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Ricardo Robledo Hernández Cambio técnico y medioambiental en España: ¿atraso agrario o «dragón europeo»? ArtefaCToS, vol. 4, n.º 1, diciembre 2011, 123-135 123 ArtefaCToS Vol. 4, n.º 1, 123-135 Diciembre 2011 eISSN: 1989-3612 Resumen La visión peyorativa sobre la agricul- tura española, principal fuente de em- pleo hasta 1950, ha sido una de las constantes en los análisis socioeco- nómicos hasta fines del siglo pasado. Se convirtió en uno de los tópicos que alimentaron la inferioridad hispánica, a Abstract The pejorative view on Spanish agriculture, the main source of employment until 1950, has been one of the constants in the socioeconomic analysis until the end of the last century. It became one of the topics that fueled the idea of Hispanic inferiority, to which Cambio técnico y medioambiental en España: ¿atraso agrario o «dragón europeo»? Technical and environmental change in Spain: agricultural backwardness or «European dragon»? Ricardo Robledo Hernández Departamento de Economía e Historia Económica. Universidad de Salamanca [email protected] Fecha de aceptación definitiva: 3-noviembre-2011 ArtefaCToS Vol. 4, n.º 1, 123-135 Diciembre 2011 eISSN: 1989-3612

Retraso tecnico

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Ricardo Robledo HernaacutendezCambio teacutecnico y medioambiental en Espantildea iquestatraso agrario o laquodragoacuten europeoraquo

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Diciembre 2011 eISSN 1989-3612

Resumen

La visioacuten peyorativa sobre la agricul-tura espantildeola principal fuente de em-pleo hasta 1950 ha sido una de las constantes en los anaacutelisis socioeco-noacutemicos hasta fines del siglo pasado Se convirtioacute en uno de los toacutepicos que alimentaron la inferioridad hispaacutenica a

Abstract

The pejorative view on Spanish agriculture the main source of employment until 1950 has been one of the constants in the socioeconomic analysis until the end of the last century It became one of the topics that fueled the idea of Hispanic inferiority to which

Cambio teacutecnico y medioambiental en Espantildea iquestatraso agrario o laquodragoacuten europeoraquo

Technical and environmental change in Spain agricultural backwardness or laquoEuropean dragonraquo

Ricardo Robledo Hernaacutendez

Departamento de Economiacutea e Historia Econoacutemica Universidad

de Salamanca

rrobledousales

Fecha de aceptacioacuten definitiva 3-noviembre-2011

ArtefaCToS Vol 4 nordm 1 123-135

Diciembre 2011 eISSN 1989-3612

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1 Introduccioacuten1

Hace un siglo falleciacutea Joaquiacuten Costa (1846-1911) el escritor maacutes influ-yente de la Restauracioacuten Su visioacuten criacutetica de la reforma liberal ndashhabiacutea que desandar el camino de la desamortizacioacuten soliacutea decirndash le serviacutea para defender un modelo de sociedad de pequentildeos productores donde no hubiera lugar para los asalariadosmercenarios y se pudiera contar con bienes comunales Su huella de reformista agrario continuoacute durante la Segunda Repuacuteblica y antildeos posteriores popularizando una imagen oligaacuterquica de la sociedad es-pantildeola a la que correspondiacutea una agricultura estancada tecnoloacutegicamente

1 Este artiacuteculo ha sido realizado con la ayuda del proyecto laquoEl sustento del hombreraquo HAR2010-18544 (subprograma HIST) Ministerio de Economiacutea y Competitividad Espantildea En prensa el artiacuteculo ha aparecido el dossier laquoEl agua en la historia usos teacutecnicas y debatesraquo en la revista Viacutenculos de Historia 1 2012 en la que aparecen varios trabajos que ampliacutean algu-nas perspectivas de lo aquiacute expuesto httpwwwvinculosdehistoriacomindexphpvinculosarticleview329

lo que contribuyeron escritores como Joaquiacuten Costa La renovacioacuten de la historia agraria ha corregido la imagen de atraso social y econoacutemico por dos caminos el mejor conocimiento de los procesos de innovacioacuten teacutecnica y el de los liacutemites ambientales y bioloacutegi-cos de la actividad agraria espantildeola Esto uacuteltimo sirve para llamar la aten-cioacuten sobre los peligros del producti-vismo que fue maacutes faacutecil de consoli-darse despueacutes de que el franquismo destruyera y reorientara los sistemas de innovacioacuten al eliminar las posibilidades de la viacutea campesina que ofreciacutea la refor-ma agraria republicana

Palabras clave Cambio teacutecnico agra-rio historia ambiental reforma agraria

contributed writers like Joaquiacuten Costa The renewal of the agrarian history has corrected the image of social and economic backwardness in two ways a better knowledge of the processes of technical innovation and the opening to the concept of environmental and biological limits of Spanish farming This serves to draw attention to the dangers of productivism This concept can be now use as argument but we must take in account that Franco destroyed and refocused the innovation systems and eliminated the chances of the way peasant that the Republican land reform would have made it possible

Keywords Agricultural technical change environmental history land reform

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Asiacute escribioacute a principios del siglo XX en Oligarquiacutea y caciquismo laquotenemos una agricultura del siglo XV agricultura del sistema de antildeo y vez cuando no de tres hojas [hellip] agricultura del arado romanohellipraquo

Esta visioacuten negativa del agro peninsular se podriacutea corregir diversificando su modelo productivo pues Espantildea no podiacutea producir trigo a precios com-petitivos el trigo era un cultivo artificial sostenido por una laquoley del hambreraquo la proteccioacuten aduanera que tambieacuten amparaba a la industria textil catalana El motor del desarrollo econoacutemico pasaba por una agricultura extrovertida el agente dinaacutemico no era el mercado interior sino el comercio exterior En vez de la industria habiacutea que confiar en la agricultura que no podiacutea industrializarse a la americana porque faltaba el entorno industrial adecuado (carboacuten barato maquinaria talleres mecaacutenicos) y abundaban las cuadrillas de trabajadores

Desde el punto de vista de la estructura social su apuesta fue la del pequentildeo campesinado parcelario (desarrollo agrario sin eacutexodo rural) y como alternativa productiva planteoacute la del vintildeedo laquoEspantildea no es ni puede ser el granero de Europa pero debe aspirar a ser su bodegaraquo Con tal objetivo es-cribiacutea en 1880 que habriacutea que triplicar la superficie de vintildeedo y su produccioacuten para lograr exportar en vez de 6 millones de Hl 50 millones de Hl El retro-ceso de los cereales debiacutea realizarse en beneficio del monte y los pastos sin olvidar la intervencioacuten del Estado para acometer obras de regadiacuteo Asiacute se ce-rraba el ciacuterculo de una laquoagricultura armoacutenicaraquo tanto por la diversificacioacuten de su produccioacuten (cereales-vintildeedo-dehesa) como en teacuterminos sociales puesto que se basaba en una defensa de la viabilidad del campesinado perjudicado por la orientacioacuten de la reforma agraria liberal o a punto de ser eliminado por el desarrollo de una agricultura capitalista a gran escala

Frente a este planteamiento de quien podriacutea ser considerado el principal socioacutelogo histoacuterico espantildeol existioacute otra corriente mucho menos influyente casi podriacuteamos decir marginal maacutes preocupada por el deterioro del laquovalor geograacuteficoraquo como se deciacutea entonces que por el reformismo social que por otra parte no despreciaba Me refiero a Huguet del Villar (1871-1951) quien discrepaba de los socioacutelogos que prescindiacutean del factor geograacutefico y haciacutean elucubraciones sobre el inmenso potencial agrario de Espantildea El gran pro-blema del aprovechamiento del suelo de Espantildea no era laquoun problema de ex-tensioacuten sino de intensificacioacutenraquo y miraba con recelo la disminucioacuten del monte a costa del cereal en lo que coincidiacutea con Costa Pero en lugar de observar peyorativamente la agricultura espantildeola Huguet desmontoacute el toacutepico de su inferioridad en el cultivo de cereales de secano pues su rendimiento era laquomaacutes

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bien superior que inferiorraquo respecto al de paiacuteses de condicioacuten geograacutefica similar afirmacioacuten en la que coincidiacutean otros autores como el economista Flores de Lemus o el ingeniero Joseacute Cascoacuten En su libro El valor geograacutefico lo fundamentoacute con una estadiacutestica convincente2

Huguet criticoacute la retoacuterica de laquolos intelectuales ajenos a la materiaraquo o la de los laquografoacutemanosraquo entre los que no sabemos si estaba incluyendo a J Costa Nunca lo citoacute para nada Su planteamiento no era sociopoliacutetico ndashluchar por la laquodescentralizacioacuten de la propiedadraquo o cambiar la Ley Hipotecaria como propugnaba Costandash es decir no creiacutea mucho en los efectos dinaacutemicos de una redistribucioacuten de la renta para el desarrollo econoacutemico Y en El valor geograacutefico excluyoacute de la expropiacioacuten por su reserva de factor geograacutefico nada menos que a laquolos propietarios de los montes de caza y de recreoraquo los culpables tradicionales del atraso espantildeol para cualquier reformista agrario

Creo que son interpretaciones hasta cierto punto complementarias (tan-to Costa como Huguet coincidiacutean tambieacuten en su criacutetica al sistema poliacutetico de la Restauracioacuten) pero pese a los puntos comunes la perspectiva naturale-zasociedad de la que partiacutean no estaba en equilibrio Costa se fijoacute maacutes en la segunda y Huguet del Villar en la primera Hasta no hace mucho tiempo la historiografiacutea espantildeola ha sido maacutes bien costista Dada la consideracioacuten negativa de la teacutecnica agraria ha prevalecido la preocupacioacuten por el producti-vismo y no tanto por la agricolizacioacuten del territorio mientras que el reformismo agrario ha sido una constante El inicio del siglo XXI ha hecho que los historia-dores sean maacutes receptivos a los planteamientos de Huguet y otros autores que cuestionan un mundo sin restricciones y se plantean la sostenibilidad de los paisajes agrarios

2 Sobre la historia ambiental

Deciacutea C Hill que la historia debe ser rescatada por cada generacioacuten pues es cada generacioacuten la que plantea nuevos interrogantes al pasado No cabe duda de que la preocupacioacuten por el deterioro ecoloacutegico ha obligado a mirar hacia atraacutes para indagar las causas de esta situacioacuten dirigiendo el ojo

2 En 1910 Espantildea teniacutea unos rendimientos de trigo de 89 Qm por hectaacuterea similares y a veces superiores a los de Estados Unidos Argentina Italia Serbia Grecia Rusia europea Australia y departamentos franceses del sur (HUGUET DEL VILLAR 1921 p 76)

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criacutetico al sector agrario para buscar las raiacuteces de tal deterioro o el espejo en el que contemplar las virtudes de la agricultura orgaacutenica

Aunque las variables geograacuteficas nunca han estado ausentes en los es-tudios de historia agraria pues resultaba inevitable referirse al clima o al ago-tamiento de los suelos al explicar las oscilaciones de la produccioacuten lo cierto es que el capiacutetulo de los condicionamientos geograacuteficos o medioambientales era maacutes bien un capiacutetulo introductorio que no serviacutea luego para articular las explicaciones sobre el desarrollo agrario La evolucioacuten de tres publicacio-nes de la historia agraria espantildeola en las que colaboraron los principales especialistas en los uacuteltimos veinticinco antildeos permite precisar coacutemo se han ido imponiendo las nuevas preocupaciones por los factores medioambien-tales A mediados de los antildeos 80 del siglo pasado se publicaron los tres voluacutemenes de la Historia agraria de la Espantildea Contemporaacutenea (1985-1986) obra que resumiacutea importantes avances de investigacioacuten Tan solo en una colaboracioacuten la de Joseacute Manuel Naredo que no es historiador unos pocos paacuterrafos finales daban cuenta de la importancia que deberiacutea tener en la histo-ria agraria la consideracioacuten de los flujos energeacuteticos en concreto la peacuterdida de eficiencia energeacutetica del proceso agrario (se invierte maacutes energiacutea de la contenida en los productos) y la entrada de energiacutea foacutesil y materiales habiacutean desplazado muy raacutepidamente a los que procediacutean de fuentes renovables

La publicacioacuten del libro El pozo de todos los males (Pujol et al 2001) significoacute ya un punto de ruptura con la historia tradicional pero tambieacuten con la visioacuten prometeica del mundo la creencia en las supuestas capacidades ilimitadas que tiene el hombre y con una idea de progreso tambieacuten sin liacutemites

El libro de El pozo dejoacute en precario los argumentos del productivismo especialmente cuando se acude a la inferioridad de la agricultura espantildeola debido a los bajos rendimientos por unidad de superficie Sin embargo no era posible sin maacutes trasladar el modelo de la revolucioacuten agriacutecola inglesa el mixed farming a las tierras de la Iberia seca la comparacioacuten con alguna provincia andaluza pone en evidencia que era necesario cuatro veces maacutes superficie que en el condado de Norfolk para conseguir la misma produc-cioacuten Un recuento de las posibilidades que habiacutea en teoriacutea para incrementar la productividad de la tierra ndashaumentando las disponibilidades del trabajo humano y animal del estieacutercol o de las tierras regadasndash demuestra que no habiacutea muchas opciones fuera de la expansioacuten de las tierras cultivadas de cereal para aumentar la produccioacuten de granos

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Una deacutecada despueacutes en Sombras del progreso (Robledo 2010) los es-tudios regionales demostraron de nuevo la fuerte renovacioacuten que se habiacutea producido en la historia agraria y la consolidacioacuten del anaacutelisis de los aspectos ambientales del crecimiento agrario La comparacioacuten con la vieja historia agraria de los antildeos 70-80 ofrece un panorama bien distinto Los conceptos de agricultura orgaacutenica sostenibilidad eficiencia energeacutetica metabolismo social eficiencia territorial y otros se utilizan habitualmente Y las preguntas del historiador se han enriquecido Los liacutemites de la denominada revolucioacuten verde obligan a plantear por ejemplo los problemas del agua del agota-miento de los suelos o coacutemo la presioacuten inmobiliaria ha destruido los sistemas agrarios

El campo de la historia ambiental o de la ecologiacutea es posiblemente uno de los maacutes interdisciplinares como demuestra la colaboracioacuten de los histo-riadores junto a teacutecnicos y economistas Ademaacutes ya resulta difiacutecil pasar por alto sus presupuestos cuando se hace historia de la pesca historia forestal3 o historia del agua (Melgarejo Saacutenchez Picoacuten Peacuterez Picazo y otros) En definitiva la historia ambiental o de los recursos naturales supone un serio correctivo a los intentos de estudiar la historia agraria al margen de la consi-deracioacuten de las variables agronoacutemicas y ambientales aspecto sobre el que existe una tradicioacuten geograacutefica que lamentablemente no ha tenido la difusioacuten adecuada Como expuso Huguet del Villar no bastaba por desgracia que una cosa fuera verdad teacutecnicamente un cultivo maacutes intensivo del suelo por ejemplo para que pudiera convertirse en realidad geograacuteficamente

El anaacutelisis de los cambios socio-ambientales ha avanzado mediante la in-vestigacioacuten del laquopaisajeraquo que no es sino la laquocolonizacioacutenraquo o laquohumanizacioacutenraquo del territorio Lo que se pretende es conocer coacutemo funcionan los sistemas naturales y a partir de aquiacute entender coacutemo interactuacutea el funcionamiento so-cioeconoacutemico humano con los sistemas naturales y coacutemo afecta esto al funcionamiento econoacutemico de las sociedades humanas La metodologiacutea utilizada es la contabilidad ecoloacutegico-econoacutemica de los flujos de energiacutea y materiales del metabolismo social En los antildeos 90 los balances energeacuteticos ya habiacutean demostrado que la eficiencia energeacutetica de los sistemas agrarios tradicionales era positiva y mucho mayor que los obtenidos tras la llamada laquorevolucioacuten verderaquo

3 La Asociacioacuten de Historia Forestal en httpwwwsecforestalesorgwebindexphp

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Las nuevas investigaciones han seguido aquel camino y han confirmado el deterioro progresivo experimentado por el rendimiento energeacutetico de los sistemas agrarios contemporaacuteneos extendiendo ese resultado a periodos anteriores a la deacutecada de 1950 de los que antes se careciacutea La exposicioacuten de los resultados sobre la eficiencia energeacutetica del sistema agrario del Vallegraves es un buen ejemplo Esta comarca catalana que obteniacutea en 1850 rendimien-tos energeacuteticos positivos necesita en la actualidad para conseguir 1 unidad de energiacutea invertir 45 en su produccioacuten4

Pero la nueva historia ambiental no se ha quedado en hacer contabilidad del pasado con indicadores maacutes fiables Como a estas alturas del siglo XXI

hay motivos suficientes para desconfiar de la solidez del discurso antropo-ceacutentrico que dio origen a la modernidad lo que se pretende es establecer las bases de la necesaria reconciliacioacuten del discurso y la praacutectica de las cien-cias sociales con el mundo fiacutesico y bioloacutegico Renovada la metodologiacutea y la epistemologiacutea es posible avanzar hacia una nueva teoriacutea del cambio histoacuterico (Gonzaacutelez Molina Toledo 2011)

3 Cambio social y cambio teacutecnico en el capitalismo agrario5

Una parte significativa del esfuerzo historiograacutefico de los uacuteltimos antildeos se ha dedicado a quitar reparos al sentido de los cambios en los derechos de propiedad durante el siglo XIX El empentildeo ha resultado convincente al indicar las liacuteneas de discontinuidad social y el fracaso definitivo del absolutismo o incluso de opciones burguesas antiliberales (Ruiz Torres) Una forma coacutemo-da de resumir el cambio decimonoacutenico seriacutea adscribirlo a los presupuestos del capitalismo agrario denominacioacuten que no deja de suscitar reparos si el concepto de capitalismo se interpreta restrictivamente peculiar capitalismo seriacutea este con la pervivencia de comunales o con la fortaleza de la explota-cioacuten campesina

Este aspecto de la viabilidad de la viacutea campesina ha merecido justa aten-cioacuten de los historiadores agrarios desmintiendo el diagnoacutestico de Kautsky sobre el triunfo de la gran explotacioacuten Aunque no es conveniente olvidarse

4 Sigo lo expuesto por TELLO (2010)5 Se prescinde de referencias bibliograacuteficas anteriores a 2002 que se encuentran en el

estado de la cuestioacuten de ROBLEDO (2002)

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de los procesos de expropiacioacuten ndashde hecho cientos de miles de campesinos tuvieron que emigrar al exterior en busca de mejores horizontes especial-mente en los inicios del siglo XXndash tambieacuten es cierto que el fortalecimiento de la viacutea campesina es un fenoacutemeno bien contrastado en muchas zonas de Espantildea (Domiacutenguez) Se trata de un lugar comuacuten para la Espantildea del Norte pero no hay que descartarlo para la Espantildea meridional Sirva para ilustrarlo el caso del olivar que en provincias como Jaeacuten concentra nada menos que 70 millones de olivos la mayor concentracioacuten arboacuterea de toda Europa Tra-dicionalmente se asocioacute latifundio con olivar y con cultivo muy capitalizado pero acaba de sugerirse convincentemente que el olivar fue un elemento vertebrador en el sustento de las economiacuteas campesinas andaluzas (Infante 2012)

Sobre las pequentildeas o medianas unidades de explotacioacuten ndashcuya viabili-dad era posible gracias a la familia como unidad productiva baacutesica del mundo rural (Sarasuacutea)ndash descansaban la mayoriacutea de decisiones que haciacutean posible el consenso social y poliacutetico en la nueva sociedad el soporte de buena par-te del esfuerzo tributario de una reforma fiscal conservadora o las distintas opciones econoacutemicas entre ellas las del cambio teacutecnico en la agricultura El movimiento asociativo que se extendioacute por los campos a principios del siglo XX y no solo el del sindicalismo catoacutelico sino tambieacuten el de otras sociedades y cooperativas (Garrido) ayudoacute ndashjunto con el laquoentramado institucionalraquo (Pan Montojo)ndash a que se fueran difundiendo las distintas innovaciones Sin em-bargo este proceso innovador cuesta percibirlo en su justa dimensioacuten suele aceptarse el cambio social que impusieron las normas liberales pero no tanto el cambio teacutecnico

Las discrepancias en la evaluacioacuten del adelanto o el atraso tecnoloacutegico obedecen al concepto de cambio teacutecnico que se utilice seguacuten han expues-to L Fernaacutendez Prieto y J Pujol Si la tecnologiacutea se considera una variable externa que cada agricultura regional sea la que sea tiene a su disposicioacuten como un bien libre que se puede adquirir seguacuten variacutean los precios relativos de los factores producidos entonces habraacute atraso teacutecnico en la agricultura espantildeola hasta 1960 pues las estructuras de precios y salarios desincenti-variacutean la adopcioacuten de innovaciones (identificadas frecuentemente solo con la gran maquinaria) algo que cambiariacutea radicalmente con la liberalizacioacuten que impuso el Plan de Estabilizacioacuten

Si por el contrario consideramos la tecnologiacutea como una variable endoacutegena de la actividad econoacutemica donde desempentildean un papel

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importante las condiciones institucionales y ambientales entonces el gra-do de difusioacuten de las innovaciones se percibiraacute maacutes amplia y fielmente seraacute comprensible que el abonado quiacutemico coexista con el abonado or-gaacutenico para pasar a un uso masivo del abonado moderno cuando se den condiciones favorables de precios suelos y opciones mercantiles (cultivo de azuacutecar en el valle del Ebro por ejemplo) que se valoren las mejoras laquosilenciosasraquo en los aperos o en la captacioacuten e impulsioacuten de aguas sub-terraacuteneas (seguacuten han investigado Calatayud y Martiacutenez Carrioacuten) o que no se perciba un retraso llamativo en la incorporacioacuten de las grandes maacutequinas (Martiacutenez Ruiz) En definitiva el cambio tecnoloacutegico no tiene por queacute ser el pariente pobre en las explicaciones del crecimiento agrario contemporaacuteneo

Aceptado el cambio social y las distintas facetas del cambio teacutecnico pierde una vez maacutes capacidad explicativa el recurso como Deus ex ma-china de un concepto geneacuterico de atraso Sustituir laquoatrasoraquo por laquodesarrollo pausadoraquo como se hace en el libro El pozo de todos los males no es un recurso retoacuterico indica las limitaciones del comodiacuten atraso-progreso como la de cualquier visioacuten teleoloacutegica de la historia y sugiere que la economiacutea espantildeola avanzoacute por una senda distinta a las de las economiacuteas maacutes desarro-lladas debido a las ofertas tecnoloacutegicas existentes y a los condicionamientos medioambientales

Junto a los condicionantes teacutecnicos y medioambientales la historia agra-ria ha llamado tambieacuten la atencioacuten sobre los condicionantes bioloacutegicos en los que se desenvolvioacute la actividad agraria Si la tecnologiacutea de la Europa atlaacutentica no era aplicable a la Europa mediterraacutenea algo parecido ocurriacutea con las se-millas que teniacutean que ser adaptables a las circunstancias medioambientales mediterraacuteneas Durante el primer tercio del siglo XX se desarrollaron varias innovaciones bioloacutegicas en los sectores trigueros de la Europa atlaacutentica que permitieron una fertilizacioacuten maacutes adecuada y altos rendimientos Pero en el entorno mediterraacuteneo se ha constatado la imposibilidad de sustituir las variedades de trigo cultivadas hasta entonces por las nuevas variedades de trigo panificable de tallo largo resistentes al encamado y de mayor rendi-miento Solo las teacutecnicas de seleccioacuten e hibridacioacuten salvaron el escollo pero no pudieron aplicarse y dar resultados hasta despueacutes de la segunda guerra mundial (Pujol 2011)

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4 Viacutea campesina y laquodragoacuten europeoraquo6

Las nuevas corrientes de la historia agraria espantildeola se distinguen pues por la atencioacuten prestada a los factores medioambientales y bioloacutegicos ade-maacutes han insistido en las criacuteticas al productivismo considerando por otra parte que la mayoriacutea de los terratenientes no haciacutean sino atenerse a los cri-terios de racionalidad econoacutemica Esta doble perspectiva hace complicado mantener la tesis maacutes tradicional de inspiracioacuten costista que defendioacute la historiografiacutea espantildeola sobre la correlacioacuten latifundismo-atraso de la econo-miacutea espantildeola Ahora bien una cosa es que la agricultura espantildeola anterior a la segunda guerra mundial no pudiera competir con la agricultura atlaacutentica en los rendimientos del cereal y otra suponer que la explotacioacuten latifundista fuese laquooacuteptimaraquo teniendo en cuenta las posibilidades de su suelo y del clima otro tanto ocurre si en vez de medir los resultados contables de la empresa del latifundista lo hacemos seguacuten los beneficios sociales (alfabetizacioacuten ni-veles de vida) que impidioacute desarrollar el reacutegimen latifundista Fue en los antildeos treinta del siglo XX cuando quedaron al descubierto las graves desigualdades sociales propias de la sociedad latifundista que recientemente se han tratado de marginar con datos discutibles y mucha fe en el buen funcionamiento del mercado7

Tenemos pues una economiacutea agraria que no podiacutea obviar los condicio-namientos agroclimaacuteticos y bioloacutegicos y una sociedad que en la coyuntura poliacutetica de la Segunda Repuacuteblica (1931-1939) no podiacutea esperar que el mer-cado resolviera las tensiones provocadas por el paro y una mayor sindicacioacuten rural en la Espantildea meridional En aquellas circunstancias la opcioacuten que mejor encajaba era apostar por un modelo de desarrollo centrado en la difusioacuten de la pequentildea explotacioacuten seguacuten la orientacioacuten de Joaquiacuten Costa Lo que no laquosaliacutea a cuentaraquo en los cortijos como explicoacute hace antildeos Martiacutenez Alier siacute era rentable en las pequentildeas parcelas de los ruedos por la cantidad o calidad del trabajo familiar incorporado La reforma agraria encajaba ademaacutes en la loacutegica

6 Agradezco las observaciones de O Carpintero7 Recientemente se ha defendido incluso la inutilidad de la reforma pues el mercado ya

se estaba encargando de realizarla haciendo que descendiera el nuacutemero de jornaleros y subie-ra el de propietarios desde 1860 (CARMONA ROSEacuteS 2011) Pero si nos fijamos en el anaacutelisis pormenorizado de las comarcas latifundistas se desmiente este optimismo en el cambio de la estructura social que por otra parte encaja mal con los porcentajes de paro de los pueblos en el suroeste espantildeol y las tensiones consiguientes

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de una economiacutea orgaacutenica avanzada Pero la guerra civil cegoacute este camino y primero la represioacuten y luego la emigracioacuten desarbolaron el mundo rural y la consolidacioacuten de la viacutea campesina

El franquismo significoacute ademaacutes un apagoacuten tecnoloacutegico (Fernaacutendez Prieto 2007) El observatorio de la innovacioacuten tecnoloacutegica de la agricultura permite interpretar la poliacutetica econoacutemica del franquismo de manera algo dife-rente a como suele hacerse desde hace tiempo Se ha evaluado maacutes de una vez el coste de la poliacutetica econoacutemica de aquel reacutegimen inaugurado con la represioacuten y la liquidacioacuten de la reforma agraria El corte no estuvo solo en la orientacioacuten autaacuterquica e intervencionista sino en la destruccioacuten y reorien-tacioacuten de un sistema de innovacioacuten que difiacutecilmente iba a poder recuperarse Entra en el terreno de los contrafactuales aventurar queacute hubiera pasado con un desenlace diferente al de la derrota de la Segunda Repuacuteblica Lo que siacute sabemos es que el triunfo del tecnocratismo no fue inofensivo dados los su-puestos equivocados de energiacutea barata inocuidad de la nueva tecnologiacutea y generalizacioacuten a escala planetaria de la revolucioacuten verde Y resulta razonable compartir la idea de que la ausencia de un entramado institucional propio de investigacioacuten y experimentacioacuten bien conformado hizo mucho maacutes vul-nerable a las agriculturas espantildeolas a las innovaciones del paradigma de la revolucioacuten verde

