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#2 REVISTA DE TURISMO NOVIEMBRE - DICIEMBRE 2009 TURISMO , CULTURA E IDENTIDAD CON DANTE IRURTIA El Señor de los Vinos: «Un buen vino sólo sale de una buena uva» CANDOMBE ¡Borocotó chas chas! Patrimonio Inmaterial de la Humanidad suena en las esquinas de nuestros barrios SAN FRANCISCO DE LAS SIERRAS Un paraíso para descubrir y visitar en la serranía minuana TURISMO SOCIAL Cooperación pública y privada es la clave para fomentar el turismo

Revista dePaseo Nº2 Noviembre - Diciembre 2009

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Revista dePaseo Nº 2

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Page 1: Revista dePaseo Nº2 Noviembre - Diciembre 2009

#2REVISTA DE TURISMO

NOVIEMBRE - DICIEMBRE 2009

TURISMO, CULTURA E IDENTIDAD

CON DANTE IRURTIAEl Señor de los Vinos:

«Un buen vino sólo sale

de una buena uva»

CANDOMBE ¡Borocotó chas chas!

Patrimonio Inmaterial de

la Humanidad suena en las

esquinas de nuestros barrios

SAN FRANCISCO DE LAS SIERRAS Un paraíso para descubrir y

visitar en la serranía minuana

TURISMO SOCIAL

Cooperación pública

y privada es la clave para

fomentar el turismo

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Dicen que “sólo se ama lo que se conoce”.

A eso apunta de Paseo, a promover el conocimiento y reconocimiento de nuestras cosas y de nosotros mismos a través del Turismo, la Cultura y la Identidad de los que hacemos este país.

El Turismo es un derecho humano que debemos ejercer plenamente. Descanso, diversión, recreación, esparcimiento, aprendizaje, educación, integración de la gente y de nuestros pueblos van de la mano y de Paseo con nuestra forma de ver el mundo y pensar el turismo...

Disfrutar de la vida es un derecho que tenemos todas y todos…

El viaje y el descubrimiento de nuevas realidades se hacen en compañía de otras personas.

No concebimos los paisajes, los platos, las danzas, las fi estas, las tradiciones como meras postales. Su belleza radica en la presencia, directa o indirectamente, de la gente. La vida concebida como encuentro.

La Cultura ocupa un papel importante en nuestro perfi l editorial.

Entendida la Cultura como la manifestación más elevada del género humano; y en ese sentido reconocemos al trabajo como la expresión más acabada que nos distingue y diferencia de los otros seres vivos.

Así se presentaba de Paseo dos meses atrás.

El reconocimiento por parte de lectores e instituciones ha sido muy gratifi cante.

Desde Montevideo y especialmente desde el interior del país nos han pedido ins-trumentar un sistema de suscripción para que la revista llegue a manos de todos. Hoy estamos en condiciones de concretar la propuesta.

Esto nos aliviará en nuestros costos y nos permitirá llegar a sectores aún más amplios.

Por solo $ 300 es posible suscribirse a tres números de de Paseo, y recibirla directa-mente en su domicilio en todo el país.

¿Cómo hacerlo?Es sumamente sencillo y puede hacerlo en la mayoría de los locales del Correo Uru-guayo en todo el país. Allí completa algunos datos que le indican y abona la suma de $ 300. En éste monto los costos de transferencia y de envío están incluídos. Usted recibirá 3 (tres) números de de Paseo, directamente en su domicilio.

Ante cualquier duda o consulta, escríbanos: [email protected]

Nota

El Correo Uruguayo está en todas

las poblaciones con más de 500

habitantes y en todo el país.

Dispone de 163 locales comer-

ciales propios en todo el país,

llegando a casi 1000 locales co-

merciales con la Red Nacional de

Franquicias. Esto hace de nues-

tra red comercial una de las más

amplias y extendidas del país.

Una buena parte de estos lo-

cales, más de 100, cuentan con

tecnología digital y capacidad de

transmisión de datos a distancia.

Esta infraestructura es la base

de nuestro servicio de Correo Pagos, que constituye una muy

útil modalidad en el servicio de

cobros de facturas y pagos a

cuenta de terceros.

de Paseo, es una revista uruguaya especializada en

Turismo, Cultura e Identidad. Tiene una frecuencia

bimestral y se distribuye gratuitamente en los 19

departamentos y en el exterior del país.

Ahora tiene la oportunidad

de hacerse suscriptor de de Paseo CON HÉCTOR LESCANOEl turismo es un derecho

humano, que se pretende sea

para tres millones

LO DE MARGOT

El circuito tanguero se va

consolidando. Margot Mateauda

es pilar de esta renovada cultura

tanguera montevideana.

CARNAVAL EN PRIMAVERA

Montevideo primer ciudad

en ser declarada Capital

Iberoamericana del Carnaval

#1REVISTA DE TURISMO

AGOSTO - SETIEMBRE 2009

TURISMO, CULTURA E IDENTIDAD

TRISTÁN NARVAJA

Su historia, sus personajes

y las vivencias de un lugar

donde converge el pasado

y el presente

ARMADO_11.indd 1 18/08/2009 05:02:46 p.m.

Reciba en su domicilio

TRES NÚMEROS por solo $ 300

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Con Ernesto Murro

«El desafío es que más gente haga turismo»

Patricia Pérez Parada

25

Con Dante Irurtia

«Una excelente uva produce un buen vino»

Eduardo Curuchet

45

La Estacada

Un refugio en la Punta Brava

Georgina Rodríguez & Flavia de los Santos

39Vieja Farmacia Solís

La risa, el mejor remedio

Daniel Fenoglio

52En Marcha

Guía de turismo

del vino de Uruguay

Luis Vicente Elías

59Minas

San Francisco de las Sierras

Ani González Ríos & Osvaldo

Melesi

11 Turismo Social

La conjunción

de actores y factores

Darío Rodríguez & Tabaré Silva Allo

#2

34

Candombe

Patrimonio inmaterial de la humanidad

Oscar D. Montaño

TURISMO, CULTURA E IDENTIDAD

«Conociendo el vino como producto cultural se fomenta el

interés por el medio rural, sus costumbres y tradiciones;

finalizando con el incremento del consumo de ese producto,

que genera además un flujo económico en la región que

beneficia a los habitantes de los territorios del viñedo.»

LUIS VICENTE ELÍAS, Antropólogo español, experto en vinos.

Revista de Paseo: Director/Redactor Responsable: Osvaldo Melesi. Director/Editor: Eduardo Curuchet. Consejo de administración: Carmen De León, Ana María González Ríos, Ramiro Bello.

Colaboradores: Ana María Bello, Leo Bernini, Martín Cerisola, Mariana Cunha, Flavia de los Santos, Luis Vicente Elías, Selva Espondaburu, Daniel Fenoglio, Mariela Fodde, Mariella Girola, Gessi Lussich,

Alvaro S. Martínez, Oscar Montaño, Giorgina Notargiovanni, Patricia Pérez Parada, Rodolfo Reino, Darío Rodríguez, Georgina Rodríguez, Héctor Rodríguez, Roger Rodríguez, Tabaré Silva Allo.

Fotografías: Edgardo Almeida, Miguel Olivetti, O. J. Rossi, Karina Urrutia, Miguel Martín Hernández, Natalia Cerisola, Manuel Larrosa y Javier Larramendi. Fotografía de tapa: Manuel Larrosa

Redacción y Administración: Grupo Productos Turísticos. Marco Bruto, 1409/101 Montevideo, Uruguay. [email protected] Tel. (00598-98) 452.843. Asesor Letrado: Dr. José «Pepe»

Ruano. Producción gráfica y diseño: Manosanta Producción Editorial.

Distribución: Grupo Proyectos Turísticos. Impresión y encuadernación: Iconoprint / Fanelcor sa. Dep. Legal: Nº 349.803/09. ISSN: 1688-616X.

Registro Ministerio de Educación y Cultura Tomo 15, fojas 169, de acuerdo al artículo 4 de la Ley 16.099.

Revista de Paseo es una publicación bimestral de distribución gratuita.Este número tiene un tiraje de 8.000 ejemplares en su edición de papel. Se edita y distribuye también en formato digital.

Las opiniones de los artículos son únicamente responsabilidad de sus autores.Todos los artículos pueden reproducirse libremente citando la fuente. Solicitamos la gentileza de hacernos llegar una

copia. Si usted no desea seguir recibiendo la publicación, envíe simplemente un correo indicando NO a [email protected] y será dado de baja de nuestros registros.

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EDITORIAL

El candombe «debió enfrentar la prohibición,

la burla, la discriminación hasta que desde

hace 20 años se ha producido su masificación,

traspasando la línea de color».

Paso a paso

«Toda gran marcha empieza con un pequeño paso» reza la sabiduría popular. Así son los primeros pasos de nuestra publicación, una suma de esfuerzos y acciones que apuntan a desarrollar de la mejor manera posible la labor editorial, que refl eje en nuestras páginas lo mejor de nosotros mismos.

Arrancamos a todo pedal con «La cicloruta de Juan», donde se narra una travesía en bicicleta desde la Costa de Oro en Canelones hasta Punta del Dia-blo en Rocha, sólo para pescar, pero también de paso recorrer la geografìa interior que cada uno de nosotros tiene dentro. «Llegó a su Meca en el séptimo día. Dejó todo en lo de un amigo y con su caña fue a la roca ‘losada’ en la Punta del Diablo para encarnar sueños y pescar ideas.»

Nuestro tema central en este número, es el Turismo Social. «Este turismo opera en baja temporada y hace actuar a un conjunto de estamentos y, por extensión, potencia espacios ociosos que en materia de infraestructura cuenta el Uruguay.» Abordamos el tema entrevistando a actores públicos y privados, para ver cómo se desar-rolla y crece esta actividad.

Nos pusimos En Contacto con Ernesto Murro, actual director del Banco de Previsión Social (BPS) que aporta su óptica en esto de hacer extensivo el turismo a todos los sectores de la sociedad.

En Colonia fuimos al encuentro del Señor de los Vinos, don Dante Irurtia, que confi esa que «el mejor vino sólo se puede obtener de una excelente uva». También el experto enológico español Luis Vicente Elías, comparte con nosotros su visión del vino nativo. «El conocimiento de este producto nos ha llevado a realizar la ‘Guía del Turismo del Vino de Uruguay’, como herramienta para ofrecer a los viajeros y a los amantes del vino, que les permita viajar por el país teniendo como eje temático la cultura del vino.»

de Paseo se fue hasta la Punta Brava a conocer el restaurante «La Estacada», una isla en medio de Montevideo. Visitó los Museos del Gaucho y la Moneda. Se inyectó una sobredosis de risa en la Vieja Farmacia Solís, donde funciona una sala teatral y los textos de «El Negro» Fontanarrosa cobran vida.

Muchas son las propuestas que pueblan las páginas de la presente edi-ción, pero prestamos especial atención al Candombe que fue declarado, junto con el Tango, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. «Este es un triunfo del colectivo afro-uruguayo, que a lo largo de 200 años ha sabido preservar este legado que tiene a África como madre. No ha sido sencillo. Debió enfrentar la prohibición, la burla, la discriminación hasta que desde hace 20 años se ha producido su masifi cación, traspasando la línea de color.»

Fieles a la premisa de descubrir y redescubrir nuestro país la propuesta de de Paseo vuelve a ser variopinta.

Eduardo CuruchetOsvaldo Melesi

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A principios de setiembre el primer nú-mero de Paseo, vió la luz pública.

En el más estricto sentido de la ex-presión: de la imprenta fuimos directa-mente a la presentación.

El evento se realizó en el Ministerio de Turismo y Deporte. Nos acompañaron representantes del gobierno nacional y de Montevideo, empresarios del sector y del interior del país, comunicadores y periodistas.

También un importante grupo de amigos que nos han apoyado a lo largo de la concresión del proyecto. A todos ellos: ¡Muchas gracias!

Una sencilla y emotiva ceremonia se continuó con una degustación de pro-ductos del departamento de Colonia. Vinos de Irurtia, Zubizarreta, Bernardi y Los Cerros de San Juan compartieron maridaje con una exquisita selección de quesos del mismo departamento.

Todo enmarcado en el perfi l de la pu-blicación: Turismo, Cultura e Identidad.

DE PASEO

Una realidad tangibleNuestros directores presentaron de

Paseo, el surgimiento de la misma y los planes con los que trabajan. Agradecie-ron especialmente a todos quienes han brindado sus mejores horas y capacida-des en éste primer número.

El Subsecretario el Ministerio de Tu-rismo y Deporte Dr. Antonio Carámbula, destacó el beneplácito de las autoridades con la publicación y el compromiso de apoyo a la misma.

El Director de Turismo de la Intenden-cia Municipal de Montevideo, Fernando González, manifestó su sorpresa por la calidad del producto. Los contenidos pu-blicitarios, el diseño y la presentación, habían superado largamente sus expec-tativas. También él, reafi rmó el apoyo del municipio capitalino al proyecto.

La curiosidad de los participantes por el producto era enorme ya que nadie lo había visto aún.

Por eso mismo, en pocos segundos cada uno estaba desgarrando la bolsa

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que contenía el Nº 1 de la publicación, ojeándolo y leyéndolo a la misma vez.

Los reconocimientos y los conceptos positivos tampoco se hicieron esperar. Los mismos resultaron unánimes: la ex-celencia y la calidad del mismo; el pro-ducto superó largamente lo esperado.

Los brindis, las charlas, los comen-tarios se extendieron gratamente du-rante varias horas.

de Paseo había dejado de ser un pro-yecto virtual, para convertirse en una realidad.

Hemos cosechado reconocimientos y elogios desde orígenes muy distintos.

Los mismos nos llenan de orgullo y estímulo, a todos quienes integramos el colectivo de Paseo.

Estamos aquí con nuestro segundo número que esperemos también sea del agrado de nuestros lectores en los «20 departamentos» del país. Tenemos aquí dos novedades importantes para com-partir con ustedes.

Decretos y Resoluciones de los Mi-nisterios de Turismo y Deporte y Re-laciones Exteriores, de la Intendencia Municipal de Montevideo y del Congre-so Nacional de Intendentes, nos han honrado con sendas declaraciones de «interés» e «interés turístico». Nos llena de orgullo y de responsabilidad y redo-bla nuestro compromiso con el país.

La segunda novedad es que a partir de éste momento es posible convertir-se en suscriptor de de Paseo, y recibirla directamente en su domicilio. Muchos lectores y amigos, especialmente del interior del país nos lo exigían. Los de-talles de como hacerlo, están indicados por separado.

En fi n, esperamos sus comentarios y sugerencias, que mucho agradecemos.

Nos encontramos nuevamente en los primeros días de febrero.

¡Hasta entonces, que disfruten del verano, de de Paseo y de una buena lec-tura! Salud y Felices Fiestas.

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TEXTO SENTIDO

Roger Rodríguez

La idea parecía alocada, pero su lógica era irrefutable... A Soly-mar se habían mudado a fi nes de los noventa, cuando la crisis labo-ral y el exceso de demanda en los arrendamientos hicieron disparar los precios y sólo en la mal saneada Ciudad de la Costa, al norte, tras cruzar los pozos del balasto, pudo conseguir un alquiler accesible.

Entonces volvió a la bicicleta. Primero fue para recorrer la zona, luego para ir a hacer mandados, después para tirarse a pescar a la desembocadura del arroyo Pando y, fi nalmente, para ahorrar el dine-ro del boleto y trasladarse en una hora y media al centro para ir a la ofi cina pública donde trabajaba.

Ese verano, en que comenzaba el nuevo milenio, Juan entraba a su cuarta década de vida. El año ante-rior, había suspendido sus vacacio-nes a Rocha porque no pudo ahorrar dólares para alquilar un rancho en Punta del Diablo. Ahora tenía playa a pocas cuadras, sí, pero le faltaba aquella magia oceánica…

Se le ocurrió un fi n de semana en que se largó a pescar a Parque del Plata. Le dijeron que había pi-que en el Solís Chico y no dudó en atar su caña en el cuadro de la bi-cicleta, cargarse una mochila con abrigo, comida y los enseres de pesca, para salir con las primeras luces y regresar al anochecer.

Volvió con cara de feliz cum-pleaños. Trajo dos tamberas, va-rios roncaderones y un hermoso pejerrey, que sus hijos miraban con asombro y su esposa con un po-quito de asco. Cargaba el cansancio del sol, del viento, del lance de la caña y también el de la bicicleta. Estaba molido, pero se sentía casi bien. Traía la idea…

Sara intuyó que algo planifi ca-ba, cuando vio a su esposo hacien-

do cálculos sobre un viejo mapa de la Esso. Después notó cómo trataba de ganar espacio y peso para armar un paquete con una carpa iglú, bol-so de dormir, mochila, ropa, equi-po de pesca y camping, y hasta una parrilla chica…

«¿Vas a algún lado?», dijo con esa sonrisa que ponen madres, esposas o hijas, cuando nos hacen confesar. Él la miró, tomó aire y dijo: «Son 350 kilómetros. A 50 ki-lómetros diarios, es una semana. Voy por los balnearios para eludir la ruta. Hay camping donde que-darse. Llego el sábado, hago un lance desde la losada y me vuelvo en ómnibus el domingo...»

Ella quedó con la boca entre-abierta… Él partió el sábado de carnaval. La bicicleta bellaqueaba por el sobrepeso. Sólo se amansa-ba cuando Juan se apoyaba en el «lance» del manillar o durante el pedaleo. Llevaba cincuenta kilos extra. Hasta una cubierta corona-ba la carga y una caña sobresalía como proa de su nave.

El peso le obligó a cambiar el ritmo en que solía rodar a la ciu-dad. Buscó un compás entre peda-leo y respiración, probó platos y piñones, hasta encontrar una ve-locidad de crucero que recién logró al segundo día. La primer jornada la cerró en el camping de Onofrio, debajo del puente del Solís grande, en Parque del Plata.

Había recorrido todos los cami-nos a su derecha, para encontrar rincones de la Costa de Oro que no sospechaba. La segunda para-da fue en el camping «El Edén» de Las Flores. Pensó en la necesidad de crear tramos de cicloruta para recorrer el trayecto sin el riesgo de ser embestido por algún vehícu-lo. No siempre hay caminos «por adentro».

El tramo de Piriápolis a Porte-zuelo fue bello, pero cuando en-frentó la loma de Punta Ballena de-bió subirla a pie. Eludió el ruido de Punta del Este y cayó extenuado en un camping por el puente del Mal-donado. Aprendió que la virazón del mediodía trae un duro viento en contra desde el este…

La cuarta etapa fue la más agreste... Luego de José Ignacio, cruzó en balsa la Laguna Garzón para enfrentar una rústica y de-solada Ruta 10 que, luego de la playa del Caracol, lleva al perdido balneario Las Garzas, donde existe la maravillosa reserva de fauna y fl ora junto a la Laguna de Rocha.

Cuando la boca de la laguna está cerrada, se puede cruzar a pie por una lengua de arena que separa el agua dulce del salado océano. Si el lago está abierto, hay que regre-sar hasta un empalme que lleva a la Ruta 9 y de allí a la ciudad de Ro-cha, para llegar luego a La Paloma. Sería un día extra de ruta.

La quinta jornada, desde La Pedrera lo obligó a elegir un bal-neario: Cabo Polonio, Valizas o Aguas Dulces. No se puede entrar a todos. Sería otro viaje… Con los años, conoció un atajo que le per-mitió eludir la ciudad de Castillos: donde muere Ruta 10, en Aguas Dulces, se puede seguir a campo traviesa por una vieja huella de carros que usaban los pescadores hace años.

Entró a Ruta 9 por Los Moros y llegó a su Meca en el sexto día. Dejó todo en lo de un amigo y con su caña fue a la roca «losada» en la Punta del Diablo para encarnar sueños y pescar ideas. Volvió al otro día, en ómnibus… Hace ocho años que Juan hace su cicloruta en carna-val. Comprendió que lo importante es el viaje, no el destino… �

La cicloruta de Juan

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13Este turismo opera en baja tempo-rada y hace actuar a un conjunto de estamentos y, por extensión, potencia espacios ociosos que en materia de infraestructura cuenta el Uruguay.

Intervienen el Estado, em-presas privadas, organizaciones sociales, gremios y asociaciones civiles. Por parte del Estado están presentes: el Ministerio de Turis-mo y Deporte (Minturd), Ministe-rio de Desarrollo Social (Mides), Ministerio de Educación y Cultura (MEC), Intendencias, Asociación de Ferrocarriles del Estado (AFE), Banco de la República Oriental del Uruguay (BROU) y el Banco de Pre-visión Social (BPS).

Desde el escenario privado par-ticipan: agencias de viajes, hoteles, posadas, campings, establecimien-tos rurales y empresas de trans-porte. Finalmente, los gremios de funcionarios públicos, la central sindical, cooperativas o federacio-nes como la Federación Uruguaya de Cooperativas de Viviendas por Ayuda Mutua (FUCVAM) y tam-bién las asociaciones civiles como la Asociación Nacional de Afi liados (Anda). Estos son los principales articuladores de esta propuesta.

