246

Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

  • Upload
    others

  • View
    1

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional
Page 2: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de InvestigacionesEconómicas y Sociales (CRIES)

Junta DirectivaCRIES

Presidente: Dr. Andrés SerbinInstituto Venezolano de EstudiosSociales y Políticos (1NVESP)Venezuela

Miembros: Dr. Enrique BritoForo de Apoyo Mutuo (FAM)México

Lie. Clara ArenasAsociación para el Avance de las CienciasSociales en Guatemala (AVANCSO)Guatemala

Lie. Alfonso GoitiaFundación Nacional para el Desarrollo(FUNDE) El Salvador

Dr. Edwin CroesCentro de Investigaciones Económicaspara el Caribe (CIECA)República Dominicana

Dr. Neville Duncan¡nstitute of Social & Economic Research(¡SER) Jamaica

M.S. Judith WedderburnAssociation ofCaribbean Economists(ACE) Jamaica

Comité Editorial

Orestes PapiDirector Ejecutivo

Pavel Isa ContrerasDirector Regional de Investigaciones

María Rosa RenziFIDEG

Osear NeiraNitlapán

Patrick DumazeríNitlapán

Daisy ZamoraEditora Revista Pensamiento Propio

Equipo de trabajo

EdiciónDaisy Zamora

Diseño y diagramaciónFabián Medina

Levantado de TextoRosa Espinoza Rivas

Diseño de carátula y contracarátula de María José Zamora, sobre la obra •• Vert plus des Fleurs» (técnica mixta sobre lienzo, 1994),del pintor Philippe Zanolino, de Curazao. Zanolino comenzó su trabajo artístico en Francia hace 33 años, donde realizó susestudios de artes plásticas, para luego regresar a Curazao, donde reside, Zanolino manifiesta su preferencia por los cactus y lospantalones cortos, aludiendo posiblemente al medio circundante y tropical de Curazao, que se muestra en la composición y elcolorido de su pintura.

Page 3: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional
Page 4: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional
Page 5: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Número 3MANAGUA, NICARAGUA

ENERO-ABRIL, 1997

SUMMAR1ES

T H E PEACE PROCESS IN GUATEMALA: A CONTRIBUTION TO THE

DEBATE / Luis RAÚL SAVADÓ C.

REFLECTIONS ON THREE THEMES RELATEO TO THE CARIBBEAN AND

THE FREE TRADE ÁREA OF THE AMERICAS / EDWIN CROES HERNÁNDEZ

REFLECTIONS ON A STRATEGY FOR THE GREATER CARIBBEAN AS THE

YEAR 2000 APPROACHES

GLOBALIZATION, THE DEMOCRACY DÉFICIT AND CIVÍL SOCIETY IN

PROCESSES OF INTEGRATION/ANDRES SERBIN

CRISIS AND RESURRECTION OF CENTRAL AMERICAN ECONOMIC

INTEGRATION: ACH1EVEMENTS AND WEAKNESSES IN THE N E W

INTERNATIONAL CONTEXT / PAVEL ISA CONTRERAS

FROM W A R TO THE DAILY MANAGEMENT OF SOCIAL VIOLENCE /

ELVIRA CUADRA AND ÁNGEL SALDOMANDO

23

26

COYUNTURA

EL PROCESO DE PAZ EN GUATEMALA: NOTAS PARA CONTRIBUIR AL

DEBATE/ LUIS RAÚL SAVADÓ C. 31

TRES TEMAS DE REFLEXIÓN SOBRE EL CARIBE Y EL A L C A /

EDWIN CROES HERNÁNDEZ 38

INVESTIGACIÓN Y ANÁLISIS:

REFLEXIONES PARA UNA ESTRATEGIA HACIA EL 2000 EN EL GRAN CARIBE 45

DLSCUSSING THE FUTURE: RELATIONS BETWEEN THE EUROPEAN

UNION AND THE CARIBBEAN / A PERSPECTIVE OF THE CARIBBEAN

REFERENCE GROUP (CRG) 54

DISCUTIENDO EL FUTURO: LAS RELACIONES ENTRE LA UNIÓN

EUROPEA Y EL CARIBE / UNA PERSPECTIVA DEL GRUPO DE

REFERENCIA CARIBEÑO (GRC) . 75

GLOBALIZACIÓN, DÉFICIT DEMOCRÁTICO Y SOCIEDAD CIVIL EN LOS

PROCESOS DE INTEGRACIÓN / ANDRÉS SER8IN 98

Page 6: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

CRISIS Y RESURRECCIÓN DE LA INTEGRACIÓN ECONÓMICA EN

CENTROAMÉRICA: LOGROS Y DEBILIDADES EN EL NUEVO CONTEXTO

INTERNACIONAL / PÁVEL ISA CONTRERAS 1 18

DE LA GUERRA A LA GESTIÓN COTIDIANA DE LA VIOLENCIA SOCIAL /

ELVIRA CUADRA Y ÁNGEL SALDOMANDO 148

TEORÍA

A CASE STUDY OF GLOBALISATION PROCESSES IN THE THIRD WORLD: A

TRANSNATIONAL AGENDA IN NICARAGUA/ WILLIAM /. ROBINSON 161

UN ESTUDIO DE CASO DE PROCESOS DE GLOBALIZACIÓN EN EL

TERCER MUNDO: LA AGENDA TRANSNACIONAL EN NICARAGUA/

WlLLIAM I. ROBINSON 193

RESENAS:

ANDRÉS SERBIN: EL OCASO DE LAS ISLAS/ PÁVEL ISA CONTRERAS 229

PULSO BIBLIOGRÁFICO:

LECTURA RECOMENDADA DE LIBROS Y OTRAS PUBLICACIONES 235

LIBROS Y CUADERNOS

PUBLICACIONES RECIENTES DE CRIES Y TÍTULOS EN PRENSA Y

EN PREPARACIÓN 240

Dirija toda su correspondencia a:Revista Pensamiento Propio, CRIES,Apartado Postal 3516, Managua,Nicaragua, Tel: (505-2) 22252172225137-2682362,Fax: (505-2) 2681565Correo electrónico:cries @nicarao, apc.org, ni

Esta publicación ha sido posiblegracias al apoyo de ASDl.

Pensamiento Propio es una revista de análisis económico y social que divulga los estudios y/o resultados de inves-tigaciones de la red CRIES, y estimula estudios que enfoquen a la región en su totalidad, con el objetivo de crear unforo intelectual abierto a proponer soluciones democráticas a los importantes retos económicos, sociales y políticosque enfrenta la región Centroamericana y ei Gran Caribe.Las ideas expresadas en los artículos por los/las autores/as respectivos/vas son de su exclusiva responsabilidad yno reflejan necesariamente el punto de vista de la Revista. El Comité Editorial de Pensamiento Propio invita a todos/aslos/las interesados/as a escribir y enviar sus aportes a este foro de debate, pero se reserva el derecho de publica-ción de las colaboraciones recibidas. Se permite, previa autorización, la reproducción de los contenidos de larevista, a condición de que se mencione la fuente y se haga llegar dos copias a la redacción.

Page 7: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Pensamiento Propio / Ano 1, No.3 / Nueva Epoca / Enero-Abril. pp 3-6

The Peace Process in Guatemala:A Contribution to the Debate

Luis Raul Salvad6 C, Central American sociologist, born in Guatemala. Masters Degree inSociology from the University of Costa Rica. Author of various books. Director of theDepartment of Social-Urban Studies, AVANCSO, Guatemala.

Luis Raul 5alvadó C,

/. The Two Moments of the DebateThe debate over (he sense, viability, pertinence and other

variables associated with the Peace Accords has experiencedtwo key moments. The first of these corresponds to the phaseprior to signing the Lasting Peace Accord (29/12/96). Thesecond began precisely when this symbolic act took place, andis where we find ourselves as these words are being written,almost two months later.

1.1 The Nature of the First MomentTwo opposing attitudes could be found among civil society

institutions involved in this socio-political discussion. One ofthese, put forward by a critical minority that dared to «swimagainst the current", pointed out the inconsistencies, the gaps,and the weaknesses of the accords, although they alsohighlighted the many points which represented progress towarddemocratic social relations and the search for an «inclusive»and participatory development model -unlike the current one-despite the asymmetrical pluralism of Guatemalan society.

The other attitude, of the majority, focused on understandingthe actions incorporated into each agreement, and celebratedthem for the mere fact of having been agreed upon, withoutmaking any additional effort at critical examination. There was atendency to exaggerate their possibilities for modifyingGuatemala's social reality.

1.2 The Current MomentA «moment» in the political debate is now beginning that

seeks to clarify, pose or re-propose points of view, and clarifypoints of consensus and disagreement and the degree of eachof these. It appears that the position of the so-called "critical

Page 8: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

minority" is gaining strength, although it is colored by the newclimate, which I will describe later.

1.3 A Summary of the Prior Debate within A VANCSOThis is not an exhaustive summary, but it indicates where the

discussion is headed and analyzes the peace process rightnow:

a) The Peace Accords are an essential and important part ofthe new Guatemalan social dynamic, but they are not thecentral element nor does the dynamic revolve aroundthese accords,

b) The Peace Accords touch upon themes of greatimportance to Guatemalan social life, but there areequally important themes which were left untouched bythese accords.

c) The Peace Accords are inconsistent, both in legal-politicalterms and in the manner in which different issues areaddressed. The most consistent aspects are related toIdentity and the Rights of Indigenous Peoples, and theResettlement of Uprooted Populations, as they arepopularly referred to. The sections which have been mostquestioned are those related to Socio-Economic andAgrarian policy, the Reincorporation of Combatants (fromboth sides) into Civilian Life, and aspects related to theTruth Commission.

d) Seen in this context, the Peace Accords are one of theelements making up the peace process, which is part ofthe process of constructing democracy. This "re-dimensioning" of the accords allows them to be seen «asthey are», and not as we would wish them to be.

e) Extending the subscribed agreements will be difficult due,among other things, to the lack of experience amonggovernmental and grassroots sectors and organizations inworking consensually. Other difficulties will result fromobstacles associated with the deeply rooted problemsthat the accords are designed to address.

f) It is very important to seek compliance with the spirit ofthe accords. Supporting the peace process in a critical,alert manner is much more useful than uncritical andpoliticized support.

2. The New Climate and a New AnalyticalApproach

The signing of the Lasting Peace Accord in December, 1996,changed all of the nation's previous political logic and created anew opportunity. However, the possibility for democracy will

Page 9: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

depend upon the form in which different social collectives andactors establish links with each other, the vigor with whichmechanisms for channeling and resolving conflicts areconsolidated, and the form and rhythm with which the accords(and other measures) generate the minimum social conditionsrequired for making it possible to promote measures signifyingthe "irreversible" extension of democracy. To acquire a newdimension at this juncture, the Peace Accords must beanalytically reexamined, given that they are now at the stage ofimplementation,

2.1 A New Analytical FocusOne of the forms of analyzing the vicissitudes of the new

climate is to pose the question in the context of «governability»,Governability here and now; in other words, the extent to whichthe new relationships between the governed and thosegoverning -generated by the accords- are reproduced in socialrelations.

To understand how the situation may develop, we examinethree main aspects of governability and their possiblecombinations. Two of these are related to the state apparatus,while the other refers to the possible behavior of civil society.

a) From the governmental point of view, guaranteeing socialorder and excluding the use of political violence is ofutmost importance, at a moment when an increase in theconflict could be possible, provoked by changes in localstructures and social dynamics resulting from theapplication of the accords (and despite the fact that theaccords highlight the need to establish flexible channelsfor resolving any type of conflict). In other words, theState's capacity to guarantee that the construction of newforms of relations between its institutions and socialorganizations is permanent, consensual and democraticwill be put to the test.

b) The other «arena of governability» to be emphasized isthe series of governmental proposals and actions thatlead to positive, visible and unobjectionable results inthe struggle against poverty and extreme poverty.Governability is also linked to the form, rhythm and style inwhich the government responds to this serious problem.The Peace Accords have a positive intention in thisregard, but it would appear that there is a contradictionwhen economic policies that go in the opposite directionof that which is required for strengthening democracy - asdefined in the accords- are applied, to the extent that anincrease in poverty and the number of poor weaken

Page 10: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

efforts aimed at constructing and consolidating peaceand democracy.

c) The third arena of governability corresponds to the spacewhere civil society operates. In other words, whetherefforts to organize civil society's interests in a modernmanner are consolidated or not and, equally, aretransferred through existing or yet to be createdrepresentative structures (not necessarily political parties)so that they may be addressed. This is a challenge of vitalimportance, due to the virtual absence of democraticpractices in Guatemalan society, at all levels.

3. A Somewhat Pessimistic ConclusionThe new moment opens up possibilities, unimaginable until

recently, to revert the factors - both those of long duration andothers which have just appeared- which impede theemergence, and consolidation of a different and better Guatema-la. But these factors have a dynamic and strength which will notcave in easily under the pressure for change. This is a highlycomplex, atomized, polarized society, with strong levels ofinstitutional and personal mistrust, and that lacks importantsocial-democratic practices. All of this colors the atmosphere inwhich the accords and their proponents (in addition to otherfactors related to democratization) must operate. Theconstruction of a State of Law and the effective exercise ofdemocracy is, precisely, what is at stake in Guatemala.

February 28, 1997

Page 11: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Pensamiento Propio / Ano 1, No.3 / Nueva Epoca / Enero-Abril. pp 7-10

Edwin Croes Hernández

In the case of the Caribbean nations, conversations about theFree Trade Area of the Americas («ALCA») and the Associationof Caribbean States, as well as the Lome' debt re-negotiation,seem to require a response to the following question: Underwhat terms will the nations of the Caribbean join theglobalization process?

Whichever route the Caribbean and Central America select forintegration -read here "deregulation"- into international trade,there are three themes which are of great importance to theCaribbean's immediate future. The first is the nature of theeconomic reforms which are needed if our small economies areto be able to enter international competition. The second themerefers to the type of businesses which are necessary forparticipating in such competition. And the third question isrelated to the relationship between trade liberalization and livingconditions in the region.

I. Small Economies and Reforms forHemispheric Integration

In integration processes, small economies face specialdisadvantages in comparison to larger, more mature andpowerful economies. However, such disadvantages andvulnerability are not intrinsic. They are historical, and can beremedied.

First, the need for public investment in the small economies ofthe Caribbean and Central America is relatively greater than inlarger scale economies. The provision of public goods,infrastructure, and efficient administration costs more in thesesmall economies because it is difficult, if not impossible, tobenefit substantially from scale or focus-oriented economies.

Edwin Croes Henandez, Dominican economist. Author of various books. President of theCentre of Economic Research for the Caribbean (CIECA)

Reflections on Three Themes delatedto the Caribbean and the Free TradeArea of the Americas

Page 12: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Taxes should be relatively higher than in larger economies ifscale economies are to be taken advantage of to the fullestextent possible.

Second, tax reform is a fundamental condition for liberalizingforeign trade: tax receipts produced from customs duties -whichare high in the small economies of the Caribbean and CentralAmerica- should be substituted by domestic taxes so that thestate's capacity to invest does not suffer, affecting investmentsin infrastructure and human capital (which are also fundamentalfor confronting the deregulation of international trade).

Third, the taxation, monetary, and exchange systems of smalleconomies have,to be as neutral as possible so that they limitthe movement of investments and human capital betweendifferent branches of the economy to the least extent possible.Small economies must be much more flexible than large ones tobe able to confront and benefit from rapid changes ininternational trade and thereby negotiate more effectively.

Fourth, the social and political fragmentation and disorderresulting from poverty and inequity have immediate and severeeffects on small economies because the social fabric andmarkets are more closely connected than in large economies.This forces the governments of small economies to spend more,relatively, in preventing or controlling poverty and inequities.This element takes on greater significance in the case of a moreglobalized economy, where social instability keeps bothinvestors and businessmen at a distance, along with foreignconsumers.

Reforms of this nature need five years to be implemented,another five years to adapt to what is really needed, andperhaps another five years to begin to yield substantial results.However, governments and businessmen throughout theCaribbean continue to waste time fighting over the distribution ofrevenues from protectionism, rather than joining efforts instrategic battles already taking place in the international arena.

II. Businesses and Businessmen for HemisphericIntegration and Globalization

In the Greater Caribbean region, it is still not clear whetherthere are a sufficient number of businesses capable ofconfronting competition from the transnational corporations thatdominate both regional and global markets. In other words, wedo not have global entrepreneurial actors.

It is possible that deregulation and international competitionwill promote the development of these actors, but the time whengreat businesses could be created through awarding excessiveprivileges, almost total protection and generous financing

Page 13: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

appears to be coming to an end. Only relatively large nations -with immense economic and ecological surpluses and a greatcapacity to attract financial capital, such as Brazil, Argentina,Peru, Columbia, Venezuela, and Mexico- still have the luxury ofcreating enterprises and conglomerates like the great NorthAmerican corporations, the Japanese Zlabatsu and Sogoshosa,and the Korean Chaebol. Caribbean and Central Americanpublic enterprises could be an experimental ground.in thissense, but they are in such a state of disarray that it is difficult toimagine any real hope. Everything seems to indicate that theregion's semi-traumatic process of privatizing such businesseswill not necessarily lead to the re-birth of business in this area,but instead a new opportunity for strengthening large,international corporations.

At the "Uruguay Round» and the Singapore MinisterialConference, the terms of globalization were poorly negotiated,but there is a real possibility of amending this strategic error. •The first step consists of creating national offices to negotiatetrade agreements. The second step consists of strengtheningthe Caribbean missions in Geneva and the main world capitals.And the third step is the full integration of regional businessesinto international negotiations. However, the main strategicquestion is: How will the congenital weakness of Caribbean andCentral American capitalism affect the future of the region'spopulations?

III. Regarding a Hemispheric Working Group onIntegration and Social Development

The institutional «culture» of World Trade Organization (WTO)negotiations has almost completely destroyed the UNCTADculture, and the effects of this defeat have been quicklytransmitted to almost all other multilateral trade institutions andnegotiations. One of the central elements of this culture is theseparation of trade and development. This is expressed innegotiations and agreements that are insensitive to the socialand economic consequences for different nations. We should tryto keep this culture from continuing to co-opt the ALCA.

The strict requirements of a successful hemisphericintegration, and the great uncertainties which surround theparticular cases of the Caribbean and Central America, obligeus to focus our attention on more than just aspects related totrade. Poverty and inequity in the Caribbean is significant: on anaverage, 28% of the population lives below the poverty line.

Currently, very little is known about the relationship betweenpoverty and international trade deregulation in small Caribbeaneconomies. There has been insufficient research about the

Page 14: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

impact of integration and globalization on the living conditions ofthe populations of small economies, and definitive conclusionsabout this question do not exist. Thus, the establishment of ahemispheric group which examines the relationship betweentrade liberalization, on the one hand, and the struggle againstpoverty and for equity, on the other hand, is recommended.

Such a hemispheric working group should concentrate on twodifferent areas of work. One of these should be collectinginformation about different social legislation, social securitysystems, and forms of intervention and social compensation. Inaddition, information about different regional and internationaltreaties related to social issues that have been signed by thehemisphere's governments should also be obtained.

The other line of work is related to collecting analytical andempirical information about the relationship betweeninternational trade deregulation and poverty and inequity, tryingto respond to questions such as: Will macroeconomic growthbring well-being to the most vulnerable population groups?What type of social safeguards are needed to avoid the negativeimpact of trade deregulation on vulnerable population groupsand cultures? What possibilities exist for avoiding the collapse ofdifferent sectors and systems that are decisive for vulnerablepopulation groups, such as small scale businesses and theagricultural sector? What promotional systems need to befunctioning to strengthen the capacity of these sectors to surviveand/or grow? How long a period of transition will be necessaryfor vulnerable sectors to be, in one form or another, assimilatedinto the main current of modernity and growth?

Undoubtedly,, these are some of the enormous challenges thatthe Caribbean and Central American regions face, in theprocess of integration and globalization.

Page 15: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Pensamiento Propio / Ano 1, No.3 / Nueva Epoca / Enero-Abril. pp 11 -14

/. Document preparedby some members ofthe ExecutiveCommittee of theCRIES Board ofDirectors. Presented atthe workshop on((DevelopmentAlternatives andSustainability andRegional Integration inthe GreaterCaribbean)) held inPort-au-Prince, Haiti,February 6-7, 1997.The document, whichwas consideredcontroversial, does notrepresent an official orinstitutional position;rather, it is a workingdocument, aimed atstimulating debate,which seeks to orientdiscussion towardbuilding an agenda forinvestigation andincidence.

Reflections on a Strategy for theGreater Caribbean as the Year 2000Approaches1

IntroductionCRIES has begun a privileged process of profound, critical

and self-critical, regional, evaluative, prospective andinstitutional reflection, in an attempt to redesign its relationshipswith a institutions with specifically regional incidence (SIECA,AEC, CEPAL, etc.), with international organizations working inthe region (IDB, UNDP, WB), with international cooperationorganizations (DANIDA, COSUDE, NOVIB, SIDA, OXFAM, etc.),and business organizations (FEDEPRICAP, Chambers ofCommerce, Industry, Banks, and their regional think tanks),together with some of CRIES's natural and historical allies (ICIC,the NGO «Concertación», CPDC, the Assembly of CaribbeanPeoples, Churches, etc.).

This region needs to build the «lost link» in the chain ofsustainable development, governability, and a new regional,social contract for the 21st Century, and rediscover thecognitive, proactive, and entrepreneurial potential of large andsmall scale producers who resist the strong asymmetry,inequities and violence of the current system, and of oldparadigms.

The simplism, inefficiency, contradictions and acceleratedexhaustion of the neo-liberal project, and the uncertainty ofinternational organizations, provide an arena for conjectureabout new outlooks. Such new outlooks are made possible bythe potential of new regional actors, and are pressured by thedynamism of integration and globalization processes.

We believe that three key themes encompass the synergy andsymbiosis that exists between us, between our approaches, ourinstitutions, and our future plans.

II. Globalization and Regional Integration inthe Greater Caribbean

In Latin America and the Greater Caribbean, globalization isconditioning regionalization and integration processes in aparticular manner, modeling them to become part of the road

Page 16: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

toward integration into the global market. This has significantcosts in terms of restructuring the weakest productive sectors,and reducing autonomous processes aimed at building regionalarenas and identities oriented toward a less asymmetricalreinsertion into the new world environment.

The manner in which the Greater Caribbean is inserted intoand linked with this,globalization implies accepting the control-intervention of international financial institutions (IFIs), passivity,inertia (with respect to negotiation positions), and anincreasingly dependent, subordinate status. This type ofglobalization is the main obstacle to viable, sustainable, andgovernable development.

There is a need to analyze and build a different sort ofregionalization and integration process. However, beforeexamining how to do so, an examination of integration needs tofocus on its dimension and objectives.

III. Governability and SustainabilityThe growing malaise, uneasiness and protests from a broad

range of sectors at the regional level obligates us to rethink andsearch for a new regional consensus, which overcomesimbalances between human beings, societies and nations, andthe environment. Faced with the impact of regionalization andglobalization processes, a new integration of the GreaterCaribbean requires:

a) endogenous initiatives and alternatives to address globalcontrol;

b) creation of a local, regional, or joint Latin American sub-regional capacity to negotiate, to develop moresymmetrical, sustainable, and governable arenas forreaching consensus;

c) organization and clarification of objectives, analyses andoutlooks, and of capacities to mobilize civil society, whichimplies an alternative, open integration from below andwithin;

d) a «global-local» integration, with a conception that viewsglobalization as irreversible, but inserted into anddynamized by local development;

e) an epistemological rupture and a «new deal" policy isrequired in this change of epoch, to achieve a new socialcontract based on incorporating variables that have beenexcluded or marginalized from the dominant globalizationprocess.

Page 17: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

IV. The State, Actors, and ParticipationOne of the most important actors in any process of change is

the State. Its modernization is indispensable for makingintegration viable, and its current form is actually an obstaclethat serves as an easy target for criticizing conceptions basedon individualism.

It is recommended that actions take place simultaneously atthe three following levels:

• creating a fluid and efficient connection between regionalstructures. The empowerment of the region as a blocrequires institutions capable of administering such aconnection.

• constructing solid institutions that can standardizemarkets at both the local and global levels.

• incorporating the weakest sectors, who are excluded fromthe process of producing of wealth, while developingdemocratic participation at the local level.

Equally important to the State's participation in this process isthat of civil society actors such as campesinos, medium scaleproducers, businessmen, community organizations, and nationaland regional non-governmental organizations.

A new type of integration that includes strengtheninginstitutions and the active participation of civil actors should beable, therefore, to overcome the old outlook where the Stateimposes itself on ail other actors, or the most recent approachwhich assumes relationships with many of these organizationsfrom an "instrumentalist" position of providing public services.

In order to strengthen and consolidate the potentials ofdifferent civil society actors, both the State and non-governmental organizations need to focus on:

• creating forums for communication and the incidence ofdifferent interests in the short term (1997-2001), todevelop the permanent institutionally required for theviability of the region's societies;

• developing institutions and their capacities, with the goalof effectively and democratically organizing economies inan inward, crosswise, and outward manner; and

• stimulating the creation of the necessary wealth for payingfor new institutional conceptions and the investment inhuman capital required for achieving sustainabledevelopment, social viability, and policies aimed atgrowth.

The concrete strategy for achieving this level of harmoniousintegration, institutional development, and massive inclusion ofmarginalized economic sectors, should initially follow a route

Page 18: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

aimed at overcoming the eternal dilemma of the chicken(production) or the egg (savings). The concrete definition of thisroute will come from research, which we should take on in acoordinated manner.

The emergence of a broad consensus among civil societyorganizations throughout the world is an important asset here,providing visions and alternatives based on "planetarycitizenship». This conception of citizenship is built on afoundation of democratic and equitable participation, thedemocratization of knowledge and educational reform aspromoted by UNESCO, and the democratization of internationalorganizations (United Nations, Bretton Woods, etc.), on thebasis of independent evaluation, and accountability of these.

The new arenas require new actors - new social, economicand political forces- that create the conditions for a newpolitical disposition and the power to take action. This newpower relation is essential for avoiding the risk of remainingstuck at the point of just hoping for what could be possible.

Page 19: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Pensamiento Propio / Ano1, No.3 / Nueva Epoca / Enero-Abril. pp 15-22

Globalization, the Democracy Deficitand Civil Society in Processes ofIntegration

Andres Serbin

1. Globalization and its ContradictionsThe process of contemporary «globalization" has given rise to

a growing inter-dependency, inter-connection, and inter-relationbetween the states and peoples of our planet. Thus, we areconfronting a process which affects the entire world in anirreversible and complex manner and which, simultaneously,has unlimited economic dimensions.

Globalization is seen as a multi-dimensional, complex andcontradictory phenomenon, which characterizes a phase ofaccelerated transition of human society, and which requires aparticular conceptual and analytical effort in order to beunderstood.

This phase of capitalist world development is progressivelyshaped by the dynamic of linking three components: the marketas the growing regulator of world economic relations; the nation-state as the principal actor in an international system by what is,in reality, increasing anarchy; and the emergence of atransnational civil society, identified with the appearance,development, and growing influence of a range of social actorswith novel and, more specifically, transnational traits.

In the framework of this dynamic between the market, thestate, and civil society at the global level, the frontiers betweenwhat is international and what is domestic become increasinglytenuous and diffuse. Both trade and financial globalization areassociated with the prominent role played by transnationalcorporations and financial banks and organizations thattranscend the territorial limits of nation-states, and exert decisivepressure on the formulation and implementation of their policies,both domestically and at the level of foreign policy.

Andres Serbin, Anthropologistand Doctor of Political Science. Professor of the Central Universityof Venezuela and President of the Venezuelan Institute for Social and Political Studies (INVESP).Author of numerous articles and books about the Caribbean. Currently working as specialadvisor to the Latin American Economic System (SELA),

Page 20: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

As a result, the so-called international system or global societybecomes more complex, in function of a multiplication of notonly actors, but also arenas, levels and circuits of interaction.This gives rise to an extremely complex «multi-dimensionality»,and the growing transnational role of actors, in the context of themulti-centric dynamic of the international system.

Given the contradictory character of the process, it is nocoincidence that on the one hand, in response to the"globalization from above» promoted by states andcorporations, a "globalization from below» is being promoted byemerging social actors, based on a transnational civil society.On the other hand, overly structural interpretations of the worldsystem in formation do not consider the important role whichthese new actors are beginning to acquire, and their diverseand fragmented counter-hegemony projects.

2. The Socialization of Globalization andGlobal Civil Society

Over the past twenty years, non-governmental actors andnetworks have proliferated on the international scene, includinga broad range of humanitarian, religious, and labororganizations, different social movements, and organizationswhich promote specific global themes related to peace, humanrights, development and ecological equilibrium. Some of theseactors and organizations are non-governmental, while others aresocial movements with varying characteristics. But together,these respond to a vision of politics which surpasses solereferences to what is national or to nation-states, giving rise to aglobal perspective that proposes new forms of approachingpolitics on a planetary level.

Globalization has also led to the birth of «new socialmovements* of a transnational character, understood as «acollective actor made up of individuals who understand that theyhave common interests and, at least with respect to a significantpart of their social existence, a common identity". And topromote these interests, they can use their capacity for massmobilization or to exert pressure, and they are different fromother collective actors such as political parties, pressure groupsor voluntary associations.

This complex and contradictory framework of diverse socialactors and organizations -linked through transnational networks,with global demands and interests, frequently based on localdemands and interests- gives rise to the emergence of a globalcivil society that "reproduces the conflicts and contradictions ofdomestic civil societies in its interactions. From this, new

1 6

Page 21: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

conflicts and contradictions are created which reflect powerdynamics at the international level'».

Both the different expressions of non-governmentalorganizations and a range of social movements of atransnational character have helped create a global civil society,defined by its own codes and legal rules, frequently autonomousand posed against the state, through the creation anddevelopment of transnational networks that generate newpolitical arenas in the international system.

In this process, the role of different, emerging social actors atthe transnational level is critical, and gives rise to theemergence of a global civil society which blurs social control asthe state's competence is eroded. It seeks a civil society that,unlike the domestic one, makes no reference to the state, but tothe different inter-state and international forms of articulatingpower.

However, civil society in general and the emerging global civilsociety in particular are not homogenous and unified actors.Global civil society reproduces the conflicts and contradictionsof domestic civil societies from which they emerge, whilecreating new contradictions that reflect the power dynamic atthe international level, and the same role of the market and thestate. This complexity manifests itself in a variety of ways.

First, because national civil society is generally defined inrelation to the state and, in the framework of the internationalsystem's prevailing anarchy, this-relationship is diluted indifferent centers of power-states, inter-governmentalorganizations, different regimes- a multi-dimensional andcomplex relationship exists for the actors of global civil society.This generates different forms of connection to or dissociationand rejection from traditional centers of power on the part oftransnational social actors.

Secondly, the traditional notion of civil society refers todifferent non-state actors that include formal representativeorganizations (such as political parties, churches, trade unionsand professional organizations), formal functional organizations(schools, universities and the mass media), and more informalpolitical and social networks (ranging from local volunteergroups and ad hoc coalitions of social movement activistscoordinated at the national or international level).

Thirdly, an element to consider is that together with the internalcontradictions of global civil society resulting from differentmodalities of relating to established institutions of power andfinancial and productive control, and the different forms ofpolitical and political-cultural expression of transnational socialactors, a fundamental gap is that which frequently and

Page 22: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

ambiguously divides the transnational social actors of theindustrialized North and those of the South.

In conclusion, despite the relevant characteristics which -inthe international system emerging under the impact ofglobalization- a global civil society acquires (in terms of dialo-gue and interaction with the state and with the market), it isevident that this civil society is not exempt from the complexitiesand contradictions introduced by globalization.

3. Regionalization and the Democracy Deficitin the Latin American and CaribbeanProcesses of Integration

Faced with the threat of exclusion or marginalization from theinternational economic system resulting from the globalizationprocess, the nations of Latin America and the Caribbean havereacted, since the late eighties, by reactivating, expanding, orinitiating processes of regional and sub-regional integration.This has included the reactivating of the Central AmericanCommon Market (MCCA) through the creation of SIECA,CARICOM, and the Andes Group, and the creation of theMERCOSUR, the Group of Three (G-3), and the Association ofCaribbean States (ACS).

The new forms of regionalism in Latin America and theCaribbean aim to link these initiatives more closely to thegovernmental and business sectors in the framework of theadjustment programs underway. In fact, there has been agrowing union between Latin American and Caribbean politicaland economic elites in initiatives oriented toward expandingregionalization, frequently manifested in the manner in whichgovernments consult with the business sector about free tradeand integration processes, or in the establishment of formalconsultation mechanisms with this sector through ConsultativeBoards created in the Andes Group, MERCOSUR, the CentralAmerican integration system, or CARICOM.

The dominant tendency with respect to incorporating socialactors in Latin America and the Caribbean -in the cases where itis taking place- has been through «tripartism », which integratesthe business and labor sectors in a consultative process withrepresentatives of the government.

Since the 1980s, many social movements and non-governmental organizations burst onto the domestic scene in .most Latin American and Caribbean nations, particularly inrelation to issues such as human rights, the environment, genderrights, and indigenous demands and rights. Many of them alsohave a transnational projection -both regionally and globally-such as in the case of women's movements, human rights

Page 23: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

groups, and indigenous organizations, giving rise to thedevelopment of a social framework that, eventually, held theseeds of a regional civil society, despite the divisionsengendered by different sub-regional political and culturalexperiences.

These actors and civil society in general -frequently impactednot only by adjustment programs but also by the direct orindirect effects of regional agreements- have not participated inmaking decisions about these processes nor have they beenable to determine the nature of these initiatives. As the maximgoes, «we will decide for you, but without you». This important«democracy deficit" in the implementation of regionalizationprocesses is produced in a context where civil societyincreasingly demands greater participation and accountabilityfrom their respective governments in relation to decision makingprocesses which they are excluded from, despite theirdevastating social effects in terms of increasing inequality andsocial polarization, poverty and unemployment in the societies ofthis region.

The mobilization of regional civil society actors -women'smovements and ecologists, indigenous organizations andhuman rights groups- has affected not only public opinion andthe mass media, but also has begun to exercise a growinginfluence over the state and, eventually, over corporations andfinancial organizations.

4. Civil Society and Democratic Participationin the Regionalization of the GreaterCaribbean

The globalization process and regional reactions significantlyaffect the demographically and territorially small societies of theGreater Caribbean, all of which are economically vulnerable andgeopolitically sensitive. The creation of the ACS, however,validates a new conception of the region, in the framework of theregionalization process taking place. This allows economiccooperation to be sought in function of political coincidence andthe emergence of a regional «social community" with uniquecharacteristics, the overcoming of differences and heterogeneityin function of common values, and defense of the Caribbeanand the societies which inhabit it (Association of CaribbeanStates, 1994).

The traditions and political culture of the Greater Caribbeaninclude a wide variety of historical experiences, specificallyaffecting conceptions about civil society participation anddemocratic governability. These conceptions are reflected in theattitudes and perceptions of the governments and their

Page 24: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

representatives with respect to the participation of an emergingregional civil society in the process of integration. Whenexamining the two most noteworthy sub-regions -the Englishspeaking Caribbean and the Central American sub-region-recent political histories demonstrate marked differences intraditions and conceptions about the political participation ofcivil society in the regionalization process.

In the case of Central America, it should first be noted thattogether with the Central American Parliament -created in 1991as a consultative forum for representatives of the region'spolitical parties- the Tegucigalpa protocol established theformation of a Central American Consultative Council, made upof "...business, labor, academic and other sectors of the CentralAmerican isthmus, representative of economic, social andcultural sectors committed to the region's integration effort".

On November 2, 1996, the Consultative Committee of theCentral American Integration System (SS-SICA) was establishedas «an institution to consult with regionally organized civilsociety, in order to institutionalize the participation of economicand social actors in decision making with the Central Americanintegration process». Seventeen regional organizationsparticipate in the Consultative Committee. It is a regional forumwhose representatives are designated by their respectiveorganizations, and not by governments, and its decisions aremade unanimously, rather than by the majority.

In 1992, the governments of CARICOM member nationsadopted the recommendation that signatory states -takemeasures to establish a framework for conducting on-going andgenuine consults in their respective territories, involving politicalparties, the business community, labor unions, non-governmental organizations, socially disadvantaged groups,and other groups representing community interests, to helpachieve common agreements and support the objectives,content and implementation of national and social programs". Inthis context, the Center for the Development of CaribbeanPolicies (CPDC), based in Barbados and established by non-governmental organizations in February, 1991, as a regionalnetwork of NGOs, is progressing in terms of being recognizedas a consultative mechanism of CARICOM. The objective ofCPDC, which groups together more than 21 regional, sub-regional, or national organizations from the English, French,Spanish and Dutch speaking Caribbean, is aimed at"Understanding where and how policies are formulated and howthis affects our daily lives, sharing information about thesepolicies which favor the Caribbean people, and workingtogether to change policies that do not benefit the people of theCaribbean".

Page 25: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

This brief overview of the organizational processes of civilsociety in two sub-regions of the Greater Caribbean and theirachievements vis-a-vis participation in the regionalizationprocess leads to a series of tentative conclusions, but also anumber of questions.

In the first place, the emergence of a regional civil societyseems to be marked by the development of processes whichconsolidate the participation of emerging civil societies at thesub-regional level -as in the case of Central America and theCaribbean- with few or limited links between them in this phase,and is strongly marked by their respective experiences andpolitical legacies. In this sense, a first (preliminary and tentative)comparison between the two sub-regions points to a greaterdevelopment and participation of NGOs, including religiousones, in the Caribbean, and a more reduced presence of NGOsin the Central American integration process. Moreover, there hasbeen the development of an apparently more fluid process ofdialogue between the governments, CARICOM and the regionalcivil society in the Caribbean; while in Central America theincorporation of civil society into the integration process hasencountered more resistance by the governments, and as aresult of internal contradictions.

In the second place, though this incipient process ofincorporating civil society into the regionalization process -through improving its organization and institutionalization-signals its increasing development, it still has not led to theestablishment of participatory modalities at the regional level,except for those of a consultative character. Such consultationstake place in the framework of mechanisms which are agreedupon and promoted jointly with inter-governmental, sub-regionalintegration organizations.

Thirdly, the limited connection between institutionalized,representative political institutions at the sub-regional level -such as the Caribbean Assembly of Parliamentarians andParlacen- is noteworthy, .and of civil society organizations suchas the CPDC, CAIC, and ICIC, respectively. There is, inprinciple, an apparent divorce between political parties and civilsociety initiatives.

Nonetheless, it is important to emphasize, in the fourth place,the growing presence of a broad range of social actors at theregional level. These form a regional civil society, in theframework of regionalization processes, which promoteinitiatives aimed at «regionalization from below». Such initiativesconsider the demands and needs of broad sectors of thepopulation affected by the globalization process, such as theimpact of measures accompanying the expansion ofregionalization.

Page 26: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Finally, at the regional and hemispheric levels, thesepreliminary conclusions lead to a series of specific questions.

First, what is the level of development which these sub-regional experiences can achieve (despite linguistic, ethnic andhistorical barriers), in terms of forming a regional civil society inthe Greater Caribbean? And in the second place, to what pointmay political and social differences lead to common positionswith respect to defining mechanisms for participating in theregionaiization process of the Greater Caribbean and, in particu-lar, in the framework of the Association of Caribbean States?This leads to our third question regarding the capacity of thisinter-governmental organization to promote and design suitablemechanisms for advancing this participation, in the context ofthe political dissimilarities which characterize the region.

Finally, at the hemispheric level, are these experiencesapplicable to other Latin American integration processes, withtheir different traditions and political cultures, and with theirintegration processes having achieved different degrees ofprogress? The key question is whether a regional civil societycan emerge, and whether more extensive participation of thiscivil society in the Latin American and Caribbean integrationprocesses may be promoted.

Page 27: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Pensamiento Propio / Ano 1, No.3 / Nueva Epoca / Enero-Abril. pp 23-25

Crisis and Resurrection of CentralAmerican Economic integration:Achievements and Weaknesses in theNew Internationa! Context

Pavel Isa Contreras

In the 1970s, the basis was established for a process ofCentral American integration. That process motivated theindustrialization and modernization of the region's productiveapparatuses, and led to the growth of economic inter-dependency between these. Inter-regional trade multipliedtenfold, representing one quarter of all commerce in the nationsof this region. Ninety percent of this commerce wasmanufacturing; industrial investment grew at an unprecedentedpace, and industry became the most dynamic sector of theseeconomies.

However, in the seventies it began to become clear that themodel was running out of steam, mainly because it was unableto overcome many of these economies' structural weaknesses,especially their extreme dependence upon the export of rawmaterials. In addition, important problems had accumulated,such as high levels of industrial protectionism, the lack of anintegral industrial policy, the tightness of regional markets, andthe unequal distribution of the benefits of integration amongdifferent nations, all of which discouraged participation andweakened confidence in the project.

In the eighties, with the unimpeded and irreversible shrinkageof world markets for raw materials, the external debt crisis andan acute political conflict in the region, the Central Americaneconomic integration -which protected the process ofindustrialization- collapsed.

In the early nineties, with the crisis behind them and havingestablished the political and institutional basis for a new regionalintegration, the process came up against old and newchallenges. The regulation of the Central American CommonMarket and the uniformity of national tariff policies haverecovered unprecedented levels of inter-regional interchange,

Pavel Isa Contreras, Dominican economist, Regional Research Director for CRIES.

Page 28: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

demonstrating the true capacities of Central American industry,offering a breath of fresh air in the midst of significant growth ofexternal competition, and demonstrating the important rolewhich regional trade can play in economically disentanglingthese nations.

Essentially, inter-regional trade showed an impressiverecovery, achieving unprecedented levels in 1995: US$1.74billion. Moreover, inter-regional commerce's participation in totaltrade grew from less than 12% in 1987 to 22% in 1992, a levelthat has been maintained through 1995.

However, the region's economies will need to do more thanreduce the idleness of their industries and markets if they are tosurvive and adapt to the new international marketplace. In anatmosphere of growing trade and financial deregulation, andwhere multilateral accords or agreements with large marketshold a privileged position, the main challenge for the region'seconomies is to insert themselves advantageously at the lowestcost possible, and incorporate a broad range of social groupswho have historically been excluded from the benefits ofeconomic growth.

Regional integration -both in theory and practice- isundoubtedly one of the most powerful instruments available forachieving this goal. The question is how to make integrationwork toward these objectives, in a complex world marketplacecharacterized by long term growth deceleration, the setback ofworld markets for raw materials vis-a-vis the strong dynamism ofhighly technical product and services markets, theconcentration of world trade in the most developed countriescombined with the growing marginalization of less developednations, and the generalization of structural adjustmentprocesses and deregulation of goods and factors markets whichseek to adapt economies to the new world circumstances and,especially, the interests of transnational corporations throughallowing them free reign and easy redistribution of theproductive processes on a world scale.

Given this situation, the processes of regionalization andintegration would appear to be one of the most importantresponses by the countries of this region, aimed atstrengthening their international power of negotiation. However,the region's governments do not all seem convinced of this, or atleast of the great potential of such a process.

The first barrier that must be overcome is governmentalindecision with respect to whether or not economic integration isuseful. The Free Trade Agreement between Costa Rica andMexico, the attempts of other nations from the region to obtainsimilar treaties, and the serious weaknesses of integration

Page 29: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

agreements -especially in cases of trade negotiations with thirdparties- reflect that the governments still have doubts about theprocess.

Furthermore, taking integration seriously would require moreautonomous, independent and courageous interaction betweenthe governments and international finance institutions (IFIs), withthese governments and the societies they represent exertingmore influence over economic restructuring programs.Governmental weaknesses in the face of IFI proposals havebeen clear, in relation to both domestic policies and integrationagreements, where great liberty regarding trade policies andnegotiations with third parties are offered.

Moreover, it should also be clear that without a more unifiedregional position, involving other countries from the region(especially the Caribbean and G-3 nations), multilateralnegotiations and negotiations with larger economic blocs willtake place from an extremely disadvantageous position.

On the other hand, integration will not make significantprogress if it is not accompanied by economic policy changesaimed at assigning greater weight to policies and instrumentswhich strengthen the capacity to incorporate technologicalinnovations and take advantage of market niches, and are linkedto supply, training and technological policies, rather thanplacing excessive confidence in the forced restructuring of freermarkets. The cost of this last option is becoming evident in mostcountries of the region.

The transformation and adaptation of institutions involved withintegration, aimed at achieving realistic goals, should be one ofthe concrete consequences of a firm decision to consolidate theintegration process.

Finally, designing mechanisms to enable citizen participationin integration processes and putting these into practice will addgenuine social and political content to Central Americanintegration. This will help guarantee that the process developsappropriately, benefiting local populations rather than favoringactors from outside of the region.

Page 30: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Elvira Cuadra. Nicaraguan sociologist and researcher at CRIES. Angel Saldomando, Chileaneconomist and political scientist.

Pensamiento Propio / Ano 1, No.3 / Nueva Epoca / Enero-Abril. pp 26-30

From War to the Dally Managementof Social Violence

Elvira Cuadra and Angel Saldomando

Understanding the links between citizen security, socialviolence and poverty requires a careful examination, in order toavoid reaching simplistic conclusions. One must distinguish thespecific nature and types of social violence from criminalviolence, and determine the role that poverty plays in each ofthese. In addition, problems related to citizen security must alsobe differentiated, so that policies and treatment of the problemmay be appropriately adapted. Social violence which affectscitizen security nay be viewed in the following manner.

1. Insecurity and social violence originating from unresolvedconflicts.

2. Insecurity and social violence originating from theincrease in criminal behavior.

It is interesting to note that although social violence originatingfrom political conflicts has diminished, social violence generatedfrom conditions of poverty and criminal behavior is increasing.This leads to the conclusion that policies related to citizensecurity cannot be implemented solely on the basis ofconventional approaches, utilizing state or private repression tomitigate social violence.

This situation -which particularly affects Nicaragua due to theextent of the political aperture- also has its counterparts in theregion, where the phenomenon is strongly manifested. A verycritical situation exists in El Salvador with respect to socialviolence. Guatemala's heritage, in this regard, is very negative,and this will determine whether the conditions for addressing theproblem of violence can be established. In Honduras, a varietyof different manifestations of social violence are on the rise, andindicators of social violence related to an increase in criminalityin Costa Rica have also been alarming, in a social context withgrowing instability.

The perpetrators of social violence are glorified, while itsignifies a tragedy for its victims. Meanwhile, for the

Page 31: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

governments, it is unfortunately seen as a challenge or test ofauthority. Efforts to understand the phenomenon, with its politicaland institutional implications, have been limited in most cases.Violence is viewed as something to be tolerated, in the sameway that we put up with environmental contamination or trafficjams. Thus, a sort of culture of insecurity is established, as thecorollary to what has been called the culture of violence.

This routine acceptance of the problem reflects the fact thatsocial violence plays a certain role in societies with importantcontradictions and where there is pressure for change. Thefunction of routine violence is that it poses the contradictions asauthority and order vs. disorder. This facilitates the use ofstereotypical forms of repression by dominant groups, with theirtranquilizing effects. Thus, any political recognition of theproblem and its actors is blocked or watered down, leading tothe proposal of alternatives and solutions with obvious politicalrepercussions.

This dynamic, however, runs the risk of leading to greaterlevels of violence and social decomposition. Clear examples arethe situations in Mexico, Columbia, and Brazil: In these cases,rural conflicts are minimally recognized and are violentlymanifested. This coincides with the weak (or delayed)institutional capacity to manage changes, and a governmentalapproach that defines the problem as one of authority. Thisattitude, historically, has led to critical situations of rural socialviolence, creating channels for linking poverty with organizedcrime, paramilitary bands, and repressive behavior by policeand military forces.

The manner in which this type of articulated social violence isconfronted engenders a dangerous, repressive spiral, whichaffects all actors associated with the problem. The same'methods used for repression are used for violent action. A sortof <<dirty war» is unleashed by police and paramilitary forcesagainst the poor, landless peasant unions, delinquents, etc.Order is once again militarized, but with the pretext of insuringcitizen security.

Thus, the problem of social violence is a critical problem fordemocratic govemability, and includes the issue of citizensecurity. Essentially, the manifestations of social violence arealways an expression of a contradiction or serious social«disfunctionality»'. But social violence cannot be reduced solelyto collective or individual illegal, extra-institutional behavior,which needs.to be repressed.- It also should include theinstitutional possibilities or capacities to reproduce and managechanges through non-violent and democratic measures. Clearly,this is linked to a political system's degree of openness, and thelevel of democracy achieved.

Page 32: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

It is essential that the institutional capacity to manage theproblem be improved; this becomes the point of reference formeasuring progress with respect to governability anddemocracy. More complex approaches, research, theadaptation of legal and police structures, the prevention andresolution of conflict, specialized policies for critical zones, andjoint work between the state and civil society should be part ofan integral effort aimed at treating the problem of social violencein its many forms and manifestations. But a greater politicalcommitment is also required.

To date, one of the main efforts in this area has beenestablishing and reforming the police apparatuses in CentralAmerica and Haiti. This process began with the end of armedconflicts, and the disappearance of authoritarian regimes thatdominated the region for many years. This unprecedentedsituation has led to reformulating the concept of citizen security,but has also initiated a debate about the role which police forcesshould play in guaranteeing citizen security in social andpolitical contexts where the use of violence still persists as amechanism for resolving conflict, and where citizen insecurityhas become generalized. It is worthwhile examining someelements that are common to most cases:

1. Until recently, these nations did not have policeapparatuses, or else such forces were veryunderdeveloped. Citizen security was guaranteed bymilitary institutions, who had units which operated morelike "political police», instead of guaranteeing internalorder or citizen security. In other words, their rolecomplemented the security system which was establishedby the regimes to control their enemies.

2. The definition of "security», given the behavior of theregion's armed forces until recently, had been restrictedto questions of military security. However, the new timesand the development of Central American and Caribbeancivil societies require the redefinition of this concept, sothat it includes new elements which now form part of thenational realities.

3. The opening of political systems and the establishment ofdemocratic mechanisms of citizen participation, as wellas the situation of governments, have clarified the need toseparate functions related to defense from those relatedto internal order and citizen security. This would alsoserve to reduce the political activism of military institutionsand their utilization for political ends. It impliesrecognizing the need to create specialized apparatusesfor fulfilling each of these roles; but, also signifies a newdefinition of the concept of security, based on new

Page 33: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

dimensions and connotations. These point to a muchbroader conception, referring to all of those conditionsthat seek minimum levels of security for individuals, ineach society of the region.

Newly formed police forces, or those in the process of beingreformed, are forced to confront social violence on a daily basis,practically on their own, for one simple reason: public opinionand the state's approach -dominated by a conception whichviews repression as an appropriate manner of confronting theproblem- consider the police as those responsible forcontrolling situations of citizen insecurity. Thus, they are theones responsible for providing security and preserving physicalintegrity.

In the midst of this a complicated context and strong citizendemand, the establishment and reform of the different policeapparatuses is aimed mainly at:

1. Eliminating military control over police structures,separating the role of defense from that of citizen securityand public order.

2. Constructing non-political police institutions.3. Transforming the police from military into civilian

structures.4. Institutionalizing respect for human rights within police

• forces.5. Substantially modifying relations between the police, legal

structures and civilian authorities.6. Transforming policies and the methods for guaranteeing

citizen security.The impact of these processes may be directly observed in

situations of governability. This was recognized by the Washing-ton Office on Latin America (WOLA), in its documentDemilitarizing Public Order: "Success in confronting thesechallenges will have a very important impact on the level of trustwhich the citizens of the region have in the effectiveness of theirdemocratic systems, which in many cases are new and fragile. Ifpolitical and social leaders and public authorities responsible forapplying the law fail, they run the risk of strengthening the strongarm of those seeking order and stability through involutingdemocratic processes and respect for human rights.» (WOLA,1996)

Currently, most Central American nations and Haiti are in theprocess of reforming their police forces and perfecting legalstructures. It is necessary, therefore, to specify the content ofthese processes and their contribution to the ability to governand citizen security, in the particular context of politicaltransition and peace processes.

Page 34: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Moreover, the increase in social violence and the deteriorationof security have become generalized during this period whenthe region's crises have ended and armed conflicts havefinalized. This makes it necessary to evaluate the importance ofthe phenomenon, and determine its causes and impact forgovernability and the transition. In this sense, one of the firststeps should be improving statistical sources and developing adata bank that contributes not only to better knowledge aboutthe problem, but also fills the gaps with respect to research anddata. In some of the countries, information is lacking due tobudgetary constraints and the need for institutional reform.

In general, statistics are incomplete and unsystematic. Inaddition, in almost all of these nations, research about thethemes of democratic governability, citizen security and differentforms of social violence is lacking. Legal and human rightsorganizations frequently document cases and collect evidence,but they do not develop more extensive and integral researchcapacities. Thus, the improvement of research in these areasshould contribute to knowledge and analysis of important factorsrelated to governability:

1. A reduction of arbitrariness, an increase in the security ofcitizen rights, and the perfecting of legal and policestructures, making them more credible, effective andhonest.

2. Guaranteeing human rights and citizen security.3. An increase in institutional capacities to manage conflicts.Finally, a consistent empirical and analytical foundation can

promote a dialogue about developing policies, weaknesseswhich need to be overcome, and the need for cooperation vis-a-vis these themes.

Page 35: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Pensamiento Propio / Año 1, No.3 / Nueva Época / Enero-Abril, pp 31 -37

El proceso de paz en Guatemala:notas para contribuir al debate

Durante 1996, el análisis de las vicisitudes del proceso de paz yde la viabilidad de la aplicación de los compromisos consigna-dos en los acuerdos suscritos entre el gobierno de la República yla URNG, suscitó un incremento de los debates en diferentes es-pacios de la sociedad guatemalteca, los centros de investigaciónen ciencias sociales entre ellos.

La Asociación para el Avance de las Ciencias Sociales en Gua-temala (AVANCSO), incorporóen esta dinámicaa su personal cien-tífico, administrativo y de servicios, habiéndose llegado de tal for-ma, por un lado, a un análisis de suyo esclarecedor y, por el otro,a plantearse la necesidad de continuar durante 1997 con la acti-vidad, introduciéndole los cambios sugeridos por nuestra inter-pretación de la coyuntura.

Estas notas, que deben ser entendidas como un esfuerzo provi-sional, resumen algunos de los resultados de la discusión de 1996y proponen vías de ingreso al análisis de la temática para 1997,ya en el postconflicto, de modo que representan un intento decombinar la perspectiva analítica de quien suscribe, con elemen-tos provenientes de la riqueza del análisis institucional, comple-mentado con observaciones sobre la forma que adquirió el deba-te en otros espacios de la sociedad guatemalteca.

1. Los dos momentos del debateEn el año que recién finalizó, el debate sobre el sentido, la viabi-

lidad, la pertinencia y otras variables emanadas del análisis delos Acuerdos de Paz, pasó por dos grandes momentos. El prime-ro de ellos consume casi todo el período, y corresponde a la faseprevia a la suscripción del Acuerdo de Paz Firme y Duradera (29/12/96). El segundo se abre precisamente con este simbólico he-

Luis Raúl Salvadó Cardoza, sociólogo centroamericano nacido en Guatemala. Maestría enSociología por la Universidad de Costa Rica. Autor de varios libros. Director del Departamentode Estudios Socio-Urbanos de AVANCSO, Guatemala.

Luis Raúl Salvadó Cardoza

Nota introductoria

Page 36: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

cho, y es en el cual nos encontramos al momento de redactarestas notas, casi dos meses después.

A lo anterior, vale la pena agregar que en un documento de lanaturaleza del presente no tendría ningún sentido desarrollar inextenso el debate que se produjo sobre cada uno de los acuer-dos suscritos, sino más bien corresponde hacer un resumen so-bre los ejes temáticos que ganaron consenso durante la discu-sión en AVANCSO, para luego plantear una de las posibles for-mas de ingreso al análisis del proceso de construcción de la pazen esta nueva coyuntura.

1.1 La tónica del primer momentoEsta puede ser resumida indicando que se caracterizó, desde

las instancias de la sociedad civil involucradas en la discusiónsociopolítica, por la existencia de dos actitudes opuestas. Una deellas, la emanada de una minoría crítica que se atrevió a «nadar acontra corriente» señalando lo que, a su juicio, son lasinconsistencias, las ausencias, las debilidades de los acuerdos,sin que esto significase que dejasen por ello de destacar tambiénlos muchos puntos que representan un avance, o un intento deavance, en la democratización de las relaciones sociales y la bús-queda de un modelo de desarrollo con características incluyentesy parcitipativas, diferente al actual, con lo que lo anterior significaen las conocidas condiciones de la pluriculturaiidad asimétricade la sociedad guatemalteca.

La otra actitud perceptible, la mayoritaria, se centró en conocerlas propuestas de acción plasmadas en los compromisos de cadaacuerdo, y saludarlas por el mero hecho de haberse suscrito,aparentemente sin hacer un esfuerzo por acercarse de maneracrítica a los textos, magnificando exageradamente sus posibili-dades de incidencia en la realidad social.

1.2 La tónica actualmente vislumbradleAunque el tiempo transcurrido desde el 29 de diciembre recién

pasado es poco, parece ser que las actitudes con las cuales, lasorganizaciones de la sociedad civil encaran el proceso de paz noson exactamente las del período anterior, aunque mucho se nu-tren en las consideraciones gestadas en el mismo. En todo caso,se está abriendo un «momento» de debate político que buscaaclarar, plantear o replantear puntos de vista, dejar claros con-sensos y disensos, así como la naturaleza y e! grado de los mis-mos, y parece ser que, tendencialmente, se está fortaleciendo laposición que líneas atrás se llamó de minoría crítica, aunque conlos matices propiciados por la nueva coyuntura, a señalar ade-lante.

Page 37: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

1.3 El resumen del debate previo en el seno deA VANCSO

Con el ánimo de hacer una propuesta respecto a dónde se tras-ladan la discusión y el análisis del proceso de paz en este mo-mento, se intentará un resumen de las conclusiones que produjoel debate previo en la institución. No es un resumen exhaustivo yposiblemente deje afuera algunos ítems que otros consideraránde importancia, pero esto representa un riesgo a asumir en arasdel desarrollo del tema.

a) Los Acuerdos de Paz son una parte constitutiva, una parteimportante, de la nueva dinámica social guatemalteca, perono son el elemento central de ella ni el eje alrededor delcual gira tal dinámica. No son la llave mágica ni el pasapor-te que nos conducirá al desarrollo y la democracia. Señalarlo anterior fue de importancia porque permitió comenzar aredimensionar el lugar y las posibilidades de los mismos,contra las expectativas desmedidas que se generaban'enotros espacios.

b) Los Acuerdos de Paz tocan temas de gran importancia enla vida social guatemalteca, pero hay temas igualmente im-portantes que no fueron tocados en tales acuerdos.

c) Los Acuerdos de Paz son desiguales tanto en su calidadjurídico política como en el tratamiento que hacen del tema.Los más consistentes, sin ser perfectos, son el de Identi-dad y Derechos de los Pueblos Indígenas y el deReasentamiento de las Poblaciones Desarraigadas (losnombramos de acuerdo a como los llama la gente y no porsu denominación oficial). Los que más cuestionamientosnegativos han tenido son el Socioeconómico y Agrario, elque versa sobre la reincorporación de los combatientes deambos bandos a la vida ciudadana, así como el referente ala Comisión de la Verdad.

d) Vistos en contexto, los Acuerdos de Paz son uno de loselementos constituyentes del proceso de paz el que, a suvez, es parte integrante del proceso de construcción de lademocracia. Este redimensionamiento de los acuerdospermite verlos «como son» y no como quisiéramos que fue-ran. Es decir, evita verlos con propiedades taumatúrgicas ypermite verlos como parte de un todo mayor en el cual co-bran su justa dimensión.

e) Si el anterior intento de redimensionar los acuerdos es co-rrecto, y lo es, la aplicación de los compromisos suscritostendrá dificultades derivadas (entre otras causas) de lainexperiencia gubernamental y la de los sectores y organi-zaciones populares en desarrollar trabajo consensuado.

Page 38: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Además, otras dificultades emanarán de los obstáculos queofrece la arraigada problemática a que los acuerdos seenfrentan.

f) A pesar de todo el razonamiento anterior, y en buena medi-da a causa de él, hay que apoyar sin asomo de duda elproceso de construcción de la paz, y para esto es parte degran importancia impulsar el cumplimiento del espíritu delos acuerdos. Hay que apoyar el proceso de paz, pero unapoyo crítico, alerta, le hace mucho más bien que un apo-yo acrítico e ideologizado.

2, La nueva coyuntura y, el reenfoquedel análisis

Es indudable que la firma del Acuerdo de Paz Firme y Duraderade diciembre recién pasado altera toda la anterior lógica políticadel país y abre una nueva coyuntura. Es indudable también quenada garantiza que «al final del camino» nos estén esperandoformas democráticas de relaciones sociales. La democracia essólo una posibilidad, entre otras varias, abierta a la forma en quelos diferentes colectivos y actores sociales vayan tejiendo puen-tes entre sí, al vigor con que se consoliden mecanismos de cana-lización y resolución de conflictos y, en los términos de estas no-tas, a la forma y el ritmo en que los acuerdos (y otras medidas)vayan generando las condiciones sociales mínimas desde lascuales se haga posible volver a impulsar medidas que signifi-quen otra ampliación «irreversible» de la democracia.

Los Acuerdos de Paz, entonces, al adquirir una nueva dimen-sión en esta coyuntura exigen un nuevo abordaje analítico, por elsólo hecho de estar ya en la etapa de desarrollo e implementaciónde sus compromisos. Detenerse en una crítica al estilo del perío-do anterior sería estéril, aunque no hay que olvidar tal crítica, por-que fue a partir de ella que se comenzó a redimensionar el senti-do de los acuerdos y su lugar en el proceso de construcción de lademocracia: deben ser entendidos como uno de los puntos departida para ello, pero no como el único punto existente o pensable.

2.1 Un nuevo eje analíticoHay muchas formas de abordar el análisis de las vicisitudes de

la nueva coyuntura. Una de ellas es introducirse a la cuestión apartir de la categoría de «gobernabilidad», la cual se perfila comouno de los grandes temas del debate nacional y envuelve la diná-mica del proceso de construcción de la paz. Y esto se refiere a lagobernabilidad aquí y ahora, es decir, a las acciones que incidenen que las nuevas formas de vinculación entre gobernantes ygobernados posibilitadas por los acuerdos vayan transformándo-

Page 39: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

se en conductas reiteradas, es decir, en relaciones sociales. Di-cho en otra forma, en esta nueva etapa es la cuestión de lagobernabilidad la que parece «estallar» frente a nosotros, sugi-riendo vías de ingreso al análisis.

Sin complicar mucho la propuesta habría que dar un tratamien-to inicial al tema considerando tres grandes planos de lagobernabil idad, para observar desde ellos, y su posiblecombinatoria, la evolución de la situación. Dos de ellos se refierena dilemas del aparato estatal, el otro se refiere al comportamientoposible de la sociedad civil.

a) Para comenzar, desde la óptica gubernamental es de vitalimportancia lograr garantizar el orden social excluyendo lautilización de la violencia política. Esto es vital en un mo-mento en que es posible pensar en un aumento de laconflictividad suscitada por la alteración de la estructura ydinámica social locales a causa de la aplicación de losacuerdos, aún cuando en estos mismos se plantea la nece-sidad de la construcción de canales ágiles para dirimir cual-quier tipo de conflicto.Es decir, la que va a ser sometida a prueba es la capaci-dad del Estado para garantizar que la construcción de nue-vas formas de relación entre sus instituciones y las organi-zaciones sociales sea permanente, consensual y democrá-tica.

b) El otro «ámbito de gobernabilidad» sobre el cual hay queenfatizar es la serie de propuestas y acciones guberna-mentales que desemboquen en resultados positivos visi-bles e inobjetables en la lucha contra la pobreza y la po-breza extrema. En otras palabras, la gobernabilidad tam-bién está vinculada a la forma, el ritmo y el estilo en que elgobierno responda a esta grave problemática.En lo anterior, incluso una lectura superficial de los textossuscritos permite ver la intencionalidad positiva aludida. Sinembargo, una gran cantidad de analistas especializadosha señalado recientemente que pareciera existir una con-tradicción entre la aplicación de una política económica, ode medidas de política económica, que van en direcciónopuesta a las necesidades mínimas de fortalecimiento de-mocrático consignadas en los acuerdos, en la medida enque tanto el incremento de la pobreza como el del númerode pobres contribuyen a hacer más frágil el esfuerzo porconstruir y consolidar paz y democracia.

c) Finalmente, el otro ámbito de gobernabilidad propuestocorresponde al espacio en que se mueve la sociedad ci-vil. Se trata de analizar si, al tenor de los acuerdos, logra, ono, consolidar los esfuerzos por organizar sus intereses de

Page 40: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

una manera moderna, y trasladarlos de igual forma por losórganos de representación existentes o por crear (no nece-sariamente los partidos políticos) para que sean atendidos.Esto es un desafío de vital importancia por la virtual ausen-cia de prácticas democráticas en la sociedad guatemaltecaen sus diferentes niveles.

3. Un cierre un tanto pesimistaCada uno de los anteriores tres planos de la gobernabilidad es

susceptible de descomponerse en indicadores sugeridos por lospropios acuerdos, o enriquecidos por la combinación de nuevosplanos aquí no contemplados, o recortados en forma diferente a¡a propuesta. Las posibilidades son muchas. Pero lo que no pue-de ignorarse es que si bien la nueva coyuntura es, como suelendecir los políticos, «portadora de una ventana de oportunidades»,hay que considerar permanentemente que tal ventana nos mues-tra también una sociedad altamente compleja, atomizada, polari-zada, con fuertes niveles de desconfianza institucional y perso-nal, con ausencia de prácticas sociales democráticas significati-vas, todo lo cual marca en mucho el escenario en que «lo nuevo»(los Acuerdos y sus portadores, además de otros factores de de-mocratización) debe actuar.

La insistencia en el uso de la categoría de gobernabilidad per-mite trasladar la discusión con relativa facilidad a las temáticasde la construcción del Estado de Derecho y de la vigencia de lademocracia, y esto es precisamente lo que está en juego en Gua-temala.

Las acciones u omisiones de los diferentes actores políticos, lasalianzas y redes de alianzas que construya cada uno de ellos, asícomo la temporalidad de las mismas, la forma de encarar el de-safío de la aplicación de los compromisos de los acuerdos y otrasmedidas de igual intencionalidad (sea oponiéndose, sea favore-ciéndolos), la oposición que sin duda se está generando a la po-sibilidad de la democracia y que tenderá a expresarse en el ejede la gobernabilidad, la forma como el Estado asuma, o no, sutransformación hacia un verdadero Estado de Derecho (suma decondiciones formales y de fundamento profundo) son algunos de.los aspectos que configuran el momento actual y no es posiblepredecir el desarrollo que tendrán los acontecimientos.

La cuestión de la gobernabilidad, pues, depende de muchosfactores más que la simple coordinación fluida (por las razonesque fuera) entre ejecutivo y legislativo, y nos remite a preguntascomo ¿cuál es la viabilidad de la paz? ¿Soluciona la aplicaciónde los acuerdos los problemas acumulados a lo largo de la histo-ria? ¿Tiene este Estado la capacidad de resistir y responder co-rrectamente a las presiones que la misma aplicación de los acuer-

Page 41: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

dos generará desde la base? y otras interrogantes más de la mis-ma naturaleza.

Planteado de otra manera, la nueva coyuntura abre posibilida-des hasta hace poco insospechadas para revertir ios factores,tanto de larga presencia como de reciente aparición, que impi-den el surgimiento y consolidación de una Guatemala diferente ymejor, pero no hay que ignorar que estos factores tienen una di-námica y una fuerza propias que no cederán fácilmente ante lapresión de lo nuevo. Las posibilidades de la coyuntura no debendesembocar en otra forma de optimismo acrítico sino deben ge-nerar análisis con posibilidad de incidencia en el rumbo propues-to por el espíritu de los acuerdos, y en esto estriba también elaporte de la ciencia social en Guatemala hoy por hoy.

Guatemala, 28 de febrero de 1997.

Page 42: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Pensamiento Propio / Año 1, No.3 / Nueva Época / Enero-Abril, pp 38-44

Tres temas ele reflexión sobre elCaribe y el ALCA

Edwin Croes Hernández

Después de haber dormido una siesta de décadas mientras seproducían las reflexiones, conversaciones y negociaciones sobreel comercio internacional alrededor del GATT, ahora estamos apre-surando la marcha sin siquiera haber digerido lo que firmamos enMarrakech. La consecuencia más inmediata ha sido la indiges-tión que sufrimos en la Conferencia Ministerial en Singapur, endonde los llamados nuevos temas que se suponían eran el postrese transformaron en el plato principal.

En el caso de los países del Caribe, ahora nos enfrentamos,además, a las conversaciones sobre el ALCA (Área de Libre Co-mercio de las Américas), sobre la Asociación de Estados del Ca-ribe y, como si eso fuera poco, también tenemos la renegociaciónde Lomé.1 Todas estas negociaciones parecen requerir una res-puesta a una misma pregunta: ¿en qué términos se integrarán lasnaciones caribeñas a la globalización?

Cualquiera que sea la vía hacia la integración, léase liberaliza-ción, del comercio internacional que escoja el Caribe y Centro-américa, existen algunas reflexiones inconclusas cuyos resulta-dos deberán ser transformados en acción muy pronto.

Esta vez, quiero reflexionar sobre tres temas que me parecende mucha importancia para el futuro inmediato del Caribe. El pri-mero se refiere a la naturaleza de las reformas económicas nece-sarias para que nuestras pequeñas economías puedan entrar enel terreno de la competencia internacional. El segundo tema dereflexión se refiere al tipo de empresas que son necesarias paratal competencia. Y el tercer tema de reflexión se refiere a lasinterrelaciones entre liberalización y condiciones de vida en laregión.

/. Se refiere a unconjunto de acuer-dos de cooperaciónpara el desarrollo(principalmentecomercial) firmadospor la UniónEuropea con ungrupo de países, ex-colonias europeasque se conocencomo ACP (África,Caribe y Pacífico).

Edwin Croes Hernández, economista dominicano. Autor de varios libros. Presidente del Cen-tro de Investigación Económica para el Caribe (CIECA)

Page 43: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

/. Pequeñas economías y las reformaspara la integración hemisférica

En la reunión ministerial de Cartagena de Indias se acordó to-mar en cuenta el caso especial de las economías pequeñas através de todos los grupos de trabajo. Esto significó un justo reco-nocimiento a las desventajas particulares que enfrentan este tipode economías en procesos de integración con economías demayor tamaño, madurez y poder.

Esto, sin embargo, también es preocupante en la medida enque no sabemos si, una vez más, las economías del Caribe yCentroamérica van a dilatar las decisiones estratégicas que de-ben tomar y poner en ejecución. Parte de mi tesis doctoral la de-diqué a la cuestión de las pequeñas economías en el contexto dela economía mundial, solo para darme cuenta de que las desven-tajas y vulnerabilidades de estas economías no son intrínsecas,son históricas y tienen remedio.

Cualquiera que sea la vía del establecimiento del Área de LibreComercio de las Américas, hay algunos aspectos cruciales sobrelas transformaciones domésticas requeridas para la integraciónregional y la globalización que todavía no son entendidos a pleni-tud en algunos sectores del Caribe y Centroamérica.

Primero, esta claro que las necesidades de inversión pública enlas economías pequeñas del Caribe y Centroamérica son relati-vamente mayores que en los países de mayor dimensión. La pro-visión de bienes públicos, infraestructuray administracióneficientees más cara en economías pequeñas debido á que en estas esdifícil, sino imposible, beneficiarse de manera substantiva de laseconomías de escala y de enfoque. Esto significa que la presióntributaria debe ser relativamente mayor que en economías demayor tamaño que sí pueden aprovechar a plenitud las econo-mías de escala.

Segundo, también esta claro que la reforma tributaria es unacondición fundamental para la liberalización del comercio exte-rior: los ingresos fiscales producto de los aranceles, que suelenser altos en las pequeñas economías del Caribe y Centroamérica,deben ser sustituidos por impuestos domésticos para que la ca-pacidad de inversión estatal no sufra y, por tanto, afecte la inver-sión en infraestructura y capital humano que, a su vez, tambiénson fundamentales para enfrentar la liberalización del comerciointernacional.

Tercero, el sistema impositivo, monetario y cambiado de las eco-nomías pequeñas deben ser lo más neutrales posibles para obs-taculizar lo menos posible el movimiento de inversiones y capitalhumano entre las ramas de la economía. Esto es así debido a quelas economías pequeñas deben ser mucho más flexibles que las

Page 44: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

grandes para poder enfrentar y beneficiarse de los rápidos cam-bios dei comercio internacional, del cual dependen de forma fun-damental para su desempeño económico.

Cuarto, precisamente por su alta dependencia del comercio in-ternacional, su alta vulnerabilidad a los choques externos y subaja capacidad de aprovechar economías de escalas, las econo-mías pequeñas deben invertir más que las grandes en establecerun efectivo sistema de inteligencia y negociación económica in-ternacional de tal forma que logren prever con mayor prontitud yefectividad las oportunidades y cambios en la economía interna-cional y, de esta forma, sus negociaciones sean más efectivas.

