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Nota Editorial

La bella isla de San Andrés, gran archipiélago que recubre la

frontera de nuestra querida patria Colombia. Con sus 26 Km 2

de

extensión, y todos sus coloridos corales que nacen desde sus

mares. Aquella isla con innumerables tesoros; Su colorido mar, su

hermosa gente, su larga vida y sus tesoros escondidos.

Pero no para su fortuna, una de los “tesoros” más codiciados

globalmente, ha sido encontrado en aquella isla. Aquel “Oro

negro” aquel “tesoro” al que llamamos petróleo.

Codicia, se podría decir, Pero ¿Aquella isla que posee una gran

cantidad de vida y tesoros, vale la pena que todo eso sea

destruido?

Este es un lugar que verdaderamente se debe cuidar y no pensar

en la codicia ya que por la explotación de este mineral y de

muchos otros que supuestamente son tan valiosos estamos

acabando con nuestro mundo. ¿Cuánto costaría volver a

recompensar todos estos males que le estamos causando? En

realidad no tiene precio.

Por ello lanzamos esta revista con el fin de mostrar, todos los

puntos de vista, acerca de la explotación petrolera en San Andrés,

recopilando noticias, textos, o cartas, que nos permitan llegar a un

punto de vista conciso.

Manuel Felipe Vásquez Montoya

Santiago Gallo Ramírez Juan Pablo Ramírez Cárdenas

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Socorro Ram

Recopilando Noticias Intro

Explotación Petrolera En San Andrés Indispensable que los isleños lleguen a acuerdos sobre lo que

más conviene a San Andrés.

La casi totalidad de tratados de delimitación

marítima en el Caribe que Colombia ha firmado

con ocho países -cuatro centroamericanos

(Panamá, Costa Rica, Nicaragua y Honduras) y

tres islas (Jamaica, Haití y República Dominicana)-

contempla una amplia gama de asuntos que se

deben abordar mediante la cooperación

transfronteriza: la seguridad, la conservación

ambiental, la pesca, la investigación científica y la

explotación de recursos compartidos.

Con la visita del presidente Santos a Jamaica, el 19

de diciembre del 2010, se revisó la cooperación

que se desarrolla con la isla y se acordó

profundizarla en el plano energético. Ya en

noviembre del 2008 los dos gobiernos habían

hablado sobre una posible exploración conjunta

en el área de más de 15.000 kilómetros cuadrados

sometida a régimen común desde el tratado de

delimitación, firmado en 1993. Y la Ronda

Colombia 2010 ha definido bloques de

exploración en el archipiélago. Todo ello ha

generado no pocas preocupaciones en las islas.

La primera inquietud proviene de quienes han

tenido allí sus áreas tradicionales de pesca y temen

los efectos de la sísmica, la perforación y el

derrame de petróleo.

Hay malestar, además, porque podría estarse

repitiendo la historia vivida tras la declaratoria del

puerto libre en 1953, o con su finalización

abrupta luego de la apertura en los noventa, que

no tomaron en consideración lo que les ocurriría

a los isleños con esas opciones económicas.

Ahora, el archipiélago podría quedar enganchado

a la locomotora energética, sin haber sopesado

sus consecuencias ni considerado su articulación

con un proyecto de desarrollo que transforme la

crítica situación insular.

Intro

Otra preocupación se refiere a la

compatibilidad entre la

exploración/explotación petrolera y los

compromisos que Colombia asumió,

desde el año 2000, cuando logró que la

Unesco reconociera buena parte del

archipiélago como la reserva de la biosfera

Seaflower con áreas marinas, costeras e

insulares protegidas.

Hay un enorme temor por los daños, entre

otros, a ecosistemas coralinos, que son el

sustento tanto de la vida como de los

bienes y servicios ambientales que le

ayudan al archipiélago a sobrevivir y

adaptarse al cambio climáticoEn

Providencia saben muy bien cómo su

barrera arrecifal fue esencial en el 2005

para enfrentar el embate del huracán 'Beta'.

Para oír a los isleños no es suficiente el

taller realizado en San Andrés en

noviembre del 2008,

, ni la publicación en la página web de la

Agencia Nacional de Hidrocarburos, del 5

de enero al 5 de febrero del 2011.

Coralina, como autoridad ambiental, y la

Fundación Providence, con firmas de

respaldo, le han pedido al presidente

Santos que escuche a los isleños y detenga

la exploración para evitar un error

irreversible que aumente la vulnerabilidad

de un archipiélago oceánico tan podría

terminar beneficiando a los más poderosos.

