada provincia; (III) en la tercera sección se pre-senta las principales conclusiones; y, finalmente, (IV) en la cuarta sección se enlista la bibliografía utilizada.

Finalmente, es importante mencionar que la información completa del pre-sente estudio se encuentra disponible en el siguiente link:


SECCIÓN 1. MARCO METODOLÓGICO PARA LA EVALUA-CIÓN DEL RIESGO CLIMÁTICO DEL SECTOR GANADERO

1.1. Alcance ConceptualPara el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), el riesgo climático resulta de la interacción de la exposición, los peligros y la vulne-rabilidad que afectan al sistema que se analice, el cual estará influenciado tanto por el clima como por procesos socioeconómicos, en los que se pue-den generar impactos y emisiones de gases de efecto invernadero (IPCC, 2014).

Como se puede observar en la Figura 1, el riesgo de los impactos relacio-nados con el clima se deriva de la interacción de los peligros conexos al clima (que incluye a episodios y tendencias peligrosas) con la vulnerabili-dad y la exposición de los sistemas humanos (en este caso ganaderos) y naturales. Los cambios que se pueden dar en el sistema relacionado con el clima (lado izquierdo) y los procesos socioeconómicos donde se incluye la adaptación y la mitigación (lado derecho), impulsan peligros, exposición y vulnerabilidad (IPCC, 2014).

Figura 1. Modelo gráfico que explica el riesgo climático de acuerdo al Panel Intergubernamental del Cambio Climático. Fuente: (IPCC, 2014)

Para mayor comprensión de esta dinámica, a continuación en el Cuadro 1 se presenta la definición de cada componente que integra el riesgo climático.

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SECCIÓN 1. MARCO METODOLÓGICO PARA LA EVALUA-CIÓN DEL RIESGO CLIMÁTICO DEL SECTOR GANADERO

1.1. Alcance ConceptualPara el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), el riesgo climático resulta de la interacción de la exposición, los peligros y la vulne-rabilidad que afectan al sistema que se analice, el cual estará influenciado tanto por el clima como por procesos socioeconómicos, en los que se pue-den generar impactos y emisiones de gases de efecto invernadero (IPCC, 2014).

Como se puede observar en la Figura 1, el riesgo de los impactos relacio-nados con el clima se deriva de la interacción de los peligros conexos al clima (que incluye a episodios y tendencias peligrosas) con la vulnerabili-dad y la exposición de los sistemas humanos (en este caso ganaderos) y naturales. Los cambios que se pueden dar en el sistema relacionado con el clima (lado izquierdo) y los procesos socioeconómicos donde se incluye la adaptación y la mitigación (lado derecho), impulsan peligros, exposición y vulnerabilidad (IPCC, 2014).

Figura 1. Modelo gráfico que explica el riesgo climático de acuerdo al Panel Intergubernamental del Cambio Climático. Fuente: (IPCC, 2014)

Para mayor comprensión de esta dinámica, a continuación en el Cuadro 1 se presenta la definición de cada componente que integra el riesgo climático.

Componente Definición

Amenaza

Posibilidad de un evento o tendencia física natural o inducida por el ser humano, o a un impacto físico que pueda causar pérdida de vidas, lesiones u otros impactos en la salud, así como daños y pérdidas a la propiedad, infraestructura, medios de subsistencia, provisión de servicios, ecosistemas y recursos ambientales. En este informe, el término peligro (amenaza) generalmente se refiere a eventos o tendencias físicos relacionados con el clima o a sus impactos físicos (IPCC, 2014).

ExposiciónPresencia de personas, medios de subsistencia, especies o ecosistemas, funciones, servicios y recursos ambientales, infraestructura, activos económicos, sociales o culturales en lugares y entornos que podrían verse afectados negativamente (IPCC, 2014).

Sensibilidad

Nivel en el que un sistema resulta afectado, ya sea negativa o positivamente, por estímulos relaciona-dos con el clima. El efecto puede ser directo (cambio en la producción de las cosechas por cambio en la media, gama o variabilidad de las temperaturas) o indirecto (reducción de ingresos económicos por falta de producción) (MAE, 2014).

Capacidad adaptativaCapacidad de los sistemas, las instituciones, los seres humanos y otros organismos para adaptarse ante posibles daños, aprovechar las oportunidades o afrontar las consecuencias (IPCC, 2014).

VulnerabilidadPropensión o predisposición a ser afectado negativamente. La vulnerabilidad comprende una variedad de conceptos y elementos que incluyen la sensibilidad al daño y la falta de capacidad de adaptación (IPCC, 2014).

Cuadro 1. Definición de los componentes del riesgo climático

1.2. Alcance Geográfico y TemporalEl presente estudio se realizó en las siete provincias de intervención del Proyecto GCI (Figura 2). La unidad de análisis del estudio es la parroquia, los indicadores utilizados para la evaluación de los elementos de riesgo climático, así como los resultados de esta evaluación, presentan un valor a nivel parroquial. Para el procesamiento estadístico de los indicadores, se consideró el número de parroquias en cada una de las siete provincias como el universo de la distribución en cada caso.

Figura 2. Ubicación geográfica de las provincias de intervención del Proyecto GCI


En lo referente al alcance temporal, se utilizó información oficial para el análisis de amenazas climáticas, entre las cuales se puede mencionar: (I) Información registrada por la red de estaciones meteorológicas del INAMHI durante el periodo 1981-2015; (II) Modelos climáticos generados en un hori-zonte temporal comprendido entre 2011 a 2050, para los escenarios o tra-yectorias de concentración 4,5 y 8,5 (MAE, 2017); (III) Datos del censo po-blacional (INEC, 2010); (IV) Cobertura de vegetación natural (MAE, 2016); Información generada por el INEC (2014) y consolidada en la Encuestas de Superficies y Producción Agropecuaria Continua (ESPAC); etc.

Con base en la información observada para el periodo 1981-2015 en las zo-nas de estudio, se evidenció los siguientes cambios en el clima:

• Incrementos en los valores medios de las temperaturas mínima y máxima en todas las provincias. Estos incrementos son del orden de 0 - 1°C/década para las provincias de la Sierra (Imbabura y Loja) y el Oriente (Morona Santiago y Napo), y de 0 - 2°C/década para las pro-vincias de la Costa (Guayas, Manabí y Santa Elena).

• Reducciones en las noches y los días fríos (es decir, disminución en el número de días al año con temperaturas inferiores al percentil 10) e incrementos en las noches y los días calientes (aumento del número de días al año con temperaturas superiores al percentil 90).

• Aumento en la tendencia anual de precipitaciones en la mayor parte del país. Guayas y Santa Elena presentan los mayores incrementos (superiores a 20 mm/década), mientras que en Loja, Manabí e Imbabura existe una tendencia hacia la disminución de esta variable, en más de 20 mm/década.

1.3. Metodología para el Análisis del Riesgo ClimáticoPara cumplir con el objetivo del presente estudio se aplicó una metodolo-gía basada en nueve pasos, los cuales se resumen a continuación:

Es importante destacar que cada paso se aplicó bajo el consenso de un grupo nacional de expertos integrado por MAG, MAE y FAO.

a. Establecer el modelo matemático para el cálculo del riesgo climático.

b. Establecer las dimensiones o los ámbitos de análisis del riesgo climático.

c. Describir los componentes del modelo propuesto.

d. Seleccionar los indicadores apropiados para cada compo-nente del modelo, con relación al a dimensión de análisis.

e. Recolectar la información a nivel parroquial y sistematizar-

los en una base de datos.

f. Realizar el tratamiento estadístico de los datos.

g. Calcular el riesgo climático por dimensión y total.

h. Realizar un control de calidad de los resultados y validacio-nes a nivel provincial.

i. Presentar los resultados en mapas e informes para cada provincia.

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1.3.1. Modelo matemático para el cálculo del riesgo climático

El modelo matemático del Quinto Reporte de Evaluación del Grupo Inter-gubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (AR5) para deter-minar el riesgo climático resulta del producto de la amenaza, exposición y vulnerabilidad (expresada como la relación entre la sensibilidad y la capa-cidad adaptativa).

Para facilitar el procesamiento y análisis de todos los datos que se recopiló para la aplicación de este modelo, se los clasificó de la siguiente manera: (1) Indicadores, son los datos crudos a nivel parroquial; (2) Índices, son el resultado de la sumatoria ponderada que se aplica a los indicadores de sensibilidad y capacidad adaptativa; y, (3) Factor, es el valor normalizado que resulta de la operación matemática entre índices.

1.3.2. Dimensión y exposición

Para el presente estudio se consideraron tres dimensiones de análisis y un elemento expuesto para cada una de ellas. A continuación, se describen sus principales características (Cuadro 2).

Dimensión Exposición

Ambiental

Porcentaje de cobertura de pastos con relación al área de cada parroquia (dentro y fuera del Patrimonio de Áreas Naturales del Ecuador - PANE).

Evalúa el medio biofísico en el que se desarrolla la actividad ganadera y del

cual depende su productividad: los pastizales (Lyons et. al., 1999), y cómo el

cambio climático afecta a este recurso ambiental (IPCC, 2014). En la dimen-

sión ambiental se consideró como elemento expuesto las áreas de pastizales

dentro y fuera del PANE.

Socioeconómica

Tenencia ganadera (relación entre las unidades bovinas adultas y los productores ganaderos en cada parroquia).

Evalúa los aspectos socioeconómicos del cambio climático y sus implicacio-

nes para el desarrollo y la gestión de los riesgos, así como las respuestas

de adaptación. El elemento expuesto en esta dimensión es la tenencia de

ganado por productor. (IPCC, 2014).

Gobernanza

Índice de asociatividad (relación entre los productores ganaderos de una parroquia y su registro dentro de una asociación).

Evalúa los impactos del cambio climático en la relación entre las instituciones y la población local, y evalúa (IPCC, 2014). El elemento expuesto en gobernanza es el índice de asociatividad, entendido como la relación entre el número productores inscritos en alguna asociación y el total de productores en la actividad ganadera.

Cuadro 2. Dimensiones y elementos expuestos considerados para el análisis de riesgo climático


1.3.3. Amenazas climáticas

En cuanto a las amenazas climáticas, se consideraron cuatro tanto para riesgo climático actual y futuro: sequía, lluvias intensas, heladas y olas de calor. Estas amenazas se seleccionaron con base en los cambios críticos en las variables que afectan directamente al ganado, suelos, pastos y cultivos asociados. Estas variables son: precipitación, temperatura máxima y mínima, las cuales se ana-lizaron con base índices estándar (Cuadro 3) para la evaluación y el análisis de tendencias climáticas y eventos climáticos extremos entre 1981 y 2015.

Amenaza Índices

Sequía

CDD (Mayor número de días secos consecutivos en un año/mes)

PRCPTOT (Precipitación total al año/mes)

SPI (Índice Estandarizado de Precipitación)

Lluvias Intensas

PRCPTOT (Valor total de precipitación anual/mensual)

R95p (Número de días en un año/mes con lluvia mayor al percentil 95 para los días húmedos -Prec. > 1,0mm-)

R99p (Número de días en un año/mes con lluvia mayor al percentil 99 para los días húmedos -Prec. > 1,0mm)

CDR90p (Mayor número de días consecutivos en un año/mes con lluvia mayor al percentil 90 para los días húmedos -Prec. > 1,0mm)

Heladas FDnn (Número de días con temperatura mínima inferior al valor nn)

Olas de CalorTx90p (Porcentaje de días con temperatura máxima mayor al Percentil 90 - Días calientes)

TMEDmean (Valor medio de la temperatura media)

Cuadro 3. Índices utilizados para la evaluación de cada amenaza

Este análisis se aplicó para las dimensiones ambiental y socioeconómica. No así para la gobernanza, donde se generó una Multiamenaza, es decir, se creó un índice de eventos climáticos para las cuatro amenazas, consideran-do que impactan de manera homogéneas a la institucionalidad parroquial.

Con los análisis climáticos y su distribución permitió asignar pesos a cada ame-naza de acuerdo a nivel de incidencia en cada provincia de estudio (Cuadro 4).

Provincia Sequía Lluvias intensas Heladas Olas de calor

Manabí 0,4 0,4 0 0,2

Santa Elena 0,4 0,4 0 0,2

Guayas 0,4 0,4 0 0,2

Imbabura 0,3 0,4 0,05 0,25

Loja 0,4 0,4 0,05 0,15

Napo 0,3 0,4 0,1 0,2

Morona Santiago 0,3 0,4 0,1 0,2

Cuadro 4. Pesos asignados a las amenazas para el análisis de riesgo climático por provincia

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Como se puede observar, la sequía y lluvias intensas son las amenazas con mayores pesos y presencia en las provincias de estudio. Por otro lado, con base al análisis de registros históricos se determinó que estas dos amenazas son las que generan mayor impacto en todas las dimensiones (Cuadro 5).

Dimensión de análisis

Elemento expuesto

SequíaLluvias

intensasHela-

dasOlas de

calor

Dimensión ambiental Pastos NA

Dimensión socioeco-nómica

Tenencia ganadera NA

Dimensión de gober-nanza

Asociatividad

Para esta dimensión se calculó una multiamenaza (un índice de eventos climáticos de todas las amenazas), que afectaría a los niveles de asocia-tividad del sector ganadero

Cuadro 5. Relación entre amenazas climáticas, exposición y dimensiones

1.3.4. Vulnerabilidad

Según el AR5, la vulnerabilidad se expresa mediante la relación entre la sensibilidad y la capacidad adaptativa. Para la selección de los indicadores de cada uno de estos índices, se recopiló y analizó información de estudios previos, metodologías e informes técnicos que analizaron la vulnerabilidad ganadera. La priorización de los indicadores se realizó con base a tres cri-terios: (1) Disponibilidad de información a nivel parroquial; (2) Factibilidad de georreferenciación; y, (3) Representatividad en el territorio.

El listado de indicadores que se utilizó para sensibilidad y capacidad adap-tativa se presenta a continuación en el Cuadro 6.


Dimensión Amenaza Exposición Indicador de sensibilidad Indicador de capacidad adaptativaAm

bient

al

Sequ

ía % de cobertura de pastos por parroquia

• Capacidad de Uso de Suelo• Degradación de la tierra• Carga animal• % de hectáreas deforestadas 2014 - 2016

• Cobertura multipropósito• Cobertura de riego estatal• Índice de red hídrica• Cobertura de vegetación natural• Presencia de Sociobosque

Lluvia

s int

ensa

s

% de cobertura de pastos por parroquia

• Capacidad de Uso de Suelo• Degradación de la tierra• % de inundación parroquial• Carga animal

• Cobertura multipropósito • Cobertura de vegetación natural• Velocidad de infiltración• Presencia de Sociobosque

Helad

as % de cobertura de pastos por parroquia

• Índice de sensibilidad a heladas CIIFEN• Pendiente promedio parroquial• Cobertura de vegetación natural• Presencia de Sociobosque

Olas

de

calor NA NA NA

Socio

econ

ómica

Sequ

ía Índice de Tenencia (# de cabezas de ganado / # de productores)

• Carga Animal• Conflicto gente fauna• Población migrante masculina• % de población dedicada a la agricultura y

ganadería• Nivel de pobreza por consumo• Tasa de dependencia por edad• Tasa de analfabetismo funcional

• Cobertura de riego estatal• Índice de red hídrica• Cobertura de vegetación natural • Índice de red vial• Herramientas de planificación CC• Cobertura Móvil por parroquia• Estimado de volumen de crédito• Sistemas Productivos Pecuarios

Lluvia

s int

ensa

s

Índice de Tenencia (# de cabezas de ganado / # de productores)

• % de inundación parroquial• Carga Animal• Déficit habitacional cualitativo• Población migrante masculina• % de población dedicada a la agricultura y

ganadería• Nivel de pobreza por consumo• Tasa de dependencia por edad• Tasa de analfabetismo funcional

• Cobertura multipropósito• Cobertura de vegetación natural• Índice de red vial• Herramientas de planificación CC• Disponibilidad de pronóstico del clima• Cobertura móvil por parroquia• Sistemas Productivos Pecuarios

Hela- das

NA NA NA

Olas

de ca

lor Índice de Tenencia (# de cabezas de ganado / # de productores)

• Carga Animal• Nivel de pobreza por consumo

• Cobertura de riego estatal• Índice de red hídrica• Cobertura de vegetación natural• Disponibilidad de pronóstico del clima• Herramientas de planificación CC• Cobertura Móvil por parroquia• Sistemas Productivos Pecuarios

Gobe

rnan

za

Sequ

ía, Ll

uvias

inten

sas,

He

ladas

, Olas

de ca

lor

Índice de Asociati-vidad (# de Socios / # de Productores ganaderos)

• Déficit de servicios residenciales básicos• Grado de organización (Número de empleados

remunerados/ número de asociaciones)• Capacidad de Gestión Parroquial

• Herramientas de planificación CC• Existencia de camales • Existencia de centros de Acopio Bovino (CAB)• Existencia de centros de Acopio Lechero (CAL)• Cobertura Móvil por parroquia• Existencia de Red Monitoreo Hidro-meteorológico MAE• Presencia de Sociobosque• Unidades Móviles Veterinarias MAG

Cuadro 6. Indicadores de sensibilidad y capacidad adaptativa

1.3.5. Tratamiento estadístico de los datos

Una vez que se recopiló todos los datos necesarios para cada amenaza, ex-posición y dimensión, se procedió con el respectivo tratamiento de los datos, el cual es necesario y se realiza previo a los cálculos de cada índice y factor.

