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MEMORIAS DE LA ACADEMIA MEXICANA DE
LA HISTORIA. (Vizcaínas. 21.) México, D.- F.-Julio-septiembre, 1947.
cias a su fácil estilo siempre despojadode arideces.
Vese, pues que -para aceptarla opara refutarla- la versión de Portilloy Weber resulta de lectura obligadapara todo profesor O estudioso de nnes-.tra historia.
La electroscopía de las llamas
El común de nuestros, lectores estáfamiliarizado con el electroscopio deBUIisen y Kirchhoff. Ahora, el doctorR. B. Barrow, de la Universidad deOxford, presenta en las páginas deEndeavour los progresos realizados a
. partir de la teoría de los quanta. Heaquí un resumen:
La identificación de las especies atómicas y moleculares por el espectrode las llamas, ofreció sorpresas. Lasllamas consisten en una mezcla de gases en reacción, a veces con humos sólidos dispersos, a altas temperaturas.Su conductividad eléctrica demostr¡),que contenían especies químic:~s poco
, corrientes: la naturaleza de la~ especies moleculares identi~icadas -radicales inestables desconocidas eri química bajo condiciones ordinarias-:" sinque el espectro, empero, dejara dudassobre su identificación. Su· existencia,así, hízose más comprensible cuando sepensó en su participación en las reacciones concatenadas foto-químicas ytérmicas.
Aparte de los espectros caracteriza7dos por su longitud de onda, muchasllamas emiten espectros continuos querequieren mayor investigación y que provienen de incandescentes partículassólidas presentes ~ la llama' o de procesos atómicos y moleculares diversos.
La identificación de los espeétrosofrece dificultades, pues incluso enlos diatómÍcos, e! solo método seguroSe basa en el análisis rotacional queinforma respecto· a· los números delquantum molecular y las distancias interatómicas, o bien por comparacióncon el espectro de absorción; peroambos métodos tienen sus limitaciones.
.Más difícil aún es la de llamas de raducales o moléculas de más de dos áto-mos y aun r~quiérese de pruebas másambiguas, como-la concen~ación probable de inte-rmedios transitorios.Ejemplos: la banda de monóxido decarbono y la de los hidrocarburos o laa del amoníaco. La información de losespectros continuos es insuficiente yhace mucha falta, pues el único mediopara caracterizarlos es la utilización de,datos que den la intensidad del continuo como función de la l(i)ngitud de.onda, o sea la energía.
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EN OONDE su DINEIlO VALE MAS
. LIB1l0S DE HISTORIA. INGENlERIA. .,MEDICINA. MECf.ltlCA,MATEMAnCAS. CIENCIAS QUr.
MICAS. ARTE. ETC.AL 40% .
DESU VALOR ORIGINAL.AS1 CONO PLUMAS. f.VENTES LAPICE80s. ESTUCHES DE DIBUJO. ae.eLAs Dt: CALCULO. Y MILES DEOTBOS 01JE'l'OS MAS. QUE ESMEJOB QUE USTED LOS VEAr
de
el doctor Caso es e! momento decisivoen que surgen la verdadera aristocracia y el ímperialismo aztecas, cuandoIzcóatl, aliado a Tacuba y Texcoco, sejuega con su propio pueblo la últimacarta: ser vasallos si resultan vencidos,o ser sus señores para siempre si resultan vencedores. Para Portillo y Weber,la unió!1 se consolidó -yen prueba,cita un pasaje muy fuerte de' la historia de Tezozómoc- sobre el convencimiento de los tres de que Huitzilopochtli (Tetzahuitl: el fatídico) es el diosmás eficaz para sus fines expansionistaso Ese convencimiento y la cooperación al culto a que obligaba, explica-observación también original del autor- por qué resultaban tributarios deMéxico pueblos no sometidos por susguerreros. Además, dueños de una incontrastable fUerza ~spiritual, sin ,cuyaintervención no se explica historia alguna, fácil les fué apoderarse, de granparte del país, dinámica que e! autorpresenta con interés muy intenso, gra-
P.
Morite de Pie-dddN'.
COMPRANDO EN EL
NO DEJE DE VISirAR CONSTANTE Y MINUCIOSAMENTE: El.NACIONAl NONTi DE PIEDAD IDAQtS DE
EN DONDE ENCONTII1JIA NUEvAS OPORTU'NTODO LO QUE USTED Nt:CESm:.
fUNDADO EN 1775
APARATOS ClEHT1F1COSBrújula "KZAJU),. cIeede-S u.ooMIcroiIc~ desde S 25,.00J:áetc*op'oe ciMcie S 25.001cniID<m~ S 15.00
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DE su VALOR ORIGINAL:TEODOLITOS. NJVDJ:$. PRISMATICO$ (fEMEI.OS, INSTRUMEN·TAL DÉcmUGIA. PLANCHETAS.