Es el Estado el que tiene la responsabilidad

de concertar con la población e

involucrarla en la amplia gama de asuntos

contemplados en los acuerdos de

delimitación para la cooperación entre

vecinos caribeños. Pero, para ello, es

también indispensable que los isleños se

muestren capaces de llegar a acuerdos

entre sí y con el Gobierno Nacional sobre

lo que más conviene al archipiélago.

Tomado de el Tiempo.com

Recopilando Noticias

Intro

Quedan protegidos los demás arrecifes y

manglares del país. El parágrafo del artículo

209 volvió a aparecer dentro del Plan

Nacional de Desarrollo que será presentado

para estudio en segundo debate en el

Congreso, en la última semana de abril.

Este impide la exploración de hidrocarburos

en los bloques Cayo 1 y Cayo 5 de San

Andrés, previamente asignados por la

Agencia Nacional de Hidrocarburos

(ANH) a Repsol YPF en la 'Ronda Caribe',

que subastó bloques en el mar colombiano

para encontrar petróleo.

ELTIEMPO.COM registró su desaparición,

este martes, dentro del Plan, según las

denuncias presentadas por Simón Gaviria y

Jack Housni, representantes a la Cámara por

Bogotá y San Andrés, respectivamente.

"De esta forma se asegura la supervivencia

del entorno natural de San Andrés y

Providencia, es un triunfo para los

sanandresanos y el medio ambiente", dijo

Gaviria al explicar el alcance de la medida.

Revive parágrafo que impide la exploración petrolífera en San Andrés

Tomada del Tiempo.com

El Ministerio de Medio Ambiente al conocer

la exclusión del parágrafo expresó su

malestar y pidió su inmediata incorporación,

lo que en efecto sucedió este miércoles

"Se trata de un hecho importante porque

además protege no solo a los cayos 1 y 5

que habían sido otorgados por licitación a

Repsol YPF para la exploración de

hidrocarburos, sino a otros arrecifes de

coral y manglares del país", añadió

Gaviria.

El parágrafo había desaparecido dentro

del Plan de Desarrollo, el cual se

presentará para su segundo debate en el

Congreso y de haberse aprobado se

habría autorizado la exploración de

petróleo en San Andrés, no obstante las

quejas de la autoridad ambiental del

Archipiélago, Coralina.

En primer debate del Plan se logró la

inclusión del parágrafo que excluía de la

exploración y explotación de

hidrocarburos en áreas vitales para el

medio ambiente de Colombia, como los

corales y manglares del país.

Recopilando Noticias

Intro

La medida era retroactiva y

dejaba sin piso la autorización

de la Agencia Nacional de

Hidrocarburos de vender los

bloques marinos Cayo 1 y

Cayo 5 para la exploración

petrolífera en el mar de San

Andrés y Providencia, situados

dentro de la Reserva de

Biosfera Seaflower y su Área

Marina Protegida (AMP).

"El área de coral es una barrera

de protección para San Andrés

y Providencia y permitir la

exploración y posible

explotación de hidrocarburos

llevaría a los isleños a su

destrucción y desaparición",

indicó Jack Housni,

representante a la Cámara por

San Andrés.

Los Cayos 1 y 5, como se

denominan los bloques de

hidrocarburos licenciados por

la ANH, fueron sacados a

subasta, junto con otros 76, en

la llamada Ronda Colombia

2010.

La ANH formalizó ambas

concesiones para exploración y

explotación de hidrocarburos

sin las consultas legales

correspondientes, entre ellas

con las comunidades de

pescadores del Archipiélago.

Ambos bloques están situados

dentro de la Reserva de

Biosfera Seaflower y su Área

Marina Protegida (AMP), que

fue incluida en noviembre de

2000 en el Programa del

Hombre y la Biosfera de la

Organización de las Naciones

Unidas para la Ciencia, Educa-

cion y la Cultura (Unesco) y

desde entonces forma parte

de la Red Mundial de

Reservas.

El territorio protegido acoge

el 76 por ciento de los

arrecifes coralinos de

Colombia, cuenta con

ecosistemas interconectados,

sirve de anidación a tortugas

y aves y es hábitat de 407

especies de peces, así como

de centenares de otros

animales y organismos

marinos.

Precisamente, la

preservación de este lugar

acaba de ser reconocido por

la Unión Internacional para

la Conservación de la

Naturaleza (UICN) con el

premio a la mejor acción

por la preservación de la

diversidad biológica del

2010. Taylor dijo que el

bloque Cayos 1 fue

adjudicado para efectos de

exploración, mientras que

en el Cayo 5 se prevé una

etapa de explotación o

producción de

hidrocarburos.