Ya que los indicadores utilizados en el presente estudio presentan diferen-tes escalas y unidades de medida, se procedió a realizar la normalización de los datos con base a dos métodos: métrico y categórico.

La primera normalización (métrica) se realizó tomando como universo a cada provincia, y se aplicó a los indicadores consiste en transformar los datos a su equivalente entre 0 (asignado al menor valor) y 1 (asignado al mayor valor) dependiendo si el índice está a favor o en contra del componente de riesgo climático, cuyas fórmulas se presentan a continuación:

si el indicador está asociado de manera positiva a la vulnerabilidad o riesgo climático (Ec. 1) Ej. Pastos parroquiales

si el indicador está asociado de manera negativa a la vulnerabilidad o riesgo climático (Ec 2.) Ej. Factor Tenencia Ganadera

Con ello, se procedió con la segunda normalización (categórica) aplicada a los factores de amenazas y exposición y a los índices de sensibilidad, capacidad adaptativa, vulnerabilidad y riesgo climático. Con el respectivo análisis de los datos, se determinó cinco categorías que representan inter-valos lineales con una probabilidad de 20 % para una distribución de tipo Beta. Para una correcta categorización, se asume que los datos poseen una distribución Beta ya que están valorados positivamente y potencialmente sesgados (Fernandez, 2015). La fórmula que se aplicó para determinar la densidad de probabilidad de la distribución Beta es:

Los parámetros (a,b) se calculó mediante la resolución del siguiente siste-ma de ecuaciones:

Donde y es la media de todos los indicadores compuestos y se define como:

Donde s2 corresponde a la varianza de los indicadores compuestos.

Donde:

Xi, o a 1= Punto de datos normalizado. Adimensional, valor entre 0 y 1. Xi= Punto de datos individuales a ser transformado.

Xmin= Valor más bajo de la serie de datos para el indicador. Xmax= Valor más alto de la serie de datos para el indicador.

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1.3.5. Tratamiento estadístico de los datos

Una vez que se recopiló todos los datos necesarios para cada amenaza, ex-posición y dimensión, se procedió con el respectivo tratamiento de los datos, el cual es necesario y se realiza previo a los cálculos de cada índice y factor.

Ya que los indicadores utilizados en el presente estudio presentan diferen-tes escalas y unidades de medida, se procedió a realizar la normalización de los datos con base a dos métodos: métrico y categórico.

La primera normalización (métrica) se realizó tomando como universo a cada provincia, y se aplicó a los indicadores consiste en transformar los datos a su equivalente entre 0 (asignado al menor valor) y 1 (asignado al mayor valor) dependiendo si el índice está a favor o en contra del componente de riesgo climático, cuyas fórmulas se presentan a continuación:

si el indicador está asociado de manera positiva a la vulnerabilidad o riesgo climático (Ec. 1) Ej. Pastos parroquiales

si el indicador está asociado de manera negativa a la vulnerabilidad o riesgo climático (Ec 2.) Ej. Factor Tenencia Ganadera

Con ello, se procedió con la segunda normalización (categórica) aplicada a los factores de amenazas y exposición y a los índices de sensibilidad, capacidad adaptativa, vulnerabilidad y riesgo climático. Con el respectivo análisis de los datos, se determinó cinco categorías que representan inter-valos lineales con una probabilidad de 20 % para una distribución de tipo Beta. Para una correcta categorización, se asume que los datos poseen una distribución Beta ya que están valorados positivamente y potencialmente sesgados (Fernandez, 2015). La fórmula que se aplicó para determinar la densidad de probabilidad de la distribución Beta es:

Los parámetros (a,b) se calculó mediante la resolución del siguiente siste-ma de ecuaciones:

Donde y es la media de todos los indicadores compuestos y se define como:

Donde s2 corresponde a la varianza de los indicadores compuestos.

Donde:

Xi, o a 1= Punto de datos normalizado. Adimensional, valor entre 0 y 1. Xi= Punto de datos individuales a ser transformado.

Xmin= Valor más bajo de la serie de datos para el indicador. Xmax= Valor más alto de la serie de datos para el indicador.


Luego, se calculó (0,z1), (z1,z2), (z2,z3), (z3,z4), (z4,z5) como intervalos li-neales de tal manera que cada uno tenga el mismo peso de probabilidad del 20 %. Estas categorías permiten clasificar a las parroquias de acuerdo al indicador de análisis (xi) de la siguiente manera:

Sin embargo, ya que la relación entre capacidad adaptativa y vulnerabili-dad es inversa (es el denominador bajo la sensibilidad), las categorías para este índice son opuestas y se expresan de la siguiente manera:

1.3.6. Cálculo de índices y factores

Una vez normalizados los datos de los indicadores de sensibilidad y capa-cidad adaptativa, se procede con el cálculo respectivo de estos índices, cuyas ecuaciones se presentan a continuación:

Los pesos que se asignan a cada indicador de cada índice se calcula con la siguiente ecuación:

Donde:

wi= Peso asignado al indicador i en la formulación del índice. Adimensional, valor entre 0 y 1 cuya sumatoria siempre es igual a 1.

si2= Varianza de los valores del indicador i a lo largo de las n parroquias del estudio.

m= Número de indicadores considerados para el índice de sensibilidad o capacidad adaptativa.

El resultado de la división aritmética entre la sensibilidad y la capacidad adaptativa resulta en el factor de vulnerabilidad (ver siguiente ecuación) cuyos valores se someten a una normalización categórica.

Muy bajo Bajo Medio Alto Muy Altosi 0 < xi < z1 si z1 < xi < z2 z2 < xi < z3 si z3 < xi < z4 si z4 < xi < 1

Muy bajo Bajo Medio Alto Muy altosi 0 < xi < z1 si z1 < xi < z2 z2 < xi < z3 si z3 < xi < z4 si z4 < xi < 1

ISEp = w1Sp1 + w2Sp2 + …. +wmSpm ICAp = w1CAp1 + w2CAp2 +…. +wmCApm

Donde:ISEp = Índice de sensibilidad parroquialp= parroquiaW= Peso asignado a cada indicador*Sp= Valor normalizado (métricamente) de cada indicador

Donde:ICAp = Índice de capacidad adaptativa parroquialp= parroquiaW= Peso asignado a cada indicador*CA= Valor normalizado (métricamente) de cada indicador

*(la sumatoria de todos los pesos debe ser igual a 1)

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Luego, se calculó (0,z1), (z1,z2), (z2,z3), (z3,z4), (z4,z5) como intervalos li-neales de tal manera que cada uno tenga el mismo peso de probabilidad del 20 %. Estas categorías permiten clasificar a las parroquias de acuerdo al indicador de análisis (xi) de la siguiente manera:

Sin embargo, ya que la relación entre capacidad adaptativa y vulnerabili-dad es inversa (es el denominador bajo la sensibilidad), las categorías para este índice son opuestas y se expresan de la siguiente manera:

1.3.6. Cálculo de índices y factores

Una vez normalizados los datos de los indicadores de sensibilidad y capa-cidad adaptativa, se procede con el cálculo respectivo de estos índices, cuyas ecuaciones se presentan a continuación:

Los pesos que se asignan a cada indicador de cada índice se calcula con la siguiente ecuación:

Donde:

wi= Peso asignado al indicador i en la formulación del índice. Adimensional, valor entre 0 y 1 cuya sumatoria siempre es igual a 1.

si2= Varianza de los valores del indicador i a lo largo de las n parroquias del estudio.

m= Número de indicadores considerados para el índice de sensibilidad o capacidad adaptativa.

El resultado de la división aritmética entre la sensibilidad y la capacidad adaptativa resulta en el factor de vulnerabilidad (ver siguiente ecuación) cuyos valores se someten a una normalización categórica.

Muy bajo Bajo Medio Alto Muy Altosi 0 < xi < z1 si z1 < xi < z2 z2 < xi < z3 si z3 < xi < z4 si z4 < xi < 1

Muy bajo Bajo Medio Alto Muy altosi 0 < xi < z1 si z1 < xi < z2 z2 < xi < z3 si z3 < xi < z4 si z4 < xi < 1

ISEp = w1Sp1 + w2Sp2 + …. +wmSpm ICAp = w1CAp1 + w2CAp2 +…. +wmCApm

Donde:ISEp = Índice de sensibilidad parroquialp= parroquiaW= Peso asignado a cada indicador*Sp= Valor normalizado (métricamente) de cada indicador

Donde:ICAp = Índice de capacidad adaptativa parroquialp= parroquiaW= Peso asignado a cada indicador*CA= Valor normalizado (métricamente) de cada indicador

*(la sumatoria de todos los pesos debe ser igual a 1)

Donde:

FVa,p= Valor normalizado del factor de vulnerabilidad para la amenaza a en la parroquia p.

ISEp= Valor normalizado del índice de sensibilidad en la parroquia p.

ICAp= Valor normalizado del índice de capacidad adaptativa en la parroquia p.

Luego, para el cálculo del factor de riesgo climático se multiplica los valo-res normalizados (métricamente) del índice de amenaza por el índice de exposición y por el factor de vulnerabilidad, cuya ecuación es:

Con base en estos intervalos, los resultados de los factores de vulnerabili-dad y riesgo climático se expresaron en mapas distinguidos por cinco co-lores/categorías que corresponde a la siguiente escala:

Como se mencionó en el apartado 1.3.5., la interpretación de la capacidad adaptativa por su relación con la vulnerabilidad es inversa, por lo que su escala es:

1.3.7. Riesgo climático total

Para calcular el riesgo climático total, se realizó una suma ponderada de los resultados obtenidos para el riesgo climático frente a cada una de las amenazas (sequía (S), lluvias intensas (L), heladas (H), olas de ca-lor (O)) y por cada dimensión de análisis. La fórmula que se utilizó es:

Los pesos destinados para cada una de las ecuaciones se presentan en el Cuadro 7. Allí se puede observar que la sumatoria se realiza de forma ver-tical, y se obtiene un valor de riesgo climático total por cada amenaza.

Donde:

RCa,p= Valor resultante para el riesgo climático a en la parroquia p. Adimensional

ACa,p= Valor normalizado para la amenaza climática a en la parroquia p.

EXp= Valor normalizado de la exposición en la parroquia p.

FVa,p= Valor normalizado del factor de vulnerabilidad para la amenaza a en la parroquia p.

a= Identificador de la amenaza climática (1=sequía, 2=lluvias intensas, 3=heladas, y 4=olas de calor.

Muy alto Alto Medio Bajo Muy bajo

Muy alto Alto Medio Bajo Muy Bajo

Donde:

RCT Riesgo climático total

RCA Riesgo climático ambiental

WA Peso otorgado al RCA

RCS Riesgo climático socioeconómico

WS Peso otorgado al RCS

RCG Riesgo climático de gobernanza frente a la multiamenaza

WG Peso otorgado al RCGM


DimensiónRiesgo a sequía

Riesgo a lluvias intensas

Riesgo a heladasRiesgo a olas de

calor

Ambiental WAS=0,35 WAL=0,35 WAH=0,80 NA*

Socioeconómica WSS=0,45 WSL=0,45 NA* WSO=0,80

Gobernanza WGM=0,20 WGM=0,20 WGM=0,20 WGM=0,20

Riesgo climático total (∑) ∑WTS=1,00 ∑WTL=1,00 ∑WTH=1,00 ∑WO=1,00

*NA: La amenaza no afecta al elemento expuesto en la dimensión correspondiente

Cuadro 7. Pesos designados a las dimensiones para el cálculo de riesgo climático total

Los pesos destinados a la dimensión de gobernanza en todas las amenazas es 0,2. En este caso no se realizó ninguna diferenciación y se consideró una sola amenaza climática denominada “multiamenaza”, un promedio pondera-do de las cuatro amenazas basado en la realidad climática de cada provincia.

1.4. Estructura de Análisis del Riesgo Climático por Provincia Para comprender claramente el análisis de todos los elementos que inte-gran el riesgo climático, en la Figura 3 se presenta la estructura utilizada para analizar los resultados a nivel provincial.

Figura 3. Figura 3. Estructura para el análisis de resultados para cada provincia

SECCIÓN 2. SECCIÓN II. RESULTADOS DEL RIESGO CLIMÁTICO POR PROVINCIA Como se pudo observar en la sección anterior, la sequía y lluvias intensas son las amenazas con mayores pesos y presencia en las provincias de estu-dio. Por otro lado, con base al análisis de registros históricos se determinó que estas dos amenazas son las que generan mayor impacto en todas las dimensiones.

Con base en lo anterior, en esta sección se presentan los resultados de vul-nerabilidad y riesgo climático actual y futuro por cada provincia, para dos amenazas climáticas: sequías y lluvias intensas, tanto para las tres dimen-siones de análisis.

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SECCIÓN 2. SECCIÓN II. RESULTADOS DEL RIESGO CLIMÁTICO POR PROVINCIA Como se pudo observar en la sección anterior, la sequía y lluvias intensas son las amenazas con mayores pesos y presencia en las provincias de estu-dio. Por otro lado, con base al análisis de registros históricos se determinó que estas dos amenazas son las que generan mayor impacto en todas las dimensiones.

Con base en lo anterior, en esta sección se presentan los resultados de vul-nerabilidad y riesgo climático actual y futuro por cada provincia, para dos amenazas climáticas: sequías y lluvias intensas, tanto para las tres dimen-siones de análisis.


2.1. GUAYASLa provincia de Guayas ubicada en la zona central de la Región Costa, po-see 54 parroquias y una superficie de 1.350.843 ha, de las cuales el 51,17 % están dedicadas a cultivos permanentes, transitorios y barbechos; el 17,01% son utilizadas para pastizales; el 24,94% son áreas cultivables; y, montes y bosques cubren 22,27% de la superficie (Agrocalidad, 2015; INEC, 2016).


Con base en la información observada de las variables climáticas, Guayas presenta las siguientes amenazas (Figura 4): (I) Un leve incremento en las lluvias intensas (presentándose estas en la temporada de lluvias), del orden de 3 días/año para las lluvias intensas (índice r95p) y de 1 día/año para las lluvias muy extremas (índice r99p); (II) Una baja tendencia a reducciones en las sequias (presentándose estas en el periodo seco del año y con dis-minución de 1 día cada 5 años).

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2.1. GUAYASLa provincia de Guayas ubicada en la zona central de la Región Costa, po-see 54 parroquias y una superficie de 1.350.843 ha, de las cuales el 51,17 % están dedicadas a cultivos permanentes, transitorios y barbechos; el 17,01% son utilizadas para pastizales; el 24,94% son áreas cultivables; y, montes y bosques cubren 22,27% de la superficie (Agrocalidad, 2015; INEC, 2016).


Con base en la información observada de las variables climáticas, Guayas presenta las siguientes amenazas (Figura 4): (I) Un leve incremento en las lluvias intensas (presentándose estas en la temporada de lluvias), del orden de 3 días/año para las lluvias intensas (índice r95p) y de 1 día/año para las lluvias muy extremas (índice r99p); (II) Una baja tendencia a reducciones en las sequias (presentándose estas en el periodo seco del año y con dis-minución de 1 día cada 5 años).

Figura 4. Amenazas (sequías y lluvias intensas) actuales y futuras de Guayas


2.1.2. Dimensión ambiental

A. Exposición

En Guayas, el elemento expuesto corresponde al 17,01 % de su superficie de pastos, con un promedio de 8.589 ha por parroquia. Con ello y bajo la premisa de que los efectos de las amenazas climáticas afectaran en mayor medida a las parroquias que poseen mayores extensiones de pastizales, se procedió a categorizar el grado de exposición en cinco niveles utilizando los porcentajes de superficie de pastos, estableciéndose una relación di-recta de exposición: mayor porcentaje, mayor exposición y viceversa.

En promedio, las parroquias de Guayas poseen 10,38 % de su superficie con pastos, siendo Posorja la más baja (0,00 %) y El Rosario la más alta (51,42 %). De las 54 parroquias, el 17,00 % poseen una cobertura de pastos mayor al 20,00 %.

Con el análisis se determinó que 23 parroquias poseen niveles de expo-sición entre Alto y Muy alto, con valores de 26 % y 17 % respectivamente, ubicándose principalmente al norte de la provincia.

B. Vulnerabilidad ambiental a sequías y lluvias intensas

En el Cuadro 8 y 9 se presentan los pesos calculados que indican la contri-bución de cada indicador (tanto de sensibilidad como de capacidad adap-tativa) a la conformación del índice de vulnerabilidad para sequías y lluvias intensas en la provincia.

