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[email protected] nº 24 WWW.IESALBERICIA.COM EN RECUERDO DE LORENZO BOLADO “Los rugidos de la galerna no pueden acallar la voz del vate de Mouro, y tampoco hay tinta que emborrone su estampa, la del amor pirata que a fuerza de padecer ha enraizado a los pies de un faro como la roca milenaria a donde van a morir las utopías (o a nacer)”. “Mañana, el principal problema no será la liber- tad de expresión, sino la capacidad para salir de la comunicación mediatizada para intentar una co- municación directa, humana y social” - Dominique Wolton, del artículo ‘Escapar de la comunicación me- diatizada’ publicado el ‘Le Monde Diplomatique’ -

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mouro. iesalber ic ia@gmai l .com

nº 24

WWW.IESALBERICIA.COM

EN RECUERDO DE LORENZO BOLADO

“Los rugidos de la galerna no pueden acallar la voz del vate de Mouro, y tampoco hay tinta que emborrone su estampa, la del amor pirata que a fuerza de padecer ha enraizado a los pies de un faro como la roca milenaria a donde van a morir las utopías (o a nacer)”.

“Mañana, el principal problema no será la liber-

tad de expresión, sino la capacidad para salir de la

comunicación mediatizada para intentar una co-

municación directa, humana y social”

- Dominique Wolton, del artículo ‘Escapar de la comunicación me-

diatizada’ publicado el ‘Le Monde Diplomatique’ -

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Querido papá, querido Lorenzo:

Hola papi,

Tras muchos emails intercambiados, muchas cartas escritas, muchas postales llegadas desde puntos diferentes del planeta, esta será la últi-ma vez que te escriba, la definitiva, una carta de adiós, de despedida.

Muchas veces me han hecho la misma pregunta, ¿Quién es tu ídolo? ¿A quién te gustaría parecerte si pudieras escoger? Mi respuesta, sin titubeo alguno, era siempre la misma, a mi padre.

El por qué es simple. Jamás he conocido, ni creo que conozca, a alguien como tú. Hom-bre de pocas palabras pero de gran corazón. Tus ojos claros lo decían todo, tu sonrisa era siempre verdadera, tus consejos siempre sabios y tu actos siempre prudentes y sinceros. Eras especial, diferente.

Todas y cada una de las personas que están aquí hoy no saben que eras un apasionado de la música, lo que disfrutabas viendo el Concierto de Año Nuevo de Viena o que te gustaba tumbarte en el sofá y escuchar una pieza de música cada día.

Tampoco saben que te encantaban los anacardos, levantarte en mitad de la noche a tomar un vaso de leche con bizcocho o comer los mejillones que te preparaba la tía Pili.Fuiste la persona que nos inculco el amor por la fotografía, por el arte, por el cine, por

la lectura y por un sinfín de cosas más…

Me gustaba verte en pijama, en la mesa de la cocina estudiando francés y que me preguntaras tus dudas, verte construyendo maquetas, que me esperaras para hacer un puzle, también entrar por la puerta de casa y oír de fondo algún documental de la Segunda Guerra Mundial, sabía que estabas arriba, justo al final de las escaleras.

Te quedaron muchas cosas por hacer como enseñarnos a jugar al ajedrez, terminar la carrera de Derecho, ver a los nietos que algún día llegaran y ser tan buen abuelo como padre.

No importa. Durante tus 56 años viviste muchas cosas… ¿Quién podría creer que pasaste tu infancia en África? Cuando éramos pequeñas nos encantaban tus historietas.

Toda la comunidad educativa relacionada con el IES La Albericia rindió el pasado 19 de noviembre de 2014 un cálido homenaje al que fue su director Lorenzo Bolado Revuelta. La música, las imágenes y las palabras llegaron a las personas que abarrotábamos el hall del instituto en una tarde emotiva.Los recuerdos de su vida fueron desfilando en una pantalla acondi-cionada al efecto y las palabras de cariño, agradecimiento y reconoci-miento emocionaron a los asistentes. Entre los que subieron al estra-do, su hija mayor, Paula Bolado, y el actual director del IES La Albericia, Miguel Ángel Ortiz, cuyas intervenciones reproducimos aquí.

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Recordaré siempre tu humor inglés aunque nunca pudimos ir contigo a Londres, los piques con Lidia en un Barca–Madrid, verte reír a carcajada limpia en el cine mientas veíamos To Be or not To be. Todo un clásico como tú decías…

Pero sin duda lo más importante que hiciste fue creer en

ti, creer en la vida, creer en los sueños. Fuiste una persona luchadora, te levantaste tras cada caída, te enam-oraste, perdiste al amor de tu vida, nuestra madre, y tuviste el valor de volver a hacerlo de volver a enamo-rarte y de volver a ser feliz con una estupenda mujer.

Ese es el recuerdo que nos dejas… una persona feliz, orgullosa de sus hi-jas que no serían lo que son hoy sin ti.

Gracias papa, por darnos a mí y a mi hermana los valores esenciales de la vida, por enseñarnos todo lo que sabías, por darnos todo lo que tenías y por confiar en nosotras.

Antes de cada discurso, eras tú el que se ponía frente al espejo y anudándote la corbata me preguntabas inseguro ¿Paula esto combina bien? Hoy soy yo la que se siente inse-gura y haré lo que tú hubieras querido hacer, dar las gra-cias a cada una de las personas que están aquí y a todas aquellas que quisieran estar y no han podido acudir.

Gracias a todos por estar siempre. En cada problema, en cada risa, en cada celebración. Sois su familia y la nuestra también. Gracias porque completabais su vida, él era feliz al levantarse cada día y os adoraba a todos, compañeros y alumnos.

Todos sabemos que no será fácil no verte recorrer los pasil-los con tus libros bajo el brazo o sentado en tu despacho, será difícil no poder llamar y preguntar a Amparo, Ludy o María ¿Está papá?, no verte tumbado en la cama prepa-rando exámenes y corrigiéndolos…

Pero nos queda tu trabajo, tu esfuerzo y el resultado. Lo has hecho muy bien papa. Muy bien.

Ahora descansa.

Nada volverá a ser igual pero tomamos nota. Sea lo que sea, será de verdad y sí, seremos felices. Si tú pudiste no-sotros podremos.

Hasta siempre papá.

Paula

En primer lugar quiero agradecer vuestro apoyo durante estos dos duros meses que nos ha tocado vivir y vuestra presencia hoy aquí para mostrar el reconocimiento que se merece Lorenzo como profesor, compañero, director de este centro y amigo de muchos de nosotros.

No estoy seguro de que Lorenzo estuviera muy conforme con la idea de meter tanto ruido en torno suyo. Recuerdo como se reía cuando su hija le reprochaba en broma el jaleo que él había provocado con su ingreso hospitalario por

legionela hace ahora unos 10 años. En cualqui-er caso, abusando de la confianza y sabiendo que la opinión de la mayoría era para Lorenzo argumento de peso, nos hemos decidido a or-ganizar este encuentro en torno a su memoria, o quizá mejor, en torno a su presencia.

Alguien decía, y cito textualmente que “un profesor trabaja para la eternidad, nadie puede predecir donde acabará su influencia”. A lo largo de los últimos 25 años se dedicó a la enseñanza con profesionalidad, honradez e

ilusión. En los últimos días he recibido distinto mensajes de antiguos alumnos; este llega desde lejos y dice: “La verdad es que puedo decir con rotundidad que ha sido el mejor profesor de inglés que he tenido. Nunca tuve un nivel de inglés como ese año. Era cercano y estricto, era honesto y tranquilo, pero sobre todo era buena persona”. No puedo hablar por todos los alumnos que han pasado por sus clases, pero sí puedo afirmar que la huella que ha dejado en nosotros, sus compañeros y amigos, perdurará para siempre.

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Lorenzo siempre entendió su trabajo con un gran sentido de equipo, de grupo, buscando que todo el mundo se sin-tiera a gusto, que pudiera desarrollar sus proyectos con la libertad y el apoyo suficiente. La prudencia, la “mano izqui-erda”, y la reflexión unidas a la inteligencia fueron siem-pre su guía en la manera de proceder. Supo delegar en muchos momentos, ponerse al frente en otros y siempre defendió con determinación a sus compañeros y a nuestro Centro. Seguro que en un partido de fútbol se identificaría antes con el árbitro que con cualquiera de los bandos, huyendo del protagonismo, velando por el cumplimiento de las reglas del juego, con firmeza pero sin ostentación, marcando los tiempos y buscando un segundo plano en las celebraciones - aunque tampoco se quedó nunca atrás a la hora de tirar los limones al aire.

En toda su trayectoria profesional ha sido un firme de-fensor de la Enseñanza Pública y de calidad, abierta a la participación de toda la comunidad educativa, defensora de los valores democráticos y de la creación de ciudadanos libres y críticos y, en nuestro centro especialmente en la atención a las diferencias y dificultades de nuestros alum-nos.

Para celebrar y reforzar ese espíritu de Lorenzo de com-pañerismo, de respeto, de inclusión, de tolerancia, que ya

forma parte del ADN del IES de La Albericia, la comunidad escolar ha decidido que el salón de actos del Instituto lleve en adelante su nombre: Lorenzo Bolado.

No quisiera acabar sin recordar alguno de los muchos momentos vividos muy cerca de Lorenzo durante estos últimos 20 años: recuerdo muchas tardes de domingo vien-do los partidos de su Real Madrid, algún defecto debía de tener, los maratonianos septiembres, en los que el Instituto se convertía en nuestra primera casa y su especial hab-ilidad para encontrar “arreglos” a los horarios, su humor inteligente que en su caso se puede decir que era doble-mente inglés y, por último, sus ganas de vivir y de luchar a pesar de los duros momentos que tuvo que pasar.