Estas actividades "pondrán

en riesgo a los pescadores

artesanales y exponen a

Colombia al incumplimiento

de compromisos

internacionales como

firmante de instrumentos

medioambientales, entre

ellos el Convenio de

Diversidad Biológica", según

Elizabeth Taylor, directora

de Coralina, la autoridad

ambiental de San Andrés.

Eltiempo.com

Recopilando Noticias

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Intro-Especial

Contra el querer y el interés de los isleños, la agencia nacional Hidrocarburos

sigue empeñada en sacar petróleo de entre los corales. Este empeño desconoce

la realidad geográfica y ecológica del Archipiélago, sacrifica su desarrollo

económico de mediano plazo y atenta contra el modo de vida de sus

pobladores, todo lo cual viola la constitución e ignora los derechos de las

comunidades.

Petróleo en San Andrés:

Dos Modelos enfrentados

Patio de atrás de las islas

El territorio de las islas se extiende

hacia el mar. En otras palabras el

patio trasero de las islas es el mar. Así,

la cultura, la identidad y la sociedad

de los isleños no pueden ser

entendidas sin hacer referencia al

mar.

La fragilidad y sensibilidad ecológica

del archipiélago de San Andrés,

Providencia y Santa catalina, no la

hacen apto para la exploración y la

explotación de combustibles fósiles,

porque la vida misma de los

habitantes del Archipiélago depende y

seguirá dependiendo en l largo plazo

del capital d las islas.

El valor del mar como potencial para

contribuir al sostenimiento de la

prosperidad y el bienestar de la

economía nacional radica en la

conservación de la biodiversidad y no

en la exploración y explotación de

combustibles fosiles, especialmente en

el siglo XXI.

Exploración andando y sin

consulta:

Los isleños nativos y raizales de San

Andrés han tomado la decisión de

declarar territorio libre de exploración

de combustibles fósiles y minerales al

archipiélago de San Andrés, providencia

y Santa Catalina, y de solicitaron al

congreso y al presidente de la República

que se reconozca y respete la decisión.

El proyecto de explotación petrolera en

San Andrés ignora, a todas luces, las

características de biodiversidad costera y

marina y el hecho de que, dado se trata

de un medio fluido, en el ambiente

marino, es aún más difícil aislar las áreas

protegidas de las perturbaciones que se

originan en su entorno. Para la toma de

esta decisión trascendental por parte de

una agencia del gobierno central, no ae

tuvieron en cuenta la importancia

ambiental y sociocultural del

Archipiélago, ni los compromisos

asumidos por el Esto Colombiano de

preservarlo como reserva de Biósfera y

áreas marinas protegidas.

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Intro-Especial

Riesgos Inaceptables de la explotación petrolera en San Andrés.

La cantidad de riegos que se conyeban a la explotación petrolífera en el archipiélago de San

Andrés son múltiples, pero solo mencionaremos unos cuantos riesgos:

Un Primer riesgo es la

introducción de factores

generadores de más tensiones y

conflictos en el Archipiélago

Un Segundo Riesgo es la

destrucción de áreas de especial

importancia ecológica y de gran

fragilidad por su condición de

Archipiélago oceánico pequeño.

Las áreas emergidas son limitadas

y esto conduce a una alta

susceptibilidad frente a fenómenos

naturales e intervenciones

humanas, localización geográfica y

aislamiento, típico de islas

oceánicas pequeñas. El 77% de los

arrecifes coralinos del país,

proporciona refugio, alimento y

sustento en un gran porcentaje de

especies, crustáceos y moluscos; de

los arrecifes o de ecosistemas

asociados provienen la mayoría de

las capturas de especies marinas.

Un tercer riesgo que se presenta,

aún sin derrames de

hidrocarburos, son los daños

severos e irreversibles a los

recursos vivos, a la vida marina, y a

la salud pública, incluso desde las

primeras y menos complejas fases

de las actividades exploratorias.

A manera de ejemplo, los crustáceos que

incorporan a la cadena alimentico los

tóxicos de los lodos de perforación con

contenidos de arsénico, bario, cadmio,

cromo, cobre, hierro, plomo, mercurio, y

zinc.

Un quinto riesgo inminente es la

destrucción o el debilitamiento de

las barreras naturales de la

protección de las islas y la

exposición de estas a desastres

socio-ambientales a causa de

eventos extremos, cada vez más

frecuentes.

Un sexto riesgo es la veloz

dispersión de contaminantes hacia

Jamaica, Centroamérica, Cuba,

México y más allá, hasta Estados

Unidos debido a la dinámica de las

corrientes.