Quinto, la fragmentación y desorden social y político productode la pobreza y la inequidad, tienen consecuencias más inmedia-tas y profundas en las economías pequeñas por la sencilla razónde que el tejido social y los mercados están más estrechamenteintercomunicados que en el caso de las economías más grandes.Esto, de nuevo, obliga a los gobiernos de las economías peque-ñas a realizar mayores gastos relativos en prevenir o mantenerbajo control (gobernar) la pobreza y la inequidad. Este elementoadquiere mayor relevancia en el escenario de una economía másglobalizada en que la inestabilidad social mantiene alejados tan-to a los inversionistas y comerciantes, así como a los consumido-res extranjeros.

Reformas de esta envergadura toman unos cinco años para eje-cutarse, otros cinco años más para ajustarse a lo que realmentese necesita y quizás cinco años más para que comience a rendirfrutos substanciales. Esta fue la experiencia de las economíaspequeñas de Europa que hoy son desarrolladas. Esta tambiénestá siendo la experiencia de Jamaica y Costa Rica que son delos países que más temprano comenzaron reformas de este tipopueden dar testimonio de que esta estimación del horizonte tem-poral requerido es más o menos correcto. Chile, un ejemplo máslejano y controversial, también puede dar testimonio.

Esto significa que ya estamos con un considerable retraso conrespecto a lo que nos comprometimos a hacer en Marrakech, enDenver y en Cartagena.

Gobiernos y empresarios a través del Caribe siguen perdiendoel tiempo en pequeñas escaramuzas sobre la distribución de lasrentas de la protección, en lugar de aunar esfuerzos para enfren-tar las batallas estratégicas que ya se están produciendo en laarena internacional.

Esta discusión me permite entrar al segundo tema de reflexión.

Page 45: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

//. Empresas y empresarios para laintegración hemisférica y laglobalización

El Caribe y Centroamérica se enfrentan a un desafío enormefrente a la integración y la globalización: cómo desarrollar empre-sas poderosas capaces de competir exitosamente.

A pesar de que, por una parte, el oligopolio es una estructura demercado endémica de las economías pequeñas y, por otra parte,la gran mayoría de los países de la región han protegido y finan-ciado el largo período de incubación de sus empresas y empre-sarios, en la región del Gran Caribe aún no se sabe si se cuentacon un número significativo de empresas poderosas capaces dehacer frente a la competencia de las empresas transnacionalesque dominan tanto los mercados regionales como los mercadosglobales. Es decir, no tenemos actores empresariales globales-

Es posible, como muchos sugieren, que la misma liberalizacióny competencia internacional permitan y promuevan el desarrollode estos actores, Pero no existe ninguna certeza de que este seael caso, es una apuesta de alto riesgo y de mucha incertidumbre.

Peor aún, la época en que se podían crear estas grandes em-presas a través del otorgamiento de privilegios desmedidos, pro-tección casi total y financiamiento generoso parece estar pasan-do de manera acelerada. Cada vez se hace más difícil crear em-presas y conglomerados como las grandes corporaciones norte-americanas, los Ziabatsu y Sogoshosa japoneses y los Chaebolkoreanos. Sólo países relativamente grandes, con inmensos ex-cedentes económicos y ecológicos y con gran capacidad de atraercapitales financieros como Brasil, Argentina, Perú, Colombia', Ve-nezuela y México pueden todavía darse este lujo. Al Caribe yCentroamérica les es muy difícil hacerlo y, peor aún, parece queno están interesados en hacerlo.

Las empresas públicas caribeñas y centroamericanas pudieranser un campo experimental en este sentido. Pero se encuentranen tal estado de desarraigo que se necesita estar dotado de uninmenso optimismo para vislumbrar alguna esperanza. Por lo de-más, todo parece indicar que el proceso semi-traumático deprivatización de estas empresas no resultará necesariamente enun renacimiento de los empresariados de la región, sino en unanueva oportunidad de fortalecimiento de las.grandes corporacio-nes mundiales.

Puede ser que la liberalización desate las energías empresaria-les de las pequeñas naciones del Caribe. Sin embargo, mi pesi-mismo en este sentido se nutre de lo mal que se negociaron lostérminos de la globalización durante la Ronda de Uruguay y du-

Page 46: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

rante la Conferencia Ministerial en Singapur. En las circunstan-cias actuales, la liberalización del comercio que exigen la inte-gración y la globalización ofrecerá menos oportunidades de de-sarrollo del empresariado regional de lo que en otras circunstan-cias de negociación hubiera sido posible.

Existen posibilidades de enmendar este error estratégico de laRonda de Uruguay. El primer paso es crear, como ya lo está tra-tando de hacer el CARICOM,2 oficinas nacionales de negociado-res de tratados comerciales. El segundo paso es el fortalecimien-to de las misiones caribeñas en Ginebra y las principales capita-les del mundo. Y el tercero, la plena integración del empresariadoregional en las negociaciones internacionales; no se trata de queempresarios acompañen a los delegados oficiales, se trata deque los empresarios participen del diseño e implementación delas estrategias de negociación.

Ahora bien, ante la gran debilidad negociadora actual y la cua-si-congénita vulnerabilidad económica de estas naciones, la granpregunta estratégica es, entonces: ¿cómo afectará esta debili-dad congénita del capitalismo caribeño y centroamericano el por-venir de las grandes mayorías de la región? Y este es el tercertema de reflexión que quiero compartir.

///. Por un grupo de trabajo hemisféricosobre integración y desarrollo social

La cultura institucional de las negociaciones en la OrganizaciónMundial del Comercio (OMC) ha derrotado casi totalmente a lacultura de la UNCTAD, y los efectos de esta derrota se han trans-mitido rápidamente a casi todas las demás instituciones y nego-ciaciones comerciales multilaterales. Uno de los elementos cen-trales de esta cultura es la desvinculación entre comercio y desa-rrollo. Esto se expresa en la forma de negociaciones y acuerdosque son muy poco sensibles a las consecuencias sociales y eco-nómicas que acarrean para las naciones.

Hasta acuerdos multilaterlaes de cooperación para el desarro-llo ejemplares, como lo es el de Lomé, en este momento se estándiscutiendo nuevamente bajo la lógica de la cultura OMC.

Debemos evitar que esta cultura se siga apoderando del ALCA.La lógica de mi argumento es la siguiente: los estrictos requeri-

mientos para una exitosa integración hemisférica, cualquiera quesea la forma que adopte, y las grandes incertidumbres que larodean en el caso particular del Caribe y Centroamérica, obligana enfocar la atención más allá de lo comercial.

La pobreza e inequidad están desgarrando al hemisferio. Sobreesto no creo que tengo que abundar.

2. Comunidad yMercado Común delCaribe.

Page 47: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

La pobreza e inequidad en el Caribe no es de las peores delmundo, pero sí es importante: en promedio, el 28% de la pobla-ción vive bajo la línea de pobreza.

Sabemos algo de cómo evoluciona la pobreza, en términos agre-gados, con respecto a la inflación y al crecimiento lento; en am-bos casos la proporción de pobres aumenta, de eso no cabe lamenor duda. De allí que sea importante mantener la estabilidad yun ambiente propicio para el crecimiento macroeconómico.

Ahora bien, es muy poco lo que se sabe de las relaciones entrepobreza y liberalización del comercio internacional en las peque-ñas economías Caribeñas. La poca experiencia que tenemos, porejemplo Jamaica que cuenta con un largo historial de cambiosestructurales, liberalización y buenas estadísticas de pobreza,sugieren que aún no existe ninguna relación discernibleentre estasvariables.

En definitiva, no existe ni suficiente investigación sobre los im-pactos de la integración y la globalización en las condiciones devida de la población de economías pequeñas, ni existen conclu-siones definitivas sobre el particular.

Ante esta situación, no me queda más que estar totalmente deacuerdo con los señores Moss y Lande cuando en su paper reco-miendan el establecimiento de un grupo hemisférico de trabajosobre la relación entre liberalización comercial, por un lado, y lalucha antipobreza y la equidad, por el otro.

Un grupo de trabajo hemisférico sobre estos temas debería con-centrarse en dos líneas de trabajo diferentes.

Por un lado, al igual que los demás grupos de trabajo, deberíarecopilar información sobre las diferentes legislaciones sociales,sistemas de seguridad social y formas de intervención y compen-sación social. De la misma forma, se debería juntar informaciónacerca de los diferentes tratados regionales e internacionales enmateria social de los cuales los gobiernos del hemisferio son sig-natarios.

La otra línea de trabajo es más substanciosa, se refiere a reco-pilar información analítica y empírica sobre las relaciones entreiiberalización del comercio internacional y pobreza e inequidad,relevante para el futuro de los países del hemisferio. Se trata deresponder preguntas como las siguientes:

¿Se puede confiar en que el crecimiento macroeconómico seencargará del bienestar de la población vulnerable?

¿Cuál tipo de salvaguardas sociales hay que tener para evitarimpactos negativos de la liberalización comercial en la poblacióny las culturas vulnerables?

¿Qué posibilidades de no colapsar tienen diferentes sectores ysistemas cruciales para la población vulnerable, tales como laspequeñas empresas y el sector agropecuario?

Page 48: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

¿Cuáles sistemas de promoción deberían estar funcionando parapotenciar la capacidad de sobrevivencia y/o crecimiento de es-tos sectores?

¿Cuál es la duración del período de transición para que los sec-tores vulnerables sean, de una forma u otra, asimilados a la co-rriente principal de modernidad y crecimiento?

Estas son las reflexiones que he querido compartir con ustedesen esta ocasión, como un aporte para entender más plenamentela problemática del establecimiento del Área de Libre Comerciode las Américas, que implica resolver la integración regional delCaribe y Centroamérica en el contexto de la globalización.

Marzo, 1997

Page 49: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Pensamiento Propio / Año 1, No.3 / Nueva Época / Enero-Abril, pp 45-53

/. Documentopreparado poralgunos miembros dela Secretaría Ejecuti-va y de la JuntaDirectiva de CRIES.Fue presentado en eltaller "Alternativas ySostenibilidad delDesarrollo y laIntegración Regionalen el Gran Caribe",realizado en PuertoPríncipe, Haití, losdías 6 y 7 de Febrerode 1997. El documen-to, consideradocontroversia! aúndentro de la red deCRIES, no representauna posición oficial oinstitucional, sino másbien, se trata de undocumento de re-flexión y provocaciónal debate que procuraorientar la discusiónpara la construcciónde una agenda deinvestigación y deincidencia.

Reflexiones para una estrategiahacia eS 2000 en el Gran Caribe*

I. IntroducciónIniciamos un momento privilegiado de reflexión profunda, críti-

ca y autocrítica, regional evaluativa, prospectiva e institucionalcon amigos/as comprometidos/ascon un pensamiento propio, conacción y propuestas regionales.

Se busca rediseñar las relaciones de CRIES, en especial su vin-culación con las instituciones con incidencia específicamente re-gional (SIECA, AEC, CEPAL etc.), con los organismos internacio-nales en la región (BID, PNUD, B. Mundial), y con organismos decooperación internacional (DANIDA, COSUDE, NOVIB, ASDI,OXFAM etc.) y empresariales (FEDEPRICAP, Cámaras de Comer-cio, Industria, Banca y sus «think tank» regionales) junto con losaliados naturales e históricos de CRIES (ICIC, ASOCODE,Concertación de ONG, CPDC, Asamblea de Pueblos del Caribe,Iglesias etc.).

CRIES busca una nueva relación porque la región necesita cons-truir el «eslabón perdido» del desarrollo sostenible, de lagobernabilidad y de un nuevo contrato social regional para el si-glo XXI y redescubrir el potencial cognoscitivo, propositivo y em-presarial de grandes y pequeños productores que resisten lasfuertes asimetrías, ¡nequidades y violencia del sistema actual, yde los viejos paradigmas.

Una visión y un proyecto más integrado y armónico, que cree lasinergia de los diversos actores y variables del desarrollo en unnuevo contrato social dinamiza esta búsqueda permanente en estecambio de época.

El simplismo, la ineficiencia, las contradiccionesy el agotamientoacelerado del proyecto neoliberal y la incertidumbre de los orga-nismos internacionales ofrecen un espacio vacío que permite vis-lumbrar nuevas perspectivas, ahora posibilitadas por las poten-cialidades de los nuevos actores regionales y presionadas por eldinamismo de los procesos de integración y globalización.

¿Cómo lograr una complementariedad y una capacidad nego-ciadora y propositiva a nivel global, desde la perspectiva y losintereses de las mayorías de las sociedades de la región?

Page 50: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

¿Cómo integrar las. potencialidades de campesinos, medianosproductores, y empresarios preocupados por los problemas de lagobernabilidad, la globalización y la integración?

¿Cómo articular las universidades, iglesias, organizaciones pro-fesionales y organismos gubernamentales y no gubernamentalespreocupados por la sostenibilidad del desarrollo en una simbiosisde esfuerzos regionales dentro del marco del Gran Caribe?

Estas opciones y compromisos son la fuerza convocante yprovocante de este taller de reflexión de la Junta Directiva deCRIES, y la principal argamasa que nos une, en medio de nuestradiversidad cultural, pluralismo ideológico e institucional.

Pensamos que podemos aprovechar tres temas claves que per-miten la sinergia y simbiosis entre nosotros, entre nuestros enfo-ques, nuestras instituciones y nuestros planes futuros.

//. Globalización e Integración Regionalen el Gran Caribe.

La globalización actual implica un concepto y modelo de desa-rrollo basados en:

a) un progreso material permanente e ilimitado,b) un consumo creciente y homogeneizado mundialmente,c) un mercado en expansión continua, asimétrico, tecnificado-

automatizado, centralizado y controlado,d) una «élite cognoscitiva» yfinanciera (el poder opaco), que

dirige y administra globalmente a través de su burocraciainternacional (Bretton Woods y OMC), su coordinación po-lítica (G7) y su coordinación intelectual (Davos, y sus «thinktanks» regionales).

El enfoque de esta élite se basa en la teoría del goteo del creci-miento mundial y de la revolución tecnológica/administrativa ha-cia la periferia. Pero además, encabeza la coordinación de acto-res en la incidencia de corto plazo y desarrolla mecanismos deadministración cada vez más sofisticados de los grandes flujosde capital financiero especulativo (burbuja financiera) en un mo-delo de crecimiento sin empleos, escasa relación entre los flujosfinancieros y la base material productiva y precios asimétricos enel sentido de que reflejan las distorsiones sociales existentes anivel global.

En los últimos años hay crecimiento y más intercambios comer-ciales, pero estamos en una senda de desarrollo antagónico, uncrecimiento sin empleo con una impresionante concentración dela riqueza, con límites ecológicos cada vez más cercanos, exclu-sión de género, un proceso de exclusión cultural que refuerza elmodelo de imitación de los patrones de consumo del norte, y

Page 51: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

estrechamiento de los espacios para la nueva generación quétiende a responder en forma creciente con violencia y migración.

En América Latinay el Gran Caribe, en particular, la globalizaciónestá condicionando los procesos de regionalización e integración,modelándolos de tal forma que sean más parte del camino haciala integración al mercado global, con significativos costos de re-estructuración productiva en los sectores más débiles, y menosprocesos autónomos de construcción de espacios e identidadesregionales orientados hacia una reinserción menos asimétrica enel nuevo entorno mundial.

El tipo de inserción y articulación del Gran Caribe a estaglobalización está implicando aceptar el dirigismo-intervencionismo de las instituciones financieras internacionales(IFI), pasividad, inercia negociadora y un status supeditado, cadavez más dependiente. Este tipo de globalización es el principalobstáculo para un desarrollo viable, sostenible y gobernable.

En ei Gran Caribe, el proceso está produciendoevidenciasagre-gadas de crecimiento económico e incremento de salarios com-binado con resultados poco satisfactorios en el campo de las re-formas institucionales y la gobernabilidad, de las cuales depen-de la sostenibilidad de los logros alcanzados. La sostenibilidad(viabilidad de largo plazo) depende de dos factores: la tendenciade la globalización actual y nuestra capacidad institucional y po-lítica de responder a ellas.

Existe la necesidad de pensar y construir un proceso deregionalización e integración diferente. Antes que al cómo, la re-flexión sobre la integración gira alrededor de su dimensión y ob-jetivos.

¿Integración a qué?• a un bloque subregional de 205 millones de personas con un

valor agregado anual de 500 mil millones de dólares. En el cual elpoder económico indiscutible (México) está integrado a EEUU através de TLC;

• a un bloque subregional con limitadas capacidades produc-tivas propias y cuya economía es principalmente plataforma deotras más grandes las cuales controlan los circuitos tecnológi-cos y financieros;® a un bloque subregional con una diversidad cultural, racial yecológica de la más grandes en la faz de la tierra.¿Integración para qué?• para un empoderamiento de los países y sociedades de laregión, y en especial de sus sectores más débiles, en el tránsitohacia una creciente integración a un mundo globalizado,para la gestión y el desarrollo sostenible más eficaz, eficiente,democrático y transparente de los recursos y de la rendición decuentas (accountability). .

Page 52: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

® para una explotación sostenible de una zona ecológica deinterés prioritario para el hemisferio,® para una relación internacional más activa con los viejos ynuevos bloques de naciones fuera del hemisferio de los cualessería fundamental aprender elementos claves para el procesoque vive la región, y que además contribuya a un nuevo balan-ce de poder.

///. Gobernabilidad y sostenibilidadTres desequilibrios que necesitan superarse para el desarrollo

sostenible son admitidos con un gran consenso:• las desigualdades entre los seres humanos: pobres y ricos;

hombre, mujer; blanco y de color; entre las diversas clases so-ciales,• el desequilibrio entre sociedades, Norte y Sur; sobreconsumoy subconsumo; naciones con poder decisorio global y nacionessin poder, y• el desequilibrio con la naturaleza, con los recursos no reno-vables, el espacio y el mar; el desequilibrio entre la generaciónpresente y la generación futura que tendría que pagar y sufrirlos desequilibrios heredados.El creciente malestar, inquietud y protesta de amplios sectores

regionales obligan a repensar y buscar un nuevo consenso regio-nal, que supere las asimetrías mencionadas. Frente al impacto delos procesos de regionalización.y globalización, la nueva integra-ción del Gran Caribe requiere:

a) iniciativas y alternativas endógenas frente al dirigismoglobal;

b) crear una capacidad negociadora local, regional, en con-junto con subregiones latinoamericanas para concertar es-pacios de mayor simetría, sostenibilidad y gobernabilidad(ALIDES y el Tratado de Seguridad Democrática son pasosiniciales en esa dirección, así como las Cumbres presiden-ciales sobre gobernabilidad en Chile y sobre sostenibilidaden Bolivia);

c) la organización y clarificación de los objetivos, del análisisy la perspectiva y de las capacidades de movilización dela sociedad civil, lo cual implica una integración alternativadesde abajo, adentro y abierta. Una globalización desdeabajo y adentro semejante está emergiendo también enotros continentes, como se pudo comprobar en las Cum-bres de Copenhague y Beijing;

d) una integración «global-local», con la perspectiva de lairreversibilidad de la mundialización (global) pero inserta ydinamizada por el desarrollo local ofrece un potencial ge-nuino de alternativas;

Page 53: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

e) una ruptura epistemológica y un «new deal» político se re-quiere en este cambio de época para lograr un nuevo con-trato social basado en la incorporación de las variables ex-cluidas o marginadas en la globalización dominante:

el trabajoel géneroel medio ambientelas culturasla nueva generación (90% de los nuevos/as nacidos/asnacen en el Sur);

f) cómo convocar y provocar la integración «global-local» esla gran tarea de la integración alternativa de este fin desiglo. Este nuevo contrato social exige el esfuerzo y la luci-dez de muchos para superar las contradicciones ideológi-cas de la Guerra Fría, para poder enfrentarse a las contra-dicciones de la sobrevivencia, gobernabilidady por la ame-naza de la pobreza, desempleo, narcotráfico, prostitucióny corrupción creciente en la región.

IV. Estado, actores y participaciónUno de los actores más importantes en cualquier proceso de

transformación es el Estado. Su modernización es indispensablepara viabilizar una integración alterna y su forma actual es másbien un obstáculo que ofrece un blanco fácil a la crítica de lasconcepciones fundamentadas en el individualismo.

Se sugiere que hay que actuar simultáneamente a los tres nive-les siguientes (más adelante sugerimos como estos tres nivelesse concretizan en cada una de las tres funciones económicastradicionales del Estado):

® crear el tipo de conexión fluida y eficiente entre las instanciasde carácter regional, necesarias para actuar adecuadamentecomo bloque en el concierto mundial de bloques. La finanzas yel mercado mundial están administrados (no están sujetos a lalibre espontaneidad del mercado) desde los bloques podero-sos (la OMC, con el relevo del BM y FMI en los países «en desa-rrollo» o «en transición»). El empoderamiento de la región comobloque supone poseer instituciones capaces de administrar laconexión;

• constituir instituciones sólidas que puedan normar los merca-dos tanto a nivel local como global, promover los perímetrosindustriales y las distintas formas de ordenamiento de la com-petencia (reglas de juego claras, políticas antimonopólicas.etc);• incorporar a sectores más débiles y excluidos en la produc-ción de riqueza simultáneamente con esquemas de participa-ción democráticos a nivel local. Sin incrementar la generación

Page 54: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

de riqueza a nivel local no hay manera de lograr una mayorparticipación en los beneficios del crecimiento, ni será posiblesuperar la dependencia de la ayuda externa que alimenta nosólo la «enfermedad holandesa» sino también la más pernicio-sa, la «enfermedad colonial»: administraciones verticales ycorruptas sin incentivo ni exigencia de rendir cuentas a sus ad-ministrados.Igual relevancia que la participación de los estados en este pro-

ceso, tiene también la de los actores de las sociedades civilescomo campesinos, medianos productores, empresarios, organi-zaciones comunitarias y de intereses específicos, y organizacio-nes no gubernamentales de carácter nacional y regional.

Sin embargo, hay que reconocer que a pesar de sus esfuerzosy potencialidades, la sociedad civil padece de: debilitamiento delas organizaciones gremiales tradicionales, incapacidades de lasviejas y nuevas organizaciones de enlazar coherentemente de-mandas específicas con la problemática nacional y regional,surgimiento de una enorme diversidad de nuevos actores y orga-nizaciones sociales cohesionadas alrededor de intereses especí-ficos pero con serias limitaciones para identificar intereses comu-nes y para lograr articulaciones organizativas, crisis derepresentividad, falta de experiencia en los nuevos sistemas de-mocráticos, persistencia de actitudes defensivas sobre «qué ha-cer» y no propositiva sobre «cómo hacerlo», y falta de modelos yalternativas viables y concretas con las cuales incidir.

Un nuevo tipo de integración que reconozca en el fortalecimien-to institucional y en la participación activa de actores civiles susejes fundamentales, deberá entonces superar la vieja perspecti-va en la que el Estado se superpone al resto de los actores y almás reciente enfoque que asume las relaciones con muchas deestas organizaciones desde una visión instrumentalista de provi-sión de servicios públicos.

La integración global - local requiere una modernización de lasinstituciones y su concreción debe darse a nivel de las tres fun-ciones económicas básicas del Estado:• la función de provisión de bienes públicos y especialmente

de servicios sociales. Para hacer concreto el principio de lasubsidiariedad, el Estado debe promover el rol de las organiza-ciones civiles capaces de proveerlos mejor que él. Aunque mu-chos de estos servicios tienen un carácter (y un mercado) local,también hay economías de escala posibles en la integración(pensar tan sólo en las universidades, por ejemplo). Un papelactivo de la demanda para calificar estos servicios es indispen-sable y no es del todo seguro que, mas allá del discurso, elnuevo esquema del gasto social focalizado cumpla este come-tido;

Page 55: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

• la función de regulación (fomento, normalización y control,información, investigacióndesarrollo, previsión económica)debeser realizada a nivel nacional y regional para ser efectiva enarticular los intereses de los actores económicos en la«concertación de expectativas». La integración económica esuna función política por excelencia: sin administraciones públi-cas capaces de orquestar el proceso económico a nivel local -nacional, no se puede esperar otra cosa que la guerra de todoscontra todos.• la función de administración directa de los monopolios públi-cos (naturales o socialmente aceptados) debe permitir a la vezla búsqueda de economías de escala a nivel regional y unaprogresiva armonización de las políticas publicas que estimulela competencia en vez de dificultarla, dentro del mercado co-mún regional (tarifas uniformadas, inversiones conjuntas, coor-dinación de la inversión en capital humano).De cara al fortalecimiento y consolidación de las potencialida-

des de los diferentes actores de la sociedad civil, es necesarioque tanto el Estado como las organizaciones no gubernamenta-les se aboquen a:

• crear foros de comunicación e incidencia de diversos intere-ses en el corto plazo (1997-2001) para poder plantear el desa-rrollo de la institucionalidad permanente requerido para la via-bilidad de las sociedades de la región,• desarrollar las instituciones y sus capacidades con el objeti-vo de lograr un ordenamiento eficaz y democrático de las eco-nomías hacia adentro, entre ellas y hacia afuera del bloque regio-nal, y• estimular desde ahora la creación de riquezas necesaria paracostear los nuevos esquemas institucionales y de inversión encapital humano requerido para alcanzar el desarrollo sostenibley la viabilidad social y política del crecimiento.La estrategia concreta para lograr este nivel de integración ar-

mónica, de desarrollo institucional y de inclusión masiva de lossectores económicos marginados debe seguir una senda tempo-ral que supere el eterno dilema del huevo (ahorro) y la gallina (dela producción). La definición de esta senda concreta es la tareade la investigación a la cual .nos debemos abocarcoordinadamente. Como sugerencia para estimular el debate, sepropone las siguientes restricciones temporales, comenzando porla meta de largo plazo:

la meta de largo plazo: una educación de contenidos reforma-dos, fomentando valores de liderazgo y participación, formandoel capital humano para una administración pública y una geren-cia empresarial de calidad, dentro de la diversidad cultural de laregión: una élite cognoscitiva y gerencial motivada por el desa-rrollo de lo propio más que por la fuga y la imitación.

Page 56: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Este tipo de inversión en capital humano (sistemas de educa-ción y de salud principalmente) es costoso: requiere del aloja-miento de recursos adicionales que deben, para ser sostenibles,salir de la producción propia de riqueza. También lo requiere elfuncionamiento de las nuevas instituciones públicas y privadas(con o sin fin de lucro, esto no es el problema) que necesitancaptar a cada paso el mejor capital humano de la región. La ri-queza adicional debe ser generada según un esquema menosconcentrador y excluyente para que la demanda calificada y sol-vente pueda jugar el papel que el mercado requiere. A esta altu-ra, el fomento tecnológico y de organización empresarial debeproducir frutos tangibles. Los mercados regionales ampliados sonel motor de esta nueva producción de riquezas. Será siempreposible que algunas empresas conquisten mercados en los otrosbloques económicos pero, además de difícil y azaroso, esto siem-pre traerá beneficios muy concentrados y difícilmente sosteniblesdada la estructura real de los mercados internacionales adminis-trados y altamente imperfectos: la experiencia de la región es queno se puede basar una estrategia de desarrollo sobre esto.

En el corto plazo, reunir las condiciones para alcanzar estasmetas supone:

• eliminar el secretismo en la gestión estatal y promover la ges-tión transparente de los bienes públicos,• accionar para impedir que las autoridades gestionen con losorganismos multilaterales programas de ajuste sesgados y mu-chas veces irrealistas pero que les otorgan la excusa que nece-sitan para justificar una administración deficiente (mientras pre-sentan a esos mismos organismos un discurso lacrimoso sobrela ingobernabilidad y los peligros sociales),• aumentar la capacidad instrumental de las organizacionesde la sociedad civil para cumplir mejor sus funciones públicas,

• • propiciar esquemas de negociación con los organismosmultilaterales donde estén realmente representadas todas lasfuerzas civiles y no solamente una cúpula muy reducida de eje-cutivos de representatividad restringida.Como activo contamos con la emergencia de un amplio con-

senso de organismos de la sociedad civil en todo el mundo, pro-moviendo una visión y alternativas de la mundialización basadasen la «ciudadanía planetaria» construida sobre la participacióndemocrática y equitativa, la democratización del conocimiento yla reforma educativa promovida por la UNESCO, la democratiza-ción de los organismos internacionales (ONU, Bretton Woods etc.)en base a una evaluación independiente, y la transparencia y larendición de cuentas de los mismos.

Los nuevos espacios requieren nuevos actores, nuevas fuerzassociales, económicas y políticas que creen las condiciones parauna nueva voluntad política con poder para ejecutarlas. Sin esta

Page 57: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

nueva relación de poder se corre el peligro de permanecer alnivel de una esperanza permanente.

A modo de reflexión final: ¿será posible lograr iniciar este pro-ceso dada las trabas reales que ponen en su camino las fuerzascombinadas de las serias debilidades de las organizaciones ymovimientos sociales ya señaladas, el Estado patrimonial, la tra-dición de administración delegada, partidos políticos elitistas (ymuchas veces demagógicos) y una cultura marcada por un fuer-te sesgo de género? De dónde saldrán las fuerzas para romper elcerco, sino de nosotros mismos, de las fuerzas sociales a las quemuchos/as de nosotros/as estamos vinculados/as y de otros mi-les llenos/as de buena voluntad?

Page 58: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Pensamiento Propio / Afio 1, No.3 / Nueva Epoca / Enero-Abril. pp 54-74

Discussing the Future: RelationsBetween the European Union and theCaribbean Region

A Perspective of the Caribbean Reference Group (CRG)1

IntroductionThe Lome Convention between the European Union and the ACP

states is one of the most important agreements on developmentco-operation. It accounts for a major share of all the aid receivedby the ACP countries. Based on the principle of partnership ratherthan the traditional donor-driven approach to development, itenabled fostering of a unique development experience indevelopmentco-operation, incorporating both, financial assistanceand trade arrangements.

The values contained in such a relationship in development co-operation, unfortunately, have neither been explored norstrengthened by the respective civil societies. The almost exclusivemonopoly of governments as central agents in the developmentprocess, has not allowed for any substantial contribution of civilsociety in the design and implementation of developmentstrategies. It is only very recently that the private sector and otherorganisations of civil society are becoming familiar with the issue.Consequently, it is only recently that they have begun to use thedevelopment assistance under Lome, and this is still a fairly mar-ginal share.

The reasons for this are many. What is frequently underlined inmany Caribbean countries, is that:

• There is a lack of awareness and knowledge of theConvention;

® There is a lack of motivation to join any debate related to thematter, as the Convention and the provisions for developmentassistance under it are mainly seen as the concern of statesinvolved;

© There is a lack of motivation to influence the course ofdevelopment co-operation as experience shows that inputsand articulations of civil societies on the matter are hardlytaken into consideration both by their own governments andthe European Commission;

/. The CaribbeanReference Group(CRG, henceforth) wascreated with thesupport ofOXFAMUK/I. The CRG iscomposed of thefollowingorganizations: TheCaribbean RegionalOffice of OXFAM UK/I, based in DominicanRepublic; EconomicResearch Centre for theCaribbean (CIECA),based in DominicanRepublic; CaribbeanPolicy DevelopmentCentre (CPDC), basedin Barbados;Windward IslandsFarmers Association(WINFA), based in St.Vincent and TheGrenadines; HaitianPlatform forAlternativeDevelopment(PAPDA), from Haiti.

Page 59: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

The overall aim of theactivities conducted bythe CRG was to initiatea process of buildingup regional, civilsociety's strategy foradvocacy of a conceptand practice ofdevelopmentcooperation thatcorresponds to theneeds and the dynamicof our developingsocieties.

© Only recently has there been a possibility of accessing fundswithin the framework of decentralised co-operation, but thishas been beset by the experiences of great difficulties indoing so due to complicated application procedures inBrussels and non existing procedures in the Caribbean.

Recognising the value of participatory development and giventhe disiiiusionmentwith the performanceof the states as sole agentsfor development, the opening up of the process of discussion andconsultationon the future of the development co-operation betweenthe EU and ACP countries, provides a unique opportunity for civilsociety to shape the balance of the social partnership in the post-Lome IV negotiation and dialogue.

On the Nature of Partnership andFuture Conditionality

Recognising the value of the nature of partnership underlyingthe development co-operation under Lome as a basic guaranteefor equality, national sovereignty and interdependence and as aprecondition for successful development results, we stronglydefend the preservation of this principle in any future Agreement.Because of this, we find it disappointing that the Green Paper payslittle attention on how to institutionally facilitate and strengthen dia-logue and partnership.

We are of the opinion that partnership cannot be fully realised ifthose for whom and by whom the development process, as such,is to be carried, are excluded from participation in the decision-making and the implementation of development policies. We thus,consider, that:

• In order to give partnership its full meaning, any futureagreement on development co-operation must seek waysto include representatives from the civil society in thestructures and instances where development strategies aredesigned and evaluated.

• It must also give them better access to the funds fordevelopment assistance, while at the same time, assigningmore responsibilityand transparency in their use. (see belowsome concrete proposals on Governance and ParticipatoryDevelopment that also enhance the concept of partnershipas such).

As far as the issue of introduction of "conditionality" on thepredictable and contractual nature of the aid on the bases ofrespect for human rights is concerned, our starting point is thatthis is notably in line with the sustainable and human developmentof our societies.

Page 60: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

ACP governments have for too long been shirking theirresponsibilityto bring more people into the mainstreamof economicactivity in their respective countries. Rather, they preferred relyingon a small economic elite of local and foreign interests to controlthe commanding heights of the economy. This economic dis-enfranchisement of the masses of people has to be addressedand resolved as quickly as possible, and a post-Lome IV frameworkpresents an ideal arena to deal with the issue.

Further on, we are also sympathetic to the ideas of extendingconditionality on the bases of .environmental protection standards,labour standards, and anti-poverty performance standards. Thisis important move forward towards a more democratic andresponsible governance. Yet, we want to express great cautionand genuine concern.

Firstly, we consider that if development co-operation is based onpartnership, the introduction of conditionality has to be a mutuallybinding commitment. This means, that not only do the ACPGovernments have to introduce standards regarding, human rights,democracy, protection of the environment, etc., but that theEuropean Union also has to comply with the commitments acceptedfrom Rio to Istanbul at home and in acting at international policy-making instances. Moreover, it also means that the overall EUpolicies affecting ACP countries have to be in' compliance withthose standards. Unfortunately, this is not always so. Examples ofpolicies and actions of EU Governments which affect and threatenthe environmental as well as the security balance of ACP statesare still a reality.

Secondly, the experience of imposing conditionality on aid byother donor agencies has shown us, that very often, neither thereason for imposing conditionality is being remedied nor progressis being done in improving developmentindicators. On the contrary,breaches of human rights, devastation of environment and poordevelopmental performance of states continues, and sometimeseven gets worse. The negative effects of denying financial aid arealmost exclusively felt by those in need of it, e.g. the poor, themarginal and women.

Added to this, is the fact that measuring performance is a complexissue. Indicators, such as economic growth are not sufficient tojudge the effectiveness and the performance of the agents fordevelopment. Growth itself is the result of a complex, set ofinteractions, involving in many instances external factors whichare outside the reach of the local governments. Judgingperformance on the basis of indexes of poverty is also a trickyquestion, and another example of the complexity of the issue. Manytimes, poverty is seen to be the result of poor performance ofgovernments at macroeconomic level. Although adjustment

Page 61: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

policies can have adverse effects for the poor, they are not theroot cause of poverty.

The above is not meant to defend the poor performance ofgovernments. On the contrary, we recognise the fact that due towrong policy moves and weak institutional capacities, ourgovernments have failed to use resources in appropriate andeffective manner. However, we think that in introducingconditionality a due respect for complexity of the measurement ofperformance, dialogue, and respect for specificities of localsituations should be utterly exercised.

In this sense, we suggest that certain criteria ensuring, dialo-gue, negotiation, transparency and cost/benefit analysis of theintroduction of conditionality need to be drawn. The latter, werecommend to take a strong and determined view of the effects ofretention of aid on the poor and vulnerable groups.

ACP Group's Identity and ValueIt is about time that the Caribbean reflects on the real value of

negotiating all the details of a post-Lome convention within theframework of the ACP countries. In a rapidly globalizing planet,regional isolation may be a handicap, but dispersionof our interestsmay be a burden. The only way out of this dilemma is the option ofnegotiating an overall framework as part of the ACP group, whileat the same time complement it by a specific regional agreement.

Although it is true that the identity of ACP countries as a groupwas created for historically specific reasons, that is not reasonenough to devalue its history and dismantle the group.

The ACP as a group, and its institutions, have proven to be avaluable mechanism for debating and negotiating trade anddevelopment co-operation issues for the countries of the South.Throughout this, a significant value to the principle of solidarityhas been added. Additionally, as the world gets more global,countries of the South may find the ACP forum, its mechanismsand legacy as powerful tools for co-ordinating positions andconducting negotiations beyond Lome.

For the Caribbean countries, the ACP grouping has renderedimportant benefits in terms of enhancing the negotiating power ofthe region. In the case of individual countries that have, recentlyjoined the group (e.g., Dominican Republic and Haiti), the benefitstend to be even greater when seen from the perspective of theirrelative isolation in South-South relations.

In short, we highly value the fact that the ACP group has createda culture, institutions, and experiences not matched by any otherinternational institution formed by countries from the South.

Page 62: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

ACP DifferentiationDifferent ACP countries are at different stages of development

and, therefore, have different development needs. This reality callsfor a differentiated approach in attending these needs.

Responding to the specificities of a region can be successfullyachieved through negotiation of regionally sensitive agreementswithin a framework of a general ACP-EU Agreement in the spirit ofthe best Lome principles. Such an option, not only accommodatesthe heterogeneity and different needs of the ACP group, but it alsomeets the EU 's requirement for more effective use of developmentresources.

The benefits of such an option are also important to thepreservation and maturity of the ACP group since it will help ACPstates to learn how to manage their differences. In the age ofaccelerated globalization, ACP countries should not de-globalizethemselves, by fragmenting one of its few global institutions.

What is needed to attend the different needs of ACP's regions isa less centralised approach to development co-operation and amore flexible mechanisms to respond timely and cheaply todifferent requirements. Differentiation should be tackled by a moreintensive use of ACP local facilities such as consultancy, banking,and other services. In this respect, Lome's record has been verydisappointing.

Differentiation, however, has been given another meaning, thatis, 'graduating'countriesfrom deserving concessionalfinance. Thisprocedure is already in force in several International FinancialInstitutions and donor countries.

The principle of 'graduation' is sound, but its actualimplementation is flawed. It is based on a GDP per capita criteria,which is sensitive neither to the sustainability in time of suchindicator, nor to the actual economic and social structureunderpinning it.

Caribbean nations are among the most affected by such a criteria.As middle income countries, we are at the top of the list of'graduation', while having relatively high levels of poverty anddepending upon poorly diversified and vulnerable economies.Serious research and negotiation should be conducted in casethe concept of 'graduation' emerges as one of the guidingprinciples for differentiation.

ACP ExpansionThe European Union has expressed its desire to expand the

geopolitical coverage of Lome, particularly towards poorer LDCs.The only problem in this regard is that the European Union has not

Page 63: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

expressed its commitment to expand the financial resources thatsuch a move requires.

In the past, the ACP group has expanded, particularly in theCaribbean, In 1989, two of the poorer and larger countries in theregion {Dominican Republic and Haiti) joined the group. We seethis as an important contribution towards the regional integrationprocesses. Further expansion, for example, towards CentralAmerica, as is suggested in the Green Paper, may enhance theregional integration in the context of the Association of CaribbeanStates (ACS).

Notwithstandingthe value of this, however, the experienceof suchexpansion has also shown certain disadvantages due to the lackof proportionate expansion of available resources. This means,that there was a decrease of resources and other developmentfacilities on a per capita basis in the countries of the ACP group.Consequently, despite our positive consideration of the ACPexpansion in the globalizing world, we call for the consideration ofthe need to accompany any expansion of the group by expansionof development resources and facilities.

People's Centred DevelopmentIntegration to the world economy through liberalisation should

be pursued with a clear link to people's well-being. Just as in theEuropean Union, when globalisation affects people's welfare andtheir way of living, the process is checked. This should be enshrinedin the post-Lome development regime as a people's centreddevelopment principle. Safeguards against this principle beinghijacked by the elite should also be designed.

Recent evaluations of the effects of the EU development co-operation on the improvement of development indicators in manyACP countries, show that they have been very poor if notdisappointing. This has given ground to claims that developmentco-operation as it is, should be abandoned and new instrumentsand development objectives should be identified. Such argumentspredominantly focus on the need to emphasise trade and boostthe private sector in order to help the integration of local economiesin the international markets.

It is not the capacity and the competitiveness of one or fewproductive sectors or the system of production as such that counts,but the organisation of the different systems and theircompetitiveness as a whole. In the anticipated era of globalization,we have no certainty about the form it will take, its requirementsnor its consequences on the national economies. But, what we doknow is that the new era will require absolute flexibility oforganisation and human capacity.

Page 64: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Therefore, we consider that any future development frameworkand its policies have to center on the human being , e.g. those thatpursue development and that will benefit from it. Building humancapacities through poverty reduction, job creation, education,technological advancement and social security, should be at theheart of any future development objective and an underlyingprerequisite for the assessment of the given policy options.

Poverty Reduction and SocialDevelopment

Although Caribbean economies have been very successful inraising living standards during the last three decades, since theearly 1980's there has been a significantdecline. Poverty still persist(around 38% of the total population) and in some countries isincreasing.

The main characteristicsof poverty in the Caribbean include largefamily size, low levels of education, lack of housing, limited accessto water and sanitation, long periodsof unemployment, employmentin the informal sector, and vulnerability to crime and violence.

Poverty mainly affects women, elderly, children, disabled, small-scale farmers, the indigenous population, unskilled workers. Thecauses of it are different, including low aggregated economicgrowth, macroeconomic instability, deficiencies in labour markets,low productivity and wages in the informal sector, decline or lackof social services.

It is clear that unless the structural causes of poverty are remo-ved, poverty will always remain a fundamental problem to manyCaribbean countries no matter what amount of aid is given for itsremedy.

But this is not a simple task. Although growth is fundamental toits reduction, growth itself is the result of a complex set ofinteractions. Low growth in the Caribbean can be attributed to both,external shocks (changes in the terms of trade of countries,changes in the global demand for their exports, changes in theglobal interest rate on their debt, natural disasters) and inadequatedomestic policy responses. Serious and long-term orientedmacroeconomic policies are needed to tackle the problem in itsessence.

However, direct allocation of resources in areas such as socialservices and income-generating schemes seems to be the mosteffective, short-term way of poverty reduction. The experience,however, shows that only small fraction of Lome resources isallocated directly to these areas.

The future development co-operation needs to devote a greatershare of its resources and facilities to the following areas:

Page 65: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

• Provision of good quality basic social services (20:20compact) such as education, health, nutrition, sanitation andsafe drinking water;

• Support for massive income generating programs for therural poor and urban informal sector (credit, access to land,training, technical support, investment in local agriculturalproduction and food security schemes, etc.) should bedesigned and implemented;

• Provision of social security structures to meet the basicneeds not only of the poor and vulnerable, but of themajorities as well;

• Institutional capacity building of various social and civilsociety organisations.

We are convinced that such approach is absolutely crucial tothe global integration strategy. Therefore, we recommend thatperformanceaimed at poverty reduction should be the main criteriafor allocation of the post-Lome development resources.

Gender and DevelopmentCo-operation

Development co-operation needs to incorporate the genderperspective in all its aspects. It must be directed towards changesin attitudes and structuresof social organisationsthat reflect genderinequality at all levels: political, social, economic, legal as well ashousehold ones. In order to do this, the EU must mainstream genderanalysis in the conception, the design and the implementation ofall programmes and projects of development co-operation.

We are disappointed by the fact that such an holistic approachto the problem'is not expressed in the Green Paper. Although insome of its parts, gender and women are mentioned as importantcategories and development targets, some of its most importantpolicies, like those on trade and integration in the labour markets,reflect little or nothing on the possible consequences on them.

In this regard, programs sensitive and/or with a special emphasison women's need should be prioritised. These programs include:

• Child-care• Family health• Housing• Education and Training• Small-size credit schemes• Land/tenure reformFinally, we consider that more research on the implications of the

overall policy options of the future development co-operation onthe position of women is needed.

Page 66: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

The Need for Corrective MeasuresEssential to successful implementation of development policies

that will reduce poverty and prepare and integrate ACP economiesin the world market (as these are the two main objectives outlinedin the Green Paper) is the existenceof instruments and mechanismsthat will enable certain flexibility in application of policy options atgiven time and given country and their proper implementation.

Although we recognise that the shift of policy options expressedin the Green Paper partly reflects the incapability of many ACPgovernments to implement development policies effectively, weare concerned with the assumption implied in the Green Paperthat smooth transition to institutional sustainability andaccountability will accompany other reform processes and boostingof private sector development and trade.

The new policy options need to be backed up by instrumentsthat will remedy the negative social impact of some anomalies inthe context of the ACP's local realities. For example, the ambiguitiesof trade and private sector development as guiding forces togrowth, job prospects, reduction of poverty, improvement ofinfrastructure, etc., have been greatly visible in countries withproblematic legal and executive systems, and weak administrativecapacity. In our opinion, great caution has to be exercised, whenpolicies aimed at boosting the private sector and open trade areintroduced, and there is a lack of parallel introduction of policiesaimed at institutional build-up and social transformation.

Trade and DevelopmentAny benefit from full integration to the global economy, requires

that markets work, that players are equal, and that the playingfields are levelled. That, of course, is not the case. On the contrary,the recently-concludedtlruguay Round of negotiations in this area,means that playing fields and players will be even more unequalwhen the agreements come into force.

The main objective of post-Lome trade arrangements should beto help ACP countries to meet the challenges of global tradeliberalisation. The problem, however, is that the reflections andoptions being considered by the European Commission are onlypartially conducive to this objective.

The Green Paper starts with the reflection that non-reciprocaltrade preferences and commodity protocols have delivered neitherdevelopment nor international competitiveness among ACPcountries. It is claimed, therefore, that reciprocity and differentiationshould be given a chance, in order to strengthen partnership andto attract European investors. Consequently, a menu of" tradeoptions is deployed, and a brief consideration of advantages and

Page 67: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

disadvantages of each of the options for the European Union areconsidered. However, the common denominatorof the trade optionsis a move towards a more WTO-like kind of arrangement, allowingfor differentiated degrees of reciprocity according to levels ofdevelopment. This perspective is contaminated with the WTOcultureof bilateral negotiationscentred on the principleof all againstall, where reciprocity is the yardstick of fairness.

It is also incorrect to assume that the current trade arrangementsof the Lome Convention are perfectly conducive to the developmentof ACP countries' trade capabilities, and that therefore, incentivesshould be diminished and preferences reciprocated. There areseveral elements of the current Lome Convention that constituteserious obstacles to the development of exports and for theattraction of foreign investment that should be taken into accountwhen negotiating future trade provisions. Three of them are veryclear:

• The complexity and stringent rules of origin do not take intoconsideration the case of the small Caribbean economieswhere production linkages do not allow much room forachieving the levels of value added stipulated in theConvention;

• The complex and bureaucratic rules for accessing Lomefunds by the private sector of the Caribbean constituteserious obstacles to the effective use of such facilities;therefore, the real trading capabilities of the region's privatesector are yet to be tested;

• The current Convention does not include particularincentives and guarantees for promoting Europeaninvestment in the ACP countries; under these conditions, itis no surprise that European investment has not beenresponding autonomously.

Which are the core principles for trade negotiations that shouldbe considered by Caribbean countries and the European Union?The wisdom springing from decades of international trade researchand dialogue suggests that, at least, the following should bepresent:

• Building trade capacities is a condition to benefit from non-reciprocal preferences,

• Actual export diversification is the key issue to successfulintegration into world markets,

• Compensation for deeply damaging European domesticpolicies, such as the Common Agricultural Policy and itsmeasures to safeguard against imports from ACP countries,

• The behaviour of some European Trans-NationalCorporations (TNCs) as fundamental obstacle for ACPcountries to get the benefits from international trade; and

Page 68: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

• The need and prospects for the EU-ACP partnershiptranslating into influencing force in global trade negotiationso as to compensate for ACP's disadvantages.

Regarding linkages between poverty and trade regimes, it shouldbe acknowledged that there is no substantial and definitiveresearch availableon the effects of trade liberalisationon the fragileACP economies, especially in terms of impact on the socialconditions, such as poverty reduction, jobs, living standards andeffects on women and other marginal groups. In other words,combining poverty- and inequity-reductionobjectives, on one hand,with full integration in the international economy, on the other, is amajor task that requires serious consideration. The Green Paperseems to be lacking it.

Regarding reciprocity, most Caribbean countries seem to be ina position of granting reciprocity in a wide range of marketcommodities. On one hand, there are certain manufactured andagricultural goods that are not, and probably will not bemanufactured in the small economies of the region. Consequently,non-tariff preferences can be given to those goods coming fromEurope (although with some financial losses for Governments, dueto diminished revenues from tariffs but beneficial for consumers).On the other hand, there are several specific industries in whichsome Caribbean countries may want to liberalise gradually, eitherbecause local production is sufficiently competitive, and/or localproduction is in need of getting used to the discipline of foreigncompetition. Considering the effects of any of the trade options forthe Caribbean put forward in the Green Paper, requires empiricalresearch on the matter on a country-by-country bases.

Reciprocity in a wider sense, meaning trade liberalisation, shouldbe accompanied by competitiveness-enhancing investment andsuitable transition periods for investments to take place and mature,and by improvement of macro-economic and social conditions.This means that the private sector of the Caribbean, in the widestsense (i.e., including small producers) should have better accessto capital, know-how, and infrastructurefor a sufficiently long periodof time so as to enable itself with the necessary competitivesynergyas to enter the international markets.

Regarding investment and its relationship with trade, we considerthat European investment in the Caribbean should be encouragedin areas where most needed and in conditions not inferior to thosealready enjoyed by investors from other origins. The Caribbeanregion needs European capital, know-how, European goods andservices. The Caribbean should benefit from the competition amonginvestors from all possible places in areas where neither thegovernment nor the indigenous private sector can take advantageby its own, in the foreseeable future.

Page 69: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Not surprisingly, the Green Paper is also not clear on the EUpolicy towards the extremely problematic area of commodityprotocols. For one, the ACP sugar producers insist that the SugarProtocol is not negotiable within EU/ACP framework, since it is alegal document also written into the GATT agreements. For them,the priority issue is how to restructure the arrangements for themovement of goods so as to get the best advantage of it.

The case of banana is best known since it has become aninternational test case for all sort of trade-related issues and hasnow gone beyond the Lome framework. The case is that non-traditional ACP exporters'have been demanding a larger marketshare while traditional exporters like the Windward Islands cannotfulfil their quota since the returns to farmers are diminishing. Pricethen, is their biggest concern.

What becomes clear from this, is that there is a need to find thebest possible way in order to settle the conflict over preferentialarrangements so as to satisfy the needs of all the sides. Possiblesolutions need to provide at least a sufficient space so as to allowthe re-organisation of the industry on a more-competitive, cost-efficient basis.

Tackling the above mentioned concerns, requires a trade strategythat integrates the following recommendations:

• Keep and strengthen the trade-aid-investment linkage inorder to assure that integration to the world economy isaccompanied by capacity building investments;

• Strengthen export earnings stabilisation and diversificationinstruments (STABEX and SYSMIN) in order to facilitate thedevelopment of the export sector, this should be targeted tocountries that are heavily dependent upon commodityexports;

• Simplify and reduce the levels in the rules of origin in orderto promote both Caribbean exports and European foreigninvestment;

• Link Lome's principles with EU global trade negotiationswithin WTO, i.e., political dialogue between the EU and ACPcountries should cover trade policy before importantnegotiations start at the WTO;

• Focus on specific administrative measures needed toincrease the accessibility to Lome's financial facilities;

• Negotiate a comprehensive code of conduct for EuropeanTNCs' investment and trade in ACP countries, the startingpoint could be the proposals already negotiated in UNCTAD(regarding restrictive practices by TNCs);

• Any future protocol should provide breathing space to allow:• the reorganisation of the industry on more competitive, cost-

efficient lines, offering incentives to those producers who

Page 70: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

have the capacity to improve efficiency to the point ofcompeting in the market, and to those who cannot or do notwish to become competitive in the banana field to switch toother alternatives,

• A smooth transition period safeguarding against suddencollapse of the banana market,

• Infrastructural and market support for diversificationinitiatives, and

• The provision of a Fair Trade quota allowing for alternativemarketing initiatives between consumers and producers.

Institutional Governance andParticipatory Development

We welcome the recognition in the Green Paper of goodgovernance and participatory development as essentialprerequisites for successful implementation of developmentpolicies. We also, consider, that these elements represent the mainguarantee for the preservation and the strengthening of the principleof partnership that guides the Lome Convention.

The twofold importance of the good governance and thedemocratic participation of non-state actors in the design andimplementation of development policies, makes the issue ofinstitutional changes and their sustainability one of the mostimportant tasks forward for both, the EU and the ACP states.Consequently, we see the introduction of the rule of law as one ofthe future essential development objectives.

However, we do share with frequently expressed dilemma ofwhether development co-operation assistance should beconditioned by this? And if so, what is the best possible way tofurther the realisation of this task without endangering the principleof national sovereignty on one side, and the promotion of humanand sustainable development on the other? (Note our concernsand recommendation on introduction of conditionality in the parton Partnership and Conditionality).

Obviously, we are of the opinion, that any future strategy aimedat achieving institutional reforms and democratisation of the publicspace, must balance the needs of the recipient countries and paceof changes with donor's concerns and commitments in this sense.In order to do so, mechanisms should be developed that will ensurefair and balanced application of the reforms with greater accenton capacity-building, especially at the level of civil society, whileat the same time, will safeguard against the negative socialconsequences of the reform processes.

In our opinion, the establishmentand the promotion of institutionalguarantees for good governance and participatory development,

Page 71: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

require changes at different levels of different areas of social life.Moreover, they require profound changes in cultural perceptionsand patterns of life. Such requirements, make the task of democratictransformation and its institutionalisation a very serious andcomplex one.

Therefore, we think that future development co-operation has tobe used to facilitate this process. But the relevant question remainswhere to start, what should the priorities be and how to do it thebest in order not to endanger both, the independenceof civil societyand the necessary balancing and stimulating potential of aresponsible state?

Given the overall context of this paper and the consequentrecommendations made so far, we think that integrated reformefforts need to be implemented at least at the following levels:

Reconstruction of a Democratic andResponsible State

This is the necessary precondition for a stable and just society.In the globalized future, it is even more necessary to have a statewhich will co-ordinate, balance and correct the disabilities ofliberalised markets and guarantee the basic economic, political,social and cultural rights of people. In order to be able to performthese functions, reforms of the state structures are needed at leastat the following levels

• modernisation and capacitation of its administrativeapparatus, especially targeting the system of provision ofsocial services (education, health, water, electricity, etc.) andthe justice system (enable its independence and successfulprotection of human rights and democratic procedures);

• decentralisation, i.e. the extension of rights andresponsibilities to the municipalities, so as to ensure widerparticipation in decision-making and implementation ofpolicies relevant to development of our societies;

• fostering the state's responsibilities and providingcorresponding funds aimed at diminishing the negativeconsequences of the processes of modernisation andglobalization (social security, protection of the environment,conflict prevention and management, fight against organisedcrime, etc.);

Page 72: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Strengthening Civil Society'sInstitutions and Creating Instances forParticipation in Processes of Decision-Making

This is the other essential requirement for creation of institutionalguarantees for good governance and participatory development.Yet, civil society is neither a static entity nor a necessarilydemocraticone. Its marginsof inclusion are permanently changing,and tendencies with undemocratic character are also emerging.In its dynamic, the civil society as such is in a perpetual processof creation of instances for emancipation from various types ofhegemonies, including the state one. Seen like this, civil society isthe main guarantee against the tendencies of over-extension ofthe state in all areas of social life.

Any development strategy aiming at strengthening the institutionsof civil society and promoting instances for its participation in theprocess of decision-making, needs to take note of this dynamicand promote the principle of flexibility as well as independencefrom the state, as its underlying elements.

In concrete terms, this means that development co-operationunder Lome can be used to strengthen the position of the non-state actors by:

• capacity-building (technical as well as human) of non-stateactors;

• improvement of their access to funds, by expanding andsimplifying the procedures of decentralised co-operation (athought should be given to possible creation of special co-ordinating unit that will guide and help NGO's in the processof application for development funds);

• facilitating partnership with European NGO's and other civilsociety's organisationsthat can further transfer of knowledgeand know-how;.

• creating avenues for dialogue between civil society and thestate (in the form of ad hoc consultations, creation of specialforums involving relevant state structures and civil society'sorganisations; etc.)

Facilitating private sector to undertake its role as one of theleading actors in the future development process is absolutenecessity. It requires special emphasis and selective policies thatwill enhance it's trading potential. But doing this, first of all, requiresadequate changes of the legal and operational frameworks withinmany ACP states (proper fiscal and monetary policy, proper legalinvestment climate, macroeconomic stability, competition rules,

Page 73: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

etc.) as well as similar legal framework internationally (competition,foreign investment, predictability, instruments for policy dialogue,etc.).

Moreover, it requires special capacity-building incentives.Development co-operation under Lome can facilitate this, by:

• providing special funds and credit schemes accessible tothe private sector;

• improving credit and other investmentfacilities for the privatesector;

• promoting foreign investment and joint-ventures;• creating instances where the private sector can participate

in the process of decision-making and implementation ofdevelopment policies;

• promoting international rules conductive to fair globalcompetition;

• providing technical assistance and marketing know-how,especially to the sectors that have certain competitiveadvantages internally and externally;

• facilitating acquisition of technology and know-how for theprivate sector;

• promoting development of regional markets and further re-gional integration.

And finally, changing the balance of participation in thedevelopment and promotion of institutional sustainability can notbe fully realised if the very same development co-operation islacking it. The CRG considers that successful implementation ofpolicies aimed at achieving of the above mentioned objectives,requires involvement of civil society in the very process of design,implementation and evaluation of development co-operationpolicies. Moreover, it requires a set of different criteria that willguide the distribution of financial assistance for these purposesand will help the introduction of transparency in their use. Thesecriteria should include the following:

• preference to reforms and actors that focus on povertyalleviation and social justice;

• measures for protection of the environment both, at the levelof institutional changes and capacity-building andimplementation of development policies;

• utilisation of development resources that involvesparticipationand strengtheningof the capacity of wide rangeof subjects and organisations;

• require proof of the ability to use resources in most efficientway possible;

• make user-friendly instruments and procedures fordevelopment co-operation.

Page 74: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Financial Mechanisms and InstrumentsThe CRG is of the opinion that there are some serious problems

in the way development co-operation under Lome has beenhandled. Due to multiplicity and over-complexity of the instrumentsand procedures, there is often a clear lack of responsibility inmanaging co-operation. Additionally, such complexity has provedto cause difficulties for civil society to influence decisions and getaccess to funds from the development co-operation. Overcomingsuch problems, requires active involvement of the non-state actorsin the design and the utilisation of the development co-operationmechanisms and instruments.

Institutional Pluralization of theDevelopment Co-operation

The CRG considers that this should be the first task on the roadto the improvement of Lome financial mechanisms. In order to dothis, the following preconditions need to be satisfied:

• Establishment of new decision-making instances andarrangements that will include non-state actors (differentforums or ad hoc commissions where selected NGO's couldacquire consultative status; parallel ACP civil society forumthat can take the lead in lobbying Governments and liaisonwith the European Commission, etc.).

• Enabling of the independence of non-state actors andprovide channels for co-operation with the state;

• Creating instances responsive to the participation of non-state actors at the level of the European Commission;

• Creating various monitoring instances and checks on thetransparency of utilisation of resources.

Financing Development Co-operationTwo elements are of utmost importance for Civil Society

Organisations(CSOs): firstly, the access to funds from the EuropeanInvestment Bank (EIB) for the private sector, and secondly, theaccess to funds from the European Development Fund (EDF) torCSO's.

The Caribbean private sector has criticised the difficulties inaccessing the ElB's facilitties, basically, due to the requirementsof collateral guaranty. The Caribbean Council for Europe (CCE)has put forward a proposal for the EDF and other European financialinstitutionsto finance a guaranty fund that may lift the main obstaclefor accessing development funds for the Caribbean private sector.

In the case of funding CSO's projects, the introduction of thearticle on decentralised co-operation in the mid term review of the

Page 75: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Convention has been a great leap forward. However, the centralwindow at Brussels has not been provided with an agile mechanismto disburse the funds, while the regional window in the Caribbeandoes not have a disbursement mechanism yet. This should be themain issue to be discussed, fresh and innovative approachesshould be proposed.

In connection to this, the CRG recommends setting up of anational "body for decentralised co-operation", which will act asintermediary instance between civil society in ACP states and theEuropean Commission. It 's design, should be guided by thefollowing:

• in order to achieve maximum efficient utilisation ofdevelopment aid resources, the selection of projects andorganisations that carry them which will be supported fromthe funds allocated to decentralised co-operation, needs tobe backed up by opinion of a "review and selectioncommittee", constituted by various representation (prominentintellectuals, independent thinkers, and people sensitive todevelopment needs in each country, etc.), that on a voluntarybases will give opinion and suggestions on the projects thathave applied for funding;

• in order to overcome the difficulties in designing projectproposals and passing through the complicate applicationprocedures of decentralised co-operation, a special "grantsadministration unit" in each country needs to be set-up, thatwill: spread information on decentralised co-operation, helpnon-state actors design their projects, help them in theprocess of application, facilitate project monitoring and helptheir evaluation. Whether this will be an independent, newbody or some of the existing instances can be used to hostit, is a matter of discussion and further consideration.

Conclusions and Recommendations on theFuture Development Co-operation

• Globalization is a fast moving reality, to which governmentsthroughout the world have committed their societies, the Caribbeanbeing no exception. We believe that most Caribbean governmentssigned a bad deal in Marrakech. They did not negotiate, they onlysigned.

In this new global context, all the Caribbean countries are facedwith a great challenge: how to combine globalization and povertyreduction. Are the two conceptscompatible?There is a very seriousconcern regarding this question. Many people believe that thereis no compatibility between furthering liberalisation and economiccompetitiveness and reducing poverty.

Page 76: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

In spite of this, we assume the challenge of searching forconditions and policy options that could making them compatibleand bring about sustainable development. This is the main trust ofour position about the future we want.

With these ideas in mind, we recommend the new EU/ACPframework for development co-operation to encompass thefollowing guidelines:

• A framework sensitive to different needs and conditions inthe ACP countries;

• Providing support for the creation of more productive andcompetitive economies in the international arena bydesigning viable strategies for transition from the currentnon-reciprocal trade status to a reciprocal one andstrengthen local capacities for international trade usinginstruments such as: proper timing, selective protection ofproducts and markets, financial and technical support forspecific sectors and debt relief;

• Retaining trade, aid and investment as a single package inorder to achieve a co-ordinated transition towardsreciprocity;

• Giving priority for access to productive resources , e.g. landand credit for the poor and the marginalized, with a specialemphasis on women, in order to promote broadly basednational and international integration;

• Targeting human resources development, especially thepoor, the marginalized and women;

• Encouraging reform and development of appropriate andeffective institutions (both governmental and non-governmental ones) and partnership for development whichpromote sustainable, equitable growth and ensure that thebasic human rights are respected;

• Encouraging and supporting further regional integration,including non-ACP countries, in such a way that nationaleconomies meet the needs of the majority of their population;

• Ensuring coherence of the overall EU's domestic and foreignpolicies with the strategy and policies for development co-operation.

Santo Domingo, March 12, 1997

Page 77: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Box 2.

Page 78: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Box 3

Jamaica's experience regarding poverty alleviation shows how complex is to takle the problem.After a long period of structural adjustment and testing with several anti-poverty policies, stillthe proportion of poor people was at 30 % level in 1988. Slow progress was achieved up to1990 with 28 %. Then, one year of economic unbalance {leading to high inflation) and povertyincreased.

Annex I.

Consulted Readings

1. European Commission, The Green Paper on the Realationsbetween the European Union and the ACP states on the eveof 21 s t century:Challenges and Options for a NewPartnership, Brussels, November 1996.

2. EUROSTEP, Draft, Partnership 2000-a View of EUROSTEP,December 1996.

3. European Centre for Development Policy Management,Beyond Lome IV, Exploring Options for Future ACP-EUCooperation, Policy Management Report Number 6,Maastricht, October 1996

4. Antonique Koning, Challenges to ACP Trade with Europeafter the Uruguay Round, Policy Management Brief No.1,Maastricht 1994:ECDPM.

5. Dr. David E. Lewis, Evaluation of the Relations Between theEuropean Union and the ACP states on the eve of 21s1

Century, A perspective of the Caribbean NGO's, February1997.

6. Eileen Sudworth, The Mid Term Review of the LomeConvention, An NGO Perspective, paper presented to theCaribbean Council for Europe, November 1993.

7. World Bank, Poverty and Human Resource development inthe Caribbean, Washington, 1996

8. APRODEV, Beyond LomelV-NGO Discussion Doccument,Draft, March 1997.

9. European Union, European Commission, El Caribey la UnionEuropea, Desarrollo, Luxemburg, 1995.

Page 79: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Pensamiento Propio / Año 1, No.3 / Nueva Época / Enero-Abril, pp 75-97

/. El Grupo deReferencia Caribeño(CRG), fue creadocon la ayuda deOXFAM UK/I. ElCGR está conforma-do por las organiza-ciones siguientes: LaOficina Regionalpara el Caribe deOXFAM UK/I y elCentro de Investiga-ción Económica parael Caribe (CIECA)con sede en Repúbli-ca Dominicana; elCentro de Desarrollode Políticas delCaribe (CPDC) consede en Barbados; laAsociación deAgricultores de lasIslas de Barlovento(WINFA) con sede enSan Vicente y LasGranadinas, y laPlataforma Haitianapara el DesarrolloAlternativo (PAPDA)con sede en Haití.

Discutiendo el futuro: las relacionesentre la Unión Europea y el Caribe

Una perspectiva del Grupo de Referencia Caribeño1

IntroducciónLa Convención de Lomé entre la unión Europea y los países

ACP es uno de los acuerdos más importantes que existen sobrela cooperación para el desarrollo. Aporta una porción mayoritariadel total de la ayuda recibida por los países ACP. Basada en elprincipio de «Partnership» mas que en la perspectiva tradicionalde la cooperación desde el punto de vista del donante, ha permi-tido la adopción de una experiencia única de cooperación para eldesarrollo, incorporando tanto asistencia financiera como acuer-dos comerciales.

Los valores contenidos en dicha relación de cooperación parael desarrollo, lamentablemente, no han sido ni explorados ni for-talecidos por sus respectivas sociedades civiles. El monopoliocasi exclusivo de los gobiernos como agentes centrales en el pro-ceso de desarrollo, no ha permitido ninguna contribución sustan-cial de la sociedad civil en el diseño e implementación de estrate-gias de desarrollo. Es tan sólo muy recientemente que el sectorprivado y otras organizaciones de la sociedad civil se están fami-liarizando con el tema.

Consecuentemente, es sólo recientemente que ellos han comen-zado a utilizar la asistencia para el desarrollo incluida en Lomé, yésta todavía constituye una porción muy marginal.

Las razones para esto son múltiples. Lo que generalmente seseñala en muchos países caribeños es que:

• Hay una falta de conciencia y conocimiento con respecto ala Convención.

© Hay una falta de motivación para establecer cualquier de-bate relativo al tema, debido a que tanto la Convención comola asistencia para el desarrollo son vistas como asunto ex-clusivo de los Estados involucrados.

® Existe una falta de motivación para influir el curso de lacooperación para el desarrollo, debido a que la experien-cia muestra que los aportes y articulaciones de la sociedadcivil en la materia difícilmente son tomados en considera-

Page 80: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

ción por sus respectivos gobiernos y por la Comisión Euro-pea.

• Sólo recientemente se ha producido la posibilidad deaccesar fondos dentro del marco de cooperación descen-tralizada, y éstas han sido matizadas por la presencia degrandes dificultades en dicho proceso debido a las com-plicadas reglas de aplicación en Bruselas, y la no existen-cia de procedimientos en el Caribe.

Reconociendo el valor del desarrollo participativo, y debido a lagran desilusión con el desempeño de los Estados como únicosagentes para el desarrollo, la apertura del proceso de consulta ydiscusión sobre el futuro de la cooperación para el desarrollo en-tre la UE y los países ACP proporciona una oportunidad únicapara que las sociedades civiles construyan el equilibrio del«Partnership» social en las negociaciones y diálogos post-Lomé IV.

Sobre la Naturaleza del Partnership yel Futuro de la Condicionalidad

Reconociendo el valor del principio del Partnership, subyacen-te en la cooperación para el desarrollo bajo Lomé, como una ga-rantía básica para la igualdad, la soberanía nacional y la inde-pendencia, y como una precondición para la obtención de resul-tados de desarrollo exitosos, defendemos fervientemente la pre-servación de este principio en cualquier acuerdo futuro. Debido aesto, encontramos decepcionante que el Libro Verde le prestepoca atención a los medios institucionales para fortalecer y facili-tar el diálogo y el Partnership.

Somos de la opinión de que el Partnershjp no puede ser com-pletamente alcanzado si aquellos para los cuales y por los cualesel proceso de desarrollo es implementado, son excluidos de par-ticipar en los procesos de decisión e implementación de las polí-ticas de desarrollo. Por ende, consideramos que:

• Con el fin de darle al Partnership su completo significado,cualquier acuerdo futuro sobre la cooperación para el de-sarrollo debe buscar formas de incluir representantes de lasociedad civil en las estructuras e instancias en las cualeslas estrategias de desarrollo son diseñadas y evaluadas.

• También se le debe de dar un mejor acceso a fondos paraasistencia para el desarrollo, al tiempo que se le asignamayor transparencia y responsabilidad en su utilización.

En lo concerniente a la introducción del tema de la«condicionalidad» en la naturaleza predecible y contractual de laayuda, en base a criterios de respeto a los derechos humanos,nuestra posición es que esto se ajusta notablemente al desarrollohumano sostenible de nuestras sociedades.

El objetivo generalde las actividadesconducidas por elGRCfue el de iniciarun proceso deconstrucción deestrategias de lasociedad civilregional para ladefensa de unaconcepción ypráctica de lacooperación para eldesarrollo que secorresponda con ladinámica y lasnecesidades denuestras sociedadesen desarrollo.

Page 81: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Los gobiernos ACP por largo tiempo han estado evadiendo suresponsabilidad de incluir más personas en los flujos de activi-dad económica de su respectivos países. Al contrario, estos hanpreferido depender de una reducida élite económica de intereseslocales y foráneos para que controlen la economía. Estamarginación de las masas de gente tiene que ser abordado yresuelto lo más pronto posible, y un marco post-Lomé IV presentaun terreno ideal para enfrentar este tema.

Extendiéndonos más allá, nosotros también estamos de acuer-do con la idea de ampliar la condicionalidad en base a estándaresde protección al medio ambiente, mano de obra y de lucha contrala pobreza. Esto es un movimiento importante hacia un tipo degobierno más responsable y democrático. Sin embargo, quere-mos expresar una verdadera preocupación y gran cautela alrespecto.

Primeramente, consideramos que si la cooperación para el de-sarrollo está basada en el Partnership, la introducción de lacondicionalidad debe de ser un compromiso mutuo. Esto quieredecir que no sólo los países ACP deben de introducir estándarescon respecto a los derechos humanos, democracia, protección almedio ambiente, etc., sino también que la UE debe de honrar loscompromisos aceptados desde Río hasta Estambul,domésticamente y en el devenir de instancias internacionales deformulación de políticas. Más aún, esto también significa que laspolíticas globales de la UE que afectan a los países ACP debenajustarse a esos estándares. Lamentablemente, esto no siemprees así. Ejemplos de políticas y acciones de gobiernos de la UEque afectan y amenazan el medio ambiente así como el equilibriode la seguridad de los países ACP son una realidad.

Segundo, experiencias previas en imposición de condicionalidadpor parte de otras agencias de donación nos han mostrado que,con mucha frecuencia, ni la razón por la cual fue impuesta lacondicionalidad es remediada, ni ningún progreso es alcanzadoen la mejoría de los indicadores de desarrollo. Al contrario, la vio-lación de los derechos humanos, la devastación del medio am-biente y un mal desempeño de los Estados en el desarrollo semantiene, e incluso algunas veces empeoran. Los efectos negati-vos de retirar la ayuda financiera son casi exclusivamente sufri-dos por aquellos que la necesitan, es decir, los pobres, los margi-nados y las mujeres.

Sumado a esto está el hecho de que la medición del desempe-ño constituye un asunto complejo. Indicadores tales como el cre-cimiento económico no son suficientes para juzgar la efectividady el desempeño de los agentes para el desarrollo. El crecimientoen sí mismo es el resultado de un complejo conjunto deinteracciones que involucran un gran número de factores exter-nos que escapan al control de los gobiernos locales. Juzgar el

Page 82: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

desempeño en base a índices de pobreza también constituye unacuestión engañosa, otro ejemplo de la complejidad del asunto.Muchas veces, la pobreza es vista como el resultado del pobredesempeño de los gobiernos a nivel macroeconómico. A pesarde que políticas de ajuste pueden tener efectos adversos sobrelos pobres, ellas no son la causa original de la pobreza.. Lo anterior no significa que defendamos el pobre desempeñode los gobiernos. Al contrario, reconocemos el hecho de que de-bido a malas decisiones de políticas y débiles capacidadesinstitucionales, nuestros gobiernos han fracasado en usar los re-cursos de una manera efectiva y apropiada. Sin embargo, pensa-mos que si le introducimos a la condicionalidad un mayor respetoa la complejidad de las medidas del desempeño, diálogo, y elrespeto por las especificidades de las situaciones locales, estadebe de seguir siendo ejercida.

