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El proceso de toma de decisiones y de resolución de problemas Dr. José Antonio García Higuera Introducción Siempre hay que tener en cuenta que cada persona afronta la resolución de problemas de una forma diferente, basada en su experiencia y su historia de reforzamiento. Hay modelos clásicos de cómo se toman las decisiones y existe un esquema básico de resolución de problemas (D´Zurilla, Goldfried, 1971) que plantea como hacerlo de forma efectiva y se ha incorporado a la terapia cognitivo conductual con todos los méritos (Nezu, 2004). En esta página se va a dar una visión muy sucinta de este modelo junto con el clásico de toma de decisiones. Definiciones clásicas de los procesos de toma de decisiones. Se presentan a continuación algunas definiciones clásicas de los procesos que se dan el la toma de decisiones y que pueden aclarar de forma importante Dentro de este proceso se dan una serie de conductas que necesitan definición: Hastie, (2001) plantea una serie de definiciones que sirven perfectamente para aclarar el proceso de toma de decisiones, que es una parte de la resolución de problemas: Decisiones. Son combinaciones de situaciones y conductas que pueden ser descritas en términos de tres componentes esenciales: acciones alternativas, consecuencias y sucesos inciertos. Resultado. Son situaciones describibles públicamente que ocurrirían cuando se llevan a cabo las conductas alternativas que se han generado. Como todas las situaciones son dinámicas y suponen que si se continúa la toma la acción el resultado puede variar. Consecuencias. Son las reacciones evaluativas subjetivas, medidas en términos de bueno o malo, ganancias o pérdidas, asociadas con cada resultado. Incertidumbre. Se refiere a los juicios de quien toma la decisión de la propensión de cada suceso de ocurrir. Se describe con medidas que incluyen probabilidad, confianza, y posibilidad? (likelihood) Preferencias. Son conductas expresivas de elegir, o intenciones de elegir, un curso de acción sobre otros. Tomar una decisión se refiere al proceso entero de elegir un curso de acción. Juicio. Son los componentes del proceso de decisión que se refieren a valorar, estimar, inferir que sucesos ocurrirán y cuáles serán las reacciones evaluativas del que toma la decisión en los resultados que obtenga. Según estas definiciones el proceso de toma de decisiones sería encontrar una conducta adecuada para una situación en la que hay una serie de sucesos inciertos. La elección de la situación ya es un elemento que puede entrar en el proceso. Hay que elegir los elementos que son relevantes y obviar los que no lo son y analizar las relaciones entre ellos. Una vez determinada cual es la situación, para tomar decisiones es necesario elaborar acciones alternativas, extrapolarlas para imaginar la situación final y evaluar los resultados teniendo en cuenta las la incertidumbre de cada resultado y su valor. Así se obtiene una imagen de las consecuencias que tendría cada una de las acciones alternativas que se han definido. De acuerdo con las consecuencias se asocia a la situación la conducta más idónea eligiéndola como curso de acción.

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El proceso de toma de decisiones y de resolución de problemas Dr. José Antonio García Higuera Introducción Siempre hay que tener en cuenta que cada persona afronta la resolución de problemas de una forma diferente, basada en su experiencia y su historia de reforzamiento. Hay modelos clásicos de cómo se toman las decisiones y existe un esquema básico de resolución de problemas (D´Zurilla, Goldfried, 1971) que plantea como hacerlo de forma efectiva y se ha incorporado a la terapia cognitivo conductual con todos los méritos (Nezu, 2004). En esta página se va a dar una visión muy sucinta de este modelo junto con el clásico de toma de decisiones. Definiciones clásicas de los procesos de toma de decisiones. Se presentan a continuación algunas definiciones clásicas de los procesos que se dan el la toma de decisiones y que pueden aclarar de forma importante Dentro de este proceso se dan una serie de conductas que necesitan definición: Hastie, (2001) plantea una serie de definiciones que sirven perfectamente para aclarar el proceso de toma de decisiones, que es una parte de la resolución de problemas: Decisiones. Son combinaciones de situaciones y conductas que pueden ser descritas en términos de tres componentes esenciales: acciones alternativas, consecuencias y sucesos inciertos. Resultado. Son situaciones describibles públicamente que ocurrirían cuando se llevan a cabo las conductas alternativas que se han generado. Como todas las situaciones son dinámicas y suponen que si se continúa la toma la acción el resultado puede variar. Consecuencias. Son las reacciones evaluativas subjetivas, medidas en términos de bueno o malo, ganancias o pérdidas, asociadas con cada resultado. Incertidumbre. Se refiere a los juicios de quien toma la decisión de la propensión de cada suceso de

ocurrir. Se describe con medidas que incluyen probabilidad, confianza, y posibilidad? (likelihood) Preferencias. Son conductas expresivas de elegir, o intenciones de elegir, un curso de acción sobre otros. Tomar una decisión se refiere al proceso entero de elegir un curso de acción. Juicio. Son los componentes del proceso de decisión que se refieren a valorar, estimar, inferir que sucesos ocurrirán y cuáles serán las reacciones evaluativas del que toma la decisión en los resultados que obtenga. Según estas definiciones el proceso de toma de decisiones sería encontrar una conducta adecuada para una situación en la que hay una serie de sucesos inciertos. La elección de la situación ya es un elemento que puede entrar en el proceso. Hay que elegir los elementos que son relevantes y obviar los que no lo son y analizar las relaciones entre ellos. Una vez determinada cual es la situación, para tomar decisiones es necesario elaborar acciones alternativas, extrapolarlas para imaginar la situación final y evaluar los resultados teniendo en cuenta las la incertidumbre de cada resultado y su valor. Así se obtiene una imagen de las consecuencias que tendría cada una de las acciones alternativas que se han definido. De acuerdo con las consecuencias se asocia a la situación la conducta más idónea eligiéndola como curso de acción.

Modelo de toma de decisiones En el modelo de D´Zurilla y Goldfried se consideran dos dimensiones: Una orientación al problema que incluye las creencias sobre el control que ejerce el individuo sobre la resolución de sus problemas. A su vez tiene dos factores basados en la teoría de la autoeficacia de Bandura (1997): La creencia en la autoeficacia en la resolución de los problemas. Basada en la expectativa de eficacia. La creencia que los problemas de la vida se pueden resolver. Basada en la expectativa de resultado. Una serie de pasos que configuran un proceso ideal de resolución de problemas y toma de decisiones. La orientación al problema La orientación positiva al problema puede dar lugar a: Ver los problemas como retos. Ser optimista en el sentido de que los problemas tienen solución Percibir que se tiene una fuerte capacidad para enfrentar los problemas. Estar dispuesto a invertir tiempo y esfuerzo en su solución. Una orientación negativa al problema implica ver los problemas como amenazas. Creer que son insolubles. Dudar de la propia habilidad para solucionarlos. Frustrarse y estresarse cuando se encuentran frente a un problema. En resumen y de forma más importante, una orientación positiva al problema induce al sujeto a enfrentarse a él, mientras que la orientación negativa le prepara para evitarlo. Modelo de resolución de problemas o toma de decisiones La toma de decisiones es la asociación de un curso de acción o plan con una situación determinada. El modelo que se presenta de toma de decisiones tiene los siguientes pasos: Hacer planes supone:

Realizar un modelo de la situación actual o una definición del problema. Problema se define como “una situación real o anticipada en la vida que requiere respuestas por parte del sujeto para un funcionamiento adaptativo; pero que no están disponibles o no son identificables por él, debido a la existencia de barreras u obstáculos” (Nezu, 2004). Las demandas de la situación pueden venir de exterior; pero también de los objetivos y valores del individuo. Las barreras más comunes para alcanzar los objetivos son: ambigüedad, incertidumbre, demandas en conflicto, falta de recursos, o novedad. En esta fase se incluye la definición de los objetivos que el individuo quiere alcanzar (Nezu, 2004). Cuando se va a resolver un problema es necesario analizarlo y dilucidar cuales son los procesos y aspectos relevantes que están influyendo en la aparición y mantenimiento del problema o qué hace amenazante la situación. En este paso el proceso de alcanzar una conducta adecuada también puede tomar características patológicas. El análisis de las situaciones es un análisis causal, intentando determinar las influencias de unos factores en otros, en el momento actual y en la posible evolución. Generar conductas alternativas posibles dentro del modelo de la realidad que se ha creado. Es una fase que depende de la creatividad del individuo. Se trata de imaginar las alternativas posibles. La crítica y autocrítica juegan un papel que compromete de forma importante la efectividad de este paso. Es preciso suprimir ambas en una primera fase para poder considerar las soluciones sin una censura previa. Se hace siguiendo las reglas del brainstorming, en el que no se realizan críticas ni evaluaciones de las ideas propuestas; cualquier propuesta es aprovechada, completada o variada para generar nuevas soluciones. Las personas con ansiedad social son muy vulnerables a las críticas e inhiben su creatividad por el miedo a equivocarse y ser rechazados socialmente. Este aspecto puede dejar a la persona anclada y sin salida en este paso. Hay que recordar que entre las instrucciones que se dan en los ejercicios creativos como el brainstorming destaca la de actuar con una ausencia total de crítica para generar alternativas que serán evaluadas en otra fase. Dando este paso es importante tener la mente abierta y la conciencia plena para poder salir de los comportamientos

establecidos y automáticos (Langer, 2000, García Higuera, 2004) y comportarnos de acuerdo con nuestros valores.

Extrapolar los resultados asociados a cada conducta generada. con objeto de prever los resultados de ponerlas en práctica con los cambios que se producirán en la situación. Es una parte de la resolución de problemas que está muy sujeta a la incertidumbre, porque el resultado de nuestras acciones no depende solo lo que hagamos, sino que son fundamentales las reacciones de los demás que están involucrados en la situación. Saber predecir los resultados de un plan que se ha elaborado es difícil y la incertidumbre juega de nuevo un papel fundamental. Esta fase puede ser una fuente inagotable de sucesos preocupantes, sobre todo si se quiere evitar la incertidumbre que supone la ignorancia de cómo va a reaccionar el otro a nuestro a nuestra actuación. Si queremos asegurarnos de que la conducta del otro no va a ser la que tememos, nos podemos encontrar cogidos en la trampa de la preocupación previendo numerosos sucesos “¿Y si...?”. Extraer las consecuencias de cada resultado, es decir, valorar la situación generada de acuerdo con los objetivos que se pretenden alcanzar. Para ello se valoran la probabilidad de que un resultado, es decir, su incertidumbre; junto con los beneficios o perjuicios que pueden conllevar que ocurra, es decir, las consecuencias de cada resultado. Esta evaluación se realiza a veces de forma consciente y pensada poniendo en una balanza cada aspecto del resultado; en esos casos se emplean conceptos como Utilidad = probabilidad x valor (Hastie, 2001). Pero muy frecuentemente se evalúa de forma general tomando solamente el sentimiento o la sensación que incluye la impresión global que nos evoca la situación prevista. Esta evaluación puede hacerse de forma automática, es decir, sin un pensamiento consciente, guiándonos solamente por las sensaciones que nos ha producido. En este

paso se incluye valorar la incertidumbre de los sucesos. Elegir la acción que se va a llevar a cabo entre las que pueden producir el resultado que se busca. Una consecuencia inmediata de la evaluación de los resultados es la elección de la conducta más adecuada para resolver el problema. Pero a veces se llega sin duda a cual debe ser la actuación, como fruto de la valoración de las consecuencias; pero, una vez identificada, puede haber problemas para llevarla a la práctica. “Eso es lo que tendría que hacer; pero...” Controlar el proceso cuando se lleva a cabo la acción. Cuando realizamos una acción entramos en el proceso de control de lo que hacemos, (Carver y Scheier, 1981) en el que vamos monitorizando si el resultado actual va en el camino que esperamos o no. Si no marcha en dirección al objetivo, generamos nuevos caminos o cambiamos los planes en un proceso de toma de decisiones parecido. La preocupación es una acción que va dirigida a tomar una decisión, por eso el proceso se puede monitorizar y controlar como la de cualquier acción que persiga un objetivo. Evaluar los resultados obtenidos. Es el momento de repasar lo que se ha realizado con objeto de aprender para el futuro. Una revisión rápida del proceso que se ha llevado y de las conductas de los demás nos ayuda para mejorar nuestra toma de decisiones. La evaluación se ha de hacer basándose en los hechos acaecidos y en los resultados reales y medibles obtenidos. Si se quieren evaluar las reacciones implícitas y los sentimientos de los otros se puede caer en la preocupación inútil y destructiva. Así, se pueden realizar revisiones sin fin cuando se consideran las posibles reacciones negativas no explícitas que han podido tomar los otros. “¿Qué habrán pensado?”, “¿habré quedado bien realmente?”… Revisando la propia actuación se pueden tomar en consideración nuevas acciones alternativas que no se habían pensado previamente: “¿si hubiera dicho esto en lugar de lo que dije…?”. Es más fácil sabiendo cómo han reaccionado los otros, ajustar la actuación para obtener el resultado buscado, pero eso solamente se puede hacer en el momento en que ocurre y se tiene que tener la mente abierta y preparada para reaccionar o aceptar nuestras limitaciones y crear una nueva oportunidad para obtener los resultados apetecidos. La revisión de los resultados es un proceso que pretende conseguir mejorar la

actuación siguiente, pero, si no se mantiene dentro de unos límites, lo único que se logra es continuar la preocupación después de acabada la acción. Las propuestas terapéuticas en este caso son: aceptar la evaluación del otro es la forma terapéutica de poner coto a los pensamientos, aceptar las propias limitaciones intentando, si fuera preciso, crear una segunda oportunidad, acabar con la revisión si los resultados obtenidos han sido aceptables o si no se prevé una nueva oportunidad de enfrentarse a la misma situación. A veces se considera la toma de decisiones como la parte que se realiza desde que se tienen las conductas alternativas generadas hasta que se realizan la elección de la acción a llevar a cabo. Pero otras veces se considera que todo el proceso está incluido en la toma de decisiones. Resumen del proceso de toma de decisiones Hay modelos clásicos de cómo se toman las decisiones (Hastie, 2001) y existe un esquema básico de resolución de problemas (D´Zurilla, Goldfried, 1971) que plantea como hacerlo de forma efectiva y que se ha incorporado a la terapia cognitivo conductual con todos los méritos (Nezu, 2004). Por supuesto que en la práctica clínica no se puede olvidar nunca que las personas no nacieron para ajustarse a los modelos y que hay que determinar para cada paciente que proceso sigue para tomar sus decisiones, teniendo en cuenta que cada persona afronta la resolución de problemas de una forma diferente, basada en su experiencia y su historia de aprendizaje, y es el análisis del método particular que sigue el paciente para resolver sus problemas lo que nos va a permitir analizar la influencia de la preocupación en sus trastornos.

