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Stephen Edelston Tolumin (Londres 1922 – Los Ángeles 2009) En 1942, Stephen obtuvo su grado de bachiller en artes en el King's College. Se doctoró en filosofía en la Universidad de Cambridge en 1948, donde trabajó junto a Ludwig Wittgenstein La comprensión humana. 1. El uso colectivo y la evolución de los conceptos1 Los conceptos, como los individuos, tienen su historia y son tan incapaces como éstos de resistir los estragos del tiempo Kierkegaard Un hombre demuestra su racionalidad, no por la adhesión a ideas fijas, procedimientos estereotipados o conceptos inmutables, sino por la manera y las ocasiones en que cambia ideas, procedimientos y conceptos Introducción general 1. La teoría y la práctica del conocimiento Doble problema de la compresión humana: a) el hombre conoce (mirar “fuera de nosotros mismos”); b) el hombre es consciente de que conoce (mirar “hacia adentro”). Por ende históricamente la comprensión humana ha crecido (a) y a la par se ha profundizado (b). Las relaciones entre estas dos actividades (mirar hacia afuera y hacia adentro) han cambiado según periodos de la historia intelectual; épocas en que se contemplan estas actividades como íntimamente relacionadas entre sí, y otras en que se contemplan por separado Y una de las cuestiones que debemos abordar aquí es si la actual separación de la práctica del conocimiento de su teoría –de la “ciencia natural” de la “epistemología” y de los científicos de los filósofos- no corre fácilmente el riesgo de llegar demasiado lejos. En efecto, hay buenas razones, históricas y sustanciales, para restablecer los lazos entre la extensión científica de nuestro conocimiento y su análisis reflexivo, y para reconsiderar nuestra imagen de nosotros mismos como sujetos cognoscentes a la luz de las extensiones recientes del contenido real de nuestro conocimiento.” (18)

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Stephen Edelston Tolumin (Londres 1922 – Los Ángeles 2009)En 1942, Stephen obtuvo su grado de bachiller en artes en el King's College. Se doctoró en filosofía en la Universidad de Cambridge en 1948, donde trabajó junto a Ludwig Wittgenstein

La comprensión humana. 1. El uso colectivo y la evolución de los conceptos1

Los conceptos, como los individuos, tienen su historia y son tan incapaces como éstos de resistir los estragos del tiempoKierkegaardUn hombre demuestra su racionalidad, no por la adhesión a ideas fijas, procedimientos estereotipados o conceptos inmutables, sino por la manera y las ocasiones en que cambia ideas, procedimientos y conceptos

Introducción general

1. La teoría y la práctica del conocimiento

Doble problema de la compresión humana: a) el hombre conoce (mirar “fuera de nosotros mismos”); b) el hombre es consciente de que conoce (mirar “hacia adentro”). Por ende históricamente la comprensión humana ha crecido (a) y a la par se ha profundizado (b).

Las relaciones entre estas dos actividades (mirar hacia afuera y hacia adentro) han cambiado según periodos de la historia intelectual; épocas en que se contemplan estas actividades como íntimamente relacionadas entre sí, y otras en que se contemplan por separado

“Y una de las cuestiones que debemos abordar aquí es si la actual separación de la práctica del conocimiento de su teoría –de la “ciencia natural” de la “epistemología” y de los científicos de los filósofos- no corre fácilmente el riesgo de llegar demasiado lejos. En efecto, hay buenas razones, históricas y sustanciales, para restablecer los lazos entre la extensión científica de nuestro conocimiento y su análisis reflexivo, y para reconsiderar nuestra imagen de nosotros mismos como sujetos cognoscentes a la luz de las extensiones recientes del contenido real de nuestro conocimiento.” (18)

“una adecuada comprensión de nuestra situación epistémica debe reforzar la confianza en nuestras creencias mejor fundadas” (18): hay que trazar un autorretrato epistémico que sea efectivo en tanto que tenga una base teórica realista, la cual sea realista en tanto sus aplicaciones prácticas sean efectivas.

En su origen, la física y la metafísica nacieron juntas. Platón y Aristóteles: “todas las tesis metafísicas tenían consecuencias metodológicas y toda máxima del procedimiento científico tenía una justificación filosófica” (20) “el proceso y el producto eran correlativos” (21)

Europa del siglo XVII: Descartes, Newton, Locke: “los ideales explícitos para juzgar los productos de la indagación intelectual estaban asociados a ideas explícitas sobre la manera en que se obtenían esos productos” (21)

Eran filósofos-científicos: sus explicaciones abarcaban tanto lo que el hombre conoce como lo que existe para que el hombre lo conozca.

