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204 TEMOR Y ESPERANZA SON INSEPARABLES Editorial EL GRAN DESAFíO DE VIVIR LA ESPIRITUALIDAD CRISTIANA Mamerto Menapace CLAVES DEL RETRASO Y DEL PROGRESO DE LA ARGENTINA Martín Lagos EMPRESA Verano 2012

Revista Empresa 204

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Nº 204 de la Revista EMPRESA de ACDE - Verano 2012

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Page 1: Revista Empresa 204

Verano 2012 Página 1

204

Temor y esperanza son inseparables

Editorial

el gran desafíode vivir

la espiriTualidad crisTiana

Mamerto Menapace

claves del reTraso y del progreso

de la argenTinaMartín Lagos

204

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era

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EMPRESAVer ano 2012

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SUMARIOEMPRESA

Tarifa ReducidaConcesión Nº 1453

Franqueo PagadoConcesión Nº 1277

Número 204Diciembre 2011 / Enero / Febrero 2012

Publicación de ACDE Buenos AiresAsociación Cristiana de Dirigentes de Empresa

Afiliada a la Federación ACDEUNIAPAC de Argentina

directorEduardo Aceiro

consejo de redacciónEduardo Alsina

Celso Enrique ArabettiPablo BevilacquaTomás Donovan

Carlos GaraventaRodrigo Goñi Moreno

Héctor Mario Rodríguez

consejo editorialAdolfo AbláticoLuis M. Bameule

Enrique Del CarrilHoracio Diez

Gabriel Mayor

editorEduardo Otsubo

asistente de direcciónPatricia D’Agostino

ilustracionesLucas Meszaros

premio santa clara de asís 2002

Los artículos reflejan el punto de vista del autor y no necesariamente

el de ACDE

Registro Propiedad Intelectual 731.023Precio del ejemplar: $12.- (S/envío postal)

suscripción por 4 números(cuatro números, incluye envío postal) Buenos Aires, Interior: $ 80.- Países Limítrofes: U$S 60.- Resto de América: U$S 70.- Europa: U$S 80.- Suscripción estudiantes: $ 50.- Suscripción donación: $ 200.-

Publicación propiedad de ACDE Buenos Aires

Bolívar 425 - (C1066AAI) Buenos Aires

República ArgentinaTel./Fax: (54 11) 4331-0251

E-mail: [email protected]

2 Editorial Temor y esperanza son inseparables 4 Reportajes Mamerto Menapace “el gran desafío de vivir la espiritualidad

cristiana” 11 Sociedad la agenda de la rse para la argentina

que viene Daniel Arroyo 16 Reflexiones aceptación sin resignación Marcelo D. Váquez Avila 23 Propuesta claves del retraso y del progreso

de la argentina Martín Lagos 31 Economía elinor ostrom: “la creación de confianza

tiene un rol fundamental en la solución de los dilemas sociales y en la política pública”

Patricio Millán Smitmans 34 Institucional Congreso Latinoamericano UNIAPAC

la rentabilidad de los valores, acde y enrique, presentes en uniapac

Lisandro Mancini 36 Empresa Ética y negocios: una cuestión vigente Gabriel Aramouni 38 Economía cuatro años es muchísimo tiempo Félix Sammartino 44 Justicia seguridad jurídica y confianza en la sociedad

argentina Enrique V. del Carril 50 Reflexiones el talante cristiano y los derechos humanos Lucio Palumbo 54 Sociedad ¿Qué le hace el aborto al corazón

de la sociedad? Víctor Manuel Fernández 57 Trabajo panorama de nuestras relaciones laborales Alberto L. Rimoldi 61 Tecnología nanomedicina: una disciplina

en rápido crecimiento Juan E. Gallo 63 Institucional Reunión Anual de Socios

cabildo abierto: visión, acción y compromiso 2012

Federico Quintana

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Temor y esperanza son inseparables

“…bajando de la barca, anduvo Pedro sobre las aguas y vino hacia Jesús

Pero al sentir la fuerza del viento tuvo miedo, empezó a hundirse y gritó: ¡Señor

sálvame! Enseguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: ¡qué poca Fe!

¿Por qué has dudado?”.

(Mateo 14, 22-36)

Nuestro país ha dado un paso más en su vida democrática, mostrando vocación por vivir en ella, pero marcando también profundas diferencias de presencia, de cohesión de fuer-zas, egoísmos y vanidades, que tarde o temprano conspiran contra el equilibrio esencial de los sistemas de gobierno.

Por otra parte, los argentinos vivimos con intensidad la crisis del 2001 y por lo devastado-ra que fue es comprensible sea percibida como punto de referencia para medir progreso y cambio; ciertamente, aquella tormenta fue mayor y puso en peligro no sólo la economía, sino que también amenazó con la destrucción del pacto social. Los tiempos han cambiado, se han alejado esos huracanes, del temor se pasó a la esperanza; el mundo y sus pro-blemas y necesidades nos dieron una mano; el trabajo y la producción creció en valores destacables. Pero ahora, tras este paso democrático, es preciso que dirigencia y sociedad evolucionemos e instalemos, con fuerza y prioridad, requisitos para volver a ser, y por mu-chos años, una nación destacada entre las naciones

Es la República la que hay que reconstruir, es la noción clara de lo que es y debe ser la Justicia por sobre la arbitrariedad o la falta de sentido común en el respeto por la Consti-tución y las leyes; hay instituciones desprestigiadas que deben renacer por nuestra propia demanda y exigencia como dirigentes. Si fuimos todo temor para pasar luego a la espe-ranza, debemos ahora temer el quedarnos en “zona de confort” ignorando que sin insti-tuciones respetuosas y respetadas, ambas cosas, nos amenaza el volver a un nuevo crack y diáspora oscura.

No es mucho, sino esencial, lo que se precisa de toda la dirigencia, la política, la eco-nómica y la social. Necesitamos sentido común, respeto irrestricto por los valores fundacionales de la nación, educación mejor en todo y para todos, justicia efectiva y eficiente contra la evasión o chicanas de letra o espíritu de la ley. Necesitamos resul-tados económicos, pero también resultados sociales, que erradiquen la inseguridad, la miseria y la pobreza en una nación que tiene todo para lograrlo. No hacerlo es gravemente injusto porque significaría el derroche de una oportunidad para nuestra sociedad y el mundo.

No es cuestión de solo mirar al otro, acusándolo o esperando que haga algo. No pode-mos tener temor a hablar sobre lo que está mal, no nos podemos sentar sobre la espe-ranza ni escondernos en el temor. Si somos dirigentes tenemos que hacer con y por el

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conjunto de la sociedad. Desde nuestra cuenta bancaria, o zona de confort, no alcanza ya que no es ni cristiano ni ético pensar sólo en uno.

Nuestra nación es como una gran nave que puede alcanzar fronteras mucho mayores, pero con manchas de óxido en su casco que no pueden quitarse ni taparse sin esfuerzo y compromiso profundo. Estos cambios son nuestra responsabilidad ahora, es lo esencial para temer el no llegar a ser lo tanto más y mejor a que estamos llamados , para temer no construir la esperanza de la mejora para todos, en todo y por todos.

La esperanza nos permitirá ver más allá de lo coyuntural. De un resultado electoral que para muchos es la consolidación de un modelo que consideran justo y para otros la continuación de un período de decadencia. La realidad es que, en perspectiva his-tórica, un resultado electoral es solo un hito en la marcha de una Nación que nos invita a persistir en la lucha por nuestros valores y también a revisar algunos criterios tratando de comprender las ideas y razones de nuestros compatriotas que no piensan como nosotros.

El temor -que no es el miedo que paraliza sino un sentimiento de respeto y pruden-cia- nos debe impulsar a permanecer alertas en la defensa de las instituciones cuando se plantean escenarios de concentración de poder. El hombre es bueno dentro del marco y los sanos límites de las instituciones. Será entonces el desafío y la responsabilidad primaria de aquellos a quienes les toca gobernar en tales condiciones. También lo será evitar la tentación del uso, abuso y desnaturalización de un sistema de gobierno cuya esencia es el respeto a la expresión de las minorías.

Sabemos que como cristianos contamos con la ayuda de Dios, que multiplicará nuestros esfuerzos y nos permitirá hacernos oír en la búsqueda de una Argentina con instituciones fuertes, donde la seguridad jurídica sea la piedra angular del desarrollo.

Hoy más que nunca, debemos seguir trabajando para la unidad de los argentinos.

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r e p o r t a j e s

....

“El gran desafío de vivir la espiritualidad cristiana”“No es el maizal el que le da calidad a cada espiga. Sino que son cada una de las espigas las que aportan la calidad al maizal. Florezcamos allí donde la vida nos siembra, y haremos una tierra mejor”, señala Mamerto Menapace durante la charla mantenida con Empresa.

El encuentro fue en su casa: el Monasterio Benedictino Santa María de Los Toldos, camino adentro en la provincia de Buenos Aires. Y para allí partimos a su encuentro.

Un disparador de temas fue hilando el encuentro con este monje y sacerdote benedictino en quien se dan la mano la profundidad y la sencillez. La esperanza y la alegría marcan cada una de sus reflexiones, quizá, por eso, como el mismo afirma, el humor es cosa seria.

mamerto menapace

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Hace un tiempo que buscaba entrevistar a Menapace para poder compartir sus re-flexiones con nuestros lectores de Empresa. Además, a fuerza de ser sincero, siempre son buenos los pretextos para pegarse una vuelta por el Monasterio.

Enclavado desde 1948 -año de su funda-ción- en plena pampa bonaerense, en la localidad de Los Toldos, emerge como casco de estancia cobijado por una gran arboleda, a pasos de la ruta que une a las ciudades de 9 de Julio y Junín.

Un intercambio previo por correo electró-nico, la aceptación del convite y finalmente el encuentro, un miércoles de octubre, en plena primavera.

Para quienes hemos tenido la oportunidad de visitar el Monasterio, cada llegada nunca deja de ser una experiencia nueva. El clima de trabajo y de oración de la vida monacal moviliza especialmente. Uno comienza a disfrutar de los sonidos y el aire de campo, a observar a cada monje cumpliendo con su tarea diaria, con sus ritos, sus silencios y una comunicación que pasa más por las miradas y los gestos.

Siempre he agradecido poder encontrarme en Los Toldos…, y de recibir la presencia de un Dios que, si bien también atiende en la ciudad, pareciera desplegar su brisa con más fuerza por estos pagos.

La llegada, esta vez, me sorprendió con la noticia de la partida del Padre Meinrado, el último de los monjes suizos fundadores, y con un paisaje extraño: un tornado había pasado el día anterior llevándose parte de la rica arboleda que rodea al Monasterio; el sol que pegaba fuerte ese mediodía expo-nía las consecuencias del temporal.

Pero allí estaba Mamerto, sonriente, cálido, dispuesto a ofrecer de manera generosa su tiempo.

La descripción de la feroz tormenta pasó a

ser un recuerdo en cuestión de segundos y su mirada esperanzadora marcó el surco para lo mucho que quedaba del día y del mañana. ¡Dejemos el pesimismo para tiem-pos mejores!, señaló con convencimiento.

E iniciamos el diálogo…

Como monje y sacerdote, ha tenido y tiene la oportunidad de escuchar las voces de la intimidad, ¿cuáles son las principales angus-tias o problemáticas que recoge del hombre (mujer y varón) de hoy?

Menapace: - A veces me preguntan cuál es

la diferencia entre ser monje y ser sacer-

dote. Simplificando la cosa, me parece que

el sacerdote tiene como misión escuchar a

Dios y luego hablarle de Él a los hombres.

Mientras que el monje tiene más bien que

escuchar a los hombres para luego hablarle

de ellos a Dios. Por eso mi contacto con la

gente, lejos de molestar a mi vida monás-

tica, la enriquece. Y generalmente los que

vienen al monasterio, o con aquellos que

me encuentro y escucho, traen más bien

penas que alegrías. Frecuentemente, es la

partida de un ser querido, sobre todo cuan-

do no estamos en absoluto preparados para

r e p o r t a j e s

Menapace: “La verdad de mi compromiso no

depende de la coherencia de vida del que me la

transmitió. Depende de la fertilidad de la Palabra de

Dios y de la fecundidad de tu corazón”.

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que quien parte sea un hijo, o un amigo

joven.

Tampoco estamos muy preparados para el fracaso…

- Ciertamente. Me da la impresión de que

nuestra sociedad, desde la escuela, se es-

fuerza en prepararnos para el éxito. Nadie

nos prepara para el fracaso. Y, sin embar-

go, el fracaso es tan real en nuestra vida

como puede serlo el éxito. Y a veces es más

importante, ya que nos impide seguir un

camino que nos llevaría a la nada final.

Muchas veces tengo que llevarle a Dios el

dolor del fracaso de un hermano, con la

profunda convicción de que, en el fondo,

Dios estuvo allí presente y actuó desde su

bondad y misericordia.

Uno de los rasgos distintivos de la cultura actual es que pareciera haberse perdido toda noción de relieve; en un solo plano se conjugan el tener, el parecer y el ser. ¿No perdemos en este sentido la noción de qué somos y qué es lo que debemos ser?

- Hay una diferencia

entre la vocación y

la misión. Vocación

es lo que me toca

ser en mi vida. Y

misión, todo aquello

que tengo que ha-

cer. Están muy uni-

das, pero no se iden-

tifican. La vocación

no se elije: se tiene.

Se puede descubrir

o no descubrir nun-

ca. Descubierta se

puede aceptar o no

aceptarla. Y acepta-

da se puede realizar

bien, o no.

Por ejemplo: ser varón, o ser mujer, perte-

nece a la vocación. No puedo elegirlo. Ser

padre es una vocación. Aunque tu hijo se

independice o se ausente, o se muera, vos

seguís siendo padre. Pero la forma en que te

toca cumplir tu misión de ser padre cam-

bia totalmente, y a veces de un día para el

otro. Cuando identificamos demasiado lo

que hago, o el cargo que ocupo, o cómo la

gente me ve, con lo que verdaderamente

soy, puede llegar a producirse un quiebre de

sentido cuando las circunstancias cambien

mi misión.

Me gusta decirle a mis amigas cuando se

tienen que jubilar: ser maestra es una voca-

ción. Ejercer la docencia es una misión. No

te jubilás de tu ser de maestra, sino de tu

encargo de ejercer la docencia. No te pagan

por ser maestra sino por enseñar en la es-

cuela. Nadie puede impedirte o eximirte de

ser maestra en tu vida.

Una cultura que exige estar bien todo el tiempo no deja tiempo para la duda, la pre-gunta, la iniciativa, la imaginación…

- La palabrita cultura significa cosas dife-

rentes. Me gusta la afirmación que dice que

cultura es una herencia de vida en la que

se nos enseña una determinada manera de

relacionarnos con Dios, con los hermanos y

con la tierra. Tiene algo de culto, de cultivo

y de modales.

Cuando esta ollita de tres patas se apoya

demasiado en una de ellas, y olvida las

otras, puede que se nos desparrame el

puchero. ¡Pobre del místico que se evade de

la tierra y de los hermanos! Los franceses

dicen que: quien quiere hacer el ángel, hace

la bestia. Lo mismo que el ideólogo que solo

piensa en lo social y se olvida de lo econó-

mico y de lo religioso. Ni que decir del que

piensa solo con el bolsillo…

Hay que aceptar que cada una de estas

realidades pone en crisis a las otras, las

cuestiona o las dinamiza.

Como señalaba Víctor Frankl: “En última instancia, vivir significa asumir la responsabi-lidad de encontrar la respuesta correcta a

r e p o r t a j e s

Evidentemente, tanto la vida de la

ciudad como la del campo tienen sus

ventajas y sus riesgos. Es la manera de

vivir en cada una de ellas lo que nos

permitirá mantener ese lindo equilibro

entre soledad y comunión. Aunque

evidentemente el ruido no hace bien,

ni el bien hace demasiado ruido.

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los problemas que ello plantea y cumplir las tareas que la vida asigna continuamente a cada individuo”.

- Y sí. La vida no es minería, sino agricultura.

No se trata de encontrarle un sentido a la

vida, sino de ponérselo. Lo que alimenta a

un hombre que ha crecido, no es la habilidad

para encontrarle sentido a la vida. Lo que im-

porta es ponerle sentido a cada acontecimien-

to de nuestra vida. Nada se ha de perder de

lo que el Padre nos ha dado. No tenemos en

nuestras manos la solución para los proble-

mas del mundo. Pero frente a los problemas

del mundo, tenemos nuestras manos. Cuando

Dios venga a juzgar la historia, nos mirará las

manos, no los resultados.

Un viejo paisano me decía poco tiempo

antes de morir: Yo no quiero a mi campo

por todo lo que me ha dado, sino por todo lo

mío que lleva encima.

Usted ha afirmado que no es la sociedad nueva la que creará los hombres nuevos. Son los hombres nuevos quienes formarán la nueva sociedad…

- Sigo pensando que lo que construye al

hombre no es la libertad, sino la disponibi-

lidad para poner sus fuerzas y su libertad

al servicio de algo… o de Alguien. No es el

maizal el que le da calidad a cada espiga.

Sino que son cada una de las espigas las

que aportan la calidad al maizal. Florez-

camos allí donde la vida nos siembra, y

haremos una tierra mejor.

¿Cuál es el camino como cristianos para despojarnos de nuestras vestiduras y de servir de manera generosa a los otros y a ese Alguien?

- ¡Si lo supiera, escribiría un libro y me

haría famoso! Simplemente comparto lo

que me cuesta como cura y como monje el

desensillarme de mis aperos eclesiásticos, y

de posturas clericales, para servir sencilla-

mente a quien me pide una palabra.

He tenido la suerte de conocer grandes

personas que me han servido de ejemplo:

nombro a dos de entre tantos: el cardenal

Pironio y el Padre Moledo. Que cada uno

rescate de entre su gremio un par de mode-

los cercanos como para ir meditando.

La madre Teresa remarcaba siempre que es dando que se recibe, y alguna vez en el monasterio escuché: cuando se comparte,

r e p o r t a j e s

Menapace: “No tenemos en nuestras manos la solución para los problemas del mundo. Pero frente a los problemas del mundo, tenemos nuestras manos. Cuando Dios venga a juzgar la historia, nos mirará las manos, no los resultados”.

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sobra. ¿Pudiera reflexionar sobre el significa-do que encierran estos dichos?

- Fui cuatro años miembro del CREA, siendo

administrador en el campo del Monasterio.

Con los ingenieros: Aguilar, Marcelo Bor-

das, Alejandro Correa Urquiza, y muchos

capataces y mayordomos, aprendí la ley

del puño. En nuestra pampa bonaerense,

los pastoreos tienen una parte vegetativa

y otra que es follaje. La primera es hasta la

altura del puño. Esa

no tiene que ser co-

mida por el animal.

La planta la nece-

sita vitalmente. Lo

que va de ahí para

arriba es follaje, y es

lo que hay que darlo

en pastoreo. De lo

contrario se pierde.

La cosa se maneja con el pastoreo rotativo.

Hay que calcular con exactitud las dimen-

siones del lote limitándolo con alambrado

eléctrico, y calcular la cantidad de carga

animal que pueda comer entre ordeñes

todo el follaje posible, sin afectar a la parte

vegetativa que queda por debajo de la

altura del puño. De esta manera el cam-

po se recupera en tres o cuatro semanas,

renovando todo el follaje. Si les permitimos

comer un poco de más, corremos el riesgo

de que se necesite de todo un ciclo anual

para que se recupere.

Todos tenemos un monto de energía para

dar y comprometerlo, pero tenemos que ser

cuidadosos de no agotar nuestras propias

reservar vitales para que no lleguemos a

estar exhaustos. Lo que tenemos para dar

y no damos, se pierde. Lo que no debemos

dar y lo damos, nos quita la posibilidad de

seguir dando.

El hombre de ciudad se encuentra mu-chas veces ensimismado en su propio mundo. Además, a través del mundo vir-tual, la soledad del hombre en los centros urbanos se solapa en la apariencia de tener muchos amigos “inmediatamente” conectados, pero si entendemos a la co-municación como un proceso artesanal… ¡Cuán lejos estamos del otro!

- Hubo un pastor evangélico llamado Die-

trich Bonhöfer. Fue quien recuperó la vida

monástica para el mundo protestante. Los

nazis lo fusilaron antes de acabar la Segun-

da Guerra Mundial. Pero antes escribió un

hermoso libro que tituló: Vivir en comunidad.

Allí afirma que el que no sabe vivir solo,

que se cuide de los demás. Y el que no sabe

vivir en comunidad, que no se arriesgue a

estar solo.