En este sentido, sugerimos que ciertos criterios que aseguren eldiálogo, la negociación, la transparencia y que analicen el costo/beneficio de la introducción de la condicionalidad deben de sertrazados. Acerca de esto último, recomendamos que se haga unserio diagnóstico de los efectos que la retención de la ayuda tie-ne sobre los pobres y grupos vulnerables.

Identidad y Valor del Grupo ACPYa es hora de que el Caribe reflexione sobre el verdadero valor

de negociar solo una parte de los detalles de una ConvenciónPost-Lomé dentro del marco de los países ACP. En un planeta enrápido proceso de globalización, el aislamiento regional puedeser un obstáculo, pero la dispersión de nuestros intereses podríasignificar una carga. La única salida a este dilema lo constituye lanegociación de un marco general como parte del grupo de paí-ses ACP, al tiempo que se complementa con acuerdos regionalesespecíficos.

A pesar de que le grupo ACP fue creado por razones históricasespecíficas, eso no es razón para devaluar su trayectoria y des-mantelar el grupo.

Los países ACP, como grupo, y sus instituciones han probadoser un valioso mecanismo para el debate y la negociación de te-mas comerciales y para el desarrollo de los países del Sur. A tra-vés de este proceso, se le ha añadido un gran valor al principiode la solidaridad. Adicionalmente, según al mundo se vuelve cadavez más globalizado, los países del Sur pueden encontrar que elforo ACP, sus mecanismos y su legado constituyen una herra-mienta poderosa para la coordinación de posiciones y la conduc-ción de negociaciones más allá de Lomé.

Para los países caribeños, el grupo ACP ha generado benefi-cios importantes en términos de incrementos en el poder de ne-

Page 83: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

gociación de la región. En el caso de los países que recientemen-te se han incorporado al grupo, (República Dominicana y Haití),los beneficios tienden a ser aún mayores cuando son vistos des-de su relativo aislamiento con respecto a las relaciones Sur-Sur.

Siendo breves, le damos un gran valor al hecho de que el grupoACP ha generado una cultura, institucionesy experiencias no igua-ladas por ninguna otra institución internacional formada por paí-ses del Sur.

Diferenciación entre los ACPLos distintos países ACP se encuentran en diferentes estados

de desarrollo y, por ende, sus necesidades de desarrollo son di-ferentes. Esta realidad clama por una aproximación diferenciadaen la atención a dichas necesidades.

Una respuesta adecuada a las especificidades de una regiónpueden ser logradas mediante la negociación de acuerdos regio-nales específicos dentro del marco de acuerdo general UE-ACPen el espíritu de los mejores principios de Lomé.

Dicha opción, no solo acomoda la heterogeneidad y necesida-des diferenciadas del grupo ACP, sino que también cumple conlos requerimientos de la UE de un uso más efectivo de los recur-sos para el desarrollo.

Los beneficios de una opción como esa también son importan-tes para la preservación y madurez del grupo ACP ya que le ayu-daría a los países ACP a aprender a como manejar sus diferen-cias. En la era de la globalización, los países ACP no debendesglobalizarse al fragmentar una de sus pocas institucionesglobales.

Lo que se necesita para atender las diferentes necesidades delas regiones ACP es una aproximación menos centralizada a lacooperación para el desarrollo y unos mecanismos más flexiblespara responder económicamente y a tiempo a las diversas nece-sidades. La diferenciación debe de ser enfrentada mediante eluso intensivo de las facilidades locales de los países ACP, talescomo: consultorías, banca y otros servicios. En este aspecto, eldesempeño de Lomé ha sido muy decepcionante.

Sin embargo, a la diferenciación se le ha dado otro significado,el de la «graduación» de los países de merecer financiamientoconcesional. Este proceso ya está en ejecución en varias Institu-ciones Financieras Internacionales y países donantes.

El principio de la «graduación» como tal es sólido, pero su¡mplementación en la práctica está errada. Está basada en el cri-terio de PBI per cápita, lo cual no es sensible ni a la sostenibilidaden el tiempo de dicho indicador, ni a la estructura económica ysocial que lo determina.

Page 84: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Los países caribeños son los más afectados por dicho criterio.Como naciones de ingreso mediano, están a la cabeza de la listade países candidatos a la «graduación», a pesar de tener nivelesrelativamente altos de pobreza, y de depender de unas econo-mías muy vulnerables y escasamente diversificadas. Serias in-vestigaciones y negociaciones deberán de ser desarrolladas enel caso de que el concepto de «graduación» resulte ser uno delos principios que guíe la diferenciación de las naciones.

Expansión del Grupo ACPLa Unión Europea ha expresado su deseo de expandir la cober-

tura geopolítica de Lomé, específicamente hacia los países demenor desarrollo (LDCs). El único problema en este sentido esque la UE no ha expresado ningún compromiso para expandir losrecursos financieros que dicha expansión requeriría.

Ya en el pasado se han producido expansiones del grupo ACP,específicamente en el Caribe. En 1989, dos de los países máspobres y extensos de la región (Haití y la República Dominicana)fueron integrados al grupo. Nosotros vemos esto como una im-portante contribución a los procesos de integración regional.Mayores expansiones, por ejemplo, hacia América Central, comoha sido sugerido en el Libro Verde, podría dinamizar la integra-ción regional en el contexto de la Asociación de Estados del Ca-ribe (AEC).

Sin disminuir el valor de lo anterior, sin embargo, la experienciade dicha expansión también ha tenido ciertas desventajas debi-do a la falta de expansión proporcional de los recursos disponi-bles. Esto quiere decir, que hubo una real disminución per cápitade los recursos y facilidades para ios países ACP. Consecuente-mente, a pesar de nuestra valoración positiva de la expansión delgrupo ACP dentro de un mundo en globalización, llamamos a laatención sobre la necesidad de acompañar cualquier expansióndel grupo con una expansión de los recursos y facilidades.

Desarrollo Centrado en la GenteLa integración a la economía mundial a través de la liberaliza-

ción debe de ser procurada con un claro vínculo con el bienestarde la gente. Al igual que en la UE, cuando la globalización llega aafectar el bienestar de la gente y su forma de vida, todo el proce-so es revisado. Esto debe de ser instituido en el régimen de desa-rrollo post-Lomé como un Principio de Desarrollo Centrado en laGente. Medidas que garanticen que estas medidas no sean sa-boteadas por las élites también deben de ser diseñadas.

Evaluaciones recientes acerca de los efectos de la cooperaciónpara el desarrollo de la UE en la mejoría de los indicadores dedesarrollo en muchos países ACP demuestran que estos han sido

Page 85: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

muy pobres, si no es que llegan a decepcionantes. Esto ha dadopie a que se afirme que la cooperación para el desarrollo comotal deba de ser abandonada, y que nuevos instrumentos y objeti-vos de desarrollo deben de ser identificados. Dichos argumentospredominantemente se concentran en la necesidad de enfatizarel comercio y promover el sector privado como vía de ayudar laintegración de las economías domésticas en los mercados inter-nacionales.

No es la capacidad y competitividad de uno o varios sectores odel sistema de producción como tal lo que cuenta, sino la organi-zación de los diferentes sistemas y su competitividad como untodo. En la anticipada era de la globalización, no tenemos ningu-na certeza de que forma va a tomar, ni de sus requerimientos oconsecuencias tendrá en las economías nacionales. Sin embar-go, lo que sí sabemos es que la nueva era va a requerir una abso-luta flexibilidad de la organización y de la capacidad humana.

Por lo tanto, consideramos que cualquier marco de desarrollopara el futuro y sus políticas deben de estar centradas en el serhumano, és decir, aquellas que persigan el desarrollo y que sebeneficien de él. El desarrollo de las capacidades humanas através de la reducción de la pobreza, educación, avance tecnoló-gico y seguridad social deben estar en el centro de cualquierobjetivo de desarrollo futuro y constituir prerequisitos implícitosde cualquier alternativa de política.

Reducción de la Pobreza yDesarrollo Social

A pesar de que las economías del Caribe han sido muy exitosasdurante las últimas tres décadas en elevar los estándares de vidade su población, desde principios de los 80's se ha producidouna disminución significativa. La pobreza aún persiste (alrededordel 38% del total de la población) y en algunos países se estáincrementando.

Las características principales de la pobreza en el Caribe inclu-yen: familias numerosas, bajos niveles educativos, falta de vivien-da, acceso limitado a los servicios de agua potable y saneamien-to, largos períodos de desempleo, desempleo en el sector infor-mal y vulnerabilidad al crimen y la violencia.

La pobreza afecta principalmente a las mujeres, ancianos y ni-ños, pequeños agricultores, poblaciones indígenas y trabajado-res no calificados. Las causas de esto son diferentes, incluyenbajo crecimiento económico agregado, inestablidadmacroeconómica, deficiencias en los mercados de trabajo, bajaproductividad y salarios en el sector informal, y una declinación oausencia de servicios sociales.

Page 86: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Está claro que a menos que las causas estructurales de la po-breza sean erradicadas, ésta continuará siendo uno de los pro-blemas fundamentales de los países del Caribe, no importa lacantidad de ayuda sea dirigida para su solución.

Pero esto no es una tarea sencilla. A pesar de que el crecimien-to es esencial para su reducción, el crecimiento en sí mismo es elresultado de un conjunto complejo de interacciones. El bajo cre-cimiento del Caribe puede ser atribuido tanto a los Shocks exter-nos (cambio en los términos comerciales de los países, cambiosen la demanda global de sus exportaciones, cambios en las ta-sas de interés de su deuda, desastres naturales) y respuestas depolíticas nacionales inadecuadas. Políticas macroeconómicasserias y orientadas al largo plazo son necesarias para afrontar laesencia de este problema.

Sin embargo, la ubicación directa de recursos en áreas talescomo los servicios sociales y esquemas de generación de em-pleos parecen ser las vías mas efectivas de reducir la pobreza enel corto plazo. La experiencia, sin embargo, muestra que solo unapequeña fracción de los recursos de Lomé son destinados a es-tas áreas.

La futura cooperación para el desarrollo necesita destinar unamayor porción de sus fondos y facilidades a las siguientes áreas:

• Proveer servicios sociales básico de buena calidad (20:20compacto);

• Soporte para programas de creación masiva de empleosen los sectores rurales y el sector informal urbano (crédito,acceso a la tierra, entrenamiento, inversión en la produc-ción agrícola doméstica y esquemas de seguridadalimentaria);

• El desarrollo de estructuras de seguridad social que re-suelvan las necesidades básicas no solo de los pobres ygrupos Vulnerables, sino también de las grandes mayorías.

• Fortalecimiento institucional para las organizaciones socia-les y de la sociedad civil.

Estamos convencidos de que dicha visión es crucial para laestrategia de integración mundial. Recomendamos, por lo tanto,que los criterios de desempeño y de reducción de la pobrezasean los determinantes para la ubicación de los recursos para'eldesarrollo post-Lomé.

Cooperación para el Desarrolloy Género

La cooperación para el desarrollo tiene que incorporar la pers-pectiva de género en todos sus aspectos. Debe de ser dirigidahacia el cambio de las estructuras y actitudes de todas las orga-

Page 87: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

nizaciones sociales que reflejan la desigualdad en todos los nive-les: políticos, económicos, legales así como domésticos. Para lo-grar esto, la UE debe canalizar el análisis de género en la con-cepción, diseño, e implementación de todos los programas y pro-yectos de cooperación para el desarrollo.

Estamos muy decepcionados de que una aproximación cabalsemejante no haya sido expresada en el Libro Verde. A pesar deque en algunos pasajes el género y la mujer son mencionadascomo importantes categorías y objetivos de desarrollo, algunasde sus políticas más importantes, tales como las comerciales yde integración de los mercados de trabajo, reflejan poco o nadade las posibles consecuencias sobre ellas.

En este sentido, programas sensitivos y/o con un énfasis espe-cial en las necesidades de la mujer deben de ser priorizados.Estos programas deben incluir:

Cuidado infantilSalud familiarViviendaEducación y entrenamientoEsquemas de crédito a pequeñas unidadesReforma de la tenencia de la tierra

Finalmente, consideramos que es necesario llevar a cabo másinvestigaciones sobre las implicaciones de las opciones genera-les de políticas de la futura cooperación para el desarrollo sobrelas mujeres.

Necesidad de Medidas CorrectivasLa existencia de instrumentos y medidas que permitan cierta

flexibilidad en la aplicación de opciones de política en un mo-mento determinado y para un país en específico, y su correctaaplicación son requisitos esenciales para la aplicación exitosa depolíticas de desarrollo que reduzcan la pobreza, y para preparare integrar las economías ACP en los mercados globales { por serestos los dos objetivos básicos expuestos en el Libro Verde).

A pesar de que reconocemos que el cambio de opciones depolíticas expresadas en el Libro Verde parcialmente refleja la in-capacidad de los gobiernos de muchos países ACP paraimplementar políticas de desarrollo con eficiencia, nos preocupala suposición implícita en el Libro Verde de que una suave transi-ción hacia la sustentabilidad institucional y la responsabilidadestatal van a acompañar los otros procesos de reforma y van apromover el desarrollo del sector privado y el comercio.

Las nuevas opciones políticas necesitan ser respaldadas porinstrumentos que remedien el impacto social negativo de algunasanomalías en el contexto de las realidades locales de los ACP.

Page 88: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Por ejemplo, las ambigüedades del desarrollo del sector privadoy el comercio como fuerzas que conduzcan el crecimiento, pros-pectos de desarrollo, reducción de la pobreza, mejoría de la in-fraestructura, etc. han sido muy visibles en países con sistemasejecutivos y judiciales problemáticos y con débiles capacidadesadministrativas. En nuestra opinión, una gran cautela debe de serutilizada cuando se introduzcan políticas dirigidas a expandir elsector privado y el comercio, y se deje a un lado la introducciónsimultánea de políticas dirigidas a la transformación social y alfortalecimiento institucional.

Comercio y DesarrolloPara obtener cualquier beneficio de la total integración a la eco-

nomía global se requiere que los mercados funcionen, que losparticipantes se encuentren en igualdad de condiciones, y quelos terrenos de operación se encuentren al mismo nivel. Ese, cla-ro está, no es el caso. Muy por el contrario, la Ronda Uruguay deNegociaciones sobre esta materia recientemente concluida im-plicará que los participantes y el terreno en que operan serán aúnmás desiguales cuando este acuerdo entre en plena vigencia.

El principal objetivo de los acuerdos comerciales post-Lomédeberá ser el de ayudar a los países ACP a afrontar los retos de laliberalización comercial. El problema, sin embargo, es que lasreflexiones y opciones consideradas por la Unión Europea soloson parcialmente conducentes a este objetivo.

El Libro Verde inicia con una reflexión concerniente a que laspreferencias no-recíprocas y los protocolos mercantiles no hanrepercutido ni en el desarrollo ni en la competitividad internacio-nal de los países ACP. Se sostiene, por ende, que se le debe dedar una oportunidad a la reciprocidad y a la diferenciación, con lafinalidad de aumentar el Partnership y atraer inversionistas Euro-peos. Consecuentemente, un menú de opciones comerciales espresentado, y se considera una breve descripción de las venta-jas y desventajas de cada de las opciones para la UE. Sin embar-go, el común denominador de todas las opciones comerciales loconstituye el movimiento hacia un acuerdo tipo OMC, permitien-do diferentes niveles de reciprocidad de acuerdo a los niveles dedesarrollo. Esta perspectiva está contaminada por la cultura denegociaciones bilaterales de la OMC basada en el principio deltodos contra todos, donde la reciprocidad es la regla con que semide la justicia del sistema.

También es errado asumir que los actuales acuerdos comercia-les de la Convención Lomé son perfectamente conducentes aldesarrollo de las capacidades comerciales de los países ACP, yque por ende, los incentivos deban de ser disminuidos y las pre-ferencias reciprocadas. Hay varios elementos en la Convención

Page 89: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

de Lomé actual que constituyen serios obstáculos para el desa-rrollo de las exportaciones y la atracción de Inversión ExtranjeraDirecta que deben de ser tomadas en cuenta a la hora de negociarfuturas condiciones comerciales. Tres de ellas están muy claras:• La complejidad y lo estrictas de las reglas de origen que

no toman en consideración el caso de las pequeñas eco-nomías caribeñas en las cuales el encadenamiento produc-tivo no deja mucho margen para alcanzar los niveles devalor agregado que estipula la convención;

• La complejidad y complicación de las reglas para que elsector privado accese a los fondos de la convención cons-tituye un serio obstáculo para el uso efectivo de dichas fa-cilidades; por ende, la real capacidad del sector privadode la región aún está por ser demostrada.

• La Convención actual no incluye ningún incentivo o garan-tías en particular para la promoción de la inversión Euro-pea en los países ACP; bajo dichas circunstancias, no essorprendente que los inversionistas europeos no hayanestado respondiendo de manera autónoma.

¿Cuáles son los principios básicos para las negociaciones co-merciales que deben de ser considerados por los paísesCaribeños y la Unión Europea? La sabiduría acumulada durantedécadas de investigaciones y diálogos sobre el comercio interna-cional sugiere que, por lo menos, los siguientes estén presentes:

• La capacitación en aspectos comerciales es una condiciónpara poder beneficiarse de las preferencias no-recíprocas,

• Una verdadera diversificación de las exportaciones es untópico clave para la integración exitosa a los mercados mun-diales,

• Compensación por los efectos altamente dañinos de laspolíticas domesticas europeas, tales como la Política Agrí-cola Común, y sus medidas para protegerse de las expor-taciones de los países ACP,

• El comportamiento de algunas Corporaciones Trans-Nacio-nales (CTNs) Europeas como un obstáculo fundamentalpara que los países ACP se beneficien del comercio inter-nacional, y

• La necesidad de que el Partnership entre la UE y los ACPse traduzca en presiones sobre las negociaciones comer-ciales globales para compensar las desventajas de los ACP.

Con relación a los lazos que unen la pobreza y los regímenescomerciales, debe de ser reconocido que no existen investiga-ciones substanciales y definitivas sobre los efectos de la liberali-zación comercial en las frágiles economías ACP, especialmenteen términos de su impacto en las condiciones sociales, tales comoreducción de la pobreza, trabajo, estándares de vida y efectos

Page 90: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

sobre las mujeres y otros grupos marginados. En otras palabras,la combinación de objetivos de reducción de la pobreza y de ladesigualdad -por un lado-, con la completa integración a la eco-nomía internacional, por el otro, son grandes tareas que requierenserias consideraciones. El Libro Verde parece adolecer de ella.

Con relación a la reciprocidad, la mayoría de los países caribeñosparecen estar en capacidad de ofrecer la reciprocidad en unaamplia gama de mercados de mercancías. Por un lado, existenciertos productos industriales y agrícolas que la región no produ-ce, y probablemente nunca produzca. Consecuentemente, prefe-rencias no-arancelarias pueden s.er ofrecidas a esos productosprovenientes de Europa (aunque con algunas perdidas financie-ras para los gobiernos debido a la disminución de las recauda-ciones, pero con beneficios para los consumidores). Por otro lado,existen ciertas industrias específicas en las cuales los paísescaribeños podrían querer liberalizar gradualmente, quizás por-que la producción local es la suficientemente competitiva, y/oporque la producción local necesita acostumbrarse a la discipli-na que impone la competencia extranjera. La consideración delas opciones comerciales presentadas en el Libro Verde requierede investigaciones empíricas sobre la materia para cada naciónen particular.

La reciprocidad en el sentido más amplio, significando liberali-zación comercial, debe de ser acompañada por inversiones quepromuevan la competitividad y por períodos de transición paraque las inversiones se produzcan y maduren. Esto significa queel sector privado caribeño, en el sentido más amplio (incluyendoa los pequeños productores) deben de tener un mejor acceso alcapital, know-how, e infraestructura por un período de tiempo su-ficientemente largo para que se produzcan las sinergias necesa-rias para entrar en el mercado internacional.

Con respecto a las inversiones y su relación con el comercio,consideramos que la inversión europea debe de ser promovidaen áreas donde son más necesarias y en condiciones no inferio-res a aquellas que disfrutan los inversionistas de otros orígenes.La región del Caribe requiere de los capitales, el conocimiento ylos bienes y servicios europeos. La región del Caribe debe debeneficiarse de la competencia entre los inversionistas de todoslos lugares posibles en los sectores donde ni el sector privadodoméstico ni el gobierno puedan explotar por su cuenta en elfuturo visible.

Sin sorprender a nadie, el Libro Verde no es claro en relación ala política de la UE con respecto a los protocolos mercantiles. Poruna parte, los productores de azúcar ACP insisten que el Proto-colo del Azúcar no es negociable dentro del marco UE/ACP, debi-do a que es un documento legal incluido en los acuerdos del GATT.Para ellos, el asunto prioritario es como reestructurar los acuer-

Page 91: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

dos sobre el movimiento de mercancías para sacarle el mayorprovecho.

El caso del banano es el mejor conocido porque se ha constitui-do en un caso de ensayo internacional para todos los tópicosrelacionados con el comercio, y ha trascendido el marco de Lomé.El asunto es que los exportadores de bananos ACP no-tradicio-nales han venido demandando mayores cuotas de mercados, altiempo que los exportadores tradicionales, como las islas delCaribe Occidental no pueden llenar sus cuotas debido a que losbeneficios de los agricultores están disminuyendo. El precio, portanto, es su mayor preocupación.

Lo que resulta claro de todo esto es que existe la necesidad deencontrar las mejores vías para resolver los conflictos sobre losacuerdos comerciales para poder satisfacer las necesidades detodas las partes. Las posibles soluciones tienen que por lo menosproveer el espacio suficiente para permitir la reorganización de laindustria de una manera más competitiva y eficiente.

Enfrentar las preocupaciones externadas anteriormente requie-re una estrategia comercial que integre las siguientes recomen-daciones:

• Mantener y fortalecer la relación entre el comercio, la ayu-da y la inversión de manera que se asegure que la integra-ción a la economía mundial esté acompañada por inversio-nes que desarrollen las capacidades de los países.

• Fortalecer los instrumentos de estabilización ydiversificación de los ingresos provenientes de las expor-taciones (STABEX y SYSMIN) de manera que se facilite eldesarrollo del sector exportador, esto debe de estar enfo-cado hacia las naciones que son altamente dependientesde las exportaciones de mercancías.

• Simplificar y reducir los niveles de las reglas de origen demanera que promuevan las exportaciones caribeñas y lainversión extranjera europea.

• Relacionar los principios de Lomé con las negociacionescomerciales al interior de la OMC, esto es, procesos dediálogos políticos entre la UE y los ACP deben revisar lapolítica comercial previo a que empiecen importantes ne-gociaciones en la OMC.

• Enfatizar medidas administrativas específicas necesariaspar incrementar la accesibilidad de los fondos financierosde Lomé.

• Negociar un código de conducta abarcador para las inver-siones y comercio de las CTNs europeas en los países ACP,el punto de partida pudieran ser las propuestas ya nego-ciadas en UNCTAD (con relación a las prácticas restricti-vas por parte de las CTNs).

Page 92: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

* Cualquier protocolo futuro debe de proveer suficiente es-pacio para permitir:• La reorganización de la industria de una manera más

competitiva y eficiente, ofreciendo incentivos a aque-llos productores que tienen la capacidad de mejorarsu eficiencia hasta el punto de competir en los merca-dos, y a aquellos que no puedan o no quieran compe-tir en el mercado del banano, para cambiar a otras al-ternativas

• Un período de transición suave que proteja contra elrepentino colapso del mercado del banano

• Soporte de infraestructura y de mercados para las ini-ciativas de diversificación

• La oferta de cuotas de Comercio Justo que permitaniniciativas de mercadeo entre los productores y con-sumidores

Gobernabilidad Institucional yDesarrollo Participativo

Le damos la bienvenida al reconocimiento en el Libro Verde a lagobernabilidad y al desarrollo participativo como requisitos esen-ciales para la implementación exitosa de las políticas de desarro-llo. Cosnsideramos, también que estos elementos representan lagarantía básica para la preservación y fortalecimiento del«partnership» que guía la Convención Lomé.

La doble importancia del buen gobierno y la participación de-mocrática de los actores no estatales hace del cambio institucionaly su sustentabilidad una de las principales tareas tanto para lospaíses ACP como para la UE. En consecuencia, vemos la intro-ducción de un nuevo ordenamiento jurídico como uno de los ob-jetivos de desarrollo esenciales para el futuro.

Sin embargo, compartimos el dilema frecuentemente expresa-do con respecto a si a cooperación para el desarrollo debe de sercondicionada por esto o no. Y si es así, cual es la mejor forma deexpandir la realización de esta tarea sin poner en peligro la sobe-ranía nacional por un lado, y la promoción de un desarrollo huma-no sostenible por el otro. (Tomar en consideración nuestras pre-ocupaciones y recomendaciones con respecto a la introducciónde la condicionalidad en Partnership y condicionalidad).

Obviamente, somos de la opinión de que cualquier estrategiafutura dirigida a lograr reformas institucionales y democratizaciónde los espacios públicos debe de equilibrar las necesidades yritmos de cambios de los países receptores de la ayuda con losintereses y compromisos de los países donantes. Para lograr esto,se deben de desarrollar mecanismos que aseguren la aplicación

Page 93: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

justa y balanceada de las reformas, con un énfasis especial en lacapacitación, principalmente al nivel de la sociedad civil, mien-tras, al mismo tiempo, proteja contra las consecuencias socialesnegativas del proceso de reformas.

En nuestro punto de vista, el establecimiento y promoción degarantías institucionales para la buena gobernabilidad y el desa-rrollo partícipativo requiere de cambios a los diversos niveles dela vida social. Más aún, requiere de cambios profundos en laspercepciones culturales y los patrones de vida. Dichos requeri-mientos hacen la tarea de la transformación democrática y suinstitucionalización una labor muy seria y compleja.

Por ende, consideramos que la cooperación para el desarrollofutura tiene que. ser utilizada para facilitar este proceso. Pero lapregunta relevante continua siendo donde comenzar, cuáles de-ben ser las prioridades, y como hacerlo de manera que no seponga en peligro la independencia de la sociedad civil y los pro-cesos de estimular y equilibrar al Estado?

Dado el contexto general de este documento, y las consiguien-tes recomendaciones hechas hasta ahora, consideramos queesfuerzos íntegros de reformas deben de ser ¡mplementados porlo menos en los siguientes niveles:

Reconstrucción de un EstadoDemocrático y Responsable

Esta es una precondición necesaria para una sociedad justa yestable. En el futuro globalizado, es incluso aún más necesariocontar con un Estado que coordine, equilibre y corrija las fallas delos mercados liberalizados y que garantice los derechos econó-micos, políticos, sociales y culturales básicos de la gente. Paraser capaz de llevar a cabo estas funciones, reformas a las estruc-turas del mercado son necesarias por lo menos a los siguientesniveles:

• Capacitación y modernización de su aparato administrati-vo, enfatizando los sistemas de prestación de serviciossociales (educación, salud, agua, electricidad, etc.,) y elsistema judicial (permitir su independencia y protegerexitosamente los derechos humanos y los procesos demo-cráticos);

• Descentralización, o sea, la extensión de los derechos yresponsabilidades de las municipalidades, para así ase-gurar la más amplia participación en los procesos de to-mas de decisiones e implementación de las políticas rele-vantes para el desarrollo de nuestras sociedades;

• Apoyando las responsabilidades estatales y aportando losfondos correspondientes dirigidos a disminuir las conse-

Page 94: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

cuencias negativas de los procesos de modernización yglobalización (seguridad social, protección al medio am-biente, manejo y prevención de conflictos, lucha contra elcrimen organizado, etc.)

Fortalecimiento de las Institucionesde la Sociedad Civil y Creación delas Instancias de Participación en losProcesos de Toma de Decisiones

Este es el otro requerimiento esencial para la creación de lasgarantías institucionales para la buena gobernación y el desarro-llo participativo. Sin embargo, la sociedad civil no es ni una enti-dad estática ni necesariamente una entidad democrática. Susmárgenes de inclusión están cambiando permanentemente, y ten-dencias de carácter poco democrático también están surgiendo.En su dinámica, la sociedad civil como tal está envuelta en unproceso permanente de creación de instancias para su emanci-pación de variadas formas de hegemonías, incluyendo la estatal.Vista así, la sociedad civil es la principal garantía contra las ten-dencias de sobre-extensión del Estado en todas las áreas de lavida social.

Cualquier estrategia de desarrollo dirigida a fortalecer las insti-tuciones de la sociedad civil y a promover las instancias de suparticipación en los procesos de toma de decisiones, tiene quetomar en cuenta, como sus elementos básicos, esta dinámica ypromover el principio de la flexibilidad así también como su inde-pendencia con respecto al Estado,

En términos concretos, esto significa que la cooperación para eldesarrollo de Lomé puede ser utilizada para fortalecer la posiciónde los actores no estatales por medio de:

• elevar la capacidad (tanto técnica como humana) de losactores no estatales

• mejoría de su acceso a los fondos, mediante la expansióny simplificación de los procesos de cooperación descen-tralizada (se le debe prestar atención a lo posible creaciónde una unidad coordinadora especial que ayude y guíe alas ONG's en el proceso de aplicación a los fondos para eldesarrollo);

• facilitar alianzas con ONGs europeas y. otras organizacio-nes de la sociedad civil que puedan ampliar la transferen-cia de conocimientos y know-how;

• creación de vías de diálogo entre la sociedad civil y el Es-tado (en la forma de consultas ad hoc, creación de foros

Page 95: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

especiales que incluyan las estructuras estatales y las or-ganizaciones de la sociedad civil relevantes; etc.)

El facilitarle las cosas al sector privado para que asuma su rolde protagonista en el futuro proceso de desarrollo es una necesi-dad absoluta. Requiere un énfasis especial y las políticas selecti-vas que expandan su potencial comercial. Pero hacer esto, pri-meramente, requiere de cambios adecuados en los marcos lega-les y operacionales de muchos países ACP (política fiscal y mo-netaria adecuada, adecuado clima legal para las inversiones,estabilidad macroeconómica, reglas de competencia, etc.), asícomo un marco legal internacional similar (competencia, inver-sión extranjera, instrumentos para el diálogo de políticas,predictibilidad, etc.)

Más aún, requiere de incentivos especiales para la capacita-ción. La cooperación para el desarrollo incluida en Lomé puedefacilitar esto por medio de :

• proveer fondos especiales y esquemas crediticios accesi-bles para el sector privado

• mejorar el crédito y otras facilidades de inversión para elsector privado

• promover la inversión extranjera y los joint-ventures• creación de instancias donde el sector privado pueda par-

ticipar en los procesos de toma de decisiones eimplementación de las políticas de desarrollo

• promoción de reglas internacionales conducentes a unacompetencia internacional justa

• proveer asistenciatécnicay el conocimientomercadológico,principalmente a los sectores que tienen ciertas ventajascompetitivas tanto internamente como en el exterior

• facilitar la adquisición de tecnología y know how para elsector privado

• promover el desarrollo de los mercados regionales y ex-pandir los procesos de integración regional

Finalmente, el cambio del equilibrio de la participación en eldesarrollo y en la promoción de la sostenibilidad institucional nopuede ser completamentealcanzadosi la misma cooperación parael desarrollo no la incorpora también. El Grupo de ReferenciaCaribeño considera que la implementación exitosa de políticasdirigidas al logro de los objetivos mencionados anteriormente re-quieren del involucramiento de la sociedad civil en los mismosprocesos de diseño, implementación y evaluación de las políticasde cooperación para el desarrollo. Más aún, requiere de la adop-ción de un nuevo conjunto de criterios que guíen la distribuciónde asistencia financiera a estos fines, y que ayuden a la introduc-ción de la transparencia en su uso. Estos criterios deberían deincluir los siguientes:

Page 96: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

• preferencia de.las reformas y ios actores que focalicen elalivio de la pobreza y la justicia social

• medidas para la protección del ambiente, tanto al nivel decambios institucionales, como al de la capacitación eimplementación de las políticas de desarrollo

• utilización de los recursos para el desarrollo de tal maneraque incluya la participación y fortalecimiento de la mayorgama posible de sujetos y organizaciones

• requerimiento de pruebas de la capacidad de utilizar losrecursos de la manera más eficiente posible

• creación de instrumentos y procedimientos de cooperaciónpara el desarrollo que sean de uso más fácil para el usuario.

Mecanismos e InstrumentosFinancieros

El GRC es de la opinión de que existen serios problemas en laforma en que ha sido utilizada la cooperación para el desarrollode Lomé. Debido a la multiplicidad y sobre-complejidad de losinstrumentos y procedimientos, muchas veces se produce unafalta de claridad en la asignación de las responsabilidades en aladministración de la ayuda, Adicionalmente, dicha complejidadha provocado serias complicaciones para que la sociedad civilinfluya en las decisiones y tenga acceso a los fondos de la asis-tencia para el desarrollo. La solución de esos problemas requiereel activo ¡nvolucramiento de los actores no-estatales en el diseñoy utilización de los mecanismos e instrumentos de la cooperación.

Pluralización Institucional de laCooperación para el Desarrollo

EL GRC considera que esta debe de ser una de las principalestareas en la ruta de mejoramiento de los mecanismos definanciamiento de Lomé. Para lograr esto, las siguiente pre-con-diciones deben de ser satisfechas:

o Establecimiento de nuevos arreglos e instancias de tomade decisiones que incluyan a actores no-estatales (diferen-tes foros o comisiones ad hoc donde ONGs selectas pue-dan adquirir un status consultivo; foros paralelos de la so-ciedad civil de los ACP que puedan encabezar el cabildeoy las relaciones con la Comisión Europea, etc.);

• Permitir la independencia de los actores no-estatales y pro-veer los canales de cooperación con el Estado;

• Creación de instancias al nivel de la Comisión Europea querespondan a la participación de los actores no-estatales;

• Creación de varias instancias de revisión y monitoreo de latransparencia en la utilización de los recursos

Page 97: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Financiamiento de la Cooperación parael Desarrollo

Dos elementos son de la mayor importancia para las Organiza-ciones de la Sociedad Civil (OSCs): primero, el acceso a los fon-dos del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para el sector priva-do, y segundo, el acceso a los fondos del Fondo Europeo para elDesarrollo (FED) para les OSCs.

El sector privado del Caribe ha criticado las grandes dificulta-des que enfrenta en acceder a las facilidades del BEI, básica-mente debido a los requerimientos de garantías colaterales. ElConsejo Caribeño para Europa (CCE) ha elevado una propuestapara que el FED y otras instituciones financieras europeas finan-cien un fondo de garantía que elimine el principal obstáculo queimpiden el acceso del sector privado caribeño a los fondos parael desarrollo.

En el caso del financiamiento de los proyectos de las OSCs Jaintroducción del artículo acerca de la cooperación descentraliza-da ha constituido un gran avance. Sin embargo, la ventana cen-tralizada en Bruselas no ha provisto un mecanismo ágil para ladistribución de los fondos, mientras que la ventana regionalcaribeña aún no tiene un mecanismo de asignación de los recur-sos. Este debe ser el principal tema a discutir, procedimientosnuevos e innovadores deberán de ser propuestos.

Conexo con esto, el GRC recomienda la conformación de un«cuerpo nacional para la cooperación descentralizada», el cualactúe como una instancia intermediaria entre la sociedad civil delos países ACP y la Comisión Europea. Su diseño debería de es-tar guiado por lo siguiente:

« con la finalidad de alcanzar la más eficiente utilización delos recursos de la asistencia para el desarrollo, la selec-ción de los proyectos y las organizaciones que los ejecu-ten, los cuales estarán apoyados por los fondos destina-dos a la cooperación descentralizada, tienen que estar apo-yados por la opinión de un «comité de revisión y selec-ción», constituido por varios representantes (intelectualesprominentes, pensadores independientes, y personas sen-sibles a las necesidades de desarrollo de cada país, etc.)que en condiciones voluntarias den sus opiniones y suge-rencias acerca de los proyectos que hayan aplicado parafinanciamiento;

• con el objetivo de vencer las dificultades de diseñar laspropuestas y de pasar por los complicados procedimien-tos de aplicación de la cooperación descentralizada, una«unidad de administración de los financiamientos» debede ser implantada, la cual deberá: esparcir la información

Page 98: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

acerca de la cooperación descentralizada, ayudar a losagentes no-estatales a diseñar sus propuestas, ayudarles enel proceso de aplicación, facilitar el monitoreo de los proyec-tos y ayudarles en los procesos de evaluación. El hecho deque esta sea un cuerpo nuevo e independiente, o que entreen una de las instancias existentes, es una cuestión que ne-cesitaría de mayores consideracionesy discusiones.

Conclusiones y Recomendacionespara la Futura Cooperación para elDesarrollo

La Globalización en una realidad que se mueve rápidamente,los gobiernos alrededor del globo han comprometido sus socie-dades a ese movimiento, y el Caribe no es una excepción. Cree-mos que la mayoría de los gobiernos Caribeños firmaron una malacuerdo en Marrakech. Ellos no negociaron nada, tan solo firmaron.

En este nuevo contexto mundial, todos los países caribeños seven enfrentados a un gran reto: ¿como combinar el Globalizacióncon la justicia social? ¿Son ambos conceptos compatibles? Exis-te una gran preocupación con respecto a esta pregunta. Muchaspersonas consideran que no hay compatibilidad entre la continuaexpansión de la liberalización y la competitividad económica y lareducción de la pobreza.

A pesar de esto, nosotros asumimos el reto de buscar las condi-ciones y opciones de política que puedan hacerlas compatibles ytraer consigo un desarrollo sostenible. Este es el principal propó-sito de nuestra posición acerca del futuro que deseamos

Con estas ¡deas en mente, recomendamos que el nuevo marcode cooperación para el desarrollo entre la UE y los ACP debe deenglobar las siguientes indicaciones:

• Un marco que sea sensible a las diferentes condiciones ynecesidades de los países ACP.

• Proveer soporte para la creación de unas economías máscompetitivas y productivas en la arena internacional me-diante el diseño de estrategias viables para la transicióndel actuar status de comercio no-recíproco hacia una conreciprocidad, y fortalecer las capacidades locales para elcomercio internacional mediante la utilización de instrumen-tos tales como: aprovechar adecuadamente las oportuni-dades, protección selectiva a productos y mercados, so-porte técnico y financiero para sectores específicos y aliviode la deuda.

• Mantener el comercio, la ayuda y la inversión en un solopaquete con el fin de conseguir una transición coordinadahacia la reciprocidad

Page 99: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Dar prioridad en el acceso a los factores productivos, p. e.,tierra y crédito para los pobres y marginalizados, con unénfasis particular en las mujeres, con la finalidad de pro-mover una integración nacional e internacional basada lomás ampliamente posible.Enfatizar el desarrollo de los recursos humanos, especial-mente los pobres, marginalizados y las mujeresPromover la reforma y desarrollo de instituciones efectivasy apropiadas (tanto gubernamentales como no guberna-mentales) y «partnership» para el desarrollo que promue-van un crecimiento sostenible e igualitario y que asegurenque los derechos humanos básicos son respetados.Promover y dar soporte a mayores integraciones regiona-les, incluyendo con países no-ACP de tal manera que'laseconomías nacionales puedan satisfacer las necesidadesde su población.Asegurar la coherencia entre las políticas globales tantodomésticas como internacionales de la UE con las estrate-gias y políticas de cooperación.

Santo Domingo, 12 de marzo de 1997

Cuadro 1

Pobreza en el Caribeen porcentaje de población

Haití 65%Surinam 47%Guyana 43%Belice 35%Jamaica 34%Dominica 33%Santa Lucía 25%República Dominicana 21%Trinidad & Tobago 21%Granada 20%San Vicente & Las Granadinas 17%San Kitts & Nevis 15%Antigua & Barbuda 12%Barbados 8%Bahamas 5%

Page 100: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Cuadro 2

Concentración <

País

Antigua & BarbudaBahamasBarbadosBeliceDominicaGranadaGuyanaHaitíJamaicaRepública DominicanaSan. Kits & NevisSanta. LuciaSan. Vicente & GranadinasSurinameTrinidad & Tobago

de las Exportaciones Caribeñas

Concentración de las ExportacionesPorción de las mercaderías en el total deexportaciones de bienes( 15 % y más) 1990-1991

DiversificadaCombustibles: 16.8 %Azúcar :20.3 % ;Productos del Petróleo: 18.6 %Azúcar: 32.4 %; Frutas:15.1 % ; Bananas: 7.3 %Bananas: 55.2 %; Jabón: 20.7 %Bananas: 15 %Bauxita: 23.8 %; Azúcar: 20.1 %Ropa Interior: 25.5 %Metales: 65.7 % [ Aluminio: 47.6; Bauxita: 9.9 %]Metales: 42 % ;Azúcar: 28 %Azúcar: 41 %Bananas: 56 %Bananas: 48 %Aluminio: 94 %Crudo & Productos del Petróleo: 80 %

La diversificacíón de la exportaciones hasta ahora ha fracasado. Los países Caribeños todavía mantienen un perfilde exportación muy concentrado: exportan pocos bienes a pocas naciones

Cuadro 3

Jamaica- Estimados de Pobreza Agregados,1988-1994

(porcentajes)

Indicador

Porciento de Pobres

1988

29.8

1989

26.9

1990

27.9

1991

38.9

1992

34.2

1993

28.4

La experiencia de Jamaica con relación al alivio de la pobreza muestra lo complejo que es afrontar el problema.Luego de un largo período de ajuste estructural y de pruebas con varias políticas anti-pobreza, aún la proporciónde población pobre estaba en el 30% en 1988. Un lento progreso fue alcanzado para 1990 con un 28%. Luego, unaño con desbalance económico (conducente a alta inflación) y la pobreza se incrementó.

Page 101: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Anexo I.

Lecturas Consultadas

1. Comisión Europea, The Green Paper on the Relationsbetween the European Union and the ACP states on the eveof 21s t century: Challenges and Options for a NewPartnership, Brussels, November 1996.

2. EUROSTEP, Draft, Partnership 2000-a View of EUROSTEP,December 1996.

3. European Centre for Development Policy Management,Beyond Lome IV, Exploring Options for Future ACP-EUCooperation, Policy Management Report Number 6,Maastricht, October 1996

4. Antonique Koning, Challenges to ACP Trade with Europeafter the Uruguay Round, Policy Management Brief No.1,Maastricht 1994:ECDPM.

5. Dr. David E. Lewis, Evaluation of the Relations Between theEuropean Union and the ACP states on the eve of 21s l

Century, A perspective of the Caribbean NGO's, February1997.

6. Eileen Sudworth, The Mid Term Reviéw of the LomeConvention, An NGO Perspective, paper presented to theCaribbean Council for Europe, November 1993.

7. Banco Mundial, Poverty and Human Resource developmentin the Caribbean , Washington, 1996

8. APRODEV, Beyond LomelV-NGO Discussion Doccument,Draft, March 1997.

9. Unión Europea, Comisión Europea, El Caribe y la Union Eu-ropea, Desarrollo, Luxemburgo, 1995.

Page 102: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Pensamiento Propio / Año 1, No.3 / Nueva Época / Enero-Abril, pp 98-117

Globalización, déficit democrático ysociedad civil en los procesos deintegración

Andrés Serbin

1. La globalización y sus contradiccionesEl proceso de globalización del mundo contemporáneo ha dado

lugar a una creciente interdependencia, interconexión einterrelación de los estados y los pueblos del planeta. Al margende su identificación con una determinada fase de expansión delcapitalismo, en el marco de un ciclo específico del mismo(Wallerstein, 1995); más allá de la asociación entre la expansiónmundial del capitalismo como sistema económico hegemónico ydel estado-nación como modelo político dominante en una deter-minada etapa de la modernidad occidental (Giddens, 1993); in-dependientemente de su mayor o menor condensación e intensi-dad contemporánea (Camillieri, 1995), lo cierto es que nos en-frentamos con un proceso que afecta, de manera irreversible ycompleja a todo el planeta y que, a la vez, no se limita a susdimensiones económicas.

En la actualidad, más allá de los procesos económicos distinti-vos que caracterizan a la globalización -intensificación y liberali-zacíón del comercio internacional, globalización financiera y re-estructuración productiva, revolución tecno-científica-, una seriede aspectos geopolíticos, políticos, comunicacionales, culturalesy sociales articulan asimismo la creciente intervinculación entreestados, naciones, etnias, grupos sociales e individuos a nivelplanetario. Es así que, más allá de la aldea global a la que McLuhanrefería hace algunos lustros, hoy se habla de política global, decomunicaciones globales, de hábitos de consumo globales, deissueso temas globales, de gobernabilidad (gobernance)global1

y de sus efectos deletéreos, como así también de las diversasformas de reacción a los mismos, a través de variados

Andrés Serbin es antropólogo y doctor en ciencias políticas, profesor de la Universidad Cen-tral de Venezuela y presidente del Instituto Venezolano de Estudios Sociales y Políticos(INVESP). Autor de numerosos artículos y libros sobre e! Caribe, actualmente se desempeñacomo asesor especial del Sistema Económico Latinoamericano (SELA). Las opiniones expre-sadas en el presente articulo son a título personal y no comprometen a ninguna de las institu-ciones mencionadas.

/. Es necesariodiferenciar entre eltérmino anglosajóngovernance y lanoción degobernabilidad enespañol, como bien loseñala Tomassini, entanto el segundoengloba al primero yremite a procesos másamplios que refieren«a la capacidad de laautoridad paracanalizar los interesesde la sociedad civil, ala interacción que seda entre ambossegmentos y, por lotanto, a la legitimidaddel primero de ellos: elgobierno», Tomassini,1993, 5.

Page 103: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

2. Como señala Falk(¡996, 15) «The stateis being subtlydeformed as aninstrument of humanwell-being by thedyna mies ofglobalisaüon, whichare pushing the stateby degrees and tovarying extents into asubordínaterelationship withglobal market /orces».Sobre la dificultosainterrelaeión entre losestados y la dinámicadel mercado, y sobresus efectos sobre lasoberanía de losprimeros, cfr. Strangey Camillieri.

particularismos (étnicos, nacionales, religiosos) o de modalida-des complementarias o antagónicas de regionalización.

En todo caso, no obstante las versiones uniformes y básicamentehomogeneizantes de la globalización o a las referencias al fin dela ideología o de la historia, la globalización es vista como unfenómeno multidimensional, complejo y contradictorio, que ca-racteriza a una fase de acelerada transición de la sociedad hu-mana, y que requiere de un particular esfuerzo conceptual y ana-lítico para su comprensión.

Precisamente es el carácter contradictorio de la globalizaciónel que queremos resaltar en este artículo, en tanto ésta, pese a su«vocación homogenizadora» en lo económico, lo político y lo cul-tural, engendra fenómenos no sólo fragmentarios, sino tambiéncontradictoriosy, eventualmente, antagónicos a su mismo devenir.

De hecho, esta fase de desarrollo mundial del capitalismo seconfigura, en forma progresiva, sobre la dinámica de articulaciónde tres componentes -el mercado como directriz reguladora cre-ciente de la dinámica de la economía mundial; el estado-nacióncomo actor protagónico de un sistema internacional caracteriza-do por la anarquía (independientemente de sus reformulacionesy redimensionamientos actuales) desde la perspectiva realista, yla emergencia de una sociedad civil transnacional, identificadacon el surgimiento, desarrollo y creciente influencia de un conjun-to de actores sociales de rasgos noveles y, más específicamente,transnacionales.

Huelga decir que en el marco de la dinámica entre mercado,estado y sociedad civil a nivel global, las fronteras entre lo inter-nacional y lo doméstico se vuelven cada vez más tenues y difu-sas, en tanto la globalización comercial y financiera se asocia conun protagonismo destacado de las corporaciones transnacionalesy de lo bancos y organizaciones financieras que trascienden loslímites territoriales de los estados-nación y ejercen una presióndecisiva sobre la formulación e implementación de sus políticas,tanto a nivel doméstico como a nivel de sus políticas exteriores2.

Sin embargo, a la vez, los estado-nación, cuestionados por esteproceso tanto en su soberanía externa como en su desempeñodoméstico, se adecúan progresivamente a esta dinámica a tra-vés del establecimiento de nuevas regulaciones, organizacionesinternacionales y regímenes varios en el intento de poner costos alos factores financieros, comerciales y productivos con los queinteractúan. Pese a ello, estos procesos ponen crecientementeen cuestión la soberanía de los estados-nación tal como haemergido y se ha desarrollado desde mediados del siglo XVII y,restringen, sistemáticamente, su eficiencia y capacidad de go-bierno y de legitimación en el ámbito doméstico, sin por ello diluir

Page 104: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

la persistencia de su rol crucial en el sistema internacional y en laformulación e implementación de políticas públicas3.

En este marco, sin embargo, una multitud de actores y redessociales de carácter transnacional, comienzan a trascender'laacción social y política dentro de los márgenes de los estadospara a su vez, adquirir un peso protagónico en la dinámica globaly, eventualmente, incidir sobre las mismas políticas públicas. Alrespecto baste citar la acción de Amnesty Internacional,Greenpeace, o los movimientos de mujeres, para ¡lustrar el punto.

Independientemente del carácter crecientemente interactivo deestos tres componentes mercado, estado y sociedad civil en ladinámica global, la aparición y el reciente desarrollo de estos ac-tores y redes sociales cuestiona y acota asimismo, por un lado, elrol tradicional de los estados como actores clave del sistema in-ternacional y, por otro, intenta influir, regular o modificar, a travésde la movilización y de la influencia de la opinión pública, muchasde las decisiones y de las políticas que emanan de la articulacióneventual de intereses entre los estados y las corporacionestransnacionales, entre los organismos económicos multilateralesy las organizaciones intergubernamentales. Como resultado, elllamado sistema internacional o la sociedad global, deviene máscomplejo en función de una multiplicación no sólo de actores,sino también de ámbitos, niveles y circuitos de interacción, dan-do lugar a una dinámica multidimensional de extremada comple-jidad (Tomassini, 1993) y al creciente desempeño transnacionalde actores que Rosenau califica como libres del peso de la sobe-ranía (sovereignty-free actors), en el contexto de una dinámicamulticéntrica del sistema internacional (Rosenau, 1990).

En este marco, y dado el carácter contradictorio del proceso, noes casual que algunos analistas señalen, por un lado, que frente ala «globalización de arriba» promovida por estados y corporacio-nes se desarrolla una «globalización de abajo» (Brecher, Brownand Cutler, 1993) impulsada por los actores sociales emergentesy configurada sobre la base de una sociedad civil transnacionaly, por otro, que las interpretaciones eminentemente estructuralesdel sistema mundial en formación no dan cuenta del papel rele-vante que comienzan a adquirir estos nuevos actores y sus diver-sos y fragmentados proyectos de contrahegemonía (Cox, 1987).

Estos planteamientos, sin embargo, requieren de matizacionesespeciales, en particular en los referente al alcance teórico y con-ceptual del término sociedad civil global.

2. La socialización de la globalización yla sociedad civil global

En los últimos veinte años, se ha producido una proliferación deactores y redes no-estatales en la escena internacional, incluyen-

3. Cfr. al respectoGuéhenno, 1993 yOhmae, 1995.

Page 105: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

do un amplio espectro de organizaciones humanitarias, religio-sas o laborales; movimientos sociales de diverso tipo, u organiza-ciones que promueven temas globales específicos en torno a lapaz, los derechos humanos, el desarrollo y el balance ecológico(Coate, Alger, Lipschutz, 1996,103). Muchas han surgido al calorde sus vínculosy relacionescon organismos intergubernamentales(OIG) y, en especial, con agencias de la Organización de Nacio-nes Unidas (ONU) y, en particular, con su Consejo Económico ySocial (ECOSOC); otras han emergido y se han desarrollado entorno a temas y reivindicaciones específicas de carácter global oregional, en función del surgimiento de foros en el marco de laCumbre Ecológica de Río, de la Cumbre Social de Estocolmo ode las actividades promovidas, por el Año Internacional de la Mujer;algunas otras, finalmente, responden a temas y dinámicas pro-pias como en el caso de los ya señalados Amnesty International,Greenpeace o Oxfam. Asimismo, junto con estas expresiones másespecíficamente asociadás con el proceso de globaüzación, comoreacción a éste, asimismo, se han desarrollado con un crecieníecarácter global y transnacional, variadas formas departicularismos, ya sea de carácter étnico, nacional o religioso,que cuestionan tanto el proceso de globaüzación como, en espe-cial, las expresiones de la modernidad occidental asociadas aésta (Badie-Smouts, 1992).

Algunos de estos actores y organizaciones responden a la ca-racterizaciónde organismos no gubernamentales de variado cuño;otras a movimientos sociales de diversas características, pero,en su conjunto, responden a una visión de lo político que excedela referencia exclusiva a lo nacional o al estado-nación, que dapie a una perspectiva global y que postula nuevas modalidadesde enfocar lo político a un nivel planetario.

En principio, cuando de ONGs se trata, sus característicasdefinitorias refieren a su carácter de organizaciones formales, concontinuidad institucional; que aspiran a autogobernarse en basea arreglos constitucionales o reglas de funcionamiento propias;que son privadas en el sentido de ser autónomas con respecto alos gobiernos y no tienen capacidad de conducción o de direc-ción en las sociedades respectivas; que vinculan a organizacio-nes de varios países; que promueven una gama de temas socia-les; que no tienen fines de lucro o que buscan beneficios pecu-niarios; y que tienen, básicamente, objetivos, operaciones y co-nexiones transnacionales (Gordenker/Weiss, 1995, 20).

La mayoría mantiene vínculos variados tanto con los gobiernoscomo otras organizaciones no-gubernamentales pero, predomi-nantemente, en su conjunto buscan poner coto, con frecuencia,tanto a la acción de los estados como, eventualmente, del merca-do y, en particular de sus actores más destacados -las corpora-ciones transnacionales y los organismos financieros tanto priva-

Page 106: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

dos como intergubernamentaies. En este sentido, tienden a pro-mover sus actividades más allá «de las categorías convenciona-les del estado y de la empresa» (ibidem, 19), y, en esencia, tien-den a politizar ámbitos previamente no politizados y a conectar lolocal con lo global, vinculando en sus actividades a organizacio-nes populares de base local, organizaciones no gubernamenta-les nacionales y organizaciones no-gubernamentales internacio-nales (Macdonald, 1994, 277)4.

Por otra parte, la globalización ha dado lugar asimismo al desa-rrollode «nuevos movimientossociales» de caráctertransnacional,entendidos como «un actor colectivo constituido por individuosque entienden tener intereses comunes y, por lo menos en lo quese refiere a una significativa parte de su existencia social, unaidentidad común» (Scott, 1990, 6) que, para promover estos inte-reses, tienen capacidad de movilización masiva o utilizan estacapacidad como un elemento de presión y que se distinguen deotros actores colectivos tales como partidos políticos, grupos depresión o asociaciones voluntarias. En particular, lo que los dife-rencia de éstas asociaciones y de algunas ONGs es su preocu-pación por la defensa o el cambio de la sociedad existente, o labúsqueda de cambiar la posición relativa del grupo que repre-senta en la sociedad.

La diferencia entre los viejos y los nuevos movimientos socialesno consiste tanto en el mayor alcance de la proyeccióntransnacional de estos últimos en el marco de la globalización,como que mientras los primeros tendían a organizarse en torno adivisiones de carácter clasista (movimiento obrero movimientoscampesinos), los segundos articulan en torno a contradiccionessociales tales como el género, los estilos de vida, el ambiente, ladesigualdad racial y la guerra (Shaw, 1994, 651), de tal maneraque expanden la noción de lo político a un ámbito mucho másabarcante que incluye lo social y lo cultural.

En esencia, este entramado complejo y contradictorio de acto-res y organizaciones sociales diversas, articuladas a través deredes transnacionales, con reivindicaciones e intereses globalesy, con frecuencia, con raíces en reivindicaciones e intereses loca-les, da lugar a la emergencia de una sociedad civil global que«reproduce en sus interacciones los conflictos y contradiccionesde las sociedades civiles domésticas de las cuales emerge y, a lapar, crea nuevas que reflejan la dinámica del poder a nivel inter-nacional» (Macdonald, 1994, 285). Pero, a la vez, expresa de he-cho el impacto no sólo de la globalización económica en términosgenerales, sino también se corresponde con la globalización delpoder estatal en una abigarrada y compleja agregación del po-der estatal nacional y del poder global que caracteriza al actualsistema interestatal, con su acelerado cambio transicional y suscontradicciones (Shaw, 1994, 650).

4. Una tipologíareciente las clasifica enONGs con las caracte-rísticas señaladas; enGONGO (government-organisednongovernmentalorganisations), promo-vidas por gobiernosespecialmente en elmarco de la GuerraFría; QUANGOs (quasi-n ongovernm en talorganisations)que, pesea mantener una ciertaautonomía recibenrecursos de gobiernoscomo muchas ONGs delos países escandinavosy de Canadá; yDONGOs (donor-organised NGO)diferenciadas por susfuentes de recursos(ibidem, 21). En todocaso, en cualquiera delas categorías, lasONGs no gobiernan niintentan gobernar, sinoque intentan imponeralguna medida de«accountability» a losgobiernos y empresas ya gerenciar complejasinterrelaciones ycambios políticos,económicos y socialespromoviendo, enalgunos casos, lacooperación con y entreotros actores, conespecial énfasis en losgobiernos (ib., 19).

Page 107: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

En todo caso, tanto las diferentes expresiones de organizacio-nes no-gubernamentales como los diversos movimientos socia-les de carácter transnacional han dado lugar a una sociedad civilglobal, definida por sus propios códigos y reglas legales, confrecuencia en oposición y en autonomía de los estados, a travésde la creación y del desarrollo de redes transnacionales que ge-neran nuevos espacios políticos en el sistema internacional. Sinembargo, como bien lo señala Lipschutz (1992), este proceso, asu vez, ha dado lugar a un cuestionamiento al discurso estado-céntrico dominante que se manifiesta tanto a través de la emer-gencia de esta sociedad civil global, como a través de diversasexpresiones étnicas, religiosas y nacionalistas, poniendo en cues-tión la misma ideología de la globalización.

En este sentido, estos actores, en su heterogeneidad, tienden apromover la gobernabilidad en ámbitos y áreas del sistema inter-nacional, más allá o en asociación con la acción de gobiernos, entanto desarrollan «la capacidad de lograr que se hagan cosas sinla competencia legal de ordenar que sean hechas» (Czempiel,1992,250). Desde esta perspectiva, y en el marco del señalamientode que si bien «no hay un gobierno mundial, sí hay gobernabilidadglobal», junto con los arreglos regulatorios institucionalizados enlos diversos regímenes parciales a nivel global, se desarrollan eimponen normas, regulaciones y procedimientos menos formali-zados que imponen patrones a las conductas internacionales sinrecurrir a constituciones escritas o al recurso del poder material(Coate, Algier, Lipschutz, 1996, 99), poniendo en cuestión la vi-sión realista de un sistema internacional anárquico.

En este proceso, crecientemente el rol de los diversos actoressociales emergentes a nivel transnacional se vuelve crucial y dalugar a la emergencia de una sociedad civil global que genera,en palabras de Camillieri (1995, 218), una difuminación del con-trol social al erosionar la competencia de los estados y que postu-la una sociedad civil que, a diferencia de la doméstica, no tienepor referente al estado, sino a las diferentes formas de articula-ción interestatal e internacional del poder.

Sin embargo, es necesario entender que la sociedad civil engeneral y la sociedad civil global emergente en particular, no cons-tituyen un actor homogéneo y unificado. De hecho, la sociedadcivil global, al margen de constituir una respuesta a la globalizaciónen términos de una «globalización de abajo» y de intentar, enlíneas generales, poner coto e influenciar la acción de los estadosintroduciendo formas de gobernabilidad global, está marcadaasimismo por contradiccionesy conflictos (Macdonald, 1994,269).En la acepción gramsciana del término, la sociedad civil es uncampo de conflicto entre fuerzas hegemónicas ycontrahegemónicas, pero en el caso de la sociedad civil global,este cuadro se complejiza aún más, en tanto reproduce los con-

Page 108: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

flictos y contradicciones de las sociedades civiles domésticas delas que emergen, a la vez de crear nuevas contradicciones quereflejan la dinámica de poder a nivel internacional y el mismo roldel mercado y del estado. Esta complejización se evidencia asi-mismo de varias maneras.

En primer lugar porque la sociedad civil nacional es definidageneralmente en relación con el estado y, en el marco de la anar-quía imperante en el sistema internacional, este referente se dilu-ye en diferentes centros de poder -estados, organizacionesintergubernamentales, regímenes varios, que constituyen una re-ferente multidimensional y complejo para el accionar de los acto-res de la sociedad civil global generando diversas formas de vin-culación, disociación o rechazo con los centros tradicionales depoder por parte de los actores sociales transnacionales. En estemarco, junto con la interlocución en el sistema internacional dediversas modalidades de gobernabilidad con o sin participacióndirecta de los estados, se desarrollan eventualmente iniciativasde cuestionamiento y antagonismo frente a las mismas iniciativasgubernamentales o intergubernamentales de carácter internacio-nal.

En segundo lugar, porque la noción tradicional de sociedad civilrefiere a diferentes actores no estatales que incluyen organizacio-nes representativas formales, tales como partidos políticos, igle-sias, sindicatos y asociaciones profesionales; organizaciones for-males de tipo funcional (escuelas, universidades y medios masi-vos de comunicación), y redes políticas y sociales más informa-les (que abarcan desde grupos voluntarios locales y coalicionesad hoc de activistas a movimientos sociales coordinados a nivelnacional o internacional (Shaw, 1994, 648). En esta perspectiva,la sociedad civil global esta configurada no sólo por las ONGsreconocidas por los OIGs o por los gobiernos en función de te-mas globales; por ios movimientos sociales de base clasista y decarácter internacional que preceden a la eclosión actual de lasociedad civil global (tales como los movimientos campesinos,los movimientos obreros o las internacionales políticas de fuerzasde izquierda) o por los mecanismos formales de socialización quese expanden a nivel transnacional, sino también por un conjuntode «nuevos movimientos sociales» de proyección internacionalque, con frecuencia, trascienden las nociones tradicionales depolítica y de ciudadanía, en función de articular planteamientosculturales vinculados a valores y estilos de vida específicos.

De tal manera que las nociones tradicionales de una sociedadcivil dividida horizontalmente en función de proyectoshegemónicos y contrahegemónicos, en el marco de la sociedadcivil global (y con frecuencia en función de los acelerados cam-bios en las sociedades civiles domésticas), se complejizan con lapresencia de diversas formas de articulación vertical no sólo en

Page 109: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

5. Como señalaLipshutz, en realidadno hay una sola redsino varias redespolíticastransnacionalesheteronomas en elmarco de la sociedadcivil global, en funciónde diversas «comuni-dades imaginarias»propuestas (Lipshutz,1992, 391).

torno a reivindicaciones y proyectos de orden global promovidospor diversas ONGs, sino también en función de iniciativas menosinstitucionalizadas de diversos movimientos sociales con énfasisculturales5. A este cuadro de ciivajes verticales cabe agregar,incidentemente, las diversas modalidades de utilización, por par-te de estos actores, de la influencia de la opinión pública y de losmedios masivos de comunicación, con frecuencia instrumentoscruciales, junto con la movilización nacional e internacional, paraejercer presión sobre los gobiernos e inclusive los organismosintergubernamentales o para cuestionar los proyectos guberna-mentales.

En tercer lugar, un elemento a considerar es que junto con losciivajes y contradicciones internas de la sociedad civil global in-troducidos por las diversas modalidades de relación con las ins-tituciones establecidas de poder y de control financiero y produc-tivo, y las diversas formas de expresión política y político-culturalde los actores sociales transnacionales, un clivaje fundamentales el que, de una manera frecuentemente ambigua y difusa, esta-blece una división entre los actores sociales transnacionales delNorte industrializado y los del Sur. En este sentido, si bien losacontecimientos de la post-Guerra Fría han desdibujadosignificativamente la dicotomía tradicional entre Norte y Sur (entanto la concentración de dinamismo comercial, financiero y tec-nológico se ha concentrado cada vez más en los tres focos eco-nómico-políticos de Europa, América del Norte y Japón, y las si-militudes y convergencias político-económicas del Sur han tendi-do a diferenciarse, a atomizarse y a diluir la noción misma de unSur homogéneo en vías de desarrollo al punto de plantear que «eltercer mundo está muerto» -Oslen, 1995), ésta persiste manifies-tamente en las relaciones entre los actores sociales del Norte ydel Sur. La misma categoría de DONGOs implica, en esencia, unarelación vertical entre ONGs del Norte y del Sur, en tanto, confrecuencia, las primeras dictan o influencian, a través de la asig-nación de recursos para programas, las agendas de las segun-das en el marco de redes transnacionales que vinculan a ambas.

Por otra parte, la misma vinculación de las respectivas ONGs(particularmente en el caso de los CONGOs o QUANGOs) conlos respectivos estados del Norte condicionancircunstancialmentesus estrategias y agendas, en especial en torno a temasecológicos, de derechos humanos y de paz y seguridad, frente ala promoción de posiciones nacionalistas de los estados del Surque, a su vez, y de manera distintiva, condicionan eventualmenteel desempeño -cooperativo, reactivo o antagónico- de ONGs ymovimientos sociales en el Sur, en particular en relación con te-mas sociopolíticos y económicos como el desarrollo, la desigual-dad, la pobreza y el desempleo. En suma, pese al carácter fre-cuentemente autónomo de muchos de estos actores sociales con

Page 110: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

respecto a los respectivos estados, su base socio-política se re-fleja no sólo en el accionar de los mismos sino también incidensobre el del accionar de muchas ONGs y movimientos sociales.

En conclusión, y dados estos rasgos, pese a las característicasrelevantes que en el sistema internacional emergente bajo el im-pacto del proceso de globalización adquiere una sociedad civilglobal, en interlocución e interacción, así sea crítica, con el esta-do y con el mercado, es evidente que esta sociedad civil no estáexenta de las complejidades y contradicciones introducidas porla globalización.

En este marco, una de las interrogantes es, sin embargo, como,al emerger la sociedad civil global como un factor relevante de ladinámica internacional, puede incidir sobre los procesos conco-mitantes a la globalización, superando el «déficit democrático»engendrado por el despliegue de alternativas «globalitarias» don-de estados, organismos intergubernamentales y agentes econó-micos transnacionales toman decisiones sin la participación y sinel control de amplios sectores sociales del planeta que, sin em-bargo, se ven decisivamente afectado por éstas decisiones. Sibien esta es una interrogante de carácter muy amplio, afecta, enel plano de las políticas específicas, el devenir del proceso deglobalización, en tanto pone en cuestión la orientación de la«globalización de arriba» en función de plantear una globalizacióncon una participación creciente no sólo de países y de regionesmarginalizadas del sistema económico internacional, sino tam-bién de actores y de sectores sociales específicos de la sociedadcivil global emergente. Esta interrogante es particularmente rele-vante en el entorno de los procesos de regionalización que, comorespuesta y complemento a la globalización, se desarrollan enAmérica Latina y el Caribe.

3. Regionalización y déficit democráticoen los procesos de integración deAmérica Latina y el Caribe

Frente a la amenaza de la exclusión o marginación del sistemaeconómico internacional a raíz del proceso de globalización, lospaíses de América Latina y el Caribe han reaccionado, desdefinales de la década del ochenta, reactivando, profundizando odesplegando procesos de integración regional y subregional, enun amplio espectro que abarca la reactivación del Mercado Co-mún Centroamericano (MCCA) a través de la creación del SIECA,la CARICOM y el Grupo Andino a la creación de MERCOSUR, elGrupo de los Tres (G-3) y la Asociación de Estados del Caribe(AEC) (Serbin, 1995;1996). Independientemente de los alcancesque cada uno de estos esquemas intenta materializar en función

Page 111: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

de integración -desde acuerdos de libre comercio como el G-3hasta plataformas políticas regionales como la AEC pasando pordiversas variantes de mercado común y uniones aduaneras, undenominador común ha sido su identificación con los postuladosdel regionalismo abierto promovido por la CEPAL,

En este sentido, junto con el objetivo explícito de promover, enel marco de las políticas de ajuste predominantes en los paísesde la región bajo efectos del «consenso de Washington» y losplanteamientos neoliberales de los organismos financierosmultilaterales, un más activo intercambio comercial intrarregionaly una competitiva inserción en la economía mundial, las nuevasformas de regionalismo en América Latina y el Caribe han estadoasociadas con el intento de vincular más estrechamente a estasiniciativas al sector gubernamental y al sector empresarial en elmarco de los programas de ajuste en curso. De hecho, generali-zado, ha implicado una creciente conjunción entre las élites polí-ticas y las élites económicas latinoamericanas y caribeñas en lasiniciativas orientadas a profundizar en la regionalización, eviden-ciadas con frecuencia tanto en la modalidad de consulta de losgobiernos con el sector empresarial en los procesos de libre co-mercio e integración a través de la modalidad del «cuarto de allado» en las negociaciones regionales, o en el establecimiento demecanismo formales de consulta con este sector a través de Con-sejos Consultivos creados en el Grupo Andino, MERCOSUR, elsistema de integración centroamericano o CARICOM.

Sin embargo, en estos procesos, reiteradamente, se hace evi-dente la ausencia de participación de otros actores de la socie-dad civil -tanto de los movimientos sociales como inclusive, conmatizaciones y variaciones, de actores políticos formales comolos partidos políticos. Con la excepción de la participación, enalgunos de los esquemas, del sector laboral a través de mecanis-mos de consulta o de mecanismos tripartitos con la participaciónde gobierno y empresarios, los restantes actores sociales no hanestado representados en la mayoría de los procesos deregionalización. En la práctica, la tendencia dominante a la incor-poración de actores sociales, en los casos que se da, en AméricaLatina y el Caribe ha sido a través del tripartismo, en función deintegrar con carácter consultivo al sector empresarial y al sectorlaboral, a través de sus representaciones sindicales, junto conrepresentantes del gobierno, en mecanismos de consulta. Unaclara ilustración al respecto, se vincula con el Subgrupo de Tra-bajo No. 11 de Relaciones Laborales, Empleo y Seguridad Socialdel MERCOSUR y el propuesto Foro Consultivo Económico y So-cial (FCES) del mismo esquema, con facultades consultivas y deasesoramiento, más no con capacidad de adoptar decisiones.Como señala un analista, sin embargo, el FCES «espera aún poruna mayor definición» y no incluye a otros actores sociales

Page 112: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

(Podestá, 1995a y b). Asimismo, la inclusión de actores socio-económicos no gubernamentales en este tipo de mecanismosconsultivos, pese a la temprana aparición del tema social en elproceso de integración, es, en general, posterior a la creación y aios avances del mismo, inclusive en lo que se refiere al sectorlaboral (ibidem).

De una manera similar, en el Grupo Andino, si bien la cuestiónsocial recibió una significativa atención y dio lugar a la creacióndel Consejo Consultivo Empresarial y del Consejo Consultivo La-boral, la Carta Social Andina aprobada por el Parlamento Andino,respondeasimismoa una concepción tripartista, tomando en cuen-ta a los sectores gubernamental, empresarial y laboral, pero conuna limitada referencia a otros grupos básicamente representa-dos por mujeres, niños y la familia (Fundación Friderich Ebert-PRS, 1994,57).

En este sentido, es evidente el papel que las tradiciones sindi-cales y el peso de éstas organizaciones detectan en el contextolatinoamericano, aunado a la creciente preocupación por los plan-teamientos del «dumping social» en el GATT y la OMC, y a losefectos de la globalización y de la re-estructuración productivasobre los mercados laborales y el empleo.

Paradójicamente, sin embargo, desde la década del ochenta,numerosos movimientos sociales y organizaciones no-guberna-mentales han hecho irrupción en la escena doméstica de la ma-yoría de los países latinoamericanos y del Caribe, particularmen-te en torno a temas como los derechos humanos, la defensa delmedio ambiente, los derechos de género y las reivindaciones yderechos indígenas. Muchos de ellos, a la vez, han adquirido unaproyección transnacional, tanto a nivel regional como global, comoen el caso de los movimientos de mujeres, de derechos humanosy de las organizaciones indígenas, dando' lugar al desarrollo deun entramado social que, eventualmente, configura los gérmenesde una sociedad civil regional, pese a los clivajes y divisionesengendrados por experiencias políticas y culturales subregionalesdiferenciadas -entre las sociedades andinas y las sociedades delCono Sur; entre las sociedades centroamericanas y las socieda-des caribeñas; entre el conglomerado amazónico y los procesosen la Cuenca del Caribe.

No obstante, estos actores y la sociedad civil en general, fre-cuentemente impactada no sólo por los programas de ajuste, sinotambién por los efectos directos o indirectos de los acuerdos re-gionales, han estado ausentes de una participación en la toma dedecisiones en estos procesos y de alguna incidencia sobre elcurso de estas iniciativas, en el marco del apotegma «decidire-mos por ustedes, para ustedes, pero sin ustedes».

Este «déficit democrático» significativo en la implementaciónde los procesos de regionalización se produce en un contexto

Page 113: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

donde, de una manera crecientemente destacada, la sociedadcivil reclama una participación mayor y exige un grado deaccountability de los respectivos gobiernos sobre un proceso detoma de decisiones en los cuales no tiene arte ni parte pese a susefectos sociales devastadores en términos de incremento de ladesigualdad y la polarización social, la pobreza y el desempleoen la sociedades de la región.