Estas explicaciones involucraban muchas de lo que hoy conocemos como “disciplinas” (psicología, física, neurología, lingüística, lógica, epistemología), sin estar o ser de ninguna de ellas particularmente. El problema de la comprensión humana (reconocer las bases de la autoridad intelectual) no puede ser abarcado por ninguna disciplina aisladamente “ya que los límites entre diferentes disciplinas académicas son ellos mismos una consecuencia de las actuales divisiones de la autoridad intelectual, y la justicia de estas divisiones es precisamente una de las principales cuestiones que es necesario abordar de nuevo” (23) El campo de la “epistémica” (problema de la comprensión humana) es un ámbito de indagación interdisciplinaria, ya que muchas disciplinas diferentes tienen aspectos o implicaciones epistémicos.

La epistémica es de larga data (25 siglos), se ha reformulado según las épocas pero los problemas conductores centrales siempre han sido los mismos:

- ¿Qué clase de cosas conocemos? ¿Qué tipo de certeza puede tener nuestro conocimiento? ¿Cómo adquirimos ese conocimiento, o en términos de qué conceptos se lo estructura? ¿Y qué papel desempeñan en este proceso los elementos de juicio de nuestros sentidos?

- ¿En qué medida derivan nuestros conceptos –aun los más básicos- de la experiencia sensorial? ¿Deben nuestras pretensiones de conocimiento estar respaldadas, en todo aspecto particular, por la experiencia sensorial? ¿O, más bien, nuestros conceptos y categorías predeterminan nuestra capacidad de percibir y reconocer? ¿Ven el mundo de manera diferente las personas con diferentes conceptos o lenguas?

- De uno u otro modo, ¿cómo podemos comparar los méritos de conceptos rivales? ¿Y, cómo, a su vez, pueden justificarse y evaluarse nuestras pretensiones de conocimiento, moral o matemático, científico o práctico? (23)

Problemas de difícil solución si consideramos él término en el que los expresamos: “concepto” término de uso generalizado por poco explicado y definido (para muchos filósofos del siglo XX los conceptos son su tema central –análisis conceptual- pero raramente definen los términos “concepto” o “conceptual”. Ídem con los psicólogos –estudian la formación de conceptos en el desarrollo intelectual de niños, etc.-)Cómo definir “concepto” (en tanto término común utilizado en diferentes disciplinas): a partir de un nuevo análisis sistemático de los problemas de la compresión humana y del papel de los “conceptos” en el crecimiento y la expresión del conocimiento poner en relación el análisis filosófico de los conceptos con los descubrimientos históricos y científicos concernientes a la evolución conceptual y el desarrollo del hombre = dar una base realista a los juicios teóricos.

¿según qué escalas deben sopesarse nuestros mismos conceptos y juicios? […] ¿de cuáles fuentes derivan en última instancia nuestros conceptos su autoridad intelectual? (25-26)

Tratar el tema de naturaleza y el origen de la autoridad intelectual (conocimiento teórico) permite el mejoramiento del conocimiento fáctico. Para desarrollar nuestra comprensión del mundo y de nuestros tratos con el mundo debemos interrogar nuestros propios conceptos y creaciones intelectuales. Hay que preguntarse: ¿Qué es el Hombre para que pueda comprender el Mundo? ¿Y qué es el Mundo para que el Hombre pueda comprenderlo? (26) y específicamente: ¿Cuáles son las habilidades o tradiciones, las actividades, los procedimientos o los instrumentos de la vida intelectual y la imaginación del Hombre –en una palabra, los conceptos- por los cuales se logra y se expresa tal comprensión humana? (27)

Objetivo del texto: explicar la autoridad intelectual de nuestros conceptos para comprender los criterios (y patrones) por los cuales estos conceptos pueden ser sopesados. Para lograr esto: i) la “explicación filosófica debe ser atinente a la práctica real de la crítica racional” = establecer los cánones de evaluación intelectual y su relación con las tareas prácticas que enfrenta realmente el intelecto crítico; ii) esta explicación “se la debe enunciar en términos que sean operativos a la luz de todo nuestro conocimiento actual” “en la medida de lo posible, nuestra explicación debe ser elaborada a la luz de esos conocimiento y respuestas empíricos [evolución de concepto y sus usos en la experiencia de los individuos], y enunciada usando términos que se ensambles con todos los campos asociados” (27)