Si solo se contempla la espuma de las estadiacutesticas el resultado conse-guido por la agricultura espantildeola en la segunda mitad del siglo XX parece espectacular Espantildea se ha convertido en un laquodragoacuten europeoraquo (Carpintero 2002) La metaacutefora se aplica a las altas tasas de crecimiento en la utilizacioacuten de energiacutea y materiales por parte de la economiacutea espantildeola en compara-cioacuten con el resto de Europa y resulta tambieacuten apropiada para entender ese avance hacia una agricultura muy subsidiada por combustibles foacutesiles y re-cursos no renovables Aunque bien es cierto que no resulta aplicable a la agricultura una de las variables fundamentales de los laquodragones asiaacuteticosraquo la abundancia de mano de obra pues la poblacioacuten activa agraria se contrajo a la mitad en 15 antildeos del 40 en 1960 al 20 en 1975 hoy estaacute en torno al 3 Asiacute pues frente al laquodesarrollo pausadoraquo al que se ajustaban las socie-dades agrarias antes de 1940 hemos pasado a otro modelo que mediante diversos atajos ndashbrusca caiacuteda de la poblacioacuten activa incentivos de las sub-venciones de la Poliacutetica Agraria Comunitariahellipndash ha querido acortar el camino de laquoNatura non facit saltusraquo El coste del llamado laquomilagro econoacutemicoraquo ha sido enorme

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La estrategia productivista caracteriacutestica de la evolucioacuten de la agricultu-ra la ganaderiacutea y la gestioacuten forestal se ha asentado sobre laquola desconexioacuten entre la vocacioacuten productiva de los territorios seguacuten sus caracteriacutesticas am-bientales y los aprovechamientos a que han sido destinadosraquo (Carpintero 2012) En la agricultura como ha analizado este autor la introduccioacuten de cultivos muy exigentes en agua y nutrientes en zonas de la peniacutensula no muy bien dotadas para ello ha provocado situaciones de sobreexplotacioacuten de los propios recursos y sobredependencia de recursos no renovables (petroacuteleo) En la ganaderiacutea se ha incentivado la estabulacioacuten y el abandono de los pastos extendieacutendose tambieacuten la misma loacutegica a la gestioacuten forestal con la sustitucioacuten de especies autoacutectonas por otras de crecimiento raacutepido y con-virtiendo asiacute al decir de Luis Ceballos las laquosociedades de aacuterbolesraquo que son los bosques en los laquoejeacutercitos de pinosraquo de las repoblaciones

El afaacuten laquomodernizadorraquo del sector agrario espantildeol se cierra con un ba-lance triplemente negativo De una agricultura que financiaba el resto de sectores se ha pasado a otra endeudada necesitada de tutela puacuteblica En segundo lugar ha retrocedido considerablemente en eficiencia energeacutetica8 Por uacuteltimo la erosioacuten y despoblacioacuten de gran parte del territorio peninsular han confirmado los presagios de Huguet del Villar cuando criticaba el mode-lo productivo de la agricolizacioacuten

El proceder a la inversa de lo que la naturaleza indicaba destruyendo los aacuterboles y empentildeaacutendose en hacer de Espantildea solamente un granero ha dado por resultado la desertizacioacuten de tan enormes extensiones que de continuar acabaraacute por convertir a la Espantildea seca en un verdadero desierto de arcillas calizas arenales o granito seguacuten la regioacuten pero por doquier aba-rrancado pelado o inuacutetil para la vida (Huguet del Villar 1921 194)

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8 En los antildeos 50 por cada kilocaloriacutea invertida en la agricultura y la gana deriacutea en forma de inputs externos (sin considerar los reempleos) se obteniacutean 61 kilocaloriacuteas como alimento a finales de los setenta y mediados de los noventa apenas se llegaba a la unidad (CARPINTERO 2005 p 278)

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1 Introduccioacuten1

Hace un siglo falleciacutea Joaquiacuten Costa (1846-1911) el escritor maacutes influ-yente de la Restauracioacuten Su visioacuten criacutetica de la reforma liberal ndashhabiacutea que desandar el camino de la desamortizacioacuten soliacutea decirndash le serviacutea para defender un modelo de sociedad de pequentildeos productores donde no hubiera lugar para los asalariadosmercenarios y se pudiera contar con bienes comunales Su huella de reformista agrario continuoacute durante la Segunda Repuacuteblica y antildeos posteriores popularizando una imagen oligaacuterquica de la sociedad es-pantildeola a la que correspondiacutea una agricultura estancada tecnoloacutegicamente

1 Este artiacuteculo ha sido realizado con la ayuda del proyecto laquoEl sustento del hombreraquo HAR2010-18544 (subprograma HIST) Ministerio de Economiacutea y Competitividad Espantildea En prensa el artiacuteculo ha aparecido el dossier laquoEl agua en la historia usos teacutecnicas y debatesraquo en la revista Viacutenculos de Historia 1 2012 en la que aparecen varios trabajos que ampliacutean algu-nas perspectivas de lo aquiacute expuesto httpwwwvinculosdehistoriacomindexphpvinculosarticleview329

lo que contribuyeron escritores como Joaquiacuten Costa La renovacioacuten de la historia agraria ha corregido la imagen de atraso social y econoacutemico por dos caminos el mejor conocimiento de los procesos de innovacioacuten teacutecnica y el de los liacutemites ambientales y bioloacutegi-cos de la actividad agraria espantildeola Esto uacuteltimo sirve para llamar la aten-cioacuten sobre los peligros del producti-vismo que fue maacutes faacutecil de consoli-darse despueacutes de que el franquismo destruyera y reorientara los sistemas de innovacioacuten al eliminar las posibilidades de la viacutea campesina que ofreciacutea la refor-ma agraria republicana

Palabras clave Cambio teacutecnico agra-rio historia ambiental reforma agraria

contributed writers like Joaquiacuten Costa The renewal of the agrarian history has corrected the image of social and economic backwardness in two ways a better knowledge of the processes of technical innovation and the opening to the concept of environmental and biological limits of Spanish farming This serves to draw attention to the dangers of productivism This concept can be now use as argument but we must take in account that Franco destroyed and refocused the innovation systems and eliminated the chances of the way peasant that the Republican land reform would have made it possible

Keywords Agricultural technical change environmental history land reform

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Asiacute escribioacute a principios del siglo XX en Oligarquiacutea y caciquismo laquotenemos una agricultura del siglo XV agricultura del sistema de antildeo y vez cuando no de tres hojas [hellip] agricultura del arado romanohellipraquo

Esta visioacuten negativa del agro peninsular se podriacutea corregir diversificando su modelo productivo pues Espantildea no podiacutea producir trigo a precios com-petitivos el trigo era un cultivo artificial sostenido por una laquoley del hambreraquo la proteccioacuten aduanera que tambieacuten amparaba a la industria textil catalana El motor del desarrollo econoacutemico pasaba por una agricultura extrovertida el agente dinaacutemico no era el mercado interior sino el comercio exterior En vez de la industria habiacutea que confiar en la agricultura que no podiacutea industrializarse a la americana porque faltaba el entorno industrial adecuado (carboacuten barato maquinaria talleres mecaacutenicos) y abundaban las cuadrillas de trabajadores

Desde el punto de vista de la estructura social su apuesta fue la del pequentildeo campesinado parcelario (desarrollo agrario sin eacutexodo rural) y como alternativa productiva planteoacute la del vintildeedo laquoEspantildea no es ni puede ser el granero de Europa pero debe aspirar a ser su bodegaraquo Con tal objetivo es-cribiacutea en 1880 que habriacutea que triplicar la superficie de vintildeedo y su produccioacuten para lograr exportar en vez de 6 millones de Hl 50 millones de Hl El retro-ceso de los cereales debiacutea realizarse en beneficio del monte y los pastos sin olvidar la intervencioacuten del Estado para acometer obras de regadiacuteo Asiacute se ce-rraba el ciacuterculo de una laquoagricultura armoacutenicaraquo tanto por la diversificacioacuten de su produccioacuten (cereales-vintildeedo-dehesa) como en teacuterminos sociales puesto que se basaba en una defensa de la viabilidad del campesinado perjudicado por la orientacioacuten de la reforma agraria liberal o a punto de ser eliminado por el desarrollo de una agricultura capitalista a gran escala

Frente a este planteamiento de quien podriacutea ser considerado el principal socioacutelogo histoacuterico espantildeol existioacute otra corriente mucho menos influyente casi podriacuteamos decir marginal maacutes preocupada por el deterioro del laquovalor geograacuteficoraquo como se deciacutea entonces que por el reformismo social que por otra parte no despreciaba Me refiero a Huguet del Villar (1871-1951) quien discrepaba de los socioacutelogos que prescindiacutean del factor geograacutefico y haciacutean elucubraciones sobre el inmenso potencial agrario de Espantildea El gran pro-blema del aprovechamiento del suelo de Espantildea no era laquoun problema de ex-tensioacuten sino de intensificacioacutenraquo y miraba con recelo la disminucioacuten del monte a costa del cereal en lo que coincidiacutea con Costa Pero en lugar de observar peyorativamente la agricultura espantildeola Huguet desmontoacute el toacutepico de su inferioridad en el cultivo de cereales de secano pues su rendimiento era laquomaacutes

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bien superior que inferiorraquo respecto al de paiacuteses de condicioacuten geograacutefica similar afirmacioacuten en la que coincidiacutean otros autores como el economista Flores de Lemus o el ingeniero Joseacute Cascoacuten En su libro El valor geograacutefico lo fundamentoacute con una estadiacutestica convincente2

Huguet criticoacute la retoacuterica de laquolos intelectuales ajenos a la materiaraquo o la de los laquografoacutemanosraquo entre los que no sabemos si estaba incluyendo a J Costa Nunca lo citoacute para nada Su planteamiento no era sociopoliacutetico ndashluchar por la laquodescentralizacioacuten de la propiedadraquo o cambiar la Ley Hipotecaria como propugnaba Costandash es decir no creiacutea mucho en los efectos dinaacutemicos de una redistribucioacuten de la renta para el desarrollo econoacutemico Y en El valor geograacutefico excluyoacute de la expropiacioacuten por su reserva de factor geograacutefico nada menos que a laquolos propietarios de los montes de caza y de recreoraquo los culpables tradicionales del atraso espantildeol para cualquier reformista agrario

Creo que son interpretaciones hasta cierto punto complementarias (tan-to Costa como Huguet coincidiacutean tambieacuten en su criacutetica al sistema poliacutetico de la Restauracioacuten) pero pese a los puntos comunes la perspectiva naturale-zasociedad de la que partiacutean no estaba en equilibrio Costa se fijoacute maacutes en la segunda y Huguet del Villar en la primera Hasta no hace mucho tiempo la historiografiacutea espantildeola ha sido maacutes bien costista Dada la consideracioacuten negativa de la teacutecnica agraria ha prevalecido la preocupacioacuten por el producti-vismo y no tanto por la agricolizacioacuten del territorio mientras que el reformismo agrario ha sido una constante El inicio del siglo XXI ha hecho que los historia-dores sean maacutes receptivos a los planteamientos de Huguet y otros autores que cuestionan un mundo sin restricciones y se plantean la sostenibilidad de los paisajes agrarios

2 Sobre la historia ambiental

Deciacutea C Hill que la historia debe ser rescatada por cada generacioacuten pues es cada generacioacuten la que plantea nuevos interrogantes al pasado No cabe duda de que la preocupacioacuten por el deterioro ecoloacutegico ha obligado a mirar hacia atraacutes para indagar las causas de esta situacioacuten dirigiendo el ojo

2 En 1910 Espantildea teniacutea unos rendimientos de trigo de 89 Qm por hectaacuterea similares y a veces superiores a los de Estados Unidos Argentina Italia Serbia Grecia Rusia europea Australia y departamentos franceses del sur (HUGUET DEL VILLAR 1921 p 76)

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criacutetico al sector agrario para buscar las raiacuteces de tal deterioro o el espejo en el que contemplar las virtudes de la agricultura orgaacutenica

Aunque las variables geograacuteficas nunca han estado ausentes en los es-tudios de historia agraria pues resultaba inevitable referirse al clima o al ago-tamiento de los suelos al explicar las oscilaciones de la produccioacuten lo cierto es que el capiacutetulo de los condicionamientos geograacuteficos o medioambientales era maacutes bien un capiacutetulo introductorio que no serviacutea luego para articular las explicaciones sobre el desarrollo agrario La evolucioacuten de tres publicacio-nes de la historia agraria espantildeola en las que colaboraron los principales especialistas en los uacuteltimos veinticinco antildeos permite precisar coacutemo se han ido imponiendo las nuevas preocupaciones por los factores medioambien-tales A mediados de los antildeos 80 del siglo pasado se publicaron los tres voluacutemenes de la Historia agraria de la Espantildea Contemporaacutenea (1985-1986) obra que resumiacutea importantes avances de investigacioacuten Tan solo en una colaboracioacuten la de Joseacute Manuel Naredo que no es historiador unos pocos paacuterrafos finales daban cuenta de la importancia que deberiacutea tener en la histo-ria agraria la consideracioacuten de los flujos energeacuteticos en concreto la peacuterdida de eficiencia energeacutetica del proceso agrario (se invierte maacutes energiacutea de la contenida en los productos) y la entrada de energiacutea foacutesil y materiales habiacutean desplazado muy raacutepidamente a los que procediacutean de fuentes renovables

La publicacioacuten del libro El pozo de todos los males (Pujol et al 2001) significoacute ya un punto de ruptura con la historia tradicional pero tambieacuten con la visioacuten prometeica del mundo la creencia en las supuestas capacidades ilimitadas que tiene el hombre y con una idea de progreso tambieacuten sin liacutemites

El libro de El pozo dejoacute en precario los argumentos del productivismo especialmente cuando se acude a la inferioridad de la agricultura espantildeola debido a los bajos rendimientos por unidad de superficie Sin embargo no era posible sin maacutes trasladar el modelo de la revolucioacuten agriacutecola inglesa el mixed farming a las tierras de la Iberia seca la comparacioacuten con alguna provincia andaluza pone en evidencia que era necesario cuatro veces maacutes superficie que en el condado de Norfolk para conseguir la misma produc-cioacuten Un recuento de las posibilidades que habiacutea en teoriacutea para incrementar la productividad de la tierra ndashaumentando las disponibilidades del trabajo humano y animal del estieacutercol o de las tierras regadasndash demuestra que no habiacutea muchas opciones fuera de la expansioacuten de las tierras cultivadas de cereal para aumentar la produccioacuten de granos

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Una deacutecada despueacutes en Sombras del progreso (Robledo 2010) los es-tudios regionales demostraron de nuevo la fuerte renovacioacuten que se habiacutea producido en la historia agraria y la consolidacioacuten del anaacutelisis de los aspectos ambientales del crecimiento agrario La comparacioacuten con la vieja historia agraria de los antildeos 70-80 ofrece un panorama bien distinto Los conceptos de agricultura orgaacutenica sostenibilidad eficiencia energeacutetica metabolismo social eficiencia territorial y otros se utilizan habitualmente Y las preguntas del historiador se han enriquecido Los liacutemites de la denominada revolucioacuten verde obligan a plantear por ejemplo los problemas del agua del agota-miento de los suelos o coacutemo la presioacuten inmobiliaria ha destruido los sistemas agrarios

El campo de la historia ambiental o de la ecologiacutea es posiblemente uno de los maacutes interdisciplinares como demuestra la colaboracioacuten de los histo-riadores junto a teacutecnicos y economistas Ademaacutes ya resulta difiacutecil pasar por alto sus presupuestos cuando se hace historia de la pesca historia forestal3 o historia del agua (Melgarejo Saacutenchez Picoacuten Peacuterez Picazo y otros) En definitiva la historia ambiental o de los recursos naturales supone un serio correctivo a los intentos de estudiar la historia agraria al margen de la consi-deracioacuten de las variables agronoacutemicas y ambientales aspecto sobre el que existe una tradicioacuten geograacutefica que lamentablemente no ha tenido la difusioacuten adecuada Como expuso Huguet del Villar no bastaba por desgracia que una cosa fuera verdad teacutecnicamente un cultivo maacutes intensivo del suelo por ejemplo para que pudiera convertirse en realidad geograacuteficamente

El anaacutelisis de los cambios socio-ambientales ha avanzado mediante la in-vestigacioacuten del laquopaisajeraquo que no es sino la laquocolonizacioacutenraquo o laquohumanizacioacutenraquo del territorio Lo que se pretende es conocer coacutemo funcionan los sistemas naturales y a partir de aquiacute entender coacutemo interactuacutea el funcionamiento so-cioeconoacutemico humano con los sistemas naturales y coacutemo afecta esto al funcionamiento econoacutemico de las sociedades humanas La metodologiacutea utilizada es la contabilidad ecoloacutegico-econoacutemica de los flujos de energiacutea y materiales del metabolismo social En los antildeos 90 los balances energeacuteticos ya habiacutean demostrado que la eficiencia energeacutetica de los sistemas agrarios tradicionales era positiva y mucho mayor que los obtenidos tras la llamada laquorevolucioacuten verderaquo

3 La Asociacioacuten de Historia Forestal en httpwwwsecforestalesorgwebindexphp

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Las nuevas investigaciones han seguido aquel camino y han confirmado el deterioro progresivo experimentado por el rendimiento energeacutetico de los sistemas agrarios contemporaacuteneos extendiendo ese resultado a periodos anteriores a la deacutecada de 1950 de los que antes se careciacutea La exposicioacuten de los resultados sobre la eficiencia energeacutetica del sistema agrario del Vallegraves es un buen ejemplo Esta comarca catalana que obteniacutea en 1850 rendimien-tos energeacuteticos positivos necesita en la actualidad para conseguir 1 unidad de energiacutea invertir 45 en su produccioacuten4

Pero la nueva historia ambiental no se ha quedado en hacer contabilidad del pasado con indicadores maacutes fiables Como a estas alturas del siglo XXI

hay motivos suficientes para desconfiar de la solidez del discurso antropo-ceacutentrico que dio origen a la modernidad lo que se pretende es establecer las bases de la necesaria reconciliacioacuten del discurso y la praacutectica de las cien-cias sociales con el mundo fiacutesico y bioloacutegico Renovada la metodologiacutea y la epistemologiacutea es posible avanzar hacia una nueva teoriacutea del cambio histoacuterico (Gonzaacutelez Molina Toledo 2011)

3 Cambio social y cambio teacutecnico en el capitalismo agrario5

Una parte significativa del esfuerzo historiograacutefico de los uacuteltimos antildeos se ha dedicado a quitar reparos al sentido de los cambios en los derechos de propiedad durante el siglo XIX El empentildeo ha resultado convincente al indicar las liacuteneas de discontinuidad social y el fracaso definitivo del absolutismo o incluso de opciones burguesas antiliberales (Ruiz Torres) Una forma coacutemo-da de resumir el cambio decimonoacutenico seriacutea adscribirlo a los presupuestos del capitalismo agrario denominacioacuten que no deja de suscitar reparos si el concepto de capitalismo se interpreta restrictivamente peculiar capitalismo seriacutea este con la pervivencia de comunales o con la fortaleza de la explota-cioacuten campesina

Este aspecto de la viabilidad de la viacutea campesina ha merecido justa aten-cioacuten de los historiadores agrarios desmintiendo el diagnoacutestico de Kautsky sobre el triunfo de la gran explotacioacuten Aunque no es conveniente olvidarse

4 Sigo lo expuesto por TELLO (2010)5 Se prescinde de referencias bibliograacuteficas anteriores a 2002 que se encuentran en el

estado de la cuestioacuten de ROBLEDO (2002)

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de los procesos de expropiacioacuten ndashde hecho cientos de miles de campesinos tuvieron que emigrar al exterior en busca de mejores horizontes especial-mente en los inicios del siglo XXndash tambieacuten es cierto que el fortalecimiento de la viacutea campesina es un fenoacutemeno bien contrastado en muchas zonas de Espantildea (Domiacutenguez) Se trata de un lugar comuacuten para la Espantildea del Norte pero no hay que descartarlo para la Espantildea meridional Sirva para ilustrarlo el caso del olivar que en provincias como Jaeacuten concentra nada menos que 70 millones de olivos la mayor concentracioacuten arboacuterea de toda Europa Tra-dicionalmente se asocioacute latifundio con olivar y con cultivo muy capitalizado pero acaba de sugerirse convincentemente que el olivar fue un elemento vertebrador en el sustento de las economiacuteas campesinas andaluzas (Infante 2012)

Sobre las pequentildeas o medianas unidades de explotacioacuten ndashcuya viabili-dad era posible gracias a la familia como unidad productiva baacutesica del mundo rural (Sarasuacutea)ndash descansaban la mayoriacutea de decisiones que haciacutean posible el consenso social y poliacutetico en la nueva sociedad el soporte de buena par-te del esfuerzo tributario de una reforma fiscal conservadora o las distintas opciones econoacutemicas entre ellas las del cambio teacutecnico en la agricultura El movimiento asociativo que se extendioacute por los campos a principios del siglo XX y no solo el del sindicalismo catoacutelico sino tambieacuten el de otras sociedades y cooperativas (Garrido) ayudoacute ndashjunto con el laquoentramado institucionalraquo (Pan Montojo)ndash a que se fueran difundiendo las distintas innovaciones Sin em-bargo este proceso innovador cuesta percibirlo en su justa dimensioacuten suele aceptarse el cambio social que impusieron las normas liberales pero no tanto el cambio teacutecnico

Las discrepancias en la evaluacioacuten del adelanto o el atraso tecnoloacutegico obedecen al concepto de cambio teacutecnico que se utilice seguacuten han expues-to L Fernaacutendez Prieto y J Pujol Si la tecnologiacutea se considera una variable externa que cada agricultura regional sea la que sea tiene a su disposicioacuten como un bien libre que se puede adquirir seguacuten variacutean los precios relativos de los factores producidos entonces habraacute atraso teacutecnico en la agricultura espantildeola hasta 1960 pues las estructuras de precios y salarios desincenti-variacutean la adopcioacuten de innovaciones (identificadas frecuentemente solo con la gran maquinaria) algo que cambiariacutea radicalmente con la liberalizacioacuten que impuso el Plan de Estabilizacioacuten

Si por el contrario consideramos la tecnologiacutea como una variable endoacutegena de la actividad econoacutemica donde desempentildean un papel

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importante las condiciones institucionales y ambientales entonces el gra-do de difusioacuten de las innovaciones se percibiraacute maacutes amplia y fielmente seraacute comprensible que el abonado quiacutemico coexista con el abonado or-gaacutenico para pasar a un uso masivo del abonado moderno cuando se den condiciones favorables de precios suelos y opciones mercantiles (cultivo de azuacutecar en el valle del Ebro por ejemplo) que se valoren las mejoras laquosilenciosasraquo en los aperos o en la captacioacuten e impulsioacuten de aguas sub-terraacuteneas (seguacuten han investigado Calatayud y Martiacutenez Carrioacuten) o que no se perciba un retraso llamativo en la incorporacioacuten de las grandes maacutequinas (Martiacutenez Ruiz) En definitiva el cambio tecnoloacutegico no tiene por queacute ser el pariente pobre en las explicaciones del crecimiento agrario contemporaacuteneo

Aceptado el cambio social y las distintas facetas del cambio teacutecnico pierde una vez maacutes capacidad explicativa el recurso como Deus ex ma-china de un concepto geneacuterico de atraso Sustituir laquoatrasoraquo por laquodesarrollo pausadoraquo como se hace en el libro El pozo de todos los males no es un recurso retoacuterico indica las limitaciones del comodiacuten atraso-progreso como la de cualquier visioacuten teleoloacutegica de la historia y sugiere que la economiacutea espantildeola avanzoacute por una senda distinta a las de las economiacuteas maacutes desarro-lladas debido a las ofertas tecnoloacutegicas existentes y a los condicionamientos medioambientales

Junto a los condicionantes teacutecnicos y medioambientales la historia agra-ria ha llamado tambieacuten la atencioacuten sobre los condicionantes bioloacutegicos en los que se desenvolvioacute la actividad agraria Si la tecnologiacutea de la Europa atlaacutentica no era aplicable a la Europa mediterraacutenea algo parecido ocurriacutea con las se-millas que teniacutean que ser adaptables a las circunstancias medioambientales mediterraacuteneas Durante el primer tercio del siglo XX se desarrollaron varias innovaciones bioloacutegicas en los sectores trigueros de la Europa atlaacutentica que permitieron una fertilizacioacuten maacutes adecuada y altos rendimientos Pero en el entorno mediterraacuteneo se ha constatado la imposibilidad de sustituir las variedades de trigo cultivadas hasta entonces por las nuevas variedades de trigo panificable de tallo largo resistentes al encamado y de mayor rendi-miento Solo las teacutecnicas de seleccioacuten e hibridacioacuten salvaron el escollo pero no pudieron aplicarse y dar resultados hasta despueacutes de la segunda guerra mundial (Pujol 2011)

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4 Viacutea campesina y laquodragoacuten europeoraquo6

Las nuevas corrientes de la historia agraria espantildeola se distinguen pues por la atencioacuten prestada a los factores medioambientales y bioloacutegicos ade-maacutes han insistido en las criacuteticas al productivismo considerando por otra parte que la mayoriacutea de los terratenientes no haciacutean sino atenerse a los cri-terios de racionalidad econoacutemica Esta doble perspectiva hace complicado mantener la tesis maacutes tradicional de inspiracioacuten costista que defendioacute la historiografiacutea espantildeola sobre la correlacioacuten latifundismo-atraso de la econo-miacutea espantildeola Ahora bien una cosa es que la agricultura espantildeola anterior a la segunda guerra mundial no pudiera competir con la agricultura atlaacutentica en los rendimientos del cereal y otra suponer que la explotacioacuten latifundista fuese laquooacuteptimaraquo teniendo en cuenta las posibilidades de su suelo y del clima otro tanto ocurre si en vez de medir los resultados contables de la empresa del latifundista lo hacemos seguacuten los beneficios sociales (alfabetizacioacuten ni-veles de vida) que impidioacute desarrollar el reacutegimen latifundista Fue en los antildeos treinta del siglo XX cuando quedaron al descubierto las graves desigualdades sociales propias de la sociedad latifundista que recientemente se han tratado de marginar con datos discutibles y mucha fe en el buen funcionamiento del mercado7

Tenemos pues una economiacutea agraria que no podiacutea obviar los condicio-namientos agroclimaacuteticos y bioloacutegicos y una sociedad que en la coyuntura poliacutetica de la Segunda Repuacuteblica (1931-1939) no podiacutea esperar que el mer-cado resolviera las tensiones provocadas por el paro y una mayor sindicacioacuten rural en la Espantildea meridional En aquellas circunstancias la opcioacuten que mejor encajaba era apostar por un modelo de desarrollo centrado en la difusioacuten de la pequentildea explotacioacuten seguacuten la orientacioacuten de Joaquiacuten Costa Lo que no laquosaliacutea a cuentaraquo en los cortijos como explicoacute hace antildeos Martiacutenez Alier siacute era rentable en las pequentildeas parcelas de los ruedos por la cantidad o calidad del trabajo familiar incorporado La reforma agraria encajaba ademaacutes en la loacutegica

6 Agradezco las observaciones de O Carpintero7 Recientemente se ha defendido incluso la inutilidad de la reforma pues el mercado ya

se estaba encargando de realizarla haciendo que descendiera el nuacutemero de jornaleros y subie-ra el de propietarios desde 1860 (CARMONA ROSEacuteS 2011) Pero si nos fijamos en el anaacutelisis pormenorizado de las comarcas latifundistas se desmiente este optimismo en el cambio de la estructura social que por otra parte encaja mal con los porcentajes de paro de los pueblos en el suroeste espantildeol y las tensiones consiguientes

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de una economiacutea orgaacutenica avanzada Pero la guerra civil cegoacute este camino y primero la represioacuten y luego la emigracioacuten desarbolaron el mundo rural y la consolidacioacuten de la viacutea campesina

El franquismo significoacute ademaacutes un apagoacuten tecnoloacutegico (Fernaacutendez Prieto 2007) El observatorio de la innovacioacuten tecnoloacutegica de la agricultura permite interpretar la poliacutetica econoacutemica del franquismo de manera algo dife-rente a como suele hacerse desde hace tiempo Se ha evaluado maacutes de una vez el coste de la poliacutetica econoacutemica de aquel reacutegimen inaugurado con la represioacuten y la liquidacioacuten de la reforma agraria El corte no estuvo solo en la orientacioacuten autaacuterquica e intervencionista sino en la destruccioacuten y reorien-tacioacuten de un sistema de innovacioacuten que difiacutecilmente iba a poder recuperarse Entra en el terreno de los contrafactuales aventurar queacute hubiera pasado con un desenlace diferente al de la derrota de la Segunda Repuacuteblica Lo que siacute sabemos es que el triunfo del tecnocratismo no fue inofensivo dados los su-puestos equivocados de energiacutea barata inocuidad de la nueva tecnologiacutea y generalizacioacuten a escala planetaria de la revolucioacuten verde Y resulta razonable compartir la idea de que la ausencia de un entramado institucional propio de investigacioacuten y experimentacioacuten bien conformado hizo mucho maacutes vul-nerable a las agriculturas espantildeolas a las innovaciones del paradigma de la revolucioacuten verde