Evidentemente, tanto la vida de la ciudad

como la del campo tienen sus ventajas y

sus riesgos. Es la manera de vivir en cada

una de ellas lo que nos permitirá man-

tener ese lindo equilibro entre soledad

y comunión. Aunque evidentemente el

ruido no hace bien, ni el bien hace dema-

siado ruido.

El mundo de la empresa no es ajeno a las dificultades que plantea la modernidad. En las organizaciones se cuenta con abundan-tes teorías orientadas a la eficiencia y a la optimización de los resultados, pero faltaría una acerca de la felicidad.

- En latín para decir que algo está conteni-

do, se utiliza la palabrita contentus. El agua

que está en un recipiente, está así “conten-

ta”. Acepta los límites, y queda disponible

r e p o r t a j e s

El dEdo dE dios Está ahí

Contemplativo no es el que se encierra en sí mismo evadiéndose de

todo lo que lo rodea. Lo es aquel que tiene los ojos dilatados y los oídos

abiertos para rastrear las huellas de Tata Dios por allí donde haya pasado.

Y donde veamos algo que vive... el dedo de Dios está ahí.

Hay un proverbio árabe que dice: “Si gastas tu noche llorando la puesta

del sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas”.

† Mamerto Menapace. Monje de Los Toldos

Dejemos el pesimismo para tiempos

mejores. Basta de examen de conciencia.

Pasemos al propósito de enmienda.

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r e p o r t a j e s

para lo que se la necesite: regar, refrescar,

saciar la sed, lavar, etc.

En cambio a la que se la derrama, y pierde

los límites, se le dice “di-vertida”. Ya no sirve

para otra cosa. Perdió su capacidad de estar

al servicio de los demás.

Desearía que todas nuestras actividades

nos permitieran estar contentos, aunque no

siempre nos sintamos divertidos. La felici-

dad tiene que ver más con lo primero que

con lo otro. Insisto: el éxito hasta se puede

conseguir financiándolo. La gloria solo se

conquista.

El cristiano en su rol de dirigente de em-presa tiene un desafío aún mayor en la búsqueda de vivir de manera coherente su compromiso de fe cristiana y su vocación empresaria.

- Sin duda: a quien más se le confía,

más se le exige. Y estar tironeado por

fidelidades múltiples tiene el peligro de

descentrarnos de nuestras convicciones.

No son las mismas las tentaciones de

un ginecólogo que las de un abogado, ni

las de un empresario exitoso que las de

un obrero sin calificación especial. Pero

nadie está eximido de ser una buena

persona, sea cristiano o no. Cuando uno

muerde una manzana y mira el pedazo

que le quedó en la mano, hay algo peor

que encontrar un gusano… ¡es encontrar

medio gusano!

Peor que un ateo convencido, es un cris-

tiano tibio. Monseñor Manuel Moledo, que

fuera el primer asesor doctrinal de ACDE,

marcaba siempre la diferencia entre el

hombre de empresa y el hombre de presa.

Es posible y fascinante vivir la espirituali-

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Página 10 EMPRESA Nº204

dad cristiana en la vida personal, familiar y

profesional. Al menos intentarlo, decía Juan

Pablo II a los jóvenes.

Ud. ha señalado que, frente al actuar de Dios, hay como dos tiempos. Primero, un tiempo de rumia y de intimidad; y luego, otro tiempo de acción y de fidelidad. Nos gustaría pudiera profundizar en este punto...

- La verdad de mi compromiso no depen-

de de la coherencia de vida del que me la

transmitió. Depende de la fertilidad de la

Palabra de Dios y de la fecundidad de tu

corazón. La verdad del maizal no depende

de la sembradora, sino del diálogo entre la

fertilidad de la tierra y la fecundidad de la

semilla, además de la lluvia que viene del

cielo. A veces-y todos somos testigo de ello-

la persona que nos acompañó y hasta guió

en un trayecto de nuestra vida, luego no fue

coherente o fiel con aquello que nos trasmi-

tió. Pero eso no quitó verdad a lo que hemos

recibido.

Soy testigo de que en mi vida espiritual

muchos de los que más me ayudaron, luego

descubrí que volaban con un perdigón bajo

el ala. Solo entonces descubrí el valor de

todo lo que me dieron a pesar de ello. Y así

aprendí a ser misericordioso con mis pro-

pias miserias. Lo digo en serio, no por falsa

agachada.

Mamerto, ¿cómo contagiar la alegría y la esperanza en este deber de cristianizar las cosas?

- En los momentos difíciles me gusta usar

proverbios o palabras cortas y decidoras.

Por eso, para terminar les regalo dos que a

mí me están sirviendo últimamente:

• Todos los hongos son comestibles…pero

algunos una sola vez. No es necesario que

nosotros hagamos todas las experien-

cias. Usemos también la de los demás y

saquemos las consecuencias útiles. Si lo

sabemos escuchar, nuestro pueblo tiene

mucho para enseñarnos.

• Dejemos el pesimismo para tiempos me-

jores. Basta de examen de conciencia.

Pasemos al propósito de enmienda.

Con un abrazo fraterno. El humor también

es cosa seria.

Eduardo otsubo

r e p o r t a j e s

Menapace: “Sigo pensando que lo que

construye al hombre no es la libertad, sino la

disponibilidad para poner sus fuerzas y su libertad

al servicio de algo… o de Alguien”.

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e m p r e s as o c i e d a d

la agenda de la rse para la argentina

que viene

daniel arroyo

daniel arroyo es licenciado en Ciencia Política por la Universidad de Buenos aires. Fue secretario de Políticas sociales y desarrollo humano del Ministerio de desarrollo social de la Nación, y Ministro de desarrollo social de la Provincia de Buenos aires.

Tras ocho años de crecimiento sostenido, la

economía argentina atraviesa un momento

único en sus dos últimos siglos de historia.

La creciente demanda internacional de

alimentos por parte de los países del BRIC

-especialmente, China e India- marca la

tendencia de que el país seguirá su marcha

ascendente en los próximos años. Si bien la

actual crisis internacional denota algunas

señales de alerta, que deberán ser tenidas

en cuenta, se trata de una oportunidad

excepcional, que brinda a los argentinos la

posibilidad de dar un salto sustentable en

la mejora de la situación social.

Una agenda de desarrollo social para la

próxima década debe avanzar sobre diez

ejes centrales. El primer punto, sin duda, es

la pobreza estructural, que encuentra sus

territorios más críticos especialmente en el

NOA, el NEA y el conurbano bonaerense. En

segundo lugar, se debe avanzar en políticas

que combatan la informalidad y la preca-

riedad laboral, que afecta a casi cuatro de

cada diez argentinos. Tercero, las brechas

de la desigualdad, que son particularmente

profundas en los grandes centros urbanos.

Otro de los puntos clave de la agenda pasa

por la inserción de los jóvenes de 16 a 24

años que ni estudian ni trabajan; y que,

más allá de las cifras, es un sector de la

población que sufre no sólo la ausencia de

oportunidades laborales y educativas sino

también la falta de un horizonte que les

permita proyectar sus vidas en el futuro. No

sirven los programas aislados para resolver

esta situación. Es un problema de mayorías

que se resuelve con planes de gran escala,

con una política en la estén involucrados

todos los sectores de la población, bajo el

liderazgo del Estado nacional.

Muchas veces, las situaciones de pobre-

za tienen que ver con la imposibilidad de

acceder al capital. Por eso, en el caso de

los pequeños emprendedores y los cuenta-

propistas, hay que repensar un sistema de

“Si el Estado, la sociedad civil y el empresariado trabajan de forma conjunta, podemos llegar sin pobreza ni indigencia a la Argentina de 2020”, señala Arroyo, y en pos de

este objetivo enumera diez ejes centrales que deben conformar la agenda de desarrollo social.

Para el autor, las políticas sociales y de desarrollo local deben ser el resultado de la interacción entre el Estado, las empresas y las organizaciones de la sociedad civil.

En ese sentido subraya que el sector privado, a través de acciones desarrolladas en el marco de la RSE, tiene un rol muy importante para vincularse con el sector informal

dela sociedad y potenciarlo con estrategias de encadenamiento productivo, de asistencia técnica y capacitación.

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Página 12 EMPRESA Nº204

crédito flexible y masivo, que permitan la

renovación de las maquinarias y las herra-

mientas con las que trabajan. El apoyo al

cuentapropismo debe ser considerado un

elemento clave, porque es el sector que más

posibilidades tiene de salir de la pobreza rá-

pidamente y de generar nuevas fuentes de

trabajo en las propias comunidades.

También queda claro que es necesario

masificar el acceso al crédito a la vivienda

para aquellos sectores que, aun trabajando,

cuentan con ingresos insuficientes para lo-

grar la financiación que requieren. Y, en el

mismo sentido, el sexto punto radica en la

extensión de los planes de infraestructura

social y vivienda, que deben apuntar a la

generación de espacios con mejor calidad

de vida en los grandes centros urbanos,

donde se conjugan problemas como el haci-

namiento, la adicción, la violencia y la estig-

matización de los jóvenes.

Por otra parte, hace falta avanzar en las

estrategias de fortalecimiento de los niveles

de atención primaria de la salud que eviten

la sobrecarga en los hospitales. También

hay que apuntar a la mejora de la cali-

dad educativa, achicando las diferencias

crecientes que se están observando entre

ciertas escuelas privadas y las escuelas pú-

blicas. El noveno eje pasa por la descentra-

lización de recursos a los gobiernos locales.

Y, finalmente, por el fortalecimiento de las

organizaciones de la sociedad civil, transfi-

riéndoles recursos para que puedan encarar

sus propias acciones.

la responsabilidad social

La escala de los problemas consignados re-

quiere que el desarrollo social no pueda ser

considerado sólo como un instrumento del

Estado, sino que necesita del apoyo de todos

los actores de la sociedad. Para ser realmen-

te eficientes y tener verdadera incidencia

territorial, las políticas sociales y de desa-

rrollo local deben ser el resultado de la in-

teracción entre el Estado, las empresas y las

organizaciones de la sociedad civil. Resulta

fundamental contar con el compromiso, la

participación y la colaboración de todos los

actores, con sus diversos recursos y la diver-

sidad de sus puntos de vista.

En la Argentina, la responsabilidad social

empresaria ha evidenciado un gran creci-

miento en los últimos años, con mayor pre-

sencia del actor privado en la perspectiva

de la inclusión social. Haciendo un análisis

de lo ocurrido en las últimas décadas, se

pueden observar tres grandes etapas del

desarrollo de la RSE en el país. La primera

etapa se vivió hasta el 2001, donde no había

una experiencia de intervención estructu-

rada, sino compromisos aislados de algunas

empresas, acompañando el desarrollo de

las comunidades locales. La segunda, luego

de 2001, permite registrar que muchas em-

presas adoptan de forma efectiva y eficiente

el esquema de la RSE. Es una etapa carac-

terizada por la asistencia y el apoyo directo

para intervenir ante la emergencia y la

magnitud de la crisis que vivía la Argentina

por esos años.

s o c i e d a d

Arroyo: “La RSE se hermana con la idea de la densidad productiva, la generación de valor agregado y la inversión genuina”.

Page 15: Revista Empresa 204

Verano 2012 Página 13

En la tercera etapa, que comienza hacia el

2007 hasta el presente, las empresas co-

mienzan a trabajar sobre la promoción y,

básicamente, se centran en el otorgamien-

to de becas, microcréditos y capacitación

laboral. Es en este momento cuando este

enfoque empieza a tener impacto, contri-

buyendo de manera significativa en trasfor-

mar la realidad. En este esquema, se abren

nuevos desafíos para la RSE en la Argentina,

que pasan por lograr sustentabilidad en

las acciones encaradas, el apoyo a las or-

ganizaciones que tienen legitimidad y la

experiencia de trabajo en las comunidades.

En la Argentina hay 80.000 organizaciones

sociales y uno de los desafíos del sector em-

presario es apoyarlas con financiamiento y

capacitación, para empoderar y fortalecer la

sociedad civil.

Entre los problemas principales que tienen

los sectores empobrecidos se destaca, en

primer lugar, el retraso tecnológico. Es decir,

personas que realizan actividades produc-

tivas o de servicios que tienen, en general,

maquinarias obsoletas. En segundo lugar, y

como consecuencia de la problemática an-

terior, existe también una falta de capacita-

ción, ya que dicho retraso tecnológico no le

permite utilizar las herramientas y maqui-

narias actuales. Y en tercer lugar, el sector

informal en la Argentina carece de vínculo

con el sector privado a través de cadenas de

producción reales, “creándose” un circuito

económico a nivel local y barrial.

Esta situación genera que un sector social

importante de la población tenga dificulta-

des de inserción en el mercado laboral ac-

tual. Hay un núcleo importante de personas

del sector informal de la economía vincula-

das “al mundo” del trabajo, pero a partir de

la precariedad. Pueden destacarse en este

sentido, oficios varios (pintores, albañiles,

plomeros, herreros, etc.) como también pe-

queños emprendedores que realizan alguna

actividad de tipo productiva (textil, alimen-

ticia, etc.). De todos modos, es un sector con

s o c i e d a d

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Page 16: Revista Empresa 204

Página 14 EMPRESA Nº204

dificultades para mantener una continui-

dad, previsión social, salud y condiciones

regulares de trabajo. Estos sectores, además

de estas problemáticas, tienen otras que ha-

cen al retraso tecnológico y a la vinculación

con las cadenas productivas.

El sector privado, a través de acciones de-

sarrolladas en el marco de la RSE, tiene un

rol muy importante para vincularse con

este sector y potenciarlo con estrategias de

encadenamiento productivo, de asistencia

técnica y capacitación.

las cadenas productivas

En este contexto,

debe entenderse el

rol de la RSE como

instrumento para

mantener enla-

ces horizontales y

transversales entre

la economía formal

y social y, a su vez,

realizar un acertado

diagnóstico acerca

de las características

de la economía de la

zona, los potenciales

recursos materiales

y humanos ociosos

de la misma. Así, los

mecanismos que

pueden incorporar-

se a la RSE son los

siguientes: la conformación de cadenas pro-

ductivas, la incorporación de proveedores, la

asistencia técnica y la capacitación.

En cuanto al primer instrumento, es impor-

tante destacar que la desarticulación de uni-

dades productivas reduce su potencial para

hacer un mayor aporte en la generación de

empleos y la distribución equitativa de los

ingresos. En consecuencia, es necesaria una

vinculación entre emprendedores, y de estos

con las unidades productivas que permitan

la construcción de redes de apoyo mutuo y,

sobre todo, que deriven en la construcción de

un proyecto de desarrollo basado en capaci-

dades y recursos regionales -que generen un

círculo virtuoso de crecimiento e inversión, en

donde el empresariado asuma un rol activo y

de respaldo financiero-.

Las cadenas productivas, que articulan el

sector privado y la economía social, inci-

den directamente en la elaboración de un

producto final. La cadena permite así diver-

sos niveles de procesamiento, transporte,

comercialización e industria, alcanzando

varios productos acabados en el nivel del

consumidor, logrando una sinergia de acto-

res promotores del desarrollo económico.

Esto puede permitir una integración verti-

cal, en la cual se articulan distintos eslabo-

nes de una cadena productiva; o bien, hori-

zontalmente a través de una asociatividad

entre emprendimientos y empresas de un

mismo eslabón, procurando mejorar sus

canales de comercialización o producción.

Muchas actividades serán más efectivas y

menos costosas si se realizan en forma aso-

ciativa, logrando de esta manera optimizar

las estructuras de costos individuales y las

capacidades de innovación productiva, para

mantener el posicionamiento competitivo

en el mercado e impacto socioproductivo.

La RSE se hermana con la idea de la densi-

dad productiva, la generación de valor agre-

gado y la inversión genuina.

las cadenas de proveedores

El segundo elemento a visualizar, en rela-

ción a la RSE, es la posibilidad de otro tipo

de articulación económica a través de las

cadenas de proveedores. Estas permiten a los

emprendedores vincularse a la economía a

través de su inserción como proveedores de

bienes y servicios para el sector privado. Esta

simbiosis puede “estandarizar” la producción,

la calidad, la comercialización, y permite a los

emprendedores la adaptación a nuevas tec-

nologías, como, así también, la diversificación

de la oferta y el mejor aprovechamiento de los

s o c i e d a d

El objetivo es incorporar al

empresariado a una idea de bien

común, eliminando las viejas

dicotomías: agro-industria, Estado-

Mercado, economía formal-informal,

con una visión de desarrollo que cree

mecanismos decisorios en el consenso

de la mayoría de los sectores.

Page 17: Revista Empresa 204

Verano 2012 Página 15

s o c i e d a d

El apoyo al cuentapropismo debe ser considerado un elemento clave, porque es el sector que más posibilidades tiene de salir de la pobreza rápidamente y de generar nuevas fuentes de trabajo en las propias comunidades.

recursos físicos y humanos disponibles, con

miras a aprovechar la demanda que solicita el

sector privado.

la capacitación y la asistencia técnica

Un último aspecto relevante es la capaci-

tación y la asistencia técnica por parte de

las empresas. Este aspecto tiene una es-

trecha vinculación con el fortalecimiento

de la economía social y las iniciativas que

surgen de ella misma. El objetivo es que el

sector privado pueda aportar apoyo técnico

que potencie la capacidad de los diferentes

emprendedores. Muchos cuentan solo con

su propia capacidad de trabajo, así el resul-

tado se ve reducido por la escasa formación

general sobre el sostenimiento y organiza-

ción de una actividad productiva. Otros, en

cambio, cuentan tal vez con bienes o insu-

mos, pero necesitan mejorar su situación,

optimizando sus canales de producción o

comercialización.

También puede formar a los emprendedo-

res acerca de temas generales relacionados

con la producción económica y su comer-

cialización, orientando la actividad hacia

el conocimiento de la cadena de valores de

los productos, al aprovechamiento en forma

comunitaria de los recursos e insumos exis-

tentes, al mejoramiento de la organización

y coordinación de los grupos humanos para

la producción en escala, como así también

hacia cuestiones legales e impositivas que

posibiliten la comercialización en circuitos

comerciales formales.

En definitiva, el área de responsabilidad so-

cial empresaria debe ocupar un lugar central

en las estrategias de concertación entre los

actores, en donde se debate el modelo de de-

sarrollo para una región o una localidad. El

objetivo es incorporar al empresariado a una

idea de bien común, eliminando las viejas

dicotomías: agro-industria, Estado-Mercado,

economía formal-informal; con una visión

de desarrollo que cree mecanismos deciso-

rios en el consenso de la mayoría de los sec-

tores, teniendo como objetivo la construc-

ción de una sociedad integrada. Si el Estado,

la sociedad civil y el empresariado trabajan

en forma conjunta, podemos llegar sin po-

breza ni indigencia a la Argentina de 2020.

Page 18: Revista Empresa 204

Página 16 EMPRESA Nº204

Reflexiones

Resignarse nos esclaviza, pero Aceptar nos libera

y nos hace crecer.

La experiencia de frustración, además de

ser dolorosa, es impulsora de crecimiento.

Hay personas que, como los chicos y adoles-

centes, no pueden soportar tal experiencia:

quieren todo, ya. El adulto que está viviendo

su edad y que ha asimilado las variadas

lecciones que la vida enseña, ha aprendido

a frustrarse. Tiene que haberse dado cuenta

de que la vida es, por mucho, una especia-

lista en frustrar a los mortales. ¡Cuántos

deseos, expectativas, logros se vieron trun-

cados por imponderables! Si no estamos

en contacto con esta verdad, vamos a vivir

el resto de nuestra existencia insistiendo e

insistiendo en que las cosas sean diferentes

de lo que son. Por eso, la clave para resolver

esta cuestión está dada por la palabra acep-

tación que poco tiene que ver con la resig-

nación. Aclaremos.

dos CoNCEPtos distiNtos

Resignarse tiene que ver con un acto de su-

misión, de mansedumbre, de ceder para no

causar trastornos, para evitar discusiones

o peleas. Cuando uno se resigna no acepta

que el deseo propio haya sido frustrado. La

resignación siempre incluye enojo, bron-

ca que puede transformarse en deseos de

venganza: “Ya van a saber quién soy”. La

persona resignada queda adherida al objeto

perdido o jamás encontrado; no puede ni

siquiera entrar en la etapa de duelo por ese

Marcelo D. Váquez Avila

Prof. De Comportamiento Humano en la Organización Instituto

Internacional San Telmo, Sevilla, España

Page 19: Revista Empresa 204

Verano 2012 Página 17

Aceptación sin Resignación

objeto perdido. Siempre se lo añora de una

manera nostálgica. “Nostalgia” es un pro-

fundo dolor (algia) por aquello, lo que ya no

está o que no se tiene, por lo que no pudo

ser, por lo que ya fue y no sigue siendo;

como sucede con la niñez, los padres de la

infancia, la juventud, etc. En esta condición,

la energía de la persona queda estancada

en ese objeto imposible.