La toma de decisiones consiste en encontrar una conducta adecuada para resolver una situación problemática, en la que, además, hay una serie de sucesos inciertos. Una vez que se ha detectado una

amenaza, real, imaginaria, probable o no, y se ha decidido hacer un plan para enfrentarse a ella, hay que analizar la situación: hay que determinar los elementos que son relevantes y obviar los que no lo son y analizar las relaciones entre ellos y la forma que tenemos de influir en ellos. Este paso puede dar lugar a problemas, cuando se tienen en cuenta aspectos irrelevantes y se ignoran elementos fundamentales del problema. Una vez determinada cual es la situación problemática y analizada en profundidad, para tomar decisiones, es necesario elaborar modelos de acciones alternativas, extrapolarlas para imaginar el resultado final y evaluar este teniendo en cuenta la incertidumbre de cada suceso que lo compone y el valor que subjetivamente se le asigna ya sea consciente o automáticamente. Así se obtiene una idea de las consecuencias que tendría cada una de las acciones alternativas que se han definido y que puede servir para elegir la conducta más idónea como el curso de acción que va a solucionar la amenaza. Descrito así, el modelo de toma de decisiones puede aplicarse a cualquier situación en la que hagamos un plan para afrontarla y no solamente a las situaciones amenazantes o problemáticas. La preocupación es la conducta de preparar el curso de acción y puede estar asociada a situaciones que nos causan ansiedad, a cualquier problema que queramos resolver o cualquier acción creativa que queramos desarrollar de forma controlada. En este sentido, habría que analizar si preocuparse en tareas que no son problemáticas, por ejemplo, la dedicación excesiva al trabajo; pueden tener la misma función que la preocupación patológica que se describe en el resto de artículo. El proceso de toma de decisiones se puede llevar a cabo automáticamente o conscientemente, tal y como plantean los modelos aquí mencionados. Pero posiblemente se elija muchas veces el curso de acción sin hacer ningún plan y sin extrapolar las consecuencias, sino más bien siguiendo las primeras reacciones automáticas que se han generado en la situación o simplemente se evite la preocupación y la toma de decisiones. Nezu (2004) define otros estilos de resolución de problemas, el impulsivo que actúa así o el evitativo, que simplemente no se enfrenta al problema. Frente al estilo evitativo, entrar en el proceso de toma de decisiones puede ser un paso adelante.

CARACTERÍSTICAS DEL PENSAMIENTO, INTELIGENCIA, LENGUAJE Y

COGNICION.

Características del pensamiento:

Se caracteriza porque opera mediante

conceptos. Siempre responde a una

motivación, que pueda estar originada en el

ambiente natural, social o cultural. es una

resolución de problemas. El proceso del

pensar lógico siempre sigue una determinada

dirección. En busca de una conclusión o de

la solución de un problema Se presenta

coherente y organizada, en lo que respecta a

sus diversos aspectos, elementos y etapas.

Caracteristicas de la inteligencia:

La inteligencia posee un carácter Individual-

Personal, es un sistema cognitivo en el cual

influye la velocidad de procesamiento de la

información y como esta es capaz de

retenerla activa en la memoria inmediata. La

inteligencia media la expresión de las

habilidades. Las dimensiones de la

inteligencia son, la capacidad de resolver

problemas, capacidad verbal e inteligencia

práctica o social. La inteligencia necesita de

ciertos requisitos individuales para la solución

de problemas o algún tipo de dificultad.

También de alguna manera crear o

encontrar problemas y de este modo tener la

capacidad de solucionarlos. Un problema

está presente cuando se evidencia un

conflicto entre un elemento conocido y uno

desconocido.

Características del lenguaje:

Es obtenido, producto del aprendizaje

aunque existen unos

condicionamientos psicofisilógicos

innatos.

Es articulado, ya que contando con

una pequeña cantidad de elementos

es posible crear infinitos mensajes.

Es simbólico, las palabras están en

lugar de las cosas.

Es convencional ya que no hay

relación entre las señales y los objetos

designados.

La solución de problemas como un campo de concurrencia de distintas teorías en Psicología* Problems solution as a field of concurrenceamong different theories in Psychology

Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia

Resumen Tanto la investigación reciente como en los desarrollos más clásicos de la psicología, la solución de problemas es un campo donde se confrontan los avances de la psicología cognitiva. Diversos enfoques han construido teorías explicativas e interpretativas de los procesos psicológicos involucrados y de las características universales, culturales e individuales de los sujetos en situación de resolver un problema. Esta diversidad ilustra la riqueza y heterogeneidad de desarrollos teóricos y empíricos que constituyen la disciplina psicológica. Se hace un análisis de los conceptos nucleares con los que las principales teorías trabajan (entre otras el asociacionismo, la gestalt, los aportes de Piaget, Newel & Simon y de Vygotski). Actualmente los investigadores enfatizan los interrogantes que son cruciales para entender los cambios en los procesos de socialización y aprendizaje de las nuevas generaciones. Igualmente se considera la importancia del tema en la comprensión de los procesos de enseñanza aprendizaje dentro y fuera de la escuela. Palabras claves: Solución de problemas, Solución colaborativa de problemas, Desarrollo cognitivo, Aprendizaje

La solución de problemas, junto con otras actividades psicológicas como la formación de imágenes y representaciones mentales, la comprensión del lenguaje, la elaboración de juicios morales o sociales, ha sido objeto de interesantes debates que han marcado el desarrollo de la psicología, renovando, en forma particular, el estudio y la explicación del funcionamiento mental. En la psicología, la solución de problemas ha sido abordada como un campo donde se ponen a prueba diferentes enfoques teóricos. Teorías asociacionistas, psicología de la gestalt, teorías de corte piagetiano y postpiagetiano, cognitivismo clásico o el conexionismo, han buscado explicar e interpretar los comportamientos, las acciones, los procesos mentales que ponen en obra “los organismos vivientes dotados de un psiquismo que conocemos como humanos”. Según Gineste, “el giro teórico decisivo para la disciplina se dio en los años >5, ante las di@cultades enormes que enfrentó para dar cuenta de conductas complejas como la comprensión del lenguaje, la resolución de problemas y los aprendizajes de conocimientos, entre otras. Movimiento teórico, cognitivismo, que tuvo ilustres precursores como Bruner, Piaget o los gestaltistas y que invadió la psicología en todas sus especialidades y subdisciplinas” (Gineste, 0FF6, 0H). Teniendo en cuenta el papel que ha jugado la solución de problemas, el objetivo es hacer un análisis de los rasgos más generales del abordaje que hacen del tema algunas de las teorías psicológicas más clásicas. Frente al tema se ponen a prueba sus aportes conceptuales y metodológicos, integrando preguntas de la psicología del desarrollo, la psicología cognitiva y la psicología educativa. Esta diversidad de enfoques ilustra la riqueza y heterogeneidad de desarrollos teóricos y empíricos que constituyen la disciplina psicológica. La solución de problemas

El análisis de la solución de problemas ha sido clave para la psicología cognitiva tanto en sus elaboraciones teóricas como a nivel de la investigación0. En la literatura psicológica hay un amplio consenso en relación con el lugar que ocupan las situaciones problémicas como generadoras de la actividad cognitiva humana. El ser humano experimenta la necesidad de pensar y organizar su actividad cognoscitiva, cuando en el marco de sus vivencias cotidianas, encuentra que su falta de conocimiento se convierte en obstáculo para conseguir sus metas. La situación problémica se experimenta subjetivamente como una tensión o necesidad, la cual

puede entenderse como el origen de diversos procesos cognitivos y afectivos: estos procesos han sido objeto de estudio no solo de la psicología, sino de las ciencias cognitivas en conjunto. Desde comienzos del siglo pasado la psicología ha trabajado el tema de la solución de problemas poniendo a prueba distintas teorías sobre el funcionamiento mental y sobre la manera como el ser humano construye una solución en el marco de una situación o ante una tarea, frente a la cual no tiene respuestas dadas o soluciones conocidas. En palabras de Oléron: 0. La psicología cognitiva ha planteado desde sus inicios, una estrecha conexión entre adquisición y/o construcción de conocimientos, aprendizaje y solución de problemas. La solución de problemas como un campo de concurrencia de distintas teorías en Psicología

