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DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DEL FEUDALISMO EN JAPÓN
María José Dankow
Eliana Rodríguez
Introducción
Debido la recurrente asimilación del shogunato como feudalismo, en este trabajo se ha
planteado sí ¿Es posible hablar de feudalismo fuera de Europa Occidental? El cual propone
comparar dos procesos históricos, el período Shogunato en Japón (1.100-1868) y
feudalismo en Europa Occidental (476-1452), para observar diferencias y similitudes, y
obtener una respuesta inicial al caso planteado.
El análisis estará delimitado a la dimensión económica y la dimensión ideológica. En el
caso del feudalismo, se partirá según lo postulado por Karl Marx, y por otro lado se
observará al cristianismo a partir de Jacques Le Goff. En cambio, debido a la escasa
literatura sobre la historia de Japón, se tomará a Hitoshi Oshima para la dimensión
ideológica, y a Mikiso Hane para la dimensión económica. Este ensayo no aporta nueva
evidencia empírica, sino que contribuye a la reflexión a la partir de la literatura existente.
El primer apartado estará destinado al análisis del feudalismo en Europa occidental,
iniciando con una breve introducción a modo de contextualización, para más tarde delimitar
el marco teórico en el cual se sentaran las bases de nuestro análisis. Finalmente se
presentará el estudio de caso-el análisis correspondiente al feudalismo en Europa durante
los siglos X y XV.
El segundo apartado estará destinado al análisis del periodo Shogunato en Japón durante los
siglos X y XV, siguiendo el mismo esquema, se hará una breve introducción del periodo
señalado en Japón, continuado por el marco teórico en el cual nos basaremos para nuestros
análisis en Japón, para luego presentar dicho análisis en el periodo nipón seleccionado.
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Hacia el final del trabajo se presentaran las conclusiones logradas a partir del análisis
realizado en el cuerpo del mismo. Veremos si es posible o no resolver el interrogante
planteado inicialmente.
Feudalismo europeo
La utilización del concepto feudalista ha llegado a un estado de abuso, como consecuencia
de la delimitación espacio temporal a sociedades fuera de Europa, lo que originó una
generalización del concepto. La dinámica de funcionamiento del modo de producción
feudalista determina el periodo o época histórica y tiene sus antecedentes en Europa en el
siglo V hasta finales del siglo XVI donde comienza a desarrollarse con mayor intensidad la
actividad comercial y a consolidarse los estados. Desde la caída de Roma en 476 hasta la
toma de Constantinopla predomina la relación social denominada Vasallaje. El vasallaje era
el conjunto de instituciones que originaban y hacían valer las obligaciones por parte del
“hombre libre”. En lo que respecta Europa occidental los países que la componían eran:
Gran Bretaña, Francia, Italia, España, entre otros.
Marco teórico
Desde la perspectiva de K. Marx podemos definir al feudalismo como un modo de
producción por la que debe o puede pasar una sociedad o pueblo en su evolución histórica
(feudalismo, capitalismo, socialismo) cuyo modo de producción se basa en el desarrollo de
las fuerzas productivas y ciertas relaciones socio económico, en línea con lo presentado por
Freijomil en su trabajo ¿Qué es el feudalismo? De año?. Es un modo de producción,
resultado de la interrelación entre el desarrollo de las fuerzas productivas (el cual era escaso
en el periodo europeo por ejempló) y el conjunto de relaciones de producción en lo que
respecta dependencia entre campesino y señor en el cual se base el sistema feudal (Vilate,
1992).
La aleación entre ambas, determina la estructura económica que conforma la base para la
superestructura (político y jurídico) en términos marxistas. Finalmente la superestructura
determinara la conciencia y las condiciones de vida de la sociedad. Cuando cambia el modo
de producción también lo hace la superestructura y por ende la conciencia (Marx, 2000).
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En lo que respectan las relaciones productivas, las entenderemos como los vínculos que
establecen los hombres con otros.