Y si nos vamos por ahí…«Toda persona tiene derecho al descan-so y al esparcimiento y sobre todo a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagas», establece la Declaración Universal de los Derechos del Hombre.

Para contribuir al ejercicio ple-no de este derecho, en diciembre

del 2005, se firmó un convenio entre el Ministerio de Turismo y el BROU. Comenzando de esta manera el respaldo e incentivo del Turismo Social, con un im-pulso fuerte del Estado. El BROU, a través de su División de Crédito Social, concede préstamos desti-nados a la adquisición de paquetes turísticos. La forma de pago del usuario es a través del débito en sus haberes, en cuotas mensua-les y consecutivas. Este proyecto involucra a las agencias de viaje registradas en la cartera de Turis-mo. El propósito es claro: facilitar el ejercicio de este derecho.

Por su parte el Ministerio de Turismo, promueve entre las Agencias de Viaje registradas la venta de dichos «paquetes», dise-ñados especialmente, brindando calidad, seguridad y control en el servicio. También la difusión, promoción y distribución del ma-terial publicitario, en todos sus centros e Intendencias.

Respecto al rol del Ministerio en la promoción del Turismo Social, el asesor Alberto Torelli, declara a de Paseo que: «el año pasado los esfuerzos se enfocaron en los grupos vulnerables, intentando que el derecho a la recreación llegara a personas que por los problemas de exclusión social, hasta ahora no habían podido ejercerlo». Por esta vía, viaja-ron durante 2008 más de 12.000 personas, pertenecientes a dis-tintas organizaciones sociales, ni-ños, jóvenes y adultos mayores, así como integrantes de los Programas Sociales del Mides, especialmente «Uruguay Trabaja», destaca.

En esta materia hay gratas iniciativas. Pasearemos por esas experiencias que navegan entre lo público y lo privado, y veremos sus diferentes implementaciones.

El papel del Ministerio de TurismoAlberto Torelli explica que el Tu-rismo Social es subvencionado y promovido desde el Estado; y se ha abierto el Programa de Turis-mo para Trabajadores que forma parte del Sistema Nacional de Tu-rismo Social (SNTS).

«Este año, nuestro objetivo fue al-canzar a aquellos trabajadores, que si bien poseen trabajo estable, y perciben un salario, no pueden ejercer el ´derecho humano´ a la recreación y el turismo, de-bido a los altos costos del mercado para hacer turismo interno», señala.

A esta franja de la población, que es la más numerosa, está diri-gido el Programa. Para desarrollar este plan, se cambiaron muchos procedimientos administrativos que se realizaban hasta ahora, siendo el primero, la forma de li-citación de transporte.

Por primera vez se logró tener cinco empresas trabajando, con nueve bases de salida desde distin-tos puntos del país. «Lo que permitió pensar en un turismo de alcance nacional a precios mucho más razonables», infor-ma Torelli.

Para sacar una excursión des-de Tacuarembó, por ejemplo, el Ministerio debía pagar 800 kms. de ómnibus expreso, ya que las empresas salían siempre desde la capital. Eso hacía que «los costos

En nuestro país el Turismo Social no es turismo pobre para pobres,

sino que es concebido como un derecho de todos. El Estado

cumple un rol fundamental en su promoción. El punto es cómo se

organizan y se vinculan los sectores, que persiguen fines diferentes

e interactúan para llevarlo adelante.

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fueran extremadamente altos y nuestras posibilidades muy limitadas», asegura el asesor ministerial.

Además «se negoció con los pres-tadores de servicios de hotelería, gas-tronomía, y con los operadores locales, hasta que estuvimos en condiciones de lanzar la primera experiencia piloto».

La misma se realizó en el mes de junio de 2009, desde la ciudad de Florida, hacia Piriápolis y Termas del Arapey. «Aprovechamos un fi n de semana largo, para una excursión de tres días, con dos noches de alojamiento y me-dia pensión, a un 40 por ciento del costo habitual en plaza.»

14

El éxito alcanzado motivó al equipo del Ministerio de Turismo para continuar agregando nuevos rumbos. Desde Durazno, Florida y Flores, se partió hacia las Termas de Guaviyú, Piriápolis y Colonia. Luego se sumaron a los ya nombra-dos, los departamentos de Treinta y Tres y Tacuarembó, y los destinos fueron La Paloma y Montevideo.

Del mismo modo, el BROU, apoya en todos los departamen-tos, financiando los paquetes, con un crédito social, en seis cuo-tas sin recargo.

Por su parte el PIT-CNT, ha sido un pilar en todos los departamen-tos. «Su colaboración difundiendo el pro-grama entre los trabajadores y apoyándo-nos en todo momento, es una garantía de que nuestros objetivos se cumplan adecua-damente», reconoce Torelli.

Paula Morán es quien encabeza el equipo del ministerio que im-plementa el Programa de Turismo para Trabajadores. El Minturd llamó a licitación y se habilitaron cinco empresas de transporte para este proyecto. «Se tiene especial cuida-do en verifi car la calidad de los servicios, es por eso que los hoteles como mínimo deben ser tres estrellas», dice Morán.

La operativa es la siguiente. El proceso de comercialización se realiza a través de las Agencias de Viajes que integran el registro de operadores del Ministerio, con la posibilidad de financiación del BROU. Por su parte las Agencias de Viaje tienen sus propios paquetes de Turismo Social.

Para el equipo de Turismo para Trabajadores es fundamental la encuesta de evaluación al fi nal de cada recorrido para corregir y recibir sugerencias de destinos. Según Morán «la idea es sumar de-partamentos. Ya hemos comprobado la aceptación de los viajes a través de la reiteración de algunos trabajadores a concurrir a nuevos viajes».

Con el Turismo Social se traba-ja todo el año; «tratamos de romper con la estacionalidad, al entrar en tem-

Turismo para trabajadores

Algunas ofertas del Turismo para Trabajadores que promueve el Ministerio de Turismo.

Termas de Guaviyú, 2 días, con desayuno, media pensión, y acceso libre a las pisci-•

nas del complejo desde $ 550 por persona

Colonia: 2 días c/ desayuno, media pensión, paseos y • city tour: $ 900 p/persona

La Paloma: 2 días c/desayuno, media pensión y paseos: $ 800 p/persona•

Montevideo: 2 días c/desayuno y paseos incluidos: $ 490 p/persona•

Cabe destacar que los precios anteriores incluyen todos los traslados entre la ciudad de

origen y el destino.

La iniciativa se difunde a través de afiches, volantes, mano a mano, en lugares como la

feria de Treinta y Tres, feria de Florida, radios locales, carteleras gremiales, periódicos

locales y por la página Web del Ministerio de Turismo (www.turismo.gub.uy).

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Prepara el bolso…

Estos son algunos de los centros vacacionales, para

jubilados y pensionistas adscriptos al BPS.

Camping de la Piedra Pintada (Artigas), Hotel del

Norte (Artigas), La Floresta (Canelones), El Descubri-

miento Resort (Guazuvirá), Hotel Crown (Melo), Ho-

tel Sol Colonia (Colonia del Sacramento), Posada del

Navegante (Carmelo), Gran Hotel Flores (Trinidad),

Parque de Vacaciones UTE-ANTEL (Minas), Argentino

Hotel (Piriápolis), Hotel Alción (Balneario Solís), Ho-

tel Colón (Piriápolis), Hotel Genovés (Piriápolis), Hotel

Tamariz (Piriápolis), Hotel Europa (Montevideo), Hotel

Lancaster (Montevideo), Hotel Mediterráneo (Monte-

video), Hotel Iguazú (Montevideo), Hotel Spléndido

(Montevideo), Termas de Almirón (Paysandú), Termas

de Guaviyú (Paysandú), Las Cañas (Fray Bentos), Gran

Hotel Fray Bentos (Río Negro), Cabañas de Aguas

Dulces (Rocha), Cabañas del Parque Andresito (La

Paloma), Cabañas Barra del Chuy (Rocha), Piccola

Marina (La Paloma), Complejo Turístico Anaconda (La

Paloma), Hotel Cabo Santa María (La Paloma), Centro

Termal Daymán de Caute-Antel (Salto), San Francisco

del Daymán (Salto), Hotel Arapey Oasis Termal (Sal-

to), Hotel El Dorado (Salto), Apart Hotel Manantiales

Termal (Termas del Daymán), Hotel Village (Salto),

Colonia de Vacacional Martín O. Machiñena (Raigón),

Gran Hotel Brisas del Hum (Mercedes), La Charqueada

(Treinta y Tres), Hotel Treinta y Tres (Treinta y Tres).

BPS. Tel. 400 91 96

int. 719, 720, 722, 726, 743, 749.

porada alta se cambia de destinos, en el camino vamos aprendiendo y sorteando escollos con éxito», enfatiza Morán.

Rodolfo Reyno, secretario ge-neral del Sindicato del BPS e inte-grante de la Mesa Representativa del PIT-CNT es un infatigable ar-ticulador de esta modalidad turís-tica. Reyno manifi esta a de Paseo que el turismo debe ser extensivo «para los tres millones» de uruguayos. Remarca que el fomento de tal mo-dalidad ha costado imponerse en los colectivos sociales y de traba-jadores; no obstante se han en-sayado diversas aproximaciones. Asegurando que para el Ministerio «el PIT-CNT es un actor relevante. Es por ello que, ahora, se intenta fomentar y mejorar las Colonias de Vacaciones que tienen los distintos colectivos obreros».

Por estos motivos el dirigente sindical entiende que «se debe evaluar lo que se hizo y juntar información para ge-nerar políticas ya que existe un Ministerio receptivo a los planteos de los gremios».

Alberto Torelli expresa que «el objetivo es lograr que este Programa se siga extendiendo hasta alcanzar a todo el país, tanto en los puntos de salida como el de los lugares que tiene como destino a

los trabajadores». La apuesta y pues-ta en marcha del Turismo Social es un mojón para contribuir a fo-mentar el trabajo y el descanso de todos los habitantes del país. �

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Hernán Ferrero es un periodista radial del departamento de Florida, ubi-

cado a 90 kms. de Montevideo, una hora de viaje en coche. Todo empezó

cuando realizó un comentario en una salida al aire, a propósito de la

película, «Un viaje hacia el mar» del director Guillermo Casanova, película

basada en la obra del minuano Juan José Morosoli.

La historia narra las vicisitudes de una serie de personas que realizan

un viaje para ver por primera vez al mar; Ferrero recibió una serie de

comentarios de sus oyentes por lo que percibió que existían muchas

personas que no conocían el mar.

Esa experiencia ameritó el montaje de un emprendimiento turístico. Fue

así que comenzó en el año 2003. Para Ferrero el Turismo Social es «calidad

de vida», además, «involucra al trabajador y a los sectores más vulnerables».

Este emprendimiento privado se desarrolló desde el 2003 hasta el

2006, sin el apoyo del Estado «con sacrificio y aprendiendo en la marcha«. Pero

esto cambió y desde el año 2007 se cuenta con el respaldo del Ministerio

de Turismo.

Ferrero tras mucho rodaje, va perfeccionando y mejorando la oferta.

Es por eso que, por ejemplo, se ha trasladado con un médico y una

enfermera para brindar seguridad, «debemos pensar en todo hasta de llevar

insulina, por la edad o los problemas de diabetes». Todo esto se logra a través

de la presencia de anunciantes y el Minturd.

Sobre el transporte, destaca el apoyo de la empresa Cita; que opera

en el corredor de la Ruta 5. La oferta incluye, a veces, el servicio de tre-

nes; un interesante paseo que realiza con niños que bajan a Montevideo,

algunos por primera vez.

Atlántida, Piriápolis y Punta del Este, la hace por carretera y la línea

Florida Montevideo discurre en ferrocarril. En la actualidad Ferrero abarca

también el departamento de Durazno.

Esta experiencia es un ejemplo claro que los emprendimientos privados

asumidos con responsabilidad en conjunto con el Estado, son posibles.

El interés comercial mancomunado con el servicio social, parece ser

el filón conjugante de esfuerzos colectivos con diversidad de actores. In-

cluso Ferrero ha producido un material fílmico que fue exhibido en Cuba

y Madrid lo que a despertado interés para su difusión por parte del Mi-

nisterio de Cultura.

La presidenta de la empresa de transporte Cita, Licenciada en Admi-

nistración, Claudia Sánchez, manifestó a de Paseo que se «apoya a Ferrero,

cubriendo el servicio para personas adultas. El hecho de ser la frecuencia de una

vez al año posibilitó mancomunar esfuerzos y trabajar en conjunto».

Para la empresaria el Turismo Social se traduce en el «apoyo a la gente

con menos recursos, para que logren realizar, con sus propios recursos, sus sueños.

Sueños que pueden ser tan simples y grandiosos como conocer el mar», dice. Y

se explaya: «muchas veces las empresas no contamos con el tiempo necesario y

la disponibilidad de personal para organizar todo lo que quisiéramos; así surge

apoyar emprendimientos como el de Ferrero».

Por otra parte, desde 1982 la empresa cuenta con el Programa «Cita

con la Historia». El mismo involucra escuelas públicas rurales -de bajos

recursos- de los departamentos de Canelones, San José y Florida. Lo

realizan alumnos de 6º año. Se trata de un viaje a la capital, Montevideo.

«Es una manera de retribuir a la comunidad», concluye Sánchez. �

Viaje al mar

16

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17

«Detectamos entre nuestros afi liados la necesidad de hacer Turismo», dice a de Paseo el doctor Hugo Speranza, vicepresidente de la Asociación Nacional de Afi -liados (ANDA).

Esta es una Asociación sin fi nes de lucro, que brinda un conjunto de servicios como: la garantía de alquiler, créditos y atención primaria de la salud. Se fundó en 1933. Cuenta con 15.300 socios y 43 fi lia-les que se distribuyen en los 19 departamentos.

Entre las actividades que realizamos entre to-dos, organizamos lo que llamamos «Cabildos Abier-tos», comenta Speranza. «El Cabildo es un ambiente de intercambio entre socios y el Consejo Administrativo, el cual realiza una exposición sobre la realidad de la institución, por su parte los socios preguntan y hacen aportes y consultas.»

«El año pasado cumplimos 75 años y lo festejamos en el departamento de Tacuarembó en la Laguna de las Lavanderas, lugar donde se realiza La Patria Gaucha. Logramos reunir socios de todo el país», destaca con orgullo.

En el Cabildo celebrado en Melo «se planteó venir a Montevideo, concretamente al Estadio Centenario, con la fi nalidad de ver a la selección uruguaya de fútbol. Fue un éxito, se vino a ver los partidos contra Brasil y Paraguay».

Dada la demanda se incorpora, en ANDA, la Agencia de Turismo como un nuevo servicio para cubrir las necesidades de los afi liados. Speranza reseña que «las características de nuestros socios es que son trabajadores de la actividad privada y pública, jubilados y pensionistas, es un conjunto de personas que poseen bajos ingresos». El 66 por ciento de los afi liados tiene in-gresos menores a los 10.000 pesos

CON HUGO SPERANZA

Promovemos la recreación y el ocio para la gente

«Al detectar la necesidad y ver los ingresos, vimos que no podíamos hacer turismo internacional», asevera Spe-ranza. «Esta realidad nos desmarca y nos guía a tener una actividad interna en turismo y de bajo costo. Comenzamos a entrar en el concepto de Turismo Social, es decir una actividad de recreación y de organización del ocio.»

Para romper la descentralización ANDA ha or-ganizado excursiones de Salto a Maldonado y de Rivera a Colonia. Estamos preparados para hacer Turismo Social todo el año, al llegar la temporada alta cambiamos los destinos.

Speranza destaca que se manejan con los afi -liados, pero existe la posibilidad de que aquella persona que no lo es, se pueda afi liar utilizando la fi gura del socio suscriptor pagando una pequeña cuota sólo puede participar de las viajes.

ANDA cuenta con cobertura médica en todo el país. En Montevideo «tenemos la clínica médica y en el in-terior tenemos convenios con mutualistas y con las emergencias móviles. En pocas palabras estamos cubiertos. Los transportes están asegurados, lo que corresponde a transporte es todo con-tratado», ilustra el directivo. Este servicio otorga segu-ridad a los que viajan protegidos por la institución.

Todo se coordina desde Montevideo pero en al-gunas sucursales en las cuales hay funcionarios más involucrados con el Turismo, se organizan sa-lidas que se realizan todos los meses. En algunos casos «el Uruguay les ha quedado chico», como el ejemplo de Young (Río Negro) donde la sucursal resolvió hacer una excursión a Cataratas del Iguazú y otra a Buenos Aires, manifi esta Speranza. �

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«El desafío es que más gente haga turismo»El Banco de Previsión Social (BPS) viene ocupando, en lo que

a turismo social se refiere, un lugar central en los últimos

años. Ernesto Murro, presidente del organismo, recibió

a de Paseo para dialogar sobre lo hecho en su gestión, el

espíritu con que el BPS trabaja en el área, los desafíos y las

proyecciones de futuro.

Patricia Pérez Parada Natalia Cerisola

CON TACTO

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CON ERNESTO MURRO

Page 19: Revista dePaseo Nº2 Noviembre - Diciembre 2009

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Ernesto Murro

Ernesto Murro nace en Montevideo el 20 de enero de 1951, es casado y tiene dos hijos. Fue maestro

de Primaria y docente de Secundaria entre 1970 y 1972. Es detenido y pasa a ser uno de los tantos

presos políticos de la dictadura, hasta 1977. Luego de su liberación comienza a trabajar en el sector

de la madera, llegando a ser secretario general del sindicato y miembro de la Mesa Representati-

va del PIT–CNT. En 1992 se incorpora al BPS como director en representación de los trabajadores,

siendo miembro fundador del Equipo de Representación de los Trabajadores del organismo.

El 29 de marzo de 2005 asume la presidencia, que ocupa hasta la actualidad. Ha realizado

además tareas de consultoría para diversos organismos, como la Organización de Naciones

Unidas, la Organización Internacional del Trabajo y la Organización Panamericana de la Salud,

entre otras. Es autor y coautor de variedad de publicaciones sobre seguridad social y docente

en dicha área.

¿Cuál es el rol del BPS en turismo social?El BPS es pionero en Uruguay en programas de turismo social. Fue iniciador junto a algunos progra-mas que desarrollaban algunos gremios pero, a nivel importan-te, dedicado a sectores de bajos ingresos, a gente que no tiene otras posibilidades, fue pionero, y yo creo que hoy sigue siendo el actor principal. En esta adminis-tración le dimos además un par-ticular impulso.

¿Cómo trabajan?Nosotros tratamos de dedicarnos fundamentalmente a sectores de bajos ingresos, a que el turismo se haga en baja temporada y en forma organizada, en grupos. No atendemos turismo individual, siempre deben ser grupos de por lo menos 15 personas. Esto lo ha-cemos a propósito por varias ra-zones: primero, porque queremos fomentar los grupos humanos y promover las organizaciones so-ciales; y en segundo lugar, porque nos facilita mucho todo lo que es la gestión y nos ha permitido que se trabaje con muy bajos costos de administración.

Lo otro que buscamos fue tener una vinculación con el turismo educativo y entretenido, donde existan otras posibilidades; com-binando actores públicos, priva-dos y gremiales. Hemos tratado de que esto se abriera al sector pri-vado, lo cual llevó mucho tiempo porque hubo que congeniar con las agencias de viajes. Con la Aso-ciación de Hoteles y Restauran-tes del Uruguay nos pusimos rá-pidamente de acuerdo, y eso está funcionando bien, o muy bien en algunos lugares.

¿Dónde está funcionando mejor a nivel privado?El Hotel Argentino es, después de Raigón, la segunda estrella, y ha sido la gran sorpresa. Esto

depende de muchas cosas: de las condiciones que tenga el hotel, de cómo se atienda a la gente, de qué otras cosas se le ofrezca. El jubila-do o pensionista nuestro necesita que, además de darle una pieza y la comida, se le den otras cosas. El éxito del Argentino se debe a las condiciones del hotel, al buen precio que conseguimos, a la ca-lidad de atención que allí se da, a la calidad humana. Los jubilados y pensionistas necesitan una aten-ción humana muy especial, y eso tiene que ser así, se lo merecen.

¿Cómo se incorporan estos actores privados?A partir del convenio con la asocia-ción de hoteles se suman unos 30 hoteles. En el caso del Argentino Hotel fue un convenio directo, a partir de un proyecto que ellos te-nían hace muchos años, que ha-bían planteado a anteriores admi-nistraciones del BPS y no habían podido concretar y que con noso-tros se concretó en pocos meses.

¿Qué requisitos deben cumplir para poder formar parte del sistema?Tienen que ser empresas que estén en situación regular de pagos con el BPS, que estén interesadas en este público, normalmente de ba-

jos ingresos, y que por tanto ten-gan una tarifa adecuada. Estamos hablando de un costo de entre 12 y 15 dólares diarios por media pen-sión: alojamiento con desayuno y almuerzo o cena. Es un muy buen precio. En general los jubilados van por tres o cinco días y se les descuenta promedialmente en cuatro cuotas, en cuatro meses. Esa es la ventaja: un buen precio, con buena calidad de atención, con complemento de otras activi-dades, con un fi nanciamiento que es accesible para ellos. Nuestro ob-jetivo es que paguen un día de es-tadía por mes, porque eso facilita que esta gente pueda participar. Partimos de la base de que la jubi-lación hoy promedio está en unos 8.000 pesos, y nosotros queremos que esto sea para ese público.