Si solo se contempla la espuma de las estadiacutesticas el resultado conse-guido por la agricultura espantildeola en la segunda mitad del siglo XX parece espectacular Espantildea se ha convertido en un laquodragoacuten europeoraquo (Carpintero 2002) La metaacutefora se aplica a las altas tasas de crecimiento en la utilizacioacuten de energiacutea y materiales por parte de la economiacutea espantildeola en compara-cioacuten con el resto de Europa y resulta tambieacuten apropiada para entender ese avance hacia una agricultura muy subsidiada por combustibles foacutesiles y re-cursos no renovables Aunque bien es cierto que no resulta aplicable a la agricultura una de las variables fundamentales de los laquodragones asiaacuteticosraquo la abundancia de mano de obra pues la poblacioacuten activa agraria se contrajo a la mitad en 15 antildeos del 40 en 1960 al 20 en 1975 hoy estaacute en torno al 3 Asiacute pues frente al laquodesarrollo pausadoraquo al que se ajustaban las socie-dades agrarias antes de 1940 hemos pasado a otro modelo que mediante diversos atajos ndashbrusca caiacuteda de la poblacioacuten activa incentivos de las sub-venciones de la Poliacutetica Agraria Comunitariahellipndash ha querido acortar el camino de laquoNatura non facit saltusraquo El coste del llamado laquomilagro econoacutemicoraquo ha sido enorme

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La estrategia productivista caracteriacutestica de la evolucioacuten de la agricultu-ra la ganaderiacutea y la gestioacuten forestal se ha asentado sobre laquola desconexioacuten entre la vocacioacuten productiva de los territorios seguacuten sus caracteriacutesticas am-bientales y los aprovechamientos a que han sido destinadosraquo (Carpintero 2012) En la agricultura como ha analizado este autor la introduccioacuten de cultivos muy exigentes en agua y nutrientes en zonas de la peniacutensula no muy bien dotadas para ello ha provocado situaciones de sobreexplotacioacuten de los propios recursos y sobredependencia de recursos no renovables (petroacuteleo) En la ganaderiacutea se ha incentivado la estabulacioacuten y el abandono de los pastos extendieacutendose tambieacuten la misma loacutegica a la gestioacuten forestal con la sustitucioacuten de especies autoacutectonas por otras de crecimiento raacutepido y con-virtiendo asiacute al decir de Luis Ceballos las laquosociedades de aacuterbolesraquo que son los bosques en los laquoejeacutercitos de pinosraquo de las repoblaciones

El afaacuten laquomodernizadorraquo del sector agrario espantildeol se cierra con un ba-lance triplemente negativo De una agricultura que financiaba el resto de sectores se ha pasado a otra endeudada necesitada de tutela puacuteblica En segundo lugar ha retrocedido considerablemente en eficiencia energeacutetica8 Por uacuteltimo la erosioacuten y despoblacioacuten de gran parte del territorio peninsular han confirmado los presagios de Huguet del Villar cuando criticaba el mode-lo productivo de la agricolizacioacuten

El proceder a la inversa de lo que la naturaleza indicaba destruyendo los aacuterboles y empentildeaacutendose en hacer de Espantildea solamente un granero ha dado por resultado la desertizacioacuten de tan enormes extensiones que de continuar acabaraacute por convertir a la Espantildea seca en un verdadero desierto de arcillas calizas arenales o granito seguacuten la regioacuten pero por doquier aba-rrancado pelado o inuacutetil para la vida (Huguet del Villar 1921 194)

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8 En los antildeos 50 por cada kilocaloriacutea invertida en la agricultura y la gana deriacutea en forma de inputs externos (sin considerar los reempleos) se obteniacutean 61 kilocaloriacuteas como alimento a finales de los setenta y mediados de los noventa apenas se llegaba a la unidad (CARPINTERO 2005 p 278)

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Page 3: Retraso tecnico

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Asiacute escribioacute a principios del siglo XX en Oligarquiacutea y caciquismo laquotenemos una agricultura del siglo XV agricultura del sistema de antildeo y vez cuando no de tres hojas [hellip] agricultura del arado romanohellipraquo

Esta visioacuten negativa del agro peninsular se podriacutea corregir diversificando su modelo productivo pues Espantildea no podiacutea producir trigo a precios com-petitivos el trigo era un cultivo artificial sostenido por una laquoley del hambreraquo la proteccioacuten aduanera que tambieacuten amparaba a la industria textil catalana El motor del desarrollo econoacutemico pasaba por una agricultura extrovertida el agente dinaacutemico no era el mercado interior sino el comercio exterior En vez de la industria habiacutea que confiar en la agricultura que no podiacutea industrializarse a la americana porque faltaba el entorno industrial adecuado (carboacuten barato maquinaria talleres mecaacutenicos) y abundaban las cuadrillas de trabajadores

Desde el punto de vista de la estructura social su apuesta fue la del pequentildeo campesinado parcelario (desarrollo agrario sin eacutexodo rural) y como alternativa productiva planteoacute la del vintildeedo laquoEspantildea no es ni puede ser el granero de Europa pero debe aspirar a ser su bodegaraquo Con tal objetivo es-cribiacutea en 1880 que habriacutea que triplicar la superficie de vintildeedo y su produccioacuten para lograr exportar en vez de 6 millones de Hl 50 millones de Hl El retro-ceso de los cereales debiacutea realizarse en beneficio del monte y los pastos sin olvidar la intervencioacuten del Estado para acometer obras de regadiacuteo Asiacute se ce-rraba el ciacuterculo de una laquoagricultura armoacutenicaraquo tanto por la diversificacioacuten de su produccioacuten (cereales-vintildeedo-dehesa) como en teacuterminos sociales puesto que se basaba en una defensa de la viabilidad del campesinado perjudicado por la orientacioacuten de la reforma agraria liberal o a punto de ser eliminado por el desarrollo de una agricultura capitalista a gran escala

Frente a este planteamiento de quien podriacutea ser considerado el principal socioacutelogo histoacuterico espantildeol existioacute otra corriente mucho menos influyente casi podriacuteamos decir marginal maacutes preocupada por el deterioro del laquovalor geograacuteficoraquo como se deciacutea entonces que por el reformismo social que por otra parte no despreciaba Me refiero a Huguet del Villar (1871-1951) quien discrepaba de los socioacutelogos que prescindiacutean del factor geograacutefico y haciacutean elucubraciones sobre el inmenso potencial agrario de Espantildea El gran pro-blema del aprovechamiento del suelo de Espantildea no era laquoun problema de ex-tensioacuten sino de intensificacioacutenraquo y miraba con recelo la disminucioacuten del monte a costa del cereal en lo que coincidiacutea con Costa Pero en lugar de observar peyorativamente la agricultura espantildeola Huguet desmontoacute el toacutepico de su inferioridad en el cultivo de cereales de secano pues su rendimiento era laquomaacutes

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bien superior que inferiorraquo respecto al de paiacuteses de condicioacuten geograacutefica similar afirmacioacuten en la que coincidiacutean otros autores como el economista Flores de Lemus o el ingeniero Joseacute Cascoacuten En su libro El valor geograacutefico lo fundamentoacute con una estadiacutestica convincente2

Huguet criticoacute la retoacuterica de laquolos intelectuales ajenos a la materiaraquo o la de los laquografoacutemanosraquo entre los que no sabemos si estaba incluyendo a J Costa Nunca lo citoacute para nada Su planteamiento no era sociopoliacutetico ndashluchar por la laquodescentralizacioacuten de la propiedadraquo o cambiar la Ley Hipotecaria como propugnaba Costandash es decir no creiacutea mucho en los efectos dinaacutemicos de una redistribucioacuten de la renta para el desarrollo econoacutemico Y en El valor geograacutefico excluyoacute de la expropiacioacuten por su reserva de factor geograacutefico nada menos que a laquolos propietarios de los montes de caza y de recreoraquo los culpables tradicionales del atraso espantildeol para cualquier reformista agrario

Creo que son interpretaciones hasta cierto punto complementarias (tan-to Costa como Huguet coincidiacutean tambieacuten en su criacutetica al sistema poliacutetico de la Restauracioacuten) pero pese a los puntos comunes la perspectiva naturale-zasociedad de la que partiacutean no estaba en equilibrio Costa se fijoacute maacutes en la segunda y Huguet del Villar en la primera Hasta no hace mucho tiempo la historiografiacutea espantildeola ha sido maacutes bien costista Dada la consideracioacuten negativa de la teacutecnica agraria ha prevalecido la preocupacioacuten por el producti-vismo y no tanto por la agricolizacioacuten del territorio mientras que el reformismo agrario ha sido una constante El inicio del siglo XXI ha hecho que los historia-dores sean maacutes receptivos a los planteamientos de Huguet y otros autores que cuestionan un mundo sin restricciones y se plantean la sostenibilidad de los paisajes agrarios

2 Sobre la historia ambiental

Deciacutea C Hill que la historia debe ser rescatada por cada generacioacuten pues es cada generacioacuten la que plantea nuevos interrogantes al pasado No cabe duda de que la preocupacioacuten por el deterioro ecoloacutegico ha obligado a mirar hacia atraacutes para indagar las causas de esta situacioacuten dirigiendo el ojo

2 En 1910 Espantildea teniacutea unos rendimientos de trigo de 89 Qm por hectaacuterea similares y a veces superiores a los de Estados Unidos Argentina Italia Serbia Grecia Rusia europea Australia y departamentos franceses del sur (HUGUET DEL VILLAR 1921 p 76)

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criacutetico al sector agrario para buscar las raiacuteces de tal deterioro o el espejo en el que contemplar las virtudes de la agricultura orgaacutenica

Aunque las variables geograacuteficas nunca han estado ausentes en los es-tudios de historia agraria pues resultaba inevitable referirse al clima o al ago-tamiento de los suelos al explicar las oscilaciones de la produccioacuten lo cierto es que el capiacutetulo de los condicionamientos geograacuteficos o medioambientales era maacutes bien un capiacutetulo introductorio que no serviacutea luego para articular las explicaciones sobre el desarrollo agrario La evolucioacuten de tres publicacio-nes de la historia agraria espantildeola en las que colaboraron los principales especialistas en los uacuteltimos veinticinco antildeos permite precisar coacutemo se han ido imponiendo las nuevas preocupaciones por los factores medioambien-tales A mediados de los antildeos 80 del siglo pasado se publicaron los tres voluacutemenes de la Historia agraria de la Espantildea Contemporaacutenea (1985-1986) obra que resumiacutea importantes avances de investigacioacuten Tan solo en una colaboracioacuten la de Joseacute Manuel Naredo que no es historiador unos pocos paacuterrafos finales daban cuenta de la importancia que deberiacutea tener en la histo-ria agraria la consideracioacuten de los flujos energeacuteticos en concreto la peacuterdida de eficiencia energeacutetica del proceso agrario (se invierte maacutes energiacutea de la contenida en los productos) y la entrada de energiacutea foacutesil y materiales habiacutean desplazado muy raacutepidamente a los que procediacutean de fuentes renovables

La publicacioacuten del libro El pozo de todos los males (Pujol et al 2001) significoacute ya un punto de ruptura con la historia tradicional pero tambieacuten con la visioacuten prometeica del mundo la creencia en las supuestas capacidades ilimitadas que tiene el hombre y con una idea de progreso tambieacuten sin liacutemites

El libro de El pozo dejoacute en precario los argumentos del productivismo especialmente cuando se acude a la inferioridad de la agricultura espantildeola debido a los bajos rendimientos por unidad de superficie Sin embargo no era posible sin maacutes trasladar el modelo de la revolucioacuten agriacutecola inglesa el mixed farming a las tierras de la Iberia seca la comparacioacuten con alguna provincia andaluza pone en evidencia que era necesario cuatro veces maacutes superficie que en el condado de Norfolk para conseguir la misma produc-cioacuten Un recuento de las posibilidades que habiacutea en teoriacutea para incrementar la productividad de la tierra ndashaumentando las disponibilidades del trabajo humano y animal del estieacutercol o de las tierras regadasndash demuestra que no habiacutea muchas opciones fuera de la expansioacuten de las tierras cultivadas de cereal para aumentar la produccioacuten de granos

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Una deacutecada despueacutes en Sombras del progreso (Robledo 2010) los es-tudios regionales demostraron de nuevo la fuerte renovacioacuten que se habiacutea producido en la historia agraria y la consolidacioacuten del anaacutelisis de los aspectos ambientales del crecimiento agrario La comparacioacuten con la vieja historia agraria de los antildeos 70-80 ofrece un panorama bien distinto Los conceptos de agricultura orgaacutenica sostenibilidad eficiencia energeacutetica metabolismo social eficiencia territorial y otros se utilizan habitualmente Y las preguntas del historiador se han enriquecido Los liacutemites de la denominada revolucioacuten verde obligan a plantear por ejemplo los problemas del agua del agota-miento de los suelos o coacutemo la presioacuten inmobiliaria ha destruido los sistemas agrarios

El campo de la historia ambiental o de la ecologiacutea es posiblemente uno de los maacutes interdisciplinares como demuestra la colaboracioacuten de los histo-riadores junto a teacutecnicos y economistas Ademaacutes ya resulta difiacutecil pasar por alto sus presupuestos cuando se hace historia de la pesca historia forestal3 o historia del agua (Melgarejo Saacutenchez Picoacuten Peacuterez Picazo y otros) En definitiva la historia ambiental o de los recursos naturales supone un serio correctivo a los intentos de estudiar la historia agraria al margen de la consi-deracioacuten de las variables agronoacutemicas y ambientales aspecto sobre el que existe una tradicioacuten geograacutefica que lamentablemente no ha tenido la difusioacuten adecuada Como expuso Huguet del Villar no bastaba por desgracia que una cosa fuera verdad teacutecnicamente un cultivo maacutes intensivo del suelo por ejemplo para que pudiera convertirse en realidad geograacuteficamente

El anaacutelisis de los cambios socio-ambientales ha avanzado mediante la in-vestigacioacuten del laquopaisajeraquo que no es sino la laquocolonizacioacutenraquo o laquohumanizacioacutenraquo del territorio Lo que se pretende es conocer coacutemo funcionan los sistemas naturales y a partir de aquiacute entender coacutemo interactuacutea el funcionamiento so-cioeconoacutemico humano con los sistemas naturales y coacutemo afecta esto al funcionamiento econoacutemico de las sociedades humanas La metodologiacutea utilizada es la contabilidad ecoloacutegico-econoacutemica de los flujos de energiacutea y materiales del metabolismo social En los antildeos 90 los balances energeacuteticos ya habiacutean demostrado que la eficiencia energeacutetica de los sistemas agrarios tradicionales era positiva y mucho mayor que los obtenidos tras la llamada laquorevolucioacuten verderaquo

3 La Asociacioacuten de Historia Forestal en httpwwwsecforestalesorgwebindexphp

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Las nuevas investigaciones han seguido aquel camino y han confirmado el deterioro progresivo experimentado por el rendimiento energeacutetico de los sistemas agrarios contemporaacuteneos extendiendo ese resultado a periodos anteriores a la deacutecada de 1950 de los que antes se careciacutea La exposicioacuten de los resultados sobre la eficiencia energeacutetica del sistema agrario del Vallegraves es un buen ejemplo Esta comarca catalana que obteniacutea en 1850 rendimien-tos energeacuteticos positivos necesita en la actualidad para conseguir 1 unidad de energiacutea invertir 45 en su produccioacuten4

Pero la nueva historia ambiental no se ha quedado en hacer contabilidad del pasado con indicadores maacutes fiables Como a estas alturas del siglo XXI

hay motivos suficientes para desconfiar de la solidez del discurso antropo-ceacutentrico que dio origen a la modernidad lo que se pretende es establecer las bases de la necesaria reconciliacioacuten del discurso y la praacutectica de las cien-cias sociales con el mundo fiacutesico y bioloacutegico Renovada la metodologiacutea y la epistemologiacutea es posible avanzar hacia una nueva teoriacutea del cambio histoacuterico (Gonzaacutelez Molina Toledo 2011)

3 Cambio social y cambio teacutecnico en el capitalismo agrario5

Una parte significativa del esfuerzo historiograacutefico de los uacuteltimos antildeos se ha dedicado a quitar reparos al sentido de los cambios en los derechos de propiedad durante el siglo XIX El empentildeo ha resultado convincente al indicar las liacuteneas de discontinuidad social y el fracaso definitivo del absolutismo o incluso de opciones burguesas antiliberales (Ruiz Torres) Una forma coacutemo-da de resumir el cambio decimonoacutenico seriacutea adscribirlo a los presupuestos del capitalismo agrario denominacioacuten que no deja de suscitar reparos si el concepto de capitalismo se interpreta restrictivamente peculiar capitalismo seriacutea este con la pervivencia de comunales o con la fortaleza de la explota-cioacuten campesina

Este aspecto de la viabilidad de la viacutea campesina ha merecido justa aten-cioacuten de los historiadores agrarios desmintiendo el diagnoacutestico de Kautsky sobre el triunfo de la gran explotacioacuten Aunque no es conveniente olvidarse

4 Sigo lo expuesto por TELLO (2010)5 Se prescinde de referencias bibliograacuteficas anteriores a 2002 que se encuentran en el

estado de la cuestioacuten de ROBLEDO (2002)

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de los procesos de expropiacioacuten ndashde hecho cientos de miles de campesinos tuvieron que emigrar al exterior en busca de mejores horizontes especial-mente en los inicios del siglo XXndash tambieacuten es cierto que el fortalecimiento de la viacutea campesina es un fenoacutemeno bien contrastado en muchas zonas de Espantildea (Domiacutenguez) Se trata de un lugar comuacuten para la Espantildea del Norte pero no hay que descartarlo para la Espantildea meridional Sirva para ilustrarlo el caso del olivar que en provincias como Jaeacuten concentra nada menos que 70 millones de olivos la mayor concentracioacuten arboacuterea de toda Europa Tra-dicionalmente se asocioacute latifundio con olivar y con cultivo muy capitalizado pero acaba de sugerirse convincentemente que el olivar fue un elemento vertebrador en el sustento de las economiacuteas campesinas andaluzas (Infante 2012)

Sobre las pequentildeas o medianas unidades de explotacioacuten ndashcuya viabili-dad era posible gracias a la familia como unidad productiva baacutesica del mundo rural (Sarasuacutea)ndash descansaban la mayoriacutea de decisiones que haciacutean posible el consenso social y poliacutetico en la nueva sociedad el soporte de buena par-te del esfuerzo tributario de una reforma fiscal conservadora o las distintas opciones econoacutemicas entre ellas las del cambio teacutecnico en la agricultura El movimiento asociativo que se extendioacute por los campos a principios del siglo XX y no solo el del sindicalismo catoacutelico sino tambieacuten el de otras sociedades y cooperativas (Garrido) ayudoacute ndashjunto con el laquoentramado institucionalraquo (Pan Montojo)ndash a que se fueran difundiendo las distintas innovaciones Sin em-bargo este proceso innovador cuesta percibirlo en su justa dimensioacuten suele aceptarse el cambio social que impusieron las normas liberales pero no tanto el cambio teacutecnico

Las discrepancias en la evaluacioacuten del adelanto o el atraso tecnoloacutegico obedecen al concepto de cambio teacutecnico que se utilice seguacuten han expues-to L Fernaacutendez Prieto y J Pujol Si la tecnologiacutea se considera una variable externa que cada agricultura regional sea la que sea tiene a su disposicioacuten como un bien libre que se puede adquirir seguacuten variacutean los precios relativos de los factores producidos entonces habraacute atraso teacutecnico en la agricultura espantildeola hasta 1960 pues las estructuras de precios y salarios desincenti-variacutean la adopcioacuten de innovaciones (identificadas frecuentemente solo con la gran maquinaria) algo que cambiariacutea radicalmente con la liberalizacioacuten que impuso el Plan de Estabilizacioacuten

Si por el contrario consideramos la tecnologiacutea como una variable endoacutegena de la actividad econoacutemica donde desempentildean un papel

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importante las condiciones institucionales y ambientales entonces el gra-do de difusioacuten de las innovaciones se percibiraacute maacutes amplia y fielmente seraacute comprensible que el abonado quiacutemico coexista con el abonado or-gaacutenico para pasar a un uso masivo del abonado moderno cuando se den condiciones favorables de precios suelos y opciones mercantiles (cultivo de azuacutecar en el valle del Ebro por ejemplo) que se valoren las mejoras laquosilenciosasraquo en los aperos o en la captacioacuten e impulsioacuten de aguas sub-terraacuteneas (seguacuten han investigado Calatayud y Martiacutenez Carrioacuten) o que no se perciba un retraso llamativo en la incorporacioacuten de las grandes maacutequinas (Martiacutenez Ruiz) En definitiva el cambio tecnoloacutegico no tiene por queacute ser el pariente pobre en las explicaciones del crecimiento agrario contemporaacuteneo

Aceptado el cambio social y las distintas facetas del cambio teacutecnico pierde una vez maacutes capacidad explicativa el recurso como Deus ex ma-china de un concepto geneacuterico de atraso Sustituir laquoatrasoraquo por laquodesarrollo pausadoraquo como se hace en el libro El pozo de todos los males no es un recurso retoacuterico indica las limitaciones del comodiacuten atraso-progreso como la de cualquier visioacuten teleoloacutegica de la historia y sugiere que la economiacutea espantildeola avanzoacute por una senda distinta a las de las economiacuteas maacutes desarro-lladas debido a las ofertas tecnoloacutegicas existentes y a los condicionamientos medioambientales

Junto a los condicionantes teacutecnicos y medioambientales la historia agra-ria ha llamado tambieacuten la atencioacuten sobre los condicionantes bioloacutegicos en los que se desenvolvioacute la actividad agraria Si la tecnologiacutea de la Europa atlaacutentica no era aplicable a la Europa mediterraacutenea algo parecido ocurriacutea con las se-millas que teniacutean que ser adaptables a las circunstancias medioambientales mediterraacuteneas Durante el primer tercio del siglo XX se desarrollaron varias innovaciones bioloacutegicas en los sectores trigueros de la Europa atlaacutentica que permitieron una fertilizacioacuten maacutes adecuada y altos rendimientos Pero en el entorno mediterraacuteneo se ha constatado la imposibilidad de sustituir las variedades de trigo cultivadas hasta entonces por las nuevas variedades de trigo panificable de tallo largo resistentes al encamado y de mayor rendi-miento Solo las teacutecnicas de seleccioacuten e hibridacioacuten salvaron el escollo pero no pudieron aplicarse y dar resultados hasta despueacutes de la segunda guerra mundial (Pujol 2011)

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4 Viacutea campesina y laquodragoacuten europeoraquo6

Las nuevas corrientes de la historia agraria espantildeola se distinguen pues por la atencioacuten prestada a los factores medioambientales y bioloacutegicos ade-maacutes han insistido en las criacuteticas al productivismo considerando por otra parte que la mayoriacutea de los terratenientes no haciacutean sino atenerse a los cri-terios de racionalidad econoacutemica Esta doble perspectiva hace complicado mantener la tesis maacutes tradicional de inspiracioacuten costista que defendioacute la historiografiacutea espantildeola sobre la correlacioacuten latifundismo-atraso de la econo-miacutea espantildeola Ahora bien una cosa es que la agricultura espantildeola anterior a la segunda guerra mundial no pudiera competir con la agricultura atlaacutentica en los rendimientos del cereal y otra suponer que la explotacioacuten latifundista fuese laquooacuteptimaraquo teniendo en cuenta las posibilidades de su suelo y del clima otro tanto ocurre si en vez de medir los resultados contables de la empresa del latifundista lo hacemos seguacuten los beneficios sociales (alfabetizacioacuten ni-veles de vida) que impidioacute desarrollar el reacutegimen latifundista Fue en los antildeos treinta del siglo XX cuando quedaron al descubierto las graves desigualdades sociales propias de la sociedad latifundista que recientemente se han tratado de marginar con datos discutibles y mucha fe en el buen funcionamiento del mercado7

Tenemos pues una economiacutea agraria que no podiacutea obviar los condicio-namientos agroclimaacuteticos y bioloacutegicos y una sociedad que en la coyuntura poliacutetica de la Segunda Repuacuteblica (1931-1939) no podiacutea esperar que el mer-cado resolviera las tensiones provocadas por el paro y una mayor sindicacioacuten rural en la Espantildea meridional En aquellas circunstancias la opcioacuten que mejor encajaba era apostar por un modelo de desarrollo centrado en la difusioacuten de la pequentildea explotacioacuten seguacuten la orientacioacuten de Joaquiacuten Costa Lo que no laquosaliacutea a cuentaraquo en los cortijos como explicoacute hace antildeos Martiacutenez Alier siacute era rentable en las pequentildeas parcelas de los ruedos por la cantidad o calidad del trabajo familiar incorporado La reforma agraria encajaba ademaacutes en la loacutegica

6 Agradezco las observaciones de O Carpintero7 Recientemente se ha defendido incluso la inutilidad de la reforma pues el mercado ya

se estaba encargando de realizarla haciendo que descendiera el nuacutemero de jornaleros y subie-ra el de propietarios desde 1860 (CARMONA ROSEacuteS 2011) Pero si nos fijamos en el anaacutelisis pormenorizado de las comarcas latifundistas se desmiente este optimismo en el cambio de la estructura social que por otra parte encaja mal con los porcentajes de paro de los pueblos en el suroeste espantildeol y las tensiones consiguientes

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de una economiacutea orgaacutenica avanzada Pero la guerra civil cegoacute este camino y primero la represioacuten y luego la emigracioacuten desarbolaron el mundo rural y la consolidacioacuten de la viacutea campesina

El franquismo significoacute ademaacutes un apagoacuten tecnoloacutegico (Fernaacutendez Prieto 2007) El observatorio de la innovacioacuten tecnoloacutegica de la agricultura permite interpretar la poliacutetica econoacutemica del franquismo de manera algo dife-rente a como suele hacerse desde hace tiempo Se ha evaluado maacutes de una vez el coste de la poliacutetica econoacutemica de aquel reacutegimen inaugurado con la represioacuten y la liquidacioacuten de la reforma agraria El corte no estuvo solo en la orientacioacuten autaacuterquica e intervencionista sino en la destruccioacuten y reorien-tacioacuten de un sistema de innovacioacuten que difiacutecilmente iba a poder recuperarse Entra en el terreno de los contrafactuales aventurar queacute hubiera pasado con un desenlace diferente al de la derrota de la Segunda Repuacuteblica Lo que siacute sabemos es que el triunfo del tecnocratismo no fue inofensivo dados los su-puestos equivocados de energiacutea barata inocuidad de la nueva tecnologiacutea y generalizacioacuten a escala planetaria de la revolucioacuten verde Y resulta razonable compartir la idea de que la ausencia de un entramado institucional propio de investigacioacuten y experimentacioacuten bien conformado hizo mucho maacutes vul-nerable a las agriculturas espantildeolas a las innovaciones del paradigma de la revolucioacuten verde

Si solo se contempla la espuma de las estadiacutesticas el resultado conse-guido por la agricultura espantildeola en la segunda mitad del siglo XX parece espectacular Espantildea se ha convertido en un laquodragoacuten europeoraquo (Carpintero 2002) La metaacutefora se aplica a las altas tasas de crecimiento en la utilizacioacuten de energiacutea y materiales por parte de la economiacutea espantildeola en compara-cioacuten con el resto de Europa y resulta tambieacuten apropiada para entender ese avance hacia una agricultura muy subsidiada por combustibles foacutesiles y re-cursos no renovables Aunque bien es cierto que no resulta aplicable a la agricultura una de las variables fundamentales de los laquodragones asiaacuteticosraquo la abundancia de mano de obra pues la poblacioacuten activa agraria se contrajo a la mitad en 15 antildeos del 40 en 1960 al 20 en 1975 hoy estaacute en torno al 3 Asiacute pues frente al laquodesarrollo pausadoraquo al que se ajustaban las socie-dades agrarias antes de 1940 hemos pasado a otro modelo que mediante diversos atajos ndashbrusca caiacuteda de la poblacioacuten activa incentivos de las sub-venciones de la Poliacutetica Agraria Comunitariahellipndash ha querido acortar el camino de laquoNatura non facit saltusraquo El coste del llamado laquomilagro econoacutemicoraquo ha sido enorme