Para terminar quiero agradecer a Paula y a Lidia, al resto de sus familia, al presidente de la Permanente de Direc-tores, a los representantes de la Administración y al resto de compañeros su contribución a este acto e invitaros a todos a que posteriormente utilicéis este micrófono para compartir con todos nosotros aquellas anécdotas, impre-siones o reflexiones sobre la figura de Lorenzo que podáis recordar con más cariño.

Miguel Ángel Ortiz

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EDITORIAL

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T ermina el año 2014 que para nuestra comunidad ha supuesto simplemente la materialización de una pesadilla anunciada de antemano. Durante

el curso pasado continuó la ofensiva sin cuar tel contra la enseñanza pública. Las consecuencias de los recor tes en los recursos económicos y humanos se han hecho cada vez mas insopor tablemente evidentes. El aburrido mantra “es inev-itable y además necesario” repetido desde los despachos de la Consejería de Educación como justificación de sus despropósitos ha acabado agotando incluso a oídos que se tenían como muy pacientes. Peor incluso ha sido la estrate-gia elaborada desde los responsables de la innovación educa-tiva que parecen, a juzgar por sus resultados, un burda tapad-era y deficiente compensación de los desmanes cometidos en esta legislatura. La puesta en marcha y el estrepitoso fracaso de unos pretendidos planes de calidad -como el de-nominado Punto Neutro cuyo resultado puede calificarse sin exageración alguna de escenario grotesco- ha evidenciado otra vez más el perfil de unos gestores que ya no merecen ni un minuto más nuestra confianza. La apelación por par te de estos responsables del saqueo contra la enseñanza pública, a nuestra profesionalidad e imaginación, como herramien-tas para contrarrestar las consecuencias de su política ed-ucativa, constituye sin lugar a dudas un insulto intolerable a nuestra dignidad como docentes y al mismo sentido común. Es el cuento del bandido generoso con otra vuelta de tuerca. No solo no nos despojan de todo en un acto de prodigalidad encomiable, como en el cuento tradicional, además ahora también nos quieren orientar sobre como podemos sor tear con inteligencia los trastornos y dificultades producidos por el mismo acto del bandidaje.

Este año de 2014 ha sido también un año de aniversarios. Se han cumplido 40 años de la Revolución Por tuguesa del 25 de abril que puso fin a la dictadura más larga de Europa occidental, y 40 años de la caída del régimen de los coroneles en Grecia. Dictaduras, no lo olvidemos, sostenidas por los mis-mos sectores sociales que ahora imponen esta ofensiva brutal contra los derechos sociales y políticos que edulcoran como política de ajustes necesarios. Nos encontramos sin embargo en un periodo de retroceso de los valores democráticos en esta vieja Europa. Aquellos principios de equidad y liber tad que sacudían al mundo solo hace 4 décadas parecen rele-gados a un baúl en el desván de nuestras memorias. Es un capítulo negro de la lucha de la civilización contra la barbarie como diría Hobsbawm. Se trata a fin de cuentas de la vieja lucha de la palabra y la razón contra el oro y su terrible fuerza

de coacción. No hay duda de que en los últimos 30 años las primeras (palabra y razón) han retrocedido y han abandonado posiciones estratégicamente impor tantes, aunque también se han conquistado otras igualmente impor tantes a cor to, medio y largo plazo. Todavía hay pues barricadas que defender como sentenciaba Walter Benjamin cuando esta misma barbarie, con el uniforme entonces del fascismo, cometía atrocidades por los mismos territorios en los que ahora despliega el pauperis-mo y la desolación creciente entre una masa social cada vez mayor, si bien actualizada hoy su indumentaria con trajes de diseño y convenientemente librada de aquellos llamativos cor-reajes. No es una afirmación gratuita. Grandes corporaciones europeas y conocidas familias (con nombres y apellidos) que sostuvieron económica y políticamente la barbarie nazi-fas-cista de la década de los años 30 y primera mitad de los 40, tienen hoy un peso similar al que ostentaron entonces sobre la instituciones europeas que diseñan en el presente las políti-

cas de ajuste.

Pero, por otra par te, hay indicios de que este ciclo omino-so está llegando a su fin. La indignación parece aflorar donde hace poco solo se manifestaba el miedo y la incer tidumbre. Gerald Brenan reflexionaba en su El Laberinto Español publica-do en Gran Bretaña en 1943 sobre una peculiaridad constante en la Historia de la España Contemporánea . El pueblo español -afirmaba- tiene una enorme paciencia, pero cuando estalla no hay quien lo detenga.

Creemos en Mouro que es hora de movilizarse en defensa de la razón y de los valores cívicos y hacer que sea ahora a la barbarie a quien le toque dar marcha atrás… muy pero que muy atrás.

¿EL FINAL DE UN CICLO OMINOSO?

“Aquellos principios de equidad y liber tad que sacudían al mundo solo hace 4 décadas parecen relegados a un baúl en el desván de nuestras memorias”

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OPINIÓN

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ISABEL COFIÑO

Desde hace seis años la Univer-sidad de Cantabria, a través del Aula de Patrimonio Cultural, está promoviendo una serie de

actividades que tienen como fin acercar el Pat-rimonio histórico-artístico de la región a todo tipo de público, independientemente de su edad y formación. Entre ellas, las Lecciones de Arte y Patrimonio, en las que se realizan visitas guiadas a diferentes monumentos y lugares de interés de la región, son, sin duda, las que gozan de una ma-yor acogida, a juzgar por el elevado número de personas que asisten a cada una de dichas visitas. Sin embargo, se echa falta una mayor afluencia de jóvenes, ya que la edad media de los asistentes ronda los cuarenta-cincuenta años. Esto, unido a otra serie de consideraciones, como la falta de conocimiento de los alumnos de Secundaria y Bachillerato sobre aspectos relacionados con el Patrimonio de Cantabria, ha llevado al Aula de Patrimonio a poner en marcha un nuevo proyec-to: el Observatorio del Patrimonio, dedicado, en su primera edición, al análisis de la situación del Patrimonio en la Enseñanza.Para ello se reunió a un grupo de profesores de Secundaria y de la Universidad de Cantabria, jun-to a responsables de la administración y a profe-sionales de diferentes ámbitos relacionados con la conservación y difusión del Patrimonio. A lo

largo de una mañana todos ellos abordaron di-versos temas, como el conocimiento que tienen los jóvenes sobre el Patrimonio, en general, y de su región, en particular ; la manera de enfocar desde la Enseñanza Secundaria y el Bachillerato la formación en este área de conocimiento; las medidas que se pueden tomar desde la admin-istración para promoverlo o las consecuencias que se desprenden del desconocimiento de los jóvenes sobre los aspectos relacionados con el Patrimonio.Para los allí presentes, los escasos o nulos cono-cimientos que tienen muchos estudiantes sobre aspectos relacionados con el Patrimonio Cultur-al son un reflejo de la actuación de las adminis-traciones educativas, que no ofrecen soluciones para paliar esta situación que, además, se verá agravada con la nueva legislación educativa. Por otro lado, los propios museos y centros de in-terpretación de la administración cobran, en mu-chos casos, entrada para la realización de activ-idades extraescolares, lo que no deja de ser un obstáculo para que éstas se lleven a cabo. Úni-camente algunas iniciativas puntuales, fruto, en muchos casos, de la inquietud de algún profesor, ofrecen a los alumnos la posibilidad de iniciarse en el ámbito del Patrimonio Cultural. El resultado final es que un joven puede titularse en ESO y en Bachiller sin saber nada o casi nada de Patri-monio.Tras evaluar todos estos aspectos, también se

ofrecieron una serie de propuestas con la in-tención de que puedan servir como punto de arranque para mejorar la situación actual. Estas propuestas van desde la introducción de cambi-os en la legislación educativa para que aspectos como el Patrimonio Cultural formen parte de las programaciones de la Enseñanza Secundaria y Bachillerato, hasta hacer posible que los profe-sores dispongan de más margen para desarrollar proyectos propios, sin estar tan supeditados a las pruebas de diagnóstico o a la propia P.A.U. Asimismo, se dio especial importancia a que dichos docentes también cuenten con más herramientas para formarse espe-cíficamente en ma-teria de Patrimonio, como paso previo indispensable para la transmisión de es-tos conocimientos a los alumnos.No se puede apre-ciar y valorar lo que se desconoce, de modo que debe-mos empezar sensibilizando a los estudiantes con lo más pró- ximo, con el Patrimonio

Cultural de su entorno más cercano (pueblo, mu-nicipio, comarca, región…). Si conseguimos eso, lograremos impedir que muchos jóvenes asistan impasibles al deterioro o destrucción de elemen-tos del pasado, en muchos casos irrecuperables.