Resolver un problema es abordar una situación con un cierto número de esquemas de respuestas que se ha intentado aplicar pero que se muestran ine@caces y que es necesario modi@car o que es necesario remplazar por otras que el sujeto invente. Hay problema cuando el sujeto se encuentra verdaderamente desarmado delante de los estímulos, de lo cual se deduce la importancia atribuida a la invención (Oléron, 0FW5, W). Oléron, igualmente, hace otras precisiones sobre cuándo se puede hablar de problema: a) No se puede hablar de problema sino cuando una solución es posible. El sujeto puede encontrarse en una situación en la cual es imposible conseguir el @n y ante la cual se encuentra derrotado; una ecuación de segundo grado o una raíz cuadrada no son problemas para un niño de 6 años o para un analfabeto. b) Igual- mente, la solución debe ser posible por medios intelectuales. Si el sujeto consigue resolver la situación por el solo desarrollo de una capacidad o de una habilidad adquirida, se trata solamente

de adaptación o aprendizaje. (Oléron, 0FW5, Y4). Este autor muestra que si bien un problema es, por definición, una situación nueva y su resolución implica una invención, los procedimientos que pone en obra provienen de situaciones anteriores. La palabra problema se ha de@nido de maneras diferentes por distintos autores. La de@nición de Mayer (0FW6) contiene los elementos esenciales: “Un ‘problema’ existe cuando una situación, en un estado dado, es percibida por alguien como que requiere ser cambiada hacia un estado meta, y no hay ninguna manera obvia de transformarla desde el estado dado al estado meta.” La expresión, “ninguna manera obvia”, se entien- de diciendo que cuando es necesario probar, veri@car, o evaluar una o más posibles soluciones, se tiene a mano un problema. Cuando una tarea puede realizarse sin la previa comprobación de posibles soluciones, la tarea no es un problema. Es importante distinguir entre las tareas problema y tareas no problema; un problema empieza con un estado que uno quiere cambiar. Para querer cambiar el estado presente se necesita un motivo; éste existe cuando el estado presente se siente como no agradable, o cuando un estado que uno se representa mentalmente se vuelve una meta, produciendo senti- mientos más agradables que aquellos provocados por el estado presente. Un problema existe si uno quiere cambiar el estado presente sin ver una manera obvia de hacerlo. Así, encontrar una solución es una manera de salir del estado presente, alcanzando el estado meta que signi@ca el paso a un estado más agradable (Mayer, 0FW6). Desde esta perspectiva se introducen elementos que hacen más complicada la bús- queda de un modelo explicativo. Así, se plantea el reconocimiento de la existencia de un problema como una “falla”, lo cual es un requisito previo para empezar a luchar contra ella y “ajustarse” mentalmente a esta condición; esto puede hacer que uno se sienta mejor. De esta manera se hace importante recordar que lo que es un problema para mí, puede no ser un problema para mi vecino. Siguiendo con el signi@cado de la palabra problema, una situación no es un problema si alguien no la siente como tal; un problema siempre existe para alguien. Desde un punto de vista psicológico, no existe problema independientemente de un individuo. Un problema es una situación que al- guien quiere cambiar; y se quiere cambiar porque provoca sentimientos desagradables,

YALILE SÁNCHEZ H. porque la representación de un estado meta provoca un sentimiento que es mejor que el evocado por la situación presente. (Mayer,0FW6). Varios aspectos in\uyen en la tendencia de las personas a experimentar problemas, entre éstos están: (a) la percepción de la situación actual; (b) los escenarios mentales que llevan a representarse posibles eventos futuros; (c) las creencias actuales; (d) las emociones rovocadas por percepciones, escenarios y creencias; y (e) el humor actual. Para una persona determinada, una situación dada siempre será un problema, porque ciertos sentimientos la motivan a intentar cambiarla. En consecuencia, una prueba de la solución es el incremento del grado de bienestar. Adicionalmente, las personas desarrollan, con frecuencia, maneras habituales de resolver sus problemas (Barón, 0FFY). En otras palabras, por ejemplo, cuando nosotros no conseguimos ir de A a B, seleccio- namos nuestra manera de intentar solucionarlo acudiendo a lo que es costumbre en nuestro entorno. Los primeros estudios en este campo se llevaron a cabo en el marco de teorías asocia- cionistas. Para éstas, lo central en la situación de solución de un problema eran dos ele- mentos: la respuesta del individuo frente al medio y el acervo de respuestas de las cuales disponía el sujeto para responder. De esta manera, la solución se consideraba como el producto de diversas tentativas y ensayos sucesivos por medio de los cuales el individuo ponía a prueba una de las respuestas de las cuales disponía. Cuando una de ellas cum- plía el objetivo, el lazo entre la respuesta y la situación se guardaba; si no, la búsqueda continuaba con nuevos ensayos. No se tenía en cuenta que la actividad del sujeto no sólo modi@ca el medio, sino que puede transformar el problema mismo y las represen- taciones que se tienen de él. No se tomaban en cuenta las representaciones mentales que tiene el sujeto del medio, del problema y de sí mismo, las cuales varían dependiendo de los @nes y las condiciones particulares en que se desarrolla la actividad. Paralelamente, en la misma época, la psicología de la gestalt propone otra manera de entender la solución de problemas. Autores como Kohler, Maier, Duncker y Werthei- mer trabajaron sobre el tema. Nociones como las de estructuración, re-estructuración e insight cobran vigencia. Se coloca en el centro de su explicación la organización es- tructural de los elementos que constituyen la situación y el descubrimiento de la orga- nización de conjunto por parte del individuo, siendo la aprehensión de la relación de conjunto la que puede permitir solucionar el problema. Esto puede darse súbitamente, o a partir de la acción del sujeto. Acción que con cada manipulación física o mental reorganiza los elementos del problema inicial hasta el punto en el cual la solución se desprende de la correcta organización. El descubrimiento repentino de la solución a partir de la percepción de la nueva organización constituye el insight, elemento básico dentro de esta perspectiva. Según Guillaume (0F>F): La inteligencia tiene como una de sus características la movilidad de la or- ganización y la posibilidad de cambios de estructura que revelan nuevos objetos y nuevas relaciones… de forma tal que esta se de@ne por la adapta- bilidad de este pensamiento, por la posibilidad de inventar y resolver pro- blemas. Es necesario que haya problema y no hay problema cuando una respuesta instintiva o habitual, es decir una adaptación pre-existente es su- @ciente para la satisfacción de las necesidades (Guillaume, 0FFH, H_6). La solución de problemas como un campo de concurrencia de distintas teorías en Psicología

[151] REVISTA COLOMBIANA DE PSICOLOGÍA N°16 2007 ISSN 0121-5469 BOGOTÁ COLOMBIA

Para Guillaume, la teoría de la forma, la psicología de la gestalt, cuestiona la teoría asociacionista sobre la solución de problemas. Según él, dentro de esta teoría, los problemas y el material empleado (las cajas de "orndike) excluyen una verdadera comprensión de la situación. En estas cajas la apertura de la puerta depende, en gran

medida, de mecanismos escondidos, de manera que el animal no puede abrirlo sino por azar, en medio de movimientos desordenados. Para Guillaume, los problemas que se utilizan para evaluar la inteligencia deben presentarse en el marco de situaciones que sean completamente inteligibles; los elementos deben ser presentados en el campo actual de percepción, de modo que el conjunto pueda ser alcanzado de una sola mira- da. Así, la solución será inmediata si ésta resulta de la organización espontánea de este conjunto, o será por etapas, si implica reorganización de la estructura primitiva. En las experiencias de Köhler con monos se puso a prueba cómo la reorganización del acto responde a una re-organización de la percepción y de las relaciones del objeto. Para describir estas trasformaciones estructurales, los autores de la teoría de la forma crea- ron conceptos como segregación; @gura y fondo; articulación de campo; función de contorno, de eje, de centro, etc. Según Guillaume, los estudios sobre la percepción han permitido reconocer las condiciones objetivas y subjetivas de estas trasformaciones. Más recientemente, según Holyoak (0FFH), “un problema sobreviene cuando nosotros tenemos un objetivo –un estado al cual nosotros queremos llegar –y el modo de lograr- lo no es inmediatamente evidente” (Holyoak, 0FFH, 00W). Desde su perspectiva se puede tener claridad sobre lo que es la resolución de problemas a partir de la metáfora de las localizaciones espaciales, la cual impregna casi todas las descripciones de la solución de problemas. Se trata de pensar las secuencias de eventos que ocurren como caminos metafóricos que llevan de un lugar a otro. Así, se habla de buscar la vía para alcanzar un objetivo, de rodear los obstáculos encontrados a lo largo del camino, de caer en un impasse, de despejar el camino, de aproximarse al problema bajo un ángulo diferente, de perderse, entre otras. Esta perspectiva se inscribe en la reformulación de una teoría general de la resolución de problemas realizada por Newell & Simón (0F>4) quienes, desde la psicología computacional, son los precursores, en los años >5, de un cambio sobre la orientación cognitiva en los estudios sobre el tema. En su formulación de lo que ellos llaman el espacio problema, enuncian cuatro elementos que lo conforman: un estado inicial, un estado-@n por alcanzar, un conjunto de operadores o acciones posibles y las condiciones que indican lo que no es permitido y las consecuencias de la escogencia de una u otra acción. En esta óptica, la solución no tiene que ver solamente con la consecución del @n, sino con el conjunto de operadores que aseguran la trasfor- mación del estado inicial en el estado-@n, respetando las condiciones del problema. El espacio problema está compuesto por todos los estados que pueden ser virtualmente alcanzados utilizando los operadores; la resolución es un conjunto de operadores que pueden transformar el estado inicial en el estado-@n, siempre y cuando se respeten las condiciones; el método es el procedimiento que permite encontrar la solución en- tre todos los caminos posibles que se desprenden del estado inicial y el estado-@n. El análisis del espacio problema produce un resultado matemático; puede hacerse un cálculo según la profundidad de la búsqueda, la cual hace crecer el tamaño del espacio problema. Dentro de esta perspectiva, en la cual la mente es un sistema de procesamiento de in- formación, cualquier problema se podría de@nir por un estado inicial, un estado @nal YALILE SÁNCHEZ H.