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La estrategia productivista caracteriacutestica de la evolucioacuten de la agricultu-ra la ganaderiacutea y la gestioacuten forestal se ha asentado sobre laquola desconexioacuten entre la vocacioacuten productiva de los territorios seguacuten sus caracteriacutesticas am-bientales y los aprovechamientos a que han sido destinadosraquo (Carpintero 2012) En la agricultura como ha analizado este autor la introduccioacuten de cultivos muy exigentes en agua y nutrientes en zonas de la peniacutensula no muy bien dotadas para ello ha provocado situaciones de sobreexplotacioacuten de los propios recursos y sobredependencia de recursos no renovables (petroacuteleo) En la ganaderiacutea se ha incentivado la estabulacioacuten y el abandono de los pastos extendieacutendose tambieacuten la misma loacutegica a la gestioacuten forestal con la sustitucioacuten de especies autoacutectonas por otras de crecimiento raacutepido y con-virtiendo asiacute al decir de Luis Ceballos las laquosociedades de aacuterbolesraquo que son los bosques en los laquoejeacutercitos de pinosraquo de las repoblaciones

El afaacuten laquomodernizadorraquo del sector agrario espantildeol se cierra con un ba-lance triplemente negativo De una agricultura que financiaba el resto de sectores se ha pasado a otra endeudada necesitada de tutela puacuteblica En segundo lugar ha retrocedido considerablemente en eficiencia energeacutetica8 Por uacuteltimo la erosioacuten y despoblacioacuten de gran parte del territorio peninsular han confirmado los presagios de Huguet del Villar cuando criticaba el mode-lo productivo de la agricolizacioacuten

El proceder a la inversa de lo que la naturaleza indicaba destruyendo los aacuterboles y empentildeaacutendose en hacer de Espantildea solamente un granero ha dado por resultado la desertizacioacuten de tan enormes extensiones que de continuar acabaraacute por convertir a la Espantildea seca en un verdadero desierto de arcillas calizas arenales o granito seguacuten la regioacuten pero por doquier aba-rrancado pelado o inuacutetil para la vida (Huguet del Villar 1921 194)

Bibliografiacutea

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8 En los antildeos 50 por cada kilocaloriacutea invertida en la agricultura y la gana deriacutea en forma de inputs externos (sin considerar los reempleos) se obteniacutean 61 kilocaloriacuteas como alimento a finales de los setenta y mediados de los noventa apenas se llegaba a la unidad (CARPINTERO 2005 p 278)

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Page 4: Retraso tecnico

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bien superior que inferiorraquo respecto al de paiacuteses de condicioacuten geograacutefica similar afirmacioacuten en la que coincidiacutean otros autores como el economista Flores de Lemus o el ingeniero Joseacute Cascoacuten En su libro El valor geograacutefico lo fundamentoacute con una estadiacutestica convincente2

Huguet criticoacute la retoacuterica de laquolos intelectuales ajenos a la materiaraquo o la de los laquografoacutemanosraquo entre los que no sabemos si estaba incluyendo a J Costa Nunca lo citoacute para nada Su planteamiento no era sociopoliacutetico ndashluchar por la laquodescentralizacioacuten de la propiedadraquo o cambiar la Ley Hipotecaria como propugnaba Costandash es decir no creiacutea mucho en los efectos dinaacutemicos de una redistribucioacuten de la renta para el desarrollo econoacutemico Y en El valor geograacutefico excluyoacute de la expropiacioacuten por su reserva de factor geograacutefico nada menos que a laquolos propietarios de los montes de caza y de recreoraquo los culpables tradicionales del atraso espantildeol para cualquier reformista agrario

Creo que son interpretaciones hasta cierto punto complementarias (tan-to Costa como Huguet coincidiacutean tambieacuten en su criacutetica al sistema poliacutetico de la Restauracioacuten) pero pese a los puntos comunes la perspectiva naturale-zasociedad de la que partiacutean no estaba en equilibrio Costa se fijoacute maacutes en la segunda y Huguet del Villar en la primera Hasta no hace mucho tiempo la historiografiacutea espantildeola ha sido maacutes bien costista Dada la consideracioacuten negativa de la teacutecnica agraria ha prevalecido la preocupacioacuten por el producti-vismo y no tanto por la agricolizacioacuten del territorio mientras que el reformismo agrario ha sido una constante El inicio del siglo XXI ha hecho que los historia-dores sean maacutes receptivos a los planteamientos de Huguet y otros autores que cuestionan un mundo sin restricciones y se plantean la sostenibilidad de los paisajes agrarios

2 Sobre la historia ambiental

Deciacutea C Hill que la historia debe ser rescatada por cada generacioacuten pues es cada generacioacuten la que plantea nuevos interrogantes al pasado No cabe duda de que la preocupacioacuten por el deterioro ecoloacutegico ha obligado a mirar hacia atraacutes para indagar las causas de esta situacioacuten dirigiendo el ojo

2 En 1910 Espantildea teniacutea unos rendimientos de trigo de 89 Qm por hectaacuterea similares y a veces superiores a los de Estados Unidos Argentina Italia Serbia Grecia Rusia europea Australia y departamentos franceses del sur (HUGUET DEL VILLAR 1921 p 76)

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criacutetico al sector agrario para buscar las raiacuteces de tal deterioro o el espejo en el que contemplar las virtudes de la agricultura orgaacutenica

Aunque las variables geograacuteficas nunca han estado ausentes en los es-tudios de historia agraria pues resultaba inevitable referirse al clima o al ago-tamiento de los suelos al explicar las oscilaciones de la produccioacuten lo cierto es que el capiacutetulo de los condicionamientos geograacuteficos o medioambientales era maacutes bien un capiacutetulo introductorio que no serviacutea luego para articular las explicaciones sobre el desarrollo agrario La evolucioacuten de tres publicacio-nes de la historia agraria espantildeola en las que colaboraron los principales especialistas en los uacuteltimos veinticinco antildeos permite precisar coacutemo se han ido imponiendo las nuevas preocupaciones por los factores medioambien-tales A mediados de los antildeos 80 del siglo pasado se publicaron los tres voluacutemenes de la Historia agraria de la Espantildea Contemporaacutenea (1985-1986) obra que resumiacutea importantes avances de investigacioacuten Tan solo en una colaboracioacuten la de Joseacute Manuel Naredo que no es historiador unos pocos paacuterrafos finales daban cuenta de la importancia que deberiacutea tener en la histo-ria agraria la consideracioacuten de los flujos energeacuteticos en concreto la peacuterdida de eficiencia energeacutetica del proceso agrario (se invierte maacutes energiacutea de la contenida en los productos) y la entrada de energiacutea foacutesil y materiales habiacutean desplazado muy raacutepidamente a los que procediacutean de fuentes renovables

La publicacioacuten del libro El pozo de todos los males (Pujol et al 2001) significoacute ya un punto de ruptura con la historia tradicional pero tambieacuten con la visioacuten prometeica del mundo la creencia en las supuestas capacidades ilimitadas que tiene el hombre y con una idea de progreso tambieacuten sin liacutemites

El libro de El pozo dejoacute en precario los argumentos del productivismo especialmente cuando se acude a la inferioridad de la agricultura espantildeola debido a los bajos rendimientos por unidad de superficie Sin embargo no era posible sin maacutes trasladar el modelo de la revolucioacuten agriacutecola inglesa el mixed farming a las tierras de la Iberia seca la comparacioacuten con alguna provincia andaluza pone en evidencia que era necesario cuatro veces maacutes superficie que en el condado de Norfolk para conseguir la misma produc-cioacuten Un recuento de las posibilidades que habiacutea en teoriacutea para incrementar la productividad de la tierra ndashaumentando las disponibilidades del trabajo humano y animal del estieacutercol o de las tierras regadasndash demuestra que no habiacutea muchas opciones fuera de la expansioacuten de las tierras cultivadas de cereal para aumentar la produccioacuten de granos

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Una deacutecada despueacutes en Sombras del progreso (Robledo 2010) los es-tudios regionales demostraron de nuevo la fuerte renovacioacuten que se habiacutea producido en la historia agraria y la consolidacioacuten del anaacutelisis de los aspectos ambientales del crecimiento agrario La comparacioacuten con la vieja historia agraria de los antildeos 70-80 ofrece un panorama bien distinto Los conceptos de agricultura orgaacutenica sostenibilidad eficiencia energeacutetica metabolismo social eficiencia territorial y otros se utilizan habitualmente Y las preguntas del historiador se han enriquecido Los liacutemites de la denominada revolucioacuten verde obligan a plantear por ejemplo los problemas del agua del agota-miento de los suelos o coacutemo la presioacuten inmobiliaria ha destruido los sistemas agrarios

El campo de la historia ambiental o de la ecologiacutea es posiblemente uno de los maacutes interdisciplinares como demuestra la colaboracioacuten de los histo-riadores junto a teacutecnicos y economistas Ademaacutes ya resulta difiacutecil pasar por alto sus presupuestos cuando se hace historia de la pesca historia forestal3 o historia del agua (Melgarejo Saacutenchez Picoacuten Peacuterez Picazo y otros) En definitiva la historia ambiental o de los recursos naturales supone un serio correctivo a los intentos de estudiar la historia agraria al margen de la consi-deracioacuten de las variables agronoacutemicas y ambientales aspecto sobre el que existe una tradicioacuten geograacutefica que lamentablemente no ha tenido la difusioacuten adecuada Como expuso Huguet del Villar no bastaba por desgracia que una cosa fuera verdad teacutecnicamente un cultivo maacutes intensivo del suelo por ejemplo para que pudiera convertirse en realidad geograacuteficamente

El anaacutelisis de los cambios socio-ambientales ha avanzado mediante la in-vestigacioacuten del laquopaisajeraquo que no es sino la laquocolonizacioacutenraquo o laquohumanizacioacutenraquo del territorio Lo que se pretende es conocer coacutemo funcionan los sistemas naturales y a partir de aquiacute entender coacutemo interactuacutea el funcionamiento so-cioeconoacutemico humano con los sistemas naturales y coacutemo afecta esto al funcionamiento econoacutemico de las sociedades humanas La metodologiacutea utilizada es la contabilidad ecoloacutegico-econoacutemica de los flujos de energiacutea y materiales del metabolismo social En los antildeos 90 los balances energeacuteticos ya habiacutean demostrado que la eficiencia energeacutetica de los sistemas agrarios tradicionales era positiva y mucho mayor que los obtenidos tras la llamada laquorevolucioacuten verderaquo

3 La Asociacioacuten de Historia Forestal en httpwwwsecforestalesorgwebindexphp

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Las nuevas investigaciones han seguido aquel camino y han confirmado el deterioro progresivo experimentado por el rendimiento energeacutetico de los sistemas agrarios contemporaacuteneos extendiendo ese resultado a periodos anteriores a la deacutecada de 1950 de los que antes se careciacutea La exposicioacuten de los resultados sobre la eficiencia energeacutetica del sistema agrario del Vallegraves es un buen ejemplo Esta comarca catalana que obteniacutea en 1850 rendimien-tos energeacuteticos positivos necesita en la actualidad para conseguir 1 unidad de energiacutea invertir 45 en su produccioacuten4

Pero la nueva historia ambiental no se ha quedado en hacer contabilidad del pasado con indicadores maacutes fiables Como a estas alturas del siglo XXI

hay motivos suficientes para desconfiar de la solidez del discurso antropo-ceacutentrico que dio origen a la modernidad lo que se pretende es establecer las bases de la necesaria reconciliacioacuten del discurso y la praacutectica de las cien-cias sociales con el mundo fiacutesico y bioloacutegico Renovada la metodologiacutea y la epistemologiacutea es posible avanzar hacia una nueva teoriacutea del cambio histoacuterico (Gonzaacutelez Molina Toledo 2011)

3 Cambio social y cambio teacutecnico en el capitalismo agrario5

Una parte significativa del esfuerzo historiograacutefico de los uacuteltimos antildeos se ha dedicado a quitar reparos al sentido de los cambios en los derechos de propiedad durante el siglo XIX El empentildeo ha resultado convincente al indicar las liacuteneas de discontinuidad social y el fracaso definitivo del absolutismo o incluso de opciones burguesas antiliberales (Ruiz Torres) Una forma coacutemo-da de resumir el cambio decimonoacutenico seriacutea adscribirlo a los presupuestos del capitalismo agrario denominacioacuten que no deja de suscitar reparos si el concepto de capitalismo se interpreta restrictivamente peculiar capitalismo seriacutea este con la pervivencia de comunales o con la fortaleza de la explota-cioacuten campesina

Este aspecto de la viabilidad de la viacutea campesina ha merecido justa aten-cioacuten de los historiadores agrarios desmintiendo el diagnoacutestico de Kautsky sobre el triunfo de la gran explotacioacuten Aunque no es conveniente olvidarse

4 Sigo lo expuesto por TELLO (2010)5 Se prescinde de referencias bibliograacuteficas anteriores a 2002 que se encuentran en el

estado de la cuestioacuten de ROBLEDO (2002)

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de los procesos de expropiacioacuten ndashde hecho cientos de miles de campesinos tuvieron que emigrar al exterior en busca de mejores horizontes especial-mente en los inicios del siglo XXndash tambieacuten es cierto que el fortalecimiento de la viacutea campesina es un fenoacutemeno bien contrastado en muchas zonas de Espantildea (Domiacutenguez) Se trata de un lugar comuacuten para la Espantildea del Norte pero no hay que descartarlo para la Espantildea meridional Sirva para ilustrarlo el caso del olivar que en provincias como Jaeacuten concentra nada menos que 70 millones de olivos la mayor concentracioacuten arboacuterea de toda Europa Tra-dicionalmente se asocioacute latifundio con olivar y con cultivo muy capitalizado pero acaba de sugerirse convincentemente que el olivar fue un elemento vertebrador en el sustento de las economiacuteas campesinas andaluzas (Infante 2012)

Sobre las pequentildeas o medianas unidades de explotacioacuten ndashcuya viabili-dad era posible gracias a la familia como unidad productiva baacutesica del mundo rural (Sarasuacutea)ndash descansaban la mayoriacutea de decisiones que haciacutean posible el consenso social y poliacutetico en la nueva sociedad el soporte de buena par-te del esfuerzo tributario de una reforma fiscal conservadora o las distintas opciones econoacutemicas entre ellas las del cambio teacutecnico en la agricultura El movimiento asociativo que se extendioacute por los campos a principios del siglo XX y no solo el del sindicalismo catoacutelico sino tambieacuten el de otras sociedades y cooperativas (Garrido) ayudoacute ndashjunto con el laquoentramado institucionalraquo (Pan Montojo)ndash a que se fueran difundiendo las distintas innovaciones Sin em-bargo este proceso innovador cuesta percibirlo en su justa dimensioacuten suele aceptarse el cambio social que impusieron las normas liberales pero no tanto el cambio teacutecnico

Las discrepancias en la evaluacioacuten del adelanto o el atraso tecnoloacutegico obedecen al concepto de cambio teacutecnico que se utilice seguacuten han expues-to L Fernaacutendez Prieto y J Pujol Si la tecnologiacutea se considera una variable externa que cada agricultura regional sea la que sea tiene a su disposicioacuten como un bien libre que se puede adquirir seguacuten variacutean los precios relativos de los factores producidos entonces habraacute atraso teacutecnico en la agricultura espantildeola hasta 1960 pues las estructuras de precios y salarios desincenti-variacutean la adopcioacuten de innovaciones (identificadas frecuentemente solo con la gran maquinaria) algo que cambiariacutea radicalmente con la liberalizacioacuten que impuso el Plan de Estabilizacioacuten

Si por el contrario consideramos la tecnologiacutea como una variable endoacutegena de la actividad econoacutemica donde desempentildean un papel

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importante las condiciones institucionales y ambientales entonces el gra-do de difusioacuten de las innovaciones se percibiraacute maacutes amplia y fielmente seraacute comprensible que el abonado quiacutemico coexista con el abonado or-gaacutenico para pasar a un uso masivo del abonado moderno cuando se den condiciones favorables de precios suelos y opciones mercantiles (cultivo de azuacutecar en el valle del Ebro por ejemplo) que se valoren las mejoras laquosilenciosasraquo en los aperos o en la captacioacuten e impulsioacuten de aguas sub-terraacuteneas (seguacuten han investigado Calatayud y Martiacutenez Carrioacuten) o que no se perciba un retraso llamativo en la incorporacioacuten de las grandes maacutequinas (Martiacutenez Ruiz) En definitiva el cambio tecnoloacutegico no tiene por queacute ser el pariente pobre en las explicaciones del crecimiento agrario contemporaacuteneo

Aceptado el cambio social y las distintas facetas del cambio teacutecnico pierde una vez maacutes capacidad explicativa el recurso como Deus ex ma-china de un concepto geneacuterico de atraso Sustituir laquoatrasoraquo por laquodesarrollo pausadoraquo como se hace en el libro El pozo de todos los males no es un recurso retoacuterico indica las limitaciones del comodiacuten atraso-progreso como la de cualquier visioacuten teleoloacutegica de la historia y sugiere que la economiacutea espantildeola avanzoacute por una senda distinta a las de las economiacuteas maacutes desarro-lladas debido a las ofertas tecnoloacutegicas existentes y a los condicionamientos medioambientales

Junto a los condicionantes teacutecnicos y medioambientales la historia agra-ria ha llamado tambieacuten la atencioacuten sobre los condicionantes bioloacutegicos en los que se desenvolvioacute la actividad agraria Si la tecnologiacutea de la Europa atlaacutentica no era aplicable a la Europa mediterraacutenea algo parecido ocurriacutea con las se-millas que teniacutean que ser adaptables a las circunstancias medioambientales mediterraacuteneas Durante el primer tercio del siglo XX se desarrollaron varias innovaciones bioloacutegicas en los sectores trigueros de la Europa atlaacutentica que permitieron una fertilizacioacuten maacutes adecuada y altos rendimientos Pero en el entorno mediterraacuteneo se ha constatado la imposibilidad de sustituir las variedades de trigo cultivadas hasta entonces por las nuevas variedades de trigo panificable de tallo largo resistentes al encamado y de mayor rendi-miento Solo las teacutecnicas de seleccioacuten e hibridacioacuten salvaron el escollo pero no pudieron aplicarse y dar resultados hasta despueacutes de la segunda guerra mundial (Pujol 2011)

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4 Viacutea campesina y laquodragoacuten europeoraquo6

Las nuevas corrientes de la historia agraria espantildeola se distinguen pues por la atencioacuten prestada a los factores medioambientales y bioloacutegicos ade-maacutes han insistido en las criacuteticas al productivismo considerando por otra parte que la mayoriacutea de los terratenientes no haciacutean sino atenerse a los cri-terios de racionalidad econoacutemica Esta doble perspectiva hace complicado mantener la tesis maacutes tradicional de inspiracioacuten costista que defendioacute la historiografiacutea espantildeola sobre la correlacioacuten latifundismo-atraso de la econo-miacutea espantildeola Ahora bien una cosa es que la agricultura espantildeola anterior a la segunda guerra mundial no pudiera competir con la agricultura atlaacutentica en los rendimientos del cereal y otra suponer que la explotacioacuten latifundista fuese laquooacuteptimaraquo teniendo en cuenta las posibilidades de su suelo y del clima otro tanto ocurre si en vez de medir los resultados contables de la empresa del latifundista lo hacemos seguacuten los beneficios sociales (alfabetizacioacuten ni-veles de vida) que impidioacute desarrollar el reacutegimen latifundista Fue en los antildeos treinta del siglo XX cuando quedaron al descubierto las graves desigualdades sociales propias de la sociedad latifundista que recientemente se han tratado de marginar con datos discutibles y mucha fe en el buen funcionamiento del mercado7

Tenemos pues una economiacutea agraria que no podiacutea obviar los condicio-namientos agroclimaacuteticos y bioloacutegicos y una sociedad que en la coyuntura poliacutetica de la Segunda Repuacuteblica (1931-1939) no podiacutea esperar que el mer-cado resolviera las tensiones provocadas por el paro y una mayor sindicacioacuten rural en la Espantildea meridional En aquellas circunstancias la opcioacuten que mejor encajaba era apostar por un modelo de desarrollo centrado en la difusioacuten de la pequentildea explotacioacuten seguacuten la orientacioacuten de Joaquiacuten Costa Lo que no laquosaliacutea a cuentaraquo en los cortijos como explicoacute hace antildeos Martiacutenez Alier siacute era rentable en las pequentildeas parcelas de los ruedos por la cantidad o calidad del trabajo familiar incorporado La reforma agraria encajaba ademaacutes en la loacutegica

6 Agradezco las observaciones de O Carpintero7 Recientemente se ha defendido incluso la inutilidad de la reforma pues el mercado ya

se estaba encargando de realizarla haciendo que descendiera el nuacutemero de jornaleros y subie-ra el de propietarios desde 1860 (CARMONA ROSEacuteS 2011) Pero si nos fijamos en el anaacutelisis pormenorizado de las comarcas latifundistas se desmiente este optimismo en el cambio de la estructura social que por otra parte encaja mal con los porcentajes de paro de los pueblos en el suroeste espantildeol y las tensiones consiguientes

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de una economiacutea orgaacutenica avanzada Pero la guerra civil cegoacute este camino y primero la represioacuten y luego la emigracioacuten desarbolaron el mundo rural y la consolidacioacuten de la viacutea campesina

El franquismo significoacute ademaacutes un apagoacuten tecnoloacutegico (Fernaacutendez Prieto 2007) El observatorio de la innovacioacuten tecnoloacutegica de la agricultura permite interpretar la poliacutetica econoacutemica del franquismo de manera algo dife-rente a como suele hacerse desde hace tiempo Se ha evaluado maacutes de una vez el coste de la poliacutetica econoacutemica de aquel reacutegimen inaugurado con la represioacuten y la liquidacioacuten de la reforma agraria El corte no estuvo solo en la orientacioacuten autaacuterquica e intervencionista sino en la destruccioacuten y reorien-tacioacuten de un sistema de innovacioacuten que difiacutecilmente iba a poder recuperarse Entra en el terreno de los contrafactuales aventurar queacute hubiera pasado con un desenlace diferente al de la derrota de la Segunda Repuacuteblica Lo que siacute sabemos es que el triunfo del tecnocratismo no fue inofensivo dados los su-puestos equivocados de energiacutea barata inocuidad de la nueva tecnologiacutea y generalizacioacuten a escala planetaria de la revolucioacuten verde Y resulta razonable compartir la idea de que la ausencia de un entramado institucional propio de investigacioacuten y experimentacioacuten bien conformado hizo mucho maacutes vul-nerable a las agriculturas espantildeolas a las innovaciones del paradigma de la revolucioacuten verde

Si solo se contempla la espuma de las estadiacutesticas el resultado conse-guido por la agricultura espantildeola en la segunda mitad del siglo XX parece espectacular Espantildea se ha convertido en un laquodragoacuten europeoraquo (Carpintero 2002) La metaacutefora se aplica a las altas tasas de crecimiento en la utilizacioacuten de energiacutea y materiales por parte de la economiacutea espantildeola en compara-cioacuten con el resto de Europa y resulta tambieacuten apropiada para entender ese avance hacia una agricultura muy subsidiada por combustibles foacutesiles y re-cursos no renovables Aunque bien es cierto que no resulta aplicable a la agricultura una de las variables fundamentales de los laquodragones asiaacuteticosraquo la abundancia de mano de obra pues la poblacioacuten activa agraria se contrajo a la mitad en 15 antildeos del 40 en 1960 al 20 en 1975 hoy estaacute en torno al 3 Asiacute pues frente al laquodesarrollo pausadoraquo al que se ajustaban las socie-dades agrarias antes de 1940 hemos pasado a otro modelo que mediante diversos atajos ndashbrusca caiacuteda de la poblacioacuten activa incentivos de las sub-venciones de la Poliacutetica Agraria Comunitariahellipndash ha querido acortar el camino de laquoNatura non facit saltusraquo El coste del llamado laquomilagro econoacutemicoraquo ha sido enorme

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Ricardo Robledo HernaacutendezCambio teacutecnico y medioambiental en Espantildea iquestatraso agrario o laquodragoacuten europeoraquoArtefaCToS vol 4 nordm 1 diciembre 2011 134-135

La estrategia productivista caracteriacutestica de la evolucioacuten de la agricultu-ra la ganaderiacutea y la gestioacuten forestal se ha asentado sobre laquola desconexioacuten entre la vocacioacuten productiva de los territorios seguacuten sus caracteriacutesticas am-bientales y los aprovechamientos a que han sido destinadosraquo (Carpintero 2012) En la agricultura como ha analizado este autor la introduccioacuten de cultivos muy exigentes en agua y nutrientes en zonas de la peniacutensula no muy bien dotadas para ello ha provocado situaciones de sobreexplotacioacuten de los propios recursos y sobredependencia de recursos no renovables (petroacuteleo) En la ganaderiacutea se ha incentivado la estabulacioacuten y el abandono de los pastos extendieacutendose tambieacuten la misma loacutegica a la gestioacuten forestal con la sustitucioacuten de especies autoacutectonas por otras de crecimiento raacutepido y con-virtiendo asiacute al decir de Luis Ceballos las laquosociedades de aacuterbolesraquo que son los bosques en los laquoejeacutercitos de pinosraquo de las repoblaciones

El afaacuten laquomodernizadorraquo del sector agrario espantildeol se cierra con un ba-lance triplemente negativo De una agricultura que financiaba el resto de sectores se ha pasado a otra endeudada necesitada de tutela puacuteblica En segundo lugar ha retrocedido considerablemente en eficiencia energeacutetica8 Por uacuteltimo la erosioacuten y despoblacioacuten de gran parte del territorio peninsular han confirmado los presagios de Huguet del Villar cuando criticaba el mode-lo productivo de la agricolizacioacuten

El proceder a la inversa de lo que la naturaleza indicaba destruyendo los aacuterboles y empentildeaacutendose en hacer de Espantildea solamente un granero ha dado por resultado la desertizacioacuten de tan enormes extensiones que de continuar acabaraacute por convertir a la Espantildea seca en un verdadero desierto de arcillas calizas arenales o granito seguacuten la regioacuten pero por doquier aba-rrancado pelado o inuacutetil para la vida (Huguet del Villar 1921 194)

Bibliografiacutea

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8 En los antildeos 50 por cada kilocaloriacutea invertida en la agricultura y la gana deriacutea en forma de inputs externos (sin considerar los reempleos) se obteniacutean 61 kilocaloriacuteas como alimento a finales de los setenta y mediados de los noventa apenas se llegaba a la unidad (CARPINTERO 2005 p 278)

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criacutetico al sector agrario para buscar las raiacuteces de tal deterioro o el espejo en el que contemplar las virtudes de la agricultura orgaacutenica

Aunque las variables geograacuteficas nunca han estado ausentes en los es-tudios de historia agraria pues resultaba inevitable referirse al clima o al ago-tamiento de los suelos al explicar las oscilaciones de la produccioacuten lo cierto es que el capiacutetulo de los condicionamientos geograacuteficos o medioambientales era maacutes bien un capiacutetulo introductorio que no serviacutea luego para articular las explicaciones sobre el desarrollo agrario La evolucioacuten de tres publicacio-nes de la historia agraria espantildeola en las que colaboraron los principales especialistas en los uacuteltimos veinticinco antildeos permite precisar coacutemo se han ido imponiendo las nuevas preocupaciones por los factores medioambien-tales A mediados de los antildeos 80 del siglo pasado se publicaron los tres voluacutemenes de la Historia agraria de la Espantildea Contemporaacutenea (1985-1986) obra que resumiacutea importantes avances de investigacioacuten Tan solo en una colaboracioacuten la de Joseacute Manuel Naredo que no es historiador unos pocos paacuterrafos finales daban cuenta de la importancia que deberiacutea tener en la histo-ria agraria la consideracioacuten de los flujos energeacuteticos en concreto la peacuterdida de eficiencia energeacutetica del proceso agrario (se invierte maacutes energiacutea de la contenida en los productos) y la entrada de energiacutea foacutesil y materiales habiacutean desplazado muy raacutepidamente a los que procediacutean de fuentes renovables

La publicacioacuten del libro El pozo de todos los males (Pujol et al 2001) significoacute ya un punto de ruptura con la historia tradicional pero tambieacuten con la visioacuten prometeica del mundo la creencia en las supuestas capacidades ilimitadas que tiene el hombre y con una idea de progreso tambieacuten sin liacutemites