La enseñanza del Patrimonio Cultural en la Educación Secundaria y el Bachillerato: un reto para los docentes

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Casandra y la última llamada

Manifiesto Última LlamadaEn este verano de 2014, un grupo de científicos (ingenieros, físicos, biólogos, geólog-os y economistas ecológicos) junto con activistas sociales y ambientales, han elab-orado el Manifiesto Última Llamada, con el fin de advertir al mundo político y a la sociedad española de la situación de emergencia que atraviesa la humanidad como

consecuencia de la sobreexplotación y contaminación de los sistemas del planeta a

causa de nuestro modo de vida consumista y derrochador. La crisis actual no es meramente

una crisis económica, es una crisis de civi-lización.Como se dice en el Manifiesto, “estamos atrapados en la dinámica perversa de una civilización que si no crece no funciona y si crece destruye las bases naturales que la hacen posible”. El mantenimiento de nuestro modo de vida supone una huida hacia ade-

lante, continuar con el crecimiento económico pase lo que pase. Y lo que está sucediendo es que algunas fuentes de energía, como el petróleo y el gas natural, se están agotando y son muy difícilmente sustituibles por lo que

sin energía suficiente jamás podremos salir de esta crisis económica. Y lo que es peor todavía. El cambio climático, que ya es evidente, amenaza con destruir las condiciones de existencia de sociedades humanas complejas. Miles de personas en España difunden este mensaje en conversaciones entre amigos, impartiendo charlas, a través de sus blogs en la red y también, aunque muy pocas veces, lo han podido hacer en cadenas de TV. Pero al parecer su mensaje está tocado por la maldición de Casandra.Casandra era una princesa troyana que, tentada por el dios Apolo, accedió a tener un encuentro carnal con él a cambio de dotarla con poderes adivinatorios. Una vez que Casandra adquirió estos poderes proféticos, se desdijo de su compromiso y el dios Apolo, no pudiendo despojarla de estos poderes, hizo que la gente hiciera caso omiso de los vaticinios de la princesa.Queda un lustro, cinco años para actuar. Y por eso lo que pide este manifiesto es que se informe y se abra un debate trasversal abierto a toda la ciudadanía sea cual sea su color político, para conocer la extrema gravedad de la situación e intentar mitigar los efectos de la crisis energética y del cambio climático sobre los ecosistemas y la población española. Esperemos que esta propuesta se lleve a cabo y que, por fin, se rompa el maleficio de Casandra que, hasta el momento, ha impedido informar y conocer la situación tan crítica que atraviesa el mundo. Os dejo con la pieza: Manifiesto Última Llamada.

MÁXIMO LUFFIEGO

Los ciudadanos y ciudadanas europeos, en su gran mayoría, asumen la idea de que la sociedad de consumo actual puede mejorar hacia el futuro (y que debería hacerlo).

Mientras tanto, buena parte de los habitantes del planeta esperan ir acercándose a nuestros niveles de bienestar material. Sin embargo, el nivel de producción y consumo se ha conseguido a costa de agotar los recursos naturales y energéticos, y romper los equilibrios ecológicos de la Tierra.Nada de esto es nuevo. Las in-vestigadoras y los científicos más lúcidos llevan dándonos fundadas señales de alarma desde principios de los años setenta del siglo XX: de proseguir con las tendencias de crecimiento vigentes (económico, demográfico, en el uso de recursos, gen-eración de contaminantes e incremento de desigual-dades) el resultado más probable para el siglo XXI es un colapso civilizatorio.Hoy se acumulan las noticias que indican que la vía del crecimiento es ya un genocidio a cámara lenta. El declive en la disponibilidad de energía barata, los escenarios catastróficos del cambio climático y las tensiones geopolíticas por los recursos muestran que las tendencias de progreso del pasado se están quebrando.Frente a este desafío no bastan los mantras cosméticos del desarrollo sosteni-ble, ni la mera apuesta por tecnologías ecoeficientes, ni una supuesta economía verde que encubre la mercantilización generalizada de bienes naturales y servicios ecosistémicos. Las soluciones tecnológicas, tanto a la crisis ambiental como al declive energético, son insuficientes.

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Memoria de la barbarieMARÍA JOSÉ SAGASTI

Nadie vio ni oyó nada. Eso es lo extraño. Olor a carne quemada y humo denso al incinerar los cuerpos para que no quedaran huellas de sus crímenes. La

policía se los llevó, el ejército estuvo presente, los paramili-tares actuaron. Nadie oyó los gritos, los golpes, la angustia. Se los llevaron de noche. Les hicieron bajar del vehículo, los tor-turaron, los quemaron vivos. Eran 43 jóvenes estudiantes de magisterio, de familias campesinas pobres. Después se supo que antes habían desaparecido otros 30 adolescentes en la misma ciudad y tampoco nadie dijo nada. Empezaron a con-tarse por todo el país, pasaba de 100.000 asesinados y 30.000 desaparecidos. Jóvenes, mujeres, hombres, niños, ancianos,…Nadie se había atrevido a decir nada hasta entonces. Amena-zas, extorsiones, cárcel. Silencio de tumba e Impunidad total del narcoestado terrorista en guerra contra su propio pueblo. “Los jefes de gobierno arriban a Veracruz para celebrar la cumbre iberoamericana. Acuerdan crear una plataforma dig-ital internacional para desarrollar la educación”. Los altos mandatarios no hablaron de Ayotzinapa. Felicitaron a Felipe VI por la sucesión al trono. 6 de diciembre de 2014.

México. Siglo XXI. Memoria de la barbarie

Nadie dijo, ni vio, ni oyó nada. Eso es lo raro. Olor a gas y carne quemada, humo denso al incinerar los cuerpos para que no quedaran huellas de sus crímenes. Los militares con el brazalete rojo gamado se los llevaron, los sacaban de sus casas y nadie veía ni oía nada. Las víctimas fueron presenta-

das como culpables, con una estrella cosida en la solapa. Les hicieron bajar del tren, los torturaron lenta y brutalmente, los asesinaron con eficiencia productivista. Cada día desaparecían miles, después se supo que fueron exterminados millones en toda Europa. Jóvenes, mujeres, niños, hombres, ancianos…. Nadie dijo nada en aquel tiempo, tampoco los que deberían haber hablado. Silencio de tumba e impunidad total.

Alemania nazi. Siglo XX. Memoria de la barbarie

Sobre las fosas comunes desenterramos nuestra memoria, nuestra historia robada y prohibida. Más de 120000 jóvenes, hombres, mujeres, ancianos asesinados y arrojados a fosas comunes en toda la geografía hispana. Los sacaban de sus casas o de las cárceles, maniatados, les daban el paseíllo. En las cunetas, en campo abierto y paredones blancos de cementerio exhalaron el último aliento. Balas por todo el cuerpo, in-cluido el tiro de gracia en la nuca.Se impuso la mordaza. Nadie oyó, dijo, ni vio nada, estaba prohibido tras el golpe de esta-do militar franquista. Después convino el olvido a las fuerzas

que pactaron la Transición y lo llamaron “reconciliación”, lo dejaron escrito en sus documentos: “Hay que olvidar”. No hubo reconciliación porque no se hizo justicia, no se contó la verdad, no se reparó a las víctimas republicanas y a sus famil-ias represaliadas. Impunidad total. No es de extrañar. Pero hoy desenterramos nuestra memoria porque los criminales cometieron un grave error : no los quemaron. Nadie puede seguir callando, nadie puede estar ciego ni sordo ante el hor-ror de una fosa común.

España 1936–2014. Memoria de la Barbarie

Por la aparición con vida de los 43 estudiantes de magisterio de la escuela Rural Isidro Brugos, de Ayotzinapa, Guerrero, México. ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos! Campaña de solidaridad internacional. Alza la voz.

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Las Letras

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Era una mañana fría de otoño. Desde la colina observaba el silencioso pueblo que se tendía a mis pies. Muy de madrugada, cuando el sol aún no había despertado, me escabullí del suave calor de las mantas y caminé largo rato. El primer rayo de sol iluminó el cielo en el momento en que me senté junto a aquel viejo árbol, sobre el cual se mecía una única hoja que soportaba con tenacidad los embates del viento. Sí, estaba huyendo. De ningún otro modo me habría levantado de la cama en plena no-che. Una imagen se proyectó en mi mente y recordé aquel calendario. Mis padres me lo habían regalado hacía tiempo, y lo odié desde la primera vez que lo vi. Pero ahora ni siquiera era capaz de mirarlo. El número veinte estaba enmarcado en un círculo rojo, que yo misma había trazado sobre él, y los días avanzaban sin contemplaciones en su direc-ción.Cerré los ojos por un instante y contuve la respiración. ¿Era esto lo que debía hacer? ¿Había llegado a este mundo con un propósito tan trivial como este?Recordé cuando de pequeña soñaba con vivir aventuras, extrañas y apasionantes, siem-pre diferentes y de algún modo mágicas. También recordé el momento en que cambié. Cuando al fin comprendí el verdadero significado de las cosas, y todo el mundo que había creado en mi mente se desvaneció. Aquí estaba ahora, en medio de una encrucijada que decidiría el resto de mi vida. No más aventuras para mí, lo único que quedaría sería contemplar a mis futuros hijos vivien-do sus propias aventuras, sin poder participar en ellas. Para mí esa puerta se habría cer-rado para siempre. ¿Cómo podía optar por una vida así? ¿Una vida de superficialidad en la que mis hijos vivirían malcriados, engullidos lentamente por una sociedad egoísta e impersonal que les vendería juguetes que no necesitan, les atiborraría de comida grasienta mientras en otros lugares del mundo niños como ellos serán utilizados como marionetas en guerras que jamás deberían conocer? ¿Cuántas posibilidades había de que mis hijos creciesen en un mundo realmente humano en que se ayudasen unos a otros?Con gran pesar asumí mi papel, quizás por conformidad. Me mantuve en silencio al regresar a casa, don-de toda mi familia me esperaba ansiosamente. Me vistieron y engalanaron con esmero y dedicación, y finalmente me obsequiaron con una cala, como símbolo de pureza. La música comenzó a sonar y caminé lentamente por el pasillo. Al final del mismo me esperaba mi fu-turo marido.