En cambio, en la aceptación de la frustra-

ción de un deseo se pone en marcha un

mecanismo de reconocimiento de que la

realidad es la realidad. Este estado permite

y favorece el proceso de duelo mediante el

cual uno se despide para siempre de lo que

no está o no pudo ser, y la energía queda

liberada para iniciar otro proyecto. Este

proceso necesita, en ocasiones, de bastante

tiempo según la trascendencia del objeto

perdido.

RECoNoCER qUE tENEMos UN PRoBlEMa No sigNiFiCa qUE No qUERaMos CaMBiaRlo

Muchas veces cometemos el error de pen-

sar que aceptar lo que nos sucede signi-

fica no desear cambiarlo. Nada más lejos

de la verdad. Ante todo, para poder modi-

ficar algo, es requisito previo aceptar que

ese algo nos está sucediendo. Mucha gen-

te confunde esta aceptación con “resig-

nación”. La resignación implica que uno

se ve indefenso frente a lo que le sucede,

que uno se siente incapaz de cambiarlo.

La aceptación, por otra parte, significa

que reconocemos que algo no nos gusta,

para de ese modo ser capaces de empezar

a modificarlo. Si, por ejemplo, yo niego

que tengo un problema con mi pareja, ja-

más podría pensar en arreglarlo.

Reconocer que tenemos un problema no

significa que no queramos cambiarlo. Lo

que sucede es que estamos acostumbrados

a “luchar” contra la idea del problema en sí.

Eso es negación.

Mucha gente confunde la idea oriental de

“aceptar lo que nos sucede sin cuestionar-

lo”, con la idea de “pasividad”. Esto se debe

a una falta de conocimiento y comprensión

del contexto. No hay vida más estática que

la del negador compulsivo, debido a que

siempre cargará con los mismos problemas

a lo largo del tiempo. En cambio, la vida de

aquel que acepta lo que le sucede sin lu-

char contra la idea, es el que se da a sí mis-

mo la oportunidad de resolverlo. “Aceptar

lo que nos sucede sin cuestionarlo” no sig-

nifica que pensemos que eso que nos pasa

está bien. Cuando los budistas hablan de

“no cuestionar”, se refieren a “no cuestionar

que eso nos suceda”, tan simple y efectivo

como eso.

Tenemos en la cabeza tan arraigada la idea

de “forjar nuestro destino”, que temblamos

frente a la simple mención de la palabra

“aceptación”. Eso nos hace negar automáti-

camente cualquier cosa que no nos gusta,

Page 20: Revista Empresa 204

Página 18 EMPRESA Nº204

Reflexiones

porque nos enseñan a aceptar solamente lo

que nos agrada. Y lo que es peor, llegamos a

creer que aceptar algo es aprobarlo.

Es hora de empezar a aprender a usar me-

jor nuestra inteligencia y dejar de aceptar

o rechazar determinadas nociones sin to-

marnos el tiempo de analizarlas detenida-

mente. Es fácil dejarse llevar por las gene-

ralizaciones, y es cierto que es más cómodo

que tomarse el trabajo de pensar por uno

mismo.

No es lo mismo resignación que aceptación.

Algunas veces las circunstancias que nos

tocan vivir como son las enfermedades, fra-

caso en un emprendimiento, etc., nos per-

miten comprender y experimentar el verda-

dero significado y diferencias que tienen las

palabras aceptación y resignación.

El diccionario de la Real Academia Española

dice que:

Aceptar es: 1.- Recibir voluntariamente lo

que se le da. 2.- Aprobar, dar por bueno

Resignarse es: Conformarse, someterse, en-

tregar su voluntad, condescender.

La aceptación profunda de la realidad

que nos toque vivir, llámese enfermedad

o fracaso, etc., debe llevarnos a meditar,

reflexionar y razonar la situación que es-

tamos viviendo para que, a través del razo-

namiento, comprendamos que hay varias

acciones que aún podemos realizar. Si el

análisis de estas acciones es realizado en

forma positiva, los resultados demostrarán

que lo hemos hecho bien. Ahora, si el aná-

lisis es hecho con una mentalidad negati-

va, el resultado será obviamente negativo

y no nos permitirá comprender, y por tanto

aceptar lo que estamos viviendo, y termi-

naremos resignándonos. La aceptación y la

comprensión nos lleva a utilizar todo con

la finalidad de crecer; no hay fracaso, tan

solo una batalla perdida de la que hay mu-

cho que aprender.

La aceptación surge de comprender que

cualquier circunstancia que estamos vi-

viendo, sin excepción, cumple un propósito.

De nosotros depende el resultado.

¿Estamos dispuestos a dar la lucha? ¿Esta-

mos dispuestos a trabajar hasta alcanzar

nuestro objetivo? o ¿simplemente nos resig-

naremos?

Page 21: Revista Empresa 204

Verano 2012 Página 19

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Page 22: Revista Empresa 204

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Page 23: Revista Empresa 204
Page 24: Revista Empresa 204
Page 25: Revista Empresa 204

Verano 2012 Página 23

claves del retraso y del progreso

de la argentina

martín lagos

Martín Lagos comparte una síntesis de un trabajo de investigación realizado conjuntamente con Juan J.Llach, Eduardo Fracchia y

Fernando Marull sobre el retraso sobre el retraso relativo que experimentó la economía argentina -en este último siglo- tras haber alcanzado y sostenido niveles de ingreso per

cápita cercanos a las economías más avanzadas del mundo.

Para los autores, los factores identificables como comunes de los períodos de no retraso son: un mejor funcionamiento de las instituciones políticas; una inflación baja o moderada y el aumento de la monetización de la economía; políticas económicas

no populistas o, si se prefiere, sostenibles en el tiempo; solvencia fiscal; una menor volatilidad macroeconómica; la existencia de oportunidades y percepciones de progreso

y movilidad social y un puja distributiva moderada o encauzada.

A esta enumeración se suman: una economía abierta o en proceso de apertura y precios relativos internos cercanos a los internacionales; un desarrollo agropecuario

compatible y simultáneo al desarrollo industrial; términos del intercambio externo no muy bajos; solvencia externa; una inversión moderada o alta y el respeto de los

derechos de propiedad.

Finalmente, alerta acerca de los signos de deterioro de la economía argentina actual y la necesidad de atender esta problemática. Y agrega: “El valioso logro de haber

transitado ya casi nueve años sin crisis económicas violentas se está poniendo en riesgo por la alta inflación y políticas tales como la extinción de los superávits gemelos”.

Este artículo constituye una síntesis de la

investigación del retraso relativo experimen-

tado por la economía argentina tras haber

alcanzado y sostenido niveles de ingreso per

cápita, cercanos a los de las economías más

avanzadas del mundo y muy superiores a los

del mundo en desarrollo. La investigación no

se centró en el impresionante crecimiento de

la Argentina en los cuarenta años anteriores

a su Centenario, sino en el desempeño poste-

rior, o sea en los años en los que el país logró

sostener las posiciones relativas alcanzadas,

para luego perderlas.

El desempeño de nuestra economía

Las largas series de ingreso per cápita, ho-

mogeneizadas para cientos de países por

el economista británico Angus Maddison,

permitieron comparar el desempeño de

nuestra economía con el de un amplio

número de países o grupos de países a lo

largo de más de un siglo. Si bien la referen-

cia primaria fue el desempeño grupal (o

promedio) de las dieciséis economías más

ricas de raíz occidental (doce europeas,

más los EE.UU., Canadá, Australia y Nueva

Martín lagos es licenciado en Economía (UCa). M.a. (candidate) in Economics (Columbia University). Eisenhower Fellow. Fundador, Consejero y Profesor de la Universidad del CEMa. Ex-Vicepresidente del Banco Central y de seguro de depósitos s.a.Síntesis del libro del mis-mo nombre publicado por TEMAS Grupo Editorial S.R.L. Con la autoría de Martín Lagos, Juan J. Llach, Eduardo Fracchia y Fernando Marull. El libro fue el fruto de una investi-gación que llevó más de un año de trabajo.

e m p r e s ap r o p u e s t a

Page 26: Revista Empresa 204

Página 24 EMPRESA Nº204

Las políticas económicas más

visiblemente asociadas a los períodos

de retraso son las que condujeron a

un excesivo cierre de la economía al

comercio internacional, a las políticas

fiscales y monetarias altamente

inflacionarias que siguieron a la Segunda

Guerra Mundial y a la volatilidad

resultante de políticas macroeconómicas

insostenibles en el tiempo.

Zelanda), también se efectuaron compara-

ciones con economías asiáticas que en las

últimas décadas han crecido a mayor velo-

cidad que aquellas, y con países o grupos

de países que en mayor o menor medida

comparten con la Argentina la vecindad

geográfica, la cultura, las principales etnias

de su población o la disponibilidad de re-

cursos naturales.

Las comparacio-

nes muestran que

nuestro país perdió

posiciones relati-

vas contra todos

los países o grupos

considerados, con la

sola excepción del

Uruguay. El retraso

contra el mundo

avanzado comien-

za visiblemente

en 1934/35, tras la

crisis económica

mundial que se

había extendido

entre 1929 y 1933.

Es notorio como la

Argentina atravesó

la crisis con relati-

vo éxito, pero salió

de ella con menor

dinamismo que el

de los países avan-

zados. En otros casos (España, Italia, Japón,

Taiwán, Corea) el retraso es notable a par-

tir de 1950, siendo mucho más reciente el

retraso respecto a otras economías (China,

1978; Chile, 1986).

El retraso relativo que comienza cuando se

sale la crisis 1929-1933 se prolonga hasta

1963. En estos treinta años el ingreso per cá-

pita argentino pasó de representar aproxima-

damente un 85% del promedio de los países

avanzados a algo menos del 60%. Viene luego

un período de once años (1964-1974) durante

el cual el crecimiento argentino se aceleró y

fue menos volátil, como resultado de lo cual

la ratio de ingresos per cápita con los países

ricos permaneció estable. Pero luego siguieron

quince años (1975-1990) durante los cuales

se produjo un retraso catastrófico, al cabo de

los cuales nuestro PIB per cápita cayó hasta

el 35% del de los países avanzados. En las

dos décadas transcurridas desde 1991 varios

subperíodos de muy alto crecimiento (1992-

1994; 1996-1998 y 2003-2008) permitieron que,

pese a las recesiones de 1995 y 1999-2002, el

resultado fuera de no-retraso.

Variables estadísticamente significativas para explicar el retraso

Las prolongadas fases de retraso de la Ar-

gentina dieron lugar a una extensa biblio-

grafía de autores argentinos y extranjeros.

La revisión de una treintena de hipótesis

lanzadas a lo largo de varias décadas para

explicar semejante retraso es uno de los

Fuente: Cálculos propios en base a Maddison.(*) EE.UU., Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia, Holanda, Bélgica, Austria, Suiza, Dinamarca, Suecia, Noruega y Finlandia.(**) Las oscilaciones extremas de la ratio “PIB per cápita argentino/PIB per cápita países avanzados” en los años de la Segunda Guerra y posguerra se explican principalmente por la extraordinaria expansión y luego declinación de la movilización y producción bélica en los países en conflicto. Semejantes altibajos, visibles en el gráfico en los años que van desde 1941 hasta 1950, explican tanto la extraordinaria caída de la ratio entre 1941 y 1943/44, como el posterior au-mento hasta fines de la década. Para 1951, cuando las principales economías avanzadas se han normalizado, la ratio de PIB per cápita es algo inferior a la de 1940. En la Primera Guerra, en cambio, fue la economía argentina la que sufrió una profunda recesión de la que solo se recuperó a partir de 1918.

Ratio: PIB per cápita arg / PIB per cápita países avanzados (eje izq.)

PIB per cápita argentina (log)

PIB per cápita países avanzados (log)

e m p r e s ap r o p u e s t a

Page 27: Revista Empresa 204

Verano 2012 Página 25

rasgos distintivos de esta investigación.

Siempre que fue posible se apeló a la esta-

dística y la econometría para verificar qué

hipótesis tenía más o menos sustento.

Tanto el análisis “visual”, caso por caso, de

las series estadísticas, como una regresión

econométrica multivariada, muestran que

solo cuatro variables son estadísticamente

significativas para explicar el retraso. El cie-

rre (o apertura) de la economía (medido por

la suma de las exportaciones e importacio-

nes como porcentaje del PIB); la volatilidad

en los niveles del producto interno bruto;

la aceleración de la inflación (aumento de

su tasa porcentual anual) y una variable

dicotómica que captura el comportamien-

to diferencial de las series durante las dos

guerras mundiales del siglo XX.

Esta conclusión no invalida la identificación

de otras variables, hechos y políticas que

Lagos: “No hay un razonamiento

lineal que marque el camino desde las

explicaciones del retraso del país hacia

la formulación de enseñanzas para el

futuro. Como muestra, vale señalar la paradoja de cómo fue posible que dos décadas tan diversas en el imaginario popular

y político, como las del noventa y los dos mil,

hayan logrado en conjunto interrumpir el retraso de

la Argentina”.

El REtRaso dE la aRgENtiNa REsPECto dE UN CoNjUNto dE ECoNoMías aVaNzadas

1,00

0,90

0,80

0,70

0,60

0,50

0,40

0,30

1870

1874

1878

1882

1886

1890

1894

1898

1902

1906

1910

1914

1918

1922

1926

1930

1934

1938

1942

1946

1950

1954

1958

1962

1966

1970

1974

1978

1982

1986

1990

1994

1998

2002

2006

e m p r e s ap r o p u e s t a

Page 28: Revista Empresa 204

Página 26 EMPRESA Nº204

habrían operado de manera menos deter-

minante que los arriba mencionados, pero

no deja dudas de que las políticas económi-

cas más visiblemente asociadas a los perío-

dos de retraso son las que condujeron a un

excesivo cierre de la economía al comercio

internacional (iniciadas tras la depresión

mundial de 1929-1933 y profundizadas en

las décadas siguientes), a las políticas fisca-

les y monetarias altamente inflacionarias

que siguieron a la Segunda Guerra Mundial

y a la volatilidad resultante de políticas ma-

croeconómicas insostenibles en el tiempo.

Sobre otras variables, políticas o hipótesis

vale la pena destacar, por ejemplo, que la

correlación entre los llamados “términos

del intercambio” y la performance relativa

de la Argentina no es alta. Progresamos

con precios altos (1904-1912, 2002-2010),

pero también con precios bajos (1918-1934,

1991-1998) y retrocedimos con precios bajos

(1952-1963), pero también con altos (1946-

1951, 1979-1984).

Casos parecidos (es decir, asociación duran-

te algunos períodos, pero disociación duran-

te otros y -por lo tanto- pobre correlación a

largo plazo) se dan con el gasto público, con

la deuda pública, con la inversión agregada,

con el tipo de cambio real, con el balance

comercial y con muchas estadísticas repre-

sentativas de las hipótesis del estructuralis-

mo. ¿Quiere esto decir que dichas variables

no han impactado o no impactan la perfor-

mance agregada de la economía? No. Quiere

decir que sus efectos (positivos o negativos,

según los casos) no se sostienen en el largo

plazo y que hay otros factores o políticas

que los superan en importancia. Así, la so-

brevaluación del peso (o atraso cambiario)

está asociada tanto a períodos de buena

como de mala performance de la economía.

Lo mismo ocurre con la subvaluación. Hay

períodos de crecimiento que coinciden con

alta inversión y otros con baja inversión, y

lo mismo vale para los períodos de retraso.

La tendencia secular creciente del gasto

público coexiste con lapsos de buena y de

hiPótEsis ExPloRadas EN la BúsqUEda dE ExPliCaCioNEs PaRa El REtRaso dE la aRgENtiNa

• Proteccionismoexcesivo• Discriminaciónanti-agro• Estatismoygastopúblicoexcesivos• Debilidaddelosderechosdepropiedad• Volatilidadmacroeconómica• Insolvenciafiscal• Inflación,desmonetizaciónydesintermediación

financiera• Insuficienciadelainversión• Insolvenciaexterna• Deteriorodelostérminosdelintercambioex-

terno y estructura de las exportaciones• Transferenciaderecursosalexterior• Economíamuyprimaria• Desarrolloindustrialinsuficiente

• Políticascontrariasalaindustria• Políticas“financieritas”• Pujadistributiva• Debilidaddelempresariado• Escasadistribucióndelatierra• Intensidaddelainmigración• Inestabilidadpolítica• Gobiernoscivilesvs.militares• Populismoeconómico• Peronismo• Coalicionesconservadorasoliberales• Federalismo• Otrashipótesispolíticas:Culturasdecaudillosy

de rentas• Urbanizaciónexcesiva• Deteriorodelaventajaeducativa• ExcepcionalidaddelmodeloXIX

e m p r e s ap r o p u e s t a

Page 29: Revista Empresa 204

Verano 2012 Página 27

mala performance, y unos y otros, se super-

ponen a su vez con períodos de superávit y

de déficit en el comercio exterior, que es lo

mismo que decir con salida o con ingreso

neto de capitales externos.

En cambio, nunca hubo buena performan-

ce cuando aumentó el proteccionismo, se

aceleró la inflación y creció la volatilidad, y

sí lo hubo cada vez que el proteccionismo

disminuyó, se desaceleró la inflación y bajó

la volatilidad. La correlación o asociación de

estas variables y políticas con la performance

de la economía han sido destacadas tradi-

cionalmente por las hipótesis neoclásicas

y macroeconómicas, cuyo acierto quedó

ratificado.

Pero cuando se indagan las causas profun-

das, o los porqués de la adopción de aque-

llas políticas, ganan terreno las hipótesis

políticas, históricas y algunas propias del

estructuralismo. Entre otros factores se

debe a la mala distribución original de la

tierra y la carencia de políticas e incentivos

que facilitaran el acceso a ella de pequeños

chacareros y el poblamiento de núcleos ur-

banos en el Interior, todo lo cual resultó en

una gran concentración de población en las

grandes urbes, particularmente en el Gran

Buenos Aires.

El temor generalizado a “la amenaza de

la izquierda” y el impacto negativo de la

crisis 1929-1933 no fueron ajenos ni a la

involución política de la Argentina, que se

inicia en 1930 , ni a la adopción de políticas

proteccionistas orientadas a favorecer a

sectores urbanos, con marcado sesgo con-

trario al sector agropecuario. La Argentina,

sin embargo, persistió y profundizó dichas

políticas mucho más allá de lo que parecía

prudente, sobre todo cuando después de

la Segunda Guerra los países avanzados

fueron lenta y gradualmente regresando

a la economía de mercado enmarcada por

políticas fiscales y monetarias mesuradas,

legislaciones antimonopólicas y comercio

internacional más abierto.

Lo propio puede decirse de lo que ocu-

rrió más tarde, cuando muchos países en

desarrollo (vecinos, europeos periféricos,

asiáticos y hasta algunos del ex-bloque de

Las largas series de ingreso per cápita,

homogeneizadas para cientos de países

permitieron comparar el desempeño de nuestra economía con el de un

amplio número de países o grupos de países a

lo largo de más de un siglo. Las comparaciones

muestran que nuestro país perdió posiciones relativas contra todos

los países o grupos considerados, con la sola

excepción del Uruguay.

e m p r e s ap r o p u e s t a

Page 30: Revista Empresa 204

Página 28 EMPRESA Nº204

economías centralizadas), en algunos ca-

sos tras haber experimentado con políticas

semejantes a la de Argentina, convergieron

hacia un modelo análogo al de la posguerra

en los países avanzados, con mayor énfasis

en las exportaciones que en la sustitución

de importaciones, logrando casi todos ellos

tasas de crecimiento que, contrariamente

al caso de la Argentina, les permitió reducir

sus brechas de desarrollo.

Esta historia sugiere la existencia de algo de

path dependence o “dependencia del sendero”,

hipótesis según la cual el pasado condicio-

na mucho al presente y, por ejemplo, una

vez lanzada una política (como el inicial

proteccionismo defensivo ensayado en la

década de 1930), sus frutos obligan de algu-

na manera a continuarla y, más adelante,

hasta profundizarla. Algo parecido habría

ocurrido con las políticas fiscales y mone-

tarias inflacionarias adoptadas después de

la Segunda Guerra, ya que las inflaciones

endémicas generan anticuerpos que difi-

cultan su combate. Este encadenamiento

de factores y de políticas no fue patrimonio

de ningún partido o tipo de gobierno. Si la

alta inflación y el proteccionismo excesivo

configuran políticas económicas populistas

asociadas al retraso de la Argentina, estas

fueron impulsadas tanto por gobiernos de

cuño conservador como militar, peronista y

radical. De la misma manera, hay gobiernos

militares (1966-1973), radicales (1963-1966)

y peronistas (1990-1999 y 2002-2011) entre

los que presidieron los períodos relativa-

mente favorables o de no retraso.