Por Último, se generaría un clima

de baja responsabilidad con

respecto al entorno natural con

consecuencias devastadoras para el

medio ambiente y la gente insular,

debido a que la entidades

gubernamentales no tienen

capacidad para ejercer un efectivo

control sobre los impactos de esta

actividad Off Shore, desarrollada

por multinacionales que no poseen

ninguna relación con la isla.

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.

Carta dirigida a Juan Manuel Santos a

promover la no explotación de petróleo en San

Andres

La Fundación Providencia solicitó al gobierno de Juan

Manuel Santos suspender el contrato de exploración

de petróleo en San Andrés, Providencia y Santa Catalina por el

desconocimiento de la importancia ambiental y sociocultural de la

isla y el archipiélago, y de los compromisos internacionales de

protección como parte de la Reserva de Biosfera y Áreas Marinas

Protegidas.

Doctor Juan Manuel Santos

Presidente de la república de Colombia

Palacio de Nariño

E.S.D

Asunto; Detener el contrato de exploración de petróleo (TEA) en el único Archipielago

Oceánico del país, San Andrés, providencia y santa catalina

Señor Presidente, reciba usted nuestro respetuoso Saludo

La Agencia Nacional de Hidrocarburos ha confirmado su intención de adelantar exploraciones

petroleras en los cayos del norte del Archipiélago de San Andrés, Providencia

y Santa Catalina (http://www.rondacolombia2010.com/), Reserva de Biosfera SEAFLOWER

reconocida por la UNESCO en el año 2000 y territorio ancestral de una minoría étnica y

cultural, el pueblo raizal de las Islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, que tiene

allí sus áreas tradicionales de pesca.

Consideramos que esta decisión ignora la importancia ambiental y sociocultural del Archipiélago y los compromisos internacionales del Estado colombiano de protegerlas como Reserva de Biosfera y Áreas Marinas Protegidas. A esto se suma que el valor del mar como potencial para contribuir al sostenimiento de la prosperidad y el bienestar de la economía nacional radica en la conservación de la biodiversidad y no en la exploración/explotación de combustibles fósiles, especialmente en el siglo XXI.

San Andrés, Providencia y Santa Catalina, Reserva de Biosfera SEAFLOWER, deben ser manejados responsablemente, teniendo en cuenta su condición de archipiélago oceánico pequeño; de no hacerlo, el país continuará cometiendo errores irreversibles que tendrán repercusiones para toda la población insular

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Las áreas emergidas son limitadas y esto conduce a una alta susceptibilidad frente a fenómenos naturales e intervenciones humanas, esto aunado a condiciones de aislamiento [1], típico de islas oceánicas pequeñas.

La destrucción de ecosistemas marinos y costeros es una de las principales causas de pérdida de biodiversidad y contribuye a aumentar la vulnerabilidad, porque es justamente la oferta de recursos ambientales, naturales y culturales la que ha soportado y seguirá brindando el soporte para la existencia de las islas. Según el IPCC las proyecciones sobre al aumento del nivel del mar en los próximos 100 años oscilan entre 15 y 95 cm. Estos informes deberían ser motivo de preocupación para los habitantes de la isla y para que conjuntamente con el gobierno se emprendan procesos de planificación para adaptarse a los efectos del cambio climático y ambiental.

Queremos llamar la atención sobre la responsabilidad que hoy tenemos como habitantes de San Andrés, Providencia y Santa Catalina para aprender a adaptarnos al cambio climático y ambiental. Esto implica obviamente reconocer los servicios de la biodiversidad y de los ecosistemas y el hecho de que son irremplazables para enfrentar el cambio climático y mitigarlo. Por lo anterior, los isleños y habitantes insulares consideramos a los arrecifes coralinos como parte esencial de nuestras vidas y fundamentales para combatir el cambio climático; cualquier decisión que afecta nuestro desarrollo debe respetar el derecho al consentimiento libre, previo e informado.

Cuando observamos la situación de Colombia continental frente a la feroz temporada invernal[2] , que no es más que la manifestación de los impactos del desarrollo sin tener en cuenta la vulnerabilidad de un país como Colombia, estamos convencidos de que solo trabajando con la naturaleza podremos lograr beneficios y contribuir a la regulación del clima y a reducir los impactos de los fenómenos naturales cada vez más frecuentes e intensos. Localmente no olvidamos el paso del huracán Beta en el año 2005 por la isla de Providencia, durante el cual la barrera arrecifal contribuyó a evitar impactos catastróficos.