Se harán tres indagaciones que abordarán 3 partes para lograr la argumentación propuesta: indagaciones 1) Primero se consideraran las ideas corrientes sobre la evolución histórica del conocimiento y la comprensión humanos (desarrollo de los conceptos); 2) luego las ideas sobre el desarrollo de tal comprensión en el lapso de vida de los individuos (captación de los conceptos); 3) lo que podemos aprender acerca del valor de los conceptos, es decir, sobre los fundamentos en que reposa su autoridad intelectual y los patrones por los cuales debe ser juzgada. Partes: A) se considerarán los conceptos como integrando los agregados, sistemas o poblaciones conceptuales que emplean colectivamente las comunidades de “usuarios de conceptos” (interés por los esquemas de sucesos a través de los cuales se crea, desarrollan históricamente y caen en desuso tales agregados de conceptos; y cómo los cambios resultantes (históricos, sociológicos, antropológicos, etc.) influyen sobre la autoridad intelectual de los conceptos involucrados). B) Se considerarán las habilidades y capacidades mediante las cuales se adquiere, ejercen y se pierden tales capacidades conceptuales (interés por los esquemas de sucesos por los cuales se adquieren, se ejerce y se pierden tales capacidades conceptuales; y en qué aspectos los cambios resultantes (fisiológicos, psicológicos, lingüísticos, etc.) son atinentes a la evaluación de los conceptos mismos. A través de estas dos fases se habrá “reconstruido un esbozo de la matriz empírica real dentro de la que opera la comprensión humana esbozo que intentará tomar cabalmente en cuenta los cambios recientes en nuestro conocimiento de esa matriz” (28). C) (vuelta al tema del juicio y la evaluación) Pregunta por; qué explicación general de la autoridad intelectual o crítica racional es compatible con nuestra imagen actual de los conceptos y la comprensión, colectiva e individual. “Sólo cuando hayamos hecho esto discerniremos claramente cuán poca epistemología filosófica puede pretender una total autonomía intelectual y hasta qué punto los filósofos se han

empobrecido al declararse independientes de todas ciencias naturales y humanas” (28). Así, se descartará concebir a la epistemología como una disciplina autónoma, la cual ha perdido contacto con los procedimientos científicos e históricos por los que se amplía nuestro conocimiento práctico.

2. Los tres axiomas de la tradición del siglo XVII

Las ideas filosóficas actuales sobre la comprensión humana están moldeadas tácticamente por axiomas de los debates del siglo XVII en las ciencias y la historia (Descartes, Locke); donde se dieron por sentados tres lugares comunes: 1) “El Orden de la Naturaleza es fijo y estable, y la Mente del Hombre adquiere dominio intelectual sobre él razonando de acuerdo con Principios de Entendimiento, que son igualmente fijos y universales. 2) La materia es esencialmente inerte, y la fuente activa o sede interna de la actividad racional y automotivada es una Mente o Conciencia, totalmente distinta, dentro de la cual se hallan localizadas todas las funciones mentales superiores. 3) El conocimiento geométrico proporciona un vasto patrón de certeza absoluta, con respecto al cual deben ser juzgadas todas las otras pretensiones de conocimiento” (29-30).Las cuestiones centrales de la epistemología, hoy, son en general descendientes de Descartes y Locke (a pesar de que su armazón original de presuposiciones históricas, científicas y matemáticas se haya ya desintegrado).

1). Creencia en un Orden Fijo de la Naturaleza: Hasta 1800 visión de mundo de sabios y científicos ahistórica (doctrinas filosóficas griegas + escala temporal basada en la Sagrada Escritura), lo que les impedía captar la antigüedad del mundo natural (y por ende la mutabilidad de la naturaleza). Mundo de la Naturaleza visto como un orden permanente e inmutable, establecido en la Creación. Además este orden era interpretado como un plan deliberado (racionalidad, previsión) de su Creador. Por ende el primer deber del científico devoto era dominar sus Leyes Fijas; “la legitimidad moral de la indagación científica reposaba en el descubrimiento de Leyes racionales de la Naturaleza, y la Creación Divina del Mundo era un argumento permanente en pro de su estabilidad histórica”. Como este Orden de la Naturaleza, la Naturaleza Humana también era fija y permanente lo que llevaba a la siguiente cuestión epistemológica; ¿Por qué principios o procesos la Mente Humana adquiere el dominio intelectual sobre el Orden de la Naturaleza? (31). El filósofo debía analizar y explicar los principios fijos e inmutables del entendimiento humano por los cuales se formaban las ideas y se guiaba el pensamiento racional.