No hay un razonamiento lineal que marque

el camino desde las explicaciones del retra-

so del país hacia la formulación de ense-

ñanzas para el futuro. Como muestra, vale

señalar la paradoja de cómo fue posible que

dos décadas tan diversas en el imaginario

popular y político, como las del noventa y

los dos mil, hayan logrado en conjunto inte-

rrumpir el retraso de la Argentina.

Los factores identificables como comunes

de los períodos de no retraso son un mejor

funcionamiento de las instituciones políti-

cas; una inflación baja o moderada y el au-

El REtRaso dE la aRgENtiNa y UN iNdiCadoR dE la aPERtURa dE la ECoNoMía

1,20

1,00

0,80

0,60

0,40

0,20

0,00

60%

50%

40%

30%

20%

10%

0%

1900

1903

1906

1909

1912

1915

1918

1921

1924

1927

1930

1933

1936

1939

1942

1945

1948

1951

1954

1957

1960

1963

1966

1969

1972

1975

1978

1981

1984

1987

1990

1993

1996

1999

2002

2005

2008

Fuente: Cálculos propios en base a Maddison, Gerchunoff y Llach e Indec, Cuentas Nacionales

R-Avanzados

(Exportaciones + Importaciones) / PIB (eje der.)

e m p r e s ap r o p u e s t a

Page 31: Revista Empresa 204

Verano 2012 Página 29

mento de la monetización de la economía;

políticas económicas no populistas o, si se

prefiere, sostenibles en el tiempo; solvencia

fiscal; una menor volatilidad macroeco-

nómica; la existencia de oportunidades y

percepciones de progreso y movilidad social

y un puja distributiva moderada o encau-

zada; una economía abierta o en proceso

de apertura y precios relativos internos cer-

canos a los internacionales; un desarrollo

agropecuario compatible y simultáneo al

desarrollo industrial; términos del inter-

cambio externo no muy bajos; solvencia

externa; una inversión moderada o alta y el

respeto de los derechos de propiedad.

signos de deterioro económico a atender

Lamentablemente, la mayor parte de los

factores que han permitido a la Argentina

dejar de retrasarse respecto del mundo

entre 1991 y 2008 han mostrado signos de

deterioro en los últimos años. Si bien no se

han alcanzado aún los extremos típicos de

los tiempos del gran retraso de la Argen-

tina, por ejemplo en lo que concierne a la

ilegalidad o ilegitimidad de los gobiernos, la

altísima inflación o el cierre casi total de la

economía, las señales negativas son dignas

de atención. La democracia sigue funcio-

nando, pero se observan evidentes daños en

las instituciones republicanas y federales.

De la estabilidad monetaria lograda, aun

después de la devaluación del 2002, se ha

pasado a una inflación alta y riesgosa. Han

reaparecido comportamientos populistas,

especialmente en las distorsiones de precios

relativos, en la magnitud de los subsidios y

en un nivel sin precedentes de gasto públi-

co, dudosamente sostenible y parcialmente

financiado con el impuesto inflacionario.

Altos funcionarios declaran que esta vez el

populismo es sostenible y que debe profundi-

zarse, al mismo tiempo que la puja distributi-

va muestra tensiones crecientes. Es destaca-

ble el bajo nivel de endeudamiento público,

pero la tendencia del resultado fiscal, deficita-

rio si es bien medido, no es auspiciosa.

El valioso logro de haber transitado ya casi

nueve años sin crisis económicas violentas

se está poniendo en riesgo por la alta infla-

ción y políticas tales como la extinción de

los superávits gemelos.

Algo similar ocurre con la pobreza y la in-

digencia, que después de haber disminuido

De una situación de relativa solvencia externa

se ha pasado a otra en la que la cuenta

corriente del balance de pagos tiende a cero

y se han acentuado las fugas de capitales. Aquí y allá aparecen

sistemáticamente violaciones de los

derechos de propiedad que, muy probablemente,

sean una de las causas de un nivel de inversión

insuficiente para sostener un crecimiento rápido.

e m p r e s ap r o p u e s t a

Page 32: Revista Empresa 204

Página 30 EMPRESA Nº204

significativamen-

te han vuelto a

aumentar como

consecuencia de la

suba de la inflación.

De una política eco-

nómica que armo-

nizaba la inserción

exportadora con el

desarrollo del mer-

cado interno se ha

pasado, sin aviso, a

otra orientada hacia la sustitución de im-

portaciones, con sesgo anti-agropecuario y

anti-exportador.

De una situación de relativa solvencia ex-

terna se ha pasado a otra en la que la cuen-

ta corriente del balance de pagos tiende a

cero, y se han acentuado las fugas de capi-

tales. Aquí y allá aparecen sistemáticamen-

te violaciones de los derechos de propiedad

que muy probablemente sean una de las

causas de un nivel de inversión insuficiente

para sostener un crecimiento rápido.

Todavía se está a tiempo de reparar tantos

deterioros de los factores que permitieron a

la Argentina dejar de retrasarse. Pero si no

se actúa rápidamente se entrará en zonas

de retraso similares a las vistas en el pasa-

do. Si faltaran otras, la sola razón de la im-

portancia y urgencia de esta reparación es

que, pese a haber dejado de retrasarse res-

pecto del mundo en los últimos veinte años,

la Argentina no ha logrado mejorar sustan-

cial y establemente la situación de los más

pobres ni mejorar la distribución del ingreso

y construir una sociedad más integrada.

El REtRaso dE la aRgENtiNa y UN iNdiCadoR dE la iNFlaCióN

1,20

1,00

0,80

0,60

0,40

0,20

0,00

300

250

200

150

100

50

0

-50

1900

1903

1906

1909

1912

1915

1918

1921

1924

1927

1930

1933

1936

1939

1942

1945

1948

1951

1954

1957

1960

1963

1966

1969

1972

1975

1978

1981

1984

1987

1990

1993

1996

1999

2002

2005

2008

Fuente: Cálculos propios en base a Maddison e índices de precios al consumidor.

Altos funcionarios declaran que esta

vez el populismo es sostenible y que

debe profundizarse, al mismo tiempo

que la puja distributiva muestra

tensiones crecientes.

1945, 19.7

1959, 113.7

1971, 34.7

1910

1943

1974

Inflación minorista

R-avanzados

e m p r e s ap r o p u e s t a

Page 33: Revista Empresa 204

Verano 2012 Página 31

e m p r e s ae c o n o m í a

elinor ostrom:“la creación de confianza

tiene un rol fundamental en la solución de los dilemas sociales

y en la política pública”

patricio millán smitmans

Millán Smitmans nos acerca el pensamiento de Elinor Ostrom, la primera mujer en recibir el Premio Nobel de Economía 2009.

Como lo señalara la Real Academia de Ciencias de Suecia, al otorgarle tal distinción,

Ostrom ha desafiado la creencia generalizada que la propiedad comunal es ineficientemente gestionada y que debería ser regulada por las autoridades centrales, o

privatizada.

A través de sus estudios y extenso trabajo de campo, esta economista concluye que la creación de confianza entre los individuos es el factor clave para resolver los problemas

sociales y para diseñar adecuadas políticas públicas.

El Premio Nobel de Economía 2009 fue

otorgado en forma conjunta a la Profesora

Elinor Ostrom, de la Universidad de India-

na, y al Profesor Oliver Williamson de la

Universidad de California, Berkeley. Elinor

Ostrom es la primera mujer que recibe el

Premio Nobel de Economía. Para muchos su

selección fue una sorpresa y todavía hoy su

contribución es desconocida por la mayoría

de los economistas. Lo que la hace aun más

interesante es que Ostrom tiene un Docto-

rado en Ciencias Políticas de la Universidad

de California y -según su propia biografía-

no fue aceptada en el Doctorado en Econo-

mía de la misma universidad.

Una historia de vida

Elinor Ostrom nació en Los Angeles, Cali-

fornia, en 1933 y creció en la pobreza, con

una madre divorciada, en medio de la Gran

Depresión. Nadie en su familia había ido a

la universidad, pero ella se inscribió en la

Universidad de California a pesar de la opo-

sición materna. Para financiar sus estudios,

tuvo diversos trabajos ocasionales y luego,

ya recibida, y a pesar de haberse graduado

con honores, solo obtuvo un puesto como

secretaria en una empresa exportadora de

material electrónico.

A los 24 años regresó a la Universidad de

California donde fue admitida para un Ph.D.

en Ciencias Políticas. Allí participó en un

equipo de investigación sobre el uso del

agua en el sur de California y se interesó

por primera vez en analizar como las perso-

nas actúan cooperativamente en la gestión

sustentable de un recurso común. El su-

pervisor del equipo era el Profesor Vincent

Ostrom, con quien Elinor se casó en 1963.

Ambos se trasladaron a Bloomington, India-

na, cuando él fue nombrado Profesor Titular

de la Universidad de Indiana.

Después de enseñar algunos años, Elinor

Ostrom también obtuvo un cargo de Profe-

sor Titular y con su esposo crearon un work-

shop en Teoría Política y Análisis de Políti-

Patricio Millán smitmans es ingeniero Civil (Universidad de Chile, santiago, Chile). doctor en Economía (Ph. d.), Universidad de harvard, Estados Unidos. director del departamento de Economía, del Programa de doctorado en Economía, y del Programa de Estudios en Economía aplicada (PEEa). Consultor independiente. autor de libros y publicaciones.

Page 34: Revista Empresa 204

Página 32 EMPRESA Nº204

cas, con el objetivo de reunir a especialistas

en Ciencias Políticas, Economía, Sociología,

Derecho y otras disciplinas para estudiar

como los arreglos institucionales afectaban

el comportamiento de las personas y los

resultados de las políticas públicas. A co-

mienzos de los noventa, el trabajo del work-

shop se expandió internacionalmente con la

creación de centros afiliados en numerosos

otros países.

las personas y su capacidad de cooperar y encontrar soluciones para el conjunto

La nota de la Real Academia de Ciencias de

Suecia, que le otorgó el Premio Nobel indi-

ca: “Elinor Ostrom ha desafiado la creencia

generalizada de que la propiedad comunal

es ineficientemente gestionada y que de-

bería ser regulada por las autoridades cen-

trales, o privatizada. Basada en numerosos

estudios del manejo por los usuarios de

los recursos pesqueros, tierras de pastoreo,

bosques, lagos y acuíferos, Ostrom concluye

que los resultados son, la mayoría de las ve-

ces, mejores que lo que predicen las teorías

convencionales. Ella afirma que los usuarios

frecuentemente desarrollan sofisticados

mecanismos para la toma de decisiones y

para el cumplimiento de reglas para resol-

ver los conflictos de intereses, e identifica

las condiciones que promueven resultados

satisfactorios.

El problema de la sobre explotación de

los recursos comunales, en los cuales el

consumo de una persona reduce la dispo-

nibilidad de los otros que tienen acceso a

él, ha preocupado desde hace años a mu-

chos economistas y expertos sociales. Los

usuarios individuales enfrentan fuertes

incentivos para actuar en forma perjudi-

cial para el conjunto social. El problema

se conoce como la “tragedia de los bienes

comunales”, por un artículo escrito en

1968 por el biólogo Garret Harden (“The

Tragedy of the Commons”). Los economis-

tas han propuesto dos soluciones: la pri-

vatización o el control por el Estado de los

recursos comunales.

A través de un extenso trabajo de campo,

analizando mas de 500 situaciones reales,

Elinor Ostrom llegó a la conclusión que es-

tas soluciones extremas no son necesarias:

las personas son capaces de cooperar y pue-

den encontrar soluciones adecuadas a los

dilemas sociales que enfrenta el conjunto.

Un ejemplo concreto son los análisis,

realizados por el Centro para el Estudio

de la Diversidad Institucional de la Pro-

fesora Ostrom, sobre los mecanismos de

gobernabilidad para la protección de los

bosques y la biodiversidad. Estos estudios

incluyeron 163 bosques en países tan di-

versos como Bolivia, Colombia, Guatema-

la, Méjico, India, Kenia, Nepal, Tanzania,

Tailandia, Uganda, Etiopia, Estados Unidos

y China. La recomendación de política pú-

blica favorita para estos casos es “estable-

cer áreas de protección controladas por el

Estado”, pero la muestra analizada incluía

además áreas de propiedad privada y de

propiedad comunal.

Millán: “Las experiencias empíricas reales y las pruebas de laboratorio demuestran que con adecuadas instituciones las personas cooperan en la búsqueda del bien común”.

e m p r e s ae c o n o m í a

Page 35: Revista Empresa 204

Verano 2012 Página 33

La conclusión fue que el régimen de pro-

piedad no es la principal variable que

explica el éxito o el fracaso en la protec-

ción de los bosques y la biodiversidad.

Ello depende fundamentalmente de cómo

los mecanismos de gobernabilidad se

adecúan a la situación local, como se es-

tablecieron y desarrollaron las reglas es-

pecíficas y si los usuarios consideran que

el sistema establecido es legítimo y equi-

tativo. Hay numerosos casos en los cuales

los gobiernos adoptan decisiones y reglas

desde el centro, sin considerar la opinión

y situación de la población local, en los

cuales la deforestación aumenta, y otros

en que la propiedad comunal funciona efi-

cientemente.

Para interpretar el extenso material recolec-

tado en sus trabajos de campo, Ostrom usa

los conceptos de teoría de los juegos, espe-

cialmente los conceptos desarrollados por

Robert Aumann (Premio Nobel de Economía

2005) sobre cooperación en juegos repe-

titivos. Ella y otros de sus discípulos han

realizado también numerosos experimentos

de laboratorio sobre el comportamiento de

las personas frente a los dilemas sociales.

Estos trabajos le han permitido establecer

las condiciones que facilitan la cooperación

entre las personas y los contextos en que

operan las sanciones que se establecen

para aquellos que se desvían de las normas

establecidas.

La Profesora Ostrom concluye que las per-

sonas tienen una estructura motivacional

mucho más compleja que la maximiza-

ción de beneficios que tradicionalmente

sostiene la teoría económica, y que son

capaces de encontrar mecanismos ade-

cuados para resolver los dilemas sociales

que enfrentan. Las reglas impuestas des-

de arriba por la autoridad pueden o no

funcionar, pero no deben ser el principal

instrumento. El objetivo de la política pú-

blica debe ser el diseño de instituciones

que hagan florecer las diversas y variadas

capacidades humanas. Esto incluye as-

pectos como la capacidad de aprender, de

innovar, de adaptar, de confiar y de coope-

rar para obtener resultados más efectivos,

equitativos y sostenibles.

Tradicionalmente estamos acostumbrados

a considerar que existe sólo una dicotomía

entre el mercado y el Estado. La profesora

Ostrom nos hace presente que ésta es una

versión simplista de la economía y que hay

una gran diversidad de arreglos institucio-

nales. Algunas de estas alternativas pueden

ser más eficientes y justas que las visiones

tradicionales de dejar todo al mercado o al

Estado.

Las personas no son nada más que seres

individualistas, que buscan el máximo de

su utilidad personal, como enseña la teo-

ría economía tradicional. Las experiencias

empíricas reales y las pruebas de labo-

ratorio demuestran que con adecuadas

instituciones las personas cooperan en

la búsqueda del bien común. La creación

de confianza entre los individuos es un

factor clave para resolver los problemas

sociales y para diseñar adecuadas políti-

cas públicas.

La Profesora Ostrom concluye que las

personas tienen una estructura motivacional

mucho más compleja que la maximización

de beneficios que tradicionalmente sostiene

la teoría económica, y que ellas son capaces de

encontrar mecanismos adecuados para resolver los dilemas sociales que

enfrentan.

e m p r e s ae c o n o m í a

Page 36: Revista Empresa 204

Página 34 EMPRESA Nº204

e m p r e s ainstitucional

Congreso latinoamericano UNiaPaCla rentabilidad de los valores, acde y enrique, presentes en uniapac

lisandro mancini

Tuve la suerte de poder compartir con

varios amigos el último Congreso Latino-

americano de UNIAPAC: “Empresario Lati-

noamericano Generador de Rentabilidad

Económica y Social”.

De tan rica experiencia vivida en la Ciudad

de Guayaquil, surgió mi deseo de compartir

con ustedes un par de impresiones relacio-

nadas con el desarrollo general del Congre-

so y, particularmente, la impronta que tu-

vieron en el evento tanto la vida de Enrique

Shaw como ACDE Argentina.

Antes que nada, destaco la excelente organiza-

ción que realizaron los hermanos ecuatorianos,

grandes anfitriones que lograron el perfecto

funcionamiento de los engranajes logísticos del

Congreso. Llevar adelante esta “empresa” fue

todo un desafío para ellos y cumplieron con

creces las expectativas de los participantes.

organizaciones eficientes y rentables orientadas al bien común

Fue realmente impactante ver como empre-

sarios de los más diversos países de nuestro

continente intercambiaban ideas respecto

a cómo lograr organizaciones eficientes

y rentables, pero sin perder de vista que

el bien común es el objetivo principal de

toda organización humana. Hubo ejemplos

memorables y anécdotas de empresas que

lograban la rentabilidad de sus negocios y a

su vez promovían de manera sostenible su

entorno. Esto se vio claramente en la expo-

sición de José María Simone, quien describió

el nuevo Protocolo de RSE de UNIAPAC.

Tuve también la alegría de ver la impor-

tancia que tiene Enrique Shaw, su mensaje

de vida y su Causa en el seno de UNIAPAC.

Descarto que Enrique nos acompañó duran-

lisandro Mancini es presidente de aCdE joven. abogado (UBa). Especializado en derecho ambiental (UCa), tiene un posgrado en derecho empresario económico (UCa). Es auditor líder iso 14001 (BVqi – iRCa). gerente en VertPro – gestión ambiental.

Page 37: Revista Empresa 204

Verano 2012 Página 35

te todo el Congreso y seguramente elevó al

Padre plegarias por nosotros.

la presencia de Enrique shaw

La imagen de Enrique estuvo presente junto

a todos los paneles de expositores. Asimis-

mo, fue impactante la charla que sobre él

realizó Fernán de Elizalde, mostrando el

video de su vida y describiendo el ejemplo

que nos dejó como padre de familia, empre-

sario y cristiano ejemplar.

Gente de toda Latinoamérica nos comen-

taba como comparten la vida de Enrique

en sus organizaciones y cómo llevan a la

práctica muchas de sus enseñanzas; pero lo

más importante es que muchísima gente le

reza y le pide al Padre a través de Él.

Muchas veces, cuando tenemos algo valioso

cerca, no tomamos dimensión de su impor-

tancia. Tener entre los argentinos, y más aún

en nuestra organización, a una persona como

Enrique, es verdaderamente una gracia que no

podemos desatender y de la cual, creo, todos

tenemos la obligación de promover.

El rol de aCdE en UNiaPaC

Finalmente, quería comentarles que tuve el

grato honor de ver el rol destacado que tiene

ACDE en UNIAPAC. Fue conmovedor observar

como el fundador de ACE Guayaquil contaba

entre lágrimas que, sin el apoyo de ACDE Bue-

nos Aires y sin el ejemplo de Enrique, le hubie-

ra sido imposible formar su asociación.

Definitivamente, tenemos una impronta sin-

gular en UNIAPAC; y esto es motivo de orgullo

y, a la vez, de responsabilidad para lograr

seguir adelante en tal fructífero camino. Las

más sinceras felicitaciones de todo el Grupo

Joven para todos los que promueven nuestra

participación en UNIAPAC y un cordial agrade-

cimiento por habernos permitido participar.

e m p r e s ainstitucional

Talcahuano 736 piso 5ºC1013AAP - Buenos Aires

República Argentina

Tel/fax (54-11) 4373-5966Líneas rotativas

[email protected]

Estudio RIMOLDI

Abogados

Page 38: Revista Empresa 204

Página 36 EMPRESA Nº204

Empresa

Mucho se ha escrito y debatido acerca de la ética

en el ámbito de las empresas y de los negocios

en general. Sin embargo, lejos de estar agotado, el

planteo continúa vigente y adquiere mayor rele-

vancia aun ante las nuevas y crecientes inequida-

des sociales que se dan en el marco de crisis eco-

nómicas y financieras recurrentes que, en muchos

casos, reconocen su origen en comportamientos y

decisiones francamente inmorales.

La situación impone hablar con claridad y con-

tundencia.

Existen, y conocemos bien, valiosos testimonios,

tanto individuales como colectivos, de buenas

prácticas empresariales y de fuertes liderazgos con

compromiso social que resultan elogiables y que,

obviamente, rescatamos como parte de la realidad,

aunque se trate de casos relativamente aislados.

Pero también es cierto que ha aumentado la per-

cepción generalizada de que estamos inmersos en

una creciente degradación moral, a raíz de una dra-

mática crisis de valores.