En el feudalismo, la relación de dependencia entre el señor y el vasallo es un rasgo
característico del presente modo de producción donde la tenencia de la tierra implica una
asociación entre estatus social y autoridad. Por un lado, el señor propietario de las tierras
requiere de un hombre fuerte que trabaje dicho medio de producción para recibir a cambio
un pago, por otro lado, el vasallo requiere de las tierras del señor para sobrevivir y
reproducirse. La relación entre el señor y el vasallo se va a manifestar a través de un
contrato que se celebra mediante una ceremonia o ritual. Se trata de un contrato con
determinados requisitos y obligaciones para ambas partes, donde ambos eran nobles,
hombres libres, y guerreros que consiste básicamente en fidelidad y apoyo mutuo.
Es importante señalar que puede entenderse como el periodo que antecede al capitalismo
pero esto puede variar dependiendo de la perspectiva que tome cada autor. En ocasiones se
suele asumir al feudalismo como un sistema económico, en nuestro trabajos solo nos
referiremos al feudalismo como como de producción.
Análisis
El feudalismo, entendido como un modo de producción cuyas características fueron
descriptas brevemente arriba, lo asumiremos como una variante entre otros modos de
producción. En lo que respecta Europa occidental, el modo de producción feudalista no es
solo un modo de producción sino que este es el modo dominante entre los otros
coexistentes. El modo de producción feudal en Europa está determinado por la agricultura
destinada a originar valor de uso para alimentar a los campesinos y demás individuos, es
decir, solo para el consumo propio. La tierra como principal medio de producción se
utilizaba para diversos fines. Nombramos algunos a modo de ejemplo: para la producción
de cereales y especies (que rotan dependiendo de la estación del año), de pasto para el
abastecimiento del ganado, para huerta (se cultivaban distintas frutas y verduras también de
acuerdo a la instancia del año), para cultivos específicos como olivo o viña, etc. el buey y el
caballo eran los principales instrumento que se utilizaban para llevar a cabo el labrado de la
tierra. El núcleo de los miembros de la unidad económica campesina (Kuchenbuch &
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Michael, 1997) eran el marido y la esposa. También podían estar los consumidores que no
contribuían al trabajo de la tierra como ansíanos y niños. La división del trabajo está
determinada por sexo y edad donde el masculino tenía la autoridad. Cada unidad campesina
produce de forma independiente. En lo que tiene que ver el intercambio de las producciones
en Europa pre-industrial se llevaba a cabo tanto al interior como al exterior de las aldeas
con la moneda como medio de mercancía recordando que una parte de la producción era
destinada al pago del señor (en especies, trabajo o dinero).
Lo que especifica y deferencia el feudalismo de otros medios de producción (asalariado,
esclavista por ejemplo) es la unidad económica campesina individual con directo contacto
con los medios de producción y las herramientas a través de las cuales elaborar la
producción, sin terceros que interactúen en esta relación. Hay una relación cooperativa
entre aldeas pero a su vez individualista donde no todo lo que se produce va al mercado
sino que una parte al señor, otra a subsistencia y otra pequeña al mercado. La finalidad de
la producción es asegurar la reproducción y subsistencia. El excedente (plus trabajó) que es
generado sirve para la subsistencia de campesino o individuos que no se dediquen al trabajo
de la tierra. Para la apropiación del plus trabajo tiene que haber una separación temporal.
Renta de la tierra: lo que se le paga al señor. Renta de trabajo: trabajo campesino a
disposición del señor para la explotación de la tierra. Renta producto: el plus trabajo se
desplaza hacia el interior de la unidad económica. Renta dinero: se desprende de la venta,
intercambio de bienes por una determinada cantidad de dinero. La coexistencia de las
cuatro formas fundamentales de apropiación del plus trabajo son característica del modo
feudalista.