Relato: Elena Calderón, Ilustración: Francisco Rodríguezalumnos del Ciclo Formativo Preimpresión Digital

Diseño: Francisco Rodríguez

Era una mañana fría de otoño

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Alba García,alumna de primer curso del Ciclo Preimpresión Digital

La caja de galletas

Aún ahora recuerdo a los agentes, intentando emboscar a un ejército que más que personas parecían hor-migas. Ya no queda rastro de ninguna flor, el otoño ya hace mucho que dejó de tener significado, no hay hojas que puedan caer. Sólo quedamos algunos en esta tierra yerma, de la cual no se puede salir. Hay rumores en las afueras, todos dicen que allí es mucho peor. No hay nada peor que repetir una y otra vez en sueños la tragedia. Desper-tarse y estar en las mismas calles en las que ocurrió, quizá las afueras estén infectadas, pero no estarán llenas de cuerpos calcinados de niños. Ese mismo día, antes de que todo ocurriera, les vi sonriendo por el parque. Ahora son cuerpos desmembrados sobre la tierra árida. La primera vez que tuve una de mis recurrentes pesadillas fue después de las explosiones. Estaba en el patio de la casa del pueblo. Jugaba con muchos niños, algunos ni siquiera los reconozco. Un adulto nos traía una caja de galle-tas, pero algo en su cara hacía ver que algo no iba bien. Intenté avisarles, grité y grité. Pero de mi garganta no salía más que un sonido ronco de desesperación. Todos se acercan cada vez más. Mientras yo suplico que no la abran. Cada vez están más y más lejos de mí sonriendo impacientes. Me tapo los oídos. Abren la caja. Cierro los ojos. En el instante en el que la caja se abre, salen luces de colores. Se oyen las primeras explosiones. Hay un niño absorto que juega solo con un peluche. Y es que a algunos les pilló así, contentos, abstraídos, en su mundo cómodo donde los conejos hablan y bailan al son de una música inventada. Cuando abro los ojos, veo el fuego. Los cuerpos sin vida. Miradas sin expresión alguna. Los últimos gestos en sus caras pequeñas. Horror. Miedo. Muerte.

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Otoño

Otoño, preciosa estación del año. Las hojas caen teñidas de colores mar-chitos, y a la vez cálidos. Sinceramente me evoca aquellos momentos de cuando te

conocí, era yo el chico solitario que de vez en cuando se divertía jugueteando con sus pequeños cacharros, imaginando en su tierna infancia que era un pequeño soldado con

un casco excesivamente grande, un enfermero con bata holgada, e incluso una pequeña estrella de la música. Imaginando un nuevo mundo en soledad, en el cual te sumergirías, tú, aquella chica

contemplativa y curiosa. Poseías tal estrella, que la felicidad que irradiabas, inundaba de energía todo lo que te rodeaba, capaz de resucitar árboles podridos en esta estación y de derretir la nieve del invierno.

Esa eras tú. Pasaba el tiempo, y el vaivén de tu movimiento era incesante. Hoy aquí conmigo durante unos días, y

el resto del año marchabas con la promesa de que volverías, irónico porque convertías una época mustia y de-sierta, en un cálido y divertido verano lluvioso, una primavera marronácea, pensaba que las horas eran segundos mientras estabas.Dejamos atrás la infancia, misteriosamente a pesar del tiempo, te mantuviste en mi adolescencia, y al ser adultos prometiste definitivamente que jamás nos separaríamos, una promesa tan fuerte que actualmente aquí estamos de nuevo, los dos juntos.Otoño, preciosa estación del año. Las hojas caen teñidas de colores marchitos. Ahora te encuentras solitaria, espe-rando año tras año mi vuelta. Sé que no poseo el poder de irradiar tal cantidad de energía, pero espero que tras posar el manto en tu frío nicho, puedas sentir el calor del verano otra vez.

Fernando García,alumno de primer curso del Ciclo Preimpresión Digital

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RAS Hierbas

aromáticasHace poco tiempo hice un homenaje a las especias y no sería justo si no hiciera lo mismo con la gran variedad de hierbas aromáticas que dan olor a nuestros platos y a nuestras cocinas. ¡Cuántas evocaciones nos provocan los aromas! Los antepasados del hombre debieron sentirse atraídos por los aromas producidos por los que ahora se llaman aceites esenciales, que se encuentran en distintas partes de las plantas. Es interesante señalar que estos mismos aceites que atraían el olfato humano habían evolucionado en la naturaleza como toxinas repelentes de los animales; las hojas de la menta y la corteza del canelo (canela), por ejemplo, surgieron y evolucionaron como protección frente a ungulados herbívoros e insec-tos barrenadores de la corteza.Además de usarse como medio para conservar y mejorar el sabor de los alimentos, las especias y las hierbas aromáticas en general, han sido importantes instrumentos de la medicina y, a veces, de la magia. Antes de la generalización de los medica-mentos elaborados de forma industrial, solían prescribirse remedios compuestos por hierbas, muchos de ellos eficaces, que han sido redescubiertos y utilizados en nuestros días. La gran variedad de aromas que desprenden las hierbas y especias se producen en casi todas las partes de las plantas, des-

de las hojas hasta las raíces. La ajedrea, por ejem-plo es una de las muchas plantas herbáceas de hojas fragantes. En España se utiliza para elaborar la salsa en que se conservan las aceitunas.Al contrario que las especias, que como se ha dicho suelen ser las partes duras (como semillas y cortezas) de determinadas plantas, las partes útiles de las hierbas aromáticas suelen ser las hojas fragantes.Vamos a mencionar unas cuantas hierbas de las que utilizamos en nuestras cocinas. La mayoría de las plantas descritas a continuación son de múl-tiples aplicaciones y de uso diario. Pueden con-seguirse fácilmente en su variedad seca, aunque como muchas hierbas, están mucho mejor cuan-do son frescas. La mayoría pueden crecer en un jardín soleado o en un invernadero. Para con-servar las hierbas y poder usarlas en el invierno, sin destruir su sabor, se pueden congelar, o bien secarlas y tenerlas en un lugar templado y bien ventilado.

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Perejil: el perejil fresco es, indudablemente, el adorno más corriente en cocina: picado o en una ramita da un toque alegre a sus carnes, pescados y otros platos. El sabor del perejil es fuerte pero en modo alguno pene-trante. Píquelo en una salsa blanca para acompañar un pescado, pollo o ternera; mézclelo con pan rallado y limón para añadir a un relleno o picadillo. Los tallos de perejil sirven para dar sabor a sopas, caldos y estofa-dos, solos o unidos a otras hierbas.

Tomillo: las flores secas del tomillo se desmenuzan en parrilladas de cordero o pescado. La variedad con aroma a limón acompaña a pescados, guisos de carne y caldos.

Laurel: las hojas del laurel son muy aromáticas. En la cocina dan buen sabor a platos salados y dulces. El lau-rel aromatiza caldos, salsas de guisos de cocción lenta, salsas bechamel, y otras muchas. Ponga unas hojas de laurel en un adobo, o en líquido de escalfar, en carnes o pescados.

Romero: hasta la más pequeña ramita de romero, con sus hojas finas y puntiagudas, dará aroma y sabor. Pón-gala en el interior de un pollo, junto al hueso de una

pieza de cordero, de cerdo o de ternera, o mue-la las hojitas en un molinillo de hierbas antes de espolvorearlas sobre chuletas o filetes que vaya a asar en parrilla, así como para las marinadas de casa.El romero seco, que puede desmenuzar fácilmente con los dedos, queda igual que el fresco al ser utilizado en rellenos de ave y carne, sobre todo con un poco de ralladura de

limón. Puede hervir una ramita de romero con leche o en infusión con azúcar para su pudin y sus dulces.

Menta y hierbabuena: si se emplea fresca, es la más versátil y refrescante de todas las hierbas. Pique unas hojitas de hierbabuena en el yogur natural frío y en los quesitos de untar. La hierbabuena picada batida con mantequilla reblandecida es ideal para añadir a parril-ladas y verduras. Puede hacer salsas con hierbabuena, agua hirviendo, azúcar y vinagre.

Salvia: la salvia, de sabor muy penetrante y perfumado, tiene que emplearse con moderación.

La borraja: sus semillas proporcionan aceites esenciales utilizados en medicina. Las hojas filosas y las flores azules y brillantes de la borraja tienen ambas un sabor que recuerda al pepino, lo que añade un excelente efecto si estas partes de la planta se añaden al vino o a la sidra. El vino de borraja es además un excelente producto medicinal. Las hojas también son buenas en ensalada.

El basílico o albahaca: es una planta maravillosamente picante, tiene una afinidad natural con los tomates, una combinación italiana. Añade también un sabor mediter-ráneo al pescado, al cordero, a los huevos y a los platos con hígado, y las hojas frescas son también buenas para añadirlas a las ensaladas, pero particularmente con la de tomate, o añadida con aceite de oliva y el vinagre para

la salsa de las ensaladas.

Eneldo: las hojas de eneldo frescas son plumosas y aromáticas, y son una adición perfecta a la mayonesa hecha para acompañar platos de pescados calientes

o fríos, o patatas. Es adecuado para marinar pescados como el salmón.

Orégano: se trata de un tipo salvaje de mejorana, pero es mucho más picante. Usualmente se utiliza en la variedad seca, y se asocia con la cocina italiana, por lo que es mejor conocido por añadirse a las pizzas y a las salsas de las pastas.

Mejorana: el mejor tipo de mejorana para cocinar se conoce como mejorana dulce, ninguna de las otras clases tienen tan buen sabor. La mejorana dulce se usa de un modo similar al basílico, pero es mucho mejor que éste para alguna carne (especialmente el cordero) y los platos de arroz.