[152] DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

a alcanzar y una sucesión de acciones que conectan estos dos estados. Esto supone un sujeto capaz de aprehender, organizar, almacenar, recuperar, activar la información recibida, por medio de un sistema de memorias a corto y largo plazo. Supone que en la explicación de la actividad mental que el sujeto despliega, tienen un lugar especial el conjunto de esquemas y/o modelos mentales, conocimientos declarativos y proce- dimentales, que éste construye y pone en acción, para desarrollar las estrategias que le permiten alcanzar el estado @nal. El acento se coloca en los procedimientos que el sujeto desarrolla para encontrar la solución; también se le da un lugar central a los procesos de control, los cuales pueden ser simulados a través de programas de compu-

tador. El análisis de la resolución de problemas realizado desde el enfoque del análisis de tareas, ha aportado un modelo eminentemente abstracto, pero muy productivo para la investigación. El ser humano, en su búsqueda de procedimientos de solución, recurre a métodos de búsqueda heurísticos, en lugar de examinar todas las combinaciones posibles. Algu- nos de estos métodos son generales y ampliamente aplicables; otros son especí@cos y dependen de condiciones particulares; ambos han aportado un campo fructífero para la investigación y constituyen referentes (al igual que las anteriores teorías) importan- tes para su estudio en la actualidad. El papel que juega la heurística en los procesos de resolución de problemas fue destacado por Polya (0FH6). El @n de la heurística es analizar los métodos y las reglas del descubrimiento y la invención. Un razonamiento heurístico es un razonamiento que no es considerado de@nitivo o riguroso; es un razo- namiento plausible, provisional, dirigido a descubrir una solución bajo la perspectiva de tener “una mejor comprensión de las operaciones mentales generales, típicas que intervienen en el descubrimiento de una solución” (Polya, 0FH6/0FFH, HH5). En la bús- queda de certitud y de soluciones de@nitivas, el razonamiento heurístico cumple una función importante para construir pruebas rigurosas. Polya distingue los problemas que se deben resolver y los problemas que se deben demostrar, y en ambos casos le da un papel básico a la heurística. La perspectiva piagetiana sobre la solución de problemas Inhelder (0F>W), en un texto titulado “Las estrategias cognitivas: aproximación al estu- dio de los procedimientos de resolución de problemas”, hace referencia al cambio que se dio en la Escuela de Ginebra a propósito del tema que hemos venido abordando, el cual ilustra muy bien su punto de vista: Las investigaciones que ocupan actualmente a nuestro equipo de cola- boradores suponen un cambio de perspectiva respecto a nuestros traba- jos precedentes en el campo de la psicología genética. El sujeto epistémico, que ha sido en el pasado el centro de interés de nuestras preocupaciones, es sustituido en la orientación actual por el sujeto psicológico, es decir, por el niño que enfrentado a un problema concreto, descubre progresiva- mente un conjunto de medios para resolverlo (Inhelder, 0F>W, H).

Interesarse en el sujeto psicológico, en lugar del sujeto epistémico, signi@ca atender a lo individual en lugar de centrarse en lo universal. Como Inhelder lo plantea, por sujeto psicológico se entiende “lo que es propio de los sujetos individuales como, por ejemplo, la necesidad de una organización general que debe operarse entre el objetivo a alcan- La solución de problemas como un campo de concurrencia de distintas teorías en Psicología

Los nuevos retos que implica el análisis de las estrategias de resolución de problemas para la psicología genética son claramente expuestos por Inhelder: En de@nitiva, nuestros trabajos anteriores, más epistemológicos y estructura- listas, estaban dirigidos hacia lo que hay de más general, incluso de universal, en la génesis del conocimiento; el objeto de los estudios actuales es, por el con- trario, la búsqueda de los mecanismos funcionales subyacentes a las estrate- gias particulares del sujeto individual en sus diferentes niveles de desarrollo. Si los modelos lógico-matemáticos y biológicos han resultado extremadamente útiles para el análisis de las formas más generales de la comprensión de la rea- lidad, en cambio el análisis de las estrategias individuales en el transcurso de la resolución de problemas resulta mucho más delicado (Inhelder, 0F>W, >). La evaluación que hace la autora del enfoque de la inteligencia arti@cial que también se ha orientado por modelos abstractos, resulta muy diciente en la exposición que es- tamos haciendo: “Aunque podría pensarse en la conveniencia de recurrir a modelos inspirados en la inteligencia arti@cial, salta a la vista que tales modelos resultan poco adecuados para dar cuenta de un pensamiento en continua trasformación” (Inhelder, 0F>W, >).

Tener en cuenta el sujeto psicológico en lugar de centrarse en los aspectos estructu- rales –el sujeto epistémico– dentro de nuestra línea de argumentación, representa un importante cambio en dirección al reconocimiento, dentro de la investigación, del ser humano como sujeto afectado, en la vida cotidiana, por distintas condiciones y fac- tores socioculturales cuando busca resolver las diversas tareas y problemas que se le plantean. La concepción de Piaget del sujeto de la actividad cognitiva se relaciona con el lugar que le da a la interacción social, lo cual es contradictorio. En su obra temprana, “El criterio moral”, sus a@rmaciones son contundentes en relación con el rol que la in- teracción tiene en el proceso de descentración; pero en su trabajo posterior se focaliza en los procesos de equilibración dentro del funcionamiento cognitivo y el papel de las interacciones sociales se invisibiliza. Estas di@cultades también tienen que ver con el lugar que le atribuye Piaget al lenguaje, particularmente cuando expone el rol que éste cumple en el desarrollo operatorio, lo que se hace más claro si tenemos presente la distinción que hace entre aspectos @gu- rativos y aspectos operativos en el funcionamiento cognitivo. Los aspectos @gurativos (actividades perceptivas, relacionadas con la memoria y las actividades semióticas) tienen que ver, fundamentalmente, con la organización de la información sensorial y la representación de la realidad; los aspectos operativos, con la forma como el sujeto transforma la realidad, al tiempo que la convierte en objeto del conocimiento. Los as- pectos @gurativos juegan un rol secundario dentro de la actividad cognitiva. Así, para Piaget, el lenguaje no es una condición su@ciente ni necesaria para el desarrollo de las operaciones lógico-matemáticas, exceptuando, claro está, el periodo de las operaciones proposicionales o formales cuando la expresión verbal es básica. YALILE SÁNCHEZ H.