Los sistemas naturales tienen mayor capacidad de responder a estados de presión, si son saludables. Por ello, esperamos que en la medida en que aumentan los efectos del cambio climático, también aumente el nivel de sensibilización y sobretodo de acciones concretas del Estado Colombiano para evitar la pérdida de nuestros arrecifes coralinos y otros ecosistemas marinos.

Habitantes insulares y amigos del resto del país y del mundo solicitamos respetuosamente al Gobierno Colombiano ejercer la soberanía nacional con una visión humana que supera las barreras de los límites nacionales; en este orden de ideas solicitamos que se actúe a favor de los habitantes insulares mediante la protección de los arrecifes y el mar que comprende el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina por el papel crucial que desempeñan en la lucha contra el cambio climático así como para garantizar el bienestar de las comunidades locales. Para ello es urgente que la Agencia Nacional de Hidrocarburos y el Ministerio de Minas y Energía suspenda el TEA para los Cayos del Archipiélago.

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Como hemos visto a lo largo de esta

revista, la explotación petrolera en el

archipiélago de San Andrés es una

cuestión bastante delicada, debido a las

opiniones confrontadas, las decisiones

políticas que se deben tomar, las

inversiones económicas que se tienen

que ejecutar, y lo más importante de

todo; todos los aspectos socioculturales

que se deben llevar alrededor de este

tema.

William Dukenfield decía " Llega un

momento en los asuntos de los hombres,

en que hay que coger el toro por los

cuernos, y enfrentarse a la situación”. La

situación debe ser enfrentada, y

enfrentada pronto, antes de que la

decisión definitiva sea tomada a la ligera,

siendo así que los hechos, y el futuro del

archipiélago quede en malas manos. El

archipiélago es uno de los tesoros más

grandes que posee el país, y si no se

afronta la situación de forma objetiva y

contundente, se correrá el riesgo de dejar

el futuro de estas islas, en manos

desconocidas o simplemente lujuriosas.

No nos podemos quedar tirándonos la

pelota, con el fin de encontrar a quien

inculpar, por eso tenemos que evaluar

que aspectos éticos, económicos,

morales, y políticos se deben tomar.

Bien o Solo codicia

Ahora vale preguntarse ¿Será la

explotación petrolera en San Andrés, un

beneficio para el país, o solo codicia de

las multinacionales? Si es beneficio ¿En

que nos ayuda? Si no, ¿Vale la pena

dejar este paraíso, en manos

desconocidas?

Vale resaltar que el “oro negro” es uno

de los mercados más codiciados a nivel

global, su explotación genera una

cantidad determinada de ingresos, y es

una de las sustancias más utilizadas a

nivel industrial. Pero la explotación

petrolera trae también muchos riesgos,

como se vislumbro en el Intro-especial.

Un claro ejemplo de los riegos que

conlleva esto, es el derrame de petróleo

que ocurrió el 20 de abril de 2010 en el

golfo de México, dejando una gran

mancha negra de crudo en el océano

atlántico durante varios meses, y que

afecto a gran cantidad de Biodiversidad

alrededor de esta, las pérdidas

económicas fueron inmensas, pero sin

comparación con las afectaciones a la

fauna y flora dentro de la zona.

Así que los riesgos son mayores, los

“efectos secundario” que puede traer

son mucho mayores a lo que pueden ser

de beneficio.

Por: Manuel F. Vásquez M

Intro

Ahora, el archipiélago debe ser

conservada, ya que el futuro de esta

depende prácticamente de esto como

pronuncia enfática June Marie “La isla es

un territorio ancestral, de una menoría

ética y cultural, que el riesgo es

demasiado grande, que está en juego un

ecosistema muy frágil, el cual sostiene tal

economía, la seguridad alimentaria, la

misma existencia de las islas como tal,

incluso podría desaparecer el 50 % de las

playas de San Andrés” Por lo que

aceptar la explotación de hidrocarburos

seria “caminar en arena movediza” ya

que a medida que pase el tiempo, el área

se va a ver afectada con repercusiones a

principio “mínimas” pero a medida en

que se vaya enterrando el problemas se

multiplicara, y ya será imposible

remediar esas consecuencias.

Estamos colocando en riesgo un gran

tesoro, estamos colocando en la cuerda

floja, a toda una comunidad, a todo un

ecosistema, considerado como

patrimonio natural de la humanidad, un

país, un mundo. La codicia es más que el

bienestar que produce, los únicos

interesados en su explotación son

multinacionales, donde las ganancias

serán aristocráticas, y no harán parte del

pueblo, del país.