Estragón: las hojas picantes y delgadas del estragón añadirán un auténtico sabor francés a sus pla-tos, tanto en salsas calientes o frías, o troceado en un plato de pescado o cualqui-er tipo de verdura, caliente o fría. El estragón puede ser también añadido al

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vino blanco, al vinagre de vino blanco o sidra para mejorar su sabor. Usar con precaución; también va bien con el pollo o el pavo, con bistecs y chuletas.

Perifolio: tiene un sabor picante y ligeramente anisado, que le hace un maravilloso ingredi-ente para las sopas. Va particularmente bien con huevos, queso, cerdo, ternera y una gran variedad de verduras. Se puede congelar en manojos.

Hinojo: tanto las hojas como los frutos del hinojo tienen sabor a anís; las primeras se uti-lizan para aliñar los alimentos, sobre todo pes-

cados (también acompaña bien las verduras), y los segundos para aromatizar bebidas. Cómo hacer un ramillete de hierbas

Ramillete en fresco: ate cuatro ramitas de pere-jil, una ramita de tomillo y una hoja de laurel, con un bramante largo para atar al asa del puchero y poder sacar fácilmente el ramillete.

Ramillete en seco: en un cuadradito de gasa envuelva una cucharadita de perejil seco, una de tomillo seco y una hoja de laurel desmenu-zado. Átelo con un bramante largo.

Alcaraván

Hinojo

Orégano.

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En la última década ha crecido, considerablemente, el consumo de orujos y/o aguardientes de mayor o menor graduación entre los jóvenes y los menos jóvenes. A esto a contribuido nota-blemente la implantación de la moda del chupito. También es verdad que existe un gran descono-

cimiento de lo que es verdaderamente el orujo, de donde proviene y cuál o cuáles son sus méto-dos de extracción.

A través de una ficticia encuesta a un ficticio orujero de Liébana voy a intentar que se resuel-van estas cuestiones, antes mencionadas, para todos aquellos y aquellas que no las conocéis y deseáis saber lo que os metéis al cuerpo:

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El orujo de LiébanaProceso de elaboración

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…Una vez en la orujera, Alberto les presentó a Nisio, el dueño y encargado de la misma, a la vez que pariente lejano de ambos. Comenzaron la visita no sin antes repetir Alberto que preguntasen a Nisio todo lo que se les ocurriese pues él estaría encantado de responderles. Asintieron con un movimiento vertical de la cabeza y se dispusieron a comenzar la visita didáctica.

Jorge sacó un bloc pequeño y una minúscula grabadora Canon y les miró como si les demandase consentimiento para grabar las respuestas. Cristina, a su vez ya tenía en las manos su cuaderno fosforescente y su boli anaranjado para ir anotando lo que a ella se le antojase interesante para su objetivo literario.

– ¿Exactamente, qué es el orujo Nisio?– dijo Jorge activando la grabadora y orientando el pilotito rojo hacia su boca.

– El orujo, también llamado aguardiente en otros lugares, es un líquido al-cohólico resultante de la destilación de los hollejos, pepitas y raspones de las uvas. Ni más ni menos que eso. Es un líquido incoloro y transparente, al igual que el agua; pero no inodoro debido a su contenido alcohólico.

Los hollejos, las pepitas y los raspones son todos los residuos que han quedado de la pisa o prensado de las uvas de la última vendimia que se han utilizado para elaborar el vino.

Nisio ya había contestado a esta pregunta en numerosas ocasiones por que lo hacía con seguridad y convencimiento de químico, además de la bata blanca que vestía. Mientras se iban acercando a una nave que se mostraba muy limpia y aseada a la vista, de reciente construcción, con un zócalo alicatado con azulejos blancos hasta ¾ de su altura. El suelo era de color caldera, como el de las pistas de tenis; pero sin polvo y brillante, muy brillante.

– Ahora vamos a conocer la sala dónde se llevan a cabo las destilaciones– dijo Alberto señalando con el dedo hacia el interior.– ¿Desde cuándo elaboráis el orujo aquí, en La Liébana?– esta pregunta se la hizo Cristina con su boli naranja listo para menearse sobre el papel.– Se habla de que la elaboración del Orujo en La Liébana es centenaria y hay autores que datan esta producción artesana en el siglo XIV o XV. De lo que no cabe duda es de aquí existen los viñedos desde la época de los Romanos y posteriormente se mantuvieron con los Monasterios. Lógicamente, el origen de la producción más moderna e industrial es de unas décadas atrás.

– ¿Es cierto que Las viñas son de la época de los romanos y la desti-lación es de los Árabes?– preguntó Cristina casi, casi afirmándolo.

– Pues sí, porque la elaboración como veremos dentro de un mo-mento es por medio de destilación en Alquitara. Parece ser que los árabes fueron los descubridores de la destilación y los inventores del Alambique y la Alquitara. También se dice que en el Antiguo Oriente hacían algo parecido– apostilló Nisio; pero sin la seguridad ni la convicción de respuestas anteriores.

– ¿En qué época del año se elabora el orujo?– asintió Jorge con la ca-beza, mientras preguntaba, pues era obvio que era en la que ahora mismo se encontraban y no se había dado cuenta.

– Como antes hemos visto se elabora después de la fermentación del vino pues hemos de utilizar todos los hollejos y los raspones que nos sobraron de la misma. Dependiendo de la meteorología y de cuando se haga la recolec-ción de la uva, normalmente septiembre y principios de octubre, el orujo se suele elaborar los primeros días de noviembre.

–¿Qué es una alquitara Sr. Nisio?– preguntó Jorge con cierta dificultad en la pronunciación de la palabra alquitara.

– Ahí delante tenéis una hilera con ocho– dijo Nisio señalando hacia el fondo de la nave–. Bien pulidas y conservadas, brillantes y lustrosas. Es el artilu-gio en el que se lleva a cabo el proceso de destilación por el que obtenemos el orujo. Es invención de los árabes al igual que el Alambique; pero se diferencia de este en que los vapores no se enfrían a través de un serpentín sino por me-dio de una campana convectora lo que permite muy pocas rectificaciones. Las Alquitaras son generalmente de cobre (material maleable y resistente), aunque haya algunas de estaño. Consta de tres partes bien diferenciadas que se unen unas a otras en sentido vertical: la parte inferior es la caldera, la intermedia es el capotillo y la superior la copa con dos salidas en forma de canutillos cónicos, una para el agua y otra para el orujo.

Observaban y tocaban el reluciente metal de las alquitaras tan escrupulosa-mente alineadas e hieráticas cual si fuesen soldados húsares a lomos de sus cobr-izos caballos, cuando a Erica se le ocurrió escribir en su cuaderno que tenía que profundizar y ampliar sus conocimientos sobre los orígenes de las alquitaras, los alambiques y, por qué no, del mundo y la cultura árabe. Así lo hizo con su boli anaranjado.

– Por favor, Nisio, explícales los pasos básicos o el orden de opera-ciones necesario para elaborar el orujo hasta su embotellado– le dijo Alberto al lado de una de las alquitaras.

– Yendo a lo fundamental os diré que se sigue elaborando igual que hace siglos: lo único que varía es el sistema de alimentación del fuego que ahora se hace por medio de quemadores de gas; estos que veis aquí y antigua-mente se hacía con leña, generalmente de encina o de roble. Lo primero que se hace es llenar la caldera con el brujo que no es otra cosa que los hollejos, pepitas y raspones de las uvas después de extraído el mosto. Se suele hacer

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una cama en el fondo de la caldera con paja y un poco de agua para que no se adhiera el brujo al fondo de la misma. Seguidamente se encaja el capotillo y se sella la junta con una pasta de harina para evitar fugas. Repetimos la operación acoplando la copa con agua en su interior.

Una vez realizados todos los pasos anteriores, únicamente nos queda prenderle fuego, bien al gas o bien a la lumbre.

En términos generales, con 80/90 kilos de orujos se obtienen 12 litros de aguardiente.

La intensidad del fuego y el mantenimiento y control de la temperatura pasan a depender ya, del buen entender de cada orujero y de sus gustos. Ahí está la clave y la maestría para elaborar un buen orujo.

– ¿Cuánto tiempo dura, más o menos, todo el proceso que nos has descrito?– preguntó Jorge pensando sobre todo en la temperatura y en el trabajo de los orujeros.

– Como ya he dejado entrever antes, Jorge, la destilación ha de ser lenta y reposada, sin sobresaltos, ya que de ello va a depender la graduación alcohólica de cada destilación. Siempre va a depender de la experiencia y la preferencia de cada orujero. No obstante y para que se hagan una idea puedo decirles que todo el proceso viene a durar unas doce horas.

A partir de los 80º se empieza a destilar el alcohol, destilando una me-dia de un litro por hora, aproximadamente.

Estas horas, cuando se destilaba en las casas particulares, se presta-ban a largas conversaciones, anécdotas y recuerdos pues había que estar allí, presentes, sin abandonar ni el fuego ni la faena. Era cuando los niños y niñas forjaban sus leyendas y miedos a seres fantásticos que pasaban de generación en generación.

– ¿Qué nos puedes decir sobre las reglamentaciones Nisio?– dijo Al-

berto mientras, con un gesto a Jorge, le hacía ver que era interesante lo que le preguntaba. – Una ley de 1986 estableció un reglamento muy restrictivo que estu-vo a punto de acabar con el orujo lebaniego. Se prohibió la elaboración casera y las alquitaras móviles fueron precintadas. Había, cuando aquello, unos 400 elaboradores artesanos en la comarca que obtenían unos 60.000 l. de orujo, al año, de manera tradicional. Desde entonces, sólo pudieron elaborarlo los orujeros inscritos como fabricantes. El Orujo de Liébana está acogido a la De-nominación Calidad Cantabria desde 1992.