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Entre los autores piagetianos se han provocado interesantes controversias sobre los fac- tores que inciden en la generación de los cambios cognitivos. Smedslund, por ejemplo, argumenta lo siguiente: ... las ilusiones, las contradicciones latentes, las lagunas no son reconocidas por el sujeto egocéntrico y es difícil concebir cómo podrá él avanzar si las interaccio- nes se limitan al ambiente no humano. Hay dos tipos de con\icto: el primero se presenta cuando los resultados anticipados no se producen, lo que conduce a un nuevo aprendizaje, pero la naturaleza egocéntrica del sistema no cambia; el se- gundo tipo de con\icto es suscitado por la interacción social y más especialmente por las comunicaciones provenientes de otra persona en una situación dada. La comunicación introduce el punto de vista del otro y si este di@ere del punto de vista propio, habrá un con\icto. El con\icto suscitado por la comunicación es muy diferente de aquel ocasionado por la simple falta de con@rmación de las previsio- nes, que en principio puede ser resuelto por la revisión y mejoramiento de estas. Se puede resumir la discusión anterior proponiendo la hipótesis siguiente: la ocurren- cia de con\ictos de comunicación es una condición necesaria de la descentración intelectual. Esta exposición reclama a favor de una modi@cación del marco de investigación: no se subrayaría más sobre la interacción del sujeto con el medio no humano, sino la interacción social. Esta modi@cación parece necesaria si queremos alcanzar una comprensión más profunda de los mecanismos y el contenido del desarrollo cognitivo. (Smedslund 0F66, citado en Baudier-Delay et al., 0FW0, YW>). El intento de construir herramientas conceptuales para dar cuenta de este sujeto en situación de resolución de un problema, requiere, entonces, no sólo reconocer los as- pectos universales a los que han hecho referencia las primeras teorizaciones; es ne- cesario enfocarse no sólo hacia el sujeto psicológico como lo planteó Inhelder (0F>W), examinando el papel que juegan las estrategias particulares de los sujetos individuales, sino hacia la interacción social y la actividad comunicativa, como lo expuso Smeds- lund (0F66). Los vygotskianos agregarían la necesidad de darle un lugar, igualmente, a los aspectos contextuales, para hacer un reconocimiento del sujeto cognitivo en tanto

sujeto histórico y cultural. Si bien es claro que la perspectiva piagetiana sobre la solución cognitiva de un pro- blema involucra tanto la naturaleza del problema particular, como el equipamiento intelectual del sujeto, y que –mientras otras perspectivas se orientan hacia el análisis de los resultados– los autores piagetianos tienen en cuenta los procesos, para poder entender mejor las reales dimensiones del cambio que se dio dentro de las investiga- ciones piagetianas, según Inhelder, desde un punto de vista estructural a uno o más funcional, hay que detenerse en la diferenciación que se hace entre el sujeto psicológico y el sujeto epistémico. Inhelder nos deja bien claro que se siguen manteniendo los su- puestos teóricos para referirse fundamentalmente a un sujeto, un tanto solipsista, que se enfrenta al objeto y que, a pesar del cambio que implica el análisis de los procesos de solución de problemas referidos al sujeto psicológico, hay una continuidad con los anteriores estudios: En efecto creemos que el estudio de los procedimientos de resolución de problemas adquiere su verdadera signi@cación únicamente si se inscribe en un marco epistemoló- La solución de problemas como un campo de concurrencia de distintas teorías en Psicología

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gico constructivista, si se elabora a partir de análisis estructurales previos y si se apoya sobre las leyes funcionales del progreso del conocimiento (Inhelder, 0F>W, H). Inhelder indica que el método genético ha buscado “reconstruir las formas de evolu- ción del conocimiento en términos de la interacción sujeto-objeto”, el cual “conduce inevitablemente a sistemas coherentes de acciones que mantienen entre sí un conjunto de relaciones analizadas por Piaget en términos de estructuras” (Inhelder, 0F>W, H). Este análisis estructural, a propósito de la solución de problemas, sería necesario pero no su@ciente. Inhelder recuerda que el “estatuto psicológico de las estructuras ha sido ob- jeto de numerosas controversias” y precisa: “Para algunos de nosotros, las estructuras son únicamente unos modelos heurísticamente válidos, mientras que para otros son inherentes a la actividad del sujeto” (Inhelder, 0F>W, H). Sin embargo, según esta autora, los críticos deben admitir que este tipo de análisis estructuralista “permite determinar los limites superiores e inferiores de las posibilidades del sujeto epistémico frente a un problema dado y en el seno de un nivel de desarrollo” (Inhelder, 0F>W ,6). Pero el verda- dero problema consistiría: En establecer los grados de isomor@smo entre los modelos estructura- les y los comportamientos psicológicos y, en este sentido, el análisis estruc- tural del conocimiento es incapaz de explicar la dinámica del progreso intelectual. El motor de este progreso debe buscarse probablemente en la dirección de los mecanismos autorreguladores que aseguran las ´equilibra- ciones mayorantes` como ha postulado Piaget” (Inhelder, 0F>W, 6). La continuidad es clara, aunque Inhelder insiste en que después de haber logrado … precisar algunas leyes estructurales y funcionales del desarrollo cogni- tivo de los mecanismos de comprensión de la realidad imputables al sujeto epistémico, había llegado el momento de centrar nuestro interés en los pro- cesos de invención y en los procedimientos utilizados por el sujeto psicológico en su búsqueda de una solución a problemas concretos (Inhelder, 0F>W, 6).

Desde una perspectiva histórica es necesario subrayar la apertura que brinda esta nue- va mirada que traslada su atención de los esquemas y estructuras generales hacia los @nes y procedimientos, dándole un lugar privilegiado al análisis de las estrategias uti- lizadas en la solución de distintas tareas, como lo expuso Inhelder: El problema central del estudio psicológico de las estrategias consistirá en de- terminar sus condiciones de éxito, es decir, en precisar los ajustamientos pro- gresivos de los medios al @n y en analizar su formación. El análisis de las estrategias cognitivas versará, pues, sobre los sucesivos descubrimientos del sujeto y sobre las razones de las modi@caciones operadas. (Inhelder, 0F>W, >).

De manera sintética y clara, Inhelder expone las di@cultades teóricas y metodológicas que la psicología enfrenta en este campo: Este juego de representaciones no se presta a la observación directa y por ello nuestra tarea, extremadamente difícil, consiste en inferir a partir de YALILE SÁNCHEZ H.

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los comportamientos todos los índices susceptibles de informarnos so- bre los proyectos del sujeto y sobre la manera como concibe la realización de los mismos. Se trata en de@nitiva, de establecer cómo se opera el paso de un “saber-hacer” general a un “cómo-hacer” particular (Inhelder, 0F>W, F).