Indicadores de sensibilidad Indicadores de capacidad adaptativa

Indicador Peso Indicador Peso

Carga animal 0.3758 Infraestructura Multipropósitos 0.3562

Capacidad de uso de la tierra 0.2287 Porcentaje de cobertura natural 0.2329

Degradación del suelo 0.2223 Porcentaje de riego estatal 0.1573

Deforestación 2014-2016 0.1732 Índice de red hídrica 0.1281

Total 1 Presencia Sociobosque 0.1255

Total 1

Cuadro 8. Cuadro 8. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad ambiental (sequías) - Guayas


Indicador Pesos Indicador Pesos

Porcentaje inundable 0.3383 Infraestructura Multipropósitos 0.3652

Carga animal 0.3007 Velocidad infiltración 0.2672

Capacidad de uso de la tierra 0.1830 Porcentaje cobertura natural 0.2388

Degradación del suelo 0.1778 Presencia Sociobosque 0.1286

Total 1 Total 1

Cuadro 9. Cuadro 9. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad ambiental (lluvias intensas) - Guayas

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Para el caso de sequías, 98 % de las parroquias poseen sensibilidad Moderada, asociada principalmente con la carga animal, la capacidad de uso y degrada-ción del suelo, y la deforestación. Por otro lado, 61 % de las parroquias poseen una Alta capacidad adaptativa, que resulta de una amplia red de riego y dre-naje, presencia de albarradas y embalses, áreas de conservación. Estos valores resultan en 56 % de las parroquias con una vulnerabilidad Moderada.

En cuanto a lluvias intensas, el índice de sensibilidad se ve influenciado principalmente por el área inundable de las parroquias, carga animal. En el caso del índice de capacidad adaptativa la variable con más peso coincide con la de la amenaza a sequías es decir la presencia de proyectos multipro-pósito seguida de la velocidad de infiltración y el porcentaje de cobertura natural. Para esta amenaza, el 83 % de las parroquias poseen una sensibi-lidad Moderada y el 59 % una Alta capacidad adaptativa. En este caso la vulnerabilidad es más baja en comparación con sequías, ya que el 72 % de las parroquias se concentra en un nivel Bajo.

C. Riesgo climático ambiental

En la Figura 5 se puede observar que los niveles de riesgo climático son similares para las dos amenazas. Sin embargo, existe una diferencia marca-da en el nivel Moderado, donde el 39 % de las parroquias poseen un riesgo a lluvias intensas, y un 28 % a sequías. Para el escenario RCP 4.5 Delta 2 (2011 - 2040), se puede observar que el riesgo para sequías existe un ligero incremento en el nivel Moderado (pasando de 28 a 31 % parroquias) y Muy Alto (de 11 a 13 %). En el caso de lluvias intensas, el incremento se da en el nivel Moderado (de 39 a 41 %), una disminución en el nivel Alto (de 19 a 17 %) y la categoría Muy Alto se mantiene en los dos escenarios.


Figura 5. Riesgo climático ambiental actual y futuro de Guayas

2.1.3. Dimensión socioeconómica

A. Exposición

En 2015 se registró 302.684 cabezas de ganado bovino (244.708 unidades bovinas adultas - UBA), distribuidas entre 12.714 productores, lo que equi-vale a una media de tenencia de ganado entre 10 y 25 UBA/productor.

Dentro de esta dimensión, la tenencia ganadera tiene una relación inversa a la exposición (a mayor UBA/productor, menor exposición parroquial). Con esta premisa, se consideró al valor medio de tenencia en la categoría Moderada, y por debajo de este valor se ubicó a los pequeños productores con categorías de 4 (Alta: 5 a 10 UBA) y 5 (Muy Alta: < 5 UBA); y, sobre la media se ubicó a los grandes productores, en categorías 2 (Baja: 25 a 52 UBA) y 1 (Muy Baja: > 52 UBA). La mayoría de las parroquias (46 %) poseen una exposición Moderada, las cuales se concentran principalmente en el centro de la provincia.

B. Vulnerabilidad socioeconómica a sequías y lluvias intensas

A continuación, en el Cuadro 10 y 11 se presentan los indicadores y sus res-pectivos pesos, que se utilizó para determinar la vulnerabilidad socioeco-nómica, para sequías y lluvias intensas respectivamente.

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Figura 5. Riesgo climático ambiental actual y futuro de Guayas


A. Exposición

En 2015 se registró 302.684 cabezas de ganado bovino (244.708 unidades bovinas adultas - UBA), distribuidas entre 12.714 productores, lo que equi-vale a una media de tenencia de ganado entre 10 y 25 UBA/productor.

Dentro de esta dimensión, la tenencia ganadera tiene una relación inversa a la exposición (a mayor UBA/productor, menor exposición parroquial). Con esta premisa, se consideró al valor medio de tenencia en la categoría Moderada, y por debajo de este valor se ubicó a los pequeños productores con categorías de 4 (Alta: 5 a 10 UBA) y 5 (Muy Alta: < 5 UBA); y, sobre la media se ubicó a los grandes productores, en categorías 2 (Baja: 25 a 52 UBA) y 1 (Muy Baja: > 52 UBA). La mayoría de las parroquias (46 %) poseen una exposición Moderada, las cuales se concentran principalmente en el centro de la provincia.


A continuación, en el Cuadro 10 y 11 se presentan los indicadores y sus res-pectivos pesos, que se utilizó para determinar la vulnerabilidad socioeco-nómica, para sequías y lluvias intensas respectivamente.



Carga animal 0.2050 Herramientas de cambio climático 0.2194Población dedicada a agricultura y ganadería 0.1701 Sistemas pecuarios 0.1670Nivel de pobreza por consumo 0.1665 Porcentaje cobertura natural 0.1536Población migrante masculina 0.1660 Cobertura móvil por parroquia 0.1040Tasa de analfabetismo funcional 0.1481 Riego estatal 0.1037Tasa de dependencia por edad 0.1443 Índice de red vial 0.0897Conflicto gente-fauna 0 Índice de red hídrica 0.0845Total 1 Volumen de crédito 0.0782

Total 1

Cuadro 10. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad socioeconómico (sequías) - Guayas



Área inundable 0.1730 Infraestructura Multipropósito 0.2049Carga animal 0.1537 Herramientas de cambio climático 0.1915Población dedicada a agricultura y ganadería 0.1276 Pronóstico del clima 0.1549Nivel de pobreza por consumo 0.1249 Sistemas pecuarios 0.1457Población migrante 0.1245 Cobertura natural 0.1340Tasa de analfabetismo funcional 0.1111 Cobertura móvil por parroquia 0.0907Tasa de dependencia por edad 0.1082 Índice de red vial 0.0783Déficit habitacional 0.0771 Total 1Total 1

Cuadro 11. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad socioeconómico (lluvias intensas) - Guayas

Dentro de sequías, el 54 % de las parroquias poseen una sensibilidad Alta, asociada principalmente con la carga animal, el área parroquial inundable, los altos niveles de pobreza y dependencia por edad de la población de-dicada a la agricultura y ganadería. Para el caso de capacidad adaptativa, sobresalen la red hídrica, cobertura de riego estatal, la cobertura vegetal y el acceso a crédito, lo que explica que el 65 % de las parroquias se ubiquen en un nivel Alto. Con estos valores, la vulnerabilidad del 52 % de las parro-quias se ubican en un nivel Moderado.

En el caso de lluvias intensas, el 70 % de las parroquias poseen una sensi-bilidad Moderada (asociada con el área parroquial inundable, carga animal, pobreza por consumo y población dedicada a la ganadería), y en capaci-dad adaptativa el 70 % se ubican en un nivel Alto (principalmente por in-fraestructura multipropósito para el control de inundaciones, herramientas de planificación de cambio climático). Estos valores reducen la vulnerabili-dad mucho más que sequías, ya que el 61 % de las parroquias su ubican en el nivel Bajo.


C. Riesgo climático socioeconómico

En el riesgo climático socioeconómico destaca el nivel Moderado tanto para sequías como para lluvias intensas, ya que el 50 % y 67 % de las pa-rroquias se ubican en esta categoría, respectivamente (Figura 6). Para el escenario RCP 4.5 Delta 2 (2011 - 2040), se puede observar que el riesgo para sequías existe una disminución en el nivel Alto (17 a 9 % parroquias) y ubicándose en categorías inferiores (Bajo y Muy Bajo) y Muy Alto (de 11 a 13 %). En el caso de lluvias intensas, el 67 % de las parroquias se mantiene en nivel Moderado, y existe una disminución de las parroquias con riesgo Alto (11 a 6 % parroquias) y un incremento en el nivel Muy Alto (0 a 2 %).

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Figura 6. Riesgo climático socioeconómico actual y futuro de Guayas

2.1.4. Dimensión gobernanza

A. Exposición

El elemento expuesto para esta dimensión es el índice de asociatividad. Los resultados muestran que el nivel de asociatividad es más alto en aquellas parroquias que rodean Guayaquil (centro económico y político de la pro-vincia). Sin embargo, este patrón está relacionada más con una conectivi-dad económica e política antes que geográfica, esto explica porque hay parroquias que a pesar de su cercanía la capital provincial, su desconexión sociopolítica resulta en bajos niveles de asociatividad.

B. Vulnerabilidad de la gobernanza

En el Cuadro 12 se presentan los pesos calculados, que indican la contribu-ción de cada indicador (tanto de sensibilidad como de capacidad adapta-tiva) a la conformación del índice de vulnerabilidad. En esta dimensión, no se realiza distinción de amenazas, ya que en el cálculo se utiliza la multia-menaza (revisar sección 1.3.3.).




Grado de organización (número de empleados remunerados)/número de asociaciones

0,3647 Herramientas de planificación CC 0,2608

Déficit de servicios residenciales básicos 0,3492 Existencia de CAB 0,2110

Capacidad de gestión (% ejecución presupuesto

anual)0,2861 Red monitoreo hidrometeorológico 0,1236

Total 1 Cobertura móvil por parroquia 0,1236

Presencia de Sociobosque (%) 0,0983

Existencia de camales vacas/mes 0,0922

Existencia de CAL capacidad litros 0,0905

Total 1

Cuadro 12. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad gobernanza (multiamenaza) - Guayas

Para gobernanza, el 43 % y 54 % de las parroquias de la provincia se ubi-can en el nivel Moderada y Alta de vulnerabilidad, respectivamente. Estos resultados se deben a que los valores de sensibilidad son mayores a los de capacidad adaptativa. En sensibilidad la gran mayoría de las parroquias (74 %) poseen un nivel Moderado, asociado principalmente con el grado de organización, la capacidad de gestión y el déficit de servicios residenciales básicos. Para capacidad adaptativa, el 59 % de las parroquias se ubican en un nivel Alto porque cuentan con herramientas de planificación de cambio climático y centros de abastecimiento bovino.

C. Riesgo climático de gobernanza

En la Figura 7 se puede observar que los mayores porcentajes del riesgo climático se concentran en tres categorías, Bajo (22 %), Moderado (33 %) y Alto (22 %), distribuidas en el norte y sureste de la provincia, las cuales se caracterizan por contar con pequeños ganaderos que, de acuerdo a los datos estadísticos de la dimensión de gobernanza, no se encuentran aso-ciados. Para el escenario RCP 4.5 Delta 2 (2011 - 2040), a diferencia de las dimensiones ambiental y socioeconómica, el riesgo en gobernanza no pre-senta variaciones notables, los cambios a resaltar están en las parroquias con un riesgo Alto (22 a 24 %) y Muy Alto (4 a 2 %).

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0,3647 Herramientas de planificación CC 0,2608

Déficit de servicios residenciales básicos 0,3492 Existencia de CAB 0,2110

Capacidad de gestión (% ejecución presupuesto

anual)0,2861 Red monitoreo hidrometeorológico 0,1236

Total 1 Cobertura móvil por parroquia 0,1236

Presencia de Sociobosque (%) 0,0983

Existencia de camales vacas/mes 0,0922

Existencia de CAL capacidad litros 0,0905

Total 1

Cuadro 12. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad gobernanza (multiamenaza) - Guayas

Para gobernanza, el 43 % y 54 % de las parroquias de la provincia se ubi-can en el nivel Moderada y Alta de vulnerabilidad, respectivamente. Estos resultados se deben a que los valores de sensibilidad son mayores a los de capacidad adaptativa. En sensibilidad la gran mayoría de las parroquias (74 %) poseen un nivel Moderado, asociado principalmente con el grado de organización, la capacidad de gestión y el déficit de servicios residenciales básicos. Para capacidad adaptativa, el 59 % de las parroquias se ubican en un nivel Alto porque cuentan con herramientas de planificación de cambio climático y centros de abastecimiento bovino.


En la Figura 7 se puede observar que los mayores porcentajes del riesgo climático se concentran en tres categorías, Bajo (22 %), Moderado (33 %) y Alto (22 %), distribuidas en el norte y sureste de la provincia, las cuales se caracterizan por contar con pequeños ganaderos que, de acuerdo a los datos estadísticos de la dimensión de gobernanza, no se encuentran aso-ciados. Para el escenario RCP 4.5 Delta 2 (2011 - 2040), a diferencia de las dimensiones ambiental y socioeconómica, el riesgo en gobernanza no pre-senta variaciones notables, los cambios a resaltar están en las parroquias con un riesgo Alto (22 a 24 %) y Muy Alto (4 a 2 %).

Figura 7. Riesgo climático gobernanza actual y futura de Guayas


2.2. MANABÍLa provincia de Manabí está ubicada en el centro de la región Costa, posee 75 parroquias y una superficie de 1.612.796 ha, de las cuales el 21,88 % co-rresponden a cultivos permanentes, transitorios y barbechos; 25,06 % son montes y bosques; y, 47,47 % son pastizales y alberga a 914.695 cabezas de ganado bovino (CISMIL, GPM, AECI, CONGOPE, 2006; AGROCALIDAD, 2015; INEC, 2016).


Con base en la información observada de las variables climáticas, Manabí presenta las siguientes amenazas (Figura 8): (I) Un incremento moderado en las lluvias intensas, del orden de 4 días/año para las lluvias intensas (índice r95p) y de 2 días/año para las lluvias muy extremas (índice r99p); (II) Una baja tendencia a reducciones en las sequias (en el periodo seco del año y con disminución de 1 día cada 5 años); y, (III) Una leve tendencia hacia el aumento de las olas de calor (con valores de 1 día cada 4 años).

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2.2. MANABÍLa provincia de Manabí está ubicada en el centro de la región Costa, posee 75 parroquias y una superficie de 1.612.796 ha, de las cuales el 21,88 % co-rresponden a cultivos permanentes, transitorios y barbechos; 25,06 % son montes y bosques; y, 47,47 % son pastizales y alberga a 914.695 cabezas de ganado bovino (CISMIL, GPM, AECI, CONGOPE, 2006; AGROCALIDAD, 2015; INEC, 2016).


Con base en la información observada de las variables climáticas, Manabí presenta las siguientes amenazas (Figura 8): (I) Un incremento moderado en las lluvias intensas, del orden de 4 días/año para las lluvias intensas (índice r95p) y de 2 días/año para las lluvias muy extremas (índice r99p); (II) Una baja tendencia a reducciones en las sequias (en el periodo seco del año y con disminución de 1 día cada 5 años); y, (III) Una leve tendencia hacia el aumento de las olas de calor (con valores de 1 día cada 4 años).

Figura 8. Amenazas (sequías y lluvias intensas) actuales y futuras de Manabí



A. Exposición ambiental

En Manabí, 47,47 % de su superficie está cubierta con pastizales, con un pro-medio de 8.589 ha/parroquia. La exposición ambiental en Manabí está confor-mada por un clúster de parroquias con Alta y Muy Alta exposición en la parte norte y noreste de la provincia, con una transición de exposición Media en el centro sur, hacia una marcada exposición Baja y Muy Baja en la zona suroeste de la provincia. Esto indica claramente la preponderancia y vocación ganadera de las parroquias del norte. Son 44 las parroquias de Manabí que presentan niveles de exposición ambiental iguales o superiores al nivel Moderado.


En el Cuadro 13 y 14 se muestran los pesos calculados que indican la contri-bución de cada indicador (tanto de sensibilidad como de capacidad adap-tativa) a la conformación del índice de vulnerabilidad ambiental de la pro-vincia, para sequías como lluvias intensas.



Carga animal 0.3281 Infraestructura Multipropósitos 0.3460capacidad de uso de la tierra 0.2505 Cobertura natural 0.2395Deforestación 2014-2016 0.2121 Red hídrica 0.1872Degradación del suelo 0.2093 Riego estatal 0.1196Total 1 Presencia Sociobosque 0.1078

Total 1

Cuadro 13. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad ambiental (sequías) - Manabí


Indicador Pesos Indicador Peso


capacidad de uso de la tierra 0.2501 Porcentaje cobertura natural 0.2716Porcentaje inundable 0.2132 Velocidad infiltración 0.2137Degradación del suelo 0.2090 Presencia Sociobosque 0.1223Total 1 Total 1

Cuadro 14. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad ambiental (lluvias intensas) - Manabí

Para la amenaza de sequías, aunque el 52 % de las parroquias poseen una sensibilidad Alta, el 75 % poseen una capacidad adaptativa Alta, lo que resulta en una concentración del 35 % y 40 % de parroquias con niveles de vulnerabilidad Moderada y Alta, respectivamente. Estos resultados se de-ben a que la carga animal conlleva el mayor peso de los indicadores de sen-sibilidad, seguida por la baja capacidad de uso de la tierra. Después, casi sin diferenciación apreciable, comparten la contribución: la deforestación y la degradación del suelo. Por otro lado, en cuanto a la capacidad adaptati-va, destaca la importancia de la presencia de proyectos multipropósito en

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la provincia, seguida de la cobertura Nacional, después y con contribucio-nes similares, se ubican el porcentaje de red hídrica natural y el porcentaje de riego estatal. Del total de 75 parroquias, más del 70 % se encuentran en un nivel de vulnerabilidad ambiental a sequías Moderado y Alto.