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Nacional
Ese u DE S'U BOLSILLO
Explicaciones del rápidoflorecimiento azteca
POR SALVADOR DOMINGUEZ ASSIAYN,1
'Que el argumento no es forzado, lodemuestra el autor recordando que elúltimo baluarte de Tlaltelolco preten-
En las páginas del último número d~ dió defenderlo Moquihuix con danzasla's Memorias deJa Academia Mexü:a-. mágicas de mujeres y efebos desnudos.na de la Historia, el ingeniero don Jo- Recordemos también, por nuestra parsé López Portillo y Weber ha ptesen- te,.que se ha visto en el culto a Tlazoltado, bajo el adecuado título de "Diná- téotl, la diosa de la inmundicia (quizásmica histórica de México''', un -estudio . introduddo como elemento de tácticaserio, documentado y profundo, que disolvente de los huaxtecas), una de lashabrá de ser germen de discusiones explicaciones ~e la precipitada decaporque opone versiones níuy distin- . dencia y corrupción de Tula. Ni tamtas, a veces, de las que corren en nues-. poco es absurdo que lo que metafóricatras libros de historia. Desde luego,' mente lIámaríamos "mesianismo" de!aborda la incógnita de la inexplicable azteca -su enérgica y firme convicciónceleridad con que los méxicas pasaron de que en el futuro tenían una misiónde su etapa de tribu miserable'y pre- que cumplir- se impusiera "sobre
, caria, al estado de la nación mas pode- quien se obstina en vivir,en estructurosa. La primera pista la halla en la ras sociales ya sin devenir". En cuantotodavía no bien comprendida estructu- a que los méxicas, previa humillación,ra política y religiosa del azteca, apo- readmitieran a ros tlalte!olcas, lo hiyada, no en la obediencia direct~ a la cieron porque, con todo, eran sus herautoridad, sino en la supersticiosa co- I trianos.laboración que todos se sentían obliga- Algo rápido es e! autor al tratar deldos a rendir a un solo numen, 10 que triunfo sobre Atzcapotzalco, que parapermitía una concentración de! mando' ..,.. :- _
en aristócratas que podían ser sacerdotes, gUerreros, dignatarios, jueces ymonopolizadores, en fin, de atribuciones que nuestras lenguas no sabríanhacer contener en el vocablo "dictadores", por peyorativamente que suacepción se extendiera. •
Mas, ¿ cómo el pequeño núcleo méxica pudo opacar a los tlaltelolcas entrequienes estaba enquistado? Es que además de haberse adaptado mejor al modo de sus amos los tecpanecas, constituían ya una aristocracia pujante. Ysi replicáramos que los méxicas. teníanque sin1ular ser nerederos de los toltecas, para improvisarse linaje, el autor·nos contestará que tan eran aristócratas, que Tezozómoc consintió en quesu hijo Cuahcuahpitzáhua<; casara conuna dama méxica, aceptando hasta elcargo de tecuhtli. Sin embargo, la protección de Tezozómoc a Tlaltelolcopersistió, por ejemplo en la organización de sus mercaderes,.que les confe-
<- ría una supremacía evidente, sin permitir esperar para los méxicas algomás que un porvenit: modestamentepróspero. Pero '-y aquí entra una vi.sión filosófica del autor- dos sucesos imprevisibles, sumados al mestizaje realizado con los tecpanecas, deci{}ieron la ascensión vertical de Tenochtitlan: la inserción en ésta de la dinastía culúa con Ilancueyt1 y Acamapichtli y "el consiguiente brote de la férrea.y fanática casta de los pillí convertidos'en tenochcas por la rígida educaciónque impuso el viejo cacique, de modo que cuando viene el choque inevitable, los tlaltelolcas, corrompidos por ladegenerante conspiscencia inherente al-culto a Tlazoltéotl, implantado por sujefe Moquihuix, se estrellan ante larecia estructuración del méxica.
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-.UNIVERSIDAD DE MEXICO *, 27
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tares abismales. Limpi'eza de agua, nocomo la de los claros remansos de Maillefert, el inolvidable; sino con la inquietud de los arroyos de su tierra tropical.