Las principales características de las economías feudalista en la Europa occidental eran:
falta de un mercado externo, había un mínimo intercambio entre pueblos y aldeas pero no
lo suficiente como para que se hablará de mercado externo propiamente dicho. También,
como mencionamos con anterioridad la estructura económica estaba formada por bienes
agrícolas que producían los vasallo en las tierras de los señores por lo que la mayor parte de
la población se encontraba concentrada en las zonas más rurales de Europa. En lo que
respecta la productividad, esta se encontraba estancada con un bajo nivel de progresividad
tecnológica para la mejor explotación de la tierra. En este sentido, las cuestiones climáticas
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lluvias o sequias eran los factores que hacían variar las productividades. Esta incapacidad
de aumento de la productividad derivaba en una acumulación de capital inexistente (Ferrer,
2008). El hecho de mantener la actividad económica estancada, con bajos niveles de
productividad en una sociedad donde la población aumentaba, las población activa como
denomina el autor, comienza a desempeñar otras actividades como un pequeño impulso a
diversificar la estructura económica y encontrar otra alternativa a la producción.
Comenzaron a elaborar artesanías y servicios para sobrevivir.
En este contexto el intercambio, comenzó a manifestarse como posibilidad de generar
excedentes cuyo intercambio, facilito el vínculo entre distintas localidades que poseían
diversas características geográficas que otras regiones no tenían y así intercambiar
productos necesarios.
Durante el periodo feudalista, desde la perspectiva de Eric Wolf (1982) la producción
estaba orientada principalmente al consumo propio a diferencia del modo de producción
capitalista por ejemplo, donde la producción se encuentra orientada fundamentalmente al
intercambio en el mercado para la acumulación de riquezas.
La crisis feudalista comienza en el siglo XV, durante los siglos XVI hasta finales del siglo
XVII se hace presente el denominado mercantilismo donde se desarrollan una serie de
elemento que llevan a la transición hacia el modo de producción capitalista. Estos
elementos son:
Crecimiento de las ciudades Crecimiento poblacional Comercio internacional Papel dinero Sistema de trabajo domestico Nacimiento de la industria Cercamientos Surgimiento de la clase trabajadora
El crecimiento de la población, junto con el de las ciudades era cada vez más considerable.
La población crecía más rápido que la producción de la agricultura característica principal
del modo de producción feudalista. La agricultura dejo de crecer, por un lado, porque el uso
de las tierras disponibles ya estaba en su límite y por otro lado, la producción se encontraba
obstaculizado por circunstancias climáticas. El abastecimiento del alimento ya no era
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suficiente. Los más pobres que tenían una dieta restringida, sufrían desnutrición y
generaban epidemias que azotaban al resto de la población. La tierra como insumo
principal para la producción se encontraba al límite los tomadores de tributo militar
aumentaron, y con ello sus excedentes para financiar la guerra que tenía como fin
conquistar la mayor cantidad de tierra posible para la producción agrícola. Los
denominados cercamientos desembocaron en una rebelión y resistencia social. La crisis se
resolvió destruyendo lo recursos más allá de la fronteras europeas. La llamada
“Acumulación originaria” implico este apoderamiento de la tierra y su concentración en
pequeños grupos de personas o clases sociales reducidas.
Luego de la crisis del feudalismo, identificamos el mercantilismo S.XVI como etapa previa
al capitalismo. El aumento de la población, la formación de las ciudades y los estados
dieron origen al mercantilismo, donde se intensificó la actividad comercial y tendió a
consolidar las relaciones sociales y económicas.
En la transición no solo influyo el desarrollo del comercio internacional, si bien fue
importante para finalizar con el feudalismo no fue el único factor. El desarrollo del
mercantilismo, con la crisis del S.XVII llevo al comercio a una situación desestabilizante.
Fue fundamental el comercio de larga distancia a través del mar Mediterráneo por ejemplo.
Ya no se producía solo actividad agrícola, sino que también se desarrollaba a cabo una
pequeña industria (sistemas de trabajo doméstico). Todos estos factores asociados
brindaron las condiciones entre los siglos XVI Y XVII para que el feudalismo llegue a su
fin definitivamente en el siglo XVIII con la revolución industrial.