Pese al reconocimiento, desde la década pasada, de las agen-cias y organismos de las Naciones Unidas acerca de la necesi-dad de vincularse, consultar y, eventualmente, implementar pro-gramas conjuntos con ONGs y movimientos sociales o los inten-tos limitados de la Unión Europea de superar este «déficit», tantolos gobiernos como los organismos intergubernamentales regio-nales en América Latina y el Caribe han tendido a reaccionar conreticencia frente a las reivindicaciones y propuestas de los acto-res sociales regionales, y han evitado en general, profundizar enla implementación de mecanismos para su participación o parasu consulta.

En este sentido, si bien los actores políticos formales -partidos ysindicatos, han encontrado canales de expresión a través de losParlamentos regionales, en el primer caso, o de mecanismos con-sultivos (incluyendo aspectos específicos como el planteamientode una carta social en el Grupo Andino), en el segundo, asumien-do los componentes socio políticos de su participación, los res-tantes actores de la sociedad civil (con la excepción de las agru-paciones y gremios empresariales) han estado excluidos de esteproceso, pese a la emergencia y consolidación progresiva delentramado de una sociedad o de un conjunto de sociedades civi-les regionales en América Latina y el Caribe.

En este marco, la trilogía deja articulación regional de estado,mercado y sociedad civil, evidencia un fuerte debilitamiento delreconocimiento y de la institucionalización de la participación ointerlocución política del último de ellos, similar a la que señalá-bamos en el marco general del proceso de globalización.

Sin embargo, la movilización de los actores de la sociedad civilregional -movimientos de mujeres y ecologistas, y organizacio-nes indígenasy de derechos humanos en particular- ha impactado,con sus reivindaciones, no sólo la opinión pública y los mediosmasivos de comunicación, sino también ha comenzado a ejerceruna creciente influencia sobre los estados y, eventualmente, so-bre las corporaciones y los organismos financieros.

Page 114: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

4. Sociedad civil y participacióndemocrática en el proceso deregionalización en el Gran Caribe

El proceso de globalización y las reacciones regionalizadoras,como así también las concepciones asociadas al regionalismoabierto y al consenso de Washington, con las diferencias del caso,han afectado asimismo de una manera significativa al conjuntode sociedades demográficamente y territorialmente pequeñas,económicamente vulnerables y geopolíticamente sensibles delGran Caribe6. De por sí la región, más allá de su original diferen-ciación geopolítica en el marco de la guerra fría, presenta unagran heterogeneidad cultural y étnica, así como también política,como consecuencia de los diversos legados y tradiciones de losdiferentes sistemas coloniales que se establecieron en ella.

La reciente creación de la AEC, sin embargo, valida una nuevaconcepción de la región, en el marco del proceso deregionalización en curso, que permite, en función de coinciden-cias políticas, la búsqueda de la cooperación económica y de laemergencia de una «comunidad social» regional de característi-cas propias, la superación de las diferencias y de laheterogeneidad en función de un valor común y de la defensa delMar Caribe y de las sociedades que lo habitan (Asociación deEstados del Caribe, 1994).

Sin embargo, la misma acta de constitución de la AEC presentauna serie de limitaciones en torno a la participación de diversosactores sociales en el proceso de regionalización e integración,particularmente en su referencia a los actores sociales reconoci-dos y a los mecanismos de participación de los mismos en latoma de decisiones.

Junto con las diferentes referencias a «social partners» o «acto-res sociales» del documento y de las normativas de reconoci-miento y privilegización de los mismos en la AEC, con diferentesconcepciones acerca de los mismos y de su rol en el proceso deregionalización, existen marcadas diferencias en las experiencias,historias y culturas políticas de las diversas subregiones que re-sultan en distintas concepciones y énfasis en su tratamiento porlos gobiernos. En este sentido, las tradiciones y culturas políticasdel Gran Caribe abarcan una gama muy extensa de experienciashistóricas con efectos particulares sobre las concepciones acer-ca de la participación de la sociedad civil y de la gobernabilidaddemocrática que, a su vez, se reflejan en las actitudes y percep-ciones de los gobiernos y de sus representantes frente a la parti-cipación de una emergente sociedad civil regional en el procesode integración. De hecho, la historia política de los países miem-

6. Entendemos porGran Caribe a laregión que estáconfigurada por elconjunto de estados,estados asociados yterritorios colonialesvinculados al marCaribe, y que incluyetanto a los estados yterritorios insularescomo a los estados quebordean al mar Caribe-los países centroame-ricanos, México,Colombia, Venezuela,Guyana y Suriname, deacuerdo a la concep-ción introducida con lacreación de la Asocia-ción de Estados delCaribe en ¡994.

Page 115: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

7. El CAÍ está confor-mado por la Federa-ción de EmpresasPrivadas de Centro-américa y Panamá(FEDEPRICAP); laCentral Latinoameri-cana de Trabajadores(CLAT); la Confedera-ción Centroamericanade Trabajadores(CCT); el ConsejoMundial de PueblosIndígenas en sucapítulo centroameri-cano; El ConsejoCentroamericano deTrabajadores de laEducación y laCultura; el ConsejoCentroamericanoCampesino(COCECA); laConfederación deCooperativas delCaribe y Centroaméri-ca (CCC-CA); laFederación Centro-americana de Trans-portistas; el ConsejoSuperior UniversitarioCentroamericano(CSUCA), y laAsociación deUniversidadesPrivadas de Centro-américa, mientras quela ICIC esta constitui-da por la Asociaciónde Organizaciones deCampesinas Centro-americanas para laCooperación y elDesarrollo(ASOCODE); laConfederación de

bros del Grupo de los Tres, de ios países centroamericanos, deCuba y de República Dominicana, de Haití y Suriname, y de lospaíses de habla inglesa en el Caribe, marcan la pauta de unacompleja heterogeneidad política y de actitudes y percepcionesdiversas frente a la participación de la sociedad civil en el proce-so de gobernabilidad de la integración regional.

Para tomar sólo a las dos subregiones más destacadas -el Ca-ribe de habla inglesa y la subregión centroamericana, las diferen-tes historias políticas recientes hacen marcadas diferencias enlas tradiciones y concepciones acerca de la participación políticade la sociedad civil en el proceso de regionalización.

En el caso de Centroamérica es de notar, en primer lugar que,junto con el Parlamento Centroamericano creado como un foroconsultivo de los representantes de los partidos políticos del mis-mo y pese a una consulta amplia realizada entre 1972 y 1976 conlos actores sociales por parte del Comité de Alto Nivel para laReestructuración y Perfeccionamiento del Mercado Común Cen-troamericano (CAN), el proyecto resultante no fue aceptado porlos gobiernos de la región en el marco de la crisis por la queatravesaba Centroamérica (de la Ossa, 1996, 20). Sin embargo,una vez avanzado el proceso de pacificación iniciado con losacuerdos de Esquipulas y reactivado el proceso de integracióncentroamericano con la creación del Sistema de Integración Cen-troamericano (SICA) en 1991, el protocolo de Tegucigalpa que ledio origen estableció la constitución de un Consejo ConsultivoCentroamericano, conformado por»... los sectores empresarial,laboral, académico y otras principales fuerzas vivas del Istmocentroamericano representativas de los sectores económicos,sociales y culturales, comprometidos con el esfuerzo de integra-ción ístmica» (ibidem, 21).

No obstante esta iniciativa, surgieron, por un lado, una serie decríticas por los «criterios selectivos unilaterales» utilizado por laSecretaría General del SICA para establecer un grupo previo paraorganizarlo y preparar sus normas básicas (ibidem) y, por otro,divergencias entre las organizaciones de la sociedad civil en tor-no a la representatividad en el Comité, particularmente entre elComité de Coordinación Intersectorial Centroamericano (CACI)creado en 1993 y la Iniciativa Civil para la Integración Centroame-ricana (ICIC) constituida en abril de 1994 (Vargas Roldan, 1996,7)7.

Sin embargo, pese a estas dificultades iniciales, el 2 de noviem-bre de 1996 se estableció el Comité Consultivo del Sistema deIntegración Centroamericana (SS-SICA) como «una instancia ini-cialmente de consulta a la sociedad civil organizadaregionalmente, a fin de institucionalizar la participación de losactores económicos y sociales en el proceso de toma de decisio-nes dentro de la integración centroamericana», con la participa-

Page 116: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

ción de 17 organizaciones regionales, incluyendo a FEDEPRICAPen representación de las cámaras empresariales; CTCA, CCT yCOCENTRA como las tres principales centrales de trabajadoressindicalizados de Centroamérica; CONCAPE por la pequeña ymediana empresa; CCC-CA por los cooperativistas de la región;FECAICA por el empresariado industrial de la región; FECAMCOen representación de las cámaras de comercio; FECATRANS delos transportistas; ASOCODE por el campesinado organizado;AUPRICA y CSUCA en representación de las universidades pri-vadas y estatales; CONCERTACION CENTROAMERICANA queagrupa a los organismos no-gubernamentales; UPROCAFE enrepresentación de los pequeños y medianos productores cafeta-leros; el capítulo centroamericano del Consejo Mundial de Pue-blos Indígenas; el Consejo Centroamericano de Trabajadores dela Educación y de la Cultura; y FEMICA que agrupa a los gobier-nos municipales de la región (Vargas Roldan, 1996, 7-8). Estelistado extenso de organizaciones de carácter regional que abo-ga por la integración del istmo y por la participación de la socie-dad civil en este proceso a través de mecanismos regionales nose agota con las organizaciones citadas, ya que se encuentranen proceso de incorporación asimismo la organización regionalde las mujeres y los organismos de defensa de los Derechos Hu-manos (CODEHUCA) (ibidem).

Es importante resaltar que junto con organizaciones del sectorempresarial, laboral, cultural/académico participan en el ComitéConsultivo de SICA no sólo las organizaciones indígenas y coo-perativas, sino también aquéllas ONGs que actúan en más detres países de la región. El Comité Consultivo constituye un fororegional cuyos representantes son designados por las respecti-vas organizaciones y no por los gobiernos, y sus decisiones sontomadas por unanimidad y no por mayoría.

En el caso de los países de la CARICOM, los procesos dedescolonización que llevaron a la independencia de los paísesdel Caribe de habla inglesa, fueron originariamente promovidospor los sindicatos locales que, con frecuencia, dieron origen o sevincularon con los partidos políticos que llevaron a la indepen-dencia política. Estos orígenes, particularmente en las postrime-rías de la Segunda Guerra Mundial, pudieron haber dado lugar auna visión tripartista de la participación de los actores políticos ysociales en el proceso de integración, similar a la que señalába-mos en el caso de Mercosur y quizás con la diferencia significati-va de una incorporación inicial de los sindicatos en el proceso.Sin embargo, la convergencia de un creciente proceso de dete-rioro de los sindicatos y de los partidos políticos tradicionales enla subregión bajo los efectos de los cambios globalizadores y delfin de la guerra fría (Serbin, 1995), junto con la existencia de unatradición de actividades comunitarias no-gubernamentales ha

Cooperativas delCaribe y de centro-américa (CCC-CA);la CoordinadoraCentroamericana deTrabajadores(COCENTRA); laConfederaciónCentroamericana dela Pequeña y Media-na Industria(CONCAPE); laConcertaciónCentroamericana deOrganismos deDesarrollo(CONCERTACIONCENTROAMERICA-NA); la Confedera-ción de Trabajadoresde centroamérica(CTCA-ORIT); laFederación Centro-americana deOrganizacionesComunales(FECOP); y la Uniónde Pequeños yMedianos Producto-res de Café deMéxico. Centroaméri-ca y el Caribe(UPROCAFE) (de laOssa, 1996, 38).

Page 117: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

dado lugar a una mayor proyección y relevancia de la importan-cia de otros actores de la sociedad civil en el proceso de integra-ción de la CARICOM (Duncan, 1996).

Como ilustración baste señalar que en 1993, este organismo seha planteado la creación de una Asamblea de Parlamentarios dela Comunidad Caribeña recientemente aprobada, mientras quedesde finales de la década del ochenta, la propia West IndianCommissíon y la CARICOM han postulado una Carta de la Socie-dad Civil para la Comunidad Caribeña, para «crear un verdaderoambiente político participativo en el seno de la ComunidadCaribeña que sea propicio a la consulta genuina en el proceso degobernabilidad» (CARICOM, 1993).

En este marco, como consecuencia de una participación inicialde organizaciones no gubernamentales en la Conferencia Econó-mica Regional convocada por CARICOM en 1991, en 1992 losgobiernos de los países miembros de la CARICOM han adaptadola recomendación, en el artículo XX de la Carta, de que los esta-dos signatorios «tomen medidas para establecer en sus respeeti-vos estados (territorios) un marco para consultas continuas y ge-nuinas que involucren a socios sociales consistentes en partidospolíticos, la comunidad empresarial, los sindicatos, las organiza-ciones no-gubernamentales, grupos en desventaja social y otroscuerpos representativos de los intereses de la comunidad en fun-ción de alcanzar acuerdos comunes y apoyo a los objetivos, con-tenidos e implementación de los programas nacionales y socia-les» (pp. 16-17).

Inclusive, en esta perspectiva, el Centro para el Desarrollo dePolíticas Caribeñas (CPDC) basado en Barbados y establecidopor organizaciones no-gubernamentalesen febrero de 1991 comouna red regional de ONGs, está avanzado en la posibilidad deser reconocido como un mecanismo consultivo de la CARICOM.El objetivo del CPDC, que agrupa a más de 21 organizaciones dehabla inglesa, francesa, española y holandesa del Caribe de ca-rácter regional, subregional o nacional con perspectiva regional,apunta a «comprender dónde y cómo las políticas son formula-das y cómo éstas afectan nuestras vidas diarias; compartir infor-mación sobre éstas políticas; desarrollar la confianza y la habili-dad del pueblo caribeño; y trabajar juntos para cambiar políticasque no benefician al pueblo caribeño» (Wederbrun, 1996). Esteorganismo agrupa a una extensa gama de organizaciones de lasociedad civil, concebidas como organizaciones no-gubernamen-tales en un sentido amplio y que incluye agencias de desarrollo,organizaciones religiosas, grupos de mujeres y de jóvenes, tra-bajadores del teatro popular, economistas, comunicadores socia-les, organizaciones de derechos humanos y de campesinos, ypueblos indígenas (ibidem, 8).

Page 118: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

En función de planteamientos alternativos a las estrategias dedesarrollo regionales postuladas en el marco de los programasde ajuste, el CPDC ha desarrollado una importante interlocucióncon la CARICOM con el propósito de que sea reconocido, juntocon los sindicatos y el sector empresarial, su status consultivocomo el tercer «socio social» en el proceso de integración, alpunto que en julio de 1995, los jefes de gobierno de la CARICOMhan aceptado su incorporación a un Consejo Consultivo regional.

5. ¿Hacia una sociedad civil regional?:Los problemas de la participaciónde la sociedad civil en el proceso deregionalización

Esta somera revisión de los procesos de organización de la so-ciedad civil en dos de las subregiones del Gran Caribe y de suslogros actuales en función de la participación en el proceso deregionalización, plantean una serie de conclusiones tentativaspero, asimismo, una serie de interrogantes.

En primer lugar, es de señalar que la emergencia de una socie-dad civil regional parece estar signada por el desarrollo de losprocesos de consolidación y de participación de las emergentessociedades civiles a nivel subregional -como en el caso de Cen-troamérica y del Caribe, con poca o limitada vinculación entreellas en esta etapa y fuertemente signadas por las respectivasexperiencias y legados- políticos. En este sentido, una primeracomparación entre las dos subregiones permite apuntar,preliminarmente y en forma tentativa, un mayor desarrollo y unamayor participación de las ONGs, incluidas las religiosas, en elCaribe, y una más reducida presencia de las mismas en la parti-cipación en el Caribe, y una más reducida presencia de las mis-mas en la participación en el proceso de integración centroameri-cano. Asimismo, es de señalar, el desarrollo de un proceso deinterlocución aparentemente más fluido entre los gobiernos, laCARICOM y la sociedad civil regional en el Caribe, en tanto enCentroamérica la incorporación de la sociedad civil al proceso deintegración a tropezado con mayores retiscencias por parte delos gobiernos y en función de contradicciones internas.

En segundo lugar, este incipiente proceso de incorporación dela sociedad civil en la regionalización, a través de unaprofundización de su propia organización e institucionalización,señala su creciente desarrollo pero no marca aún modalidadesdistintivas de participación a nivel regional, más allá de su carác-ter consultivo en el marco de mecanismos acordados y promovi-dos en conjunto con los organismos intergubernamentales de in-tegración subregional.

Page 119: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Es llamativa, asimismo, en tercer lugar, la limitada vinculaciónentre las instancias políticas de representación institucionalizadaa nivel subregional -tales como la Asamblea de ParlamentariosCaribeños y el Parlacen, y las organizaciones de la sociedad ci-vil- tales como el CPDC y el CAIC y la ICIC, respectivamente,marcando, en principio, un aparente divorcio entre los partidospolíticos y las iniciativas de la sociedad civil. En este sentido, esde subrayar, por un lado, la frecuente crítica de estas organiza-ciones a los partidos políticos tradicionales, y por otro, su insis-tencia en la necesidad de avanzar más allá de la democraciarepresentativa hacia una democracia participativa. Estos plantea-mientos en el plano político, con frecuencia se ven articuladoscon críticas a las estrategias de desarrollo impulsadas por losgobiernos y propuestasde estrategias alternativas que hagan másénfasis en las demandas sociales y en las necesidades desecto-res sociales marginados en la pobreza y el desempleo a nivelsubregional.

Sin embargo, es importante resaltar, en cuarto lugar, la crecien-te presencia que adquiere un entramado de actores sociales anivel regional, al configurar, en el marco de los procesos deregionalización, una sociedad civil regional que promueve unaserie de iniciativas en la dirección de una «regionalización desdeabajo» que tome en cuenta las demandas y las necesidades deamplios sectores de la población afectados tanto por las secue-las del proceso de globalización, como por el impacto de lasmedidas que acompañan la profundización de la regionalización.

Finalmente, en el plano regional y hemisférico estas conclusio-nes preliminares abren una serie de interrogantes específicas.

En primer lugar, ¿hasta que punto el desarrollo de estas expe-riencias subregionales podrá encauzarse, a través de barreraslingüísticas, étnicas e históricas, hacia la conformación de unasociedad civil regional en el Gran Caribe? y, en segundo lugar,¿hasta que punto las diferencias y heterogeneidades políticas ysociales acotadas podrán dar lugar a posiciones comunes encuanto a la definición de mecanismos de participación en el pro-ceso de regionalización del Gran Caribe y, en particular, en elmarco de la Asociación de Estados del Caribe? En este mismosentido se abre una tercera interrogante acerca de la capacidadde este organismo intergubernamental de promover y diseñarmecanismos idóneos para impulsar esta participación, en el con-texto de las heterogeneidades y disimilitudes políticas que carac-terizan la región?

Por último, en el plano hemisférico, cabe plantear la preguntade ¿si éstas experiencias son aplicables a los restantes procesosde integración en América Latina, con sus diferentes tradicionesy culturas políticas y con sus particulares ritmos de avance de laintegración, en el sentido de que pueda emerger una sociedad

Page 120: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

civil regional y de que se pueda promover una más amplia parti-cipación de la misma en el proceso de integración de AméricaLatina y el Caribe?.

BibliografíaAsociación de Estados del Caribe (1994) Carta Constitutiva Badie,

Batrand et Marie-Ciaude Smouts (1992) Le retournement dumonde, Paris: Presses de la Fondation National des SciencesPolitiques et Dalloz.

Brecher, Jeremy; John Brown Childs, and Jill Cutler (1993) Global Visions,Beyond the New World Order, Boston: South End Press.

Camillieri, Joseph A. (1995) «State, Civil Society and Economy», enCamillieri, Joseph; Anthony P. Jarvis and Albert J. Paolini (eds.)The State in Transition. Reimagining Political Space, Boulder:Lynne Rienner.

CARICOM (1993) Charter of Civil Society for CARICOM, Georgetown,June 1993.

Coate, Roger; Chadwick F. Alger and Ronnie Lipschutz (1996) «The UnitedNations and Civil Society: Creative Partnership for SustainableDevelopment», en Alternatives, vol. 21, No. 1, Jan-Mar., pp.93-122.

Cox, Robert W. Cox (1987) Production, Power, and World Order, SocialForces in the Making of History, New York: Columbia UniversityPress.

Czempiel, Ernst-Otto (1992) «Governance and democratization», enRosenau, James N. and Ernst-Otto Czempiel (eds.)Governance without government: order and change in worldpolitics, Cambridge: Cambridge University Press, pp. 250-270.

De la Ossa, Alvaro (1996) «Cuenca del Caribe: Mecanismos para pro-fundizar la participación de los actores sociales en el proce-so de regionalización», ponencia al eminario «La nueva agen-da sociopolítica del proceso de integración en el Gran Ca-ribe», 12 y 13 de febrero de 1996, INVESP/SELA, Caracas.

Duncan, Neville (1996) «A New model of Governance and CommunityDevelopment», ponencia en el Taller Regional «Actores poli-ticos e integración regional en el Gran Caribe», 2 y 3 demayo de 1996, INVESP/IRIPAZ/SELA, Guatemala.

Fundación Friederich Ebert/Proyecto Regional Sindical (1995) La cartasocial andina, Caracas. Giddens, A (1993) Consecuenciasde la modernidad. Madrid: Alianza Universidad.

Gordenker, León and Thomas G. Weiss (1995) «Pluralizing GlobalGovernance: Analytical Approaches and Dimensions», enThomas G. Weiss and León Gordenker (eds.) NGOs, the UN,

Page 121: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

and Global Governance, Boulder: Lynne Rienner, pp. 17-50.

Lipshutz, Ronnie (1992) «Reconstructing World Politics: The Emergenceof Global Civil Society», en Millenium, vol. 21, No. 3, pp. 389-420.

Macdonald Laura (1994) «Globalizing Civil Society: InterpretingInternational NGOs in Central America», en Millenium, vol. 23,No. 2, pp. 267-286.

Olsen, Gorm Rye (1995)«North-South relations in the Process of Change:The Significance of International Civil Society», en TheEuropean Journal of Development Research, vol. 7, No. 2,December, pp. 233-256.

Podestá, Bruno (1995a) «La representación socio-profesional en lospaíses del Mercosur en relación al CES», en Revista del Tra-bajo, año 2, No. 6, marzo-abril, pp. 229-235.

(1995b) «Seis comentarios sobre la cuestión social», ponen-cia preparada para el Seminario «La dimensión social de laintegración regional», 24-29 de abril de 1995, CEFIR, Santia-go de Chile.

Rosenau, James N. (1990) Turbulence in World Politics. A Theory ofChange and Continuity. Princeton: Princeton University Press.

Serbin, Andrés (1995) «Los desafíos del proceso de regionalización dela Cuenca del Caribe: integración, soberanía, democracia eidentidad», en Revista Venezolana de Economía y CienciasSociales, No. 4, pp. 75-112.

(1996) El ocaso de las islas. El Gran Caribe frente a losdesafíos globales y regionales. Caracas: Nueva Sociedad/INVESP.

Scott, Alian (1990) Ideology and the New Social Movements; London:Routíedge.

Shaw, Martin (1994) «Civil Society and Global Politics: Beyond a SocialMovements Approach», en Millenium, vol. 23, No. 3, pp. 647-668.

Tomassini, Luciano (1993) Estado, gobernabilidad y desarrollo, Was-hington: Serie de Monografías del Banco Interamericano deDesarrollo.

Vargas Roldan, Jorge (1996) «Los actores de la sociedad civil en elproceso de integración centroamericana», ponencia al Taller«Los actores políticos y la integración en el Gran Caribe»,2 y 3 de mayo de 1996, INVESP/IRIPAZ/SELA, Guatemala.

Page 122: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Pensamiento Propio / Año 1, No.3 / Nueva Época / Enero-Abril, pp 118-147

Crisis y resurrección de la integracióneconómica en Centroamérica: Logrosy debilidades en el nuevo contextointernacional

Pável Isa Contreras

I. IntroducciónEl proceso de integración económica en Centroamérica, ade-

más de ser el pionero en América Latina y el Caribe, fue el másexitoso en términos del desarrollo del comercio intraregional y delimpacto en la transformación productiva y la modernización in-dustrial de los países integrantes. Sin embargo, desde inicios delos setenta dió claras muestras de agotamiento. En la década delos ochenta, a las debilidades estructurales del esquema se unióuna profunda crisis política que hizo desaparecer virtualmentelas estructuras de la integración, en el marco de importantes cam-bios en la economía mundial, de la recesión internacional y de lacrisis de la deuda externa en América Latina y el Caribe.

Sofocados los conflictos políticos regionales y verificándose cier-ta recuperación en el sector externo, a inicios de los noventa lospaíses de la región retomaron con entusiasmo los esfuerzos porreconstruir el sistema de integración regional. No obstante, la for-ma de funcionamiento de las economías de la región y el escena-rio económico mundial al que Centroamérica se enfrenta son muydistintos a los prevalecientes a inicios de la crisis: retrocesos irre-versibles en los mercados de productos primarios vis a vis unvisible dinamismo de los mercados de bienes y servicios con al-tos componentes tecnológicos, fragilidad de la estabilidadmacroeconómica, un elevado poder de las instituciones financie-ras internacionales en la gestión de la política económica y lasreformas estructurales, un paradigma dominante que objeta laintegración Sur-Sur como alternativa de desarrollo y una falta declaridad por parte de los gobiernos centroamericanos sobre laspotencialidades de la integración, y sobre los pasos y mecanis-mos necesarios para promoverla.

Pável Isa Contreras, economista dominicano, Director Regional de Investigaciones de CRIES.

Page 123: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Los esfuerzos emprendidos durante los últimos años, si bienhan sido exitosos en recuperar los niveles del comerciointraregional, otorgan un importante nivel de prioridad política a laintegración. Aunque esto se ha traducido en mayores niveles decohesión entre los países y ha logrado cierta uniformidad en laspolíticas comerciales con el resto del mundo, las amenazas y losretos son enormes, y todavía queda mucho camino por recorrer.

Este documento no pretender ser innovador ni original. Su obje-tivo es destacar los antecedentes más importantes del procesode integración en Centroamérica (sección II), los elementos decrisis que llevaron al colapso al sistema de integración (secciónIII), el nuevo escenario internacional y regional en el que seenmarcan los esfuerzos integracionistas (sección IV), y la másreciente historia de este proceso, rescatando en especial suscondicionantes más sobresalientes, las tensiones a las que haestado sometido, y los éxitos, debilidades y vacíos resultantes.Se nutrió de un conjunto básico de referencias, las cuales hanofrecido un amplio panorama de la evolución de la integración enCentroamérica, y han aportado elementos analíticos de primerorden.

//. Antecedentes de la integración enCentroamérica : el despegue de lossesenta.

2.1. Bases del proceso de integración en CentroaméricaAunque los esfuerzos de integración en Centroamérica se re-

montan incluso hasta el siglo pasado con los intentos de creaciónde una federación centroamericana, el camino definitivo hacia unproceso de unión económica y política más firme y duradero seinició en 1951 con la constitución de la Organización de EstadosCentroamericanos (ODECA), con la creación, a lo largo de esamisma década, de unas 5 instituciones regionales de caráctersectorial, y con la instauración de tres instrumentos básicos deintegración económica: el Régimen Centroamericano de Indus-trias de Integración, el Tratado Multilateral de Libre Comercio eIntegración Económica, y el Convenio Centroamericano sobreEquiparación de Gravámenes a la Importación. Con estos meca-nismos e instituciones se crearon las bases del primer procesode integración formal en América Latina y el Caribe (Chamorro yNágera, 1996).

A inicios de los sesenta, el Tratado Multilateral de Libre Comer-cio, al que se suscribieron Guatemala, El Salvador, Honduras, Ni-caragua y Costa Rica, fue sustituido por el Tratado de AsociaciónEconómica Centroamericana y por el Tratado General de Integra-

Page 124: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

ción Económica Centroamericana, esquemas que fuerondefinitorios para sentar las bases de un proceso de integraciónque mostró un gran dinamismo hasta la primera mitad de la déca-da de los setenta, y cuyo carácter fue esencialmente económico.

Los argumentos más importantes que estaban detrás del mo-delo de integración que se promovió eran: la protección a la in-dustria infante, la ampliación de los mercados geográficos paraviabilizar el surgimiento de algunos sectores industriales, la re-ducción de la inestabilidad que generaba la fuerte dependenciade los ingresos por exportación de productos primarios, el desa-rrollo de un sector industrial capaz de dinamizar y modernizar alresto del aparato productivo, y lograr suficientes economías deescala y aprendizaje para exportar productos industriales al restodel mundo.

En virtud de lo anterior, los gobiernos de Centroamérica impul-saron un esquema de integración signado por los siguientes ele-mentos:

• conformación de un arancel externo común a los cinco paí-ses para las importaciones provenientes del resto del mun-do; el tipo de arancel era escalonado, con tasas más altaspara los bienes finales y tasas menores para los insumos ybienes de capital; en 1969; la equiparación arancelaria al-canzó en 96.7% de todo el universo arancelario (Guerra-Borges, 1996);

• establecimiento de un área de libre comercio entre los paí-ses de Centroamérica; este elemento, junto con el primero,logró iniciar la conformación de una unión aduanera;

• por lo anterior, conformación de un mercado regional únicoprotegido, especialmente favorable para el sector manu-facturero, lo cual brindó un ambiente propicio para el creci-miento del sector;

• desarrollo de una importante red regional de transporte ycomunicaciones, y de una infraestructura regional básica;

• creación de una cámara centroamericana de compensa-ción de pagos para facilitar las transacciones¡ntraregionales, y finalmente,

• creación de las dos instituciones de integración más im-portantes: la Secretaría Permanente del Tratado de Integra-ción Económica Centroamericana (SIECA), institución queadministraría el proceso de integración económica, y elBanco Centroamericano de Integración Económica (BCIE),que apoyaría el financiamiento de la industrialización de laregión.

En lo anterior se evidencia la fuerte influencia que tuvo la Comi-sión Económica para América Latina (CEPAL) en el modelointegracionista, y el importante sesgo económico que imperó.

Page 125: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

1. Iniciando en unaprimera etapa con laproducción de bienesfinales y la industrialigera; luego, en unasegunda etapa con lasindustrias de bienesintermedios, y porúltimo el desarrollode las industrias debienes de capital.

Aunque el paso inicial fue político, aparentemente imperó la con-cepción de que la integración económica era un prerequisito parala integración política, por lo que el esfuerzo fundamental debíade desarrollarse en la dirección de consolidar los mercados re-gionales y una base productiva más robusta y dinámica lidereadapor el sector industrial. Esto iba a permitir que los países de laregión, aprovechándose del importante crecimiento de las expor-taciones de productos primarios, lograran financiar las diversasetapas del desarrollo industrial1, abandonaran la base agrícolaatrasada y el monocultivo que dominaban las economías, y revir-tieran los negativos efectos del deterioro secular de los términosdel intercambio que la CEPAL había diagnosticado.

De esta forma, se conformó un modelo económico que promo-vió la industrialización sobre la base de un amplio mercado regio-nal protegido (frente al escenario previo a la integración caracte-rizado por la existencia de micromercados con múltiples arance-les proteccionistas y con fuerte sesgo fiscal), fuerte activismo es-tatal en materia de infraestructura, y dinamismo de las exporta-ciones primarias que permitió financiar las importaciones de losbienes de capital. Estos elementos delinearon los rasgos másimportantes de las formas específicas que adoptó en Centroamé-rica el llamado modelo de Industrialización por Sustitución deImportaciones (ISI).

2.2. Integración económica y comercio intraregional:una evaluación de los resultados iniciales

Una evaluación de los resultados iniciales indican que el proce-so contribuyó de una forma significativa a la dinamización econó-mica de los países de la región y la diversificación de sus basesproductivas. Lo anterior se evidencia en las cifras del crecimientodel comercio intraregional, especialmente de manufacturas, y delcrecimiento del sector industrial:

• mientras en 1960 el comercio intraregional era de alrede-dor de US$30 millones, en 1970 se había multiplicado pordiez hasta alcanzar unos US$ 300 millones (Chamorro yNágera, 1996);

• a fines de la década de los cincuenta las importacionesintraregionales apenas representaron el 4% de las importa-ciones totales, pero en 1968 esa proporción se había ele-vado hasta 24% (Guerra-Borges, 1996);

• entre 1960 y 1970 la tasa de crecimiento promedio anualde las exportaciones al Mercado Común Centroamericanofue de 28.6%;

• al mismo tiempo, alrededor del 90% del comerciointraregional era de bienes manufacturados;

Page 126: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

entre 1963 y 1976 la inversión industrial en activos fijos al-canzó la cifra de US$ 5,454 millones (CEPAL, 1983); ylos establecimientos artesanales y unas pocas plantas pro-ductoras de bienes de consumo no duradero dejaron dedominar el escenario industrial de la región, y se operó uncambio hacia plantas con modernos procesos de produc-ción, incorporación de nuevas tecnologías y diversificaciónde la oferta de bienes industriales (Guerra-Borges, 1996);al mismo tiempo, la modernización industrial se tradujo enla creación de importantes capacidades gerenciales y laformación de nuevos empresarios.

Tabla No. 1

Centroamérica: participaciónmanufacturero en el Producto

Promedio regionalCosta RicaEl SalvadorGuatemalaHondurasNicaragua

1960

12.1%11.1%13.8%11.7%11.4%12.6%

1970

16.4%15.5%15.2%16.7%12.7%20.9%

1975

17.0%17.9%15.4%16.1%14.7%21.7%

del sectornterno

1980

17.7%18.6%15.0%17.6%14.0%25.6%

Bruto

1985

17.5%18.8%14.6%16.8%14.3%25.9%

Fuente: Willmore (1988)

Como resultado, la tasa de crecimiento promedio anual del Pro-ducto Interno Bruto (PIB) entre 1960 y 1970 se colocó entre 5% y6.5% en los cinco países, apoyado por un crecimiento de las ex-portaciones totales e intraregionales (World Bank, 1990).

///. De la inercia comercial a la crisis de losochenta

3.1. La semilla de la crisis de la integración económi-ca regional

Los sesenta constituyó la llamada «década de oro» de la inte-gración centroamericana; sin embargo, a mediados de los seten-ta, el proceso empezó a mostrar signos de debilidad y crisis, tan-to en el orden económico como institucional, asociados a diver-sos problemas.

En el' ámbito económico, los elementos de crisis puedenresumirse en cuatro aspectos. En primer lugar, la fuerte depen-dencia que tuvo el modelo de industrialización del dinamismo de

Page 127: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

2. En 1968 ambospaíses explicaban másdel 70% de la exporta-ciones intra-regionales.

3. Las disputas sobre ladistribución de loscostos y beneficios de laintegración vio su puntocritico en la ruptura derelaciones entre ElSalvador y Honduras, yen la llamada «Guerradel Fútbol» entre losdos países.

las exportaciones de productos primarios. Mientras las exporta-ciones de bienes primarios" aseguraran los ingresos de divisasque la acumulación industrial demandaba vía la importación debienes intermedios y de capital, el modelo funcionaría. Sin em-bargo, el inicio de la crisis de los mercados de los productos pri-marios en la primera mitad de los setenta y el aumento de losprecios del petróleo hizo tambalear el modelo y mostró su fragili-dad y extrema dependencia del tipo de economía que precisa-mente procuraba superar. Sencillamente, la fuente de recursosque alimentaba el proceso empezó a secarse.

Aunque los países de la región encontraron en el endeudamientoexterno un sustituto temporal de las exportaciones tradicionales,el modelo estaba en las puertas de una crisis irreversible, en tan-to la contracción de los mercados mundiales de bienes primariosno era coyuntural. La creciente brecha externa puso en jaque lalibre convertibilidad monetaria entre los países, la cual descansa-ba en la holgada situación de Balanza de Pagos de los países, ydebilitó uno de los pilares de la integración. Hacia finales de lossetenta la situación fue lo suficientemente crítica como para quelos países empezaran, individualmente, a adoptar medidas unila-terales de protección de su balance externo, lo que finalmentecontribuyó de forma decisiva a hacer colapsar el sistema comer-cial regional (World Bank, 1990). Lo anterior mostró que la viabili-dad temporal de la integración comercial descansaba en unacómoda situación externa y no en políticas activas que permitie-ran sostenerla desde el punto de vista del comercio con el restodel mundo.

En segundo lugar, la desigual participación de los países en losbeneficios del proceso de integración y la ausencia de mecanis-mos eficientes de compensación. Esto implicó que los beneficiosde la integración comercial se concentraran en algunos paísescomo El Salvador y Guatemala2, mientras otros como Hondurasresintieran no participar en igualdad de condiciones ni recibircompensaciones.3

En tercer lugar cabe señalar que la integración y la industrializa-ción regional se enfrentaron con una fuerte barrera estructural.Esta fue la pobreza y la estrechez de los mercados regionales(Guerra-Borges, 1996). Se podría llegar a decir que la industriali-zación sirvió básicamente para saciar la demanda de estratosmuy selectos de población con un consumo imitativo. Esto impli-có la inviabilidad o ineficiencias en la operación de una buenaparte del sector industrial, e importantes limitaciones al desarrollodel comercio intraregional.

Un cuarto y último elemento lo constituyó el tipo de política deprotección arancelaria que se aplicó en la región, la cual, aunquepermitió el surgimiento de un sector industrial moderno en la re-gión, no fue revisada oportunamente y fue muy rígida. Esto limitó

Page 128: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

de manera importante el desarrollo industrial. En ese sentido sepueden señalar dos aspectos. El primero se refiera a la ausenciade una verdadera política industrial más allá de la política arance-laria. Aunque se suscribió un Convenio Centroamericano de In-centivos fiscales al desarrollo industrial, cuyos objetivos eran muydeseables y adecuados, su alcance fue muy limitado cuando nodistorsionante, derivado de las presiones a que estuvo sujeto porparte de algunos sectores industriales, y a la ineficacia intrínsecade los instrumentos fiscales para la promoción industrial ante lafalta de una clara y precisa selectividad, tal y como lo había indi-cado la CEPAL años atrás (Guerra-Borges, 1996).

El segundo aspecto ha sido el más criticado por las institucio-nes financieras internacionales (IFI) y por los pensadores de orien-tación neoclásica. Se refiere al alto nivel de protección que disfru-taron las industrias de la región sobre la base del arancel comúny de los regímenes de exenciones fiscales a la importación demaquinaria, equipo e insumos. Por un lado, si bien Centroaméricano se colocó entre el grupo de países con los aranceles más ele-vados en América Latina y el Caribe, éstos -eran relativamentealtos, y por el otro, los regímenes de exenciones a las materiasprimas y bienes de capital fueron relativamente amplios y pocoselectivos. Lo anterior dió como resultado altos niveles de tasasde protección efectivas, cuyos promedios nacionales oscilabanentre 70% y 180% , y con altos niveles de dispersión entre indus-trias (World Bank, 1990).

El Banco Mundial estimó la tarifas consolidadas promedio porpaíses para 1972, incluyendo sobretasas.

Tabla No. 2

Centroamérica: Tarifa nominal Promedio

Costa RicaEl Salvador

Guatemala

Honduras

Nicaragua

consolidada en 1972

Tarifa promedio noponderada

51.5%

47.6%

50.1%

41.2%54.4%

Tarifa Promedio ponderadapor el comercio

36.6%

25.4%

26.6%

26.2%

35.8%

Fuente: tomado de World Bank (1990)

También se señala con razón que los altos niveles de protecciónconstituyeron un importante desestímulo a las exportacionesextraregionales de bienes industriales, reforzando así la excesivadependencia de las exportaciones de bienes primarios y la falta

Page 129: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

de competitividad internacional de muchas industrias. Sin embar-go, tampoco se debe sobredimensionar el impacto de los nivelesarancelarios. En 1980 el Banco Mundial reconoció que, debido ala fuerte competencia regional entre industrias, los niveles de pre-cios de muchos bienes de consumo no duradero registraban pre-cios competitivos a nivel mundial, por lo que se verificaba un im-portante nivel de subutilización de las tarifas (agua en la tarifa).Esto hacía que una parte de los niveles arancelarios fueranredundantes.

Finalmente cabe destacar que el régimen arancelario que pre-valeció desestimuló el surgimiento y desarrollo de industrias bá-sicas que apoyaran al resto del aparato productivo. Esto se deri-vó de la ausencia de protección que implica las exencionesimpositivas a la importación de insumos intermedios. Además,reforzó la aguda dependencia de las industrias de bienes finalesde las importaciones de insumos desde fuera de la región.

3.2. La inercia comercial y la desaceleración delintercambio

Los anteriores elementos implicaron que hacia inicios de lossetenta, el ritmo de crecimiento y desarrollo del proceso de inte-gración regional y de industrialización sustitutiva de importacio-nes evidenciara una importante desaceleración de su dinamis-mo.

Como señalamos antes, en el período 1960-1970 las exporta-ciones intraregionales crecieron a una tasa promedio cercana a30%; sin embargo, entre 1970 y 1976 esta tasa cayó hasta pocomenos de 7%. La participación de las exportaciones intra-regio-nales en las exportaciones totales, que en 1968 era de 23.5%,apenas creció hasta 25.4% en 1980. Así mismo, la participacióndel sector manufacturero en el PIB, que entre 1960 y 1970 habíacrecido desde poco más de 12% hasta 16.4%, en 1975 habíasuperado mínimamente esta cifra (Willmore, 1988).

Sin embargo, aunque a tasas mucho más reducidas, el comer-cio intraregionalsigujó creciendo en la década de los setenta hastasuperar la cifra de US$ 1,100 millones, básicamente como conse-cuencia del grado de interdependencia real creado previamente(Mayorga, 1981). Pero el grado de dinamismo y el fortalecimientocualitativo del proceso de integración se encontraba en una deli-cada situación durante los setenta.

Lo anterior tuvo su correlato en materia institucional. A raíz de lasalida de Honduras del esquema de integración, se frustraron losintentos por consoiidary perfeccionar el mercado común y la uniónaduanera, por coordinar las políticas sectoriales y por crear con-diciones para la movilización de la mano de obra. A su vez, losdiversos esfuerzos y estrategias por superar el impasse no rin-

Page 130: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

dieron frutos pues los gobiernos no reaccionaron a las diversaspropuestas presentadas desde varias instancias (Chamorro yNágera, 1996). Fue una especie de letargo, donde si bien no ha-blan retrocesos, tampoco se lograban avances, mientras el co-mercio intraregional crecía de forma casi natural.

3.3. La crisis de los ochenta y el colapso de la integra-ción regional

Fue a raíz del derrocamiento de Anastasio Somoza y del triunfode la Revolución Popular Sandinista, del recrudecimiento de laguerra civil en El Salvador, de la respuesta de la política exteriordel gobierno de Ronald Reagan frente a la situación regional, y dela crisis económica y de la deuda de inicios de los ochenta gene-rada a raíz del espectacular crecimiento de las tasas de interésinternacionales, que el proceso de integración en Centroaméricasufrió un retroceso vertiginoso, tanto en materia comercial comopolítica.

Los conflictos armados, que se tradujeron también en tensionesentre gobiernos, afectaron sensiblementeel comercio intraregionaly los flujos de inversión. La crisis de la integración de los ochentafue sin duda una de tipo combinado: colapso económico y con-flicto político.

Durante la mayor parte de la década de los ochenta, el sistemacentroamericano de integración colapso. El sistema regional depagos se derrumbó ante la acumulación de fuertes saldos insolutosentre los países miembros, quebrándose el principal mecanismolubricador del comercio intraregional (Chamorro y Nágera, 1996).La guerra destruyó o dañó una importante parte de la infraestruc-tura física y del aparato productivo y de servicios que servían desoporte al comercio regional. De la misma forma, el sistema detransporte terrestre sufrió sensiblemente por la guerra, mientraslos gobiernos atendían dos prioridades: sus propias situacionesconflictivas internas, con sus vecinos y con los Estados Unidos, yla grave crisis en que se estaban sumergiendo las economíasderivada de la recesión mundial (y la aguda caída de los preciosde los principales productos de exportación) y de la crisis de ladeuda.

Al respecto, el Banco Mundial señala que la principal causa delcolapso del sistema comercial regional se derivó de la crisis eco-nómica generalizada: la aguda crisis de Balanza de Pagos afectóa todos los países, lo cual se tradujo en la imposición unilateral debarreras comerciales (y no sólo frente al resto de los países de laregión), con el objetivo de contener la crisis de divisas, y se de-rrumbó-la capacidad de importación en general. En especial, seintrodujeron numerosas restricciones no arancelarias a las impor-taciones (cuotas, prohibiciones y licencias de importación) y res-

Page 131: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

trictivos regímenes de tipo de cambio que prácticamente elimina-ron el comercio intraregíonal. El fenómeno mostró claramente laextrema dependencia del modelo de las exportaciones primariasy la gran vulnerabilidad de la integración regional a los shocksexternos.

Las reservas internacionales netas de la región, que entre 1975y 1979 eran de poco menos de US$ 300 millones, cayeron a unpromediode-1,919mil lones entre 1980y 1986 (Croes y Fitzgerald,1988). Las consecuencias fueron claras. En 1983, el comerciointraregional había caído hasta US$ 757.7 millones, y en 1986 hastaUS$ 413.3 millones, menos de la mitad del nivel registrado ape-nas 6 años atrás. La pa r t i c ipac ión de las exportac ionesintraregionales en las totales cayó desde un 25% en 1980, a pocomenos de 22% en 1983 y hasta 10.4% en 1986. A su vez, lasexportaciones totales de la región cayeron un 23% entre 1980 y1983, mientras las importaciones lo hicieron en 16%. A este cua-dro le acompaño una drástica caída en la tasa de crecimientopromedio en la región. Si entre 1970-80, la menor tasa de creci-miento promedio anual registrada en alguno de los países fue dealrededor de 4%, entre 1980 y 1987, las tasas oscilaron entre 1.9%y-1.9%.

Tabla No. 4

Centroamérica

Exportaciones intraregionales{en millones de US$)Costa Rica

El SalvadorGuatemalaHonduras

Nicaragua

Total

Exportaciones intraregionales(en % de exportaciones totales)

Costa RicaEl Salvador

Guatemala

Honduras

Nicaragua

Total

Fuente: tomado de World

valor del comercio

1960

1.912.77.37.43.4

32.7

1960

2.110.95.5

10.94.5

6.8

Bank (1990).

1968

37.784.977.531.326.9

258.3

1968

21.340.331.217.315.2

23.5

1980

270.3295.8403.7

83.975.4

1,129.2

1980

27.041.127.410.317.3

25.4

intraregional

1983

187.1168.1308.261.433.0

757.7

1983

22.735.227.69.37.8

21.6

1985

100.586.7

192.018.815.2

413.3

1985

9.312.117.72.66.6

10.4

1987

104.7117.2230.625.014.4

491.9

1987

7.719.421.82.97.5

11.9

Page 132: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

El declive del comercio intraregional arrastró principalmente alsector manufacturero que vió contraer drásticamente los merca-dos regionales. La participación de las exportaciones de manu-facturas en el total de la producción del sector pasó de 16% en1970 hasta 14.3% en 1980 y hasta 9% en 1985. La caídas másdrásticas se verificaron el El Salvador, Honduras y Nicaragua.

Tabla No. 5

Centroamérica: Participación de lasexportaciones de manufacturas en la

producción manufacturera total

Costa Rica

El Salvador

Guatemala

Honduras

NicaraguaTotal

1970

11.9%17.8%22.7%6.6%

11.8%

16.0%

1980

12.8%

12.0%

25.1%

6.3%

5.8%14.3%

1985

7.6%6.9%

20.0%2.6%1.4%

9.0%

Fuente: tomado de World Bank (1990).

No obstante, y en el marco de la crisis generalizada, hacia me-diados de la década los gobiernos de Centroamérica hicieronimportantes esfuerzos por racionalizar y ordenar los esquemasde integración, especialmente en lo que concernía al ámbito co-mercial, paralelamente a las negociaciones políticas.

El Banco Mundial señala que los resultados más importantes deeste esfuerzo se concretaron en 1986 cuando se introdujeron lassiguientes reformas de política comercial: a) se readoptó el Aran-cel Externo Común, siendo eliminadas las sobretasas y disposi-ciones especiales, b) se modernizó el sistema de clasificacióntarifaria, c) se eliminó el Convenio Centroamericano de incentivosfiscales, y d) se eliminó el sobrecargo de 30% a las importacio-nes vigentes desde el Protocolo de San José, y se redujo la tarifapromedio.

Sin embargo, todavía quedaban numerosos obstáculos por re-solver como las restricciones no arancelarias, la armonización delos regímenes cambíanos (se consideraba que luego de las tari-fas, este era el principal obstáculo comercial en la región) y lacoordinación en materia de política económica.

La estructura arancelaria acordada se presenta en el siguientecuadro. Esta fue la estructura de tarifas que, a partir de 1990,sufrió modificaciones en el marco de la revitalización de la inte-gración comercial y el nuevo impulso que tomó las reformas delas políticas comerciales en todos los países.

Page 133: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Tabla No. 6

4. A esto se le dió elnombre de Proceso deEsquipulas.

Centroamérica: estructura arancelaria comúnvigente a partir de 1986, por tipo de bien

Tipo de bienes

Bienes no competitivos

Tasas o rangos de tasas

Bienes esenciales de consumo 0% a 5%Bienes no esenciales de consumo 10%Materias primas, bienes intermediosy de capital 10%

Materias primas, bienes intermediosy de capital 10%, 20% ó 30%Bienes de consumo 35% a 95%

Fuente: World Bank (1990).

En materia económica, este fue el primer paso hacia la recupe-ración hacia un régimen de comercio exterior de la región con elresto del mundo más armónico, y hacia el renacimiento del mer-cado común centroamericano. No obstante, la tensa situaciónpolítica y militar de la región y la crítica situación externa de laseconomías de la región seguía siendo el principal obstáculo paraseguir avanzando y el primer problema a resolver. Si bien, haciafinales de los ochenta el nivel de la actividad económica mundialdaba muestras de cierta recuperación, lo cual podía permitir ele-var la capacidad de importaciones vía el aumento de las exporta-ciones, para Centroamérica, sentar ¡as bases de un nuevo proce-so de integración más sólido pasaba, en primer lugar, por la solu-ción de la crisis política.

En 1990, con el cambio de gobierno en Nicaragua y la finaliza-ción de la confrontación con los Estados Unidos, y con el inicio delas negociaciones de paz entre el gobierno salvadoreño y el mo-vimiento de insurrección armada, los principales elementos detensionamiento, conflicto y de intervención externa directa dismi-nuyeron sensiblemente. Estos cambios fueron precedidos por unfuerte activismo de los presidentes centroamericanos en procurade lograr la pacificación regional4, lo cual sentó las bases de undiálogo político regional y para la eventual tarea de la reconstitucióndel sistema regional de las instituciones de la integración.

Aunque los conflictos tuvieron una dimensión esencialmentenacional y de relación bilateral con los Estados Unidos, lainterdependencia que se había generado desde los sesenta en-

Page 134: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

tre los países centroamericanos implicó que los problemas nacio-nales se percibieran y tuvieran serias consecuencias regionales.Esto motivó a que, hacia la segunda mitad de la década de losochenta, se registrara un esfuerzo sin precedentes en las relacio-nes intracentroamericanas, y el diálogo regional5 y el tema de laintegración recuperaran preeminencia. El marco de crisis ytensionamiento político generalizado dió como resultado una in-eludible recuperación del tema de la integración política, el cualhabía sido postergado indefinidamente (Chamorro y Nágera,1996).

IV. El escenario económico internacionalde los noventa y la propuesta delConsenso de Washington6 para laregión

4.1. El escenario mundial de los noventaA partir de 1990, y una vez aplacados los principales elementos

conflictivos, continuó el intenso proceso de interacción a nivel ofi-cial para la revitalización y reestructuración del sistema de la inte-gración regional. Sin embargo, América Central despertaba de lapesadilla de los ochenta en un escenario totalmente distinto alque dejó a inicios de la crisis.

Para los países de la región, la crisis de inserción de mediadosde los setenta fue el primer síntoma de las profundas transforma-ciones que se estaban empezando a operar en el régimen deacumulación del tipo industrial tradicional que dominó la posgue-rra, y que estaban dando paso a un nuevo tipo de modelo quealgunos han llamado posindustrial. Para ser breves, baste condestacar los siguiente elementos que caracterizan estas transfor-maciones:

a. a diferencia de las décadas anteriores, a partir de los se-tenta, el valor agregado de un cada vez mayor número deactividades económicas empezó a residir en el componen-te tecnológico y científico, por lo que la competitividad in-ternacional está crecientemente descansando en las ca-pacidades de innovación tecnológica y en la acumulaciónde conocimientos, en especial los servicios tecnológicosde pre y posproducción;

b. como reflejo, se evidencia un fuerte dinamismo de los mer-cados de productos y servicios con altos componentes tec-nológicos y un estancamiento y retroceso de los mercadosde productos primarios o de escasos componentes tecno-lógicos;

5. Hay que señalar quela participación dediversos gobiernoslatinoamericanos através del Grupo deContadora, quepercibieron la crisiscentroamericana comoproblema central delhemisferio, fue crucialpara el avance de lasnegociaciones.

6. Término acuñadopor algunos prestigio-sos economistasestadounidenses parareferirse al consensoque prevalece entre losmás influyentessectores e institucioneseconómicas a nivelmundial en relación ala idoneidad de aplicarpolíticas de corteneoclásico tradicionalo neoliberal parapromover el desarro-llo, en especial en lospaíses del TercerMundo,

Page 135: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

c. de la misma forma, se registra un fuerte nivel de concentra-ción del comercio mundial entre los países más desarrolla-dos, y una persistente reducción de la participación de lospaíses en desarrollo;

d. una economía internacional sometida a procesos de ajustey transformación que procuran (y están logrando) una cre-ciente liberalización de los flujos de recursos (comercio einversiones) a escala global; el proceso está siendo parti-cularmente drástico en los países menos desarrollados através de los programas de ajuste estructural;

e. lo anterior está posibilitando una activa redistribución es-pacial de los procesos productivos, en función de las ven-tajas relativas que ofrezca cada territorio. Se está amplian-do considerablemente los márgenes de maniobra y flexibi-lidad de las empresas transnacionales con mayor capaci-dad de movilización de recursos y procesos. Así, los pro-cesos de apertura están respondiendo a una fuerte deman-da para la transnacionalización de los procesos de pro-ducción;

f. como resultado de esto, un crecimiento del comercio mun-dial a una tasa muy superior a la de crecimiento de la pro-ducción;

g. un fenómeno de desaceleración de largo plazo del creci-miento mundial, con una tasa de crecimiento del productomás elevada en los países en desarrollado (aunque congrandes diferencias entre ellos) que en los más desarrolla-dos, junto con fenómeno de desempleo estructural en es-tos últimos (crecimiento moderado sin empleo) (CEPAL,1995); y

h. en el marco de economías más abiertas, un creciente flujode inversión (financiera y real) hacia los países en desarro-llo más grande, que están compensando los desbalancescomerciales

Finalmente no se podría dejar de mencionar el radical cambioque se sucedió en el espectro político mundial con la transforma-ción de la Unión Soviética y el fin de la Guerra Fría, dando paso ala conocida unipolaridad política en paralelo a una multipolaridadeconómica dominada por los grandes bloques económicos mun-diales, formales o no.

Si para Centroamérica los ochenta fue un difícil paréntesis en suhistoria, hay que señalar que en el inicio de ese paréntesis ape-nas se empezaban a percibir las transformaciones. Al despertarde ese período, los cambios habían empezado a operar hacíavarios años. Ya a inicios de los noventa muchos países de Améri-ca Latina habían emprendido dolorosos y costosos procesos deajuste estructural en procura de lograr transformaciones produc-tivas que le permitan reinsertarse exitosamente en el nuevo con-

Page 136: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

texto. En Centroamérica, a excepción de Costa Rica, el ajuste es-tructural y las nuevas políticas de desarrollo llegaron tarde.

4.2. La propuesta del Banco Mundial para Centro-américa

Cuando todavía no se había logrado un proceso de pacificaciónpleno y de normalización de las relaciones comerciales regiona-les, las instituciones financieras internacionales, en especial elBanco Mundial, las cuales promueven y gerencian la mayor partede los programas de ajuste estructural en los países en desarro-llo, presentaban un propuesta sobre la política comercial y deintegración que Centroamérica debía adoptar en el futuro inme-diato, la cual debía caminar en paralelo a la puesta en marcha oaceleración de los programas de ajuste estructural a nivel nacio-nal. Como fue común en toda América Latina y el Caribe, estapropuesta se contraponía a, lo que de forma muy imprecisa seseñalaba como, el fracaso del modelo de «desarrollo hacia aden-tro» adoptado por la región basado en la promoción del sectorindustrial, la protección de los mercados regionales y un fuerteactivismo estatal.

La propuesta del Banco Mundial partía del diagnóstico tradicio-nal de la economía neoclásica; las políticas económicas adopta-das eran demasiado endogenizantes y distorsionantes de las es-tructuras de precios lo que generaba una ineficiente asignaciónde los recursos, y debilitaba la capacidad de inserción competiti-va de las economías de la región al mercado mundial. Estas polí-ticas, según el Consenso de Washington, reflejan estrategias dedesarrollo hacia «adentro» cuyos principales instrumentos hansido las políticas comerciales proteccionistas y la excesiva parti-cipación e intervención del Estado en la determinación de los pre-cios y la asignación de los recursos.

De este diagnóstico se extrae la conciusiónde que el mal desem-peño económico se asocia a este tipo de políticas, y que por lotanto, los países de la región se beneficiarían de un comerciomás libre, que inducirá a un mejor uso de los recursos, y a estruc-turas de mercados y de precios más racionales. Más aún, se indi-ca que la integración económica regional de los países en desa-rrollo en poco contribuiría a su crecimiento, en especial debido ala estrechez de estos mercados en relación a otros mercados, yal hecho de que no son socios comerciales naturales . La conclu-sión claramente derivante es que la mejor opción es la aperturacomercial unilateral (Grigsby, 1996).

Para el caso de Centroamérica, a inicios de los noventa el Ban-co Mundial hizo una propuesta muy concreta en relación a laspolíticas comerciales y la integración regional. Esta propuesta sepuede resumir en los siguientes puntos:

Page 137: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

7. Ver CEP AL (1994):«El regionalismoabierto en AméricaLatina y el Caribe. Laintegración económicaal servicio de latransformaciónproductiva conequidad». Santiago deChile. También verCEPAL (1995): « Elregionalismo abiertoen América Central.Los desafios deprofundizar y ampliarla integración». LC/MEX/L261. México.

• reducir las tarifas nominales en todos los países. Se propu-so concretamente reducir el techo arancelario hasta 40%, yelevar el piso arancelario hasta 5%; en una etapa siguien-te, se propuso un rango arancelario de 20%-10%;

• establecer un programa de reducción gradual y escalona-da para lograr distribuir en el tiempo el costo de la rees-tructuración productiva derivada;

• debido a las disparidades entre los países en términos desu estabilidad macroeconómica, se propuso que cada paísavanzara a su propio ritmo el programa de liberalizacióncomercial, y que se buscara una convergencia futura sintiempos predefinidos;

• por lo anterior, se propuso una suspensión temporal delArancel Externo Común; y finalmente,

• se propuso la eliminación de todas las restricciones comer-ciales intraregionales, esto es, la consolidación de un Mer-cado Común,

Es notorio el sesgo comercial de la propuesta, y la ausencia deelementos que apunten en la dirección de la reestructuración des-de el lado de la oferta, de la creciente incorporación de innova-ciones tecnológicas que permitan accesar, por lo menos, a mer-cados menos rezagados que los de los productos primarios, ydel fortalecimiento de la capacidad negociadora regional en unmundo de megabloques económicos. Demás está mencionar lapoca confianza en las potencialidades de la integración econó-mica más allá del mercado común,

A pesar de lo prematuro de la propuesta y del crecimiento delpoder relativo del Banco Mundial y de las demás IFI en la región,en realidad en escenario era lo suficientemente complicado en laCentroamérica de inicios de los noventa como para no esperaruna adopción llana de esta propuesta por parte de los gobiernos.

Finalmente, por razones más de tipo analítico y de formulaciónde una estrategia de desarrollo que de influencia directa en latoma de decisiones de política económica, no se puede dejar demencionar que la CEPAL, como parte de un importante giro queha estado dando a sus enfoques, presentó una propuesta sobrepolítica comercial e integración, el regionalismo abierto, que pro-cura conciliar la apertura comercial hacia el resto del mundo, conla consolidación de espacios económicos regionales. Esta conci-liación, que ya estaba presente de alguna forma en los plantea-mientos originales de la CEPAL, y más recientemente en los de-bates en torno a los procesos de integración en la Cuenca delPacífico, procura rescatar implícitamente la experiencia de lospaíses del Sudeste de Asia.7

Page 138: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

V. El nuevo camino de la integración enlos noventa

5.1. Los condicionantesCuatro elementos iban a condicionar la modalidad que ha adop-

tado el renovado proceso de integración en América Central: a) lafragilidad de la estabilidad macroeconómica y el poder de las IFIen la conducción de la política económica y del ajuste en los paí-ses, b) las expectativas generadas por la firma del Tratado deLibre Comercio de América del Norte (TLCAN), c) los déficits so-ciales acumulados, y d) la demanda empresarial por la reactivacióndel mercado común centroamericano.

Si bien para inicios de los noventa los graves desequilibriosmacrofinancieros y la inestabilidad económica en la región ha-bían sido básicamente superados, la estabilidad era sin dudasaún muy frágil. Como resultado de esta debilidad latente, a lanueva situación económica global se unió un fortalecimiento delpoder relativo de las IFI en la región. Los gobiernos urgían a lasIFI de apoyo para la Balanza de Pagos, asistencia que las IFIofrecían a condición de que los gobiernos impulsaran las refor-mas estructurales sugeridas por el Consenso de Washington, yque dicho proceso fuese básicamente gerenciado por éstas. Lasituación está desembocando en un creciente tutelaje y dirigismode parte de las IFI de los procesos de reforma comercial y ajusteestructural en cada uno de los países de la región, y por separa-do. Este es un primer elemento a destacar, el cual está condicio-nando de manera central la evolución reciente de la integraciónregional.

El segundo elemento mencionado se refiere a las erradas y con-tradictorias expectativas y temores de algunos de los gobiernosde Centroamérica, de una adhesión al TLCAN suscrito entre Méxi-co, Canadá y los Estados Unidos. Se generaron, por un lado, te-mores en relación a la eventual desviación de comercio e inver-siones desde la región hacia México, y por el otro, infundadasesperanzas de una rápida adhesión que evitaría las desviacionespero que además, impulsaría a las economías por la senda deldesarrollo, como consecuencia de un régimen comercial más li-bre, al decir de sus promotores.

Esto motivó diversas acciones por parte de los gobiernos. Enprimer lugar, los presionó en la profundización de las reformas ylos programas de ajuste estructural en procura de ser evaluadospositivamente en términos de «un buen comportamiento» y deavanzar desde temprano en la dirección sugerida (la seguida porMéxico de apertura rápida y unilateral), y así evitar mayores cos-tos asociados a una tardía y abrupta apertura. Por otro lado, ge-

Page 139: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

neró presiones en el mismo sentido al interior de los esquemas deintegración, bajo la razonable premisa de que un eventual nego-ciación entre cualquier país de la región y los países signatariosdel TLCAN sólo sería posible en conjunto con el resto de los paí-ses de la región. Un efecto indirecto fue inducir a los gobiernos amantener cierto nivel de simetría regional en términos de las ba-rreras comerciales con el resto del mundo, especialmente unaarmonización arancelaria y la protección y fortalecimiento de laUnión Aduanera.

Sin embargo, lo anterior iba a durar poco pues, al disiparse lasdudas de la posibilidad de una rápida adhesión al TLCAN, seiniciarían importantes esfuerzos de algunos gobiernos, de formaindividual y en grupo, para la firma de un tratado de libre comer-cio con México. La apuesta era a entrar al TLCAN «por la puertatrasera». Esto iba a demostrar la poca claridad y convicción delos gobiernos de la región en torno a las ventajas de accionesconcertadas en materia comercial y de la protección del ArancelExterno Común y la Unión Aduanera. Más adelante abundaremossobre el particular.

Por otro lado, es importante rescatar las tensiones sociales acu-muladas en la región como producto del alto nivel de insatisfac-ción que resiente la mayor parte de la población, al no haber lo-grado reivindicaciones económicas y sociales básicas para ladigna sobrevivencia, y más aún, haber experimentado retrocesosen términos de la polarización social en los últimos años. El peli-gro de que, como producto de determinadas políticas, se deterio-rase aún más la precaria situación de determinados grupos y que,como consecuencia, broten focos de resistencia, ha sido un ele-mento siempre presente en las consideraciones en relación a lapolítica comercial, especialmente las relacionadas con el sectoragrícola.

Finalmente, importantes grupos empresariales de la región, es-pecialmente industriales, demandaban la reactivación del merca-do común centroamericano con el fin de aprovechar las ventajasde un mercado ampliado que, por razones externas y políticas,no habían explotado por más de'una década.

De otro lado, debido a la crisis de los ochenta, una nueva visiónde la integración regional había tomado cuerpo, superando elenfoque estrictamente económico que había tenido en las déca-das pasadas. Precisamente porque la revitalización de los es-fuerzos de integración pasó por un activo un proceso de diálogopolítico, la integración política y la institucionalidad de la integra-ción iba a ser puesta en primer plano por los presidentes. En loeconómico, el énfasis iba a ser puesto en la reactivación del mer-cado común, pero además, en la coordinación de políticas en lospaíses, con el objetivo de no socavar los avances en materia derestricciones comerciales.

Page 140: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Sin embargo, en la modelación del nuevo proceso de integra-ción aflorarían rápidamente las tensiones entre el proyecto de re-estructuración impulsado por las IFI, los intereses de determina-dos sectores empresariales y los potenciales problemas socialesasociados a una política de ajuste muy ortodoxa. Esta tensión serefleja en la tremenda ambigüedad que evidencian los gobiernosen la definición de sus políticas comerciales y de integración.Mientras por un lado se asume un discurso y una política en ladirección de una apertura comercial unilateral y global, por otrose ratifica el interés de fortalecer la comunidad económica, elconsenso y la coordinación regional en materia comercial, y porun tercero se procuran acuerdos comerciales individuales conpaíses extraregionales, contraviniendo el espíritu y la letra del tra-tado de la integración, y más aún, con la venia de gobiernos de lamisma región. De la misma forma, mientras se adoptan políticasnacionales que han tenido inequívocos impactos de concentra-ción del ingreso y polarización social, se ratifica, a nivel regional eincluso global, el compromiso con la equidad social y lasostenibilidad del desarrollo.

5.2. SICA: el nuevo marco institucional de la integra-ción en Centroamérica

Una vez habiéndose definido, aunque no con mucha claridad,las prioridades del proceso de integración regional hacia las áreaspolítica-institucional y económica, el primer paso adoptado fuerevivir la Organización de Estados Centroamericanos (ODECA),instancia que había quedado relegada desde hacía más de uncuarto de siglo. Sin embargo, la ODECA no se mantuvo por mu-cho tiempo pues a fines de diciembre de 1991 fue sustituida porun nuevo sistema, el Sistema de Integración Centroamericana(SICA), a través del llamado Protocolo de Tegucigalpa.

Uno de los elementos más destacados de este nuevo esfuerzofue la incorporación de Panamá, país que, por diversas razones,no había participado en el esquema de integración desarrolladoen los setenta, Panamá se incorporó de forma permanente desdeinicios de los noventa y con la creación del SICA.

El SICA es el nuevo marco institucional de la integración centro-americana. Los objetivos fundamentales que se enunciaron cons-tituyen una larga lista de maravillosas buenas intenciones quevan desde constituir a Centroamérica en una zona de paz, liber-tad, democracia y desarrollo, hasta la erradicación de la violen-cia, el narcotráfico y el tráfico de armas, pasando por la protec-ción del medioambiente, la promoción del desarrollo sostenible,la superación de la pobreza extrema, el fortalecimiento del podercivil y el respeto a los derechos humanos, en procura de lograrbienestar y justicia social para los pueblos.

Page 141: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Los máximos órganos del SICA son la Reunión de Presidentes,el Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores y varios Conse-jos de Ministros de diversos ramos. El SICA está básicamentecompuesto por tres subsistemas: el subsistema político, cuyosecretariado es ejercido por la propia Secretaría General del SICA;el subsistema económico, siendo la SIECA la instancia de coordi-nación técnica; y el subsistema social de reciente formación. Almismo tiempo, se han creado numerosas instancias de coordina-ción sectorial o de incidencia transversal en todas las áreas quele compete al SICA. La más prominente de ellas es la Alianzapara el Desarrollo Sostenible (ALIDES), un enunciado estratégicoque persigueordenar las políticasde desarrolloregional sostenible

De lo anterior queda claro el carácter fundamentalmente políti-co que se le asigna a este nuevo esquema institucional. Sin em-bargo, existe una amplia percepción de que ese maravilloso lista-do de mandatos y enunciados difícilmente puede ser abordadocon propiedad, y de que en realidad los gobiernos de la regiónfueron exageradamente ambiciosos en proponerse este tipo deobjetivos tan globales y amplios.

Se señala con razón en el afán de impulsar y fortalecer la inte-gración regional, los gobiernos han generado una enorme ava-lancha de mandatos presidenciales, acuerdos, resoluciones,crea-ción de coordinaciones, definición de líneas de acción y enuncia-dos para los cuales las capacidades institucionales de los meca-nismos de la integración y de los propios gobiernos son absoluta-mente insuficientes. Un los últimos 6 años, las reuniones de presi-dentes han evacuado más de un millar de acuerdos, resolucionesy mandatos, en lo que algunos han calificado como «acuerditis»sin sustento y sin evaluaciones reales de lo que es posible en vezde lo deseable (Sojo, 1996).

«En conclusión, si el SICA se evalúa desde el punto devista de los propósitos que se le asignan y de las condi-ciones existentes en Centroamérica para lograrlos, es for-zoso admitir que el Protocolo de Tegucigalpa define enproyecto grandilocuente y demagógico. Una buena partede sus propósitos (sobre todo los políticos) no podrá ma-terializarse, permanecerán como una hermosa caligrafíaque en la práctica será letra muerta. En Centroamérica loposible dista mucho de lo deseable, pero los gobernan-tes están más ávidos de vistosidad, no de viabilidad.»(Guerra-Borges, 1996, p. 149).

Si durante el segundo quinquenio de los ochenta, y por razonesobvias, las reuniones de presidentes (Proceso de Esquipulas) tu-vieron un claro sesgo político, y crearon las bases políticas de lasacciones posteriores, a partir de 1990 los esfuerzos de integra-ción regional de los gobiernos incorporaron activamente el temaeconómico. Los temas que marcaron más claramente la agendafueron la consolidación y reducción del Arancel Externo Común,

Page 142: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

en consonancia, aunque no sin fricciones (lo cual veremos másadelante), con el nuevo énfasis aperturista de la política comer-cial, la revitalización del mercado común y la eliminación de lasbarreras intraregionales, y los acuerdos y políticas comunes decarácter sectorial (por ejemplo, energía, agricultura, deuda exter-na y medio ambiente).

5.3. El Protocolo de Guatemala en el camino de laintegración económica

El evento más importante, pero a la vez el más cuestionable, deeste proceso fue sin dudas la firma del llamado Protocolo de Gua-temala al Tratado General de la Integración Económica Centro-americana, en octubre de 1993. Este protocolo constituye de he-cho, un nuevo acuerdo de integración económica regional puesprecisa el marco institucional que delineó el Protocolo de Teguci-galpa para lo referido al ámbito económico, señala el proceso aseguir y fija metas en materia de integración económica, y esta-blece los objetivos para el perfeccionamiento de la zona de librecomercio (Chamorro y Nágera, 1996).

En lo institucional creó tres consejos de ministros (sectoriales ointersectoriales), un Comité Ejecutivo, cuatro secretarías, inclu-yendo dos previamente existentes, y estableció el marco generalpara tres de las instituciones de la integración más importantes,incluyendo el Banco Centroamericano de Integración Económica(BCIE).

A pesar de reconocerse la importancia que reviste un nuevoacuerdo económico regional, las críticas que ha recibido este tra-tado han sido muy serias. A continuación se puntean:

• el Protocolo adolece de graves deficiencias de forma y decontenido, y ni siquiera consideró las experiencias ya exis-tentes en la región (Guerra-Borges, 1996);

• compromete a los Estados con objetivos irrealistas, lo queaugura incumplimientos recurrentes y pérdida de confian-za en el proceso;

• en relación a lo anterior, se puede señalar específicamentelas metas de integración monetaria, servicio aduanero co-mún, y estrategias comunes de promoción de la producti-vidad y la competitividad;

• crea un exagerado número de instancias, algo que preci-samente había sido identificado por muchos actores comoinnecesario; y

• establece de forma muy rígida, lineal y ortodoxa el procesode profundización de la integración económica.