A excepción de en Raigón, ¿la idea es ofrecer baja temporada?No, hay ofertas de hoteles todo el año, incluido alta temporada. Nosotros priorizamos baja tempo-rada porque priorizamos jubilados y pensionistas, y ellos pueden ir en cualquier época del año. Pero además la priorizamos porque para nosotros es bueno que los centros turísticos trabajen todo el año. En el caso del Argentino,

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¿Cuáles son los próximos desafíos?Hay dos desafíos para la próxima administración. Uno es que las empresas de ómnibus compren-dan que tienen que participar del Programa de Turismo Social, que funciona bien. Hemos fracasado en hacérselo comprender, y creo que ellas no han puesto todo el cariño que tienen que tener en esto. Hemos conversado con las dos gremiales que las nuclean y realmente creo que se han inte-resado poco. Seguramente habre-mos cometido errores nosotros, pero les ha costado comprender la importancia del turismo todo el año. Lo que les estamos pidiendo es que nos permitan simplemente fi nanciar, como lo hacemos con el hotel, el costo del pasaje.

El otro desafío que tenemos es hacerle comprender a los trabaja-dores en actividad la importancia del turismo social. Por ejemplo,

Reconociendo tu ciudad

En colaboración con la empresa CUTCSA, que

pone a disposición dos de sus ómnibus, el BPS

lleva adelante «Reconociendo tu ciudad». Se trata

de llevar de paseo por Montevideo a los jubila-

dos y pensionistas que viven en los complejos de

viviendas que el BPS tiene en Montevideo. «Nos

encontramos con que había gente que hacía 20 años

que no salía», relató Murro a de Paseo. El programa

se viene realizando con éxito hace alrededor de

un año y medio.

existen convenios con ocho inten-dencias, en la mayoría de nuestras ofertas los trabajadores municipa-les tienen los mismos benefi cios que los jubilados -que son muy buenos- y sin embargo no parti-cipan. A mí me gustaría que los trabajadores, en particular los de bajos recursos, y sus familias par-ticiparan más. Hemos fallado en la comunicación en ese sentido, aunque yo he ido hasta personal-mente a reunirme con los sindica-tos y con el PIT-CNT a explicarles lo que hacemos. También hay tra-diciones culturales en el país: hay gente que cree que no puede hacer turismo, ahí hay un problema de desinformación. Y hay gente que puede pero sólo hace turismo en verano o en Carnaval, o en Semana Santa. No hemos logrado compati-bilizar estas cosas. Ese es otro de-safío que tenemos, lograr que más gente haga turismo. �

que ha tenido buen desarrollo, todos ganamos. Ganaron los que lo administran, ganaron los tra-bajadores que no fueron al seguro de paro, ganó el BPS que no pagó seguros de paro y porque recaudó más, ganaron los jubilados porque pagan menos y disfrutan como lo-cos. Ahí ganó todo el mundo.

¿Cómo sería el balance del trabajo realizado?Yo soy muy hincha de esto, así que soy muy subjetivo. Me gusta el BPS y me gusta la seguridad social, y dentro de eso me gusta esto. Creo que es muy alentador que en cinco años, con las proyecciones que te-nemos para fi n de año, estaremos con un aumento del 60 por ciento. La ampliación a otros sectores en Raigón: inicialmente el público eran sólo jubilados, pensionistas y niños escolares, y en muy menor medida instituciones para perso-nas con discapacidades. A eso le agregamos Secundaria y UTU de todo el país. Después le agrega-mos trabajadores; aunque no ha funcionado, existe la posibilidad. Después le agregamos la piscina y ahora el salón de conferencias. Se va a hacer el gimnasio cerrado nuevo y estamos construyendo las habitaciones con baño privado.

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«Los trabajadores en actividad deben comprender

la importancia del Turismo Social»

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Un buen ejemplo de Turismo Social es el Centro

Educativo «Martín O. Machiñena», propiedad del

Banco de Previsión Social (BPS) que dispone de 68

hectáreas. Se encuentra en la localidad de Raigón,

sobre la Ruta 11, Km. 55.500, a 5 kms. de San José

de Mayo y menos de 100 kms. de Montevideo

Inclusión social, intergeneracional y cultural

El Centro Educativo está rodea-do por bosques, el río San José y una gran variedad de aves. Cuenta con cómodas cabañas, piscina cli-matizada, gimnasio, salón mul-tiuso con TV y video, canchas de bochas, voleibol, fútbol, golfi to y sala de manualidades.

El Centro Vacacional es más conocido como Colonia Raigón (ubicado en Raigón, departamen-to de San José), es -según Murro-

la «estrella» del BPS. Allí «se combi-na turismo social con turismo educativo y con actividades intergeneracionales», explica el jerarca a de Paseo. «Noso-tros buscamos que -en las 200 o 250 perso-nas que podemos alojar allí con atención completa- haya jubilados y pensionistas, junto a niños escolares o jóvenes liceales o de UTU, o instituciones de personas con discapacidad. Al mismo tiempo, que las actividades se realicen en forma conjunta. Esta es una característica diferencial con

respecto a lo que es el turismo en general e incluso a lo que es el turismo social en particular», destaca.

Esto es posible en gran parte gracias a varios convenios que el BPS mantiene con otras institu-ciones, «porque a nosotros no nos in-teresa ganar plata con esto, nos interesa que haya mecanismos de contrapartida, esa es la dialéctica que usamos», señala Murro. Cinco maestros de Prima-ria y dos profesores de Secundaria organizan diversas actividades, no sólo para niños y jóvenes, sino también con jubilados y pensio-nistas, o con visitantes de otras instituciones. Un reciente acuer-do permitirá que quienes vayan a Raigón puedan tomar clases de música y disfrutar de conciertos porque habrá un docente de Edu-cación Musical, como contraparti-da ofrecida al BPS, que les brinda la posibilidad de que 120 perso-nas puedan alojarse allí una vez al año.

Los espectáculos están asegu-rados, porque también existe un convenio con un conjunto de ins-tituciones artísticas maragatas y el Ministerio de Educación y Cul-tura, por el cual el BPS les cedió en comodato un local en la ciudad de San José, para que pudieran mon-tar allí un centro cultural. Como contrapartida, esas instituciones brindan un espectáculo semanal en Raigón. Esto signifi ca «inclusión social, inclusión intergeneracional e inclu-sión cultural. Raigón funciona así», ma-nifi esta Murro.

La colaboración del Ministerio de Turismo y Deportes (Minturd) fue clave para la construcción de la piscina climatizada, que tiene «la máxima accesibilidad, como todo lo que estamos haciendo en Raigón, se puede entrar en silla de ruedas al agua. Están climatizados hasta los baños. La piscina la hicimos de 1,30 metros, porque la mayoría de la gente que va a Raigón nunca antes entró a una», informa el presidente del BPS. El ministe-rio aportó 200.000 de los 400.000

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COLONIA RAIGÓN

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Veteranos y ciclistas

Dos interesantes acuerdos son los realizados por el BPS con los atletas ve-

teranos y con los ciclistas que participan de la Vuelta Ciclista y de Rutas de

América. El BPS ha apoyado a los primeros cuando han necesitado viajar

a diferentes competiciones; como contrapartida, ellos van cada 15 días a

Raigón a mostrar sus habilidades ante los jubilados y pensionistas, como

forma de estimulación para que éstos se animen a hacer deporte.

Los ciclistas se alojan en Raigón la noche que pasan por San José y

a cambio le garantizan al BPS publicidad durante la semana de la com-

petición. Por «todos los pueblos que van nos reparten folletos, de asignaciones

familiares, de jubilaciones, o del tema que esté en ese momento, o nos pasan

avisos informativos por televisión o radio», dice Murro a de Paseo.

dólares que costó la obra. A través de un convenio celebrado con la Asociación Cristiana de Jóvenes de San José, la piscina cuenta con dos salvavidas que además orga-nizan juegos en el agua y dan cla-ses básicas de natación.

También en conjunto con el Ministerio, se están constru-yendo 16 habitaciones con baño privado, y manejan la posibili-dad de hacer más. Hasta el mo-mento sólo había cabañas para varones y mujeres por separado, que también están siendo mejo-radas. Además, está comenzan-do la remodelación del gimnasio, con apoyo de la empresa france-sa Bull. «En Raigón hacemos cosas de buena calidad, no es un campamento para pobres. Lo que está mal es porque todavía no lo hemos podido solucionar», puntualiza el jerarca.

El Salón Uruguay, una sala de conferencias para 150 personas, fue inaugurado este año. Ya se han realizado allí varias activida-des y en diciembre se desarrollará el Congreso Nacional de Jubilados y Pensionistas. El ferrocarril está siendo integrado al programa, aprovechando la ventaja que sig-

En el año 2005 fueron 9.756 las personas que viajaron en el marco del

Programa de Turismo Social del BPS, en 2008 fueron 15.814. Los nú-

meros son claros y marcan un crecimiento en la participación mayor

al 50 por ciento, en sólo cuatro años. Las cifras de lo que va de 2009

son igualmente alentadoras, «vamos camino a superar felizmente lo del año

pasado» dijo Murro a de Paseo: 11.992 han sido los beneficiarios hasta el

mes de agosto.

Tomando como referencia sólo jubilados y pensionistas, Raigón ha

sido el centro más visitado este año, con 2.428 participantes; le sigue el

Argentino Hotel, con 1.744; luego el Parque UTE-Antel, con 880; seguido

de las Termas de Guaviyú y Almirón, con 457; en quinto lugar está Las

Cañas, con 435; y sexto la Charqueada, con 166. El resto de las ofertas

han tenido menos de 100 visitantes a través de este programa.

BPS y turismo social en números

nifi ca que una vía pasa por el me-dio de la Colonia, y muchos gru-pos están yendo a Raigón de esa manera. Próximamente habrá un museo del lugar, iniciativa de los funcionarios que allí trabajan, «un grupo humano con la camiseta puesta», según Murro.

De Paseo dialogó con la geren-te, la contadora Mariana Campe-lo. Esta señala que se encuentran «abocados a la investigación y recolección de datos para la realización de un museo;

esto fue una estancia comprada por Asig-naciones Familiares en el año 1968, con la fi nalidad de ser usufructuada por los hijos de los benefi ciarios».

«El primer nombre fue Colonia de Vacaciones. Luego pasó a llamarse ´Centro Educativo Martín O. Machiñe-na´; funcionaba como centro educativo donde se alojaban estudiantes que ve-nían a quedarse, llegando a superar las 100 personas, donde cada 15 días eran vi-sitados por sus padres», indica la fun-cionaria del ente previsional. �

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Page 23: Revista dePaseo Nº2 Noviembre - Diciembre 2009

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LA ROSA DE LOS VIENTOS

Eduardo Curuchet O. J. Rossi

COLONIA

Cuna del vino orientalEn primavera de Paseo se fue para Colonia. La opción fue recorrer

la «Ruta del Vino», en el departamento donde se considera que

se sembró por primera vez uva en la Banda Oriental y se produjo

vino autóctono.

El lugar es la Calera de Las Huér-fanas, cerca de Carmelo, la única ciudad fundada por José Gervasio Artigas. En ese punto los jesuitas, soldados de San Ignacio de Loyola fundaron en 1741 la estancia «del Río de las Vacas».

«Para lograr la autosufi ciencia del sistema misionero, los jesuitas, esta-blecieron una compleja red productiva a la que integraron estancias. En estas la ganadería era sólo uno de los seg-mentos productivos, acompañada de una agricultura intensiva, explotación minera y desarrollo industrial, con miras al auto abastecimiento y el intercam-bio.» A «500 brazas del caserío» tenían plantadas 1.500 cepas de vid con las que se inició la vitivinicultura oriental.

Cerca de la Calera se encuen-tran los establecimientos de Bo-dega Zubizarreta, que produce uno de los vinos artesanales más apreciados en el país. El estable-cimiento se ubica en la Ruta 21 km. 241, Camino de la Calera de las Huérfanas, Carmelo.

«Los Zubizarreta llegan a Uruguay en 1913», dice Mariela Zubizarreta a de Paseo. «Mi bisabuelo Marcos era conocido en su pueblo como el aventure-ro, ya había estado antes en Guatemala probando suerte. Vuelve al País Vasco a buscar a su novia, embarcan juntos para América, llegan a Buenos Aires y luego vienen para acá, con mi abuelo Pedro.»

«Ellos eran cuatro hermanos, pero la pasaron mal y nunca contaron nada. Mi abuelo sólo hizo primero de escuela y tuvo que salir a hacer monte. Yo no lo conocí, murió cuando yo tenía dos años. A mí me genera admiración la fuerza de ese vasco, que tenía una audacia de los que no tienen nada que perder. No había negocio chico para él. Siempre tenía un espíritu empren-dedor. Con ese espíritu llegó a conocer a los hermanos Festi, que vivían en el norte de Carmelo. Comienzan a trabajar juntos, luego él se casa con una de las hijas de Fes-ti, Adelina. Ahí nace mi papá. Como regalo de bodas, los Festi le regalan una pequeña chacra, en la entrada de Carmelo, donde está el frontón. Esa es la casa paterna de mi papá, y el frontón es un invento poste-rior de mi abuelo. El no se detenía a pensar en yo sé de esto.»

«En aquellos años donde el Uruguay era una tierra de promesas se metió en mil negocios. En el boliche había arma-do un salón de bailes. Además de ser un centro aprovisionamiento, era el centro de diversión de la peonada de campaña. Por eso construye el frontón, en el que hasta hoy la gente va a jugar. También creó el Rancho Grande, para hacer bailes, donde traía conjuntos de la época. Mi papá siendo muy chico servía las mesas. Después, al abuelo, se le ocurrió hacer carreras de caballos. También estaba la primera radio de la zona. Papá me cuen-ta que cuando el partido entre Uruguay y Brasil en Maracaná el boliche estaba lleno, la gente escuchando los partidos»,

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cuenta Mariela Zubizarreta en una extensa conversación que se extendió por varias horas, al re-construir la historia de la familia, la bodega y los vinos.

El espíritu del vinode Paseo recorrió como un ave de paso el Casco Histórico de la Co-lonia del Sacramento, la Plaza de Toros del Real de San Carlos, se deleitó con «Bien Polenta», el espectáculo de Antonio Pipo, que mediante canto, danza y narracio-nes cuenta la historia del tango. Pero la meta era la Bodega Tu-rística Bernardi. Allí se produce vino, frizzante y limoncello, pero el «trago fuerte» es la grappa.

La «bodega boutique» está a cinco kilómetros de Colonia del Sacramento, sobre Ruta 1 (km. 171.500) Laguna de los Patos. Fue fundada en 1892 por David Bernar-di y Valentina Mascarelli. «Una mezcla bastante potente suiza e italiana, que vino a Colonia Suiza», dice Rober-to Bernardi encargado de Marke-ting de la empresa a de Paseo. «Es un emprendimiento familiar», destaca en una mezcla de profesionalismo y calidez que despliega toda la fa-milia en el trabajo.

«En 1930 se trasladan para acá. Y de ahí en más somos la cuarta generación que está trabajando en el rubro. Eso es importante por qué Colonia es multicul-tural, tiene vertientes suizas, italianas y españolas.

Nosotros veníamos trabajando en algo de turismo. Pero hay un antes y un después de Andrea Schunk, la directora de Turismo de la Intendencia de Colonia. Le guste a quien le guste. Logró alinear a

ciones, todavía no hay platos elaborados con productos de la zona. Pero si uno va a Europa, Buenos Aires o a cualquier lugar y le apetece probar los productos del lugar los tiene en la carta.»

Este sobrevuelo, que deja la sensación de «gusto a poco», sólo pretende anticipar lo que se viene en las próximas ediciones de la revista y entusiasmar para que se aventure a conocer otros lugares de Colonia.

En este número presentamos a don Dante Irurtia, el hombre que cambió –para bien- el vino en este país y que, en la década del 70, hizo que los técnicos europeos opinaran que «los mejores viñedos de Francia esta-ban en Carmelo». �

«A mí me genera admiración la fuerza de ese

vasco, que tenía una audacia de los que no

tienen nada que perder» Mariela Zubizarreta

todas las empresas públicas y privadas, trabajar juntos, viendo que queríamos para el departamento.

Nosotros ligamos estar cerca del casco histórico, es una decisión que se la debemos a mis tíos, de haber elegido este lugar para instalarse. Somos una bodega boutique, y tenemos un diferencial que es la grappa.»

La grappa es una bebida de ori-gen italiano, producto de la lenta destilación de la mezcla de oru-jos. El término grappa deriva del lombardo grapa, del piamontes raspa, y del véneto graspa; todos aluden al remanente que queda en el fondo del barril después del descube (escobajo y hollejo) y todos esos vocablos signifi can: destilado de orujo.

«La grappa tiene un gran competidor que es el wiskhy. Pero de a poco se está empezando a tomar después de las comi-das, como un digestivo, con un café y en compañía. Compartir es el concepto.

En verano hemos hecho algunos tra-gos, como el Esgropino, que es un trago super famoso en Italia, Venecia, que es lo mejor que te puede pasar. Es un trago con grappa y helado de limón. La grappa es una bebida noble, sacada del espíritu del vino y hoy la grappa Bernardi es una tendencia.

Trabajando con turismo te tiene que gustar lo que hacés, y tenés que trabajar los domingos. Eso mucha gente no lo en-tiende. Dentro de Colonia estamos en un lugar estratégico, pero hoy el mercado nuestro es Montevideo.

Colonia está muy invadida por vinos argentinos, vinos chilenos… y me parece bien que estén… Todo pasa por la cabeza del empresario. Pero también está bueno que se ofrezca en la carta: vinos, dulces y quesos de Colonia. Salvo algunas excep- 24

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CON DANTE IRURTIA

«Sólo una excelente uva puede producir un excelente vino»Dante Irurtia tiene 81 años. Se levanta habitualmente a las seis de

la mañana para recorrer la bodega y la viña que se despliega en

la zona norte de Carmelo, departamento de Colonia, y supera las

350 hectáreas. Se define a sí mismo «como el más atrevido de todos los

agricultores del país» y haciendo un ademán dice a de Paseo «pongale

la firma».25

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en la triple frontera que une Eus-kadi (País Vasco) con Francia y Na-varra. Llegó a picar piedras en las canteras del Cerro Carmelo, pero también se dedicó a plantar vides. «Mi abuelo, ya tenía allá en Navarra un viñedo. Y lo primero que hizo fue instalar un viñedo acá», dice Dante Irurtia a de Paseo. Antonio Irurtia, su padre, junto con sus hermanos continua-ron la tradición vitivinícola.

«Mis padres alquilaron una bodega que está a 15 kilómetros de acá», en la localidad Polanco, recuerda en la cual el pasó su niñez y parte de su adolescencia. «Fui a la escuela prima-ria que estaba a 150 metros de la puerta de mi casa.» En ese lugar siempre se detenía el único ómnibus que pasaba por la localidad a las cinco de la mañana, y «entonces yo era uno de los que enganchaba y venía al liceo de Carmelo», pues en Nueva Palmira, que quedaba más cerca no había liceo. «Ahí alquiló mi padre, había una bodega y un almacén.»

Uvas con firmaDespués «fui a Montevideo, allí hice Química y fui a la Escuela de Enología. Hice las dos cosas a la vez. Eso en el 45, a los 28 años». Inicialmente no logró culminar sus estudios y retornó a Carmelo. A su regreso sus pa-rientes le ofrecen hacerse cargo de la bodega familiar, pues por difi cultades económicas se cerra-ba o se debía dar un vuelco a la situación.

Tomó el desafío y -en 1954- asu-mió la dirección de la pequeña em-presa familiar. «Vuelvo a este lugar por qué prácticamente había convivido gran parte de mi vida acá», admite. Primero se instaló en la vieja bo-dega, que se encuentra a ocho cua-dras de las actuales instalaciones y que se transformó en la casa de la familia. Al lado de las canteras de Carmelo. «Allí trabajaron mis abuelos y mis tíos.» Fue en ese lugar donde en 1913 se recogió la primera cosecha comercial, dando inicio a la histo-ria de sus vinos y su bodega.

« La pasión mía es la viña,

la parte agrícola.

El vino se produce de la uva.

No podes inventarla»

Al ingresar a la bodega nos encon-tramos con María Noel, una de sus hijas. Luego de las presentaciones del caso bajamos hasta la cava y allí, degustando una grappa de la casa, de Paseo dialogó con don Dante Irurtia. Hace 51 años está casado con Estela González, tiene cinco hijos y siete nietos.

Cultiva más de 25 variedades de uvas y sus vinos han recibido diver-sos y múltiples premios internacio-nales. El primer galardón lo recibió en el Concurso Internacional de Vinos en Sofía (Bulgaria), en 1966. Allí obtuvo: Medalla de Oro el Tinto Irurtia, y Medalla de Bronce el Mos-catel. El último reconocimiento de esta larga lista fue recientemente en el Concurso Nacional «El Con-sumidor Rey», donde obtuvo el Certifi cado de Calidad Muy Buena, el Tinto Cabernet Sauvignon y el Blanco Pinot Blanc.