A nadie escapa que este escenario reconoce como

un factor central el alejamiento paulatino y cons-

tante de la ética en la vida de la sociedad. No se

trata solo de un problema vinculado al ámbito de

los negocios, sino que impacta en todos los sectores

y actividades humanas como una de las expresio-

nes más negativas de la cultura postmoderna. Todo

parece quedar alcanzado: la política, la familia, la

educación, la justicia, el periodismo y hasta el de-

porte; este mal cruza lo público y lo privado.

Recordemos que “ética” proviene del término

griego ethikos, que significa “carácter”, y es la

rama de la filosofía que estudia el ejercicio de la

moral y de la virtud, el recto vivir solidario per-

sonal y la respetuosa convivencia social, como

Gabriel Aramouni

Socio de ACDE. Profesor y Director del Centro de Educación Empresaria

de la Universidad de San Andrés.

Page 39: Revista Empresa 204

Verano 2012 Página 37

Ética y Negocios: una cuestión vigentecontribución libre al bien común. Es el conjunto

de elevados valores de los seres humanos que

honran la honesta vida en sociedad. Se la define

como la ciencia del comportamiento moral que,

a través de juicios o afirmaciones, propone cómo

deben actuar los miembros de una sociedad.

Entonces, al aplicar una sentencia ética se está

realizando un juicio moral.

En el corazón de cada hombre está impreso ese

“carácter” moral que le hace distinguir natural-

mente lo bueno de lo malo, lo justo de lo injusto,

lo correcto de lo incorrecto, la verdad de la men-

tira. Pero la ética no es coactiva; la clave está

en que requiere de una adhesión voluntaria del

hombre para guiar su comportamiento y esto

constituye el desafío permanente de hacer un

buen uso de nuestra libertad de elección.

Resulta evidente que seguir un comportamiento

ético es un camino arduo y más aún en esta épo-

ca de grandes contradicciones y confusiones deri-

vadas del relativismo moral y de la subversión de

los valores que, finalmente, atentan contra el pro-

pio hombre, en lo individual y en sus relaciones y

redes, dañando así el capital social.

Se vive en una generalizada orfandad ética,

donde reina la corrupción y se degradan con

efecto dominó los pilares de ese estándar moral

universal que servían de guía, generando un

clima de mayor incertidumbre y desasosiego. La

sociedad contemporánea pareciera marchar sin

rumbo, con una notable carencia de liderazgos.

Estamos asistiendo en estos últimos meses a

una vertiginosa sucesión de hechos simultá-

neos que se dan en distintas partes del planeta,

atravesando diversas sociedades y culturas,

como si el hombre estuviera reclamando un

comportamiento ético.

Ante este panorama, en el que sin duda hay lu-

gar para la esperanza, los dirigentes de empresa

tenemos una misión clara que cumplir como

parte de nuestro rol en la sociedad. Es necesario

programar cuidadosamente una pedagogía de los

valores enfocada desde diversas perspectivas:

filosófica, social, teológica y pastoral. En un pro-

ceso formativo dinámico, la misma empresa es

también un habitat “natural” para aprender, pro-

fundizar, discernir y crecer humanamente.

Este compromiso involucra especialmente a quienes

formamos líderes empresarios en las Escuelas de

Negocios. Son valiosas las iniciativas que incluyen en

el currículo materias o seminarios de ética aplicada,

programas de Responsabilidad Social Corporativa y

Gerencia Social, donde puedan analizarse también

dilemas morales con el fin de orientar actitudes éti-

cas en la resolución de conflictos. Pero esto no basta.

Más allá de la necesaria formación técnica que

brindamos, es indispensable que las Escuelas de

Negocios también se conviertan en un espacio vá-

lido donde se pueda reflexionar sobre el sentido de

la vida y los valores trascendentes, explorando las

potencias y satisfacciones de la honestidad, la vera-

cidad, la congruencia, la dignidad, la austeridad, la

modestia, la discreción, la calidad, la transparencia,

la equidad, la gratitud, la caridad, la mansedumbre,

la lealtad, la solidaridad, el respeto, el diálogo.

En suma, no es cuestión de enseñar a hacer nego-

cios de una manera ética, sino de ser ético en los

negocios. Está en nuestras manos una poderosa

herramienta para contribuir a resolver pacífica y

armoniosamente el preocupante escenario social:

la educación. Y aquí es donde cobra sentido la

necesaria relación Universidad-Empresa, a fin de

cooperar activamente empresarios y educadores

a favor de un mismo objetivo.

Page 40: Revista Empresa 204

Página 38 EMPRESA Nº204

e m p r e s ae c o n o m í a

cuatro años es muchísimo tiempo

félix sammartino

Por distintos caminos el gobierno y el cam-

po han llegado a la misma conclusión: cua-

tro años es un período demasiado prolonga-

do como para seguir enfrentados.

Aunque las diferencias subsisten, básica-

mente en la intervención de los mercados,

particularmente el trigo y el maíz, el tono

es bien distinto al de los meses previos a las

elecciones primarias.

Una muestra de este cambio en las relaciones

fue sin duda la visita que la presidenta Cris-

tina Kirchner realizó días antes de la elección

presidencial de octubre a la sede porteña de

Coninagro. Vale recordar que esta entidad,

aunque es considerada la más dialoguista y de

menor perfil de confrontación, sigue formando

parte de la Mesa de Enlace junto a las otras

entidades representantes del campo: Confede-

raciones Rurales Argentinas (CRA), Federación

Agraria (FAA) y Sociedad Rural Argentina (SRA).

Quizás en lo que

puede ser tomado

como una muestra

de lo que vendrá

para los próximos

meses, aquella

visita presidencial

estuvo plena de

gestos de acerca-

miento y, al mismo

tiempo, no se pudo

ocultar la ausencia

de respuestas o so-

luciones concretas

a los problemas

que le plantearon

los cooperativistas.

Todo indica que

en la nueva etapa

del gobierno de Cristina Kirchner, con más

del 50% de los votos y nubarrones en la eco-

nomía, se impondrá el pragmatismo en la

relación con el campo.

Al decir que cuatro años es mucho tiempo

para desperdiciarlo con enfrentamientos

estériles que paralizan cualquier posibili-

dad de buscar soluciones, también se impu-

so, aunque quizás de forma intuitiva, una

valoración acertada de la velocidad con que

se producen los cambios en el escenario

mundial donde se mueve la producción de

alimentos. Si se mantiene la tendencia de

los últimos tiempos, es más que probable

que sigan ocurriendo cambios dramáticos

en el período que va del 2011 al 2015.

A modo de inventario vale la pena señalar

tres cambios que pusieron patas para arri-

ba a todo el sistema de producción alimen-

taria:

la presencia de China

Hace sólo diez años atrás, los biocombusti-

bles, las importaciones de China y la opera-

toria en el comercio de granos de los fondos

de pensión casi no existían.

Hoy son los grandes responsables del lla-

mado viento de cola que sopla sobre la

economía nacional, que no es otra cosa que

un cambio en los términos de intercam-

bio comercial. Hoy, a diferencia de ayer, lo

que mejor y más eficientemente produce

nuestro país, alimentos y commodities, vale

mucho más en términos relativos que los

productos industrializados.

Diez años atrás, China no movía el amperí-

metro del comercio mundial. Su participa-

Féliz sammartino es ingeniero agrónomo. Fue fundador de la revista infortambo y gerente general de Expoagro. actualmente es Prosecretario de Redacción en la sección Campo del diario la nación.

Page 41: Revista Empresa 204

Verano 2012 Página 39

ción en el comercio mundial era menos del

4%. Hoy, la que ya es la segunda potencia en

la economía mundial, con 1.300 millones de

habitantes, participa en un 9% del comer-

cio; y se calcula para los próximos diez años

participará del 18%. Para nuestro país esta

situación es más que favorable. Quizás todo

se inició, vale recordarlo, con el acuerdo

firmado con China por el que se le aseguró

el voto positivo para la entrada a la OMC. Se

aseguró una serie de concesiones arance-

larias sobre 78 productos, 38 de los cuales

eran agropecuarios.

Entre 2003 y 2010, Argentina ha más que

duplicado sus exportaciones a China:

crecieron un 135%, pasando de USD 2.400

millones a USD 5.800 millones compues-

tas principalmente por granos, aceites y

harinas oleaginosas, tubos sin costura,

lanas, pescados congelados y vinos, entre

otros.

la irrupción de los biocombustibles

El segundo gran factor de cambio, ocurri-

do en los últimos diez años, es sin duda la

irrupción de los biocombustibles como una

nueva y gran demanda de la producción

de alimentos. En este sentido fue decisiva

la decisión norteamericana de fortalecer

su seguridad energética. Allá por el 2006,

el entonces presidente George W. Bush fijó

las metas de producción de combustibles

alternativos, principalmente el etanol, en su

discurso State of the Union.

Para sorpresa de muchos, y gracias a la po-

lítica de incentivos fiscales, las plantas de

etanol se multiplicaron a lo largo de todo

el cinturón maicero en los estados de Iowa,

Minnesota, Illinois, Indiana, Nebraska. Los

objetivos de producción quedaron rápida-

mente superados. El etanol pasó a ser el

principal uso del maíz norteamericano de-

e m p r e s ae c o n o m í a

Page 42: Revista Empresa 204

Página 40 EMPRESA Nº204

Entre 2003 y 2010, Argentina ha más que duplicado sus

exportaciones a China: crecieron un 135%,

pasando de USD 2.400 millones a USD 5.800 millones compuestas

principalmente por granos, aceites y harinas

oleaginosas, tubos sin costura, lanas, pescados

congelados y vinos, entre otros.

jando atrás a la alimentación animal y a las

exportaciones.

Se calcula que actualmente un tercio de

la cosecha de maíz norteamericana, que

se estima en 318 millones de toneladas, es

destinada a la producción de etanol. Si te-

nemos en cuenta el tamaño de la cosecha

de los Estados Unidos podremos entender

el impacto que tiene esta nueva demanda

que afecta a la cadena de la alimentación

global.

Representa nada menos que el 40% de la

cosecha mundial de maíz y el 70% de las

exportaciones de este cereal en el planeta.

Como no podía ser de otro modo, hay una

fuerte polémica y discusión en los foros in-

ternacionales por la suba de los precios de

los alimentos que ha provocado esta políti-

ca en particular, y el uso de los biocombus-

tibles en general.

la entrada del sector financiero en el mercado de commodities

El tercer factor que irrumpió en los últi-

mos diez años fue la desregulación de los

mercados de derivados, que posibilitó la

entrada de buena parte del sector finan-

ciero en el mercado de commodities. Hasta

ese momento no había correlación entre

el mercado de Chicago y los mercados de

acciones y bonos.

Según datos del Banco Mundial, la partici-

pación de estos grandes fondos financieros

creció de 13 billones de dólares en el 2003

a 317 billones en el 2008. De más esta decir

que los mercados de granos bailan al ritmo

que le imponen estos grandes fondos finan-

cieros provocando que las correcciones en

los mercados de futuro sean más intensas y

veloces que antes.

A veces los analistas de granos se la ven en

figurillas para anticipar estos movimientos,

que generalmente tienen una lógica aparte

más ligada a cuestiones técnico financieras

que a las que observan el clima y las pro-

ducciones.

El ejemplo de la irrupción de estos tres

factores que en tan pocos años han puesto

el escenario mundial de la producción de

alimentos “patas para arriba”, debería ser

un llamado de atención para estar más

atentos que nunca y dejar de estar encap-

sulados en las tribulaciones locales. Un pe-

queño sismo en la otra punta del planeta

puede representar un gran terremoto por

estas playas. Así lo dictan ahora las leyes

de la globalización.

e m p r e s ae c o n o m í a

Page 43: Revista Empresa 204
Page 44: Revista Empresa 204
Page 45: Revista Empresa 204
Page 46: Revista Empresa 204

Página 44 EMPRESA Nº204

e m p r e s aJ u s t i c i a

seguridad jurídica y confianza en la sociedad argentina

enrique v. del carril

Enrique V. del Carril es abogado (UCa). Fue Presidente del Colegio de abogados de la Ciudad de Buenos aires. Profesor de Posgrado en la división de Capacitación del FoREs (Foro de Estudios sobre la administración de justicia) y profesor de Ética Profesional en la Facultad de derecho de la Universidad austral. Para el desarrollo de este tema, el autor ha tomado, fundamentalmente, ideas expresadas en el trabajo “Justicia y Desarrollo Económico” -realizado por el FORES y el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires para el Con-sejo Empresario Argentino-, especialmente el capítulo dedicado a la Seguridad Jurídica, bajo la dirección del Dr. Horacio M. Lynch.

La seguridad física, la regularidad y la eficacia en los mecanismos de aplicación del derecho (el sistema judicial), la claridad y coherencia del sistema legal y la estabilidad del orden jurídico constituyen los componentes de la seguridad jurídica.

Del Carril se anima -desde nuestra realidad nacional- a repasar cada uno de estos componentes para determinar en qué lugar estamos respecto a cada uno de ellos y qué nos falta por hacer.

Finalmente, aboga por la implementación de un plan general de reforma judicial con el foco puesto en cuatro áreas de acción puntuales: la estabilidad en el orden judicial; la claridad y coherencia del sistema legal y el compromiso de los legisladores con el principio de razonabilidad de las leyes; la seguridad física; y la regularidad y eficiencia en los sistemas de aplicación del Derecho.

“Dadas ciertas condiciones económicas y de esta-

bilidad política absolutamente imprescindibles, la

decisión de invertir -esto es, de ofrecer a un pue-

blo la ocasión de dar valor al propio trabajo- está

asimismo determinada por una actitud de querer

ayudar y por la confianza en la Providencia, lo

cual muestra las cualidades humanas de quien

decide” (C.A. N° 36).

“La actividad económica, en particular la eco-

nomía de mercado, no puede desenvolverse en

medio de un vacío institucional, jurídico y polí-

tico. Por el contrario, supone una seguridad que

garantiza la libertad individual y la propiedad,

además de un sistema monetario estable y servi-

cios públicos eficientes”. (C.A. N° 48).

El mensaje de centesimus annus y la seguridad jurídica

Quizás no se ha valorado en toda su im-

portancia lo que significó la Encíclica Cen-

tesimus annus, escrita el 1 de mayo de 1991

para conmemorar los cien años de otro

mensaje papal, columna vertebral de la

Doctrina Social de la Iglesia: Rerum nova-

rum, escrita por Leon XIII en 1891.

Si esta última encíclica se refirió a los pro-

blemas que surgían a fines del siglo XIX,

especialmente los derechos del trabajador

y la afirmación de la propiedad privada

frente al ataque proveniente del socialismo

y el marxismo, Centecimus annus analiza la

situación a fin del siglo XX cuando caía el

muro de Berlín y la experiencia práctica del

marxismo se derrumbaba. En ese escenario,

Juan Pablo II reivindica el valor de la econo-

mía libre de mercado, pero también alerta

respecto a sus desviaciones y excesos.

Page 47: Revista Empresa 204

Verano 2012 Página 45

Acompañando estas reflexiones generales,

nuestro recordado pontífice, en el mensaje

que comentamos, sienta las bases de una

pastoral para el empresario actual. Como

surge del primero de los párrafos que enca-

bezan este trabajo, califica a la “decisión de

invertir” como una opción moral relaciona-

da con la caridad pues al tomar esta deci-

sión, el empresario, sin perjuicio de la justa

ganancia, “ofrece a un pueblo la ocasión de

dar valor al propio trabajo”.

Pero Juan Pablo II realiza advertencias pre-

cisas sobre las pautas que deben cumplirse

para que pueda darse a la inversión el ca-

rácter de una obligación moral. Con toda

claridad dice que deben darse condiciones

de estabilidad política agregando, en el

segundo párrafo citado, que la economía

de mercado no puede desarrollarse “en

medio de un vacío institucional, jurídico

y político”; para luego delinear cuáles son

los requisitos de seguridad requeridos para

que funcione un sistema de economía libre:

a) garantizar la libertad individual y la pro-

piedad; b) un sistema monetario estable; c)

servicios públicos eficientes.

En definitiva, los párrafos citados de Cen-

tesimus annus muestran la importancia que

tiene la seguridad jurídica, no solo desde

el punto de vista del desenvolvimiento de

la economía de mercado, sino también

como plataforma indispensable para juzgar

moralmente la opción del empresario de

invertir. Sin seguridad jurídica, tal decisión

no puede juzgarse moralmente porque no

se dan las condiciones objetivas para exigir

tal actitud.

julio h. olivera, un precursor

El tema de la Seguridad Jurídica es hoy mo-

neda corriente en los análisis económicos

e institucionales. En general, economistas

y juristas lo mencionan como un requisito

indispensable para el desarrollo económico.

No obstante, aparece como un concepto de

cierta laxitud e imprecisión y se nota que,

a pesar de mencionárselo como un anhelo

u objetivo a buscar, pocas veces se intenta

fundamentar sobre él un plan de gobierno

con medidas concretas y precisas. Parecería

que basta con solo nombrarlo y referirse a

su ausencia para elaborar un discurso “po-

líticamente correcto”, pero limitado a enun-

ciar diagnósticos más o menos precisos que

no se traducen en planes que puedan entu-

siasmar a la ciudadanía.

Por eso deseo rendir homenaje a un econo-

mista egresado de la Facultad de Derecho

que fue rector de la Universidad de Buenos

Aires y fue conocido por su prestigio y su

sabiduría. Me refiero a Julio H Olivera.

Se lo conoce como economista, pero fue

también académico de Derecho y en su dis-

curso de incorporación a esa corporación,

en el año 1965, delineó el contenido de este

concepto tan utilizado hoy como es la Segu-

ridad Jurídica.

En su exposición, Olivera comienza su aná-

lisis refiriéndose a un fenómeno que incide

directamente sobre las decisiones económi-

cas: la incertidumbre. Dice que: “en econo-

mía es la incertidumbre, antes que el error,

e m p r e s aJ u s t i c i a

Enrique del Carril: “Si las designaciones y remociones de jueces

dependen en forma casi absoluta de los sectores

político-partidarios, la independencia del

Poder Judicial pasa a ser retórica y es lo que está

ocurriendo actualmente”.

Page 48: Revista Empresa 204

Página 46 EMPRESA Nº204

lo que produce efec-

tos más duraderos y

perniciosos”. Obvia-

mente no se refiere

a la natural incerti-

dumbre derivada de

fenómenos externos

o propias de los

negocios, como son

aquellos que surgen

de la ley de la oferta

y la demanda en un

mercado, los fenó-

menos climáticos o

decisiones tomadas

por personas que

están fuera de nues-

tro alcance incidir

sobre ellas. Olivera

se refiere a la incertidumbre que surge, jus-

tamente, de la falta de Seguridad Jurídica y

realiza un análisis de los componentes de

este concepto.

Según Olivera los componentes de la Segu-

ridad Jurídica son: a) la seguridad física, b)

la regularidad y eficacia en los mecanismos

de aplicación del derecho (el sistema judi-

cial), c) la claridad y coherencia del sistema

legal y d) la estabilidad del orden jurídico.

Conviene, por lo tanto, repasar estos com-

ponentes desde nuestra realidad nacional

para determinar en qué lugar estamos res-

pecto a cada uno de ellos y qué nos falta

por hacer.

Estabilidad del orden jurídico institucional

Comenzaré con el último de los elementos

mencionado por Olivera pues considero que,

quizás, es el más importante y el que se

puede depositar cierto optimismo, si lo com-

paramos con la época en que el economista

escribió este trabajo que comentamos.

Puede afirmarse que hoy -en relación con lo

que ocurría en 1965- contamos con estabili-

dad del orden jurídico institucional. Recor-

demos que en aquel año el gobierno cons-

titucional -que había surgido de elecciones

donde el peronismo estuvo proscripto- es-

taba jaqueado por las Fuerzas Armadas.

Gracias a Dios, hoy podemos decir que he-

mos superado la nefasta alternancia entre

gobiernos democráticos y golpes militares

que, durante cincuenta años, sumieron al

país en una inestabilidad endémica. Desde

1983 hasta la fecha se han sucedido gobier-

nos de distinto signo político elegidos por el

pueblo, lo cual de por sí es auspicioso.

Hoy podemos decir que ningún sector de la

ciudadanía considera al golpe militar como

una opción válida para nuestros problemas

políticos o económicos. Además dentro de

las Fuerzas Armadas, no existe la menor po-

sibilidad de que surjan intentos revolucio-

narios. En otras épocas el recurso a “golpear

la puerta de los cuarteles” era una suerte de

método que surgía frente a gobiernos inefi-

cientes o declinantes en su popularidad. Era

una realidad que estaba en nuestra cultura

política, pues todos los sectores partidarios

y las corporaciones recurrieron a él en dis-

tintas épocas de nuestra historia.