El lenguaje ha adquirido cada vez más importancia en este campo. Desde una aproxi- mación diferente, Karmilo!-Smith hace una analogía entre los procesos de resolución de problemas y la adquisición del lenguaje: “Mi tesis es que hay equivalencias impor- tantes en el procesamiento que el niño hace en estos diferentes campos” (Karmilo!- Smith, 0FW_, 0W). Esta investigadora plantea que en el procesamiento que los niños hacen cuando enfrentan la resolución de un problema se pueden distinguir tres fases que tienen en común diversos aspectos con los niveles de desarrollo de las producciones narrativas. “… usaré el término fase, dado que deseo argumentar sobre un proceso de tres fases recurrentes en diferentes edades. En otras palabras, cuando me re@era a las fases 0, 4 o _, no deberán ser ligadas a edades particulares”. Desde esta perspectiva se plantea que se pueden caracterizar unos procesos generales en relación con la forma como un individuo enfrenta un problema en cualquier edad: En la fase 0, la fase procedural, la producción conductual está generada por procesos predominantemente dirigidos por los datos. El niño genera procedimientos orientados por la tarea y tiene en cuenta cuidadosamente los estímulos del medio, con retroali- mentación positiva y negativa. Cada unidad conductual es rica y generalmente exitosa en conseguir los objetivos (Karmilo!-Smith, 0FW_, 40). En esta fase las unidades se yuxtaponen y no hay una organización como totalidad; los procedimientos que el niño utiliza toman separadamente los distintos aspectos del problema. “En la fase 4, la fase metaprocedural, la producción conductual esta gene- rada predominantemente por procesos de control “arriba – abajo” con los que el niño monitorea el \ujo de su comportamiento”. En contraste con la fase anterior, la produc- ción conductual se puede ver limitada; hay una organización global de la conducta; esta unidad se da a partir de un procedimiento simpli@cado, pero rígido. Y si antes los procedimientos eran orientados por los hechos, ahora se orientan por la organización con representaciones procedurales. “La tercera fase esta caracterizada por una orien- tación dinámica entre los procesos dirigidos por los datos y los procesos de control arriba–abajo”. Ahora se tienen en cuenta los estímulos ambientales, los cuales se co- ordinan con los mecanismos de control. “No hay predominio de la retroalimentación ambiental ni de los procesos de control” (Karmilo!-Smith, 0FW_, 40). Resumiendo, Karmilo!-Smith describe _ fases que se presentan cuando cualquier su- jeto hace frente a un problema en cualquier campo: una fase inicial en que el sujeto actúa dirigido por los datos, seguido por un periodo de monitoreo, de control rígido y, @nalmente, un periodo de interacción entre los dos tipos de procesos dentro de un sentido de unidad y mayor \exibilidad. La solución colaborativa de problemas En el marco de los trabajos de Vygotski el desarrollo cognitivo está totalmente atra- vesado por lo social. A la psicología le corresponde dar cuenta de la génesis sociocul- tural de las funciones psicológicas humanas. Los planteamientos vygotskianos sirven La solución de problemas como un campo de concurrencia de distintas teorías en Psicología

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hoy de base para la conceptualización y la investigación del desarrollo y el aprendizaje

humanos como procesos asistidos. Múltiples investigaciones se orientan a describir y explicar los distintos contenidos y procesos del desarrollo en el marco de la actividad conjunta cotidiana de los niños en diversas condiciones marcadas por coordenadas de- @nidas de lugar y tiempo. Esta actividad colaborativa ha sido analizada por un conjun- to amplio de autores pertenecientes a lo que Rogo! denomina “una familia de enfoques socioculturales” (Rogo!, 0FFW, 6WY). Naturaleza cognitiva, relacional, cultural y social de los problemas Dentro de la perspectiva sociocultural, la solución de un problema, lejos de ser una situación estándar, implica una situación donde se ponen en acción signi@cados que emergen dentro del interjuego de la dinámica relacional, cuando los individuos actúan con motivaciones concretas, con unos u otros presupuestos, representaciones, expec- tativas y objetivos, en entornos socioculurales determinados. De esta manera, por el contexto donde se realiza la actividad, por las características de la tarea, por las metas y motivos4 con las cuales se implican los participantes y por los procesos cognitivos que pone de presente la actividad, la situación de solución o realización de una tarea es una situación marcada culturalmente. En palabras de Rogo!: El propósito del pensamiento es actuar e@cazmente; las actividades se orientan a una meta (implícita o explícitamente), de acuerdo con una de@nición social y cultural de las metas y los medios mediante los cuales abordar los problemas. La estructura de los problemas que los humanos intentan resolver, el conocimiento base que propor- ciona recursos para lograrlo y las estrategias más o menos e@caces que permiten la solución, se sitúan en una matriz social de propósitos y valores. Los problemas que se plantean, los instrumentos disponibles para resolverlos, y las tácticas elegidas para abordarlos, se construyen a partir de delimitaciones socioculturales y tecnologías disponibles de las que se sirve el individuo en un momento dado (Rogo!, 0FF5, _5).

En los diferentes espacios donde ocurre la socialización, los niños se involucran en variadas actividades y se implican en la solución de diversos problemas en compañía de los otros de su entorno cercano, quienes les proveen apoyo, para que se apropien de nuevos saberes y herramientas culturales. “Cada generación de individuos en cual- quier sociedad hereda, además de sus genes, los productos de la historia cultural, que incluyen tecnologías desarrolladas para apoyar la resolución de problemas” (Rogo!, 0FF5, W4). El papel activo del sujeto humano, al resolver un problema, aparece con toda su signi- @cación si se tiene en cuenta que los problemas se presentan como tales en un mundo culturalmente constituido y que la actividad conjunta en la cual participa para re- solverlos, no sólo lo conecta en una situación presente con los contenidos micro de lo que sucede en la interacción social, sino con el pasado, con la cultura acumulada con la historia de su comunidad (Wenger, 0FFW; Rogo!, 0FFW, 0FF5; Lave, 0FF0). Todo problema implica un sujeto que se orienta hacia un @n, el cual adquiere su signi@cado 4. Dentro de esta orientación la motivación había sido uno de los aspectos me- nos investigados pero muy recientemente se ha empezado a darle mayor atención y Walter et al. hacen un interesante análisis al respecto (455Y).

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como tal en unos contextos y no en otros. Tanto los escenarios formales de enseñanza y aprendizaje (la escuela), como los escenarios cotidianos (el comedor familiar, la ca- lle, el supermercado, el parque, etc.), plantean, cada uno, unos problemas que tienen su propia lógica (Rogo!, 0FFW). “La resolución de problemas implica metas prácticas e interpersonales. Se trata de un proceso intencional que implica una improvisación \exible orientado hacia metas tan diversas como plani@car una comida…” (Rogo!, 0FF5, _0). Según el dominio especí@co al que corresponde la tarea, según el escenario sociocultural e institucional donde se desarrolla la actividad, los procedimientos que el sujeto pone a prueba para alcanzar la meta varían, los procesos cognitivos cambian: el funcionamiento psicológico no es independiente del contexto social. Algunos pro-

blemas suponen la escolarización, cierto tipo de tareas evocan un contexto evaluativo, otras uno didáctico, uno recreativo, etc. En estas condiciones se puede decir que los problemas no son elementos neutrales dado que las actividades, las tareas y los objetos llevan en sí mismos encarnados unos signi@cados culturales que se hacen presentes tanto en las situaciones problema cotidianas como en las situaciones que proponen los investigadores. A esto se agrega el hecho de que la psicología cognitiva ha cuestionado la idea de una capacidad cognitiva general; en su lugar se hace referencia al desarrollo del conocimiento en dominios especí@cos; de esta forma no resulta coherente hablar de la capacidad para resolver problemas, sino de la capacidad de resolver unos proble- mas. La construcción de sentido, atribución y negociación intersubjetiva de significados

Un conjunto amplio de contenidos cognitivos y afectivos son movilizados en las si- tuaciones de solución de problemas y ponen en acción (o no) unos recursos del eje- cutante. La manera como los participantes perciben la situación, la tarea, los otros, etc., la movilización de signi@cados de diverso tipo que genera una situación dada sea experimental, didáctica o de la vida cotidiana, son elementos determinantes en rela- ción con los procesos psicológicos que allí emergen_. Signi@cados que ponen a prueba, incluso, la propia identidad del sujeto. Muller se re@ere a ellos de la siguiente manera: “yo hago la hipótesis de que una situación de este tipo puede ser interpretada por los participantes como una situación extraña a su universo de referencia y, en una cierta medida, como una amenaza simbólica” (Muller, 4555, Y). Desde este punto de vista, se podría entender que en algunos casos los sujetos en situación de ejecutar una tarea movilicen “estrategias identitarias”, marcando una toma de distancia con aquello que consideran que no les pertenece; así, la solución que le den a la tarea estará marcada por este signi@cado. En esta dirección, Muller plantea: Yo hago la hipótesis general de que se puede observar en cierta medida, una relación entre la manera en la cual los actores se representan la situación de aprendizaje, la movilización de formas y estrategias identitarias y la actualización de ciertos procesos cognitivos (Muller, 4555, Y). Cada individuo le atribuye a la tarea, al escenario, a su actividad unos signi@cados según unas experiencias previas, según unas representaciones que ha construido de la realidad, de las relaciones con los otros, de sí mismo; por lo tanto, en la interpretación _. Dentro estas variadas signi@caciones Sorsana (0FF6), por ejemplo le da un lugar especial a las relaciones de a@nidad entre los interactuantes. La solución de problemas como un campo de concurrencia de distintas teorías en Psicología