Si vemos desde la moral, notaremos que

esto se ve restringido por un número de

normas que afectan o restringen en parte

la exploración de hidrocarburos en el

archipiélago, aunque también la agencia

nacional de hidrocarburos licita y

autoriza a algunas compañías a realizar

una explotación dentro de las islas.

Por lo que la decisión final, la tendrá el

gobierno y las autoridades ambientales,

que restrinjan las compañías interesadas

en la explotación del petróleo en el

archipiélago de San Andrés. Para poner

así Final a esta polémica situación que

involucra a casi todos los ámbitos

sociales, y que presenta el futuro de

muchos habitantes, y principalmente la

conservación de el espectacular

archipiélago de San Andrés y

Providencia.

Bien o Solo codicia Por: Manuel F. Vásquez M

Intro

Depende del estado

A mi juicio la Explotación Petrolera en el

archipiélago de San Andrés es un avance

industrial pero una perdida ambiental, se

tienen varios ejemplos de desastres

ambientales a causa de la explotación de

este mineral en zonas geográficas de esta

característica (Costera, en este caso

archipiélago).

Distintas instituciones han solicitado al

gobierno de Juan Manuel Santos

suspender el contrato de exploración de

petróleo en San Andrés, Providencia y

Santa Catalina por el desconocimiento

de la importancia ambiental y

sociocultural de la isla y el archipiélago, y

de los compromisos internacionales de

protección como parte de la Reserva de

Biosfera y Áreas Marinas Protegidas.

Es el Estado el que tiene la

responsabilidad de concertar con la

población e involucrarla en la amplia

gama de asuntos contemplados en los

acuerdos de delimitación para la

cooperación entre vecinos caribeños.

Pero, para ello, es también indispensable

que los isleños se muestren capaces de

llegar a acuerdos entre sí y con el

Gobierno Nacional sobre lo que más

conviene al archipiélago.

Declarar un territorio como reserva

ambiental es un compromiso que va más

allá del nombre y la trascendencia

mediática. La declaración de una Resera

Ambiental conlleva el compromiso de

manejar y gestionar dicha área, evitando

el desarrollo de actividades que puedan

impactar los ecosistemas incluidos en la

reserva. Actualmente el planeta esta al

pie de la nueva revolución energética

donde tecnologías “limpias” compiten

por desarrollo. Mantener el status quo

irónicamente afectaría el archipiélago de

San Andrés a largo plazo. Cabe

mencionar que entre las consecuencias

del calentamiento global por exceso de

dióxido de carbono están el cambio en

nivel de mar y la acidificación de mares,

entre otros. Estos impactos, como es de

esperarse, tendrán mayor repercusión en

áreas costeras e insulares.

Considerando estos tres puntos, las

preguntas que quedan sin respuesta

frente a esta exploración son ¿Estamos

preparados a correr el riesgo de uno de

esos derrames en nuestra reserva de

Biosfera?, ¿Queremos ser el país que

permitió la explotación petrolera en una

reserva de la biosfera, o ¿Queremos ser

el país de vanguardia que decidió

conservar sus áreas marinas protegidas?

En promedio la explotación de un pozo

Por: Juan P. Ramírez C.

Intro

Depende del estado

es entre 25 y 40 años, según el tamaño

de la reserva. Al secarse el pozo, las

plataformas son abandonadas y

desmanteladas. Gran Bretaña ha

calculado que el costo de remover las

plataformas petroleras abandonadas en el

Atlántico norte excede los 3 billones de

libras esterlinas.

Varios de los grandes desastres

ecológicos que se han registrado han sido

causados por el transporte y exploración

de petróleo. Un ejemplo es el derrame

del Exxon Valdez en Alaska en 1989,

que vertió aproximadamente 750.000

barriles de petróleo crudo con

importantes impactos negativos sobre los

ecosistemas de la zona. Recientemente,

el pozo Deepwater Horizon vertió

aproximadamente 4.9 millones de

barriles en el Golfo de México; el

impacto de este desastre todavía no ha

sido cuantificados en su totalidad.

Adicionalmente, la introducción de

especies invasivas por medio del

recambio del agua en los tanques de

balasto ha demostrado tener graves

resultados ecológicos. Por ejemplo, la

introducción del dinoflagelado

cochlodinium polykrikoides (unicelular

parte del plancton marino) en el Golfo

de Omán paso inadvertida hasta que esta

especie causo una de las más grandes

mareas rojas en el área, causando

impactos ecológicos, sociales y

económicos.