Pero la debilidad más fuertes que adolece el Tratado es la ambi-güedad con que establece las normas de negociación de acuer-dos comerciales de las partes con terceros. Al mismo tiempo que

Page 143: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

se compromete en la adopción de una política comercial externaconjunta para con terceros y la armonización de las políticas depromoción de exportaciones, deja en libertad a los países condu-cir negociaciones bilaterales con países extraregionales, con elúnico deber de informar al Comité Ejecutivo. Es claro que ambascosas son absolutamente incompatibles si se persigue fortalecerlas posiciones comunes, la negociación conjunta y la proteccióndel arancel común. Las consecuencias aflorarían de inmediatocon la firma del Tratado de Libre Comercio entre Costa Rica yMéxico, y los esfuerzos individuales de Nicaragua, y el Triángulodel Norte (El Salvador, Guatemala y Honduras) en esa misma di-rección, en el marco de ingentes esfuerzos por neutralizar losposibles efectos del TLCAN y por ingresar por la puerta trasera aeste esquema, por encima del espíritu de los convenios de laintegración centroamericana.

Estas mismas ambigüedades se reflejan en los conocidos acuer-dos de Tuxtla Gutiérrez entre México y Centroamérica en 1991.Además, reflejan las debilidades del proceso de integración enCentroamérica, la fuerte influencia que ejerce la propuesta de lasIFI y la presión de ciertos sectores nacionales, en especial enCosta Rica y El Salvador.

Desde 1960, los países centroamericanos se han otorgado pre-ferencias comerciales mutuas por encima de las otorgadas a ter-ceros países, en el marco del mercado común y la unión aduane-ra. Pero, con los acuerdos de Tuxtla Gutiérrez, y a solicitud deCosta Rica, se abrió la puerta que permitió, tres años después, iaperforación del arancel común. En estos acuerdos se indica queCentroamérica actuará como región en las negociaciones econó-mica con México. Además, reconoce el principio de la asimetríaentre países y el compromiso de México en cooperar en lasuperación de las deficiencias estructurales.

Sin embargo, en el mismo texto indica que los avances en lasnegociaciones en bloques no deben perjudicar los progresos enlas gestiones bilaterales que cualquiera de los países de la re-gión, y de forma individual, puedan lograr, A juzgar por la crono-logía, la ambigüedad e imprecisión del Protocolo de Guatemalasobre este particular, ya estaba anunciada desde Tuxtla. Así, des-de inicios de la década, el Banco Mundial ya había logrado entro-nizar en los gobiernos sus ideas sobre el proceso de integración.

Como consecuencia de lo anterior, en 1994, Costa Rica y Méxi-co suscribieron un acuerdo de libre comercio a través del cualCosta Rica extiende preferencias comerciales similares a las quese ofrecen al resto de los países de la región, obviando las impor-tantes asimetrías existentes entre ambos países e ignorando elpropio espíritu de los acuerdos de Tuxtla en relación a la coopera-ción mexicana para contrarrestar las asimetrías. De esta forma,eliminó las preferencias que Costa Rica otorgaba al resto de los

Page 144: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

países centroamericanos. Más aún, otorgó niveles de preferen-cias a los inversionistas mexicanos que no ofrece a aquellosprovenientes del resto de la región. Además, dañó uno de losmás importantes instrumentos de armonización del comercio re-gional: el arancel común. En conclusión, Costa Rica otorgó a Méxi-co lo que no otorgó al resto de los países de la región (GuerraBorges, 1996).

En la misma dirección parecían apuntar las negociaciones entreNicaragua y México, y el Triángulo del Norte y México. Aunqueestos esfuerzos no han prosperado, muestra con claridad la do-ble cara de los gobiernos en relación a las políticas comerciales yla integración.

5.4. Apertura unilateral versus regionalización eco-nómica

Un ambiguo marco de compromisos regionales, serias deficien-cias del tratado de integración, fuertes presiones por parte delBanco Mundial (desde inicios de los noventa) para la adopciónde políticas comerciales individuales en cada país en situacionesde frágiles niveles estabilidad, y equivocadas expectativas sobreel TLCAN, se tradujeron en amenazas para el proceso de integra-ción económica, perforación del arancel común, y poca claridaden torno a la sostenibilidad del Arancel Externo Común.

En efecto, desde 1985, y como parte de los dos primeros pro-gramas de ajuste estructural, Costa Rica inició un activo progra-ma de desgravación arancelaria unilateral. Más adelante, en 1990,el proceso continuó como cumplimiento de los compromisos decara a las negociaciones para el ingreso de ese país al AcuerdoGeneral de Aranceles y Comercio (GATT, por sus siglas en in-glés). Antes de 1990, el arancel máximo se reduce hasta 40% yen 1992 se consolida en 20%, reduciéndose en consecuencia losniveles de dispersión arancelaria. En esa misma dirección, en 1992se eliminó la sobretasa de 10% que afectaba al 50% de las parti-das arancelarias y el requisito de depósito previo para la importa-ción. Como consecuencia, la protección nominal promedio pasódesde 17% en 1989 hasta 11.2% en 1994 (Monge, Vargas yFernández, 1995).

A fines de diciembre de 1995, el gobierno costarricense anun-ció un ambicioso programa de desgravación arancelaria que pre-tendía reducir el arancel máximo desde 20% hasta 15% en 1999 yreducir el piso arancelario desde 3% hasta 0%. No obstante, elprograma no ha sido aplicado por razones fundamentalmenteasociadas a las'presiones fiscales. Por esas mismas razones, en1995, el gobierno de Costa Rica impuso una sobretasa temporalde 8% sobre el arancel máximo vigente, e incluso elevó el arancelpara prendas de vestir y textiles desde 20% hasta 27% por moti-

Page 145: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

En El Salvador, el proceso de desmonte arancelario inició en1989 con una reducción del arancel máximo desde 290% hasta50% y con una reducción del número de tarifas desde 25 hasta 7.En 1990, el tope arancelario cayó hasta 35% y el número de tari-fas se redujo a 6. A partir de 1991, cumpliendo los compromisosasumidos para su adhesión al GATT, y en el marco del primerpréstamo de ajuste estructural otorgado por el Banco Mundial, elproceso continuó, consolidándose en 1992 una arancel máximode 20% y 4 tarifas arancelarias. Una de las consecuencias más

vos proteccionistas. Aunque ambas medidas fueron de caráctertemporal, reflejan la fragilidad y los potenciales impactos de unproceso no concertado e irreflexivo en la región, más marcadopor las presiones externas y argumentos ideológicos que por unaclara estrategia de desarrollo económico.

Hay que indicar, sin embargo, que el gobierno de Costa Rica,por explícitas presiones de algunos sectores de ese país, ha indi-cado su desacuerdo con el establecimiento de un arancel exter-no común (aunque no en relación al mercado común), con la crea-ción de un órgano común de recaudación fiscal y con la libremovilidad de personas. Las razones son claras: sus reservas so-bre la capacidad de los aparatos institucionales de la región ysus niveles salariales más elevados, especialmente en relación aNicaragua.

En este mismo sentido, en 1990 el gobierno de Honduras, pro-gramó un desmonte de los gravámenes a las importaciones, elcual se muestra en la siguiente tabla. Como se evidencia, la ten-dencia fue a reducir el techo arancelario, elevar el piso y mante-ner inalterados los rangos intermedios con el objetivo de reducirla dispersión y no elevar la protección efectiva.

Page 146: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

significativas fue ia reducción de la gran dispersión de los nivelesde protección nominal y efectiva a la industria.

Tabla No. 8

El Salvador: arancel máximo y númerode tarifas (1988-1995)

Año

1988198919901992199319941995

Arancel máximo

290%50%35%20%20%20%20%

Número de tarifas

25764444

Fuente: tomado de Aguilar y Arrióla (1996) y elaborado coninformación de FUSADES (1995).

En 1989, la mayor parte de las barreras no arancelarias habfansido levantadas incluyendo los tipos de cambio múltiples, los de-pósitos previos, las cuotas y prohibiciones, y los impuestos se-lectivos a las importaciones (Aguilar y Arrióla, 1996).

Al igual que Costa Rica, en 1995, el gobierno salvadoreño habíaplanificado reducir el piso arancelario desde 5% hasta O% en 1996,al mismo tiempo que reducir el techo desde 20% hasta 15%, ycontinuar en un proceso de desmonte gradualhasta alcanzar unatasa máxima de 6% , Sin embargo, la amenaza de una crisis fiscalcomo resultado de estas programadas reducciones arancelariasha postergado indefinidamente la reducción a niveles inferioresal 20%.

Nótese que, tanto para los casos de Costa Rica como El Salva-dor, han sido razones objetivas internas las que han hechodesacelerar el ritmo de apertura unilateral, y no cuestiones aso-ciadas a la necesidad de proteger el Arancel Externo Común y defortalecer la concertación regional de las políticas comerciales.Más aún, los gobiernos han planteado, contraviniendo las necesi-dades de fortalecer la integración y converger hacia una uniónaduanera, objetivo planteado explícitamente en el Protocolo deGuatemala, que procurar profundizar de forma unilateral su pro-grama de apertura comercial.

No obstante, hay que indicar que el hecho de que los países,individualmente, hayan ido conformando una estructura arance-laria con un techo de 20% y un piso de 5%, se ha traducido enuna tendencia hacia la convergencia arancelaria regional a esos

Page 147: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

8. Guerra-Borges(1996) indicaclaramente que esapérdida de uniformi-dad fue producto delas presiones delBanco Mundial.

niveles. Aunque el proceso ha tenido claras bases nacionales, laconcertación regional ha sido ex-post, lo cual indica que no hasido un proceso difícil.

En efecto, mientras Costa Rica, Honduras y El Salvador habíanconsolidado estructuras arancelarias similares en 1992, el Aran-cel Externo Común con 4 tasas arancelarias, un techo de 20% yun piso de 5% fue puesto en vigencia durante el primer trimestrede 1993, recuperando la uniformidad regional perdida desde fi-nales de los ochenta e inicios de los noventa8. En 1997, práctica-mente todos los rubros se encuentran equiparados entre los paí-ses (Chamorro y Nágera, 1996); sin embargo, como vimos antes,los países tienen determinación de avanzar, en grupo o no, haciamayores niveles de desgravación tarifaria.

Tabla No. 8

Centroamérica: protección arancelaria parael sector industrial (1972, 1987 y 1994)

Costa RicaEl SalvadorGuatemalaHondurasNicaraguaPanamá

1972Techo Piso

214221246226209

-----

1987Techo

10013015090100247

Piso-----

1994Techo Piso

202020201540

55555

2.5

Fuente: tomado de CEPAL (1995)

5.5. El nuevo boom comercial en la regiónPero, a pesar de las debilidades que se evidencian en el reno-

vado proceso de integración centroamericana, los resultados co-merciales que se han obtenido del sólo hecho de haberreconstituido el mercado común y haber logrado un importantenivel de equiparación arancelaria, han sido muy importantes.

Page 148: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Tabla No. 9

Centroamérica: exportaciones intraregionales

Exportaciones intraregionales(en millones de US$)

Costa Rica

El Salvador

GuatemalaHonduras

NicaraguaPanamá

Total

. Exportaciones intraregionales(en % de exportaciones totales

Costa RicaEl Salvador

Guatemala

HondurasNicaragua

Panamá

Total

1991-1

1991

177.8

193.7

324.0

32.0

51.2

46.2

828.9 1

1991

12.0

33.0

26.33.8

19.110.2

17.0

Fuente: tomado de CEPAL (1996).

995

1992

310.9

282.5

395.4

36.5

47.0

59.2

131.5

1992

18.047,.2

31.04.4

21,1

21.3

22.0

1993

322.5

310.2

417.8

46.4

57.0

66.2

1,220.1

1993

17.042.4

31.0

5.5

21.313.0

22.0

1994

339.0

341.8

470.0

62.2116.9

76.4

1,406.3

1994

15.7

27.4

31.07.2

32.214.4

21.0

1995

407.0

457.8

578.1

63.3

133.6

101.9

1,741.1

1995

16.5

30.227.7

5.6

23.318.4

21.0

En efecto, las exportaciones intraregionales, que en 1987 noalcanzaron los US$ 500 millones y representaron menos de 12%de las exportaciones totales, en 1991 se habían elevado hastamás de US$ 800 millones, y en cuatro años, ya había más queduplicado la cifra de 1991 ai alcanzar los US$ 1,741 millones en1995 o el 17% del total de las exportaciones. Esto representa másdel 50% del nivel de exportaciones intraregionales alcanzado enel pico más elevado previo a la crisis de los ochenta, y más decuatro veces del nivel observado en el punto más bajo en esadécada.

En 1995, las exportaciones intraregionales explicaron el 2 1 % delas importaciones totales de la región, conviertiéndose Centro-américa en el segundo principal socio comercial de la región, conun nivel de comercio similar al registrado con los países de laUnión Europea.

La evolución del comercio intraregional a partir de 1990 demues-tra la enorma capacidad que tiene la región de convertir el comer-cio intraregionales en uno de los principales motores de la econo-

Page 149: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

mía, y el importante nivel de complementariedad que existe entrelos países, por lo menos, en términos de demanda y mercados debienes finales. La reactivación del comercio regional en Centro-américa pone en entredicho el argumento de los economistas delConsenso en Washington en torno a la escasa potencialidad de laintegración Sur-Sur e indica la necesidad de superar losparadigmas que lo sustentan.

VI. Balance y retos de la integración enCentroamérica: a manera deconclusión

En la década de los sesenta se sentaron las bases del procesode integración en Centroamérica. Dicho proceso generó una di-námica de industrialización y modernización de los aparatos pro-ductivos de los países de la región y un crecimiento de lainterdependencia económica entre éstos. Sin embargo, en lossetenta empezó a quedar claro que el modelo se agotaba, princi-palmente debido a que no logró superar muchas de las debilida-des estructurales de las economías, en especial su extrema de-pendencia de las exportaciones de productos primarios. En losochenta, con el franco e irreversible retroceso de los mercadosmundiales de estos productos, la crisis de la deuda externa y unel agudo conflicto que vivió la región, el sistema centroamericanode la integración económica colapso.

Una vez superada la crisis y, sentadas las bases políticas einstitucionales del nuevo proceso de integración en la región, éstese enfrenta a viejos y nuevos retos. La regularización del Merca-do Común Centroamericano y la uniformización de los arancelesnacionales han logrado recuperar a niveles sin precedentes elintercambio intraregional, mostrando las dormidas capacidadesde la industria centroamericana, ofreciéndole una bocanada deaire en medio de un importante incremento de la competenciaexterna, y mostrando la importancia de este comercio para eldesenvolvimiento económico de los países.

Sin embargo, las economías de la región necesitarán muchomás que reducir las capacidades ociosas en las industrias y losmercados para sobrevivir y adaptarse sin traumas al nuevo entor-no internacional. En un escenario de una creciente liberalizacióncomercial y financiera, y de una creciente importancia del comer-cio de productos con relativamente altos niveles tecnológicos visa vis una depresión de los mercados tradicionales de productosde bajo contenido tecnológico, el reto fundamental de las econo-mías de la región es lograr insertarse ventajosamente al menorcosto, además de lograr incorporar a las amplias capas de lapoblación históricamente excluidas de los beneficios del crecimiento.

Page 150: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

La integración regional, como historia y como realidad, es sindudas uno de los instrumentos más poderosos para alcanzar estameta. El punto es como ponerla al servicio de esos objetivos.

Es obvio que la primera barrera que hay que vencer es laindecisión de los gobiernos en torno a si la integración económi-ca sirve o no. Tomar en serio la integración pasa necesariamentepor una interacción de los gobiernos con las IFI desde una posi-ción más autónoma, más independiente y de más coraje, y poruna mayor influencia de éstos y de las sociedades a las cualesrepresenta en los programas de reestructuración económica. Almismo tiempo, pasa por tener claridad que, sin una posición re-gional más unificada, involucrando incluso a otros países de laregión (en especial los países del Caribe y del G-3), las negocia-ciones multilaterales y con los bloques económicos más grandesse desarrollarían desde la posición más desventajosa posible.

De otro lado, la integración tampoco lograría resultados sustan-ciales si ésta no se acompaña de cambios en la política económi-ca dirigidos a otorgar un mayor peso a las políticas e instrumen-tos que coadyuven al fortalecimiento de las capacidades de in-corporación de innovaciones tecnológicas y aprovechamiento denichos de mercado, muy ligadas a políticas de oferta, de capaci-tación de recursos humanos y tecnológicas, en vez de otorgar unpeso y una confianza excesiva en la reestructuración a fuerza demercados más libres. El costo de esta última opción está siendoevidente en la mayor parte de los países de la región.

La transformación y adaptación de las instituciones de la inte-gración para el logro de metas realistas debe de ser una de lasconsecuencias concretas de una firme decisión de consolidar elproceso de integración. Finalmente, diseñar y poner en prácticamecanismos transparentes de participación ciudadana en los pro-cesos de integración lograría ofrecer contenidos políticos y so-ciales genuinos a la integración centroamericana, lo cual promo-vería que ésta camine en direcciones apropiadas, esto es, parabeneficio de las poblaciones locales, y no a favor de actoresextraregionales.

ReferenciasAguilar, José y Arrióla, Joaquín (1996): «El impacto del TLCAN en el

proceso de integración en América Central: el caso de El Sal-vador». CRIES-FUNDE. El Salvador. Versión mimeo.

CEPAL (1993): «La integración centroamericana frente a los múltiplescompromisos de negociación comercial». LC/MEX/L.233.

(1994):«El regionalismo abierto en América Latina y el Caribe.La integración económica al servicio de la transformación pro-ductiva con equidad». Santiago de Chile.

Page 151: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

(1995a): « El regionalismo abierto en América Central. Losdesafíos de profundizar y ampliar la integración». LC/MEX/L.261. México.

(1995b):«Las relaciones comerciales de Centroamérica frentea los nuevos esquemas de cooperación, integración y comer-cio». LC/MEX/L.262.

Croes, Edwin y Fitzgerald. E.V.K. (1988): «Central America: the regionalmonetary system and economic recovery». Report to theEuroppean Commission. Institute of Social Studies. The Hague.Netherland.

Chamorro Marín, Edgar y Nágera, Rubén E. (1996): «Orígenes, evolu-ción y perspectivas de la integración centroamericana». En«La integración como instrumento de desarrollo: sus perspec-tivas y desafíos para Centroamérica». INCEP.

Grigsby, Arturo (1996): «La integración hacia afueraO: el despegue deCentroamérica?». CRIES. Versión mimeo.

Guerra-Borges, Alfredo (1996): «La integración centroamericana ante elreto de la globalización». CRIES.

Hernández, Alcides (1996): « El impacto del TLCAN en el proceso deintegración en América Central». CRIES. Nicaragua. Versiónmimeo.

Mayorga Quiroz, Román (1981): «Perspectivas socioeconómicas deCentro América en los años ochenta». En Wionczeck, Miguely Quiroz, Román: «Intentos de integración en el marco de lacrisis latinoamericana». El Colegio de México. México.

Monge, Hernando; Vargas, Leiner y Fernández, Jimmy (1996): «El im-pacto del TLCAN en el proceso de integración en AméricaCentral: el caso de Costa Rica». CRIES-CECADE. Costa Rica.Versión mimeo.

Sojo, Carlos (1996): «Democratización, gobernabilidad y actores políti-cos en el proceso de integración regional. Una reflexión so-bre Centroamérica». En Revista Pensamiento Propio. NuevaÉpoca. Vol. 1. No.1. CRIES. Nicaragua.

Willmore, Larry (1988): «Export promotion and import substitution in Cen-tral America's manufacturing sector». CEPAL. México. Versiónmimeo.

World Bank (1990): «Trade liberalization and economic integration ¡nCentral America». Report No. 7625-CAM.

Page 152: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

De la guerra a la gestión cotidianade la violencia social1

Elvira Cuadra y Ángel Saldomando

PresentaciónUna de las principales preocupaciones de los gobiernos cen-

troamericanos durante la década de los ochentas estuvo relacio-nada con los aspectos de la seguridad militar y el control del ene-rViigo, dada la intensidad del conflicto bélico regional. La relaciónentre gobernabilidad y seguridad se comprendió en la mayoríade los casos como la protección represiva y autoritaria del ordenestablecido. Ello sacrificó durante un largo periodo los derechoshumanos, el reconocimiento del conflicto y la pluralidad de intere-ses como elementos de la gobernabilidad democrática. La vio-lencia social estatal y la que contestaba el orden establecido es-taban encerradas en la dinámica excluyente del conflicto militarque conducía a obtener la derrota total del adversario.

El paso inmediato, luego de los procesos de negociación parala pacificación, fue la desmovilización de combatientes procuran-do construir condiciones mínimas de seguridad para las pobla-ciones y los actores del conflicto de los distintos países. En térmi-nos militares ha significado alejar la posibilidad de la guerra comomecanismo de resolución de los conflictos políticos. Pero en tér-minos políticos, significa la posibilidad de disminuir la violenciasocial y aumentar la gobernabilidad democrática. Y aunque sehan logradosustantivosavances en ése sentido, la implementaciónde los programas de ajuste y reforma económica, así como losintensos procesos de transformación política que experimentanlos países centroamericanos obligan a reflexionar seriamente so-bre las lecturas que hoy habría que hacer de los conceptos«gobernabilidad», «seguridad» y «violencia».

En primer lugar, la finalización de la guerra abrió los espaciospara el progresivo establecimiento de sistemas democráticos queimplican la resolución de los conflictos sociales mediante la ne-gociación y la elaboración de acuerdos que posibiliten compro-misos de coexistencia política. Es decir, la búsqueda de lagobernabilidad democrática. Por otra parte, la seguridad ha de-

/. Algunas de estasreflexiones son elresultado de otrasinvestigue ionesefectuadas por losautores en añosanteriores, paraCRIES e institucionesinternacionales.

Elvira Cuadra, socióloga nicaragüense e investigadora de CRIES. Ángel Saldomando, econo-mista y politólogo chileno.

Pensamiento Propio / Año 1, No.3 / Nueva Época / Enero-Abril, pp 148-160

Page 153: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

jado de tener una connotación meramente militar y apunta a suredefinición, incorporando como componentes a otro tipo de pro-blemas que generan violencia social, tal es el caso de las pandi-llas juveniles, el incremento de los índices delictivos y los inciden-tes de violencia política.

Un segundo punto es que, a estas alturas, la presencia perma-nente y el incremento gradual de los problemas de la seguridadciudadana ha comenzado a pesar significativamente en el avan-ce y las posibilidades de consolidar la gobernabilidad democrá-tica de nuestros países. La búsqueda de los hilos que articulanambos conceptos es, entonces, una necesidad evidente.

Y un tercer punto es que los problemas de la seguridad no ata-ñen únicamente a las instituciones especializadas, sencillamenteporque se encuentran estrechamente vinculados al impacto delas políticas económicas de los gobiernos y a los intensos proce-sos de transición política que experimentan las sociedades. Sinembargo, son ellas las primeras interpeladas por las demandasde los ciudadanos y de los mismos gobiernos precisamente cuan-do los problemas de seguridad ciudadana se traducen en situa-ciones de ingobernabilidad.

El punto central en el análisis pasa por una búsqueda de lasarticulaciones existentes entre los problemas de la gobernabilidaddemocrática y la seguridad ciudadana en contextos de transiciónpolítica y los procesos que experimentan los aparatos especiali-zados de la seguridad ciudadana. La intención de este trabajo esabrir la reflexión en torno a una agenda de investigación que con-sidere estos problemas desde una perspectiva nueva, más am-plia que la tradicional definición de la seguridad en términos mili-tares y la gobernabilidad a secas, considerando además las ex-presiones más evidentes del fenómeno, los hechos de violenciasocial.

Seguridad ciudadana y violencia social:El caso de Nicaragua

La seguridad ciudadana está definida convencionalmente deacuerdo a los niveles de agresión y protección que experimentanlas personas y los bienes privados y públicos en la sociedad.Generalmente, tanto las acciones de agresión y protección gene-ran violencia social; una, asociada a la criminalidad; la otra, a larepresión de la misma. Otras situaciones de violencia social queafectan la seguridad ciudadana están relacionadas con los con-flictos políticos no regulados y con los enfrentamientos militaresinternos o internacionales que provocan víctimas y desplazamien-tos de población.

Tomando como ejemplo Nicaragua, podemos ilustrar el proble-ma. Este país presenta una situación difícil en todos estos ámbi-

Page 154: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

tos de la segundad ciudadana tanto en el medio rural como en elurbano. Este cuadro tiene obvias repercusiones sobre lagobernabilidad y el desarrollo integral del país.

Cuadro

Año

19911992

19931994

1995

de Conflictividad Política y Social 1

Delitos

30,89635,924

42,394

47,17348,737

Accionesarmadas

291

378

709

407

248

Fuente: Elaboración propia en basehumanos y Ministerio del Trabajo.

Tomastierras

220

162

40

3613

Tomasinstituc.

142

174

70

6029

Alterac.al orden

76

124

93

76

36

a datos policiales, instituciones de

991 -1

Manifest

143

116

115

92

50

derechos

995

Huelgas

133

85

43

2311

Frente a la percepción de amenaza hay una creciente demandade autoridad. Al aumento de la criminalidad se asocian la deman-da de represión, aumenta la privatización de la seguridad y seexige un endurecimiento de la legislación. La sociedad entra deeste modo en una espiral de reacciones que agravan el proble-ma.

Las razones de esta situación son de origen diverso. Un grupode ellas se debe a las condiciones en que se operó la pacifica-ción y la desmovilización de excombatientes y a la permanenciade conflictos estructurales no resueltos que incluyen expresionesviolentas. Otro grupo de razones, están vinculadas al agravamientode las condiciones de vida de la población, la fragmentación dela sociedad y las carencias institucionales.

La comprensión de los vínculos entre seguridad ciudadana, vio-lencia social y pobreza requiere de una reflexión cuidadosa parano caer en simplismos. Para ello hay que diferenciar la naturalezay los tipos de violencia social de la violencia específica originadaen la criminalidad y precisar el papel que juega la pobreza enambos. A su vez, ello implica diferenciar los problemas de la se-guridad ciudadana y adecuar la política y el tratamiento del pro-blema. La violencia social que afecta la seguridad ciudadana seve así, de otra manera.

1. inseguridad y violencia social originada en conflictos noresueltos.

2. Inseguridad y violencia social originada en el aumento dela criminalidad.

Page 155: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Estos dos niveles no constituyen compartimentos impermeables.En algunos casos se retroalimentan, pero en otros no. En el mediorurai por ejemplo, la inseguridad ciudadana se ha alimentado deproblemas políticos, sociales y la delincuencia.

La pobreza ha servido como generadora de condiciones parala disponibilidad a la acción de grupos sociales que alternativa-mente pueden vincularse a un conflicto político, social o a la de-lincuencia. Ejemplo de ello es la heterogeneidad social y políticade las bandas rurales, la juventud de sus integrantes y la caren-cia de historial delictivo de sus miembros salvo en connotadoscasos. Pero también hay que notar que las zonas donde más sehan concentrado recursos públicos y de la cooperación son lasque presentan los índices de violencia más altos. Esto indica queen ciertos casos el problema no es de recursos, sino de su orien-tación y la adecuación de políticas.

En el medio urbano, la pobreza también ha servido para crearcondiciones de disponibilidad social pero muy diferenciada deconnotaciones políticas. La mayoría de los detenidos por activi-dad delictiva son hombres mayores, desocupados o trabajado-res por cuenta propia, involucrados en la mayoría de los casos alas actividades del sector informal. Un importante porcentaje dedelitos se concentran en Managua donde, fuera de la policía, noexisten otros recursos institucionales que traten el problema.

Es interesante notar que si la violencia social originada en con-flictos políticos ha decaído, por su parte, la violencia social gene-rada en las condiciones facilitadoras de la pobreza y en la crimi-nalidad se encuentra en aumento. Esto plantea una conclusiónfundamental : las políticas de seguridad ciudadana no puedenimplementarse sobre la base de un enfoque convencional, queutilice mecanismos de tipo represivo estatal o privado para el tra-tamiento de la violencia social.

Las condiciones para el aumento de la seguridad requieren ac-ciones complementarias vinculadas a la prevención, la resoluciónde conflictos, la adecuación de las instituciones encargadas auna visión más compleja, la diferenciación de los tipos de violen-cia social y su tratamiento.

Pero en relación a la pobreza, la cuestión fundamental es el con-trol de los procesos de exclusión y fragmentación social. El pri-mero, disminuye las oportunidades y aumenta la disponibilidadde los grupos pobres a vivir en la frontera de la ilegalidad de unasociedad no integrada. El segundo, rompe las normas de con-ducta, la solidaridad familiar y de los círculos más próximos. Unindividualismo feroz y de sobrevivencia se abre paso, favorecien-do comportamientos violentos como medio de existencia y expre-sión social.

Page 156: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Violencia y GobernabilidadEsta situación particularmente nítida en Nicaragua por la pro-

fundidad de la apertura política tiene sus contrapartidas en la re-gión, donde el fenómeno también se manifiesta con fuerza. ElSalvador tiene una situación muy crítica en materia de violenciasocial. Guatemala posee una herencia muy negativa que absor-ber y ello determinará si se crearán condiciones para comenzar aresolver el problema. En Honduras, la violencia social de diversaíndole está en aumento y en Costa Rica, los indicadores de vio-lencia social relacionados con el aumento de la criminalidad tam-bién dan señales alarmantes en un contexto social en que la ines-tabilidad está creciendo.

La violencia social es vivida dramáticamente por las victimas yexaltadamente por sus protagonistas; mientras, para los gobier-nos, desgraciadamente, se vive como un desafío o prueba deautoridad. Los esfuerzos de comprensión del fenómeno conimplicaciones de políticas e instituciones, son marginales en lamayoría de los casos. Por esta vía la violencia se instala comoalgo con lo que hay que coexistir, como se coexiste con la conta-minación ambiental o las molestias del tráfico. Se llega a estable-cer entonces, una cultura de la inseguridad como contrapartidade la que se denomina la cultura de la violencia.

Esta instalación rutinaria del problema refleja que la violenciasocial tiene una cierta funcionalidad para sociedades con contra-dicciones importantes y que presionan por cambios. Lo funcionalde la rutina de la violencia es que sitúa esas contradicciones enun plano de autoridad y orden vs. desorden. Ello facilita compor-tamientos estereotipados de represión con efectos tranquilizan-tes mientras sea eficaz, para los grupos dominantes. Por ese ca-mino se desgasta o se bloquea el reconocimiento político del pro-blema y de sus actores, lo cual conduciría a abrir el juego dealternativas y soluciones con obvias repercusiones políticas.

Esta dinámica, sin embargo, corre el peligro de conducir haciamayores niveles de violencia y descomposición social. Ejemplosclaros son las situaciones particulares de México, Colombia yBrasil2. En estos casos, situaciones de conflicto rural se enmarcanen el poco reconocimiento del problema y de sus manifestacio-nes violentas. Ello coincide con las débiles (o muy tardías) capa-cidades institucionales de operar cambios y con la perspectivaestatal que sitúa el problema como una prueba de autoridad. Estaactitud histórica ha dado como resultado situaciones críticas deviolencia social rural, abriendo cauces para las vinculaciones conla pobreza, el crimen organizado, bandas paramilitares y com-portamientos represivos por parte de los cuerpos policiales y mi-litares.

2. Esto no es exclusivode los países mencio-nados. Actualmente,toda América Latinatiene una historianegativa. Es interesan-te destacar que enBrasil, Chile, Colom-bia y Perú existenlineas de investigaciónespecializadas en ¡osproblemas de laviolencia.

Page 157: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

El tratamiento de la violencia social cuando alcanza tales nive-les de articulación, engendra una peligrosa espiral represiva queafecta de manera indiferenciada a todos los actores del proble-ma. Con los mismos métodos se reprime y se actúa de manerabélica. Una especie de «guerra sucia» se instaura por parte de lapolicía y paramilitares contra los pobres, los sindicatos de cam-pesinos sin tierra, los delincuentes, etc. El orden se militariza nue-vamente, pero con el pretexto de la seguridad ciudadana.

Por ello, el problema de la violencia social en su conjunto es unproblema crítico para la gobernabilidad democrática e incluye laseguridad ciudadana. En efecto, las manifestaciones de violen-cia social son siempre la expresión de una contradicción ydisfuncionalidad social grave. Pero la violencia social no se pue-de reducir sólo a comportamientos ilegales colectivos o indivi-duales, extrainstitucionales, que se deben reprimir. Debe com-prenderse dentro de las posibi l idades y capacidadesinstitucionales de reproducir y operar cambios en el orden pormedios no violentos y democráticos. En definitiva, esto está vin-culado con el grado de apertura del sistema político y el nivel dedemocracia alcanzado.

La historia política de Centroamérica no aporta un pasado útilpara el aumento de esa capacidad institucional. Por otra parte,las restricciones económicas, la exclusión social, la privatizacióny mercantilización de los problemas sociales junto con la dismi-nución de las capacidades estatales, contribuyen con su cuotade obstáculos para el manejo del problema justamente cuandolas necesidades son mayores. La región ha salido del períodobélico y está avanzando por el sendero de la democratización,pero un componente significativo de la tendencia que siga el pro-ceso depende también de cómo se trate el problema de la violen-cia social.

Aumentar las capacidades institucionales para manejar el pro-blema, es crucial y se convierte en la referencia de cuánto seavanza en materia de gobernabilidad y democracia. Enfoquesmás complejos, investigación, adecuación de instituciones judi-ciales y policiales, prevención y resolución de conflictos, políticasespecializadas en zonas críticas, trabajo conjunto entre el estadoy la sociedad civil, pueden hacer parte de un esfuerzo integralque se oriente a tratar el problema de la violencia social en susdiversas causas y manifestaciones. Pero hacen falta mayores ymejores voluntades políticas.

Los Procesos de Reforma PolicialHasta ahora, uno de los principales esfuerzos se refiere a los

procesos de constitución y reforma de los aparatos policiales enCentroamérica y Haití. El punto de partida se encuentra en la fina-

Page 158: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

lización de los conflictos bélicos y la desaparición de los regíme-nes autoritarios que dominaron la región durante muchos años.Este hecho sin precedentes ha obligado a reformular el conceptode la seguridad ciudadana, pero también abre un debate alrede-dor del papel que estos aparatos deben desempeñar para cum-plir con su misión de garantizar la seguridad ciudadana en con-textos donde todavía persiste el uso de la violencia como meca-nismo de resolución de conflictos y las condiciones de inseguri-dad ciudadana se han generalizado. Vale la pena reflexionar so-bre algunos elementos que se pueden identificar en la mayoríade los casos:

1. Hasta hace poco tiempo, estos países no tenían aparatospoliciales o estos eran organizaciones muy poco desarro-lladas. Las funciones de seguridad ciudadana eran reali-zadas por las mismas instituciones castrenses, quienes te-nían unidades que funcionaban más como «policías políti-cas» que como aparatos de orden interno y seguridad ciu-dadana. Eso quiere decir que sus misiones y funciones for-maban parte complementaria del sistema de seguridadestablecido por los regímenes para controlar a sus enemi-gos.

2. La definición del concepto «seguridad», por las caracte-rísticas del comportamiento que hasta hace poco tuvieronlos cuerpos armados en la región, ha estado restringido alos aspectos de seguridad militar. Sin embargo, los nuevostiempos y el desarrollo de las sociedades civiles centro-americanas y caribeñas requiere la redefinición de tal con-cepto, de forma que incluya nuevos elementos que ahoraforman parte de las realidades nacionales.

3. La apertura de los sistemas políticos y el establecimientode mecanismos democráticos para la participación ciuda-dana y la sustitución de gobiernos han hecho evidente lanecesidad de separar las funciones de defensa de las fun-ciones de orden interior y seguridad ciudadana con el pro-pósito de disminuir también-el protagonismo político de lasinstituciones castrenses y su utilización para fines políticos.Ello de hecho implica reconocer la necesidad de crear apa-ratos especializados para cumplir cada una de estas fun-ciones; pero además, significa plantearse una nueva defi-nición del concepto de seguridad a partir de sus nuevasdimensiones y connotación, las cuales apuntan hacia unavisión mucho más amplia, referida a todas aquellas condi-ciones que procuren un mínimo de certidumbre a los indivi-duos, en cada una de sus sociedades.

Las instituciones policiales recién conformadas o en procesode reforma deben enfrentarse diariamente a los problemas deviolencia social prácticamente solas, y por .una razón simple: la

Page 159: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

opinión pública y el enfoque estatal, dominados por una visiónque considera el tratamiento represivo del problema, consideranque'los órganos de policía son los responsables de controlar lassituaciones de inseguridad ciudadana. Por lo tanto, a ellas hayque demandar para obtener seguridad y preservar la integridadfísica.

En el medio de tan complejo contexto y frente a las demandasde la ciudadanía, los aparatos policiales experimentan a su vezintensos procesos de constitución y reforma que apuntan funda-mentalmente a:

• Eliminar el control de los cuerpos castrenses sobre los ór-ganos de policía, separando las funciones de defensa y lasde seguridad ciudadana y orden público.

• Construir instituciones policiales no deliberantes y sin vín-culos políticos.

• Transformar su naturaleza militar en un cuerpo de ordencivil.

• Institucionalizar el respeto a los derechos humanos dentrode los aparatos policiales.

El impacto de estos procesos puede ser observado directamenteen las situaciones de gobernabilidad. Explícitamente así, lo reco-noce WOLA (Washington Office on Latin America) en su docu-mento Desmilitarizar el orden público: «El éxito a la hora de en-frentar estos retos tendrá efectos muy importantes en la confianzaque los ciudadanos de la región pondrán en la efectividad y con-veniencia de sus sistemas democráticos, en muchos casos nue-vos y frágiles. Si los líderes políticos y sociales, así como los fun-cionarios encargados de aplicar la ley, fracasan, se corre el ries-go de reforzar el brazo ejecutor de los que buscan el orden y laestabilidad por medio de la involución de los procesos democrá-ticos y del respeto a los derechos humanos». (WOLA, 1996)

Sin embargo, tales procesos son extremadamente complejos yse manifiestan de manera muy específica en cada uno de los paí-ses. Dos casos son demostrativos de la relación que existe entrelas situaciones de gobernabilidad y el análisis de la seguridadciudadana desde esta perspectiva:

En El Salvador, el proceso de reforma policial surgió del acuer-do de paz firmado entre la guerrilla del FMLN y el gobierno. Eldocumento contemplaba la conformación de una fuerza policialsin ningún vínculo con las fuerzas armadas, de carácter civil ycon la misión específica de velar por la seguridad ciudadana; esdecir, se estaba dando lugar a la conformación de un aparatoespecializado. Esta fuerza policial separada funcional yorgánicamente del ejército representaba para el FMLN una espe-cie de garantía en el equilibrio de fuerzas militares, pues debíaconformarse fundamentalmente por personas civiles y un porcen-

Page 160: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

taje relativamente pequeño de ex guerrilleros y miembros del apa-rato castrense. En ese momento ia urgencia de constituir una po-licía civil era una condición de primer orden en términos de laseguridad y la protección física de los guerrilleros una vez que sedesmovilizaran.

La estructura, organización, definición de funciones y misionesdel nuevo aparato estuvo fuertemente influenciada por la aseso-ría española. Así, la PNC o Policía Nacional Civil comenzó a des-empeñar su trabajo con éxito y una relativa confianza de la pobla-ción al menos durante los dos primeros años después de su con-formación. Sin embargo, a medida que la transición se ha profun-dizado, disminuyendo significativamente el protagonismo políti-co del ejército, la institución policial se enfrenta a una crecientedemanda de la población y de algunos sectores económicos enparticular, quienes demandan mayores niveles de efectividad delaparato en relación con los problemas de la seguridad ciudada-na. Algunos puntos de interés para el análisis son los siguientes:

Está claro para toda la población salvadoreña que la PNC nodepende funcional ni organizativamente del ejército, lo cual yalegitimó su existencia frente a la sociedad. Sin embargo, una vezobtenida esta legitimidad la población esperaba del aparato elcumplimiento de las misiones de seguridad ciudadana con lamisma efectividad con que anteriormente lo hacía el ejército aun-que no por medio del sistema de controles que se había impuestodurante la guerra. Sin embargo, el repliegue del estado a causade las reformas institucionales y las debilidades que enfrenta lainstitución policial a consecuencia de su proceso de constituciónie impiden responder efectivamente a las expectativas de la ciu-dadanía.

El impacto de las reformas y las políticas de ajuste económicasjunto al fenómeno de la repatriación de miles de salvadoreñosdesde Estados Unidos y los países vecinos han provocado elsurgimiento de un fenómeno muy particular que tiende hacia elcrecimiento de los índices delictivos y la conformación de ciertotipo de crimen organizado, tal es el caso del Incremento de losdelitos de robo y el auge de las conocidas «maras» o pandillasjuveniles en ciertas ciudades salvadoreñas. Esto provoca untensionamiento de la fuerza policial a causa del crecimiento delas demandas ciudadanas con respecto a la segundad ciudadana.

El aparato policial, aunque ha procurado cumplir con sus fun-ciones y ha desarrollado importantes esfuerzos en ese sentido,padece todavía algunas dificultades que se relacionan directa-mente con su propio proceso de conformación einstitucionalización. Esto pasa por tener que construir su propiaidentidad corporativa para constituirse en una institución sólida yconsistente, capaz de desempeñar su rol social conscientey efec-tivamente; extender y reafirmar su cobertura por todo el territorio

Page 161: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

3. Excepciona/men-le, Costa Rica es elúnico país centro-americano sinejército, aunque sícuenta con uncuerpo policial civil.

4. La estrategia decontrol ciudadanoestaba definida porel sandinismo comoaquellos mecanis-mos de control quele permitieran alestado manejarsituaciones adversasy conocer conantelación posiblesdesórdenes encontra del estado y/o sus políticas.

5. Si antes solamen-te se dedicaba altratamiento de losdelitos comunes,ahora tenía quelidiar también conlos conflictospolíticos generadospor la transición ymuchas veces hausado la fuerza parasofocar las manifes-taciones de protestade diversos sectoressociales.

6. Como la policíase fundó a partir delas columnas de exguerrilleros delFSLNen 1979, labase de la identidadcorporativa estaba

nacional, lo cual implica una significativa cantidad de recursos,organización y preparación humanos y materiales que al menospor ahora, se encuentran limitados por los procesos económicose institucional - estatales; lograr el nivel de especíalización nece-sario para responder a las demandas de la población en la medi-da de sus expectativas, es decir, manteniendo niveles significati-vos de respuesta al delito; mantener su integridad frente a la co-rrupción y el abuso del poder en contextos de elevada fragilidadeconómica y política.

El otro caso es el de Nicaragua, que ofrece una experienciabastante diferente en algunos aspectos. Durante la década delos 80, este país y Costa Rica3, eran los únicos que contaban conun cuerpo policial especializado y separado funcional yorganizativamente de las fuerzas armadas. A partir de 1979 y conla instalación del gobierno sandinista, se decidió organizar a laPolicía con la misión muy específica de prevenir y enfrentar losdelitos de orden común, además de apoyar a los aparatos deadministración de justicia. «Como se encontraba inmersa dentrode toda una 'estrategia de control ciudadano'4, se involucró muypocas veces en actividades de enfrentamiento a manifestacionespolíticas de oposición, de tal forma que los casos en los que laPolicía tuvo que intervenir utilizando la fuerza fueron realmentemuy pocos». (Cuadra, 1995). Luego de diez años desde su fun-dación, la Policía nicaragüense entró a la década de los 90 en lassiguientes condiciones:

1. significativos niveles de especialización, organización yefectividad en el trabajo policial.

2. subordinación política al partido sandinista, FSLN.3. reconocimiento de la población por su efectividad.Inmediatamente después de efectuarse el traspaso de gobier-

no en ese mismo año, la Policía se enfrentó violentamente a lasacciones de protesta de diversos sectores sociales que se opo-nían al cambio político; ello condujo a un proceso de rápido des-gaste institucional, la deslegitimación del aparato frente a la po-blación y una rápida diversificación de las funciones policiales5.Las consecuencias se tradujeron en una crisis de identidadinstitucional que solamente se resolvió dos años más tarde, cuan-do la jefatura de la policía se decidió a empujar una serie de ac-ciones en función de proteger a la institución de los cambios po-líticos y las negociaciones entre grupos dirigentes. Básicamenteestas acciones han apuntado a objetivos estratégicos para la ins-titución, tales como:

1. Rompimiento de vínculos con el FSLN y cualquier otro par-tido político.

2. Construir una nueva identidad institucional sobre la basede un nuevo referente6.

Page 162: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

3. Reforzar y/o reformar el marco jurídico de actuación a finde garantizar la estabilidad institucional.

4. Recomponer la imagen y credibilidad de la institución fren-te a la población.

Todos estos cambios han sido denominados por los oficiales depolicía como «Proceso de lnstitucionalización»y han servido comoinstrumento primario de la voluntad institucional para reformarla,independiente del tipo de gobierno o los intereses políticos. Losavances que se han producido hasta ahora aunque son impor-tantes, todavía adolecen de limitaciones:

El proceso de construcción de la nueva identidad policial y ladefinición clara de su rol social implican el mediano plazo, y es-tán vinculados estrechamente con el cierre de la transición políti-ca. De ahí que, tal como lo afirmó un jefe policial, no se sabe «quétipo de policía quieren si todavía no hemos definido qué tipo desociedad queremos». Evidentemente, la evolución de la PolicíaNacional no depende únicamente de su voluntad y capacidad;este reto solamente podrá ser enfrentado con el concurso de iosdemás actores sociales y políticos vinculados a los problemas dela seguridad ciudadana.

El marco jurídico institucional todavía no cuenta con la solideznecesaria para garantizar estabilidad a la estructura; mientras,continúa en discusión en algunas instancias como la AsambleaNacional. Ello dificulta un funcionamiento coherente con respectoal sistema y produce desfases entre la actuación policial y lostribunales de justicia.

Al mismo tiempo que se ha producido una diversificación deltrabajo policial también ocurre ahora un aumento progresivo delos índices delictivos, los niveles de violencia y la peligrosidaddel delito y los enfrentamientos políticos a nivel nacional. Ello,desde todo punto de vista, provoca fuertes tensiones al interiorde la institución policial pues frecuentemente se ven obligados aefectuar menos trabajo preventivo y más acciones de fuerza,incrementa los niveles de riesgo profesional y desgasta la moralde los efectivos.

Por otra parte, la reducción progresiva del presupuestoinstitucional afecta las capacidades operativas, las condicionesde trabajo, las condiciones de vida de los oficiales y aumenta elriesgo profesional. Pero la principal consecuenciaes el surgimientode la corrupción y la violación sistemática de los derechos huma-nos como manifestaciones sintomáticas de las debilidadesinstitucionales.

Actualmente, la mayoría de los países centroamericanos y Haití,en el Caribe, tienen en curso procesos de reforma de sus cuerpospoliciales y el perfeccionamiento de los aparatos judiciales; Esnecesario, entonces, precisar los contenidos de los procesos y

dada por la ideolo-gía sandinista;ahora había quebuscar otra.

Page 163: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

su contribución tanto a las capacidades de gobernabilidad comoa la seguridad ciudadana en el particular contexto de la transi-ción política y los procesos de paz. En efecto, algunos de loscomponentes de estos procesos indican que hay cambios almenos en los siguientes aspectos.

1. Se han diferenciado las relaciones entre cuerpos policialesy cuerpos militares.

2. Las relaciones entre policías, aparatos judiciales y autori-dades civiles también se han venido modificandosustantivamente.

3. En Nicaragua y El Salvador los aparatos policiales han sidoobjeto de cambios e integración de fuerzas deexcombatientes, con importantes consecuencias en las es-tructuras organizativas y composición de los mismos.

4. Las políticas y métodos para generar seguridad ciudada-na están transformándose en todos los países.

Por otra parte, el incremento de la violencia social y el deteriorode las condiciones de seguridad se han generalizado durante elperíodo de salida de la crisis y finalización del enfrentamientobélico en la región. Esto hace necesario evaluar la importanciadel fenómeno, determinar sus causas y su impacto para lagobernabilidad y las transiciones. En ese sentido, uno de los pri-meros pasos debería ser el levantamiento de fuentes estadísticasy la elaboración de un banco de datos que contribuyan no sólo aun mejor conocimiento del problema, sino que llenen los vacíosen materia de investigación y datos en los propios cuerpos espe-cializados. En varios de los países por razones presupuestarias yde reforma institucional existen carencias significativas en estosaspectos.

Como se sabe, las estadísticas son incompletas y no sistemáti-cas, pero además en casi todos los países se carece de investi-gaciones sobre los temas de gobernabilidad democrática, segu-ridad ciudadana y las diferentes formas de violencia social. Losórganos judiciales y de derechos humanos frecuentemente docu-mentan casos y reúnen evidencia, pero no desarrollan capacida-des de investigación más amplias e integrales. De ahí que la aper-tura de una agenda de investigación en estos campos deberíacontribuir al conocimiento y al análisis de factores importantes dela gobernabilidad:

1. Reducir la arbitrariedad, aumentar la seguridad de los de-rechos, y el perfeccionamiento de ios aparatos judiciales ypoliciales haciéndolos más creíbles, eficaces y honestos.

2. Derechos humanos y seguridad ciudadana.3. Aumentar las capacidades institucionales para el manejo

de los conflictos.

Page 164: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Finalmente, sobre una base empírica y analítica consistente sepodría promover un diálogo sobre la elaboración de políticas, lasdebilidades a superar y las necesidades de cooperación en es-tos temas.

BibliografíaSaldomando, Ángel y Cuadra, Elvira. Los problemas de la pacificación

en Nicaragua. Recomposición de grupos armados y conflic-tos sociales. Documento de trabajo 94/2. CRIES, Managua.1994.

Saldomando, Ángel. Análisis de la pacificación. PNUD, Managua. 1995.

Cuadra, Elvira. El papel de la Policía en conflictos de orden político.UCA, Managua. 1995.

Washington Office on Latin America. Desmilitarizar el orden público. LaComunidad Internacional, la reforma policial y los derechoshumanos en Centroamérica y Haití. Washington, 1996.

Compendio estadístico 1991 - 1995. Policía Nacional. Managua, 1997.

Base de datos de Naciones Unidas sobre violencia y delincuencia enCentroamérica.

Democracia y violencia: el caso de Río de Janeiro. Problemas de Amé-rica Latina. 1996. La documentación francesa.

Conflicto y violencia social en Colombia. No. 50 y 53. SINEP, 1989.

Page 165: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Pensamiento Propio / Ano 1, No.3 / Nueva Epoca / Enero-Abril. pp 161 -192

A case study of globalizationprocesses in the Third Word:a transnational agenda in Nicaragua

By: William I, Robinson

Introduction: theoretical andconceptual considerations

Central America was a spotlight of world attention from the 1960sinto the 1990s and a major site of revolutionary challenge tointernational order. The appearance of guerrilla movements, thebreakdown of the prevailing agro-export economic model, andmounting civil strife in the 1960s ushered in a period of dramaticchange. By the1980s the region was engulfed in a generalizedcrisis: full-scale civil wars of revolutionary insurgency and U.S.-organizedcounterinsurgency,the collapseof the regional economy,and the fall of existing dictatorial forms of political authority/The1979 Sandinista revolution in Nicaragua, and near revolution in. ElSalvador, thrust the Isthmus onto the center stage of a renewedCold War. No less dramatic, the late 1980s into the 1990s sawpeace and demilitarization processes under the mediation ofinternational organizations, "transitions to democracy", andeconomic restabilization under a new model of free marketcapitalism.

The Central American crisis generated an extraordinary amountof rich scholarship, too vast to reference here, much of it focusingon one or another aspect of change. As a Latinamericanist whoseown research has led me afield in recent years, from specific areastudies to a broader inquiry into globalization and transnationalphenomena, I became convinced in a recent review of the latestCentral American literature that a globalization perspective mayshed enormous light on, and provide needed correctives to

(A modified version of the article appeared in the British journal Global Society, Volume 11, No.1, January 1997)William I. Robinson is Assistant Professor of Sociology at the University of Tennessee (Knoxville).He is the author of several studies on transnational issues, North-South relations, and ThirdWorld political economy, including Promoting Polyarchy: Globalization, U.S. Intervention, andHegemony (Cambridge University Press, 1996).

Page 166: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

interpreting, recent Central American history, includingrevolutionary movements and their outcomes. Likewise, it becameclear that a retrospective reinterpretation of the 1960s-1990s Cen-tral American upheaval tells us a great deal about emergent 21stcentury globalization processes, and provides important elementsfor a renewal of research into the sociology of development,comparative international political economy, transnational studies,and international relations theory.

The fundamental proposition here is that Central America's recenthistory is properly understood through the lens of the macrosocialdynamic of our epoch: globalization. Post-Cold War crises ofrevolutionary projects as alternatives to international capitalismshould be theoretically situated within globalization as the world-historic context of national developments in the late 20th century.The transitions in Central America are best viewed from thisstructural process rather than from the surface political dynamicsof the end of the Cold War or more temporal considerations ofstrategies of revolution and counterrevolution. Economicglobalization, and the transnationalization of states, classes,political processes and civil society it involves, signals elementalchange in the referent points of each national society and in theboundaries between the national and the transnational.

Central America is an important site of emergent transnationalprocesses, and particular, the unfolding of a hegemonictransnational agenda of neo-liberalism and polyarchy.1 Inadvancing this thesis, I draw on the essential theoreticalpresupposition of world system theory that international society isconstituted by the spread of a social system at the internationallevel, and that gradations in this spread offer clues to patterns ofchange over time and place,2 But I differ from orthodox worldsystem theory in periodization of the capitalist world economy andin characterization of the current epoch. Globalization from the1960s and on involves the supersession of the nation-state phaseof world capitalism by a transnational phase. The economic andconcomitant social, political, and cultural changes associated withthis transition to global capitalismare what I refer to as transnationalprocesses, and are identified in more detail at several points below.I also draw on the following postulates from the emergentGramscian model of international relations; international relationsare conceived as the operation of social forces within and betweenstates as territorial units; transnational actors tend to supersedenational ones in the age of globalization; and Gramscian conceptssuch as hegemony and historic blocs are of much utility incomprehending emergent transnational phenomena.3

The present essay examines the complex and multilayeredtransition (political, economic, etc.) that Nicaragua underwentfromthe 1960s into the 1990s, with a special focus on change following

1. The notion of atransnational agenda ofneo-liberalism andpolyarchy is discussedin detail in William I.Robinson, PromotingPolyarchy:Globalization, U.S.Intervention, andHezemony (Cambridge:Cambridge UniversityPress, 1996); Robinson,«Pushing polyarchy:the US-Cuba case andthe Third World, ThirdWorld Quarterly, Vol.16, No. 4, 1995, pp. 64 3-659.

2. Most importantly, seeImmanuel Wallerstein,The Modern World-System (New York:Academy Press, 1970),and The CapitalistWorld Economy(Cambridge:Cambridge UniversityPress, 1979).

3. The «Italian School»in internationalrelations isheterogenous andgrowing. Mostimportantly, seeStephen Gill, Ed.,Gramsci, HistoricalMaterialism, andInternational Relations(Cambridge:Cambridge UniversityPress, 1993), for anoverview of thedevelopment and status •

Page 167: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

of the school anddiverse approachestherein. The seminalyvork is perhaps Roberty/. Cox, Production,Pmver. and WorldOrder: Social Forcesinjhe Making ofHistory (New York:Columbia UniversityPress, 1987).

4. For more detaileddiscussion on thispoint, see William I.Robinson, «AContribution to theDebate onGlobalization: NineTheses of OurEpochs, Race andClass, forthcoming,1996.

the removal of the Sandinistas from power in 1990, as a case studyin transnational processes in Central America, and more generally,the Third World. Globalization as a new phase of capitalism entailsa transition to a qualitatively new stage in the world system. Asdiscussed below, globalization comprises two interwovenprocesses. First is the near-culmination of a process begun severalcenturies ago, in which capitalist production relations areundermining and supplanting all pre-capitalist relations across theglobe. Second is the transition over the past several decades fromthe linkage of nations via commodity exchange and capital flowsin an integrated international market, in which different modes ofproduction coexisted within broader social formations and nationaland regional economies enjoyed autonomy despite externallinkages, to the globalization of the process of production itself.Globalization denotes a transition from the linkage of nationalsocieties predicated on a world economy to an emergenttransnational or global society predicated on a global economy.Integration into global society is the causal structural dynamic thatunderlies the events we have witnessed in nations and regions allaround the world over the past few decades. The breakup ofnational economic, political, and social structures is reciprocal tothe gradual breakup, starting 30 years ago, of a pre-globalizationnation-state based world order. New economic, political, and so-cial structures emerge as each nation and region becomesintegrated into emergent transnational structures and processes.4

Each stage of the modern world system has had transformativeeffects on constituentelements of the system. Nicaragua(and moregenerally, Central America) was first created, and then integratedinto, the world system through colonial conquest in the early 16thcentury, as part of the system's genesis and the period of primitiveaccumulation of capital (mercantilism).In this process, the country'spre-colonial social fabric was thoroughly transformed and a colo-nial structure established and sustained until well into the 19thcentury (despite formal independence early in that century). Inthe late 19th century, Nicaragua, deepened its insertion into theworld system with the introduction of coffee and other exportproducts that linked the country firmly to the world market at atime of its rapid expansion and extension, and had profoundtransformative effects on class and socioeconomic structure andon the internal political system. This second fundamental internaltransformation coincided with a new phase in the world system,characterized by a second wave of European colonial expansion,the export of capital, and the supplanting of classical competitivecapitalism with monopoly capitalism. Since the 1960s, what hastranspired is the transition to a qualitatively different mode ofinsertion corresponding to globalization and the current stage inthe world system: the gradual entrance of Nicaragua into global

Page 168: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

society over a period of several decades, culminating in the 1990s.This movement has been uncertain and contradictory, involvingseveral changes in the political structure, violent social conflict,dramatic change in the state and the class structure, and so forth.

As all good social analysis requires, I am concerned with boththe general in the particular and the particular in the general. Onthe one hand, therefore, the present study focuses on Nicaraguaand its recent history as reference to a more general subject matterof how globalization has transformed, and transnational processeshave penetrated, one particular country and region. On the otherhand, the complexity of the ongoing period of change in Nicara-gua is grounded in the country's particular national history and inthe unique behavioral response of different agents to globalizationand its repercussions. Social, economic and political structuresbear the imprimatur of particular national histories and these his-tories shape the terms under which each society enters the newglobal order. A structural determinacy, however, lies in the globalside of the dialectic. Globalization has increasingly broken downthe autonomy of national actors and structures and integrated theminto broader transnational ones. Accounts that attribute structuralcausation to specific national variables in the age of globalizationreflect the persistence of nation-state centered approaches amongscholars whose objects of inquiry are transnational phenomena.

It is important to clarify from the onset what I mean by a transitionin Nicaragua. By transition I do not refer to conventional notions of"transitions to democracy" in the Third World or of regime changeconceived as changes in sets of state managers and politicalsystems separate from historic movement in social structure.Dominant «democratization» paradigms such as those put forwardby O'Donnell et. at., or by Diamond et. al., disaggregate socialtotalities in such a way that obscures rather than elucidates historicmovement.5 These paradigms advance a narrow institutionaldefinition of democracy that rests theoretically on structural-functionalism, in which different spheres of the social totality areseparated and assigned a functional autonomy, such thatmovement may occur in distinct spheres independent of the totalityand political change is analyzed as the evolution of functionally-independent institutions. By assigning a functional autonomy tothe political sphere they obscure our understanding of politicalregime change as a subset of broader patterns of structural changeovertime, such as change in Nicaragua from the mid-1960s to themid-1990s. The notion of a "transition to democracy" in Nicara-gua is also problematic because it assumes the country is actuallyin the process of becoming a democratic society, something whichI do not see occurring in the 1990s. Authentic democratizationbased on power {«cratos») of the people («demos») has not takenplace, and movement is away from, rather than towards, any

5. See, e.g., GuillermoO'Donnell, PhilippeSchmitter, LaurenceWhitehead. eds.,Transitions fromAuthoritarian Rule,Vots. I-1V, (Baltimore:The John HopkinsUniversity Press,1986); LarryDiamond, Juan J.Linz, and SeymourMartin Lipset,Democracy inDevelopins Countries.Vols. l-IV, (Boulder:Lynne RiennerPublishers, 1989). Forcritique of mainstreamdem ocrat izationparadigms, seeRobinson, PromotingPolyarchy, Op. Cit.;Barry Gills, JoelRocamora, andRichard Wilson, LowIntensity Democracy:Political Power in theNew World Order(Boulder: Westview,1993).

Page 169: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

6. See W. B. Gallie,«EssentialIy ContestedConcepts»,Aristotelian Society',No. 56, 1956, pp. 167-198.

7. Robert A. Dahl,Polyarchy:Participation andOpposition (NewHaven: YaleUniversity Press,1971).

meaningful democratic content to social life as it takes place in anorganic totality (i.e., economic, political, and social). Theassumption of a "transition to democracy" denies the essentiallycontested character of the concept of democracy and thecompeting normative structures involved in such concepts.6 Whatis referred to as «democracy» in much literature on transitions inthe Third World is an institutional conception more accuratelyconsidered polyarchy, as first coined by Robert Dahl.7 Polyarchyrefers to a system in which a small group actually rules and massparticipation in decision-making is confined to leadership choicein elections managed by competing elites. It involves a pluralistassumption, not empirically verified in Third World polyarchies,that elites will respond to the general interest of majorities as aresult of the need of those who govern to win a majority of votes,and behind this assumption, an implicit normative premium placedon system maintenance.

Regime change in Nicaragua, which does not necessarily signifya "transition to democracy", as in the rest of Central America, hastaken place as part of broader change in the social order. Theperiod under examination involved shifts from an authoritarian to arevolutionary regime, and then from a revolutionary to a polyarchicregime. The breakup of the authoritarian political system with thedemise of the Somoza dictatorship in 1979 was followed by a failedattempt to construct a revolutionary democracy by the Sandinistaregime (1979-1990), proceeded by another regime change in 1990,to the Violeta Chamorro government, which represented an attemptto install a stable polyarchy. A focus on transnational processesas the underlying causal dynamic, undertaken in the next section,reveals a paradoxical continuity between what appears on thesurface as dramatic disjunctures between authoritarian,revolutionary, and polyarchic periods. What took place was changein the government and the formal political system simultaneous to,and as one dimension of, much more fundamental change in thesocial order itself, involving a complete restructuring of Nicaraguansociety at every level - economic, political, social, cultural, and soon. The term transition, as used here, therefore, refers not to«democratization» but to fundamental change that has taken pla-ce in the social order over an extended transitionary period, fromthe 1960s to the 1990s. As we shall see, the underlying movementhas been the insertion of the Nicaraguan national formation into atransnational social formation (global society), reciprocal tomovement at a world level from the nation-state to the transnationalphase of world capitalism.

An analysis of Nicaragua's insertion into the emergent globalorder rests on an examination of Nicaragua and the United States,given the centrality of U.S. domination in Nicaragua's history andthe U.S. role as the quasi-colonial power under which Nicaraguahas developed as a national formation since the end of formal

Page 170: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Spanish colonialism. As such, a major focus of the present essayis the policy toward Nicaragua of the U.S. state as the behavioralagent promoting and facilitating transnational processes in thecountry. U.S. policy in this context is conceived as what LeslieSklair terms "transnational practices"; activity at the behaviorallevel reciprocal to structural changes associated with globalization.8

But U.S.-Nicaraguan relations in the current epoch are not acontinuation of the historic «hegemony» that the United States hasexercised over Nicaragua. Rather, the United States as thedominant external actor at the behavioral level facilitated thedisaggregation of Nicaragua's external linkages and underminedits internal cohesion in the 1979-1990 Sandinista period. Since1990, Nicaragua's reinsertion into the global economy and newtransnational class alignments and international political relationstherein have transpired under the tutelage of the United States,conceived not as the "hegemonic power» but, in the Gramsciansense, as the dominant world power playing a leadership role onbehalf of an emergent hegemonic transnational configuration.9

Nicaragua's relations with the world «pass through" its relationswith the United States, and U.S.-Nicaragua relations form thebackdrop to this article.

This article is divided into three parts. The first advances atheoretical backdrop and an analytical framework for the transitionfrom the 1960s to the 1990s, and also identifies the concreteelements of a transnationalagenda. The second empirically appliesthe theoretical and analytical framework to the post-1990 period,when transnational processes fully matured in Nicaragua. I exa-mine U.S. policy, Nicaragua's changing international diplomaticand political alignments, and analyze the reinsertion of Nicaraguainto the global economy reciprocal to the restructuring of classes,the transformation of the state, and other changes inside Nicara-gua. The third speculates on the future of Nicaragua in a globalsociety, advances some generalizing propositions for CentralAmerica and the Third World, and identifies by way of conclusionareas for future research.

Globalization as macro-structuralanalysis

Transnational Processes and a TransnationalAgenda

The defining feature of our epoch is the emergence of a capitalistglobal economy, which brings with it the material basis for theemergence of a singular global society.10 Nations are no longerlinked «externally» to a broader system but «internally» to a sin-gular global social formation. The old units of analysis - nation

8. Leslie Sklair,Sociology of the GlobalSystem (Baltimore:John HopkinsUniversity Press, 1991).

9. I place «hegemony»in quotations because Iuse the term in a strictGramscian sense, asconsensualdomination, indistinction to thecommonplace usage,such that the UnitedStates exercisedhistoric dominationover Nicaragua, butnot hegemony per se.

10. Literature isvoluminous onglobalization. On theglobal economy, see,e.g., Joyce Kolko,Restructuring theWorld Economy (NewYork: Pantheon,1988), J. Caporaso,ed., ChangingInternational Divisionof Labor (Boulder:Lynne Rienner, 1987),Authur MacEwan and

Page 171: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

William K. Tabb,Instability and Changeinjhe World Economy(New York: MonthlyReview Press, 1989),David Gordon, «TheGlobal Economy: NewEdifice or CrumblingFoundations?» NewLeft Review, 168,March/April 1988:24-64. On political andsocial dimensions ofglobalization, seeamong others,Robinson, PromotingPolvarchy, Op. Cit;Sklair, Op. Cit.,Stephen Gill,American Hegemonyand the TrilateralCommission(Cambridge:Cambridge UniversityPress, 1990).

states - are increasingly inappropriate for understanding thedynamics of our epoch, not only in terms of economic processes,but also social relations and political systems. In sum, the worldhas been moving in the past several decades to a situation inwhich nations have been linked via capital flows and exchange inan integrated international market to the globalizationof the processof production itself. This involves the restructuring of theinternational division of labor and the reorganization of productivestructures in each nation, and has major consequences for thesocial and political texture of each society. Technological andorganizational changes have facilitated the decentralizationacrossthe globe of complex production processes simultaneous to thecentralization of decision making and management of globalproduction. Capital now has the means to move with total mobilityaround the world in the search for the cheapest labor and the mostcongenial conditions for the different circuits in the process ofproduction and distribution, without regard for national borders.The transfer of labor-intensive phases of international productionto the South combined with the global integration of nationalproduction structures involve the displacement of residual pre-capitalist relations of production with capitalist ones, both in thoseareas specializing in manufacturing and those in primaryproduction.

The hitherto unseen integration of national economies erodesnational boundaries and brings with it a tendency towardsuniformity, not just in the conditions of production, but in the civiland political superstructure in which social relations of productionunfold, including the externalization of states, the restructuring ofnational classes, and political regime change. Seen from thebroadest structural level, the late 20th century wave of transitionsto polyarchy in peripheral and semi-peripheral regions can beconceived as «superstructural» movement reciprocal to theemergence of a single global capitalist economy as movement atthe economic «base». The epistemological assumption is thatstructural analysis should underpin behavioral analysis. A properly-constructed base-superstructure approach identifies the complexinteractive relationships among variables of the social totality, andparticularly, the recursive effects of politics and human agency oneconomics and social structure. Authoritarianism and dictatorshiphad become a fetter to the emergent patterns of international ca-pital accumulation corresponding to the global economy. Nationalpolitical systems are no longer autonomous units. Globalizingpressures have been undermining previously embedded forms ofpolitical authority. Transnational capital has become sufficientlydisruptive and intrusion so as to break down all the old barriersthat separated and compartmentalized groups in and betweensocieties. Mass communications is integrating what were once

Page 172: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

secluded social and cultural experiencesof different peoples withinthe world system. The globalization of social life has brought newsocial movements and revolutions in civil society around the world,pushing people into new roles as economic and social agentsand «stirring» masses to rebel against authoritarian arrangements,which are unable to manage the expansive social intercourseassociated with the global economy.

The agent of the global economy is transnational capital, whichhas become the hegemonic fraction of capital on a global scaleand is managed by a class-conscious transnational elite based inthe center countriesand led by the United States.11 The acceleratedconcentration of capital and economic power around thistransnational elite in center countries has profound effects onarrangements between existing social groups, class constellations,and political systems in every country of the world system. Politicaland economic power tends to gravitate towards new groups linkedto'transnational capital and the global economy, either directly orthrough location in reorganized local state apparatuses. In everyregion of the world, from Eastern Europe to Latin America, states,economies and political processes are becoming transnationalizedand integrated under the guidance of this new elite. Thistransnational elite has local contingents in each nation of the South,in a new breed of New Right "technocratic" elites in Latin America,Africa and Asia, what economists Osvaldo Sunkel and EdmundoFuenzalida call "transnational kernels» (sometimes termed a"modernizing bourgeoisie") and who are overseeing sweepingprocesses of social and economic restructuring.12

Kees van der Pijl has analyzed the fractionation of capital alongfunctional lines in core countries of the world system, the divisionof capital into class fractions clustered around competingcomprehensive concepts of control, and the transnationalizationof these fractions and their projects as a consequence of thetransnational expansion of capital.13 Building on this model, Gillhas show how the transnationalized fraction, led by transnationalfinance capital, became hegemonic in the 1970s and 1980s andgained control over the U.S. and other core state apparatuses.14

Robinson has identified a similar fractionation among Third Worldelites reciprocal (and subordinate to) core fractions. He hasdocumented a "transnational agenda» of polyarchy and neo-liberalism as a particular comprehensive concept of control thatthis hegemonic fraction of core capital developed and began topromote in peripheral regions of the world system in the 1980s.15

The transnational elite thus has an economic project and a politicalcounterpart to that project. The economic project, neo-liberalism,is a model which seeks to achieve the conditions for the totalmobility of capital.16 This model includes the elimination of stateintervention in the economy and the regulation by individual nation

/ /. For discussion, ona transnational elite,see, among others,Robert Cox, «Gramsci,Hegemony andInternationalRelations: An Essay inMethod», Millennium,Vol. 12, No. 2. pp. 162-175; Production.Power, and WorldOrder, Op. Cit.; Sklair,Ibid; Robinson, Ibid.

12. Oswaldo Sunkeland Edmundo F.Fuenzalida,« Transnationalizationand its NationalConsequences)), JoseJ. Villamil (ed.),Transnational Capitaland NationalDevelopment: NewPerspectives onDependence (Sussex:Harvester, 1977). Seealso, Robinson, Ibid;Robert Cox, uGlobalPerestroika», in RalphMiliband, SocialistRegister 1992(London: The MerlinPress).

13. Kees van Der Pijl,The Making of anAtlantic Ruling Class(London: Verso, 1984).

14. Gill, AmericanHegemony, Op. Cit.

15. Robinson,Promoting Polvarchy,Op. Cit.

Page 173: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

16. See, e.g., HenkOverbeek (ed.),Restructuring

in theGlobal PoliticalEconomy: The rise oftransnational neo-liberalism in the 1980s(London: Routledge,1993).

17. The «democraticconsensus» in theHemisphere can beseen as a consensusamong an increasinglycohesive hemisphericelite on the type ofpolitical system mostpropitious to thereproduction of socialorder in Latin Americain the new globalenvironment. Fordetailed discussion, seeRobinson, PromotingPolyarchv: ((PushingPolyarchy», Op. Cit.;and Gills, et. al, Op.Cit.

18. The distinctionbetweenauthoritarianism andpolyarchy should notbe belittled, either in anormative or in atheoretical sense.Polyarchy is, in myview, normativelypreferable toauthoritarianism, andalso opens certainspace for popularclasses to struggle fortheir interests and

states over the activity of capital in their territories. The neo-liberal"Structural adjustment" programs sweeping the South seekmacroeconomic stability (price and exchange-rate stability, etc.)as an essential requisite for the activity of transnational capital,which must harmonize a wide range of fiscal, monetary and in-dustrial policies among multiple nations if it is to be able to functionsimultaneously, and often instantaneously, among numerousnational borders. This economic project is being imposedworldwide by the transnational elite through core states and theirspecialized branches, such as the U.S. Agency for InternationalDevelopment (AID), and through supranational institutions suchas the IMF and the World Bank, in coordination with New Righttechnocratic fractions in the South as «in-country» counterpartswho have gained (or view for) control over peripheral states. Thegoal is to construct neo-liberal states that exhibit three functions:assure macroeconomic stability and juridical conditions (includingthe guarantee of property rights) for the operation of capital; providethe human and physical infrastructure necessary for capitalaccumulation; and maintain social order.