– ¿Puedes explicarnos lo de las graduaciones alcohólicas?– demandó Cristina, haciendo ver que se liaba un poco con todo lo referente a los grados alcohólicos del orujo.

– No te preocupes Cristina pues no eres la única. Uno de los detalles que más llama la atención en torno al orujo ha sido siempre el de su grad-uación alcohólica. Si en Liébana, a un lugareño le preguntas cuántos grados tiene el orujo te contestará más o menos lo siguiente: “Lo míu tiene 22 grados”, “lo míu tiene 21 y mediu”, “te voy a decir, que con 20 grados el oruju ya vale”. Quiero decir con esto que para cualquier forastero neófito que desconozca las graduaciones pensará que el orujo tiene unos grados más que el vino; pero no muchos, 6 ó 7. Creyendo eso se llevará una gran sorpresa cuando pruebe el orujo pues, en realidad, eso no es así sino que los 21º ó 22º grados del lugareño equivalen a unos 50º en la escala centesimal.

Esto es debido a que siglos atrás, antes del XVIII, para medir el alcohol se utilizaba generalmente la escala de Cartier, que, en vez de ser centesimal como la Gay-Lussac, partía de 10 y terminaba en 44. Si comparamos las equiv-alencias vemos que el 10 equivale al 0 y que el 44 equivale al 100; por lo tanto 22º en la escala Cartier equivalen a 50º en la escala centesimal.

Fue Napoleón II, en el año 1824, (en aquella, Francia era pionera en lo que a alcoholes se refiere), el que dispuso que en adelante todos los licores y sus mediciones se rigieran por el sistema centesimal; pero aquí, en La Liébana parece ser que ni Napoleón II fue capaz de borrar de nuestras duras memorias el sistema Cartier.

Este último chascarrillo de Nisio provocó una amplia sonrisa en los compo-nentes del grupo al tiempo que corroboraron lo tradicional de los lugareños y el respeto que tienen por sus costumbres y creencias

Agradecieron, todos, la amabilidad de Nisio y pasaron a una cocina con hogar que estaba al lado. Se sentaron en una mesa cubierta con un hule de cuadraditos rojos y blancos a picar unos embutidos de la comarca, unos quesucos de Liébana con pan de Vieda y un porrón de vino tinto del lugar. Siguieron conversando sobre el mundo del orujo y sus pormenores; pero, ya, de una forma menos didáctica y profesional.

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COLABORACIONES

4 D e s d e L a A l b e r i c i a a T e x a s4 P o r l a s c a l l e s d e E l C a i r o4 S a b í a s q u é . . .4 L a s c r ó n i c a s d e A L J U B

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Hace ahora doce meses se publicó en el BOE, como cada año, la convoca-toria para participar en el proceso

selectivo de Profesores Visitantes 2014-2015 en EEUUU y Canadá. Por tercera vez decidí presentarme a esta convocatoria y probar suerte en el Estado de Texas, puesto que era el que más plazas ofertaba para profesores de Ciencias de Secundaria (soy profesora de Biología de Secundaria). Después de un sinfín de papeleo para demostrar que reunía los requi-sitos exigidos en la convocatoria, fui convocada para realizar una entrevista personal en Madrid durante el mes de abril y afortunadamente fui seleccionada como profesora de Ciencias en una escuela de San Antonio, Texas, llamada Legacy Middle School (quizá algo tuvo que ver la entusista carta de recomendación que redactó nuestro queridísimo director Lorenzo Bolado y por la cual siempre le estaré agredecida). A esta selección le siguió una infinidad de procesos burocráticos que demostraran mi idoneidad para conseguir un visado estadounidense y finalmente el 18 de julio aterrizé en Estados Unidos cargada de maletas, ilusión y dudas. Ciertamente la adaptación fue bastante más fácil de lo esperado y después de cuatro meses en este país me encuentro muy satis-fecha con lo que esta experiencia me está aportando tanto en el terreno personal como en el profesional. Durante mi corta estancia en Estados Unidos he descubierto grandes contrastes entre el desempeño de la labor docente en España y en USA, que logran una positiva valoración de la situación laboral que disfrutaba en mi país y que a continuación os defino.Empecemos por el demoledor horario de

trabajo. Los profesores comienzan su jornada laboral a las 7.30 y finalizan a partir de las 16,30 horas. Durante este periodo tienen dos tutorías de media hora cada una para así ayudar a los estudi-antes con mayores dificultades, siete periodos de clase de cuarenta y cinco minutos cada uno, cuarenta y cinco minutos más de reuniones y treinta minutos para comer. A continuación, con el entusiasmo que quede, es momento para preparar las lecciones de próximos días, corregir actividades de 150 alumnos y publicar las notas en el portal educativo (se exige un mínimo de dos calificaciones semanales por escolar para que los padres puedan controlar semanalmente su progreso).

Sin embargo no es el horario el aspecto más negativo que he experimentado en este sistema educativo, sino la sobrecarga de responsabilidad para el profesor. El estudiante no es responsable de su aprendizaje, sino que el profesor es el responsable del mismo. El docente debe hacer su asignatura interesante para que el escolar quiera aprender. Si el alumno no aprende, se entiende que el profesor no está haciendo bien su trabajo. Si un escolar se aburre en clase, el docente no sabe motivar. Resumiendo, se desvincula al estudiante de cualquier responsabilidad en su proceso de aprendizaje. Ni siquiera es respon-

sable de sus materiales. El profesor debe tener material escolar en el aula (lápices, pinturas, tijeras) para aquel alumno que decida no traerlo y fotocopias extras ya que los alumnos pueden perderlas las veces que quieran y el docente tiene la obligación de poner a su disposición tantas como soliciten. Además el comportam-iento y actitud del alumno no puede incidir en las notas académicas.Otro punto bien diferente a la situación que disfrutamos en España son las bajas por enfermedad, que aquí no existen. El profesorado tiene derecho a diez días de ausencia por cada

curso escolar ; cinco por enfermedad y cinco por asuntos propios. Utilizados estos diez días, cualquier día de ausencia será descontado proporcionalmente de tu sueldo. No quiero olvidar un asunto que me produce cierta indignación y es el fomento de lenguas extranjeras. Ningún alumno tiene obligación de aprender un segundo idioma. Se ofrece español, pero casi todos los que lo eligen son mexicanos o estudiantes procendentes de familias mexicanas. En general no se contempla como un valor el conocimiento de otros idiomas. Pero no es todo negativo. Algún aspecto encuentro positivo, como por ejemplo que cada profesor posee su propia aula. Este

DE LA ALBERICIA A SAN ANTONIO, TEXAS

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privilegio permite al docente permanecer con todos sus materiales bien organizados en una misma aula, sin pasear por el centro ordenadores, exámenes, libros, etc… Por comentar otro valor de este sistema (muchos profesores lo consideran otro obstáculo más, pero personalmente me facilita la organización semanal), todos los profesores deben presentar el lunes por la mañana su programación semanal, con todo detalle. No quisiera olvidar lo que es por muchos conocido y es el fomento de las disciplinas musicales y deportivas desde los institutos estadounidenses. Música y deporte

aquí son materias fuertes y los recursos con los que todos los institutos cuentan para el desarrollo de estas materias son envidiables. Disponen de instrumentos musicales para todos los alumnos que deseen comprometerse en la práctica del mismo. Y los campos de cualquier High School son comparables a las instalaciones del complejo deportivo de La Albericia (no exagero). Música y deporte se únen en los partidos que tienen lugar cada 15 días en el distrito. Todo un espec-táculo digno de ver con la banda, las cheerleaders y los jugadores de fútbol americano.

Después de describir la situación laboral que estoy descubriendo en Estados Unidos y aunque parezca imposible, quiero terminar diciendo que me siento afortunada de vivir esta experiencia (al fin y al cabo sólo estoy de paso) y considero que cuando vuelva a España voy a valorar mis condiciones laborales y ser más consciente de la necesidad de movilizarse para manten-erlas. Un dato más para terminar ; la mitad de los profe-sores estadounidenses abandonan su profesión durante los cinco primeros años.

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POR LAS CALLES DE EL CAIRO

Es la una y veinte de la madrugada. Aterriza-mos en El Cairo después de una escala de 7 horas en Roma. Mustafa, nuestro profesor

de árabe, nos espera en el aeropuerto. A la salida no deja de sorprendernos el bullicio y la vida que se respira en la ciudad, a pesar de lo avanzado de la hora. ¡Es el Cairo!, afirma Mustafa. Un taxi nos conduce a nuestro hotel en Doky, un barrio situado a la orilla del Nilo donde se encuen-tran la mayoría de las embajadas y a menos de me-dia hora a pie de Middan Tahrir, centro neurálgico de las revueltas que han tenido lugar en El Cairo en los tres últimos años. La situación en la ciudad ha vuelto a la normalidad. A estas horas las calles están abarrotadas de gente y la presencia de los antidisturbios y de la policía ha desaparecido. Middan Tahrir ha recobrado su

aspecto de antaño y ya está abierta al tráfico. Las fachadas de los edificios que rodean la plaza están siendo restauradas y las pintadas de esta zona han desaparecido, en un intento de borrar las huellas de las revueltas pasadas. Los cimientos de la ciudad de El Cairo fueron es-tablecidos por los fatimíes, dinastía procedente del norte de África, en el siglo X sobre la antigua Fus-tat, ciudad fundada por Amribn al- As, general que conquistó Egipto para el Islam en el año 642. Los fatimíes bautizaron a la nueva ciudad con el nom-bre de Al–Qahira (la Victoriosa). Aún se conservan en la actualidad edificios impresionantes de la ciu-dad de los fatimíes: la imagnífica Bab Al-Zuweila (S. X), acceso sur de la antigua ciudad medieval y que no nos cansamos de visitar siempre que tenemos oportunidad; los muros y puertas del norte Bab