Por otro lado, para lluvias intensas se puede observar que el 45 % de las parroquias son Altamente sensibles a esta amenaza, sin embargo, es ma-yor la cantidad de parroquias (69 %) con una Alta capacidad adaptativa. Con ello, el número de parroquias vulnerables es menor que en sequías, ya que el 40 % y 12 % poseen niveles Moderados y Alto, respectivamente. En esta amenaza la carga animal constituye la variable con más peso de los indicadores de sensibilidad, además de la capacidad de uso de la tierra, el porcentaje de territorio inundable y la degradación del suelo con pesos menores. En el caso de la capacidad adaptativa, se destaca la importancia de la presencia de proyectos multipropósito, después con menor peso se encuentra el porcentaje de cobertura natural, la velocidad de infiltración y la presencia de predios bajo conservación de Sociobosque.


En la Figura 9 se puede observar que el número de parroquias con niveles de riesgo climático igual o mayores a Moderado, es más alto en sequías (69 %) que en lluvias intensas (65 %). Para el escenario RCP 4.5 Delta 2 (2011-2040), se puede observar que la sequía seguirá siendo la amenaza de mayor impor-tancia para las parroquias ganaderas, ya que el número de parroquias con un riesgo igual o mayor a Moderado pasará a 89 %. En el caso de lluvias intensas se puede observar que el riesgo tiende a la baja, concentrándose principal-mente en el nivel Moderado (actual 33 % y futuro 37 %).


Figura 9. Riesgo climático ambiental actual y futuro de Manabí


A. Exposición socioeconómica

Manabí posee 914.695 cabezas de ganado bovino distribuidas entre 29.490 productores, lo que corresponde a 736.654 UBA. La media de tenencia por parroquia está entre 17 y 22 UBA por productor.

Dentro de esta dimensión, la tenencia ganadera tiene una relación inversa a la exposición (a mayor UBA/productor, menor exposición parroquial). Con esta premisa, se consideró al valor medio de tenencia en la categoría Moderada, y por debajo de este valor se ubicó a los pequeños productores con categorías de 4 (Alta: 11 a 16 UBA) y 5 (Muy Alta: 1 a 10 UBA); y, sobre la media se ubicó a los grandes productores, en categorías 2 (Baja: 23 a 29 UBA) y 1 (Muy Baja: > 29 UBA). La mayoría de las parroquias (28 %) poseen una exposición Alta, tanto en sequías como en lluvias intensas.


En el Cuadro 15 y 16 se presenta el paquete de indicadores de sensibili-dad y capacidad adaptativa (y sus respectivos pesos) que se utilizó para determinar la vulnerabilidad socioeconómica de sequías y lluvias intensas, respectivamente.

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Figura 9. Riesgo climático ambiental actual y futuro de Manabí



Manabí posee 914.695 cabezas de ganado bovino distribuidas entre 29.490 productores, lo que corresponde a 736.654 UBA. La media de tenencia por parroquia está entre 17 y 22 UBA por productor.

Dentro de esta dimensión, la tenencia ganadera tiene una relación inversa a la exposición (a mayor UBA/productor, menor exposición parroquial). Con esta premisa, se consideró al valor medio de tenencia en la categoría Moderada, y por debajo de este valor se ubicó a los pequeños productores con categorías de 4 (Alta: 11 a 16 UBA) y 5 (Muy Alta: 1 a 10 UBA); y, sobre la media se ubicó a los grandes productores, en categorías 2 (Baja: 23 a 29 UBA) y 1 (Muy Baja: > 29 UBA). La mayoría de las parroquias (28 %) poseen una exposición Alta, tanto en sequías como en lluvias intensas.





Carga animal 0.2287 Índice de red hídrica 0.1174

Población dedicada a agricultura y ganadería 0.1859 Riego estatal 0.0750

Tasa de analfabetismo funcional 0.1748 Cobertura natural 0.1502

Nivel de pobreza por consumo 0.1647 Índice de red vial 0.1326

Tasa de dependencia por edad 0.1553 Herramientas de cambio climático 0.1063

Población migrante masculina 0.0905 Cobertura móvil por parroquia 0.1136

Conflicto gente-fauna 0.0000 Volumen de crédito 0.0930

Total 1 Sistemas pecuarios 0.2119

Total 1

Cuadro 15. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad socioeconómico (sequías) – Manabí



Carga animal 0.1712 Multipropósito 0.1908

Déficit habitacional 0.1401 Sistemas pecuarios 0.1864

Población dedicada a agricultura y ganadería 0.1391 Pronóstico del clima 0.1806

Tasa de analfabetismo funcional 0.1308 Cobertura natural 0.1321

Nivel de pobreza por consumo 0.1233 Índice de red vial 0.1167

Tasa de dependencia por edad 0.1163 Cobertura móvil por parroquia 0.0999

Área inundable 0.1114 Herramientas de cambio climático 0.0935

Población migrante 0.0677 Total 1

Total 1

Cuadro 16. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad socioeconómico (lluvias intensas) – Manabí

Para la amenaza de sequías, el 41 % y 49 % de las parroquias poseen un nivel de sensibilidad Modero y Alto respectivamente. Estos valores están asociados con las parroquias que poseen la mayoría de la población dedi-cada a la agricultura, que son pobres y que tienen una alta tasa de depen-dencia por edad. Sin embargo, el 93 % de las parroquias poseen una Alta capacidad adaptativa (principalmente por los tipos de sistemas pecuarios de la provincia, la cobertura de vegetación natural y el índice de red vial), lo que resulta en que las parroquias se concentren en niveles de vulnerabi-lidad Moderado (39 %) y Alto (51 %).


En el caso de lluvias intensas, el 68 % de las parroquias poseen una sensi-bilidad Moderada asociada con la carga animal, el déficit habitacional y el porcentaje de la población dedicada a la agricultura y ganadería. De igual manera, la mayoría de las parroquias (84 %) poseen una Moderada capaci-dad adaptativa, que al igual que en sequías, está relacionada con los tipos de sistemas pecuarios, la cobertura de vegetación y el índice de red vial. Con ello, es evidente que la mayoría de las parroquias, 45 % y 44 %, poseen una vulnerabilidad Baja y Moderada, correspondiente.


En la dimensión socioeconómica, la mayoría de las parroquias (45 % y 37 %) poseen Altos niveles de riesgo climático para sequía y lluvias intensas, respectivamente (Figura 10). Para el escenario RCP 4,5 Delta 2 (2011 - 2040), se puede observar que no existirá una variación significativa en la distribución territorial del riesgo climático (para los niveles Alto y Muy Alto), no así en las categorías inferiores, donde la variación es más marca-da, tanto en sequías como en lluvias intensas.

41


Figura 10. Riesgo climático socioeconómico actual y futuro de Manabí

2.2.4. Dimensión de gobernanza

A. Exposición de gobernanza

En esta dimensión el elemento expuesto es el índice de asociatividad, el cual mantiene una relación inversa con la gobernanza (a mayor asociativi-dad, mayor afectación por una amenaza). Para Manabí, es interesante que el 52 % de las parroquias están con un nivel Muy Alto de exposición, que corresponde al sur de la provincia. El resto de las parroquias poseen una exposición Baja y Muy Baja, ubicadas al norte de la provincia (capacidad productiva y una mejor organización).






Capacidad de gestión (% ejecución presupuesto anual) 0.3791 Existencia CAB 0.3143

Déficit de servicios residenciales básicos 0.3769 Cobertura móvil por parroquia 0.1488

Grado de organización (número de empleados remunera-dos)/número de asociaciones

0.2440Herramientas planificación de cambio climático

0.1393

Total 1 Existencia Camales 0.1071

Red monitoreo hidrometeorológico 0.1051

Existencia de CAL capacidad litros 0.0967

Presencia Sociobosque 0.0886

Total 1

Cuadro 17. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad gobernanza (multiamenaza) - Manabí

La capacidad de ejecución del presupuesto anual tiene el mayor peso de los indicadores de sensibilidad, seguido por el déficit de servicios residen-ciales básicos y el grado de organización (entendido como el número de empleados remunerados por asociaciones ganaderas). En cuanto a capa-cidad adaptativa, destaca la importancia de los centros de abastecimiento bovino. Con ello, el 55 % y 36 % de las parroquias poseen niveles de vulne-rabilidad Alto y Moderado, respectivamente.


En la Figura 11 se puede observar que el 36 % y 44 % de las parroquias se ubican en niveles Bajo y Moderado de riesgo climático para esta dimen-sión. En la distribución territorial, se puede observar que las parroquias con niveles Bajo y Muy Bajo se concentran al norte de la provincia, y los niveles Modera a Muy Alto en el sur. Bajo el escenario RCP 4.5 para el Delta 2 (2011-2040), se puede observar que este patrón se mantiene, además no existe variaciones significativas, las parroquias con mayores niveles de riesgo siguen siendo aquellas con Muy Bajos niveles de asociatividad, y por ende con una baja capacidad de respuesta. El mayor factor de riesgo en los dos escenarios, es el grado de exposición en las parroquias ubicadas al sur de la provincia.

43


Figura 11. Riesgo climático gobernanza actual y futura de Manabí


2.3. SANTA ELENALa provincia de Santa Elena comparte la zona central de la región Costa, conjuntamente con Guayas y Manabí. Posee un total de 11 parroquias y una superficie de 74.322 ha (INEC, 2016), de las cuales el 61.05 % son montes y bosques; el 17,26 % están dedicadas a cultivos permanentes, transitorios y barbechos; el 16,55 % son pastizales. Esta superficie abarca 48,95% del área cultivable y alberga a 16.694 cabezas de ganado bovino (AGROCALIDAD, 2015).


Con base en la información observada de las variables climáticas, Santa Elena presenta las siguientes amenazas (Figura 12): (I) Pocos cambios en las lluvias intensas (presentándose éstas en la temporada de lluvias), sien-do estos inferiores a 1 día/año; (II) Una moderada tendencia a aumento en las sequías (presentándose éstas en el periodo seco del año y con aumen-tos en las mismas de 1 día/año); y, (III) Una leve tendencia hacia el aumento de las olas de calor (con valores de 1 día cada 4 años).

45


Figura 12. Amenazas (sequías y lluvias intensas) actuales y futuras – Santa Elena




En Santa Elena existen 3.258 ha de superficie de pastos orientados a la ganadería en 11 parroquias. Estas condiciones denotan que la actividad ga-nadera no es predominante en la provincia. La base de su economía en la pesca, pero dadas las características naturales del territorio, se realizan otras actividades productivas importantes como la agricultura, acuacultura, ganadería, turismo receptivo y otras varias modalidades como de acción, de montaña, de naturaleza, de sol y playa, cultural, patrimonial, religiosa, histórica, arqueológica” (GAD Provincial de Santa Elena, 2012). El sector ganadero, en particular las zonas de pastizales, no tienen sistemas de ma-nejo tecnificado, lo que implica niveles considerables de riesgo climático.


En el Cuadro 18 y 19 se muestran los pesos calculados que indican la contri-bución de cada indicador (tanto de sensibilidad como de capacidad adap-tativa) a la conformación del índice de vulnerabilidad ambiental de la pro-vincia, tanto para sequías como lluvias intensas.





Deforestación 2014-2016 0.2524 Índice Red hídrica 0.1981

Capacidad de uso de la tierra 0 Cobertura natural 0.1859

Total 1 Riego estatal 0.1723

Total 1

Cuadro 18. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad ambiental (sequías) – Santa Elena





Porcentaje inundable 0.2493 Cobertura natural 0.234942

capacidad de uso de la tierra 0 Velocidad infiltración 0.204259

Total 1 Total 1

Cuadro 19. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad ambiental (lluvias intensas) – Santa Elena

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Para sequías, son la carga animal tiene el mayor peso de los indicadores de sensibilidad, seguido por la degradación del suelo y la deforestación. Para lluvias intensas el mayor aporte está dado por la carga animal, seguido de la aptitud agrícola, la degradación del suelo y el porcentaje de áreas inundables. En las dos amenazas, el 91 % de las parroquias son Altamente sensibles. En lo referente a capacidad adaptativa, tanto para sequías como lluvias intensas, el mayor aporte está dado por la presencia de infraestruc-tura multipropósito, la presencia de Sociobosque y la red hídrica. De igual manera, el 73 % de las parroquias poseen una Alta capacidad adaptativa para las dos amenazas.

Los niveles de vulnerabilidad son Altos (73 % de las parroquias) para se-quías, existiendo una diferencia con lluvias intensas, donde la vulnerabili-dad (55 % de las parroquias) se mantiene en Moderado.


En la Figura 13 se puede observar que todos los niveles de riesgo climático, tanto para sequía como para lluvias intensas, son iguales, con una marcada mayoría en el nivel Alto que alberga al 36 % de las parroquias. De igual for-ma para el escenario RCP 4.5 Delta 2 (2011-2040), se puede observar que no hay fuertes cambios en sequías; no así en lluvias intensas donde se ob-serva un incremento (de 9 % a 18 %) del número de parroquias con un Muy Alto riesgo climático.


Figura 13. Riesgo climático ambiental actual y futuro de Santa Elena



Santa Elena tiene 16.694 cabezas de ganado bovino (equivale a 13.659 UBA), distribuidas entre 1.852 productores. La media de tenencia de ga-nado es de 7,92 UBA/productor. Se le asigna a esta media de tenencia un valor Bajo (categoría 2). Por debajo de este valor estarán los pequeños productores, quienes para efecto del estudio serán categorizados con los valores 3 (Moderada: 3 a 5 UBA), 4 (Alta: de 1 a 2 UBA) y 5 (Muy Alta: > 1 UBA). Valores superiores a la media están ubicados en las categorías 1 (Muy Baja: > 10 UBA) y 2 (Baja: 6 a 10 UBA). En los resultados, la mayoría de las parroquias (82 %) poseen niveles de exposición menores a Bajo, que dan continuidad a la exposición de Manabí hasta el sur de Guayas.



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Figura 13. Riesgo climático ambiental actual y futuro de Santa Elena



Santa Elena tiene 16.694 cabezas de ganado bovino (equivale a 13.659 UBA), distribuidas entre 1.852 productores. La media de tenencia de ga-nado es de 7,92 UBA/productor. Se le asigna a esta media de tenencia un valor Bajo (categoría 2). Por debajo de este valor estarán los pequeños productores, quienes para efecto del estudio serán categorizados con los valores 3 (Moderada: 3 a 5 UBA), 4 (Alta: de 1 a 2 UBA) y 5 (Muy Alta: > 1 UBA). Valores superiores a la media están ubicados en las categorías 1 (Muy Baja: > 10 UBA) y 2 (Baja: 6 a 10 UBA). En los resultados, la mayoría de las parroquias (82 %) poseen niveles de exposición menores a Bajo, que dan continuidad a la exposición de Manabí hasta el sur de Guayas.






Población dedicada a agricultura y ganadería 0.1689 Riego estatal 0.1211

Población migrante masculina 0.1586 Cobertura natural 0.1307

Tasa de analfabetismo funcional 0.1583 Índice de red vial 0.1425

Tasa de dependencia por edad 0.1458 Herramientas de cambio climático 0.1835

Nivel de pobreza por consumo 0.1375 Cobertura móvil por parroquia 0.1551


Total 1 Sistemas pecuarios 0.0000

Total 1

Cuadro 20. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad socioeconómico (sequías) – Santa Elena



Carga animal 0.1785 Herramientas de cambio climático 0.2381

Población dedicada a agricultura y ganadería 0.1307 Infraestructura Multipropósito 0.2062

Población migrante 0.1227 Cobertura móvil por parroquia 0.2013


Déficit habitacional 0.1156 Cobertura natural 0.1696

Tasa de dependencia por edad 0.1128 Pronóstico del clima 0.0000

Area inundable 0.1108 Sistemas pecuarios 0.0000

Nivel de pobreza por consumo 0.1064 Total 1

Total 1

Cuadro 21. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad socioeconómico (lluvias intensas) – Santa Elena

Para sequía, todas las parroquias poseen una sensibilidad de Moderada (45 %) y Alta (55 %), asociado con la carga animal de las parroquias con una población dedicada a la agricultura y ganadería con mayor pobreza y tasa de dependencia por edad. Los niveles de capacidad adaptativa también se concentran en Moderado (36 %) y Alto (64 %), relacionado con altos porcentajes de cobertura natural (75 % en promedio). Los indicadores con mayor contribución en esté índice son las herramientas de cambio climáti-co y la cobertura móvil por parroquia.

Los niveles de sensibilidad y capacidad adaptativa de las parroquias en lluvias intensas, también se concentran entre Moderado y Alto, con valo-res iguales de 55 % y 27 %, correspondientemente. Para la sensibilidad, los


indicadores con mayores pesos corresponden a la carga animal y el nivel de pobreza por consumo. En el caso de capacidad adaptativa destacan las herramientas de planificación de cambio climático y la presencia de infraestructura multipropósito (para control de inundaciones).

La vulnerabilidad socioeconómica es mayor para sequías que lluvias in-tensas, ya que en la primera amenaza el 27 % y 64 % de las parroquias se ubican en niveles Altos y Muy Altos; y, en la segunda amenaza el 55 % y 27 % de las parroquias poseen una vulnerabilidad Moderada y Alta, respecti-vamente.