In turn, the political project of this transnational elite is theconsolidation of political systems that function through consen-sual mechanisms of social control, that is, of polyarchic politicalsystems. Polyarchy, as distinct from authoritarian systems basedon coercive domination, is a form of political organization basedon consensual domination, or a Gramscian hegemony. Much recent"transitions to democracy" in the Third World are transitions fromcoercive (authoritarian)to consensual (polyarchic)forms of politicalorganization. These national transitions, in turn, are linked to newforms of transnational social control under global capitalism.17

Polyarchy is better equipped than authoritarianism under theconditions of social dislocation and political reorganization thataccompany each nation's entrance into the global economy tocontain popular sector demands. Polyarchic political systems lendthemselves to more durable forms of social control, and thereforeto stability. While mediating inter-class relations, polyarchy is alsoa more propitious institutional arrangement for the resolution ofconflicts among dominant groups. It encourages the exercise ofeffective self-control in intra-groupaffairs, and achieves, in its ideal-type functioning, intra-elite stability via compromise andaccommodation. Under the fluid conditions of an integrated globalsociety, a polyarchic system is seen as more disposed to diffusingthe sharpest social tensions and to incorporating sufficient socialbases with which to sustain stable environments.18

The United States has taken the lead in pushing the political sideof the transnational elite project, through the shift in its post-WorldWar II policy of developing strategic alliances with authoritarianregimes in the Third World (such as the alliance with the Somoza

Page 174: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

dictatorship) to its emergent policy of "promoting democracy".This new policy orientation is, at the behavioral level, an effort todevelop consensual mechanisms of transnational social control,at containing demands placed on states by newly mobilizedmajorities in the Third World, and at preempting more radicalpolitical and socioeconomicchange by attempting to steer nationaldemocratization movements and the break up of authoritarianisminto non-threatening outcomes. As is well-documented elsewhere,promoting polyarchy as a new modality of U.S. intervention isconducted through a transnationalized "democracy promotion"apparatus within the U.S. state. This apparatus includes the AID'sCenter for Democracy and Governance, the National Endowmentfor Democracy (NED), and new agencies in the Departments ofJustice and Defense, among others. It involves the use of "politicalaid>> in conjunction with the panoply of established U.S. foreignpolicy instruments, including economic and military aid, traditionaldiplomacy, and so forth. The policy seeks to foment functioningpolyarchic political systems in peripheral countries and targetscivil societies as the locus of hegemonic order and social control,in tandem with efforts to influence states.19

Polyarchic political systems tend to set boundaries in which so-cial struggles unfold whose legitimate parametersdo not transgressthe social order. Under consolidated capitalism and a functioningpolyarchic system as the political institutionalization of socialrelations of power, the political organization of opposition to thecapitalist system is generally unfettered, owing to mutuallyreinforcing ideological, institutional, and structural constraints. Whatconcerns us most is the structural power of capital, which tends tonormally block or neutralize systemic challenges without recourseto generalized coercion. Stephen Gill and David Law havedeveloped the notion of the structural power of transnational capi-tal, an extension to the global environment of similar notionsdeveloped by Fred Block, Charles Lindblom and others of the «vetopower» of capital over states. In their analysis, global economicand social forces may exercise veto power or superimpose theirpower over direct state power exercised in a Weberian sense.20

Globalization involves new forms of economic and politicalarticulation between center and periphery. It involves thepenetration of peripheral states by the transnational elite, directly,through diverse political-diplomatic and other ties between coreand peripheral states, and indirectly, through the impositions oftransnational capita! via its institutional agents (IMF, World Bank,etc.) and the structural power that global capital exercises overnation-states, particularly small peripheral ones. It involves as wellpenetration of the organs of civil society through diverse "politicalaid» and "democracy promotion" operations and the developmentof new state-civil society nexuses. Transnational nuclei, or pools,

exert influences in waysimpossible underdictatorship, even whenthe essential relations ofclass domination arereproduced throughpolyarchic institutionalstructures and processes.

19. For generaldiscussion and sixcountry case studies,see Robinson,Prompt ins Polyarchy,Op. Cit., and fordetaileddocumentation andanalysis of this U.S.policy shift as itapplies to Nicaragua,see William I.Robinson, A FaustianBargain: U.S.Intervention in theNicarazuan Electionsand American ForeignPolicy in the Post-ColdWar Era (Boulder:Westview, 1992). For asummary of U.S.agencies engaged in« democracypromotion)), see UnitedStates GeneralAccounting Office,

Page 175: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Promoting Democracy:foreign Affairs andDefense Agenciesfunds and Activities -799] to 1993, Was-hington, D.C.: GA01MSIAD-94-83, January1994. For discussionon ((political aid», as anew policy instrument,see Michael A. Samuelsand William ADouglas, ((PromotingDemocracy)), Washing-ton Quarterly, Summer1981, pp.52-65. It mustbe stressed that I amnot arguing thatexternal interventioncreates nationaldemocratizationmovements in the ThirdWorld, which arehistorically-rootedendogenousdevelopments. Thetheoretical focus is onhow externalbehavioral andstructural factors, suchas U.S. interventionand the constraints ofthe global capitalisteconomy, becometightly interwoven withmajoritariandemocratizationmovements and helpdetermine polyarchicoutcomes to thebreakup ofauthoritarianism.

20. See Stephen Gilland David Law,((Global Hegemony andthe Structural Power of

are cultivated in peripheral countries and liaison with thetransnational elite as «in-country» counterparts through a sharedoutlook and interestin new economic activities (underglobalization,the logic of local and global accumulation increasingly converge),and through diverse external political, cultural, and ideological ties.These nuclei act as "transmission belts» of the transnational agen-da by capturing key state apparatuses and ministries, by thehegemony they are expected to achieve in civil society, and bythe power they wield through their preponderance in the localeconomy and the material and ideological resources accruedthrough external linkages. In this model, the externalizationof statesand civil societies ensues. The more peripheral their status, thedeeper their externalization and the less their autonomy. As thenew international division of labor reorganizes national productivestructures, neo-liberalism gives an immanent class bias to agentsof the external sector. These agents tend to fuse with political ma-nagers of the neo-liberal state and to coalesce gradually, in aprocess checkered with contradictions and conflict, into atransnationalized fraction of the elite. This local elite is expectedto become hegemonic and to construct new national "historicblocs» that tie local social order to transnational order.

Classes are thus restructured by the globalization process. Pre-capitalist classes and autonomous domestic producers, such aspeasantries, small-scale artisans, and capitalist fractions orientedtowards domestic markets, tend to disappear. New urban and ru-ral working classes linked to transnational production processesappear. An entirely new group emerges, vast pools of"Supernumeraries" who have become alienated from the meansof production but not incorporated as wage labor into the capitalistproduction process, and which appear to be of no direct use tocapital (indirectly, they hold down wages and disburseintersubjective clusters that may otherwise pose a direct politicalchallenge to the status quo). These new classes and class fractionsshould be seen as domestic contingentsof emergent transnationalclasses, both dominant and subordinate.

Globalizing Pressures in NicaraguaWe can see all this unfolding in Nicaragua from the 1960s to the

1990s. U.S. support for the Somoza family dictatorship for nearlyfive decades reflected the pre-globalization "elective affinity"between authoritarianism and U.S. domination in the WesternHemisphere. Foreign capital poured into Central America in the1960s and 1970s, as part of the U.S.-promoted Central AmericanCommon Market, integrating the region into the emergent globaleconomy, displacing the peasantry and local artisans, and creatingnew capitalist fractions opposed to the type of «crony capitalism"that traditional autocrats such as the Somozas (or the Marcos, or

Page 176: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

the Duvaliers, etc.) tended to practice.2'All this laid the structuralbasis for the social upheavals of the 1970s-1980s. Authoritarianismcould not manage the social dislocations and reorganizationgenerated by capitalist penetration and the insertion of Nicaraguainto the nascent global economy from the 1960s and on, whichengendered pressures for its breakup. The U.S. state hadattempted to facilitatea transition from authoritarianismto polyarchy(from Somoza to the anti-Somoza elite) between 1978-79, but thiseffort failed owing to a host of country-specific reasons and historictiming. Most notable were the historic underdevelopment andpolitical weakness of the Nicaraguan bourgeoisie as a class, andtherefore the absence of a «third force» between dictatorship andrevolution, the specific insurrectional strategy designed by theSandinistas based on an accurate reading of national andinternational conditions, and the lack of an established and well-oiled U.S. "democracy promotion" apparatus that couldeomplement traditional diplomacy in U.S. policy.22

The Sandinista revolutionary forces constructed a viable counter-hegemony to the dictatorship and seized state power in the 1979revolution. This was a momentary political «opening» in the worldsystem, as seen through the model of Third World revolutionsrecently advanced by sociologist John Foran.23 But the structuralconstraints of globalization, combined with U.S. policy, madeimpossible a viable basis for consolidating and sustaining a so-cial revolution out of the initial political opening, independent ofbehavioral factors such as Sandinista state conduct. The projectcollapsed owing to a host of internal and external, subjective andobjective factors, including a model of revolutionary popular/participatory democracy that was flawed due to the subordinationof civil society to the state and Sandinista «vanguardist» abusesof power. But irrespective of the shortcomings of the Sandinistamodel of revolutionary democracy, the project was not viable dueto global structural factors. This structural power of transnationalcapital conjoined with the vastly superior direct power of the U.S.state, applied through a massive destabilization campaign, to makeunworkable a popular alternative to polyarchy and free-marketcapitalism.24

The links are complex and multifarious between structuralpressures bound up with globalization and changes in internalNicaraguan economic, social, political and other variables fromthe 1960s to the 1990s. Apart from behavioral factors (e.g., con-crete policy decisions taken by the Sandinistas), the globalstructural context Nicaragua faced in the 1980s pushed therevolutionary government into class alliances with modernizingcapitalist fractions that had emerged in the 1960s and 1970s.25

These fractions, distinguishable from Somocista crony capitalists,remained linked to the international capitalist market during the

Capital», InternationalStudies Quarterly, Vol33, No. 4, pp.475-499;Fred Block, «TheRuling Class Does NotRule: Notes on theMarxist Theory of theState», The SocialistRegister, No. 7, May-June 1977,pp.6-28;Charles E. Lindblom,Politics and Markets:The World's Political-Economic Systems(New York: BasicBooks, 1977).

21. Among many workson the CentralAmerican post-WWllpolitical economy, seeVictor Blumer Thomas,The Political Economyof Central AmericaSince 1920(Cambridge:Cambridge UniversityPress, 1987); JaimeWheelock, Imperialis-mo v Dictadura(Mexico City: SighXXI, 1975).

22. See Robert A.Pastor, Condemned toRepetition: The UnitedStates and Nicaragua(Princeton: PrincetonUniversity Press,1987), for discussionon the failed 1978-79transition to polyarchy,as told by an insider inthe policymakingapparatus at the time.

Page 177: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

23. John Foran, «ATheory of Third WorldSocial Revolutions:Iran, Nicaragua, ElSalvador Compared)),Critical Sociology,Vol. 19, No. 2, 1992,pp. 3-27.

24. We see in thisprocess the linkbetween the structuraland the behavioral.The structural powerof transnationalcapital was expressedprecisely in the abilityof the U.S. State as thebehavioral agent ofhegemonictransnational capitalto isolate Nicaraguafrom internationalmarkets and creditsand to transform indiverse ways thebehavior of domesticNicaraguan actors,although spaceconstraints limitdiscussion.Literatureon the U.S. war and onthe Sandinista attemptat popular democracyis voluminous.

For the first, see, e.g,Thomas A. Walker,Reagan Versus theSandinistas: TheUndeclared War onNicaragua (Boulder:Westview, 1987);William I. Robinsonand Kent Norsworthy,David and Goliath:The U.S. War Against

Sandinistas' rule, increasingly replaced the state as the principalintermediary between Nicaragua and those markets, anddeveloped ties to emergent U.S.-led transnational fractions. Theyacted as points of access for U.S.-transnational penetration,including a structural capacity to impose policies on the Sandinis-ta state, such as private agri-business and industrial subsidies,which undermined the classes that constituted the revolution'ssocial base and reoriented internal power away from these classesand towards an elite in the process of reconstitution.25 From themid-1980s and on, the objective of the U.S. war changed from amilitary overthrow of the Sandinistas by an externally-basedcounterrevolutionseeking an authoritarian restoration, to new formsof political intervention under the rubric of "democracy promotion"in support of an internal «moderate» opposition. This opposition,organized and trained through large-scale U.S. political aidprograms, operated through peaceful (non-coercive) means in civilsocietytoundermineSandinistahegemony.culminatingin the 1990electoral defeat of the Sandinistas and restoration of the elitethrough a nascent polyarchic political system.27 After the elections,a coalition led by an embryonic transnationalized nucleus (knownat the time as Grupo de Las Palmas) took over the state, particularlysuch key ministries as Finances, the Economy and Development,the Central Bank, and Foreign Affairs, and the highly-centralizedexecutive itself, through the powerful Ministry of the Presidency,headed by Antonio Lacayo, son-in-law of the new president, Vio-leta Chamorro.28 The reinsertion of Nicaragua into the globaleconomy and a far-reaching neo-liberal restructuring ensued.

The global economy from the 1960s to the mid-1990s squeezeddomestic market producers in general, and in particular, theNicaraguan peasantry, which became semi-proletarianized in thepost-WWII period. The Sandinista agrarian reform prolonged thelife of this class and other domestic economic agents. But thereconstitution and preservation of a peasantry was not viablestructurally. To give one example, it required state subsidizing ofpeasant production for export and of internal consumption (theattempt at national autonomy) to align internal prices with worldmarket prices (the global structural factor beyond national con-trol). In turn, price supports and other subsidiesfed macroeconomicdisequilibrium which further undermined the viability of arevolutionary project trying to survive in an integrated globaleconomy and society. To give another example, the need for laborin the agro-export sector (whose continued existence was dictatedby extra-nationalforces), largely in the hands of a rural bourgeoisie,limited the scope and pace of agrarian reform and strengthenedthe Sandinista alliance with objectively counterrevolutionaryforces.29 The push and pull of rural class transformation becamelinked with a U.S-led armed counterrevolution (the «contras»)

Page 178: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

whose social base became the peasantry. Peasant resistance toSomoza and the Sandinistas responded to the incursion ofsocioeconomic forces that undermined their status yet also madeimpossible a new equilibrium for the peasantry as a class.30 Theneo-liberal program in place in the 1990s, including the restorationand modernization of agri-business and credit and price structuresthat closely tied the domestic economy to the world market,constituted the consummation of globalizing pressures in theNicaraguan countryside. It is doing away, possibly for good, witha peasantry.31

The global capitalist economy has exercised macro-structuralcausality in this highly complex scenario spanning severaldecades. The U.S. state acted as the point of external linkage withthe transnational pool since 1990. In the next section, I use theframework laid out above to analyze developments in Nicaraguasince 1990. Globalization pressures reached a "critical mass» withthe transfer of state power from the Sandinistas to Chamorro, andopened the way for the crystallization of the transnational agendain the country. I shift from structural to behavioral analysis, with aspecial focus on U.S. policy as the external agent facilitating thesetransnational processes.

Constructing polyarchy and a neo-liberal state in Nicaragua

U.S. Intervention after the SandinistasThe 1990 electoral defeat of the Sandinistas was as much a

stunning success for new U.S. doctrines of low intensity warfareand the strategy of promoting polyarchy as it was a dramaticstatement to the limits of change in any one country in the age ofglobalization. Following the formal change of government, U.S.intervention entered a new stage, that of advancing thetransnational agenda under Nicaragua's unique conditions of anunravellingrevolution, an uncertain regime change, and gelatinous,war-torn economic and social structures. The agenda wasadvanced through multilateral agencies and Inter-GovernmentalOrganizations (IGOs), the judicious use of U.S. economic andpolitical aid allocations, bilateral diplomacy and other forms of corepower statecraft.32 The goals became: 1) to' dismantle whatremained of the revolution, including the partial transformation ofproperty relations in favor of the popular classes that had takenplace, the revolution's juridical structure, and its military apparatus;2) to reconstitute a propertied class and a political elite under theleadership of New Right "technocrats-' tied to the internationalcapitalist order and attuned to the transnational agenda; 3) toconstruct a neo-liberal state; 4) to deepen the process, begun in

Nicaragua (New York:Monthly Review Press,1987). For the second,see, e.g., Harry E.Vanden and GaryPrevost, Democracyand Socialism inSandinista Nicaragua(Boulder: LynneRienner, 1993);Vanessa Castro andGary Prevost. Eds. The1990 Elections inNicaragua and TheirAftermath (Lanham,MD: Rowland andLittlefield, 1992); JoseLuis Corragio, Nicara-gua: Revolucion yDemocracia (MexicoCity: Editorial Linea,1985).

25. These post-1979alliances were notmerely a continuationof the anti-Somozanational coalition. TheSandinista governmentattempted a more«pure» class project inthe first few years, butthen backed off as theinternational context ofthe revolution - a veryunfavorableenvironment forsocialist experimentsand the inordinatepressure the U.S. couldapply - became clear.On the relationshipbetween the capitalistclass, fractions therein,and the revolution, seeRose Spalding,Capitalists and

Page 179: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Revolution in Nicara-gua: Opposition andAccommodation, 1979-1991 (Chapel Hill:University of NorthCarolina Press, 1994).

26. Among muchliterature on Sandinistaeconomic policies andclass alliances theyinvolved, see CarlosVilas, Per files de laRevolucion Sandinista(Buenos Aires: EditorialLegasa, 1985); RichardStahler-Sholk,((Stabilization,Destabilization, and thePopular Classes inNicaragua, 1979-1988», Latin AmericaResearch Review, Vol25, No. 3 (Fall 1990),pp. 55-88. In distinctionto many such critiques,

I argue that constraintsto revolutionarytransformation werestructural and werelocated within theglobal system ratherthan in the behavioraldecisions (policiesselected among policyoptions) of theSandinistas.

27. For detaileddiscussion, seeRobinson, A FaustianBargain, Op. Cit.

28. Finance MinisterEmilio Pereira, DeputyForeign Minister Jose

the 1980s, of penetrating Nicaraguan civil society and constructinga counter-hegemony to that won by the Sandinistas therein, and;5) to oversee the reinsertion of Nicaragua into the global economyand tie internal social order to transnational order.

After a year-long study, the newly-opened AID mission in Nicara-gua (the AID had withdrawn altogether from the country in 1981)stated in a report laying out overall U.S. policy for 1991 to 1996,the year in which the next elections were scheduled: «The strategypresented in this document is an extremely ambitious one. It isdifficult to overemphasize the degree of change in the Nicaraguaneconomy and Nicaraguan society which it envisions».33 TheStrategy Statement, a remarkable blueprint for the construction ofa neo-liberal republic, laid out a comprehensive program ofrestructuring every aspect of Nicaraguan society on the basis ofthe economic power the United States and the internationalfinancialagencies would be able to wield over the shattered country. Thestrategy involved what Nicaraguan economist Angel Saldomandotermed «counter-reform» in every institutional and policy arena.34

Such massive economic and institutional restructuring wouldlogically lead to change in the correlation of internal political andsocial forces and thus provide a solid material basis for the moregradual yet crucial cultural and ideological dimensions of «slow-motion counterrevolution".

The Sandinistas surrendered the formal executive apparatus. Butthis transition unfolded within a juridical framework developedunder the revolution, whose social, economic, political andideological structures were still in place. The electoral defeatplunged the Sandinista party, its social base and legitimacy alreadyseriously eroded, into a sharp internal crisis over programs,ideological orientation and strategy. But the FSLN in 1990 was stillthe largest and best organized party in the country. The popularclasses remained politicized and mobilized in the old massorganizations, and even more so, in new social movements thatflourished after the 1990 elections. The vote for the UNO did notrepresent internal consensus on a heo-liberal program. And neitherold and new fractions of the Nicaraguan elite nor the United Statescould count, in 1990, on a repressive military apparatus to imposetheir agenda, since the Sandinista People's Army (EPS) remainedlargely intact following the change in government. The new Ministerof the Presidency, Antonio Lacayo, was forced to recognize that«what happened in Nicaragua was not a social revolution, but anelectoral victory within the legal order».35

The difficulties in the neo-liberal project became evident in themonths following Chamorro's April 1990 inauguration. The newgovernment announced sweeping neo-liberal measures, includingmassive public sector layoffs, privatizations, rate increases in

Page 180: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

transportation, utilities and other services, a sharp reduction insocial spending, and the elimination of subsidies on basicconsumption. The measures triggered two consecutive national-strikes, in May and in July, both of which paralyzed the countryand demonstrated the popular classes' willingness and ability tomount resistance. The new governmentwas forced to compromise.The program would have to be implemented gradually, through astrategy of «slow-motion counterrevolution". Nicaragua entered aperiod of endemic social conflict, in which cycles of standoff,negotiation, and compromise, alternated with peaceful and violentstrikes, demonstrations and clashes in the countryside and thecities. Chronic instability and social conflict provided the backdropto ongoing realignments of the country's political forces and a«creeping» implementation of the neo-liberal program.

Following the elections, Washington approved a two-year $541million assistance package, including approximately $25 millionin political aid channeled through the AID and the NED.36 The AIDprogram in Nicaragua became the~ largest in the world, and theEmbassy became the most heavily staffed in Central America.Personnel increased from 78 accredited diplomats in 1989 to over300 by mid-1990.37 Penetration of the Nicaraguan state followingthe vote was immediate. The AID sent a team of international legaladvisors to the Chamorro transition team and provided the Centerfor Democracy, a quasi-private U.S. group tied to the U.S. state's"democracy promotion" apparatus that had handled several milliondollars in U.S. anti-Sandinista political aid funds in the 1980s, withnew funds to set up a permanent office in Managua to advise andtrain legislators from the National Opposition Union (UNO), theanti-Sandinista coalition that had run Chamorro as its candidate inthe 1990 elections.38 The AID sent advisors and funds: to theNational Assembly «to improve its internal operations in resolvingconflict and forging consensuson national policy» and to implement"Constitutional reforms»; to the Electoral Commission, «to prepa-re for and monitor the 1996 national elections"; to judicial institutionsand to the Comptroller General, «to install financial controls ingovernment institutions"; and to municipal governments, to helpin "implementing overall [U.S.] strategy".39

The ideological dimensions of slow-motion counterrevolutioninvolved two aspects. One was rooting out any vestige of Sandi-nista influence and incorporating into a new historic bloc theNicaraguan masses, whose consciousness and "daily practices"had been transformed in ten years of revolution. As Nicaraguansociologist Oscar-Rene Vargas noted, revival of a latent fatalismand submissiveness of the popular classes would have to relyheavily on cultural and ideological mechanisms.40The other aspectwas inculcating a polyarchic political culture (a «civic culture")among the elite as an important component of reconfiguring a

Pallais, and severalCentral BankPresidents, alltechnocrats trained atHarvard or other elite«global universities»and with transnationalties developed duringposts held prior to 1990in such institutions asthe World Bank, theInter-AmericanDevelopment Bank(IDB), are examples ofthis nucleus. Theyrepresented theNicaraguan 1990svariant of the Chilean((Chicago Boys», quietlyadvancing the neo-liberal agenda behindthe noisy and muchmore visibleconjunctural politicalsquabbling of a fractiouspolitical elite. Fordiscussion on Grupo deLas Palmas see Oscar-Rene Vargas, A dondeva Nicaragua: Perspec-tivas de una Revolutionlatinoamericana,(Managua: EdicionesNicarao, 1991).

29. See, e.g., discussionin Laura Enriquez,Harvest ins Change(Chapel Hill: Universityof North Carolina Press,1991).

30. See, among manyworks and debates,Alejandro Bendana,Una Tragedia Campesi-

Page 181: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

na (Managua: CEI,]99l)', Orlando Nunez,Ed., La Guerra enNicaragua (Managua:C1PRES, 1991);Enriquez, Ibid.

31. In brief, amonograph by theCentral AmericanUniversity's Nitiapanresearch instituteidentified in 1994240,000 ruralhouseholds, of whichsome 80,000 wereproletarianized or semi-proletarianized, 90,000were small and mediumproducers tied to themarket, under theeconomic andorganizationalleadership of some2,400 agri-businessenterprises. These agri-business enterprises setoverall conditions andinfluence state policiestowards the agriculturalsector. Small andn\edium producers werein an unstable processof moving «upward»into capitalist farmingor «downward» intoproletarianization. Theremaining 75,000constituted thepeasantry proper, ofwhich 62,000 werecreated by the Sandinis-ta agrarian reform, andwere the target of extra-economic (legal) andeconomic (principallycredit and related

domestic bourgeoisie. The Sandinista revolution had furtherdisfigured a bourgeoisie that as a class had remained historicallytruncated as a result of Nicaragua's particular history, externaldependency and decades of dictatorship.41 Political aid playedan important role in these endeavors.

In the view of U.S. officials, the development of a polyarchicpolitical culture among the elite and the legitimization of a neo-iiberal social order among the population was the crucialcounterpart to eroding the revolution's value system. Themanipulation of religious values, patriarchal and traditional cultu-ral patterns, and economic insecurities was central to this political-ideological endeavor. One of the first steps was the penetrationand restructuring of the educational system as a key institution ofideological reproduction. The AID allocated $12.5 million to replacetextbooks used in public schools that were developed under theSandinista government. The old texts were ordered burned by thenew Minister of Education, Humberto Belli. The new «depoliticized»textbooks began with the «Ten Commandments of God's Law»,referred to divorce as a «disgrace» and to abortion as «murder»,and stressed the importance of «order in the family», as well as«obedienceto parents and legitimateauthorities».Cathoiicismwasdefined in the geography textbook as the world's dominant religion,«based on the preaching of Our Lord Jesus Christ». The worldhistory text asserted that all U.S. interventions were carried out tobring «peace and stability" to countries around the world. TheAID's director in Nicaragua, Janet Ballantyne, stated that thetextbooks would help "reestablish the civics and morals lackingin the last eleven years».42

Parallel to the penetration of the Nicaraguan state, U.S. officialscontinued funding political aid programs with anti-Sandinistagroups that had begun in the mid-1980s and also introduced newones. The purpose of these post-electoral programs was no longerto develop anti-Sandinista constituencies in civil society that couldcontribute to the effort at displacing the Sandinista governmentfrom state power. Rather, it was to contribute to a depoliticizationof the population, to eclipse the more militant grassroots socialmovements, and to incorporate key sectors into an emergenthistoric bloc under the hegemony of a reconstituted private sec-tor. Funding for the Permanent Workers Congress (CPT), a groupthat had been supported by Washington in the 1980s, was intendedto «offer alternatives to radicalized Sandinista unions».43 Otherfunding went for new "training arid civic education" programsamong «youth, women, teachers, professionals, cooperatives andcommunity development organizations".44 The NicaraguanWomen's Movement, set up in 1989 with U.S. funds to competewith more radical Sandinista and independent women's groups,was to «rescue religion and the family from the libertine philosophy

Page 182: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

of the Sandinistas». The organization would help women overcomemisfortunes they suffered as a result of the Sandinistas - such as"abandonment by men, battery, sexual laxity, and lesbianism» -and their «contempt for Christian morals».45 Similarly, a nationalyouth organization also organized in 1989 with U.S. funds, was toconcentrate on «the transmission of a moral and Christianorientation» to overcome the «great decadence in values» broughton by the Sandinista revolution.46

While U.S. political aid poured into the country along witheconomic aid (see below), military aid to the EPS was ruled out byU.S. officials. The preservation of a popular army born out ofrevolution deprived the Nicaraguan propertied classes of arepressive instrument. «The military and the police currently aredominated by Sandinista supporters", stated the AID StrategyStatement. «Loyalty of these institutions and its members to thecurrent government is questionable and their actions in responseto public disturbances over the last year have raised doubts aboutwhether they respond to the dictates of the party or the mandate ofthe government". It concluded: «these institutions must be'professionalized' so they can perform their proper function insociety as guarantors of security and justice".47 The Bush and theClinton administrations applied enormous pressure following theelections, including diplomatic threats and the temporarysuspension of U.S. aid disbursements on several occasions, topurge the EPS leadership and to «de-Sandinistize» both the armyand the police, as part of broader pressures to push forward slow-motion counterrevolution. In mid-1992, the Bush administrationfroze aid disbursements altogether, a decision that the incomingClinton administration ratified. In April 1993, following negotiationswith Nicaraguan officials, the Clinton administration finally releasedthe frozen funds, but with numerous conditions attached. Amongthem were: a purging of Sandinistas from the government; thedismissal of army chief Humberto Ortega (a Sandinista) and otherhigh-level EPS officers; further progress in returning properties totheir pre-revolutionary owners and/or privatizing them to nationaland foreign investors; constitutional reforms and other overhaulsof the government structure.48

By late 1993, these pressures had registered some success. Acombination of def unding, restructuring and the recruitment of newpolice officers from the ranks of the former contras and right-wingpolitical activists had gone a long way in turning the police into atypical Latin American repressive force, routinely breaking upstrikes, disbursing popular protests, and so forth. More importantly,the EPS leadership itself came to develop a corporate identity ofits own once it was no longer tied to a revolutionary state. The EPSleadership came to view the army's institutional-integrity asdependent on achieving legitimacy in the eyes of the local elite,

policies) pressuresresulting in a breakupof this sector (seebelow.) The Nitlapanreport was reproducedin part, andsummarized, in UnitedStates Agency forInternationalDevelopment, «Nicara-gua 2000: A Vision forthe Year 2000», U.S.Embassy, Managua,1995:30-37. Theundermining of thepeasantry is alsodiscussed in detail inJon Jonakin,.«Agrarian Policy andCrisis in Nicaragua'sPolitical Transition)),paper presented to theXIX InternationalCongress of the LatinAmerican StudiesAssociation, September28-30, 1995, Washing-ton, D. C. Jonakin notesthat in 1993 alone upto 40,000 smallproducers facedforeclosure.

32. On post-1990 U.S.policy towards Nicara-gua, see among others,Vargas, A donde vaNicaragua, Op. Cit.;William I. Robinsonand Kent Norsworthy,'The NicaraguanRevolution since theElections,'CrossRoads, 6(January 1991), pp.21 -27; Midge Quandt,«U.S. Aid to Nicara-

Page 183: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

gua: Funding theRight», Z Magazine,(November 1991),pp.47-51; George R.,Vickers and JackSpence, «T\vo YearsAfter the Fall», WorldPolicy Journal(Summer 1992),pp.533-562; Robinson,A Faustian Bargain,Op. Cit., pp. 163-167;Promoting Polyarchy,Op. Cit., chapter onNicaragua.

33. ((CountryDevelopment StrategyStatement: USA ID/Nicaragua 1991-199 6»(Washington, D.C.:Agency forInternationalDevelopment, June 14,1991),pp.62-63.

34. Angel Saldomando,El Ret or no de la AID,Caso de Nicaragua:Condicionalidad yReestructuraion(Managua, EdicionesCRIES, 1992).

35. Remark madeduring an April 5, 1990press conference, citedin «Family Frictions»,Barricada Internacio-nai Vol. 10, No. 320,April 12, 1990, p. 3.

36. For the $541 millionfigure, see AID, StrategyStatement. ((ResourceTable», appearing on an

Washington and the international community. Achieving legitimacymeant adopting a doctrine of "Constitutionality" and demonstratingits ability to repress protests by popular sectors when such protesttransgressed legal or institutional channels.49 In the 1990 generalstrikes, the EPS ignored government orders to violently repressthe protesters, arguing that its constitutional mandate was limitedto defending the country's sovereignty from foreign aggression,not to use force in internal political events. But over the next severalyears, the EPS began more and more to violently dislodge peasantswho had taken over land in the countryside, to attack strikingworkers who occupied factories or government offices, and to breakup often-peaceful street demonstrations.

Reinsertion Into The Global EconomyParallel to this political aid, and with a more long-term focus,

U.S. economic aid went to bolster the debilitated private sector,for balance-of-payments assistance, and to pay debt arrears tothe World Bank and the IMF. The AID made disbursal of allassistance contingent on stringent conditions with regard to theChamorro government's social and economic policies. The AID'SStrategy Statement stipulated across-the-board conditionality. Thelargest portion of U.S. aid never even entered the country since itwent to pay arrears to private foreign lenders and internationalagencies, which reestablished the country's credit standing andopened the spigot for new lending from the World Bank and theIMF. World Bank and IMF representatives, together with AIDofficials, designed a comprehensive neo-liberal structuraladjustment program and made all credits, disbursements, anddebt restructuring contingent on compliance with this program.50

After 1992, Washington began to phase out bilateral U.S. aid andreplace it with funding from the international agencies.51 U.S. aidwas a transitional mechanism for Nicaragua's insertion intointernational financial structures representing transnational capi-tal. This foreign aid inserted Nicaragua inexorably into the globaleconomy. By 1992, Nicaragua's .foreign debt stood at nearly $11billion, one of the highest per-capita debts in the world. Of a totalof $1.2 billion in foreign bi- and multilateral aid allocated for thecountry in 1991, over $500 million - or 43 percent - went for debtservicing. Another 26 percent went for imports, mostly of consumergoods. Figures for 1992 and 1993 showed an almost identicalpattern. Nicaraguan paid out $495 million in 1992 in interest aloneon this debt, and, according to government projections, wasscheduled to pay in debt servicing (principle and interest) $508million in 1993, $629.8 million in 1994, $654 million in 1995, and$733 million in 1996. (In comparison, export earnings stood at $217million in 1991.) S2 Debt-servicing would clearly be a powerfulmechanism for many years to come in compelling a thorough

Page 184: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

restructuring of Nicaragua's productive structure in accordancewith a changing world market and the new international division oflabor. This point is crucial: the need to earn foreign exchange topay back the debt requires that nations restructure their economiestowards the production of exports («tradables») in accordancewith the changing structure of demand on the world market. Overan extended period, debt contraction and subsequent reservicingstrengthens those sectors with external linkage and redistributesquotas of economic and political power towards new groups linkedto transnational finance capital.53

The international economic straightjacket imposed on Nicara-gua was accomplishing what direct repression might haveaccomplished under authoritarian arrangements in an earlierperiod, or elsewhere, such as in the counter-reform program inChile following the 1973 coup d'etat. For instance, the AID's"agricultural reform» did not propose the forcible return of landsto their prior owners. Rather, it called for privatization of theeconomy, the promotion of agro-exports, and property ownershipdetermined by free market forces. This purely «economic» criteriaapplied under the banner of «efficiency» and fiscal and monetarypolicies to achieve macroeconomicstability acted as non-coercivemechanisms that alienated peasant small-holders, undermined thepeasantry as a class, reconcentrated land, and fomented a new,modernized capitalist agri-business sector. Macroeconomicstability mandated «realistic» interest rates, a drastic reduction inbank credit to small-holders and the elimination of governmentprice guarantees for the peasant sector. At the same time, thegovernment was explicitly prohibited by an April 1994 agreementsigned with the IMF to replenish state bank funds, yet newinternational credits went to capitalizing new private banks (seebelow). While state banks catered almost exclusively to peasantproducers, the private banks lent almost exclusively to agri-business. 54 Deprived of credit and other state services, andtherefore the means to compete in the market, peasants were forcedto sell their land. The promotion of large-scale export agricultureover food production for internal consumption also underminedthe peasantry, since peasant producers accounted for nearly 100percent of domestic food production, while export crop productionwas mostly in the hands of large landholders and agribusiness.The credit structure and fiscal and monetary policies designed bythe AID and the international agencies benefitted a reorganizeddomestic propertied class that set about to reinsert Nicaragua intothe international market. In 1993, for instance, 28,000 small farmersreceived no credit whatsoever, while just nine newly consolidatedcapitalist agri-business and export groups monopolized over 30percent of all credits.55 In late 1994, the Banco Nacional de Desa-rrollo (the principal state bank catering to peasant production),

unnumbered pagefollowing the lastnumbered page (63). Seealso: AID, ((Nicaragua:A Commitment toDemocracy,Reconciliation, andReconstruction)), (March1990 «Fact Sheet»prepared for reportersand the public);((Economic AssistanceStrategy for CentralAmerica, 1991-2000)),Washington, D.C.: AID,January 1991. Fordetailed analysis, see theexcellent studies bySaldomando, Ibid., andinterview withSaldomando, ((USAID'sStrategy in Nicaragua)),ENVIO, Vol. 12, No. 142(May 1993), pp. 23-31.

37. Robinson, A_Faustian Bargain, Op.Cit.,p.l64.

38. Ibid, p. 163.

39. AID, StrategyStatement, Op. Cit.,pp.47-48.

40. Vargas, A dondeva...?, Op. Cit.

41. For the historicroots ofNicaraguanclass formation, see,e.g., Bradford E. Burns,Patriarch and Folk:The Emergence ofNicaragua, 1798-1858

Page 185: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

(Cambridge: HarvardUniversity Press,1991); and JaimeWheel ock 's dependencyperspective in Imperia-lismo v Dictadura, Op.Cit.

42. For details on theAID textbooks, seeQuandt, 'U.S. Aid toNicaragua...', Op. Cit.

43. AID, StrategyStatement, Op. Cit.,p. 46.

44. Robinson, A_Faustian Bargain, Op.Cit., p. 166.

45. Quandt, 'U.S. Aid toNicaragua...', Op. Cit.

46. Ibid.

47. AID, StrategyStatement, p. 20.

48. See U.S.Department of State,Office of the AssistantSecretary Spokesman,press release title({Statement by RichardBoucher, Spokesman)),dated April 2, 1993.

49. For an explanationof this doctrine, asdescribed by HumbertoOrtega, see interviewwith Ortega in Barrica-da, December 29, 1992.See also Humberto

prohibited from recapitalizing by agreement with the IMF, wasforced to shut down 22 of its branches around the country and toraise interest rates to market levels determined by the large-scalecapitalist sector, effectively denying credit to 50,000 peasantfamilies.56 This same credit and related adjustment policies alsoundermined urban workers and small-holders. U.S. andinternational aid, for instance, was made conditional on the speedyprivatization of 400 state enterprises, representing 40 percent ofthe GNP. Militant labor struggles to have public enterprises turnedover to workers collectives led to the creation of a new trade-unionowned «Area of Workers Property", comprising some 25 percentof privatized firms. But the same mechanism of credit allocationbegan to undermine the viability of these worker-run enterprises.Privatization thus became synonymous with a reconcentration ofproperty.

Trade liberalization was also a powerful instrument of internalsocial recomposition and economic reorganization, complementaryto the effects of the debt and of other adjustment policies. Itstrengthened agents, particularly those linked to externalconstituencies, and weakened others, with concomitantimplications for the relative political influence of different sectors.In 1991, public consumption dropped 35 percent and privateconsumption rose 33 percent, indicating a converse relationbetween the drop in government spending on social services forthe popular sectors and an increase in private consumption amongthe tiny upper and middle classes. As a result of the suddenopening of the market to imports, Nicaragua experienced an importboom that forced thousands of small-scale industrial andagricultural producers into bankruptcy. The majority of new importswere not inputs for production but consumer goods, especiallyluxury items, benefiting a new high-incomesector, as well as large-scale importers who began to use newly accumulated capital topurchase properties and establish financial concerns, thuscontributing to the process of a reconcentration of wealth and arestoration, under new conditions, of pre-revolutionary propertyrelations.57

Commercial reactivation through non-productive imports was acalculated element in U.S. strategy, conducted through aCommodity Import Program (CIP) whose stated purpose was tostrengthen the private sector.5S The CIP was tied to a program tocreate 10 private banks, for which purpose the AID spent $60 milliondollars in 1991 and 1992 alone in capitalization funds and-incommodity imports by large-scale private importers financed bythese private financial institutions. The importers and the membersof the new banks' boards of directors often overlapped, fomentingthe development of powerful new economic groups.59 In this way,private banks rather than the Nicaraguan state channeled external

Page 186: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

resources, including balance of payments support that flowed into the private banks from the AID and the IMF.60 A private bankingsystem was to act as a direct link between emergent Nicaraguanentrepreneurs and transnational finance capital. The AID StrategyStatement stated that a key purpose of these banks would be tomobilize internal resources for the activities of domestic and foreigninvestors. Another purpose was to transfer the money supply,credits, credit policy-setting, and the financial levers of the economyfrom the state to the private sector, thereby giving a powerful boostto the reconstitution of a hegemonic propertied class linked totransnational capital and with the capacity and resources to fomenta new economic model for Nicaragua (see below).

The consequence of these financial, credit, commercial andrelated adjustment policies are an example of how, in the era ofthe global economy, transnational capital comes to penetrate,disrupt, and incorporate into its structures sectors previouslyoutside of (or enjoying a certain autonomy vis-a-vis) the globaleconomy. Land reconcentration meant immiseration for theexpanding ranks of the newly dispossessed peasantry.Simultaneously, in the first year of the adjustment program alone,nearly 20 percent of the country's salaried workers lost their jobsas a result of mass dismissals of civil servants and of workers inproductive public enterprises.61 Some 60 percent of theEconomicallyActivePopulation was under or unemployed by 1991.62 Yet, in the larger scheme of things, the alienation of small-holders,property reconcentration, and the contraction of public sectoremployment helped facilitate conditions for the new economicmodel for Nicaragua envisioned by transnational capital and itslocal representatives. In this model, Nicaragua's reinsertion intothe g lobal economy was to be based on a modernized agro-exportsector emphasizing «non-traditional» exports (Non-TraditionalAgricultural Exports, or NTAEs) and on maquiladora assemblingactivities in urban-based duty free export zones, as part of CentralAmerica's position as the southern rump of the emergent NorthAmerican free trade zone.63 In 1990, the government set up in theoutskirts of Managua the first of what was to be a series of tax-free«zonas francas» for transnational companies. By 1993, some onedozen companies were operating mostly textile plants, payingwages of $30 a month to mostly female workers under stateregulations prohibiting unionization.64 Export-oriented agri-businessand maquiladora assemblage required abundant cheap labordrawn from a huge pool of propertyless laborers and theunemployed, alongside a reserve army of the unemployed keepingwages down. The neo-liberal program was creating just such alabor force through privatization, mass public-sector layoffs, thereconcentration of rural and urban property holdings, and so forth.In turn, U.S. political-ideological intervention discussed above

Ortega, Nicaragua:Revolution v Democra-cia, Mexico City:Organization EditorialMexicana, 1993 (?).

50. See, e.g., AdolfoAcevedo Vogl, Nicara-gua y el FMI: El PozoSin Fondo del A juste,Managua: EdicionesCRIES, 1993, and«Algunas Implicacionesde los Acuerdos con elFMI y El BancoMundial (ESAFy elERC-il)para el Paisyla Sociedad Nicara-giiense», Managua:CRIES, Documento deTrabajo No. 94/2,Marzo 1994; Jose LuisMedal, Nicaragua:Politicas deEstabilizacion v Ajuste,Managua: Nitlapan,1993.

51. See Roberto Larios,«Bowing BeforeFinancialOrganizations}},Barricada Internatio-nal VolXlII, No. 367-8,Nov/Dec 1993, pp. 8-9;Nitlapan/CRIES, De laDeuda Externa a laBusqueda de Alternati-vas para el Desarrollo,Managua, August 1994.

52. For these detailsand statistics, see AnneLarson, «Foreign Debt:Where Have All the

Page 187: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Dollars Gone, ?»Envio, Vol. 12, No.143, June 1993, pp.4-10; See also NitlapanJCRIES, Ibid.

53. For discussion,see, e.g., variouscontributions inBarbara Stallings andRobert Kaufman, Debtand Democracy inLatin America(Boulder: Westview,1989).

54. For these details,see AID, «Nicaragua200Q». This AID reportwas explicit: ((Privatebanks will dramaticallyincrease their lendingto the agribusinesssector. Producers willincreasingly dependupon production loansfrom input suppliers,processors, andexporters rather thanbanks [in this way,agricultural producersare linked to the globalmarket, not onlythrough marketing, butthrough commercialintermediaries whoimport productionsinputs]. The role of theBAN APES (BancoNacional de Desarro-llo, the principal statebank catering topeasant producers)will diminish)), (p. 40,emphasis in original).

strived to assure that this labor force would be docile andsubmissive in its political behavior.

All this was part of the far-reaching process of class restructuring,including atomization of the formerly well-organized working class,proletarianization of the peasantry, and the development of a NewRight elite comprised of a modernized private sector andadministrative «technocrats»."U.S. aid was used to finance severalelite universities and technical institutes, including a new AID $3,1million program in the Central American Institute of BusinessAdministration (INCAE) to «train consultants" and place them indifferent government ministries as "technical and economicadvisors».65 The neo-liberal program, with its distinct class bias,placed the burden of adjustment on public and formal sector wageearners and the domestic market and favored exporters, large-scale producers, and commercial and financial conglomeratestiedto transnational capital.

The transnational agenda advanced through U.S. economic andpolitical aid programs and the internationalfinancial agenciescouldnot be realized without national actors strong enough to act asmediators and attuned to the transnational strategy. Direct U.S.support for a reorganized private sector through the CIP, the privatebanks, the privatization process, and so forth, had the preciseintent of building up these national actors. The goal was to fomenta «modernizing» elite with the capacity to: 1) influence statepolicies; 2) influence civil society through predominance in theeconomy; 3) serve as local links to transnational capital; 4) developits own economic power and give it the ability to promote andmanage capital accumulation within the new economic model. U.S.programs intended to build ties to local elites and challenge po-pular sectors sought to penetrate the state and civil society, toform a network of institutions in civil society as structures parallelto the state and able to instrumentalize the state, and to develop anexus of state-civil society linkages displaying an interprenetrationof interests and personnel between the government and «private»spheres. These linkages were developed through closecoordination among, and institutional interpenetration between, thegovernment (managing the state) and a private sector elitehegemonic in civil society. Although the appointment of numerousU.S. advisors in key economic, social and policy-planningministrieswas a requirement of U.S. aid disbursals in the first years after theelections,66 a more important activity funded by the United Stateswas the creation of a core of New Right «technocrats» thoroughlytrained and ideologically seeped in the worldview and logic of thetransnational elite - people who, in the long-term U.S. strategy,would eventually go on to assume the reins of the Nicaraguanstate and establish internal hegemonic order linked to transnationalhegemony.

Page 188: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Changing International Political Alignments andInternal-External Articulation

Foreign policy as the pursuit of the interests of states in theinternational arena is an expression of a particular socioeconomicstructure and the resultant class character of a state. Nicaragua'sinternational political alignments are best seen in light of van derFiji's conception of international relations as «an aspect of globalsocial development, in which states function to articulate theconditions of social production and power between rulers andruled, and between states as such».67 Nicaragua's internationalpolitical alignments have gone through three distinct stages fromthe 1970s to the 1990s, reflecting the prolonged period ofintegration into global society under different internal politicalregimes and social structures.

Under Somoza, Nicaragua's foreign policy was a subservientand dependent appendage of U.S. Cold War considerations inLatin America and reflected a pre-globalization externaldependency that was almost strictly bilateral with the United States.The Sandinistas pursued a dynamic world-wide foreign policyaimed at establishing diplomatic networks in support of theirattempt to weaken dependency on the United States and diversifyeconomic relations and strategic alliances with a variety ofinternational forces. This included the Non-Aligned Movement andother forums in the South, the former Soviet-bloc, Latin America,third world nationalist and revolutionary regimes, and other coreregions in the world system, especially the European Community(EC). This foreign policy registered a certain conjunctural politicalsuccess, but it ran up against a globalization process unfoldingunder terms dictated by U.S. leadership among Northern corepowers and their transnational economic and political instruments.In this way, Nicaragua's international alignments under theSandinistas ultimately «came back to roost» on the conflict withthe United States. The Chamorro government's foreign policy waslargely «economistic», seeking to link the Nicaraguan state tomultilateral agencies, identify new markets and sources of bilate-ral aid and reestablish those markets and credit sources lost underthe Sandinistas, attract foreign investment, and secure preferentialdebt and trade treatment, in function of the overall project ofreinsertion into the global economy under the neo-liberal model.This «economistic» foreign policy in the 1990s focused concretelyon: normalization of relations with the United States; CentralAmerican economic and political integration initiatives; activediplomacy in the Western Hemisphere within the dynamics of inter-American relations and hemispheric free trade integration;reconstituting relations with the EC, especially those countries withwhom relations deteriorated under the Sandinistas (e.g., Germany,

55. Larios, 'BowingBefore...,' The AID'sstrategy from 1996-2000 was to acceleratethis trend. See «Nica-ragua 2000», pp.36-3 7. See also Jonakin,Op. Cit.

56. Scarlet Cuadra,«Feeding the BigFish», BarricadaIntemacional, Vol. 15,No. 381, January1995, pp. 12-13. «lt ismore profitable to lend$20,000 to just oneproducer than to lend$1000 to 20 smallfarmers», staled oneBank official,explaining the logic ofefficiency imposed bythe IMF. See alsoJonakin, Ibid.

57. See Larson,«Foreign Debt..». Op.Cit.; Medal, Nicara-gua: Politicas deEstablizacion, Op. Cit.

58. AID, StrategyStatement, Op. Cit.,p. 39.

59. See StrategyStatement, ResourceChart; Saldomando, E[Retorno..., Op. Cit.,p.97, andpp.88-89fora listing of the newprivate banks and theirprincipal boardmembers.

Page 189: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

60. Saldomando, Ibid,92; Medal, Nicara-gua: Politicas deEstablizacion, Op.Cit., pp. 141-157. TheApril 1994 EnhancedStructural AdjustmentFacility (ESAF)signed with the IMFon behalf ofmultilateral and ParisClub lendersprohibited thegovernment fromreplenishingremaining state banks.By the end of thatyear, private bankshandled 53% ofinternal savings and33% of credits. SeeUnited States Agencyfor InternationalDevelopment, «Nica-ragua 2000: VisionFor the Year 2000»,AID, Managua, March1995, p. 19.

61. 'Why SocialConflict,' Envio, Vol.12, No. 138, (Jan.-March 1993), p.18.

62. Larios, 'BowingBefore...,'

63. See, e.g., AID,Strategy Statement,Op. Cit; AID,'Economic AssistanceStrategy for...,' Op.Cit. For furtherdiscussion on thisgeneral model for theCaribbean Basin, see,e.g., H. Rodrigo

U.K.); opening new relations with Taiwan, South Korea, andexpanding relations with Japan, Gulf countries, and the memberstates of the Association of South East Asian Nations (ASEAN).68

Far from a relation among equals, U.S.-Nicaragua relationscontinued to be ones of domination and subordination, includingunilateral U.S. impositions. Most illustrative is Managua's 1991decision, taken under the U.S. threat of suspending bilateral aidand blocking multilateral credits, to withdraw Nicaragua's suit withthe International Court of Justice (ICJ) for $12 billion dollars inindemnization for what the ICJ had found in its famous 1986 rulingto be U.S. violations of international law in its policy towards Nica-ragua. But the overall framework under which U.S.-Nicaraguarelations unfold changed, from a world of competition amongdominant core powers and their «spheres of influence", to one ofglobal integration in which North-South tensions and transnationalclass conflict constitute the axis of international friction. Post-1990relations with the United States were less ones of complete bilate-ral dependence and integration than a close U.S. tutelage in theprocess of reinsertion into the global system.

The emphasis on Central American integration initiatives reflectsIsthmanian class restructuring in the 1980s and 1990s that hasresulted in a more organic unity among a regional New Rightpolitical and business class linked collectively to transnationalcapital, and in particular, regional elite consensus over thetransnational agenda. The same can be said of Nicaragua'sparticipation in the Hemisphere as a whole. The resolution of re-gional conflicts, the stabilization of polyarchic systems, and theharmonization of national economic policies, are all preconditionsfor attracting transnational capita! and linking the region, and thehemisphere at large, to the global economy. This includesNicaragua's active participation in the reactivation in the 1990s ofthe Organization of American States (OAS) as an important inter-governmental organization advancing the transnational agenda inthe Western Hemisphere. The dramatic expansion of Nicaraguandiplomacy in Asia is the one exception to the general pattern ofpost-1990 contraction of diplomacy from a worldwide to a regio-nal Western Hemisphere scope. Expanded political and diplomaticrelations with the Asia Pacific Economic Cooperation (APEC)countries reflect growing trans-Pacific trade and increasing PacificRim investment (especially Taiwanese, Korean, Japanese andChinese) in Central and Latin America as a component of globalintegration. In addition, Nicaragua signed more than 200international agreements between 1990-1995, the vast majorityintended to delineate the terms for the operation of foreign businessin Nicaragua and the mechanisms of international economic andconcomitant political arbitration under emerging conditions ofintegration and globalization.69 In this way, the Nicaragua state

Page 190: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

functioned through its foreign relations to make compatible thecountry's internal juridical superstructure with emergenttransnational political superstructures that regulate the globaleconomy.

Development of a Transnational KernelBehind formal diplomacy are changes in international political

alignments based on new forms of internal-external articulation,the enhanced externalization of the Nicaraguan state, and theintegration of the national class structure into patterns of late 20thcentury transnational class formation. In particular, atransnationalized kernel tied to the transnational elite began tocongeal in the country and to vey for hegemony among the elite.At the risk of simplifying highly complex phenomena, in the post-electoral period the Nicaraguan elite divided roughly into twogroups grounded in the productive reorganization of differentfractionsof capital. The first was attuned to the transnationalagendaof polyarchy and neo-liberalism, with a more long-term vision ofcapitalist modernization based on the new economic modelmentioned above. This group was clustered in the executive innercircle, in key ministries such as Finance and the Central Bank,and in the new universities, think-tanks and financial concerns setup with U.S. and multilateral assistance. It was tied economicallyto the liberalized commercial, banking and other service sectoractivities, the NTAEs and incipient maquiladora operations.70 Theother was grounded in the old agro-export oligarchy and decliningdomestic market activities, imbued in the traditional politics ofpartisan corruption and patronage, and inclined to restore aSomocista-style authoritarian order. The struggle between andwithin these two groups often took the form of highly visible politicalinfighting and personal interests. In part, this is a result ofNicaragua's particular political culture, and it indicates the complexand often contradictory relation between structural processes(globalization) and the behavioral response of specific agents (theNicaraguan elite). But it also reflected a more fundamental conflictover class formation and fractional interests therein, intermeshedwith the penetration and germination of the transnational projectfor Nicaragua.

The relations between the United States (and other core powers)and indigenous elites have historically been, and remain,checkered with tension, conflict, and contradictions, even thoughaffinities of interest are organic. Explaining the conduct of agentsrequires a skillful combination of structural and behavioral levelsof analysis. Actors often operate on the basis of multiple logicsthat imply conflicting rationalities. For instance, the well-documented problem of widespread corruption among the newtechnocratic state elites throughout Latin America is a logical

Jauberth Rojas et. al,La TriangulacionCentroamerica-Mexico-EUA: Unaoportunidad para eldesarrollo y la paz?(Managua: EdicionesCRIES, 1991).

64. See « Welcome tothe Free Trade Zone»,ENVIO, Vol. 12, No.150, pp. 2 7-33.

65. Saldomando, E[Ret or no..., Op. Cit.,pp.7 4-7 8.

66. See, e.g.,Saldomando, E[Retorno..., p.80.

67. Kees Van Der Fiji,«Soviet Socialism andPassive Revolution)}, inStephen Gill, Ed,Gramsci, HistoricalMaterialism, andInternational Relations.Op. Cit, pp. 237-238.

68. Nicaragua's 1990-1995 foreign policy isreviewed in detail byDeputy ForeignMinister Jose BernardPallais, Speech tostudents of the Univer-sidad AutonomaAmericana, Managua,May 10, 1995,distributed to journalistsand the public by theNicaraguan ForeignMinistry.

Page 191: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

69. Pal la is, Ibid

70. See Rose Spald'mg,((Economic Elites: TheChamorro Years»,paper presented to theXIX InternationalConference of the LatinAmerican StudiesAssociation, September28-30, 1995, Washing-ton, D.C., for highlyilluminating discussionon fractionation amongthe economic elite andthe predominance ofthese new externally-linked sectors.Importantly, thisemergent hegemonicfraction incorporatedelements of a newSandinista elite, the«nueva burgesiasandinista», that hadacquired substantialproperties during the1990 politicaltransition and began todevelop an affinity ofclass interests, and tomerge with, theemergent transnationalfraction. See, e.g.,discussion in Spalding,Ibid., and interviewwith Sandinista leaderHenry Ruiz in El NuevoDiario, 30 June 1995,pp. I and 14. Vargas(Op. Cit.) argues thatthis new Sandinistaelite utilized itsauthority among thepopular classes tocontain popularmobilization and

consequence of opportunities for illicit enrichment that have beenmade available by the neo-liberal model itself, which focuses onthe privatization and deregulation of the public sector and a greatlyreduced role for the state, including its internal surveillancefunctions.71 Corruption is a rational response to the conditionsgenerated by the transnational project, even though it conflictswith the objectives of that project. The broader point, rightly thesubject of another article, is that there are numerous motives forthe behavior of agents, rooted in specific historic settings andconcrete circumstances. The logic of globalization as theunderlying structural process under discussion here does not neatlydetermine the behavior of agents. Rather, it interacts in a hihglycomplex manner with other factors determining behavior, includinglocal conditions and histories, learning processes, identityformation, and so on. In the case of Nicaragua, the coalescing of atransnationalized kernel is a conflict-ridden and far from completeprocess. Personal ambitions, factional disputes, elite feuds overthe spoils of state, and a historically-ingrained political culture ofauthoritarianism and clientelism, are some factors that haveinterwoven with the incubation of this kernel. This scenario doesnot lend itself to simplified interpretations, and has confusedobservers who analyze conjunctural phenomena or focus onbehavioral factors alone.

For instance, Minister of the Presidency Antonio Lacayo and hisinner circle in the executive branch strongly opposed a packageof constitutional reforms in 1994 and 1995 that had been draftedby the National Assembly (parliament). The reforms, as drafted,prohibited Lacayo as a relative of president Chamorro from runningfor the presidency in 1996. Most observers attributed his oppositionsolely to his personal presidential ambitions. However, the reformpackage entailed institutional changes that could potentiallythwartthe responsiveness of the Nicaraguan state to the transnationalagenda, including a significanttransfer of power from a centralizedexecutive to the more decentralized legislature. The reforms gavethe legislature, for instance, the power to ratify or annul internationalagreements reached by the executive (e.g., agreements with theIMF on structural adjustment) and greater discretion over thebudget and other economic policies. The highly-centralizedexecutive apparatus made for an anti-democratic state but it alsocontrolled all the key levers of national policies of transnationalconcern (i.e., fiscal, monetary, tax and budgetary policies, foreignaffairs), which made it a very effective transmission belt fortransnational interests. Behind his persona! ambitions, Lacayo'sopposition to the reforms was based on the influence that diversenational agents might be able exercise over key state decision-making. Lacayo therefore received the solid backing in hisopposition to the reforms of the IMF, the World Bank, and the United

Page 192: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Nations Development Program (UNDP) office in Nicaragua. It wasonly after the dispute had become a constitutional crisis, began toundermine national stability, and threatened to rupture the fragilepolyarchic system itself, that U.S. Ambassador John Maisto andrepresentatives of the multilateral agencies and the Paris Clubstepped in and quietly nudged Lacayo to cede.72

In a similar vein, many observers attributed the formation by La-cayo and the executive cabinet in 1995 of its own political party,National Project (Proyecto Nacional), independent of the UNO, tohis and his supporters' personal political ambitions. While theseambitions were important, the grouping, which declared as its goalas the formation of a broad «center» as an alternative to theSandinistas on the left and old Somocista forces on the right, wasactually a project developed over several years in closecoordination with in-country representatives of the transnationalelite. The UNDP and its Director for Central America, Francesco.Vincenti, were particularly instrumental. In quite diplomacyconducted in the aftermath of the 1990 elections, officials from theAID, the IMF, the World Bank and Paris Club donors had agreed tocentralize all in-country operations through the UNDP. As a result,the UNDP oversaw the internal allocation of external resources asthe representative inside Nicaragua of the "Consultative Group»of bi- and multilateral creditors. Theoretically, the role played bythe UNDP reflects the late 20th century internationalization of corestate apparatuses and functions. It represents, at least in the caseof Nicaragua, a nerve center of internal-external articulation, anda truly supranational organizations pursuant of the transnationalagenda. Alongside its economic-administrative role, the UNDPbecame deeply involved in internal Nicaraguan politics, in liaisonwith the executive (and Lacayo in particular), including thesponsorship of several dozen national conferences and "dialo-gues" from 1990-1995 that brought together scattered politicalelites, private sectors representatives, and leaders of diverseorgans in civil society. The goals of these activities was to fomentelite consensus, to strengthen an internal polyarchic system, andto develop a solid political center with the left and right at its fringe,and with a political action capacity, as the core of a new historicbloc. These efforts materialized in Lacayo's National Project,although Lacayo's personal ambitions and his autocratictendencies threatened to bring down the effort, underscoringcontradictions internal to the transnational project in Nicaragua. n

therefore contribute topacification. Althoughspace constraints limitdiscussion, I concurfully and would addthat the incorporationof this Sandinista elitelays the basis for a newhegemonic historic blocin the country in theveritable Gramsciansense.

71. See, e.g., the specialissue of NAC LA Reporton the Americas, «ThePolitics of Corruptionand the Corruption ofPolitics», Vol. XXVU,No. 3, Nov/Dec 1993.

72. For details on the1994-95 dispute overconstitutional reformpackage and Lacayo'srole, see «The Crisis isBordering on theIntolerable)}, ENVIO,Vol. 14, No. 167, June1995, pp. 3-13;{(Government of theAbsurd Plays AnotherMonth», ENVIO, Vol.14, No. 168, July 1995,pp.3-10.

73. For these matters,see, e.g., William I.Robinson,«Nicaragua's Complexand Fluid Pre-ElectoralParty Panorama»,NOTISUR - LatinAmerican PoliticalAffairs, Vol. 4, No. 40,October 28, 1994, Latin

Page 193: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

America Data Base,Latin AmericanInstitute, Universityof New Mexico,Albuquerque.

74. AID, StratexStatement, p. 63.

75. 'Why SocialConflict,' Envio, Vol.12, No. 138 (Jan-March 1993), p. 18.

Conclusions: a globalizationperspective on third world transitions

Contradictions of the Transnational Agenda inNicaragua

Sections one and two presented an ideal-type theoreticalconstruct and summarized the extent to which a transnationalproject was advanced in Nicaragua. Although the issue is best leftfor future research, it is essential to stress in this brief conclusionthat this project has registered important successes, assummarized above, but has also run up against numerousdifficulties which indicate a gap between goals and outcome, orintent and ability, and beyond this, deep social and politicalcontradictions in emergent global society, including its darkunderside of social apartheid and «poverty amidst plenty». ForNicaragua, as for elsewhere in the South, the crises of elite rulethat became manifest in the 1960s-1970s have not been resolvedwith the triumph of global capitalism. Exuberant over the successof the 1980s campaign against the Sandinistas, U.S. officialsoriginally expected the agenda of the transnational elite to fallsmoothly into place in the 1990s. The AID Strategy Statementstated:

Over the course of the [1991-1996] period, we anticipate a majortransformation of the Nicaraguan economy and society. By the endof this period, the economy will be dominated by the private sector,traditional exports will be growing rapidly, and a variety of non-traditional agricultural exports will be well-established. By 1996, en-clave manufacturing will have moved beyond an initial concentrationin textiles into a wide variety of manufacturing operations. The UnitedStates will once again become Nicaragua's principal tradingpartner,..Civic education efforts and the spread of a wide range ofideas through the media will have helped achieve general acceptanceof democratic ideas, attitudes and values.74

But reality proved to be less rosy than U.S. forecasts. Socialinequalities and consumption differentials, the concentration ofwealth and income, and widespread impoverishment, a result ofunbridled free market forces released under the neo-liberalprogram, advanced at an alarming rate in the early 1990s. Relativepoverty for much of the population under the Sandinistas becameabsolute poverty under the new government. For instance, realwages dropped 50 percent in the first year of the new government,69 percent of the population lived in poverty in 1992, and per capitafood consumption fell by 31 percent between 1990 and 1992.75

The health, educational, and other social gains achieved in the1980s, although they deteriorated late in that decade as a result of

Page 194: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

the war, suffered a dramatic reversal with the change of governmentand the application of the neo-liberal program.76 Cholera, malariaand measles and other diseases had been eradicated or nearlyeradicated reappeared in the early 1990s and reached epidemicproportions.The infant mortality rose from under 50 per 1,000 birthsin the 1980s to 71 per 1,000 in 1991, and to 83 per 1,000 in 1992."Widespread rural immiseration and the government's policies ofsqueezing the peasantry fueled renewed military conflict in thecountryside. Although the old Sandinista-contra antagonismsplayed a part, the new rural conflict, including land invasions,spontaneous violent clashes, and even organized warfare in someareas, reflected the emergence of class polarization and class-based conflict in the countryside. Adding fuel to the fire wasopulence amidst mass poverty that did not exist under theSandinistas, generating a sociological relative deprivation andfurther heightening social conflict.

"Investors will be looking for clear indications that political turmoilwill be contained and for evidence of progress toward the esta-blishment of a free-market economy», The 1990 AID StrategyStatement warned. The government «will need to demonstrate thatit has developed a working legal and regulatory structure suchthat it can guarantee contracts, establish property rights, resolvedisputes, and enforce laws which govern business and investment.It must also be able to demonstrate that law enforcement entitieshave the capability to maintain order in accordance withgovernment directives and policy».78 But by 1996 only the first ofthe three functions of the neo-liberal state, achievingmacroeconomic stability, had been met, Nicaragua, seen from thelogic of the transnational project, was in a vicious circle. Structuraladjustment was to have provided the macroeconomic stability forprivate capital to enter and operate freely. Private foreign investmentwas to bring about growth and development. Growth anddevelopment was to bring about social peace and political stability.But the twin legacies of a decade of revolution and an historicallyfractious elite made social stability and the consolidation ofpolyarchy highly problematic. The popular classes would not allowan anti-popular project to stabilize, and the elite was unable toreach consensus in its own affairs, and thus the economy continuedto sink. Transnational capital, literally with «the world to exploit",would hardly chose Nicaragua to invest, given chronic instability,less docility among the popular classes than in most countries ofthe Third World, and the inability of the dominant groups to achievehegemony.79

The possibility of consolidating a polyarchic political system andelite social order and renewing externally-oriented capitalaccumulation seemed bleak in 1995. The popular classes resistedbeing drawn into a renewed elite hegemony. They became

76. Ibid.

77. Susanne Andersson,«New National HealthCare Policy:UndercoverPrivatization)}, Barrica-da Internacional, Vol.XIII, No. 367/8, nov.-dec. 1993, pp.12-13.

78. AID, StratetStatement, p. 8.

79. The London-basedEconomic IntellizenceUnit gave Nicaragua a«D» rating forpolitical and policyrisk in 1994, for the4th post-electoral yearstraight, and forecastan increase in politicalinstability. See TheEconomic IntellizenceUnit, «Country RiskService: Nicaragua)),4th Quarter, 1994,London.

Page 195: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

80. See, e.g., discussionon El Salvador byForan, «A Theory ofThird World SocialRevolutions)), Op. Cit.

81. For detailedanalysis of ElSalvador, see BrenyCuenca, El PoderIntangible: La AIDyel estadosalvadoreno en losanos ochenta

increasingly restive, putting aside political allegiances as the entirecountry became polarized into an impoverished mass and anaffluent minority. These difficulties in Nicaragua and in the rest ofCentral America underscore the contradictions internal to globalcapitalism and the transnational elite's project of «marketdemocracy".

Generalizations and Directions for FutureResearch

The globalization framework developed and applied above toNicaraguanoffers an importantmacro-structuraiframeworkmissingfrom much of the literature on the Central American conflicts andtheir outcomes from the 1960s into the 1990s. For instance, ElSalvador and Guatemala also experienced crises ofauthoritarianism and revolutionary challenges whose structuralunderpinning was integration into the global economy from the1960s and on, the dislocation and reorganization of national classesthis engendered, and the inability of authoritarianpoiitical structuresto manage change. But the momentary "political opening» in theworld system was absent in these two countries, and U.S.-organized counterinsurgency programs, among other factors,prevented revolutionary forces from seizing state power.80 Bothcountries underwent class restructuring involving the germinationof transnationalized nuclei tied to a transnational elite, theexternalization of states, the development of new patterns of capi-tal accumulation linked to the global economy (and particularly toglobal finance capital), and efforts to advance the transnationalagenda in each country. In El Salvador, a transnationalized fractioncohered in one wing of the National Republican Alliance (ARENA)party apparatus and in new business associations. This fractionwas able to gain hegemony over the elite and over the transitionas a whole, and implement sweeping neo-liberal transformationafter coming to power in 1988. In Guatemala, the old agro-exportoligarchy retained greater strength and the transnationalizedfraction, represented in several business think-tanks andassociations and increasingly organized politically in the NationalAction Party (PAN), never gained any decisive leadership (eventhough the PAN did win national elections in 1996). The break withauthoritarianism and a transition to polyarchy remained incompletedespite the installation of formal electoral structures and civiliangovernment. While neo-liberal adjustment has taken place in bothcountries, in Guatemala it has lagged behind due to the continued«crony capitalist" opposition of much of the business and politicalclass tied to the still-strong oligarchic agro-export sector.81

Although this is not the place for such discussion, the issuesraised here may provide much needed corrective to

Page 196: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

macrostructural approaches to revolutionary movements in LatinAmerica and elsewhere in the Third World, e.g., how the changingworld-historic context of revolutions influence outcomes. Furtherresearch should situate the failure of the Central Americanrevolutions in the broader context of globalizationas macrostructurethat shapes and circumscribes the direction of social change.Research should explore empirically the development oftransnational fractions as an outgrowth of capitalist developmentfrom the 1960s and on, and problematize the relationship betweenclass restructuring, regime change, change in social structure,new forms of national-regional-globallinkages, and the boundariesbetween the national/regional and the transnational.

Beyond Central America, I suggest the following model, basedon the Nicaraguan experience, of transitions in the Third World. Itshould be reiterated, however, that by "transitions" I do not referto "transitions to democracy" but to the fundamental restructuringof a social order through an extended transitionary period ofentrance into global economy and society. This 1960s-1990stransition in Nicaragua involved the following four categories:

1) change in the economic model, from an agro-exporteconomy (or whatever the specific pre-globalizationeconomy of the given country entails) linked to the worldmarket via exchange to the predominance of new economicactivities linked to transnational circuits of accumulation;

2) change in political regime, from authoritarianismto polyarchy(with a revolutionary interlude unique to Nicaragua's history);

3) change in the class structure, involving the decline of pre-globalization classes and fractions and the rise of localcontingents of transnational classes, both dominant andsubordinate;

4) change in internationalrelationsand exchanges, from a morenarrow appendage of the dominant core power (inNicaragua's case, the U.S.) to broader, although no lesssubordinate, insertion into supranational North-South setsof relations.

Such a typology of change bound up with globalization mayprovide a fruitful framework, or certainly a useful starting point, forresearch into transnational processes in other regions of the world.

(Managua/SanSalvador: CRIES/PREIS, 1992). ForGuatemala, see JorgeEscoto and ManfredoMorroquin, La AID enGuatemala (Managua:Ediciones CRIES,1992); and GonzatoGuerrero, «PresidentArzu: A New StageBegins», ENVIO, Vol.15, No. 175-76, Feb.-March 1996, p. 11-15.For general discussionon Central America,see various authors,«Special Report:Nuevos Ricos»,Pensamiento Propio,AnoX, No. 92, July1992, p. 17-31; RaulMarin, ((La NuevaDerecha en Centro-america», Pensamien-to Propio, AFio VIII,No. 71, June 1990,p.30-37.

Page 197: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Pensamiento Propio / Año 1, No.3 / Nueva Época / Enero-Abril, pp 193-228

Un estudio de caso sobre el procesode globalización en el Tercer Mundo:una agenda transnacional enNicaragua

Por, Wíllíam I, Robinson

Introducción: consideraciones teóricasy conceptuales

Centroamérica cautivó la atención mundial desde la década delos años sesentas hasta los noventas, y fue un teatro de desafíorevolucionario contra el orden mundial establecido. El surgimientode movimientos guerril leros, el descalabro del modeloagro-exportador prevaleciente y el auge de luchas ciudadanasen los años sesentas, introdujo un período de cambio democráti-co. En la década de los años ochentas la región estaba sumergi-da en una crisis general: guerras civiles entre la ¡nsurgencia revo-lucionaria y la contra-insurgencia organizada por Estados Uni-dos, el colapso de la economía regional y la abolición de las for-mas dictatoriales de autoritarismo político hasta entonces exis-tentes. El triunfo de la Revolución Sandinista en 1979 en Nicara-gua y la lucha revolucionaria en El Salvador, catapultaron al istmoal estrado de una nueva Guerra Fría. No menos dramática fue laépoca de fines de los ochentas y principios de los noventas, cuan-do se dio el proceso de paz y de desmilitarización, la «transicióndemocrática» y la estabilización económica, bajo la mediaciónde organizaciones internacionales y de un nuevo modelo de libremercado capitalista.

La crisis centroamericana generó una vasta cantidad de erudi-tos trabajos académicos, demasiados para ser consignados eneste artículo y gran parte de los cuales se centran en uno u otroaspecto del cambio. Como latinoamericanista que soy, dado que

William I. Robinson es profesor adjunto desociologíaen la UniversidaddeTennessee(Knoxv¡lle).Es autor de varios libros sobre asuntos transnacionales, relaciones Norte-Sur y economía po-lítica del Tercer Mundo, incluyendo «Promoción de la Poliarquía: Globalización, Intervencionesde Estados Unidos y Hegemonía» (Cambridge University Press, 1996). Una versión modifica-da de este articulo fue publicado en la revista "Global Society" de Gran Bretaña, Vol II, No.1,1997)

Page 198: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

mis investigaciones me han llevado a otras latitudes en estos últi-mos años -en los que he transitado desde el estudio de lo espe-cífico a lo global, y hasta el fenómeno transnacional- y a la luz dela literatura centroamericana reciente que he leído, estoy conven-cido de que la perspectiva de globalización y del fenómenotransnacional, arrojan muchas pistas que nos pueden ayudar aentender y a interpretar las luchas revolucionarias centroamerica-nas recientes y sus desenlaces. Asimismo, es evidente que unareinterpretación retrospectiva de los movimientos revolucionarioscentroamericanos de ios años sesentas a ios noventas, y los re-sultados que han dado, nos pueden decir mucho sobre el proce-so emergente de globalización del siglo XXI y nos provee de ele-mentos importantes para renovar nuestra investigación sobre lasociología del desarrollo, la política económica internacional com-parativa, estudios transnacionales y la teoría de relaciones inter-nacionales.