Periodo Shogunato en Japón
El periodo Shogunato en Japón se puede delimitar entre los años 1100 a 1868.
Durante los siglos XII - XVII, Japón se encontraba atravesando una etapa de inestabilidad
política, que culmino a comienzos del 1600, cuando Tokugawa Ieyasu obtiene la victoria en
la batalla de Sekihara. Tokugawa estableció un gobierno central denominado Bakufu, y
recibió a manos del Emperador el cargo de shogun. Por un lado, la máxima figura era el
Emperador, con poder simbólico, y por otro, el shogun, figura militar estaba a cargo del
Estado. La política central de Bakufu consistía en mantener el orden público estableciendo
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una “jerarquización social estática” (Barrington Moore, 1976), sin posibilidad de
movilidad social. En este aspecto y en comparación con el periodo feudalista Europeo pre
industrial, coincidimos en que el vasallo tampoco tenía la posibilidad de ascenso social ya
que este se encontraba en conjunción con la tenencia del principal medio de producción, la
tierra.
El Shogun, entregaba las tierras a los denominados daimyo a cambio de lealtad mientras
que los samurái prestaban su servicio a los daimyo a cambio de un salario en arroz. El
campesino era el que generaba el excedente (también como en el feudalismo europeo)
siendo la actividad agrícola la principal actividad económica característica del periodo
feudal. En este sentido, Hagen (1962) señala que la estructura económica se sostuvo sobre
la actividad agrícola, con una matriz productiva especializada en la producción de arroz. El
excedente generado se dirigía en parte a su manufactura (como sake, entre otros productos
derivados del arroz) para el mercado interno. El autor también destaca otra política
implementada por Bakufu que consistía en que los Daimyo debían residir un año en Edo,
capital nipona durante shogunato, y al siguiente año alojarse en su han, mientras se exigía
que la esposa y los hijos de cada daimyo vivieran de forma permanente en Edo bajo la
vigilancia del shogun. Esta política tenía como fin por un lado, garantizar la lealtad del
daimyo a través de la retención de sus familias, y por otro lado buscaban restringir la
economía de dicho daimyo imponiéndole grandes gastos. En este aspecto se difiere del
feudalismo europeo, ya que no se retenía a la familia de los campesinos para garantizar
lealtad, sino que en caso de no cumplir con el contrato establecido se procedía a la
denominada felonía.
Los grandes gastos desembocaron en el desarrollo de ciudades como centros comerciales en
el marco de una economía cerrada donde el continuo flujo de gastos provoco inflación. La
cultura japonés junto con sus costumbres se preservaba hasta tal punto en que cualquier
contacto con los extranjeros, por ende con el exterior era evadido, a pesar del interés de los
europeos de comercializar con Japón, el país nipón opto por mantenerse cerrado pero esta
autarquía duro hasta 1853, cuando EE.UU presionó militarmente a Japón para abra sus
puertas al comercio exterior. Mientras esta apertura no fue bien vista por los japoneses más
conservadores (que buscaban que el emperador retome el poder), la clase comerciante que
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está surgiendo se veía ampliamente beneficiada marcando los límites del periodo
“feudalista japonés”.
Tanto el mercantilismo como la apertura comercial del periodo Shogunato en Japón
actuaron como periodos donde el feudalismo comenzó a erosionarse hasta desaparecer. En
el caso japonés, el gasto excesivo, el crecimiento de los centros comerciales y la apertura
comercial dio por caducado el feudalismo en base a la actividad primaria que consistía
principalmente en la producción de arroz. La apertura comercial junto con la competencia
internacional dio pie a experimentar nuevas producciones que satisfagan tanto las
demandas internas como externas. En el caso europeo, algo similar ya hemos comentado,
crisis agrícola, aumento de las ciudades, mercantilismo y actividad comercial insipiente.