an Nasr y Bab al Futuh; la gran Mezquita y la universidad de Al–Azhar, entre otros. Las piedras empleadas para las fortifica-ciones de Al Qahira fueron extraídas de la antigua ciudad de Menfis.Pero ha sido en El Cairo mameluco don-de, en esta ocasión, se ha centrado nues-tro interés. Su huella está presente en buena parte la ciudad y no dejas de hallar magníficos edificios en los rincones más inesperados; algunos restaurados y otros que descubres en una calle cualquiera formando parte de la vida cotidiana de los cairotas. Son estos hallazgos los que nos producen mayor satisfacción, porque son el resultado de mucho callejeo entre el sofocante calor, el ajetreo, el tráfico intenso y cómo no, de deliciosos tés en cualquier terraza donde puedas comu-nicarte con la gente del lugar.Al Malik al-Salih, príncipe ayyubí, que en 1240 ostentaba el poder en El Cai-ro, había tratado de reclutar soldados para reforzar su poder frente a sus pa-

rientes. Hay que tener en cuenta que el territorio estaba dividido en una serie de principados formado por territorios conquistados por Saladino en su lucha contra los cruzados. Esto fue posible porque entre 1237 y 1241 los mongo-les habían invadido las llanuras del Vol-ga y sometido a las poblaciones turcas no musulmanas que allí vivían. En ellas esclavizaron a numerosos jóvenes que fueron puestos a la venta en los puertos del mar Negro o en los mercados de Anatolia. Al-Malik al-Salih pudo reunir así a un millar de hombres que formaron un ejército de caballería.A la muerte de Al-Malik al-Salih, para prevenir la intervención armada de los otros príncipes de la familia ayyubí, los mamelucos elevaron al sultanato a la viu-da de Al-Malik (flanqueada por el mame-luco Aybeg). Más tarde, al darse cuenta de que el conflicto era inevitable, Aybeg tomó el título de sultán.La intervención de las tropas mamelu-

MARIVI GUERRAVICENTE ARGÜESOEL CAIRO MAMELUCO

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cas frenando el avance de los mongoles y de los cruzados, hizo que estos fueran legitima-dos frente a los ojos de árabes y que per-manecieran en el poder hasta el siglo XVI.Muchos son los monumentos que se con-servan en El Cairo precedentes de esta época, monumentos concentrados principal-

mente, en el llamado Cairo Islámico. El imponente complejo Al-Ghouri (final de la

era de los mamelucos) formado por la gran mezqui-ta–madrasa de Al-Ghouri, el mausoleo y la wikala o caravansarai, cuyo patio sirve de sala de conciertos, teatro y donde se representa dos veces por semana la llamada danza de la tannura. La danza de la tannura es una representación mitad folklórica, mitad místi-co-sufí a la que acuden tanto los cairotas como los pocos turistas que en estos momentos se encuentra en El Cairo. Merece la pena tanto por el colorido del espectáculo, como por la maestría de los bailarines y de los músicos que intervienen en este espectáculo Qansuh al-Ghouri fue el penúltimo sultán mameluco. Murió luchando contra los turcos otomanos y su cuer-po nunca fue encontrado. En su mausoleo se encuen-tra el cuerpo de su sucesor, Tamanbey, ahorcado por los turcos en Bab al-Zuweila, uno de los principales lugares de reunión en tiempos de los mamelucos.Es en Sharia al Muizz li-Din Allah donde se encuentra una de las agrupaciones más fascinantes de minaretes, cúpulas y torres, todas restauradas: la madrasa y el mausoleo de Barkuk , la madrasa y el mausoleo de An Nasir Mohammed y la madrasa y el mausoleo de Qa-laun. Esta fue la vía de comunicación más importante de El Cairo medieval.

Sharia al-Gamaliyya fue la segunda vía más impor-tante. Esta calle fue uno de los lugares elegidos por los mamelucos para construir alguno de sus edificios más importantes: la mezquita y mausoleo del sultán Baibars al-Gashankir, la mezquita de Gamal ad-Din y la madrasa y el mausoleo de Qarasunqur. El descu-brimiento de esta calle, al anochecer, al final de una tarde de largas caminatas, nos llenó de satisfacción al intuir que aquellos monumentos situados en una calle humilde eran auténticas joyas. Volvimos en varias oca-siones. El corazón de El Cairo en los siglos XIV y XV se en-contraba en una calle conocida como Darb al-Ahmar (carretera roja). Está formada por calles estrechas y zigzagueantes y oscuros callejones sin salida que prob-ablemente haya cambiado poco desde entonces. Casi todos los monumentos de esta zona datan de fina-les de la era de los mamelucos. Desde el comienzo de la calle hasta el final, se hace patente una vez más la maravillosa arquitectura de los monumentos y la amabilidad del vecindario. Esta calle fue una novedad para nosotros porque, habiendo visitado El Cairo en varias ocasiones, no teníamos noticia de su existencia, aun estando situada en una zona céntrica de El Cairo islámico. Tomamos la calle desde Bab al-Zuweila y ya desde el comienzo empezamos a disfrutar de los nu-merosos monumentos que aparecían ante nosotros: la mezquita de Qijas al-Ishaqi (1481), el mausoleo de Amir Tarabay y al Sharif (1504); la mezquita de Al–Maridani (1339), que nos llamó es-pecialmente la at-ención por sus ce-losías de madera y por su tranquilidad que contrastaba con la algarabía del barrio; la mezquita Azul (que no pudi-mos visitar), la ma-drasa del príncipe Itomoush al-Bengasy (1383). Todo esto merecía, por lo menos, otra visita.Volvimos a los dos días. Comenzamos con el mismo recorrido, esta vez deteniéndonos sin prisa en cada monumento, pero fuimos más allá. Al final de Darb al-Ahmar, tomando una desviación a la derecha, dimos con otra calle, que como la anterior, fue una autén-

tica sorpresa: Sharia Mohammed Alí. Estaba oscureciendo, seguimos hasta el final de la calle hasta llegar a la magnífica mezquita del sultán Hassan (S XIV), la obra de principios de la era de los ma-melucos más exquisita de El Cairo. Pero esta mezquita ya la habíamos visitado varias veces, ya era de noche y había que desandar lo andado; es decir, volv-er recorriendo Sharia Mohammed Alí, Darb al-Ahmar, llegar a Bab al-Zuweila y

recorrer desde allí unos dos kilómet-ros más, hasta lle-gar a la estación de metro que nos acercaría a nuestro barrio: Doky. Nos quedaba pendiente patear la calle que acabábamos de de-scubrir.Sharia Mohammed Alí es otra calle

que merece realmente la pena. Esta vez volvimos acompañados de Musta-fa, nuestro profesor de árabe. Hicimos una excepción haciendo la visita por la mañana, saliendo temprano y dando la clase por la tarde. Su compañía nos fa-cilitó el acceso a varios monumentos que se encuentran en esta calle como

la mezquita de Qaisum, la mezquita del príncipe Almas y el palacio del Emir Tazz (1352), magnífico palacio en el que tie-nen lugar conciertos determinados días a la semana.La mañana fue agotadora pero muy grat-ificante, al completarse la visita a este calle con visitas a monumentos, normal-mente no visitados por turistas. Accedi-mos a ellos acompañados por Mustafa y su familia, que se incorporó más tarde: el cementerio fatimí, la mezquita de Shaida Aisha, la mezquita de Shaida Nafisa y la mezquita de Shaida ZeinabNo podría concluir este recorrido por El Cairo mameluco sin hacer una visita a la gran necrópolis, situada debajo de la Ciudadela de Saladino, en la que los soberanos construyeron grandes com-plejos de edificios armoniosos, a los que incorporaron sus mausoleos. Habíamos leído varias opiniones desaconsejando esta visita. La gente normalmente acu-de acompañada de un guía o desde el interior de un autobús turístico. No-sotros ya habíamos recorrido las calles de El Cairo antiguo en varias ocasiones sin ningún problema, por lo que alquil-amos un taxi que nos dejó a la entrada de la popularmente conocida como Ci-udad de los Muertos y nos recorrimos sus calles tranquilamente y sin reservas,

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disfrutando con cada uno de sus monumentos. La mezquita y mausoleo de Qaitbey, uno de los últimos líderes mamelucos, es uno de los mon-umentos más significativos. Su cúpula está con-siderada como la obra maestra del refinado tra-bajo de la piedra de la época tardía del dominio mameluco. Dicha cúpula presenta un trabajo ge-ométrico de estrellas combinado con un arabesco floral de gran belleza. El portal y el alminar están trabajados también con gran maestría. A partir del siglo XIV las cúpulas y los alminares se empezaron a construir con piedra maciza, tallada con gran perfec-ción por los canteros. Próximo al mausoleo de Qaitbey visitamos el mau-soleo de Ibn Barquq, también monasterio sufí. Una familia que allí reside, encargada de su custodia, lo muestra a las escasas visitas. El monumento es fácilmente reconocible por sus tres cúpulas y sus dos alminares, al contrario de la mezquita-mausoleo de Qaitbey, que tiene una sola cúpula y un alminar. La nervada cúpula central, que cubre la sala de oración, aparece flanqueada por dos cúpulas decoradas con dibujos en zigzag y que cubren respectivamente dos mausoleos: uno el del sultán y los varones de su familia y el que se encuentra a su derecha, mausoleo destinado a las mujeres. En la parte central, se levantan dos minaretes gemelos ri-camente adornados.Fueron más los monumentos que visitamos en este barrio, todos interesantes y otros, que nos quedaron por ver. Así termina nuestro re-corrido por una época que ha dejado una huel-la tan profunda en esta ciudad y que nos parece tan fascinante. Esta es nuestra visión; subjetiva, sin duda. Pero como dice el gran poeta persa Nezami (SXII) en su gran obra titulada Layla y Majnun, “para contemplar la belleza de Layla hay que tener los ojos de Majnun”.