Para esta dimensión, la mayoría de las parroquias poseen niveles de riesgo climático Bajo, 36 % en sequías y 55 % en lluvias intensas. Sin embargo, el número de parroquias con niveles entre Moderado y Muy Alto, es mayor en lluvias intensas (27 %) que en sequía (9 %). Bajo el escenario RCP 4,5 Delta 2 (2011 – 2040), en la Figura 14 se puede observar que los niveles de riesgo climático entre Moderado a Muy Alto se incrementarán para lluvias inten-sas, pasando de 27 % a 45 %.

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indicadores con mayores pesos corresponden a la carga animal y el nivel de pobreza por consumo. En el caso de capacidad adaptativa destacan las herramientas de planificación de cambio climático y la presencia de infraestructura multipropósito (para control de inundaciones).

La vulnerabilidad socioeconómica es mayor para sequías que lluvias in-tensas, ya que en la primera amenaza el 27 % y 64 % de las parroquias se ubican en niveles Altos y Muy Altos; y, en la segunda amenaza el 55 % y 27 % de las parroquias poseen una vulnerabilidad Moderada y Alta, respecti-vamente.


Para esta dimensión, la mayoría de las parroquias poseen niveles de riesgo climático Bajo, 36 % en sequías y 55 % en lluvias intensas. Sin embargo, el número de parroquias con niveles entre Moderado y Muy Alto, es mayor en lluvias intensas (27 %) que en sequía (9 %). Bajo el escenario RCP 4,5 Delta 2 (2011 – 2040), en la Figura 14 se puede observar que los niveles de riesgo climático entre Moderado a Muy Alto se incrementarán para lluvias inten-sas, pasando de 27 % a 45 %.

Figura 14. Riesgo climático socioeconómico actual y futuro de Santa Elena



En esta dimensión el elemento expuesto es el índice de asociatividad, el cual mantiene una relación inversa con la gobernanza (a mayor asociati-vidad, mayor afectación por una amenaza). Para Santa Elena, los niveles de exposición se concentran desde Moderado a Muy Bajo. En el norte de Santa Elena perdura el mismo patrón de exposición que en la mayor par-te de Manabí y Guayas: parroquias con exposición Moderada. Sucede lo mismo con las parroquias en la región de la Puntilla de Santa Elena, muy expuestas debido al bajo nivel de asociatividad. Esta diferencia puede ex-plicarse, pues a mayor importancia política de la parroquia, mayor nivel de asociatividad y menor exposición ante las amenazas climáticas desde la perspectiva de la gobernanza.







0.3863Herramientas planificación de cambio climático

0.2518


Capacidad de gestión (% ejecución presupuesto anual) 0.2958 Presencia Sociobosque 0.2100

Total 1 Red monitoreo hidrometeorológico 0.1627

Existencia Camales 0.1626

Existencia CAB 0.0000


Total 1

Cuadro 22. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad gobernanza (multiamenaza) – Santa Elena

En Santa Elena, el grado de organización tiene el mayor peso en la con-formación del índice de sensibilidad de gobernanza, seguido por el défi-cit de servicios residenciales básicos y capacidad de gestión (la debilidad radica de la gestión pública). En cuanto a capacidad adaptativa, 16 % de los gobiernos parroquiales cuentan con elementos de cambio climático en sus PDOT. La infraestructura pública destinada a la ganadería es escasa o inexistente, lo que afecta la capacidad de respuesta ante amenazas cli-máticas que potencialmente afecten la productividad del sector. Gracias a niveles Moderados de sensibilidad y Altos niveles de capacidad adaptativa, el índice de vulnerabilidad del 73 % de las parroquias es Moderado.


En la Figura 15 se puede observar que la mayoría de las parroquias (82 %) poseen niveles de riesgo climático entre Bajo y Muy Bajo. Las parroquias con Alta exposición y riesgo se encuentran en La Puntilla, al suroeste de la provincia, en los cantones La Libertad y Salinas. Bajo el escenario RCP 4.5 para el Delta 2 (2011-2040), se puede observar que los niveles de riesgo se mantienen para todas las parroquias.

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Figura 15. Riesgo climático gobernanza actual y futura de Santa Elena


2.4. IMBABURALa provincia de Imbabura está ubicada en las estribaciones de la Cordille-ra Occidental de los Andes, en la zona norte de la región Sierra. Posee un total de 42 parroquias y una superficie de 309.144 ha (INEC, 2016), de las cuales, el 48,48 % son montes y bosques; 11,26 % están dedicadas a cultivos permanentes, transitorios y barbechos; y, el 17,29 % son pastizales, la cual representa el 60,57 % del área cultivable y alberga a 98.053 cabezas de ganado bovino (AGROCALIDAD, 2015).


Con base en la información observada de las variables climáticas, Santa Elena presenta las siguientes amenazas (Figura 16): (I) Un incremento mo-derado en las lluvias intensas (presentándose éstas en la temporada de lluvias), del orden de 6 días/año para las lluvias intensas (índice r95p) y de 1 día/año para las lluvias muy extremas (índice r99p); (II) Una baja tenden-cia a reducciones en las sequías (presentándose éstas en el periodo seco del año y con disminución en las mismas de 1 día cada 5 años); (III) Una muy leve tendencia hacia el aumento de las olas de calor (con valores de 1 día cada 4 años); (IV) Para las heladas, si bien podrían presentarse en esta provincia, el comportamiento de las mismas año a año no presenta cam-bios significativos ni tendencias importantes.

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2.4. IMBABURALa provincia de Imbabura está ubicada en las estribaciones de la Cordille-ra Occidental de los Andes, en la zona norte de la región Sierra. Posee un total de 42 parroquias y una superficie de 309.144 ha (INEC, 2016), de las cuales, el 48,48 % son montes y bosques; 11,26 % están dedicadas a cultivos permanentes, transitorios y barbechos; y, el 17,29 % son pastizales, la cual representa el 60,57 % del área cultivable y alberga a 98.053 cabezas de ganado bovino (AGROCALIDAD, 2015).


Con base en la información observada de las variables climáticas, Santa Elena presenta las siguientes amenazas (Figura 16): (I) Un incremento mo-derado en las lluvias intensas (presentándose éstas en la temporada de lluvias), del orden de 6 días/año para las lluvias intensas (índice r95p) y de 1 día/año para las lluvias muy extremas (índice r99p); (II) Una baja tenden-cia a reducciones en las sequías (presentándose éstas en el periodo seco del año y con disminución en las mismas de 1 día cada 5 años); (III) Una muy leve tendencia hacia el aumento de las olas de calor (con valores de 1 día cada 4 años); (IV) Para las heladas, si bien podrían presentarse en esta provincia, el comportamiento de las mismas año a año no presenta cam-bios significativos ni tendencias importantes.

Figura 16. Amenazas (sequías y lluvias intensas) actuales y futuras de Santa Elena


2.4.2. Dimensión Ambiental


Se consideró como elemento expuesto a las áreas de pastizales y los cul-tivos relacionados a la producción ganadera. En Imbabura, 17,29% (53.467 ha) de la superficie está cubierta de pastos y cultivos de importancia para la actividad ganadera, en promedio 1.643,81 ha por parroquia.

De las 42 parroquias analizadas, el 57 % presentan niveles de exposición entre Moderado y Muy Alto tanto para sequías como para lluvias intensas, ubicadas principalmente en el centro y centro-sur de la provincia, a dife-rencia de las parroquias con menores niveles de exposición, las cuales se ubican hacia el norte y oeste.

B. Vulnerabilidad ambiental

En el Cuadro 23 y 24 se muestran los pesos calculados que indican la con-tribución de cada indicador (tanto de sensibilidad como de capacidad adaptativa) a la conformación del índice de vulnerabilidad ambiental de la provincia, para sequías como lluvias intensas.



Degradación del suelo 0.2900 Infraestructura Multipropósitos 0.3495

Deforestación 2014-2016 0.2587 Cobertura natural 0.2118

Carga animal 0.2554 Presencia Sociobosque 0.1744

capacidad de uso de la tierra 0.1959 Índice Red hídrica 0.1524


Total 1

Cuadro 23. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad ambiental (sequías) - Imbabura



Degradación del suelo 0.2921 Infraestructura Multipropósitos 0.4106

Carga animal 0.2572 Cobertura natural 0.2488

Porcentaje inundable 0.2534 Presencia Sociobosque 0.2048

capacidad de uso de la tierra 0.1973 Velocidad infiltración 0.1358

Total 1 Total 1

Cuadro 24. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad ambiental (lluvias intensas) – Imbabura

57


Para la amenaza de sequías, el 79 % de las parroquias poseen un nivel Mo-derado de sensibilidad y Alto de capacidad adaptativa, asociado principal-mente, en el primer caso con la degradación del suelo, la deforestación y la carga animal; y en el segundo caso con la infraestructura multipropósito, la cobertura de vegetación y la presencia de Sociobosque. Con esto niveles de sensibilidad y capacidad adaptativa, el 81 % de las parroquias se ubican en Bajos niveles de vulnerabilidad.

En lluvias intensas, existen más parroquias (86 %) con un nivel de sensibi-lidad Moderado, relacionado con la degradación del suelo, la carga animal y el porcentaje de áreas inundables. Además, el 76 % de las parroquias poseen una Alta capacidad adaptativa, donde los indicadores con mayor contribución son la presencia de infraestructura multipropósito, la cobertu-ra natural y la presencia de Sociobosque. Con ello, al igual que en sequías, los niveles de vulnerabilidad se concentran en Bajos, con una variación en el número de parroquias (76 %).


En la Figura 17 se puede observar que en Imbabura, el número de parro-quias con un riesgo climático entre Moderado y Muy Alto, es mayor para lluvias intensas (71 %) que sequías (57 %). Para el escenario RCP 4.5 Delta 2 (2011-2040), esta diferencia se mantiene, y se destaca el incremento del número de parroquias (83 %) con un riesgo mayor a Moderado.


Figura 17. Riesgo climático ambiental actual y futuro de Imbabura


A. Exposición

Imbabura posee 98.053 cabezas de ganado bovino (87.483 UBA), distri-buidas entre 7.919 productores. La media de tenencia de ganado está entre 6 y 12 UBA por productor. Para el análisis socioeconómico, esta media de tenencia es el valor Moderado (Categoría 3). Por debajo de esta categoría se ubicó a los pequeños productores con categorías 4 (Alta: 4 a 5 UBA) y 5 (Muy Alta: < 4 UBA); y, sobre la media se ubicó a los grandes productores con categorías 2 (Baja: 13 a 22 UBA) y 1 (Muy Baja: > 22 UBA). Con ello, el 29 %, 26 % y 21 % de las parroquias poseen una exposición Baja, Moderada y Alta, respectivamente, la cual se distribuye territorialmente en sentido oeste – este.



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Figura 17. Riesgo climático ambiental actual y futuro de Imbabura


A. Exposición

Imbabura posee 98.053 cabezas de ganado bovino (87.483 UBA), distri-buidas entre 7.919 productores. La media de tenencia de ganado está entre 6 y 12 UBA por productor. Para el análisis socioeconómico, esta media de tenencia es el valor Moderado (Categoría 3). Por debajo de esta categoría se ubicó a los pequeños productores con categorías 4 (Alta: 4 a 5 UBA) y 5 (Muy Alta: < 4 UBA); y, sobre la media se ubicó a los grandes productores con categorías 2 (Baja: 13 a 22 UBA) y 1 (Muy Baja: > 22 UBA). Con ello, el 29 %, 26 % y 21 % de las parroquias poseen una exposición Baja, Moderada y Alta, respectivamente, la cual se distribuye territorialmente en sentido oeste – este.





Población dedicada a agricultura y ganadería 0.1800 Sistemas pecuarios 0.1663Carga animal 0.1582 Cobertura natural 0.1605Tasa de analfabetismo funcional 0.1424 Cobertura móvil por parroquia 0.1328Nivel de pobreza por consumo 0.1422 Volumen de crédito 0.1320Tasa de dependencia por edad 0.1401 Índice de red vial 0.1270Población migrante masculina 0.1232 Índice de red hídrica 0.1155Conflicto gente-fauna 0.1138 Riego estatal 0.0848Total 1 Herramientas de cambio climático 0.0811

Total 1

Cuadro 25. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad socioeconómico (sequías) – Imbabura



Población dedicada a agricultura y ganadería 0.1525 Infraestructura Multipropósito 0.2367Carga animal 0.1340 Pronóstico del clima 0.1664Area inundable 0.1321 Sistemas pecuarios 0.1487Tasa de analfabetismo funcional 0.1207 Cobertura natural 0.1435Nivel de pobreza por consumo 0.1205 Cobertura móvil por parroquia 0.1187Tasa de dependencia por edad 0.1187 Índice de red vial 0.1135Déficit habitacional 0.1172 Herramientas de cambio climático 0.0725Población migrante 0.1044 Total 1Total 1

Cuadro 26. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad socioeconómico (lluvias intensas) – Imbabura

En el caso de sequías, se puede observar que los indicadores de mayor contribución al índice de sensibilidad son la población dedicada a la agri-cultura y ganadería, y la carga animal. El 43 % y 45 % de las parroquias se ubican en niveles Moderado y Alto. Para el índice de capacidad adaptati-va, la mayor contribución resulta de los sistemas pecuarios utilizados y la cobertura natural de las parroquias, con lo que el 76 % de las parroquias se ubican en el nivel Alto. Con estos valores de sensibilidad y capacidad adaptativa, el 57 % de las parroquias poseen una vulnerabilidad Moderada.

Para lluvias intensas, en sensibilidad sobresalen los indicadores de la po-blación dedicada a la agricultura, la carga animal y el porcentaje de áreas inundable. En este caso, el 62 % y 24 % de las parroquias poseen una sensi-bilidad Moderada y Alta. En capacidad adaptativa destaca la presencia de infraestructura multipropósito y la disponibilidad de pronóstico del clima, con lo que el 60 % de las parroquias su ubican en el nivel Alto. En este caso, el mayor número de parroquias (60 %) poseen una vulnerabilidad Baja, siendo menor a la de sequías.



De modo general, en la Figura 18 observa que el riesgo climático para las dos amenazas mantiene un número de parroquias similares con niveles entre Mo-derado y Muy Alto, para sequías es 76 % y para lluvias intensas el 71 % de las parroquias. Para el escenario RCP 4,5 Delta 2 (2011 - 2040), se puede observar que hay un incremento en el número de parroquias entre los niveles Moderado y Muy Alto para lluvias intensas, pasando a 90 % de las parroquias.

Figura 18. Riesgo climático socioeconómico actual y futuro de Imbabura

61




En esta dimensión, el elemento expuesto es el índice de asociatividad, el cual mantiene una relación inversa con la gobernanza (a mayor asocia-tividad, mayor afectación por una amenaza). La exposición en Imbabura concentra al 81 % de las parroquias en el nivel Alto, ya que la capacidad de organización/asociatividad son bajos. Estas parroquias se concentran principalmente en el centro de la provincia.

B. Vulnerabilidad de gobernanza





Capacidad de gestión (% ejecución presupuesto anual) 0.3107 Presencia Sociobosque 0.1964


0.3077 Existencia de CAL capacidad litros 0.1897

Total 1 Existencia Camales 0.1742

Red monitoreo hidrometeorológico 0.1218

Herramientas de cambio climático 0.1206


Total 1

Cuadro 27. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad gobernanza (multiamenaza) – Imbabura

Indistintamente del tipo de amenaza, el indicador con mayor contribución al índice de sensibilidad es el grado de organización, seguido por el déficit de servicios residenciales básicos y la capacidad de gestión, por lo que el 83 % de las parroquias se ubican en el nivel Moderado. En el caso de la capacidad adaptativa los indicadores que destacan son la presencia de Sociobosque, la cobertura móvil por parroquia y centros de acopio leche-ro. En comparación con la sensibilidad, el 45 % y 55 % de las parroquias poseen un nivel Alto y Muy Alto para responder a las amenazas climáticas analizadas. Esto significa valores menores en término de vulnerabilidad, ya que el 45 % y 40 % de las parroquias se ubican en los niveles Moderado y Alto, correspondientemente.



En la Figura 19 se puede observar que el nivel de riesgo climático que so-bresale es el Moderado, ya que alberga al 64 % de las parroquias, lo que está relacionado con la exposición (la falta de asociatividad entre los pro-ductores/as locales), ubicándose principalmente en el centro de la provin-cia. Las parroquias un mayor riesgo climático se caracteriza por sistemas productivos marginales con menos de 16 cabezas de ganado. Para las pro-yecciones de clima futuro en el escenario RCP 4,5 (2011 – 2040), se destaca leves incrementos de parroquias en los niveles Alto (de 10 % a 12 %) y Muy Alto (de 2 % a 7 %).

Figura 19. Riesgo climático gobernanza actual y futura de Imbabura

63



En la Figura 19 se puede observar que el nivel de riesgo climático que so-bresale es el Moderado, ya que alberga al 64 % de las parroquias, lo que está relacionado con la exposición (la falta de asociatividad entre los pro-ductores/as locales), ubicándose principalmente en el centro de la provin-cia. Las parroquias un mayor riesgo climático se caracteriza por sistemas productivos marginales con menos de 16 cabezas de ganado. Para las pro-yecciones de clima futuro en el escenario RCP 4,5 (2011 – 2040), se destaca leves incrementos de parroquias en los niveles Alto (de 10 % a 12 %) y Muy Alto (de 2 % a 7 %).