Una de las diferencias reside en que el feudalismo europeo no se consideraba autárquico,
sino que, si bien el trabajo campesino era individual se le daba mucha importancia a la
cooperación entre aldeas y pueblos. Tampoco manifestó una resistencia para la
conservación de sus costumbres.
Marco teórico
Análisis
A continuación realizaremos un análisis de la situación que atravesaba Japón tanto en
sentido económico como en sentido ideológico. A diferencia del espacio analizado
anteriormente, ya no se trata de un sector de un continente como lo fue Europa occidental,
sino que se trata de una pequeña isla asiática con escasa tierra disponible para cultivos
rurales.
Durante los siglos X y XV en Japón, la relación entre los denominados samurái y los
súbditos puede leerse como una relación entre amo y vasallo. También, la relación entre
señor y vasallo comenzó a realizarse a través de lazos de familia o parentescos (Hane, ).
Luego de la ceremonia entre el señor y el vasallo, el señor otorgaba al vasallo el derecho a
recaudar impuestos o rentas sin derecho político alguno sobre el medio de producción.
Desde su más remota historia, Japón fue un país cerrado, sin ansias de relacionarse con el
extranjero y el presente periodo no fue la excepción. Cualquier acercamiento con otros
territorios significaba un peligro esto se manifestó en el intento de la invasiones mongolas a
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Japón en 1281. Los intentos de invasiones dejaron a la isla asiática en una preocupante
situación financiera al gobierno Kamakura. Por otra parte, se desato una crisis financiera de
los samurái como consecuencia del auge de la moneda Sung. Las tierras comenzaron a
disputarse entre líderes locales lo que desemboco en una ola de asaltos en las zonas más
rurales hasta extenderse hacia las provincias. Hacia 1560 aproximadamente, se concedía
feudos a los vasallos a cambio de que estos le den al señor una cantidad dada de guerreros
para lograr que los han no subdividan la tierra entre sus descendientes.
Respecto los campesinos, eran los que estaban destinados a trabajar la tierra y agar el
tributo al señor. Para solucionar los problemas económicos que estaba atravesando el país
el bakufu tomo la decisión de aumentar los impuestos lo que elevaba el peso sobre los
campesinos entregando alrededor del 70% de sus producciones con muy poco margen para
su subsistencia. Muchos campesinos murieron de hambre o a causa de sequias,
inundaciones, plagas, etc.
Hacia el siglo XV gracias a la expansión del comercio y mayor actividad económica los
campesinos junto con algunos samurái comenzaron a organizar protestas contra el bakufu.
También en este siglo ya se manifestaba cierta prosperidad en los aspectos económicos
reflejados en el aumento de la productividad, creciente del comercio y hasta de una
pequeña industria insipiente. Los campesinos se encontraban con mejores herramientas
para la actividad agrícola, se utilizaban residuos, se mejoraba el uso de tiro de ganado,
sistema de doble cosecha, apertura de más terrenos aptos para el cultivo, entre otros.
Así, el crecimiento de la actividad agrícola de la mano de las mejoras técnicas de
producción se estimuló el comercio y la industria. Más tarde comenzaron a formarse
pequeñas ciudades comerciales y con ellas el crecimiento de la economía monetaria, por
ejemplo la relación comercial con China beneficio la actividad prestamista a través del uso
de monedas. Finalmente hacia principios del siglo XVI, Japón ya se encontraba con
tratados comerciales firmados con China y Corea asentando el intercambio de Japón con el
exterior dejando atrás sus antecedentes como economía cerrada.
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Conclusiones finales
A lo largo de nuestro trabajo hemos asumido al feudalismo como un modo de producción
que es la base del sistema económico feudal que según Karl Marx toda sociedad debe
atravesar. Concentrados en los aspectos económicos e ideológicos hemos llegado a la
siguiente conclusión.