El libro de El pozo dejoacute en precario los argumentos del productivismo especialmente cuando se acude a la inferioridad de la agricultura espantildeola debido a los bajos rendimientos por unidad de superficie Sin embargo no era posible sin maacutes trasladar el modelo de la revolucioacuten agriacutecola inglesa el mixed farming a las tierras de la Iberia seca la comparacioacuten con alguna provincia andaluza pone en evidencia que era necesario cuatro veces maacutes superficie que en el condado de Norfolk para conseguir la misma produc-cioacuten Un recuento de las posibilidades que habiacutea en teoriacutea para incrementar la productividad de la tierra ndashaumentando las disponibilidades del trabajo humano y animal del estieacutercol o de las tierras regadasndash demuestra que no habiacutea muchas opciones fuera de la expansioacuten de las tierras cultivadas de cereal para aumentar la produccioacuten de granos

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Una deacutecada despueacutes en Sombras del progreso (Robledo 2010) los es-tudios regionales demostraron de nuevo la fuerte renovacioacuten que se habiacutea producido en la historia agraria y la consolidacioacuten del anaacutelisis de los aspectos ambientales del crecimiento agrario La comparacioacuten con la vieja historia agraria de los antildeos 70-80 ofrece un panorama bien distinto Los conceptos de agricultura orgaacutenica sostenibilidad eficiencia energeacutetica metabolismo social eficiencia territorial y otros se utilizan habitualmente Y las preguntas del historiador se han enriquecido Los liacutemites de la denominada revolucioacuten verde obligan a plantear por ejemplo los problemas del agua del agota-miento de los suelos o coacutemo la presioacuten inmobiliaria ha destruido los sistemas agrarios

El campo de la historia ambiental o de la ecologiacutea es posiblemente uno de los maacutes interdisciplinares como demuestra la colaboracioacuten de los histo-riadores junto a teacutecnicos y economistas Ademaacutes ya resulta difiacutecil pasar por alto sus presupuestos cuando se hace historia de la pesca historia forestal3 o historia del agua (Melgarejo Saacutenchez Picoacuten Peacuterez Picazo y otros) En definitiva la historia ambiental o de los recursos naturales supone un serio correctivo a los intentos de estudiar la historia agraria al margen de la consi-deracioacuten de las variables agronoacutemicas y ambientales aspecto sobre el que existe una tradicioacuten geograacutefica que lamentablemente no ha tenido la difusioacuten adecuada Como expuso Huguet del Villar no bastaba por desgracia que una cosa fuera verdad teacutecnicamente un cultivo maacutes intensivo del suelo por ejemplo para que pudiera convertirse en realidad geograacuteficamente

El anaacutelisis de los cambios socio-ambientales ha avanzado mediante la in-vestigacioacuten del laquopaisajeraquo que no es sino la laquocolonizacioacutenraquo o laquohumanizacioacutenraquo del territorio Lo que se pretende es conocer coacutemo funcionan los sistemas naturales y a partir de aquiacute entender coacutemo interactuacutea el funcionamiento so-cioeconoacutemico humano con los sistemas naturales y coacutemo afecta esto al funcionamiento econoacutemico de las sociedades humanas La metodologiacutea utilizada es la contabilidad ecoloacutegico-econoacutemica de los flujos de energiacutea y materiales del metabolismo social En los antildeos 90 los balances energeacuteticos ya habiacutean demostrado que la eficiencia energeacutetica de los sistemas agrarios tradicionales era positiva y mucho mayor que los obtenidos tras la llamada laquorevolucioacuten verderaquo

3 La Asociacioacuten de Historia Forestal en httpwwwsecforestalesorgwebindexphp

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Las nuevas investigaciones han seguido aquel camino y han confirmado el deterioro progresivo experimentado por el rendimiento energeacutetico de los sistemas agrarios contemporaacuteneos extendiendo ese resultado a periodos anteriores a la deacutecada de 1950 de los que antes se careciacutea La exposicioacuten de los resultados sobre la eficiencia energeacutetica del sistema agrario del Vallegraves es un buen ejemplo Esta comarca catalana que obteniacutea en 1850 rendimien-tos energeacuteticos positivos necesita en la actualidad para conseguir 1 unidad de energiacutea invertir 45 en su produccioacuten4

Pero la nueva historia ambiental no se ha quedado en hacer contabilidad del pasado con indicadores maacutes fiables Como a estas alturas del siglo XXI

hay motivos suficientes para desconfiar de la solidez del discurso antropo-ceacutentrico que dio origen a la modernidad lo que se pretende es establecer las bases de la necesaria reconciliacioacuten del discurso y la praacutectica de las cien-cias sociales con el mundo fiacutesico y bioloacutegico Renovada la metodologiacutea y la epistemologiacutea es posible avanzar hacia una nueva teoriacutea del cambio histoacuterico (Gonzaacutelez Molina Toledo 2011)

3 Cambio social y cambio teacutecnico en el capitalismo agrario5

Una parte significativa del esfuerzo historiograacutefico de los uacuteltimos antildeos se ha dedicado a quitar reparos al sentido de los cambios en los derechos de propiedad durante el siglo XIX El empentildeo ha resultado convincente al indicar las liacuteneas de discontinuidad social y el fracaso definitivo del absolutismo o incluso de opciones burguesas antiliberales (Ruiz Torres) Una forma coacutemo-da de resumir el cambio decimonoacutenico seriacutea adscribirlo a los presupuestos del capitalismo agrario denominacioacuten que no deja de suscitar reparos si el concepto de capitalismo se interpreta restrictivamente peculiar capitalismo seriacutea este con la pervivencia de comunales o con la fortaleza de la explota-cioacuten campesina

Este aspecto de la viabilidad de la viacutea campesina ha merecido justa aten-cioacuten de los historiadores agrarios desmintiendo el diagnoacutestico de Kautsky sobre el triunfo de la gran explotacioacuten Aunque no es conveniente olvidarse

4 Sigo lo expuesto por TELLO (2010)5 Se prescinde de referencias bibliograacuteficas anteriores a 2002 que se encuentran en el

estado de la cuestioacuten de ROBLEDO (2002)

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de los procesos de expropiacioacuten ndashde hecho cientos de miles de campesinos tuvieron que emigrar al exterior en busca de mejores horizontes especial-mente en los inicios del siglo XXndash tambieacuten es cierto que el fortalecimiento de la viacutea campesina es un fenoacutemeno bien contrastado en muchas zonas de Espantildea (Domiacutenguez) Se trata de un lugar comuacuten para la Espantildea del Norte pero no hay que descartarlo para la Espantildea meridional Sirva para ilustrarlo el caso del olivar que en provincias como Jaeacuten concentra nada menos que 70 millones de olivos la mayor concentracioacuten arboacuterea de toda Europa Tra-dicionalmente se asocioacute latifundio con olivar y con cultivo muy capitalizado pero acaba de sugerirse convincentemente que el olivar fue un elemento vertebrador en el sustento de las economiacuteas campesinas andaluzas (Infante 2012)

Sobre las pequentildeas o medianas unidades de explotacioacuten ndashcuya viabili-dad era posible gracias a la familia como unidad productiva baacutesica del mundo rural (Sarasuacutea)ndash descansaban la mayoriacutea de decisiones que haciacutean posible el consenso social y poliacutetico en la nueva sociedad el soporte de buena par-te del esfuerzo tributario de una reforma fiscal conservadora o las distintas opciones econoacutemicas entre ellas las del cambio teacutecnico en la agricultura El movimiento asociativo que se extendioacute por los campos a principios del siglo XX y no solo el del sindicalismo catoacutelico sino tambieacuten el de otras sociedades y cooperativas (Garrido) ayudoacute ndashjunto con el laquoentramado institucionalraquo (Pan Montojo)ndash a que se fueran difundiendo las distintas innovaciones Sin em-bargo este proceso innovador cuesta percibirlo en su justa dimensioacuten suele aceptarse el cambio social que impusieron las normas liberales pero no tanto el cambio teacutecnico

Las discrepancias en la evaluacioacuten del adelanto o el atraso tecnoloacutegico obedecen al concepto de cambio teacutecnico que se utilice seguacuten han expues-to L Fernaacutendez Prieto y J Pujol Si la tecnologiacutea se considera una variable externa que cada agricultura regional sea la que sea tiene a su disposicioacuten como un bien libre que se puede adquirir seguacuten variacutean los precios relativos de los factores producidos entonces habraacute atraso teacutecnico en la agricultura espantildeola hasta 1960 pues las estructuras de precios y salarios desincenti-variacutean la adopcioacuten de innovaciones (identificadas frecuentemente solo con la gran maquinaria) algo que cambiariacutea radicalmente con la liberalizacioacuten que impuso el Plan de Estabilizacioacuten

Si por el contrario consideramos la tecnologiacutea como una variable endoacutegena de la actividad econoacutemica donde desempentildean un papel

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importante las condiciones institucionales y ambientales entonces el gra-do de difusioacuten de las innovaciones se percibiraacute maacutes amplia y fielmente seraacute comprensible que el abonado quiacutemico coexista con el abonado or-gaacutenico para pasar a un uso masivo del abonado moderno cuando se den condiciones favorables de precios suelos y opciones mercantiles (cultivo de azuacutecar en el valle del Ebro por ejemplo) que se valoren las mejoras laquosilenciosasraquo en los aperos o en la captacioacuten e impulsioacuten de aguas sub-terraacuteneas (seguacuten han investigado Calatayud y Martiacutenez Carrioacuten) o que no se perciba un retraso llamativo en la incorporacioacuten de las grandes maacutequinas (Martiacutenez Ruiz) En definitiva el cambio tecnoloacutegico no tiene por queacute ser el pariente pobre en las explicaciones del crecimiento agrario contemporaacuteneo

Aceptado el cambio social y las distintas facetas del cambio teacutecnico pierde una vez maacutes capacidad explicativa el recurso como Deus ex ma-china de un concepto geneacuterico de atraso Sustituir laquoatrasoraquo por laquodesarrollo pausadoraquo como se hace en el libro El pozo de todos los males no es un recurso retoacuterico indica las limitaciones del comodiacuten atraso-progreso como la de cualquier visioacuten teleoloacutegica de la historia y sugiere que la economiacutea espantildeola avanzoacute por una senda distinta a las de las economiacuteas maacutes desarro-lladas debido a las ofertas tecnoloacutegicas existentes y a los condicionamientos medioambientales

Junto a los condicionantes teacutecnicos y medioambientales la historia agra-ria ha llamado tambieacuten la atencioacuten sobre los condicionantes bioloacutegicos en los que se desenvolvioacute la actividad agraria Si la tecnologiacutea de la Europa atlaacutentica no era aplicable a la Europa mediterraacutenea algo parecido ocurriacutea con las se-millas que teniacutean que ser adaptables a las circunstancias medioambientales mediterraacuteneas Durante el primer tercio del siglo XX se desarrollaron varias innovaciones bioloacutegicas en los sectores trigueros de la Europa atlaacutentica que permitieron una fertilizacioacuten maacutes adecuada y altos rendimientos Pero en el entorno mediterraacuteneo se ha constatado la imposibilidad de sustituir las variedades de trigo cultivadas hasta entonces por las nuevas variedades de trigo panificable de tallo largo resistentes al encamado y de mayor rendi-miento Solo las teacutecnicas de seleccioacuten e hibridacioacuten salvaron el escollo pero no pudieron aplicarse y dar resultados hasta despueacutes de la segunda guerra mundial (Pujol 2011)

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4 Viacutea campesina y laquodragoacuten europeoraquo6

Las nuevas corrientes de la historia agraria espantildeola se distinguen pues por la atencioacuten prestada a los factores medioambientales y bioloacutegicos ade-maacutes han insistido en las criacuteticas al productivismo considerando por otra parte que la mayoriacutea de los terratenientes no haciacutean sino atenerse a los cri-terios de racionalidad econoacutemica Esta doble perspectiva hace complicado mantener la tesis maacutes tradicional de inspiracioacuten costista que defendioacute la historiografiacutea espantildeola sobre la correlacioacuten latifundismo-atraso de la econo-miacutea espantildeola Ahora bien una cosa es que la agricultura espantildeola anterior a la segunda guerra mundial no pudiera competir con la agricultura atlaacutentica en los rendimientos del cereal y otra suponer que la explotacioacuten latifundista fuese laquooacuteptimaraquo teniendo en cuenta las posibilidades de su suelo y del clima otro tanto ocurre si en vez de medir los resultados contables de la empresa del latifundista lo hacemos seguacuten los beneficios sociales (alfabetizacioacuten ni-veles de vida) que impidioacute desarrollar el reacutegimen latifundista Fue en los antildeos treinta del siglo XX cuando quedaron al descubierto las graves desigualdades sociales propias de la sociedad latifundista que recientemente se han tratado de marginar con datos discutibles y mucha fe en el buen funcionamiento del mercado7

Tenemos pues una economiacutea agraria que no podiacutea obviar los condicio-namientos agroclimaacuteticos y bioloacutegicos y una sociedad que en la coyuntura poliacutetica de la Segunda Repuacuteblica (1931-1939) no podiacutea esperar que el mer-cado resolviera las tensiones provocadas por el paro y una mayor sindicacioacuten rural en la Espantildea meridional En aquellas circunstancias la opcioacuten que mejor encajaba era apostar por un modelo de desarrollo centrado en la difusioacuten de la pequentildea explotacioacuten seguacuten la orientacioacuten de Joaquiacuten Costa Lo que no laquosaliacutea a cuentaraquo en los cortijos como explicoacute hace antildeos Martiacutenez Alier siacute era rentable en las pequentildeas parcelas de los ruedos por la cantidad o calidad del trabajo familiar incorporado La reforma agraria encajaba ademaacutes en la loacutegica

6 Agradezco las observaciones de O Carpintero7 Recientemente se ha defendido incluso la inutilidad de la reforma pues el mercado ya

se estaba encargando de realizarla haciendo que descendiera el nuacutemero de jornaleros y subie-ra el de propietarios desde 1860 (CARMONA ROSEacuteS 2011) Pero si nos fijamos en el anaacutelisis pormenorizado de las comarcas latifundistas se desmiente este optimismo en el cambio de la estructura social que por otra parte encaja mal con los porcentajes de paro de los pueblos en el suroeste espantildeol y las tensiones consiguientes

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de una economiacutea orgaacutenica avanzada Pero la guerra civil cegoacute este camino y primero la represioacuten y luego la emigracioacuten desarbolaron el mundo rural y la consolidacioacuten de la viacutea campesina

El franquismo significoacute ademaacutes un apagoacuten tecnoloacutegico (Fernaacutendez Prieto 2007) El observatorio de la innovacioacuten tecnoloacutegica de la agricultura permite interpretar la poliacutetica econoacutemica del franquismo de manera algo dife-rente a como suele hacerse desde hace tiempo Se ha evaluado maacutes de una vez el coste de la poliacutetica econoacutemica de aquel reacutegimen inaugurado con la represioacuten y la liquidacioacuten de la reforma agraria El corte no estuvo solo en la orientacioacuten autaacuterquica e intervencionista sino en la destruccioacuten y reorien-tacioacuten de un sistema de innovacioacuten que difiacutecilmente iba a poder recuperarse Entra en el terreno de los contrafactuales aventurar queacute hubiera pasado con un desenlace diferente al de la derrota de la Segunda Repuacuteblica Lo que siacute sabemos es que el triunfo del tecnocratismo no fue inofensivo dados los su-puestos equivocados de energiacutea barata inocuidad de la nueva tecnologiacutea y generalizacioacuten a escala planetaria de la revolucioacuten verde Y resulta razonable compartir la idea de que la ausencia de un entramado institucional propio de investigacioacuten y experimentacioacuten bien conformado hizo mucho maacutes vul-nerable a las agriculturas espantildeolas a las innovaciones del paradigma de la revolucioacuten verde

Si solo se contempla la espuma de las estadiacutesticas el resultado conse-guido por la agricultura espantildeola en la segunda mitad del siglo XX parece espectacular Espantildea se ha convertido en un laquodragoacuten europeoraquo (Carpintero 2002) La metaacutefora se aplica a las altas tasas de crecimiento en la utilizacioacuten de energiacutea y materiales por parte de la economiacutea espantildeola en compara-cioacuten con el resto de Europa y resulta tambieacuten apropiada para entender ese avance hacia una agricultura muy subsidiada por combustibles foacutesiles y re-cursos no renovables Aunque bien es cierto que no resulta aplicable a la agricultura una de las variables fundamentales de los laquodragones asiaacuteticosraquo la abundancia de mano de obra pues la poblacioacuten activa agraria se contrajo a la mitad en 15 antildeos del 40 en 1960 al 20 en 1975 hoy estaacute en torno al 3 Asiacute pues frente al laquodesarrollo pausadoraquo al que se ajustaban las socie-dades agrarias antes de 1940 hemos pasado a otro modelo que mediante diversos atajos ndashbrusca caiacuteda de la poblacioacuten activa incentivos de las sub-venciones de la Poliacutetica Agraria Comunitariahellipndash ha querido acortar el camino de laquoNatura non facit saltusraquo El coste del llamado laquomilagro econoacutemicoraquo ha sido enorme

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La estrategia productivista caracteriacutestica de la evolucioacuten de la agricultu-ra la ganaderiacutea y la gestioacuten forestal se ha asentado sobre laquola desconexioacuten entre la vocacioacuten productiva de los territorios seguacuten sus caracteriacutesticas am-bientales y los aprovechamientos a que han sido destinadosraquo (Carpintero 2012) En la agricultura como ha analizado este autor la introduccioacuten de cultivos muy exigentes en agua y nutrientes en zonas de la peniacutensula no muy bien dotadas para ello ha provocado situaciones de sobreexplotacioacuten de los propios recursos y sobredependencia de recursos no renovables (petroacuteleo) En la ganaderiacutea se ha incentivado la estabulacioacuten y el abandono de los pastos extendieacutendose tambieacuten la misma loacutegica a la gestioacuten forestal con la sustitucioacuten de especies autoacutectonas por otras de crecimiento raacutepido y con-virtiendo asiacute al decir de Luis Ceballos las laquosociedades de aacuterbolesraquo que son los bosques en los laquoejeacutercitos de pinosraquo de las repoblaciones

El afaacuten laquomodernizadorraquo del sector agrario espantildeol se cierra con un ba-lance triplemente negativo De una agricultura que financiaba el resto de sectores se ha pasado a otra endeudada necesitada de tutela puacuteblica En segundo lugar ha retrocedido considerablemente en eficiencia energeacutetica8 Por uacuteltimo la erosioacuten y despoblacioacuten de gran parte del territorio peninsular han confirmado los presagios de Huguet del Villar cuando criticaba el mode-lo productivo de la agricolizacioacuten

El proceder a la inversa de lo que la naturaleza indicaba destruyendo los aacuterboles y empentildeaacutendose en hacer de Espantildea solamente un granero ha dado por resultado la desertizacioacuten de tan enormes extensiones que de continuar acabaraacute por convertir a la Espantildea seca en un verdadero desierto de arcillas calizas arenales o granito seguacuten la regioacuten pero por doquier aba-rrancado pelado o inuacutetil para la vida (Huguet del Villar 1921 194)

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8 En los antildeos 50 por cada kilocaloriacutea invertida en la agricultura y la gana deriacutea en forma de inputs externos (sin considerar los reempleos) se obteniacutean 61 kilocaloriacuteas como alimento a finales de los setenta y mediados de los noventa apenas se llegaba a la unidad (CARPINTERO 2005 p 278)

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Ricardo Robledo HernaacutendezCambio teacutecnico y medioambiental en Espantildea iquestatraso agrario o laquodragoacuten europeoraquo

ArtefaCToS vol 4 nordm 1 diciembre 2011 135-135

CAMPOS Pablo y NAREDO Joseacute Manuel (1980) laquoLos balances energeacuteticos de la agri-cultura espantildeolaraquo Agricultura y Sociedad 15 pp 163-235

CARMONA Juan y ROSEacuteS Joan (2011) laquoWas Land Reform Necessary Access to Land in Spain 1860 to 1931raquo Working Papers in Economic History Universi-dad Carlos III

CARPINTERO Oacutescar (2002) laquoLa economiacutea espantildeola el ldquodragoacuten europeordquo en flujos de energiacutea materiales y huella ecoloacutegica 1955-1995raquo Revista de Ecologiacutea Poliacutetica 23 pp 85-125

mdash (2005) El metabolismo de la economiacutea espantildeola Recursos naturales y huella ecoloacutegica (1955-2000) Lanzarote Fundacioacuten Ceacutesar Manrique

FERNAacuteNDEZ PRIETO Lourenzo (2007) El apagoacuten tecnoloacutegico del franquismo Estado e innovacioacuten en la agricultura espantildeola contemporaacutenea Valencia Tirant Lo Blanch

GALLEGO MARTIacuteNEZ Domingo (2007) Maacutes allaacute de la economiacutea de mercado Los con-dicionantes histoacutericos del desarrollo econoacutemico Madrid Marcial Pons

GARRABOU Ramoacuten et al (1985-1986) Historia agraria de la Espantildea contemporaacutenea 3 vols Barcelona Criacutetica

GONZAacuteLEZ DE MOLINA Manuel y TOLEDO Viacutector (2011) Metabolismos naturaleza e historia Hacia una teoriacutea de las transformaciones socioecoloacutegicas Barcelona Icaria

HUGUET DEL VILLAR Emilio ([1921] 2010) El valor geograacutefico de Espantildea Edicioacuten de E TELLO y C SUDRIagrave Universitat de Barcelona

INFANTE Juan (2012) laquoEl caraacutecter de la especializacioacuten olivarera en el sur de Espantildea (1750-1930) Ecologiacutea campesinado e historiaraquo Documentos de Trabajo 12-01 SEHA

NAREDO Joseacute Manuel (1996) La evolucioacuten de la agricultura en Espantildea (1940-1990) Nota preliminar de M Gonzaacutelez de Molina Granada Universidad de Granada

PUJOL Josep GONZAacuteLEZ DE MOLINA Manuel FERNAacuteNDEZ PRIETO Lourenzo GALLE-

GO Domingo y GARRABOU Ramoacuten (2001) El pozo de todos los males Sobre el atraso en la agricultura espantildeola contemporaacutenea Barcelona Criacutetica

PUJOL Josep (2011) laquoNuevas orientaciones en Historia Econoacutemica Innovacio-nes bioloacutegicas y cambio teacutecnico en el sector triguero europeo siglos XIX-XXraquo lthttpwwwh-economicauabes wps 2011_02pdfgt

ROBLEDO Ricardo (2002) laquoNuevas y viejas cuestiones en la historia agraria espantildeo-laraquo Ayer 47 pp 261-275

mdash (ed) (2010) Ramon Garrabou Sombras del progreso Las huellas de la historia agraria Barcelona Criacutetica

TELLO Enric (2010) laquoUn viacutenculo perdido energiacutea y uso del territorio en la transfor-macioacuten histoacuterica de los paisajes agrarios mediterraacuteneosraquo en ROBLEDO R (ed) (2010) pp 353-386

Page 6: Retraso tecnico

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Ricardo Robledo HernaacutendezCambio teacutecnico y medioambiental en Espantildea iquestatraso agrario o laquodragoacuten europeoraquoArtefaCToS vol 4 nordm 1 diciembre 2011 128-135

Una deacutecada despueacutes en Sombras del progreso (Robledo 2010) los es-tudios regionales demostraron de nuevo la fuerte renovacioacuten que se habiacutea producido en la historia agraria y la consolidacioacuten del anaacutelisis de los aspectos ambientales del crecimiento agrario La comparacioacuten con la vieja historia agraria de los antildeos 70-80 ofrece un panorama bien distinto Los conceptos de agricultura orgaacutenica sostenibilidad eficiencia energeacutetica metabolismo social eficiencia territorial y otros se utilizan habitualmente Y las preguntas del historiador se han enriquecido Los liacutemites de la denominada revolucioacuten verde obligan a plantear por ejemplo los problemas del agua del agota-miento de los suelos o coacutemo la presioacuten inmobiliaria ha destruido los sistemas agrarios

El campo de la historia ambiental o de la ecologiacutea es posiblemente uno de los maacutes interdisciplinares como demuestra la colaboracioacuten de los histo-riadores junto a teacutecnicos y economistas Ademaacutes ya resulta difiacutecil pasar por alto sus presupuestos cuando se hace historia de la pesca historia forestal3 o historia del agua (Melgarejo Saacutenchez Picoacuten Peacuterez Picazo y otros) En definitiva la historia ambiental o de los recursos naturales supone un serio correctivo a los intentos de estudiar la historia agraria al margen de la consi-deracioacuten de las variables agronoacutemicas y ambientales aspecto sobre el que existe una tradicioacuten geograacutefica que lamentablemente no ha tenido la difusioacuten adecuada Como expuso Huguet del Villar no bastaba por desgracia que una cosa fuera verdad teacutecnicamente un cultivo maacutes intensivo del suelo por ejemplo para que pudiera convertirse en realidad geograacuteficamente

El anaacutelisis de los cambios socio-ambientales ha avanzado mediante la in-vestigacioacuten del laquopaisajeraquo que no es sino la laquocolonizacioacutenraquo o laquohumanizacioacutenraquo del territorio Lo que se pretende es conocer coacutemo funcionan los sistemas naturales y a partir de aquiacute entender coacutemo interactuacutea el funcionamiento so-cioeconoacutemico humano con los sistemas naturales y coacutemo afecta esto al funcionamiento econoacutemico de las sociedades humanas La metodologiacutea utilizada es la contabilidad ecoloacutegico-econoacutemica de los flujos de energiacutea y materiales del metabolismo social En los antildeos 90 los balances energeacuteticos ya habiacutean demostrado que la eficiencia energeacutetica de los sistemas agrarios tradicionales era positiva y mucho mayor que los obtenidos tras la llamada laquorevolucioacuten verderaquo

3 La Asociacioacuten de Historia Forestal en httpwwwsecforestalesorgwebindexphp

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Ricardo Robledo HernaacutendezCambio teacutecnico y medioambiental en Espantildea iquestatraso agrario o laquodragoacuten europeoraquo

ArtefaCToS vol 4 nordm 1 diciembre 2011 129-135

Las nuevas investigaciones han seguido aquel camino y han confirmado el deterioro progresivo experimentado por el rendimiento energeacutetico de los sistemas agrarios contemporaacuteneos extendiendo ese resultado a periodos anteriores a la deacutecada de 1950 de los que antes se careciacutea La exposicioacuten de los resultados sobre la eficiencia energeacutetica del sistema agrario del Vallegraves es un buen ejemplo Esta comarca catalana que obteniacutea en 1850 rendimien-tos energeacuteticos positivos necesita en la actualidad para conseguir 1 unidad de energiacutea invertir 45 en su produccioacuten4

Pero la nueva historia ambiental no se ha quedado en hacer contabilidad del pasado con indicadores maacutes fiables Como a estas alturas del siglo XXI

hay motivos suficientes para desconfiar de la solidez del discurso antropo-ceacutentrico que dio origen a la modernidad lo que se pretende es establecer las bases de la necesaria reconciliacioacuten del discurso y la praacutectica de las cien-cias sociales con el mundo fiacutesico y bioloacutegico Renovada la metodologiacutea y la epistemologiacutea es posible avanzar hacia una nueva teoriacutea del cambio histoacuterico (Gonzaacutelez Molina Toledo 2011)

3 Cambio social y cambio teacutecnico en el capitalismo agrario5

Una parte significativa del esfuerzo historiograacutefico de los uacuteltimos antildeos se ha dedicado a quitar reparos al sentido de los cambios en los derechos de propiedad durante el siglo XIX El empentildeo ha resultado convincente al indicar las liacuteneas de discontinuidad social y el fracaso definitivo del absolutismo o incluso de opciones burguesas antiliberales (Ruiz Torres) Una forma coacutemo-da de resumir el cambio decimonoacutenico seriacutea adscribirlo a los presupuestos del capitalismo agrario denominacioacuten que no deja de suscitar reparos si el concepto de capitalismo se interpreta restrictivamente peculiar capitalismo seriacutea este con la pervivencia de comunales o con la fortaleza de la explota-cioacuten campesina

Este aspecto de la viabilidad de la viacutea campesina ha merecido justa aten-cioacuten de los historiadores agrarios desmintiendo el diagnoacutestico de Kautsky sobre el triunfo de la gran explotacioacuten Aunque no es conveniente olvidarse