Perspectiva

Las críticas a la actividad petrolera

apuntan desde varios vértices sociales,

políticos, económicos y culturales. Todas

parecen coincidir en que se requieren

profundas reformas que vayan más allá

de los ajustes tecnológicos (de por sí

disponibles para neutralizar impactos

ambientales negativos sobre los

ecosistemas) y se orienten más a realizar

una actividad petrolera con inclusión

social, económica y cultural de las

poblaciones, en su mayoría campesinas e

indígenas, que han habitado por

centurias en los territorios donde se

descubre el petróleo. Podríamos hablar

entonces de una explotación sustentable,

que partiera de la valoración costo -

beneficio social y cultural que tendrían

las actividades petroleras, frente a

recursos como la biodiversidad, la

etnodiversidad, la heterogeneidad y las

armonías regionales históricas,

reconociendo las inconmensurabilidades

económicas de la cultura y la

territorialidad. Obviamente ello

implicaría manejos económicos de

relativa autonomía de las regiones y de

los Estados frente a intereses de las

transnacionales petroleras, tendencia que

hay que fortalecer para avanzar en la

seguridad ambiental petrolera.

Por: Juan P. Ramírez C.

Intro

SOCRATES

Según Sócrates, lo que constituye nuestra naturaleza

humana es la virtud, entendida como el saber actuar

bien. El ser humano se distingue de Sócrates, por

poder dar una respuesta racional, a cualquier

pregunta racional que se le haga sobre sí mismo.

Por tanto en esta investigación las ideas planteadas

de Sócrates la explotación de petróleo en la isla de

San Andrés y providencia no sería un acto bueno ya

que esto afectaría de mayor forma a nuestro planeta

el cual estamos destruyendo cada vez más debido a

la ambición que presentamos.

Intro

Platón Para platón el ser humano es un alma racional encadenada

a un cuerpo material y sensible, que busca salir de él para

retornar a un estado original de perfección a través de una

continua lucha por el logro de mayores y perfectos

conocimientos y evitando caer en los apetitos de su ser

sensible y material por medio de esto evitar ser un egoísta

con el medio ambiente por tener bienes económicos u

políticos

Pascal Blasie Pascal Mantiene la teoría dualista (alma-

cuerpo) (alma pasión-cuerpo), le otorga importancia a

la pasión según él “el corazón tiene razones que la

razón no conoce”

Según Blaise este acto podría ser aceptado ya que les

otorgas a las personas que realizan esto con pasión.

Pueden tener muchas razones hacerlo pero son

razones basadas en el individualismo y no piensan en

las consecuencia que pueda traer.

Intro

La antropología filosófica en este tema se da en forma crítica aunque no dice que postura es la

correcta nos da indicios de que la explotación es perjudicial para el medio ambiente. En esta

investigación de la explotación petrolera en San Andrés, nos plantean que el desarrollo industrial

del hombre es inevitable pero tampoco es aceptable que acabemos con la biodiversidad, aquí

entra la antropología filosófica ya que con una concepción de razón del hombre de cuál es la

decisión correcta, nos exponen bases ideológicas que nos permite identificar que según algunas

moralidades y principios la explotación de petróleo en el archipiélago colombiano es una mala

conducta. En este caso específico podemos identificar características que nos permiten saber la

posición y opinión específica de las personas que intervienen directa e indirectamente en la

problemática ya mencionada. A continuación se dará una definición de antropología y algunas

bases que nos permitirán identificar la raíz del problema y del debate tratados.

La antropología filosófica (del griego ánthropos, "hombre", y, logos, "razonamiento" o "discurso")

puede entenderse de varias maneras. Una sería el estudio filosófico del ser humano elaborado a

lo largo de los siglos y actualmente objeto de atención de los filósofos. Otra manera de entender

la expresión sería más restringida, y se aplicaría a un movimiento o escuela de pensamiento

fundada en Alemania en los años 1920 y 1930, de filósofos, antropólogos y sociólogos; este

movimiento tuvo una influencia decisiva en el panorama intelectual alemán del siglo XX.

«Nunca en la historia, tal como la conocemos, el hombre ha sido más que un problema en sí» —

Max Scheler.

La antropología filosófica marca un punto de inflexión en la filosofía por medio de la crítica de la

tradición idealista y del dualismo cartesiano, con una concepción del hombre como una unidad

física y psíquica. Fue también una respuesta a la teoría del historicismo alemán La base de su

planteamiento consistía en utilizar las enseñanzas de las ciencias naturales

(biología, zoología, etología, paleoantropología, etc.) y las ciencias humanas para tratar de

Antropología filosófica en la

explotación de petroleó en el archipiélago de San Andrés

Intro

identificar las características de la especie humana, su posición específica en el mundo en el

entorno de los reinos mineral, vegetal y animal.