Figura 19. Riesgo climático gobernanza actual y futura de Imbabura


2.5. LOJALa provincia de Loja está ubicada al sur del país en la Región Sierra y cuen-ta con un total de 94 parroquias. Según datos de la Encuesta de Superficie y Producción Agrícola (INEC, 2016), la provincia dispone de una superficie de 519.431 ha, de las cuales, el 12,41 % están dedicadas a cultivos permanen-tes, transitorios y barbechos; el 38,24 % son utilizadas para pastizales; y, el 44,42 % corresponden a montes y bosques.


La información observada de las variables climáticas, Loja presenta las si-guientes amenazas (Figura 20): (I) Pocos cambios en las lluvias intensas (temporada de lluvias), inferiores a 1 día/año; (II) Baja tendencia a reduccio-nes en las sequías (período seco), del año y con disminución en las mismas de 1 día cada 5 años.

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2.5. LOJALa provincia de Loja está ubicada al sur del país en la Región Sierra y cuen-ta con un total de 94 parroquias. Según datos de la Encuesta de Superficie y Producción Agrícola (INEC, 2016), la provincia dispone de una superficie de 519.431 ha, de las cuales, el 12,41 % están dedicadas a cultivos permanen-tes, transitorios y barbechos; el 38,24 % son utilizadas para pastizales; y, el 44,42 % corresponden a montes y bosques.


La información observada de las variables climáticas, Loja presenta las si-guientes amenazas (Figura 20): (I) Pocos cambios en las lluvias intensas (temporada de lluvias), inferiores a 1 día/año; (II) Baja tendencia a reduccio-nes en las sequías (período seco), del año y con disminución en las mismas de 1 día cada 5 años.

Figura 20. Amenazas (sequías y lluvias intensas) actuales y futuras de Loja




El 38,24% de la superficie de Loja está cubierta por pastos, con un promedio de 2.527,81 ha por parroquia. De un total de 94 parroquias analizadas, 38 presentan niveles Alto y Muy alto de exposición, con valores de 22% y 18% respectivamen-te. La parroquia con el mayor porcentaje de pastos es El Rosario (74.86%).


En el Cuadro 28 y 29 se muestran los pesos calculados que indican la con-tribución de cada indicador (tanto de sensibilidad como de capacidad adaptativa) a la conformación del índice de vulnerabilidad ambiental de la provincia, para sequías como lluvias intensas.



Degradación del suelo 0.3876 Infraestructura Multipropósito 0.3554

Capacidad de uso de la tierra 0.2822 Cobertura natural 0.2236

Deforestación 2014-2016 0.1902 Índice Red hídrica 0.1582



Total 1

Cuadro 28. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad ambiental (sequías) - Loja



Degradación del suelo 0.3641 Infraestructura Multipropósito 0.3734

capacidad de uso de la tierra 0.2651 Cobertura natural 0.2349

Porcentaje inundable 0.2394 Velocidad infiltración 0.2466


Total 1 Total 1

Cuadro 29. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad ambiental (lluvias intensas) - Loja

67


En Loja la sensibilidad a sequías se asocia directamente con la degrada-ción del suelo, la capacidad de uso de la tierra, la deforestación y la carga animal. Con ello, el 32 % de las parroquias con un nivel Moderado y 65 % con Alto. Por otro lado, la mayoría de las parroquias (59 %) poseen una Alta capacidad adaptativa, debido principalmente a la infraestructura mul-tipropósito, el porcentaje de cobertura natural, una amplia red de riego y drenaje, presencia de albarradas y embalses, áreas de conservación. Los datos obtenidos para sensibilidad y la capacidad adaptativa, ha resultado en que el 85 % de las parroquias se ubique en un nivel de vulnerabilidad Bajo y Moderado.

En el caso de lluvias intensas, la sensibilidad está dada por el porcentaje de degradación del suelo, la capacidad de uso de la tierra, el área inundable de las parroquias y la carga animal. La mayor cantidad de parroquias (62 %) se concentran en el nivel Alto. En cuanto a la capacidad adaptativa, el indicador de mayor contribución corresponde a proyectos multipropósito y el porcentaje de cobertura natural, que ubica al 64 % de las parroquias en el nivel Alto. En función de lo antes expuesto, el 76 % de las parroquias poseen una vulnerabilidad Baja a lluvias intensas.


En la Figura 21 se puede observar los niveles de riesgo climático ambiental para las dos amenazas muestran ciertas similitudes en los niveles Bajo y Muy bajo. Sin embargo, el riesgo a sequías en los niveles Moderado, Alto y Muy Alto muestra un 32 %, 23 % y 14 % respectivamente, frente a la ame-naza a lluvias intensas con valores de 44 %, 34 % y tan solo un 2% en los mismos niveles. Para el escenario RCP 4.5 Delta 2 (2011 - 2040), se puede observar que en el riesgo ambiental a sequías existe un ligero incremento en el nivel Alto (pasando de 23 a 36 % parroquias), también existe una disminución de un punto porcentual en los niveles Moderado (32 a 31%) y Muy Alto (14 a 13%) el resto de niveles se mantiene. En el caso de lluvias intensas, el incremento se da en el nivel Bajo (de 16 a 21 %) y Muy Alto (de 2 a 6%), además se muestra una ligera disminución en el nivel Moderado (de 44 a 43 %) y una disminución más marcada en el nivel Alto (de 34 a 27%) y Muy Alto (de 2 a 6%).


Figura 21. Riesgo climático ambiental actual y futuro de Loja

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2.5.3. Dimensión Socioeconómica

A. Exposición

La provincia de Loja posee 179.402 cabezas de ganado bovino (150.701 unidades bovinas adultas – UBA), distribuidas entre 10.291 productores, con un promedio de tenencia de 16,02 UBA por productor. Dentro de esta dimensión, la tenencia ganadera tiene una relación inversa a la exposición (a mayor UBA/productor, menor exposición parroquial). Con esta premisa, se consideró al valor medio de tenencia en la categoría Moderada, y por debajo de este valor se ubicó a los pequeños productores con categorías de 4 (Alta: 5 a 10 UBA) y 5 (Muy Alta: < 5 UBA); y, sobre la media se ubicó a los grandes productores, en categorías 2 (Baja: 25 a 52 UBA) y 1 (Muy Baja: > 52 UBA). De las 94 parroquias, 12 presentan una exposición socioe-conómica Muy Alta, y 16 parroquias tienen un nivel de exposición Muy Bajo.





Nivel de pobreza por consumo 0.1887 Sistemas pecuarios 0.2282

Población dedicada a agricultura y ganadería 0.1671 Herramientas de cambio climático 0.1681

Población migrante masculina 0.1664 Cobertura natural 0.1331


Tasa de dependencia por edad 0.1455 Cobertura móvil por parroquia 0.0977




Total 1

Cuadro 30. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad socioeconómica (sequías) - Loja




Nivel de pobreza por consumo 0.1509 Infraestructura Multipropósitos 0.1805Área inundable 0.1386 Cobertura natural 0.1135Población dedicada a agricultura y ganadería 0.1337 Índice de red vial 0.0977Población migrante 0.1330 Herramientas de cambio climático 0.1434Déficit habitacional 0.1281 Cobertura móvil por parroquia 0.0834Tasa de analfabetismo funcional 0.1231 Pronóstico del clima 0.1867Tasa de dependencia por edad 0.1164 Sistemas pecuarios 0.1947Carga animal 0.0761 Total 1Total 1

Cuadro 31. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad socioeconómica (lluvias intensas) - Loja

Los indicadores de sensibilidad para la amenaza sequías muestran que el 49 % de las parroquias presentan un nivel Moderado de sensibilidad y el 48 % Alto, porcentajes condicionados principalmente por el nivel de pobreza, el alto porcentaje de población dedicada a la agricultura y ganadería, el porcentaje de población migrante masculina y el déficit habitacional cuali-tativo. En cuanto a capacidad adaptativa, destacan los sistemas producti-vos pecuarios, la disponibilidad de pronóstico del clima y la presencia de herramientas de planificación de cambio climático, lo que permitió identifi-car que el 65 % de las parroquias presentan Alta capacidad adaptativa, mientras el 23 % se encuentra en un nivel Moderado.

En el caso de la amenaza a lluvias intensas los indicadores son similares a las sequías, pero los pesos difieren dado que para la sensibilidad de las parroquias el indicador con mayor valoración fue el nivel de pobreza por consumo, seguido por el área inundable, la población dedicada a la agricul-tura y ganadería, con lo que la mayoría de parroquias (66 %) presentan una sensibilidad Moderada. Por otro lado, la presencia de proyectos multipro-pósito, seguida por el porcentaje de cobertura natural y el índice de red vial son los indicadores con mayor contribución en la capacidad adaptativa, con lo que el 66 % de las parroquias posee un nivel Moderado. En función de estos indicadores, se pudo obtener el índice de vulnerabilidad socioe-conómica, donde el 78 % de las parroquias poseen una Baja vulnerabilidad.


El riesgo climático socioeconómico actual a sequías muestra que, de la to-talidad de parroquias, el 50 % tienen un nivel Moderado seguido por el 28 % que corresponde a Alto. En cuanto a lluvias intensas, de igual forma el nivel Moderado concentra el mayor número de parroquias (44 %), mientras el ni-vel Alto concentra el 30 % y el nivel Muy Alto el 5 %. Respecto al escenario RCP 4,5 (2011 – 2040), muestra un aumento en el riesgo socioeconómico a sequías en el nivel Alto (de 28 a 34 % de parroquias), y una ligera disminu-ción en el nivel Moderado (de 50 a 44 %). El riesgo climático socioeconó-mico a lluvias intensas muestra aumentos significativos en el nivel Bajo (15 a 49%) y disminuciones en los niveles Moderado (44 a 37%), Alto (10 a 2%), Muy Ato (5 a 3%) (Figura 22).

71


Figura 22. Riesgo climático socioeconómico actual y futuro de Loja



A. Exposición

Dentro de esta dimensión, la exposición está dada por el índice de asociati-vidad, bajo una relación inversa (a menor asociatividad mayor exposición, y viceversa). La mayor parte de Loja (58 parroquias) presenta un bajo índice de asociatividad, es decir, un bajo número de asociaciones ganaderas y un bajo número de asociados y por tanto un nivel de exposición Muy Alto.


En el Cuadro 32 se presentan los pesos calculados para cada indicador (tan-to de sensibilidad como de capacidad adaptativa) en la conformación del índice de vulnerabilidad. En esta dimensión, no se realiza distinción de ame-nazas, ya que en el cálculo se utiliza la multiamenaza (revisar sección 1.3.3.).



Capacidad de gestión (% ejecución presupuesto anual)

0.4027 Herramientas de cambio climático 0.2854

Déficit de servicios residenciales básicos 0.3995 Red monitoreo hidrometeorológico 0.1917


0.1979 Cobertura móvil por parroquia 0.1659




Existencia de CAL capacidad litros 0

Total 1

Cuadro 32. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad gobernanza (multiamenaza) – Loja

La sensibilidad en Loja se explica por la capacidad de gestión, el déficit de servicios residenciales básico, y el grado de organización, lo que ha resul-tado en que el 90 % de las parroquias se encuentren en un nivel de Bajo. En cuanto a capacidad adaptativa, el 47 % de las parroquias muestran Alta capacidad adaptativa y el 44 % Muy Alta, este índice está dado princi-palmente por indicadores como herramientas de cambio climático, red de monitoreo hidrometeorológico y cobertura móvil por parroquia.


La Figura 23 muestra que el riesgo climático en Loja concentra 48 % de las parroquias en el nivel Bajo, mientras menores porcentajes de ubican en los niveles Moderado, Alto y Muy Alto con el 43 %, 7 % y 2 % de parroquias. Bajo el escenario RCP 4,5 (2011 – 2040), se evidencia un aumento de los impactos combinados en el índice de “multiamenaza” en el nivel Muy Bajo (de 34 a 40%), también se presentan disminuciones en los niveles Modera-do (de 43 a 37%) y Muy Alto (de 2 a 1%).

Figura 23. Riesgo climático gobernanza actual y futura de Loja

73


Figura 23. Riesgo climático gobernanza actual y futura de Loja


2.6. NAPOLa provincia de Napo está ubicada al noroeste de la región Amazónica de Ecuador, posee un total de 25 parroquias y una superficie de 448.853 ha, de las cuales, el 4,84 % están dedicadas a cultivos permanentes, transito-rios y barbechos; el 5,93 % son utilizadas para pastizales; y, el 84,67 % de la superficie provincial, son montes y bosques (INEC, 2016).


Las variables climáticas analizadas muestran que la provincia de Napo pre-senta las siguientes amenazas (Figura 24): (I) Un incremento del orden de 6 días/año para las lluvias intensas (índice r95p) y de 1 día/año para las llu-vias extremas (índice r99p) (esto en la temporada de lluvias). (II) Una muy baja tendencia a incrementos en las sequias (en el periodo seco del año).

75


2.6. NAPOLa provincia de Napo está ubicada al noroeste de la región Amazónica de Ecuador, posee un total de 25 parroquias y una superficie de 448.853 ha, de las cuales, el 4,84 % están dedicadas a cultivos permanentes, transito-rios y barbechos; el 5,93 % son utilizadas para pastizales; y, el 84,67 % de la superficie provincial, son montes y bosques (INEC, 2016).


Las variables climáticas analizadas muestran que la provincia de Napo pre-senta las siguientes amenazas (Figura 24): (I) Un incremento del orden de 6 días/año para las lluvias intensas (índice r95p) y de 1 día/año para las llu-vias extremas (índice r99p) (esto en la temporada de lluvias). (II) Una muy baja tendencia a incrementos en las sequias (en el periodo seco del año). Figura 24. Amenazas (sequías y lluvias intensas) actuales y futuras de Napo




Se consideró como elemento expuesto a las áreas de pastizales y los culti-vos relacionados a la producción ganadera en cada parroquia, donde cada una posee en promedio 2.585 ha (el total provincial de la superficie de pas-tos y cultivos es de 68.598.9 ha o 5,93 %).

Bajo la premisa de que los efectos de amenazas climáticas afectarán más a las parroquias con mayor extensión de pastizales, por sus características biofísicas, se categorizó el grado de exposición en cinco niveles, obtenidos mediante análisis estadístico de la distribución de las áreas de interés. El 16 % de las parroquias poseen un nivel de exposición Muy Bajo, en el nivel Mo-derado se encuentra el 32 % y concentra el mayor número de parroquias, seguido por el nivel Alto que alberga al 24 %.


En el Cuadro 33 y 34 se presenta el paquete de indicadores de sensibilidad y capacidad adaptativa (y sus respectivos pesos) que se utilizó para el índice de vulnerabilidad ambiental de sequías y lluvias intensas, respectivamente.



Carga animal 0.3237 Infraestructura Multipropósitos 0.3473capacidad de uso de la tierra 0.2600 Cobertura natural 0.2432Deforestación 2014-2016 0.2527 Presencia Sociobosque 0.2199Degradación del suelo 0.1637 Índice Red hídrica 0.1896Total 1 Riego estatal 0.0000

Total 1

Cuadro 33. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad ambiental (sequías) - Napo



Carga animal 0.3217 Infraestructura Multipropósitos 0.3407capacidad de uso de la tierra 0.2584 Cobertura natural 0.2386Porcentaje inundable 0.2573 Velocidad infiltración 0.2050Degradación del suelo 0.1626 Presencia Sociobosque 0.2157Total 1 Total 1

Cuadro 34. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad ambiental (lluvias intensas) - Napo

77


Respecto a la amenaza sequías, la carga animal tiene el mayor peso de los indicadores de sensibilidad, seguida por la capacidad de uso del suelo y el porcentaje de territorio inundable en las parroquias resultando en un total de 12 (48 %) parroquias con sensibilidad Moderada, mientras 7 (28%) presentan se ubican en el nivel Alto. En cuanto a capacidad adaptativa, la pendiente natural promedia del terreno y los proyectos multipropósito tienen la mayor importancia, lo que resulta en que 23 (92 %) parroquias se ubiquen en un nivel Alto. Gracias a estos indicadores, la vulnerabilidad a sequías se concentra en el nivel Alto con un total de nueve parroquias que representan el 36 %, mientras en los niveles Muy Bajo, Bajo, Moderado y Muy Alto los valores corresponden a 1 (4 %), 3 (12 %), 7 (28 %) y 5 (20 %) parroquias respectivamente.

En el caso de la amenaza lluvias intensas el índice de sensibilidad está dado principalmente por la carga animal y capacidad de uso de la tierra, donde 13 parroquias (52 %) poseen un nivel Moderado y 10 parroquias (40 %) co-rresponden a Muy Alta. La presencia de proyectos multipropósitos y la co-bertura natural son los indicadores con más peso para el cálculo del índice de capacidad adaptativa donde 19 parroquias (76%) presentan Moderada capacidad adaptativa. La vulnerabilidad ambiental a lluvias intensas mues-tra 7 parroquias (28 %) con un nivel Alto y 5 (20 %) Muy Alto.


La Figura 25 presenta el riesgo climático ambiental sequías y lluvias inten-sas del escenario actual y delta 2 (20111-2040), donde se muestra que el 12 % de las parroquias (ubicadas en el centro norte) poseen un riesgo Muy Alto a sequías, y el 36 % (centro sur del territorio) con un nivel Alto. En el caso de lluvias intensas las parroquias con nivel Alto corresponden al 32 % y se distribuyen al sur de la provincia.