La Mente Fija domina a la Naturaleza Fija de acuerdo a Principios Fijos.

2). La materia era inerte y sus propiedades esenciales era geométrica y/o mecánicas. El movimiento del Mundo de la Materia venía de la Creación Original. Aparte de esto, los tipos de actividad posibles de las cosas materiales de las cosas materiales se limitaban a tres: contacto, colisión e intercambio de movimiento (rechazan que la materia pueda sustentar vida, tener actividades mentales o racionales). Como la materia era extensa e inerte, las actividades de la mente y los atributos de la razón se apartaban de ésta, y debían ser explicados en otros términos

(esta separación genera enigmas: cómo el sistema nervioso formado de componentes materiales podían servir a funciones mentales o racionales apartaban lo mental a una parte aislada del cerebro, Descartes especulaba que podía estar en la glándula pineal). Esto hacía que todas las cuestiones concernientes a la percepción y la cognición se relacionaran con la Conciencia (“mundo mental interno”), y no con sucesos del “mundo material externo” y por ende los problemas epistemológicos se apartaban de la física y la neurofisiología. [Modelo centralista]

3). Modelo euclídeo de la certeza: Descartes; “un sistema apropiadamente formulado de conceptos científicos puede aspirar a la autoridad intelectual a condición de que esté a la altura de los patrones de rigor y certeza establecidos por la geometría”; “las pretensiones de ser verdadero conocimiento deben ser respaldadas por datos impecables y evidentes o por razonamientos tan complejos y rigurosos como los de la matemática pura, y preferiblemente por unos y por otros” (34). Se rechazaba todo conocimiento que careciera de certeza matemática (escepticismo, solipsismo). Los epistemólogos trataron de descubrir cómo otros tipos de conocimiento pudieran lograr una autoridad intelectual comprable a la de las “ciencias demostrativas formativas”; hallar principios que elevaran otros razonamientos al ideal matemático.Estas presuposiciones han sobrevivido por falta de otra alternativa; el ideal geométrico del conocimiento se presenta como criterio universal del razonamiento (nivelar los juicios racionales de hombres de distintas culturas y periodos históricos), como base para el acuerdo racional.

En las ciencias naturales y humanas estos axiomas han sido ya puestos en duda y sus implicaciones descartadas. 1). Últimos 250 años: la física ha roto sus lazos con la teología; “leyes de la naturaleza” ya no implica “voluntad soberana” de un Creador. Las otras invariantes del siglo XVII se han derrumbado y convertido en variables históricas. Todo aspecto de la naturaleza es hoy considerado como en desarrollo histórico o en “evolución”. “Si una teoría de la comprensión humana ha de seguir al resto de las ciencias y la historia del siglo XX, entonces habrá de basarse no en principios y garantías inmutables, sino en las interacciones en desarrollo entre el Hombre, sus conceptos y el mundo en que vive” (36); el problema de la comprensión humana del siglo XX nos exige abordar la relación en desarrollo entre las Ideas Humanas y un Mundo Natural, ninguno de los cuales es invariable. 2). Más, ya no se consideran a la Materia separada de la Mente. En fisiología, los modelos centralistas del sistema nervioso han perdido terreno en favor de concepciones sistémicas; las actividades mentales y el medio “externo” interactúan cooperativamente. 3). Dentro de la matemática misma el ideal euclídeo ya había perdido terreno antes de finales del siglo XVIII. “El encanto de la geometría de Euclides, como modelos supremo de comprensión racional, surgía de la creencia de que los geómetras griegos habían realizado una espectacular doble hazaña: a saber, que habían, al mismo tiempo, establecido una rigurosa red lógica de deducciones y dado también una correcta descripción del Mundo real de la Naturaleza” (38); creencia derrumbada en los dos últimos siglos (sistemas no-euclidianos de Lambert y Gauss). “Si hoy consideramos la geometría como un sistema formal, gran parte –si no toda- de nuestra confianza en ella proviene del hecho de que es nuestra propia creación. Su rigor es la articulación