4 Sigo lo expuesto por TELLO (2010)5 Se prescinde de referencias bibliograacuteficas anteriores a 2002 que se encuentran en el

estado de la cuestioacuten de ROBLEDO (2002)

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Ricardo Robledo HernaacutendezCambio teacutecnico y medioambiental en Espantildea iquestatraso agrario o laquodragoacuten europeoraquoArtefaCToS vol 4 nordm 1 diciembre 2011 130-135

de los procesos de expropiacioacuten ndashde hecho cientos de miles de campesinos tuvieron que emigrar al exterior en busca de mejores horizontes especial-mente en los inicios del siglo XXndash tambieacuten es cierto que el fortalecimiento de la viacutea campesina es un fenoacutemeno bien contrastado en muchas zonas de Espantildea (Domiacutenguez) Se trata de un lugar comuacuten para la Espantildea del Norte pero no hay que descartarlo para la Espantildea meridional Sirva para ilustrarlo el caso del olivar que en provincias como Jaeacuten concentra nada menos que 70 millones de olivos la mayor concentracioacuten arboacuterea de toda Europa Tra-dicionalmente se asocioacute latifundio con olivar y con cultivo muy capitalizado pero acaba de sugerirse convincentemente que el olivar fue un elemento vertebrador en el sustento de las economiacuteas campesinas andaluzas (Infante 2012)

Sobre las pequentildeas o medianas unidades de explotacioacuten ndashcuya viabili-dad era posible gracias a la familia como unidad productiva baacutesica del mundo rural (Sarasuacutea)ndash descansaban la mayoriacutea de decisiones que haciacutean posible el consenso social y poliacutetico en la nueva sociedad el soporte de buena par-te del esfuerzo tributario de una reforma fiscal conservadora o las distintas opciones econoacutemicas entre ellas las del cambio teacutecnico en la agricultura El movimiento asociativo que se extendioacute por los campos a principios del siglo XX y no solo el del sindicalismo catoacutelico sino tambieacuten el de otras sociedades y cooperativas (Garrido) ayudoacute ndashjunto con el laquoentramado institucionalraquo (Pan Montojo)ndash a que se fueran difundiendo las distintas innovaciones Sin em-bargo este proceso innovador cuesta percibirlo en su justa dimensioacuten suele aceptarse el cambio social que impusieron las normas liberales pero no tanto el cambio teacutecnico

Las discrepancias en la evaluacioacuten del adelanto o el atraso tecnoloacutegico obedecen al concepto de cambio teacutecnico que se utilice seguacuten han expues-to L Fernaacutendez Prieto y J Pujol Si la tecnologiacutea se considera una variable externa que cada agricultura regional sea la que sea tiene a su disposicioacuten como un bien libre que se puede adquirir seguacuten variacutean los precios relativos de los factores producidos entonces habraacute atraso teacutecnico en la agricultura espantildeola hasta 1960 pues las estructuras de precios y salarios desincenti-variacutean la adopcioacuten de innovaciones (identificadas frecuentemente solo con la gran maquinaria) algo que cambiariacutea radicalmente con la liberalizacioacuten que impuso el Plan de Estabilizacioacuten

Si por el contrario consideramos la tecnologiacutea como una variable endoacutegena de la actividad econoacutemica donde desempentildean un papel

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Ricardo Robledo HernaacutendezCambio teacutecnico y medioambiental en Espantildea iquestatraso agrario o laquodragoacuten europeoraquo

ArtefaCToS vol 4 nordm 1 diciembre 2011 131-135

importante las condiciones institucionales y ambientales entonces el gra-do de difusioacuten de las innovaciones se percibiraacute maacutes amplia y fielmente seraacute comprensible que el abonado quiacutemico coexista con el abonado or-gaacutenico para pasar a un uso masivo del abonado moderno cuando se den condiciones favorables de precios suelos y opciones mercantiles (cultivo de azuacutecar en el valle del Ebro por ejemplo) que se valoren las mejoras laquosilenciosasraquo en los aperos o en la captacioacuten e impulsioacuten de aguas sub-terraacuteneas (seguacuten han investigado Calatayud y Martiacutenez Carrioacuten) o que no se perciba un retraso llamativo en la incorporacioacuten de las grandes maacutequinas (Martiacutenez Ruiz) En definitiva el cambio tecnoloacutegico no tiene por queacute ser el pariente pobre en las explicaciones del crecimiento agrario contemporaacuteneo

Aceptado el cambio social y las distintas facetas del cambio teacutecnico pierde una vez maacutes capacidad explicativa el recurso como Deus ex ma-china de un concepto geneacuterico de atraso Sustituir laquoatrasoraquo por laquodesarrollo pausadoraquo como se hace en el libro El pozo de todos los males no es un recurso retoacuterico indica las limitaciones del comodiacuten atraso-progreso como la de cualquier visioacuten teleoloacutegica de la historia y sugiere que la economiacutea espantildeola avanzoacute por una senda distinta a las de las economiacuteas maacutes desarro-lladas debido a las ofertas tecnoloacutegicas existentes y a los condicionamientos medioambientales

Junto a los condicionantes teacutecnicos y medioambientales la historia agra-ria ha llamado tambieacuten la atencioacuten sobre los condicionantes bioloacutegicos en los que se desenvolvioacute la actividad agraria Si la tecnologiacutea de la Europa atlaacutentica no era aplicable a la Europa mediterraacutenea algo parecido ocurriacutea con las se-millas que teniacutean que ser adaptables a las circunstancias medioambientales mediterraacuteneas Durante el primer tercio del siglo XX se desarrollaron varias innovaciones bioloacutegicas en los sectores trigueros de la Europa atlaacutentica que permitieron una fertilizacioacuten maacutes adecuada y altos rendimientos Pero en el entorno mediterraacuteneo se ha constatado la imposibilidad de sustituir las variedades de trigo cultivadas hasta entonces por las nuevas variedades de trigo panificable de tallo largo resistentes al encamado y de mayor rendi-miento Solo las teacutecnicas de seleccioacuten e hibridacioacuten salvaron el escollo pero no pudieron aplicarse y dar resultados hasta despueacutes de la segunda guerra mundial (Pujol 2011)

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Ricardo Robledo HernaacutendezCambio teacutecnico y medioambiental en Espantildea iquestatraso agrario o laquodragoacuten europeoraquoArtefaCToS vol 4 nordm 1 diciembre 2011 132-135

4 Viacutea campesina y laquodragoacuten europeoraquo6

Las nuevas corrientes de la historia agraria espantildeola se distinguen pues por la atencioacuten prestada a los factores medioambientales y bioloacutegicos ade-maacutes han insistido en las criacuteticas al productivismo considerando por otra parte que la mayoriacutea de los terratenientes no haciacutean sino atenerse a los cri-terios de racionalidad econoacutemica Esta doble perspectiva hace complicado mantener la tesis maacutes tradicional de inspiracioacuten costista que defendioacute la historiografiacutea espantildeola sobre la correlacioacuten latifundismo-atraso de la econo-miacutea espantildeola Ahora bien una cosa es que la agricultura espantildeola anterior a la segunda guerra mundial no pudiera competir con la agricultura atlaacutentica en los rendimientos del cereal y otra suponer que la explotacioacuten latifundista fuese laquooacuteptimaraquo teniendo en cuenta las posibilidades de su suelo y del clima otro tanto ocurre si en vez de medir los resultados contables de la empresa del latifundista lo hacemos seguacuten los beneficios sociales (alfabetizacioacuten ni-veles de vida) que impidioacute desarrollar el reacutegimen latifundista Fue en los antildeos treinta del siglo XX cuando quedaron al descubierto las graves desigualdades sociales propias de la sociedad latifundista que recientemente se han tratado de marginar con datos discutibles y mucha fe en el buen funcionamiento del mercado7

Tenemos pues una economiacutea agraria que no podiacutea obviar los condicio-namientos agroclimaacuteticos y bioloacutegicos y una sociedad que en la coyuntura poliacutetica de la Segunda Repuacuteblica (1931-1939) no podiacutea esperar que el mer-cado resolviera las tensiones provocadas por el paro y una mayor sindicacioacuten rural en la Espantildea meridional En aquellas circunstancias la opcioacuten que mejor encajaba era apostar por un modelo de desarrollo centrado en la difusioacuten de la pequentildea explotacioacuten seguacuten la orientacioacuten de Joaquiacuten Costa Lo que no laquosaliacutea a cuentaraquo en los cortijos como explicoacute hace antildeos Martiacutenez Alier siacute era rentable en las pequentildeas parcelas de los ruedos por la cantidad o calidad del trabajo familiar incorporado La reforma agraria encajaba ademaacutes en la loacutegica

6 Agradezco las observaciones de O Carpintero7 Recientemente se ha defendido incluso la inutilidad de la reforma pues el mercado ya

se estaba encargando de realizarla haciendo que descendiera el nuacutemero de jornaleros y subie-ra el de propietarios desde 1860 (CARMONA ROSEacuteS 2011) Pero si nos fijamos en el anaacutelisis pormenorizado de las comarcas latifundistas se desmiente este optimismo en el cambio de la estructura social que por otra parte encaja mal con los porcentajes de paro de los pueblos en el suroeste espantildeol y las tensiones consiguientes

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ArtefaCToS vol 4 nordm 1 diciembre 2011 133-135

de una economiacutea orgaacutenica avanzada Pero la guerra civil cegoacute este camino y primero la represioacuten y luego la emigracioacuten desarbolaron el mundo rural y la consolidacioacuten de la viacutea campesina

El franquismo significoacute ademaacutes un apagoacuten tecnoloacutegico (Fernaacutendez Prieto 2007) El observatorio de la innovacioacuten tecnoloacutegica de la agricultura permite interpretar la poliacutetica econoacutemica del franquismo de manera algo dife-rente a como suele hacerse desde hace tiempo Se ha evaluado maacutes de una vez el coste de la poliacutetica econoacutemica de aquel reacutegimen inaugurado con la represioacuten y la liquidacioacuten de la reforma agraria El corte no estuvo solo en la orientacioacuten autaacuterquica e intervencionista sino en la destruccioacuten y reorien-tacioacuten de un sistema de innovacioacuten que difiacutecilmente iba a poder recuperarse Entra en el terreno de los contrafactuales aventurar queacute hubiera pasado con un desenlace diferente al de la derrota de la Segunda Repuacuteblica Lo que siacute sabemos es que el triunfo del tecnocratismo no fue inofensivo dados los su-puestos equivocados de energiacutea barata inocuidad de la nueva tecnologiacutea y generalizacioacuten a escala planetaria de la revolucioacuten verde Y resulta razonable compartir la idea de que la ausencia de un entramado institucional propio de investigacioacuten y experimentacioacuten bien conformado hizo mucho maacutes vul-nerable a las agriculturas espantildeolas a las innovaciones del paradigma de la revolucioacuten verde

Si solo se contempla la espuma de las estadiacutesticas el resultado conse-guido por la agricultura espantildeola en la segunda mitad del siglo XX parece espectacular Espantildea se ha convertido en un laquodragoacuten europeoraquo (Carpintero 2002) La metaacutefora se aplica a las altas tasas de crecimiento en la utilizacioacuten de energiacutea y materiales por parte de la economiacutea espantildeola en compara-cioacuten con el resto de Europa y resulta tambieacuten apropiada para entender ese avance hacia una agricultura muy subsidiada por combustibles foacutesiles y re-cursos no renovables Aunque bien es cierto que no resulta aplicable a la agricultura una de las variables fundamentales de los laquodragones asiaacuteticosraquo la abundancia de mano de obra pues la poblacioacuten activa agraria se contrajo a la mitad en 15 antildeos del 40 en 1960 al 20 en 1975 hoy estaacute en torno al 3 Asiacute pues frente al laquodesarrollo pausadoraquo al que se ajustaban las socie-dades agrarias antes de 1940 hemos pasado a otro modelo que mediante diversos atajos ndashbrusca caiacuteda de la poblacioacuten activa incentivos de las sub-venciones de la Poliacutetica Agraria Comunitariahellipndash ha querido acortar el camino de laquoNatura non facit saltusraquo El coste del llamado laquomilagro econoacutemicoraquo ha sido enorme

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Ricardo Robledo HernaacutendezCambio teacutecnico y medioambiental en Espantildea iquestatraso agrario o laquodragoacuten europeoraquoArtefaCToS vol 4 nordm 1 diciembre 2011 134-135

La estrategia productivista caracteriacutestica de la evolucioacuten de la agricultu-ra la ganaderiacutea y la gestioacuten forestal se ha asentado sobre laquola desconexioacuten entre la vocacioacuten productiva de los territorios seguacuten sus caracteriacutesticas am-bientales y los aprovechamientos a que han sido destinadosraquo (Carpintero 2012) En la agricultura como ha analizado este autor la introduccioacuten de cultivos muy exigentes en agua y nutrientes en zonas de la peniacutensula no muy bien dotadas para ello ha provocado situaciones de sobreexplotacioacuten de los propios recursos y sobredependencia de recursos no renovables (petroacuteleo) En la ganaderiacutea se ha incentivado la estabulacioacuten y el abandono de los pastos extendieacutendose tambieacuten la misma loacutegica a la gestioacuten forestal con la sustitucioacuten de especies autoacutectonas por otras de crecimiento raacutepido y con-virtiendo asiacute al decir de Luis Ceballos las laquosociedades de aacuterbolesraquo que son los bosques en los laquoejeacutercitos de pinosraquo de las repoblaciones

El afaacuten laquomodernizadorraquo del sector agrario espantildeol se cierra con un ba-lance triplemente negativo De una agricultura que financiaba el resto de sectores se ha pasado a otra endeudada necesitada de tutela puacuteblica En segundo lugar ha retrocedido considerablemente en eficiencia energeacutetica8 Por uacuteltimo la erosioacuten y despoblacioacuten de gran parte del territorio peninsular han confirmado los presagios de Huguet del Villar cuando criticaba el mode-lo productivo de la agricolizacioacuten

El proceder a la inversa de lo que la naturaleza indicaba destruyendo los aacuterboles y empentildeaacutendose en hacer de Espantildea solamente un granero ha dado por resultado la desertizacioacuten de tan enormes extensiones que de continuar acabaraacute por convertir a la Espantildea seca en un verdadero desierto de arcillas calizas arenales o granito seguacuten la regioacuten pero por doquier aba-rrancado pelado o inuacutetil para la vida (Huguet del Villar 1921 194)

Bibliografiacutea

BARCIELA Carlos y MELGAREJO Joaquiacuten (eds) (2000) El agua en la historia de Espa-ntildea Universidad de Alicante

8 En los antildeos 50 por cada kilocaloriacutea invertida en la agricultura y la gana deriacutea en forma de inputs externos (sin considerar los reempleos) se obteniacutean 61 kilocaloriacuteas como alimento a finales de los setenta y mediados de los noventa apenas se llegaba a la unidad (CARPINTERO 2005 p 278)

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CAMPOS Pablo y NAREDO Joseacute Manuel (1980) laquoLos balances energeacuteticos de la agri-cultura espantildeolaraquo Agricultura y Sociedad 15 pp 163-235

CARMONA Juan y ROSEacuteS Joan (2011) laquoWas Land Reform Necessary Access to Land in Spain 1860 to 1931raquo Working Papers in Economic History Universi-dad Carlos III

CARPINTERO Oacutescar (2002) laquoLa economiacutea espantildeola el ldquodragoacuten europeordquo en flujos de energiacutea materiales y huella ecoloacutegica 1955-1995raquo Revista de Ecologiacutea Poliacutetica 23 pp 85-125

mdash (2005) El metabolismo de la economiacutea espantildeola Recursos naturales y huella ecoloacutegica (1955-2000) Lanzarote Fundacioacuten Ceacutesar Manrique

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GALLEGO MARTIacuteNEZ Domingo (2007) Maacutes allaacute de la economiacutea de mercado Los con-dicionantes histoacutericos del desarrollo econoacutemico Madrid Marcial Pons

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GONZAacuteLEZ DE MOLINA Manuel y TOLEDO Viacutector (2011) Metabolismos naturaleza e historia Hacia una teoriacutea de las transformaciones socioecoloacutegicas Barcelona Icaria

HUGUET DEL VILLAR Emilio ([1921] 2010) El valor geograacutefico de Espantildea Edicioacuten de E TELLO y C SUDRIagrave Universitat de Barcelona

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NAREDO Joseacute Manuel (1996) La evolucioacuten de la agricultura en Espantildea (1940-1990) Nota preliminar de M Gonzaacutelez de Molina Granada Universidad de Granada

PUJOL Josep GONZAacuteLEZ DE MOLINA Manuel FERNAacuteNDEZ PRIETO Lourenzo GALLE-

GO Domingo y GARRABOU Ramoacuten (2001) El pozo de todos los males Sobre el atraso en la agricultura espantildeola contemporaacutenea Barcelona Criacutetica

PUJOL Josep (2011) laquoNuevas orientaciones en Historia Econoacutemica Innovacio-nes bioloacutegicas y cambio teacutecnico en el sector triguero europeo siglos XIX-XXraquo lthttpwwwh-economicauabes wps 2011_02pdfgt

ROBLEDO Ricardo (2002) laquoNuevas y viejas cuestiones en la historia agraria espantildeo-laraquo Ayer 47 pp 261-275

mdash (ed) (2010) Ramon Garrabou Sombras del progreso Las huellas de la historia agraria Barcelona Criacutetica

TELLO Enric (2010) laquoUn viacutenculo perdido energiacutea y uso del territorio en la transfor-macioacuten histoacuterica de los paisajes agrarios mediterraacuteneosraquo en ROBLEDO R (ed) (2010) pp 353-386

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Las nuevas investigaciones han seguido aquel camino y han confirmado el deterioro progresivo experimentado por el rendimiento energeacutetico de los sistemas agrarios contemporaacuteneos extendiendo ese resultado a periodos anteriores a la deacutecada de 1950 de los que antes se careciacutea La exposicioacuten de los resultados sobre la eficiencia energeacutetica del sistema agrario del Vallegraves es un buen ejemplo Esta comarca catalana que obteniacutea en 1850 rendimien-tos energeacuteticos positivos necesita en la actualidad para conseguir 1 unidad de energiacutea invertir 45 en su produccioacuten4

Pero la nueva historia ambiental no se ha quedado en hacer contabilidad del pasado con indicadores maacutes fiables Como a estas alturas del siglo XXI

hay motivos suficientes para desconfiar de la solidez del discurso antropo-ceacutentrico que dio origen a la modernidad lo que se pretende es establecer las bases de la necesaria reconciliacioacuten del discurso y la praacutectica de las cien-cias sociales con el mundo fiacutesico y bioloacutegico Renovada la metodologiacutea y la epistemologiacutea es posible avanzar hacia una nueva teoriacutea del cambio histoacuterico (Gonzaacutelez Molina Toledo 2011)

3 Cambio social y cambio teacutecnico en el capitalismo agrario5

Una parte significativa del esfuerzo historiograacutefico de los uacuteltimos antildeos se ha dedicado a quitar reparos al sentido de los cambios en los derechos de propiedad durante el siglo XIX El empentildeo ha resultado convincente al indicar las liacuteneas de discontinuidad social y el fracaso definitivo del absolutismo o incluso de opciones burguesas antiliberales (Ruiz Torres) Una forma coacutemo-da de resumir el cambio decimonoacutenico seriacutea adscribirlo a los presupuestos del capitalismo agrario denominacioacuten que no deja de suscitar reparos si el concepto de capitalismo se interpreta restrictivamente peculiar capitalismo seriacutea este con la pervivencia de comunales o con la fortaleza de la explota-cioacuten campesina

Este aspecto de la viabilidad de la viacutea campesina ha merecido justa aten-cioacuten de los historiadores agrarios desmintiendo el diagnoacutestico de Kautsky sobre el triunfo de la gran explotacioacuten Aunque no es conveniente olvidarse

4 Sigo lo expuesto por TELLO (2010)5 Se prescinde de referencias bibliograacuteficas anteriores a 2002 que se encuentran en el

estado de la cuestioacuten de ROBLEDO (2002)

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Ricardo Robledo HernaacutendezCambio teacutecnico y medioambiental en Espantildea iquestatraso agrario o laquodragoacuten europeoraquoArtefaCToS vol 4 nordm 1 diciembre 2011 130-135

de los procesos de expropiacioacuten ndashde hecho cientos de miles de campesinos tuvieron que emigrar al exterior en busca de mejores horizontes especial-mente en los inicios del siglo XXndash tambieacuten es cierto que el fortalecimiento de la viacutea campesina es un fenoacutemeno bien contrastado en muchas zonas de Espantildea (Domiacutenguez) Se trata de un lugar comuacuten para la Espantildea del Norte pero no hay que descartarlo para la Espantildea meridional Sirva para ilustrarlo el caso del olivar que en provincias como Jaeacuten concentra nada menos que 70 millones de olivos la mayor concentracioacuten arboacuterea de toda Europa Tra-dicionalmente se asocioacute latifundio con olivar y con cultivo muy capitalizado pero acaba de sugerirse convincentemente que el olivar fue un elemento vertebrador en el sustento de las economiacuteas campesinas andaluzas (Infante 2012)

Sobre las pequentildeas o medianas unidades de explotacioacuten ndashcuya viabili-dad era posible gracias a la familia como unidad productiva baacutesica del mundo rural (Sarasuacutea)ndash descansaban la mayoriacutea de decisiones que haciacutean posible el consenso social y poliacutetico en la nueva sociedad el soporte de buena par-te del esfuerzo tributario de una reforma fiscal conservadora o las distintas opciones econoacutemicas entre ellas las del cambio teacutecnico en la agricultura El movimiento asociativo que se extendioacute por los campos a principios del siglo XX y no solo el del sindicalismo catoacutelico sino tambieacuten el de otras sociedades y cooperativas (Garrido) ayudoacute ndashjunto con el laquoentramado institucionalraquo (Pan Montojo)ndash a que se fueran difundiendo las distintas innovaciones Sin em-bargo este proceso innovador cuesta percibirlo en su justa dimensioacuten suele aceptarse el cambio social que impusieron las normas liberales pero no tanto el cambio teacutecnico

Las discrepancias en la evaluacioacuten del adelanto o el atraso tecnoloacutegico obedecen al concepto de cambio teacutecnico que se utilice seguacuten han expues-to L Fernaacutendez Prieto y J Pujol Si la tecnologiacutea se considera una variable externa que cada agricultura regional sea la que sea tiene a su disposicioacuten como un bien libre que se puede adquirir seguacuten variacutean los precios relativos de los factores producidos entonces habraacute atraso teacutecnico en la agricultura espantildeola hasta 1960 pues las estructuras de precios y salarios desincenti-variacutean la adopcioacuten de innovaciones (identificadas frecuentemente solo con la gran maquinaria) algo que cambiariacutea radicalmente con la liberalizacioacuten que impuso el Plan de Estabilizacioacuten

Si por el contrario consideramos la tecnologiacutea como una variable endoacutegena de la actividad econoacutemica donde desempentildean un papel

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importante las condiciones institucionales y ambientales entonces el gra-do de difusioacuten de las innovaciones se percibiraacute maacutes amplia y fielmente seraacute comprensible que el abonado quiacutemico coexista con el abonado or-gaacutenico para pasar a un uso masivo del abonado moderno cuando se den condiciones favorables de precios suelos y opciones mercantiles (cultivo de azuacutecar en el valle del Ebro por ejemplo) que se valoren las mejoras laquosilenciosasraquo en los aperos o en la captacioacuten e impulsioacuten de aguas sub-terraacuteneas (seguacuten han investigado Calatayud y Martiacutenez Carrioacuten) o que no se perciba un retraso llamativo en la incorporacioacuten de las grandes maacutequinas (Martiacutenez Ruiz) En definitiva el cambio tecnoloacutegico no tiene por queacute ser el pariente pobre en las explicaciones del crecimiento agrario contemporaacuteneo

Aceptado el cambio social y las distintas facetas del cambio teacutecnico pierde una vez maacutes capacidad explicativa el recurso como Deus ex ma-china de un concepto geneacuterico de atraso Sustituir laquoatrasoraquo por laquodesarrollo pausadoraquo como se hace en el libro El pozo de todos los males no es un recurso retoacuterico indica las limitaciones del comodiacuten atraso-progreso como la de cualquier visioacuten teleoloacutegica de la historia y sugiere que la economiacutea espantildeola avanzoacute por una senda distinta a las de las economiacuteas maacutes desarro-lladas debido a las ofertas tecnoloacutegicas existentes y a los condicionamientos medioambientales

Junto a los condicionantes teacutecnicos y medioambientales la historia agra-ria ha llamado tambieacuten la atencioacuten sobre los condicionantes bioloacutegicos en los que se desenvolvioacute la actividad agraria Si la tecnologiacutea de la Europa atlaacutentica no era aplicable a la Europa mediterraacutenea algo parecido ocurriacutea con las se-millas que teniacutean que ser adaptables a las circunstancias medioambientales mediterraacuteneas Durante el primer tercio del siglo XX se desarrollaron varias innovaciones bioloacutegicas en los sectores trigueros de la Europa atlaacutentica que permitieron una fertilizacioacuten maacutes adecuada y altos rendimientos Pero en el entorno mediterraacuteneo se ha constatado la imposibilidad de sustituir las variedades de trigo cultivadas hasta entonces por las nuevas variedades de trigo panificable de tallo largo resistentes al encamado y de mayor rendi-miento Solo las teacutecnicas de seleccioacuten e hibridacioacuten salvaron el escollo pero no pudieron aplicarse y dar resultados hasta despueacutes de la segunda guerra mundial (Pujol 2011)

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4 Viacutea campesina y laquodragoacuten europeoraquo6

Las nuevas corrientes de la historia agraria espantildeola se distinguen pues por la atencioacuten prestada a los factores medioambientales y bioloacutegicos ade-maacutes han insistido en las criacuteticas al productivismo considerando por otra parte que la mayoriacutea de los terratenientes no haciacutean sino atenerse a los cri-terios de racionalidad econoacutemica Esta doble perspectiva hace complicado mantener la tesis maacutes tradicional de inspiracioacuten costista que defendioacute la historiografiacutea espantildeola sobre la correlacioacuten latifundismo-atraso de la econo-miacutea espantildeola Ahora bien una cosa es que la agricultura espantildeola anterior a la segunda guerra mundial no pudiera competir con la agricultura atlaacutentica en los rendimientos del cereal y otra suponer que la explotacioacuten latifundista fuese laquooacuteptimaraquo teniendo en cuenta las posibilidades de su suelo y del clima otro tanto ocurre si en vez de medir los resultados contables de la empresa del latifundista lo hacemos seguacuten los beneficios sociales (alfabetizacioacuten ni-veles de vida) que impidioacute desarrollar el reacutegimen latifundista Fue en los antildeos treinta del siglo XX cuando quedaron al descubierto las graves desigualdades sociales propias de la sociedad latifundista que recientemente se han tratado de marginar con datos discutibles y mucha fe en el buen funcionamiento del mercado7

Tenemos pues una economiacutea agraria que no podiacutea obviar los condicio-namientos agroclimaacuteticos y bioloacutegicos y una sociedad que en la coyuntura poliacutetica de la Segunda Repuacuteblica (1931-1939) no podiacutea esperar que el mer-cado resolviera las tensiones provocadas por el paro y una mayor sindicacioacuten rural en la Espantildea meridional En aquellas circunstancias la opcioacuten que mejor encajaba era apostar por un modelo de desarrollo centrado en la difusioacuten de la pequentildea explotacioacuten seguacuten la orientacioacuten de Joaquiacuten Costa Lo que no laquosaliacutea a cuentaraquo en los cortijos como explicoacute hace antildeos Martiacutenez Alier siacute era rentable en las pequentildeas parcelas de los ruedos por la cantidad o calidad del trabajo familiar incorporado La reforma agraria encajaba ademaacutes en la loacutegica

6 Agradezco las observaciones de O Carpintero7 Recientemente se ha defendido incluso la inutilidad de la reforma pues el mercado ya

se estaba encargando de realizarla haciendo que descendiera el nuacutemero de jornaleros y subie-ra el de propietarios desde 1860 (CARMONA ROSEacuteS 2011) Pero si nos fijamos en el anaacutelisis pormenorizado de las comarcas latifundistas se desmiente este optimismo en el cambio de la estructura social que por otra parte encaja mal con los porcentajes de paro de los pueblos en el suroeste espantildeol y las tensiones consiguientes

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de una economiacutea orgaacutenica avanzada Pero la guerra civil cegoacute este camino y primero la represioacuten y luego la emigracioacuten desarbolaron el mundo rural y la consolidacioacuten de la viacutea campesina