A fi nes del siglo XIX arribó a es-tas tierras el vasco Lorenzo Irurtia, nacido en Irun, localidad situada

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Page 27: Revista dePaseo Nº2 Noviembre - Diciembre 2009

«Papá pasaba en bicicleta y ella lo miraba»

«La parte que encontró a mamá es muy anecdótica», confiesa su hija María

Noel. Por qué los padres de ella vivían en el campo y ella se quedaba

en la casa de unos tíos. Todo acá en la misma zona, y «papá pasaba en

bicicleta y ella lo miraba». Tenían 14 o 15 años. Y entonces un día el tío

Miguel se paró y les dijo: «Son ustedes que andan mirando a mis sobrinos».

Ese diálogo dio pie para el encuentro de estos adolescentes que ya

cumplieron 51 años de casados. Ella es Estela González.

«Allí seguían trabajando mis tíos y dos tías que trabajaban más que mis tíos. Eran bien guapas. Siempre me acuerdo que acarreábamos las damajuanas a múscu-lo.» La bodega comenzó a afi anzar-se y 15 años después Dante Irurtia se expandió y compró donde hoy está instalado actualmente, era la Bodega Curupí, una cooperativa vitivinícola. Al principio «acá no había casi nada, no estaba la planta de envasado, las piletas, ni la cava. Casi todo esto se hizo después».

Considera que lo que más le sirvió, de su pasaje por la Facul-tad, fue la escolaridad. «Con ese conocimiento fui levantando edificios, pero todo en función de lo que se nece-sitaba. Acá no hubo que romper nada para hacer una cosa nueva. Usted vio que tenemos la bodega dividida en cua-tro partes. Una que es para el ingreso de la uva, el aprovechamiento mayor de la uva en el prensado, el orujo, el cuajo, lo que sea… El aprovechamiento mayor de los subproductos. La parte de envasado, dudo que exista en Uruguay una planta de envasado con las comodidades que tiene la nuestra», dice.

Los pantalones grandes de los vinos Irurtia –y por añadidura de los vinos nacionales- comienzan a gestarse en 1966, cuando se impor-ta la primera cepa de Francia y se comienzan a renovar las cepas. «El gran cambio fue ahí», indica. «Tomo esa decisión, para tener un excelente producto para ofrecerlo a un excelente consumidor. Solamente una excelente uva puede producir un excelente vino», dictamina. Estima que es necesa-rio «ir tanteando el mercado del mun-do. El mercado no es Uruguay». Afi rma que en 1966 la decisión no fue sólo comercial, «también hay que tener un acierto respecto al medio».

Los viñedos de Irurtia tienen la infl uencia de las temperaturas de las aguas del Río Uruguay y lo que queda del Paraná, lo que da a la re-gión una temperatura constante, por lo tanto no hay variables fuer-tes. «Lo mismo lo que absorbe la planta del suelo, de esas conchillas fosilíferas…

Fósforo, calcio, magnesio, la planta lo en-cuentra enseguida. Estamos arriba de una parte importante de esas rocas, que son cristalinas, y de la Era Primaria. Encima tenemos una cantidad de rocas conchillas de la Era Terciaria. Ese suelo que está for-mado por una cantidad de elementos no-bles. Hay 25 moléculas que componen este suelo, y la viña es muy atrevida, allá va a buscarlos y agarra esos elementos.»

Fue pionero en los viñedos de lira, creados por el enólogo y eco-fi siólogo Alain Carbonneau. Esta experiencia supuso algunos sobre-saltos como recuerda su hija Ma-ría Noel: «Una vez él había visto en el sur de Francia viñas con la solera abierta. Lo trajo para acá y al primer viento se voló todo y no quedó nada». Empero la pu-janza vasca se impuso: «logré que el sol penetrará en el follaje para que la uva ganará en azúcar, aromas y sabores. Eso es obra de la naturaleza», destaca.

A fi nes de 1970, debido al cons-tante perfeccionamiento en su viña, llevó a que los técnicos eu-

«Logré que el sol

penetrará en el follaje

para que la uva

ganará en azúcar,

aromas y sabores.

Eso es obra de la

naturaleza»

ropeos afi rmaran que «los mejores viñedos de Francia estaban en Carmelo». En 1988 recibió la Orden al Mérito Agrícola del gobierno francés, por su aporte a la innovación de las téc-nicas de elaboración vitivinícola.

Actualmente los viñedos de Irurtia ocupan 360 hectáreas. Uva casi no se compra para la elabo-ración de vinos y grappas, «salvo a algún amigo que tiene una viña pequeña y

27

Page 28: Revista dePaseo Nº2 Noviembre - Diciembre 2009

Bodega Irurtia

La Bodega Irurtia se

encuentra en Carmelo,

departamento de Colonia,

a 250 kilómetros

de Montevideo.

Ramal Ruta 97,

Km. 2.300, Cerro Carmelo.

Tel. (0542) 23 23.

www.irurtia.com.uy

res quieren eso vamos a satisfacerlas», comenta el agricultor.

Un volumen muy grande de vino se consume en el país. La empresa no descuida el mercado y el consumo a nivel nacional. Pero también se han hecho importan-tes ventas a Rusia, Estados Unidos, Canadá, Brasil, México, Alemania, España, República Checa, Polonia y los países nórdicos de Europa. Ahora se suma China.

En materia de preferencias Dante se inclina por el tannat roble (Reserva del Virrey) «que va ganando jerarquía a medida que pasa el tiempo. También me encanta el pinot noir, que es un vino muy jerárquico».

Este visionario de la vitivini-cultura se levanta todos los días a las seis de la mañana a recorrer el establecimiento. «La pasión mía es la viña, la parte agrícola. El vino se produce de la uva. No podes inventarla. De ella depende la calidad del producto. El momento fundamental para cortar y después preparar el vino es cuando el racimo está en las mejores condiciones», sentencia. �

hace tiempo que nos provee», reconoce. Se cosechan 25 variedades distin-tas de uva: tannat, malbec, caber-net sauvignon, cabernet franc, merlot, pinot noir, viognier, chardonnay, nebbiolo, sirah… «El más atrevido de todos los agricultores del país, pongale la fi rma es Dante Irurtia», afi rma. En la bodega trabajan 40 personas y en la viña 60 personas durante todo el año.

También se cultiva la variedad gewürztraminer, «es una variedad de uva italiana, luego los alemanes la lleva-ron para Alsacia y yo la traje para acá. Con esta uva elaboramos un vino dulce, natural que es botrytis excelence, que es el vino más premiado que tenemos. Es licoroso, es el vino ideal para señoras después de las cin-co de la tarde, porque crea problemas con los tobillos, al levantarse pierden el equili-brio», dice con un dejo de picardía.

En el mundo, en este momen-to, las mujeres demandan vinos dulces de uva moscatel, y hacia allí está dirigiendo su mirada don Irurtia. «Ahora nos arriesgamos a traer un moscatel de África… Una variedad de uva muy aromática, y bueno si las muje-

«Ese suelo que está formado por

una cantidad de elementos nobles.

Hay 25 moléculas que componen

este suelo, y la viña es muy atrevida,

allá va a buscarlos y agarra esos

elementos»

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Page 29: Revista dePaseo Nº2 Noviembre - Diciembre 2009

Miguel OlivettiÁlvaro S. Martínez

FAROS URBANOS

MUSEOS DEL GAUCHO Y LA MONEDA

Al rescate de la Historia Nacional

29

Siempre se dice que no se es turista en la propia ciudad;

Montevideo aún tiene lugares desconocidos para mucha gente.

Cuando de Paseo visitó los Museos del Gaucho y de la Moneda

descubrió uno de esos lugares.

La idea de establecer un espacio donde se concentren y se exhiban monedas y billetes no es nueva. Las primeras intenciones datan de 1923 cuando el Dr. Alejandro Gallinal tuvo la iniciativa de crear el en-tonces llamado «Museo Bancario» que contó en aquel momento con el apoyo del Directorio del Banco de la República Oriental del Uru-

guay (BROU).Pero es recién a prin-cipios de la década de los sesenta que el «Museo Bancario» adquiere forma, bajo la dirección del crítico de arte José Pedro Argul. Por ese entonces el Banco ya había adqui-rido el monetario completo de la colección de Octavio Assunçao, un completo conjunto de billetes y además, tiempo después, recibió

la donación por parte de Roberto Mailhos de la colección de mone-das del mundo antiguo y de Amé-rica de la que fuera propietario el Dr. Rafael Fosalba.

El Museo funcionó en forma permanente y con éxito hasta fi -nes de los años sesenta cuando el Sr. Argul se distanció debido a que-brantos de salud. Su posterior fa-

Page 30: Revista dePaseo Nº2 Noviembre - Diciembre 2009

30predominante en el Montevideo de fi nes del siglo XIX. Su estilo arquitectónico se ajusta al eclec-ticismo historicista con predomi-nio de lo francés, a veces llamado «neo-clásico» francés.

La planta baja fue destinada al BROU, mientras que en el primer y segundo niveles fueron alojados el Museo de la Moneda y el Museo del Gaucho, respectivamente. De esta manera este edifi cio pasa a integrar el patrimonio histórico-arquitectónico de Montevideo.

La monedaEn su planta primera, además de exposiciones temporales de arte, está funcionando actualmente el Museo de la Moneda, siendo el único de los museos uruguayos que se dedica exclusivamente a la numismática, o sea, la ciencia que trata del conocimiento de las mo-nedas y medallas, principalmente de las antiguas. Los estudios nu-mismáticos se basan en elementos como el coleccionismo de piezas, o sea la antigüedad, los metales que las componen, el estado de conser-vación y la abundancia o escasez de los ejemplares.Si quisiéramos averiguar acerca de las primeras monedas que circula-ron en nuestro territorio debemos remontarnos a la Banda Oriental. En aquella época circuló el mone-tario que España impuso para las Colonias, siendo, por lo tanto, casi el mismo sistema para toda Amé-rica. Las monedas eran acuñadas en México, Guatemala, Popayán, Lima, Potosí y Santiago de Chile. Estas dos últimas ciudades fueron el origen de las monedas que cir-cularon en nuestro territorio.

Dos hechos históricos de la época colonial tuvieron importan-cia en la historia de las monedas de nuestro territorio. El primero de ellos refi ere a la fundación de la Colonia del Sacramento por los portugueses en 1680. El otro he-cho histórico es la ocupación de

llecimiento, sumado a una serie de circunstancias del momento, lleva-ron al cierre del Museo, que fuera reabierto diez años más tarde, en agosto de 1979, esta vez en la propia sede central del Banco, con motivo de la inauguración del «Museo del Gaucho y Motivos Populares Uru-guayos». La intención era mostrar al gaucho no sólo como el persona-je de campo, sino también refl ejar en él a los próceres que lucharon por nuestra libertad.

El 14 de febrero de 1985 el BROU, decidió reinstalar ambos museos en la residencia ubicada en 18 de Julio y Julio Herrera y Obes. Este edifi cio, conocido como el Palacio

Heber Uriarte, fue terminado en 1896 y fue mandado construir por Margarita Uriarte de Heber, viuda de Alberto Heber Jackson. En 1908, se casaría, con el líder nacionalis-ta Luis Alberto de Herrera. En la década del 30 la residencia fue adquirida por la familia Peirano Vignale, pasando fi nalmente a ser propiedad del Banco de la Repú-blica a principio de la década de los ochenta. El arquitecto autor y director de la obra fue el francés Alfred Massüe, que construyó la casa de veraneo del presidente Juan Idiarte Borda en Villa Colón. El edifi cio, consta de tres niveles y fue construido de acuerdo al gusto

El gaucho: personaje de campo y

reflejo de los próceres que lucharon

por nuestra libertad.

Page 31: Revista dePaseo Nº2 Noviembre - Diciembre 2009

31Montevideo por los ingleses. La fundación de Colonia trajo como consecuencia una lucha entre Es-paña y Portugal que se continuó unos cien años hasta que Espa-ña sale finalmente victoriosa. Durante la lucha, el monetario portugués pudo haber circulado en nuestro territorio debido a las varias llegadas de su fl ota. El 18 de julio de 1830 encuentra al siste-ma monetario, heredado de estos regímenes, en un aparente caos, que se intenta ordenar nueve años más tarde cuando se dicta la pri-mera Ley para la creación de mo-neda. Recién hacia 1900 se otorgó al fl amante Banco de la República Oriental del Uruguay la facultad para la creación de moneda con cuño nacional.

En el Museo de la Moneda se pueden encontrar, en salones es-pecialmente preparados, además de ejemplares del monetario nacio-nal, monedas de la antigua Grecia y Roma, entre otras colecciones. En el Museo se exhiben, con con-ceptos y técnicas de hoy en día, objetos que hacen referencia a la historia del Banco y su predece-sor -el Banco Nacional- además de una completa colección integrada no sólo con monedas nacionales desde 1840, sino que además es-tán expuestas monedas coloniales (españolas, portuguesas), ensa-yos, medallas, y objetos y variada documentación de diversas enti-dades bancarias de nuestro país. La completa exhibición de bille-tes comprende por igual la banca ofi cial y privada, o sea, emisores tanto estatales como el Banco Na-cional, Banco de la República y Banco Central -actualmente único emisor del papel billete en nues-tro país- como emisores privados en aquel momento autorizados por el Estado. También se exhibe una interesante historia de la casa, sus propietarios y la evolución de los alrededores desde principios del siglo XX hasta hoy en día.

¿Dónde están?

Los Museos del Gaucho y la Moneda se encuen-

tran en la Avenida 18 de Julio 998 esquina Julio

Herrera y Obes. Teléfono 900 87 64. La entrada

es gratuita y están abiertos de lunes a viernes de

10 a 17 hs.

El gauchoEn la segunda planta funciona el Museo del Gaucho, donde se expo-nen piezas y objetos que son repre-sentativas de las artes populares tradicionales del Uruguay. Estas artes populares tienen su origen en los elementos culturales pro-pios de nuestro pueblo, o sea que se ha utilizado en su ejecución y decoración la experiencia tras-mitida oral y anónimamente de generación a generación, ya fue-ran éstas indígenas, españolas o portuguesas. Las artes manuales tradicionales del Uruguay tienen en el cuero su gran materia prima, que es aplicado sobre todo al ador-no del caballo.

En esta sección se exhibe una completa colección de objetos en cuero, adornos de caballos, ele-mentos para tareas rurales, ins-trumentos sonoros, morteros, ruedas, armazones de carretas y una buena colección de plata, va-sijas, vasos, aperos de caballos, destacándose los estribos y las es-puelas, mates, bombillas y sobre todo cuchillos y facones como ele-mentos inseparables del gaucho.

Toda la colección es de una gran riqueza tanto por el valor histórico de las piezas, como por la impor-tancia de sus originales propieta-rios: Máximo Tajes, Aparicio Sara-via, Timoteo Aparicio, Pantaleón de Artigas, entre otros. Aquí es importante destacar especialmen-te una exposición permanente de esculturas y pinturas de artistas nacionales que han tenido en el gaucho un motivo para sus obras y han sabido retratar de gran mane-ra el mundo de estos hombres: José Cúneo, Juan Manuel Blanes y José Zorrilla de San Martín, entre otros, y que muestran al gaucho en varia-das épocas y facetas de su vida.

Como actividad extracurricu-lar, los Museos del Gaucho y la Moneda organizan anualmente un concurso de Artes Plásticas en distintas disciplinas, las que

posteriormente son exhibidas en Agencias y Sucursales del BROU en todo el país.

El objetivo principal es con-tribuir a valorizar la cultura colec-tiva mediante un mejor cono-cimiento de nuestra historia, tanto de visitantes locales como extran-jeros, cumpliendo una tarea de di-fusión en lo que a cultura uruguaya se refi ere. Es un paseo imperdible a la hora de conocer más sobre nues-tra historia e identidad. �

Page 32: Revista dePaseo Nº2 Noviembre - Diciembre 2009

Las fiestas son, en todo lugar, tiempo

de renovación y desborde. Los límites,

las fronteras de clase, género, sexo,

etc., quedan anuladas y la comunidad

toda converge como un gran organis-

mo en ebullición.

Nuestro país cuenta con más de 150

fiestas. Cada una de ellas revela, diversa

y multiforme, nuestra híbrida identi-

dad. En las fiestas patrias y artiguistas

hay festivales de canto popular, danzas

típicas, payadores y asados con cuero

que empiezan antes del alba entre fo-

gones y antorchas.

El hombre y la bestia se enfrentan.

Hay jineteadas de cebú, marcaciones

de ganado, esquilas y «trancadas», don-

de el gaucho debe voltear a la vaca sin

lazo ni caballo, frenándola y llevándola

al suelo en una lucha cuerpo a cuerpo

con el animal.

Durante las fiestas que celebran la

producción, por otro lado, el ritmo de

la comunidad entera se acompasa a los

ciclos de la luna, la labranza de la tierra

y la cosecha. Algunas fiestas religiosas

incluyen romerías, novenas y procesio-

nes de vírgenes o santos. En la playa

Ramírez, por su parte, sin ortodoxias

ni dogmas, Iemanjá yergue sus formas

como olas. Perfumes, velas, flores y san-

días se balancean mar adentro al atar-

ISLAS Y CABOS ATLÁNTICOS DEL URUGUAYIsaías Ximénez y Eduardo

Langguth (fotografías)

Paideia ediciones,

Montevideo, 2008.

GUÍA DE MONTEVIDEOJulián de Dios

Flor Negra Ediciones,

Montevideo, 2007

Uruguay tiene nueve islas en el litoral

atlántico rochense. Todas ellas son

extensiones, mar adentro, de cabos y

salientes de nuestras costas.

Rocas inmensas de formas primi-

tivas que emergen desde el fondo del

mar y que son territorio de lobos, pin-

güinos, gaviotas y biguás.

El libro recorre cada una de estos

escabrosos arrecifes, patrimonio na-

tural de nuestras costas, estudiando

minuciosamente sus irregulares geo-

grafías, sus comunidades vegetales y

animales y las historias y leyendas de

sus antiguos pobladores.

La Isla Encantada, próxima al Cabo

Polonio, es uno de estos enormes ro-

quedales. Entre sus piedras hay peque-

ñas cavernas por las que entra el mar

con toda la fuerza de la intemperie.

Cuando las olas revientan dentro de

estas cuevas provocan estruendosos

estallidos. Los antiguos cazadores de

lobos creían que eran éstos los gritos

de Cafundú, un mítico personaje que

habitaba estas grutas y que se trans-

formaba en lobo apenas la vista hu-

mana lograba distinguirlo.

En las proximidades de la isla de

Torres (también cercana al Cabo),

ciertos crustáceos y otros organismos

producen un fenómeno llamado de

«bio-luminiscencia» nocturna. El mar

resplandece por las noches; innumera-

Montevideo, pequeña gran ciudad, ofre-

ce un sinfín de rincones por conocer y

disfrutar. Quienes dispongan del tiempo

necesario para hacerlo serán los más afor-

tunados, pero quienes lleguen apretados

por el reloj también tendrán la posibilidad

de llevarse algún recuerdo especial. Esta

guía será útil para cualquiera de ellos,

porque se trata de una interesante y ex-

haustiva selección de lugares, eventos y

costumbres montevideanas.

A través de un diseño sencillo pero

eficiente, y de cálidos relatos, recorre los

barrios Ciudad Vieja, Centro, El Prado,

Palermo, Barrio Sur, Pocitos, Carrasco y

Cerro. Pero también incluye algunas es-

capadas cercanas fuera de Montevideo:

la histórica Colonia del Sacramento, los

balnearios Piriápolis, Atlántida, Punta

del Este, La Paloma, La Pedrera, Cabo

Polonio y Punta del Diablo, y un resu-

men de lo más destacado de la región

central del país. Las fotografías acom-

pañan armónicamente el paseo.

Museos, boliches, monumentos,

parques, edificios emblemáticos, ho-

FIESTAS DEL URUGUAY Antonio di Candia,

Federico Estol (fotografías)

Editorial Mar dulce,

Montevideo, 2009

BIR

OM

ES

Y S

ER

VIL

LETA

S

32

Page 33: Revista dePaseo Nº2 Noviembre - Diciembre 2009

decer, suenan tambores, paes y maes

bailan poseídos en la orilla. Las fiestas

étnicas también celebran nuestra hete-

rogeneidad. En Uruguay festejan, entre

otros, catalanes, armenios, suizos, ita-

lianos y franceses. Cada cual tiene sus

danzas, sus ritos y sus platos.

En Barrio Sur y Palermo, los negros

desencadenan sus cuerpos en la furia

de los tambores.

Los descendientes de gallegos, en

Durazno, preparan para sus festejos

el «conjuro de la queimada», brebaje

caliente en base a caña y café que los

druidas celtas hervían durante el equi-

noccio para espantar malos espíritus.