La proposición fundamental que se hace aquí es que la historiareciente de Centroamérica sólo se puede entender correctamen-te si es analizada a través del prisma de la dinámica macro-socialde nuestra época: la globalización. La crisis en la que entraronlas revoluciones al finalizar la Guerra Fría, como proyectos alter-nativos para enfrentar al capitalismo mundial, debe ser ubicadateóricamente dentro del contexto histórico mundial de laglobalización y del desarrollo de las naciones a fines del siglo XX.Las transiciones en Centroamérica se entienden mejor si se tomaen cuenta el proceso estructural y no por medio del análisis de lasdinámicas políticas superficiales que surgieron al finalizar la Gue-rra Fría o las estrategias temporales de revolución y contrarrevo-lución. La globalización económica y la transnacionalización delos estados, clases, procesos políticos y de la sociedad civil, nosseñala un cambio elemental en los puntos de referencia de cadasociedad nacional y las delimitaciones entre lo nacional y lotransnacional. Centroamérica es un indicador importante del nue-vo proceso de transnacionalización y, sobre todo, de la nuevaagenda hegemónica transnacional del neo-liberalismo y de lapoliarquía.1 Al adelantar esta tesis, tomo como puntos de referen-cia los presupuestos esenciales de la teoría de sistemas mundia-les que postulan que la sociedad internacional está constituidapor la generalización de un sistema a nivel internacional y que lasvariaciones en esta generalización nos dan pistas sobre los pa-trones de cambio en el tiempo y el espacio2. Sin embargo, difierode la teoría ortodoxa del sistema mundial en cuando a laperiodización de la economía capitalista mundial y la caracteriza-ción que ofrece de la época actual. La globalización que se vienedesarrollando desde la década de los años sesentas hasta aho-ra, implica la suplantación de ia fase nación-estadodel capitalismomundial por la de la fase de la transnacionalización. Por proceso

/. El concepto de unaagenda transnacionaldel neo-liberalismo yla poliarquía se tratadetalladamente en:William I. Robinson,Promoting Polyarchy:Globalization, U.S.Intervention, andHegemony(Cambridge:Cambridge UniversityPress, 1996);Robinson, «Pushingpolyarchy: the US-Cuba case and theThird World», ThirdWorld Quaterly, Vol.16, No. 4, 1995, pp.643-659.

2. Muy importante ver:Immanuel Wallerstein,The Modern World-System (New York:Academy Press, 1970)y The Capitalist WorldEconomy (Cambridge:Cambridge UniversityPress, 1979).

Page 199: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

3. La «Escuela Italia-na» en relacionesinternacionales esheterogénea y estácreciendo. Ver espe-cialmente a: StephenGilí, Ed, Gramsci,Historical Materialism,and InternationalRelations (Cambridge:Cambridge UniversityPress, 1993), paratener un vistazo deldesarrollo y estadoactual de la escuela yde los diversos enfo-ques de la misma. Laobra cumbre quizás seala de Robert W. Cox,Production, Power, andWorld Order: SocialForces in the Making ofHistory (New York:Columbio UniversityPress, 1987).

4. Para una discusiónmás detallada sobreeste punto, ver WilliamI. Robinson, «AContribution to theDebate onGlobalization: NineTheses of Our Epoch»,Race and Class, depronta publicación,1996.

transnacional me refiero a los cambios sociales, políticos y cultu-rales asociados con esta transición hacia el capitalismo global, yme'refiero a ello más adelante. También tomo como referencia lospostulados y modelos gramscianos de las relaciones internacio-nales; se entiende que las relaciones internacionales son aque-llas operaciones efectuadas por las fuerzas sociales entre y den-tro de los estados que se conciben como unidades territoriales;en la época de la globalización los actores transnacionales tien-den a suplantar a los actores nacionales; los conceptosgramsclanos sobre la hegemonía y los bloques históricos de po-der son de mucha utilidad para entender este fenómeno emer-gente de la transnacionalización.3

El presente ensayo examina la compleja y multi-dimensional tran-sición (política, económica, etc.) que atravesó Nicaragua desdela década de los 1960 hasta entrada la de los 1990, centrando laatención en el cambio sufrido después de la salida de lossandinistas del poder en 1990, como estudio de caso en los pro-cesos transnacionales en América Central y, más genéricamente,en el Tercer Mundo. La globalización como una nueva fase delcapitalismo implica una transición a una etapa cualitativamentenueva en el sistema mundial. Tal como se discute más adelante,la globalización significa dos procesos intercalados. Primero, esla casi-culminación de un proceso iniciado hace varios siglos,donde las relaciones capitalistas de producción están minando ysuplantando a todas las relaciones pre-capitalistas alrededor delglobo terráqueo. Segundo, es la transición a lo largo de las últi-mas décadas desde el eslabonamiento de las naciones medianteel intercambio de mercancías y flujo de capitales en un mercadointernacional integrado, en donde diferentes modos de produc-ción coexistían dentro de formaciones sociales más extensas ylas economías nacionales y regionales disfrutaban de autonomíaa pesar de tener vínculos externos, a la globalización del procesomismo de producción. La globalización significa una transicióndel eslabonamiento de sociedades nacionales basado en unaeconomía mundial, a una emergente sociedad transnacional oglobal basada en una economía global. La integración a una so-ciedad global es la estructura dinámica causal que subyace de-bajo de los hechos de los cuales hemos sido testigos en nacionesy regiones alrededor del mundo en las últimas décadas. Eldesmoronamiento de estructuras nacionales económicas, políti-cas y sociales es recíproco al desmoronamiento gradual que co-menzó hace treinta años, de un orden mundial pre-globalizaciónbasado en los estados-naciones. Nuevas estructuras económi-cas, políticas y sociales surgen cuando cada nación y región seintegra a las emergentes estructuras transnacionales y sus pro-cesos.4

Page 200: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Cada etapa del sistema moderno mundial ha tenido efectos trans-formadores en los elementos constitutivos del sistema. Nicara-gua (y en general, América Central) primero fue creada y des-pués integrada, en el sistema mundial a través de la conquistacolonial a inicios del siglo XVI, como parte de los orígenes delsistema y el período de acumulación primitiva del capital(mercantilismo). En este proceso, el tejido social pre-colonial fuecompletamente transformado y se estableció una estructura colo-nial que fue sostenida hasta ya bien avanzado el siglo XIX (a pe-sar de la independencia formal a inicios de ese siglo). A finalesdel siglo XIX, Nicaragua profundizó su inserción al sistema mun-dial con la introducción del café y otros productos de exportaciónque vinculaba firmemente el país al mercado mundial en el mo-mento de su más rápida expansión y extensión y tuvo profundosefectos transformadores en las estructuras de clase ysocioeconómicas y en el sistema político interno. Esta segundatransformación interna fundamental coincidió con una nueva faseen el sistema mundial, caracterizado por una segunda ola de ex-pansión europea, la exportación de capital y la sustitución delcapitalismo competitivo clásico con el capitalismo monopolicoDesde la década de los 1960, lo que ha ocurrido es la transicióna un modo de inserción cualitativamente diferente correspondien-te a la globalización y a la etapa actual en el sistema mundial: laentrada gradual de Nicaragua a la sociedad global en un períodode varias décadas, culminando en los años 1990. Este movimien-to ha sido inseguro y contradictorio, involucrando varios cambiosen la estructura política, conflictos sociales violentos, cambiosdramáticos en el estado y la estructura de clase, y demás.

Tal como requiere todo buen análisis social, me preocupan am-bos aspectos: lo general en lo particular y lo particular en lo gene-ral. Consecuentemente, el presente estudio por un lado enfoca aNicaragua y su reciente historia como referencia a un tema másgeneral de cómo la globalización ha transformado y los procesostransnacionales han penetrado un país y una región en particular.Por otro lado, la complejidad del período de cambio en curso enNicaragua, está basado en su historia nacional particular y en laexcepcional respuesta conductual de los diferentes agentes, ha-cia la globalización y sus repercusiones. Las estructuras socia-les, económicas y políticas están marcadas por las historias na-cionales particularesy estas historias establecen los términos bajolos cuales cada sociedad entra al nuevo orden global. Undeterminismo estructural, sin embargo, subyace en la parte globalde la dialéctica. Cada vez más, la globalización con mayor fre-cuencia ha destruido la autonomía de los actores y estructurasnacionales y los ha integrado a otras más amplias de caráctertransnacional. Informes que atribuyen la causalidad de las es-tructuras a variables nacionales particulares en la era de la

Page 201: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

5. Ver, por ejemplo,Guillermo O 'Donnell,Philippe Schmitter,haurence Whitehead,eds., TransitionsfromAitthoritarian Rule,Vols. I-IV, (Baltimore:The John HopkinsUniversity Press,¡986); Larry Diamond,Juan J. Linz y SeymourMartin Lipset,Democracy inDeveloping Countries,Vols. I-IV, (Boulder:Lynne RiennerPublishers, 1989).Para una crítica de losparadigmas tradicio-nales sobre la demo-cratización, verRobinson, PromotingPolyarchy, Op. CU.;Barry Gils, JoelRocamora y RichardWilson, Low IntensityDemocracy: Política}Power in the NewWorld Order (Boulder:Westview, 1993).

6. Ver W.B. Gal lie,«Essentially ContestedConcepts», AristotelianSociety, No. 56, 1956,pp. 167-198.

7. Robert A. Dahl,Polyarchy:Participaron andOpposition (NewHaven: Vale UniversityPress, 1971).

globalización, reflejan la persistencia, entre estudiosos cuyos ob-jetivos de investigación son los fenómenos transnacionales, deenfoques que se centran alrededor del estado-nación.

Es importante aclarar desde el inicio lo que quiero decir con unatransición en Nicaragua. Por transición no me refiero a nocionesconvencionales de «transiciones a la democracia» en el TercerMundo o de cambios de régimen concebido como cambios en elconjunto de dirigentes de estado y sistemas políticos separadosdel movimiento histórico en la estructura social. Los paradigmasdominantes de «democratización» como el propuesto porO'Donnell et. al., o por Diamond et. al., desagregan la totalidadsocial de tal manera que en vez de dilucidar al movimiento histó-rico, lo oscurecen.5 Estos paradigmas promueven una definiciónestrecha de la democracia que teóricamente descansa en elfuncionalismo estructural, en donde las diferentes esferas de latotalidad social están separadas y se les asigna una función autó-noma, de tal manera que pueden ocurrir cambios en distintasesferas independientes de la totalidad, y el cambio político esanalizado como la evolución de instituciones funcionalmente in-dependientes. Al asignarle una función autonómica a la esferapolítica oscurecen nuestra comprensión de los cambios de regí-menes políticos como sub-categoría de patrones más amplios decambios estructurales en el tiempo, como el cambio de media-dos de los 1960 a los 1990 en Nicaragua. La noción de una «tran-sición a la democracia» en Nicaragua es también problemáticaporque supone que el país está actualmente en proceso de trans-formarse en una sociedad democrática, algo que no veo esté ocu-rriendo en la década de ios noventas. La auténtica democratiza-ción basada en el poder («cratos») del pueblo («demos») no haocurrido y los cambios son en dirección opuesta en vez de, endirección hacia, cualquier contenido democráticamente pleno dela vida social, tal como se desarrolla en una totalidad orgánica (esdecir, económica, política y social). El supuesto de una «transi-ción a la democracia» niega el carácter esencial que reclama elconcepto de democracia y las estructuras normativas competen-tes involucradas con tales conceptos.6 Lo que se denomina«de-mocracia» en mucho de la literatura sobre las transiciones en elTercer Mundo es una concepción institucional considerada másprecisamente como poliarquía, término acuñado primero porRobert Dahl.7 La poliarquía se refiere a un sistema donde un pe-queño grupo es el que realmente gobierna y la participación delas masas en la toma de decisiones se reduce a la escogenciadel liderazgo en elecciones manejadas por élites que compiten.Involucra una suposición pluralista, no verificable empíricamenteen las poliarquías del Tercer Mundo, que las élites responderán alos intereses generales de las mayorías como resultado de quelos que gobiernan necesitan ganar la mayoría de votos y, detrás

Page 202: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

de este supuesto, está implícita una normativa que hace hincapiéen el mantenimiento del sistema.

El cambio de régimen en Nicaragua, que no necesariamentesignifica una «transición a la democracia», como en el resto deCentroamérica, se ha dado como parte de un cambio amplio enel orden social: El período analizado involucró cambios de un ré-gimen autoritario a uno revolucionario y, después, a un régimenpoliárquico. El descalabro del sistema político autoritario con elfin de la dictadura somocista en 1979, fue seguido por un intentofallido de construir una democracia revolucionaria por el régimensandinista (1979-1990), y continuado por otro régimen en 1990, elGobierno de Violeta Chamorro, el cual representó un intento deinstalar una poliarquía estable. Un enfoque sobre los procesostransnacionales como la causa dinámica subyacente, que realizoen la siguiente sección, revela la continuidad paradójica entre loque aparece en la superficie como desconyunturas dramáticasentre períodos autoritarios, revolucionarios y poliárquicos. Lo queha sucedido fueron cambios en el gobierno y el sistema políticoformal, simultáneamente con, y como una dimensión de un cam-bio mucho más fundamental en el orden social mismo, lo queinvolucra una completa reestructuración de la sociedad nicara-güense a t o d o s los niveles —económico, político, social, cultural,etcétera. Por lo tanto, el término transición, tal como se utiliza aquí,no se refiere a [a «democratización» sino al cambio fundamentalllevado a cabo en el orden social a lo largo de un extenso períodode transición, desde los años de 1960 a los de 1990. Como vere-mos, el movimiento subyacente ha sido la inserción de la forma-ción nacional nicaragüense a una formación social transnacional(sociedad global), recíproco al movimiento a nivel mundial delestado-nación a la fase transnacional del capitalismo mundial.

Un análisis de la inserción de Nicaragua al emergente ordenmundial, se basa en examinar a Nicaragua y los Estados Unidos,dada la importancia central del dominio estadounidense en la his-toria de Nicaragua y el papel de los Estados Unidos como el po-der casi colonial bajo el cual Nicaragua se ha desarrollado comoformación nacional después de finalizar el colonialismo español.Como tal, este ensayo se enfoca principalmente en la política delestado norteamericano hacia Nicaragua como el agenteconductual que promueve y facilita los procesos transnacionalesen el país. En este contexto, la política norteamericana se conci-be como lo que Leslie Sklair denomina «prácticastransnacionales»; actividad a nivel de comportamiento, recíprocaa los cambios estructurales asociados con la globalización.8 Perolas relaciones Estados Unidos-Nicaragua en la época actual noson una continuación de la «hegemonía» histórica que EstadosUnidos ha ejercido sobre Nicaragua. Los Estados Unidos como elactor externo dominante, a nivel de comportamiento, más bien

8. Leslie Sklair,Sociology of the GlobalSystem (Baltimore: JohnHopkins UniversityPress, 1991).

Page 203: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

9. Pongo «hegemonía»entre comillas porqueutilizo el término en unsentido estrictamentegramsciano, comodominio consensuado,en contraparte a lautilización común,como que los EstadosUnidos ejercitódominio histórico sobreNicaragua, pero nohegemonía como tal.

10. La literatura sobrela globalización esvoluminosa. Sobre laeconomía global, ver,por ejemplo, JoyceKolko, Restructuringthe World Economy(New York: Pantheon,1988), J. Caporaso,ed., ChangingInternational Divisiónof Labor (Boulder:Lynne Rienner, 1987),Authur MacEwan yWilliam K. Tabb,Instability and Changein the World Economy(New York: MonthlyReview Press, 1989),David Cordón, «TheGlobal Economy: NewEdifice or CrumblingFoundations?» NewLeft Review, 168,Marzo/Abril ¡988: 24-64. Sobre las dimensio-

facilitó la disgregación de ios eslabonamientos externos de Ni-caragua y socavó su cohesión interna en el período sandinista de1979-1990.

Desde 1990, la reinserción de Nicaragua a la economía mundialy los nuevos alineamientos transnacionales de clase y las relacio-nes políticas internacionales que allí se dan, han ocurrido bajo latutela de los Estados Unidos, concebido no como «poderhegemónico» sino, en el sentido gramsciano, como el poder mun-dial dominante jugando el papel de liderazgo a favor de una emer-gente configuración hegemónica transnacional.9 La relación deNicaragua con el mundo «pasa a través de» su relación con losEstados Unidos, y las relaciones Estados Unidos-Nicaraguacons-tituyen el escenario de este artículo.

Este artículo se divide en tres partes. La primera presenta unescenario teórico y un marco analítico para la transición desdelos 1960 a los 1990 y también identifica los elementos concretosde una agenda transnacional. Ei segundo, empíricamente aplicael marco teórico y analítico al período post-1990, cuando los pro-cesos transnacionales maduraron plenamente en Nicaragua. Exa-mino las políticas norteamericanas, los cambios en losalineamientos diplomáticos y políticas internacionales de Nicara-gua y analizo la reinserción de Nicaragua a la economía mundial,recíproca a la reestructuración de clases, la transformación delEstado y otros cambios dentro de Nicaragua. El tercero especulasobre el futuro de Nicaragua en la sociedad global, adelanta al-gunas propuestas generalizadas para Centroamérica y el TercerMundo e identifica, a manera de conclusión, áreas para futurasinvestigaciones.

La globalización como macro-estructura analítica

Procesos transnacionales y una agendatransnacional

El rasgo definitorio de nuestra época es el surgimiento de unaeconomía capitalista mundial, la cual trae consigo la base mate-rial para el nacimiento de una sociedad global singular.10 Las na-ciones ya no están relacionadas «externamente» a un sistemaamplio sino «internamente» a una formación social global singu-lar. Las viejas unidades de análisis -estados/naciones- cada vezson menos apropiadas para comprender las dinámicas de nues-tra época, no sólo en términos de procesos económicos, sino tam-bién como relaciones sociales y sistemas políticos. En suma, elmundo ha venido moviéndose en las últimas décadas pasadas,hacia una situación donde las naciones se han relacionado me-

Page 204: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

diante el flujo de capitales e intercambio en un mercado interna-cional integrado a la globalización del proceso productivo mis-mo. Esto involucra la reestructuración dé la división internacionaldel trabajo y la reorganización de estructuras productivas en cadanación y tiene graves consecuencias en la textura social y políticade cada sociedad. Cambios tecnológicos y organizativos han fa-cilitado la descentralización en todo el globo terráqueo, de com-plejos procesos productivos simultáneos a la centralización de latoma de decisiones y administración de la producción mundial. Elcapital ahora posee los medios para moverse con la mayor facili-dad alrededor del mundo en búsqueda de la mano de obra másbarata y las condiciones más favorables para los diferentes cir-cuitos del proceso productivo y distributivo, sin consideración alas fronteras nacionales. La transferencia hacia el Sur de fasesintensivas de mano de obra en la producción internacional, com-binados con la integración global de estructuras de producciónnacional, implican el desplazamiento de relaciones de produc-ción pre-capitalistas residuales, por las capitalistas, en las áreasespecializadas en la manufactura y en la producción primaria.

Hasta la fecha, la carencia de integración de las economías na-cionales erosiona las fronteras nacionales y trae consigo una ten-dencia hacia la uniformidad, no sólo en las condiciones de la pro-ducción, sino en la superestructura civil y política también, dondelas relaciones sociales de producción se desenvuelven, incluyen-do la externalización de los estados, la reestructuración de lasclases nacionales y el cambio de los regímenes políticos. Vistodesde la perspectiva más amplia del nivel estructural, la ola detransiciones hacia la poliarquía en regiones periféricas y semi-periféricasdurante los finales del siglo XX, puede concebirse comoun movimiento «superestructural» recíproco al surgimiento de unasola economía capitalista global como movimiento en la «base»económica. El supuesto epistemológico es que el análisis estruc-tural debe sostener al análisis de comportamiento. Un métodoadecuadamente construido del análisis base-superestructurasidentifica las complejas relaciones interactivas entre variables dela totalidad social y, particularmente, los efectos recursivos depolíticas y actividades humanas sobre la economía y estructurassociales. Los autoritarismos y las dictaduras se habían transfor-mado en trabas para los emergentes patrones internacionales deacumulación de capital correspondientes a la economía global.Los sistemas políticos nacionales ya no son unidades autónomas.Las presiones globalizantes han estado socavando a las formasde autoridad política previamente afianzadas. El capitaltransnacional se ha vuelto lo suficientemente perjudicial e intrusivocomo para botar todas las viejas barreras que separaban ycompartimentaban a los grupos dentro y entre las sociedades. Lacomunicación masiva está integrando lo que antes eran expe-

rtas políticas y socialesde la globalización,ver, entre otros,Robimon, PromotingPolyarchy, Op. Cit.;Sklair, Op. Cit.,Stephen Gilí, AmericanHegemony and theTrilateral Commission(Cambridge:Cambridge UniversityPress, 1990).

Page 205: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

// . Para una discu-sión sobre las élitestransnacionales, ver,entre otros, RobertCox, «Gramsci,Hegemony andInternationalRelations: An Essay inMethod», Millennium,Vol. 12, No. 2. pp.162-175; Production,Power, and WorldOrder, Op. Cit.;Sklair, Ib id; Robinson,Ibid

12, Oswaldo KunkelyEdmundo F.Fuenzalida,« Transnationalizationand its NationalConsequences», JoséJ. Villamil (ed),Transnational Capitaland NationalDevelopment: NewPerspectives onDependence (Sussex:Harvester, 1977).También ver,Robinson, Ibid;Robert Cox, «GlobalPerestroika», enRalph Miliband,Socialist Register

riendas sociales y culturales aisladas de los distintos pueblosdentro del sistema mundial. La globalización de la vida social haoriginado nuevos movimientos sociales y revoluciones en la so-ciedad civil alrededor del mundo, empujando a la gente hacianuevos papeles como agentes económicos y sociales y «agitan-do» a las masas a rebelarse en contra de arreglos autoritarios, loscuales son incapaces de controlar el intercambio social expansivoasociado con la economía global.

El agente de la economía global es el capital transnacional, elcual se ha convertido en la fracción hegemónica del capital aescala mundial y es manejado por una élite con conciencia declase ubicada en países del Centro y dirigidos por los EstadosUnidos.11 La acelerada concentración del capital y el poder eco-nómico alrededor de esta élite transnacional en países del Centrotiene efectos profundos sobre los arreglos entre los grupos socia-les existentes, constelaciones de clases y sistemas políticos encada país del sistema mundial. El poder político y económico tien-de a gravitar hacia nuevos grupos ligados al capital transnacionaly la economía global, ya sea directamente o mediante su ubica-ción en aparatos estatales locales reorganizados. En cada regióndel mundo, desde Europa Oriental hasta América Latina, los esta-dos, las economías y procesos políticos se están convirtiendo entransnacionalizados e integrados bajo el liderazgo de esta nuevaélite. Esta élite transnacional tiene contingentes locales en cadapaís del Sur, en una nueva casta de élites de la Nueva Derecha«tecnócrata» en América Latina, África y Asia, lo que los econo-mistas Osvaldo Sunkel y Edmundo Fuenzalida llaman «semillastransnacionales» (a veces denominada «burguesíamodernizante») y que están supervisando procesos extensivosde reestructuración social y económica.12

Kees van Der Pijl ha analizado el fraccionamiento del capitalmediante lineamíentos funcionales en países núcleos del sistemamundial, la división del capital en fracciones de clases agrupa-dos alrededor de conceptos competitivos de control, y latransnacionalización de estas fracciones y sus proyectos comoconsecuencia de la expansión transnacional del capital.13 Cons-truyendo sobre este modelo, Gilí ha demostrado cómo la fraccióntransnacional, dirigida por el capital financiero transnacional, sehizo hegemónica en los 1970 y 1980 y obtuvo control sobre losEstados Unidos y otros aparatos estatales núcleos.14 Robinson haidentificado un fraccionamiento similar entre las élites recíprocasdel Tercer Mundo (y subordinadas a) fracciones nucléicas. El hadocumentado una «agenda transnacional» de la poliarquía y elneo-liberalismo como un concepto de control absoluto, que estafracción hegemónica del capital núcleo ha desarrollado y comen-zó a promover en regiones periféricas del sistema mundial en ladécada de los 1980.15

Page 206: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

De esta forma, la élite transnacional tiene un proyecto económi-co y una contraparte política a ese proyecto. El proyecto econó-mico, el neo-liberalismo, es un modelo que busca lograr condi-ciones para la movilidad total del capital.16 Este modelo incluye laeliminación de la intervención estatal en la economía y la regula-ción de naciones-estados particulares, sobre la actividad del ca-pital en sus territorios. Los programas de «ajustes estructurales»neo-liberales que se imponen en el Sur, buscan la estabilidadmacroeconómica (estabilidad de precios y cambio de moneda,etc.) como un requisito esencial para la actividad del capitaltransnacional, lo cual debe armonizar una amplia gama de políti-cas fiscales, monetarias e industriales entre múltiples naciones sies que va a funcionar simultáneamente y, a menudo, instantánea-mente, entre numerosas fronteras nacionales. La élite transnacionalimpone este proyecto económico a nivel mundial, mediante esta-dos, núcleos y sus subsidiarios especializados, como la AgenciaEstadounidense para el Desarrollo Internacional (AID) y medianteinstituciones supranacionales como el Fondo Monetario Interna-cional (FMI) y el Banco Mundial, en coordinación con las fraccio-nes tecnocráticas de la Nueva Derecha del Sur como contrapar-tes «nacionales» que han logrado el control (o buscan hacerlo)sobre los estados periféricos. El objetivo es construir estados neo-liberales que demuestran tres funciones: asegurar la estabilidadmacroeconómica y las condiciones jurídicas (incluyendo la ga-rantía de los derechos de propiedad) para la operación del capi-tal; proveer la infraestructura física y humana necesaria para laacumulación del capital; y mantener el orden social.

A cambio, el proyecto político de esta élite, transnacional es laconsolidación de sistemas políticos que funcionan mediante me-canismos consensuados de control social, es decir, de sistemaspolíticos poliárquicos. La poliarquía, diferente a los sistemas au-toritarios basados en la dominación coercitiva, es una forma deorganización política basada en la dominación consensuada, ohegemonía gramsciana. Las muy recientes «transiciones a la de-mocracia» en el Tercer Mundo son transiciones de formas políti-cas organizativas coercitivas (autoritarias) a consensuadas(poliárquicas). Estas transiciones nacionales, a su vez, están li-gadas a nuevas formas de control social transnacional bajo elcapitalismo mundial.17 La poliarquía está mejor equipada que elautoritarismo bajo las condiciones de dislocación social y reorga-nización política que acompaña la entrada de cada nación a laeconomía mundial, para contener las demandas de los sectorespopulares. Los sistemas políticos poliárquicos se prestan a for-mas más duraderas de control social y, por ende, a la estabilidad.A la vez que sirve de mediador en las relaciones entre las clases,la poliarquía es también un ordenamiento institucional más propi-cio para la resolución de conflictos entre grupos dominantes. Pro-

1992 (hondón: TheMerlin Press).

13. Kees van der Pijl,The Making of anAtlantic Ruling Class(hondón: Verso, 1984).

14. Gilí, AmericanHegemony, Op. Cit.

15. Robimon,Promoting Polyarchy,Op. Cit.

16. Ver, por ejemplo,Henk Overbeek (ed.),RestructuringHegemony in theGlobal PoliticalEconomy: The rise oftransnational neo-liberalism in the 1980s(hondón: Routledge,1993).

17. El «consensodemocrático» en elHemisferio puede versecomo consenso entreuna creciente élitehemisféricacohesionada sobre eltipo de sistema políticomás propicio para lareproducción delorden en Américahatina en el nuevoambiente global. Parauna discusión detalla-da, ver Robinson,Promoting Polyarchy;«Pushing Polyarchy»,Op. Cit; andGills, et.al, Op. Cit.

Page 207: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

18. La distinción entreautoritarismo ypoliarquía no debe sermenospreciado, ya seaen el sentido normativoo en el teórico. Lapoliarquía es, desde mipunto de vista,normativamentepreferible alautoritarismo ytambién abre ciertosespacios para que lasclases popularespuedan luchar por susintereses y ejercerinfluencias en formasque resultan imposiblesbajo una dictadura,aún cuando lasrelaciones esencialesde la dominación declases se reproducenmediante estructuras yprocesos poliárquicosinstitucionales.

19. Para una discusióngeneral y seis estudiosde casos nacionales,ver Robinson,Promoting Polyarchy,Op. CU., y para unadocumentacióndetallada y análisis deeste cambio de políticanorteamericana talcomo se aplica aNicaragua, ver William1. Robinson, A Faustían

mueve el ejercicio del auto-control efectivo en los asuntos intra-grupales y si funciona correctamente, logra la estabilidad intra-élite mediante la negociación y el acomodo. Bajo las condicionesfluidas de una sociedad global integrada, un sistema poliárquicoes visto como más dispuesto a disipar las tensiones sociales másagudas y a incorporar bases sociales suficientes con las cualesse pueda sostener un medio estable.18

Los Estados Unidos ha tomado la delantera en promocionar elaspecto político del proyecto de la élite transnacional, medianteel cambio de su política post-Segunda Guerra Mundial de desa-rrollar alianzas estratégicas con regímenes autoritarios en el Ter-cer Mundo (como la alianza con la dictadura somocista), con suemergente política de «promoción de la democracia». Esta nue-va orientación de políticas es, a nivel de conducta, un esfuerzopara desarrollar mecanismos consensuados de control socialtransnacional a fin de contener las demandas exigidas a los esta-dos por las mayorías recientemente movilizadas en el Tercer Mun-do y para prevenir más cambios radicales políticos ysocioeconómicos, intentando conducir los movimientos naciona-les de orientación democrática y desmantelar los aspectos másamenazadores del autoritarismo. Como bien se ha documentadoen otras partes, la promoción de la poliarquía como nueva moda-lidad de intervención norteamericana es conducida mediante unaparato transnacionalizado de «promoción de la democracia»dentro del estado norteamericano. Este aparato incluye el Centropara la Democracia y Gobernabilidad (NED) de la AID, y nuevasagencias en el Departamento de Justicia y Defensa, entre otros.Involucra la utilización de «asistencia política» en conjunto con laplétora de instrumentos establecidos por la política exterior esta-dounidense, incluyendo asistencia económica y militar, diploma-cia tradicional, y otras cosas más por el estilo. La política buscafomentar el funcionamiento de los sistemas poliárquicos en paí-ses periféricos y tiene como objetivo-meta las sociedades civilescomo los ejes del orden hegemónico y el control social, en con-junto con los esfuerzos de influenciar los estados.19

Los sistemas políticos poliárquicos tienden a establecer fronte-ras donde las luchas sociales se desenvuelven dentro deparámetros legítimos que no transgreden el orden social. Bajo elcapitalismo consolidado y un sistema poliárquico que funcionacomo la institucionalización política de las relaciones sociales delpoder, la organización política de la oposición al sistema capita-lista generalmente no tiene restricciones, debido a que las res-tricciones ideológicas, institucionales y estructurales se refuerzanmutuamente. Lo más preocupante es el poder estructural del ca-pital, el cual normalmente tiende a bloquear o neutralizar los de-safíos sistemáticos sin el recurso de la coerción generalizada.Stephen Gilí y David Law han desarrollado la idea del poder es-

Page 208: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

tructural del capital transnacional,una extensión al ambiente globalde ideas similares desarrolladas por Fred Bloch, Charles Lindblomy otros, sobre el «poder del veto» del capital sobre los estados.En sus análisis, las fuerzas mundiales económicas y sociales pue-den ejercer el poder del veto o imponer su poder directamentesobre el poder estatal, ejercitado en el sentido weberiano.20

La globalización involucra nuevas formas de articulación eco-nómica y política entre el centro y la periferia. Involucra la pene-tración de los estados periféricos por parte de las élitestransnacionales, directamente, mediante diversos vínculos políti-cos-diplomáticos y demás entre el centro y la periferia, e indirec-tamente, a través de la imposición del capital transnacional víasus agentes institucionales (FMI, Banco Mundial, etc.) y el poderestructural que el capital mundial ejerce sobre los estados-nacio-nes, particularmente los pequeños y periféricos. También incluyela penetración de los organismos de la sociedad civil mediantevariadas operaciones de «ayuda política» y «promoción de lademocracia» y el desarrollo de nuevos nexos estado-sociedadcivil. Los núcleos transnacionales, o reservas (pools), son cultiva-dos en países periféricos y ligados con la élite transnacional comocontrapartes «nacionales» a través de una perspectiva común einterés en nuevas actividades económicas (bajo la globalización,la lógica de la acumulación local y global convergen cada vezmás), y mediante diversos vínculos políticos, culturales e ideoló-gicos externos. Estos núcleos actúan como «cadenas de trans-misión» de la agenda transnacional captando a los aparatos deestado y ministerios claves, mediante la hegemonía que esperanalcanzar en la sociedad civil y por medio del poder que esgrimencon su preponderancia en la economía local y los recursos mate-riales e ideológicos acumulados con su eslabonamiento externo.En este modelo, lo que sigue a continuación es la externalizaciónde estadosy sociedadesciviles. Entre más periféricoes su estatus,más profunda su externalización y menor su autonomía. Mientrasla nueva división internacional del trabajo reorganiza las estructu-ras nacionales productivas, el neo-liberalismo le otorga uninmanente sesgo de clase a los agentes del sector externo. Estosagentes tienden a fusionarse con los dirigentes políticos del esta-do neo-liberal y a unirse gradualmente, en un proceso con altiba-jos de contradicciones y conflictos, hasta ser una fraccióntransnacional de élites. Esta élite local espera convertirse enhegemónica y construir nuevos «bloques históricos» nacionalesque amarran el orden social local al orden transnacional.

De esta forma, las clases son reestructuradas por el proceso deglobalización. Las clases pre-capitalistas y los productores autó-nomos domésticos, tales como el campesinado, los pequeñosartesanos y fracciones capitalistas orientados hacia los merca-dos internos, tienden a desaparecer. Aparecen nuevas clases tra-

Bargain: U.S.¡ntervention in theNicaraguan Electionsand American ForeignPolicy in the Post-Cold¡Var Era (Boulder:Westview, 1992). Paraun resumen de lasagencias norteameri-canas involucradas enla «promoción de lademocracia», verUnited States GeneralAccounting Office,PromotingDemocracy: ForeignAffairs and DefenseAgencies Funds andActivities - 199! to1993, Washington,D.C.: GAO/NSIAD-94-83, Enero 1994. Parauna discusión sobre la«ayuda política»,como un nuevoinstrumento político,ver Michael A.Samuels y Williain A.Douglas, «PromotingDemocracy», Was-hington Ouarterly,Verano 1981, pp. 52-65. Debe serenfatizado-que noestoy argumentandoque la intervenciónexterna crea movi-mientos de democrati-zación en el TercerMundo, ¡os cuales sonactividades endógenashistóricamentefundadas. El enfoqueteórico es de cómo elcomportamientoexterno, como laintervención noríeame-

Page 209: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

rica na y los limitantesde la economíacapitalista internacio-nal estrechamente seintermezclan con losmovimientos mayorita-rios por la democraciay ayudan determinarresultadospoliárquicos paraeliminar alautoritarismo.

20. Ver Stephen GUI yDavid Law, «GlobalHegemony and theStructural Power ofCapital», InternationalStudies Quarterly, Vol.33,No.4,pp. 475-499;Fred Block, «TheRuling Class does notRule: Notes on theMarxist Theory oftheState», The SocialistRegister, No. 7, Mayo-Junio 1977, pp. 6-28;Charles E. Lindblom,Politics and Markets:The World"s Political-Economic Systems(Nueva York: BasicBooks, 1977).

21. Entre muchasobras sobre laeconomía políticaCentroamericana post-Segunda GuerraMundial, ver VíctorBlumer Thomas, ThePolitical Economy ofCentral America Since1920 (Cambridge:Cambridge UniversityPress, ¡987); Jaime

bajadoras urbanas y rurales ligadas a los procesos de produc-ción transnacional. Un grupo completamente nuevo aparece: gran-des reservas de «supernumerarios» que han sido alienados delos medios de producción pero no están incorporados como tra-bajadores asalariados al proceso productivo capitalista y que noparecen ser de utilidad directa al capital (indirectamente, mantie-nen estáticos los salarios y pagan a grupos intersubjetivos quede otra manera podrían ser un desafío político al estatus quo).Estas nuevas clases y fracciones de clase deben verse comocontingentes domésticos de emergentes clases transnacionales,incluyendo las dominantes y subordinadas.

Presiones globalizantes en NicaraguaPodemos ver todo esto desarrollándose en Nicaragua desde

los 1960 a los 1990. El apoyo de los Estados Unidos a la dictadu-ra de la familia Somoza durante casi cinco décadas reflejó la «afi-nidad electiva» pre-globalizaclón entre el autoritarismo y la domi-nación estadounidense en el Hemisferio Occidental. El capitalextranjero se volcó hacia América Central durante la década delos sesentas y setentas, como parte del mercado común Centro-americano promovido por los Estados Unidos, integrando la re-gión a la emergente economía mundial, desplazando al campesi-nado y a los artesanos locales y creando nuevas fracciones capi-talistas opuestas al «capitalismo de compinches» que los autó-cratas tradicionales como los Somoza (o los Marcos, o losDuvaliers, etc.) tendían a practicar.21 Todo esto forjó la base es-tructural para los levantamientos sociales de los 1970-1980. Elautoritarismo no pudo manejar las dislocaciones sociales y la re-organización generada por la penetración capitalistay la inserciónde Nicaragua a la naciente economía global desde los años 1960en adelante, lo cual engendró presiones para sudesmantelamiento. El estado norteamericano había intentado fa-cilitar la transición del autoritarismo a la poliarquía (de la élitesomocista a la élite anti somocista) entre 1978-79, pero este es-fuerzo fracasó debido a un conjunto de circunstancias muy parti-culares del país y por condiciones históricas concretas. Se desta-can entre ellas, el subdesarrollo histórico y la debilidad políticade la burguesía nicaragüense como clase y, por ende, la ausen-cia de una «tercera fuerza» entre la dictadura y la revolución, laestrategia insurreccional específica diseñada por los sandinistasbasada en la lectura precisa de las condiciones nacionales e in-ternacionales y la falta de un aparato establecido y bien aceitadode «promoción de la democracia» de parte de los Estados Uni-dos, que pudiera complementar la diplomacia tradicional de lapolítica norteamericana.22

Las fuerzas revolucionarias sandinistas construyeron una con-tra hegemonía viable a la dictadura y tomaron el poder estatal en

Page 210: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

la revolución de 1979. Esto fue una «apertura» política momentá-nea en el sistema mundial, visto a través del modelo de las revo-luciones del Tercer Mundo presentado recientemente por el so-ciólogo John Foran.23 Pero las restricciones estructurales de laglobaüzación, combinadas con la política exterior estadouniden-se, hizo imposible una base viable para consolidar y sostener unarevolución social con la apertura política inicial, independiente-mente de los factores de comportamiento, tales como la conduc-ta estatal sandinista. El proyecto se desmoronó debido a una gamade factores internos y externos, subjetivos y objetivos, incluyendoun modelo de democracia popular/participativa defectuoso debi-do a la subordinación de la sociedad civil al estado y abusos depoder «vanguardista» de parte de los sandinistas. Pero indepen-dientemente de las deficiencias del modelo sandinista de demo-cracia revolucionaria, el proyecto no era viable debido a factoresestructurales globales: La estructura de poder del capitaltransnacional que, en conjunto con el poder estatal mucho másvasto de los Estados Unidos, fue aplicado por la vía de una masi-va campaña desestabilizadora, para hacer infuncional una alter-nativa popular a la poliarquía y a! capitalismo de libre mercado.24

Los vínculos entre las presiones estructurales relacionadas a laglobalización y cambios en las variables internas económicas,sociales, políticas y otras, en la Nicaragua de los 1960 a los 1990,son complejos y diversos. Aparte de los factores de comporta-miento (por ejemplo, decisiones sobre políticas tomadas por lossandinistas), el contexto global que Nicaragua enfrentaba en ladécada de 1980 empujó al gobierno revolucionario hacia alian-zas de clases con fracciones capitalistas modernizantes que ha-bían surgido en la década de los sesentas y setentas.25 Estasfracciones, perfectamente distinguibles de los capitalistasSomocistas compinches, se mantuvieron ligadas al mercado ca-pitalista mundial durante el período sandinista, sustituyendo cadavez más, al estado como el intermediario principal entre Nicara-gua y esos mercados, y desarrollaron vínculos con las emergen-tes fracciones transnacionales dirigidas por los Estados Unidos.Actuaron como puntos de acceso para la penetracióntransnacionalde los Estados Unidos, incluyendo una capacidad estructural paraimponer políticas sobre el estado sandinista, tales como laagroindustria privada y subsidios industriales, todo lo cual mina-ba las clases que constituían la base social de la revolución yreorientaba el poder interno alejándolo de estas clases y orien-tándolo hacia una élite en proceso de reconstitución.26 Desde me-diados de la década de los ochentas en adelante, ios objetivosde la guerra de los Estados Unidos cambiaron, de derrotar militar-mente á los sandinistas con una contrarrevolución basada en elextranjero para lograr la restauración del autoritarismo, a nuevasformas de intervención política bajo la rúbrica de «promoción de

Wheelock, Imperialis-mo y dictadura(México: Siglo XXI,1975).

22. Ver Robert A.Pastor, Condemned toRepetition: The UnitedStates and Nicaragua(Princeton: PrincetonUniversity Press,1987), para unadiscusión de lafracasada transición de1978-79 hacia lapoliarquía, contadopor un miembro delcírculo interno delaparato que dirigía lapolítica del momento.

23. John Foran, «ATheory ofThird WorldSocial Revolutions:Irán, Nicaragua, ElSalvador Compared»,Critical Sociology, Vol.19, No. 2, 1992, pp. 3-27.

24. Vemos en esteproceso la relaciónentre lo estructural y elcomportamiento. Elpoder estructural delcapital transnacionalse expresó precisamen-te en la habilidad delestado norteamericanocomo el agente decomportamiento delcapital hegemónicotransnacional de aislara Nicaragua de losmercados internacio-nales y créditos y de

Page 211: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

transformar endiferentes maneras, elcomportamiento dediferentes actoresnicaragüenses,aunque restriccionesde espacio limitan ladiscusión. La docu-mentación sobre laguerra norteamerica-na y el intento de lossandinistas con lademocracia populares voluminosa.

Para lo primero, ver,por ejemplo, ThomasA. Walker, ReaganVersus thesandinistas: TheUndeclared War onNicaragua (Boulder:Westview, 1987);William 1. Robinson yKent Norsworthy,David and Goliath:The U.S. War AgainstNicaragua (NuevaYork: Monthly ReviewPress, 1987). Para lossegundo, ver, porejemplo, Harry E.Vanden y GaryPrevost, Democracyand Socialism inSandinista Nicaragua(Boulder: LynneRienner, 1993);Vanessa Castro yGary Prevost, Eds.,The 1990 Elections inNicaragua and TheirAftermath (Landham,MD: Rowland andLittlefield, 1992); JoséLuis Corragio,Nicaragua: Revolu-

la democracia» en apoyo a una oposición «moderada». Esta opo-sición, organizada y entrenada mediante un programa a gran es-cala de ayuda política norteamericana operaba a través de méto-dos pacíficos (no coercitivos) en la sociedad civil para socavar lahegemonía sandinista, culminando en la derrota electoral de lossandinistas y la restauración de la élite con un sistema políticopoliárquico naciente.27 Después de las elecciones, una coalicióndirigida por un núcleo embriónico transnacionalizado (conocidocomo el Grupo de las Palmas) se posesionó del estado, particu-larmente de los ministerios claves de Finanzas, Economía y De-sarrollo, el Banco Central y Relaciones Exteriores, y el altamentecentralizado Ejecutivo mismo, a través del poderoso Ministerio dela Presidencia, encabezado por Antonio Lacayo, yerno de la nue-va presidenta, Violeta Chamorro.28 Lo que tuvo lugar a continua-ción fue la reinserción de Nicaragua a la economía global y unarestructuración neo-liberal de largo alcance.

La economía global de los 1960 hasta mediados de los 1990exprimió a los productores domésticos en general y, en particular,al campesinado nicaragüense, el cual se semi-proletarizó en elperíodo post Segunda Guerra Mundial. La reforma agraria sandi-nista prolongó la vida de esta clase y de otros agentes domésti-cos, pero la reconstitución y preservación de un campesinado noera viable estructuralmente. Para dar un ejemplo, la produccióncampesina para la exportación, al igual que el consumo interno,requería del subsidio del estado (el intento de autonomía nacio-nal) para alinear los precios internos con los precios de mercado(el factor estructural global fuera del control nacional). En cambio,el apoyo a los precios y otros subsidios alimentó los desequilibriosque socavaban aún más la viabilidad de un proyecto revoluciona-rio tratando de sobrevivir en una economía y sociedad global.Para dar otro ejemplo, la necesidad de mano de obra en el sectoragro-exportador (cuya existencia prolongada era dictada por fuer-zas extra-nacionales), mayoritariamente en manos de la burgue-sía rural, limitaba el alcance y ritmo de la reforma agraria y fortale-cía la alianza sandinista con fuerzas objetivamente contra-revolu-cionarias.29 El estira y encoge de la transformación de las clasesrurales se vinculó con la contra-revolución armada (los «contras»),dirigidos por los Estados Unidos y cuya base social se materiali-zó en el campesinado. La resistencia campesina a Somoza y alos sandinistas respondía a la incursión de las fuerzassocioeconómicas que minaban su estatus pero también hizo im-posible un nuevo equilibrio para el campesinado como clase.30 Elprograma neo-liberal sostenido en la década de los 1990, inclu-yendo la restauración y modernización de la agro-industria y cré-dito y estructuras de precios que vinculaban estrechamente laeconomía doméstica al mercado mundial, constituía la materiali-

Page 212: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

zación de presiones globalizantes en el campo nicaragüense. Eseliminar, posiblemente para siempre, al campesinado.31

La economía capitalista global ha ejercitado la causalidad macro-estructural en el escenario, altamente complejo que se extiendepor varias décadas. Desde 1990, el estado norteamericano ac-tuaba como el punto de eslabonamiento externo con la reservatransnacional. En la próxima sección, utilizo el marco arriba seña-lado para analizar el desarrollo de los acontecimientos en Nicara-gua desde 1990. Las presiones de la globalización llegaron aconstituirse en una «masa crítica» con la transferencia del poderestatal de los sandinistas a Chamorro y esto abrió el camino parala cristalización de la agenda transnacional en el país. Realizo elcambio de un análisis estructural a uno de comportamiento, enfo-cando especialmente a las políticas norteamericanas como elagente externo que facilita estos procesos transnacionales.

Estructurando la poliarquía y el estadoneoliberal en Nicaragua

La intervención norteamericana después de lossandinistas

Fue tan impactante el éxito de las nuevas doctrinas norteameri-canas de guerra de baja intensidad y estrategia de promoción depoliarquías, al sufrir los sandinistas la derrota electoral en 1990,que equivalía a una dramática declaración de los límites que seimpusieron al cambio en un solo país en la era de la globalización.Después del cambio formal del gobierno, la Intervención norte-americana entró en una nueva fase, la de anticipar la agendatransnacional bajo las condiciones que se daban únicamente enNicaragua: una revolución que se disolvía, un cambio de régimenlleno de incertidumbre y unas estructuras económicas y socialesgelatinosas y desgarradas por la guerra. La agenda fue adelanta-da a través de agencias multilaterales y Organizaciones Inter-Gubernamentales (OIG), partidas de ayuda económica y políticaasignadas juiciosamente, diplomacia bilateral y otras argucias delos artífices principales del poder gubernamental. Los objetivosfueron: 1) desmantelar lo que quedaba de la revolución, incluyen-do la transformación parcial de las relaciones de propiedad a fa-vor de las clases populares que se había dado, la estructura jurí-dica de la revolución y su aparato militar; 2) reconstituir una claseacaudalada y una élite política bajo el liderazgo de la Nueva De-recha «tecnócrata» ligada al orden capitalista internacional y sin-tonizada a la agenda transnacional; 3) construir un estado neo-liberal; 4) profundizar el proceso, iniciado en los años ochentas,de penetración de la sociedad civil nicaragüense y construir una

ción y Democracia(México: EditorialLínea, 1985).

25. Estas aliamospost-1979 no fueronsolamente una conti-nuación de la coali-ción anti-somocista. Elgobierno sandinistaintentó un proyecto declase más «puro» enlos primeros dos años,pero se retractómientras el contextointernacional de larevolución - un climamuy desfavorable paralos experimentossocialistas y laspresiones excesivasque los Estados Unidospudo aplicar -fueevidente. Sobre larelación entre la clasecapitalista, lasfracciones dentro de lamisma y la revoluciónver Rose Spalding,Capitalist andRevolution in Nicara-gua: Opposition andAccommodation, 1979- 1993(ChapelHill:University of NorthCarolina Press, 1994).

26. Entre tantaliteratura sobre laspolíticas económicassandinistas y lasalianzas de clases queinvolucraba, verCarlos Vilas, Perfilesde la RevoluciónSandinista (Buenos

Page 213: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Aires: Editorialbegasa, ¡985);Richard Stahler -Sholk, «Stabilization,Destabilization and¡he Popular Classes inNicaragua, 1979-1988», LatínAmerican ResearchReview, Vol. 25, No. 3(Otoño 1990), pp. 55-88. A diferencia deeste tipo de críticasarguyo que laslimitaciones a lastransformacionesrevolucionarias eranestructurales yestaban localizadosdentro del sistemaglobal en vez de lasdecisiones basadas enel comportamiento(políticasselecionadas entreopciones políticas) delos sandinistas.

27. Para unadiscución detallada,ver Robinson, AFaustian Bargain, Op.Cit.

28. El Ministro deFinanzas EmilioPereira, Vice-Ministro de Relacio-nes Exteriores JoséPalláis y variosPresidentes del BancoCentral, todostecnócratas entrena-dos en Harvard uotras «universidadesglobales» y convínculos

contra-hegemonía opuesta a la conquistada por los sandinistasen la misma, y; 5) supervisar la reinserción de Nicaragua en laeconomía mundial y atar el orden social interno al ordentransnacional.

Después de un año de estudio, la sede de AID en Nicaraguarecientemente inaugurada (la AID se había retirado del país en1981) declaró en el informe donde planteaban la política generalnorteamericana desde 1991 a 1996, año en el que se planificaríanlas próximas elecciones: «La estrategia presentada en este do-cumento es extremadamente ambiciosa. Es difícil [no] sobre-enfatizar el grado de cambio que visualiza en la economía y lasociedad nicaragüense». La Declaración de Estrategia, un singu-lar plan para la construcción de una república neo-liberal, propo-nía un programa exhaustivo de reestructurar todos los ámbitos dela sociedad nicaragüense en base al poder económico que losEstados Unidos y las agencias financieras internacionales podíanejercer sobre el país en escombros. La estrategia planteaba loque el economista nicaragüense Ángel Saldomando llamaba«contra-reforma» en cada ámbito político e institucional. Este tipode reestructuración económica e institucional masiva lógicamen-te llevaría a cambios en la correlación fuerzas política y socialesinternas y así proveer una base social material para la más gra-dual pero crucial dimensión cultural e ideológica de la «contra-revolución a cámara lenta».

Los sandinistas entregaron el aparato ejecutivo formal. Pero estatransición se desenvolvió dentro de un marco jurídico desarrolla-do bajo la revolución, cuyas estructuras sociales, económicas,políticas e ideológicas todavía estaban intactas. La derrota elec-toral hundió al partido sandinista, su base social y su legitimidadya erosionada, en una aguda crisis interna sobre programas, orien-tación ideológica y estrategia. Pero el FSLN en 1990 todavía erael partido más grande y mejor organizado en el país. Las clasespopulares se mantuvieron politizadas y movilizadas en las anti-guas organizaciones de masas y, más aún, en el nuevo movi-miento social que afloró después de las elecciones de 1990. Elvoto por la UNO no representó el consenso interno sobre un pro-grama neo-liberal. Ni las antiguas o nuevas fracciones de la élitenicaragüense, ni los Estados Unidos pudieron contar, en 1990,con un aparato militar represivo para imponer su agenda, debidoa que la mayor parte del Ejército Popular Sandinista (EPS) se man-tuvo intacto después del cambio de gobierno. El nuevo Ministrode la Presidencia, Antonio Lacayo, fue obligado a reconocer que«lo que sucedió en Nicaragua no fue una revolución social, sinouna victoria electoral dentro del orden legal».

Las dificultades en el proyecto neo-liberal se evidenciaron enlos meses después de la toma de posesión de Chamorro en abrilde 1990. El nuevo gobierno anunció medidas neo-liberales radi-

Page 214: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

cales, incluyendo despidos masivos dentro del sector público,privatizaciones, incrementos en tarifas de transporte, del servicioeléctrico, de agua, teléfonos y otros servicios, una drástica reduc-ción en el gasto público social y la eliminación de los subsidiosen los consumos básicos. Las medidas sirvieron como detonantede dos huelgas nacionales consecutivas, en mayo y julio, ambasparalizaron al país y demostraron la voluntad y habilidad de lasclases populares de montar resistencia. El nuevo gobierno fueforzado a negociar. El programa tendría que ser implementadogradualmente, mediante una estrategia de «contra-revolución acámara lenta». Nicaragua entró en un período de conflictos so-ciales endémicos, donde los ciclos de confrontación, negocia-ción y arreglo, se alternaban con huelgas pacíficas y violentas,manifestaciones y enfrentamientos en el campo y las ciudades.La inestabilidad crónica y los conflictos sociales sirvieron de te-lón de fondo para continuos realineamientos de las fuerzas políti-cas del país y una implementación «sigilosa» de los programasneo-liberales.

Después de las elecciones, Washington aprobó un paquete deasistencia de $541 millones de dólares para dos años, incluyen-do aproximadamente $25 millones en ayuda política canalizado através de AID y la NED. El programa de la AID en Nicaragua setransformó en el más grande del mundo y la embajada norteame-ricana contaba con la mayor cantidad de personal en Centroamé-rica. El personal creció de 78 diplomáticos acreditados en 1989 amás de 300 a mediados de 1990. La penetración al estado Nica-ragüense, después de las votaciones fue inmediata. La AID envióa un equipo de asesores legales internacionales al equipo de tran-sición de Chamorro y le brindó al Centro para la Democracia, uncentro estadounidense casi privado ligado al aparato estatal de«promoción de la democracia» que había manejado varios millo-nes de dólares en fondos norteamericanos para políticas anti-sandinistas en los años ochentas, con nuevos fondos para esta-blecer una oficina permanente en Managua con el propósito deasesorar y entrenar legisladores de la Unión Nacional de Oposi-ción (UNO) —la coalición anti-sandinista que había formulado aChamorro como su candidato en las elecciones de 1990—. LaAID envió asesores y fondos: a la Asamblea Nacional para «mejo-rar sus operaciones internas en la resolución de conflictos y deforjar el consenso sobre políticas nacionales» y para implementar«reformas constitucionales»; a la Comisión Electoral, «a fin deprepararse para y monitorear las elecciones nacionales de 1996»;a las instituciones judiciales y al Contralor General, «para instalarcontroles financieros en las instituciones del gobierno»; y a losgobiernos municipales, para ayudar a «implementar la estrategia[de EE.UU.] en general».

transnacionalesdesarrollados mientrastrabajaron en puestosanteriores a 1990 eninstituciones como elBanco Mundial, elBanco Ínter-America-no de Desarrollo(IDB), son ejemplos deeste núcleo. Represen-taban la variantenicaragüense de los«Chicago Boys»chilenos,implementandocalladamente laagenda neo-liberaldetrás de la bulliciosay mucho más visiblesdisputas políticascoyunturales de unaélite política fraccio-nada. Para unadiscusión sobre elGrupo de las Palmas,ver Oscar-RenéVargas, A dónde vaNicaragua: Perspecti-vas de una RevoluciónLatinoamericana,(Managua: EdicionesNicarao, 1991).

29. Ver, por ejemplo,la discusión en LauraEnríquez, HarvestingChange (Chapel Hill:University ofNorthCarolina Préss, 1991).

30. Ver, entre muchasobras y debates,Alejandro Bendaña,Una tragedia campesi-na (Managua: CEJ,1991); Orlando Núñez,

Page 215: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Ed, La guerra enNicaragua (Managua:CIPRÉS, 1991);Enríquez, Ibid.

31. En síntesis, unamonografía deNitlapán, instituto deinvestigación de laUniversidad CentroAmericana, identificóen 1994 a 240,000núcleos familiaresrurales, de los cuales80,000 estabanproletarizados o setni-proletarizados, 90,000eran pequeños ymedianos productoresligados al mercado,bajo el liderazgoeconómico yorganizacional de unos2,400 negocios deagro-industrias. Estosnegocios de agro-industrias establecie-ron condicionesgenerales einfluenciaban políticasestatales hacia elsector agrícola. Lospequeños y medianosproductores estaban enun proceso inestable demovilización «haciaarriba» a la agricultu-ra capitalista o «haciaabajo» a laproletarización. Lasrestantes 75,000constituían el campesi-nado nato, de loscuales 62,000fueroncreados por la reformaagraria sandinista yeran los objetivos de

Las dimensiones ideológicas de la contra-revolución a cámaralenta tenía dos aspectos. El primero era extirpar de raíz cualquiervestigio de influencia sandinista e incorporar en un nuevo bloquehistórico a las masas nicaragüenses, cuya conciencia y «praxisdiaria» había sido transformada en diez años de revolución. Talcomo ha notado el sociólogo nicaragüense Oscar René Vargas,el resurgir de un fatalismo y sumisión latentes de las clases popu-lares dependería en gran medida de mecanismos culturales eideológicos. El otro aspecto era el inculcar una cultura políticapoliárquica (una «cultura cívica») entre las élites como un impor-tante componente para volver a configurar una burguesía local.La revolución sandinista había continuado desfigurando a unaburguesía que como clase se había truncado históricamentecomoresultado de la historia particular de Nicaragua, la dependenciaexterna y décadas de dictadura. La asistencia política jugó unpapel importante en estas actividades.

Desde la perspectiva de funcionarios norteamericanos, el desa-rrollo de una cultura política poliárquica entre las élites y lalegitimación del orden social neo-liberal en la población, fue lacontraparte crucial para erosionar el sistema de valores de la re-volución. La manipulación de los valores religiosos, patriarcales ypatrones culturales tradicionalesy las inseguridades económicas,fue estratégico para esta actividad política-ideológica. Uno de losprimeros pasos fue la penetración y reestructuración del sistemaeducativo como institución clave de reproducción ideológica. LaAID destinó $12.5 millones de dólares para reponer textos esco-lares utilizados en escuelas públicas que fueron elaborados bajoel gobierno sandinista. Los antiguos textos fueron quemados porórdenes del nuevo Ministro de Educación, Humberto Belli. Losnuevos textos «despolitizados» comenzaban con los «Diez Man-damientos de las Leyes de Dios», refiriéndose al divorcio comouna «desgracia» y al aborto como «asesinato» y enfatizaban laimportancia del «orden en la familia», así como «la obediencia alos padres y a las autoridades legítimas». El Catolicismo fue defi-nido en los textos de geografía como la religión dominante en elmundo, «basada en las prédicas'de Nuestro Señor Jesús Cristo».El texto de historia mundial aseveraba que todas las intervencio-nes norteamericanas se llevaron a cabo para traer «la paz y esta-bilidad» a países alrededor del mundo. La directora de AID enNicaragua, Janet Ballantyne dijo que los textos ayudarían a «res-tablecer la falta de moral y cívica de los últimos once años».42

Paralelamente a la penetración del estado nicaragüense, losfuncionarios norteamericanos continuaron financiando programasde asistencia política con grupos anti-sandinistas que se habíaniniciado a mediados de la década de los años ochentas y tam-bién introdujeron unos nuevos. El objetivo de estos programaspost-electorales ya no era el de desarrollar sectores anti-

Page 216: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

sandinistas en la sociedad civil que pudieran contribuir a los es-fuerzos de desplazar al gobierno sandinistadel poder estatal. Másbien, era contribuir a la despolitización de la población, eclipsar alos movimientos sociales de base más militante e incorporar asectores claves al bloque histórico emergente bajo la hegemoníade un sector privado reconstituido. El financiamiento para el Con-greso Permanente de los Trabajadores (CPT), un grupo que habíasido apoyado por Washington durante los años ochentas, era para«ofrecer alternativas diferentes a los radicales sindicatossandinistas».43 Otros fondos se destinaron para programas nue-vos de «capacitación y educación cívica» dirigidos a «la juven-tud, mujeres, maestros, profesionales, cooperativas y organiza-ciones de desarrollo comunal».44 El Movimiento de Mujeres deNicaragua, establecidoen 1989 con fondos norteamericanos paracompetir con los grupos de mujeres sandinistas e independien-tes más radicales, era el de «rescatar la religión y la familia de lafilosofía de libertinaje de los sandinistas». La organización le ayu-daría a las mujeres a sobreponerse al infortunio que sufrían comoresultado de los sandinistas -como «el abandono de parte de loshombres, abuso físico, relajamiento sexual y el lesbianismo»- ysu «desprecio por la moral cristiana».45 Igualmente, una organi-zación juvenil organizada en 1989 con fondos norteamericanos,iba a concentrarse sobre «la transmisión de una orientación mo-ral y cristiana» para vencer la «gran decadencia en valores» ori-ginado en la revolución sandinista.46

Mientras la asistencia política norteamericana entraba al país achorros en conjunto con la ayuda económica (ver abajo), la asis-tencia militar al EPS fue negada por parte de funcionarios estado-unidenses. La conservación de un ejército popular nacido de unarevolución privaba a las clases pudientes de un instrumento re-presivo. «El ejército y la policía actualmente son dominados porpartidarios de los sandinistas», mencionaba la Declaratoria deEstrategiade la AID. «La lealtad de estas institucionesy sus miem-bros al actual gobierno es cuestionable y sus acciones en res-puesta a los disturbios públicos durante el último año han susci-tado dudas sobre si responden a los dictados del partido o a losmandatos del gobierno». Concluía: «estas instituciones deben ser'profesionalizadas' para que puedan ejecutar sus funciones en lasociedad como garantes de la seguridad y la justicia».47 Las ad-ministraciones Bush y Clinton aplicaron enormes presiones des-pués de las elecciones, incluyendo amenazas diplomáticas y lasuspensión temporal de las partidas de asistencia norteamerica-na en varias ocasiones, para purgar a la dirigencia del EPS y para«des-sandinizar» al ejército y la policía, como parte de una pre-sión más amplia de avanzar una contra-revolución a cámara len-ta. A mediados de 1992, la administración Bush congeló el des-embolso de la ayuda por completo, una decisión que la entrante

presiones extra-económicas (legales) yeconómicas (principal-mente créditos y otraspolíticas) resultandoen el desmoronamientode este sector (verabajo). El informeNitlapán fue en partereproducido, ysintetizado, en elinforme de la AID«Nicaragua 2000: AVision for the Year2000», Embajada deEstados Unidos,Managua, 1995:30-37.La erosión del campe-sinado también seexamina en detalle enJon Jonakin,«Agrarian Policy andCrisis in Nicaragua 'sPolitical Transition»,informe presentado alXIX Congreso de laAsociación de Estudiossobre América Latina,Septiembre 28-30,1995, Washington,D. C. Jonakin nota queen 1993 mismo, hasta40,000 pequeñosproductores enfrenta-ron la pérdidashipotecaria de suspropiedades.

32. Sobre las políticasnorteamericanas post-1990, ver, entre otros,a: Oscar-René Vargas,A dónde va Nicaragua,Op. Cit.; WilliamI.Robinson y KentNorsworthy, «TheNicaraguan Revolution

Page 217: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Since ¡he Elections»,CrossRoads, 6 (Enero1991), pp. 21-27;Miclge Quandt, «U.S.Aid to Nicaragua:Funding the Right», ZMagazine, (Noviembre1991), pp. 47-51;George R., Vickers andJack Spence, «TwoYears After the Fall»,World Policy Journal(Verano ¡992), pp.533-562; Robinson, AFaustian Bargain, Op.Cit.,pp. 163-167;Promoüng Polyarchy,Op. Cit., capítulo sobreNicaragua.

33. «CountryDevelopment StrategyStatemen: USAID \Nicaragua 1991 -1996» (Washington,D.C.: AgencyforInternationalDevelopment, June 14,1991), pp. 62 -63.

34. Ángel Saldomando,El Retorno de la AID,caso de Nicaragua:Condic ionalidad yRestructuración(Managua, EdicionesCRIES, 1992).

35. Comentariosvertidos el 5 de abrilde 1990 en conferenciade prensa citado en«Family Frictions»,Barricada Internacio-nal, Vol. 10, no. 320,

administración Clinton ratificó. En abril de 1993, después de ne-gociaciones con funcionarios nicaragüenses, la administraciónClinton finalmente liberó los fondos congelados, pero con nume-rosas condiciones agregadas. Entre ellas estaban: la purga delos sandinistas del gobierno; la destitución del jefe del ejércitoHumberto Ortega (un sandinista) y otros oficiales con altos car-gos en el EPS; mayor progreso en la devolución de propiedadesa sus dueños pre-revolucionarios y/o la privatización de estas afavor de inversionistas nacionales y extranjeros; reformas consti-tucionales y otras recomposiciones de la estructura gubernamen-tal.48

A finales de 1993, estas presiones habían proporcionado algu-nos éxitos. Una combinación de no financiamiento, reestructura-ción y el reclutamiento de nuevos oficiales policíacos de las filasde los ex-contras y activistas políticos de derecha, hicieron mu-cho para transformar a la policía en una típica fuerza represivalatinoamericana, rutinariamente desbandando huelgas, desbara-tando protestas populares, y así por el estilo. Más importante aúnfue que el liderazgo mismo del EPS llegó a desarrollar su propiaidentidad corporativa una vez desligado del estado revoluciona-rio. La jefatura del EPS llegó a percibir que de la integridadinstitucional del ejército dependía el lograr la legitimidad ante laélite local, Washington y la comunidad internacional. Lograr la le-gitimidad significabaadoptar una doctrina de «constitucíonalidad»y demostrar la habilidad de reprimir las protestas de los sectorespopulares cuando este tipo de protestas transgredían canales le-gales o institucionales.49 En las huelgas generales de 1990, elEPS ignoró órdenes del gobierno de reprimir violentamente a losmanifestantes, arguyendo que su mandato constitucional estabalimitado a la defensa de la soberanía del país de las agresionesextranjeras, y no utilizando la fuerza en hechos políticos internos.Pero en los años subsiguientes, el EPS comenzó más y más adesalojar violentamente a campesinos que se habían tomado tie-rras en el campo, a atacar a trabajadores en huelga que ocupa-ban fábricas u oficinas de gobierno y a desbaratar muchas vecesmanifestaciones callejeras pacíficas.

Reinserción a la economía globalParalelamente a esta asistencia política, y con un enfoque a más

largo plazo, la asistencia económica norteamericana fue para re-animar al debilitado sector privado, para asistencia en la balanzade pagos y para cancelar las moratorias de la deuda al BancoMundial y al FMI. La AID condicionó los desembolsos de toda laasistencia en torno a las políticas económicas y sociales del go-bierno de Chamorro. La Declaración de Estrategia de AID estipu-laba condicionalidad genérica. La mayor parte de ayuda norte-americana nunca entró al país porque se utilizó para pagar moras a

Page 218: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

prestamistas extranjeros privados y agencias internacionales, loscuales restablecieron la situación credicticia del país y abrió elgrifo para nuevos préstamos del Banco Mundial y FMI. Los repre-sentantes del Banco Mundial y el FMI, en conjunto con funciona-rios de la AID, diseñaron un programa neo-liberal completo, dereajustes estructurales y condicionaron todos los créditos, de-sembolsos y reestructuraciones de deudas, al cumplimiento deeste programa.50 Después de 1992, Washington inició la clausurade ayuda bilateral estadounidense y la repuso con fondos de lasagencias internacionales.51 La ayuda de Estados Unidos fue unmecanismo transicional para la inserción de Nicaragua en lasestructuras financieras internacionales en representación del ca-pital transnacional. Esta ayuda externa inexorablemente insertó aNicaragua a la economía mundial. En 1992, la deuda externa ni-caragüense llegaba a casi 11 mil millones de dólares, una de lasdeudas per cápita más altas en el mundo. De un total de 1 mil 200millones de dólares en asistencia externa bilaterales y multilateraldestinado para el país en 1991, más de 500 millones de dólares -el 43 por ciento- se destino al servicio de la deuda. Otro 26 porciento se destinó para importaciones, más que todo bienes deconsumo. Cifras para 1992 y 1993 daban un cuadro casi idéntico.En 1992, Nicaragua pagó 495 millones de dólares sólo en intere-ses por esta deuda, y, de acuerdo a proyecciones gubernamen-tales, en 1993 tenía que pagar en servicios dé la deuda (principale intereses) 508 millones; 629.8 millones en 1994; 654 millones en1995, y 733 millones en 1996. (En comparación, las gananciaspor exportaciones eran de 217 millones de dólares en 1991).52 Elservicio de la deuda externa claramente sería un mecanismo po-deroso durante muchos años subsiguientes,'para obligar a unaeficaz reestructuración de la estructura productiva nicaragüensede acuerdo con un mercado mundial cambiante y la nueva divi-sión del trabajo. Este punto es crucial: la necesidad de obtenerdivisas para pagar la deuda requiere que las naciones reestruc-turen sus economías hacia la producción de exportables(«comerciables») de acuerdo con las cambiantes estructuras dela demanda en el mercado mundial. A lo largo de un extenso pe-ríodo, el endeudamiento y subsiguiente revalorización del servi-cio fortalece a aquellos sectores con vínculos externos yredistribuye cuotas de poder económico y político hacia nuevosgrupos ligados al capital financiero transnacional.53 "

La camisa de fuerza económica internacional impuesta a Nica-ragua estaba cumpliendo lo que la represión directa pudiera ha-ber cumplido bajo arreglos autoritarios en un período anterior oen cualquier otro lado, como en el programa de contra reforma enChile después del golpe de estado en 1973. Por ejemplo, «la re-forma agrícola» de la AID no propuso el regreso forzado de tie-rras a sus antiguos dueños. Más bien, requería la privatización de

36. Para la cifra de 541millones de dólares, verAID, StrategyStatement, «ResourceTable», que aparece enuna hoja sin numera-ción después del últimonúmero (63). Tambiénver: AID, ((Nicaragua:A Commitment ioDemocracy,Reconciliation, andReconstruction»,(Marzo 1990 «FacíSheet» preparado paraperiodistas y- el públi-co); «EconomicAssistance Strategy forCentral America, 1991-2000», Washington,D.C.: AID, Enero 1991.Para detalles delanálisis, ver el excelen-te estudio deSaldomando, Ibid. yentrevista conSaldomando, «USAID'sStrategy in Nicaragua»,ENVIÓ, Vol. 12, No.142 (Mayo 1993), pp.23-31.

37. Robinson, AFaustian Bargain, op.cit., pl66.

38. Ibid, p. 163.

39. AID, StrategyStatement, op. cit., pp47-48.

40. Vargas, A dóndeva...?, op. cit.

Page 219: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

41. Para las raíceshistóricas de laformación de clasesnicaragüenses ver, porejemplo, Bradford E.Burns, Patriarch andfolk: The Emergence ofNicaragua, 1798 -1858 (Cambridge:Harvard UniversityPress, 1991); y laperspectiva sobre ladependencia de JaimeWheelock en Imperia-lismo y Dictadura, op.cit.