El franquismo significoacute ademaacutes un apagoacuten tecnoloacutegico (Fernaacutendez Prieto 2007) El observatorio de la innovacioacuten tecnoloacutegica de la agricultura permite interpretar la poliacutetica econoacutemica del franquismo de manera algo dife-rente a como suele hacerse desde hace tiempo Se ha evaluado maacutes de una vez el coste de la poliacutetica econoacutemica de aquel reacutegimen inaugurado con la represioacuten y la liquidacioacuten de la reforma agraria El corte no estuvo solo en la orientacioacuten autaacuterquica e intervencionista sino en la destruccioacuten y reorien-tacioacuten de un sistema de innovacioacuten que difiacutecilmente iba a poder recuperarse Entra en el terreno de los contrafactuales aventurar queacute hubiera pasado con un desenlace diferente al de la derrota de la Segunda Repuacuteblica Lo que siacute sabemos es que el triunfo del tecnocratismo no fue inofensivo dados los su-puestos equivocados de energiacutea barata inocuidad de la nueva tecnologiacutea y generalizacioacuten a escala planetaria de la revolucioacuten verde Y resulta razonable compartir la idea de que la ausencia de un entramado institucional propio de investigacioacuten y experimentacioacuten bien conformado hizo mucho maacutes vul-nerable a las agriculturas espantildeolas a las innovaciones del paradigma de la revolucioacuten verde

Si solo se contempla la espuma de las estadiacutesticas el resultado conse-guido por la agricultura espantildeola en la segunda mitad del siglo XX parece espectacular Espantildea se ha convertido en un laquodragoacuten europeoraquo (Carpintero 2002) La metaacutefora se aplica a las altas tasas de crecimiento en la utilizacioacuten de energiacutea y materiales por parte de la economiacutea espantildeola en compara-cioacuten con el resto de Europa y resulta tambieacuten apropiada para entender ese avance hacia una agricultura muy subsidiada por combustibles foacutesiles y re-cursos no renovables Aunque bien es cierto que no resulta aplicable a la agricultura una de las variables fundamentales de los laquodragones asiaacuteticosraquo la abundancia de mano de obra pues la poblacioacuten activa agraria se contrajo a la mitad en 15 antildeos del 40 en 1960 al 20 en 1975 hoy estaacute en torno al 3 Asiacute pues frente al laquodesarrollo pausadoraquo al que se ajustaban las socie-dades agrarias antes de 1940 hemos pasado a otro modelo que mediante diversos atajos ndashbrusca caiacuteda de la poblacioacuten activa incentivos de las sub-venciones de la Poliacutetica Agraria Comunitariahellipndash ha querido acortar el camino de laquoNatura non facit saltusraquo El coste del llamado laquomilagro econoacutemicoraquo ha sido enorme

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La estrategia productivista caracteriacutestica de la evolucioacuten de la agricultu-ra la ganaderiacutea y la gestioacuten forestal se ha asentado sobre laquola desconexioacuten entre la vocacioacuten productiva de los territorios seguacuten sus caracteriacutesticas am-bientales y los aprovechamientos a que han sido destinadosraquo (Carpintero 2012) En la agricultura como ha analizado este autor la introduccioacuten de cultivos muy exigentes en agua y nutrientes en zonas de la peniacutensula no muy bien dotadas para ello ha provocado situaciones de sobreexplotacioacuten de los propios recursos y sobredependencia de recursos no renovables (petroacuteleo) En la ganaderiacutea se ha incentivado la estabulacioacuten y el abandono de los pastos extendieacutendose tambieacuten la misma loacutegica a la gestioacuten forestal con la sustitucioacuten de especies autoacutectonas por otras de crecimiento raacutepido y con-virtiendo asiacute al decir de Luis Ceballos las laquosociedades de aacuterbolesraquo que son los bosques en los laquoejeacutercitos de pinosraquo de las repoblaciones

El afaacuten laquomodernizadorraquo del sector agrario espantildeol se cierra con un ba-lance triplemente negativo De una agricultura que financiaba el resto de sectores se ha pasado a otra endeudada necesitada de tutela puacuteblica En segundo lugar ha retrocedido considerablemente en eficiencia energeacutetica8 Por uacuteltimo la erosioacuten y despoblacioacuten de gran parte del territorio peninsular han confirmado los presagios de Huguet del Villar cuando criticaba el mode-lo productivo de la agricolizacioacuten

El proceder a la inversa de lo que la naturaleza indicaba destruyendo los aacuterboles y empentildeaacutendose en hacer de Espantildea solamente un granero ha dado por resultado la desertizacioacuten de tan enormes extensiones que de continuar acabaraacute por convertir a la Espantildea seca en un verdadero desierto de arcillas calizas arenales o granito seguacuten la regioacuten pero por doquier aba-rrancado pelado o inuacutetil para la vida (Huguet del Villar 1921 194)

Bibliografiacutea

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8 En los antildeos 50 por cada kilocaloriacutea invertida en la agricultura y la gana deriacutea en forma de inputs externos (sin considerar los reempleos) se obteniacutean 61 kilocaloriacuteas como alimento a finales de los setenta y mediados de los noventa apenas se llegaba a la unidad (CARPINTERO 2005 p 278)

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de los procesos de expropiacioacuten ndashde hecho cientos de miles de campesinos tuvieron que emigrar al exterior en busca de mejores horizontes especial-mente en los inicios del siglo XXndash tambieacuten es cierto que el fortalecimiento de la viacutea campesina es un fenoacutemeno bien contrastado en muchas zonas de Espantildea (Domiacutenguez) Se trata de un lugar comuacuten para la Espantildea del Norte pero no hay que descartarlo para la Espantildea meridional Sirva para ilustrarlo el caso del olivar que en provincias como Jaeacuten concentra nada menos que 70 millones de olivos la mayor concentracioacuten arboacuterea de toda Europa Tra-dicionalmente se asocioacute latifundio con olivar y con cultivo muy capitalizado pero acaba de sugerirse convincentemente que el olivar fue un elemento vertebrador en el sustento de las economiacuteas campesinas andaluzas (Infante 2012)

Sobre las pequentildeas o medianas unidades de explotacioacuten ndashcuya viabili-dad era posible gracias a la familia como unidad productiva baacutesica del mundo rural (Sarasuacutea)ndash descansaban la mayoriacutea de decisiones que haciacutean posible el consenso social y poliacutetico en la nueva sociedad el soporte de buena par-te del esfuerzo tributario de una reforma fiscal conservadora o las distintas opciones econoacutemicas entre ellas las del cambio teacutecnico en la agricultura El movimiento asociativo que se extendioacute por los campos a principios del siglo XX y no solo el del sindicalismo catoacutelico sino tambieacuten el de otras sociedades y cooperativas (Garrido) ayudoacute ndashjunto con el laquoentramado institucionalraquo (Pan Montojo)ndash a que se fueran difundiendo las distintas innovaciones Sin em-bargo este proceso innovador cuesta percibirlo en su justa dimensioacuten suele aceptarse el cambio social que impusieron las normas liberales pero no tanto el cambio teacutecnico

Las discrepancias en la evaluacioacuten del adelanto o el atraso tecnoloacutegico obedecen al concepto de cambio teacutecnico que se utilice seguacuten han expues-to L Fernaacutendez Prieto y J Pujol Si la tecnologiacutea se considera una variable externa que cada agricultura regional sea la que sea tiene a su disposicioacuten como un bien libre que se puede adquirir seguacuten variacutean los precios relativos de los factores producidos entonces habraacute atraso teacutecnico en la agricultura espantildeola hasta 1960 pues las estructuras de precios y salarios desincenti-variacutean la adopcioacuten de innovaciones (identificadas frecuentemente solo con la gran maquinaria) algo que cambiariacutea radicalmente con la liberalizacioacuten que impuso el Plan de Estabilizacioacuten

Si por el contrario consideramos la tecnologiacutea como una variable endoacutegena de la actividad econoacutemica donde desempentildean un papel

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importante las condiciones institucionales y ambientales entonces el gra-do de difusioacuten de las innovaciones se percibiraacute maacutes amplia y fielmente seraacute comprensible que el abonado quiacutemico coexista con el abonado or-gaacutenico para pasar a un uso masivo del abonado moderno cuando se den condiciones favorables de precios suelos y opciones mercantiles (cultivo de azuacutecar en el valle del Ebro por ejemplo) que se valoren las mejoras laquosilenciosasraquo en los aperos o en la captacioacuten e impulsioacuten de aguas sub-terraacuteneas (seguacuten han investigado Calatayud y Martiacutenez Carrioacuten) o que no se perciba un retraso llamativo en la incorporacioacuten de las grandes maacutequinas (Martiacutenez Ruiz) En definitiva el cambio tecnoloacutegico no tiene por queacute ser el pariente pobre en las explicaciones del crecimiento agrario contemporaacuteneo

Aceptado el cambio social y las distintas facetas del cambio teacutecnico pierde una vez maacutes capacidad explicativa el recurso como Deus ex ma-china de un concepto geneacuterico de atraso Sustituir laquoatrasoraquo por laquodesarrollo pausadoraquo como se hace en el libro El pozo de todos los males no es un recurso retoacuterico indica las limitaciones del comodiacuten atraso-progreso como la de cualquier visioacuten teleoloacutegica de la historia y sugiere que la economiacutea espantildeola avanzoacute por una senda distinta a las de las economiacuteas maacutes desarro-lladas debido a las ofertas tecnoloacutegicas existentes y a los condicionamientos medioambientales

Junto a los condicionantes teacutecnicos y medioambientales la historia agra-ria ha llamado tambieacuten la atencioacuten sobre los condicionantes bioloacutegicos en los que se desenvolvioacute la actividad agraria Si la tecnologiacutea de la Europa atlaacutentica no era aplicable a la Europa mediterraacutenea algo parecido ocurriacutea con las se-millas que teniacutean que ser adaptables a las circunstancias medioambientales mediterraacuteneas Durante el primer tercio del siglo XX se desarrollaron varias innovaciones bioloacutegicas en los sectores trigueros de la Europa atlaacutentica que permitieron una fertilizacioacuten maacutes adecuada y altos rendimientos Pero en el entorno mediterraacuteneo se ha constatado la imposibilidad de sustituir las variedades de trigo cultivadas hasta entonces por las nuevas variedades de trigo panificable de tallo largo resistentes al encamado y de mayor rendi-miento Solo las teacutecnicas de seleccioacuten e hibridacioacuten salvaron el escollo pero no pudieron aplicarse y dar resultados hasta despueacutes de la segunda guerra mundial (Pujol 2011)

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4 Viacutea campesina y laquodragoacuten europeoraquo6

Las nuevas corrientes de la historia agraria espantildeola se distinguen pues por la atencioacuten prestada a los factores medioambientales y bioloacutegicos ade-maacutes han insistido en las criacuteticas al productivismo considerando por otra parte que la mayoriacutea de los terratenientes no haciacutean sino atenerse a los cri-terios de racionalidad econoacutemica Esta doble perspectiva hace complicado mantener la tesis maacutes tradicional de inspiracioacuten costista que defendioacute la historiografiacutea espantildeola sobre la correlacioacuten latifundismo-atraso de la econo-miacutea espantildeola Ahora bien una cosa es que la agricultura espantildeola anterior a la segunda guerra mundial no pudiera competir con la agricultura atlaacutentica en los rendimientos del cereal y otra suponer que la explotacioacuten latifundista fuese laquooacuteptimaraquo teniendo en cuenta las posibilidades de su suelo y del clima otro tanto ocurre si en vez de medir los resultados contables de la empresa del latifundista lo hacemos seguacuten los beneficios sociales (alfabetizacioacuten ni-veles de vida) que impidioacute desarrollar el reacutegimen latifundista Fue en los antildeos treinta del siglo XX cuando quedaron al descubierto las graves desigualdades sociales propias de la sociedad latifundista que recientemente se han tratado de marginar con datos discutibles y mucha fe en el buen funcionamiento del mercado7

Tenemos pues una economiacutea agraria que no podiacutea obviar los condicio-namientos agroclimaacuteticos y bioloacutegicos y una sociedad que en la coyuntura poliacutetica de la Segunda Repuacuteblica (1931-1939) no podiacutea esperar que el mer-cado resolviera las tensiones provocadas por el paro y una mayor sindicacioacuten rural en la Espantildea meridional En aquellas circunstancias la opcioacuten que mejor encajaba era apostar por un modelo de desarrollo centrado en la difusioacuten de la pequentildea explotacioacuten seguacuten la orientacioacuten de Joaquiacuten Costa Lo que no laquosaliacutea a cuentaraquo en los cortijos como explicoacute hace antildeos Martiacutenez Alier siacute era rentable en las pequentildeas parcelas de los ruedos por la cantidad o calidad del trabajo familiar incorporado La reforma agraria encajaba ademaacutes en la loacutegica

6 Agradezco las observaciones de O Carpintero7 Recientemente se ha defendido incluso la inutilidad de la reforma pues el mercado ya

se estaba encargando de realizarla haciendo que descendiera el nuacutemero de jornaleros y subie-ra el de propietarios desde 1860 (CARMONA ROSEacuteS 2011) Pero si nos fijamos en el anaacutelisis pormenorizado de las comarcas latifundistas se desmiente este optimismo en el cambio de la estructura social que por otra parte encaja mal con los porcentajes de paro de los pueblos en el suroeste espantildeol y las tensiones consiguientes

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de una economiacutea orgaacutenica avanzada Pero la guerra civil cegoacute este camino y primero la represioacuten y luego la emigracioacuten desarbolaron el mundo rural y la consolidacioacuten de la viacutea campesina

El franquismo significoacute ademaacutes un apagoacuten tecnoloacutegico (Fernaacutendez Prieto 2007) El observatorio de la innovacioacuten tecnoloacutegica de la agricultura permite interpretar la poliacutetica econoacutemica del franquismo de manera algo dife-rente a como suele hacerse desde hace tiempo Se ha evaluado maacutes de una vez el coste de la poliacutetica econoacutemica de aquel reacutegimen inaugurado con la represioacuten y la liquidacioacuten de la reforma agraria El corte no estuvo solo en la orientacioacuten autaacuterquica e intervencionista sino en la destruccioacuten y reorien-tacioacuten de un sistema de innovacioacuten que difiacutecilmente iba a poder recuperarse Entra en el terreno de los contrafactuales aventurar queacute hubiera pasado con un desenlace diferente al de la derrota de la Segunda Repuacuteblica Lo que siacute sabemos es que el triunfo del tecnocratismo no fue inofensivo dados los su-puestos equivocados de energiacutea barata inocuidad de la nueva tecnologiacutea y generalizacioacuten a escala planetaria de la revolucioacuten verde Y resulta razonable compartir la idea de que la ausencia de un entramado institucional propio de investigacioacuten y experimentacioacuten bien conformado hizo mucho maacutes vul-nerable a las agriculturas espantildeolas a las innovaciones del paradigma de la revolucioacuten verde

Si solo se contempla la espuma de las estadiacutesticas el resultado conse-guido por la agricultura espantildeola en la segunda mitad del siglo XX parece espectacular Espantildea se ha convertido en un laquodragoacuten europeoraquo (Carpintero 2002) La metaacutefora se aplica a las altas tasas de crecimiento en la utilizacioacuten de energiacutea y materiales por parte de la economiacutea espantildeola en compara-cioacuten con el resto de Europa y resulta tambieacuten apropiada para entender ese avance hacia una agricultura muy subsidiada por combustibles foacutesiles y re-cursos no renovables Aunque bien es cierto que no resulta aplicable a la agricultura una de las variables fundamentales de los laquodragones asiaacuteticosraquo la abundancia de mano de obra pues la poblacioacuten activa agraria se contrajo a la mitad en 15 antildeos del 40 en 1960 al 20 en 1975 hoy estaacute en torno al 3 Asiacute pues frente al laquodesarrollo pausadoraquo al que se ajustaban las socie-dades agrarias antes de 1940 hemos pasado a otro modelo que mediante diversos atajos ndashbrusca caiacuteda de la poblacioacuten activa incentivos de las sub-venciones de la Poliacutetica Agraria Comunitariahellipndash ha querido acortar el camino de laquoNatura non facit saltusraquo El coste del llamado laquomilagro econoacutemicoraquo ha sido enorme

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La estrategia productivista caracteriacutestica de la evolucioacuten de la agricultu-ra la ganaderiacutea y la gestioacuten forestal se ha asentado sobre laquola desconexioacuten entre la vocacioacuten productiva de los territorios seguacuten sus caracteriacutesticas am-bientales y los aprovechamientos a que han sido destinadosraquo (Carpintero 2012) En la agricultura como ha analizado este autor la introduccioacuten de cultivos muy exigentes en agua y nutrientes en zonas de la peniacutensula no muy bien dotadas para ello ha provocado situaciones de sobreexplotacioacuten de los propios recursos y sobredependencia de recursos no renovables (petroacuteleo) En la ganaderiacutea se ha incentivado la estabulacioacuten y el abandono de los pastos extendieacutendose tambieacuten la misma loacutegica a la gestioacuten forestal con la sustitucioacuten de especies autoacutectonas por otras de crecimiento raacutepido y con-virtiendo asiacute al decir de Luis Ceballos las laquosociedades de aacuterbolesraquo que son los bosques en los laquoejeacutercitos de pinosraquo de las repoblaciones

El afaacuten laquomodernizadorraquo del sector agrario espantildeol se cierra con un ba-lance triplemente negativo De una agricultura que financiaba el resto de sectores se ha pasado a otra endeudada necesitada de tutela puacuteblica En segundo lugar ha retrocedido considerablemente en eficiencia energeacutetica8 Por uacuteltimo la erosioacuten y despoblacioacuten de gran parte del territorio peninsular han confirmado los presagios de Huguet del Villar cuando criticaba el mode-lo productivo de la agricolizacioacuten

El proceder a la inversa de lo que la naturaleza indicaba destruyendo los aacuterboles y empentildeaacutendose en hacer de Espantildea solamente un granero ha dado por resultado la desertizacioacuten de tan enormes extensiones que de continuar acabaraacute por convertir a la Espantildea seca en un verdadero desierto de arcillas calizas arenales o granito seguacuten la regioacuten pero por doquier aba-rrancado pelado o inuacutetil para la vida (Huguet del Villar 1921 194)

Bibliografiacutea

BARCIELA Carlos y MELGAREJO Joaquiacuten (eds) (2000) El agua en la historia de Espa-ntildea Universidad de Alicante

8 En los antildeos 50 por cada kilocaloriacutea invertida en la agricultura y la gana deriacutea en forma de inputs externos (sin considerar los reempleos) se obteniacutean 61 kilocaloriacuteas como alimento a finales de los setenta y mediados de los noventa apenas se llegaba a la unidad (CARPINTERO 2005 p 278)

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Ricardo Robledo HernaacutendezCambio teacutecnico y medioambiental en Espantildea iquestatraso agrario o laquodragoacuten europeoraquo

ArtefaCToS vol 4 nordm 1 diciembre 2011 135-135

CAMPOS Pablo y NAREDO Joseacute Manuel (1980) laquoLos balances energeacuteticos de la agri-cultura espantildeolaraquo Agricultura y Sociedad 15 pp 163-235

CARMONA Juan y ROSEacuteS Joan (2011) laquoWas Land Reform Necessary Access to Land in Spain 1860 to 1931raquo Working Papers in Economic History Universi-dad Carlos III

CARPINTERO Oacutescar (2002) laquoLa economiacutea espantildeola el ldquodragoacuten europeordquo en flujos de energiacutea materiales y huella ecoloacutegica 1955-1995raquo Revista de Ecologiacutea Poliacutetica 23 pp 85-125

mdash (2005) El metabolismo de la economiacutea espantildeola Recursos naturales y huella ecoloacutegica (1955-2000) Lanzarote Fundacioacuten Ceacutesar Manrique

FERNAacuteNDEZ PRIETO Lourenzo (2007) El apagoacuten tecnoloacutegico del franquismo Estado e innovacioacuten en la agricultura espantildeola contemporaacutenea Valencia Tirant Lo Blanch

GALLEGO MARTIacuteNEZ Domingo (2007) Maacutes allaacute de la economiacutea de mercado Los con-dicionantes histoacutericos del desarrollo econoacutemico Madrid Marcial Pons

GARRABOU Ramoacuten et al (1985-1986) Historia agraria de la Espantildea contemporaacutenea 3 vols Barcelona Criacutetica

GONZAacuteLEZ DE MOLINA Manuel y TOLEDO Viacutector (2011) Metabolismos naturaleza e historia Hacia una teoriacutea de las transformaciones socioecoloacutegicas Barcelona Icaria

HUGUET DEL VILLAR Emilio ([1921] 2010) El valor geograacutefico de Espantildea Edicioacuten de E TELLO y C SUDRIagrave Universitat de Barcelona

INFANTE Juan (2012) laquoEl caraacutecter de la especializacioacuten olivarera en el sur de Espantildea (1750-1930) Ecologiacutea campesinado e historiaraquo Documentos de Trabajo 12-01 SEHA

NAREDO Joseacute Manuel (1996) La evolucioacuten de la agricultura en Espantildea (1940-1990) Nota preliminar de M Gonzaacutelez de Molina Granada Universidad de Granada

PUJOL Josep GONZAacuteLEZ DE MOLINA Manuel FERNAacuteNDEZ PRIETO Lourenzo GALLE-

GO Domingo y GARRABOU Ramoacuten (2001) El pozo de todos los males Sobre el atraso en la agricultura espantildeola contemporaacutenea Barcelona Criacutetica

PUJOL Josep (2011) laquoNuevas orientaciones en Historia Econoacutemica Innovacio-nes bioloacutegicas y cambio teacutecnico en el sector triguero europeo siglos XIX-XXraquo lthttpwwwh-economicauabes wps 2011_02pdfgt

ROBLEDO Ricardo (2002) laquoNuevas y viejas cuestiones en la historia agraria espantildeo-laraquo Ayer 47 pp 261-275

mdash (ed) (2010) Ramon Garrabou Sombras del progreso Las huellas de la historia agraria Barcelona Criacutetica

TELLO Enric (2010) laquoUn viacutenculo perdido energiacutea y uso del territorio en la transfor-macioacuten histoacuterica de los paisajes agrarios mediterraacuteneosraquo en ROBLEDO R (ed) (2010) pp 353-386

Page 9: Retraso tecnico

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Ricardo Robledo HernaacutendezCambio teacutecnico y medioambiental en Espantildea iquestatraso agrario o laquodragoacuten europeoraquo

ArtefaCToS vol 4 nordm 1 diciembre 2011 131-135

importante las condiciones institucionales y ambientales entonces el gra-do de difusioacuten de las innovaciones se percibiraacute maacutes amplia y fielmente seraacute comprensible que el abonado quiacutemico coexista con el abonado or-gaacutenico para pasar a un uso masivo del abonado moderno cuando se den condiciones favorables de precios suelos y opciones mercantiles (cultivo de azuacutecar en el valle del Ebro por ejemplo) que se valoren las mejoras laquosilenciosasraquo en los aperos o en la captacioacuten e impulsioacuten de aguas sub-terraacuteneas (seguacuten han investigado Calatayud y Martiacutenez Carrioacuten) o que no se perciba un retraso llamativo en la incorporacioacuten de las grandes maacutequinas (Martiacutenez Ruiz) En definitiva el cambio tecnoloacutegico no tiene por queacute ser el pariente pobre en las explicaciones del crecimiento agrario contemporaacuteneo

Aceptado el cambio social y las distintas facetas del cambio teacutecnico pierde una vez maacutes capacidad explicativa el recurso como Deus ex ma-china de un concepto geneacuterico de atraso Sustituir laquoatrasoraquo por laquodesarrollo pausadoraquo como se hace en el libro El pozo de todos los males no es un recurso retoacuterico indica las limitaciones del comodiacuten atraso-progreso como la de cualquier visioacuten teleoloacutegica de la historia y sugiere que la economiacutea espantildeola avanzoacute por una senda distinta a las de las economiacuteas maacutes desarro-lladas debido a las ofertas tecnoloacutegicas existentes y a los condicionamientos medioambientales

Junto a los condicionantes teacutecnicos y medioambientales la historia agra-ria ha llamado tambieacuten la atencioacuten sobre los condicionantes bioloacutegicos en los que se desenvolvioacute la actividad agraria Si la tecnologiacutea de la Europa atlaacutentica no era aplicable a la Europa mediterraacutenea algo parecido ocurriacutea con las se-millas que teniacutean que ser adaptables a las circunstancias medioambientales mediterraacuteneas Durante el primer tercio del siglo XX se desarrollaron varias innovaciones bioloacutegicas en los sectores trigueros de la Europa atlaacutentica que permitieron una fertilizacioacuten maacutes adecuada y altos rendimientos Pero en el entorno mediterraacuteneo se ha constatado la imposibilidad de sustituir las variedades de trigo cultivadas hasta entonces por las nuevas variedades de trigo panificable de tallo largo resistentes al encamado y de mayor rendi-miento Solo las teacutecnicas de seleccioacuten e hibridacioacuten salvaron el escollo pero no pudieron aplicarse y dar resultados hasta despueacutes de la segunda guerra mundial (Pujol 2011)

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Ricardo Robledo HernaacutendezCambio teacutecnico y medioambiental en Espantildea iquestatraso agrario o laquodragoacuten europeoraquoArtefaCToS vol 4 nordm 1 diciembre 2011 132-135

4 Viacutea campesina y laquodragoacuten europeoraquo6

Las nuevas corrientes de la historia agraria espantildeola se distinguen pues por la atencioacuten prestada a los factores medioambientales y bioloacutegicos ade-maacutes han insistido en las criacuteticas al productivismo considerando por otra parte que la mayoriacutea de los terratenientes no haciacutean sino atenerse a los cri-terios de racionalidad econoacutemica Esta doble perspectiva hace complicado mantener la tesis maacutes tradicional de inspiracioacuten costista que defendioacute la historiografiacutea espantildeola sobre la correlacioacuten latifundismo-atraso de la econo-miacutea espantildeola Ahora bien una cosa es que la agricultura espantildeola anterior a la segunda guerra mundial no pudiera competir con la agricultura atlaacutentica en los rendimientos del cereal y otra suponer que la explotacioacuten latifundista fuese laquooacuteptimaraquo teniendo en cuenta las posibilidades de su suelo y del clima otro tanto ocurre si en vez de medir los resultados contables de la empresa del latifundista lo hacemos seguacuten los beneficios sociales (alfabetizacioacuten ni-veles de vida) que impidioacute desarrollar el reacutegimen latifundista Fue en los antildeos treinta del siglo XX cuando quedaron al descubierto las graves desigualdades sociales propias de la sociedad latifundista que recientemente se han tratado de marginar con datos discutibles y mucha fe en el buen funcionamiento del mercado7

Tenemos pues una economiacutea agraria que no podiacutea obviar los condicio-namientos agroclimaacuteticos y bioloacutegicos y una sociedad que en la coyuntura poliacutetica de la Segunda Repuacuteblica (1931-1939) no podiacutea esperar que el mer-cado resolviera las tensiones provocadas por el paro y una mayor sindicacioacuten rural en la Espantildea meridional En aquellas circunstancias la opcioacuten que mejor encajaba era apostar por un modelo de desarrollo centrado en la difusioacuten de la pequentildea explotacioacuten seguacuten la orientacioacuten de Joaquiacuten Costa Lo que no laquosaliacutea a cuentaraquo en los cortijos como explicoacute hace antildeos Martiacutenez Alier siacute era rentable en las pequentildeas parcelas de los ruedos por la cantidad o calidad del trabajo familiar incorporado La reforma agraria encajaba ademaacutes en la loacutegica

6 Agradezco las observaciones de O Carpintero7 Recientemente se ha defendido incluso la inutilidad de la reforma pues el mercado ya

se estaba encargando de realizarla haciendo que descendiera el nuacutemero de jornaleros y subie-ra el de propietarios desde 1860 (CARMONA ROSEacuteS 2011) Pero si nos fijamos en el anaacutelisis pormenorizado de las comarcas latifundistas se desmiente este optimismo en el cambio de la estructura social que por otra parte encaja mal con los porcentajes de paro de los pueblos en el suroeste espantildeol y las tensiones consiguientes

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Ricardo Robledo HernaacutendezCambio teacutecnico y medioambiental en Espantildea iquestatraso agrario o laquodragoacuten europeoraquo