En Río Negro, por último, la colonia

rusa de San Javier elabora el Kvas (licor

fermentado en base a miel y levadura

de cerveza) para las fechas conmemo-

rativas de su fundación.

Los ejemplos se multiplican. El uni-

verso festivo uruguayo muestra un país

que está muy lejos de parecerse a los

apáticos y grises tonos con los que mu-

chas veces se lo pretende identificar.

La obra es un inestimable trabajo de

documentación y de observación que

aproxima a estos coloridos ámbitos de

nuestro patrimonio inmaterial.

M.C.

bles chispazos de luz titilan encendidos

en el movimiento del agua.

Allí también, entre este complejo

mundo microscópico, se da la marea

roja; la pigmentación del plancton tiñe

el agua de color sangre y mueren can-

grejos, algas, tortugas y tiburones.

Por estos islotes pasaron piratas

que traficaban la piel de nuestros

lobos y hubo también innumerables

naufragios, proas destrozadas de bu-

ques cargueros y acorazados de todas

partes del mundo.

La obra ofrece, además, el itine-

rario de una «caminata visual» para

apreciar las islas por los médanos que

se extienden desde la Barra de Valizas

al Polonio. A medida que se asciende

por la ladera de la duna, paso a paso

durante el recorrido se genera una

ilusión visual, un juego de formas.

Según se avanza, las formaciones ro-

cosas parecieran comenzar a moverse

y variar, se funden, se separan o des-

aparecen una tras otra en una especie

de danza pétrea.

Desde la lejanía, la espuma explota

en cámara lenta contra los peñascos;

segundos después, en la altura, suena

la descarga. El viento y las gotas de

salitre abren la nariz.

M.C.

teles, restaurantes, ferias, tiendas de

ropa de jóvenes diseñadores, locales

de venta de artesanías y productos tí-

picos, galerías, cines, teatros, centros

comerciales y hasta lugares de comida

al paso, forman parte del abanico de

propuestas. Y para que el paseante no

necesite más que esta guía, se incluyen

los mapas de la ciudad como material

complementario.

También se hace una reseña de di-

ferentes datos útiles, como eventos que

ocurren en determinadas fechas, clima,

días festivos, opciones de transporte

interno, asistencia médica, etc. Es po-

sible buscar la información por barrios

o alfabéticamente, y los distintos tipos

de atracciones pueden diferenciarse por

el color de sus títulos, lo cual resulta de

mucha utilidad. En definitiva, se trata

de un valioso trabajo de relevamiento,

que permitirá a los viajeros encontrar

en Montevideo sus lugares y productos

de preferencia, con sólo una recorrida

rápida por sus páginas.

P.P.P.

33

Page 34: Revista dePaseo Nº2 Noviembre - Diciembre 2009

EL VALLE DE LA LUNA

Oscar D. Montaño Edgardo almeida & Miguel Olivetti

CANDOMBE

Patrimonio inmaterial de la humanidadEl Candombe ha sido declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Este es un triunfo del colectivo afro-uruguayo, que a lo largo de 200 años

ha sabido preservar este legado que tiene a África como madre. No ha sido

sencillo. Debió enfrentar la prohibición, la burla, la discriminación hasta que

desde hace 20 años se ha producido su masificación, traspasando la «línea

de color» y siendo adoptado también por los sectores «acomodados».34

Page 35: Revista dePaseo Nº2 Noviembre - Diciembre 2009

DE PASEO dialogó con el activista, luthier y percusionista Fernando «Lobo» Núñez, la activista y can-tante Isabel «Chabela» Ramírez y el diputado Edgardo Ortuño Sil-va. Los tres fueron coincidentes en destacar que la iniciativa de la Ofi cina UNESCO Uruguay tuvo el acierto y la virtud de integrar actores, hacedores y difusores del Candombe en el armado de la pos-tulación que presentó Uruguay.

Para que se llegara a esta de-claración de la UNESCO, se contó con la contribución de las com-parsas de Candombe, activistas afro-uruguayos, investigadores y la iniciativa del diputado Edgardo Ortuño Silva con la Ley N° 18.059 que declara, desde el año 2006, al 3 de diciembre como «Día Nacio-nal del Candombe, la cultura afro-uruguaya y la equidad racial». Por su parte, la Lic. Clara Netto fue quien tomó la iniciativa en la Co-misión UNESCO de Uruguay junto con un equipo de apoyo donde fue importante el papel que cumplió Fernando «Lobo» Núñez. Él estuvo en Perú en noviembre 2008 acom-pañando la delegación de UNESCO Uruguay, para argumentar -como representante del colectivo afro- por qué el Candombe debía ser declarado patrimonio inmaterial de la humanidad.

En la candidatura presentada por la Lic. Clara Netto en Abou Dhabi, Emiratos Arabes Unidos, se expresa que: «El Candombe es fuente de orgullo y símbolo identitario para las comunidades de origen africano. Ha sido adoptado por jóvenes generacio-nes y contribuye a la cohesión comunita-ria, expresando el vínculo que mantienen con sus ancestros (…) Su declaración como patrimonio inmaterial de la hu-manidad contribuirá a reforzar la visibi-lidad y su dinámica creativa, ayudando a combatir ciertas formas impropias de su manifestación.»

Esta declaración «es un compro-miso para el gobierno», dice el «Lobo» Núñez a de Paseo. Aclara que «la

UNESCO no te da nada, sino que exige a los gobiernos que, a partir de ser declara-dos patrimonio de la humanidad, se tie-nen que comprometer con el cuidado de esa manifestación cultural y deben tomar cartas en el asunto».

Núñez afi rma que en Uruguay «el Candombe no está reconocido por par-te del Estado como folklore autóctono y debería estarlo». Tampoco está en los programas ofi ciales de la cultura. Es decir: «es una exigencia doble la que tiene el gobierno. Más allá de eso es una excelente oportunidad para reconocer al chico, repique y piano como instrumen-tos autóctonos. Vamos al hecho que en países de alrededor se está tocando el Candombe derivado de acá, de Uruguay. No es que haya surgido en esos países, pero el instrumento ya se empezó a co-piar y hacer en otros países. Debe hacerse la declaración de autóctono de Uruguay para que no pase lo mismo que con otras tradiciones nativas de acá y que después se hacen de la región, pasan a ser riopla-tenses. Para los argentinos el Candombe es rioplatense».

¿Cómo puede Uruguay trabajar en la preservación del Candombe y sus tambores?, consulta de Paseo a este impulsor de la cultura afrouruguaya.

«Lo poco que tenemos,

autóctono, en el mercado,

hay que preservarlo.

Le vendemos tambores a todo

el mundo. Pero tienen que

comprarlo acá, porque no hay

en otros países para vender»

Fernando «Lobo» Nuñez

«En primer lugar, que el gobierno de-clare al piano, chico y repique como ins-trumentos autóctonos», dice Núñez. «Pues es la única alternativa que nos queda para defendernos de las empresas multinacionales como Tocatoca, LP, etc., que hoy o mañana te fabrica toda una línea de instrumentos y matan al luthier de tambor. Ya los brasileños no tienen instrumentos autóctonos, los cubanos tampoco. Por lo menos nosotros tenemos el instrumento que es todo lo contrario de los instrumentos que llegan al mer-cado, como teclados, etc., son buenos si 35

Page 36: Revista dePaseo Nº2 Noviembre - Diciembre 2009

muy uruguayo, pero que no se olvide la raíz africana que tiene y las causas que originaron el Candombe. Empieza ahora la era de las investigaciones con respecto al origen ritual del Candombe». Ramí-rez manifi esta que «los descendien-tes de africanos creemos que Xhangó observa complacido que, después de 200 años, empiezan a ser reivindicados todos nuestros ancestros a través de la música del Candombe».

En tanto, el diputado Edgar-do Ortuño Silva declara a de Paseo que «en los últimos años ha habido un importante reconocimiento del Candom-be tanto dentro como fuera del país. Esta declaración de la UNESCO es altamente relevante, presentando al Candombe como expresión cultural para toda la humanidad que esperemos abra puertas para quienes han venido manteniéndolo y haciendo su difusión desde hace tanto tiempo. Debe aprovecharse el potencial del Candombe también como un agente de valores an-tidiscriminatorios, combate al racismo, apuntando a promover la autoafi rmación y la autoestima. El Estado debe asumir el compromiso de acompañar este proceso como contrapartida de la declaración, apoyando, incentivando a la gente que lleva adelante el Candombe. Si no hay es-tímulo se corre el riesgo de que se extinga». Por eso sostiene que «se deben elabo-rar proyectos, programas para preservar y desarrollar el Candombe, lo mismo en lo que tiene que ver con la difusión, abrir puertas para mostrarnos, para mostrar nuestra música, nuestro arte». �

son de otro lado. El tambor es el único instrumento que cuando alguien lo va a comprar quiere que sea de acá porque sabe que es bueno. Entonces, lo poco que tenemos, autóctono, en el mercado, hay que preservarlo. Le vendemos tambores a todo el mundo. Pero tienen que comprarlo acá, porque no hay en otros países para vender. Si voy a una casa de música en EEUU, que es la meca de la música, y quiero comprar chico, repique y piano, no hay. Si nosotros patentamos, lo registra-mos, cualquier fi rma que quiera fabricar debe pagar los derechos para hacerlo, y esos derechos se pueden volcar para pro-mover nuestra cultura, siempre va a tener un rebote. Es bueno porque agrandamos el mercado porque al existir tambores en el extranjero todo el mundo va a tener la posibilidad de conocer los originales. Cualquier percusionista del mundo que quiera tocar en un chico, no va a querer tocar en un chico de fi bra de vidrio sino en uno que hizo un luthier en Uruguay».

Otra de las luchadoras de esta manifestación cultural es la can-tante y activista Isabel «Chabela» Ramírez, que está complacida con la declaración de la UNESCO. Ex-presa a de Paseo que «comienza una nueva época, una nueva era. Siempre se ha tomado al Candombe como un ritmo y en realidad es una estructura integral con ritmo, canto y danza y acciones espi-rituales conjuntas de los bantúes y de los yorubas. Si estamos hablando de patri-monio de la humanidad está muy bueno que geográfi camente se ‘uruguayice’. Es

Hace 200 años que el Candombe nació

en Montevideo, parido por africanas

y africanos de diferentes naciones.

A lo largo de este tiempo se ha ido

convirtiendo en sello de identidad de

Uruguay. Son innumerables las reso-

luciones de los diferentes gobiernos

–desde la época de la colonia hasta la

década de 1990- donde se reprimía o

intentaba «reglamentarlo».

Hoy ha sido declarado Patrimonio

Inmaterial de la Humanidad por parte

de la UNESCO siendo éste un méri-

to de muchas familias afrouruguayas

que, a pesar de la discriminación, su-

pieron mantener sus tradiciones.

CANDOMBE

Herencia africanaen el Uruguay

El Estado debe

apoyar a la gente

que hace Candombe.

«Si no hay estímulo

se corre el riesgo

que se extinga»

Diputado Edgardo Ortuño

36

Page 37: Revista dePaseo Nº2 Noviembre - Diciembre 2009

Origen del candombe

Alrededor del año 1800, los cantos y bailes de los africanos se efectuaban en la Plaza del Mercado y en el Cubo del Sur, que remataba frente al mar en la costa sur de la muralla que corría en esa dirección desde la Ciudadela, enclavada en la actual Plaza In-dependencia. Tenían lugar entre el 25 de diciembre y el 6 de enero, fechas en que las autoridades los permitían. También tenían lugar en cuanta opor-tunidad se pudiera, lo que dio origen a reiteradas protestas de los vecinos y a las prohibiciones por parte de las autoridades.

Candombe es el nombre genérico que reciben en estas tierras diferentes danzas de origen africano, y nace de la conjunción de los más de veinte pue-blos africanos que fueron traídos como esclavos a Montevideo. Cada uno de éstos tenía su idioma, su forma de ser, ver y sentir su cultura, sus danzas y cantos de diferente naturaleza: sacro o profano, festivo o luctuoso, etc.

Los originarios candombes, realizados por aque-llos africanos que encontraban en su música y danza una válvula de escape a la tragedia que enfrenta-ban, fueron una forma de sentirse vivos, a través de un íntimo e intenso que llamaba a la rebeldía ante las imposiciones y el avasallamiento de que eran objeto.

En esos momentos, al reunirse en las costas mon-tevideanas, evocaban sus vidas en su madre África, haciendo del mar el enlace, el nexo entre aquella tierra y ellos, afi anzando esas tradiciones a través de su fuerza espiritual. En las Salas de Nación, con sus candombes, volvían a ser africanos.

El candombe fue la danza y la expresión musical-religiosa más importante y signifi cativa del colectivo afro en estas tierras. Y más aún, es hoy una de las expresiones musicales más elocuentes con que cuen-ta nuestro país. El candombe ha sido tan fuerte, pro-fundo y esencial que en lugar de haber desaparecido 37

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–destino al que fue condenado en diferentes etapas históricas de nuestra nación– sobrevivió, venciendo todas las barreras y represiones. Ha impregnado de tal manera nuestra sociedad, que se ha convertido en un elemento cultural que identifi ca a Uruguay.

Candombe es una palabra derivada del prefi jo Ka y de Ndombe (pueblo angoleño), del idioma Kimbundu, rama de las lenguas bantúes que se hablan en el Con-go, en Angola y en distintas zonas de África del Sur. Etimológicamente, el vocablo es un aporte banguela, el pueblo Ndombe más numeroso y notorio entre las etnias africanas que llegaron a Montevideo. Pero, si hablamos de la conformación del concepto musical y danzario, así como de la simbología que va confor-mando el Candombe a lo largo de todo el siglo XIX, no hay dudas acerca de que es el resultado de los aportes de los diferentes pueblos africanos que mantuvieron sus Salas de Nación.

Marcelino Bottaro, escritor afro que vivió los candombes de las últimas décadas del siglo XIX, sostenía que en el comienzo de la organización de los candombes la concurrencia no era pública, como dicen algunos narradores de tradiciones africanas. Los «protectores» de sus adeptos y sus familiares «eran la única gente admitida sin requisitos. Si alguna persona extraña iba a entrar, se hacía interrumpir el ritual, que era sustituido por danzas o movimientos musicales sin importancia».

Según Francisco Merino, entre fi nes del siglo XIX y comienzos del XX, se «llamaban» los miembros de una comparsa o se unían los negros de cada barrio

para «visitar» otros barrios: los de «Ansina» (Barrio Reus al Sur) iban hasta el conventillo de Gaboto (Gaboto entre Cerro Largo y Paysandú), o los de Gabo-to iban hasta el «Medio Mundo» en la calle Cuareim. Hoy en día, aún se pueden percibir distintos matices de sonoridad o ritmo según el barrio al que pertenece la «llamada».

Las antiguas llamadas afro-uruguayas tenían por fi nalidad «citar» a los tamboreros que no habían con-currido con puntualidad a la «sala» para, luego de la ceremonia, visitar a las autoridades nacionales. Llama la atención que esa práctica pervive en África con idéntico sentido convocatorio, por ejemplo, los yorubas, de Nigeria, en la zona occidental del inmen-so continente, poseen no sólo llamadas de tambores sino también vocales.

El religioso africanista Armando Ayala escribía que el carácter de la «Llamada de Candombe»: «es la preservación de su tradición, es el homenaje a sus ancestros representados en ese toque de tambor que es el originario de su barrio pero, más importante que eso, su nación, que aunque no lo sepan está viva en su sangre, en su corazón y en sus ojos que se iluminan cuando el ritmo se hace más fuerte».

En resumen, el Candombe es una síntesis, un riquísimo mosaico en el que confl uyeron determi-nados aspectos de diferentes pueblos africanos. Es la expresión cultural mayor de los afro-uruguayos, por lo que hoy constituye una expresión artística y un fenómeno social esencial de la identidad de la República Oriental del Uruguay. �

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CUESTIÓN DE PIEL

Daniel Fenoglio Karina Urrutia

VIEJA FARMACIA SOLÍS

La risa, el mejor remedio

En pleno barrio Arroyo Seco, en Avenida Agraciada y Santa Fe, los fines

de semana abre sus puertas la Vieja Farmacia Solís. No es una farmacia

cualquiera, sino una de principios de siglo XX que desde hace seis o siete

años dejó de despachar medicamentos y ahora funciona como sala de

espectáculos. de Paseo fue de visita y de la mano de mozos, guapos y

otros personajes de boliche y burdel, ingresó a la antigua botica que

ahora receta cuentos de «El Negro» Fontanarrosa y Julio César Castro

«Juceca», entre picadas, una copa de vino y risas.

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LA HIJA DE LA LÁGRIMA

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La farmacia es la propia escenografía

Frascos, probetas, tubos de ensayo y muchos libros

gruesos concentrados en las estanterías ubicadas a

ambos costados del primer sector del local hacen a

la escenografía de la farmacia. En ese mismo espacio

comienzan a distribuirse las mesas y las sillas, estas

últimas, antiguas «butacas» del Teatro Circular, que

ocupan también el otro sector en el que se ubica un

piano antiguo, regalo personal de la actriz Ducho

Sfeir, y que también pasó a formar parte del patri-

monio del lugar.

El concepto escenográfico del espacio es particu-

lar, la vieja farmacia no cambia radicalmente de una

puesta en otra. Cuando termina «Los Guapos» no

salen los utileros de detrás de bambalinas -como en

los teatros convencionales- retiran la escenografía y

montan la de «Fontanarrisa de Boliche». No. Las cosas

permanecen en su sitio.

Casi con el entusiasmo de un coleccionista, Reyno

explica que en la Vieja Farmacia «se van haciendo las

obras y en ella van quedando elementos de todas. La idea

es que cuando se hace un espectáculo, no se puede levan-

tar todo lo que hay. Cuando las obras necesitan pequeños

detalles, se los coloca y por lo general no se sacan, se van

integrando, así es como el espacio se va haciendo solo».

«Los retratos de las mujeres, por ejemplo, son una mues-

tra de ello. Los pinté en las paredes para que permanecieran,

y siguen estando, conviviendo con 'Fontanarrisa', con ‘Los

Guapos’, y lo han hecho con otras obras que han pasado

menos tiempo por aquí. La escenografía es la propia far-

macia», concluye Reyno.

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La Vieja Farmacia Solís parece ha-ber tenido, de antemano, destino de teatro. En el sótano del estable-cimiento, el conocido escenógrafo Osvaldo Reyno guardaba desde ha-cía años sus escenografías, luego de que las obras para las que tra-baja bajaban de cartel.

Reyno, actual propietario, cuenta a de Paseo que la idea de hacer de la farmacia una sala de teatro no fue premeditada. «Un día vengo a buscar algo al sótano, y de repente me doy cuenta que hay en la fachada un cartel que dice: 'Hoy remate en calle Sa-randí'. Era remate judicial», explica. «Y como en los remates a veces las cosas son baratas, fui a ver y terminé comprando.»

Confiesa que desde ese mo-mento comenzó a pensar en la farmacia como una sala de teatro y en la forma de transformar el espacio para esos fi nes. Para ello puso sus conocimientos de esce-nógrafo al servicio de esta causa, pero con algunos temores. «A mí me parecía que ésto era lejísimo, yo me decía: 'Atrás del Palacio Legislativo'. Pero, ¿quién puede venir hasta aquí a ver teatro?», pensaba Reyno cuando se lanzó en esta aventura.

También pensó que la propues-ta no iba a encajar en el barrio por-que casi no hay espacios artísticos en la zona, a excepción del Galpón «El Picadero», que tiene perfil completamente diferente, de cir-co y varieté. Cuenta que «al principio los vecinos se veían un poco sorprendidos. ¿Acá un teatro?, decían».

Pero, a pesar de estar fuera del circuito de salas y de la falta de cer-tezas sobre como sería recibido el emprendimiento en el barrio, Rey-no no dejó de lado su idea y empezó a trabajar para concretarla. «Respe-tando el contexto de la farmacia, que se mantiene auténtico en el primer ambiente, como desde hace 110 años, hice en el que si-gue –que antes era casa de familia- una es-cenografía que no desentona, pero teniendo en cuenta la obra de Gabriel Calderón ́ Las nenas de Pepe´, con la cual íbamos a inau-gurar la sala», recuerda.

«Me pareció que lo ideal para esa puesta era recrear un burdel, así que en las paredes superiores de este segundo ambiente pinté prostitutas de la época. Para ello tuve en cuenta las novelas de García Márquez y la forma en que el es-critor colombiano las presenta en ellas», comenta. «En los murales, esas mujeres están como esperando a ser elegidas por los hombres que visitan el lugar, igual que las otras, las retratadas en fotografías, colo-cadas en otras partes de la farmacia.»

Pasó la obra de Calderón, don-de adaptó libremente «La Casa de Bernarda Alba», de Federico Gar-cía Lorca. En su versión rompió una vez más con las convencio-nes, convirtiendo la casta casa de la madre castradora en casa de citas donde las hijas en lugar de mantener su virginidad debían perderla.

Concluida la obra de Gabirel Calderón, le tocó el turno al co-nocido dibujante y humorista ar-gentino, Roberto «El Negro» Fon-tanarrosa de la mano de Eduardo Cervieri, quien adaptó sus cuen-tos, diseñó y dirigió la puesta en escena del nuevo espectáculo.