No obstante, si bien puede afirmarse que la

estabilidad del orden democrático es una

realidad, lamentablemente ese solo factor

no ha contribuido a instaurar la seguridad

jurídica justamente porque tenemos serias

deficiencias en los restantes elementos que

menciona Olivera. Paso a referirme a cada

uno de ellos.

Claridad y coherencia del sistema legal

El desarrollo de la Argentina durante el

siglo XIX, y el primer tercio del XX, tuvo

sus bases jurídicas en una Constitución y

Códigos donde se establecieron los prin-

cipios fundamentales para la convivencia

y los negocios. Nuestros constituyentes y

legisladores establecieron un edificio jurí-

dico coherente que otorgaba seguridad y

e m p r e s aJ u s t i c i a

El sistema es complicado y costoso,

lo cual impide que las personas de

menores recursos puedan acceder a

una solución a sus conflictos y, además,

disuade de su utilización en todos los

sectores económicos que muchas

veces buscan sucedáneos informales

de dudosa legalidad.

Page 49: Revista Empresa 204

Verano 2012 Página 47

previsibilidad a todos aquellos que vinie-

ron a establecerse y a hacer negocios en

nuestras tierras. La legislación era simple,

sencilla de aplicar y, fundamentalmente,

razonable.

La razonabilidad es un concepto fundamen-

tal en Derecho. Consiste en que los medios

instrumentados en la legislación deben

guardar una relación de proporción con los

fines buscados y, además, el cumplimiento

de las órdenes emanadas de la ley debe

ser posible. En este sentido, cabe recordar

las palabras del Rey absoluto del Asteroide

325 en la inmortal obra de Saint Exupéry,

cuando le dice al Principito: “Si yo ordenara

a uno de mis generales que se convierta en

ave marina y no me obedeciese, la culpa no

será del general, sino mía… Era un monarca

absoluto, pero como era bueno daba órde-

nes razonables”.

Lamentablemente en este campo, el re-

troceso es evidente. No es objeto de este

trabajo realizar un estudio detallado del

fenómeno, pero la realidad de todos los

días nos enfrenta con verdaderos aten-

tados contra la razonabilidad como son:

instrumentar políticas de control de

precios dictadas verbalmente por un fun-

cionario del Estado, realizar una suerte

de persecución a todo aquel que toma

decisiones económicas que molestan al

gobierno, falsificar índices y pretender

con ello crear la imagen de una situación

económica divorciada de la realidad con

el objetivo de ganar tiempo y votos.

Hay ámbitos importantes de la legislación

como es el sistema impositivo en donde

se busca recaudar a cualquier costo y sin

sujetarse a principio alguno. En lugar de

distribuir equitativamente las cargas pú-

blicas se impone a un sector menor de la

población el esfuerzo de intentar vanamen-

te morigerar los problemas de las cuentas

públicas. Las retenciones a la exportación,

los subsidios y otras herramientas fiscales

son ejemplo claro de la falta de coherencia

y razonabilidad en el orden jurídico.

la seguridad física

En la Argentina actual, la impunidad que

reina, signada por una aplicación deficiente

de la ley penal y la ineficiencia de los organis-

mos de seguridad en la prevención del delito,

amenaza la seguridad física de sus habitantes.

En cuanto a la deficiente aplicación de la ley

penal, observamos que una interpretación

ingenua y benigna de sus disposiciones per-

mite que los delincuentes tengan la seguridad

que les falta a los ciudadanos. Nos llena de

preocupación la reiteración de actos vandáli-

cos contra la vida y la propiedad perpetrado

por reincidentes que han salido de las cárceles

por disposición de los jueces.

No existe un plan para solucionar este pro-

blema, que se agrava día a día. Frente a una

policía con serías deficiencias y cuestionada

por la corrupción, solo se atina a realizar pur-

gas de tiempo en tiempo, pero no se encara

el fondo del problema que es: que la policía

depende del órgano ejecutivo en su función de

investigar el delito cuando debería organizarse

una policía que se integre como un órgano del

Poder Judicial o del Ministerio Público Fiscal,

subordinándose orgánicamente a quienes

ejercen la acción penal.

Solo el Gobierno de la Ciudad de Buenos Ai-

res ha encarado con éxito esta importante

reforma que, lamentablemente, se aplica a

los pocos delitos en su jurisdicción.

e m p r e s aJ u s t i c i a

El Poder Judicial está integrado no solo por la Corte Suprema de

Justicia sino por los Jueces de Primera y

Segunda Instancia cuya independencia es

fundamental porque son quienes investigan

los actos de corrupción y controlan, en primer

lugar, las decisiones de los Poderes Ejecutivo y

Legislativo.

Page 50: Revista Empresa 204

Página 48 EMPRESA Nº204

Regularidad y eficacia en los mecanismos de aplicación del derecho

La aplicación del Derecho está, fundamen-

talmente, a cargo del Poder Judicial de la

Nación y de las Provincias. Uno de los requi-

sitos esenciales de un sistema judicial con-

fiable es la independencia. En este punto, el

gobierno del Dr. Carlos Menem, mediante el

aumento de jueces de la Corte Suprema y el

manejo político de la designación de Jueces

Federales, dejó una herencia negativa.

El gobierno instau-

rado en 2003 encaró

un proceso de reno-

vación de los jueces

de la Corte Suprema

de Justicia de la

Nación, cuestiona-

ble en sus métodos

pues recurrió al jui-

cio político alegan-

do la causal de mal

desempeño fundada

sobre el contenido

de las sentencias.

El reemplazo de

varios de sus inte-

grantes por juristas

de reconocido pres-

tigio tendía a prestigiar a nuestro más alto

Tribunal y, en alguna medida, ese objetivo

se logró. Pero la renovación se realizó con

el claro propósito de integrar el Tribunal

con Jueces que compartieran la política del

gobierno referida a la revisión de las leyes

de punto final y obediencia debida a fin de

permitir el juzgamiento de los militares in-

volucrados con la represión ilegal.

La nueva Corte Suprema, por convicción,

respondió a la política del gobierno en ese

campo instaurando un sistema de revisión

incompleta y parcial, pues solo calificó

como delitos de lesa humanidad aquellos

cometidos desde el gobierno, rechazando la

pretensión de que merezcan la misma cali-

ficación los atentados y asesinatos cometi-

dos por las bandas terroristas en la década

de los setenta. En definitiva, el Gobierno se

aseguró el apoyo del Poder Judicial en su

política de Derechos Humanos mediante la

destitución de Jueces que tenían una opi-

nión contraria aunque eran responsables

del desprestigio de la Corte Suprema, no

por esa postura, sino porque asumieron una

conducta de apoyo total a toda la política

instrumentada por el Gobierno de entonces.

Ciertamente la Corte Suprema de Justicia, en

su actual composición, demostró tener inde-

pendencia de criterio y asumió, en muchos

temas, su rol de control de constitucionalidad.

Pero el Poder Judicial está integrado no solo

por la Corte Suprema de Justicia, sino por los

Jueces de Primera y Segunda Instancia cuya

independencia es fundamental porque son

quienes investigan los actos de corrupción y

controlan, en primer lugar, las decisiones de

los Poderes Ejecutivo y Legislativo.

En este campo, lamentablemente, la situa-

ción es preocupante pues, mediante una ley

dictada en 2006, de reforma al organismo de

designación y remoción de Jueces -El Consejo

de la Magistratura- se acentuó la politiza-

ción del mismo mediante mecanismos que

otorgan la mayoría en las decisiones al sector

político por sobre el de jueces y abogados, con

el agravante de que el Poder Ejecutivo tiene

una suerte de derecho de veto por la suma

de su representante con los legisladores de

su partido que integran dicho Consejo. Si las

designaciones y remociones de jueces depen-

den en forma casi absoluta de los sectores

político-partidarios, la independencia del Po-

der Judicial pasa a ser retórica y es lo que está

ocurriendo actualmente.

Pero si bien la independencia es esencial,

otra preocupación en orden a la seguridad

jurídica es la falta de eficiencia del sistema.

En este aspecto se ha dicho que los requisi-

tos de una Justicia eficiente son: 1. Acceso

asegurado para la mayor cantidad de per-

sonas; 2. Razonable período de tiempo para

llegar a una solución; 3. Soluciones adecua-

das y razonables de los conflictos .

e m p r e s aJ u s t i c i a

La lentitud es una realidad en

nuestro sistema provocada más por

la congestión derivada de criterios

erróneos en la división del trabajo que

por un exceso de causas, ya que este

índice es menor al de países como

Estados Unidos o España.

Page 51: Revista Empresa 204

Verano 2012 Página 49

Estos tres requisitos por el momento no se

cumplen acabadamente en nuestro siste-

ma, a pesar del esfuerzo sobrehumano que

realizan muchos buenos jueces, emplea-

dos y funcionarios, a los cuales se agrega

la preocupación de la Corte Suprema de

Justicia, especialmente en los esfuerzos

realizados por su actual presidente. En

cuanto al acceso a la Justicia, el sistema es

complicado y costoso, lo cual impide que

las personas de menores recursos puedan

acceder a una solución a sus conflictos y,

además, disuade de su utilización en todos

los sectores económicos que muchas veces

buscan sucedáneos informales de dudosa

legalidad.

La lentitud es una realidad en nuestro

sistema provocada más por la congestión

derivada de criterios erróneos en la división

del trabajo que por un exceso de causas, ya

que este índice es menor al de países como

Estados Unidos o España.

En cuanto a la falta de razonabilidad en las

sentencias puede verse que muchas de ellas

se encuentran divorciadas de la realidad, lo

cual muestra deficiencias en la formación

integral de los magistrados

Existen suficientes diagnósticos en materia

de situación de nuestra Justicia. También se

han elaborado planes de reforma en ámbi-

tos privados, desde el propio Poder Judicial y

del Ejecutivo. Falta coordinar los esfuerzos

de todos los sectores para evitar dispersio-

nes que demoran las soluciones. La ejecu-

ción de un plan general de Reforma Judicial

se retrasa porque no parece que la ciudada-

nía, acuciada por problemas más patentes

como la inseguridad, el aumento de la po-

breza o la inflación, le otorgue a este tema

la prioridad que merece.

soluciones

El planteo del Dr. Olivera está vigente y nos

marca los temas fundamentales donde

debe trabajarse:

a) La estabilidad en el Orden Jurídico Ins-

titucional, conseguido con la democra-

cia, requiere ahora del funcionamiento

correcto de los sistemas y órganos de

control. Ello exige la estructuración de

una oposición unida en ideas básicas

tendientes a fortalecer las instituciones.

b) La claridad y coherencia del sistema le-

gal implica un compromiso de los legis-

ladores con el principio de razonabilidad

de las leyes. La ciudadanía con su voto y

con la actuación de sus organizaciones

debe imponerles a sus representantes

este compromiso.

c) La seguridad física debe conseguirse me-

diante el sometimiento de la investiga-

ción criminal al Poder Judicial.

d) La regularidad y eficiencia en los siste-

mas de aplicación del Derecho debe lo-

grarse mediante el apoyo a los esfuerzos

de diversos organismos -entre ellos el

que viene desarrollando la Corte Supre-

ma de Justicia- y asociaciones privadas

para la implementación de un plan orgá-

nico de Reforma Judicial. Fundamental-

mente, no puede demorarse la reforma

a la ley de Consejo de la Magistratura

estableciendo el equilibrio exigido por la

Constitución entre los sectores políticos,

la abogacía y la judicatura.

e m p r e s aJ u s t i c i a

La policía depende del órgano ejecutivo en su función de investigar el delito cuando debería

organizarse una policía que se integre como un

órgano del Poder Judicial o del Ministerio Público Fiscal, subordinándose

orgánicamente a quienes ejercen la acción penal.

Page 52: Revista Empresa 204

Página 50 EMPRESA Nº204

e m p r e s aref lexiones

el talante cristiano y los derechos humanos

lucio palumbo

“Los derechos humanos se nos presentan como aquellos medios o herramientas vitales que le son reconocidos al hombre por ser tal, por su dignidad como persona. ¿Pero de qué hablamos cuando hablamos de la dignidad de la persona?, señala Palumbo, quien toma este interrogante como punto de partida para una interesante reflexión que nos acerca a la posición que, como cristianos, debemos adoptar y promover en defensa de los derechos humanos.

lucio M. Palumbo es abogado especialista en derecho administrativo Económico, dedicado al asesoramiento de empresas. socio fundador del estudio Palumbo & Politzer, abogados. Profesor de derecho Constitucional y de derecho Procesal Constitucional (Universidad Católica argentina). Miembro de la asociación argentina de derecho Constitucional.

Para quien no es abogado ni ha incursionado

en el estudio de los derechos fundamentales,

la problemática de los derechos humanos

suele presentársele en los medios locales

como un tema vinculado a los desaparecidos,

y al juicio y castigo a los militares responsa-

bles de la represión de los años setenta.

Sin embargo, la promoción y defensa de los

llamados derechos humanos es una tarea

que -si bien incluye el tratamiento y supera-

ción de esta dolorosa herida del pasado- re-

viste un alcance mayor y por tanto debería

involucrar a los cristianos, en su quehacer

cotidiano y desde el lugar de responsabilidad

que ocupan, con todo aquello que favorezca

de modo fundamental a la persona humana,

facilite su paso por la tierra y en definitiva

contribuya a su plena realización.

Por ello es válido preguntarse: ¿qué son los

derechos humanos?; ¿qué los fundamenta?;

¿cuál debiera ser la actitud o el talante del

cristiano en la lucha por su vigencia y pro-

moción? Son preguntas que no debemos re-

husar hacernos como laicos comprometidos.

No podemos limitarnos ingenuamente a la

confección de un listado de derechos hu-

manos, por lo demás ya existente en todas

las convenciones internacionales surgidas

después de la última guerra mundial del

siglo pasado. Es imperioso fundarlos como

quien construye una casa y la apoya sobre

sus fundaciones, sabiendo que su estabili-

dad depende en gran medida de la fortale-

za de éstas.

derechos humanos: la necesidad de su planteo y abordaje

Cuenta Jacques Maritain, convencional por

Francia en oportunidad de sancionarse la

Carta de las Naciones Unidas de 1948, que

entre las delegaciones existía más o menos

acuerdo acerca del enunciado o catálogo de

los derechos humanos. Pero que este con-

senso desaparecía cuando se preguntaba

sobre el porqué de los mismos.

Excede este espacio reducido una respuesta

acabada a aquellos interrogantes. Señalamos

sí, en forma suscinta y breve, la necesidad de

su planteo y abordaje por todos los cristianos

en el lugar que estén, especialmente por quie-

nes tienen la responsabilidad de dirigir em-

presas y liderar organizaciones. Así también

procuraremos delinear, con trazos gruesos, la

actitud o talante a asumir en la tarea.

Ambas cuestiones -abordaje y actitud- nos

parecen de impostergable tratamiento ante

el gran desafío que se presenta en el mundo

globalizado de hoy, en el cual han sucumbi-

do las ideologías utópicas con sus certezas,

predomina el pensamiento débil, la civili-

zación de la red, la modernidad líquida y el

mestizaje de civilizaciones y culturas.

Para el pensamiento políticamente correcto,

predominante en los centros europeos y en

las usinas del pensamiento occidental, los

derechos se derivan del consenso, sea éste

expresado en reglas o principios. El sistema

jurídico -se afirma después de Kelsen- no

Page 53: Revista Empresa 204

Verano 2012 Página 51

debe sustentarse en cuestiones prepolíti-

cas (religiosas), las cuales son relegadas al

ámbito de lo privado. Esta asepsia de funda-

mento en materia pública se presenta como

un logro emancipador de la modernidad.

Sin embargo, después de Auschwitz e Hiroshi-

ma, el propio hombre moderno teme hoy el

producido de sus manos. Ya nos lo decía Juan

Pablo II en su primer encíclica (Redepmtor ho-

minis nº 15) de 1979, y lo recordaba el Cardenal

Ratzinger en su diálogo por demás crucial con

el filósofo de la escuela de Frankfurt, Jürgen

Häbermas (Baviera, 2004), uno de los principa-

les exponente del pensamiento ilustrado euro-

peo. En efecto, la posibilidad de clonar vida, la

manipulación genética, el descarte masivo de

embriones humanos, el avance emancipado

de las ciencias bajo el principio legitimador

de que está permitido todo lo que se puede

lograr científicamente, las matanzas étnicas,

el consumismo desenfrenado, el marcado des-

equilibrio económico, el hambre, los atentados

terroristas; en fin, “los poderes anónimos del

terror”, como decía el entonces cardenal Ra-

tzinger, tornan imperioso y necesario acudir a

una instancia orientadora -donde fe y razón

no se excluyan antes bien, se conjuguen en po-

sitivo- que permita ordenar y a la vez fundar el

orden normativo en pro de la persona.

Por eso el actual pontífice insistía en la necesi-

dad de fundar los derechos humanos en una

instancia superior al consenso. “El principio

de la mayoría deja todavía abierta la cuestión

acerca de los fundamentos éticos del dere-

cho”, nos dice Ratzinger en otro pasaje.

la mirada cristiana de la dignidad de la persona

Los derechos humanos se nos presentan

como aquellos medios o herramientas vitales

que le son reconocidos al hombre por ser tal,

por su dignidad como persona. ¿Pero de qué

hablamos cuando hablamos de la dignidad

de la persona? He aquí el punto de partida:

para el cristiano no caben dudas de que su

dignidad se funda en su condición de criatura,

hecha a imagen y semejanza de su Creador,

dotada de inteligencia y voluntad, por ende

libre, convocada al mundo por amor gratuito,

llamada por su propio nombre, redimida y

reconciliada por el Verbo que se hizo carne,

y que murió por cada uno de nosotros para

nuestra salud aquí y para todos los tiempos.

El cristiano no persigue una ideología, no bus-

ca fundar un reino en la tierra, no lo anima

una utopía terrestre. Ni siquiera lo mueve su

celo personal. El cristiano vive del envío (mi-

sión) a sus hermanos, seres concretos de carne

y hueso. No tiene en cuenta al hombre abs-

tracto sino a seres concretos, su prójimo: fami-

liar, vecino, empleado, socio, compatriotas, etc.

¿Qué enseñanzas extraemos de ésto para

nuestro tema? ¿Cuál debiera ser nuestro ta-

lante en la misión de promover y defender los

valores (bienes) que sustentan los derechos

fundamentales de la persona?

El cristiano en la promoción y defensa de los

valores que sustentan los derechos funda-

mentales de la persona

apuntamos algunas ideas:1.- Estamos llamados a seguir a Cristo quien

dio su vida por nosotros y llevar su mensaje

liberador a nuestros hermanos. El cristiano

vive su envío (mi-

sión) en el mundo

que le toca vivir. Por

eso es imperativo

conocerlo en su con-

dición actual. En este

aspecto, parece más

acorde a la realidad

admitir que en nues-

tros días nuestro

pueblo ha perdido

el sentido mayori-

tario de una cultura

católica como solía

afirmarse décadas

atrás. Los profundos

cambios culturales

provocados por la

secularización de las

ref lexiones

Palumbo: “Frente a la desesperanza de

muchos, en un tiempo en el que las palabras

se han vuelto locas y la razón utópica ha perdido

su rumbo y caído en hybris, el testimonio de

una vida fundada en las enseñanzas de Jesús

vale más que muchas palabras y conmueve

más que muchos razonamientos. Para el

cristiano el compromiso por el otro es un mandato en el que le va la vida. No es mayor el discípulo que

su Maestro”.

Page 54: Revista Empresa 204

Página 52 EMPRESA Nº204

costumbres y su propagación por los medios

de comunicación deben ser tenidos en cuenta

como un dato de la actualidad.

No se trata de un juicio de valor. Basta con

recabar cuántos hijos de matrimonios cató-

licos se acercan a los sacramentos, fundan

una familia contrayendo matrimonio religio-

so, sostienen y viven de las enseñanzas de la

Iglesia en materia de moral pública y privada.

Quizás sea un tiempo de mayor sinceramien-

to respecto de épocas anteriores. Ser cristianos

exige hoy un mayor compromiso, un vivir la fe

de un modo más radical, impregnando todas

las opciones de nuestra vida.

2.- No nos parece

válido el recurso a

la nostalgia, como si

hubiera existido un

hipotético pasado

más virtuoso. El siglo

XX fue el siglo de

los totalitarismos,

con sus millones de

muertes, genocidios,

campos de concen-

tración, atentados a

la libertad. Siglo de

declamaciones y de-

claraciones en materia de derechos humanos;

siglo de atropellos y conculcamientos masivos

de derechos humanos.