Además, en el escenario futuro del riesgo climático ambiental sequías hay un aumento del nivel Moderado (de 16 a 20 %) y disminución en los niveles Bajo (de 28 a 24 %), Alto (de 36 a 28%). En el caso de lluvias intensas se puede observar un aumento en los niveles Bajo (de 16 a 20%) y Muy Alto (de 8 a 16%), mientras que en los niveles Muy Bajo (de 4 a 0%), Moderado (de 32 a 24%) y Alto (de 32 a 28%) se observa una leve disminución.


Figura 25. Riesgo climático ambiental actual y futuro de Napo

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A. Exposición

Napo posee 52.596 cabezas de ganado bovino, distribuidas entre 3.040 productores. La media de tenencia es de 14,91 UBA/productor. Se conside-ra a esta media de tenencia como el valor Moderado (Categoría 3). Por de-bajo de este valor estarán los pequeños productores, quienes para efecto de este estudio serán categorizados con valores 4 (Alta: 10 a 13 UBA) y 5 (Muy Alto: > 10 UBA). Sobre la media se ubicarán los grandes productores, categorizados con los valores 1 (Muy Baja: > 19 UBA) y 2 (Baja: 16 a 19 UBA). La mayoría de las parroquias (28 %) poseen un nivel Moderado, seguido por el 20 % en el nivel Alto y también Bajo.

B. Vulnerabilidad socioeconómica sequías y lluvias intensas

En el Cuadro 35 y 36 se presenta el paquete de indicadores de sensibilidad y capacidad adaptativa (y sus respectivos pesos) que se utilizó para determinar la vulnerabilidad socioeconómica de sequías y lluvias intensas, respectivamente.



Carga animal 0.1973 Sistemas pecuarios 0.2431Nivel de pobreza por consumo 0.1881 Cobertura natural 0.1515Población dedicada a agricultura y ganadería 0.1771 Herramientas de cambio climático 0.1358Tasa de dependencia por edad 0.1616 Índice de red vial 0.1346Tasa de analfabetismo funcional 0.1435 Índice de red hídrica 0.1181Población migrante masculina 0.1324 Volumen de crédito 0.1135Conflicto gente-fauna 0.0000 Cobertura móvil por parroquia 0.1034Total 1 Riego estatal 0.0000

Total 1

Cuadro 35. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad socioeconómica (sequías) – Napo



Carga animal 0.1507 Sistemas pecuarios 0.2469Nivel de pobreza por consumo 0.1437 Infraestructura Multipropósito 0.2197Población dedicada a agricultura y ganadería 0.1353 Cobertura natural 0.1539Tasa de dependencia por edad 0.1234 Herramientas de cambio climático 0.1379

Área inundable 0.1206 Índice de red vial 0.1367Déficit habitacional 0.1156 Cobertura móvil por parroquia 0.1050Tasa de analfabetismo funcional 0.1096 Pronóstico del clima 0.0000Población migrante 0.1011 Total 1Total 1

Cuadro 36. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad socioeconómica (lluvias intensas) –Napo


La carga animal y el nivel de pobreza por consumo tienen el mayor peso de los indicadores de sensibilidad para la amenaza a sequías, seguido del porcentaje de población dedicada a la agricultura y ganadería, la tasa de dependencia por edad y el déficit habitacional cualitativo, lo que resulta en 14 parroquias (56 %) con sensibilidad Alta y 10 (40 %) con sensibilidad Mo-derada. En cuanto a capacidad adaptativa, el 80 % de las parroquias tienen un nivel Alto, el resto de parroquias se encuentran en el nivel Moderado, debido a la ponderación de los siguientes indicadores sistemas produc-tivos pecuarios, la disponibilidad de herramientas de planificación para el cambio climático y el índice de red vial. En función de lo antes expuesto, la vulnerabilidad socioeconómica a sequías concentra al 20 % de las parro-quias en el nivel Alto.

En el caso de la amenaza a lluvias intensas la sensibilidad está dada por los mismos indicadores de sequía, con mayor peso en la carga animal y el nivel de pobreza por consumo, lo que ubica en el nivel Alto al 40 % de las parroquias. En cuanto a la capacidad adaptativa, el 84 % de las parroquias tienen un nivel Moderado dado principalmente por indicadores como sis-temas productivos pecuarios, la presencia de proyectos multipropósito, el porcentaje de cobertura natural, entre otros. La vulnerabilidad concentra al 40 % de las parroquias en el nivel Moderado.


En la Figura 26 se presenta el riesgo climático socioeconómico actual y futuro de las amenazas sequías y lluvias intensas, donde se muestra que el 20 % y 28 % de las parroquias presentan riesgo Muy Alto y Alto a sequías. Ante lluvias intensas, se puede observar que sobresale el nivel Moderado, que agrupa al 40 % de las parroquias. El riesgo climático socioeconómico futuro (RCP 4,5 2011 – 2040) muestra para sequías un aumento en el nivel Muy Alto (de 20 a 24%) que se distribuye principalmente al oeste de la provincia, seguido por Moderado (16 a 24%) y Muy Bajo (de 8 a 16%). En el caso de lluvias intensas, se puede observar un aumento en el nivel Muy Alto (8 a 12%) distribuido en el futuro al sur de la provincia.

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Figura 26. Riesgo climático socioeconómico actual y futuro de Napo



A. Exposición

El elemento expuesto es el índice de asociatividad, impulsada por políticas públicas, programas de desarrollo, procesos sociales, entre otros factores dinámicos que involucran a todo el territorio. Por eso la asociatividad se comporta en patrones de continuidad e interconexión territorial.

Existen seis parroquias (24 %) que presentan una Muy Alta exposición aso-ciado con bajos niveles de asociatividad, condiciones biofísicas y geográfi-cas e influencia en las demás parroquias y centros poblados. Una parroquia de Baja exposición suele ubicarse cerca de otras en la misma condición. Esto puede explicarse por el comportamiento de la asociatividad en patro-nes de continuidad e interconexión territorial.


En el Cuadro 37 se presenta los pesos calculados que indican la contribu-ción de cada indicador (tanto de sensibilidad, como de capacidad adap-tativa) a la conformación del índice de vulnerabilidad en la provincia. En esta dimensión, no se realiza distinción de amenazas, ya que en el cálculo se utiliza la multiamenaza (revisar sección 1.3.3.).



Capacidad de gestión (% ejecución presupuesto anual) 0.3530 Herramientas de cambio climático 0.1784

Déficit de servicios residenciales básicos 0.3684 Red monitoreo hidrometeorológico 0.1952

Grado de organización (número de empleados remune-rados)/número de asociaciones






Total 1

Cuadro 37. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad gobernanza (multiamenaza) - Napo

El déficit de servicios residenciales básicos tiene el mayor peso de los in-dicadores de sensibilidad, seguido por la capacidad de gestión y el grado de organización, lo que resulta en un total de 19 parroquias (76 %) en nivel Moderado y una parroquia (4 %) con Alta sensibilidad. En cuanto a capa-cidad adaptativa, destaca la importancia de las herramientas de planifica-ción frente al cambio climático y la red de monitoreo hidrometeorológico, lo que agrupa al 28 % y 60 % de las parroquias en el nivel Muy Alto y Alto.

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En la Figura 27 se puede observar que el 44 % de las parroquias poseen un riesgo climático Moderado, ubicadas principalmente en el centro de la pro-vincia de Napo. Las parroquias con menor riesgo se ubican al norte; y, las parroquias que carecen de productores ganaderos asociados se ubican al sur. Bajo el escenario RCP 4,5 para el periodo 2011- 2040 (Delta 2), en ge-neral se mantiene la tendencia de los niveles de riesgo. Únicamente en el nivel Muy Alto existe un aumento de 4 a 8 % de parroquias. Sin embargo, aunque no hay cambios representativos en el número de parroquias y los niveles de riesgo, si hay cambios en la distribución territorial.

Figura 27. Riesgo climático gobernanza actual y futura de Napo


2.7. MORONA SANTIAGOLa provincia de Morona Santiago se ubica en el centro de la región Amazó-nica y posee un total de 58 parroquias. Dispone de 816.643 ha de superficie total, donde 17.319 (2,12 %) están dedicadas a cultivos permanentes, transi-torios y barbechos; 180.978 ha (22,16 %) son pastizales; y, 575.961 ha (70,53 %) corresponden a montes y bosques.


Con base en la información observada de las variables climáticas, Morona Santiago presenta las siguientes amenazas (Figura 28): (I) Un incremento en las lluvias intensas (presentándose estas en la temporada de lluvias), del orden de 4 días/año para las lluvias intensas (índice r95p) y de 1 día/año para las lluvias muy extremas (índice r99p); (II) Una muy baja tendencia a reducción de las sequias (en el periodo seco); (III) Una leve tendencia hacia el aumento de las olas de calor (con valores de 1 día cada 3 años).

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Figura 28. Amenazas (sequías y lluvias intensas) actuales y futuras de Morona Santiago




Se consideró como elemento expuesto a las áreas de pastizales, dentro y fuera de las áreas protegidas (PANE). En Morona Santiago, 11 % (741.919 ha) de su superficie se encuentra cubierta de pastos, con un promedio de 4.571 ha/parroquia, lo que denota la importancia de la ganadería en la provincia. Los resultados de exposición muestran la siguiente distribución: 11 parro-quias (19 %) en el nivel Muy Bajo; 13 parroquias (22 %) Bajo; nueve parroquias (16 %) Moderado; 14 parroquias (24 %) Alto; y, 11 parroquias (19%) Muy Alto.


En el Cuadro 38 y 39 se presentan los pesos calculados para la contribu-ción de cada indicador (tanto de sensibilidad como de capacidad adap-tativa) en la conformación del índice de vulnerabilidad para las amenazas sequías y lluvias intensas.



Capacidad de uso de la tierra 0.2708 Cobertura natural 0.3656Degradación del suelo 0.2634 Presencia Sociobosque 0.2439Deforestación 2014-2016 0.2426 Índice de red hídrica 0.2298Carga animal 0.2232 Infraestructura Multipropósitos 0.1608Total 1 Riego estatal 0.0000

Total 1

Cuadro 38. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad ambiental (sequías) – Morona Santiago



Capacidad de uso de la tierra 0.2760 Cobertura natural 0.3600Degradación del suelo 0.2685 Velocidad infiltración 0.2415Porcentaje inundable 0.2279 Presencia Sociobosque 0.2402Carga animal 0.2276 Infraestructura Multipropósitos 0.1583Total 1 Total 1

Cuadro 39. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad ambiental (lluvias intensas) – Morona Santiago

La sensibilidad a sequías está dada por la capacidad de uso del suelo que tiene el mayor peso, seguido por la degradación y deforestación, lo que agrupa al 48 % y 41 % de las parroquias en el nivel Moderado y Alto. En cuanto a capacidad adaptativa, destacan la cobertura natural del terreno, presencia de Sociobosque e índice hídrico, que resultan en el 33 % y 62 %

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de las parroquias con capacidad adaptativa Muy Alta y Alta. En función de estos indicadores, la vulnerabilidad ambiental a sequías se concentra en el nivel Bajo, con el 67 % de las parroquias.

La capacidad de uso de la tierra y la degradación del suelo son los principa-les indicadores que aportan al índice de sensibilidad ambiental para lluvias intensas, donde más del 50 % de las parroquias se ubican en un nivel Alto y Muy Alto. Por su parte, la capacidad adaptativa está condicionada principal-mente por la cobertura natural y la velocidad infiltración, agrupando al 69 % de las parroquias con un Alto nivel. La vulnerabilidad ambiental a lluvias in-tensas muestra que existen un total de 20 parroquias (34 %) en el nivel Alto.

C. Riesgo climático ambiental actual y futuro

La Figura 29 muestra el riesgo climático ambiental actual de la amenaza sequías, no se presenta el escenario futuro puesto que según las proyeccio-nes del RCP 4,5 no existe riesgo climático ambiental a sequías. En el mapa del riesgo presente se puede observar que la mayor parte de las parroquias presentan riesgo Bajo o Muy Bajo. El riesgo climático ambiental actual de la amenaza lluvias intensas se concentra en el nivel Alto con un total de 22 parroquias (38%), el resto se distribuye de la siguiente forma: 2 parroquias (3%) nivel Muy Bajo, 16 (28%) nivel Bajo, 12 (21%) nivel Moderado y 3 parro-quias (5%) que corresponden a Tayuza, Santa Marinita de Jesús y Logrodo con nivel Muy Alto de riesgo.

En el escenario Delta 2 (2011 – 2040), RCP 4.5 para riesgo climático am-biental a lluvias intensas existe un aumento en los niveles Muy Bajo (de 3 a 7%), Moderado (de 21 a 34%) y Muy Alto (de 5 a 14%) y también disminu-ciones en los niveles Bajo (de 28 a 22%) y Alto (de 38 a 19%)


Figura 29. Riesgo climático ambiental actual y futuro de Morona Santiago



La provincia posee 171.292 cabezas de ganado bovino (equivalentes a 151.064 UBA), distribuidas entre 6.072 productores. La media de tenencia de ganado es de 22,92 UBA por productor, por debajo de este valor están los pequeños productores, categorizados con los valores 4 (Alta: 15 a 21 UBA) y 5 (Muy Alta: < 15 UBA), y sobre la media se ubicarán los grandes productores, categorizados con los valores 1 (Muy Baja: > 32 UBA) y 2 (Baja: 26 a 32 UBA). Destacan el 33 % y 21 % de las parroquias que poseen niveles de exposición Moderado y Muy Alto.


En el Cuadro 40 y 41 se presentan los pesos calculados para la contribución de cada indicador (tanto de sensibilidad como de capacidad adaptativa) en la conformación del índice de vulnerabilidad tanto para la amenaza se-quías como lluvias intensas

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Nivel de pobreza por consumo 0.1945 Sistemas pecuarios 0.2495Tasa de dependencia por edad 0.1559 Herramientas de cambio climático 0.1701Población migrante masculina 0.1526 Cobertura natural 0.1654Población dedicada a agricultura y ganadería 0.1502 Volumen de crédito 0.1110Carga animal 0.1407 Índice de red vial 0.1107Tasa de analfabetismo funcional 0.1085 Índice de red hídrica 0.1039Conflicto gente-fauna 0.0975 Cobertura móvil por parroquia 0.0893Total 1 Riego estatal 0.00

Total 1

Cuadro 40. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad socioeconómica (sequías) – Morona Santiago



Nivel de pobreza por consumo 0.1660 Sistemas pecuarios 0.2400Tasa de dependencia por edad 0.1331 Pronóstico del clima 0.1750Población migrante 0.1302 Herramientas de cambio climático 0.1636Población dedicada a agricultura y ganadería 0.1282 Cobertura natural 0.1591Área inundable 0.1202 Índice de red vial 0.1065Carga animal 0.1200 Cobertura móvil por parroquia 0.0859Déficit habitacional 0.1097 Infraestructura Multipropósito 0.0699Tasa de analfabetismo funcional 0.0926 Total 1Total 1

Cuadro 41. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad socioeconómica (lluvias intensas) – Morona Santiago

El nivel de pobreza por consumo tiene el mayor peso de los indicadores de sensibilidad para la amenaza sequías, donde el 45 % de las parroquias se encuentran en el nivel Alto. En cuanto a capacidad adaptativa, desta-ca la importancia de los sistemas productivos pecuarios y la presencia de herramientas de planificación de cambio climático, donde el 95 % de las parroquias se ubican en los niveles Alto y Muy Alto. La vulnerabilidad se determinó gracias a los indicadores antes mencionados, donde más del 60 % de las parroquias reflejan niveles Alto y Muy Alto.

En el caso de lluvias intensas, en el índice de sensibilidad coincide con la vulnerabilidad a sequía con el peso mayor en el nivel de pobreza por consumo, agrupando al 76 % de las parroquias en el nivel Moderado. La capacidad adaptativa depende de los sistemas productivos pecuarios y la disponibilidad del pronóstico del clima, donde el 74 % de las parroquias se ubican en el nivel Moderado. Gracias a estos índices, se identificaron las parroquias con vulnerabilidad Muy Alta correspondiente a Zudac, y parro-quias como Río Blanco, El Rosario, El Ideal y Tutinentza con vulnerabilidad Alta, el resto de parroquias se distribuyen en los niveles Moderado y Bajo.



En la Figura 30 se puede observar que el riesgo climático socioeconómico, destacan las parroquias San Francisco de Chinimbimi, Macuma y Yaupi, ya que presentan un nivel de riesgo Muy Alto, mientras 13 (22 %) parroquias reflejan riesgo Alto, cinco (9 %) Moderado y tres (5 %) Bajo. El riesgo climá-tico socioeconómico actual a lluvias intensas muestra un total de 13 parro-quias con nivel Muy Alto, mientras que 15 parroquias presentan nivel Alto y 17 Moderado. Con respecto al escenario futuro del riesgo climático socioe-conómico a lluvias intensas muestra un incremento considerable en el nivel Alto (de 26 a 40%) y diminuciones en los niveles Moderado (de 29 a 28%) y Muy Alto (de 22 a 12%). El resto de niveles mantienen sus valores.