42. Par detalles sobrelos textos de AID, verQuandt, «U.S Aid toNicaragua..»., op.cit.

43. AID, StrategyStatement, op. cit. p.46.

44. Robinson, AFaustian Bargain, op.,p. 166.

45. Quandt, «U.S. Aidto Nicaragua..», op. cit.

46. Ibid.

47. AID, StrategyStatement, p.20.

48. Ver Departamentode Estado de losEstados Unidos,Oficina del AsistenteSecretario Portavoz, en

la economía, la promoción de los no tradicionales y la determina-ción del derecho a la propiedad de acuerdo a las fuerzas libresdel mercado. Este criterio puramente «económico» aplicado bajola bandera de la «eficiencia» y políticas fiscales y monetarias conel objetivode lograr la estabilidadmacroeconómica, actuaba comomecanismo no coercitivo que enajenaba a pequeños propietarioscampesinos, minaba al campesinado como clase, reconcentrabala tierra y fomentaba a un nuevo y modernizado sector capitalistade la agro industria. La estabilidad macroeconómica exigía tasasde interés «reales», una reducción drástica en el crédito bancariopara pequeños propietarios y la eliminación de precios de garan-tía gubernamentales para el sector campesino. Al mismo tiempo,un acuerdo firmado con el FMI en Abril de 1994, prohibía explíci-tamente al gobierno reponer los fondos bancarios estatales, aúncuando los nuevos créditos internacionales se destinaron paracapitalizar la nueva banca privada (ver abajo). Mientras los ban-cos estatales servían casi exclusivamente a los campesinos, losbancos privados casi exclusivamente le prestaban a la agro in-dustria.54 Sin créditos y otros servicios estatales y, por ende, sinlos medios para competir en el mercado, los campesinos fueronforzados a vender sus tierras. La promoción de la agricultura parala exportación a gran escala por encima de la producción de ali-mentos para el consumo interno también socavó al campesina-do, dado que los productores campesinos producían casi el 100por ciento de la producción alimentaria doméstica, mientras laproducción de cultivos de exportación estaba en manos de gran-des terratenientes y la agro industria. La estructura crediticia y laspolíticas fiscales y monetarias diseñadas por la AID y las agen-cias internacionales beneficiaron a una clase local acaudaladaque se propuso reinsertar a Nicaragua al mercado internacional.En 1993, por ejemplo, 28,000 pequeños productores no recibie-ron ningún crédito en absoluto, mientras que solamente nueveagroindustrias capitalistas recién consolidadas y grupos de ex-portación monopolizaron más del 30 por ciento de todos los prés-tamos.55 A finales de 1994, el Banco Nacional de Desarrollo (elprincipal banco estatal que sirve á la producción campesina), quetenía prohibido recapitalizarse según el acuerdo con el FMI, fueforzado a cerrar 22 de sus sucursales en todo el país y a elevarlas tasas de interés a los niveles del mercado determinados porel sector del gran capital, efectivamente negándole créditos a50,000 familias campesinas.56 Estas mismas políticas de créditoy demás relacionadas al ajuste también perjudicaron a los traba-jadores urbanos y pequeños propietarios. La ayuda norteameri-cana e internacional, por ejemplo, fue condicionada en base a lapronta privatización de 400 empresas estatales, que representa-ban el 40 por ciento del PNB. La militancia en luchas laboralespara obtener empresas públicas que fueran entregadas a los co-

Page 220: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

lectivos de trabajadores, desembocó en la creación de un nuevosector sindical dueño del «Área Propiedad de los Trabajadores»,compuesto por el 25 por ciento de las empresas privatizadas.Pero el mismo mecanismo de distribución de créditos comenzó aminar la viabilidad de estas empresas manejadas por los trabaja-dores. De esta manera la privatización se volvió sinónimo de unareconcentración de la propiedad.

La liberalización del comercio también fue un poderoso instru-mento en la recomposición social interna y reorganización econó-mica, complementaria a los efectos de la deuda y de otras políti-cas de ajustes. Fortalecía a agentes, particularmente aquellos li-gados a grupos externos y debilitaba a otros, con implicacionesconcomitantes para la influencia política relativa de los diferentessectores. En 1991, el consumo público cayó un 35 por ciento y elprivado creció 33 por ciento, indicando una relación inversa entrela caída en el gasto gubernamental de servicios sociales para lossectores populares y un incremento en el consumo privado en elreducido sector de las clases alta y media. Como resultado de larepentina apertura del mercado a las importaciones, Nicaraguaexperimentó un rápido incremento de las importaciones precipi-tando a miles de pequeñas industrias y productores agrícolas a labancarrota. La mayor parte de las nuevas importaciones no fue-ron bienes para la producción, sino bienes de consumo, espe-cialmente objetos suntuarios, beneficiando a un nuevo sector dealtos ingresos, así como a grandes importadores que comenza-ron a utilizar el recién acumulado capital para comprar propieda-des y establecer negocios financieros, contribuyendo así al pro-ceso de la reconcentración de las riquezas y la restauración, bajonuevas condiciones, de las relaciones de propiedad pre revolu-cionarias.57

La reactivación comercial a través de importaciones no produc-tivas fue un elemento calculado en la estrategia norteamericana,conducido mediante un Programa de Importación de Bienes (PIB),cuyo objetivo declarado era el de fortalecer al sector privado.58 ElPIB estaba relacionado a un programa de crear 10 bancos priva-dos, para cuyo fin la AID gastó 60 millones de dólares solamenteen 1991 y 1992, en fondos de capitalización y en la importaciónde bienes por parte de importadores a gran escala, financiadospor estas instituciones financieras privadas. Los importadores ylos miembros de las nuevas directivas de los bancos a menudose traslapaban, fomentando el desarrollo de nuevos grupos eco-nómicos poderosos.59 De esta manera, los bancos privados envez del estado nicaragüense, canalizaron los recursos externos,incluyendo el apoyo para la balanza de pagos, que ingresó a losbancos privados desde la AID y el FMI.60 El sistema de bancosprivados fungía como enlace directo entre los emergentesinversionistas nicaragüenses y el capital financiero transnacional.

su nota de prensatitulada «Statment byRichard Boucher,Spokeman», fechadael 2 de abril de 1993.

49. Para una explica-ción de esta doctrina,tal como la describióHumberto Ortega, verla entrevista conOrtega en Barricada,del 29 de diciembrede 1992. También verHumberto Ortega,Nicaragua: revolu-ción y democracia;Ciudad México:OrganizaciónEditorial Mexicana,1993 (?).

50. Ver por ejemplo,Adolfo Acevedo Vogl,Nicaragua y el FMI:El pozo Sin Fondo delAjuste, Managua:Ediciones CRIES,1993, y «AlgunasImplicaciones de losAcuerdos con el FMIy El Banco Mundial(ESAF y el ERC- 11)para el país y laSociedad Nicaragüen-se», Managua:CRIES, Documentode trabajo no. 94\2,Marzo 1994; JoséLuis Medal, Nicara-gua: políticas deestabilización yajuste, Managua:Nitlapan, 1993.

Page 221: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

51. Ver RobertoLarios»,Bowing befarefinancia!Organizations»,Barricada Internacio-nal, VolXlll, no. 367-8, Nov\Dec 1993,pp.8-9: Nitlapan \CRIES, De la DeudaExterna a la búsquedade alternativas para eldesarrollo, Managua,Agosto 1994.

52. Para estos detallesy estadísticas, verArme Larson»,ForeignDebí: Where Have AIIthe Dollars Gone, ?»Envió, Vol.12, no. 143,June 1993, pp.4-10;ver también Nitlapan \CRIES, Ibid

53. Para una discu-sión, ver, por ejemplo,varias contribucionesen Barbara StallingyRobert Kaufman, Debíand Democracy inLatín America(Boulder: Westview,1989).

54. Para estosdetalles, ver AID,«Nicaragua 2000».Este informe de AIDera explícito: «Losbancos privadosdramáticamenteincrementarán sucapacidad de prestarleal sector de la agro-industria. Los produc-tores con mayor

La Declaración de Estrategia decía que un objetivo clave de es-tos bancos serta el de movilizar recursos internos para las activi-dades de los inversionistas locales y extranjeros. Otro objetivoera el de transferir ei dinero, créditos, políticas crediticias y losmecanismos financieros de la economía, desde el estado al sec-tor privado, proveyendo así un poderoso empuje a la reconstituciónde una clase acaudalada y hegemónica ligada al capitaltransnacional y con la capacidad y recursos para fomentar unnuevo modelo económico para Nicaragua (ver abajo).

Las consecuencias de estas políticas de ajustes financieros,crediticios y comerciales, son un ejemplo de cómo, en la épocade la economía global, el capital transnacional llega a penetrar,perturbar e incorporar a sus estructuras, a sectores previamentefuera de (o disfrutando una cierta autonomía vis-a-vis) la econo-mía global. La reconcentración de la tierra significaba el empo-brecimiento de las crecientess filas del campesinado nuevamen-te desposeído. Simultáneamente, sólo en el primer año del pro-grama de ajustes, casi el 20 por ciento de los trabajadores asala-riados perdieron sus trabajos como resultado de despidos masi-vos de los empleados públicos y obreros de empresas estata-les.61 Un 60 por ciento de la Población Económicamente Activaestaba sub empleada o desempleada para 1991.62 Sin embargo,vistas desde una perspectiva más universal, la enajenación depequeños propietarios, la reconcentración de la propiedad y lacontracción del empleo en el sector público ayudó a facilitar con-diciones para el nuevo modelo económico para Nicaragua pre-visto por el capital transnacional y sus representantes locales. Eneste modelo, la reinserción de Nicaragua a la economía globalsupuestamente se basaría en un sector agro exportador moderni-zado enfatizando las exportaciones «no tradicionales» (Exporta-ciones Agrícolas No Tradicionales, o EANT) y en operaciones deensamblaje con maquiladoras en zonas francas urbanas comoparte de la posición de centroamérica como el traspatio sureñode la zona de libre comercio de norteamérica.63 En 1990, el go-bierno instaló en las afueras de Managua la primera de lo que ibaa ser una serie de «zonas francas» libres de impuestos para com-pañías transnacionales. Para 1993, una docena de empresas es-taban operando mayoritariamente plantas textileras pagando sa-larios de 30 dólares al mes en su mayoría a obreras, bajo regla-mentos estatales que prohiben la sindicalización.6" La agro in-dustria orientada a la exportación y ensamblaje de maquiladorasrequiere de abundante mano de obra barata obtenida de gran-des reservas de obreros sin propiedades y desempleados, a lapar de una reserva de desempleados que mantienen los salariosbajos. El programa neo liberal estaba creando exactamente estetipo de fuerza laboral mediante la privatización, despidos masi-vos en el sector público, la reconcentración de propiedades rura-

Page 222: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

les y urbanas, y otras medidas por el estilo. En cambio, la inter-vención política-ideológica mencionada anteriormente, se esfor-zaba en asegurar que esta fuerza laboral fuera dócil y sumisa ensu comportamiento político.

Todo esto fue parte del proceso de largo alcance de reestructu-ración de clase incluyendo la atomización de la anteriormente bienorganizada clase obrera, la proletarización del campesinado y eldesarrollo de la élite de la Nueva Derecha compuesta por el sec-tor privado modernizado y «tecnócratas» administrativos. La asis-tencia norteamericana fue utilizada para financiar varias universi-dades élites e institutos técnicos, incluyendo un nuevo programade 3.1 millones de dólares de la AID en el INCAE para «capacitarconsultores» y ubicarlos en diferentes ministerios del gobiernocomo «asesores técnicos y económicos».65 El programa neoliberal,con su distintivo sesgo de clase, impuso la carga de los ajustesen los asalariados del sector público formal y del mercado internoy favoreció a los exportadores productores a gran escala, y a con-glomerados comerciales y financieros ligados al capitaltransnacional.

La agenda transnacional avanzó mediante programas de asis-tencia económicas y políticas y las agencias financieras interna-cionales no podían materializarse sin actores nacionales lo sufi-cientemente fuertes como para actuar de mediadoresy en sintoníacon la estrategia transnacional. El apoyo norteamericano directopara el sector privado reorganizado a través del PIB, los bancosprivados, el proceso de privatización, etcétera, tenía la intenciónprecisa de promover a estos actores nacionales. El objetivo era elde fomentar una élite» modernizante» con la capacidad de: 1)influenciar políticas estatales; 2) influenciar a la sociedad civilmediante el predominio en la economía; 3) servir como eslaboneslocales para el capital transnacional; 4) desarrollar su propio po-der económico y darle la habilidad de promover y manejar la acu-mulación de capital dentro del nuevo modelo económico. Los pro-gramas norteamericanos intentaron establecer vínculos con lasélites locales y desafiar a los sectores populares, buscando comopenetrar el estado y la sociedad civil, para formar una red deinstituciones en la sociedad civil como estructuras paralelas alestado y poder instrumentalizar al estado, y desarrollar un nexoestado-sociedad civil mostrando una interpenetración de intere-ses y personal entre el gobierno y las esferas «privadas». Estoseslabonamientos fueron desarrollados mediante la estrecha coor-dinación en medio de, e interpenetración institucional entre, elgobierno (manejando el estado) y un sector privado élite yhegemónico en la sociedad civil. Aunque el nombramiento deasesores norteamericanos en ministerios claves de. planificaciónde políticas económicas y sociales fue un requerimiento para losdesembolsos de ayuda estadounidense en el primer año después

frecuencia dependeránde préstamos para laproducción de lossuplidores del rubro,procesadores yexportadores en vez delos bancos [de estamanera, los producto-res agrícolas sevinculan al mercadoglobal, no solamentemediante el mercadeo,sino también a travésde intermediarioscomerciales queimportan bienes deproducción]. El papeldel BANADES (BancoNacional de Desarro-llo, el principal bancoestatal sirviendo a losproductores campesi-nos) disminuirá», (p.40, énfasis en eloriginal).

55. Larios, 'BowingBefare...,' La estrate-gia déla AID de 1996-2000 era de aceleraresta tendencia. Ver«Nicaragua 2000», pp.36-37. Ver también aJonakin, Op. Cit.

56. Scarlet Cuadra,«Feeding the BigFish», BarricadaInternacional, Vol. 15,No. 381, Enero 1995,pp. 12-13. «Es másrentable prestar$20,000 a un sóloproductor que prestar-le $1,000 a 20 peque-ños productores»,

Page 223: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

declaró un oficial delBanco, explicando lalógica de la eficienciaimpuesta por el FMI.Ver también Jonakin,Ibid.

57. Ver Lar son,«Foreign Debí..»., Op.Cit.; Medal, Nicara-gua: políticas deestabilización, Op.Cit.

58. AID, StrategyStatement, Op. Cit., p.39.

59. Ver StrategyStatement, Tabla deRecursos;Saldomando, Elretorno..., Op. Cit., p.97 y pp. 88-89 paraun listado de losnuevos bancosprivados y susprincipales miembrosde las juntas directi-vas.

60. Saldomando, Ibid,92; Medal, Nicara-gua: políticas deestabilización, Op.CU., pp. 141-157. ElESAF de abril de 1994suscrito con el FMI deparle de prestamistasmultilaterales y delClub de París,prohibía al gobiernoreponerle los fondos alos restantes bancosestatales. Para el finde ese año, los bancos

de las elecciones,66 una actividad de mayor importancia financia-da por los Estados Unidos fue la creación de un cuerpo de «tec-nócratas» de la Nueva Derecha esmeradamente entrenados eideológicamente compenetrados en la cosmovisión y la lógica dela élite transnacional —personas que, en la estrategia norteameri-cana a largo plazo, eventualmente llegarían a asumir las riendasdel estado nicaragüensey establecer el orden interno hegemónicoeslabonado a la hegemonía transnacional.

Cambiando el alineamiento político internacio-nal y la articulación interna-externa

Siendo la política exterior como la búsqueda de los intereses delos estados en la arena internacional, constituye la expresión deuna estructura socioeconómica particular y del carácter de claseresultante del estado. Los alineamientos políticos internacionalesde Nicaragua se observan mejor a la luz de la concepción de Vander Pijl sobre las relaciones internacionales como «un aspectodel desarrollo social global, en donde los estados funcionan paraarticular las condiciones de producción social y poder entre go-bernantes y gobernados, y entre estados como tales».67 Losalineamientos políticos internacionales de Nicaragua han pasadopor tres etapas diferentes desde los 1970 hasta los 1990, reflejan-do el período prolongado de integración a la sociedad global bajodiferente regímenes políticos locales y estructuras sociales.

Bajo Somoza, la política exterior nicaragüense era un apéndicey subordinada a las consideraciones norteamericanas en Améri-ca Latina durante la Guerra Fría y reflejaban una dependenciaexterna pre-globalización con los Estados Unidos que era casiestrictamente bilateral. Los sandinistas buscaban una políticaexterior dinámica dirigida al establecimiento de redes diplomáti-cas mundiales en apoyo a sus esfuerzos de disminuir su depen-dencia de los Estados Unidos y diversificar sus relaciones econó-micas y alianzas estratégicas con distintas fuerzas internaciona-les. Esto incluía al Movimiento de los países No-Alineados y otrosforos en el Sur, el ex-bloque soviético, América Latina, regímenesnacionalistas y revolucionarios del Tercer Mundo, y otras regio-nes núcleo en el sistema mundial, especialmente la Unión Euro-pea (UE). Esta política exterior logró cierto éxito político coyuntu-ral, pero se enfrentó con un proceso de globalización que se co-menzaba a desarrollar bajo los términos dictados por el liderazgode Estados Unidos entre los poderes núcleo del Norte y sus ins-trumentos económicos y políticos transnacionales. De esta mane-ra, la alineación internacional nicaragüense bajo los sandinistas ala larga «acabó anidando», en el conflicto con los Estados Uni-dos. La política exterior del gobierno de Chamorro fue en granmedida «economicista», buscando cómo eslabonar al estado ni-

Page 224: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

caragüense a las agencias multilaterales, identificar nuevos mer-cados y fuentes de ayuda bilateral y restablecer aquellos merca-dos y fuentes de crédito perdidas bajo los sandinistas; atraer lainversión extranjeray asegurar el tratamiento preferencial en cuantoa los acuerdos sobre la deuda y el comercio, en función del pro-yecto general de reinserción a la economía global bajo el modeloneo-liberal. Esta política exterior «economicista» en los 1990 seenfocaba concretamente en: la normalización de las relacionescon los Estados Unidos; las iniciativas de integración económicay política Centroamericanas; la diplomacia activa en el Hemisfe-rio Occidental dentro de la dinámica de relaciones Ínter-america-nas y la integracióndel libre comercio hem¡sférico;la reconstituciónde relaciones con la Unión Europea, especialmente con aquellospaíses con los cuales las relaciones se deterioraron bajo lossandinistas (ej.: Alemania, Reino Unido); la apertura de nuevasrelaciones con Taiwan, Corea del Sur y la expansión de relacio-nes con el Japón, países del Golfo, y los estados miembros de laAsociación de Naciones del Sur Este Asiático (ANSEA).68

Muy lejos de ser relaciones entre iguales, las relaciones Esta-dos Unidos -Nicaragua continuaron siendo de dominación y su-bordinación, incluyendo imposiciones unilaterales norteamerica-nas. Muy ilustrativa es la decisión tomada por Managua en 1991,bajo amenaza de Estados Unidos de suspender su ayuda bilate-ral y de bloquear los créditos multilaterales, de retirar la demandaque tenía Nicaragua en la Corte Internacional de Justicia (CIJ)por 12 mil millones de dólares en indemnización y declarada ensu famosa decisión de 1986 como violatoria del derecho interna-cional en su política hacia Nicaragua. Pero el marco general bajoel cual las relaciones Estados Unidos - Nicaragua se desenvol-vían, cambió, de un mundo competitivo entre poderes del núcleodominante y sus «esferas de influencia», a uno de integraciónglobal donde las tensiones Norte-Sur y los conflictostransnacionales de clase constituyen el eje de fricción internacio-nal. Las relaciones post-1990 con los Estados Unidos más queser de completa dependencia bilateral e integración, eran untutelaje de los Estados Unidos en el proceso de reinserción alsistema global.

El énfasis en las iniciativas de integración Centroamericana re-flejan la reestructuración de las clases del Istmo en la década delos ochentas y noventas que habían resultado en una unidad másorgánica entre la Nueva Derecha regional de las clases políticasy empresariales colectivamente eslabonadas al capitaltransnacional y, en particular, al consenso de la élite regional so-bre la agenda transnacional. Lo mismo se puede decir de la par-ticipación de Nicaragua en el hemisferio en su conjunto. La reso-lución de los conflictos regionales, la estabilización de sistemaspoliárquicos y la armonización de políticas económicas naciona-

privados manejaron el53% de los ahorrosinternos y el 33% de loscréditos. Ver UnitedStates AgencyforInternationalDevelopment, «Nicara-gua 2000: Vision forthe Year 2000», AID,Managua, Marzo de1995, p. 19.

61. «Why SocialConflict», Envío, Vol.12, No. 138, (Enero-Marzo 1993), p. 18.

62. Larios, «BowingBefare..».,

63. Ver, por ejemplo,AID, StrategyStatement, Op. Cit.;AID, «EconomicAssistance Strategyfor..»., Op. Cit. Paramayor discusión sobreeste modelo generalpara la Cuenca delCaribe, ver, porejemplo, H. RodrigoJaitberth Rojas, et. al.,La triangulacióncentroamericana-México-EUA: ¿Unaoportunidad para eldesarrollo y la paz?(Managua: EdicionesCRIES, ¡991).

64. Ver « Welcome tothe Free Trade Zone»,Envió, Vol. 12, no. 150,pp. 27 -33.

Page 225: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

65. Saldomando, ElRetorno..., op. cit.,pp.74-78.

66. Ver, por ejemplo,Saldomando, ElRetorno..., p.80.

67. Kees Van DerPiji»,Soviet Socialismand PassiveRevolution», enStephen GUI, Ed,Gramsci, Histórica!Materialism, andInternationalRelations, op. cit., pp.237-328.

68. La política exteriornicaragüense entre1990 y ¡995 esanalizada en detallepor el Vice-Ministro deRelaciones Exteriores,José Palláis, en sudiscurso a estudiantesde UniversidadAutónoma Americana,Managua 10 de Mayode 1995, distribuida aperiodistas y públicopor el Ministerio deRelaciones Exteriores.

69. Palláis, Ibid.

les, todas son precondiciones para atraer al capital transnacionaly eslabonar a la región, y al hemisferio en general, a la economíamundial. Esto incluye la participación activa de Nicaragua en lareactivación en los años noventas de la Organización de EstadosAmericanos (OEA) como organización inter-gubernamental impor-tante que implementa la agenda transnacional en el HemisferioOccidental, La expansión dramática de la diplomacia nicaragüen-se en Asia es la única excepción al patrón general de contracciónpost-1990, de una diplomacia con perspectiva mundial a una re-gional del Hemisferio Occidental. Las relaciones políticas y diplo-máticas extendidas a los países de la Cooperación Económicadel Pacífico Asiático (CEPA) reflejan un creciente comercio trans-pacífico y el incremento de la inversión de la Cuenca del Pacífico(especialmente taiwanesa, coreana, japonesa y china) en Améri-ca Central y Latina como un componente de la integración global.Además, Nicaragua firmó más de 200 acuerdos internacionalesentre 1990-1995, la gran mayoría con la intensión de delinear lostérminos para el establecimiento de empresas extranjeras en Ni-caragua y los mecanismos económicos y concomitantes arbitra-jes políticos bajo emergentes condiciones de integración yglobalización.69 De esta manera, el estado nicaragüense funcio-naba mediante sus relaciones externas para hacer compatible lasuperestructura jurídica interna con las emergentes superestruc-turas políticas transnacionales que regulan la economía global.

Desarrollo de una semilla transnacionalDetrás de la diplomacia formal hay cambios en los alineamientos

internacionales basados en nuevas formas de articulaciones in-ternas-externas, la acentuada externalización del estado nicara-güense y la integración de la nueva estructura nacional de cla-ses, a patrones de formaciones de clases transnacionales de fi-nales del siglo XX. En particular, una semilla transnacionalizadaligada a la élite transnacional comenzó a germinar en el país ybuscar la hegemonía entre la élite. A riesgo de simplificar un fenó-meno altamente complejo, en el período post-electoral, la élitenicaragüense se dividió aproximadamente en dos grupos-basa-dos en la reorganización productiva de diferentes fracciones delcapital. La primera estaba sintonizada a la agenda transnacionalde la poliarquía y el neo-liberalismo, con una visión más a largoplazo de la modernización capitalista basada en el nuevo modeloeconómico arriba mencionado. Este grupo se aglutinó en los cír-culos internos del Ejecutivo, en ministerios claves como el de Fi-nanzas y el Banco Central y en las universidades, centros de in-vestigación y establecimientos financieros organizados con laasistencia norteamericana y multilateral. Económicamente esta-ba vinculado a las actividades del sector comercial liberado, labanca y otros servicios, las EANT e incipientes operaciones de

Page 226: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

maquiladoras.70 El otro estaba basado en la vieja clase oligárquicaagro-exportadora y las actividades de un mercado local en deca-dencia, imbuidos en la política tradicional de influencias y corrup-ción partidista e inclinados a restaurar un orden autoritario al esti-lo somocista. La lucha entre y dentro estos dos grupos a menudoha tomado la forma de pleitos políticos internos muy evidentes yde intereses personales. En parte, este es el resultado de la cultu-ra política nicaragüense en particular e indica la compleja y aveces contradictoria relación entre procesos estructurales(globalización) y la respuesta de comportamiento de los agentesespecíficos (la élite nicaragüense). Pero también refleja un con-flicto más fundamental en la formación de las clases y los intere-ses de las fracciones al interior de las mismas, intermezclado conla penetración y germinación del proyecto transnacional para Ni-caragua.

Las relaciones entre los Estados Unidos (y otros poderes nú-cleos) y las élites autóctonas, históricamente han sido y siguenmanteniendo los altibajos de las tensiones, conflictos y contradic-ciones, aún cuando las afinidades de intereses son orgánicas.Explicar la conducta de los agentes requiere una habilidosa com-binación de niveles de análisis estructural y de comportamiento.Los actores a menudo operan a base de lógicas múltiples queimplican raciocinios en conflicto. Por ejemplo, el problema tanampliamente documentado de corrupción generalizada entre lasélites tecnócratas estatales en toda América Latina es una conse-cuencia lógica de oportunidades para el enriquecimiento ilícitoque han estado disponibles por parte del modelo neo-liberal mis-mo, el cual enfatiza la privatización y desregulación del sectorpúblico y le otorga un papel grandemente reducido al estado,incluyendo sus funciones de monitoreo interno,71 La corrupciónes una respuesta racional a las condiciones generadas por el pro-yecto transnacional, aunque esté en conflicto con los objetivos deese proyecto. El punto más general, que por sí mismo sería objetode otro artículo, es que hay numerosas motivaciones detrás delcomportamiento de los agentes, enraizados en escenarios histó-ricos específicos y circunstancias concretas. La lógica de laglobalización como proceso estructural subyacente que aquí es-tamos analizando, no determina cabalmente el comportamientode los agentes. Más bien, interactúa de una manera altamentecompleja con otros factores determinantes en el comportamiento,incluyendo condiciones locales e históricas, procesos de apren-dizaje, formación de identidad, y otros. En el caso de Nicaragua,la formación de la semilla transnacionalizada es un proceso llenode conflictos y que dista mucho de haberse completado. Ambi-ciones personales, disputas entre facciones, pleitos de élites porrepartirse el botín del estado y una cultura política históricamenteinculcada de autoritarismo y clientelismo, son algunos de los fac-

70. Ver Rose Spalding,«Economic Élites: TheChamorro Years»,ponencia presentada ala XIX ConferenciaInternacional de laAsociación Americanade Estudios sobreAmérica Latina, 28-30de Septiembre de 1995,Washington, D.C.,para conocer unadiscusión muyesclarecedora sobre elfraccionamiento entrelas élites económicas yel predominio de estosnuevos sectoresvinculados al exterior.De manera importante,esta emergentefracción hegemónicaincorporó a elementosde una nueva élitesandinista, «la nuevaburguesía sandinista»,que había adquiridograndes propiedadesdurante la transiciónpolítica de 1990 ycomenzaron a desarro-llar una afinidad deintereses de clases y defusionarse con laemergente fraccióntransnacional. Ver, porejemplo, la discusiónen Spalding, Ib id., y laentrevista con el lídersandinista Henry Ruizen El Nuevo Diario, 30de junio de 1995, pp. 1y 14. Vargas (Op. Cit.)argumenta que estanueva élite sandinistautilizó su autoridadcon las clases popula-res para contener la

Page 227: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

movilización y asícontribuir a lapacificación. Aunquelas restricciones deespacio limitan ladiscusión, estoycompletamente deacuerdo con el autor, yagregaría que laincorporación de estaélite sandinistaestablece la base paraun nuevo bloquehistórico en el país enel sentido estrictamen-te gra/nsciano.

71. Ver por ejemplo laedición especial deNACLA Report on theAmericas», The Politicsofcorruption and thecorritption of politics»,Vol.XXVlI, no. 3,Nov\Dec 1993.

72. Para detalles sobre¡a disputa sobre elpaquete de reformasconstitucionales de1994-95 y el papel deLacayo, ver «TheCrisis is bordering onthe Intolerable»,ENVIÓ, Vol. 14, No.167, Junio 1995, pp.3-13; «Government ofthe Absurdplaysanolher month»,ENVIÓ, Vol. 14, No.168, Julio de 1995, pp.3-10.

tores que se han intercalado con la incubación de esta semilla.Este.escenario no se presta a interpretaciones simplistas y haconfundido a observadores que analizan fenómenos coyuntura-les o centran su atención solamente en el factor de comporta-miento.

Por ejemplo, el Ministro de la Presidencia Antonio Lacayo y sucírculo interno en el poder ejecutivo, se opusieron con vehemen-cia al paquete de reformas constitucionales en 1994 y 1995, lascuales habían sido formuladas por la Asamblea Nacional (parla-mento). Las reformas así como fueron escritas en borrador, prohi-bían a Lacayo como familiar de la Presidenta Chamorro ser can-didato presidencial en 1996. La mayoría de los observadores atri-buyeron su oposición únicamente a sus ambiciones personalespresidenciales. Sin embargo, el paquete de reformas conllevabacambios institucionales que potencialmente pudieran frustrar lapropensión del estado nicaragüense a asumir la agendatransnacional, incluyendo una signlficayiva transferencia de po-deres de un ejecutivo centralizado a un legislativo más descen-tralizado. Las reformas le dieron al legislativo por ejemplo, el po-der de ratificar o anular los acuerdos internacionales logradospor el ejecutivo (por ejemplo, acuerdos con el FMI sobre ajustesestructurales) y mayor discreción sobre el presupuesto y otraspolíticas económicas. El aparato ejecutivo altamente centraliza-do, forjado para un estado anti-democrático también controlabatodas las palancas claves de las políticas nacionales de interéstransnacional (es decir, políticas fiscales, monetarias, de impues-tos y presupuestarias, así como asuntos externos), lo cual lo trans-formó en una correa de transmisión efectiva para los interesestransnacionales. Detrás de sus ambiciones personales, la oposi-ción de Lacayo a las reformas estaba basada en la influencia quediversos agentes nacionales pudieran ejercer sobre la toma dedecisiones claves en el estado. Lacayo por ende, recibió un sóli-do respaldo en su oposición a las reformas por parte del FMI, delBanco Mundial y las oficinas del Programa de las Naciones Uni-das para el Desarrollo (PNUD) en Nicaragua. Solamente cuandola disputa se había transformado en una crisis constitucional quecomenzó a minar la estabilidad nacional y amenazaba con crearrupturas en el frágil sistema poliárquico mismo, fue que el emba-jador norteamericano John Maisto y representantes de las agen-cias multilaterales y el Club de París irrumpieron y sigilosamentele indicaron a Lacayo que debía ceder.72

Similarmente, muchos observadores atribuyeron la creación porparte de Lacayo y su Gabinete ejecutivo en 1995 de su propiopartido político, el Proyecto Nacional, independiente de la UNO,a su propia ambición personal y a la de sus seguidores. Aunqueestas ambiciones eran importantes, la agrupación, que declarócomo su objetivo la formación de un «centro» amplio como alter-

Page 228: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

nativa a los sandinistas de izquierday las viejas fuerzas somocistasde derecha, fue en realidad un proyecto desarrollado a lo largode varios años en estrecha coordinación con representantes delas élites transnacionales en el país. El PNUD, a través de su di-rector para América Central, Francesco Vincenti, jugó un papeldecisivo. En conformidad a la diplomacia realizada posterior alas elecciones de 1990, oficiales de la AID, el FMI, el Banco Mun-dial y los donantes del Club de París acordaron centralizar todaslas operaciones en el país a través del PNUD. Como resultado, elPNUD supervisó la asignación de recursos externos como repre-sentante en Nicaragua del «Grupo Consultivo» de acreedores bi-y multilaterales.Teóricamente, el papel desempeñadopor el PNUDrefleja la internacionalización de las funciones y los aparatos delos estados núcleos, en las postrimerías del siglo XX. Representa,por lo menos en el caso de Nicaragua, el centro neurálgico dearticulación Interno-externa y una organización supranacional deconformidad con la agenda transnacional. A la par de su papeleconómico-administrativo, el PNUD se involucró profundamenteen la política interna nicaragüense, vinculándose con el ejecutivo(y con Lacayo en particular), patrocinando incluso varias doce-nas de conferencias nacionales y «diálogos» desde 1990 a 1995,que reunió a élites políticas dispersas, representantes de los sec-tores privados y líderes de diversos organismos de la sociedadcivil. Los objetivos de tales actividades eran fomentar el consen-so de la élite, fortalecer un sistema poliárquico interno y desarro-llar un centro político sólido al margen de la izquierda y de laderecha, y con capacidad de acción política, como el eje de unnuevo bloque histórico. Estos esfuerzos se materializaron en elProyecto Nacional, de Lacayo, aunque las ambiciones persona-les de éste y sus tendencias autocráticas amenazaron con de-rrumbar los esfuerzos, poniendo de relieve las contradiccionesinternas ante proyecto transnacional en Nicaragua.73

Conclusiones: una perspectiva de laglobalización sobre las transiciones enel Tercer Mundo

Contradicciones de la Agenda Transnacional enNicaragua

Las secciones una y dos presentaron una construcción teóricaideal y resumieron el alcance hasta dónde el proyectotransnacional avanzó en Nicaragua. Aunque es mejor dejar eltema para futuras investigaciones, es esencial hacer énfasis enla breve conclusión de que este proyecto ha obtenido importan-tes éxitos, tal como se resumieron arriba, pero también se ha en-

73. Sobre estostemas ver, porejemplo, Willian 1.Robinson,«Nicaragua 'sComplex and FluidPre-Electoral partyPanorama»,NOTISUR- Latín AmericanPoltical Affairs, Vol,4, no. 40, october28, 1994, LatínAmerica Data Base,Latín AmericanInstilule, Universityof New México,Albiiquerque.

Page 229: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

74. AID, StrategyStaíement, p. 8.

75. «Why SocialConflict», Envío,Vol. 12, no. 138(Jan-March 1993),p.18.

76. Ibid.

77. SusanneAndersson, «NewNational HealthCare Policy:UndercoverPrivatization»,Barricada Interna-cional, Vol. XIII, no.367/8, nov.-dec.1993, pp. 13-13.

frentado a numerosas dificultades que indican un vacío entremetas y resultados, o intento y habilidad y, más allá de esto, pro-fundas contradicciones sociales y políticas en la emergente so-ciedad global, incluyendo su lado tenebroso del apartheid y «mi-seria en medio de la abundancia». En Nicaragua como en otraspartes del Sur, las crisis de gobierno de las élites que se mani-festó en las décadas de los 1960 - 1970 no han sido resueltascon el triunfo del capitalismo global. Eufóricos por los éxitos dela campaña en contra de los sandinistas en la década de losochentas, los funcionarios norteamericanos originalmente espe-raban que la agenda de la élite transnacional se cumpliera sincomplicaciones en los años 1990. La Declaración de Estrategiade la AID planteaba:

En el transcurso del período [1991-1996] anticipamos una grantransformación de la economía y la sociedad nicaragüense. Al fina-lizar este período, la economía será dominada por el sector priva-do, las exportaciones tradicionales crecerán rápidamente y unavariedad de exportaciones agrícolas no-tradicionales estarán bienestablecidas. Para 1996, la manufactura en enclave se habrá ex-pandido más allá de la concentración inicial en textiles hacia unaamplia variedad de operaciones manufactureras. Los Estados Uni-dos será una vez más el principal socio comercial de Nicaragua...Los esfuerzos sobre la educación cívica y la divulgación de unaamplia gama de ideas a través de los medios, habrán logrado laaceptación de ideas, actitudes y valores democráticos.74

Pero la realidad demostró ser menos alentadora que los pronós-ticos norteamericanos. Las desigualdades sociales y diferenciasen indicadores de consumo, la concentración de las riquezas ylos ingresos y el empobrecimiento generalizado, producidos porlas fuerzas desenfrenadas del libre mercado liberadas bajo elprograma neo-liberal, avanzaron a pasos alarmantes a inicios dela década de los noventas. La pobreza relativa para una buenaparte de la población bajo los sandinistas se transformó en po-breza absoluta bajo el nuevo gobierno. Por ejemplo, los salariosreales cayeron en un 50 por ciento en el primer año del nuevogobierno, 69 por ciento de la población vivía en pobreza en 1992,y el consumo alimentario per cápita bajó en 31 por ciento entre1990 y 1992.75 Los logros en la salud, educación y otros serviciossociales alcanzados en los años de los 1980, aunque se deterio-raron a finales de la década como resultado de la guerra, sufrie-ron un retroceso dramático con el cambio de gobierno y la aplica-ción del programa neo-íiberal.76 El cólera, la malaria, el saram-pión y otras enfermedades que habían sido erradicadas o casierradicadas, reaparecieron a comienzos de la década de los no-ventas y alcanzaron proporciones epidémicas. La mortalidad in-fantil subió de menos de 50 por 1,000 nacimientos a comienzosde los 1980, hasta 71 por 1,000 en 1991, y 83 por 1,000 en 1992.77

La miseria generalizada en el área rural y las políticas guberna-

Page 230: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

mentales de exprimir al campesinado incentivó nuevos conflictosmilitares en el campo. Aunque los viejos antagonismossandinistas-Contras jugaron su papel, el nuevo conflicto rural, in-cluyendo la invasión de tierras, enfrentamientos violentos espon-táneos, e inclusive hasta la guerra organizada en algunas zonas,reflejaron la emergente polarización de clases y conflictos liga-dos a antagonismos de clase en el campo. Echándole leña alfuego, estaba la opulencia entre la pobreza masiva que no existióbajo los sandinistas, generando una carencia sociológica relativay la intensificación de conflictos sociales.

«Los inversionistas estarán buscando indicadores claros de quelos trastornos políticos serán controlados y de que hay eviden-cias de progreso hacia el establecimiento de una economía delibre mercado», advertía la Declaratoria de Estrategia de la AIDen 1990. El gobierno «necesitará demostrar que ha desarrolladouna estructura de trabajo legal y regulatoria tal, que pueda garan-tizar contratos, establecer derechos de propiedad, resolver dis-putas, y hacer cumplir las leyes que regulan los negocios y lasinversiones. También deberá demostrar que. las entidadespoliciacas tienen la capacidad de mantener el orden de acuerdocon las directivas y políticas gubernamentales».78 Pero para 1996,sólo la primera de las tres funciones del estado neo-liberal, lograrla estabilidad macroeconómica, se había cumplido, Nicaragua,vista desde la lógica del proyecto transnacional, estaba en uncírculo vicioso. Los ajustes estructurales tenían que haber mate-rializado la estabilidad macroeconómica para el que el capitalprivado pudiera entrar y operar libremente. La inversión extranje-ra privada acarrearía el crecimiento y el desarrollo. El crecimientoy el desarrollo iban a conseguir la paz social y la estabilidad polí-tica. Pero el doble legado de la década revolucionaria y una élitehistóricamente fracturada, hizo muy difícil la estabilidad social yla consolidación de la poliarquía. Las clases populares no permi-tían estabilizar un proyecto anti-popular, y la élite no pudo lograrel consenso en sus propios asuntos, y así la economía continuóhundiéndose. El capital transnacional, literalmente con «el mun-do para ser explotado», a duras penas escogería a Nicaraguapara invertir, dada la inestabilidad crónica, las clases popularesmenos dóciles que en la mayoría de los países del Tercer Mundoy la incompetencia de los grupos dominantes en lograr la hege-monía.79

En 1995, la posibilidad de consolidar un sistema poliárquicopolítico, el orden social de las élites y el resurgimiento de unaacumulación de capital orientado hacia el exterior parecía lejana.Las clases populares se resistían a estar bajo una renovada he-gemonía de las élites. Se volvieron cada vez más reacias, aban-donando las alianzas políticas mientras el país entero se polariza-ba entre una masa empobrecida y una minoría opulenta. Estas

78. AID, StrategyStatement, p.8.

79. La Unidad deInteligencia Económi-ca basada en Londresle dio a Nicaraguauna calificación de«D» por los riesgospolíticos y de políti-cas para 1994, parael cuarto año post-electoral consecutivoy vaticinó un incre-mento en la inestabili-dad política. Ver TheEconomic IntelligenceUnit, «Country RiskService: Nicaragua»,4to Trimestre, 1994,Londres.

Page 231: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

80. Ver, por ejemplo,la discusión sobre elSalvador de Foran, «ATheory ofThird WorldSocial Revolutions»,op. cit.

81. Para un análisisdetallado sobre ElSalvador, ver BrenyCuenca, El poderintangible: la AID y elestado salvadoreño enlos años ochenta(Managua\SanSalvador:CRIES\PREIS, 1992).Para Guatemala,Jorge Escoto yManfredo Morroquín,La AID en Guatemala(Managua: EdicionesCRÍES, 1992) yGonzalo Guerrero,«President Arzú: ANew Slage Begins»,

diferencias en Nicaragua y en el resto de América Central subra-yan las contradicciones internas del capitalismo global y del pro-yecto de «democracia de mercado» de las élites transnacionales.

Generalizaciones y direcciones para investigacio-nes futuras

El marco sobre la globalización desarrollado y aplicado a Nica-ragua, ofrece un importante marco macro-estructural que carecede mucha documentación sobre los conflictos centroamericanosy sus desenlaces desde los años 1960 hasta los años 1990. Porejemplo, El Salvador y Guatemala experimentaron también crisisde autoritarismo y desafíos revolucionarios cuyo origen estructu-ral fue la integración a la economía global desde la década de lossesentas en adelante, la dislocación y reorganización de las cla-ses nacionales que esto engendró, y la incapacidad de las es-tructuras políticas autoritarias para dirigir el cambio, Pero la «aper-tura política» momentánea en el sistema mundial estuvo ausenteen estos dos países y los programas de contra-insurgencia orga-nizados por los Estados Unidos, entre otros factores, impidieron alas fuerzas revolucionarias tomar el poder estatal.80 Ambos paí-ses experimentaron la reestructuración de clases involucrando lagerminación de núcleos transnacionalizados vinculados a la élitetransnacional, la externalización de estados, el desarrollo de nue-vos patrones de acumulación de capital eslabonado a la econo-mía global (particularmente al capital financiero global) y esfuer-zos por adelantar la agenda transnacional en cada país. En ElSalvador, una fracción transnacionalizada se adhirió a un sectordel aparato partidariode la Alianza RepublicanaNacionalista(ARE-NA) y a las nuevas asociaciones de empresarios. Esta fracciónlogró la hegemonía sobre la élite y sobre la transición en su con-junto, e implemento radicales transformaciones neo-liberales des-pués de alcanzar el poder en 1988, En Guatemala, la antigua oli-garquía exportadora retuvo mayor fuerza y la fraccióntransnacionalizada representada en varias asociaciones y cen-tros de investigaciones empresariales y organizada políticamen-te en el Partido de Acción Nacional (PAN), nunca logró ningúnliderazgo decisivo (aunque el PAN ganó las elecciones naciona-les en 1996). El rompimiento con el autoritarismo y una transicióna la poliarquía quedó incompleto a pesar de la instalación de es-tructuras electorales formales y de un gobierno civil. Aunque elajuste neo-liberal se ha realizado en ambos países, en Guatema-la ha quedado rezagado debido a la continua oposición tipo «ca-pitalista compinche» de gran parte de la clase empresarial ypolítica ligada al aún fuerte sector oligárquico agro-exportador.81

Aunque aquí no tiene cabida tal discusión, los temas tratadosen este documento pueden contribuir a rectificar los métodos

Page 232: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

macroestructurales aplicados a los movimientos revolucionariosen América Latina y en otras partes del Tercer Mundo; por ejem-plo, cómo el cambiante contexto histórico-mundial en el que ocu-rren las revoluciones, influye en los resultados de las mismas.Futuras investigaciones deberán ubicar los fracasos de las revo-luciones centroamericanas en el contexto más amplio de laglobalización como macroestructura que forja y circunscribe ladirección del cambio social. Las investigaciones deberán explo-rar empíricamente el desarrollo de fracciones transnacionalescomo resultado del desarrollo capitalista desde la década de los1960 en adelante y la problemática de la relación entre la rees-tructuración de clases, cambio de regímenes, cambios en estruc-turas sociales, nuevas formas de eslabonamientos nacionales-regionales-globales y las fronteras entre lo nacional \ regional y lotransnacional.

Más allá de América Central, sugiero el siguiente modelo, basa-do en la experiencia nicaragüense, de transiciones en el TercerMundo. Debo reiterar, sin embargo, que por «transiciones» no merefiero a «transiciones a la democracia», sino a la reestructura-ción fundamental de un orden social mediante un período de tran-sición extenso de entrada a la economía y la sociedad global.Esta transición durante las décadas de los 1960-1990 en Nicara-gua, involucra las siguientes cuatro categorías:

1) cambios en el modelo económico agro-exportador (o cual-quiera que sea la economía específica pre-globalizaciónpropia de ese país) eslabonado al mercado mundial me-diante el intercambio, al predominio de nuevas actividadeseconómicas vinculadas a circuitos transnacionales de acu-mulación;

2) cambios en regímenes políticos, del autoritarismo a lapoliarquía (con un intervalo revolucionario único en la histo-ria de Nicaragua);

3) cambios en la estructura de clase, que implica la decaden-,cía de las clases y fracciones de clase pre-globalización, yla emergencia de contingentes locales de clasestransnacionales, incluyendo las dominantes y subordinadas;

4) cambios en las relaciones e intercambios internacionales,de ser un pequeño apéndice del poder núcleo dominante(en el caso de Nicaragua, los Estados Unidos) a pasar auna más amplia, aunque no menos subordinada, inserciónen el conjunto de relaciones supranacionales Norte-Sur.

Esta tipología de cambios relacionados a la globalización pue-de lograr un marco fructífero, o seguramente un punto de partidaútil, para la investigación de los procesos transnacionales en otrasregiones del mundo.

ENVIO, Vol. 15 No.175-76, feb.-marzo1996, p. 11-15. Parauna discución generalsobre Centro América,ver varios autores,«Special Report:Nuevos ricos»,Pensamiento Propio,AñoX.No.92, Julio1992, p. 17-31; RaúlMarín, «La nuevaderecha en cenlroamé-rica, «PensamientoPropio, Año VIII,no.71, junio 1990, p.30-37.

Page 233: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Pensamiento Propio / Año 1, No.3 / Nueva Época / Enero-Abril, pp 229-234

Andrés Serbin: «El ocaso de las islas.El Gran Caribe frente a los desafíosglobales y regionales».

Pável Isa Contreras

«El ocaso de las islas» de Andrés Serbin es una'compilación dediversos trabajos, con claras conecciones y vínculos entre ellos -los cuales le ofrecen una singular unidad, en la que el autor pro-cura, a través de un interesante y coherente análisis de los gran-des cambios globales, hemisféricos y regionales, delinear los de-safíos más importantes que enfrenta el Gran Caribe en el nuevoescenario global. Los trabajos destacan el rol de los diversos ac-tores envueltos, tanto los tradicionales como los nuevosinterlocutores que han emergido en los últimos años.

El conjunto de trabajos identifica como uno de los grandes retosde la región la consolidación un proceso de regionalización en elGran Caribe que logre responder al desafío del nuevo escenarioglobal, lo cual implica que sea sostenible, en especial desde elpunto de vista político y económico. Para ello, señala que es im-prescindible lograr que se desarrollen mecanismos flexibles departicipación de la sociedad civil en las instituciones de laregionalización, y que apunten hacia la articulación de respues-tas estratégicas y consensuadas a la globalización.

A pesar de haber sido parcialmente superadas las viejas con-cepciones regionales (p.e. la de «Cuenca del Caribe» derivadade la visión estratégica de la política exterior de los Estados Uni-dos en los ochentas, o la que se originó en los países del Caribeangloparlante y con un fuerte sesgo etnohistórico y culturai quese circunscribía exclusivamente a las antiguas posesiones ingle-sas en la región) y de estar tomando cuerpo una nueva concep-ción más amplia -que es la que sustenta la recién creada Asocia-ción de Estados del Caribe (AEC) y que incluye a todas las islas,a Centroamérica y al Grupo de los Tres-, el trabajo del colega yamigo Andrés Serbin destaca la falta de «mitos unificadores» que,rescatando la base cultural e histórica común, desarrolle una con-ciencia regional que logre fortalecer el proyecto regionalizador yfinalmente acrecentar el margen de autonomía de los países de laregión.

Pável Isa Contreras. Economista dominicano, Director Regional de Investigaciones de CRIES.

Page 234: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Frente a la virtual extinción del Gran Caribe como región estra-tégicamente importante debido al fin de la Guerra Fría, y frente ala polarización hemisférica que se está generando a partir de laconsolidación de NAFTA y de MERCOSUR, la región parececrecientemente aislada y marginada. Aunque se evidencia unareactivación de los esfuerzos de regionalización e integracióncomo la revitalización de viejos esquemas de integraciónsubregionales y la creación de nuevos esquemas, estas iniciati-vas parecen ser fundamentalmente reactivas, mientras persistenserios problemas para consensuar agendas comunes dadas lasgrandes asimetrías entre los países y sociedades en términos detamaño, desarrollo económico o régimen político. El panorama secomplejiza al incorporarse los nuevos interlocutores de la socie-dad civil regional e internacional, cada vez más visibles, pero condesiguales capacidades de poder e influencia, e interesesdisímiles, y los actores transnacionales como las corporaciones.Este es, sin dudas, el nudo central y el aporte más relevante einteresante que Andrés Serbin nos trae en esta excelente colec-ción de trabajos.

Las reflexiones y las evidencias que el autor nos presenta sobrelo que él llama la «transnacionalización» de la sociedad civil en elGran Caribe, la conformación de una «comunidad social interna-cional y regional» o la «globalización desde abajo», derivada dela constitución de una enorme diversidad de redes y espacios dearticulación a nivel regional e internacional de organizaciones conuna amplia gama de intereses y perspectivas, y el rol y las poten-cialidades de esas organizaciones en la nueva regionalización,podría ser uno de los elementos más controversiales yapasionantes que Serbin aporta en su libro.

No hay dudas de la creciente importancia de las plataformasregionales e internacionales que las organizaciones y movimien-tos sociales y de ONG han desarrollado en los últimos años, enespecial las conformadas alrededor de la problemática de lasmujeres, del medio ambiente, de los derechos humanos, y de lascomunidades, entre otras. Sin embargo, cabe preguntarse hastaqué punto se puede identificar este proceso como uno de confor-mación de una «comunidad social» regional o internacional. Sibien podemos hablar de una transnacionalización de la sociedadcivil, ¿constituyen las diversas redes, asociaciones y plataformasde acción regionales una verdadera «comunidad»? ¿Está el pro-ceso de transnacionalización de la sociedad civil regional lo sufi-cientemente desarrollado como para hablar de una comunidad?¿Cuáles son los elementos que definirían la existencia de una«comunidad internacional»?Aunque en uno de los capítulosSerbinse detiene a comentar los antecedentes de este fenómeno en elGran Caribe y destaca algunas de las experiencias más relevan-tes, se hace necesario un análisis más sistemático y profundo

Page 235: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

que valore el desarrollo, el peso y el impacto de estas instanciasy redes regionales.

Más aún, para los movimientos y organizaciones sociales convinculaciones regionales sería de gran interés evaluar los diver-sos esfuerzos que se han desarrollado en la región para constituiry consolidar espacios regionales, enfatizando sobre los factoresque han contribuido a los éxitos, a los fracasos y los déficits, yque arroje luz sobre las potencialidades de éstos. Seguramentela diversidad de intereses y capacidades es uno de los elemen-tos centrales para explicar lós escollos de la construcción deamplias plataformas de acción regional conjunta de la sociedadcivil. Sin quedar explícito, ésta es una de las puertas que Serbinnos abre para una nueva agenda de investigación.

De otro lado, otra de las riquísimas reflexiones que Andrés Serbinaborda en su valioso aporte, pero que demanda de mayores es-fuerzos de investigación, es la dinámica que se ha desarrolladopara definir la nueva agenda regional al calor de la acción y laparticipación de diversos grupos de interés y de presión. AunqueSerbin deja claro que las agendas que han dominado los recien-tes esfuerzos de regionalización han sido las de las élites econó-micas y políticas, y que la reacción de estos grupos al nuevo es-cenario económico mundial ha sido fundamentalmente adaptativay sintonizada con el discurso de las instituciones financieras in-ternacionales (IFI), sería útil conocer en detalle los elementos quehan condicionado el proceso. Las lecciones para los actores so-ciales con perspectiva regional sería seguramente muy prove-choso en el futuro inmediato.

Sin embargo, las perspectivas e intereses de los grupos civilesno empresariales que se han regionalizado en épocas recientesson diferentes a las de las élites. La mayor parte de las organiza-ciones sociales «transnacionalizadas» tienen un discurso críticofrente a las recientes reformas económicas emprendidas por losgobiernos de ios países de la región y promovidas por las institu-ciones financieras internacionales (IFI) y los gobiernos de los paí-ses más desarrollados, debido a los altos costos sociales queestán teniendo, en especial en los grupos más vulnerables.

De tal forma que si bien hasta ahora el liderazgo de la agendaregional puede ser claramente identificado, tal y como lo apuntaSerbin, la creciente visibilidad de esos nuevos actores implica unserio reto para los procesos de regionalización e integración entérminos de consensuar posiciones, ya no sólo entre países, sinoentre sectores y actores. Si los recientes esfuerzos deregionalización impulsados desde las élites políticas y económi-cas como respuesta a la globalización (y cuya concepción regio-nal es, en principio, compartida por la mayor parte de esas orga-nizaciones) no logran articular efectivos mecanismos de partici-pación social y trasladan los «déficits democráticos» desde el

Page 236: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

nivel nacional hacia el regional, las bases de este nuevo procesoquedarían debilitadas. El resultado sería una regionalizaciónsesgada y excluyente, cuestionada en su legitimidad, con insufi-ciencias importantes para lograr dar respuestas estratégicas eincluyentes a los desafíos globales, y sus resultados serían bási-camente una extensión del proceso de globalización polarizante.

Recientemente, algunos de los esquemas de integraciónsubregional han creado o remozado sus mecanismos de consul-ta y participación. Sin embargo, parece que estos esquemas soninsuficientes, cuando no inoperantes, para desarrollar una efecti-va vinculación con los nuevos interlocutores regionales de la so-ciedad civil.

En ese sentido, Andrés Serbin identifica como un importantedesafío la construcción de instituciones de la regionalización másdemocráticas y abiertas. Pero ¿pueden los Estados nacionalessuperar sus propias limitaciones democráticas y promover el de-sarrollo de instituciones regionales más abiertas y participativas?¿Es acaso posible lograr avances institucionales y democráticosen el nivel regional sin consolidar bases a nivel nacional? Aunqueambos procesos no tienen por qué ser lineales ni sincrónicos, yaunque los avances regionales pueden contribuir a superar défi-cits a nivel nacional, es difícil pensar en el desarrollo de esque-mas supranacionales de consulta y participación aparejado deun fuerte y persistente rezago democrático en los sistemas políti-cos nacionales.

De tal forma que el desafío regional está íntimamente vinculadoa los retos nacionales de construir sociedades y sistemas políti-cos más democráticos. La vinculación entre la democratización anivel nacional, los avances en la apertura a la participación civilen las instituciones de la regionalización y él desarrollo de la «co-munidad regional e internacional» es otra de las áreas que que-dan al descubierto y que requerirán ulteriores esfuerzos de análi-sis e investigación.

Sin embargo, el reto de promover la participación ciudadana enla regionalización no es exclusivo de los gobiernos. La diversidadde organizaciones y movimientos sociales es tan amplia, y a ve-ces con intereses y perspectivas contradictorias, que obliga aingeniar creativas formas de organización y concertación de po-siciones comunes desde la sociedad civil que viabilicen el diálo-go, eviten la fragmentación y, en definitiva, la exclusión. Al mismotiempo, la construcción de una institucionalidad regional que ca-nalice apropiadamente las demandas y la participación social nose trata solamente de la conformación de estructuras organizativas,sino del desarrollo de un conjunto de prácticas sociales sistemá-ticas sobre estructuras organizativas determinadas. Esto involucraa las diversas partes e interlocutores y obliga a importantes trans-

Page 237: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

/. Hay que destacarque, paradójicamente,la cooperacióninternacional, espe-cialmente la nogubernamental, hasido un importanteactor que ha promovi-do la«regionalización» delas agendas de lasorganizaciones ymovimientos socialesde reciente data. Hasido precisamente lacooperación interna-cional la que haapoyado a muchas deestas iniciativas dereflexión e investiga-ción. Sin embargo, lasprioridades hancambiado y el riesgode encontrar «déficitsde pensamientos» esreal.

formaciones en las prácticas y estructuras de muchas organiza-ciones civiles, en especial las de tipo tradicional.

Otra de las importantes reflexiones que aporta Serbin en «Elocaso de las islas» es la relevancia del fortalecimiento de una«comunidad epistémica regional» que, vinculándose a los círcu-los de toma de decisiones y a las organizaciones de la «sociedadregional» puedan generar análisis y reflexiones que contribuyana la definición de acciones intra y extraregionales de carácter es-tratégico. El autor destaca con mucha propiedad una serie deimportantes esfuerzos que se han venido desarrollando en losúltimos años que han contribuido a la gestación de «networksacadémicos regionales», y a su vez, a la generación de nuevasperspectivas y visiones de la región desde ella misma.

Encarar los desafíos de la economía y la política global deman-da de la consolidación de una comunidac académica e intelec-tual regional que interactúe con las instancias oficiales y con losnuevos interlocutores regionales en procura de contribuir, tantodesde «arriba» como desde «abajo», a la construcción del «ima-ginario regional» más allá del mercado regional ampliado, y a ladefinición de políticas estratégicas de cara al resto del mundo.Andrés Serbin enfatiza en relación al aporte que la «comunidadepistémica regional» puede ofrecer: sería especialmente impor-tante en la generación de propuestas políticas y económicas con-sistentes y viables hacia un desarrollo más equitativo y sustentable,desde la perspectiva de la sociedad civil transnacionalizada, peroademás -habría que agregar-, alimentándose, alimentando y ge-nerando vínculos con las organizaciones sociales que trabajanen el nivel local.

Sin embargo, uno de los problemas más serios que enfrentaesto es la escasa prioridad política que se le otorga desde losEstados, y las graves restricciones de recursos derivada. ¿Cómose puede promover espacios académicos y de reflexión a nivelregional en medio de una creciente retirada de los Estados y de lacooperación internacional de la investigación y la formación dealto nivel; los primeros como consecuencia de los problemas pre-supuestarios, y la segunda bajp el pretexto de una escasa vincu-lación con las transformaciones sociales más urgentes?1 He aquíuno de los retos más acuciantes para la comunidad académica yde investigación en el Gran Caribe.

Más aún, cabe preguntarse ¿cómo pueden los gobiernos de laregión apostar con seriedad y firmeza a un proyecto deregionalización como respuesta estratégica a los recientes cam-bios globales, contraviniendo las sugerencias, propuestas y elpoder de las IFI en la gestión económica, las cuales descartan laintegración Sur-Sur como un camino necesario para encarar laglobalización de los mercados, a la vez que desalientan en lospaíses menos desarrollados la investigación y la formación de

Page 238: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

alto nivel? La salida pasa por la transformación de la voluntadpolítica de las élites y actores que dominan la agenda internacio-nal de los países de la región, y por una estrategia de sensibiliza-ción desde la sociedad civil hacia esos actores.

Como todo buen libro, y como bien lo expresa el autor en elprefacio, «El ocaso de las islas» genera más preguntas que res-puestas, y más sugestivas ¡deas sobre los caminos a seguir parala investigación y el accionar social que «respuestas y propues-tas contundentes». A pesar de su título, más que presagiar iamarginación del Gran Caribe de la dinámica global que pareceindetenible, Andrés Serbin nos trae una reflexión que nos lleva aver la región «en grande» y nos conduce, con toda la sobriedad yseriedad de un sólido investigador e intelectual, desde las trans-formaciones globales de mayor trascendencias para nuestrassociedades, hasta provocadoras y sutiles sugerencias sobre laagenda regional de las organizaciones y movimientos sociales.Aunque es un libro académico, no se podría afirmar con total cer-teza para quiénes es más útil: si para los y las intelectuales o sipara los y las activistas que, desde innumerables y diversos es-pacios están construyendo ciudadanía y sociedad civil local, na-cional, regional y global o, lo que es lo mismo, construyendo GranCaribe.

Page 239: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

Transición política y reconversiónmilitar en Nicaragua, 1990 - 1995

Escrito por el historiador e investigador nicaragüense RobertoCajina, este libro fue publicado en el mes de Abril de 1997, enManagua, Nicaragua, por la Editorial CRIES (Coordinadora Re-gional de Investigaciones Económicas y Sociales).

El trabajo es resultado de una investigación realizada a lo largode 1995 y parte del primer semestre de 1996, y forma parte de unproyecto regional más amplio, que incluye investigaciones encurso en Honduras y El Salvador. Constituye un notable esfuerzopor analizar con mucho detalle y profundidad los factores másrelevantes que condujeron y marcaron, tanto la transición políticanicaragüense entre 1990 y 1995, como la transformación del Ejér-cito Popular Sandinista (EPS) en un ejército nacional y profesio-nal, así como también los episodios y cursos que tomaron lasnegociaciones entre los diversos actores nacionales e internacio-nales, todos en procura de lograr posiciones ventajosas en unperíodo de inestables definiciones.

Sin duda, la interpretación y análisis de Roberto Cajina de estafase clave de la historia de Nicaragua es controversial, porqueinvolucra tanto una descripción completa -separando y entrela-zando sus componentes— como una interpretación de las com-plejidades de la transición nicaragüense y sus perspectivas. Sueje articulador son las Fuerzas Armadas nicaragüenses y el com-plejo sistema de contradicciones surgido y desarrollado entre unimportante sector de la sociedad política -el sector radical de laUNO—y el cuerpo castrense, en especial con relación al polémicoprotagonismo político de su Comandante en Jefe, en tanto refle-jan de forma nítida las características y tendencias de la encarni-zada lucha por él poder librada en Nicaragua entre 1990 y 1995.

Los retos de la cooperación ambiental:el caso del Caribe

Publicado en Caracas, Venezuela, 1996, por la Benemérita Uni-versidad Autónoma de Puebla, el Instituto Venezolano de Estu-dios Sociales y Políticos (INVESP) y Editorial Nueva Sociedad. Ellibro es producto de un trabajo multidisciplinario e interregional,coordinado por Francine Jácome y realizado por los investigado-

Page 240: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

res Stella Arnaiz Burne, Alfredo Céser Dachary, Antonio de Lisio,Francine Jácome, LaVerne Ragster y Glenn Sankantsing; todoscoautores del mismo.

«Los retos de la cooperación ambiental: el caso del Caribe»señala que en el Caribe los organismos regionales, internaciona-les, gobiernos y ONG, apartando temores y soberanías recalci-trantes, deben abordar conjuntamente temas de interés comúncomo lo son la armonización de las legislaciones ambientales, laevaluación de los impactos sobre el uso de los recursos, la trans-ferencia de tecnologías «limpias» -desarrollo de energías alter-nativas como las energías eólica, solar y maremotrlz-, el desarro-llo de políticas de gestión ambiental, y la educación ambiental. Essólo con voluntad política, como la cooperación ambiental en laregión podrá -de manera eficiente- enlazar a todos los actoresque como un mosaico de razas, costumbres e intereses, se des-pliegan en las islas y costas continentales a través de ese cuerpode agua tropical que es el Mar Caribe.

La integración como instrumento dedesarrollo: sus perspectivas y desafíospara Centro América — Contribucionesde un seminario regional del INCEP

Publicado por el Instituto Centroamericano de Estudios Políticos(INCEP), Serie PANORAMA CENTROAMERICANO / Temas y Do-cumentos de Debate No. 6/96, Ciudad de Guatemala, Guatema-la, noviembre - diciembre de 1996. El libro reúne los aportes dediversos investigadores y otras personalidades participantes enun seminario regional organizado por el INCEP en la ciudad dePanamá, en junio de 1996.

El contenido se divide en tres partes que recogen diversos tra-bajos. I Parte: «Orígenes, evolución y perspectivas de la integra-ción centroamericana», por Edgar Chamorro Marín y Rubén E.Nájera. II Parte: «La integración como instrumento de desarrollo»,dividido en los siguientes temas: Estado y sociedad civil en Cen-tro América, por Ricardo Arias Calderón; Democracia y ajuste enCentro América, por José Miguel Alfaro Rodríguez; y Perspecti-vas y desafíos de la integración económica centroamericana, porHaroldo Rodas Melgar. Finalmente, la III Parte presenta: «Panamáfrente al desafío de la integración», que incluye los documentossiguientes: Una visión desde Panamá, por Ricardo Arias Calde-rón; Los procesos de integración no son excluyentes, por HaroldoRodas Melgar; Panamá sí tiene vínculos con Centro América, porCarlos Manuel Echeverría; Profundizar la integración laboral cen-

. . .S» T SBB5

Page 241: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

troamericana, por Felicito Ávila; Panamá está presente en CentroAmérica, por Ricardo Sol; y Promover una integración gradual,por Carlos Enrique Rivera Ortiz.

HominesRevista de Ciencias Sociales publicada dos veces al año por la

Universidad Interamericana de Puerto Rico. En el Vol. 19, Núm. 2,Vol. 20, Núm. 1; febrero-diciembre de 1996, se hace hincapié enla investigación histórica y educativa. La revista incluye las si-guientes secciones: Investigación Histórica; Hechos e Ideas deActualidad; Divulgación; Sobre la Mujer (investigación y discu-sión); Sociedad: Cultura Estética y Visual; Actividades Académi-cas y Calendario Congresos; Reseñas de Libros, Revistas y Edi-toriales, y una sección especial: El Legado Histórico de Lidio CruzMonclova.

Entre Tos trabajos presentados en las distintas secciones antescitadas^ cabe mencionar: «Experimentos genocidas en PuertoRico», por Pedro Pablo Rodríguez y «Reflexiones en torno a lademocracia y los partidos políticos en América Latina», por Car-los Varona (Investigación Histórica). «La cultura popular bien pen-sada», por MirkoLauer, «Hispanics and the work forcé of the UnitedStates», por José R. González; «Puerto Rico como miembro delNAFTA - Tratado de Libre Comercio Norteamericano», por AliñeFrambes-Buxeda; «México y el Tratado de Libre Comercio (TLCNAFTA)», por Dieter Boris; «La reestructuración de la economíaargentina en nuevas condiciones políticas (1989 - 1992)», porJorge Schvarzer; y «Violencia familiar: propuesta de un modelode intervención para profesionales de ayuda», por Zulma V. DeUrrutia; (Hechos e Ideas de Actualidad).

La sección Divulgación está dedicada a la investigación educa-tiva, centrada principalmente en la realidad puertorriqueña. Algu-nos de los documentos incluidos aquí, son los siguientes: «Lahuelga magisterial del 3 de noviembre de 1993 y las negociacio-nes con el patrono», por Rubén Maldonado Jiménez; «Presente yfuturo de la educación postsecundaria en Puerto Rico: resultadosde una entrevista a líderes educativos», por Carmen Lebrón deOliva; «Breve panorama histórico de los programas preescola-res: tradicionales y modernos», por Ray Robles Torres; y «El im-pacto de la adicción a drogas, alcoholismo y sida en la sociedady cómo impacta en la comunidad universitaria», por GrisellesAcosta.

En cuanto a los trabajos dedicados a estudios de género en lasección Sobre la Mujer (investigación y discusión), vale mencio-nar: «La mujer puertorriqueña como líder», por Yolanda Zayas;«Julia de Burgos y Yosano Akiko, la comparación de dos poetas

Page 242: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

precursoras de la liberación de la mujer en Puerto Rico y Japón»,por Shigaki Yoshiko; «La inmigrante dominicana en España», porGina Gallardo Rivas; «En el salón me dijeron 'mami': Reflexionesen torno a las mujeres, la educación y la búsqueda de alternati-vas pedagógicas al sexismo», por Loida M. Martínez Ramos; y«La construcción del rol de la mujer en Puerto Rico: tres perspec-tivas generacionales», por Blanca Villamil.

La revista también publica artículos de interés sobre artes plás-ticas, lingüística, teatro, literatura, cultura popular y música en lasección Sociedad: Cultura Estética y Visual. La sección Reseñasde Libros, Revistas y Editoriales, brinda, además de las reseñas,un panorama bastante extenso de revistas, editoriales y libros.

Cuadernos CRIES No. 1 y No. 2Publicados por la Editorial CRIES, Serie «Cuadernos & Docu-

mentos de Trabajo», Managua, Nicaragua, febrero de 1997.En estos cuadernos se presentan cinco estudios de caso que

significan un esfuerzo ¡nterdisciplinario de analizar temas críticosdel desarrollo, desde el punto de vista de la sostenibilidad am-biental y de la economía política. La investigación se realizó en1992-1993, como parte de un esfuerzo regional auspiciado porla Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y So-ciales, CRIES, con sede en Managua, Nicaragua y coordinadopor Charlotte Elton del Centro de Estudios y Acción Social Pana-meño, CEASPA. Participaroninvestigadoresdel CEASPA, del Cen-tro de Estudios Latinoamericanos Justo Arosemena, CELA, delCentro de Investigación y Docencia de Panamá, CIDPA, y de laFacultad de Economía de la Universidad de Panamá. Tambiénparticiparon investigadores de NITLAPÁN de la Universidad Cen-troamericana de Nicaragua; de la Maestría de Política Económicade la Universidad Nacional de Costa Rica (CINTERPEDS), y delPostgrado de Economía de la Universidad de Honduras.

El Cuaderno No. 1, contiene tres estudios de caso. El primero serefiere al «Ajuste estructural y sostenibilidad agrícola en Panamá:el caso de las exportaciones no tradicionales», dividido en lassiguientes secciones: I) El ecosistema en la política de ajuste ylas exportaciones agrícolas no tradicionales, II) El ajuste en laagricultura y la sostenibilidad agrícola en Panamá; III) Dimensio.-nes del problema del efecto de los cultivos no tradicionales deexportación en el ecosistema de'Panamá, IV) El efecto de los cul-tivos no tradicionales sobre la sostenibilidad agrícola de Panamá;y V) Algunas alternativas.

El segundo caso, trata sobre «La cuenca hidrográfica del Canalde Panamá: posibilidades de un desarrollo sustentable», que in-cluye los temas siguientes: I) Principales características de la

Page 243: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

cuenca hidrográfica del Canal de Panamá, II) Importancia econó-mico-social de la cuenca; III) Las propuestas formuladas paradesarrollo de la cuenca; IV) Ejes estratégicos para intentar undesarrollo sustentable en la cuenca hidrográfica del Canal dePanamá; y V) Conclusiones.

El tercer caso aborda «La economía de la explotación madereraen la región oriental de Panamá: Darién». Contiene los temas: I)EIDarién; II) La política del Estado hacia el sector forestal; III) As-pectos técnicos de la explotación maderera; IV) La cadena de laexplotación maderera; y V) La sostenibilidad en la extracciónmaderera.

El Cuaderno No. 2, presenta dos estudios de caso. El primeroes «El impacto de las políticas de ajuste estructural sobre el me-dio ambiente en Honduras», dividido en: I) Introducción; II) Ca-racterización del problema social; III) Los impactos sectorialesdel ajuste estructural y sus posibles consecuencias ambientales;IV) Los resultados del ajuste en el sector forestal y las tendenciasactuales de la deforestación. Incluye, también, cuatro anexos ybibliografía.

El segundo estudio de caso trata el problema de la«Deforestación y frontera agrícola en Nicaragua». Se divide en: I)Frontera agrícola y deforestación en Nicaragua, II) Los mecanis-mos del avance de la frontera agrícola, III) Tendencias actualesen el avance de la frontera agrícola; IV) Elementos para una alter-nativa, y V) Un desarrollo socialmente más equitativo. Se agregancuadros, mapas y bibliografía.

Page 244: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional

El retorno de la AID: el caso de NicaraguaÁngel Saldomando, 1992, 124 p.

El poder intangible: La AID y el estado salvadoreño en los añosochentaBreny Cuenca, 1992, 252 p.

La mano visible del mercado: La asistencia de Estados Unidosal sector privado costarricense en la década de los ochentaCarlos Soj o, 1992, 113 p.

La AID en Guatemala: Poder y sector empresarialJorge Escolo y Manfredo Marroquin, 1992, 166 p. (conAVANCSO, Guatemala)

AID y las transformaciones globales en El SalvadorHermán Rosa, 1993, 133 p.

Nicaragua y el FMI: El pozo sin fondo del ajusteAdolfo Acevedo, 1993, 178 p.

Café amargo: Pequeños productores de Centroamérica y crisiscafetaleraWelvin Romero y Finn Hansen, 1993, 214 p.

El ajuste que no ajustaCRIES/Asociación de Comunicación Popular, 1993, 56 p.

Alternativas campesinas: Modernización en el agro y movimien-to campesino en CentroaméricaKlaus Tangermann e Ivana Ríos (coordinadores), 1994, 320 p,

Somoza: Expediente CerradoClaribel Alegría y D.J. Flakoll, 1994, 150 p.

Masacre en la selvaRicardo Falla, 1994, 240 p.

La transformación neoliberal del sector públicoTrevor Evans (coordinador), 1995, 292 p,

Structural Adjustment and the Public Sector in Central Americaand the CaribbeanTrevor Evans, Carlos Castro and Jennifer Jones, 1995, 246p.

Relaciones Europa-Centroamérica: Ayuda extema y comerciodesfavorableFinn Hansen, 1996, 104 p.

Page 245: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional
Page 246: Revista cuatrimestral de la Coordinadora Regional de ...crisis y resurrecciÓn de la integraciÓn econÓmica en centroamÉrica: logros y debilidades en el nuevo contexto internacional