ArtefaCToS vol 4 nordm 1 diciembre 2011 133-135

de una economiacutea orgaacutenica avanzada Pero la guerra civil cegoacute este camino y primero la represioacuten y luego la emigracioacuten desarbolaron el mundo rural y la consolidacioacuten de la viacutea campesina

El franquismo significoacute ademaacutes un apagoacuten tecnoloacutegico (Fernaacutendez Prieto 2007) El observatorio de la innovacioacuten tecnoloacutegica de la agricultura permite interpretar la poliacutetica econoacutemica del franquismo de manera algo dife-rente a como suele hacerse desde hace tiempo Se ha evaluado maacutes de una vez el coste de la poliacutetica econoacutemica de aquel reacutegimen inaugurado con la represioacuten y la liquidacioacuten de la reforma agraria El corte no estuvo solo en la orientacioacuten autaacuterquica e intervencionista sino en la destruccioacuten y reorien-tacioacuten de un sistema de innovacioacuten que difiacutecilmente iba a poder recuperarse Entra en el terreno de los contrafactuales aventurar queacute hubiera pasado con un desenlace diferente al de la derrota de la Segunda Repuacuteblica Lo que siacute sabemos es que el triunfo del tecnocratismo no fue inofensivo dados los su-puestos equivocados de energiacutea barata inocuidad de la nueva tecnologiacutea y generalizacioacuten a escala planetaria de la revolucioacuten verde Y resulta razonable compartir la idea de que la ausencia de un entramado institucional propio de investigacioacuten y experimentacioacuten bien conformado hizo mucho maacutes vul-nerable a las agriculturas espantildeolas a las innovaciones del paradigma de la revolucioacuten verde

Si solo se contempla la espuma de las estadiacutesticas el resultado conse-guido por la agricultura espantildeola en la segunda mitad del siglo XX parece espectacular Espantildea se ha convertido en un laquodragoacuten europeoraquo (Carpintero 2002) La metaacutefora se aplica a las altas tasas de crecimiento en la utilizacioacuten de energiacutea y materiales por parte de la economiacutea espantildeola en compara-cioacuten con el resto de Europa y resulta tambieacuten apropiada para entender ese avance hacia una agricultura muy subsidiada por combustibles foacutesiles y re-cursos no renovables Aunque bien es cierto que no resulta aplicable a la agricultura una de las variables fundamentales de los laquodragones asiaacuteticosraquo la abundancia de mano de obra pues la poblacioacuten activa agraria se contrajo a la mitad en 15 antildeos del 40 en 1960 al 20 en 1975 hoy estaacute en torno al 3 Asiacute pues frente al laquodesarrollo pausadoraquo al que se ajustaban las socie-dades agrarias antes de 1940 hemos pasado a otro modelo que mediante diversos atajos ndashbrusca caiacuteda de la poblacioacuten activa incentivos de las sub-venciones de la Poliacutetica Agraria Comunitariahellipndash ha querido acortar el camino de laquoNatura non facit saltusraquo El coste del llamado laquomilagro econoacutemicoraquo ha sido enorme

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Ricardo Robledo HernaacutendezCambio teacutecnico y medioambiental en Espantildea iquestatraso agrario o laquodragoacuten europeoraquoArtefaCToS vol 4 nordm 1 diciembre 2011 134-135

La estrategia productivista caracteriacutestica de la evolucioacuten de la agricultu-ra la ganaderiacutea y la gestioacuten forestal se ha asentado sobre laquola desconexioacuten entre la vocacioacuten productiva de los territorios seguacuten sus caracteriacutesticas am-bientales y los aprovechamientos a que han sido destinadosraquo (Carpintero 2012) En la agricultura como ha analizado este autor la introduccioacuten de cultivos muy exigentes en agua y nutrientes en zonas de la peniacutensula no muy bien dotadas para ello ha provocado situaciones de sobreexplotacioacuten de los propios recursos y sobredependencia de recursos no renovables (petroacuteleo) En la ganaderiacutea se ha incentivado la estabulacioacuten y el abandono de los pastos extendieacutendose tambieacuten la misma loacutegica a la gestioacuten forestal con la sustitucioacuten de especies autoacutectonas por otras de crecimiento raacutepido y con-virtiendo asiacute al decir de Luis Ceballos las laquosociedades de aacuterbolesraquo que son los bosques en los laquoejeacutercitos de pinosraquo de las repoblaciones

El afaacuten laquomodernizadorraquo del sector agrario espantildeol se cierra con un ba-lance triplemente negativo De una agricultura que financiaba el resto de sectores se ha pasado a otra endeudada necesitada de tutela puacuteblica En segundo lugar ha retrocedido considerablemente en eficiencia energeacutetica8 Por uacuteltimo la erosioacuten y despoblacioacuten de gran parte del territorio peninsular han confirmado los presagios de Huguet del Villar cuando criticaba el mode-lo productivo de la agricolizacioacuten

El proceder a la inversa de lo que la naturaleza indicaba destruyendo los aacuterboles y empentildeaacutendose en hacer de Espantildea solamente un granero ha dado por resultado la desertizacioacuten de tan enormes extensiones que de continuar acabaraacute por convertir a la Espantildea seca en un verdadero desierto de arcillas calizas arenales o granito seguacuten la regioacuten pero por doquier aba-rrancado pelado o inuacutetil para la vida (Huguet del Villar 1921 194)

Bibliografiacutea

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8 En los antildeos 50 por cada kilocaloriacutea invertida en la agricultura y la gana deriacutea en forma de inputs externos (sin considerar los reempleos) se obteniacutean 61 kilocaloriacuteas como alimento a finales de los setenta y mediados de los noventa apenas se llegaba a la unidad (CARPINTERO 2005 p 278)

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Ricardo Robledo HernaacutendezCambio teacutecnico y medioambiental en Espantildea iquestatraso agrario o laquodragoacuten europeoraquo

ArtefaCToS vol 4 nordm 1 diciembre 2011 135-135

CAMPOS Pablo y NAREDO Joseacute Manuel (1980) laquoLos balances energeacuteticos de la agri-cultura espantildeolaraquo Agricultura y Sociedad 15 pp 163-235

CARMONA Juan y ROSEacuteS Joan (2011) laquoWas Land Reform Necessary Access to Land in Spain 1860 to 1931raquo Working Papers in Economic History Universi-dad Carlos III

CARPINTERO Oacutescar (2002) laquoLa economiacutea espantildeola el ldquodragoacuten europeordquo en flujos de energiacutea materiales y huella ecoloacutegica 1955-1995raquo Revista de Ecologiacutea Poliacutetica 23 pp 85-125

mdash (2005) El metabolismo de la economiacutea espantildeola Recursos naturales y huella ecoloacutegica (1955-2000) Lanzarote Fundacioacuten Ceacutesar Manrique

FERNAacuteNDEZ PRIETO Lourenzo (2007) El apagoacuten tecnoloacutegico del franquismo Estado e innovacioacuten en la agricultura espantildeola contemporaacutenea Valencia Tirant Lo Blanch

GALLEGO MARTIacuteNEZ Domingo (2007) Maacutes allaacute de la economiacutea de mercado Los con-dicionantes histoacutericos del desarrollo econoacutemico Madrid Marcial Pons

GARRABOU Ramoacuten et al (1985-1986) Historia agraria de la Espantildea contemporaacutenea 3 vols Barcelona Criacutetica

GONZAacuteLEZ DE MOLINA Manuel y TOLEDO Viacutector (2011) Metabolismos naturaleza e historia Hacia una teoriacutea de las transformaciones socioecoloacutegicas Barcelona Icaria

HUGUET DEL VILLAR Emilio ([1921] 2010) El valor geograacutefico de Espantildea Edicioacuten de E TELLO y C SUDRIagrave Universitat de Barcelona

INFANTE Juan (2012) laquoEl caraacutecter de la especializacioacuten olivarera en el sur de Espantildea (1750-1930) Ecologiacutea campesinado e historiaraquo Documentos de Trabajo 12-01 SEHA

NAREDO Joseacute Manuel (1996) La evolucioacuten de la agricultura en Espantildea (1940-1990) Nota preliminar de M Gonzaacutelez de Molina Granada Universidad de Granada

PUJOL Josep GONZAacuteLEZ DE MOLINA Manuel FERNAacuteNDEZ PRIETO Lourenzo GALLE-

GO Domingo y GARRABOU Ramoacuten (2001) El pozo de todos los males Sobre el atraso en la agricultura espantildeola contemporaacutenea Barcelona Criacutetica

PUJOL Josep (2011) laquoNuevas orientaciones en Historia Econoacutemica Innovacio-nes bioloacutegicas y cambio teacutecnico en el sector triguero europeo siglos XIX-XXraquo lthttpwwwh-economicauabes wps 2011_02pdfgt

ROBLEDO Ricardo (2002) laquoNuevas y viejas cuestiones en la historia agraria espantildeo-laraquo Ayer 47 pp 261-275

mdash (ed) (2010) Ramon Garrabou Sombras del progreso Las huellas de la historia agraria Barcelona Criacutetica

TELLO Enric (2010) laquoUn viacutenculo perdido energiacutea y uso del territorio en la transfor-macioacuten histoacuterica de los paisajes agrarios mediterraacuteneosraquo en ROBLEDO R (ed) (2010) pp 353-386

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4 Viacutea campesina y laquodragoacuten europeoraquo6

Las nuevas corrientes de la historia agraria espantildeola se distinguen pues por la atencioacuten prestada a los factores medioambientales y bioloacutegicos ade-maacutes han insistido en las criacuteticas al productivismo considerando por otra parte que la mayoriacutea de los terratenientes no haciacutean sino atenerse a los cri-terios de racionalidad econoacutemica Esta doble perspectiva hace complicado mantener la tesis maacutes tradicional de inspiracioacuten costista que defendioacute la historiografiacutea espantildeola sobre la correlacioacuten latifundismo-atraso de la econo-miacutea espantildeola Ahora bien una cosa es que la agricultura espantildeola anterior a la segunda guerra mundial no pudiera competir con la agricultura atlaacutentica en los rendimientos del cereal y otra suponer que la explotacioacuten latifundista fuese laquooacuteptimaraquo teniendo en cuenta las posibilidades de su suelo y del clima otro tanto ocurre si en vez de medir los resultados contables de la empresa del latifundista lo hacemos seguacuten los beneficios sociales (alfabetizacioacuten ni-veles de vida) que impidioacute desarrollar el reacutegimen latifundista Fue en los antildeos treinta del siglo XX cuando quedaron al descubierto las graves desigualdades sociales propias de la sociedad latifundista que recientemente se han tratado de marginar con datos discutibles y mucha fe en el buen funcionamiento del mercado7

Tenemos pues una economiacutea agraria que no podiacutea obviar los condicio-namientos agroclimaacuteticos y bioloacutegicos y una sociedad que en la coyuntura poliacutetica de la Segunda Repuacuteblica (1931-1939) no podiacutea esperar que el mer-cado resolviera las tensiones provocadas por el paro y una mayor sindicacioacuten rural en la Espantildea meridional En aquellas circunstancias la opcioacuten que mejor encajaba era apostar por un modelo de desarrollo centrado en la difusioacuten de la pequentildea explotacioacuten seguacuten la orientacioacuten de Joaquiacuten Costa Lo que no laquosaliacutea a cuentaraquo en los cortijos como explicoacute hace antildeos Martiacutenez Alier siacute era rentable en las pequentildeas parcelas de los ruedos por la cantidad o calidad del trabajo familiar incorporado La reforma agraria encajaba ademaacutes en la loacutegica

6 Agradezco las observaciones de O Carpintero7 Recientemente se ha defendido incluso la inutilidad de la reforma pues el mercado ya

se estaba encargando de realizarla haciendo que descendiera el nuacutemero de jornaleros y subie-ra el de propietarios desde 1860 (CARMONA ROSEacuteS 2011) Pero si nos fijamos en el anaacutelisis pormenorizado de las comarcas latifundistas se desmiente este optimismo en el cambio de la estructura social que por otra parte encaja mal con los porcentajes de paro de los pueblos en el suroeste espantildeol y las tensiones consiguientes

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Ricardo Robledo HernaacutendezCambio teacutecnico y medioambiental en Espantildea iquestatraso agrario o laquodragoacuten europeoraquo

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de una economiacutea orgaacutenica avanzada Pero la guerra civil cegoacute este camino y primero la represioacuten y luego la emigracioacuten desarbolaron el mundo rural y la consolidacioacuten de la viacutea campesina

El franquismo significoacute ademaacutes un apagoacuten tecnoloacutegico (Fernaacutendez Prieto 2007) El observatorio de la innovacioacuten tecnoloacutegica de la agricultura permite interpretar la poliacutetica econoacutemica del franquismo de manera algo dife-rente a como suele hacerse desde hace tiempo Se ha evaluado maacutes de una vez el coste de la poliacutetica econoacutemica de aquel reacutegimen inaugurado con la represioacuten y la liquidacioacuten de la reforma agraria El corte no estuvo solo en la orientacioacuten autaacuterquica e intervencionista sino en la destruccioacuten y reorien-tacioacuten de un sistema de innovacioacuten que difiacutecilmente iba a poder recuperarse Entra en el terreno de los contrafactuales aventurar queacute hubiera pasado con un desenlace diferente al de la derrota de la Segunda Repuacuteblica Lo que siacute sabemos es que el triunfo del tecnocratismo no fue inofensivo dados los su-puestos equivocados de energiacutea barata inocuidad de la nueva tecnologiacutea y generalizacioacuten a escala planetaria de la revolucioacuten verde Y resulta razonable compartir la idea de que la ausencia de un entramado institucional propio de investigacioacuten y experimentacioacuten bien conformado hizo mucho maacutes vul-nerable a las agriculturas espantildeolas a las innovaciones del paradigma de la revolucioacuten verde

Si solo se contempla la espuma de las estadiacutesticas el resultado conse-guido por la agricultura espantildeola en la segunda mitad del siglo XX parece espectacular Espantildea se ha convertido en un laquodragoacuten europeoraquo (Carpintero 2002) La metaacutefora se aplica a las altas tasas de crecimiento en la utilizacioacuten de energiacutea y materiales por parte de la economiacutea espantildeola en compara-cioacuten con el resto de Europa y resulta tambieacuten apropiada para entender ese avance hacia una agricultura muy subsidiada por combustibles foacutesiles y re-cursos no renovables Aunque bien es cierto que no resulta aplicable a la agricultura una de las variables fundamentales de los laquodragones asiaacuteticosraquo la abundancia de mano de obra pues la poblacioacuten activa agraria se contrajo a la mitad en 15 antildeos del 40 en 1960 al 20 en 1975 hoy estaacute en torno al 3 Asiacute pues frente al laquodesarrollo pausadoraquo al que se ajustaban las socie-dades agrarias antes de 1940 hemos pasado a otro modelo que mediante diversos atajos ndashbrusca caiacuteda de la poblacioacuten activa incentivos de las sub-venciones de la Poliacutetica Agraria Comunitariahellipndash ha querido acortar el camino de laquoNatura non facit saltusraquo El coste del llamado laquomilagro econoacutemicoraquo ha sido enorme

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Ricardo Robledo HernaacutendezCambio teacutecnico y medioambiental en Espantildea iquestatraso agrario o laquodragoacuten europeoraquoArtefaCToS vol 4 nordm 1 diciembre 2011 134-135

La estrategia productivista caracteriacutestica de la evolucioacuten de la agricultu-ra la ganaderiacutea y la gestioacuten forestal se ha asentado sobre laquola desconexioacuten entre la vocacioacuten productiva de los territorios seguacuten sus caracteriacutesticas am-bientales y los aprovechamientos a que han sido destinadosraquo (Carpintero 2012) En la agricultura como ha analizado este autor la introduccioacuten de cultivos muy exigentes en agua y nutrientes en zonas de la peniacutensula no muy bien dotadas para ello ha provocado situaciones de sobreexplotacioacuten de los propios recursos y sobredependencia de recursos no renovables (petroacuteleo) En la ganaderiacutea se ha incentivado la estabulacioacuten y el abandono de los pastos extendieacutendose tambieacuten la misma loacutegica a la gestioacuten forestal con la sustitucioacuten de especies autoacutectonas por otras de crecimiento raacutepido y con-virtiendo asiacute al decir de Luis Ceballos las laquosociedades de aacuterbolesraquo que son los bosques en los laquoejeacutercitos de pinosraquo de las repoblaciones

El afaacuten laquomodernizadorraquo del sector agrario espantildeol se cierra con un ba-lance triplemente negativo De una agricultura que financiaba el resto de sectores se ha pasado a otra endeudada necesitada de tutela puacuteblica En segundo lugar ha retrocedido considerablemente en eficiencia energeacutetica8 Por uacuteltimo la erosioacuten y despoblacioacuten de gran parte del territorio peninsular han confirmado los presagios de Huguet del Villar cuando criticaba el mode-lo productivo de la agricolizacioacuten

El proceder a la inversa de lo que la naturaleza indicaba destruyendo los aacuterboles y empentildeaacutendose en hacer de Espantildea solamente un granero ha dado por resultado la desertizacioacuten de tan enormes extensiones que de continuar acabaraacute por convertir a la Espantildea seca en un verdadero desierto de arcillas calizas arenales o granito seguacuten la regioacuten pero por doquier aba-rrancado pelado o inuacutetil para la vida (Huguet del Villar 1921 194)

Bibliografiacutea

BARCIELA Carlos y MELGAREJO Joaquiacuten (eds) (2000) El agua en la historia de Espa-ntildea Universidad de Alicante

8 En los antildeos 50 por cada kilocaloriacutea invertida en la agricultura y la gana deriacutea en forma de inputs externos (sin considerar los reempleos) se obteniacutean 61 kilocaloriacuteas como alimento a finales de los setenta y mediados de los noventa apenas se llegaba a la unidad (CARPINTERO 2005 p 278)

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Ricardo Robledo HernaacutendezCambio teacutecnico y medioambiental en Espantildea iquestatraso agrario o laquodragoacuten europeoraquo

ArtefaCToS vol 4 nordm 1 diciembre 2011 135-135

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CARMONA Juan y ROSEacuteS Joan (2011) laquoWas Land Reform Necessary Access to Land in Spain 1860 to 1931raquo Working Papers in Economic History Universi-dad Carlos III

CARPINTERO Oacutescar (2002) laquoLa economiacutea espantildeola el ldquodragoacuten europeordquo en flujos de energiacutea materiales y huella ecoloacutegica 1955-1995raquo Revista de Ecologiacutea Poliacutetica 23 pp 85-125

mdash (2005) El metabolismo de la economiacutea espantildeola Recursos naturales y huella ecoloacutegica (1955-2000) Lanzarote Fundacioacuten Ceacutesar Manrique

FERNAacuteNDEZ PRIETO Lourenzo (2007) El apagoacuten tecnoloacutegico del franquismo Estado e innovacioacuten en la agricultura espantildeola contemporaacutenea Valencia Tirant Lo Blanch

GALLEGO MARTIacuteNEZ Domingo (2007) Maacutes allaacute de la economiacutea de mercado Los con-dicionantes histoacutericos del desarrollo econoacutemico Madrid Marcial Pons

GARRABOU Ramoacuten et al (1985-1986) Historia agraria de la Espantildea contemporaacutenea 3 vols Barcelona Criacutetica

GONZAacuteLEZ DE MOLINA Manuel y TOLEDO Viacutector (2011) Metabolismos naturaleza e historia Hacia una teoriacutea de las transformaciones socioecoloacutegicas Barcelona Icaria

HUGUET DEL VILLAR Emilio ([1921] 2010) El valor geograacutefico de Espantildea Edicioacuten de E TELLO y C SUDRIagrave Universitat de Barcelona

INFANTE Juan (2012) laquoEl caraacutecter de la especializacioacuten olivarera en el sur de Espantildea (1750-1930) Ecologiacutea campesinado e historiaraquo Documentos de Trabajo 12-01 SEHA

NAREDO Joseacute Manuel (1996) La evolucioacuten de la agricultura en Espantildea (1940-1990) Nota preliminar de M Gonzaacutelez de Molina Granada Universidad de Granada

PUJOL Josep GONZAacuteLEZ DE MOLINA Manuel FERNAacuteNDEZ PRIETO Lourenzo GALLE-

GO Domingo y GARRABOU Ramoacuten (2001) El pozo de todos los males Sobre el atraso en la agricultura espantildeola contemporaacutenea Barcelona Criacutetica

PUJOL Josep (2011) laquoNuevas orientaciones en Historia Econoacutemica Innovacio-nes bioloacutegicas y cambio teacutecnico en el sector triguero europeo siglos XIX-XXraquo lthttpwwwh-economicauabes wps 2011_02pdfgt

ROBLEDO Ricardo (2002) laquoNuevas y viejas cuestiones en la historia agraria espantildeo-laraquo Ayer 47 pp 261-275

mdash (ed) (2010) Ramon Garrabou Sombras del progreso Las huellas de la historia agraria Barcelona Criacutetica

TELLO Enric (2010) laquoUn viacutenculo perdido energiacutea y uso del territorio en la transfor-macioacuten histoacuterica de los paisajes agrarios mediterraacuteneosraquo en ROBLEDO R (ed) (2010) pp 353-386

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de una economiacutea orgaacutenica avanzada Pero la guerra civil cegoacute este camino y primero la represioacuten y luego la emigracioacuten desarbolaron el mundo rural y la consolidacioacuten de la viacutea campesina

El franquismo significoacute ademaacutes un apagoacuten tecnoloacutegico (Fernaacutendez Prieto 2007) El observatorio de la innovacioacuten tecnoloacutegica de la agricultura permite interpretar la poliacutetica econoacutemica del franquismo de manera algo dife-rente a como suele hacerse desde hace tiempo Se ha evaluado maacutes de una vez el coste de la poliacutetica econoacutemica de aquel reacutegimen inaugurado con la represioacuten y la liquidacioacuten de la reforma agraria El corte no estuvo solo en la orientacioacuten autaacuterquica e intervencionista sino en la destruccioacuten y reorien-tacioacuten de un sistema de innovacioacuten que difiacutecilmente iba a poder recuperarse Entra en el terreno de los contrafactuales aventurar queacute hubiera pasado con un desenlace diferente al de la derrota de la Segunda Repuacuteblica Lo que siacute sabemos es que el triunfo del tecnocratismo no fue inofensivo dados los su-puestos equivocados de energiacutea barata inocuidad de la nueva tecnologiacutea y generalizacioacuten a escala planetaria de la revolucioacuten verde Y resulta razonable compartir la idea de que la ausencia de un entramado institucional propio de investigacioacuten y experimentacioacuten bien conformado hizo mucho maacutes vul-nerable a las agriculturas espantildeolas a las innovaciones del paradigma de la revolucioacuten verde

Si solo se contempla la espuma de las estadiacutesticas el resultado conse-guido por la agricultura espantildeola en la segunda mitad del siglo XX parece espectacular Espantildea se ha convertido en un laquodragoacuten europeoraquo (Carpintero 2002) La metaacutefora se aplica a las altas tasas de crecimiento en la utilizacioacuten de energiacutea y materiales por parte de la economiacutea espantildeola en compara-cioacuten con el resto de Europa y resulta tambieacuten apropiada para entender ese avance hacia una agricultura muy subsidiada por combustibles foacutesiles y re-cursos no renovables Aunque bien es cierto que no resulta aplicable a la agricultura una de las variables fundamentales de los laquodragones asiaacuteticosraquo la abundancia de mano de obra pues la poblacioacuten activa agraria se contrajo a la mitad en 15 antildeos del 40 en 1960 al 20 en 1975 hoy estaacute en torno al 3 Asiacute pues frente al laquodesarrollo pausadoraquo al que se ajustaban las socie-dades agrarias antes de 1940 hemos pasado a otro modelo que mediante diversos atajos ndashbrusca caiacuteda de la poblacioacuten activa incentivos de las sub-venciones de la Poliacutetica Agraria Comunitariahellipndash ha querido acortar el camino de laquoNatura non facit saltusraquo El coste del llamado laquomilagro econoacutemicoraquo ha sido enorme

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La estrategia productivista caracteriacutestica de la evolucioacuten de la agricultu-ra la ganaderiacutea y la gestioacuten forestal se ha asentado sobre laquola desconexioacuten entre la vocacioacuten productiva de los territorios seguacuten sus caracteriacutesticas am-bientales y los aprovechamientos a que han sido destinadosraquo (Carpintero 2012) En la agricultura como ha analizado este autor la introduccioacuten de cultivos muy exigentes en agua y nutrientes en zonas de la peniacutensula no muy bien dotadas para ello ha provocado situaciones de sobreexplotacioacuten de los propios recursos y sobredependencia de recursos no renovables (petroacuteleo) En la ganaderiacutea se ha incentivado la estabulacioacuten y el abandono de los pastos extendieacutendose tambieacuten la misma loacutegica a la gestioacuten forestal con la sustitucioacuten de especies autoacutectonas por otras de crecimiento raacutepido y con-virtiendo asiacute al decir de Luis Ceballos las laquosociedades de aacuterbolesraquo que son los bosques en los laquoejeacutercitos de pinosraquo de las repoblaciones

El afaacuten laquomodernizadorraquo del sector agrario espantildeol se cierra con un ba-lance triplemente negativo De una agricultura que financiaba el resto de sectores se ha pasado a otra endeudada necesitada de tutela puacuteblica En segundo lugar ha retrocedido considerablemente en eficiencia energeacutetica8 Por uacuteltimo la erosioacuten y despoblacioacuten de gran parte del territorio peninsular han confirmado los presagios de Huguet del Villar cuando criticaba el mode-lo productivo de la agricolizacioacuten

El proceder a la inversa de lo que la naturaleza indicaba destruyendo los aacuterboles y empentildeaacutendose en hacer de Espantildea solamente un granero ha dado por resultado la desertizacioacuten de tan enormes extensiones que de continuar acabaraacute por convertir a la Espantildea seca en un verdadero desierto de arcillas calizas arenales o granito seguacuten la regioacuten pero por doquier aba-rrancado pelado o inuacutetil para la vida (Huguet del Villar 1921 194)

Bibliografiacutea

BARCIELA Carlos y MELGAREJO Joaquiacuten (eds) (2000) El agua en la historia de Espa-ntildea Universidad de Alicante

8 En los antildeos 50 por cada kilocaloriacutea invertida en la agricultura y la gana deriacutea en forma de inputs externos (sin considerar los reempleos) se obteniacutean 61 kilocaloriacuteas como alimento a finales de los setenta y mediados de los noventa apenas se llegaba a la unidad (CARPINTERO 2005 p 278)

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La estrategia productivista caracteriacutestica de la evolucioacuten de la agricultu-ra la ganaderiacutea y la gestioacuten forestal se ha asentado sobre laquola desconexioacuten entre la vocacioacuten productiva de los territorios seguacuten sus caracteriacutesticas am-bientales y los aprovechamientos a que han sido destinadosraquo (Carpintero 2012) En la agricultura como ha analizado este autor la introduccioacuten de cultivos muy exigentes en agua y nutrientes en zonas de la peniacutensula no muy bien dotadas para ello ha provocado situaciones de sobreexplotacioacuten de los propios recursos y sobredependencia de recursos no renovables (petroacuteleo) En la ganaderiacutea se ha incentivado la estabulacioacuten y el abandono de los pastos extendieacutendose tambieacuten la misma loacutegica a la gestioacuten forestal con la sustitucioacuten de especies autoacutectonas por otras de crecimiento raacutepido y con-virtiendo asiacute al decir de Luis Ceballos las laquosociedades de aacuterbolesraquo que son los bosques en los laquoejeacutercitos de pinosraquo de las repoblaciones

El afaacuten laquomodernizadorraquo del sector agrario espantildeol se cierra con un ba-lance triplemente negativo De una agricultura que financiaba el resto de sectores se ha pasado a otra endeudada necesitada de tutela puacuteblica En segundo lugar ha retrocedido considerablemente en eficiencia energeacutetica8 Por uacuteltimo la erosioacuten y despoblacioacuten de gran parte del territorio peninsular han confirmado los presagios de Huguet del Villar cuando criticaba el mode-lo productivo de la agricolizacioacuten

El proceder a la inversa de lo que la naturaleza indicaba destruyendo los aacuterboles y empentildeaacutendose en hacer de Espantildea solamente un granero ha dado por resultado la desertizacioacuten de tan enormes extensiones que de continuar acabaraacute por convertir a la Espantildea seca en un verdadero desierto de arcillas calizas arenales o granito seguacuten la regioacuten pero por doquier aba-rrancado pelado o inuacutetil para la vida (Huguet del Villar 1921 194)

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