Fontanarrisa póstumoLuego de «Fontanarrisa I» y «II», representadas en el Teatro Circular en 1993 y 2003 respectivamente, el destino de los cuentos de Fontana-rrosa sería –años más tarde- volver nuevamente a la escena montevi-deana, pero esta vez con otro título, «Fontanarrisa de Boliche», que casi podría interpretarse como un ho-menaje a «El Negro», hombre muy asociado a los boliches, especial-mente al bar El Cairo de su Rosario natal, donde junto a su grupo de amigos se reunían habitualmente en la que terminaría llamándose «La mesa de los galanes», inmor-talizada desde 1995 en uno de sus libros, del mismo nombre.

Pero lo que hubiera sido un homenaje en vida, por esas cosas de la vida justamente (o mejor dicho, injustamente), terminó

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convirtiéndose en póstumo. El 3 de noviembre de 2007 se estrenaba «Fontanarrisa de Boliche» en Mon-tevideo, en la Vieja Farmacia Solís. Casi cuatro meses antes, el 19 de julio, Roberto Fontanarrosa falle-cía en Rosario, tras cuatro años de convivencia con una enfermedad que en los últimos meses le había impedido desarrollar una de sus mayores pasiones, dibujar.

Fontanarrosa para la risaA casi dos años de aquel estre-no, las trasnoches de los sábados siguen llevando espectadores a la calle Agraciada, que una vez llegados a las puertas de la sala, son guiados por los mozos y por Shirley (la cantante) y ubicados en las mesas de la Vieja Farmacia travestida de boliche, mientras de fondo suena el dos por cuatro de un bandoneón, y se sirve una copa de vino acompañada de una picada a los presentes.

Después de algunos minutos, luego que el público se ubica, co-

bajar, Shirley y Fuelle intervienen poniéndole al espectáculo tangos casi tan disparatados como las pro-pias historias que se cuentan.

«Los cuentos son narrados directa-mente, aunque hay algunos que desde el texto de Fontanarrosa ya insinúan algún diálogo entre los mozos, que intervienen acotando algo cuando el otro es el que narra», indica Caldarelli.

«Las historias son buenas de por sí, porque son de Fontanarrosa», dice el autor. Y agrega que «Fontanarrosa rescata personajes típicos rioplatenses, a los que conoce muy bien. Tiene un ojo muy agudo para ver las bajezas y las cosas más mediocres de ese machismo berreta, pero con gracia y desde el humor».

Osvalo Reyno remarca que «se trata de un espectáculo de humor», para que no queden dudas, aclarando que éste es el género más acorde a la sala, a pesar de que en ocasio-nes también se hacen otro tipo de espectáculos.

«El público que viene aquí sabe que ´Fontanarrisa´ es una tomadura de pelo a nosotros mismos, que está hecho

mienza a beber su copa, charla y observa los detalles de la sala. Los actores se suman a la función, que podría decirse que ya había comen-zado desde el momento mismo en que el primer espectador traspasó la puerta del lugar.

«La propuesta del espectáculo gira sobre personajes que trabajan en el boli-che, que se ponen a conversar entre ellos, informalmente, mientras los espectado-res tienen acceso a robar esos diálogos», cuenta a de Paseo Ariel Caldarelli quien da vida a «El Zurdo», uno de los mozos. Con ello desliza que los asistentes también son –de alguna manera- protagonistas, en defi ni-tiva son los parroquianos del lugar que se distraen de sus conversacio-nes particulares para escuchar la de los mozos y, a veces, hasta para intervenir en ellas.

«El Zurdo», «el Peruano», «el Negro» y «el Chelo» pasan más tiempo distraídos contándose his-torias que ocupados en sus tareas, mientras Luján, la patrona del bo-liche los rezonga y los manda a tra-

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en clave de humor. Viene, se sienta, lo agasajan con una picada y una copa de vino, y además recibe todos esos textos de Fontanarrosa, con el que -por su condición de argentino- compartimos códigos de cómo son las relaciones amo-rosas y humanas.» Para Reyno, «El Negro» Fontanarrosa «comprendió la importancia de estos boliches, que funcionaban cuando la mina dejaba al tipo, y éste venía a llorar a la mesa con el vaso de grappa o de caña, fumando un pucho, triste por la vida».

El espectador presencia los cuentos que los mozos se cuentan entre ellos y se ríe de las situa-ciones que plantean, dice Calda-relli, «pero aquello que provoca risas a los demás, al Zurdo no le resulta nada gracioso. Lo que le pasó al Gordo Luis, por ejemplo, cuando se tuvo que hacer pasar por Papá Noel, no le hace gracia ninguna, al contrario, cuando cuenta está muy enojado, y eso mismo es lo que provoca gracia al que lo ve desde fuera. Es una situación fea, pero que traba-jada desde el humor puede ser motivo de risa».

Como anillo al dedoReyno ya había hecho la escenogra-fía de las dos anteriores puestas de «Fontanarrisa», también dirigidas por Cervieri. «A mí me encanta esa cosa de los boliches», confi esa el esce-nógrafo. «En el Circular yo siempre co-locaba mesas y distintos elementos que pudieran crear como una intimidad de boliche». Reconoce el clima particu-lar de ese teatro, precisamente por la disposición circular con la que el público rodea el escenario, pero pone énfasis en que «no es la misma intimidad que la del boliche».

Sobre la nueva puesta en es-cena, destaca que «acá es como un bar, en el que se cuentan historias y se encuentra la gente. Acá se hacen rela-ciones, en una mesa ya ocupada por dos personas se pueden sentar otras dos, y de repente por venir a ver una obra de teatro se empieza una relación con otros».

«En Europa se usa mucho eso de compartir la mesa con desconocidos –continúa el propietario- pero acá no estamos muy acostumbrados todavía. Los uruguayos creemos que nos tenemos

Sobredosis de humor

«Vieja Farmacia Solís» recomienda

para los fines de semana una so-

bredosis de humor, los viernes

en partida única y los sábados en

doble horario.

La trasnoche de los sábados,

ya contada en estas mismas pá-

ginas, ofrece Fontanarrisa de Boli-

che, a las 23.30 horas.

Los viernes y sábados a las 21

horas, la noche comienza con «Los

Guapos», obra basada en cuentos

de Julio César Castro «Juceca» y

dirigida por Patricia Yossi, que

presenta a dos guapos muy par-

ticulares, que «de guapos no tienen

nada» cuenta Reyno, sentenciando

que son guapos que «no matan a

nadie, son unos débiles, no trabajan,

y ni siquiera se bañan. Son unos pobres

tipos que van a los boliches a levantar

una mina que no existe».

Ambas puestas tienen al-

gunos elementos en común. El

natural ambiente de boliche que

presenta la farmacia, los cuentos,

la música y el canto son hilos con-

ductores de la trama, pero cada

una es única y se basan en las his-

torias contadas por autores que

más que eso fueron personajes,

y porque sus personajes son a la

vez únicos.

Los precios de las entradas

para «Fontanarrisa de Boliche» y

«Los Guapos» son de $ 250 para

cada obra, incluyendo una picada

y una copa de vino. Las reservas se

pueden realizar durante la semana

a través del teléfono 204 2303. La

Vieja Farmacia Solís está ubicada

en Agraciada 2623, a dos cuadras

de la Escuela de Arroyo Seco.

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que sentar en nuestra mesa. Tenemos anécdotas de ese tipo, por ejemplo, una vez llegó una pareja que no quería com-partir la mesa, él decía: ‘¡No, no no!’. Le insistimos y reclamaba: ‘¿Pero y ahí nos vamos a sentar?’, hasta que le dijimos que iba a estar al lado del ‘Vasco’ Ostolaza, y el hombre - que confesó ser admirador del ex jugador- y su mujer se sentaron junto a él y la esposa de Ostolaza, y terminaron las dos parejas conversando juntas».

Ese ambiente «le viene como ani-llo al dedo al espectáculo», comenta Caldarelli. Agrega que «el lugar es una belleza por la conservación y el estilo original que mantiene» lo que permi-te que la sala exista y que en ella, los viernes y los sábados revivan, a través de sus cuentos, dos con-tadores natos como son Fontana-rrosa y Juceca. �

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PUNTO G

Georgina Rodríguez & Flavia de los Santos Miguel Olivetti

«A principios del siglo XX llegaron algu-nos pescadores a este lugar, el istmo más austral, lo más sur que tiene la ciudad. Ellos mismos fueron formando cajones de pesca, pequeñas casas de madera y de chapa en las cuales se reunían. En 1930 fundaron el Club de Pesca ´La Estaca-da´, en las calles San Martín y Tabaré, frente a la vieja estación de tranvías y a la vuelta del museo Zorrilla de San Martín. Pero quedó el cajón en Punta Brava. Allí dejaban los pescadores sus navíos y más tarde instalaron una canti-na, porque tenían que calentar el cuerpo con alguna grapita», recuerda a de Paseo Francisco Russo, el actual dueño de «La Estacada», al evocar los orígenes del lugar.

El viejo cajón de la costa, so-brevenido en cantina artesanal que albergaba a pescadores atraí-dos por algunas copas para aplacar el frío, hoy recibe a quienes eligen un rincón escondido entre la ma-gia y el buen sabor.

Sobre las raíces del nombre del club confl uyen dos versiones. La primera cuenta que en época de la conquista, un polvorín construido en la zona fue celosamente aislado con estacas para proteger la pólvo-ra. La segunda –menos legendaria

LA ESTACADA

Un refugio en la Punta BravaAnclado en la zona de Punta Carretas, próximo al faro que lleva

el mismo nombre y a orillas de la punta más austral de la costa

montevideana, se encuentra el restaurante y parrillada del Club

de Pesca «La Estacada». de Paseo conversó con Francisco Russo,

«pescador, gastronómico y vendedor», que desde hace años lleva

adelante este emprendimiento.

y en circunstancias muy diferen-tes-, según admite Russo, la arena de la Punta Brava ofi ció de sede de torneos de bocha, juego predilecto de los primeros pescadores. Cul-minado el partido, los jugadores estaqueaban la cancha para evitar las huellas de otros visitantes.

Entre las décadas de los se-tenta y mediado de los ochenta, una disposición de la Prefectura Nacional Naval impidió la circu-lación de público a la zona ale-daña al faro. Russo cuenta que «a la cantina sólo podíamos entrar los pescadores con un carné de identifica-ción. Una vez adentro, poníamos una botella con una medida, cada cual se servía y en lugar de pagar el costo de la medida poníamos cinco centésimos más para dejar un beneficio».

A partir de 1985, y luego de su-primida la restricción impuesta por la Prefectura Nacional Naval, el Club de Pesca cedió la conce-sión de la cantina a un pescador llamado Antonio Viterito. «Era muy chiquita, abastecía a los pescadores y más tarde a los visitantes que llegaban. Así arrancó la cantina, con mesitas entre los árboles y entre gente amiga que se reunía para pescar y pasarla bien.»

Tal como se la conoce hoy, «La Estacada» fue inaugurada en octu-bre de 2001 por Francisco Russo, pescador y socio del club. Más tar-de se incorporó a la sociedad Con-rado Caracho, treinta años menor que Russo.

«Estuvimos ocho meses limpiando, pintando, arreglando, tratando de darle forma, sin construir, porque no se podían hacer gastos. La inversión fue mínima. Yo tenía una marisquería en Atlántida y toda la infraestructura la traje para acá. De ahí en más fuimos logrando lo que es ahora, que sin ser un disparate, a la gente le gusta. Con la crisis del 2002 nos abrimos paso y crecimos», recuerda el dueño.

Luego de casi cuatro décadas, apreciables cambios y la con-fl uencia de diferentes públicos, «La Estacada» conserva todavía la impronta de sus fundadores. «Acá no vas a encontrar a quien no quieras en-contrar. Es un rincón escondido en el que la sencillez del lugar, con la madera, la cuerda, el calor de la estufa a leña, la parrilla y la barra, te lleva a que te des-vistas de ropajes. Nosotros decimos que es un lugar con magia. Esto es Punta del Diablo dentro de Montevideo, sin ruidos de autos, bocinas, y con los barco de los pescadores en la orilla. Hay gente a la que 45

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se le asemeja a una isla griega, porque está muy cerca del agua, por la cantina, por la pesca, por la cercanía del faro.»

Secretos del éxito«Desde chico soy pescador, gastronó-mico y vendedor», asegura Russo, al explicar su predilección por la pesca, el comercio y sus cuarenta años de experiencia en la gastro-nomía. «Mi padre nos llevaba a pescar a mis hermanos y a mí en una camioneta Ford. Llevábamos un primo, una sartén y aceite. Él pescaba y nosotros comíamos. Yo me iba a vender pescado en un carrito con dos ruedas de bicicleta que él me ha-bía hecho. La gente me esperaba porque sabía que eran frescos. Todo lo producido de la venta era mío.»

Russo admite que pasa más tiempo en «La Estacada» que en su casa. «Tengo la suerte de poder hacer lo que me gusta en un lugar maravillo-

so, porque me gusta la gente, me gusta relacionarme, atender, que la gente se sienta conforme que se sienta bien, yo recorro todas las mesas. Casi todos los clientes cuando se van, pasan por la caja a saludarme.»

La combinación de pasión y mucho compromiso, el excelente servicio, y un plantel que suma 14 empleados entre mozos, parri-lleros y cocineros y junto con la complementariedad entre los so-cios, «cosa rara en esta sociedad», for-man un todo para que los clientes puedan sentirse cómodos en este lugar. «Pongo todo de mí, lo hago con mucho cariño, pero solo no se puede ha-cer nada. Hay gente alrededor que acom-paña desde el principio. Sumado a todo esto, también el boca a boca es lo que ha llevado a que nosotros tengamos el éxito que tenemos.»

Servicio todo el añoRusso afi rma que a los clientes les cuesta irse, especialmente en verano. «Después de cerrar, a las dos y media o tres de la mañana, hay gente que se queda afuera con una botella de vino y un par de copas. Cuando salgo me dicen: ‘Russo ya sé, no me acerco a la ventana porque está la alarma, pero dejáme las copas que te las devuelvo mañana’. Tie-nen asumido que no se tienen por qué ir. Se quedan bajo la luz de la luna y las es-trellas. Hay muchas parejas que vienen, o

matrimonios, gente que viene a conversar. Esto es en verano y en invierno, en verano se da la lógica de que los espacios exterio-res están colmados en la noche y en el día, adentro no se sienta nadie. Retiramos los paravientos y queda todo al aire libre.»

Con un menú variado que abar-ca minutas, pastas, pescado, ma-riscos y una parrilla sin demasia-das achuras y de la mejor calidad, «La Estacada» no deja de ser la can-tina de un club de pescadores. Los «caballitos de batalla» son las rabas de calamares a la romana y las mi-niaturas, con la pesca del día.

«La clientela nuestra es muy familiar y siempre hacemos hincapié en eso. Aquí vie-nen muchos niños con sus padres. Las bebi-das que se ven en estantería son botellas de whisky de la que quieras, pero no hacemos ostentación de bebidas alcohólicas. Sí hace-mos ostentación del servicio personalizado, de la comida de primera, y del lugar físico, que no es obra nuestra, lo que si es obra nuestra es lo que hemos ido arreglando. No nos interesa tener una mesa más, pero sí un árbol más», explica Russo.

La cantina continúa recibiendo a los pescadores «como un parroquia-no más». «La convivencia es excelente»,

«Esto es Punta del Diablo dentro

de Montevideo, sin ruidos de autos,

bocinas, y con los barco de los

pescadores en la orilla. Hay gente

a la que se le asemeja a una isla

griega, porque está muy cerca del

agua, por la cantina, por la pesca,

por la cercanía del faro.»

La EstacadaCamino al faro de Punta Carretas

Teléfono: 712 15 66.

Correo electrónico: [email protected]

Horario: de lunes a domingo de 10 a 2 hs.

Precio de la consumisión: entrada, plato

y postre, más cubiertos: $ 300 aprox.

Salsa «La Estacada»

«La salsa de La Estacada es un

secreto», admite Francisco

Russo. «Es una crema de le-

che con la que se hace la salsa

Carusso, pero no tiene fritos,

cebolla ni jamón. Sí tiene mu-

cho champiñón laminado, un

toque de salsa rosa, muy sua-

ve, para que no mate el gusto

del pescado y lo acompañe.

También va muy bien con las

pastas y las carnes rojas»,

confiesa.

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comenta. «El club tiene más de 400 so-cios y se les da un benefi cio, un porcentaje de descuento en la consumisión.»

En una de las paredes, una cartelera con innumerables foto-grafías dan cuenta de la visita de diferentes personalidades. La más reciente fue la del presidente de Bolivia, Evo Morales.

«El hijo del embajador de Bolivia ve-nía acá con algunos amigos a tomar algu-na cerveza y seguramente habría traído a sus padres. Nos avisaron de la Embajada de Bolivia que iba a venir la comitiva del presidente de Bolivia. Al otro día cuando vienen, no era la comitiva, sino que era el presidente Evo Morales con toda su cus-todia. Almorzó debajo de los árboles y en una mesa de plástico. Fue muy campe-chano, muy de la forma de ser del hombre, le dimos a conocer con nuestros músicos candombe uruguayo, hicimos algo de folclore, te puedo decir que él tocaba el tambor en una mesa.»

La música «Russo compró este lugar para poder cantar y que no lo echen’, bromea con el público el guitarrista Cacho Ca-saravilla. Es que en «La Estacada» la música es un ingrediente más, tan ligadas a la vida de su dueño como su pasión por gastronomía y la pesca.

«A los pescadores les gusta la tran-quilidad, pero también jugar al truco, agarrar una guitarra y cantar, por eso nosotros acá incentivamos la música. Tenemos música variada porque Cacho fue integrante de un conjunto folclórico por muchos años. Hasta canta mariachis, y de repente si hay alguien cumpliendo años, sale con la guitarra y yo con él porque me encanta cantar también. Va-mos y le cantamos ´Las Mañanitas´ y la celebración se hace muy amena. Los jueves hay tango, y el primer viernes de cada mes jazz con ´La Mississippi Blues Band´. Hay gente que descubre el jazz, es gente que le gusta la música».

«Hay que estar en el momento justo y en el lugar adecuado», refl exiona Francisco Russo recordando un encuentro fortuito y memorable

Orígenes de Punta Brava o Punta Carretas

Punta Carretas o Punta Brava: sobre los orígenes de esta doble designación, la arqui-

tecta Graciela Martínez escribe: «Mientras Punta Brava, según cuenta un antiguo lugareño,

es el nombre que le dieron los marinos, porque la punta se prolonga bajo agua en una peligrosa

restinga, dique otrora culpable de muchos naufragios reales o legendarios, Punta de las Carretas

sería resultado de la antigua concurrencia de aquellos vehículos de tiro de bueyes al paraje, tal vez

porque era usado como basurero, tal vez al saladero, sin que se sepa a ciencia cierta».

Martínez, Graciela. «El barrio, un ser de otro planeta».

En bifurcaciones [online]. núm. 1, verano 2004. World Wide Web document, URL: <www.bifurcaciones.cl/001/

Martinez.htm>.

ISSN 0718-1132

«Pongo todo de mí,

lo hago con mucho

cariño, pero solo no se

puede hacer nada.»

con Aníbal Sampayo en 1964. «Es-taba tocando la guitarra con un grupo de amigos en la Meseta de Artigas en Paysandú y los lugareños me quisieron confrontar con un sanducero. Yo era un ‘guacho’ de 17 años que creía que era un gran cantor. Al otro día aparece el cantor y yo quise agasajar a los sanduceros con la canción ´Río de los Pájaros´. Cuando termino, el señor saca su guitarra y quién resultó ser: ¡Aníbal Sampayo!»

«La Estacada» se convirtió en lo que es: un lugar mágico en medio de Montevideo. Camino a un faro que parece indicar que uno está llegando en el momento justo al lugar adecuado. �

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Mariella Girola

OJOS DE PERRO AZUL

GALICIA

La fiesta de la Estrella del MarEn pleno verano europeo, el 16 de julio, se celebra

el día de la Virgen del Carmen. Ese día de Paseo

estuvo en el municipio de Sada (La Coruña, Galicia)

y participó de la celebración que recibe la «estrella

del mar» por parte de los que día a día buscan su

sustento en él. La compatriota Mariella Girola emigró

a España hace un par de años y comparte con

nosotros esta experiencia.

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Luego de ingresar a Europa, a través del sur de España, concretamente por la zona de Alicante, donde el sol pe-renne y el paisaje seco y rojizo contrastan vivamente con el color turquesa del Mediterrá-neo y la temperatura siempre agradable nos hace sentir que el invierno dura un instante y el verano una eternidad, las cosas de la vida -léase la búsqueda de fuentes de tra-bajo- nos llevaron a iniciar un periplo hacia el norte de este hermoso país.