Nuestro país tampoco estuvo ajeno a la vio-

lencia, al factualismo, a la excepción como

norma, al enfrentamiento, la división y el re-

sentimiento. No es válido entonces el recurso

a la nostalgia: fantasea sobre la realidad pa-

sada y se evade de la misión en el presente. El

cristiano vive de la fe y del envío: no lo anima

su celo personal. Por eso no caben las palabras

de desencanto, los rostros desanimados y los

corazones amargados.

3.- Por el contrario, al cristiano lo anima

y renueva la esperanza en un Cristo que

asumió la condición humana, su dolor y

vulnerabilidad, haciéndose en todo igual al

hombre menos en el pecado. Que murió por

todos sin exclusiones. Como dice el apóstol:

“todo coopera para el bien de los que aman

a Dios” (Romanos 8, 28). Esa esperanza lo

hará ver –aun donde no hay explícitamente

una adhesión a la fe cristiana o una res-

puesta decidida a Dios- ansias de eternidad

e infinitud en el hombre de hoy. Verdaderos

dolores de parto de una civilización que se

debate entre la finitud de la nada o la tras-

cendencia del Otro, pero que se despabila

de los sueños utópicos del siglo pasado.

El cristiano sabe que no será posible una socie-

dad perfecta aquí en la tierra, pero en la bús-

queda de aquello que favorezca a la persona y

sus derechos podrá trabajar codo a codo con

los que anhelan con sinceridad el bien, la ver-

dad y la belleza. Sin importar su procedencia.

4.- Por eso lejos está del buen talante cristiano

la condena, la acusación o la imposición. La

tarea exigirá en gran medida encontrar el len-

guaje adecuado a los nuevos tiempos. La vi-

gencia de los derechos humanos implicará en

muchos casos decisiones difíciles, en las que

un valor deberá ser sacrificado en beneficio de

otro. Allí habrá que mostrar qué antropología

funda los derechos. Será necesario entonces

confrontar y proponer con franqueza, buscan-

do el mejor lenguaje y poniendo en evidencia

lo que está en juego en cada caso.

En su reciente discurso al Parlamento alemán,

del día 22 de setiembre de 2011, Benedicto

XVI nos habla de una ecología humana para

sustentar los derechos de la vida. Parecería

que las invocaciones al derecho natural, que

antaño servían a la Iglesia en su diálogo con

la sociedad secular ya no son de gran utilidad;

han perdido “fiabilidad” para los oídos de la so-

ciedad pos-metafísica, y El Cardenal Ratzinger

constata que este instrumento se habría como

“embotado” y habría perdido utilidad en este

diálogo. En su diálogo con el hoy Pontífice, Ha-

bermas hizo hincapié en el aprendizaje mutuo,

en la necesidad de “traducir” el mensaje reli-

gioso, de modo de que lo relevante del mismo

sea captado por la sociedad secular. Habría

que atender a ello, pero sin vaciar el contenido

del mensaje. Proponer, inspirar, dialogar…

La dignidad de la persona y la defensa

de los derechos que de tal dignidad se

derivan deben ser el objetivo de todo

proyecto social y de todo esfuerzo por

llevarlo a cabo..

ref lexiones

Page 55: Revista Empresa 204

Verano 2012 Página 53

5.- El cristiano tiene que proponer estilos de

la vida buena fundados en la vida de Cristo y

en su mensaje del monte. Apostando al otro y

a su libertad. Sin ingenuidad, pero con respe-

to. Sabiendo que ante la pregunta por la Ver-

dad, Cristo entregó su vida en la cruz y que

no es menos el discípulo que su Maestro.

El compromiso por el otro es un mandato en el que le va la vida

Saber, en última instancia, que todo compro-

miso nace de una unión profunda con Cristo

a través de la comunión de los santos y la vida

sacramental de la Iglesia. Que esta época se

caracteriza por el desencanto de las utopías

terrenas. Que frente a la desesperanza de mu-

chos, en un tiempo en el que las palabras se

han vuelto locas y la razón utópica ha perdido

su rumbo y caído en hybris, el testimonio de

una vida fundada en las enseñanzas de Jesús

vale más que muchas palabras y conmueve

más que muchos razonamientos. Para el cris-

tiano, el compromiso por el otro es un man-

dato en el que le va la vida. No es mayor el

discípulo que su Maestro.

Lo que nos define cristianos no es una doc-

trina, ni la pertenencia a una institución.

Nuestra misión no consiste en tener razón o

imponer el credo cristiano o el predominio de

la Iglesia. Somos cristianos en el seguimiento

a la Persona divina y humana de Cristo, que

nos propuso vivir el programa vital de las

bienaventuranzas y que pagó con la cruz el

rechazo a su propuesta. Él nos envió al mundo

para anunciar el Evangelio, haciendo lo propio

que Él hizo por nosotros, invitando a vivir la

bella aventura del Resucitado; proclamar que

Él murió en la cruz por nuestra salvación.

Y así trabajar con todo aquél que promueva

al hombre y sus derechos, proponiendo -sin

ingenuidad, pero sin imponer- estilos de

vida buena que permitan al hombre con su

libertad dar el sí a Aquel que un día lo llamó

de la insignificancia a la Vida, para que com-

partiéndola y entregándola dé a su vez Vida

a los suyos.

En una audiencia

concedida a la

comunidad mu-

sulmana en Co-

lonia, durante la

Jornada mundial

de la Juventud, el

20 de agosto de

2005, Benedicto XVI

decía: “La vida de

cada ser humano

es sagrada, tanto

para los cristianos

como para los mu-

sulmanes. Tenemos

un gran campo de

acción en el que hemos de sentirnos unidos

al servicio de los valores morales fundamen-

tales. La dignidad de la persona y la defensa

de los derechos que de tal dignidad se deri-

van deben ser el objetivo de todo proyecto

social y de todo esfuerzo por llevarlo a cabo.

Este es un mensaje confirmado de manera

inconfundible por la voz suave pero clara

de la conciencia. Un mensaje que se ha de

escuchar y hacer escuchar: si cesara su eco

en los corazones, el mundo estaría expuesto

a las tinieblas de una nueva barbarie. Sólo

se puede encontrar una base de avenencia

reconociendo la centralidad de la persona,

superando eventuales contraposiciones cul-

turales y neutralizando la fuerza destructora

de la ideología”.

Nos parece oportuno, entonces, recordar en

estas breves líneas desde dónde el cristiano

promueve y actúa en defensa de los dere-

chos humanos, en su actividad cotidiana,

en el lugar que ocupa, en las decisiones que

toma, en las posturas que adopta. No desde

una ideología que sustenta su ideario en un

hombre abstracto, que pretende imponer y

absolutizar su visión, sino en el encuentro

personal con el hombre concreto, mediado

en Cristo... “Es necesario ver en el prójimo

la imagen de Dios, según la cual ha sido

creado, y a Cristo Señor, a quien en realidad

se ofrece lo que al necesitado se da…” (Con-

cilio Vaticano II, decreto Apostolicam actuosi-

tatem, nº 8).

ref lexiones

El cristiano no persigue una ideología, no busca

fundar un reino en la tierra, no lo anima una

utopía terrestre. Ni siquiera lo mueve su celo

personal. El cristiano vive del envío (misión) a sus hermanos, seres concretos de carne y

hueso. No tiene en cuenta al hombre abstracto,

sino a seres concretos, su prójimo: familiar,

vecino, empleado, socio, compatriotas, etc.

Page 56: Revista Empresa 204

Página 54 EMPRESA Nº204

Sociedad

Suele decirse que la Argentina tiene cierta

inclinación fascista clavada en el centro de

su cultura. Por eso, en su historia se han

manifestado diversas formas autoritarias

de resolver los problemas. Esto ha sucedido

tanto en gobiernos de facto como en pe-

ríodos democráticos; pero aun los sectores

progresistas continúan con la misma lógica:

resolver un problema de manera pragmáti-

ca, eliminando al más débil, aniquilando al

molesto. Esto sucede, por ejemplo, cuando

se promueve el aborto.

Se olvida que si se niega el derecho más

elemental -el derecho a vivir-, todos los

derechos humanos quedan colgados de un

hilo. Porque toda opción por la dignidad hu-

mana necesita fundamentos que no estén

bajo discusión. De otra manera se vuelve

frágil. Porque si aparece alguna excusa para

eliminar una vida humana inocente, siem-

pre aparecerán razones para excluir de este

mundo a un ser humano que molesta. Vea-

mos: ¿Quién puede decir que es ilegítimo

quitarle la vida a un ser humano cuando

tiene más de tres meses, pero que sí se lo

puede matar cuando tiene unas horas me-

nos? ¿Qué solidez puede tener entonces la

defensa de una vida humana?

Si una ley puede definir en qué momento

una vida humana puede ser eliminada,

entonces todo queda sometido a las necesi-

dades circunstanciales, a las conveniencias

de los que tengan más poder, o a las modas

culturales del momento.

El justificativo para la muerte será, hoy, que

tiene alguna discapacidad; mañana, que es

Víctor Manuel Fernández

Rector de la Universidad Católica Argentina (UCA).

Page 57: Revista Empresa 204

Verano 2012 Página 55

¿Qué le hace el aborto al corazón de la sociedad?demente o deforme; luego, que es impro-

ductivo o peligroso. Y las razones seguirán

multiplicándose. ¿Por qué no? ¿Qué razón

de fondo nos queda para defender una vida

humana, más allá de las conveniencias

pragmáticas?

Pero este razonamiento se vuelve inútil

cuando no se quiere ir al fondo de las cosas,

cuando no interesa si detrás de una deci-

sión hay una verdad, cuando la política y la

ley se quedan sin un trasfondo de valores y

convicciones profundas.

El embrión es muy pequeño: no se lo ve, no

habla, no produce, no tiene poder alguno.

Por eso no suele entrar en nuestros registros

mentales y corremos el riesgo de ignorar su

valor inmenso. Entonces ya no tiene vigencia

aquello de que “lo esencial es invisible a los

ojos”. Con mucha facilidad, uno se inclina

a creer que el embrión es un pedazo de la

mujer, un órgano más, una especie de víscera

prescindible. Sin embargo, hay una diferencia

inmensa: un órgano de la mujer tiene su mis-

mo código genético, pero el embrión no. Eso

lo cambia todo, porque es otro ser, distinto de

un óvulo, distinto del padre y de la madre. Su

código genético ya tiene todas las caracterís-

ticas que tendrá ese humano adulto nuevo y

original. Sólo le falta desarrollarse. No pode-

mos dejar de reconocer que se trata de algo

más, de alguien más.

Si nos referimos a las dificultades que vive

una mujer con un embarazo no deseado,

¿no cabe recordar que ese ser indefenso que

está tratando de nacer también puede ser

una mujer? Es pequeña, todavía no habla,

todavía no se defiende, pero tiene todos los

derechos, porque es una vida humana nue-

va. Una madre sabe que no puede superar

su dolor asesinando a ese ser humano que

engendró. Las respuestas siempre tendrán

que buscarse en otra parte, no en la muerte.

La mujer violada es una víctima que en-

frenta una angustia atroz, pero el hecho de

abortar no resuelve su peor drama, sino que

en el fondo lo acrecienta. Porque ella sabe

que ese pequeño, tan humano como ella, no

debe pagar los errores ajenos. Él es un ser

único, llamado a la vida, más allá de la for-

ma como haya sido engendrado. También

hay lugar para él o para ella.

Si una mujer no se siente en condiciones de

criar al niño que ha engendrado, en nuestra

patria hay muchas familias dispuestas a brin-

darle apoyo, y deseosas de hacerse cargo de

esa nueva vida. ¿Por qué optar en Argentina

por la muerte cuando tenemos todo para

apostar por la vida? Abrir la puerta del aborto

es inocular en el corazón de la sociedad, en su

entraña más profunda, una opción macabra y

facilista. Aparentemente se presentará como

la solución de algunos problemas, pero no es

más que resolver algo creando un problema

más grave y más delicado todavía.

Es verdad que hay otras faltas de respeto a la

vida. Por ejemplo: que los pobres no tengan

planes de salud para acceder a una atención

adecuada, el estado de algunos hospitales, la

violencia y la inseguridad, la mala alimenta-

ción de los indigentes, y tantas otras formas

de desprecio a la vida humana. Pero si en

lugar de enfrentar esos graves problemas so-

Page 58: Revista Empresa 204

Página 56 EMPRESA Nº204

Sociedad

ciales optamos por atentar contra la vida por

nacer, no hacemos más que agregarle muerte

a ese panorama sombrío.

Nosotros somos capaces de apuntar más

alto y de sostener un profundo respeto por

la dignidad de los más débiles. Aunque no

parezca la salida más pragmática, los ar-

gentinos podemos resolver los problemas

sin arrancarle la vida a un inocente antes

de que pueda defenderse.

Suelo escuchar con respeto un argumento

que quizás sea el más atendible de quienes

apoyan una despenalización del aborto: se

dice que mientras las mujeres ricas pueden

encontrar y pagar lugares donde abortar sin

riesgos, no sucede lo mismo con las pobres,

que así se ven expuestas a grandes riesgos

sanitarios, y por ello algunas mueren. En este,

y en cualquier otro contexto, necesariamente

uno vuelve a preguntar si eso se resuelve au-

torizando legalmente que ese niño pobre que

crece en el seno de su madre, y es tan huma-

no como ella, sea destrozado.

Es razonable y humano que nos preocupe si

ochenta mujeres al año mueren por aborto,

pero también es razonable tratar de impe-

dir que mueran miles de niños abortados.

Por otra parte, hay que agregar que esta

argumentación suele provenir de sectores

acomodados que desconocen la cultura de

la mayoría de las mujeres pobres. Para ellas,

los hijos son el mayor o el único tesoro, y no

son algo más entre muchas posibilidades

mundanas. Eso explica que tantas mujeres

pobres se desvivan trabajando por todas

partes para poder criar a sus hijos.

Para la sensibilidad de ellas es particular-

mente trágico abortar y, generalmente, lo

viven como una profunda humillación,

como una negación de sus inclinaciones

más íntimas. Proponerles un aborto “públi-

co”, “oficial”, “socialmente reconocido” no es

solución y probablemente muchas de ellas

preferirán hacerlo de modo “clandestino”.

Lo que la mayoría de ellas necesita es, más

bien, que se las ayude y acompañe para no

tener que llegar al aborto, que se las auxilie

para que se vuelva innecesario eliminar un

hijo. En este sentido, la asignación universal

para embarazadas es sin duda un aporte

importante. Pero es claramente insuficiente,

ya que el apoyo que ellas necesitan muchas

veces es más que económico.

Cabe reconocer que en este punto hemos

avanzado muy poco, tanto en el ámbito

público como en el privado. Algunos gru-

pos cristianos han aportado algo, pero es

todavía insignificante si se quiere enfrentar

este problema con toda su gravedad. En ese

sentido, cuando algunos abortistas agresi-

vos nos tratan de hipócritas, yo no dejo de

sentir que tienen algo de razón.

Mi deber no es sólo oponerme a la despe-

nalización del aborto y dormir tranquilo. El

Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia

me exigen un compromiso más amplio y

creativo, si de verdad me interesa aportar

una solución a este drama. Mientras eso no

suceda, el aborto seguirá siendo una daga

clavada en el corazón de la sociedad.

Page 59: Revista Empresa 204

Verano 2012 Página 57

e m p r e s aT r a b a j o

panorama de nuestras relaciones laborales

alberto l. rimoldi

En líneas generales en materia de relaciones

laborales podemos agrupar a los países que

practican la negociación colectiva; es decir,

que cuentan con un sistema regulado de re-

laciones laborales como lo son los asociados

a la O.I.T., en dos grandes grupos. Aquellos

países cuyo sistema de relaciones laborales

está regido por códigos, leyes y otras nor-

mas nacidas de la acción parlamentaria, o

emanadas de los propios gobiernos como

autoridad de aplicación; y aquellos otros

países en los que, si bien cuentan también

con un plexo normativo, predomina la nego-

ciación colectiva y en particular a través de

convenios colectivos por empresa. Entre los

primeros encontramos a los países europeos

y latinoamericanos, o sea, en general los de

origen latino; y entre los segundos a los paí-

ses anglosajones, Japón y otros.

Casi innecesario es decir que nuestro país se

ubica entre los que predomina el modelo “le-

giferante” y con fuerte injerencia del Estado.

Pero la cuestión no pasa por determinar si

un modelo es mejor que el otro, por cuanto

cada uno de ellos responde a tradiciones,

influencias políticas, sociales, culturales,

económicas, además de las modalidades

propias con las cuales se expresan en cada

país. Y por todas estas razones, es práctica-

mente imposible modificar el modelo y solo

cabe evolucionar dentro de él. Por ello, lo

verdaderamente importante es ver a través

del tiempo cómo funcionan y evolucionan

esos modelos para dar respuestas adecuadas

y oportunas frente a las crisis, los cambios

innovadores, la competencia local e interna-

cional, los problemas del empleo, las nuevas

formas de trabajar surgidas de las posibili-

dades tecnológicas; en fin, los desafíos que

sin solución de continuidad tiene que afron-

tar, aquí y en todo el mundo cada país y, en

particular, la empresa, que es el escenario

natural donde transcurren las relaciones

laborales.

la problemática de las relaciones laborales

En esa línea de razonamiento, cabe recor-

dar que a comienzos de la década de los

setenta, el mundo ingresó en una etapa de

nuevos y exigentes desafíos, provocados por

la crisis del petróleo, el impacto tecnológico,

el flagelo del desempleo y la globalización.

Y en eso estamos.

alberto l. Rimoldi es abogado. asesor en Relaciones laborales.

“No es bueno que el incierto y sinuoso camino de la jurisprudencia, que suele variar según las jurisdicciones, siga sustituyendo la falta de actualización o, en ciertas materias,

el vacio legislativo, por inacción del legislador”, señala Rimoldi, quien analiza en el presente artículo el modelo de relaciones laborales argentino y repasa algunas de las

últimas reformas legislativas aplicadas en la materia.

Para el especialista, nuestro sistema general de relaciones laborales necesita cuanto menos un proceso de actualización o modernización, no para desproteger al trabajador o privarlo

de los derechos que la evolución histórica y social le ha ido consagrando. Y agrega: “que brinde la adaptabilidad necesaria frente a un mundo que presenta nuevas formas de

brindar servicios, de producir, de comercializar, de gestionar y también de trabajar”.

Page 60: Revista Empresa 204

Página 58 EMPRESA Nº204

En general, los

países han ido ade-

cuando y ensayan-

do nuevas formas

de administrar la

problemática de las

relaciones labora-

les. Sea a través de

la legislación o la

negociación colec-

tiva. Por citar algu-

nos ejemplos: el de

Inglaterra, Italia y,

más cercano, por

haber sido fuente

de inspiración para

nuestro legislador:

España, con un de-

sarrollo importante

en materia legisla-

tiva, con profundas reformas que surgieron

desde el Pacto de la Moncloa hasta nuestros

días. Entre sus últimas reformas señala-

mos la creación de la figura del “autónomo

económicamente dependiente”, a fin de dar

algún grado de protección a esta nueva es-

pecie de trabajador que crece a la sombra

de las posibilidades tecnológicas y nuevas

formas de trabajar.

La ley que implantó esta nueva figura tiene

sus fuertes críticos y defensores, pero abrió

un camino nuevo, único hasta ahora, que

permitirá reunir experiencia y, sin duda,

será perfeccionado. También España ha im-

pulsado a través de acuerdos comunitarios

la introducción de nuevos métodos de solu-

ción de conflictos, los que se han ido expan-

diendo por todo el país, con participación de

los actores sociales. Como vemos se registra

una constante evolución.

En nuestro caso, si bien se han producido

algunas reformas legislativas y ciertos im-

pactos en institutos sensibles de nuestras

relaciones laborales, a través de la jurispru-

dencia, particularmente en el campo de las

relaciones colectivas, no encontramos que

esos cambios se encaminen a actualizar

institutos tales como la jornada de trabajo,

los sistemas de remuneración, las nuevas

formas de trabajar, la productividad y otros,

atendiendo la problemática que nos plantea

el mundo de hoy con sus transformaciones

económicas y sociales. que no podemos ig-

norar. Hagamos un rápido repaso.

Nuestro sistema de relaciones laborales se

sostiene en un grupo de leyes centrales que

son: La ley de Jornada (año 1929); Ley de

Contrato de Trabajo (año 1974, reformada

en el año 1976 y posteriormente con algu-

nas reformas puntuales); Ley 14250 (año

1953) de Convenciones Colectivas de Tra-

bajo, modificada en el año 2004 por la Ley

25877; Ley 23551 (año 1988) de Asociaciones

Profesionales Sindicales (que mantuvo los

lineamientos de norma similar de los años

1945 y 1958); Ley 14786 (año 1959) de Con-

flictos Colectivos del Trabajo y Ley 24557

(año 1996) de Riesgos del Trabajo.