interna de un cálculo hecho por el hombre; mientras que su aplicabilidad pragmática refleja no definiciones verbales, sino nuestros procedimientos prácticos para identificar “rectas”, “círculos” y los restantes objetos y figuras del mundo real” (38). Entonces, las presuposiciones (creencias) del siglo XVII impusieron a la filosofía cierto cuadro epistémico (hombre como sujeto cognoscente racional frente a la naturaleza como objeto inmutable de conocimiento) limitando las opciones que podían hacer los epistemólogos. Entonces, “si deseamos relacionar una teoría del conocimiento del siglo XX con ideas contemporáneas en otros campos, la tarea consiste en sustituir el viejo autorretrato epistémico por otro nuevo, y por ende, restablecer opciones intelectuales descartadas durante el apogeo de la epistemología cartesiana” (39)

3. Programa para una nueva teoría de la comprensión humana

Objetivo del programa: elaborar un “nuevo autorretrato epistémico”: “nueva explicación de las capacidades, procesos y actividades, en virtud de las cuales el Hombre adquiere comprensión de la Naturaleza, y ésta a su vez se hace inteligible para el Hombre” (41). Esta explicación debe ubicarse junto a las cuestiones del pensamiento del siglo XX como junto al viejo cuadro epistémico del siglo XVII. Debe ser convincente más allá de las fronteras de la filosofía formal; en todas las disciplinas que se ocupan de la percepción y el proceso de conocer, del conocimiento y las ideas. No se separarán los aspectos científicos de la comprensión humana (no carecen filosóficamente de ambigüedad) de los filosóficos; reconsiderar los problemas filosóficos tradicionales a la luz de las ideas científicas contemporáneas (y viceversa; quizá esta reevaluación repercuta sobre las ciencias mismas). “sólo podemos comprender con claridad la autoridad intelectual de nuestros conceptos si tenemos en cuenta los procesos sociohistóricos por los cuales se desarrollan dentro de la vida de una cultura o comunidad; pero, a su vez, un análisis más claro de dicha autoridad intelectual nos brinda los medios para elaborar ideas más exactas acerca de estos mismos procesos” (41)

Estudiará el desarrollo de la comprensión humana en dos partes:Parte I se ocupará del desarrollo histórico de los conceptos: “¿A través de qué procesos sociohistóricos y qué procedimientos intelectuales las poblaciones de conceptos y los sistemas conceptuales –los métodos y los instrumentos de la comprensión colectiva- cambian y se desarrollan al ser transmitidos de una generación a la siguiente?” […] En ausencia de Principios inmutables del Entendimiento Humano, ¿cómo pueden comparar racionalmente las posiciones intelectuales y los argumentos de diferentes contextos históricos y culturales? (42)Solo se puede responder la segunda cuestión filosófica a partir de la primera cuestión empírica.Parte II se ocupará de la captación psicológica de los conceptos; objeto de estudio; “¿a través de qué procesos fisiológicos y secuencias psicológicas las habilidades y facultades conceptuales –los métodos y los instrumentos de la comprensión individual- se adquieren, se emplean y, a veces, se pierden en el curso de la vida de los usuarios individuales de conceptos? […] Si tomamos seriamente los resultados de la ciencia neurológica del siglo XX, ¿cómo podemos caracterizar el pensamiento racional en términos compatibles con nuestra comprensión causal de la fisiología del cerebro y la psicología? (43)

Solo se puede responder la segunda cuestión filosófica a partir de la primera cuestión empírica.Parte III se ocupará de las consecuencias de lo anterior para la filosofía. Tema central: la evaluación racional de la comprensión humana y el valor intelectual de los conceptos; “Dado los nichos operativos y los correlatos funcionales de los conceptos dentro de las matrices colectivas e individual de la comprensión humana, ¿cómo debemos –en todo caso para nuestra generación- cribar, comparar y, por tanto, justificar la confianza crítica en nuestros conceptos y creencias mejor fundados? […se dejan de lado los ideales euclídeos de certeza y racionalidad] “A falta de las certezas absolutas del ideal euclidiano, ¿mediante cuáles normas alternativas de juicio conceptual podemos determinar dónde debe colocarse racionalmente nuestra confianza intelectual?Dos fines: relacionar la racionalidad con los nichos reales (dentro de se hacen en la práctica evaluaciones racionales), y mostrar que la autoridad intelectual de nuestros conceptos halla su fuente último en las matrices empíricas de la comprensión misma. Si bien repudia las doctrinas esenciales de Descartes, su investigación es fiel a la “duda sistemática” de Descartes.