Por un lado en Europa occidental, no encontramos con el feudalismo por excelencia. Aquel
modo de producción basado en una estructura productiva agrícola, de la mano de la
relación entre el señor y el vasallo donde ambos poseen derechos y obligaciones que deben
respetar. Además de eso, el feudalismo también se identifica por la escasa capacidad de
acumulación de excedentes, por ser una pequeña economía que solo interactúa con aldeas o
pueblos cercanos unos de otros. Un muy lento progreso técnico, por ende una estructura y
productividad estancadas sujetos a las variaciones naturales.
Por otro lado en el periodo Shogunato, nos encontramos en el mismo periodo analizado
para Europa, con una sociedad muy avanzada en términos económicos. En este sentido, el
intercambio con el exterior, la formación más temprana que en Europa de las ciudades
comerciales, el sistema financiero que manejaban, la utilización dl papel moneda de la
mano de China, el surgimiento de la industria, mejoras en lo que tiene que ver con las
herramientas de trabajo, sistemas de riego, encontrar una utilidad de los residuos, dan
cuenta de una sociedad más avanzada si comparamos Europa occidental y Japón durante
los siglos X y XV.
¿Es posible hablar de feudalismo en el periodo Shogunato?
En palabras de Hane “El sistema Kamakura no puede ser definido como feudalismo, ya que
no se asemeja al sistema feudal europeo” (Hane, 2000: p 38)
En sentido económico no podemos hablar de feudalismo en Japón por que las
características básicas del feudalismo clásico, como poco progreso técnico, economía
cerrada sin intercambio con el extranjero, incapacidad de acumulación de excedente,
estructura económica estancada, entre otras que nombramos al inicio de nuestro trabajo,
claramente no se asemejan a las características planteadas para el periodo japonés; donde se
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destaca un importante desarrollo técnico en las herramientas de cultivo, una temprana
inserción en el mercado exterior, utilización del papel moneda, prestamistas, sistema
financiero, características que en Europa llegan apenas entre el siglo XVI y XVII.
No descartamos la posibilidad que en un periodo anterior Japón si haya atravesado una
etapa más similar al feudalismo, aunque esto implique la aparición del feudalismo en Japón
antes que en Europa, no lo sabemos. Tal vez tanto Europa como Japón comenzaron el siglo
X con características similares en lo que tiene que ver con el modo de producción feudal y
el segundo logro tener una visión más futurista y desarrollarse en menor tiempo, tampoco
lo sabemos. Lo que si podemos afirmar, es que paralelamente al feudalismo de Europa
Occidental, Japón ya comenzaba a interactuar con el exterior y a manejarse en un mercado
mucho más amplio. Tal vez tanto Europa como Japón comenzaron el siglo X con
características similares en lo que tiene que ver con el modo de producción y el segundo
logro tener una visión más futurista y desarrollarse en menor tiempo, tampoco lo sabemos.
Bibliografía
Ferrer, A. (con la colaboración de Rougier, M) La economía Argentina: desde sus orígenes hasta principios del siglo XXI. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económico. 2008
Pierre BONNASSIE [1981]. Vocabulario básico de la historia medieval. Barcelona: Crítica, 1988
Hagen, E “Como comienza el crecimiento económico: una teoría general aplicada a Japón”. IDES. Instituto de Desarrollo Económico y Social. 1962
Hane, M. Breve historia de Japón. Historia Alianza Editorial. Madrid. 2003
Kuchenbuch, L & Michael, B: “Estructura y dinámica del modo de producción feudal en la Europa pre industrial” Buenos Aires. 1997
Marx, K. “La llamada acumulación originaria”, Capitulo XXIV de El Capital. Madrid. Akal 2000.
Vilate, L. “Modos de producción y formaciones sociales en América Latina”. En introducción a una teoría de la historia para América Latina. Buenos Aires. Planeta 1992
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Wolf, Eric R. “Europa la gente sin historia”. Fondo de Cultura Económica. México 1982. Capítulos 4 y 5.
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