Bien digo periplo porque cuando uno decide trasladar-se con las «pocas cosas» que va juntando a lo largo de los me-ses, se da cuenta que esas «po-cas cosas» se han acumulado y ya el auto se niega a tras-ladarlas, dando la sensación de que en cualquier momento se negará a seguir adelante y tendremos que acampar en algún lado. Pero en fi n, ésta es otra historia que tendre-mos la ocasión de compartir en otra oportunidad.

Nuestro viaje al norte nos llevó a Galicia, situada en el extremo noroccidental de la Península Ibérica, en uno de los confi nes atlánticos de Eu-ropa. Se trata de una provin-cia abierta al mar por el norte y por el oeste y obstruida al este por una cuerda montaño-sa que la separa de la Meseta Central y de Asturias al no-roeste español. Esta tierra ha pasado de ser una zona rural para convertirse en un lugar progresista y dinámico. Para nuestros, sentidos el entorno cambió totalmente en cues-tión de horas. En Galicia pre-domina el verde de los valles y los campos, los bosques de pinos y eucaliptos y un cielo gris y lluvioso que permite y mantiene ese verdor.

La fi esta comienza en la tarde, con una misa cantada en el puerto, más concreta-mente en la Lonja, un galpón grande donde se selecciona, vende y remata la pesca de cada día. El canto nunca fal-ta en las fi estas gallegas, ló-gicamente acompañado por las gaitas, esos instrumentos que evocan mitos de duendes, brujas y elfos y de los que afloran sonidos que llegan muy adentro. Luego de la misa, en la que se recuerdan y nombran a los compañeros

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Nuestra Señora de Monte Carmelo, referida

comúnmente como Virgen del Carmen, es una

de las diversas advocaciones de la Virgen María.

Su denominación procede del llamado Monte

Carmelo, en Israel, un nombre que deriva de

la palabra Karmel o Al-Karem y que se podría

traducir como «jardín». Pero también el monte

se ubica cerca de Nazaret, donde vivió la Virgen

María, de ahí que la Orden del Carmelo, desde

sus orígenes, se haya puesto bajo el patrocinio

de la Madre de los Contemplativos.

Es patrona del Ejército de los Andes, que lide-

rado por el general José de San Martín, gestó

la independencia de Argentina, Chile y Perú. Es

considerada Reina y Patrona de Chile, de sus

Fuerzas Armadas y de Carabineros de Chile.

En España es patrona del mar y de la Armada

Española, en Colombia es considerada patro-

na de los transportadores, en Perú es «Patrona

del Criollismo» y en Bolivia es la patrona de la

Nación y de sus Fuerzas Armadas.

Allí, en un pequeño punto de la costa de las Rías Altas Gallegas, dentro de la pro-vincia de La Coruña, está la localidad de Sada, de 13.606 habitantes. Es un pueblo de pescadores y de un turismo creciente que busca la tran-quilidad y el aire fresco y puro del norte escapando de los cá-lidos veranos españoles.

El día de la VirgenA pesar de su crecimiento y expansión, Sada no olvida su origen marinero, humilde y hospitalario. Por lo tanto, todo el pueblo se moviliza, participa y respeta este 16 de julio, día tan especial en el que los pes-cadores, junto con sus familias y amigos rinden homenaje a la Virgen del Carmen, patrona del mar. Ese día evocan a los compañeros que dejaron su vida en estas aguas oceánicas y piden para regresar sanos y salvos, y con mucha pesca, en sus futuras salidas.

Los barcos se preparan con esmero: banderines, fl ores, lazos y cintas de colores, los adornan desde el día anterior esperando el gran momento.

La patrona del Mar

desaparecidos en el mar, la imagen de la Virgen es lleva-da en procesión a uno de los barcos de los pescadores. Un gran honor y orgullo para el propietario que resulte ser elegido ya que, por ese día, su barco deja de ser un pesque-ro más para convertirse en un altar fl otante, escoltado por el resto de la fl ota pesquera.

Es la oportunidad también para que tanto devotos como curiosos, turistas de paso o emigrantes que desconocen estas costumbres, puedan

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La imagen de la Virgen es llevada en procesión

a uno de los barcos de los pescadores. Un gran

honor y orgullo para el propietario que resulte ser

elegido ya que, por ese día, su barco deja de ser un

pesquero más para convertirse en un altar flotante,

escoltado por el resto de la flota pesquera.

subir a un barco de pesca, salir navegando del puerto y observar Sada desde la ría. Es un espectáculo hermoso, acompañado además por la sirena del puerto y la de los barcos en procesión. Ese día no hay edades, ni idiomas ni otras diferencias, todos los presentes que quieran subir

a un barco para acompañar a la Virgen son invitados a ha-cerlo y en cada bote reina la camaradería.

Surgen las preguntas de los turistas, las respuestas de los lugareños acompañadas por largas y nutridas expli-caciones llenas de historias, mitos, leyendas que se van enriqueciendo más y más a medida que pasan los minu-tos y se surcan olas.

Las flores abundan por todas partes y, al final del recorrido, antes de entrar nuevamente al puerto, son arrojadas al mar. Con silen-cio, con respeto, con devo-ción, con algunas lagrimas ya no más contenidas, qui-zás evocando a aquellos que ya no están, quizás pidiendo a la Virgen la protección de los seres queridos...

Sardiñada y boronaVolviendo al puerto se puede divisar a lo lejos el humo de las parrillas...

Sí, grandes parrillas me-tálicas que en Uruguay espe-raríamos ver llenas de cho-rizos o carne, pero que aquí hoy se llenan de sardinas que previamente han sido saladas y almacenadas en cajas de madera esperando a los comensales. El resultado es una excelente «sardiñada», acompañada por «borona», el pan típico, junto con el vino tinto rústico de esta tierra. Al mismo tiempo, las sugeren-cias de los lugareños nos in-dican -permítaseme utilizar el gallego para transmitirlo-: «Cóidese de non agraviar á sardiña, así preparada, con garfo nin coitelo. Tómense cuidadosamente, cos de-dos pola cabeza e pola cola, e fín-

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Sada

Sada es un municipio español en la provincia de La Coruña (Galicia). Situado en las Rías Altas, den-tro de la ría de Betanzos, dista unos 20 kms. de la capital de la provincia. Es un pueblo costero, con la pesca y el turismo como industrias principales. La ciudad se ve favorecida por un clima atlántico. Posee suavidad de temperaturas y poca oscilación térmica, a lo que se suma la agradable temperatu-ra media de las aguas de la ría de Betanzos, permi-tiendo la práctica de diversas actividades náuticas (vela, buceo, pesca) durante todo el año.

Dentro del sector primario, es la pesca la activi-

dad más importante. Cerca del 20 por ciento de la po-

blación activa trabaja en este sector. La agricultura se

centra en el cultivo de cereales, patatas y hortalizas.

También se desarrolla la ganadería vacuna y la explo-

tación forestal. En la actualidad se está potenciando

la actividad industrial y comercial. El sector servicios

es muy importante dado que se está configurando

la villa como un importante centro de esparcimiento

y diversión durante los meses estivales y del invierno

para los visitantes de las poblaciones cercanas.

queselle o dente de fl anco, deixando limpia a espiña. A sardiña repele o metal. Que queda cheiro nos dedos? Pois se lavan e xa está».

Así de sencillo... Por lo tanto, este día tampoco reina el protocolo. Todos a comer sardinas con las manos por-que es un sacrilegio utilizar cubiertos, ya que la sardina repele al metal. Pero además debemos tomarlas cuidado-samente, casi diríamos con respeto, e hincarle el dien-te por el costado hasta dejar limpia toda la espina, si bien nos indican por experiencia que el olor que queda en los dedos con lavarlos ya está. Debemos aclarar que es un olor que nos va a acompañar por un buen rato, recordando permanentemente lo sabro-so del pescado que acabamos de saborear.

Mientras las sardinas y el vino, el humo y los olores, las gaitas y los cantares, llenan el ambiente del puerto, la imagen de la Virgen vuelve a su lugar de origen, a la Iglesia situada en lo alto de una coli-na, siempre acompañada por los fi eles que la siguen y la ve-neran y los pescadores que le confían su vida y la suerte de su pesca día a día.

Uno se queda pensando en esas fl ores que quedaron fl otando en el océano, el At-lántico que une y separa dos continentes, quizás se encon-trarán con otras fl ores, con otras ofrendas que partieron un día del mes de febrero en las costas sudamericanas, con otras culturas, con otras creencias, con otros ritos, pero que también evocan a la patrona del mar. �

La Virgen del Carmen

Según el Padre Jesús Martí Ballester: «Durante las

Cruzadas, los ermitaños cristianos se recogieron en

las grutas de aquel monte emblemático hasta que en

el siglo XIII formaron una familia religiosa, a la que el

patriarca Alberto de Jerusalén dio una regla en 1209,

confirmada por el Papa Honorio III en 1226.

Desde aquellos eremitas que se establecieron en

el monte Carmelo, los Carmelitas se han distinguido

por su profunda devoción a la Santísima Virgen, in-

terpretando la nube que vio el criado de Elías: «Sube

del mar una nubecilla como la palma de la mano»

como un símbolo de la Virgen María. Como los an-

tiguos marineros que leían las estrellas para marcar

su rumbo en el océano, María, como estrella del mar,

nos guía por las aguas difíciles del mundo hacia el

puerto seguro que es Cristo. Cuando Palestina fue

invadida por los sarracenos, los Carmelitas tuvieron

que abandonar el Monte Carmelo. Una tarde gozosa,

mientras cantaban la Salve, se les apareció la Virgen

y les prometió que sería su Estrella del Mar, por la

analogía de la belleza del Monte Carmelo que se alza

como una estrella junto al mar Mediterráneo».

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Luis Vicente Elías

PUNTO RUBÍ

La capital de la nación, Mon-tevideo, atrae a gran número de viajeros y es generalmente el destino de transporte de la mayor parte de los extranje-ros. No podemos olvidar a la ciudad de Colonia, que con su marca de Patrimonio de la Humanidad, acoge también a muchos miles de viajeros.

Pese a los esfuerzos insti-tucionales de constituir una marca-producto alrededor del concepto «Uruguay Natural», sólo una mínima parte de los visitantes elige este tipo de destinos.

Entre los recursos que se deben ofrecer a los turistas, Uruguay cuenta con un pro-ducto cultural de gran valor y en la actualidad muy atracti-vo, nos referimos a la Cultura del Vino.

Alrededor de la viña y el vino se ha generado una co-rriente que se conoce como «Enoturismo» o Turismo del Vino. Uruguay que quiere posicionarse en el panorama comercial con la variedad tan-nat, puede integrarse también en esta oferta muy buscada por los amantes del vino.

Hasta ahora existen intere-santes iniciativas basadas en el producto turístico vino que se

El espacio del viñedo, sal-picado de pequeñas bodegas está repleto de otros atrac-tivos y constituye una pro-puesta complementaria a la de «Uruguay Natural», dentro de una oferta que une al turis-mo rural y el cultural.

El conocimiento de este producto nos ha llevado a rea-lizar la «Guía del Turismo del Vino de Uruguay», como he-rramienta para ofrecer a los viajeros y a los amantes del vino, que les permita viajar por el país teniendo como eje temático la cultura del vino.

El vino es un alimento de consumo tradicional en los mundos de ámbito medite-rráneo, y en estos espacios en los que ha crecido la viña, sea en el Viejo o en Nuevo Mundo, se ha generado una cultura basada en elementos patrimoniales, que hoy cons-tituye un recurso turístico.

El objetivo de la Guía que estamos redactando es el de descubrirle al enoturista los valores culturales que se han generado en Uruguay desde la llegada de los primeros colonizadores, alrededor de una planta.

Los aspectos históricos nos van a demostrar la pre-

El turismo en Uruguay está focalizado a recursos concentrados

alrededor de ciudades, pese a que el destino más valorado por los

visitantes extranjeros sea la playa, alrededor de Punta del Este.

agrupan dentro de la propues-ta: «Los Caminos del Vino», y son muchos los turistas nacio-nales y extranjeros que visitan las bodegas integradas en esta activa asociación.

El colectivo que agrupa a estas 14 bodegas asociadas ha constituido un producto tu-rístico muy atractivo y ofrece actividades como visita a bo-degas, conocimiento del vi-ñedo, catas, maridajes entre vinos y alimentos, compras o restaurantes en bodegas.

Invitados por esta institu-ción hemos visitado la mayor parte del territorio vitiviníco-la uruguayo, que cubre una superficie de alrededor de 9.000 hectáreas.

EN MARCHA

Guía de turismo del vino de Uruguay

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Miguel Martín Hernández

El vino es

un alimento

de consumo

tradicional en los

mundos de ámbito

mediterráneo.

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sencia del vino, esencial en la cultura cristiana, desde la venida de los conquistadores y misioneros. Las antiguas estancias religiosas son el primer vestigio de esta plan-tación. En el siglo XIX llegan nuevos emigrantes que trans-portan productos y técnicas para mejorar la viticultura ya existente; y tendremos que orientar a los viajeros a los lugares donde los pione-ros plantaron la uva tannat o la vidiela.

El patrimonioHace más de un siglo que la nueva vitivinicultura va gene-rando construcciones, va mo-delando el paisaje, utilizando técnicas y aperos locales o ve-nidos de otras tierras.

Gran parte de las bode-gas uruguayas actuales han guardado con cariño los vie-jos útiles que emplearon sus antepasados, tanto en el cul-tivo como en la vinifi cación. Este rico patrimonio que podemos observar distribui-

do por todo el territorio nos muestra como se cultivaba el viñedo en el pasado, cuando caballerías y bóvidos aporta-ban el trabajo para el labrado de las viñas.

Alrededor de esa vida agrícola se han generado in-teresantes manifestaciones culturales que van desde los alimentos característicos de la actividad laboral del viñedo, hasta las fi estas de la vendimia como elemento lúdico. La Guía, por lo tan-to es un repaso a elementos culturales que ha generado el vino y hablaremos en ella de muchos temas vinculados a este producto.

Circuito bodegueroEl principal atractivo del tu-rismo del vino es la visita a las bodegas, por lo que en esta publicación se ofrecerá un lis-tado de las diferentes bodegas visitables que existen en Uru-guay, siguiendo un sistema de agrupación geográfica, según ciertos criterios.

Hemos distinguido las bo-degas existentes en la ciudad de Montevideo y alrededores, y aquellas que se encuentran en Canelones. Creemos por otra parte que las bodegas que

se agrupan alrededor de Co-lonia, poseen otra unidad. El este del país, está ofreciendo varias bodegas que tendrían su centro en el Balneario de Punta del Este.

Otro conjunto de bodegas se encuentra en el noroes-te del país, donde surgió la viticultura del tannat. Por toda la República se pueden visitar bodegas aisladas de gran tradición e historia que difícilmente permiten ser agrupadas geográfi camente, pero que poseen un indudable interés, como la de la Cruz o la de Faraut en Durazno.

La bodega además de es-pacio de vinifi cación puede ser el punto de partida para el conocimiento de la viña.

El paisaje del viñedo se está posicionando como otro recurso apetecido por los afi -cionados. Conocer las forma-ciones del viñedo, su orien-tación, las variedades que lo componen, las medidas de los marcos de plantación, son aspectos que se pueden conocer en el recorrido por la viña, y cada uno de estos viñedos constituye un terroir particular con características singulares que nos propor-cionan mucha información.

El Enoturismo es un aliado para el

conocimiento del vino y la promoción

de la marca país: «Uruguay Natural».

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Producto culturalLa Guía pretende a través del conocimiento de la cultura del vino uruguayo, potenciar esta tipología de turismo te-mático que tiene especial re-levancia en espacios vitícolas vecinos como pueden ser los del sur del Brasil, el oeste ar-gentino o los chilenos.

Conociendo el vino como producto cultural se fomenta el interés por el medio rural, sus costumbres y tradiciones; fi nalizando con el incremento del consumo de ese producto, que genera además un fl ujo económico en la región que benefi cia a los habitantes de los territorios del viñedo.

Por estas razones, el tu-rismo del vino es mucho más que la visita a la bodega. Un país como Uruguay que inten-ta posicionarse en el merca-do mundial del vino con una variedad singular vinculada a su territorio, tienen en el Enoturismo un aliado de cara al conocimiento del produc-to y a la promoción de una marca-país.

El turismo del vino in-forma, atrae, crea marca y fomenta una fidelidad de consumo hacia productos conocidos en directo. El bo-deguero uruguayo a través de

restaurantes que propongan sugerencias relacionadas con el vino o posean una excelen-te cava de vinos.

No olvidamos los aspectos comerciales, por lo que descri-biremos vinotecas y tiendas especializadas que ofrezcan o divulguen los vinos urugua-yos. De la misma manera se describirán, ferias, fi estas o eventos que dignifi quen y pu-bliciten el producto vino.

Los textos van acompa-ñados del excelente material gráfi co que el fotógrafo espa-ñol Miguel Martín ha reali-zado recorriendo el país, bus-cando aquellas imágenes más representativas de la cultura del vino uruguayo.

En la actualidad Wines of Uruguay, institución editora de la Guía, está buscando los recursos necesarios para la publicación de esta obra que servirá para potenciar el cono-cimiento del vino uruguayo, tanto en el interior como en el extranjero, pretendiendo para esto realizar una edición bilingüe español-inglés.

En la próxima Feria In-ternacional de Turismo de Madrid (FITUR), en enero de 2010 se pretende presentar un audiovisual sobre La Cul-tura del Vino de Uruguay,

que constituirá el arranque del proceso editorial, que es-tará concluido en el mes de noviembre próximo.

Desde estas líneas agrade-cemos a las personas que nos han atendido en el trabajo de campo y muy particular-mente a las bodegas e insti-tuciones relacionadas con el mundo del vino. �

Perfil

Luis Vicente Elías Nació en Logroño, Espa-

ña, en 1949. Licenciado

en Filosofía, realizó sus

estudios de doctorado

en Antropología.

Es profesor de Antropolo-

gía en la UNED y respon-

sable de Investigación y

Patrimonio Cultural en

Bodegas R. López de He-

redia Viña Tondonia.

Entre los libros que

ha publicado está El tu-

rismo del vino (Universidad

de Deusto, 2006)

www.luisvicenteelias.com

las visitas a sus bodegas ten-drá a los clientes escuchando los valores y las virtudes de su trabajo y de su producto.

Cultura del vinoUna de las formas más senci-llas y económicas de promocio-nar una marca, y en nuestro caso con una variedad de uva como la tannat, es la de hablar de ella mostrando su espacio vegetal, su paisaje y su forma de elaboración como vino sin-gular y característico de este bello país. El turista escuchará la descripción de las virtudes de un producto de boca de su creador, y quedará entusias-mado si la descripción es ade-cuada y emocionada.

Por esto la Guía es tam-bién una herramienta co-mercial orientada a los ha-bitantes del propio país que en muchos casos ignoran el valor de los vinos locales.

La Guía no es un simple lis-tado de bodegas a recorrer, es sobre todo una descripción de los valores y manifestaciones culturales que se han genera-do alrededor de la viña y del vino a lo largo de los siglos. La cultura del vino es el eje del trabajo, y las manifestaciones serán muy diversas llegando a ofrecer orientaciones sobre

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Estela de Frutos O. J. Rossi

Las tecnologías y el mercado del «Tannat» de Uruguay empezaron a desarrollarse a fi nes del siglo XIX a partir de las primeras elaboracio-nes del esperado vino criollo. Un vino de color oscuro y sabor poten-te –su tarjeta de presentación- que fue imponiéndose desde entonces en el gusto nacional hasta alcan-zar verdadera preferencia entre los uruguayos.

Un siglo después, fruto de la experiencia y el conocimiento científi co pudo alcanzar un rango alto de calidad tecnológica y sen-sorial –a lo cual se agrega el valor de identidad nacional- que lo hace adalid del paquete del intercambio internacional.

La tecnología de su elaboraciónDesde el punto de vista tecnoló-gico son vinos que alcanzan un alto grado de perfeccionamiento enológico, es decir, de calidad in-trínseca. Este hecho es reconocido internacionalmente.

Es un vino de muy buena es-tructura. Se reconoce el acierto de la tecnología en la extracción y difusión de los polifenoles du-rante la etapa de fermentación y maceración y en la estabilización de los mismos durante la crianza en madera. Es un vino de buen equilibrio de sabores porque las

uvas se cosechan con el grado óp-timo de maduración. En la fase aromática son intensos y com-plejos, consecuencia de aciertos en el control de temperaturas en todas las etapas de su elaboración (criomaceración prefermentati-va, fermentación, crianza y con-servación), de los aportes de la madera y del acabado en botella. Despliega olores de diversas series aromáticas, evocadoras de varios recuerdos sensoriales –fruta ma-dura, fruta confi tada, fruta- pasa, especias, etc.- dependiendo de la elaboración y crianza.

El estilo propio y un perfi l sen-sorial particular –concentrado– constituyen el valor de identidad

TANNAT

Identifica al país en el mundoEl vino tannat otorga

identidad y posiciona a

Uruguay en el contexto

mundial como país

productor de vinos

exclusivos de alta gama.

y con matices a modo de pincelada en cada marca, suma el valor de la diversidad.