El tercer escritor es también un contraste. Hablamos de Rodolfo Usigli yde su libro El Gesticulador, con un epílogo sobre la hipotresía del mexicanoy un ensayo sobre la actualidad de lapoesía dramática. Es un autor que busca 'polémica. Cualquiera que sean nuestro credo y nuestras devociones, hallará medio de excitar nuestro punto vulnerable. Para un temperamento así, nada tan adecuado como el drama, en que
.cada personaje puede exaltar las ideasque el otro rebaja. Pero no hay dudade que eso es una gran ventaja para t1l1
autor teatral, ya que le permite conservar vivo el diálogo. A más de queUsigli conoce mucho los recursos escénicos, sabe mantener en suspenso alauditorio, excitarlo, hacerlo entrar a laobra. Por otro lado debe reconocérselevalor civil, y esa actitud suya resulta unprovechoso reactivo para el mexicano,tan falto siempre del elemento decisivo
! para hacerse respetar, que es el espíritude protesta. Nunca estaremos de acuerdo en,que la resignación sea una'''virtud" nacional.
Los personajes de Usigli son másmexicanos por su conducta, que por susexpresiones. Esa propensión a la respuesta paradójica .y desconcertante alo Oscar Wilde o a lo Bernard Shaw,no pertenece a nuestra idiosincrasia.Pese a ello, aUsigli no deben disputársele méritos como autor teatral, ni estorbarse la difusión de su obra, puesnuestro civismo saldrá ganando en lamedida, en que se le conozca.
Vaz Berreira y su método deexame-p filosófico
. En las interesantes páginas del primer número de la revista de la reciénfundada Facultad de Ciencias y Humanidades de la Universidad de Montevideo, el célebre pensador uruguayoCarlos Vaz Ferreira insiste en subrayarlos sorprendentes avances que se obtienen en el exámen de cuestionesfilosóficas, con la aplicación del métodoanalítico que demostrativamente sigueen' su profundo estudio sobre los pro- ~
blemas de la libertad.Parte de la observación de que la
mayor parte de los problemas filosóficos han sido planteados primitivamenteen luna forma simplista, mediante dostesis opuestas e inconciliables, entre lascuales era preciso optar, y esa rebuscada inconciabilidad entre ambos elementos, ha llegado a dar la impresiónde que en Filósofía se avanza muy pocoo 'no se' avanza, cuando la verdad esque el adelanto se ha obtenido porqueante un proceso analítico de distinciones '¡subdistinciones que descomponehasta el infinito 1.0s puhtos de vista, hayque valerse 'de un método eficacísimo,que consiste en "prescindir completamente del, problema primitivo, estudiarlos hechos y coordinar las teorías como
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y en sus hijas, una frenética parttclpación en la lucha de conceptos deteólogos y filósofos, que trascendió del
. claustro al púlpito y del púlpito al pueblo, familiarizando a éste con formasque ahora nos parecen rebuscamientos,más aún cuando se entremezclaban a lamitologia, que entonces tenía aún lanovedad y la frescura del redescubrimiento de Grecia.
La segunda obra que la Stylo nosofrece es El Seiíor Diablo, el Cura yotros engmios, de César Garizurieta, yaconocido por otros libros.
Si se nos arguyera que Garizurietatiene a veces desaliños en su estilo, yque en otras su puntuación escandaliza, tendríamos que asentir. Y sin embargo, lo defenderíamos, porque representa a un tipo de escritor mexi-cano que por lo general prefiere permanecer inédito: el del imaginativopuro, que sólo hace caso de los dictados de su fantasía. Costeño íntegro,este abogado veracruzano, a quien laUniversidad no hizo sino exaltar susfacultades de soñador impenitente, urdeamenas andaluzadas que hace pasarpor anécdotas, a conciencia de que todos nos damos cuenta de que apenas si~abrá un punto de verdad 'en sus relatos. Así, nos da la hilarante versiónque según él, hizo uno. de sus condiscípulos, de una clase del maestro Osario Mondragón, sobre el Rey Sol. Oquiere convencernos de que creyó indispensable llevar un traje de jockeypara trabajar en un juzgado, COn ,elsolo fin de explicarnos por qué lo llamaron "El Diablo". O de que 'se soñógato, o de que nombró a un rancheropara intérprete de un chino. Es uninsigne . y delicioso 'embustero paraquien la gracia no debe ser frustradapor la realidad. Además de que tienecuadros positivamente bellos, como elde la "Madre de papel", que de verdad.conmueve, o c<;>mo' el de Serrallongo,el mejor trazadq de sus personajes.