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que hace de las condiciones del problema, pone de presente unos conocimientos, unas habilidades, unas motivaciones, unos valores que no son universales. La solución de un problema dado no sólo evoca unas signi@caciones, sino que implica negociación de nuevos signi@cados, pues exige el análisis de los distintos componentes como un sistema integral, con un contenido objetivo, pero también un sentido subjetivo para el agente que actúa, que puede ser re-elaborado intersubjetivamente (Wertsch, 0FW>). Distintos autores destacan que los diferentes participantes, experimentador-sujeto observado; maestro-alumno; adulto-niño; experto-novicio; etc., en tanto que sujetos participantes de un intercambio social, situados en contextos sociales, culturales, ins- titucionales concretos, deben construir una de@nición más o menos compartida de la situación, a partir de un proceso de ajustamiento y negociación para poder llevar a cabo un @n común; desde allí participan, se implican, y negocianY. En la perspectiva de las teorías que intentan dar cuenta del tema, resulta indispensable comprender estos procesos de construcción intersubjetiva. El desarrollo que hace el investigador noruego Ragnar Rommetveit, ampliamente re- conocido por sus trabajos sobre la intersubjetividad, en un texto reciente, resulta bas- tante clari@cador. Su punto de partida es un cuestionamiento a “asumir que la mente

humana individual y la colectividad cultural dentro de la cual esta ha sido socializada son estrictamente entidades disjuntas” (Rommetveit, 455_, 456). Rommetveit se inte- resa en la coautoría del signi@cado mediado lingüísticamente para abogar por una teo- ría basada en la dialogicidad de la comunicación humana. Desde este punto de vista es claro que los términos mente y mental pueden ser predicados de grupos como también de individuos. “Las acciones mentales son, dentro de la teoría sociocultural de la men- te, de@nidas como acciones mediadas, esto es, acciones en las cuales las herramientas culturales se convierten en parte del agenciamiento humano” (Rommetveit, 455_, 404). Igualmente subraya que “Una visión de la mente como algo que se extiende más allá de la piel conlleva un explicito reconocimiento del hecho que las actividades mentales ta- les como la memoria y el razonamiento son socialmente distribuidas” (Wegerif, 0FFF). Dos personas pueden recuperar eventos pasados y llegar a soluciones de problemas más allá de lo que cada uno podría lograr como un individuo (an individual mnemo- nist) y solucionador de problemas (Rommetveit, 455_). El papel específico de la mediación social-cultural en la actividad humana Vygotski (0F>F), en su de@nición de la zona proximal de desarrollo, distingue la solu- ción colaborativa de los problemas y la solución independiente, individual; considera que dentro de los procesos de socialización, los adultos hacen de expertos y los niños se conducen como aprendices y novatos en la cultura. En el desarrollo de cualquier tarea, la mediación –no sólo de los otros con quienes interactúa el novato, sino de los instrumentos semióticos que la situación pone a su alcance y las condiciones que tiene para apropiarse de ellos– es de@nitiva. El aprendiz, a través de la interacción social con un experto (padre, maestro, otro cuidador, otro par) interesado en brindarle un Y. Ashley & Tomasello (0FFW) hacen un análisis de la manera como los niños, desde los dos años, dan muestras de estar en capacidad de comprender a las otras personas como agentes mentales con los que pueden compartir perspectivas en la solución de una tarea.

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apoyo, puede alcanzar soluciones y logros que solo, no hubiera podido conseguirH. Según Wood, Bruner, & Ross (0F>6) la intervención del tutor supone una clase de andamiaje que permite al niño o el novicio resolver un problema, llevar a cabo una tarea, alcanzar un @n, los cuales, sin esta asistencia, estarían por fuera de sus posibi- lidades. Desde el enfoque sociocultural, el funcionamiento mental humano está inherente- mente situado en espacios históricos culturales e institucionales (Wertsch, 0FF_). Se plantea una interdependencia de las actividades prácticas y los procesos cognitivos, y una dependencia de conjunto del entorno cultural e institucional. La actividad es el punto de partida para el estudio del funcionamiento mental. Dentro de la investiga- ción, en la observación y en el análisis de la actividad, se busca mantener, la relación entre los contenidos vinculados con la actividad conjunta de los actores involucrados y los contenidos relacionados con el desarrollo cognitivo individual, independiente (Wertsch, 0FW>; Rogo!, 0FWY). Esta actividad social es muy diversa, en tanto activi- dad que involucra a actores de distintas generaciones y edades, como participantes de comunidades de prácticas sociales y culturales concretas; y en tanto ocurre bajo una rica heterogeneidad de modalidades de interacción y colaboración, respondiendo a los retos que les plantean sus propias condiciones socioeconómicas, políticas y culturales. Cotidianamente, en los más variados escenarios adultos o pares más expertos inician a los novatos en la solución de distintos problemas6. Son estos los escenarios donde ocurre el desarrollo de los procesos psicológicos, donde emergen unas u otras compe- tencias y habilidades. Actualmente, amplios programas de investigación, en distintos países, intentan dar cuenta de las características particulares del andamiaje y la colaboración que unos y otros pares o adultos ofrecen, en el marco de actividades espontáneas cotidianas o ac-

tividades planeadas. Andamiaje que convierte a la solución colaborativa de problemas en un escenario facilitador del aprendizaje dentro y fuera de la escuela. En este campo la psicología trabaja con una visión que busca cuestionar las tradicionales separaciones y dualismos. Así, asumir el análisis de la forma como el niño aprende a solucionar diferentes pro- blemas implica comprender el papel que cumplen diversas herramientas físicas y/o simbólicas en la actividades en que se involucra; implica, igualmente, comprender los complejos procesos de comunicación que se dan cuando el niño se hace participante de diferentes actividades cotidianas con el soporte y la guía de distintos agentes so- cializadores. Implica, así mismo, tener presente que estas interacciones> suceden en H. Wood, Bruner, & Ross, publicaron en 0F>6 el artículo “"e role of tutoring in problem solving” el cual da cuenta de la primera investigación

que se hace en ~.~....., desde una perspectiva vygotskiana. 6. La dinámica compleja que entreteje, de forma no siempre evidente, la participación, el diálogo, la colaboración, la interconexión de distintos actores en el marco de un entramado sociocultural, trabajando bajo cierta sincronía en pro de un objetivo, se ha intentado aprehender con distintos conceptos; algunos autores utilizan el término orquestación véase Rogo! (0FWY) y Forman (4554). En uno de los primeros textos que este término aparece es en Wood, Bruner, & Ross (0F>6). >. Werstch (0FW>) fue uno de los primeros investigadores que puso a prueba La solución de problemas como un campo de concurrencia de distintas teorías en Psicología

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escenarios socioculturales e institucionales concretos, se desarrollan de acuerdo con las particularidades que en cada situación se les con@eren a los participantes en cuanto a estatus, roles, reglas, deberes y derechos y que, por lo tanto, ponen a prueba unas motivaciones y valoraciones especí@cas. Los instrumentos culturales usados en estas actividades incluyen diferentes sistemas de signos y símbolos (que son propios de cada tipo de actividad –cotidiana, productiva, lúdica, didáctica, etc.–), así como algunos materiales o dispositivos diferentes (utensilios, juguetes, @chas, dibujos, mitos, cuen- tos, maquetas, mapas, recetas de cocina, etc. y los productos obtenidos en el marco de cada actividad: un rompecabezas armado, un relato oral, un dibujo, un texto escrito, distintas representaciones gra@cas, videos, etc. Referencias Ashley, J., & Tomasello, M. (0FFW). Cooperative problem-solving and teaching in preschoolers. Social Development, # (4), 0Y_-06_. Baron, J. (0FFY). "inking and deciding (4nd ed.). Cambridge, England: Cambridge University Press. Baudier-Delay, A. et al. (0FW>). Psychologie de l´enfant. Bruxelles: Pierre Mardaga (Ed.).

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