Como puede observarse de trata de leyes, en

algunos casos muy antiguas que sirvieron a

un modelo industrial, las que permanecen

estáticas, refractarias a cualquier intento de

modificación, mientras la vida sigue pasando

al ritmo acelerado de nuestro tiempo.

A esto se suma que, por nuestras vicisitudes

institucionales, pasamos largos períodos con

la negociación colectiva suspendida, lo cual

trajo un atraso evidente en el desarrollo y

contenido de nuestros convenios colectivos.

Téngase en cuenta que aún perduran “vi-

gentes” (aunque superados por la realidad e

inaplicables) algunos convenios colectivos de

1975; unos pocos han experimentado cambios

importantes y la mayoría de los convenios y

acuerdos que se celebran en general se ocu-

pan principalmente de la cuestión salarial.

Debe advertirse que del viejo modelo con-

frontador y distributivo (hasta fines de la

década de los 60) el mundo pasó a un modelo

de consenso, más creativo, complejo, con nue-

vas herramientas tecnológicas y, como conse-

cuencia, con nuevas demandas y problemas

sociales como el desempleo, que no pueden

ser ajenos a un sistema responsable de rela-

e m p r e s aT r a b a j o

Rimoldi: “El mundo del trabajo se ha tornado más complejo y en nuestro caso, se suma la reforma constitucional de 1994, que incorporó a la Constitución Nacional una serie de tratados internacionales con rango “supra-legal”, a raíz de los cuales las relaciones laborales se enfrentan a nuevos paradigmas como son los denominados derechos fundamentales y la protección ante las diversas formas de discriminación”.

Page 61: Revista Empresa 204

Verano 2012 Página 59

e m p r e s aT r a b a j o

ciones laborales. Un mundo globalizado que

ha superado ampliamente las fronteras.

las últimas reformas legislativas

Frente a este panorama, vale la pena repasar

algunas de nuestras últimas reformas legisla-

tivas. Es conocido el principio de “irrenunciabi-

lidad” que caracteriza los contratos laborales;

la norma consideraba nulo y sin valor toda

convención de partes que suprima o reduzca

derechos previstos en la LCT , los estatutos

profesionales y los convenios colectivos. Pero

la Ley 26574 le agregó a esta enumeración “los

contratos individuales de trabajo”; es decir, los

celebrados entre el empleador y el trabajador,

los que por naturaleza y para ser legítimos

siempre son superadores de las normas y

convenios colectivos vigentes. O sea que nada

se puede cambiar, adecuar, como si la vida

económica fuera una imagen fija, estática y

siempre exitosa. Basta ver lo que hoy pasa en

el mundo y entre nosotros…

El contrato a tiempo parcial fue una de las

pocas herramientas que brindaba la LCT para

atender algunas necesidades especiales de

la empresa. Se considera tal al que no supe-

ra las 2/3 partes de la jornada normal de la

actividad y con limitaciones en su duración.

Pero la Ley 26474, sustituyendo el art. 92 ter

de la LCT, estableció que si la jornada pactada

supera las 2/3 partes aludida, el empleador

le debe pagar al trabajador la remuneración

completa de la categoría, aunque no trabaje

todas las horas que completan la jornada ha-

bitual. Desapareció el trabajo remunerado en

proporción al tiempo trabajado.

Nuestra antigua Ley 11544 de jornada de

trabajo consagró las 8 horas diarias o 48 ho-

ras semanales como tope general. Pero ad-

mitía algunas excepciones; su art. 3* inc. a)

excluía, entre otros: “cuando se trate de em-

pleos de dirección o de vigilancia”. Y su de-

creto reglamentario, n° 16115/1933, art.11,

establecía una extensa nómina de los car-

gos que debían considerarse personal de di-

rección o vigilancia: jefe, gerente, habilitado

principal, altos empleados administrativos,

sus reemplazantes, personal de secretaría,

subgerentes, profesiones liberales, cargos de

dirección o vigilancia, jefes de sección, de

departamento, de taller, de equipos, de má-

quinas, inspectores, etc.

La reciente Ley

26597 sustituyó di-

cho inc. a) del art. 3

de la Ley de jornada

por otro que dice:

“Cuando se trate de

directores y geren-

tes”. O sea que to-

dos los otros niveles

de la empresa que-

dan comprendidos

sin excepción en la

jornada general y, si

la exceden, tendrán

derecho a cobrar

horas extras, si ad-

miten hacerlas con-

forme al derecho

que les acuerda la LCT.

Como puede apreciarse se han ido sumando

restricciones, como los ejemplos que cita-

mos, que agregan rigidez a las relaciones

laborales.

Pero todo no proviene de la legislación. Tam-

bién la jurisprudencia ha consagrado doctri-

nas y criterios que en la práctica significan

verdaderas reformas a la ley. Por ejemplo,

la base remuneratoria que se toma para el

cálculo de la indemnización por antigüedad,

la que -según criterio sentado por la Corte

Suprema de Justicia de la Nación y como re-

sultas de la aplicación del tope que establece

la LCT- no puede significar una disminución

mayor al 33% de la mejor remuneración nor-

mal, mensual y habitual del último año pues,

si eso ocurriera, se considera confiscatorio

como ocurre en materia fiscal. Es decir que si

el empleador paga de acuerdo a los términos

de la ley, según el caso, se gana un juicio por

reajuste con planteo de inconstitucionalidad

de la norma que establece el tope. Esta situa-

El empleador paga de acuerdo a los

términos de la ley y, según el caso, se

gana un juicio por reajuste con planteo

de inconstitucionalidad de la norma que

establece el tope. Esta situación lleva

varios años, pero el legislador parece no

haber tomado nota.

Page 62: Revista Empresa 204

Página 60 EMPRESA Nº204

ción lleva varios años, pero el legislador pare-

ce no haber tomado nota.

También puede citarse lo que está ocu-

rriendo con la Ley de Riesgos de Trabajo,

Ley 24557, la que a través de un conjunto

de fallos de la Suprema Corte ha quedado

descalificada en su sistema de reparación

de siniestros del trabajo y enfermedades

profesionales, a la luz del principio de la

reparación integral que rige en el Derecho

Civil y afín con tratados internacionales.

Ciertamente, estos fallos de la S.C. han traído

más equidad y justicia en la materia, ante

la ausencia e inacción del legislador; pese a

que desde hace años se menciona la existen-

cia de un proyecto de reforma de la Ley de

accidentes del trabajo el que, hasta ahora,

no se ha concretado. Esta situación genera

una gran inseguridad jurídica y una frondo-

sa litigación, por montos impredecibles, pese

a que, paradójicamente y según se dijo, era

uno de los problemas que venía a superar la

ley sancionada en 1996, hoy desarticulada.

Los sindicatos luchan, como es lógico, por la

consolidación de sus conquistas; el gobierno

de turno y el parlamento no buscan o no

encuentran reformas superadoras. Y señale-

mos también que el sector empleador, salvo

en contadas oportunidades, no impulsa un

proyecto propio en distintos aspectos de las

relaciones laborales y en general discute y ne-

gocia los proyectos de los otros actores socia-

les, sindicatos o gobiernos. Mala estrategia, en

nuestra opinión, pues comienza a defender

sus aspiraciones desde el piso, que ofrece un

escenario ajeno y con otros intereses, los que

a veces no son estrictamente laborales.

la necesidad de un proceso de actualización

Consideramos que nuestro sistema general

de relaciones laborales necesita cuanto me-

nos un proceso de actualización o moderni-

zación, no para desproteger al trabajador o

privarlo de los derechos que la evolución his-

tórica y social le ha ido consagrando. Pero que

brinde la adaptabilidad necesaria frente a un

mundo que presenta nuevas formas de brin-

dar servicios, de producir, de comercializar, de

gestionar y también de trabajar. Que permita

al menos atenuar rigideces y eliminar las

innecesarias; que permita ciertas facilidades

para la organización del trabajo y que brinde

una mayor seguridad jurídica para disminuir

la litigación y los conflictos.

Hay que perfeccionar y jerarquizar la LEY

a través de una evolución que registre la

realidad, para garantizar sus efectos. Pero

también dejar margen para el ejercicio de

la libre voluntad de las partes, respetando

los mínimos legales, para poder así dar res-

puestas adecuadas a sus propias necesida-

des. Y que tengan y mantengan valor esos

acuerdos, y no que por su vulnerabilidad

sean un tránsito formal para el estimulo a

la deslealtad y la litigación, en una relación

que precisamente requiere del respeto y de

la buena fe; pues, finalmente, el empleador

y el trabajador son “socios” que se necesitan

y necesitan que a ambos les vaya bien.

El mundo del trabajo se ha tornado más com-

plejo y, en nuestro caso, se suma la reforma

constitucional de 1994, que incorporó a la

Constitución Nacional una serie de tratados

internacionales con rango “supra-legal”, a

raíz de los cuales las relaciones laborales se

enfrentan a nuevos paradigmas como son

los denominados derechos fundamentales

y la protección ante las diversas formas de

discriminación. Por ello un sistema normativo

actualizado, que brinde claridad y seguridad

jurídica, es absolutamente necesario.

Después de todo, quienes operan el régimen

normativa laboral no son juristas. Son el

empleador y el trabajador quienes deben as-

pirar a saber, concretamente y con seguridad,

cuales son sus posibilidades operativas, sus

derechos y obligaciones. No es bueno que el

incierto y sinuoso camino de la jurispruden-

cia, que suele variar según las jurisdicciones,

siga sustituyendo la falta de actualización o,

en ciertas materias, el vacio legislativo, por

inacción del legislador.

e m p r e s aT r a b a j o

Page 63: Revista Empresa 204

Verano 2012 Página 61

e m p r e s aTe c n o l o g í a

nanomedicina: una disciplina

en rápido crecimiento

Juan e. gallo

La nanotecnología aplicada a la medicina

promete ser un instrumento de gran utilidad

para la salud. Dispositivos o estructuras de 1

a 100 nanomicras poseen un tamaño similar

al de moléculas y sistemas biológicos pre-

sentes en el organismo humano. Nanomate-

riales debidamente transformados devienen

en elementos funcionales en el cuerpo.

La interacción entre la nanotecnología y la

medicina ha dado lugar a la Nanomedicina:

especialidad interdisciplinaria que reúne a

médicos, ingenieros, físicos, químicos, etc.

Su objetivo es utilizar las propiedades y ca-

racterísticas físicas de los nanomateriales

en la tarea de prevención, diagnóstico y tra-

tamiento de enfermedades.

Los nanomateriales pueden ser diseñados

para facilitar el transporte de agentes biológi-

cos que, por sí mismos, no pueden atravesar

barreras biológicas del organismo. Pueden

también ser catalizadores de la interacción de

dos o más moléculas, que produce un efec-

to específico, e intervenir en muchos otros

procesos biológicos. Se seleccionará el nano-

material que resulte más apto por sus pro-

piedades ópticas, electrónicas, magnéticas o

biológicas según la aplicación a realizar. Es así

como esas propiedades son incorporadas en

dispositivos de liberación controlada de dro-

gas de ultima generación, en agentes de con-

traste útiles para el diagnóstico por imágenes,

etc., varios de los cuales han sido aprobados o

están siendo evaluados en fase clínica por la

Food and Drug Administration (FDA) para su

uso en pacientes.

La mayor o menor tolerancia y toxicidad de

las nanoparticulas dependerá del tipo de

material utilizado. Algunas ya están apro-

badas para su uso médico, otras parecerían

ser bien toleradas y existen otras que se

asocian a diversos grados de toxicidad, re-

versible o irreversible. Por lo tanto, su apli-

cación en medicina debe hacerse con pru-

dencia, teniendo en cuenta que el uso de al-

gunos tipos de nanopartículas se encuentra

aún en el marco de la controversia.

En oncología

Entre las partículas que se utilizan en esta

especialidad podemos identificar a las na-

nopartículas de oro, polímeros y liposomas.

La combinación de nanopartículas de oro

y sustancias antitumorales (por ejemplo el

TNF-alfa, tumor necrosis factor) así como

la asociación de nanopartículas poliméricas

y el paclitaxel (droga quimioterapica) han

logrado aumentar el efecto antitumoral

y disminuir los efectos adversos. En estos

casos, el agente farmacológico unido al ca-

rrier (nanopartícula) se libera menos en el

trayecto hacia el tumor produciendo menos

Profesor titular de oftalmología (Universidad austral). Ph d, Karolinska institute (sweden). Médico oftalmólogo (hospital Universitario austral). investigador Clínico CoNiCEt (seleccionado, en trámite de incorporación).

La interacción entre la nanotecnología y la medicina ha dado lugar a la Nanomedicina, especialidad interdisciplinaria que reúne a médicos, ingenieros, físicos, químicos, etc.

El Dr. Gallo nos invita a conocer cómo impactan estos avances tecnológicos aplicados al campo de la salud, y cuál es el aporte de las propiedades y características físicas de los nanomateriales en la tarea de prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades.

Page 64: Revista Empresa 204

Página 62 EMPRESA Nº204

efectos adversos,

permitiendo el uso

de dosis más al-

tas, con un mayor

efecto.

También se han

logrado avances

en el uso de nano-

partículas magné-

ticas cargadas con

sustancias bioló-

gicamente activas,

que están siendo

evaluadas. Su ven-

taja radica en la

capacidad de dirigir

el agente activo

al sitio de acción,

obteniéndose así una mayor eficacia y segu-

ridad en el tratamiento.

En imágenes

Molecular Imaging, considerada una de las

áreas científico-tecnológicas más dinámicas,

se ha visto particularmente favorecida por el

uso de nanoparticulas unidas a una sustancia

capaz de de ser visiblemente detectada, y fun-

cionalizadas con un anticuerpo o sustrato que

se caracteriza por unirse a un receptor celular

determinado. De este modo, con la ayuda de

un sistema de microsocopia, se identifican y

clasifican tipos de tejido o tumores que expre-

san receptores celulares conocidos.

Un sistema similar ya se ha utilizado en

vivo en animales de experimentación, y se

encuentra en distintos grados de desarrollo

para su uso en pacientes.

En oftalmologia

La nanotecnología parecería ser particular-

mente útil para la Salud Visual, dado el ta-

maño de las estructuras del globo ocular. Ya

se han realizado varios desarrollos, con más

o menos sofisticación:

1) Lente de contacto con sensor incorpora-

do para medir la presión intraocular que

es transmitida a un equipo receptor a

través de un sistema wireless, cuyo sen-

sor se recarga de energía utilizando un

anteojo o parche ad-hoc;

2) Microesferas biodegradables para libera-

ción prolongada de drogas colocadas en

el segmento anterior o posterior del ojo,

especialmente utiles en enfermedades

crónicas como el glaucoma, uveítis, reti-

nopatía diabética, etc;

3) Nanopartículas que se usan de carrier

para la administración de drogas en coli-

rios. Es interesante saber que micro esfe-

ras de polylactic-co-glycolic acid (PLGA,

en inglés) han sido aprobadas por la FDA

para uso en pacientes.

i + d

Para aplicar estas nuevas tecnologías en la

práctica médica se deben optimizar los na-

nomateriales, iniciando pruebas en peque-

ños animales para después pasar a otros de

mayor tamaño. Un proceso que requiere su

tiempo, medido en años. Estos estudios de-

berían proveer un fundamento sólido para el

avance de la nanotecnología, especialmente

para su uso en nuevas áreas médicas.

En nuestro país se han realizado inversio-

nes en nanotecnología con aplicación a la

nanomedicina. Existen grupos de investi-

gación trabajando en universidades y otras

instituciones como la CNEA, UNLP, UBA,

INTI, UNC, UNSAM, Balseiro, etc.

En la Universidad Austral estamos involu-

crados en el desarrollo de un proyecto perte-

neciente al Programa de Areas Estratégicas

(PAE), de la Agencia Nacional de Promoción

Científica y Tecnológica, en el cual partici-

pan varias de las instituciones mencionadas

anteriormente. Uno de los objetivos es desa-

rrollar un sistema de liberación prolongada

de drogas en la parte posterior del ojo que

podría utilizarse en algunas enfermedades

crónicas como la retinopatía diabética.

e m p r e s aÉ t i c a

Gallo: “La aplicación de nanopartículas en

medicina debe hacerse con prudencia, teniendo

en cuenta que el uso de algunos tipos se

encuentra aún en el marco de la controversia”.

Page 65: Revista Empresa 204

Verano 2012 Página 63

e m p r e s ainstitucional

Reunión anual de socioscabildo abierto:

visión, acción y compromiso 2012

federico Quintana

Una vez más nuestra Reunión Anual de

Socios (RAS) fue una experiencia enrique-

cedora. Todo avance significativo en la vida

de nuestra Asociación depende del aporte

de sus integrantes. Y la Reunión Anual es el

ámbito ideal para que los socios comparta-

mos y evaluemos lo que venimos haciendo

y lo que queremos hacer en el futuro.

Adicionalmente, hace unos años, imple-

mentamos una metodología que nos permi-

te a todos los socios proponer los temas que

consideramos relevantes de ser tratados

para el ámbito interno y el ámbito externo

de ACDE. De esta manera, seleccionamos 3

temas de cada ámbito y cada uno participa

en el tratamiento del tema por él elegido.

Por esta vía, los resultados de las últimas

ediciones han sido muy buenos y frondosos,

y nos ayudaron generosamente a enfocar

nuestras actividades.

Como un fruto tangible del encuentro, nos

quedan detalladas las conclusiones y suge-

rencias de cada grupo de trabajo. Este año,

como los anteriores, se las hemos enviado

a todos los socios para que puedan apre-

ciarlas, y fueron integradas en los planes de

cada una de las áreas. También desde la Co-

misión de Socios, hacemos el seguimiento y

vamos presentando a los socios los avances

que realizamos. De esta forma garantiza-

Federico quintana fue Presidente de la Comisión organizadora de la Ras 2011.

Page 66: Revista Empresa 204

Página 64 EMPRESA Nº204

mos que el esfuerzo de esas 24 horas se tra-

duzca en acciones concretas y en mejoras

para nuestra Institución.

Pero la RAS también contó con otras cosas:

• Hubo como siempre espacio para la ca-

maradería. Conocernos y enriquecernos

con las experiencias de los demás socios

y acrecentar los vínculos de amistad son

temas claves para todo lo que nos pro-

pongamos.

• No faltó tiempo para el esparcimiento

y la recreación. Algunos juegos que fa-

cilitaron la integración, nos ayudaron

a aclimatarnos y a reírnos un rato. Este

aspecto siempre se destaca porque nos

descontractura y nos “hace a todos

como niños”.

• Tuvimos momentos de reflexión y es-

tímulo. Escuchamos la voz de Enrique

Shaw, en la apertura de una reunión de

Acde en la década de los 50, y vimos un

video con dos testimonios ejemplares

de superación en condiciones de adver-

sidad.

• Compartimos el brindis con tortas del

viernes a la noche, que se va haciendo

una buena costumbre. Brindar por tantas

cosas buenas que nos pasan: por poder

ayudarnos, por construir con otros y junto

a Nuestro Señor a partir de nuestra vo-

cación dirigente. También deseándonos

que mejoren y cambien las cosas que nos

duelen.

• Hubo tiempo para la espiritualidad. Com-

partimos la bendición de cada mesa,

invocamos al Espíritu Santo para que nos

iluminara y cerramos el encuentro con la

fiesta central de nuestra fe: la Misa.

• Escuchamos la visión y el plan de nuestro

Presidente, Pablo Taussig.

• Compartimos, con la presentación de Juan

Pablo Simón Padrós, una nueva forma de

organizarnos y optimizar los aportes de

los socios que organizan actividades.

• Asistimos al lanzamiento formal de Viven-

cias Compartidas, presentado por Arnaldo

Valazza, Juan Carlos Sagardoyburu y Adol-

fo Ablático, integrantes del Equipo que las

diseñó.

• Nos acompañó Fernán de Elizalde con

algún relato nuevo y la actualización del

estado de la causa de canonización de

nuestro primer Presidente.

Quería especialmente aprovechar para

agradecer al Equipo que preparó con es-

mero y dedicación cada detalle: Salvador

Fossati, Elizabeth Rossi, Luis Bameule (h),

Paula Valente, Carolina Clerici y Giselle Me-

dina, como socios, y la invalorable gestión

de Francisco Riobó y Lucía Mainoli en toda

la coordinación.

También agradecer a todos los que partici-

paron y recordarles que, la mejor manera

de honrar este encuentro es hacerle un

lugar en la agenda para la próxima edición,

y trabajar para que vengan otros socios.

De esta manera lograremos que la RAS sea

cada vez más representativa y un momento

esperado por todos nosotros.

e m p r e s ainstitucional

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