Se nos antoja que Garizurieta es ungran conversador, que tiene no sólocalidades de relator, sino una atrayente pureza y un no sé qué de muchachofantasioso. Ni una pal~bra morbosa;ni un intento de imitación de los escri-
Tres autores mexicanoscontemporáneos
. Con el fino acabado que ya va siendo característica propia, la EditorialSt)'lo, de esta ciudad, ha publicado bajoel cuidado de don Antonio Caso J r.tres obras que representan tres tiposcompletamente diferentes, del escritormexicano contemporárieo.
Es la primera, Claridad en la lejanía,de Carlos González Peña. El autor nosda una animada visión de nuestro pasado literario, comenzando por Gutierre de Cetina, que aun cuando no nació,ni murió en México, nos pertenece encierta forma por habernos dejado enla Puebla de los Angeles, con un episodio de su propia vida, el primer lancede capa, espada y trovas, que por desgracia para el autor del más bello delos madrigales, no fué novela, sinorealidad.
Pero entre las páginas en que resucitan nuestros poetas y novelistas deantaño, ninguna tan interesante comoaquella en que el autor cumple un actode justicia al demostrar que Luis G.Inclán, pese a su sencillez, o precisamente por su sencillez misma, creó conAstucia o los Hermanos de la Hojala. auténtica novela mexicana, pues auncuando por razones meramente cronOlógicas se asigna ese mérito a Fernández de Lizardi, México y los mexicanos, tales como son, sólo alentaron yhablaron con su sensibilidad y su léxicopropios, hasta que el simpático charroe impresor los animó en su obra.
Atrayentes son las páginas oe González Peña sobre Sor Juana, QuintanaRoo~ Gorostiza y tantos más '; pero esterasgo noble de haber elegido para sudiscurso ante la Academia_ la apologíade Inclán, y de haberlo hecho sin reservas y sin cebarse, con el sadismo aque son tan dados algunos críticos literarios, en las fallas'--rttéritos' aquí- dequien sólo' quiso escribir como ranchero, bastaría para que el libro adquirieraun interés especial.
. En cambio, hallamos al autor un tanto injusto al tratar de la pedanter:ía delsiglo' XVII, que fué uno de los pocossiglos en que el pueblo tómó; en España
REMIN6TON· RAND INTERNACIONAL. S.A~MEXICO. D.F. - MAQERO SS
El autor, después de subrayar que elfin principal de la electroscopía quántica es relacionar lá intensidad con laprobabilidad de un acontecimiento particular inductor de la emisión de la luzo de una determinada longitud de onday el número de partículas involucradasen tal proceso; establece. que la distinción fundamental entre químicoluminiscencia y excitación térmica dependedel número de especies excitadas (ladistinción experimental se basa en laley del supuesto equilibro térmico, yresulta que los sistemas luminiscentesno la cumplen). Ahora bien, Hes de suma importancia llegar a determinar sila energia electrónica o la vibracionales de origen químicoluminiscente o térmico. Si prevalecen los procesos de laquímicoluminiscencia, es evidente queel esquema postulado para la reacciónglobal debe tener en cuenta la formación de tales especies a niveles de excitación. Y' esta cuestión se halla íntimamen1e ligada con los problemasprácticos de producción de luz. Se hamencionado ya que la emisión de lallama del bisul~uro de carbono-óxidonítrico, corresponde en rendimiento aun cuerpo obscuro radiante a aproximadamente 5,0000 K. Se ha calculadoque es de cerca de 83 lumen/watt. Latemperatura de 5,0000 K es inalcanzable en una llama terrestre. Si tomamos 2,0000 K como una cifra razonable, obtenemos un rendimiento en laemisión de luz de sólo 1,7 lumen/~att;
de manera que la fuente químicoluminiscente es, desde el punto de vistade la energía, de un rendimiento unas50 veces mayor que el cuerpo obscuroideal a 2,0000 K. Hasta el presente, nose ha conseguido producir tal fuenteluminosa en gran escala".
Los ejemplos que ilustran el estudiodel profesor Barrow son de consultaindispensable para quienes' pretendanabordar este intrigante problema, cuyasolución "puede tener una gran importancia en los futUros sistemas de iluminación.
PORTAT/L ,
REmm6TOn RRnD·MUY UTI/. PARA EL ESTtJD/ANTE,il
IN4/S'HlJAla PARA El. VIAJERO"
ENDEAVOUR. Imperial Cheroical IndustriesLtd., London, S. W. l.-Abril. 1947.