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En la Figura 30 se puede observar que el riesgo climático socioeconómico, destacan las parroquias San Francisco de Chinimbimi, Macuma y Yaupi, ya que presentan un nivel de riesgo Muy Alto, mientras 13 (22 %) parroquias reflejan riesgo Alto, cinco (9 %) Moderado y tres (5 %) Bajo. El riesgo climá-tico socioeconómico actual a lluvias intensas muestra un total de 13 parro-quias con nivel Muy Alto, mientras que 15 parroquias presentan nivel Alto y 17 Moderado. Con respecto al escenario futuro del riesgo climático socioe-conómico a lluvias intensas muestra un incremento considerable en el nivel Alto (de 26 a 40%) y diminuciones en los niveles Moderado (de 29 a 28%) y Muy Alto (de 22 a 12%). El resto de niveles mantienen sus valores.

Figura 30. Riesgo climático socioeconómico actual y futuro de Morona Santiago



El elemento expuesto es el índice de asociatividad, impulsada por políticas públicas, programas de desarrollo, procesos sociales, entre otros factores dinámicos que involucran a todo el territorio. Por eso, la asociatividad se comporta en patrones de continuidad e interconexión territorial. La expo-sición muestra que un 41 % y 47 % de las parroquias poseen una exposición Muy Alta y Bajo respectivamente.


En el Cuadro 42 se presentan los pesos calculados para la contribución de cada indicador (tanto de sensibilidad como de capacidad adaptativa). En esta dimensión, no se realiza distinción de amenazas, ya que en el cálculo se utiliza la multiamenaza (revisar sección 1.3.3.).




Capacidad de gestión (% ejecución presupuesto anual) 0.3396 Herramientas de cambio climático 0.2626Déficit de servicios residenciales básicos 0.3962 Red monitoreo hidrometeorológico 0.1367Grado de organización (número de empleados remunera-dos)/número de asociaciones


Total 1 Presencia Sociobosque 0.1703Existencia CAB 0.0000Existencia Camales 0.1573Existencia de CAL capacidad litros 0.1352Total 1

Cuadro 42. Indicadores y pesos calculados del índice de vulnerabilidad (multiamenaza) – Morona Santiago

La sensibilidad está dada por la capacidad de gestión y el déficit de servi-cios básicos, lo que ha generado que el 63 % de las parroquias se ubiquen en un nivel Moderado, y el resto en Bajo. En el caso de capacidad adapta-tiva, para esta multiamenaza las herramientas de planificación de cambio climático y la red de monitoreo hidrometeorológico son las variables con más peso, y que resultan en la agrupación del 74 % de las parroquias con un nivel Muy Alto, y las restantes se ubican en el nivel Alto. Estos valores combinados permiten identificar al 47 % y 43 % de las parroquias que po-seen niveles Altos y Moderados de vulnerabilidad.


El riesgo climático actual en esta dimensión muestra que El Rosario, Tayuza y Asunción reflejan un riesgo Muy Alto, mientras que 11 parroquias se ubi-can en el nivel Alto. Bajo el escenario RCP 4.5 para el Delta 2 (2011-2040), no se espera mayor variación de los niveles de riesgo actual frente a una multiamenaza. Existe disminución en el nivel Muy Alto (de 5 a 3%) y el resto de niveles se mantienen (Figura 31).

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Figura 31. Riesgo climático gobernanza actual y futura de Morona Santiago


SECCIÓN 3. SECCIÓN III. CONCLUSIONESLas amenazas de sequía y lluvias fuertes son aquellas que mayor impacto presentan sobre el cultivo del pasto.

En el caso del análisis de exposición de las áreas de pastizales en las siete provincias, Guayas presenta una particularidad. A pesar de su gran exten-sión y el alto número de ganaderos, existen muy pocas parroquias que cuentan con extensiones de áreas de pastizales mayores a 4,500 m2. Esto se debe al alto grado de productores con un sistema de producción mar-ginal, dadas las restricciones importantes de los suelos para realizar activi-dades productivas.

Durante el análisis de sensibilidad resalta que independientemente de la ubicación (Costa, Sierra y Amazonía) un factor que aporta en alto grado al nivel de vulnerabilidad es la poca capacidad de uso del suelo de los suelos, como también limitaciones dadas tanto por la textura de los suelos como por la pendiente de los terrenos. Adicionalmente se suma la alta presión sobre las vegetaciones naturales remanentes.

Como un factor común para la reducción de los posibles impactos rela-cionados a las amenazas climáticas, es importante resaltar que aquellas parroquias que estaban ubicadas en sistemas ecológicos intactos tienen mayor capacidad adaptativa. Como una iniciativa pública que aporte a me-diano y largo plazo a la protección de los ecosistemas, se debe mencionar la presencia de Socio Bosque.

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SECCIÓN 3. SECCIÓN III. CONCLUSIONESLas amenazas de sequía y lluvias fuertes son aquellas que mayor impacto presentan sobre el cultivo del pasto.

En el caso del análisis de exposición de las áreas de pastizales en las siete provincias, Guayas presenta una particularidad. A pesar de su gran exten-sión y el alto número de ganaderos, existen muy pocas parroquias que cuentan con extensiones de áreas de pastizales mayores a 4,500 m2. Esto se debe al alto grado de productores con un sistema de producción mar-ginal, dadas las restricciones importantes de los suelos para realizar activi-dades productivas.

Durante el análisis de sensibilidad resalta que independientemente de la ubicación (Costa, Sierra y Amazonía) un factor que aporta en alto grado al nivel de vulnerabilidad es la poca capacidad de uso del suelo de los suelos, como también limitaciones dadas tanto por la textura de los suelos como por la pendiente de los terrenos. Adicionalmente se suma la alta presión sobre las vegetaciones naturales remanentes.

Como un factor común para la reducción de los posibles impactos rela-cionados a las amenazas climáticas, es importante resaltar que aquellas parroquias que estaban ubicadas en sistemas ecológicos intactos tienen mayor capacidad adaptativa. Como una iniciativa pública que aporte a me-diano y largo plazo a la protección de los ecosistemas, se debe mencionar la presencia de Socio Bosque.

Una tendencia común en todas las provincias consideradas en el estudio es la relación entre pobreza y dedicación a la agricultura y ganadería, por tanto con mayores niveles de pobreza, mayor población dedicada a la agri-cultura y ganadería, con productores ubicados entre los niveles alto (4) y muy alto (5) de tenencia, dentro de los cuales las tendencias de los índices de riesgos climáticos son más altos y por lo tanto son están más expuestos a disminuir su tenencia para solventar sus gastos por efectos climáticos.

Los fenómenos climáticos en general, pero en especial la sequía como es el ejemplo claro en la provincia de Manabí, provocan un patrón de migración del campo a la ciudad donde mayor es el porcentaje de migración mascu-lina generando una disminución del porcentaje de la población dedicada al campo, esto a su vez reduce el nivel de pobreza por consumo lo que podría explicarse por el efecto de las remesas nacionales e internacionales en la economía, pero también genera un progresivo abandono de las actividades agropecuarias donde la tenencia de ganado cada vez se va reduciendo.

En el análisis socioeconómico del elemento expuesto (tenencia) se pudo evi-denciar otro patrón importante, mientras mayor sea el porcentaje de pobla-ción dedicada al campo, mayor es la tasa de analfabetismo y mayor es la tasa de dependencia; se trata entonces de agricultores y ganaderos pobres, con


bajos niveles de escolaridad que son el sostén económico de familias amplia-das (5 o 6 miembros) en las que son frecuentes los menores de 16 años y los mayores de 64 años; es en estas zonas productivas donde se obtuvieron los índices de riesgos climáticos más altos para el elemento expuesto.

La combinación de alto índice de red hídrica, alto porcentaje de riego y cobertura natural por encima de 30%, es la combinación perfecta para que los índices de capacidad adaptativa sean altos, siendo las zonas propicias para que la tenencia no se vea afectada a causa de la sequía, sin embrago Las parroquias que presentan una alta cobertura natural, y un alto índice de red hídrica son parroquias con alta capacidad adaptativa ante las sequías o las olas de calor, pero al mismo tiempo, parroquias altamente sensibles a las inundaciones pudiendo afectar la tenencia.

Es importante distinguir entre para quienes la crianza de ganado no tiene impacto en su economía; es decir que podrían dejar de practicarla sin afec-tar sus ingresos, de aquellos cuya subsistencia se basa en la producción ganadera. Es también recomendable revisitar la clasificación de producto-res de FAO Ecuador, con el fin de armonizar conceptos con trabajos en esa línea en otros países de la región. Posiblemente lo que FAO Ecuador defina como productores marginales sea lo que en otros países se conoce como microproductores, en ambos casos, y como un criterio central del diseño de políticas públicas, conviene focalizar la intervención en parroquias en los que confluyen factores como: acceso a vías de transporte, cercanía a centros de comercialización, cercanía a servicios públicos y privados de promoción de la producción ganadera, disponibilidad de recursos natura-les para la producción, y población en edad de trabajar en la zona; estos actores podrían configurar, junto al riesgo climático, en criterios de priori-zación de la intervención.

El estudio sugiere que podría existir una suerte de número mínimo de ca-bezas de ganado que un productor requiere para que su actividad genere ingresos superiores al nivel de pobreza. Parecería que productores con muy baja tenencia ganadera podrían abandonar la actividad en cualquier mo-mento, ya no solo por el tamaño de la producción, sino porque son produc-tores que no se conciben a sí mismos como ganaderos, o ven en la ganadería una actividad marginal o puramente exploratoria. Es necesario profundizar en el perfil del ganadero ecuatoriano, definir un sistema de clasificación del tipo de productor y tomar la decisión de desincentivar la ganadería en zonas que no cumplen con los criterios mencionados al final del párrafo anterior.

Estas conclusiones surgen de la premisa de que, si bien la tenencia es la combinación de población bovina sobre número de productores, usarla como único criterio para la intervención de una política pública provoca-ría el concentrarse en parroquias donde la producción bovina es mínima. Un caso es el de Ilumán (Imbabura), que tiene 613 UBAs, cuando la me-dia provincial es de 2,080 UBAs por parroquia. Esta relación de numero de UBAs puede realizarse bajo promedios provinciales, para así no excluir a los microproductores; es el caso de Isidro Ayora (Guayas), presenta un

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promedio de tenencia de 12 UBAs por productor, y así no se la consideraría como parroquia con preminencia de muy baja tenencia ganadera; lo mismo sucede con El Tambo (Loja), con un promedio de tenencia de 12 UBAs por productor que también entrarían en la categoría de microproductores. Está también el caso de Mariano Acosta, que en su mayoría son pequeños pro-ductores con un promedio de 7 bovinos por productor y también pasarían a ser considerados productores marginales.

Esta propuesta de distinguir entre los productores con muy baja tenencia que quizás deberían abandonar la actividad y los ganaderos que debería mantener su actividad, no gravita en los resultados del estudio, ni marca de ninguna manera el análisis del riesgo climático. Es un hallazgo de la investi-gación que muestra una línea de trabajo a desarrollar a futuro. El comporta-miento de los datos muestra que se podrían considerar como productores con una mínima tenencia ganadera, a aquellos con menos de 5 a 17 UBAs por productor, dependiendo de la provincia; sin embargo, en cada caso se debería analizar el manejo y la productividad. A futuro, se recomienda inves-tigar si existe un número mínimo de UBAs que marca la línea entre ser un productor con tendencia a desaparecer o un productor ganadero próspero; interesa saber si esta distinción tiene sentido, desde la premisa de que tener ganado no implica tener ingresos, habida cuenta que existen estudios que muestran que los productores más pequeños no reciben de la ganadería un ingreso que los permita salir del umbral de la pobreza. El estudio también llama la atención sobre el hecho de que, ya desde una perspectiva climática, conviene promover una ganadería mínima, posiblemente subsidiada con el trabajo de la población más pobre, o desincentivar la ganadería mínima, pro-curando para la población más pobre alternativas de generación de ingresos que los permitan salir del umbral de la pobreza.


Para el presente estudio, es innegable la preponderancia que adquiere la dimensión socioeconómica en el análisis y cálculo del riesgo climático to-tal, la cual al ser eminentemente territorial presenta patrones de compor-tamiento de sus índices tanto de vulnerabilidad como de sensibilidad y capacidad adaptativa que llaman a una reflexión regional para caracterizar el problema que enfrenta la ganadería en esta dimensión.

El Índice de Vulnerabilidad está compuesto por la relación entre la sensibili-dad y la capacidad adaptativa. En la Figura 32 se evidencia que dicho índi-ce responde a patrones territoriales que explican que las tres provincias de la costa presenten niveles similares, lo propio sucede con las dos provincias amazónicas analizadas. Para profundizar en la comprensión del Índice de Vulnerabilidad es necesario explorar en los resultados del Índice de Sensi-bilidad y Capacidad Adaptativa que lo conforman. Un aspecto muy impor-tante es la consideración y selección de los indicadores que conforman los índices elaborados, debido a que en algunos casos, si bien se cuenta con la información, ésta no muestra su real influencia en el territorio; tal es el caso por ejemplo de los proyectos multipropósito que fueron considerados en base a un criterio de presencia/ausencia en la parroquia pero más inte-resante sería conocer su real influencia en las actividades ganaderas y el acceso que puedan mantener los productores a sus servicios.

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Figura 32. Figura 32. Tablero de datos 1, promedios y valores normalizados (1-5) de los Índices estudiados, para la dimensión socioeconómica

El Índice de Sensibilidad está conformado por los siguientes indicadores cuyo comportamiento se analiza en la siguiente gráfica: Conflicto gente fauna, Déficit habitacional cualitativo, Nivel de pobreza por consumo, Por-centaje de población dedicada a agricultura y ganadería, Porcentaje de población migrante masculina, Tasa de analfabetismo funcional y Tasa de dependencia por edad. En el mapa (Figura 33) se muestra en círculos de menor a mayor tamaño, el correspondiente porcentaje de población dedi-cada a agricultura y ganadería, el indicador más crítico para el análisis de la sensibilidad territorial.

Figura 33. Figura 33. Resultados del índice de sensibilidad de las siete provincias de estudio


Es útil considerar el comportamiento de los indicadores que conforman el Índice de Sensibilidad, provincia por provincia, pues sugieren el tipo de in-tervención que podría desarrollarse. Es especialmente importante priorizar las provincias que combinan altos niveles de pobreza, con alto porcentaje de población dedicada a la agricultura y ganadería, con alta tasa de analfa-betismo funcional, desde la premisa de que son poblaciones especialmente vulnerables al desarrollo de cualquier tipo de actividad económica, como es el caso de Manabí, Napo y Guayas (Figura 34). Al combinar el nivel de pobreza con el déficit habitacional cualitativo, se priorizan Manabí y Napo.

Figura 34. Figura 34. Priorización provincial mediante el índice de sensibilidad

Si bien existen diferencias en el comportamiento de cada índice entre las provincias, con una diferencia de 0.11 puntos entre el valor mínimo (Imba-bura) y máximo (Guayas) el Índice de Sensibilidad resulta más homogé-neo que el Índice de Capacidad Adaptativa, con un valor mínimo de 0.27 (Napo) y un máximo de 0.50 (Manabí). Lo que nos lleva a concluir, desde la perspectiva socioeconómica, que el factor crítico para la vulnerabilidad territorial es la capacidad adaptativa, y, por tanto, la vulnerabilidad es sus-ceptible de ser modificada con una intervención de política pública.

En la Figura 35 se presenta el comportamiento, en territorio, del Índice de Capacidad Adaptativa, compuesto por una serie de indicadores que mues-tran la oferta pública de provisión de servicios e infraestructura productiva, la capacidad de respuesta del gobierno parroquial y el tipo de sistemas productivos. Estos indicadores son: Cobertura móvil por parroquia; Dispo-nibilidad de pronóstico del clima; Estimado de volumen de crédito al que accedió la población parroquial el último año; Herramientas de planifica-

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ción de cambio en el gobierno parroquial; Índice de red vial; Sistemas pro-ductivos pecuarios. En el mapa se ilustra la incidencia de los indicadores en el territorio en una relación de a mayores valores, mayor el tamaño de los círculos.

En el mapa se ilustra la suma del índice de red vial en las parroquias es-tudiadas. Desde la perspectiva socioeconómica, éste indicador es crítico para la capacidad adaptativa, pues habilita el acceso a todas las condicio-nes consideradas en los indicadores para este índice.

Figura 35. Figura 35. Resultados provinciales del índice de capacidad adaptativa

Es importante destacar el caso de la provincia del Napo y Santa Elena, provincias que presenta los más altos valores en los indicadores que con-forman el Índice de Sensibilidad, y los más alto valores en los indicadores que conforman el Índice de Capacidad Adaptativa, mostrando un caso de provincias con un alto potencial de conversión de sus índices.

Finalmente, cabe destacar que para las dimensiones socioeconómica y de gobernanza en las cuales el elemento expuesto ante amenazas climáticas adquiere valores más altos cuanto peor es su condición en el territorio, es necesario ser muy cuidadosos en la asignación de valores nulos. Se debe procurar un doble chequeo en aquellas parroquias donde ambos, tanto el nivel de exposición es nulo, como el producto de exposición, amenaza y vulnerabilidad también es nulo; pues basta con que se cumpla una de ambas condiciones para que el riesgo climático adquiera a su vez el valor nulo (0).


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