Sus principales representantes son Max Scheler (1874-1928), Helmuth Plessner (1892-1985)

y Arnold Gehlen (1904-1976). También, cerca de esta corriente, destacan: Gotthard

Günther (1900-1984), Helmut Schelsky, Erich Rothacker y Peter Sloterdijk.

A través de la historia podemos darnos cuenta de que el concepto del hombre, varía según las

diferentes culturas de los pueblos, es evidente que la definición que manejamos de nosotros

mismos resalta en gran parte la aptitud o respuesta que tengamos ante nuestro entorno, el cual

dependerá directamente del concepto que demos a nosotros mismos como los seres humanos

que somos. La antropología filosófica pone como centro de su reflexión al ser humano, busca

comprender al hombre como un ser que vive y sabe que vive en este mundo.

El saber humano es la dimensión propia del ser pues es el único ente biológico que necesita

comprenderse para saber quién es, quién quiere ser y qué puede hacer con su vida. Pero ¿para

que estudiar antropología filosófica dentro de las carreras sociales y humanas? ¿acaso ese asunto

no les compete solamente a aquellas personas que siguen alguna licenciatura en filosofía,

psicología, sociología o antropología?, pues no, la enseñanza de la antropología filosófica nos

ayudara a conocer y fundamentar el camino del ser humano, tratar de responder a las cuestiones

existenciales ¿Qué es el hombre?, ¿De dónde venimos?, ¿Hacia dónde vamos?, etc.

El propósito de la antropología filosófica es identificar las características de la especie humana,

tomando en cuenta todos los aspectos de la realidad: material, biológica, económica, histórica,

cultural, etc. Pero esto no significa que sea el producto de una combinación o síntesis de diversas

disciplinas. En este sentido, la antropología filosófica no es una ciencia social, sino que está más

cerca a la Filosofía. Como disciplina filosófica, no abandona su pretensión de comprender al

hombre más allá de los límites de las distintas ciencias.

La antropología filosófica se pregunta, en primera instancia, por el "origen del ser humano". Su

proceso de aparición y asentamiento en el conjunto de la realidad. Esta cuestión puede

condensarse en la pregunta: ¿Cómo surgió el hombre?

Además, se pregunta por la naturaleza del ser humano, se pregunta lo que diferencia al ser

humano de todos los demás seres, cómo se define a través de su existencia histórica, etc. Tales

interrogantes fundamentales de la Antropología Filosófica pueden ser condensadas en una

pregunta radical: ¿Qué es el hombre?

Sin embargo no todo es tan claro como parece, es necesario advertir que existe un gran debate

en torno al objeto de la antropología filosófica, hoy se ha vuelto más problemático, debido a la

multiplicación de discursos y nuevas teorías que hablan acerca del origen y destino del ser

humano. Lo que queremos decir es que poseemos discursos acerca del hombre pero no la

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verdad ni una respuesta concreta al sentido de la vida. En síntesis no basta con saber que somos

simples personas pertenecientes a un sistema x, hace falta ir más allá de lo que nuestros ojos

pueden divisar, ampliar nuestra mente para poder comprender lo que significa ser humano y

poder darle una explicación a nuestra existencia en el planeta Tierra.

PSYQUE del griego psyché que significa alma, es un concepto procedente de la cosmovisión de

la antigua Grecia, que designaba la fuerza vital de un individuo, unida a su cuerpo en vida y

desligada de éste tras su muerte. El término se mantiene en varias escuelas de psicología,

perdiendo en general su valor metafísico: se convierte así en la designación de todos los procesos

y fenómenos que hacen la mente humana como una unidad.

No hay una diferencia esencial entre el hombre y el animal, sino diferencias de grado, de modo

que la vida superior del hombre resulta ser una forma más desarrollada, perfeccionada o

evolucionada de la serie animal. Las formas más altas de la vida humana (pensamiento, lenguaje,

arte, etc.) no son más que las resultantes genéticas de procesos inherentes a las manifestaciones

más elementales. Las dos variantes de esta teoría son:

la concepción mecánico-formal:

el materialismo, que reduce los fenómenos vitales y psíquicos a fenómenos físicos-

químicos;

el sensualismo, que considera que todas las formas de fenómenos psíquicos son formas

más complejas de los datos sensibles.

la concepción vitalista: que explica al hombre en su integridad por la vida: el hombre se

convierte en el último producto de la evolución vital. Esta concepción se diversifica según

qué se considere como decisivo en la variedad de los impulsos vitales. Algunos le dieron

importancia a los impulsos nutritivos, otros a los impulsos de poder y otros a los impulsos

sexuales.

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