Gustos y estilosLa preferencia del consumo en los primeros tiempos -fi nes del siglo XIX y principios del XX- era hacia vinos de mucho color. Los primeros vinos se elegían casi ex-clusivamente por esa característi-ca. Parecería que esa exigencia de color originaba la preferencia por este vino. Se considera además, que se le consumía joven por la relación muy ajustada entre la oferta y demanda.

Podría pensarse que el merca-do actual tiene similar exigencia

CONTRAPUNTO

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con el color -cualidad que destaca al tannat- pero a diferencia valora cada vez más los aromas frutados complementados con la madera y taninos pulidos. A fi nales del siglo XX el éxito internacional del Tannat se basó en su color, olor, sabor cuerpo y estructura. En los primeros años del siglo que transcurre, empieza a afi narse, según la tendencia internacional, y muestra toda la elegancia que es capaz de desarrollar en el trans-curso de la crianza.

Nace de una pasiónComo en tantas cosas de la vida, en esta experiencia hubo un poco de suerte y mucho de tesón. Una cepa originaria del suroeste francés que se cultivaba solamente en los Piri-neos Atlánticos encontró un nuevo hábitat en la otra margen del océa-no y pudo unir dos culturas.

Sabemos que el inicio no fue fácil, pero las ganas de tener un vino de la tierra pudieron más. A fi nes del siglo XIX el Tannat que

ya estaba bebible, empezó a dar que hablar. Primero por nove-dad y luego por su sabor intenso anunciado desde su color, se im-puso con verdadera afi ción entre los uruguayos.

Un amor intenso dominó a la razón y fortaleció la voluntad, sin lugar a dudas. De esa pasión nació nuestro gran Tannat. Pasó el tiem-po pero el entusiasmo permaneció con toda su fuerza. No era enton-ces, ni lo es hoy, un vino fácil. Cuando se le degusta por primera vez, sorprende, cuando se le cono-ce, gusta y cuando se lo entiende, no se lo abandona jamás.

Personalidad Tannat Se dice que enloquecemos al mi-rarlo, por su color profundo, bor-dó oscuro, casi negro. Al olerlo, acto seguido, nos invade su per-fume franco y concentrado capaz de evocar una mezcla de olores de la naturaleza, nuestra huerta y nuestro campo. En el sabor no se queda atrás y, si aceptamos que la armonía es una manifestación de calidad, este vino la presume porque su cuerpo fuerte y su sabor intenso están anunciados desde el primer momento, sólo con verlo.

Un rasgo característico del Tannat es su estructura tánica, un vino de esqueleto fuerte, cor-pulento. Se trata de taninos muy agradables que se sienten en la boca con una sensación táctil que

El estilo propio y un perfil sensorial

particular –concentrado– constituyen

el valor de identidad y con matices a

modo de pincelada en cada marca,

suma el valor de la diversidad.

la envuelve como un terciopelo. Cuerpo y taninos presentes, dul-ces y agradables, constituye uno de los aspectos más reconocidos de su calidad internacional. Este hecho se convierte en una cues-tión cultural, dentro y fuera de fronteras, en todos los ámbitos el Tannat se muestra único.

La personalidad Tannat es fas-cinante, eso no quiere decir que el vino guste de primeras. Algunas veces parece muy serio, recio o austero. Será necesario acercarse a él sorbo a sorbo para ir descu-briendo su nobleza. Después de conocerlo no defrauda nunca.

Los años les caen de maravilla. Es amable en la mezcla con vinos de otras variedades. Es de alta gama en su expresión cien por ciento varietal.

El buen suceso que lo acompa-ña desde que Harriague lo planta-ra en estas tierras hasta la fecha, generan el fuerte compromiso de la empresa vitivinícola y la opor-tunidad de su degustación.

Tannat es la pasión del viti-cultor, del enólogo y de todos los uruguayos. Ponemos todo en este vino y esa energía le permite deleitarnos a pleno con su color rojo profundo, su olor intenso a fruta, tabaco, chocolate y tinta china, su sabor a taninos ma-duros, su boca amplia y untuosa, su temperamento fuerte, pero apacible y afable. �

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Page 57: Revista dePaseo Nº2 Noviembre - Diciembre 2009

AJO Y CEBOLLA

Martín Cerisola O. J. Rossi

PUCHERO

Menjunje sagradoEl puchero nace de la mezcla entre españoles, indios y gauchos

durante la colonia. Aquellos traen el cocido madrileño, la

preparación lenta de la carne y de los vegetales en el agua

caliente. Aquí se suman las papas, el choclo y la fariña. Así,

resultado de una mezcla e hijo de una ancestral tradición, surge

el puchero, plato predilecto de nuestra cocina casera y criolla.

El origen de esta prepara-ción en España se pierde en el tiempo. Ya la Edad Media conoce estos cocidos de carne y verduras que se preparaban como auténticas pócimas para atravesar el frío. El an-

tiguo Egipto conoció también esta sabiduría medicinal de los alimentos. El ajo era plan-ta sagrada. Los esclavos cons-tructores de las pirámides tomaban infusiones diarias de ajo a la madrugada para

potenciar la circulación que el frío entumecía, calentar el cuerpo y fortalecer la sangre. En América los aztecas inge-rían un diente de ajo diario en invierno como remedio de prodigiosa fuerza contra los

problemas respiratorios del invierno.

Los cocidos se preparaban teniendo en cuenta los efectos terapéuticos de cada alimento y sus combinaciones. La ac-ción del agua caliente sobre

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los sólidos iba desprendiendo y mezclando, a fuego lento, sus propiedades y olores. La destilación, la fi ltración y la infusión eran los procesos de la cocina de invierno. El ritual exigía tiempo. Primero iban las cebollas, cuyos efluvios dilataban los pulmones y los bronquios, aliviando el cata-rro y disolviendo virus y bac-terias. La clorofi la de la espi-naca, llamada «sangre verde», era un tónico efectivo contra la fatiga, la debilidad y la ane-mia. Los olores del laurel y del romero en el vapor del agua, por su parte, funcionaban como expectorantes, afl ojan-do la tos y el resfrío.

En campañaEl puchero, hijo de esta sabi-duría, se cocina en la Banda Oriental desde la época de la colonia.En campaña se usa-ban ollas inmensas, se coci-naba para mucha gente.

La olla se colocaba sobre un fuego a leña en el piso y se revolvía con un cucharón enorme. Muchas veces, a pe-sar del frío, el puchero se pre-paraba a la intemperie.

Las papas iban enteras y con cáscara a la olla, caían como piedras en el agua. Las manos y las papas se pare-cían. Había manos de cha-nás, de charrúas, de tupíes y guaraníes. Había indias, chinas y gauchos.

La elaboración era lenta. Zanahorias, boniatos y za-pallos fl otaban largo rato en el agua. Mientras hervía el menjunje tomaban mate al-rededor del fuego.

Primero se tomaba el cal-do, que bebían sin cuchara en vasijas de barro o de madera. El líquido caliente reconfor-taba y ponía a funcionar los jugos del estómago, estimu-

Receta Puchero

4 porcionesIngredientes2 k de carne de falda, pecho

cruzado, aguja, caracú o

mezcla de ellos.

50 g de panceta (opcional)

1 cebolla entera

1 morrón

1 ajo

2 ramas de apio con las hojas

Perejil, romero, laurel, etc.

2 nabos

2 puerros

Una hoja de repollo

4 zanahorias

2 trozos de zapallo

4 papas

4 choclos

4 boniatos

1 atado de espinaca

2 remolachas

1 coliflor

1 brócoli

PreparaciónPoner en una olla grande con

agua (3 litros de agua por

cada kilo de carne) la pan-

ceta, la cebolla, el apio, los

nabos, los puerros, la remo-

lacha, el repollo, las hierbas y

sal a gusto. A los 15 minutos

de romper el hervor agregar

la carne. Dejar hervir a fue-

go lento una hora retirando

con la espumadera la espu-

ma que sube a la superficie.

Agregar las zanahorias, la

coliflor, y el brócoli, las pa-

pas, el boniato y el zapallo.

Dejar hervir unos 15 minutos

más. Minutos antes de reti-

rar del fuego poner los cho-

clos y las hojas de espinaca.

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Algunos consejos

Para aprovechar mejor los nutrientes de la papa y del bo-

niato es mejor que vayan con cáscara a la olla, pero deben

estar bien lavados previamente.

Los porotos y garbanzos que se preparan para la «olla

podrida» deben dejarse en remojo la noche anterior.

PirónAgregar el caldo caliente del puchero a la fariña revolvien-

do constantemente hasta la consistencia de salsa.

FarofaAgregar cebollas y morrones saltados al pirón.

lando la digestión y la buena absorción de los alimentos.

En MontevideoYa desde fines delsiglo XIX se preparaba puchero a dia-rio en Montevideo. Se usa-ban cortes de carne de larga cocción (falda, pecho, aguja, etc.) y, además de las ver-duras ya mencionadas, se incluía brócoli, apio, repo-llo, colifl or, remolacha, mo-rrón, perejil, puerro y nabo (estos dos últimos, poten-tes tónicos contra la gripe y los problemas bronquiales y pulmonares).

Se bebía primero el caldo y luego se comían las verduras y la carne vacuna, que acom-pañaban de fariña, farofa, pi-rón, salsa de tomate, pimien-ta y mostaza.

El Chutney, con el que se acompañaba la carne del pu-chero, es un preparado de fru-tas y especias de la India que los ingleses trajeron a nuestro país a principios del siglo XX.

Posteriormente, ya entra-do el siglo XX, el ritmo de la ciudad fue transformándose. La dilatada preparación de un puchero combinaba cada vez menos con el tiempo urbano. Surgieron los caldos concen-trados, las verduras se alma-cenaban en la heladera y se procesaban en electrodomés-ticos. Esto disipaba el vigor de los nutrientes de la tierra. El ritual de la preparación, el contacto de las manos y del resto de los sentidos con los elementos, se fue perdiendo.

Sin embargo hoy día en nuestro país mucha gente sigue cocinando puchero du-rante el invierno. Se prepara el clásico de carne vacuna o la «olla podrida», más suculen-ta aún, ya que incluye varios tipos de carne (chorizo, mor-

cilla, gallina o pollo, etc.) y porotos y garbanzos.

La olla conserva intacto su poder de congregar, familias y amigos siguen reuniéndose en torno a ella y su conjuro desplegado entre conversa-ciones, vino, pan y caracú. �

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SIN DOCUMENTOS

Ani González Ríos & Osvaldo Melesi O. J. Rossi

MINAS

San Francisco de las SierrasUruguay es conocido como una extensa llanura, sin demasiadas

quebradas ni sobresaltos geográficos. Hasta que llegamos al

departamento de Lavalleja. Allí la topografía nos muestra otra

realidad. En medio de ese paisaje se encuentra «San Francisco

de las Sierras» y hasta allí llegó de Paseo.

59Desde la carretera se divisa un paisaje infrecuente de cerros y serranías. Las in-usuales formaciones graníti-cas contrastan con los cielos intensos que las acompañan. Sin duda también tienen que ver con esa profusa carga

energética que caracteriza al departamento.

Los atardeceres dibujan fuegos intensos entre esos cerros. Surge ante nosotros una paleta de colores vivos, intensos, irreales, que nos re-cuerda los tonos de Van Gogh.

Por algo las puestas de sol mi-nuanas son conocidas como los «atardeceres de fuego».

Desde Montevideo toma apenas una hora y media llegar a Minas, capital del departamento de Lavalleja. A sólo cuatro kilómetros de

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Minas está el complejo turístico «San Francisco de las Sierras». Un establecimiento tal vez no demasiado conocido pero que merece serlo.

El tipo de construcción de las cabañas, las instalaciones, el entorno lo hacen diferente. La calidad de los servicios, lo hacen verdaderamente destacable.

El complejo, de fácil acceso, está lo sufi cientemente alejado de la ruta como para no sentir el sonido de motores y del tránsito vehicular. El silencio, la calma y la tranquilidad aquí ocupan un lugar central.

Las cabañasConstruido en un predio de cin-co hectáreas, todo tiene una di-mensión humana y confortable. Aquí inmediatamente se aprecia una personalidad propia del lu-gar. También se percibe el cariño del personal que desempeña sus labores diarias.

Son seis cabañas de dos pi-sos, construidas en el año 2001. Cada una puede albergar has-ta seis personas. Edifi cadas en piedra con techo a dos aguas, tienen un estandar elevado, pero sin lujos. La combinación de piedras y rústicas maderas, logran una perfecta y agradable armonía.

Una amplia sala a la entrada desemboca frente a una hermo-sa estufa a leña.

Sillones de madera, mesa de diario y una cocina completa –que incluye heladera- conforman la parte inferior de la cabaña. Se suma un baño inusualmente am-plio, confortable, con buena ilu-minación y abundantes toallas.

En el piso superior, dividido en dos ambientes, están las con-fortables habitaciones. Ambas plantas cuentan con amplios ventanales que permiten el dis-frute de las serranías que envuel-ven y enmarcan el complejo.

Frente al porche techado, cada cabaña cuenta con parrillero propio y horno a leña. Excelente oportunidad para quienes se ani-men a probar las recetas de algún pan casero o alguna pizza.

Aunque debemos ser since-ros, el excelente resturante queda demasiado cerca, y si uno va por pocos días, es una oportunidad que uno no debería dejar pasar.

El restauranteEl restaurante está abierto para todo público, no sólo para quie-nes se alojan en el complejo. Especialmente los fi nes de se-mana, los comensales son nu-merosos y de las más variadas procedencias. El restaurante abarca varios salones que pue-den adaptarse para dar cabida a más de 300 comensales.

Los desayunos, variados y completos, ofrecen exquisitas opciones.Fiambres, quesos y panes diversos, yogures, pos-tres caseros, jugos naturales, ensaladas de frutas, satisfacen todas las exigencias. El autoser-vicio permite probar e insistir en los platos preferidos.

Almuerzos y cenas van en la modalidad de «tenedor libre». Delicia para algunos, tormento para otros, sobretodo en tiem-pos de colesteroles altos…

La oferta gastronómica es muy atractiva y variada, donde se luce la mesa de ensaladas.

Una parrilla completa -donde Eduardo hace maravillas-, mere-ce ser deleitada lentamente, sin urgencias, como todo lo bueno en la vida… Con su asesoramiento, elegimos cada trozo de las varia-das carnes y achuras. Justamente como cada uno lo desea, en tama-ño y en su punto exacto.

El lechón a la pizza –especia-lidad de la casa– merece los me-jores comentarios. La carta de vinos es variada y buena. La de postres toda una tentación.

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La tibieza de los rayos de Inti Sol acariciaron mi rostro

como un dulce susurro anunciando el amanecer. Ins-

tintivamente busqué y encontré debajo de las cobijas

la cálida mano de mi compañera. Los dos suspiramos

profundamente al unísono y así nos quedamos un

buen rato saboreando mansamente aquellos mági-

cos instantes. Con los ojos cerrados podía vislumbrar

en mi mente la belleza que se dibujaba en el amplio

ventanal de nuestra habitación… El horizonte cercano

y lejano a la vez era una preciosa mezcla de frescura,

sierras, aromas y aire húmedo con el toque magistral

y potente de la luz de nuestro padre Sol…

La paz de este lugar es una invitación permanente

para realizar el más fantástico de los viajes: el viaje

hacia mi interior. Un encuentro pleno y total conmi-

go mismo. Dicen los que saben que los humanos no

somos individuos con alma, no, en realidad somos

espíritu con una experiencia humana. Hace no mu-

cho tiempo no podía entender semejante afirmación.

Hoy estoy plenamente convencido que así es. Yo, mi

verdadero Yo, no es mi cuerpo, no es mi mente, no

es mi nombre, no es mi oficio ni mi rol en la familia

o en la sociedad. Mi Yo auténtico es mi Esencia que

es divina, es mi Espíritu que es eterno…

Cuando escribo estas líneas recuerdo que un día

le preguntaron a Jesús: «Tú, ¿quién eres?» y Jesús les

respondió: «Yo soy el que soy»… ¡Brillante!

¡Qué verdad tan hermosa! Y está dicha en cinco

palabras. Una pena que su verdadero significado haya

pasado desapercibido para tanta gente.

Decía que este lugar era muy especial. En efecto,

lejos de los ruidos, las computadoras y los apuros de

estos tiempos, este hermoso valle, rodeado de sierras,

y colmado de vida por doquier es el sitio perfecto para

viajar hacia mi esencia divina y disfrutar al máximo

semejante experiencia.

Ya sea caminando y entrando en contacto directo

con nuestra Madre Tierra, la Pacha Mama, ya sea, sim-

plemente observando la belleza de la naturaleza que se

despliega serenamente a mi vista; ya sea escuchando el

canto de los pájaros que por cientos alegran continua-

mente mi corazón; ya sea sumergiéndome en la lectura

de un buen libro; ya sea meditando mansamente junto

al fuego que ilumina y conforta por las noches. Todo se

suma para concretar una propuesta magnífica que me

deleita y gratifica. Poco a poco me voy re-encontrando

conmigo mismo, me vuelvo a descubrir, me vuelvo a

asombrar con la belleza de mi interior, me vuelvo a re-

gocijar hasta llegar al éxtasis de la totalidad… Es cuando

comprendo cabalmente lo que decía Jesús: «Yo soy».

Cae la tarde. Es un momento mágico. Tan má-

gico como el amanecer. Inti Sol pide permiso para

marcharse por el oeste escondiéndose entre las sie-

rras vestidas de verde para la ocasión. Los pájaros lo

autorizan y se marchan para sus nidos. El viento lo

autoriza y comienza a convertirse en suave brisa que

acarician mi rostro y el de mi compañera. Juntos nos

quedamos, tomados de la mano y sonriendo nosotros

también lo autorizamos.

El viaje, que había comenzado con el alba está

llegando a su fin y no quiero que termine. ¡Ese es

el tema! En realidad nunca termina cuando uno al-

canza a comprender el verdadero sentido de la vida.

La Vida. Ese misterio insondable para la mente pero

totalmente claro para el espíritu.

¡Buen viaje! A disfrutar y ser felices, que de eso

se trata.

Este hermoso lugar se llama «San Francisco de

las Sierras» y es un paraíso perdido en la humildad

de este lindo país.

Los muchachos que gentilmente brindan su es-

fuerzo para servir al viajero lo hacen de la mejor ma-

nera para orgullo de sus familias y el bienestar de

quienes les hemos elegido como una opción magní-

fica de descanso. �Fernando Alonso

San Francisco

UN PARAÍSO ENCONTRADO

En unas de las tantas conversaciones que fueron dando forma a de Paseo,

coincidíamos que en todo viaje, ya sea geográfico o interior, lo importante

era conocer, disfrutar, descubrir y compartir… Hasta Fernando Alonso

llegaron estas palabras y un buen día, mientras iba tomando cuerpo y

volumen la revista, gratamente nos encontramos con el relato de su

vivencia en «San Francisco de las Sierras».

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El buen tratoLas instalaciones son muy buenas, pero ¿qué serían sin el personal? ¿Qué es lo más importante de un establecimiento turístico, si no el personal?Don Roque Munúa, propieta-rio y «hacedor» en la cocina, cuenta con excelentes colabo-radores. Es conciente de ello, y es parte de su orgullo.

Jorge, Elma, Silvia y demás colaboradores, hacen que los huéspedes se sientan cómo-dos, distendidos, que disfru-ten profundamente del lugar y lo que el lugar invita. Efi cien-tes, amables, cálidos, bien dis-puestos, muestran a las claras que trabajan a gusto.

Un desayuno suculento con un paisaje maravillo-so, nos predispone a descu-bir instalaciones y lugares.

Lo más cercano es una bella piscina apta para distintas edades. Limpia, bien cuida-da, con reposeras, nos brinda la oportunidad de «sol y pla-ya» entre las sierras.

A pocos metros un lago arti-fi cial, con su muelle de made-ra, posibilita nuevas opciones. Los interesados en la pesca y los más pequeños tienen aquí su gran oportunidad.

Las caminatas por el en-torno son seguras y sin trá-fico, permiten a los niños correr y jugar seguros y en libertad. Recorrer las barba-coas nos conduce a cómodos muebles de exteriores. No-sotros los elegimos para leer plácidamente y alternar la lectura con el paisaje.

Al caer la noche, cuando la negrura se hace total, el disfrute es de otra índole.

¿De dónde salieron esas mi-les de estrellas luminosas? ¿Serán parte de la oferta del complejo? Pensamos que no. Aunque tal vez que sí, como la enorme luna que viene a hacerles compañía.�

¿Cómo llegar?

En auto

Desde Montevideo, ≈

125 kms. por Ruta 8.

Desde Punta del Este, ≈

70 kms. por Ruta 12.

Desde Piriápolis, ≈

45 kms. por Ruta 60.

En ómnibus

Se llega a la Terminal de óm-

nibus de Minas y desde allí un

taxi lo lleva hasta el Complejo

por unos 100 pesos. También

se puede tomar el ómnibus

que va al Parque UTE-Antel,

desde la ruta hay que caminar

unos 200 metros.

Contactoswww.complejosanfrancisco.com

[email protected]

Teléfonos: (044) 21 105 099 619 606.

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