Como dice el gran poeta persa Nezami (S. XII) en su gran obra titula-da ‘Layla y Majnun’: “ Para contemplar la belleza de Layla hay que tener los ojos de Majnun”

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Este trimestre, los alumnos de 1º ESO hemos viajado por ÁFRICA . Hemos descubierto que su nombre pro-cede del griego Afrike que quiere decir tierra sin frío”; pero hemos encontrado montañas con nieve todo el año, como en el Kilimanjaro.Nuestro viaje comenzó en Algeciras, pasamos el Es-trecho de Gibraltar y llegamos a Tánger, que está en Marruecos; de allí nos dirigimos a Marrakech.Todos queríamos ver los zocos, los encantadores de serpientes, los tenderetes de artesanía. Estuvimos en la plaza la Jemaa el Fna, por la mañana, es como un merca-do de aquí, pero por la tarde todo cambió, aparecieron magos, músicos, bailarines...También descubrimos la KUTUBIA, que quiere decir en árabe “mezquita de los libreros”, y se llama así porque en el siglo XII y XIII los vendedores de manuscritos se instalaban en sus proximidades. Nos sorprendió saber que las mezquitas de Marruecos no se pueden visitar si no eres musulmán.No nos podíamos marchar de África sin pensar que aquí gran número de personas viven en la miseria, que el hambre es una situación muy preocupante, que el desierto avanza y las tierras cultivables disminuyen, que las guerras han hecho que millones de personas hayan tenido que abandonar sus casas para salvar sus vidas. Durante estos días nos hemos enterado qué es el ébola, una enfermedad que está en África desde hace muchos años y que solo ahora al contagiarse gente del primer mundo se le ha dado importancia.

¡Hasta pronto ÁFRICA!... Volveremos

1ESO1-1ESO2-1ESO3 (Ciencias Sociales)

Sabías que...

Sobre estas líneas, el Kilimanjaro con sus nieves perpetuas. A la derecha, la Kutubia de Marrakech.

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Una vez más las previsiones meteorológicas son desfavorables; pero eso no nos desanima, y preparados para casi todo, nos encaminamos (es un decir, porque vamos en ese magnífico transporte colectivo que es el tren) hacia Cabezón de la Sal.

Nuestro objetivo es visitar la ilustre villa foramontana, y en especial el Parque Mu-nicipal Conde de San Diego. Allí, gracias a unos familiares de nuestra compi Belén que donaron la finca al municipio, y a los conocimientos de Máximo y Trini, podemos reconocer (entre otros) un haya llorona, una secuoya siempreverde, algunos pi-nos algo raros o los tulíperos (los únicos que yo conocía por la forma peculiar de sus hojas); todos ellos árboles magníficos, catalogados como singulares en nuestro patrimonio natural.A continuación nos encaminamos (ahora sí) a recorrer la villa y degustar su afamado patrimonio vinícola, lo que no es nada fácil porque nos cuesta encontrar un lugar adecuado para ello. En esto estamos cuando hete aquí que encontramos…una ferretería. Y ¿qué pasa? Pues que misteriosamente perdemos a Trini, cuya pasión por ferreterías (¿y ferreteros?) es de todos conocida.Gozosamente reencontrados, y a la espera de la incorporación de Laura y Canto, que vienen en un tren posterior al nuestro, vamos a celebrarlo al bar de una antigua alumna (¡qué raro!) de Felipe. Al entrar vemos que llega (motu propio, obligado por sus ocupaciones) Pedro. Y cuál no sería nuestra sorpresa al ver que llega acompaña-do de… ¡tachán, tachán! AURELIO. ¡Qué estupendo a sus noventa años! Algunos no le veíamos desde…Una gran alegría y un motivo más de celebración. Y entonces, mientras nos dirigimos a comer, decidimos que, por una vez sin que sirva de precedente en la acrisolada limpieza que caracteriza nuestros habituales sorteos, haremos trampa de modo que en esta ocasión el agraciado sea Aure-lio. Y maquinamos, urdimos y organizamos para que así sea. A la hora del sorteo, después de comer (por cierto que lo hicimos bastante bien), con todo preparado la inocente mano de Pilar saca el número agraciado que, para nuestra sorpresa, es…el de Aurelio. Sí, sí; el de Aurelio. Sin trampas,

limpiamente. Nos cuesta convencer al grupo de que no ha habido intervención humana (de otras intervenciones no aseguramos nada), pero al final lo conseguimos (creo). Y con gran alborozo le hacemos entrega del regalo, que resulta ser un estupendo cencerro-llavero.Y como vamos preparados con un plan B (que no trampa, por favor) por si el agraciado resul-taba ser otra vez Don José (pues no hay dos sin tres, y a algunos ya sabéis que les toca siempre la lotería), hacemos un segundo sorteo. La suerte recae en Marisina, afortunada ganadora de una pequeña muestra de ese precioso producto que da apellido a la ilustre villa de Cabezón.

Y tras un breve paseo y/o la degustación de una copita, iniciamos el retorno.

Las crónicas de ALJUBC O L A

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26 de noviembre de 2014

CABEZÓN DE LA SAL

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ACTIVIDADES 4 I F E R I A D E L A C I E N C I A

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¿Por qué hemos participado?En algunos ambientes escolares, pasados y pre-sentes, se suele detectar una visión bastante es-tereotipada de la ciencia, con cierta tendencia hacia considerar a las disciplinas típicamente científicas como el hueso duro de roer, que los alumnos tienden a evitar. Dentro de nuestra la-bor como docentes, pensamos tenemos la re-sponsabilidad de luchar contra la típica imagen de científico loco (del género masculino), que trabaja en solitario en un laboratorio un tanto inhóspito, siempre receloso de que alguien se le pueda adelantar en su próximo descubrim-iento. Una forma de combatir esta visión tan errónea, es participar con nuestro alumnado en actividades como la Feria de la Ciencia, y así poder darles una visión más realista y amena sobre el trabajo de los científicos.En este caso, hemos desarrollado un proyecto asequible y relativamente fácil de realizar en un laboratorio de un centro educativo, pero con un interés aplicado, que encierre la dosis de emoción que siempre conlleva trabajar con organismos vivos.

¿Cuáles han sido nuestros principales obje-tivos?Hemos perseguido objetivos de carácter tanto actitudinal, como conceptual y procedimental. Entre los primeros podemos incluir los cuatro siguientes:

El IES La Albericia participa en la I Feria de la Ciencia de la Universidad de Cantabria

Un grupo de alumnos de 4º de ESO, que cursan la asignatura de Biología y Geología, presentaron el 27 de noviembre de 2014

un proyecto de investigación titulado: ‘¿Afecta la ingesta de lactosa al ritmo cardiaco de las Daphnias?’

I) Involucrar a los alumnos, como protagonistas activos de su propio aprendizaje.II) Desarrollar actitudes favorables al trabajo en grupo, el respeto a las opiniones de los demás y el autocontrol, para no opinar sin fundamento.III) Catalizar actitudes críticas hacía el mundo que nos rodea.IV) Promover una cultura y alfabetización científica de la sociedad actual.

En lo que respecta a los objetivos conceptu-ales y procedimentales, se han considerado los siguientes:

I) Comprender y utilizar las estrategias y los conceptos básicos de las Ciencias de la natu-raleza para interpretar la respuesta de Daphnia (pulga de agua) ante las variaciones del medio.II) Obtener información sobre la lactosa y las Daphnias, utilizando distintas fuentes, inclui-das las tecnologías de la información y la co-municación, seleccionarla y sintetizarla, y em-plearla, valorando su contenido, para orientar, organizar y fundamentar el proyecto científico desarrollado.III) Investigar el efecto de la lactosa sobre las pulgas de agua, utilizando los siguientes pro-cedimientos: discusión del interés del prob-lema planteado, formulación de hipótesis, elaboración de estrategias de resolución y de diseños experimentales, manejo de material de laboratorio, análisis de resultados, consid-eración de aplicaciones y repercusiones del estudio realizado y búsqueda de coherencia global.IV) Comprender y expresar mensajes con con-tenido científico utilizando el lenguaje oral y escrito con propiedad, interpretar diagramas, gráficas, tablas y expresiones matemáticas elementales, así como comunicar argumenta-ciones y explicaciones en diferentes ámbitos.

Rubén Higuera Ruiz. Departamento de Biología y Geología

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¿Repetiremos el próximo curso?El trabajo tuvo muy buena acogida por parte del público asistente y, aunque en esta ocasión nuestros estudiantes de 4º de ESO no pudieron conseguir el primer premio, fueron felicitados por parte del jurado de la feria, indicándoles que habrían con-seguido una meritoria segunda posición. De cualquier forma, todos quedaron muy satisfechos por la experiencia vivida, muy enriquecedora tanto desde el punto de vista académico como personal.Por último, queremos resaltar también la participación en la jornada de varios alum-nos de 2º y 3º de la ESO de nuestro centro, junto con sus profesoras María Guijarro y Pilar Cabeza, seguro que ellos también repiten en la próxima edición.